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Sexualidades Migrantes Género y Transgénero

Por: Flavio Rapisardi | Fecha: 2019

Si tuviera que resumir las creencias que conforman el punto de vista conservador y patriarcal sobre la sexualidad humana, sostenido desde la filosofía, la medicina, el derecho y la religión dogmática, lo haría con tres enunciados: 1. Los sexos son sólo dos: masculino y femenino 2. Las relaciones sexuales tienen como fin la procreación 3. La familia es una unidad natural 1. Cada uno de estos enunciados merece ser explicitado. Cuando se habla de dos sexos, masculino y femenino, se está abarcando en esta dicotomía un disciplinamiento de aspectos muy complejos de la sexualidad humana. Por supuesto el sexo anatómico, con el que a primera vista y al nacer se clasifica a casi todos los seres humanos. Tan fuerte es el dogma sobre la dicotomía anatómica, que cuando no se la encuentra se la produce. Cuando los genitales son ambiguos, no se revisa la idea de la naturaleza dual de los genitales sino que se disciplinan para que se ajusten al dogma. Pero además del sexo anatómico, se supone que el sexo cromosómico también es dicotómico (XX o XY) ajustándose a la genitalidad. Nuevamente, cuando eso no ocurre, el dogma no se revisa. Las hormonas completan este menú biológico. El feminismo, al incorporar la categoría de género de la sexología, en muchas de sus expresiones todavía supone que este sexo biológico es el sostén natural de una asignación cultural de género. Si así fuera, no se medicalizarían los casos que escapan a esta descripción. La ideología dicotómica de género es anterior y más fuerte que el sexo biológico. No sólo lo “lee” como un signo al que interpreta, sino que lo escribe y lo corrige cuando su caligrafía no es perfecta. En síntesis, el mismo sexo biológico es producto de una lectura cultural. Por el lado del género la complejidad no es menor. A la identidad de género subjetiva de una persona, se agrega la expresión de género con que un sujeto se presenta ante los demás (por ejemplo, la identidad de género travesti puede presentarse con una expresión de género mujer), la elección sexual (homosexual, heterosexual o bisexual), los roles de género (masculino o femenino, variables socialmente) y otras sutiles distinciones que podemos ir formulando para decodificar esta complejidad y comprenderla. Afirmar que los sexos son dos, es afirmar también que todos estos elementos irán encolumnados, que el sujeto tendrá la identidad subjetiva de género de su sexo anatómico y cromosómico, lo expresará y aceptará los roles correspondientes, y hará una lección heterosexual. Lo que escape a esta disciplina se considerará perverso, desviado, enfermo, antinatural, y será combatido con la espada, con la cruz, con la pluma, con el bisturí y con la palabra. 2. Afirmar que la sexualidad tiene como único fin la procreación es, por empezar, una completa obliteración del placer. De eso no se habla, ni siquiera en las relaciones heterosexuales donde los sujetos se proponen procrear. Como se bordaba bajo un relicario en los camisones de las abuelas españolas, blancos, largos y con una abertura mínima como un hojal anatómicamente ubicado: “no es por vicio ni por fornicio, sino para dar un hijo a tu servicio”. Es decir, no sólo se cumplía el débito conyugal, sino que el objetivo último era servir a Dios. La mujer, como Arlequino, servía a dos patrones. Una sexualidad aplicada a la reproducción reduce las relaciones sexuales a la penetración del pene del varón en la vagina de la mujer. Cualquier otra práctica será viciosa y pecadora. El fin de la etapa reproductiva en las mujeres elimina automáticamente su sexualidad. Para quien no desea la reproducción, y mucho más si es homosexual, la única conducta permitida es la castidad. Me resulta misterioso que se tilde de antinatural la homosexualidad, aportando como prueba que en la naturaleza ningún otro ser la expresa (cosa que muchos biólogos discuten) y se recomiende como “remedio” algo mucho más antinatural, como es la castidad. De este modo, características fuertemente humanas de la sexualidad como la comunicación y el placer, comunes a prácticas diversas, son renegadas reduciendo la sexualidad a la reproducción biológica. Incongruentemente, el resto de las prácticas recibe anatemas morales, e incluso intentos de criminalización, logrando que por los dispositivos patriarcales del derecho, en sociedades muy conservadoras, sean perseguidos con la fuerza pública. 3. La afirmación de que toda sociedad humana es una especie de organismo que tiene una “célula básica” en la familia, es una de las concepciones más disciplinadoras y omnipresentes de la cultura. Tal sociedad tendrá en sus integrantes (el “tejido social”) diferentes estratos destinados a cumplir funciones específicas por su propia naturaleza, así como un pulmón y un ojo lo hacen, y sería absurdo pensar en cambiarlas pues implicaría subvertir la propia naturaleza. Así los destinos de mujeres y varones están determinados por su propia naturaleza a diversas funciones, que son complementarias. La familia permite que las mujeres desarrollen su destino de cuidado y reproducción, dejando a los varones el peligroso ámbito público del que depende el sostén económico. Ninguna otra estructura podría pretender funcionar como una célula, sino dos personas de distinto sexo y sus hijos. No importa que la realidad desmienta numéricamente esta norma, lo desviado es la realidad y debe ser corregida. Por supuesto que desde este punto de vista, la unión de parejas homosexuales u otros arreglos de convivencia no serán considerados “familia”, pero además serán criminalizados y dejados fuera de toda protección social. Personas que tienen hijos de parejas anteriores y hacen luego una pareja homosexual, pueden perder la tenencia de sus hijos, por considerarse una perversión moral que podría afectarlos. Los estudios sobre las múltiples relaciones de convivencia no sólo permiten apreciar los nuevos arreglos familiares en sus características, sino comprender sus necesidades a fin de adecuar la respuesta del Estado en forma de políticas públicas plurales. Finalmente de eso se trata. Derechos humanos universales, para ser ejercidos por personas singulares, requieren respuestas muy diversas. Una sociedad disciplinadora que sólo acepta como ciudadan@s a quienes cumplen con el estereotipo prefijado por el grupo hegemónico dominante, deja fuera de la ciudadanía de modo arbitrario e injusto a enormes porciones de la población. Históricamente, ese estereotipo de ciudadano ha sido el varónblanco-propietario. Las instituciones patriarcales están diseñadas en torno a este ideal, y así la ciencia, el derecho, la política y la religión dogmática lo realimentan.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
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  • Medicina
  • Identidad sexual

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Sexualidades Migrantes Género y Transgénero

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Letras y Encajes

Por: Marceliano Posada | Fecha: 2019

En Colombia, la pionera había sido la revista bogotana La Mujer, creada 50 años antes y dirigida por la escritora Soledad Acosta de Samper. Sin embargo, mientras La Mujer se publicó solo por cuatro años, Letras y Encajes fue editada mensualmente durante 33 años, hasta 1959. Una aventura de estas pareciera ser un ejemplo de emancipación femenina, pero al revisar la publicación es fácil encontrarse con una postura conservadora que, con todo, da cuenta de cómo se entendía a la mujer a principios del siglo veinte.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
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Crítica poscolonial desde las prácticas políticas del feminismo antirracista

Por: Rosa Ynés Ochy Curiel Pichardo | Fecha: 2019

Este artículo señala que la teoría poscolonial hecha desde la academia conlleva una posición elitista y androcéntrica. La autora muestra que las prácticas y luchas del movimiento feminista, tanto en los Estados Unidos como en América Latina, han generado una forma de teorizar lo poscolonial que con frecuencia es ignorada por la academia. Trazando un recorrido que va desde los movimientos feministas negros en los Estados Unidos, pasando por el feminismo chicano, el feminismo afrolatino y el feminismo indígena, la autora muestra que la teoría poscolonial se beneficiaría mucho de los grandes aportes que estos movimientos políticos han hecho al pensamiento sobre la dominación colonial
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Las rebeldes del 68

Por: | Fecha: 2019

El surgimiento de lo que se ha dado en llamar la segunda ola del feminismo está marcado por dos hechos importantes. Por un lado, la aparición a finales de los años 40 de El Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir, considerado un hito en la historia de la teoría feminista contemporánea, y por el otro, la radicalización de sectores de la sociedad civil en Estados Unidos y en Francia a raíz del surgimiento de los movimientos de derechos civiles y de protesta contra la guerra de Vietnam, amén de la rebelión de los estudiantes de Mayo del 68 en París.
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Derechos de las Mujeres: Principales Instrumentos y Normas Internacionales y Nacionales

Por: | Fecha: 2019

El Programa Presidencial para la Formulación de Acciones y Estrategias para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas de Colombia considera que es importante que todos los sectores de la sociedad colombiana conozcan sus derechos. Es por ello que dentro de su estrategia de visibilización, sensibilización y empoderamiento ha venido entregando la Colección Cuadernos Legislación y Pueblos Indígenas de Colombia, serie que con este ejemplar llega a su número sexto y presenta en esta ocasión los principales instrumentos y normas de carácter internacional y nacional que reconocen y garantizan de los derechos de las mujeres. Su reconocimiento es el resultado de una larga lucha que ellas han emprendido en el mundo y Colombia. Luchas que a mujeres como Olimpe de Gouges le costaron incluso su vida, pero a quien que gracias a su autoría y persistencia le debemos desde 1791 el poder contar con la “Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana”. Su principal aporte fue sin duda la reglamentación de un trato igualitario a la mujer con respecto al hombre en todos los aspectos de la vida pública y privada, imprescindible para el presente en el que hoy estamos y por el que seguimos trabajando. Consideramos que los instrumentos jurídicos de protección y defensa de los derechos de las mujeres que presentamos en esta publicación podrían ser útiles al proceso de construcción de la Política Pública Nacional de Equidad de Género para las Mujeres, que incluye también a las mujeres indígenas. Esta política pública se vislumbra como una herramienta que permitirá “amanecer la palabra escrita en estas normas”, es decir, materializar la garantía de los derechos de las mujeres colombianas. Es importante resaltar que el Convenio 169, en su artículo 35, establece que “sus disposiciones no deberán menoscabar los derechos y ventajas garantizados a los Pueblos Indígenas en virtud de otros Convenios y recomendaciones, instrumentos internacionales, tratados, o leyes, laudos, costumbres o acuerdos nacionales”. El cuadernillo presenta los principales instrumentos jurídicos internacionales, vinculantes y de rango constitucional como lo son: la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, aprobada por Colombia mediante la Ley 51 de 1981; la Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, conocida como la “Convención de Belem do Pará” aprobada en 1996, ratificada por Colombia mediante la Ley 248 de 1997; y el Protocolo facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, aprobado por Colombia mediante Ley 984 de 2005. Como normatividad nacional se destacan la Ley 581 de 2000 que reglamenta la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de las diferentes ramas y órganos del poder público; la Ley 731 de 2002, por la cual se dictan normas para favorecer a las mujeres rurales; la Ley 823 de 2003, por la cual se dictan normas sobre igualdad de oportunidades para las mujeres; la Ley 1257 de 2008, mediante la cual se reforma el Código de Procedimiento Penal de la Ley 294 de 1996 y en la que se hace mención a Pueblos Indígenas, comunidades afrodescendientes y otros grupos étnicos; y la Ley 1542 de 2012, por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres, se reforman los Códigos Penal y de Procedimiento Penal.
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Derechos de las Mujeres: Principales Instrumentos y Normas Internacionales y Nacionales

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Mujeres en Colombia : avatares de su emancipación legal

Por: Magdala Velásquez Toro | Fecha: 2019

La lucha por los derechos humanos de las mujeres en este período se caracterizó por el esfuerzo para lograr la eliminación de las distintas formas de discriminación legal que las excluía expresamente de los avances y progresos logrados por la democracia. Por ejemplo, se les quitaba el manejo de sus bienes y perdían su autonomía personal, ya que al contraer matrimonio se las declaraba incapaces, quedando atrapadas en las redes de la "potestad marital", que otorgaba al marido poder sobre la persona y bienes de la mujer; estaban sujetas por una legislación que les cerraba las puertas de acceso a la cultura, a la educación, a la capacitación técnica y profesional y las relegaba a recibir una educación femenina que les otorgaba el diploma de "Instrucción suficiente" y una Constitución Política que las excluía expresamente de los derechos políticos ya que consagraba la ciudadanía a "los varones mayores de 21 años" por tanto impedía el ejercicio de la participación femenina en los asuntos de la vida pública como electora o como elegida.
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Mujeres en Colombia : avatares de su emancipación legal

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Por todos los medios: comunicación y género

