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El Católico - N. 65

Por: | Fecha: 30/08/1864

NUMERO 65. ---====- === ---~ -- · J;PjJ Jlt fP[IJ (/J[FJ.l(f}[lJJ.llJ-. [ cimiento compt·an a los que han rematado, pot· la ""'· regla de que las cosas anebatadas a los lejítimos , , , dueños están viciadas hasta que vuelvan a ellos.)) AHQUTDlOCESIS DE SANTAFE DE BOGOTA-SECRETA.- • l\ÍA DEL GOBIERNO ECLESIÁSTICO-NÚMERO 95_ • En consecucnc1a,aunque de los documentos ofi- 26 DE .AGOSTO DE 1864. Ciales aparece : se~ior Cw·a de • • . • Que los Lejisladores de Rionegt·o, los de 18.64, .., ~ , .. ··· los Sres. Tomas Mosquera, Andres Ceron, Ehseo f.J s~no~ d~ctor Juan de \a C. V~•·gas ha duiJldO Payan, Serjio Camargo i demas funcionados del a la Ytcana Jenem\ la notu que mserto: Goaiet·no jeneral i de los Estados han iniciado i 1 ce Se ha asegUJ·ado pot· la prensa que uno de los 1 continu do la espr·opiat'ion de los bienes de las encargados de la Vicat·ía jeneral dió licencia en iglesias, comunidades i obras pías ; 1 · un caso especial para remataa· fincas de las desa- Que han sido rematado res de los bienes desa- ' moa·tizadas a la iglesia, comunidades u oba·as pfQs ; mortizados los señot·es: i habiendo yo sido urio de los honrados por el Cenon Ortegn, Migurl Salga•·, Jesus María Gu­Prelado con el espresado cargo de Viea.rio, me creo tiéa·rez, Justo Arosemena, Fernando Párraga, José en el debet· de decla1·ar que no he concedido tal María Muüoz Lésmes, Apaa•icio Escovar, Nat·ciso licencia, ni la podia concede¡·, siendo incontrovet·- Réyes, Evaristo Escovat· Grau, Juan B. Dardelin, tibie que el acto de los remates de dichos bienes Francisco Soto Villamizaa·, Bernardo J unguito, se opone a la lei natural, pues se compm con co- Beata·iz R. de Gómez, Rlfael Péa·ez, Flávio Pi11zon, )lOCimiento de que el que pone los bienes en su- J lían Manuel Herrera, Juan de Dios Muñoz, Jgnario basta- no es el dueño de ellos; así como hui la La torre, Eustacio LatoJTei Tomas Pardo .. Alejandro misma oposicton en el acto de ejet·cer Ajencias de An·ubla, Fruto Castañeda, Andt·es i Antonio Toro, manos muet·t3s, que tienen por objeto llevm· a cabo Leopoldo Billy, J. de D. Muñoz i A pal'icio Escovaa·, las disposiciones sobre la espt·opiacion de dic~1os Pedm Pablo Calvo, José María Quintero, Pablo F. bienes,- i así como la hai en el acto de denunc1aa·, Oramas, Camilo Carrizosa, Mat·iano Sánchez C, contribuyendo con esto a la esprop~acion, en .todo Bemat·dú Espinosa, Hea·mójenes Saravia, Rafael lo cua\ ni e\ Vicario, ni el lllmo. senor rzobaspo, Marra Barl'iga, Ramon Gómez, Ft·ancisco Antonio ni la Santa Sede misma pueden dispensat·. Es Ul'ibe, Fa·an<.'isco Olaya, Concepcion Sánchez de cierto queJa Silla Apostólica, en virtud de las su- Foret·o, José Camacho Roldan, Nicolas Pereira pt·emas facultades de que está investida respecto a Gamba, Cundido Latorre, Estanislao- F ,jardo, lo pe 1·teneciente a la lglesia, ha condonado a al- Miguel GutiéaTez Nieto i Nemecio ~olmeuares, gunos Gobiemos los bienes que se han usurpado, Agustina Znbaleta, Meda a-do Rívas,Januario Salgar, cuando, despues de dictat· disposiciones análogas Ignacio Olaya, Niéves Moreno, Fnmcisco Bt·iceño, a las espedidas en este país, las circunstancias han Isaías Abadla,JoséRodrigoBorda,CruzBalltsteros, hecho difícil i poco ménos que imposible volvet· Domitila L. de Gonzillez, Dolores G. de Pérez, Juan las cosas al estado antel'ior, como se dispensa en de Dios Mlliloz, Lucio Davoren, Dolores Camacho, artículo de muerte a la P!!rsona del deu.doa· que no Fa·ancisco Córdo\'a, Ramon Pedreros, Leon Eche­tiene posibilidad de restituir; pero daspensas de verria, Het·mójenes Duran, Luis Haro, Cruz Sán· esta clase, nunca inhiben a los pm·ticulares que chez, Bernardo Herrera, Miguel Ibáf.ez, Loreto han tomado parte en las usurpaciones, del deber González, José María Gómez Castl'O, Alejandro de restituir a sus· Jejítimos dueños; debet· que sub- Arango B, .Julían Herrera, Isidro Vürgas, Fran~ siste siempre que haya posibilidad de hace•· la res- cisco Soto .Villa miza¡·, Eusebio Convers, Riomalo i titucion o hasta donde sea posible, i deber que, Compañía, M. Leonidas Scm·petta> Antonio Mada como llevo dicho, nadie puede dispensar, poa• se1· Maldonado, Manuel Sampea·, Fernando Ponce, de justicia i dea·echo natural. Eliodot·o Jara millo, Ricardo Bívas, Eustot·jio Sal- «No podia,pues,el Vicario ~onceder tal dispensa, gat·, Hijinio Cualla, Tomas Cuenca, Na1·ciso Réyes, i tanto ménos cuanto que está vijente lo resuelto María Ignacia Fernández de Amador, Rudecindo poa· el Illmo. seilo1· Arzobispo en el particulat·: Monroi, Felipe Lozano, Francisco Soto V, por «Todos los que hayan tomado paa·te directa o in- Uribe, Hea·manos i Co~pañía, Ascencion Vélez, ' directamente en la usur~acion de los bienes de la Miguel Berna!, Liboria M. de lbáñez, Ceferino Iglesia, han incurrido en escomunion 1·eservada, Pinillos, Rafael Rívas, Ignacio O laya pai'U L. Lu-í no pueden sea· absueltos ui aun en artículo de verde, Manuel Ruiz, Jenaro Santamarfn, Clotilde muerte, si no dñn satisfaccion i restituyen, en Jo I .... iooms, R. Decena i Uribe Hermanos 1 Compa­posible, el mal causado.» ñía, Ramon Vál'gns, Adstides Rójas; Felisa P. de «Ni qued Inocentes G,ómez, Benito Gaitan, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 130 CATOLI~CO .. Miguel Meto, Lnciano Laverde, Natnlía, Concep­cion,. Felisa i Antonia Montet·o, Luisa P. de Sola­no Estanislno Vt>•·gara, Cleofe Escovar Moreno, En'cai'Dacion Vá•·gas, Juan N. Mejía, Plácida Sán­ches, Mlguel Abadía, José Gooding, Alejandro Vezga, At·nulfo Guarin, Fuljencio Roa, DoloJ·es E. de Murray, Rudecindo Cáceres, Pablo Fede­rico O·t·ámas, Domingo Peña, Isidora Gómez, A~1- tonio María FOI'ero~ Heliodoro Ruiz, LucrecJO Salcedo Emiliano Piedrahita, Mateo Contréras i Severo Camacho, Faustino lbáñez, Manuel Suárez Fortoul, Jenaro Baldenama, Andres Tor~, Ant~­~ io Várgas Vega, Alejandro Vezga, Antomo Mana FoJ·et·o,Beatl'iz Rivandeneira G. ; Bernat·do Het·t·e­ra, Camacho Roldan i Compañía, Dolor s Estrada de M.,Domitila L. de Gonzálcz, Dolores J. de ~u­rray, Estan islao Fajardo, Heliodoro Jaramiiio, Eustorjio Salgat·, Francisco Vega, Felipe Lozano, Federico Calvo, Francisco Olaya, Gavino Gutié­JTez, Silverio Mendoza, Luis Sánchez, Meliton Escovat·, Ramon Mercado, Camilo González, Cát·­los Castillo, Gabriel Hernández, Timotea Cat•vajal, Jesus Maria Gutiérrez, fsidro Plata, Ignacio l''o­ret ·o, Ignacio Latorre, Isidoro Gómez, Juan Bau­tista Dardelin, .Jo é Joaquín Quintet·o, Jenat·o Esguet·t·a, Julian Herrera, José Rodrigo Bo~da, Januario Salgar en calidad de traspaso a la seuot·a Encarnacion Vá•·gas, Justo Bl'iceño, Luis Raro, Lucio Davo1·en, Manuel F01·ero, Narciso Cadena, Plácida Sánchez, Rafael Pérez, Ramon Pizano, Rudecindo Mont'I'oi, Ramon Vúrgas, Tomas Ut·i· be Tomas Gómez, Tomns Pat·do, Wenceslao !ba­ñe~, Francisco Lámus, José de Réyes Rubio, Santiago Izquierdo, Pablo Diago, Francisco Hut·­ta , Gabl'iela Sertllclw, Felisa i Zoila Velazc(}, Juan Sarria, l\1ajencio Quintero Jácome, Timotea Carvajal de Oban<.lo, Peregl'ino Umaña, Dám~so Gavil'ia, Jervacio Saunie1·, Manuel Leon de San­chez, Miguel ~oddguez S., Ignacio Roddguez Moreno Rafael Uribe, Ignacio Cadena, Alejandt·o Gómez 'Sántos, G.abriel Vá•·gas,. Jpaquin Marfa Soto, Het·mójenes Waldiri, Juliana Galin?o, Ra­fael López, Luis Bazzani, Emilia Otálora de Me.·­caclo, Heraclio Osuna, Rufina 01·tega de Soto, Celsa GutiélTez de Convet·s, F1·ancisco J. Quesada, Mio-uel Camacho Roldan, Agustín Nuñez, Meliton Es~ovar, José Mada García, Cristina Álvarez Caicedo, Faustino Rui1. TUI'co, _Eujenio Gaviria, Antonio M. Echevérl'fa, Cleofe "Escovar Moreno, Celedonio l\loráles, Acacio Cuévas, José Gavaló, ­Manuel Gómez, Julian Aguirre, Jul!na Leal, Fran­cisco Caro, Antonio Noguera Afl'isano, Pedro Salcedo, Rafael Salcedo, Manuel Conde, Domingo Ocampo, Pedro José Toro, Leopoldo Delgado, Gonzalo Tavera para el señor Joaquín Estt·ada, Laurean Sanmartin, C. &ánchez de Forero. Nota:=EI Ajente jenernl de manos muertas es­presa que la lista de rematadores es todavía mas numerosa de lo que aparece en este cuadt·o ; pues hai muchos que han quel'i~o guardar el incógnito hasta en las escrituras de venta. Que han sido encargados de las ajencias de «manos muertas>) los Srs. Na1·ciso González, José M.Cortez,Mariano Sánchez Caicedo,Asisclo Castro Tomas Cuenca,Focion Soto, Anunci cion Vát•gas, Salvador Camacho Roldan, Senen Benedeti, Joa­quin Maldonado,Dr. José Joaquín Várgas V, Pau­lino Vega, Pt·oto García, Hipólito Machado, Mat·­celino Montaña, Lúcas Larrota, Nicolas Diaz, Emiliano Escovar, Alejand1·o Gómez Sáutos, Anto-nio Várgas Vega, EstanfsJno Vergara, Anto1~fo Maldouado,Rmleciodo Cácet·es, Isidro Plata,lsaws Abadía Joaquin Soto, Jgna·cio Forero Segura, Cárlos Manrique, Roclolfo Muñoz, Aparicio CoiTe­do• · 'Venceslao Restrepo, Antonio Contrrras, Ma­nueÍ Mal'ia Coutret·as, Anselmo Leon, Pantnl~on 1 . Gaitan, Rafael Muñoz, .losé Matiz, Ezt:~¡uiel DH,z, 1.. Valentin Villat·, Manuet Forero, Valenano Con­vers Guillermo Pulido, Vicente Nogurt·a Maza, Magdaleno Cbavarro, Nicol1'mo Pereit·a . Gamba, Eustaqmo MantiJI~, Francisco Osma, Solon Lozano, Hafael Hoyos JI­ménez, Zoilo M.. Escovar, Ferret• Pinzon, ~artin Gómez José M. Dm·an Gómez, Rafael Santos, Rafael 'ortiz, José M. Ortiz, Antonio CJavijo Du­ran Ramon 'Vilches, Juan de Dios Ordus, Abdon Gutlénez Ramon Sel'l'a no, Emeterio Ton·ado, Nepomuc~no Cala, Zoi.lo Vilfar, .t\niceto Me~i?a, Márcos Forero, Francisco B. Qmntero, Sctpwn Duarte,Buenaventura La Rota, Hipóllto Machado, Ánjel M. Villamil, Juan de Dios Garcí~! José M. Valle Moya, Fidel Escovar, Hermen<'Jildo Car· vallo, Bt·aulio Machado, Fernando Zca, J. de los Sántos Izasa, Reyes Hoyos, J, Zo~o M: Escovat·, Lorenzo Izaza.Pantalcon Escovar,F •·anCisco Mon­tero Janacio ürtiz, Martiniano Arenas, Fernando N. N' iebt o, Pedro Villamizar Pen~ aran d a, F• ranci.s co Gat·cía Mi:ttis (Panamá), Joaquin Mont~ro, Ma!luel 'Bot·bua Constantino Arosernena,Damtan Agmlar, José R.'Mudana, José del Cármen Macías, :Flo- . rencio Arosemena, Manuel L. Barzallo,José Mai'Ía Aispuro, Lorenzo Legundo, Manuel Hijinio ~eva­llos José 1\Jaría Herrera, Luis Alarcon, Miguel Piñ~ela José Lazo de la Vega, Lino Nieto, Ma­nuel Fe;nández, Celedonio lsaza, Manuel Braulio Henera Isaac Femández Feo, Eujenio Huertas, Ceferin~ de Arce, José del Cát·men Peña, Manuel Pinilla, Estévan Luque, Belisario Ramírez, Em~­lio Caballero Ut·riola, Juan Bautista Amador, Hl­lario C01·rea Simon de Leon, Evaristo Henera, Fe•·nando C~sio Nicanot· Montemayot·, Ll.tis de Fáhrega, José M. Castm, Francisco Sunjul', José Tomas Rosario, Eulojio D: Ca•,·anza, Manuel Ma-l ría Arosemena, José Manuel Sáncbez, Daniel Chá- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CATOLICO. nis, Antonio Madl'iñao,Nardso Mad•·iñan, Manuel Anselmo Alvaa·ado, J. M. Cht\vcz, Nicolas Al vara­do, 1\laricmo Cadanedo Medina, José Manuel Cas­trellon, Guillea·mo Pe•·eira,Ezequiel Hurtado,(Cau­ca) Eladio Ferrea·, Nicolas H01·masa, Cárlos Bue­no, Anselmo Vicente Delgado, Joaquín González 1 Montoya, Vicente Micolta, Juan Gómez Múñoz, 1 Joaquin Pat·do Concha, Ramon Rosales, Lope Restrepo, Rnfael Pérez, Manuel Antonio Vet·nnza, 1 , Alejandro Carvajal, Pedro José Nátes, Ánjel Rue­da, (del Magdalena) Francisco Montero, Joaquin S. MuniYe, Fl'lmcisco Gaspat· Gonzá)ez, EmeteJ'io Alrnendt·ales, José Sántos Fajardo, Solon Lozano, Eliseo Rodríguez, Benito Moreno, Rafael Pimien· ta, Rafael Iba•·ra, .J. J. López Jiron, Pablo E. de ]raza, .Juan P. Jnen, .rosé María Herre1·a, J. M. Ayala, Santiago Cajat·, Narciso Posada,.José Isaza, José M. Urrutia Aflino, Pedi'O Jilabea·, Manuel Ve­larde, 'G. Rtimos,José M. Sánchez,Juan C. Canan­za, Ventum Gallegos, Hermójenes Gaitan, Nicolas Machado, Eval'isto Azuero, Eustoquio Mantilla, Francisco Osma,Elías Corredor,Gregorio Estévan; Que han sido denunciantes los señores Tomas Cuenra, Valentin Fen·o, Paz Pl'iedrn!:ita, Amlsta­sio Espinel, José de la O Vélez~ a nombre de sn hermano Salvad01·, Misael Gaitan, Secretario de Hacienda del Tesot·o en 1862, Urbano Pradilla, como apoderado de Montoya, Saenz i Compañía, Mal'iano Fernández, .José Prieto Solano, Pedro Mmillo, Eulojio Forero, J. Agustin Ut·icoerhcw, Ramon Galviz, doctot· Cayetano García de Fonti­bon, Agustin Forero, Zenon Otálara, Wenceslao Nieto, Cál'los Bm·da,Juan Pubon, Justo Aroseme­na, Manuel Antonio López, Simon Quevedo; Que han sido miembros de la .Junta Suprema di· rectiva, JuJtian Trujillo, Manuel Ancízat·, Naza­rio Lorenzana,Jorje Vé.lt·gas,Miguel Samper, Agus­tin Uricoechea, José M. R.Garrido,Hipólito Pérez, Agustín Cat'l'izosa, Rafael Pérez, Juan de Dios Múñoz,Manuel Suárez }~ortoul, Camilo Carrizosa, Jacobo Sánchez,Tomas Ospina, Froilan Largacha, José Mada Caro, Diego Suárcz, Leon Hinestrosa, Bemardo Espinosa, Manuel J. Pardo, Rafael Nú­ñez, Januario Salgat•, Salvador Camacho Roldan, Sábas M. Ut·icoechea, Felipe Pérez,•Ignacio Ortiz, Tomas Cuenca, Flavio Pinzon, Antonio del Real, Eujeuio Castilla, José M. Grau, Manuel de Jesus Quijano; Que han p1·esidido Jos remates Jos seño1·es Na­zario Lo•·enzana, Nicolas Pereit·a Gamba, Cádos Gómez Valdez, ·Luis María Cuet·vo, Manuel Abe­llo, Januario Salga a·, JoséMada Alvarez, Anselmo Restrepo, Alejandt·o Borda, Bernardino Medina, Flavio Pinzori, Miguel Salgar, Joaquin Ujueta, Juan Obregon,Fernando Pán·aga,Jacobo Sánchéz, Francisco A. U1·ibe, Narciso Réyes, Tomas Ospi­na, Andres Sandino, Francisco Vát·gas, Joaquín Tamayo, Félix Ricaut·te, Máxima L01·enzana, Teodoro Valenzuela, Bemardo Herrera, Hea·móje­nes Gamyito, Bonifacio Espinosa, Francisco Va­lenzuela, Pablo Fedel'i~o Oramas,Martin Castella­nos, Miguel 6 utiénez Nieto, Ignacio Ortiz, Raí­mundo Santamaría,Jenm·o Santamada,José Asun­cion Silva, Zacal'ias Azuero, 1\fanuel Sampe1·, Fer-nando Conde, Antonio J. Toro, Camilo Ánjel, Cárlós Tamayo, Manuel Pomho, Gabriel Agudelo, ~mncisco J. Montoya, Aníbal Galiqdo, Aparicio Escovm·, Leon Hinestl'Osa, Alberto Anjel, Antonio M. Gar-deazábal. Juan N. Méjia, Ernesto del Vi­llar, Antonio M. Forero, Rafael M. Berrío, C.enon Ortega, Antonio M. SiiYa, Pedro Pablo Cabo, Agustin Angal'ita, Bel'llardo Junguito, lsidoi'O Ri­caurte, Juan Nepomuceno Salamauca,HermÓJene& Várgas, Antonio Vélez, Enrique Umaña Ricaurte, Juan B•·igard, José Marfa Pardo, José Antot:lio Méjia, Manuel J. Pardo, Mat·co de Urbina, Cárlos Zapata,J uan Manuel HetTet·a, Manuel L. Ramírez, Luis CnpeJia Toledo, Manuel A. Núñez, José María Guet'l'ero; Que se han presentado solicitando la t·edcncion de los censos que reconocian a favoa· de la Iglesia, en el Tesoro nacional los ~e110res Heliodoro Jara­millo, ' 7il·jinia B ecquet autol'izada pot· su esposo, Manuel González Brieva, Josefa María de Gómez, Rafael Cortez, Modesto Barbosa, R. Vicente Díaz, Valeriano Várgas, Bias García, Ramon González Gaitan) Manuel Jiménez, Bartolomé Martínez T, Elias Moreno, Pm·eit·a Gamba, Camacbo Roldan i Compaüía a nombre del señor Joaquín Réyes, Pablo HeJTel'a, apoderado del señor Joaquín So­lano Duran, José A. Soto, Antonio Nieto Mendoza a nombre de Juan José Moji ca, Manuel Antonio Cordovez i su esposa, Rafael Mendoza, Hermó­jenes Valdil'i, Percy Bt·andon, Simon Piñet·os, Manuel Castro N, Antonio María Silva, Nié.ves Núñez, Pedro C. Núñez, Enrique Hoyos, Ejidio Carrillo, José Antonio Soto, Elias Olat·te, Emigdio Palau, Mm·celino Díaz, Cárlos Abondano, Valen-· tina Vega, Manuela Jiménez de FieaTo, Luisa Pe­reim de Solano, José Mal'Ía Espinosa, Ma1·co A. del Basto, Gregorio Estrada, Magdaleno García, Focion Soto, Arístides Villamizm·, José M. Leon, Jesus María Gutiérrez, Junn Crisóstomo Villareal, Ana Coustain, Federico Rt>strepo, Cái'Jos Cuéllar, Símon de Ph1éa·ez, Petrona Sánchez, Sofia Nieto, Juan A. de la Espl'iella, Juan Capella, José María Henera, Samuel Sayer, Antonio Ceron, Ramon Cortez, Ricardo Becert·a, apodea·ado de Benito i Domingo A. Niño, Emma Benedeti, Joaquin M os· quet·a, José Santos Marin,Andrea Pl'ieto, Ezequiel E:.;priella, José Pl'ieto S, José M. Isaza, Luciano Rest.repo, José Manuel Restrepo, I.orenzo Tejada, Juan B. i Antonio Núñez, Agustín Vélez, Juan N, Lariza, Manuel Réyes representante de los señores Tomas,Bernardino i Encamacion Salcedo, Jervaclo Col menat·es, Manuel V á1·gas,J osé Antonio Agudelo, Fa·ancisco i Juan Mesa, Beliza Salcedo, Juan A. Mejfa, Clemente Salazar, Manuel At·aujo, José M. Pacheco, Fedel'ico Ca pella. Pedro Cot·tez Holguin, Diego Suárez, .José Araujo,Nicolas Escovm· Cerda, Wenceslao Martínez, Nicolas Pereira Gamba, Ni­colas Espinosa, Manl)el Samper, Fa·ancisco Puerta Gutiérrez, Antonio Benedeti, Natividad Montejo, Patl'icio Mar.tínezt Juan Sordo, Juan A. Gutiénez, Benito Na vano, Ricardo Becerra por Ramon Cas­tro, Francisco C. Ruiz, Ezequiel Rójas, Isidoro La­vm ·det J.osé Manuel Lasp1·illa, Miguel Gutiénez Nieto, Agustín Vélez, Leon Hinestrosa, Antonio Jia·on, Luis Otero, Vicente A. Gálvis,Dolores Chi­rinos, Amelia Femáudez, Fermin Velazco, Satur­nino Arias, Cármen Leon de Araujo, Eloi Pot·to, Miguel Aranjo, Bruno GutiétTez, José Leor1 Tl'is­tancho, Gabdel Vargas, Pantaleon Gaitan. Aunque todo esto consta, repito, de documentos oficiales, no prueba que la Vicada haya dado fa· cultad ; pot· el cont•·al'io, están vijentes las resolu­ciones dictadas por Su Señoi'Ía Ilustrísima en 21 de junio de 1862, que entt·e ot1·as cosas dicen : « Los que hubieren sido denunciantes de las fincas de « manos muertas >) o hubieren cooperado de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CATOLICO. C!}alquiera mane1·a a la víoi.itcion de los monaste­rios de relijiosas, a pl'ision de los relijiosos i al ro­bo de Jos bienes de unas i otros, han incurrido en escomuníon resel'Vada a Nos, escepto en artícula de mmwte, i estos mismos están obligados a resar­ch · todo el mal que han hecho i dar satisfaccion ! del' escándalo que causaron.» En 23 de febrero de 63 : « I. .. os que hayan tenido parte de cualquier modo en la salida de las relijiosas de sus monaste-­rios, han incunido en escomunion mayor· •·eserva­da a mí, i los que estén in articula morti . .,, para ser absueltos,deben prime•·o da•· una publica satis­faccion. >) Eu 26 de marzo de 63 : «No deben pasarse listas de inventarios porqu~ esto seria il· a entregar las cosas de la Iglesia incua·riendo por el mismo hecho en la escqmunion del Concilio. No olvidemos que San Loa·enzo quiso mm·h· asado en una panilla mas bien que entt·egaa· los tesoi'Os de la Iglesia que estaban a su cuidado. Habrá tal vell: mas tt·op.elías, podrán cometet·se mayo1·es atenta­dos ; pero tambien se pa·obará una vez mas, t¡-t1e los encat·gados de defender los de&·echos s: 5.a '"f'odas estas variaciones se 'harán al tiempo de asentar en los respectivos libros parroquiales, las partidas de defuncion, casamiento i bautismo." P~ra cumplir con aquellas disposiciones, -el . ' B ·~ñor Cura, en virtud de lo oraenado por el Prelado,se servirá proceder a formar el padron observando las reglas prescrita-s en el decreto, efleabezaBdo e1 libro con la relacion de las obli- , gaciones a q-ue se constituyen los que en él se inscriben, haciéndoselas saber a los que se presenten para ser inscritos, respecto de los cuales es preciso inquirir si están censurados, i tomando el señor Cura, con la formacion del padr~n, conocimiento de los mi~mbros de la comunion católica a quienes como a. talesr se fes deben dispensar las gracias de la Iglesia. .El señor Cura se servirá .con anticipncion av1sar a los feligreses i prooeder luego a la fo~macion del padr611 -el que procurará esté ter­mmado el l. o de enero próximo, i continuando des pues de formado, cofl. lo que el artículo cita­do prescribe. Oportunamente el señor Cura dará aviso a este Despacho de haber cumplido con lo aquí comunicado. Su atento servidor, MIGUEL ARx.As Por resolucion de la Vicaria jeneral han sido encargados los señores doctores Manuel Fér· nandez S:J.av~dra, M. M. Saiz, Rafael Plata, Manuel José Ana ya, Cárlos Calvo, Pío Molano, Juan Rójas, R. P. Frai Antonio Acero, R. P. Frai Yictorino Rocha; R. P. Frai Anacleto G6mez, en su defecto el R. P. J. M. Rueda,R. P. Frai F&lipe Bernal, iR. P. Frai Basilio Ró­jas respectivamente de las iglesias de el Cár­men, la Concepcion, Santa Inés Santa Clara, Santa J ertrudts, el Sagrario, las Aguas, Santo Domingo, la Candelaria, San Francisco, San Agustin, i San Diego, de esta ciudad i los se­ñores doctor Juan N. Cifuéntes i RR. PP. Frai Joaquin Paez, Frai José de la Cruz Ruiz' Frai Ricardo Cancino, Frai Pedro Pineda i Frai N orverto Bal vuena, de los de la Concep­cion, el Cármen, San Francisco, Santo Domin­go, Santa Clara i la Candelaria en el Estado de Boyaoá,. designacion que ha sido necesaria. para la .conscrvacion Je los templos, que que­daron espuestos a profanaciones por consecuen­cia de la suprecion de las comunidades relij ÍO· ·sas,verificada de hecho por el Poder civil i que la Iglesia no reconoce en derecho. Algunos de los espresados Sacerdotes han recibido autorizacion de la Vicaría jeneral, fa­cultada por el Ilustrisimo señor Arzobispo, e_p. virtud de resolucion espedida en Roma el 19 de febrero último, para recibir sumas del Te­soro pt1 bl ico, con la condi.cíon impreseindible, de espresar al pié del recibo, que tal recepcion se hace como de los réditos o usufrutos de la~ propiedades de la Iglesja i que no por esto se entienden aceptadas las disposiciones sobre desamortizacion ( UT OMNINO ABSTINEANT A Q.UOUIS .ACTU, Q.Uf LEGIS A G.UBERNIO IN HIS LATAE, EJUSQ.UE EXEDUTIONIS A.PPROBAT!O­NEM ·INDUCAT ) .con la condicion referida i autorizacion especial del Prelado que califica. la nece,aidad puede hacerse la recepcion ( HAc AUTEM C.AUTIONE SERVATA,NON ESSE ILLlCI'" T.UM ). Esta. resolucion no autoriza a los que no ten­gan licencia especial del P~elado para recibir, ·DÍ inhibe de las censuras a los que han tenidp parte en las espoliaciones, ni a los que con des­precio de las ór.denes de los mismos. Prelados, que han declarado suspensos absolutamente del ejercicio del ministerio a los que las infrin­jan, han 'l'ecibido cantidades del Tesoro pú­blico, los que por otra parte se han hecho in­dignes de obtener hoi el permiso aun con las condidones que se exijen, siendo de notar que despues d~ la esplicita nota contestacion dada a los padl'es R. Cáseres i M. González, i que se reJistra. en el número 52 de" El Católico " en que se les hacen sabe las penas, haciendo abstraccion de ella i atrayendo sobre si la_s censuras, violaron las prescripciones del Pre­lado Jos referidos relijiosos i los padres Frai Calasans Núñez, Juan N. Rámos, Cárlos To­rrente, Rafael Almanza, Rafael Méndez, Pe­dro Conde, Virjilio Rodríguez, Francisco Mén­dez, Alberto Rosales, Ignacio Castillo,]~rai F. Benjumea., Juan B. Barragan, Bonifacio Pin­zon, Luis Fl6rez, Roman Castro, José María Vásquez, J ulian Espinosa, doctor A. Delgadi­llo, Narciso Velazco, Camilo Granádos, Pláci­do Bonilla, Cornelio Pereira1 J. N. Rámos i Luis Suárez, segun aparece de los últimos nú­meros del " Dia1·io Oficial. " ARIAs, SecretHio~ ArquidiócesisdeSantafédeBogotá.