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Fecha:
27/01/1849
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21 Sáb.
28 Dom,
29 Lltn.
30 ll!J.árt.
S an . . luan Crisóstomo obispo,
San Jalian obispo de Ol{¡eItCa.
:Sftn Francisco de Sales obispo.
San Félis Papa y Beala Jacll¿ la de
llfaTiscr¡lis.
31 ll1iérc. San redro Nolasco y R eala Luisa de
Albe?'ton.
~USCRICION,
Por ?f,n año '/;~';ntc 1'Crdcs 1)01' trimesl1'c cinco 1·cales.
Caela m¿lllerv me,¿' tO 1·cal.
O~arto c?'ee¿en~e tí las 12 ?J 30
1JW¿utos del dza en Gé'1Jtilús.
ebrero.
1 J¿¿év.
2 ViÚ.
San Cecileo obispo 'l1la1·ti'l·.
1'1' La Purijicacion ele Nuestra Scfio(a.
~------~-------------------------------------~
aitl:!:10l2.l:!!lQ
~l " Progreso~' de Santiago ha publicado en
.... anos de sus numeros una l\lemoria sobre el servicio
pc:sonal de lo indíjenas y su abolicion , leida
en la seSlOn pública de la Universidad le Chile el
29 de octubre de 1848, por el distin cruido miembro
de aquella 'ustre corporacion D. Hipólito Salas.
El autor del escrito citado, empieza por hacer
una reseña. sobre el espíritu que domina.ba en
Europa, y sob~'~ todo ~~, España, e~ ]0. época en
que se establecío el serVICiO personal o encomiendas
de los indios. Señala este spíritu como una de
las cau as de aquella b:Ít'bara costumbre; indica
las demas cau.sas que contribuyeron ;i e tablecerla;
traza en seguHla el cuadro de los inmensos sufrimient0s
que causó aquel malhadado sistema á las
nurne~osas tribus de_ indios q~e subyugaron los
conqUlstadores espanoles, pomendo en se'fuida á
la vista los numerosos y fu~rtes obstáculos bque las
~():;t umbres, las. p~'eocupa clOnes y sobre todo los
Intereses pecuniarIOs de los encomenderos oponian
ri la abolicion del servicio personal que ta;tos males
(':\l!Fú.Oil nI ), i ', ;m11idi.eJ'dt. 1 ' ."1.
tribus no sometí<1us, que sostenían una O'uerra esterminadora
con los españoles, prefirie~do ser destruidas
ántes que correr la suerte de las ya sujetas'
deduce naturalmente de esto, lo árJuo de la em~
presa de dar libertad a los indios esclavizados
por los e.ncomenderos y los esfuerzos y sacrificio;
de todo Jénero que fueron necesarios para consecruil'
tan humanitario fin. o
La obra. basta. este punto ,~a sido desempeñada
con un. aCJerto dIgno de eloJIO; su estilo es lleno
y n~rvlOso, y sus ra,zonél:mientos lójicos.
SIgue despues la hIstona filos6ficamente razonada
d~e. los medios e~pleados par~ conseguir la aboltclOn.
de la esclaVItud de l?s mdios; y habiéndonos
pareCIdo esta parte la mas mteresante y curiosa del
i,mportante documento que nos ocupa, presenta'mos
a nuestros lectores algunos de los trozos que mas
nos ban llamado la atencion.
Naturalmente fijará la atencion del lector una
observacion, que entre otras bace el ilustre autor
de la Memoria en cu~stion, y que ha fijado la
nuestra. Esta observacIOn es la poderosa influencia
que, los principios ase~ta~os y defendidos para probar
los derechos de los mdlOs á su libertad, tuvieron
en el desarrollo de los que motivaron la independencia
de Chile. En efecto todos los argumentos
hechos por los defensores de la libertad de los indios
eran lójicament~ aJ~r~ciables á la libertad del paí~
entero; estos prmclpIOs proclamados tantas veces
deben seguir la marcha de todas las doctrinas es
decir: que naciendo en la cabeza de los hombres
pens~dores, se ,:,a? jeneralizando hasta que llegan á
d.ommar la OpmlO? de una corporacion de una
cmdad, de una naclOn; en fin, del mundo entero si
un principio mas fuerte no los destruye ó los detie~e;
cosa que no puede suceder á los principios que
poseen la verdad, porque la verdad no se detiene ni
puede ser destruida.
Much~ razon tiene pues, el distinguido Sr. Salas
para d~Cl~ que los ~randes abogados de la libertad
de los mdlOs en. ChIle, sembraron la primer semilla
del árbol de la lIbertad en aquella República hermana
nuestra, y mui justo es como lo obse;va el
autor ~itado , qu.e se consagre un recuerdo á la
memona de esos· Ilustres campeones del cristianismo
que llegaron á la cima de la O'rande obra de l~
liber~ad. de los indi.os, poniendo ~l mismo tiempo
los CImIentos de la mdependencia de Chile.
intereses particulares con los planes de la corona y
el si::;tema de los conquistadores, para estingt.irlo,
era preciso echar mano de elementos poderosos, y
de remedios que tuviesen analojía con la naturaleza
del mal que trataban de evitarse. ~ undados en
esta máxima los apóstoles de la libertad indíjcna
se lanzaron á la arena del combate llenos de
caridad y jeneroso desprendimiento. Opusieron
desde luego el brillo de estas virtudes al egoismo
de los encomenderos, y convencidos de que la
avar~c~a y e.l interes eran los grandes apoyos del
~erl1lClOSO, Sistema, comenzaron su propaganda civilJzadora,
destruyendo con sus ejemplos Jos funda mentos
de la inveterada costumbre. Dieron ántes
que .otr? alguno, en la capital del reino, la libertad á
los .mdlOs de encomienda, y sin intimidarse por la
~.abla de s:us 1 erseguidores, llevaron á las pobres
chozas ddl inuíjena los santos consuelos de la
caridad. En nombre de esta celestial virtud se
llamaron al tribunal de la razon los actos de crueldad
del j~~lUmano ~presor, y con la cariJad ,.. se pro~~
nCI? ~l fallo Irrevocable tle reprobacion de sus
ll1J usttclas,
Ellenguaj~ de Io~ hechos era el que podia causar
l~a~ hondas ImpreSIOnes en los partidarios del serVICIO
p er~ona l, y los h('clll)~' se l'C 1lrodujeron ~ n
'ditereutéSmaneras, ora repi:o b~md o sm emboso las
viole~cias del encomendero, ora proclamando con
entuslaSm? .los fueros de la libertad, ya invocando
en su auslllO las tremendas sanciones de la Divinidad?
y y"a declarando indignos de la proteccion
del CIelo a los, fautores de la esclavitud que entrañaba
el sistern~ de opresion.
