Saltar navegación e ir al contenido principal
Biblioteca digital de Bogotá
Logo BibloRed
Cargando contenido
¿Qué estás buscando?
  • Escribe palabras clave como el título de un contenido, un autor o un tema que te interese.

  • Búsqueda avanzada

Seleccionar

Contenidos y Experiencias Digitales

Filtrar

Formatos de Contenido
Tipo de colección
Género
Idioma
Derechos de uso

Selecciona contenidos según las condiciones legales para su uso y distribución.

Estás filtrando por

Cargando contenido

Se encontraron 40973 resultados en recursos

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 10

El Católico - N. 10

Por: | Fecha: 25/07/1863

., TRIM. ~. BOGOTA 25 DE JULIO DE ~ 865. NUM. ~O. H A.BL EMO S AUN MAS CLARO. ·~ nosotrosla verdad está en laiglesiacatólica.-El Ecuador Som 0s católico~ . a postolico~, romanos.-El pueblo gro- es un país católico. No hai, pues, justicia para calificarlo nádin o todo es catóhco,apotolico romano como nosotros- mal porq1.1e dá a mus obispos el dt>recho de inspeccionar Lo que constituye el catolici.smo es la unidad fundada en la instruccipn que se dá a la juventud. No hai derecho el reconocimiento de la autoridad docente del Papa.- para lamentar el que en un concordato con el Papa se Esa autoridad es infalible para nosotro!! que creemos la convenga en derogar las leyes contrarias a la Iglesia. palabra de Jes11cristo.-Jesucristo dijo a Pedro i en él a Nada mas naturaL-Nada mas natural que conceder al sus sucesores : sobre ti edificare mi Iglesia-~ogaré al clero algumis esenciones : que restablecer el diezmo, con­Padre para que no falte tu fé :-confirma tú en ella a tus tribucion que lüs pueblos católicos pagan con gusto : que hermanos:-Te dad Ids llavP.s del reino de los cielos-Lo autorizar a los dueños de las rentas para hacer arreglos que atares en la tierra, ~erá- atado en el. cielo i lo. que con los ter.1edores de los fin?as que las.pr~ducen. . A los' desatares en la tierra, sera desatado en el caelt~---,-Apaczenta que han dispuesto de los bienes ecleslastlcos, a Jos . que mis corderos i mis ovejas.-Creyendo en tal oráculo, cree- persiguen al clero, a los que quieren descatc.lizar este pais , mos en la autoridad i en la infalibilidad docente del Papa. les causa grima ver que en otra parte: se 1m~oedª de un Creemos en la infalibilidad de la Iglesia, porque el mis. modo contrario.-A los que hacen pasivamente la voltm. mo Jesucristo le asgeuró su asistencia hasta la consu~p- tád de u~ déspot~~ les produce indignacion profunda que cion de los sioolos, prometiéndole que las puerta~ del 111- los catohcos se cman a obeder al Papa. Esto no nos sor­fiemo no pre~alecerian contra ella. Estas son las bases. de prende : P.ero si nos so~pre~de. que aq~í pretendan obligar nuestra te-Nuestra fé descanza en las promesas de D10s. al clero a JUrar sn obedtencia 1 sometimiento a una con s­- Dios no puede engañarnos.-Debemos, pues, obedecer titucion que,aparte de ser contraria a la relijion dominante al Papa.-Los que no lo obedecen, estan . fuera de la en el pais, está de~pedazada po~ los mismos que afectan Iglesia, i fuera de la Iglesia no hai salvacion. sosten.erla. Acab~mdo~e de san~JO~ar no llla~,la diputacion Por eso escribimos para defender nuestra fé atacada. del Cauca protesto contra los mcisos 8. 0 1 9. 0 del art. Amamos nuestra fé porque creemos en Dios;i amamos por 9. 0 , adicionándolos. Se ha estado reclutando violenta. Dios a nuestros semejantes. Esta es la caridad. mente a loe ciudadanos, a pesar de lo dispuesto en el art. El partkio liberal, que hoi tiene el poder, ultraja nue!- 26. Se ha afusilado en el Espinal, de órden de las auto­tra fó. La ultraja porque la deseonoce, porque no eahe ridades, al señur Martin Montealegre, contrariando la agradecer los bienes que a ella debe. Debiera respetarla primera de las garantlas individuales consignadas en la siquiera por política.-Dios es la primera autoridad para Constitucion. el hombre a quien formó. Dios fundó su Iglesia para en- Estos son los hechos con qtte se prueba la señnr al hombre el camido del Cielo. El Cielo debe ser el soberanía nncional a tiempo que se quiere proteetar la término de las as¡Jiraciones dE'l hombre que vive sulo aquí autoridad del Papa como contraria a esa sober&nía.-Para uno s~ pocos instantes para merecer el Cielo sirvi endo a Dios. decir nlgo, para fundar en algo ese odio ciego al catolicis. -La leí de Dios es la primera lei-El declaró que era el mo, se asegura con mucho aplomo que la Iglesia Romana ' pan vivo , i que quien comi ere de ese pan, que es su carne, ha pet spguido i proscrito al jénio, al talento, a las luces , vivirá eternamente. Autorizó a los sacerdotes para con .. al patriotismo i a la rectitud, apagado los focos del pro. ve rtir el pan en su divina carn e, i prometió la vida eterna greso etc.-No hai aseveracion mas contraria que esta al que la coma. Este es el saeramento de que hace burla a la verdad. Solo la ignorancia o la mala fé, pueden hacer el articulo editorial del número 18 d·~ lu Op inion. El es- decir tales inesactitudes. crit or de ese artícul o no es cat ól ico porque si lo fuera, Actualmente est á dando un mentís a estas palabras el sa brí a que no basta la fe para merecer la bienavcrJturanza; Seminario fundado en Roma por el Dr. Eizaguin:e, en c¡ ue tal creen cia está auat<.: matizad a por la Iglesia.-No donde los jovenes granadinos dan pruebas constantes de dir n qu e uuc~ tro~ ~mo er tl utes niegan caprichosamente lo un aprovechamient o sorprendente. " uumiui ~ tra c i un del signo co municante de la gracia, el La Iglesia Romana ha sido siempre la patrocinadora de S;1('ram ento." No se burlaría flSÍ de esa gracia santificante. los talentos, de las luces, de todos los elemento& de rro. l .rls .,acerdotes no ui egan, ni pu ed en negar la adminis- greso. Ya lo hemos probado con hecltQS en nuestro núm. lracion de I<1S sacrumentus a quien los pida con la dispo. 9. 0 ; pero aun c~taremos mas :-"El Tasso, el Dante, e) sic ion debida pai n re<:ibi rlus. No los administran hoi, Ariosto, Petrarca, éuya rica imajinacion les crió alas para p:J rque si los admin istran sin haber jurado su obediencia remontarse a donde pocos jénios han llegado despues, ' al Gobier óo, i a las leyes anticatolicas que se han dictado, feeron protejidos por Papas. Los músicos mas eélebJes, se le s decl arad\ trastmnadores de la paz pública. No los l.os arquitectos, los pintores, han vivido bajo el amparo de administran hoi, t:orque para ello necesitan el permiso la Iglesia i eea misma Iglesia ha producido jénios deseo . de la autoridad civil, conforme al artículo 6. 0 de la lei llantes como san Ansehno que superó a Descartes, sa n anticatólica de 23 de abril, i ellos no pueden someter así _Bernardo que llego a ser árbitro de los destinos de Europa, a la autoridad civil, la Iglesia de Dios. J.os que han San Buenaventura que mereció con razon el tltulo dé Se. cometich el delito de someterla, no son ya sacerdotes en- rájico. Santo Tomas de Aquino que. todavía se cita boí tólicos : el rácter sacerdotal, está impreso en su alma, por los lejisladores mas sabios. Las Universidades donde pem están s arados de la iglesia : son apostatas. se han formado los primeros hombres del mundo científico, Los:que quieren hacer a la república superi'or a Dios.:- han sido fundadas por los Papas o bajo el amparo de Los que quieren que la lei humana se sobreponga a la leí estos. Así la de Oxford, la de Cambridge, la de Padua ~ divina, son rebeldes a Dios_ i rebeldes a la sociedad que re- la de Salamanca, la de Yiena,1a de Mompeller,la de Paría, cbaza aterrada tales pretenciones-Que de raro tiene.pues, etc.-nos cansaríamos ; todas las un ivertidades, todos loa que tales señores mostrándose altamente intolerantes, ca- planteles donde ha podido desarrollarse el jénio, han aido lifiquen con adjetivos odiosos a las autondades de una obra de lo~ Papas .o favorecidos por ellos. reptíblica vecina, porque léjos de perseguir, protejen el Nadie ignora que en los conventos i monasterios se l'e­catolicismo ?-¿ Qué de raro tiene que esos señores, en fujiaton las ciencias en tiempo de los bárbaros.-Nadle fuerza de su manera de entender la libertad, censuren ignora que el Papa Leon X fué su decidido protector i que agriamente lo que hace el vecino en su casa, i quieran in- a él i a los frailes debe el mundo el estar en posesion de vadirla para destruir Jo que ha hecho el vecino ?-Para las ciencias . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CA TOLleO. "El Vaticano ha fulminado rayos contra la mayor parte de los apostóles de la aivilizacion, i en\re las producciones que forman la pájína de oro del espíritu humano, es rara la que no se encuentra reprobada por la Congregacion del lndice." Copiamos estas palabras del mis!llo núm .. 18 de 1~ Opi: nion, para que se vea que aun apela la mcreduhdad a esos cargos vagos, m,il veces contestadus, i contestados .por los hechos. Habíase logrado hacer creer que Galileo babia sido perseguido i juzgado corno he-reje por haber descubierto el sistema planetario. Hoi nadie jgnora gue tal persecucioo i juicio, son una grosera calumnia. El pr0testante- jeuoves Mallet du Pan ha puesto en claro que el astronómo italiano nó fué juzgado por buen astrónomo sino por mal teólogo ; i el mismo Galileo en sus cartas a sus protectores, los embajadores de Roma, contiesa el hecho refiriendo las consideraciones con que fué tratado por sus jueces;i eso que no eran de la Corte de Roma, sino del Santo Oficio. La Iglesia Romana , jamas ha incluido en el Ín· aice de los libros prohibidos sino los romancea obsenos, en que, desfigurando la historia i manchando sus mas her­mosas pajinas se procura hacer amar el vicio i reir de la virtud : en que se hace burla de las cosas santas para cor­romper a la juventud inesperta, o en que se inventan so. fismas impíos que contrarian las leyes de Dios, poniendo en práctica teorías destructoras de la moral que es la fuen. te del verdadero progreso. Si por progreso !le entiende la posesion de la riqueza aunque mal adquirida, la meta. lizacion que hace egoístas i fríos los corazones, no que. remos ese progreso. Ese progreso infernal produce como dice A. Nicolas, "la devastacion de los conventos, la des. trnccion de las basílicas i de los monasterios, la pros­cripcion de las pompas relijiosas bajo el nombre de idola. ttia, es decir, de la elocuencia, de la música, de la pintura, de la escultura, de la arquitectura, la profanacion de los santuarios, el saqueo i la secularizacion de todos los teso­ros espirituales i materiales con que la vida rebji osa ali­mentaba i vivificaba el mundo." Ved, por el contrario, lo que produce la creencia cató. lica:-Hace pocos dias que un niño del pueblo se pre~entó en la casa donde hoi arrastran su vida en la miseria las monjas de Santa Clara , rogo humildemente le llarnaYan a la supriora, i como se le contestara que no podía salir, preguntó a su interiocutora si era monja tambien : "Lo soi, niñito, le re pondió la porter¡¡, que quit>re U? "­dar para las madres, re pendió el niño, este cuartillo que tenia para mi pan ; " i alargó lu moneda que la monja re­cibió conmovida, porque cuando IOJS que Jaa han despojado de sus haberes go.zan i triunfan dejándolas perecer, el pueblo, il pobre pueblo les muestra como puede su com­pacion. La caridad es progreso. Ella hace gozat mas de Jo que gozan los reformadores. ¡ Oh Santa caridad¡ a tí se deben un Vicente de Paul, las hermanas de la caridad, las ursulinas, la 6rden del Espíritu Santo, la de San Juan de Dios, los celitas; los lazaristas, las cofradías de la misericordia etc. A tí debe la humanidad todos los asilos en que la indijencia halla socorro, abrigo, enseñanza, alivio. I ese sentimiento ce­lestial que hace amar al prójimo hasta sacrificarse por él, es todo catolico. Solo los catolicos Jo saben esperimentar, por eso, solo ellos han fundado esos asilos, soJo ellos han sabido sacrificarse por los pobres. Cualquiera de esos hombres bienhechores de la humanidad, vale mas que Roschaild. Sobre esto pudiera escribirse un libro, pero tenemos que ceñirnos a las estrechas columnas de nuestro pequeño periódico. Dos mujeres, del pueblo tambien, de ese pueblo que vh·e entre harapos i a quien se arrastra a su pesar a com­batir, no tienen mas industria que cargar agua de las fuentes pú~lica~ para las casas, i esas dos mujeres llevan todos los d.1a~ d1ez .o d~ce vacijas de agua a las monjas, sin querer rec1b1r retnbucwn porque su conciencia se la dá. Creen en Dios i esperan. Tienen en su pobreza mas qu los martirizadores de la sociedad. Las carmelitas recibie~ ron a su paso por la Eabána de Bogotá, las mas espresivas muestras de respeto i compasion de.. los habitantes pobres, i como segun se nos ha informad0, en Villeta los liberales les fueron a cantar por la noche versos obsenos, esta con­ducta forma un contraste, que indica bien de que lado está el progreso . Ved las obras de los reformadores:-Una iufeliz mujer, atacada de un cólico violento, ~:>e debatía con horribles do ­lores sobre su pobre lecho en los brazos de su hija, i pedía a gritos el Padre para tranquilizar su conciencia. El Padre había sido arrojado de su parroquia porque no había que­rido apostatar. Un amigo de la enferma, viendo su deses­peracion, le hizo..opresente que Dios era bastante miseri­cordioso p!!ra recibir su intencion como satisfaccion plena. " Hai secretos en el alma, respondio la mujer entre so­lJo¡ sos de dolor i de angustio , que solo confesandolos hu­mildemente a un sacerdote i recibiéndo la absolucion. dejan de martirizar. El Padre! El Padre! "Vírjen Santísima, no me abandoneis, no permitais que yo muera así. Alcanzadme misericordia de tu Di\•in o Hijo !-Un padre." La -,ituacion era horrible. El homhre con Jos ojos húme­dos i el cora?on prensado de dolor, salio como impulsado por 11n presentimiento, i volvió a pocos instantes con un sacerdote que casualmente pasaba por álti. Al verlo la enferma se tranquilizo, un rayo de esperanza brilló en sn s ojos, la contracciop de sus müsculos se calmó. Una nub e aun obscurecía su frente. "¿ Será de los firmados~ "pre­guntó, i al oir que nó, la calma mas completa sucedió a su desesperacion, sus ojos €spantados adquirieron la e:;. presion de la resignacion. La fé le dió la calma. Recibi b los ausilios espirituales de ese trastornador de la pa z pública i mmió tranquila. Su bija tuvo este consuelo po­deroso , inmenso . ¡ Cuántos casos iguales se ~abrán pr e­sentodo! Mi l>ntas tant o los reformadores, siguiendo su sistema , esp eran conseguir la apostusia del clero procurando per­su adirlo de qttc sus prelados apostataron ya. Con tal ob­jeto, de palabra i por escrito afh man que el Arz obi spo. i los obispos de Popayan i Pasto han jurado, conforme a la leí de ' 23 de abril. Respecto del :primero, podernos as e. gurar que no ha prestado tal juramento. Cartas particulares de Popayan, cuyas fechas alcanza n hasta l. 0 del presente, citan a siete presblteros romo juramentados ; i refiPren que el Ilmo. Sr. Tóm :s, andab a en la visita, i que las monjas allñ, como aqul, estaban t! U­fricndo i dando pruebas de una firmeza sorprendente. Si el Sr. Tórres hubiera jurado, no lo callarían. Tenemos a la vista una carta del señor obispo de Pasto, fecha en Quito a 3 de junio último, en que se espresa en términos diametralmente opuestos al juramento. Pero suponiendo que algun prelado llegara a jurar, sus subalter­nos podrían decirle lo que el cruciferario al Arzobispo de Cantorberi : "Delante de vos no llevo la cruz p,orque ha ­beis vendido a la Iglesia de Dios." < l por. amor mismo a los reformadores, por ese a!Jlor qu e se llt~.rna caridad entre nosotros, deseamos que no consn ­men su obra, su obra de la destrucl;ion de la moral, de l culto de la relijion; ............ porque la relijion ei el fl'eno del pueblo, i el pueblo sin el freno de la relijion , caerá sobre nosotros i sobre ellos -::o m o un torrente de vas· tador. ¡ Ai de los que fundt>n el progreso en los goces materiales ! ¿ Quien contendrá ese toirente ? ¿A qu(• rama se asiran los que se estan ahogando en él, si el árbol santo cuya sombra los cobijaba, ha sido por ellos mismo s derribado i echado léJos ? SERMON DEL PADRE LACORDAIRE. DEL PODER COERCITIVO DR LA IGLESIA. (Conclusion.) Sea en buen hora, me direis; pero 1~ Iglesia se acom o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CA'l'OLlCO daba a esa prácticl\, consentía en ella i a ella cooperaba ; aceptaba el beneficio de la sangre ; c1•uzaba la cuchilla es­p: ritual con la CJléhilla temporal para formar con ámbas una boveda impenetrable al aire de la libertad sobre la ct~beza de los pueblos. Pues bien; creo en mi alma i en mi cónciencia que la Iglesia se licomodaba a asociarse al E!?­tado, i a f•Jrmar "de acuerdo con _él, un imperio en que la diotincion de los p .deres producía una armonía mas fuerte i una unidad mas profunda. Así lo creo, i t.sí lo digo; pero cotl la misma franqueza voi a manifestar las razones. Se acu~:l a la verdad de intolerante, i se habla gratuita­mente de la tolerancia como propia del error : no hai preo­cupacion <.¡ue m·lS haya cundido, ni que mas contradigan la historia i el espectáculo mismo de los hechos presentes. Si hni algun dogma histórico ·es sin duda que el error es per­seguidor, implacable, atroz, i eso siempre, desde que le es posible i hasta el grado a que alcanza. El crro1 es Antioco; la verdad son los Macabeos. Todos aquellos, decía S. Pablo, que quieran vivir piadosamet1te en Cristo Jesus, padecercín persecucioues. tl) I Jesucristo, el gran holocausto de la verdad, la víctima por escclencia del error, decía a losju­díos : "Por esto, he aqui, yo envio a 1•osotros profetas i " s(, bios i doctores, i de ellos matareis i crucificareis, i de « ello!! azotarci~ en vuestras sinagogas i los perseguireis " de ciudad en ciudad, para que venga sobre vosotros toda '' la !langrc inocente que se ha vertido sobre la tierra, desde " la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, mas que irritarse i caer desde la deme~cia en el_ homici~io. La sangre impresa sobre Cain, he aqUI su ensena : hot .:;t.;. trata de descifrarla; vendrá un ti~mpo en que la pürpura no 'Se muestre lavada, ni permanezca oculta. Es verdnd que noeotros, cansados de diez persecuciones, hemos acep­tado con gratitud la union que. honradamente se n~s pro­ponía ; hemos creido que la umdad era un beneficto partt todo el mundo i para nosotros; de aquí ha resultado q~te por nuestra causa se ha vertido sangre, no para conn~rt1r , sino por vía de represalia i de defe!H;a : digno es e~to dl• sentirse, porque lo es a veces hasta el uso de un derech o. pero siempre aparece que nuestra natural~zn, ht natura !el'.<~ de la verdad es pacífica, paciente, notable por su toleran­cia i equidad, i que despues de haber padecido veinte '' t'· ces el martirio, no se le ha prohibido fundar un reino en que la espada temporal la defienda de la espada temporal. Nuestra túnica está pura, señores, está blanca, e ~ la vestidura de la verdad. En resúmen, señores, la verd11d i el error se disputan el mundo : el arma de la verdad es la persuasion, la del error la fuerza: tiende a la verdad el hombre por su intelijenciaJ por su cuerpo propende al error, que es favorablt o las J!·l · sion~s. Propende, pues, la verdad a prevalecer por la lll· telijencia, i el error por la fuerza c0rporal. Si la sociedad civil quiere defender la verdad, es rlecir, impedir a la vio­lencia que la turbe en medio de su e esfuerzos para persua • dir, eete es su deber ; si quiere ir mas léjos i hacer de. la verdad la lei fundamental del Estado, este ee uno de sus derechos. Notad, señores, la diferencia de los dos casos; cuando la sociedad civil proteje solo a la verdad o n la Iglesia contra la violencia. cumple un debe¡· : cuantlo hace de la verdad su lei fundamental usa del derecho que Nt-­rresponde a toda sociedad, de con~tituirse libremente bajo e1 yugo de ciertas leyes. I realmente si hai una idea gran~ de, sublime i digna del hombre es adoptar la verdad por lei fundamental del Estado; i aun cuando esto no fuer a mas que una utopía, seria una utopía magnífica; pero la11 pasiones humanas que habían respetado en la aotigiic cuya. descnpc!on sola es uno de los mas crueles suplicios. los ~acerdotes que suscriben, i comiderando : que por la 1 h~ 1 que la~ Ideas de tolerancia se hnn jeneralizado tanto, violenta espulsion del Ilustrísimo ~eñor Obispo , de esta ¿ qurén P~!·stgue. en Europn, quién encarcela, quién pros- Diócesis ¡ por la ine~perada sumision del señor Proviso¡ en be, quwn envra a la Siberia, quién arranca conversiones presbítero Lino Garro i de los señores presbíteros Emigdiv ':!on la astucia i la violencia? ¿Es por ventura la I~lesia? Ramírez, Josó Pereira i Mariano Antonio Sánchez, desig­i Ah ! Toda la tierra lo sabe: mirad mas cerca de v~sotros nados para el gobierno del obispado por el prelado dioce­en las mas humildes chozas, i vereis a la I.,.lesia en lucha sano, a las leyes i decretos que el actual Gobierno colom­con una minoría díscola que le cercena el ~gua i el fuego biano ha ea pedido, contrarios a la autoridad, independen­todo cuanto p~ede, se arma contra ella de la calumnia i cia, libertad i diaciplina de la Iglesia Católica, Apostólica, pierde infaliblemente, cuando se trata de sus derechos 'el Romana, se ha oca~ionado un cisma deplorable ; i los criterio de lo justo i de lo injusto. El combate del err~r i sacerdotes que permanecen unidos a la Iglesia Católica, de la verdad es siempre Caín i Abe!. Caín no cesa de de- lloica verdadera, se hallan sin un Jefe o Proviwr lejítima. cir .a su hermano : ven, descendamos juntos al campo de mente nombra.do, a quien dirijirse en !OUS necesidades i que la hbertad. · · · pero es para aeesinarle traidoramente. se considere como un centro lejítimo de su unidad i en No h~i que ~strañarlo, señores, ¿qué quereis que haga relacion i dependencia con el Santo Padre; despues de el errnr · No tiene en su abono ni la razon ni el corazon haber implorado el nu~ilio divino, por medio del incruento ni la historia, ni el órden, ni la 16jica ; en~uentra a cad~ sacrificio de la misa, recitado el himno Veni Creator i las paso monu~entos invencibles, persuasiones que no vacilan, letanías mayores con sus preces, han resuelto i acordado transfigura~10nes del alma que le arrebatan sus sectarios; lo siguiente: ¿qué quere1s que haga el error, repito? No puede hace. 1. o Que desconocen la autoridad i jurisdiccion del [l Segunda epist. n Timotro, cap. 3, vers. 12. Provisor presbítero Lino Garro, por haberse sometido a ....__J.:t._l-:'I'All..IU.U.O>o.-..ru>Jo.....iil!L._............,...Q..¡,._;...' .a..;...· -------..1-ko..J ' ~ ' · d&.cu"~tHlf'\t"/Jn Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL C 'l.' O LIC \ la autoridad de los p1es\- ' teros Emigdio Ramírez, José Pe- . reira i Mariano Antonio Sánchez para ejercer la~ funciones ele gobernadores del <_>bi~pa~o, si alguna vez. se atrevieren a desempeñar tal destmo. En su eonsccuencw, no ten<.he­mos con e:los ninguna ct~mllliiCacipn eo negocio~ espm­tuales, ni daH'mos cumplitniento a las órdenes i providen­cias que r.os dirijnn. 2. o Que exitaremos al presbítero Valerio Antonio Ji. ménez para que como Jejítimarnente nombr~do por el llustrlsimo señor Obi~po diocesano gohemador del obis. pado, en su ausencia, se haga cargo de tales funciones, i al efecto, le pro.netemos sumieion i obediencia a sus órde­nes, en tanto que permanezca fiel a sus deberes de sacer. d0te calóii{;O. !l. o Que prote~tamos de la manera mas formal, contra lalei ele '33 •le abrill1ltimo, sobre "Policla pacional en m a~ teria de cultos," en la que se hall11n refundidos los decretos de "Tuiciou i estincion de comunidades relijiosas," i se hacen otros ataques a la autoridad divina de la Iglesia; e igualmente protestamos contra el decreto de "Desamor­tizacion de bienc8 de manos muertas," que reputamos vijente, i el articulo 23 de la Constitucion, por el cual se declara el Gobierno en ejercicio del derec)lo de suprema inspeccion sobre los cultos relijioeos de la nacían, por creerlos atentatorios a la libertad e independencia de la Re­lijion Católica, Apostólica, Romana, cuyo cultctes el domi­nante en el pais, por ser el de la mayoria de sus habitantes. 4. 0 Que solemnemente nos comprometemos a no pres. ' tar el juramento que ~e exije por el artículo l. 0 de la leí de 23 de flbril último, miént.ras subsistan vijentes tales disposiciones hostiles a la sagrada Relijioq de que somos mini5tros, i que encarecidamente ~uplicamos a nuestros hermanos los sacerdotes que hasta ahora han perrn¡mecido ueles a sus deberes, que se adhieran a nuestro modo de pensar si creen como nosotros lo creemos, que está en ar­monía con las doctrinas de la Iglesia Católica, i quisiéra­mos, para l:iien d€ la Iglesia, i para conservar la unidad, que los eclesiásticos que han tenido la de13gracin, hárto bien lamentable, de separarse de ella,se conformen con nuestras ideas, i vuelvan sobre sus pasos, protestando por nuestra parte que lo~ recibiremos gozosos con los brazos abiertos, i les daremos el o~culo de la paz i de la fraternidad ; i 5. ° Finalmente, que nos comprometemo~ a no dar paso de importancia en esta élelicada materia :;;in contsr con to­dos los eclesiásticos que hemos concurrido a esta reunían, o por lo ménos con la mayor parte de ellos, prestándonos u na red proca proteccion en estas · difíciles circunstancW,s i procurando entre nosotros la mas estrecha union. Bernabé Hernández.-Joaquin Restrepo Uribe.-Joaquin G. González.-Rudecindo M. Correa.-Pedro Gómez.­Julian Palacio.-Benito Jaramillo García.-Fermin H6- yos.-Aldemar Palacio.-Felipe Santiago Yépes. PROTES1' A.flabiendo llegado a n~estr~~OS una oja suel­ta que contiene un hecho importante para nuestro objeto. J:;¡ reproducimos porque sabemos que es poco conocida. Sr, Provism· Vica1·io Jeneral del Arzobispado. José Maria Castillo, clérigo domiciliario de esta diócesis, i actual cure. del Valle de Jesus Maria, ante US. teveren­temente rspresento i digo : que hallándome en la decli­nacion de la vida i pronto tal vez, para dar cuenta al s~l­premo Juez de vivos i muertos, i deseando reparar en alguna manera loa desórdenes de mi vida pasada: f}Uiero i es mi voluntnd por la presen.te dar un público testimonió de mi arrepentimiento en las faltas que he cometido mise. rablemente. En primer lugar, Señor, confieso haber sido inducido por mis malns pasiones a alistarme en la sociedad masó­nica de la que fuí miembro por algun tiempo, con despre ­cio de las leyes, decretos i determinaciones de la Santa Iglesia Católica, Apostolica, .Romana, manifestada~ por los Sumos Pontífices. En ~egundo lugar, coufie~o tamhieu haber tenido la audacia de disputarles a los Prelados su autoripad, creyendome postergado, injuriandolos, calum­niándolos i despreciándolos públicamente de palabra i por escrito, especialmente al difunto Sr. Arzobispo Caicedo, i a sus emnleados i ministros, censurándoles su conducta i sus prov¡'dencias. Igualmente confieso, Señor, haberme producido horriblemente en las Cámaras lejislativas varias veces, contra los Romanos Pontífices, acuaándolos de usurpacion, ambician i otros vicios. Lo mismo qtie habl'!r­me proferido mala i escandalosamente contra el clero en jeneral. causando escándalo en el público. Pues bien señor ; despues de confesar injenua i since­ramente todos estos desórdenes, todas estas faltas de mi vida pasada, de una vida desarreglada i escandalosa que he llevado, no me resta otra cosa, Señor,sino pedir perdQn en cabeza vuestra, a Nuestra Santa Madre Iglesia, a quien heúfendido gravemente i en cuya gracia quiero i deseo vivir reconciliado. Así mismo pido perdona los Romanos Pontlfices, a Jos Reverendos Prelados i a todos los her­manos sacerdotes de uno i otro clero, suplicándoles a to­tlos i a cada uno encarecidamente me perdonen por el amor de Dios i rueguen al Señor por mi salvaciou eterna. Chiquinquirá, noviembre 16 de 1862. Josn MARÍA CASTILLO. VARIEDADES. • Hemos sabido positivamente que el señor Gobernador de Boyacá ha despachado partidas de tropa con el objeto de aprehender n los curas para traerlos a Tun.ía a que juren o en­viarlos ai destierro. Seguramente oRto se ha hecho en vi1·tud de la circular que el sefior J en eral Mosquera dirijió el 28 de junio pasado a los Gobernadores <.le los Estados i al Jefe mu­nicipal de Bogotá. Esta circular que interpreta i ad iciona la lei de ~3 de abril, haciendo a los sacerdotes católicos d~ peor condicion que los malhechores, demuestra perfectamente do cosas: l. od Que torlavía los empleados del ramo cjecutii'O S P CIRCULAR. consideran con poder para lejislar, i 2."' Que la ~aña contr a Arquidiócesis de Santajé de Bogotá, 21 de julio de 1863. el clero i la relijion crgco de dia en dia, i que no será la Jet Nu'mero 741.-Secl'-etaria del Gobie,·no Eclesiástico. p1·ecitada el último i mas violento ataque que se dé al cato-licismo en nomhrc de la libertad. Al Señor Vicario principal de.·· • · · CorNCIDENCIAs-Unjefedelejércitotrnjo a Bogotá la Ol'- Habiendo incurrido el Sr. Presbítero Francisco de Paula den para es pulsar a las monjas d!l sus bogares. Pocos dias Jiménez, en la pena de excornunion mayor, por haber tlospues, supo que una bija suya había muerto quemada. ejercido el rninistet!io en la ciudad qe Tunja, despues de Un domocrú.tioo, oficial de la escolta que asesino el 19 de prestar el juramento exijido por la leí de 23 de abril del julio de 1861 a los señores Morálcs, Aguilar i Hernández, ha año en curso ; el señor Vic¡trio se servirá ponerlo en co- muerto de repente en el molin o del señor Sarmiento el 19 de nacimiento de los fieles, haciendo fiJ'ar esta notn en la julio de 1863, casi a la misma hora en que dos añosántes, al son del bambuco, i en medio de ln mas indigna zambra, se puerta principal de cada uno de los templos, {)On escep- había hecho aquel holocau~o a la libertad. cion de aquellos que, en virtud de fuerza empleada por Para los que nada creen, estas coincidencias na <.la dicen, pa- ' la potestad civil, contra la cual protesta el Prelado, han ra no~otros siguifican que la Providencia no ha u<'jado de ve­sido ocupados poz esta, los cuales se reputarán nacionales lar por los destinos de esta pobre tierra, i que, por actos de i no catolicos, h#lsta que vuelvan :a ser rejidos por su le-~ jus.ticia i de rigor .. ~om~ esto~, al?oncsta a. los cieg?s perse­ji ,ima autoridad, no pudiendo entre ;tanto ser lugates a gUidores de la rel!JIO.n, 1les ~nune1a los ~ast~gos que yen e pre­proposito ni para que los catolicos entren allí a orar, ni parados para ellos, s1. no destste? de .~u un~10 e~~peno. para fijar e( ellos las resoluciones de la autoridad eclesiás. -H~ hecho su pnmera sahda El B1en. Saludamo s tica. -Lo pongo en su conocimiento en virtud de di~posi- co~dtalrnente a n~estro co~rade en la labor de defen.de~ la cion del Sr. Vicario Jeneral. fé 1 la ~erdadera libertad, 1 le desearnos próspera 1 dlla- Del Sr. Vicario res Jetuoso servidor.-Miguel Arios. tada VIda. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El Católico - N. 10

