Saltar navegación e ir al contenido principal
Biblioteca digital de Bogotá
Logo BibloRed
Cargando contenido
¿Qué estás buscando?
  • Escribe palabras clave como el título de un contenido, un autor o un tema que te interese.

  • Búsqueda avanzada

Seleccionar

Contenidos y Experiencias Digitales

Filtrar

Formatos de Contenido
Tipo de colección
Género
Idioma
Derechos de uso

Selecciona contenidos según las condiciones legales para su uso y distribución.

Estás filtrando por

Cargando contenido

Se encontraron 40973 resultados en recursos

Imagen de apoyo de  La continentalización de la isla de San Andrés, Colombia: Panyas, raizales y turismo, 1953-2003

La continentalización de la isla de San Andrés, Colombia: Panyas, raizales y turismo, 1953-2003

Por: Adolfo Meisel Roca | Fecha: 2003

El archipiélago de San Andrés y Providencia, Colombia, ubicado a 180 kilómetros de la costa de Nicaragua e inicialmente poblado por colonos ingleses y sus esclavos, se caracterizó hasta 1953 por que la mayoría de su población hablaba una variante caribeña del inglés, era protestante y negra. Sin embargo, desde que las islas se declararon como puerto libre en 1953, hubo una enorme inmigración de continentales colombianos que transformaron por completo su economía y sociedad. Ello fue especialmente cierto para San Andrés, ya que Providencia se mantuvo relativamente aislada de estos cambios. En este trabajo se estudian las principales etapas en la historia económica de San Andrés. El periodo posterior a la declaratoria del puerto libre recibe una atención especial por la importancia que tiene para entender la crisis actual de la isla. El rápido crecimiento de la población debido a la inmigración, por encima del 20% a comienzos de la década de 1960, llevó a la marginación social y económica de los raizales o nativos, los cuales en la actualidad representan menos del 50% de la población. El tema de la sobrepoblación se discute ya que muchos líderes locales consideran que se trata del principal problema que afecta a San Andrés. Finalmente, se enfatiza la importancia que para el archipiélago tiene el fortalecimiento de las ventajas competitivas para el turismo, sobre el cual principalmente dependerá su prosperidad económica en el futuro.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Series monográficas
  • Temas:
  • Otros

Compartir este contenido

La continentalización de la isla de San Andrés, Colombia: Panyas, raizales y turismo, 1953-2003

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Efectos regionales de la política monetaria en Colombia

Efectos regionales de la política monetaria en Colombia

Por: Igor Esteban Zuccardi Huertas | Fecha: 2002

En este documento se analiza si las regiones colombianas responden de manera diferente a un choque de política monetaria común. Para ello se estimaron ocho modelos VAR, uno con información nacional y uno por cada una de las áreas metropolitanas de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Manizales y Pasto, entre 1984 y 2000. Además, se estimó un modelo SUR con información regional para ajustar las respuestas de las ciudades a las posibles relaciones interregionales existentes. Se encontró que Bucaramanga es la ciudad que más responde a un incentivo monetario, mientras que Bogotá y Barranquilla reaccionan de forma similar al promedio nacional. Medellín, Manizales y Pasto muestran comportamientos distintos, en tanto que Cali es la región menos sensible. Sin embargo, a pesar de estos resultados, no se encontró evidencia estadística para afirmar que dichas regiones responden de maneras diversas a un choque monetario común.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Series monográficas
  • Temas:
  • Otros

Compartir este contenido

Efectos regionales de la política monetaria en Colombia

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  La agricultura del Caribe colombiano, 1990-1998

La agricultura del Caribe colombiano, 1990-1998

Por: Jaime Alfredo Bonet Morón | Fecha: 1999

El objetivo de este documento es analizar el comportamiento del sector agrícola de la región Caribe colombiana entre 1990 y 1998. En particular, responder a los siguientes preguntas: tiene el sector agrícola regional un comportamiento similar al agregado nacional? Cuáles son las particularidades del sector en la región Caribe? Qué factores determinaron el comportamiento registrado por la agricultura del Caribe? El trabajo consta de dos secciones principales. En la primera se aborda los principales indicadores del sector agrícola del Caribe colombiano: área cultivada, valoración de la producción y comercio exterior. Este análisis se realiza por cultivos y por departamentos. En la segunda parte, se revisan los factores que influyeron en el comportamiento del sector en el período de análisis. Finalmente, se presentan las conclusiones.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Series monográficas
  • Temas:
  • Otros

Compartir este contenido

La agricultura del Caribe colombiano, 1990-1998

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Educación Primaria en Cartagena: Análisis de cobertura, costos y eficiencia

Educación Primaria en Cartagena: Análisis de cobertura, costos y eficiencia

Por: Joaquí­n Rafael Viloria De La Hoz | Fecha: 2002

En el Distrito de Cartagena diversos factores obstaculizan la eficiente asignación de los recursos educativos: no menos del 95% de los recursos del sector se destinan a gastos de personal, el costo promedio por estudiante de un colegio oficial en Cartagena corresponde a sólo un 50% de lo que cuesta en un colegio oficial de Bogotá, y la ampliación de la cobertura educativa se hace con frecuencia a costa de la calidad. Para mejorar los logros y la efectividad de las políticas educativas, es necesario incidir directamente en algunos factores determinantes del aprendizaje. En tal sentido, se debe lograr que los planteles educativos dispongan de bibliotecas bien dotadas, que los rectores asuman un rol de liderazgo dentro del plantel, que se cumpla estrictamente con el número de horas de clases y que se asignen los mejores maestros a primero de primaria. Es preocupante constatar que muchas de estas acciones no son tenidas en cuenta por las autoridades educativas, a pesar de su bajo costo y alta efectividad.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Series monográficas
  • Temas:
  • Otros

Compartir este contenido

Educación Primaria en Cartagena: Análisis de cobertura, costos y eficiencia

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Diferencias departamentales en las causas de mortalidad en Colombia

Diferencias departamentales en las causas de mortalidad en Colombia

Por: Andrea Sofía Otero Cortés | Fecha: 2013

Las principales causas de mortalidad en Colombia para 2010 responden al fenómeno de la transición epidemiológica. Entre estas se encuentran las neoplasias y las enfermedades isquémicas del corazón, por el lado de las enfermedades. Por el lado de las causas externas, las agresiones físicas y homicidios también tienen un gran impacto sobre la mortalidad del país, sobre todo para los hombres. Por regiones, las neoplasias son la principal causa de muerte para las mujeres en 30 de los 33 departamentos estudiados y para los hombres son los homicidios en 29 de 33 departamentos. También es importante señalar que en algunos departamentos de la región de la Amazonía las infecciones respiratorias agudas siguen siendo una de las tres principales causas de mortalidad. Este resultado pone en evidencia la pobreza y rezago económico y social que existe en estas zonas y la falta sistemática de políticas públicas enfocadas en combatir sus problemas específicos.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Series monográficas
  • Temas:
  • Otros
  • Medicina

Compartir este contenido

Diferencias departamentales en las causas de mortalidad en Colombia

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  La Siesta - Serie 1 N. 12

La Siesta - Serie 1 N. 12

Por: | Fecha: 22/06/1886

REPÚBLIOA DE OOLOMBIA. ~.j,-i> (f~~ .~''f.~~~ 4~@Hi> . .• ) 11> ... + "') ~' 4) ~ .. ' *' $ ~¡~~ o) • "~)\f' ,.' .. ' 4, ® t ," ~t'~'i'¡''''~' ~. \ protecCl6n oficlD,l, que la tierra les sea li. gera, y sus familias, 6 pobres (, desidiosas, se contenten con la sonoridad del nombre que resulta de la resonan. cia de 103 pensamientos. . Los editores que no quieran tomarse ningún tra. baJO personal- como el de repasar los periódicos y consultar los archivos- deben comprar las obras i,pédi. tas ya arregladas. El señor Juan Francisco Ortiz, verbi gracia, dej6 al morir, en Buga, de regreso del Pertí, mu. chos originales que se leería,u con gusto, entre ellos, sus cuadros de costumbres y sus viajes, géneros que des· empeñaba con agudeza, sagacidad y talento crítico. El General Mosquera tenía preparadas para publicar unas Memorias de mucho aliento j importantes, si se atiende, nó al estilo, sino tí que ese caurlillo llev6 una vida agio tada, laboriosa, larga, presenció los altibajos de Ca. lombia y trat6 á nuestros hombres públicos desde la Iu. dependencia. Otras muchas producciones, listas para imprimirse, yacen en el fondo de los baules y s610 espe. ran ansiosas una evocación liberal de los ricos. i Sería mucho pedir á los ricos que, pues tienen el oro, fomenten la literatura de la patria 1 Todo no ha de ser egoísmo desesperante y cansada rutina. Los hom­bres avaros se hacen odiosos; los que no tienen inicia­tiva., están demás, y el público los desprecia. Llévanse tras sí la gratitud los munificentes y los animosos, como arrastran las miradas los grandes espectáculos, y u6 los cuadros mezquinoi;. El caudal que fomeuta las letras no se pierde, pues en tíltirno caso, la Literatura ampa.. rarla haco vivir, á su tumo, gloriosa á la miseri(t. EN EL ALBUlII DE LA SEÑORITA )I1CHCli:DES CASTILLO PUL1DO. Dejudme celebrar vuestra hermosl\l'u, Aun'lue llaméis murmm:ador mi labio; Si la vordad amarga, esto. amargura No os causarrt para mi nombre Ilgra-vio. La gracia en el mirar y en lo. sonrisa, Voz melodiosa que penetra el alma, Chispas de ingenio qua se van de prisa 1\ encendel' la pasión que estaba en calma; Son ésas las visi bIes tentaciones Con que 01 bello subyuga al sexo feo, Quemando los humanos corazones En las férvidas llamas del deseo. Como el Destino os prodigó, señora, Estas gracias sin par á manos llenas, Denuncio, en ami;ü\d, la red traidora, y el riesgo, al veros, de auastrar cadenas. ANTONTO JosÉ 1{ES1'1lF.PO. LA ÚLTllL\.. ESPERANZA. Si alma celeste tras la vü lliaterio. ücúltase en vordad; Almo. que nunca muere y n la tierra Baja por prueba ó expiación no mtÍs; Si después, de un planeta ,í otro planeta Peregrinando ll'tl,­Después, cuando triunfante de la prue ha En llll mundo mejor pueda encama,' ; Hasta quo limpia al fin de toda huella De polvo terrenal El premio digno del Señor merezca, Ganado al fin por una eternidad, Para embri.agurse en sn delicia inIHen"" Con ansia siempre ignul... ¡Yo cspe,.c/l·é tranquilo hasta ']ue l"wtlo El inefablc p"cmio demanda,' ! Si hay en el Universo almas gomelas, Uua de otra mitad, AlIllM quo so han de alllar sobre la tieITa Como en mundo anterior se amaron v,i : Si al tra-vés do sus miles de existenct'r" Se bnscan sin cesar; Si aunque por siglos de dolor se pierJJlIJ, Un día, al fin, m,ís puras se hallar,in : Si entonces so han de amar con In \,urvzn De un amor ide,,!... ¡Oh ("hla de mi vida! aunque e1l la ti"r,." Ya 1I'l0ica nuesl1'as almas se wti'rán, Yo esperw'á ! ... tms de tan larga !!usellei" Pu,' tia te he de e'ncolltra'r, y el! p"cmio tÍ mi c;¡¡¡sta"cia y ¡m·tale"a No NOS SEPAIL\HE1HO.::! lSUNC~'" MÁS! 1878. _0NlCOL-.(S PINZÓN \1'. .<\GUA YA! Non vos lo digo porque os ac,uitt:~ des) ni mostredes mal talante j que el luio non es de al, que de servirus. OEUVANTES. Va.mos 11 tomamos la libertad de triscar un poco sobre la~ bellas páginas que el "Registro municipal" consagr6 á lit memoria de RIOAURTE, ellO de Junio último. No uos guía, el mal prop6sito de causar daño tí los señores de cuyos artículos nos ocupemos, sino el buen deseo de ver siempre, mediante una justa sall. ci6n, la prensa de la ca pitltl á la altura que ha sabido conquistarse en Snr América. Hast(t nuestro colaba. radar Mingrelio, de quien sabemos qne (tma su lIIede. llv> como hijo afectuoso y que quisiera verja pri:nar en letras, ri.queza y hermosura por sobre cuantas cindades hav en el mundo; basta Mingrelio creé que Bogotá sí merece el bello renomhre de "Atenas americana," con que mnchos extranjeros imparciales han favorecido :í, esta reina de lit Altiplanicie. Y como es tan cierto lo que dijo Jesucristo: "por sus frutos los conoceréis," es debel" tle los buenos ciudadanos procurar de todos mo_ dos el adelanto, ornato, elegancia y pulcritud de esta madre amorosa de tantos hombres eminentes, y asilo hospitalario de las uotabilidades m:ts conspicuas de pro_ vincia. Nosotros bemos tenido la honra de ser emplea­dos concejiles aquí y asistido á ceremonias en .que la. palabra. oncial uel Di ·trito era llevada por lablOS elo­cuentes, y nos duele ver que en fiesta. tan grande como el Centenario de RrC.mRTE (de la cual se ocuparán los extraños en todo el Continente), haya deslucido tánto el cacareado increnio colomhia.llo. Es justicia, pues, que protestemos, ~u nombre de la gramática, de la ret6!ica y del sentido COllllíu, cOlltra al.gunas de 1M. más sahe~_ tes inepcias del "Orgauo ofiClal del GobIerno mUnl­cipal." LA SIESTA 91 I Conviene advertir que el Reñor Cualla, Alcalde I qué raz6n sufi~iente, Ó burIl!' ~angrienta. del destino, la. de b cindad, hizo esfuerzos inauditos por mostrar all burocracIa unIversal es tan Id lOta y babIeca ~ En los pe­IUnodo, en aparato grandioso, la gratitudllupstra hacia i ri6di.cos oficiales, memoriM de Sec:~ta.rios, info~~es do RIC.HTn'L'E; roro ni el Reñor Cualla, lIi nadie, pnede 1 PresIdentes, 6rdenes generales del eJercIto, exposlClOnes, darle talento al que no. l.o tiene, ni enseñarles el arte de ¡sentencias,. g;los~s (Je cuentas), adhesiones de badula­ha hlar tL los que no ql1lS1erOll aprenderlo en la escuela, ¡ ques y fehCltaclOnes do ganapanes, es donde aparece Ri es que ciertas gentes, qlle andan con el Docto?, por : siempre la lengua puesta en tortura, crucificado el senti­todas partes y que se enojan si no les oau el yilipen- ¡ do. comÍtn, y como un San Lorenzo en la parrilla el sentí_ diano ¡,Hnlo, han tenido eRcuela jamáR. Los hombres I miento de lo bello y de la dignidad humana. La intriga constituídos, por buenas ó malas trazas, en alguna digo ¡ rastrera, concertada con la ciega fortuna, snele llevar nielad social eminente, deben ser recatados y modestos. ! á los puestos más importantes, en las sociedades desor. La naturaleza no es muy prótli"'a de sus dones, y gene- I ganizadas, á los más ignorantes sugetos, á los más encor· mlmente al que le di6 {¡no suel~ neaarle los otros: pue- ! vados espinazos, tt los cerebros más llenos de viento, de Juan ser buen General, y n; saber gramtLtica ni i picardías y sangraza. Larra nos mostr6 á don Pedro ortografía; ser Diego un bnen funcionario de instrucci6n ¡ Pascual de OJivier, Secretario de la Majestad cat61ica (de procesos), y desplegar muy buenas cualidades para! española, redactando ignominiosamente las 6rdenes rea. per 'egnir rateros; pero quiztL si lo llevan tL ulJa tribuna, ¡ les. Ese pobre diablo de don Pascnal debería ser ejem. hartL en ella In. figura de ,111 marrano repicando. Para ¡ plo vivo de todos los covachuelistas del mundo, y su retra. subsauar esta falta de omniciencia, aconseja In. astucia ¡ to al 6leo podría estar en la" oficinas públicas con el ar_ que se ayuden unos tL otros los bombres, y para esto se i tículo de Flgaro colgado al pescuezo, como la tablilla imentaron los Secretarios, Es el Secretario un utilísimo! que les ponen en Antioquia á los mendigos para autori. vade-mécttm, que saca á hombros á su patrón de todo : zarles á pedir limosna. Dou Rufino José Cuervo se vale tí, berengena.\. Cartas, di~curso~, proclamas, alocuciones, ¡ cada paso, en su obra monumental sobre nuestro lenguaje, manifiestos, versos, cuanto exijo.n, en fin, l a,,~ circun~tan- de ejemplos sacados de mensajes presidenciales y c6diac1.oTll! ' Si el amor profanasto, hasLa lns hoces Behi.t. 0\ c~li~ del dolor más bond o : LlnTas) y 6nspit'n..ncl0 te flstremecp¡a Al recorc.lM' tn histol'in: cuántAS veces MndlL apllrasto eso dolor sin fondo! y serlÍR inmortal como Elof!¡m. y COulO Magdo.lenfl,l perdonada! ' Amor redimo: estás /3tmtificacln.! Qué lubios negarán Ulla sonrisn.. A tn recuerdo, roina dostronAda. f Tn "ida. fué de lnaila y dCAoOnctOrto Fn6 ilJUt,tl', y [l!é inftuiotntL y fuá nma.rgl:l'a: COlllbntJ(lo l!RJel, trnFi noche 080UJ':\ Llegnsto nI fin al 6u~pirndo pnerto : De8onuen.. en tu florida sepulturA! Abril-IB86, Ju. 10 AljEZ, 94 LA SIESTA GREGORIO GUTIÉRREZ d'ONZÁLEZ. ,1 El para indtca allí el objeto, el fin (lue la impertinen. Nuestros lectores si es q le los te h .1 . I te señora se pro~onía al traer al niño mimaoo. El cambio " , 1 nemos, an ue p~es ! altera el pensaImento oel antol'. tal' paClenCla, pues el estudIO por nosotros omprendldo i 1\"" 1 I ' . sobre las correcciones hechas á nuest 'o . h 1 . i . HIS ac e ante, en el \'erso cuadragesllllo sexto de la .' I almgo, a (e sel ITIlSma parte decía GREGORIO . p~r su uatl1l'aleza prolijo. Tenemos el pensamiento de exa· ! 'y Babe lcer el ;hi'luito! mmar una á una tales correcciones, para oejar justificadas: ',. las conclusiones que sacamos en nuestro primer artículo. ! y en la correccl6n se ClCC: En el verso cuarto de la. segunda estrofa de las mar. i y so,ue leer el cbico! cadas con el número nr, decía GREGORIO: I Sin duda se hizo esta variación para eVitar la contrac. Delos ü1ntasmas qne ~cro6, I ción de las dos vocales del verbo leer; pero es más coufor-y en la correcei6n se dice: ! me con los liSOS de buena sociedad emplear el diminutivo 1, oh'iqnito que el natnral chico, que implica algo como poco Da fantasmas 'lila craó. I cariño y á las veces basta cierto desdén. Dudamos si la supresi6n del artículo los le da más y estas dos correcciones son las únicas introducidas cadencia al verso, 6 -si éste ~uedaba más sonoro con ser- en toda esta composi ción, que es una de las más largas e16 vando aquel artícnlo y baciendo una sinéresis en las últimas las que hizo nuestro barrIo, exceptuando, por supuesto, vocales. Lo que sí sabemos es que la supresión del artículo la de El cultivo del maíz. varia el pensamiento del autor. Él se refería, sin duda, á (CoDtinuarál. DE)lETRIO VIANA. fantasmas determinados, esto es, á los que el pecho del anciano había creado; eran todos éstos los que no alcan­zaban á ser iluminados por el débil fnlgor de aquella ho­guera mortuoria. Y suprimiendo el artículo {(uedan inde­terminados los fantasmas, y parece que no quedan compren ­didos todos los que había creado la fantasía del poeta, lo cual altera el pensamiento ele éste. En el primer verso ile la tercera estrofa' decía Gu­TIÉRREZ: Pero boy _ ... ¡ qué lllz ha (le guiarme' y en la corrección se dice: Hoy .... ¡ (tué luz ha de guiarme i La supresi6n de la conjunci6n adversativa pero, tuvo sin duda por objeto atenuar la aspereza del verso por la sinalefa que se formaba con la última "oral de aquel voca· blo y el diptongo oi de la tercera sílaba; pero tal supresión modifica snstancialmente el pensamiento del poeta, que venía diciendo: En otro tiempo S11 llama El porveuir me nlumbl'ó, y coloraha bl'iIIa,nte LOB Buefios de mi ilusión. AqUÍ yenía de molde la adversatiya: Pero boy .... 1 qllé luz ha de guiarme ! la cual sirve para ligar la proposici6n contenida en los cua· tro versos trascritos, y lit (le contraposición formada por los cnatro versos siguientes: Pero hoy .... ¡ 'll1Ó luz bn, da guiarme ' S610 el Inctuoso blandón Que arderá- junto á mi féretro Con siniest.ro resplandoT. Era, plles, gramaticalmente necesario el 1180 do la ; 30njllTIci6n suprimida. Siguen ahora en la edici6n de 1881 los versos llama­dos Una visita. En esta composición el poeta mostr6 su genio festivo y benévolamente irónico ó epigramático. Las correcciones en ella introuucicJas son pocas, lo que es un elogio implícHo para el autor. Vrállloslas, sin embargo, para evaluar la importancia tle ellas. En el verso s?ptimo de la sogunc1a parte dcela G'RE· GORIO : P¡tr" qua vea su despejo j y en la corrección su dice: Va usted á ver su (lespejo. ; Siguiendo el hilo del diálogo, nos parece más natural I el verso sin corregir. En efecto, la señora vuelve con el ' niño y le dice á don Anselmo: Aquí le tmigo á Li.:1nnro Pnra que vea su despejo. i ! • -+- SAN MATEO. Cesa la SOllora diana .... Se oye el toque ele atención". El estruendo del cañ6n Se dilata en la sabana. Desde la sierra lejana Hasta la profunda vega, La encarnizadn. refriega Se propaga en un segundo: La suerte de medio mundo Sobre ese campo se juega. Luce al fiu el nuevo día, y la lucha se enardece, y crece el furor, y crece La horrible carnicería.. La muerte el patriota envía En BUS descargas certeras ; Impávido á las trÍJlcheras El español marcha ciego, y entre torrentes de fuego Clava á su pie sus banderas, Allí, en reñida pelea, Salta en chispas el acero, y la lanza del llanero Entre el fuego centellea; La sangre en el suelo humea, A Jos combatientes Laña, y éstos con bárbara sa,üa Se mezclan, luchan, se agitan. i Viva la patria! unos gritan, y otros gritan i Viva España: El campo brilb. encendido Como gigantesca fragua, y ya rueda el \llallSO Ara gua En roja ~angre teñido: Del cañ6n el estampido Prolonga el eco lejano; Español y americano Ruedan sobre un mismo suelo; El humo oscurece el cielo y la muerte cnbre el llano. Boves al fi n retrocede; Audaz el patriota avanza, y un grito de triunfo lanza Al ver que el contrario cede; .. A una carga otra sucede, y sobre aqueUa llanura Bolívar ve que fulgura LA El sol de triuufo radioso Que ayer se elev6 glorioso Sobre el co,mpo de Angostura .... De repente todo co,lla .... Ceso, el combate iracundo, Reiuo, sileucio profundo Sobre el campo de batalla .... La huesto española estalla En un grito de alegría, y un rugido de agonla El republicano lanza, Pues ve morir la esperanza Que alegre le sonreía. Cou pahellón desplegado Uu cuerpo español asoma Por sobre la áspera loma Donde el parque esti situado. Ya á su fuego redoblado La escasa guardia contesta, Y eu esa lucha funesta, Por el nllmero obligado" Se bate yá en retirada Descendiendo por la cuesta. De esta jornada IIl. gloria Del fiel"O españo I será, Otro triunfo sellará ' De la P¡¿e?'ta la victoria. y al ver que en sombra ilusoria La libertad se convierte Bolívar cede á la suerte' Que allí corta su carrera: üruza los brazos, y espera Nó el triunfo, sino la muerte. U o espantoso estallido E, tremece la llanura, El negro cielo fulerora Eu roja lumbre t:ñic1o, y el atronador bramido Por los cerros se dilata C~al de roncll. catarata, Uual de terrible huraclÍn Cual de inflamado volcá~ Qne las rocas desbarata. En borríbla confusión Escom bros, armas soldados Cruzan el aire la~zados Por la horrorosa explosión' Cubre la desolación ' Esas áridas colinas, y en las boyadas vecinas Ruedan miembros palpitantes Soldados agonizantes ' y calcinadas ruinas. Es que Ricaurte se inmola Por la. causa americaua y para su frente galln. > Del mo,rtmo la auréola. SI ESTA Ese pendón que hoy tremola. Sobre un mundo redimido, Sin él, ;ólo h u hiera sido Un desgarrado trofeo, Del campo de San M:1.teo Por España recogido. En el cielo de In. Historia, Gmnadino generoso, Traz6 tu nombre famoso El ángel de la v iotoria. Como un gigante de glori:1. Se alza tu imagen ergúida, Y hoy la Pat ria agradecida Un laurel viene á ofrecerte, A ti, que al darte la muerte, Diste á la América vida. Mártir sublime! al calvario Con paso segu ro subes, Y al cielo piJes sus nubes Para hacerte tu sndario. Cantan tu himno funerario El trueno cuando retumba Y el huracán cuando zumb¡~ Sobre el agitado m::Lr, Y sou los Ancles tu altar y el infinito tu tumba. 95 1886. R OBERTO Me. DOUALL. 1886 2 DE MAYO. No podré olvidarlo nunca! El fLrlgente sol tie Mayo Lanzo,ba su vivo rayo A tn ::Llabastrina sieo ; Y al destello de la auréola Que tu cuerpo circ\11a, A mis ojos parecía Que un sol eras tú también. Detuve mi incierto paso Al frente de tus balcones, y eu raudas palpitaciones Mi corazúu voló á ti: Coucentróse el mundo entero En tn mirada radiante, Y desde entonces, flotante Te \levo en el alma así. Después, al sóu de los cánticos Entouados por el coro, Pa.~6 la custodia de oro De tu santa Religi6n . 're postraste de rodill~, Te cubriste con la toca, Y de tu angélica boca Salió angélica oraci6n. Y yo} imitando tu ejemplo, Tamblcn me puse de hinojos, Y con el alma, mis ojos Se fueron de tu alma en pos' Perdone mi clesacato ' Dios que la form6 tan belb' Ma" yo sieuto que hay en eÜa Todo el hálito de un DIOS. .. .. 96 LA SIESTA PROBLEMA. ( .. t MARCO FIDEL SU.I(REZ). Qnó es la Gloria' Si efímera es RU buella y efímero tn.mlJiéll cuanto descuella En el pl:.mctn. que eu las sombras rtira.· Si cuanto el hombre eu su granclez7\. asi)ira Es un fn,ntasUln. <}110 forj6 su anhelo' Si cuauuo iow6vil on mitu(l del oiel¿ Brilla por ti" de su ambición la estrella EIl elrep080 dol no 8M, la frente ' Recliult ya. tranquilo, indiferente' Si el 'iuru6uso horizonte de la. v.id~ Se cierra en el umbrn.l .'~-~---- ---~ ),a scñoi'a Tulia ~uáJ'ez de Unlai1ia hl1 causado con su muerto una dolorosa scnsación en esta capita!. No puede extinguirse una vida feliz sin provocar estTemecimiento entre los que son dichosos; no fnlleoen la gracia y la hermosura sin que uno se despida de lojos con uu mudo sollozo ó con un melancólico y oculto pensa­miento. La mujer joven se rinde á ltl muerte después de una lucha que sobrecoge; no así la anciana, que parece sumel'girse lenta y tranquilamente en el seu o de las cosas; es ésta la razón del sentimienLo doloroso cuando la juven­tud se desploma en el sepulcro. Hay un hogar desolado, donde antes hizo nido la primavera, y hay desconocidos que envían á esos aposentos de muerte una espontánea señal de duelo. "" .. El señol' lUigueJ A, Cal'o se ha mostrado iracundo, tanto en el Oonsejo de Delegatarios, como cn ,1 La Naci.ón," oontl'll" La Siesta." Para embestil'llos tomó pretexto del l1ltmerO que oonsagr:tmos tÍ la memoria de Hicaurte; pero es lo cierto que su cólera tiene origon an­torior al Oenteuario. La persona de los gramáticos debe ser sagrada y m isteriosa, es decir, que todos la veneren y que nadie indague su esencia, para conservar autoridad V fama en el pltblico; y "La Siesta" ha tenido el desacato do ponel' su mano sobre el dómine académico: hé aflní la causa dol enojo. Rabla el señor Oaro con mucho desenfado, COUlO cumple ,í quien ti.ene libertad de bacerlo; pero sabía que nosotros no podíamos contestarle, en cl Consejo, por­que no somos Delegatarios, y en la prensa, pOrf¡Ue no to­nemos permiso; de suerte que, además de latiniznntc, probó sor estratégico. La letra está aceptada por los redao­tares de "La Siesta," quieues la pagartÍn,ou lUoneJa de buena ley, cuaudo lo crean oportuno. ."" En adelante tendremos oomo colaborador 0011S-tante de "La Siesta" 0,1 reputado poeta lloberto 1IIllC~ Doual!. * ... P,'onto vernn nuestros lectores una interesaute no­vela inédita, colombiana, on.. ..e. sta s colulUnas. COlllO )lal'a epÍgl'aCe- Tú siempre hablas de mí mal, Yo siempre hablo de ti bien; y on el público imparcial Ni á mí ni ,¡ ti nos ore6n. (Trndllcido de VO~8). ~J señOl' Weneeslao Ul'daneta murió e18 del presente, y su pérdiul1 ha sido sentida por sns amigos. Dnrante su vida se mantuvo satisfecho en 1" modesta órbita de lus negocios honrados, que si no alzan ruido do po pula­ndad, sí son para los puoblos más benéficos, mas provecho­sos que las grandes especulaciones quo atraen la atención y q uo son tan comunos, por desgl'llcia, entro nosotros. Las personas ql1e lo conocieron descubrieron en él un juicio recto, un crlteno sano, una intención honrada clariJad de entendimiento, que es on lo que se vaeian los tipos distin­gnidos de la sociedad. Han hecho, por tanto, nuestros oompatriotas una lamentable pérdida. ..... . POi' ea'l'or dimos ,( Gladstonc ~l título de lUl'il 'lue la Reina Victoria ha debido concederle ~ace tiempo, C0l110 lo hizo con el trlÍDsfuga Beujamín Disraeli, que nu In me­recía. • •• Deoaos rocibido un pooma titulado U" solrlado lilie· mI, que no puede ser peor, pam superarlo teutlríamoR '¡I1C remoutarnos á los tiempos do don IIeníclio de los Dolores Osuna. POI' qué se dice: Se""s bueJl rO"''Celo,', p.·'·o 110 lo pareces-SiH que en ellos RO trate de hombres ni mujeres, algunos proverbios han siuo sacados de los animales, corno qne éstos suelen tener más destreza y disccrnimiento de lo que parece; mnéstralo así el cangrejo, el cual es bu as­tuto, cuando tiene hambre, que pone sitio á la ostra entro las rocas; atisba cunndo abro sus conchas, y al momclIto le anoja un guijano que tenía prevenido entre sus tenacillas, de manera quo no pueda vol ver á cerrarlas; cómesela lue­go, y vive de su industria. Un cangrejo, pues, animalllono de malicia, yaganclo un día por 1" orilla de un arroyo, fué encontrado por uu zorro que por ahí pasaba. Viendo el zorro aquel al1imalll­cho do tan extraño nspecto, do tan lento andar, y flue por añadid1ll'a más caminaba plWa utrús que pum adelante, so puso ,í contemplarlo maravillado. No contento con esto, le da con la pata y quiero saber qué animal es ése. El can­grejo, alzando la cabeza, dijo: "Rel'manucD, por tu vida, ocú jlllte en tus cORas, que yo me ocupo en las mías; déja­me en paz."-" Qué sabes tú hao61'1" preguntó el zorro, " ¿ cunl es tu hu bilidad '?" rasadas estas burllls, le dijo:­" Corramos juntos Ul1lt lI1illa, pam divOl·tirnos;" como lo veía andar haci" ntníR, lo satirizaba de esta manera. El cangrejo aceptó resueltamente la iuvilación, puso su apues­ta, y no queriendo COtrer malla ,í muno, le ofreco de ven­tuja todo lo largo de su cum·po. El zorro, creyendo bur­larse Je él doblemeute, le respondiú: "A fo mía l toda veutaja es huena; conyengo." Dioho esto, se puso delante, y el cangrejo se oolocó detrás, dioierldo: (( No partas hastn que yo te lo uiga," y asiéndose oonln mayor suavidad á la cola del zorro, le gritó: "Adelante 1" El peso era ligoro y ocupaba peco espacio; el zorro co)']'e que se las pola ba­cia b meta, llega y da la vuelta, Ql'eyeudo ver al caugrejo todavía en el mismo lugar; pero ésto, apeándose, lo dice: " Qué miras, hermanuco, yo he llegado primero que tú, y la prueba es que estoy detrás de ti, mas cel'ca do la metu." El zorro so vuelve, y viendo que ha perdido, queda como muerto; después, mudo de estupefacción, lo mira por de­lante, lo mira por detras, y viendo que camilla siempro ti recl¡Jones, dice, alzaudo los hombros :-" Seras buen corre­dor, pero nO lo pareces," l'efrán que andn de boca en boca para aplicárselo á los que se jactan de hacer cosas que nn die oreé que puedan ejecutar. ANTONIO OOBNAZANO. (ProberbU iD faeGUe].
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

