Por:
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Fecha:
15/06/1923
¡2t. 13.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~P~T~NJPP:
Notas Editoriales-Sergio Elias Ol'tiz____ GO
A.RTICULOS GENERALES
De IHS lnspeccionp.. de Instrucción PúbJica-
Luis S. Fajnl'do ___ . ________ -- 02
El Alférez Beal-Sel'gio Elías Ortiz _____ .. 6:j
La Oficilla Telegráfica de Pasto-Rafael Ro-sero
......... _.. ....... ___. _ ....... _ .. ___. .......... __ 66
BECC(ON HIBTORXCA
• Hazas indígen/l de Nariño -J ose Rafa,>1 .. .'a-
I1 udo .. _. __ ... ____. . . . __.. . _. ____, ,_.___ 67
ARTES Y LETRAS
La Ilob1e vi:.;ta (Cuentn)-.T. Valero de TOril s
1:1 Señor Cura de mentlrijillas- '~on La;·e~ ..
\]u..;a Ff' tiv,l (Retl'ato)-~I"ul'icio Tcrrem:tr
Si (lsí fuera ... -Lni. El'a~o Oter·o ______ ._
A ~daría-T. A. P. _____ ........... __ ................... ..
De Hpgre<:o -EfrajlJ Cordoba .. Jbán __ ..... ... _
JUDICIALES
Vi...: 'a Fi..;cal
~Ot.I~ de la Quilwena
.\ vi:-;(. I~()merci¡.des
Tj\~Jfj\:
71
-') ¡.)
74
74
75
7{;
Hcm.tido., y ¡lY~"OS, precio' C())IYI~neion des.
/
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
T\EPUBLICA DE \=OLOMBIA-PEPARTAMENTO DE J'\L\l\I~O
DOJV QUIJOTE
REVISTA QUINCENAL
.....
INTERESES GEN:EiRALES-LITERATURA-ARTES y CIENCIAS.
DIRECTOR: Sergio Elias Ortiz. REDACTOR: Manuel Antonio Delgado
""1,\.tI·'''''''f.~ ..... ....,... .. ,..,w .. ~ ... "tf ... "-,.~~""",,,........, .... • .. ,.v,~~ ....... ·'-tt''~.","ff"""'"\"""""""''''''u''''.r''\.~'~''''''''\f'''.f·,\"".''''.'·''''''\'''',.'''\.f·~.'·l.' ........ '"
AÑO I-SERIE )- NUMERO 4 ~ Pasto, Junio 15 de 1923 ~ PRECIO: $ ~~~ ;iR~~EOMEP~:~OS,
NOTAS EDITORIALES
La prensa del mundo entero,
ha veniclo hl\blando en estos días
del descub"irniento del sepu]<.:ro
del Faraón Tut.-Ankh-Alllen, en
el Valle de los Reye~, eD Lucxo 1',
eon10 del' 'descubl'ilniento H.J'q i.ICológico
tnas importante" en 10
q lle va del ~igl o.
Tres ulil doseien tos años ha
dOl'lUido el suefio n1i~terio~o del
silencio la n10min de Hyuel Rey,
hn~ta que llegó u perturuál'selo el
"n1ccenas de las exploraciones del
Vallo de lo~ Re\e~," Lor'el Cnl'navon,
acompaiüido de ~u hija la
dulce y encantador:\ Lad;' EvelYll
Heebert, el egiptólogo I-Io\\yard
C:\rter y Mr. R. Cull::!nder.
En la antesala del sepulcro,
de~pues de reCOt'l'cr U na exten~a
gradería, encontr.\t'Oll lo~ explo'radores
Jos carros de paseo y de
g-uel'ra de] Faraón. desarmado~ \'
;~oloead()s en ln o ntÓl1, en el lado
izquierdo; en el derecho, los cof1'
es que contenían los tesoros y
las grandes an~:1S en que estaban
depositado~ los bilculos, el cetro y
lns (\I'mt\~; junto a las arcas, los
lechos de cerclDonins del Rey y In
lleina; ~' por últirno, en el fondo.
dos e~tatuas gelDelas de guarJias,
a U110 )' ott'(j lado de la puerta,
aun télpi',da, que da Hcceso a la
cárnara donde ~e halla el cadáver
monifkado de Tutankhamen.
N ótese de paso la analogta que
ha)' entr'e los epulero,' ele lo~ egipcios
\' los de los cbibchas: cadaver
OlU b~Js:llnado, joyas, al'IDas del
soberano, sólo que los ind io...; incluían
en sus ritos, pl'ácticas bárbaras
cOlno la de entelTnr junto
c~Oll el dífunto a la, tOlna-
1110S el siguiente aparte, en que
se ponen de bulto las razones que
nos asisten para rechazar el cable
y pedir üon i n~istencia el ferrocü!'
ril. Dice el d istingLlido colega:
"Comparadas las vent;ljas del
fen'oearl'il con las del cable aéreo,
v el costo del uno con el del otro,
~e ve que rnás útiles y provecho·
,'os serian paI'H N ariño 50 kilólne·
tros de rieles que 300 de cable, y
que probablemente é:;;tos costarían
el cU{l.drt.tplo de aquellos, si
pnl'tünos rle los datos que trae la
expo~icion que el señol' Ministl'o
de Obllas Públicas hizo al señor
Gobernador del Departamento de
Santander, así:
72 kilómetros de cable entre
Mariq uita y Manizales costaron
1 '600,000 pesos oro. 300 entre Tulnaco
y Pí1sto, costarían 6'666,666
pesos or'o. (Si hay diferencias en
la topografia de las dos regiones,
son a fa vor de nuestra tesis, como
pueden testificarlo quienes
han viajado entl'e Mariquita y la
capital de CaldC\s y entre Turnaco
y la capital de N ariño).
En cnmbio, segun los estudios
de Mr. Wrigth, aprobados por el
Ministerio de Obras Públicas, 313
kilórnetros 100 JuetI'OS de ferro~arril,
entre Pasto y TUluaco, cos·
tarÍan 9'999.693,00 pesos oro, lo
que da para 50 kilómetros un costo
de 1 '597.395,00. Pero suponiendo
que la distancia entl'e 'Tumaco
y Pasto, fuera para el cable de
sólo 1;:)0 kilólnetros, costaría según
los datos del señor Ministro,
3'333.333,00; y si los 50 kilómetl'OS
de ferrocarr'il co~taran el doble
de lo presupuesto pOI' MIl.
Wrigth, aún quedarian estos re·
suJtados:
50 kilómetros de vía ferrea por
3'194.790,00 pesos oro; y 150 ki·
lometros de cable aéreo, por
3'333.333,~13 pesos oro.
y si los 72 kilómetros de cable
entl'e Mariquita)' Manizu]es costaron
2'500.000,00 como 10 asegura
un comerciante honorable e
imparcial que estuvo allá hace
pocos días, entonces con lo que
co~tarían 150 kilómetro de able,
que son 5'208.300,00 pesos oro,
se construirían 168 kilómetros de
ferrocarril: ni mas ni lnenos."
Los nún1eros hablan con precisión
aterrador'u. Que nos con ten·
yan los 168 kilómetros de ferrocarril,
en vez de 150 kilólnetros de
cable que cuestan lnás y que no
resuelven nuestro gean problerna..
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DON QUIJOTE 62
Esto es lo que pide Nariño con la
razón en la mano.
Acabarnos de leer en una ilnportante
Revista pedagógica, un
artículo sobre "Bibliotecas escolares."
Hace alguno~ años escribimos
sobre este asunto lo siguiente:
La utilidad de una biblioteca
para niños, nace de una necesidt\d
que se deja sentir hace ya mucho
tiempo, la necesidad de poner valla
a la propaganda atea, que gentes
sín conciencia se e~fuerzan en
Heval' a cabo, Fúndase estn, en el
concepto de felicidad, que a tt~avez
de lo~ tiem pos ha venido depurándose
en el crisol de las diferentes
concepciones filosóficas, y
que han dado por resultado dos
corrientes diametralrnente opuestas:
el optimismo cristiano que
finca su ideal en u na vida mejor
y en el modo de prepal'arse a vivirla,
siguiendo la enseñanza
evangélica cristalizada en la máxÍlna
de J esu~risto: "buscad ante
todo el reino de Dios y su justicia
y lo demás se os dara pOI' añadidura"
y el optimismo matel'Ütlista
ajustado .& la ley de la evolución,
al progreso absorvente y
a la moral farisaica disfrazada en
fórmulas como éstas: "el bien por
por el bien" 4 'el deber por el deber."
El primero ha dado margen a
u~a serie de libros preciosos inspIrados
en la sana moral católica;
el segundo cuenta ya con una lite.
ratura abundante, brillante en la
forma y hueca en el fondo, libros
atrayentes de los cuales dice el
Padre Ugarte, que son «centones
de anécdotas,. y que parecen
cosidos con papeletas de erudición»
Pues bien, objeto pt'incipalisi.
mo de las bibliotecas escolares-a
ma.s de llenar el papel de medios de
instruÍr deleitando es el de contrarre,
tar el influjo, que aún sobre las
almas j 0venes, ejerce esa literatura
cursi y adocenada.
