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El Cachaco de Bogotá - N. 15

Por: | Fecha: 25/08/1833

LCAC Qui non libere veritatem pronunciat, prtJditor est o r5. 0 ] DOMINGO 25 DE AGOSTO DE I833. OTRO DIALOGO NTRE EL cACHACO 1 DO'N FULJEi'(C lO EL 1\ELUIONAato DE 1 S3o Cachaco-- Hola, l10la, Don Fuljencio ! venga acá, digame, ¿como es que U. no se fué con Sardá á a·atar de defender la relijion, i a los reverendos pa­res de S. A.? Don Fuljencio- ¡Chito, niño! Yo no quiero ir­e á mortificar á la caree!; i asi, hagame el gusto e no gritar tan descompasadamenle. Ya ve U. que o no soi de los <.le Sardá, sino un hombre que .... Cachaco~- Si: ¡hola! ¿con que no se acuerda de lo que me dijo ~hora dos meses? ( t ) Pues yo ecuerdo muí bien, e s~ber, siu duda •lguna, todos los antecedentes e la conspiracion de la nocl1e del 23 de Julio. D. Fuljencio-Déjeme, niño. Yo no sé nada de sa descahellada revoluciou; ni soi yo l10mbre tan víl bajo que me pue(ln juntar con c.:u·niccros como los riilos i Amayas, ni con presidarios como Gracia, Es­andon i otros semejan Les. U. sabe que tengo mi opi­ion, Jlero yo no me degradaré hasta el cstrcmo de oner á mi pohre patria en manos de facinerosos. Pero, a) a ! nca .cutre nos, solo el que carecía de ojos pod1·ia o 1Jaber 'Jslo los elcmentos de la revoludon de ]a noche ('1 23: unicamente Uds estahan ciegos para no palpar ue teníamos aiuntes atrevidos, i medios 1Jaslantes e 1·eunir parti(lo. ¿No decia U. que Sarda no gra 3paz de meterse de hoz i de r.oz en una rcvolucion ? .ero dceia U.? ... Vaya, vaya!! Son Uds todavía mi hoqui-ruhios: están penstfndo c¡uc con proclamas, papelitos, i Q_lras mil nilíerias nos convencen i arre­lan el pnis. Si Uds. siguen asi, los engañaréwos una otra vez. Esté U. s<>gnro de ello. Cachaco-- Repare U. Don Fuljcncio que se con­radicc á cada palabra Asegura U. que no sC' ha mez­lado en la conspiracion dc\l 23, que se degradaria de untarse con los Grillos, 1\lausos i Gracias, i en segui­a hahla U. como si fuese uno de ellos, i se alegra­e de la ajit.acion }lúbliea, i ele los trastornos que el rustr;Hlo suceso del 23 ha debido producir. Don Fuljencr.o-- ¡ Válg;m1e el cielo <:on las eri­cndederas de U. ! Seguramente yo no me he cspli­aJo, pues, ¿ como 1~ahria yo de ser tan tonto que ~e cont ·adijcra? No señor: lo único que be queri­o dar-le 3 entender es, que yo tenia razon cuando ( 1 ) Reczterdese el diqlogo que ¡~ubJ¿camQS ell u estro numero 3, o l~ decia todas aquellas cosas, que U. tuvo la poca de­ltea~ e~a de puhlicar en ese su incendiario papel, (rtie el sabto Pensador granadino ha llamado Patojo con · tanta gracia, Cachaco- Dejemos a un lado al pobré i cohar· de. P~nsador,. Señor Don Fuljencio; que no merece pájaro tan cluco que en él perdamos los momentos. ~onfiésole á U. que sabia todas las cosas que, me di­JO, manejaban los rclijionarios para hacernos un se gundo Santuario; pero, mi amigo, U. no podra ne .. garmc, que les lla salido la empresa del mismo modo que le pronostiqué en Junio. Don Fuljencio- ¿ I qué adelantan U(ls. con te­ner .setenta hombres cojidos i encnrcelados? Los con­}~~. sllbles q~edan siempre a nuestra disposicion: la re- . Jr.pon ultraJada no deja de ser nuestra arma favorita: los padres descontentos confiesan i predican co o (le costumbre: los borrados son i sedm constpnteme:a~ enemigos del gobierno: el rcparlimiento de resgaaa•. ~os d~ indijen·ts nos continuará sir ienclo para gana~ a los mtere adosen qu no se r partan: los empleados sus_rensos, los censurados, i los que sirven al c1uc en ce, son fáciles de atraer i conr1uistar: el pretendiente que nada consigue, el acreedor á (¡uien n pagan, i el deudor a quien cobran por cuenta del estatli) son hieu susceptibles tle embarcarse en u plan de ~ras­tornos: los que gastan mas de lo que tienen, i Jo$ tu .. uautes i vagamunllos que quieren vi vil· sin sueldo ni fi • • 1 O lCIO, Dl prof. , .. Cochaco- ¡ Calle, calle, Don Fuljeneio! Segun sus cuentas no hai gobierno que pueda contar con es~ tahilidad ni repG)sO. U. se engolfa alla en unos espa~ cios, donde su imajinacion se flelcita á su placer. Don Fuljencio · Niño, U. i sus compañeros no escarmientan. El otro dia le dije que el plan era el de levantar guerralas contra el gobieJno, i U ha visN lo que asi lo han querido hacer: le hablé á U. de Serna, i Serna anda huyendo de ser aprehendido: le dije que los vencedores del Santuario estarían pron­t~ s con sus armas, i U ha sido testigo de que se rin­dtet ·on cerca de Sogamoso; i por último, le aseguré que Sard.:i seria el jeneral en jefe, i U. mismo, por sus propios é incrédulos ojos, lo ha palpado. Todo es­to lo publicaron por la imprenta, í todos Uds. se bur .. laron de mi, hicieron el aparato de poner candeladas en Monserrate, metieron en la carcel á dos pobres~ majaderos, i hasta ahora ni su gobierno, ni U. saben si son delincuentes o no. Uds. son mui. . . . . Dios me lo perdone. Cachaco.--Tiene U. sobrada razon en cuanto di{Je1 &eiio~ Don Fuljencio., . ~osotros tene~Qs. ley_es Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 58 EL.CACHACO D~ BOGOTA: i autoridades que respetar i obedecer, i Uds. nada tienen, nada respetan. Entre Uds. i nosotros hai enormes desventajas,i combatimos con armas desigua!t-s; pero nuestt·a fortuna es que Uds. son cuatro gntos mientras que nosotros contamos en nuestras filas millares de hombres íntegros, pactficos, intrépidos i amantes de la patria. Aun cuando intentáran Uds. cien veces i ott"aS ciento derrocar el gobierno consti­tucional, cien veces i otras ciento encontrarían Uds. la misma oposicion i resistencia, que han encontrado abora los t•evolucionarios del 23 de julio. 1 sobre todo, amigo Don Fuljencio, ya nos hemos desenga­ñado de que no es posible ganar á Uds. con amnistías ni perdones, ni con una jenerosidad i tolerancia inimitables: ya sabemos que Uds. no se reconcilian jamás con nuestras institucionei, ni con los que han sido liberales: ya sabemos que nos es forzoso, i efec­tivamente hemos echado, desde la noche de 23 de julio para en adelante, una linea dtvisoria entre Uds. i nosotros. Don Fuljencio .-- ¡ Pu ! Pu! Pu! j Qué niño éste ! ! La 'Verdadera diferencia que hai entre Uds. los libe­rales, i nosotros los serviles es ésta: Uds. charlan, grita}}, escriben, i meten mas hulla que una periquitera, i nosotros obramos. Car.haco. -·-Obren Uds. enhorahnena, que el 'desengaño que l1an tenido les indica hicn oí las claras lo que se les aguarda. Yo le dije á U. ahora dos meses, que en este tiempo no se amarraban Jos perros con longaniza, i U. lo ha palpado con sus propios ojos: le dije que teniamos valerosos militares sos lene­dore de léts leyes, i U. es testigo de su conducta: le anuncié que el pueblo de la capital, que habia dado repetidas prueb s de amor al gobierno, no desmentiria tan elevado conCe})tO, i U. debe haber sabido de que modo se han portado los patriotas que componen la guardi naciona~, i le l1ahrán referido tmnbien el entusiasmo del considerable mímcro de cachacos que vive en Bogotá: l sostuye que los sencillos habitantes (le lai orillas del Funza se hn desengañado de su error, i U. debe haber oído hablar de la ener:jia con que Facatativá se ha conducido en sostenimiento del gobierno, i que solo veinte lwmbres de I•outivon :5Íguieron al faccioso maya; i últimamente le aseguré, <1ue los cuatro tunantes hambrientos, á quienes estaba haciendo falta el sueldecito, no valian un bledo, i U. no puede ignorar la cobardía é infamia con que se han rendido i escondido los defensores de la relijion de Sartlá. U. pues, l1a v-isto cumplidos mis pronosticas, i puede libremente averiguar cual ha siJo el compor­tamiento de Tunja, Duitama, Santarosa, Sogamoso, Paipa, UbatéJ Susa, Simijaca, Chiquinquira, Tenjo, Chocontá, Zipáquirá i otros muchos pu.ehlos de que no bago mene ion por no atolondrar á U. Pero por fin i postre, le recordaré lo que le dije al10ra dos meses de los tl'einta i nueve del año de 1 g, de la suerte del va­liente coronel Infante, de la de FerreiraJ i .... i no le digo mas, sino que arrieros ~omos i andando vamos. Don Fulfencio. ¿Qué me quiere U. decir con eso? ¿que matarán á los presos 1 ¿ que me matarán á mi? Niño, no sea majadero; Uds. no matan á nadie. Despues de toda !a bulla que ha1~ armado, eso~ pobres hombres se irán á ~us cásas amonestados para que no vuelvan á hacer otra. Si yo no viera die:t o doce tomos de leyes á que Udi, estan sujetos, temería realmente por la suerte de ellos; l)Cl'o las leyes sirven para embrollal', i de aquí a tres meses todos Uds. estan compasivos i misericordiosos; i luego un juez Je primera instancia, 1 dcspues un tribunal de justicia, i los abogados defensores, i los empeños, i las lagrimas, i el Doctor Marga11o, i los canónigos . ....... ¡ Pu!! Ya vera U. en lo que viene a parar este mons pariuriebat. Los treinta i nueve ele antaño murieron, porque enton~es estabamos siu Dios, sin reí, i sin lei ; pero los de ogaño ... Cachaco.- No me diga U. mas. Si el resultado de todo fuera desgraciadamente lo que U. anuncia, adios patria, leyes, libertad ! adios sangre t erramatla por la causa de los principios du1·ante veii~te i tres años! adios paz, dicha i honor granadino! ¡Cielos! ¿qué ~eria de esta tierra si simejnnlc cosa Stl.cediera 1 No: no quiero ni imajinarla. Los días {le Ha1·at j Robespierre serian apenas nna sombra de lo que se nos esperaba. Adios, adios Don Fuljencio: estoi so­focado, colérico; ui aun pueJo lwhlat·. A dios. SEGURIDAD DE IJA CAPITAL. Como ciudadanos amanlcs de la patria i del gobierno actu<.tl, i como comprometidos en la catts:l de la libertad, nos atre·vemos :i decir algo acerca de la vital importancia de tomar medidns que asc>gurcn la c:tpital del estado, donde residen lus supremás auto­ridades de la republica, donde existe un gran parque, donde están la tesOI't"ria jenct·al, la casa de motleda, i otros muchas ofidnas de hacienda que recaudan sumas considerables de dinero. Estamos persuaclidos, de que las autoridades couoccn suficientemente hasta donde llega la ncce::.idad de })Oller :s· tmpre ti cubierto, de gol¡les como el de la uocl1e del 23 de J u}jo, á la primera ciudad de la rcptíhlica, por la lerl'ible in­fluencia i resultados gr¿n isimos que podrian scguil'se de un tt•astol·no. lJa guarnicion debe ser, en nuestro lmmilde concepto, de un pié consideral)le de fuerza, i en ella se dehen tener jefes i oficiales de la m a) Ol' confianza, tales coruo el activo patriota jeneral Ili­lario LopeL, actualmente jefe milit:-~r, el jef~ del Estado mayor, el comandante del B<.au,dlon 1. 0 coronel Manuel Gonzales, el de anilleria teuiente coronel Joaquin Acosta, el mayor de la I)laza, el comanclaute de la guardia nacional, i otros varios que d }JLíblico conoce por patriotas verdaderos, i por oficiales in tré­pidos i l1onrados. Jamas dcbicrnn dejarse en 1.1 ciudad á los sat'jentos i soldados licenciados, que :J:o tengan oficio de que vi, ir, ni oficiales retirados ó iudef:nidos que anden vagando por las calles, esperan lo á que llegue uu perturbador a ofrecerles ascensos i saqueo. Los soldados de húsares debieran tenC!r caballos, i c.>stos hallarse siempre listos para hace•· cualquier servicio urjente. El jefe poli.tico debiera de continuo ,·ijilar sobre }Qs vagos de todas clases, para arrojarlos de la ciudad, pues aunque es verdad que tenemos la des­gracia de que no exista una buena lci de policia de. segUiidad, bastante se haria si se cumpliese con reli­jiosidad la que hai víjente. J....os bandos se publican solo para ser leidos., pues nos acordamos de que ahora ti~mpos publico uno el seuor gobernador, bastante Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CACHACO DE BOGOTA. 59 bien calculado para saber que clase de jente vivia en la ciudad, i quienes entraban o salian, i ''emos con rlolo1·, que los encargados de su ejecucion han des~ cuidado su cumplimiento. Los vecinos, en jeneral, quic- . ren que todo lo llélgan las autoridades, i de su parle oponen toda la fuerta de inercia posible para que ellas puedan llenar sus debeJ-'Cs. La enerjia i firmeza de earacter son cualidades indispensables en los ajentes de la administracion, i el que no las posee es tan :reprensible, como es reprensible el egoísmo i la indo­lencia de los ciudadanos. A Bogotá vienen siempre á reconcentt·arse todos los perdularios de otras provincias, i, por una fatalidad que pu(.lo habernos costado caro el 23 de julio, aquí estaban reunidos los que intentaron asesinarnos, i tras­tornar e] sistema. · En nombre de la patria, i por la seguridatl de todos, suplicamos no se miren con desprecio nuestras indicaciones. Ell<1s son hijaa del patriotismo, i dc..•l deseo (le evitar á la Nueva Granaúa cli<~s de llanto i de dcso-lacion. - COMPASION. No deja de hnbe1• quieu la pida en favor de 1oa conspiradores clel 23 de Julio, intcrcsauJo para ello la bondad natural dt> los corazones ltberles <¡ue tlelJian perecer al filo del puiíal ascendía á 9S; i despues de esto pen~ temos si merecen compasion los conspiradores. No: h:~sla Ja d<" perdones, de cpte tanto se ha abusado; es necesario poner freno á los alentados de los perturbadores con un .esc:~¡·miento ejemplar. Ya está visto: la dulzura i ]a clemencia no hacen otra cosa que volverlos insolentes; animarlos á comctel' crí­menes n i c1·ezr.an sin embarazo. No se tema el rest'ntimiento de los que tienen relaciones con los culpablesj él se ahoga•· i r.oo. el temor de la pena, i con el conocinaiento de las ,·en· tajas que resultan Je que reine el orden i se oLedez ... ca a las autoridades. A LOS PARISES. (Comunicado) Cansndos nos tie~en ya UU. con tanto l1ahla sobre la muerte, de su hermano i hacer inculpaciones a las autoridades i sus ajen les. Si UU. creen que su hermano ha sido 'ictima de un as{'sinato ¿porqué no persiguen aule los tribunales a los culpahles l Las le­) es están vijenles; niguna autoridad l-,ooo pesos, i no le hemos v islo cjeculnr, n¡ h. cel'lt> ninguu apre1 io; el Sr José Jgnacio no deja de dchc•r ens:on de cuartel, el t n 'en le coror el Antonio ~sli1 emple.,do en lt~ corte supel'Íor m:~rc'al, i al St·. Ramon no se le ha mulcst - Ues él raras Teces usaba de la espada. Acuérdense UU. de Florencio Orliz, que fué el qut> recibió las puñaladas en una de las asonadas que, en la epoca pasada de la reptiblica, eran tan frecuentes en esta capital . . . . . Pero dejemos esto, no se di~a que re­mo' emos las cenizas de los muertos. Fl púuli.co co­noeia a Mariano, le ha juzgado ya por sus pasados h«;cl10s, i por la conspiracion del 2:~ de jul•o le juz­gira, luego que se publiquen las declaraciones de los facciosos, seguu las cuales aparece, que era el con­jurado mas sediento de sangre i de vtnganzas. Nos aseguran UU. que Urdaneta dejo el manrlo por lo €mpeños de U U. ¡ Ha ! ¡Ha ! ¿ i cinco mil bayonetas que circundaban la capital al m<.ndo de los v UU. , i el tercero es mui cono-eido por su imparcia1idad i honradh- re ritas. LOS TIEMPOS. (Contbwacion.) Desde el año de 1827 hasta el de r83o todas las conspiracianes tuvie1•on por objeto, ya el cambio absoluto del gobierno, ya notables altera<'iones en él. En 1827 las instituciones populares no fueron bastan­te fuertes para resistir los atac1ues s sátelites d la tiranía, quieues nunca ere) ror , qne hubiese ciudadanos bas­t: mte esu ltos para '-\cometer en su mismo palacio, al Lo1 hrc cu.' o prcstijto i potlert sostenidos por innumc­¡ ·abl s bayonetas, parecía que Jwcian invulnerable. El $islema acontecimientos infaustos; i por últi. mo la lihf'rtad apareció tt·iunfaute, en medio tle los restos del despedaza~ n lascircnnstancias. La N u~,· a Granadíl derribo a sus :tiranos, sandiono (lna.oonstitucion, la planteo, i se pre­ntó ~~ mundo como un indi,iduo de la familia de las naciones. Desde entonces todas las couspit·aciones nada han podido contra ella, ni las que se ÍJ'aguaron ~n lo ~Lerior, ni las que fe•·m~utahan i estallaron en lo )interior. Hl nuehlo, amante de las leyes protecto­JiAI i de las instituciones liber'"es~ llt\ e~~ado si~mpre de parte de su gobierno, i los conspimdores no hat . hooho otra cosa, que darnos ocasion de IllOstrar un jenerosid~cl imprudentemente magnimi~a .• Los .cosas han s~gu1do el curso regn~r,. la se.gul'u.la.o . .. "· El "uno i medio por ciento á la univcrsitla.d del Cauca, en la cual se enseñan Cá-nones i teolojia. . . Al monnsterio de la Enseñan­za de esta capital. Al cura párroco de la Bue­na\ eutura. Para fomento de misiones de ind1jenas. Para la fiesta de Ntra. Sra. del Topo en la Catedrál de Bogotá. . . . . Al cura l'ector de la Catedral de Popayán. Para amo1'lizar la deuda re­conocida en favor de la renta decimal. Suma. 6oo. , Goo. ,, , 5.ooo. 11 Jt 5o:>> • . 662 .• , 7S.go4. 6 I['A ---- --- 88 . .346 6 1]2 Paga., pues, el. t<'soro publico ;~te añ.~! d~ gastos que ttenen relac10n con el serYlCIO rclljtoso, ochenta i ocho mil trescientos cuarenta i seis pesos seis reales i medio. Que respondan á estf) los pér!idos. calumniadores del gobierno granadino, del consreso, i de los patriotas. Imprenta de 'N. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Cachaco de Bogotá - N. 15