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 11

El Católico - N. 11

Por: | Fecha: 01/08/1863

'flH M, ~. llOGOTA 4. 0 DE AGOSTO DE ~8ü5. NUM .H . --:...-~--- ¿l)r·r¡;:. · , vJs 11 \ .,,L ,·T!\ ..... ? Mcd item oslo bien ¿a qui011 del>e1i1U':í lu c.:o1 ervacío11 tl ~ nues tr as vidas. de lvs restos t!e nuestros l>iene:s, lle lo que vale. mas que esto, ele nuestro honor? ¿ Qu·~n Jet.i?;~e !.1 ma no del ases i no, quién enfr.:!'1R la len2·ua del lmldlC!ente i la cod icia delladron ? ¿ S reí 1<1 Constit ICIOll ? ¿ Serán la s le yes ? ¿Ser á la policía? ¡ Oh! no. es la rclíjíon, es la doctrina en eñada po r el clero ultramontano! Cuatro años ll evamos de guerra i desórden. El pu\lbl1) está reducido a h miseria ; la multitud de )¡!megos mt'< u- ' cados de s us hogares i arrastrados a los cunrtele::l, de ·pues de ll eva r por años en teros ia vida licencimlcl i vnguhu.Hia de lo s campamentos , difícilmente pueden rcadquírir sus anti g uo s hábi to& de trabajo i frugalidad. ¿A <¡uió:1 debe­mo s el que los sold<1dos licenciados~ los hombres (que no so n p ocos ) de todas las condiciones soeinles, qne buscan inütilmeut e trabajo i pan, no !:'C conviertan en sulteaciore~? ¿En qu é co nsist9 que los crímenes co01o el nge~inato i el robo sean bas tanté raros todavía para alimentar la crónica por alguno s di a> i ll~nar de horror a la ~ociedad entera? El buen sentido de nuestros lectores respouderá por noso­tros. La única salvagua r d ia po.itiva de los derechos de rada uno está en la conciencia rlc los demas, ¿El po de r civil nos da :garnntíus ? No . 1~1 nu puctle defcn,lcr n uestros derechos sino ca~tigando a los que !\len­ten contra ello::s, o dando siquiera el <'.J:ar en sustitu irl e nada , no puede s, r sino :,jrtd.e dd jéuw del mal. La notoria moralidad de uue~tro pud>lo rn:.msu, hu,pi­tal ari o, humil de , candoroso, ~e dd>e a la r lijion católica, al papismo, como se la ll~ma por algunos, u clDllo del len­guaje protest ante. En nuestros canJJnos, llenos de en­cru cij adas, pendien tes, estrechos, tortuoso~, rodeados de bosqu es es pe:l os, encontramos a cada paso infelices que carecen de pan , que ncaban de !Ser despedidos del ejército sin reci1Jir siqui era lo necesa ri o para volver a su aldea, que no se atr even a ir a las poblaciones por temor de qnc los recluten otra vez o les q uiten lo que lleva !\. Tal vez va mos solos, desarmado s i lleva mos oro en los cojinetes, pero marchamos tranr¡nilo s, L0s hambrientos en VElZ de salir súbitamente del hosqu e, J.lllil.oruos un puñ· l al pecho 1 otro a la espalda i gritamos c on voz amenazvdora "la vide. o la pl ata " ; se nos ac erc an con el sombrero en 1::~ uua mano i la otra esteucída en ade man de súpli<.:a, i con voz humil. de i conmovida no s pi de n "una limosna por amor de Di os." ¿ I es o por qu é ? porque su cura les ha dicho, "Dios prohibe matar i rob ar; sufrid con pnciencia el ham. bre i la desnudez, que en el cielo tendreis la recompensa." ¡Aí de los que combaten ra inflnencia social del dero ultmmont a no, el día que c on~i ¿~an destruirla! el día que ,s-doctrÍilu.• del ocialis•lJO i el principio de uti lid ad pe­,, etren .en i<~s u,,.,a~! el día q e loJ f,m{ttic_os aprenda n a andtil' H puiiidadas ! I!.r_.to,¡ces 110 podran pasa r de una pue1ü a oll'in p recaucionl's ni traneitar ¡.¡o r u n eamin o sin Cticult.1. entúacco la í1 segulÍ_dttd, el peligro i el ala rma lus a ·oo~qniÍÍHI'·l:J a t~Jdas partes ; entilnces la vid a será pm a ello~ un iní1erno, i un infierno de que no bastarán a ~;,c?.rh, C'<:torcl. ni ve inte r11il l.Jayonetas! La r~lijiou e~ · nece.:.aria pa1 u la sociedad i el cult o i el clero pttrt~ la r-2lijion. Dios no le mspira a cada h om bre bs grt.•Jdc verd :des que reveló,, la human idad; es nece­sario que alg·uieo~ nos h1s enseire . Dios ha estul.Jlecid~ 8a­ctamL; nto;;'; L'o nJce::;ario que alguien los ndmini&trc. Los proicstautv!:i, a)·.:~m· de la doct r ina de l libre exáme n, no han podid 1 aholir el sacerdocio; no han podido destru ir la aut..,ridad doeen(e, no han hecho sino tras l ad~trla del P apa u otro nwnarcas, de los concilios ecúme nicos a sus sÍBL ­dus. Pero ¡•1W,1 que el sacerdocio pueda cump lir su alt a mision i hacer venerar aJ pueblo la doc trina que predlCR i los sac r amentos que administra, debe sQr él mismo vcne· rado . E l hombre que puede Oil' lu confu!:iion de uue:::lr fuJ¡a~ i penbnmlas en nombre de Dio~. que lHtede darnos cor11o pan el cuerpo i la sangre del hombre Dws que baj a a sus manos todos los dia~, debe &cr paré\ ll<•~otros algo mas que un hombre; una especie de jigante que tiene los pie:; en la tierra i la cabeza en el ciclo ! Quien preteuJe <¡ue d pueblo le pierda elrcs¡)eto, quiell le ultmjt{, le hn­milla 1 le degrt~da cous 1ira contra la relij10n i coulrn la sociedad. 1 • Para .~tacar la reJijion uo st.: nccLsitn atacar el dogma. El dogma puede atacarse negándolo o poniL·ndu trabas a su cnscnanza, i es de este modo que lo hacen las ley es contrurial.. a Ja indc.pcntic:nciu <.le la lgle .. iu Cuund'u eu luglatuTd, "la Iglcsi< cstt.blccida por h1 lei" sup rim ió la mi~a i alteró el dogma, Enrique Vl!I habia bajado a la tumba. 'cl'l1 nu~ tros lítJcrnlc!! sí <ü.tcan el dogma bur. l:í &dc.se en sus é',critos de la infahilid•1d docente del Pon­t. fic.:e Romaao. (1) Cuaudo }e¡; dccnnos que nos quieren quita r la rehjí on, no~ contestan coa aire triunfal : "la relijion es l a fé 7 la fa es una creencia i un sentimiento, e3ta en el alma i el co­ruzon i r.iugun poder humano pacde Cjuitarnosla .'' Es cierto que la fé indivtdualuo puede des trui t se, pero sí hai mctl.ios de hacer que un pueblo la olvide. Es cier to que todo d poder de lo.; Cé;:;arc~ fue vencido por la f0 d e los primero::; cri!:itianos i que hoi misn1o vemos un prodij io se ­mejante en el Jnzo M. Ll eras. Los ejemplos que en ella Re n.duccn, fa l ws un os, deefi gun •'os otros, de.-nudoslos mas de lascircunetanc ias que los cara< 'e­rizan i esplican, tienden a probar que In Igles ia catoJ:ea, inmoral C'n Hl doctrina como eu ~u conduct a, ha sido siem­pre la patrocinadOJ a delperj tuio. El cxámen hist ér ic o de etios hechos no podría Pncm'na. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 EL CAT~LICO • diquen contra-el papismo, i nosotros los desafiamos a qL.e nos muestren la relijion del puebl beduinos, porque somos c&tólicos! Notad que los miembros de vuestro bando se pasean sin peligro solos i desarmados po_r las poblaciones i los caminos, mióntras que bai muchos pueblos a donde los conservadores no pn ·' den ir sin grave riesgo de morir a puñaladas ! Quereis que los vencidos os agradezcan como un beneficio la vida que les habeis dej:"~do. Por qué no agradeceis al clero 1& fe d( 1 pueblo a la que debeis la tranquilidad con que vivis? bi co1no dice el señor Madiedú, no teneis otra relijion q11e la de los arboles i las piedras, acordi!.OS de que vues­tJii .maestro Rouseau procuraba que su familia la tuviem. VARIEDADES. Para que Jos católicos sepan a lo que deben atenerse en la cuestion sobre juramento de los sacerdotes, publicamos las dos siguieutes cartas de S. S. al Ilustrísimo señor Herran, en que queda resuelta la cuestion ; dicen así : ll'ItD re ,í\JP .í\ ltXCIJ . Venerable Hermano, salud i npostóliCl\ bendic10n. Llegaron en e~ tos dins a N o~, tus letras fechadas el din 16 do agosto del presente año, por las cuales, V cnel,'able Her­mano, refieres con toda esactitud el trfstí8imo trastorno Je las cosas i la horrenda persecucio~ que desde ha~e do; ~ño~ fué exltada por los crueles enertugós 'dé la IglesJa.Catohca 1 de la sociedad civil, pues manifiestas que destrmdo .el Go­bierno lejítimo, en su lugar existe el réjimen de una d~ct~du­ra que, sin ninguna cor1stitucion ni leí, decide a su arb1tno de la vida i de los bienes de los ciudadanos, la que, declarando una cruel guerra a la Iglesia Católica, conculca su libertad i sus derechos. Por esto fué obligado el Delegado nuestro i de esta Santa Sede a salir dentro rlel término de tres días da ase pais, i des pues, los miembros de la ilustre sociedad de J esus, despojados de 8us propios 'bienes, fueron desterrados, l~s que, segun su costumbre e instituto, cuidaban de la educacwn re­lijiosa i literaria de la juventud, de la predicacion de la pa­labra divina, de la admini.stracion de Jos Sacramentos, del ¡•jemp!o (~e las buenas obras, de la honeE.tidad de las costum­bres, f1Xitaudo i fomentando mas cada dia en el pueblo la piedad i toda virtud, procurando así con toda dilijencia ser­vir bien a la sociedad civil. Tambien. fué promulgado el INFAME decreto, por el cual se les prohibe a los Prelados i Ministros lagra­dos, con la pena del destierro inti~ado i decretado, ejer-cer su autoridad i roini.~terio sagrado SIN RL PERMISo 1 A.SCE]I;SQ DE J.A AUTOI\JDAO CIVIL. No~, ántes que rr­cibiésemo~ tus letra~, fui111os ~abedorcs de tan tristfls i repr.obados hrchos, i ciertza episcopal con que no has omitido defender, valerosa e intré­pidamente, la causa i los derechos de la Iglesia Católica, puesto que con sobra de razon i con perfectísimo derecho, te opusistes a todos los "audacc~, injustísjmo s i sacrílegos de­cretos," del referido Goiierno, protestando contra ellos es ­plícita i públicamentE'. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL ~.\. 'l'OLICO. En co:qseruencia~ por tal conducta nos congratulamos con­tigo i te damos merecidas alabanzas: congratulaciones i ala­banzas quererno~ sean dadas tambien a aquellos Venerables Hermanos que reclárnoron ~ontra los mismos decretos, que no temieron sufrirlo todo por la Iglesia i que hall servido su cargo de una man<'l"a escla1·ecida. Del mismo inodo hacemos distinguida memoria de todos aquellos, señaladamente de los varones eclesiá~ticos i miem­bros de las comunidades relijiosas, que por .la defensa de la misma Iglesia, han padecido i soportado trabajos gravísimos. I peciimos encarec1da, humilde e incansablemente al Dios Optin10 i Máximo que quiera protejer con su Divina Diestra, colmar de los abundantísimos dones celestiales de su gracia, confortar i consolar a tí, i a los mismos venerables hermanos i varones. En tu deteuida carta escrita el dia 13 de octubre, nos con­sultas si por venturaJos párrocos de tu Diócesi~, los directo­res de las comunidades rel1jiosas de uno i otro sexo i los pa­tronos de obras pías puedan recibir del Gobierno alguna suma de dinero ofrecida como usufructo de los bienes que el mismo Gobierno les ha usurpado. N o ha sido ciertamente pequeño el gozo que hemos espe­r1mentado al comprender cuánta sea tu esperanza i la de tu clero en la Divina Providencia, i cuán severamente apartado ha estado tu ánimo i el de tu mismo clero, de la propia utili­dad i del lucro, en tanto que de este modo nos propusiste la duda. Nos, con aquella confianza de¡r,ue rl ímpetu de la presente porsecucion, IJXitatla por el Gouierno granadino contra la Iglesia., ha de tener fin cuanto ántes, con el nusilio de Dios, alentamos tu ánilno i el de tu clero, para que por tí i por el mismo clero, se ejerc:ite la paciencia por otro breve t1ern po. Mas si la nGccsidad urjiere, damos facultad para que puedan recibirse las sumas qu!.l so qfrecen por el Gobierno, prévia, con¡ todo, fonnal protesta, hecha jeneralmepte por tl, Vene­rabla Hermano, o por cada uno, en la cu~J clara i manifiesta­mente se csprese que no por ello se ¡·econoce 1a usurpacion de Jos bienes eclesiásticos ejecutada por el mismo Gobierno. Por lo que.toca¡a las instrucciones, que existimáste dar, no dudamos absolutamente, que quieras rniror con pmdencia i sabiduría las circunstancias de objeto i de tirmpo, para que tales instrucciones redunden en pro de la mayor utilidad es­piritual de los fieles. I como no~ bayas manifestado el vehemente deseo que t., anima de venir cerca u e Nos, ten por cierto que nada sorin para no$otros 111as grato, que el poder, estaudo tú presente, contemplarte i. estrcclia1 te amorosamente entre los urazos. Finalme11te: como prcsaj 1u de todos los don es celestin lcs, i como pr enda del sin gular amor qu(J te profe~amos, te damos .d t:: lo íntiwo del corazon, unída al voto de toda verdadera fe­licidad, la uendicion a ~o~tólicu, de que hacemos nwi afec­tuosarneute participantes a tí lllismo, Venerable Helfi!Etno, i 11 todos los oclesiásticoH i fieles seglRres confiados a tu cuidado. Dado en Homa, en San Pedro, el dia 2.4 tle febrero de 1862. De nuestro Pontificado el af10 décinw sest0. PlO PAPA IX. Despues de leer estos doc11mentos, quién que sea ver­dadero c<:.tólico no se compadecerá de la suerte de los pocos eacerdotes que se hrco una grande influencia én la ma­nera de proceder de varios de Jos otros miembros de la mismn corporacion i hauirnclo llegado u mi noticia las especies que rnnlignAmer~te RO p1·opalan re~pr~to. al Ilustrísimo sc~or Ar­zobispo i al onc~trgatlo de la Vwar1aJm~ernl, ere? d9. nn debrr1 co111o 'briPntndo del curso de los negociOs eclesuíst~eos en m1 calidad de Secretario del Despacho, r¡¡chazar e~rjieampnte tale s aserciones i declarar lo s1gntente :.. . "Es inesacto !u publicado en el "ReJI~tr~ Ofic¡a),, !'espe~to a sometimiento del M. R. P. Fr. José Mana Jerardmo, vu­tuosisimo i respetabl'l relijioso deJa ó~den de S~~ ~ranoisco; •' Es inosacto lo publicado en el m1smo perwd1co, rsob1:c peticion de renta viajera- del ll. P. M. M. Maldonudo, reh-jioso Agustino ; . . . "Es inesacto lQ pubhcado en el numero 42 del ml$IPO ~e­dódico sobre sometimiento del señor doctor Juan de D10s Martín1ez, Cura de Suaita, a los d~cretos de 'fuicion i De­samortizttcion; (a) . . ., . . "Es inosacto Jo publtcarlo en el m1smo"penod1Co,. sobre sometimiento del sefior Presbitero HermoJenes Sarm1ento; "Es inesacto lo publicado en el "Semanario Oficial" de Boyacá, sobre sometimiento a los decretos, hecho por el señor doctor Anselmo Moreno; , "Es inesacto lo que pt.Micq qquel rarjqfl}co, sobre some­timiento del señor doctor Ignac10 R. QtnnteJ·o, Cura de Tut·· mequé. (QfE~'fO ENTR~ OTROS E~EMPLOS."_O Para desmentir las ofirmacwnes calummosas que de para: bra se hacen respecto a los Prela'dos 1 declaro igualmeme que las resolueion'es del Ilustrísimo señor Arzobispo, dicttldas cou la plenitud del poder de que está investido,li.mui distantes de influencias estrañas, han 11ido la norma del actual,.fncarga9o dt la Vicaría jeneral, ~SIENDO l<'A.LSO QUE ~L HAYA DISPUESTO QUE LOS TEMPLOS SEABRArf o que haya p~rmitido o mandado que se preste el juram~nt~ que la lei exiJe·B Los h~chos demuestran lo ,contrano, .1 reciente se encuentra la Circu1ar de 1a Secretana, comum­oando lo resuelto por el sefior Vicario respecto ,de la ~sc~rrm­nion en que ha quedado incurso el señor PresblteroJ1menez, (a) Úl~i~amente ha.prestado aqu~l eclesiástico el jura~ mento ex1j1do por la let de 23 de abnl. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4 ¡~ ... T:" ";AT OLlCO. i en la quA qucdar{mlc:s dumn eclesiásticos quP EL c•ncuen­tren en igunl raso. Han quedado, pue~, colocados en el triMe prt>dicn ttento rle FALSIFICADORES i en el de DESCARADOS CALU"'l­NIADORES' los antorc>s de tales c. pcc·ic•s, . iu c¡ne puedlln decfinar el cargo por otro llll'dio c¡ue el de exiJihir ~us nom­bre i probar ' la veraeirlad de sus acm·tos. Ha lleues están arregladns a l¡¡s ins· truccione~ qne he dado, i yo las aprueb o i confirmo. "Estamos boí en 'el c:\mi>O dll batalla. Los ministr0s del infi erno se han decbn1do i, le br.cen 'a lu Igle~iu una guerra encarniiada, porque au intento no es otro que el de bor­rar el Catolicisn.o d~ nuestr¡¡ desgr..c!ÍHd<~ Patria. Asl lo han anunciado hace mucho tie.•lpo, i con este objeto fu(~ que se dieron los decretos de "'L\li.;iJn," Dllsanwrtizacion•• ¿Qué dirá el mundo del actual Gobierno de nuestra po- i "Extincion de comunidades rdijiusa s,,. i con el mi~mo bre patria, al ver que apela a tan indecorosos nwdios para objeto es q~te la Convendon rel>nirln en RionE~gro, ha hacer creer que triunfa de la opinion ? ¿Qué dirá el mundo dado t!na Coustitu.ciun ATJJ:A en que se quiere por uno de de un Gobierno que, llamándo se liberal, enc01nienda sus artíctJlos tener inspecciou !:!o,bre la l~elijion instituid\\ siempre a la fuerza el planteamiento de sus disposiciones por J esucri~to con su Divino Puder. F:~tallLJB, pues, en que desoye la razon, que esclaviza las conciencias i que á campaña, vuelvo a decir, i es precisu que como sold11dos todo contesta numerando sus soldados? j Ah! d mundo de Jesucri:;to, nos presentemo.s delnnte de sus enemigos, dirá con razon que aquí la civilizacion i la virt d están para defender su santa causa si u temur ninguno. Ello~:o ahogadas por la barbarie. nos eorulJateu cou lus bayonetHS ele que cl1sponen, i C'Jn Cuesta trabajo creer que los que hoi,que están en el po- una cruel persecucion, con lns cáreeles, con el destierro, der,apelan para todo a la violencia, i quieren esterminar a con el asesinato i con la muerte lenta que le dan a todus lvs vencidos arrant:ándoles hasta su creencia 1 elijio~a, wn los sacerdotes i católicos que resistan a hacer causa comun los mismos que en el ntí.mero 19 de "El Tiempo~" en un con ellos. Ellos nos combaten robanuo los fondos con que artículo que lleva por mote "El Terrorismo," dijeron se sostenían el culto i sus mwistros, cerrando nuestros lo siguiente: templos, arrojando en la calle las COIY\Unidades relijiosall, Cunndo _un ¡nutido e~t1:a por la scn?a de las pcl'. ~cuciones, quitandonos toda garantía, como si no fuóramos grnna­le da el gnto do estermuno ~su pa~n~, pues os b11•n seguro dinos i procurando desacreditarnos con calumnias mise­que cuando le to~ue al partido opnrmdo sn turno ~e v.cncer, rabies. Así nos combaten ; pero nosotros resi~támosl es ejercerá cou mas Cl'ueldacl su derecho d~l reprosaha, 1 suco- 1 ·d · , t D' · M t . 0 . diénclose así la~ venganzas, las condenuciouAs ilegales, los 1 con as árm~s que 11011 eJO nues ro 1vmo aes 1 : asesinatos judiciales, 'llrgará. por fin el in¡perio de Jq ~narqula. con la orac10n, ~on la palabra, con la lurm,ed.um ?re 1 N u ostra guerra. d~ 1ntlepeJH.le~ciu 1~os está ~icicnJ_o quo el con un,a firmeza mtr~stornablc pnra ~o convenir 1 pm,ns sistema 1lo cstcnmmo no estornunu, smo qne uutes l..ucn fecun- en nadt~ de lo que m ten tan contra la Lnmaculaua F..s­do. rl sul•lo i reproduce~ multiplicando hnsttl lo infinito el posa del Cord~.:ro. La ~Jatalla en c¡ u e ten e m o:; que luc hnr fruto quo S& r¡uiere uuiquilnr. -- es 1 nc~s cncarui7.nda <1ue la que en 1789 le declararon ni Arquu}Jócesis de Santafé ríe Bogotá, 29 de .Julio de 1863- catolicismo los demao-ogos de l,t Francia, ménos btl!·baros Secret~ria.. del ~io~ierno ('clesiústico.-N · 768. que los nue tros, i e;tóncc~, con rarí~imas escepcioncs, Al Sr. V1Cuno pnnc1~al ~e.··. ·:. • , . todo el Episcopado i el clero frances prefirieron la muC'rt.c Mauifcste al Sr. V1?ano por Cll'cul.ar de 30 del proxm1o a la Í!5norn~nÍ•l de hacerse apó; latas. flui el Episcopado p~sado que el I~ustrís1~1.0 Sr. Arzobtl!po, hablando de !a granncli}lo, sin una sola escepcion PROTHST<\ .c:oNTR \ t,A le1 de 23 de abnl del ano en cm·so, 1mpugna el soraetl· LIU rn; •· POLteÍA SvH1tK cur:ro:-," i la rnayona del rlcro mien_to de l?s. eclesiásticos en los .. té~minos vagos, inde- sigue a sus Pastores. tcrmmados 1 JCnerales que ?lla ~X.IJe 1 con los cuales se "E~furcórnonos, puc:;, en que los pocos qur se han-quiere comprender, aun, d1spo '!Clone.., que no son ~e la separado tle esta union abran los ojos i vuelvan a ella, competencia de la potestad civil i se pretentle al . ~1smo porque prescindiendo de la responsabilidad q ne {'S tos infc. tiempo art'ogarse el derecho de suspender a los Jmmstr')s lices tienen delante de Dios, ele la l•Ylesia 1 del mundo del culto de sus espirituales funciones. Tascr:ibí, al efecto, civilizado, prescindiendo, digo,de esto f del castigo eterno las palabras ~!aras i. perentotias del. Ilustrísimo Prelado, que les espera en la vid u ftttura, aun atendiendo lW
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El Católico - N. 11

