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Imagen de apoyo de  El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 157

El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 157

Por: | Fecha: 11/02/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 FEBRBfW 11 DE l!lOt --:'fo. 1.'>7 Y' Din·ctor, BL\% S. SO \Hl' RcT1' \ ~=========e-- =----·· -~=--------==-...-......=----- LA SOLED \D Prólogo i la colección ele cnntares de Augusto Ferrin y F0rniés. I Leí la última página, cerré el li­bro y apoyé mi cabeza entre las manos. un soplo de la brisa o e mi país, u~a onda de perfumes y arm,m:ías leJanas besó n11 frente v acarició mi oído al pasar. J Toda mi Andalucía, con sus días de tranquilas y sus s1estas de fueg-o, sus alboradas colo1 _ de rosa v sus crepúsculos azules· Se_villa, con todas las tradiciones qu~ vemte centurias han amontonado sobre su frente, con toda su pompa y la gala dE' su naturaleza meridio­u~ l, c.on toda la poesía que la ima­g: waclón presta á un recuerdo que­ndo, apareció con~ por encanto á mis ojos, y penetré en sn recinto. y crucé sus calles, y respiré su atmos-fera? y oí 1 o~; can tos que en tonan á 111ed1a. n1t las muchacbas que cosen detd.A de las celocías, medio ocul­tas etltre las hojas de la" campani­Jl_ as a~uíc- s ; y a:,;;piré con voluptuo­stdacl la frag-auc1:1. de las nndresel­, ·as que con-en por un h ilo de· balcón á balcón, formando toldos de flores· Y. t?rné, en fin, con mi espíritu á vtvn· eu la ciudad donde he n::t~ido, y de la q uc tan viva gu::trdaré siem ­pre la memoria. No sé el tiempo que trascurrió '11ienb·as soñaba despierto. Cuando me incorpot·é, la luz que ardía sobre mi bufete oscilaba próxir"a á espi­rar, arrojando sus últimos destellos, que en círculos, ya luminosos, va so m bríos, se proyectaban te m blan­do sobre las paredes de rni habi­tación. La claridad de la mañana, esa ciaridad incierta y triste de las nebulosas mañanas del invierno, te­ñía de un vagc azul los vidrios de mis balcones. Al través de ellos se divisaba casi todo Madrid. :Madrid, en \'Uelto en un3. ligera neblina, por entre cuyos rotos giro­nes 1evatJtaban sus crestas oscut as las chi.mene::ts, las buhardillas, los campanarios y las desnudas ramas de los árboles. Madrid ucio, negro, feo como un esqueleto descarnado, tiritando bajo su inmenso sudario de nieve. Mis miem.bros estaban ya ateri­dos, ·pero entonces tuve frio hasta en el alma. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ]_450 EL CORREO DEL VALLE ------- --~-----~·- -------- ·--------------- Y sin embarg·o yo llabía vuelto á 'respirar la tibia atmósfera de mi ·Ciudad querida; yo había sentido el beso vi v1ficador de sus brisas car­g ·ad:ts de perfumes; su sol de fueg·o había deslumbrado mis ojos al tras­poner las verdes lomas sobre que ·se asientan el convento de Aznal­, fYL rae/te. .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . : . ~ . . Aquel m un do de recuerdos 1 o ha­bía evocado como un conjuro mágico un librn. Un libro impregnado en el per­fume de las flor e~ de mi país: un libro, del que cada una de las pá­ginas e un suspiro, una sonrisa, una lágrima ó un rayo de sol; un libro, pur último, cuyo solo título aún despierta en mi alma un senti­miento indefinible de vao-a tristeza. ¡ La soledad ! La soledad es el cantar favorito d el pueblo en•mi Andalucía. II Aquel libro lo tenía allí para juz­garlo. Como cúestión de sentimiento, para mí ya lo estaba. Sin embargo, el criterio de la sen­sación está sujeto á influencias pu­ramente individuales, de las que se debe despojar el crítico, si ha de llenar su mision dig-namente. Esto es lo que voy á hacer, si me es posible. Hay una poesía magnífica y sono­ra; una poesía hija de la meditación y el arte, que e engalana con todas las pompas de la lengua, que se mueve con una cadenciosa majestad, habla á la imaginación, completa sus cuadros y la conduce á su aüto­jo por un sendero desconocido, sedu­ciéndola con su armonía y su her­mosura. Hay otra natural, bre~ e, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere P] ·entimienta con una palabra y huye, y desnuda de arti:6.cia1 desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que la · toca, las mil ideas que duermen en el océa.no sin fondo de la fantasía. La primera tiene nn ~>ra lor dado: e:-:; la poesía de todo el mundo. La segunda carece de medida ab­soluta; adquiere las proporciones de la imag·inación que impresiona; puede llamarse la poesía de los poetas. La primera es una melodía que nace, se desarrolla, acaba y ~e des­vanece. La segunda •es un acorde que se arranca de un arpa; y se quedan las cuerdas vibrando can un zumbido armoniOso. Cuando se concluye aquélla, se dobla la hoja con una suave :sonrisa de satisf:.cción. Cuando se acaba ésta, se inclina. la frente cam·ada de pensamientos sin nombre. d La una es el fruto divino de la unióu. del arte y de la fantasía. La otra e la centella inflamada que brota al choque del sentimiento y la.pasión. Las poesía~ de este lihro pertene­cen al último de los dos géneros, porque son populares, y la poesia popular es la síntesis de la poesía. G . ./i. BECQUER. LA APUESTA [Leyendas i:péditas de Hei~ e ] Pedro y B énder apur·an la cerveza. Bénder dice:-" Tus cantos arrebatan : apuesto á que coo e llos· no seduces á 1\ietta, mi adorada". Ped.ro c;lice :-.. " Yo ~ a.puesto mi .cabaUo contra tus perros: ;: al1.-venn· ·\'3:l,,albff; {1? ; _; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1451 ya Meta, seducida por mis cantos, Habrá iqo á mi· cai::wña." ** * Cuando se :-~proximó la media noche !Salió Pedro, ca11tando; sus estaneias turbaron en C'Oncierto de armonías el silencio del valle y la montaña. Despi értanse las aves en sus nidos, atentas por si viene la alborada, Jas estrellas asoman en el cielo, el torrente se callF!. Meta despierta:-~ Quién está cantando al pie de mi ventana 1 Vístese aprisa y sale. En el destino hora fatal se marca. Sigue la virgen el rumor del canto que al lejos en la noche se dilata __ Va á su cabaña el seductor poeta, y ella._ va á la cabaña. •* • Al otro día, Bénder que b espera la ve llegar inquieta y agitada: -De donde vienes~"-Veng 1 de la fuente" .. -De la fuente .. ! y el cántarof y el agua~'' -Ah! .. no .. Estuve en el río con Jo¡;¡ silfos, donde fui á ve1· sus danzas"· -Mientes, mientes! Ahora es el otoño y es en Abril cuando los silfos bailan. Tus vestidos etStán d0spedazados y llenos de rocío; tus piés sangran_­Hojas en los cabellos !. .. Mientes, mientes, Est~s temblando y páilda." -Ay, no; perdón, perdóname! Fue Pedro: él cantó : y es tan dulce cuando canta, que salí, y en la noche lo be seguido al través de las peñas y las zar;-;as. Sus canciones-placer envenenado­turbñn el corazón : sus versos matan ... ¡ Ya soy suya, soy suya ! Y o me m u ero ... ¡De hmor muere mi alma 1 .En la tarde, en la torre del poblado doblaban lentamente las ce panas. -Alguien ha muerto"-Metta!" En,la capilla yacía su cadáver ante el ara. • Y á los pies del <'adávf'r, Bénder, triste, hablaba en sn dclor :-Perdí mi amada, ¡-erdí mis ti eles Ferros." Y corrí a por sus rudas mejillas nna lágrima ! ll:iAÍAS G AlllBO.\. JNGENUIO;\DES TRISTES 1 Como lirios acuátiles de cinco p éta los, cada uno, así tus manos, y tus ojos, dos vínculos hermanos en que mi buenaventuran;~,a finco. Todo me inquieta en tí, pero mi ahinco es vano y todos mis anhAlos vanos, aunque ante tus hechizos extrahumanos deshojo el alma y las rodillas hinco. Haz que en mi olvido tu mirar florezca, ven, oh risueña encarnacion ~1 ar te, á redimir la sed de mis empeños, y verás como vuelan á encontrarte y á ufanarse de tí, cual tu1 ba fresca de parbulitos rubios mis ensueños. II Ya tú lo has comprendido: desde antaño busca la ingenuidad de mi deJ¡rio, de tu glorioso amor, el blanco lirio por quien mi flauta bizantina taño. ¡ Oh mi casta pasión ! qué injusto daño le has suscitado á tan devoto cirio! en tu idilico altar solo un martirio encontró y en tu soplo, un desengaño. Mus ¿por qué be de~ejar~ aun no emigro de tus dominios, ven á do mis hondas voces, te llaman en lenguaje raro, y de mi ingrato mar sobre las hondas serás en la inminencia del pPligro mi piloto, mi brujula y mi faro! CARLOS VILLAFAÑE. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1452 EL CORJ.\EO DEL VALLE E N EL " TE Q U E f\ DA ~'l ,\ " ( Hdm'!T,\) Hoy, qne la Patria de amargu•'a llena Solloza en Pi umbral del o tracisrrío, En el ant•·o más hondo dt>l 11 hismo Tu estruendorosa láo·rí;na resuena l Y on tanto c¡ue los ámbitos atruena El eco de tu horrible paroxismo, Aseiende tu p t·otesta al cielo mismo, De tus onda,, t:ltal trásfuga sirena. Pero luégo pensando en el altivo Dé-;potu, que tu margen desflorara, Bu:;c:as en el d es ¡.