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El Cachaco de Bogotá - N. 28

Por: | Fecha: 20/10/1833

( 'E CAC AC E T • Qai non /il1e1'e veritatem pronuncia!, prtJditor est venlatu. N. 0 '28. J DOí\HNGO 20 DE OCTUBRE DE I833. [UN REAL. Se publicará esto periódico lollos los domingos á las diez de la mai\ana, i se vcndcra en la tonio Vdez, en la pt·imcra c:~lle del comercio, donde se admitirán suscriciones por trimestres al precio de diez reales. PROCLAMA DEL PRESIDENTE DEL ESTADO DE LA NUEVA GRANADA. A LOS GRANADINOS. Conci11dadanos: I.oi se ha ejecutado un acto sensible, pero de rigurosa justieia Diez i siete de los conspi- "'radores del 23 de julio han satisfecho con sus vidas la vindicta pública. Los tribunales hau aplicado la lci que los condenaba, i la lei ha debido complirse. Si es postble que ha) a quien me haga cargo, por ha­ber sahado la vida á veintiocho de los condenados á pena capital, que se coloque en lugar del gobierno, i reHexione si hahria sido capaz cle ver morir en los ~- patil.lulos á mayor ruimero de granadinos. Ved, mis queridos compatriota., la fidelidad con <¡ue cumplo las promesac; que mis deberes me exijic­ron al encargan e de la presidencia de la república. Os prometi, en la alocuciou de 8 de oetu1m~, que solo · mpl ar·ia la fuerza arm01da pat·a eontenc1· lo atentados COllll'a el ord COilslilueional, i que ocurrida : Jos tri lUnalt's para hacer castigar al qu iolase la lci : asi lo he ejecutado cmmdo desgt·aciadamente lmbo JlCrsorws que, de!jconocidas a la }H·oteccion legal úhlica es poderosa, de que hai espíritu liberal, actividad, ,·i,iilancia, i deseos de pól~ bajo los auspicios de las leyes. );a causo coustitucional ha salido triunfante oe entre las maquinaciones de ~tus enemigos. ¡Honor i sralitud al pueblo gl'anadino, á tlas ~utoridades ¡ al ejél'cito! Pcl'o, para (rue esle tl·iunfo sea mas s<ílitlo i duradero, es preciso que haya un inlcrtís comuu en cerrar las he•·idas que ha Yuelto a abrir ellamcntab e suceso de julio. ¿Hasta cuando trabajarémos en nue$­tra propia deshonra i destrucciou 7 Unámonos t()do$, n.is queiidos compatriotas, cualquiera que sea o haya sido la difel'encia de nuestras opiniones politioas; una­monos p•ra trahruchas se han acumulado para la con­dcnacion de los facciosos, i seria hasta ridículo poner en duela, que los e'ccnt.ado· el 16 del corriente han muerto comictos de su cr·minalidad. Mas de una ve2; hemos recalcado sobre la legalidad con que se ha se­guido esta ruidosa causa, i m<~s de una w~z hemos dicho que se han observado todas las fórmulas pro­tectoras, que se ·}Ja concedido la mas amplia libertad a los dcfcmsore~, hasta para hacer mcnll)aciones in­juriosas, i que se ha procedido con una lentitud tal,: que lla llegado a ser nociva á la cau¡a de los libres: Si escepluamos á los pocos descontentos i perturbailo~ res del órden, no habrá un solo ciudadano de la Nue­va Granada que dude ele la justicia é imparcialidad Jc los jueces, i que no se convenza, de que los eje­cutados el día 16 dehiéron desde tiempo atrás exptar en un patíbulo los muchos delitos de S suplico, que respeteis dad. Nos estremecemos cuando fijamos la conside•·a­las leyes i os unais para vuestra propia quietud. Yo cion, no en las· muertes de tantos ilustres ciudadanos, os lo ruego ardientemente: el gobierno os ahre sus pa- no en las lóg1·imas de millares de huérfanos, de ma­ternales brazos: él no quiere perseguir, no quiere que dt·es i de viudas, no en b sangre de tantos soldado• haya criminales, porque entonces la lei, que rs iue- valientes del ejército i tle la guat·tlia nacional, smó 1orahle, cocrá sohre sus cabezas. en la cousteruacion, en el espanto, en la del'astacion ¡Dios eJe bondad i de misericordia ! por los rué- i la deshonra de esta tierra infeliz, Al aleg•·arnos por ritos i pasiou de tu unijénito hijo, por la preciosísi- el tl·iuufo de las leyes, compadecemos a los ilusos que ma sangre que derramo por nosotros, haz que no ha- las olac<>ron, i rogamos al todo poderoso por su des· ya mas animosidades ni partidos, )Jaz que reine la canso i salTacion. paz en esta tierta. COMPARACIONES. Estos que aqui veis, l1ermanos mios, son nues- Dajo el sistema legal que felizmente e~iste, i tros hermanos, dignos de IJuesll'a compasion. Ellos por el (1ue tanlos ai'íos hemos combatido, béljn este han muerto arrepentidos de sus pas~dos crímenes, i benéfico sistema, de la lihre eleccion del pueblo i su de los que meditaban. Rog<~d por ellos á este divino verdadero hieubecl10r, las le) csse obser\•an, los acusatks Scño1', amad las leyes, rttspctad el gobierno l<·jitimo de conspirac~on encuentran ayuda i defeusorcs, i jne· que vosotros mismos os haheis dado, unios todos Jos ces íntegros é imparciales. 1~ajo el imperio ubso1uto que te neis diferentes opiniones, i abogad por paz, paz, del dictador, no h&~Lia otra lí!i que su sober·le cion hasta que se disponia de su suerte. couspiracion. ( •) Bajo el actual sistema no $C ponen en practie ("'") Dicen, que ww de les condrnados a presi­' dio diJo a un suJeto, que., despues de la ejecucion, entro a la caree!. {< Sefior, .ra se ha pronunciado sentencia sobre nosotros, i lo que digamos no pue­de aumentar nuestro castigo. Los que acaban de morir han muerto con justicia, i nosotros debíamos huher muerto igualmente: nuestros design«Js eran lwrrendos: el cielo no ha querido que los consu­memos por nuestro propio bien1 ' el de este pobre • 11 • • • . . p_a~s . ..., sino los medtos ahsolutamenle necesarios para el se guro arresto i prision de los conspiradores: en tiemp del dictador se insultaba i maltrJtaba, con ct·ueldade inauditas, a los que tu ·ict·on la. desgracia de caer e manos de sus venlugos. Rajo el sistema legal se respetan los ea 1w rrot. .' DEFENSORES. Escandalizados cslamos ciertamente desde que 1emos leiilo una represeutacion, en qnc algunos .de los •defensores de los reos han provocado al pt·estdentc t'cl eslatlo al ahicrlo quebrantamiento de la constitu· <.:ion . . cntimos ver entre el minwt•o de los que la lSCl'ibiC!"OI ;.( \arios amigos TIU SlJ'OS, <¡ue CSt\Ín Jl.a­: JnH'lOs po•· sn ta1<)nlo i p>~triotismo d s~r los guard:a­M's Jel co(ligo gr·anet' protlucido su justa repulsa. Sabemos que uno de ellos fi1·mó la repz·esenta­_ ion eu la creencia de que el ej~utivo no podia ac­cedcl' a ella, i que firmo solo_ P'~r un comprometi; miento: creemos que otro lo harm pot· complacer a la familia de su defendido; pero, de cualquiera ma­t1era que sea, sentimos que hayan dado. un paso tan falso, i c1ue tanto compromete Slt rcputac10n. UNA FELICIDAD PARA LA NUEVA GRANADA. El defensor del español José Sm·clá dijo en su alee1ato del.:mte del tribunal, que si se fusilaba el ex- 1en~t·al Sardá lile iria huyendo de una tierra donde no hahia ni justicia ni razon, i que renegaría de los prin­ «;!Ípios. Atqui Sardá no ha sido fu¡ilado, porque en· eucontro compasivos que le ayudasen á cscap::u·sej ergo el De, Urizani se queda en la ~U<'Ya Grannda i <'U la causa de los principios; ergo felicitas felicitatis pJ­ra l..t N teva Gram:da i el congreso. CAT EDRAS I CLA ES. El 18 del conientc se lwn aLierto todas L1s cla­ses de enseñanza ptihlica t•n los colejios i en la uni­versidad central, dcspues de cer.ca de tres meses de vacaciones. Solo el catedratico de los descontentos, rejeuta~tdo su clase C?·ntra el ~obiemo i el sistema rr, anadmo no ha temdo vacacwnes. ; Buena com-b ' ~ tancia! UNA GRAN VERDAD. llai hombres para qui~ncs todo debe set· indul­jencia micnh'ólS uo se trata de sus intereses, id est de sus pescuezos; pero <[ne~ cuando van en el barco, ~o­da precaucion les parece poca para asegurar su ex.xs-lcucia. (Del Constitucional del Cauca.) OTR1. :E:n I83o nos perdimos los liberales junto con la libertad por excesiva inchtljencia, i bastante debi­lidad: es menestet· proJJar al10ra, si uos pertlemos l)Ot' enerjia, firmeza i estricta justicia. EDUCACION PUBLICA. La conspiracion de 23 de ju.lio, que habria sido funesta p;1ra la patria si la vijLl:mcia. de nue!'t"OS ma­jistrados no hubiera impedido su completo dcsanollo, nos ha hecho deja·l' a un bdo bs importantes cues­tiones de qu nos hemos oc~tp>Hlo e~ nuestros nú~eros 2. o i 5. o. Ya quP, gracws al ciclo, vamos v1endo el término de este estado de ajitaci.ou i turhulcnci01, lolvemos a tom:~r el ltiw (le uucsll·os estractos i latlor;s ~lcben tener a la vista. Sin ciudadanos ilustrados l , -¡rtnos S no podrémos mantcnet' ~or largo .tiewp_o .la _forma de gol>icruo que ahora fdtzmonte? tsle; 1st deJamos ~uc la gran masa. de la JUVCntt~d ~tacwnal permanezca su¡mch en la ignorancia i el ~Latmu.e~llo: po<~rémos de_ ·de a} ora pronosticar, que el ~tstem~i1ra P.oco a poc? dejen mmlo en una ahon<>cihle ohgarqma. Bren conocafos s-on lodo, los elementos de ahJeccion que hemos Ireredado de nuestros promojenitores, bien conocidas son las preo­cnpa" Cionc políticas i relijiosas que se l1allan CSl>ar­cidas entre la gran masa de nuestro pueblo .. Fo~·z?so es, pues, qne contengamos .el mal en su P''"t.clp.w; pero que le apliquemos rad•calmentc el r~rnedw, uu. rcDAedi(} SC~YUro i c(icaz CIUe abrace a todos, J <{Ue pued:t ::; ' • .1 • 1 producit· e u ttna jeneracion. sola ese cambro ue ~~ ra~ i de principios, tan necesar10 para ~a pNmancucta ~ paz de la república, p(}r el que ansunno~, h.ace tanlos años, i por el c¡ne tantos erucntos s:tenhcws hemos ofrecitlo. Anles de ¡>asar a ocuparnos de la tercera cuestion, preciso es que recordemos, que. hemos. aboga~lo por uu sistema de educacion popular 1 republtcano~ 1 por con­siguiente distinto del que. ex!ste c~1 .la actual! liad. .No negamos nosotros que, baJO este ulLimo, la Jl~slt'ttCIO~l hace progresos · pero estos progresos no se est10nden a todo el pueblo: se hallan circunscritos a cierto número de personas privilejiadas, i por esto es que notam.os tanta discrepancia entre las diversas clases de la soci~­dad: alguna, tal vez ha llegado a llll grado clevadt. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. t 12 EL CACHACO DE BOGOTA: simo de ilustracion, mientras otra se encuentra al blo, sino porque los consideramos ~nútiles parn él; no propio tiP.mpo plagada de preocupaciones, sumida en porque ellos únicamente sirvan a los ricos, sino por la mas crasa ignorancia, i en los vicios mas torpes i que no sirven á persona alguna. ~rosf;lros; de modo que nuestro país presenta a los Debemos razonar sobre esta materia de la ma .. o.ios del estranJero la mezcla mas confusa de civiliza- nera misma con que suponemos Jo baria un padt·e cion i de harbárie. Necesitamos, pues, de una reforma ilustrado, que, con suficientes facultades, se 6Íenta á radical en la educaciun, i nosotros deseosos de con- considerar el mejor modo de educar á su hijo favo­tribuir a ella de algun modo, suplicamos a nuestros rito. ¿Poi' Yen tura investigará el que cosa sea mas lectores repasen los artículos in~ertos en los números propia l'ara el rango, la fortuua etc. del uiño 7 No: .2. o i 5. 0 antes de leer la siguiente cuestion. él investigará solamente el mod() de que su hijo em­ ¿ Qué clase de educacion es buena p11ta el pueblo? plee su tiempo con mas utilidad, i los estudios que Al examinar mas detalladamente la materia de mejor cultiven su entendimiento i desenvuelvan su ca­que nos ocupamos, esta es la primera pl'egunta que pacidad. El investigará cual es la situacion de la vida debe responderse. Sí se nos dice que el pueblo solo en que su l1ijo puede amoldar mejo-r sus disposicione• debe aprender a leer i escribir, un poco de aritmética, á la virtud i a la sabiduría. Entonces decide, como i otro poco de gramática, nosotros replicarémos, que debe siempre decidir toda república, al tratar de la no es esto lo que entendemos por educacion p1íblica, educacion de su~ l1ijos. i que, si esto es lo que I>Or tal se tiene, la educacion Cuando prop{>ncmos un sistema de edu~acion pública no es en nuestro cenceptp sino una solemne republicana para el· pueblo, proponemos, por tanto, patarata. Está mui bien que se tllame la atencion pú- que sea la mejor; u.o la mas brillante, ni la mas es­hlica acia ella, como una de Í:tas cosas á que debe travagantcmentc costosa, ni la mas de moda, &ino la atenderse. Pero hablar de un educacion que reje- mejor que la nacioo, en su sabidu1·ia, sed capaz de nera la nacion, hablar de ella omo de uno de los mas inventar. No queremos que se nos diga que sera in1~ importantes negocios de la tie ra, decir á la jeneracion perfecto este sistema, porque Jo son todas las cosas presente que, si es cierto ~e ama la libertad i dicha lmmauas; pero si es tau cientifico, tan sabio i tan rt.ase que, en lo que precede, no en terciopelo pertcuezcau sol1.1 á los ricos i priviJe- hemos hablado de una cducacion profestonal, sino jiados, sino porque nosolros creemos todo esto imiti solo de aal'a persona alguna. 1 cualquiet·a vrofcsion. Nadie ignora que un injeniero Nosotros, pues, no investigamos Jo que sea has- dehe saber mas matemáticas, i un médicoruas fisiolo­lante bueno para el pueblo, sino lo que sea bastante jia, que los que no se dedican á estas profesiones; pero bueno para seres racionalP.s. ¿Que es lo que hace al cierto gr~Hlo de conocimientos en bs :.t·Les i ciencias l10mbre mejo1·, mas sabio, ciudadauo mas ilustmdo, i en jeneral, forma el caractcr i cualid~u.lcs de todo miembro mas útil de la sociedad? Si se nos pregunta, · · hónlbre· c01·tés i. bien educado. si proponemos las matcruáticns, la astronomía, la his~ ( Lontinuanl.) toria, Jas lenguas modernas, la quimica, la fisio.lojia, ARISTOCRACIA PERJUOJCL\L. la anatomia com1>arativa, el dibujo, i la música como Se nos ha inform<\_do de que á los oficiales que ramos que deben cnsclí.ai'SC a todo niño en toda la piden sus lcu·as ele retiro, se les csttctuleu e tas en t.•stcncion de la república, replicarémo que, si alguno papel flurete, i que para los solda los, <¡uc se lwllan ó muchos de estos ramos son esencialmente útiles á en el mismo caso, se har uso de p;lf el comun. Bien J'res intelijentas, si ellos contrihuyeu al cultivo mental sabido es, que Jos soldados llevélu sicttJ¡we con::.igo u i á la per feccion moral, i si ellos uo ocupan el ticm- Iicenda 0 sus lctréls de retit'o, i que e~ las cst~m mas po ({UC puede cons1grarse
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El Cachaco de Bogotá - N. 28

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El Cachaco de Bogotá - N. 29

Por: | Fecha: 24/10/1833

• libe1'e ven'tatem pronano/at, JUEVES 24 DE OCTU.BRE DE 1.833. Se publicara este periódico t;dos los dom.ingos a las diez de la manaaa, i se ~endera. en tonio Velez, en la p,dmcra callj: del comercio, Jonde se admitirán !Htscriciones por trimest ·es al precio de diez .real«:s. ECUADOR. Tiempo hahia que temiamos, que el jeneral Juan F"lores diera en el Ecuador uno 'de esos grandes dalos, que espantan al mundo liberal i á los ami-os de un gohierno de leyes. Con una carta del 25 setiembre hemos recibido los documentos que in­sertamos a continuaciou, i las noticias siguientes. El 1 o de ~etieml•re se reunió el congreso, com­puesto en su mayor parte de c1é• igos ve~ales i cor­rompidos, i luego que hubo elejido pr~siclente i vi~ cepresidente, lo p•·imero que hizo fué declarar, que el jefe del estado se hallaba investido de facultades c~­traordinarias. Eu el mismo dia entro en Quito el ba­' allon Va1·gas, i se procedió á la prision de los ciucl"­danos Roberto Azcásubi, Moncayo, Muris, i Muguei­tio, Jel jencral Saenz, de Jos coroneles Hé.lll i Barre- 1'3, conocidos pot· sus opiniones liberales. Los cinco últimos tuvieron la fortuna de escapar, pero los tres primeros fuerun conducidos a la isla de Galápago·, con varios ot1·os individuos. RENUNCIA DEL SR. ROCAFUERTE, SEÑOR: Una fuerte ·calentura me impidio asistir á la sesion del congreso el dia •4 del corriente. Mi p•·i­mer deber como diputado de la provincia de Pich in­cha es protestar solemnemente, a la ftl7. de lof' h..thi­tantes del Ecuador, conLra los atentados cometido por un malvado minisLerio: si, m.tl vado, repito, Í paso a ~a prueba. l De quienes se compone el actu&Jl ga11i­nete 1 De un vil Garcia del Rto, de uno ele esos fe­llÓÍnenos de iniquidad que hrotan las revoluciones, i que la opinion pública de los habitantes de Lima de­signa como el ladron del cmpré tito del Perú; del mayor enemigo de la independencia d 1 Ecuador, pues fué el infame ministro del usurpador Urdaneta, en fin, que por sus crimenes j hajezas saliú expuls:ldo de su pais natal en el año de •83o. De un godoPé.lllases trai­dor a su patria, renegticion de fa­cult: ldes estraprdinari.as, que suponen un eslado de pqerra civil qu~ no existe, ó unas calaruid. dt•s im · previstas, que no han llegado a noticia oe uudie J ¿Porqué d._.r el escántja}o de conceder facultades es truordinarias cn,¡ndo menos se necesit<~n, i cuando principia las sesiones d<'l congreso? La razon es mui sencilla: porque los grandes malvaclos no se paran ~n medios pot• inicuos que sc>an p:tra satisf••cer su rencor., su amhicion, i su avaricia; por que Jos ministros se han prop\lesto cstinguir la liberta,) de imprenta, por que solo respia·an venganza contra lo: val ientes escri­tores que, escudad'~s con el articulo 64 tit 8. 0 ue la constitucion, hau hecho circ' lar verdades, que, siendo­les imposible cont~star victoriosamente, les •'S tn"S fa­cil rebatid 1s con cárceles, destierrus i cru(•l(' r rse­cuciones; porque ello preLeuden d slruir lo. rocd.os de avcrigu.ar la verdad,· quieren rodc,.r ele oscuridad todos los actos de su tortuosa administracion; inten­tan apagar todo cspiritu de republic.mismo, i pat•·Ío­tismo, i trt.~hajau, en fin, en remover todus los obstá­culos que e opongan a la ejecucÍon de 8US planes proditorios, i futuras empres;ts de Jucrati ·o aji taje. Tal es mi opinion, lil que tieho presentar _en ~1 con-' greso como diputado por la provinc:a de Pichiuchsonado por mas de veinte años, en que entonado sus ltimnos auu sobre Jos cadaveres de sus defensores, i en medio de los jemidos horfandad i del luto, el cuello . no se dobleg mente para recibir el yugo de la servidumbre jeneracion nueva, nu~rida en .la esc~1ela d~ los cipios, acostambrada a los pehgros, t ensenada preciar la muerte, a fuerza Je ' 'erla de Ulnt dos, sufre mal la usurpacion de sus derechos, i paz de correr todos los riesgos para rescatarlos. El jeneral Flores ha triunfado; pero su t es efímero. El bt·illo de su victoria es como el re dor de los relámpagos, que pasa en el momeut mo en que lo vieron los ojos. ¡Habitantes del dor! ¡antiguos conciudadanos nuestros ! Sonó ra de vuestra lihertad. Ya lo estais viendo; el rul Flores i los advenedizos que Je acompañan ca pueden ser los prolector~s de vuestros dere Ellos no na~ieron entre vosotros: los cnprichos fortuna los levantaron del polvo, de la nada, los dujeron á vuestro pais, vosotros os deslumbras os entregasteis en sus manos Ellos os l.au corre. dido pérfidamente: los colmasteis de honores, de tinciones, pusisteis en sus manos vuestra suertt>, i el pago que hubeis recibido. Hacedlcs conocer ~1 sufnmiento se ag'lta, i que el pueblo no es si pre. ~l juguete de la tiranía. ~osotros, rlesc~e :~qu auxtharemos con nuestros escritos, ya que la f011 nos Ita hecho ciudadano~ de una república, en qu libertad triunfante nos permite abogar por la bu causa. EL DICTADOR DE COLOMBIA. 1 EJ, PRESIDENTE DE LA NUEV.l GR~N.ADA. Nada nos es tan grato como el hacer comp ciones entre época i época, gobierno i gobierno, h brcs i hombres. Con hechos, i solo con hechos que nos gusta halllar á los puelJlos para hacerles pa•· la enoa·me diferencia, que h<•i entre un sistema leyes i uua absoluta dictadura. La gnc(Ha del tilli domingo ha publicado un memorial ele J ua 1 Arj al voder ejecutivo, en que ofrccia hacer, en rf•scr dcscubrimieutos importantes sobre la conspiracion 23 de julio, con tal de que a él i 3. su he.Jma Alt>jo se lrs conmutase la pena capital. El pod ejecuti,o, con su conse'o ele gobierno, dt'creto que poclia accedea·, a su solicitud, porque las conlliciou impuestas eran contrarias á sus deberes constitnd ndlcs, i sobre todo, porque el ejecutivo no lmscah delincuentes, ni r¡ur:ri•z so ber ma.r de la conJpir cion de julio, pues solo desrJaba cerrar las heridtl abiertas por los partidos pditic.:os, i enjurrar la lagrir¡ws de las familias de los co,2spirado1~es de cu-biertos. . . Compá•·ese e~Le procedimiento del gobierno cons L•tuc10nul de la Nue,·a Grspecialmente al jeneral Suutander, retracto su palabra c..te acuerdo con su consejo, ordeno se car­gase a Carujo de prisiones, i se le .intimase que mo­riria como los otros. Carujo se intimido, i por consi­guiente comcnzo á complicar en la revoluciona cuan­tos le ocurrieron, i por supuesto al jcneral Santander. Asi consta del dictámen oel consejo de gobierno pre­sidido por el señor Dr. José Maria del Castillo i Rada, i publicado en la gacela del 16 de noviembre de t833." Notorios son los destierros, i las penas decretadas por el dicté\dor en virtud de las revelaciones de Carujo. Ba.}n-.el gebierno constitucional de la ueva Gt·a­nada toJo ha sido diferente, i absolutamente diferente. Vive toda•ia el teniente coronel Rafael Mendoza, ltoi jefe político de este canton, á quien Mariano Paris, á nombre del dictador, ofrecio cuatro mil pesos i su p::~saporte para fuera dt> Colombia, como declat·ase que el jeueral Santander babia dirijido la conspiracion del 25 de sctiembt·e. Mendoza tuvo l10nor para no cede,· á esta insinu11cion, i fué condenado á muerte por Or­< lancta. Dolivat• mismo, examinando personalmente á Horntent i Zulaivar, les indico que su suerte set·ia rueuos dura, si dcclarahan quien era el ajente r'au de clicho jeneral. ¡Qué época! ¡que gobien1o! ¡que h01-rores! DEFEN ~ORES. Sres. editores del Cachnco . En oh ... equio ele un rerublicano, i puede se•· que en uhsequw lle ks p1·illCÍp•os, tengan ~. U la oudad de dar· lugar en su apreciaLle pcriudico a estas utro p< labrds. L ego q ue v't el epigrafe con que !le ha puhli­ado et la ,;.~cela del domingo la repr ·. en tacion llC­hu al Poder b ·jecuti o, s.)licitando el indulto de al­u .os de los coude n..tahlCio, i el palacio misolo, por los que busc.jban en la au·oridad "'d Presidente la salvacion de los acusados . La rf:'sohtcton dt>l Ejecutivo, sosten· endo ~a ¡?~e­pendencia de los poderes, i sohre tollo la del JlHirclal que es el c¡ue ascsura practicameule la libertad' . es nna :nueva garantia positiva i. de hecho, la cual, leJOS ae atenuar la fuerza del gobierno, la robustece. Esta es la verdad ' esta n1i conducta, .es.t.e mi i:nodo ue pensar. Juzgueseme ahora COD ~OnOCl';f\ J ento ele causa; i si l~s paLriotas fallasen en m1. co~t··~, l~~­dré el .sentimien'to de sufrir es~e fallo, 1la ID]UStlCJa de algunos de lÓs deudos de los juzgados, que ~ree~ que aun no hemos hecho los defensores todo l9 que lfemos debido hacer. Bogotá 1 2 de octubre de ~ 833.; Rafael M. rasque:r, . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 110 " .EL CACHACO DE BOGOTA RASGO lUSTORICO. 1Jutl)e nos .refiere, que '1a' célebre Lady Jape. _ -easada con• lJord Guqford Dudley, i que ciñó la real diadema de I-nglaterra durante clicz dias, en oposioioo á los· derecbos de Maria é Isabel, v¡oo a ser ,final­p¡ énte el triste sacrificio de la descabellada ambicion (}el duque de Nortumbria; i qpe, al ~uhir .. 1 eadalso para eniregar su garganta blanquisima al v.erd~go, dijo: que su delito tu) era el estes del Cach(uo; pero Dios le ayude al señor Burgos que nos quito de la tesor~ria semejante polilla Este señor hace uegocio con los ramas del estado, cotno lo ha hecho siempre, se une con los que pneoen pujarlos, hace que· no los pujen ¡)ara hacerlo él por lp que le acomoda, etc." ' · En otra pat•te dice: 't Los ramos de hacienda en e11ta provineia vendrán al suelo bien pronto . Nadie ha qJ.lerido rematar el ' de aguardientes del K pinal, 1 solo yo png ué 1 5oo pesos por abonador .de Valentin i de Mendez en el año 32. Lucena estaba acostumh1·ádo á sacar el de a.guardientcs en Mariquita ·por 200 pesos; i este año, sil}o ~s por el señ.or Mateo Viana, no sube á 920 pesos, etc." · ' En 6n, el señor Diago se queja amargamente, i a nnest1·o parecer -con justicia, · de qúe aHí no st! ad­¡ pinistra esta cumplidamente, de que se favorece el conLr:2haado de ng.uardientes, de que de ·de el gol~er­nador para abajo todos son unos, · i de otras mil c~as que á su tÍE;mpo puhlicarénros. Supli{amos al senor PeJr.o Diago, qne nós siga dando sus informes, pues le ofrecemos gustosos un lugar en nuestras columnas. ¡;un modo .á ;}a clestruccion de la repril>lica. REMITIDO. PROVINCIA DE MARlQUJTA~ Señores editores del Cachaco. 'El señor Pedro Diago nos ha vuelto a escribir En el número 28 del periódico que UU. redac· -eon fecha 5 del córt·iente,· redoblando sus qúejas acerca tan, se ha puhlicado un articulo, haciendo la ohser de la m.alctiro administracion de aquella provincia, 1 vacion de que los despachos de retiro para los jefes de lns ·ejélmenes que sufre . Sent~mos no 'insertar i oficiales del ejército, &e estieoden en papel de me integra su earta por fa!ta a: espaciO, pero es~racta! jor calidad que el que se usa paról léls letras de invá ~ rémos alguna cosa. D1ce as1 eu uno .de sus pr1mero' lidos de los individuos de tt·opa, cuya diferencia c~li periodos. fican UU. de aristoc1'acia perjudicial. Como esta cen "Al señor Escovar le hice presente., que Valcntiu sura se dirije precisamente contra la secretaria d~ guer .Diago é Hila1·io Mendez estaban dis~pando los pro- ra i marina de que me liallo encarg :~ do, no p uetl du~tos c!el ramo de aguardientes en Ambalema, Espinal menos Je suplicar a UU. se sirvan admitit· en l. se i ·otro!; lugares; pero no se me bizo caso. Esta.ndo eles- lu 1nas de su aprecii..lhle pa11el, la esplicucion de 1 . pues separados por el juez de hacientla de esta provincia que hai sobr-e e ·te jJarticular. a esfúerzos mios, el señor Esco\'ar repuso ~1 rematador J1os art.iculos de esct'ltol'io que se consumen e Vc~lontin Di.tgo, i e te á su fiador dilario M~ndez. la secretaria, se entregan en especie por b tcsoret·i De a4ui se sibuii) el que se coll)pletase la rbma rle jeneral: el papel qlte se recibe es de difc•·entes cla . ilicho ramo i la mia, pues esta tesorería me ha hecho ses, segun el 6n pat'a que ~e pide, i el florete se apli pagar injustamente 45oo pesos, perj.udicándo.me ?asta .ca reg~larmente pal'a espedir despacl~os ~~ em1?le~s lo sumo eo la subasta que sufr•eron ruts btenes 1 colocacJOues, letras Sl' me ~clrninistre justicid. Aquí todo duerme: necesi'clad de reformarse t;m frecuentemente; puc todo es confusíon ntre estos señores jueces i Felip\! · lo esperiencia ha enseñado qu·e la ',tropa no guarda su Ter•·erus que es hien conocido.: el pl'(.!Seute gobernaclot docum('ntos con tanto cuidado como los jefes i ofi llace todo lo que le manda Taco Diago: ~stos i. P .. hlo · ciales. De aqut résulta que, tejos de habe~se tratad Créapo hacen ¡ deshacen de todo, -segun me¡o.r les de eswblecer coil esta práctica una desigualdad repug acomoda: algu aos de los (leuclore~ a la . hac1enda nante, solo se ha q;uerido concipar la econhmia de pública en el Gua m o 1 otros luga1'e1 .son pól.flentes del tt·ahajo í gastos eón la . duradon de los . referidos cl ~obernador, i por tanLo no son eJecutados: como · cumentos, en beneficio de los iilteresados, como UU Taco es · del partido hace cont ·a mí todo cuanto puede, JllÍsmos lo recomiendan.· Bogotól 2~ de octuhr~ de I833 i dice, que . el señ r Burgos· no sabe nada, i junto Á Oh d con Pablo Cresl)O · ~ el gobernador 1 a-ñaden, que el · an °· Cachaco es ·uü .malv do, i que -nb e tá der lado del jéneriJI· S mtmider eCc. Auu, hai mas: ltan heche ped .. ~os· el Cachat.·o, ·agr~gando que o co'?'tes~~ por 1 por n~ deeir muchas ve~da(les, p~ro , que .st se ~n::wu~ lo haran para
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I. Adagio molto - Allegro con brio (08 min. 38 sec.) / Beethoven -- II. Andante cantabile con moto (07 min. 44 sec.) / Beethoven -- III. Menuetto - Allegro molto e vivace (03 min. 34 sec.) / Beethoven -- IV. Finale: Adagio - Allegro molto e vivace (05 min. 57 sec.) / Beethoven -- I. Adagio molto - Allegro con brio (11 min. 58 sec.) / Beethoven -- II. Larghetto (09 min. 50 sec.) / Beethoven -- III. Scherzo: Allegro (03 min. 40 sec.) / Beethoven -- IV. Allegro molto (06 min. 19 sec.) / Beethoven -- I. Allegro con brio (16 min. 24 sec.) / Beethoven -- II. Marcia funebre: Adagio assai (14 min. 24 sec.) / Beethoven -- III. Scherzo: Allegro vivace (05 min. 36 sec.) / Beethoven -- IV. Finale: Allegro molto (10 min. 49 sec.) / Beethoven -- I. Adagio - Allegro vivace (11 min. 15 sec.) / Beethoven -- II. Adagio (08 min. 51 sec.) / Beethoven -- III. Allegro molto e vivace (05 min. 41 sec.) / Beethoven -- IV. Allegro ma non troppo (08 min. 52 sec.) / Beethoven -- I. Allegro con brio (06 min. 55 sec.) / Beethoven -- II. Andante con moto (08 min. 38 sec.) / Beethoven -- III. Allegro (04 min. 52 sec.) / Beethoven -- IV. Allegro (10 min. 52 sec.) / Beethoven -- I. Awakening of Cheerful Feelings Upon Arrival in the Country: Allegro ma non troppo (10 min. 46 sec.) / Beethoven -- II. Scene by the Brook: Andante molto mosso (11 min. 42 sec.) / Beethoven -- III. Merry Gathering of Country Folk: Allegro (04 min. 54 sec.) / Beethoven -- IV. Thunderstorm: Allegro (03 min. 41 sec.) / Beethoven -- V. Shepherd's Song: Happy and Thankful Feelings after the Storm: Allegretto (09 min. 15 sec.) / Beethoven -- I. Poco sostenuto - Vivace (12 min. 53 sec.) / Beethoven -- II. Allegretto (07 min. 51 sec.) / Beethoven -- III. Presto, assai meno presto (08 min. 28 sec.) / Beethoven -- IV. Allegro con brio (08 min. 37 sec.) / Beethoven -- I. Allegro vivace e con brio (08 min. 22 sec.) / Beethoven -- II. Allegretto scherzando (03 min. 49 sec.) / Beethoven -- III. Tempo di menuetto (08 min. 28 sec.) / Beethoven -- IV. Allegro vivace (08 min. 37 sec.) / Beethoven -- I. Allegro ma non troppo, un poco maestoso (14 min. 05 sec.) / Beethoven -- II. Molto vivace (12 min. 56 sec.) / Beethoven -- III. Adagio molto e cantabile - Andante moderato (13 min. 20 sec.) / Beethoven -- IV. Finale: Presto - (06 min. 12 sec.) / Beethoven -- IV. Recitativo - Prestissimo (17 min. 22 sec.) / Beethoven
Fuente: Naxos Music Library Formatos de contenido: Audios
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BEETHOVEN, L. van: Symphonies Nos. 1-9 (Ensemble Orchestral de Paris, Nelson)

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El Cachaco de Bogotá - N. 31

Por: | Fecha: 03/11/1833

en la tienda el Sctior An-tres al precio de (.liez reales ~~...-..¡¡¡¡¡¡¡¡¡~¡¡¡¡¡,¡¡¡¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡o----¡¡¡¡;¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡~~iiiiiiiiiiiiiiO~~~~~¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡o¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡.·· .ALGUNAS OB~ERY AGIO ES de, ens(l del faccioso ex:jeneral Sarda, que ríhió, le1·o i publico por la imprenta su dejen­' Doctor Eladio Urizarri. Prometimos, en uno de nuestros numcros ante­res? oontestar l. defensa del faccio o e -j ncral Sar- .que su c~efensor hizo jmblicmpre hemos tenido la costumbre de cumplir que prometemos, no por<1ue creamos que, despues la~ muchas refutacion s que á tan d('Scabellado e - to han hecho, tengamos nada de nueYo que de- T.. a iusta inofismas i de declamaciones ha s rvitlo olo para complacer á los descontentos, pa' ra . orprender el juicio de los imparciales, i para des­uudar al gobierno i á los jueces de la fuerza mora. de que deben estar necesat·iamente revestidos, con estwcialidacl en la Nueva Granada, pa1s todavia nuevo en el catalogo de los pueblos, i por lo m1smo espuesto á lus intriga i maqninacion s tlel partido vencido. El doctor Urizarri pudo haber dicho todo lo que diJo en los estrados del tribunal, apesar de que ' ha merecido de este un sério apercih. miento, sin que 1 S patriotas le hubie en censuraao tan agriamente; peto de de qu cedio á l. s instancias de sus amigos, rtUn ant s de leer su crito en los estrado , desde que pcrmitio que el im pr so•· Roderick es¡ cula e ele tan increible manera, ilt.·sdc c11tonccs han rocaido 'us· lamen t sohre él cuan las ce u u ras, cuantas acusaciom•s se le han hecho. i no fu t'a por que conocemos al doctor Urizarrit nos daría tal vez la lcntacion de ere r, que la mayor: parte de los sofismas i de las alusiones injm·iosas al gobierno i a los patriotas que su' al&gato conllene, habían sido sujeridos por algun enemigo jurado de las instituciones de la ueva Granada, or alguno de aque­llos que, habi 'ndose complicado en cuantas ttranias­han ailijido al pais, i habiendo sido tal vez la causa principal de sus desgrácias, todavia no se encuentran atisfechos, i, sediento· de venganzas, aun pretenden sumirnos en un piélago espantoso de nuevos infortu­nios. Pero uo podemos creer que el doctor Urizarri haya tenido la debilidad de ceder á las insinuaciones de alguu sofista enemigo declarado de su p~tria: no padem s creer al doctor Urizarri capaz. de reunir la humillacion al desacierto. La obra, pues, que vam.PS a examinar, es del doctor Urizarri, i esclusivamente del doctor Urizarri. Las ¡eneracion~s se succederdn a las jene­~ aciones' dice, los siglos a los s"iglos 1 i el 23 de J4ÜQ ser4 de grQ.ta _r,ecordacion pma la patria.. C,on" Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1~2 CACHACO DE BOGOTA.' fe;~mos que cuandn leimos estas líticas por primera ce cojer una victiuw I ara hn-ccrla el blanco de sus ·e vez nos llenamos de indignaci n,' poque .no nos figu- , . ponzoñauos tiros, i pueden tambien manchar la Ji rap10S jamás que el 23 de julio puJiese ser de grata : n bcrtad de )a prensa, esta }¡ermosa garantÍa de 1 rccordacion para la patria; pero, por lo que á estas ~e tiempos modernos, con tan in noblc.o; proccdcl'cs. Se retumbantes frases seguia, hemos sacado en claro, que , mejanteo; ataques son su mejor defensa, porque decid esto fué lo que el autor quiso decir, cualesquiet'a que ce me, ¿quién no se compadece de un d sgraciado, pet sean las benignas . interpretaciones que se den a la • seguido por los revesu del destino, sepultado en · u palah~·a grata. I.os efectos de uua revolucion, dice, ,. lohrego calaho~o, cargado de ct·ucles i enormes p1·isio son siempre tristes i funestos: pretende en seguida , nes: u·iste, solilario, melancólico, abandonado, olvi probar c1ue no hnbo revolucion el 23 de julio, i que ce tlaien tt·atado, vez con mayor·es consideraciones que los demas os. El mismo gobernado¡· de la provincia le pro-ionó buena cama, i le asistía de su casa con cuan­utlo ~ecesitat·; i lo mismo hicieron otros ciuda­s jenerosos, apesar de que detestaban sus infamias. eusible que el ardor de la defensa haya llevado octor U•·izarri a tal estremo de injusticia contra obierno, contra. sus compatriotas que se precian tan jcnero.ios i l1umanos como él. i contra el par­naciollal de la libertad a que perlenece. Estas, ras of~nsas semejantes, en hoca de nuestros enemi­, merecen el desprecio; pero, en boca de un Loro­que s jacta de ser republicano é independiente, inst!friblcs, son indisculpables. Sarda, encerrado en un calabozo sufi·r: en ncio, calla i tiene lajene1osidad de perdonar ll mas encarni:;ados enenúuos!! ¿Estaría el dt·. z rr·i en su sano juicio cu.audo escrihio estns lineas? ue? ¿El que se unió con una gavilla de facinerosos, adroncs i asesinos, que ya en ot.ra ocasion habían, cruel f •roci rbtl, derramado la sang1·~ inoccntisima una multitud de vlctimas, cuyo 'Único delito h lde, un asesino de los del 23 de julio, se neces:ta únicamente tener ojos i oidos. ~o ltai tol vez una sola pajina del proceso, un solo documento, un solo testigo, uno solo de los cómplices, un solo pueblo de aquellos por donde transitó, que no deponga, que no afirme, que no testifique que Sarda iba á la cabeza de nna gavilla de facinerosos, ai'tllado, en rebelion é.lb'crta contra el gobicr o, i hos illzi:mdolo por todo el camino, i huscé.indose apoyos i bases para llevar adelante scr empresa. ¡Gracias a la prantitud de las providencias del gobierno, que no lo dejaron respirar en pat·te alguna! Pero¿ i no se avct·güenza el doctor Urizarr~ de contradecirse tan abicrtamenle? ¿No acabaha de decir, en la pájina primera, la providencia ha velado sobre los. destinos de la patria, i, siempre sabia en los con­se¡ os de Slt ommpotencia, DJ>USfJSe a los intentos del !d de julio, en utilidad igualmente de la patria qU:e de lo¡ conspirados? Luego lmbo conspirados, i Sardñ fué conspit·ador 'pot• confesion del mismo d··· u.·izarri. Mas, pennitaseoos asegurar que este, dcspucs de tantas fauJarrouadas, -ha dejado indefenso á, Sardá: el ha lim.itado su defensa á proposiciones vaga i jcncráles, que sr'eota sobre su palabra; pero que no se l1a .to­mado d trabajo u e proba•·. Niega que hubiese hahido rcbelion, niega que Sarda haya sido un rPbelde trai- , dor; pero, sin demostrarlo, se contenta solamente con clerramar una turba innumerable de itn·ectivas i de· ofensas contra el gobierno, contra las autoridades i contra los ardientes ¡ostcnedores del ór<.len legal i de la libertad de la N ucva Gr ¡wocurar desvanecerlos, o siquiera de d is­minuirlos, como es el deber eJe un venladero i hom·ado defensor. Coríoci6 birn, que esta ra obra de romnnos; i le parecio mas sencillo negarlo todl), i acumular una muhitud de rasgos declamatorios, comparando <Í s?- c•·i­minal con un héroe, á uuestro gobierno cou el ttrano de Siracusa, i a los sostenedol'es del órden legal con hombres inspir·ados de las mas viles pasiones. Es mas fé.icil hacer una mala novela que escribir una histot·ia verdadera: i es po1· esto que el doclot' Urizafl'i se clis­peusa de responder á las declaraciones de Ccledonio Sanchez, de J ulian Santamaria, de Cayetano Estr·ada, de Eusebio Velazquez, del coronel Quijano, á las con­fesiones tan reiteradas i tan veridicas de Antonio Nieto, i de muchos otros reos, en que, condenándose á si mis­mos, hacen una franca mariÍfestacion de la verdad.; a la declaraciou del alferez Posadas, ni á tantas otras pruebas i testimonio-J como hai rt-uoidos en el proceso. Obsérvese, continúa, que este hombre, acom­pañado dr: dos mas no suena en el espedientc, silla tomando entte las siete i las ocho de la noche la ~·uta q~H txmduc~ aci~ ~l norte d~ esta ciudad. En Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12! stc pa a ·e, como en todos los demá~ en que el dr. . deja~o d~rro~ar ig11omi~i~ a t' r te· en . . : ~c a . _l'Jrizar ri ·p ctetHJc- hacer l papel 1e nistorr,H.Jor Ó re-. las_ fuerzas espa11oJas, SilCfl JC;;tn( ]a n. ' t tfnnda U fer¡rse á los resultados l proceso, harét c1ue d ptí!Jlico gradúe en su verdo.- ciosa algara vía de sorpresas i temores, con qne 0 (lera valo1· las calumn·ias tau atrevi(las .i. gratuitas del pretendido demostrar, qúe no fueron culpables los q doctor 1rizarri conti-a su Jlatria. El gobiemo consti~ ntacaron a los patriotas de Sbgamoso que les salie tucional de la · neva Gt·anada no s lo no envia á los al encuentro. Sentimos c¡ue el juicio del doélpr Ur patibulos á los hom]}r s, porque s poucn en fuga, zarri no haya e· tado en su lugar .r.uaodo, por via sino que habÍot j<"'ncrosólmente inJuht~ do a los mas gr.iln- argumentos, dijo lanlOS desproposÍtos sobre }a S01pre des facinerosos, á aquellos que, en el Santuario, ha- i el temor, para defender it los facciosos de juli bian con ignotuiuia derramado la s~ngrc de sus l1cr- Pero sigamos. . manos ya rendidos; mas de una vez babia él disimu- Dcspues de refer1t· el aoctor Uriznrri, con ft·as !ádo i dejado impmte Jos crírucncs mayorc ; mas de almibaradas i a su modo, lo mél'ito i servicios d una vez l1a pecudo por exc so de clemencia i de hcnig- faccioso Sardá, se inclina a probar, , que este tuv n¡dad. I .os misJ 10 hombre que 'l :A3 ele julio trataron razon pa•·a obrar de la manera que obro, porque fu de sumir •l país en uu mar de nu vas desventuras, segun dice, injustnmente rayado de la lista militar em pnñanclo los puuales asesinos pua yengar de sus }>ero Sarda no fué bonatlo pol' i mpleo inmer 6idos, para com·er- leí, hábl:mdo contra la cotlvencion en ténninos irr s­tirse en l diguo ministril de las oluntadcs de Mon- p tuosos i altamente ofensivos. Tres distintos maj i - tilla 1 li'ados l1 n iuter•venido en es-te negocio : el jeneral Estos son todos los bien s que Colombia i la José Maria OLando qu1en, ·. como ,·icepresidente, 1<> neva Granada deben á Sardá7 i el q se hu}Ji se radió, el vicepresidenle M rquet i el p1·esidente Sau- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CACHACO DE ~ÓGt)'t ~· 125 nder que sostuvieron aquella providencia, i que no udicron reformarla por haberla hallado arreglada a lei. ¿Qué motivo tuvo el doctor Urizarri, pues, ara decir que el exjeneral Sarda fué injustamente ot·rado 1 ¿Cual para acriminar a los patriotas que con­rihuyeron a su radiaciou 1 ¿Cual l'ara culpar a los ue la sostuvieron 7 ¿Se hizo algo á Sarda por falta e respeto á la convencion constituyente 1 ¿ •e le per­guia ~ ¿se le espiaba acaso, como afirma su defensor 7 e ninguna manera. La sediciosa, ca·iminal, é indisculpable "apostrofe ue se hace a los ''Cocedores en Palmira, Cerinza, artajena i Ahejot·ral, es en estremo injuriosa a estos oluados republicanos, i leales defensor~s de la libertad. ~~ doctor Urizarri sabe, ó debe sabe•·, que jamás, jamás, or m<~s injusta ~ue st>a la pátria o el gobierno contra n ciudadélno, hal derecho en este para conspirar, para ace1· una infame traicion : pueue si escribir, reclamat•, Ut"jarse, i aun acusat• a los majistrados. Nadie puede •t· juez en causa propia; i desde el instante mismo u que el ciudadano se rebela contra el lejítimo go­ierno de su patria, desde que se hace criminal, se cabau todos los méritos, toclos los sen.·icios, todos los 1onores, las distinciones todas, i todo, en fin, queda orrado. i b01·rado para siempre. Pero dke el defensor e u la paj . 2', que el ti-ano ele Simcus:t bizo cortar la cabeza al desgr~ciado <ÍrS.!