En momentos de entraren prensa
estas N otas, leemos en Nueva
Epoca, la carta . lnagistra1 del
DI', Manuel Ma Rodríguez, al Excelentísimo
señor Presidente de
la República. Es un verdadero
memor'ial de agravios energi(~o,
patriótico y razonado, y al mismo
tiempo la mejor defensa que pudiera
hucel', e de un pueblo puesto
a Ja vera del camino por obra
y gracia de la ingratitud y del olvido.
Que se lea esa carta y se la
lnedite, y si después de todo se
nos posterga, la presente generación
h(\ brá salvado su responsabiliclnd
unte las del futuro.
Se levantó un pueblo en actitud
varonil, clamó su prensa en todos
los tonos, se hizo oÍl~ enérgica la
voz de sus estadistas, no se le
quiso oír, no se atendió su justo
reclamo, le) Historia, juez severo
de In vida de los pueblos, nos sacará
verdaderos y nos iro partirá
justicia,
Sergio Elias Ortiz
ARTICULOS GENERALES
--- --- -- - ------
DE LAS INSPECCIONES
~e Instrucción Pu~lica
Hemos llegado en el estudio de
la CirculaT" al punto céntl~ico en
el cual estan fincados los intereses
morales, intelectuales y aun
pecuniarios del Magisterio. Harto
delicado puesto este para cuyo
desenpeño ha sido menester dividirlo
en dos: la Inspección Pro-
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DON QUIJOTE
vincial y la Inspecci6n Local.
De ellas depende~ las buenas o
111alas relaciones en tre los lnaestras
\. el Director General; entl'e
aqueilos y los padl'es de fi.unilia.
Por' el tarniz de SIl critica intencionada
o generosa digna o vulgarl
1 el honol' del m'testro. sagrado
tesoro para ~u~'a defensa la .vida
Be sacrifica. ~erápuesto en lainr<.lmanto
picora del rle"'pl~eoi() o sal-
'agu,lrdiado por el ~anflO~O celo
de q uien pOt~ ex rcrieocia~abe que
el llOIlO!' no es ~otizé:\ble. De ahi
que quiene=-- hayan de ocupar tan
sagl':ldo puesto deben il' blindad()s,
ade[ná~ de una vasta ilustración
pedag¡)gi(;:\, de una conducta mo·
fuI y so,~ird intal~hables para que
sus relaeiones con el Magisterio
sean de sincol'a \' fratel'l1\\l cordia.:
lidali; pue=-- q lle"donde la ft'anq ut)za
se vuelve pl'oblernátic:.t y la fl~a_
tern i dad explotación, los asociados
en guard:\ de su hon r'a, de lo ... der'eehos
a que están vincula,-lo~ lo~ su~
·os y aún por conrniSel"é.\ción a
q uicn tro('a l~a la ~\lnistad en asechanza,
bien se gu;,rdarían de dar
oídos a ta n arteras lnallas)' pOI'
cOlnpa~ivos callar'fan. sintiendo la
ausenciude uutoridaden aquellos,
que pOlo desprestigiada, seri.\ coIllO
~i HO fue ~e.
:\Ius eu~\ndo la=-- I :l~pee(~jot1es
l'adienn en hOlllbres de pro, que
parH e:-;to=-- tif"'nlJ j O~ no .';;011 legión,
('Ólll0 se pintn halagü~i1o el pOl'venir
de la Es !~n0h ... _ ... ." pOI'
bien de ello ... ¡lahia la cxpct'ierwia
ill1stt'ac1a por bOI~a del señOl' ~/Ii~
l i ",tl'O d,\ nd ono~ las nanna..; pa ra
jllzgal'los! « La buella Inspección
E~eoh~-di,~o. es ](\ ba~e del p\'()~
Teso tIe la In .... truccióll publica.Y
tina I'nelltc de e~tírnulo para los
luae""tro~ que elllnplen con su debel'.
» A ella pues le ineurnbe el
encan'ilanlicoto o el vigoroso itnpulso
que ha lnenester la enseña 11-
za para salit, del lnUl'aSmo en que
.\ aee, porq ue la obra inspeccionat
ha de tr'ansparentar.se en el ., valioso
contingente de enseñanza. de
iniciativa, de buen eleluplo" aportados.
y en no ~iendo asi, tales funciones
degenera.rían en fiscalizaciones
policíacc..s; caso en el cual
serfalnos del par'ecer de que las
1 ns pecr.ionp,~ Provinciales residan
en los PI'efeetns.
Con la. fund~clón del Esealafón
de Maestros, obra digna de todo
encoluio pOI' la saludable purificación
que e;ercerá.las Inspec(~iones
entl'aI1 de lleno n calificar y clasifi0ar'
a 0ada uno de sus subúrdinados
en vi I't Ll d d e su actua.(~ión ~
sielu pre he rDOS pensado q ne en
esto de calificaciones ~iendo la
verdad tan relativa, par"a menos
en'al' y ln0tlOS ad libitu1Jl
juzgal', ~ería lU~U;; equitativo sujetarse
a nOf'lnas aceptada~ por las
partes. A llenar este YacÍ!) hu'"'\ieI't\.
venido, dp, habel> sido estud i:l-do
con detenimiento, el libro q lle
nnsperrnitimosprese-ntar a la eOI1-
sideracióll de los luielTI bl'os de la
Asamblea Pcdagógiea de e.",ta 1 )rovincin,
intitulado: El Libro del
Personal Docente, el t.:1181 (:.nnstnba
de e:o;ta, colulunas: 1a Nombres
de los lnaestfo~~ 2a Grado de i[l~trucción
(gradllados O no) )& años
de servicio; 4a Residencia; 53 Condncta
1l10fal yso\'i<.d y6a Cel,tifica·
cionos de los Inspe~tor o ~ Loeales ()
cualquie':lotra autar'idad t.:0111petente.
Lnir S. Fajardo
EL ALFE l{EZ REA L
(POJ' Eustaquio Pal (Leíos)
~~ '" una 0111':-\ P ')CO mellO;;; que echada
rJ\,f,A: al olvill0, esta (l e la cual vamos a ocupamo:;
ahora, pue~ s,:.\o conocemos de ella
dos ediciones: la f)l'irnel'a hech!l por su uutOI',
Enstaquio Palaci(\s, en 1886 y la olt' el,
por el señol' Ci priaoo Ouarte en 1908, El
Aifére': Heal, 00 ha tenido pues, un brillan-
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hON Quij OTE
te exito de librería, como no lo han tenido
otras novelas c!olombiana ~ a excepción de
.llf'aria de Jorge Isaacs, «vertida a casi todos
los idiomas)\ (1) y cuya in mensa populandad-
aparte de . us po itivos mrrítos.-"e
debe al dntu~iasm(, que de.;;pertó su aparición
en Utl público cOlltagiado de rOlllalltisismo
h¡¡:o;la hl médula de los huesos.
La crítjca tampoco se ha ocupado de ella
para merecerle el apo\'o del aura popular y
ni en libl'os ni en periódic(ls, hemo,:: podido
encontrar un análi:"ls detenido y concienzudo,
que revalúe sus mentos y lo haga acept.
able 1\ un público desprevenido y frío, que
se deja guiAr del crítico corno de un lazarillo.
(2) Al,." esente, El A l(érp.z Real, duerme
empolvado en talo cual·estante de biblioteca,
pladosarnellte conservarlo r,or algún
guarda-tesolos litera dos y sólo A título
de curios,dnd biblIogrMicl\ y es lastima grande
el que hAya caído en olvido qlle nada
justifica, una de la buenas novelas, en el
género que hemos dado en llamar de costumbres.
Es un caso semf'ja/lte H La Aoonía
de Lombard, dt!plorado pOI' Dominici,
caso que desgl'aciadCimenle se repite en 10-
Jas l&s hüitude!J, y con más frecuellria de lo
que se sospecha.
EustaquIO Palacios, im'esligador paciente
de archIvos y recogedor escrupuloso de la:'
viejas tl'adiciones valle-caucanas, qui 'o en
El Alférez ReaL I'evelarnos uu 1Il0melJto
pl'eci o de la vida colonial, (el de la ,Iura de
Carlo~ IV), \"aliélJdose para ello de un¡\ ficcióll
que nada tiene de artificiosa ~' sí mucho
de vel'daoer¡.l. "CróniCAS de Cali en el
siglo XVI tI," lleva pOI' subtitulo la obra,
porque l"l H utor con bllen sentido, escogió
:-:u ciudad nn.tal como teatro rle su novela,
aunque h .. co~tl1nlbl'es realmente sencillas,
el color loe", aiiejo COlllO el buell VillO y la
idiosincr¡lcia de los personaje, con rezago~
de viejos cast,...Hano , que sabe pintal' tan al
vivo, t'uel'OIl cOlllune~ a todfl~ [a~ muy 110
ble. y nluy leHle.;; ciudadtl. dó b~s 1 ndias del
Mal' Océano.