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 12

El Católico - N. 12

Por: | Fecha: 08/08/1863

-~..L. - ·" TRIM. ~. BOGOTA 8 DE AGOSTO DE ~ 865. NUM. ~2. LA CUARTA PALABRA D. L DR. L. LLERAS. Este senor. usando del mismo lenguaje de que han usado siemp1•e los enemigos de la Iglesia desde Lutero, estampa én ~u cuf3rta palahrl\ las siguientes : " Llegadas las tinieblas de los siglos medios, el Papadc romano, trabajado por el misterio de la iniguidud, ~e hizo el lecho de toda abominacion, de suerte que las dispensas para violar la santidad de los juramentos, vinieron a consti­tuir uno de los rasgos mas espantosos de su deformidad. I alfatreverse los Papas a ejercer este poder monst¡·uosC>, se adueñaron de derechos que tienden a desquiciar la sociedad civil i a desorganizar el mundo moral." Para probar este te~rible m1rgo, cita las opiniones de va. ríos Teólogos que han enseñado que la Igiesia puede dls. penaat en votos i juramentos: qne la escomunion lanzada contra un rei, libra a los súbditos del juramento de fide. lidad; i que un deudor puede rehusar el pago al acreedor que es escomulgado. Toma luego por su cuenta a los Papas, a quienes llama por hurla "Vireyes del cielo," i cita a Gregario IX en su cuestion con Federico n de Alemania, a quien escomulgó declarando a los sübditos libres deljuramento de fidelidad; a Urbano VI por la nulidad que declar6 de los compromi­sos contraídos con herejes ; a Paulo IV por haber nombra­do mas Cardenalee de los que se había comprometido con juramento a nombrar; a Gregario vn por sus Ct1Cstiones con el Emperador Enrique ; al Pap Zacarías por haber absuelto a Pipino de su fidelidad al último Merovinjio; a EOJjenio IV, a quien atribuye haber inducido a Ladisloo rci de Hungr ín a romper su tratado con Amurat; a Paulo m i Pío IV por haber escomulgado a lo que contrajeren alian­za con Enrique vm e Isabel i absuE:lto a los súbJitos del juramento de obediencia. Entra luego con los Concilios i empieza por uno Roma­no que en 1036 absolvió. a Edual'do el Confesor del" oto que había hecho de ir a Roma. "Un Concilio de Letran dice en seguida, hbertó al Pontífice Pascuul en 1112 de un j urarnento que habia he­cho sobre la hostia consagrada relativamente a investidu­ras i escomuniones." "No pretermitiré, añade, el Concilio jeneral de Lion, presidido por Inocencio, ni sus decisiones contra Federico, ni el de Piza que prohibió a todos los hombres obedecer a los Pontífices rivales Benedicto i Gregario, cualquiera que fuese su juramento de fidelidad." Toca tambien en seguida para morderlo, al Concilio de Oonstanza, i califica de Papa lejítimo a Juan xxm, diciendo que lo depuso el Concilio, i vuelve a citar la escomunion lanzada contra los que obedeciesen a Benedicto, i última­mente habla de la muerte de Juan de Huss i Jerónimo de Praga, atribuyéndola al Concilio, que dice les d•ó salvo conducto para ir a las sesiones. No es precisamente contestar al doctor Lléras lo que nos proponemos; no es esa la mision que nos hemos impuesto, sino patentizar al pueblo la mala fé con que proceden siempre los enemigos de la Iglesia Católica. Para hacernos comprender mejor espresaremos los hechos mas culminan· tes que la historia imparcial ha consignado en sus pájinas, i que pl'ueban que, sin la intervencion de los P¡1pas en los siglos medios, la civilizacion ,habría perecido, i la Europa habría sido presa de la bárbara cuchilla musulmana. "Jamas, dice el conde de Segur en su Historia univer­sal, jamas en los anales del mundo se vió época mas de­sastrosa para los pueblos ni tnas tempestuosa para los prín­cipes. La cimitarra mahometana desolaba las ciudades, arrasaba los campos, .... forzaba las conciencias, i por to-das partes sembraba el terror j la servidumbre. · " Los guerreros del Norte destruían los ültimos restos del Imperio romano ... derribaban sus monumentos, pros­cribían de la Europa las artes i las ciencias, i la sumerjian en una oscuridad profunda ...... Los príncipes i señores, ignorante~ i fanáticos, siempre divididos entre sí, estaban siempre armados contra los tronos i contra los pueblos." Tal era la sítuacion del mundo entónces ; la Iglesia Ca­tólica lo salvó. Ella, cotno dice el protestante M. Ancillon, a quien ya otra vez hemos citado, " fuó el único tribuhal elevado en medio de la anarquía universal, cuyos fallos se respetaron porque er:m respetables. Ella contuvo el des­potismo de que eran víctimas los pueblos, reemplazó el defecto de equilibrio, i disminuyó los inconvenientes del réjimen feudal." (Cuadro de las revoluciones del sistema político de Europa, tomo 1, 0 pájinas 153 i 157). Así el derecho ptiblico de aquel1a ópoca estaba fuudado en el poder de la Iglesia Católica ; i los Papas, a mas del poder espiritual directivo, de institucíon divina, tenían el de jurisdiccion temporal, que los pueblos i los monarcas de consuno, i por su propio bien, les habían reconocido. Los emperadon~s cristianos que debían el 6rden en sus impe. rios al principio rclijioso, tenían tanto horror a la herejía, corno los vasallos que, en el mismo principio, hallaban un escudo contra la tiranía. Desde el reinado de Teodosio el Grande, la& constituciones imperiales hubian declarado a los herejes inhábiles para Jos empleos públicos i privados de derechos civiles. Desde el siglo V, el individuo electo emperador jumba, al recibir la corona, gobernar conforme a las leyes de la Iglesia. Por eso cuando Anastasia i !.con lsaurico se hicieron herejes. los pueblos desconocieron su autoridad, pero la Iglesia no se mezcló todavía en la cues­tion del juramento. Fué en titmpo de Oarlomagno que empezó a ventilarse la cuestion de si se perdía el derecho al trono por el monarca que se hacia hereje. Naturalmente era la Iglesia la que debia decidir este punto; i EOJ·prcnde que hoi, los que se califican de defensores de la libertad de los pueblos, llamen a esta costumbre que salvaba esa liber­tad, rasgo espantoso en su deformidad. Lo que hai de es. pan toso aqui es la ignorancia i la ingratitud. I es de advertir aun, que el Papa, ni fallar sobre un asunto de esta especie, no deponía al eoberano, sino que lo declaraba simplemente incurso en la penn de deposicion, por haber faltado a la coudicion con que habia sido electo ; i esa misma declara­toria se hacia con tanta prutlencia,que el jurisconsulto ale. roan Seckemberg, a pesar de ser protestante, dice acerca de estos juicios lo siguiente : "No hai un solo ejemplo en to. da la historia de que un Sumo Pontífice haya perseguido a los que, conteniéndose en sus derechos lcjítimos,no hayan intentado exederse de ellos." Si a esto se agrega que no había reí que se hiciera hereje, que no se convirtiera inme­diatamente en tirano i cruel, queriend~ arrastrar por la violencia a sus súbditos en su apostasía ¿ qué tiene de estraño ante la moral mas quisquillosa, que haya habido teólogos que enseñen que la herejía declarada en un rei i la escomuníon lanzada por ella, libra a 16s súbditos del ju­ramento de obediencia? Como era tan justo, tan bien fun­dado el horror que inspiraba la herejía, naturalmente de­bían ponérsele todas las trabas imajinableil. Mezerai refie­re en el tomo 11, pájina 655, de su "Resúmen Cronolójico," que los herejes " eran una especie de bec,;tias feroces que se complacían en la carnicería : que no destruían solamente los bienes, sino las vidas, sin perdonar condicion, edad ni sexo." Por eso el Concilio Lateranense, reunido en 1179, en su cánon 27, des pues de hacer brevemente la enumera­cien de los crímenes cometidos por esos monstruos, manda " a todos los fieles para la remision de sus pecados, que se opongan valerosamente a tales estragos, i que defiendan a los cristianos contra aquellos desdichados." Estos son los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 EL C 1\TOLICO. fundamentos de las doctrinas teotójicas que tanto escan- un voto imprudente pueden resultar mas males que bienes dalizan al doctor Lléras. ¿por qué se ha de cumplir ese juramento r Si Paulo rv juró Vamos a ver ahora las_ causas que los vireyes del cielo, efectivamente no nombrar sino cierto número de Cardena­los trastornadores de. la moral social •. tuvi~ron ,para procrt\er .}es i las nec,e!>idades de la Iglesia exijieron luego que nom­del modo que tanto espanta al escntor hberal. Pro~urare- orara m~s. hizo bien, en nuestro concepto, de , viólár su mos guardar el mismo órden en que él los cita en su Cuarta jurárnento. palabra; i prescindiremos de los crtrgos ménos notables, Gregario vn, el gran Papa. el Papa a quien Jos católicos por estar virtualmente contestados en lo que llevamos veneramos como Santo, es un objeto ele constantes diatri­espuesto. bas de parte de los enemigos de Ja Iglesia Católica. Ese · Llegamos al cargo hech.o a Gregario IX por hab~r liber- jenio colosal que abarcó con su mirada de 4guila el mundo tado del juramento de fideljdad a· los vasallos del empera· europeo, que mas con sus virtudes que con su vasta cien­dar Federico.-Federico, principejibelino, habja sido electo cia, enfrenó los abusos i dió brillo a la IO'lesia, salvando emperador, prometiendo a Honorio ni, . marchar. e~ la pot· ella a la sociedad, es al que constante~ente muerden Cruzada porque el Pap~ trabajaba con abmco, restitUir la los impÍos cpmoperros rabiosos; entre otros el protestante . herencia de la condesa ).\1atilde i repunciar a la corona de Pedro Pitbou, uno de los autores que cita el señor Lléras. Cicilia. Abusando q~ Já jenial , bonda 1 d de este . Poutífice, Otros como Othon de .Frisinga, mas respetuosos por la apénas tuvo el poder imperial, marcho sobre Italta, des pues verdad, dicen que "su conducta hacia, ver fl los hombres de haber hecho ·decidir a sus jurisconsultos, presiQidos por todas la~ virtudes que su b.oca les_ e?se~aba." --El Empera­Bhtulo, que 61 había sucedido en todos los derechos de los dor .Enn.que por el contrarto; pr?d1go1 corrompido, segun Emperadores Romanos, i que en esta virtud era dueño de el hu;tonador. E. Lefranc, vendta al mejor p.os~qr los obis­todo el mundo conocido. Como, segun refiere César Can! padGs ~las dignidaqes, i comerciaba con los cosas santas: tu, era mui inclinado <1l islanismo, i muí disoluto, burló las crueí hasta merecer el dictado de Neron de su epoca, e:x.as­esperanzas Qel Pontífice, no cumplió sus promesas i ataco p;eró a los príncipes saj~nes, quienes, apvyadqs en las prác . siempre la libertad italiana.-Ocupado el trono pontificio t1cas que formaban entonc~s el derecho público, represen. por Gregario IX, hombre que, apesar de tener 85 años de taran al Papa, de acuerdo con una multitud de lombardos edad, era enérjico como un jóven, exijió del desleal manar- francos, báv~rns i,_suevos, que no convenía que ,un prínci : ca el cumplimiento de lo que era su deber. Federico trató pe tan malvado, c1nese la corona, sobre todo no habiendo de burlarlo tambien, pero no pudiendo conseguirlo, mar. recibido de Ro·~a la. dig11idad re~l. El P¡¡pa se habia pro. chó por fin para la tierra santa, rlespues de haberse despo- puesto Cl)nsegutr la mdependenc1a ele la Iglesia, del poder sado con la Princesa Yolanda, hija de Juan de Brienoe, temporal que la hab'la avasallado para prostitu~da. La que le daba derecho al trono de Jerusalen. lucha era entre un hombre malvado i poderoso i un anciano En 1227 se embarcó en Bríndís, pero a los tres días que no tenia roa~ apoyo que su dignidad. EstE) obtuvo el volvi ó a tie!Ta alegando diferentes pretestos. El Papa in- triunfo, La Iglesia fuá libre, i esto es lo que desespera a dignado lo escomulgó, con tanto mayor razon cuanto que los que hoi preten~en tenerla encadElnada. los cruzados que perecían en Palestina, no tenían otra es- . La r~za de los m~rovij.ios babia dejenerado. Tlerry II, peranza que la llegada de esa espedicion.-Despues de ha- mepto t torpe, habna deJado perder la Francia, Cádos ber asegurado para sí por medio de tratares del cisma; por cuya ra'Zon se prohibió a de prestar ayuda al sensual Enrique vm, son los cargqs todos los fieles, que obedeciesen a ninguno de los dos; i que el Dr. Lléras hace por fin a los Papas para conveo"' fueron reemplazados con Alejandro V, elejido en ·26 de .cernos de que la Iglesia Católica fomenta el perjurio . . El junio. . simple buen sentido puede fallar. Los dos Papas depuestos no obedeciera~ i Juan xxm que ' Siguen los cargos contra los Concilios i empiezan así:~ reemplazó a Alejandro V,inuerto pocos mese~ despues de "Un Concilio romano, en • 1036, absolvió a Eduardo el su eleccion, reunió el Concilio de Constanza en 1414. confes?~ rei de ~nglaterra, de un voto que había hecho Juan Huss predicador de la Universidad de Praga, se-para VISitar la ciudad de Roma, i los se¡>Ulcros de los san- ducido por las doctrinas de Wicleff i aprovechando la situa­tos apóstoles. Leon IX que presidia el Concilio, le impartió cion penosa en que se encontraba la Iglesia, empezo a la absolucion." ·combatirla con la herejía . Como la relijion era la base . !-'le~os rejistrado cuidadosamente la historia de los Con- del órden publico, el 6rden se' trastorno, la sangre corrió c1hos 1 no hemos hallado ninguno calebrado en aquel ano. a torrentes en Alemania. ·Los estudiantes Bohemos j'unta­Desde. 1002 no volvió a haber ' Concilio en Roma h.asta banal grito de'' la copa al 'Pueblo", que significabá la ·. 104~.-:En 1036 no era Leon IX el Pontífice sino Benedi~to pretension de que se diera al pue)llo la comunion•en ámbas 'Ix, .1m Leon que vino a ser Papa en 1049, ni Benedicto especies, el gritd sediciosQ de ·• las propiedades para tuv1eron nada que hacer con Eduardo el confesor.-Salvo el pueblo." Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4 EL CATOLICO~ El Concilio estaba reunid0, i habiendo tenido conoci­miento de esta herejía, examino las ¡>ropc·síciones de Huss. El Emperador Sijismundo que tenia interes en pacificar su reino,dio salvo-conducto al heresiarca i a su con1pañero .Jerónimo de Praga, para que fueran a Constan7,a a defen­der su doctrina. Presentáronse en efecto, i ei Concilio los convenció de herejía. Síjismundo entónces lo~> hizo eje­cutar. Fueron quemados vivos porque ese era el suplicio de que se usaba entónces; i con este motivo esclama César Cantú : "i Mas la violencia es un remedio mui triste ! I Sigismundo, o mas bien loe pueblos que son los que es­pian las culpas de los reyes, pagaron sus terribles con­secQ. encias." No fué pues e~ Concilio el que dió a estos heresiarcas salvo-conducto, ni fué tampoco el Concilio el que Jos condeno a muerte. En el curso de su escrito dice el Dr. Lléras por burla: "La infalibilidad de tal Papa absolvió de tal juramento.'' ¡Disparate enorme! los niños ·católicos saben que la infb­libilidad del Papl\, es solo cuando define e:ccátedra cuestio­nes de fé o de dbgma ; i puede ocurrírsele a alguno que a tal clase pertenezcan.Jos hec os que censura el Sr.Liérns? I suponiendo que no hubiera equivocaciones i adulte­raciones en los hechos que él cita, suponiendo que el Papado e¡; realmente el lecho de toda abominacion, corno él lo afirma ¿no se sorprende de que ese odioso Papado subsistc1 al travez de tantos siglos como una roca en me­dio del océano sufriendo constantemente el embate de las olas? ¿No se sorprende al considerar que ese anciano ha visto en 19 siglos levantarse i desaparecer grandes nacio­nes, subsistiendo él siempre el mismo i enviando sus bendiciones sobre el mundo desde la altura en que está colocado ? Este solo hecho bastará para persuadir a los mas preocupados, que es inutil que luchen con la Iglesia porque Dios, que es mas poderoso que ellos, la sosten­drá, conforme a sus promesas hasta la consumacion de los siglos. DECLARATORIA PONTIFICIA. CAR.TA FAMILIAR DE SU SANTIDAD EL SEñOR PIO IX, DIRI­JIDA AL ILUSTRISI.MO ARZOBISPO DE SANTA FE DE BOGOTA, DOCTOR ANTONIO HERitAN. (Tomada del número 472 de "El Semanario mercantil de la Habana,'' que la copió de "El Mensajero Piamontes.") Carisimo Hermano i Colaborador en los penosos trabajos del Ministerio etl esta época de dm·a prueba: Por vuestra carta consultatoria, tan clara i terminante en su relacion, como llena ce amargura por los sucesos tan estraños CGmo dolorosos que ella refiere, nuestro cú­razon se ha partido de acerba ¡::: ·' ¡u a la reflexiva lectura de tan importante letra; marcada, si no con sangre, a Jo ménos con lágrimas; ella no deja duda de la suerte opre­siva i destructora que ha tocado en parte a esa Ig-lesia : los sufrimientos de su Episcopado i curas párrocos, prela­dos regul&res i santos monasterios de las esposas de nues­tro Señor Jesucristo. Dos de nuestros dignos predeceso­res tuvieron que lamentar muchos malee de que fueron informados desde los primeros años d~ esa naciente Repú­blica, i el contajio con- que los libertinos con pretesto de libertad engañaban a los incautos. ¿Qui0n puede dar me­jor la muerte del alma sino la libertad de los errores, segun san Agustín? Libertad es la facultad de hacer todo lo que es conforme con lo que debemos a Dios, a la Iglesia, a la justicia, al órden público. i a nosotros mismos; porque el hacer una cosa injusta es LICENCIA, i la licencia es la destruccion de la libertad. Mas de una vez nos ha tocado la dura· pena de eaber los pormenores de los remarcables desprecios que se han hecho, a despecho de los virtuosos pueblos i c.lero fiel, a esta Santa Sede, con el pretesto de libertad ; pero libertad convertida en licencia : males que hemos querido remediar con entrañas paternales, dulzura i clemencia, escojitando los medios de una union i enlace relijioso, politice i duradero, relacionando esta Corte con ese Gobierno, como lo hizo nuestro predecesor Gregario XVI, de grata memoria, nombrando un Prelado sábio, prudente i activo en negocios tan delicados como los con-ciliatorios en polltica. Triste i doloroso recu erd o dejó r: € !' la Cort e Rom ana la retirada del primer Internuncio, varon dotado de virtu­des relijiosas i civile!;'. Posteriormente se han repetido en las Lejislaturas i corporacioms municipales de esa nací n Neogranadina remarcahles ultrajes a la Santa Sede i sm representantes. Ellas han e8pedido ' leyes i decreto::¡ en acuerdos enteramente ·contradictorios a las derechos sa ­grados de la Iglesia i atentatorios hasta contra el dogma, como la lei de matrimonio civil. Esta Santa Sede ha lle­vado adelante su polítietl dulce, amable i conciliadora, pílra que en esa República se atienda a la soberanía popular i a su espresada voluntad, no consintiendo que se toque la Iglesia, su sagrada jerarquía ni sus intereses, i que en nada se innoven las loables costumbres del pueblo soberano, que es en lo jeneral eminentemente catolico, apost6lico, romano, a despecho de una minoría miserable, que se está declarando en Secta Herética ; por lo que mas tarde se considerará sériarnente para lanzarle el rayo de escomu­nion mayor, 1eservada a Nos, con arreglo a las disposi­ciones del Santo Concilio de Trento i otras que los Padres de varios :Sínodos jenerales i nacionales han establecido contra esas sectas anti,guas i nacientes, enviadas como el azo'ce destructor de la paz i felicidad eocial. Los c(lnjura­dos contra la Iglesia, contra el Episcopado, cleros, rentas sagradas i contra el puehlu fiel. que interrumpen los ejer· cicios del eagrado culto, deben saber que la Iglesia los tiene separados de su comunion, i que no harán parte en la herencia del Señor, si maliciosa i voluntariamente se han lar.zado en esos infernales torbellinos de impiedad, trabajando leyes, decretos, providencias i toda disposicion que tienda a oprimir las libertades :de la Iglesia i fueros debidos ul Episcopado i Cleros. Son separados de la T~lesia: l. 0 Los cabecillas o pro· motores de tal persecucion: 2. 0 Los ejecutores o insti­gad') res; i 3. 0 Los ausiliadores, directos o indirectos de cualquiera clase, estado, condic10n, dignidades i sexo; los que despreciando las amorosas caricias de la Iglesia, su tierna madre, se drjau arrastrat de Satanás al abismo de Jos errores, impiedad, libertinaje, relajacion i apostasía; si la voz del Episcopado i Sacerdocio no labra en rsus endu­recidos corazones una penitencia severa i no se enmiendan retirándose del círculo de los perversos, pa1 a emprender el camino de una retractacion verdaderamente cristiana. Nos, con la autoridad como Vicario de nuestro Señor Jesucristo en la tierra, aunque indignos de tal gracia i su­blime Dignidad, los declaramos fuera de la comunion ca­tólica, i en consecuencia, indignos de la gracia del Señor i de sus misericordias, corno de Jos 1;antos Sacramentos, aun en el artículo Je la muerte, si no dan muestras de pe­nitencia i resarcen los daños rtue hayan ocasionado, resti­tuyendo lo que de cualquiera manera hay~n quitado. La Iglesia, amado Hermano i celoso Prelado, no tiene corno vos lo saoeis, otras arma para contener tan grandes escándalos i los inmensos daños i males que causan los trastornadores pérversos e impíos a los pueblos, como a los lejítirnos Gobiernos i a todo el mundo, que siempre lamenta los horrores de la impiedad i el libertinaje, como el golpe del aleve asesino sobre su inocente e indefensa víctima, cuy!} única falta es la de po~eer algun in ter es que han exitado la co4icia de su agresor. Los bienes pecuniarios de los Tem­plos católicos son por lo comun los que exitan las reformas de ciertos hombres mal avenidos con el trabajo i con las escaseces indispensablss al que nada gana : estos i otros motivos poco honesto~, son los que mueven el c.elo demo­crático i filantr6pico de los corifeos del desórden, i es pre. ciso hacerles frente con la palabra, con las obras, con la pluma i con ~la autoridad sacerdotal, pata alejar ta~tos males i librar a los incautos de este contajio infernal, umén­dose, como es fácil hacerlo, con el pueblo cristiano, único apoyo de la Iglesia, perseguida en la época de la ilustracion, de la libertad, igualdad i otros titulas que se h11llan, con­signados solamente, en las gacetas i periódicos que brotan la falsedad, sofistería i fá.bula. (Concluirá.) ~A vxso-Con este número concluye el trimestre. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El Católico - N. 12

