Por:
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Fecha:
11/05/1886
REPÚBLICA DE COLOMBIA.
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SERIE l." I BOGOTA, MARTES 11 DE MAYO DE 1886. ~~í~~7.
---- '-----~----, _ .... ~_ .... , .... ' ............... ' ... ' "' .... _; .............. -..-..~---.... -------_ ...... -..... _-_ .. .....
L~ A S yA ÓYC < S rr¡< ..n }'Lo . , II a mi.g ab l e, que consl.s tJ' 6 en embadurnarle de pez, revoJ.
____ --.:..:~.:.:...:..:.._._=:.....:.:.....:.=....:::::._._=__2._=_:._. ___ carIe luégo sobre plumas y hacerle recorrer así,mon.
UNA. CA.NJ)IDATURA. I tado e~ una escoba, tod.o el circúito de la pohl~cióu.
IT.'Duomo DEL 'NOLf. l. ¡ Despues de lo cual, le dieron el saludable consejO de
~ace algunos .meses, el. Comité del partirlo inde.1 no v~lver á I!0~~,r los piés en la ciudad. Se explicará
pendiente me ofreCl6 y me blzo aceptar la candidatura I el senor TwaID .
al puesto de Gober~ador del Estado rl~ Nueva York. . Habrá infamia igual! Jamás puse los piés en
Eran mis competidores los sefiores Stuart, L. '\\'oodfort ! Montana 1 .
Y Jobn T. Hofl'man. ! N. B.-" La Gaceta" cogió por costumbre ellla..
~enía yo sob~e estos dos personajes uua muy seria ¡ marme diarjamente TwaVn, el1'atero de Montana.
v~ntap, que conSistía en mi reputación intacbable, má. 1 . D.e a~l en ~delan.te, no ~omaba en mlR manos un
xI?Je cuando, ley~ndo los periódicos, se venía en conoci. i penódlCo SID sentIr ansias hornbles y temblar de espan.
tmento de que mIS competidores babíau cometido toda i to, como el que tuviese que recoger las sábanas de un
clase de crímenes, á cual más a~minables. ~ero, en los i lecbo entre las ~ual~s se esc.ondiese uua serf.iente casc~.
momentos en que yo me regoClpba con mis ventajas I be!. Un día m.ls oJos se fipron eu ~sto: Un mentt.
y que y.a cantab~ victoria iutenormente, un cbaparrón 11'080 en. la puo,ta! Según el t~stlmoui~ jura~o del
de IDqt~J()tud~s VlDO á turbar mi profunda alegría. • sefior MICh:el O F!atlDagan, esqUI re, de Flve P?lDts, y
Job candidatura estaba lanzada en toda forma. y yo ' el de tos senores KIl Bures y Jobn Alter, que vive u en
no podía r~husar el combate. Un día, al acabar de al. i la calle ~e Water, se h~ demostrad~ hasta la evidencia
morzar, hOJeaba: yo los pen6dicos distraídamente, cuan. i c¡ue el s~llor Mark TwalD ba esparCldo una repug:nante
do fuí sorpreudldo y pasmado con la siO"uiente noticia: IImputaCl6n contra la memo na lDmaculada del difunto
"Perjurio. Supuesto que el sefioroMark Twain se I abuelo de nuestro caballeresco campe6n Jobn T. Hoff.
presenta C?mo candidato á la Gobernaci6n, quizá se man, el c~al abuelo, según los decires del nuevo candi.
digne explicar CÓt~l.O fl!é que en el año de 1863, en Wa_ dato, m1:ln6 en !a hor.ca. Esta es la más vergonzos~ y
kawacb! en CochlDchma,. se le convenció de perjurio la más v!l de las lOfamlas. Todas las ge~tes para qUle.
por tremta y cuatro testigos. El sefior Twain se bizo nes el honor no sea tlDa palabra hueca, Juzgarán como
~ulp~ble de este acto vergonzoso, por robar á una viuda merece esta maniobra baja y ruin, que, sin respetar el
infeliz! á su numero~a prole un miserable platanar. santo reposo de los muertos, se ceba en sus tumbas ve.
Este seno.r se debe á SI mismo y á los ciudadanos de la nerandas!
gra:n nacI~n, cuyos sufragios solicita, una explicación "En verdad, cuando peusamos en el inmenRo dolor
satlSfactona de este triste asunto. Lo har6.1 ".... I que esta coba~de calumnia ha de baber causado á loe
Estuv~ al estallar ~e iudign~ci6n. Uu cargo tan '1 deudos y amigos del difunto, nos pr?voca invitar al
cruel, tan Implacable! SI yo en mi vida había oído ha. pue,hlo ultrapdo y profundamente hendo en su bonor
blar de Wakawach! Yo, que no distinO"o un plátano de nacIOnal con ta~es alevosías, á hacer en el calumniador,
una mazorca 1 Mi desesperaci6n lleg66. su colmo, pero ' por mano propia,. breve y su~aria justicia."
no supe !esolverme á nada, y dejé trascurrir ese día sin I . Esta cantatlva conclusl6n tuvo, en la nocbe si·
tomar nmguna providencia. Al día siguiente, el peri6. gmente, el poder bastante de bacerme saltar del lecho,
dlco "O ~raí~ Bin~ estas palabras: con la r~pidez del rayo, para escaparme por una puerta
"8tf!..ni.ficatwo. Habrán notado nuestros lectores falsa,. mwntras que el pueblo, en su justa indignaci6n,
q.ue .el se~or Mark Twain se. escuda en un silencio muy ultraJa~o.y profund~mente berido en su honor nacional,
slg:nlfic.atJ~?, en lo qúe concierne á su perjurio en Co. se precipitaba á mI casa como una tromba, entrando
ChIDchIDa. por las ventanas, rompiendo muebles, llevándose al
. ~, B.-Durante toda la campafia electoral ese marcbarse cuanto encontraba á la mano. Y no obstante
penó?ico n? me calificó de otro modo qne: Twain, el con tod~ tranquilidad de conciencia, juro que jamás b~
/.adtrun perJuro. caluIDUlado al abuelo del sefior Hoffman, y más aún,
. A su turno "La Gaceta" pnblic6 el suelto si. que nunca oí bablar de él.
gUle~~e: . '.. N. B:-H~go constar que es.te diario. siguió lIa.
