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La Unidad Nacional

Por: Samuel Velilla |

“La Unidad Nacional” fue una publicación que circuló en Bogotá durante 1899. Desde su aparición, el periódico se estableció como una tribuna de defensa del partido conservador nacionalista y del gobierno. En palabras de “La Unidad”, en sus páginas se: "cooperará á la concordia y tendrá como base la adhesión á la política iniciada por el Excelentísimo Señor Sanclemente, y el amor á las instituciones”. Además de lo mencionado, el título incluyó una “Sección literaria” a cargo de Roberto Bulla, con el objetivo de dar a conocer “autores de reputación famosa en el Extranjero”, como por ejemplo Charles Foley. Otra de las secciones recurrentes de “La Unidad” fue “Nuestros diarios”, en la cual se hacía una reseña de las principales publicaciones que circulaban en la época y sus editoriales.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa
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La Unidad Nacional

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El Renacimiento: trisemanario político

Por: Julio Zapata |

“El Renacimiento: trisemanario político” fue una publicación que circuló durante el periodo 1909-1910. En sus páginas se documentó la renuncia de Rafael Reyes a la presidencia de Colombia y el nombramiento de Ramón González Valencia (1909-1910). Entre julio y noviembre de 1909, en el periódico se realizó un cubrimiento detallado de la explotación de las Minas de Muzo y Coscuez, que incluyó: la reproducción del contrato de explotación de las minas; la explicación sobre la importancia de las minas para la nación y el papel de Laureano García Ortiz en dicho proceso.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa
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Imagen de apoyo de  El Horizonte: trisemanario político, literario y noticioso

El Horizonte: trisemanario político, literario y noticioso

Por: | Fecha: 25/10/1902

' . ~:·::~::»O~il!deU~::~:a~;~ r l ORG!NO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL RmRGITO • i~· ... ;;~;:~~: ;;~~~¡~~~ ;. ;~;~~~~ ; ~~-;~-~~~ .. ··-~ ¡_: o~ntora.l de In¡o;t-ui~TOI t Son colaboradores de este periódico los Jefes y Oficiales del Ejército f P&UtÜ muv b1m euctultr qu• nueetro rcapeto d toda• la• conviceionet, tJenfll d Jltlrtsr M~ indifer•ncia V no• deje tin energine para defender lae nutltrtu EsRtQUS ::;tF.NJtiEWICZ 1 i ··r · ··· :::··· ~ ----~ ---- ~~-~otá, octubre 25 de 1902 . ~ --· :· ---~---····1- r-~------ ------------------- ---- Oficial ==-=- DECRETO NUMERO 1462 DE 1902 (SEPTIEMBRE 30) por el cual se aumenta el valor de unas hospitnlidades .El Vt"ceprtsidmlt d1 la Repzíblz'ca, mcargado del Poder- EjeculitJ# 1 DECRETA Artíc .... lo único. Elévase á tres pesos cincuenta centavos ($3-50) la ración diaria de cada enfermo e n los hospitales de La Mesa y Tocaima, sin perjuicio de que se les continúe suministrando la ra­ción en carne, conforme al artículo 2.0 del Decreto número 964 de 20 de ] unio del año en curso. §. Queda en estos términos reformado el Decreto número 96-4 de 20 de Junio del año en curso, que reorganiza los Hospitales de La Mesa y Tocaima, y regirá desdt> el 1. 0 del presente. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 30 de Septiembre de 1902. ]OSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ DECRETO NUMERO 1461 DE 1902 ( SEPTIE~IBRE 30) por el <: t!:ll ~e confiere un ascenso y se hace una destinación El Vr'ctpr-uidmle de la República, encargad() del P~er EjuultÍI#, DJtCit&TA Articulo único. A!>C iéndese á Sargento Mayor efectivo al Ca­pitán Ot ta ,·io Va rgél~, y de!>tír.asele al Cuerpo de Depósito para t'o•o 11-31 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín !-.lilitar de Colombia \_ -48l _J que preste sus servicios en la Balería Bogotá, con fecha 1 .• del presente, para cuyo efecto se le promueve del Batallón Colombia número 3. 0 , al cual pertenece. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 30 de Septiembre de Igül. ]OSE MANUEL MARROQUIN El Ministro d e Guerra, ARISTIDES F E RNÁNDEZ DECRETO NUMERO 1464 DE t90l (SEPTIEMBRE 30) por el c ual se h ace u n nombram i ento en interinidad El Vrápresz'dmle de la R epúllrca, mcargado dtl P oder Ej eculz.., , , DJ:CRETA Artículo único. Nómbrase interinamente Ayudante de la Sec­ció n 3: de la lntf>ndencia general del Ejército a l Sr. Enrique Gu­tiérrez C ., con la antigüedad de 25 de los corriePtes, fecha desde la cual está prestando sus servicios. Comuníquese y publíquese. Dado t:..n Bogotá, á 30 de Septiembre de 1902. jO. E MANUEL MARROQUIH El 11inistro de Guerra, ARISTIDRS I~ERNÁNDEZ DECRETO NUMERO 1465 DE rgo~ (SEPIU.)fBR . 30) por el cual ¡e b ;~c t:n nombramiento El Viceprw'dmle de la Repzíllú:a, mcargado dd Poder Ejecuft'vc, ORCKKTA A r tícul o úni co. Nóm~ ¡ase In· l cctor g-eneral del Ejército de Santand er al Sr. Ge n eral l á zaro l':r.sccs.· Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá , á 30 de Se¡:.;tiemL r e d e 1902. ] OSE MANUEL MARROQU IN El Miniitro de Guerra, ARJS1J J .~s FF.RN jNo~z Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \._ 483 -' DECRETO NUMERO 1466 DE 190-2 (sEPTIEHBRE 30) por el cual se llama. á un Jefe al suvicio activo y se le destina Zl Vi'cepresidmil de la República, encargado dtl Poder .EjeculiTJ•, DJ:CRJlT.A. Artículo único . Llámase al servicio activo al General Pedro Avendaño G., y nómbrasele Ayudante del Ministerio de Guerra, asimilado á Comandante general.divisionario, y con destino á pres­tar sus se rvicios como Inspector especial de la vía de Bogotá l. Tunja. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 30 de Septiembre d e 1902. ]OSE :MANUE L MARROQUIK E l M ini str o d e G uerra, ARISTID ES F ERNÁ NDEZ D E CRETO NUME RO 146 7 D E 190:l ( SEPTIEMDRE 30) por el cual se conceden unas Letras de Cuartel y se hace una p romoci6n El Vzi:tpnsramle dt la Rep1í.blica, mcargado del Poder .Ejeculi'v•, DECRETA Artículo único. Concédense las Letras de Cuartel que solicita el Coronel Ignacio Amat, para separarse del puesto de J efe de Estado Mayor de la Dá.Júi!m Anzoálegtd, y promuévese á d ic ho puesto al Coronel Heliodoro Pieschacón del de primer Ay udante general del Cuartel general del Cuerpo de Ejército que comanda el General Antonio Roa Díaz. Comuníquese y publíqucse. Dado en Bogotá, á 30 de Septiemb~e de 1902. ]OSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEZ D ECR ETO NUMERO 1472 D E 1902 ( OCTUBRE I . 0 ) q ue confie re una autoriza ción a l P o de r E jecutivo El Vrúpreszaenle de la Repúblt'ca, encargado del P oder .Ejeculz"v•, En uso de sus facultades constitucionales, DECRETA Artículo único. Autorízase al Poder Ejecutivo para aumentar, er. lo que estime conveniente, las raciones de tropa y los sueldos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 484 --' 4e Oficiales inferiores, ó asimilados á tales, del Ejército que se halle fuera de la capital de la República, fijando el sobresueldo que sea necesario para aliviar la situación del Ejército, por razón de escasez y de climas. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 1.0 de Octubre de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Subsecretario de Gobierno, encargado del Despacho, AN­TONio GunÉRREZ Rumo-El ·Ministro de Relaciones Exteriores, FELIPE F. PAÚL-El Ministro de Hacienda, JosÉ RAMÓN LAGo-El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEz-El Ministro de Instruc­ción Pública, JosÉ joAQu{N CAsAs-El Ministro del Tesoro, FRAN­cisco MENDOZA P. DECRETO NUMERO 1473 DE 1902 (OCTUBRE 1. 0 ) que fija un sobresueldo .5./ Ví'cepresz'dmle de la Repúblú:a, encargado del Poder EjecultÍII, Haciendo uso de la facultad conferida por Decreto Legislati­' t'O número 1472 del presente año, DECRETA Art. 1.0 Desde el día 1.0 del presente mes auméntase en un Teinte por ciento (20 °/ 0 ) los sueldos de los Oficiales inferiores del Ejétcito de la República acantonado fuera de Bogotá. §. De este aumento disfrutarán, desde la fecha mencionada, los empleados administrativos asimilados á Oficiales inferiores y que se hallen fuera de la capital de la República. Art. 2.0 Auméntase en un cincuenta por ciento (50 °/ 0 ) las raciones de tropa del Ejército que 5e halle fuera de Bogotá. De este sobresueldo gozará la tropa desde el 1. 0 del presente mes. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 1. 0 de Octubre de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDFs FERNL~nRz Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 485 -' DECRETO NUMERO 1477 DE 1902 (OCTUBRE 1 • 0 ) por el cual se concede uaa recompensa E/ Vú:epresidmlt de la República, encargado del P1der Ejecultvl, En uso de sus facultades legales, DECRETA. Art. 1. 0 En atención á los servicios prestados al Gobierno por el Sargento Mayor Eusebio González, se reconoce del Tesoro Nacional á favor de su viuda, Sra. Gabriela Rey de González y de sus cuatro hijc,s menores, una recompensa de diez mil pesos ($ 10,000). Art. 2. 0 Por la Pagaduría Central, y desde la fecha del pre­sente Decreto hasta la próxima reunión del Congreso, seguirá dis­frutando la Sra. Rey de González y sus menores hijos del sueldo que correspondía al Sr. Eusebio González con el carácter de Sar .. gento Mayor. Comuníquese y puhlíquese. Dado en Bogotá, á I.0 de Octubre de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIM El Subsecretario de Gobierno, encargado del Despacho,~ TONIO GuTIÉRREZ Rumo-El Ministro de Relaciones Exteriores, F&­LIPE F. P.A.ÚL-El Ministro de Hacienda, Jo~É RAMÓ:-¡ LAGo-El Mi­nistro de Guerra, ARISTIDES F.ERNÁ ·oEz-El :Ministro de Instrucción Pública, JosÉ joAQu{N CAsAs-El Ministro del Tesoro, FRANCISCO M:a:NDOZA P. DECRETO NUMERO 1478 DE tgo:.¡ (OCTUBRE 1 • 0 ) que dispone se continúe pagando una gratificación El . Vicepresidente de la República, encargado del Poder ~ecult'-v1, DECRETJ. Art. 1.0 La gratificación que se manda pagar á los emple~ dos de la Oficina Telegráfica Central por Resolución número 27 de 18 de Diciembre de 1 go 1, y reformada por la marcada con el número 20 de 22 de Marzo del presente año, surtirá sus efectoa mientras no se dicte disposición en contrario. Art. 2.0 Por la Habilitación del Cuartel general del Ejército seguirá pagándose tal gratificación en la forma determinada ea la Resolución últimamente citada. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 486 ..J Art. 3. 0 Queda comprendida en el presente Decreto la Reso­lución número 45 de 23 de Mayo último. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 1.0 de Octubre de Ig<>~. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FRRNÁNDU DECRETO NUMERO 1480 DE 1,0~ (OCTUBRE 1. 0 ) por el cual se hacen dos promocione' El Vtcepresülmlt dt la RepúbHca, encar~ado dtl Poder .Ejauli'lll, DECRETA Art. 1.0 Promuévese al Sr. Mario Ayarza del puesto de Sub­teniente Adjunto al Cuartel general del Ejército, al de Oficial Es­cribiente Supernumerario de la Sección 4.• del Ministerio de Guerra. Art. 2. 0 Promuévese igualmente al Sr. Ernesto Hoyos del puesto de Portero Escribiente de la Sección 4.• del Ministerio de Guerra, al de Oficial Escribiente Supernumerario de la misma. Sección. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 1.0 de Octubre de 1902. JOSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDES FERNÁNDEz DECRETO NU11ERO 1481 DE 190~ (OCTUBRE I. 0 ) por el cual se hace un nombramiento El Vtáprnidmle de la RepúbHca, encargado del Poder Ejecult'vl, DECRETA Artículo único. Nómbrase Practicante del Hospital Militar Central a.l Sr. Manuel A. Valencia, en reemplazo del Sr. Teódulo 1Yrreto, quien pasó á ocupar otro puesto. Comuníquese y publíquese. Dado en Boirotá, á 1. 