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El Mensajero: diario de la mañana - Volumen I N. 86

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El Mensajero: diario de la mañana - Volumen I N. 87

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 3

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Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 7

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 7

Por: | Fecha: 20/02/1897

~ogotú, Febrero ~) de 1 !17. BOLETI.N lVI ILITAR ---· - - - ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO ---·--- Directo:r., ALEJA N DRO POSAD. ~ Son colaboradores natos de este periódico, todos /!()s Jefe'i y Ojicialn del Ejército de la República. LA BANDERA NACIONAL (1) tnEDICADO AL EJERCirO DE LA REP BLICA) Con n1otivo de la bendición de la band ra del Bárbula, de cuya fiest2. din1os cuenta en el nún1ero anterior del Bo­LETIN., nuestro amigo y colaborador, s ñor Ignacio Borda nos h.a ren1itido Jos siguientes datos sobre el origen de ntae trG glorioso pendón. Las lineas que van á continuación y que su autor tie­ne especial placer en dedicar al Ejército, forn1an parte de un Ebro relativo á cosas análogas á ésta, partes importantísi­mas de nuestra. un tanto descuidada Historia Patri~ De la importancia y utilidad de Ja obra en cuestión, podrá juzgarse por la pequeña m.urstra que hoy poden1os da.r á con()cer gracias á la galantería del autor. ¡Oh, amad la Patria, vencradla; y cuando Todo zozobre y la esperanza muera, Con brazo firme a1.1n tremolad en alto La nacional bandera. M . A. CARO. ~'Alguien ha dicho~ "cuando n1iro el tricolor nacional siento por la espalda frío y se n1e ensancha el corazón, r e- (I) B anderas de la República de Co!ombia.-En el Musco Na.:ional de Bogotá, se encuentran sci· gue acomp:.ñaro:1 al Ejército colombi 1110 du- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -BOLETÍN MILITAR - constituyo e~ mí n1ente sacrificios y cuantos hechos hero.í­cos se han Jlevado á cabo á la vista de esos pedazos de tela que nada fueron separados, que tánto dicen unidos y que sin1bolizan hogar, familia y la honra nacional." Este emblema de la gloria colon1biana fue concebido por el célebre General Miranda, quien lo enarboló en su ex­pedición de r 8o6 y concibió así la idea de su traducción: CoLOR AMARILLO. La Virgen y rica An1érica. CoLOR AZUL. Se separa de la n1etrópoli por el azul de los n1ares. CoLOR ENCARNA o o. O con la sangre de sus hijos s¡ aquello no fuere suficiente. · El Congreso de r 8 r r adoptó la concepción de Miran­da y posteriorm~nte la adoptó también el Congreso de An­gostura en r 8 I 9: después de un debate acalorado acerca de Jos colores de que definitivamente debía componerse la ban­dera de la República, el gran Zea, el real botánico prisionero en Cádiz, diplomático ante el prin1er Napoleón, Ministro de la Corte española y Presidente del Congreso de Angos­tura resolvió el punto en un adn1irable discurso que con­cluye: "No sé por qu~ íluctuais, ciudadanos; nuestro pabe­llón nacional, sín1bolo de las libertades públicas deJa An1é­rica redimida, debe tener tres franjas de distintos colores: sea la primera an1arilla, para significar á los pueblos que queren1os y amamos la federación; Ja segunda azul, color rante la guerra de la Independencia, y aun cuando están algo deterio­radas son testimonio de su patriotismo y valor. · Tricolor, con el e3cudo de armas de Colombia y la inscripción ; "Batallón primero de Milicias regladas de Cartagcna." Tricolor con las armas de Colombia· y dos insignias con las inscrip­ciones: "Por la Libertad.-Cundinamarca." Tricolor, armas de Colombia pintadas en el centro y las inscripcio­nes : "·Dios con tJ.osotros.-Prúvincia de BogottÍ.-Primer Batallón de la Milicia Auxiliar.-Departamento de Cundinamarca." Cfricolor, muy semejante á la anterior, pero sin escudo de armas ni tampoco inscripción alguna. Banderola tricolor de doble tela y bordado ftno. Tiene laS' armas de Colombia en el centro y la inscripción : "Húsares del Cmtro.-Pflr In Libertad." Banderola tricolor, con las armas de Colombia y la insnípcíón ~ "Hú111rcs del Cellfr9.-Primer Batallón." Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 99 de los n1ates, para demostrar á los d~spotas de España, que . nos separa de su yugo ominoso la inn1ensidad del Océano; y la tercera roja, con el fin de hacerles entender á Jos tira­flos que antes de aceptar la esclavitud que nos han Ín1pues­to por tres siglos, queren1os ahogarlos en huestra propia sangre, jurándoles guerra á muerte en nombre de la liber­rad. En el centro del pab 'llón pondren1os por escudo la in1agen de nuestro ·candor andino, á in1itación de los ro­n1anos que coloeaban en sus oanderas las fan1osas águilas que conqUistaron el n1undo." El pabel.Jóh nacional de Ja República de Colon1bia se éon1pone hóy de tres fajas horizontales. - La faja supet'ior es doble en ancho á las otras dos. En el volun1en IV de la vida públiéa del Libertador se encúéntran los siguientes datos sobre el origen de la ban­dera colon1biana que con1plen1entan Jo anterior: "En el n1isn1o día 5 de Julio, adoptó el Congreso cons­tituyente para la nueva República, Ja bandera , tricolor, la n1isma que trajo Miranda en sus expediciones de r 8o6; y hombró una con1isión de su seno que debía presentar un diseño de pabellón y escarapela nacional. La con1isión se compuso del Capitán . de fragata Lino Glemente, del Capi­tán de ingenieros José de Zota y Bussi y dél misn1o Miran­da, quienes presen·taron una muestra~ exactanlente el pen­samiento de éste, ;ricolor;- en listas horizontales de igual longitud, de n1ayor anchura Ja amarilla que la azul, y ésta n1ás que la encarnarla, y en el or~en que queda expresado de superior é inferior. "El 14 de Julio, día en que se publicó solen1nen1ente él aeta que acel~ró la independencia, se enarboló el pabellón .acordado con el en1blen1a, . escudo, de una India llevando en un cayado el gorro frigio. Esta bandera venezolana Ja de­claró el Congreso de Angostura para la República de Co­lombia en su Ley fundamental de I 7 de Diciembre de r 8 r 9; y es el mismo pabellón que ha guiado á Jos hijos de Colon1- bia en sus gloriosos triunfos que dieron libertad á Nueva Granada, al Ecuador, Perú, y á la región boliviana. V ene­zuela lo conserva con las tres listas iguales en latitud y lon­git- ud;. la Nueva Granada bajo la denon1Ínación h_by de Re.:- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lOO BOLITÍN" MILITAR pública de Colon1bía, ha t~nido el mayor gnst{)) d€ n1ante­ner íntegran1ente la composición prin1itiva de Miranda, que fue la prin1era bandera de: Venezuela; y el Ecuador cons­tituído en República independiente,: hizo €-l vat·iante de listas verticales é iguales en din1ensione~, el color an1arillo adherido al asta, el azul en el centro y el encarnad0 a] ex­terior~ '"'Las tres seccrones que cornpusíer.on léll gran Repúblice! de Colombia enarbolan hoy} como ayer- U!l1idas, con honor y gloria nacionales, el pab llón trico-lolí que· el decano de lo~ próceres de la Independencia Sur-An1ericana con1puso, y que flan1eó en su n1ano, al frente de las expediciones reden­toras al conúenzo del presente siglo_" LA BANDERA NACIONAL [ No ofs ? Es C"Uaf fa oz de gran torrente-~ Con las lluvias de Dios acrecentado, Que baja de tos Andes despeñado,. Raudo,. tremendo,. a ordador, rugiente'. ¡No oí~ má cerca yá! Se une á los eco~ El rüido de nuísica guerrera Que en alas de los vientos desatado Colma el ámbito inmenso de la esfera. Pero ved más allá cómo se- avanza, Entre un bosque de aceros refulgente,. Que del sol á los rayos reverbera ; Del pueblo entre la ola,. Al firmamento azur enhiesta y sofa,. De nuestlia Patáa la inmortal bandera. Y sube al Capi.tofio, y lo3 clarines Sueltan su aguda voz ; retumba d truen~ Del cañón en los últimos confines. Oh! salve á tí magníftca y s'ublim.c Ungida con la sangre de los bravos. Muertos en la pelea ! Oh! saLve á tír quemaáa por el fuego De las contrarias huestes; Tú, poder,, gloria y de la ?atría idea r Oh! la bandera de la Patria es sant.­Fiote .en las manos que flotar.e· ; o~:a Volviendo vencedora Entre lluYÍa de flores AL són. del himno qpc: 5U• gLorí; c.antcr,... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TJOLETÍN MILITAll O de la adversa lid acaso vuelva ...•.• ()h! de la Patr1a la bandera es santa! Y si hay un ciudadano que, pensan·clo En el secreto de su alma, diga: u Está en indignas manos ! " ese puede A su m::tdrc negar en su ira insana; N o tiene corazón, y entre sus venas Empobreció la sangre colombiana. 101 dosÉ jo.~QUÍN ÜRTIZ. LEGISLACIÓN MILITAR. Es~asam~,..nte necesita comentario alguno la Ley 152 de 1896 q u~,.. publicamos en SeJuid:t. Deroga ella algunas dispJsiciones del C6digo Militar vigente y autoriza al Go­bierno para reglamentar otras. Si se tiene en cuenta Jos de­fectos de que aqu"l adolece por su incon1patibilidad en n1uchos puntos e n el actual r¿gin1en e ntral, se verá lo indispensable de la reforma para evitar tropiezos n1uy per­judiciales al buen servicio. LEY 152 DE 189) (4 DE DIClEMBRE), que contiene varias disposicionc sobre scrvicicio militar. El C fJngres? de C o!otn.bia DECRETA~ Art. 1.0 Por Código Mil-itar se entenderá exclusi amente la parte referente á la justicia (Tribunales, juicios y recompensas) y las prescrip· cioncs clcl Derecho de Gentes que deban observar los Jefes de operacio­nes, conforme al actual Código Militar y las leyes que lo han reformado, mientras el Congreso no legisle de nuevo sobre esta materia. Art. 2.0 Todo lo demás relativo al Departamento de Guerra será ordenado por leyes e~peciales que regulen los siguientes puntos: la cons­cripción militar, la organización del Ejército, los ascensos, las pensiones, los cuadros del Ejército, la mov:ilizacdón y el servicio :fiscal de la fuerza pública. Art. 3.0 El servicio interior de los cuerpos de tropa., el servicio de guarnición, el servicio en las plazas fuertes, el servicio en campaña, el .servicio de sanidad y castren·c el servicio en las milicias., el servicio de ANCO Of LA REPUBUC,\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILI-TAR. intendencias, la i·nstrucción militar y las disposiciones sobre movilf.., zación y maniobras y sobre ejercicio de las tres armas, serán organizados. por decretos reglament-arios expedidos por el Gobierno. Art. 4.0 Deróganse los artículos 72 á 75, 138 á 161, 192 á 197, z38 á 384, 433 á ¡cjz, 8oz á 1,034 y 1143 á 1236 del Código Militar. Esta derogación comenz,ará á '\egi~ pat;a cada u,no de esos grupos de ar­tículos tan luégo como el Gobie~no dipc los ~egla!J1ento~ del caso. Art. 5.o "¡ el Congreso no alcanzare á legislar sobre la materia, queda facultado el Gobierno para fijar la división militar del territorio y organizar las milicias de acuerdo con la legislación vigente y las prác­ticas usuales de las naciones civiles sobre la materia, y sus disposiciones, regirán hasta que ~e s uelva lo contrario el próxim_o Congreso. Art. 6;) Todo militar en sc;¡:.vi.cio activo '¿estirá siempre de uni­forme. . Art. 7 ,() Queda fac.ultado. el qobÁerno para crear en los Estados Mayores y cuerpos, tribuna.Jes. de honor que impongan á los militar~s castigos de carácter moral por las violencias de los deberes sociales que. · no merezcan pena di'Sdplinari.a. Dada en Bogotá, á u:es de Dic·iembre de mil ochoc~en.tos ()OVen~~ y sei s. Et Presidente del Senado, El Presidente de la Cámara de Rep~esentantes, JylAXIMILIANO N EIRA. El S c.cre tario del Senado, Camilo Sánchez.. ~.1 Secretario de l'a Ccimara de Representantes, lV!iguel .A. Peñaredonda., Tobitrno Ejccutivo.-B-ogottÍ, 4· de Diciembre de 1896. fublíquese y ejectítese. (L. S.) M. A. CARO. El Ministro de Guerra, AuRELIO MuTr.s., Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 'sotETfN MILITAR IOJ MINISTERIO DE GUERRA República de CJ}?mbia. - Minísterio de Guerra.- Secci&n 1.•- Nú­mero J,loo. - Bogotá, 3 de febrero de I897· Señor General, Comandante en Jefe del Ejércíto.-Presentc. . Servíos prevenir en la Orden General, que el servicio de Or­denanzas debe limitarse á las prescripciones del artículo 21 del Có­digo Mílitar, y que en ningún caso, y por ningún motivo, es per­mitido que las Ordenanzas degeneren en servidores domésticos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 20 del mismo Código. Soy vuestro atento servidor, PEotto ANTONIO MaLINA. República de C?l?mbía. --Ministerio de Guerra. - S eccítn 1.8 - Nú­mero 7,103. - 4 de lebrero de 1897. Señor Gcncra4 Comandante en Jefe del Ejércíto.-Presente. Servíos prevenir en la Orden General del Ejé reito, que debe darse curso, imprescindiblemente, á toda solicitud que cualquier militar en servicio, inclu ive los individuos de tropa, dirijan á este Despacho ó á alguna Autoridad militar, para garantizar de esta manera, el derecho de hacer peticiones y de obtener resolución, dere ho que la Constitución consagra. Soy vuestro ateoto ervidor, PEoRo ANTONIO MoLINA. ---·--- JrPISODIO DE LA CAMPAf.i'..A DE AUSTRIA.-! 8'09 .. (General Bar&n de Marbot.-.....M.ErvtORIAS}. Después de haber atravesado el Traun y quemado ei puente de .M.anthausen, el Ejército de Napoleón avanzó hacia Molk sin que se supiese si el General Hiller se encontraba entre Viena y nosotros, ó si había pasado el. Danubio para incorporarse á las fuer­zas del Príncipe Carlos .efol la rr1bera izquierda. Algúnos td'e nu~­tros espías aseguraban que, por- el contrario~ era el Príncipe quien Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MII.ITAR había atravesado aquel río para unirse al General H ille.r, y que al dí,a siguiente encontraríamos el grueso del Ejército austriaco en ventajosas posiciones, adelante de Saint-Polten. En este último caso debíamos prepararnos para librar gran batalla próximamente y, en el contrario, precisaba matThar rápidamente sobre Viena á fin de llegar allí primero que el Ejército enemigo que también se dirigb. á lá capital por la ribera opuesta. La incertidumbre del Emperador era, pues, muy grande por la falta de datos positivo que le permitiesen resolver tan importan­te cuestión. Absolutamente nada se sabía acerca de ello el día 7 de Mayo que llegámos á Molk. Fue allí, mis queridos hijos, donde llevé á cabo aquella de mis acciones de guerra que más me enorgullece, porque los peligros que hasta entonces h:1.bía corrido me habían sido impuestos por la ejecución de [rden! s de mis Jefes mientras que aquí afronté v;/un­t. 1ri·amente b muerte para serie útil á mi Patria, servir al Empera- Jor y conquistarme un poco de gloria ... . ... . La hermosa ciuuad Je Molh:, situada á orillas del Danubio, cst.'i dominada por un:.1 inmensa roca en forma de promontorio, en cuya cima se levanta un convento de lJenedictinos, que pasa por ser el más bello y más rico de la cristiandad. Desde las celdas y de¡nrt:lm~nt03 del mo:u:;tsio se divisan, en un:1 gr::t:-t extensión, el curo y las orilbs del Danubio. El Emperador y vario Maris­calc , entre ello el lVlarí cal Lannes, se instalaron en el mona te­río y nuestro E tad Mayor en la casa cura!. Mucho había llovido durante b $Cmana y la lluvia que no había cesado en las últimas veinticuatro horas, continuaba aún, ¿e tal modo que el Dan ubio y sus numeroso3 afluente habían desbordado. Entrada la noche, mis compaiiero ~ y yo, sati fecho de hallarnos bajo techo en un tiempo t.1n mal , cenábamos al:;grem:!nte en com?ai1ía d~l Cun, hombre j.::>vial y sencillo, que no · hacía Jos h;:,nores d~ una excelent~ cena, cuando un ayudante d e campo, al servicio dell\1ariscal L:.1nnes, vino á avisarme qu~ éste me llam:.1bJ. y qu~ del:h subir inmediata­mente al c.:>nvento. Me encontrabJ. tan bien donde estaba, que me contrarió much verme obligado á abandonar tan buenJ. c~nl y albergue para salir de nuevo á mojarme; pero, era preciso obedecer. L:r e )r.-'"'Jo:~, y s1h~ b1j1> d.!l mmJ..>t~ri.:> e:>~l~_n lle :10s de gr.w::de::.:>.> y CJ.?.J.J.Jr-!3 d.! b glla:-Jia, á quien~s el b :.Ln vino d~ los monje.:> hacía olvidJ.r la~ fatiga de lo.J día:; anteriores. Al llegar á los salones compr ndí que se me llamaba por algún motivo grave, pues generales, chambelanes, o ficiales de Crdenes, todos me repe­tían: "El Empendor os ha hecho lhmar" y alguno agregaban: '~Es quizá para entregaros vuestro despach.:> de ']efi dt Escuadr~n." No lo creí, sin embargo, pues aún no tenía su~ciente importancia cerca del soberano par.1 que éste me mandara buscar á semejante P.:>n c.:>:1 el fin de e.:'1tregarme p~rs:~:ulmente mi nombi-amicnto. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLiTI:\T MILITAJt 105 Se me hizo entrar á una inmensa y magnífica galería cuyo balcón daba sobre el Danubio. Allí 'encontré al Emperador á la .mesa con varios mariscales y el superior del convento, quien lleva el título de Obispo. Al verme, el Emperador se puso de pie y se dirigió al balcón seguido del l'v1ariscal Lannes, al cual decía en voz baja: "La ejecución de este proyecto es poco menos que im­posible; vamos á enviar á e. te valiente oficial á una muerte casi segura."- " Irá, señor, estoy cierto de ello, respondió el Mariscal, por lo demás, podemos en todo caso proponérselo." Tomándome en seguida de la mano el Mariscal abrió la ven­tana del balcón que domina á lo lejos el río cuya inmensa anchura, triplicada en aquel momento por la fuerte inundación, era casi de una legua. Un viento impetuo o agitaba las aguas dejando oír el bramar de las ola . LlovÍ:l á torrentes y la oscuridad era completa ; á pe ar de esto se veía en la ribera opuesta una larga línea de fuegos de vivac. Napoleón, el Mariscal Lannes y yo e tábamos solos en el balcón cuando éste me dijo: "Allí tiene usted al otro lado del río un campament austriaco; el Emperador tiene grande interés en sab~r si . el cuerpo de ejército del General Hiller forma parte de él ó si se encuentra aún de este lado. Para averiguarlo e preci o que un hombre de resolución tenga el valor de atravesar el Danu­bi con el fin de aprehender un oldado enemigo y yo he a egura­do á Su Maje tad que usted iría." Napoleón me dijo entonce : "Note bien que no es una orden la que doy; es, simplemente la expresión de un de eo ; reconozco que la empre a e de las más peligrosas; puede usted rehusarla in temor alguno de desagradar­me. Vaya pues, piénselo en la pieza vecina y vuelva á decirme francamente su resolución." Confesaré que al oír la propue ta que se me hacía, un sudor frío inundó toJo mi cuerpo ; pero al instante un sentimiento que no podría definir, en el cual el amor á la gloria y á mi paí- se mez­claban quizá á un noble orgullo, vino á exaltar mi ardor al último grado de tal modo, que me dije: Cómo! El Emperador tiene aquí un Ejército de 150,08:> guerrer03 abnegados, así como 25,000 - hombres de su guardia escogidos entre los más valientes ; está ro­deado de ayudantes de campo, de oficiales de órdenes, y sin em­b~ lrgo, cuantlo se trata de una expedición para la cual se necesita tánta inteligencia como intrepidez, es á mí á quien escogen el Em­perador y el bravo Mariscal Lannes ! ! "Iré, seííor, exclamé sin va­cilar. Iré .... y si perezco, lego mi madre á Vuestra Majestad." El Emperador me cogió entonces de la oreja en seííal de satisfac­ción y el Mari cal me tendió la mano diciendo: " Razón tenía yo'en decir á Vuestra Maje tad que iría! Hé aquí lo que se llama un soldado valiente! " . Resuelta así mi expedición, era preciso pensar en los medios de llevarla á cabo. El Emperador hizo llamar al General Bertr.and, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOI.;E-TÍN . MILI'I'AR ·su Ayudante de Campo, al Ge~1eral Dorsenne, á. algunos gr~nade-:­ros de la guardia, como también al Comandante del gran Cuartel Imperial y les ordenó que pusiesen á mi disposición todo aquello de que yo creyese tener necesidad. A petición mía, un piquete de infantería fue á buscar al Alcalde de la ciudad, al Síndico de los re­meros y á cinco de sus mejores marineros ; un Sargento y cinco granaderos á pie de la antigua guardia, que hablaban todos alemán y escogidos entre los más valientes aun cuando no habían sido condecorados, comparecieron también y consintieron voluntaria­ ·mente en acompañarme. El Emperador hizo primero introducir á su presencia á los seis milirares y habiéndoles prometido que á su regreso recibirían inmediatamente la cruz, estos valientes contestaron con un "¡viva el Emperador! ' y fueron á prepararse-. En cuanto á los cinco re­meros, una -vez que el intérprete les hubo ex·plicado qtte se trataba de condtt·cir· una barca á la otra orilla del Danubio cayeron de ro­dillas y principiaron á llo-rar ; el Síndico declaró que era preferible fu ilarlos inmediatamente á enviarlos á una muerte segura: la ex­pedición era absolutamente imposible no sólo porque l'a fuerza extra­ordinari" a de· l'a corriente vokaria la barca, sino porqtte los numero- . sos árboles arrancados en las montañas vecinas por los afi uentes del Danubio y que no se podrían esquivar en la oscttridad, llega­dan sin duda á desfond'arla. Por otra parte, ¿cómo abordar á la otüla. opuesta por -entre los sauces que abrirían la embarcación, $Uponiendo que se llegara á franquear una inundadón cuyo alcan­ce era de conoddo? ... .. El Síndico dedctjo, pt:Jes, que la opera­ción era materialmente i'mpracticabl'e. En vano el Emperador para seducido hi:Zo brillar ante los ojos de cada uno de ellos 6,ooo francos en oro; ni aun eso los de­cidió; y sin embargo, dedan, somos unos pobres marineros, todos padres de familia, éste oro asegurar1a nuestra fortuna y la de nues­tros hijos; nuestra negativa debe probaros la imposibilidad de atra­vesar el río en este momento .... Yá lo. he dicho: en la guerra, la necesidad de ahorrarla vida d~ muchos sacrificando la de unos · pocos, hace, en cierta.'> ocasiones; á los Jefes del Ejército despiada­dos. El Emperador fue, pues, inflexible; los granaderos recibieron orden de conducir á eso.s desgraciados á pesar suyo, y todos baja­mos á la ciudad. El sargento que me habían dado era un hombre muy inteli­gente; lo tomé como intérprete y lo encargué mientras andába­mos de decir al síndico de los marineros que, ya que le era forzoso venir con nosotros debía, por propio interés, señalarnos la mejor ~mbarcación que hubiera é indicar todos los objetos que pudiéra­mos necesitar á bordo. El desgraciado obedeció no sin abandonar­se al más terrible despecho. Obtuvimos, pues, una excelente barca y tomamos de las demás todo lo neces4rio; llevá.batp..os dos ancla:~;.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. "BOLETIN MlÚTÁR 'Pero como me parecía imposible servirnos de ellas, h¡ce cortar dos .trozos de cable y coser en sus extremos pedazos- de tela fuerte con el fin de envolver en cada uno de éstos una piedra grande. HabÍJ. visto á los pescadores en el sur de .Francia emplear este medio para detener sus barcas : la cuerdas preparadas como lo habían :sido las mías se lanzan sobre los sauces de la orilla haciendo de manera que se envuelvan en algún tronco, logrando así de­tener el bote. Teníamos además, víveres, cuerdas, ha ~has, sierras, una escala, en fin todo lo que la previsión nos había aconsejado acumular. U na vez ter:m.inados nuest('QS pre.p~rativos iba á dar la señal de partida cuandQ los cinco barqueros vinieron a suplicarme sollo­zando los hiciera conducir á sus casas por mis soldados con el fin de despedirse, por última vez quizá, de sus familias. Pero temien­do yo que el enternecimiento que tal escena hubiera producido en aquellos .infelices pudiese amenguar aún s.u y á tan debilitado va­lor, hube de rehusarles lo que me pedían. "Bien, dijo entonces ~1 Síndico, ya que no tenemos sino algunos instantes de vida, con­cedednos cinco minutos para encomendar nuestras almas á Dios ; y os aconsejo que hagáis otro tanto, pues es lo seguro que perez­camos todos." Ellos se prosternaron en seguida ; los granaderos y yo los imitamos, lo cual pareció complacerlos. T{!rminada la fer­vorosa y sincera oración mandé que le dieran á cada uno un va o · del excelente vino do los monjes y halJ¡endo tomado nue tros pues­. tos, la barca fue l.anzada :i la corr-iente~ Había recomendado á los granaderos que eje~uta en en el · mayor silencio todas las órdenes del Síndi'co que. llebaba el timón. La corriente que era demasiado rápida, no nos permitía atravesar Qirectamente de Molk á la ribera opuesta ; nos fue preciso subir costeando á la vela por más de una legua, y aunque el viento y las olas hacían tambalear fuertemente el bote, este trayecto se reco­rrió sin ningún accidente. Pero cuando fue necesario apartarse de la tierra para comenzar el cruzamiento del río á fuerza de remo, . el mástil que había sido derribado, en lugar de caer longitudinal­mente sobre la barca, cayó de lado y la vela, que se empapaba en el agua, presentaba gran resistencia á la corriente, lo que nos hacía j.nclinar de tal modo que estuvimos á punto de sumergirnos. El patrón mandó cortar los cables y arrojar el mástil al río ; pero los ~arineros, que tenían perdida la ca,beza, se pusieron á rezar sin . moverse •. El sargento, entonces, desenvainó su sable y les gritó : ''Se· puede muy bien rezar trabajando ! Si no obedecen inmedia­tamente, los mato!" Aquellas pobres gentes obligadas á escoger entre una muerte in­. ~ierta y una positiva, echaron mano á las hachas y ayudaron en su tarea . á los granaderos.; el mástil fue prontamente cortado y arro­. j.ado á la corrien~e •..• Era tiempo, pues no bien .n9s h.ubimos . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR or él engendran sus múltiple~ combinaciones,_ siendo verda­deramente el tablero sobre el cual juegan y se combinan los agen­tes del combate. Este constituye el objetívo real de la táctica: la táctica debe~ por lo tanto, estudiar con especialidad suma la inR uencia que ejer­ce el terreno sobre sus formas y disposiciones para la lucha, y estO de tal J!lOdo y en tal . grado que, como yá dijimos, el terreno venga á ser su natural aliado combinándo e (;;On ella para el mayor éxito posible. En el tt'anscur o del corríente s:glo y particularmente en la . guerras de nuestros día ; se han operado grandes transformaciones en la táctica por efecto de la mayor y má decisiva importancia concedida al terreno para el acto del combate, de tal modo, que hoy se estudia y se aprove~lia en campaña lo que antes se despre­ciaba como demasiado incidental y pasajero; De esto se despn~nde que todo Oficial, todo Jefe que mande tropas, tiene necesidad absoluta de saber juzgar y apreciar rápida­hlente con la resolución de la ojeada mílítar, el túreno que pis poseen. Las propiedades caracterf ticas de la regiones llanas, según las variedades y combinaciones de sus accidentes se pueden defi!lir de esta manera: La llanura abierta y despejada: es aquella cuyo horizonte des­pejado, exento de bosques, pueblos, edificios, etc., se pre ta á la perfecta vigilancia del terreno, al propio tiempo que el uelo no ofrece obstáculos como barrancos, pantanos, vallados; etc., que em­barazan las evoluciones de las diferentes arma . Pero una región de esta naturaleza uniforme no da carácter especial al combate: su influencia es la misma para el ataque que para la defensa; mejor dicho, no es ninguna, pues los ejérctios combatientes se hallarían entregados á sus propias fuerzas. La táctica aconseja no aceptar la batalla en semejante terreno •á menos de tener superioridad numérica sobre el enemigo, particu­larmente en caballería. La llanura abierta y cortada no presenta objetos que cierren el horizonte, pero si obstáculos que dificulten los movimientos. (C mt irillar,í ). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. II2 BOLETfN MIL ITAlt EN EI. EJERCITO El Ministerio de Guerra ha hecho últimamente importantes cambios en el personal y material del Ejército, los cuales creemos deben ser conocidos: Se ha suprimido la Jefatura Militar establecida en el Sur del Cauca. El cuartel general de la 5·" División del Ejército será tras"Ia­dado á f piales, con el fin de que nuestra frontera con la República del Ecuador sea re::c-uardada convenientemente; el Batallón Pi­chincha se ha incorpor~clo á b. mencionada División. Se ha dispuesto que el Batallón Cazad?res, Cuerpo que estaba acantonado en la ciudad de Popayán, se traslade al Sur del Cauca, para que refuerce al Pichincha, que hace b guarnición de Pasto y Túquerres; para reemplazar l Cuerpo que debe abaudonar á Po­payán se ha creado all í otro con el nombre de Calibí? y se ha de­signado como Jefe de él al señor General D. Luis Ramírez. El Batallón Palacé, que de tiempo atrás hacía el servicio de zapadores en la montaña del Quindío, ha sido relevado por el Caro, Cuerpo que estaba acantonado en !bagué. El Palacé hará la guar­nición de !bagué, en reemplazo del Caro. Todos esto cambios responden á premiosas nece idade , que satisfecha , redundan en la buena marcha y pro peridad del Ej é rci­to de la República. El Poder Ejecutivo por Decreto de fecha 3 de los corrientes dictó la siguientes providencias: . Declaró en u o de licencia indefinida al Capitán Saravia Co­mandante de la 5·" Compañía del Batallón Ayacucho número 3, por haber solicitado la separación de e te oficial el Jefe del mencio­nado Cuerpo. Llamó al servicio activo al Capitán Franci co Malo P., y lo destinó al Batallón Ayacucho en reemplazo del Capitán Saravia. Ascendió á Capitán efectivo al Teniente Manuel Dederlee qne sirve en la 2." Compañía del Batallón Bonboná número I 3, y lo promovió al puesto de Comandante de las."- Compañía del mismo Cuerpo en la vacante que allí quedó por haberse concedido licen­cia indefinida al Capitán Manuel V anegas. Ascendió á Teniente efectivo al Subteniente Carlos Sánchez Rojas, lo llamó al servicio activo y lo destinó á la 2.8 Compañía del expresado Batallón Bonboná en reemplazo del Capitán De­derlee. Ascendió á Subteniente efectivo del Ejército, al Sargento 1.0 Venancio U m barita, lo llamó al servicio activo, y lo destinó á la 2.• Compañía del Batallón Tenerife número 6, en la vacante que allí quedó por haberse concedido licencia indefinida al Subte­niente Franci~co Peña. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 7