Estas tent ti sf~Iices llegaron hasta la Metrópoli
llamando 1 ate ClOn del monarca y del Consejo
de Indias, s bre S desenlace y resultados. Hubo
sobrada prt encia en los defensores de los indios
para arranca de oberano, p~ovidencias protectoras
de s?,s acert~das c?~binaciones, y se llegó á persuadIr
que sm la InJente suma de trescientos mil
peso~ anuales, e~pleada en el sosten del ejército
espa~o.l, la conqUIsta pr?speraria en Chile bajo los
auspl~lOS de la paz y S111 el uso de los medios de
coaCClOn y de violencia. El interes de la corona
e~timulado, con .ta~ halagüeño pensamiento entró,
sm ~dvertIr1o sIqUlera, en los mismos pl ... nes de
lo~ libertadores d.el, pueblo esclavo por las encomle~~
as y el serVIClO personal. Suspendiéronse las
hostIlIdades en el territorio araucano y dando en
prn,eba ~e la si.nceridad de las prou'tesas de ~az,
la hb~r~a inevitables y ". irafhs al
•• mismo sistema no lo nubleran hecho abortar (2)."
~arraré los bechos que comprueban estas observa-
CIOnes. .
. ~alazar, Diego de Torres y el P. Luis de ValdJvla,
fueron los ínclitos varones que acometieron
en Chile la empresa inmortal de abolir el servicio
personal de los indíjenas (AÑO 1604). Profundamente
conmovido el hidalgo portugués 1). Juan
~e Salazar por l. as .crueldades que ejercian los l'spanoles
c?n los lll?IOS de encomienua, concibió el
pensamiento sublIme, y form6la resolucion jenerosa
'de ~onsagrar su vida, sus trabajos y sus caudales al
arnesgado proyecto de negociar en la corte de
Madrid la libertad del indíjena. Con este objeto
emprendió un largo y penoso viaje á España' y
postrado á ~os pies del monarca, le presentó div'ersos
memonales, todos con el objeto ue outener la
estincion del servicio personal. Pero el real Consejo
de Indias poco caso hacia de las reclamaciones
de los amigos de la humanidad, y si por fortuna
Salazar no hubiera encontrado en la corte de Madrid
al benemérito P. Diego de Torres, primer provincial
de los Jesuitas de Chile, los acentos de su
patriotismo y desinteres habrian quedado confundidos
con el eco apasionado de los cortesanos
aduladores de la corona. El P . DieO'o de Torres
se avergonzó de que un seglar diese etprimer paso
en la ~auera de la .libertad de los indios, cuyas
necesldades la candad llamaba á socorrer" le
,alentó sin embargo en la empresa, le recomendó á
sus amigos, y estos tuvieron una maña para que al
fin de dos años de espera y sufrimientos los reclamos
de Salazar obtuviesen favorable despacho del
monarca(AÑo 1606). "Resolvió S. M, dic" Lozano
que, para remediar las vejaciones y servidumbr~
de los indios de Chile, se instituyese en aquel reino
una real audiencia (3)." Pudo ser un desacierto
q~e la " Corte de España . fiase á, la pluma la f(olu:
ClOn del problema que hasta entonces seO'uÍa resolviendo
la espada;" pero ello es verdad qu~ "el paso
del tribunal de Santiago en su nue~a carrera y
aun ántes de haber tomado asiento en su estrado
fué la sup~esion del servicio personal de los jndio~
de, ~ncolmenda, co~tra cuya supresion protestó
enp.rJlcamente el cabIldo (4)," y las cosas habrian
!om.ado. un jiro conforme al objeto primordial de la
mshtuclOn de aquel supremo tribunal si alO'uno de
sas informes no se bubiesen estrenado' contr~ ob. táculos
insuperables. la tenaz resistencia del cabildo.
(1) Carta del Padre Luis de Valdivia al Padre
Provincial Diego ele T01''J·CS.
(2) JlI. Gay, Hist. de Chile, tomo 2. o
(3) Real cúlula ele 21 '1ll,O.'rzo ele lG06.
(1} ¡JlI. GtL?J, ¡listo de, CJ¿ilc, tomo 2 o cap. :--
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
. Sa]azar gastó todos sus capitales en la consecucion
del grandioso proyecto que su atrevido jenio concibiera,
y embriagado con el gozo de ver coronados
sus esfuerzos con el establecimiento de la real
audiencia en Chile y el nombramiento de un visitador
jeneral, para que de acuerdu trabajasen en
la estincion del servicio personal, no pensó ya
sino en saborear en secreto los felices resultados
de iniciativa feliz sin cuidarse de los peligros.
N o obstante, lleno de entusiasmo por el triunfo
de la santa causa, aceptó el cargo' de juez comisario
para desagraviar á los indios y a~olir el
servicio personal de las provincias de Cuyo, que
á su aptitud notoria é incontrastable celo confió la
real audiencia de Santiago. Fiel á su comision,
y mas que todo á sus convicciones, marchó de
frente contra los abusos de los encomenderos, los
combatió en todas direcciones, y al fin sucumbió
en la lucha, á consecuencia talves de algun oculto
veneno, segun las circunstancias de su infortunada
muerte (5), La real audiencia, entre tanto,
continuaba su mision libertadora, y es digno de
notarse, como un hecho remarcable de nuestra
historia, la série de providencias libradas á favor
de la libertad de los indios por los presidentes
que salieron de su seno. .
La sangre de los mártires de la libertad es una
semilla fecunda del patriotismo. y si la cruelclad
cuenta sus víctimas por el número de sus actos,
tambien el sacrificio de estas halla dignas simpatías
en las almas nobles y jenerosas; y tal fué
el resultado del desgraciado fin del magnánimo
don Juan de Salazar. El obispo don Frai Juan
Pérez de Espinosa, á imitacion del venerable
Marmelejo, "primer cura, primer vicario y primer
obispo de Santiago (6)" tomó parte en la contro-ersia
y en una junta de las personas mas acreditadas
del pais por sus talentos y virtudes condenó
el servicio personal que les importaban las
encomiendas. A la sazon, el jeneral de la Compañía,
Claudio Aquaviva, daba órdenes terminantes
y es presas para que en las casas de residencia
de Chile se pusiese en libertad á los indios de
encomienda. El P. provincial Diego de Torres
era la persona encargada de ejecutar los mandatos
de aquel jefe, y para preparar la opmion en
una causa que no podia dejar de tener tenaces
opositores, cuidó de premunirse con los dictámenes
de los varones doctos y de conciencia de
aq uella época. Antes de pisar el territorio chileno
quiso, en cumplimiento de las órdenes de Aquaviva,
oir el parecer de los teólogos residentes en
la ciudad de los reyes, y convocándolos al efecto,
despues de sérias y detelüJas discusiones, se resol ..
vió, que el servicio personal era contr~rio á todo
y por consiguiente que debia abolirse(ANO 1608).
