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Imagen de apoyo de  Oración para las exequias funerales en honor del finado doctor Rufino Cuervo

Oración para las exequias funerales en honor del finado doctor Rufino Cuervo

Por: Nepomuceno Jiménez Acevedo | Fecha: 1854

Oraciones y homenaje póstumo a la memoria de Rufino Cuervo y Barreto, realizada por Nepomuceno Jiménez, cura del municipio de Guaduas, dos meses después de su fallecimiento. A lo largo del documento, que conserva la ortografía de la época, se exaltan algunos detalles de la vida, personalidad y pensamiento político de Cuervo.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa
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Oración para las exequias funerales en honor del finado doctor Rufino Cuervo

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A los liberales de Cundinamarca

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Adelante adelante

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Al comercio

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Imagen de apoyo de  Al público

Al público

Por: Carlos Contreras F. | Fecha: 1882

Documento mediante el cual Carlos Contreras F. se defiende de las acusaciones de alteración al orden público, de las que fue acusado por la disputa que tuvo con Artidoro Santos, quien amenazó con matarlo y reunir personas en su contra con ayuda del grupo de malhechores "Cuadro de Chicuasa". El documento, que conserva la ortografía de la época, cuenta con varios documentos y manifiestos de apoyo a Contreras, que él mismo utiliza para subsanar su buen nombre.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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  • Ciencias sociales

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Al público

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Al público

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La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 8

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Imagen de apoyo de  La Acción Escolar: órgano de los maestros

La Acción Escolar: órgano de los maestros

Por: Benjamín; Martínez Arciniegas |

“La Acción Escolar: órgano de los maestros” fue una publicación que circuló en Bogotá durante el periodo 1923-1931. La revista reunió en su seno a los maestros de escuelas de Bogotá y las escuelas del Departamento de Cundinamarca, con el fin de ser la portavoz del Magisterio Educativo Colombiano y ocuparse del devenir y el análisis de la instrucción primaria en Colombia. “Acción” tuvo dos épocas, la primera de 1923 a 1925 y la segunda que inicia en 1930, con un cambio en su título, al modificar su complemento por: “órgano de maestros y profesores.” La revista definía de manera detallada que tipo de textos reproduciría en los siguientes términos: “cuando tienda a ilustrar el criterio del maestro en materia de métodos y procedimientos pedagógicos, en asuntos científicos, en cuestiones sociales. Llamará la atención sobre cuanto a su juicio sea susceptible de mejora, procurará que se corrijan los defectos y errores que hubiere en la enseñanza, pesto que nada hay perfecto sobre la tierra, escuchará las advertencias y observaciones que se le hagan, porque no es infalible y puede equivocarse y anhela cooperar con los directores del ramo a la buena marcha de la Instrucción Pública.” Además de lo mencionado, insistiría en que sus páginas deben contribuir con la “asociación” de los maestros, su reflexión y formación. “Acción” contó con dos grupos de redactores, el primero integrado por Carlos J. Martínez e Ismael Romero y el segundo, que apareció en el número 16 de la revista, integrado completamente por mujeres, compuesto por: María del R. Lezaca, Paulina Barón, Margarita Mendoza y María Luisa Pachón. Algunas de las temáticas abordadas por “Acción Escolar” fueron: la formación de la “Biblioteca de los Maestros y la reforma a la instrucción” presentada por Carlos Alberto Lleras Acosta, la misión pedagógica alemana y la sección de “Galería de institutores colombianos”, en que se reproducían perfiles biográficos de maestros y figuras destacadas dentro del campo de la instrucción pública.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas
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La Acción Escolar: órgano de los maestros

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Imagen de apoyo de  La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 6

La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 6

Por: | Fecha: 1930

IA CCION ESCO LAR ORGANO DE LA ASOCIACTON DE ~AESTROS Y J•RUFESOR_t<;S RÓMULO ROZO Gran escultor colombiano que crnantent6 el pabellón de su Patria en la gran $~posición de ~12uilla, po: nienac mu? en alto nuesiro 11-)Jnbn? ante la roaarl2 $spai1a, CU\?aS glorias C..?l~?bram.os con 11t.O{it'~ d12 la Cfiesta de la Raza. .Número 6 tJctubre de 1930 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. CONTENIDO EDITORI.\L - Reforma educativa. SECCION Eou ATIVA: Inportancia del control cerebral. El maestro . Carlos Alberto Lleras .. ..1. Pb-ro . La Caridad . . . . . La Educación . . . . . Simón Bolívar . . . . . J• alta de Higiene en las Escuelas Caja de pr-stamos, jubilación etc. H.ETAZO. - Informe . . . . Luis E. Labrador Rivera ofia Quijano de Ayram S. Hurtado de M endoza V. . Reina A. Benjamín Alvarez F. Nicolás de Caycedo Tomás Cadavid Restrepo SEcc ro. · T~rTERARIA: Los dos niños . . . . . Doce de ctubre . . · . . . Doña Ursula . . . . . . . Ecos de la Prensa Guillermo Valencia Cenón Díaz Quevedo Cenón Díaz Quevedo . ~ 1. Espinel De nue tra coresponde n cia. Róm u lo Rozo . . . . . Fernando Díaz de Mencloza :\fanifie to . . . . . . . rJenón Díaz Quevedo Jnstitutores Boyacences COLEGIO DEL S.AGR OR ZON DO .. Este importante plantel de Educación dirigido por la Señorita JOSEFIL A R.ODR. Gl EZ~ conocida lnstitutora con grado normal y larga práctica, continúa sus tareas en la Carrera 4. a 266. (Teléfono 2-3-1.) Da grado-. en profesorado y comercio, conforme al plan dictado por el Gobierno, lo m1smo que certificados de competencia para des­empeñar escuelas rurales y en modiste:-ía y costura. Cuenta el Colegio con un escogido pers nal de profesores que mensualmente publicarán en esta Revista los nombres de las alumnas que se hayan distinguido. ·- fl Voto }"aeiona~ REVISTA QUINCENAL ILUSTRADA De1·igida po1· los PP. JJ.tfisioner·oH rlel Inmaculado Co1·az ún de Jf ada INSTRUCCIONES, AMENIDADES, NOTICIAS MUNDIALES, SECC/UN RELIGIOSA. RTC. Valor de la suscripción: 1-50. No úebe faltar en los hogares Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 La Acción Escolar 1 OROANO DE LA ASOCJACION DE MAESTROS Y PROFESORES Petr telé1rafo: ESCOLAR. Por Correo : Apartado 18-72. • Dirección y Admoo. Carrera 4a. No. 201 SEGUNDA EROCA 1 NUMERO 6.o 1 PRIMERA. SERIE Director: Jefe de Redacción: Administrador : CENON DIAZ QUEVEDO Santiago Hurtado de Mendoza FILIBERTO BERNAL R. ,- - - - - -- ------ BOOOTA. (Colombia) OCTUBRE DE 1930. ·-- - - - o- REFORMA EDUCATIVA I Para que la reforma edncat i ,.a P in: ­tru · ioni. tn no . ' l'H 1111 111ito npe·p~itnmo:-> lo siguiPnte: UN DIRE(f.TOR DE EIJrre.-lfY/0.\' nmnbrarlo tra.- laboriosa :e1Pcción: hon rado, cnHo, iln tJ·ado, artista. amigo de los hombre intelig •nte: afable, capaz de tener a raya a los intrigantes. se ­reno, muy . eren . :u·t·no .'OhT'P toda: la~ c·o ns· d mocrático. nltiYo: c¡ue . epa -r] varse e tre<'hando la mallo de los h11 mildes; que sienta r pugnancia ant 1 la InediocricL d el(' lo .. ~ que se erren i 1n~ ­tres sin ·crlo: que "'Pa n•ir a tiempo c]p lo.: furores de u na ntaP tra de'<'. peranza la. . . y eh· la.- ínfulas ele dó mine d un HHtestro PnYilPrido; qtte am(' p] ran1po ·on . u. fu ntP.- . onor:1 :-; y su árbole Cl'á-,l'llin­tante qne da golpe- periódicos , obrP un pupitr que fnma r qll·0 e. inmu­ne .... Que rl'ea en la mi ión sublime del mae. tro; que no piense que lo. direc-tore: de Pseuela.- deben ~ r nnos sal­vajes, nlirado, mal por Ja :ori dad, e.·­rarnecidos por lo gobierno:, verdugos de la niñez, que despué · d ;30 año.' de servicio. apenas pueden servir para mendigar el pan por las calles o for ­Iuar parte de nna colecl'ión de n10mins troglodita: ..... T ll Di re l or de Educación qu .;;e eugrand Z<'n rodeándo e de hombr ~ ilustrarlos y ecuánimes, y no pretenda rlivinizarse eon Pl inrien .. o ,. la ·enia d los ab · ct~ . En fin. ui1 Director qu crea que lo quP por ahora nec . i­tanw no .- n mneh ._· :--i .·t ma didácti · eo. sino más qne toclo .. i tema .. :ocia­le . , moral : y ceonómi ·o. para aplicar­lo. a la vida práctica ele lo: ma stro .. de lo.- ciuda ano: y de la niñ z. !.V PECTORE E (YOLARE) -, ( 15 por lo menos necesita Cundina marca), ca pace. de , ustraerse a las in­íluencia. s de e o. adefesio humano"' quP se llaman cacique· provincianos; f{Ul' lean, que escriban aunque s-ea para de­jar inéditas su: memoria ~ que sean cultos, enérgi ·os en la encia y :uave en la forma; francos~ dL rreto hon­rados, muy honrados. honrado: obre toda. la... eo as~ que .'epa n al <>'O n1á. que pedagogía: hi torin ng:ri nltnra. mucha agricultura para cuando le: co­rre pon da una zona agríco] a ; geogra­fía, literatura. Que hablen bien en pú­blico y en privado; que no 1nunnuren ele lo mae tro ,, pero sí sepan COITP­O'irlos a tiempo~ que no .'ean venal e,.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 162 LA ACCION ESCOLAR (por jen1plo. ofr,eciendo 1 pren1io óp­tinlO al que mejor retribuya la labor de hacerlo adjudicar). que cuando ex­pongan u opiniones política , peda­gógicas, científicas, delante de lo· ma­estros, no piensen que est·ín el lante de un grupo de analfabeto. ; que no con­fundan a un hombre int ligente, c011 un maestro zopenco; que pr mi en a lo. 1naestros digno y ca -tignen a lo.· . ·er­viJ. es y a los chismosos· que e fijen en ntuchos detalles; que e tén por encinut de las in~ iclia de las n1ae. tras que dis­culpan u: errores y n ignorancia di ­C'Íendo q tw por f a.· la. · per:ignPn ~u:-­. ·np riores, y de lo. maestros que se ·reen . uperiore. al In pector porque ~on n1á. a udace. qu él. Inspectores cuyas capacidades int '­leetuales lo- pongan por cncüna el la generalidad de ··ns . nbalternos; qu sean amigos sinceros de los 1nae. tros: que t ngan Í . ·e pan den1ostrar que a ellos no les co · bija tal n1engna: que ·e impongan a las antoridade n1unicipale por .·u di ·- reción y talento; que i le. Ya mal en un pueblo sepan echar. e a :í mi:-; ­rnos siquiera la ntit a J de la ·ulpa qn sean leale: con su. con1pañero. de ofi-io; qn e ·criban, lPan . cmnent n. qw· . epan n1uchas co. a bu na y alguna' regulares, que no odien la hteratnra sino ante. bien. mu n a los 1 etns y a los VerSOS porqu en J1o. en OntrarÍÍII mucho calor para ablc ndar el orazÓ1< infantil; qu sean prá tico. e idea 1i ta. · al mismo tiempo· qne e tén por enci­rrla d lo. círculo. pblítiC'o ~ qnP am<>n la tierra lo. riscos nhie to., lo. árbo ­IP .• la. fuente.· la· flore. ~ qtw no apa ­renten demasiado an1or a la niñ z ino que lo demue. tren; que tengan per:o · nalidad propia y no repitan mecánica ­rnent todo lo que oy n; qu respet('•l a. sus uperiores y ·uando ésto. dP ­rnuestren sn inferioridad se muestrPn superiore a 61los · que no confundau a. BeJ.em o Pará on Belén de ,J udá · ni a :\Iilton con Danton ~ que se hagan amar de . ns discípulo. y también e­pan ganarse a tiempo el odio . ecreto de iertos padres de familia antes clP que en ellos e talle el in. nlto procaz y la murmura ión intermitente ... Maestros que no premien a Fulano Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 163 porque es hijo del Per. on ro y a Zu ­tano porque la rnamá les fía el cho cola.te en la tienda el la e ·quina: quP distingan entre el cumplin1iento de st! . · deberes y el incondicionalismo a un . ·u ­perior. amigo de la adn lación: que no digan que el in. pector es mn lo por­que no le.· fue :impá1 ico: que no g·bi ­do tiempo. Esta falta de control explica ·ufi ­cientenlente por qué mucho nmestros, al parecer inteli - sordcn el n intel1gen<'ia. Y e11 icln lo quE> no ]H'Pt Pndemos <·i ,. ·on esto que la escuela lleha tPller la cli. ciplina de un r gimiento: que hayan de recortars p y nhognrl';P lns <\<:tivüla ­de · e iniC'iativns el 1 niño: .·abPHIO.' qlH ' hay de órden e: apat·e¡lfp-.;, que . on el más bPlJo de todos los órclt>n es . Y i la idea e : la antorcha de In \ ' O ­Juntad, la lm~ de la Yicla. ¿ qu(> ori<>ntn ­<' ione, lefinida.- p1·e<·isa : . podrá su mi ­nistrar a 1 incliYiduo qtw, por falta eh· ·ontroL no e.- dueño d<• 11a ni ptH•clP analizarla, ni n1odificarln. ni PJH 'nnza¡·­la, de modo que lejo.- de perjndi ·ar aproveche. y no n enalquier grado. s i ­no en el n1áximo po.-iblP ~ Nada decimo.- ahora de las mil nw ­nifestacion s patológ-icas que n la fal ­ta de control deben su origen. o qne . a causa de ella. se agravan. con1o . ncedP en las distinta face de la psicastenia. Ya lo expusin1o latamente Pn año.· an ­teriore. al dilncirlar en h1 cáterlra Ps te argu1nento. Posibilidad de control Los adelantos de la psicología ex¡>P ­rimental han llegado hasta lunini:­trar el método o procedimi· nto de co - nocer 1 un cerebro funciona normal­Inente, i su. vibracion s son o no anor­males, y por lo tanto, si la idea que la produce en nn 1nomento dado. está bajo el control. Experiencias de ]oboratorio · azás interesantes, n1ediante la · cuale no e .· difícil representar gráficamente la cur­va que de crib un cerebro en acción. o, s i e. lícito xpr arno en otros tér­mino~ las circunvolucion de la idPa controlada o no controlada. Estados anormales La::s vibraciones anonnales de 11 n ce­rebro C"orre. ponden nece. aria y e. pP­cíficcunente a e tado rle fnncionanüen ­to, que en su e sl'a la. mínima. y para no s er prolijos . podremo: da ·ificar en: a) estado ele .-omnolen<.:ia ~ h) e: tado eh • sobreexcitación~ e) pstado de ten : ión. ,. \ st a s lenominaciones t. \ ittez, BarbPns etc. eado.· ~ l/be l'fO fj(' l 'f7/ ~ 1. Pbro. • uul• uu: • uu • uu • nul • nn! • nw • lnn• un:• nlu• nu,• lllll •llln•ln n• lllll EL MAESTRO Ayer no más, por _los cal:npos del e nten­dimiento cayó un rayo de luz y en los Ya ­lles amenos de la voluntad abrió sus gemas delicadas el renuevo de la Educación entre los regocijados temblores de la emotividad y el fecundante rocío del esfuerzo; y hoy, cuando los rayos crepusculares vienen a he· rir nuestras pupilas cargadas de ensoñacio- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 165 nes y de recuerdos, vemos que sobre los co­llados de las dificultades, emerge la dorada espiga que fecundó el trabajo. Labor es ésta, realizada por la mano bien­hechora del maestro; mano ungida, no ya con el bálsamo santo que consagran los mi­nistros del excelso,. sino con el óleo puro de la caridad cristiana, que tiene la pro­piedad de hacer brotar flores sobre los ·aro­pos yermos; dar la vida donde reinaba la muerte; prender la llama del saber sohre los dominios de la eterna noche de la i~­norancia y poner una gota de miel sohrP el caliz sonrosado de la ilusión. El maestro es el guía de la niñez; el báculo de la ancianidad: el sacerdote d la juventud; el misionero del ideal; el ángel tutelar de las nuevas generaciones; el mag­no sembrador de virtudes cuyo corazón 'he abierto a todas las ternuras; cuyos labios como un inmenso río de cristalinas aguas, ~cundan los jardines infantiles y miti~an la sed de las pasiones desbordadas n el ánimo del niño cobarde. El maestro es fanal , que itTadia no sola­mente en el alma de los pequeños sino en l·as 'oluntades empedernidas de l os pue­blos; es el sol de infinitos resplandores cabezas venerables y abra anchos surcos en sus frentes, porque la persona caritativa, R sPmejanza de este árbol bendito, no s marchitará jamás y a través del aspecto d~ nieve y de frío que le darán los años, con­servará siempre un corazón jo,·en, sim:páti­co y he:nnoso. ~" i, porque es la caridad la más bella d tod,as las virtudes; la más fecunda en re­sultados Cé néficos; es la virtud que, con su ejemplo admirable, predicó el divino már­til · del Calvario desde su más tierna infan­cia, hasta e .· halar en la cruz su último sus­piro cuando desfalleciente ya, no ol' ida en sus ruegos ni a sus enemigos y pide al Eterno Padre para sus verdugos el perdón. Virtud hermosa qwe alivia todos los dolores, que suaviza las asperezas del camino, quC' dignifica a los que la saben practicar y, transformados en ángele , los acerca a Dios. Así S.anta Isabel y San Luis se 1 vantaban radiantes de hermosura celestial y custo­diados por los ángeles, cada vez que descen­dían de su trono para curar con sus delica­das manos las repugnantes llagas del 1 - pro so. Ell.a hace que los que la pt·actican pene­tren en las tristes bohardillas de los desgra­ciados, de aquellos seres "que no viven pa­ra gozar de la vida" porque su penosa exis­tencia se desliza en una esfera estre-chisima de opresión y miseria, y alli, en !o.rma eficaz, deja un consuelo; ya es en las cárceles, donde mucllas veces gimen ino­centes, y allí también, no sólo alivia las necesidades nmteriales de aquellos que mu­chas veces lloran el dolor de una injusticia, cuando no, el de un remordimiento, sino que esta simpática actitud despierta en ellos optimismo, ya que se convencen de que no están olvidados. Otras veces la práctica en aquellos hogares que antes el"an tan felices, pero que hoy la muerte, con su guadaña que no respeta edades, condiciones ni sexos, so­bre ellos arrojó su manto fúnebre y los cu­brió con implacable saña. Ya es en aquellas viviendas que parece respiran felicidad por todas partes, pero únicamente porque sus moradores saben ocultar, por educación y por deber, bajo una apariencia sonriente, el amargo acibar de las tristezas y de los de­sengaño- s. Y para toda clase de dolores, la cristia­na caridad tiene consuelos; establece dife­rencia entre los que sufren desnudeces, ham­bre y frío, y los que ólo sienten hambre en el corazón, frío en el alma; y con mano cariiíosa de hada apaga comvasiva el vol­cán de sus dolores. Cuando Pestalozzi, el sabio 1- : .. gogo qu tántos bienes hizo a la humanidad con sus excelentes métodos educacionistas, ln bo lle­gado a la cumbre de los desengaños, aban· donado por todos sus amigos, desvreciado por sus enemigos, cundo lloraba el recuer­do de sus bellas ilusiones, que él creta ya muertas, pues estaba resuelto a abandonar su grande obra, encontró un amigo ejempla­risimo, el generoso Iselim, que no descon­fió de este hombre e . ·cepcional; que tuvo talento para adivinar Jo que en aquel ta­lento portentoso se escondía, y espontánea­mente le tendió la mano de amigo y protec­tor. Por eso, Pestalozzi, con justísima ra­zón, al morir su am.igo, pudo escribir sobre su tumba, estas palabras: Tú me enseivaste. Iselím., a vence1· aún en rcti1Ytda, lo q11e cier­tamente es más nw1·itorio que V<'nce1 · avan ­zando cttando el enemigo huye. Asi también cuántos seres habrá que pue­den decir lo mismo de las personas genero­sas que si saben ejercer la caridad-~anta enseñanza del Calvario,~ue tiene el poder de penetrar en las tinieblas del dolor y re­vivir la esperanza en los desalentados. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 167 La CARIDAD, tal como la practicó el dh· ino Salvador, tiene poder suficiente para conv8n cer; atractivo in,esistible para sed ucil', y fuerza incontrastable para conmoYer y trar. ~ ­formar el mundo . SOFÍ.\ Ql' ),J .\ ,- 0 ()Jo: AYIL\;\1. LA EDUCACION De febrero a esta parte, se ha hablado y escrito mucho sobre este interesante tópico. base y fundamento de nuestra cultura n a cional. Unos lo han hecho con patriotismo entusista y sincero, y otros con un fin uti­litarista muy marcado. Han surgido muchos pedagogos t Póricos . creyendo, quizá de buena fe, que al ha­blar de metodología moderna, de proced í· mientos sui gé1w 1·is, y de sist emas hasta aho­ra no implan~dos en Colombia, pueden con­seguir, si no un alto puesto, en el ramo. al menos que se les admire como autorida des especiales en materias tan delicadas en mo son La Educación y La P c dm.{J O{¡ í.a . Con la V\3nia del magisterio y del público inte· resados en este problema de actualidad, tra· taré en el presente artículo sobre / Ja Ed ucrl­ción. y en el s iguiente, sobre / J.f l P r d a{l og;o. La Educac ión de un pu blo es una e mlH·e­sa tan colosal y de tan grande alcance , qu < no se puede implantar en diez o en 'einte años; es obra del tiempo, y de la r ecta. justa, e inteligente dirección que l impr i­man los gobiernos conscientes d e s u deber, con la cooperación de todos los ciudadanos de buena voluntad, y muy especialmente el e la mujer. Todos debemos contribuir con nuestro grano de arena a reconstruir esl templo, base de nuestra nacionalidad y de nuestra grandeza . " El hom lJ r e r s como el medio en que se desarrolla", dice un insig ne pensador. Culpamos a los maes tros el ,., la mala educación que observamos en lo s niños; no niego que algunos maestros ten gan alguna parte en esta culpa; pero lo dos, .absolutamente todos los ciudadanos, cual más, cual menos, somos culpables. Veámos­lo: ¿Qué ven los niños, desde que comien· zan a darse cuenta de su existencia, en la generalidad de nuestros hogares? Modales groseros, reyertas ridículas y vulgares, ac-tos incorrectos; sus inocentes oídos escu· chan frases de doble sentido y palabras quE> no son de recibo. -Advierto desde luego, que en nuestra sociedad hay numerosisimas excepciones, como en toda regla. -Sale el niño a las calles. ¿Qué ve? ¿Qué oye? Vos­otros lo sabeis, porque también la habeis visto y lo ha beis oído. Va ,a los templos, y allí también V\3 cosas incorrectas e irrE>ve ­rentes. Va como muestra un ejemplo de mala educación: En la casa X, una señora, o señorita, o camarera, lleva en brazos a una criatura de seis meses o un año; ese niño, por poca previsión de su conduc­tora, por coger una flor que está en un flo­rero, éste se cae y se rompe; al instante comprende que ha hecho un daño y llora; la señora, para que no llore, le dice que no fue él quien hizo el daño, sino el perri­to, el gato, o alguna persona, y hace el simulacro de castigar al supuesto culpable; el niño se calla y sonríe; pero en aque11a almita inocente y pura, se ha sembrado la monstruosa semilla de la calumnia; má~ tarde, le será fácil culpar a un inocente. La familia, ni siquiera cae en cuenta de es­lE> incidente . De este y otros géneros, po­d ria citar millares de casos, que pasan de~ apercibidos . Ahi tenéis un niño mal edu­cado al año; y asf en adelante en una es· cala más amplia. El niño tiende inevita­blemente a la i1nitiación; así imita todo lo que ' e én su casa, en la calle, y en todas partes; y, generalmente, el mal tiene sobr<> él, más fuerza de sugestión que el bien . To dos vemos a diario botar cortezas de fnt ­t. as en las calles y en todas partes, con el dañoso fin de perjudicar a sus semejantes; hemos visto jóvenes de dieciocho y veint años, matando los pajaritos, adorno úe nues­tros parques y campos; y a más no poder, rompiendo las lámparas del alumbrado pú­blico, o lo•· vidrios de las ventanas, por el único placer de hacer daño. Por este elitilo, podría citar miles de casos de brotes de sal­vajismo imperdonable. Vemos con mucha frecuencia a muchos individuos de ambos sexos, t·estidos de gente decente, cometien­do actos áltamente reprobables. Hoy una señora o un caballero de positiva cultura, son mirados como plantas exóticas, y el vul­go ríe de ellos. No se respeta nada ni a nadie; lo cual dice muy mal de nuestra cul­tura. Todos esto lo ven los niños, y siguen la corriente, corrigiéndola y aumentándola. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 168 LA ACCION ESCOLAR En vano los maestros luchan por inculcar en los niños buenos modales y corrección en sus actos; pues, en lo general, aquella constante y titánica lucha, se estrella con­tra la caprichosa roca de la mayoría altura del piso, con dirección, las unas ha­cia el Oriente y las otras hacia el Occiden­te para que los rayos solares penetren libre­mente, lo mismo que la ventilación, para que como ha dicho un afamado facultativo: "don­de no penetra la luz directa ni el aire puro. penetra el médico". Careciendo nuestros In­cales escolares de ventilación, con mayor razón carecerán de luz directa; hay salonc~ en los que nunca penetra un rayo de luz di­recta; su aspecto es tan lúgubre y sombdo, que llena de tedio a niños y maestros; pe­ro no es sólo eso, sino el daño irrel)arable que les está causando a los niños en los ór­ganos de la visión, pues la pedagogía moder­na ha demostrado científicamente por me dio del fotómetro de Weber, que a dos me· tros de distancia de una ventana, la luz dis· minuye en un 50 por 100. En muchos loca­les escolares que he conocido y también \a­rios en los que me ha tocado trabajar, hn sucedido que en dias ovacos no se les ha vo­dido hacer clase de lectura ni de escritura, y otros trabajos en el tablero, vor falta de luz en los salones; siempre se. ha vivido pe­cando contra las leyes de la naturaleza y violando los verdaderos fines que persigue la educación, por falta de técnica e inercia de nuestros gobiernos. I.as deficiencias que he anotado y segui rf> anotando con respecto a los locales antihi­giénicos de las escuelas primarias, no son Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. líO LA. .A.CCION ESCOLAR un cálculo ni tanteo, sino hechos deducidos de la propia experiencia y de que somos víc­timas maestros y niños. Y para hacer más concreto y sensible el error que desde ha· ce tanto tiempo se viene cometiendo con· tra la salud de los niños de las escuelas primarias, voy a analizar, aunque de paso, la parte social y económica de la clase pro­letaria, porque tiene intima relación con el tema que estoy tratando. Todos sabemos que a las escuelas primarias concurre el 80 y 90 por 100 de la clase proletaria o pobre, y respecto a mucha de esa clase de vivien­tes tenemos que pasa1· una revista minucio­sa y detenida, para poder apreciar con cer­teza el medio en que vive y se alimenta. La mayor parte de la clase proletaria, en nuestro pais, vi ve en una pobreza francisC'a­líla, y aunque la mala situación los manten­ga entre sus garras este gremio es casi en su totalidad adicto al alcoholismo, sobre to­do al chichismo, fuente venenosa que tanto ha degenerado al pueblo, aumentando su mala situación, e impulsándolo a toda clase de crfmenes, convirtiéndolo en ameneza so · cial, y exigiéndole al Estado fuertes eroga­ciones l)a1·a atender a esos desgraciados, inú­tiles para la sociedad y la Patria, mal que nuestros gobiernos no se han preocupado en corregir, ni aliviat· su situación. Mientras quP el gobierno no tome medidas serias para aca­bar con esa fuente venenos a, y medidas so­ciales de protección para aliviar su indigen­cia, y preceptos rigurosos de higiene en unión de la campaña anti-analfaheta, es imposible levantar el nivel moral y patriótico de tanto proletariado que pulula en la más absurda ignorancia, no sólo ele los deberes cívicos pa­ra con la Patria sino de sus deberes y de­rechos, pero más que todo de la higiene. Los maestros que hemos andado por muchos municipios y hemos reco-rrido los campos, y que nuestra misión nos pone en cantac­to con toda clase de personas, hemos podi­dido experimentar el vacio que se encuen­tra entre la educación que se les da a los niños de la clase proletaria y el medio en que los crian; de ahí que la educación en la mayor parte de esos niños, el fin sea negati­vo, porque el ambiente del hogar predomi­na. Pues bien: en la mayor parte de los ni­ños que concurren a las escuelas, se lee en ellos la indigencia y el hambre, la niano des­piadada que desde sus primeros días ha ve-nido atormentándolos, sus facultades depri­midas por el ambiente en que han vivido, su o-rganismo raquftico y enfermizo, hasta con deformidades ffsicas; la atención del maestro tiene que ser constante para 1 r despojándolos de los malos hábitos y eorri­giendo su lenguaje vulgar, pero más que to­do es lucha constante respecto del aseo per­sonal, po-rque los han criado en completo abandono de la higiene, pues, es algo lamen­table la ignorancia absoluta en que la ma­yor parte de la clase pobre, vive, con res­pecto a la higiene. ¡Qué obra humana es traer a esos niños raquíticos, y ya con al­gunos gérmenes de enfermedades, para en­cerrarlos en locales antihigiénicos a que aca­ben de debilitar su organismo? Ya que esos niños vinm desprovistos de pan y de higie­ne, es necesario que se tomen todas las me­didas indispensables para proveer a las es­cuelas primarias de locales higiénicos. BENJA IÍN ALV.\ImZ T . (Continuará . LA CAJA DE PRESTAMOS JUBILACION Y EGURO PARA MAESTROS E INSTITUTO RE Unica ooperativa d e crédito y seg uro d e­bidamente establecida, se fundó por la Aso­ciación de Maestros y Profesores d e olom­bia hace cuatro años con 38 socios, cuenta en la actualidad con 210 afiliados; entre lo:; cuales hay maestros de carácter nacional, departamental, municipal y privado, d den­tro y fuera de Bogotá. Su fondo social es de $ 3.200,00, con lo cual se puede prestar ayuda mensual a 40 o 50 de los afiliados a la Caja. Desde su fundación hasta hoy el total de los préstamos asciende a más de $ 50.000. Para ingresar a la Caja de Préstamos e tc. se cubre una cuota inicial de $ 0,50, debien­do el maestro que ingresa dar una ;cuota mensual de $ 1.00 y una cuota extraorrli· naria de $ 0,50, cada vez que fallece un com­pañero. De la cuota mensual el maestro de­ja $ 0,05 para el sostenimiento de la insti­tución. Cuando fallece un socio se le deYuel­ve lo que ha consignado, menos el 5 por 100, el total de las cuotas extrao-rdinarias dadas por todos los afiliados restantes, jun- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 171 to con el porcientaje que destina la gaja de su fondo de seguro. La Caja hace préstamos al uno por ·ien­to mensual, hasta por sumas de $ 100.00, des­cuenta nóminas a la misma rata, y se ha visto el caso de afiliados a la caja, que se han equilibrado en sus gastos, no necesitan· vender su sueldo, únicamente con la dife­rencia de interés entre la Caja y los agio­tistas de diversa índole que cobran el 5 por 100 mensual y aún más. Los interes que percibe la Caja, las cuo­tas iniciales, y el 5 por 10 de las cuotas mensuales sirven para su so tenimiento, y el sobrante está destinado al aumento del fondo de seguro, de manera que el maestro percibe las utilidades de la misma en segul'O. El seguro de un mae tro inscrito al prin-cipio vale hoy $ 150.00 y el de uno que se inscribe hoy vale $ 104,50. La Asamblea de Cundinamarca votó Ja partida de $ 8.000 para la iniciación del Barrio del Maestro, lo cual no pudo llevar­se a cabo por la no apropiación de la par­tida. La Caja aspira a tener lo menos 1.000 afi­liados, con lo cual el socio que fallezca queda asegurado por más de $ 500,00, cu­bl iendo únicamente unos trece pesos anua· les, tarifa que supera a la de cualquier com­pañía de seguro en las mismas condiciones. El ideal que persigue la Caja, es el de es­tablecer el Barrio del Maestro, con el ob­jeto de que esos beneméritos servidores, da­do lo reducido de su sueldo, puedan aten­der con más Yentaja a sus necesidades. RETAZOS Informe del doctor Tomás Cadavid Restrepo (Continuación) En mi concepto el proyecto sobr educa­ción pública atiende en líneas precisas y gPnE>rales a las nec sidades de la más im­portante rama de la admi.nistración: crea el Consejo Nacional y di pone que las asam­bleas constituyan en los departamentos jun­tas asesoras de la dirección de educación para que de acuerdo con aqu '1 trabaj u en el mismo sentido. Así, la reforma estará respaldada po1· una institución permanente que conserve la tradicióu por sobre lo s cambios con tantoes de la politic:a. demás: la inspección nacional, dependiente del Mi­nisterio, que obrará en armonía con los di­rectores de educación y los inspectores pro­vinciales. En la bri liante y maciza exposición d motivos con que la Misión Pedagógica ale­mana sustentó el "proyecto de ley orgánica de la instrucción pública" se encuentran es­tas razones que prueban la utilidad d€ la medida: "La creación de inspectores naCionales de instrucción . viene a llenar un vacio, seña­lado ya por el Congreso Peqagógico y por el Ministro del ramo, quien sometió al Con­greso de 1924 un proyecto de ley en tal sen­tido. En verdad, el Ministerio necesita man-tener en los departamentos un contacto di­recto, permanente y activo que le permita conocer y apreciar los progresos y las d n­ciencias, los rteseos y las necesidades regio­nales. Con ello, n lugar del frio y por lo común estéril, cambio de notas e instruc­ciones ent1 el Ministerio y las entidadns departamental s, viene a establecersE> una comunicación \erdaderamente fructuosa pa ra los intereses del ramo. Es entendido que los inspectores de que se habla no serán meros funcionarios administrativos, sino an­te todo, pedagogos y técnicos que por su actuación personal sean impulsores y coo­peradores." La inspección bien organizada desempeña un papel de primer orden: que los encarga­dos de ella sean hombres de estudio, de fuerza inicial y abnegados. A esos puestos se debe llegar por ascenso justo y gradual, no por merecimientos políticos ni por otro~-> motivos de orden personal. Los inspectores deben durar un lapso de dos o tres años en una misma zona, para que su labor sea fecunda. Una permanencia indefinida o vitalicia como lo anhelan los perezosos que se sienten felices en su feu­do por diez o más años al arrimo de los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 172 LA ACCION ESCOLAR protectores a quienes sirven sumisos, es del todo perjudicial y antipedagógica. El ins­pector es maestro de maestros; debe ser de carácter enérgico, prudente y patriota; que cuide por el progreso de la educación y no por su propia conveniencia. Corresponde a los inspectores nacionales y provinciales en asocio de los directore de educación, organizar los museos peda­gógicos, las escu~las de Yacaciones, y los cursos de perfeccionamiento para la forma­ción complementaria de los maestros. Si el Congreso aprueba el plan del señor Ministro, tál como se va esbozando, stá bien que sea al gobierno nacional a quien corresponda nombrar directamente los direc­tores de educación pública, sin previa terna de los gobernadores, aunque si en acuerdo con ellos. Cuanto a los mae. tros, el proyecto pro­pone medidas altamente favorables: un suel­do miniruo de $ 60 .00, muy uperior al prn­med ·o actual. El su~ldo dependerá de los m - recimientos y por tanto del puesto que ocH ­pe el maestro en el escalafón y no de la es­cuela que desempeñe; h-á aumentando gr·a ­dua1m nte y además el gobierno nacional queda fa ultado para decr·etar obre-suel ­do. a los maestros d lo campos, de lima!'! deletéreos y a los que se distingan por su comp~tencia y consa~ra ión. Trata lo refe­rente a p nsiones de jubilación y ordena qu el Consejo Nacional organice una caja obli gatoria de ocorros mutuos para el <'aH<> rle "enfermedad, in\ alidez, 'ejez o mtu•rtP a fin de que puedan gozar de mPdico y me­dicina. ~ratuitamente y en caso de inut ili­zarse para el trabajo ten~an una renta vi ­talicia además d~ su pensión de r tiro" . El día en que el gremio docente sea unn fuerza económica se habrá resuelto n ~ran parte el problema d~ su dignificación. Ya no se verá en el país ese tipo del mae::;tro deprimido por la pobreza y agobiado por la lucha en la escuela y en la sociedarl. Quien vive holgadamente está prepararlo para el bien. Santo Tomás de Aquino en­seña que para el ejercicio de la virtud s n~cesita de algún bienestar material. El maestro debe ser sociable, si quiere que la escuela sea un organismo social. El apático o misántropo no cumple su misión. Por lo tanto el estado está en la obligación de proporcionar al educador· los medios de coloca¡;se en un nivel de decencia. No es justo pretender que quien dedica corazón, brazo y mente al servicio público, reniegue de toda comodidad y mate las más nobles aspiraciones. Pose~n los organismos superiores unida­des vitales, como el glóbolo rojo, el cual pierde el núcleo sacrificando su función reproducti a para cumplir mejor el papel que le corresponde en la división del traba­jo, que es el de fijar y almacenar el ox í ­geno para darlo a los tejidos y células no~ bies. Así hay hombres de selección que, por practicar la virtud y cultivar la ciencia, des-precian el propio bienestar que podían adquirir por medio de sus e ·celentes doteH: es ésta una 'ida alumbrada por un ideal exc~l. o que subyuga y atrae a cuantos após­toles, dignos de la inmortalidad. Mas, esto e excepcional y no se puede pedir a todos los ciudadanos. Colombia es un pais pobre; no pued to­davía pa~ar debidamente a los set·vidorf's de la educa ión, pero sí es hora de que S(' prefiera la escuela a s rvicios diplomáticos inútiles, con que se remunera a los profe ­siona~ les de la política y a los audaces que viv n del t soro público y no de . n tra­bajo. Es alarmante 1 eriterio mercantil QH0 preside hac algunos años las actividades de la nación: se piensa que importa más para la prosperidad social un kilómel ro ct • carretera o de enrielado que una buena es­cuela; el trabajo intele tual se cotiza a ha­jo precio, de manera que se acepta sin re­paro qn un jornalero, un agricultor o Ull mecánico exijan salarios altos, pero no se admite que el hÓmbre intelectual reclame honorarios dignos. Efecto es este des quilibrio del concepto ilógico y mezquino que se tiene de lo prác·­tico: para los fenicios de hoy, es práct irn quien ara la tierra, planta un árbol~ traza una vía o construye un puente, y es espe­culativo e inútil el que razona, el que des­cubre una ley filosófica, escribe un libro. pulsa la lira o poetiza en el lienzo o en Pl mármol; en resumen, es práctico y por en­de merecedor de encomio, todo el que ,·ege­ta, nó el que piensa. ¿A dónde irá un pueblo en que !:o sólo no se cultiva el pensamiento, sino que se le Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA AC ION ESCOLAR 1'"') .... castiga? Léanse como nota final estos <.:on ­ooptos de John Dewey: "Y en efecto, el pensamiento es un guía absoluto que cuando es pobre e inculto, ejer­ce una misión torpemente destructiva. Asi como logra emanciparnos de la condición de automatismo movido al azar por instin­tos, pasiones y rutinas, de las misma ma nera nos expone a desaciertos que desper­dician nuestras energías más valiosas; <1 la vez que nos eleva por encima del nh el de las bestias, nos conduce a fracasos qu éstas no pueden sufrir. Bien claro se mue ~ tra, pues, la imperiosa necesidad de e~e e u 1- tivo que Locke en prudentes término~ a r on seja." Efecto del poco cultiYO de pensamien1 o t>-" el estado de confusión, casi de caos, n qtH' nos hallamos: no tenemos dirección fija n t en hacienda, ni en obras públicas, ni en educación. Como si el sentimiento fuga z y loco nos condujera al abismo. La inst ahil i dad enfet·miza que nos caract riza y <'l d0 sorden habitual en que nos moYemos así lo comprueban. Un hecho elocuente como muestra: se habla de practicismo; se el o gla a quienes lo encarecen, pe.·o nada se ha ce por llegar a él de manera racional : n" se acepta el trabajo manual en la escueta como procedimiento educativo; s descuida la enseñanza técnica; no se fomenta la r.om­plementaria y no existe en el país sun ie>n ­te número de escuelas ele agricultura, a 1 tiempo en que tenemos siete de det· echo y centenares de establecimientos de educación literaria ... El cuadm es sombrío, casi desolado r .. . "Los dirigentes de la educación púhl ic:t se esforzarán porque la escuela colombiana sea activa desde el triple punto de vista fi ­sico, intelectual y moral, y tenga un carác­ter de comunidad de trabajo en la cual ro­laboren padres, maestros y alumnos." Este artículo, al ser aprobado por el con greso, fijaría una orientación moderna } saludable a la educación colombiana. Acep taría asi el primer cuerpo legislath·o la norma de la educación por la acción que E'S la que está más acorde con la na tu raleza humana. La escuela verbalista instruye, no educa; da conocimientos, no habilidades; nu desarrolla todas las facultades ni prepara para la vida. Con mano maestra describe el doctor Mi­guel Jiménez López lo que es la educación pasiva. En verdad, como lo dice el autor, se "apar­taba al niño de la viva realidad. . . Arran­cado ·del medio familiar a los siete años, se le tenía, por siete horas cada día en un lu­gar cerrado por altos muros, oscuro, frío y severo, de donde el sol y el aire libre e:;­taban ausentes; sin árboles, ni flores, ni aguas corrientes en su interior, ni cielo ni praderas, ni montañas ante la vista. El l"i­gor y el castigo como normas; el silencio y la clausura como ambiente. El_ duro ban­co, uniforme pa1·a todas las edades; la po­sición, fatigosa y deformante en largas ho­ras de labor; la quietud, la tristeza y el temor; el castigo doloroso y humillante ... " ... Y todo ello, para qué? Para enseñarle, día tras día, reglas, precéptos y palabras. cu­yo fin jamás alcanzaban a adivinar esto!'> tiernos espíritus, a quienes la , ·ida, allá fuera , llamaba con sus mil 'oces, henclti­da de la más dulce sugestión para el alm:t infantil. " Pues, si en lo puramente mat rial. la e s· cuela era una clausura que aislaba al niño de la naturaleza viYieute, mayor era aún ese apartamiento por razón de la enseñanza que en ella . e le daba. Allí todo esta ha el o­minado por el signo, por la abst mcción, po ;· la palaht·a y el pr e pto. La Lectura . l:t Escritura, el Cálculo, la Gramática. la < ;1 1 grafía y la Historia eran jercicios , -e r ba les. simples tro?.os aprendidos ele memoria en un libro y recitados enseguida ant<' el maestro Jamás vino a la m nte ele aquella pedagoga que todos esos conocimientos han nacido de la observación directa d la~ en sas, y que de esa manera debe ensei'\a rsf· a los hombres; que el niño, en sus primeros años, es un sér que adquiere toda no< · iún por los sentidos y por la intuición inmediaia de los objetos; que su espíritu es t•efravl a ­rio a la noción abstracta; que el alimento intelectual para él son los aspectos reales y amenos de la naturaleza y de la vida; que el libro, sus reglas y definiciones son, en esa edad, letra muerta y motivo de fatiga; que es solamente con los ojos abiertos an­te la luz del universo y con las manos puestas en contacto con la materia como el niño aprende las primeras letras y la his­toria y las artes, las profesiones y las cien- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lí4 LA ACCION ESCOLAR cias. En una palabra, que educar a un sér humano no es hacer de él un autómata que recita su lección ante el maestro para des­pués recitarla en el examen, sino formar un hombre llamado a vivir entre los hombres y a realizar su personalidad en un mundo poblado de realidades. "Secuestrando, así, al niño de la vida na­tural, la vieja "educación" lo formaba y hacía de él un enfermo del cuerpo y del espíritu. "(Y pensar que este pasado, muerto hace largo tiempo en casi todos los países, es aún, en ciertas latitudes, un doloroso presen- ' te ... )." Los principios básicos de la escuela acti­va son antiguos; su aplicación €S moderna. X ·ihil est in intelectu quocl prius non tu c­rit in sensu, es apotegma escolástico que ex­plica la razón filosófica de los métodos que tienen po1· fin dar un desarrollo integral , comenzando por la educación sensorial. D e­licadas antenas son los sentidos qu e se hun­den en la naturaleza en busca de leme n t o s para la educaeión. "Hubo, dice el P, Ruiz Amado, sistemas pedagógicos que creían poder educar po1· me­dio de la comunicación de la verdad, conte­nida en determinados textos o auto1·es cléí ­Ricos en cada materia ; otros pensaban qu e bastaba añadir la intuición de los objetos sensibles. Felizment€ ha predominado en la pedagogía mode rna el principio el la f'. (/ 11- ('r tción por la acción." La pedagogía es ciencia e _· p e rim e ntal y en consecuencia se renueva y progre s a a 1 par de la medicina y de las otras ciencia !-; naturales. El niño es el sol que sirve d e e ntro de estudio al pedagogo; en torno de ese amable sér se mueve el plan educador, en el cual deben intervenir el sacerdote, (' l médico y el maestro. Oponerse a la reno,·ación d la pedago­gía, es desconocer a é sta s u ca1·á ·te1 · cientí­fico. El Pontífice actual, Yarón sabio qu ha Yivido para la investigación y que sabe que la Iglesia impulsa y bendioe la civiliza­(' ión verdadera, esto es aquella que recono­ce y adora a Dios, ha escrito la última pa­labra en punto de educación. "A la verdad, enseña el Padre anto, nun­ca como en los tiempos presentes se ha ha­blado tanto de educación: por esto se multi­plican los maestros de nuevas teorias pe-dagógicas. se inventan, proponen y discu­ten métodos y medios, no sólo para facili­tar, sino para crear una educación nueva m.u de los tilos, Insólitas palabras. " la j?·entP. Se hn llm·on ojos n urros. i 111 nuH¡u ilos Prwpadeos dr' róh'l o ilzfZ.am,•tdtt: Y. ]JOr 1wanos. dos [Jfi/Tirts ar• t1 il'z filos. e dP .S'fln{Jrt' 1Jrot() clr' su ubra (/(la GaTganta. y por S/t . .,. pcílida.'> mejillas /,u miraron r·o1-rer. utroprllada. Prro til. te pn• ·ent{Js rle puntill(Js. lJIIPtw madre, .11 con 'I'OZ llrnninadont, • ~epe1~as las airadas jirredllas \ lPs ordf'JHlS: ·'¡Har'ict f'l lf'f'llo o/itJr•t!'' I T r~us sombras los r·ircuyrn. J>rur·t•siones Ve fantcunnas. el lu1Jio si{liloso. J>orecian surgir rlf> Tus rin('(mr•s. Y fuP de oinw r•l lá11guido sollozo ('rf'CPr l;ajo r.l imprno dr rtl{lO o ·r uro <)ue ooloba Pntrr lóbrPy() n·poso. Volviéromw los dos con insrgu ro Jlo?•üniento. y entramlJos corazones .'r rsruc7z>(trO?I T.atir ron ritm.o puro. Llf'ga. ('llal sobrr· manto rlt• 1'('1/ol/(·s. La nwd rr-t1·.as la )Jal?ll•ll sonrosad(/, T.~a luz-a rr.mintr o sus l('Oncs. Contbnpla.los absorta: en a prelada Red de oQ.brazos se rstrerlwn dulremf'nft'. Dllenne11 rnnbos, el ala reple.vacla. }:. rlln los lwsa con a m-or rientr. III ¡Hombres!. P/1 cuestra. irus rlt' trlino.~ Pensacl en el misterio pcu;oroso Que am:arga ·vuestros míseros desti110S; Pensad en el silencio teneb1·oso (JuP S'Obrevive al gTito delinmte, Y, de la guerra, al hnpetu furioso. ¡ HornbTes, paz! En la tierra vacilante Enonne es el ?nisterio. y sólo atina El que brinda su amor al semejante. í Pa.z, hennumos! r..~a mano qur> se in· [Cli?W T,arde o tentprano a ucltriciar, desanne el gesto aiTado, la pasión dañina, A fin de q'lt e la ca lnta SP derra:m e Por nuestra faz. cuundo sin ser oidu Se ucer-q'lte. sin que nadie nos la llam~. L .a Muerte con su lámpara r'ncenrlirla! Guillermo Valencia DOCE DE OCTUBRE El cuos del olviclo se CP-Tnía tri u nJantc Robrr• pampas enormes 11 sell''tS secula1 es; A sus lados rugban impetuosos los mares O llorrn ía11 eallarlos sobrr rl limo rts/ixiunU·. En s1~s r:wm pos rl u rito del renr·or m urlws [?Jcees Resonó, y de la tierra lcJ ¡n olifi('(t cntnu1a Jt'ec.:umlose ttl impulso rlr la illdígcnu zaFw Q1te pagolP a In mw•r1r' ·1~ trilmto con ct·ece.r Y la Fauruz. Pnton.abu si11 ' , · 01· ,,u con­l ciert u, Y en los campos que Plo1·a r•.rultó ron &HS [galas ltJ/r rcn¡,t.ar dt• los picos y el batir d< las alr asegurar, rotundamente, al otro día, que era el sacristán, y no el canto•·. quien había tenido un altercado con el Juez municipal. a la salida del rosario ..... Alguna decepción amoro.sa cuand() conta­ba 43 años,le hizo tornarse un frasco de láudano ... ; aguantó hambres terrihle·s; la gripa y la pulmonía pasaron sob1·e ella y tuvieron que huir aYer?:onzadas ... Nada! No murió doña Ursula! Tenía 93 años. Un día salió a las afu ras de la población con Pascualita, n hija, por­que se me olvidaba ya contarles ,doña Ur­sula tenía también una hija, garrida don­cella que por este tiempo frisaba en los 69 años bien vivi dos. Hablaron de muchas cosas. T•Jl !-;O} caía tibio y moribundo . ob1·e lo. matorrales y faldas que se ext ndían hacia el ori nte . ._ 'a­lieron hasta un alto., descansa1·on nn rato y empt ndieron el regre, o hacia el pueblo. Al llegar a cierto punto d 1 camino di­jo Pascuala: allá está el al ald sentado al pie del caucho de la plaza..... y está miran­rando a la telegrafista que está parada en la vuerta de la oficina. Como vé, Pascuala no se parecía a la madre en eso de verlo todo.. Doña Ursula enfiló sus turbios ojos y di­jo: no es el alcalde; es Roberto .M.Sndez. -No señora, mire bien y \'eni que es el Alcalde. -Pero no seas terca, qu yo conozco bien a Roberto. -SI sefiora, pero no ve que se distingue bien la ruana a cuadros del alcalde, y ade­más la telegrafista no tien por qué hacer le caso a Roberto Méndez. -Que es Roberto. -Que es el alcalde ... Do.fia Ursula trovezó al ganar una curnt del C'amino y violentamente cayó de cabe­za en un zanjón erizado de piedras graníli- • cas. . . De su frente brotó un torrente ele sangre. La masa encefálica rebotó de f'ntre su cráneo ... Pascuala corrió. Doña U1·sula hacía sefia~ deseperadamente: acaso no quiere morir sin confesión, o espera la dulzura de la Yi ­da vor medio de la ciecia médica. Qué le pasó mamá, qué tiene? preguntó azogada :Pascuala. Le llamo al Sr. Cura? Que eres una terca, moduló doña Ursula; te aseguro que es Roberto Méndez; mira que ... tiene una zurriaga en la mano ... Y e­rrando los ojos terminó su fecunda y no­ble existencia. CE):ó.· DÍ.\Z QL n r:no. IIU. IIIII. UIIi. lll ll.lllll.lllll . lllll . li:!, . lllll. lllh. IIIII. IUII. IIII1• 111 • 1111 • 1 DU . .- tXGEJ, JJ ,\N/_\ . . l YBZ. fra. y puso en sus manos el siguiente mensaje: "Excel ntisimo Señor: Vien la Asocia ión de Maestros y Profe­soJ ·es a la cual pertenf'ce casi todo el gre­mio docente ele Bogotá y g¡·an part de nn­dinamarca, a presentaros cordial y respe­tuoso saludo con o asión de 'uestra exalta­• ión al solio presidenciaL A raíz de tan fausto acontecimiento qui­simos hacerlo, pero dificultades del momen­to bien <'onocidas de vuestra ex elencia frus­traron e te justo anhelo. Vuestras de ·laracione. referentes al 1 a­mo de Instrucción Pública, al cual como -. erdadero hombre d Estado dais la aten ,..ión preferent que m .1·e e, han ahiert o a :ns Institutor . de olombm vasti. imm; llo­J w.(Jntes y hecho renace1 en ellos la~ má~ nalagüeñas esperanzas de regen ra<'ión y reforma sanamente ent ndiflas, esperanzas qtte, dadas vu stras dot s d Gobi rno y las de los egregios eolaboraclores que habeis escogido, se convertirán en realidades para el bien de Colombia. Nosotros, soldados de vanguardia c1 1 gran ejército civilizador del Pueblo colombiano, 'erdaderos zapadores del prooTeso, vonrlre­mos con entusiasmo jubiloso nuestras mo­destas capacidades y todas nuestras ener­gías, •al servicio de Ja Patria y a las órde­nes de un Gobierno que, estamos seguros, sabrá conducirnos tinosamente dentro de las normas constitucionales, por el camino d realizaciones efectivas, a la meta soñada de todos nuestros anhelos: el mejoramiento moral, intelectual social, y económico d<' nuestro gremio y, por medio de él, a una cultura no inferior a la de otros países más a anzados que el nuestro, pa1·a el pue­blo colombiano, a qui n ha cabido n sue¡·­te un gobernante de las capacidartes, recti­tud de miJ·as y espíritu progresista qne distingue a vuestra excelencia. Nosotros esperamos, Excelentísimo .Señor, que ya directamente, ya por medio <.le \'11('.-.­tros colabo1·adores, hagáis ele manera qu<' el versonal de maestros y maestras en to­da la Repíblica sea sf'leccionado de acue•·­do con sus cavacidades, grado de cultura, ho­ja de senricios, y no po¡· intrigas y mó\ i­le¡:; politicos que deben !:'er del todo ajenoR a quienes se ocupan en la noble misión de Educar. Nosotros esperamos que ,-uestra Excelen­cia intervenga para que l personal ele Im;­pectores de Cund inamarve se escoja ent ¡·e lo más aptos, entre lo!; más honorables, entre los más meritorios, justos y ecuáni­m~ es de los maestros, para que dejen esos puestos de ser en adelante prebenda ambi­cionada de quienes sólo pueden e . hibi r <'O­mo título para aspirar a f'llos, la adulación, la intriga inconfesable, el incondicionalismo desdoro o, o bien las maneras toscas e in­cultas de que h1acen alarde al tratar con maestras y maestros a quienes jamá¡:; Rt> atiende ni e da oídos n las alta¡:; esferaH oficiales en us justas qu jas sino por ·on­du to d 1 In pector, qu l'i juez y parte. Se ha dicho, Excelentísimo eñor, .POI' person•as ajenas al g¡·emio y po1· pedagogos improvisados que han surgido de la noche a la mañana, que en Colombia no hay maes­tros, que igno1·amos por comvleto los méto­dos moderno y que n nne tras escuela~ no hay nada <.J.Ue mere"'ca la pena de se1· conservado ni que signifique un paso ade­lante en las vias del progreso. Nuestros gratuitos <'ensores, Excelentísi­mo Sefior, no conocen nuestras escuelas, no han pasado vor los claustros de una Escue­la Normal, y engreídos con métodos falsa­mente llamados modernos y que ellos mis­mos no comprenden ni han practicado, nos arrojan al rostro el calificativo de ignoran­tes, sin tener en cuenta que hemos estudia­do en establecimientos facultados para ex­pedirnos un título de profesionales y qu más que el diploma que nos acredita como maestros comvetentes, podemos exhibir ge- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 180 LA ACCION ESCOLAR neraciones de n1no form'adas concienzuda­mente, si nó según nuestros anhelos e idea­les, si dentro de los moldes que el Gohif>! ·­no, con sus planes obligatorios, nos ha t m ­zado, y de acuerdo con los modestísimo. re­eursos que se han destinado siemp1·e a la Instrucción pública en un Ministerio por- t- 1 cual son muy raros los hombres competen­tes que han pasado, y en el cual se ati(:'H­de más a los problemas sanitarios y l 25 de septiernbre, tomamiOs C'l sig·uientf' re­corte que nos envía 8ll mttor. uno d lus colegas que integraban la . Excursión qat> nos visitó Tccientem.ente. en cuyas ideas nos sentimos hPnnanados. Confederación nacional de Maestros Parece llegada la hora en que los mae~­tros de escuela se den cuenta de que nadie tiene tánta neceesidad como ellos de llev~n a cabo un movimiento de concentración al ­rededor de la escuela primaria, para colo­carlo definitivamente en el lugar que le co­rresponde como primer factor en el des­arrollo integt•al de la nación. El estado a• :­tual de la escuela primaria colombiana ex i­ge imperativamente de los maestros un enér­gico movimiento que la haga salil del re­manso en que la indifirenci'a social y la actitud incomprensiva de los gobiernos, In han mantenido hasta ahora. Para llevar a cabo con éxito este empe· ño, al cu'al alioRas unidades del magiste­rio vienen consagrando todas sus nendas, se hace indispensable una estt·echa (m iún entre todos los elementos que tiene bajn su responsabilidad los destinos de la e::;('ne­la. y que directamente confrontan loR pJ o ­blemas múltiples de l'a educación primaria, en su diaria labor de abrir paso por sen das de bienestar y progreso a la nHPY~ s gene1•aciones cuya suerte pende de la ac r ­tada dirección que fSstos impriman a su ~ ~ ·· tuación escolar. Corresponde, pues, a lo actuale~ im~titu­tores, si es que realmente están inter .·a dos en hacer obra de mérito, sentar la ba ­ses de la confederación nacional de maes­tros, organización sin la cual es casi impo­sible la realización de un programa t ra¡.;­cendental que apasione a los deYot.os de la educación popular, transforme en acti­vos soldados a los timidos y a los pusilá­nimes, y gane para la causa de ex'altar la escuela, a tántos elementos de valla que ayer no más formaban en nuestras filas, iluminados por el ideal de h'acer patria grande y digna, a la cabeza de sus legio­nes infantiles. Hoy, más que nunca, el maestro de escue­la primaria, el verdadero maestro debe er­guirse con la •autoridad que le da la im- , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 181 portancia de su misión para llevar a la conciencia de los pueblos la urgencia de hacer un cambio de frente y encararse bra­vamente ·al problema de la educación po­pular, quieran o no los qu~ por mandato de la ley debieran emplear su talento, su :po · sición social, su prestigio, en salvar de la ruina económica y moral a l'a nación co­lombiana. Hasta la saciedad está demostrado qut' cuanto las entidades oficiales y particula­res, r~alicen sobre la base insegura I)UP oft·ece un pueblo ignor•ante, empobrecido fí ­sica y moralmente, z"s absolutamente nulo y aun contraproducente. Que lo diga . i no el panorama que nos ofrece la república, después de cerca de :->eis lustros de pa¿, al cabo de los cuales el pueblo tenia, (hoy no~ redime l'a esperanza), frente a sí el espec­tro del hambre en las ciudades, el <.lt> la desolación en los campos, el desconciürto en todas las esferas sociales, el frío de uu vencimiento prematuro, tan doloroso como inmerecido, y que hace penoso contraste con la virilidad ardiente, propia de un pm~hlo joven, dueño y señor de un territorio :privi­legiado, aureolado por gloriosas tradiciones y a quien todos los países del continente ronsideran digno émulo en las lucha~ por la civilización. Y todo por haber olvidado hacer patria, ducando a las nu 'a!'; genP­raciones en consonancia con loR altos n­nes que en las demás a<' ivi<.lades . e PNSl'­guian ; y la escuela se venga de este ol\ i­do, dejando al descubierto la incapacidarl general en que nos hallamos, para aft·ontar con probabilidades de éxito la delicada s i­tuación en que un vértigo momentáneo tl e progreso nos ha colocado . Hoy que. por doquiera renace la esperan· za, y todos se apt·estan ·a llevar a cabo nn nuevo esfuerzo en pro del equilibl'io nacio· nal, es necesario que los maestros de escue la constituyan una fuerza única que cool)e­re de manera eficaz a este equilibrio y lP ­vante la escuela primaria al nivel que le corresponde según la trascendencia de sus finalidades. Al obrar así, sólo harán lo que van realizando los agricultores, comer­ciantes, industriales, obreros, empleados, pa· ra afrontar la lucha sin cuartel que se ave­cina, y en la cual habremos de triunfar por decoro en nuestro carácter de colombianos. i este movimiento profundamente demo-crático justo y esencialmente patriótico, no se r~aliza en un futuro cercano. la escue­la seguirá empobreciendo las fuentes de vi­da que fecundan el suelo de l'a patria. No es, pues, de gusto, no de conveniencia persn· nal, y menos aún por espíritu de imitación, la actitud de solidaridad que debe asumir el magisterio colombiano en favor de la es­cuela primaria; es un deber categórico que impone la patria en la hora presente, n cuantos hemos jurado cumplir la misión de educar a la niñez en forma eficiente, co­mo correspond ea las necesidades d~l país. La confederación nacional de maestros tiene un programa muy amplio que desann­llar, cuyo enunciado basta para exalta,. el entusiasmo aún de los más fríos, y cuya re­alización ofrecerá las más bellas oportuni­dades a cuantos quieran servir con efica­cia y noble interés a la más patriótica de las cansas. La confederación nacional de maestro, tiene ante sí, entre otras importantes fina­lidades: hacer del magisterio una Yerdade­ra canera profesional; constituir la C'ajél de ahqnos nacional, por medio de depósi- 1 os mensuales de todos . us miembros, Pn nno de los bancos de la república; fundat· la casa del maestro en la capitales de Jos departamentos; realizar el intercambio de mae stros ntre las di\ 1'. as secciones rieL pais, y entre éste y las naciones amigas; lle' ar a cabo reuniones periódicas de congre­so. de maestros primario-R, en los cuales se fijen nueYos rumbos a la escuela, se ntlga­ricen principios y prácticas que la coloquen en capacidad de sen ir eficar.mente los inte­reses de la niñez colombiana; colocar la escuela y sus miembros, en r.onas perfecta · mente n~utrales, lejos de todo ajetreo de po­Htica partidarista; combatir, en lucha sin cuartel, la explotación infantil, que hoy ex­tiende sus tentáculos tanto en los grande<; centros urbanos como en las regiones agrí­colas, en donde el niño -es mirado con ojos de un egoísmo inaudito, y apreciado por lo que sus débiles fuerzas alcanzan a pro­ducir; velar por el fiel cum:plimiertto de las disposiciones higiénicas, cuyo olYidn diezma la infancia y engendra miles de in­dividuos incapaces para la lucha por la 'i· da, que hoy como nunca se hace a base el ' energia fisica · ensanchar los planos de 1<~ actividad infantil, trabajando por el esta- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 182 LA ACCION ESCOLAR blecimiento de escuelas de artes y oficioE: . y por la transformación de nuestra inei piente escuela rural, llamada a redimit· . t los labriegos de la postrttción en que ~ e hallan. Quiera Dio que este fervoroso llamamierl­to que hacemos a los cuatro vie ntos d e 1:>. república, encuentre f a v orable acogida e n el magisterio, y haga surgir en cada pech ') el propósito firm-e de no cejar hasta tan t o que la confere1·ación nacional de maestros . sea una bella realidad. Jos(: V . P1hn:z. DE NUESTRA CORRESPONDENCIA J/ Í 11 i.•.;f (' J'ÍO .r/ (' f~'r/ IINtr·ÍÓII _\ . ru·ÍOJ/ It/ Hoqot.á. or· f, ,tbr<' 8 rh !.9:-JO /'{, •, f)n. ('e· IIÓJ/ /)Írr z (¡jur' t' e r/o~ L. ( '_ 1!-... -timodo se·ñor: TI rm 1 /. e yar/.o '·'' 111 i. · JJ/fNI o. · 1 o. · 11 tÍ'" r'- 7'0·· d P l ..&\ ... or 7os infr> r (' sr' s d elmr :­yi. · t p 1·io. .JI e r ·OJJI "l"r·e 80ÚN:!J JJl tt:JI·r'l'fl t'(' l' r ·/JII/ 0 <' /. _f/J'(' tllio -rlor· rJ. 11f e dr' e. ·to ea¡Jif(ll~ lno .. - r·a r·oJI e fir ·r((·io lo.· nwrlio"' d e ,r.;o1idff ­riZ•' fJ '-'w,· ·r·lt(tlldo <' 1 moyi.<;fr•ri-o rh ( ' o lom!bür -"i ert luto (ll e r ;;· rt <' r·oiiÓJJiir· (l. /r' n drrí todo r~ l I'ÍffOI' .-or·i({l r¡ll r' JJI ·t n ,.,, Lrt unión dr' lo.· m rt r· slro .· e s útil. , " Jl (> (•(>,"(fl'ia, ('.'; lll!,(j(J/!r· - ro 1/l (' j)(' J' IJ ' '/ f} f pJir·lta r?.ns (1/ 1 i e iJI.j)() qu r' fo,·m ¡t/o 111 i.v t•oi·O-" JJOJ ' ,,¡ , ~.1· ito f e liz rl e r> sa noble i·n.~ - 1 it11r'ifn1. · Jlur·ho 1r o,r¡l'udr·2 NJ l rt-· JHt1o iJI rts ~· lo ­;¡ io. ·rJ . ., COJI r¡nc lll< /¡({ holil(ldo r · JI e l últim.o JuÍmr' rO d e 1(1 nl'islu. y lrt J·r ­pl'o ·lllu·ión que allí inir·iu d e mi 1 n ­form e ol .·e ño1 · Jfini. :fro d e l~'r11fr·w · ir)ll Quienr, Di·os que j)/l e-do :-wr útil ul m a r¡i . • Ü ' 1' ÍO r·oÜJ m h i {/ 11 o . he 11.<-:te d rnuy rl/ ('· nfo ·'W(/Ili'O sr' n·irlor, Tomá.· Cada ,, id H(:':tn'po LA ESC1 ELA ~OH.\L\L y la .l.'-íor·ior·ión de Ji ae:.;t,·os y Prof(',· O­J'e.- d e r'olombirt ( mno e · ,- de Colo111bia, o lo qtl<' nlle detil' Pl L STlTl. TO Pt:iM.nÓOH'O pa ­ra , ·arones , así .· e PlH.'lh' ntre funC'ionan ­do en un ,·etn . to ca:f'J'Ón. de. tJU110lH'<'Jclo.-, did;\11 los Hijo.- dt La Salle. a lo. fnt tn·o.-; utae tro: las genent ­<.: ione . ya fol'lnada ' ptt den psta1· ttfct ­no:, como que iienPn PxponPntP.:.; n Lt 1nan ra de nn .Jos<' E u tneio H i YPl'a, . que no lW<·e .::;ltamo: pondPrar; dC' 1111 .Jorge Bu nclía, <[lte ncalm eh' s Pl' dt> ­s ignado por ( l Gobie1·no , .. aC'iona L con v rdndc1·o a<.:ierto. p<:nn 1 >ir 'dor dl' Educación Pn ... a riño. : tt patTin c·h i ­<' H; y de otro: tanto~ qttt>. de lo · que m á.- valen ch•nt1·o d 'l profesorado colotnbiano. tnnt o Pn lo, C'stableeimiento: de Pn:-;eñanza . ·e un ­daría ·muo el fi.im na.·io :JI or/PJ .. no otros de .· u gtSnero, como n el ran1<> prinn1rio dP todo C'l pab. La '· ~\ ·ociación de -'laP. tros \' Pn> ­fe. ore ele Colontbia ", que :e uf;uw lr hac 1' ju. ti cía ca la vez que. pued , t~. ·­cogió est establecinliento, no :npe1·acl > ha ta ahora por ninguno de su im i ­lare entre no oh'o , para abrir un {'u,·.·o {'onvplen·wntario para sns socios de la Capitnl d la República. con el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 183 concur o ab oluta1nente gratuito del R verendo Hennano Enrique .Jo <-. Di­rector el l E tablecimiento, 1 el n1u Y eficaz, por lo experto, del Rt>Yerendo Hermano Gastón )laría, que une a la lnunildad del .·abio, la Yirtud : dt>l H.anw, s dr· Colombia·. ' ' r¡uc · pedenn·emo.·. lw .· ido .· ir- m¡JJ ·r· <'1 df' pro¡;endPI' ¡w,· d nu )o¡·amÍ<)IIIo i1dt ­lef'lurd rh .·11. afili(ldo.·. ( 'oJI.·u·lt< Jl.lr r·on ello, edita rl{'. ·de lfU.J .. L.\ .\c<'rÓx E,s('OLAH··. ~ue e.· si( r),·r¡rtJI(); tif'll(' ' '·"­tab7n ·id(/ tmtrl Hibl iolt' c(l, i ¡utu.y¡u ·r¡d(/ d e m (1:/l.P ¡'(1 xolf' lllt11 Í:·;i /Ji (( tf/ f' 8t/ f ' ('/ 111 Í. ' 111 O a:lw que ur·abrnn•o.r; d·r) r·itar, y en r·l }JJ'e ·e'flfe ha p.·tudo doJido /o. · JHitiOS r·orudur: 11 1<' para 1a jlf llr!(((·ÍÓ II rlr.~ u 11 CRNTRO JH: I·~HTCDlOH. JI oy terwmo. la vrola (·orn,vlacenr /rt de r-omu ·nico,· al 1'. fnsp('r't o' ·~ r¡ue lu~­m• o.· l.ogrado p.·te r1.1ue.·tJ·o fen. iente an­h e l.o. g1·ar·ia8 a 71Cl noble coo JN rrtrián. patriótica y de ·i?dPre,'lfda dP I'Prdad. rlP lo· Reverenl(lo.· TI p¡·mo1nos de 1tt.· P,~.-r·uela.· (Yristiwrw.<.; r¡ue. de mrt'JI(''/'(f acertadla. como nadie -ha lo.r¡rado dr-s­mentirlo r·011 JJJ"Uebas JJalmariu.·, ha'''· ? p,niibo dirigie1?Jdo e ·e ,:e11dadero sem.i­nJtrio dr' mae ·tt·o.· que (' 8 1a ··I~. ctw1a Xon11al Central de In . titutor~ · ", d e e.·- ta. capital. mal que le .· pe.··e Ct quien1··· quísie1·on que 'a ·í no fueru, para pod.er . ali1· air-í.~o.· al hare1· •afínnacione.· ·ro­turnda, · (:'.11 r·ontnn·io. si11 ad1u.: i1· las pruebas. 17 Pdo lo rlecin1o:-;, pw·u ::s.iy·nificarlc al Sr. In. pecfo¡· r¡ue. rlmi'mados pot• 1t n naciomali. 1nlo bien '' lifetlrlido y del (fUI(Il dP.ben harer· qala lo· nwr",' fJ·o.· de e ·ouP- 1a, 110 de ·.e peJ'(mW:-; toda7'Í·r' de ad.qui­¡ ·iri 11/uesh·o pP1'feccionumie11fO en n'lu' :-;­tra8 JYI'O.VÜ.f.· f'I,U'11fr~ ..... trm.fo nufs. r·ur/í./1- to que ff('((f'?·r·Í(tJtbO.'>. e/ ('1/.'íiWfbO dr-' IMlfff Peda,qo,qía rarial. e11 lo posible. 1o quP no 11o0s irnp~de e. -ten· acoNl(Js con r i.Pt'fu tenni•narnte decla¡ ·ació11 que .·obrP na­f" Í<>na.li.·mw ·¡1.(), · hirie/'(1 "'' talenfr()Mf iu ­rentud que 110 hd mur·ho honró ron· 8ll pJ·p.encia 1{1 rm·teut dt) 1/l{e.·tro ~1/hli.·­tn ·io. C'onvuniC:(WIOts pu e.~.; al 1".r. 1 n.·pector. q'U.e hem o.· d etn·m inado .<,•acrifirrn· rtl­fj'U'II. ftS rfp J/Ue.·fru.· lzo¡ ·r¡s rfl.e dP.o.;('(JJ/.·O, r·ou r-~1 ob.?ero de no dl'80I'f/{f.ni.~a ,. lllt f.·­ft ·w· es(' UPkts. como e8 o.b wio .·11 pollr' r IJIU' hab-r'ia de ,_·ucPdr>r .. ; lo ldcirnono.· dellfi'O df'l lfc' lllj)O ('()Ji8(1(JJ'tldO fl 11/fe.·­/ ¡•as obli!.r;arione:-; o jiri({le.·. JHO'a tomar un ('u¡•, o (:omplt' JnPI!forio r"ll la h'.·c•/1('­/. a .\ orm.a1 rr>.,lfrrd rle 1 nstitufOI'r's , so­brt' PPdaqoqí•a r' ll yr~ nentl, y .·obn' J> ·i­r ·olo.r;í.a ('d'perimnlfrtl (' 71 prtrfir:ulru ·. r' . ·­pedolidad esta que teÓr"Ü'a !J ¡)t'ríct iNI­m. ellf·e sr' lw N~ nido dirf(J'ndo ¡Jo1 · UJI t'r'rd~odet 'O tfunif'O .e11 /.a matr~ rirr. '' /o .· ((bU mm o.'>. nwe8fJ·o.· riel JnP1'1r·i.xJnad o Plan ­fP1. desde ctn(·O aito.'< rdrá.'i rd r¡ltr· r·1fr­< atno.·. i11 ot,·o partir·lfltn-_ uprot'eduww.· 1ft opol'frumidad d e r;Nmp1il· co n (•.·to dr>fr ­n-! nril(.t pan1. ron el. A ',.. lnspef'foJ·. prn·(l. ,·er>e.ti'i"rr •o,r.; sus muy atento.· y .·r>l!f?tJ'O-'< :se 1'1 id m· e · 1 .Jorge AurPlio Celi:-,, ~antiago Ilur­tado d l\fendoza, .J os6 'T icent~ Ga J'­zón, Filiberto B rnal, C nón Días Quevedo, Miguel Flórez, Aminta I. .A . .\fanador A., H rsilia González S .. ~1aría de Torre., Paulina Rincón, D~­, ideria ~!orales. Ro. a E. ) · ndoza, María Amelía D., d la Peña Carn1en Rosa de Vá quez, Lucrecia Bernrúd z R., Em1na O:orio L., L. lHalwl Co­rreal R .. Carmen Gonzá1ez S .. Bú.r- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 184 LA ACCION ESCOLAR bara Rodríguez R., I •tbel Dueña.' O .. Inés Smith Roa, .Tnstiniano Yilla lo ­lobos R. María J. ~I. de Garcín, Y. S. Reina Aureho E.pin 1 G., ,Jos(> María González, )faría Cifnentes C .. María del C. C. de Sánchez. ~\.na Clara Medina A .. l\I. Hoberto T~llez . • Julia Afanador de Cuen·o, :\Iaría Eli ­sa Roja C .. ~\.na L onor Gaitán, In(>. · Cordovez D., ~\.na F. Osorio. ::\Iaría Elvira Garrirlo R .. g, te1· (-}. ,. <1€ Ro ­ja.,,. omo.o.; de/1 'r. /¡¡ .-pe(·tor. muy oft'll­to~ .1/ 8B[JU 1'08 ,·f>t·t•idOt'e8, Po1· la " \.socia('ión lioritrt .11 . r. 11 tr.-.tlnapoimo. Recibi­mos el 'alo1· de lrN·iadísimo amigo Rafael Urueña R., agente de nuestra revista en el Fresno, agradecemos en todo lo que vale su gran entusiasmo en pro de nuestros idea­les. El señor Uruetia es un maestro distin-guido que auque hoy se dedica a labores ajenas al magisterio, no ha olvidado que en aquella profesión supo ser un ,-erdadero apóstol y un noble ciudadano. ROMULO ROZO Tal vez no sea bastante conocido entre nosotros el célebre a1·tista Rómulo Rozo, orgullo de nuestra raza, nuevo astro que ilumina el cielo de la Patria. Aparece en Bananqui1la; halla estrechos los horizontes de Colombia para sus inquie­tudes es pi l'ituales, para sus sueños de ar­tista; 'uela hacia Pal'is, cuna del arte, ciudad de la elegancia y la alegria. En la ieja capital de Francia comienza pal'a el joven escultor el camino del Calvario; la pobreza, el abandono, las pl'i\ aciones, 1 desdén y hasta el desprecio hi ren su co· razón, y le brindan horas muy amargas, ho­ras sin consuelo, lejos d1e la familia y de la Patria; pero esas amarguras templan su voluntad y encienden su orgullo; pudo· de las almas dignas que sienten su propia grandeza y comprenden que toda ascención es dolorosa . Ab'andona Rozo a Pa ds, y s di rige a Madrid en busca de mejor nerl ; en Jo~ talleres del gran arlist a i torio Macho, encuentra el joven colombiano acogida bon­dadosa, trato familiar, trabajo bien remu· nerado, estimulo y ambiente propicio para el vuelo de su inspiración. Su penuria económica se ·onvierte a gol pes de voluntad, mejor dicho de tenacidad. que es el más rico tesoro de los deshered~­dos, en grandiosa riqueza es pi ritual QUe ro­bustece su fe empalideeida . Poco después torna a Paris, resuelto a desafiar el destino incierto que persigue a los artistas; singular orgullo patriótico le obsesiona; rechaza las fuentes conocidas, las escuelas clásicas, las modalidades del renacimiento, y cuantas normas trazaron los pueblos cultos de Europa, P'ara crear una escuela artística aborigen, esplendoro­so renacimiento del arte nacional precolom­biano. Del granito, del mármol, de la tierra en­durecida, modela Rozo aquellos mitos indí­genas; de sus manos infatigables, de su cincel mágico, surgen dioses mitológicos que fueron venerados en los templos chib­chas, ricos santuarios de ese pueblo inteli­gente y laborioso, que habitó por muchos siglos nuestras cumbres andinas. Rozo ha triunfado; en los salones del circulo París-A m e¡·ique-Lat in e, ha obtenido ruidoso éxito; en la Exposición de Artes Decora.tivas. de la mism'a ciudad, se le pre­mia con medalla de plata, y se le distingue con mención honorifica en el k'alón de ,1 r­tista:.; Franceses. El Gobierno de Colombia lo comisionó para decorar su Pabellón en la Exposición Ibero-tamericana de evilla, y su labor fue un derroche de acierto y de gracia . Rómulo Rozo posee las más claras ir­tudes; surgió con el esfuerzo propio, y en la aurora de la ida ya es una gloria para la Patria; sacerdote del arte, su vida tiene mucha semejanza con la de ese otro solda­do del ideal, Roberto Pizano, perdido para la patria, para el at·te y para la gloria, cuando las victorias de su ~nio inmortali­zaban su nombre y su recuerdo. A. EsPI 1-; 1.. ACLARACION En el articulo titulado lJeopolclo Bordo RoZdán, publicado en nuestra pasada edición, por una omisión de imprenta, apareció es­ta frase: "Tal nombramiento responde a una necesidad del momento histórico que vivimos, es una garantia para los que no. disgustamos cuando ofmos decir que hay maestros malos, absurdos ..... " Debió deci •· asl en la parte pertinente: "Es una garan­tía para los que no nos disgustarnos cuan­do oímos decir que hay maestros malos, absurdos .... " Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 186 LA ACCION ESCOLAR Uoa Audiencia en Palacio No en peregrinación de mendicantes, n t en éxodo de mercaderes que corren tras Pl lucro, sino en cumplimiento de un deber d t• ciudadanos, un gran número de miembro. · de la " Asociación de Jia estros u Protesorf• s•· . concurrieron al Palacio de la Carrera, e l ci i:t 16 del presente mes. Un deber de cortesía para con el Jeff' d <>l Estado, que es Presidente Honorario de la "Asociación". y el deseo de hacer ostensiblf' ante aquel, las aspiraciones del Magisterio. fueron los motivos de aquella visita. El Presidente de nuestra Asociación, ' 1·. Jorge Aurelio Celis, leyó un mensaje que condensa las aspiraciones de los que reco­nemos el dulce y tormentoso sendero de la Educación Pública. El Sr. Nicolás de Cay­zedo encargado de la Caja de Préstamos, Ju­bilaciones y Segu1·os para Maestros e Insti­tutores, entregó al Sr. PresidE-nte un Memo­randum sobre los asuntos relativ os a la ofi ­cina a su cargo. Pero no es nuestra intención entrar a reseñar la importancia de las dos comuni caciones o documentos puesto s n manos d t> l Dr . Olaya Herrera . Más bien queremos de ci r aquí qu , con placer hondo y patriótico, DUdimo s conv u cernos una vez más de que ha llegad o la hora de los empleados culto~ ..... Ayer, ayer no más, los maestros e r an· v íc­timas de un politico carnavalesco y fm él sado, que los recibia con ceño regañón, con frases tocadas con el frfo glacial de laR fórmulas. Pero cuando, ayer también , Elíseo Aran­go, se at'revió a romper una consigna tá­cita, para abrir las puertas de un ministe rio a los maestros, y hoy el doctor Olaya Herrera, tiene para ellos la cultura de un gran señor y las frases sinceras de quien debe comprender nuestra misión de márti res y de sacrificados, es, debe ser, que SE> quiere iniciar una era de reivindicaciones sociales. De pie, erguido sobre su cuerpo de cón­sul y su dignidad de gran demócrata, e l Dr. Olaya Herrera, oyó con canno, con de­voción, si nos es :permitida la palabra, los reclamos justos y respetuoso s de los que aspiramos .a imponernos a la concie ncia pú­blica, llevando como única arma e l estan­darte de la civilización y de la r e en nues­tros mejores destinos . Y después de oir con atención, dejó caer sobre nuestra labor silenciosa y esca rneci­da, sobre nuestro apostolado tantas \ t'ces :postergado, su voz alentadora de parahién, su reconocimiento para nuestros esfuer,.os, sus votos :por la suerte próspe1·a de nut·s­tra Patria, teniendo como base y cimiento la educación. Mientras llega el dia en que los recur sos de la Re:pública, permitan conver ti r (·ll realidad las as:piraciones del Dr . Olay a Ht•· rrera, la " Asociación d r J1a estros y i' r()fr so-res", tendrá para el gran boyacem;e u 11 voto sincero de aplauso y de entusiasmo. ·:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::;::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: FERNANDO DIAZ DE MENDOZA En Vigo, en el Hotel 1oderno , hasta don de llegaron las brisas del Atlántico rum o roso a refrescar ~n estancia, murió Fer­nado Diaz de Mendoza, e l más ilustre d< · las actores espafioles . La ciudad risueña y pe 1·fumada .~e c o n · tJ ·ajo en paroxismo de g ran dolor colecti o . Y el dolor hecho estupor y hecho lam E- n· to recorrió la Peninsula Ibé rica com o t l ll negro mensajero de desolación . Y :por Madrid y Ba1·celona, por \ ' al w· i,t la florida y evilla la riente, por Burgo s ) Granada, las gloriosas, también corrió llll á.lito de tristeza. En los templos de TaHa se oyó un r umo r de sepulcros. . . . Eran los Lo pe y Calde­rón, los Tirsos y los Zorrillas, que se con­movieron al recibir al actor-caballero, en cu­ya garganta las grandes el)opeyas tuvieron temblores de resurrección y modulaciones de marcha triunfal. Y en los cenáculos en don­de los Barojas y los Benaventes labran su s grandes bloques de humanidad, se hizo un silencio torturante al pensar que el artista que supo encarnar el supremo ademán de sus héroes, ya no les haria sentir la emo­~ ión de los públicos enloquecidos de entu­siasmo ..... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION E COLAR 187 * *:;: No era Fernando Días cte Mendoza un aventurero afortunado; por sus venas co­l'l'ía la sangre del Cid Campeador, y la no­bleza de España tuvo a positivo orgullo contar a don Fernando entre sus más pre­claros miembros. Dejó su mansión blasonada para ir de una a otra ciudad en peregrinación de ar­te, arte levantado y sincero que acaso no comprendan los que, aplanados por los con­vencionalismos y las ficciones, nunca sa­brán de las excelencias que el arte escéni­co guarda para quienes tras la frase armo­niosa, el ademán inconfundible, la entona­ción precisa y resonante, la unción sobre­humana del que es dueño de los secretos invaluables del ritmo, va fabricando un ver­dadero monumento de "ultura sobre los ci­mientos a eces descarnactos de la frase au­tomática y helada. Casado con doña María Guerrero, la ron­jet · portentosa cuyos ac ntos enervantes, a fuer de humanos, dejaron en todos los gran­des escenarios un rumor de inmortalidad, Diaz de Mendoza formó con ella un c111n cuya estela no borrarán los tiempos. Los reyes y los obreros, los intelectuale¡.; y los que sólo tienen la ciencia del sentí miento, todos hemos sentido que con la muerte del ilustre actor, piE'rd Espaüa . pierde Amédca, pierde el mundo, un gran <·aballero y un g-ran corazón. ('nu)n Dín z ()1/t '/"rtlu. j\eta de la Asamblea General d la "Asocia­ción de Maestros y Profesores de Colom­bia", verificada en el local de las "Escuelas República de Venezuela". (calle 19 número 72 bis), el sábado 27 de septiembre de 1930. "A las 10 a., m., en el local de la calle 19 número 72 bis, contando con la autori­zación que el Sr. Director de Educación Nacional, Dr. Angel María Sáenz, nos die­ra en su muy .atenta comunicación del 2 de abril próximo pasado, y con la expresa facultad del actual Inspector Escolar de la Ciudad, señor Luis F. Rivas, se reunió la mayoria de los socios actualmente resi-dentes en la ciudad, que integra l::t '· HO­ciación de Maestros y Profesores de Colom­bia". A insinuación del r. Presidente, el ... ·e­cTetario leyó el artículo cuarto de nuestroH Estatutos, que en su parte pertinente reza que las Asambleas Generales tendrán luga r cada seis meses, y que era el qne motivaba la presente, siendo así que la última veri­ficada había tenido lugar el día 29 de mar­zo del corriente año. Luégo pasó lista de los socios firmantes rle nuestro Manifiesto del í de marzo, que corre publicado en el número l.'', de la se ­gunda época de LA Af'C'JÓ~ E. OLAH. por lo que pudo constatarse que se hallaban pr - sen tes los siguientes: El vira Liévano; María Bernarda Ruiz; Maria Liévano, Maria del Carmen Rodri· guez de Romero. Maria del Rosario Lezaca, Inés Smith Roa, Maria Cifuentes Camargo, Bárbara Rodríguez, Paulina Barón, Isabel Correal R., Ana J. Osorio, M8 • Luisa Pachón, Silveria Pachón, Carmen Ciceris de Sán chez, Paulina Rincón, Blanca E. Camacho, María J. de García, Desideria Morales, Anun­ciación Santos, Veturia Márquez, Isabel DlH' ­ñas O. Rosa E. Mendoza, Maria del Carmen Rivera de Rodríguez, Maria del C. Ruiz, Lucrecia Bermúdez R. Adelaida Rodrfguez, Ester G. v. de Rojas, Dolores Parrado, Car men Rosa de Vásquez, Ana Clara Medina Azuero, Ana Josefa Hernández, José Maria González, Filiberto A . Bernal, Miguel Ro ­berto Téllez, Santiago Hurtado de Mendo za, Justiniano Villalobos, Benjamin Alvare:..:, Miguel Flórez, Cenón Diaz Quevedo, J oce lyn Rodríguez D., Virgilio . Reina, Aurelio Espinel y Jorge Aurelio Celis. Leido que hubo el Secretario la lista a que hacemos referencia, se hicieron de pre­sente también las señoritas Emma Osorio L., Carmen y Hersilia Gonzáles S., Rosa Na­varrete, Paulina Ordoñez, Margarita Men­doza, y la Señora Maria Elena de Torres, quienes se adhirieron posteriormente a nues­tro memorial del 7 de marzo arriba citado. Nuestro Director de Asociación, Dr. Car­los Alberto Lleras Acosta, no pudo asistir por motivos de salud; el Sr Inspector Es­colar, se excusó por escrito, poniendo de ma­nifiesto, motivos que a última hora le im­pedían acompañarnos; la Srta. Maria_ Ber- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 188 LA ACCION E COLAR na1·da Ruiz disculpó a la Srta. Alicia Pine· rta la que, dijo, se encontraba enferma . Presidieron el acto, el Presidente, r. Jor­ge Aurelio Celis, el VicepPesidente, r. Jo­celyn Rodríguez D., y l.os Vocales Srta. Car­men González S., y el Sr. Aurelio Espine!. Actuó como Secretario, el mismo de la Jun­ta Directiva. Cumplidas las formalidades anotadas co· menzó el debate dentro de la mayor a1·mo­nia y cordialidad . Tomaron parte en él prin· cipalmente los socios José María González, Elvira Liévano, Maria del Rosario Lezaca . Santiago Hurtado de Mendoza, Filibert.o A . Berna!, Maria Cifuentes Camargo, Justinia­no Villalobo-s y Cenón Díaz Quevedo. El Presidente dio las explicaciones con­cernientes a los varios conceptos emitidos por los distintos socios que ejercieron el de­recho de la palabra, les encareció a todos su asistencia unánime en ciertas ocasionE>.· de mucha significación para la Asociación. e hizo incapié sobre la necesidad y conve­niencia de que los t·ecibos mensuales de las <;uotas con que se comprometieron a Rost e­ner "La Acción Escolar" se cubrieran opor­tunamente, pat·a el efecto de las cuentas dt>l Administrador de la Revi ta que recauda dichas cuotas, y para evitar la mora n la salida del número c onespondiente a dicho s recibos. Terminada la s esión quedaron aprobadaR por unanimidad las dos siguientes mociones. únicas que fueron presentadas por e scrito, como es de ~glamento . "La Asociación de Maestros y Profesores de Colombia", teniendo en cuenta que ( 1 Sr. Dr. Angel María Sáenz, como Director de Educación de Cundinamarca se mantuvo a la altura de su deber, ya como caballero estricto y cumplido, ya como emvleado su­perior, l. o Dar un voto de aplauso y reconoci­miento al Sr. Dr. Angel María Sáenz por la gentileza y caballerosidad conque trató al personal de Institutores de Cundinamar­ca durante su administración; 2. 0 Hacerle una manifestación pública de gratitud en "La Acción Escolar", órgano de la Asociación; y 3. ° Copia de esta Resolución será ent re•· gada personalmente al r. Dr. Sáenz en no · ta de estilo, por una comisión d e nu e stra ARociación. Bogotá, setiembre 2 7 de 1930". "Cualquiera de los socios que deje de con­tribuir para el sostenimiento de LA .\('­CION ESCOLAR, hasta con tres cuotas con secutivas o no manifiesta tácitamente, po r el mismo hecho, su deseo de no pertenecer a la Asociación a que sin·e de órgano la susodicha Revista. De consiguientP, deb considerársele como excluído de la ··A~ o· ciación de Maestros y Profesores de Colom · bia" y, por lo tanto, privado de los Dere­chos que otorgan nuestros Estatuto s a la Comunidad, Bogotá, setiembre 21 de 1,30. " El P1·esidente, Jorge Aurelio ecretario, M . Roberto Téllez." elis . - El :::::::;:~::::::::::::::::: :::::::::: ::: ::::::::::::::::::: :::::::::::::::::::::::::: ::::::::::::: ::::::::::::::::·::::::::::::::::::::::::::::::::: BODAS DE PLATA DEL COLEGIO DE NUESTRA E~ORA DEL CARMEN Por falta absoluta d e espacio en nu .Ht r .L entrega anterior, como que ya e l 22 ele Ht '­tiembre estaba para s ali r , no pudimos in ­cluir la noticia referente al XXV anivers a ­rio dP la fundación del Cole..,io d la Se· ñorita Soledad Ramos y Páramo. Hoy tenPmos el gusto de apuntar que fu( · su fiesta sumament !;:t>ntimental y dt> li­cada, de aquellas a la. cuale ~ e preciso a ::-; i ·. tir para sentirlas, porc¡u faltan palahra s para describirlas. AlU e dieron cita en ese dia los elemPU· tos más granados de nuestro Magisterio : Varios Representantes, de uno y otro sexo, de nuestra Asociación ; La Señora Direc· tora del Colegio de la Concordia, de esta ciu­dad, que en un ~sto tan bello como nobl , condecoró a la colega festejada con una me­dalla valiosísima, más que por el oro que la forma, por su valor intrínseco; la eñora Sofia Quijano de Ayram, Directora del Ins­tituto Montessoriano, la primera en iniciar la Facultad d~ Derecho vara nuestras edu­candas; la Señorita Teresa Santamaria, Di­rectora del Colegio de la Mereced; el Doc­tor .Joaquin Maldonado Plata, quien reci ­tó muy conmovido la muy sentimental com­posición de "Almas en Flor" con la que or Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 189 namos el número anterior de LA ACCION ESCOLAR, y muchos otros elementos de los más apreciables con que cuenta en esta Ate­nas Suramericana la legión de los genito­res de la cultura vatria. La Asociación de Maestros y Profesor~s de Colombia, le exteriorizó a la Srta .• ""'ol<>­dad su complaceneia con la Proposición que copiamos en seguida, junto con la muy ga­lante respuesta que merecimos de la ejem­plar educadora: La ASOCIACION de MAESTROS Y PRO­FESORES DE COLOMBIA: 1. 0 Que ha sido su intento tesonero el df' propender por la formación de ra del Maestro--entre nosotros; La Carre- 2. 0 Que para alcanzar tan elevada mira e:::; conveniente glorificar a los educadores Colombianos haciendo público el reconoc:i ­miento de sus méritos; 3. " Que la Señorita Soledad Ramos y Pá­ramo celebra en esta fecha las Bodas .l!aestros y J>rojr­sm ·es de Colombia". El Presidente, El Secretario, .l1. Roberto T~ll ez. .'OLEDAD RAMOS Y PARAMO 1Jiacton; df'l Colegio d e • trn. ra. é!f'l ('m·­Jnen salucba <•un lo ma11or atención y re.'f­pP. to a lu Honomble "Asocial'ión nte8. Da Din•ctora npron' <:lw rstn oportuHitltcul paru rlcsrar ·al F:1·. Presidentr. 11 por su rlir¡ - 110 (·OJ!llucto o los .lfiem bi'Os df' lo .tl8o<· iari6n toda suertP df' pros¡wrid.ftdt·s y la jerumf1 rlafl r•n ·us 1·abores. al propio tiempo r¡uc les rr1tera sus testimonios rlr arl1trsi(m 11 n · t'OIItJCim if'ufo. Bogotá. st•tit' mlJn· 23 a,. 1930. llii . III IIIIII: . IIII . IIII' . IIU: . :III'• iiii'. IIII! .IIII . IIIII . IUI . IIU: . !III . IIII a DOCE DE O TUBRE. CRISTOBAL COLON (1492) Qué bien dice uno de mis honorables co­legas, residente en Bogotá, hablando d .l descubrimiento de América, entre mucha¡.; otras cosas: "Fue Colón, ·un genovés afortu­nado, quien dio con estas tierras que luego conquistaron los que le siguieron en sus des­cubrimientos .. . . " Me abr-e campo el hono­rable colega, y continúo desarrollando el te­ma, pidiendo indulgencia: Cierto; contem­pló Colón, por vez primera el Nuevo Mun­do, el viernes, 12 de octubre de 1492. Al rayar la aurora, empezó a aparecérse­le una bella y llana isla, de algunas le­guas de circuito, muy verde y muy lozana, cubierta de árboles cual si fuera una r'lila­tada floresta. Aunque todos los objetos pa­recian existir, aun en la lujosa libertad d ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 190 LA ACCION ESCOLAR la inculta naturaleza, estaba la Isla po·bla­da, se veían salir sus habitantes de los bos­ques, y correr hacia la orilla donde se pa­raban absortos, contemplando los bajHles. Sus actitudes y gestos, revelaban la más completa maravilla. Colón mandó echar anclas y arriar los botes; entró él en el suyo, mientras Mar­Un Alonso Pinzón y Vicente Yañez Pinzón, su hermano, ocuparon los otros dos, lle­vando ambos banderas de la empresa, con una Cruz verde por blasón y las letras F I1 iniciales de los monarcas de Castilla, Fernando e Isabel, con sus coronas encima. Grande verdaderamente fue la alegria de Colón y compañeros, cuando vieron las e:-.. ­tensns florestas que embellecían las playas, vista que les hizo redoblar sus esfuerzos para llegar a aquella orilla de la cual tan corto espacio los separaba ya. Estaban los árboles de la costa cargado. de frutos de tentador matiz, vera de de¡:;­conocida especie. La pureza y suavidad de la atmósfera, la diafanidad de las aguas que bañaban aquellas Islas, les daban ine ·­plicable belleza, y producían mucho efe ·to en el ánimo de Colón, tan susceptible d este género de impresiones. No bien hubo desembarcado Colón, cuan­do se arrodilló reverentemente, besó la tie­rra, y dio gracias al Todopoderoso, con lá­grimas de alegría; se levantó después, de ·­nudó la espada, y tremolando el Est.andar·­te real, llamó alrededor suyo a los Capita­nes Rodrigo de Escovedo, escribano de la escuadra, y a Rodrigo ánchez, y d más que habían desembarcado con él, y tomó posesión de la Isla, en nombre de lo¡:; Mc, ­narcas de Castilla, dándole el nombre rle San Salvador. Cumplidas estas ceremonias exigió d lo!-i presentes le prestasen el juramento de obe­diencia, como Almirante y Virrey, 1·epre ' ll tante de las personas de los soberanos. ¡Cuántos y cuán diversos serían los pen­samientos que en aquel momento cruzaron por la mente de Colón! Al fin habia cum­plido su obra, no obstante todas las di1'i ­cultades y peligros! Vü·gilio Ospin([ Director de la Escuela Urbana de Varones de Madrid. Miembro de la A. de M. y P. de C. (Continuará). ULTIMA HORA Reproducim .. os a conti1W•aci&n el siguien­te dJocu?nento qur f'n hoja suelta 7va llegado a nuemro onocúniento. y .adt'f'.r1 inws que lo hacetn.os, no tan sólo por 11 n df'1Jer d e compañeris1no y deferencia con nu estros co ­legas boyacenses. sino t.an~bién, .11 muy prin­cipalmente, porque macho ·wos halaga rer­nos secundados en nuestros ideales de so ­lidarizació- n. del nwgisterio. sin distingos rc ­gionalist( ls, oonw ellos tan certeram entr> lo anotan, y porquf> queremos luac e1- f>xtensi ­vos los puntos dP- 11'ista de l·os ompañrros rlc Boyacá. no sólo a nuestros consocios de Oundi·nJa.nz.arca. sino tam bi~n a los d e l rrs­to del país . MANIFIESTO que el Centro Departamental de Instituto­res, dirige a los maestros de Boyacá Al reintegrarse el Centro Departamental de Institures de Boyacá, saluda de manera fraternal a todos y cada uno de los maes­tros y profesores y les manifiesta que se ha cre1do conveniente dar a conoce1· por todo el departamento los puntos de vista genera­les obre los cuales se ha d e levantar su obra magna. De aquí ha surgido la n c e sidacl de lan­zar al público este manifiesto como prirne1· toque de llamada a todo el magisterio de Boyacá, y como primer delineamiento de orientación en el camino que debemos seguí r para lograr la 1·ealización efectiva de los de­licados asuntos que actualmente vreo<'upan al magisterio. DIREC'CIOS DEPARTAJJE1~ TAL DED RAJIO En esta sección administra ti va del gobier­no deben encontrar los maJestros individuos que respondan a una preparación técnica y que por sus actuaciones conocidas constitu ­yan una ~arantia inequí oca para el mejo­ramiento científico del ramo a base de e · pe­riencia, de buena fe, y de grandes sacrificios. AGREJJIAOIOlo.' O k OLIDARIZ tOJO .... \' CON LO J,JAE TRO. Por instinto de supervivencia debemos tE> ­ner entendido que sin una aglutinación efi· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 191 caz, sincera e intocada de apetitos persona­les y egoístas, todo esfuerzo por levantar­nos de la situación en que hemos vivido se­rá estigma doloroso, por falta de organiza­ción profesional y de unión fraternaL Los estatutos correspondientes a este punto, se harán conocer oportunamente. CORRESPONDE CJ A J·IE1 -. 'UA L CON LO .. MAE TRO.' Si este Centro constituye el cuerpo genui ­namente representativo del institutorado del departamento, necesario es el contacto fre­cuente entre los elementos que integran es­te conglomerado social y por eso surge la necesidad y la importancia de que los Cen­tros provinciales se constituyan en órganos de comunicación entre los maestroR de su control y el Centro departamental, el cual tomará a su cargo con brío y lealtad la de fensa de los derechos conculcados o de las necesidades no 1·emediadas. NIFICACIOX DE f.,A TEX!JE ;.V('IA Ti , TRUCCJONT~ TA La anarquia existente en cuanto a méto­dos y finalidad en las labores escolares, ha retardado en parte el desarrollo adecuado de nuestro pueblo para alcanzar 1 grado de perfeccionamiento que nos coloque en el al­to puesto a que estamoR llamadoR vor tra­dición gloriosa y por riqueza natural . ACERCAJflE '1'0 DE LA ;.:' O('JEJ) 11J .4.. f ,A E " CUELA Alejado de la escuela los elementos socia­les, no es posible obtener una colaboración eficaz ni menos una acción conjunta que co­rresponda al verdadero sentido de la escue­la para la vida. Los vroblemas e intereses del niño, son problemas e intereses que ata­ñen directamente a la sociedad. DIFUSI01 DE LO CONOCIJ1IEXTON PEDAGOGICO EXTRE LO. PADRES DE FAMIDIA La práctica y la observación nos han en­señado que quienes más obligados están a conocer cómo se educa un niño, ignoran los más elementales principios de tal ciencia. Creemos, por consiguiente, hacer obra útil y responder a una urgente y grave necesi­dad procurando que los padres de
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La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 6

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La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 3

Por: | Fecha: 1930

LA ACCION ESCOLAR 1 • Organo de la Asociación de Maestros y Profesores : l 151 - (btención de la <~. 7(e'))isla Diplomática • GRAN AVIAJ)OI~ COLO~t:BIANO .. CAPITAN BENJAMIN :M:ENDEZ .quien viene aportando su pericia, valor y patriotismo, oara contribuir al llfianzamicnro de las rdaciones frurernales entre los paises que deben su autonomta al genio de BOLI VAR. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ ¡ CONTENIDO: EDITORIAL - El )1:tgisterio y la unión latina. SE CION EDUCATIVA: Psicología E~p('riment:-11. Carlos Alberto Lleras Acosta. Breves reflexiones sobre educación. M. Roberto Téllez. Enseñanza de la Agricultut·:t. A. E8pinel. En defensa del niño. Marín Cifuentes Camargo. Higiene en las escuelas. Benjamín Alvarez T. Corrección ele lenguaje. S. Hurtado de Mendoza. Práctica Morlelo. Grupo 5.0 Cuact ro~ de Honor. RETAZO - De un ~~tndio Crítico. lrlax Grillo. De un reportnje: Rafael Angel Donado. De «El E!:.pectador·. » Fidel Leal. De un Mensaje. Apf'n. Un laudable Decreto. ENseo Arango. CORRESPONDE:-.CIA - De nuestros colegas. A nue ros colega . SEC ION LITERARIA: Benjamín Méndez. Cenón Díaz Quevedo. • Pan amargo. M atilde Camacho Pedrosa. SE ION ECONOMICA : Caja de préstamos, jubila ión y seguro etc. Informe. Lucrecia Bermúdez R. Ecos de la Prensa. Comentario y Nota . VALOR DEL EJEMPLAR $ 0,10 La Nueva Cartilla Colombiana Enseñanzas Practicas ; de lo Concreto a lo Abstracto ECON0..~.:1IA DOMES~.CICA Y EDUCACIÓN Tres Cursos: ELRMENTAL, MEDIO Y SUPERIOR Por MILCIADES CHAVES Inspector de Educación en Boyacá DE VENTA EN LAS LIBRERIAS. Valor $ 0,40 ~ -... -... -... -... -... -... ·•····. ····························· ············· .......... • . ·········· ........... .... ..... . .... .. .............................. ·············· ·· ············.:.:.:.::.:.::.:·.::.__ 11 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 La Acción Escolar OROANO DE l A ASOCI ACION DE MAEST ROS Y PROFESORES Por tefé1rafo : ESCOLAR. Por Correo : Apartado 18 ·7Z. • Dirección y Admon . Carrera 4a. No. ZOI SEGUNDA EFOCA 1 NUMERO 3.o 1 PRIMERA SERIE Director: J efe de Redacción: Administrador : CENON DIAZ QUEV EDO San tia g o Hurt ado de M endoza F'I LIB E R T O B ERNAL R. BOGOTA (C olom b ia) J ULIO D E 1930 . 1 o o El JV\agisterio y la unión latina Una de las labore ~ que con mayor en1peño debe realizar todo indiYidno o grupo de inchviduo · que quieran propagar y perfe ·cionar nna doctrina o institución eb el acer amiento el trato, la intelig neia entr todas lat> unidade. conl{H'Oll1 ti das en el In ism empeño. E to no e::s · jno :· ncillanwnt un re­sultado de leye · de lógica, d a.finidad y de biología hunwna . Lo r libio ·o · f nnan <·on1unidades, lo.· d voto · congr ga ·ion .· . l : obr ' ­ros sindicato , lo lit( rnto. ncadE ntias v ·entro::;~ todns las pr fe~ion .s procri ­ran e .· tabl e r entrP sn s miembro:; la 1mión e<'onÓnli ·a, la unión 1 1oral. int - lectual y ·ocial. · ~ egnr la importan ·ia dP las a . o<"ia ­ ·ioJJeS e t<>orizar infpliznt nt' n t~ l campo de los nbfmnlo. ~ pscono ·er lo.· b neficio · de la unión nmtna e qne­r r destruir con ."oplo:-, .inofen. ivos el ·inli nto portento .... o s o'bre P l <"u al des ­cansa la . o ·iedud hunw.nn de. de lo .. al ­bore d :·m .exis1Pncia. Y . i las ·on frat ernidade." lo ·ale ~ \' Dlá O lneno. ai. ladas ejer en una ac ­ción benPfica incontra ·tabl , qué no di­renlos de aquella en1pre ·a e institu­~ ion llan1ada a realizar la compren ­sión, acercamiento y unión. no ya de nn corto nún1ero de individuos, sino de todo lo pueblo que responden a una mis1ua razón etnográfica y que p or afinidades se e u lare. · de origen y de espí ritu, per. iguen unos misn1os i d eales? La ideas ant riores no · las inspira la gira noble y fecunda que por los • pu blos latín · el A1nérica . tá efec ­tuando ~1 gran e ·critor . p riocli . ta o·uatemalteco ::\Iá . · in1o ~oto Hall, en n01ub1~ de I..,a f.:Jr en ·a de Buenos A.i ­re ·, el gran diario que ha logrado en-e lTa r n . ns con1plicados linotipos y en ns snntuo. os a.lone · el e píritn tnulti fonn de nna raza llamada por Inil títulos a in1pon r . u id ología ~al­vadora a toda la lnunanidacl. ¿ o . el Dr. Soto IIall un n1 rcena­rio d 1 1 n.n·\mericani. mo ~ no e un R­critor a. aJariado qu' predi ·a id a. cpw no nt i n en ·o1nen ~ citthtl nte para lo. hombt·p: ÍHtP]ectuale. , para lo.- ajeno.- a lo · ata­Yi .· rnos Cltaternarios de llllH ('i,·iliza ­c ·ión adil'icial \'utilitaria, <'l'Pl'lllO~ con <'l'PPn('ia nt iPtHl< \':ts<·mH·elos. lo~ Nli fi<"io ::, hay .' tra Tione. hay pndi(raruo~ llamar ]H'Íll<'ipjos P<·onÚnlico~ dt> la fi­lo. ·ofía htlmanitaria: n 1111 pueblo .'ÍH Pdncación ~P lP pnedP llP\TH 1· a las pla za: públ Í<'a.' n i ntpont'l' SlL-i pn~t t-nsio ­lH~.'; se le pued(\ <·onvPrt ir l'll hé>ro(' l'll los ('ampo.- de batalla: ~ e pu den e .·­plotar sw-; insti11 t o , btll'DO.' y 1nalo'-, para ln · tran~l'onllaeions l. . . ¡ n1eno .. ohligal'lo a }Wll.'al' y a .·pntir! todo, menos hacer de Pl 1111 organi. lllO 111etódico, ron TiPn­te, razonablE' Y constantE>. La labor de aCl'l'Cauúent'o, la nniún de volunta­( le.' a ü·avP. de pampas y por n ·inm de mare , e.· asunto de peu. amiento y el(' corazón, y e os dos epi<'entro~ de todoo lo progreso· humano . ólo pue­den modelarlos, en ·anznrlos y hacer-lo genitore. dP bien, lo pJ·ofe. ores, lo.' m.ae. ·h·os de e. cuela . ... . 1 . ··La "~\Pociación de 1\Iaestros y Profe­.' ore de Colmnbia" no · la esfing in­ntóvil que repitiendo la letra con i .· o­croni 1110 torturador de espíritu ólo a pira a regalar u mnbra por breves 1nont nto.' a la· caravana edienta de sabiduría. X ó; ella tiene en mira tam­bién,- e. a e. la cilna lejana a dondP encamina ·ns pa. os,- la unión sincera. leal y verdad ra d todo · los pueblo.· de nuestra raza. I<...s má : de todos los pu blo en nya.- concien ia golpea iH­can ablmnente l e ·píritu de la Ver­( lad .-­te vacíos y laguna que loA inhabili­tan para dar u nul. · r rendimiento e inflnír de manera ientífica y cons- ·i nte en el de. arrollo armónico rlC' la. nuevas generacwne . ..; . La;:; e. cuelas norn·.tlP: han ('reído ha­cer lo ha. tante ·on dar al mae.· tro~ y eso no ien1pre, algún ligero barniz de Psicología e. p ulatlva, quP, por :falta de otro on cinlientos , les es po­co menos que inútil. EXPERIMENTAL Los sfuerzo · partí ·ulare, , ecunda­do po1· algunas corporaciones oficia­les, tendientes a in1plantar este es tu ­dio, en ·allan todavía en la incompren­sión de no pocos n1aestros. aferrados a la rutina perniciosa e incapaces de to­do e ·fuerzo de oh ervación y experi­mentación a fin de 11 gar a ser, si­quiera en grado n1ínimo, in. titutores p i ·ólogo · . Y e · que ol iclan que, para guiar in­dividuos y colectividad y por lo tan­to para educar, nadie rnás indicado, en paridad de cir ·unstan i as que el psicólogo. E: la P icología Experimental, ·la ·ien ·ia posi iva de los fenón1eno. p ·í­qui o~· ''. Y d in1o po.·itit•a, para rli ­f renciarla de la Psicología. racional, qu : o upa íntegra1nen e Pn Pl stn ­dio d la naturaleza del alma v de ·ns facultades. ~ La po.•dti 1'{1. parte dP la oh rYacÍÓll . de la exp riencia, 1nediante 1 aná ­lisis y la ínt<>sis llega n. fol'lnular prin ­cipio: y leye ~· qu dehe11 g·niarno en la vida o . i :e trata d la Pedagogía, en la npheaeión de si ten1as y de método .. ... o quiere e to decir que la P icolo­O'Ía racional ea completamente ajena a la po itiva. :r ó. Para lo· antiguos eran inseparable co1no ería fácil de­Jno trar lo. haciendo un náli is de lo~ 1nétodo. . egui dos por lo do grandes 1nae. tros de la filosofía ~. colásti a: Aristóteles y Santo Tomás. Aun hoy, después de la necesaria se­paración de e. tas do. iencias, y de los progresos de la última, podemos asev rar, sin temor de ser desn1entidos, que la Psicología racional mejor aún, la Filosofía misma, es fundamento de la experin1ental. Esta estudia las le­yes positivas, aquélla la naturaleza on­tológica de la misma y us últimas Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 88 L.A .A .. CCIO~ ESCOL.A.R cansa. . ... t propó ito di e n1uy bien Gruender: •' ... o , contentaremos con el e tudio de las cau as próxima de lo fenóm no · de con · cnencia, clP ­jando para la Filo ofía 1 e. tudi'o le la · den1á " . Lo · fenó1nenos p . ·íquico ·, pue. . ·on para ella he('ho d conciencia en ·on­trapo. ición a lo pnr~unente objetiYo y exterior al "yo" pensante y que ien ­te. Fenón1 nos psíquico ·. es decir: pen amiento. , 1·ec·uerclo ~ . .· en ·aciones, imágenes. emocione. , alegr1a: dolor s, de os , p e:llre · e peranzas · 1110 imien­to · conscient · o no, en :fin toda la ganul de mod i ficac i one:· psicológica · que tienen lugar ('Il ese nlÍ. terio o an1 - po dP la concien ·ia individual. Cmn po tan vasto < omo el rnundo, como to­< lo lo que puede ser conocirlo. De ahí que lal:-5 di visione: . · subdivi:ion .- de esta ciencia sean 1núltiples . comple­ja. . Tenentos P.-icología normal y a nor1na 1 patológi ·a. gen "ti ca, tra.· cen­dent individual, ('Olect i \'tl, escolar ct ., etc. · De lo di ho anteriorn1 IltP s obre obj t . · en que ti nen lugar. ..._ .,.. o . nne. tro intento al inicüu· es­te e:tudio de P icología xperimental aplicada a la Pedagogía. hacer un cur­so on1plPto de tan important mate­ria. Lo e s tamos d ·arrollando n to­do. ,'u: pormenore. · a los 1naestros de Bogotá. ... \ honl .·ólo nos proponemo mnpliar alguno ' punto de capital im ­portancia para 1 magi terio y para lo : padre · de familia, qu on, . ·in duda los primeros edu ·adore · . CARLOS A. LLERAS ACOSTA, Pbro·. Profe or de I. S . .Y C. del ~1unicipio ( Dir ctor de la "A. ·ociación d e JI ws­tros y PJ·ofe. ·o/'(~ 8 rratólico.· d , Colom­bia''). 8reve5 refl~xione.> OBRE gnl C ... CIO ~ ... ~Iny doloroso es para l s qu en al­guna f rnm no: int re:an1o. por lofi problema: educa ionales lP nuestro paí · 1 t n r que rendirno. · ant la dura, pPro n mellO ~ Pvidente rPalidad, s año · la gran n¡ayo­ría por no deeir ln totaJiclacl eh~ nue ·­tra: e .TlH la.' primaria s . han p rnutne­(' iclo al Ittarg n de ~ .·e lll vüni nto re­gpnerador y s aluda hl •. Piupotrada~ en la. capan zón d la 111ás antigua .:cue­la. Porque fu rza p : recono ·er, si la oh­s ervanw. · l . ·apa 'Íonacla y hont·ada­m nte qu nuestra prinwra en:eñan­za e:· e.,en ·ütln1ente anticuada. EJ prin ·ipio bá.-i ·o, informativo de nne tra actual e cuela es e-l descono­cüniento tota 1 del niño. ··Qu la pe­dagogía. dice Clapar" de, d be repo. ·ar . obre el eonoeitniento d l niño on1o la horticultura debe repo ar . obre el ·onocin1iento de la.· planta. , e: una. verdad que par c.;e ele1nental, y que no oh tante . le 'Conocida por la mayo­ría de lo.- p dag o·o: y la · autoridad · e. ·colare ., . Y e que · de ah. ·oluta necesidad el d terrar d l nuno ducativo l ini uo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA AOCION E~COL .. \.P sisten1a de intriga.· · ·on1ponendas que ha ta ahora ha primado Pn la provi­. · ión el lo. cargos colan-. ·. E nece­sario e 1neuzar porque lo.· 1nae ·tros ·ean actiYo.· . int ligente,· . au1antes del niño y de . u profe-:;ión ~ que tengan conci ,nc.ia del deber y la fuerza y el e tínmlo necesario.· para eulllplirlo. Y 1nás qne todo e.· nece ·ario en ellos con1pet ncia ~ preparación por lo nle­nos igual a la que en las condiciones se e rige d ] hot·tÜ.'llltor <:llHJldO YalllOS a onfiarle l ui.dado ele nuc : Lt·o hu r ­to. Y . i esto exiginws ele los 1nae tros (y en hom naje a la YcrlH.·nrga lo de encauzar la ducn ión hn.eia la n1eta d la perf e ·ión .·ean pN·sonas sin ningún conocimi nto ch .. la nmt ria pri ­nut de s n obra: el niño~ y in más 1nérito para e ·tar Pllí que la a iulución, la intriga~ ~ · una lllol'a 1 n<'omodaticia .Y vert brada ~ Con cu n ·ia lógi ' <1 de P: tp tado d ·o: a: d e st' <.l . ·on ·im ÍPnto del niño por part le ntae~tro · · uperio ­r en 1 nuno de la Nluca<·ión. e . ·a p d,tgogía que ~ ún no ha dest rracl 1 e "" an1 n d 1 rc<'into dagoo·ía n<'ia . pr ::;i ­dan . n acto · cuando ·e hall conven­cida de que . u 1ni ión e. preparar al niño para la · realidade. · d la vida, y tenga en cuen1 a qn e: tan ünportante para u educación cultivar en él el há­bito del trabajo, como en. eñarle llltH lección de Historia ... :r atural. y que tau­to o n1ás efica ia tiene para u Yidn Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 70 LA .AOCION ESCOLAR 1 desarrollarle una aptitud manual o hacerle adquirir una cultura e. t'tjca. como obligarle a aprender una larga e ina abable nomenclatura geográfica. Ade1nás, si u vieran todos lo.· maes­tro el indispensable conocimiPilto del n1no · si on1prendieran que e::; un im­posible que en ·u prin1eros años pue­da '1 intet-:esarse por las cosas serias, ya que si ello sucediera, dejaría de ser niño· si llegaran a onvencer e de qu la naturaleza lo ha dispuesto de tal nw.nera que ante. de tmnar en serio la vida, la tmna a ri a, a juego; en fin, si observamos que en sus prime­ro~ · año el ju go es para él un in~· - 1 in1 o, no se le obligaría comcJ tan ah­. ·urda1nente e le obliga, a tomar in U ­r( s por estudios rígidos y serios qu ' no fonnan parte de su actividad in­fantil. ino que e] f11ndmnento d la L' ;-, L:Ll ~In, Pn esos prÍlu ro. aíios, . ería d juego. ·y a ., í hn d(' se1·. .... T o qu remo decir que el ni fío ha dP ir a la escuela olantente para jugar, 11i tomarnos el juego n su conePpto dP jne()'o: corrPl\ . altar te., . ino que lo tomamos com'biuado con otra.· acti ­, · itlnde ·, tale~ como lo.· trabajo: nu\ ­nuale. , la cartografía. el dibujo, 1 cult jvo d plantas y otra mue hu . ¿Y <'ÚJllo ,:ta: activi nt ·, y el especulativo que examina la ·ondi iones generale de la vida· P l interé estético qu por una parte versa acerca de la belleza de las for-n1a y por otra sin1patiza con la vid~ de la naturaleza y el interés religioso que en las cosas naturales, consider~ la obra de Dios elevándo ·e de ella al conocüniento de las di vi na. perfeccio­nes. El contacto con ] a naturaleza ahonda el sentimiento de ]a patria, ha­ciendo que se conozca n1ejor el propio país, con lo cual desarrolla el interé: que se halla latente en todos los cora­zones, y por último la salud espiri­tual lel niño gana con ]a aplicación de los sentidos a las cosas sensibles pre entes, despué de tanto o ·uparse con letras, guarismo , forniHs y con­cepto de lo objeto pr 1 éritos, acerca de lo. cuale · versan prin ipalmentl:' nn . ·ü·o. · e. tudjo. y lectura·" . *** Bástenos e ·tas bre es refle -iones so­bre educación. Por llas podemos dar­no~ cuenta, aun ·uando sea ligeram n­te, de la ()'ran respon ·abilida los ojos. ( Rápi ­damente pa a1·á el frasco destacado por d - bajo de la nariz de los niños) . A qué hu e­le la substancia que tiene este fra. co? N. - A cal. M .-Abran los ojo . Cómo lo supieron? N. - Porque lo vimos. M. - Por qué más? N . - Pol"que la toc'amos y la olimo . (Se recog'erá nueYament la cal en el frasco). N . - De dónde se saca la cal'? N . - De la tiena. M. - (Mostrando una piedra de cal) . e saca de la piedra de oal que se encuentra entre la tierra . De dónde se e . · trae la c al ? N . - De la piedra de cal. M .- Para qué sirve la cal ? N. -Para blanquear. M.-La cal se emplea también como abo no porque toda planta necesita de una pol·­ción de cal para alimentarse. Por qué s emplea 11a cal para abono? N .-Porque alimenta la planta. M . - Cuántas clases de abonos hemos vi s-to? N.-Cuatro. M. -Cuáles son? N. -Excrementos de animales. M. -Cuál otro? N. -Cenizas de jaboneria. M . -Qué otra ceniza? N. -Ceniza de fundiciones de hierro. M.-Y cuál fue el último que vimos? N.-La clal. M.-Para qué sirven esos abonos? N. - Para abonar la tierra. M.- (Sacando las ramas de helechos y demás hojas que ha llevado) Qué ten a-o aqui? N. -Ramas de helechos. etc. M. - (Quemándolas) Qué estoy ha iendo? N. Quemando las hojas. M. -A qué quedarán reducidas e as ho­jas después de quemadas? N. -A cenizas. M . - (Mostrando el frasco vacio y que lleva el letrero: Oenizas de helecho , h n­gos y hojas) . Palia qué será este frase)"? r. - Para guardar esas cenizas. ( e hace recoger las cenizas en el fras-co) M. - Qué letrero tiene este frasco? N .-Cenizas de helechos, etc. M. - Por qué las guardaremos? N .-1 orque servirán para 1abono. M . - Si: estas cenizas también sin·en a ­ra abono . Qué otras cenizas sirven para abono? N. - Las cenizas de los he le hos. M.-( e hará. que un niño separ los frascos que contienen las distintas ceniza. y la cal, y otro niño que coja el frasco qu contiene Jos e crementos de animales). D torios estos abonos, cuál es el que más hu n v isto emplear ustedes'? N. - Los excrementos de animales. M . - Por qué . rá qu abono e ~ ~ más usado? N. - Porque es el que se encuentra con más facilidad. M . -No sólo porque es el más fácil ele conseguir sino porque contiene d e todas eR­tas substancias que hemos visto en los fra !:;.­co. . Qué substancias contiene <'Ste abono? N . - Cenizas y cal. M. - Hay otra manera muy fácil de abo· nar la tierra y es: enterrar con el arado o con el azadón las ro~amas .-erdes de la co­secha anterior, para que cuando llegue la f'poca de sembrar nuevamente, ya esas ra­mas se han descompuesto y abonan muy bien 11a tierra. De qué otro modo se puerlp abonar la tierra? N. -Enterrando las ramas verdes de la cosecha anterior. 1YI.-Para qué se entierran? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 78 LA ACCION ESCOLAR N. -Para que descompongan o se pudran. M.-Después de descopuestas en qué se convierten? N.-En 'abono. M. -Para qué se emplean todos estos abo­nos? N .-Para abonar la tierra. M. -Para qué necesitamos abonar la tie­rra? N .-Para que produzcan las plantas. M. -Cómo se llama el que se dedica a preparar la tierra y a cultivar las plan­tas? N. -Agricultor. M .- Qué hace el agricultor? N. Preparar la tierra y cultivar las plantas. M. -Cómo se llamará el oficio del agri-cultor? N. -Agricultura. M. -En qué consiste la agricultura? N .- En saber preparar la tierra y culti- ' ar las plantas. M. - Para qué se cultivan las plantas? N. - Para alimentarnos. M. - Para qué nos alimentamos ? N .- Para poder vivir. :VI. - Quiénes son los agricultores? N. - Los que cultivan la tierra . M. - Nosotros somos agricultores? N .- No, porque no cultivamos la tierra. M . - Nosotros no cultivamos l'a tierra ve-ro tenemos algo más grande que culth ar qu s nuestra alma. Cómo podremos cul­t ivat• nuestra alma? N. - Confesándonos. M . - Cultivamos nuestra alma pt~actican­do las virtudes. Cuál de las virtudes debe­mos practicar? N. - La caridad. M .-Cuál otra? N.- La humildad. M .- Si practidamos esas virtudes y mu­chas otras llevaremos copiosos frutos para el cielo. xoTA.-Como tarea, los niños escribirán en sus cuadernos los nombres de los abo­nos. El maestro dibujará en el tablero las he­rramientas más necesarias; h'ará que los niños las dibujen, y las hagan en cartón o greda para traerlas al siguiente día, deján­dolas parta formar la colección escolar. CUADROS DE HONOR DE ALGUNOS COLEGIOS PARA SE~ORITAS O NI~AS Mayo: Colegio de ba Concordia, tunftado por kz. señorita Avelina llfo1·eno UTibe en 1868 Cuadro de honor en el mes de mayo de 1930. Edelmira Alfonso, Teresa Acosta, Elisa Alba, Emma Bulla, Evangelina Barreto, Stela Bolaños, ·Noemi Cáceres, Lucrecia Cue­vas, Graciela Clavijo, Ana Julia Dussán, Ana Tuli'a Delgado, Masha Finvarb, Aveli­na Gómez, Rosa Herminda y María del Car­men Huertas, Atilia Hernández, Elvira He­rrera, Josefina López, Ana Victoria Lar a, Gertrudis Maldonado, Laur:a Marqfoy, Edel­mira Mejía, Concha Morales Nina Monca­leano, Aura Moreno Diaz, Cordelia Moreno Gómez, Beatriz Martín, Graciela y Beatriz Otero, Ana y Maria Luz Perdomo, Elvira Pinzón, Lucila y Rosario Ramí rez, Marga­rita y Leonor Rodríguez, Delia ilva, Em­ma Sabogal, Elva y Sofia Torres, Irene Ter­nera, Lo la Varela y Berta V anegas. Bogotá, 53. Calle 20. La Di rectora, Clotildc 11Ioreno de JJ- alclonl( ldo Cuadro d e Honor d el Instituto Montesot·u¡- no. Directora, otw Quijano dP Ayrom Rosaura Prada, Odilia Beltrán, Emma Clavijo, Lucila, Clavijo, Leonor Clavijo Ro­sa Cubillos, Ana Dolores Mora, Elvia Vás­quez, Berta Casas, Berta Marulanda, Nati­vidad Sendoya, María Leal. COLEGIO PESTALOZZIANO Lista d e las alumnas del nuevo Colegio Pes­t. alozziano que se distinguieron por su con­d'ltcta ejemplar y ejemplarísima en el 1wes de Mayo Ejemplarisimas: Cecilia Garcia, Leonor Márquez, Elvira Sarmiento, Georgina Ca­rreño, Aura Maria Mendoza, Hilda Maria Santos, Sofia Santo Domingo, Maria Gon­zález, Beatriz González, Mercedes Vargas, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCIONE OLAR 79 Lucila Vanegas, Cecilia Romero y María de Jesús Rojas. Ejemplares: Alix Casa, Ana Rita Casti­llo, Josefina Díaz, Judith García, Graciela Berna!, Carmen Hoyos, Blanca Hernández, Dolores Mayorga, Josefa Antonia Mendoza, Mélida Collantes, Cecilia Pardo A., Beatriz Mera, Cecilia Mayorga. Directora: , eñorita ofía Lizanalde RETAZOS (Así llamaremos en aélelante una de nu,e.­tr ·as I"CcionPs. dedicad:t a hacer la trans­cripción de cie1tos apartes de algunos esc1 i­tos que podamos encont r ar en la prensa o en otras publicaciones dig nas de acatar~e. y que, en nuestro sentir, ' ngan a corroborar en alguna manera nuestros ideales de r - formas, dejando, naturalmente, a sus auto­res el mérito y responsabilid'ad de ello ) . DE UN E ' TCDIO CRITICO Que "Ma.· Grillo" haoe d sde Paris sobre la t·eciente obra éle Luis Lóp z de Mesa, intitulada "lnlrod ucción a la His­toria de la ultura n Colombia", tomamol'\ lo últimos onc,"8 ptos , qu juzgamoH d gran actualidad, por r e fe rit se al hoy Ins­pector Escola1· ele Bo g otfi. s cfio¡· Luis 1''. Ri · vas, quien ha II~ gado a o<'upar tan imvor· tante y merecido empleo, d bido a las re­cientes acth idade · d nuesüa Asociación , la cual aspira al mejor amiento moral, in­telectual y económico del gremio en g nc­ral, y a la formación d la ARRER DEL MAE TRO, en particular, lo que no po­drá n manera alguna consegui1 s e míen tras no se atienda al !'actor itloneülad. en los nombramientos de Jo s di\ ersos cargos. Dice así J1ax Grillo por conducto de "El Tiempo" d l domingo 29 de junio · "Porque sin ofender las ct·eencias reli­giosas de los colombianos, y an1 es a atán­dolas en lo que ti nen de puras y de her­mosas, se impone una r forma fundamental en los métodos y n la oriE>ntación ele Ja educación pública. D los patios esté• iles del peripato en donde la mayor virtud con­siste en renunciar a la lihe1·tad de la ini­ciativa individual, han surgido- rara aYi ~ unos maestros y profesor s que alimentan en secreto ideas de renovación d los mé­todos y sistemas, de procedencia escolástica, que aprisionan la pedagogía en Colombia. En un articulo del señor Luis F. Rivas, probablemente uno de aquellos maestros que buscan modo de escapar del peripato, leemos: "Repito lo expuesto en otra ocasión: El .oénsum oficial ~s demasiado especulativo, y los que trajinan con él lo hacen más abs­tracto". En otro lugar, agrega, con una indiferen­cia que le honra: "La clase de religión, base indispensable de la moral, se reduce a un oantaleteo ab­surdo ~ incompatible d frases hechas den­tro de una filosofía altísima, pe1 o que nada dice a las mentes infantil s" . Esto nos hace r cardar que viajando nos· otros entre dos pueblos d nuestro país, acertamos a pasar en dif 1 ent día y horu cerca del local de dos scu la!'; rurales - que decimos allá n Colombia. - En ambas ~'i!cuelas los pobres niño., s ntaclos en du­ros bancos, recitaban las ve t·clad .s d uno ue los libros más dificil s d<' a¡H· nd r de memoria, que haya ·om¡HJ<.>sto i u genio d~ hombre o de santo: El atecismo del Padre Astete. Era un cantaleteo que causaba mul'l'ia. Ganas daban de gritar: "Maest1·o: qui<'n (llli ra que seáis, m;eñad a esas criaturas a que busquen un poco a Dios en las cosas po1 Dios creadas. Enseñadles a amar los árboles, a cuidar de las avecillas del cam­po. Mostradl.es a Dios en su obra y los Ye­réis sonreir y cantár. Ac rcaos a las fuen­tes, guiándolos al través de los senderos, qne a ellas conducen, y contadles las pará­bolas del divino , ah·ador, y veréis que en­ton es lo amarán profundamente como le amaron los primeros cristianos". Como nos encantaron las ideas expuesta~ en ese presioso articulo del señor Rivas, (publicado en este mismo periódico el21 de marw de 1930), nos permitimos llamar ht Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 80 atención del futuro ministro de educación pública sobre lo que llama el escrit01· la "industria del lugar". "Es preciso establecer el curso especial de "industria del del lugar"; que ~e~as tar­des pesadas y malRanas que pasan los ni­ños en el ambiente pere:loso del salón sean ratos amenos al contacto de la ti na y de las plantas, en unos lugares, y al roce de las fibras, de la madera, de las piezas, n otras. Con el establecimiento del urso de ''In­dustria del lugar", para lo cual no se 1 e­quiere una. ley, se alcanzará necesariamen­te la transformación de la escuela". Y vea ahora el profesor López de Mesa. cómo :su hermoso libro nos dio asa para meternos en el terreno de nuestras que­rencias. París, mayo de 1 930. JI a .r Gri 11 o" DE UN EXTEN~O REPORTAJE que encontramos publicado en la entrega del 22 de junio pró_· imo pasado, tomado po1· 1 corresponsal de "El Espectador" en Ba,­nanquilla al do tor Rafael Ang 1 Donadll, Dit·ector de Educación n aquella impor­tantísima sección de nu st t·a patl'ia. rcpr ,­! lucimos loe:; siguient :-; avarlP.s qu' demues tr'an qu'e no ignoramo.· lo que (/f'l;(' 1HICf' I 'St'. y <:u ya r producción comprueba el int :r •.· de ··• rácter nacional de que alardeaiüo., <·uando nos titulamos "Asociación de l\1Res­t ros y Pt·ofesores de olombia". "La obra de mejoramiento y avance d las escuelas se apoya ~n cinco elemento¡:: a cual más necesarios: personal doc nte ca­pat.; organización ad <'nada de las sctte· la~; adaptación de los métorlos y sistemas rse entre noBotros algo ele e.;>o, ven. aún nos falta muclH . . Para ello hemos prescindido de toCio fac­tm · que no sea el d·el mérito. Enfáticamen­te puedo afinna1· que en el .AtJá ntico ha cesado el prestigio de las "cartas tlt: reco­mendación y de los faetores políli::!t)"'" en el en icio de la educación públi -:a. He dicho y he repetido que no pueden prescribirse en forma absoluta métorl')S Y procedimientos por la misma ra:tón que acabo de apuntar, esto es, po1· las diferen­cias que median de niño a niño. no de los más graves errores de la pedagogía an­tigua fue 1 de hnaginar el ente abstracto del niño y el de tratar de encauzar los sé­res conc1· tos, los niños, con ese criterio. Mas como lineami ntos generales, se han seguido los siguientes, que le doy te.·tual­ment . Lomados del infol'me que últimamen­te rendi al ministerio d educación: a) Lucha contra el verbalismo, contra la aplicación def<•ctuosa d la:;; varias sp - cies d Inemo1·ia a objeto~ que no son los suyos propios, contra el abuso de los te.·- 1 os, contra el tráfago inútil l pénsum y de los programas de enseñanza cetc .. Los consejos de enseñanza son cuerpos consultivos y de dirección t 'cnica para qu no se admita dentro de la escuela lo qu no esté sujeto a los métodos, modos, formas y procedimientos de enseñanza; para que dentro de la misión de educar no tenga ca­bida el personal impreparado., llegando en mala hora al santuario de la escuela por influencias politicas o de compadrazgo; pa­ra que los ascensos del personal docente se hagan por merecimientos de honorabilidad y competencia; para que la educación re­suelv- a loo problemas nacionales y tenga el pais fisonomía propia. En Colombia no se ha comprendido todavía esta doctrina peda­gógica, y por este motivo los puestos de dirección técnica se han dado a quienes ignoran la ciencia de la educación, para gri­tar luego que en el país no hay maestros y que debemos importarlos hasta para la escuela primaria. El establecimiento del consejo nacional ESCOLAR de enseñanza, con ramificaciones en los de­partamentos y en los municipios, esto es. con consejos seccionales, alejaría Pl ramo de la intriga política y consecuencialmente al personal dooonte de toda influencia x ­traña a la escuela. La misión de edu ar no se confundiría con la de formar prosé­litos para una causa que no es la de la patria, ni tampoco con la de domestic-ar, que es labo1· de los que han pentet rado al magisterio sin una preparación con ciente y científica dada en los centros pedagógi­cos. En esos consejos de euseñan:~.-a hay que dar participación a los padres de familia y a los educandos; otra cosa es des<'ono er el derecho de los prim ro y las nere ida­des de los segundos. Compárense estos pt·incipios con las dis­posiciones existentes , y si hay antagonismo, búsquese la reforma en el sentido ele at·­monizar la doctrina pedagógica con las 1(> · yes que encaucen la enseñanza y persigan la finalidad educati a que constituye en to­do país bien organizado, los 'alores posi­tivos de la nacionalidad. Del señor director servidor muy atento. Firlel i.A' fll D el r eeie ntf' y ra z om.tdo ni(' Us ajf' que en el "Di-ario Nacional" del sábado 28 d jn­nio publica la "Alianza Pro Educa ión Na cional", (Apen), integrada por pedagogos no oficiales, pero cuyos ideales son lo!'> nuéstms, como tántas veces lo hemos manit' stadP complacidos de que se nos secunde por elte­mentos de valia, co-piamos las sigui nt ~ lineas que vienen en apoyo de nuestros con­ceptos enunciados desdte hace siete años y que hoy loa Apen encarece al activo minis­tro de Educación Nacional. "Es de todo punto de vista necesario crear y estimular la carrera del magisterio nacional. No podrá haber jamás maestro competentes en el país mientras otras ac­tividades los recluten, por múltiples cau­& as. No podrá, igualmente, haber educa­ción ni instrucción sólidas mientras se ape­le por razones que no queremos exponer, a enfilar en el campo de batalla instruccio­nista a soldados rasos que desconocen la táctica y la ciencia del niño, mientras que los que h.an gastado su tiempo en preparar­se están relegados a otros menesteres. Sin Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 83 duda alguna la denota y1endrá y con ella la pérdida de las banderas y la rendición de las armas. En l•a vida administrativa de los minis­terios se han acordado para llenar los pues­tos. subalternos, de los individuos entendi­dos más o menos en la materia que ventila el ministro correspondiente. Así en nues­tl'O ministerio de guerra, no hay puesto al­guno que no tenga un diestro en asuntos de la guerra. En el ministerio de relacio ­nes exteri01·es, otro tanto acontece; en el de ob1·as públicas, hasta los futuros inge­nieros encuentran, po1· lo mene"-;, plazas de dibujantes. ólo eu el ministerio que di rige la cultUJ·a nacional, los que han estu­diado pedagogía no tienen acceso a las se - ciones en que stá divido dicho minist~rio, y que !:>in ducta necesitan d individuos pre­parados para sen ir como unidades d un mismo engranaje que no tiene, o por lo m - nos no d bi~ra tener otras l'inalida tes que ( l progreso armónico de la educa ·ión po­pular". "EL TIEMPO" Este prestigioso ditario ha traído a nuestro conocimiento el siguiente Dr>( ·rf'lo del Ejecu­tivo Nena!., y nos ap1·esuramos a darle gus­tosa cabida en nuestro ó1·gano, con la es peranza d que tan sabia medida no ha­brá de q11r>dm·sr cscnta como pareoo van quedando algunas de las más laudables ini­ciativas del C'>mprensivo y diligente doctor Elis o Arango, acaso por incomprensión ele algunos de sus subalterno . Decreto número 1056 de 1930, (julio 2) Por el cual se dictan algunas disposiciones sob1·e nombramientos de inspectores pro­vinciales y maestros. El presidente de la República de Colom­bia, en uso de sus atribuciones legales, y considerando: l.o-Que, como lo estatuye el decreto 491 de 1904 en su artículo ';.o, "todos los esfuer­zos que se hagan por el gobierno para des­arrollar la instrucción popular son estéri­les, si no van acompañados de una podero­sa inspección"; 2.o-Que los inspectores provinciales tie­nen una alta misión que cumplir, pues son maestros de maestros y por lo tanto deben ser individuos de cumplida honorabilidad, competentes y de notorias dotes de pruden­cia y energía; 3.o-Que a fin de obtener mayor eficacia en la labor de tales empleados de libre nombramiento y remoción de los goberna­do¡ ·es, es necesario fijar algunas normas parta su nombramiento; 4.o-Que de conformidad con lo que dis­pone el numeral 15 del artículo 120 de la constitución nacional y el artículo 40 de la ley 39 de 1903, corre pende al ejecutivo na­cional, como suprema autoridad adminis­trativa, dirigir, reglamentar e inspeccionar la instrucción pública nacio-nal, decreta: Artículo l.o-La labor de los inspectores provinciales ha de ser docente y fiscaliza­dora; su misión es la de enseñar a los ma­estros y la de invig-iJar lo establecimientos a su cargo; por lo tanto, para efectos de la jubilación se les consid rará como emplea­dos docentes; Artículo 2.o-No podrán ser nombrados inspectores provinciales sino aquellos indi­Yiduos que posean diploma oficial y una práctica meritoria en la enseñ·anza prima­ria, por lo menos de cuatro años. Para que el nombramiento de inspector pueda recaer en un individuo no graduado se r~quiere que haya hecho buenos estudios en un plan­tel de enseñanza secundaria y tenga una práctica de seis años en la enseñanza. Articulo 3.o-Ningún inspector provin­cial podrá permanecer más de 2 años en una misma pro incia o zona; y para que se le decrete el ascenso deberá comprobar con u hoja de -servicios su labor benéfica an terior; Articulo 4.o-Los gobernadores, por de­creto especiat reglamentarán el nombra­miento de inspectores de manera que él ex­clusivamente se haga por merecimientos adquiridos. Los jefes de la administración departamental procurarán que los inspecto­res vayan ascendiendo en su carrera de mo­do que sólo ocupen las provincias o zonas de mejores condiciones aquéllos que ya ha­yan prestado servicios en otras de dificil administración. Parágrafo.- Lo que se dispone en el pre­sente decreto se refiere a todos los emplea­dos que tengan a su cargo la inspección escolar, llámense maestros, inspectores, visi­tadores o maestros directores, etc. Articulo 5°.-Conesponde a los directo- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 84 LA ACCION ESCOLAR res de educación de los departamentos, ve­lar porque los inspectores provinci'ales cum­plan fielmente sus deberes y sean verdade­ros ejemplares en la sociedad por su con­ducta irreprochable y por su entusiasmo y decisión por la educación pública. Articulo 6° Reglamentarán igualmente los gobernadores lo relativo al nombr'amiento y ascenso de los maestros: se atenderá sola­mente a razones de justicia, por las capaci­dades del candidato y su conducta moral irreprochable. Para decretar un ascenso de­be tenerse en cuenta su buen servicio an­terior comprobado, para que así los educa­dores capaces vayan ocupando progresiva­mente los mejores puestos del ramo. Articulo 7°. -En los términos del presen­te decreto queda reformado el articulo 1 o. del decreto número 491 de 1904. Dado en Bogotá, a 2 de julio de 1930. Comuniquese y publiquese. MIGUEL ABADIA MENDEZ El ministro de educación nacional, Eliseo Arango CORRESPONDENCIA DE NUESTRO O LEGA "Así es que en buena hora ' iene "La Ac­ción Escolar" a desfosilizar a muchos d los qu con abnegación mal retribuida dis­tribuyen a diario "El pan blanco y mise­ricordioso de la Idea", como bellament dijo alguien. Consecuente con lo dicho, doy mi débil voz de aplauso, a los sostenedores de esa benemérita publicación y formulo votos al Todopoderoso para que ella logre alcanzar muchos lustros de vida, y de esa manera abra honda brecha en la conciencia de los hombres de buena volunt!ad. Be1·narclo Ar iniPgas·· "Creo un deber ineludible el de felicitar a los sefi.ores directores y redactores, por el esfuerzo que han hecho para que l~apa­rezca tan importantísima Revista, que traf' en sus hermosas páginas luz para la oscu-f1a senda que recorremos los que en aparta­das regiones luchamos contra el olvido y la ingratitud y esperamos con profunda fé el resurgimiento del cuerpo docente. J{w·garita OlctTte ele Jl.anzón · Me complace sobremanera manifestarle que,· por primera vez ha llegado a mis ma­nos, un número de la Revista de la hermo­sísima y benéfica "Asociación de Maestros". Considerando las ventajas de la Asociación, me apresuro a pedir se me inscriba en ella. Herminia Carrillo R." "Mucho- me agrada la lectura de "La Ac­ción Escolar", pues tiende ella a lograr el perfeccionamiento de la instrucción tan ol­vidada en otros tiempos. Lui& A. Barrera D." "Facatativá. - Próximamente honraré­monos inscribiéndonos en bloque esa Aso­ciación. Intensificamos propaganda . • 11ora, 'astillo" A UE TRO COLEGAS eñor B. A. f.'rf'sno: ._ abíamos que Ud. R viejo amigo de nuestra obra. Identifi­cados. EnYiámosle los dos núm ros de la Re ista. eñorita H. C. R. TiiJar-uy: Recibimos el v1alor de la suscripción. Complacidos in­cluimos su nombre entre nuestros socios. • eñor L. A. B. D. VillPtu: Van los ejem­plares que pide. Seguiremos contándolo- n ­tre nuestros suscriptores. Agradecidos; va­lor suscripción en nuestro poder. eñora M. O. de M. Gutiérrez: Recibimos composición. Muy bien. Apreciamos debi­damente su buena voluntad. u nombre s­tá entre los de nuestros socios. Señores M. y C. Facatatú'á: Esperamos efectúese inscripción anúncianos, efecto pu ~ blioarles colaboración. Agradecemos propa­ganda. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA CCIO ~ E COLAR 85 IIIClll SECCION LITERARIA IIICl (Al Dr. Manuel Jos Forero, espíritu insomne que vuela por latitudes de Ideal) Un muchacho que supo del trabajo tortu­rador,. humilde, sin horizontes de esperan­za. Un joven en cuyo cerebro el genio golpeó su martillo de inconformidad, de noble am­bición, de entusiasmo decisivo por esa hurí opulenta y esquha que se llama: Gloria. Un aviador que deja el cenáculo común de sus camaradas y .ntl· .1 ruido de un motor qne a toda hora r pite una marcha triunfal y fúnebr , y entJ·e el a:t:ul oscuro y amenazante del spacio donde la muerte acecha, y sobre montes y pampas, va abar­cando on pupila sedienta y con corazón intrépido, los gajos del árbol multicaule de la Jnmot·talidad! Ese fue y s Benjamín Méndez. Qué será mañana'? En los ocultos <.lesig­nios de la Providencia, lo humanos no po­dremos jamás 'avanzar nuestra planta pro­fana, pero si Benjamin Ména y un tabut,ete, cada uno con tres patas; un tablero recostado contra la pared porque no podía pararse; una porción de libros sin autor, sin prólogo y sin índi­ce; y un pabellón nacional de colores com­pletamente indefinidos regalado desde hacía muchos años por el dueño de la hacienda. Todas estas cosas dice el policía que en el inventario figuran en regular estado. Fijó­se en el inventario del año anterior y pre­guntó a la directora por qué en la nueva lista no aparecían los cuadros de los pró­ceres, a lo que ella respondió que por estar demasiado sucios y rotos, eJla los había bo­tad o. Entonces el policía los recogió de la b a s u ra, y con su letra patoja escribió lo si­gu i ente: " D os c u adros que representa a Nariño y a la Pola en m'al estao". Por último, toma la llave del local, y lo cierra despidiéndose de la directora , con aire brusco y altanero. La pobre muchacha toma el camino del poblado seguida del peón que le llevaba el baúl donde encerraba todo su haber y to­da su fortuna. Sudorosa y fatigada llegó a la población donde por orden superior tenía que presen­tarse ante el Cura, el Alcalde y e l secreta­rio, el tesorero y el personero, para entre­garles los documentos respectivos, y perci­bir las firmas de éstos, sin las cuales no podría de ningún modo cobrar sus sueldos. Al Alcald~ se presenta, y éste, moviendo la cabeza la mira fijamente y con aire so­carrón, la dice: "Sé que usted no volverá a servir la escuela el año entrante, tanto mejor: otra vendrá que me mortifique mte­nos con sus quejas y reclamos, y sobre todo que sea de un modo muy distinto al suyo. ¡Ay!, si ustecl me hubiera atendido... si no hubiera recha7ado mis visita~. las qu le hacia precisamente con el fin de ofrecer­le mis servicios, de serie útil.. . ¡Ah!, pero ust d me despreció con alti ez, y hasta con dureza me tt·ató, prefirió vi ir en la infe­licidad y en la miseria, anle!'l que aceptar mis atenciones y las comodidades que le brindaba. Nunca le perdono sus desaires y sus marcado. y continuos despt· cios".Y dan­do un brusco movimiento, le voh ió la es­palda, dieiéndole qne él no le firmaba las nóminas. hl S~ecretario tampoco las quiso registrar. y con sarcasmo y burla, le dijo: "Tiene mucha razón el señor alcalde; es us­ted ... y un estornudo no lo dejó terminar. La muchacha digna, lo miró severamente y salió de la oficina, recatada y altiva. Llegó donde el personero para enüegar­le la copia del inventario: éste la leyó y le dijo: "Usted como maestra era la llamada a corregiJ· este defecto y le mostró la ano­tación hecha por la policía. "Iré le contes­tó, a donde el señor cura pa1·a que él como inspector local intervenga en el asunto." Ante el cura se presenta llorosa y afligi­da a contarle sus penas y la amargura de su suerte. Después de relatarle detenidamen­te todos sus sufrimientos y torturas, le ha­bla éste de la paciencia y humildad del Sal­vador, de su pasión y de su muerte, de todos los sufrimientos que en el mundo padeció por los hombres. "Os compadezco, hija m ía, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 87 os compadezco. Habéis sufrido mucho; en verdad, es terrible y dura vuestra misión y vuestra suerte verdaderamente triste. Habéis soportado la miseria, las incomodidades, tal vez el hambre, el frio; los rigores de un clima malsano han agotado totalmente vues­tro organismo y debilitado vuestras fuer­zas; los insultos las horribles calumnias; la soledad y el rudo trabajo han dejado en vuestro semblante la huella de una infinita amargura. Todo esto es cierto; pero tam­bién es cierto que vosotras las mujeres todo lo miráis con gravedad y desencanto. Os quejáis también de la horrible ingratitud? No es esto un defecto muy natural en el hombre? Hija mía, qué poco conocimiento tenéis de la vida. Pero seguís llorando; en fin, hija mía; llorad, sí, llorad, porque vos­otras las mujeres descansáis con el llanto; es tan fácil para vosotras traer las lágri­mas a los ojos. . . llorad, pues, hija mía, llorad ... " La joven sollozaba amarglamente; el sa­cerdote agregó: "No habéis puesto en conocimiento de vuestros superiores todas las deficiencias re­lacionadas con el delicado cargo que os ha confiado? No saben ellos las dificultades que se os han presentado y la incomodidad con que trabajáis?" "Padre, respondió la joven: a las autoridad s del municipio mu­chas veces me dirigí, mas para mí no hubo justicia; antes bien, fui denigrada y doble­mente ofendida. Los inspectores escolares nunca visitaron la escuela por la distancia y el pésimo camino. Y a Bogotá puse infi­nidad de nota , las que creo no fueron re­cibidas a causa del mal servicio de correos. Fui también varias Yeces a sa capital con el fin de hablar personalmente con mis su­periores, mas nunca lo logré, pues yo llega­ba precisamente cuando no había audiencia. Ah! son tan ocupados esos señores, es tan dificil poder hablar con ellos ... " Pues, hija, el eñor os consuele; tén, hi­ja mía, valor, conformidad y resignación. Os daré un certificado de conductla y com­petencia para que lo presentéis a la direc­cwn con el fin de que se os mejore." "Pa­dre, dijo la joven: os agradezco el certifi­cado que me dáis y lo guardaré con mucho aprecio; a la Dirección de Educación no lo llevaré porque allí solo se ocupan de cosas muy importantes y ya no les gusta leer cer-tifícados." "No, hija mía, decid que es de un sacerdote y veréis que lo leen enseguida: nosotros somos muy atendidos y escuchados, nuestros informes como inspectores locales tienen mucho valor; por supuesto que aho­ra no sé cómo anden las cosas, hace tiem­po que no me acerco a esas oficinlas.; los tieffilPOS cambian, hija mía y la ocasión ha dejado de ser calva". Al decir esto, el sacerdote se pára porque era la hora del Angelus. Después de rezar las tres Avemarías, el sacerdote principió su rosario y 1 a joven, enjugando sus lágri­mas, se postró de rodillas rogándole a la Virgen fervorosamente remediara su suerte. La maestm, triste y pensativa, se detuvo en el atrio sin saber a dónde dirigirse a esa hora, pero una voz vino a interrumpir­la en sus meditaciones: era una voz débil pero fraternal y consoladora: era la direc­tora de la Escuela urbana de niñas, mucha­cha de noble linaje, huérfana y de sentimien tos generosos: era conocedora de las vir­tudes y nobleza de su colega y la compacte­día inmensamente. Estrechándola cariñosa­ño9amente, la dijo: "Aquí tenéis un corazón hermano, una alma, como la vuestra, atribulada y templa­da en el dolor y en la lucha. Una alma tris­te y afligida qu sabe y apre ia vuestra ho­rrible tortura. Hermana, v 'n, corupat·tamos nuestro dolor, Y 'n confundamos nuestras lá­grimas. Os ofrez o mi humilde casa; no es hogar porqu le falta el amor y la ternura; es el triste asilo donde paso horribles horas de soledad y de torm .ntos. llí saboreo el amargo pan que m ofrece el trabajo. Vén pues amiga mi•a, comeremos de ese pan que al mismo tiempo nos sabe a satisfacción, y que es alimento de las almas nobles y vir­tuosas. No os afanéis amiga mía; iremos ambas a la Dirección de Educación, cono­ceréis a nuestros superiores que son bueno inteligentes y justos. Ellos saben ya cuáles son nuestros enemigos, no les dan crédito ni a sus intrigas ni acusaciones y en cuanto esté a su alcance lo remedian, aprecian el mérito de los maestros y los consideran y atienden. Los tiempos han cambiado y to­davia cambriarán más; no os afanéis ami­ga, nuestra suerte también cambiará. Vén conmigo, la oscuridad aterra y la lluvia ya viene". Y en seguida, por una angosta calle se Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 88 LA AOCION ERCOLAR vieron deslizar dos sombras cobijadas por l o s n egros crespones de la noche . .. La tempestad se desató furiosa, el iento sacudía los árboles, la lluvia azotaba los te­jados, el trueno retumbaba, el rayo cente­llan te caía y el terror y el espanto se apo­deraban de las almas. El cielo parecía que p rotestaba contra las injusticias humanas y con furia improbaba el manejo para con los po b res, los huérfanos y los débiles. JJ.at ilde Oa?niCLCl!O Pedrosa Sección económica Uno de los ideales de nuestra Asociación es, como repetidas veces lo ~nimos dicien­do, el mejoramiento económico de nuestros colegas. Para tal fin tiene establ~cidas: la "Caja de ¡n·éstamos, ju1Jilacion s .11 ·seguros parct ??UtPstros (' institutoH•s". en la cual los socios depositan m usualment e un peso m. legal, ( $ 1,00), como cuota ordinaria, con de­recho al seguro que le corresponda a razón de cincuenta e nta os por cada uno de los . ocios que e hayan illsct·ito hasta la fecha del fallecimiento, sin perjuicio, naturalmen­te, de que con el seguro se devuel \a a la familia el ' alor de sus depósitos; las Cajas l!J.w; ob!.lrf's. qu tiene por objeto fomen ­tar 1 ahono nt 1' lo niño-H de las escu - las y en las que ~e les e dmit rle . d un cen­tavo en adelante, con d recho a ¡·etirar a la pr sentación del respectivo comprobante; la Oaj(( rl r- lliOITOs. ~n ln que se pueden de­positar, al mismo ínter ·s que reconocen lo bancos y en la misma forma de estas entidades, las economias que logren hacer los maestros e institutores. El seguro de un maestro afiliado en agos­to de 1926, y que est · al día en sus cuotas, vale hoy $ 150,00, (con relación al tiempo que lleva de ser socio). El maestro que se afilie ahora, tiene, des­de ese instante, un seguro de $ 95,00, (con relación al número de socios que hay hasta l a fecha). Nuestro lamentado compañero Rr. Dn. Jorge Santos H., (q. e. p. d.) ingresó a la "Caj a de Préstamos, Jubilaciones y egu­ros p ara Maestros e Institutores" en noviem b re p r ó ximo pasado de 1.929, y falleció en el mes de enero del corriente año de 1.930, es decir que alcanzó a consignar sola­mente dos pesos, ( $ 2.00) pero, por estar al dia en sus pagos, pudo legar a su fami­lia, por sólo este medio. la cantidad de ochenta y seis pesos, ( $ 46,50 , así: Valor de cuotas depositadas . . $ 1,90 Por cuotas de maestros afilia-dos entonces . . . . 