1 Lo que q=erwmOB saber. El nuevo candidato mándome lUvanablemente: "l'wa'!.1L el aSC4'11nO, el di/a_
a puest? de Gobernador, ¡ee dignará dar á alO"unos de mad01' de los muertos."
sus co~cludad~nos, á quienes se excita á votar p;;r él una Otro artículo que llamó mi atenci6n fué éste'
~~~n~::~!~a~~~ :~~~e lf qU? ll:caecía en ~o~taDa " Bonito candidato! Mark l'wain, que debí~ ayer
objetos de poco' valor que\ua perfl~a d~ ll~ltud ~e tarde! en el ~etvng general de los independientes, procasa
6 en los equipaj~s del se~ronT UC¡¡O, a a os en a nunClar un discurso fulminante ... no se atrevi6 á mo!.
"Los habitantes de M ~r wam.. trar la nariz 1 Un telegrama de su médico nos anunci6
aun por interés de su candi~: a~~ s:. ':I~ron forzad.'6s, que un caballo desbocado le babía hecho besar el santo
o, 10 Iglr e UDa eccI n suelo, y que en la caída se hahía roto una pierna por
34 LA SIESTA
dos partes. El infeliz sufria dolores horribles y se quejaba
de lo lindo, &." &."... Los independientes se esfuerzan
cuanto pueden en propagar y hacer digerir esta
rueda de molino, y en hacerse de las nuevas acerca de
la verdadera causa de la ausencia de este despreciable
candidato: .Ayer noche se vió en la cctsa del seña?'
Twavn que alguien tambaleaba y caía (~~ suelo I'/n un
estado de emb?'iaguez bestia~. Es para los independientes
deber ineludible probar que no era el mismo sefior
Twain el de los tambaleos y caída.
" Son nuestros ya! Toda~ las intrigas imaginables
no servirán de nada. La voz sonante de todo un pueblo
pide airada: i Quién era ese borracho inmundo 1 "
Por un momento me pareci6 tode esto increíble,
en absoluto inimaginable! Era verdaderamente á mí
á quien pretendían deshonrar con esta infamante acusaci6n
1 Tres afios hace que no pruebo una gota de cerveza,
de vino, 6 de cualquiera otra bebida espirituosa.
Entre tanto, recibía todos los días an6nimos como
éste:
" En qué par6 aquello de la infeliz mendiga que
arrojaste de tu casa á patadas 1
PAUL PRY";
Ó como este otro:
" Tú has cometido fechorías que nadie conoce. Harás
bien en ocu~tar el bulto lo más pronto y callar como
un muerto; pues de otro modo, por los peri6dicos recibirás
noticias frescas de tu afectísimo
HAUDY AUDY."
Poco después, el principal peri6dico republicano
me lanzó una acusación de corrupci6n al por mayor, y
" La Gaceta democrática" me asaltó con otra abrumadora,
de extorsi6n por medio de un bIso testimonio.
De este modo me procuré los otros títulos de "Twam,
el bandido corruptor," y "Twain, el teHtigo falso de
profesi6n. "
El grito unánime que reclamaba una respuesta mía
contra todas estas terribles imputaciones tomó tal incremento,
que los jefes de mi pa~ti~o me d~c~araron
hombre muerto políticamente SI perslstla en mi sIlenCIO.
Oomo para avigorar esta opinión, otra boja public6 al
día siO'uiente este artículo:
I? PO?' Dios! qué c~e ele sllgeto es ¿ste?
" El caNdidato independiente contiU1b call:1ndose.
Esto prueba que no osa hablar!
"Oada una de las acusaciones:1 él dirigidas iba apo_
yada en pruebas fehacientes, que su obstinado silencio
ha confirmado más y más; de tal modo que hoy está
enterrado, confundido! Independientes, 11é ahí .:1 vuestro
candidato! Miradle, pues, á ese bandido perJuro!
"Ese ratero de Montana, ese asesino, ese calumniador
de los muertos!
"Observad bien á vúestro corruptor y falso testigo!
Miradle bien, escrutadle de hito en hito, y, después, decidnos
si podréis dar vuestros votos honorll:bles :1 un.a
criatura que ha logmdo merecer esa larga lIsta de calIficativos
vergonzosos, y que no se atreve á abnr la boca
para refutar uno solo siquiera."
Ya no era posible esquiva.rme, y, con rubor en las
mejillas, me puse á la obra aflic~lva de expurgar todas
esas ineptas invenciones y redUCIrlas á nada. Mas ay!
nada adelanté con eso; pues que al otro día un peri6dico
public6 un nuevo escándalo, en que ~e acus.aba, de
la manera más seria y formal, de haber mcendlado un
hospital de locos con todos sus moru.dores.
Este golpe me aterr6. En seguida emitieron la S09-
pecha de que yo había salido de mi tío, envenenándole,
para apropiarme sus bienes. Esto me desesperó. Mi in.
decisión crecía por momentos. Al fin, como primor de
todas estas persecuciones, fui víctima de una maquinaci6n
descarada. Una tarde, estando en la tribuna, en
una reunión pública, nueve niños, de todos los colores,
y vestido~ de harapos asquerosos, saltaron á la plataforma,
y aferrándose á mis piernas, se pusieron á gritar en
coro: "Papá! papá! " •
Eso me bastó. Arrié banderas y capitulé. Oomprendí
que yo no estaba á la alturfl. necesaria para sostener
una lucha electoral en el Estado de Nueva York. Anuncié,
pues, que retirabfl. mi candidatura, y dolido en el
alma, firmé mi circular:
Vuestro afectísimo, antes hombre honrado, y ahora,
MÜK TWAlN,
El ratero, el ladrón, el bandido, el perj uro, el calumniador
de los muertos, el incendiario, el envenenador.