>ret:io u o leniti ~-o ___ _ ¡Un momento tu t:óle ra s~ p:ua, Contemplns tua murallas de eautivo Y escupes la negrura en plena cara! LUIS EDUARDO CA LO ERÓ N, • F U B: G O F :\ T U O l Inédita 1 Dejémonos de risa que de un amor estlí.n en el entierro y como no era un pet'I'O le cantan un responso y una misa. Nada de avisos, coehes ni t ~lrjetas f'n letras gorrlas y cnlut 1dos sobres. Pesengañans, daos prisa, y en alas de la brisa Como al amor de todos los poetas llevadlo al cementerio de los pobrt's! CLÍ~IACO SoTo BoRDA. RETO NO Es el olvido un ave y ella an·anca del eorazón el ml'll y va muy lejos .... El ala negra del olvido es blanca cuando se lleva los dolores viejos. Jr LIO FLOREZ. i\ SOLAS i Imitación l -¿Y qné m!ras f me nijo con anhelo, Acercando hac1a mí los labios rojos. -l\Iiranclo es toy, la dije, el puro cielo, Porque es a~. ul COliJO tus lindos C>jot>. -1':~ qué pi t>nsasV me elijo seria y fría. -En que el cielo no tiene ese rolor, Y.como miente el ciPlo, hermoba mía, Así tus ojos mentirán de amor. ALEJANDIW VEGA. Tu osc~ura cabellera cae sobre tus hornb•·os de alabastro lo mismo que un follaje en primaver-a· brilla en tu:> ojos el fulgor de un asko: y en tus labios, botones encendidos, aletean los b~ sos, como si fueran pájaros traviesos que pugnan por volc. ,. hacia ot1·os nidos. VICTOR RACAliiONDE. DOLOR ITA Le pusiste tan raros pareceres á nuestro mutuo amo1·, que, según veo, de tus labioe me be vuelto tan ateo, que si acaso me juras que aun megniet·es, juro que, aunque me quieras, no te creo. ENRlQUE ALVAREZ HENAO. "" ** Una mujer envenenó mi alma ·Y <,tra mujer envenenó mi cuerpo; ninguna de la;; r:los vino á buscarme, yo de ninguna de las dos me quejo. Uomo el mundo t>S rt>dondo, el mundo rueda ... si alguna vez, rodando ese veneno envenena á sn vez lo por qué culparme' no he de dar más de lo que á mí me dieron. GUSTAVO A. BÉCQUER. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1453 VE MI LIBRO I Tus negros ojos y tus labios tersos me cauti'va ron ; como buen orfeb're seguí tus pasol:l y en la intensa fi Pb rc de 11n s ueño azul, te comulgué con versos. Mas hoy que en tí la llama dl?genera d el espíritu, y algo que divulga tu prosa ingrata, en tu mirada impera .... fispera mano, de bru ta! mane ra ~on ru eoas de molino te comulga! H Baja e l f'X:pe rto buzo hu sta la flntraña más rP.mMa del mar· y busca el g~:~ j ·~ de su arte ro peligro; entre la saña de las aguas lo encue .. tra: perla ex traña ó eneend ido coral : no pie'rde el viaje. Y yo, poeta crédnlo in vest igo cómo á mi sed tantá lica respondo buscando en tí un e'lral ó un or·o amio-o b de tu riqueza espiri tnal testigo, y no hallo á m1 pes~r, lo que persigo porque-y e;;; la verdad-na tienes fondo. CARLOS VJLLAl!'l>ÑE. EL PUDOR---- Clnéuita..l La Noche, , pasional y seductora, Ante e l prado florido se embelesa Y les ba.ce á las flores la promesa De amarlas como el angel de la aurora: Tiemblan l a~ flores a l ll ega r· la hora En que la Noche con pasi0n las besa, Y su alma virgen, de inqui etudes presa, Rechaza la caricia tentadora·. Al fin se va la negra desdeñada ... Y las esqu ivas flores en capu llo Se estremecen de amor con la a1borada! 1 Llega la aurora, les desgarra el b ·oche .. Ln égo el sol las rnnrebita ... y de su orgullo S"e v enga, dcshoj ~n dolas, la nol'lH~ !., 1903 EDUARDO FEtRER. LAS FLORES DEL ABE MO • El h echo pasó en ,·erano, en la éroea en que la vida de las eneinas, de las bayas y de los abe tos estall a en toda su tuerza. La montarw , eon yerbas cortas, pl a n~i­tas apretadas con tra ;,:1 suelo, prodi ga ba como l'Ontraste todos los lujos de la flor, una furia de tuatices frescos, d~:: pulpas luminosas. Marciana, entre el océano de bálsamos y pe rfumes, se s intió úe pronto con una extraña amargura. Por prim e ra vez en sn vida sintió un va¡.{o descon ten to 'contra esa hermana bri­llante cuya belleza y gracia no sólo reco­nocía ella, sino que las proclamaba alta­men te. · Al verla marchar· cerca de Francisco Darganco y rozárse con tinuamente con el joven , se e ntris tec ió. ~ Paula amaba á Francisco del mismo rnodo que á tantos otros á qni en ~s había atraído enloquecido y d t:!ses perado. Pero & no hnbi era podido notar que esta vez robaba á su hermana nenor una d icha posible~ .Antes de habe r intentado fascinarle, Franeisco hacía casi la corte a Ma rciana . Al menos, se ntía un placer sincero en compañia de la j oven. ¡Hubiera sido tan fác il no hacer caso de' ese recién ven ido, dejar una endeble es­peranza á la que se in c linaba con tánto gusto al resplandor· del corazón ! ¡Pero nó, e lla no q_uería dejar escapar á ninguno! Nece.; ita ba á toda costa esa presa nu eva por el ún ic·o pbl:et· de atormentarla. Y l\Jareiana miraba oblicuamente Ta mareha a lac!a de su her·mana, su tez más fresca que la de los niños, toda la irra rJia­ción misteriosa, toda la enigmá tica armo­nía que la hacia irresi~tible. ¿,Cómo luchar <'on ,ra esa seducción con un ro;;t ro agradable, pero sin brilio, ojos ti ernos, lindos, pero no d eslllnJbrantes, ·nn cuerpo elegante, pero modesto de líneas y de rit mo~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1454 EL CORRto DEL VALLE Se sintió perdida, y, ademfÍs, vió todo lo qne es<· pobre Francii'co, de alma de­masiado sensi ti va, iba á s ufrir. Salió la parr:•ja rlel camino y ~:>igu ió por un sendero de pastor. La yerba era más corta aún, pl'ro la 11 fl ores e ran más nume­rosas: la g· unas, lagos, torrentes de flores. Una zanja los detuvo, vertiginosa, en cuyo fondo se oía la aiPgre voz cristalina d e una onda. Paula tJe indinó y dijo lan­zando nn ligero g rito: - ¡ Qné de licio as so ldan elas! Sob re un Ps trecho saliente, á pe>cos me­tros de !a orilla, ha bía, en efe~to , un gru­po exqui s itú de esas flores de las nieves. L evantaban sus cabecitas brillantes ha­cia la luz: su vista daba á la vez una im­prt> s ión de belleza y de vértigo. Al otr e l g rito de Paula, Marciana se est re ru e ció: cunocla 1 a maldita coq uete­rfa de su l. ermar.a ; temió qu e indujera á Francisco para qu~ se apoderara de ese ramo del abismo . La cusa no era imp o~ ible pa ra un hábil trepador de rocas; p ro el menor paso en falso e ra lo mismo qn" ir á la mue rte. Es indudab le que Paula debio pensar­lo; es probable también que apartara la t entacion. Un iigero aceidente vino á comp\icar el estado de ánimo de los paseantes. El brazalete de Panla, m·d cerrad o, sin duda se abrió brusearneute y rodó sobre ' la mura lln granltiea. Por una de esas ca­s ual idades que parecen una obsr.u ra ma­licia de las cosa , la joya ~e detuvo prc­~ isamente en !a misma plataforma: allí. encontró u .. a superfi c te blanda, saltó d é- - bilmente y se detuvo entre las flores ape­t ecid as. -¡Qué lástima !-exclamó Pauta, con c ierto pe::;ar.- ¡Era mi tal ismán! -¡.Siente Ud. do veras su p érd ida ~- preguntó F rancisco. -De veras que si-di jo e lla. Pero se contuvo inm d iatamente. -No tiene ningún \ a lor _____ _ ._Una chuche ría _______ . Sería absurdo conce-derle la menor importancia. t Pet·o en su mirad~1, fija sobre Fra uds­co, estallaba un deseo ardiente : el de que se sacrifica~·a á su capricho, que arries­gara su vida por una sonrisa de ella. El joven dio un paso hacia el abismo. Marciana lanzó un gt·ito de espanto y se puso dela .1te de é l; una luz pet·versa ilu­mino los ojos de Paula que, sinembargo, protestó: -&Está usted loco, señor Dargance Y Francisco, con una sonrisa extraña, cedió á las súplicas de Marciana. Los tres d eshicieron el eamino andado, ha­blando cosas indiferentes. En el chalet, Francisco fingió subir a su cuarto: pero, pocos minutos después, volvió á salir furtivamente en direc~ión al tol'l·ente. Por casualidad, Marciana lo divisó de lejos, entre las hayas y abetos. Adivinó todo, y se quedo atónita un instante, in­capaz de hacer un movimiento. La reacción le devolvió su energía. Cor·rió al cuarto de Paula, y la aga.rró con violencia del brazo, diciendo: -¡Pronto! F•·anciseo ha ido á la mon­taña. Tú sola puedes impedirle que arries­gue su vida; vol ver· á á tu voz. Paula, domtnada por la emoción de iU hermana, la siguió; las dos echaron á eo­rre r, pero la mayor prete xtó muy pronto el cansancio y contuvo el paso. Francisco había previsto la pe rsecu­ción: fué pot· el atajo, f1·anqueó obstácu­los donde las jóvenes no hul)Jeran pod1do pasar, y ellas llegaron en el mismo mo­mento en que él desce11dla al abismo .... -¡Qué locu~a!