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La Unión

Por: Miguel José Ordoñez | Fecha: 1903

“La Unión” fue una publicación que se imprimió en Bogotá durante 1903. En su prospecto se indicaba que su interés era promover aquellas acciones que “implanten la paz y el orden en la República” luego del final de la Guerra de los Mil Días (1899-1902). Para alcanzar dicho cometido, el título informaba que en sus páginas se publicaría propaganda (noticias) relacionada con la religión y la unidad del partido conservador. Toda vez, que para “La Unión”, era imperioso que la división interna del partido, entre los sectores histórico y nacionalista, experimentada desde antes de la Guerra, se dejara a un lado, al considerar que dicha fragmentación “es no solamente criminal sino suicida.” En la “Sección Industrial” del primer número de “La Unión” se publicó una reseña de los “establecimientos industriales de Bogotá”.
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La Unión

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El Razonador

Por: | Fecha: 1834

“El Razonador” fue una publicación que circuló en 1834 en Bogotá, en su cabezote se incluía el epígrafe: “El medio más eficaz para conservar firmes i estables los gobiernos, es educar los ciudadanos conforme a la constitución” de Aristóteles. El periódico inicia su circulación en medio de un contexto de debate entre los seguidores de Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, que se veía alimentado por: el fin del gobierno de Bolívar de 1828(la Dictadura de Bolívar), la disolución de la Gran Colombia y la presidencia de Santander en la República de la Nueva Granada (1832-1837). El interés del periódico se encontraba en la consolidación de las instituciones de la República y la definición de los deberes del ciudadano. En el primer número del título, del 31 de enero de 1834, se reprodujo una editorial relacionada con la libertad de imprenta y un artículo sobre la pena de muerte y las facultades del Ejecutivo para conmutarla. El periódico se produjo en la Imprenta La Universidad y estuvo a cargo de G. Morales.
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El Razonador