SU SOMBRA ...
Ouando el mar de Oolón en alta nocbe
De súbito enmudece y anonada
Sus iracundas olas,
Es que veloz y fulguran Le pasa
De Bolívar la sombra.
Isu.cs.
QUÉ? ..
1. Un autógrafo mío!. ...
¡ Del trovador errante un pensamiento?
No deja rastro en el azul vacío
La leve nube que anebata el viento,
Ni en los remansos del salvaje río
El ala del alción: tan sólo 01 nombre
De una sombra es el hombre.
Isu.cs.
SIERRA NEVADA.
Es del manto do Dios vellón caído
Que ha enredado on las cumbres la tOl'men~a
Pam mullir del bnraclÍn el nillo
Ouando en la nocho azul plácido alienta.
IS. l'erfulllnÜlt y sombría
Del río eu la. ribera) (10 escucho 13n Tnmor,#
Do ni UD instan te de la. selva umbna.
Ponetre las tecbumbrea "lt[simas olJ. sol.
Allí aquellas cauciones que en nuestro hoga;r perdido
Escuché tantas veceR, coujúlJ'ilo entonad"
y a.unque miróis mi r~stro humedeoIdo
Con lágrimas COlüoS'., de dlCba SOll, ca.ntad I
Há tiemllo que implacable noS separ6 la Buerte,
Que nos negó sn sombra quenrzo cOIJtinuo por obtener para sí únicamente
ventajas materialeS y sólidas, son datos imp¡\lpables
que bullen en la expresión de aquella fisonomía y le bacen
auréo_la. SI una mula hp.blara, qué cosas diría! N ad:t ele am~
ulosldades pedantescas, nada de imaginaciones estériles;
Bmo honda y sazonada lllática, salpicada de sátiras pro-fundas
y atrevidas, concisa, aguda, sabia é intolerante ___ _
Tácito mal humorado y zlllubón_
La mula rOlll!L, que no ea en su origen sino un viceversa
de la otra, tleno en su carácter rasgos más vivaces y
caprichosos, lo cual se explica. fácilmente con s610 recordar
que en ella predomina la naturaleza. inquieta y leal del
caballo.
Una mula ya entraua en años, cabizbaja y pensativa,
adornado el espinazo con esas manchas blancas que
son los recibos de otras tautas mataduras cicatrizadas,
etapas de UD martirio prolongado, sola y tiaca en medio de
uu campo reseco, 6, esa hOf Si hay muchos, entre los becluinos de esta abur~'idora I bra, ,huZl~ea, huele el lodo, tiombla¡se aquieta un m~mento,
caravana de la humanidad, quennnca han parado mIentes y luego, SI el paso lo os,.entraresue tamente yaale alros~._
en la admirable personalidad de la mula, achaquemos tan ! Cuando la mula se resIste á pasar, cua~d~ ronca y qUlere
injurioso desdén al aturclimiento que suele producir eu tán· i l'etI'oceder & qUIéu será el bárba:-o que ,IDSIsta? No hablo,
tos el espectáculo del mundo, que al Rey Sabio acabó por ! por supues!o, de los borrachos, qmenes tIenen su ángel guar-hastiar
y parecer monótono, ó á superficialidad vanidosa, ! dIan espeCIal para cuando van á ca~allo. .
siguo el más característico de los que pertenecen á esa que ! Las ?lulas de los bebedores y Juga,dores de profeSIón
con divina moderación llamó el Espíritu Sauto "larITa i son muy 1Oteresantes. Oonocen las ocasIOnes y lugares en
tI'opa de los imbéciles." " ¡ que han de detenerse para que su jinete empine el codo; y
¡, Qué sería de nuestras esperanzas de civilización, có· I pasan horas enteras, de, día ó de noche, con silla y ~eno
mo poaríamos acercanos á nuestras selvas solitarias cómo ! puestos, aguardando pacIentemente á que cansado ó VIctO'
cruzarlas, cómo establecer nuestras comunicaciones; cómo'! rioso ó desvalido, salga de la garita su amo y siga su catrasportar
nuestros productos y los objetos con que satis· ! mIDo. Cnando,lo lleva á fies~as á algún lugar, á tentar la
facemos nuestras necesidades; qué sería de nuestros viajes i sn~rte, la veré~s alegre y eXCItada como una damisela que
y exploraciones, de nuestras guerras y emiITraciones sin la ¡ baIla por la pnmera. vez con su galán: cuando lo trae desayucla,
de la lnula '1 Suprimidla, y como en ~na maq~inaria i pués de desastros,os albures. participa del desconsueio, el
cuya faja de trasmisión para el movimiento faltara repen- ¡ mal humor, ,la fatIga y el adusto ceño de su amo.
tinamente, sucedel'á la quietud. Suprimiclla, y faltará á ¡ Aquel Jayán rozagante que con su gran sombrero á la
nuestra VIda de pueblo la más movible y señalada de sus : pedrada, nueva ruana y alegre facha, cabalga osa mulíta
facciones. : negra y la hace galopa~ incesantemente, va á riñas, viene
Se comprende que no la aprecieu los que no la cono. : de su campo y lleva baJO la luana su gallo contemplado, á
cen; y es difícil conocerla bien. Así como el oficio de crí- ! cuya pata va ¡Í jugar cuatro condo?'es, Ved c6mo paj(b?'ea
tico req~ere estudios y disposiciones especiales y una larga i la mulita á cada v,uelta del alegre camino, animado por los
preparacIón en el examen y la comparación de las obras; : paseantes del dommgo; y cómo, cada vez que el gallo can·
as! como para amar con el verdadero y puro sentido esté· ! ta debajo de la ruana del mancebo, endereza y recoge las
tico de la pasión se necesita una naturaleza dotada de dUi· i orejas, alza la cabeza, entieza el rabo, y parece en su ale·
cadeza! de, sensibilidad y un esfuerzo soberano para aislar 1 gre mo,imiento desafiar á cuantos encuentra. Tiene fe en
las asp IraCIOnes en una atmósfera propicia, del mismo mo· ¡ la suerte de su amo y en la espuela del gallo. Lleva á Cé·
d?"para apreciar en sus valores relativos y justos las con- ! sar ; y sabe lleva,rlo.
dlcIOnes de la mula, se necesita haberla observado ca,riñosa ! Cuanllo una mula se enamora-vaya! y esto es serio!
y cuidadosamente y servídose de ella en las circunstancias ¡ -nada hay que pueda compararse á su entusiasta admás
adecuadas para poner en juego sus habilidades. : hesi6nrpor el objeto de sn cariño. Precedida por el ?nadri·
Bajo los rayos de estos soles nuéstI,os que parecen aca· ! no (llaman así los arrieros al caballo conocido y casi siem·
bados de vaciar del rojo molde. al subir una de las intermi- ¡ pre entranablemente querido por todas las mulas de la
nables cue~tas por donde se sale de las hondas y caluro. ¡ recua y ~l cual siguen gustosa~eute), ~a veréis ligera, alesísImas
OrIllas del Cauca; al cruzar uno de esos parajes ! gre, casI coqueta; que falte el, y luelTo se pone mohína
desola~os y ~esoladores, en que la vista solamente descubre, ¡ pesada, 'caprichosit y amenazante. En p~cas horas ele COlll~
& lo leJOS, CIelos serenos y terriblemente despejados picos ! )lama en el curso monótono de una noche de mala ?nuerte
adustos y desnudos, faldas pendientes, y cauces pedr~gosos ¡ en algún corral pelado, suele una mula sentirse herida
que el verano ha secado, y, cerca, colmas tostadas por los ! mortalmente por el dardo fatal. Cuántas fugas misteriosas
~al~res de la canícula y árboles secos esparcidos con taca. ! entonces! Qué dificultades por la mañana, si á pesar de
nena. por un terreno rajado, medio ~nvuelto en los pobres : su afición á las aventuras á lo Manon Lesbault- pero
harapos de pardos matorrales deshOJados, entre los cuales : puras,- se ha quedado, para separarla del caballo piojoso Ó
revuelan fatalmente, como los pecadores carnales del Canto ! del macho cascorvo de quien en hora infausta se prendó!
y del Infiel:oo, • bandadas,tupidas de langostas hambrien- : ¡, Ha querido alguna vez la yegua con el fervor incon·
tasi al segUlr,?On sed y tedIO, un~ de esa~ sendas solitarias ! tras~able de la mula ,? Yeso que en la primera las volup .
en que el espllltu se asfixlana SI no pudIera abstraerse un ¡ tuosldades tic los sentldo~ y los secretos instintos de la ma·
tant~ y entrellarse á meditaciones de otro orden, Ó á las i ternidad deberíal! hacer más intensos.Ios afectos.
CaTI?laS de la mcan,sable esperauza j al cl'l1zar, por eomedio ! La mula qUIere co~, un cariño aun más sereno y desin·
de t!erras ,que reflejan el calor, como otras tantas placas de ¡ te,resado que el de Gmuben, la seca pupila del profesor
platino" (lI stan~las que ee mIden por dias y semanas de ! Lldenbl'ock, de que habla Yerne: el viejo Ossian cantó
p~nosíslma fa;tJga, la m~II~, que debe sufrir por lo menos ! algo parecido á ese an:or idealizado, destinado al perpetuo
dIez ,eccs mas que el v!aJer~ que lleva encima, no se so· ¡ fuego del deseo ImpOSIble., Desconoce los furiosos y humi·
foca, no Be alt:-ra, no pIerde nada de su sereno port!l, no i lla?tes, imp~tus de la pasIón carnal, y para ella no seria
se desespera nI se exalta. Muévese lentamonte tomando ! latín smo gr}ego aq~lello del.fé1'v~d¡¿s puer que tan buenas
~esuello de cuando en cuando; Jamás se afana como el ca. ! cosas sopló a IIoraClo. En el carIño de la mula hay el res-
1 aUo por. alcanzar pronto y á costa de -cualquier sacrificio i peto y la constancia que distinguen las grandes pasiones
a apeteCIda cumbre; y cada vez 9.ue las vueltas del camino 1 ~e los hom?res.severos; y la mula podría simbolizar al ún
l? presentan al alcance de sn hOCICO algún arbustillo raquí· I Ideal doctrmal'lo, como fué para Dante símbolo univefsal
tICO, mIserablemente decorado por algunas hojas empolva_ ! de una perfecci6n sllll!-a su B~atriz. Al fin y al cabo, el
• Dante, ! amor de la mula es, bIen estudIaclo, superlativo y her6ico
¡ esfuerzo del corazón.
38 LA SIESTA
Destinada (y voy á robarle su verso ¡í Moratfn) á I
Morir de puro doncella, "
s~ cariño. es como una amistosa y delicada. ternura, casi
siempre Impregnada. de admiracióu por quien logró mspi.
rársela. Más de nna vez he visto una muleta esbelta, agil !
y hermosa, contemplando cou amoroso asombro los trotes I
desacompasauos de. un madrillo "iejo, gomoso y abatido.