Se tuvo presente en esta consulta las opjniones
que en diferentes tiempos habían emitido en el
propio sentido los hombres mas distingoidos de las
corporaciones relijiosas. Descollaban entre ellas
las del lllmo. Sr. Loaisa, primer Arzobispo de
Lima, y ornamento ilustre de la órden de predicadores,
las del profundo teólogo Gil Gonzáles de
san Nicolas, miembro de la misma órden, consignadas
en el escelente tratado que publicó sobre
el particular en 1559, y finalmente las respuestas
que en 1598, dieron en caso idéntico todos los
lectores de san Francisco y de san Agustin. El P.
Torres, no satisfecho con el voto unánime de los
maestt'Os de las ciencias sagradas del Perú, en su
tránsito por la villa imperial de Potosí, añadió á
los preciosos documentos que traia consigo la opinion
de los PP. del convento de santo Domingo
y de los de la residencia de jesuitas. Todos de
comun acuerdo convinieron en que el servicio
personal de los indios era la verdadera causa de
su destruccion, del atraso de las gobernaciones,
y de la ignorancia de sus habitantes.
DISCURSO
pronunciado por M Montalembert en la Asamblea
Nacional, en la discucion del artículo de la constitucion
sobre las libertades.
(Continuacion) .
Rai una cosa cierta, no llegareis al cabo únicamente
por la fuerza. El mal, todo el mundo debe
reconocerlo, está en esas doctrinas hoi populares.
. Los millares de fusiles que están cargados hace
tres meses, contra la República y contra la sociedad,
están, como se ha dicho otras veces, cargados con
ideas. l\1ui bien. tCuales son las ideas que teneis
que oponerles? Hé aquí la cuestion, no conozco
nada mas grave.
Si fuese preciso aun insistir sobre la imposibilidad
de evitar este peligro moral por la fuerza,
por la fuerza mas legal, por la fuerza mas lejítima,
la mejor dirijida, la mejor combinada; pero Dios
mio! yo os citaré una palabra de aquel que ha
tenido en mas alto grado el jénio de la fuerza; de
Napoleon. Escuchad lo que decia Napoleon precisamente
en lo mas alto de su grandeza, y á
quien lo decia? al gran maestro de su Universidad,
(5) Lozano, Hist. de las 1nisiones lib. 5.°
(6) M. Gay, Hist. de ClLile.
EL
á aquel á quien habia recurrido para dirijir la
intelijencia de su imperio:' "Sabeis Fontanes, lo que
admiro mas en el mundo? es la inlpotencia de la
fuerza para fundar cualquier cosa. No hai sino
dos potencias en el mundo, el sable y el pensamiento.
• •• A la larga el sable es siempre batido
por el pensamiento. (Sensacion prolongada).
Re aquí, señores, lo que decia N apoleon en el
año mismo en que organizó la Universidad, (1808)
al jefe de la Universidad, y yo creo que esto basta,
para hacer sentir el lazo íntimo que une el órden de
ideas en el cual yo me coloco, á la cuestíon misma
. de la enseñanza.
Así pues, segun el hombre del sable por escelencia,
el sable es siempre batido por el pensamiento;
y vuestro sable, es decir la espada de la
República, sean cuales fueren las manos jenerosas y
gloriosas que la lleven; cualquiera que sea la
fuerza con que vosotros lejisladores, vosotros representantes
del pueblo soberan(),los que esgrimís esta
espada, ella misma será impotente, si no teneis las
doctrinas, las ideas, eso que el Emperador llama un
pensamiento, para oponer á las ideas, á las doctrinas,
al pensamiento que os amenazan. (Movimiento
prolongado en sentidos diversos).
Yo bien sé que no nos faltan, como lo dije hace
poco, novadores mas ó ménos atrevidos que dígan
que ellos tienen doctrinas que harán la salud de la
sociedad que curarán sus malf\s. Pero no conocemos
esas doctrinas ó al ménos no las hemos visto en
acciono
Es preciso que se nos dé tiempo de aguardar
á que esas doetrinas estén de acuerdo entre sí, que
hayan fundado alguna cosa práctica, durable, séria
en Europa ó en América, y entónces se po,lrá
escucharlas; se podrá señalarles un lugar en la
sociedad y en la lucha que yo indico. Pero hasta
entónces estoi obligado á mirarlas como sino existiesen
ó como impotentes. Y como la sociedad
no puede esperar sin respirar y para ella la respiracíon
es la fé, cierta fé relijiosa y social sin la
cual nil1guna sociedad ha vivido hasta el presente.
¿Qué remedio, os pregunto de nuevo, teneis que
oponer á este pensamiento del mal que nos amenaza?
Yo lo declaro francamente no conozco otro que
el viejo espíritu cristiano que, hasta el presente, ha
hecho -vivir la sociedad francesa y la sociedad
europea. y notadlo bien, no pido para este espíritu
ningun favor, ningun privilejio, nada que no debiera
ser concedido con igual título á cualquier otro espíritu
nuevo que viniese á presentarse en nuestra
sociedad y que nos trajese la luz que necesitamos.
y aquí" yo me dirijiré aun á algunos de los oradores
de los que mas se han avanzado, á los mas
novadores,á los mas'rutopistas'que hemos oído aquí,
frente á frente de aquellos que han señalado, no diré
con mayor acrimonia, pero con la mayor enerjía,
los males de la sociedad actual, y les preguntaré,
si ellos no tienen ó no tendrán. algun dia necesidad
de una doctrina Ó de una fuerza moral diferente de
la que hoi los anima.
Yo estoi de acuerdo con eH g bre muchos
puntos, sobre la miseria Gel pue o, s bre la impotencia
absoluta del Gobierno para irijir. para
reformar, para purificar el espíritu del ueblo, sobre
la influ encia deleterea de la 1 us ia en cierto
sentido; sobre muchos de estos puntos estoi de
ocuerdo con ellos; admito la realidad de muchos de
los males fIue ellos señalan. Pero no estoi de
acuerdo con ellos ni en los principios ni en los
remedios.
Ellos nos han hablado en lenguaje mui elocuente
del estado deplorable de las poblaciones manufactureras
de la Francia. N os han hablado de ese
aire viciado que respiran nuestros obreros en las
manufacturas; nos han pintado esas jeneraciones
enfermizas, débiles, miserables que se levantan por
todas partes sobre el suelo industrial de la Francia.