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 26

El Católico - N. 26

Por: | Fecha: 21/11/1863

PERIÓDICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATÓLICA, APOSTÓLICA, ROMANA. TIU191, 3. 0 PARTE OFICIAL Hahieurlo sido desobedecidas las órdenes del Jlnstrlsimo sellot· Arzo~ hi~po i de la Vical'la jenct·al pot· los mui flR. PP. Ft·. Deuedicto Bonilla, Fr. Jncoho Fcrnántlez i doctor Caye­tano Garcia, se han suspendido de oficio i bcucficio. ;..os mui RR. PP. Ft·. Autonio Azero i Fr. Vcnancio Chüvr.z i el señor Presbítero José Maria nivera han si(JO designados respectivamente pal'a adminislt·ar los hcncllcios de ChiquinquiriÍ, Faeata­tivá i Fontihon. El sei10r doctor Pau­liuo Olivos ha sido re~tiluido al pleno ejercicio de su mini tcl'io. El Secretario del Gobierno c::lcsiás~ tico.- Miguel Arias. EL CATOLICO. LIDf:U'I'.tlD. El homLrc nace libre por que Dios lo dotó con la libei'Lad. l'al'a que pudiera compt·cnderla i <~prceial'la, le impuso \111 pl'eccpto. Para que temiera ltncbrantado, le impthO una pena. La libertad, como don de Dios, es santa: uo puede daüar al hombre. ¡Pero en qué consiste la libertad? No es en poder ,Jisponer de la lÍila, uc la propiedad, del houot· de ott·os; No es en estar a 1.1 disposicion de otros para que nos priven cuando quie­ran de la \ida, de la propiedad, de la libcrtnd, delltouot·. No es en la ocnpacion de los pues­tos pithlicos por un circulo csclusivo. No es en que se lwga en todo i pa­ra lodo la yoluntad sola de ese cir­culo. No es que este círculo tenga el de­recho de hacct· solo su voluntad. No es en que una parte de la so· ciedad tiemble ante un hombre. No es en que un hombre pueda, apoyado en la fuerza, hacer temblar a una parte de la sociepad. No es en que pueda exijirse a un grupo de individuos una condicion ominosa para que los dejen vivir en el pais. No es en que la mayoría de los ha~ hitautes clel pal viva sin garantías. No es en que se cubran con los vi­vas al pueblo sober·ano, los gritos des­gal'l'adores de las esposas, de los niños i de los padres ancianos que ven arran­cnr con violen da de sus hogares a los Bogotá~ e 1 ele uol'ientbre de 1863, NU.JU. 16. hijos del pueblo, para llevarlos a los cuarteles como reclutas apcsar de la Cunstitnt'ion. En qué pues, consiste la libertad ? No es cu que los militares trnidores puedan decir· con desvet·gonzado ci­nismo: "Yo uo tengo principios i sii'VO (l quien me paga,'' sin que los cubra eldespl'eciodetodoslos partidos No. es en que cnalqniera Jefe de tropas pueda ultrajar al hombre ma­niatado ante quien temblaba cuando estaba libre. No es en que se puedan incendiat· las poblaciones, los r.aserlos i las cho­zas de la jente desvalida. No es en que se pueda afusilar sin fol'mula de juicio, en nombre de una Constitucion {¡ue elimiuó la pena ca­pital. ~o es que se pueda mcnlit·, calum­niar, :.~palent·, oscsinarcn nombre del progreso. r-.o es en que se pueda ullt·ajar á vlrjenes inocentes i venerables, ano­jadas de sus asilos i robarles su propiedades en nombt·e de ]a ch·ili~ zacion. No es en que se pueda apri. ionar i de !errar a ~a cerdo tes dignos Je res­peto porque no abjuran las leyes de su conciencia. No es en que un funcionario pú­blico, creado sin autoriilad, pueda disponerdiscl'ecionalmenle de la suer­te de los ciudaclanos. l'l o es en que se especule con la misel'ia pública a titulo de Gobierno. No es en qne puedan conftscarse los bienes de los veucidos. No es en que se apellide pt·ogreso a la barbarie, liberl ad a la tino ía. No es en que se prohiba a los cató~ licos reunirse para orar. N o es en que se conviertan en cuar­teles las casas de oracion. No es en que pueda blasfemarse el nombre santo de Dios, empleando en esto la prensa civilizadot·a. No es en que se aliente al crimen i se OJJrima la virtud. No es en que se trate de metaliza¡· a la sociedad, ahogat· en el corazon todo sentimiento noble i reemplazar­lo por el frío egoísmo mercantil. No es en que se pueda corromper a las masas para lanzarlas contra el resto de la sociedad. No, en nada de esto consiste la li­bertad. J.a libertad tiene pot· limite el de recho de cnda uno. Por eso garantiza la segmiuacl de 1 persona i de la pt·opicdad. La libertad esta definida por Dios Supt·emo lejislador del Uuiverso, e1 pocas palabras. "No ~tagas a otro 1 que no quier~s que hagan contigo Ama a los otros como hermanos, po amor de Dios." He aquí toda la lei. He aqni establecidas todas las ga rantlas. El premio para el que cum pie la lei i el ca~ligo pat·a el que 1 iufl'iuje, son etcrllos. La libertad viene de Dios i está pr9 tejida por Dios, pot· eso, sin Dios n puede haber libertad. ''Las e'1trailas de los impios, so ct·uele ,, dice el Sábio en los Prover vios (C. XII, v. 10); por eso son Ct'll les los que persiguen la Relijion, po eso no e cuchan la rnzon sino a su pr·opios caprichos i a sus convenieo cías personales. · l)or eso sufren abyectos el yugo el un amo i llaman abyectos a los qu obedecen a Dios. No puede haber justicia sin rclijion i sin ju Licia no puede existi1· la s ciedad. 1-n ju ticia e madre de la liberta Elliber·Linaje nace de la irrclijio La Helijion católica es hoi como h sido siempt·e dul'ante diez i nuev siglos.B ija del cielo no ptlccle engaña a los hombres. "Ella apaga los odi i las clisenciones: mantiene la paz las buenas costumbl'cs en las familia hace humano al rico, resignado pobre, integro al majistrado,obedien t al pueblo, honrados a todos.~' Por es como dijo el célebre predicador d Pio IX, el eminente leatino Fr. Ve tura : "Nada hai mas insensato i al mi m o tiempo mas funesto que proclam los dereuhos del hombre, hollando 1 derechos de Dios ; que establecet· 1 libertad sobre las ruinas dé la Rclijion hacer leyes bajo la influencia de la pasiones i la inspiracion del sacrileji Quien dice libertad sin relijion, pr nuncia una palabra infemal. La libe tad sin relijion, es un¡1 anarquía. La relijion es la aroma que impid a la libertad cort'ornperse. ,, Aqu 1 se dice : " La destruccion d catolicismo fué el único objeto de 1 revolucion." Si, pol' eso se ban co Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ido tantas crueldades. Por eso se a entronizado el despotismo. Porcsohai hoi seiíot·csi hai esclavos. or eso se gritan vivas a la libet·tad uando se oprime hasta el alma. Pot· so no se respeta el derecho del vecino. or eso se insulta la creencia del ueblo. Por eso .... pero basta. Se. ha icho a Cristo: ''No queremos qne in es sobre nosott·os," i marchamos tumbos a un abismo entt·e las nieblas del enor. La soberbia ha invadido el santna­io. Los hijos de Levi hablan el len­uaje de los incircuncisos: la blnsfe­ia ha manchado sus lnbios ... ¡Oh! Dios Snnto, ten misedcordia de tu ueblo! Tú fuiste crucificado por los hom­res a quienes veniste a redimit·. Tu icario quiso redimir a la Italia i los alianos gritat·ou ¡craciflxe! Tus iervr.s aqui lucharon pot· tn ci, lci de lib et tarl, de civilizacion, de mor, i de pt·ogreso, i el p'lChlo po 1• ¡uien trabajaron los pisa hoi, lo s pros­ribe i proscribe tu nombre. ¡Venga 1ucs, Lu jnsticia! Los e¡ u e no com· t•endcn la libert ad, la invocan para Iltt·ojarla. Los que limitan sus crcccias rclijio­as a simples opiniones acct·ca de Dios, lO pueden comprentlct· la libertad. Creen tenel'la porqne pueden des­oLiza• · n sus hermanos i no ven que llos mismos son esclavos! Ven sns nrc:~ s llenas', i cicnan sus idoo; a los lamentos {1nc el hambre rrauca a lo-; de~;pojado . Quieren ·iyir como los babilonios i no ~ieutcn ue ya Yicnc Cii'O. No se acuet·dan e que tienen alma, de qne hai Dios hai eternidad. La justicia divina no uede ser burlada. Los pobres qne hoi piden en vauo :1 a5ilo en sus dolencias a los ami~os el progreso, no pueden hacct· oit· ~us ncj asa los que saborean los bienes d!,!l ospital fundado i sostenido por los re· t·ogt·ado católicos. Los infelices que aliaban con que satisfacer su ham­re en las puertas de los con \'en tos, ideo hoi en vano un pan a los que oseen los bienes de esos conventos. ''¡Afuera clcrigalla! " gritan los ue no saben lo qu~ deben a esa cle­igalla; ¡ i hai clérigos que hacen ceo . semeja~;~ te gri.Lo.l . . . . . . . . . Cnan tlo en vez de ese grito de mal­icion, se oiga el de verdaderafrater­idad. Cuando en vez de los banquetes de angre que hoi se oft·eccn al ídolo de s liberales para contentar su sed de angre, se ofrezcan los de la caridad atólica, incruentos i sublimes, e5la­a aqui asentada la Relijion, con ella justicia i con la justicia, la libertad. EL C_f.TOLICO. REMITIDOS. LOS.LUTERANOS EN LA PALESTR • ( Co11l i11aacion). i Cuándo l1a negado la Iglesia, ni niugun ver,ladet·o católico que el rei­no de Jesucristo es espirilnal? Nunca, pero como Jos espíritus cstan en Jos cuerpos, i los cnet·pos necesitan ele recmsos i elementos indispens:~bles para atender a su conse•·vacion, es pot· esto que el reino espil'itual de Je­sucristo necr.sita en el mundo de me­dios i recursos para vivir, asi como para el mismo Gn los uecesita el reino filosófico liberal. La Iglesia, dicen, rlebo en sns mandatos dil'ijirse al es­píritu, ¿pero cómo se comunica el poder de la Igksia con el csp iritu, sin que intet·vcnga el cuerpo en esa co­municacion? Nadie llama homb•·c a 11na alma separada del cnet·po, asi eomo nadie llama hombre a un cadá· ve•·; por consiguiente lo 1¡uc se lla­ma hombre es el ser compuesto de alma i cuerpo, i por cousiguicnte e<; de hombres que se compone el reino e:;piritual de Jesucristo en el mundo i es sobre e5os homb•·cs que elche i tiene que cjct·cet· su gobierno la Iglc­si:~. No qneremos nada dceso,sino que la Iglesia no se mezcle en asunto del gobierno temporal, dicen los advcr­sal'ios. Pero ten que asuntos 1le la competencia csclnsiva ,¡e los Gohiet·­nos temporales se ha in je rido la Igle­sia? Citense lo hecho , rcfié•·:tnse los ejemplo' !ie les tlicc, i a todo con· testa•• con algarabías icon calumnins. La Iglesia no se inj icre en los asttJt­tos de los Gobiernos, pero si tiene que vivir en vela, para resistir las iu­va iones del poder temporal. Sin nc­cesidatl de apelat· a los anales del mnndo,·la vergonzosa historia de es· ta Nacion está llena de ejemplos es­candalosos, que confinnan esta tri!>tC verdad. I ¿qui énes son los que de tiempo atras traen atolondt·ada la ca­beza del pueblo repitieudo, que el reino de Jesucristo uo esdcestemun­do? Pues son los mismos que han clestel't'ado a Jesucristo del seno de esta Patria, blasfemando sn sagt·ado Nombre, renegando de su doctl'ina i proscl'ibiendo sn adorncion i su culto de en medio de las cimlades i de los · ¡nJC"btos·. ·¿ Qliicnés soi1 los qtie pre-· dican a la Iglesia pureza i humildad? f ues son esos c~piritus corrompidos i soberbios, qne de tiempo atras se re­belaron contra la misma Iglesia, i que hoi se hallan en armas contm Dios. t Quiénes son los que, con el testo '•mi reino no es de este mundo," se erijen en macstt·os i jueces de la Iglesia i le predican desprendimiento i pob1·eza ? Pues son los ladrones de los bienes de la Iglesia, los que han saqueado los teli'lplos 1le A 'luel que dijo : mi reino uo es (\e c~te mundo ; pero que nunca, ui en niugua~ parte dijo, que fuera Jlcilo i pcnnit1do ro· bar lo ajeno. Esos S:~ccnlutcs rlesgt·:~ciados que , pcrdientlo tutlo miramiento a Dios i a la hnmani1latl, han hablado para repetir no sé qué ceo cle no ~é <(lll 1 doctrina entenada desde el t1empo de Constantino, deben tener presen· te: r¡uc los cismas i las herejíüs de todos los tiempos no son ott·a cosa que los ecos interrumpido~ de la YOZ en· gai1adora de la serpiente mflldita,cnyos acentos confumliclos con el ruido de los pasos de la humanidad, resuenan de tiempo en tiempo en mcclio de los siglos i vuelven a espirar cntt·e Joq an:~tcmas de la conciencia i la rechi­fla de las jeneracioues; i, r.ontinuan­clo su curso CIH'UCltos entre el torbe­llino de las cosas humanas, llegar¡\n a\ ullimo dia de los tiempos Cll al' a qne, COIISet•vatHIO car:letet· que le es pt·opio, sen fiel la mision que ha recibiclo de Dios que consi~te en mantener i gnlt·~ hcr m nos, puede flgurnt·sc f~cilmcnte cual srt á dolor que nos aflijc pot• t'onsN·urnc td de guerra s.thajc i sacrílega ln·ch.tt·n t·slt loen pos clificili~imos a la lRlt·>ia c:a l uh·,, en ca todos lo s p~iscs del llllllHlo .. C!slH't'i llruc n por consecuencia de• la cpw, t·n. la tlt gr aci da Italia, a nnc:.lro> mi~mos Pjo>, 1 si declat·ada hace ya muc!.o s ui1 •<, p r r•l G biet no piamontés, i que ~e hace dt• db e n d mas encarnizada. Sin emhargo, en medio d(' nnr- : h ¡::n11 simas nOiccionrs, espeduwntamus u u, al grí~ i un ron:.uclo profundo:. cuntlllo• eh• m una mirada sobre 1osutro,;. l'onp ot ntl nt¡t ~eaisatc rmrntados rlt~ un:t mant·t a lo.rnt nla h por toda clase de injnslici •S i 'iulo 11 tia arrancad o> a 1 u estros n ~ ba ;llls, e' los dt·~tit•no, i aun anojaclus r.n J"i r-mbargo, armado• de la fun¿a r¡u tu.e lo alto, no ha!Jci:. cc~atlo, ~e,¡ d1• p hl ra por t'SCTito, de defender la can •• >. lo der citos, la dudtina del Scitor, do· s11 ) .,., 1 i la Santa Sede, preveyrndo t·n t utl• ,, l1 sah de vuc•tro rcbaiio. Así no:. Hgot tj.llt os todo nuestro cornon con n> 1 Ir<~. J'O I'fl sois felices en sufrir esto. ullr~j r·' ¡ u1· t•l no ure de Jcsus, i cmpftoaremos, p ;11. .1lah at dignamente, l~s palabras dt• nut ·~lto •• ntí · mo predecesor Lcon: "Annt¡t"' ~o ro n'p dt ·zca de lodo corazon l~s afliccione' r1u c lt Lci5 sop01·tado por la defensa di' la ¡, cató! ca, i lo que ha beis sufrido .•••. yo no lo co siclt•ro de otro modo que como si turic•se qt sufrirlo yo mismo; no obstao~llc, sit·nto c1 ltai mas motivo de regocijarse que((¡; jt·mi viendo que, fortificados por l'iueslro ~cii Jesucristo, haheis p1·rmanccido inrcncibl en la doctrina evanjclica i apostólica. 1 mie tr~s que los enemigos de la 1~ cristiana echaban de ''ueslras sillas, habcis prefcti •uf'rir los dol01cs del destierro a manchar en lo mas mínimotc.on el contacto de contajio." 1 pluguicse al cielo que Nos, pudi(~sem tambien anunciaros el término de tan gra des calamidades! Pero la corrupcion de costumbres, que podrá nunca dcplorarse ba,tante i que pmpaga conlínuamente i por todas part con la ayuda de escritos impíos, infames o!Jcenos; por medio de representaciones te tra.les i de casas de pecado establecidas e en todos los lugares; Jo¡ errores mas mon troosns i horrible&, diseminados por don quiera; el creciente i abominable desbor de todos los vicios i de todas las rn.'lldade el veneno mortil'ero de la incredulidad i Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ndiferentismo estensamente esparcido; el han dono i el desprecio del poder cclc~iasti· o, de las cosas sagradas i de las leyes; el in· usto i Yiolento pillaje de los bienes ecbias­icos; la persecucion feroz i continua contra os ministros del Altar, contra los alumnos e las familias relijiosas i contra las vírjcnes onsagradas a Dios ; el ódio nrdaderamentc alAnico contra el Cristo, su Iglesia, su doc­rioa, i contra esta santa Silla Apostólica; en n, todos esos otros escesos, casi innumera· les, cometidos por los enemigos encarniza­os de la Relijion católica, i sobre los cuales os vemos obligados a llorar cada dia, pare­en prolongar i aplazar el momento tan de­cado en que nos sera dado ver el pleno riunl'o de nuestra santbima .{\elijion, de la erdad i de la justicia. Este triunfo, &in cm­argo, no pod1 a faltar, aunque no nos bCa onc1!dido conocer el ~empo que le ha fijado uestro Seiior Todopoderoso, que arregla i obierna todas las cosas con su admirable 'rovidencia, i las vuelve en ventaja nuestra. unquc el Padre relestial permita que su anta Iglesia militante, en esta pcregdnacion iserable i mortal, sea al(lrmcntada por di­crsas calamidades i allicciones,&in embargo, omo C'sla fundada por ue~tro Sciior J esu­ri& to sobre una piedra inmóvil i mui solida, o solamente no puede ser destruida o de s­uiciada por ninguna fuerza, por ninguna ·iolencia, sino que, "léjos de disminuir, CI'C· e por el hecho mismo de estas pcrsecucio­es, i el <'ampo del SciiOI' se re\'i&te siempre e una mies mas abundante, micull'as que os granos que caen uno a UtJO renacen mul­iplicatlu,." E~ l'~lo, hijos queridos i \'enemhlcs herma ­os, lo que vemos tambirn producirse en stos di a~ deplora bies pot· un beneficio espe­ial del Sl:ito;. l'orquo: aunque la Esposa in-aculada del Seiiot sea al presente grande­ente allijida por los hechos de los impíos, lla triunfa de sus r.ncmigos i rcs~landece de na manera admirable por la le, el atuo1·, 1 rr~p1•to hácia os i hácin la silla de 'an edro, i la aumirablc con&lancia en defender a unidad católica que 1 espira de una manc­a part icula1' en vosotros i en los otros veo c­ables hermanos, los Obispos de t!'do el mnn­o católico; por la sanlÍbima luz de la fé que lumbra coda di a tantas rejiones, por el amnr el celo sciialados de los católicos hácia la glcsia misma, hacia os i ha cia esta Santa e de; i en fin, po1·la gloria insigne e inmor tal ti martirio. Vosotros sabeis, en efecto, que, specialwcnle en el Tonkin i en la Cochin­hina, los Obispos, los sacerdotes, los legos i un la~ Mbiles mujeres, los :tdolr.ccntcs i lns iñas pequeñas, imitando los ejemplos de JS antiguos mitrlires, dcsatlan con un valor vencible i con una virtud heróica, los tor­leutos mas atroces, felices de poder dar su ida por Cristu. Todas estas cosas deben sc1· para Nos como ara vosotros de un gran consuelo, en medio e las graves alliccioues que nos oprimen. Pero como las funciones de nuestro miuis­rie apostólico exijen abbolutamentc que de­ndamos con toda la solicitud i todos los cs­crzos posibles, la caus' de la Igle sia que os ha sido confiada por Nuestro SeñorJcsn­isto mismo, i que reprobemos a todos aque­os que ño 'temen éombath' i'hsucri~to son m ni • rlaras :-" Si no cscuchi a la 1 glcsia, sea te­nido como jcn!il i publicnno." " Quien a 1 o­sotros escucha, a mi me t•sc ucha; i quien a vo~otros rlcsp1ccia, o mí me desptccia. 1 quien a mi me desprecia, dcsprcda a A que! que me envio."-" El que no crea sera con· dt:nado." -"El que no c1 ce ya ('stil jurgado." "El que no l'slit conmigo rstá contra mi 1 i el que no amontona cc.nmigo, dc~parrama." Por con~iguicnle, 1'1 Apóstol Pablo dice que rstos hombres csttln corrompidos i condenados por Sil propio Juicio, i el P1 iucipc de los Após­toles llama" p1ofcsores de mentiras, a los t¡nc int1 oduccn s1•ctas perveuas i reniegan del Seiior, atrayendo sob1c sluna pronta perdi­cion." Que los hijos de In J glcsia católica no sean, si n embargo, nunca los enemigos de los que no nos estim unidos por los mismos lazos de fé i de caridad; que al contrario se e~l'ucrccn en soco11 e1los i en ayudarlos con tuda la soli­citud de la caridad cristian~ si e~tltn pobres, enfermos o ollijidus de alguna otra omorgn desgracia, i que se injt•nien an te todo en anall· cado.s ck las tinieblas de lus !'llores en que estan miscrahlementc sumcrjidos, i traerlos a la amantbima Madre la Iglesia, que no CI'Sa nuncJ de tenderles afcctuosamen te sus hraros maternales, a fin de c¡uc, llrmt•s i cc;mtantes en la fl'•, la esperanza i la t' at itlad, i haciendo fructifi
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El Católico - N. 26