69,50 Dio la Caja de su fondo de se-guro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15,10 $ 86,50 Como prueba de la aseveración que veni­mos haciendo, respecto al lamentado socio Sr. Santos H ., exhibimos el siguiente COMPROBANTE "Bogotá, 16 de junio de 1.930 Señor Ge­rente de la Caja de Préstamos, Jubil'aciones y Seguros de Maestros ~ Institutores- Pte:' Muy Señor mío- Por la presente tengo el gusto de avisar a usted recibo de la suma de och('nfu y s e1s ])(' SOS cinCit C' ufft l ' l'Hta 1) 08. ($86,50). por \alor del aseguro de mi hijo Jorge, ( q. e. p. el.), fallecido el 8 de enero del presente año y qu se había afiliado· en nov iembre de 1.929.- Doy a Ud. las gracias por el fiel cumplimiento que ha tenido la Caja a su digno cargo, en cumplir sus com­promisos, y quedo de Ud . atenta y segura servidora, ( fdo.,) A. na ele ;..' ' · ntos." La Caja líen s u oficina, por ahora, e n Bazar Ve 1·acruz N. u 2 2; deHd e loH p1 ·im .ros dias de agosto la trasladará al mod rno Edificio de l naneo de Bog otá, quinto piso, N O. l. Horas de despacho : De 8 . media a 12 y de 2 a 5, todos los días no feriados. Apartado 16-90. 'E H rlCE C.i1ROO de gestionar ante la orte uprema de Justicia, a precios módi­cos y convencionales, lo conducente a conse­guir la pensión o jubilación que la nación otorga a los maestros. Cobra, con mínima comisión, las nóminas a los maestros de fuera d Bogotá, remitien­do el dinero por 'alor d eclarado con las se­guridades del caso. Los intereses que la Caja cobra por des­cuentos de nóminas, p1·éstamos, etc., loR em­plea en cubrir los gastos, y lo sobrante para aumentar el FONDO DE SEGURO para sus afiliados. La "Caja de préstamos, jubilaciones y se­guros para Maestros e Institutore " se ini- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLAR 89 ció en 1926 con 38 socios, y hoy cuenta ya con 184. Mensualmente publicará en "La Acción Es­colar" los balances de sus distintas ~ ecciu­ne~. En el próximo número los verán nues­tros lectores. INFORME de la señorita Tesorera de la Colecta para Agua de Dios. Como se recordará,. en el número anterior dimos cuenta de que la señorita Lucrecia Bermúdez R., había iniciado la recolecta de fondos entre los maestros capitalinos, para auxiliar a sus colegas de A~a de Dios como consecuencia de las comunicaciones que se­gún aparece en los anteriores números, nos hemos cruzado con ellos Del informe que nos rinde al respecto, publicamos, para complacencia, la siguien­te: J.dsta de lus nwest ras y nwcstros q·uc tu­vic? ·on a bien enl'i.ar • u cuot(lf; JXtrct los col ga de Agu.a de Dios eñoritas: Lucrecia Bermúdez R, $ 2.00; Maria Elisa Rojas, $ 2.00; Margarita Men­doza, $ 2,00. eñora Maria Elena ". de To­rres, $ 2. 00 . eñorita Ana Fran •isca Os - l'io, $2.00. Señores: Jorge Aurelio Oelis. $ 2.00; Virgilio Reina, $ 2.00; S. Hurtado tl Mendoza, $ l. 00. Señoritas: Josefina Ca­macho, $ 2. 00; Barbarita Rodriguez, $ 2.00; Paulina Rincón, 1.00; Isabel Dueñas, $ 2.00; Paulina Barón C., $ 1. 00; Maria B. R uiz, $ l. 00; El vira Liévano C., $ l. 00; María Liévano, $ l. 00; Rosa E. Mendoza, $ l. 00. Señor José Maria González, $ 1. 00; el Di­rector de la Escuela No. 3 del Grupo 1 °., $ l. 00; señorita Silveria Pachón, $ O. 50; señorita Sara Domínguez, $ O. 50; señorita N. N., $0.20; L. G. $1.00·; Emma Os01·io L., $ 0.20; Filiberto A. Berna! R., $ 1.00; señora Carmen Rosa de Vásquez, $ 0,50; señor Miguel Flóres, $ 0.20; e. e. C., $ 1.00; señor Ramón castro, $ 0.20; señori­ta Miaría Luisa Pachón, $ 1.00; señora Ma­ria Josefa de Garcia, $ 1.00; señores Aure­lio Espinel, $ 1.00; Benjamín Albarez T., $ 0.50; señorita Lola Pan·ado, $ 1.00; se­fiores Benjamín González, $ 0.50; Cenón Dfaz Quevedo, $ 1.00; señoritas Celia Nei­ra, $ 1.00; Carmelita González, $ 0.50; Her-cilia González, 0,50; Desideria Morales, $ 1.00; María del R. Lezaca, $ 1.00. María Gaitán, $ O. 50; señorita María El­vira. Garrido, $ 1. 00; señorita Ana Clara Medina, $ 1.00; señorita Inés Smith Roa $ l. 00; señora Esther G. \ . de Rojas, $ 1.00; señorita Anunciación 1 Santos, $ 1.00; señorita Lucia Gómez, $ O. 50; señora Ma­ría Guarin, $ O. 50; señorita Blanca Cama­cho, $ l. 00; señorita Paulina Ordóñez, $ l. 00. Niños de la Escuela del Nordeste, $ 2. 00; niñas de la Escuela del Nordeste, $ 2.00. Suma, $ 55,80. La Tesorera, (fdo.) Lucrec-La Bermúdez R. Bogotá, junio 30 de 1930. Según el orden cronológico en que apa­recieron y con las emociones de gratitud sincera de que sabemos dar prueba los maes­tros de escuela, reproducimos a continua­ción los siguientes escritos, para demostrar a los colegas qu todavía duden de nosotros, que no andamo descaminados al proclamar la necesidad tl la reforma, porque, si así fuera, no hubiéramos merecido la. siguien­tes publicaciones, en las columnas d los diarios más autorizados de la Capital de la Repúbli a, y por con. iguiente de la nación entera: "Nu vo Tiempo", de junio 13: "Proble­mas de enseñanza": Los últimos dias han sido de gran agi­tación entre los miembros que integran la asociación de maestros. Al fin, un grupo ha tenido la energia su­ficiente para hacer oír su voz de verdade­ros servidores de la Patria; al fin, como un solo hombre han dado el grito hacia la unión de los que forman la falange de los servidores más desinteresados de la repú­blida; al fin se dieron cuenta de que so­lamente asociados, hermanados hasta por afinidad de ideas, lograrán el respeto y la revaluación del abandonado y desprestigia­do magisterio. Ha llegado la hora, señores maestros co­lombianos, de que forméis asociaciones mu­tuas; de que os defendáis contra la inca­pacidad de los que desconociendo el ramo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 90 LA ACCION ESCOLAR educacionista, han medrado a su sombra; de que os defendáis contra la insana incom ­prensión de la baja política, que sólo de­fiende lo-s int1ereses pe t . ona1E' s y no los d e la verdadet·a fo¡ ·mación ele la niñez y de la juventud, piedra angular ésta del alma colombiana. Todos los profesionales: abogados, inge­nieros, médicos, albañiles, zapateros, sas­tres, barberos, etc., se han constituído en sociedades con el fin primordial de defen­der sus intereses. Sólo los maestros han p e rmanecido en silencio. Pero nos hemos sentido complacidos por el grito viril qu e un puñado de maestros preparados ha lan­zado a sus compañeros de labores de toda la república. Cohesionáos. Estudiad el problema y-sin duda encontraréis que al no haberos aso­ciado, habéis cometülo una falta de lesa Patria. eguid con entereza de caráctet·, con vi­gor y con energia, luchando hasla obtener del gobierno, la sociedad, y en particular de los padres de familia, el respeto y l acatamiento. a que sois acreedores por vu s­tra abnegación. Ha llegado la hora de iniciar las asocia­clones de maestros y padres d e familia, qu tan opimos frutos han producido en No¡·­teamérica". De "El Espectador" del mi ·rcoles 2 5 de junio: EL SEGUNDO NUMERO DE LA REVISTA "ACCION E. COLAR" . Está circulando, con grande ·xito, el nú­mero segundo de "La Acción Escolar", que sirve de órgano a la Asociación de maes­tros y profesores de Colombia. Con mucho interés era esperada esta se­gunda entrega de tan importante revista, pues bien conoce el público las brillantes actividades que la mencionada asociación está desarrollando en favor de la instruc­ción pública. Con empuje fecundo de colectividad, el magisterio bogotano, secundado por todos los demás m!aestros colombianos que ver­daderamente se han posesionado de su al­Usima misión, ba colocado e ta publicación en los planos superiores donde actúan los qufi aaben de luchas, de sacrificios y por conc;igu iente ele triunfos . "La Acción E::;colat·" , qu t· e fl e jn los p " n ­samientos de l os \'erdade rcs maes t • ·o ~. está demostrando a la opinión pública o• :'2 an d a­ban desorientados quien s creían que no existían maes tros años de ' 'ida. De "El Tiempo", 29 d junio: LA ACéiON E OLAH Ha llegado a nueRt r a mesa de redacción el segundo núme r o rimet número . con l r trato del Ilustdsimo s · ñor Perdomo, primado d olnmbia, y, <'O mo tal, portavoz d nue str a religión, ampa­rada por nu stra onstitución; engalanan la del número segundo con la efigie del Gran Mariscal de Ayacucho, 1 segundo d¿ los genitores d la nacionalidad de cin o repúblicas hermanas, y cuya biografía no cuentan en uno de sus artículos d fondo y en un lenguaje que re' ela la ira santa qu debe sentir todo bu n patriota al memorar acontecimientos luctuoso , como el asesina­to de Berruecos. Religión sin respetos humanos que l s impidan declarar su cr~do, pero también sin fanatismos que los cieguen hasta el ex­tremo de creer pecaminoso el reconocimien­to de los méritos, en quienes estiman dis­tanciados de ellos filosóficamente. Patria, en la que tributan fervienle plei­tesla a sus fundadores y pregonan muy en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCIO ... :r ESCOLAR 91 alto las virtudes de los buenos funciona­rios, pero sin vacilar, al mismo tiempo, en elevar su queja aclolorida ha ·ia lo:; ia ad­ministl'ación, como ahincadamente lo han venido solicitando los maestlos que integran l'a institución de qne nos , ·enimos ocupando. Bien por ellos. igan adelante en esta hora de transformaciones substanciales; no se arredren ante el resentimiento de quie­nes, e. ·aminad-a su conciencia, se han encon­trado faltos; no se intimiden por las pel·­secuciones inherentes a toda redención; no desfallezcan ante la incomprensión de al· gunos compañe~:os, que 11 garon a serlo me­drando en at.ro tiempo, y ahora se sienten impotentes para ingr~ar en la,s falanges de los transfo1·madores. ¡Adelante!" ESCUELAS 'REPUBLICA d~ VENEZUELA' El sábado, 5 de julio, tu\ o lugar en el sa­lón principal de las escu las del Gt·upo 10, calle 19, una hermosísima fiesta con moti­vo de la dedicación d tales escuelas a la República de Venezuela, uyo nombre lleva­l'án en adelante. Los discursos de los señ01~s Encargado de Nego ios de Venezuela y Director de Educación de Cundinamarca, fueron aplau­dido calurosamente por la distinguidísima concunencia que asistió a aquel acto. El doctor Picón Febres, en fra~es de b1·ote clá­sico, expuso los motivos altísimos que las dos repúblicas hermanas tienen para unirse en un estrecho haz de voluntad-es y de as­piraciones en pt·o de la humanidad. El doc­tor áenz e. ·puso bl'illantem nte las a pira­ciones del Magisterio, esas mismas aspi¡·a­ciones que en todos los tonos está preconi­zando la Asociación de Maestros, y que se­rán, a no dudarlo, el fundamento de la ver­dadera redención de las repúblicas latinas. La señorita María Bernarda Ruiz, una de las más competentes profesoras de nuestra Asociación y Jefe del aludido grupo escolar, practicó un interesantisimo examen geográ­fico sobre Venezuela . La Alianza Pro Educación Nacional (Apen) aportó su va1ioso contingente para tal fiesta por medio de un importante dis­curso pronunciado por el señor Francisco Moncriff. La parte artístioa dirigida por el se­ñor Cabral, mereció el aplauso que siempre se gana el competente profesor. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 92 LA ACCION ESCOLAR Dr. Máximo Soto Hall a cuya redentora misión nos referimos en el Editorial de esta entrega, y cuya visita a l as ~Escuelas República Argen-tina » relatamos en la presente nota. COMENTARIOS MAXIMO OTO HALL En los primeros días del mes de junio pasado, fuimos visitados por e t ilus­tre ciudadano guaoomaltE:co, jefe d e la S c­ción Pan-Americanista de "l.Ja Prensa" de Buenos Aires, indiscutiblemente uno de los más importantes órganos en su género, no sólo en lo que a América respecta, pero también dentro de la clasificación del mun­do entero. Consecuente con su misión de apostolado de Unión Fraterna entre los pa-i ses hispanoamericanos, única forma de ha­cernos respetables ante la ambición y la codicia de potencias distintas, nos dejó una carta, que si no halaga al oido, si al patrio­tismo. Por lo que respecta a las generaciones en flor, entre las cuales dará seguramente: opi­mos frutos su simiente fecunda, tuvimos la agradable sorpresa de verlo isitando las "Escuelas República Argentina" de esta ca­: rital, que en acto sencillo pero muy sig­nifidativo y enternecedor como escolar que era, según dijo la crónica del siguiente dia, en los diarios más importantes de la ciu-dad, demostraron la complacencia- que les embargaba por la grata visita, en l'a que se sintieron representantes de la niñez toda d·e Colombia, al escuch~r las palabras alen­tado~ s del diarista bonaerense, que ha­blaba en propio nombre y en el de la ni ñez ·argentina y Sur-América. U NA E N C UESTA En el número anterior nos ocupamos de la propuesta por nuestro consocio, señor Jorge L Martinez, y como entonces brinda­mos las columnas de nuestra Re\ ista a lo:-> entendidos que quieran 1aportar sus cono­cimientos para ayuda1· a dilucidar temas de tanta trascendencia, damos gusto-sa ca­bida a la respuesta que nos h'a enviado el señor T. A. Castell C., reiterando nues­tra oferta a los que sepan y deseen con­tribuir a esclarecer los interrogantes del señor Martinez. "El señor Jorge I. Martínez, int ligente y hábil rector del colegio de Ubaté, ha lan­zado la los maestros del país, una encues­ta sobre varios puntos r elacionados con la educación nacional, e n la cual, de tiempo atrás y de uno a otro extremo del país s han solicitado reformas, sin que hasta hoy, por múltiples causas, s e hayan visto lle­vadas a la realidad, y nuestra educación es un caos, donde militan sin orientación ni unidad alguna unos cuantos maestros, y un mayor número de individuos que han escal'ado los mejores argos del ramo por méritos que no se compaginan con los 'er­daderos intereses de la -educación. Ya el señor Luis F. Rivas, acertadamen­te nombrado en el mes pasado Inspector de las escuelas de Bogotá, dio contestación al primer punto de dicha encuest!a, iden­tificados con las ideas que él expone, sobr las condiciones que deberían reunir los di­rectores de educación de los departamentos, queremos, no obstante, agregar algunas consideraciones nacidas del conocimiento adquirido en veintidós años de servir a la educación en los departamentos de Cundi­namarca, Huila, Tolima, Bolivar y Magda­lena, ya como director de escuelas prima­rias, inspector escolar y director de escue­las norm'ales, ya como r€cto·r de institutos d e i n iciativa particular. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ACCION ESCOLA.R En todos los ramos de la adm~nistración pública de la Nación se advierte cierta uni­dad de acción: del Ministerio de Guerra, por ejemplo, parten órdenes, instrucciones, reglamentos, nombt1amientos y promociones que son obedecidos hasta en las últimas unidades del Ejército esparcidas por toda la República; lo mismo suced'e en los de­más, menos en el de educación, cuya labor se ha reducido en los últimos año a cui­dar de las bedas, del archi\ o y de los te.·­tos viejos. ¿Qué labor de redención nacional puede verificar un ministro, por hábil que sea y aunque esté animado de las mejores in­ciones, sino titene ninguna ingerencia en las distintas secciones del país? Pues en ellas su labor se reduce a nombrar los di· rectores de educación de ternas que le en­vian los gobernadores, quienes en la gene­ralidad de las veces las forman con los in­dividuos que figuran en la política activa de las distintas regiones, sin que haya te­nido nada qué ver con el ramo qu se va poner bajo su dirección . De esa manera, qui n r corra la Repúbli­ca, encontrará en la mayoría de las Dire - ciones de Educación, médicos, abogados, in­genieros, d ntistas. políticos muy hábiles . meritorio quizá e n sus re~1 ecti\· os ramos; p ro no encontrará al pedagogo, al homhr ele estudio, al maestro d lo ma stJ·os, que s pa encausar s gún lo pid n las modernas necesidades y los adelantos de las ciencias pedagógicas la obra d la educación, que es, sin duda, la base para la redención de un pueblo. Y así marcha la ducación: en unas re­giones s , sigue un p nsum, n otras otro. en la mayoría ninguno, lo cual podría justi­ficarse y hasta aplaudirse si con ello se con­sultaran las necesidades regionales; pero no, la razón está en que no hay dirección, pues el mismo origen politico, que tien n las ternas endadas por los gobernadores, lo tienen y con mayor intensidad los nom­bramientos d inpectores escolares, en cuya designación, xcepción hecha de unos tres departamentos, para nada se tiene en cuen­ta la competencia ni los verdaderos méritos, sólo basta la recomendación de tal o cual gamonal o director político. ¿Qué maestro graduado hay de inspector escolar en Bolí­var y Magdlalena? Podemos decir, ninguno; los conocemos casi en su totalidad y sabe­mos como practican las visitas a las escue­las, que más son el hazmerreír de las g¡en­tes que los representantes de la noble cau­sa de I•a educación. Y en las designaciones dte maestros es más grave el asunto toda·da: basta la recomen­dación del diputado, del gamonal o del di­rector político pa1a ser nombrado maestro en las escuelas mtejor remuneradas. Este mal, ·afortunadamente, en algunos departa­mentos, se ha corregido en parte; pero no en todos, pues en algunos aún no existen las sanciones de los tribunales, y los maes­tros son removidos y despojados al capri­cho de la intriga. . e dice que las escuelas normales no han d•ado los resultados que esp raba la Nación, puede que así sea, ya que en la mayoría de los casos el personal directh o de llas está sujeto a las mismas contingencias de la intriga politica y bastarda; pero de entre esos m1aeslros que han salido de las norma­les, conocemos muchos que han servido con verdadet·o acierto y abnegación, y se han visto obligados a buscar en otros campos horizonte menos t l'iste a sus actividades, impelidos muchas 'eces por la injusticia conque se los ha despojado por no doble­gars e •ante un ditecto1 de dueación a quien hadan sombra, un gam nal o un politi o. onocemos también maestros, que des­pués de graduarse eu la Normal entra!, habc1· ser ido con lucimiento varios año~. lle\· ados por su amor a l'a educación, fueron a perfeccionar RU~ eRtudios a institutos pe­dagógicos extranjeros, y al regresar al país han tenido que apelar a los establecimi n­tos de educación privad·a por no haber en conlrado en el ramo oficial campo a sus actividades, ya que están desvinculados por completo de la intriga y la politica, únic·as recomendaciones para llegar a los altos puestos en el ramo, en la mayoría de los casos, de la educación oficial. Hoy está afortunadamente al frente del Ministerio de Educación un joven inteligen te y de buena voluntad, cuyas actuaciones han hecho vislumbra1 un rayo de esperanza para una refo1 ma efectiva. Quieran los ha­dos benéficos que su paso po1· aquel despa­cho no sea sólo un relámpago que ilumine por un instante el cielo de la Balda, sino que, en la éra que se va a iniciar, de coo- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 94 L ... \ ~\CCIO~ T E COLAR peración de todos los buenos colombianos para el engrandecimiento nacional, se le dé tiempo para llevar a cabo unta verdadera re­forma, para que haga de la educación na­cional un solo cuerpo, cuyas actuaciones lleguen hasta lla última escuela del aparta do corregimiento. Para ello se necesitaría una organización un tanto parecida a la dte los demás minis­terios, que mueva todas las unidades que están a su servicio y tr4aslade a las distin­tas secciones del país sus jefes, oficiales y soldados de acuerdo con las ntecesidades del buen ser icio. Que el Ministerio· tenga inge­rencia di recta en todos los departamentos, pues hoy está limitado al simple dtespacho, sin vinculo ninguno con el país, a no ser el nombramiento de los directores de ducu­cin, tomados de las ternas en\ iadas por lm; gobernadores, de que hemos hablado. Que el Ministerio de Educación pueda for ma1· un ejército de servidores para toda la República y organizar el ramo dte manera <1ue responda a las necesidades de la époea y a la gran causa del progreso del país. Que haya una .Junta pre ididla por el Mini s­tro, y que de ella salgan no sólo las refor­mas, que erán letra muerta si no hay per­sonal id6neo que las lle ·e a la práctica, si­no también los nombramientos de los direc­tor s de educación de los departamentos, que C'On dependencia absoluta del ministerio Y acesorados también por juntas departa­mentales, con la autonomía necesa1 ia, in­dependientes de los gobernadores y de la política, se encarguen de dirigir y org>a.ni­zar la educación en las secciones de su d - pendencia. Que en el Ministerio de Educación, como existe en el de Guerra el scalafón militar, se forme el de los maestros, y así al ver es­tos abnegados serYidores premiados sus es­fuerzos con una carrera que les muestre ho­rizontes más amplios, no sólo perm .. necerán en el ramo, sino que cual verdaderos cam­peones del progreso patrio, lucharán para hacer que la educación nacional dé los re­sultados a que debe aspil"arse en esta 'poca en que todos los pueblos luchan por su en­grandecimiento. Bogotá, julio de 1930. T. A. Oa8tell O. L_ MISION DE LA MUJER OoZ.a.borctción f'nviada por la seño1'it.a Carmen Gonzálcz Ex-Directom de la Escuela :Yonn.a7 de Gartagena, y actual vo­oal de l-a Junt•a Directiva de lu "Asociación de Maestros y Profesores Católicos de Co­lombia". La obra di\·ina está hecha con tal arte, que ningún pintor, por hábil que sea, ha podido copiar exactamente uua pincelada dtel cuadro del Supremo Hacedor. g1 claro­oscuro, las sombras, los toques de luz, to­dos estos detalles aparecen determinados y contribuey•en a embellecer la maravilla de la naturaleza. Las antitesis se presentan para hacer re­saltar lo que más impresiona a la vista, lo que más agrada al corazón y lo que ilu­mina el entendimiento; así, brilla más el diamante entre el negro carbón, la virtud se enaltece al lado del icio y bajo la enor­me sombra del pecado, surge nn sér cual rayo vivificador y faro de esperanza: Ma­ría d•estinada por la Providencia, para su­bir a una de las grad'a del trono en don­de la había colocado el Señor. En María quedó santificada la mujer, 1·epresentando tres grandes ministerios: de respeto, d ca­ridad y d•e educación. I ¿Quién m jor que 11a rnadr pued sinte­tizar la primera cualidad que ensalza y dig­nifica? .l-1 adre, palabra que implora ternu­ras en labios del niño, pronunciada por la juventud, encierra a la vez qute confianza sal aguardia y sostén, y en labios del ancia­no, reverencia y profundo respeto. Vocablo, el más dulce que puede pronun­ciarse, que sintetiza todas nuestras alegrías, a la vez que nuestros pesares, puesto que si es el júbilo el que inundta nuestro sér, ella comparte nuestra el icha con la sinceri­dad más pura, si una pena nos contrista corremos hacia ella y, como en preciosa án­fora, derramamos en el co11azón materno la hiel de nuestro pesar y hallamos alivio a nuestros sufrimientos. La madre con 'solícito cuidado dirige nuestros primeros pasos, nos enseña, con dulzura ineftable y con arditente amor a Dios las primeras oraciones que quedan graba- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. L ... \ ... \CCIOX E~ COL R 95 das en nuestro corazón como en duro már­mol. Amor a los autores de nuestros días, no es un deber si no un dulce encanto que inunda el corazón de ternura y produce el mayor placer que podemos hallar en la tie­rra. Qué felicidad mejor que colmar de be­sos a la madre y obedecer las órdenes de nuestro padre, puesto que no hay amor igual que el que se profesa a la madre, ni autoridad que más se respete que la del pa­dr~? El amor de la madre lleva hasta el sacrificio y así contemplamos la escena del calvario. A un liado el Redentor del mun­do expira víctima de los hombres, y a sus pies su Santísima Madre, agoniza con su Hijo, y experimenta en este momento. el do­lor más grande puesto que encierra todos lob pesares sufridos por las madres de la tierra. . . . con razón se ha dicho: "que la madre es la personificación del dolor". I I La mujer representando el ministerio de la caridad, está personificad•a en la despo­sada con Cristo. Ya sea que se dedique a servir a Dios en el silencio del claustro, le­jos d las miradas del mundo, ya sea qne ejerza su apostolado en medio de l•a con­tienda; su arma invencible s la ca1 ·idad, que ab1•aza sus más ardí ntes el s os. Es­ta vir ud sublime encarna la fe que purifi­ca y eleva, y l•a esp ranza que 1 s hace en­t1 ·eve1· las delicias del cielo. est áng l se le vé en el asilo, pro uran
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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La Acción Escolar: órgano de los maestros - N. 3

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