--Barichara, julio 24 de 1864. . Señor Secretario del Gobierno eclesiástico. Siendo Ministro del culto católico, tengo el im• prescindible i sagrado deber de manifestat· a U, mi profunda adhesion, respeto i obediencia a la Silla Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .234 EL CATOLICO. ' 1 ' r f 1 ; Apostólica i a mis Jejftimos Prelados,e igualmente protestar a la faz del mundo católico, contra Jos esct·itos vejatorios al Soberano Pontífice i Senado de la Iglesia Romana, i todas las publicaciones que han hecho pot· la prensa algunos Sacerdotes i pm·­ticulat ·es,chocando de frente la libertad evanjélica _de la Iglesia e. hil'iendo sus derechos. Sírvase ponet·lo en conocimiento del señor Vica­rio jenerai.-De U. su atento servidor, J~ean Nepomuceno Franco. . 1 REDACTOR, VENANCIO ORTIZ. ~ El día 1. 0 del entrante meS de setiembre debe ; llegar a esta ciudad el Ilustrísimo señor Ar-zobispo, no despojado de los honores del marti­rio como ha dicho "La Opinion" número 77 en un artículo titulado " una nube mas, des­cargada," porque la aureola que rodea las sienes del Prelado ha sido adquirida. con sus padecimientos por La fé, i esa no podría per- ~ J derla sino por una imposible prev&-rioacion. Hoi es una verdadera propiedad suya i de la Iglesia de que nadie lo podrá despojar. "Vie­ne, dice el artículo citado, a apacentar su re- ' baño, VERDADERO REBAño: " tal sarcasmo es inmerecido, porque si el pueblo a quien así se insulta, ha orado llorando para inclinar en su favor la balanza de la justicia divina, i obtener misericordia del Sér Omnipotente que rije el Universo, el dia que se resuelva a convertirse de oteja en leon, hará temblar a lo8 que hoi se mofan de su sincera fé. El señor--Arzobisfo "se ha inclinado delan­te del mandato lega en los términos que a la autoridad satisfizo," porque como Prelado ca­tólico no tenia que examinar la constituciona­lidad do la leí ni la lejitimidad de esa autori­dad, debia evitar conflictos i atender de pre­ferencia a la salud de las almas, debia manifes­tarse i se-manifestó humilde como su Divinu Maestro, sin dejar de decir como debía: "No obedeceré en lo que a a contrario a la libertad de la Iglesia o a 1 dogma soberano en que está basada. ,, 1 esta escepcion puesta a los térmi­nos de su juramento de sumision, no ha tenido por objeto " ganar silencio de p:nte de no pocas boquirrubias entre las beatas, " sino es­tar en aptitud para continuar luchando como tendrá que luchar con los que tanto desprecio ostentan por la lei relijiosa, i tanto ódio mues· tran al Clero ROMANIS'l'A. Este está ya enterado de que la lu-cha con ti­nuará, porque se le llama " aun, enemigo implacable de la República a quien no puede considerarse ni como desarmado ni como neu­tral, h as ta que no sea derrotado definitivamente en el campo que ha usurpado.'' ..Estas p:1labras se han escrito mui a tiempo para .quitar la venda a los que, con un candor infantil, han creído terminada la lucha. i se han mostrado satisfechos; con que Los nEÍEN ejer· cer su ministerio, confiando en que los LIBE­RALES respetarán alguna vez la conciencia ajena i los derechos de los pueblos en que do-minan. El Clero verá ahora claro, que no debe esperar nunca justicia de parte de sus enemi­gos que, despues de haberlo humillado i esplo- : tado, no quieren aun ceder en su empeño de destruirlo. Los Sacerdotes todos comprenderán que deben procurar con sinceridad unirse en vez- de ofenderse, i hacerse 'r de las sociedades secretas, a tanto llegan sus esperanzas. Pc,r eso, para establecer la desconfianza en­tre el Pastor i los fieles, para inutilizar el paso conciliador que acaba de dar el señor Arzobis­po, se han puesto en estos días en cireulacion chismes indecentes,que no producirán otro re­sultado que desacreditar a sus autores. El pue­blo espera ansioso la llegada de su Prelado para darle muestras de su a~or i respeto, por­que a él está unido con los vínculos de la fé; de esa fé que ha defendido, no como bandera polí­tica, porque comprendo que la pasion mezquina que se bautiza entre nosotros con tan sonoro nombre, es una cosa indigna de acercarse a la idea sublime q11e comprende el amor de Dios i los destinos eternos de la humanidad. El pue­blo que ha defendido esa fé con sus lamentos, con sus escritos, con su llanto, no ha visto per­sonas políticas en sus enemigos sino séres dig­nos de compasion, i ha orado por ellos. I-Ia ob­ser" 9"ado la conducta de todos los pueblos cris­tianos cuando han visto perseguida su fé : se ha cubierto de cilicio i de ceniza, i ha implora­do misericordia i perdon de Dios, resuelto a d.ejarse sa~rificar .ántes que abjurar su creen­Cia, creencia subhme que obliga a amar a los que nos ~borrecen i a hacer bien a los que nos pers1guen. Los señores Redactores de " La Opinion '' creen confiadamente que llegará pronto el dia "en que la literatura épicamente plañidera i quejumbrosa del Sacerdote católico, incitará a la risa en medio de la monotonía de la mas completa libertad. " N o podemos, en verdad, formar otro juicio de los que tal cosa escriben, f que el que pudieramos formar del que fuera a . ·~~~---=----~--~~~-=~~=-~~~~------~~~----=-~--~~= ----~-----~~~~~--~--~' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL G A 't O L 1 C O. 135 una casa respetable a hablar con desprecio de la madre de familia en presencia. de sus hijos. • Esta LIBERTA.o grosera, que insulta. al buen Süntido i alienta al crímen, es la. libertad por­que trabajan deveras nuestros pretendidos §16 sofos ; i como ella no podrá plantearse mién­trns se profese por el pueblo granadino la creencia católiCa que hace al hombre respetuo· so por cuanto se debe respetar i funda así la libertad verdadera , fuente de la verd.adera civi­lizacion, se trabnja ahincadamente por destruir esa creencia. Vea, pues, nuestro Clero si la lucha. habrá terminado. Los hombres que tienen la " con­ciencia tranqmla i paciente como M. Renan," son los que están en el P<:>der, los que dispo­nen de la cosa pública, hacen esas cosas que llaman leyes i las sostienen luego con las bayo­netas del ejército contra que tanto escribieron ántes, calificándolo como debe calificarse hoi aqui : de apoyo brutal de la mas ominosa ti-ranía. El ultimo paquete nos ha tt·aido la dolorosa 1 nueva de la muerte pl·ematm·a del ilustre Poujoulat, , acaecida en Aix. El autor de la « Correspondencia de Oriente » i de la «Historia de Jerusalen,)) no era Yiejo toda­vía, todavía podia enriquecel' la litel'b.ttwa con mu­chas pt·e.eiosas producciones. Et·a uno de los ada-lides que peleaban en primera Jínea contra Ja sofistería anticristiana; pidió siemp1·c su inspira­ciou al auto1· de toda belleza, i la luz del cielo inundó su noble frente i la mano de un ánjel del Seño1· dil'ijió su inimitable pluma. Dios ha recibido su noble alma : en la tierra quedan sus obt·as, i esas obt·as no serán olvidadas miéntt·as haya amor pot· la elocuencia i entusias­mo pot· la sublimidad. -Treinta i tres Sacerdotes han tenido ejercicios cspil'ituales en el convento de la Candelaria du­. rante los nueve dias que terminaron el miét·coles 24 del p1·esente. Estos eje•·cicios han sido dirijidos pm· el presbítei'O Ignacio Buenaventura, quien consiguió con su predicacion tan abundantes ftu­tos, que esos treinta i tres Sacea·dotes sea·án en Jo sucesivo, mediante la gt·acia de Dios, verdaderos apóstoles capaces de oponet· un fuerte dique al to­nente que amenaza denibat· la casa del Señor. Los ejercicios terminm·on el juéves 2S con una es­pléndida velacion. -Hemos tenido el gusto de leer ahora los tres primeros números de «EL OBRERO.>) Este perió­dico, escl'ito en lenguaje sencillo, pero cm·recto en lo jenea·al, contiene conceptos i apreciaciones que l'evelan en los m·tesanos que lo redactan, nociones mui justas sobre el objeto de las sociedades hu­manas, i sobre los pl'incipios que deben adol·nar a un coa·azon vel'daderamente hom·ado i patriota. Los versos que en él publica el aatesano, señor 1 González, ·no carecen de mél'ito poético a pesar de su desaliño e inco1·reccion. Nosott·os que formamos bajo el estandarte de Jesucristo, artesano tambien, damos al «OBRERO» la bienvenida i le deseamos fruto i duracion. -Lo mismo decimos respecto del elegante « GRANADINo,>) -cuya diccion pura, sanas ideas i gusto csquisito en la elecclon de los asuntos de . que se ocupa. dejan conocer que es un maestl'O en el pel'iodismo i en el idioma el que lo redacta. El partido Católico debiera sostener con eficacia esta produccion que honra al país. ACTO DE CONTRICION. SONETO. Omnipotente i sempiterno Dios, Uno i b·ino a quien amo, en .quien espero, Consuelo del cl'istiauo verdadero, Que toda su confianza pone en Vos. Y o que fuí en ofenderos tan precoz, I de los pecadores el pt·imero, Mas no de arrepentidos el posb•et•o Perdon os pido de mi culpa atroz. Sí mi Señot· i Rei i Padre amado, Yo imploro ese pet·don que has nrometido Al que confiesa i llora su pecado, Lleno de contricion i arrepentido. I tengo viva fé de set· salvado, Pues fui con vuest1·a sangre redimido. MARIANO Escov AR R1v As. LA NOVENA DE LA CANDELARIA; II. ( CONTlNUACION ). -SI, si, esclamó con voz alterada, vuestro nombre me es bieu conocido. Es caro para mi padt·e-i para m) tambien - porque despierta en nosotros recuerdos que no se borran 'jamas de un corazon honrado, los del reconocimiento! ..... Es pues verdad, continuó Cecilia hablando consigo misma, como si hubiese ol­vidado súbitamente mi presencia, pero de manera que no me dejó perder una de sus palabras. ¡No era una ilusion! todo se ha cumplido hasta aquí; todo se cum­plirá sin duda. Que se haga la voluntad de Dios! I cayó en un abatimiento sombrío, en que todas sus ideas parecieron desvanecel'se. Una de sus manos tocaba casi la mia. Yo me apo­deré de ella sin que Cecilia hiciera el menor esfuerzo para retirarla. Solo me miró con un ojo mas atento . -El es ! dijo. -Oh ! mi vista no debe causaros alarmas, repliqué yo estrechando su mano entre las mias. El sentimien­to que me ha conducido a vuestro lado es puro con1o vuestro corazon, i tiene la aprobacion de un padre cuyo único pensamiento es vuestra dicha. Sois libre, Cecilia, i nuestro destino futuro no depende sino de vos. -Nuestro destino futuro no depende sino de Dio.s, respondió ella bajando la cabeza con un suspiro pro­fundo . Pero habeis hablado de mi padre. Sin duda lo ha beis visto ya. El sabe que a esta hora de Ja noche sufro hace algun tiempo un mal inesplicable que me ahoga, que me mata. ¡Deseo tan vivamente prevenir su acceso! ¿Cómo es que mi padre no lJa venido? Auuque el coronel me hubiet·a dicho algo de aquel accidente queno inspiraba ningun temor, la espresion de sufrimiento que acompañaba a estas palabras me heló la sangre. El padre de Cecilia se babia detenido delante de nosotros en el momento mismo en que ella parecia buscarle por la sala con una mirada inquieta. l\Ie admire de que no le hubiese visto. -Estoi junto a tí, dijo él envolviéndola con un brazo que la sostuvo, porque iba a desfallecer. Ella se apoyó en su seno i pasó as! uno de esos ios. tantes de angustia que son tan largos para el dolor. Una de sus manos, que yo no había abandonado, se habia crispado al principio bajo mis dedos, i despues Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --~-~ EL CATO LIC. O •. s~ había relajadoi ~nfriad?- como si la muerte la hu- l. si no estoi. ~n comp~ñía de al9uno <¡ue .nie_ lll)le i. ~11e bu:'se ganado. Yo d1 un gnto de terror~ · proteja ? Heme aqm! respoud¡. yo J!Of fin." 1 el rmdo· Las amigas de Cecilia se habían agrupado al rede- de mi voz me despertó. El dia estaba mui· avanzado. dor ; i, en los cuidados que le ptodig¡¡ban, le habían Aquell:l noc:he sin fiu se habia prokmg~do ~on todas , quitado la máscara. ¡Ay! todas mis dudas se habian las horas- de la mañana. Era- un dvmingo1 1 tocaban disipado, pero una palidez espantosa cubría aquellas al-uttimo oficio en la capilla católica. (acciones tan queridas a mi memoria. Yo sentía. la. Yo me babia ya reprochado vagamente algunas ve· vida pronta a escapárseme tambien, cuando Cecilia ces.el no haber. rnanifestado con uu solo acto de pie- · respiró, levanté la frente i fijó sus miradas en las pér- dad mi. reconocimiento por el beneficio de mi div:ina · sonas que la rodeaban. protectora. i\Je apr~sU1·é a entrar en la- iglesia. i a --¡ Ah ! dijo, mui bien: estoi mejo.r, vivo, no su~ mezclam1e en ·el pequeñ·o número de los fieles. Llegué -fro ya. Os pido perdon a todos·, i o~ doi gracias. Esta en el momento en que el Sacerdote se dirijia al púl-crls'• s jamas es larga, pero yo habr;a querido ahorra- pito. Era un hombre de cabellos blancos, cuya noble ros el cuidado .que os ha causado. Era preciso no ve- figura llevaba impresa la huella de una pena profunda, nir o partir mas pronto.-- 1 sin embargo, añadió vol- templada por \a \'esignacion i por la fé. Se detuvo un viéndose un poco acia mí.-- sinembargo, sentiría no ha- momento delante de mí; i me miró 1ljamente, como ber venido, o haberme ido demasiado pronto._ No se- si- hubiese sido s&prendi.do. por la. pr.~sencia de un 1· guiré interrumpiendo vuestros placeres; el aire i la cristiano estraño a su auditorio ordinario, o com() sr marcha van a completar mi corazon. hubiese estado preocupado, en el rnomento de verme, Partimos poco tiempo despnes, i 1\f. Savernier, por alguna impresiou que yo viniese a hacer revivir l tranquilo ya, me confió el brazo de su hija. Ella esta- en su alma. Suspiró, pasó, subí~ al pul pito, consagró 1: ba cerca dfl;mí, cerca de mi cor•azon. Yo comunicaba algunos minutos a uu acto de adoraciou, al que me libremente con su pensamientó.; respiraba su aliento; asocié yo con fervientes plegarias·;. se recojió i habló. i poseía los diez minutos de vida plena i feliz que Dios Sn- discurso tenia por obJeto las vanas esperanzas de me babia reservado sobre la tierra, i gozaba: de ella Jos .hombves q-ue han coloeado su Rorvenir en las. cosas con d~licia, porque niogun cuidado alteraba su pureza. de la ti('rra, i que no han contado -para arregl_ar sn vi­Cecilia no.sufria ya ; lo había dicho ; ·¡o repetía a ca- da, con los decretos eternos de Ja Providencia. Véplo­oa paso. Marchaba con un pié seguro i lijero ; se raba la ciega presuncion de la creatura, cuya débil in­reía hablando de aquel mal caprichoso, que no la ata- telijeucia no puede comprender ni las causas ni los f caba sino para vterrarla con la incertidumbre i la bre-- moti-vos de los acontecimientos mas simples, que no j vedad de nuestros placeres.Su padre,teniéndola rodea- ~a he nada de lo pasado, nada de lo futur(), nad~ de lo da con el brazo, se felicitaba de. cucont_r~rla tan bien, que concierne a sus- únicos intereses verdaderos, a lo& de poder atribuir el m~l pasajero que acab~ba d~ s_u- i.utereses de su alma inmortal ; i que s.e revela hasta 1 · frir a las fatigas del bmle, o a alguna emoCJon E';)!nta la desesperacion por miserables dt~sgracias de esta cuyo misterio se e_seusaba alegremeu e de esc.udt·mar; vida fujitiva, ¡1orque e& incapaz de penet.:ar en las , El espacio que temamos que recorrer era mUI C?rto, 1 miras seeretas de Dios. '' 1 sinembargo., añadio ¿qué 1' yo no sabia si debía deseat· que se prolongase sm fiu es esta vida que ocupa todos vuestros pensamientos, . para eternizar la felicidad. pura que gustaba, .o. que para que deis la menor importancia a sus mas sé~ias llegásemos aprisa para volver mas pronto a Cec1ha el ri ·ci udes? ¿qué t>s la pobreza? ¿qué es la de~grama? 1·eposo de que tema necesid~d. Habi~m?s Jle~ado ,; la ¿qué es la muerte? ¿ tué, sino i mpe•·ce.ptibles acciden-md ano de Cecilia-se desph ~~ll~!a de.Ja 1 nua,y1 no set quhe mbe- tes de posicion i de or~a en la in m( ~sidad de, los j' . ecia que aqueJJa noc e sena mm ar_ga.· o es rec .a a sig!os que os perten('cen. co:NCLUIR.A.1• aquella máno que se me escapaba, 1 no me atrev1a a llevada p mis labios ;. pero. Ja estre~l~é tal vez con ¡ mas amor;i r.reoque la mano deCec1ha me respon- A ÚLTIMA HORA.-Los l~jisladores de Rio-dió .... La puerta se babia abierto. negl'o a que hace referencia la nota oficial publica- -Hasta mañana, dijo el Coronel; hast~ mañana! da. en este nume1·o son los siguientes: 1 1\:añana será para todos eJ mas bello dia de nuestra Justo At·osemena, J ulian Tt·ujillo; José María vi~a, si Inis esperanzas no son engañadas .... Pero _ Ja Rójas Garrido, Domingo Diaz Granádos, Mamea·to mitad .de Ja noche ha pnsado ; esta hermosa mana- García, Antonio Mendoza, Camilo Antoni~Erhe-na, debe va tocar a su segunda hora, i Cecilia necesita. N 1 F y 1 A dDrmir la-rgo, porque su ·salud nos ha i!lq.uietado. ho~ vea·ri, hlan C. Soto, ico as • • i la; ntonio un po-co. Hasta las cuatro de la tarde, contmuo. González Carazo, José A1·aujo, Bejamin Noguera,- abrazándome, ¡ esta vez, si Dios quiere, estarémos Ramon Santodomingo Vila, Felipe S, Pnz, Eloi todos tres a la mesa . .Muchas ocupaciones podrán · Porto,. Sántos Gutiéa·rez, Sántos Acosta, Antonio abreviar para ti "el tiemp9 que nos falta para volver a -Ferro, Pedl'o Cortez- Holguin, Eusebio Otálora, estar reunidos : el sueño, el tocador i la esperanza. José· de) Cármen Rodaíguez, Gabriel A. Sarmiento, Ellos entraron.;. la puerta jiró lentamente sobre Santiago Izquierdo z. , Anibul Currea, Tomas C •. sus goznes, i Cecilia me dirijió con una voi conmoví· de Mosquea·a, Andres Cea·on, Ezequiel Hurtado, da un adios que o1go todavía. Peregl'ino Santacoloma, R·amon Mad& Arana, Ni .. El sueño que. mi viejo amigo me habia prometido no comédes Conto, Antonio L. Guzman, Vicente G·. me concedio sus dulzuras; i lo esperé inútilmente hasta la al ida del sol en un insomnio inquieto i febril de Piñérez, Ramon Gómez, Francisco J. Zaldúa, yas álarmas no me podia esplicar. N.() me sorpren. . Fi·ancisco de P. Matéus, luan A. Uricoechea, I.:o­d' ó mas tarde: sino para hacerme cambia.li de suplicio: l'enzo Maria Lléras, Manuel Ancízar, Salvador Ca­Yo veia a Cecilia, es cierto; pero la veía ~omo se me macho Roldan, José María L. .Herrera, Luis Cape­babia apa cido por un momento, pálida, desfalle- lla Toledo, Manuel L. Herr-ea·a,. Juan M. Barr-era, ciente, con la frente cubíerta por las sombras deJa Agustín Núñez, Buenaventul'a Correoso, Gabriel muerte; o bien, inclinando ácia mi ol.do su cabeza Neira, Gufilermo Lynch, José Eocarnaeion ·ao­vel~ da por sus cabellos sueltos, i repitiendo aquel adios dao, Guillermo Fiaue¡·oa,. Focioo Soto, Aq iJeo simestro que me babia dirijido algunas horas ántes. ..... Yo me volvia entónces de ~u lado para detenerla,¡ · Pana, Nar'Ciso Cadena, Alejandro Gó ez tos, 1 mis manos no asían sino un vano fantasma. Algunas Felipe Zapata, Marcelino Guti,t·rez A., G-abriel ve.ces sentía como que una ave nocturna me rozaba Várgas Sántos; José Hilal'io López., Bernardo He­volando el rostro, i cuando me esforzaba por seguir rrera, Liborio Dut•an, José María Cuéllar Povedn, con la mirada el objeto desconocido de mis temores, Manuel Antonio Villoria, Eustoriio Salgar, Wen­ ·~ per~i,oia todavla a Cecilia que huía con atas de fuego ceslao Ibáñez, Clímaco Gómez Valdez. tn~·¡tandome a que la siguies.e. "¿No vendt•ás? me .gnt~bu con un largo jemido. ¿Por (1ué me has dejado J partll' la primera?¿ Qué será de mí en estos desiertos, IMPRENTA CONSTITUCIONAL--POR NICOLAS PONTON• Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Católico - N. 65