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 27

El Católico - N. 27

Por: | Fecha: 28/11/1863

IL PERIÓDICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELinON CATÓLICA, APOSTOLICA, ROMANA. TIUU. a. 0 AULTIMA HORA. Acaba de lle~ar la Encíclica de N. S. P ... J>1o IX, coudeoan· do el juramento del Clero, i se publicará en númel'o estraordi· nario el lúues. EL CATOLICO. UELIJJON 1 LlBERTAD. Al doctor F. E. Alvarez. En el número 38 de ''La Opinion,'' i bajo el titulo ''La Couveucion na­cional i el Clero," hemos vbto un 31'ticulo firmad<:' por vos, en que se leen estas palabras que nos lwn lle­uado de una profunda pena i sobre ]as cuales uos pi'Oponemos hacer algunas reflexiones: " El Clero se halla bajo e&le aspecto en una situacion particular. SitiJdito, en cuerpo i alma, de un poder tstranjc•ro, se cree con derechos snpcriores a los de: la N arion como soberana, i desconoce el supremo imperio de ésta para someterlo a sns leyes, i el dominio eminente ele la misma para lt:jislar i di poner lo que n bien tenga ¡obre los bienes de qne d Clero se ha apoderado i que ha sustraído a la adqniiicioo i comercio ele los demas cin­datlaoos. 1\o rtcoooce esos derechos, que conslilu) en la alta digntdad de la 1\ acion CO · roo suLcrana, sino en un poder estranJero. El Clc10 1 por la condicion privilejiada en que la Nacion misma lo colocó, por las grandes 1iquczas que los Gobiernos le permitieron adquitir i le ayudaron a acumular haciendo que la aulot idad prrstara el ausilio de &u fnerza para las esplotaciones clericales, i itl­timamenle por la grande inllnencia de su mini~tcrio, inllucncia que la Nacion ayudo a (' imcntar; el Clero 6C halla en aptitud de influir en la paz pillllica i de c01nprometeda gravemente, i 1na& cuando se cree que no rsta obligado a someterse a las instituciones i le) es de la Nacion ." No copiamos sino estas palabras, porque CJ'eernos que la cnestion de constituc-ionalidad es superflua, inú .. til, cuauflo se trata de la volllnta~l del que tiene en sus manos la fuerza. I.a (;oustitncion es uua pantalla rota ,ya po1· mil partes i que uo nos oculta ui aun a medias la fa.r: de la Dictadtua. No es sol? el Clero de 11qul, señor, no es solo el Clero el que mira al PontiGce Homano como el repre en­lanle de Dios en la liena, i le obede­ce como a tal. Es todo el pt¡ehlo granadino c11ya fé alacajs, son dosr cientos millones de hombres esparci­dos p()t' todo el Universo. · Al ver el miedo qqe manifestais n f Bo3otá. 18 de u.o"leanbre de t8•a. NtJM. •r. ese Monarca e&tranje¡·o; p~rccc que fuera señor de algun grande Imperio, que pluliera contar cou muchus mi­llares de bayonetas i muchos millones en oro para snhyt1gar puebloi; parece que su influencia datara de ayer, o que se esleudiera solo a éste o aquel pueblo determinado. NosotJ·os hemos visto ya cien veces repetillo, i l1emos contestado olt·ds tantas ese miser·able sofiilma, único tal vez eu que os apo· yais para tortmar la conciencia tle los pueblo~. El Soberano estranjero a quien los católicos obedecernos como a Jefe de nuestra Iglesia i Vical'io de Jesucristo, es tw pobre anciano que en vez de es-pada tiene tm cayado, símbolo de su misiou, la de conducir· las almas al Ciclo por el camiuo de la virttld, de la carichul, de la paciencia, de ta orncion. Como Soberano temporal es el mas débil de todos; sns Estados son, como dice el Padl'~ tacordaire, " bn t&utes para la independencia, pero demasiado pequeños parl:l la do­minacion." Es tan dl·bil señor, que us solas fuerzas no le hnn bastado pnra defeuder· sus ciucladcs contrn una bandn demiserahlcs aventureros. Pero en el hecho de haber conservado por tantos siglos ese pobre Sacerdote cuya influencia tanto os asu~tn, sin soldados, sin dinero, la . No se cuerda u de que esos séres qnc vagan esuudos en medio de ellos son sus termanos, que tienen tambien una lma iutclijeute e inmortal; los des­recian con ese orgullo de raza que ace tan tl'iste la suerte de lo~ negt·os n los Estados Unidos del Norte, i \,lando algnn estt·anjet·o se mauiftes­a sorpt·endido pot· esta conducta nlicristiana «son salvajes, le dicen, OJl una especie de bestias dañinas, E~ CA'IOLICO. es preciso procurar que se destmynn,, i Procedería de este modo un pueblo inspit·ndo por el vetusto catolicismo? i los misioneros católicos, no habrían procurado hacer homiJres de esos casi a.nimales? Bu~ca•l fuet·a de Dios el orijcn de la sobcrania, i rlivn~areis en vauo de utopía en utopía; desde el sis tema de Hobbes hasfa el de las sol>el'lutias populat'e!l. El hombre no \·ive en so­cieclacl .por eleccion o por convenio sino por necesi•latl. Nace i crece en ella, se cnc\lCnlt·i\ ya constituidos los Maji~trados, fonnarl::~s las leyes que debe obedece1·, i por lo comnn no tiene ni elt·ecut·so ele emigrar si es:1s leyes no son de sn agracio. Puede decirse que la inmensa mayoría ele los hombres está condenada a vivit· i mot it· como las plantas en el sitio en que nació. Siempre hemos ct·ciclo que la pal::~­hra PuriJlo Soberano significa algo mas de lo que sequict·edecit·con ella. Podd pt·obarsc tal vez que las ma!>as no tienen obligaciou ele obedecct· al porlcr que ellas 110 se !tan dado o que no e de su agrado, pet·o no que tcu­gan drt·echo para rnanclat· a nndie. ¿ De dónde \'Íene esa soberanía del ni11nero, en qué se funda el derecho de los mas para mnnr!at· a los ménos? Dios es el único Soberano: el que ' obedece a Dio~ es liUre, el qtlC olm­dccc a sus pasionc,¡ i capl'ichos, nn malvado; el que obedece a otrohom­hrc sin mas razou que el temut·, un imht'·cil o uu cscla\'o. Dios !tizo a l 1s hombres e.;encialmcnle ¡,ociahles, la culpa ot·ijiual los d('jó uatnralmcntc malos; pot· e~ lo son preciso~ los Go­bicrno · JHII'a q11e puedan vivit· juntos sin hacct'~C daño; pc,ro el Go1Jieb1o c¡ne no se apoya en Dios, no tiene razon ele set·. El pueblo no ha poclicto dclegat· llll rlerecho c¡uc, como hemos visto, el mi::;mo no tenia. Pot· ott·a parte, la eleccion popular es una mentit·a. Una f,·accion de un parliclo es el pueblo r¡ue elije. La inmensa mayoi'Ía de Jos ciurladanos ni aun comprende su derecho, recibe de un intrigante un pan i una boleta qnc deposita en la urna sin sabe•· el nom­bt ·e que contiene. Hasta los caudillos de revueltas que sacrifican millares -de infelices . a. su .ambicion .o . a_ ~u . codicia, se titulan apoderados i defen­sores tic su ' 'ictimn. Hablemoc; claro : los GoLiernos no pueden apoyarse sino en Dios o en la fuerza. Todo pueblo necesita una fé reli­jiosa; porque sin ella la mot·al i la conciencia quedan sin ascendiente i sin voz, las malas pasiones sin contra­peso, los malos instintos sin freno. Donde hai mas de dos hombres reu ... nido$, es preciso que alguuo mande; i este, si no puedo hahlrtr a las con­ciencias el lenguaje del clct·cl'ho, ha­blara a las vQluntades el rlc la CtJ,nc­cion. m hombre tiene que obedecer o al del>c•· o al temot·: en el pl'imet· ~aso puede ser libre, en el scgnnclo, Jamas. · LEn dilncle se enéonlrará la t·azon que nos obligue a sometel'llos a las po­tcsln, Jes de la tierra si no se la bu~ca en Dios? ¿ Hai al¡;unn t·azon de con­veniencia que nos haga sacrifica.- l:l nucsh·a en beneficio de la ajena r Nin­guna. Por eso los poderes r¡uc quiet·ctÍ ser respetados i ohedeeiclos si nt·epug­uancia, vivit· segnrM sin necesidad ele anninar a los pueblos JHlt'a mantener solrlaclo~,ni apeb!r a violencias i cruel- · clarle5, deben apoyarse en la fú t•cli­jiosa de loi cincladanos a 1¡uienes mandan, i si esa fé es la católica, cuya mot·al es tan pma; la católica que, única en el mundo, ha po•liclo pt·o­du~ t· santos; la catálica, única que h1 elevado la fratel'lliclatl hasta la cariclacl, es decit·, hasta e ·e am·11· he­róico qne no conoce limites; el Go­bierno que, en vez de apoyarse en ella, la ataque, la ho . tilicc siqttiera, conspira contt·a ,;Í mismo, contra Dios, contra 1::~ socicclad. El Católi­cismo está llamado a poner llmiles al poder civil, porc¡uc esto no fné cstahleciclo por Dios pat·a ser !ICIIOl' de todo, pct·sona~ L>ie11es i concien­cias. No pu ede sct· nunca absoluto, sea que e eje:t·za en nomlll'c del pueblo, del clerecho de succsiou o clel ele conqnista. El Cucq>o sncet·dotal os in,;pira ojcl'ila porc¡ue tiene itdlucncia sobre el pueblo, por,¡ue le inspira t·espclo. ¿Por qué vucst1·o celo niveladot· no os llevn ,, colllhalil' la riquc¿a, In ins­truccion, la virtucl ? En fin, sciíor! las alt•ibucioncs del podct· e tranjct·o qur. tanto temor os inspira, deben resirlir eu alguien para que la Helijion se cott et·vc. Las Naciones que no reconocen al Papa han rlado a S\1~ reyes éste poclct·; i vos mismo. poclcis pensar cuán pe:ligrosa es para los pue­blo:> la reunion en unas ~olas manos do la espada i el incon~nrio. El podet· espiritual no puede estorbar al civil, siendo como es, dbtinto de él pot· su objeto, su e'fera i- stts medios de . acc_ion. _ Y,l_ ~ob~rano temporal no tropezará con el ince-ns-ario "sino-,cua"n­do aspit·ando a la omnipotencia, quie­ra h· pat·n llamnr mal arlquiriuos lo · bienes cclcsiasticos; porque las hipótc is intleJ110Strahlcs no :~on L':t?.oncs. Can· sl\¡lo" stamo. ¡}e demo t1·a•·os que los bienes de los frailes, de L1s monjn•, tlc los pohrrs eran t:~u wyos como lo son vnc>tt·o~ i de vnestros ltijos los qnc hayais ad!luidtlo lrnhajando hom:~damcntc. Desde 1¡uc el munoll·os habcis hecho 1le la libertad una especie rle divini­datl mistct·io~a qne os absteneis de definit· i a la que lo sacrificais to1lo, patria i honot· ijus'ticia i humanidad;. hasta dcclat·ar incompatible con ella la vida comun de inocentes mujeres, hasta convel'tit· las casas de oracion donde se imploraba de Dios el peron de los ¡pecados de todos, de donrie se repartía el pan a mil familias de gra­ciadas, en cuarteles, en moratlas de inmundicia, de disolucion, de bl?s­femia. Tal vez vosotros e ·pet·ais que las jcnr.racioncs venideras sientan la influencia benéfica clel sislema liberal, ya que a lajeneracion presente no le ha tocado pot·lote sino la opresion, el reclutamiento, la muerte en los com­bates, el hambre i la desnudez. Es que ante todo sois hombres de vues­tro partido: por eso, si bien estais dispuestos a oponeros a toda malda tintes tle su ejeencion, na que u o es la doctrina de Jesu­c: ri!ito, i que ademas es una fa1·sa de~· ¡ncciul>le i ridlcula, puesto que los SI· glo!S i las jcueraeiones en su marcha majestuosa, le hicieron el entierro al pasar, i lo por el iott·rmedio de los A p oslolcs h~ recibi­do i en ei1a n permanecer firmes e m altera­ble& en nae;trn divina llelijion, que es la hni­ca 'cnladera i la sola quu Jllepara In salud el rno i que hace en fin floreciente i feliz a la •ocitdad civil. Por c•to os encargamos que no ceseis de in~tnlir siempre i con cuidado, ya pOI' la pre­dicacion de 1a palabra .divina, ya por el ca· tecismo a los puebk•s conllatlos n vosotros, sobre Jo¡ misterios, la ductrina, los Pl'<•ceptos i la dhciplina de nuestra Rclijion, espccial­• mentc eon la ayuda de los Curas i de ~Iros eclcsill5ticos que se recomienden por la m te· gl'idad de sn vida, , por la gravedad de sus costumbres i por una doctrinn sana i bólid•. P01·que vosotros saLeis muí bien que una g-ran parte de los males nace ordinariamente de la igtiOI' ncia de 1~ cosas divinas que aon nccwarias a l;t ¡_alud, i por consig~ientc c,om· . prendeis que no se deben ahorrar CUida­dos ni esfuerzos para librar a los púeblos de tal azote. Antes de terminar esta carta no podernos dispcnsaJnos deelojiar debidamente al Clero de Italia que, adhiricndosc de corazon a J.\ os, a e~la catedra de Pedro i a sus Prelados, no ha abandonado nunca el camino recto, antes bien, siguiendo los jlustrcs cje~plo~ de sus Obi~pO$, i aufriendo con una pacJencJa gran· de todos los ~rabajos, llena de nn modo ad· mirab1e sn tarea. Nos, esperamos que el Clero, con la ayuda de la divina gracia, i siguiendo dignamente la vocacion a que ha sido llamado, se esfor· zará en dar pruebas mas i maa brillantes de su piedad i su virtud. . .. Damos tan)bien merccHio! elujJOS a tantaa virjenes santas que, arrnncauas violentamen• te de sus conventos, despojadas de sus habe· res i reducidas a la mendicidad, n•l han re• nrgado por esto de la l'é que jm·a1on a &U Eaposo, sino que, soportando con lo~~ la constancia pusible su deplorable condiCJon, no cesan noche i día, en sus huocaciones, de levanta1· las manos al cielo i rogar a Dios por la salud aun de sos prrseguidores, esperando pacientemente la misel'icordia del ~eño~. Somos Í"ual:uente felic~ en elOJiar d•gna• ~col e a li~s pueblos de J talia qut, animados de ~entimicntl'S católicos, dele~ an todas laa maquinaciones impías dirijidas wntra la.lglt!• sia, i be glnl'ian de pugar llll tdhnto de p1edad filial, de respeto i de obedientia a Nos, a esta santa Silla i a sus Obi&pos, i que, aunque 1odeado5 de dificultades i de graves peligroa, no dejan de mauif'e&tar di:1riamcnte tle todos modos t:l afecto i ventracion puticular que tienen p(\r Nos, i de alivia1·, ya por 6mCI'icio· nes de ludas pa1ie~, ya ¡oo1· otras ofrendas, el mui grande c~tado de penuria en que nos ha· liamos i en que se encutntra la ~illa apos· tolica. · En medio de tQIItaa amarguras i df: una tempestad tan grande lev~ntada contra la Ig(ebia, nu perd:m10s el valor, hijos queridos i venerahles J.ermnnos,pt.l'qufl nucbliO conse· jo i nuestra ruena fbllln en Cristo; i si sin El no podemos nada, con Él todo lo podemo•, porque al investir a los predicadores ele la Jgltsia i los ministros de loa sacramentos, "' é ~quí, dijo, que yo estoi con l' OSolros to· dos los días hasta la comumacion de los si­glos." b,demas, nosotros sabemo~ positin­menle e¡_ u e las puertas df'l infierno no pren­le< ·eriln Jamas contra la Iglesia qo~ ha si~~ i será siem¡u e inmutable, guardada 1 pr~leJ~d~ por J esuc• ·isto 1\ue&tro Sl'ilor qm· 1:1 cd.fico,, 1 que (uis nyer tomo es hoi i como scrri /ia.sla elf11t d• los slclot. J\¡¡ cesemos, pues, hijos queridos i venera· bies hnmnnos, de of1eccr día i noche con un cet(l ~iemp1 e mas a1 dit>nte tn la humildad d uuest1 o corazoa, oracionts i súplica• a Dios por medio de J t:sucristo, ~ara que, di~ipando esta tempestad ~iolcnta, :u unta Jgleaia tes· pi1 e debpUeo de tantos calamidadt:s i gnce en todo el mundo de la por. i de la libe1 tad d • st'adas, i tn fin, que todos los t¡ue cotá? d : viado•, alumbrado~ prouto por la grac1a d&· vina, luehan del e1101 ' al camino de la ver· dad i de la justicia, i produciendo dign.os fru· tt s de ¡H·nitencia, adquieran teu1o1' 1 amor eternos por su santo nombre. 1 para que Dios, lleno de misericordia, es· cuche mas facilmcnte nuestras fcrl'ientes sh· plica:;, invoqn~m?s el pat!·ociuio podoro~o d. la Santísima H1Jen 1\lana l\Jadre de D10s, 1 reclamemos la intenencion de los ~autos Apóstoles Pedro i PaLio i de todos los bien­: nenturados del ciclo, a fin de qne por su ai1plicas eficaces, obtengan de Dios para to­dos la miselicordia i In gracia en. tiemp~ oportuno, i alejen tod~s [as c.~!arnJdades 1 ptli¡;ru~ con que JoJglt&Ja es afliJlda en todu 1)a1tcs i eapec'almcnte en Italia. . .En fin, .camo un testimonio cierto de puc•· tra bene\'olencia particu)ar hácia vosotros, Nos os damos Juui afectuosamente, con todo nuestro co1 azoo, la btmdicion apostólica, .a vosotros i al rcbai10 confiado a vuestro Ctll· dado. Dada en Roma, en n Pedro, el dccimo clia de agosto del ailo de i863, de nuestro pontificado el iB. . (1'onndo del ntimcro 247 de la "lndependenc1a Belgt~.") ~ ~ -- Imprenta Couatitucional. Cancra de occidente, ca11e i. ~-' número :18. l'Oll l'ONTON 1 BAJU\EU, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El Trovador: periódico de literatura i costumbres - N. 9

