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Imagen de apoyo de  Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 31

Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 31

Por: | Fecha: 17/06/1897

I :D3isemanario ~oIítico, ,r,iterario ~ 1Roticioso AÑo L-SERIE .H, } Bogotá (REPÚBLICA DE COLOMBIA), jueves 17 de, Junio de 1897, { NÚMERO 31 H:D3ogotá" -+:+­DIHECTOH, Eouaroo Espinosa LÓuzmán. MIGUEL ANTONIO OARO y RAFAEL REYES CANDIDATO:';, RE S PECT1VA~IENTI~ t PARA. PRE8l1JJl~TE Y VICEPRESIDE~1'E ml T,A REPlJlll,ICA EN EL PERÍODO CONSTITU210NAL DE 1898 Á 1904 HISTORIA QUE CONVIENE REFRESCAR Para conocimiento de ciertas gent.es y del Clero- en general, publicamos el dis­curso que pronunció en pleno Senado el señor Director de El Constit1.lCional, cuando se discutía en esa Cámara la de­licada cuestión de los derechos políticos del Clero. De m<Ís está que manifestemos nues­tra franca repulsión por algunos concep­tos que contiene el discurso, así como por su forma intel1l12erant~, sello especial de to 010 que escribe el señOl' Pérez y Soto. En cambio, el sefíor Vicepresielen te trató el proyecto elel General Reyes, con la sa­biduría y moderación que son en él habi­tuales, desde el punto de vista mAs des­lumbradoramen te ra zonable. Hé aquí el discurso aludido: , Excelcn1if me, sefor fres:c'erte: Siendo tan siInpática en sus grandes líneas la reforma de la Constitución que va á discutirse en segundo debate, no pensé combatirla, aunque yo abrigara muchas dudas sobre sus buenos resulta- . dos; per-o desde que en el primer deuate se me obligó á manifestarme ostensible­mente hostil al proyecto, estoy en la nc­cesidad de dar la razÓn de mi voto ne­gativo. Somos, honorables Senadores, un cuerpo nacional eHfermo, apenas conva­leciente. oe,orados, desde que nacimos á la villa de la independencia, por ardiente fiebre con repetidos accesos de con vulsión epiléptica, nos es tan indispensable la tranquilidad para seguir viviendo, como el pan cuotidiano. Cuanto contribuya á calmar la cxcitaciól1. nerviosa y á ser~nar los ánimos profundamente conturbados,' nos será salvador; por la misma razón, todo excitante nos será mortal. Hemos gozado hasta .ahora, en el restablecimien­to en que vamos, del imponderable -bene­fioio de que el clero no entl'ara con nos­otros en la desagradable lucha con los enemigos ó en las rencillas entre amigos,. manteniéndose en región superi.ol'_á estas pequeñeces, y todo él consagrado: á ·su di­vina misión de paz y consuelos, de oaridad y amor, de instrucción y beneficencia. El día en que lo obliguemos (y noe'~ otra: cosa lo que nos proponemos, dt:sd'C' que .-el clero no ha manifestado el menor deseo de inmiscuirse en asuntos ajf'nos á su mi­nisterlO), el día en que lo obliguemos 'ú descender de esa regian superior y elll­brazarse sobre la candente arena como un competidor con el pretendiente político, ó siquiera cargar todo el peso de su in­fluencia ó sus . intrigas sobre tal ó cual partido, ó simplemente hacer coro en los alborotos de los comicios populares; ese día--mtbremos perdido hasta la esperanza de ;;alud ; porque si ni el ~antuario donde se adora al Crucificado debp quedar libre del furor de las pasion es; esto es, si el p<;>der evangelizador no debe en­señarnos ya pura y exclusivamente la doct.rina de la perfección social, el cami­no de la verdadera civilización, el naufra­gio t.endría que'ser ineyitahle y total. Por el contrario. si conseguimos que el ch-ro se mantenga tan sabiamente como hast'a hoy, apartado de las luchas políticas, no debemos temer que en cualquiera emer­gencia, por remota ó improbable que ella se?v, alcanoe á todo lo existente el sacudi­miento destructor cual otras veces. Que­dando en pie el poder educador y mora­lizador, la Nación recobraría pronto nue­ya vida, y quizás al fin ganaría la expe­riencia. Reconozco el móvil nobilísimo de los autores del proyecto de reforma. Un celo ardiente los guia por la reparación de to­das las injusticias, y en este camino ten­cITé á honor acompañarlos siempre; pero perdonen á mi franqueza el expresarles que pienso que algún falso punto de vista ha empañado la lucidez de su juicio, que á menudo les aplaudimos. En mi sentir, todos los argumentos que adujo en el primer debat.e en favor del proyecto mi estimado amigo el hono­rhble Senador Reyes, son 'para inducirnos á no intentar la reforma. N el régilÍlen 11+?Uúrqll:ico-en, Fran­cia, mientras existió la alianza entre el Alta!' y el Trono) era' indefectible que el clero_ se mantuviese en la acci6n' pálítica, Gomo ,que' aÍín es·t~bari. por deslindiirse las esferas de actIvidad correspondientés, res­pectivamente, al poder dogmático y al brazo de hierro inseparables por siglos en la guerra ' contra la barbarip. Pero desde que se implantó la República en Francia, con el rápido descenso que ha tenido hasta su actual situacióltl ultra-radical, los dere­chos políticos del clero existen ciertamen­te; pero son una atroz buda. Sustraídas de la influencia del clero las masas popu­lares por la, propaganda activísima de los ateos, materialistas, libres pensadores y esa horda enormísima de traficantes uti- 1 i1 aristas que sólo buscan su pro\'echo del lllumento, aunque el diluvio se venga des­pué~, y á quienes ha sido muy_fácil per­suadir á las gentes desheredadas que el clero es Sil enemigo, que los santos man­damientos y reglas de unen vivir que les prescriben son grillos para mantenerlos postrados Ji esquilmarlos á su sabor, ese pueblo europeo, tan cándido en medio de todas las mara villas de las ciencias, ha dejado ya-esto es un hecho-al supuesto trasquilador por el t.rasquilador yerdade­ro, pareciéndole Íll{lS suave para su yellón la t~jera del declamador del Club Jacobi­no. Así pervertido el criterio de las masas populares, no debemos extrañar que con el sistema del sufragio universal sea una fuerz;a inconsciente yapasionada la que eli­ja los poderes públicos en Francia, eon detrimento de todos los elementos conser­yadores elel cuerpo social, calamidad de la cual se resiente ya no sólo el organis­mo político, sino hasta el comercio y las industrias, y que hasta el cimiento social por excelencia, la familia! se siente des­quiciado. La ola sube incontellÍble, y bien se palpa que en cada ejercicio del sufragio universal para la renovación del Cuerpo Legislatiyo, se dupJica y triplica el núme­ro de los Diputados radicales, socialistas y desvergonzadamente anarquistas; y en la misma proporción en que sube la cifra de los elegidos genuinos de tales electo­res, baja el nivel moral de los directores del movimiento político y administrativo. N o se me contradiga con la reciente elección de un eminente ciudadano, de filiaci6n moderada y tendencias conserva­doras, para Presidente de la República en Francia; porque es evidente que allí se opera en el momento un ensayo de reac­ción que está dejando hacer un partido es­pantado de su propia obra" ante los pavo­rosos estragos de los dinamiteros. Con semejante situación, dueños en absoluto del terreno los. 110m hres de ideas extremadas, pudiendo conseguirlo todo con el sufragi,o universal de las masas po­pulares" preyiamente enloquecidas, bien pueden perínitirse las facciones dominan­tes en Franpia el lujo de una aparente to~ lerancil'!-, dejando consignar en el papel los del~echos políticos del clero; y así se explica que en un Parlamento tan nume­roso como el francés, de cerca de seis­cientos miembros, apenas se cuenten dos ó tres indivicluos del clero j porque en el fondo de la máquilia electoral es tal la in- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. tolerancia, que al constituirse la lÍ.ltima Oámara legislativa, Re ha " isto invalidar la elección de distinguidos personaj es, no pertenecientes al clero, si no seglar es, tan sólo porque algün cura recomendó su nom­bre á sus feligreses. ¿No es atrozmente burlesco, no es' el colmo de la irrición, que cuando un cura puede ser elector y elegi ble, no pueda r ecomendar la candi­datura de un amigo? Si saliendo de Europa nos compara­mos con nuestras herm,anas de América, con las cuales sí tenemos tántos puntos de analogía, no tengo reparo en decir lo que creo, para ahorrar detalles, que los países hispano-americanos en donde el clero par­ticipa de los disputados derechos, están en ,situación política desventajosa respecto de nosotros. Entre esas naciones las pue­de haber más ricas y prósperas que la nués­tra; pero ellas tienen todavía por resolver arduos problemas, ele los cuales ya nos vemos nosotros libres á dura prueba. No retrocedamos, pues. Otro argumento del Honorable Se­nador Reyes en favor de la reforma, es la calidad de nuestro clero, que tánto brilla hoy por sus virtudes y conocimientos. l o que le falta decir al apreciable colega es, que ese brillo lo elebe al alejamiento en que ha estado por titntos Míos de la política. Es consecuencial suponer que, si volviera al fuego, volvería su decaimiento. Hé aquí precisamente el secreto de la tra.nquilidad y .;ua,ve avenimiento del clero por lo que el autor del proyecto califica de despojo de derechos. Por lo mismo que nuestro clero es tan virtuoso é ilustrado, y sabien­do que no se puede servir á la YCZ á dos señores, está mny contento de poder con­sagrar toda su atención y su tiempo á los nogocios espirituales, abandonando ú los hombres del siglo las cosas del siglo. De aquí que nada haya reclamado, más que conforme con su apartamiento. Tanto es así, que me atreYo Ú hacer un pronósti­co á mi distinguido amigo el Honorable Senador Reyes, yes el ele que si llegara 11 ser una efectividad la reforma por él pro­puesta, tendríamos acaso por una ironia de }os sucesos, que en lugar de yer sentados á nuestro lado en este augusto recinto á tántos dignísimos Prel~dos y Presbíteros, en cuya ciencia y virtudes habriarnos de inspirarnos para legislar, lo q \le veríamos seria á algunos curas de apartados pue-blos que han quedado ardiendo ..... . Ya desde su resplandeciente cátedra el Soberano Pontífice ha dict.ado manda­miento y enseiial17.a al orbe católiúo sobre ]a complexa cuestión político-religiosa; y al clero francés lo ha obligado á abando­nar el partido de la reyecía para afiliarse francamente al Gobierno existente de la República, lo que ha ;:;ido tanto C~)lno im­ponerle hasta la renuncia ele un ideal po­lítico. Y por el mismo orden, cuando en la pasada renovación de la Cámara de Di­putados, {t que ya he hecho referencia, e] Abate Lemire ~' el Abate Garniel', el pri­mero yencedor ,\T el segundo vencido en circunscripciones diversas, quisieron lan­zarse á la luclJa eleccionaria, lo hicieron I á sus riesgos y peligros, contra amones­tación expresa de Su Eminencia el Oarde­nal- Arzobispo de París. Es que son otros los vientos que s'oplan y es otro el elel:ro­tero. Nuestro Supremo Jerarca ha visto que escapará la causa de la civilización del cataclismo que la amenaza, si la Igle­sia no rescata á la clase obrera, y que la clase obrera no yolverá al redil sino me­piante una mlel'a evangelización, cuando { {~OG- OTA}}-Janio .1'7 de 189 7. los ungidos elel Señor se desparramen por t.oda la t.ierra á predicar la divina palabral como en los primeros t iempos, con tanto ardor como di screción , y, sobre t odo, ab­soluto desprendimiento de los intereses mundanos. A Dios gracias ! soy un fer vien te ca­tólico, y tengo una hoja 9-e servicios con numerosos escritos en defensa de mi r eli­gión y su cl ero, que me han valido hono­res y el aplauso de los buenos, C(Jm o tam­bién los improperios de los impíos y li­bertill os, de lo cual me glorio. Con t al antecedente, no elebe ser en maner a algu­na sosp ech oso mi voto contrario. Así, pues, y r e§.umiendo : por el mismo interés del clero colombiano, para su más fecun­da labor, para su gloria y la nuéstra, para la tranquilidad mutua, pido y suplico ?