Debo también confosar que insensiulcmente, delante de
ese cnadro, la comente de mis moditaciones me ha traluo I
por una escala suavísima de símiles)' reminiscencias, uescle !
el mundo para mí interesantísimo de las mulas, hasta el no !
menos interesante de las gentes. I
EPIGR1UB.TICO.
Cierto farmaceuta práctico
Mucho dijo en los periódicos
y en los lugares más pú blicos
De la ciudad de Pal'ío,
Que cuantos productos químicos,
y m.is que todo, on espíritus,
Exija la ciencia alópata,
Su casa puedo expedir.
No tardó en llegar un pícaro
DLlndolas de sabio médico;
" Señor, dijo, ¡tiene espíritu
Rueno de contradicción' "
Bl droguista sin e ·~rúpulo,
Entrando, le dijo: espérelOe.
Le trajo IÍ su suegra y díjole:
¿Dóndo lo encuentra mejor '1
J. D.\vlo. GUAruN
•••
CONTRA. LOS OR1TICOS IMPERTINENTES.
(ConcIUBión).
Siguiondo la suerte de la mayor parte de las cosas y .
seres que más útiles son á la humanidad iugrata, el fin de I
la mula es terriblemente ejemplar. ¡Cuántas "eces ha en. 1
contrado uno en medio de algún hondo barria,al el cadáver '
de una mula que, abandonada por las fuerllns, luchando ¡
bajo el peso de una carga descomunal de catorce arrobas, I
en los rigores de esa serie de intransitabilidades que tene. ¡
IDOS la desvergüenza de llamar caminos de invierno en este i
país, cayó por fin, vencid¡t), abrumada! Los arrieros si· I
guen con el resto de la recua, maldiciendo la hora en que ¡I
la infeliz no pudo más; y su agonía solitaria. no tiene más. La última estrofa del Por qué "O ca"to ?
testigos que los buitres, que acechan el momento de desga· i No hay BombraB para ti. Corno el cocuyo
rrar sus carnes magull¡Luas. Más inoc~nte que Prometeo I El genio tuyo osteut'L BU fallnl;
y más desventurada, la vence el destino)' cae luchando I y huyendo de la luz, la luz llevando,
esclavI' zad a )' m..t Id eCH'1 a.. ; Sigue alulI1braudo j Las miBmas sombras quo bnscando va
Y, SID embargo, cuánto se necesita para qne una mula ! ..
llegue á ese estado! Ella tiene la nocióu instintiva de las I hace deCir a Rafael Pombo que, con tres estrofas md~
reservas. S~ declara. perezos't en ciertos momentos, dura I de la I~isma composic~ó~ "se colocaría u autor. en prien
otros cansadn. al pn.recer pn los más graves' pero can· , mera lmea entre los lmcos castellanos, donde qUIera quo
sada y todo, puede siempre dar uu paso más todavía: el 1I ú la calidad, y nó á la cantidad, se adjudique la palma de
látigo, I~s espuelas 6 el hamurc la hanín se~uir? :sabe Dios oro" ~ ~ue "demu?stran, por l~. divina álgebra del arte,
hasta donde! Una mula nunca se cansa é mutl!Jza con la ; la feltCldad y el tflunfo del mento JUodesto, como firma
franca bestialidad del cauallo. Por eso, aquélla, muerta de I y fotografía imperecederas de su autor" ; y que" la flor
fatin-a, tiaca reventada de esfuerzo, caích la cabeza entre ¡ de batatilla y el cocuyo quedaroll, on llombl'e y por autoAl
barro, vidriados los ojos r separados los lauios con es,\ '1' ridad del genio, irrevocablemente con. agrados á su cantor."
horrenda expresión ([ue /101' sarcasmo semeja )¡t sonrisa)' Según el doctor Camacho, la primera de las dotes de
que es la última mueca de la vida,-al mismo tielUpo que I poct .. que tiene Gutiérrez es la vordaJ, pues no se encuenun
espectáculo horrible-es, conforl11e [t la trascendencia dp ¡ tra en sus poesías uua iJea falsa, una comparacióll: quo no
su significación, una luminosísima ctlseÜanza.. . . . ¡ soa justa, ni una imagen quo no corresponda al obleto que
~Iellellin-JuIi0-1881. so qui~ro presontar. . .. .
:tio se SI tenga exactttud hlstol'lca la frase que muchaR
veces ho oído poner en boca do don Julio Arboleda:
c, Daría todos mis versos por ser autor de la estrofa del
COCII)'O." Pero $i n01l é vero é be'l t"ol'ato; digna es tal opi-
PEDRO XEL OSPINA.. .-
A YBR TARDE.
lOE "J eTon llUGOI.
Ayer el fresco "ientu de In tarde,
Cuyo soplo acaricia,
Do las flores ó caen aturdiJo' por el golpe contra
los vidrios.
¡, Puede concobirse nada mas absurdo que esta manora
1 de analizar el pensamiento de uu poota? ¿ Es razonable
trocar así la significación de los ténninos, para lutigo coger
en culpa de error al pobre genio?
Procediendo por el sistema de diálogo que tanto gusta
tÍ Mingrelio, le preguutaríamos :
-Ua visto usted de día coouyos libres'
~ -Nó, yeso qué prueba'
-Prueba que si sólo durante lns noohes de verano
LA SIESTA 39
oruzan las tiniebln3 esos brillantes insectos, al aproximarse 1
1
EL MUNDO BOGOTANO.. .
1 I d 1 día huyen de ella .. buscnr refugio en la sombra No hay grandes cosas de que hablar. I,a VIda BocJal
dae l:~ s~lvas'y enmarañados matorrales, alu~br8lldo esa do Bogotá, reducida ~nsi siempre á le. política, no nos pressombra
con luz semejante IÍ la que les pone mICdo. Prueba '\ tu ahol'a sus agitaCloues para sacar de .el,la, como de un
, en la oscuridad acuden .. la llama de "'", luz, no mar revuelto la red llclIa de pesca y exhIbirla en la pluya
qguues,t aSnI de la luz, la luz del día, la so 1,f U; ; .y que eI Sl' ~,l'1 del ¡tí todo so!. rN 'o que por eso d oJ' olnos,d ~ ",:v lr, no', 1, g no -
gran bardo antioqueño sigue y seg¡urn. slendo ~"qU1SltO de 1'Uute~ ú olvidados. do lo que pasa, o I,ndiferontes a ello,
exactitud y delicadeza, mientras haya buenos oldos y buen \ coutest,amos ,todos a la l,sta,del nuevo dla, para c~mprobar
gusto. , .' '. superv~ven~,UI y tomar luego cada oual el cammo de su
IIay en AutioquJa u~ p~~t(l que, en telnt~ra ~e seutl 1 pel'egnuUCI?u. ." ..
mientas y ViO'Ol' de imaglllMlOn podna llegar n ser sucesor Pm'egl'lu!l1' por Bogot" Ira tuvImos OCBalOn, hace
afortunado d~ Gregorio, s~ una excesiv~ modestia no lo i ocho días, de plantar allec~or ~n el centl'O lntÍs concurrid~
llevara ,¡ descuidar el oulhvo de BU propIO talento y, facul'l y estratégICO, de donde-SI ah, nos ha esperad?-vamos a
tades de ori BU débil sién, nos sentimientos compasivos, ha alzado bandera en defensa
y no pudo pasar, dizque porque la pelusa ó cogollo de las pobres ,mula, endebles 'f pacientes! que ~iran su
(voce~ que Mingrelio subraya no sé por cual razón) de la I yugo, bajo ~llatlgo del cruel aurIga, SOl quejarse ,m coce~r,
cañavera carece de suavidad, Hombre de Dios, le diría I i::li usted qUlere hace~ comparaCIOnes, ya halla;a ventajas
nna vez mlÍs: quó entiende usted por comparación? Es 1 de parte de ,esas b1es,tlafls I~bolcont~~l qUpe l1ev~~; "ti 10 mdenlos,
pOI, ven tur.~ l'dentl'dad de las cosas " hechos acciones ó cua· su car"" a sUjeta a In ex1' e ne', "oro juue ces de os'
lidades que se comparan? O es simplemente la expresión ¡ hom6nimos, qu~ arrastran a ,suya 3m pIenso ID re~u (1, Dl
formal de una semejanza? Este. ni debe ser obvia y cer- ¡ pauta que gobIerne los capnchos de su conduotor,
cana, ni tampoco demasiado remota. Puede h~ber com~a- ! "," '"
ración ontl'e las impresiones que afectan,un m~sn;t0 sentIdo! Si el pal'alelo no le agrada, porque resalten en su "ni.
y eutre las que se producen , so~re sentldos dlstmtos, , De I IDO tristezas que se quieron olvidar, distraiga usted la ateu.
ambas m:mer~s pue~e ser Justificad~ la est~ofa de Flde!.1 ción en el cuadro más alegre y pintoresco que ofrece el
Suavidad no solo es lisura al ta?to, smo detica~eza, bla~- ¡viaje ,¡ un pasajero intdigente, En completa conformidad
dura, dulzura, l~ que ,es de algun modo grato a los sentl-\ democrática toman puesto on el carro ejemplares típicos
dos. Son suaves a la vIsta unos ~ermosos ~abellos, exacta- , de todas las especies bogotanas, Du.ndys aburridos que van
mente como es a~radable al ~lSmo sentl~o el ondear ~e ¡ tÍ buscar ell< la aldea vecina distracciones nuevas; calave.
las fl~c/¡a8 de la canavera, meCld~ por el Vle~to. La estID' ! ras de toda extro.ccióu, siempre listos á aceptar un trago y
fa ml81~,a hace creer,que la suaVIdad c~mparada es la, qu~ ¡:i ofrecer un cigarrillo; damas honestas, de conocida orlose
perClbe con los OJos, pues mal podna el poeta s1lJetar ¡ O'rafía' muchachas ale!!'l'es de risa estrepitosa y ojos baial,
t~ct~ }a"cabellera "con ~ue la cañ~, altan~ra corona su i radore~; sacerdotes g~'~ves '; estudiantes libre,s, fugados de
deb~ Slell; ,porque supomendo en pIe la cana! n~ es es~e ! la clase; empleados vleJos ( de edad ó de destmo) que van
senbdo, Silla el de la VISta, el que puede ejerCItarse sobro ! ,¡ echar su cana al aire, dejando el expediente por la copa;
ella, PO,r otra parte, la suav,dad de uuos cabellos para el ¡ y hasta campesinos, artesanos y labriegos, parece que quitacto,
,1l1en puede ser comparada con el b:a~~o y grato i sieran olvidar todos, pOI' un rato siquiera, los sinsabores
mOVl1111ento de las flechas y su c~bellera, pe~ cI bldo por los ¡ de la vida arraigada de ]a ciudad, para abrir los pulmones
OJos, y aun hay eu ello eXpl'eSIOn de un~ .'dea uatural ~ ! al aire puro y saludable qtle van á respirar en Chapinero,
profunda que nos hace sup?ner correlacloll; d,e buenas o i Y, en efecto, qué hermoso día se puede pasar allí 1 El
malas cuahd~d~~ en los obJet?s, Donde qUlelll que not~, ¡ pueblo no es nada, ni su naturaleza atrae, Pero hay baños
mas u~a condlclOn favorable, o ~ ,defe,cto: eS~D1os mch. : deliciosos, buen hote1, gimnasio, circo de toros, y sobre
nados n concede; ot~as, ventajas o a atnbUlr otrus defectos i todo, campo abierto, grama verde, atmósfera vivificante y
al ver que nos l1DpreSIOna; no ;lOS co~orma~os con que : libertad completa, Aquí en TIogottÍ se siente uno como
una fruta hermosa sea aceda o desa?r~da, III sUFonem.0~: oprimido, como humillado, como enfermo de incurable
bue~ aa,bo; en la que es repugnante o aspera al tacto o l\ ¡ displiscencia. Y vale bien la pena gastar un peso por darla.