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 28

El Católico - N. 28

Por: | Fecha: 30/11/1863

1 mañana, barrerán las cocinas i se lava­rán la m nos. l>EC l~TO Art. 2. 0 A las siete en punto im-comuJm l ·no AJ.GUt\OS Aimsos QUE AJ.TE- \ peznrán a hacet el almuerzo., el cual ItA · EL onnn~ JENER L. e ta&á concluido a las nueve ménos 8 T. C. JJJnscarlor, ú1·andlsimo Jefe de 1 minutos, hora en que a vi nrán a sus la de.jistrándolas ántes de llega1· a su des- Colombia, tino por el correo,) se nota un desórden 1 co:ssmEn Nno : espantoso n cuanto n Jas formas de las 1. e Que sou tantos los su tos que cm·tas, i las letras i tintas que se usan; padezco cuando siento jento pm la calle .2. 0 Que este desórden enn1elve un 1 en altas horas de la noche, porque me atentado contra la soberaufa nacional ; figuro que los que pasan quieren ha- 3. 0 Que es un deber del gobie1·no cerme un 25 de setiembre, de modo velar po1· la conservacion del órden ; 1 que absolutamente no puedo dormil'~ en uso de las facultades que tengo como lo cual es atentatol'io contra mi sobe­supremo inspector de la c01·responden- ranía. cia privada, 2. 0 Que aparte de esto es un desÓL'- DEGBETO : den que unos se aeue!"ten temprano i A1·t. 1. 0 En adelante todas las car- otros tarde, pues esto envnehe un atu­tas que se escriban por los colombianos que contra la sobernnín nacional, irán escritas en hojas de chisgua, con 1 DEGHETO : ' tinta formada de ceniza i chicha, es- Art. 1. 0 Desde esta fecha es prohi-critas en letra endemoniada i con plu- bido andat· po1· las callés desde las seis mas bien sucias. 1 de la tarde hasta las seis de la mañana. §. El modelo de estas plumas es la Po1· tanto, a las seis se tocará la queda, de nuestro secretado Rójas Garrido, i 1 i a las siete todo mundo tiene obliga­el de la letra la del sec1·etal'io de gue1·ra. cion de esta1· dormido. Art. 2. o• Dichas cartas se cerrarán 1 Art. 2. o Esto no se entiende con In en 5,847 dobleces, procurando, si es jente de casa, la cual seguirá en las posible, que llegue al número de do- orjías aco~tumbradas. bleces que yo uso 1 acostumbro en todas 1 Art..t 3. 0 Et que contraviniere, será mis cosas. castigado con cuatro a diez pares de A1·t. 3. 0 Se esceptúan las cartas de lavatibas. · amores, las cuales pueden ir escritas en 1 Dado entre mi cama a las h·es de la papel sellado, autorizadas por un nota- mañana. T. C. MASCA Don. rio i con el visto bueno del gobierno, El de siempre, es dech·, de "mi secretario i yo." 1 J osE l\f. RoJo BANDIDO. §. Aunque yo he usado dobleces en este asunto •. los que esc1·iban estas epís-¡ , uGJ Q t G:~ a U e~ tolas amatorws pueden no usados. ----- - -- - - - --- Al·t. 4. 0 Los modelos a que deben 1 EL AÑO UEVO. arreglarse todas las cartas privadas, son Niltil novum sub sol e. Est, sí que es Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA BHUJA . . una solemne mcntirtl, porque si en rea-¡ dicho jcnrral se molestó. Como l\Ios­lidad nada hni nuevo, ¿por qué cada quera hubiese retrocedido en esta tarea, t1·cscieutos sesenta i cinco días, homs 1 abrumado po1· el grito de la opinion mas o méuos, nos muele la jcnto gritan pública, o1·denó que tapasen la puerta do: •' mi aüo nuevo, mi año nuevo?" 1 que con la fuetzo que está a su set·vicio :Este gl'ito me sorprendió a mí no hace babia abierto en el citado templo. El diez días, sadudome del sueño en 'que mismo sect·etario Je gue!'ra fué a cum­yacia ct·eyeudo que aun no llabia ter-¡ plir esta órden, i apónas hubló indi­minado el infeliz ele 66; i digo infeliz, cando este objeto, h1s mismos albañiles no porque no haya sido mui bueno, sino 1 que habían rehusado emplear sus brazos porque e!:> te es un adjeth·o que se aplica 1 en profunar i demoler el templo, corl'ie .. a todo lo que ileja de ser ; i aquí es bue- ron presurosos a ocuparse en la ohm no advcl'ti•· que si a nadie se le ha ocu- 1 de la rcpat•ncion. Entónces s.e trabó nido hasta nhora hacer nccrolojias a los !' entre ellos i el jcner~l López, este diá­aüos que mue1·en, yo me voi a tomar logo : e. e trnba.;o i a regar con ..•. algunas 1 JE E RAL-POI' qué • que no qui-flores su epulcro. sieron, n pesar de mis amenazas, abrir Tengo en In mano In pluma, pero un 1 esta puerta, se apresuran ahora a ce­c• ·uel dolot· m abruma, i no sé qué de ~ narla sin que nadie os llame? cir en suma, sobre el aüo que pasó, oh, 1 OnnEnos-Pvrque nosotros no sabe-no ! I en efectot ¿qué se puede decir de mos destruí•· sino edificar. este aüo '? ¿qué f 1 '• pró pero? Mentira! \ J.-Es que U. son muí escrupu­ ¿ Qué hubo libertad en el país? Absur- ·fosos. do . tadn se puede d cir de él que haga 1 0.-Mas vale tener escrüpulos i ser una bvcna necrolojia, pues aunque en 1 buenos, que s l' despreocupados i mal-la mayor parte de ellas se atribuyen al \ vados. • muerto cu a lidar U.quc me coufic-¡ ceo sino los decrrtos del ti o Tomas que se? replicó amostazado el1Jepito. valen lo que nunca podrán vnlca·, .1 cua- -Porqne va a habcs· nuevo diluvio 1 d<'mo que llaman constitucion i esos Ji­universal, i todos estamos en grave pe- brotes in qué·? o ! -l dónde e t;\ ese arca? Todo es ¡uro pat1•' oti mo i deseo del -D pe ser rn BoCTot.í, porque pata \ bi n jeuer. l. allt\ es que se esttir yc·ndo lodos lós ani- El tio vive en una ciud~ul mui bonitn males. \ pero a oscut·a ·, c' udnu . in alumbwdo, -1 cuál es esa nrca? sin paseos, sin mo umentos, sin policía -EC)a m·ca, hijo mio, es el " Cou- 1 i sin noda de lo que e usa en otrns gt·eso.'' 1 pa1 tes; i él ofre<.'t', i of1 ere siemp:·e, i . como es tan lm cuo, ya se ve 1 ('Umplit ~¡ J su'eto estaban rnballo en In cnllc 1 i nos veremos el dia ménos peusado co­rea!, i como lo hncrn mucho , tenia u mo en 1 glorin, con mu •ho din o i caballo atrav ado en el enlosado im· ~omo idades, i todo u fu t•za e decreto pidiendo el pa.o a los transeuntes. Di- que val n uu potosí. cho sujeto ·ió venit· a un caballero, i 'Ec; t ·q > jadot· e incansable: pcr ll\ tal vez conocit•ndo que en ese punto noche e tá cscribic do sus rn~l'l'ullerías i estaba hacienl o e torbo, quiso lwcet· bebiendo, i po · el día se va a una iglesia retroceder n su cnb:Jllo para durlc paso a mandar personalmcute que se d<:rl'iben libt·c al caballer·o. los ni tares. Cunndo la ba1T~ nrruina el No se moleste U, dijo este al momcn- tabernácul >, su pecho rebosa de pntl'io­to; continúe cupnndo su puesto, que tismo i se romplace en In ide de con­yo estoi acostumbrado a darle el Indo a 1 nrtil· 1 mas bello templo de la i In en los ea allo. . una tt·ampa para cojea· ratones. Es de- -- 1 cir, en alas para que charlen unos EL TIO TO. L\S. vagnmuu os e¡ .. e vienen todos los aüos Lfl ínsula del tío Tomas, se~u 1refie-\ a la capital de la isla a comerse en die­re Pigault Lebrun, es uno de los 'Paises tns i 'iáticos el dinero que produce la mas fclice (lcl globo q 1e habitamos. \ salina que llnrnan del r.ipa .••• Pero en Está dividido en nueve COI'rejimientos, el presente aiio se. chuparán el dedo i se como quien dice estados soberanos. Los \ les pondrán lns peras a enarto. correjidores i sus amigos se entretienen (~os ••• En que? en hacea· muchas ley s,mu-¡ - ~ .!) · ~ chas, muchas 1 11 •... i en echa1· con- ECONO~Ii,A I TDUSTRI.AL. tribuciones. Estas se las romen los pa- \ Se vende uu. máquina. rogteso, todo para bic n de 1 producir diarinmcnt , de 2, a 3,000 tejas los gobernados, que por lo visto son i ladriliós <.1e coustruceion en moldes de unos zopencos. \ dos tamaños i formas diferentes ca<.la pie - J .. os ingleses de Inglatarta esbin crc· za, con sus aparatos i todos los accesorios yendo todavía que el rei Arturo vuela 1 necesarios· todo por el módico precio de en forma de cuervo marino ; pero olJ- mil pesos fuer ,s, empacada en bultos servan como sagrada la constitucion que 1 adecuados para. la fácil conduccion por les dió Juan sin Tierra. 1 tierra. Tamhicu se encuentra un molino Los fr·anceses adoran las leyes que con las mismas condicionespa.ra la pronta hace el pueblo po1· medio de H1S l'epre- prcparaciou del barro, por 400 pe::~os. sentantes. 1 Dirijirs al eüor ~ilve tre Sauper en Los de IR ínsula susodicha no obede- Honda. lmpnmta Constitucz"onal. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

La Bruja: periódico de todos los partidos, es decir, a la moda - N. 31

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 29

El Católico - N. 29

Por: | Fecha: 05/12/1863

IL PERIÓDICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATÓLICA, APOSTOLICA, ROMANA. Tlmll'tl. ~. 0 - PARTE OFICIAL cmcuLAJt. l'ictt,.iajmcl'al de la Arquidiúresi.~ de Sanio(c de BogoU1=Noric111bre 28 ele 'it)63.=1Yúmrro 2 059. .Al mui venerable Cirro secular i •cgular i a todus los fieles de la Arquidiócesis. El Viendo jencral ha recibido ayc1· la siguiente couwnicaciou1 clirijida pot· el Ilnstl'isimo srilo1· ¡\rzouispo de tiantafc ele llogota, doctor Antonio llenan: Al 81·. Proviw1· Viea1'ioJene· 1'al de la A1·quidiúeesis. Cartajcna, ..'Hl de octubre de 1863. Su Sautidad, .Nuc~tt·o Sautl~imo Padre cll'ílpn Pio ]A ha aprobado mi Pa storal ele 14 del últitnCI julio, i la fót ·mula de ¡>¡lQm~SA que pcrmiti al Ckro. Eu consecucncin, VS. lo pondrá cu conocimiento del CICI' O i tic los lirlcs. Asi como los cclcsiiísli­cos t¡IIC ha u prestado el jut•atncnto de la Id de Policia de los cultos, lisa i llanament<', i tal como lo manda la mi sma lci,han iucuniclo en las ccu. u­las canónicas; asi no han iucmrido en dichas censuras los que h¡¡n usaclo de la fórmula c¡uc yo dl,o de otra cluc en !H l~lancia sea la misma. Dios guarclc a VS. A~TONIO, • J1r: ubi 1p0 de Saula(é de Bogollt.'' Po slcrionnenlc se recibió la comu­nicnciou c¡ne ignc: '· Sclior J>rol'iSOI' rh·ario jcncral de la Arqui­diócesis de Santafc tic lJogotli. Carlojcna, 31 de octubre de 1863. Ya manifcstc a fJS. en mi uota di­rijida en el anterior correo, que su Sau­tidad no solo ha aprobado mi Pastoral de 1/¡ ele julio i la formula que en ella di al Clero, sino que ha quedado mui contento, como se me dice en la uota que he reciuillo de noma con fecha 19 del próximo pasado mes de setiem­bre . Esta misma fórmula es la que la Santa Sede ha dado en cnsos seme­jantes. En consecuencia, todos los que hu­bieren prestado el jurameuto jeneral de la lei de 23 de abl'il, Jos que hu­hieren usado de una fót·mula que no salve el dogma, la libertad, inmuni­dades i disciplina de la Iglesia católi­ca, i que no conste en la misma dili­jcncia que hicieron estos salvamentos, han incunido en las censuras canó- Bogotá~ 5 de tllelentln•e ele 1863. nic:~s; ma.; aquellos 11ne hnhiercn usndo de la fórmula sci1alacla po•· ml, o de palDurns que en sustancia h~gau los mismos ~nlvamcntos, i esto comtc en la dilijcncia, eslcs en uiuguua pe­nn eclcsiúst ira iucmrieron. L(ls ccle~i J,a Vicaria jcneral lo comunica a Venerable Clero i firles ele la .Ar quiditiccsis pnra qnc tenga sn e~actc cumplimiento todo Jo que ot·rlena e llustrisimo scf10r Jhzobispo J\Iclt·opo litauo en las nolns insct·tas, i par que lo~ sciwrrs Vicarios fot'aHcos priu cipales se sirvan dar clllcbido emn plimiento en la pat·lc que dicerelacioi con ellos. ]~o¡;-otit, 1. 0 de diciembre de 1863 El Vicario jcueral, ilo;o,JrActo A. Tosc .u;o. El Sccrclnrio, 1/igucl Arias. Bogota, 26 de not·icmbrc de 186~ El scf10r dol'lot· Anselmo Moren< ha sido restituido al c~1·cicio de In funciones ele u ministerio i a las d( Vicario jcueral de San Felipe. El Scerctario del (;obiel'llo cclcsias tico, M1cutL AmAs EL CATOLICO. Se acerca el dia en que la Jglesir Arzobispo para so­lcmuizat · tan fuusta época, ha cspe­ditlo la siguiente: (;JRCUL&R. T'tcari ,tjcncrnl de la Art¡ttidio:·csis rle Sunla{¡ ! do Bugolú - Aol'iembt·c 'lB d.: t803-tY. • 2 ,0;,11 Al mui '' enrrahlc Clrro st:cnlat· i regular i n hldos los Gc les de ia Arquidiuccoih. El M. Ilustrísimo scño1· Arzobispo, con su aco tumbrado celo pt't·la sal u el espil'ilnal de su grey, con sn fct·vir .nle dcvoci on a Maria S:wtbima. Digna ~ladre del Divino RedenllH' del jé11ero humano, ha dirijitlo a la Vicada jL·al. la siguiente comunicaciou : Al señor Prot•isol' Vicario jr11cl'al de ltt Arr¡uidiocesis de Santa(e de Bo ¡:olil.. Cartajena, 2ft de ocluhre de 1863. La féstividad de la Santi.imn' ítjcn Madre de Dios humanaco, en ~~~ Purí~ima e 1 nma· culada Co~CBPCIO:I', es una de las principales de la Igle~ia Católica, porque en este mi~telio admirable tuvo su principio la grande obra de la lledencion del jénero humano; i por esto es que desde los Apóstl)lcs l'né honradA María como Mad1c de la gracia, i libre del pecado orijinal. Por esto ha sido prt1clamada como la hermosa aurora que anunciaba la ve· nida del divino sol de justicia qnc vino al mundo a triunfar de la muerte i del pecado, i por esto illtimamente, Nucslro .Santísimo Padre Pi o 1 X de glorit~sa memoria, des pues de haber oido el voto un1111irne de todo el ~p_i~c_op_ad!) ~a\61\co, l)sistiqo _de) c~plrit)l ~~~ verdad, pronuncio solemnemente el gran mts· tet·io de la Inmaculada Conccpcion de 1\lari:t Madre de un Dios hecho Hombre, i cscnt;1 de toda mancha de pecado, desde el instante primero de su existencia. El Venerable Clero secular i regnlar de nncslra Arqmdioccsis reunido con el ilusti'Í · simo scüot· Arzobispo 1\Iosquera de eterno re· cuerdo, hizo 'un voto comprometiéndose a ayunar la vispera del dia en que cada ai10 se celebra esta Üe5t~, i debemos co11 fidelidad guardar este voto, ahora principalmente en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. qne suf1·ienclo la Igle~i~ i sus ministros una J>CI'Sccnc:ion t:1n cruel, nt:cesit~mos implorar los ausilios del Sciio1· por mP.diu de tan po­d1~ 1·osa inlcrcrsora. F.l st·iíot· \'icario j1!neral, pues, rr.cordaril rstc d1:!Jer al Cirro, lo mis­mo que un ayunu jeueral que como Pasttlr mando para I!Sf! mismo dia, a todos los fieles de mi grei a quienes ouligan los ayunos pres­critos po1· la lgbia. Ultimamcnlc co•1cedu nchenta dias de in­duljt: ncia .a "los que lucie1 rn c. te ayuno, i de las plt•na¡·¡as que ten¡(o facultad ele concl'dct·, concedo una a lodos los que contritos i con­fesados romnl;.:arcn devota i humildemente el dia 8 de di1 icmhrc ti•! este aitO, rt•saudo una parte ut:l rosario en la Iglesia udante ?r. la imiljen de. la lnmacnlacla Concepcion, 1 los que no pudu·1·en en la, Lgl~sia 1!.1 resadm en al~un oratorio priv:~do, o rn Sil propia casa. Las personas que estuvieren impedidas para aynna1·, da1·im al~nna li!11osna o eje¡·cita­rán alguna obra piadosa. Esta induljencia ayuuo i rlemas prescripcione>, se enlendel'll~ par:das parroquias de la A1·<¡uidióce~is, para d silbado i domingo inmr.diatos despues de rcciuir la comnnicacion del seiiOI' Vicario a quien 11: recomicnd:> la circule. ' l'or cnniluct() del mismo sei10r Yical'io doi mi bcntli cion Pastoral a toda mi carlsima ~rei, cncargándule que en toda se pida por las ne­cesidades de la Jglesi(l. ANTONIO, Arzobispo de Snlllnfo de Bo¿;oltl. N a da debe ngregnt· el Vicario jeue­rnl al comunicdt' la antet'ior resolu­cion, pues está persuadiclo de que el Yene!·ai.Jle Clero i fieles testigos pre­senciales de las muchas aflicciones q~e snl't·~ el pneblo cristiano, segni­ran snmr~os la voz paternal del digno Pastot· Mcti·opolitano i llenarán cxac­tnmenle lo que hn preceptuado, para alcam:ar el bien inestimable de la pnz de la Tgle ia i de la Nacion. El Vica•·ioje.ncral. BO~Jl<'AClO A. TOSCA~O. El Sccrctario.-Migttel Arias. VENEZUELA. Ya nnest¡·os lectores es tan impuc!l­tos de c¡ne el sci10r Obispo rle Pam­plona que e taha asilado en San Anto­uio del Tdchira, ftté coulinado a Bal'­quisimeto por· el Jcneral Juan U. Gar­cia, a vii'!Utl de habcl'lo ~olicitado el Presidente del E .. tado de Santander. ta. intct'llacion del señor Obispo pro­~ llJO tal alarma i íli~gusto en el cato­ltco pueblo venezolano, que el Gobier­no del Estado Znlia nombt·ó una co­misiou para que examinara las causas de un hecho tan escandaloso. Esa comision hizo un prolijo exámen, i, segun el acta que comunico con fe­cha 1 O de agosto último al Reveren­do scñot· Obispo, encontró que " el J~net·al Garcia había procedido en ~.utud de una nota en que no se re­~ tstra un solo h~cho que puctla apo· yar tal aprem10, conet·etándose el Presidente de Santander a vilipen­diosas espresiones contra el sacerdo­cio ortotlojo, como si en los fueros ele la decencia i la civilidad fuera bien v~sto q\~e en la mútu;¡ cDt·responden· c1a ofic1al entre funcionarios de dis tintas Naciones, se lanzasen concep· tns cnojo,os conlt·n co1·poraciones que nna de ellas t·cspeta i considera.'' E•t l'Jnsceuencia fué impl'obacla la con­clncla del Jeneral Garcia, i el Go­hici'IIO tlcl Eo;L.ado dil'ijió al Ilusll'lsi· mo scltor· Niiío l:t signientc nota: "Estntlu Sobcrn11o dd Zulia. -Sccrclarla jcne­ral. -Maracaibo, agosto L • de 1 Sfi3, 5. o de la Fedcracioll. re RRSUKJ.TO, "Dig-a se a los Gobernadures de Trujillo, Mú­rida i 'l'aehira i trascríbase al Presidente pro­visorio de la Fcdcraciun Venezolana." " Ha llegado a conocimiento del Gobier­no dl: este F.stadn, que po1· disposicion de las autoridadcs;dcl Taohira, se mand.J inter­nar en tl tl!rritorio vencz.olano al Hevcr!'ndo Obispo r¡¡IO, obligllndosele a salir precipita­damente para Barquisimdo, hacia donde ha­bía emprendido ya su viaje a pic.-Ocscuno· ce e~te Gobierno las causas que hayan dado lugar a un procedimiento tan vio.lcnto con­tra el Prelado granadino; pero cualesquiera q.ue sean, es estrailo que no se hnhiesc pal·ti­cJpado a este Despacho antes de tomarse se­mejante resolucion, pues que es el el único a quien competía acordarla, colll!cidas que fue.se.n las razones en que se apoyase aquella ~ohc1tud. 1 es tanto mas de estraiiarse el pro­ceder de las autoridades del Tllchira en el caso que nus ocupa, cuanto que el Jefe de operaeion('S de dicl1a provincia en notll d~ 7 de junio último al dir·ijirse nl Comand~nta en Jt.fe de la di1•ision," ' orle," con relacion a los venrzolanos asilauos en Cücnta, se es­presa así : ''Aprovecho seilor esta 'oportunidad para recomendar mui encarecidamente a la Jenerosidad i filantropía de la nacion gl'ana . dina a la P?rci?n de venewlanos que ouliga· dos por la latahdad de la guerra han buscado un asilo en c~e lenitorio : ellos aunque con­trarios a nosotros en opiniones políticas, son ~· cnczolanos, i e~ partido libel'al, hidalgo i Jcnrruso como Siempro agradecerá a los gra­nadinos la hospitalidad qul! otorguen a aqne­llos en su desgra<·ia," re~ultando de aquí que las autoridades del Tachir.\ aparecen cuntra· riando, respecto del He1·erendo Obispo ii10 lus .enlimit:nlos que ellas mismas recomen­daban en favor de los vcnc1.ol~nos asilad1,s en N neva G1·anada, Pur tan lo el J cner·al Presidente, sobre quien vendra a recaer ma­ildna In responsabilidad de este hecho, que juzgaran algunas autoriuades por él, se apre· snra a destruir la imp1csion dcsan¡·adahle que habrá causado en los llnimos se~n~jantc me· di da, que obra, por otra pa1 te en desdllro de la dignidad de un ministro del culto católico • i deseando impedil' que le continue inllijien'· do ~1 su~od.icho l'relado un ca5tigo de la cs­pccre rercnda, me ha ordenado prevenir a U. qne entretanto se evacuen informes a cerca de los motims que justifiquen la internacion del lleverendo Obispo 1\iüo, le n1ani!icsté que esiá en libertad de &uspendrr su peregri­nacion n Darquisimeto, ascgurandule que en ell.ugar ?el Estado Zulia que escoja para su resrdenc1a se le guardal'im todas las conside· raciones a que es acreedor por el alto carilcter de qne estil inve~tido. De ól'den del J en eral Presidente lo comunico a U, Dios i l?cderacion. LsoPor.oo TBRasno. INSERCIONES. ITn&~&~ifi'&~~@j]l l EL METROPOLITANO. El Ilustrisimo señor doelot· Vicente Arbelaez, Obispo ele Maximopolis i Vical'io Apostólico de Santamarta, residente en la actualidad en Roma, i recomendado pot· el Ilustríiimo Se-ñor Arzobispo de Santafó de Bogotd para poner en manos del ~anto P111lr la cat'la en que dió cnenla a Su San tidad de la formula pat·a el juramen to del Clero de la Arquidióce:,is, id la Paslor·al: espcdida en Mompos co fecha 14 de julio del corl'ieute añ h.a P.al'ticipado al sei1or J~rzobispo 1 sJgmenlc: "lnmeuiatamcnte qno recibí la nota d U. S. 1, en la que manifiesta la fól'mula baj ~a cual Cl e U. S. l. que se podlia prestar JUramento exijido al Clero por la lei de 23d abril, la puse en manos de Su Santida por conducto de i\1onscüo1· Freschi, Sccretari de la Sagrada Congregacion de negocios e traordinarios. A Su antidad no lt: parecí ron uien precisos los ttrminos de la l'ónnul pero despncs, cuando vio la Pastoral en qu U. S. l. se esplica mas claramente, estuv muí contr.nto." " La que en semejantes casos se ha dad por la Santa Sede para prestar estos jura me tos, ha sido In siguiente: Yo prometo llfl to mar parte en ninguna conspiraeion, complo o sediciun contra el actual Gohieruo. 1gu a! mente estoi somctidu i obedir.nte l!n tod aquello que no sea absolutamente contrari a la leí de Dios i de la lgicsia." . Miéntras'llega a esta capital copi de la carta que con poslcl'ioridad h debido dirijit· nue~tro Snuli~imo l'a dre a nuestro Pa~tor, damos las uoti cias que pt·ccedeu, sulicientcmcnt satisfactol'ias en 1111 negocio qne <'O harto dolot· habia querido hacet·s cuesl iouahle. Ademas de la ap•·ohacion apostóli ca a que u o' hemos referido, que e la primet·a i JH'incipal pat·a tln Ol>is po calólieo i p:1ra todo c¡·cyenle, S S. J. recibió tamhien 1lel Deleg~1d ponli!lcio rcsidcule en Quito, la eo municaciou que en eguida copiamos '' TlsC'elencia He,·erendísima.-Ile ~ahid en los dias pasado~ que V. E. Ilma. para l dada en Cartajrna, i me pareció convcuiC'nt remitirle los impresos r¡nc le atompailO, a fi de que V. E. Hma, no solamente se impo ga ele las mr.didas que tlne qne tomar re!. tivamcnle al juramt~nto que el Gobierno gr nadino exije de los l~clc&ia~ticus, sino ta bien a fin de que se dé la mayor posible p blicidad a este documento ; tanto mas, cna to que el mismo concu<•r·da con los sentimie tos que V. E. Hma, ha esprcsado en suMA ~ÍFICA PASTORAl, de 1{¡ UC julio pasado, j CUa tó que los impíos de Bogotil han desfigura el hecho para engaiiar a los simples. Sicnt muehisimo que la Lol'l'asca contra la lglcs' enfurezca todavía i amenace tam bion e&t República; sin embargo, esperamos qu Dios con su mano todopoderosa, la calme. Acepte V. E. Rma. mis votos i obsequio mientras con aprecio me repito de V. Rma.-Qnito, octuhre 10 de 1863-M obsecuente Capcllan.-T. T HAru D. A.­Al Escclentísimo Seiior Arzobispo ue Dogot; en Carlajena." Fuera de las congratulaciones que varios Obispos amel'icanos han diri jido al Ilustdsimo :señor At·zobisp( con motivo de su citada Pastoral congratulaciones de que ha dado no­ticia " El Catolico," ha recibidc tambien las de S. E. Monseñor M Ledock.ouski, N nncio de la Santa Sed( en lléljica. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Se 110!; ha dicho que el Prelado ha irijillo una uueva Pa~toral por con­uctodc su Provisor i Vicariojeneral. i tal cosa f11ere ciea·ln, uos será mui rato i cou~oladm· escucha a·, en tan olcnmc ucasiou, la voz del Pa~tot· onjuraudu a una estrecha i coa·cliéll nio11 a :-us veuernbles coopet·arios a t-ll~ owjas. La uniou es la fuerza la' ida: la dcsuuiou es la debilidacl la muerte. Tenemos un oa·aculo ivho qne asi lo ha asegurado, i las eccio11e~ de la historia i de la espe­ienria que 11os cueseiían el iudcfecti. le curuplimieuto del mismo 01·aculo iviuo. -Felicitamo~ a nuestro magn:iuimo 1ctropnl ita no pot· h<~ ber visto corona· las Stas nspirnciones en cwutto al acicr­o de la medida. Nuevas felicitrtcioncs e dirijiremol', i de seguro 110 las mé­os grutas p:u·a su tierno i patet·ual orazuu, cwwclo ob.ervemos que el ello sagrado de la aprubacion apos­ólica eoulribuve a conserva•· i au­nenlat · aquel!~ uuion santa i nccesa­ ·ia- .objeto ele nuestros votos i de mcstras e~pcranzas, como sinceros católicos. H!tgotho , i no se escriba con el 'de los justos, sea su herencia la de ' Ca in el · fratricit1a, la de Halan i 'Abiron, la de Ananias i Safira, la ' de Simon el Mago, la del traidor ' Judas, i In de todos aquellos que ' dije•·on a Dios: apártate de 11osotros, 'pues no queremos seguil' tus pasos.­' Perezca por fiu en el día del jnicio ' devorele el fuego eleruo con Sala­' nas i los át1jeles rebeldes, si_ 110 res­' tituyc i se e¡¡rnicnrla." EL CA.TOLICO. Estos anatemas, ~olemncmcntcpt·o· uunciaclos por la Iglesia, conturban a todo csplritu ct·eycnte, penetran con terror secreto en el seno de las almas que couservan el temor de Dios i hacen lalit· de espanto el c01·azon. ¡ Ojaltl 1~ue ellos abrieran Jos ojos a tantas pcr~onas obcecadas, i les hi­cieran derramar una liagrima, precio­sa delante tlcl Señor ; i despet taran en ~us almns \111 •emordimicnlo fe· cundo Cll buenos resultados para su salvacion. 2 ele noYiembre de 1863. MANtEL c. RESTRF.PO. LITRRATURA. INFLUENCJÁs· DE LA RELIJION. LA MUERTE DE MI ESPOSA. En una noche en qur. la luna apenas Tras nrgra nube enviaba sus rcllejos, J~ l trueno rrlumhaba no muí léjos I bramaba futioso el buracan, Sobre un h<'nrillo pero blanco lecho na mujer u penas respil ah a, Un ~accruotc cabe el lccl,o oraba Con tri&te 1'07, carilatiro al'an; I a la pitlida lm. oc una bujía Que de C1 isto la imajen ~lum braba, La sombra cun vigor se destacaba De otro homiJt e que de hinojos se poslt aba 1 1~& preces llo1 ando 1 cpctia. Ese how llt e era el esposo desgraciado Que ;¡ su r&posa mi1 aba agoni~.anlc 1 que eicgo de awot· i delirante na rspnanza en su dolor pcdia. Ese esposo era JO.-~Ii hi,;o adorado En su cuna de mimbres n•clinadu Allí cerca tamuirn, laml,icn jt·mía, 1 en vano el JlfCho malet na! buscal~a. · l'C>bre niiio infeliz! ¡ l'ol>lc :tima mta! L,ando api nas sn 1 ida prin<~ip!~ha La dcs¡¡t:.<;ia mas grande ya sub 1a! De golpe el trueno conmoi'Ío la tie1ra 1 el tcl am¡·ago rápido aluwu16 Como una hogncra el funcratio ll.'cho. 1tlír6 entónccs la f'al u e mi adu1 a da, Lírida i dt•scarnaua, l 1! salir de su doliente pecho Con nnleve sonido una luz 1iva Que brillando un iostante, ~omo esqniva De mis ojos hu) ó en anuo fiJarla Con mis ojos quería. ¿Su ánima ua, O era el ala luciente Del1mjel que ante d Ser Omnipotente Debiera conducirla rn aquel di a? Yo no lo sé; pero al mirar,aqud.lo . Al tr:n•cs de mi llanto, ca1 de htnOJ05 1 auracc los despojos - De la mujer querida Que era lodo mi bien en esta vida. Un instante despucs alc.é la frcnt~"."" (i Pluguicse al c:ielo que Jamas lo lucJera 1.) En ye~ de mi .amorosa compañera. U o eada1·cr hallé yerto, insensible A mi acerbo dolor. Su láb io mudo r.o me contestaba Aunque con dukes nombr~s la llamaba Todos dictados por mi ardtente amor. Presa entonces dé horriule sufrimiento Iba a quejarme al ciclo de mi suerte, 1 la mano funesta de la muerte En mi frente abrazada se posó, Cnando el anciano que notó mi estadc Así me dijo en lilgrima~ bañado : • Dios gnarda a tu amorosa ~ompail_era: a Se la llevó para qnc santa lucra . • I mas bella qnc aquí nrasla un d1a, • Un dia ya sin fin, sin ama1gura. • Rctígnatc i t•spera, •Que ~i Dios no tuviera • Siempre en mira tu bien, acaso ahora «Que UU ~onauo Sll I'OZ aterradora, • A &tt santa presencia te llamara ol de tu amor por siempre te aparta1ll. • He. Í"natr i espera. • A dot?a sus d<'si~nios pat croa les; •'~lit·a allí de la vida en lus umuralt•s • (!n ser que te reclama, . • Calmate por su amor, cillmate 1 amz.• La voz de Dios dnlciflcú mi pena, Tomé en brazos a mi hijo, . . Me arrodillé a lo~ piés del cnlctfiJO, Iun instante dcfpues, mi alma serena Como la nocltt•, que serena estaba, Ya pudo resignarse, i esperaba. TID.lO. OilAClON al Santo 1/ijo clcl Altt'sin.o. V eriJo de Dios, ¡;Inri &o a;t1o u~l muntlo! Tu tlnlre luz 1 eflt·;a sit'mprl! t•n nu: Dame un de&! ello J de tu amor l'tcnntlo 1 de nn insecto un hornbte harils :>Í. Llena, uh Scitol, mi corazun ardiente De ese , 0]can que en tí fu.c .~'aridad; l abi basta tí lcvantari: 1111 lrent'c Para abne"arme hu111iltlc en tu bondad. Gracias t> Sciior porque nacrr me bici• te llaJoel fulgor de 'tu di1ina CH_l'Z; 1 a mi alma oscura jt'llCt o~ o dJ&lc Ilamure imaciahle de esa hc!IIIUsa lu•! lf az r¡ut• por sir•mprc ron dPli.~io te anw, IIn que te ;in a con comtante le; Que en mis angu>tias Ul~J l'cn·ot· t~ llame, I en mi contento at!oracton te dl'. ¡Feliz t:1 hombre de mujer ~Jncido llajo el r:ncanto de tu santa lrt ~ Por ti arrancado del tlcroo olltuo, 1 viendo en ti su f\alradot· i Rei! r: Quien comll tú, que rl•: In c~cc'.s.u trono Dl·l homl>tt• oscnro rt:lc~tt~le ti ~J·t ' 1 oc ignominia i de baldon i t•ncono Quisb.tc 1111 c:tli' de dolor bcucr ? '".' .. ¿Quién como ttl, que sou1 e un ni m~dc1 o De hon·cnua mnl'rte l'll el po~tlrr ltniJOr, Tu \'OZ de Hei que aun oye el mundo enlerl1, Dejaste oir en eco~ oc J'a' or ? ...... ¡ 1 no te ammit el qur esa hi>t01ia ~auc, l r1ne eso biei~te p<•l' s:1h arlo a 1'1? ·Tan bolo en Dios tanta g:andt•7a cabe, i ser le ingrato, en el J'nuz Luzbel! · c,·aci.ls a tí, LlllLl\'l'ADOl\ DJH~O: Gl:lrias a ti sin térlllino i sin fin ! . Que has 1•uelto a al.rir rl inmortal camtno Que raudo \'3 u el homh1 e al qucrnbin ! Quiero de mi alma hacerte 11na g1an pira I alli a tu gloria ar~er mi c.u.azon; . 1 que su esencia, que ~ tu r~1110 ai.,P" a, Ponga a tus pies 1endtda nu ohlac•on. I cntónces tu seras mi pensamiento, 1\]i corazon la llama de :u fé : Del mal del mun.:lo tlomaré el tormento, 1 de tu ~mor mi vida i pan haré. i :rusorto ~¡iempre en ese gra-n martilio. De todo un Dios por un glll;ano vil, Haré de tí mi encantador delirio 1 de tu CRUZ mi arrobador pensil. Sí! de esa CRt:;Z,' mistedo portentoso! Que vida i luz al mundo vino~ da1· ...... Suplicio ayer ..... i hoi manantral de gozo, De siglos i hombres inmutable altar! ltlmucl Mar1a .lladicdo. Imprenta Constitucional. Carrera de occidtnle, calle 1. ~ r.i.n.ct o 18. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