\ mis hon0rables colegas que lo mediten mucho antes de sancionar semej ante r e­fo rma de la Oonstitución ! Y como la materia es de suma grave­dad, para que por ig norancia ó mali cia no se t uerza el sentido de mi oposición, pido al se110r Secret ari o que haga cons­tar en el acta del día la razón de mi voto." (P alabras del Director ele El Con8ti­tucio1ictl en pleno Senado en una sesión memorable de la Legislatura de 1894). -s- ALGO PERSONAL Con la verdad por guía y aun'que en incorrecta frase, que por incorrecta y no por falsa podrá censu­rarse, hemos contestado los cargos que nos hizo El Szglo, y le hemos demostrado que no tenía razones en qué fundarlos, y que, por lo mismo, bien hicimos en considerarnos gratuitamente calumniados por el colega, Esto en cuanto á los ataques perS01'lales, que fueron, más que todo, violentos insultos, naturales en momentos de exacerbación política, cuando vienen de ciertas gentes muy dadas á servirse de ellos, por­que !lO tienen otra cosa de qué servirse, pero exóticos, por lo menús, en boca de los cultos Directores de El Siglo, cuyo talerito no requieré de condimentos para lucir y abrirse paso, Ahora, en cuanto á los otros dos cargos que se nos hicieron, y referentes sólo á algo de lo dicho en 'esta hoja, vamos á ver que tam­bién anduvo descaminado el colega, y con él todos los que han echado por los mismos atajos: Quinto. Que le ¡tacemos al scíiol' Caro el cargo de comprar cO/lcicncias. Hemos vuelto á leer con cal­ma y con despaci0 el artículo de BOGOT.í., Cillco días y cillCO cosas, y el de ET Siglo que á éste se refiere, y por más que hemos hecho, no hemos llegado á compaginar el uno con el otro, ni á explicarnos cómo han podido tomar los jóvenes é inteligentes Directores del colega tina ocasión tan calva y tan gruesa por tan inperceptible pelo, que ha escapado á nuestras más ex­quisitas pesquisas. En la perplejidad que esto nos ha causado no hallamos mejor medio para poner las co­sas en claro, que el de confrontar lo escrito, á ver si logramos poner los puntos sobre las íes. • Dijo El Siglo en Sil número 23, á propósito de la candidatura del General Reyes para Vicepresidente de la República, proclamada por el partido nacional, que los nacionalistas que habíarólos combatido y com- , batíamos la candidatura presidencial del mismo señor General, lo acogíamos ahora si1l que medie /lila pala­bra, l/na promesa, 111la oferta c7lalqltie7'il que eo!toncste talJlaíla incoJ/secucncia, y dijo esto refiriéndose á las cinco cosas que exije el Padre Astete para una buena confesión, BOl; ()'LÍ. se tomó la libertad ele plagiar-sí, sefío­res, plagiar-el estudio de su inteligente colega, y al indicarles á los actuales enemigos del nacionalismo la manera de hacer una confesión provechosa ante el General Quintero, qtle hoy los dirige y en antes com· batieron, les elijo: PRorósrro DE ENMIENDA, ,Haced fimlc resobl­ció", eOIi ,Iobllltad i/lq/{ebrantable, de /lO ofender jamás IÍ nadie que pl/eda pró.¡;¡'lIIa Ó rClIlotalllC1ltc distribuír ¡tollores y riquc~as, J' de dcsli/;aros por el camino de la política como serpientcs pmdclltísimas, aparmtalldo la i/loeencia de las palomas, Esto y no otra cosa fue lo que)30GOTÁ dijo en el particular, que claro se refiere á la inconsecuencia de ciertos políticos que mucho trabajaron en contra elel Gobierno de los cinco días y, sin embargo, en su afán de hacerle oposición al señor Caro, hoy son los que más de cerca rodean y apoyan al General Quin­tero; y esto se dijo con tanta más claridad cuanto que al hablar riel examen de conciencia se les había dicho: " Investigad en el fo ndo de ella, echando á un lado los remordimientos y esforzando un poco la me­moria, cuál fue vuestra conducta du ra nte el malogra­do Gobierno de los cinco días, Si hicisteis viajes á Sopó y con qué objeto, si p usisteis telegramas y á q uién, si despachasteis pastas con cartas ó tarje tas y á dónde, si asististeis á juntas subversivas y qué dijis­teis en ellas, si pensaisteis mal de D. Abraham Mo­reno y porq ué, si os burlasteis de las novísimas fi ­nanzas de D, Francisco Groot, si abrigasteis temores respecto del Ejército cuando se h abló del General Ortiz, si escribisteis (?) elocuentes editoriales en blan­co (los mejores que habéis esc rito), en fin, si de al­gún modo contrib uisteis á la prematura caída del sa· bio, justo y rico Gobiemo del General Ouintero Cal· derón, con escándalo del radicalismo y de los vein­tiuno," ¿Hay en todo esto algo q ue pueda tomarse como aseveración nuéstra de que el senor Caro sea capaz de comprar conciencias? No lo vemos por más que lo buscamos, y sin embargo. El Siglo halla en ello pelo para agarrar la ocasión, y nos dice : "BOGOTA, tlL SI/. afán de confimdir á los adversarios del cOlltúmis­JItO, se ciega de tallllanera, que ¡lace solapadamente al se17m' CatO el cargo dc COIlt/"ar cOllciC/lcias:' ... . Fra ncamente, esto es hilar muy delgado, y de mane ra muy arrevesada; tanto que ni vale la pena de comentarlo, y el poco trabajo que en ello gasta­mos, de fijo que acentúa la fama de cándidos en que El Siglo pa rece te nernos y tener á sus lecto res, Sexto y último, Que el artículo Boulaltgcr publi­cado en BOGOTA, es muestra de nuestras injurias al Ge­neral Reyes, Desde que se lanzó la candidatura vicepresiden­cial del Gene~al Reyes se ha empeñado en sostener la prensa disidente que el nacionalismo combate la candidatura presidencial d('l mismo General, lanzada por ellos, injuriando y desacreditando al noble candi­dato que, como bien se ha dicho, es carne de la carne y hueso de los huesos del partido nacional , ... Bo, GOTi\ rechazó este cargo y pidió comprobantes que lo autorizaran; El Siglo :ecoge el' guante y cíta como muestra de nuestras injurias. un articulito de historia contemporánea, de ayer nada más, cuyo recuerdo está aún vivo y palpitante, )l en el cual ni umi vez se nombra nuestro valiente Jefe, el vencedor de Enci­so )' La Tribuna. Este comprobante no puede ser más infeliz, y oi, con motivo de él, puede resultarle ofensa al General Reyes, ella no emanará de BOGOT.\, que se limitó á citar un episodio histórico, que nadie puede negar, sino ele parte e El Sz:g-lo, que repite vieja agresión de El Correo "Vaciollal)' le aplica á su amigo y can­didato comparaciones que pueden serie desagradables y que sus legítimos y únicos copartidartos, los naciona­listas, no le hemos hecho. Nada tiene de común la vida del General Reyes, y la del General Boulanger, al contrario, U no )' otro tendrán puesto en la Historia como militares valero­sos y especialmente acariciados por el aura popular, pero el uno, víctima de su loca ambición de mando, empañó su glorioso nombre por haberse dejado tocar de los enemigos de la República; al paso ,que el otro ha tenido mejo)'es ocasiones para dar pábulo á malig­nas sugestiones que incitaban su amor propio y le mostraban ahí, á la mano, el sillón de Bolívar como premio de su deslealtad, y sin embargo, tuvo bastante grandeza de alma para rechazar la serpiente y seguir modestamente en el segundo puesto de la República, en vez de arrebatar el primero al doctor N úñez en [8866 al señor Caro en 1895, pues que seguramente en estas épocas no faltaría quien se lo aconsejara y aun le quisiera hacer creer que en ello iba la salud de la Repúb1ica ! Ropaje para vestir la traición de lealtad no ha de faltarles á los que creen que la salud de la Repúbllca está perdida si ellos no so'n los n~édicos de cabecerá, Justamente por lo mismo que el General Reyes ' supo escapar á las seducciones con que sus tentadores de ayer lo halagaron, es por lo qu~ confiamos en que rechace las de sus tentadoi'es de hoy; y el caso de Boulanger es á éstos á quienes debe ponerse de pre- I sente para que en ese espejo se vean y cesen, horrori­zados, en su antipatriótica labor. Para ellos, que bien I lo necesitan, y no para el invicto caudillo, que ha dado muestras de no necesitarlo, fue para quienes BOGOT.\ acogi6 el vivo ejemplo de aquel valiente Jefe que an­tepuso sus intereses personales á los de la República y cayó estruendosamente con todos los que lo incitaron en el camino de la traición y del deshonor. V éasl':, pues, que por este lado tampoco nos ha cogido falta el colega, y convénzase que en la labor patriótica que nos hemos impuesto siempre tendremos la razón, por lo mismo que para todo nos apoyamos en la verdad, Esto ya va largo y seguramente tenemos ya fatigados á nuestros lectores, de modo que lo mejor será suspender aquí, aun cuando buenas ganas nos dan de hacerles algunas otras observaciones que pue­den ser provechosas y que dejaremos listas para otra oportunidad, Antes de acabar tomaremos nota de la exposi­ción que hace uno de los Directores de El Siglo, el señor Calderón, con referencia á nuestro artículo ano Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. terior, y en especial á la filiació_n política del joven es­critor, y le agradecemos la manera culta como en esta vez nos trata El Siglo y que tan poco se compadece con el atícul o que nos obligó á escribir todo lo anterior. EDUARDO ESPINOSA GUZMÁN. F.RANCISCO DE P . CARLtASQUILLA El I3 de los corrientes cumplió su pere- . grinación por la tierra el señor FRANCISCO DE P. CARRASQUILLA. Procedente de abolengo ilustre, dotado de vastÍsima inteligencia y de una verbo· sidad festiva poco com{Ul, el señor CARRAS· QUILLA pertenecía á la aristocracia del ta­lento y ocupaba puesto de honor en el seno de las altas clases sociales. Era poseedor de grandes virtudes CÍvicas y privadas, las cuales aunó siempre con la tolerancia y la cultura. Su carácter, franco y sincero, atraía el cariño y las consideracio­nes' de cuantos le trataban; su presencia alejaba toda sC!mbra de tedio, y la anima­ción, el placer, surgían como por encanto. Manejaba el idioma de Cervantes con singular acierto; sus obras, que salvaron los horizontes patrios en alas de la fama, pregonan la pe,rpetuidad de su nombre en el mundo de las letras. Como adalid de la prensa política, jamás se le vio vencido, porque S\.I pluma era ariete formidable que hacía estremecer y flaquear al adversario. Los tri'LlTIfos que conquistó á cada paso su paciente abnegación, despertaron renco­res y envidias en espíritus vulgares, á pe­sar de que aquéllos no lograron envanecer­lo, porque él aprendió á mirar la vida á través del prisma de la realidad. Vivió algunos añ<:s en la capital de la República del Salvador, y fue allí objeto de admiración por la profundidad de sus escri­tos en defensa del Gobierno del Presidente Ez--@ta. &te y 5-HS 'ttttneS' supieron apreciar el verdadero mérito del hijo de Colombia y le tributar.on los honores correspondientes á los heraldos del pensamiento_ La caída de aquel Gobierno 10 obligó á regresar c1 su patria. Llegó á Bogotá víctima de dos enfer­medades, una de ellas incurable: el palu­dismo, que minaba á pasos de gigante su débil contextura, y la tristeza, la profunda trist~za qUé embargaba su alma, cuyos mis· teriosos arcanos se traduCÍan en el melan­cólico acento de sus palabras. Tal vez al­gún desengaño había venido á desconso­larlo fatálrnente, pues el vigor de su brazo y el denuedo de su espíritu, probados en las recias batallas que libró en el campo de' la vicia, están diciéndonos qtle sólo una pena moral era capaz de dominarlo; y, sin embargo, las producciones enérgicas y ga­lanas que presentó al público desde las co­lumnas ele este periódico, demostraron lo contrario. Era, seguramente, que las tem­pestades de la prensa tenían para él-va­liéndonos de la Mitología-la virtud de las aguas del Leteo. ...,,\1 fin cayó en el lecho del cual él mismo comprendió que no volvería á levantarse; porque con voz de ultratumba nos elijo: "Estoy asistiendo á la representación de una comedia sin haber sido invitado." Poco después, la muerte, la segadora implacable, le cerró los ojos y apagó la luz de su existen­cia, cuando apenas contaba cuarent'l años; cuando el partido nacional tenía en él uno de sus más firmes baluartes, y cuando la patria esperaba de sus desinteresados es­fuerzos días de gloria. El señor Carrasquilla fue amigo nués .. Jro; de él recibímos constantemente demos­Llaciones de cariño, y por lo mismo, su fa­llecimiento nos ha consternado hondamente. Oramos por el descanso de su alma y por que la Divina Providencia mitigue d dolor de los honorables deudos. UrlJOGOTAJJ- Junio I? de 189'7. (!ii01:1:.cs:p01ttlc1t,Cia. Medeliín, Mayo 31 de 1897. Señor Director de BOGOTÁ. Con motivo de la publicación en el número 18 de su acreditado y correcto periódico, correspondiente al 2 del mes en curso, publicación que lleva por epígrafe "An­tioquia" (en la Sección de Colaboradores) y que reprodu­jo íntegramente La Opi71ió71, el señor Secretario de Ha· cienda del Departamento-ardiente y franco partidario de la candidatura presidencial del General Reyes-diz que para desvirtuar el cargo que hace BOGOTÁ- de "que en plena Secretaría de Gobierno principiaron á levantar una adhesión á fa Val' del General Reyes, y que sólo diez indio viduos la firmaron," l;ublicó el 22 de los corrientes una aparatosa hoja suelta bajo el mote Elecdones. Al leer, al comienzo de dicha hoja, el preámbulo Rec· tificación, cree uno que el señor Secretario va á tratar rle desvanecer el cargo concreto, y que los muchos empleados de la Gobernación que nos afirmaron sotto lJoce el hecho, van á quedar desmentidos, mediante pruebas incontro~·er· tibIes; mas no es así, que el dicho empleado pasa por en­cima del cargo mismo que ofrece eliminar, contentándo~e con desmentirlo, presumido, sin duda, de la más plella cm· toridad, y contrayéndose á ofrecer al señor Gobernador varias certificacio'les más ó menos sensacionales de los Pre­fectos de las Provincias coil las cuales diz que se acredita la impateialidad de la Señoría del alto empleado en punto á candidatura~. Esas protestas que el Gobernador pidió tÍ los Prefectos todos ellos enemigos de la candidatura del señor Caro con pocas y honrosas excepciones, revisten ,le suyo todo el carácter de imparcialidad, brillando únicamente por su discreción las manifestaciones de los dos ó tres Prefectos amigoj¡~Gobierno, á quienes por tal motivo aquel em· pleado se cui'da' de largar ostensible prenda. El tono mis· mo de dichas certificaciones pone de reliev,e la sinrazón de la protesta, quedando en pie lOS cargos que hace el nota­ble periódico de usted, y las justas quejas de los naciona­listas antioqueños. AhoJa: que el GQbernador, señor Vélez, es enemigo de la candidatura del señ"or Caro y fervoroso partidario de la presidencial rld General Reyes-pero con el carácter que ésta tiene de oposicionista,-son COSilS que :10 se remi­ten á duda, aunque no haya tenido la fr:tnqueza de decirlo á voz en cuello para así podel ... Desde un principio, cuando no se había proclamado .aún la candidatura del señor Caro, pero que sí estaba en la conciencia ·de los. nacionalistas de pUl' sang, 'as tenden­cias elel señor Vélez hacia el reyismo fueron bien marcadas, y cuando los que iniciámos el movimiento á favor de la candidatura del partido nacional, íbamos á lanzar la del señor Caro, para lo cual rompimos con las preocupaciones de muchos, el señor Vélez, en connivencia con su ptedec'e­sor, set10r J ulifin Cock Báyer, cuya política prometió seg\lÍr aquét en sn d1scurso inaugural, puso toClos los medios para ent0rpecer movimiento tan patri6tico, y llegó, como es bien sabido, á negar sin fLlOdamento la imprenta oficial, que es donde los partidarios del Gobierno han :publicado siempre, ,de un modo fácil, sus producciones políticas. Cnando al fin se proclamó la candidatura del señor Caro en La Opinión, el señor Vélez no pudo ocultar en­, tonces su profundo desagraclo y su animadversió)1 hacia todos los adictos á ella, pues se contaba con que los nacio­nalistas carecían de todo recurs.o tanto moral como mate­rial, y ha llegado el señor Vélez á tal punto, que hoy no conseTva relaciones con la generalidad de los nacionalistas. En cambio, S\1 intimidad con los del CÓIlc!aiJe 'Pfotcstante, de oposición al señor Caro, es bien manifiesta, como que recibe sus inspiraciones del dómine del nuevo cisma., señor Cock, que, aunque no es un modelo de filosofía y elocuen­cia políticas, al fin es el corifeo de ese estrecho cuanto per­nicioso círculo. Los allegados i altos empleados del señor Vélez son todos enemigos de la candidatura del seilor Caro, y con voces despectivas protestan contra el cOlltimtismo. Allí está el Secretario de Hacienda, doctor Eusebio Robledo, escri­tUl' romántiCo de El Nacional ,' el Subsecretario de Go­bierno, seüor Sebastlán Hoyos, que, aUllque se acomoda siempre á todas las evoluciones políticas, es hoy un buen propagandista en contra del señor Caro; y siguen el Ad­min. istrador y empleados del ramo de correos y de Hacien­da, el Prefecto del Centro, y la generalidad de los demás Prefectos del Departamento, Allí están el Gerente y Ad­ministrador del Ferrocarril, etc.; pero aquí es, bueno hacer una digresión importante, es la siguiente: No parece sino que el Gobierno local del Departamento hubiera puesto todo su conato en alistar una- división enemiga, compuesta ele oposicionistas y radicales en toda la línea del Ferroca­rril; c9menzando desde el Alcalde de Puerto Berrío y lle­gando hasta el Administrador de la Empresa, todos, con raras excepciones, son enemigos del Gobier\lo. El Adminis· trador, señor Jesús María Arias (que con el señor Gober­nador son dos en una carne), e,xige, según muchos infor­mes fidedignos, In firma á la adhesión de la candidatura del General Reyes, antes de discernir á alguien algún des· tino en dicha Empresa. Dicl1p señor, que es el más íntimo amigo elel señor Vélez, es, pues, no sol.amente Administra­dor de una gran Empresa, sino también el designado para trabajar en contra del señor Caro y para servir de Corres· ponsal del círculo oposicionista de esta ciudad. Mucho hay que decir referente á lo que está sucedien­do en esa Empresa, por otra parte redentora, pero eso se sabrá más tarde. Todo esto, señor Director, y mucho más que no hay para qué exponer todaví;t, es un síntoma remarcable de la oposic.;ión que el señor Vélez hace á la candidatura del Excelentísimo señor Caro. Cuanto á los alcances y sinies· tras que por tan peligroso factor tenga la política nacio­nal, es materia que seriamente debe pTeOCllpar á los Di­rectores de nuestro particlo y á los conductores de la Re­generación. A decir verdad, la influencia C]ue ejerce un Gobernador, siquiera sea sorda é indirécta, en sus go­bernados, y la fuerza de inercia que opone á las corrien· tes de un partido, contribuyen poderosa].nente á echar á pique la mejor de las causas y.á hacer nugatorias las más nohles y entusiastas aspiraciones de un pueblo. Podo demás, el señor Bonifacio V élez es un laborioso Gobernador, y por esto algunos de sus amigos han llega­do hasta compararlo con el inmortal Berrío. ¿ Pero en qué se parecen? ... _ El doctor Berrío, entre todas las dotes y cualidades que poseía, brillaba por su franqueza y desinte­resada decisión políticas; exento de preocupaciones, ma­nifestaba sus ideas y sus sentimientos, sin doblez, sin am­bages ni reservas, y desechaba siempre á sus aduladores. Pero el partido nacional de Antioquia, que ha sido siempre la víctima propiciatoria, no desalentará en su pa­' triotismo por estos reveses; luchando es como se triunfa. Con ánimo desprevenido he escrito, s.eñor Director, estas líneas; quizá se me tache de apasionado, pero los hechos son los que hablan; y para concluír esta ya larga carta, me p~rmito consignar la siguiente consideración: Si la salvadora combinación Caro-Reyes llega á ser, como se espera, una realidad, y el Gobernador señor V élez, por cualquier motivo, entra por ella, aun así será inconvenien· te su Gobierno para el partido nacional de Antioquia, por­que las vallas que lía abierto, política y aun personalmente, en el campo nacionalista, por los motivos apuntados, son insalvables. Soy del señor Director muy 3.tento seguro servido-r, LASCARTS. LOS TOROS Son muchas las vueltas del mundo! Después de la primera corrida de esta temporada, que estuvo es­pléndida, yen la que la cuadrilla se lució á su gusto y satisfizo al pú1?lico, vino la segunda, que ejalá jamás hubiera tenido lugar, según resultó de mala. La tarde bellísima: un cielo azul, puro, sin nu­bes; atmósfera apacible y transparente, sin viento ni llovizna; sol quemante como pocas veces, inundando e! amplio redondel de vívi.da luz; público numeroso y alegre y hasta bastantes señoras en los palcos. Todo, en fin, á propósito para enmarcar una corrida digna de los más exigentes públicos españoles, _ " ¿ y des­pués? Francamente, después nada, ó pecr que nada: catástrofe completd y, lo que es peor, voluntaria en parte, pues el Presidente, señor Rossell, se descuidó y los muchachos, sobre todo Aquilina, preocupados con los malos toros ó con la mala dirección, dejándose apreciar en mucho menos de lo que realmente valen. En verdad, en verdad que esta corrida, justamen­te esperada como buena, resultó requetemala, y no nos ocuparíamos cILella,.si no fuera porque descamas constatar" que las causas del desastre menos han de atribuírsc á la cuadrilla que á otras circunstancias in­dependientes de la voluntad de aquélla. Como siempre, dividida la corrida en dos partes; se torearon cuatro toros en la primera y cuatro en la segunda, porque en ambas hubo necesidad de reem­plazar los dos más malos que salieron del toril. De los primeros, pudieron hab~r sido buenos Va!e/ltón, de divisa azul y blanca, y Rompe-capas, de amarillo y_ azul, porque daban buen juego á la capa y mejoraron con las banderillas, pero la PresidC1lcia no quiso ó supo acertar en el particlllar y no les dio el tiempo suficiente para jugarlos como lo merecían; en cambi0, á los dos 7Jt1tgr.osos, Torcrito, de rosa y azul, y Sll reemplazo, sí los dejó el tiempo necesario para deses­perar; y sobre todo, á los toreros, que no veían modo de es.capar la tempestad de silbidos y aun astillazos que sentían sobre sus cabezas por los lados del tendi­do de sombra, ese tendido que por su mayor precio exige también mejor espectáculo y cobra de los mu­chachos e! pato que éstos muchas veces no se han co­mido. De la segunda parte, casi puede decirse lo mis­mo, sólo que en ella la Presidmcia no podía haber. salvado sino al primero, Diamallte, sin divisa, que en­chiqueró sin esperarse á mayores noticias; los otros poco más servían, p ero siempre hay que notar que se les dejó más tiempo elel necesario para buscarles un juego que bien se veía no podían dar . Los muchachos, como ya dijimos, y por lo mis­mo que se sentían amen0.zados por todos lados, se eltC0l1clzaro7¿ más de lo ma ndado, y sólo se les pueden abonar unas buenas banderillas á SI/arito y á PiPa y un buen simulacro de l1Juerte á Aquilina, que con los palos no hizo nada y con la capa mucho menos de lo q lIe él sabe hacer. Desde el cuartQ toro comenzó el Pllblico á acen­tuar su desagrado con silbiditos que fueron tomando' fuerza, hasta que ya al quinto y sexto les hacían se­gundo con astillazos que menudearon \la poco y uno de los cuales le tocó por desgracia al simpático Jefe de la cuadrilla, que tenía tanta culpa en e! mal éxito de la corrida, como la que nos cabe á nosotros en los afanes de! Gran Turco, pues puso de su parte todo lo imaginable para procurarse buen gallao, hasta el pun­to de que ha ido á dondequiera que le avisan hay buenos toros, y los paga después de probarlos, y es­cogiéndolos de los de mejor juego á magníficos pre­cios. ¿ Puede hacer más 1I n J efe de cuadrilla que bus­car los mejores tOl'OS qNe da la tierra y rodearse de tan buenos chicos como los que aplatidímos el día del estreno? Claro e;¡ que no, y por lo mi;;mo, el público de- -. --- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. biera ser más cauto en sus censuras y no dejarse guiar por el primer caclzijo malcriado que por espíritu de guasa y parranda rompe con el primer silbido ó arroja la primera astilla, seguro no sólo de que todo ei tendido de sombra lo sigue y lo acompaña, sino de que la policía no puede impedirle sus retozos in­fantiles, pues si intenta sacarlo fuera del circo, como sucedió el domingo con el que le dio su astillazo á Aquilina, el público prorrumpe en. furibl.1nda gritería y le impide cumplir con su deber! En medio de la baraunda que todo esto ocasionó, es digna de aplau­so la conducta del Agente Sánchez, del Cuerpo de bomberos, que logró imponérsele á un grupo de en­tusiastas y les impidió que arrancaran, para arrojarla al tendido, la baranda de una de las entradas al ten­didó, En España parece qu.e cn las malas corridas tonia el entusiasmo rumbos semejantes á los nuéstros, pero allá, en vez de astillas, sólo arrojan naranjas y otras menudencias inofensivas, y esto no cuando los toros son malos, que en ello no va culpa del torero, sino cuando éste no aprovecha de UI1 buen toro y lo juega, ó con miedo ó sin destreza. Así, 'santo y bueno que la rechifla venga; pero castigar á un pobre chico por­que el toro huye la capa ó se escupe de las bande­rillas, ... No, eso no es justo, y tiempo es ya de que los aficionados al toreo nos esforcemos por que el pú­blico contcnga sus ímpetus y no los deje correr sino por cauce amplio y en el sc:ntido de donde la falta venga. Si la mala corrida viene de malos toros, la cen­sura ha de ir sólo contra nuestra genial incuria, que en diez años d" toreo á la española no. nos ha dejado crear ganaderías como las de Miura ó Veraguo.s ; y si viene de malos toreros, entonces sí cargarles á éstos para que mejoren ó dejen el oficio; pero, eso sí, sin ir á matarlos de un astillazo ó de una pedrada. Esto ya puede parar en homicicJio involuntario, pa1 a lo ct1~I, 'y eso por ser en ei circo, sólo tienen derecho, ó á lo menos se lo toman, los toros bravos que tánto esca­sean en esta antiplanicie. Retirada la cuadrila después de jugar el sexto toro y bajo los malos auspicios que ya supondrá el lector, se soltó el toro de los aficionados y, como en más de una ocasión sale lo qltC 1/0 se espera, resultó que éste fue lo mejor de la t'lrde; y como el bicho se prestaba al objeto y ilgapito con todo~.ls colegas estaoan de buen juego, el pl1blico se puso de buen humor, y en véz de silbar y arrojar proyectiles al re­dondel, se puso á aplaudir y á arrojarle dinero á un aficionado de suerte, que toreó como un diestro COll­sutnado «( hizo las suertes que el arte tiene anotadas en sus cartillas, y muchas más de su propia co­secha. RESl'~1EN: Tiempo, cspléoQido; capeo, media­no; banderillas, regulares; toros, MALOS; Presiden­cia, peor; lleno, completo; aficionados, superiores. y después de toclo, ~I deseo del público por 1(01- ver al circo á 'Ver si la cuadrilla consigue buen ganado y vuelve por 'su honor. E'peremos, pues. CmZGo. ~.edt.os n ~idtos O o ito.-En la maijana del domingo próximo pasado falleció el señor Coronel D. Braulio Jiménez, persona que gozaba de aprecio en la sociedad como buen hijo, cumpli dor de sus deberes de esposo, fiel militar, nuble amigo y trabajador incansable. ' . Que tales virtudes hayan sido premiadas por el Padre Omnipotente y que la Religi6n cristianq brinde lenitivo á los deudos. á quienes acompañamos en su dudo, son nues· tros más fervientes votos. SaltHl o,-Lo presentamos respetuosa y cordialmente al señor D. Martín Restrcpo Mejía, que acaba de llegar ál esta capital, en donde le deseamos larga y feliz permanen·, c1a. 'l'l'ioun a l de CllndilHllllal'ca. - Sabeolos que ha sido llamado á ocupar provisionalmente la vacante que ha dejado el doctor Federico R. Rodríguez, por enferme· dad, en el Tribll11al (Sala de lo criminal), el señor doctor Cesar E. Brava E., quien-por exigencias de varias pero sonas-se encargará de dicha magistratura, que no había querido acepta. desde hace días. (;arantía-como es-para la justicia, no podemos me· nos que felicitarnos gOl' que reemplace ~l probo Magistrado -que lleva largos años de servicios y de merecimientos, y por quien hacemos votos sinceros por su pronta reposi. cióo-otro ciudadano que no le va en zaga en conocimien· tos y buena voluntad. Coutinúa EL ASUNTO DEL PRESBíTERO (~ONZÁLEZ. El Corre" lVaciollal de ayer habla en sus colutnnas edito· riales de la invención de lapedrea, refiriéndose Eeguramen· te al telegrama que rlirigió el señor Caro al Presbítero González. Hay asuntos que mejor es 110 meneallos, y en lo de la pedrea, la invención, si la hubo, fue del seÍlor General D. Jorge IIolguín, ex-Ministro de Relaciones Exteriores, que se acercó al Vicepresidente para darle la alarmante noticia. También lo manifestó á varias otras ¡,ersonas, cu· yos nombres se pueden citar, si lo desea El Correo. ¿ Y lo de la carta al General Reyes, que escribi6 asimismo el General Holguín, y de la cual habla el señor Caro en ese telegrama reservado? Ah! es eso otro punto que podría satisfactoriamente acla,farse lo suficiente, pidiendo excusas de antemano á un colaborador de El Correo que se firma Juan Galiano, por más señas. «rlJOGOTAN-Jünio .17 de 1897, GA CETILLA TraducÍlllos lo siguiente del New York Herald, edic i ~n del 16 de Abri l : RECLAMO A 'COLOMBIA (Por telégrafo al H'rald) . "Oficina del I/aald, esquina de las calles 15 y G., N. O. "Washington, Abril 15 de J&37. .. El Depertamento de Estado ha hecho formal ex.i· gencia al Gobi,: no de Colombia para el arreglo de la re· c1amación presentada contra él por" Tlle Star & Hemld and La Estrella de Pa1lamá Campan y." "Tile Stard &> Herald publica una edición dia ria y se· manal en la ciuflad de Panamií, lugaf donde tiene estable· cidas sus oficinas. La Compañía que maneja el periódico fue incorporarla bajo las leyes del Estado de Nueva York, y las siete décimas partes del capital social de la empresa pertenecen tí ciudarlanos de ese Estado. Su reclamo contra el Gobierno de Colombia se eleva comv lÍ 90,000 ""lIars, y se prcdujo por la suspensión que decretó en Marzo ,'e 1886, durante 60 días, el General Santo Domingo Vila, .1 efe Ci· vil y Militar del Departamento de Panamá." Respecto á la transcripción 'lue ha{;emos hoy, hay que agregar por nuestra parte que no tenemos ingerencia en ella, y que, en cierto modo, no es exacta, pues esta em, presa la gobierna una Compañía anónima organizarla el 3 de Septiembre de 1896, conforme á las leyes de la Repú· blica de Colombia y con el título de " Tlle Star &> IIerald and La Estrella de Pa1la!lIá Publishi ng and Printing Com. ·pany." Esta sociedad compró la empresa á su antiguo pro­pietario el señor D. J . Gabriel Duque, 'luien, tí su vez, como mejor postor, la adquirió en remate judicial efectuado el 16 de Junio de 1893 en el Juzgarlo 2? de lo Civil de este Circuito; y ni él ni la pr"!sente Compañía propietaria de estos periódicos, tomó á su cargo, ni lo que se debía á la antigua empresa, ni tampoco los créditos ó reclamos contra persona alguna ó gobierno cualquiera. En virtud de esto, pues, deseamos hacer saber de una manera clara y categó· rica que" Tile Star &~ Hemld and La Estrn[a de Panamá Publishing and Printing Company" no ha tenido ni tiene reclamo de ninguna especie contra el Gobierno de Co· lombia. Señlll'es i n genie.cl'os . - En la oiicina de este periódico está de venta un famoso nivel cnn su correspon· diente mimo Se cO lnp.ra de contado una casa que ,'alga hasta diez y siete mil pesos ($ '7,000). En el altl1acén números 306 y 308 de la 3" Calle de Florián se reciben ofertas. COI'batas o al'at,ts en el almacén de Patiño & C~ 3'~ Calle Real. 20-7 M anuel ll'Ial'ía Mhd el'H G .-Joyería. - Surtida permanente de alllajas extranjeras y del país. Fabricación -especialid¡¡d-argollas para compromiso. Oro garantizarlo, Compra oro y esmeraldas.-J3ogotá, Calle 12, número I33. D,UIIOS en arrendamiento el almacén que ocupaba D. Pedro Repsold. Patiño & C", 3~ Calle Real. 10-5 ~.el1ti ticlo.6 CA BLEGRAMAS oficiales del Excelentísimo señor Ministro Je Estado en Madrid. al Excelentísimo señor Ministro de España en \Vashington. 3 de Mayo. Cztba, - Ha habido e11cuentros en las Provincias de Slntiago de Cuba, Santa Clara y Matanzas, dispersando al enemigo, cogiéndole 80 caballos. Se han presen tarlo 38 insurrectos. En Lomas Pedroso muri6 el cabecilla Carlos Aguirre, cogiéndose documentos de Máximo Gómez y la documentación del titulado Cuarto Cuerpo de Ejército, En Mantua murió el cabecilla Rodríguez. El Ge!1eral Weyler salió para Villas. 4 de Mayo. Cztba.- Han sido batidos los rebeldes en Manzanillo, Santa Clara y Matanzas, haciéndoles 23 bajas y 29 prisio· neros. Sejhan presentado 43 insurrectos. Filipüzas.- Hemos ocupado Halang, Amadeo y Quin. tana con pequeños combates. 5 de Mayo. Cuba.-Encuentros sin importancia en las Provincias de la Habana y Pinar del Río. Se han prest;ntado 9 insu­rrectos. Filipillas.-_El día 3 el General Suero, con veinte com· pañías, tornó á N aie, despl.\és de tenaz resistencia, dirigida por el cabecilla Aguinaldo. El enemigo dejó 500 muertos y 200 prisioneros. Nosotros tnvimos 20 muertos y 80 he· ridos. 6 de Mayo. Cuba,-Ha sido batida en Reforma la partirla de Máxi· mo G6:nez, dispersándola. En Victoria ha sido batida la partida de Ajeda, causándole muchas bajas. En Pinar del Río hemos tornado un campamento, y en él se han cogido 36,000 cartuchos. Se han presentado 52 insurrectos. Filipinas.-Hemos ocupadu Yelam, y vuelven los re· beldes á presentarse á indulto. 7 de Mayo. Cuba.-Encuentros con grupos locales, dispersados, causándoles bajas. Cogido resto expedición de municio· nes (del vapor MOl1arch), desembarcada mediarlos Marzo en río Mosquito, encontrando 242 cajas, con 40,000 cartu­chos. Expedi .. ión desembarcada Guantánamo fue hace tiempo y no tuvo im;lOrtancia SIN MUJER se quedarán los que dejen de ir al Pasaj e Gómez, 5: Calle de Florián, á proveerse de un lindo mobiliario de sala. C'ÉSA R E. BRAVO ANGEL ESPINOSA . ABOGA DOS Y AGENTES Se encargan de todo negocio relacionado con su profesión, an­ticipan los gastos de los asuntos que se les encomienden, previo arreglo, y en especi al gestionan r.eclamacion es ante la Comisión de Empréstitos y ,Suministros. Honorarios módicos, Carrera 8:, numero mero 2 1 ~. 473, apartado nú- 20 E UG ENIO LOPEZ, en su almacén de fierro frente á la pila del Parque de los :\1"ártires, acera Norte, da to
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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 31

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La Política - N. 12

Por: | Fecha: 30/03/1881

REDACTORES= DI OJENES A. ARRIETA- JUAN DE D. URIBE . SERIE l ... Bogotá, miércoles 30 de marzo de 1881. . - ~ NÚJMERO 12 ninguna otra parte tienen elementos enemigos de re.::istencia, i en donde más que en ninguna otra parte los condt' na su historia pasada i sus escep-cionales tendencias. · No es el partido conserv~td9r belijerante en la CANPIDATO DEL PARTIDO LIBERAL polític:tdeestosmomentos. Elrpismohaprepa-rado es[l. condicion pasiva que es i tiene que ser,­a ménos que suceda lo que diremos adelante,-ras­go ca.racterístico de su infl,uencia en la situacion. La ha preparado no debe ser la palabra: la ha aceptado~· porque es fenómeno que se observa hoi en el mundo, la desorganizacion, o por lo ménos, el abatimiento de las fuerzas que resisten a la li­bertad en sus diversas manifestaciones. El traba­jo de la época, ayudado po.r su P.ropio trabajo; ha puesto al partido conservador en el estado de decadencia que presePciamos nhora. en Colombia, cuando lo hacemos con toda imparcialidad. PARA DE CUND.INAMA I.~CA.. EN 1882 I 1883. Por ahora entregamos a la dis­cusion pública, . sin ningun co­mentario, el nombre de este dis­tinguido ciudadano. Para nosotros la union liberal Una palabra, una iJea de las antiguas, ya no reunirían en un solo cent1·o todos los elementos dispersos del partido conservador. Con tristeza deben record:tr los que :tspir:tn a una victoria definitiva de esta agrupacion lr;>s dias que pasaron. no es cuestion de palabras El partido conservador fu6 siempre algo. Con Nariño, discordia; con Bolival', dictadura; con SinO Urdaneta, .pandilla; con Arboled:l, terror; en 18ti0, centralismo; en 1876, sacristía; pero siem­pre algo. Hoi .... hoi tiene que roer su podre resignado en el estercolero de sus miserias. Per­dió la enerjía, el concierto, la intransijencia. Buscó el regazo de los trnidores o los brazos de las medianías, i, como enjambre sorprendido, va de hechos. LA POLITICA sirve a una idea i representa intereses i elemen-tos de todos conocidos. En no m_ sin ,d.ireccion i sin 6rden por la atmósfera de la br e de aque 11 a 1'd ea 1, de eStOS I,n - pohEtn10 va.a no los magos de otros dias pronuncian t ereses JlO 11' t 1' COS da como pren da _elels cdoenvjuureol vree suunsac ictaadrconrj;a dllaa .m.a..n , Rlluaemgaann i i enl oe csoe de union la candidatura del doc- oye la; plegaria; maldicen, i la cólera apénas ·los esteñua. tor COL UN JE al partido radical. . i Pobre. partido de la maldad lejendaria en la Impotencia de ser malo! ¡Pobres hombres de la LA POLITICA. LAZAR O. voluntad lista i del brazo cansado! ¡ Ai, i tanto puñal en la vaina, i tanto veneno en la redoma, i árboles que aún podrinn ser horcas, i banquillos que aún esperan liberales ! ¡ Pobre partido ! La prensa conservadora grit! a todo pecho Pero calma. El Presidente de la Repüblica ha que el partido conservador es el árbitro de la po- dicho: "Lázal'o, levánt:tte!" i Lázaro principia litica en la actualidad. La pretension no es nue- a erguirse en el fundo del t:iepulcro. Ya se des­Ta, i, por desgracia, ahora como en otros momen- poja de la sucia mortaja i quiere incorporarse en tos idénticos, ha sido creída por algunos cándidos el reino de Jos vivos. Pero desorientado, trémulo, del partido liberal. sin conciencia de sí mil:!mO, no sabe cuál es 'su El conservatismo está en absoluta desorgani- puesto i los quiere tomar todos, olvida su rango zacion. Su antigua adecuada bandera contra la i lo cree el mas distinguido .... federacion está arriada i en completo olvido; el El señor Núñez quiere que el partido conser­o~ ro estan~arte,- ~a cueslion relijios?',- no ins- vador llene el vacío que dejó a su alrededor el pira entusiasmo smo a unos pocos, 1 para los partido independiente. ¿ Qné a él In, suerte del más solo es un recuerd~.~e tiempos ya sepultados. liberalismo, qué los fueros de l<1 doctrina? Bien Sus hombres ~restiJIOsos a fuerza de tomar poco es todo esto cuando se necesita. salvar la c~rtas e.n e~ juego de la política liberal, han per-¡ persona i los intereses de un inminente naufrnjio; dido la anttgua demarcada fisonomía i aparecen bien poco cuando es preci,o decir al país que se hoi a lo~ ojos de las masas conservadoras con tin- levanta colérico, lo que fué del oro de las arcas frt:ls arnb1guos que no pueden arrastrarlas. Direc- públicas i lo que se hicieron las conquistas de la tares de política i periodistas tienen sin otro méri- República .... Pero ahí está Lázaro .... to que el de ser apóstatas i i el auje de algunos ¿Esto que ahora resucita el señor Núñez es un r~n.egados est.á en razon directa de sus pocos ser- partido? ¿esto que él llamr~ a su lado es el par- VIC,I.os al partido. tido conservador t Programas en que si algo campea es la necesi- Ni lo uno ni lo otro. dad de ceder a la presion de los hechos i la más La mano que estrecha el Presidente es la del gran~e aún .d~ merp1ar la rijidez de la doctrina, cómplice no la del copartidario ; la obra que lle­han Bdo recibidos con jeneral acatamiento, i aun- va.rán a cabo unidos será de reparticion i jama,s que una que otra voz se ha levantado contra ellos, obra política. e~os son tono~ más bien de fant.asía, acentos que Al. campamento del señor Núñez se agolparían m escuecen .m preocupan~ nadie.. los consel'vadores, pero no como partid~ ni con Despr.end1dos de los antJ~uos eJes, cada uno de bandera propia; ellos mismos no saben s1 pueden los ?au~ülos del conservatismo jira en distinta llamarse partido i si tienen bandera. Id.n a unir­órbita, I apénas se unen, cuando mucho, por via de se con Jos traidores para destruir liberales, por­cortesía, para acatar resoluciones vaporosas, o que sí convenimos en que el único lazo que une para reconocer qué campo les toca ocupar en los a los conservadores entre si es la ferocidad. Lue­círculos liberales. .Por lo jeneral lo que es la go·-----cuaudo la matanza estuviere terminada muchedl!mbre cons~rva.dora esa no dice osté ni podría mui bien aparecer sobre los escomb~os el , moste, smo en Antioquu~, en donde más que en conservatismo otra vez partido, otra vea gobierno. Pero al pensar esto el señor N úñez ha hecho cuentas alegres, i las han hecho los jefes conser­vadores, El partido liberal es una falanje bas­tante poderosa a impedir la traicion del nuñismo i las tentativas qe asalto del viejo en~migo. Aun­que por otra parte, hoi los que se llaman jefes del conservatismo, en realidad de verdad, no alcan­zarían a producir un movimiento en sus filas que no terminara por la propia fuerza de su ridiculez. No ha llegado el tiempo de que el partido con­servador sea árbitro de la situacion, ni hai pt·esa­jio alguno de que pueda llegar ahora, apesar de b. buena voluntad del señor Núñez i de la no mé­nos buena de los periódicos conservadores. Así miéntras él se mueve i se ajita i vocifera, nosotros le decimos : ¡ Lázaro, duerme! En la conv1ccwn de de­eirle pronto al nuñismo: ¡ V e a dormir con Lázaro ! ------- MANIFESTACIONES. Los primeros a tos de la oposicion en las Cámaras i la primera derrota del Gobierno cruzaron el país como el anuncio de una trasformacion política deseada viva.. mente por la roa oría de los colombianos. La prensa di6 cnenta de tan faustos sucesos con espresio:.:.es de alegría, i la opinion se manif€st6 con entusiasmo deci­dido a apoyar a lós lejisladores. Al punto comenzaron a llegarnos de poblaciones irn.portantes, i para ser pu­blicadas en La Política, felicitaciones al grupo que en el parlamento se presentaba como el salvador de las ins­tituciones. Aquel grupo e¡;¡tá hoi en dispersion : unos pocos boro. bres de carácter firme han qued&do haciendo frente a los abusos minist~riales, pues los demas del grupo han desfilado hácia Palacio i son hoi ajentes, o defensores, en fin, elementos similares del nuñismo, Hoi publica. mos las manifestaci..one¡; que.. van EUJ seguidA con do¡; ob­jetos : primero como sarcasmos de la opinion arrpjados a. la frente de los que desertaron, i segundo, como ad­vertencia a los p eblos de que los ídolos resultaron de arcilla i yacen rotos i olvidados en el estercolero del nuñismo. Ciudadanos Senadores i Representantes del Congreso de la Union. N o ti ciados de que os hallais patrióticamente inspiradoa par;:t sostener incólumes los principios gúe forman el ere· cló político libera de la Union i pam protejer la sobera· nía de los Estado i sus derechos e intereSes, os enviamos la presente felicitacion. Perseverad con valor civil en vuestros propósitos i sal­vat'<- is la República. Bucaramanga, febrero 20 de 1881. Fmncisco Ot·dóñez R.-Federico G. Mantilla.-Vicen­te Mátos.-José Cupertino Rovira G.~Pedro Alcántara Arénas.-Manuel M. Sm•jea.-Juan de Dios Arénas.­Abelardo F. Tónes.-Manuel l\Iantilla '!'.-Pedro D. 1\fantilla-Rodolfo Rodríguez-Santiago Ordóñez-Cár­los Felipe Rei-,.Fraucisco Rintá-Eusebio Sánchez~ Aristídes Pinilla-Agustin Toscano- Matías Gómez. Roberto Liscaoo-Antonio M. Sá.n,chez-Deogracias Buenchore-EusElbio Méndoz-Juan Mantilla P.-Do­nato González--Tomas Balbuena-Ricardo Rosillo-Hi­. iinio Prior-Andres Sánchez-Domingo Alvarado-Eu· fracio Gonzt.lez -- Antonio Pinillo - Calisto G6mez-­Andres Otjuela-- Domingo Pérez- 1\Iateo Serrano­Ramon Liscano-Leoncio Salazar-Leopoldo Castellános. Valerio QL>Ínterd-Eduardo Bello-Rafael Gómez-Ti· burcio Hernández-Fraocisco Albornos-Isa1as Romero. Leon Castillo~José del Cármen Cardoso-Jacinto Ba· rreto-Jesus Perea-Aquilino Velazco-Nicuclemus Pin­zon- Jerman González-Pedro A. Aréoas-Abelardo F. 'l'órres-J'osé del C. Grnteron-Juan de Dios Aréoas­Teófilo Urbina-José M. Serrano R.-Paulino Ramírez. Isaías Romero-Antonio Pinzon R.-Francisco Albor­nos- Erluardo B llo-Valerio Quintero-Pedro Suárez. J esus Perea-Vicente Osorio-Nicudemus Pinzon-Leo· poldo Castellános- Leon Castillo- Jesus Quijano. Wenceslao Rubib--Sántos Malavet·-Agustin Mlll·illo. Domingo Caicedo-José Corredor-Joaquín Centeno. Roso Dulcei-Hijinio Romero-Vicente OsOI·io-Esté­ban Acuña-Primitivo Quintero- Ismael Diaz-José Corredor Návas-Moises Rodríguez-Raimundo Aguillon. José Mercédes :Morantes-Gumersindo Bustamante-Ni­colas Sánchez-Juan de la Cruz Uribe-Juan de Dios Garzon-Julian .amado. 1 Ciudadanos Senadores i Representantes del Congreso. Vuestros primeros actos lejislativos del presente año nos dan a conocer que os hallais inspirados de elevados sentimientos patl'ióticos en favor de la !ndependencia i autonomía de loe Estados i en favor de los intereses po­líticos i sociales de la causa liberal por los que ha hecho 1 1 J .1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 46 e tantos sa.erificios fa República; i es por esto que os feli ­citamos pQr vuestra noble i leal conducta. Rion~gro, febrero 17 de 1881, Ezequiel Réyes G.-PaJ;ll B. Rueda-Josó A:rdila­Antonio Mora_ntes--;-C~·istóbaJ ~urpn-p e met.rio Parra. José ConcepCJon Galv1z-Hennqne Rosiilo-~Ianuer:E>cu­qu ·e-Crh•anto Corso-Próspero Paq;a-FJ"f"nuisco Man­tilla R .-Hermójenes Novoa.-Mát·co.s E, Sanubez-Eiías Ruiz-Silvestre ·Tmjillo-Cál"!od Caoena_:_Pedro Suárez. Temístocles Pérez-Pedro Jaimes-Lnis Gafcía-Cuper­tino Cádena-Ambrosio R ei-Simon F16rez-Pedro Tn­lio Mantilla-Clemente Rueda- Pedro Cadena-José Báez-Zoilo Guerrero-Juan García- Benito Mm·aya. Pedro Osol'io-Juan Tórres-Benito T6rres-Ped1·o Pra dilla-José M.a PnHtilla-Juan de la C. Caballero-Eduar do J~im.e-Crisó~é Mejía-Ildefonso MoJ:antes---J uan B. Díaz-Carmelo Ferreira-Casto Sán­chez- Pedro Antonio R(ijas-Floreutino Londpño-Ru­per o Marchan-Laureano Siena-Ciímaco Toscano.­San iago Vega-Dioriisio Várg11;;-Sántos Argüello.­Juan José Beltran-Isaac Piñl'I-Eiías Alvarez - Ricarclo Ar&:las-Jesus Hernández-Domingo Prada-Domingo Lip.es-Pedro J9sé Villabona-Enrique Várga>~-S. Fe lipe Prada-Juan Clímaco M:orálcs-Patricio ViUanova. Felipe Tórres-.Juan Camacho-Estéhan l\Jartfnez-Hi ]ario Sarmiento-Abdon Várgat~-Pas cu:¡,l Ortiz-llen­riqHe. Báez-Aclolfo Sierra-Juan Bautista Hernández. Estéban Parra-Luis M."- Pérez-Demetrio Espinosa. .Juan Várgas-Felipe Ortúa-Frnncisco Ortúa-Patricio Ruu>;-Hitló lito Sábas-Estéba.n H.neda-Eduardo Barre· r.a--Crisóstomo Garavito- FeUcia.no Tapias-N emecio Tapias-Simon Gueva-u-H.tyiecindo Ba.lbuena-Abdon Moráles-Rndecindo Osma-Peilro Díaz-Carmelo Li­náres- Ignacio Osma-Natalio Tórres-Trino R ei-Ho­norio Ur~be-.J~1an Bautista Rei-Roso Dulcei-.Juan de Dios Gómez-.Julian García-Tibnrcio Góroez-Lorenzo Gálviz-Cflyetano Bravo-Evaristo Cepeda-Juan Fi­gueJ ·oa-Victoriano Gamboa-EliS€0 Pnerto-Antonio Célis-Hijinio Célis-Agovardo Velázquez-Juan Mel­quíacles- Benito Uribe-Tiburci9 Melquíades-Estéban Velázqnez-Pedro .1.\-Iesa-.Juan Antonio Velásquez-Bau­tista Flórez-Antonio Velázquez-Domingo Camacho. Emeterio Picon-Henrique Solano-Pablo Díaz-Ber­nabé Oaballero-Ignaui0 García-Lúcas Várgas'-Patri­ciO- Gómez-Manuel Rueda-José Antonio Rámos-An­ton. io Parra-Cdsóstomo García-Ped ro Cadena.-.J osé M.• Uribe-Pedro Molina-Antonio Díaz-Luis Fener. ZoiJo Cárdenas-.J uan Antonio . Páez-Pedro Antonio Ramh·ez-Crisóstomo Dtlrap-Abdon Sarmiento-Tibur­cio 'Rarnírez-F1·ancisco Blanco-Salustiano Ochoa-Cií maco H.ójaR-Segundo Esparza-Félix Chacon-Manuel Sanab1·Ü1.~Nepomuceno Báez-.Totje Dfaz- Mercédes BnEmo-Crisauto Delgado-Isidro I.eon-Protacio Ga:·­nica- Vicente Canillo- Mi~uel Vezga-Cruz Cueva. Rernijio ~antírez-E_us~bio Fi~ueredo-Cirilo Velazc.o. Cafisto Sanche:¡:;-Cl):>nano Amorocho -José Anto11io Amorocbo-Ign:lCÍo Várgas-~Ianuel OLálora-Nemecio Carreño--Lázaro Avila.-Juan de la Cn1z Avila-Rito Muñoz-Prud~ncio Saloedo-.Juan de Dios Salcedo. Honorables Senadores i R#prcsentantes al Congreso de 1881. Las nuevas que nos ha traído el oleaje político, de TUest•·os pl'imeros actos en las sesioues del presente año, nos dan a conoce¡· que en vuestJ"l alta sabiduría en vues­tra incontrllstable firmeza republicana no se dará cabida a las tende1,1cias jeneradoras de un órden de cosas que, por ser distinto del que se prometiera la buena fe de los pueblos, seria fecundo en resultados anárquicos i de inseguril1ad pública. Paz nacional i local, desarrollo p1·áctico de las empresas i mejoras materia~es, respeto a la autonomía de los Estados i a la Oonstitncion i leyes de_ia Union, garantía para la propiedad particular i para la de las entidades poliLioas, economía en el Tesoro i sinceridad i honradez eu la Administracion pública para disipar Ortiz-.J erónimo Q.¡:tiz-A)JSel m o Qninteró-Benito R'ueaa-=Primitivo Aynla-Rafael G6- mez--.J. FranciscoDiaz-José Maria Mantilla-Salvador .Mantilla-M::oises A,., , ..,do-.Tosé del Cármen Acevedo. Felipe Pedraza-Cell'~tino Mantilla-.J oaquin Diaz-Da vid Mantilla-Simon Paa-ra-Justo Ordóñez-Ft·ancisco Arénas-Guillermo M•H•lilJ~-.José Arénas -Trinidad Hemández-J osé Do!Ót'PK M~ntilla-Fernando Rei--Pe­d ro Elías Hurtado-Vit'¡,nte Rueda-Aureliano :Mantilla. Trinidad Mantilla-José del Óá1'D1en Mantilla. ' Ciudadanos Senadores' i ReprcsentaQtes del Congreso. Vuestros primeros :l(' t,o.s leJislativos del presente año nos dan a conocer qu.e os hallais in!a t;lO e~ü>te, ni la podrá h~lla.r la... m u man los ,adot:ad~re~ del Prqsupuestp, l{ue..no tienl}n ~~~ ~I!~ig -_ .a.cuciosa p~rlcialidad. :MJ copduc~~ CQIJ!? .A~minjstr$­na que la de buscar e personalismo a costa de la11 creces del Efor. de Ia A¡ctuap~ de Cucu'ta ha estado 1. ~ta al alean,. - I Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ce de .todos para que se me iurlírp1e un s?lo hecho in. digno: Yo reto formalu1ente n. cualqmera a que lo ñaua ::1- esta clase de asuntos no están, no pueden estar nu~ca" encubiertos con el impenetrable velo del miste. ijo. Ni mis antecedentes pul:ltleu servir siquiera de así. dero para un apasionado indicio! ' En caníbio de esa ausencia de prueba en mi contra, yo aduzco favorablemente las :-;iguientes circunstancias: 1.• En el número 169 de "La Reforma," de fecha 3 de junio de 1880, se publicar')ll r·n.rtas de personas mui respetables de Cúcuta, como o.·; señores Fociou Sóto, Felipe Arocha i Elías Estru.tla, las cuales abona¡t per. fectamente mi conducta corno Administrador. Tengo correspondencia posterior de los dos primeros de dichos señores, en que se corrobora. su primitivo concepto; i así mismo Hoseo cartas de casi todos los miembros del - honorable comercio de San Jo. ú de Cúcuta., ·relativas a mi manajo, las cuales no doi a la estampa ahora por no hacer sumamente estensa e¡;ta publicacion. Sinem. bargo, bástame apelar al imparcial dictado de todos ellos en el particular. 2.• El señor Secretario de Hacienda de -la Union, a la pájina 39 de su Memoria al Congreso del presente año, dice lo. siguiente con relacion a las hablillas de fraudes en la Aduana de Cúcnta: "Hasta ahora se han practicado serias i constantes averiguaciones para saber la verdad de lo que pasa en la indicada oficina, i la lealt, ara ello. Tambien le observé en cuanto al nombramiento de Comandante del Resguardo hecho en el señor J eneral Clímaco Ré­yes Patria, por haberse privado de él al señor Antonio R6bles, persona de servicios i de honradez a toda prue­ba. A esto me dijo el señor doctor Roldan, en carta de 28 de octubre último, lo siguiente: · "Los nombramientos de Réyes i Lazcano me pare. cieron a mí deplorables desd~ que tuve conocimiento ae ellos, pero LLO he podid ] levar al ánimo del Presi. dente la conviccion que abrigo a este respecto. A su regreso tie la Costa haré un esfuerzo supremo, a.poyán. iiome en las cartas de 1.1st~d i otros amigos, i le comuni. c.a.ré et resultado. Dearle 1 uego tales nombramientos se verificaron sin el prop6sito de mortificarlo a usted, pues ~l Qoctor Núñez no tiene motivo para semejante bosti. lidad, i yo sé, por el contrario, que lo considera i esti. ma a usted como a un amigo leal e importante ...... " Esta,ul[o en el Socorro en el mes de noviembre del afio próxuno pasado, ocupando un puest:> en la Asam. blea lejisl~tiva; tuve el honor de recibir otra misiva lfel señof doqtor Roldan, fecha 20 de dicho mes, en la cual, entré otras cosas, se ,nota tambien el grado de -bullna estimacion en que el Gobierno me tenia hasta ·ent1$tlces: :EtaHiéndo yo escrito al señ'or doctor Simon de He. t'í!era, Secretario del Tesoro, bacié.mlole una recoQle_n. dacion respecto de un hermano mio que estaba coloca. do en -la misma oficina de la Aduatla de Cúcuta, i en L-A POLITICA. la cual carta le hablaoa del prop6sito de renunciar, di. cbo señor se sirvi6 dirijirme la suya de 19 de octubre del año pasado, en la que me dice, ent?Y~ otras cosas: " No tenga usted cuidado re$pecto a su hermano, todo se arreglará, i no debe usted pensar siquiera en renunciar, pues si amigos como usted se separan de puestos como el que ocupa a contentamiento del Go­bierno, qué baria este; así desista de tal p~nsamiento." Des pues de anotado lo que precede, en lo cual· me prometo que no falta la claridad, hemos llegado al tér­mino de reflexiones concluyentes. Hasta el mes de octubre i parte de noviero bre del año de 1880 era yo, sí o n6, un empleado digno de la con­fianza del Ejecutivo nacional1 Evidenten;¡~nte que sí. Yo me separé del ejercicio del empleo de Adminis. trador a principios de noviembre de dicho año, para con­currir a la Asamblea lejislativa de Santander en virtud de convocatoria del ciudadano Presidente del Estado; i despues no volví a encargarme de la Aduana. Supuesto que no volví a encargarme de la Aduana, entre aquel tiempo en que bien se me juzgaba por el Ministerio nacional, i la época presente, no ha podido mediar acto alguno mio relacionado con el manejo de la hacienda pública; luego debemos concluir en buena lójica, escentos de parcialidad, que otra cama distinta de la justicia ha sido el m6vil de las encubiertas incul. paciones que 10e han concebiJo i se me han hecho artera. mente. i Cuál será esa poderosa causa 1 Las jen tes dice u_ i yo tambien lo creo, que esa causa ha sido el pecado de lesa-maiestad cometido con el hecho de haber concn. rrido en· el mes de noviembre a la Asamblea de Sn.n­tn. nder i ha~er tenido la honra de ser su Presidente, Corporacion en la cual, entre otras cosas, s~ improbó la conducta del Ejecutivo nacional i se retir6 toda peti. cion relativa. a la reforma d~ la Constitucion nacional. Ese pecado, que segun algunos me ha hecho incurrir en anatema sic político, orijin6 el nombramiento de Administrador de la Aduana de Cúcuta, para sustit\lir­me inmediatamente. Por ese acto nada habría dicho yo. Para nombrar tiene perfecto derecho el Gobierno; pero no pam hacer sospechoso de indignidad a un ciudadano que siempre ha tratado de mantener inc6lurne su reputacion. Bogotá, marzo 28 de 1881. RAMON MARÍA PAZ. SECCION LITERARIA. EMILIO CASTELAR. ESTUDIOS BIOG.RA.FICOS POR JO.AQUIN MARTIN DE OLÍAS ( Gontinuaeion). Oreemos q-ue su Mpirac-ion sapcúo fuó la do presen­tarse el 2 de enero de 1874 auto las Cortes constituyen· tes con la. pacificacion de España, 1i no total, cnando ménos por lo que a la iñsnrreccion cantonal tocaba. Si no lo consiguió, sobr-e otros caen la responsabilidad i culpa ; para ello hubo apelado a la prudencia tanto como a la fuerza, a los medios hábiles i pauificos como a los estremos i violentos, siempre con decoro del gobiemo, siempre para el bien del país. Los de Cartajena prefirie· ron luchar a rendirse, matar la república dé ·castelar, y11 que no podían levantar otra do Barcia, Qálvez1 Sáenz, &,• deshonrar a España mejor que contribuit· a su proeperi­uad i grandeza, fomentar el carlismo con preferencia a entregar !a plaza i la escuadra. ¿Qué babia de suceder? I i mentira parece! aquellos cantonales lL.Jyunm co­bardemente despues del 2 de enero, cuando otros hom­bres i otros gobiernos, que nada hasta entónceB tuvieron que ver con la República. i los republicanos, sino para mofarse de aquélla i combatir a ésto¡¡ con saña i cruel· dad, reemrlazaron a Castei:l,r en el poder por un acto de fuerza! Nunca olvidará la Hi toria esa pájina de ver­güenza para los autores e instigadores de tan jn1eneata, torpe i criminal rebeVon, que comprometió la República i deshonró la. patria con sus escesos, desórdenes i ven· ganzas. • •* Para el mejor mótodo de este trabajo biográfico, con· viene decir que solo eri nuestro país se verifican co11as tan sorprendentes i raras como las que vamos a reseñ~.r. El Gobiemo que pt:eosidia el señor Castelar · desde l!!etiem· bre al 2 de enero de 1873, miró más por los intereses je· nerales i ¡permanentes de la sociedad que po:t los de su partido político, puso de !lU parte Qua.ntos medios eran necesarios para la conclusion de dos espantosae guerras civiles, dominó bastante la indisciplina del ejército, evi­tó que se declararan en insurreccion poblaciones simpá.· ticas al can ton murciano, e hizo por la conservacion del órden, de la unidad i la integridad de Esp~ña c~1~nto hemos dicho en uno de los párrafos prece¡leu.tes. Af+n más : el señor Castelar, con una nobleza e hidalguía de que aquí por desgracia dan pocas pruebae los 'hombres públicos desde las esferas del poder, entregó las fuerzas i lo~ m:mdos militares a Jenerales de cuyo honor no quiso dudar ñunca, contra el consejo í opieion de muchos co. rrelijionarios i amigos suyos, fundándose en que ellos cuinplirian I!!US deberes puestó que eran soldados de la patria, no instrumentos de miserias i ambiciones políticae, i habrían de concurrir con su,, valor, su prestijio i su peri­cia a la salTacion de la libertad, casi perdi(l¡a con el te­rrible aumento del odioso absolutismot a la sa!vacion d~ la patrill, ca:si disuelta por la su~levá,~úm ,de, 9artaren~ .i la msurreccwn de Cubá. Pues bten, ese gqhterno cayo a impulsos de un rá~ido Iev.antamh:nt·o miHt:h e'n·lu madru­gada ·dei : de enero de 18-'14. 47 Verdad es, i no teoemos ningun inconveniente en asegurarlo aqu1·, que otroR gobiernos hubo, más cuidado­sos del sentido revolucionario i radical de su partido que de la opinion jeneral del país, que favorecieron el ejerci­cio de la libertad en to~las las manifestaciones de la vida individual i colectiva, que mantuvieron mui limibadas las atribuciones del ejército, que armat'on al pueblo todo, q~e dejaro¡;¡. sueltas las pasiones políticas de amigos i ene­mJgos, que contemporizaron con los partidarios de la es­tramada libertad ; pero esos gobiernos tarnbicn vinieron abajo p01· el burdel de !as masas, la imposicion de la de­magojia, el motín de los milicianos, la manifestacion tu­multuosa, la tentativa de independencia en Ultramar, la proclamacion de cantones en la peníns.ul:;~, el triunfo de la. anarquía en fin. ___ ( Continuará). ,.._. ___ TRIUNFOS. Decididamente, la señora MERCEDES ALTAREZ DE FL6- REZ reclama puesto de honor en el parnaso colombiano. I a fe que lo merece como pocas. La. última poesía. suya, que publica el núrp.e~·o 3. 0 d'e El Debate, es de gran mérito por la naturalidad, del' cadeza i sentimiento:' Leyendo eea preciol!!a. poesía no podemos dejar de sentir placer i orgu­llo los primeros que, en vieta del talento i la inspiracion de la jóven poetisa, le rendimos sincero ho;roenaje de aplaul!!os, le dimos voces de alier:to i hemos seguido ha~:~ta boí sus progre11os con interes. Ave que ayer eneayaba los primeros cantos i el tímido vuelo, 1::. señora ALVAREZ DE :H'LÓREZ posee boí rica va.­riedad de tonoe i armoníae, i fnerzas para cruzar el espa­cio inmenAo que dilata ante tmi3 oj0s la bella, inagotable poesía de la naturaleza de An.6rica. La composicion aludida, de la cual copiamos lal!! estro­fas l dia, Te baatarán mis cuentoe en la noche. El sentimiento del amor puro de la espo~a i la ternura maternal tienen, cantados en esta dulce lira, mayor en­canto i mayor belleza ; i ¡¡e sjente uno obligado a repetir con un espo¡¡o feliz : . . . . . . . . .. . . . . ~ ....... ' . . . . .............. . "Mas hecho de mi hogar un blando nido De flores i soeiego regalado .... Mansion feliz en que mi mente olvida Del deetino l!!afiudo los agravios, Pues el amargo dejo que contiene En llu fondo lil copa de la vida Apartes, jenerosa, de mis labios " .... FeliQita.ciones a la 11eñora AI.VAll.EZ DE FLORlllZ por IUI tl'iunfos, i parabiene_s _a l_as . .,l..e.,.t r_as_ c_ol o_mb iana!!. UNO I QUINIENTOS. Pensando las quinientas unidades Que un número quinientos componían, Que si quiníen.tas eran Al un.o i naqa mas se lo debían; En sociedad se l+n.ieron, i los miembroi, ,Sin vacilar ni protestar alguno, Levantaron un templo i .en sus aras Pusieron como Pios al númez;o uno. Miéntras qn'é unidos todos le adoraron A: hadie aquello le caus6 estrañeza; Pero cierta ocasion en que uno de ello& Lleg6 solb .del empl.o a los umbrales, ' .Apesar de la fe i el fanatismo, Se hall'6 con que \Íl i Dios eran lo mismo, Puesto que el uno i él ,e. ran iguale'é. !t '* De!lpqes de tl!ilCorrer estos 2:englone1 Que .tantn.s reflecciones n.os ofree~n, Dedtuico ~ntr~ otr45, muchas conclusione., Q~ en r:pa.teri~ de Dios i relij i~nali! ~Los quinientos i el mundo se parec~~- MA:ion:nd:.; Ac;,f'-..t 06 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 48 VARIA. ----~ LA POL!TICA qu~ tan celosa se muestra por la literatura i por la bi; ­tona, le presen taremos un caso, tomad6 de un discurRo JJORTES.ANÍAS DE OC.&.SION-El 28 del pr6sente en las del .Teneral Trujillo e_n ocasion solemne. Sabemos que P~~meras horas de la noche tuvo lugar una retreta al el .Teneral Trujillo no las da de purista, pero por boi pie de las paredes del .Tock~-Club, mandada ejecutar no tenemos a la mano otro ejemplo. Dijo, pues, el Je­a las h_andas de la Guardia colombiana por el Pre:iden- ne.ml Trujillo en 1879: te nacwnal, para obsequiar así, musicalmente, por lo ' ' LA. REVOLUCION DE ANTIOQUIA HA SIDO, HECHA pronto, al señor ~eneral Santodomingo Vila, quien ha ~~~E~?.NS:ERVADORES INGRATOS I LIBERALES TRAI­llegado a esta capital, seguramente a ocupar su :puesto en el Senado ~de Plenipotenciarios. N 0 es la primera Diga La Opinion si histórica i literariamente estará r~treta que el señor Núñez manda dar a personajes ve- bien empleada en este caso la palabra en discusion. Es mdos de la Costa. En el mes pasado, apé~as supo la entendido que su concepto será t.enido en cuenta por llegada del señor Pablo Arosemena a esta misma ciu. los literatos e historiadores del presente i del porvenir. dad, puso en movimiento las mismas bandas ante la Por lo demas, i ya que La Opinion ha roto fueaos casa de habitacion de dicho señor Arosemena. Todos sobre La Política, no tenemos por qué declinar el reto. Adelante! ' sabe_n ya e~ efecto que prod!ljeron las armonía,., de la mÚsica oficial sobre este señor, esto es la desarmonía *' * *' entre él i el ciudadano Presidente. ' • EL DEBER-Sábese por todos que el señor .José Ma- : Esta clase de cumplidos Ralidos de palacio en estos ría Samper Agudelo siente todavía sobre la espalda la tiempos" de confusion de ideas ¡ de promesas falsas, en famosa tunda, que le dió, en tiempos para él no tan esta. época de ardides i juegos-oficiales, son de mal agüe- aciagos, un maestro venerado por la juventud libe­ro,, 1 eso nos hace recordar, lo que con relacion a lapo- ral. No desprecia ocasion el sefior Samper, especial­lítica falsa de las Cortes, dice con tanta propiedad el mente desde que volvió grupas, para insultar al que es señor de la Ez:bada, i que nosotros con aplicacion a lo uno de los títnlos m6.s puros de la República i p. na de que en el pala ciO de Sao Cárlos pasa, reproducimos fiel/ las joyas más preciadas del liberalismo. Hoi la aposta­mente, así: sía le inspiró dG nuevo unos renglones que llamaríamos "Toda aquella cortes de la >ociedad. Son miembros de! Consejo adm inistr a tivo los señ ores : P •·inaipales-.AJejaudro Córdoba, Sisto .Blscobar G, Emilio Morillo, Rafael Almanzar i Teodomilo Ví&rgas. Suplentes-Fernando A. Romero, Ricardo .Taramillo, Victori ano Peña, Gabriel Ujueta i Rafael O. Lafo~ t. Di•·ectóres- Señores: .Princil!lal, Gonzalo Gamboa,-1'rimer suplente, Francisco A. Fernández-Segml.do Id, Marcelino Morillo,- O"j ero, se­ñor Manuel Calle S.-Secretario Tenedor de libros, señor I smael J. Romero. El Banco preodario se ocupa de las operacipnes siguientes: Presta dinero sobre fincas de fácil re.alizacion, con plazo hasta do 180 dias, a un interes moderado t desde un peso. . Descuenta libranzas, pagares, órd~oes de pago i toda clase de docu­mentos de deber que sean legalmente tras.misibles i cuyo plazo no esce· da de treinta (30) dia.s. Recibe depósito de imposicion a interes, por tiempo determinado o & la órden. Abre i lleva cuentas corrientes. Jira i acepta letras de c~ mbio conforme 11. las prácticas comerciales. .A.cepta depósitos de pequeñas sumas, desdE! un peso i admite en esta forma el pago de acciooes a las personas pobres que no estén en posi· bili.iad de pagar de una vez el primer insta lamento: :fi.nalmente, Desempeña. toda clase de aj encia.s, comisiones i d_e.n;as operacione¡¡ qqe sean competibles con la ~ato_ra.leza del Es ta~lec¡m¡ent?. La <;ificina. del Banco esta.ra ab1erta todos los d1as no fena.dos, de las och.o a las diez de la mañana i de las once a las tres de la tarde i des­pachará. inmediatamente toda solicitud que se le dirija, 11. fi~ de aten­der mejor al servicio P.e las clases pobres, para las que prmmpalmeoté está. destinado. NOT-'--El seiior Sisto Escollar se ha escusado de desempeñar el oaro ¡o d«: consejero. Bogotá, marzo de 1881. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Política - N. 12

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Antología del pensamiento político colombiano: tomo I - siglo XIX

Por: Jaime Jaramillo Uribe | Fecha: 1970

Obedeciendo solo una división convencional, en el primer tomo de ‘Antología del pensamiento político de Colombia’ se haya lo más preciso, lo más profundo y lo más amplio del pensamiento político del siglo XIX, desde la fundación de la nacionalidad hasta las postrimerías de la centuria, con autores como: Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, José Eusebio Caro; Mariano Ospina Rodríguez; Miguel Antonio Caro; Rafael Núñez, Rafael Uribe Uribe, Miguel Samper y Carlos Arturo Torres.Como lo indica el historiador y compilador de estos textos, Jaime Jaramillo Uribe, su labor para esta obra implicó proponer títulos generales y subtítulos para aquellos textos que en anteriores publicaciones no lo han llevado debido a que su forma original son cartas, discursos o reportajes, esto con el fin de facilitar la lectura. Texto tomado y adaptado de la introducción
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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¿Quién es Betty? Entre la fea y la ugly

Por: Isabel Rodríguez Barradas | Fecha: 01/07/2009

¿Qué hace que una telenovela con una temática como la que presenta Betty, la fea haya calado en gustos tan disímiles al colombiano y latinoamericano seguidores del género? La telenovela es un género que tuvo su origen y se ha cultivado, principalmente, de este lado del mundo. Betty, la fea, cumple con los elementos arquetípicos que identifican a quien la ve con lo que está viendo. Lo que hace a esta historia especialmente atractiva es la forma cómo está profundamente atrincherada en el mito del amor romántico aun cuando su energía representacional está canalizada en las tensas negociaciones morales, económicas y emocionales que complican los rituales del cortejo. No se dice aquí que la vida sea idílica, tranquila, armónica, siempre gratificante, se trata de un discurso que propone una reflexión sobre la inversión de los modelos arquetípicos de la novela en América Latina.
Fuente: Universidad del Rosario - Disertaciones Formatos de contenido: Artículos
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¿Empresas o mitos? Elementos comunes de las empresas más antiguas del mundo La importancia de la desmitificación.

Por: Hugo Alberto Rivera Rodríguez | Fecha: 22/05/2010

Encontrará en el artículo una reseña de las empresas más antiguas del mundo y algunas de las  más antiguas de Colombia, su país de origen, los principales productos o servicios que ofrecen y las ventajas competitivas que les han permitido durar más de mil años. Estas empresas se han convertido en puntos de comparación y admiración por los demás competidores, al punto de ser envidiadas. En otras palabras, se han convertido en verdaderos mitos empresariales en sus sectores industriales. ¿Por qué considerarlas un mito? ¿Cuál es la implicación de utilizar ese término? Las respuestas son desarrolladas en el documento. Muchas de ellas son empresas familiares y desde el punto de vista financiero sus utilidades les han permitido sobrevivir mas no sobresalir; sin embargo, el solo hecho de tener una historia de muchas generaciones las hace dignas de ser estudiadas y asignarlas en la categoría de mitos empresariales.
Fuente: Universidad del Rosario - Revista Universidad y Empresa Formatos de contenido: Artículos
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El indio mestizo, el indio-origen (La doble-imagen del indígena en la Exposición arqueológica y etnográfica de 1938)

Por: Gabriel Serrano Melo | Fecha: 01/08/2016

La Exposición arqueológica y etnográfica de 1938 corrió paralela a una de las celebraciones conmemorativas más importantes de Colombia: el IV Centenario de la fundación de Bogotá. Este espacio constituyó una oportunidad única en el cual los sujetos de la República admiraron objetos de exposición arqueológica que representaban el pasado más remoto, el origen, de la nación. Pero no sólo objetos, sino, como apareció en la prensa de la época, “ejemplares” indígenas fueron traídos y “expuestos”. En su observación, una representación particular tomó lugar sobre ellos: una imagen que los proyectó como indios-mestizos e indios-origen: dos caras de una misma moneda que sólo podían coexistir por medio de una mistificación de esta imagen. Este artículo propone, pues, una reflexión a la historia del conocimiento antropológico o etnológico a través del análisis de esta doble-imagen.
Fuente: Icanh - Artificios. Revista Colombiana de Estudiantes de Historia Formatos de contenido: Artículos
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El indio mestizo, el indio-origen (La doble-imagen del indígena en la Exposición arqueológica y etnográfica de 1938)

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Antropología de la gente negra, década de los setenta: Nina S. de Friedemann en la Revista Colombiana de Antropología

Por: Hernando Andrés Pulido Londoño | Fecha: 27/06/2014

En 1974, la antropóloga Nina S. de Friedemann publicó tres artículos emblemáticos en la Revista Colombiana de Antropología, en los cuales procuró comprender las dinámicas culturales de la gente negra del litoral pacífico. Estos textos supusieron un desplazamiento geográfico con respecto a la actividad previa de esta investigadora, que había estado centrada en el archipiélago de San Andrés y Providencia, pero también implicaron una transformación significativa en los interrogantes y los marcos conceptuales utilizados para descifrar el complejo entrelazamiento entre el medio físico y la cultura e historia negras del Pacífico sur. Este documento busca explorar dichos cambios investigativos. https://doi.org/10.22380/2539472X60
Fuente: Icanh - Revista Colombiana de Antropología Formatos de contenido: Artículos
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Multiculturalismo y racismo

Por: Peter Wade | Fecha: 23/12/2011

Este ensayo repiensa el papel que desempeña la racialización en Latinoamérica, y la pone en relación con el multiculturalismo. El multiculturalismo oficial no necesariamente conduce a la disminución del racismo y puede quedarse en gestos retóricos. Es necesario enfocar el racismo y el concepto de raza como fenómenos con historia y fuerza social propias. En este artículo se mira cómo este concepto ha sido marginado en las discusiones sobre la desigualdad en Latinoamérica, y por qué es necesario ver a Latinoamérica como parte integral de las Américas negras. Además, cómo el concepto de raza se ha manifestado en Latinoamérica más de lo pensado. Se propone también que las cuestiones de raza y de racismo están ganando más espacio público en Colombia (y en Brasil). El multiculturalismo se tiene que entender como un campo de batalla, para definir sus efectos políticos.
Fuente: Icanh - Revista Colombiana de Antropología Formatos de contenido: Artículos
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El cuerpo subordinado y politizado: reflexión crítica sobre género y antropología médica

Por: Patricia Tovar | Fecha: 22/06/2005

El artículo evalúa el impacto social de la medicina en los cuerpos de las mujeres y construye un panorama sobre la salud tan cercano como sea posible a la realidad social. Muestra cómo los desarrollos de la medicina afectan a las mujeres de forma diversa, lo cual apenas comienzan a tener en cuenta quienes investigan, practican la medicina o diseñan las políticas públicas. Contiene un recuento de los estudios realizados desde la antropología médica en Colombia y cómo han visto el género y la reproducción. Continúa con una crítica de la medicina, no cómo una historia de éxito que nos llevará a la cura de todas las enfermedades, sino desde su lado oscuro, que en vez de beneficiar afecta a las mujeres de manera negativa. Se refiere, específicamente, al caso de la medicina cosmética con ánimo de lucro. El análisis termina con una mirada a la violencia, doméstica y social, y a su impacto en la salud pública.
Fuente: Icanh - Revista Colombiana de Antropología Formatos de contenido: Artículos
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  • Medicina

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¿La guerra siempre es de antemano heterosexual? Homoerotismo, emparejamiento y luto entre hombres combatientes de grupos armados ilegales en Colombia

Por: Gabriel Gallego Montes | Fecha: 01/01/2023

Las guerras siempre se han presentado como escenarios eminentemente heterosexuales. Hasta ahora, lo documentado en torno a las poblaciones LGBT se ha centrado, principalmente, en sus procesos de victimización y sobrevivencia, lo que ha producido un vacío en la comprensión del homoerotismo en la población combatiente. El objetivo del artículo es reflexionar sobre otros escenarios que ponen en tensión la supuesta heterosexualidad de la guerra, en especial las prácticas de emparejamiento, corresidencia y luto entre hombres guerreros. Para ello, presentamos la historia de Mauricio, un miembro de las filas paramilitares del oriente de Caldas, Colombia. Sus vivencias nos aproximan a una lectura cuir/queer a la que hemos denominado falotopías maricas, que tensiona los dispositivos de género y sexualidad en los territorios de confrontación armada.
Fuente: Icanh - Revista Colombiana de Antropología Formatos de contenido: Artículos
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