El argunlento de El AlJére: Real e:":t.a e~PI1tO
de complicacione!'i y enredos mar~WlIlasos,
q \le I e~ulal'fnente entorpf>cen la marcha
de los acontecimientos hacia la catas-
(1) Alfredo G6mez JRime. - Conferencia
leirla ('n el Ateneo de ~ladrid.
(2) El seiior Rohertl) Cod.azar en su original
estudio sol,re la N o:;eLa en COlO)(lbia,
le cO/lsagr;.¡, sinernbal'go, al .rqp.:re;;
Real, illgullll~ lilleas de critica hermo...:iIle-.
ca. Dice el señol' Cortáz8r: «El Alférez
Heal,)) ~ol1~I,lpl'ado por ~u asperto I1CJvelesco,
no alcHnza R muy altas l'egione~: earece
del ¡üractivo, de la r:uidez (lel lengudje
de lo pintoresco de las d(,~cl'ip('. iolles y de
otras muchas cuali,lades q Uf> tiflnen las
novelas históricas. l\O tuvo talento de novel!
·ta pal'a preparar bien el dc:.;eu lace desde
los primero capÍ!.ulo~. En El A lJe¡'ez
n,eal no se encuentra quizá liada 'iue revele
un espíritu portico.
trofe y que en la mayor parte de los casos,
sólo ~i rven para distraer al lector y llevarlo
por sitios y ópoca~ indiferentes, cuando no
reñidos con la unidad de lugal' y de tiempo.
Está ademas desprovisto-y e!'i una cualidad
recom"ndable,-de escenas en que tiene que
ver ma~ la fantasía, que la realidad de las
CO$a~; todíls las que allí ¡;e relatan están tornadas
del cuotidiano VIvir, algunas pecan
de monótonas, pero en todas ha sabido el autor
con admirable acierto, conservar el moderado
realismo que nomina en toda la obra.
E<:; un ar¡umento sencillo, que hasta deja
adivinar el desenlace desde los primeros capitulos.
Don Manuel de Caizedo, personaje principal
y cuyo rancio titulo de Alferez Real, e8
el que da nom bre a la novela, tieue a su servicio
en cRbdad de Rmacuense a un joven
de origen desconocido, pero apuesto y de
buenas manel'8., <1ue le fue recomelldado
pOI' su a migo y consejero Frny José Joaquín
Escoba!'. Daniel-tRI es el nombre del aman
uense,-se ha hecho a la priv~lOzl1 rlel Alfé-
16Z Real por su. cualidades no ~omunes de
hombre muy de bien y competente eo el dE'!sempeño
de su:-. funciones. Como tal, le es
permitIdo sentar. e a la me~a y alternar en el
seno de la f(lmilia de don Manuel. con mas
libertad de la que se acosturnbrab.-\ entonces,
Con gentes de ol'lgen o!>curo. Mas que
un simple ~e('retar~o, es un allegado de la
casa que gunrda Slen/pre COl110 es natural,
las distancias que lo separ,
quien al nlOl'l1' le eX1ge pAlabra de casleUano
honrado, de no perm~til' el enlace de su
hija, :i no con cAb~llero de igual pro apía y
fortunl-l. Vario," sujetos de Ca]i, nobles y de
capltal sAoeado, se han presentado H pedil'
la mllno de la rica heredera, per'o ella Jo:;;
recha.·a a todos, ya porque 110 cree llegado
el t;empo, ya porque no siente \'oc3<:ión al
matrimonio.
D1niel, con ma;;: sentimiento que raciocinio,
tamhiplI ha p.uesto su ojos en ddilf\
loes, la !:lma en ",ilel\cio y anda de aquí y de
allá agitado por la obse;-,lón de este amOl'
di¡.¡paratado. A (lotía 1 fj(;S no se le oculta
la pa~i6n del joven y sin darle páblllo, tampoco
se siente iJlcliferente a ella. No tarda
mucho el j di lio, pero la posición de am bo,
e~ equívoctl y en extl'emo embal'i.lZo>:a. ASI
Jo reCOllocell y uno y otra, echan a mal.
parte c;:u advel'sa fortull~ Una uníurI tan desigual,
es ilOpo~lble dentro de 1a8 fórmulas
convencionale ,El A If(il'ez Real, di>:pue~tl)
siempre a qnebrar lanzas para reivindica"
lo. fueros de la nobleza, jamás consentirífl
el1 tal enlace, y l'eahzHdo al amparo de la
huida, tampoco conviene al ol'gullo de doihl
Inés, pOl'q ue ~egun ella, morí ria de vergüenza
ni/te el cura que los bendijese, ¿,Qué
hace1'1 El padre Escobar puede mucho en
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
65 DON QUIJOTE
el ánimo de don Manuel y e~ ademas pl'Otector
decidido de Daniel. A él se dirige el
enamor~do mozo y le hace participe de su
temerano empeño. La solución del problema
no anda lejos.
Por un hecho casual, el Padre Escobar
ha llegado ha descubrir el origen de su protegido,
el cual después de todo resulta ser
nada menos, que sobrino del mismísimo
Alférez Real. Entonces las d~ficultades se
zanjan, y el amor culmina eu la esperanza
de un próximo enlace.
Satisfecha la necesid ad peren toria den ()bleza,
todo es posible, porque los sagrados
derechos de la aristocl'acia, no sufren meñoscabo.
Tal es el punto de vista de El Al-fé,.
e~ Real.
Este modo de novelar no es nuevo. Las
conveniencias sociales han dado margen a
una serie inteminable de novelas y dramas,
en que ellas son el principal recurso. Las
más de las veces se las toma como cabeza
de turco, para bordar temas de ol'Íentación
avanzarla. Esto no quiMe decir que El Aljerez
Real, entrañe una tesis ¡;;ocial, como
la mayorla de las novelas de la e~cuela l'ealista
y como entre otros, el drama Celia en
l08 infiernos, del maestro Galdós, en que se
enfoca el problema de una manera franca y
atrevida; apenas pinta una situación, por
otra parte bien caracterizada,
El fin primol'dial que se proponía Eustaquio
Palacios, era muy otro. La ficción novelesca
apenas le sirve de medio para exte·
r~orizar tradiciones y hechos históricos que,
SIn ese ataviu, serían áridos y de poco y ningun
interés, para el común de los lectores.
El mismo aduce el ejemplo de escritores,
que divulgaron la historia, engarzada en los
arabescos ampulosos de la novela. A este
respecto decia Heine: «me atrevería afirmar
que las novelas de Walter Scott traducen a
v.eces con má! fidelidad que Hume el espifltu
de la histoíi$l inglesa,)) Disentí mos si n
embargo de la oplnÍón de Heine porque si
es m uy de aplaudir este procedirrtiento cuando
se trata de hechos aislados, como ~on
los que se ventilan en El Alferez Real, no
Jo es y dista mucho de serlo, cuando esos
hechos entran en el marco grimde de la H istoria,
concienzuda y ~eria, porque entonces
óJo sirve para falsear.
El Alfére~ Real. es pues, antes que todo,
novela histórica. En SU~ págrnac, se
mueven pe ...... onajes reales: don Manuel de
Caizedo y Tenorio, padre del doctor J oaqUÍn
Caizeoo, íhrtre patt'iota ':/ márti r de
la Independencia. Fray José JOllquín Eqcobar
una de la~ figu"as más s::slientes de
Cali en el siglo XVIII, que se ~filju desde
un principio entre los patriotas; predic6
la independencia al pueblo caleño en la
plaza pública; fue Vicepresidente de la primera
J unta revolucionaria de Ca1i; y al fin
fue preso y enviado a España; al rededor
de esto's aparecen los miembros del muy
Ilustre Ayuntamien to, todos ellos «en
lo general, vecinos honrados, propia-tarios,
de buena fe, de pocas luces y nobles.
» El C9pítulo consagl'ado a 10\ J Ill'a
de Carlos 1 V aparte de ciertos pee¡ ueños detalles,
es rigurosamente histol'Í:!o.
Por otra parte puede decirse que El A l/
ere.: Real ha sido en Colombia el mas afortunado
ensayo en el genero histórico.
CábeLe, pues, a Eustar¡uio Palaciosr II gloria
de haber sido eJ primer explorador, en
un filon tan rico, que por des~raeia hasta
hoy no ha tenido continuadores.
El señor Luís Capella Toledo pudo ser
con más cultivo, un Ilovelista histól'ico de
primer orden.
El caracter de la novela colombiana es:
el de costumbres, como el de la novela española
es el picaresco; una y otra pOI' su
misma naturaleza, tendraYJ que acogerse 81
campo histórico, para alcanzar el máximún
de perfección, ell la novela del POívenir.
Así lo han comprend'du altos espíritus
en la Península: Galdós eOIl sus Epísodios
NaclOnales, dio el pl'imel' paso y
dejó un monumento; Pío Bluoja ell .;:us
Mcmorlas de un hombre de acción, llega a
los lí mi res de lo apetecible en el género. y
Valle Inclán batió el reeord en sus Episosodio$
de la Gue'rra Carlista realzando
el interrs de la narracion con los adornos de
una prosa inimitable.
