Por:
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Fecha:
19/12/1897
:fBisemanario lDoIíticot 1Literario \2 lRoticioso
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A~o l.-SERa: 1V, } Bogota (R~WÚll"ICA n]( COLO~ll:IA), dOlllingo ] 9 de l>icicll1brc de 1897. {NÚUERO 83
":fJ3ogotá"
-HDIHEO'l'OH,
Eouaroo Espinosa lÓuzmán.
ADOlnilSTImnc; ,(.El. bate' y Qllllltero gne estaban eOl1n l1Hlas v que 1 t . I t
eral! las <)lIe Se' esperauan. 1~1I la cOI;c i en- no s~ )~ml °ds lamDP.oeot Sl . aS
d
aleo11 a por
. 1 dI' . UllanlJl11( a e trec OrlO e os nueye'
Ola ( e to o e mundo esta que cl fllnda- . t el fi 1 '
dor v jefe natural v legítimo ele la oposi- por es?, y l~;ell ras se . e, n.e por comp e-
·ó . . 1 ~ 1 G 1 V'l to la sltuaclOn ele los 11lstoncos y conoce- Cl n consen'ac ora es e Tenera () ez .,
t I el del' mos la autOridad a que obedecen, les ela-
;u ,01' "er( al e,ro e ese programa e re- remos nTl nombre que les cuadra muy
lormas que uege., con el nombre de Bases, bl·eI1'. l ',1 1 ~1' P
l
· , d . o s aceJ a os. .1\ AR'l'lN AZ . sa LO remoza o y pulIdo de los t.alleres del
doctor Carlos Martínez Siha Si ese programa
es la bandera de) historismo, y si
el General V élez es digno de l a confianlla
ele sus copartidarios y diseípulos, ¿porqué
se le niega el primer puesto, posponiéndolo
á otro General que elebe su posición
política ¡'l la casualidad y cuya firma 110
ha sancionado las Bases de reforma!
SITUACION
La carta del General Reyes (Iue circuló
profusamente el sábado ví spera ele eleccione~
como dijimos, produjo el cfecto de ciertos reáctivos
químic0s que hace·n separar los simples.
El reyismo y el hi stor ismo, que andaban res
vueltos y confundidos y militando bajo unamismas
toldas, acaban de separarse violenta-
En carta dirigida por los históricos mente con la interpo"ición de la famosa carta.
de Bogot,í al General V é lez el ,Ha ele su El Comité histórico eJ1\·ió una comisión al Ge-salida
para Antioquia le decían que el no ne ral R eyes á fin de <}ue retractara su carta Ó
hauerlo lanzado candida.to se debía á in- renunciara su candidatura. y habiéndose dene-convenientes
del momento y ú la oposición aado el General á ambas cosas, el martes resol-que
(' 1 mismo General 1:;0 habría hecho. ~i<Í el Comité lan za r las candidaturasde1.General
Los ill(;()Il\·enientes desaparecreron con el Marceli a no Yéle z para Presidente y del General
General Reyes, y la experiencia de 1891 Quintero para Vicepresidente, por lo cual fue
vivamente aplaudido por muchos de sus par-llOS
enseiia que D. )Iarceliano no se hace ciales), sin embarcro al elía siguiente tuvo ¡í
oposición, ¿ porqué no lo lanzaron ¡ Este bi e n ' inv e rtir los tÓrmino s y lal~za r al país un
enigma St'¡Jo 1I0S 10 puede explicar satisfac- l\lanifiesto proclamando al General <.Juintero
torial1lPl)tl' 1 J. Francisco Groot, porque para Presid ente)' al Ceneral Vélez para Vi·
sin dUoIa alguna fue él quien hizo que re- cepresidente.
linchara ¡\ tiempo el caballo ele su caneh- Este hecho arroja vivÍsimo bre el
1 t I)asado del debate electoral. A la verdad, I1UI1- la o. ca creímos quc la ingratitud) el descaro (por no
Por úl1 imo, y para. colmo de inconse- I decir más que eso) llegaran á tal extremo. Ah I
cuencias y locuras, esa oposición, que ha I señores históricos, conque era cierto qUe el Ge-tomado
para sí el nombre del partido neral Reyes no era en manOs ele ustedes sino el
conservador y la defensa de la idea cris- puiial ó la pistola, ó mejor dicho, el ~arrote con
tiana contra"Ia impiedad radical, estampa que habían ele destrozar al señor Caro y de
en el ültimo número de El Combate estas hacer añ ico s la Constitución , garrote .que se en·
textuales frases: contró demasiado frágil y por débil se des·
" Por el doctor Samper podrían votar
honrosamente los conservadores, de la
echa I Ah, seiiores conservadores, qué se han
hecho la s ovaciones, lo s sahumerios, las alabanzas
y las loas al gran caudillo? conque todo
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
"rfjOGOTA»-Diciem_bre .19 de .1897
ha quedado borrado y como si no fuera por
una simple carta? Ah, señores conservadores, no
se sabe qué tan lústóricos seréis; lo que es evidente
es que para farsantes y arlequines no te·
néis precio y os podrían contratar para la próxima
temporada teatral con esperanzas de muy
buen éxito para el empresario.
y la cosa no tenía remedio: desde la junta
d~ notables en casa del General Uribe el desen·
lace ele la comedia era ratal bajo el punto de vista
artístico.
N ada puede tildarse a l desen lace im previsto
y lógico. Desde que cntrélron los gatitos velistas
en la ratonera, ya se podía imaginar que
ellos se alzarían contra el queso aun cuando
entraran restregándose cariñosamente contra
los notables del rerismo, que á la verdad eran
quienes habían llevado hasta entonces todo el
peso y la gloria de la labor eleccionaria. Pero eso
fue el se~undo acto; para el tercero había de
venir el gatito montes, el gran patriota, el hombre
generoso, desinteresado, que huye de los
honores y del mando, como los gatos del agua,
á exhibir á la capital su interesante figura, á
recibir atenciones de la parte ClIltade la sociedad
á preparar su candidatura Presielencial con muchísima
modestia y con Illuchísimo patriotismo,
como que él .,e conoce y sabe que sólo él
y tan seílo él, podrá salvar el afortunado suelo
que lo vio nacer y el principio republicano.
\' así sucedió hasta el final del tercer acto;
pero ya al cOI1le'nzar el CUarh), la decoración
cambió bruscamente, gracias al trab;:¡jc) ek llllll1/f(
r;·lIo l/(rriolla/¡"sta, y pasó al segundo puesto el
flombre de la lIIolllaiicl por no contar con la simpatía
de! Cauca y por haber perdido la que,
sin conocerlo bien, le profesaba el partido liberal_
.
Perdida fue la famosa reintecrración del
General \'(~l ez y sus abrazos,)' lach~mpaña y I-a
caspiroleta ~)ara ofrecer toelo eso á quién? Al
General Reyes? Quizá no, señor! para ofrendársela
á sí mismo con toda la modestia y desprendimiento
que lo caracterizan, y sin cmbargo
quedarse á la postre sólo con la raspadura .....
Para pocl(>r aspirar á la Presidenci8 y producir
el deseado desenlace fue para lo que el
General \ 'élez publicó. seguramente, la carta
que el General Reye's había fiado á su discreción
y lealtad, y sin cmlnrgo no es ~I quien recoge
el fruto de su infidt'ncia ... . . .
Para abrir campo á sus e~peranzas debió ser
p~ra I~ que el General Vélez se opuso á:la C0111-
b1l1aClOn Sanclemente-Reyes, que era el triunfo
del hombre de Enciso y acababa con todas las
ilu~iones del de Garrapata; y el campo se ha
ab:erto, pero no p;:¡ra éste, sino para el luchador
de la Humareda!
y el Comité histórico que, con las cancli·
daturas Quintero Calderón y Vélez, ha creído
dar al pseudo-conservatismo expirante una ti·
san.a saludable, lo que le ha preparado es un
tósIgo que no lo prt'pararía mejor Lucifer en
persona si á él se lo hubieran encomendado.
l\Iientras e! C071scrl1aÚsmo se dio el lujo dc
tener por Jefe un caudillo prestigioso, atracti·
V? y valiente, á quien el país debe servicios indIsputables,
pudo ofrecer algún peligro, pero
hoy no da cuidado ninguno, pues el General
Quintero es amigo de la p3Z, y las bravatas de
gt~erra, }a~ amenazas y las valentonadas que han
calcio ultlmamente de boca del General Vélez,
h~bieran encerrado algo muy serio, formal y
dIgno de atención si ellas hubieran salido de
la del General Reyes, hombre que con la espada
en la mano, es un huracán que ;:¡rrolla
cuanto en.cuentra á su paso. Pero desde que las
ha profendo el General Vélez, jamás, jamás,des.
de los más rcmotos tiempos ele la República,
la paz pública ha estado mejor asegurada!
Nunca I~ derrota ha estado mejor encarnada,
que en el tlustre General y actual candidato Vicepresidencial:
la derrota en todos los campos
donde se esparce y trabaja, y lucha la actividad
humanal La derrota científica la derrota literaria,
la derrota comercial,la derrota rad()
tlll, l,l Diario O¡il'inl de 28 de .Julio de lHH..J,
pul']iceí \lila l'x'cit:lt'i¡'11 qur el t:'enado dirigía ¡i
Ifts Llp;islatllras de 1"., E~t:tdos ton el objeto de
([1l1" ~oli,·itar:tll di,·hn !""forllla (1).
,J uzga ud" drsa¡m:,.iollnda mellte la CCllIstitu.·
eieín e]¡o 188B, IHlS parc("l> '111(> 110 ~Oll ll111chas
:le¡ uellas de sus preseripciones que requieren in·
Illl'diata rectificacióll. Enllliendas sucesivas que
marcharan :í pat' de la ~I'adllal paciticaeicín de
lo" :íllilltOS, podrían eonelucÍmos fl la deseada
COllcordia en lo fundamental ele las instituciones
\:1), ya ,¡ue en nuestra patria quedó cortatlr.
de raíz toda ;1¡;llII':H:ión pvsible tÍ un cambio sustancial
en la fonu ;\ dl~ GohicJ'lIo (3).
(r) Prueba de que era general, aun entre los liberales
el clamor por que la hubiera. (Nota de X).
(2) El glOriOSO Nacionalismo, en tre cuyos prohombres
han descollado, muy por lo alto, N úñez y Caro, con fe y
patnotlsmo, tampoco cree que á la Constitución de 86 expedida
cuando acababan de oírse los últimos dispar~s de
una revolUCión formloable y apenas se había domeñado nó
ahogado, la hidra revolucionaria, no puedan introducír~ela
convenIentes refcJflnas de retrogradación, como etapas, no
de abOICaCI?n, ~1l10 de marcha de avance. (N. de X).
. .. (3) lJ e ahl las op1l11Ones del homLre de bien y recto
JlIlClO que el parlido liberal ha proclamado como candidato
para la Presidencia de la República in jartiblls, como el
mIsmo candIdato lo ha escnto. A no ser in jartibus, no hu.
bleran, de seguro, lanzado su candidatura, pues muchos liberales
lo hub~eran conSiderarlo como demasiado godo y
/lltramol/tal/v, a reserva de calificarlo, después, de hereje.
"¡ Ponerle las peras á cuarto á ciertos individuos! .... ¡Esa
es mucha pretensión! .... j Es un tirano! " .... Eso se di.
ría de él si llegara algún dí~ á ocupar el solio presidencial
y no fuera Simplemente canclldato sin probabilidarles rle ser
electo.
Toda aspiración es posible, sin duda, y aUIl natural,
pero creemos, como el doctor Samper, que es irrealizable en
Colombia el anhelo de un cambio fundamental en las instituciones,
~ue se traduzca e~ m~yor prosperidad ¡Jara el país.
Subslst;n la asplraclon a un cambiO sust3nclal yaun
mechos paclficos de reahzarlo, que lo 50n las ~Iecciones,
cuyos resulta¿os bien p~leden ser! en ocasiones, la expresión
de la~ mayonas, .pero no, en .,:eaildad, lo que más convenga
,ti ]JatS, porqu ~ la ',nstrucclnn cilfundlda generalmente es
Il1cj¡spensable a la practica de las libertades constitucionales.
AII í donde los poderes emanan de las elecciones, es preciso
que los electores lengan bastantes I"ces para elegir bien sus
re[lresentantes; SI no, está el país mal gobernarlo, cae de
falta en falta y marcha á su ruina. (E~I\L1n DE LAVF.LEYE,
miem bro del Instituto ele Derecho Internacional en Bélgica,
Correspomal rlel Instituto de FranCia, J efe del partido libe.
ral belga, etc. etc.)
Lo que nos pierde, extraviando el criterio de los más
es la exageración en teorías políticas. fu medio virtllS. ' < Quién negará que para, legislar bien sea preciso,
apartandose un poco de teonas, tener en cuenta el PAís
para el cual s~ legisla; hoy más que nunca, cuando reinan
opuestas comentes rle ideas que agitan el munrlo, la ÉPOCA
en que se Vive, y, dacias esas circunstancias, los MEDros
más adecuados que deban emplearse en pos de perfeccio.
namiento? (N. de X).
La Constitución vigente trata extemamente
de los derechos eiviles y garantías sociales.
Cuanto las Constitueioncs anteriores habían reconocido
á este respecto, queda consagrado en
dicllO título, con las excepeiollrs que en seguida
anotamos.
La libcrtad dc la prensa dejó de ser i['rcspon~
able, Punto cs este en que pueden eliferir los
p:utidos sin peligro para Ins libcrtftdes públic:as,
lo mismo que el de que los abusos se sometan, ó
nó, al juicio por .Jurados. Lo especial es que no
haya censura previa, .Y que la responsabilidad la
declare el Poder Judicial (4).
Del derecho de asoeiftcilín rcconocido cn cl
artículo 47 , quedan excluíelas las Juntas políticas
populares dc carácter perllJanelltc. S i el tiro
ya elirigido contra asociaciones tales como las
democrríticas de 1850, muy bien que dé en el
blalleo ; pero si se pennitc al Gobiemo impedir
que se;> organice y funcione el partido de oposición,
perder.l con ello la estabilidad ele la paz lo
quc gauaní. el cesarismo l5).
POI' el artícu lo 48 ccsó para las cntidades
seceionale>s, -" para los individuo!', el derecho de
introdul:ir, fahl'i(;al' cí poscer armas ele gUI' IT:l.
Solm' cste punto hemos Pllliticlo ya ton frallquez,~
nuestra opini6n en otro e¡;nito, bien persuadIdos
de que, al aceptar esta ]Jrol!ibici61l, illcurrilllOs
CII el d(>~agrado de todos aquellos de
nUl'st!""" e'olleiudn(LIllOf< qUl' (TCl'1I que el pueblo
c;eIJp I'sta r al'lll:ldll llftra dl'l'ribar las c1ictadurlls.
..........
A pcsar d('·los defectos , CIt>l'lIlOS tí la ol'o<1uizacicín del
Banco Xaeional, \ ia dl'1 al'tíell~ :208 1>obre
cl'óelitos extraonli'I,IH I'ios. Lo dCIII¡í" se' puede
aplalar para ('~tudl:Hlo \ lesolH'rlo cuando los
partidos I'stén equitati\·a'lIlentl' rl']Jn"C'lItados P:I
el C01l61'e~o, etc. (i)
. .. .. . ... ,-
SI hnl;¡Ó",elllo" fogradu elescribir ficlll1cllte
105 orígenes de la. vida política dc nuestl':lS repúblicas,
confialllos en que habni d(~ reconoccrse
l[ lle la grall d!fi~ultad con que ellas han tropezado,
ha conSIstIdo en el restablecillliento de la
autoridad, después de sacudida la de la Metrópoli.
En todas las épocas de la historia se puede
ver que el germcn Jel ccsarismo estiÍ f'n la anarquía.
Los dos imperios :i quc Francia se ha visto
sO~Ilf'tiela en ('1 presente siglo, 110 han t('nido otro
ongcll.
La sociedad, ]lor instinto de C¡III;.el'vaeión,
¡;e echa en brazos de quien le prometa secrul'idad
por medio ele I~ autoridad. Por cOllsigu i~nte, es
por el I'cspeto a la ley por donde debe empczar
la. tml1sfOrllla?i~ín del orden e ·l lluesÍl'a" Hepúbll~
as, por VICIado que se eneuentrc>. La paz,
mejor que la guel'1'a, previene 6 e. que Il':lbían lnfLddo. 11 ) !-';ólo para
el poco ade];¡lto en materias de IC"611je, si1 ' ) en ~~nera l
nara retard,lr la difusión de tod o,; lo; c)n :Imlentr>; hu manos:
1.' Que no d ebió el e ser 111 Iy C ¡Jt 1 1.1 .::~'lt~ ,!ue ",rpó
d~.·
dicándole su obra en los térmínos siguientes:
" ¿ A quién rnejor que á vos, qu e rido a lr¡ igo, cuyos
patrióticos esfl1erzQS por l:l in strucción ,le la juventud, son
de una I\Qt o riedad tan indudable, po'lr.! yo de. licar este
tra,b~io literario? ¿ A qui é n ,iltQ al que en [Ud" tiempos se
ha distinguido por su arnor al estudiO d~ la:; hu~a nidade3,
dando relevantes pruebas del fruto cosechado en ellas, habré
de orrecer COI\ más satisfacción mi primer ensayo en
este ranl O tan difi cil como provec h oso? A \'OS, q ue nO ocu,
pando puesto público alguno ni siendo d" los IJoderosos ele
nuestra sociedad, rec ibiréi s, no como el parto de la ]¡sonja,
sino como la expresión de la amista,l más pura y de la
m ás mer~cida justic ia, la dedic In15 vcht.!m~nte y
c.:rten que]) Jual Fr,IIIC'sC) O ·tiz, quicn p;:¡r entonces
surgí.l t.lInbién con v(Jcació n m:lIl1fiesta al terreno de perio:
listl y escritor satírico. D. Juan Francisc" d.lba q lincenal
ó semanalmenle El Tio Sall!"r.~o, pu!Jlic.lciún de dlm~nsion"
s pequeñas, en forma de cl!.lderno, en la cual emitía
j uicios sobre los hombre; púb:icOl, y COa aires d,; ligereza y
de g r acej o pretendía aplicar el cs·calpe' o moral á la sociedad.
],'IS artículo, de Jl/al/ehtJ Blallco s Jbre el papel de la
mujer en la socie, l.1d, considerán lola en sus diferente; esta·
d os, y en los q lle trataba de e ngr
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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Prensa