La Bruja: periódico de todos los partidos, es decir, a la moda - N. 34

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 35

El Católico - N. 35

Por: | Fecha: 30/01/1864

E E II. l las contribuciones forzosas serán cnor­- mes : el t·eclutamicnto en grande esca- MASCA DELIR . la ; todo esto prev~mos ; pero tambien . . ·1 vemos clara la caHla vergonzosa del Este JCD~ral gra~ld~ es mUt .chusco. dictador i de los pocos que lo apoyan. !a~farro.nerw~ van~ vienen ~; nud~, ho- Bien lo comprende Masca; pero a true- 1at asea 1. bnmuolla .. pero el no tlCne la que de no rendil' cuentas de Jo mucho culpa . smo los partidos que le ha~ te- que ha malversado ¡ de sustituh· \!on nido siempre de .muchacho malcnado, empréstitos en el pais el de Robinson i dándole en premto de sus ar.l'!"nqucs de la venta de las reservas, nos 1 nza en mala cd~cacion confites, pudiendo!~ ha-: una revolucion que nadie,sino él quiere, bet· metido _ un confit~zu de plomo 1 para pode¡· Juego, como Santa Ana, i n,cero pm·a que n.o. de mas. que bacer. \ como Monágas huir llevándose toda la Est~ muchacho-vieJO ha ~r~Ido que ~on riqueza de los particulares; pero sabcia una \ contestó. puestc6 que reprcscntab rl mpréstito --Oh sí, estf\ mui as ad~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA BR JA. 14 3 --Pa1·a garantit· u los ciudadanos. 1 Cualquiera que crea que el señor --Oh, tiene una policía mui activa! doctot· Canal ha apostatado de sus opi- --Sauc U. en lo que se esmera mas lniones relijíosas o ha especulado con su el pt'esidentc? me dijo cou énfasis ten- brillante posicion, como trata de mani­diéndome la mano parn despedi•·se, en festal'lo La Brujc,, debe p1·obal'lo i no la constJ'U"Cion i reforma de Jos cami-¡ arrojar apreciaciones como la de que nos. • . . • . nos ocupamos. Mis lectores saben que en este estado 1 Respondemos pues, de que el señor los gobcmantes son todos sapos i que doctor Leonardo Canal no es, ni ha si­estos vichos, como caminan n saltos no do mason, i por el grado de conocfmien­necesitan de c,'\minos, por Jo cual no hai 1 to que tenemos de sus bellas dotes, no uno solo útil. Yean si será justo que nos lo será nunca. esquilmen con tantas contribuciones. Bogotn, fcb1·ero 6 de 1867. - - 1 Jenaro Moya-Régulo García 1/erréros. Cierto empleado fraudulento, a quien ---- denunció po1· su no1 lbJ·e i apellido El La BruJa está plenamente satisfecha Nacional, no quiere dejm· su destino. con la manifestacion que antecede, flr­Seria bueno recomendúrsrlo a los antio- mada por dos sujetos re pctables. Siem· queíws para que lo elijan parn su pró- prc ha tenido aprecio por el señor doctor ima r .prescntacion. Tiene la ventnjn 1 I.-eo~a¡·do Canal, i si adoptó en sus co­de haber descmpenado el poder ejecuti- lumnas el artículo a q e se refieren los vo nacionnl, que es puesto con que la señores M o ya i üarcfa Hen·eros, fué uacion honra a los quebrados. tan solo para que, lleg ndo a conoci-miento del doctor Canal o de sus ami-l. os 4,000 pesos ajenos que le envia- gos, los dfcere. que cireulaban de boca ron a
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