VISta, a 1!, persona ~e buen semblante y de belleza le ! les al cuerpo y al espíritu unas horas de confort.
concedemos lDyoluutal'lamento bondad y talento, mlentrns : ..
que nos admiramos involuntariamente de que los feos no : ,. ..
sean siempre malos y tontos, : Pero, ahora, no vamos hasta a11", Detengnmonos en
Por fin, si el poeta antepuso IÍ la cabellera de la caña ¡ la parada de San Diego; demos una vuelta al parque del
el califioativo do blanda, que en sentido figurado es suave, i Centenario, que puede ser pronto el más hermoso de la
supuso en ella una cualidad que bien puede no tener el i capital; contemplemos de paso el convento viejo que sirve
objeto, pero que calificado ya de esa manera, puede ser- ! de amparo á los indigentes del Asilo (porque los de la ciuvil'
para establecer comparaci6n con otra cosa realmente ¡ dad vagan por las calles en el día y pueblan de noche los
suave. I suburbios, en esa am"lgama simoniana que nos pinta tan
Por lo que hace ti críticas gramaticales, yo no sé si j gráfica y hábilmente el autor del Tatio de los milagros, en
tendrá buen derecho paIa hacerlas quien emplea voces y : el nílmero anterior), y detrús de aquélla nueva construc_
frases como charlero, diveI·tidor, bulimia, chapucear, trabar- i ción de la Casa de locos, que acaso visitarémos en otra oporse
de discusiones, uraño, cE', &;', que indican por lo menos i tunidad, y subamos luégo IÍ esa eminencia que se eleva á
estilo poco castigado, ¡ pocos pIlJlOS, en la colina del frente, como un castillo feudal.
Febrero-188S. ¡ .*.
PEDRO ESOUDRíÑEZ. I El Panóptico es un edificio que empezó á levantarse
40 LA SIESTA
¡
durante el pasado r6gimen, por el Gobiel'no del antiguo! encerral' el Pal'¡¡ne, como un gran patio de lÍrboles corpuEstado
de Cundinamarca, que se propuso tener 6n su ca- i lentos y tupidos, ouyas ramas quebrarían los rayos de la luna
pital un Establecimiento penitencio.l'io modelo, combinando I en las nochos de verano y cuyas hojas buscaría la 1risa
en lo. escogencia del sitio y el trabajo material, las pre- i para expresar sus acentos lastimeros, All" u'ían los poetas
venciones de lo. ciencia y b estética del arte, Las frecuen- I melancólicos y las novias románticas lÍ pasear en compañía
tes guerras, que obligan al país á hacer paréntesis en su ca- i de las sombras, evocadas de las tumbas; ó de las locas, samino
de pr~greso,ha~ impedi~o la conclusión de la obra que i lidas de las celdas; ó de las almas de los agonizantes, cuanhoy,
des pues de selS u ocho anos de esfuerzos, no se ha aca- ; do se escapan del cuerpo en el lecho del dolor y el aban,
bado todavía. Mas, desde que estuvo en estado de habili- ! dono; ó de los reos al'l'epentidos, fugados de la cárcel extación,
siquiera en una parte, llena su destino con todos ¡ piatoria, i Ouántos poemas, culÍntas tragedias, cuántas nolos
presos del Estado, los de la Nación, y aun los de algu- ¡ velas no han brotado en el cerebro del filósofo á la vista
nas Secciones limítrofes, Es imponente la majestad de esa i de la Force y de la Mo"gue en todas las capitales del
aislada mole de piedra, con sus muros altos y espesos, sus ¡ mundo 1
puertas estrechas, sus tragaluces de fuertes rejas. El ánimo ¡ *. *
se, sobrecoge o~n instin~o de, terror ou~ndo, al visitar su,s ! Y, si no nos equivooamos, en el poema ¡¡ue se anun-
~ovedas sombnas, se pl,en~a m:,01u~ta1'lament,e e~ la, faCI- i cia, de nuestro amigo Enrique Villar, intitulado Mm'!larita,
lidad con que s,e pu~de 11' a, VIVIr ,al,U, qon m~s pl?pledad ! del cual conocemos algunos cantos, oídos tÍ pié de fábrica,
que en un ,malllcomlO, pod;';a~ qmza deClr los mfehces que i corren algunas de sus mejores escenas, justamente entre
sufren aqul sus condenas: nI somos todos los que estamos, I el convento de San Diego y el cementerio, Lo esperamos
ni estamos todos los ';lue somos," Ha~ r60s-y 9.,ué r,eos 1-¡ con ansia; pues la vena poética de ese bardo adolescente
que mandan poner a los otros el grillete al pIe, m16ntr,as ! nos pico. mucho la atención, No somos, por cierto, de los
ellos ostentan, ~anos ,las ~adenas de oro con que mantle- ¡ que menos lb han urgido á publicar su grande obra-como
nen la o.dul~cIOn sumlSa a sus plan~as, ,Oonsolemo~os ,con 1 él la estima--y le hemos oído recitar composiciones suyas
q~e esos :"lvan ,pl'esos en su COn?lenCla, que, es slqmera i y trozos de otros poemas que prepara, dignos de sacarlos
carcel de l1llpo~,ble fuga, y pena sm, humano mdult.o' ¡ á lucir en público, Ouanto IÍ Ma.'ga,'ita, no queremos aven-
.Alguno~ dlas salen los re~lusos a toma; el sol mlerür;as ! tumr un juicio, mientras no la veamos por la calle, alzado
pas~n la reVlSta los funClona1'l?s que van a hacer su vlSl~a ¡ cocluetamente el traje con la punta de la mano de marfil y
o~,c'al., ~s =- espectáculo, cunoso, Gentes de tod~ condl- i dejando ver con nonchalant descuido la orla blanca y bo1'CIOr;
t, vr,eJ,os, J oven~s y mUJeres, ~u?hos de MOnOmIo. dulce i dada de la enagua sobre la garganta del arqueado y leve
y ~l1llpatlca en qUIenes no se, a~l'Vmal'an ~os, rasgos que la ! pié, Adivinarémos á través de la blonda de su manto la
fislOlogía acusa oomo caractenstlCos del ~l'lmmal; otros de i cara que se oculta; buscarémos en sus ojos la mirada limr?