Cabe aquí hacel' mencion del repaso que
el señor Roberto COrtá7.al' le hace al A lférez
Real en su estudio ya citado: uEn EL
Alferez Real no se encuentra quizá nada
que revele un e, píritu poético.)) Haste
ahora no sabíamos nosotros que el uespÍritu
poético~( fue e condición sine qua nonr
para la bondad de una novela. Segun es·
te nuevo canon todas las novelas reali tas
desde Chamflen ry hasta n ue~tros días-y
eso que ya suman algunos centenare ,~ /
JO pasarían de ser sino pesimas novelas,
puesto que en ninguna de eUas, se advierte
el menor asomo de «espíritu poético)) ;
y cuantas joyas de buena ley qUA se pueden
citar'; Ni torla8 las novela..; han de ser de
la misma extracción de PabL() g Virginia,
Marta, lnoeencia etc" ni tnclas han de
pertenecel' a la detestable familia tie la ..; ; Rougon
Maquart. Esto se comprende.
El estilo del A lférez Real en 10 general
es conecto, abunda el provincialismo por_
que asi lo I'equiere la narración de u'ms y costumbres
lugareñas; el «color local» parece
tomado del natural; el diálogo. apal·te
de ciertos latinajos que el autor traj o de
los cabellús para encajarlos al pl'Íncipio de
la novela, es de lo más exquisito que pueda
exigirse en un cuadro de costumbres, Hay
algunos rasgos de suave iropía: Vease Un
ejemplo:«Terminada la cena, la criarla rezó
un padrenuestro porque aunque Jos otros
se la habían comido, a ella le tocaba
dar las gracias a Dios por ese beneficio .
Eustaquio Palacios dejó ademas una leyenda
en verso: '(Esneda o amor de mad
!'e N y unas Lecciones de Litel'atura.
Se"fJ"·o EUas Orti~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
DON QUIJOTE
la Oficina Tele~ráfica ~e Pasto
ft
JfJ\.espués de n1últiples y I'eneti-das
insinuaciones que desde tiempos
antel'iores hasta hoy ha venido
haciendo el J efe de la Oficiná
de Telégrafos de esta capital, el
señor Administrador General del
ramo ha estilnado conveniente libl'arse
un tanto del caso, ofreciendo
que destl nará la suma de
cien pesos para atender a la compra
de los muebles nece, 'arios pura
el servicio de dicba Oficina.
Esta insignificante cantidad) si
bien es cierto que ha sido indicada.
por los sellores telegrafista,~
del lugar, también es verdad que
al haberse presupuestado siquiera
trescientos pesos con lo cual sí
(dcanzal'ia, con holgura, el fi n
que se persigue, el señal' Administrador
General hubiera vacilado
)' negado la justa petición que
(~on insistencia se le ha hecho ale_
gando con las frasecitas tl'iviales y
chocantes -lnoda del día- de que
el Gobierno se halla pobre )'con
1113 yores)' serios compromisos de
preferente atención, ect., etc.
Por otr'a parte, lus habitaciones
donde hoy funciona la Oficina telegl'áfica
"de esta ciudad, dejan
nl ucho que desear, y no es posibl e
preocu parse por la conseeuci6n
de locales mús decentes'y apropiados,
por cuanto la ' Ulna destinada
pal'a atender este an'enaarniento
es la de quince pesos, y tan ridícula
partida, tarnpoco autoriza al arrendadol'
para exigir del contratisb, el
sumini~tro de cOlnodidades a petecible
' para la citada Oficina, que
debe ~er en el ramo, la pr'ilnera
del Departamento, por su categoría
y porque con frecuencia la vi·
sitan infinidad de gente. nacionales
y extranjet·a.·. Sólo acm'candose
al local de que hemos hecho
mérito, puede apreciarse las ningunas
comodidades que allí exis,ten,
como la estrechez que a simple
vista presenta el lugar donde
se hacen funcionar' los aparatos;
en la pieza que ocupan los señores
Oficial de Recibo J Copista, se
ven infelices ll1esas con simulacros
de carpetas-sucias y raÍdas-
estas últimas suministradas
por el propio peculio de los empleados,
ya que el Gobierno no tie.
ne señalada pa rtida alguna para
este gasto de inaplazable necesidad
y que significa decencia.
Hay mas todavia: el promedio
mensual de rendimiento que arro.
ja el telégrafo en Pasto es de mil
pesos oro, sun1a suficiente para
atendel" como se ha hecho hasta
hoy, al pago de los peq ueiios sueL
dos del personal (en otros lugares
del Departamento gozan de lnejol'
relIluneración) y el reducido material
(a lTendalniento y aluln brado)
quedando un saldo a favor del
Gobieeno, entel'¿unente di~poni.
ble, de quinientos ochenta pesos.
El Pl'oducido que anotamos aoteriormente
y cU~'o dato no~ ha
sido suministr<.t.do en la Teleg,'afía
a insinuación nuestra, debe
~er conocido irás que bien por
el señor Adnlinistr'ador General
de Telégrafos para q ue hubiera
atendido eon p:~ontitud el correcto
reclamo hecho y que pOI'
n1ás tiempo no es posible callar,
toda vez que no se le ha pedido
la distracción de fondos de otra: '
Oficinas pertenecientes all'alTIO para
satisfacer las necesidades apuntudas;
pero la incul'ia de este señor
Administrador -quien parece
no ha leido las disti n tas actas de
visita practicadas por' los señores
Vi'Sitador' Fiscal y Prefecto
de entonces doctores Julio Rómulo
Delgado (q. d. D. g.) Y Jose
María Mon~a)'o Ortiz, en que :e
ha dejado constancia escrita de
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
6'7 DO~ QUIJOTE
tales necesidade~- ~ólo puede ocultarla
quizá con la mejor organización
del ramo en otros lugares
de la República que sean
de sus ver'dadel'as simpatias, puesto
que las nurnerosísimas Oficinas
de esta. clase que hay en nues·
tr'o Departamento, adolecen de
los mismos males que sufre la ue
Pasto.
A este res pecto advel,tirernos
ligerarnente que nuestros Legisladores,
para prevenir dificultades
en casos impJ'evisto~ en los ramos
administrativos, dan alnplias autorizaciones
al Gobierno para que
dicte medidas eficaces a fin do solucionar
cualesq uiel'a i nsufi~iencias
que con el correr de los tielUpos
presenten las Leyes que ,e
expidan; de Hhi que, el empleado
a que nos helDos referido, siendo
hOlnbre de buena y01untan. ha
podido recabar del señol' I\1ini",tro
de Gobierno una conveniente sol
ución a tan justas peticiones.
¿ Por qué, pues, el señor }.Ldminj~
trador Gener'al quiere ohidar
por con1 pleto a 1 T al'i rio, u no d e los
Departamentos principales de ColOlubia?
Ojalá que pOI' del'oro
del Gobierno se allanen e .. 4as difi(;
ultade:-; curnpJiendo la oferta de
que habJaIDos al pl'incipio, e~ de('
ir, que no sea UD ofrecilniento
con~u mLlJcho5, sino una verd.1del'.\
real idad, con la ellal rlJ ereCl\l'í" el
tantas vece~ citado Admini:->trador
de Telégl'i:1.fos, la gratitud impere·
cedel'H de los habitantes de e t:\
hert110sa y florcl:Íente ciudad de
Pasto. .
f{AFAEL fOSSRO
SECCION "'STORICA
Hazas jnm~enas ~e Nariño
(Continnaeión)
Cabe aquí hacer la advertencia, de
que, aunque no conozco otro lugi.11' en
todo el Departamento y norte del Ecuador',
que termifJ~ como Taminango,
el laborioso etnólogo ecuatoriano seilor
Jacinto Jijón y Caanlaño~ dalo a
entender ~ porque en el Boletín de Ja
Sociedad ~cuat()J'i(tna de ~studioR históricos
americanos, éscribe: "Para
afirmar que !a final aago se encuentra
en la toponImia de Imbabl1r~, nos habramos
creldo autorizados por 1(1 YO/,
chiguango, ~uyo caracter ca Yel pa-colorado,
IJOS pareda seg~lro, lanto por
su final, euanto por le~ otro nombres
netanente Barbacoas, de igual
terminación, que jnntamente citarnos
entonce~;" y que este mismo señor
asevera, que Cayambe es la denominaCión
dA un río, y ql1izas de la población
que estaba a sus orillas; lo que
no impide, ¡t;j es exacta la equivalenda
que en Coaiqll~r doy a esa palabrd,
de oido de sangre, q'.le pUéda
aplicarse a un volcán, si su cráter de.spide
alguna lava ferruginosa, que dé
apariencia de sangre a su corriente.
y cabe además advertir que Fi Pr~d()
y Zúñiga, llamó a los mayas de caribes,
esto d,:pendió de que lo conquis-
, tadores así apellidaban a los (noios
bravos, cualquiera que fuese su raza,
por la extremada tiereza de los caribes;
que U·dos los (jmeri(~anistas jamús
confunden ('on la gente maya.