élS, por hahet• soñado que Je mataha; i a la ver­aq, agrega, yo encuentro alguna semejanza entre rte. desventnrado ' los Ju.jitivos del 23 de julio. Ja prueha mas perentoria de que no se imita entre osotros la cot\ducta del tirano de Sia·acusa, i ele que o se co•·tan las cabe~:a5 porque el gobierno sueñe que an conspirado, es la <.le que el Dt·. Ul'izarri conti­úa vivitndo tranquilo eb su casa , sin que nadie lo crsiga, dcspues <.le haber publicado e¡ta su defensa nlipatriótica, por no decir criminal; despues de ha­r sembrado ~n ella tantas calúmnias, tantas invec-ivas, tantos ullmjes contra nuestro gobierno, i cou­ra 1o:; e ct·itores i buenos ciudadanos que lo sostie­en, i estan prontos ii sacrificarse por él. Sienlre no otros se persiguiera & los hombres por aucños, el Dr·. l'i:tarri no se h;shria atn•vitlo <Í escribi rlo, a Jer.irlo, i a impt•imlrlh. Él habría enlonce gu.ml· (lo la pru­entc conduela c¡ue obseno en 1828, 29 i 3o, cuan-o estuvo entronizado el oespotiswo. Es seguro que, o tiempo do llolivar i l.Jrclaucta, i del mismo Sanlá, o halll'ia nucsLI'O doctor manifestado ta11ta iodep~n-dencia de cm·acter, ni habria ascmejdicioso, sino tambien váno, orgulloso é intolerante 1 Gracias al cielo q~e ya no tenemos que ocurrir hasta la silla romana en bus• ea de la infabilidad, porque entre nosotros tambien tenemo& doctores infalibles, que no pueden engañarse, i a quienes es forzoso, que creamos, porque sola su razon, es la verdadera razon solos sus principios sen los verda· de ros principios, i sola su ,justicia es la verdadera justicia. Suponemos que á la fecha el dr. Urizarri habra detes· tado la razon, mirando con horror tJSt!fantasma qutJ llamamos justicia, aborrecido los principios, i llorado mas que una Magdalena, 1upuesto que diez i siete facciosos han sido pasados poz· las armas el 16 de oc• tubre, en -vírtud de la sentencia de un tribunal com­puesto de .Jueces integros i justos i de patriotas escla• recidos. Si el dr. Urizarrí no se arrepiente rle tan­tos estravios, i si su futura conclucta no nos lo de­muestra, lo tendrémos de hoi en adelante por deser­tor de lus banderas de los libres, en virtud de la pro­mesa que solemnemente ha hecho de desertar de ellas. Continuemos. En la pajina 33 dice lo siguien­te: Una rt!spP.table i sincera unammidad de pare­ceres 1 una misma int-eliJencia en los artículos de la lei, no, no podra ser despreciada . ¿ I donde esta unanimidad? ¿Tres o cuatro abogatlos, que han pre­tendido inteFpt'etar- i violentar el sentido claro, natu­ral i lileral de la lei, forman esa unanimidad, contra mas de ' ·einte defensores que han YÍsto la cuestion c.le mui distinta manera, í coutra el clictáme• de to­dos 1os que ven la euestion con imparcialidad, i ~es, nudos de todo interés 1 ' Dichosamente, repetimos, no estamos en lot tiempos calamilo!los de Cados 1, ui ele Cromwell, ni de Ja.cobo U, ni aqui se persigue ¡, ciudadanos vir­tuosos que lidien pot• hncrr triunfar t. libertacl i la justicia sobre el ~espotismo i la arbitrariedad. Diga lo que quiera el d Urizarrí. Jos bechos lo desmien­ten, i la seguridad de ({Ue él mismo goza, despues de baher puhlib'ado tantas inoportunas sandeces. ¡.Ah! ! .. dice en la paj . 33- 1. porqué tanta rabia, porl¡ué ese ulterndo encono contra el des­graciddo po¡. quien hablo? No hai mas rábia, ni ma~ encouo, señor doctor de tono plañidero, que la in­dignacion jencrosa i mui justa, que e1citan contra si la perfidia i la t1·aicron. No puede ser buen patriota quien no esperimenta esta rábia, i este lejitimo encono co11tra el que pretendía "bism.srnos en un mar o, i cu. os cstravios deploramos. to, i ~ue debi.an set· ~onserucncia, de la autorizaci <.le( despotismo" IQe estÍq1uJaron a sep;,rarme dt:l CO greso, i escudado con el articulo 23 de . 1~ constit 'Cion, me re$olvi ·~ -prcsentat·le mi opinion, I,>rotesta do contra los 'atentados del minist~rio. A pesar de t~í· cub Í~t•·to de lé\ ejida de L} Ítniolabilidad que concedt> la cotJstitucwn, i de no poder ser responsab ni 01hot·a, ni nunca, por la manife.~tacion de mis ide&~ se~un ,1 artículo 1 ° del reg~u11ento; la mayor' mmisterial~ ólvida1la de sus dt-bet·es, destitui~la de to scutimiGnt~ d.y ju~ticia., falta de prevision para la f tura conservacio.n de ~us fue•·os,., vilipe,ndiando la di nidad lejislativa, i traspasando todos los limites d c(,di¡:o que nos rije,. ha ~nido el at•rojo de prete • n ECUADOR. der despojarme de lo que no me puede quitar P En el número 29 dimos algunas noticias de lo uno de los. princip1os ma" evidrntes dt-1 derecho con 'fUt' estaba p.~saudo en el Ecuador entt·e Flures, Garcia'· titucional, nadie puede ser juzgado i menos castig del Rio i el con~re o. Por el último correo hemos do, sino en virtud de una leí pl'eexistente a la accio J;ecihido una representacion en que el señor Miguel ¿Cual es la leí que califica ele cr~minal mi conJu Cartion, despues de referir los atentados cometidos en ta 7 ¿Cual la que me impone la gt·ave pena de dcstit el congreso poi' Ga1·cia fol.el Rio, ameoaz<•nclo á loa di-: cion ántes de oírme i venGenne conforme á derecho,i co putados liberales i lr;lta/ldo de suf~car su voz, concluye pet·juicio de la provincia que me encargo la custodia con ]as siguientes pala! ras. ' los derechos nacionales? El, :u· ti~ulo del regla:meoto e "Por lo mismo, uasdo. ya no llai necesidad de que se apr•ya mi qe.>titucion que no es el 26 sitlO el 20 di , lejislatura, cuan .lo se ha'n arrancado mcclidas estem- 1 ce-'' El diputado qne fuere acusado legalmente de de lit poráilcas que dttllan la confianta pública, cuando la "qut- mere1.ca castigarsl' con pena C ha dadG al congr~so la contestacion que nistros son unos m::dva:los l _Este es, pue$, mi dclit , ahora publicamos i por el que mere~co (se" un el dictamen de algunos "He re~ibido ayer una nota (lirijicla por el se- diputado, di~nos de figurat· en un club de Marat i crt>tario del congre ·o, en que me comunica lo que Robespierre ) que me corten la cabeza, i sobre una se ha resuelt acet·ca de la destitucion de mis det·e-- lanza la paseen pot la." calles de Quito. La muerl chos ele rc.tpt·esenta.nte, i de l~s prerogativus c¡ue como no me arred1·a. "Dulce et decoru.1n eft pro patria á tal me competen por la lt-i fiundam(')ntal. Comó di- mori" Si los nuevos jacohiuos del Guayas Iograa putado lejitimo por la provincia de Pichincha, no pue- decretar mt esterminio, sahré morir con la noble cons­do conformu·me, ni me conformaré jam 1s con esta tancia de ánimo que manifestaron Jos Malesherbest provideocid anticonslit.ucion..tl, injusta, é ilegal, dicta- Lavoicier, Condorcet, Nicolay etc. etc Apoyado en da po•· la faccionliberticida que compone 1.. mayoria los principios constitucionales, en el verdadet·o sentido de1 coogre:o i Ja l.jHe eslfi Vt>ndida al infum , minis- , de nuestro codigo fundamental, i en la opinion de terio, que oprÍ'Jll.e, vt•ja i tiraniza al Ecruaclor. Blackstone, dt> Filangieri, Benjamín Constant, i pniJli- La decidid<} parcialidad manift>Stflda· en la veri- ei:o.tas de m;1yor reputacion, sostengo i sostendré que~ ficaciou de loi poderE:s de los dtputado:§; el carácter ilejítima, injusta, é íuconstitucio~al la decision de los público conocid~ de lo., que componen la mayoría trece miemht•os que compu:;iel'lln la mayoría liberti- ministerial; el ale~lta lo mhia dio el prime¡· grito de independencia i ertad, no se habrá olvidado tanto de si mismo que lere por· mucho tiempo una <.lomin~cion · peot· CJUe que supo t•c'pelcr tan denotladamentq. ¡Ciudadanos l Ecuador! oíd las voces de vuest1·a patria moribund.t, s clamot·es. tle la libertad ultr·ujatla i .l grito pelle­ante de la opinion, que piden en vuestro suelo uu len de cos;•s diver·so del que ahor·a •·xisle, para puedan desenvolfe1·se Jos jérmenes ele la pt··•spe­dad n..tcional, i p¡·esentat·se vuestrn república glor·iosa 1' sn devocion á los principios i g•·ande por sus hc­lOl!. Vuestros hermanos de la Nueva Granadá os han do el ejemplo. Aqai tambien uos insulto.~run los télite de la tir·ania, proscrioif'ron a los mas ilustres udatlanos, hollar, u la constitucion i las le, es, i difnn­rou por· todas partes la miscri .• , la desolacion i la u rte; pero el puchlo se acordo un día de lo que otr·os tiempos habi. sirio, ¡>r·oclamo sus derechos, arbolo bs banderas de la Lbertad; i Jos opresor s ) eron espantados, mostrándose tan déhilf's i cobar­s en su caida como habian sido altaneros i or·gu· ¡os en u elevacion. lVulla enim yohis societas C .~RTAJF.NA 1 MR. LE GRAUDAIS. Al fin par~ce que Mr. Le Grlludais &e cansó de cir fanf.trronadas, i el 1 J era a pues­tras costas, ;¡J menos con mensajes del gobet•¡wJo•· de M,,J.tinica, con quien el gobierno , de nuestra p<~tria nada tiene (¡ue ver.. Maa si, p·)r JP.tla fortuna ,U.J'~' vuelve é inteuta cometer algun ~\C~Q hostil, teu,tlra oc:tsion tle conocer que la Nueva Grano.~ da. siJ~O ~s grande por su pohla<;ion, lo es por sqs becllQ:); i q,ue sus hijos, sin el orgullo éjltanero del tOilrÍno f•:\H,l<;és, tambien saben medir las a1·mas «;on IQ,s qqe lvs ,tt,tc· u, i venJer caramente sns vidas. ~ts Je una rez lJ herq¡~a Cartajeoa ha dado pt·uebas de esta verdad, i a~m le queda la indomal>lc resolucion <.18 repetirlas cuando ~e le ofr·ezca. , H:1biamos sentido al princip'io la ocurrencia de Mr. Le Gr.~ uclais; pero ahor~ nos alegr 1JUos de que haj a sucecliuu, porque se ha d •• do ocasion para -tue el pueblo manifieste que no mira con iudifereucia la su<•rte Je la naciou, i que esta resuelto á perec~r antes que sufrir injur·ias del eslranjer·o. .Si, ]a indi,g­nacion con que se han visto en Cal't.,jena lo insultos de Mr. Le Gr·audais, lo mismo que en todos loa ptlO Los de la reptíhlica, eu donde se han sabido, dernuea­tran claramente que los granarlínos se ínterc.san pur su gobierno i por su suelo natal. NUEVA PROTESTA. Algunéll jentes mal inteucionadas han empezado á decir, que, eu el diálogo que publicamos el pas.ldo domingo, cuando hemos hablado de los frailes, IH?uws querido compreiJderlos a toUOS ¡ perv otra \'CZ hemos dicho, i ahora de nuevo protestamos, que nueslt·as declamaciones no se dtrijen a los que uo se hacen culpables de sPdiciou contra el gobierno, o conspir<.~­cion contra el progt·eso de las luces. Esto set·ia Ja mas gran1le injusticia, pues todos las p.¡lrtolen­samientos torcidos, de laberinto illsondable, de igna­rtJncia oficial que tenia el gohi·erno de la edad del señor La Rota. Le acusamos el recibo, i le corre­rémos traslado a los autOl'CS del artÍculo, que le ha torcido las entendederas al señor La Rota. , A ALGUNOS DE LOS VECINOS NOTABLES DE HONDA. • Acusamos a usteues recibo de un papelito, cuya pr1mera llana se ocupa con el titulo, la segunda i ter­cera con los nombt·es de ustedes, i la última con el lugar de la imprenta. Quedamos impuestos de que los que fueron miembros de la cámara de provincia pot· ese canton, i que son Yecútos notables de esa ciudad, fueron los únicos qne tuvieron la jenerosidad de ceder sua dietas. N()s alegramos c.le que no sea ese el solo servicio que h~yán hecho a la patt·ia, ¡ de que no sean hombres de charla i rasgos de pluma Estamos de ocuerdo en que, aun cuando el impresor pong:l mu9ha tinta en los tipos, los lin~as del Cacha ro, porllegras que sean,jamas padr(m oscurecerla bien sentada reputacion de ustedes, aolo si la mala. Por último,.set}timos ver entre los firmantes del papelito i1 nuestro cot·responsal Pedro Diago, i no sabemos como éon;ribuye a ~lecir pestes de los f{UC se han compa­dec~ do de él, lllan dado lugar en sus columnas a sus quejas i reclamaciones. Esperamos que t>l señor Pedro Diag~ nos diga que ha ~abioo en este ucgocio, pues tOUOV~a cre,eDlOS que atJlH UCb~ de ~Jaber alguna errui­" OCaClOn, o tal vez ~lguna plcardtUi>la. ·No decimos mas, porque cre~mos baher dicho lo bastante. CEMENTERIO. r\os l1an dicl1 , que hasta de aqui á dos met~es 110 Sera posible hacer Clllerrar los cadáveres UC lo:. que mueran ~u el cementerio que se esta coustt·u­) endo. Nosotros somos de parecer contral'io, i creemos que hai oovedas suficientes para los que puedan morirse desde ahora hasta entonces . Recomendamos á las autoriuaclcs el que se lleve a ~fccto la benéfica meJida, de 110 pcl'mitir el que se siga enterrando pot· mas tiempo en las iglesias. Estns no son otr~ cosa ya que unos Vtlstos ccrnenlerios, en donde uo hai un solo palmo de terreno que no cubra .:1lgun cadi\\•er, i los vé!pores (1ue exalan, esP.ecialmcntc po1· las mañanas, aon insufribles, i en estremo perjudiciales a la saluu. Si la cóler~, por desgracia, nos atacase, la pmh·e· dumhre encerr.atla bajo los pavimentos de uuestras iglc~ias contt;ibuirá en gran manera a propngat• tan ternble azote. La salud pública, pues, se encuentra interesada, i a la ¡alud pública ·habrán de ceder pre· ctsamente los iuterese~ privado¡ i las pt·eocupaciones vulgares. Los mismos que ·Se oponen a tan benéfica medida -serian, tal vez, las primeras víctimas en caso de una epidémb. Lo repetimos. Diez i ocl1o cadáveres han sido . enterrados en los templos en los dias r6 i 17 de octubre. Si los hubieramos llevado al cementerio, nos 3horraria­. mos quien sabe cuantas enfe1med Desde 1 ° de Julio proximo, gun empl~ado gozará mas que de un solo i tinico do, a su eleccion' :mnque accidentahnenle o po 111ision «lesempeñe Jos destinos de nomhramiento de acrucllllS que por 6U natur•¡•}eza l funciones separadc.s o puedan separat'H! con dos di, tinta ciones; i aunque una sula e~té situnoa sobre los dos del erar· o. Art. 1 o. Los pre1Jrmlaclos eclesi~~ticos q J teng el producto de )a pl·ebent1a, i el que re ciase de los dos en ta·a r.' en la lcsor·eria del estad ( Del Redacto•· de N ucva York de . 1 7 de ~ de 1833. núm. 23).) iCF' Llamamos la atenciot1 dd ptihlico altiltim ticul'). Pot· su tlisposicion fe ,·c¡·¿i, <{ttC el gohi espaíiol no hace Jistincion ninguna entre la r·enl cimal, de que gozau los prehentlados, i las c.lema la nacion. LO QUE CUESTA UN EJECUTIVO. En 1a memoria del ministro de la guerra Ecuador se halla la partida siguiente ; Cuartel jeneral de S.E. Uu coronel, un prime•· comandante, uno segundo, i un capitan
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Cachaco de Bogotá - N. 31

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El Cachaco de Bogotá - N. 33

Por: | Fecha: 14/11/1833

Qcu' non b'bere ve1 z'tatem pronancial, prcditcr est o 33. ] Jl!JEVES 1 4 DE NOV·IEMBI\'E DE 1 833. Se yublicará esto- periódico Lod.os los domingos á las diez de la mañaua, i se vender.' CJ1 ht tienda del Sctior An-. toqio V elez, en la primera calle del aomereio, donde se ndmitirán suscriciones p9r t.rim.f.s.tres al ¡}recio de d · cz r:et~IP.s Fu~ESTOS RE'IULT.ADOS D'Et. ESPiRITU DE PARTIDO. La ignoranci:1 menos que la malicia hace ecuentes imputaciones scribe la i que el juez de una e u a reduzca á prision á la rsona contra q icn ~l a ÍlHli • 9S de q blC iCél clelin-ucnte 7 Lt s enemigo del ~obier o u·ibuir:~ á este n ¡·ocedimie to r ndado en Ju lci, i q e sclusivam n de la in }Jcocion de los j U .. , , cuando eL espíritu de partid/) es e1 que hab1a, cnanclo es preciso hacer rec.'l'el' saL1·e el gdbicrno todo lo ocioso, cdando hai interés en suscitarle enemigos i er¡conos, 'Jiur, de pojtirlo ele la fu~na mora.1l, fa razon call¿¡, las leyes eumudeeen, i h:rsla el bn'en sel'ltido guarda silencio. Pero, por fortun~, l1ai un nrlmero mur prc¡)on,Terit'nte de val!·iotus, i de bom'bres imparciales, que cli9tinsuc las f'Lmcionas i de:&c·:es (te los <~jenl(!S de la nacio'tl, i que cst."ín per nadidos de que p:-~ra 1111c'Stros itnphtdb'lc~ enemigos no h~i arma ninguna vetbdh: todo lo que les pueda aer útil paTa llesncreclitar e1 sistema repuLli­cnno, calumniar al gobierno consti'lucional, 'i el1Yolver á la .NoeYa Granada en partidos i re-rolucionés, todo lo po11cn en practica pil ra saciar su 'engánza, i satis­f< tcer sus viles pasiones. 1 desgraciá(~o el ci uéh1nta ol)servat·las. Pero, ¡ Dios sea loado! tenemos libertad de imprenta para. pu!JUcnr es~s Yerélades, i <.1 svaneccl' las cqui11ocaci )e¡ de la isnorancia, o las acu ·acloues malitioS'lls del espí· ritu de parlillo. EQUIVOCAGIO 'ES. hora que se ha perseguido a a o Ullas pcr&o:ua. por h~ber contra ellas declar iones que las s.iu.Oical all. del de]jto de conspiracion, no han faltado otros q.ue echen );l culpa a los ~ncarga.dos de la Ol' fortuna, e a época de crímenes, i paso para dar al fiu con el :mteced~nlc que 11eccsitq lene tamhien co'lt ella la nutot·idad que le hizo dar tal á ]a ,·ista para que el ejecutivo pueda d •spa.cl1ar co nombre. Hoi tenernos una constitucion en que e tán acierto. .Si los gohenwdores dijeran siempre: ·'he­marcadas las atl'iJmciones de los funcionarios públicos: 1 mos heHw tal cosa e1í vzrtud de la orden de ta el poder ejecutivo no se puede mezcJar en l; s del!Jechn, este inconveniente, que es mas grande de lo judicil reembolso del alcance, i sean perseguidos segun las 1e: es previeuen? ¿A qué, 1mes, tanla:s aJaracas '} l No tenemos un sistema repu­blicano de gobierno, en el cual no se tiene ningu­na consideracion aristocrática con perjuicio de la co­munidad '! Podría acaso haber lugar a qu ja, cuando se lnsllirse hecho esto solo con el Sr. Ayala; pero no es asi. El Sr. rthnuel p;,rdo, J'cpublicano conocido, que l1a prestado sen icios á la cam;a úc la independencia i de la lihertatl, ha , ufrido, aunque, á nuestro o.odo Oe YC1' 1 lfi centCll.lCUle, }os nece o.ll'iOS efectOS de Un juicio, por un alcance que resullo a la renta de cor­reos. ¡,1 se ha quejado acaso el Sr. Pardo cot~lra el jén ral Santantler? ¿Ataca por \entura al gob1erno instituciones de la Nueva Granada? ¿Dice algo con­tl• a los prócedimientos legal s? No; el Sr. Pardo l1a aguardado en silencio el t·esu1tado de su juicio, }¡a pagado lo que contra él resulwba, i conoce que, si queremos tener· república, la lei debe ejecutar e sin miramientos ni con::;ideracioncs particulares, i que tan­to nos han pel'jutlicado en otro tiempo. (. I sera aca­so 1 $r. Pardo de peot' condicion que el Sr. Ayala? ¿es su familia menos respetable i conocida'} No por cierto. El Sr. Phrtlo ha sido absuelto ¡1orque nada re­sultaba que pudiese empañar sn bien merecida repu­tacion. Ojala podamos decir del Sr. Ayala crue ha si­do absuelto por igual motivo. tan buena la memoria, que siemp.e 11os acorden.os d lo que hemos leido alguna Hz_, i en negocio~ de gó­hierno es 1)reciso tener siempre á la visla la dis JOsi­cion escrita par01 no er•·ar . .Si és asi, como suponemos que debe ser, parece que nada le cuest;, á un gober­nador cita e la feclta i el mímero de dichas úrtlenc:> ·. ~OS atrevemos a suplicar que :JSÍ se ltaga, para ({u e se allanell los iucon cuienles de qnc hemos h:d)l<:do. • uhcmos que s principios liuerDlcs, solo puede ser cslrav i:~da d ellos ror la influencia perniciosa de :Jguua pcn,onn, que haya atiqnirido ascewlicnle sobre lla, por poseer ~dgun;:s cuulidadcs de nque!Jas que tan fdio de que la juven­tud se afirme en el amor (1ue por inclinacion lns tiene. El cstudinule jenel"itamos con las fieras. Si s.e puhlica alguna órden no se hace ejecut:n·, j. solo reiuu la indol~uaia, i el desórden. En tal e~tado, ttaJ necesario que esto salga á la luz pública, para ver si­por este medio se consigue algun remcdio .-Se COI;l'" tinuará -- Co& seutimicntos· de respeto i consideraeion, me> suscribo de U. U. mui obe
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El Cachaco de Bogotá - N. 37

Por: | Fecha: 01/12/1833

ELCAC AC Qui non b'be1'e veritatem pronuncia!, prcdz'tor est vert'tat:s. J DOMINGO 1. 0 DE DICIEMBRE DE t833. [ UN REAL. Se publicará este periódico Lodos los domingos á las diez. de la mañana, i se ""Vendera en la tienda del Senor An .. tonio Velez, en la primera c:~lle del comercio, doJlde se admitirán suscriciones por trimestres al precio de Ji z reales LA PRENSA BOGOTANA. Hemos ·isto el núm. 1. 0 del pnten del con­tacto que. tenemos con los miembt'Os de la adminis­tt ·acion. Nosotros no nos resentimos de nada, i méno~ de est9, porque, t,racias al creador, recibimos de él ·uoa alma independiente i un· caráeter fir·mc i decidi­t" ro, para hacet· i dt~cit' cuanto ct·eernos útil i bu(•no, ~unque les duela á lo~ gobernantes, i se atra"iesen de por medio nw'btros amigos. El autor del papel, que ha solido honramos con sus remitidos, i <1ue nos co­noce bien de ccl'ca, uo debiera haber hahlado de 110- eolros en estos t1'nninos, porque en verdad que uo h< brá tenido ocasion de saber que somos docilcs ins­trumentos de nadie. No l"" fllll'oh•tmos tampoco lo que dice del jene­ral José Maria Ohandn. Este ilustre repnhlic;.~no: á quien la };ber tad ha drbido tanto eu los tiltimos ciuco años, 110 lw d:Hio moti\o de que se le diga qu. tiene de­IDétsiado apego á este ó aquel pedct70 d tien'a! ¡~or que ¡us !tecitos pruehétn que su cor .• zon grande 1 Jenero­so lo mi ato r¡uiet·c á la J 'ucva G-rau .• da entera que al ri,,con en f{H<' vi,) la luz . .EspNamo que ·s t.t sea la pr·imcra i la última •cz en que hable a si de los bue­nos p.tlriotas . .Si lo conl•·ario succcdicre, siempre nos tendra, corno ahora, en la a enJ defendiéndolos. SOl3RE LA. MISMA. (Remitido.) El que hahla demasiado, da continuo eomete mucbos etTot·e . Asi ha succJido al autor de la Prensa Bogotana, pues, no contento con dog~uo~ti~Ostendra la actual administracion, pero sin dejar de irle á la mano, sobre todo cada vez que, como en la cuestion francesa i en otras, asegure en tono dogmatico, que el que se atreva a emitir una opinion diferente de la del go­bierno no puede hacerlo sino por ignorancia o por ma-licia." Protestamos que no hemos visto semejante cosa; no obslante que somos amigos de leer los papeles pú­blicos, é informarnos del estado de los negocios jm­portantes. Tal vez pot' distraccion, olvido .. o negli.­jencia ignoramos una circunstancia tao notable; pero sino se nos cita el lugar en donde ella se encuentra, con,·endrémos en que no existe, i que por consigui .. ente esta es la segunda falta de la prens¡t, La tercera falta consiste en el modo Ít:8propio con que sP. habla del jeneral Josá M.11·ia Ol>atúlo, en lo c¡ue nos parece que hai mas parctulidacl que igno ... raucia de parte rlel escritor, que pt'OCUt'a zaherir con malignidad i estudio a un personaje, que no merece se le trate tan ioclignamente por quien se precia le ser sabio, moderarlo i amigo de los principios repll .. blicanos. Bien sabemos la irrit:•cion c¡ue ha producido en los lectores del párrafo que impugnamos, la ma .. nrra con que se ataca al ilustJ'e jeoeral José Maria. Obando; pe1·o no esta fuera del c.tso hacer aqui al­gunas indicaciones , para que !'e acal>e de conocer la. lijcreza que en esta parte condujo la mano del escritor de la prensa. Vamos á vet ificarlu. El jeneral Obando recibió desde su infancia la. educaciou que en ar1uellos tiempos se daha con mas esmero á los niños, i habiendo estudiado un curso «le filosofia rejentado ¡Jor el sáuio D1·. feliz ftp trepo, cultivó su t: lcnlo sublime i su hrillante imajinacioo. con grau provecho. En la carrera militar, el jcn ral Obando no ha descuidado la aclquisicion de l s prin­cipios del arte de la guct·ra ; i nadie pocl1'a negar que, a su valor conocido, agrt>ga una gran suma ien, en su dificil allmioistracion, que era digno de presidir los destinos de este heroico pueblo. En la con­lienda con el Ecuador, uo es p;)co l•• que la Nueva Granada tlebe al juicio i prudencia del jf'neral Obando. Sus enemigos personales inutilmeote preteut erdn, por tanto, hacet·lo aparecer como un hombt•e adocenado: todo lo contr•u·io juzgs granadinos para que necesite de nue­vos trabajos para conciliarsela. Nm;otros que lo cono­cemos muí de cerca, i que nos jaclamos de set· sus .mas intimos amigos, estamos seguros que ese bene­mérito ciudadano sabra conservar hnjo todos respectos el justo aprecio de sus compatriotas. La cuarta falta consisle en hacer mencion del ~eneral Tomas Cipriano Mosquera con el designio de 1njuriarlo. Dcspues de una lci que relega á pet·pctuo olvido todo lo pasado, en nuesu·o sentit·, es injusto, imprudente é impol!tico hacer recuerdos ofensivos d~ la conducta de un ciudadano, que, si en un tiempo se separó ue la senda de sus deberes, hoi ]a lw reco­brado ya, i no dudamos que sera útil a la Nueva Granada, de cuyas instituciones es enlusiasla paneji­rista. Si algunos de nuest•·os anliguos enemigos nos dieseu. motivos uucros, forzoso es echar·les en cara sus criminosos t>stravios; mas si nos manifiestan, que han vuel lo sobra- sus paso&, i que de buen~t fé se ha u reconciliado con los amigos de 1a libertad, no es licito it.ijuriarlos, ni es conveniente enrostrarlos con recu­erdos que Ja lei condL•nú, i que la toleraucia i la ur­h~ ni;¡ad deben auyentar pnr~ siempre de una sociedad, que si nn se pt·ecia toditvia Je ~er suficientcmcrlle civi­li~ ada, tiene ,,1 menos tendencia para conseguirlo. La quinta falla esta en las inculpaciones que se .hacen al gobierno, sacadas de la carter·~t de un o(icial, que supone hal1ersc encontrado el aut(lr de la prensa . Primeramente indica, que '' apcsat· ele dos \acólntes de coroneles qne han ocurrido, el gobicmo no Ira aseen- • d~do ningun teniente coronel." Si hubiera leido la atribuciou 7. "" (le Jas d(>l Pocler Ejecutivo no habría llegado a Lmto su ignoranci:t, pues alli se dice: r¡uc el presiñ nte poda·á ascend r a l s teni ntes cMoueles con previo acuerdo i cou entimiento del senado. Ca­torce on los_ coroneles que conforme á la lci orgi\­nica del ejérctlo puede haber en senicio acLivo, i b lei no obliga al gobierno a tenel· completo sle nú­mero, en cuya virtud hasta ahora no ha compl ~tadf), pot•que las circunstancias no lo Jwu (•xijido. Pt·imet·a consitlera~ion: en los coroneles llamados al sel'\'icio activo no ha ocurrido mas f:~lla. absoluta que la del memorable Moutoya. Segunda conshlcrttcion : con­forme a la misma lei, una vacante de coronel debe lleuar e llamando al set·vicio á uno de la misma cbse de los que se ltnllen con letras de cuartel, 1 otra ns­cenuien lo :i un teniente coronel de los f}lle ~e ha­llen en senicio activo. Terce..a considc•·aciou : de consiguieute el dueño de l01 cartera no eslaba al cor­riente de lo qne dispone la constiluciou, la lei mllit:•r i lo decretos del ejecutivo dict.Hlos para su cumpli­miento; lo qnc prueba, que el oficial que escribio lo que se inserta en l.t Prensa es descuidado en el collocimicuto de sus deberes, pues no ha leido ni las ordenes jcucra1es; aun mas, que es un desmemoriado, pues DO Se ~ICUCt•J~ de que desde julio a esta parte nos~ l1a reunido ningun congreso, i que el segundo constitucional se reunira en marzo prox.imo. La sesta falta consiste en la censura que se hace al gobierno por haber ordenado, que los domingos se tenga una academia jeneral de jefes i oficialrs. Este pt•ccepto es saludable a los que han abt•azado la CJr­rera del honoe i de la gloria, porque tiene por olJjcto inculcarles el amor á la patria i el conocimiento de sus deberes, exarninandolos eL\ las ohlig<.cione:' de sus respectivas cla rs_, instru ·endolos en cua11to deben saber, i aconsejandolos sobre su modo de comporU•rse. Las vent<~jas de este establecimiE'nto son nutot·inmcnte útiles, i sobre ellas nos estenderémos mas si el <•rticulo que se •of'rece publicar en el Cachaco no se co 1fo ·­mase con nuestras ideas. Hasta tanto suspenderé01os nucslro juicio', i cliriiirémos nuest~'OS votos pl)rque el ilustrado autor de la Prens~ Bogotana emplée sus luces i su celo patriotico, no eu denigrar 1 zaherir·, sino en censurar con moderacion i en amone~tar con juicio . .Bogota 26 de Noviembre de I833. ECUADOR. En el Ecuador se esta imitando á las mil mara­villns la enerjia del podet· absoluto. El diputaclo Ro­cafuerte fué destituido por el congreso, i desterrado del territorio del estado sin set· oido, i en castigo de IJJ.­ber representado contra la concesion de f-.cultades es­tt ·aordinarias. Al Sr. Pellro Merino, que renuncio b plaza de consejero de estado, por que no vein á la constitucion ejerciendo su impet·io, se le destituyó igualmente pot· el congreso. Despues de la funesta i atroz muerte de los patriotas que fuéron engañados para tomar el cuartel de Quito, el congr·eso lla dado una lci mandando que los complicados en la conspi­I'< Jcion sean juzgados militarmente i aho1cados ( lei ex. post facto), i que se ¡;aqueu cincuenta mil ¡Jesos de sus familias. Qucd,tha el congreso i!isculi<'nllo si dt•­bet ·ia ser destituido dt' la vicepresidencia el Sr. La r­rea, por hnherse quejado de que los ministros lwhi,m dictado mcdiJas sobre la revolucion sin su ••nnencia. El cad·iver de Hall fué suspendido de la horca, i lue­go tirado ~ b sal)ana. ¡Viva, viva la enerjfa i -,igor nes orijinalcs ele} difunto lihcrlador Simon Uolivat·, que publicamos para excitar los de­se ., de' los que tienen apetito de gohcrnar, ó de ser gohernatlos, fuerte i ,·igot•osamenle á la Boliviana. PRIMERA. Cuartel Jent!ral de Pie de Cut: la--Octubre 1 ~ de I8tg-g. 0 .Al cura i alcaldes de Jiron. El dinero !lel clonativo estará li to para mana­na, en que srguirá conmigo, en la intclijencia que, hahielldo omision en esto, UU. i toda la ciudad it·án al ejército. r~ngo entendido que u. , señor cura, está prcs .. tando el diu.ero de diezmos, i, necesitando yo estas cantidades, estarán ptont.•s para marchar conmigo.-­Dios guarde á UU. mucltos años.-- Bolívar. SEG\fNDA. Cuart~l jeneral de Pítmplona a 29 de octubre . de I8l9-9· o -· s .. mon Bolit.,arJ presidenitJ de laR~- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CACHACO DE 1\0GOTA.'.' 151 publica, CapilaR jenera[ de los e¡ércitOS de rene­% lUJa i de la Nue·va Granada~ etc. etc. Al ciudadano Juan Bautista Gonzalez. Como U. hasta esta fecha no ha consignado en podet· del ciudadano José L;¡z:~ro 1\~antilla los cuatro mil pesos que S(' le asjgnat·on al ciudadano Jeroni­lllO :r.1antilla, faltando U. indignameute á lo ofreci­do, en este concepto, si U. 110 los entreg;¡re inme­diatamente, lo hago pas:1r por las armste momeuto. ORDENES REGULARES. En ~~ rejist:·o oficial núm. 20 p.tj. •54. se en­elt~ ntra un dec ·eto del jcncr, l Bolívar de fecha 8 de octubre. de r82.8 (epoca de la dictadura) en f'l cual, resolviendo las dudas propue.;tas por el arzobiapo de Caracas sobre la dependencia de los conventos de pre­dicadores, <.le san Francisco i ltt l\1C1'ced etc. , en el art '. 0 decitlio el gobierno dictatori<.~l lo sigui ente. '' Los con en tos de regulares, qoe clepentlínn 1 en Ve :tezuela, Maturin, Orinoco i Zulia, de los or­denes •·egularea eaolablccidos en Snnto Domiu¡.;o, Cuba i Porto-Rico, estar¿m en adelrwte sujetos a lor res-ectivos ordinarios eclesiasticos con.fórme á las le­es, ¿ a los canones r¡ue arreglan su disct¡Jlina en estos ·asos. '' '~ §. Linico. Esta providencia S<'l'a cstenaiYa a otros conventos de Colombiil, CfUC ae h.tllcn en el mi~wo c ru.o. ', Entonces gu:u·tlaron profundo silt>ncio los pre­la ,los es,ru¡ ul,>s •s, i no se aco•·tlaron de las bulas pon­t'ficias. Ya se ,e, era la dictadura t¡u.ienlo manda­ba . ..... CURATOS. Por lo que snlJemos, i pot· el ntfmero de ecle­~<• Stt os que \emos en la c<.~pital. ya esta cclebnmdo­e el .Swodo p:tra la provision de curatos en el arzo­l> ispa1io. f<.::S de esperar¡e que ella se haga en justicia, e ':mclo 1mparcialml'nte el mérito de los señores opo­aitores, i €JUe no suceda. lo que se ió con e ·dmdalo ajo la dictntlura de hor•·orosa memoria~ cuaudo se d io un Lucn beneficio, por una orden terminante del dictador1 á un clérigo revoltoso, con perjuicio de otros eclcsihticos de mas luce$ i mérito, solo por que había predicado Slas re•·omt•n,Jaciones por mas que sea tan viejo como M 1tn · .. lem en 1 ministerio eclesiastico. Los recomend. hle cclc,i< ti­cos Gar.ti, Ese:•rpeta, V:tsquet, Guenn·a, Anjel, R nue­ro, n.,Ivue.na, T.!lledo, Caho i otros que, auuque no los conocem.,s, sí.lbem ns que han ' 'enitl" al conc u·so, son acreedores á ser colocados en lo hencficiu.', ¡Mra que siempre cuente el sistema liberal con amigos i apo­) os Cicle~, i la iglesia con párrocos <[UC la sirvan i l~ honren. GOBERNADOR DE PAMPLONA. (Remitido.) S,-ñores redactores del Cac'hrico. Mui justo es que UU., hablandú de los gober­naclores, ha)au. distinguido á los ele Bof;olá, i Antio­quia; pero no creo que otros gol.ern.11lo e •. esnwt•t•.t- C< n una mencion partict.lar, aunquo s a c'erto que entre ellos suceda lo que con J.,s brev .• s, que hai <.~l­guuns mas r<'dondas que las otras. 1:.1 g"hem ... dor le mi provincia (la tle P mplona) ciudurla11o lsi•lro Vi.­llamizar no desmerece se•· colocado . 1 la• o de los me­jores: de su integridud, desintere ,11!0 palrioti.-mo, con­S< tgracion al trl!hajo, adhesiou á lns le , es, re.· pelo al gobierno, amor á ]a libe• tad, é inlel•jcncié!; dariw si­empre testimonio los actos guhernat¡vos, el ;trrcblo de las reulas, el orden de aqu(•l1os puclJios, la corres- ' pondencia <'On el gobietno, i todo· los 90 mil hahi ... tantes de esa pro,,incia de Pamplona que, por sus pa­decimientos i sacrificios por la independencia, no ce ... de a ninguna de las el~ la N uc;"a G ··~a da, i .por 1() que ha hecho por la ltbertad 1 las leyes es dtgna de; estar al lado Je Car.anare, Popayan, Rio-Hacha, Cho..: có, Barranquilla i Sabanalarga, Sanlamarta, Socorro,.] San Jil etc. etc. Un hijo it: la provincia d• Pamplona ~ • TEATRO. Quisieramos decir mucho sobre la trajedia. qué' limos rep.res~~t~ en la ;noch~ del pa~dQ do~wgo¿ • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. OAG!IAe() bE BOGOTA; pero la e8trechez de nue&\ra- eolumllaJ no :nos p•r· a repetir. . mite ser mui di(usos. Darémos, sin embargo, algu- Apesar de lo numeroso del concurso reinó el rias ohseTVaciones, respondiendo al propio tiempo á mejor 6-rden: los hombres se condujeron con ·toda l~ varias crí~icat que sabemos se han hecho, asi de la decencia i compostura que el lugar reqn~ria, i oh­eomposicion como d~ lo demas. servamos con satisfaccion que ninguno fumo ui en el Lo' primero que se ha dicho, sin duda para rebajar patio ni en los corredores de los palcos. Ojala haya al recomendable ji>ven autor de 1~ trájcclia, la satisfac- siempre tanta civilidad i decoro. cion que debe híiberle causade su felit suceso, es que Seria de desearse que el alumbr.ado fuese mejor. no ha. hecho mas que poner en dialogo i s.acar las es- Bien sabemos que el sr. Granado• h;.ce cllantos e • eena1 enterlls del hermoao :romance de Florian, titula- fuerzos puede para conseguirlo, i que, si le fuel'.t fa. do el Gonzal~ de Cordova, o la conquista de Granada cil reembolsat· sus crecidos gastos, alumhraria el Coli­Los l1ombres juiciosos, que no son ciegos admira- seo con velas de e1perma; pero nos consta que no dores de todo lo q~e nos viene allende los mares, i que le es posible, mucho menos despues de haber oído sa1JeD apreciar las producciones ind'rjenas, habr.in echa- ciertas quejas porque se habia aumentado el precio do de ver que hai en ella bastanle orijinalidad, que de la enLrada. Sentimos decir que los que han he­el aÚtor ha sabido entresacar con disceruimiento aque- cho tan infundada censura no estan al cal>o de los ltos pasajes que podian presentarse en la escena con enormes gastos qne se hacen, pues no es cotta facil pre­propiedad, i que el carácter de sus personajes esta sentarlo lodo bueno i barato. hien sosteniclo desde el principio hasta el fin. El UNA CRITICA. ác~o quinto, si esce.Ptuamos una que otra co~a, es on Dizque un caballero de alto tono dijo en la no-teraw& nLe tle su invencion, la muerte de Alamar es che de la reprcsentacion del Gonzalo que "En este n.mi del caso, i los d~lirios del viejo Mulei son ver.J· paia no debieran represcnt:1rse trajedias porque ni dasohin entre otras cosas leau monoseado, digamoslo asi, el E,lipo desde Soplw- 1o que sigue:--· que siendo uno de lo fondos de la eles J1asla Martinez de Ja Rosa 1 ¿ Maffei i Vo1tai,·c Ca a de Ref'ujio las donaciones ' 'oluntarias de los ciu­Jlo esct·ibieron la Merppe? ¿No SiiCO Moratin su Mo- dada nos a favor Je eJla, sle h<·g~ ul n~ el xltacion ~or J·•1 ~ata ' 1,. 1 h'r po· crll·. ii
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Memorias histórico-políticas: últimos días de la Gran Colombia y del Libertador, Tomo 1 – Parte 3

Por: Joaquín Posada Gutiérrez | Fecha: 1920

Esta sección se compone de los capítulos 11 al 15; el conflicto entre “Santanderistas y Bolivarianos” en el departamento de la Nueva Granada desembocaron en la “Conspiración Septembrina” producida el 25 de septiembre de 1828, la cual tenía como objetivo derrocar a Simón Bolívar del cargo de presidente de la Gran Colombia, el golpe de estado fue llevado a cabo por los partidarios del movimiento santanderista que no veían con buenos ojos que el Libertador aplicara en el país el modelo de la Constitución Boliviana. Después de este conflicto interno el gobierno de la Gran Colombia tuvo que afrontar el conflicto militar con el Perú y los movimientos de insurrección interna de las provincias del sur del país.
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Memorias histórico-políticas: últimos días de la Gran Colombia y del Libertador, Tomo 1 – Parte 2

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El Cachaco de Bogotá - N. 39

Por: | Fecha: 08/12/1833

LCAC A Qq.i non b'bere veritatem pronuncüll, prtJditor est veritatu. N. 0 3g. J DOMINGO~. DE DICIEMBRE DE t833. [ UN 1\EAL. Se public;uá este periót1ico Lodos los domit1gos á las diez de la mañana, i se "\'Cndera en la tienda del Señor An­tonio Vdet, ~n la primera c¡~ ltc dd comercio, donJc se admit irán suscricioncs por trimestres al precio de diez reale1 .. 5 .... AL PUBLICO . Un querido amigo miu ( el Sr. Lorenzo M. Lleras) me invitó en el mes d~ mayo ti! limo para qn(' retlactascmos este periodico, i yu convine :5ustoso en ello, porque no­taba la falta de 11110 en que ~e pudiese haulat· contra las f es mui probable que lot liberales cuenten con mayor número de jente armada.l ---------------------------------------------------------- 1< Los enemigos de este periodico no solamente han ocasionado desde mui al principio multitud dtt incomodidades domésticas a uno de sus •ditorel,' con el objeto de que cesara su pu/,licacion, sino que hasta han hecho que se sujiera a un alto fUncionario público la idea de que tome empeño en que se con· cluya. Este funcionario, por quien los editores tienen respeto i consideraciones, les ha hablado con muchcj imerés por que se suspenda el papel; pero ellos ntJ han creído q~• debieran tener esta conde5cendtmcia; i el papet ha ~ontüu~ado i. contin"9_rc ha_st4 lJ.uq se 're a conrem~nte. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 160 EL CACHACO DE BOGOTA. El seño1· Rocafuerte llegó á Gucl_yaquil el 19 de dico. en cuanto lo permita b estrechez de sus co- octubre por la noche, i el 20 se encarg1í de la prefectura. lumnns. Juan Francisco Elizlllde había mi1rchado a Manabi con JUBILACIONES. So hombt·es, con el objeto de sorpr('ndcr a la tropa 1\lui comun es ya esto de servir un destino oclw que estaba en aquella provincia. meses ó un año, acreditar que ee padecen enferme- Se asegura que los liberales hicieron salir el r 4 dades }Jabituales, i solicitar en seguida su jubilacion, para Paita en la goleta Maria, a los jenerales Guerra para que la nacion cargue por un gran 11úmero ele i Pareja, a los jenera1es Soulin, Casanovtt~, Valencia i años con la subsistencia de un erupleado que casi na­Gued~ s, al señor Ignacio Pareja i a otros. da 1e sirvió. Es mjentlsimo el que se ponga un re- De lo que uos refieren, pues, bs mism~s gacetas medio a tan enorme ma~, porque, si asi rto sucede, oficiales, deilucimos que la causa de 1a libertad no stt tiempo vendrá en ·que mas gastos ha Jan de haccrse llalla aun tlesamparada en el Ecuador, que la reaccion en los re-tirados del servicio que en los que positiva­mól. rcha, i que dentTO de poco se hadt jeneral. Sen- menlc ]o hacen. Conocemos a un joven que llabien­timos que la política del jeneral Flores haya arrastrado do servido dos años en una oficina, obtuvo luego a los buenos cintiadanos a ello; pero en las circuns- luego su juhibciou, i despncs hemos visto á este mis­tancias uctuales, no ha quedado a los libres uel Ecuador mo jóven sirviendo otro desLino en qne tiene un tra-otro rccur,:,o contra la tiranla. bajo mucho mas penoso que el que cargaba ántes ESTADISTICA. sohl'e él, solamente porque este destino no le impi- . . . , de el recibir ~u pt!nsion de jul)ilaeion, i pot·que lo • Con mucl1? guslo l1em~s v1sto las notteta.s estad1s- hace para suplir á olt'O empleado. Si este jóvcn esta-ttcas .que. dr ttcmp~ en ttemr~o han p~tbltea.do ~os. ba enfermo pat·a ser ir por si á la rcptiblica, tamhien · CoustltUCh1nale~ del Cauca, ~undmamarca 1 Antwq~na . su enfermedad debia impedirle $ervir por otro, pot• Ellas nos mamficslnn .el cuidado c¡uc los respccttvos que sin <.luda ella era de tal naturaleza que le irnpo­gobernadorcs h:m tenHlo el~ cumpl1r con uno de los sihílitaha absolutamente. Otros jubilados tamhien se deberes que les 1mpone la Ict de 1 1 d: marz? de 182S, ocupan en trabajos mas peno us que los que teuian en en la. parte en que, hasta ahora, h:~ su!o posrble; pem sns oficinas, i ]Jat·a esto no se consideran imposib~~ tnmhten nos h~n hecho notar 1a culp:~ble omision de litudos. otras gob~r:11acwnrs, ~u: no l1an dado uu solo paso Esperamos que el próximo congreso se ocupe ele para adqutnr .tales l~oltctas . . . . este ncro no se castiga á los que le entierran en vida, ¡l los que le aprisi011an (>Il una c:ircel política con las cadcn:1s de la urhani(.lad i corlesia. V na visita, i otra i, oLra j un charla tan ocioso~ i otro i otro, es un robo continuado de la cx.istencin, que J)Udicra emplearse en cosas tÍLiles; es amnrgar b ''ida del miscrc~hle á quien le cae esta plaga ; i es pri \'ar á la sociedad de los frutos de sus laréas. Llama la opiuion importuuos, o majaderos á c>stos atormenta­dores; 1lamtíra1es ladroucs, i seria justa. Qnéjome a mis solas, ~migo mio, i creo que con justicia, de que t•n el mundo, nwi po ns cosas tienen su propio nornbr·e: la sociedad ha e t;,lJlecido ciertas re!l"léiS, ó ll~unense c~ostumhres, que lo1lo lo ;¡llcran, i. to~lo lo p('nierten. Una cornplaccnc;;t a(~·ct:,da, uua sonrisa ~ la fuerza, un u;ted no me i~:comoda, i otras es presiones seme­j: mtes on un dd1et· social, uu sarri(iciu de la rnon •í fa impnuleucia, una ¡ncntiJ-.s limpi:1s i redontbs, f{ llC ponen it CUIJÍ<'I'l n nno: de Ja nota de impo}ÍtÍCt'S, i ~~ otros de la de m;¡l intcnciouados. Si, lo repito, d<' mill iutcucion.,dus, pues la jcncr,,Lidacl de <.>llos co­nocen [t la evidt•rwi.a t•l mal que hacen, i nada les Ílllj>OI'ta cou tal que charlen hasta qne se causen, o lltHlo los aí'íos p;;:;adus de . u vi(!a, 110 encuentre Odré juc;tificarme. No hago la guerra á la sociedad, no ahogo por los misi.ullropos: compadezco a los sabios reconct!ntrados, ó sean ignorantes cat·gados de icléas científicas (porque tambicn hai ignorant!'!S de &La clase ): pero si me quejo de abusos autorizados mas por el sufrimiento que por la sanciou de la sociedad. El trato humano es el placer de la vida, el estímulo del entendimiento, el maestt'o del corazon, el que forma las ciencias, i perfecciona las artes, i sin su auxilio, seria el hombre un sct· embrutecido, limitado ~ satisfacer un. r:orlo mímcro de necesidades, insufi­cientes pnra poner en ejercicio sus potencias. Mi en trM mas se retrae el sabio del lrato social, tanto mns se embotau sus facultades, tanto mas éldquiere un habito funesto de juzg~¡· siempre de Ull mÍSillO modo, a causa de la falta de oposicion, o por lo menos de ocasiones para tomar distiutos jiros. Pero, amigo mio, una cosa es visitar i ser visitado, i otra es sacrificar i ser sacri­fic;~ do ridiculameute. Me dirá V. ¿i que debe lla­cerse? Trat01r a los hombres como ellos merecen. Viene un maj::~daro.-Estoi Lrabnjando -Insiste en 'enir.­lnsistir en desairarlo, pues ya dá motivo para ello.-­Vuehe.-- ·L\-o nlcndcrlo.--Sc sicnte.--No tiene razon, i esto basta .--Diccn que es gmseria .--Ellos saben que no lo es. o ignora V. aquel cuentesito del jesuita que, pur ' 'erse lihl'e de un majadero, le cerraba la puerta, i el mentecato d:.~ha golpes, i decía, abra r. que soi F., á lo que respondia el jesuita en voz baja, conti­nuando en sus ocupaciones, et ideoJ i por lo mismo . Ojalá tuviese el 'jesuita nmc1w5 imitadores, que ) o aseguro que no los tendria su imprudente amig4>. E11 este punto, i no en otro, esloi por la rigurosa etiqueta. Visita corta, i á las horas establecidas por Ja sociedad; pero nunca cuaudo el vi. itado dedica su tiempo al desempeño de sus ohlignciones. Cuando es preciso infrinjit· esla regla, la misma necesidad disculpa,· cuando no, atc!ugome al jesuita. L\o dudo, dira V., que poi' mas que diga, lo, maiadcros CfUC yo lLnno ladr·ones, continuadm impu­nemente en sus robos de tiempo. Tambien contiutían lo lanle. (DeL JJ1ensajaro St!manal de Nue,·a York num. 1 r .) SEGLRlDAD DE LAS E~.·cOl\1lENDAS QUE 3 · RE;.,HTEN POR EL CORL\EO. ( llemitido. ) Es mui estralío el lenguaje tle que usa el scnor . administrador de Jirun en su. E BOGOTA: . !O en mi podear. Ocho años de practica pudieron }la­ber hecl)o conocer al señor José Jgnacio Ordoñcz, que en ]as administraciones n cada' iajc uno distinto, i que ea imp sible tenga seguridad
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Memorias histórico-políticas: últimos días de la Gran Colombia y del Libertador, Tomo 3 – Parte 2

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Imagen de apoyo de  El Cachaco de Bogotá - N. 51

El Cachaco de Bogotá - N. 51

Por: | Fecha: 02/03/1834

En este periodo de la vida del Libertador pasa entre la enfermedad que lo postro poco a poco y la descomposición política de Colombia. Las diferencias entre liberales y conservadores van en aumento produciendo descontrol político, social y económico. Esta situación es el punto de inicio para los futuros conflictos que producirán en Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Otros
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Memorias histórico-políticas: últimos días de la Gran Colombia y del Libertador, Tomo 2 – Parte 3

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