Pero hé aquí lo que yo les pregunto: cuando por
una · reparticion de la propiedad tal como la meditan,
ó por todas las medidas que han propuesto, que
no so en el fondo sino medidas puramente financieras
y materiales; cuando hayan remediado todos
los males que nos han señalado. ¿Creen que
entónces habrán hecho alo una cosa grande y durable
para la sociedad? N os hablan del aire viciado
que respira.n nuestros obreros; pero no saben (y
aquí yo os conjuro á creer que estoi mui distante
de querer decir una palabra amarga, insultante,
dolorosa para ningun frances) pero les pregunto si
al lado de ese aire viciado no hai corazones profundamente
viciados por la incredulidad, por la
inmoralidad; les preguntaré si las jeneraciones están
únicamente reducidas al estado que ellos pintan
por el mal indu.strial, por el mal material~ les preguntaré
si el mal moral no tiene alguna parte
en ello.
(El ciudadano Corbon hace una señal de asentimiento).
y la aprobacion con que me honra en este
momento. M. Corbon nuestro colega, quien sabe
mejor que ninguno lo que debe pensarse de la
poblacion obrera, me prueba que no me he engañado
indicando al lado del mal matecia], que ellos han
justamente señalado, otro mal mas profundo, mas
radical, mas doloroso y que ellos no curarán aun
con los remedios que han propuesto. (Aprobacioll
sobre muchos bancos.)
Así pues, señores, me dirijo á las dos grandes
divisiones de este pais, á los conservadores y á los
novadores, á los propietarios y á los proletarios y les
digo, á los unos: tratareis en vano de defender lo
que yo quiero defender con vosotros en tanto que
n~ tengais una fuerza moral que os falta, una doctrm.
a saludable que oponer á la doctrina enemiga;
y dIgo á los otros: aun cuando vencierais vuestra
victoria seria estéril, monstruosa, detestable si no
traeis á esta sociedad enfel'ma una doctrina que
pueda consolarla y curarla moralmente.
Pero aquí se me responderá tal vez: tenemos esta
doctrina, tenemos el gran remedio de la instruccion
de que se trata precisamente en el artículo que
vamos á debatir; tenemos la instruccion dada por
el Estado.
Mui bien, sí, es verdad, hace cincuenta ó sesenta
años q ue ~l Estado se ha encargado de dar la
ensenanza a este pueblo de Francia; se ha encargado
de ello casi esclusivamente (dejo á un lado
una escepcion que podreis señalarme tal vez, la
ecepcion de los seminarios destinados á formar el
clero). El Estado solo se ha encargado hace cincuenta
años de dirijir la enseñanza y la instruccion
en Francia. ¿Cuál ha sido el fruto de sus esfuerzos
des pues de cincuenta años?
g:a
COLABORADORES.
¿ como ESTAMOS? Y ¿ como ESTAREMOS?
Entra uno en una casa y la encuentra toda en
alboroto. Divididos en grupos los de la familia se
insultan á gritos, y á gritos tales que, los oyen los
vecinos: cual le dice al otro ladron: cual le dice á
este, borracho; el de mas allá trata á este de tartufo,
al de mas al1á de adulador, de asesino &c. Le
amenazan y parece que ya llegan á las manos con
los ojos saltados de ira rechinando los dientes y
con los puños cerrados para herirse. • •• Esta casa.
es un infierno, dice el que entra, porque si se ha
de creer á cada uno de los que gritan, todos
son malvados. ¿ Qué es esto? ¿ De qué se
trata? "Se trata, le contestó uno, de elejir una
persona de entre esta familia, para que la gobierne
en paz y la haga progresar .••••
Cualquiera, en vista de tal escena, y al oír tal
respuesta, creeria que aquellos alborotadores eran
unos locos furiosos, y el de la respuesta un loco
pacífico.
Pues este es el estado de la Nueva Granada el
dia de boi. Todos lo están viendo: y el estranj~ro
ue se aparezca en la capital de la }tepública en
las actuales circunstancias, al leer los papeles públi.cos
y observar á las jentes, no verá ni oirá sino á
una multitud de locos, y tendrá que preguntar, de
qué se trata. Le contestarán que de elejir un
Presidente; mas él se pasmará con tal respuesta
porque, lo que oye y ve á nada conduce para ventilar
una cuestion eleccionaria.
Sin embargo, es preciso observar que si todos
se insultan, unos lo harán con mas atrevimiento
y acrimonia que otros.
Cualquiera que sea el resultado de la eleccion de
Presidente, nosotros divisamos un pOTvenil'"siniestro;
porque no es posible contar con la paz y el órden
segun la exaltacion de los ánimos. Solamente hai
un medio para evitar los males futuros, y es el
único que puede salvarnos. Este es el de hacerse
resolucion firme de aceptar con . resignacion el
. majistrado que constitucionalmente salga electo, sea
el que fuere .de los tres, que deben entrar en la urna
eleccionaría, y obedecerle y sostenerlo fielmente.
Pensar de otro modo, es perdernos para siempre y
y dar un escándalo vergonzoso al mundo civilizado:
será dar la prueba de que no tenemos virtudes;
será demostrar que no merecemos ser libres.
Por nuestra parte asi lo tenemos resuelto. Trabajaremos
por uno de los dos candidatos conservadores,
miéntl'as haya tiem po para trabajar; mas no del
modo que repugnamos; pero si la eleccion recayere
en el tercero, cumpliremos fielmente con nuestro
propósito.
Nc- por esto queremos decir que, si"'la conducta
del nuevo majistrado llegare á ponerse en contraposicion
con las leyes para convertirse en un déspota
(cosa que no hará ninguno de los tres) debamos
de pormanecer en silencio. No; porque esto sería
remtnlúar á. la libertad; sería autorizar el despo_
tismo. En este caso, nuestro deber es denunciar á
la nacion los abusos del poder por medio de la
prensa, re petando, emperq, la razon y la decencia;
y cuando esto no baste, 1:: Constitucion arregla el
modo, y suministra el medio para remediar el mal.
Nosotros no preconizamos el rlerecho de insurreccion,
porque á mas de ser esto una fuente abierta
á Jos abusos de todos los hombres y de todos Jos
partidos y de consiguiente perjudicial para todos;
la historia muestra que cuando el verdadero caso se
presenta, los pueblos saben usar de ese derecho
sin que se les haya inculcado como dogma político.
Si el futuro Presidente, sea el que fuere, arregla
su conducta á la le! y respeta )@s derechos y garantías
de los ciudadanos como creemos que 10 hará;
por lo demas relativo á Jos actos secundarios de su
admillistracion y que estén en sus atribuciones, efl
preciso quo nos resolvamos á tolerarlos, aunque no
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ii
sean de nuestro particular agrado, porque es imposible
que el que manda haga todo á gusto de todos.
Tolerar los disgustos y aun los males secundarios
que nos proporcione estas cosas, es patriotismo;
porque mayores males traen al país los trastornos.
La Nueva. Granada en revolucíon por cuatro
meses sufre mas que con una mala presidencia de
cuatro años, porque los males de una mala administracion
duran tan solo este perí~do, y los de la
anarquía son eternos si no es que se echa mano al
despotismo de uno solo que es el único medio que se
~onoce para tal mal.