-exclarn ó Paula; pero toda su persona respiraba la alegria más bien que el te;~or, mientras Marciana lloraba amargamente. Cinco horrible:; minutos trascurrieron: desp ués surgió una silueta lentamente en­tt ·e las pi edras, y Francisco se presento llevando en una mano las flores codicia­das y en la otra el fatídico brazale te. Pasado su tenor, Marciana se sintió llena de una amar·ga tristeza. El acto in­sensato que alababa de cometer el joven Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • EL CORREO DEL VALLE 1455· ----------- - ---- - --------------- 1rf>velaba ha taqué punto había desapa­recido toda e peranza para ella. Esperaua Marciana, triste. desespera­da y ha ·ta celo a. U u y pronto estuvo á su lado Francisco. Se det:JvO cerca de Paula, le alargó el brazalete y le d!JO : -Aquí está el talismán, señorita. Es­pero que le dará la d1cha . Mareiaoa, mortalmente pálida, intentó sonreír ~1 triunfo de su hermaua, pero de pronto su corazón se detuvo: una alegría fresca coruo el agua de los manantiales, penetró en su sér. Francisco se volvió hacia ella y le ofre­ció las flores, murmurando: -Soy supersticioso. He jugado mi destino sobre esas flores d<·l abismo .. _. Me ba parecido que, al arriesgar no poco mi vida por ellas, la arriesgaba también pur usted . J. H. ROS.NY. NUBE NEGRA Aquella noche, como de costum­bre, estábamos reunidos en el salon­cito de nuestra casa de campo, en uno de cuyos muros pendía un reloj, que marcaba el tiempo con el vaivén acompasado de ~u péndulo. Mi pa­dre estaba sentado á la cabecera de la me~a; yo leía en Vcltas, d·~ Becquer; los demát'; oían. La noche estaba oscura v á inter­valos llegaban á nuestros ·oídos los misteriosos ruidos del campo: el le­jano ladrido de los perros, el paso de rt.lguua ave nocturna, el quejido de una rama que se quiebra y la con­fusa algarabía de los grillos y las ranas ocultas en el juncal vec- no. De pronto no~ sorprendió el b1 il~o de un relámpago y se desató una tormenta; el• viento , il haba afuera é inclinaba las 'co-pas de los árboles; la lluvia. caía á torrentes, y el trueno retum­baba á l0 lejos encontrando eco en lo5 Yecinos montes. ¡Los elementos desatados afuera­uuestras al mas unidas por el amor adentro;-afuera la furia y el desor­den, adentro la armonía y la paz ! El cielo estaba negro y encapota­do, pero aquel mi pequeño cielo es­taba limpio y puro! Al sentir levantada mi alma por la sana lec~ura, y ensanchado el pe­cho por aquella atmósfera de amor; al escuchar aquellos corazones que palpitaban al unísono, en tanto que se desataba la tempesta.d afuera, sentí el deseo de que el tiempo de­tuviera su paso, y comprendí que la felicidad puede encontrarse entre las cuatro paredes del ::;alón de una ca­sita de <::ampo. Oblig-ado por estos pensamientos, suspendí la lectura y contemplé aquel cuadro vivo, paseando la mi­rada. alegre en t0rno de la habita­ción. Pero al tropezar mi vista con el reloj que, pendiente del muro, se­guía marcando el tiempo, cruzaron como una nube neg·ra por mi mente estas palabras: Y mañana? Cuán distinto fue entonces el ctia­dro que se presentó á mi imag-ina­ción- en vez de cabellos neg-ros y ca­becitas rubias-vi cabezas encaneci-· das; en vez de ojos con fulgor de sol de oriente, vi ojos con indecisos res­pL-• ndores de ocaso. Pensé cuán triste sería el recuer­do de esa deliciosa velada, pasados muchos años, quizá en el mismo apo­sento de la p;-ttern'l casa, en una no­che semejante, en que se escucharan los ecos de la sorda tempestad, que resonaran en las mismas llanuras y montañas, porque entonces al pasear };:¡ vista en torno de Ja habitación ¡cuántos nombres de séres queridos, separados ror Ja distancia, y cuán­tas tumbas hadan parte en la fúne- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lt EL CORREO DEL VALLE 1456 bre proce:->ión de recuercos que cru-zarían por mi mente! . .. .. . Enjug-ué una lágrima q ne a ·c,mó á mi pupila y recometJcé la lectura. Et viento siguió sih·ando é incli­nando las cop-as de los árboles, la lluvia sig·uió cayendo á torrentes, el trueno ' ig-uió resonando y encon­trando ·eco en los vecit1os · montPs, 11uestras almas siguiet·on elevándo­f'e en ala.s de la ima . ., ínaci6n del poe­ta sevillano, y el reloj, con su impa­sible tictac, siguió marcando el tiem po que nos conduce indefectiblemen­te al porvenir, á lo dt~sconocido. D1EGO u RIBE. LA LUi\ A J. liii ESl'CJS,\ Ya del Orient~ en el conf1 n profundo La Luna aparta el nebuloso velo; Y leve sienta en el dormido llllllldo ~u casto pie cun virgi11::tl recelo. Absorta ::~llí la inmensiclacl <>dnrla, Ru faz humild,, al cielo lcYanta.ci:J; Y el hondo azul uon eloc:uenc;a muda Orbes sin f1n ofrece á su mirada. Un lucero no más lle\'a por guía, Por himno funeral silencio santo, Por sólo rumbo la reg!ón va<:Ía, Y la insondable soledad por manto. ¡Cuán Leila, oh Luna! á io alto del espacio Po1· el turquí del éter lenta sube'~ Con ricas tintus de ópalo y topaeio Franjando en torno tu clo.sei de nubes! Cubre tu marcha grupo silencioso De rizos copos, que tu lumbre tiñe; Y de la Noebe el iris vaporoso La 1egia pompa de tu trono ciiie. De a!lí desciende tu ealltl~a lumbre, Y en argPn tinas ga&as se el .>¡: l1ega De la nevaJa sierra por la eurnLre Y por los senos de la umbrosa vega. Con se,go rnyo pOI' la falda osenra A largos tre('hos el foll~tje toeas, Y tu albv re;,plandor sobre la ;.dtura En mármol torn3. las desnudas roea.;; O :..l ¡Jic del eer:·o do la roza our,Jea, Con el matiz de la azucena bañas La blanca torre de vecina aldea En su uido de sauce;:; y cabañas. Sierpes de plata el valle recorriendo, Vér.se :í. tu luz las fuentes y los rlos, En sus brillantes roscas envol\'iewlo Prado$, florestas, c:hozas y plan tíos . Y yo en tll lumbre difundido, ¡oh Luna! Vuelvo al tra\·és de solitarias bre1-1as A los lc>janos vallc;o, do en su cuna De umbro::.os bosques y erwumbradaj J)<:'ñaR, El lago del D es ierto reverbera, Adormeeido, n1 tid o, sereno, Sus montai'las p i11tanno en la ribera, y el lujo ue los cielo.;; en su seno. ¡ Ob ! y estas son tus mágica~ rf'giones, Donde la hnn1ana voz jam ,)s se e.seucha, Laber intos de selvas y peñones En qne tu rayo eon las :;ombras lucha; Porque lns sombras odian tu mirada ; Hij;;¡s del Caos, por el mundo e!Tante3 ; Náufra~os restos de la aroti~ua Nada, Que E:ll el mar de la luz vagan flotantes. Tu lnlllbre, empero, entre el ,·a por· fulgura, LLwe del cerro en la áspera pendiente ; Y á. trechos ilnminá. en la espesura El Ímpetu salvaje del torrente; En luminosas perlas se liquida Cuando en la espuma del raudal retoza; O, con la fuente llo1·a, que pet·dida EJtre la oscura vOiedad solloza. En 1:~ mansión oculta de las Ninfas Hendiendo el bosque á penetrar alcanza; Y alumbra al pie de despeiiada'l linfas De las Ondinas la noctul'l1a danza. A tu mintcla SU!'ipPtHiido el viPnto, 1Ji :lrbol ni flnr <'11 e>l DesiPrtO ag·ita: No hay en los s~res voz ni tnovi1nieuto; El corazón del mundo no palpita .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 14S'l EL CORREO DE!. VALLE ¡Se are rea e l c e ntin e la de h l\fn r:> l'te! ¡Hé fl q ní e l S il(> n <· i" ! Só lo en ;;q pt·t> e ncía Su pro pia d Psnud e 7. el nlnw advi e •t e, ~ Su pr.,p ia voz esc uc ha la coociPn c ia. Y pifln so aún y con pavor medito Que del Silencio la in so ndable e alma De los s e pulcros es tr emendo grito Que no oye el cuerpo y estremece el alm-a. Y á su muda s eñal ele Fantasla Rasg·and o al tiva su mortal sudario D < 1 in ti 11 ito á la exte ns ión sombría Ren1onta audaz e l vu e l,o solitario. Ha:;ta e l confín de los espacins hiende; Y dt'sde a llí c or.t e mpla fiJT ebatada E¡ pi é lflgo de mundos que se e ~tiende Por e l callado abis •no de la Nada! .... El que vi s tió de nieve la alta si e rra, D e o:;c uridad la s selvas see ulares, V e hi e lo e l polo, de v e rdor la ti e rra, Y de hondo azul los ci e los y lt•s ruares, E e!Jó tambi <'n so ure tu fHz un Ye lo, T e mblando tu ful g·o r para q ne e l hombre Pueda los or bes nume rar d el ei el o, Ti emble ante Oios y su pode r le asombre. Cruzo perd ido e l v::¡,¡:;to firmam ento, A sume r g- irme tor·no ent r·e m1 1ui smo; Y se pi c· rde otra vez mi pe ns l'ltni ento D e mi pro pia e xi s te ncia en e l :::.u !smo. D e l iri os si en t o q ne mi men t e a t erran ... L os And.Ps á lo l<>jo;; en lutados Pi en so q ue son la:; t um LHtll clo se enci e rran L as cen i z1.s d e m undos y a juzgados .... El ú ltimo luce ro en e l Levan te Asnma, y tri ste tu pa r t ida ll ora : Cayó de t u diadema ese dil'l. rnante, Y adorna rá la fre nte de la A ur ora . ¡ Oh Luna, adiús! Qn isiera Pn mi -lrspecho El vll leno- u::tj. e maldec ir del homb1·e o ' Qnc tanta' emocionr:>s en su pecho Dtja que broten y les n iega un nomhre. S' agita mi ::~lma, Jesc;;rpra .Y g-i ue, Sintién lot>e en la c.< nrnfl .o t·ísinnet·a ·' R ·c·nerda al Vl"rtc sn tnisiún !'nblíme, Y el f rági l polvo sae udtr qui s iera . l\hs si del polvo libre se IHnZfll'a E sta que si e nto. im::~gen de Dios mismo, Para t"'nd Pr su vuc~lo no basta•·a Del firmamento el infinito abismo; Porque Psos astros, cu_yfl luz d('. maya Ante el brillo dl-ll alma hija del cielo, No son siquiera arenas de la playa Del mar que se abre á su futuro vuelo. DIEGO FALLON. SALUDO El inteligente escritor Carlos Vi11afañe, compañero del chis­peante Soto Borda en la redacción de La Barra, ha estado por unos pocos días en esta ciudad. u.L\.1 pre­sentarle nuestro cariño~o saludentO J'. Opina el doctor Glenf,·li, autnr del hallazgo, que se trata de un EvangPiio no publica­do y atribuído por la tradición al Após­tol Santo Tomás. Hóllanse en la coleceión sentencias cuya sustancia ::se oncuent~a en los Evangelios. conocidos, pero c~on notabl e. variaciones, y otras de que no. han hecho traslado los cuatro Evangelis­tas . Entre los papiros ha ll ados los hay anteriores á la Era cristiana en siglo y medio, flrrojando mucha luz sobre la his­toria de aquellos tiempos, y un epítonie en latín de lo se is libros perdido~> de Tito Livío. Otro papiro menciona el het>ho de qne á un muchacho esc·lavo se le iba á enseñar taquigrafía por 130 dracmas. El más notable de los dichos atribuidos 3. C1·isto es: "Que el -que busca, no cese de busC'ar hasta que <~ncuentre, y cuando. enC'UPnt re que se lllaravil~c; porque mnra­villándo -e hallará el Reino, e:-to es, el Reino de los Cielos, y cuando alcance el Reino, descansará. " SA CION Como en todas partes los juegos quP se consideran ptohibido;;, imprimen rna.'- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE 1459 ca de oprobio sobre los que en eltos se ejet·citan, bPmO podido observar q11e en 1\léjico, como en el l~cuadur y la Argen ­tina, lo<> diarios publican la lista de los ju~aderes sorprendidos pot· la Policía en oficw, para poner á di::.tancia de la gente honrada IJs hijos del vicio. El jugador e:11peña no sólo lo propio sino también lo ajtlno-pruebas saltan ~ la vista aquí como en todas partes. El jugador, decía un pensador, principia por· ser robado y acaba por ser lad('(>n. El ju­gador se hace p etardista y trctmpo o; y es capaz de sacr ifica•· hasta e l honor de la familia en ar·as del vicio. Cuántos ma­les se evitarían; cu·l ntas desilusinnes no nos sorprendieran, si la mano de la autori­dad e hiciera SPntir en esos asilos del deshonor y del crimen. ARTE DE AGRADAR No habléis jamás de vosotros ni de vuestras cosas. Escuchad sin interrumpir jamás á los que hablan, aunque hablen d'3 ellos mis­mos . . Después de C'sto medid vuest1·as fuer­zas para hablar y escoged ti e m f'O y asur.to. Escuchad á los sabios, y con ellos sed pan~os con vuestras palabra:;. Hablad cosas serias con los hombres sensato . "ed prudente y sufrido con los necios. Ved solo en todos lo que haya_en ellos de bueno. . Haced la vista gorda para sus defectos. 'fened, en fin, pt·esente que vivís en sociedad, no por vosotros sino para com­placer á los demá . Si no ten éis valor para observar esta conducta, si os repugna, dejad el campo y retiraos. ,R. ~~! 1·1 rr J:r J~ rr ,D--O-~-~o1 BAZAR DE SAN NICOLÁS El mal t iempo de los últimos dtn" de Dieiembre impidio la completa y fnltz realización del Bazar á beneficio del Nne~o templo. I-Iabieodo quedarlo la mPjor y más abundan' e existencia de ob­j e tos, se reserva su a11 ertura pat·a el d1a de Pascua (3 de Abril) en el espacioso local del Colegio de Santa Librada. El Cura de la Pal'l'oquta da las gmeias n las personas que tan bénevola y gt>nPro ·a mente correspondieron á la excrtal'ión que se permitio hacerles en favor de la obt a en construr:ción y conft a en que In< que no pud .e ron llena r sns deseos eu la época sei'lalada entonces, podrán' sat1:;f.1 cer sus buenos se11timiento1 hacia la Igle;ia en la próxima o·~asión. Los objetos vnch·en á qtt~1ldar d<'po-;i­tac! os en casa del señor uon .L\lanuel Ca 1·· vajal. CIRCULAR Cali, Enero 27 de 190-!. Sr. Director de "El Correo del Vall,.l'-:·. l\[uy seño t· nué::;tro: Tenemos e l .honor de parti cipar á n~ t.ed que por escr itura pública nlÍnlPr" 3g de e:sta misma fecha, otoqrada 11nt• ,.¡ Notario número 11? de> este Ctrcuito .Y ¡o(lJ' común acuerdo y mutuo convenio, lw '''' disuelto la soc1edad mercantil que> p ·ra­bl •cimos en esta ciudad de ·de el 1 '? de Julio de 1903 bajo la razon social de BEPLA1' & HOLGU1N El activo y pasÍ\'O de dicha casa ha quedado única y ext·lusivamente á fa,·or y á cargo d el socio Otto Ih•plat. Rogamw i\ u'lted tomat· notad<· la ¡ re sente cireula r· y nos SLISc ribi nlOS de u"te muy atentr:s y S. S. ÜTTo BEPLAT. · -HENt~tQUE HoLG ÍN. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORRED DEL VALLE 1460 GRATIFICACION 8·~ dará una muy l;wena á quien 0ntregue en la casa del doctor Tg·nacio Palaú, una cartera de <'U f' I'O de rusia, perteneciente al señor C. Villafañe, la cua 1 se ha nf'rdido con varias rartas y tar .:etP 'l, $ 4,550 en billetes de $ 50 ;:r $ 100; y una letra girada á Bogotá por Honor]o Villegas & \]~p or$ 10,000y úfavor del mis­mo señur Villafañe. Cali, Febre10 9 de 1904. CONDICIONES El o•·rco del Valk fundado en 1§94 Se publica lo~ jueves ele cada semana. A't! <.uc s(! le envía. ... e 'ar.jea con todos los pt'riódieos nacronales y ~ t ra n jeros. Apartado de correo m'imerr· fl5. Agente general, Mateo Gamboa. Dirección telegráfi:-a: BLASCATIPETTA.-C:ali. --------- LUIS G. BARRAGAN Ofrece llevar agua á do­micilio y piedra de toda cla­se para edificar. También se compre1nete á trasladar, en su carro, de nn punto á otro de la ciu­dad, toda clase de o~jetos. 5,-3 ---------------- SUCESION INTESTADA St> nvisa á los (pe ~P. crean con de recho á l?t RnceRión intestadH de las fina ::hu:; st>ñori tas E l oisa y F ~llt~­tina Llanos, q 11 e 2e ha d~elaraclo ~bierta por auto de f'StH Juzg::lrlo dt"l Ci>~eltito con fecha veintiot'bo de Noviembre de mil uov ec iento~ tres. Cali, :Febrer0 8 de 1904. El Secretario dPl Jt¡zgado, J'o&é 1Wa1'Ía Va.?'o1za Ll. Se vende una casa bas­tante cómoda y situada cuadra y media arrriba de la esquina del puente. Pormenores los dará jORGE PiNEDA C. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE Cómprela Usted Se vende una casa inmediata á ]a plaza de San Nicolás, contigua á la de Primitivo Romero. ÜJns­trucción nueva y bastante solar, con árboles frutales. Enteuderse con Blas Scarpetta ó Alejandro Guevara. 3-3 ISNIAEL ESCOBAR B. Vende en Palmira por la mitad de su valor : Una r.aSC\ eh~ ::~dt>h 0 , C'ubierta de teja ('n la cr> lle d!:' l l\I ut:,dero, á tres r.undras y nwdfa O\, la ¡•L-1za princip;=d. Un est<1h lecimi<-' nto clt: Gai¡:>ón con sns t>ll;,eres, sitttr.cio en '' lA• f'orl;::~da de S<~nta Earh;:~t'l1, '' con casa de habitaeiótl. ( Pr<·pied< des habidas antes de la gut>rra pa!lada.) Acepte ttna permu ta por una casa 6 una finca de cnmpo en Cali. Eoterdt'rse '"'n Palmira, con Da· mit: n Mora, ó '~n Caii con el vende­dor, frente á las Galerías contiguo al Estanco. 4-2 ----------------- F i d e 1 Rizo Ven ,]e una casa cómoda, de Rll propiedad, en el barrio de San Ni· colás. Entt>nderse con el St ñor Fran· cil'co Gnerrero en dicho b;;rrio ó con el senor Joaquín Palacios en su Es· t ilblecimi entó de peluquería en la plaza de mercado de est.J ciudad. LIBRE ESTIPULA O_! JN. Vendo ó permuto una ca­sa cón1oda, reciente1nente construída. Eduardo Sierra F. 6-:3 SE VENDEN 1 Ochenta mulas de El Alisal y San J e rónimo, acostnmhradas á pasto de lo !~'! r~ Pueden verse en la hacienda de "La E:, ­ned:: t". El señor Franeisco A. Lozach da­rá inform f's en Cali y Enrique Sant:1m :, ­ría en Yumbo. 4-0 Dr. Pacífico Rivara G. ABOCADO y agente de negocio§ UALI.-ÜAUCA.-UOLOMBIA. Telegrafo : Adalmar. 12-7 SE VENDE POR ORO O POR BILLETES Una finca en el Distrito dt· P rt v;:¡s compuesta de cafetal [más ó me nos 50-00 árboles) en muy buen estRS firF>S. Polvos de arroz MlliOa-Lescaut, Ro-y1. le y Veioutine. Pa ñ1H:Ios de ~eda y de lino. Pic¡oé blanco. Paños n g-ros y cte c·.olor. Puños parfl homb1 e y para st·ñont. Rasetes. Satinetas. Sumb1 eros de fieltro, ala dzwa. S?mbreros finos para señora. Tir~ntas. Telas de st!da para traje¡;; y parA fa~das. V I N () T I N T O en cu r.~rtos y t>n medi ns bPtt>llas W 1 S K E Y "American Club " y "Brandy Hennessey' 6--6 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL, VALLE EN LA FABRICACIÓN DE AZÚCAR ! ! Verdades sobre el azúcar de LA MANUELITA Elnúcar de LA M ANUELIT A está empacada en bonitas talegas cosí· ~ as . E~tá empa<·Hda t-!n la fábrira y ::~bierta en el bognr ; 1,10 uay manost () inte rmt'di ;uio ; ror eonsig-tJÍ'-' nte, nn hMy rl esaseo , no h;:¡y desperdicio, no ha y acl ultel'rfecta. Cómoda en forma, perfecta f'n cnli dad, brillante ~:.n l'lp:'\rient·ia, ninguna azúcar la iguala en f'X ce le ncia. Cu?. ndo cotn pn· usted t>Rta az(wnr, acuérdese que la t a ltga cosida ll eva e l l <:> tr ~ru dt-~ ' 'LA MANUELITA", eomo también el nombl"f3 de ios fabri ca ntes. Ust{>d estH­rá snti sfec htl en ~ 1 momPnto f'[¡ que- abre una talega, Usted estará más sa ­tisf t>cho cuando la lw probado en su café, dnlces, etc. Está de venta en t o· das las poblaciones, desde Popayán hasta Manizáles, y es únicamente L­bricada po r !a OAUUA VALLEY·AG.KICULTURAL C.o Sucesores ele Santiago M. Eder. Palmira.-Cauca. ENRIQUE RODRIGUEZ V ende una casa, dos cua­dras abajo del Hospital. En­tenCL rse con él 6 con Roberto Valencia. le -conviene a Ud ? Se vende la casa de J usla Roías, v. de Caicedo, distante tres cuaci 1 :~s y media de la ¡t!Rza de la Constitu ­ción, t:alle de San Nicolás. Entenderse eon Ernesto Gavírt"a. Cali, Febrero de 1904. 5----_4 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1 EL CO~"REO DEL VALLE ¡ 1 L A.brirá sus operaciones el l. o de Febrero próximo. Desde esa fecha abonará las siguientes ratas: Cuentas corrientes ó depósitoR á la orden 6 ozo anual. , 2 meses 9 o¡o , ., 3 " 12 ozo " ,. 6 " 18 0}0 " " 12 " 24: 0]0 " Los intereses se abonarán por trin1estres vencidos para las CUENTA~ CORRIEN'l1E8 ó DEPOSLTCS A LA ORDEN, y por mensualidades, también vencidas, para los DEPOSITOS FIJOS. . El BANCo hace operaciones en participación; abre créditos flotantes; afianza obli~aciones; reendosa Letras y Pagarés; hace préstamos y descuentos; co1npra y ven­de Letras sobre el Exterior y plazas con1er0iales del país. El 30 del presente mes debe cubrirse el primer ins­ta1an1ento. El 29 de Febrero queda cerrada la suscrip­ción de acciones. Local : CALLE DE SANTA BÁRBARA, media cuadra al Occidentt> de la plaza. Palmira, Enero 18 de 190+. El Gerente, Lurs FELIPE RosALES. El Director l. 0 Alonso JJiadriñán. 12--3 El Director 2. 0 Rito Antonio Medú~a. L
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 157

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Azul melancolía: Antología poética (1990-2015)

Por: Mariluz Escribano Pueo | Fecha: 2016

MARILUZ ESCRIBANO PUEO (Granada, 1935) es un claro ejemplo de lo que se ha dado en llamar “literatura sumergida”, la escrita fundamentalmente por mujeres que pese a su calidad, no han disfrutado de la presencia en los suplementos literarios ni en las esferas del poder cultural. Perteneciente por edad a la generación del 60, Escribano no empieza a publicar su obra hasta iniciados los años noventa, una vez que el tiempo y la vida habían remansado las heridas de la Guerra Civil, en la que su padre fue fusilado y su madre y ella misma, represaliadas. La poesía de Escribano Pueo, desde una rotundidad serena liberada de excesos retoricistas y de artificios, logra la complicidad con la persona normal de la calle que siente, vive, ama y recuerda.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Breve mitología del Cuerpo original

Por: Victoria Vaccaro García | Fecha: 2022

Breve mitología del cuerpo original decanta la crónica del nacimiento de la voz lírica y la génesis de otras / otros que la habitan. Nos aproximamos a una voz posesa que a través de alegorías poderosas ensaya el culto a la estirpe, y a la festividad de la existencia para atravesar entre ceremonias de aguas frondoss, la desgarradura de estar y ser en el mundo. Un viaje por los campos de la infancia, por el ritual del crecimiento y por territorios a los que nombra con delirantes imágenes. Sacerdotisa que tene en sus entrañas una música sagrada: el desbordamiento y la construcción de un yo dividido. La poesía de Victoria Vaccaro García surge de una identidad que centra su poder en la mitología original y se enfrenta al fantasma con un lenguaje urdido de símbolos."
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 11

Por: | Fecha: 14/03/1858

' • • DE NU~iERO 11 . • B OGO T A . l l\I PREXTA. DE 0 \r A L L C~ 1 COl\ l P .tt 18 58. - ' • • ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • Liceo granadino. Cuando la irrnpcion de los bárbaros en Italia feneció La s.esion pública acordada para beneficiar al artista la Gaceta del E tado, sin que volviera aparece; durante granadtno señor J esus Buitrao·o residente en Paris tuvo toda la edad media otra alguna. En tiempo de Ja Lio-a lugar el d.ia 7 de los corrient~s 'por la noche. El Órden vió el público un crecido número de sátiras i lib e];s . de la func1on fué el siguiente: E~tual se ocupó en una r ecop ila cion de bastante mérito l . o ÜVERTURA, a toda orquesta. pero no tenia aún carácter de Gaceta. Volvió el p e riódi~ 2. 0 LA 1\l ú..,;IcA, poesía por el señor Joaquin Borda. co a re~parecer en Veneci a, d.es pu es ~e in5tn1ó en Ingla· 3. 0 Pi eza ejecutada ~"n el piano por el señor M. M . t erra , 1 finalmente en Francta, a pnmeros de abril de P ár raga. 1631. Su fundador fué Richelieu, i redactcr un médico 4. o A J E us B oiTR.AGo, poesía por el señor V enancio llamado T eofras to R enaudot. Ortiz. . El éx ito de esta publicacion no fué dudoso un solo ~.o D uo de piano i co rneta·pi s ton, por Jos señores Sán· Jnstante: en un pri~~ipio vió Ja luz pública una vez por t os Quijano i Rafae l r1eto. setnana, en ocho paJinas, 4. 0 menor, i con dos secciones G.o A LA GLORIA, po es ía por el señor Jos é M V er ga ra. ~emprendiendo la primera la Gaceta propiamente dicha: 7. o EL PODER DE LA ~rústcA, poe~ía por el señor Ri· I compuesta la ~egunda de n otic ias di versas. En 1762 cardo Carrasquilla. Introdujéronse ciertas r efortnas, i Ja publicacion se verifi- 8.o O vEnTURA, a toda orqu es ta. ~.aba los mártes i vi é rnes de cada semana, en cuatro pá· 9.o U N RECUERDo, po es 1a por el señor 1Iariano G. Jlnas d~ a dos columnas: su pr ec io era el de 15 francos. l\1anriqu e. El eJemplo de Renaudot tuvo mui lue O'O imitadores 1 O. L í::Jo s DEL HOGAR , po esí a por el señor José Benito i. se d~ e ron .al púb lico el Journal des Savm~, para la crt~ Gaitan. he~ _!Ite ran~; la Ga~ette Burle:sque de Loret, para la 11. D uo de flauta i pian o, por los señores Achille de cronica escandalosa; l ellVlercurio, que era el mas com-l\ 1aJavasi i M. iVI. Párraga. pleto d e sus colegas, i se ocupaba a la vez de política 12. V 'RGAs TEHDA, po es ía por e l señor Anjel María crítica i variedades . ' Galan. D e~.de la époc a de la inauguracion del periodismo en 13. DrscuRso del señor En1ilio 1\Iacías Escobar. Fran~ta, ha ~ta la revolucion, no esperimentó notables 14 . Ro1\IANCE, por el señor Ricardo Carra~quilla. cambios; pero clPspues desbordóse un verdadero torrente 15 . VARIACIONE S sobre el Bambuco, ejecutadas en el de reriódic~s, pu es no habia partido político ni hombre piano por el señor 1. f. Párraga. de Influencia, que no tuviese su órgano especial. El . Segun h emos sido infonnados, los proJuctos de la fun- llloniteur Universel, creado en 24 de noviembre de 1789, c 1on no alcazar on a 350 pesos senci11os, i eso que la con· era el órgano del gobierno. Con el imperio se redujo el currencia pasó de 500 per ... onas t No pod e mos atribuir número de p e riódicos conside, abl emente; pero despues este r es ultado ino a la creencia de al g unos señores res· de la. revoJucion de julio tomó nuevo incremento por pecto de que la funcion se daba para drvertirlos, i que pa· e.sp~c1o de algunos años, para caer de nuevo en un aba· saron <.le largo sin ec har un real en ]a puerta. ttmtento que se sostuY,o ~asta l l. ~~' en CUj'O año el n~- Dícese que e l eñor Ramon Tórres l\1 énde z ha cedido ~ ~ero de los papel es pubhcos volv1o a aumentarse prodi-en beneficio del ag raciado unas c.olecc!onrs de sus pint~- l JIOsament e: . , . , ras sobre costumbres N eo -g ranadtnas, 1 que el señor Ra1- ? . En el d1a no es·ya tan cop1?so el nun:ero de los.p.erto­mundo Santamaria mand o al Liceo una letra sobre d1cos franceses; pero en camb1o han tentdo las ediciones Liverpool, a tr e di as vista, i por 100 francos de valor. de al~unos de. ellos aumBn~os asombro~os .; La Presse, Esp eramos que todo sea remitido a Buitrago con la por ~Je~plo, ttra 43,00? e3e~plnres diario~; en 1854 prontitud qu e exijen sus circunstancias. 1mpr1m1o 12.449,568 pliegos, 1 pagó al erano por dere· _ chos de timbre, la cantidad de 996,774 francos. El Siecle , . . . . se halla a igual altura resp ec to a La Presse. OrlJen 1 de sarro ll o de lo s perió dico s. En 1837 ocurrió en el ca1npo periodísti co frances una A César se debe la creacion del prim er p eriódico, pues ) revolucion. pues las e mpr esas aumentaron el tamaño de al so .. Jener su gue rra contra Pompeyo > decretó que todas sus publicaciones, i rebajaron el precio de suscriciones; las r e::soluciones del Senado i del pu eb lo fues en debida· el folletin hizo crecer el nún1 ero de estas de una n1an era mente protnulgadas. Ya se comprende que esta publi- admirable, i la alta tarifa ele las inserciones de anuncios cacion no fue ni con mucho lo que h oi comprenden1os i comunicados, cuyo número crecio a m edida que se hizo con el non1br e de Gaceta, sino un análisis de los discur· mayor el espacio respecti\·o, fué perfecta tnent e cubriendo­sos i proyectos ele l ei ; mas esto fué lo bastante para ini- el déficit que aqueJJa disposicion habia motivado. ciar el pensami ento . l\las fecundo es el p eriodis tno de Inglaterra que el Conocida ya la senda, siguiéronla los romanos, i Cice· franc es, pu es cuenta a l o menos quinientos periódicos. r on no s habla de. un tal Cresto, cuyo periódico u hoja sin in cluir los de E~ coc ia e Irlan da, cuyo numero aseen· Yola nt e obtuvo una circuJacion mui considerable, consig - derá próximatn e nte a ciento cincuenta. nando en us columnas h ec hos de todas clases, novedades ~ Los Estados Unidos del 1 T orte· ... mérica aventajan con tea trale', anunc1os de bodas i defunciones de personas mucho a la Gran Bretaña~ lo cual es debido a las circuns­notablf\., la hi -- toria de los perros que por su fidelidad se , tancia de que en aqu ella república no gravan derechos habian di~tinguiclo; tales cotno la de] perro de Sabino,&.'\ ( sobre el papel, ni se pagan impu e~tos de timb re : así es &.a Séneca no consi ... tió nunca en retnitir a los periódicos que en Jos Estados de la Union, como hai una facilidad una n oti cia de los beneficios qu e dispensaba. Ocupábase suma para la publicacion de p er ió dicos, cuéntanse mas de un nútn ero 1nui crec1do el e copistas en la trascripcion de mil, i algunos de dimension es tan colosale~, que un solo de estas hoja$, las que, los ciudadanos mas acomodados folletín, puede embeber una novela de regular estension. hacian lP-er a alo-un jndividuo de su servidumbre, duran· / No se crea esto una exajeracion: El últi?no dia de un te la co1njda. El ·in1perio modificó esta especie de publi - ) condenado, orijinal de V. Hugo, apareció por completo ~acion dando tarnbien cuenta de los solemnes recibi - en un solo número de un diario del r ueva Orleans. Tam-loor cle lo "' crnperndorcs Y1ctor1osos. ceta 1/»tper~al de Pek~n . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • Un brindis inesperado. Luego que quedaron solo s, el amo ordenó a su nuevo El conde de Stail, cuando era ministro plenipotencia- criado dispusiese la cena, que fué compuesta con la ma­ria en 1-Iolanda, daba frccuenten1entc funciones, a las que yor velocidad del plato llamado manchego (magras i . . . . . huevos) i buen vino añejo en abundancia con que los 1nvttaba a todos los de mas 1naustros e tranJcros, que por 1 d b · d d ' su parte le invitaban a las uyas. Un dia que se hallaban e os que nron ~en re on os. . l ·d 1 1 b · 1 d F e a ha > De ·pues tuvteron su rato de tertulia, en la que entre- toe os reun1 os en casa e e em aJa C or e ran I , e- l 1. 1 r · 1 · · d t l · 1 0 · · d r · XIV b · dó al ol tuvo e estuc 1ante a su amo, con a re1 erenc1a que e h 1zo cien. ote" Te adusto 1 n a ad Ivtsa e _' 6 ulsl b . 'd· nnEl emba de toda su vida, trabajo i travesuras. Llegada la hora naczen e. o o e m un o acom pan e nn ts. · d t b 1 d · · l jaclor de Ja emperatriz reina, bebió en seguida a Ja Luna ~ e suycosdum re e IJlO e attno: 1 d 1 . , d J · 1 11 fi' d ' b ..... b b · 1 o uermo en e cuar o aque e os p1es e a co- 1d a das8~s~1re ~s J 1 asd d guar a ase c~mo t- e~tS··e t;~- cina ¡ tú Jo harás siempre en esta tarima, para que desde t E: de all ad asa u AeJsu ~mo: se e~anl o, 1 1 1 1J0luna 1~ ella puedas con facilidad oirme i servirme en cuanto se an o a os e mas: osue, que paro e so , a f l t ll me o rczca. as e re as. B · - , 1 d · · ·d Ien, senor: contesto e estl! 1ante, 1 en segu1 a ~e Los cabellos de Sanson. En una tertulia en que elojiaban la prudencia ejemplar de una señorita de veinte i cinco años, bastante fea i mui rubia: - ¡Caramba! dijo un malicioso, escomo Sanson; toda ... u fuerza está en los cabellos. A buen vino, buen latin. 