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El Tío Juan - N. 81

Por: | Fecha: 17/01/1898

AE"O 2R·-SERIE 13:: OOND:rOJ.ONES.: Esta periódico se publica dos Vt­cea por Mxnt\V~, pOI' ahoi'8: Puad .. sutcribirse en oua.lfiuier ~il.t'.l~ro, por un!). 6 m~a series d~ 4{\ ejemplares cada uua. Se canjea con toda pu blio&oión periódíJa. PREOIOS S1!Sáu, Agencia de Roddgll.ez &. "áel!:. Garrera 8.­llúmelo~ 503 y 605. Com!lc;iaados, columna .. 10 .. An\)l\Ciu~. 11 ~"ntavo la palabra. P8rioillG~ D~l1llGO, inDustrial, litorario y do vari6~a~~s Dir;¡cei6n telegráfica: JUPA. Todo lo relativo Ji SU8(;rjp6ione~, &n1moios, ~omunkfl(Joa, ek. etc. dirigirse ·ex¡¡lUBivatnonte al Direc­tor del. peri6iliilo, á .qui1ln debe di· rigirse la correspondGncia l'er.t:iUI!l.clites, pr;-oio c<>n veucioual. Cuando .e apartaa G6 la f~rma oro dinarill, 16 cen~Yos (Jl eentíwutro ele columna. Reclamo! á doa cen­t? VOIl b. ps.labra. 71 Redactor, JULIAl'J PAEZ M~ ANUNCIOS~ ,,,,.,"- .... _ ....... .. ... __ ... _.. ............... ~.,~ ...... __ " ...... ·. .............................. _.. .... _.u _.. ... ". .. _. __ .•. _. __. . . ... _._ .. ". . ........ .... .. .. _.. . ... _. __ LA GRAN ESPECIALI.DAD DEL 'ALMAúBW DB L'OS NiÑO-S está actualmente abaj!jtecida de un variadísimo surtido de vestidos de paño de pantalón corto, de diversas 'clases y tÍ precios verdadei'amente bajos, Ajuares y capotes. ~edias rnrgras, jJ"ranBlas. Corbatas. Cuellos. Som~reros. Cachu­ch1\ s. Camisas'. Traje~ de cachemira bordados en seda. Veloc.ípedos de tres ruedas. Cunas. Coches. Cobijas de pura. lana para camas y cunas. 1'e1a8 de caucho para de­lantales, Hule blanco superior pa}~a manteles y carpetas. Lápidas de mármoi p9Jra tumbas de niños., Box para gra­badores. Campanas. eléctricas. Gran dep6sIto de aparatos y materiales pUI'a fotógrafos. Telas de algodón para trajes. Vaxillas de resorte para corset á 6 reales pal'~ El mejor tinte para. teftir el pe.lq y.1a barba. á $ .1, frasco grande, y nuevo surtido de juguetes y novedades. 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UOtO~IBUNI Bogotá, nalle 12, número 178 Atendemos á vuelta de co­rreo los pedidos que vengan acompañados de su valor y 10 por 100 para portes y recomen·, dación~ Si el pedido no llega á $ 2, ~eben remítil'se ~,0-20 pala gastos ,dculia. (Manuel). Poesías. Prólogo de Fernando de Soldevílla. Retra. to del ntor. Un tomo, tela $ 3,00 Antología OQlomoiana. CoJegida por Eruiliano Isaza. 2 tomoe, tela¡ $ 5,00. Oaaa tomo $ 3,00. Alltología Americana. Oon numero· SOB retratos y viñetas. Un tomtl, pasta., imit!l,ci6n de pergailllno¡ $ 5,00 Arboleda (.T ulia). Poesías. Coleccióll Íorruada. sobre los manuscrÍt{)s ori· ginales, con preliminares biográfi. cos y críticos por.M. A. Caro. Con retrato del a.utor. Edición de lujo. Un tomo, te a $ 7,00. Edición d~ medio.lujo, pasta, $ 3,00 Balart (Federico), Dolores. Poasias. Un tomo, rústica.$ 2,20. Id, id. Horizontes. Poesías. Un tomo, rústica. $ 2,20 Bartri?a (hll.quín ~) AJ~o. Ilus­. ttauloIru3 US Gelh,,~,. Un' tomo rústica, $ 2,4v. ' Becquer (Gl18'tavo A.) Rimas. Edi. ción de lujo. U u tomo, tela, dora· des, viñetas, $ 4,40. aa/caño (José Antonio). Obras poé· tióa8. Retrato dt>l autor. Un tomo, tela, $; 3,00. Oampoamor (Ram6n de). Doloras y Poemas. Pr6logo de E. Zarolo. Retrato dtll autor. 2 tomoSf tela, $ 6,00 Id. id. El Hcanciado 'l'orralba. Poema. Un tomo, rúetic;¡, $ O,!:lO. Cano (FideJ). Poesías. Uo tumo, rúa­tiOil. $1,00. Oa¡>rillo de Alhornoz (Maximinó). Romancero de El Inge:ai{)so Hi­aalgo D. Quijote de la Manoha, sacado da la obra inmortal de Mi. guel de Cervantes Saavedra. 2 too 11108, tela. $ 5,50. Canto (César) Vel'sns. Unltómo, tela $; I ?lO ])e Ft~~ci8CO (Julio}. Pedil-es. un tome, rú¡¡¡;ioa $ 0,80 Estéva.<:t68 (N.) omanee!l y úanta­res. Pr6lo.go. de Edl1j~rdc Benot. ltetrato del autor. Un tomo, tela $ 3,00. Fernández (Enrique W.} Versos. Tomo 2." tel~ $ 2,50 Fi6rez (Manuel M.) Pasionarias. P. logc de Ignacio Altamirano. Re­trato del [autor. Un tomo, tela * 3)00. i}utíérre7, González (Gregorio). PeG- !lías. IntiOd-:looi6n}' notioias por Salvador Oamacho R{)id'n, Ra­fael Pcmbo, Manuel Uriba Angel y Emiliano T.~r.a. Retrato del au· tor, Un tomo tola $ 3,(JO. . Gutiérrez NáJera (M.) Poes!aa. Pr6. logo de Justo Sierra, retrato del autor, 2 tomos, tela $ 6,00 Heredi", (José Maria). Poesías líri­cas. Prólogo. do .E. ZaroJo, retrato del autor. lJn tomo, tela t 3,00 Llona. (Numa P.) La estela de una vida. Poemas hrieGa. Retrato del autor. Un tomo, tela $ 2,40. Xc l)ouall (Robl1tto). El joven Ar. turo. Un tomo, rústica $ 0,50. Morera y Galicia. Poesfas. Prólogo de Antonio de Valbuen!l. Ilustra,- ciones da Gil y Roig. UD tomo, pasta * 2,00. Núñe;; deArc${G~spar). Poesías com­pletas. Un tomo, palita, dOlado," $ 6,40. Sin dorado $ 5,50. ' Id. id, Poemas cortoe, un túmo rustica $ 1,00. ' Úrti1. (José J 05\ql1fll). PO.QsJIf.~. Un tomo, tela 4\ 1,80. Paz (Abd6n de). Mar de batalla. Prosa y verso. Un tomo; !ústica $ 1,80. Peza (Juande Dios). Hogar y Patría. Con retrato, un tomo, teIn $ ;) OO. Id. id. Arpa del amor. Con' re- , ~rato .. !T n tomo, tela ~ 8,00. Tu. la. Reouerdos y esperanzas. Con retrat.o. Un tomo, tela $ 3 00 llam de Vin (Luis). Flores de m~er. to '! poemas mínimos. Prólogo de Sa.ncho y Gil. ReDr¡¡,to del autor. Un tomo, tela $ 3,00. Salazar 'ti Qnintana (F.) Poeslli del porvenir. Con una carta de Fran. cisco Pi y Margall. U n tomo) rús. tica $ 1,40. ' Tamayo (Rafael) Poesl8s, un tOmo. iela $ 1,GO. w· Uribe (Diego). Selva,. un liomo rústi ca $ 0,50. Valencia ( G uiJiermo). Cigüeií.as blancas, un tomo, rústica $ 0,60. Vel(~rde (José). Obras poéticas. (Jon ~etrato. 2 tomoa, t .. la $ 6,00. r~tal..4z{l. B¡¡gt.1· rales, entJ'fl tanto que el Partid!'! Li· beral, eX¡ m·uebas cuestiones que consideraba dogmas. ha ido poco á poco recogiendo las ampuiosidaJes de su velamen, para aC'omodarse así al molde que lo contiene? ¿ Será que habrán de refllndirse sr. uno solo lOB dos partido@, si lligllt: Esta gravitaci6n mntua~ Ó, por el contra , rio, la tendencia á la, aífe'¡!§.'fJ.C.iaciórt" ley primera de la vida, y la multi­plioación de 6rganos, ley que rige el peIfeccion.miento de Jos organis· mos, hilillO que de loa dos actuales se desprendan nuevos partidos con nuevas tendencias é 'ideas nuevas, contra la creencia 6 la voluntad de los que hoy afirman que sólo dos partidos políticos neden existir ra, cionalman te? .. En lodas eatas cuestiones hemos ptlnsado, sin darles solució·n, como an tes lo dijimos j y s610 nos expli. cII.mos In intima ligaz6n y solidari. dad estrecha existentes entre la vida del grande hembre y la suerte del ?artido I,iberal, porque aquél, á a;us enormes talentos y ti su espiritu que !Joseia la flereibilidacl del ace¡'o, dote indispensable en ia politill'S. 'agrE-gl) el ser, en una sola y compacta pieza, sin mentira pi subterfugios ni ahdl caciones, en la teoría como en la práctica, y en todos los actos de fU vida pública, el más grande y ver­dadero liberal de Sur América. Fue el Úlllco-nos atrovemos á pensar· lo-que aplicó sin miedo. Jesde el solio presidencial, las audaces y ge· nerosas teorias do su (¡redo, que pi e, dÍcó y soetuv() siempre y ea todas partes, con pu verbo y con su ejem­plo, como maestro, como tribuno, en el foro y en el parlamento, y hasta en su escritorio e~condido de perio düt, revolucionarío. JamtÍs tQVO miedo á la libertad; y aquella Írase, que le atribnyen, ha­blando de alguna revolución que contra klf Gobierno se pr~tendía ha· Ctll' en el Cauea :-Esos 30n retoi!os de la democracia! parece eer inspl. rada por la ro grande que tenía en que los de~m':lues de la ¡¡bartad se corrigen y combaten por la misma Iibertari, bu es¡:.íi'Ítu Serevo y amo pliamente toleran te nunca chocó EL TIO JUAN .... c::::::: contra iutf.reSéS Ajenos y snpo satis­f~() er toda aspiración jnsta sin 'C(ld~r ni mutilar nada de Sil doctriD'~. Ven­r, ido el Partitio CouRorv/!,-101' en 63, y lev;¡ntJ\dos los Estados de Ánf,io. quia y Tolima, dijo, ia~pirado por habilísima diplomacia, aquellaR mag­UífiCf1S palabras que ddinf'u toda eu polftica: Esas 80n válvula8 de segu, ridad, Es menester no arofi~ial" al partido conservador. Con esto, á la vez que daba participación á los conservadores en la marcba de h política nacional, supo mRntener; con tal contrapeso, unidos á los liberales. Librepensador como era, jamás vio­lent~ creencia ajena, ni tl\mpoco re, currí6 á hipócritas g'lzmoñerías á fin de ga'lar simpatías de los adversa ríos, y sin embargo, murió en brazos del serior Arzobispo Arb~láez! Esta entereza, esta verdad, esta franqueza, sta lealtad para con~igo mil'mo y COll el pa 8, hioieron q It) en aquel t'Apfritu altísimo ~e encaroa· ran las 1des8 liberales y se refundie­ran tan íntimamente en él, que sus contemporáneos y los que vinimos después lo hemos mirado como la luz que guió al pueblo de Israel, y que, al hundirse él en la tumba, ha. yJ\mos queda1.o, por desgraciado fe­n6meno de óptioa moral, como si del edificio levantado por ~l y sus colaboradorsliI, de 49 á 80, no hubje' /'a quedado pí~dra sobre piedra l. & en el aniversllrio de la muer­te de aquel S'f.ilde hombre, debié. ramos hacer ante su tu. ba, los de la actual generaoióo, 6tite úniCa pero solemne voto: -Ser, como él, lealfs ti nuestra conciencia; y combatir dos enemi· gos que nos matan: }a vanidad, que nos hace desear inmoderadamente el hacer figura en nuobtto propio ¡.artido, á ri~~go de dejat· á Ull lado ~ Ciudadanos más meritorios; y la cobJHdfa, que nos hace decir lo que 1,0 sentimos y aceptar lo que no queremos! Diciembre 26 de 1897. ér'#"'o#'o#",¡f',#"o#'.;;rf.P'$#,.P'..P'o#"..P'..P'.#"'..P'..#.lP."#".#".#"o#"'#' DEPARTAMENTOS OUNDIN AMARGA Zipaquirá, Diciembre 22 do 1897 •• Sefio~ Direntor,-Bogot~. Permíbme usted presentarle mis efusi vas cOllgratulaciones por querer reanudAr sus tareas periodísticas. Hablaréle del incondicionalismo. como u.ted lo ha considerado: ' Digno de execraci6n el incondício­\ l~1ísmo como el fruto de corrllpci6n política, y qne representa una de las mt\.s vergonzosas J ses de nuestro actual sistema; es la disctplina, por e. oontrario, merecedora d~vien. te aplau ,pur lo mismo qu<; repre­senta 108 genoroso~ anhelos yencar. na 11)8 esoeranzas de reivindicación del partido sist,(iwáticamente perseo guido y torturado hace doce años. Productor aqu61 de ¡liS má8 bajas acciones, empezando por la relaja­cióQ del caráoter, y llegando hasta la traición de un JuJa~1 siempre re. compensada COn dinelO, levanta ésta los caractered por la /Ui~m1l. razón que. es el sacrificio sú impulso, su estímaiu-el eumplimiento del deber y éU recompeue la realización de loa más bellos ideales de un paitido. No menos digna de enco_ ' la noci6n tan clarll del óbjeto-del Go­b~ admiDistrador de los iutere~ ses p~l:;!icos de los asociados, á dife· re,Dcia d!lI J u-sg. de los partidos, que buscan el plant amiento de sus as, piraciones políticas, Por eso el señor Pana, el inmaculado patriarca del liberalismo, no queriendo abwQ.onar la dirEoci6n de su callsa, que si tri • tos sacrifioioll le ha impuesto tamo bién le ha discernido honra impere­cedera, ha renunqiado insistente paro noblemellte la candidatura. para la primefll olagistratura del pr.fs; por eso el General Quintero Calder6n, á quien no le cOllviene reuunciar la candidatura para la Vicepresidencia, sí dimitió la direccióu de su partido: sólo el ahsoluti~mo considera in se parableG eBOS dop delimdos ministe· rios: el ejercicio del poder ejecutivo y la. direcci6n de un partido. La O'ónioa y El, Sufragio han dudo á conocer los pormanore!! del Tlumeroso é imponente meeting que en la plliza priuClpal de esta ciadad, se verificó el dí'\ 5 de los corrien~s &1 1 .. pis uliamo del afl\ del Jefil(;bo pfura. nsda cínica¡nent9 por lOR detei:ltadores de el sufl'llgio, y lit P¡'otoRt,a enérgi<'a 'que en el propio c~mpo de la ver. gonZO!l~ viol!lCióti, firmaron más de 600 liberaleR,' todo Jo cual se unie. ron las voceq de IOR t"¡bu ¡.OS, que hi­cieron oír BUS acentos de indignación contra tamaño desacato Il la mages_ tad de la Repúhlic'l. _ E&to, agregado á,le. conciencia de los ~nQrz:¡e8 delitos perpptrados pará. la vlolacI6n d~ l~s derechos polítioos en esta provlDCla, ha determinado en 108 autores de tales ultrajes tan grave pánico por todo lo que 108 l'odea, á tiempo que tienen en. tendido que la guarnición no hace solidaria su consigna i.1qnebraotable de respeto á IR !io?il~darl. con aquellos hecho~ que cubnrtÍn de oprobio en todo tIempo y en todas partes á los q?e los ?~eeut!lron; ,le ahí que, ha. blendo stao rechazarlo el injustificable , atentado del Alt>Alde Reñnr Mal'tfnez contra un ci:udadaoo; el funcionn.rio que fue detenido en ese bárbaro atro­pello, so pusiera en seguida. en pre­cipitada f'lga, lo que, por contragol­pe, prod.ujo el i¡¡descriptib!e alarma Hn el ánimo del ex-administrador de Salinas señor Garoía Herreros, quien hubo de recurrir por indireotas vías hast~ iwp,lorar la magnanimidl\d d .. 1 partIdo lIoeral ofendido, para contar con que no s9ria molestado al salir en hllida dal teatro de sus iL.iquida. des, como sí el partido liberal no e8tuvi~ra .lIcostumbrado ¡i castigar ti sus enemIgos con la gellerosidad y la hidalguía. y con cirounstancia digna d;¡ oh· servarse 1 E~os dos sef'iores au':l hoy ~8n, hufc~o ·creyendo e8cllpa~ de la IndignaCión del partido ¡'beral de esta ciudad, estuvieron en el año l~tro plÍ'anw pllfa el senor Geneml D, M,d11 tflmbién: el General D. SlU1Ón Herl1ándElz, ent'lsia~tB mÍembro dd partido conservador, y Generlll D. Gabriel PefIa Solano. del p"rtido independiente, y hermano del aefior D. Alejandro Pefia ·S. Tomarnos parte eu el d l1eJo de 108 deudos. Lo sean muy especialmente y I~ ~ cib~n estrechísimo abrazo, nuestros queridos amígos. doctor Ignacio V. Espinosa y D. Angel M. Escobar, procedentes, el primero del Ecua. dor, y el segundo de Norte-Améri ea y Venezuela. Deseames para Ignacio, ausencia de colicionell ton l<.lB cu.ruchu.pas C:!: p!\ct< el 2~ de f!)1,ero / I jGreB, v los b~ti cOffinarado al movi. LITERA TU RA --LEl!ld, maestro, dijo. E-a ~t;,fllJt'¡ ruh¡tó (~e lse f\las de los PQjaros. ' un ej'}mplar de un patiédilJo 8!!tínoo t na allt' No menos llooant,ado qued6 de ~aoidad ~de Chi-Rung-Lang al impon se de la Ü6mo e~t'rán u8meando ya lt,S agslltes titt Gilibert! 1 Qué hche, qu€. fioha., y qué fa' oha'! ¡<~, Y~l(w ,JA; HU "lJaIlÍt:Jllvlo d~pf)n. ..... ti~ulado La uña df¡l Dragón, qua d ., 1 .. rUciLe,'/\ uoma u~ m",u'"'J,do. EL TIGRE TOGkD.O' conteuía uo suelto m~lig¡¡(j enea iaa. Q"i':'!l creyerll que hasta en l [Tl'a0.ucido del inglés para el '&pertq. do ti hacer la burla de los grande!! h'l t1tor'lah a t em' do 'lU lpOr¡¡aUC1!.1 i 1 rW Co/Qmbiano por la sefiorita S Pero na a de eso 8uce liÓ. 1 te_ va de la de los lf.'Y'nfardeladores hacL. 1l.r satiafai}ciones por ese ilcto de un objete envuelto en !le~ amarilla, rriblo leguleyo 88 puao á. bailar de el Hotal Rancho de Paja, no sahe. brub lidad. EOtOllce8 te e,. ví6 un", muy propio p3ra dar un bu~o nolor - ntento por el cuarto, dando 000 Sil vB cómo se ince!ldi6 el vt'stido de expElJid6n cúntra él La couquist:r. ,d" 1l3bez'l al valÍlmte mandarín. Aqlle. treG·~ 6 coletil en todas las vdas, y nna nil'íita. ElI& Qorria y creoía ~l lÍe Argelia ta.l v"z se dt:bli ti un ab~· 110 era nada menos q'18 un despacho ~mando: rl Estoy salvado! Yá f!wgo, sin CIUd nadie cayer~ en Jji nicaz0, ofioial. tengO"W,)lI que lIelmr mis oohooiento6 cuelltla da 10 que debía. b&cene palá Latl peqife-nat. (\IlUsas tieIl8ll .' ve- Asuntn grave era p~ra Chi.Hung- treinta y dbs calabozos}) extinguitloj y hubierll. sido vÍt'tima ce¡t Waw:tos dectos, Ll0g el cjé que trataba ese despacho; Ka-Cha-Jo, sorp{en-di~o, no pudo ció las ¡bm<1t'; la ¡lobrecita, bi no htl' t~ ti' LI I t' L menoe se obssrvar: (1 .