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El Católico - N. 60

Por: | Fecha: 25/07/1864

f-----­. mL~ e TRIM. I. AÑO II. Bogota, 26 de julio de 1864, NUMERO 60. SEÑORES SUSCRITORES. Con el presP-nte número termina el trimei!ltre primero ucl segundo año. CIRCULAR. ARQurnrócEsrs DE SANTAFÉ DE BoaoTÁ.­SEcRETA H.Í.\ DEL GoBIERNO ECLESJASTI­co.- NUMERO ... 22 DE JULIO DE 1864. Señor Cura de ..•• Pnra ue la Junta de los se11~re:s Tesoreros creada por decreto de 1. 0 de mayo del flño ante­rior, pu~da tener conocimiento perfecto del cumphm1cnto qne hayan tenrr1o las disposicio­nes sobre la materia, se hace ind!spensable que el s~ñor .Cura, tomando los datos respectivos, se s1rva. mformar ántes del 1. 0 de setiembre sobro lo siguiente : Si lo correspondiente a los años anteriores ha simntn.dcr. En adelante se publicará mensnalmente la relacion de las parroquias de donde se haya 1 hecho la consignacion correspondiente en la Caja decimal. Del señor Cura, mni atento servidor, MIGUEl.. AHTAS. _ _.,;__-.. ... ~--- SEÑOR VICARIO JENERAL. Permítame su Señoría, que distraiga la atencion de sus mui graves e importantes ocu· pnciones, para manife~t~r a US, al venerable Clero que rije, i a todos los católicos de la Ar­quidiócesis, que no es esacto lo que el señor Vicario i respetable Clero dicen en la Iha­nifestacion que a sn Señ0rfa dirijo con fecha 1.0 de marzo, inserta en el número 50 de ':El Católicó": '' ¡Qué escándalo i mal ejemplo h::m dado al Clf>ro católico los Sacerdotes de S<1ntander, desobedeciendo los preceptos del Sumo Pontífice, Vicatio de Jesucristo en la tierra! " Al leer tales palabras se resiente mi ortodojía, pues aunque no me ha llegado el caso de manifestar abiertamente mis sentimientos relijiosos, no por cobardía," ni por algun interes mundan0, boi que se dice eso en la citada l\1ani­festacion, sin escepcion alguna. de loH Sacerdo­tes de Santander; yo que resido como Párroco del Valle de J esus en dicho Estado, croo me hnlJo igunlmente comprendiJo en el núme­ro de los aparece esc:tito, ~ narhe, en. ta~es casos, firma. lo que no está escrito como dicto. . . Que no m&.ndó a su Clero que JUrara smo qu e aconsejó a dos Curas que lo híciera.n PARA 1 EVITAR CON UN MENOR MAL OTRO MAL MA­YOR. De manera que si el señor Obispo cree conveniente _un asesinato para evitar males mayor es, aconsejará comete_rlo no obstante que la Icolesia enseña lo contrario. Decir que no tenia el 14 dO" agosto último 1·egln. a qué atenerse respecto de los negocios de l a Iglesia, es poco honro5o para Su Señoría Ilustrísima, cuya retractacwn, contrasta con los de los simples clérigos de su Diócesis. Se vanagloría el señor Obispo de haber pro· cedid o bien puesto que en sus actos condena­dos, consultó la UTILIDAD PÚBLICA, i cita a 1 San Juan Crisóstomo en apoyo de éste princi­pio benthamista. Tambien ~1 Jeneral M?sque-. ra ha elojiado al señor Ob1spo por sus Impor­tantes servicios a la reYolucion que triunfó hace tres años. N o debió Q1vidarse de esto el señor Tórres al hab )~r del princi io de utilidad. Dice tamb~en que el acuerdo presuponía la. apr.ohacion del Jefe de la Iglesia ; pero como el artículo 12 dice claro que para ponerlo en ejecucion basta que sea aprobado por el Presi­dente de los Estados Unidos de Colombia, i como el Aeñor Obispo principió a ejecutarlo pidiendo hasta a las monjas su lista nominal En fin, nos ha llamado mui especia 1m ent e In. ~ ~ atencion la siguirnte frase contcnJ ) porque "el plaji'o cie ltí- · fico sería mui notable ; pero dice : C\ la leyenda~>) ~ IJa actitud de la critica racionalista frente a siempre la leyenda. "ftsta palabra es todo su sec1·eto, 1 re1 te con el reinado histórico de J sucl'isto ])ios, todo su encanto, toda su sc<.luceion. Está orgullosa no tiene el mérito de la franqueza ni de la digni- de poseerla; i la cl'itica estranjera, sentada rn ..._] • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 92 EL CATOLICO. --1 medio de nosotros, se adoi'Da con ésta linda pala· bt·a, como las jóvenes con la ondean,t~ pluma que gustan colocar sobt·e su ft·ente. La cntJCa moderna embellecida .-on ésta especie de penacho nuevo, obtiene éxitos de salon mas que de escuela ; pero como pretende tt·astornat· la pos~sion. se~t~lar de Jesucristo Dios pot· la demo:.tracwn ctentihca, es preciso investigar tan sériamente como lo permit¿ 1 un ataque tan ;·uin, cuales son las razo11cs graves que o¡wne ul becl:w grundioso que acabamos de manifestar. Yo me- contento con seüalm· tres procederes empl eados por ella para q ue bran tar el grande h e­cho o al ménos para anulm· su estension demos. trativa. Ésto:; tres procederes que reas ímcn bas- 1 tante bien toda su estratéjia, pueden espt·esarse por éstas tres palabras : . negact'on,. duqa,. hip.rJte- 1 sis. Tal es en su reumon, la arttllerJa c1enttfica que dil'ije contt·a la inespug nable fm·taleza en que 1 se defiende contt·a ella la Divinidad de nuestro Cristo. I desde luego, señot·es, al hecho inmenso que os hemos recordado, la cl'Ítica modema opone la negacion, implícita o esplícita, altiva o vergonzosa segun la necesidad del caso. I aunque lleve su elegante mano cubierta con un fino guante, dá con ella a Cristo el golpe de la ncgacion. Niega, nó la matel'ialidad del hecho considerado eu su rca lirlacl histórica, sino su !Pjilimidnd i su esten­sion consideradas bajo su relacion doctt·inal i dog­mc\ tica. Delante de la humanidad cri stiana que afirma, hace ya cerca de dos mil años, la Divini­dad de Cristo, i canta de un cabo a ott·o del mun­do el himno de su adoracion, la cdtica moderna dice: "Nó, Ct·isto no es Dios." ¿Qué vale ésta ueo·acion delante ele nuestra afirmacion ? ¿Habrá entt·e n nsotros quien se espante al ruido de las negaciones contempor ele negat·. Pet·o yo pregunto, , quién entre vosotl'os, ante el pt·odijioso testimonio que acabo de invoco en Aténas i en Col'into, en Roma i Alejandría, c1·ecis en Ja Divinidad de Jesncl'isto 1 ¡He aquí aun en la misma Jerusalen; i entre ellos, ¡cuántos cómo se esplica por qué, dm·nute dos mil años, creyeron con el pueblo en la Divinidnd de Cl'isto! cien pueblos. han estado i están aun de rodillas l 1 Cuántos, des pues de b aber marchabe. impresiona•· aquí esa leyeuda del Cristo Dios diYinizado por el en­uo es la facilidad de hacer aclmitit· tal dogma; tusiasmo, sino es un sueño de vucs t1·a febl'il ima­es la dificultad. Que la .Divinidad esté realmente jinacion, \ma quimera que miente a la vez a la en un se1· que se me pt't:'Se nta en forma humana, razon, a la naturaleza i a la histolia? l no es lo que la rnzon me inclina a admiti1· rlesde Así, la crítica dá vueltas en un ÍJ'Clllo en que '! luego. La J'azon, antei'Íormente U'toda prueba de se ve reducida a embrollnrr,c en su propia con­hecho, no inclina ácia tal creenciCI ; al conta·al'io, tradiccion , i a darnos de un hec ho inmenso causaz ! · ' la rechaza. que no son causas i es p\icaci011es que nada es- I por cierto, la p1·ueba })ien palpable de ésta plican. 1 rcpulsion de la razon humana, es la oposicion qtJe Tal es, seiwres, la actitud jenera l que toma en hacen hoi Jos racionnlistas, rn pleno Cristianismo, nuestros días la critica negativa ánte e] grande n éste dogma fundamental de nuestra fé. E~ sor- hecho qul' acabamos de acreditéll'. Drlnnte del rei- , prcudente, pot' no decir otra cosa, que los hombres nado prodijioso de Jesuc;·isto poseedot· de la hu­que, despues de 18 siglos de creencia universal, manidad, ella se coloca <;!on sus tres cosas racio­rechaz¡ m aun en nuestt·osdias el gt·an mistel'io con nalmente impotentes i científi r an1e nte nulas : una una tan prodijiosa obstiuacion, sean precisamente n 'gncion que no tiene Jem ·ntos pa rn se 1• séria, i los mismos qne suponen lu1bcrla admitido la hu· que desaparece como unn sombra tijera en la glo- \i mnuidad entera con una tan prodijiosa facilidad. ria de nuestra universal afirmacion : una duda ¡, ¡ Qué ! Delante de la fé de los siglos i de la enferma que no purde nuda p ·ua quebrant, ,. el ~ nfirmacion de los pueblos; delnute de todas las hecho de una posesiou cierta; i una hipótesis qui- , })l'Uebas aducidas pot· )a apolojética cl'istiann; en 1 mérica que, ro.dca de no sé qué somht'US mitoló- ~ ~ · d pt·esencia de esas demostraciones que hnn inclina- jicns nuestra cuna colocada n la plrnn luz de la !· · . o ante la Divinidad de Cristo la mnjcstad de la 1 publicidad, i qt e hace violencia a In naturaleza !.! mtelijencia i la reyedn""~~ ' ilust1'e que se haya visto nuuca, esta po.seslou vale DUEL ~ título ante la t•azon i ];1 ciencia. Ella supone uua "" 0 · l . conspit·acion de juicios i un trabajo de intelijen... Los dolores intensos son mudos, l. cias, tales que, J·amas posesion alguna, por leJ'ítima no se espresan mas que con la- .... grimas. - 'l'Asso . . ,' que haya sido, ha sufrido en la twmanidnd. Con.. ·La muerte acahn de arl'ebatm· al señot· docto1• 1 tra ésta posesion intclectunl, pet·pétua en plena luz 1 de todas las civilizaciones; contra éste asentimien- JosÉ MARÍA JniÉNEZ, cuyas vil tudcs habrán sido 1 pt·emíadns en el cielo i cu.va memoria vivirá en -· to de tantos jénios interesa( os en uo engañarse; ~ : contra el veredicto de éste incomparablejw·y, tl'i- el cor·azon de los que sentimos i lamentamos su ! bunal anfictiónico de la misma humanidad que m- pérdida. ¡· tilican en cada pueblo i en cada siglo cristiano Digno i cumplido Sacet·dote, fué constante­r esta poscsion del Cristo-Dios. ¿Cuáles son, pre- mente modelo entt·e los suyos, i aunque re-guntamos, Jos títulos ciertos de la crítica moderna 1 signaJo, no fué insensible a los haz~res porque Contra ésta posesion que se apoya sob1·e el hecho tuvo que pasa,·, i contra los qu.e lnrha la Tgl.esia 1 santa de .Tesucl'isto. En las terribles pruebas que (e su propia existencia i b¡·illa con su propia luz, suft·e lloi el sacerdocio católico entre nosotros, él · ¿ dónde cstún vuestras razones evidentes, vuestros 'bl d estuvo siempt'e n la nltlll'a de Jos ve!'dade¡·os mi- ¡¡ Rrgumentos irrefutables, vuestras invenct -es e- ni!:;tros de Dios. Su alma noble habrá alcauzado ~ mostr·aciones? Las exijimos, i tenemos {lerecho ¡­. p~m ello, porque contra una posesion históric.1- el fruto de la fé cl'istiana en que rebozó i que lj mente incontestable, necesitamos nada ménos que tiene consoJadot·us recompens) Esta no fué una decision dogmática sino la cGn­denacion de una p1·oposicion. No fué dada pot· un Concilio jeneral, ni cont1·a un Concilio jeneral ; i esa conclenacion no fué contt·n el culto de las imí\jenes como lo enseila Ja lglesin, sino contm la adoracion de latría que atJ•ibuyel'On al Concilio de Nicea sobt·e un en·o•· de hecho. Con que no hai argumento ni contt·a la infali­bilidad de Jos Concilios, ni contra el culto de las 1 imájenes. El argumento consiste en la ignorancia del que Jo pone, que ni conoce la bis!ol'ia de Jos Concilios, ni la Constitucion de -la Iglesí • _:_En Popayau, el dia de los Santos Apóstofes .Pedt·o i Pablo, dió el señor José Usul'iaga un espléndido banquete al señot· Obispo Riaño. A él concut'l'ió todo lo mas notable de la riudad que sigue manifestando admiracion i •·esp eto pot· éste ilustt·e Prelado, hablando del cual, nos dicen que el Presbítei'O Manuel t\'I. Orosco, babia descuidado hasta la publicacion de su protesta contra el jura­mento, por consagrat·se a servirle, i que tambien le sirvió activa r desinteresadamente el Cura de · Guapi en la Costa del ~acífico, Presbítero Fran- l cisco JavH:w Campiño. Estos nombres no pueden se•· indiferentes para los CRtólicos, para los que comprendemos el mérito de la caridad. -:ta muerte continua amontonando víctimas entt·e la clase notnble de la sociedad. Desde el dia 15 del próximo pasado junio casi no ha dejado de ve1·se rodm· el carro mortuorio "onduciendo el cadávet· de alguna persona intere ·nnte, i C!Jya pérdida cnbre de luto una lm·ga familia. Este aumento de mot·tnlidnd, debe consistir en la ih· quietud mot•a\ en que vivimos, siempt·e azorados, temiendo algun trastomo del órden púbJico ; i en el n-otable desaseo ele la ciudad que se ha convet·­tldo en un vasto nruladar. Una de las mue1·tes que lamentamos es la dél señot· PEDRO BEnNAL a q!Jien atTastJ'Ó a la tnmbu una pulmonía causada por cierta diversi-on muí digna de la época, i :1 que se entt·egan los niños del bajo pueblo en las calles pl'incipales. Consiste en atravesat· E'n todo el ancho de Ja calle una cabuya cuyas puntas retienen los que quieren 1 ' • dive1·tirse haciendo dat• en tiel'l'a a Jos tr·anseuntes. El seño1· Bemal sufrió un ponazo así, i como el'a corpulento, el pulmon sufl'ió una gran conmocion. El señor Bet·nal mul'ió, i sus matadoras contiuúan en su diversion sin que la policía se meta con elfos. -Con fecha 6 de éste mes escriben de Popayan que el Clero está dispuesto a tenet· unos ejerci­cios espirituales en el Seminario, luego que lo- de• socupe~ las Monjas de la Encar-naciou que se mat·­chan tambien para el estranjeró a fines de éste mes..- Los Sacerdotes quieren ~ene¡· un loca-l como· el indfcadt> pam podet· administrar los sncr·amentos a los fieles, sin <.leja•· su retiro, porque el puebl-o rechaza tos ausilios de los clérigos colombianos. -En carta rechada · el 25 de abl'il último en el puerto de Sau Sebastian en España~ dice una pet·· sona respetable, lo siguiente: « Se han ido de aquí muchos hermanos i her- 1 manas de San Vicente de Paul, a Francia, al luga1· del nacimiento del Santo, pm·a inaugurar un nue­vo hospicio. Ayer, domingo 24, debe bahet· sido el pl'ime¡• día de la funcion. Llevan desde el pue­blo al nuevo hospi<•io. la caja que contiene el ca­dável' del Santo, en homb1·os de SacC'rdotes. Asisten val'ios Cat·denales, A1·zobLpos i Obispos; el Jene · ~ ral de los Lazaristas i In Superiora de las herma­nas de la caridad. Die.en que de éstas asisten mas de mil, muchos Canünigos i Cléorigos i todas las autoridades civiles i militnt·es de rnuclws leguns a la •·edonda. El l?ad1·e jeneral canta la mi a en la capilla, i el Cardenal mas antiguo la cauta con grande orquesta bajo el roh\e que daba sombra 1 al Santo cuando era pnstol' de ovejas. En fin, la fiesta dura ocho días; se celebran misas de media , en media hora; se distt·ibuye In comunion en cada una; todas las tat·dcs se dá la bendicion con el SANTÍSIMO, i se gana indulj ncia plenal'ia i mu­chas pnrciales concedidos pot· Pío IX. ¡Sola la virtud hace gt·andes 1 Alejandt•o i Napoleon están i olvidados, i si se les recuerda es pm·a maldecirlos; i un tt·iste hijo del pueblo, un pastot·, es honrado. ce Así se hom·a a aquel a quien el Rei quiere 1 'hom·ar.» Libro de Ester, capitulo 6, verso 9. UfPRENI.A. CONSTITUCWNAL-POR NICOLAS PONTO N • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Universidad Distrital Francisco José de Caldas Formatos de contenido: Otros
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El Católico - N. 59

Por: | Fecha: 19/07/1864

= ARQ.UtDl6cEsrs DE SANTAFE DE BoaoTÁ. 9 DE JULIO DE 1864.-SECR.ETARÍA DEL GoBIERNO ECLES I A Trco.-NúMERO 472. M. V. sci'íor Maestre-escuela, Dignidad de la santa iglesia catedral de San Pedro A. de Pamplona. La situacion deplorable en que se encuentra esa huérfana grei, eS!pecialmente desde que el dignísimo i santo Obispo que la rejia, pasó a Ja mansion de los justos, me hace tomar la li­bertad de dirijirme 11 US. para que por lomé· nos se tenga conocimiento, de que pot parte tlel Gobierno de la Arquidi0ceis no se hu descui­dado ei dictar las medidas que tal situacion demanda, i que con ésto, un rayo de esperanza reani'lle un tanto esos corazones lacerados, al­gunos de los cuales, a. juzgar por las notas re­cibidas, tocan ya. en la desesparacion .. Efectivamente: al mismo tiempo que se re· cibi6la nota de US, fechada en marzo lÍltimo, en que espresa que por falta de QUORUI\I no se puede verificar la rcunion del Venerable Ca­pítulo para designar· el Vicario capitular, es­tando en consecuencia, la Diócesis, en completa, acefal ia; se recibió otra nota del Ilustrí.~ imo señor Arzobispo, fechada el 27 de abril, en que deplorando ''la desgraciada muerte del vene­rable i virtuosísimo sefíor N Ifío ·" exijo datos para como Metropolitano i por dele.gacion es­pecial , informar a 1~ Santa Sede i proveer a las necesidades espirituales de esa iglesia sn· fragánoa. La nota de US. llegó, pues, con la mcjol' oportunidad i mui pronto se remediará en lo posible la situacion escepcional, en que, entra todas las Diócesis de la. República, azo­taclas por la revolucion i por la impiedad, se ha encontrado la iglesia de Pamplona. No terminaré sin poner en conocimiento de US. la sertsacion profunda dQ dolor con que fué recibida la noticia de la pérdida del defen· sor de la fe e 11 us tri sí m o señor N rño, i que así como en San Antonio del Táchíra, en los dias 13, 14 i 15 de febrero, un pueblo cat6lico i reconocedor del mérito, rindió los debidos homenajes a la víctima; así como la ciudad de :1\>Iéridn, el 2o de abril, a ~scitacion del digno Dean i Cabildo c~e esa santa iglesia catedral, tributó " los honores fúnebres debidos a la , 1 memoria del INVICTO MARTra, dignísimo Obis-po que honr6 la patria con sus her6ícos ejem. plos i eminentes virtudes, " segun las palabras do que usa en la escitacion el mismo Venerable Capítulo; así, i con mayor razon, el señor Vicario j en eral de la Arquidiócesis, dispuso se ofrecieran sufrajios solemnes con igual fin, los que tuvieron lngar del modo mas suntuoso i digno del héroe, en la mayor parte de las parro· qubs d~ la misma Arquidiócesis ; todo lo cual habrá mitigado la pena que han debido esperi- NUMERO 59. mentar los católicos de la Diócesis al verse privados ~asta del tri~ste . consuelo d~ espresar ese dolor 1 elevar publicas p~egarias por el MARTIR;, cuya alma, no h~1i duda, impetrará clemen.Cla para sus victimarios i para toda su gre1. . Con ~ent1mientos . de disting uire _Renan_ al perfeccionar la obra de Voltau·e, q mere q u1tar los estorbos que aquel descuidó remover, para hacer brillar con nueva luz la gran verdad, que consiste en hacer al hombre pura i simplemen· te un- anima\, hablándole sinembargo de lo ideal sublimado hasta el último grado. En Europa la controversia está empeñada con calor, i la obra de Renan ha sido de troza­da. Aquí vá a recomenzar la lucha, i es preciso que no nos quedem<:>s atras. Dios proteje su causa indudablemente, porque es la causa. de la verdad; pero si nos callamos, si dejamos q~e los sectarios del error continúen su tarea s1n ningun estorbo, puede ser que nos castig.ue dándoles el triunfo i permitiendo que fructdi· quen las doctrinas desoladoras que est-án sem­brando en el pueblo, i que convertirán aquí la vida. en un verdadero infierno. Cuando el hombre cristiano tiene la des· gracia de perJer alguno de los séres a quienes ama deposita un piadoso beso sobre la frente helad-a. del que ya lo dejó, cae d~ rodill~s al pié del Cru~ifijo, le dinje su oructo#n fernente i se alza resignado. Una gota de balsamo pre­cioso cae en la honda herida de su corazon i lo alivia: porque sabe- que el objeto por quie~ llo­ra NO HA MUERTO, SINO QUE DUERME, 1 ha de despertar un dia radiante con los destellos de la gloria. Cuando pierde su fortuna por alguno de tantos reveses que no está en manos del ho~­bre evitar, repite con Job: "Desnndo. nac1, desnudo me hallo; pero sé que el que al1menta a las aves del Cielo i viste a los lirios del cam po con la magnificencia que no alcanz(4n los Reyes, cuidará de mí." No hai dolor, por acerbo que sea, de los que nos rodean en ésta. vida toda de dolores, que no tenga un consueto en nuestra creencia, n~ hai virtud que no esper~ su recompensa. ¿ ~ue quieren darnos :n cambio n?est~os P!etend1dos filósofos? i Su Incomprensible 1deallsmo? i El culto de los placeres 1 Oh! los placeres sen­suales cansan pronto, hastían i conducen al suicidio. Ni qué placer se podrá disfrutar ~mando no haya frenv que contenga el del!to que la lei civil sola es impotente para COR· tener! Los que trabajan con tanto ahinco en difu~­dir el ateísmo, son los verdugos de la humam­dad; i son, no obstante) los que llaman FANA­Trco a todo el que cree que "no solo de pan vive el hombre.'' Si se las pregunta qué es fa­natismo, contestan con una algarabía Ít:com­prensible, porque ellos son los únicos yerd<:l.de­ros fanáticos que quieren con el h1erro 1 el fuego, i al grito de '' Viv_a la libe_:t~d,'' arr~n­car de esta infortunada tterra la umca semilla de bien: el Cristianismo católico: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. r'l 83 . E:t CATOLICO. t ...,......_,...,....__,......_,-.....,\._' ... ...........,...~---....---"""'-~J""',...r-..~~~~~'"""-~~,....,_~...-... ............. ~__,.,._,-....,..,......_,""'"'-~-.J SEGUNDA CONFEUENCIA. El reinado de Jesucristo Diosi lacdtica nwderna. Seiio t·es :-Hemos emprendido éste aüo vengar a Jesncristo i al Cl'istianismo de los ataques de la falsa cien cia, i eh particulat· del fantasma científico que se in itula m tre nosotros la critica ; hemos empreudido sobre todo mostrat· cómo, pot la opo­sicion que hace a la Divinidad de Jesucristo, se condena a sí misma al deshonor de a contraclic~ cion. La fata!i ad del error como la de la iniquidad 1~ es mentit·sea si mismo. Mentita est iniquitas sibi. 1 La critica nueva se presenta como la mas alta espi'esiOI de la ciencia i del Cristianismo ; noso­ ·¡ tros hemos reconocido en ella, a la luz de la evi-dencia, lo<3 dos caractéres que la distinguen o mas 1 bien la deshonran : que es anticientífica i anticris­J tiana en sumo grado. 1 Es anticient(fica porque no verifica en sí ningu­,1 na de las condiciones elementales de In ciencia : una definicion clara, un objeto preciso, principios ciertos, conclusiones rigurosas. Es anticristiana ¡ porque, al t ~·aves de sus admiraciones i sus 1·espetos aparentes por el Cristianismo, deja traslucir por · \ todas partes sus ódios anticl'istianos. Todo lo que toca del Cri tianismo lleva la huella de sus golpes i 1 de sus desprecios ; tanto que si le cercenais todo lo qne e1la ataca, no queda nllda de ese Cristianis­mo que es el vuestl'O, nada, ni aun Jesucristo. Ya conocemos esa nueva potencia que ataca a Jesur.·isto cubierta con el doble presti ··o deJa cien" cia i del Cristianismo, esas dos cosas etemamente populares ; ya está juzgada, i desde ahom. sus maniobras, cualquiera que pueda set· su habilidad, no os engañarán mas. Pero no es bastante habet·os hecho conocet· al adversario; es precis~ determi­nar, siquiera bajo un aspecto jeneral, la posicion rc!'pectiva de Jesucristo atacado pol' la crítica i de la crítica que ataca a Jesucristo. Parto de un principio admitido i reconocido como incontestable en otro órden de cosas, i que encuentra aquí su aplicacion lejitima Hélo aquí : 1 la posesion vale título, i debe suponet·se lejítima 1 basta b demostracion evidente de su ilejitirniclad. R Desde tiempo inmemol'ial mi faJl?ilia está en po~e­u¡ sion de éste campo, patl'imonio de mis abuelos; 1 vosotros venis a disputar nuestros derechos dicién- 1 do nos: '' vuestra posesion no es sino una usurpa· cion, '' A vosotros os toca dat· vuestt·as pruebas, a vosotros demostrar, con vuestros a•·gumentos en 1 la mana, que nuestra posesion no es lejítima. Si os faltan las pruebas, la posesion nos vale título ; si 1 la demostracíon os falta, la propiedad nos queda. _ A la luz de éste principio, podeis ver dibujarse claramente la posiciou respectiva de Jesucristo en 1 posesion de su Divinidad,i de la crítica contempo­ráneé\ que viene a colocarse en guardia contra esa Divinidad. Jesucristo delante de su advel'sario es ' un 11oseedo1· secular: diez i nueve siglos han pasa­do po•· su posesion, i le han tt·aido la sancion de todas las intelijencias que la han ratificado. La cl'itica nueva encarada con Jesucristo, es una mala litigante que, sin ningun titulo viene despues de casi dos mil ai1os a disputm·le la lejitirnidad de su . posesion. Nosotr9s tenernos derecho de decil'le 1 tatnbien: os toca dar vuesb·as pruebas. Jesucris­' to Dios está en posesion de las almas, o si quereis, las almas están en posesion de la creencia en la ' Divinidad de Jesucristo. Vosot•·os decis que tantos siglos han creído sin motivo, decís que Jesucristo ha poseído sin razon ; a 'osotros corresponde demo t•·at' que la posesion de Jesucristo es ilejítima i que nuestro dogma no se sostiene. No hai nadie, seúot·es, que no pueda entender la sencillez de ésta demostnw.i on , i la firme1.a gt·nnítirn del tm·reno en que no apoyamos. Dibu­jando así frente a frente In drfensa i el ataque, no hacemos una petirion de principio; no suponea1os ·la cuestion misma, es decir, la Divinidad de Jesup ' cristo ; admitimos o mas bien patentizamos un hecho inmenso : el reinado uuiversal de Jesucristo Dios en la humanidad. I uecimos que la crítica contemporánea es absolutamente impotente .J3t'a destruido. En efecto, Jesuc1 isto Dios tiene el títu-lo de Dios i está en posesion de una monarquía 1 rnilagt·osa históricamente inconstestable, i en dere- l eho ésta reyedad es cirntíficamente inatacable,i su - dcstruccion racionalmente imposible. 1 l. Señores :-Permitidme princi inr éste discurso por las pl'ime1·as palabras que os ha dirijido éste año nuestro' digno i venerable Pastor: "Jesucristo llena PI mundo, i los siglos llevan su nombre. , To-das las jcneraciones se inclinan ul pasar ante EL, i ' sus altares fundados en las conciencias, ro'deac os de respetos i defendidos por el a mol', desafia.n las 1 injurias de los hombres i la mano de los tiempos." Grandes i nobles palabras que reasumen admira­blemente el hecho incomparable que yo debo re­novar en vuestl·os recuerdos ~ el reinado de Jesu­CJ'isto Dios eu la humanidad. Lo pt·imero que debemos hacer efectivamente ántes de entrar en el corazon del objeto, es poner ante vuest•·os ojos tal ' 'ez distraídos, éste sorpren- 1 dente espectác-ulo : quiero decit·, el hecho históri~ coi palpitante de la rcyedad soberana de Jesucri '- to Dios en las Naciones i en los siglos. Nada mas grande ni mas decisivo puede ser aquí abajo, ob­jeto de vuestl'U relijiosa cont-€mplacion ; porque no es solo en la plaza de San Pedt·o de Roma, smo en todos los puntos del espacio i del tiempo i en todas las profundidades de la humanidad, que la bistol'ia ha esct·ito ésta palabra que aclama pol' donde quiera i siempl'e la victoria de Jesucl'isto i el triunfo de su Divinidad:-Christus vicit, Chris­tus 1·egnat, Christus imperat. La crítica que saca el cuerpo a la dlscucion de todo lo que tms­torna sus ideas, deja a un lado éste hecho inmen­so; finje no percibirlo a fin de no apreciarlo, por­que siente todo el peso de un testimonio que la agobia. azon decisiva para restablecerlo en sus gt·andes propm·ciones, puesto que fot·ma un muro invencible alrededot· del dogma fundvmental. Cuando se considera en su vasta estP11Sion éste reinado de Jesucristo, se presenta al pensamiento del obse ·vador con tres caracléres que forman en la historia un fenómeno sin igual. Si no se quiere ver en él sino un hecho humano, queda uno estu­pefacto al contemplar su lonjitud, su latitud i su profundidad : su latitud en el espacio, su profm - didad en la humanidad i su lonjitud en la dma­cion. La primera gloria de éste reinado de Jesucristo Dios, es su estension en los espacios i su poder a que no hai ott·o comparable, puesto que ha vencido todos los obstáculos i fmnqueado toda$ las fronte­ras que se oponían a la realizacion de su imperio Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 84 EL CATO L 1 C O. sobt:e_la tiena. Y o pod ria detene1·me a m ostra t·os el estandat·te de Jesucristo franqueando todas las ]Jarreras que la naturaleza material opone a los que han tenido el insensato sueño de la dominacion univet·sal. Vosotros veríais éste estandat·te mas glol'ioso que todos, dnndo la vuelta al mundo i flotando sobre todns lns altnras. Lo ve1·iais lle\'a­do po1· hombres sin poder, sin prestijio i sin nom­bre al traves de los rios, de los mares i de las montañas, plantarse en el seno de las Naciones i en la cumhre de Jos imper·ios, sin pedir a la espada que ]e abra el camino, sin que ninguna violencia le l·aya dado la mano, regado solo con la sangt·e de Jos mismos que lo· llevan. L(} vel'i ais volm· de un polo al ot1·o del mando mas rnpido que las águilas romanas i francesas, s-in que el vapot· Je haya dado alas, sin que la indnstl'ia le ~wya allanado los montes ni colmado los valles. Esta marcha triun­fal de Cristo a traves de los estorbos que ha encon­trado en la na tllt'aleza,. es un hecho tan no todo i tan vulgar, que me bn-sta habéroslo hecho presente 1 i despertado su recuerdo. Pnt·a establecer su reina­:¡ do la Divinidad de Cl'isto tenia ott:os obstáculos l qu~ H'ncet·,. otras bat'l'el'as qne fmnquear. ¿ Cuá­les, me preguntais Y Lns ~e las idl'as, Jas d.e las costumbt·es, de las instituciones,. de las nacionali-dades i de las relijiones. · Bat·t·e¡·a de las ideas.-Quién no sabe Jos abis­mos pt·ofundos que caba entre uno i otro pueblo la separacion d.e las d'octrinas i el antagonismo de las ideas? Qué obst~ículo no encontraría en el borde d.e éste abismo el dogma conquistador de la Divinidad de Cl'isto ! Sitlembat·go, ha sal vado el abismo : filosofías del norte, üiosofías del mediodía; Ja idea oriental i la idea occidental, se han encon­tt ·ado de rodillas delante del Cl'isto Dios en uua misma fé i en una misma adoracion ~ Barrera de las usa con ÉL, como EL i por EL, i todo pensa- puesto, ha sido reconocido, amado i ado1·ado como miento cristiano es el reflejo de S\1 pensamiento. · Dios. Supt•imíd por un momento la éreencia en su Todo lo que es confomle a su palabr·a, es vet·da· Divinidad i engrandeced luego tanto como vuestm dero en la medida de ésta conformidad; i todo lo imajinacion de arti$ta pueda engt·andecet·la, su que e opuesto a su palabra, es fa\so en la medida figura de hombt·e, de sábio i de lejislador, i nada de ésta oposicion. As·í en la esfe1·a de las cosas se comprenderá ni de ésta dictadura interectual, ni decisivas i sustanciales no hai mas que un pensa- j de ésta fecundidad moral, ni de ésta acéion social. m.ier to.: ~1 de Cristo. I rada semejante a ésto se Si Cristo no hubiera reinado como Dios, la huma­ha visto nunca, 4 ni aun l~abria podido imajinarse. nidad habria creído en su palab1·a poco mas o mé­Es la supr·emacia mas podemsa ejercida sobr·e el nos que como cree en la de Sócrates,se habría ins- ' pensamiento - Es In dictadura de las intelijencias pirado con sus virtudes poco mas ó ménos que co- Jibremente aceptada i divinamente ejercida. m o con las de Sócrates i habría respetado su auto- En el órden moral ci reinado de Cristo no es rielad poco mas o ménos qua la a e Sócrates.­rnénos profundo; i si me puedo espr·esar asf, Citad una sola Nacion que haya pedido aSó­apar ·ece mas p1·ofundo aun. Miéntt·as que la huma- crates o a otr·o sábio de una ilustracion igual, Ja nielad cristiana lleva en su intelijencia trasfigurada, razon de la vet·vad en el órden intelectual, la razon su Cristo verdad, lleva tambien en su corazon del bien en el órden moral, la razon del órden en f tt·asformado, su Cristo santidad; i así como el el órden social. Citad un solo hombre que haya Cl'isto verdad es para ella la regla de lo verdadero, llegado a ser bajo ésta triple relacion, en un solo ' el Cristo santidad es para ella t·egla de todo bien. pueblo siquiera, el resorte de toda la vida i laim- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. rf 8~ EL C-ATÓLICO. ; IJ ;:;:~ No---l-"e'-"h...ra'-"'l..l.._"a"I-~--e..i.rs'"'."--"-ñ-->.c./'a-.'...._d"o"-,--..i.r'-'s"'a-"li_,.a..'n-'"'·~ ,~~~ j El mas afortunado de ésos sábiós no ha pasado de signo. I cuando Mahoma mismo vino a negar la los límites de una escuela i de las fl'Onteras de una Divinidad de Cristo, era demasiado tarde; Jesu- ' · secta, porque la humanidad no puede hacer mas cristo reinaba como Dios. La fé en su Divinidad por un hombre. Nunca podrá dm· a al'gU>no ésta babia_ echado ya raices tan profundas pot· todas tl'iple dictadura que se impone soberamente a las pades, que no habria sido posible sacmlirla, sin doctrinas, a las costumbres i a las sociedades. conmovet· el mundo. ¿, I por qué i cómo ha podido hacer Jesucl'\sto en ¿Cuándo, pues~ Jesucristo, si no es mas que un cien pueblos lo que ningnn hombre h'a podiclo ja- hombre, ba itTogado a la humanidad la injuria mas hacer en uno solo siqniera ? La razon es bren de hace¡•Ja prosternar ante 'ÉL? ¿Cuándo fué que simple.-Jesucristo es el únieo Sábio, el imico Le- esa humanidad lo tomó en sus manos para ele­jislaclor, el único Bei en quien la humanidad ha varlo spb1·e el altar i decirle por la primera vez: adrimero que dijo : Cl'isto es Dios?' ¿ Quién para destmirla. lo hizo ct·ee¡· a todos cuando ninguno lo c1·era aún? Avancemos aun mas ácia el odjen de nuestra Segummente no fuet·on ni San Agustin) ni San fé. A qué h?t'a de su larga Yida tom6 poses ion Jerónimo, ni San A robrosio, ni San Gregorio, ni Jesucristo de su Divinidad? ¿ Fué en los siglos de San Juan Cl'isóstomo, ni San Atanacio; i ménos 1 tmbajo i de nacímiento social que han p1·ecedido que todos éste, que se defiende bien por su guena a la gt·ande edad cristiana 'l ¿ Entónces, cuando célebre contm Arrio, de la gloria de tal inveucion. los pueblos se unian a los pueblos i la barbarie ¿Quién, pues, ha b01·dado el primero sobre el te­se confu dia con la civilizacion? N6. Entónces jiclo de la historia la sublime leyenda? ¿San Hi· los pueblos bárbat·os adoraban la Ct·uz i al Ct·uci- lario? ¿ San Epifanio? ¿San Cipriano ~ ¿ San Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. El. CATÓLICO. '87 )ustino? ¿Clemente de Alejandría? ¿Tertuliano? i Arnobio? ¿ Atenágoras? ¿Quién por·fin~ ¿Tal vez San BernabéT 'O San Pedro, o San Pablo, o San Juan?~ Ah! ¡San l"uan! ¿no sería él el que tuvo ésta estraña idea? La crítica lo sospecha, i •••• es cierto que San Juan en su Evanjelio., afirma con mns insistencia i solemnidad, el dogma 1 soberano. Pero es que cuando él escribía su Evan­jelio, la negacion se levantaba ya delante de la afirmacion. Ya vivia la negacion gnosrca de que vemos aun de r- prres de diez i ocho siglos miserables imitaciones. I ucedió lo que sucede siempte en Ja gran lucha de la verdad con el et·rot· : se insis­tió sobre la afit·macion al apal'ece•· Ja negacion. Lo qtte nosotros hacemos hoi delante del gnosticis­mo de éste tiempo., Jo hizo San Juan,a 'SU manera, delante de la crítica del suyo. Entónces San Juan habló como todos, i todos como San Juan ; todos afirmaron el mismo dogma i pt·ofesat·on la misma fé;todos dijeron: Cristo Salvador,Ct·isto Redentor, Cl'isto Señot·, Cristo Rei, Cl'isto Dios. En esa época, que toca al óríjen en que brilla a 1 toda Juz la cuna del Cdstianismo, dos cesas mar­i cban en toda su plenitud, el amor a Jesucristo en ·¡ los corazones i la fé en su Divinidad en las inteli­jencias. Entónces éstas dos palabras ·: arpo a Je­sucristo, adot·o a Jesucristo, se oían por todas par- ' tes como la voz verídica i el eco sincét·o de toda alma crist"ana; i es preciso querer estar ciego pata no vet· que entónces, i sobre todo entóuces, la fé fil'me , absoluta .¡ ardiente en la Divinidad · de Cristo, abunda i sobreabunda por donde quiera. Así,pues, si no es un sueño de vuestt·a irna.jinacion, sinó son simples uto.pias, descublidnos aquí uu lugar pat·a vuestra leyenda i una cuna para vues­tro mihto. ' 1 No hai mítho nqui: no hai mas que un hecho; el l1echo brillante ele la fé de todos los Cristianos en la Divinidad de Ct·isto. No hai tal leyenda: no hai sino historia ; la historia que se desarrolla al brilio de su propia publicidad ; la historia que se afirma i se escribe a m~dida que ocurre lo que refiere, en monumentos que subsisten i en obras que viven ; la historia que, desde hace cerca de podrá salit· sino pm·a emba1·carsc en el pri. 1 ruer buque que zarpe de ésto puet'to. Notífiquese en el día ésta resolucion.-Lope C. .Nieto.-El Secretario, J. JUendez Zapata. En el mismo día, rnes i al' o, el seiior Alcalde asociado del infrascrito Secretado, se constituyó en el palacio Episcopal del Ilustdsimo señor Arzobis- 1 po de Bogotá, doctot• Antonio Henan, con el ob­jeto de notifiearle la anterior t·esolucio.n. I pt·eseu­. te dicho seiwr Arzobispo, se le Leyó pot· el espre­. sado inft·ascrito Secretario, la resolnc·on en refe-rencia, e ~m puesto de ella dijo: que reconoce al 1 señor Lope Nieto como Alcalde del Distrito de Gqrtajena; pet·o que se deniega a fhmat· ésta dili­jencia, porque ,no lo reconoce como la autoridad con'lpetente para dal' cumplimiento respecto de él a l{l lei de 1.7 de mayo, sobre '' inspeccion de los cultos; " porque el lugm· de su residenria no es éste sino Bogotá, en donde está su Silla Epi~copal. , , Con lo C\.llll se dió po1· terminada la pt·esente dili­Jencia que firma el señot· Alcalde con Jos testicros de quienes se ha acompaüado; los señores l\'Iel­quiades Mazeneti i Pedro l"élix,pot· ante mí el Se~ cretal'io, Lope C. Nieto.-JJ. 11/a::;enet.-Pedro Félix.~EI Secretario, I . .nléncle::; Zapata. J~s fiel copia de su orijinal a que me remito ¡ la cual compulso de ón1en del señor Alcalde del Distrito i,para en~r~gat· a! lllmo. señor At·zobispo de Bogota a su sohcttnd-El Secretario,/. JJiendez Zapata. Estados Unidos de Cotombia-Estaúo Soberano de Bollvar-Alcaldla det Distrito--Núm. 258. -Cm·tajena a 15 de junio de 1864. Al !Ilmo. Sr. Dt·: Antonio HeiTnn, Ap?· de Bogotá. En el memonal de US. Illma, de esta fecha se ha resuelto lo siguiente: ' <{ Dése la copia que se solicita; i en cuanto a la dt-elat·atol'ia {}Ue se pide de la resolucion de la Alcaldía del dia de nye1·, pnra que se fije el té¡·­mino del estt·niwmiento decretado, ella entiende que el ünico que puede fijm· ese término es el ·mismo lllmo. seüol', sometiéndose al mandato de la lei, cuya negacion o prescindencia es lo que motiva el pt·ocedimiento de la Alcnldía en es­tl'icta o~servancia de la lei ; porque la di;posi<:ion del art1culo 4 ..... se refiel'e a castigM Jos hechos el'ijidos et~ delito e~1 el a1'tículo 3. 0 i su parágrafo, que ~on 1nclepenchentes de la accion que castiga el artículo s.o.-Comunfquese. Tengo el honor de comunicado a US. lllma. para su intelijencia. Soi de US. Jllma. yuestro atento sel'vidot· Lope Niet~. A 1 seüo1· Alcalde del Distrito de Cartajena. Carlojena .. t 5 de funio de 1864. . En co~1te~taeion a la nota de U, fecha de hoi, d1go lo s1gmente : Increíble es que una autoridad qut~ se dice com­petente para aplicm· uua pena como la de estm­ñamiento, ignoro el tiempo que debe durm· él cuando la lei de que se hace ejecutor ha seüalad~ el máximu'fn i el minimum. Ya i\ntes he dicho al scñot· Alcalde a quien. me dirijo, las razones en que me r.undo para negarle Ja c.ompetenria en éstas c~t es twnes respecto de mí, i ahora le digo, que no ti~uo derecho p:na darme consejos, porque como Arzobi po·, bien 'Cono~e: _mis deberes i sé cumplir con ellos. . Qued.o de U. mui a-\ento sen,idor, · ANTOr ' IO ARZOBISPO de Santafé de Bogotá. 1 Al ciudadano Presidente del Estl:\dü S. de Bolívat·. Cartajena, 16 dejunio de 1864, 1 Antonio HetTan, Arzobispo de Santafé d"e Bo­gotá, a vos con el respeto i en la fot·ma debida 1 digo, que el dia 1 - ~ de éste mes el seüot· Alcalde del Distl'ito, asociado de su Secretado i dos tes- 1 tigos, me notificó un auto en que dispone que permanezca preso en la éasa que habito i que salga estrañado de\ territ~l'io colombiano·, en el pl'imer buque que parta de éste puerto. Y o manifesté que aunque reconocía i acataba· su autol'idnd como Alcalde de éste Distrito, no lo ct·eía comp~tente para ejecutar respecto de mí la lei de 17 de mayo, sobre inspeccion de cultos. Las razones ciudadano 1 Presidente en que me he fundado son las siguien­tes : el artículo 7. 0 de la lei seilala a los Minis­tt ·os el lugnt• de su residencia, pm·a dar el aviso i prestar el juramento, i como yo estoi aquí tr:msi· toria i accidentalmente, no es <'ste ef lugat· de mi residencia ql:le es el que designa Ja Iei ; i por con­siguiente no es el señor Alcalde de éste Distrito la autol'idad competente para conocet· en éste nego­cio respecto de mí. Ademns el m·tículo 8. 0 dice así. " La pl'im.era autoridad local en el órden ad­ministnltivo, que es la competente para oít· el aviso, recibil· el juramento i dat· Ja copia certificada de que trata el pnrágrafo 1. 0 del artículo 6,o es tam- . bien !a competente pant ót·denat· el estrailamiento prevenido en el &rtículo 7. 0 _ " Ahora bien, el se­ñor A!calcle no es la pdmera autoridad de Ja eiu­clad en el ónlen aclministmtivo .. i pot· lo mismo,no creo qne sen el designado por la lei pam ponerla en ejecucion. Uitimamente, estando en Bogotá la Silla Arzobispal, es aJJí i no aqui en donde debo decit· si doi o nó el aviso, si presto o nó el jura­mento. Estos son ,ciudadano Pt·esidente,los fundamentos que he tenido para no cono<'et· fa competencia del señor Alcalde en éste negocio, i éstas mismas las que tengo pm·a pediros que mandris cesat· todo pro.cedimiento respecto de mí, i que se me deje en libertad para volver a Bogotá. Mas, si no accedeis a ésta mi peticion, os pido que proi'Ogueis el tiempo angustiado que se me ha seiwlaclo pam sa­Jit · estmñado, hasta el pt·óximo mes de agosto, i que mi salida sea para el punto que yo elija t>n otro país i no en un buque que n1e condujera a donde yo no debia estar. Para resolvet· ésta peticiou atended, c-iudadano 1 Presidente, mis cil·cunstancias ; mi edad es avan­zada, mi salud está notablemente detel'iot·ada, lo ardiente de éste clima me' ha dehilitt\do en estre­mo, i no teniendo recursos pam trasladarme a 6-tt·o Jugar i subsistit· en él, necesito gcurrit· a Bo­gotá para pt·oporciouármelos. No seria honroso a Ja Union Colombkua que un Arzobispo, anciano i 1 achacoso, fuera a mendiga t· el pan en un pals es­tranjero. Os prometo que si ántes del tiempo cu­ya próroga os pido, yo pudiere salir fuera de la República, así lo verificaré. Jamas olvidaré,, ni podrá bon·arse de mi com­zon ,el recuerdo de los favores de que os soi deudm·. A vos ciudadano Presidente pido que resolvais favorablemente éstas mis peticiones. ANTONIO ARzon:spo de Santafé de Bogotá. IMPRENTA CONSTITUClONAL.-POR N. PONTON. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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El Católico - N. 59

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El Católico - N. 36

Por: | Fecha: 06/02/1864

PERIODICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATOLICA, APOSTOLICA, ROMANA. 'l'Rilll, 3. 0 SRES. SUSCRITORES!! Con elan•esentc n•í•net•o tei'· nahaa el tct•eei' tl'itncstrc. i es necesario reno,·a¡• ei abono. PARTE OFICIAL. CIRCULAR. Jrquidiórcsis de Sauta(é de Bogo tel. - .Scaeiar!a del Gobierno Eclesicistico, 26 · ele enero de 186'~. Seiior VicJ~rioprincipal dr. .... I.:ts últimas publicaciones de la prcma anlicalúlica, de que tendrá co­nocimiento, si no dircctamcutc, si por Jos documentos de e!'lc despacito di­rijidos a alac:tl'las i en lns cuales se ha inscrlado parle de rll:ls; las que se anuncian en el follctiu tic •·El Tiempo" correspondiente al 6 riel col'l'ieu te, i va rías otras de su jénO'J, habr:'tn pCl'511aclido al sclíor \'ical'io de que la empresa de dcscntoliz;u· el pais se Iom:~ ya con un ardor digno de mejor causa. Una triste cspcl'ien­cín nos Ita hecho conocer que los pe­riórlicos irrelijioso~ clistribnidos con lli'Ol'nsion por todos lo ángulos de la llcpúbli~:a, han conompido pat·Lc de los pueblos, hacit'·ndolcs av:~uzar en la cnncn1 del mal, aunque, pot· otra parle, las doctrina" pcmiciosas, uo !tan cal~rlo en la!) lllasas ~cncillus e inocentes que forman la mayol'ia ele nuc~lras poblaciones. En La! c· Lado lu dif'nsiou de las publicacionc qne sostcngnn la can'a clel catolici mo, que descubran los sofismas empleados por los acl\'ersarios, •q'uc refuten sus doctrinas e impidan que In cla~e ig­Jlot ·antc se alucine con los trabajos de tri!'ltcs plajistas cngalatHnlos con el ro­paje de la verdad i de l:t norcdad, es de la mayor importancia; i esto lo co­ttociú el Ilustrísimo scí'íor Arzobispo ~losr¡~tct·a cnando Lomaua con cmpe· í'ío la empt·csa de fnnclat· el periódico t¡ue con el titulo ele "El Catolicis­mo" sostmo la lid pot· mucho tiempo. Pero, pr< :ciso es confesado: entre nosotros el egoísmo i la inclifcrcncia tienen la cstncsion que contrista el cspiritu del que lije seriamente susmi­raclns en el ponenit·. De nlll el (}llC a paso que los enemigos de nuestras cree ncias prodigan en lujosas i colo­~ a lcs formas sus execrables pt·oclucio­ucs, la causa esclusivamentc católi­ca no tiene en la prensa sino un órga- Bogotá. G de feJtret•o ele 186.&. Nl1U. 38. no (liminuto que apénas es com.ci•lo r e insuficiente para las neccsi,larles rlc RETfiACTACTON. Sr. Provisor Vicario ji'(L{, del Ar:obispdo. la época; i con se•· tan diminuto, no se puede, aun, hacer frente a los gas­tos qne demanda, por lo que el seitot· Rcdactot· que por sostcne•· la fe ele nuestros parh·es, se encargó de tan ingt·ata ta¡·ea en ci¡·cunstancias difi­cilísimas, tenchá que ahanclonarla carecicn,lo de recursos pecunia•·ios, pa1·a continuada. Mas como no es posible que abandonemos el campo i permitamos qnc po•· indolencia de los uno~ i audacia de lo olt·os el pueblo pierda sn relijion; lleno de coufiama en el resultado me rlir·ijo ' al sci'1 ot· Vi ea río, a fin ele que se sit·- va e:ilat· a lo~ scñot·es párrocos para qne ton sus snscricioncs (nn fnerle por trimestt·c) no solo :;ostcngan el HCatólico" sino que :~umenladas es-l<~ s puede tlarse al periódico ma ·ores rlimeneiones Cll algo correspondien-tes a las cxijcncias actuales. ]~sto al mismo tiempo facilitad. el despacho de la Vicai'Ía de su cargo, p11es tC;­niendo ''El Católico" una parte oli­ci: ll, scrJ. mejor medio ¡m·a ponct· a los sciíot·es parrocos al corriente rlc la morcha del gohict'tiO cele i<íslico i e­\' rtar los cmbm·azos 'lne de otro mo­do se presentan. Para facilitar el envio del pct·ió,li­co a los selíores cut·as que se wsrri­ban,( creo que niugnno dcjat·a de ha­cerlo) se dirijira por la secretaria a la Vicaria principal, ele donde con nH:nos dificultad puede scgnit· a su de tino a en yo efe~Lo se ha procma-do cdeeer. No teme pt·etender en voz ta que se le pct·mita eonslituirsc ·bitro entre el bien i el mal, entre EL C.tJ.TOLICO. la venlad i el error; i tomar· po1· vit·­tudcs sus propias obras i por V!)rlln­des sns propios desvaríos. Nl orgnllo no quiere obedecer sino a sí mismo, ni creer sin compt·endct·. "El o•·gullo no es solo la rebeldia contra toda superioridad, es tambien h impaciencia de toda igualdad: es el golpe modal dado a la ft·atcrnidatl. No hai mas que la humildad cl'istiana que pueda cnjendrat· en bs almas nu amot· sincero de la igualdad ft·atcl'llal: i la razon es, que para querer since­ramente iguales es pt·eciso aspit•at· a desccr.der :-Ved a ese demagogo anti­cristiano que va pot· el mundo predi­cando la igualdad i la frateruiJarl: vo~olros ct·ecreis La! vez que e.s un hermano que busca iguales; de nin­guna manc1·a, es un sobct·ano que b mea vasallos. ' 1En rcbeldia contra toda s perio­ridad, impaciente de la igualdad, el orgullo es mas que todo, opresor de la infcriori fla.J. El ma yor contento del orgullo es hacet· scnli1· al inferior el pe so ele la 1lominacion: cnalquic1'a diría que él se alcgt·a tanto ma~ de la dich n de mandar cnanto mas snft·e otro de la uc ccsidad de oucdeecde." El mismo al\tOt' df ~c: " El ot·gullo enj cn1lt·a to1h s l11 :; pa ­~ ioncs enemi gas de la socied ,lll. La in solen cia , la atnhi ciuu i el lu j o son sn s ltijo s. Ab orr ec e toda antoridatl : la del ¡wlrc, la del maji~ll·ado, la del pontífic e, la de Oio s. Hace ele lo s pu eblos hor·das in gubcm ablcs, del de potismo una necc~i lln11 i de la so­ci cdaclllll infi erno . Por liu, el orgullo es el ver lngo del orgullo o i rl ver­du go de cuanto~ le rodt!an." 1 el vértigo tl el orgullo se ha apo­dl'radci de une slt·a socicclarl; es ne cc ­s~ ll'ia la humildad para . alratln . El ltot·t·o t· ele ol>cdcect·, he aqui el ca­t'áctct · de las secta s IICO-CI'Í liana s. En In situa c: ion en qnc uos hallamo s, si Oios bnja ·e del cielo a gohcmat·la ticrL"a, los homhrcs con . pit·arian con­tra Dios. "Este Gobiel'llo de Dios, dice el aulot· ya citr~do, el mas pcr· fecto que pueda imajinarse, sel'ia pat·a muchos hijos de este siglo el mas insopol'tablc de los Gobiernos, pot·quc seria la sabiduda, el ót·den i la justicia en la mas elevada poten­cia. \'e(! pot· qu ¿ el Gobiel'Oo que .se pat:coe mas -al d(} Dios -sal>t·e -la· tie-· l'l'a, porque es sn mas al la manifc:.ta-cion, quier·o decir, el Gobiemo pon­tifical, Lienc el privilejio incomuni­cable de los odios satanicos. Satanas está contra Dios, i los representantes de Satanás esta u, por la fuerza de las cosas, armados contra lo$ re¡lrcseu­tnntos de Dif)S, Roma, el gran ccutt·o de la autol'idall; Roma, la autoddncl mas elevada, mas permanente i mas universal, es el objeto de los odio s mas pr·ofnndos, mas permanentc.:s i n1as unhersnles." En el mundo antiguo el homurc había subido con Satanás lwsta dis­putar a Dios las adoraciones que se le deben, i habia caido con Satau;\ s hasta los mas profundos abismos de i~riquidarl. La humanidad se perrlia queriendo dciflent·se; Dios ~e huma­nizó para snr·varla. Los hombres de­cían, inspÍI·ndos pot· la soberbia: sn­IJ: unos, subamos sicmpl'c; el pequciio qncria ser grande i el gr·aude Dio s. Dios se abajó ha11ta ellos para ense­ñarlos a humillarse, IH1seó a los po­bres i los peqneilos para encomctHiar­lcs la salvacion del mnnrlo, i para hacerlos capaces de tan grande oLH'a, les dijo entre otras coatimicnlo nnirct·salcs. Pot·quc la misma razon que les hnce inclina,. lwjo la autoridad, los hace inflexibles delante de la uslll'pacion ; i cuando el homb1·e aspira a tomnt· el lug:n de Dios t•elnli\'ameute a su obediencia, son ellos lo que gritan aunr1ue se les amenace con la muet·te: Sabed qu e concicnc obrdeccr a Dios ántes que a los lwmbrrs. Cot·de1·os delante de la anto­ridacl, son leones delaulc de la til'a­nia." neasumamos: el prog•·eso es "la libt·c gravitaciou de la humanidad :icin Dios," es el perfeccionamiento material, intelectual i moral. PerO' los dos pt·imeros sin el tercero no son mas que una apariencia rle progtcso que ctl\tuclvc una decadencia •·cal. Los pueblos corrompidoi, desde Da­hilonia ha~ta el Bajo Impet·io, Huuca han despedido mas hl'illo que en la YÍ~pera de su ruina. El verdadero ¡wogrcso ltnmauo es el adelanto en la Yi1·tud, i cnatHio e_:;! a ha llegado hasta el heroísmo, hasta la sanli!lacl, el pt·o­gt ·eso ha llegado a su mas alto punto. Pot• consiguiente el catolicismo, t'tni­ca rclij ion e¡ u e prc cribe la sa oticlrul, única que ha llcrado triunfalmente la bandet·a de la Cruz sobt·e las •·uinas riel egoísmo, ele la lujlll'ill, 1le la co­rlicin i el Ot'gallo; única qnc Jta pro­ducido santos i lo· pt·orluce todos los días; es la únic1 capnz de llevat• a la humanidad a la perfcccion por la sen. cla del pt·ogl'c~o. Ella inaugmó la ci­' ilizacion moderna) ella asilo en sus claustros las virtudes i las ciencias cuando el mundo bárbaro las olvida. ba, ella sola c¡;nHlujo a la sociedad cl'istiana al brillante c·tado en ([lle se encontraba cunndo Lutero Ja destru­zó. Es lltHt pt·eocupacion comun hoi el jnzga1· cntet·amcnte bát•lxtt·os e os siglo medio en c¡ue la inllnencia del catolicismo et·a omnipotente; i sin­embat ·go, nue lro siglo XIX, con to­dos us adelantos, sn industl'ia i su orgullo, apénas es bastante cnlto para admirat· las ob1·as del jenio de esa época, que en vano se esforzariá en imitar. EL CATOLICO. Solo el Catolicismo ha perpetnado en su pmeza la locura de la ct·uz, i pot· medio de esos votos mon;ísticoc; qnc hoi se consiuct·an antisociales, i que obligan alr¡ue los hace a obser· var en un g1·arlo lteróico la pmaza, la ltumildatl, la pobreza, la car·iuad, Ita combatirlo las socicrlatles ios vi· cios mas antisociales; ha llevado a todo · los t•iuconcs del mundo la luz del Evajelio i con ella las ciencia~, las artes i la armouia social; ha mejorJ­clo inmensamente la suerte de la in­mensa mayoría de la humanidad combatiendo el lujo, la codicia, el Mgnllo, i la licencia ele los gt·andes, i luch :utdo pat·a liht·at· a los petlue­ilo: i del vicio, de la misel'ia, de la i;,norancia, de la esclavitud. I el Sacet·dotc? "Es, dice el jesui· la tantas veces cilarlu en nuestro ar·­t ic11lo, la rcpt·escutaciou oficial rlc la santidad de Dios entre lo'! hombres; el cmhajarlot· del Dios tres veces san­to, que lleva sobt·e sl 1111 •·efiejo de la sanlidari uiviníl, a (,l manera que \ln embajador lleva sobre sí unt·e.flcjo de la majestad real: es, al pié d
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El Católico - N. 37

Por: | Fecha: 13/02/1864

PERIODICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATOLICA, APOSTOLICA, ROMANA. -- - --- ------------- 'I'IUJU. ;f. 0 ~RES. §l'SCRITOBES.' 'ou l'Ste animero se elnpil'za el euar~o trimestre. PARTE OFICIAL. · l'icarl~jcnerol.-Éncro 30 de 186á. El presbltero sriíot· Itamon Olarle, quien fne declarado <:ensurado, pot· haber prestado el juramento jeneral, prevenido en la lci de 23 ele abril del aiío pró. imo pasado, como aparece de In rcsolu~ion de O de setiembre, comu­nicada por el seilot· Secretario de la Vical'la jeueral, ocurrió a la aulol'i. da(! eclcsiastica, C!lpouíendo razones pnra comprobar que su juramento lo prc·Ló cumpliendo con un deber de :ncct·clote. Por luminosas i fundadas c¡uc le pat·ezcan c:as r11zoucs, ellas lwu qncdado no solo dc!;ft'llidas iuo f;ollC!c~uacla~, dc~;ck ns, <'on la de!1comcclida cat·ta ele 16 ele noviembre ultimo, nadñ propia Cll tlll •accrdotc, i que dice lo siguiente: •· Dci.Jo manifc. tnrlc r¡ue en cstn t·nr.stion no ,·eo ~iuo iutcrescs de pat·­tido~ pcrscctJcion al partido i clero libct·al. Tcugo tnis 1·azones i cllns me Jwr:1n dcfendct· i \'indicarme de las imputaciones i deshonra con ljllC Ita querido mauicllarmc el gobiemoecle­siJs Lico. Parece qnc csloi pcr uadido que el seiíot· Proviso•· se quiere I.Jm·· l:u· de mi pcticion. Si así se quiere herir mi dignidad, no .ser~,)'o el que pase por e ta dcgradac10n. Cuando el snccrdotc sciJOl' Olartc cs­cribia estos irrespetos a la <¡ne uo había sabido ni en Yclc1, ni en Chirtuinqnit'á, que e tuviese Sll'>­pcnso o excomulgado, la coutradic­cion es mns que evideule. La Vicaria jencral, para proced er con mejo•· acictto, dio;pnso se oyera el infot·mc del señor Vic11rfo de Snn iHa­leo, con respecto a la facultad de qu <' habló dicho señor· Ql¡¡rte, i cou fecha 1 O de rliciembrc espnso qnc el sciíot Yicnl'io de Sau ~laico no facultó a 11adie, ni resolvió, como aulo1·idad, se prcstat·a el jmameuto. Que hizo meucion del cliclámen del Vical'iü. como un iueicleutc, i uo como cansa . razo•1 ni argumento poderoso p:11·,; apoyar los molivos de ~u juramento· pero en su oflci_o de h de diciembre. habln de "facultad" dnda por el \ i cario ele San Mateo, i por esto la Vi c¡¡rla re sol\ ió inchgar este hecho par. resohct· meditada i concienzuuamcn te t¡¡nto la olicitucl del seiíor Olart< como la de Jos otros ~acerdotcs com­prendidos en l¡¡ nota citad:-.. Annc¡nr el peticionario creería inopo1'luno e> informe del :cñor \'icario de San ~la 1 e o, era de nccc · iclatl oírlo, i en 5 de que ac~ba, dijo el ciíor Vical'io dt San Maleo ';c¡ue no facultb a ning111 cclcsiásLico para que cometiera la in famia dcjut·arobedccerlcJeS diamc tralmcnte opucslas a la liberiad e in clcpendcntia de la Iglesia," i ngrcg. olt·as t·azones, i acompaiía t11~ a cnrl: del ~eiior Cnl'a de Vélez, doctor llet· nn1·do Olnl'le, para conoho¡·at• su in f01·me de que no concedio la faculta< de jurar. Todo e to conll·adice lo que aseguró ante la autol'idad ecle¡:i¡'¡ ·tic, el presbítero doctor namon Olarft cuando dijo" que prestó el jurauwn-to con consentimiento del licario que a si 5\lCCdió. " m acto de celebt·ar el santo :acrifi cio de la misa en la iglesia de la lera C1·uz de est¡¡ sindad tnvo lugar e3tau do pendiente sn reclamo, i de . pue del suceso desan'!'adable i escandalos< "Al principio del mes corriente he recibido, de nn moclo oficial, la cir­cular del 9 de sctiembt·c último, en la que US. declara excomulgado al pres­bitero Ramon O!arte, que se halla ac­tualmente en este lugar. Al siguiente 1lia de ltabcr Jleg¡¡do a cst~, me ase­gmó que el señor doclot· Amezqnila, como Vicario, lo había autorizado para ejercer el sagrado miuislct·io. - Que el {¡ ele ocl\1bre Ltwo lug¡¡r tlll:l solemne procesion a Nuestra Señora de Chiqninquirubliqtlese i frjesc c. tn res olncion n la puct·ta tic la sauln iglesia Cntc­t ·al, en In iglesia de Cltiqniuqnirü i case eutoclas las iglesia:; de la' ical'ia e San Ualeo. Así se dcclnt ·a eu nom­t• e i por nutol'icln(l (le lo Sanla J~rle­ia Católica , Apo slólica Uom :111a. ~ no . IF.l.CIO A. To sc.l , o. El Sect etario, lliguct Jll'ia ·. _ EL_i)ATOLICO. ~ "La Opi11ion " e.1 su núm e ro 9, insi te en la HCcesidacl de e~tmir ac¡ui el Catolicismo i unti~L e .te at re\·illo concepto on ·s s1gu1entes argum ento , : . l. 0 P01·que la lgle~·ia Catú~ ca es una monm·qufa.qt¡e e.o; rcciso aniquilar para establece,· t Rcpúólica.-La familia es na monarquía indudablemente ' orque el padre es un monai·ca u ya voluntad es soberana. en la a a, luego segun la lójica de s Redactores de "La Opinion" s preciso destl'llit· la sociedad o.méstica para f~mdar la Repú· hca. Las asociaciones de co· 1~r?i?, . l?s. ~~lejip.s,, .tod¡1s Jas . ociedades ~011 una esp~cie ue wnarquía que es preciso dcs­ ·uir para fundar la República quien sabe qué especie de Re~ ública. Probablemente no se¡¡\ c¡uella en que el GoLicrno es e todos i pé\ra todos, siuo la ue se Jlama así entre nosotros · ' E.EJ CATOLICO. ,. --------------- -----~----- ---·- ~ue consi~te en que los que se dicen liberal~:s puednn despoti· zar, oprimir i esquilmar a los demas. 2. 0 Vm·iando los Papas cuya vo:: e.'; oumipote1fte 11ara la con­ciencia de los cátMicos, estos depr>nden de lo.~ enores o de los cap1'ic1Los de w1 lt,mbre que lwi puede pensar lo contrm·io de lo que su ptedece,~;m· penso ayer, i de consiguiente no pueden tener vi1·tltdes. Eu la Republica ~ue se quie· re establecer aquí, deLen ser sPguramente los 1\lajistrados in· mortales: no importa que la lei no lo sea. 1 aunque la de los c:itólicos este escrita sobre pie­dra i sea dictada por el mismo Dios, deu:eudo aplicarse por di· fcr entes hombres, estos matan las virtudes a de , pecho de la lPi, es clecil', vuriau la moral i la fé; pero en e "ta especie de Repu· blica no sucede e. o, porque la voluntad de un hombre es la que impera i el círculo que lo so . ti ene la hace mas infalible, de lo que es el Pupa para los católic os . 3. 0 La Relijion Catúlica no deóc ser la relijion dellwmóre, pm·que el/a fs antagoni•·ta de :m espíritu., de su co1·azon i de sus sentidos ). tiene todos los cm·ac­teres del vicio. Esto no consiste mas que en el he<'ho ~encillísimo de que e entienden las cosas al contrario: se llnma. virtud al vicio i vicio a l!l virtud. La Rclijion enfrena las pasione i el corazou par.t que no se desvíe el hllmbrc del sendero gue conduce a Dios. Levanta el espíritu hacitmdolo superior n la carne: mata esta .mora.lme.nte para levnnta1: aquol , . i pone sobre este a Dio3. Pot· eso corJdena. el robo, el orgullo, la lascivia, la embriaguez &e, i prescribe la humildad, la casti­dad, la prbbidad, la caridad, en fin.-Todas las leyes, aun las civiles, condenan el de borde de las pasiones. No se escriben para premiar crímenes sino para prohiLirlos i ca .tigarlü , i de con~'iguiente so.1 antagoni ta ~ del espíritu, del cot·azou i de las pasiones. 4. 0 Que el Catulidsmo varia con lo.Y Papas i tiene 'l'::ualida. ­des prestadrts al pagani~mw . El paganisnJO es la adoracion de los sentirlos impul~ados pc,r las pasiones ha ta el e ceso. El Catolici~mo combate las pasio· nes, luego &c.--Ahora bien: Et Catolicismo no es la vm·dad, po1·que la vm·dad es inmutable i el Catolici~·mo va,.ia.-Suponien­do que tamana falsedad pudiera probar e, como todas las sectas cristiauctS han variado a11 el es· pacio de tres siglos mucho mas que el Catolicismo en diez i ocho, con e 11 a.s no está 1 a ver· dad. La \'enlad predicada por Crist0 no está entera ~en uingu • ua parte i Cri sto e un imposto·r. Consecuencia lóji ca t el último argumento ele "La Opinio11," qu e prueba r¡ue sus R t~da c tore s 110 ti t•ncn niugnna relijion, o s1 tienc11 alguna {'S la pa gana. VARlEOADE S. - Por cxci:acinn rl cl Congr es o, ~r. hizo cargo el 29 del pn arlo, de b mi · t::~d clcll>odct· Ejr.cnli\'O de IJ Lniuu , 1 seiíot· Junn ,\gnstin l'icoccbca co · mo Proemadot• tutcional. -El din 30 del próximo p::~ . nr! o mudó en esta citula(l el scilot· ~Innn c l Defrnnds co. Padte ele una Humcro sa familia, reducido ala mi~cria por con ­sccneneia de nuc .;ltos funesto !\ odio .; de pat·l irlo, i ricthlo perseguida •l e mncrlc la relijion r¡ue sct·ria de ba ~<' a la etluencion de sus hijo;;, 110 pud o hacet·se snpcriot· a esos dolor e. mora ­les, i se tlcspidio de este mnndo. Fut'• a buscat· en el otro la vct·dadcra liber­tad; i sincero eatülico, estará ltoi al lado ele! To lo-podet·oso pidiéndole la . feli.eidad para . n pobt·e patria, t1 tran­qnilidarl parn su intet·esante i \irtuo~a compaflCra i el bien para su hijo ~ inocentes. Murió en el SeftoJ-. i ha cmpezatlo para él la Yerrladera virla . ~Por corta de Roma, fecha 20 . de noviembre itltimo, sabemos que la conducta del señot· Pedro Antonio Tórrcs, Obispo de Popayan, ha sido categóricnmente improbada por el Santo radt·e, nsi como el concordalo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JIIC cclc!J,·ó en '15 de agosto último ·on el Jcucr·al Mosqucra. -El 30 de octubre último fué con· ngrada solemnemente la bella cate­Ira! edezco, en lod:t parte i en todo lugar las decisio. ucs, los mandatos i rletenninacioncs tle mis Superiores i juro Yivit· i morir bajo su obediencia; pues en concien­cia es preciso obedece¡· n los Snperio-res, pot·que el que resista a su antori­dad resiste a las Ól'denes de Dios i atrae su cotidenar.iou. (ltom. X Y. 2 .) Deploro como uua dc~gracia la m as fatal, la ceguedad de los Sacerdotes qnc se han asociado con!l'a la aj el que sorpt·cudió la tempestad . En fe de lo euallirmo esta acta el e uuion i de adhe sion en Chagnanl , a 1. 0 de enero de 186l¡ , JI. ~lAnlA P~::m, u . ANUNCIOS . EL CATOLlCO. Este periouico se publica ca· da ocho di as i estraordinariamen· te siempre que la abundancia de materiales así lo exija. La sus­cricion de 12 numeros vale un peso fuerte que se pagará adelan­tado en la tienda del señot· Ve­rjar. cio bi·tiz; ca1le segÚtÚlil del comercio, uúmero 66. Allí mis­mo se venden numeros su el tos ·a real. Jna¡•renta Constitu~ioaal. Cane¡·a de Occidente, calle f, ~" número 18 POR PONTON 1 BARRERA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Año Cero - 19/02/19

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Año Cero - 20/08/21

Por: | Fecha: 20/08/2021

Dios es mi doctor. La ciencia descubre el poder curativo de la fe y la oración. Las trampas de los dioses. Sacerdotes egipcios y sumerios empleaban trucos de ilusionismo. Los brujos del comunismo. Espiritismo, magia y guerra paranormal en la URSS. Grupos organizados desinforman sobre la investigación PSI. Guerra secreta contra lo paranormal. Niños criados por animales.  
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Año Cero - 20/08/21

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El Católico - N. 47

Por: | Fecha: 23/04/1864

PERIÓDICO DESTINADO A LA DEFENSA DE LA RELIJION CATÓLICA, APOSTOLICA, ROMANA.~ 'B.'IUltl • .a. 0 PARTE OFICIAL. Al'quidioccsis ele Santaft: de Bogotc1.­Sccl'claria del Go!Jimw eclesiústico.- 14 de abril de 186!!.-Námcl'o 62. Sciíorlicario principal de ........... . El scflo1· cloclot· A3apito Castañeda se ha dirijiclo a la Vicaria jeneral, romo Cura ele Yogual'á, consultando si puede t·ccibit· cantidades de Íos fondos rle bienes dcsamot'tizados para el sostenimiento del culro. El articu· lo 7. o de la Pastoral de 7 de agosto es csprc<;o: "La misma obliga­cion a que se rcfiet·e el articulo ante­riOJ' (de ret1·actarse i OClttTit· al snpe­rÍ<' t') tencldtn lo eelesiitslicos que reconocieron los decretos ele" 'fuicion i Dcsamortizacion" de bienes de m a· nos muertas, i los que hayan pasado presupuestos al Tesot·o público i re• cibido cantidades jo el, hls cuales, cnll·e tanto que hagan talretracta­cion pühlica i ocut·¡·an al supcriot· ohtcnienclo su ¡·esolucion, no podrau ejercer nin¡;una funci 1 del ministe­rio, sino que csluran suspensos ab­solutamente, a:;i como lo cstadn los que en ndelantc pot· sl o por ínter· puc~ ta persona pnscu tales presupnés­tos o reciban Lólles cantidadc:. "En la cireulaJ' de 8 de oetubt·c in~crla en clnümero 20 de" El Católico" se dice: "est~íu ahsolutamentepdva­dos clel ejcl'cicio del mini~lcl'io los que bán posado presupuestos al Te­soJ'O público i recibido canti,lades ele él, quienes no IJlledan libt·es de la censma,sinocn cica o 'lnedeexhibon el documento de la antoridad eclesiás­tica c¡ne pet·mita la recepcion en algnn caso especial, i el en que apa­t ·ezca que se ha hecho la pt·otesta es­presa, (al pie del recibo) confot·me a lo dispueslo pot· el Ilustl'isimo seiíot·, de que la rccepcion se hace por ne­cesidad, i qne no po1·esto sfl consiente 11 i acepta la n~nrpacion de los bienes de la Iglesia, ni se reconoee el dere­cho que haya habido pat·a dcspojat·­la dr. sus propiedades." El Ilustrísimo scñot· Arzobispo con fecha 22 de febrero tíltimo rcp1·otlu­ce estas dispo3iciones i despues de relacion:1r los h·es a quienes Su Se­iiol'ia Illma. ha permititlo la reccp­cion de los réditos rle las fincas, como cnsosccepeionoles, pero sin reronoccr, de ninguna manera, clice, ftlle hn­biet'a habido det•echo para quitarlas, Bogotá, lll de abril ele t 86.&. i espt·esan~o ( condiciou ímprcsein­dible) en el recibo, que aquello es en ftlern de la pi'Opiedad que la Jglcsia tiene sobt·e las mismas liucus i como el usuft'ucto de ellas, agt·cga "ningnn ott·o tiene licenria para recibir i los que reciben esl;Ín incu .. rrieudo en las censut·as ....• Los qne aseguren que tienen autoriza· cion mia, dcbeu presentar el escrito en que les haya dado tal autol'iza­cion." Con fecha 7 de mat·zo repite las mismas disposiciones i exijr. que pat·a los caso.; especiales en qnc ha dado autorizacion, se esprcse esta, iudispensablemente al,pié del recibo, i se esprese tambien que no pot· esto se reconoce que haya habido det·ccho para espropiar aquellas fincas. Ya antes, en 12 de 110\iemhre iJltimo, había dicho qne para los casos en que había dado permiso, debía pro­restarse con tt·a las disposiciones ele desamot·tizacion, en el recibo que se diere. • En consecuencia, i estando prohi­bida la rcccpcioo bajo las penas ljUC quedan relacionadas, el sciíor. Vica· rio jencral ha resuelto: " Elé\'ese la solicitud al Illmo. seiior An:obi po." En \Írtud ele las di.;posiciones enunciadas, todo Sacerdote qqe reci­ba cantidades del Tesot·o publico, como conbecuencia de las disposi· cioncs sobre dcsamortizacion, sin ha­bet · presentado prévia;Hcnte a la Vi­caria jencral, la nota ol'ijinal del Jllmo. Pt·elado Metropolitano que lo autol'icc pnra ello, i los que pt·esen­táudola r.o lleven nl pié del ¡·ecibo las condiciones exijidas pot· el mis· mo Illmo. seii01·, incurren en h1s ceusUI·as canónicas. Lo repito al señor Vical'io para su conocimiento i el de su clero. Su mui atento servidor. ll!igael Arias. Arquicliocesis de Salli(l(é tle Bogotá.- 22 de abl'il de 1864.-Sccrctaria dtl Gobierno Eclesiástico.- N umero 66. Señor Vicario pt·incipal de ... Pot· resolncion de 7 ele marzo, ha facultado< 1 Illmo. sci10r Arzobispo a la Vic::ll'ia jeneral, por el tét·mino de seis mese~ contados desde el 19 del mismo, pora dispensar impedimentos de segundo gt·ado igual de consan­guinidad o afiuidad licita o illcita, Í gue atadnclülos f~triosamcntc. El pueblo se ha MITompido po efecto de la gucnn, cliccu los libera­les, ¿pero se ocD pa 11 e u mora liza rlo :• No. Buscar vüludes i garat1lias <'n u u pueblo sin rclijion i sin gobierno, rs buscar un prorlijia de que uo lrai ejemplo en la historia. Quieren rc­vindicat · par·a el Catolicismo los l'u· nestos frutos rle uuestt·as iuscusata · luchas, i sacrific:H' a momenlancos intereses de partido la segllt'iclad de sus vidas i el porvenir de sus fami­lias. Los mil cdmenes cuya!. viclima~ son infelices de esos cuyos IIOtUbrcs nadie conoce, pasau clesapcrcihido;; i <¡uedau si u ca~Ligo, pero si nlcauzan a nn liberal notable se juzgan vcn­gauzqs polilicas; i las cuadrillas ele malhecltot·cs que pululan ya, se re· pulan guerrillas conservaclorac; ínc;­piradas por· el fanal ismo i awzacla~ pot· el clero. Todavia es tiempo de \Olvct· alt ·a: en la scnfla del nbisnw, pero pnra esto se necesita sacrillcat· a la s~lva­cion comun inlcrcscs momcntancos i odios i utopins . Ma~ vale decir· con David, "pcmri," IJHC pc¡·ccer como ~'at·aott. O se re titnyc a In relijion i a la jmticia sus fue¡·os, comiderall!to tan sngt·a,ln la \'ida de un lahl'iego como la de 1 n jc¡•eral; o 1.1 misel'ia i la corrupcion iran creeit:tHio ali ­mentadas po1· :la incrcdnlidatl i la annl'(¡uia; i cttatHlo:arordcnJU no se· ró. ya uu lotT<'nlc 1levastadur· que nos amenaza; sino •¡na calara la inmeu sa c¡uesc precipita ~obt·e nuestra~ cabezas; i los que hoi eautan ufauos sus tl'iuu· fos sobre el fanatismo i las vicjn~ tra­dicioua~, lo que pr·oclnmau en alta voz Jos fueros ele! clelilo, percccr.in con nosotros e11 la calástrofc c¡nc prC· paran a la socicclatl. VARIEDADES. ----- r----1'f -~ --El dia 20 de este mes a lns ciuco i mcdin de !:l tnrde, tillO tic Jo., hijo;; del seiío1· Plácido ~lorálcs, cncou­tranclo en la calle de Florín u al Jenc­ral Mosquera, intentó mnlarlo con nna pistola que llevaba; pct·o con~~­uido pot· val'ios que notaron su acll­Lud amenazndorn, salió el tiro en la lucha, sin cnusat· dai'10 a n:~die .. Sin embargo, era de ·,cr el cmpcito cou que los enemigos del patlbulo pedían la muet·te del agt·esor, i Ita. ta la de todos los conservadores, up obslante que no podia atribuirse a compira­cion el cstravio ( c¡u~ c ·tamos léjos de j ustillcar ), de un jóven que quiso vengor el asesinato ltot·r·ot·os~~ de su padre con la s::mgt·e del ascstno. ··-Iloi cumple un año la funesta lei que tantos males ha causado a la pa· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 11 ia. l!ói hnce lln aiio q\lC ese aborto nfernal de Jos ódios polit icos, e~tá it·Yiendo de mat·til'io a lns coucien­ias i ele escollo para el afianzamien­to de la pnz. ¿Se qnerrlt aun con­: en·nt· ese monSII'llO t (Se pt·etenrlen\ reemplazado cou otro peod Si los actuales lejisladot·es tienen siq\1iera impatias por su pais, si comprenden los 'ct·dadct·os intereses naciounles: si no están aun ciegos por los ódios funestos que nos impiden ser lo (]Ue dohcmos, i en fin, si quieren lejislar para bien de todos, deben conside­rarse satisfechos con los males sufri­dos i dct·ogar esa di!~posicion absurda i cruel. -Escriben de Popaynu que habien­llo resuelto las moujas Ca1'111Ciitns de aquella ciudad m¡u·chnr pnra Quito, al emprender !óll viaje fuct'On deteni­das por el seiior Payan, tlnien les uo· tificó que 110 las permitiría mat·chm· por Palla, sino por el Dagna. Las de ·' S la capital se separa ron e u Pucl'lo· nico. Cinco hnbian llegado ·a la Habana, i las olt·as habían con­tinuado w 'iaje para E palla a dis­tribuirse en varios n1onastel'ios de sn órden. ¡ Pobt'cs vírjeucs! Marltriza· das por la mas injustificable timnla, andan de pueblo en pueblo mendi­gando el asilo que les fué 1·obado en u patria ! El católicismo, tan pcrse­:• uitlo como cncn igo del progre o, JlliiiCa ha pt·oducitlo tales h::u bar ida­des . Todo3 los establecimiento en 'lile In l111manidad t·ecihc nlivio, si :on obra su p. !.o que hoi se llama progreso, e~ un món ll·uo infernal qnc . e complace e u vct· denamat· lá­" rimas i en nayegat· en lagos de san· gro ¿ Cnilt11lo ha pt·escnlado nnc,;tra pobre pal!Ía nn cuadro mas desgann­clot · que hoi? Pero nos llamamos Co­lombia¡ oh 1 -El número 23. lle "La Union '' tlc Pop(lyau, mintiendo n la hislori:~, 'lflrma que la Iglesia católica siempre }¡a pretendido usmpnt· la sobet·atda del nnmdo, i del mes de marzo, en la santa l'iu· dad de J crusalen, . iendo sacerdotes i sacrifi· cadores del Dios, A nas i Cnil'as." " Poncio Pilato, Gobernador de la Galilea b~ja, sentado en la silla presidencial del prc· torio: 1l Sentencia a Je¡ns de Nazarcth a modr en una ct·uz entre dos ladrones, dicir.ntlo los grandes i notorios testimonios del puthlo, que: ~~ i. • J e sus es seduclot· : "2.• Es sedicioso: " 3.• Es enemigo de la lci: 11 4. • Se llamn falsamente Hijo rle llios: "5.• Se llama falsam~nte Rci de l>rad; i "6.• Entro en el Templo seguido de la multitud lh:nndo palmas en la m,ano. " Manda nt primer Cctul'ion Quirilur Cor­nelius que le conduzcan al ~itio dd snplit:io. " Prohibe a toda personn, ya pobre, p rica el impedir la muerte de Jc~ns. · '• Los te!ligos que firman la sentencia con· tra J esus, son: "i.• Daniel Robani, fariseo. " 2.• Joannas ZorolJatcl. '' 3.• Hafncl Rohani. · '' /¡.• Capeto, hombre público. " J C>US ~aldrá de la ciudad de J cru s . Icn por la puerta Strucnt!." " T~sla sentencia está gra,·ada en una pla•t · cha de cubre. En lo> lados colán íi"~v;u.l;os !'olas ¡,~labra~: mtllf'lrtncha igual so'"' tmi.l· do 11 cada tribu. " Se ha cnt ootrauo e~ un va~o antiguo que se· guian a los t~j,;rcitos frauccs<·&. l)r~pnc~ de [,, espr.dicion de 1\ ápoleti e~tnha en la sncais · lía de lo~ Culujos, cerca de r-.ápolcs tnctrra· da en una caja de ébano. El uso e~t•i en la capilla de Coserte. " . -Tnyo lugar en la iglesia de las :Sieves la fnucion de CnatCuta lwras, hallandosc el templo en todÓs lJ·cs días lleno d(} fieles ~uc iban con an­sia a renrlil' enlto. a Dios, sin que ills nneva& autoridades hayan molestado. Signn esta conrlucta i la paz sera \lll he cito. -El clin 19 ele este mes se firmo el recouocimicnto ele Antioquia i In paz con ese importnntc Estado. No sabemos siuo que fue¡·ou aceptadas las bases propuestas por el seiior 1l01·1'io. Tcuen1os a la y isla tma carta fecha \1 26 de octub¡·c último en Geuznno, cindad dista u le pocas mili as de no­mo. En ella se relicrcn los actos mas conmovetlo••cs por el anHH' que ¡lÍI\.· tnu del pneulo ácia el Sauto Padre. Hai infelices que, al vet· la penuria a que Jos reyolucionarios lo ha u redu­cido, cct·cenan algo de n escaso ali­mento JHII'a llevat· \111(1 moueda al Tesoro Pontificio. Un ingles con\'ertido, fné a la ca­pital del munuo Cl'Íslinno i solicitó con instancins una audiencia de Sn Snntidad.' IJabiéntlola obtenido, se arrojó a sus piés i bal1ado en lágri­mns ic ofreció S\\ fort unn constan Le de cuatro millones de rlollanls. Ca~LaluJi.5l110 tiempo, llamaba jc­neralmente la atencion• en la all.a Italia, un fenómeno 1 aro ocurrido e u casa de llllO de los mas encarnizados enemigos tlcl pobre anciano sucesor óe San Pedl'o . .En u11a de.sns reunio­nes r~voluciouarias se hal.iia csprcsa­do en los términos mas acres conlt·a. él, i nlcntado por los aplansos de sns nmi¡;os, habia llegado a deeit·: "Si yo estuviera en Roma, corlaria la cnhrza nl Pnpa Pio IX, com'o a eneo1i¡;o do la libcrlnrl italiana." Cin­co dias despuei', la cspo a del r¡nc tal ucseo bahía tnauife lado, dio a luz dos jeme los sin cabeza. -El museo ele nohcmia acaba de sct·cttt·ir¡ueci\lo con una carla colosal rlclimpcl'iochiuo, com1nH~:.ta rlc ocho grnndcs rollns tic pnpt.:l r¡nc, uuitlos, present:w a la \'i~la aquel innlCII''l un oficio del séñot· doctot· José Antonio Nátcs, Gobci'Oadot· d~ Popayan, llamámlonlc para que dentro de \Cinte i cuatr horas, me presentase en su despacho a prestar el jlll'amCtllO lli'C3Cl'ilo pot el arHculo 1. 0 ele tl!cha lci, sin cuy requisito 110 podía ejercer mi mini:~ tcrioJ i así : teniendo en considet·a cion: '1. 0 Qnc torlos se habinn so. metido n la lr.i : 2. o Que el 11 prestarlo, se atribuía ' a miras poli ti cas, rlc rebeliou contra el Gobict·no, idea que jamas ba ocupado mi ima Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. jinacion: 3. 0 Que la Iglesia ct·a atacacla pot· la pt·ensa i jqzgué no era prudente abaudooar al pueblo fiel en tale5 circunstancias: 4. 0 Que el cisma habia levantatlo su orgnllosá cabeza en el Socono : 5. 0 Que ya no admitiat~ escepeiones de ningutld clase; a lncmado por estas razones preste el jlll'amenlo cl17 de octubre: mas, como dicho jut·amento repugnó a mi conciencia i ha sido condenado por In Encíclica de N. S. P. Pio IX de 17 de setiembre de 1863, en In que OJ•dena la rctt·nctacion a los que hayan pt·cstaclo tal jlll'amcnto, yo me retrncl'J del qne pt·esté ~1 17 de octu­bre ante el Gobernn· .. c.'n d ?.rtículu 1. 0 tic la circulat que le !JJ dlltjtdn rl señor ~icario del can ton de llioaol.:., nu tiene inoopl¡·nientc en ltar.ct• co-ocer ~ U í la falta qne ha cot elido, fci¡>lina ¡ ~icndo a de­mas su del1er, como Sa crdOtc católico, so­mrtcrsc! a las dcci iunes d!! su l'relado, como encargado de rcjir i gobcrnm la l ¡;lesia de Dios, , Por tan ro, se 1·ctracto públienmente, i da _por ningun 1·alot• el juramento que hiciera ante la autoridad cil'il, al art.ículo 1. 0 de la leí de. 2.'l de nbril sob,·c policía nacional en matr.n~ de cultos; pues sienilo eclesiastico ortodOJO, no puede mcnos ' que voh•e¡· al fedil de la Iglesia de donde ~e babia estra¡iado, por no haber tenido udiera ocasionarme persecuciones i sinsa­bores, diré una palabra mas, i es : que cstoi rcsi~nado al sacrificio. P1tal, 1.3 de niarzo de 1.864. El Prehendatlo.-Jll. Antrmio tfel Bnsto. AL RESPETABLE PUBLICO. Los inf1 ascritos eclcsi:bticos, para ~at· u prneba incontestable de la sinceridad con q hemos t·spr~sado muchas ''cces que en la p1 e tacion dc1 JUramento que· se nos cxijió por autoridad, en cnnplimiento de la lti ~e 23 abril, nos hallahamos siempre. dispue&tos conl'ormarnos fielmente con la deci.ion d Jefe de 1a I~lesia católica; ahora qué die dcci~ipn ha llegado a nuestro conocimi~nt hacemos s&bcr .qne ya nos hemos retracta formalmente antu la autotidad, del menci nado jUI'amento, en los mismos tcrminos e que él 'Sánto Padre· nos amonc taque lo hag m os, deClaran dolo nulo i de ningnn valor. 1 Gn de poner al publico al conicnte de la r wluci¡,n pontificia, ínst'rlamos de la Encícli <;a qnc se ha circulado, dirijicln a los seiiorr Obispos, fechada en 17 ele~ Setiembre del cm ricrite la monlcion que ~e ditijc a nosott·os Dice asi: • Amonestamos igualmente i cxhortam con clmaJOf encarecimiento a t11dos los cele siásticos que somctií:ndose al Gobierno s apartaron !astimovamcnte de sn deber, a que repasando íntrriorlllr':lte su ~anta vocacio no larden en I'Ol l'er al camino de la justicia de la verdad, i 'sigan el t·jempfo de los qu aunque rcsbalar(Jn desg-raciadamente prestan do el juramento, exijido por el Cobicrno, n4 obstan lo se han gloriado despue~ de retract tal juramento, con profunda alegría nncstr 1 i de sus Prcl a dos. • V case por esta nmoncstaciun tan pntcrn i al'ectuosa, lo que ha motivado nnestra retr. taciou, llUC Su Santidnil se halla mui ajeno u increpar con acrimonía la accion que cjcctJ tamo con la mas 'ann intencion, i que no 9 Iros no necesitamos de que se nos rcprcncl sevenuncnte, ni se nos conmine con censt us, p01 que nos basta i sobra que el Supt em Pastor alce sn voz con dulzura i solnotenl ;uuuncstan~n, pa¡·,¡ r cuchntJr¡ ' c1n agrado hacCI'docifmentclo~ICII cxijc. ca cigu mente por sus c>ptUSIOnt:~ amables de~vaneci dJ la pn·ocnpa~ion tic lo que nos- han juzgad sin fnn~nmenln, incnrsos en cstotnunion • 'os pn:ciáruos de ser Católicos Apostólico TI o m finos, en nuc tra rrcencia i ~e aiiadir p b bondad dt' Dio&-~ la obcdit•ncia humild a l~s dt·lurminacitJn de nuestro l'~drc i 1'" lur ci 'Sol.cTanu PontíGc•·, lus ~c·utimicnto ·de cnri1IJd c1 htiana de q,n~ el \nismo l'asto nos d:1 el t>j('mplti. Cali, 2.! de diciembre ll t8G3. Fr. D11111Íaa Gon:úci:.-Fr. !.ron Súrtli. Fr. T'ictor G'u:ma11. -ri·. ltltllllltl .11 • .1yrn -Fr.. Ccirlo~ l!fanrcni. • NOTA.-Esta pnhlicacion debió hahcr ta nido Ju~ar el di a 22 do uicic•ntbre del afio pa )ado, en cuya fecha. los infra critos hicimo nnte el sr.i1or S ere i\lunici 1al nuestra rcltactll ci<>n del juramento pre~tadn conl'omc a la 1. de 23 de abril, tan lu go romo llegó a nuci tra noticia la Encíclica del Santo Padre que nos 11monesta la hagnmo , i aun ya se habi • tirado el primer cjcmplm·, ruando fué ncccs~ río suspcndct· la ímptcsion porque bs CIQ cunstancia políticas lo inrpidi!'ron ent?ncc • A !tora r(!~tatlleeida tranquilidad, crc~mo ser oporlnllo dar ' p tblic.i~ll4 a~. nt_to .e~ qn ¡¡, IH\rol)&nlleslro deber como htJOS t Mmt~tr~ de la Iglesia cat61ica. Imprenta Constitucion3l. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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El Católico - N. 47

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El Católico - N. 48

Por: | Fecha: 30/04/1864

f~on el presente número concluye el 4.• trimestre i el pdmer año de El Católico.• En lo sucesivo, este periódico ten­~ ra dobles dimen.iones de las que ha nido ha ta ahora, i se imprimir len uen papel i con mejores tipos; pero l \'nlot· de la u ct icion set·a de un :peso i veinte centavos por trimestre, · el número suelto qn in ce centavos. m individuo qne reciba el número ¡>r6 · iuw i no lo dcvuelv¡¡, se reputara usct·ito al trimestre que principia. I~ntJ·e los pocos amigo¡¡ que suelen fa Yorccerraos con su corresponden ~ia, IJai llllO que se distingue por la tt·a~ yesnt·a de su jénio i a quien ocurren cosas particulares. En s n úllima car­ta nos refiere la siguiente : "En uua hermosa mañana ele vc­• ·ano, vagaba yo por el centl·o de un espeso bosque con cuyo rictl follaje uguetcab~ el aire tibio, trayendo a u paso, ya el penetrante aa·oma del madroño, ya el melodioso canto del urpial. lli pecho rebozaba de gozo contemplando \lila nat\naleza rica, engalanada con todos los pa·imot·es que el Creador c¡aJiso sembrar con profu~ sion en nuestro hermoso snclo. Aquí, decía yo, ha hecho con razon su asien­to ind~strnctible la libe1·tad. "El ruido de un torrente que, des­prendido de una roca, caía como de;;­grcitado sobre UIHI gr·au taza de pie­d¡ ·a de donde salia ful'ioso convertido en copos de alba espnma, se me a~c­mejt\ ba a la \'OZ de nuestros demago­gos que, ahot·a gl'itan descompasada~ tucnte contt·a una tia·ania 4''e no exi~­te, i luego contra todos los derechos como contrarios a una libertad qne solo ellos comprenden. "Deseoso de tomar algnn alimento de que sentía una gran necesidad, busqué ·una choza que se me había indicado existir por allí cerca; i en efecto, f.n lo mas intrincado del hos­quc, vi un pedazll ele sabtlna cnbierta ele verde yerba en cnyo cslrcmo se levantaba la r.a ita sombreada por uua platanera, t·odeada de chirimo­yos que cmbaL amaban el aire, i ele copudos carboneros en cuyos ma• uojo · de be Iludas flores se rcflrjaüa gracio~amcntc la luz. "Llamé repetidas \ 'eccs, i no ob­teniendo respuesta, me dcci!li a cn­la ·ar. Hnllé una salita pel'fectamcnte blanr¡neada i eu la que todo indicaba pobreza, pero aseo i la mayor posiüle couveniencia. Unos tabmetes de ma­dera onlinaria forrados en cne1·o de res al pelo, dos mesitas, orclinadas tambien, sobre las cuales había unos vasos de cristal, \liiOS plícgos rle pa~ pel, un primot·oso ramillete de flo¡·es fresca colocarlo al pié de \lll bello crucifijo de marfil i un bastidor de bordar con una obrtl empezada, ea·an todos los u1uebles que formaban el ajuar. " Cansado de esperar i no oyendo ni bti1· un peno, ni cacarenr una ga­llina, me clispouia a seguir mi mar­cha cuando et·o como esta­ha mui (lébil pudimos contenet·lo sin esfuerzo ; i el jóven en cuya ft·nnca fisonomia se veia pintada la indigna­ ·ion, cnlmó no obsta u le a su ntcn·atlo huésped 1lieiéndole: u N·J tema U, q Dios a quien ad01·amos i que lo ha puesto a U. en nuestras mano·, nos manda amat· a los (¡uc nos abor­eccn, i hacct· bien a Jos que nos pct·· iguen. "Con una sorpresa (1ne no puedo intar; vela aquella escena, i te-miendo pot· la vida de mi cnfet·mo ctue luchaba cutre el temor i la cs­ICt ·anza, le cspliqné en breves prtla­Jras el estado en <(Ue se había halla­do i los cuidados que sus protecto-re~ lt! IHibiau dispensado. El hombre Jaso cnlónces del terror a la sorpre­a. No compt·endia como podía ser aquello i csclnmaba a cada pa o:" ¡ ~s imposible! ¡Solo que sea para eucr el gu to de VCl'll1e l'usilar! ''Dos clias dc~¡mes snr,c pot· él mi:;­no todo jo que 1lesenba sahe1·, i com · n·ctu.ll hasta dótHlc llegaba el hct·ois­no de aquella virluo~a pareja. He quí lo que me dijo· "E u el pueblo de mi rc,Hlencia 1abia una familb mu~ quel'ida pot• 1uc daba de comer a alguno~ bobos 11c c¡·eian recibir un favor de esos jcos, porque ¡·ccojia en su casa a-los nfet·mos i po1·que ayudaba al cura a 'aualizat· a los infelices haci~ndolos erdet· el tiempo en p1·acticas idolá­ricas. El padre de esa familia había ·usll·aido a la circulacion un capital 1ue invirtió en adot·nos de lujo para l templo, i r,e había convertido en uez de paz, mediando en todas las isputa!l que se susr.itaban entre los ecínos i haciendo iolltil mi indostl'ia e tiutel'illo. lo, por estas razone3 le bon·ecia, pero pensando un poco, csolvi hacerme participe de su for­una enamorando a una hija ele diez ocho ai10s que tenia i que formaba i encanto de la casa. l.a muchachl lC desprecio porque era soberbia e ipócrita, despues de haberme deja-do comprendet· por el cariño con que me tt·ataba, (llle no sc1·ia mal acojido. Herido en mi amor propio, res()lvi vengarme, i pat·a ello empecé pot· al'l'uinat· al padre promoviéudolc plei­tos. Una vez que lo vi pobre, lo hice r~pat·ece¡· como cómplice en un morí­miento polllico i conscgui que ludes­tel'l'at ·an. No pudiendo sufs·it· tantos males s·cunidos, se mul'ió i su hija lo siguió al sepulcro. Esv no fué culpa mía. "Sinemhat·go, el cura i al~uno:; ve· ctnos, dic1·on en mirat·me mal por eso, i consegi.lí ltncea· dcsterrat· al cura i ponct· fuera de combate a.los que me nbol'l'ccian. Yo cstaha ya l'ico; pero queriendo anmeutar mi fortuna i ¡;o­zar al mismo tiempo, me hice jugador i pc1·euemos, sí, aconsejarlo con nnestr ejemplo para que se convenza de qu hai un Dios que castiga el ct'Ímcn ' pl'cmia la virtud: para que vea que a pesat· de estar en la situacion en que nos ha dejado, somos menos dcsgra ciados que él, porque tenemos el tes­timonio fa~orable dr tnwstra concien­cia i la e-¡:iet·anza en el .fondo del co­razon. Nosotros ano podemos esperar dias alegt·es. El vivirü lt·iHe pol'(¡ue no cree, pot·qne los rcmot·dimicuto lo acosarán i porque ya ha vi ·tn c¡ne la i'ortuna mal-adiJOil'icla i peor cm­plentla, es n11a vcrdadem cot·ona u punzantes espinas. "El enfermo que, siempre llcsconlia­do, se ponía a c~cur,har nuestras con­versaciones, oy<í esta, e impresionado pot· ella, me snplicó le enseña e la re­lijion que prescribía vit·tudcs tan he róicas Hícclo así en cuanto me fué posible; i un ilustrado i virtuoso sa­cerdote que andaba huyendo como ac¡uel hombre, por virtu.l de la lci de 2:~ de ahl'il, me ayudó eficazmente, i completó mi obrr~. "lloi el bandido, ellintcrillo, tel'l'or de loo; hombres hoJll•aclos, comprenpclar. e l:t propicdnd la liuertad, el honor i la vidn de lo~ . demas; cree en la virtud i trata de hacer olvia entr·e ellas el ven erab le Prelado doctor A· DRES ~h­JILl GAr.to~ que t•cemplazando alllu!J• tl'i simo metropolitano, sufrio como j fe de la Jgle ia, los tiros de sus enemigos, h,lSia bajar a la tumba, al rigor· tic las péuas ¡¡uc oprimicr·on sn corawn. llabicudo teniclo cnll>nces 'Jlre;a hogarcn el silencio uucstro do­lor, creemos hui un debcr·r'atc~ inmortalizariw el nombre de sus defensores, al mismo tiempo que cubrirande infamia a sus Ycrdugos. He aqul las linea~ a que hemos aludido : UNA PERDID! fL.UlENTABU:. Los acontecimientos funesto con que e:> rtflijida la humanidad, on tan= to nias seusibles, cuanto se verifican, en circunstancias anormales pa1·a la5 clases a quienes afecta u. Jl,sto sucede precisamente al clero de la Aa·quidit\­ccsis llc Santafé de Bogotá en el gol­pe m do i doloroso que ha sufr·ido, con la muer-te del seiiot· Joctot· AIWDRES lYI..lBI..l -..&LLO, Provisor, Vicario jeneral, Gobernador tlel A nobispado i A rccdea no de la Jr;l cs ia Catedral metropolitana. No solo h amistad sino la justicia exijcn que se tribute al mérito del se· iior· GALLO un recuerdo en honor de la Iglesia i rlel Estado de Boyaca; a quienes mui p:~r·ticulormente consa­gró sus servicios i talentos. Nacido el señor GuLo en la ciuclan de Tnnja, el 4 ele febrero de 1792, te­niendo por padres a los señores Au­clres Maria Gallo i Juaua de Dios Ve­lazco, no ménos di:;linguillos por· S\1 ejemplar ",irtud que po1· su nacimien· to, obtmo, siendo se~ lar·, empleo'i ho­nol'il1cos a llue lo haciun acreedor sus luces i nol01·ia honradez, entre ellos el de Mini~tr·o de la alta Corte de justicia en el Estado federal de Tun­ja i miembro riel Congr·cso en el mis­mo Estado. Sirvió a la patl'ia en 1812 como Jefe militar·, defendiendo la causa de la emancipar.iou politica del país. Llamado mas tat·,le al sagr·aclo ministerio tlcl sacerdocio, llenó con caridad i celo apostólicos el snnto de­ber · de dirijir· a su grei por· el recto ca­mino ~le las virtudes, en los diferentes bcnellcios que sucesivamente se le encargaron. Entnsia ta por la civili· zacion i por· la cdacacion de lajnven tud, fue uno de los ¡)l'ime•·os apoyús para la fundacion del Colejio acadé­mico tielloyac­vincia dequefué miembro, son fieles testigos de su laboriosidad, patriotis· mo i amor por la justicia. El mérito del sciíot· GALLO se pa­tentizrt con la elecci ou que hizo eu él Nuestro Santísimo Pach-o l'io lX pa­ra Obispo de CaJ·t11jena, la que tuvo lugar en el Congreso de la Nueva Granada para el Obispado de Pasto, i la Jesignacion que hizo en él el se­ñor Delegado Apostólico para la silla Episcopal de l'amplóha. La abocga­cion, la humildarl. sus \'Ü·tudes carac­lcrl~ tlcas le hicieJ·on renunciar estas mitras, i solamente por corresponder · a la amistad i la confianza con que lo honró el Ilu~trisi m o señor Arzobispo, doctor Antonio Herran, aceptó el pe­noso encargo de soberuar la Arqui- · Íli~cesis como ¡>¡·ovi~or Vic-ario · jene­ral, dcspues de ttuc había sido nect-­suio obligarlo por obediencia a ocu­par una silla tn el cor·o metl'opolitano i la dignidad de Arcedeano i como tal la de Presidente del Capitulo Ca­tedral. Una penosa enfermedad, ocasiona­cla, segun la esposieion de los fncnl­lativo~, por sus sufrimientos mora­les, le condujo a la tumbn. Can esto la Iglesia ha pcrrlido nn digno i dis­liuguirfo sacerdote, i la patl'intul fiel servidor· i un honrado cindarlano. llogota, 15 de nbril ele 1863. B. A. Toscano.-Migu.el Arias. PROTESTA. El iuft·aicr·itoComi.-ar·io de la Orden Tercera de San Francisco, habiendo visto por casualidad en el número l3 de «m BoGO'UNO. una retncion to­mada del Prcsllpuesto de gastos pre• sentarlo al Congreso actu:d, en la cual figura la Or·den espr·esacl:~. per· cibicndo como renta viajern la suma annal de 40 fuertes; decl at·o: t¡ne nunca he percibido tal renta aunque estoi fur.cionantlo clesde el mes de no\'iembrc tic 1861. 1 como yo clcbia ;;cr· el que In pet·cibicrn, suponiendo que puclier·a hnef'rlo, protesto solcm­uemcnlc t¡uc es falsa la partida del l'resupueno.-fiogotá, 29 de ahl'il de i86l1.-Francisco Tamnyo Iloyos, Presbltew. PROTESTA SOLEM~E CO~TR.l U PROP.~GAND.l CISMATrCA 1 SUS AUTORES. Los infra crilos Sacerdotes de la Vicai'Ía ele Santiago el menor. protes· tamos enér~ica i &olcmnern<·ute con Ira las perniciosas i escandHlosas pr·o· clucciones puhliradas por la prenl'a, titnlucl:~s: ''El Cle1·o en su dehel', '' "El Romaui~mo uo es el Catulici~ mo," en que algunos clérigos ma aconsejados, injul'ian gravemr.ute a Illmo. seiio1· Arzobi~po i a sus sufra· gáneos vcner·andos, con moti\'o d Jos mandatos con que, en cnmpli miento de su deber, han prohibido a Clero pr·estar el juramento inicuo exi jitlo por· la lei subrc policía naciona en materia de cnllos, e invitan al cis ma i a la rebelion contra la autorida divina de l:'t Iglesia~ depositada en <' Sumo l,ontífice i en los Obispos. Nos adhel'imos de corazon a la San la Sede Apostólica i nl Romano Pontl fice, a quien se ba dado la suprema clivina ¡>otestad de apacentar, rejir gobernar· la Tgtesia Católica, i recha zamos cnalc¡uier·a innovacion, cual quiera falsa dortt·ina que tienda a Cisma, a la he•·ejla, ~ la encn·acion Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. dcpt·esion o sometimiento de la auto· ridad de la Iglesia a la. pote tades se· Clll\ll'CS. Uenovamos une !t·a promesa de o­f¡ ediencia i t·espeto que hicimos el dia de unestt•a ordeuacion, a llllC~h·o pt·e· lado i a sus lcj áLimos sucesores. He­cono 11110:) us mandatos como muí acorflt:s con los preceptos divinos, es­tamos di¡¡pu tos a acatar siempre sus sabias disposiciones i a respetar sus penas i censuras. · Santa Rosa de Vitet·bo, etlero 20 de 1864. El Vicario principal tle Santingo el menot·, Cayetano Brl!'rcto.-f'r. Rrt- 1non Cade!la.-Luis ·Rou1l({o RoMan, Vicario p:u·ticnlat· de la 3. e:: de San­tiago clmenor.-El Gma interino de Tibasosa, Cayeiano ~ltoreno.-El Cura i Vicario de la 2. C\1 1le Sautiago el mpuor, Juan P. Ularlr..-El Pánoco de F.loresta, Francisco de P. Reye .­El Párroco ele Bctcitiv~, J. Viwtie Rujas.-El Parroco do Tntasá, Igna­cio 1:.. Abella.-El Penclicio de Tdsco, R. lln cda. L'~A RETHACT\CIO?i. Siento una satisfaccion positi ·a al dar al pú· liro la adjunta e~posic10n que bago al ~elio r efe de este !\tu icipio, porque se me prcscn­a hoi la mas brillante ocasion de manifcs · ar ante el mundo entero, cuan sum i& o i re · •erentc 6oi a los maQdatos del Padre comun le los fieles. La eaposicion dice asi: Señor hfc ~e este Municipio. Cuando presté el juran)entu de someti~lien- 0, pre,·enido por la Jr.i de 23- de ab11Í del rt;s~ntr. aiio, creí que con . aquel. nct~ no omprometel'ia '.ui ~u~cít~cía ni IBllana a os debl!l'cs de m1 mlnJsteno; pero •í lile pro­use dP-sdc entOnces agn~r¡lar lo que l11 Santa ederf'solviese en el partic~lar, .para obrar en onsonllncía con su determmac10n suprema. a el Sumo Ponlffics por su Encidiea de i7 le setiembre u(tÍI1lOs ba condenado la .con· ucta de los qqe he~os presta~o aquel Jlll'a· nto; í yo, obedec;ren~o sum1samente la ~e, crmioacion del l1carto de Nuestro !lenor esucristo, me retracto dol modo mas solero· e de aquel sometimiento, condenando' CO• 0 condeno el acto n¡encionado, i d~claran-scgun la mente de S, S. que . al CJCcutar· , me separé del camino ~" laju~ticia i ~e verdad. Reciba pues, senor Jelc Mum­ipal esta formal retrac!acion que. hago an­e. e, pidiéndole qu~~esuvap_reveDlr, que so gregue esta espos1C10n al ltb~o en que se sl'ntaron las dilijPil(:Ías del JUramento ya encionadu, para que aquella obre lus ctee­coosiguientes. RETRACTACION. Cu:mdo en el mes de tnayo del aiio pasado, me exijió el Correjidor de la Aldea tle Cande­laria el juramento prevenido ni clero por la lei de 23 de abril, sobre policla de enltos, no fue mi :inimo sometc1·mc a las leyes protesta­das por la Igle&ia CatWca de que soi Ministro, aunque indigno, sino sulamenlc pt·estar aque­lla obediencia que se de~e al Gol!i~rno en lo temporal; sincmbargo me cabe hoi la satisfa.c· cion de cumplir lo qnc se nos ordena por nuestro Smo. Padre Pio IX, en su Encíclica de 1.7 de setiembre último, retractándome en debida forma, pidiendo penlun a mis Pre­lados i a la J glesia por el error en que ha ya inrunido, siendo siempre fiel a la Unidad Católica, como lo prometi desde el Bautismo ¡ al recibir la~ órdenes sagradas como biju mui obediente al Primado i cabezo. de la Igle­sia de Nuestro Señor Jesucristo. de ab.-il de ~ 864. 1 entonces el dolor que ora me abate, Contc,nplare como el q_uc ayer surriera Cuando bic;e, ui:cio, consistir mi dicha En el amor, la gloria i la riqueza. Ya no habra tiempo para mí: ya libre Por entre bosques vagaré de estrellas, 1 amaré a Dios cual debe ser amadó Viendo admirado la creacion .entern. es tan dulce perdouar Fcrnan Caballau. Léjos ai! del sacro teclJo Que su cuna vio rodar, Tn padre proscrito arrastra Su maseria i orfandad. Reclinado en la alta popa Del bajel que huye fugaz, Tristemente de su patl'ia Ve los m'>ntes qtte se va u, 1 a su~ crueles enemigos M.tnda l.lll ósculo de paz. }>erddnalos, Margarita, Que ~s rnui dulce perdonar. En apartadas rejioncs Triste se levé vag .. r, 1 amasado con sus lagrimas Come del dolor el pan. Rn tanto sus enemigos J,a yida en l>lando solaz Di frutan, i del pro~crito Escarnecen la lealtad. Ptrddnalos, ftfargarita, Que es muí clulcc pcrdon.a¡ ·. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Por: | Fecha: 24/05/1864

E :t. CA ~OI.ICO. TRIM. I. ANO n. Bogota, 24 de mayo de 1864, NUMERO 61. CONVENTO DE FRANCiSCANOS. A t setzo1· Secretario de la Curia Metropolitana. Acabo de recibir la protesta del P. f¡·ai MMce­lino Bem:1l, i la incluyo p:ua satisfaccion de ese su pcrior Tribuuttl. · Dios gunrde a U.-Fn. J. ANACLETO Gó~IEZ. :r.II AUREPENTU.IIENTO I RESOLUCION. El debe¡· mas sagrado es el que me impulsa a dar esta manif'estacion a mis P1·elados i al público ortodojo, que observando el estravío de que me hice delincuente, me habrá condenado anatema­tizándorne con el formidable poder de la justicia. Pero, perdonact en el nombre del Huo de MARÍA a éste fnfo1·tunado relijioso que con la venda mas 1 espesa sobt·e sus ojos no alcanzó a percibir el cáos horroroso en que se precipitaba 1 La debilidad, la coaccion i la poca fé, me al'l'astrat·on pot· la senda terrible del mal; i héme allí · aprobando con mi nombre la ~'obediencia" a los decretos de que se valieron para esclaviza¡· la Iglesia i estraerle sus sagradas fincas. Yo me horripilo en mi desventura, i cada pensamiento que por mi frente resbala es una lava de fuego que criada por el re.mm·dimiento, posa en mi cm·azon, esterminando mi existencia. ¡Pero Dios Santo m~ has dado el bálsamo consola­torio del arrf'pentimiento i éste jermínará en mi es­pú ·itu, cual en otro tiempo tu inspiracion a Pablo! La penitencia pa1·a ante Vos borrará mis faltas, i ante tus adoradores mi conducta futura las ester­minará, haciéndome con esto, bien pronto digno de ellos. Empero: si necesidad hubiese del marti­rio ( para pt·oba¡·Jo que estampo en estas líneas) estoi pronto a recibirlo, derramando mi sangre por sostener los mandntos divinos i las leyes de la Igle­sia. Quizá ésta, aunque del mas indigno Sacet·dote, aplacaría la justicia del Omnipotente, i haría que renaciera et1 mi infortunada Patl'ia el Catolicismo que con tanta viDlencia se le ha querido arrancat·. Fn. MARCELINO BERNAL. Popayan, t de ~bril de 1864. Cuando el señor Mlll'illo nos babia hecho con­cebit' la mui risueiia esperanza de que se abririan de par en par las pum·tus del país a la paz, i que­dada enteiTacla para no resucitat· ya la época luc­tuosa de Ja tiraníR, vemos de repente que esa tiranía, cobijada impíamente con el manto de una mentirosa lil>ertéld, empufta con mas fuerza su matador puñal, para seml>rar de nuevo la discordia en un suelo abonado con la sangre de sus hijos. El seiior Mmillo, de quien esperábamos una conducta mas leal al grito de la opinion, mas hu~ mana i conciliadora, ha puesto, el ejecútese a la siguiente lei: LEI SOBRE INSPECCTON DE CULTOS. El Cong1·eso de los Estad(:)s Unidos de Colombia, DECRETA: Art. 1. 0 El derecho de suprema inspeccion sobre los culto~, de que trata el artículo 23, en relacion con el inciso 16, articulo 15 de la Constitucion, se ejerce por el Gobierno Jeneral i los Gobiernos de los Estados, en los términos de la presente lei. Art. 2. 0 El derecho de suprema inspeccion sobre losculfostiene por objeto sostener lasoberaníanacionada en nog:.t á ,~a 16 de mayo de 1864. El Presidente del Senado de Plenipotenciarios, • ANTONIO FERRO. El Presidente de la Cámara de Representantes, Jos:E M. SAMPER. El Secretario del Senado de Plenipotenciarios, C. Benedeti. El Secretario de·la Cámara de Representantes, Alejand?'o Có1·dova. Bogotá, 17 ele máyo de 1864. Publlquese i ejecutese. (L. S.) M. 1\JURILLO. El Secretario de Jo Interior i de Relaciones Esterio-res, ÁNTON 10 l\I. PRADlLLA. Como se vé, las disposiciones de ésta leí iníeua, sobrepujan a la de 23 de abl'il de 1863. El artículo 2. 0 declam que la práctica del Ca­tolicisrno (porque ésta es la unica Relijiou que hai en el país) puede se¡· contnll·ia a la soberanía nacional, es decil· : a los derechos del pueblo que es católico en su gran mayoría. Sí, el pueblo so­berano es católico ; la práctica de su Relijion, de lo mas ín imo que tiene el pueblo, de lo mas que­rido, de Jo que forma la esencia de su ser moral, es pues, el primero de sus derechos i nunca puede l ' ese derecho sel' contmrio a su soberanía, porque no comprendemos cómo pueda set· contrario el 1 principio constitutivo de la vida a la vida misma. 11 Hemos oído decir que es nuestra obediencia al Pupa lo que perjudica a la soberanía nacional; pero si esa obediencia -es esencial al católico, i todos aquí, con raras escepciones, somos católicos, i esos to- , dos somos el Soberano, resulta que la soberanía, segun la entienden nuestros actuales mandatarios, es patl'imonio de ellos solos, i que la sonora pa­labra "República" es una palabra vacía de sen ti­do ; o quier~ deciL· que los ménos, cuan~do dispo-nen de las m·mas i de los soldados, pueden til:anizm· a mansalva a los mas, que están inennes. El mismo articulo declat'a que las prácticas relijiosas pueden set· causa de trastornos en el órden público, como si la Relijion no fuerd, por el contt'at·io, el primet· elementO" de órden. 1~1 artículo 3. 0 esplica como es que por la 1 Relijion se puede atentar c> como lo hacen los lejisladores de ' todos los pueblos civilizados, i que hoi nuest1·as constituciones son ateas, i se olvidan con deploJ'a­ble orgullo del Omnipotente i Supremo Lejislador del univel'so? Nosotms, ántes cristianos que granadinos, siem­pt ·e adoraremos ese nombre tres veces santo, i sin poder, ni pretender profundizar sus arcanos; lo reverenciaremos con la frente en el polvo. · En el oficio del domingo de lu TmNIDAn,la Igle­sia canta himnos sublimes, llenos de entusiasmo i de uncion, i en el evanjelio de este dia se refiere la solemne mision dada a los Apóstoles. > ¡Qué mision tan grande l Qué promesa tan consoladora ! Qué es­peranzas mejor fundadas que las nuestras! San Estéyan; Obispo de Lieja, compuso desde c1 a ii o de 920 un oficio en honor de la SANTÍsnu. Tnrl\"IDAD, que ha sido adoptado por Ja Iglesia. El Concilio de Arles ordenó en 1260 la celebra­cion de una fiesta ; pero no fué sino en el siglo XIV, bajo el pontificado del Papa Juan XXII que se hizo jeneral ésta solemnidad en toda la cris­tiandad. Fiesta del Cm·pus. La fiesta del ConPus data del siglo XIII; hija de los esfuerzos de una humilde relijiosa a quien Dios se dignó revelat· su voluntad, nació en las vísperas del dia nefasto que- vió a tantos pueblos divorciat·se del Cristo, rompm· con su iglesia i abolir el sacrificio santo de la lei de gt·acia. En ese día todas las poblaciones cristianas se visten de gala para saludar la marcha triunfal del Hijo de Dios por las calles i plazas llenas de pueblo. L as grandes oiudades se cubren de oro i seda, las humildes ald·eas de flores i ramas vet·des, pero cada uno of1·~ce las primicias de lo que tiene al Dios que trajo a la tiel'ra la paz i la verdad: En ese día los católicos podemvs mostrar con oJ·gullo a los que nos acusan de no se1· c•·istinnos, nuestras íntimas relaciones con nuestt·o Seño1· Jesucristo. El dijo: ienes que se le ofr·ecen riquezas mal empleadas que es preciso desestancar para que vayan a aumentar las for·tunas pat·ticularcs, las personas que se le ·1 ¡ consagran, vagamundos que es preciso lanzar a la calle i entregar a la miseria. Porque, segun esos 1 hijos del' Evanjelio, todas las fuerzas del alma i l del cuerpo, todas las horas de la vida, todas las l fue¡·zas de la naturaleza deben dedica1·se a la pro- ¡ clucc~on de objetos que si1·van pa1·a satisfacer ne- 1 ' 1 cesidades físicas, pal'a alimentar Jos goces de la codicia, del orgullo, de la voluptuosidad. ¿Son l estas las iueas vet·dadet·amente cristianas que se quiet·en difundil· i plantear nquí? ¿Es esto otra cosa que matel'ializar, que embrutecer al hombre? ¡ Oh! Nosotros sentimos la chispa inmortal que nos anima, anhelamos algo pa1·a mas nJiá del se­pulcro en que hemos de descansa!', i wmos que este deseo de la inmol'talidad es el que enjendra , todos los hechos grandes que la historia de los pueblos rejistra en sus pújina.;;. Por él hai en el mundo lo que se llama gloria_, por él hui Yirtudes, por él es que la célebre musa épica nació. Supdmase la creencia en la inmortalidad, i el , hombre no es mas qpe balTO, nido de gusanos, de fetidez, de horror. No, la humanidad no quiere ser eso. Ella comprende que es inmortal, lo cree i lo ha creido siempre, i eA vano los reformadores quieren hacerla mu.dar de fé. Siente que tiene alma, i aspira a la posesion de Dios. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CATOLICO. 21 Nada mas gt·ande, nada mas sublime que esta creencia p1·ofesada por las jeneraciones que han poblado i pueblan hoi el mundo, i ante ella es impotente la nbsurda uegacion que deifica el pla­cer. La fuet·za hará cesa1· el culto pero no la idea de que el culto nace, i esa fuerza tiránica de los Jibel'ales, no conseguirá mas que amontonat· des­gracias, hacerlos mas i mas odiosos, i apresura¡· el momento de la reaccion relijiosa, porque el pueblo no puede deja¡· de creer, porque el pueblo es racional i no puede dejat· de sel'lo, porque el pueblo no goza ni se civiliza sino creyendo en Dios. Por el:.o la fiesta del CoRPus es una de las mas es­pléndidas fiestas en los pueblos cristianos. ---~ JJ.lit [t_ 1}l !JJiJ. !p_ [!} ~ ~--- . -En una carta que hemos recibido de Tunja, hallamos el pát·t·afo siguiente: '(Mucha impresion me ha hecho la noticia de que haya habido pot· allá semana santa, i que las llaves de los sagt·m·ios las hayan sacado ciertos personajes. Los que a esto se prestaron deberían leer el Evanjelio de San .Mateo cap. 7, 0 v. 6: 0 "no echeis las cosas san­tas a Jos pel'l·os, ni atTojeis vuestras perlas a los marranos, no sea que las pisoteen i se vuelvan contra vosotros i os destruyan." Debel'ian reco¡·­dar que en otra época se dióla llave de un sagra­rio a cierto personaje de alto g1·ado en la majistra· tura i en la lójiu, i que des pues no pudo ab1·h·se el sagrario, i fué necesal'io emplear la punta de una bayoneta paraforzat· la cerradura. Yo estaba en­tónces en Bogota.'' -En otra carta fecha en Soatá nos comunican que el CUI':l de la Ubita ha sido condenado a un año de destierro, por el delito de habe1· dicho misa i ausi­liado a un moribundo sin licencia de la autoridnd. Dos Obispos ante el mundo.-El seiior Do­mingo Antonio Riaflo, Obispo de Antioqnia, con­finado entre Jos indios salvajes de Tierm-adentro; i el sei10r Pedro A. Tórres, Obispo de Popayan, lleno de honores i comodidades.-EI 1. 0 mártir de su fé: el.2. 0 ••• i es tan a pocas leguas uno de otro. ESTADÍSTICA CONSOLATORIA.-La guerradesola­dol'a pel'O providencial que aflije a los Estados , Unidos del No1·te, ocupa una gran pat·te de las co- 1 lumnas de los diarios europeos. Unos describen )as batallas sangrientns, ott·os cucntnn el numero , de muertos i heridos : nosotros sacaremos de esta 1 triste historia los datos que hacen a nuestro pro­pósito i que son de no pequeña importancia en la 1 actualidad. Dice un diario frances que tenemos a la vista : "Los ejércitos del Norte cuentan 14 Jenerales católicos, i es probable que no sea esta la cifm completa. Todos ellos, con escepcion de uno solo, practican su relijion. Algunos han abjm,ado el protestantismo 4espues que comenzó la gueJTa. Se habla tambien de conversiones mpi notables entre los Oficiales del ejército del Sur. El que es­CI'ibe estas noticias dice que puede dar como cierta la del Jener::ll Braxton-Bt·agg, el antagonista de Rosenc¡·anz en la campaña de Tennessée. El mis­mo Rosencranz es católico. Es hermano de Mon­señor Rosencranz, Obispo ausilim· de · Cincinnati. Tenia por a migo fntimo al Coronel Gausché, her­mano de un misionero católico. Antes de la gue­na estos dos amigoll eran el centro de una reunion de oficiales que se juntaban para podet· practicar con mas fervor su santa reJijion, i su hermano coadjutor de las misiones, antiguo empieado del Observatol'io de Washington, dice que Roseucranz era el que distt·ibuía n Jos otros los oficios del Sa­grado Corazon, i un Padre Paulista de Nueva York, refiere que el solo ejemplo de Roseneranz lo babia convet'tido del pt·otestantismo al Catolicismo cuando aun era oficial. El Co1·one1 Gausché era digno de tal corhpañeJ'O de armas, pues comulgaba todas lns semanas, i no dejaba jamas, aunque estu­viera abrumado de ocupaciones, de lee¡· todos los dias cuatro capítulos de la Jrnitacion de Cristo. ¿No son estos indicios interesantes i en .e-s-tre·· mo consoladores de los triunfos del Catolicismo en medio de las deplorables calamidades que nflijen la sociedad americana ? Las cartas de que acabamos de hacer mencion, permiten creer que existen, se organizan i desarrollan grandes elementos de bien en aquella tierra tan repentinamente conmovida i at01·mentada. La Iglesia católica e-stá allí noble­mente representada pbt' su Clet·o, pot· los misione­ros, por los hermanos de la Doctl'ina cristiana, por las incomparables Hermanas de la Caridad, por los recien convertidos i )o, niiios de todas las clases . Es evidente que se ¡·ealizan pi'Ogresos inmensos, i que se elaboran i preparan allí cambios magníficos 1 i sorprendentes. Así es como la Providencia depo­sita en la sangt·e misma i en las ruir¡as, jérmenes lt destinados a producir frutos abundantes, que serán ~~ un dia, no lo dudamos, la salvación de la América. ~ Nuevos consuelos.-Un diario de Lóndres, dice 1 el mismo periódico (El - Mensajero) pubHcaba ! hace poco una lista de las conversiones que han 1 1 ¡.1 tenido lugar hace algunos nüos, i a las cuales dá una importancia particular la posicion social de los convertidos. Pero lo mas notnble es que una boja anglican~•, e11UoJ·'lúng AdveTtise'r, ha reproducido en parte ésta lista, que contiene, segun sus propias espresiones, 867 nombres " de los mas nobles i distinguidos de la tierra. " Se encuentran allí, dice, los nombres de '' 213 eclesiásticos (clergy­men) i otros dignatarios de la iglesia pt·otestante." .: 1 El mismo diario cita las personas mas conside­rables que pertenecen a la aristocracia i a la alta bou1'geoisie, que han entrado en el seno de la Iglesia católica, i entre ellas " Su Alteza Real la 1 Duquesa ele Kent, madre de Su Majestad la Reiná de Inglaterra." Vienen en seguida los nombres de Ne\Yman, de Manning, de 'Vílberforce, i de muchos otros talentos que eran la flor i la nata del protestantismo. Entre estos nobles convertidos pondrían citarse algunos que han prestado ya 1 eminentes servicios a la Iglesia. Todos cooperan a · preparar el tl'iunfo de la verdad en todas las filas de sus compatriotas, cumpliendo estas obras de caridacl que solo la Relijion católica sabe inspirar. ¿El hecho solo de su conversion no ·es por otra parte una elocuente atestacion de la fuerza de la verdad en ellos, cuando se consideran Jos su~rificios de posiciones lucratiHIS i de pacífico i brillante porvenit· que han debido hacm· ántes de abjurat· la J herejía en que se habían criado? En fin, la deter- j minacion de los convertidos ingleses parecel'á -Lié_,.~ meritoria aun, si se piensa en las preocupaciones, los 6dios i rencores que han tenido que afrontar de parte de una sociedad, to1ernnte con resp('cto a una multitud de sectas, pero imbuida en las mas 1 injustas prevenciones contra lo que ella afecta · liamm·clpapismo, i masimpt·opiamenteromanismo ,1 -Los católicos de Suiza han enviado al Santo 1 P:tdre, entre varios regalos curiosos, una enorm~; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ 22 EL e A T O L 1 e O. !1 ;;.:;;;~;.:q~~~=;::;:::;oin:::;::;::: ' coloraClo, i se le calculuu cerca de cien años de edad, arrojadas de nuestra propia casa, privadas aun de· 1 i el retrato del mismoSantoPache hecho en vidrio. muchas cosas necesarias, i obligadas a vivir en Todo esto iba acompañado con una buena suma en una casa_, en la que no podíamos encontl'ar la dís­metálico, para contribuir al dinero de San Pedro. posicion material, tan necesaria para vivir confoL'- 1 Ya no hai Pi1·z"neos.-Esto dijo Luis XIV, me a nuestra regla, i aun en ésta misma casa, cuando por consecuencia del testamento de Cárlos ¿ podiamos tener seguridad de que otra leí uo nos II, el Duque de .AnJOU, su nieto, fué llamado a sacara de ella, i nos sepa.ram las unas de las ocupar el trono de España. La industria hn conse- otras i acabara la órden relijiosa para nosotras? guido, mejoL' todavía que la politica, realizar ésta Qué hombre del mundo uo busca i quie•·e tanqni­frase célebre. En el mes de febt·ero último un lidad para sus últimos dias de vida ? Nosotras despacho telegt·áfico anunció a toda la Europa el creemos i así lo confesamos, i Dios me<.liante así lo , perfm·amiento completo de los Pirineos para el es- cumpliremos, que los ' ' otos que hicimos, ningun tablecimiento del camino de hierro de París aMa- Gobierno, ninguna lei puede relaja1·Ios, ni anulat·­ddcl. Ésta obra jigantescn, dice el JJfensajero de Jos, i que en donde quiera que estemos somos mon­Bayona es vet·daderamente admirable ; el trayec- jas obligadas a c~mplirlos. Aceptar, pues, la es­to perforado es inmenso, i la esactitml con que se claustracion, vivir sin poder cumplir las prescrip­ha emprendido ele uno i ott·o lado ha hecho que se ciones de nuestra Relijion, convenil· en no tener 1 encuentt·en los dos trabajos en el punto pt·eciso noviciado, cuando tan gt·aves males podemos evi- 1 .convenido. Madl'id, pues, quedará reunido a Pa- tarlos, dejando la patria, como ya fuimos obliga­ris mui pronto por una vía férrea no interrumpi~ das a dejat· el convento, ese asilo querido de nues­da, i entónces no habrá realmente Pirineos, cosa tros mas tiernos i relijiosos afectos, seria apostatar 1 que no pudo preveer Luis XIV. Allá,eu esos países i ser infieles al Señor Dios Nuestro, i olvidm· la donde no se conoce el progt·eso colombiano, se vida etema, preferible a toda razon humana. Pot· ponen a hacer esas cosas en vez de matar godos i esto decimos adios a nuestra morada de tantos ¡ 1 destruir el Catolicismo. años; a nuestra iglesi1'l en la que tantos consuelos Las M•njas Carmelitas de Popayan, cansadas de esperar inútilmente la resolucion que debió dic- 1 tarse a virtud de la representacion que publicamos en nuestro número anteriot·, tuvieron que burlnr la vijilancia del Gobernador del Estado que se ha bia cosstituido su carcelero, i fugarse de dos en dos i de tres en tres, en las noches de los dias 27 i 28 de abril próximo pasado i en la madrugada del 29, yendo las mas anciabas llevadas del diestro hasta Timbío uonde fuet•oil espléndidamente recibida S por los pobres. Sabida su fuga po¡· el señot· Payan, les mandó decir que se alegraba d. e que se hu bie­ran ido, i con este recado pudieron ya disponer 1 con descanso su marcha de una manera mas con ve· ni ente. Antes de emprenderla, depositaron en la Notarfa la siguiente PROTESTA I DESPEDIDA., ct Al dejar el país natal, la patria nuestra ; i el convento en el que hemos vivido tantos aiios de 1 vida relijiosa i tranquila ; i la iglesia .en la cual hicimos los votos que nos ligaron a Dws, i a la cual ibamos diariamente a derramar nuestt·as al­mas en la presencia del Señor, natural es cree¡· que nos han decidido a hacerlo, motivos bien gL·aves, superiores a todos los motivos humanos, porque las tímidas esposas del Señor, ¿ qué bienes tem­porales podemos it· a buscar a país estranjero, en l las casas de nuestras hermanas en las que set·emos Udmitidas por caridad ? Qué hai en el mundo que pudiera damos valot· pm·a emprender un viaje lar­go, penoso, lleno de peligros, a nosotras ancianas r.~1 e Jchas, i todas sin la esperiencia del mundo, i solamente acostumbradas a la vida ele retiro i so-l Jedad ? Solo quien no conoce el corazon humano, podrá atribuirnos otro . motivo, que el de con­servar ileso el voto que hicimos, cuando dejamos hogar i familia, para vivir como monjas del mo­nastel'io de Nuestm Señora del Cármen. " La lei de 23 de abril sobre " Policía en ma­tel'ia de cultos,'' disolvió las comunidades relijio-nos concedió el Seilor, cuando alabábamos i en­salzábamos su santo nombre, i el de su Santísima Madre bajo la invocaeion de Nuestm Señora del Cármen; i a nuesh·a patria, en la cual quedan nuestros padt·es, nuestros hermanos, nuestra~ fa­milias, nuestros compatriotas ; i a nuestro Ilustl'Í- , si m o Prelado el señor doctor Pedro Antonio Tónes, que en todos tiempos i en particular en estos de afliccion, i prueba, nos ha hecho tanto bien; i a todo el Clero de Ja ciudad, i a tantas personas bondadosas i caritativas que han mitigado la amar­gma de nuestra ailiccion. Sí, en presencia de Dios cledaramos : que hemos ' ' ivido alejadas de todo 1 negocio humano; que no hemos tenido participa- 1 cion en ninguno ; que hemos sido estraúas a todas las cuestiones que han dividido el país ; i que en 1. nuestro viaje solo buscamos lo que yn no se nos concede ni permite en nuestra patria : Ja libertad de ' 1iVi1· i moril· cumpliendo con los votos que lü­cimos por nuestt·a libre i espontánea voluntad. "Antes de darse la lei mencionada, la de manos muertns, declaró, que todos nuestros bienes, pro­venientes de Jas dotes que llevamos al convento cuando profesamos i los que adquirimos ¡Jor dona-ciones o legados que nos fueron hechos válida- 1 • mente, pertenecían al Gobiemo, i que sedamos 1 indemnizadas con una pension ·vitalicia, pagade¡·a del Tesoro público ; i cuando éste desde muchos años att·as viene en notable déficit; cu:lndo los 1 empleados públicos no reciben sus sueldos ; ¿ po­demos confiar, que a nosotras tenidas como séres inútiles por los hombres del mundo, se nos hubiera 1 pagado esa renta? Pet·o bien pudiera haberse 1 hecho el pago puntual, nuestro Santísimo Pndre el Papa Pio IXJ i el Ilustrísimo Seiior Metropoli­tano han declarado, que no debemos recibit· esa renta viajera, i nosotras que como cristianas, sumisas a la yoz del Vicario de Nuestro Seüot• Jesu­cristoJ solo nos toca obedeceJ•, no podiamos hacer otra cosa, que sorneternos a esa decisíon. Pat·a los que se crean superiores a este motivo podemos decirles tambien : aceptada, era convenir en el despojo de nuestm lejlüma propiedad, de esa pro­piedad inviolable gat·antizada por la Constitucion Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL e A T Ó L 1 e O. 23 de la Republica; i es ele notarse que cuando se dió el decreto sobre Desamortizacion, la Iglesia estaba independiente del Estado, i ant~ la lei, nosotras solamente éramos granadinas, tan lejítimas pro­pietarias, como cualquier ott·o gl'anadino. Fué.1 pues, un despojo el que Sf\ hizo de nuest1·os bienes i este despojo se han apl'esurado a repararlo los • Gobiernos_, que lo han hecho en días calamitosos, , tan luego como la sociedad ha vuelto a su estado normal, i la justicia al consejo de los que gobier­llan. La misma repat'acion se nos hará, i no po­demos nosotras debilitar este det·echo perfecto, 1 admitiendo una vension, real o imajinaria, repro­bnda por la lglesia i desag•·adable a nuestm con­ciencia. 1\Iui al contrario protestamos contra el despojo de nuestras propiedades, i reservamos el derecho de reclamadas cuando podamos hacernos 1 oit· en justicia. " De las consideraciones que anteceden se des­prenden dos con el usion es lójicas : La lei de 2 3 de abril solo nos dejó una alternativa: apostatar, faltm: a nuest•·os votos i pcrde1· nuestras almas_, o d<'jat' éste pais pam buscar la libertad de concien­cia_, bien supremo de que senos pl'iva. La lei sobre desamortizacion nos ha dejado sin rentas, ni hie­l es, i en la alternativa de morir de miseria, o de buscar la caridad de nuestras hermanas en un país mas feliz que el nuestro. Has.ta hoi pa1·a vivir he­mos necesit~do vender las alhajas de que podiamos disponer. Esta doble alternativa la resolvemos dejando ésta patria ; en ella quedan los huesos de nuestras hermanas como un monurnento de lo que fué la piedad de nuestros padres, i la dUI'eza de los tiempos que hemos alcanz3clo. Nosotras llevamos la esperanza de reunirnos a e11ns el día de la rcsu­ne9cion jeneral. Nuestra confianza está en Dio,s. A EL le pedimos fortaleza en los trabajos, i de EL espernmos poder cantar sus alabanzas en su santo templo, si vivimos, o verle en la gloria, si morimos. "1 para dat· a esta protesta la autenticidad legal, firmamos dos ejemplares las Preladas, Clavarías i dernas rclijíosas ante nuestm Secretat'Ül, i en­trcgnmos el uno al señor Notari.o público de esta ciudad i el otro al Notario eclesiástico de este obispado, pa1·a que Jos archiven en sus respectivas oficinas i conste en todo tiempo, suplicándoles que nsí lo ce•·tifiquen en seguida. "Popayan, 1. 0 de abril de 1864. "J.a Pl'iora, Cármen de Santa Ana.-La Sub­priora i ClavariD, JlaT[a Rosa de San Joaquin.­Ana JJJaria de San Ag ·ustin~ Clavaria.-Cdrmen del Co ·razon de Jes us .-Rosalta del Cm·a::;on de liJaría, l{ELIJIOSAS :-Cármen de San Eliseo.-lliarta JJlanuela de la Santísima Trinidad.-Sebastiana de San Elias.-Ana Rosa de San José.-Ana JJ!arfa d~ la Encarnacion.-JJJércedes de San Juan de la Cruz.-JUarta Jesus de los Dolotes. Carlota del Esph·itu Santo.-J~tana liJarta de San Rafael.-Feli::;a de Jes~ts i San JYliguel.-Ma­da Ascension de San Luis Gon::;aga.-Gregotia del Santlshno Sac1·amento,Ciavaria i Secretaria." EL Cll\JENTEHIO. Al pié de la cruz que adorna Verde hiedra, Sobre esta musgosa l)iedra Ven, Amira, a descansar. Del sol el oblicuo rayo La movible sombra aumenta ; 1 su luz amarillenta Nos convida a meditar Aquí la risueña hrisa Vagarosa, Se entristece, i silenciosa Mece el arbusto i la flor; 1 hace temhlar de los sauces La flotante cabellera ; 1 la agostada ,pradera Barre con blando rumor. Aquí nunca los festivos Ruiseüores, Sabrosos cantos de amores Se atreven a preludiar ; 1 las avt>s todas lanzan Triste pío Entre el ramaje sombrío Que escojen para anidar.· El narciso, la violeta Pudorosa, La trinitaria, la rosa, El encendido clavel, Cubren con opaco velo Su hermosura; I acrecientan la tristura De este lúgubre verjel. Repara el sol, tierna Amira: Por dem;o vapor velado Derrama un tinte encarnado Sobre el mimnol de la cruz; lj Su abrasado disco flota Sobre nubes de zafiro, !1 I fijamente Jo miro, 1 Sin que me ofenda su luz. 1· Así de tus negros ojos 1 Miro, al traves de ese llanto, Crecer el amable encanto, 1 amortiguars~:~ el fulgor 1 I aunque mi inquieta mirada Fijo en tu pupila ardiente, 1 , 1\Ii helado pecho no siente Ni una centella de amor. Aqul el ánjel de la muerte 1 Hace sentir a las flores, 1 Al aura, a Jos ruiseñores i Su tenible maj!•stad; ~ ~· Apaga el son de la lira, Estingue el amor profano, 1 suena un eco lejano Que repite: Eternidad! D. R. i CAP.o. !J! r:J)lliJ [1} rJ1 !P [l J!l ~ LA NOVENA DE LA CANDELARIA: l. ( Continuacion.) -Aquí está la cuestion, pensé yo para mí, i que- 1 ~ rria de buena gaua saberla, pero si l\lariana lo sabe lo ~ dirá. 1 '1 . -Comprendereis que yo no lo creo, continuó ella,i s1 lo c.reyera no me daría por eso mas cuidado. ¿Qué 1 me importa a mí saber el marido que tendré, siempre que sea hombre de bien, anstócrata i rico? 1\Iis pa­dres 1io me han de dar otro. Por otra parte, sea her­moso o feo, jóven o viejo, amable o áspero, no podra cscusarse de llevarme a las sociedades, a los bailes, a los espectáculos, ni de proveer, segun mi fortuna, il los gastos de mi tocador. 1<:1 matrimonio es solo esto ¿no es as! ? 1 ademas, yo no me inquieto por lo ( ue está tan léjos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 24 EL CATÓLICO. -Ni yo tampoco, dijo Teresa acercando su silla a lfl de Mariana. ¿Pero el medio? - La impaciencia llegaba a su colmo, i la de Mariana no era menor que la nuestra, porque tenia mas pla­cer en hablar segui :lo i por la.rgo rato, del que nadie ! en el mundo ha tenidoJ·amas en escuchar. Paseó, pues, 1 ! 1 • por ese auditorio solícito una mirada de satisfacciou que procuraba hacer modesta, i volvió a tomar la pa- 1 labra en estos términos : ! - Sabeis, d!jo, tJUe no hai devoci'on mas agrada~)le 1. 1 a la Vírjen Santísima que la novena de la Candelarta, 1 i es por'estoquese ha crcido que recompensa~a con . lt 1 un favor especial a las perst){las que le r.endtan es; te ho menaje En cuanto a 1111, no lo creo m lo creer e .inmas; pero Clara lo cree .firmemente, porque ella k' cree todo lo que se le qUiere hacer c~em:- .i Es ta,n 8, buena! Solo que hai muchas ceremo~tas 1 formah- 1 1 dades en esta esperiencia, i yo tengo mtedo de eml>ro­llarme si Emilia no me ayuda un poco. Ella estaba con uosotras·el dia que Cla_!a me habló d~ ~so. 1 -Yo? respondió. desdenosam~nte Etmlta. Yo no r me mezclo en vuestras conversaciOnes, r - No digo que te mezcles, continu.ó M,ariana, pero las escuchas.-Es preciso pues, contmuo despues de 1 haber roido un poco sus lmdos dedos, comenzar la t novena esta tarde a la oracion de las ocho,en la capi­lla de la Sant'sim~ VirJen . .Es preciso luego oír en ella todos los dias la primera misa, i volver a las prcees to­das las tardes hasta el primero de febrero, con . una piedad que no decaiga, con una fé que ~o v.ac~le. I des pues, el primero de febrero, es r.osa !flUl d1stmta. Es preciso oír todas las misas de la captlla, desde la primera hasta }a ú !tima; es preciso o ir todas. las pre- 1 ces i todas las instrucciones de la tarde, sm faltar a una sola. Atended atended! iba a olvidar ·que es preciso tambien haberse confes?d.o ese dia, i ~1ue si, pot· desgracia, no se hubiese rec.1l>1do la absolucwn, t?· ·do lo de mas seria trabaJO peed1do; porque la .con_dt­rion eseneial al buen exito, es entrar en su.. habttaClon en estado de gracia ..... Eutónces .... : -Entónces se encuentra en ella un mando! escla­mó Teresa .' -Tienes mucha prisa, repli~ó friamen!e Maria~a. No estoi aun en la mitad de m1s mstrucetones. - Eu­tónces se vuelve a comenzar a orar. se encierra una para cumplir todas las condiciones de un retiro seve­ro · ayuna, i sinembargo lo dispone todo para un ban­qu~ te, pero para un banquete, a (lecir verdad, .en que la golosina no tiene parte alguna. La mesa debe estar aderezada para dos personas, i. cubierta de dos s~rvi · cios completos, salvo los cuch11los, que deben evt.tar­se con gran cuidado . . ~st? merece la mayor_atenclOn, porque hai eJemplos horrtbles de la& desgract.as a qu~ una se espone olvidando esta regla. Os las contare ahora, si quereis. No necesito deciros que este ~u­bierto exije un mantel perfectamente blanco, tan _!nn~ pio, tan fino, tan nuevo como se pueda consegUir, 1 que el buen órden i buen gusto del pequeño departa­mento, nunca serán drmasiados para el buen éxito del festin ; porque son cosas que se observan por costum- 1 bre cuando se recibe a una persona de consideracíon. -Nos hablas de banquetes i festines, intec.rumpió una de las muchachas, pero yo no he visto todavía ti menor preparativo de cocina. · -No puedo decirlo todo a la vez, replico Mariana, Os he prevenido que la comida seria mui sencilla. Se compone de dos pedazos de pan bendito, que se han llevado del último oficio, i de dos dedos de vino puro repartidos entre los dos cubiertos: que ocupan como es natmal, los dos costados de la mesa. Solo que el medio del servicio está adornado con un plato de por­celana o de plata, si es posible. ---;Hemos llegado al fin! dijo una de las mucbar.has. -1 que encierra, continuó Mariana, dos ramitas, cuidadosamente benditas, de mirto, de romero, o de cualquiera otra planta verde, escepto el box, colocadas 1<~ una ni lado de la otra, i no en cruz. Este es otro punto que es mui esencial observar. -llue.go? diJO Teresa. 1 et círculo entero repitió la pregunta como un eco. -En seguida, respondió Mariana, se vuelve a abrir la puerta para dar paso al convidado esperado, toma una lugar en la mesa,se encomienda mui devotamente a ~a Santlsi1~1a V.írjen? i se duerme aguardando los ~fec· tos de su Jrrtser~eonlta, que nunca deJaD d·e manifes­tarse, segun la persona que Jos implora. Entónces co­mienzan estrañas i admirables visio~es. Aquellas pa­ra quienes el Sei1or h:~ preparDdo en In tierra una sim­patía desconocida, ven aparecer al hombre que las ha de amar, si las encuentra; que las habrin amado al me­nos, si las hubiese encontrado ; el marido que una ten­d ría, si circunstancias favorables, se lo acercasen, i fe. !ices las que lo encuentran ~ Lo que hai de consolador es que un privileJio particular· de la novena, es procu­rar la misma vision al jóven que es objeto de ella, e inspirarle la misma impaciencia de unirse a esa mitad de sl mismo que un sueño le ha hecho conocer.Este es el lado bello de la esperiencia. Pero desgraciadas las jóvenes curiosas de quienes el cielo no se haya ocu­pado en la distribucion de los maridos, porque son atormentadas con pronósticos espantosos. Una<;, des­tinadas al convento, ven, segun se dice, una larga pro­secion de relijiosas, cantando los himnos de la Igle­sia; otras, a quienes la muerte debe herir ántes de tiempo, i esto hiela la sangre en las venas, asisten vi­vas a sus propios funerales. Se despiertan sobr~salta· das a la cJaridad de las antorchas funebres i al rumor de los sollozos de su madre i de sus amigas, que lloran al rededor de un ataud forrado de blanco. -Tomo a Dios por testigo, dijo Teresa, de que no me es pondré jamas a semejantes terrores, tiembla una con solo pensarlo. -Tú podrías sineml>argo esponerte sin temor, re­plicó Emilia. Te respondo de que dormirias hasta por la mañana con un sueño tranquilo, i que seria preciso despertarte como de ordinario, para tomarte la leccion de italiano. -Esta es mi opinion, replicó Mariana, i me admira­ría que no fuera tambien la de Máximo, que parece abismado 'm sus reflexiones, como s1 tratase de éspli­car un pasaje dificil de algun autor griego o latino. - ·Yo no sé, respondí volviendo en mí, i me permiti­reis no fallar tan pronto sobre una creencia apoyada en el testimonio del pueblo, que se funda casi siempre en la esperiencia. La cuestion vale bien en mi opinion, Ja prna de ser estudiada.: pero perdona, quer ida Ma­riana, continué diriJiendole la palabra, si los detalles que acabas de darnos con tu gracia acostumbrada, han dPjado algo que desear a mi esplritu. No has puesto en escena, en tu relacíon, sino uua niña inquie­ta por conocer su porvenir ; i convendras sin trabaJo en que la misma duda· puede atormentar la imaJina­r. ion de un JÓven. ¿Piensas que la novena de la Can­delaria no produce su efecto sino para las mujeres, i que la VírJen no concede las mismas gracias a los rue­gos de los mozos? . (Col!tinuará). ADVERTENCIAS. c:El Católico" se publica todos los márt~s. Se reciben suscriciones, a qoce reales por tri­mestre i se venden números sueltos a real i me­dio en el Despacho de la Curia, en la tienda, del señor V cnancio Ortíz i en esta imprenta. 1 Las disposiciones dictadas por la actual Admi­nistracion nos garantizan de que el periódico irá con regularidad !'Orlos correos i de que no tendremos que hacer reclamo alguno en tal sen­tido. Los suscritores, puP.S: 'lo recibirán con ri­gurosa puntualidad,. IMPRENTA CONSTITUCIClNAL.-POR NICOLAS PONTON. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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El Católico - N. 51

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El Católico - N. 57

Por: | Fecha: 05/07/1864

t.;ICO. AÑO 11. Bogota, 5 de julio de 18.64, NUMERO 57, 1 ARQUIDIÓCESis DE SANTAFE DE BoGO'I'A. 1\liNJSTERIO ECLESii\Sl'ICO.-'fENZA, 25 DI•: :MAYO DE 186!. .A 1 seüor Provisor i Vicario jcnernl. En virtud de 1a nota de S. S. fecha 13 de 1 abril, marcada con el número 342, en que ruc enc~uga dirija al selior Presbítero Francisco de Pauh Jiménez en los ~jercicio~ que le pres- 1 cr1bió US, me e~ altamente satisñtctorio comu­mcarlc que, por espacio de un mes ha practica­do dtchos ejercicios, i ha mostrado en ellos una · contlucta ejemplar portándose con humil,lad, recojimiento i un espíritu verdaderamente com­punj• do, que anuncm su arrepentimiento i su provecho. En tal virtull, i en uso de la facultad que me confirió US. por su nota de 14 de mayo, mar­cada con el nlÍmcro 40-!, par::t absolverlo pu­blicamente de la escomunion. procetlí en pre­sencia de los seüores Presbíteros Jocto.r Vicen­te Ü 1ivos i Ánjel :María Urrea a dnrle la abso­lucion del cuso, exijiéndole áutes juramento de 1 • fi1lelidad a la Santa Sede,. obediencia al Sumo Pontífice, a los Prelados. i leyes ue la Iglesia como lo exije S. S. Creo que queda curuplido así el objeto de las citadas notas. En vr:--ta de la conducta_ ejemplar q_uc ha observado el Presbítero J iménez. en todo el mes que ha esta.jercicio de su ministerio; lo cual hé hecho en los mismos t6rminos en que lo es-taba á:ntes ele ser censurad0. . El señor doctor Francisco de Paula Jiménez no necesita de mi recornendacion, pues él, sin duda, se gr<~njeará la confianza i cstimarion de sus Super:iores i de los _ ca~ólicos, siguienclo la coBtlucta ejemplar que há come-nzado i que no dudo coutrnun.1á. TcJlza, 25 do mnyo de 18G4. JuAN n . LA C. VARGAS. NoTA.-La facultad de habilitar fué deJe~ada, a virtud de aparecer que el señot· Presbítero J'méuez, aunque aseguró que haiJia prestado jurameut{}, ni lo prestó ni firmó dilijencia alguna. -------- -- ARQ.tHDIÓCESIS DE SANTAFE DE BoGO'LL­Ho. "DA, MAYo 2H UE 1864:. S12fíor Secretario del Gobierno eclesiástico .. En el número 50 de " El Católico" he vis­to una manifestacion de sumision i respeto a la autoridad lejítimtt de la. Iglesia, de que me glorí·o ser :Ministro. :firmada por algunos Párro· cos de ésta Vicaría de San Matías ; i como quiera quo ella. e~tá conforme a los· dictaLlos de mi conciencia, espero que U. se digne tener­me como comprendido en aquella promesa, que juro sostener i defender, aun con el sacrificio de mi exi-stencia.. De U.atento servidor. SAMUEL AGUAS. RECLAMACION IIECHA A LA CURIA ~.CLESIASTICA DE ESTE ARZOBISP·ADO. Seiíor Vicario. Con el objeto do que los Curas no pongan obs· táculo alguno al ejercicio de su ministerio, le hé da TA­SECRETARIA DEI, GOBIF:RNO ECLESIA TI- ¡ CO, 30 DE- JUNIO DE 1864-NUMEH.O 469. Señor doctor Antonio De!gadillo. Se ha recibido en éste despacho su nota de 13 del que espira i en contestacion a ella ma­nifiesto a U. lo si~uiente : Aun en el supuesto de que el punto sobrP que versa la notifica.cion que de órden del I l u~­trísimo seño1· Arzobtspo, se ha hacho en el nu­mero 53 (no el o3) do ''El Católico," .no ~u­hiera sido decidido por la autorida.• l ecl es tá sti_?a, i aun dado el caso do que fuera ésta cuest10n contenciosa, que se ventilara juclicialmente; el pretender que los Prelados inmed iatos quc-.lun p:--ivados de jurisdJCcion, en ca so_s con:o el pre­sente. cu:.1ndo se ap~la al Supe:10r, sm_ haber se llenado las fórmulas respecttvns, serta, esta­b lecer el medio mejor calculado p'~ra anarqui­z. n la Iglesia i para ~a par por su base la. auto­ridad, dejar sin funciones a los ~rel~d.os 1 para que los contraventores a las d1spost?1ones .d\! los mis,:nos, i de las leyes de b lgl.esla, eludie­ran las penas i gozaran de impunulad, so pre­testo de una apela.cion de solucion in~lefin1da. El funesto efecto de semejante práctica, aun en los tribunales civiles,cuyo recurso en última instancia, i despues de f>rcceder. los trámites prescritos, no es dispendioso de ttempo por las distancias, se ha conocido, por lo cual las leyes no conceden en muchos casos la apelacion sin(.> en el efecto deyolutivo, surtienrlo, entre tanto, sus efectos, la rcsolucion de la autoridad de quien se apela. Tanto ménos puede U. disputar el dere?ho que ~l Ilustrísimo s~ñor Arzobispo o su Vwa~ río tienen en el particular, cuanto. que. no . Sv trata de ju1cio sino d.e una re_s#ol~cwn eJecut1va o sea de administracwn eclesJastiCa,por la cual, dcspues de publicada la ~ilij~ncia de s.u ~01ne# tim1ento a la lei en térmmos JCnerales 1 sm es­cepcion U. se ha colocado en eld1lema de protes­tar contra la falsedad de tal dilijencia si es uno de tantos casos en que cínicamente se. han su­puesto sometimientos, o retractarse e Impetrar la absolucion de las censuras en que IJ:>SO FAC­TO incurrió; i la futilidad de sus razonam•cn­tos se acaba de patentizar cuan1lo los aduce des pues que N u estro. San~ísimo P~~d~e el So­berano Pontífice ha sido bten esphctto en su Encíclica de 17 de setiembre, condenando el procedimiento de los que, como U, han ab?ica: do s· , crificando los de'rechos de la lgles1a, 1 prestando obedi~ncia: a disposicion~s c~ndena­das por aquella 1l!fah#b~e autondad 1 ptotest~­das por nuer;;tro dignislmo Prelad? Me~ropoh­taro. Espediclas aquellas resolucwnes 1 la de la sagrada congregacíon d~ 1~ ~enitenciaría. dictada en Roma el 1, 0 de JUlio ulttmo, no se comprende cuál sea la resolucion que agu~rda U. para cumplir con su deber, retractarse 1 re­chazar esa pen¡5ion humillante_ que sin protesta, encierra. la implícita aproba.~wn de la usurpa­cion de los bienes de la Igles1a hecha por el Gobie1·no. Imprueba U. que se publiquen resoluciones Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CATOLICO. . G1 de ésta especie i agrega que tales mandatos so compran. Las resoluéiones se comunican por el órgano de los señores Vicarios foráneos con arreglo al decreto tle la materia i a. los cu:•les se les envía '" El Católico" para que ellas surtan sus efectos; i en lo demas seria tan fundada la observacion sobre compra, como la que ~e hiciera al Gobierno civil porque no se distribuye gratis el ~' Di:1rio Oficial" a todos lo:) ciudadanos. N o es U. de los que se pue­den cont~r como que carecen de recursos para comprar un periódico, cuando ni las prohibi­ciones sobre admision de cantidades del Tesoro público, como consecuencia de las disposiciones sobre desamortizacion, las ha respetado. Por otra pute, la notificacion se hizo a U. parti­cular i prí vadamente desde noviembre último. Dice U . que con esto se denigra su con­ducta i se falta a la caridatl. No se trata aquf , de un hecho privndo,s·no públiCo i relacionatlo con Jos intereses espirituales de los fieles. La prensa ha publicado su sometimiento, i el sefior Socretario de Hacienda en su Presupuesto al {)ongreso de éste año ha manifestado que U. es uno de los que reciben sumas del Tesoro, i hasta se ha comprometido el buen nombre de las relijiosas de Santa J ertrudis, quienes~ co­mo las de las otras comunidades, han dado un heróico ejemplo digno de la causa que defien- 1 den. Si a ésto se agrega que, conforme a la doctrina de San Francisco ue Sales, es caridad señalar al rebaño el peligro, prmcipalmente cuando hai Sace dotes, como el doctor Caye­Mno García de Fontibon, que estando suspen­sos tienen el arrojo de ejcrcer ·i administrar Jos sacrarr en tos, quedará U. persuadido que seria una cartdad ma.l entendtda el guardar si­lencio i dejat· a los fieles sumidos en un labe­rinto de du1las. Por tanto, cumpliendo con lo prevenido por el I !ustrísimo P1elado, se le notifica i requtere una vez mas para que se retracte, impetre hu­mildemente ll absolucion i cumpla con lo pre­vct. ido por la sagrada Penitcnciarb; bien en­tendido que si así no lo verificare,incurrirá,se· gun lo resuelto por el mismo Ilustrísimo señor. en la pena de excomunion, sin que para. ésto obsten ap-::laciones inusitadas. Dios guarde a usted-lVhauEL ARIAS. REDACTOR 1 VENANCIO ORTIZ. -- ------~- Al leet· la histol'ia del espantoso cataclismo que cuba·fó a Francia de l'tliuas i cadávea·es en los úl­timos año:; del pasado siglo, se vé una: i) De manera que así confesó aquel hombre en quien estaba encarnada la t•evolucion, que el Catolicismo es un elemento podet·oso de Ól'den i de paz. Sus amigos lo com­prendían así i habinn chulo principio a sus dia­bólicos trabajos, digf¡·azúndolos con el brillante ropaje de la Econonúa polltica, que conforme al sistema de Turgot, condenaba todo lo que no pro­ducia de una manera bien cln1·a una renta neta a favot• del Tesoro nacional. Confoa·me a éste sis-­tema se censuraba la existencia de las comunida­des relijiosas como imp•·oductivas, i como im­productivo tambien el tiempo consagrado a las prácticas de la Relijion. No contentos con ésto Jos que deseaban la revuelta, escribían artículos 1 que dirijian a los Sacerdotes de ménos alcances, poderándoles las riquezas i el despotismo de los Obispos i calificando de indigna de la dignidad de 1 hombres su obediencia a ellos. Bul'llindose de las pt·ácticas mas santas i ridi- J culizándolas, ya en sus escritos, ya en pinturas, fueron preparando los ánimos para el golpe que l se meditaba, i de que no dejó duda ya, la pt·opo­sicion heehn el 11 de fel:>ret·o de 1790 pot· el Di- 1 putado Treillard pat·a que se suprimiesen todas las órdenes relijiosas i se aboliesen los votos mo­násticos. Como ésta proposicion causó escándalo 1 por el ¡wonto. la Asamblea declat·ó : ) ; pero pocos dias despues decretó como articulo constitucional la supl'esion de toda ót·den o congt·egacion relijiosa, i la pt·ohibicion de establecer otras nuevas en lo su·cesivo. En tal virtud echat·on a la calle a frailes i a monjas i se adueftat·on de los bienes de la Igle-sia declarándolos nacionales. « 1 ero apesar de ésto, dice el autor citado, todavía se podía decir que subsistía en Francia la Relijion Católica, Apo . tólica, Romana, pues aunque sus ObispJs i I>astorrfi jemian oyendo blasfemias, i aunque es­taba pt·ivada la Iglesia del ausilio que podían darla los relijiosos cuyo celo ayudaba al de Jos Pastot·es, 1 su.bsJstian éstos ; i aunque no tenian ya los fieles aquellos asilos destinados a la perfeccion de los consejos evanjélicos, podían santifioat·se en el seno , de sus familias, conset·vat· en ellas la pureza de la ¡ fé ¡. recibh· Jecciones i soconos pot· el ministel'io . 1 de lejítimos Páa•t•ocos. n . No era ésto lo que querían los revolucionm·ios; pet·o no att·eviéndose a chocar de frente con fa creencia del pueblo, pt·ocuraban engañado e h· ganando terreno con la desmoralizacion que di­fundian. « Dejémosles por ahora su misa,» decía Camus, i miéntras tanto, en los periódicos, en los s habían estendido hasta invadil· la autoridad civil. l'O eorno en ese eonjunto de dogmas i leyes divinas, hni algunos cuya coneccion con las Jeyes i vel'd udes primordiales 1w percibe el pueblo, los que quedan engaiwdo para descatoiJzarJ,, i hacerlo instrumento de sus rnnquinaciones, e:>plo- 1 t~ban admirablemente ésta Gircun:;taucia. >) El Clm·o ilustrado t1 ab'ljaba. con ahinco en ]a defensa de la fé i daba. u lu.t. escl'itos luminosos, ' rebutiendo los e!'l'ores que se tnltaba de difuudit·. Negaba a la. A.san'll>ka t'l derecho para lejislar en ese se.ntido, i decía ul pueblo que la suprema po­testad de In J•rl .. sia resitlin e11 el cuet·pu de los Obis­pos unidos at'sumó Pontífice: que solo a ellos era dado gobernarla i mndificar la uiscipllllu;i que Dios babia dicho, que el que t·csistiera u la voz lle sus Ptt'!;tores, debeda SPI' t enillo como jentil i publica- '· no. "Vosotros, ailadia hablando a los lejbtadot·es, 1 no os dignais siquiera hacer una ~ct· pcion a favor · ¡ del Papa, cuando prohil>ís esprtsameute reconocer 1 1 1 . la jnrisdiccion de Obi 'PO alguno 4ue resida fuera de F•·a neia." Pero los jacobinos les contestaban : "¿Qué pocleis temer contra vuestra B.elijion? ¿No veis que la Asnn.blea os .deja vuestras iglesias, vuestt·a mtsn, vuestras vísperas i vuestro símbolo ? 1 No es, pues, ül amor a vuestra B.elijion, sino el ódio a la t·evolncion lo que os hace resistii'OS al juramento que se os ha maudado prestar." Esejuramento ern análogo al que se exijia aquí . po1· la llamada lci de 23 de abril, i como allá era el pueblo católico como aquí, algunos empleados , de distl'ito, po1· no quedm·se sin el Pát·¡·oco, se con­' fo1·mnron con m juramento en que los Sacerdotes ¡ consignaban todas las restl'icciones que juzgaban 11 necesarias para salvar su fé, i haciao publicar en Jos rejístros respectivos esas dilijenrias. Muchos Sacet·dotes jurm·on así, i ot1·os no coovinim·on en hacel'lo ni de e·sa manera, i esos fueron mas res­petados por el pUC'blo que los bnscaba de p1·efe~ rencia para que le administraran los sacramentos, , porque los juzgaban mus creyeut~. I sucedía ésto porque, en lo jeneral, los mas virtuosos fue1·ou los , quP. rebusm·ou toda transaccion con los enemigos de .Dios, i prefirierou esponerse a la muerte. El cum tle Kernfuntin, M1·. Valeto, fué uno de éstos. La comision depar·tamental envió entónce~ , un Sace1·ilote juramentado pam reempl;uarlo, i fum•za armada para que sostuviera a ést€ inti'Uso. Entónces Mt·. Valete subió al pulpito i dijo: "En la violencia que se me hace no opondré la. fue1·za a las órdenes del Depal'tamento 7 i así, os exhorto a sufdt• con paciencia ,.el insulto hecho a vuesti'O Pastor ; pero creo que podré decil· misa en otl·a 1 pa1·te. Quédense enhoa·abueua Jos que quier-an oír la de su nuevo Párroco; yo voi a decit· la mía pm·a los d(.)mas."-Bajó i salió, i todos saliei'On tms él, quedando el templo solo con los soldados. No obstante la f1·ecuente repeticion de ac·tos co­mo éste, los jacobinos ponian en sus l'l'jistros ofi­ciales como jurnmentados a los Sacerdotes que ron mas eucrjía se hnbian denegado al ju1·nmento, lle­gando a publica¡· una larga lista para eng-IJ'¡a¡· i aJTastrai· 3 otros a la apostasía, p1·esentt:índoles el ejemplo de los Sacerdotes mejor ¡·pputados. Ésta ' superchería fué deseubierta pronto por las protes­tas de aquellos, cuyo uomb1·e habían hecho figurar. Todo ésto se haria corno se ha hecho nquí, a pesar de que a\lá como aquí, la Constitucion na­cional ga1·antizaba la libertad de cultos. El Sumo Pontííiee condenó, como ha condena­do ahora, el juJ'a mento sin restrkciones, i excitó al Obispo de Autum, como ha excitado ahora al de Popayan, a retracta¡· el que habia prestndo. En­tónces allú, romo ahora aquí, se trató de poner en t•idículo la decision pontificia, i, como dice el auto1· ya citado, "se manifestó coutra el Vicario de Cristo un furo•· que superó al de los mayores he- 1 resíarcas." Pero no se atJ·Pviet·oo nún a mui g¡-an­des violencias porque temieron hact'l' mártires, i no f<~ ltó quien hiciera not:H' entónces que " una 1 l'elijion abiertamente pcrsrguida gana prosélitos en vez de aniquilarse"; cou cuyo motivo hace notnt· un escl'ito1· eéleb1·e que esto solo se verifica pot· milagt·o en la Relijion católica, po1·que Ja his­toria hnce ve1· claramente qu . ninguna otra resbte largo tiempo al pode1· de lu pet•secucion. No obstante, en algunos departamentos si hicie­ron sufl'i1· a los Sacerdotes i aun a los fieles de un modo cruel, po1· cuyo motivo Talleit·and pl·onun­ció en la Asamblea un discmso mui semejante a los de nuesti'O actual Presidente; i (>ll que se ha ce n singularmente 1 otables pnm nosotros las siguientes pdl' bras :-'' E:s mene ~ t0r llUe t.•llos (los católicos) « puedan decit· sin temo•· que nosotros somos <'is­cc n1 üticos, si les con' iene así; i por consiguiente ce es meuester tumbien que el culto que qui ren « C€lebrar nparte, difiern o no dt•l nuestt o, St>a « tau libre como cunlquirra otro. De otra ~uerte « la lihet;tad de relijion es un nombre vano, la « Nacion viene a se1· intolcmntc i se justifiran todas e< las persecuciones.>) A penas fueron conocidos los breves del Pnpn, cuando cm pezaron a retractarse todos Jos que habian jurmlo,no siendo suficientes los dit\l'ios para contene1· esas rctt·actaeiones entre las que babia muchas de los que habinn jurado con re~triccionr ... " Los Obispos, dice el nbnte Barrurl, no tenían necesidad de éstos retractaciones~ porque aunque hubo muchos a quienes sus diocesanos, nnciosos 1 de conservurlos, propusieron que jurasen con 1 cuantas l'('Strie:ciones juzgasen neee adas, éstos Prelados, i entre ellos Monseñor de Argentré~ Obispo de Seez, temieron mucho el escéindalo que ninguna l'estl'iccion hubiera podido impedil·, i hallándose obligados a d::u· u u <'jemplo absoluto de valor i firmezn, lo dieron sin la mas mluima coudescf'ndencia con el etTOJ'." Solo los de Lidda i Autum se dejaron ganat· con pensiones como nuestro Obispo Tórres, i sacrifi- 1 caron como él ta fé a sus comodidades. Los que deseaban difundi1· el utcismo i pt·oscri· bh· hasta el nomb1·e de Dios pnt·a adorm· solo u una prostituta, repetían a voz en cuello que lo que quedan era restablece~· las costumbres i la piedad 1 de los pt•ime.t·os siglos del Cl'istianismo, pm•c¡ue se Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E 1:. e ATÓ L I e O. ~mbinn introducido en In Relijion mucho& abusos ~ dogmn ·que la de:sflgumban. A ésto coutestitban los católicos! '' que no co­noeian en la creencia distincion de dogmas mas o ménos <'Seenciales: que si había nlgnno cuyo ~ conocirniento di ' tinto i noticia espresn no fuera necesal'io pat·u la salvnrion, no babia uno siquiera en que fue m permitido rontr.adecir al juicio de la lgh·sia cua11duella lo tenia reconocido,'\ "Es preciso, les rcplirllhlln, obedecer· a las leyes o set· declarados rebeldes.'> "Nosotr·os, respon­di< m los clérigos, nos sometemos en todo lo civi 1, pero os negamos la potestad de dat· le yés en cosas espírituales." A ésta t'espuesta victoriosa uo se opouían ya sino las 1njlll'ins. "Vos0t1·~s, lf's de~ cil'u, •·esistis a la Constitucion, únit•ameute porque os despoja de los diezmos, bienes i privilejios.'' "En prueba de que no es así, contestaban, hemos abandonad las peusiones que nos sE>ñaluis i las promesas que t'los haceis si juramos. lJemlis protestado ~as disposiciones en que nos despojnis de nuestros bienes porque nuestt·os títulos de pi'O­piedad están hechos a favot· de la Iglesia, i la Nacion nada ba ganado · con nuestro despojo. Aun cuando esos bienes la pet·tenecie sen, debcrff.t en justicia cumplit· los cat·gos e intenahHws de los donantes: mantene1· el sacerdocio i el culto i dat• lo wbrnntc a los pobres. P~ro vosott"'S l· abeis hecho una co sa mui diferente i por e: o, despues de habet·os monehado con el nías solemne lutro­cit i o , como Nadou sois hoi la mus pobre de las aciones.'' Sinembargo, el t1·abajo nnticatólico continuaba, la Tglesiil iba desapareciendo i Camus esclnmaba: "lUe admit·a éste buen pueblo que se Ita dejado quitar stt ReUjion sin advertirlo." tenia razon. Los Pastores nten·ados clamaban po1· la libet·­tad i la paz de la Igl esia, i se les hacían pt·omesas para despues con el objeto de calmguidOI'('S cansado~ ni parccc1' do la persecucion, descansaban, los Snce1·dotec; babian Y u el to a presentarse con sus hábitos, los templos se habían vuelto a abrir, babia culto aunque sin fansto i solia oírse la pre­dica c io n aunq•le eon s trellida po1· el tC>rnot·. Pet·o ­cn los departamentos no sucedí:\ e ·o: allí se azo­taba i apaleaba aun n los simples fieles, solo por serlo, i continuaba persiguíéudose de muerte ni Clero, éomo sucede hoi aqui, pot· ejemplo en Bóyacá. Pero llegó el año de 1792 i la lucha volvió a empeñarse con mas encarnizamiento en todo el reino. Volvióse a oh· llamnr por todas partes fa­nático al que crefn en Dios. i aunque el juramento se habia reducido a ta siguiepte fót·mula : " J Ul'o mantenet· la libertad i la igualdad, i morit· pot· dc­fendedas, '' los saéerdotes que no se atrevían a mentit' a Dios haciéndolo testigo de uua promesa vaga, incierta i capciosa, se entregaban mas bien a la rnuerte. Ellos sabían que lo que se en­teudia por libertad era el desenfreno, por· igualdad ei desconocimiento de la autoridad del Papa i de todo Prelado relijioso, i hasta la proscripcion d mismo Dios. No se fijaban en lás palabras del ju· rumento, sino en el espíl'itu del que lo exijia, i fie­les a su fé. no q.uisie¡·on negat· a su Maestt·o i mar­charon a morir. En los días 2 i a de setiembre fueron asesinados todos los que estaban detenidos en los Carmelitas, en ~au Fermiu, en la Fuerza, etc, en todas las cát·celes de Pat·is, Mas de tt·es-cientos S< cet·d otes i algunos laicos sufl'irron el martil'io en e ~ns dos dias, i siguió el trrrot·. . Cuando todos los enemigos de la Iglesia habián suft·ido el castigo de Dios, cuando todos habían caido bHjo el hacha de que se habiau armndo mu­tuament<•., vino Napoleon a cojer· a.l populacho fe­roz que lwbi1\ d-ado sus brazos p¡u·a esas matanzas impías, i lo ('ol1virüó en " came de <'Hi'lon." El p1·im~· Cónsul restableció los altar<>s drl Catolicis­mo eu Frauria para Yolvet· a esa Nacion diezmada pot· sus propios hijos, todo t·l vigor con que nece­situba verla d conqnist :1dot· audaz. Prro se hnbia conseguido po1· los sofl s tns~ creadores de esa revo­lueion mónstruo, difundir de tal modo lns ideas anticatólieas, que todRvía PI 18 jef•minnl, afw X se dictó una !Pi mui semejante a In que aquí cono .. cemos con la ft-cha de 17 de mayo i con el titulo de: SOBRE INS PECCIO, DE CULTOS. El Cnrdeual Cnprarn romo LPgado de la Santa Sede) dil·ijió al Ministro de negocios est rnnJeros, una nota recla­mando ('Outr'a la citada lci, i de ella copiamos Jos pátTítfos que hacen a nuestro propósito. Son Jos sigt1ientrs: " El artkulo 1. 0 manila que ninguna bula_,. bre­ve, rescripto, etc. procedente de la Santa Sede, pucdn pouerse en ejecucion, ui aun publicarse sin la autorizaeiou del Gobierno. · " l~sta disposieion ¿no lastima evidrntcmente la libe.rtad de la euseíwnza eclesiásti<:a? ¿No so­mete J., publicacion de las verdades ct·istla nas a formali<.lndes humillantes? ¿No coloca. lns desi­ciones con cemieutes a la fé i a la disciplina .bajo la d epen c\e nci H a bsoluta del podPr tempo1:al? l. No conc<>de a la potestad que intentase abusa¡· de ésta disposicion Jos derechos i facilidades de repl'imi1·, de sorprende1· i ann de sufoca1· <'1 Ien;runje de la verdncl, qu e un l'ontíHce fiel a sus deberes quisiera dirijír a los ¡,meblos confiados a su solicitud '? "Nunea ha sido tal la dependencia de la Igle­sia, mm en los primeros siglos del Cristianismo. Ninguna potestad exijió ent.ónees la compt·obacion de sus decretos •.• i hoi debe gozar de la misma ju1·isdiccion de que gozaba bajo los Empet·adores paganos. Jamas es permitido t•estrinjil· su autol'i­dnd, porque :a ha recibido de Jesucristo. '' El sucesor de San Pedro debe confirmar a sus het·manos en la fé, segun las espt·esiones de la Es­critura, ¿ i cómo pod1·á verifieal'lo si sobt·e cada a1·tícnlo que ensenase puede se¡· a cada instunte de­tenido pot· la negativa del pase pot· par'te del Go­biemo temporal'? ¿No se infiet·e evidentemente de tales disposiciones que la Iglesia no pourá saber i creet· mas que Jo que og1·ade nl Gobierno ? " Éste ~ll'tículo lastima la delicadeza i secreto ' observados constantemente en Roma en los nego- 1 cios ae la Penitenciaría. Todo pmticnlnt· puede dirijirse a ella con confi:mza, i sin temot· de ve&' 1, descubiertas sus debilidades. Como éste articulo nada eseeptúa, Jos breves ele la Penitenciarín de- 1 ben ~e·· comprobados, i es, pot' consectwnéia, ne~ ¡ c.esano que los ecretos de las familias i la canse- ' ~ueneia bien triste de las debilidades humanas se ha-gan públicas·, para alcazar el permiso de usar de 1 éstos breves. , . . H Decl~ni el segundo artí ·u.lo que ningnn Lega­do, uncw o Delegado de Su Santidad podt•á ejer­cer sus facuttodes en Frur.cia &in Ja misma autori- 1 Ajentes. ¿Los Apóstoles i los primeros Obispos zacion. El prhne¡· artículo hiere la libe ·tad de en- :,',; 1 señanza en su oríj'en, i éste la rentrinje en sus ~---- --- --·---- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 10 EL CATÓLICO. de la Iglesia naciente hubieran podido predicar el Evanjelio si los Gobiemos hubieran ejercido sobre ellos semE>jante det·echo ? " ELtet·cer artículn estiende ésta medida a los cánones de los ConciHos. Se dice que se los quiere exmninar; pero la vía de extimen en mntfrin de reli,iion, est<:1 proscrita en el seno de la Iglesia Ca­tólica ; solo la admiten los prot~stantes. '' Bien sé que nuestra obediencia debe soe· razo­nable; pero no obedece1· sino (•on motivos suficien­tes para ello, es att·ibuir-nos no solo el derecho de examinar, sino tambien el de desecha.· at•bitral'ia- . 1. mente todo lo que nos desagt·nda. " Dios no ha prometido la infalibilidad mas que a su Iglesia; las sociedades humanas pueden en­" gañat·se. ¿ Po•· qué, pues, las desiciones de una autot·idad i?"refragable se hnn de sometet· a una autol'idad que puede en·n•· ? " El at·ticulo 6 declara que se podrá recut·t·it· al Consejo de Estado en todos los casós de abuso: mns, ¿cuáles son éstos? eL artículo no los espe­cifica. " Se dice que uno de ellos es la usm·p:1cion. Mas~ en matel'ia dejul'isdiccion espiritual la lo-le5ia es el único Juez competente. o "Otro de los casos de abuso es la contravenc'on a. l~s leyes o r~glamentos de la República; mas, SI estas leyes, SI éstos reglamentos est> se ha preguntado ¿si el Provisor ha autor·izado a algu­na persona para rematar bienes de manos muertas? La respuesta de pa•·te del inf•·ascrito, es nega- 1 tiva ; pues miéntras funcionó de Vicario jenerar no autol'izó a ninguna pet·sonn' para denun ciar, redimit·, ni t·ematm· bienes de manos muerta · . A todos los ( ue le consultat·on sobre ésta materia~ les dió pot· t·espuesta la resolucion del Jllmo. seño¡· At·zobispo, publicada en la cil·cufat· de 22 c'e abril último, numero 47 de ((EL CATÓLICO,» que ct erlam censm·ados a los remntadot·es de bienes d e la Igle­sia. Por consiguiente In persona que aseve•·ó, que el Proviso•· la autorizó para rematat·, redimir o denunciar los bienes espresados, ha asegurado una falsedad. _ Bogotá, JUlio t.o de 1864.-:B. A. ToscANO. " El artículo 17 parece es tab lece•· al Gobiemo Al~ PÚBl..lCO. Juez de 1~ fé, de las co stumbrrs i de la capacidad Señor Redactor de " El Católico.'' de los Obtspos nombt·ados. Sin('mbm·go, solo l'1 Sobet•ano Pontífice tirne el derecho de hacet· éste Tenga la bondad de dnr· lugat· en sus columnas exámen." a la protesta siguiente :-El que suscribe, oriundo No ~opiaremos m.as: agreg3 r·emos solo, para del Obispado de Popayan i Sact>rdote domiciliado conclull', una t•efleccwn que será corno la inscrip- en ésta ~apital des?~ el año de 1857, _pa_ra satisf~­cion de éste cuadt·o. Es ésta : cet· a D10s, reconcthat·me con la Iglesia 1 tt·anqm- El hombre nada puede crea•· nunca, porque no lizm· mi conciencia, puede tenet· idea sino de Jo que existe. El Cristia- ~ DECLARO : néisl~ob fué una ct·eaciou p01·qne ninguna idea de fi Qtéle poté• flnquezn, debilidad i misel'i a human<~, i. 1 1a ia en el mundo cuando Jesucristo habló. 11·m , jur i me sometí n los decretos de tuicion, !' Solo Dios puede ct·ear·, luego .lesucristo es Dios ¡ · coperando (sin advertirlo) a la desamortizaeion :1 es una_ locura luchat· con ÉL. No hai hombre ~¡ de los bienes de la Iglesia ; mas, habiendo cono- ' sect~, ni Nadon bastante fuerte pam tal luc'ha. ~ido el e~1orm~ i hol'l'endo pecado que come~tí, Deststan, pues, nuestros noveles 'reformadores de 1 el tenrble 1 espantoso anatema en que m- 1 su manía imitutiva sino quieren dar coces contra cm·t·í, el cual aflije i lacet·a mi almn, lo Jlm·o, ' el aguijon. me dudo i anepiento~ pido a Dios perdon, a la Ag•·adecemos cordialmente a nuestro cof•·ade 1 «EL SÍMBOLO,l> el rasgo de esquisita galanteda que ha usado con nosott·os, recomendando a sus lectot·es uno de nuest1·os artícnlos. A uuestm vez i.s?Jo guiados por un sentimiento de estricta jus: tJcta, r~comendamos l.a lectm·a del a1·tículo que con el tttulo de se rejistt·a en el número s.o de ce EL SíMn,>LO.» -~n carta fecha 15 del p1·óximo pasado junio. nos diCen de Popayan que el dia anteriot· había llegado el señor Obispo Riaño, i añaden :-ito ésta manifestacion como nueva pi'Ueba de mi arrepentimiento. Bogotá, 3 de Julio de 1864. PLÁCIDO ANTONIO AuAÚJo. 1 -= =- -===-==="~=="==== ========= LA NOVENA DE LA CANDELARIA. l. ( Continuacion.) -No hablaré de la belleza de aquella jóven ; no se hacen retratos con palabras, i he dudfl.do algunas ve- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CATÓLICO. ces que pudieran hacerse con pinceladas i colores. Hai 1 Decídme siquiera si podré estrechar una vez aún esa en la r eunion de las forma~ de un sér animado no sé mano tjUe cubro de lágrimas, si podré •,·eros una vez qué fuego de rasion Í de Yiddad v.ieneu del amor, yo las he conocido como tú. Hoi reo bastante de léjo& las que atormentaron mi JUvenlud, ¡:ara no pensar en eBas sino con desden, pero sé que pueden ser mortn!cs. Así n.o habri.a vaci-l lado t'n nnticiparnw a tus deseos, si hubiet1an po.dido cumplirse. Te felicito por hnbet· tomado tu partido contra mta desgracia ine · itable que el porvenir no 1 tardar ejemplo. me llabia sujer.ido aquella idea. - Fn verdad. continué yo desf)ues de un momento de refiex.ion •. habeis tenido razon en suponer que yo p;:eferia a Clnra entce· todas tas otras. Amo spuPsta ha.engañndo m1s conjeturas. ¿~o es, pues, el m~trirnon1o de Clara el que te ha reducido a ese estado de mel~u:colla a 1 que te he visto pró,·imo a sucuml)jr i que me ha cost<1do tantas horri-bles congojas?. . r -: ¿Clara se cnsa? rPptiqué yo levantandome en mi lrcho ...... ¡Clara se easa l de~is .. : . . . . ¡ Oh ! tranquilizí}os, amigo mio! no os he eugañado Este trasporte no es si'no de alegría! pueda ese matrimo· nio ser eonfnrme a ·1ns intenciones del cielo i colmar­la de una "di.cha, co1n.pleta! ..... -Yo lo deseo, repiicó mi p!Jclr~. quiero esperarlo, .aunque hai una cosa n)ui estraordiñart~. Clara habia rehús::tdo é. te añtl tres partidos nnli ventaJosos, i su madre l;• e rf'la dispuesta a abraz.ar l:J vida relijiosa euyas p· , tiras se-guia con singut·ar ardor, cuando un ,ió\'en desep1wcido i lleg:1do casi la vís¡H.'l'D, ha obteni- ' do su <·onsentimieuto desde- la primera entrevista. Los ~nfot·m~s ·han sido favorobles, i las dos familias $e haf\ puesto pronto de acHerdo. Ciara se ene 1entra feliz con ést:t union, que la Yirjen S<.lllftsima le prepa~ ra, segun ella dice. desde el dia de la C· ndelat·ia. Tü reeonoe~rá , aquf, esa imnjinacion mística i rotnones­<- n a la vez, que- me había hecb~ e e r que e. istia alguna sim¡Hlthl entrevo ott·es.: -Os protesto, am.jgo mio, qtte comprendo rnui bien el nwtt·imonio de Clara, i que no pieu o que hubiera podido contraer nunca otro mejor. -En buena hora, replicó élt·on una esplosion de risa ; ésto d ·epeude de la manera de ver de eutrámiJos. ¿ Péro no htablamos <.WI tuyo !l • - ¿ Pensais que se;~ ~·a tiempo de ocuparoos de eso? ¡Yo no tengo aun \ejnte nños! · Entre nosotros, e e f'S un negocio que te concierne; ' ¿pero porque no? Yo me <'n prudentemente de es- 1 plicar. 'fu matrimonio ha ''enido a ser pues,el objeto pl'incipal de mis pensnmie1 toE, de mis e, peranzas, i te diré francamente que me he ocupado mucho de el des-de la Candelaria ultima. ( Coutinuani ). POR ~­ULTl tiA • VEZ anunciamos a todos los individuos {jUe no que hayan cubierto los trimestres t . 0 2. 0 j 3. 0 de "E.l Couser­Yador " los 'mismos de ''El Bogotano.'' i cualesquiera otra c~enta que tengan con este I~stablecimie11t . , cw.e si dentt·o de1tereet'O dia no han pagado, se pul o~caran sus nombres. Este anm1cio se entiende con o dos los deudores SIN ESGE.PC Oi. de ninguna clase. B0gotá, ~dejulio de 1864. ±= -~ ~ - . .,.=-=-- --,.;:=:::;:::=:===== IMPRENTA CONSTitUCIONAL. Calle del Chorro del Fiscal, casa nume1:o 14. POR NI COLAS PONTON. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Católico - N. 57

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