stro ~uro surcado J;l0r huellas de salvaJ,e lu?ha, cort~dos, ¡ pia y cándida de la virgen que canbia luégo en relámpago
Sl~ nanz, con, un oJo meno~, man?os o C?Jos; aquellos, ¡ de deseo; y siguiéndole los pasos, al punto en que IleguetaImados
y tacltm'nos, co;n0 ,SI toda;l~ estuvlese~ pensando i mos al terrible que hace erizar los cabellos y cerrar los
en el plan que les, fallo,; estos, tImldos" retraldos y ver- : puños y apretar los dientes al poeta cuando lo recita, lo
gonzosos; los de mas aIla altaneros, erguIdos, contumaces, 1 convidar6mos á ir cOlTiendo en defensa de la víctima para
como si despreciaran el castigo y desafiaran á la ley y al i acoO'otar á nuestro gusto al infame seductor, Ouidado, Enmundo
entel'O, Habría allí donde escoger para el caldo de ¡ l'iq;e, con gritar entonces: "j cepos quedos!"
las brujas de Macbeth; ¡ ***
Fillet of a fenuy snake,
In the cauldron boü and bake; ¡ Pero no es justo que después de un tan largo viaje
Eye oi newt and toe oí fog, : como hemos obligado á hacer á usted, lector amigo, con-
Wool of bat al1d tongue of dog, j cluyamos sin descanso, Llegamos á buena hora al nuevo
Adder's fOl'k and blind worm's sting, 1, "Club Oentral," de nuestro amigo Isidoro Silva, por mal
LizardJs leg and owlet's wing " . . .
For a chm'm oí powel'ful troubJe, I nombre "el OOl'onel, qmen, con una pel'severanCJa SUl
Like a hell-bt'oth boll and bubbJe, ,iO'ual ha loO'rado montar su casa, decente, elegaute y con-que
cocían en su oUa tasajo de culebra, ojo de lagartijo y I f~rtai>leme;te, en la esq~¡jna de la Call~ Real~ frente ,¡
pata de rana, pelo de murciélago, gazuate de perro, len- ! Santo Dommgo" No son solo los,esfuer,zos m~udItos hechos
gua hendida de víbora, aguijón de serpie~t~ ciega, zancas i por ~1 emprosarlO para proporCIOnar" ,los Jove~es tanables
de lagarto y alas de lechuza, para que hirVIeran en caldo i un SItIO de, recreo y,de solaz honesto, smo lo a",ladable ~e
infernal. ¡ la compañIa que 0.111 se en?~entra, lo esmer,ado del ~el'Vl-
Ciento setenta y cinco reclusos, de los cuales pueden ¡ CJO y, sobre todo, la amablJ¡d~d y, ~ortesanJa del Dlle~tor,
ser absueltos muchos, viven h?y en e~a horrorosa ama~-Ilo que haoe que su Club se~ s!~patico ,pal:a todos y dlgn,o
gama con todos los l'eos de delitos ya Juzgados. El homl- ! de apoyo, Vamos, pues, aUa," mdem,Ulzarnos de las fatlcidio
fiO'ura en el 80 por cionto del número de crímenes; gas del paseo, para despedIrnos lu~go hasta la semana
por que "'se les ha acusado; y al ver el pequeño guarismo I próxima, L ' L '
de los BÍndicados de robo, cuando ese es un delito tan co- I .. • • EO ESPES.
mún podría creerse que aquí los ladrones andan sueltos I
con ~u patente de garantía estampillada en el bolsillo del i
frac. I
.** , I Bajemos antes de oír nuevamente la rastro. de los grI-llos
0.1 volver los condenados á su celda, y el chirrido do ¡
los goznes al cerrar las puertas, y mientras "hacemos el camino" á pié, nos aligeran la fatiga, los comentarios de I
lo visto, Venero inagotable para libros entel'OS han sido
siempre esos sitios que dej,amos ~trás, Sólo falta, paro. ,com- \
pletar el cuadro, poner o.~h tamblén el Hospltal y des~lU~ar
asi la ciudad entl'e los VIVOS y los muertos. El Panoptlco,
el Asilo dolaoos, 01 Cementerio y el Anfiteatro vendríau lÍo
BELLO Y SUS OOMENTADORES.
Cuando un rico edifica algún palacio
Da escondrijo y despensa á mil ratones,
Cuando se oculta el sol en nuestro espacio
Drillan en la oocina los tizones;
De las odas y epístolas de Horaoio
Brotaron Hermosillas y Leones,
Y de Dollo inmortal, 1 cuántos infolios
De comentos, resúmenes y escolios 1
HaV1'e-188i.
A. J. RESTRJ:Po.
Fuente:
Leyex.info
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