-1 fO más se 'SI Pafiuelo ¡¡,n o, que euvo Vl'i para Il !!. cues luu 1 ' bia a aparecido al í como Prollidell' El' ~, de sel' Ó no !!Ier. En oaso de salí oleo ogrllrí uúo, el editor respollsable da , D a 1-' " d .,. pnmbr pl"I~HHO de bll!U¡' lo I d él ' ., 1 La u;;!;,. ;¡"l n··nnJ:., " t:iB , .:uaro u;;L.lU v, q\HtlO, rapl- '4 f d '" ", en o que e ae eJ:lgía. reolblrís. $ ....... ,,".,., ,lJ'I'....,V,v. damente, apeoacl vió aquello, anvúl OOUOC~I o, UIl U8~ o éli .",?r~pa hace segunda pluma de pliVO ;elll y el ba- -Imbéoill qué sab"8 tú de leyes! vió en s ru,ana á la ruucftl\Chíta. En 350 Im~6. La mUjer que h1zo d5-" 6if rOJo pa1'll: ' • Ita ¿ Te ó[vídas de 108 c'6mplicea? .Lc'. uropa condecoran l 1 l d gran pll.SO t; la clviiización fue una - ,- ' - ' - le v •• "!' o con r • -J Pero oree VIl"'stra Sen-011a R os e~ va ol'e.; . " . fló, hu! pl ,,- <> en volombia cuando as la preusa. ve~eClt>Uá, y BU luveDOlOn tuvo uq en intimo conh(¡to con el bambú (l~J .. lle se conseguirán ochocientoa trein· rel•1 ere el caiO, pero en tod' éxlt-u compleLo. ' H ' . ta" os-?' PoS part s i' 1 1 J" 1 1 ' Chl- aug-Lsog sabía q!18 on la J ?T la c\Jncienc¡~ aplaude y grita: .Ecus . ,s, pU8~, ti ta ~a,. b cuua de vS c!l~a d~ gobierno hab{fl bUtina provi. -,z,;¡,-ª.brá tantos Cllllntes sean Dsoa. tlalvador I p~u.u~lus lIe bolsIllo, prouto p!lisa- si6n de ~saa Oiñ!lS fllertes y elástioas sari08. Oluta Con placer recibimo$ de U!¡1l vieja De aHa deXllllja, la siguíelltll q teja: " !lfi siempre bello y adorado TíQ: Desde esta cuna del eterllo frío Donde S6 hallan las cosas tan calieutes, Ccuesta carta. el eorazóule envío y las q uejas síguieD~e8: Es el c~so, señor, que soy r.atóliclI, y tunjana, roman& y apostólica; Mis padres me enseñaron desde niña Detestar á los rojos, , Vivir con dios en perpetua riña j' por aiem,pre tellerlos entre ojos, Por pfoaros, bandidos y ladrones, Inorédulos, herejes Y' masones¡ Enemigos de Dios y tragacura~ y mil otros horrores y mil otras di.~blura8 Que de ellos me enseñaron mís mayores 1 Yo, señor, de~de entouc6B, por supuesto, Les odio, loa exeoro, 108 detasto; Si con ellos tropiezo en mi camino Las señalo la oruz y mi per8ino, , Les echp una maldicí611 Y' agrego UD jesto. Mas, señor, estoy viendo on estos días Que mis padres sufrieron grave engaño: El presenta infernal galimatías Que pasa eu BoyaCl\ me causa daí'iol Hey.86 hal1~n sgal'l'allO!i .. ,...... ...'., . ",.aquf, pór atH, de tOdC3 q¡odQs, El'l;oS mlllditos godos Oon les santos obispos y pl'eladó8! S& inAulta)). de lo blleno. Se tratllll de masolles, perillaues; En la prensa derr8.Ulan su ven ello Hasta los má,; humildes sacristanf,s ! Ya ni rezo, JeslÍsi ni voy á mifla, y si voy aa me pasa tan de prisa. Que n¡ alcanzo á cumplir mIs dbvooionep, Puas los santos justísimos varonep, Presa. de ultrajes tálltoa, No han podido haco mucho alZar ti. Santo,' Yo por eso, señor, resuelvo ahora ' Dejarme 1a de ser conservadora y volverme feniellte liberala; y me firmo BU atenta eervidora y fiel corespoDsala, 1' del Celeste If11perio JlOS enseña cuál fila el origen del Abanico. Una noche que la bella Kan-Si, hija de UD poderoso mandarín, IIBis· tia á unn fiesta, se vio obligada, por el calor' excesivo, á quitarse su más. cara. Sin embargo, (lomo' el pudor le imponía obiigaci6n de no expo' ner su oara á las miradas profanas de los cIlriosos1 cansen o la máscara lo más- cerca posible de su rostro, agitándola para darse aire. La ra­pidez de los movimientos que impri· mía ti su mano y tí la máscarll, impe­día que pudiera vérsele el 1'0.8\ro. Entonces todlls las damas, ~i ver. tan agradable innovación, siguieron flU ejemplo y se vieron diez mil ma­nos moviendo diez mil máscaras. Qued6 pues inveut.!l.do el abanico. Lo~ poetas han descrito, más de una. vez; los movimientos l1e¡¡;ibJes dal abanico eo JIU! manos de las muo ~:n llJ~ AtP3S, y fue.,rou adopta~og en oomo que la~ h"b1~ ensayado con Sil! Ka-oha-Io, más admirado que nUD· r-ancl~ PO~OB Sa~()reB y lü .u¡¡:náS propias monoe en algaoos de 8US su. ca 8alí6 del ouarto repitiendo: .,. QIl6 de la (Jorte Uti .E rmq ae lI. baltercos Rombre tan g~ande 1 » 11:1 pañuelo de aquella éooc!\t f14- Chi-H'Ullg-Lan""--""""a '''''uo Al dill siguiente oomenzaron loa b ' "d' í' ~-'íS - "'1 '" 61'1>-..""", rHlauo CO(¡ te)i o~ costos SIUIO l, de la provinoia y lIevlUla el honroso ""'-1".-.-- --"imientos. Ochooientas treint. ~dQruado cuu bo:dt1<1o~, e~a tln oh. titulo de T¡gr~ Togado. Su nombre y dos p,,: off¡itl- f-t15-l'v_ • JnBadus y J;to, dll gr'l.u ~uJo, ~ll tiempo de era temido por 108 oriminales y res. oondenadas p~ haber tomado pa. e EUrIque III ae IntrodUJO la costum- petado por les abogados. EQ~elldfa en el delito en ,[ fJ.iti6n, 6 por naber bre ,de perfum~rio. _ Lambién la ley y conocía tanto sus su. contribllÍdo á díflindir ~ peri6dico , En Alam~l~ia" ti6io en el ftl!O de t.ilezs .. y distingos, que logr6 una vez, dif!lmatorio. Corno era natb1'll'l, de }580 se f~mlhat1zaron con e~e ob· oon un brillinte alege.to, hacer 8enM empezó por el direotor j vinieron en Jeto ~e totlette. La usaban sólo loa tendar' un niño de dos hOfllS M na.. I?gnida y por su orden íos empres!'.­~ rin?lpeS y las ,~ersonlls muy rica~. ,(lid..,6 á di-es y ooho años de presidio. rloe, los cajistas, 1011 prensistas los due. »Ii da~a t~mblen como re~alo e, En toda la comaroa no babía·nadie rios de imprenta, lO!! plegado¡'es, 10B 108 noVIOS 11 ~tres. _ Fue, objeto d.e que se sintiera (Jan la oonciencil\ trat- oorrectores de pruebs§, 10l! distriblli .. }Q en vista del despaoho dioo de ia familia del editor que brem y D,a Marta Angel G. oñoial qlle tenía sobre la mesa. había curad~ á éste de 1&. influenza N uelitro pólial.lla á, loa deudos. Chico años antes la mendi-ollada trllS días antea,· poniéndole asl en Oli· 110 afios: -000 un &i~lo y un décimo á eRpal­das y el gOC"6 'Completo de sus facul. tades, ha sido enviada á buscar asile en el Hospital de Caridad por el seftor·Oura de Sesq uUé, doctor Gue· rrero, la anciana Dolare. Castro, natural de la citAda poblaci6n' Que dirá ella de Año Nuevo? .... Happy n~Q year, oh dea?' Matu­salem/ Arrogancia. na gusto leer los telegramas elee· torales que han publicado varios pe:d6dicos. En El ...Yadonalitia, h~· lIamos éste que es perfecto en eu arrogantlia~ " Caramantll, Dlrectorio,~:Bogot,í. ... Como en 1891, he cumplido la proID9sa de triunfar. luan P. GÓmez." ESTO ES LO QUE SE EMPAOA,,, prisi6n babia sido eonstruída pór el pacídad de volver á SllS trabajos y Hijo del oielo, tí. todo oostO¡ y la ha- de quebrantar 11\ ley; cincuenta b{lill heoho tan oi6n, en la for.:u.a do la presente, y ¡¡n ellugll.f qul' á cada una. corNsj,londa. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ===================b==~========================_-~==~====='~~======================~==~=====- 111B8 de Vélíz M el Departamento de S \[¡t.ander, OcciJente y Rica!lrte, en tioia de haber8e cele­doras, pero falsas; y no era de esto brado entre !o~ Generale. Reyes y de lo qua teníamos neoesidad, sino de Sarmiento una capitulación, en virtUd armas, municioL.es y dinero. JI! la cual el segundo de estos jefes '* Jei.Jfa pasarse á la banda oriental del * * Magdalena con todn la fuerza ds su Un re@petabie ciudadalJu, en cuyo mando á entregar lad arma~. patriotismo he t~llido siempre 1>1 tuSS Contesté al sefio!' Parra que del oompleta fe, movido del de~tlu ele 10. Nene de Santander no tenia noticia fQrmarmtl del verdadero esta lu de la8 alguna, y que llun ouando conocía en cosas, eu cuanto le erú conocido, me giolJo el lilan l't:voluoiouario, Estllndo dirigió á Ubaté [" eRquela que· se ca~i tan á (¡~cur,,@ como el mi.mo se. verá en seguida: ñf)l' PIlJ'Ta respecto dtl lo qUIl estuvie. "San Vicente, 7 de Febrero.().e 189S. ra !Jasando en el Norte, Sur y . O~ci. "Sefior General Pinz6n.-Uba.té. deot~, á. partir dd 23 ele Enero, "Según informes ñ(ledignoLi que tampoco podí \ formar concepto algu. acabo de reoibir, la opinión de 108 li. DO ~olJr" la oonveni~ucia de dar t:! berales de Bogotá está divididli en liaso qne 8e hatía propuesto al dootor cuanto al modo de apreoiar IH situa- E~gll~rra j y que entre tanto que se ci6n actual: unos oreen definitivamen_ ~olaraba la sitnaci6u, mi resolución tll perdida la revolución desde el ira era la dtl mantenerme al frente del OllSO de 23 de Enero, y otr08 OOllíltlf- ejército y haoer cuanto estnviera á mi van esperall:t:'l dtl que pueJa trilluf ,j"' aluance p . ra saivarJo y salvar la l'~vo-pero minguno de los dos grup08 H~b~ lnd6n. á ciencia ciert.a lo qUtj eb,é pasando Dos días despué:,¡ de dirigide mi fnera de CundilJamal'Cll y el Il€otre (Jontl.!.'tacióo al señor Parrs, He supo del Tolíma. en mi campamento, como heoho yá " Algunos de IOH q~e creen perdida consumado, la capitulación de Chumo la revoluci6n se han dil'igido al doc- bamuy; que por el Quindío habia sa-tor Nicolás Esguel'fu,' manifdstándu. lido un cuerpo de ejército enviado le que cODv;;;ndrí~ ap"ovcchar las pur el Gobernador del Cauoa en apo-bUl10aa disposicidll6S del Gobierno yo del Gobierno N auioDal¡ lo q ne ¡D-para pOlH:r término á IIl. guerra (.lor dicaba que en aqul:ll Depnrtameuto me d1· 0 d e \loa h our08a capitlllaéÍ'6n, y no habb ocurriJu llingún movl'm¡'ento han ~olioiLado al efe oto la inLerven- -[J - ------ 1 Este fue el únioo objeto da nuestra ción de ól. marcha á la Sabana. Ignoró é ignoraba hll.8ta 'Supolliendu quizá este ~lUigo que el dla en qll~ leí el folleto del General Soto Yo tenº, algún (lonociUJi~nto del ',lan que é~ tuvi?ra ef proyeoto de atacar la plaza '" f' de ZIpaqUIra y am!nay.nr á Bogotá, d~sde de la revoluc¡~ siquiera del ecta- Mon8errat<:H: nue.tros oohooientos hom-do de las C0888 en Santander, se ha brea medianamente armados y mal municio. dirigido á mí por medio úe UD cUlni. nados. Aun cuando Bem~~ante phm hubiera 5urgid~ en la oabe~a de alguno [tengo datos sionado, ~o1icitaudo m.i opinión svbre para saoer que nadIe pensó en tal cosa], yo el gravo asunto de que ll:! be hablado. DO lo habría secundado, nI muoho menos Yo ignoro absolutamente lo qUA e~tá puesto por obra. porque lo habría j"uzO'8.do. 1 f como lo juzgo abora, proye~t08 de gen~8 dé pasaru o uera d" la S'Ibilna d.e Bog.). poca 6 de ninguna cordura. revolnoiol.ario d~ síg"ifi.}.cl6 .. ; y q1le de Honda para abajo e~taba domina. do el MagJlileM por fuerz¡¡s del Go­bierno. En t ,m ungu.ti08i{ituaci6u, sin arl!laM Hufiui"nt\:l8, \Jon e'c.slsimas muo niciones, salJlelldo to oircular Oen f. gadere...... ...... ...... O 45 10 De apar~lo oircular con regadera y ¡j110h~...... O 55 ADVERTENCIAS 1." Todo baño se l'e(Jargll oon vein. te centavos si la tmpresa suministra los útiles, que oonstan de una ~ábanB una toalla y jabón no usado, y oo~ . cinoo centavos más si 8e pide forro para la tina. El oliente tiene dertl(Jho de exigir. para la~ oiases 2.',6.·, Y 8.' que la tina se lave en su prasenoia aunque tal operaoión se bace cada ve~ que se da uo baño. 2.· El tiempo de duraoión de cada baño es de treinta minut¡¡ra "lt poetr., m~x¡c!lno, era so fj0yi&:, d;¡ DOYI" páli1-" l' ro 1 dI írri~l(¡) dd destino! (h ironia 1 Mllrlil¡d) lI.uriÓ f'll db de phl$Ollll, J~4 I;)jJ qllO h igl~~iil no Rer­mi e lua rBr~1ll011i;t1! ;tlín",Grt;p! y I..ú il8 h.l1¡ZG \!!,tir;,rltJ. Su lIU6l'pO ¡ • .l!lará la tietra j. /ll! ~f$Fíritu v..,ió ni ci~lo (lonau.;\uo por el ,ángel q'lC dijo á : 'úbh.lll: '~()land,) e:ltHi·al.nI8 á 08 ba ji.. Dio, por ¡,L" O. ú • J~i\ 13AnlU, . _-",,,,,-~-,,,,,,,,,,,,, __ ==,,~,,,,,,,o,,;===~~=-,-.-_ SU EVL'OS Un ciu 1ucl:'1l CUyO/l relevantes _ vÜ'tuaes 10 bicieroD muy ~precíad(l de nuesL'a ¡;Úf.'Í('d,td, 1111 de3cendido al sepukl.'o, vobildo ~u nho!;> al ecuo do In. paz cl.ernl>. El doctor C"'ltl L J1.A,·nuQtrl~ 'Jeja un inmeD~} 1'1>¡;' o 611 SI¡ honorable hogar, y la. L.Oti'.!l¡;' de su mu(!cr(e hs. causado ¡}l)uGa L;"T)f~ en e8ta .'iocie.1atl, doude nt'ja reCUé!(;OS Índole blelL ITcmbr3 mOdelo \lomo buen i:1udra, bUE;U aruigo, huen oi¡¡dadan() y, bue~ em¡tlnuo, e e btllu es difioiI da lle­nar N" Q se limitó á sIlr buen :y COn. St:ouentn C0111"> amigo, sino que Cfl)U un (JO uzrSn honr d~ y virtuoso es. parcfa 91 lnen y era. cantativo con .los de8h,m~dadº de la fortuna . Les q ..u ; ~U\-imCl8 d hOllor úe euI.. tivar I)U . relaciones y los que ~aba . m~i" lned¡, tod( el cariño que il oh).· E?lba ú los uy ... s, podemos apreciM el gran dolol' qua hoy sufrellloa que lloran su fHlf"noi eterna. No hay dolul' ~en16jante al que expnrimenta el cOl'áz6u de Un hijo ¡¡mante y dr,¡-.. voto de las vlrí'ude,.¡ de ~u progenitor r Hay golpes que [¡~. puede com, pre ,der qUlen Jos resista, c6mo 80 tiene fllerzs9- para soportarlo!.', y l{lIT que yá conocemos lo que con elloB se afra, podemos cOmplenG§~. JI 'l1valuar esa 1lQl.",f "l1m. Paz pera 19 t un1;>a del que aupo ser en ~~ ~ in\! 'lO UD. hombre bue· nQ, .ccil~11elo para St¡3 hij<'s, en quie­. I1es víncul6 el te¡¡ur:) de sus glundes virttcie..'l, que tll reEÍgnacióli sea efi .. ,az lCUltlVO de,<,1I J1Jsti¡;íei~no paliar ¡ J. J. P. ( 2 DE DICIL:hll>RE) gflbl'O pren;¡a . .El OonGreso de Oo~omb¿a &1'1';.' 5,0 SOl). imp¡'ellol'ell ",,( pro· pj¡Jtlirio~ el (,dminiEtI'Udor 6 al eunar. gado ne \1n eflit.ablec!mitJntó de t~po. grafía) lit.)gp'lf a, g:ab::.&o, etc. ArIJ. ti OJ':l'.odo~. ¡OH propietsr);¡i>, ad. mi ' .. tl'::.dol'es él t)t1CBl'g:h'los d(l I1npren. tus i!6t!lblj)..;1 Jm¡ el'l el Lerrit,Ol'Ío de la l'epúb11C1k tienell ~,l ¡'jilbH, d{!otr0 de 1"11 Ile.S€llta ufuJ lluot>igtdsntes tí 1" pl'olllu g~üi6n e "atªL(¡y, '1e informal' al G-obe!' n'l,d~,· d61.Departamént.ó 1'61;­pec~ i.v(l y nI Mir¡¡¡'tl'o de G{.bi.~rno, pO!, medio do mlllJ:te~tuch)J]~~kcr.ita tj <1 e ~ lXl < O ~ ....:l N ~ ~ '""'C ~ lf.í ti:} ¡..;) l ...... o t:J..- > - ~ o I-d i;=::) ~ -"í1 re=:¡ .::.:: "..,.'J r' Q ~ :t> o ::.ro ~-¿: N if;. o O ~. ,''''' ~ ....... > if;. o:J "~'" 2i5 ~-lo •• ereMÜIMi" 1"1; 1i.hleclmloato oh 'eB _ 11: n:,- do sul'tl\lo de joy'1'9 (;niw, al ajcance d .. t,l}doslo8 ofamos, Pn}11d, <1 ,. oro y dt\ pJat!\ . 1eontiull;; de Oro. pia r,:;. v plaqué. ~ N¡¡'V;!jM\ de bol~illo, " Art.ícl¡!os de electl'o-pl:;t~. . 2\1's0rns. ArU'r\lhs OLlfa serviLel;a~. h, , " H t 6-J 6 ¡ ~ DEPOSITO,.-Se nrrklda uoo grande central y ba.rato. Dirigirse al almacén d~ Agualargll. 1--1 ------------ -- SE VENDE parte ó el todo de la. ha-cienda Je~'J:n!nllda,Sa1¡ Oayetcmo, ubicada en el MumclplO del mismo nombre Pl'O­vincia de Zipaquirá,-Dirígirse en CIllmi­llero á Alejandro Salcedo y en .Bolrot.á·:í. Luis Salgar, c",rre;-:o! 8., r¡úmero .r83 5 .. -1 ----_._---~-- NEFTALl ; AOA.-A<1ente' do 11°0'(1 • cio~judicllll~s. garantiza tf.es conr1icio~~5: Aclivirht.l, honradez.\' precios mó UC()~. Baga (O:;uca), 1890. ---------- AB.l'l'l\ ETTVI\. EXTENSA DERüEDA Parte teór~ y p:trte práctica. Nume­roBOS eJ~rclrlo •• Problemas muy usuales, AbreVlaCIOIlt!s impot'tantisimas. Librería Colombia.71'1. 59--20 ------------- E,ST.~ .I<:'N PHENSA.-Elpr-imar CIf,1'SO de mgles. p"r Roberto Me. DOlla,l y ~Ia­lluel Antonio Itueda J. Muy p!'ont.o Ql!tarlÍ. rlJ! 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DEL Se a .. ~ isa -,1 ,respetahle públieo de esta ~ ÓL\u6Á--w!e}~ ' '1;q'~M!'Ii~e-+tes haeell grandes descuentos. localidad, qrL~ el que quiera hacerse á J.,~t'l encar?,o de h .. agencia di¡) P'~- fWI.1C08 n:Hjl~::lales y (;xtranjeros, d~ . n nr0fl rn [ri)il ni~-.J11Nl 'M - '(g'~r-\In,;:'- la velJta il.~ libros, y en genera.l de ®U~~~ tb~l§~¿JtA.\ ÚU~U.l}i~,~ IIPlljl,i~ 1~ Q t?do negoclO tomel'cial que en comi ,_ utl IJ ~JUd''\l.;; si6n qU10!'a cQufiá¡seme. ' ~ , d Popayán, DicIembre de !89~ cuyo pr.eCIO es veNia ~l'llrllente barato, debe comprarla el1~ la acreditadfi, fábrica de .8 en (lande se dan g'arantias legítima:s, pues los materiales son importados direciam.en­te y de lalS m~jores fábricas" No eql1ivooarse.-Oalle 1~,· número 202.-Bbgotá. 20-13 S~U'!:N'~A O..l;,.,LJ.::.JJ3:I REAL ANTiGUA CASA M. LAURENS Han recibido: Un slll'tido eS111éndiclo de mercancías de última no­ved- ad. Telas de seda, de lana, para sayas. ;Adornos de todas clases. Capas de últi a, moda~ para señora8. 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Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Tío Juan - N. 81

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 13

Por: | Fecha: 03/04/1897

13o~ro,ú, .\bril 3 d~ 1 ~V. BOLETIN lVI I L I T AR --.. ·--- OR GANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO Director) ALEJANDRO POSADA~ Son culaboradDreJ natos dé este periódico, todos los ]eftr y Oficiales del Ejército de la República .. C NTENARIO El dia 1 o d 1 m ... s próximo pasado se celebró en la he .... toica ciudad de Cartag~...na, el d l General Joaquín Posada Gutiérrez, quien vi Ja luz el año de 1797, S rvidor v luntario y abnegad de la causa de ]a Jn .... dependencia, prestó importantes servicios á ·su Patria, con­sagrándole con eficacia y desprendimiento su talentoJ sus le­vantadas n1iras y el esfuerzo de su brazo Hoy, cuando yá ha comenzado para los Jefes patriotas 1 fallo de Ja posteridad, creemos cumplir un deber de justi­' CÍa honrando Ja n1en orla de aqu~llos con el relato y noti­cia de los hechos de su n1eritoria vida~ n seguida publican1os la nota y copia de parte de la Orden General que ha con1unicado el señor D .. Francis­co Pobnco, Jefe Militar d~ la Plaza de Cartagena, al señor Director del BoLETÍN MILITAR. Este espontáneo recuerdQ cla ocasión para tcvivir y encomiar la n1emoria de uno de nuestros próceres. J .. DE M.-1. L. A. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAlt República de Colombia. - Ejército Nacional. --·]ifatura .lV!ilitar.­Comandancia @eneral. - Número 136.-Cartagena, ro de Mar­zo de I 897· Señor Director del BoLETÍN MILlTAR.- B ogot:L Tengo el honor de acompañar á usted una copía del . artículo dictado en la Orden General de hoy, con motivo del primer cente­Jlario del nacimiento del General Joaquín Posada Gutiérrez, pró­cer que fue de nuestra Independencia. Tratándose de rendir un tributo de admiración y de justicia al mérito militar especialmente, nada es tampoco más ju to que consignar ese testimonio en los anales militares, para que se vea por todos los individuos del Ejército, que todo el que brilla y s~ bresale en la carrera, es digno de los homenajes póstumos, y que la defensa de la Patria en toda ocasión es el deber más grande de to­dos sus hijos. Dios guzrde á usted. FRANCisco PoLANco. Rej:ública de L?lombia. Ejército Nacional --'Jefatura Militar.- · Lmzandancia Gcneral.- Número IJJ.- Cartagena, 10 de Mar­zo de 1897· Señor D. Manuel Posada.- Ptcsent C". Tengo el honor de acompaííar á la presente- nota vna copia autorizada del ArtÍculo dictado en la Orden General de la fccha:1 en honor del padre de usted. U na cotnisión de Jefe y Oficiales de este Cuartel General, pondrá en manos de usted este pliego, para a:nunciarle que habrá de darse esta noche una retreta en los frentes · de la casa de usted, en testimonio de la admiración con que en este dfa se recuerda. con gratitud á uno de los prócer·es de nuestra Independencia .. Soy de usted atento y seguro ervidor, FRANCisco PoLANco. Artículo. Un día como el de hoy--hace cien años--vino al mundo, en esta hi tórica Cartagena, un niño que fue bautizado después con el nombre de JoAQUÍN~ Después de recibir la escasa educación de aquellos tiempos;. después de haberse enrolado en su juventud como Oficial subal­terno en, las huestes libertadoras de la Gran Guerra; después de haber hecho gala de valor y de pericia en inmortale· campo de bar- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOÜn'Íl MILITAR blla; después de haber sido el brillante tribuno que con mejor éxito sabía comunicar entusiasmo á sus soldados momentos antes de combatir; y después de haber recibido honrosos ascensos y dis­tinciones personales del mismo Libertador Bolívar-aquel niño; cuya cuna recordamos hoy con veneración-vino á ser con el tiern-o EL GENERAL Jo ... '\Q ÍN PosADA GunERREZ, uno de lo pro­' hombres de la Gran-Colombia y Lma de las páginas má honrosa de la Historia, Su talenw precoz y su decisi0n poi· la ca u a R epunlicana le hicieron premahu·amente u1 hombre útil para la Patria. Como militar honró la carrera de las armas. Fue hombré fuerte hasta alcanzar la victoria; gencro~o con lo vencido , y sen.: · ible en presencia de todos los dolores. La posteridad le distingue 'Como hombre de g1 an corazón. En la tumba de es~ prócer pudiera escribir e también aquel ~pitafio que dictó Bolí ar para la del Almirante Brion: "Aquí yace Joaquín Posada Guti:;rrez, el magnánimo." Es é te el título de honor que más reclama la Historia en fa:. vor de aquel benem ... rito ciudadano. Por sus dotes militares, <;) se di tinguit.J entre sus compancros, ~1asta al anzar el más alto grado en el :r._jercito. Como hombre civil, fue Legi lador sabio y pruden e; y como Magi ·trado, u inve tidura nunca tuvo color de púrpura. Se di tinguió además el G'cneral Posada como escritor ':!rudito tle gran fuerza, po · sus dotes naturales y por su fe inquebrantable 'en el propósito de hacer una Patria grande. Su Jklcm?rias histfJrÍ­cas, después de ser leída , dejan la grata impresión de la Santidad de la Patt ia, en cuyos altares todos los colombianos deben ofrendar ~u sangre, u vida y u intereses, Por tale títulos, izado el pabdlón de la República, esta Co­~ nandancia General presenta como ejemplo á la Guarnición de la Plaza y al Ejército todo, al General JoAQUÍN PosADA GuTIERREZ y le recuerda en este d a del primer centenario de su natalicio con orgullo nacional. Una retreta de música marcial será tocada en la noche de hoy á la puerta de la casa del señor D. Manuel Posada, digno hijo del prócer; y una comí i6n de Jefes y Oficiales pondrá en manos dé éste el pliego que contenga la copia del pre ente Artículo~ El General Jefe, FRANCISCO PeLA reo. lnsertan1os ]a Hoja de Se ·vicios de] General Posada) doc ln1ent0 _que pone de manifiesto los merecimientos dé ~que] distinguido Jefe ; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REPUB~ICA DE LA NUEVA GRAN ADA El General Jo1!quín Posada Gutiérrez, su edad 39 años. Su estado casado. Su país Cartagena. t?Y salud achacosa. Sus servicio y circunstancias las q u~ se expresan : AÑO l TIEMPO QUE SIRVIÓ. Y CUÁNTQ 1 (5 1 ~ 1 ~ S EN CADA EMPLEO ~ ~ 'S ~-. ..,.......--,.. EMPLEOS y TIEMPO EN QUE LOS SIRVIÓ ID lAS ' 1 ' Siendo Teniente de milicias desde r82ol MESES pasó al ejército en esta clase en . • . . . . . ~ Abril ..... Ir 821 'De Teniente .. , . , ... ..... , '/ ~ 1 IZ4 A d." " C . " r . M 8 1D C . , 1 1 scen w a apttan e1ect1vo en . . . . . 30 ayo ..... 1 22 1 e apttan ... , ..... , .... 4 29! Obtuvo el grado de Teniente Coronel en 29 Junio .. • , . 1826 De Teniente Coronel graduadol2 4 !26 Aseen di ó :\ Teniente Coronel e(ecti vo 26 N oviem hre . 1 828 De Teniente Coronel efectivo. ·1 1 4 12 5 Obtuvo el grado de Coronel· ~11 ..... 1 31 ,Diciembre .. 1829 De Coronel graduado ....... 1 " 41 3 Ascendio á Coronel efectivo. . . . . . . 3 M_ayo ..... r ~30 Qe Coronel efectivo hasta fl\'j Se le duplicó\ por haber estado en campa- • <;\e F eh{ero de ~ 836 ........ 1 5 9 '26 ña de 1821 ¡Í 1823 ..•........... ·1 2 7 " ---.--------'·~· - - . ·- ... • 1 t Tqtal de servicio~ ljasta el 29 de Fcbre~ de 18J6. · . ...... : ......... :Jr?¡ sid ~ o, ~ H ~ r¿ ~ t"' ~ ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 'froL'ITÍN" NUL'ITA:R '~9í 2RPOS .E~ 00: TI>E HA SERV-IDO Y DESTINOS QUE HA TENIDO Ayudante de la Comandancia de Maracaibo~ En columna d Occidente de Coro, hasta el 17 de Septiembre de r ~2L En el Ba ... :tallón Tiradores de la guardia, desde el r 7 de Septiembre de 1821, hasta 30 de Ene.ro de 1 826~ En comisi.ón, Comandante Genera! de la escuadrilla de Sotavento eA la guerra ~e M.aracaibo en 1822-. Jefe de Ja Sección central en la SecretaJ'Ía de Guer.ra, desde prin­. cipios de üh6 á mediados de r.828. Oficial 1.0 de la Comisión d~l Crédito público, desde mediados de 1.827 .á .únes de -1.8~. Gober­. nador y Comandante de armas de la P. rov~noia {}e Mariquita, desde principios .de 1.829 á fi.Jiles de 1.830. Coman-dante en Jefe de ]a Divi ión de Cundinamarca en ..1 831. Juez de la .Alta Corte Mar­. cial á fines de d~J.I. Comandante General de la 2.a Columna ea Aa campaña de Pasto, en J832~ Primer Ayudante .general y Sub­jefe interino del Estado Mayor General del Ejército de la Nueva Granada. Ha cksem.peñado varios ooro .de ~inos políticos, civiles y militares. CAl\l:rP~A"S Y ACClONES DE GúE'RRA EN QU"E SE HA HALLADO En la campaña de Coro á principios de dh1, á las órdene d 1 señor General Rafael U rdaneta, y luégo la continuó en e] Oc­cidente de dicha Pcovincia, á las órdenes del Tenient-e Cor.onel León Fener, ha taque pasó al Batallón :tiradores~ En·esta c.ampa­iía se halló eu la acción de Quísiro, e.n 21 de Junio del mismo año, Jnandada por dich~ Jefe cot-1 solos roo hombres -contra una Co­Jnmnn de 3oo corian0S, mandada por el TenieJilte C ronel D. i­colás Díaz, que f~:.~eron destc-0zados. Tam,bién t·uvo frecuentes tiro­teos con las guerrillas corianas en los d-iferentes puntos de Safl'l Félix, Matt'cora, Carigua, Mauroa y oM·os, en los que fue herido dos veces, aunque n0 de gravedad. Comprueba que l.os papeles pú .. licos de Maracaibo de aq~ella época hablar0n de su conducta hon­rosa en aquella cruda campaña en q Y. e se corn batía casi diariamente con enemigos ta·n valientes y tenaces oom-0 •los corianos~ Luégo continuó la campaña en el Batall-ón Tiradot"es y se encont-ró en la acción de J uri ti vano, mandada por el Coronel José de las H eras, en 30 de Septiembre ocle J 821 con el medio Batall0n de la derecha <:ontra las guerrill2s -reunidas del D.coidente de la Provincia dt Coro, al mando del cictado Teniente Coronel D. Nicolás Díaz, eR -número como de 8~:::> hombres, q~.;~e fueron completamente desba­ratados.. De esta función de guerra hay t@nstancia e.lil .la.Secretaría, por comunicación del CQmandante General del Zuiia ' al día s iguiente, de pué d un fuerte tiroteo, apresó 21 embar acione menare , en que hadan, trave ía y desembarco las tropas e pa110las por la costa de Potrero, Grande. Del apre amiento de e tos buque por el Teni nte Po ada.. hay constancia en la Secretaría de Guerra, por el parte dado por e~ Comandante General del Zulia, en 26 del mismo. En b acción. o hombre hasta el Valledupar. En las opera­ciones que en aquella campaiía tuvieron lugar, se encontró en la acciones siguiente : En las de la Ci é naga de Santa Marta, en la noche del 19 y múíana del 20 de Enero de dh3, dadas por la Co­lumna de Vang uardia compue ta de 300 hombres de infantería y caballería al mando del Teniente Coronel Julio A. D'Reinboldt contra la fuerza del enemigo, en número como de 6oo hombr ,, al mando del titulado Coronel Jos é 13ustamante, en las que el ene­mig perdió mucha gente y el país, y ]as tropa de la República 57 hombre, muertos y herido de gravedad, y heripo-> tres Oficia­les gravemente. En dicha Columna iba el Capitán Posada de Jefe de Estado Mayor, sin perjuicio del mando de su Comp u1ía. En el ataque dado por el G eneral M. Manrilla con el Batallón 1i"rad:;­res, dos Compañías de Antioquia y un Escuadrón de caballería, el 21 de Marzo de 1823 á la División e pai1ola del Coronel D. Nar­ciso López, en el pueblo de Molino, obligándola á retirarse al ven­tajoso punto del Valadorcito, en donde fue atacada el 24 del mismo~ obligándola á retirarse á Maracaibo. Después de terminada esta campaña pasó con su Columna ó Batallón á Santa Marta, en donde permaneció hasta fin de r 82 3 persiguiendo las guerrillas de los facciosos de aquella Pro incia; y á principios de r824, siguió á Cartagena, en cuya guarnición per­maneció hasta que en 1826 vino á la Secretaría de Guerra, y des­pués sírvíó en los destinos que yá se han mencionado. En 183r se pronunció" en b Provincia de Neiva con la Co­lumna que mandaba, en favor del restablecimiento del Gobierno Constitucional, creando la División Cundinamarca, á c11yo frente. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETI N MILITAR hizo toda aquella campaña prestando importantísimos servicios que son notorios. En 1832 hizo la campaña de Pasto, hasta su conclusión, man­d~ n~o la 2: Columna de la División que recuperó aquella Pro­vmcla. En 1833 marchó hasta Tunja con una pequeíía fuerza en persecución de los facciosos armados que acaudillaba el ex-General José Sardá. Comprueba que entró á servir en el Ejército con una reputa­ción formada de antiguo patriota, y de haber sido uno de los pri­meros que pensaron en la transformación de Maracaibo en favor de la independencia, por lo que fue perseguido por el Gobernador es­pañol D. Feliciano Monttnegro, y tuvo que fugar e á las Colonia . . Por decreto del Gobierno de Colombia de 17 de Enero de r 829 se concedió á este Jefe el uso de la estrella de libertadores de Venezuela. Nota: Aunque este Jefe estuvo separado del servicio, como retiraJo, dos años~ continuó sirviendo en la Secretaría ele Guerra, ven la Comisión del Crédito Público. Pero, sin embargo, debe descontársele este tiempo del de su servicios militares activos. Valerio Francisco Barriga, de los libertadores de Venezuela, Coronel efectivo, primer Ayudante general y Subjefe interino del ~~stado Mayor General, certifico: que la anteri or hoja de servicios, f.)rmacla el'"! vista de los documento legale s que ha presenta1o el interesado, e tá arreglada. Bogo~á, 23 dP. Abril de I 836. -- --·~-- 1\1 E MOR I A S DEL GENERAL JOAQI.:fN POSADA GU "l IERREZ Hace algunos días tuvimos el gu to de 2~i tir á casa del Ge­neral Posada, á oír leer algunos trozo de sus MEMORIAS. No ~o­demos menos de expresar nuestro placer y admiraci{;n. Siempre lo habíamo conocido como e ~rrror á la vez que nervioso, H01 ido y elegante; pero en aquel día ce nos reveló m á que nunca u genio, que parece vigorizarse bajo las nieves de la edad. Pocas eran las horas de que se disponía, y cortos hubieron de ser los pasajes del libro á que e dio lectura. Así que no podemos dar una idea justa del plan y desarrollo de }a obra. Además, ni nos­otros somos hs llamados á hacer un juicio serio sobre ella, ni ha llegado tampoco el día de hacerlo. Sin embargo, po.r lo que cono­cemos> expondremos nue"tra opini(, n. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETf~ MILITAR 28[ En nuestro concepto, el General Posada merece verdadera­mente el nombre de histJriad:;r . .til dirige la vi. ta á los sucesos des­de un punto muy elevado: sus apreciaciones se muestran libres de la influencia de las preocupaciones vulgares y de las exigencias de los partidos. Narra y revela desembarazadamente los acontecimien­tos importantes que ha presenciado y en que ha tenido parte; los encadena, los combina; y derivando de ellos los actuales, trata de llamar de en medio de las pasiones políticas la juventud que ha abierto los ojos inexpertos á las luchas intestinas, la vuelve al exa­men de lo pasado, y la da la más provechosa de las enseiíanzas para lo porvenir. Tal es el noble objeto que se propone, y tales son las eminen­tes dotes que para ello posee el General Posada. Pero no es esto sólo. En cuanto á las formas, en cuanto al estilo, nada hay que pueda comparár ele. florido y pintoresco sobre todo, y de un colo­rido que encanta, á la severidad del filó ofo junta la elegancia del p~eta. En la parte episódica y descriptiva campean todas las galas y el encanto del lenguaje, sin que se aparte un punto de la verdad, sin la cual nada hay bello, nada hay noble .. El pinta nuestros cam-pos, él canta nuestras glorias. · Los discursos que pone en boca de nuestro h éroe , no son los que olis atribuye á Hernán Cortés, sino los que él mismo reco­giera de su labios, y que su pluma ha sabido trazar dignamente . .isto agrega mucho mérito y novedad á su Historia. ¡T';i nto se nece ita para poder dar vida á la generacoine pa­sada , á los hombres grandes que yá reposan en las sombras del se­pulcro 1 Y á la verdad, nosotros podemos decir que hemos visto á l3olívar, que hemos hablado con él, y finalmente, que lo hemos c.:;n­ducir/ Q vivo á su sepulcro abiert.:;, cuando el General Posada nos leí.1 sus precioso. manu critos; y decimos más: en aquel solo rato pu­dimos formar una idea mucho más cabal y clara del Libertador que la hubiéramos formado por todo lo que antes habíamos leído y oído acerca de él. Esto no es una exageración: ese poder mágico ha sido concedido siempre á las inteligencias privilegiadas. Dante nos lleva más allá de la muerte, á recorrer las regiones eternas. La ju­ventud no sólo neogranadina, sino aun suramericana, que quiera vi­vir en los tiempo que precedieron á su nacimiento, y conocer á sus predecesores, lea las Memorias del Gen.:ral Joaquín Posada Gu­tiérrez. ¿Pero qué decimos? Esas M emorias están enc.1denadas en el escritorio de su autor, quien en la completa estrechez de medios á que ha sido abandonado, necesita de cooperación para darlas á luz. Tristí imo es considerar que todo el mundo contribuye á las repre­sentaciones escénicas, por ejemplo; y sin embargo, cuando se trata de auxiliar á un distinguido :nilitar y escritor, reliquia de nuestros IANCO DE lA ~ EPUfJliCA _ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2)2 BOLETL MILITAR preciosos días, qu_ va á desarrollar delapte de nuestros ojos el pa­norama d .. nue tra historia, muy pocos soú, casi nadie, los que pre3tan un pequeílo conting"nte; conting.:!nte qu~ s" esp~ra más que de la genero idad, del patriotismo. Cuando Ch1teaubriand publi ..... ó sus Mírtirts, h:..tbo de entris­tecerse mucho por la fría acogida que tuvieron, tanto más, cuanto más b"lla habían sido sus esp-.ranzas. Fue entonces cuando su ami­go F ontanes le dirigió una po"sía con -olatoria. Introducía en ella al Tasso sentánd03e, en u :1o d_ e · os día d_ tristeza y de3esperación, jun!J al h JjJSJ /1-tr .!l q:u: sJbrl /;¡ f;,¡, n!n d! Vtrgilio timd! f siempre su V!rd! ram 1je. Y lu ' go hacía aparecer la sombra dd p0eta Andino, que le r.._cuerda la suerte de.sgraciada á que lo ingenios elevados están condenados siempre, y le manda esperar mejores días-ah! los que e llaman la posteridad. Esta circun tancia angustiosJ.s que rodean á los hombres de ingenio, e pecialmente á l s P' eta , pueden sin embargo atribuírse, más ó menos, ó á los ocultos de.signios de la Providencia, ó al ol­vido ingrato de lo hombre . Y volviend á los Mírtires de Chateaubriand, permítaseno hacer una comparación entre ello y las M !m?rias de que hablamos, bajo el respecto de la acogida que mereciesen. Lo:> primeros no tocaban directamente -t lo' inter ..... ses y á la gl ria de la Francia; la segunda son la historia de un paí- e m el nué tro, tan pobre en historiadore , y en patriotas que registren su ar hivos y den luz. á us· anales. Pcr sobre todo, Chatea u briand podía reclamar de la po teridad; u obra e taba publicada: el General Posada se confor­ma con el fallo de la opini<>n pública; e que no tiene medio para publicar su libro, y no hay quien l auxilie! Él puede decir 1 del Apóstol: todiJ b mío cmmigo b ll' VJ; y ojalá que pronto pueda de­cir lo que el poeta portugues saliendo á nad , de pué de un nau­fragio, con las Luisiarlas en el eno: Tocb h he salvad:; conmigo! Quien no haya tenido relaciones de ami ·tad con el General Posada, ni tenga otro interés en la publicación de su obra que el amor de la gloria patria y la admiración por el talento, títulos tiene para ser creído en e te particular. Nosotros que nos hallamos en tal predicamento, no podemos menos de elogiar una obra, de la cual algunos pedazos nos han llenado de entu iasmo. A vosotros, hombres pudientes y patriotas, toca no desdeñar la llave preciosa de la pasada época que os ofrece un hombre tan distinguido; y no sea t}Ue, en vez de cooperar á la edición de esa Historia, prevengamos para la página que haya de continuarla, un recuerdo tan lasti­moso- el desamparo del genio! Junio I . 0 de I 864. M. A. C .. (De El 8ímbJh). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍ T MIJITAlt 203 LA OBRA DE UN PATRIOTA (COLABORACIÓN) Cuando m,urió el General Posada, era hombre de edad octcg~naria, e proporcionada estatura, ancho de espaldas, de htcnga y blanca barba, ojos azules.; se mantenía aún derecho, á pesar de sus aí'íos y de sus pmpañas, mostrando en su porte dcscmba(azado algo del aire militar y de la franca independencia de su larga vida de· soldado. Tuvo la satis­facción de que sus hijcs heredasen su claro talento, y, hasta cierto punto, \a misma independencia de carácter que él mostró en vida. Pu.ede seña­larse la obra dol General Posada com.o la etc un hi ·toriador verídico, y él mismo como perentorio ejemplo de lo que llega á realizar felizmente ~na inteligencia despejada y una observación atenta de los hechos,. puesto que, sin hacer alarde do grande ó variada instrucción, compuso _ un libro de memorias qu atraen, particularmente, por el aire de varonil sinceridad con que est(tn e sc ritas, no menos que por los hed10s de seña­~ ada importancia histórica en que se ocupa, y por la circun s tanc~a de que el autor fue testigo ocular)' á vec ·s actor en m.uchos de ellos; que ~abe matizar su narración con ~upias de la vida s ocial y esbozos de tipos inolvidables. En el tomo primero de s us Men}orias nos refiere lo ocu­J; rido en nuestro país de 1826 á 1831 período lleno de agitación, seíía­l. ado con caracter~ indelebles en orden político y el cual expone con gran fidelidad y c o n toques de vivo c olorido, c on ac entos de íntima ~onvicción, que conmueven y se gravan en la memo ria. En el cgundo tomo de su obra e s no menos ftliz é intenLÍonado; escribe con grand e imaginaci ón, animado por el calor de sus observa­iones sagaces, espirituales, att:cvidas. á veces, pero verdaderas é incon.­testables. Este tomo comprende los principales acontecimientos de la vida del pueblo colombiano desde 1832 hasta 1853· Trata en particular, de la elección del General Santander parL~ Presidente de la República ; de la conspiración que contra éste se intentó, y de lo s diez y seis indi­viduos á quienes sentenc;ió á H\UCrte por el hecho de ser conspiradores; de la muerte alevJsa dada al conspirador Sardá; de la división que se hizo de la Deuda nacional colombiana, y de los motivos que justificaron l.a aceptación que de dicho arreglo hizo el mismo Gc_ncral Santander. Cuéntase cómo decidió el Congreso (4 de Marzo de 1.837) la elección de Presidente en favor del doctor José Ignacio de Márq uez; la ley gra­t1adina sobre supresión de conventos menores de Pasto; las resistencia que originó el c-um.plim.iento de dicha ley en la ciuda,.d nol)lbrada ; los motines encabezados por el Padre Villota, y todos Los antecedentes, ~taques y defensas, declaraciones y documentos relacionad.os con el su­mario iniciado contra el General José María Obando, como primer res­ponsable del asesinato del M.ariscal Si.tc;re, y analiza los escritos y pu­blicaciones que. con tal motivo se hicieron; da cuenta de la renovación de la guerra de Pasto (en 1840); de la derrota de O bando por las fuer­zas del Gobierno; de la valerosa c;onduc;ta del benem_écito General Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR Juan José Neir:~, quien, de repent~ y con sólo su resolución y actividad logró despertar vivo entusiasmo en la población de Bogot~ hasta que dio la batalla de Buenavista (28 de Octubre de 1 840); de la elección del General Herrán para Presidente de la República; traslación de los restos del Libertador, de Santa Marta á Venezuela; del fusilamiento ........... de Apolinar MorilJo, uno de los asesinos del General Sucre; y las inte­resantísimas discusiones que se susciraron en el Consejo de Gobierno con mQtivo de resolver si se le conmutaba ó n6 la pena capital al dicho Morillo; luégo sigue el examen de la Constitución de 1842; lo s actos notables de la primera Administración del General Mosquera, y la re­lación del 7 de Mar7.o de 1849; la expulsión de los jesuítas cuando la Admini traeión del General López, y la instalación de las Sociedades "Republicana" y "Filotémica" (esta última instalada el 28 de Octubre e 185o). Lo cierto es que ninguno de nuestros historiadores ha descrito col\ mayor detención los graves sucesos de la con pi ración del 2 5 de Sep­tiembre, ni juzgado con indagatoria tan escrupulosa el lamentable asesi­nato del General ~ucre. También anahza los méritos y servicios prcs­t'ldos á la Patria, en épocas de lucha y de prueba, por los Generak Caicedo y Santander, y p:trece que la pintura y conceptos que le me­rece el "Hombre de las Leye.;," son de mano m:~.estra; apreciaciones que formuló después de conocer y estudiar íntimamente al personaje, y de aplicar criterio filo ófico y un tanto imparcial á los sucesos que con él se relacionan. Sugiere contra Santander, entre otros gravísimos cargc,s la muerte dada á Sardá. En resumen, el libro del General Po ada es de obligada consulta en asuntos históricos nué tros. Juzg ndo pluma docta y convincente por u certe7.a dejuicio~ la labor histórica del General Posada, emite estos conceptcs: "Filó ofo cristiano, pensador político, y poético e critor, reune c1 General Posada aquellas condicione, al parecer contrarias que debe poseer quien aspire al encumbr;1do título de historiador. Ni ha querido él de m~ntir, au:tque es(:ribiendo m~morias, ó como si dijésemos recuer­dos personales, aq1el texto de Salu tio que desde la publicación dd tomo 1 adoptó como epígrafe de su obra: "En medio de las fctcciones armada en guerra civil, el espíritu de partido no m~ ha desviado de la verdad. "Ctimplenos hoy a:-t:.n :i 1r la aparició:t del deseado tomo II de lag Memorias de Pos'ld1, de m ís directa y eficaz doctrin'l qu!! el anterior para la gcneracióil presente, q'.lC v--r:í en él, no ya figuras aungue glo­riosa-, distante::. y e:tvueltas e:1 la penunbra d~ lo p1s:1do, sino á hom­bres y sucesos que han i:10 ·Jído m.ís de cerca en la actual situación de la República. "A los 84- años de su edad da el General Fosada la última mano al tomo II de su obra, la entrega á la luz pLíblica, y se prepara á trabajar en la composición del 111. Fe:-tómeno es éste de longevidad intelectual y de. fuerza de voluntad ciertamente extraordinario en la zona enervan­te e:1 que vivimos y en medio de agitaciones políticas que roban la quietud y el ánimo nccegarios para tod1 labor seria; circunstancias que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JJOUtrÍN M:LtTA1'{ nos ÍndJ~::: á lc~r el li!Jr:> q:.1:: rc:1enns á la vista con cariñoso respeto l1acia s:.1 autor1 y con nuevo motivo de confianza en la verdad é impar ... ~ialidad de quien ha estampado estas sokmncs pabbras ~ "'En mis can 4 ados días, próximo yá á dar cuenta á Dios de mi larga vida, no puede: 3uponerse en mí ni ambición personal ni mir::~s aviesas. El interés de mi patr:Ía es el úníco móví.l qt1e guía mi mal tajada pluma.1 ' (1) Los sig:.~ie:ues pcns1mien:tos s-::>:1 del General Posada : •'Triunf.tr e' la gr.m cue3tión de la vi:h, e:1 todo sen.tidrJ: así e~ ~LL no hay U"l placer ig.L1.1I al qu.c g.oza el militar cuya frente ha orlad~ h victoria; como no h rtante ciudad de Pereira, mediante una distancia de 23 kilómetros , que pueden repartirse.: d~.: un modo aproximado así: Kms. Del "Alto del Roble ' 1 al río Barbas . . . . . . . . . . . . 5 zoo m. Del río Barbas al caserío Condina . . . . . . . . . . . . . . 900 m. Del caserío Condina á Pcreira . . . . . . . . . . . . . . . . 8 900 m. Como parte integrante del istema secundario de Salento, los ca~ racteres geognósticos del contrafuerte enunciado guardan semejanza con los del terreno entre los ríos "La Vieja" y "Quindío." Asi, tánto la torrenteras como los cortes del camino ponen de manifiesto, bajo el hu~ mus que. uele llegar {L 2.50 metros de espesor, gredas rojiho-anaranjadas ó plomizo-blanquecinas con margas cretácea cuya presencia ha de.5cu­bierto el ácido nítrico; pero estas· capas sedimen tari.as, variables entre 6 y 8 metros y aun más, se compactan en varios sitios é incrustan en otros, como "Barroblanco," asperones erráticos, en tanto que duras ro­cas arcillosas y conglomerados silicosos encajonan el hondo talweg del "Barbas," afluente de "La Vieja." Las colinas de erosión que demoran hasta el "Consota," que tributa al mismo río, son por tal manera de­primidas, que la ruta parece asentada sobre una calzada hecha expresa~. mente: bien es que cruza e~ parte la selva virgen y con poquísimos desagües, abundando así los altibajos llenos ~e agua y fango; mas como desde Condina (1,859 metros) esa tierra útil está metida yá en labor; el suelo se ha consolidado á la luz. Finalmente, entre los ríos Consota y Otún, tributario éste del "Cauca," c;e interpone la meseta de "La Paz," á 1,42 3 metros de altura en Pereira, mole de buena solidez y que según el ingeniero Rentería "forma como el primer escalón que ha de vencerse para ascender de Cartago á Manizales." Circunseribiendo • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :80L~Tf MILITAR ~1 r' relativamente: m~s plano, firme y fácil de- desaguar que la vía del Quindío hasta el "Alto del Roble." Los trabajes que ejecuta él Batallón P ala cé abarcan sólo desc.le el "Alto del Roble" hasta el de •'Barbas" (1,268 m etros), distante 640 metros del río-y donde empalma la da con otro ramal denominado Cruces que gira hacia Filandia ;-pues el trayecto restante estaba cons:.. truído por el Gobierno Municipal de P€reira. (Véase el croquis). Cuando me encargué de la Dirección general de estas obras, el 1.0 del corriente mes de Noviembre, la rocerfa, limpia y gradación (ésta con unos 300 mcttos de interrupción) alcanzaban al HAlto de Bolillos,"
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 13

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 9

Por: | Fecha: 06/03/1897

Año I Bogot:í, ~Tarzo G de 1 !17. Ntímero u.o BOLETIN lVIILITAR --··--- ORGANO DEL Mil ISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··--- Director) ALEJANDRO POSAD . .<\. Son colaboradores natos de este periódico, todos los 'Jefes y Oficiales del Ejército de la República. EL PU ~ BLO Y EL ~JÉRCITO ( COLAllORACIÓ~) En Ja conciencia de todos Jos colombianos está latente el hecho d que Jos Gobiernos anteriores á la Regencracién, habían descuidado un tant poner ~u infiucncia oficial al ~ervicio del progr so moral de estas dos entidades que cons­tituyen, bien dirigidas, Jas fuerzas vivas de Ja ación. Y cuando decin1os pueblo, es entendid que q t:'eren1os hablar nó del pueblo en general que está ~ nnado, con1o se sabe, de los individuos de todas Jas clases sociales; sino de aquella parte que se compone de agricultor s y artesanos, esto es el pueblo p bre. Desde Ja administración de r 8 8 r, los artesanos fueron n1i­rados con special deferencia por Jos altos dignatarios, y las obras públicas tu-vieron ancha extensión á fin de que tenien­do Jos trabajadores abund~ncia de trabajo Jes fuera n1ás llevadera su natural penuria. Los jornales fueron subiendo desde entonces y el Gobierno ha gastado n1illones en obras de aseo y ornato y sigue gastando con el n1isn1o objeto é idéntico fin. Carreteras, ferrocarriles, edificios suntuosos, luz eléctri­ca, acueductos, etc. han sido n1inas inagotables en donde los jornaleros encuentran ocupación constante y bien ren1unera­da ·; pues el Gobierno no solo ha atendido á esta necesidad material, sino que es notable su afán por Ja prosperidad Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 130 BOL.éTÍN MILÍTAR inoral de esta clase de la sociedad antes descuidada. . El Instituto Nacional de artesanos, en donde recíbeti lecciones nocturnas los que, por atender á sus necesidades de fan1ilia, no pueden educar su inteligencia, es un plantel que reve-la el interés del Gobierno en la prosperidad del gr€n1io de trabajadores. En el año pasado se matricularon mil y tantos alunl­nos, de los cuales la quinta parte por lo n1enos recibió y aprovechó lecciones de Lectura, Escritura, Aritmética, Geo.:.. n1etría, Dibujo linial é Historia Patria .. El Instituto Salesiano, atiende á los huérfanos, los man~ tiene y los educa enseñando las n1isn1as n1aterias aden1ás de la música y el canto. El Instituto de Desamparados, ha recibido nuevo im­pulso desde que están á su servicio los "Hermanos Cristia­nos" personajes de idoneidad no contradicha para esta el~ de escuelas de beneficencia. La Escuela de Bellas Artes, plantel que está un pel­daño n1ás alto en la escala de los conocin1ientos artísticos, en donde se aprende la Arquitectura, el Grabado, la Orna­nl ntación, la scultura y el Dibujo n todas sus forn1as, cuenta entre sus n1atriculados individuos que sin necesidad de obtener alin1entación gratuita, están en can1ino, siguien­do las enseñanzas del plantel, de adquirir elementos que les den n1ás tarde una posición desahogada é independiente .. Los profesores de estos diversos centros de enseñanza acusan una suma mensual no despreciable, que el Gobierno gasta con agrado, y el Ministro de Instrucción Pública les tiene especial cariño y se interesa por ellos. . El cr aller Modelo, protegido tan1bién por el Gobierno; tiene entre otros el nobilísimo objeto de enseñar á los que quieran la herrería, ]a armería, la fundición y la mecánica, sin que tengan que pagar nada, y antes bien ganando pau­latinanlente con qué ayudar á sufragar el gasto de sus pro­pias necesidades. Establecinlientos de esta clase, de estas condiciones y con estas garantías son un vaticinio de pros­peridad. Estas son pruebas tangibles de que el Gobierno se in­teresa por la suertt> del pueblo pobre para que éste, aunlen­tando sus conocin1ientos artísticos é intelectuales, esté en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOl.ETfN MI'IITAR ha.yores aptitudes para aumentar su prosp~ridad. El pueblo trabajador conoce perfectan1ente estas ventajas que el Go­bierno 1~ proporciona, y de aquí que est" sien1pre dispuesto á sostener la paz y las instituciones actuales. . Así como Jos legisladores de I 867 levantaron n1uy alto la gratitud nacional hacia los próceres de la Indep~n­dencia, antes descuidados por la República, d cretando que las viudas é hijos de aquéllos obtuvieran una recon1pensa; así el Congreso de 1896 se propuso levantar muy alto la institución n1ilitar, dulcificando la tarea del soldado, aun1entando su sueldo y echando las bases de un nuevo Código Militar, en el cúal ncuentr el s rvidor armado ga-; t"antía á su derecho de ciudadano, sin faltar por esto á lo que se debe á la disciplina, sin la cual el ej~rcito no mer cería este non1bre. No hace tr s años que 1 soldado, soportando las pe­nurias consiguientes á su profesi?n, tenía como ración dia­ria cuarenta e ntavos ; y cuando cnD rn1aba, esa ración dia­ria pasaba al contratista ó Síndico del Hospital Militar para pagar su estancia allí el tien1po que durase su enfer­n1edarl. Hoy el soldado, n1ejor atendido que antes, gana se tenta y cinco centavos diarios, y no se deduce de ese diario lo que se gaste para él en alin1ento y n1edicinas cuando sus n1ales físicos lo Jleven allí. Antes, cuando un soldado ra víctima de nfern1edad repentina, era conducido al Hospital en una frazada, con1o un fardo que se trasporta á su destino. Hoy, en todos los Cuerpos se tienen can1illas especiales en Jas que el enfern1o es llevado cómodan1ente á donde sea necesario para su pronta reposición. _ Los Jefes de los Cuerpos no descuidan las prescripcio­nes de la Higiene, para que sus soldados estén siempre en el mejor estado de salud posible : vigilan la clase y calidad de alimentos que las vivanderas llevan á los cuarteles; el. aseo diario se cumple escrupulosan1enee y el baño de cuer:­po en agua corriente, una vez por sen1ana, conserva en el veterano agilidad de n1Úsculos y robustez de espíritu, cua­lidades inherentes á la profesión de las arn1as. _ En sun1a, el soldado de hoy es n1uy diferente, ate.ndi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~32 BOLETÍN MILITAR didas las ventajas que el Gobierno le proporciona, al sol­dado rie antes; ya no aterra al can1pesino, ni al jornalero la idt>a de entrar en filas en caso de neces idad; y si esas ventajas continúan ensanchando su esfera de acción, !legará día en que se necesiten certificados de idoneidad é influen­cias particulares para ser admitido y dado de alta en los Cuerpos del Ejército. Febrero ro de r 897, __ _. . ._ LEGISLACIÓN MILITAR. ( 18 DE NOVIEMIIRE),. por fa cual se crea una Escuela Milítar. El Congreso de C-olombia DECRETA~ Art. 1.° Créase, con residencia en la capítal de la R epública, Uf1 Establecimiento de enseñanza denominado "Escuela Militar," que cos­teará el Tesoro de la Nación y dependerá directamente del Ministe-áo de Guerra. Art. 2.o La Escuela Militar se destina á formar Oficiales instruf­dos en la ciencia y en el arte de la guerra para llenar las vacantes que ocurran en el Ejército Nacional. Art. 3.0 La Escuela Militar tendrá los iguicntes empleados: Un Director que será el Jefe del Establecimiento, á quien estarán subordinados todos los demás empleados y los alumnos de la Escuela; Un Subdfrector ó Inspector; Un Comandante ó Jefe del Batall ón de Cadetes, con el cargo e~­pecial de enseñar á éste prácticamente las tácticas de infantería, artille­ría y caballería; Un Secretario; Cuatro Ayudantes, de los cuales el Gobierno des-tinará uno para Síndico de la Escuela; Un Portero; El número de Profesores que sea necesario para dar las enseñanzas, y el número de sirvientes índíspensabte para el asco y demás necesida­des de la Escuela. Art. 4.o El Gobierno nombrará y removerá libremente los emplea­dos del Establecimiento, á excepción de los sirvientes que son designa do& por el Director .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETiN MILITAR 1 33 Art. 5.0 Habrá en la Escuela un Consejo Directivo, que se com-ondrá y funcionará de la manera como se disponga en los reglamentos ~ue, con aprobación del Ministerio de Guerra, deberá dictar el primer Rector de la Escuela dentro d' los treinta primeros días de la apertura dt:l Establecimiento. Para lo relacionado con e1 régimen etonóm1co de la Escuela, el Consejo e compondrá del Director, el Subdirector, el Síndico y un Profc or dcs)gnado por el Gobierno. Art. 6.o En la Escuela habr,í tantos alumnos becados cuantos co­rrespondan á dos por cada Compañía de Batallón de que conste el Ejér­cito permanente. La elección de estos alumnos e hará por c1 Gobierng á propuesta en terna del Comandante General y del Jefe de Estado Ma­yor de la Di vi -i6n, quienes procederán en la pre entaci 'n de aquélla, de acuerdo con lo reglamentos que die te el mismo Gobierno. Art. 7.o El sostenimie nto de los alumnos que corresponden á cada Batallón e hará de los fondos del mismo; para lo cual cada Cr1pittÍll de C?mpfliíía ltartí incln:r en la situación diaria de la suya, como Sargentos primeros, á los alumnos que le correspondan. Art. 8.0 Para se r alumno d<: la Escuela Militar se necesitan estos requi itos: 1.0 Tener de diez y sei. á veintJlÍn años de edad, lo que se com­probará con la respectiva partida de bautismo; 2.n No padecer enfermedad contagio a ni tener defecto fí ico que inhabilite para el servicio militar, circun rancia que e acreditará con declaraciones juradas de tres médicos graduado ; 3. 0 Ser de muy buena conducta, lo que se comprobará con cer­tificados de los Directore de bs EJtab!ecimientos en donde lzttbiera cursa­do ó en stJ defecto, dd Ptírnco y del A!ctZ!de del Municipio de su veri?Jdtld,· 4.0 Habe ·hecho sati .factoriamente en algún Establecimiento de instrucción los cursos de las Escuelas superiores nacionale, lo que se comprobará con Jos respectivos certificados; y v> Ilaber otorgado c1 padre ó represen tan te legal del alumno el documento de que trata el artículo siguiente. Art. 9.0 Todo alumno de la E cuela Militar se obligará á prestar sus servicios en el Ejército de la República durante cinco años en el grado que le corresponda~ de pués de haber terminado sus estudios. Esta obligación se contraerá por medio de escritura pública y se a egurará. con fiador abonado, para responder al Gobierno de la suma in ertida en la educación del alumno, si éste abandonare los eH u dios, fuere expulsado conforme al reglamento, ó no pudiere ganar los cursos, ó no prestare sus servicios en el Ejército. D el cumplimiento de las obligaciones contraídas sólo puede exi­mirse un alumno por causa de enfermedad crónica comprobada y que inhabilite para el ervicio militar. Art. 10. El Director de la Escut'la no podrá dar de alta en ella á ningún alumno que haya dejado de cumplir las formalidades indicadas en los artículos anteriores. Art. 11. No se admitirán en la Escuela alumnos externos ni alum­nos distintos de los de que tratan los artículos anteriores. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~34 BOLETÍN MILITAR Art. u. En caso de que por las reorganizaciones que el Gobierno hiciere en el Ejército permanente quedaren eliminados uno ó más bata-· patalloncs, los alunwos correspondientes á ésto~ continuarán incorpora-· aos en el cuartel general de la respecti a División 6 Tefatura Militar. Cuando · el número de batallones del Ejército permanente fuere aumentado, por cada nno de éstos habrá lugar á designar los alumnos que les cor espondan. 1 Art. 1 3· El Gobierno determinará y distribuirá en los af\os que onsidere necesarios, Jos cur os que deben con.:.tituír el plan de ense­fianza en la E'lcuela Militar. Art. 14. Los ' alumnos se considerarán al entrar á la Escuela, cade­tes ó soldados; pero pueden a5ccnder, según sus méritos, y de acuerdo .. on el Reglamento. A1 salir de la Escuela, el alumno que no tenga gra- ' do de Oficial, -adquiere de hecho el de Subteniente, siempre que hu­biere ganado todos los cursos de la misma Escuela. 1 Art. 1 S· En el E taLlecimicnto se dará habitaci6n y alimentos á. sus empleados, á excepción de Jos F rofesores. Art. I 6. El Ministerio de Guerra será el ordenador de todos los gastos que ocasione la Escuela Militar, que serán cubiertO'S por el Pa-· gador C~.,'ntral. · ,. A t. · I 7· El Gobierno queda autorizado para organizar la Escuela Militar sobn~ las bases de la presente Ley, dándole los reglamentos que estime convenientes para la buena marcha de ella. · · Alt. I 8 Facúltas al G obierno para qu pueda destinar á local de la E5C u e la M_ilitar algunos de lo edificios de propit:dad nacional exis~ rentes en Bogotá y para que si no lo hubiere adecuado, ptleda adquirirlo por compra ó arrendamiento. ' Art. 19. Autorizase igualm ntc al Gobierno para que pueda nom­~ rar hasta seis Profesore s ex tranjcros que hayan hecho sus estudios en la Escuelas de guerra de alguno de los Estadds europeos. ' Art." 2.0. El Gobierno podrá también em iar á l.ás Escuelas de gue~ rra de que ·trata 'el art( u lo anterior, hasta doce Oficiales del Ejército permanente para que · hagan n ellas los estudios tcóricbs y prácticos ne~ ce ario ,- on la ·Londición d~ vol ver, terminados qu~ can éstos, á dar en el mismo Ejército la instrucción práctica en los rainos del arte militar. · Los Oficiales de que trata este artículo se considerarán incorpora~ dos en el Ejército permanente para los efecto fiscales y ·deberán prestar una fianza para responder de los gastos qne su educa i9n ocasione al · Tesoro Público, en caso de que por culpa de ellos no ' tcrminarcn los estudio en el respectivo Esta~lccimi~nto, 6 dejaren de cun1plir al con~ clufrlos la obligación de que trata cr artfclllo anterior. Art. z I. La Escuela Mjlitar empezará á funcümar el 1.0 de Fe­brero próximo, y el Poder Ejecutivo queda autorizado para di poner lo que crea cohvcnicntc á fin de allanar las dificultad s 6 vados que se presenten en ejecución d la Ley. Dada en l3ogotá, á 16 de Noviembre de 1896. El Presidente' d~l Senado, · RAEABL M. pALACIO. El Presidente de la Cámara de Representantes, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITRA 135 IGNACIO PALÁU. El Secretario del Senado, Camilo Sánchez. El Secretario de la Cámara ele Representantes, Mig~el A. Peñaredonda. Gobierno Ejecutivo .. - Bogotá, 18 de Nozli.embre de 1896. Publíquese y ejecútese. ,f:l Minist{o de G~crra, (L. S.) M. A. CARO. AvRF.L~o M trns. ------.. ~-------- EPISODIO DE LA CAMPAÑA DE AUSTRIA.-! 809. (General Barón de Marbot.- MEMOR:{As) .. (Conclus ión) .. Varios de ellos n.os tocaron sin que, afortunadamente, causa­ran ningún accidente grave; in embargo, temí por un momento que la corriente qu,e n.os empujaba con violencia y sobre la cual ganaban muy poco nuestros rern.os, sin permitirnos llevar la obli­cuidad necesaria, n,os arrastrase más abajo del campamento en.emi.­go, lo cual habría. h.echo fallar nuestra expedición. Por fin. á fu~rza de remo habíamos logrado recorrer las tres cuartas partes del tra­yecto cuando, á pesar. de la oscuridad,. noté sobre las aguas una enorme masa negra y, un instante después un roce agudo se hizo ~entir; algunas ramas vinieron á toGarnos la cara y la embarcación se detuvo ! ... Interrogado el patrón nos responde que habíamos dado en un islote cubierto de árboles que ia inundación. había ta­pado casi completamente. Para abrirse paso fue n~cesario emplear las hachas y cortar, á tientas, el ramaje que nos detenía; con­seguido esto y una vez que h~bimos franqueado el obstáculo, encontrámos una corriente menos impetuosa que en la mitad del río, merced á lo cual alcanzamos por fin la o~illa izquierda, al frente del campamento austriaco . Esta orilla se hallaba limitada por gran cantidad. de plantas acuáticas, muy tupidas, que avanzando en forma de bóveda sobre la orilla escarpada, hacían el acceso en extremo difícil; pero, al mis_ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLET1N MILITAR. mo tiempo nos prestaban importante servicio pue impedían que del campamento pudiesen distinguir nue tra barca. Los fuegos del vivac iluminaban la ribera y la sombra que proyectaban los árboles sobre nosotros, nos dejaba en completa oscuridad. Dejé entonces que la embarcación se deslízara suavemente por la orilla buscando con la mirada algún sitio donde pudiésemos desembarcar. De re­pente se nos pre entó una pendiente suave, practicada por los ene­migo ·, con el fin de que hombres y caballos de su campamento pudiesen con facilidad llegar hasta el agua. El sargento Tanza en siguida entre los sauces una de las piedras que llevábamos Yistas, la cuerda se enreda al rededor de un tronco y el bote se detiene contra la tier.