0 de Octubre de 1902. ]OSE MANUEL MARROQUIN El Ministro de Guerra, ARISTIDKS FxRN.ÁND:U Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 487 ...J DECRETO NUMERO 1482 DE 1902 (OCTUBRE 1. 0 ) 1ue convierte en zapadores el Batallón Simijaca, y crea una Compañía suelta. .C/ Vtápresidenle de la Repúblú:a, encargado del Poder .E.fecuHv•, DECRETA Art. I.0 Segrégan.se so hombres del Batallón Sz.mijaca, para formar con ellos una Compañía suelta que hará la guarnición en el Municipio del mismo nombre. Art. 2.0 Será Comandante de esta Compañía suelta el Sar­gento Mayor Obdulio Méndez, que ha estado ocupando el puesto de 2.0 Jefe del Batallón. Sz.mijaca. Art. 3. 0 El resto de dtcho Cuerpo se elevará á 200 hombres con sus correspondientes Jefes, Oficiales y clases, y tendrán de ahora en adelante el carácter de Zapadores, destinados á los tra­bajos de explotación oficial de las minas de Muzo. Art. 4. 0 El Batallón Sz1nijaca, que pasa á ser de Zapadores, la masa de ataque está compacta y firme, y cuando todos á una, con destreza y decisión, se lanzan al ataque, las últimas filas deben estar listas á penetrar por los flan­cos del enemigo. Pero los del frente deben acometer con decisión, sin pensar en la suerte tle sus camaradas de flanco. En un batallón, las maniobras de doble acción (quiero decir medio batallón contra el otro medio) no se verifican sino cuando el batallón no está reunido con otras tropas en el ensayo de ma­niobras. Pero si entra á formar parte de un destacamento, y si ha hecho antes buen aprendizaje en desarrollo del reglamento y de las maniobras sencillas, se puede prescindir sin inconveniente de esta instrucción, y pasar de modo directo á las maniobras de los pequeños destacamentos con las tres armas, poco más ó menos, de la manera siguiente: un batallón con uno ó dos escuadrones y dos ó tres cañones. Estas maniobras las mandan alternativamente Ofi­ciales superiores de las tres armas, haciendo de modo que en to­dos los Oficiales recaiga el mando durante la temporada de ejer­cicios, á lo menos en una ocasión defensiva y en una de ataque. Si esto no se puede lograr en un período señalado, ie verifica en dos seguidos. Las maniobras de esta clase son el primero y más importante paso á las maniobras con las tres armas, en las cuales desempe­ñan el mismo importante papel que en la enseñanza de ingenieros, de artillería, y en la instrucción de maniobras de arrnas separadas. Esta debe tender únicamente á presentar un modo de tilslrucúón, es decir, á tratar de inculcar en los Oficiales superiores la práctica del manejo, no sólo de su arma, sino de todas tres, y á sacarlos de la rutina de no preocuparse sino de su tropa únicamente. El destacamento de la defensa y el del ataque deben ser iguales, porque suponer que el acomet edor ha de ser siempre ma­yor en número, es incurrir en un error manifiesto, puesto que en un combate verdadero se ataca y se bate uno, no sólo con fuerzas iguales, sino á veces con fuerzas menores. Este sería otro error que nos haría considerar la maniobra nó como un procedimiento de instrucción, sino como juego de ven­cedores y vencidos. Esto sería, por último, establecer la convicción deque la ofensiva no es posible sino con fuerzas superiores. La hipótesis íntegra se explicará á las dos partes, y esto debe tener lugar á lo menos con una semana de anticipación, para dar tiempo de reconocer el terreno y de hacer, en tiempo oportuno y con calma, combinaciones basadas en el conocimiento de las in­tenciones del adversario. No se adoptan sino los temas más sencillos, esto es, que un partido debe tomar sus medidas de defensa, en tanto que el otro debe verificar el ataque. Con el fin de habituar á los Jefes de los destacamentos á que den con método solución á los problemas que les incumben, es muy útil llamarlos á que respondan por escrito á 1 as preguntaii si~uientes: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombta '- 496 _J a) Para el Jefe del destacamento encargado de la ofe~siva: 1.0 ¿Cómo defendería, si me tocara, la posición que tengo orden de atacar? ¿Por qué la defendería así y no de otro modo? (apreciar la posición): esto es, ¿cuál es el flanco más débil 6 el más fuerte? ¿Qué resistencia tiene el centro? ¿No hay en frente de la posición enemiga, puntos que favorezc.an el acceso á ella sin ser visto? 2.0 ¿Qué formación de combate adoptaría para el ataque?¿ Qué haría para ocultar mis propósitos? ¿Cuál es el flanco que más debo re­conocer y mediante qué precauciones ? ¿Qué órdenes daré á los Jefes de los destacamentos encargados de guardar los flancos? ¿Qué punto indicaría á las diversas tropas de combate? ¿En dón­de me situaré? ¿Y qué haré si el adversario pasa á la ofensiva? b) Para el Jefe del destacamento encargado de la defensa: 1.0 ¿De qué manera atacaría yo esta posición? 2. 0 ¿Por qué así y no de otro modo ? ¿Qué dispositivo de combate adoptaría para defender mi posición? ¿Cómo defendería mis flancos? ¿Qué papel asignaría á los diferentes elementos de mi dispo5itivo de combate? (¿ Sólo rechazar los ataques del enemig-o, 6 bien aprovechar la ocasión para pasar á la ofensiva?), &c .... Las dos partes contendientes no se separan una de otra á ma­yor distancia de dos kilómetros. Por lo que hace á la ejecución de la maniobra, hé aquí los puntos respecto de los cuales hay que poner particular atención: 1.° Cada Jefe de destacamento debe comenzar por tener muy juntos y subordinados á sus soldados, esto es, presentarse á la tro­pa, pasarle revista, hablarse con los Oficiales mientras le hacen los honores de ordenanza, es ei único medio para hacer saber á las tropas la autoridad bajo cuya dependencia van á. practicar la ma­niobra. Hay muchos que, sin embargo, por descuido no lo hacen, sintiéndose contrariados en presencia de soldados que no son de su arma. 2.0 A los Jefes no debe retraerles el temor de incurrir en error, porque esto es lo que fomenta la indecisión y el temor. Des­pués !e comprende que deben repararse las faltas con calma, como si se tomase consejo para lo futuro, y no como si se subsanase un descuido. Las voces de mando deben ser dadas con precisión, lacónicas, enérgicas, según el orden de graduación, indicando el objeto pero no los medios con que se cuenta para la ejecución. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 497 :..J BATALLAS DEL SEGUNDO IMPERIO POR DICt<. DE LONLA Y Traducción del francés para el Bq/~thz Militar Coulmz"ers-9 de Novz'e111brt de r870 Por un voluntario del 33 de Marcha Era el 9 de Noviembre de 1870. La trompeta y el tambor se encargaron de despertarnos. La única idea que nos atormentaba en aquel momento era el temor de no encontrar esos bávaros que tan niño aún había co­menzado á aborrecer, porque en otra época nos habían abando­nado, lo mismo que los sajones, en las llanuras de Leipzig, y que habían sido los que más se encarnizaron contra nosotros cuando nos vimos en desgracia ..... . -Sí, exclamaba yo, hoy es cuando vamos á vengarnos. Muy temprano hacía un frío intenso que nos helaba los hue­sos, y se removía el extinguido fuego d~ las hogueras del vivac para calentarnos. Cada cual se coloca en su puesto, y como yo formaba parte en aquel momento del 33 de Marcha, dejé el pueblo de Launay desde las ocho de la mañana. Nuestra División, la tercera, formaba el ala izquierda del 15. 0 Cuerpo de Ejército, y acababa de colocarse á inmediatas órdenes del General Aurelles de Paladines, que mandaba en Jefe el Ejér­cito del Loire. En cuanto á nuestra izquierda, sabíamos que estaba formada por el cuerpo r6, y que el General Chanzy estaba á la cabeza de ella. El soldado no tiene malicia, y con frecuencta se imagina que todo consiste en disparar el arma; pero sí le gusta saber los nom­bres de los encargados de conducirlos á la gloria y de defender sus banderas, y todavía no conocíamos á Chanzy, que debía eje­cutar un movimiento de flanco por Charzonville, Epieds y Ge-migny. · ¡La bandera! esa es la verdadera insignia del soldado: ella es la que da valor aun al más apoltronado. La band<>ra representa la patria; es la verdadera guía del soldado; y tora :\ sus rf'su~ltas y enérgicas manos el defenderla. Así pues, el General Aurelles, informado de que un Cuerpo de 25 á 30,000 alemanes, mandados por el General Von der Tam, y que servía de columna de descubierta al Duque de Masklem­. bourg, estaba disemjnado entre Or)eans y Chateaudun, resolvió atacar y destruír este ejército, ¡·ompuesto ae bávaros, antes de que les llegase el socorro que esperaban. Hizo avanzar por nues­tra extrema izquierda á la caballería del General Reyaux y á (TOllO 11-32 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 498-' los franco-tiradores de Lepowski, en tanto que por la extrema derecha los Yoluntarios de Chatelineaux perseguían á los bávaros por entre el bosque y se acercaban hasta las puertas de Orleáns. Luégo se refiere que el General Marttin de los Pallieres eje­cutaba también por su cuenta un movimiento de concentración. Se · dice que marchó sobre Gien, y después de reforzarse con un des­tacamento considerable, avanzó hasta Orleans para darnos la mano, siguiendo todo el camino comprendido entre el bosque y el Loire. Pero lo que causó espanto fue el anuncio de un refuerzo de 20,000 hombres que habían venido de Pitiviers en apoyo de los bávaros. Ya sabíamos que todos estos alemanes son buenos caminado­res, y como tienen costumbre de cogerse cuanto encuentran, y como imponen fuertes contribuciones á los países por donde pasan, están siempre bien alimentados, en tanto que nosotros los hijos del país, á duras penas tenemos que comer. Seguimos, pues; esto se va á encender, pensamos. -Cierto, añade con flema un Subteniente. Y los voluntarios sacan algo, para comer un bocado, de las alforjas. Los caminos están espantosos. La lluvia, el viento, el barro, ocasionados por los aguaceros de los días precedentes, son la causa de la demora en nuesta marcha. Hay que tomar venganza del doloroso recuerdo del desastre del arrabal de los Aides, en Orleans, el 1 1 de Oetubre anterior. Tenemos orleaneses en nue tras filas, y ellos nos han contado lo que ha sufrido esta ciudad desde la ocupación d los báYaros los asesinatos del \Vissembourg, los incendios de Bazeilles. Nos han hecho saber el manejo insolente del General prusia­no Diet, que amenazó á la Municipalidad de la ciudad porque e> Alcaldt: Sr. Crispí, movido por un legítimo sentimiento de patrio­tismo, no había salido á su encuentro para ofrecerles las llaves de Orleans. 1 os informaron de qué modo los bávaros, acampando en las calles y en las plazas ptÍblicas, desvalijaban todas las casas de los barrios Bannier y San Juan, robándose todas las mercancías de los almacenes de ferretería, de vinos y de tabacos, apoderándose por todas partes de todo y convirtiendo el orden y el lujo en ruina. ' rapiña y desaseo asqueroso. Y .... añadid á todo esto el lado feo .... imprescindible .... · Los Oficiales bávaros se instalaron, nos refirieron los orleane­ses, en la casa de la Alcaldía del Departamento del alto Loire. Al caer la noche, y después de bajar muchas veces á la bodega, algunos se visten con ropas (lingerü) del dueño de la casa, y lla­man á los músicos del Regimiento y se entregan á orgías detesta­bles, á e5~os actos impúdicos de que se muestran tan apasionados los alemanes. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia­._ -499 ._) Este ejemplo lo imitan hasta los soldados en una casa de 1&- · vecindad. El dueño de ésta se presenta a1 punto tras de los borra- - chos Oficiales y les echa en cara su proceder. Uno de ellos tira en un rincón el sombrero de mujer que se ha puesto, se coloca el kepis de soldado prusiano, se apodera de ~ un garrote, entra en la sala en que Jos bávaros e stán entregados i ­tan torpe bacanal, y á b astonazos los hace salir fuera de la casa; Juégo se reúne á los demás Oficiales, y todos otra vez, sin mira­miento alguno, se entregan á la interrumpida orgía. Al oír este relato, avanzábamos en nuestro c amino. El tiem­po s e ha aclarado, ya vemos dónde ponemos los pi es; gracias á estas circunstancias, la artillería y la cabal1 e ría no e ncue ntran difi cultad para moverse. Como nos aproximamos á la aldea de Bacón, o c upada p o r e l e nemigo, e l 15.° Cuerpo de Ejército. se , apresta para atacar esta línea de defensa . P or su parte el Co­mandante d e l 16.° Cue rpo cuida de que se cumplan fi e lme nte las ór­dene s del Gene ral D 'Aure l les, quien ha ordenado que se observen lo s m o vimi e ntos de los alemanes del lado de Charsouville, Epieds, Coulmie rs y Sain t-Sig is moun d, y que se ve rifique con e nte r e za un movimi en to vigoroso e n vo lve n te sobre la izqui e r da , con el objeto de oc upar a l fin de la batall a e l camino d e Chateaud un á Orl eans~ lo m is mo q u e l os bosq ues situados ad e lart te d e R ozieres. E l Gene r a l Resjau, con dos Divi siones d e caball ería, o cupa el ~ ala izquierda. de este Ejército, e n d irección de Pantay, y a d e má5 d efie n de las líneas de París y de Chateaudun. Los franco-t iradores, á ó r de n es de Leponsky y de Foudrás,. marchan con la caballería, después de hacer cejar una caballe ríac enemiga hacia Tournoisis y Saint-Peravy-Ja-Colombe. De este modo todo stá dispuesto. La primera brigada de la DiYisión Barry, teniendo de reserv á la seg-unda, recibe ord n de avanzar sobre Coulmiers, po r Champedrix y Villoceau, con el fin de secundar el movimiento del 15.° Cuerpo sobre el Grand-Luis. Dos baterías divisionarias y una sección de ametralladoras lo acompañan. Al propio tiempo, la 2." brigada de la primera División (con­fiada al General Deplanque), llevando á su descubierta, á la iz.- - quierda, á los franco-tiradores del Comandante Lienard, apoyada. con dos baterías y una sección de ametr a ll adoras, se traslada con , ligero tiroteo sobre Charsonvi ll e, Epicds y Germirny. La primera brigada de esta División (confiada a l General Bou r dello n y que si r ve d e r eserva á la segunda ) n o debe abandO­nar á Ouquer-le-M a rc h e sin o c ua ndo el G e n e ra l D e planq ue haya toma d o á Cha r zonvi ll e . Esta s tropas fo rman nu estra iz1uierda. A la d e recha tenemos que señalar la marcha de una parte de las tropas del General Martineau, que efectúan su movimiento sin encontrar al enemigo. · ... · Con esto coincide el que la Divisi6n Pativin, que forma la ca- · beza de la columna, llega como á una distancia de seiscientmt·pa-sos de la aldea de Bacón. ' .. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 500-' Este General, ya de edad a vañiácla, páfeée hab~r vueito ~ encontrar todo el ardor de su juventud en el momento de ñUl.tchar c-ontra el enemigo. Ha desplegado los segundos batallones de sus regimientos, en tanto que los terceros y primeros, formados á media distancia, en pelotones, dejan de reserva varias compañías destinadas á ser­vir de sostén á la artillería. Pero apenas han acabado de tomar posición estas tropas, un terrible fuego de metralla viene á hacer claros en sus filas. Continúan, sin embargo, su movimiento ofensivo, y sin decaer de ánimo ante las mortíferas balas enemigas, sin preocuparse de lo fangoso del camino, en que á cada paso quedan sepultados hasta la rodilla, vuelven sobre la izquierda y comienzan su ataque. El sudor les corre á chorro~ á estos valientes soldados, pero nada les importa esta fatiga. No pensamos sino en una cosa, en exterminar hasta el último de los bávaros~; y sin preocuparnos de los peligros que corremos, marchamos al ataque de las trincheras del pueblo de Bacón. Esta primera columna la forman un batallón del 10 de Línea, uno del 33 de Marcha (á órdenes del Comandante Mery) y el 6.0 de Cazadores (que conduce el mismo General Petivin). Por todas partes, á derecha y á izquierda, se alcanzan á ver masas enormes de infantería, caballería y de artillería que avan­zan con firmeza. Toda la llanura está llena de soldados. Este país es del todo descubierto. Los bávaros se aprovechan de esta circunstancia para tirar mejor sobre nosotros. A nuestra vista aparece el pu eblo, con los techos p equeños de las casas cubi e rtas con paja ó pizarra. Pero apenas se le distingue: de tal manera está cubierta por el humo. Súbito resuena un prolongado ruido. No, no olvidaré nun­ca semejante espectáculo. Parece como si el espíritu de las ba­tallas se apoderara de todos nosotros : de tal manera es vertigino­so nuestro empuje, de tal modo hemos adquirido confianza al acercarnos á las trincheras del pueblo. Nuestros Tiradores han sido los primeros, pero nosotros se .. g~imos sus pasos, y en breve, en los parajes cerrados, en los jar­dmes, encontramos á los bávaros. Ellos nos fusilan emboscados, pero nosotros nos agazapamos como culebras, y cuando logramos alabras de Napoleón 1 : "Hay tres cosas que nunca deben ustedes separarlas del sol­. dado, á saber: su fusil, su munición, su mochila .... Que se reduzca .el peso de la mochila á su mínimo .... pero que se le deje llevar siempre consigo al soldado, porque al separarse una vez de él, no ·Yolverá á verlo jamás. Hay que diferenciar bien entre la teoría y la práctica de la guerra. En el Ejército ruso era costumbre que el soldado se sacara la mochila en el momento de empezar el com­bate .... El temor de perder esta prenda preciosa, en la que el sol­- dado suele guardar todos sus bienes, lo hizo defender con más fer­Yor la posición que ocupaba .... A pesar de todas las razones ficti­cias que se pueden hacer valer para recomendar esta costumbre, los rusos la han abandonado por completo, en razón de los expe­rimentos que hicieron." ~- Estas objeciones son hoy todavía tan válidas como lo eran en .,. la época de Napoleón 1. Podría agregarse lo que dice nuestro Re­e- lamento para el servicio en campaña (art. 82): "El alargamien­ ·to excesivo de la<.> columnas constituye un grave peligro, puesto que demora en un tiempo considerable el despliegue de las tro- . pas, ... " Y este alargamiento excesivo sería inevitable si se admi­tiera en principio que el equipo de las tropas debería llevarse litmpre sobre carros. Sin embargo, sería igualmente un error decidirse en absoluto ~orla norma contraria, estableciendo que nutzca debe la tropa se­.. pararse de su equipo. Más bien habrá que convencerse que en este ..caso como en tantos otros, no tienen nada que ver las considerado- •· Kausler, Máximos á1 Najoi1Jn, tomo 1, páf. 235· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 503 _..J 11es teóricas, y que es imposible reglamentar de una manera de .. -cisiva esta cuestión. • •• Después de estas consideraciones preliminarea, pasamos á ci­tar algunos ejemplos de la historia de la guerra en su época más moderna. Estos ejemplos, sacados de la práctica del arte militar, aos ..enseñarán cuáles son las ventajas y cuáles los inconvenientes de la medida en cuestión. En el curso de nuestras investigaciones hemos de encontrar seguramente el material necesario para formarnos un juicio sobre la solución del problema : ¿En qué circunstancias es justificada y hasta necesaria la me­dida de aligerar la carga que llevan los combatientes, hasta tal punto que se ordene poner en tierra la mochila? Los ejemplos que pasamos á exponer se han sacado en su ma­yoría de monografías que contienen la historia de regimientos de­terminados ó de diarios de marcha. No es nuestra intención escribir un tratado sobre la materia, ni pretendemos ventilar tan interesante cuestión de un modo com­pleto. Al contrario, estamos convencidos que sin gran trabajo se podrán citar otros ejemplos de la histo.