Si €. verdadero mi sentir, e~ta gente.
por sus diferentes variedades; habitó
primero el Departamento; sin (f),ue
.. e puedo barruntar dt firme, en qué
tiempo hizo sus inmigrilcjones, ni si
fueron varias o una ola; ma , si el
lugar clt-! su procedencia, asiática aún
esta en la balanza hi"t.Grica; sus yicisitnde~
son bien conocidas, desde un
siglo antes de Jesuc risto, por el Sur
de ~1ejico y de GUrincipios del siguiente, Sabese
también que, decalda su civilización
en eguida, tuvo su renacimiento en
1 siglo XIII, de que bastardeó para
siempre jamas. en los dos siglos posterio"
es; y sabese finalmente que desde
el aiio 453 ha~ta el 689 de nuestra
era, tuvo un perlodo de colonización,
en el cual, quizá, aportaría a nuestro
Départamen too
Asegura Ainsworth Means, que tuvo
esta gente un gran erecimiento intelectual,
del coal una buena pnrte tomó
Ja forma de un notable desanollo
de las ciencias matematiLas, IC que
engendró el asombroso i ~tema calenJario
de los :\Iayas, y el igualml-!ni~
insigne sistema jerogl ifico" ~'Silvanu::;
Griswold MOl'ley atribuye "el levantamiento
de las primeras civilizaciones
mejicCtnas y centroamerieana ,
al último milenio anterior el Iluestra
era [elvilizaeiones arcaicas de los estados
de Michoacán, Colima, Jalisco,
Puebla, VerUCl'LlZ, Guatemala, .:¡1I1 Salvador
y Honduras]" ., Fueron ella~,
aiLtde, el pu n to ele par~ida Je u n mayor
desarrollo de la elvilización en toda
A.merica, tanto en el Sur del r.ont.iTIente
Norte, como en el l\1eridiunal,
en Colombia y el lado del Pac:íficu, más
hacía el Sur;" por donde bien puede
conjetllfar;:,e, qU0 en algún tiempo, el
Sur de Colombia, tenia un alto grado
de 0ivilización, de que Clan testimonio
los Jtlonolitos dp- ~an Agustín.
AllntI1le tengl) la ereencia de que
los mayas habitaron el Departamento,
no plJedo desconocer que en las Provinei,
lS de Pasto, La Cr114 y .T uanambú,
hubo una tnbus que los inea i
llamarún qu,illasinga~, que es dedr en
quichua, narices de luna, por 1:1 figura
de nletal, con que atravesaban sus narice
.. El único historilldor de la Conqui
ta que las mienta, fue Cieza de
Le6n, que con nClfrar que teníün hasta
SAsenta mil hombres de armas tomar,
no elá mas noticia que decir, eran sudas,!
desvergonzadas y odio~as para
LlS vecinos; de manera que poco sabemos
de ellas, aLlnque St que hablaban
idioma distinto del de los Pastos;
por lo cual, siguiendo mis opinione~,
hay qlle tener que nu era el maya.
~Ias. de los nombres de lugares de est<:
lS Provincias, puede rastrearse que
los quillasingas, eran de la misma raza
de los Sibundoyes, o de una aftn;
y que su idioma era el cotche, que és-tos
hablan en el día. En efecto, por
e. te se explican varios ele esos nombres,
como Tangua que significa Yiejo,
Doña Juana, nomhre del volean, de que
no hay memoria en las historía~, de
que haya hecho alguna erupción antes
de 1808, en que destruyó la~ Mesas,
u enlada a sus faldas, con muerte de
muchos de sus vecinos y que rOl' ello
pudo ser tenido como volean apagado:
parece que significa- sin soplo; de
d(1fia que es sin, y juana, soplo, y
Jangllana que es soplar. Ademas, quizas
juanganoy que se traduce por lugéH~
a~1l0SO, es Anganoy, con perdí da
del prefijo ju, y buishfCO, o sea pájaro
qtle cant.a al filo del alba, el nombre
del pueblo, que durante la ColoniCt se
decia Bu is 1CO. él! modo de Pirú en lugar
de Perú. Pajajoy talvez es buajajoy,
seeo, pero él} t.odo casu, su finul jJjoy
el"!uivale d semóntera; de suerte que
puede qLle Tamojoy, S\:'t1 contracción
de ella, v de tmnó,. al, y fJue Malabajoy,
sea matajajoy o cercado de semen tera
porque mata es el imperativo, cierra.
Ademas jaca,,,a e') sacar, y jana es ir
en el mismo idioma, y ~on voce. que
entran en la formación de otras que
desi~nan lugares, como Janacatú y
Jacanambuy; siendo curioso de nolar
que, en una tribu del Darién, la primera
de eslas palabras, significa) fio
que se abre paso. Por otro lado, apellidos
de indígenas de estas Provincias
parecen ser del idioma úotche, como
lnchima que si~nifica mujer, Puchana,
barro, Chasoy, debajo y Jatansoy, quebrada.
Si t.iénese en lo anterior, sólido fnndamento
para sostener la identidad de
lindge, entre los quillusingas y sibundoyes;
puede conjeturarse que esto s
bárbaro~, quizás por el siglo VIlr o el
X cuando decavó la civilizaCión de los
mayas, arrojarón a estos de las tres
Provincias citrldas,allende el G-uávtara,
salvo talvez de Yacnanquer y Chapacual,
que parecen nombres del maya;
por manera qne aquel río, vino a dividir
el Departamento en dos porciones,
por el viso de la etnología: los qnilla-ingils
o ~ibunc1oyes al Levante, y los
mayas a ~11 Poniente; mas, si eS' hec..;ho
cierto, lo qLle un e~('ri tor sostiene en
el e.nunciado Boletín de la Academia
eeudtOrlclOa, ele que en la toponimia
de la porci6n interandina del Ecuador,
hallans0 muchos nombres, pertenecientes
a la lengua de los sibundoyes,
no puede menos de sostenerse que el
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
G9 DO:\ QUIJOTE
área donde estos moraron, o tuvieron
influenciCl. no se redujo al solo lugar
donde actualmente llélbitan, tras de la
'cordillera Oriental; ni siquienJ (ji terr~
torio de esl~lS Provin('iCls. sino que
se extendía por buena parte de e~a
'. '-"la publica.
Todos lo~ americanistas están de
ae.utrdo en afirmar, que los quiJhua:,
fueron la raza mas adblantada de la
Améri(~a meridiomtl~ que tuvieron un
.go bi(~rno teocratico y orgállizaeión civil
bien a~enlarla. eon ribetes cie so~~
ia Itsmo agrario, t;ll yas huella3 aún
e conservan en las Parcialidades iniclgeni:
ls modernas, tan semejantes a
Jl -a~ eslava::;, llamadas mil' tn Husia, \r
:aa.i'Ott!}e en Servia; y q 116 saliendo desde
lo:; contornos de Titica0a, donde,
:St~Llll Hafine qlle, Mi:HlCO po~ 1100,
ecl ilkó el (:uz(:o. ello~, gl'a ndes COI1-
q \l istadores, 110 s:.ólo extendieron su
~eflOriu e imperiu. por Id poderosa na('
Ión de los chincha=" i:I fines del siglo
X IV, silJO también gril n pa rte, por el
XV, ele Chile y Provincias Clrgenlinas;
y conquistaron en "1477. el reino de
Onitl), y luego bajo la dominacicn d~
tluayna C:ipac, que reinó, a lo que se
juzga, de~de 148:l a "15'25, el terl'ltorío ue este Dep¡H'tamento, menos el Lito-
1'<11; de suerte que (~uand(\ por 15:~4,
pUl' primerH vez, 10S e~pa¡jl)lts le atra\
psaron, siendo sus (~(lhezas, luan de
,\Illpndia y Pedro Al)(i~c(). apenas p.staha
asentClda la soberHll ia de los in
eas por esto:; lllgi:u'e:;, ~1I0!3, (jmpero,
1'.On fin :le destrllíl' 10 resistencia de
la ...· tribns vencidas. v t.ener la tiena
pclcilka pi:1rH sn üomlnio, solían l:u1110
10:-; ro IJlcI nos, esta bl('C'.el' colon ius tn
!o:-o I erri ~orio:-. ¡'nncrll i:·'¡ ados, y dt:lport(
lr gente .. de esté1:-: a otra;-; ti erras;
(~on q\le se el ~'),l\!i:ln I():-:, f \ )(,();-; mús
bl'inso:-, (le rebelión .\:-;j ~e explica el")filO
Ins Slbllllduve:-; lIuhil:~ I'flll de I'eeogel'se.
:-,i sun ¡plilIHsillgas, tras lo~
lllont.e:-i orient, fué su est.
ado que en la Provincia, moraban
los mayas sindaguas o coaíqueres,
lfiE,zdados con los quichuas; en la
de Pasto, los quillasingas O cotclJes,
dominados por estos mismos qL1ichuas,
y en la d€- Barbaco~s, los mayas
sindaguas, hom bres fieros y sueltos,
sin género de sllgeción a poder
.Iguno; que sólo por 15~4, ~e emprendió
su conquista, con varios lances y
vicisitudes adversos, hasta terminarse
con la fundación de Barbacoas, que
parece fue e115 de ago~to de 16~7, por
obra del capitan Pe,lro Martín Navarro,
talvez nativo de Toledo . Con estiis
razas indigenas, 56 mezclaron primeru,
extremeños y andaluces. y luego vascos
y castellanos; y aSI, con tan variado~
1inc.\je~ se formó la gente nar'irlestl,
eun buen golpe de negl'o", en In costa,
que descienden de los importados de
Angola y de Mandinga.
Llegado a este punto, c()nvi~! np declarar
mi opinión de que los chibchas,
cotche~. quichuas, aimaras y lalve~
guaranís, no son sino diferentf's tribus
de una misma raza, que puede llamar~
e andiIJa, COLlIO quiere €I señor Cuervo
M~lrquez, y cuyos idiomas, con el
andar del tiempo ':! \1erramal'se pUl'
distintos lugares, y recibir encontrados
influjos, apartárnose de uno comun
mat} iz de todos, hastd formar
múltiples y variados dialectos. O·~url'ióseme
esto, porque vat'io~ nombres
de Cun1inamarca y BOYHCá, tienen
sibnificado, ya en el cotche. ya en qu lchua
y ya en el aimani. De veras, tame
en cotche es puerta y Tame es un
puebJo y puerto en la montaña pal''1
entrar a los llanos orientales de
Boyad\. )' Chieuasa, lugar qe Cunctinarl1arca,
es voz también de ese idioll1C1.
Ademas Catambuco y Mombu~o, pueblos
de esta Provincia, terminan como
Arcabllco de BOy;1 y el n1ilngt'o. porque tal rué,
:se realiz6~ y el oía que don Enrique
:-;e vio duefto de aquella dohIp.
vistü , se consideró el sér U1ÚS di",.
x> Y-\:~~'D~ .. ::Gf.' XJ:':I~ ,@ m -Ka Ghoso de la tierra. J.A-li >fj.u·:b::i,.,:~ '¡)(::i·f.).·i/'A Llamó a. u hijo Alfredo nI des-l~
Llriy'llc e¡'a ('eliz. pacho, y deseando, en el colmo
C¡\si,~do ~(}n Gcrtl'udis, y embe- de Sil felicidad, que los suyos
Ile..:ida :-;u unión por tres het'¡DO- fueran lDU)" dichosos, detenninó
;<0 ... v{t.;tag'1s, uno de los euale~ doblar' su pensión; pero antes, y
ARTES Y LETRAS
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
DON QUIJOTE
pura de~Cllbl'ir el cor':1zón de su
hijo, Ic dirigí ') e .. tc c1js~l1rso:
-Hijo, sí bien es ciel'to que
e. tnd Ías, q u e e. tú." llarnado a hacer
una fOI,tuna, es necesal'io q lle
n)odel'e~ tus ga:-.to~; lo. neg()~ios
no lllar.chan como yo qui.:ieea; y
es lweclso hacer cconornias .. ..
-Padre-ee, pondió Al fr'edoyo
...
. -~o sigas, vete-Ieinte,'rumpio
furiosalnente, don Enrique.
Salió Alfredo. y Sll padre, con
la. cn bcza entre las lnano~, derrnllln
ba Hlgrin1as de fllego.
Ru.bia leido el pelJsamíento de
su hijo, que allá en los últimos
.enos de su coneiencia decía en
cuanto el acabó de hablur:
-Mi p;\dre es bueno, pero es
un ~:a "Ul'O; algún dLt podré di ~poner
de su fOl'tuna, y cuando '1
rnuera goz¿J,l'é a rnis anchas.
Don Enl ique se horrorizó, y
con el cornzón hecho pedazo·s
busco (\ Gertrlldis pélra encontI'ur
consuelo.
-Soy lnuy desgraciado-la dijo
;-n uestro Alfredo, que yo
creía un lnodelo de honradez,
piensa ~n la lnucrte de su padre
para disipar nuestra fortuna.; no
e~ :-;jncel'() contiO'o, ni eOlllnigo j'
cu'tndo en el anlor queda algo en
el altna de uno de lo ...; ; que se
aman, que no conoce el oteo, el
aJuor n(\ es cornpleto.
-Enrique-I'espondió su 111ujer,te
atonuentas pOI' fanta~mns;
la vida de los ncgoeio., siendo
lun)' buena, te ha lnatel'Ínlizado
-con e. -ceso \' .. 1.
-Dejullle", Gertl'udis; qultate
do lui \'ista: lHe bOl'r()riz~\s-res·
pondió don Enrique. :-.;aliendo
apresu l'ad¡nnentc del cuarto de su
eSIOS1.
Había visto, u ahlla: Gel'trudis
se la.lnentn ba de yeinte aüos ne
ilnP'lsilJilldad'y de~llaber pasado
~u juventud con~ honrad z, pero
sin emociones, y aún se arrepen·
tia de no haberse casado con cier·
to cnpitan de artiUel'Ía~ guapo y
111nln cctbeza, con quien hubiera
sido menos rica, pero más feliz.
Enrique, cn su despacho, maldecía
aquella doble vlsL.\ que habia
deseado. y reflexionaba amargamente.
-Es posible-decía-que ese
nIDor infinit.o )' 'ublirne, y e a
absoluta confianz[l de un espíritu,
en otro sea tan sólo una quinlera.
Mi mujer' )' mi hijo, que
lne han dado i ndudablef:; pruebas
de afecto y de cariüo ¿han . ido
sólo bueno:"i por debef'? Apesar
de serlo, la bondad humana
e' tHn pobre co~a, que aun ]0.:
mej res no pueden ser sincer'os
con aquel10s que más quieren, sin
que les ofp-ndan y les hieran.
¿Qué es Ll hUlnanidad entonce!-',
Dio~ etel'no? E. a [Jelota de carne
que se llama corazón e~ una inn1unda
entraña, pod¡'ida en vida,
o hay en sus latido. algo de divIno
.....
Le intel'furnpió en sus }'eflexionos
~ll amigo y socio don Vicente,
el corazón cariñoso que 111erecía
su confianza ab.-·oluta-· y que
duntnte treinta aüas venia siendo
el depositar'jo de sus secreto .
-Oye, 'Ticente: soy lTIUy desgl"
acindo; mis afecciones de toda
la vida, Jos carll\o, el que he dedicado
111i existen~ia, no tení:ul para
rni la ~inceridi\d que yo le:-- suponía;
lne Yoy a retiral' de los negocios,
y tu sólú liq uidarás In i. ea~
a)' seguirú~ los que hay penchentes;
no puedo decirte y explicarte
todo lo que sufro; lo q ne 111e suec-de
es e~panto. o, .
y al decÍr esto, don Eriq ue miraba
a Vicente con furor yespanto;
y era que había leido en su
pen~amicnto, y que el an1igo íntimo'
decía para sus adentros:
-Gracias a Dios que me quedo
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
73 DO~ QUIJOTE
solo con la casa; pC)r' for·tuna, todas
las cuentas con'iente.~ de
América e Inglaterra están ~ólo a
mi noro bre; recobnl.fé mi personalidad
y dejaré dc estar' supeditado
a e~te inlbécil, que hC:1ce
veinte afios es la ptÍlnera persona
en el negocio.
Don Enrique cayó desplomado
en su sillon, y Vicente salió presuroso
y, al parecer, acongojado
a avisar a la familia.
Tres días estuvo el banqucl'o
entre la vida y la muerte, atendido
y cuidado" por Gertrlldis. Alfredo
y Vicente que no eran malos,
aunque eran hUlnanidad )',
por ende no eran pcrfectos.
Al cuarto, sin haber apenas
desplegado sus labios, Enrique,
que había reflexionado mucho,
determinó mOl~il·.
Cuando un hombre tiene la. dicha
de leer el pensarniento njeno,
]0 lógico es morir.
Firnle en su propósito, detel'lninó
ponerlo en práctjca, y sin
ver a nadie pensó subí l' u su bibliotecc-',
donde recoeda ba que tenía
un revólver' de Eibar con incrustaciones
de oro, regulo de su
amigo Vicente.
Al salir de su CUUltO ~ntt'aba
en el su madl'e, lnarühando traba.
josamente apoyada en el hOlnbJ'o
de un~ erinda.
-¿Estás mejor hijo rnio? ....
-Madre, SO\' In 11 \' des~rHciado~
todo lo q ua cr~ía e~ lne'n ti l'(l; el
trabajo sentimental de toda tni
vida ha sido inútil; In ltumanidad
es l1Ju,la. todo es fa.l~o., ..
y al de~i (' f'sta fl'ase :l hl'l\s:\ ba
." be~aba a !'iU pobre ln~ldl'e, que
llora I a CO n él.