Por: Pilar Riaño-Alcalá | Fecha: 2019

Reflexiones, investigaciones, experiencias y nuevos cuestionamientos de comunicadoras latinoamericanas y de otros continentes, sobre la relación entre mujeres y medios de comunicación –tradicionales, alternativos o los de la nueva era tecnológica– en un mundo marcado por la economía global, el marketing y el rating. El objetivo de este libro es apoyar a las mujeres en la búsqueda de estrategias inéditas y atrevidas que tengan en cuenta la perspectiva de género para lograr la democratización de los medios masivos de información. La primera parte, Travesías, a partir del surgimiento en los 70 de la nueva ola del movimiento feminista, se sientan las bases para desarrollar una propuesta comunicacional que pretende contribuir a la democratización de los medios de comunicación, y por ende, visibilizar a la mitad del género humano. La segunda, Nuevas miradas, presenta los desafíos comunicacionales para las mujeres en el mundo globalizado y con un desarrollo tecnológico acelerado a fines del Siglo XX. Finalmente en el apartado Quehaceres, se presentan las producciones comunicacionales desde el movimiento de mujeres, que pretende ser un verdadero baño de aprendizaje y de toma de conciencia de nuestros saberes.
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Las madrileñas del mil seicientos [sic]: imagen y realidad [reseña]

Por: Pilar Tenorio Gómez | Fecha: 2019

Esta obra se basa en la tesis que sustentó la autora en la Universidad Complutense de Madrid con el fin de optar al doctorado en Historia Moderna. Se inscribe en la línea de la historia de las mujeres que se orienta a mostrar su presencia en el desarrollo de las ciudades. El tema es tratado desde la perspectiva del contraste entre los discursos y las prácticas durante una centuria de cambios trascendentales en la vida urbana madrileña. Desde esa perspectiva se plantea el antagonismo entre las imágenes elaborados por los poderes patriarcales sobre los ideales femeninos y, las vivencias concretas de las mujeres. Pilar Tenorio sostiene que resulta muy complejo conocer el papel desempeñado por las mujeres que vivieron en la Corte. En cambio, a su juicio, es sencillo averiguar cual era la opinión prevaleciente entre los hombres a ese respecto (p.19). La autora se propuso resaltar la identidad femenina en las estructuras sociales y económicas de la ciudad. Pretendió además, trazar una biografía colectiva alejándose de los estudios que centran la atención en los estereotipos de las mujeres notables o de las marginadas, optando por las mujeres del común. En el libro se muestran los cambios en los volúmenes de la población de Madrid durante el periodo estudiado. En 1550 la ciudad contaba con 4.000 habitantes. El año 1594 con 37.000. Durante el reinado de Felipe IV (1621-1665) ya sobrepasaban los 100.000. Ese crecimiento se produjo más que todo por las migraciones. " ... llegaban gentes del campo en busca de algún medio para ganarse la vida, empujadas por la dureza de las condiciones en su lugar de origen, bien por las malas cosechas o por los impuestos. También llegaban funcionarios civiles o eclesiásticos en busca de empleos provechosos al amparo de la Corte, comerciantes para abastecer la creciente demanda de la ciudad y sobretodo una multitud de pobres y vagabundos, que buscaban en Madrid un sustento" (p.19).
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Las madrileñas del mil seicientos [sic]: imagen y realidad [reseña]

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Participar para hacer reales nuestros derechos: algunos antecedentes históricos

Por: Magdala Velásquez Toro | Fecha: 2019

La participación de las mujeres en la vida política no ha sido incorporada a la historia que sobre la democracia nos han contado. El reconocimiento de las mujeres como sujetos de la democracia es una historia que apenas empezó a escribirse en el mundo en las últimas décadas y no precisamente porque ellas no hubieran luchado por sus derechos de seres humanos. La cronología de las grandes rupturas filosóficas, políticas y sociales, los grandes hitos de la historia de occidente han llegado en ocasiones, con siglos de diferencia para los grupos lesionados por esa gran dificultad humana para asumir las diferencias y por tanto los conflictos que de ellas se derivan. Esta dificultad histórica se ha traducido en el estigma de la discriminación, que marca a quienes tienen la categoría de diferentes, son valorados y tratados social, económica y culturalmente como inferiores por causa de las diferencias de sexo, étnicas, raciales, de edad y nacionalidad. La discriminación ha constituido uno de los mayores obstáculos para que la mayoría de los seres humanos en el planeta accedan al disfrute pleno de su dignidad humana y de los derechos, libertades y responsabilidades inherentes a ellos. En esos grandes grupos de personas discriminadas en razón de datos aportados exclusivamente por la naturaleza, en los que no juega ningún papel el ejercicio de la libertad, existe uno que además de vivir los rigores de la discriminación de su étnia, raza, edad o nacionalidad, soporta la subvaloración de que es objeto por su sexo en toda la sociedad y al interior del grupo al que pertenece.
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  • Ciencia política

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Participar para hacer reales nuestros derechos: algunos antecedentes históricos

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