·a á uno ó dos pies de la rampa. Calculé que sería entonces media noche. Los au triaco , que se hallaban separados de los franceses por la inmen idacl del Danubio el sbordaclo, se sentían en tan compl ta seguridad que, excepto Ios centinelas, todos dor­mían profundamente. En guerra es la costumbre, ea cual fuere Ia dí tancia que se­para al enemigo, que los cañones y centinelas den frente hacia éL U na batería colocada delante dci campamento, estaba dirigida ha­ia el río, y los centLn las que se paseaban en la parte alta de la playa, no podían vernos á causa de los árbole al pa o que yo po1· entre la ramas alcanzaba á divisar una gran parte de lo vivac . Has ta allí mi mi ión había resultaJo aún más feliz de lo que yo mismo hubiera podido esperar; pero para que el éxito fuera ompleto era preci o coger un pri sionero; tal operación, ejecutada á cincuenta pa . o de di rancia d e varios mile de enemigo , me pa­re ía muy d ifícil! .... Sin embargo, había que hacer algo. Di­puse que 1,) cin o marineros se te ; lo levan­tamos hasta ponerlo en brazos del granadero que estaba en la pun­ta, el cual lo hizo acostar boca abajo al lado de los marineros. Du­rante la operación: el vestido del austriaco me convenció con gran disgusto de que no era precisamente un soldado lo que teníamos en nuestro poder, ino un ordenanza de oficial. Más me habría gu tado coge1 á un combatiente; porque sin duda los datos que de él hubiera pouido obtener, serían más positi­vo ; sin embargo, á falta de algo mejor, iba á contentarme con lo que tenía, cuando vi en la parte alta de la rampa á dos militares, cada uno de los cuales llevaba la punta de un palo de donde pendía una gran va ija de metal. Comprendí que habría sido impo ible embarcarse de nuevo sin ser vistos, pue lo hombres se hallaban á unos pocos pasos de la orilla. En consecuencia, por señas ordené á mis granaderos que se ocultasen de nuevo y no bien lo dos austriacos se inclinaron para llenar su caldero, cuando fueron cogidos por detrás por brazos vi­goro os que les sumergieron la cabeza en el agua por temor de que tratasen de oponer re i tencia 11 ando de us sables que lleva­ban al cinto : era preci o aturdirlo . Con eguido esto, se acaron de nuevo, se les tapó la boca con pañuelos llenos de arena y con la punta de nue tros sable en el pecho se les obligó á entrar en la bar ·a donde fueron colocados al lado del ordenanza. Terminada la operacivn subí á bordo eguido del caporal y de los granadero . Hasta aquí todo iba muy bien. Hice entonces que e levan­taran los marineros y tomaran sus remos y mandé soltar el extre­mo de la cuerda que nos sostenía contra la ribera; pero se había mojado tánto y la fuerza que hacía la embarcación para re istir la violencia de la corriente había apretado de tal modo el nudo, que fue i mpo ible desatarlo. Hubo qu cort"r la cuerda en lo cual se emplearon dos ó tres minutos, pero por más cuidadosamente que se hiciera la operación, las sacudidas que recibía el cable, envuelto como estaba en uno de los tronco , imprimieron fL!erte movimien­to al ramaje de los árboles vecinos, de lo cual resultó un ruido tal, que llamó la atención del centinela; éste se aproxima á la ori­lla, no ve nue tra barquilla pero sí nota la agitación de los remos que aumentaban el ruido y grita en seguida: "Tf/er da!" (Ouién vive!) No obtiene respuesta alguna. Grita nuevamen­te el centinela enemigo : nosotros guardamos el mismo si­lencio y continuamos trabajando . . . . La angustia .era mor­tal. Después de haber arrontado tántos peligros, habría sido cruel venir á fracasar en el puerto. . . . Por fin, por fin se corta la cuerda y el bote recibe empuje violento de la corriente. Pero ape­nas salió de la bóveda que el ramaje formaba sobre nuestras cabe- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍN MILIT-AR zas, cuando iluminado por los resplandores del vivac es · divisadq por el austriaco que grita: A las armas/ y dispara sobre nosotros ~ Nadie resultó herido; pero al ruido de la detonación todas las tropas. del campamento se levantan precipitadamente, y los artilleros, cu­yas piezas dirigidas hacia el Danubio estaban todas cargadas, me hacen el honor de disparar sobre mi humilde embarcación ! Mi corazón se estremeció de alegría al sentir la detonación que sm duda habÍJ. sido oída por el Emperador y el Mariscal Lannes; mis ojos se dirigieron hacia el convento de Molk, en el cual, no obs­tante la distancia, no había ce3ado de ver numerosas ventanas abiertas. En aquel momento quizá todas se abrieron, pero la luz de una sola me parecí ó aumentar en vivacidad: era la inmensa. ventan.a del balcón donde nos habíamos asomado que, gracias á sus dimensiones, proyectaba á lo lejos su luz sobre las aguas del río; ~1:.a evidente que acababan de abrirla al sentir el estallido del cañón, lo cual me hizo pensar que el Emperador y los Mariscales estaban en el balcón; que sabían que había llegado al campo enemigo en. la ribera izquierda y que hacían votos por mi feliz regreso. Este. pensamiento excitó aún más mi valor, ha ta el punto de no prestar (linguna atención á la balas de cañón, las que, por otra parte, eran poco peligro as si se tenía en cuenta que la velocidad de la corriente nos arras traba con tánta rapidez, que era impo ible que lo artille­ro pudieran apuntar con preci ión; muy de malas habríamos de estar para que nos hubieran tocado; e cierto que una sola habría bastado para de trozar. nue tra ba1 quilla y sumergirnos en el abis­mo) p~ro todas fueron. á perder e en el Danubio. ' Pron.to estu irnos. fuera del alcance de los enemigos y pude. concebir nuevamente. la esperanza de que mi empresa tuviera un feliz desenlace. Sin em,bargo, aún no se habífl,n allanado todos los peligros, pues tenía,mos que volver á cruzar el río que conti­nuaba arrastrando grandes troncos ; varia,s veces nos vimos lanza­dos sobre islas sumergidas. y allí el oculto ramaje de sus tupidos: árboles nos detuvo algún tiempo, pero al fin con eguimos á fuerza de vigorosa lucha aproximarnos á la orilla derecha, más de dos le­guas abajo de Molk. A .quí un nuevo temor vino á asaltarme: podía, ver desde donde estaba las hogueras de u.n campamento, pero nada_ había que me asegurase que éste pertenecía á un regimiento fran­cés, porque el enemigo tenía fuerzas en ambas riberas y yo sabía. que en la de la derecha, la avanzada del Mariscal Lannes se encon ... . traba á poca distancia de Molk, en presencia de un cuerpo aus­triaco situado en Saint-Polten. Era evidente que nuestro ejército debíil avanzar á la madru­gada; pero, habría prin~ipiado . á moverse y ocupaba aquel punto? ¿ Las hogueras que veía estaban rod~a~as: de af11igos ó de enemigos? · Temí por un momento que la corriente me hubiese arrastrado dema- . !liado abajo; pero pronto m~ sacó de dfldas el sonido de las cornetas Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .BOLETÍN MILITAR que tocaban diana á un regimientro de caballería íi·ancesa. Ha­biendo, pues, cesado toda incertidumbre, nos dirigimos á fuerza de remo hacia la playa, en donde la aurora que comenzaba á brillar, nos permitió d~ tinguir una aldea; á poca distancia de ella nos hallábamos cuando se oyó cerca un disparo de mosquete y una bala silbó por nuestros oidos ! .... Era indudable que el centi­nela francés nos había tomado por enemigos. Este caso no estaba previsto y no sabía · yo cómo hacer para que nos reconociesen, cuando se me ocurrió la feliz idea de hacer gritar repetidas ve­ces á mis gr.anaderos : ¡ f/iva el Emterador! Esto no habría de ~astar para convencerlos de que estaban en error y que, en efecto eramos fl' anceses; pero sí llamar~a la atención de los oficiales quie­nes, rodeados como estaban de soldados, no' podían temer nada de nue tro escaso número y no permitirían que se d'i parara sobre nos­otros antes de saber si éramos franceses ó austt iacos. En efecto, momentos más tarde me recibía en tierra el Coronel Gautrin y el (). 0 de húsares que pertenecía al cuerpo de ejército del Mari cal ~annes. Media legua más abajo que hubiéramos abordado, ha­~ ríamos caído sin duda entr~ las avanzadas enemigas. El Coronel de húsares me hizo dar un caballo y dos carros, en los cuales coloqué á mis granaderos, marineros y prisioneros y con mi pequeña carabana me dirigí á Molk. Durante el trayecto, el caporal, de orden mía, interrogó á los prisioneros, y por el}ps supe con gran placer que el campo de donde los hab~amos tomado per­tenecía al Cuerpo del General Hiller, el mismo cuya po ición tan vivamente deseaba conocer el Emperador. No quedaba duda: el General Hiller se había incorporado al Príncipe Carlos y no había riesgo de combate' en la vía que llevá­bamos; Napoleón, que no tení,a al frente más que la caballería ene­miga colocada adelante de Saint-Polten, podía avanzar con toda se­~ uridad hasta Viena, de donde no estábamos sino á tres peque­ñas jornadas. Cuando hube obtenido estos datos lancé mi caballo al galope para llevarlos al Emperador lo más pronto posible. Era yá enteramente de día cuando llegué á las puertas del monasterio. La población íntegra de Molk obstruía todas las en­tradas y de entre elta' se levantaban los desgarradores gritos de las mujeres, hijos, padres y multitud de amigos de los marineros que me había llevado la víspera; todos me rodearon apenas me vieron, y afortunadamente pude calmar sus vivas inquietudes asegurándoles que aquellos por quie!JeS me preguntaban estaban sanos y salvos, y que en breves instantes los verían. Un inmenso grito de júbilo se levantó del seno de la multitud. Según se le había ordenado, el oficial de guardia, tan Iuégo como se convenció de que era yo en persona el que estaba presen .... te, corrió á dar parte á los ayudantes de servicio para que éstos avi­saran al Emperador mi llegada. En un instante todos los que e Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. f4.0 BOLETIN MILITAR hallaban en el palacio estuvieron en pie; el buen Mariscal Lannes vino donde mí, me abrazó cordialmente y me condujo cerca del Emperador á quien dijo: "Hélo aquí, Majestad ! Bien sabía yo que volvería! Trae tres prisioneros del Cuerpo del General Hiller!" Napoleón me recibió de la mejor manera posible y aunque estaba completamente mojado y embarrado me puso la mano en el hom­bro sin olvidar su mayor prueba de satisfacción, el pellizco en la oreja. Imagináos qué tántas preguntas se me harían ! El Empera­dor quiso conocer hasta los más pequeños detalles de cuanto hu­biese acontecido durante mi peligrosa empresa y cuando hube ter­minado mi relato, Su Majestad me dijo: "Estoy muy contento con u ted, señor Jefe de Escuadrén Marbot ! " Esto equivalía á un despacho. (Traducido para el BoLETfN MILI'rAR). ---·-- - EN El EJERCITO EL Mr ISTERIO de Guerra, en Oficio número 7,164, fechado el 12 de los corrie nte, dice á la Coma ndancia en Jefe lo siguiente: "El Capitán Je ú Rocha, que ervía en día pa adosen el Ba­tallón 'l'encrife como Ayudante Mayor, fue declarado en u o de li­cencia indefinida por haber e recibido noticia de que era desafecto al Gobiern.o. "Habiendo dicho Ofi ial de5Vanecido la imputación menciona­da, el Poder Ejecutivo, con fecha 13 de Febrero lo llamó al servi­cio activo y lo destinó al puesto de Ayudante Mayor del Batallón M'tfz:z en la vacante que dejó el Capitán Fernando Vergara F., á quien se nombró Habilitado del mismo Cuerpo." EL PonER EJECUTivo, por Decreto de fecha 8 del presente mes, dictó las siguientes di sposiciones: Llamó al servicio activo al Coronel José María Hernández y lo destinó al Estado 1\!Iayor General del Ejército como ¡er Ayu­dante General. Nombró al señor José María López Serna, Ayudante de Es­tado Mayor de la 4·a División, asimilado á Sargento Mayor para los efectos fiscales y para que llene la vacante que allí existe de ese puesto. Destinó al Capitán Moisés Ortega Llera , que sirve en la 2 ... - Compañía del Batallón Tiradores número I I, á la 5.a del Nariño número 4. 0 ; y al Capitán Secundino Londoño, que sirve en esta Compañía y Batallón, á la 2." del Tiradores en reemplazo de Orte­ga Lleras. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REGISTR{) DE coNDUCTA Y SERVICIOS DE LOS OFICIALES DEL BATALLÓN ''AvAcucHo," N-h z ~ t:: H ., > ¡o .... ...¡::... .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EMPLEOS NOMBRES DESTINOS Teniente Enrique U rdaneta. 2. 0 Ayudante. Teniente Adriano Murillo. 1 .• Compañía. Teniente Agustín Sarmiento. 2." Compañía. íd. Domingo García. 3.a Compañía. Teniente ¡simón Ardila. 4.a Compafiía. Teniente Erasmo Pinzón. 5. 3 Compañía. Teniente Joaquín Forero M. jz .0 Ayudante. Subteniente Pedro Rubén Cast¡o. !Abanderado. NATURA-' LEZA RELACION l . 1 CONDUCTA Bogotá. Planadas." Málaga. 'Bogotá. Bogotá. !Arauca. !Bogotá . . !Bogotá. 1 trucción nocturna y otro por faltas en elr cumplimiento de sus deberes, habiendo abandonado en la marcha de Villeta á 1esta ciudad su Compañía y aún no haber-se presentado en el cuartel. 'Pésima. Un arresto en el Principal por pernoc­tar fuera del cuartel sin permiso y uno en el cuartel por retirarse antes de la publi-cación de la Orden del Cuerpo. Regular., Tres arrestos en el cuartel por descuido! en una guardia y por no atender debida-mente á su Compañía. ¡Regular. Ningún arresto. Ejemplar. Un arresto en el cuartel por descuido len su Compañía. !Buena. Ningún arresto. !Ejemplar. Un arresto en el e uartel por no haben trasmitido un parte. IBuena. Un arresto en el Principal por reinci-dencia en pernoctar fuera del cuartel sin penniso. IMala. Dos arrestos en el cuartel : uno por dar part~ falso y otro por descuido en una co.- m.isión que se le confió. (Regular. + ¡...¡ t:a. o t"" t:tl --1 -z S: .... r ..... --1 > ;;o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EMPLEOS N Q ~ B R. E S DESTINOS Subteniente.IWenceslao Lombana. l 1.a Compañía. 1 Subteniente.ISimón Pizano. l,a Compañía. Subt~nicnte. !Eurípides García. z.a Compañía. Subteniente.IBernabé Montes. lz.a Compañía,_ Subteniente.IG_uillermo Arjona. 1 3-~ Compañia-. NATURA­LEZA Bogotá. Bogotá. Tunja. \Sácame. RELACIÓN r CONDUCTA1 . ---- ' 1 Dos arrestos en el cuartel por no cum-plir con sus deberes. [Regular. Dos arrestos en el cuartel: uno por re­tirarse antes de la publicación de la Orden del Cuerpo y otro por faltar al cumplí miento de sus deberes. Un arre~to por ocho días en el Princi­pal por reincidencia en pernoctar fuera sir. permiso; y tres en el cuartel: uno por des­cuido en su Compañía, otro por faltar a lista de 6 p. m. é instrucción nocturna y otro por retirarse antes de la publicación_ Regular. de la Orden del Cuerpo. iMala. 1 Un arresto en el cuartel por descuido,, IAmbalema. 1 en su Compañía. 1 Un arresto en el cuartel por descuidó 1 t:l:t J o !:'"' tT1 >-l -· z s:. .. t'"' ...... ...., > ;¡ó ....... + w Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EMPLEOS NOMBRES Subteniente. David Rodríguez. Subteniente. Hermógenes Franco. Subtenicnte.keopoldo Cárdenas. S Subtcnicnte.IJ uan Lciva M. \subteniente. Félix Restrepo B. DESTINOS 3.a Compañía. .. a. ( ..... _9"'1"\_..,r;:(, ls .• /s-• Compañia. Compañta. NATURA-LEZA r ¡sogamoso. Bogotá . 1 Bogotá. San Luis. Bogotá. 1 ,. RELACI ÓN CONDVCfA.\ .; e -------- ·-------- BLlena. te! por descuido¡ Buena. pal por pcrnoc-1 rmiso. Regular. por atrasarse á la lista de Oficiales de 9 p. m. Buena. Un arresto en el cGartel por infringir el / Reglamento del Batallón. Buena. Un arresto en el cuartel por dejar de-sertar un soldado en una guardia. /Regular. + c:J o t-­m j~ z ~ .... t-- ~ Es corriente.-El Ayudante Mayor encargado del Detall, :V ~ RAFAEL GRooT. Visto Bueno.-El Coronel, CARLOS FRANCO Q. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 9

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Diario de Avisos y Semanario de las Provincias

Por: | Fecha: 1850

El “Diario de Avisos y Semanario de las Provincias” fue una publicación que circulo en Caracas (Venezuela) durante el periodo 1850-1861. El periódico, que se declaró distante de los debates políticos de la época, fue fundado por Mariano Briceño y en su cabezote se identificaba como un título interesado en el “comercio, agricultura, ciencias, artes, literatura”. El “Diario” contaba con una serie de particularidades editoriales, a saber: primero, contaba con una doble numeración, atribuida por un lado a la figura de “Diario” y por otra a la de “Semanario”; segundo, era un publicación diaria en Caracas y semanal en las provincias; tercero, se publicaba todos los días a excepción de los domingos y los ejemplares que salían a la luz los días miércoles y sábado, contaban con una extensión mayor; y por último, los números de mayor extensión eran organizados en una colección que se identificaba como “Semanario”. En la edición del 12 de abril de 1850, el “Diario” reprodujo una alocución del presidente de la Nueva Granada, José Hilario López, dirigida al Congreso de la República. El periódico se produjo en la Imprenta Nacional y estuvo a cargo de Jesús M. Soriano.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Otros
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