Allá iremos á parar si en esta ocasion no somos
cuerdos prefiriendo la paz y el órdcn á todos los
demas interesos que se atraviezan en la cuestíon
eleccion aria.
Tales son nuesfros principios; y de ellos no nos
~e pnrarémos jamás.
E .1.-
Quel est done le role partieulier des
femmes dansce monde ci? Selon nous,
elles sont appelées á perfeccioner la
vie privée dans les limites imposées
par la loi de Dieu. Ceci s'applique á
toua les états.
Mme. Necker de Sausm·e_
Hé aquí una materia bien digna de ocu par á los
hombres pensadores que se interesen de veras por
el bien de su pals. La educacion de las mujeres
merece en nuestro concepto, mas atencion de la
que se le consagra, no entre nosotros, pero aun
en paises mas civilizados que el nuestro. Creemos
que la misio n de la mujer es mas elevada de lo
que comunmente se piensa si ha de juzgarse por el
cuidado que se pone en su educacion. ¿Merecerá
por ventura. mas atencion la educacion de los
hombres que la de las mujeres? Cuestion es esta
que no nos atreveríamos á resolver afirmativamente.
El destino particular de la mujer en este mundo
es, segun Mma. N ecker de Sausure; perfeccionar
la vida privada, dentro de los límites impuestos por la
leí de Dios La profunda y brillante escritora
que hemos citado prueba mui bien su asercion en
su inmortal obra sobre" La educacion progresiva,"
obra que seria de desearse que fuera mui estudiada
en nuestro país por toda clase de personas y principalmente
por los que se ocupan de la educacion
de la juventud.
Nosotros estamos de acuerdo con la opinion citada
y damos por lo tanto una importancia inmensa á
la buena educacion de esa interesante parte del
jéner I humano; de esa gura tierna e la mfancl ,
ilusion consoladora y halagueña de la juventud,
amiga tierna y sincera del hombre en la edad
madura y su apoyo y consuelo en las enfermed des
y en la vejez. En efecto, ¿ qué influencia no puede
ejercer una mujer sobre sus hijos si es madre, sobre
la juventud cuando á todos los encantos de que
con pródiga mano la dotó la providencia se unan
todas las inmensas dotes morales que proporciona.
una educacion bien dirijida? En todos los estados
de la vida iiene la mujer una no ble é importantísima
mililion social que llenar; mas por desgracia
parece mui jeneralla preocupacion de 'que la mujer
en este mundo, no tiene mision alguna que cumplir,
s ino es esposa y madre de familia y esta preocupacion
es, en nuestro eoncepto, mui perjudicial
para la educacion de la mujer, pues que la edueaeion
basada sobre ese falso principio se ocupará
de hacer solo buenas esposas. Dará á muchas
mujeres cualidades que tal vez no llegarán á poner
en práctica nunca, pues una gran parte de ellas no
se casan y es grande tambien el número de las
viudas. Siendo esto así y no pudiendo ser de otra
manera, ¿ no está probando el hecho mismo que
por mas imp·ortante que sea la mision de esposa y
de madre de familia, debe tener otras la mujer en
en cualquier estado en que se encuent e? Bien
claro nos parece que sÍ) y como seria dema~iado
largo el exámen de las diferentes circunstancias en
que puede hallarse la mujer para conocer la mision
que en cada una de ellas está llamada á ejercer
en la sociedad, nos ocuparemos ahora de la que
en nuestra opinion; toca á las no casadas, tratando
de demostrar como pueden ellas contribuir á la
perfeccion de la vida privada. De ninguna manera
nos anima la presuncion de creernos capaces de
desempeñar cumplidamente tal obra;pero nos lic:;onjea
la esperanza de que atendida la vital importancia
del objeto, sujetos mas capaces se ocupen de esta
cuestion mucho mas interesante para el país que
las traqueadas y enojosas discusiones políticas.
Imajinaos una de tantas mujeres como existen
en el mundo en quienes á la lozanía y gracias de
la juventud se juntan mil instintos jenerosos del
corazon y mil dotes preciosas que pueden adornar
su alma; ella posee la delicada sensibilidad que es
puede decirse innata en su corazon, ese entusiasmo
jeneroso por todo lo que es noble y bello, esa fé
instintiva en ella que la hace capaz de tantos
sacrificios heróicos, esa caridad que no le permite
ver los sufrimientos ni aun en los irracionales sin
tratar de aliviarlos, haciendo que se considere desgraciada
cuando no puede hacerlo; llamad á vuestra
memoria todos los atractivos que puede reunir una
EL rACIO
j6ven y uecidnos despues: ¿ será cierto, como se
cree jeneralmente, que ella esté destinadll únicamente
á buscar un marido? ¿Conviniendo en esto
no seria preciso convenir tambien en que, si como
tantas veces sucede, esa jóven no llega á ser esposa,
tantas bellas cualidades habrian sido inútiles acá
en la ierra ~ ¿No habria ue ser forzoso suponer
en tal caso, que la mision de tal majer habria sido
la ue una flor que adorna un dia la linda cabeza
de una jóven y perfuma por pocas horas una sala
de baile? ¿Y, no seria en fin, forzoso confesar
que la providencia habia creado una multitud de
perfecciones y de encantos inútiles? Pero se nos
dirá que si no es la aspirar á ser esposa y madre. iCuál
es, pues, la mision de la mujer jóven sobre la
tierra? ¿Cómo puede de otro modo, contribuir á I
la perfeccion de la vida pri vada 1
He aquí nuestras ideas sobre este punto:
Toda mujer ejerce una influencia mas ó ménos
grande sobre todos los hombres; pero muí especialmente
sobre los jóvenes; estos ponen todo su conato
en agl'adarlas, ningun móvil ejerce tan poderoso
imperio sobre su corazon; una sola mirada basta á
veces para obligarlos á una accion heróica y si
decimos que la voluntad de la mujel' decide de la
del hombre, no exajeramos. Bien pues, supongamos
que las jóvenes han meditado sobre todo
esto, que conocen su mision; que su educacion ha
sido bien dirijida para perfeccionar la vida privada,
en fin que es tal cual debe ser segun lo que queda
dicho. i No podrán influir poderosamente sobre la
conducta moral; sobre todo de los j6venes y llenar
por este medio su importante mision en la sociedad ~
Suponed uno de esos Lovelaces que destituidos no
solo de los sentimientos relijiosos sino tambien de
toda idea que suponga un poco de jenerosidad y
delicadeza; uno de aquellos, por desgracia tan comunes
en nuestros dias, que creen que pueue serse
honrado solo con pagar puntualmente sus deur1as y
que en naua piensan ménos que en que sea indecoroso
y villano engañar con mentidas promesas á
una jóven incauta; de esos que piensan que Dios,
si creen en él, hizO' el mundo con el único y esclusÍvo
obj to e que ellos se arrastraran en el hedionuo
fango de sus inmundos vicios, cual se hace una
pocilga para cebar á torpes brutos; de esos en fin,
que propalan sin embozo que todos los hombres son
malvados; todas las mujeres, cortesanas; todas las
prácticas relijiosas, fanatismo; todo acto de piedad,
hipocresía; todo principio de órden, servilismo; y
toda civilidad bajeza. ¿ Cuál sería 111 conducta de
jóvenes como las que hemos supuesto, respecto
de hombres tales 1 Bien claro parece que seria lo
que debian hacer. Jamás admitirian en su sociedad
'esas-p rsonas , manill.; ~tarian siempre que la ocasion
se ofreciera y con el tino que para tales casos
tienen, que improbaban su conducta, su mano no se
mancharía con el tacto impuro e la de esos entes
viles, se desdeñarian aun de asp>irar el aire pesti
lente que ellos respimsen. Y entónces cuántos de
esos jóvenes que llingun freno pudiera contener,
volverían sobre sus pasos! Cuántos de 1GS que estuviesen
ya al borde del abismo retrocederian espantados
al contemplar la tormenta que crujia ya
sobre su cabeza! Hé aquí nuestro concepto, la
opinion pública que mas se necesi~a en un país, la
que debia tratar de formarse con mas empeño. Un
t ·ibunal fermado por jueces cuyos fallos serán aca
t~dos por todos.
Quien duda de los sacrificios de que seria capaz
el jóven por ser estimado de esos SE.res que llenan
su corazon de felices ilusiones y de sentimientos
jenerosos! Cuál seria su dolor teniendo que carg~r
con su desprecio!
Esw en éuanto á la moralidad. Otro tanto poCtria
influir la mujer en la cultura del entendimiento de
los jóvenes. Si uno de esos jóvenes que bajo el
vestido de un hombre civilizado encierran toda la
ignorancia, la estupidez y la grosería dignas de un
hotentote ó de un caribe, no fuera mirado en la
sociedad de las seííoritas bien educadas del mismo
mode que el culto é instruido, ó mas bien si el
primero no tuviera entrada en ella. ¡C ánto no
seria su empeño por in truirse y pulir sus maneras?
Por las pocas ideas que dejamos apuntadas, se
vé bien lo estenso de la mision que la mujer puede
ejercer en la sociedad si Sil educacion es bien
dirijida. tCuánta es, pues, la importancia de un
establecimiento en que se puedan educar los jóvenes
bajo tales principios que las pongan en actitud de
de perfeccionar la vida privada en cualquier estado
en que se encuentren! Cómo podrá esprasarse
debidamente la importancia del servicio que presta
á la sociedad el que ponga los cimientos de la
importante obra de educar á las mujeres de una
manera digna del influjo que estas ejercen en la
sociedad! Pues bien, toda la gratitud á que es
acreedora tal persona,]a merece, en nuestra opinion,
la estimable señora. Sista Ponto n de Santander.
Habiamos oído hablar del proyecto que tenia la
señora Ponton, cuando fué enviado para su publicacion
el prospecto del importante establecimiento
llamado" COLE.JIQ DEL eORAzoN DE JESUS,"
y entre muchas ideas muí buenas en nuestro concepto,
hemos encontrado una que creemos er la
que dará la superioridad á este colejio sobre cualesquiera
otro de BU clase. Esta idea es la de traer de
Europa ~eñoras de las que habiéndose ocupado de
3
la enseñanza conocen á fondo los In jores métodos
prácticos que deben empll:!ars ~ para c:ste importante
objeto.
Ardua por demas y espinosa es la tarea que se
ha impuesto la señora Ponton, bien lo conoce ella;
poro el RIma que tiene fuerza para concebir una
empresa diLicultosa, dispone tambien ue l· fuerza de
voluntad y de la constancia necesarias para llevarla
al cabo; el sentimiento relijioso que le inspiró su
caritativa idea, le dará paciencia y perseverancia
para ejecutarla. Si hai algo sobre la tierra que
merezca ser envidiado es la satisfaccion que debe
resultar á quien como la señora Ponton, hace un
servicio tan grande y positivo á su patria. Creemos
no equivocarnos asegurándole que la gratitud de la
Nueva Granada por el servicio que va á prestarle
será eterna; pero bien sabemos que no es gratitud
lo que ella busca, porque personas de sus principios
110 buscan su galardon acá en la tierra; buscan ante
todo el reino de Dios y su justicia, y creemos que
la Sra. Ponton ha acertado con el mejor medio para
c~r. seguirlo.
I~E I \1\111\ 11m
COLEJIO DEL CORAZON DE JESUS.
Un colejio, bajo los auspicios y título dE' 1 Corazon de J esus,
destinado a la eoucacion cristiana y civil de las niñas, me
atrevo por fin a presentar en la patria de mi esposo y mia, para
honrar la respetable memoria del paurQ de mis hijas y sus
constantes votos ¡¡or la ilustracion de la juventud fundada en
la pureza de la moral evanjélica.
Este coleJio es el resultado de mas de un lustIo de pensamientos
y deseos, de meditaciones, ensayos y preparativos,
teniendo presentes y como modelos aquellas casas relijiosas
en donde se educa lo selecto de las jóvenes de Europa, de una
de las cuales ea a aun espero recibir algunas señoras que, me
prometol podrán servir de sólida base para el personal de mi
establecJmi ento.
Atendiendo a las instancias de muchos padres de familia de
esta capital y de otras provincias que habían solicitado que
sus hijl\s fuesen admitidas a recibir educacion en mi casa
desde los primeros ensayos que en ella eBtaba haciendo en
los años pasadosj atcndiendo a que las instañcias son cunstantes
y ca.da dia se aumentanj a que a ellas se hanju.ntado las
anhelosas insinuaciones de personas verdaderamente patriotas
y prominentes en la soe~edad: y atendiendo, por último,
(y omitiendo indicar otras muc:has consideracioJ?es) . a que
me he preparado con lo necesano, he resuelto abnr illl casa
de educacion el día 1. o de Marzo de este año en esta
capital, y dar a los padres de familia la noticia siguiente~
aunque leneral y compendiada, de la educacion que us hijas
pueden recibir en mi colejio y de las condiciones con que en
él será dada.
El objeto de todas las enseñanzas será compunsto: la práctica
cordial de la vÜ'tud cristiana acompañada de los medios y
reC\:lrsos necesarios y útiles a las jóvenes en cualquier estado
y circunstancias a que lI~guen en la sociedad, y corteja~a
de todos los adornos pOSibles que en eUas las hacen apreclabIes,
tl tOQOS t' t.n,. re"¡¡f"<':. y lJÓOI"'1r:s ,>ubordinado yregulados
por la vutudes rehjlOSaS y SOCia les.
A este fin complejo se dirijirá la instruccion que se dará. en
la casa, compuesta de los siguientes ramos:
l. o Lá 1'[oral cristiana en su pureza, y su práctica en el
establecimiento: 2. o Lectura, Escritura y GJamática Oastellana,
frances e ingles: 3. o AritmétÍca adaptada a los cálculos
domésticos )' comune i y estendida a la teneduría de
libros por partida doble: 4. o Nociones de JeometrÍa: 5. o Jeografíá:
6. o Dibujo: 7. o Piano: S. o Canto: 9. o Bordad() en
blanco, con seda, oro, plata, &a. &a: 10 Labores de lana &a~
11 'Costura de toda clase: 12 Flores de mano: 13 La Economía
doméstica en la práctica de todos los trabajos, oficinas y
quehaceres del establecimiento.
La instruccion en los ramos que se han e::;presado se dará.
por el órden y en la manera mas conveniente para cada niña,
de suerte que no sc le retarde la ens ñanza de 10 ramos
ulteriores.
A todas las alumnas se les dará. en el colejio ademas de la
enseñanza indicada: los alimento. y servicio de mesa, de
buena calidad y preparaeion, sin esease? y en la horas correspondientesl
la ropa interior y esteríor, uniforme para todas.
que neceslten para dentro del enlejio y para salir de él; el
calzado; la cama compuesta de catre cortina, colchon, almohada,
y tendido llece, arios; jarra. platon, basinilla, lJeines,
cepillo de dientes, javonera lJlovista, paños de mano y todo
lo necesario }lata ·su aseo y compostura, el lavado, compo icion
y planchado de la ropa y cama; 1 costo de paseo y permanenCHl.
en quinta u otro campo cuando en época de recreaciones
así se determinare; la a í 'tencia del médico dentro del colejio
y las medicinas que hubiere mene"ter si fucoen de mui poca
monta, y si la enfermedad exijiere mayor gasto o dura e mas
de tres días, siempre el coleJlo dará. delltro de él alas enfermas
toda a i ·tenci ~ inclusa la del médico y medicinas
pero lo~ padres pagaran estas se.glm la cuenta que e les
preesentare por el colejioj mesa, aSlento, libros y cuad¡>rflos,
papel para escribir y para. el dibujo; lCtpice!':, plumas, pinceles.
colores para pintura al temple; óperas y toda cJa e de papeles
de música y canto, piano, agujas, sedas, hilo hasta el de oro
y de plata; ba tidores, tambores, y últimamcnte todos los
instrumentos y útiles necesario para aprender todas las cosas
que se les enseñan; de modo que por toda enseñanza y aBi. -
tencia anunciada, en todo el año, com lrendiJo el tiempo de
recreaciones, los padres no tendrán quc pagar otra cosa fuera.
de la pension que adelante se espresará y las cuentas de
medicinas que ya quedan espresadas.
Todo lo que a la niñas se les dé en el colejio, enel colejio
quedará., lo mismo que las obras . qu~ hicieren, sin que tengan
derecho en cosa alguna de las mdiCadas, cscepto el caso de
que la directora convenga en otra cosa y que los padres den
todo lo neccsario para la obra.
Tres condiciones se requieren para que las niñas puedan ser
admitidas en el colejio; I~ prueba . de la. lejitimiJa(! de ~u
filiacion; la de no tener mOl1o. de CIl1C~ ~l ffiél;s de ~~e7. y selS
años, y la de no padecer entt'rm .dad crumca m contaJlOsa.
Seran despcdida.¡; del colejio de una manera pr dente las
que a juicio de la irectora seilll incoTl".ejibles, y aquellas cuyas
pen~ionc s no se en regllcll COIl oportunIdad. .
La pen 'ion que pOl cuda nilia debe pagarse es la de CIento
cuarenta pe.~os ($140) cada ~cis mese. . .
ingnna será. admitida . in qlle haya entregado con antlclpacion
a' lo méno de di. z dif!s, la pensien corr~spond iente a los
primeros sei" meses, DI contmuara en el coleJiO en el eme8trc
que no haya paO"ado con la misma anticipaclon; y si. saliere la
niña á.ntes de l~s seis meseR cualquiera que sea el tiempo que
falta para que estos se cumpla , no ~e devolverá parte alguna
de la pensiono Los 'emestres empezará.n a conlar~e pata cada
niña desde el dia de su entrada en el colejio.. .
Aunque el dia fijado para la apertl ra del olejio s el dla
1. o /le Marzo de este año, podrán ser admitidas e.n él las
niñas que de ~ l)Ue, lo solieil~ten,. y. entranín .apl"en~lend:> 10
que hts corresponda segun la di pOS1ClOIl que traigan, 1Il epe rar
al vencimicnto del alío, porque paya ello tengo tomada!,! 1;\9
providencias convenientes; pero los padres no las ennam.n
sin prévio acueruo con la Directora .• 'porque pu úe sUgeder
que po· algu a e u a 110 sea dúblc rccüll. mil· de lores Cle lan a? las m1smas.
De Co turaa de tOCla clase, las hermanas de la Sociedad
designadas por la Directora.
De .Flores de mano, señoritas Coneepcion y Clemencia
Rodnguez .
De .Economí~ doméstica, las hermanas de la Sociedad designadas
por la DlI'ectora.
VESTIDOS DE LAS :-'IÑAS.
Ca~isas blancas de cuello vuelto y mangas largas.
CotIllas blancas.
Fondos blancos de algodon.
Fondo de bayeta.
M dias blancas.
Zapatos negros.
Trajes esteriores de lana delcrada, uniformes.
Delantales. <:>
Pañuelos blancos para la mano.
J3atas para dormir.
Gorra, chal para salir.
:::l:\l'U aoelal1te ya no habrá aumento,
la cifra del impuesto an ual será la misma hasta el
fall ecimiento del soltero obstinado. Si este proyecto
se auorta sin modificacion, el celibato será
un lujo ruinoso y se necesitaria mucha vocacion,
pertinacia, filesofía' ó pasion para soportar sus
gastos.
Por medio del reemplazo pagado una v ,7;, queda
cualquiera esento del servicio militar; pero no
puede suceder lo mismo con el servicio co yugal.
Aquí no hai reemplazo posible, pues que la alternativa
de asentar p1aza ó pagar el impuesto es
obligatoria para todos los ciudadanos sin escepcion,
hasta para los viudos; porque el proyecto considera
la viudez como una recaida en el celibato, y tan
solo concede al viudo una moratoria, un plazo de
cinco años para volver á casarse, á ménos que no
haya llegado á los 50 años, edad feliz en que se
le permite el reposo y en que se le admite en los
inválidos.
Esta cIaúsula que no se contenta con un primer
tributo pagado al himenéo, parecerá estremamente
dura. En muchos casos seria crueldad poner á
un viudo en la necesidad de casarse otra vez . Un
mozo tiene ilusiones; el atractivo de ]a novedad
puede decidirlo á abrazar su partido; pero aquel á
quien una desagrauable esperiencia haya desalentado,
temerá esponerse mas al peligro y afrontar nuevamente
los aza 'es del estado. U na mujer de
injenio ha dicho: "la viudedad es nuestro -basto n
de mariscal, de nosotras las mujeres." En efecto,
la viudedad es para ellos el matrimonio, ménos el
marido, una posicion independiente, un título con
la libertad. La mayor parte de ellas, cuando ha
llegado allá, ahí se quedan. Los hombres ganan
ménos con la viudez, sin embargo, a1gunos que han
padecido de un modo Ú de otro, casi nunca caen
en la tentacion de hacer nueva prueba. Uno de
esos infelices q'lC se han dejado cojer dos veces
y que otras tantas se habia escapado, estando
restablecido de sus tribulaciones,gozando de perfecta
salud, con ojos vivos, y la tez fresca, esclamaba
con acento medio alegre y medio contrito. "Ciertamente,
no me volverán á cojer," ipues qué,
habeis sido casado~ le preguntó otro.-Sí señor,
aquí donde me veis soi viudo de dos mujeres que
me han hecho morir de pesadumbre." Este no hai
duda que preferirá pagar el impuesto.
Puede suceder tambien que cuando la lei se discuta,
se proponga una modificacion en favor de los
viudos que hayan sufrido infortunios conyugales.
Ellos formarán una categoría aparte y quedarán
dispensados del nuevo matrimonio y del impuesto
cuando puedan probar de uu modo positivo y con
documentos irrecusables, la realidad de su -mala-
#
Ventura y sus derechos al titulo de maridos desgraciados.
No hai mal que por bien no venga, dirán. Y ya
algunos que pertenecen á esta clase diana de interes
y. de reparacion se. e.stán poniendo e~ regla, preVlenU?
lo~ acont~clmlentos. Reunen el legajo de
sus nllsenas y tejen su corona de mártir mientra
que los solteros, privados de estA recurs~, calculan
su presupuesto para saber si tendrán medios de
hacer frente á la contribucion ó si se verán en la
necesidad de pagar con su persona.
Las casas de comercio matrimonial, M. J oy,
Mme. St. l\larc y otras que tienen un surtido completo
de mujeres de todas ralidades tIe todos
colores y á diferentes precIOS, han visto ~n la mocion
de lVlr. ~ortalis, e~ restablecimiento de los negocios
que ~1aCIa a]gun tIempo decaian. El artículo n:atrimomo
se vá .acreditando: las mercancías que han
estauo largo tiempo almacenadas y que eran }¿ueso
van. a- espend. erse f:a' cilmente y , á encontrar coJo-,
CUClon ventaJo~a. Ya llegan los pedidos, los marc.
hantes s~ presentan, resueltos ú proveerse con
tiempo y ant.es de que los urjan las circun::;iancias.
_y ~ tamblen, y por la mi 'ma razon, mucha
s~nontas se hacen las desdeñosas. Una alza dc
CIncuenta por ciento se ha declarado en las acciones
de muchachas casaderas. Las que no tenian e pcr~
n za en. la sem~.na última, ya tienen hoí pret nslOn~
s; qUIeren e1t==!Jlry escudriñar á los pretendientC's:
ellas ~e desquitan de,:u indefinida espera mostrúndos~
a su ve~ desdenosas y acentuando el punto
de InterrogaclOll sobre: ¿Quién es? ¿Qué tiene?
Por 10 que á ellas toca, si tienen todas un dot .
hasta aquella que no ~uent~ con un cuarto, puest~
que ,aporta? en el matnmoDlo á su esposo la econO~
la del Impuesto, que es dinero sonante.
Es.te es el efecto de una palabra pronunciada en
la trJbuna que por haber quedado sin eco en la.
?san~blea n.o ha d~jado de encontrarlo afuera,
ll1spIn1Ddo VIvas aprensiones, pues caminamos sou1"
un terreno en que las palabras qu ~ caen así J'ermin'ul , 1 ' e a veces ae repentf',y pueden producir ricas cosecha
ó matorrales de ortigas.
(Courrier de L' E U1·ope.)
E •
~l dia 30 del co~riente enero, está señalado por
el Juzgado parroqUIal de las Nieves para el remat
de una. casa ba.ia de tapia y teja, cita en el bal',-io
y calle real de las Niev~s frente GÍ la imprenta Jet
Sr. Cuall~, ]a cual esta valuada n la cantidau
de. ~os mIl sE'tenta y cinco pesos (2075 ). Quien
q~llsler~ hacer, postura ocurra al dicho juzgado el
dla senalado a las doce del dia.
ENrI!~ lNtE~E~.
Los SRES. CALIIIEL, profesores dentistas de la
ci~dad de Pal'is, que acaban de llegar á elSta capital.
aVlsan 9ue trae~ una gran cantidad de dientes y
muelas lncorrupttbles, y que las ponen á. precios
mui equitativos, é invitan á las personas que necc·
siten ponerse dientes, que se aprovechen de la per manencia
de estos hábiles profesores dentistas de
esta ciudad.
~os nuevos ~roceder~s que emplean para la colocaClOn
de los chentes, henen una ventaja superior
á todos lo:; conocidos hasta el Jin, por la estraordi ~
aria solidez d~ estos, y su rara y completa semeJanza
con los chentes naturales. No ocasionan dolor
alguno en el momento ni de~pues de la colocacion .
Los Sres. Calme), ejecutan todo lo concerniente á
su pl'Ofesion con una destreza estraordinaria que
asombra á las pel'sonas que están al corriente de los
progresos de este arte. Helcen dentaduras enteras
que sirven para comer como las naturales, sacan
muelas y raigones con mucha habilidad, por un
nuevo método mui sencillo cónocido de ellos solo
en este país: limpian los dientes negros, los dejan
bl.ancos como niove sin que las personas sientan
nmguna ;molestia á las encías: liman, orifican, emploman
dIentes dañados, hacen paladares artificiales,.
hacen desaparecer el escorbuto para siempre: hacen
un elíxir que alivia el dolor de muelas, fortifica las
encías, destruye la fetidez de la boca, deticue el
principio disolvente de la cáries y da á la boca un"
frescura y olor agradabilísimo.
Puede verse á los Sres. Calmel todos los días en
su gabinete, CaIJe de los plateros. casa del Sr.
Cárloa Barriga., yel primer dta de febrero, Calle de
Florian, en los Altos de la farmacia.
¡ Si
Imp. J. A. Cu,al/a.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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