Compartir este contenido

La Siesta - Serie 1 N. 12

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  La Siesta - Serie 1 N. 3

La Siesta - Serie 1 N. 3

Por: | Fecha: 27/04/1886

REPÚBLICA DE CO LOl.\-:IBIA. ~'~O ~~.~ ,.~ ~~ ,+ ~ . ,Ó) <$> ,. (o, 'o, +/ + '!l ~ co' ~ ~ i:> . '" '. ,i ,~ :~~.¡,. ", ,.~ ~..t>~$ '. ,~ ,,., ~ (.. . ~~+ '"' ~ ., \0,:. <.i !'~~ .\ <¡. '* ,~ ¡~ !I ~, ~. '!) . r., ro ~~~M,-! @'~'~ ~ \.,i'~ ,*.~ ~~®< •• ' @. ~, .. ~ ~ t>i-,> __ ."' .......... ~ .......... _ .. .--. ________ ~ ................ ......... _ ........ _ ....... ..... ...... ... _ .... __ ...-.-..._.-...,_ .... ----.. ........... '....-.... • • J-' "' ... -. ..... ______ .-.. ...... __ ....--___ SERIE l.' BOGOTA, MARTES 27 DE ABRIL DE 1886. NÚM. 3. ; ~_;·_"'J""''''''''' ... .}· ..... ·''''''_-_· ... r ... '''· .. _____ '-'''''-'''· ,.. .......... ,. ................. ____ ... ..; ...... _ .. --....-.,.~~ +. A S y Y":"< ('< r.c< L j.: rrilIa, como ya lo hioiera Camacho Rold:5.n, sobre la ~A~ ¡DO,,,).., ____ ~:::..:.:....::2.__=:.....::.....:=-.:.::=_:.....::.....::.....:=_ ____ ¡generación pa¡,ada de literatos, de los cuales muy pocos "LA LIRA. NUEVA" ¡ se ai~laron, como en liD túnel, en "la casera letrilla . , . ¡castellana," para salvarse del arrebatado torrente román. , ~n libro de poe.slas es un dulce refugIO para los i tico. Condena la. reacci,)u, como excesiva, que sucedi6 espmtus delIcados .. SI las notas son ~ua\'es, llcg~n como i á ese movimieuto, y después do saludar como iÍ. sombras una poca~ada de aIre puro y,fresco, cuando hIerve la ¡ idas á los trovadores de la escuela de Zorrilla, llega á saslOn, a,lh, el cere1:J.ro se en?lende, pero .ent;·e a~ordes ! decirnos de dónde hau tomado ejemplo los nuevos poe. e .m~slca grave. Y bueno o malo el !rlno" el aVl'va la; tas, los autores que figuran en ese libro. En José Euse. cunosldad de estudiar el coraz6n del poeta o lo~ p.oetas· bio Caro gustaron el nervio de la poesía; en José J oa. que lo forman, 'porque en verso s~ le hacen al p,ublrco- quín Ortiz, al continuador de Bello; en Miguel Antonio ~uch~ veces Sln quererlo-multItud de eRcondldas con. Caro, algo como la IJrecisión: Gil Gregario Gutiérrez fiele~clas: es el verso como el geroglífico del amor, del Gouzález, la nota de la uaturaleza campestre; en José s~lffll~llento y de los deseos. Tan necesanas sou á la lIfarú, Pinzón Rico, 1M cadentes estrofas; en Jorge tn del a lO1 telecteul a 1 la~ estrofas, .q ude ho'y .se, e'sc uchan e.n lsaaIcs, ta e rllura, d e JI r' 1 1 'd o 'ent 1 d L(U'1f{. yeco al'! o Ti a e o o e, Dlun .o con \lna especIe e paSlOn, y tan meno &wlo' en Rafael Nlíñez, alero iQ1loto' en Ra.fael Pamba to:;o, He cons.lderan los bue~?s poetas, que aun muertos al",o e~traño ; nr IUtilll; eJ~Die"~ Fallan, la perfec~ senoreau el helllpo, como '1; !Ctor Rugo. La naturaleza .9 '" 1 y, r d 1 1 ' <:> d "É t h II b 'el 1 . T ., 1 CIUU, o a serenHla (e aS cosas gran es. s os son, ace l1ace~ a, Jom' re ca¡' o, ya. ClVI lzaClon o encun;o pues, los maestros, qlle, aun _in propiedad, llamarémos bra IÍ Sll dul.frula altura por medIO del YerRO. La 110esJa . d' ~'l . tr" tI" L L' e" I . 1 b l'f d 1 11l I"'enas, "e"'Ull e ID Olllle or (e a Ira nu va . CR e mm 10 qne RO re a rente e OR hombres se con· L)' E" - N í- d \.. e B funde con el mila"('\llo oe la esperanza. 'forma el fondo del cuadro; los gorjeos escondidos en . EI hgcramente la cuestión histórica del olaRi. ¡ oh, bello libro, hermoso libro" La Lira nueva.! " cisma y de "\1 lu,ta"'olli,ta y señala ]0 l' fl ' .', 1 Z D b I . . . . " ., <, n neHela, e "o. escu re e lector el dlstmto procedUIllento de los 18 LA SIESTA que ~mponeo. ese mosaico. El talento es una ~uerza I por su pasi6n por ,el ~aestro, que hubieran deseado con esparcida debajo de los cráneos, pero que se maOlfiesta I ahínco nacer en Sevilla en 1837 y morir de hambre en en St;S ob!as con la misma de5igualdad con que las fuer- 1 Madrid en 1870, como el infortunado Gustavo Adolfo. zas lDtenores del planeta se revelan en la superficie. I Por lo que hace á NtÍñez de Arce, se le ha tomado la También ti.ene la inteligencia montañas, colinas, valles, ! forma de algunas de sus estrofas y su constante espíritu pozos y abismos. En" La Lira nueva" hay manos de I de duda; es lo primero irreprochable, como que ,i Groot señala. un derrotero para el que" 11e­fantiles, que se perciben frescas y puras aun debajo del i gue á ser el ",:erdadero poeta, que }legue á ser el Poeta". abigarrado manto en que se disfrazan, en su entusiasmo I Hay venero lD~xplorado, segun el, en los. aconteClml~n­de uifios verdaderos 6 de viejos infantes. tos de la conqUIsta, de la colollla y de la lDdependencla. Para atar las distintas partes de este discurso, 1 Muy cierto, y adem~s, puede amplia~se el horizon~e, reconocemos, con el autor del Prólogo, que ha influído ¡ porque e~ los hechos Int~lectuales hay siempre e.;a.s mlll­mucho sobre los autores de "La Lira nueva" el estu- i mas tres epocas: se.conqUlsta al h0D?-bre cuando se l? obll­dio de Becquer y de N úñe¡¡ de Arce' el de Campoamor !I ga á presta~ atenCión;. s~ .le COlOlllZ?, durant~ el tIempo no es muy VI.S I' ble . E st e últI' mo es un'af r agancl. a que se en que sus Ideas son dmgldas, y es IUdependlente desde '.1" d 1 f d A B 1 h d d i el momento en que se sIente capaz ue gUIarse por SI escapa e os rascos e eovase. ecquer se e a a o 1 • ' .1' ., < I vue lta s, se 1e h asome t I'd o á tod os 1o s eJ.e rCIC.I.O S por la'l mismo. Fecunda~' conSluer.a CldO dne s f qu6e serVl.na,n" os . t d d C I b' d d 1ft d d poetas para explicar multltu e en menos llltenores. Juven u canora e o om la, ~ mo o que mu I u e 1 Rivas Oroot desea que el vate sea, en síntesis, un Poetas se han h.e cho consustanCI.a les con el mí alogrado I be ne fa c t or' S'I á fe' y quo sea por Io t an to un l1'b e rta- e8pafiol. Se denva de aquí una cierta monoton a cuando , d .' l' , , se reúnen muchos bardos del mismo género imitativo; 1 or UDlvers:J, . y pierden ellos bastante, porque uno r~cuerda, al leer DESCANSA GUERRERO! la imitaci6n, el original, por la tendenCIa á gustar más I DEL I~OLt.) de lo ~ativo y prístino; y cuando se trata de Becquer, ! Viene desde los campos de hatnlla por eJemplo! p.orqu9 ha conservado en todas partes I y alumbra su camino la tormenta; muc~a. 8upeIlon~adsobre sus albacea.~. Deseáramos v~r Pide un rincón en la pajiza choza, i la. Juventud aligerada de esa mama, que no le deja TIusca el calor de la chispeante hoguera. mostrar fuera del molde sino el busto, con mucho tra­bajo; y mira.rla de pió, ágil en sus movimientos, llena ~ ele buena doctrina literaria, pero dando ricas poma. de MU propia cosecha, hasta donde fuem posible. Y que no se pensara de muchos de los imitadores de Becquer, Desencajado, lívido elsorublnuto, Rueltn sobre los hombros la ml'lella, No es ya ese rostro el que ouhrití de be~(lH En al postrero adiós la madre tierna. LA SIESTA 19 Relumbran por instantes sus pupilas B(ljo la. sombra de las anohas cejas, Cual fulgor de reltímpago lejano I como un chorro ondulado sobre el pecho. La voz acce8ible á las modulaciones más variadas; correcto el ademán. y lal· I picado el relato con picantes interjecciones de entuslaSlDO. Cruza en la noche enmarañada selva. El drama del Santuario, qne una nocb~ autes de su Se ha. dOl'mido por fin. Duerme, guerrel'o; Mira en tus sueños la. nativa aldea, Respira los perfumes de sus buel'tos, Oye las flautas de sus lindas fiestas . I muerte refería á algunos amigos, tenía la propIedad de II~' tal' todos sus rec1lerdos, mover en su pecho tod¡~s las PaBlO' '1 nes generosas y dar á sus labios una soberbIa elocuen· cia. Bolívar aparecía el primero: rodeado de fuerza y de poder árbitro de los acontecimientos; en su mano la suerte i de la' República. Córdoba iba saliendo de los .lablOs do No despiertes, guorrel'o, no despie:-tes 1.. . I Quijano joven gentil apasionado, valeroBo, temble. Va DeSIJertal' es horrible .... Sueña 1 suena! Ese es el sueño de la dicba, y siempl'e TUIll bas ó ingratitud hay tras la auselJcia. J OROE laMes. I á, la mu~rte,. q~e él bu~ca en lu~ha d~sig1lall sin zozobra y SID arrepentlmlento. Cree mOlJr pOI la LI oert~d, yeso le basta. QuijaD,o preparaba el .desenlace del hOl'!lble druJllI\ , COD, Ulla pasión y un arte tembles. Magnanumclad de Bij· ¡ ¡¡val' ; odios antiguos; siniestras in~J'igas ;-torlo llegaba al 1 campo del Santuario, después de lIgarse en mIsterIOsa trll· ! ma á bnscar la persona del General José Maria Oórdob~, LAS RELACIONES DEL PATRIOTA. . ¡ cod una espantosa fatalidad. Veíase avanzar por los calUI· Sin ninguna dificultad se trat~ba á Jos~ ~Iaria QUI' I nos de Antioquia al joven héroe, bello y sereno; se le ~alu. jano Otero. No tenía en su figura Ul en sus h,tbJtos ese es· daba como vencedor, SI ~? s.e le lloraba ya como v;ctlllla. tiramIento riguroso de algunas dudosas c~lebndiLdes, q';1e I La sorpresa del pequeño eJermto por las fuerzas dio O Leary las hace innbonlables, á lo menos, para la Juyentud humll· '1 da más movimiento á la accIón. Los muertos ca~n sol!l'e el de y desconocida. Predominaban en s~ c~rácte r l~ dulzura césped, el ruido de la pelea at]'l\cna, pero QU~Jano no os y la cordialidad, uc tal modo, que SI eXistía algun punto I bace pensar sino en Córdoba.: entre el hllmo le sIgue, cuen, ;ie contacto con sus aficioues, siqniera en lo que. hace á ! ta sus pasos, sus movimientos, las pt.:lsaciones de su cora.· la Historia de la Patria, podía cuntarse con su . mefa~lc ! zón los instantes ya I!reves de su Vida. El feroz Han? fondo de cordialidad, que se esp>t~iab¡t ~n conslderaelO' ¡ probede por orden superior, s~ abre paso, se acerca; su rm· nes y cariño durables. Desde la mfancla le amábamos ! rada torva gira por In redUCIda estanCIa, en donde el león por su entusiasmo republicano, y nos eran I\lanuales las ! yace acribillado. páginas de sus libros. Fuimos lnégo amigos suyos m.lly ! - .LQllÍén es Córdoba 1 pregunta el ~i8erable. . respetuosos sin ningún trabajo, y oímos de sus labIOs ! _ Yo soy responde un oficial que qlllere dar su VIda D,anaciones llenas de interés, en que. eran protagoDlstas i por su Jefe. ' . las grandes figuras de la IndependenCIa. ¡ -Eso nó, exclama. el hendo. Córdoba soy yo; y se U na noche de ~ unio de 1883, pocos día~ antes. de su i incorpora en la tarima donde está postrado y ~endido. muerte, bal!laba QUIJano de Córdoba. El aue11to.no era i La hoja de acero se alza en la: mano del Irlandés, que escaso, pero de gentes de letras. Gustaba de ammar el ¡ obedece como asesino; se alza, bnlla un momento, y des. cuadro de sus retratos hist6ricos de hombres grandes, con j ciende sobre Córdoba como una serpiente. todos los ponneu?res del ti.empo en quP. vivieron; y a;;í asis· ! _ j Miserable! es la respuesta (lel moril!undo, y su tía uuo, por su lDterv.enClón, al lugar do~de se agItaban, : castigo supremo á los verdugo.s. veía las gentes con qUIenes hablaron, los muaba en la calle ¡ Cuando Quijano sigue, poco á poco, la agonía de yen la casa, en los campos de batalla y en el Gobierno; I Córdoba os invade la f"tiga de la última hora; qnerríai,~ atendí~ á.sus hábito.S fami liares y á las ceremon!as de la ! que acabara ya ese tl'ance extremo,. porque o.S at~rmenta, VIda publica, y contaba sns amigos y sns adversano¡;. Con ¡ os espanta con esta escena de dolor lDmenso. Espiró: sus diligenc~a .de m~chos años logró Quijano Otero enterarRe ¡ últimas palabras fueron: "Patria" Gloria,. Ayacucho .. " de la cronlCa mIDuclOsa, así, como de la ~Ita filosofía de l.os i Un poco más, y Quijano enloquecería, .tanto sufre .con el sucesos de la gran ColombIa. Los modísmos de lenguaje, j martirio del le6n inmolaelo. Al termmar la relaCIón de peculiares á cau~ localidad entonc.es, los conocía, de modo ! esta tragedia, esa noche que no olviuarém.os, g~uesas (¡~e en sus relaCiones los personajes bablaba~ el que pro· : gotas de sudor resbalaban por su frente, sus oJos se IDyec, PI amente habían usado. Bolívar elocuente, uno; San tan· ¡ taron y sus últimas palal!ras eran trémulas. del' letrado, otro; Maza, uno distinto; Córdoba invencible, ¡ ____ __ _ el suyo. Esa multitud de hombres, que dan la clave de los i acontecimientos, pero que generalmente no se recuerda, ¡ porque se pierde en la común denominación de pueblo, i nvía para Quijano Otero con nombre y apellido; él la ! conocía como si la hubiera tratado de ordinario, y la ani. \ maba, con la fuerza de la memoria, hasta presentarla palpi. ! tanta, de carne y bueso. Se disponía uno, al oírle, á tender l la mano á ese soldado de regimiento qne salvó una ban. ! de!a j estaba tentado á levantarle la tapa de los sesos al ¡ I!n bón oscnro que en tal año dejó sus filas y traicionó á ¡ BUS camaradas. S610 Quijano los distinguía en la multi. ¡ tud y los bacía conocer. i .Era al to de cuerpo y con nn desn.r rollo vigoroso, pero reposado. Una frente abierta y una cabeza redonda, la cúpula de ese cuerpo. Los ojos tenlan un cariñoso interés cuando miraban. La boca era amplia, coma para dlljar correr las palabras sin trabajo. Los labios gruesos, al as. pecto sensuales. E l color moreno en el rostro, así teñido ! por el sol tin las faénas campestros. Un bigote espeso y 1 largo, y en la barba abundante festón de cabello que le caía ! Á ANTONIO JOSJ!J RESTREPO. DESPEDIDA. Cruzas el mar al 1",10 de tu esposa .... Delicioso v iaja.r! Será. así la. " linnura temblorosa." Un cielo en vez de mar. EL rugiclor bramido con que el viento Asorda la e"tensión No inqnietarál sin duda, ni un momento. Tn amante coraz.6n. El pérfido vaivén de los oleajes Que luchan con furor No entuxuiarlt los m~gicos celajes De tu feliz amor. El camin .. r ligero de la nave No ha d. turuarte ti ti ; El corazóu del hombre nunca sabe Temer si viQ¡j a 9081. • . • 20 LA SIESTA Que aun ell'ecuerdo do la. patria. nusento Tu Iués mitigará; y si su alror¡¡ los pesares sicute, Tu amor los calmal':.í, Yo también por los mares he sllrca,lo Solo con mi orfandad, y lIlás que los abismos lile ha cspant"llo lUi propia sole,lad. y [1,1.111 sigo yo cruz.a.ndo de la villa· El 1)roce1oso mar, Sin teller " mi lado quien rué lliua Que deje de llorar. __ S6 feliz, caro amigo, y que tu lirn. Encuentro inspira.ción Eu el viento quo pláciilo suspim De las aguas a,l són, Es el mar como gráfico reflejo Del genio inspirauor, Ya. tonga róseas nubes por cortejo, Ya brame átron",dor. fe El genio aJ cielo sube," tú dijiste, Con ouánta exactitud J iQllé bie~J~::~~ la 1~~~t~ cOUlprendisto Canta, ptteS, sobre elloruo polleroso Del soberbio titáu; Tu oanto noble y grave y n.rmonioso Aquí lo escu.chul'áu! y miontras que tus ecos tan 'pI'cciados Ropero n tan a.q llf, Recibo mis aceutos desgraciados, Del interior de lui a.lma. lcvantauos Tan sólo para ti ! JoslO LrzARoo ronRA~. Bogotá-188!. OONTESTACIÚN A JosÉ LlZARDO pOlmAS Crucé la. llu\,r al1n.do <-le mi esposa., Delicioso viajar, vÍnjftt así; j)o la. jnltlol1s.io~ y oll'o<-lonclo ]J01'izonte dl'\ lu mil!', Nuestl'l1mcuto UOVrlball tí 10 lejns, A la, po.tri[t '1"01'i<1" y al hO¡;al·. Ay I pens~unos: - ¡ ta.l ve7.11l~e:i1,1'11 vcntu l':L Ptlóde con estas aguas competir, lI1czcln.Ua como está con]a. amargura De lUl atliós y uu iucierto pOl'vouir! y este incesante, n.t\l.oador l'ccclo, Quo COilllHtrtía. mi amorosa. 11)(.s, , lIre hizo olvidar lal:,; trombas (lo ('se cu~lo. Los abismos abiertos " ruis l>i~ •. Así mi lira que cantara nfa,na. El utnu('n de Ull a.migo que perdí, F1l6 lJlud:.L aute la pompa que euga.laufI De ese mar el :iopor ó 01 Ú'enesL Ya. on Balvo, de las costas extl'aujol'l\.!i El taciturno a.poeto contomplé ;- 1 'fierr::t do mLS visiollC8 y. quiUlerl\S Q lle y religiolles, bay costumbre., hay , leyes que no puedcll SOl' combatidas JJi destruidas sino así. ¿ Cómo podría ser vituperable emplear la única urrua eficaz pan:. desarraigar lo que es Ululo'! ¿ Quién se ,trever" á censurar á Cervantes porque en vez de argumentos filosó­ncos ó de diatribas elocuentes empleó su caballero andante, el inmortal loco de la lIIancha, pan, mata!', sin reslll'rección posible, la mala literatura de los libros de caballel'll\? Y quién, sino las víctimas, censurará al Padre ls1" porquo P.n vez de amonestaciones y cOllsejos :í los predicadores de hinchada é indigesta verbosidad, creó y arrojó al mundo su admirable tipo, el famoso fray Gerundio de Campa­zas? ...... GOmo arma conectiva suele ser uuís eficaz la risa que la l,ígrima, la sátira 'l110 la homilía, el epigTulllu que la , pastoral, la mímica bUllona '1 UD el sermón, la ironía sangre que en privado le ha hecho brotar oon sus fero- 1 clue los cocuyos, en vez de huir de la luz, la huscan. ces mordiscos y...... ! Quise replicarle, explicándole cómo entendia yo el Tadeo pronunciaba estas últimas palabras envol- i pensamiento del poeta; peTO en este instante dieron las viendo un cigarrillo; y, distraído por esta operación, me i dooe de la noche en el reloj de la próxima iglesia. dijo, como volviendo en sí de una larga digresión. ¡ Tadeo se levantó inmediatamente, sorprendido de la -Pero á dónde hemos ido á parar con esta conver- I hom, y sin aguardal· más, se despidió de mí, excusándose sación ~ De qué estábamos tratando al principio ~ Ya lo he I por haberme hecho trasnochar. Le acompañé hasta la olvidado. i puerta. Allí nos despedimos de puevo; pero él, después -TraMmos al principio de nuestro poeta, le contesté, ! de haLer dado unos cuatro pasos, me dijo, volviendo la volviendo á tomar el libro de encima de la mesa. Lo has i cabeza: tratado con tan poca consideración, que serías capaz de I -Perdona mis impertinencias. No olvides que todo irrespetar, Tadeo, hasta el famoso verso del cocuyo. ! cuanto te he dicho esta noche de tu poeta y de los demás -Cuál es ese vel·so? i prójimos es pura broma. El hombre es el bruto más per- -Voy á buscarlo para leértelo. le dije hojeando el ¡ fecto de la creación. Otra vez, adiós. libro y leyendo, de paso, los nombres d·e algunas de las ¡ Y se fué. poesías con que tropezaba mi mirada, mientms llegaba ¡ Diciembre 1.0 de 1885. MINGREI,IO. á la celebérrima composición del "POI· qué no canto?" ¡ ___. ...... _ - - Cuando en esta lecturá inconsciente dije: "Al Diablo," ¡ Tadeo me interrumpió. ! -¿ Al Diablo? Y qué dice del Diablo tu poeta? ! Yo leí la primera mitad de la primera estrofa: ti Na.die te canta, Rey de los jufiernos, ¡ No hay una lira que te dé su voz" ..• - ¡ I -No sigas, amigo, me intel'l.·umpió de nUOVO Tadeo, ¡ extendiendo la mano abierta hacia mí como para orde- ¡ narme también con ella la suspensión. Se conoce que tu ! autor no ha leído á Milton ni á Klopstock ni á otros mu- i chos que han cantado al mismo personaje bajo los nombres i de Luzbel de Betzebú, de SatanlÍs y de otros. Supongo que! wnta,· es ~scribir en verso, porque así lo entiendeu todos t los poetas. No sigas; busca lo 9-ue querías mos!'rarme, i porque ya es tarde. Tu poeta olvlda que hay poesJa en la t historia de un ángel caído y que hasta lo deforme y lo ! monstruoso tienen su grandeza, digna de las mtís altas! plumas, cuando se les ob~erva . con esa lente maravillosa¡ que el aenio tiene en su OJO. V iCtor Rugo, el poeta pnvI- i leaiado'" de la cima y del abismo, de lo azul y de lo negro, I looha demostrado objetivamente. ¡ Mientras Tadeo decía esto último, llegué yo en mi ill- ! vestigación á la página que buscaba. Entonces leí: ! I "No hay sombras par" ti. Como el cocuyo ; El genio tuyo ostel1ta. su fanal; y huyen(10 <.le la luz, la luz llev""do Signe alumhra.ndo Lo-s mi"",a. sombras que buscando va!' -Atácame, Tadeo, esa estrofa lnagistl·al. i Tadeo, en voz de contestarme directamente, me pro- i guntó: I _ Has co"ido cocuyos alguna vez' -Sí, mu~hos; lo hacía cuando era niño. _y cómo lograhas apl·osarlos' -Con mi sombrero. Lo tomaba en la mano derecha; pel.seguía á la cbispa volante y. cuando la alcanza ha, ~e I descargaba un sombrerazo, y 81 le acertaba, la cacen a estaba hecha. -Ese es un método muy elemental. Hay otro mejor,. más seguro y más elegante. -Cuál? -Enoiende una vela 6 un farol por la nooue, durante JOAQutN P. POSADA Á DEMETRIO VIANA. A ti, el insigne oTador Del partido que no sé, Que no comprendo por qué Se llamo, conservador; Yo, el coplero decimal, Que pertenezco tL un. partido Al cual tampoco he sabido Por qué llaman li boral j A ti, en quien he descubierto, Cosa extra.fia, un corazón .... . Esto no es adulaci6n: Dí tú mismo, si 110 es cierto ¡ Yo, en q,uien bú no encontrarás, y también es cos~ extraña., Aquella importante entralla Ni otra. ninguna, quizás; A ti, en quien (otro hecho enrallo) No se eXJ.)}jea, no se sa.be Cómo tan holgada. cabe Una alma de tal tOJllafio; Yo .... 0'" reticencia nota) Yo, que fnl ,lo diré' fuerte Y tL quien hoy ruda. la suerte Acorrala y acogota j .A. ti, pues, yo mo dirijo Esta vez, que es otra vez, Como mano de almirés, O cl1",1 rifle, tL punto fijo. Ya comprencles, por lo v:isto, Quo mi fe en ti no flaqnea: -, Qu6 dijo {'la Canauea Nuestro Selíor J osucristo , , Y q n6, te pregunto yo, Dijo el mismo al pobre ciego Que logró ver, desde luégo, Cerca ya de J eri06 , , Y qué, ti la que dejó bueno., Por RU f. en otra ocasión' , y qué 1 templo, debajo de sus bóvedas majestuosas, y entre· garse all! á las meditaciones de la propia inteligencia, dejando qne vuele ella libre por los espacios infinitos ¡ ahiertos á sus alas poderosas. No es la imagen que tenéis '1 delante y que se e1eva en el altar vecino, ni la salmodia que entonan en el coro, ni mncho menos la voz (lel predi. 1 1 . cador (Iue os exhorta desde el púlpito, lo que os hace hincar de rodillas, bajar la cabeza y anonadaros bajo el peso de ¡una emoci6n extraña. Sentis como un perfume de poesla I y crecen los senos del pensamiento, que se dilatan por una , suprema aspiracióu á lo infinito. i :No extrañamos nosotros, pues, la concllrrencia tle ! hombres tle todos matices políticos y sociales, en el Retil'o ¡ espÍlitual de Santo Domingo, que anunciamos en la cró· 1 niea anterior. Poco más pudiéramos decir .le los sermones ! preparados para ese auditorio especial por los señore8 Agni· l lar, Zaldúa, Cáceres y Paúl, repntados en el pals como de 110 más conspicuo en la oratoria sagrada contemporánea. 1 El doctor Agnilar, quizá el que goza de más popnlaridad, i tiene una figura simpática, es vehemente en Sil expresión, ! profundo cuanto es posible en sus razonamientos, y gusta, ¡ sobre torill:J.nts s¡l.lons" __ .. y concluír, también como ella: " Elle rit il la mort." la }loeta Bal"l"atón dijo lo siguieuto de cierto Juez: JIuiasiel's, !tu' 011 fnlSso ailcuce, Dit en trllant aul1icnco Un presiclent .le Bcaug-é; CJl'bt un brllit a. tHe fl'lH.lro: NOllS n vous u.ji!, .jU¡;. Di4 cau.s~3 8allB les on t.oudro. La otra ,íctim,\ al'l'ebatada también en la primavera' de la vida Ila sido el joven Gab?'iel PlÍl'cz. Presentamos ¡ ~ sus tleuclos nuestnt cordial expresi6n de conl1olench\ por : esta pérdida irreparable. y J ér ica, según lus LeccionCH de LilCI'm/wf< Ol'tiz: elel seiím' LÉo LESPES. "Sesióll solenlue de la Sociedad de ]\fediciM y Ciencias naturales." lIemos recibido el folleto así in­titulado, en el cual se da cuenta de los trabaJos UO esa Co.llnr! dijo un. lnngistl'auo .Al oír tlU grall rnulo: Diez causas he l'Ienteuciado })in ]wuerlas entol1cli«1o, Como se ve, un epignlln!l fraLlcrs y otro español. dos epigramas. . son Corroracion en los dOR últimos años. Leímos atenta- Uemos l"ecibido el "Diccionario Ortogl'lifico de mente todo su contenido, y notalllos, cou yerdndera apelliclos y de nombres propios do personas", que los satiRfacción de oolombianos, cun.nto es lo que hace en bien señores César Conto y Emiliallo I Baza publicaron eu Lou­de nuestra Patria, y su renombl'o en el eA'iraujero, la 80- Jres el llño próximo jlasad~. La utilidaJ de nna obra como ciedad de l\Iedioinu. Sus miembros, nos dice el Secretario ésta salta á la ,-'ista, si se tiono en consideracióula anal'lll.IÍa en su i11for:"o, "animados de ".ol'uader.o putriotismo, "iu 'luO hay en la manera de o cribi1 llluchos ape1liilos y UOlll­touer en nll1:a 7aJcs do,. ~n?~o m amb~ol()s~s ,nSl)ll'aClOn~S~ bres d¿ personas, y 01 riesgo en <¡ue está el e ontol' de se han conglegauo .r011OdICU.l1l0,;te, coad.\ ll\ ando al S( s" DJaltratur esus palabras slD CMr eula ouenttt del dIsparate; teni~1iellto del lU'\Vlllllento Clentdico en esto !~co de lnz., pll0S s\1ceJ.e cl"0 hay cierto. llUgligellcia para oh~el'var es­y MIOS la vordo,d o-estudIO do phmtas J:,e~w1Jlalcs 1~~I- tricLmncnto lAS rcglu~ ortogl'tiJiclls en lo que toca a norubl'eR genas, de caso~ ra~oBdc eufermedades, 1Jlforme~ nl '0- propios. lo lInc IJO Rncede COIl los nombres comnnes: \111 hieru~ y :í otl'llS l::ioc~eilades RO~re. Pll~t.OS. ~?, hIgiene) • dil'"ü,do que escribe muy Ol'11 '1UO "escnblO 0011 h a!/(',", cho máR, ,pte_Heri.t~ prolijo eUlllI1Crar aquJ, VCU}Hl c(ln~t.un. ~ pvnl~c :)~í Re e:sct-ibe hO!l :'-Rl libro de Llonto é I~ilz.u, tmuento la aLenClOll d~ nue$tl'U~ lll?destos . .Y henClllU'Ü(ll'i llH\lIteniJo á 1a lllallO, cnu los del SeilOl' :\larroquíu, Raoarnn sa1>ios, y haco de la f::io~ledad nn h.,~ttt\1tO Ul,~ll? del apj¡m,~ , dé "puros ,í los tlil'utndos y IÍ las l<1ujeres herUlosas que, gOIJQ1'al y de 1,. cSj1~c~al ¡,,,·,:tecclt>l1 eJel (T?1~lC],1I0. OJolu se!!;"n l'úhliea fmua, nu han I'nilido mcierse en la cabeza (1"0 In "HovJSl.n lI1edl~u, urgano Je pl~¡'lIOldad <.Iel 11I~ .. , "'luello tan poético \' almiharado : tituto, COll!illÚO rl-pnl'eúH.,ltdo y fine el ,~e~()l' (~O~.tol· ~ Ol'l,O ~ Cm} z s~ e~cribell azada, yoro-iienza, y sus domRs uolegas 110 ucsmnyell 011 1,. 1.;11 (:,\ de leilnc- ; l' h "f.· tarJa ,icmpro COTl el aeiol'to 'l11~ ]06 diRtingne. i AZtil', desl,all
Fuente: Leyex.info Formatos de contenido: Otros
  • Temas:
  • Otros

Compartir este contenido

Ley Organica Reformatoria de la Ley Organica de Participacion Ciudadana

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  La Siesta - Serie 2 N. 14

La Siesta - Serie 2 N. 14

Por: | Fecha: 06/07/1886

REPÚDLIOA DE OOLOMDIA. , • . ,+, t~ <¡\ (! • !) ~~~~~j\ ,.~i'4: ~ •••• +) <+!~f,I ,. ~ . ,;, ~ <® • t>",. ~ . ,+ • 4 , ~ I.t ", • r, . ) ..... !(! +\ ,., ~ ® ~.) ., 1+ i! .) !~ ~) ,., ~ ~, ~ +> " ¡: ,¡ .i.!,*.~ ~.i\ ~~i'¡·$> p,. aIJominahle y aIJsuruo cuando por 01' supuesto, l'll'ro('edimicllto ~,lo]ltado, para que (' 11 I;t l lÍ storil~ ,le li'ellam 1'0l' li'rizzi; y ('S un.l (le las Ill{¡s se les tcng" 1"'1' tnllluf'Íol'<'s el,,1 ~llgl6s o ,1el alellum; y ya (,OIuflldas ('onlpoSÍl'lones de un esentor 'lile, SI ticlJe ('(]1ll0 i se pued(' IIL'I¡g¡l~', en estu (',,,o,.,'uall hlnclla¡]~s y d("natunt­pl'n8' 1(10r y lTl o r~ l ista 1(1"<11lica literaria defectuosas proulIcciones, 6, si n6 se logra probar lo prome­tiJo, de la discusión de los ,-arios puntos del asunto sacará siempre algún provecho el que en estl\ clase de estudios se interese. En todo caso, introtlllcir á una obra. ajena el pro­pio criterio, es ya una probauilidad ele traer alguDa obser­vaci6u nueva al estudio de un problema !iterano. Por via de epígrafe, y quién sabe con qué objeto, trae el señor Ah-arez los cuatro primeros versos del poema, de­jando los dos últimos-que completan la sextilla-con lo cual queda truncado el pen amiento; y ya al traducirlos, 6 como quien dice c¡l prim.er tapón zl~r?-al)(L8, nos da un par ele estrofas que dicen poco de lo que Brron escribi6 y no poco de 10 que dl;j6 de escribit·, y que cuando 10 ca1l6, por algo sería. Poco más adelante pasa sin traducir una de las más 9portunas expresiones del poema: As twilight melts belleath tl,e roOOD away, (Cnando " lo lejos se desvanece el crepúsculo bajo la luna). En la estrofa marcada con el número III en la tmunc­ci6n, dice para trauucir: Aud it is not to gaze 011 tbe heav6111y ligbt. ( Ni Jo, celeste luz á, contemplar ). Ni tí. contemplar el bosque y 1" colina, Dorac.los por crepúsculo veloz. Lo f¡Ue se parece á lo otro como la tierra al cielo. y en la estrofa V dice: N ada va le para ellos eso, nada. Nada el pasatlo, uada el porvenir. Como si en esos dos insulsos "Porsos se pudiera dar por traducida esa pomposa serie de ideas y figuras del poema, que empieza: And what unto tbem js tlle world beside51 En la estrofa VII dice la trad1lcci6n : Ahati,los se alojau ____ __ Mas tornan otra vez y elltl'(~ caricias_. __ Oomplicación con c¡ue no contó Byron, pues sns sobrios amantes no incurren en aquell¡\ reincillencia; y en la es­tI- ofaXII nos da estos versos el traductor: Oh J raz6u Liene J Que la. voz puj:tuto Del arcángel (le1 juicio más temible No fllcm para 6111i más terrible Que el nombre 'l"e 1m escl1chauo por Sll mal. Lo qne dista infinitamente de la idea original. ____ 'Vh)- doth Pricce Azo start As jf tha a,TchangeJ ,"oice he llcal'd. N O hago notar que hacer consonar temible con te/Ti­bIe es mostrar mucha pobreza de versificación. y esta flojedad, esta adición oficiosa de frases, giros, iueas y sentimiento!. ~ne diluyen 6 cambian el plan y.l08 pensamientos del ongmal, OClllTe en la parte más dehc~­dI' y feliz del poema, al llegar á esa escena en que Pari­sina dormida revela, con elllombre de su amante pronun­ciado en sueños, la terriblo historia de su infidelillatl al espo~o tIne con ansiedad lllortalla escucha .. Y .to_do lo q.ue sigue, trece versos, los mejores de la en na opmlón mejor estrofa del poema, quedan intactos en el original, sin que el traductor nos cuente siquiera que no ha (lueriuo 6 po­dido traducirlos; y lo que es más d~sconsolador es pensar que fué esto lo mejor que el señor Alvarez pudo hacer si no se halló con fuerzas para trallucirlos mejor que el resto. La comparación de aquel nombre así oiuo al ruBo con que la ola elUuravecida (leshace en las rocas los últi· mos restos de un llltufragio, at:mirable rasgo que tan exac­ta como vigorosamente pinta el efecto ele una nueva trm temiila, tan desesperante y tan ing~uua é inconscientemen­te comunicada, ni siquiera fignra en aquel sentido el] la traeluQción; y el señor Alvarez se conteute. con decirnos: El nombre que pronuncia Parisina, Dclil'anuo l por qué á su esposo llena. De horror como el rugido (Jlle ru.!!Uena Al caer en ellllar la tempestad f lIahlalldo de los (los culpables, de Parisina y su amante, al aparecer uelante elel irritado rey, dice el tradnctor que ______ El UIlO parec!a Bot6n de rosa q lla á. entreal.lrirse va ; comparMi6n humildemente trivial c¡ue, por supuesto, no es de Byron, sino inventada ad /Loe y traída de la mano, (Iue n6 por los cabellos, pues ya ha de estar calva de tan­to venir en ayuda de fabricantes de versos, á completar una estrof¡, I[ue necesitaba siete sílabas, con un acento eu la penúltima para terminar el tercer verso, y un verso en· decasílaho agudo, acentu¡\da en la cuarta y octava, para finalizar. y en la estrofa XXV se ve caso idéntico de abuso imperdonable, donde dice Azo : . _ .. _ . el sneilo De mi dicha voló como el risueño Celaje de la auror;> al despertar. La figura es tan trillada como un camino real, y tlln uel tradudor como trillada; ni ¿ cómo había Byron también de salirnos con la misma muletilla j Si así estuyieran las cosas, tauto valdría leer á Byron como al señor Alvarez. 1. Qué uiferencia habl'Ía eutonces entre míseros mortales y poetas ~ Parisina está deliraute; no sabe darso cuenta de lo que pasa en torno de ella. . ... __ , Estlá. en el c~elo' ¡ Est.i en la tierra 1 __ -- tradnne el señ,)r Alvarez, cuando lo que .Byron pregunta es si, á sns ojos, al través de los cnales mll'a una alma .sa­cudida por la emoción violenta del terror, eso que Pansm& ve es en re¡tlidad el cielo, la bóveda azul qne cubre la tie­na la tierra y las gentes eu torno suyo; si no es un sueño tod'o aquel despliegue de infortunio_ Fllera de que tuerce violentamente el espíritu de la frase, el traductor parece confundir, en 11\ aotítesis que pretenue establecer, las pala­bras y sus significaciones, y trauuce sky, firmament.o, p~r cielo, morada d~ los bienaventurados, (Iue tiene pn Ingles su vocablo propIO, heaven. _ ... Hugo el hijo crilLinal y uesl1lcllauo, al dirigirse á su paure, le r~cnen]¡t que la espalla q~c Jos esclavos del últi­mo han arrancauo de sus manos IlIzo correr, defenc]¡encl0 la caus(~ elel "ey, más sangre 1¡1l0 la IIlle manchará el ha­ch¡~ l1el "erdugo c¡ne 1m de rem~tarlo: ~ ¿. cómo traduce el señor Alv!lrez aCluella observal'16n ~\Ui mtercalada, 0ror-tuna y elegante, qne hace la fuerzn ongmal uel pensalmen to general? Suprimiéudol,\_ DIce: 1\1 .1. .'3 sangre blzo correr quela que ahora Va á derralllar el hachf" tlel verdugo. Hablfl> el desventurado príncipe ue su maure, y dice: llnt ~he is in the grave where lIe Her son, thy rival, 50011 shall be _. (Pero ella. está, en la tl'Llllbn. donde Bll hIJO Y tu riY~\l va· pronto ¡'i apnrec4jl'). Audaz imprecación en la cu1I1 están admirablemente com- LA SIESTA 109 ---------------------------- fli 01 uso no huhiera yá dado tantas liconcias á galica· das ~xprllsiones que Re nos entran á la. lengua y ban inva· dillo hasta ('1 santuario de las Academias - cuerpos pere­zosus y las más (le las veces tardíos cn sus resolucione. - acaso podria tachar al señor Alvarez (IUO uso frllses como éstas: Hoy que su padre lo odia; .... Como el gemido 1 b b Del quellawa á 8U Dios al ospirar, 1Ioy (Jlle os om res; ni cosa parecI. da por más h. nda que á I0 8 a tiC'l ona dos Ia es- ' Hoy lJlIO ve :\Parisin,,; &.~ tudio de los fóslIes pueda la figura parecer. llueno será Mas no seré yo C[uien peque de nimio haciendo aspavientos advertir aqní que bay dos modos de defmuda~. al autor Oll por 1 ecaaillos que más bicn que á evitar tiende c8, He da un nlpido adiós al JnOl·illlllllln, y 11n hurra »or la l'ntrill ,¡ los soldados ... l ('nfintos no le dcl,ieron de ]'1 yi,la Rep;nir el cm'so .ilencio>o y blm"ln, y yer del Rol, hujo fll'ficilJlo tcebo, Hoyerl,orfil' los encendidos rayos! i Cuáutos que ahora do la esposa amante Sus hij(l~ yen dormir en Cll'CgllzoJ -Prole feliz lJue deseuiLladrt espora El girar tort1l0.0 de los a1l08- No vieron de la muerte el esqueleto y del no ser el limbo .olitarin, y no sintieron por su faz marcbita Res balar los hidrópicos gusanos! i Y antes de dar el postrimer suspiro r de eelTar los ojos oxtruyiadus, El con su ciellcia los robó al Aepuloro Renovando los biblicos milagros! ... y hoy el que amó á su patria con deliriu JIasta ofrecerse ,¡ ell!, en h locnnsto, El que fu" de su~ hijos y su eRposa El padre tierllo y el humilde esclavo, Yace inuctiyo, en lohreguez envuelto, De extraño cielo bajo el triste palio, i:lólo presente en el hogar yacía Que el duelo cuhro oon lloroso manto l Yel olvido tal voz .... Oh! n,í; es impía Esa p~lflbra aLjuí ; yo no profano El cnUo (lue se rinde tí su memoria, El culto del yencido, Cjue es sagrado, De tierras de Aures que cantó el poeta, Del A"ma hondo, bramador y mudo, Del C'anc(\ ardiente que se arrastra ledo, Del 11 burrti por sus arena á urea Vienen aquí devotos peregrinos, Por amistad y gratitud guiados, A dejar una flor sobre esta losa y el yerSO mlls sentido de sus cantos. :Mil nombre~ confundidos pneden verse Que ell:ípiz tembloroso confi,~ al nHírll101, Cual de biedra nativa entretejidos Al ,írIJol verde trepadol·os tnllus. Yo t310hión lma pobro siempreviva De mi apartado hogal' a(juí te trnigo .. L¡ígrimas elo mi madre ha,' cn sus hOJ'" y recuerdos de amor do tus hermanos. o joven! O guerrero! JlJe resigno: i Que so cllml'l!l el decreto ele los bado ! H :i\Ioril' no C's 11ereccr", si 11uestro nombre Lo emhalsnlOu b gloria con sus lampo! Salami1Ul-lb~:! . A~TONIO JosÉ REsTuEro. --~ PER.nJICIOS DE LA FILANTROPIA La del Pndre Las Cnsas, Ohispo de C'hiapa, produjo el resnltado de que el Rey de ]<~RFniia, Felipe II, ajustara ~nn redro númoz J:ci11al un controlo para 111"0"eer de es­tlnyos zOlnlllligos, l1cgrol':i de ¡\fric·a. rOl' l'}lleVe años, (,'on· I~dos desde 01"111 de Jllo,'o de F,~I.1, lí I~ IndinR occlden­taleR, (~ In Am61'ÍL"u ,pañl1l" boyo 1:'01i]'6 Jlr, en lGO~, . celdn·ó otro ",iento c01~ el pOTtu¡¡;nés ,T. Ilwlrigu:z ('a~,:'­i n0. por otros lllWYO ano::::, ]lfi.l'a trae)' en f'fiU::t :lllO 4f\ ... tlO lH~'gros! mnchos y bC'l1l hrns, clllco~ y g;rnna~~.... ~. I DCRTl1ll(s 'c hicieron otl'(lS ,1"R, O.JI l00a y lGl.", pOl lHallera '1110 en ",CllOS de :lO nfllls SA 111lpOl·turoll dnectn­Hlcnte de Afrien lí Indias 1,307,IIUU. L A S I ESTA 11~ -------- -------- -------------- Estos negros los nC)l;ocinban los portngnoses .'í hul:m­deses en el reino ,l~ "rdén, al menor, <¡ue em 01 morcauo de e ·os bnrbul'lls. Sabiuo os que esas tribus t, hlll'c1us viyen en guerra, y qUé los pri.,ioncros ~on 08,C1>1\'08. l 'un d poui­do em'opeo de ncO'ros pora t.raer !t .\mCl'lCfI, se aUlUentaroll dichas guerras, ~e hiciurou atroces; y el Hey do lTcl\lllí ó UlcanH\ 'so los proporcion,; e11 S" propio snelo: couclonandu ,¡ todos los cril1linules ,í lt\ csclavlluu, abollendo la p011H de llluerto impuesta en el lllu.\,Ur nÚll~er? ua delitc~~, <.Í ui­rémos mejor, cOlllutalluo la pena ue "ltJl1lo sllphclO en la de e clnvituu. Este \);;,.0 so vohió filánlropo, no lIlatando por llegocio; y sus "Úl.lllitn~ n~ se e~~allL1ulizuroll Jo YOll~ I del' á In" de su pro]uu tnhu o nnClOll, en plelHl paz, ". los europeos r,ue fn:cucntclUcnte ocurnnn al mercauo ue' Ardén. 'i los neO'I'(\S huhierall tcniuo Ull protector como el qua tu\'ieron l;s 1 udios en Las L'a",,;;, agrc~1\ el jC'uíta uun Antollio .Tuli,ín, 011 su ., l'Crlfl do tlanta l\Iuda," y uu Hoy. Felipe, hubieran lih1'áuO :í lo africanos y esclaYizado ti 1')8 ' Indios con UlH\ sCl'l'iJumbro ID<ÍS atroz, pues 'luo era he­redituria y de dOl'ccho, y nó tle hecho y cOlllrn dorecho, como la que los españoles tenían sohre los indígenas del Nuevo Mundo hispan". Ahora proguutal'élllOS nosotros: ¿ curlntos mules se le hubial'!lll evitl\do fl esta infeliz tierra sin h plaga do la . esclayitnd leo'"l de los neO'1:05 ? l'llIíntos, nu habiendu YOllÍ­do do Afl'ica ~se otro elelll~uto bnrl,aro ,í aclimatorse en Sil ru~? ; Hoy, con el aumento c¡ue ha tenido la raza de los no- i gros ell paíso, tan propicio" COUlO éste, tenell.lOS en uues­tra República (tí 'I"ien tocó uua parte ue los ilU[lortac10s por' esos contratos) una P611uclta porcit'lll, atendida la. lllJllen- ¡ siuad de las Colonia, espailolas. Huy tenemos en Culombia , uegros puros sin mezcla: en el E,tado de Antioc¡nia (de' casi -lIlO,DúU habitalltes), en números redoll- . dos, iJO,uuú........ [jD,OOO ! En el Estado de Boyad ("OU,OUO babi- ; tautes)...... ............. ...... ......... ............... 1,OUO ; En el Estatlu ue Bolh'ar (2;jO,OOO habi-tantes) ................... , ............... ,............... 100,00U Ell el Estauo dell'duca (de 50U,000 ha-bitautes)....................... ...... ..... .............. 116,000 En el do L'unuinnmarca (de 5UO,OUU ha-bitautes)..... . ......... ..................... ........... 17,00U En el uelllIagda1cI"1 (ue 100,00U con 'l'e-nitorias Nacionales)...... .......................... 4U,UUO En ranamIÍ (ue :WO,OUO habitautes)... .... l:!G,lIUO Fou Santanucr (Je 4ilU,00ll habitantes).... 8,OUO En el Tulima (ue 3UU,UOO habitantes)..... 20,00U Cercu dc meuio millún de los trc~ 'lile tielle Colombia; sin contal' pUl' sUlmcsto los mulatos, salta-atrases y cuar­terones, teute-en-el aire &,' &.' Y demlÍs productos ue esta raza con la blanca. La población del censo último de Culom bia cs (núme­ros redondos) de 3.:WI.J,(J(lO de "lmas. De e.tos habitaute , la sextn parte son negros. La mitad uo los restantes (~), blancu, y de la remanente, es decir, la mitad de las cillcu seA-tas partes, es mestiza, y la otra, india pura, cristiana­da y roduciun. La salvaje es Dlny insign ifioante. Mayo-1886. G.UI.L.LE RMO PEllEl.lH G ..h lBA. CIEN FABULAS rOR A .. 1. REST.RRPO. I l'n gitano, ladr'Ju de mala traza, A un homuro de bien le ecl,ó lllol'dl\za, y uesl'ués do robade basta 01 ro.ario, Infame le llamaba y pel'dular io, Ihih,ín, hcrejó, o.znzatlul', ntoo­' roLlu lo de MI boco., Ci"a os lll11y feo. Poro lo I1ltí~ I..'uriosu Bs '1"0 el gitnlLo "e pOllín furioso 1'Ol'el"e el JIludo fOI'zauo no uocía Ni Ull ay! l10r l'USl"'llller su ",lg"'l'ulJÍlI, El "7i1l/(I,,. tld yilrlrll{J, rl 7Jl't1uiuh;nw Ud c(l/ull/a colló", lo cs el ci"is l/lO JI Geuero'o 11n ]O],l1tO 1 Ull l"ho, cnanto yjejo ap0reibi,lo, -'u hautlH'c YlI1'az sllcio.baH on el hato l)e IIU 1'n,lol' 'In e o¡"iuú, u,euio UOl'l1l iuo liacor ROllar lJlJcilla ...¡ y cencerros, 'l'irur la hOllU;t, JI aguijar le)s perros. En medio de la atl'llZ cal'nil'crÍa Dijo ,i UUG"tro lul"ín l1uestro lubato : _fl Yo me vov al cuhil,í '\"01' la cría; Ya c,toy ele c,~rrle ahíto; bn,t,\ otro rato. '1'1' sin luí puedes completar la obra y no ucjar aquí pizca dc sobra." -"'Agn nla, respondióle el aparcero, Falta mllcbo 'lue hartar en este apriscu y no es nlnlo tClIer UII cOlupaiíoro, Qlle ell'nstor, a\JllII"e uuerlllc, es muy arisco I'ndiem despertlll' anteR uel fin 1 tornar eu ,-clorio mi festín ." Esto ellsej¡n., 7e('lor, alguna, COSll, Pero la l/lOm/é}u es j)eliY'·Qsa. ----- EN EL LAGO, AL SE SUR DOCTOR JU~N llE DIOS URlUE, En testimouiu do afectuosa amistau. ¿ liecnerclus tú la tarue D.nebolad" rOl' los retlejus últimus del sol, Cnauu" llevadus en ligera barca Al lago siempre nzul fuimos los dos? Las ondns coronadas dc alba espuma Iban la barca vacilanle ti heril' : 'l'u puseída de infnnuacla angustia, 'fímiua, ansiusa, te acogiste tÍ 1Ulo El sol al Occidente descelluia Dejando alllluodú nucfl1'l1do albOl' ; Y la nudul'nll solitaria DÍ\-a Eutre vapul'cs diúfunos se "Izó. Hora de arrobamiento religioso! De casto amor, de irresistible fe ... . De ensHelios, do deliquios, de ilu,ionos, Do emuriagadora mágica mudez. Ab ! lu lccuerdo: tú, los ojos fijos Sobre la yasla !Iznl inl1lonsiuatl, Dejabas escapar callaJos gritos, Cnul queriendo el Destiuo conjurar. En ese illstante de éxtasis ferviente, Una carOna de brillante luz Ellajollfldo vi sobre tus sienes, y Ull ángel ,í mis ojos fuiste tú. Bogot1i-1885. 'l'EODORO LADR6N llli GUEVAIt ... 112 LA SIESTA ------------------------ VARI 1 científic? de los que encuentran on un tipo inferior la doe­------, ceudencI& del h'Jlnbro, y dicen "qua val o más sor un mono Un l'asgo de elocuencia IIlodeJo-Raras p.erfeccionado qua U11 Adán degenerado" (e. Vogt, Lec­veces se en~uentran conCIlIadas en el discurso las gran. CIOBOS sobro el homl¡re); qua Jl1. Taino, eahio moderno, ee ~e8 condICIOnes de la verdadera elocuencia, El gusto I burlo de 1\lilton, por bU hombro perfocto y sabio, 10 COID­ltterano con que 6e da. la fonna. al peusamiento j la I pren,demos; pero 'Iue el señor Caro copio á Taino, sólo se redondez del período j la. sonoridad de la frase' la ele. explIca por el deseo do rebajar á aquel que pordió la vista gancia de estilo" ~, al, mismo tiempo la exactitud eu el e1l elllu.bilísi",?, ~lIIJ1ciio de dlIclI/ler la libcrtr~;¡, ., con~ullto, y la VlSlOn Intelectual q\le penetra. eu lo por. lI!tltou, ",.plo, cono~cdor del homl,,'e. ~sto lo UIJO 01 velllr, ¡\ la vez que la felicidad eu las imágenes, lo ador. I doct~I Jobnson, ITc aqul lo ;TI>IIDAII (,,'rvlr dI: ~p o. en, , ";1;, en Q':tJ, aUXIliar al de~pol1smo) !I ,·cba)a,. ti almi'l, ('Il lugar de 8ubZwlarla t en 1853 y en.1860. La ConsbtuclOn do RlOnegro, eH quo inflOldi,. tU ella )/obi1(slmal1 (j'fjlit'acio1lcli j y en cuanto á gobieruo, hablan en primer lugar los Estados como (nlidrule. sobrl'a- LO' HO>lBltES OEBIA.." O,\RSF. po" CO"TE>;TOS CO" EL QUE JORGE na .. que son, realizó pOtO completo el pensamicutu de 1lUeRtros In Tl¡;,~lA LA.DIGXAc[6~ DE DAULBS. La naturaleza hlHllana pill~ , . ~I ,. d d . . . ¡ toda por Johllsoll es una pobro naturah.'zn, pohre para cioóte mun~ prure, es, .c. e~plfltll e omlllaClon que se apodera de vez I lr facultMes di";"a., y en cuando, y n peear suyo, del alma de los gobieruos lIa- . LA PERFECC1ÓN DE Qce ES CAP,", Y QeJ! ÉL lteCONOCE, ES L., mados á funcionar dJnde estuvieron instalados los virreyes. PROFESf" DE su 0105'11."0, Muy hien ~necle el poeta ba~Jer.o n', durante 300 años ose espíritu intellta á nca o ' t '1 ¡ montado t{¡uto :t las re¡::lOncs de lo Ideal, ,que Re olVIdara de .• , ', . r . s, ,uIns all e cnanto le rodea ¡pero ellllOra.hsta. quo reba',Ia. al hombre, se prJ~ o mas templano, lIe, aInOs nuovamente Jlor :!I cual, alln no blOn ."lido de las maDoe de Dios, ya le ~"ce haolar Gramática, que hn publicado el señor Pedro l'ablo COrtl:S, aegún la a¡¡ud,. olJSe~vaclóu de M, Taine, CODIO ., fuesu un mi.m· ¡ con el fin de que sÍ1'va de texto en 108 cuarteles del Ejér" bro del Parlamento mglád, : cito de Colombia, A nuestro juicio, es el más á propósito En el estudio biográfico y crítico de Andrés Bello, ' para el aprelldizaje rudimental de la lengua, por lo claro, dice 01 soñor Caro; ¡lo sencillo y lo pintoresco, Enseñar á los soldados á ha- 8610 Adán .alió ue una vez, de 13s mallos creadoras, en el I blar con propiedad y á escrihir sin desaliño, es hermosa pl.no goce d. loda. la. faCIlitad .. h"ma>la., "libio y ¡miccto, I taren, y nosotros, (iue descamos (l11e el Ejército bea ins- Si Adán fl'a sabio y perfecto uesdo que fu" creado, tI'uído, al'Iaudim08 el tr~bajo del señor Cortés, que, ~o ¿ por qué extrañar que )Iiltou, que .pa~t~ UO la IlI,iLología e.nCall1illl' IÍ dar ú los I::uhtnrc" el uso de la pnlabm el."l­hebrea, lo haga hablar, desde un pnnclplll, con sa)"UIl1'''' y !Izada, que los pondm on actItud de estudiar y, pOI lo perfección? Que M, Taino, evoluoionista y coneligionario tllnto, do hacer brillante su carrera,
Fuente: Leyex.info Formatos de contenido: Otros
  • Temas:
  • Otros

Compartir este contenido

Corte Constitucional tutelo derechos de personas privadas de la libertad y de funcionarios del INPEC para superar el desbordamiento de aguas residuales

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  La Siesta - Serie 1 N. 5

La Siesta - Serie 1 N. 5

Por: | Fecha: 11/05/1886

REPÚBLICA DE COLOMBIA. ----~~,--~ ~--,----~--~ SERIE l." I BOGOTA, MARTES 11 DE MAYO DE 1886. ~~í~~7. ---- '-----~----, _ .... ~_ .... , .... ' ............... ' ... ' "' .... _; .............. -..-..~---.... -------_ ...... -..... _-_ .. ..... L~ A S yA ÓYC < S rr¡< ..n }'Lo . , II a mi.g ab l e, que consl.s tJ' 6 en embadurnarle de pez, revoJ. ____ --.:..:~.:.:...:..:.._._=:.....:.:.....:.=....:::::._._=__2._=_:._. ___ carIe luégo sobre plumas y hacerle recorrer así,mon. UNA. CA.NJ)IDATURA. I tado e~ una escoba, tod.o el circúito de la pohl~cióu. IT.'Duomo DEL 'NOLf. l. ¡ Despues de lo cual, le dieron el saludable consejO de ~ace algunos .meses, el. Comité del partirlo inde.1 no v~lver á I!0~~,r los piés en la ciudad. Se explicará pendiente me ofreCl6 y me blzo aceptar la candidatura I el senor TwaID . al puesto de Gober~ador del Estado rl~ Nueva York. . Habrá infamia igual! Jamás puse los piés en Eran mis competidores los sefiores Stuart, L. '\\'oodfort ! Montana 1 . Y Jobn T. Hofl'man. ! N. B.-" La Gaceta" cogió por costumbre ellla.. ~enía yo sob~e estos dos personajes uua muy seria ¡ marme diarjamente TwaVn, el1'atero de Montana. v~ntap, que conSistía en mi reputación intacbable, má. 1 . D.e a~l en ~delan.te, no ~omaba en mlR manos un xI?Je cuando, ley~ndo los periódicos, se venía en conoci. i penódlCo SID sentIr ansias hornbles y temblar de espan. tmento de que mIS competidores babíau cometido toda i to, como el que tuviese que recoger las sábanas de un clase de crímenes, á cual más a~minables. ~ero, en los i lecbo entre las ~ual~s se esc.ondiese uua serf.iente casc~. momentos en que yo me regoClpba con mis ventajas I be!. Un día m.ls oJos se fipron eu ~sto: Un mentt. y que y.a cantab~ victoria iutenormente, un cbaparrón 11'080 en. la puo,ta! Según el t~stlmoui~ jura~o del de IDqt~J()tud~s VlDO á turbar mi profunda alegría. • sefior MICh:el O F!atlDagan, esqUI re, de Flve P?lDts, y Job candidatura estaba lanzada en toda forma. y yo ' el de tos senores KIl Bures y Jobn Alter, que vive u en no podía r~husar el combate. Un día, al acabar de al. i la calle ~e Water, se h~ demostrad~ hasta la evidencia morzar, hOJeaba: yo los pen6dicos distraídamente, cuan. i c¡ue el s~llor Mark TwalD ba esparCldo una repug:nante do fuí sorpreudldo y pasmado con la siO"uiente noticia: IImputaCl6n contra la memo na lDmaculada del difunto "Perjurio. Supuesto que el sefioroMark Twain se I abuelo de nuestro caballeresco campe6n Jobn T. Hoff. presenta C?mo candidato á la Gobernaci6n, quizá se man, el c~al abuelo, según los decires del nuevo candi. digne explicar CÓt~l.O fl!é que en el año de 1863, en Wa_ dato, m1:ln6 en !a hor.ca. Esta es la más vergonzos~ y kawacb! en CochlDchma,. se le convenció de perjurio la más v!l de las lOfamlas. Todas las ge~tes para qUle. por tremta y cuatro testigos. El sefior Twain se bizo nes el honor no sea tlDa palabra hueca, Juzgarán como ~ulp~ble de este acto vergonzoso, por robar á una viuda merece esta maniobra baja y ruin, que, sin respetar el infeliz! á su numero~a prole un miserable platanar. santo reposo de los muertos, se ceba en sus tumbas ve. Este seno.r se debe á SI mismo y á los ciudadanos de la nerandas! gra:n nacI~n, cuyos sufragios solicita, una explicación "En verdad, cuando peusamos en el inmenRo dolor satlSfactona de este triste asunto. Lo har6.1 ".... I que esta coba~de calumnia ha de baber causado á loe Estuv~ al estallar ~e iudign~ci6n. Uu cargo tan '1 deudos y amigos del difunto, nos pr?voca invitar al cruel, tan Implacable! SI yo en mi vida había oído ha. pue,hlo ultrapdo y profundamente hendo en su bonor blar de Wakawach! Yo, que no distinO"o un plátano de nacIOnal con ta~es alevosías, á hacer en el calumniador, una mazorca 1 Mi desesperaci6n lleg66. su colmo, pero ' por mano propia,. breve y su~aria justicia." no supe !esolverme á nada, y dejé trascurrir ese día sin I . Esta cantatlva conclusl6n tuvo, en la nocbe si· tomar nmguna providencia. Al día siguiente, el peri6. gmente, el poder bastante de bacerme saltar del lecho, dlco "O ~raí~ Bin~ estas palabras: con la r~pidez del rayo, para escaparme por una puerta "8tf!..ni.ficatwo. Habrán notado nuestros lectores falsa,. mwntras que el pueblo, en su justa indignaci6n, q.ue .el se~or Mark Twain se. escuda en un silencio muy ultraJa~o.y profund~mente berido en su honor nacional, slg:nlfic.atJ~?, en lo qúe concierne á su perjurio en Co. se precipitaba á mI casa como una tromba, entrando ChIDchIDa. por las ventanas, rompiendo muebles, llevándose al . ~, B.-Durante toda la campafia electoral ese marcbarse cuanto encontraba á la mano. Y no obstante penó?ico n? me calificó de otro modo qne: Twain, el con tod~ tranquilidad de conciencia, juro que jamás b~ /.adtrun perJuro. caluIDUlado al abuelo del sefior Hoffman, y más aún, . A su turno "La Gaceta" pnblic6 el suelto si. que nunca oí bablar de él. gUle~~e: . '.. N. B:-H~go constar que es.te diario. siguió lIa. 1 Lo que q=erwmOB saber. El nuevo candidato mándome lUvanablemente: "l'wa'!.1L el aSC4'11nO, el di/a_ a puest? de Gobernador, ¡ee dignará dar á alO"unos de mad01' de los muertos." sus co~cludad~nos, á quienes se excita á votar p;;r él una Otro artículo que llamó mi atenci6n fué éste' ~~~n~::~!~a~~~ :~~~e lf qU? ll:caecía en ~o~taDa " Bonito candidato! Mark l'wain, que debí~ ayer objetos de poco' valor que\ua perfl~a d~ ll~ltud ~e tarde! en el ~etvng general de los independientes, pro­casa 6 en los equipaj~s del se~ronT UC¡¡O, a a os en a nunClar un discurso fulminante ... no se atrevi6 á mo!. "Los habitantes de M ~r wam.. trar la nariz 1 Un telegrama de su médico nos anunci6 aun por interés de su candi~: a~~ s:. ':I~ron forzad.'6s, que un caballo desbocado le babía hecho besar el santo o, 10 Iglr e UDa eccI n suelo, y que en la caída se hahía roto una pierna por 34 LA SIESTA dos partes. El infeliz sufria dolores horribles y se que­jaba de lo lindo, &." &."... Los independientes se es­fuerzan cuanto pueden en propagar y hacer digerir esta rueda de molino, y en hacerse de las nuevas acerca de la verdadera causa de la ausencia de este despreciable candidato: .Ayer noche se vió en la cctsa del seña?' Twavn que alguien tambaleaba y caía (~~ suelo I'/n un estado de emb?'iaguez bestia~. Es para los independientes deber ineludible probar que no era el mismo sefior Twain el de los tambaleos y caída. " Son nuestros ya! Toda~ las intrigas imaginables no servirán de nada. La voz sonante de todo un pueblo pide airada: i Quién era ese borracho inmundo 1 " Por un momento me pareci6 tode esto increíble, en absoluto inimaginable! Era verdaderamente á mí á quien pretendían deshonrar con esta infamante acusa­ci6n 1 Tres afios hace que no pruebo una gota de cer­veza, de vino, 6 de cualquiera otra bebida espirituosa. Entre tanto, recibía todos los días an6nimos como éste: " En qué par6 aquello de la infeliz mendiga que arrojaste de tu casa á patadas 1 PAUL PRY"; Ó como este otro: " Tú has cometido fechorías que nadie conoce. Ha­rás bien en ocu~tar el bulto lo más pronto y callar como un muerto; pues de otro modo, por los peri6dicos reci­birás noticias frescas de tu afectísimo HAUDY AUDY." Poco después, el principal peri6dico republicano me lanzó una acusación de corrupci6n al por mayor, y " La Gaceta democrática" me asaltó con otra abruma­dora, de extorsi6n por medio de un bIso testimonio. De este modo me procuré los otros títulos de "Twam, el bandido corruptor," y "Twain, el teHtigo falso de profesi6n. " El grito unánime que reclamaba una respuesta mía contra todas estas terribles imputaciones tomó tal in­cremento, que los jefes de mi pa~ti~o me d~c~araron hombre muerto políticamente SI perslstla en mi sIlenCIO. Oomo para avigorar esta opinión, otra boja public6 al día siO'uiente este artículo: I? PO?' Dios! qué c~e ele sllgeto es ¿ste? " El caNdidato independiente contiU1b call:1ndose. Esto prueba que no osa hablar! "Oada una de las acusaciones:1 él dirigidas iba apo_ yada en pruebas fehacientes, que su obstinado silencio ha confirmado más y más; de tal modo que hoy está enterrado, confundido! Independientes, 11é ahí .:1 vues­tro candidato! Miradle, pues, á ese bandido perJuro! "Ese ratero de Montana, ese asesino, ese calumnia­dor de los muertos! "Observad bien á vúestro corruptor y falso testigo! Miradle bien, escrutadle de hito en hito, y, después, de­cidnos si podréis dar vuestros votos honorll:bles :1 un.a criatura que ha logmdo merecer esa larga lIsta de calI­ficativos vergonzosos, y que no se atreve á abnr la boca para refutar uno solo siquiera." Ya no era posible esquiva.rme, y, con rubor en las mejillas, me puse á la obra aflic~lva de expurgar todas esas ineptas invenciones y redUCIrlas á nada. Mas ay! nada adelanté con eso; pues que al otro día un peri6di­co public6 un nuevo escándalo, en que ~e acus.aba, de la manera más seria y formal, de haber mcendlado un hospital de locos con todos sus moru.dores. Este golpe me aterr6. En seguida emitieron la S09- pecha de que yo había salido de mi tío, envenenándole, para apropiarme sus bienes. Esto me desesperó. Mi in. decisión crecía por momentos. Al fin, como primor de todas estas persecuciones, fui víctima de una maquina­ci6n descarada. Una tarde, estando en la tribuna, en una reunión pública, nueve niños, de todos los colores, y vestido~ de harapos asquerosos, saltaron á la platafor­ma, y aferrándose á mis piernas, se pusieron á gritar en coro: "Papá! papá! " • Eso me bastó. Arrié banderas y capitulé. Oompren­dí que yo no estaba á la alturfl. necesaria para sostener una lucha electoral en el Estado de Nueva York. Anun­cié, pues, que retirabfl. mi candidatura, y dolido en el alma, firmé mi circular: Vuestro afectísimo, antes hombre honrado, y ahora, MÜK TWAlN, El ratero, el ladrón, el bandido, el perj uro, el calum­niador de los muertos, el incendiario, el envenenador. SU SOMBRA ... Ouando el mar de Oolón en alta nocbe De súbito enmudece y anonada Sus iracundas olas, Es que veloz y fulguran Le pasa De Bolívar la sombra. Isu.cs. QUÉ? .. 1. Un autógrafo mío!. ... ¡ Del trovador errante un pensamiento? No deja rastro en el azul vacío La leve nube que anebata el viento, Ni en los remansos del salvaje río El ala del alción: tan sólo 01 nombre De una sombra es el hombre. Isu.cs. SIERRA NEVADA. Es del manto do Dios vellón caído Que ha enredado on las cumbres la tOl'men~a Pam mullir del bnraclÍn el nillo Ouando en la nocho azul plácido alienta. IS. l'erfulllnÜlt y sombría Del río eu la. ribera) (10 escucho 13n Tnmor,# Do ni UD instan te de la. selva umbna. Ponetre las tecbumbrea "lt[simas olJ. sol. Allí aquellas cauciones que en nuestro hoga;r perdido Escuché tantas veceR, coujúlJ'ilo entonad" y a.unque miróis mi r~stro humedeoIdo Con lágrimas COlüoS'., de dlCba SOll, ca.ntad I Há tiemllo que implacable noS separ6 la Buerte, Que nos negó sn sombra quenrzo cOIJtinuo por obtener para sí única­mente ventajas materialeS y sólidas, son datos imp¡\lpables que bullen en la expresión de aquella fisonomía y le bacen auréo_la. SI una mula hp.blara, qué cosas diría! N ad:t ele am­~ ulosldades pedantescas, nada de imaginaciones estériles; Bmo honda y sazonada lllática, salpicada de sátiras pro-fundas y atrevidas, concisa, aguda, sabia é intolerante ___ _ Tácito mal humorado y zlllubón_ La mula rOlll!L, que no ea en su origen sino un vice­versa de la otra, tleno en su carácter rasgos más vivaces y caprichosos, lo cual se explica. fácilmente con s610 recordar que en ella predomina la naturaleza. inquieta y leal del caballo. Una mula ya entraua en años, cabizbaja y pensa­tiva, adornado el espinazo con esas manchas blancas que son los recibos de otras tautas mataduras cicatrizadas, etapas de UD martirio prolongado, sola y tiaca en medio de uu campo reseco, 6, esa hOf Si hay muchos, entre los becluinos de esta abur~'idora I bra, ,huZl~ea, huele el lodo, tiombla¡se aquieta un m~mento, caravana de la humanidad, quennnca han parado mIentes y luego, SI el paso lo os,.entraresue tamente yaale alros~._ en la admirable personalidad de la mula, achaquemos tan ! Cuando la mula se resIste á pasar, cua~d~ ronca y qUlere injurioso desdén al aturclimiento que suele producir eu tán· i l'etI'oceder & qUIéu será el bárba:-o que ,IDSIsta? No hablo, tos el espectáculo del mundo, que al Rey Sabio acabó por ! por supues!o, de los borrachos, qmenes tIenen su ángel guar-hastiar y parecer monótono, ó á superficialidad vanidosa, ! dIan espeCIal para cuando van á ca~allo. . siguo el más característico de los que pertenecen á esa que ! Las ?lulas de los bebedores y Juga,dores de profeSIón con divina moderación llamó el Espíritu Sauto "larITa i son muy 1Oteresantes. Oonocen las ocasIOnes y lugares en tI'opa de los imbéciles." " ¡ que han de detenerse para que su jinete empine el codo; y ¡, Qué sería de nuestras esperanzas de civilización, có· I pasan horas enteras, de, día ó de noche, con silla y ~eno mo poaríamos acercanos á nuestras selvas solitarias cómo ! puestos, aguardando pacIentemente á que cansado ó VIctO' cruzarlas, cómo establecer nuestras comunicaciones; cómo'! rioso ó desvalido, salga de la garita su amo y siga su ca­trasportar nuestros productos y los objetos con que satis· ! mIDo. Cnando,lo lleva á fies~as á algún lugar, á tentar la facemos nuestras necesidades; qué sería de nuestros viajes i sn~rte, la veré~s alegre y eXCItada como una damisela que y exploraciones, de nuestras guerras y emiITraciones sin la ¡ baIla por la pnmera. vez con su galán: cuando lo trae des­ayucla, de la lnula '1 Suprimidla, y como en ~na maq~inaria i pués de desastros,os albures. participa del desconsueio, el cuya faja de trasmisión para el movimiento faltara repen- ¡ mal humor, ,la fatIga y el adusto ceño de su amo. tinamente, sucedel'á la quietud. Suprimiclla, y faltará á ¡ Aquel Jayán rozagante que con su gran sombrero á la nuestra VIda de pueblo la más movible y señalada de sus : pedrada, nueva ruana y alegre facha, cabalga osa mulíta facciones. : negra y la hace galopa~ incesantemente, va á riñas, viene Se comprende que no la aprecieu los que no la cono. : de su campo y lleva baJO la luana su gallo contemplado, á cen; y es difícil conocerla bien. Así como el oficio de crí- ! cuya pata va ¡Í jugar cuatro condo?'es, Ved c6mo paj(b?'ea tico req~ere estudios y disposiciones especiales y una larga i la mulita á cada v,uelta del alegre camino, animado por los preparacIón en el examen y la comparación de las obras; : paseantes del dommgo; y cómo, cada vez que el gallo can· as! como para amar con el verdadero y puro sentido esté· ! ta debajo de la ruana del mancebo, endereza y recoge las tico de la pasión se necesita una naturaleza dotada de dUi· i orejas, alza la cabeza, entieza el rabo, y parece en su ale· cadeza! de, sensibilidad y un esfuerzo soberano para aislar 1 gre mo,imiento desafiar á cuantos encuentra. Tiene fe en las asp IraCIOnes en una atmósfera propicia, del mismo mo· ¡ la suerte de su amo y en la espuela del gallo. Lleva á Cé· d?"para apreciar en sus valores relativos y justos las con- ! sar ; y sabe lleva,rlo. dlcIOnes de la mula, se necesita haberla observado ca,riñosa ! Cuanllo una mula se enamora-vaya! y esto es serio! y cuidadosamente y servídose de ella en las circunstancias ¡ -nada hay que pueda compararse á su entusiasta ad­más adecuadas para poner en juego sus habilidades. : hesi6nrpor el objeto de sn cariño. Precedida por el ?nadri· Bajo los rayos de estos soles nuéstI,os que parecen aca· ! no (llaman así los arrieros al caballo conocido y casi siem· bados de vaciar del rojo molde. al subir una de las intermi- ¡ pre entranablemente querido por todas las mulas de la nables cue~tas por donde se sale de las hondas y caluro. ¡ recua y ~l cual siguen gustosa~eute), ~a veréis ligera, ale­sísImas OrIllas del Cauca; al cruzar uno de esos parajes ! gre, casI coqueta; que falte el, y luelTo se pone mohína desola~os y ~esoladores, en que la vista solamente descubre, ¡ pesada, 'caprichosit y amenazante. En p~cas horas ele COlll~ & lo leJOS, CIelos serenos y terriblemente despejados picos ! )lama en el curso monótono de una noche de mala ?nuerte adustos y desnudos, faldas pendientes, y cauces pedr~gosos ¡ en algún corral pelado, suele una mula sentirse herida que el verano ha secado, y, cerca, colmas tostadas por los ! mortalmente por el dardo fatal. Cuántas fugas misteriosas ~al~res de la canícula y árboles secos esparcidos con taca. ! entonces! Qué dificultades por la mañana, si á pesar de nena. por un terreno rajado, medio ~nvuelto en los pobres : su afición á las aventuras á lo Manon Lesbault- pero harapos de pardos matorrales deshOJados, entre los cuales : puras,- se ha quedado, para separarla del caballo piojoso Ó revuelan fatalmente, como los pecadores carnales del Canto ! del macho cascorvo de quien en hora infausta se prendó! y del Infiel:oo, • bandadas,tupidas de langostas hambrien- : ¡, Ha querido alguna vez la yegua con el fervor incon· tasi al segUlr,?On sed y tedIO, un~ de esa~ sendas solitarias ! tras~able de la mula ,? Yeso que en la primera las volup . en que el espllltu se asfixlana SI no pudIera abstraerse un ¡ tuosldades tic los sentldo~ y los secretos instintos de la ma· tant~ y entrellarse á meditaciones de otro orden, Ó á las i ternidad deberíal! hacer más intensos.Ios afectos. CaTI?laS de la mcan,sable esperauza j al cl'l1zar, por eomedio ! La mula qUIere co~, un cariño aun más sereno y desin· de t!erras ,que reflejan el calor, como otras tantas placas de ¡ te,resado que el de Gmuben, la seca pupila del profesor platino" (lI stan~las que ee mIden por dias y semanas de ! Lldenbl'ock, de que habla Yerne: el viejo Ossian cantó p~nosíslma fa;tJga, la m~II~, que debe sufrir por lo menos ! algo parecido á ese an:or idealizado, destinado al perpetuo dIez ,eccs mas que el v!aJer~ que lleva encima, no se so· ¡ fuego del deseo ImpOSIble., Desconoce los furiosos y humi· foca, no Be alt:-ra, no pIerde nada de su sereno port!l, no i lla?tes, imp~tus de la pasIón carnal, y para ella no seria se desespera nI se exalta. Muévese lentamonte tomando ! latín smo gr}ego aq~lello del.fé1'v~d¡¿s puer que tan buenas ~esuello de cuando en cuando; Jamás se afana como el ca. ! cosas sopló a IIoraClo. En el carIño de la mula hay el res- 1 aUo por. alcanzar pronto y á costa de -cualquier sacrificio i peto y la constancia que distinguen las grandes pasiones a apeteCIda cumbre; y cada vez 9.ue las vueltas del camino 1 ~e los hom?res.severos; y la mula podría simbolizar al ún l? presentan al alcance de sn hOCICO algún arbustillo raquí· I Ideal doctrmal'lo, como fué para Dante símbolo univefsal tICO, mIserablemente decorado por algunas hojas empolva_ ! de una perfecci6n sllll!-a su B~atriz. Al fin y al cabo, el • Dante, ! amor de la mula es, bIen estudIaclo, superlativo y her6ico ¡ esfuerzo del corazón. 38 LA SIESTA Destinada (y voy á robarle su verso ¡í Moratfn) á I Morir de puro doncella, " s~ cariño. es como una amistosa y delicada. ternura, casi siempre Impregnada. de admiracióu por quien logró mspi. rársela. Más de nna vez he visto una muleta esbelta, agil ! y hermosa, contemplando cou amoroso asombro los trotes I desacompasauos de. un madrillo "iejo, gomoso y abatido. Debo también confosar que insensiulcmente, delante de ese cnadro, la comente de mis moditaciones me ha traluo I por una escala suavísima de símiles)' reminiscencias, uescle ! el mundo para mí interesantísimo de las mulas, hasta el no ! menos interesante de las gentes. I EPIGR1UB.TICO. Cierto farmaceuta práctico Mucho dijo en los periódicos y en los lugares más pú blicos De la ciudad de Pal'ío, Que cuantos productos químicos, y m.is que todo, on espíritus, Exija la ciencia alópata, Su casa puedo expedir. No tardó en llegar un pícaro DLlndolas de sabio médico; " Señor, dijo, ¡tiene espíritu Rueno de contradicción' " Bl droguista sin e ·~rúpulo, Entrando, le dijo: espérelOe. Le trajo IÍ su suegra y díjole: ¿Dóndo lo encuentra mejor '1 J. D.\vlo. GUAruN ••• CONTRA. LOS OR1TICOS IMPERTINENTES. (ConcIUBión). Siguiondo la suerte de la mayor parte de las cosas y . seres que más útiles son á la humanidad iugrata, el fin de I la mula es terriblemente ejemplar. ¡Cuántas "eces ha en. 1 contrado uno en medio de algún hondo barria,al el cadáver ' de una mula que, abandonada por las fuerllns, luchando ¡ bajo el peso de una carga descomunal de catorce arrobas, I en los rigores de esa serie de intransitabilidades que tene. ¡ IDOS la desvergüenza de llamar caminos de invierno en este i país, cayó por fin, vencid¡t), abrumada! Los arrieros si· I guen con el resto de la recua, maldiciendo la hora en que ¡I la infeliz no pudo más; y su agonía solitaria. no tiene más. La última estrofa del Por qué "O ca"to ? testigos que los buitres, que acechan el momento de desga· i No hay BombraB para ti. Corno el cocuyo rrar sus carnes magull¡Luas. Más inoc~nte que Prometeo I El genio tuyo osteut'L BU fallnl; y más desventurada, la vence el destino)' cae luchando I y huyendo de la luz, la luz llevando, esclavI' zad a )' m..t Id eCH'1 a.. ; Sigue alulI1braudo j Las miBmas sombras quo bnscando va Y, SID embargo, cuánto se necesita para qne una mula ! .. llegue á ese estado! Ella tiene la nocióu instintiva de las I hace deCir a Rafael Pombo que, con tres estrofas md~ reservas. S~ declara. perezos't en ciertos momentos, dura I de la I~isma composic~ó~ "se colocaría u autor. en pri­en otros cansadn. al pn.recer pn los más graves' pero can· , mera lmea entre los lmcos castellanos, donde qUIera quo sada y todo, puede siempre dar uu paso más todavía: el 1I ú la calidad, y nó á la cantidad, se adjudique la palma de látigo, I~s espuelas 6 el hamurc la hanín se~uir? :sabe Dios oro" ~ ~ue "demu?stran, por l~. divina álgebra del arte, hasta donde! Una mula nunca se cansa é mutl!Jza con la ; la feltCldad y el tflunfo del mento JUodesto, como firma franca bestialidad del cauallo. Por eso, aquélla, muerta de I y fotografía imperecederas de su autor" ; y que" la flor fatin-a, tiaca reventada de esfuerzo, caích la cabeza entre ¡ de batatilla y el cocuyo quedaroll, on llombl'e y por auto­Al barro, vidriados los ojos r separados los lauios con es,\ '1' ridad del genio, irrevocablemente con. agrados á su cantor." horrenda expresión ([ue /101' sarcasmo semeja )¡t sonrisa)' Según el doctor Camacho, la primera de las dotes de que es la última mueca de la vida,-al mismo tielUpo que I poct .. que tiene Gutiérrez es la vordaJ, pues no se encuen­un espectáculo horrible-es, conforl11e [t la trascendencia dp ¡ tra en sus poesías uua iJea falsa, una comparacióll: quo no su significación, una luminosísima ctlseÜanza.. . . . ¡ soa justa, ni una imagen quo no corresponda al obleto que ~Iellellin-JuIi0-1881. so qui~ro presontar. . .. . :tio se SI tenga exactttud hlstol'lca la frase que muchaR veces ho oído poner en boca do don Julio Arboleda: c, Daría todos mis versos por ser autor de la estrofa del COCII)'O." Pero $i n01l é vero é be'l t"ol'ato; digna es tal opi- PEDRO XEL OSPINA.. .- A YBR TARDE. lOE "J eTon llUGOI. Ayer el fresco "ientu de In tarde, Cuyo soplo acaricia, Do las flores ó caen aturdiJo' por el golpe contra los vidrios. ¡, Puede concobirse nada mas absurdo que esta manora 1 de analizar el pensamiento de uu poota? ¿ Es razonable trocar así la significación de los ténninos, para lutigo coger en culpa de error al pobre genio? Procediendo por el sistema de diálogo que tanto gusta tÍ Mingrelio, le preguutaríamos : -Ua visto usted de día coouyos libres' ~ -Nó, yeso qué prueba' -Prueba que si sólo durante lns noohes de verano LA SIESTA 39 oruzan las tiniebln3 esos brillantes insectos, al aproximarse 1 1 EL MUNDO BOGOTANO.. . 1 I d 1 día huyen de ella .. buscnr refugio en la sombra No hay grandes cosas de que hablar. I,a VIda BocJal dae l:~ s~lvas'y enmarañados matorrales, alu~br8lldo esa do Bogotá, reducida ~nsi siempre á le. política, no nos pres­sombra con luz semejante IÍ la que les pone mICdo. Prueba '\ tu ahol'a sus agitaCloues para sacar de .el,la, como de un , en la oscuridad acuden .. la llama de "'", luz, no mar revuelto la red llclIa de pesca y exhIbirla en la pluya qguues,t aSnI de la luz, la luz del día, la so 1,f U; ; .y que eI Sl' ~,l'1 del ¡tí todo so!. rN 'o que por eso d oJ' olnos,d ~ ",:v lr, no', 1, g no - gran bardo antioqueño sigue y seg¡urn. slendo ~"qU1SltO de 1'Uute~ ú olvidados. do lo que pasa, o I,ndiferontes a ello, exactitud y delicadeza, mientras haya buenos oldos y buen \ coutest,amos ,todos a la l,sta,del nuevo dla, para c~mprobar gusto. , .' '. superv~ven~,UI y tomar luego cada oual el cammo de su IIay en AutioquJa u~ p~~t(l que, en telnt~ra ~e seutl 1 pel'egnuUCI?u. ." .. mientas y ViO'Ol' de imaglllMlOn podna llegar n ser sucesor Pm'egl'lu!l1' por Bogot" Ira tuvImos OCBalOn, hace afortunado d~ Gregorio, s~ una excesiv~ modestia no lo i ocho días, de plantar allec~or ~n el centl'O lntÍs concurrid~ llevara ,¡ descuidar el oulhvo de BU propIO talento y, facul'l y estratégICO, de donde-SI ah, nos ha esperad?-vamos a tades de ori BU débil sién, nos sentimientos compasivos, ha alzado bandera en defensa y no pudo pasar, dizque porque la pelusa ó cogollo de las pobres ,mula, endebles 'f pacientes! que ~iran su (voce~ que Mingrelio subraya no sé por cual razón) de la I yugo, bajo ~llatlgo del cruel aurIga, SOl quejarse ,m coce~r, cañavera carece de suavidad, Hombre de Dios, le diría I i::li usted qUlere hace~ comparaCIOnes, ya halla;a ventajas nna vez mlÍs: quó entiende usted por comparación? Es 1 de parte de ,esas b1es,tlafls I~bolcont~~l qUpe l1ev~~; "ti 10 mdenlos, pOI, ven tur.~ l'dentl'dad de las cosas " hechos acciones ó cua· su car"" a sUjeta a In ex1' e ne', "oro juue ces de os' lidades que se comparan? O es simplemente la expresión ¡ hom6nimos, qu~ arrastran a ,suya 3m pIenso ID re~u (1, Dl formal de una semejanza? Este. ni debe ser obvia y cer- ¡ pauta que gobIerne los capnchos de su conduotor, cana, ni tampoco demasiado remota. Puede h~ber com~a- ! "," '" ración ontl'e las impresiones que afectan,un m~sn;t0 sentIdo! Si el pal'alelo no le agrada, porque resalten en su "ni. y eutre las que se producen , so~re sentldos dlstmtos, , De I IDO tristezas que se quieron olvidar, distraiga usted la ateu. ambas m:mer~s pue~e ser Justificad~ la est~ofa de Flde!.1 ción en el cuadro más alegre y pintoresco que ofrece el Suavidad no solo es lisura al ta?to, smo detica~eza, bla~- ¡viaje ,¡ un pasajero intdigente, En completa conformidad dura, dulzura, l~ que ,es de algun modo grato a los sentl-\ democrática toman puesto on el carro ejemplares típicos dos. Son suaves a la vIsta unos ~ermosos ~abellos, exacta- , de todas las especies bogotanas, Du.ndys aburridos que van mente como es a~radable al ~lSmo sentl~o el ondear ~e ¡ tÍ buscar ell< la aldea vecina distracciones nuevas; calave. las fl~c/¡a8 de la canavera, meCld~ por el Vle~to. La estID' ! ras de toda extro.ccióu, siempre listos á aceptar un trago y fa ml81~,a hace creer,que la suaVIdad c~mparada es la, qu~ ¡:i ofrecer un cigarrillo; damas honestas, de conocida orlo­se perClbe con los OJos, pues mal podna el poeta s1lJetar ¡ O'rafía' muchachas ale!!'l'es de risa estrepitosa y ojos bai­al, t~ct~ }a"cabellera "con ~ue la cañ~, altan~ra corona su i radore~; sacerdotes g~'~ves '; estudiantes libre,s, fugados de deb~ Slell; ,porque supomendo en pIe la cana! n~ es es~e ! la clase; empleados vleJos ( de edad ó de destmo) que van senbdo, Silla el de la VISta, el que puede ejerCItarse sobro ! ,¡ echar su cana al aire, dejando el expediente por la copa; ella, PO,r otra parte, la suav,dad de uuos cabellos para el ¡ y hasta campesinos, artesanos y labriegos, parece que qui­tacto, ,1l1en puede ser comparada con el b:a~~o y grato i sieran olvidar todos, pOI' un rato siquiera, los sinsabores mOVl1111ento de las flechas y su c~bellera, pe~ cI bldo por los ¡ de la vida arraigada de ]a ciudad, para abrir los pulmones OJos, y aun hay eu ello eXpl'eSIOn de un~ .'dea uatural ~ ! al aire puro y saludable qtle van á respirar en Chapinero, profunda que nos hace sup?ner correlacloll; d,e buenas o i Y, en efecto, qué hermoso día se puede pasar allí 1 El malas cuahd~d~~ en los obJet?s, Donde qUlelll que not~, ¡ pueblo no es nada, ni su naturaleza atrae, Pero hay baños mas u~a condlclOn favorable, o ~ ,defe,cto: eS~D1os mch. : deliciosos, buen hote1, gimnasio, circo de toros, y sobre nados n concede; ot~as, ventajas o a atnbUlr otrus defectos i todo, campo abierto, grama verde, atmósfera vivificante y al ver que nos l1DpreSIOna; no ;lOS co~orma~os con que : libertad completa, Aquí en TIogottÍ se siente uno como una fruta hermosa sea aceda o desa?r~da, III sUFonem.0~: oprimido, como humillado, como enfermo de incurable bue~ aa,bo; en la que es repugnante o aspera al tacto o l\ ¡ displiscencia. Y vale bien la pena gastar un peso por dar­la. VISta, a 1!, persona ~e buen semblante y de belleza le ! les al cuerpo y al espíritu unas horas de confort. concedemos lDyoluutal'lamento bondad y talento, mlentrns : .. que nos admiramos involuntariamente de que los feos no : ,. .. sean siempre malos y tontos, : Pero, ahora, no vamos hasta a11", Detengnmonos en Por fin, si el poeta antepuso IÍ la cabellera de la caña ¡ la parada de San Diego; demos una vuelta al parque del el califioativo do blanda, que en sentido figurado es suave, i Centenario, que puede ser pronto el más hermoso de la supuso en ella una cualidad que bien puede no tener el i capital; contemplemos de paso el convento viejo que sirve objeto, pero que calificado ya de esa manera, puede ser- ! de amparo á los indigentes del Asilo (porque los de la ciu­vil' para establecer comparaci6n con otra cosa realmente ¡ dad vagan por las calles en el día y pueblan de noche los suave. I suburbios, en esa am"lgama simoniana que nos pinta tan Por lo que hace ti críticas gramaticales, yo no sé si j gráfica y hábilmente el autor del Tatio de los milagros, en tendrá buen derecho paIa hacerlas quien emplea voces y : el nílmero anterior), y detrús de aquélla nueva construc_ frases como charlero, diveI·tidor, bulimia, chapucear, trabar- i ción de la Casa de locos, que acaso visitarémos en otra opor­se de discusiones, uraño, cE', &;', que indican por lo menos i tunidad, y subamos luégo IÍ esa eminencia que se eleva á estilo poco castigado, ¡ pocos pIlJlOS, en la colina del frente, como un castillo feudal. Febrero-188S. ¡ .*. PEDRO ESOUDRíÑEZ. I El Panóptico es un edificio que empezó á levantarse 40 LA SIESTA ¡ durante el pasado r6gimen, por el Gobiel'no del antiguo! encerral' el Pal'¡¡ne, como un gran patio de lÍrboles corpu­Estado de Cundinamarca, que se propuso tener 6n su ca- i lentos y tupidos, ouyas ramas quebrarían los rayos de la luna pital un Establecimiento penitencio.l'io modelo, combinando I en las nochos de verano y cuyas hojas buscaría la 1risa en lo. escogencia del sitio y el trabajo material, las pre- i para expresar sus acentos lastimeros, All" u'ían los poetas venciones de lo. ciencia y b estética del arte, Las frecuen- I melancólicos y las novias románticas lÍ pasear en compañía tes guerras, que obligan al país á hacer paréntesis en su ca- i de las sombras, evocadas de las tumbas; ó de las locas, sa­mino de pr~greso,ha~ impedi~o la conclusión de la obra que i lidas de las celdas; ó de las almas de los agonizantes, cuan­hoy, des pues de selS u ocho anos de esfuerzos, no se ha aca- ; do se escapan del cuerpo en el lecho del dolor y el aban, bado todavía. Mas, desde que estuvo en estado de habili- ! dono; ó de los reos al'l'epentidos, fugados de la cárcel ex­tación, siquiera en una parte, llena su destino con todos ¡ piatoria, i Ouántos poemas, culÍntas tragedias, cuántas no­los presos del Estado, los de la Nación, y aun los de algu- ¡ velas no han brotado en el cerebro del filósofo á la vista nas Secciones limítrofes, Es imponente la majestad de esa i de la Force y de la Mo"gue en todas las capitales del aislada mole de piedra, con sus muros altos y espesos, sus ¡ mundo 1 puertas estrechas, sus tragaluces de fuertes rejas. El ánimo ¡ *. * se, sobrecoge o~n instin~o de, terror ou~ndo, al visitar su,s ! Y, si no nos equivooamos, en el poema ¡¡ue se anun- ~ovedas sombnas, se pl,en~a m:,01u~ta1'lament,e e~ la, faCI- i cia, de nuestro amigo Enrique Villar, intitulado Mm'!larita, lidad con que s,e pu~de 11' a, VIVIr ,al,U, qon m~s pl?pledad ! del cual conocemos algunos cantos, oídos tÍ pié de fábrica, que en un ,malllcomlO, pod;';a~ qmza deClr los mfehces que i corren algunas de sus mejores escenas, justamente entre sufren aqul sus condenas: nI somos todos los que estamos, I el convento de San Diego y el cementerio, Lo esperamos ni estamos todos los ';lue somos," Ha~ r60s-y 9.,ué r,eos 1-¡ con ansia; pues la vena poética de ese bardo adolescente que mandan poner a los otros el grillete al pIe, m16ntr,as ! nos pico. mucho la atención, No somos, por cierto, de los ellos ostentan, ~anos ,las ~adenas de oro con que mantle- ¡ que menos lb han urgido á publicar su grande obra-como nen la o.dul~cIOn sumlSa a sus plan~as, ,Oonsolemo~os ,con 1 él la estima--y le hemos oído recitar composiciones suyas q~e esos :"lvan ,pl'esos en su COn?lenCla, que, es slqmera i y trozos de otros poemas que prepara, dignos de sacarlos carcel de l1llpo~,ble fuga, y pena sm, humano mdult.o' ¡ á lucir en público, Ouanto IÍ Ma.'ga,'ita, no queremos aven- .Alguno~ dlas salen los re~lusos a toma; el sol mlerür;as ! tumr un juicio, mientras no la veamos por la calle, alzado pas~n la reVlSta los funClona1'l?s que van a hacer su vlSl~a ¡ cocluetamente el traje con la punta de la mano de marfil y o~,c'al., ~s =- espectáculo, cunoso, Gentes de tod~ condl- i dejando ver con nonchalant descuido la orla blanca y bo1'­CIOr; t, vr,eJ,os, J oven~s y mUJeres, ~u?hos de MOnOmIo. dulce i dada de la enagua sobre la garganta del arqueado y leve y ~l1llpatlca en qUIenes no se, a~l'Vmal'an ~os, rasgos que la ! pié, Adivinarémos á través de la blonda de su manto la fislOlogía acusa oomo caractenstlCos del ~l'lmmal; otros de i cara que se oculta; buscarémos en sus ojos la mirada lim­r? stro ~uro surcado J;l0r huellas de salvaJ,e lu?ha, cort~dos, ¡ pia y cándida de la virgen que canbia luégo en relámpago Sl~ nanz, con, un oJo meno~, man?os o C?Jos; aquellos, ¡ de deseo; y siguiéndole los pasos, al punto en que Ilegue­taImados y tacltm'nos, co;n0 ,SI toda;l~ estuvlese~ pensando i mos al terrible que hace erizar los cabellos y cerrar los en el plan que les, fallo,; estos, tImldos" retraldos y ver- : puños y apretar los dientes al poeta cuando lo recita, lo gonzosos; los de mas aIla altaneros, erguIdos, contumaces, 1 convidar6mos á ir cOlTiendo en defensa de la víctima para como si despreciaran el castigo y desafiaran á la ley y al i acoO'otar á nuestro gusto al infame seductor, Ouidado, En­mundo entel'O, Habría allí donde escoger para el caldo de ¡ l'iq;e, con gritar entonces: "j cepos quedos!" las brujas de Macbeth; ¡ *** Fillet of a fenuy snake, In the cauldron boü and bake; ¡ Pero no es justo que después de un tan largo viaje Eye oi newt and toe oí fog, : como hemos obligado á hacer á usted, lector amigo, con- Wool of bat al1d tongue of dog, j cluyamos sin descanso, Llegamos á buena hora al nuevo Adder's fOl'k and blind worm's sting, 1, "Club Oentral," de nuestro amigo Isidoro Silva, por mal LizardJs leg and owlet's wing " . . . For a chm'm oí powel'ful troubJe, I nombre "el OOl'onel, qmen, con una pel'severanCJa SUl Like a hell-bt'oth boll and bubbJe, ,iO'ual ha loO'rado montar su casa, decente, elegaute y con-que cocían en su oUa tasajo de culebra, ojo de lagartijo y I f~rtai>leme;te, en la esq~¡jna de la Call~ Real~ frente ,¡ pata de rana, pelo de murciélago, gazuate de perro, len- ! Santo Dommgo" No son solo los,esfuer,zos m~udItos hechos gua hendida de víbora, aguijón de serpie~t~ ciega, zancas i por ~1 emprosarlO para proporCIOnar" ,los Jove~es tanables de lagarto y alas de lechuza, para que hirVIeran en caldo i un SItIO de, recreo y,de solaz honesto, smo lo a",ladable ~e infernal. ¡ la compañIa que 0.111 se en?~entra, lo esmer,ado del ~el'Vl- Ciento setenta y cinco reclusos, de los cuales pueden ¡ CJO y, sobre todo, la amablJ¡d~d y, ~ortesanJa del Dlle~tor, ser absueltos muchos, viven h?y en e~a horrorosa ama~-Ilo que haoe que su Club se~ s!~patico ,pal:a todos y dlgn,o gama con todos los l'eos de delitos ya Juzgados. El homl- ! de apoyo, Vamos, pues, aUa," mdem,Ulzarnos de las fatl­cidio fiO'ura en el 80 por cionto del número de crímenes; gas del paseo, para despedIrnos lu~go hasta la semana por que "'se les ha acusado; y al ver el pequeño guarismo I próxima, L ' L ' de los BÍndicados de robo, cuando ese es un delito tan co- I .. • • EO ESPES. mún podría creerse que aquí los ladrones andan sueltos I con ~u patente de garantía estampillada en el bolsillo del i frac. I .** , I Bajemos antes de oír nuevamente la rastro. de los grI-llos 0.1 volver los condenados á su celda, y el chirrido do ¡ los goznes al cerrar las puertas, y mientras "hacemos el camino" á pié, nos aligeran la fatiga, los comentarios de I lo visto, Venero inagotable para libros entel'OS han sido siempre esos sitios que dej,amos ~trás, Sólo falta, paro. ,com- \ pletar el cuadro, poner o.~h tamblén el Hospltal y des~lU~ar asi la ciudad entl'e los VIVOS y los muertos. El Panoptlco, el Asilo dolaoos, 01 Cementerio y el Anfiteatro vendríau lÍo BELLO Y SUS OOMENTADORES. Cuando un rico edifica algún palacio Da escondrijo y despensa á mil ratones, Cuando se oculta el sol en nuestro espacio Drillan en la oocina los tizones; De las odas y epístolas de Horaoio Brotaron Hermosillas y Leones, Y de Dollo inmortal, 1 cuántos infolios De comentos, resúmenes y escolios 1 HaV1'e-188i. A. J. RESTRJ:Po.
Fuente: Leyex.info Formatos de contenido: Otros
  • Temas:
  • Otros

Compartir este contenido

Sentencia de Unificacion SU 241 de 2024

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Compartir este contenido

Sentencia 112 de 2024

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones

¿Deseas limpiar los términos de la búsqueda avanzada?

Vas a limpiar los términos que has aplicado hasta el momento para poder rehacer tu búsqueda.

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones