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Con la frase historia de colombia.

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Antecedentes del derecho administrativo en el derecho indiano

Por: Miguel Alejandro Malagón-Pinzón | Fecha: 10/03/2010

Se plantea en este artículo que el derecho administrativo colombiano tiene sus antecedentes en el derecho indiano. El primero nace con la Revolución Francesa como el derecho exclusivo de la administración, mientras que en el segundo existió una administración regulada por normas jurídicas, enmarcada dentro de unos límites concretos. Cada país tiene una historia jurídica propia, la nuestra es muy incipiente. Por ello hay que cuestionar la recepción de modelos jurídicos y analizar si son convenientes a nuestra realidad. En este escrito se cuestiona que desde la adopción del sistema francés del derecho administrativo se dejó de lado el estudio de la administración pública indiana, ignorando que esta constituye el antecedente, indudable, de nuestra administración actual.  
Fuente: Universidad del Rosario - Estudios Socio-Jurídicos Formatos de contenido: Artículos
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Antecedentes del derecho administrativo en el derecho indiano

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Colombia anfibia. Un país de humedales

Por: Jimena Cortés Duque | Fecha: 2016

El agua lo conecta todo. Ese es el principio rector del funcionamiento de los ecosistemas y de la sociedad, y son las variaciones de esta conectividad, en el tiempo y espacio, las que definen las posibilidades de construir cultura, sus modalidades. Los distintos grupos humanos se las ingenian para adaptarse a la disponibilidad de agua, a su movilidad, a sus cualidades, tanto como lo han hecho las especies animales y vegetales a través de la historia del planeta, solo que con un instrumental interpretativo distinto, capaz de ver el futuro. Al menos, parcialmente. Colombia Anfibia. Un país de humedales presenta los resultados de investigaciones científicas y brinda herramientas de fácil acceso, que pueden ser usadas por los tomadores de decisiones relacionados con la gestión del riesgo y la planificación ambiental y territorial.
Fuente: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt Formatos de contenido: Otros
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Colombia anfibia. Un país de humedales

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“En la corriente viajan…”

Por: Juan Orrantia | Fecha: 01/07/2010

En Colombia las aguas de ríos como el Magdalena han sido escenario de la expresión del terror y el olvido. Sin embargo, en este ensayo quiero proponer una mirada alternativa del agua y su relación con la violencia. A partir del proceso de la fermentación como metáfora y realidad material, sugiero la posibilidad de imaginar una forma de memoria sensual que se genera por medio de la interacción con agua saturada con historias de terror. Para esto utilizo una serie de fragmentos etnográficos y fotografías de la vida diaria en el pueblo de Nueva Venecia en la Ciénaga Grande, donde el agua que fue impregnada por los residuos de una masacre se filtra en espacios, instantes y escenarios del diario vivir. Estos momentos plantean la posibilidad de leer esta relación con el agua y sus residuos como parte de una narrativa de memoria en vez de olvido.
Fuente: Icanh - Revista Colombiana de Antropología Formatos de contenido: Artículos
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“En la corriente viajan…”

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¡El Hip Hop lo sigue reinventando todo!

Por: Adriana Guadalupe Dávila Trejo | Fecha: 2023

Han pasado apenas cincuenta años desde que una calle se convirtió en el escenario más potente para muchas generaciones. Un contexto político marcó la diferencia en las maneras de reconocerse, socializar y estar en el mundo. El Hip Hop es aquello a lo que seguimos fielmente desde que se metió en nuestros corazones disfrazado de música, canto, poesía, pintura y más. Lo que aquí vas a encontrar son historias que, tal vez, te muevan un poco de donde estás para traerte a otras nuevas maneras de entender al Hip Hop. Con apenas unas experiencias en México, Chile, Colombia y Honduras ¡El Hip Hop lo sigue reinventando todo! Lo agradecemos, lo vemos, lo aprendemos, pero también lo cuestionamos. Lo compartimos y lo llevamos aquí, contigo, para dialogar cómo podemos continuar haciendo una revolución en la que podamos cantar, bailar y armonizar nuestras diferencias.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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¡El Hip Hop lo sigue reinventando todo!

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La feminidad en Cien Años de Soledad

Por: Orlando Manotas Acuña | Fecha: 2019

Cada relectura de “Cien Años de Soledad" implica encontrarse con nuevas vivencias que pueden estar insertas a lo largo de nuestra historia o responden a asuntos o situaciones que tienen que ver con los momentos actuales por los que pasa la sociedad colombiana en particular o le concierne a la humanidad en forma general. Es tan vasto, tan inmenso el universo aquí propuesto que sus páginas jamás supone un fin total, en cada inmersión en su cosmos nos encontramos con enseñanzas insospechadas, algo nos agarra por sorpresa, para decirnos que “Cien Años" es una obra interminable, cuyo destino es la eternidad. Bueno, esa es la gracia de toda novela clásica, acomodar su factura a todos los tiempos y resistir desde la más benigna hasta la más desastrosa época por donde le toque transitar, siempre van a salir ilesas y el hombre podrá disfrutar de ellas en cualquier momento de su vida terrenal…
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
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  • Novela

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La feminidad en Cien Años de Soledad

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Vivir para contarla

Por: Gabriel García Márquez | Fecha: 2016

Escucha las memorias de Gabriel García Márquez: un recorrido por los días de su infancia y juventud en los que se fundó el imaginario que se reflejaría después en sus obras. Los mejores títulos de Gabriel García Márquez en formato audiolibro. Vivir para contarla es, probablemente, el libro más esperado de la primera década del siglo, compendio y recreación de un tiempo crucial en la vida de Gabriel García Márquez. En este apasionante relato, el Nobel colombiano ofrece la memoria de sus años de infancia y juventud, aquellos en los que se fundaría el imaginario que, con el tiempo, daría lugar a algunos de los relatos y novelas fundamentales en la literatura en lengua española del siglo XX. Estamos ante la novela de una vida, y, a través deella, García Márquez va descubriendo ecos de personajes e historias que han poblado obras como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba o Crónica de una muerte anunciada y que convierten Vivir para contarla en una guía de su obra, en acompañante imprescindible para iluminar pasajes inolvidables que, tras escuchar estas memorias, adquieren una nueva perspectiva. «Mi madre me pidió que la acompañara a vender la casa. Había llegado a Barranquilla esa mañana desde el pueblo distante donde vivía la familia y no tenía la menor idea de cómo encontrarme. Preguntando por aquí y por allá entre los conocidos, le indicaron que me buscara en la librería Mundo o en los cafés vecinos, donde iba dos veces al día a conversar con mis amigos escritores. El que se lo dijo le advirtió: "Vaya con cuidado porque son locos de remate". Llegó a las doce en punto. Se abrió paso con su andar ligero por entre las mesas de libros en exhibición, se me plantó enfrente, mirándome a los ojos con la sonrisa pícara de sus días mejores, y antes que yo pudiera reaccionar, me dijo: "Soy tu madre".» Carlos Fuentes dijo...«A los que un día le dirán: "Esto fuiste", "esto hiciste" o "esto imaginaste", Gabo se les adelanta y dice simplemente: soy, seré, imaginé. Esto recuerdo. Gracias por la memoria.»
Fuente: Odilo Formatos de contenido: Audiolibros
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Vivir para contarla

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Imagen de apoyo de  Vivir para contarla

Vivir para contarla

Por: Gabriel García Márquez | Fecha: 2015

Las memorias de Gabriel García Márquez: un recorrido por los días de su infancia y juventud en los que se fundó el imaginario que se reflejaría después en sus obras. Vivir para contarla es, probablemente, el libro más esperado de la primera década del siglo, compendio y recreación de un tiempo crucial en la vida de Gabriel García Márquez. En este apasionante relato, el Nobel colombiano ofrece la memoria de sus años de infancia y juventud, aquellos en los que se fundaría el imaginario que, con el tiempo, daría lugar a algunos de los relatos y novelas fundamentales en la literatura en lengua española del siglo XX. Estamos ante la novela de una vida, a través de cuyas páginas García Márquez va descubriendo ecos de personajes e historias que han poblado obras como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba o Crónica de una muerte anunciada y que convierten Vivir para contarla en una guía de lectura para toda su obra, en acompañante imprescindible para iluminar pasajes inolvidables que, tras la lectura de estas memorias, adquieren una nueva perspectiva. «Mi madre me pidió que la acompañara a vender la casa. Había llegado a Barranquilla esa mañana desde el pueblo distante donde vivía la familia y no tenía la menor idea de cómo encontrarme. Preguntando por aquí y por allá entre los conocidos, le indicaron que me buscara en la librería Mundo o en los cafés vecinos, donde iba dos veces al día a conversar con mis amigos escritores. El que se lo dijo le advirtió: "Vaya con cuidado porque son locos de remate". Llegó a las doce en punto. Se abrió paso con su andar ligero por entre las mesas de libros en exhibición, se me plantó enfrente, mirándome a los ojos con la sonrisa pícara de sus días mejores, y antes que yo pudiera reaccionar, me dijo: "Soy tu madre".» Carlos Fuentes dijo... «A los que un día le dirán: "Esto fuiste", "esto hiciste" o "esto imaginaste", Gabo se les adelanta y dice simplemente: soy, seré, imaginé. Esto recuerdo. Gracias por la memoria.»
Fuente: Odilo Formatos de contenido: Libros
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Imagen de apoyo de  El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 427

El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 427

Por: | Fecha: 25/05/1911

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 HISTORIA DEL CANAI.J El tránsito á través del istmo de Panamá ha sido asunto de impor­tancia desde el establecimiento de las colonias españolas en el hemisferio Occidental. El proyecto de atravesar el istmo por un canal interoceánico fué sugerido desde 1520, y más tarde, en el siglo XVI, por Champlain. pero la idea no atrajo seria atención hasta el siglo XIX. En 1828 se prac­ticaron varias exploraciünes con objeto de determinar la facti vilidad de semejante canal. Se propusieron varias rutas pero con el transcurso del tiempo, todas, con excepción de las de Panamá y Nicaragua, fueron eli­minadas de toda consideración. Después del descubrimiento del oro en California, en 1849, una Compañía americana estableció una ruta provisio­nal de tránsito con coches de postas y vapores en Nicaragua y formuló algunos proyectos para completar el sistema con la construcción de un ca­nal. Estos proyectos no se .realizaron debido á varias complicaciones, al­gunas de ellas de carácter internacional. En esta época se celebró el tra- • tado de Bulwer-Clayton· entre los Estados Unidos é Inglaterra. Desde ese tiempo ha habido un gran número de proyectos para la construcción de un canal por la ruta de Nicaragua. De 1872 á 75 se iniciaron por los Es­tados Unidos muy completas exploraciones y planos de las dos rutas men­cionadas, cuyos resultados demostraron las ventajas de la de Panamá Antes de que los Estados Unidos diesen algún paso decisivo, un francés llamado Wyse solicitó y obtuvo del Gobierno de Colomhia una concesión para construir un canal interoceánico. Los planos hechos por Wyse con mucha precipitación, eran incompletos; pero armado de la concesión co­lombiana, volvió á Francia, donde logró interesar á Ferdinad Lesseps en eY proyecto. Por la iniciativa de éste se reunió en París, en Mayo de 1879, un Congreso Científico intemacional para estudiar el proyecto de la construcción de un canal interoceánico. La decisión del Congreso fué fa­vorable á la ruta de Panamá. Hay que notar que los delegados america­nos se reservaron su voto. Se formó luego una Compaüia del Canal de Panamá bajo la dirección de M. de Lesseps, y se compró la concesión de Wyse. De Lesseps visitó el istmo, declaró que el canal era practicable y un Comité técnico internacio­nal calculó el costo de la obra en pesos fuertes 169 millones. Las acciones se colocaron rápidamente en Francia y se dió principio á las obras de construcción en Octubre rle 1881. El canal seguiría la misma ruta del ferrocarril de Colón á Panamá. Seria un canal al nivel del mar con una profundirlad de 29,5 y una amplitud en el fonrlo de 72 pies, con una longitud de 47 millas. Más tat·de, la Compaflía se viú obligada á con­fesar que no era r)osible construír un canal al nivel del mar en el espacio de tiempo especifleado, con el dinero disponible, y se sustituyó d proyec­to por uno de exclusas. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 6o73 EL CORREO DEL VALLS La Compañía francesa cometió muchos errores, tropezó con muchas dificultades, y, finalmente, abandonó los trabajos por falta de fondos en Marzo de 1889. Los Tribunales franceses nombraron administradores provisionales Y se plantearon algunos proyectos para rehabilitar la Compañía. Hasta en­tonces la obra había absorvido pesos fuertes 260 millones, producto de la venta de acciones y bonos, principalmente entre la gente pobre de Fran­cia, y de sorteos de lotería autorizados por el Gobierno francés. En 1894 se formó una nueva Compañía que obtuvo una concesión por diez años que se prorrogó por seis más en 1900 para terminar en Abril de 1910, en cuyo tiempo se calculaba que estaría terminado el canal. De la longitud total del canal habían terminado las Compañías francesas 12 millas hasta hacerlas navegables. Esto, sin embargo, no incluía las partes más difíci­les de la obra, y prevaleció la creencia general de que la Compañía no po­dria terminar la obra. A poco de terminada la guerra hispano-americana, los Estados Uni­dos anunciaron su intención de construir un canal interoceánico y firma­ron un tratado .con la Gran Bretaña, en que se estipulaba la neutraliza­ción del canal, por cualquier ruta que se construyese, y para el uso de to­das las naciones. El 4 de Enero de 1902, la Compañía francesa ofreció vender á los Estados Unidos todos sus derechos y propiedades del Istmo en pesos 40 millones. En vista de este ofrecimiento, la Comisión del canal Istmiano de los Estados Unidos recomendó la ruta de Panamá. El 22 de Enero de 1903 se celebró un tratado entre los Estados Unidos y Colombia, en virtud del cual los Estados Unidos recibirían en arrendamiento por cien años la zona de territorio necesaria para la apertura del canal, que­dando á opción de los Estados Unidos la renovación de este contrato de arrendamiento. Este tratado fué rechazado por el Congreso colombiano en Agosto de 1903. Siguió luego el establecimiento de la República de Pa­namá. El18 de Noviembre de 1903 se firmó un tratado entre los Estados Unidos y Panamá, referente á la construcción del canal en los términos siguientes: Panamá cede á perJ)etuidad el uso de una zona de cinco millas de ancho de cada lado de la ruta del canal, y, dentro de esta zona, la ex­clusiva jurisdicción en materia de policía, sanidad, justicia y otros. Se cede, además, otro territorio para la construcción de canales subsidiarios. Para la defensa del canal se cede la línea de la costa de la zona y las islas en la bahía de Panamá. Las ciudades de Panamá y Colón quedan bajo la autoridad de Panamá; pero los Estados Unidos tienen completa jurisdic­ción en ambas ciudades y sus bahías en todo lo referente á sanidad y cua­rentenas. A cambio de estas concesiones, los Estados Unidos pagarán á Panamá pesos 10 millones al tiempo de la ratificación del tratado y, des­pués de nueve años, pagarán pesos 250.000 anuales. Después de la ratificación del tratado entre los Estados Unidos y Pa­namá, el Presidente nombró una Comisión que tomase á su cargo la cons­trucción del canal y el gobierno de la zona. Esta Comisión desempeñó es­tas funciones hasta el mes de Abril de 1905, en que se nombró una nueva Comisión. El 24 de Junio de 1905 se nombró una Junta de ingenieros consultores, compuesta de eminentes ingenieros de los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y los Países Bajos, quienes fueron designados por sus respectivos Gobiernos en respuesta á una invitación del Presidente, y los cuales decidirían el tipo de canal que deberia construírse. Desc'ripci6n del canal.- El canal tendrá una elevación de 85 pies sobre el nivel del mar, accesible por una sucesión de tres esclusas situadas en Gatun, del lado del Atlántico, y una en Pedro Miguel, y una sucesión d~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 6075 EL CORREO DEL VALLE millas de longitud hasta las esclusas de Miraflores; de allí pasando estas dos esclusas que tienen una longitud de 0,9 de milla, el buque descenderá hasta el nivel del mar y continuará por un canal de 500 pies de ancho y 8 millas ele largo hasta el fondeadero del Pacífico. Se calcula que el tiem­po necesario para que un buque mediano cruce la entera longitud del ca­nal será de nueve y media á diez horas, y de diez y media á once, para los buques de mayor porte. Costo del canal. -La Comisión actual ha calculado el costo del canal en pesos fuertes 325.201.000 incluyendo 20.053.000 para Sanidad y 7.382.000 para administración civil. Estas cifras no incluyen los pesos fuertes 50 millones que se pagaron á la Compai\ía francesa y á la República de Panamá por la propiedad y franquicias. Por tanto, se calcula el costo total en 375 millones de pesos fl.lertes. Terminación del cnnal. -Se cree que el Canal de Panamá quedará ter­minado para el 1 Q de Enero de 1915. Costo detallado de las ob1·as.-El costo aproximado de las excavacio­nes en seco para el año fiscal que terminó el 30 de Junio de 1909, fué de 54 centavos por metro cúbico, más 11 centavos por admhlistración gene-ral, hacen un total de 65 centavos. . El costo del dragado fué de 12 y medio centavos por metro cúbico, más 3 centavos por administración general, ó sea un total de 15 y medio centavos. El costo medio por metro cúbico de excavación y dragado fué de 37 centavos y 8 por administración general, lo que hace un total de 45 centavos contra un costo medio de 50 centavos por el año anterior, ó sea una reducción de un 21 por 100. Dr·aga8 de vapo;·.-Hay actualmente en el istmo 48 de 95 toneladas, 4~ de 70, 10 de 45 y una de 38, ósea un total de 101 dragas de vapor. Emplearlos ?J obreros.-En el mes de Febrero de 1910 había aproxi­madamente 45.000 empleados en el istmo, de los cuales 5.000 eran ameri­canos. En Marzo de ese mismo año trabajaban 34.733 hombres, 29.954 por cuenta de la Comisión y 4. 779 por cuenta del ferrocarril de Panamá. De los 29.954 que trabajaban por la Comisión 4.599 eran pagados en oro Y 25.355 en moneda de Panamá ó su equivalente. Entre los que 1·ecibían su paga en moneda americana, se cuentan los mecánicos, artesanos, em­pleados de escritorio y altos funcionaras, la mayor parte de los cuales son americanos. A los peones y trabajadores comunes se les paga en moneda de Panamá. Benéficos rc.cmltados del ccwal.-En 1879 declaró el presidente Ha­yes que <jas semejan como una hostia! procesión, } saltan y pasan alegres r buenas l><1jo la calit·nte car;cia rlel ~ol · · · ·' RA)!6N ¡, DOLL.\. "l'E, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6o77 / EL CORREO DLE VALLE La reja La reja! Sus hierros, que besa la luna, allá en la desierta calleja moruna, encierran misterios y encantos sin fin; parecen que exhalan, cubiertos de flores, murmullos de besos, palabras de amores, promesas de citas y olor á jazmin. Tras ella adivina quien pasa á su lado un busto de nieve de nardos cuajado, dos ojos muy negros que acechan quizá, un pecho impaciente que late de prisa, los pasos de un hombre, la seña que avisa, y el "cuánto has t~rdado" y el "heme aqui ya." i Benditas mil veces las rejas hermosas, cubiertas de albahaca, claveles y rosas, que aromas derraman y prestan calor ! ¿Qué moza garrida, que joven pareja, naciendo andaluza, no puso en la reja el fin de sus ansias y el sello á su amor ? i Cual dulces en ellas las noches calladas ! Rumor de suspiros, brillar de miradas, el largo coloquio de inmenso placer, la música extraña del blanco ceceo que sabe á caricia, que suena á gorjeo saliendo de labios de aquella mujer. Detrás de los hierros, cual blanco tesoro, la bata crujiente, más limpia que el oro, que mueve el latido de un seno vivaz; delante, flotando ligera y galana, la capa torera con vueltas de grama, y el ancho sombrero que oculta la faz ..... . Y pasan los años, los años crueles, y hay siempre en la' reja, de albahaca y claveles la misma cortina de eterno verdor; hay siempre una mano qu cuida las flores: son otras mujeres, son otros amores ..... . Se van los amantes, mas queda el amor. ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 11 EL CORERO DEL VALLE Donde hay una reja discreta y florida hay siempre una hermosa de amores herida, que acude á la sefia del tierno galán .... Ayer, al reclamo, las madres salieron; hor salen las hijas que de ellas nacieron; las que aún no han nacido, mafiana saldrán Al pie de sus hierros se oirá eternamente de un canto de amores el ritmo doliente, suspiros que vuelan hacia una mujer, la copla vibrante, la endecha que implora .... Hoy es la guitarra quien canta y quien llora; su madre la guzla, sin dtl; la planicie inmensa, con sus sabanas de florecillas blancuzcas y su simétrica vegetación, su horizonte infinito, que apenas rompía laman­cha gris de una caravana. Y había sido más tarde la vida monótona del espartero, los días incli­nado sobre la tierra, las noches en la tienda, que roudaban las hienas, los monólogos cortados por sollozos, el anonadamiento final, el estupor de que le sacara la carta de Fuensanta. Cuando se la leyeron, sintió como una sacudida en su alma. Ella le esperaba siempre, aguardando con ansia, la hora en que, olvidado el recuer­do de la trágica noche del alijo, volvería á su -lado para embriagarla de dicha infinita. Una enfermedad de varios meses le retuvo moribundo sobre el triste lecho del hospital del Círculo. Apenas convaleciente, marchó á Orán, luégo á Constantina; trabajó como peón en las Granjas, y habiendo reunido 500 fracos, embarcose con rumbo á España. Llegado á Málaga, un amigo del Perche! alquilóle una yegua. Y al fin en aquella hermosa tarde otoñal, trotaba por los caminos:de su tierra, mientras en los marjales muchos hombres de ancho sombrero y camisa blanca se inclinaban sobre la vides cortando sus racimos. 11 Era yá oscurecido cuando divisó el pueblo. Acordóse de aquella otra noche invernal, en que se despidió de su novia, y comparólas jubiloso. Entonces, lluvia, frío, luto en las cosas y en su corazón. Ahora, luna clara y serena, cielo estrellado, aromas en la campiña, alegría en su espíritu .. .... Alegría, si, porque iba á verla.... . Rodeó el pueblo, y, entrando en el callejón de cercas que lo flanquea, internóse en una escampada. La casa se destacó al fondo, entre los ár­boles, nada había cambiado aquel rincón acusaba una paz inalterable. Acercóse y vió luz. Y después de desmontar y atar el caballo, empufl.ó el aldabón con mano trémula. -¿Quién es?-preguntó la voz de Fuensanta. -¡Abre, abre pronto! o Moríase de impaciencia, y al mismo tiempo setía un temor descono­cido, como si, tras la puerta, le aguardase la desgracia. Abrieron. Juan precipitóse en la sala baja, palpitante el corazón, el alma en los labios y en los ojos. Ella habia dejado la luz sobre una mesa, y se quedó mirándole atóni-ta, con la expresión de estupor del que se ve en presencia de un resucitado. -¡Tú! -¡Yo! La abrazó frenético, llorando, y riendo, en un transporte de júbilo"que le enloquecia. Pero de pronto se separó de ella, cogióle las manos y la miró sorpren-dido: · 1 -¡Tú! ¡Tú .... ! ¡Pero tú no me l..lesas! -jNo .... no puedo! ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ({ EL C0RREO DEL VALLF: GO~O -¿Qué no·}mcdes?-gritó. él, sinticiJ(h la ll10ri1c· ra ele una atroz sospecha. - Nó. -¿Por qué? -Porque ... iporque me ca~é hace dos meses -! ~ Arrojóla conll'Or sus laderas al asalto. Lué:•.o Jos \ ailes somhrtos donde blanqueaban algunos cortijos entn parras. Después la gran sábana de la vPga, surcada por acequias 1nurmun.mtcs, festonc;¡_das de matorrales, peinada y simétrica, cnn f'llS \ides y harhctlw:, sutmehlecillo d~ luces pero elidas, sus casas de• luhor ocultas Pntre je:u·a~~. Luégo una linea confusa, nn­pinceladaque era linde y ¡,;onfin y que p~u·eeia recortar el ¿¡gro en .un dibujo caprichoso. Y por úllimo, una masa th: llulws que se e ·tcndia hasta lo infinito, un cl~ro vago de estanque dormido, donde la luna rielaba, y á la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE derecha, como un gr::m borrón que acabara er. punta, una sombra siniestra; el pico gibraltareño . • Juan abrió los brazos y pareció estrecharlo todo en un abrazo inmenso, tierra, mar, montes, casas, árboles, lo vivo y lo inanimado, lo que amaba y lo que aborrecía. Aquel abrazo era como una obsolución. Des¿ués aflojó riendas y clavó las espuelas en los sangrientos ijares de la yegua. -¡ Arza! Y el animal arrancó al galope por la pelada planicie que limitaban al­gunos peñascos. -i Corre! ¡Corre! iMás! iAsí! Un picacho. Otro. Un barranco. Una loma. La yeguas corría siempre. Juan miraba á las estrellas. De pronto apareció entre dos rocas un-agujero negro, una hendidura una raja de lisas paredes. Juan se inclinó y con ambas manos tapó los ojos á la yegua mientras la espoleaba frenético. El animal relinchó de dolor, encabritóse y saltó al abismo. Hubo un momento de silencio, al que siguió un golpe sordo. Después, nada. La paz de la noche, que turbara la cabalgata de Juan, reinó otra vez en la montaña. Y la luna continuó brillando en el palio azul del cielo y derramando sobre las cosas su luz serena. 1 1 TROVA ! Niña 1 esa sombra que cual leve gasa fluctúa en ese abismo de tristeza, dime: ¿es la noche que se extingue y pasa? dime : 1 es la noche que á reir empieza? Y ese f~lgor que en armonioso enlace con esa sombra me fascina y hiere, dí me: ¿es la aurora que se eleva y nace ? dí me; ;, es la tarde que se apaga y muere ? Mientras esto á mi 'amada repelía, -lD6nde, dónde ves eso?- ella decía­viéndome inmóvil á sus pies de hinojos; mas yo. sin responderla, proseguía mirando al ciclo ele sus tristes ojos! .... Jl!LIO FLOHEZ FABIAN VIDAL Oros de luna Sobre el mar, oros de luna; Borclado en blanco el vacfo; Y en nuestras alm;¡s, bien mio, Nignuna sombra .... ninguna. Suspira el viento eo la bruna Copa del maoglar sombrío; Y entre las ondas del río Duerme uoa garza : la luna ! Sirio en el alto joyero, Como un rubí prisionero Su lumbre en tu crencha enreda; Y al besarla, me imagino, Cauda del astro divino Tu cabellera de seda ! P!!DRO GONZ.(LEZ RODRÍGUEZ:. ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. / EL CORREO DLE VALLE 6086 Pero tú proclamas la materialidad del beso y e1 pecado del beso. ¿,Acaso, tu divina buen solamPnte conoce el falso beso? ¿Acaso en días de dolor y desesperación, en ella han formado su nido los besos que des­tilan amarguras y arrojan tinieblas sobre el alma atormentada? Oh, y el falso beso ha dPjado la obsesión del eflpautu, porque la materia sola­mente habla en él y se estremece com·ulsivamente. Y la materia te causa horror. Sin duda él beso auténtico, el beso que es luz y es música ves dul­zura no ha visto jamás los labio'J dP. grana y de rosa. Por qué sÓlo ante mf has hecho la ofrenda de tu amor. Y cuando no se ama, el beso pierde la espiritulidad, y es solamente un disfraz. 81 beso conserva su pureza de origen. Pero tu crees ¡ ho Amada 1 que es el preludio del pecado. Y por eso tod? muere en mí.. Aun la esperanza-:-que es azul y es profunda como lo mmo1·tal-agomza lentamente en mt corazón. Es una agonía muy cruel y muy larga. Amada, sé piadosa, y buena como piadosa y buena fue ~laría con el Espíritu Santo. ' Y salvarás la vida de mi esperanzrt. * * * Así habló el Amado por las cuerdas llc su lira. Y la amada; encarnación de la blancura iuefable, sedienta de los be. sos del Amado, se dejó morir dolorosamente, ante~ que la luz del beso enturbiara la purísima luz de su alma. }ULIÁN L6PEZ PINEDA, SUELTOS El Director de El Correo del Valle, agradece de manera muy especial á los periódicos de la localidad y á las demás 1 personas quienes por medio de 1 telegramas, cartas, tarjetas y visitas, lo han acompañado en la inmensa pena que ha sufrido ¡;on motivo del fallecimiento ele su señora madre, ocurrido en esta ciudad el día 11 de los co­rrientes. El próximo. domingo 28 de Mayo, tendrán lugar las elec­ciones para Representantes al Congreso. Encarecemos á los ciudadanos, en ese día, el mu­tuo respeto y la moderación y cultura que corresponden á nn pueblo ci v ilizaclo. Nunca es tarde para enviar nuestros cordiales parabienes al inteligente hijo de Cali señor don Manuel A. Carvajal, por la designación que ha hecho en él la Facultad de Derecho de la UniYersidad Nacional, para que la represente en el Congreso Internacional de estudiantes que ha de reunirse en la Capi­tal de Venezuela, con motivo de la celebración del centenario de la independencia de aquella República. Cali está de plács­ta ciudad un instituto dental, para cuyo fin se ha conslituíuo una Sociedad compuesta de los distinguidos Profesores docto­res t1on Pablo Garda A., don Mario Caicedo L., don JuliL> Córdoba, don Jorge Pombo 11, don Leopoh1o Verga ra y n Jfedcrico O'Byrnc. '
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 427

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Ideas para una geografía de las plantas

Por: Alexander von Humboldt | Fecha: 1985

"Ideas para una Geografía de las Plantas más un cuadro de la naturaleza de los países tropicales" conocida también como la "tercera dimensión de la flora", es uno de los aportes más valiosos del sabio alemán Alejandro von Humboldt, puesto que en ella sienta las bases para el desarrollo de una ciencia nueva: la biogeografía. El alcance de su contenido y el estilo claro y sencillo en que está escrita la han colocado como obra clásica en Ciencias Naturales y por su validez en el momento actual es de obligada consulta para los naturalistas y los historiadores de la ciencia de habla castellana. Por estas razones y por ser "la más colombiana de la bibliografía Humboldtiana", es que el Jardín Botánico publica hoy su texto total en español. Esta obra se centra y sintetiza en el corte vertical o sea la tridimensionalidad que realiza Humboldt de los sistemas montañosos de los continentes americano y europeo, los cuales confronta básicamente en aspectos geográficos, climáticos y botánicos con una emocionada descripción de la flora tropical que va desde las ardientes llanuras de baja altitud, ascendiendo los Andes, hasta alcanzar en la cumbre de la cordillera el manto blanco de los nevados. La importancia de la figura y la obra del autor de Cosmos, en Colombia, se resume en las palabras del doctor E. Pérez-Arbeláez al afirmar que el viaje del sabio por la América equinoccial "se ha convertido en el Corpus Cientificum de las ciencias naturales y que todo estudio serio debe iniciarse con esta obra", El mismo doctor Pérez-Arbeláez, que tanto estudió y valorizó la Expedición Botánica y sus figuras cenitales, Mutis y Caldas, comprendió que Humboldt más universal, le había dado ámbito internacional a nuestra ciencia confinada en los Andes. Pero fue en este siglo cuando el naturalista colombiano los situó en su verdadera dimensión histórica. La traducción de los textos la ha realizado con fidelidad, técnica y casi devoción el profesor Ernesto Gubl, quien como un gran conocedor de nuestra geografía y traductor de obras importantes del alemán, dedicó mucho tiempo a su versión tan compleja en las notas. El perfil fue reproducido con habilidad y exactitud por el estudiante de biología y dibujante David Rivera Ospina; los originales fueron revisados primero por el biólogo César Escallón Estupiñán y por quien escribe estas notas, y todos los textos y pruebas de imprenta los corrigió con esmero el biólogo Gustavo Morales Lizcano. Garantía excepcional es que haya sido editado en la Litografía Arco con la intervención del doctor José Raúl García, bajo los ojos vigilantes del doctor Carlos Arturo Torres Acevedo. Agradecimiento muy especial debo rendir al señor Alcalde Mayor de Bogotá, doctor Hisnardo Ardila Díaz, quien logró el presupuesto para editarla, y a los miembros de la Junta Directiva del Jardín que acogieron con entusiasmo la iniciativa.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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Historia de una empresa cultural: Biblioteca Luis Ángel Arango 1958-2008

Por: Luis Fernando Molina Londoño | Fecha: 2013

En el año 2008, el Banco de la República celebró los cincuenta años de la apertura de la Biblioteca Luis Ángel Arango, la cual, con el paso del tiempo, llegó a constituirse en un centro cultural de primer orden, con importantísimas colecciones documentales, así como con una colección de arte de primer nivel, y una excelente actividad musical; un centro cultural cuyo objetivo es compartir con los colombianos todo este patrimonio cultural. En este sentido, este libro da cuenta de la historia de la Biblioteca Luis Ángel Arango desde 1958 hasta el 2008, cuando se cumplieron cincuenta años de funcionamiento.Valiéndose de recursos y fuentes diversas — prensa, revistas, las actas de la Junta Directiva del Banco, los escritos de distintos funcionarios: Jaime Duarte French, Juan Manuel Ospina Restrepo, Darío Jaramillo Agudelo, Lina Espitaleta de Villegas, Jorge Orlando Melo, entrevistas, estudios y tesis de grado—, es que el autor presenta una mirada de los aspectos propios de la Biblioteca, así como de su infraestructura, organización, servicios y colecciones de arte. Se espera que esta publicación sea de utilidad como referente para investigadores e interesados en conocer una parte fundamental de la actividad cultural de Colombia y en impulsar trabajos culturales en el país.Descripción tomada de la presentación del libro realizada por el doctor José Darío Uribe Escobar.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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