Leyó en ~ll pensHlniC'nto, y he
aquf lo que vió:
-¿POI' qué seré tan vieja que me
quede tan poeo ticlnpo de sacl'iH(:
arnle por' mi hijo?
J. V ALERO DE TOR~OS
El Señor Cura ~e mentiriHlfas
E~ f t bl " c! . • ' l iS, amos en una po aC101l e trel'l'a ca-
~ \Q ~hente, Los vel'aneanles eonlO las go-
1011ctri1l8S, han abandonado sus hog¡ues en
busca de salud , Con alpgl'e algal'avía se paReau
hoy en la enjuta plazoleta . Es díl'l domingo
y de rnercado La~ ca rnpesinas con
su tapetedominguel'o en las rnallo ... ~' un niiio
regordote a In espalda, van lleganrlo d poblado
y su;;; Vc1rones traell a vender el fruto
ile SUf' sementeras,
De elltre el oleaje de camppsinns. ~aJ(>1I
dos niño~. A juzgar por su indumentarIa,
w'rtenecen a clase di. tinguida: Ro;-;arito, rubia
como un rayo de ,c::ol, lleva en,su delantal
encarnado, unas cual lt¡\S nar'AII/as que h"t
compriido, ~/ J u¡.¡nlto, I'ojo como tomate,
conduce un haz de CaI1HS de azUcal'.
-Ro~arito , hoy celeb,'o misa solemne en
o'~a, qUIeres venir cOllmlgo?
La )Ji na hJZO un mohilJ de a~enti miel ' to
y sonrcida contestó d,'e Jo diró el mama,"
** * JU3nito era UI! ángel; así se lo hflbíall di-cho
a doña ~larialla, los :-:upeliores del (0-
l~~ I O, donde aC(;j babfl de cur ar, ~un IUI: lmiel
/t" , el prime,' año d ~ humalddctdes. Y
.J U ¡..lIlitn, era además lo que se UamR, u I a
vocacion. Su madi e, pag;..¡da de las IIIClinaciones
sacf'rdotl-lles del Diño, le haLí;.t fabricado,
dt\ buena tela. UIJ terno de ofllamentos
que ellvidiul'í¡\l1 torlo los niño,
ile ,.:u edad.
En el mterior de la casita ('ampesiLJa y
clebajo de un os naranjos, don Jo & ~laI'ÍCl,
su pa(he, h(jbia erigido un al(<11' y a la hor:"
ele esta vel'dader'¡'l histori¡:¡, Juall1tn, el ctlrita
de met.tirijilla<;:, decía mbiA mayor
Entre los devoto..; fhmrahCln: el mismo
don José, que e mbJ'i;1g~do en piadosa tlmbiciólI,
veía ~o\'I'e la cabez::I ele su hijo la
silueta de una n,itl'a episcor,al, iloüa I\Jal'Ía
que dividía su!'! rlliradas pntre la :'\ujt>fa y
el altar, Ro~¡:¡rito, la invit:t(lu, que asistía
de cerca el sacrificio. Maria. Francisco. ~th
hermani tos menores y gran 1I U mt'1'O de gf'n te
menuda, entre v('raneantes y c¡.¡rnpesino~.
Depu('s del int¡'oito, entró la LU('recia
t~on un ('esto de f"ll trIS. Sp@nll se ,';:Upll des pués,
lo mandab~ el cOfnpadre Honifacio
a "('galar a la comadre. pHra 105 cachifiros.
Los Iliño!') ~e aJlJorasal'On, hubo rllovimiento
gene! al y se oyeron Ullas vnce.,ita
~uplicantes y se vieroll unas manecit¡.¡s pedigüeñas,
n'a .... un gesto de la seiiora, restiyó
lH q uietuc1.
El señor curita, con el l'alJillo dd ojo, \'ie'
las fl'utas, sintió~ tambic'n, teotHci6n (te
pedir, pero acordando...:e de la santidad de
sus funciones, se 1'eprimió.
Al llegar al evan~elio, volvio al pueblo~'
habló con elocuellcia sohre el respeto *tI
templo. Todos e..:cu<;!llibau callados, menos
~\laría, que entre diente", decía: "este tonto
se cree padre de veras"
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
DON QUIJOTE 74
Llegado que hubo a la comunión, los Ili-
110" case··o:;; se acercaron HI ) altar. Aquí
los apuros de Ju::mito: Ro:::arito había traldo
tejito. de plátano maduro para consagrar,
lo::) gato .. olores del banano de.;:rel·taban el
apetito de ~u HeverenC'Ía ~que hag-o?-se
t ~ljO- si les doy entero. me quedo 5in nalto
.... y se puso a dividir y subdividír los
tejitos illvocando e;;;te principio teológico
",...i i"e pane o divide la hostnl consé)grada
en muchas parteRo en celda una esta todo
tlltero J e:-;ucnsto'"
Enpezo a repartir. Con gran l'espato recibían
los niñü5 su fracción, pero al llegar a
Mal'la y sentir en su hmgua solo la cuarta
parte de un tejito, se disgu~to y easi llora ndf',
murmuró: " g ,ot6n. p1r comer mas, ha
dividIdo la ~ fo('ma~" y luego (lll'igiendose a
lo~ Cll'cun"tantes rugiÓ: no :,e las dejemos. y
acto contí,lUo todus se abalanzaron sobre el
altar y "e apo,lel'aron del sacrificio.
Juallito furioso lallz;)ba excumuniones
contl'a los profanadores de las cosas santas
amenaz:-tba que l1egllrla la ,¡hsolllciun .\ los
culpable~ ,ven especLll a ÑIat'Ía, la mas cul-pable
... ... . y como sus bravatas fueran fe~te-jadas
con estrepitosas cl'\rcajHdas, concluyó
m~ldiciendo ha ' t i\ la \:uarta geu81'aclón a los
'8crílegns
Ro¡;;arito que no había tomado parte en el
, acrilegio. se acerc') al ai I'ado 01 adoro pHl'a
decide al oido, que le traería de ca:-¡a otro
platano má~ sabroso, paril él solo, COI! lo
que termino la b¡'avata.
Mas como todo delito pide expiación
.J uanito se creyl) en el deber de lIaloar a pe
lIitencia a 105 culpables. Acto conlínuo, ~e
metió dontro de un tonel, que hacía de confesonar-
lo, v t()do~ los niños, inocentes y
culpable~. fueron pasa lldo uno a uno. Lo...;
consejo,;; fllerOll durus y mas aitn JHS penitencias.
Al lle~ar el turno ~ Rosarito, ~u
l{,everenCla ¡~ajó la voz pal'a decil'le que viniera
a misa toJos los (lías y no olvi dara loe;;
s..tbroso.: pl:Hano~. :.
"Mucha agua ha pa aoo h<'ljo los puentes"
Los despojos de don .Jose VIaria y de do¡
la Marlalla, esperan, en el cemeuterio püIdico,
el sonido ele 1" trompeta. La casita de
\'eraneo~ es la misma. i\lIl1que muy envpjecida
por el tiempo,
En el antiguo huel'tecilo y debajo de los
naranjos que conocemo.:.:, jueg \ u tJ niño, en
Sil sp-mbJante atlético se reflej" un e.:piriul
de acero .
COII aire tn~L'('ial toca su tamboril, (último
regalo Ile Sil ::\buelita), en tanto que una 1.,gi6n
de solrla rlo,5 de plomo, mal'0mo,
Habra rodado al fundo del abismo.
No hubiera resurgido
De su lecho mortal la hnmanil gente;
Pero ... naciste y cual .1 Lldil, V81lciclo
Fue por tu rayo elleviatan rugiente:
El hombr'e a Dio" su glol'ia di!) cu mplida,
~ios a los hombres, esperanza y vida.
Nací tel Virgen sallta~
y en tu lirlo el A'lIol' paró ;;;u vuelo,
El Yerba se encaJ'nó, y ante tu plurlta,
Aoorando a ::;u D10S, postl'ose el cielo:
Que SI por Dios en cuallto Dios naciste,
En cuanto hombre a tu Díos ~a vida diste.
Naci~te, gl',tl1 Seoo.'a, ,
y el dragón infernal rodó al abí,'mo,
lIuyó la noche, de puntó la aurora
y entre ruinas hundiose el paganismo;
Las cadenas qua al mundo apl'i,,;ionaron,
Holladas por tu pie, se queb:'antut.'on.
Por eso, l\lad re mía,
Se postl'a all te tu altar naturaleza,
Cantan las aves ;tI naeer el dia,
Cantan los hombres tu si 11 pat grandeza:
~ladre, te dIjo el DIOs om IlipotE'nte,
Madre t~ Ilamaráll de gente en gente.
Por eso desde lIiño
Mi Madre te llamé con Üerno canto,
Cuando aprendió mi labio con ~al'iiio
A balbucir tu l1()mure pUfO y santo,
, uHndo alzaban de mi ClIma en los jUl'dln.·s
Cundidos lirios, rosas y ja~rr\lines ,
Por e"o en e~te día
Madre te aclalrJan esta ,' tiel'IlClsflol'e:-;
Yellgalallal1 u altar con alegría
Exalando sunvisimo..; olores:
Llévala::;, l\l;¡dre, al CIelo ll'¡-¡splantadas.
Antes que qnerlen mustias, de..;hnjada:".
~h I'a 5\U faz llorosa
y 1.::11 el dolor el alma "umergida,
Su voz entrecol'tada y lembloro~(),
Entre su::.piro ' dio su despedlda;
¿,Y a -'í dejas tu prole y Madre amudA,
En h orfat)dad gimiendo y desojada?
1\.\'e que vas (1 e paso
En raudo vuelo al declinAr el díA,
lJime si el sol cuando ~e hnndio en ocaso
En nube~ .:le 01'1) arl ebató n María,
Que en negra oscuridad dejl) e"te mundo,
En la orfe:llldad y e~ el dolor pl'ofuu.:lo,
L::.s flores perfu mnd¡.ls
Que ayf\I' las aras de tn altar ornaron
Hov de Sil Reina fuer'()1\ despojadas
y heri rlas pClf el ~c>l se rnarehital 011,
y ell'uiseñol' gimiendo en Jo ·' pinares,
Entona soli tario sus cantares.
A.lio.;;, oh Madre mía.
Vuestro ddiz dohlad, galanas florfl ,
Tus ere 'pones extiende, norhe umhría,
V tú, Señol'a, en ampliu':; respll-'lndor·e.;
ApáJtate también, pero al ltes hiera
Tu aOlllr mi corazón aUllque yo lllllera ... '
T. A. P.
(Poesía declamada por 5U 311tor e ll \;, cap ¡lla
del Seminario el último día de nlf! yo de 1894)
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
DO~ QUIJOTE 76
P~ra el Re\'erendo Padre Alejandro Ortiz
Soy un trovero errante que vengo de muy Jejas
con el pe~ado fardo de lni desol¡l~ion;
~a1f en bu~ca de cum bl'e si o'uiendo lo~ reflejos
de una estrella lejana: lni soñada ilusión!
~1i viaje ~s u na historia de las" Mil Y una 1 Toches:"
he recol't'tdo el Inundo sin nada conseauir
)' enfermo de pe~ares hoy sufro 105 l'eproc11es
de todo. lo' amigos que nle vieron partir.
Traigo el ~otul'no roto, b alforja e.sta vacia,
la lnen te Sl n ens ueños, .Y con 111elancol Í(\
la voluntad cobarde que no pudo tl·iunfar .. .
POI' eso ya si n fuerza en la desilusión,
de. 'de el paraje frío de mi resIgnación
la tarde de mi vida lne pongo a contemplar.
JUDICIALES
VISTA FISCAL
"MINISTERIO PUBLICO
"eüores Magistrados:
El 18 de febrero de 1922 el sefior
Juez 1° Superior de este Distrito sobreseyó
en favor de Romelío y Segundo
Luna por el delito de estafa que a
Su cuent.a carga Flore::;nlÍlo Realpe,
fojas 86 a 90, y ese anto de acuerdo
con este Ministerio lo confirmó el Tribu
nal en lnarzo de aq Hel aíio, fojas 01
a 93, pero Realpe tornó a denunciar a
Luna por el o1ismo delito, ante el se·
l-lUr Juez 1° del Circuito de Iptales.
f ste asunto fu~ historiado ya por
este lVIinisterio el 28 de febrero de
H)2~ v como con la lectura atenta de
la dilIgencias que corren de fojas 95
a 143 es lo cierto que la faz del asunto
no hu cambiado ni siquiera ha cambiado,
la prueba que diera margen al
sobreseimiento del 18 de febrero de
1922, ya ~onfirmado, si donde existe
la misma razón cabe la misma disposición,
faltando como falta en este
asunto el delito nlismo (véase 10 que
al respecto se dijo de fojas 96 a 93)
el nuev() sobreseimientL> de 30 cl~
abril último del señor Juez 1° Superior
de este Distrit.o, es legal y debe confirmarse.
Josa María Moneayo Candia
SENTENCIA
Tribunal Superior del Distrito- -Pasto,
mayo t'eintiuno de mil novecientos
veintitres.
VISTOS: Es el caso que ha venido
en consulta a este Despacho el sobreseimiento
dado por 61 seíior Juez 2°
Superior de este Distrito en el sumario
seguido contra el señor Romelio Lnna
y sn hermano Segundo. por un supuesto
delito de estafa. La estafa que
se le imputa al señor Luna en términos
generales consiste en que Luna
ha perjudicado al acusador Floresmilo
Rea I pe en la suma de mil pesos
oro legal, dinero que Luna comprométióse
a en tregar a Real pe, pero que
no consta esa obligación en escritura
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
77 DO:\' QUIJOTE
pública pues que resulta todo 10 contrario
porque en escritura le confie~a
y consta que Luna entregó todo el dinero
al s~ñor Betanconrt por compra
de la hacienda San Francisco que éste
vendió al sindicado.
~a el mismo señor FJoresrnilo Real-
. pe denunció al sellor homelio LUlla
por estafa ante el sei10r Alcalde Municipal
de Ricaurte, por ese denuncio
Sí:: investigó debidamente el hecho v
como resultó, que las pruebas allegadas
eran insuficientes: t¡HÜO el Juez
Supf'rior en vista elel concepto del Ministerio.
como el Tribllnal Superior se
vieron en la oece ... idud de sobreseer I
en ese asunlo. El señor Realpe con
demasiada malicia v necedad oenunció
otra vez d Luna ·por el mismo deJito
de estc\fCl ante el Juez 10 del Cil'('
uit0 de Ipi::tles. En d perfeccionamiento
dt'1 ~umario se apeló a las ll1isma~
pruebas del sumario anterior juzgéJdo
ya, y por lo mi~mo p¡'ll'ece que
es LOsuficiente entrar u analiz~rlas una
a una, pues en \0 .. extensos autos del
J llez Supetior y del Tribunal, i:.i lltO~
que solucionétron ya el asnnto debatido
se encuentra demostrado v analizado
perfectamente. Como e! delito es
el mismo y tambien las pruebas, parece
lógiGO que el' Juez Superior ad LlZ~
a las razones de antes y eonGluva el
;-Isnnto con un nuevo sobreseimientu .
. Es verdad por otri.l pdrte que el auto
de ::;obre~eimiento profbrido en juicio
clflterior no produee pjeculoria en
Gua n to a I él cosa juzgada pi"n' el tielu·
po y por pi modu como e~tá cl)ncebido
el artículo 163~: d\-I C6digo Judicial
pero es lo cierto que muy f¡1lto de 1')gica
se anclaría h()~' si -.; ,-: trdlal a de
"pl'obur la::; injustas pl'd Ln::;ioI1e::i ud
i.tGusau,)1' Jt~ecllC\d,-lS antes y Pjcu. a pr )eios módicos. ~
~ Servicio dllll'no~' nocturno. ~
~ ~
~ ~.
~I;' ~~~~~mTh~~i!!ffi!!¡j~~~~~~.~~~~~~~~~~~ ~
~ ~~
~ ~ , Sefiores Suscriptores: ~
~ Cuando ustedes ca ro bien de re~i dent:ia. l'ogámosles informar ;:
a la Gel'en{'ia ele In Revista el nuevo Iugar- de permanencia, ~(,. \J ~
~ 1 ara tenor el placel' de envial'les con puntualidad, la citada ~~
~~ }{ vista. ,
~ Carrera N° ~~a' _Cuadra 4a .-Cilsa del señOl' Luis F. Perez. d
~ ~
~ ~.,~ ~ ~~~~~~~ ~ .~r:; ~.li~~~~~~~~~~~¡¡¡!!lliO'~~ ...
. ~ ¡il~
~ ~
~ EN LA F ARMACXA y DROGUERIA ~
~ ~ -~ ~~
~ INTERNACIONAL ~
~ ~
~ del DI'. J. ~1. Salazar & Cia., situadaen la e~qLlina -le la cnlle ~
~ lOa, carrera 4s, encontrará lTd : Jarabe Antitisico, Sal Hepá- ~.
~ tiea, Perla~ de Etel', Jal'Hbe y Vino de Helnoglobina, Cre111a i+
~ AZ0111is, Vernlífugo \7elúsquez del Valle, Jabón de Ro '.', ~
~ Tónico do vVintersmit, Yeso para Denti:-;tas, Ptldoras de ~
~ 1-1 óster, IJ ngüento Doan, AlInidón para plancha, Té y un sin ~
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~ so neutralizando el aliento en un ambiente gratallJente sen- ;
!!! ,., • 1 ~
~ SaCIOt1¡¡. ;;,~'
~ FA R/l CA¡VTO}?ES ~ ~ ~
~ Trociscos Z!Jrnole, ejercen influencia i11111ediata contra la ~
~ ronquera y otras afecciones producidas por el calnbio at- ~
~ n10~férico, neutraljzando el olor del licor y del tabaco. ~
~ ~
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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