-ia de la guerra, ejemplos que ofrecerán quizás pruebas más concluyentes que las que pode­mos presentar. Pero entremos en materia . • * * En primer lugar, la historia de la guerra contiene numerosos ejemplos en que se dejó atrás c>l equipo durante las marchas m qu~ no podía preverse rm combate rimzedt"alo. En la campaña de 1870, el Comandonte del 7.° Cuerpo de Ejército prusiano dio, durante la marcha de las tropas hacia la frontera occidental, la orden de llevar el equipo de los soldados en ·carros. Esta marcha se efectuó, como se recordará, en los últimos días del mes de Julio, cuando reinaba un calor sofocante. Las tropas tenían que atravesar además territorio montañoso, y la marcha era muy dificultosa. * Muchos soldados habían sido lastimados por la mochila y la. presión que ejerce sobre la espalda, aumentándose así considera­blemente el número de los rezagados. La orden decía que al llegar á las proximidades del enemigo, es decir, desde el dfa 4 de Agosto, los soldados tenían que llevar siempre el equipo. Una orden idéntica dictó el Comandante del 10.° Cuerpo de ·Ejército prusiano cuando se trató de trasladarse lo más pronto po­sible á las orillas del río de la Saar. • Mono;rafías sobre temas de la historia de la guerra (Kritgsgsc!u'c!tllidu Eitc-:tlscllnftm), editadas por el Gran Estado Mayor de Berlín, Cuaderno 17. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 504 _J La orden se ejecutó desde el día 8 de Agosto de 1870. Se podrá decir que en ambos casos la medida era completa-­mente justificada y en perfecta armonía con el criterio enunciado en el Reglamento alemán sobre servicio en campaña, cuando dice: " Tropas acostumbradas tÍ zma huma disci'plz1za duranlt la marcha, podrán soportar de una manera duradera las fatigas de esta ú!Hma ; y no serán diezmadas por un número más ó mmos grande de 1·ezagados, cuando el comando sabe evzlar que se les exija soportar cualquiera fatiga gue no sea absolutamente inevz'lablt, dados los fines que se buscan con la marcha." El General von der Goltz en su libro Conducd/m de la Guerra y mando de las /ropas ( Kn'eg und HuifiUhrung), hace resaltar el he­cho de que al principiar una campaña es precúo aligerar la carga que llevan los soldados. Motiva el General su aseveración en las siguientes considera­ciones: Después de las primeras marchas de guerra habrán quedado á retaguardia los individuos á los cuales falta la resistencia física necesaria. Las filas se compondrán, por consiguiente, más adelante de soldados que saben soportar las fatigas de la marcha; la capaci­dad para hacer jornadas más largas habrá aumentado en general. ••• ¿Qué conse cuencias tenía la medida arriba mencionada-el sacar las mochilas-para las tropas? En cuanto al 7.° Cuerpo de Ejército, la me dida e ra del todo ventajosa. También lo hubiera sido para e l 10. ° Cu e rpo d e Ejército, si además de ella no se hubiera tomado otra disposición. En la orden de Cuerpo se d e cía que las mochilas d e bían ser transportadas por ferrocarril hasta la estación de Saint Ingbert. El equipo no se llevó, pues, en carros con la columna de con­voyes de las tropas, y éstas no vol vieron á ver sus mochilas sino un mes más tarde, más ó menos, es decir, á principios de Sep­tiembre. Era la intención del comando del 10.° Cuerpo dejar á los sol­dados durante todo este tiempo sin su equipo. Esto se desprende de la disposición siguiente : que las mochi­las se depositarían en la estación ferrocarrilera mencionada. • Por otra parte, se puede probar lo mismo, ojeando el diario de marcha del Estado Mayor del 10.° Cuerpo, donde se dice en las observa9iones referentes al 2 r de Agosto : . " .Hasta ahora, la medida ha tenido los más benéficos efectos; por requisición se procuraron las camisas y los botines necesarios." • Diarios de marcha de los Regimieñtos níímeros 17 y 78 de ln!anterí a pRsianos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. d • .0: ~ Boletfn Militar de Colombia '- sos -.J Parece, ·sin embargo, que no todos los cuerpos pertenecientes al 10.° Cuerpo de Ejército sintieron los efectos benéficos de la me­dida, ni que se les suministr6 á todos lo que más precisaban de aqueJlas requisiciones. En el diario de marcha del Regimiento 17 se lee, por ejem­plo, la siguiente nota : " Mucho se hizo notar la falta de las mochilas; sólo en los primeros días no fueron echadas de menos ; esto se comprende, pues los soldados tenían que llevar la ración de hierro y la muni­ción en la bolsa de víveres, la que no estaba hecha para estos fines. " Si no se consigue que dentro de dos ó tres días la tropa pueda reunirse de nuevo con sus mochilas, sucederá que la supuesta me­dida benéfica dificultará más bien la marcha." Hasta aquí el diario de marcha. Cuando á principios de Septiembre se entregaron las mochi­las á los soldados, resultó que muchos objetos habían desaparecido de ellas, sobre todo camisas y botines. Otras mochilas habían su-frido por la lluvia, y su contenido no servía más. . Parece, pues, que no se tomaban laso medidas de precaución necesarias para evitar estos inconvenientes. Naturalmente, la medida de hacer transportar las mochilas tiene sus límites, aun ¡Jara el caso que fuera posible requerir los vehículos necesarios. En el libro Las marchas en la guerra del 70 • se describen las consecuencias funestas que pueden resultar de la adopción de aquella medida, para unidades de mayor efectivo, especialmente cuando se cambia la dirección de la marcha. Durante los días del 23 al 29 de Agosto de 1870, la medida se tomó por no menos de tres cuerpos de ejército-el cuerpo de la guardia real, el I y II cuerpos bávaros,-los que hicieron transpor­tar las mochilas sobre carros obtenidos por requisición. En estos casos era tal el aumento de los convoyes de equípa­jes, que todo cálculo medianamente exacto sobre las marchas, re­sultó del todo imposible. Si las tropas se hubieran visto en la necesidad de emprender la retirada, aquel fuerte aumento de las columnas de equipajes habría tenido seguramente muy serias consecuendas. Es cierto que no se puede calificar de no justificada aqueJla medida, pues se exigían en aquellos días esfuerzos extraordinarios de las tropas, siendo muy pesadas las jornadas. · El error que se cometió, consistía, lo dice también el Estado Mayor alemán en la obra citada, en la tendencia de hacer avan­zar el grueso _de los trenes y convoyes, después de concluida la jornada, hasta muy cerca de las tropas. De este modo se produjeron confusiones, se nterrumpió á menudo el avance de las tropas, lo que produjo á éstas mayor can- • Estudios sobre la historia de la guerra y la táctica, 1.• parte: las marchas en la guerra del 7o (obra del Gran Estado Mayor alemán}, Be1lín, Mittler y Sohn, 1901. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletin ·Militar de Colombiá \._ so6 _J sancio, y no se obtuvieron, por consiguiente, las ventajas que se tenían en vista al dictarse la medida. Según von der Goltz •, el cuerpo de la guardia real tuvo de 5,000 á 6,000 bajas durante las marchas de Saint Privat á Se­dán, sólo á causa de inutilizarse aquellos soldados por las fatigas ~xcesivas que tenían que soportar . ••• Los franceses solían hacer caso omiso de las máximas arriba mencionadas de Napoleón, por lo menos tratándose de marchas á proximidad del enemigo. Parece, al contrario, que e11 las marchas que no conducían á un campo de batalla, se empleaba sólo por excepci6n la medida de aligerar la car~a del soldado, aun en el caso de ser muy gran­des las fatigas que éste debía soportar. Leemos en la obra del Estado Mayor alemán que trata de la guerra de 1859, que en las marchas dificulto'3as al través de los Al­pes, marchas que eran para una parte del ejército francés las pr i­merai de la campaña en Italia, el soldado francés tenía que llevar una carga excesiva. Cada individuo cargaba entre lo que llevaba dentro 6 encima de la mochila, lo siguiente: una blusa, un par de zapatos, un cal­zoncillo, tres camisas, las polainas, cepillos, ochenta cartuchos para fusil, un sac de campamento (carpa), un cobertor, estacas de car­pa, una marmita, una. caramañola, útiles portátiles, y víveres para cinco día.s. Se afirma que hubo muchos rezagados y enfermos, pero hay que reconoce r que las tropas se comportaban exce lente mente, hacie ndo jornada s muy larg as. A í, por ejemplo, la Divisi6n Trochu r ecorrió go kilómetros e n. tres jornadas, y la Divi si6n R e nault 192 kil~m e tros en siete jor­. nadas consecutivas t . Si se hubiera alige rado 6 se hubie ra podido aligerar la carga del soldado, habría sido menor probable mente el número de re­zagado . III La historia de la guerra demuestra que la medida que nos ocupa se tomó con mayor frecuencia, no en las marchas efectua­das lejos del enemigo, sino á proxz"mzdad dd mismo y durante el com­bate. En estos casos resaltan con más claridad las ventajas 6 los inconvenientes de aquella disposición. En la ya citada campaña de 1859, los franceses casi siempre acostumbraron sacarse el equipo inmediatamente antes de princi­piar el combate ó durante él. No hay duda que esta metiida dio á las tropas francesas en más de una ocasi6n mayor agilidad y facilidad en los movimien- • Von der Goltz. La ruerra y el mando de las tropas. t V. Caemmerer, Magmta, Berlín, E. S. Mittler y Soben, 1902. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \.._ 507 ....J ~os. Las ventajas que alcanzaron sobre el enemigo demasiado car­gado, se mostraron ante todo en las batallas de Montebello y de Magenta. Y como el ejército francés fue siempre victorioso en esta cam­paña, no se hicieron sentir tanto los inconvenientes que esta medi­da trae consigo. . Sin embargo, aun en 1859 hubo muchas ocasiones en que las tropas sufrieron bastantes incomodidades por haber tomado aque­lla costumbre. Pasamos ahora á la guerra del ¡o. Por parte de los franceses se siguió á menudo la costumbre de la campaña arriba menciona­da, es decir. que antes de entrar en combate se dejaron atrá.s las mochilas. Elegiremos sólo algunos ejemplos para conocer los efec­tos producidos por esta medida. El Cuerpo de Ejército que estaba al mando del General Fros­sard, abandonó el 6 de Agosto de 1870 su campamento para librar un combate, dejando atrás las mochilas, las marmitas, los coberto­res y las carpas. • Al emprender la retirada sobre Metz, lastro­pas sufrieron mucho, pues después de la batalla les faltaban las raciones de víveres que estaban en las mochilas, y como no lleva­ban tampoco marmitas, era difícil hacer rancho. Cuando las tro­pas llegaban á Metz, se repusieron las piezas de equiJ!O que fal­taban. Esta enseñanza fue muy pronto olvidada, pues el 16 de Agos­to, diez días más tarde, cuando el mismo Cuerpo de Ejército avan­zó al campo de batalla, se dejaron otra vez, y sin que existiera la necesidad apremiante de hacerlo, las mochilas en los vivaques en­tre Trouville y Rezonville. El deseo de muchos soldados de reunirse con su equipo, trajo esta ve¿ mayore- inconvenientes, habiéndose comprobado que el desorden con que se efectuó la retirada de los franceses el 17 de Agosto sobre la qzubrada de la Manee, era debido en parte al he­cho de que un gran número de soldados del ~.° Cuerpo corrieron á los sitios donde habían vivaqueado el 16 de Agosto, á buscar sus mochilas. t ••• No faltan tampoco ejemplos que prueban que la medüla tn cueslz'ón lz'me por conucumda una dz'smz'rzucz'ón de los ifeclz'vos dúpom'b/es durante el rombal e. La División Lorencez del Ejército francés se encontró el 18 de Agosto de 1870 en su campamento; eran cerca de las 11 a. m. y se pasaba lista, cuando de repente se oyó el estampido de los cañones alemanes. Inmediatamente la División se puso en marcha dirigiéndose sobre Amanwiler, que distaba sólo dos kilómetros. • Historia del Rtgimíento número 2. Historia del Revmienlo número 24. (Ejército francés). t Estuiio1 uórr la !listo ría ár la ptf'ra )' la t4dica •Jiicada, tomo I, obra del Gran F..stado May•r alemán. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de ·Colombia '- So8 ..J En el campamento se quedaron las mochilas y los equipajes al cuidado de una guardia compuesta de dos batallones del Regi­miento 15.0 de infantería de línea y de una balería. • Difícilmente se podrá admitir que la disminución del efectivo de los combatientes disponibles hubiera igualado á la producida por no tomar parte estos dos batallones y la batería en el comba­te, porque llevando cada soldado su equipo, y como la marcha era de poca duración, el número de rezagados hubiera sido menor. Se comprende que al ordenar, durante la marcha ó antes de principiar un combate, que se dejen atrás las mochilas, debe en­cargarse á un débil destacamento la misión de servir de escolta i la columna de vehículos que lleva el equipo, ó de hacer el servicio de guardia en el punto donde están las mochilas, con especial re­comendación de hacer todo lo posible para que el equipo se trans­porte al Jugar que indique el Comandante de las tropas. Pero para ello han de bastar algunos rezagados ( ó soldados imposibilitados para emprender la marcha), y unos cuantos músi­cos de la banda del regimiento; este pequeño destacamento estaría al mando de un sargento enérgico y podría llenar su misión per­fectamente. Ni un solo hombre más de los que se necesitan en realidad debía destinarse á este servicio, para no reducir los efectivos de combate. Si no se toma la precaución de encargar á algún destacamen­to el servicio de guardia en el lugar donde se dejaron las mochi­las, entonces se repetirá el caso de los regimientos números 20 y 35 del Ejército prusiano, experimentándose las mismas consecuen­cias que estos Cuerpos sufrieron el día de la batalla de Mars la Tour. Después de grandes fatigas, y previendo que cada individuo se vería obligado á soportar todavía otras mayores, ambos Cuer­pos habían dejado atrás sus mochilas, pero sin encargar de su vi­gilancia á destacamento alguno. Lo cierto es que después de la batalla los soldados encontra­ron completamente vacías las mochilas, que habían sido despojadas de todo su contenido. t ••• No sólo inconvenientes como los apuntados, sino también des­ventajas que se reflejan en las operadones táclz"cas, trae á veces la medida que nos ocupa, siendo ilusorias en estos casos las ventajas que se pueden esperar de eJla. La: historia de la guerra demuestra que en más de una oca­si6n fue el deseo de recuperar sus mochilas dejadas atrás, el mo­tivo para impedir el avance rápido de las tropa~, ó la causa de que el éxito que habían obtenido, se volviera de nuevo dudoso. • Historia del regimiento número IS {Ejército francés). t Historia del refitniento número 2o-Diario de marcha del re~imieato. número 35 (Ejército alemán). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Bol~tín Militar de Colombia '- 509 _; Al principiar la batalia de Spich~ren (6 de Agosto de 1870), la División Castagny del Ejército francés se encontraba en su cam­pamento situado cerca de Püttlingen, como á dos leguas del campo de batalla. Oyendo el estampido del cañ.6n, la Divisi0n, por propia inicia­tiva del General que la mandaba, se puso en marcha; eran las 1 t a. m. Las mochilas habían quedado en el campamento. En su marcha, la División se alejaba del campo de batalla para dirigirse á una localidad situada á la derecha de este último. · Cuando después de haber recorrido como una legua, la Divisiórt no oyó más el ruido del combate, el Comandante, acordándose de las mochilas, xdenó que las tropas volvieran á su campamento de Püttlingen, llegando la Divisron allí entre las 4 y las 5 de la tarde. Como una hora más tarde, cerca de las 6 p. m., el General se decidió por un nuevo avance hacia el campo de batalla. Pero ya era demasido tarde; la División no pudo intervenir más en la faz decisiva de la batalla. En la campaña de r866, durante el combate de Kissingen, y después de haberse tomado por asalto esta localidad, el General von Goeben ordenó á la Brigada Kummcr y al Regimiento núme­ro 19 de intantería que ejecutaran un movimiento de ataque contra las posiciones ocupadas por los bávaros cerca de Winkels. . Al pie del monte Sian y bajo el fuego de fusilería del enemi­go, las tropas se sacaron las mochilas. La Brigada Wrangel, que antes había tomado la misma me­dida, avanzaba más á la derecha. Una vez ocupadas las posiciones de los bávanll por las tropas del agresor, éstas hicieron los preparativos para vivaquear cerca de Winkels, mientras que la Brigada Wrangel emprendió la mar­cha hacia el lugar donde estaban sus mochilas. En aquel momento los bávaros, que habían recibido refuer­zos, ejecutaron un contraataque. Como se ve, la circunstanc1a de retirarse demasiado tempra­no la Brigada Wrangel para buscar su equipo, hubiera podido te­ner serias consecuencias que no se produjeron en aquella ocasión por ser algo defectuoso el plao desarrollado por los bávaros en su nuevo avance. Leemos en el diario de marcha del primer Cuerpo bávaro, donde se habla de la batalla de Worth, lo siguiente : "La orden reiterada que recibió la 2.• División de infantería para que avanzara inmediatamente con el máximo de velocida4 de marcha, sólo pudo ejecutarse en el sentido de que la 4.• Briga­da de infantería-dejando atrás su equipo-llegara á la alliplanide situada cerca de Froscgweieer cuando el enemigo, en plena reti­rada, acababa de llegar á Re1chshofen." La medida de sacarse las mochilas debe considerarse corno perfectamente justificada en este caso. . . El Comandante de la D1visi6n no podía prever que ésta iba' llee-ar 'la alliplanicit poco des~ués de haberse' tíbrado el combáté ,deciliYo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '-- 510 _J Bien hubiera podido ser que la decisión se obtuviera por la llegada de la División al campo de batalla. Era necesario, pues, dejar atrás el equipo. Los hechos que siguieron á este episodio demuestran, sin em­bargo, cuál puede ser una de las 111ás sensibles desventajas producidas por la circunstancia de haberse separado el soldado de su mochila. La División volvió al lugar donde había dejado su equipa, porque se juzgó improcedente que prosiguiera su avance más allá de Worth, "pue s d e e s te modo las tropas hubieran quedado sepa­radas de sus mochilas quizá por mu c hos días." Es d e cir, que se renunció á la persecución del enemigo, tan indispensable e n e ste caso, porque e ra demas iado grande la atrac­ción ejercida sobre la tropa po r s u equipo. __:::::::::::::~ Variedades -~- PEREGRINACION DE ALPHA 1 POR MANUEL ANCIZAR (Continúa) Supuesto este hallazgo, la producción de sal de Chita podría ll egar sin mucho e. fuerzo á 300,000 arrobas anuales, se~ún calcu­la el actual Administrador, Dr. Romualdo Liévano, y abaratarse mucho 1m ventaja
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año VI Serie III Tomo II N. 16

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El Liberal: órgano de la juventud de la Universidad i del Rosario

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“El Liberal: órgano de la juventud de la Universidad i del Rosario” fue una publicación que circuló en Bogotá durante 1879. El periódico se estableció como una tribuna de defensa del liberalismo radical impulsada por los jóvenes rosaristas, en cuyas páginas se informó detalladamente sobre la Convención Electoral de 1879. Además de lo mencionado, en “El Liberal” se apoyaron las candidaturas de Rudecindo López para la gobernación del Estado Soberano de Cundinamarca y la de Tomas Rengifo para la presidencia de los Estados Unidos de Colombia para el periodo 1880-1882. El respaldo a estos candidatos representó una notoria ruptura y crítica de los redactores del periódico a los liberales independientes, el partido conservador y la figura de Rafael Núñez. Entre las temáticas abordadas en “El Liberal” destacan: el análisis sobre la división del partido liberal; las consecuencias políticas de la Guerra de las Escuelas (1876-1877) para el liberalismo; la importancia de construir un camino que conectara a los estados soberanos de Cauca y Tolima y el cuestionamiento a Julián Trujillo Largacha por el apoyo que recibía de los conservadores. Las secciones que se encuentran de manera recurrente en el periódico son: “El Liberal” (editorial), “Gacetilla”, “Variedades”, “Folletín”, “Esterior”, “Inserciones”, “Variedades”, “Anuncios”, entre otras.
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La República: periódico político, literario, científico y noticioso

Por: | Fecha: 07/04/1878

“La República: periódico político, literario, científico y noticioso” fue una publicación que circuló durante el periodo 1877-1878 en Bogotá. El título se identificaba como el “órgano de la juventud liberal” e inició su edición luego del final de la Guerra de las Escuelas (1876-1877). En la edición número 14 del periódico se reprodujeron noticias relacionadas con el gobierno de Julián Trujillo Largacha y las críticas que Rafael Núñez realizaba sobre su mandato.
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El Centenario: órgano de los intereses municipales

Por: Ramón Correa |

“El Centenario: órgano de los intereses municipales” fue una publicación quincenal de carácter cívico y tendencia liberal, que se circuló en Rionegro Antioquia entre 1898 y 1899; tenía como objetivo principal la divulgación de noticias regionales e informes del Concejo Municipal de Rionegro y de Medellín. Adicionalmente, este periódico se instauró para ser un medio destinado a colaborar con la celebración del primer centenario del natalicio del general granadino José María Córdova, oriundo de la ciudad de Rionegro, que se celebraría el 8 de septiembre de 1899. En sus páginas se divulgaron noticias referentes a la celebración, como, la instauración de la Junta del Centenario de Córdova el 4 de octubre de 1898, y la erección de una estatua del general en el parque central, decretada mediante la Ley 12 del 24 de septiembre de 1898. “El Centenario” contó también con secciones de interés cívico como la literaria dedicada a la publicación de textos, críticas y poemas de autores antioqueños; la sección científica en la que se trataban temas de higiene y salud pública, y la sección de miscelánea en la que se publicaba anuncios, publicidad y noticias de interés local.
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El Castigo

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Con el apoyo conservador nacionalistas y liberal moderado, Rafael Núñez se posicionó como presidente de la República en agosto de 1884. Este hecho desató una fuerte oposición de parte del liberalismo radical y algunos conservadores, lo que desató una rebelión armada que terminó en junio de 1885 con la batalla de La Humareada. Tras finalizar la contienda, Núñez y Miguel Antonio Caro, encabezaron la promulgación de la constitución política de 1886 como parte del proyecto conocido como la Regeneración; este tenía como objetivo instituir las bases para el establecimiento de un estado central y proteccionista, ejecutando reformas como el aumento del periodo presidencial a seis años, la dotación de mayores facultades al poder ejecutivo, el reconocimiento del poder eclesiástico y la censura de la prensa. “El Castigo” fue un periódico conservador que circuló en Bogotá durante 1885, tenía como objetivo principal hacer oposición a la Unión del gobierno de Rafael Núñez. En sus páginas se publicaron cartas, comunicados, poemas y críticas sobre el proceder del gobierno respecto a la economía, a lo político y a lo social. En esta publicación se criticaba enfáticamente a los llamados “pseudo conservadores” (ala nacionalista del partido conservador), que apoyaron la causa del gobierno de Núñez, pues se consideraron traidores de la verdadera doctrina conservadora.
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El Campesinito: periodiquillo trimensual, crítico y juguetón

Por: José I. García | Fecha: 20/04/1899

"El Campesinito: periodiquillo trimensual, crítico y juguetón" fue una publicación de variedades que circuló en Tabio Cundinamarca durante 1899; fue dirigido por José I. García y costaba dos pesos y medio el número suelto. En sus páginas se divulgaron lecciones de moral, educación y noticias locales. El presente corresponde al número 9 publicado el 20 de abril de mencionado año; en esta entrega se publicó un artículo principal titulado “No porque le hace daño”, en el que se invitaba a las madres, a ejercer una educación más estricta con sus hijos; igualmente se divulgo el inicio de un folletín que narraba un paseo del Instituto Rural al Salto de Tequendama el 22 de Julio de 1898; finalmente contenía una sección de variedades con noticas de interés local.
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A Study of the Factors that Influence the Decision-Making Process to Allocate Resources on Legal Tech = Un Estudio de los Factores que Influencian el Proceso de Toma de Decisiones de Destinar Recursos en Legal Tech

Por: Daniel Alberto Acosta Guevara | Fecha: 2019

The study set out to shed light on the key drivers and barriers that influence leaders deciding whether or not to invest in legal tech. Understanding these factors is a starting point to reduce the uncertainty that surrounds the future of the law industry. Accordingly, the fundamental question in the study asks what are the main drivers and barriers that influence the decision-making process to allocate resources on legal tech. The following sub-questions are discussed through the dissertation to find a reasonable answer: - What is legal tech, and why is it relevant? - How do the barriers/drivers found in the research influence the innovation-decision process? La tesis busca indagar acerca de las motivaciones y barreras clave que influencian a los altos gerentes de las firmas de abogados al momento de tomar la decisión de invertir en legal tech. Entender estos factores es un punto inicial para reducir la incertidumbre que rodea el futuro de la industria del derecho. De acuerdo con lo anterior, la pregunta central que hace el estudio es cuáles son las causas que influyen el proceso de toma de decisión para destinar recursos en legal tech. Adicionalmente y con el propósito de encontrar una respuesta a la inquietud planteada, la investigación aborda las siguientes sub-preguntas: - Qué es legal tech, y por qué es relevante? - Cómo influencian los motivos y las barreras encontrados en la investigación, el proceso de decisión de innovación.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Tesis
  • Temas:
  • Otros
  • Ciencias sociales

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