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Hell, Inc Volume 3: Team building Exercise

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El velo islámico

Por: Juan A. Rodríguez Hernández | Fecha: 2019

El objetivo de esta reflexión es explicitar nuestras dudas sobre la utilidad de la prohibición del velo en las escuelas francesas para la no discriminación de la mujer. Por otra parte, nos parece adecuado aprovechar la oportunidad del debate para analizar el carácter aconfesional de nuestro sistema educativo y de nuestra sociedad. Por último, postulamos que la solución no pasa exclusivamente por la legislación de pautas de comportamiento sino por la educación y el convencimiento de la sociedad en su conjunto.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Religión
  • Educación
  • Otros

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El velo islámico

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Cuéntame tu Vida

Por: Beatriz García Moreno | Fecha: 2019

Es en este momento cuando tomamos la palabra. Es ahí, en ese instante, cuando la máscara parece empezar a rasurarse, cuando tenemos que reconocernos, no permitir que se nos exija de ellas para relacionarnos, y empezar a hablar de aquello que detestamos, de ese papel que no queremos seguir representando, porque somos conscientes de la sumisión que encierra, del hastío que genera, de la ineficacia que produce y de lo más importante: la necesidad de crearnos a nosotras mismas a partir de nuestra más íntima realidad. Dejar atrás aquello que se nos ha impuesto, aquello que han querido que seamos y ser nosotras, por primera vez, las que imponemos qué podemos ser, las que marcamos claramente, la diferencia entre la forma como nos piensan y lo que nosotras, realmente sentimos de nuestras vidas. Por ello aquí tomamos la palabra, cada cual desde su más honda soledad, cada cual desgarrando sus vestiduras, enfrentándose contra los códigos establecidos, encontrando sus dolores más profundos para gritarlos a los cuatro vientos y llamar a todos aquellos puedan oírlos a que se decidan a expresar los propios, con llanto, con risa, con firmeza, para conquistar lo hasta ahora inconquistado, aquello que puede acercarnos profundamente, no el poder ni la jerarquía, sino la solidaridad en un enfrentamiento que exige un reconocimiento de nuestras vivencias más íntimas; sin ruta de antemano establecidas, sino rutas que construimos y descubrimos a través de nuestro andar, quizás lento pero firme, preso de sensación y del instante pero guiado por una mirada lejana, optimista que nos anima a amar nuestros senderos y a construir nuestros caminos.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Otros
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Investigación de género
  • Otros
  • Mujeres
  • Religión

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Cuéntame tu Vida

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Imagen de apoyo de  Tejiendo saberes. Católicas por el derecho a decidir (27)

Tejiendo saberes. Católicas por el derecho a decidir (27)

Por: | Fecha: 26/03/1859

• • • .. ~{. 49. Jte.,lista pa:risie S a D lVE .. s i ON E DI~ l l- VH:H ' O - ÓJ)ERA - (.FRJ\N E-.;i\ -1 l'ALI.A A,­Ó .. II C \) - 'l'EATRO - ( l..ÍRlCO.-FRANCE -l'ORTE- AlNT-l\IARTI • GAITÉ-JJl\L'A 10 ) -BIHLlOGHAFl A E1 JENER\1 .. -NOVgi .. A II l- I..J a l~"r e zz o lini ntonó la cancion de la llosa, e o n un a t r nu r a i n fi n ita i g ran p u r c.) z a de m e 1 o­día. , ~'UIUC A DE FOLfON ;-·1.>.1\Q !T.\ POR M DEi\IOJ .. ELLE GlRARD. .. P ari 3 1 d e en ~ro de l o,- 9 . (.1lc: to seg undo , es c ena se&· un da ) . Qui so ln, v_e rgi n r9sa , on1e pu ot tu fi o nr! A ncora n1ezz o asco a , 1 ~ pre so giá. a n torir ! ( ' ÓnlO JHlCdcs, V ÍJjC'll 1'0Sa, .A r¡td sola flo r ece,·, Cu,a ulo a¡1éua s en t realnerta Cerca est á s d e per ecer ! ) I•:n la pnrticion de Lionello l\'Iario fué mui aplau­di d o e n la tHeloclia cle trisleza del tercer neto: ] al c espit e trc u1ant c 'l'i c o l" o, o g i o vin fior. (De l tallo t e n1b loro o 'T e cojo, fr esca fl o r). La e ""' taci n d e l os t eatro ~ ~ h o i 1n ui br illant e en toda '"" part e ~, i i e l cl ir na e teT ;or no t>f1 ec e nín ­g un encanto c o n l o, ÚJ bol e· ~eco , l o ja r d in es VlUdO' de to u a verdu r .. l i l a. c all P Cll b l (:! l'las u~ fango o de hi lo,- e n c o n1p n a ·i o n a b undan lo pa"'atietnpo i la di'\r r. io n e .... que h : ce n o lvidar l(1s in con odidad ;) d e la estaci o n, r ea nd o un li­tlla interior o artificial. \sí, las noch (' s ~ pasan en los t atro , lo baile i onci e rtos; i los dias al lado d l fu e rr o , le; e nd o alguu libro de los 1uu- > chos quP. apar'lcen cada din e n cltnunLlo litc rnrio. l~.~slo lo cantó con el 1na or .. entirncntalismo, i aun eon ci e rtas e ntonaciones de pasion (cosa rara fsn el últirno n1 s han llan1ado la atencion va- ;\ n él ) . r1a:s cantatrice ... nu e vas, qu e aunqu e l1an sido re- l\1adatna Nantier-Didiée i Grazziani repitieron ibiua s cou 1rnpatía, no pued e n prese ntar e al la- dos veces un duo del cuarto acto, que fué mui do de aqu e llas qu e ti e n e n o nq uist ada su reputa- aplaudido. cion d . de 1nucho á nl e . El d1r c ctor d e l teatro Italiano trata de hacer En la ÓPERA FR1l NCES.\ hi z o su d ebut una in- o ir e n ~~'rancia varias piezas · des conocidas aquí, gle~a que h ( bia obte ni do el p r im e r pre tnio d e l d e l\1ercadantc ,-ese 1naestro qnP, no habian que­on e rvatorio. Thia~ e tn o is e ll e rfho tnps on e s una riJo aprec iar ánt ~s en Paris, i a quien su bella jóvcn de a~p e cto a t; reo, cu va voz,a nnq u e n1ui d ul- ópe ra del Giltra rn ento ha hecl1o popular. ce,no es sutici e nte1n nte fu e rte pal'a la óp e ra. o. J~ s tá pa ando ya al g un tanto el gusto por la pare cía \ erla en tortnento cuando esforzaba su tnú ica ruitlo s a, i el público d e la ÓPh.RA ITALIA­aliento para dominar l t e atro . N A no co r r ~ el ri e !:igo de sufrir, cut) la tnú ica de Ji ... n e ·a ópe ra tnn afarnada no pi e ns an ya e n la l\Iercadante, nove dad e s graves como la que cuen­tnú ica, i toJa la preocupacion d e los dire ctore " tan le suc e di ó a una persona, hace tres o cuatro e.stá en con -- eg uir bailarinas tna ~; o 111énos hábil ~ . ( años. A ·í es que e eojen la óperas 1nas cortas i los ba- S Pare ce que un sordo fné un dia a casa de un llels n1as Jargo~, para conte ntar el gusto d e l pú- rn é dico qu e tenia por esp t cialidad recetar a los blico. ~ o rd o s, i le pidió encar )cidatnentc que lo curara. La· piezas qu e han dado allí últirnatn e nte son Sígatne uste d, le dijo eltnéuico. Lucia,, GuillerJnv 'l"ell i lloú e'rlo el J)iable; e ~ ta . úl- I ll e \ró a su paci e nte a un teatro lírico en que tima ópera e "' tan bella que jatnas e nv j e ce!·á. I daban una ópe ra cornpue~ta en el estilo de rnoda. no solatnente la ponen hoi en e c e na ~u P· ris i De cu a ndo en cuanJo el doctor preguntaba a en varios teatros <.le las provjncias, sino que en su cotnpañe ro si oía. San Petersburgo, en Lóndrc s, en Bru~-.. élas ~ en .1: o,-c ont (' slaba el sordo. Leipzik, en l3olonia, en l3arc e lona, i en fin, )n Por fin los in s trutnento .. , los cantores i los co- ... ucva- York, la están dantlo sirnultáneatnente, ristas e ntonaron el ária final. pudiéndose decir que es cle última tnoda en todas Doctor, doctor! esclamó el sordo lleno de las partes d e l mundo. gozo, oigo ! cstoi curado! .. · l)ero el doctor no contestaba. La ÓPERA ITALIAN.A sigue dando piezas e co- Creyéndolo preocupado, el ex-sordo lo tocó. ji das cada semana. 1\1 principio del n1es repetian Qu é quereis ? le preguntó con indiferencia la obra nutestra de la música séria de l{ossini: ~.·e- eltnédico. 1niramis,-interpretada pór la Alboni i la Peuco ; Os digo que ya oigo, doctor ; oigo! esta últi1na en el papel de ~.Semí?·a,nis, i la pritnera J\!Ie habJais? en el de A1·sú.cea. Ile sen ti do una cosa que se rne rompía en La li,rezzolini ha scgu~do cantando en la Tra- el fondo de los oidos, i todos los sonidos 1ne lle­' t iata, de que ántes hernos hablado, i ahora en gan perfe ctarnente. lVlarta, ópera de li,lotow. Qué volúmenes, i toda vía no ha concluido! • .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. cid a en Alemania, i a preciada por su tnérito li­terario i por las t ndencia ' ... ól" da i el va da, de :sus idea . Todo el nlundo abe que F,ulton fué el que pu­so eo rno irui-ento por pritnera vez un buque de vapor; pero la vida entera, i ·obre todo la juven­tud del infatigable americano, es poco conocida. El autor e propone hacer un e ludio profundo mago i pecl1o inflados i llenos de agua, los lora i una oscuri(lacl profunda, c otno el infe liz tniembros ríjidos, la r e spiracion itnperceptible .... próximo a aho g ar ~ e que saca un n1on1ento la ca- En este e tado los dos indíjenas Jo levantaron, i beza a la luz del dia para v o lv e r a sun1erjirse en t o mándolo en sus b razo , lo conduj e ron por ti e rra, 1 abistn o ; la s d etonacione eléctricas r odando ~ i por una indecisa senda ~bierta n la n1ontaña, por el ~spacio i re pi ti én do .. e en lo n1 i 1 ecos de la !' ~ he sta el 1 uga r que queda dicho. Bien h n hiera montañas, lejanas conn1ovian la ti e rra, i amedren- querido e l conductor, e n quie n babia todavía al­taban a las fi e ra .. , que, ocultas tJn ""us profundas guno .. a ~o rnos d e l carácter díscolo i goista de la guaridas, no e creían eguras, i e rizando su pi e l rnayoría de su parcialidad, evitarse esta nueya mojada ni aún se atrevian a rujir, i cruardaban fatiga, enfadado adernas con1o parecía e tar por paYo roso silencio. l.~a natural ez a estaba en un el reci e nt e frac a o ; pero un jesto imperativo de acce "' o d e fi eb r e , o e n un o d e aqu e ll o mon1entos \ he ltna lo hizo ca llar i obedecer, i a i abandonó de ira e n qu e an1ennza de lruirlo todo. con gran sentitniento su curiara en la ribera para Al r u i el o de un espanto~ o tru e no el mi ~ ion ero andar toe! a', ía un a hora por e 1 bosque i para a y u­que deja1nos envuelto en el t o rbe llino de las on- dar a su compañera en la tare a d e conuucir al cla , abre los ojo. i se re t e n el ido e n el suelo "'ob r e inerte tni sio n e ro. A e a da pa "'O era preciso hacer una pi e l, desnudo i apénas tne<.lio cubierto con a lto para de p ejar el camino obstruido por la ma­ancbas hojas de palma, sobre las cuales e tá ten- le za; pero al fin, vencidas l as dificultades, Ifega­dida Ja tú tlica blanca d e hehna. N o sabe en ron al anochecer a la ranch er ía, o mas bien ca­donde se halla, pero sP. incorpora, i n1irand o al re- verna, en que habitaba, cotno un anin1al montes, dedor r e cono ce a la luz de una pequ eña ho g ue rn la n1adre de \ heltna. 1\.l l í e le prodigaron Jos a su hija i an1iga qu e, hincada cerca de él, l e pone cui<.lado qu ' podia proporcionar la n1í era situa­una n1ano obre la fr e nt e i otra sobre ~ ~ corazon c i on de un salvaje, destituida de. los recur os que i que al \y e r lo a b r 1 r los ojo 1 a n za un g rito u e brin el a 1 n vid a so e i a l. , Con o e i e n el o e 1 modo de ha­alccrría. 'cer fuego; encend ieron u11a p e queña hoguera con Un profundo suspiro es la prirnera señal de ran1as seca para calentar al yerto huésped, i Yiua que sale de su pecho. Poco a p oco se va proc uraron darle algun alin1ento. orientando de Jos objetos que lo rodean; procura Luego que este pudo hacer uso de sus sentidos reunir sns recuerdos, i se persuade de que la Pro- co1nenzó n exan1inar el lugar en que se hallaba, i .. \ • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ( :~ divi ó por allá en un rincon d la barraca, for- ~ de anitnal . , útil o lo para ,l trabajo n1aterial. n1atla a la ntrada d una er ran c ueva que d<'jaba Ca i n o babia pe nin '" lllar, i aun puede decirs la union de do norrnes roca.. uun fi ~· ura e tra- blanco, <'o n 1nui raras 1 Sce p c i o n e s, que no parti­ña, que n1n"' que forn1a hutnana tenia apariencia c.ir~ a se d<_ ')ste cará ct e r cru e l, i no abri g a se dispo­de una vi:sion infernal. Era una tnuj )r, t e ndida 1c 1on es nthuman as co ntra la p o bla c i o n aby e cta i )n la tierra ca ·i de nuda, i que, a juzg ar por u ya . ojuzg ada d e la 1\tn é ri c a . Los Capitanes, les fisonomía, no palo.l nria d e los cuar e nta año :-.. i~l pelo en c otn e nd e ro s , l os propi e tari os te rrit o riales toJos cerdo o i d ~greñado, los ojos 1n c d io ~ st ra viada , a un a s e ha bian conjurado c o ntra l o i n[i) 1 i~cs in­el ceño torvo, i un ordo rujiclo, o tnas bi e n ah u- dios para reputarlos i tratarl os, no y a solo corno llido, sernejante al de na fiera, hacían de PSte ser e sclavo s , s ino conlo bestias de carga, en el sentido de graciado un verdadero tipo del últirno t é rrnino lit e ral d e ]a palabra. u e degradacion a que puede llegar la specie hu- En e fe cto, dije int e rrutnpiendo a mi amio·o, n1ana. 1\.quel espectáculo, ilun1inado por la ll:una las crónica anti rr uas cu e ntan i no acaban lo cí'ue inter1nit ntc i rojiza de la ho o·uera, e n tn e dio de la nn P tro~ aseen li ~ nt cs ha c ian con los v e rdaderos i borrasqa, no era.In_ucho n1a a g r< dabl .. e por ci :l rto < l ej í~itn o s du e ñ o. ~ eJ e la ~i e rra . . 'fe ngo sobr_e esto que los que pre 1 d 1a 1 farnoso .1\Iefi tofilcs d e que ~ var1 os a punta m te n tos curioso , 1 aun con m1 anli­nos habla oé the en . u Fausto. ~ go el s e ñor l{afa e 1 1 ~ . antander, que usted cono- Repuesto algun tanto el paciente rni~ionero, i c e rá o habrá o ido no1nbrar,h e mos reunido algunos alentado con la seguridad tle que no e hallaba episodio interesnntes obre Ja materia, que pron-mui distante de su hnbitacion ordinaria, tlonJ c to v e rán la luz pública. - podia hnllat· otros recurso, pasó aquella "' noche D e lo qu e tlle alegraré mucho, replicó, i es­bastante bien, i al i g u i ente d i a p u d o levantarse, p e ro q u e u · te el es no h a_..b ra n e eh a do ) n o 1 vid o, aunque scntia todaYÍa un poco d é bil la cab za. ~ en ob .... e quio de la verdad i para honor d e algunos Reunida las cuatro per .... onas que allí .. e hallaban, corazon e s jen e rosos, los e fu e rzas qu e mas de una el padre oró un buen e pacio, i des pu e s rezó en vez se hicieron para reprimir tan culpable e ce­alta voz las oraciones de co tumbre, si bien su sos i aliviar la suerte de esa parte de gr·aciada de libro habia perecido en el naufrajio. ~ la humanidad. . o pudo ernprenderse la 1narcha aquel tni ·mo ~ Ya se v e que no ! agregué, i citaretnos co-dia, cotno lo deseaba el padre, porque su clebi 1 i- ~ m o una prueba de ello 1 as m u i espre i va leyes dad era c .. trerna, i así hubo de p e rn1anecer hasta , <.le Felipe JI, n que se r e cornienda el trntamien­el siguiente, aprovechándose de este tiernpo para toque debe darse a lo indios; así como la noble acercarse a la infeliz mujer que tanto ncce. itaba lucha que contra tal e de n1anes o tuvo incan a­del socorro corporal cotno del espiritual. Ayuda- b1emente el filántropo i venerable acerclot e Las do de helrna i del otro compañero, le hizo varias Ca as, a conocer a Jos moradores d aquella ciudad se adoptase iba a herir en lo tnas vivo el predo- >el acuerdo de que hen1os hablado. En el local minio con que se creian inve .. ti dos los arrogantes ( de Ja Audiencia, que comunicaba con las casas Capitanes de la conquista, quienes, rnidiendo la reales, habian quedado el oidor i el fiscal, pre­magnitud de sus servicios por el re ultado es- venidos i e~ perando el primer efecto que cau­pléndido de sus hazañas, estitnaban que les venia_ . ara su aventurada providencia. El pregon vino a de derecho la posesion ab oJuta en todo lo descu- ~ perturbar -la agradable plática en que se entrenian bierto, hombres i co ... as, sin otro mi ran1iento que < García Zorro, Juan de Céspedes, Diaz, Cardo­el señorío reservado al rei. Sine1nbargo, Pra pre- < zo i Hernan Venégas, con Prado i otros esforza­ciso hacer guardar la voluntad de e te rnismo rei, S dos Capitanes, cuyo valor, con tancia i fidelidad quien ya babia dicho que "los indios eran por su ~ habian ganado esta tierra para Ja corona de Casti. naturaleza libres con1o los mis1nos españoles, i que lla . .1 T o bien Zorro hubo entendido que a ellos no se habian de vender, legar, donar ni enajenar." principalmente se encaminaba la prohibicion de Para llevar al cabo su deterrninacion el pruden- servirse de Jos indios, i Ja odiosa pena con que te i previsivo Leiva se pone de acuerdo con la eran conminados,cuando terciando la capa bajo el Real Audiencia, i en el mayor secreto conciertan brazo i requiriendo la espada, esclamó : de consuno la prohibicion de que los indios sean ¡\ .. oto a Dios, señores Capitanes, que esta-empleados en las penosas faenas reservadas a ]as mas todos azotados ! bestias de carga. Esta prohibicion exijia una se- Cómo se entiende! dijo Venégas con voz es-vera con1ninacion, i tal que no se pudiera eludir tentórea, i arqueando las pobladas cejas. con el dinero,. i que no aleja~e a Jos pobladores, ~ Sí, señores, o id el pregon, añadió Céspedes : como . ~uceder1a con el destierro o ]as ga!eras. ~ doscientos azotes nada ménos para cada uno de Ocurnose, pues, a la pPna de azotes, que s1endo nosotros. ; Pues este bellaco ladron ganó por (' .d d . loo ' ' a1rentosa 1 egra ante, se reputo corno mas pre- ventura la tierra ? ve_ntiva i eficaz. Mas no se calculó que ella ven- Seguidme, caballeros, gritó Zorro, que lo he ?r1a a _reca~r so~re los en~omenderos, ~ercaderes de hacer pedazos ! J propiPtarios, nt se conto con el confltcto en que . . . . . , la autoritlad vendria a encontrarse, impotente i E .. te lengu.aJe em.Ine~temente ,se.dicioso prendto nula al tener que habérselas con una soldadesca { como un~ch~$p~ el.ectrJca en el.ammo de aque.l~os · engreida con sus hazañas. ~ hombres 1ndom!tos. Echan a ti as las _capas, tn a_n El acuerdo se tuvo, conlo queda dicho, entre ~ de las espadas, 1 en grueso p_eloton deJ~n la ~s9u1- la Audiencia ¡ el Presidente ; pero deseosa aq u e- na d~ la .calle de :rzercaderes, 1 se encaminan a~1a la lla de hacer alarde tna s tiernn, i n1as divina •••••• ¡~ 'oPLÓ EL CREA­H o n1 b re b a e u n1 p 1 id o i p o d i u o e u m p 1 ir en s u pe - no R ! • • •• S o p l ó de ' í tn i s 1 no i s a 1 i ó 1 a l\JI u J E R • • • • r egrinacion. obre la rrierra. - rfoua ·las creacione Dios hizo la tnuj e r i de~cansó ;-no voJ,rió a hacer de los s iglos rernotos ;-todos los n1ilagros de esta nada tna , porq ue quiso dejarla cotno ]a última epoca de prodijio. ;-t odos los e n ueños i toda e ... presion de su Ün1nipotencia i con1o el decl1ado 1 as e ... pera n z a. de J porvenir, son nada u e Jan t e de· de u s g lorias. esta gra n tnaraYi lla! Eso s ig nifica esta sola pa- La l\1Iuj e r es el aroma, el lampo, la música, la labra ¡ESCRIBIR ! ! • . . . anlbrosía i fa tno]icie de tocJas las COS&.S creadas; ¡UN LIBRO!! Un libro es el espíritu hu- es el hala go i e 1 ornato, el imau i el alma de todo n1ano! Un libro es el ahna de tnil pu e blos i lo que ex i ·te. La ~lujeres el amor, que es el al­el espírit~ d e n1il j e neraciones La Biblia ( i Bi- tna del1\'1undo, la Mujer es el jérn1en i fuente de blia quiere decir Libro ) la Biblia fué e l ahna d e l \' ida, es d e cir, creacion perpe~ua ; -la 1\1 ujer es pu e blo escoj ido por Dios •••• e scojido por Dios i g racia, es decir, fuerza ; -la lVIujer es el último lu ego castigado por Dios, p orque ese pu ebJo no sentido i con1o la esp1icacion del Universo ente­entendió ese libt o : el vertlaJero pecado del pue- ro ;-la 1\fujer es la Bell e za, i la Belleza es el ideal blo de Israe l, fu~ no habe r comprendido las Escri- de Dios!! turas! El Evanj el io, que es la luz del l\'Iundo, es l)or es o, oh Julia! por eso al Esc?·ibir, i escri­] a salud i la vida i el aJn1a d e la Europa civiliza- bir en un Lib1·o, i en un libro de ltlujer, i de una da, i- de todo e l Occid e nte que r e v e rbera en luz i rnuj e r con1o Tú, me encuentro tan inca paz, tan en fuerza, i en virtud p or e e libr o L os "\'ell as i pequeño, tan exiguo •••• que mP, anonado i pongo Zend-Aves ta son el alma del Asia, i e l espíritu punto, i calJo ! ! RrcARDO DE LA PARRA. de ]as con1arcas doncle nace e l sol-El !{oran es e l - · nú1n e n de la r jio n de lo s aromas, el aura d t:- vi­da de lo.. desiertos por <.londe vaga e l nótnade errante,-es la chi pa inn1ortal que da el lampo al ojo de la Hurí, i el feroe r fec undo, ina gotab le a los hijos de Antar! i Edc..la ! ! Edda es hoi mis 7 n10 el ahna de la Escandinavia, qu e n1uerta a] pa­l'ecer, vi Prte todavía como un uJ u tata inmo1 ta·l, corno un jernido d e la Eternidad, su hirnno de fue · go, su honÓ\'er 9eleste, que no ha de rnorir jamas, porque evocando Os ian por el labio todas las bellezas de la tierra i touas las arn1onías del Cie ­lo, i poblando el Vago de fantasrnas 1rnpalpables, lanza su verbo de gloria, de _ amor i de relijion al traves de todas las jeneraciones ! ! Andaba e l otro clia nu es tro gracioso cómico Ba­rri g a con su cachucha de oficial. . -IIo n1 bre! te han llarnado al servicio? le pre­guntó sorprenclídisimo un amigo. -N o tal ; n1i cachucha es la que está de alta, por Jnuerte d e mi sotnbrero d e pelo. -Pero la ca·chucha tarr1bien está ya cascada ? -No ha d e estar! su hoja de se1vicios tiene tnas de dos pliegos: para el próximo congreso voi a pedirle una pension alimenticia; i Po~ada está trabajando ya st,I biografía. • * * ... 1\sí, un Libro es tnas qu e un océano de luz; es · un Có~n1os, un rnundo i tnil tnundos a un tiempo. 1,res o cuatro libros son todo e] jénero humano, i nuestra especie, por n1as llue se fatigue, no podrá levantars e a sí misn1a un tnonumento, ni mas grande, ni rnas glot io. o, ni mas imperecedero, ni rnas fecundo que el que se alzó ante el Cielo, el clia en que por la primera vez aj)areció sobre ]a "N o hai g u e dudar: está yerto, ''Ya espiró '' Dijo el doctor; I el enferrno " N o señor Le contes tó : no estoi tnuerto. '' El m é dico que Jo oyó lVIi1 ándolo con desprecio, Le replicó: " Calle el necio ! Querrá sabe a' n1as que yo ?'' .. - ' tierra i ¡ UN LlDRO! ! •..• Correcciones. ¡ Viene ya la MUJER ! ! Pero la mujer eres tú, ~ oh Julia! Yo debia pronunciar este nombpe i ca-llar! Jautas he podido de c ir de la l\1ujer una En e l número anterior d e la BrnLIOTECA, columna 2,"' · .r , • h .1 'd línea 13 dice: el estudio i co n oci1niento de la historia na tu-cosa que rne satJSlag a, as1 cofno nunca e pouJ 0 'ral; debe decir: el tstudio i conoci1niento de la historia -na-escribir ni una sola línea ac e rca de Dios; i es que c i onal. . " , . la Belleza como la Divinidad son inefables! S En la misn~a columna, h~ea 7 d1~e: este elegante awnqtu D. l · l d , . ... . l . · ~ JJat·co bosq ueJo; debe dec1r: esu tnteresante aunque parco tos 11Z·) e n1un o 1 se recr. e o en e ;-v1e que ( bosquejo. - ... • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Biblioteca de Señoritas - Año II N. 49

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Imagen de apoyo de  La ética y la política en sus presupuestos

La ética y la política en sus presupuestos

Por: Ligia Galvis Ortiz | Fecha: 2019

Es bueno de vez en cuando hablar de los presupuestos de la ética y de la política, pensar en lo importante que sería para la transformación social si todas hiciéramos una breve y sencilla reflexión acerca de los principios rectores de la conducta humana aplicados a la organización social en que vivimos. Este no es un discurso inútil, tampoco es tan novedoso porque en todos nuestros encuentros sociales cotidianos o de trabajo, hablamos de ética y de política; concluimos las conversaciones sociales con la sentencia solemne de que el problema del país es la ausencia de la ética, y que la política es la negación de la ética y el imperio de la corrupción. En pocos momentos de nuestra historia se ha hecho tan manifiesta en la conciencia colectiva la ausencia de la ética y tan imperativo el llamado para pensar la política y su entorno desde esa perspectiva. Por eso, no pase las páginas, mejor sentémonos Juntas a mirar esos principios universales que todos reclamamos como propios porque son los rectores de nuestro comportamiento, pero se manejan con tal elasticidad que se confunden con las reglas de los juegos de sociedad que pueden dejarse de lado por momentos para que la diversión tenga más encanto. Creo que esto fue lo que pasó con la ética. Se ha hecho de ella un juego de sociedad, en el cual escondemos cartas, cambiamos los puntos de referencia con la mirada beneplácita de todos hasta que los principios perdieron su carácter de imperativos. Unos se someten de manera incondicional y sumisa a su autoridad rectora, otros les reconocen su vigencia de manera pasajera y transitoria y para otros esos principios son obstáculos para el desarrollo de sus intereses.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Ética
  • Otros
  • Religión
  • Filosofía

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Letras y Encajes

Por: Harry Davidson | Fecha: 2019

Letras y Encajes publica su primer número en 1926; esta revista fue fundada por mujeres de la clase dirigente de Medellín, muchas de ellas socias de la institución cultural Centro Femenino de Estudios (Sofía Ospina de Navarro, Teresa Santamaría de González, Ángela Villa de Toro y Alicia Merizalde de Echavarría), a lo largo del tiempo se consolidó como la revista femenina más importante del país, dirigida a mujeres de la clase alta y media, abordaba temas que giraban alrededor del hogar, la religión, la literatura y la moda de la época. La revista circuló mensualmente hasta 1959. Sus principales redactoras eran mujeres, pero contaba con la colaboración ocasional de algunos hombres y con traducciones de autoras y autores extranjeras.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Otros
  • Poesía
  • Religión
  • Literatura
  • Mujeres

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Letras y Encajes

Por: Rafael Sánchez Mazas | Fecha: 2019

Letras y Encajes publica su primer número en 1926; esta revista fue fundada por mujeres de la clase dirigente de Medellín, muchas de ellas socias de la institución cultural Centro Femenino de Estudios (Sofía Ospina de Navarro, Teresa Santamaría de González, Ángela Villa de Toro y Alicia Merizalde de Echavarría), a lo largo del tiempo se consolidó como la revista femenina más importante del país, dirigida a mujeres de la clase alta y media, abordaba temas que giraban alrededor del hogar, la religión, la literatura y la moda de la época. La revista circuló mensualmente hasta 1959. Sus principales redactoras eran mujeres, pero contaba con la colaboración ocasional de algunos hombres y con traducciones de autoras y autores extranjeras.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
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  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Otros
  • Literatura
  • Religión

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La mujer pentecostal de la etnia Misak en Guambía, Cauca: el caso de la comunidad Alianza Cristiana Misionera Indígena Guambiana Colombiana

Por: Ingrid Zacipa Infante | Fecha: 2020

Esta investigación identifica la relación existente entre género y religión en la conformación de las identidades femeninas de las mujeres pertenecientes a la etnia Misak, ubicadas en el departamento del Cauca en Colombia, y que, a la vez, hacen parte de iglesias pentecostales presentes en el Resguardo de Guambia, zona geográfica en donde tiene mayor asentamiento esta comunidad indígena. Las mujeres de esta etnia afrontan la tradición patriarcal de sus ancestros -a pesar de que existe en su cosmovisión el concepto de dualidad- el cual reconoce la igualdad entre hombres y mujeres. Aun así, el “machismo” -como ellas definen a los hombres de su comunidad- es muy marcado en las iglesias pentecostales -a pesar de que la religión cristiana sea percibida como patriarcal-, en el interior de la comunidad opera como un espacio de visibilización para las mujeres. En este sentido, se presenta un estudio sobre la influencia de las iglesias pentecostales en las mujeres Misak, como posibilidad de participar y tener voz, en contextos en donde históricamente han sido silenciadas y enseñadas a inclinar la cabeza ante los hombres. Esto hace que la pregunta por las representaciones culturales de género, en palabras de Nash (2006) como discurso central en la construcción de la contemporaneidad occidental, aporte luz sobre los mecanismos socioculturales que actúan en la negación continua de las mujeres como sujetos políticos e históricos. Las representaciones culturales juegan así un papel decisivo en tanto que los mecanismos de subalternidad pueden también actuar como formas de resistencia” (Nash, M., 2006), en este caso la presencia de la religión trae consigo alguna posibilidad de resistencia o emancipación.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Otros
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Los papas del Renacimiento

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Camino de Emaús

Por: Víctor Urrutia Abaigar | Fecha: 2020

Una colección de poesía religiosa que brota de una experiencia muy peculiar y honda, que se expresa con palabras justas, armoniosas, bellas, que suscita sentimientos y abre perspectivas. Leerla es la aventura de escuchar y dialogar de la mano del poeta, para después soltarse e ir más allá, soñando y sintiendo, por propia cuenta. Los poemas de Víctor Urrutia, que vuelan alto tan asidos a la tierra, pueden encontrar un eco profundo no solo en los creyentes, sino también en muchos que sin serlo se dejen conmover por su enorme carga de profundo humanismo.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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