1 ... o disgustará a nuestros Jectores conocer el orJ'jen de este refran. El pritner Presidente del parlamento de Pads, l\1r. ele Latnoignan, trabajaba mucho por tener un bibliotecario bueno. Dirijió ~ e para esto a Ñlr. Herman, Rector de la Uni\"ersidad, que le indicó a Mr. Baillet, su compatriota. Quiso conocerle el Presidente: le hizo convidar a comer. Baillet fué, pero notando que se hallaba rodeado de pe­dantes que querian echarla de ... abios con él, no respondió sino por mono~ílabos a Jas d iver~as preguntas que se le hicieron Le preguntaron en latin cómo encontraba el vino; era malo : re pondió bonus. lnn1 ediatamen te se rieron todos, i concluyeron, como ya Jo habían presentido, que el candidato no era 1nas que un ignorante. A los po~tres sirvieron n n vino de mejor caJidad, i para vol ver a tener el placer de reirs«"). reno\raron la pregunta sobre la calidad del vino. Baillet respondió: bonurn. - ¡H ola 1 os hab(\is con vertido en buen Jattnista. -Si: a buen vino, buen la ti n. El estudiante. 1 aco~taron. El estudiante que hasta entónces no habia esperimen­tado mas que beneficios, no obstante se puso en guardia, esperanJo que de tanta bonanza, aJgun hueso tendda que roer, a no ser una falsedad cuanto se le había dicho rela· tivamente a las rareza~ de su amo. i edia hora escasa llevarían en Ja cama, cuando el amo dijo: • l\1 uchacho. -Señor, contestó el criado. -1\'lira si hai lumbre. -Micho, mis .••. mis .••. -t Para qué Jlamas al gato 1 -Porque duerme junto a la alumbre, i si viene caliente es señal mortal de que la hai. El amo se aguantó: pero pasada otra media hora, dijo este: -Muchacho. -Señor, contestó el criado. -1\rlira si Hueve. -Chicho, chis •••. chis ••.• -t Para que llan1as al perro 1 repuso el amo -Porque durmiendo en el patio, si viene mojado, es infalible la señal de que llueve. I gualmente se aguantó el amo esta salida, i se recoj io a dormir. Pero a eso de Jas cuatro de la mañana, dijo el amo: - 1uchacho. 1 mui listo el estudiante contestó · -Señor. -~Iadruga, n1adruga, le dijo el amo, que el que ma-drugó un costal se topo. ''iYia en un pueblo de la l\llancha un caballero mui -Mas madrugó, señor, el que lo perdió. r ep uso el es-rico, pero tan raro, que nadie le podia sufn r su jénio i tudiante. · estravagancias: asi es, que vi vi a cas1 siempre solo, sin - i Sabes lo que digo 1 otra asistencia que la de un criado, que por lo regular no -¡ Qué ! señor. le duraba nunca mas de ocho dias. -Que no he vi8to en mi vida criado mas r espondan. En una ele e·tns ocasiones llegó a la villa un estudiante Ti yo, señor, amo tnas preguntador. mui astuto i sagaz, e l cual en aquel dia le habia valido ~ -Ilabla, habla, que el domingo te hag de ir. poco su habrlidacl, pues con Jo que recojio no le alcanzaba -Toma, el sabado n1e jré yo. I habia entrado el viér- (,'On mucho a llenar sus necesidades. Habiendo pregun- ncs. tado si habria en aquel pueblo alguna casa donde poder El señor, que ha sta entónces no había tenido qujen servir, le contestó la huéspeda: " contrariase sus rar ezas, principió a discurrir que con -Sí, señor; prccisarncnte sé que don F .•.•. necesita aquel carácter i jenial no le era posible enco ntrar quien ' un criado; pero debo de advertid e a U. que es un señor l e sufriese; i cansado ya de conocer cada ocho di as un sumamente impertinente, que nadie le puede aguantar. nuevo criado, luego que se levantó, convenció al estu­Mas con1o el estudiante no tenia otro objeto que satisfacer diante para que continuase con él: i a ello accedió gus· su hatn bre por aquella noche al menos, suplicó a la toso este, i cuando le fué preciso marcharse a continuar huéspeda le dirijicse n casa del dicho señor, como en sus estudios, é l n1ism o buscó quien le supliese durante efecto lo hizo presentándole a él. ) su ausencia. La carrera se la costeó el amo, i después D e~pues de lo s saludos i demas j enerales de costumbre, vivió siempre con él hasta su muerte, a la cual nombró manifestó el estudiante al seños el objeto de su presen· , en su testamento, por su único i universal heredero al tacion, i acto seguido quedó ajustado i admitido, dando ) estudiante, en atencion a lo bien i fi el mente que le babia las gracias el estudiante a la huéspeda. servido. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ~..; Suplicamos a UU. mui encarecidamente se sirvan remitirnos el valor de las suscriciones al primer trimestre de la BIBLIOTECA, pues dentro de poco va a empezar el segundo i querem os uo • dejar n i ngun saldo pendiente. 1 Ovallcs i Cornpaíiía ofrecen en yenta n cualquiera de los Estados ele la l{epública:. o al particular o particulare r~ue la qui ieren una i tnpr~nt~ .. urtida de todo a t•Jdo, i con una n1agnífica prcn~ a de hierro norteatnericana, fábrica de ll. H oe & c:a ·Pued en dirijírseles propuestas por el correo, o recornendar a alguien en esta ciudad para entenderse con ellos. La venta se hará de contado o a plazos, segun la ga­rantía que se offczca Este periódico consta de 8 pájinas en cuar to tnc yor a dos columnas, i fortna una serie indefinida de to tnos anuales de 400 páj in as. Su ediciotJ es esrnerada. Coúsa grnda la BIBLIO'rECA DE SEÑORI1~AS al recreo e i nstruccion de las dan1as neograna­dinas, no contiene mas que artículos de atnena 1 i teratura, verso", biografías, juicio. críticos, costun1bres, n1oclas, re :istas de teatro i conciertos, novelas i ele cubrin1ien tos. 'I'an1bi en ent resaca de los periódicos las principales producciones literarias, i le s da cabida en sus columnas. CONDICIONES DE SUSCRICION: )~a suscricio!l a la BIBLIOTECA DE SEÑORITAS será anual, pero el pago de ella puede hacerse por tr ilnestres, a razon de 2 fuerte~ ant1c1pados el tnnle.., tre. ~a suscricion puede hacerse en cualquier épocél del año, pero in1primiéndosc un núme ro detcnninado de ejen1plares para forn1ar otro 1gual d<: ton1os, l~abrá que t omar siempre lo :- nútncros publicados, empezando desde enero próxi1no antetior. por lo 1nénos . .Je suscnbe en la 1n1prenta de Ov,~r..LF.S i OoMrA ~Í A, casa que fué del parque i en los portales de A.rrubla, nún1ero 28. En los Estados, en l acs ajencias qnr se indican. Las cartas de los palticulares pidiendo su~criciones , se dirij uán francas de porte a ÜVALLES I Co.i\tr~~ÑÍ.\-Bogotú. La en1presa no ha otnitido gasto alguno para hacer de la BIBLIOTEC J\. una obra di rna del país, j para ct.~rl~ un ?arác~er de pern1anencia i duracion, que, por desgracia, no han tenido ha~ta ahora aquí Jos pertodJcos literarios. Por fort una el presente está encotnendado a las dan1a., quiene '"', esta tn os seg u - ros, le darán larga vida i honor. _ u A ~,1balen1 a . .. ... . . . .A.,l t ioqu ia . ...... . Banan")n'illa .... . B1ccaranurnga .. . . BU[$((¡ •••. .• •..•.. Ca Lz. ••••••••••••• Cf • attcl)ena •.. . ... . Oúcut a ...... ... . G 'd ii''UU 'll a S • • • • • •••• H onda .... . .... .. . / bagu é ... 4 ••••••• J.l 1cd elli?l •..... : . . ~fOJtl}JOS •••••••••• Clemente .r-ieto . Anto:1io Correa. Arí_tide . Voigt. J acobo D. G 6n1ez . Ansehno B. Delo-ado . e non 1~'. Létnus . .1 oaquin F. \ 7 élez. n anton .... enano. J anua rit> 'l'l'ian a. Franci_co i\~ uriJio. lVIanuel J. Podríf!'uez. Luis 1\J. Corren . ..... Julian Ponce. .. .J)fon iqu irá .•... •. . Polic~rpo ,O la rte . ll:Ioreno •.....•..• Jgnac1o Va.Tga~. J. Tci va • . . . • . . . • . . • Ha m on .[?edre ros. Ocaña .........•. .To ~é de J . l:loyo". I~alma. . . • . . . . . . . H nper.to Anzola. P arnplo ua •... •... Felipe Zapata . P anau1á •........ Cárlo. I. Arosemena. P lCrlccuest a .... . . . Lcon idas OrbPgozo . Popnya11 .... .•... .Ju!io C., . ·r ela7:co . P uri/icacimt .... . . l\ T arce lo Bá.rn os . R ioluu:ha .... . • . . . 1\loisf s Sálas. RioHeg,:o •....•..• ~rud~ncio Cárdenas. R oldandlo ... . • • . • F ermtn Beltran. • SanJ il . .. •..... . .. ~o:. a n. t a?l der . . . .... . S.R o a de JT'l t crbo . Soatú .... ........ . • ot:m ,·o . ..... .... . ~ ogauzoso •... , ... 011S01t •• •• • •••• , • T,, n; a . .... . . ... . Ubnté . ... ... .... . J .. él e=. • . . . • . . •..• Vllla'l.df'Ja •....... Z apa toca . ....... . Z . . ; roa G1Hi'ct ••••• • •• - Lino R an1írez. 1\lanue l A. 'rello. Tin1otco l' onseca. J a\ ier Corredor. Al'nngo i on1pañía 1' ídolo G onzá.1ez. José l. Bern a l. Cárlos 'I' orres H an1on Olavijo. .Jo\quilino Parra. Fructuoso TruJillo. , ótnez, l\I árque ... i C . Atnbrosio González. • ' • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Biblioteca de Señoritas - Año I Suplememto N. 11

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Imagen de apoyo de  Cátedra de pedagogía Bogotá una gran escuela : travesías y sentidos locales memorias de maestros y maestras

Cátedra de pedagogía Bogotá una gran escuela : travesías y sentidos locales memorias de maestros y maestras

Por: Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico | Fecha: 2014

Este libro es otro intento por capturar la riqueza que afloró en la travesía que por la ciudad adelantamos de manera conjunta maestros, maestras, investigadores, estudiantes y trabajadores de la educación, cuando nos subimos a un tranvía llamado Cátedra de pedagogía: Bogotá una gran escuela. Y decimos que es otro intento, por cuanto la cátedra en la experiencia del año 2004 quedó capturada en las imágenes de videos y fotografías, en las poesías, ensayos, cuentos y escritos, en los proyectos y propuestas, en la revista Educación y Ciudad No. 6 del IDEP, y en los imaginarios y sueños que deambulan por las calles, montañas, edificios, ríos, en los hombres y mujeres y en los rincones de esta urbe colosal.
Fuente: Centro de Documentación y Memoria de la Secretaría de Educación del Distrito
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  • Educación
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Cátedra de pedagogía Bogotá una gran escuela : travesías y sentidos locales memorias de maestros y maestras

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Vicente García de la Huerta y su obra (1734-17879)

Por: Jesús Cañas Murillo | Fecha: 2015

Con la finalidad de revisar y actualizar los estudios sobre las obras que el insigne literato extremeño VicenteGarcía de la Huerta (Zafra, 1734-Madrid, 1787) legó a la posteridad, se ha elaborado este volumen colectivo sobre su figura y su producción literaria, de acuerdo con su perfil como un auténtico autor polifacético y polimórfico, como literato, y, en el sentido dieciochesco, como hombre de letras, que supo cultivar géneros variados, tales como la poesía, el teatro, la erudición, la historiografía, o los textos de polémica, aspectos que se tratan en las seis secciones que lo componen, con una exhaustiva y actualizada bibliografía de y sobreHuertacomo cierre.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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  • Literatura española

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Ampliación del fuego

Por: Gerard Bertrán Burgueño | Fecha: 2021

En esta, su primera colección de poemas, Gerard Bertran Burgueño ha seguido con éxito los pasos necesarios para hacer una buena fogata poética: ha cavado un hoyo (ha tomado la determinación de convertirse en poeta y esta publicación y su reciente XIV Premio de Poesía Antonio Gala implican un buen hoyo del que, felizmente, ya no podrá salir); ha rodeado la fogata con unas contundentes y sólidas lecturas; ha dividido el material inflamable en tres partes, para que respire, y ha preparado una pila de yesca en la que no falta la aguda observación de lo cotidiano, la ironía, la incertidumbre del joven poeta y la osadía del primer libro. No será difícil que este poemario prenda en ti, querida lectora, querido lector, y puede que lo haga sin que te des cuenta pues, como dice uno de los versos más hermosos (y hay muchos): “las flores arden en silencio”. Gerard Bertran Burgueño tiene un gran futuro como poeta, lo demuestran estas llamas, lo ratifica el calor de esta primera luz. Ben Clark
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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  • Poesía

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Infancia

Por: José Asunción Silva | Fecha: 1965

La Biblioteca Luis Ángel Arango de la Red de Bibliotecas del Banco de la República editó en 1965 esta cartilla poética pensada para niños y niñas que recoge los poemas que José Asunción Silva le dedicó a la infancia, para varios críticos uno de los temas medulares de su obra. En un texto sobre Silva publicado en Contra esto y aquello (1912), el novelista español Miguel de Unamuno, autor de un prólogo sobre el poeta bogotano que fue reproducido posteriormente en varias antologías, comenta que “Un ambiente de niñez, en efecto, se respira en las poesías de Silva, y las más inspiradas de ellas son a recuerdos de la infancia, o mejor dicho, es a la presencia de la infancia a lo que su inspiración deben. (…) Tal vez se cortó Silva por propia mano el hilo de la vida por no poder seguir siendo niño en ella, porque el mundo le rompía con brutalidades el sueño poético de la infancia”. En la nota que antecede el prólogo escrito por el poeta Eduardo Carranza se lee que José Asunción Silva “escribió —a más de sus hondos poemas de amor, muerte, recuerdo y misterio— algunas encantadoras y emocionantes poesías de tema infantil”. Carranza anota en dicho prólogo que la infancia es para Silva un territorio al que siempre regresa: “El poeta está solo, solo hasta ese extremo en que la soledad se parece a la muerte. Pero hay en su vida un recodo de placidez y hacia él vuelve los ojos que un momento resplandecen de ternura. El poeta piensa en su infancia, en las mañanas luminosas de Hatogrande. La campiña era un idilio verde con sol”. La infancia como uno de los ejes de la obra de Silva también es defendida por biógrafos como Enrique Santos Molano, que la define como una edad que el poeta “siempre recordó con ansiedad y con nostalgia”, o críticos como Juan Gustavo Borda, quien en 1997 escribió que la infancia es un escenario en el que Silva “se instala en la luz de su verdad. (...) Un escenario mucho más persuasivo que el de los sepulcros abandonados y las cristianas cruces”. Este tomo, del que no se conocen reediciones, agrupa cinco poemas: “Infancia”, “Los maderos de San Juan”, “Crepúsculo”, “Primera comunión” y “Notas perdidas”. Algunas de estas piezas, como “Los maderos de San Juan”, están entre las más recordadas del poeta bogotano. Se trata, también, de una de las primeras antologías de José Asunción Silva pensadas para un público específico, concretamente niñas, niños y adolescentes. En años posteriores se editaron volúmenes como En el colegio (1996), una antología escolar del poeta bogotano preparada por el Concejo de Bogotá, y Aserrín, aserrán, José Asunción Silva para jóvenes (1997).
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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  • Poesía
  • Literatura española

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Los nombres de la ausencia

Por: María Vieira White | Fecha: 2006

Esta edición de la poesía de Maruja Vieira recoge las elegías que la poetisa ha dedicado a amigos y artistas admirados a lo largo de su trayectoria. El género elegíaco, según señala el prologuista David Mejía Velilla (1935-2002), expresa a cabalidad una de las fortalezas de la lírica de esta poetisa: su culto al amor y la ternura o compasión, frente a un mundo desarraigado y sumido en la nostalgia. Ante todo, la elegía se constituye como el testimonio de un amor que pervive, aunque la vida del sujeto amado se haya extinguido; de ahí que se la entienda como un “canto de la inmortalidad”, pues la evocación devuelve la vida a quien se encuentra ausente, por lo menos en el espacio concedido por el poema. Por otro lado, Mejía afirma que el poema se constituye como instrumento de comunicación para entender a la poetisa misma, pues en sus versos revela las dimensiones de su sensibilidad y sus formas de interpretar la naturaleza humana, transformando el amor y a la elegía en un instrumento que perpetúa la honda simpatía y comunión con el amado: “Esa es la trama de la poesía enamorada –entiéndase en el sentido total del amor– de Maruja Vieira”. Cada una de las elegías está acompañada por unas líneas biográficas, redactadas por la poetisa. En ellas, Vieira describe el aspecto que, a su parecer, es esencial del personaje. En algunos casos, estas biografías vienen acompañadas de conceptos emitidos por otros poetas o críticos, amigos en común o que dedicaron también un espacio de su obra al homenajeado. La carátula y cada una de las ilustraciones que acompañaron a la selección fueron realizadas por Manuel de Montalvo y Correa, colaborador en otras ediciones dedicadas a Vieira. Finalmente, a esta edición se le atribuyó el Premio otorgado por la Fundación “Mujeres de Éxito” en la categoría de Arte y Cultura, año 2006.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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Exposición literaria "Palabra, ritmo y memoria"

Por: Red Distrital de Bibliotecas Públicas. BibloRed (Bogotá. CO) | Fecha: 2011

La exposición literaria “Palabra, ritmo y memoria" surgió como iniciativa del área de promoción de lectura y escritura de BibloRed, para dar a conocer figuras representativas de la poesía afrocolombiana, en el marco de la celebración del Año Internacional de la Afrodescendencia. Con este fin, se eligieron poemas de escritores de gran trayectoria de la costa caribe y pacífica colombiana, como Manuel Zapata Olivella, Candelario Obeso, Jorge Artel, Mary Grueso Romero y Helcías Martán Góngora, quienes acompañados de poetas emergentes como Julia Simona Guerrero, Alfredo Vanín, Lucrecia Panchano y María Teresa Ramírez, enriquecieron una selección donde la memoria, la tradición oral y la valoración de las raíces africanas resultan en el fundamento de la escritura.
Fuente: BibloRed - Colección Digital Formatos de contenido: Otros
  • Temas:
  • Bibliotecas públicas

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