La Bruja: periódico de todos los partidos, es decir, a la moda - N. 36

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 1

El Católico - N. 1

Por: | Fecha: 16/05/1863

ptldemos cnllflr porque seriamob crim:nales delante de Dios i de' nuestra conciencia. Los E nt:aqlles bruscos 1 repetidos que se dan hoi al Cato­licismop, son la :ínica causa que pnede ponernos la pluma en la nm¡ no para haccrnos de nuevo periodi:otns. Amamo~ nuestra 1 relijion como 11 •n.em ni a de nu~:.~tra mad re: aun mas: Ulas quue nuest1·a libertad. Creemos gue este sentimiento es univvers 1!. N tda hai in as gr.ude. ma!l uhlime para el corazonn humano que es 1 creencia s.mtu, llt·n·J ele consu~l 'S, llena dde esperanzas. Todo puede perd~rse i Cl)n toda pérdi da puedde conformar'c una alm'l bien form'lcla, pero con la pérdida 1 de su relijion,nuncn. Ella es el únicr) patri nr)tlio del desgracci do; i patrimonio tan rico, que' los pobre!" de here. dados <'de la tierra si tienen fé, alzan sus ojos al Cielo i pueden 1 compadecerse de los opulento.~ i felices. Con la creencia santa !)ne vnnws n drfcndrr fut; mccicn nuestral cuna. La 111UJl'r cri,tiana que nos di '1 ¡1 ln7., no~ la hizo mamar con la leche de sus pechoq. Es<\ creencia ha emi..ulzado nuc~tro~ suft imit~ntc;s, nue ·tra!l mi.;erias. ¡Es tan 1 dulce rogar a Dios! ¡ E~ tanto consnel.l e!lperar en su rmi eric0rdi~ i en su justicia ! - 'fiene llc1 ta poeQin el Cato licismo, bl fuerza la verdad de suq doctrinas, que no sube!mo~. no acertamos a esplicürnos cómo puede haber hombrees qut•, dC5fliH·s el,• haber Vtsto;los prodijios de la :varc1 1jen nun p >lvo al Cielo. No compren­demtlS c~omJ puedt\ h tb~r hom 1 >rc.~ r¡u·~. de pite•: de h 1ber hecho ccorrer rt >!1 ele M111gre i 1, grin1:1q, quieran r11m ,>Jjar; al p.1e'Jl J de !o Ú;-¡ic > <¡ 1e 11! r¡tt ·d-1, sn rclljion. L·J h lbri 11no~ duuacl) aprs tr el.:! lo.; hechos que he n lS ¡nrcseuciado i qu nos h1n hecho r.riza1 de horror¡ lo h 1hrimmos (ludarlo a¡J~~nr de la proclama del Gohcr­bador dtcl di-;tritu feúl!r·l! . 111. 1d 1 ;1! pulJ!ieo con ·OL'I\•Ion (fe la e Jllll ion de ln'l mnnj de StiS ll1'l'l\l'ltórioq ; lo babri.am•os dudado aun d "llll ' leer ], hoja sueltél ulJJ¡ca,<,t;a en C. 0!1, dins j firmada p~r ." una cnlJcza fresca, en <¡ue etot&.n C. tampados Jos ~l{;Ulentes concep- OS : " Como dc~cuajAr un árbol tres vece!l secular sin conmovcer el huerto t¡uc lo encierra? ¿ Era lójico, con· eniente! o posible 11uspender tnn delichda operacion al primer dloloroso grito del paciente ? . • • . . . . • . . • . . • " '' Dejjar la semilla (bs mona!lterios ele monjas) para ue fecmndara mas tarde, tro'nchar el árhol ~or mitad, para que retoñara en seguida con mas vigor, era tanto como hrucer e5tér illa medida. Hecucrdcse que la revo­lucio~ t nudole Los sacerdotes a quienes, de derecho, tocaba esta mision, están aterrados por la persecucion de que son víctimas, i por eso nosotros acometemos la empresa. Dio·s nos fa,·orecerlt. por que defendemos su cnusa, pnr que no podemos creer que él envejezca, porque tenemos las misma!'\ ideas qhe espresa el elocuente Poujoulat en el sig-uie11te parrafo de su "Historia de Jerusalen: " •• " :.\luchos e cng11ñan en punto al carac•l'r i a ll\ naturaleza de la Relijion Católica, la relijion de los pro. jenitores, no viendo en ella mas 'lUe una forma necesaria, mente destinada a recibir diversas modificaciones segun las Yici5itude de los :iglos. El Catolicismo no es como una vestidura de J eQucristo e¡ u e puede cambiar como t11das las imájenes del mundo cstcrior, sino la misma doctrina cr:~t · . 1 1 e'13eÍHIre clel Dio Renentor. Siendo esta düctrina In verdad, debe per everar i ::-cr eternamente la misma, porque la ve1 dad pen>e\·cra una e inmut:lhle encima de la vida i del tiempo, encima de hs remolinos de polvo que levanta el error, encima de Jos perpetuos trastomos que se verific·tn en el mundo. No es, pues, filusofi.co, ni lójico, ni ad111isiblc dccír que puede haber una nue:•a verdad relijiosa adecuada a cada grand~~poca de la hls­toria de la humnnida 1cer ese análisis, se :1ace nece!lario abrir las pO.­jinas ( 1 ·' istoria del mundo i prtsentarlo tal como era al tiempo ,.1. la venida d~ Jesus. . Como la <1teri11 es mu1 vasta,la trataremos en una sene de artlculo~.- cer, el bsurdo de que esta relijion de caridad i ' paz es n.t",!'ria a tocia idea de progt·eeo i de verdadera libertad. unet\ e prueba este aserto, pero se repite siempre para aperlo penetrar bien en la masa del pueblo que no medita. te h~t sido el sistema de nuestros liberales. Nosotros ovoéamos la polémica, los escitamos formalmente a que nden E'n razones estos conceptos, i no3 comprometemos i rebatirlos.-- Bien sabemos el riesgo que corremos, eear de las garantías que nos aseguran tener. Pero no V'amos a empezar.--Despues de muchos años de luchas i de sanrrre, el pueblo rei que habia empe~ado por ser una colonia~ de bandidos, era dueñc del mundo. Tiberio era el César i el mundo era romano.-Nadie resistía al poder del coloso que to~o lo hahia absorbid~, i los pueblos sufrian el yugo c.ontentaudose con una sonnsa de :¡u se­ñor.- La piones que se ven al rededor de una mesa de juego, i las matronas romanas presencia­ban esos espectáculos, e insultaban al gladiador caido.­Cnanto mas alta era la ola de sRngre vertida por aquellas víctimas de la ferocidad romana, mas se encomiaba la munificencia del César.-Diez mil gladiadores murieron en una sola de esas fiestas que embriagaban de placer a lo!! espectadores. La satisfaccion de la venganza, era una virtud. La debilidad, un crímen. La compasion, objeto de burla, i la desgracia no en-contraba un eco consolador. Un solo pueblo, confinado en un rincon del mundo, tenia idea de la inmensidad de Dios i de sus atributos.­Sabía que este. Ser único i omnipotente se hab1a revelado a sus antepasados en melio de prodijios, habia celebrado con ellos un pactn, les había dictado su lei i los habia mantenido por muchos años en medio de un desierto, de un modo milagrosa; pero este pueblo de dura cerviz habia prevaricado tantas veces, i babia pasado en castigo por tantas peripecias, que la lei de Dios estaba ca11i olvidada.­Los setenta ancianos que Moises habia elejido en el desier­to para que le ayudaran a gobernar el pueblo de [srael, babian venido a reducirse al Sanedrín, especie de Senado compuesto de doctores que tenian la mision de esplicar la leí, pero que no pqdian fijar su &entido.-Habia varias sectas en el pue.:>lo escojido, pero las principales eran cuatro:- La de los fariseos, que no creían nada eo el fondu i po­nian todo su conato en las esterioridades. La de los saduceos, que creían que el alma humana perecía con el cuerpo, i que la resurreccion universal se refería a las masas, no a los individuos, porque Dios no se curaba de las personalidadc~. La de los eseniaoos, e:. p .ci c de monjes que practicaban algunas virtudes ape~ar ue cree r en ¡,, infalibilidad del destino, pero que encerraban sus creencias en un e trechu círculo i se cuidaban celosamente de los no iniciados. 1 la de los terapeutas, que tenía puntos de contacto con la de los esenianos, pero cuyos individuos eran mas místicos. Tal era la situacion moral del mundo, cuando un jóven oscuro, nacido de una familia pobre, tan pobre que bu madre lo babia dado a luz tn un establo, empezo a predi­car contra todos los vicios, i llamándose hijo de Dios i Dios él mismo, esplicó la lei que solo el pueblo escojido eono~ía, disipó las oscuridades en que el tiemp(l la había envuelto, i probó su mision sobrenatural con milagros &orprendentes i con una conducta sin tacha. En vez de la venganza, enseñó la humildad. Encomió la castidad, i hablo con las cortesanas para hacerlas castas. Elevó a la mujer a la altura del hombre, e impuso a este el deber de respetarla. Santificó la pobreza, i ofreció a los desgraciados un reino eterno en compensacion de sus padecimientos. Hizo caer la argolla de los esclavos, mandando a los hombres amarse como hermanos, i prohibiéndoles hacer a los demas lo que no quisieran se hiciese con ellos. 1 finalmente : hizo conocer a la humanidad su destino, su dignidad i su mision. El hombre Dios que enseño esta nueva filosofía en medio del único pueblo que podía comprenderla, fué lle­vado "por ese púeblo al patíbulo del esclavo, i espiró en él rogando a su padre por sus verdugos. Tres dias despues, los hombres rudos i cobardes a quienes se había asociado i que llamaba sus discípulos, aseveraban IR reeurrec.cion del j6ven carpintero, i los ue guardaban el sepulcro, no pudiarn, en cadáver cot1fladu a su custodié\. es rudos i cobarde~. siguieron en­tónces. con talento pasmoso i con \'alar ~in igual. la habor· del nazareno crucificado; i todos de consuno reconuci1eruu en Pedro al Jefe de su Iglesia. Esa Iglesia iba: tomando de día en dia proporcitone!l aterradoras para los jentiles i para los judio{, La $Htngre del Nazarenu, semilla fecunda, iba fru~tificando, i el ¡patí­bulo infame en que murio, iba civilizat)do al universo sor­prendido, i convirtiénduse en objeto de adoracioh. Las sectas en que est.tba di,·idida lu creencia judlia se unieron entonces en un odio comun contra los cristiamos, i la sangre de estos empezó tambieu a correr i a ha .:.:. &ucesor de Pedro por su Jefe e~ptritual. . . (J mo nosotros creemos que Jesucristo es D10s, 1 ~ue Dios es la verdadera sabiduría, creemos que la doctnna que él predicó es la que encierra la verdad. ComG la ~er­dad es una i eterna, no creemos que deje de converm a ningup paia del mundo, ni podt';mos imajina:-~os qu"' haya hombres que puedan hacerse, en sus concepciOnes, pe. riores a Dios. Sinembargo : hasta allá llevan algunos la insen ~tez Ch. 11u orgullo, i otros su codicia i su mala fé. . ¿I qué es lo que pretenden darnos en camb1o del ~a~o­licismo ? ¡ La reforma protestante, la nada !-Su umco fin, diglt.moelo t~Ín rodeo, es ¡10der continuar 1 ob;mdc a maneah·ll. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. i Quiera D:os, tener misericordia de ellos, i cegarlos 1 ¿A qu6 ~e reduce una rehjion sin dogm::~s, sin misterios, como a Saulo! sin sacerdotes. ~in culto, sin un centro de unidad ? Los -o- innovadores afact<~n no desconocer Jos inmensos bienes ES REALMENTE INCOl\IPATTBL~~ EL CATOLl- que la idea cri~tiana ha hecho a la libertad i a la civiliza- CJSMO CON LA LIBERTAD? cion, pero distinguen maliciosamente entre la relijion cris­El eimple exámen de su doc~rina i de su carácter no• baetaria para probar hasta la sacredad que no .. Pero no~ proponemos ir mas allá, i, apesar de nue~tra JUventud r nuestra ignorancia, nos cre~mos cap~ces d~ demostrar tambien que ninguna creenc1a arm~Uiza meJOr los dere ­chos del ciudadano con los del meJIStrado, los del que obedece cun los del que manda¡ i en fin, que la influencia del Soberano espiritual residente en Roma i que dá uní­dad a nuestra fé, no es temible para los ciudadanos que desean ser libres, sino para los ambiciosos que aspiran a 11er omnipotentes. · V éamoslo.-Mandándonos obedecer a las potestades aunque séan díscolas, ee n~s impone un precepto que pro­hibe la rebelion i garantiza los derechos de los soberanos, reconocidos. El mismmo Cristo mandando '' dar a Dios lo que es de Dios, i al César lo que es del César,, i san pedro i san Juan respondiendo cuando se les prohibía predicar " prirne~o _está obedecer a D!os gue ~ los hom­bres," pusieron l1mrtes a nuestra ohed1encra, r. n_os ense­ñaron a ser sumisos sin ser abyectos. ¿Qué hrcreron los cristianos durante tres largos siglos de atroz pcrsecucion, bajo el yugo de esa larga série de monstruos CNO­nados, i degollados luego por la soldadesca desenfre­nada, que se babia hecho señort1 de la señora del mundo ? Bastante valerosos, bastante independientes para desafiar el rigor de lo11 majistr ndos i la ira. de los J óspot~s, ~uando se les mandaba una co8a contrarra a su concrenc1a, se dejaban descuartizar sin resistir, sin quejar~e siquiera, respetando el poder que los heria, a pesar de que por su nÍimero, que crecía de dia en dia como la espuma de los torrentes, hubieran podido hacer pagar bien caro a los adoradores de estátuas su fanatismo sanguinario. Esta resietencia pasiva triunfó al fin de los amos de las nacio­nes, que veian ya con terror la potencia moral que había de servir mas tarde de barrera contra las usurpaciones del poder civil i de freno al despotismo. Desde su cuna, la e1posa del Cristo ha contado siempre entre sus mas encarnizados enemigoe a 1os ambiciosos i a los tiranos. Ninguna teoría deslinda mejor que la doctrina católica las funciones de lo:> poderes civil i espiritual, los deberes del ciudadano i los del relijip'riario. Ella nos manda amar a Dios sobre todas las cosas i al projfmo como a nosotros mismos, i como consecuencia ·del segundo precepto, nos prohibe hacer a otro lu que no qni.si.eramos qu~ nos hi­cieran a nosotros. El poder espmtual debe .hacerlos cumplir entrambos, su influencia se ejerce sobre los cora­zones i las conciencias, su medio de hacerse obedecer es la persuacion, su sancion está en el Cielo. El poder civil debe hacer cumplir el segundo ; pero ~iendo por su na­turaleza incapaz de influir directamente sobre los espl­ritus, tiene por apoyo la fuerza i por sancion las penas corporales. Estando destinados entrambos poderes a mantener el 61den i la moral entre los hombres, i siendo la m o. al única, no puede haber lucha entre los dos, sino cuando el segundo, olvidandose de su mision, ordena la maldad. .Entónces el cat6lico resiste la obediP.ncia deJ manduto que vi-olenta su conciencia, i se somete resignado a la pena que se le impo.nga por su desobediencia.Obrando así, ni es abyecto, :ni reHelde. En Dios encontrará la reeompensa de su sacrificio, en Dios, cuya justicia infinita tomará cuenta de sus actos a tc;>dos los príncipes, a todos los gobiernos. i Puede hermanarse de otro modo la su­mision del súbdito leal con la noble altivez del hombre libre? Los impíos del siglo pasado, atacando el cristianismo en todas sus formas, fuerorl mas lojicos, mas francos que lo• partidarios de esa nueva secta que pretende hacer y.e uweetra fé un aietemn filoeófico, i del CristCl Lll demagogo. tiana i la católica romaua; suponiendo en esta una ten­dencia a destruir lo! buenos efectos de aq11ella. Pero nos otros preguntamos ¿son estus buenos efectos obra de los tres últimos siglos? pueden atribuirse al protes­tantismo, conjunto de millares de sectas nacidas ayer, diferentes i enemigas unas de otras? Nosotros asegura. mos que no; i si hai quien nos contradiga, Balmes, Frai­sinous, Sir William Cobbett, i otros, nos suministrarán abundantes i poderosos argumentos para probar que la llamada reforma no ~olo no ha activado sino que ha en­torpecido la marcha progresiva de la civilizaeion moderna. Prcgu11ternos a la historia ¿cual es el oríjen del poder político de los Papas? ¿ Cuales la causa 1 los efectos del grand e ucre cent nmiento que tuvo en la edad media? ¿Cuál el motivo de las luchas entre la tiara i las coronas P T últi tnam ente ¿ es peligroso boi ese poder para la libertad de los pueblos o para la estabilidad de los gobiernos ? Ni aun los niiios ignoran que, a la caída del imperio ·de occidente , la Italia, destinada desde entónces para ser el teatro de los combates i el premio de la victoria eu casi todas las guerras europeas, era presa de la mas horrible anarquía. Roma, acometida sucesivamente por los griegos, i las diversas tribus de bárbaros, no estaba tr anquila bajo el yugo de ningnn señor. El que la toma­bA, d e~ pu es lle 10bar i degollar a sus m01·adcres, se apr e. su raba a reparar las brechas de las murallas para resistir al que ven ia tras el. En medio de tantas calamidades, los romanos no encontraban amparo sino bajo la capa de los Pont ífices. E stos tomaban las alhajas de las Iglesias, las entregaban al vencedor como rescate del pueblo, i hac ían ce sar la matanza i el saquéo. Cuando el oro no bastaba, el príncipe de los creyentes se presentaba casi solo, con la cruz en la mano al enemigo, ofreciéndose plir vlctima a su furor, e implorando su clemencia en favor de los ciudadanos. Nadie ignora que de este modo hizo an Lean volver a su vaina la espada de Atila. El pue­blo se acostumbró poco a poco a obedecer a su único protec tor, al único poder estable en medio de tantos cam. bios. Pi pino no creó, sancionó el poder· civil de los Papas. Continuemo~.-EI mundo había dejado de ser romano. En Roma acababa de cumplirse la tremenda leí de fspia­cion de que el Set~or no ha eximido a ningun pueblo conquistador : arrastraba ya la misma cadena que SllS esclavos. El imperio sufría el castigo de la asquerosa disolucion, de las horribles abominaciones con que se había manchado bajo el reinado etc los predecesores de Constantino. Los bárbaros, despues de haberlo llevado todo a sangre i fuego, habían sustituido a todos los po­deres i a todos los. der~chos su v?luntad i su espada. Cada roca, cada emmencra, cada colma sostenia un cas­tillo, i cada castillo tenia un Señor, dueño absoluto de las vidas i de las fortunas de los infelices habitantes de los alrededores. En tiempo de guerra, ( i este era enton. ces el estado normal, porque cada señor era enemiO'o de !!U vecino ) los castillos se convertían en fortaleza~, ¡ los castellanos en bandidos; i los infelices esclavos no sabian qué temer más, si las espoliaciones de su señor o las re­presalias del contrario. Los monarcas, revestidos solo de una soberanla nomin_al, i tan bárbaros, por otra pflrte, como sus turbulenlos vasallos, eran con frecuencia meno~ poderosos que estos. En medio de tanto desórden no había otras leyes conocidas que las canonicas; entre tantas tinie. bias no babia mas luz que la de la Iglesia, más tribunal respetado q~e el del Po~tífice de Roma. Oigamos lo que sobre esto dtce Mr· Ancrllon. "En la eda;1 media, en que no babia órden social, él pontificado ~alvó tal vez a Europa de una entera barbarie. Creó relaciones entre las naciones mas lejan~:ts; fué un centro :comun, uó lazo de union para Jos Eatado~ aisl11dos; fué un tribunal !!Upremo, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4 l~L CA.TOLICO. elevado en medio de la anarquía universal, i cuyas sen­tencia! fueron algunas veces tan respetables como re¡,pe­tadas : previno i contuvo el despoti!;mo de los emper ado­res, reemplazo la falta de quilihrio, i. disminuyó los• in-convenientes del réjimen feudal. · "El poder pontificio, disponiendo de las coronas, im­pedía al despotismo hacerse atroz; así eu aquel tiempo de tinieblas, no vernos ningnn ejemplo de tiranla compa. rabie a la de Domciano en Roma. Un Tiberio, era im­posible, Roma le hubiera aplastado. Los grandes des­potismos llegan cuando los Reyes se persuad'en de que no hai nada superior a ellos; es entonces que la embria­guez de un poder ilimitado enjendra Jos mas atroces crí­menes." Qué uso hicieron los PontíficPs de su poder ? Hacer de los monasterios otros tantos asilos para las ciencias ol­vidadas i para los inocentes per~eguidos, i, estableciendo la trégua de Dios, conceder algunas horas de respiro en cada semana a los pueblos oprimidos. N un ca amenazaron a estos con la cólera del cielo; nunca lanzaron sus terribles anatemas sino en castigo de las maldades de los grandes. Si alguna vez apoyaron a los príncipes, fué contra esos ambiciosos turbulentos que se rebelan contra todos Jos poderes invocando el nombre del pueblo. Despues de larga i sangrienta lucha, el nombre del pueblo vaga todavía en sus labios, la sangre del pueblo tiñe sus manos, i llena sus arcas el fruto del sudor del pueblo, rniéntr11s este, hambriento, de~;nudo, diezmado i oprimido, les demanda en vano la libertad i el bienestar que le ofreci~oran cuando se armaron en su nombre. La dictadura pontificia fué, pues, hija de las circuns­tancias i benéfica para las naciones. La ambician inmo­derad~ l .se conci~~ fácilmente en un mon11rca que espera trasm1tn a sus hiJOS el poder que se adquiera con la vio­lencia o con lu intriga, rero no en un Papa a quien debe suceder un estruíio, tal vez un desconocido. Siendo el despotismo el unico sistell)a político i la relijion la única hase social; resulto una confu!!ion de que los monarcas quisieron aprovecharse mns de una vez para usurpar los derechos lejítimos de la 'l'inra. Queriendo d?mi.na~ sobre las almas como sobre los cuerpos.quisieron drstnbUlr los cayados de lo8 pastor~s de la Igles1a entre aus favoritos, por. lo comu~ ~an ineptos ~omo corrompidos. Algnnos pretendreron dec1drr en rnatcnas de fé, i ol>li,.11 r a los prelados a recibir en sus iglesias a los hcre ikrc~s . n?die ignora las pruebas a. que estuvo sujeta la m11gná~ mm a firmeza de san Atanas10. Esta lu1 sido ca~i siempre la causa de las luchas entre In Tiara i las coronas. Si no temiéramos prolongar demasiado nu€.stro artículo mucho podríamos decir a favor de nuestro tema consul: tanda la historia de las guerras relijiosas. Tr~l vez en otra ocasion p~drémos combatir l.a idea de los que suponen al protestantismo capaz de meJorar la condicion de todas las. clases sociales, i especialmente la de las clases prole­tanas. ¡ Pobre.s Irlandeses! ¡Que vuestras lágrimas, que vuestros gntos de dolor no puedan salvar el mar i llegar hasta no_sotros! . Así los infelices a quienes se pretende enganar, venan lo que es el protestantismo para los pobres, verian el espectro haraposo i descarnado de la miseria, oculto tras las biblias doradas que se le ofrececen tan baratas ! Concluyamo11 con la ultima cuestion. ¿Qué gobierno ee cree hoi amenazado por la influencia moral de la Corte de Roma sobre sus súbditos? Creemos que ninguno. Varios de ellos, en momentos de conflicto, se han apode­r! ldo de los bienes que la munificencia de los fieles había destinado para sostener el culto del Dios vivo i para man­tener a los sacerdotes i a los pobres. La Iglesia Romana no ha usad() de su ascendiente para sacudirlos. Solo cuando se ha pretendido hacerla esclava, ha defendidocon enerjia su independencia, porque hoi tiene que cumplir como ha c:.umplid siempre el mandato divino que le orde-na ll·enar su mision de llevar las almas al cielo, sin atUen­ritl i aun a despecho de los fuertes de la tierra. -o- • REPRESENTACION QUR LAS SBÚORAS DE BOGOTA,NO SE ATREViERON A FUMAR Señores diputados a la Convencion constituyente: Aunque las mujeres no gozamos de derechos dt eiu­dndan, ia porque nuestra mision es otra sobre la tiera, st ?~s d~ ~a naturaleza el . derecho de clamar contrr. una lnJ~S~rcra monstruo~~. 1 a vosotros os impone, ¡J>r la posrc10n en que estars. colocados, el deher de atendlfnos. No es un~.~alanterra lo 9u~ pedimos de vosotros no : es que os extJrmos e[ cumphmrento de vuel!tra misim. . ~.no de los ;aracter.es que distinguen a los pteblos clVlhzados es, Senores D1putados, el respeto por la n ·e L 1 b . 1 . llJ r • . a 1ar ane es a ún.rca que_ induce al hombre a abu:ar de su fuerza para ultraprla, La cr.e~~~cia ~elijiosa de cada pueblo e~ otra de la~cosas que la c1vrlrzac10n hace respetar. No es 1~ libert~d de los salvajes la que quereis esta­b~ ecer aqUJ. As1 lo creemos, así debemos creerlo Pues b1en, salvadnos. En los dias 6 i 7 del corriente. los hombres abwando de su fuerza, han arrancarlo viol~ntamente de sus a1ilos ¡ hmzado a las calles de esta ciudad a las virjenes nrida­des, violencias i rleprepaciones que so han coll!etido. ¡Gloria. al Sr. Ancíza¡· autor ele! proyecto 1 , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El Católico - N. 2

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  El Católico - N. 43

El Católico - N. 43

Por: | Fecha: 26/03/1864

L 1 PERIÓDICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATÓLICA, APOSTOLICA, ROMANA. · EL CA TOLICO. L.\ CUESTION HELlJIOSA. Cuando el enemigo que nos ataca icnc ll'la forma determinada: cuan­o haí 11obleza eu ¡)!, i en yirtud ele !la pre.sent<~ In faz, la 1lofcnsa ofl'ece H~nos obc;tilcnlos. Pero cuu•Hio unes· ro ene m 'go vago ~~~sus miras, iu­icrto en ~us creeneias, fiuctua nte e u tls principio~, com(l dice don Jaime álmcs, cusa,va direr:;as formas i tan ronto nos dice sin t•cboso: " ~s nc· ·csarioclestt·uii aquí el Catvlicis1no"; ~omo a::cgura que es" Católico sin~ ,:ew," ya 110 snllcrnos n donde clit·i­jirnog, i comprcndcmo~ que ahora buno siempre, la hipoc esía e~ el tilla que mas csgrinH', i qnees uece­ario 1lcr;mascarado para e. hibirlo ron toda Sll horrible Jcnlclad. Sí, es preci~o hacer compt·eoclc•· ni pueblo que se le engaña para haccdo pro. e.,Lante; i qne torios lo insulto· PJ'O­i'~ llllvs pot· la pt·en a i en h hibuna, 1 Popa i al f.l r ti 1 a tl• w•· ~le condencia, uo licuen otro objeto; como no tieneo otro objeto las upa­r ·entcs couclcscendcucins de Jos que mnnrlnn. J,n misma conducta arlrra l1an mplc:H1o siempre los enemigos de la glesi,t desde el fuucslo Lutero. Los &lcfcclos tic los hombres !ie han que­r ·ido hacer servil' como argumculos coutr.l la Rclijion que los condena: la calumnia, la mentil'a, el sarcasmo, t:l insulto, la terjivcrsacion de los tes­los sagrados, todo se puso en jurgo por ntjuella alnJa arclicn!e Como se ha puesto ahora pnrn perseguir la lclijion de Cl'isto. Na1ia !iC omitió ·nlonccs como naila se omite ahora. l~l pnso ele sn parte a los porlerosos (le la tiet'l'a, con el cebo de los inte­¡ ·cses de la Jglesta i gritando los vicios ú­blica porqur. no la practican i 1111e el pueblo necesita de paz porque csltruccion, i existen nueYe ór· denes rclijiusas, ruatro de hombres i cinco de mujercs1 i un Seminario. -Segun se dice jcRernlmente, i aun lo re· ficrc "El Tiempo,,; ya el cmpeito de tiranizar 1:1 conciencia del pueblo, vn produciendo mo­• imicntos reaccionarios en el Sur. El día 23 del presente han salido de aquí tropas para el Canea, aunque nlgunos creen que marchan tontra An tioquia, para castigarla porque no !JUÍso \'er impasible, destruidos sus altares i ultrajados los ministros de su culto. - 'os escriben de Santa na qoe el seilOr Ri· cardo Florez hallo el medio mas eficaz para co nnncer al Cum de la parroquia de que de· hia prestar el juramento exijido por la lei de ~3- de auril, i fuci amenazarlo con que lo baria morir a lanza~es sino juraba. ¡Esto Ci muí li· !Jera! i muí digno de In época! EL C.tTOLLCO. -Con escandalo de nuestra concifncia dt: católico \'irnos el juéves santo al sei10r :'lli· gnel Cutíérre1. Nieto, profanador de los mo· o aste• ios, espulsador de las monjas i encar· nizado perseguidor del Catolicismo, llevando prndicnte del cuello la Jlai'C de utl sagrario. l El sa~erdote que dió al sei•or Gutierrez ese •igno de relijion, puede ignora¡· acaso que nuest•·o Seiior Jrsucristo ccl.tó del templo a rejo a los proranadores? ¿ Pncde ignorar que dicho s.eñm· Guticrrez Nieto está fuera de la Iglesia? No, no pnede ignorarlo¡ pero •••. ••.••• mejor es callar. INSERCIONES. HEPLICA. Si el mnndo os al.torrcce : sabed que me aborreci6 a mí antes que a vosotros. S. JuJ.N Cu. X\',,., 18. Sedamos crimtuales, ante Dios i nnlc los hombres, si como Ministros del culto Católico, Apostólico Rom1- no, guat·dásemos silencio, dcspues de haber visto la escandalosa publiea­cion o libelo infnmnlodo del ciudach­no .Jencral Tomas C. de Mosqucra Prcsi1lente de los Estados Unitlos ele Colombia, contra el celoso succsot· de Pedt·o el digno Vicario de Jesn­cristo, uuestro Santlsimo Padre Pío IX, que lioi ocnpa la catedra etcma. Sentimos sobre monet·a, que sin od­vcrlit · el cin(latlnno Jcncrol, que es con nn pueblo cmincutemcutc cató­lico con el yue lrahla, e haya 13nza­llo cu m1 enjambre ele sarcasmo , nilne1·ando a aqtwl, de quien no ha recibido, sino palabras de bondad, i consejos de un" padre tierno, para volycrle al sendero de la vcrdarl i de In justicia ; i tanto mas Jo sentimos, emulo que el cillrlatlano Jencral, no es un hombre vulgar, sino una uotn­bilidacl Snr--Amet'icann, i descen­dienLc de HtlO de los patriarcas mas preclaros en piedad i cicn<:ia, que tlueslra patria rejislt·a en Jos annlc · de su existencia. ¡ Ai del corazon humano, cuflndo solo escucha la voz de las pasiones, i se csc¡niva al cla­mor ele la conciencia. Se queja el ciudadano Jeneral de que el Santo Padre, no le haya con· testado dit·cctamente a una carta, que le dirijió, sino, que lo ha hecho por medio del señot· Cardenal Anlonelli. ¡Ignora acaso el ciudadano Jeneral, que el citado Cnrdcnal, eomo S~t·c­tario de Gobierno de Su Santidad, es un órgnno ordindl'ÍO; i que pot· Jo mismo, toda comnnicaciún por dicho órgano, tiene el mismo val01·, que si fuera suscrita pot· el Santo Padre ? No lo igrtor:~. ¿I por que tantos dicte­rios contra sn Eminencia? ¿ 1\ qué bicne calificarlo como el italiauo mas COI'l'OIDpido? Niega el ciudadano Jeneral los ataques indignos i sacrilegos ejecuta­dos contra la Jglc~ia i sus ~linistJ·os. ¿ I cómo así se atreve a negar la .e xistencia de la luz, cuando impresio­na a todo set· viviente? No es cierto. que ltan siflo atrapados los vienes cclcsiüst icos, i que · hoi el e u lto s sostiene de limo~ua? No es ciel'lo, que los eñores Obispos han sid ¡H'ó~critos, i perseguidos de todo modos, ann faltando a Jos senlimien los de hutnanidarl ~ No es cierto, <¡u con iufr:~ccion de la Constitucion de los pt"Íncipios rcpublicauos, el ele ro ha sidü reducido a la condiciot mas humillante? No es cierto, cpt las comunidades relijiosas de uno otro se xo, han sino estinguidas i 1emprc tan lthte de ~odo dclExcdcutísimoCardcnal Wi:.eman, H'gullo let·t·estrc, ide ~quclla va~ndad i de fltl·os autores católicos de incou· enebrosa. que insptran. contu.ma~ tradecible probidad i ciencia; porque ente al hombt·c sus proptos mót·•t?s • los citados han correspondido a unes· él ~· ~ · · 1 n su ntla ' ues 'ne stempr~ snnp e~ , ,' tro inte.nto, por sct· protestantes, i de costumbres HTepren. ti~ les.. El sepultan en la urna de la ianot·aucia rofesor· ~ichorn~ en s.'~ ~/stona de la obra titulada: "J,a vida0 i el.Pon- ." ~lem~ura., .. le pmla ~SI: Ala 111 1 as tiflcarlo de Gregorio VII, publtcada ntuna 1 reltJtosa convtCctOn de la 1 . e- en Lóndrcs por Sit· R. Gt·esley bat·on- ·e~idad del Papado i ue la. Iglesra, net, 1832, nn volúmen en 8, o que \Sr CútUO de su Indcpeecleneta de ~o- tal vez es la fuente de que se hn -;er-o podct· temporal; a la pers,nac.lOn yido el cincladano .Jeucral. . Oh si lO· ' 1 1 ~ · n· · q e 1111 1 trmc loria de Dios i fclici-njusticia de los pdnci.pcs; este 1.10111 - dad clcl pueblo ~atólico! • ' tC reunía la prudenc•a mas pedccta, . . . . 1 valor intrépido, e3cojió felizmente Despepn:mo!lla mcogmta de lo que ns medios de accion, i supo realizar e.st~ pasando, para que el puehl·~ . «~: a rcforna de la Jglcsi!l, que se ha ·· qmcn somos Jos verdaderos amttlos, ¡¡¡.concebido; pet·o que uo se había i a quien jamas he~os pensa~o en-levado a la practica. gai1ar con palabrns hsonJcras, 1 cons-pirando contt·a sn feliz cxistenci~ fí si­ca i moral, }().cntieuda, i no se deje alucinar mas con pnlabras al pot·ccet· dulces; pero que ocultan un mOJ·li­fero veneno i son el ceo de la pco1· inl4nciou qne aun imajinnrse pueda . Empeznrémos pot· rccita1· las cspr·c· siones, que como cuu u u estilo profc'·­tico, nos dcjéJ consignadas pot· escrito un yaron sobre cuyns cenizas caen las bien met·ecitla alabanzas i cuya memoria serh eterna. El 11 ustrisimo sciior doctor ~lan n r l José ~losqncra, Arzuhi .; po de Bogotit , cu sus notas a lajuristl iccion eclcsiJ ,¡. tica del seiíor Sibour, Arwbispo rcs, o li~onjero-. vendidos a .la Córtc, o en qnien cs hubiesen entraitaclo las nue\'::15 má­ximas. Así reinó sin oposicion pú· blica el Jansenismo i el Jlcgnlismo Richcrista en toclo el reinado de los d~ s Carlos i en parte clel Je Fernando VII: pues en los últimos doce ní1os de C'5Lc, ya pudieron hablar los Obispos i lo ~ Teólogos; merced al desengnl10, qu e el mismo Fet'llando i otros cspaf10b de buena fé, l'ecibici·on tle los Janse­nistas como Villanncva, Llorentc .. .. ' ( Canclttil'it ) . Imprt•nta Constiluciono • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

El Católico - N. 9

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones

¿Deseas limpiar los términos de la búsqueda avanzada?

Vas a limpiar los términos que has aplicado hasta el momento para poder rehacer tu búsqueda.

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones