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Promoción de los Derechos Humanos sexuales y reproductivos. Módulo pedagógico para formadores

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Imagen de apoyo de  Gendering Migration, Livelihood and Entitlements:  migrant women in Canada and the United States

Gendering Migration, Livelihood and Entitlements: migrant women in Canada and the United States

Por: Deanna Pikkov | Fecha: 2019

Desde hace mucho tiempo, los Estados Unidos y Canadá tienen experiencia con la migración a gran escala, y siguen acogiendo a grandes flujos de inmigrantes legales. Las mujeres representan un porcentaje creciente de estos flujos internacionales. En ambos países, la mayoría de los inmigrantes legales son elegibles para la plena ciudadanía, y pueden acceder rápida o automáticamente a derechos políticos y mercados de trabajo, aunque los derechos estratificados son una realidad para los inmigrantes temporales e irregulares, también en el ámbito de la protección social. En el plano formal, las mujeres y los hombres disfrutan de estos derechos en igualdad de condiciones, pero la desigualdad de género persiste tanto en la política gubernamental como en los mercados de trabajo. Asimismo, el marco político y de política establecido recientemente en ambos países está influido por principios ideológicos neoliberales, lo que contribuye a la introducción de cambios en la política de migración, los mercados de trabajo y las prestaciones sociales que aumentan la vulnerabilidad de las mujeres migrantes ante las desigualdades estructurales. En la primera parte del documento se comparan los regímenes de migración establecidos en ambos países. El número de mujeres inmigrantes está incrementándose tanto en Estados Unidos como en Canadá, aunque la mayoría de ellas sigue dependiendo de los hombres. Los cambios en la política de migración que apoyan cada vez más la admisión de migrantes altamente cualificados han tenido lugar a mayor escala en Canadá; en la actualidad, el número de migrantes en ambos países que pertenecen a categorías “económicas” muy cualificadas supera el número de migrantes que ha llegado a estos países en el marco de categorías humanitarias de reunificación familiar y de asilo a los refugiados. Los requisitos en materia de admisión que ponen de relieve el capital humano perjudican a las mujeres procedentes de países en los que los recursos están principalmente en manos de los hombres. En los Estados Unidos, los migrantes correspondientes a la categoría humanitaria siguen prevaleciendo, aunque la competencia profesional es un medio “encubierto” para que un migrante temporal alcance la categoría de permanente. En el ámbito de las admisiones de refugiados, los cambios introducidos en las normas que rigen la selección de refugiados han fomentado la sensibilidad ante la situación de las mujeres en Canadá, pero el número de personas afectadas sigue siendo poco elevado. En ambos países, el número de migrantes correspondientes a categorías de entrada temporales ha aumentado en el último decenio. Las mujeres están presentes en categorías de entrada temporales que abarcan migrantes tanto muy cualificados como poco cualificados, cuyas perspectivas difieren considerablemente dependiendo de la ubicación del mercado de trabajo. Las iniciativas de política emprendidas en los últimos tiempos en ambos países proponen conceder la categoría temporal a los migrantes irregulares; tales propuestas podrían acercar los regímenes de migración norteamericanos a los modelos europeos del “trabajador invitado”, aun cuando estos modelos hayan demostrado ser insostenibles en Europa. A continuación se examinan los entornos de trabajo. En los Estados Unidos y Canadá, la liberalización de los mercados de trabajo ha reforzado las jerarquías profesionales marcadas por la desigualdad de género, en las que las mujeres inmigrantes están con frecuencia en una situación de desventaja. Aunque las mujeres inmigrantes están presentes entre los trabajadores muy cualificados, inclusive en los países en desarrollo, también están desproporcionadamente presentes en las categorías más bajas de los servicios estratificados, en el sector manufacturero, y el comercio al por menor. Pueden observarse claramente patrones similares en lo que respecta al desempleo, el subempleo, las condiciones de trabajo y los ingresos. Derechos sociales reducidos que enfatizan la prestación de cuidados en la esfera privada brindan numerosas pero precarias oportunidades de empleo, a la vez que incrementan la carga de las mujeres en su propio ámbito familiar. El hecho de que los órganos competentes en la concesión de licencias no reconozcan los títulos adquiridos en el extranjero constituye un gran problema en Canadá, y contribuye a las descualificación y el subdesempleo de las mujeres inmigrantes. En ambos países, la acción afirmativa y la legislación relativa a la igualdad en el empleo que tienen por objeto combatir y rectificar la discriminación en el mercado de trabajo por motivos de raza y sexo se han visto perjudicadas por el compromiso político decreciente, la aplicación limitada de la legislación y un alcance restringido. Los derechos sociales se examinan en la última sección del documento. En el ámbito de los servicios de sentamiento, la devolución y descentralización de los servicios han trasladado la responsabilidad de los gobiernos federales a los gobiernos estatales y provinciales, que en muchos casos se asocian con empresas y organizaciones no gubernamentales. A pesar de los cambios que reconocen la creciente necesidad de las mujeres de recibir educación lingüística en Canadá, los fondos destinados a tales fines no han variado desde mediados del decenio de 1990. Una cuestión que afecta particularmente a las mujeres inmigrantes en lo que respecta a la disminución de los derechos de los inmigrantes es la elegibilidad para recibir una pensión de jubilación. A pesar de que se les otorgan pensiones reducidas, universalmente adjudicadas, a las personas mayores en ambos países; los migrantes que trabajan en el hogar, en los sectores informales, o las personas que llegan al país de acogida en una etapa posterior de su vida, muchas veces no son elegibles para los regímenes de pensión gubernamentales relacionados con el trabajo. La estratificación de las prestaciones sociales es más destacada en los Estados Unidos, en gran parte a consecuencia de dos características del régimen estatal de protección social establecido en este país. La primera es la considerable privatización del sistema de atención de salud, por lo que muchas veces los pobres no están asegurados y dependen únicamente de las prestaciones del programa Medicaid concedidas a personas supeditadas a un tope en los ingresos, o tienen que pagar en efectivo una onerosa atención médica. La segunda característica son los cambios en el ámbito de la asistencia social que niegan el acceso a las prestaciones sociales a las mujeres solteras que no trabajan; que limitan el acceso durante toda la vida a dichas prestaciones a un período de cinco años, y que niegan completamente el acceso a tales prestaciones a los residentes permanentes legales que no han alcanzado la categoría de ciudadanos legales. En ambos países, la degradación de la protección social asociada con el énfasis neoliberal en la austeridad fiscal del gobierno y en una dependencia de la prestación de los servicios en el mercado tiene consecuencias desproporcionadamente negativas en los pobres, en particular en los inmigrantes pobres con un déficit educativo o lingüístico. Combinados con la liberalización de los mercados de trabajo, estos cambios pueden menoscabar el compromiso con los principios de la redistribución económica en América del Norte, y amenazar el bienestar de las mujeres que emigran a estos países.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Otros

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Gendering Migration, Livelihood and Entitlements: migrant women in Canada and the United States

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Poemas

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La Tierra en Disputa: Memorias del Despojo y Resistencia Campesina en la Costa Caribe: 1960-2010

Por: Donny Meertens | Fecha: 2019

En este libro se presentan las múltiples memorias sobre la tierra y el territorio, las luchas para ejercer los derechos sobre ellos, las intervenciones institucionales y los traumáticos procesos de su pérdida. Las memorias se recogieron en una de las regiones donde el despojo de tierras ha sido más protuberante durante las últimas décadas: los departamentos de Córdoba y de Sucre, y aquellos municipios del departamento de Bolívar que pertenecen a la subregión de los Montes de María. La multiplicidad de la memoria no resulta del azar, pues obedece a un orden en el universo de las experiencias: el protagonista por excelencia de una memoria sobre tierras, despojos y resistencias, es el campesinado, hombres y mujeres cuya identidad está – o estaba- anclada en su relación con la tierra. Algunos de ellos y ellas pertenecen a los pocos pueblos indígenas que todavía habitan la región: Emberá en el sur de Córdoba, y Zenúes en el resguardo de San Andrés de Sotavento. Parte del campesinado ha dejado de tener esa condición, pues al huir de sus tierras a causa de la violencia, ahora engrosan las filas de la población desplazada en las ciudades de la región. Por ello hombres desplazados, y sobre todo mujeres desplazadas se constituyen en otros actores en la construcción de esta memoria colectiva, en la cual la diferencia ocupa un lugar principal, pues no se pretende que ésta sea homogénea, sino al contrario, que abarque múltiples miradas, experiencias vividas, aspectos silenciados u olvidados.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Otros
  • Desplazamiento forzado

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La Tierra en Disputa: Memorias del Despojo y Resistencia Campesina en la Costa Caribe: 1960-2010

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Preliminares

Por: | Fecha: 2019

"El No. 9 de la revista "En Otras Palabras ... " recoge algunas de estas nuevas miradas y prácticas de sí, a partir de la experiencias del propio cuerpo de las mujeres. Por esta razón su temática central se denomina "Mujeres, Cuerpos y Prácticas de sí", con la cual quisimos enfatizar que ésta no se circunscribe a la sexualidad femenina sino mostrar un panorama más amplio en relación con las diversas experiencias del cuerpo tanto en una perspectiva histórica como en el contexto actual de las mujeres colombianas."
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
  • Temas:
  • Otros
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Identidad sexual

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Preliminares

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Letras y encajes

Por: Gabriela Mistral | Fecha: 2019

Letras y Encajes publica su primer número en 1926, esta revista fue fundada por mujeres de la clase dirigente de Medellín, muchas de ellas socias de la institución cultural Centro Femenino de Estudios (Sofía Ospina de Navarro, Teresa Santamaría de González, Ángela Villa de Toro y Alicia Merizalde de Echavarría) a lo largo del tiempo se consolido como la revista femenina más importante del país, dirigida a mujeres de la clase alta y media, abordaba temas que giraban alrededor del hogar, la religión, la literatura y la moda de la época. La revista circuló mensualmente hasta 1959. Sus principales redactoras eran mujeres, pero contaba con la colaboración ocasional de algunos hombres y con traducciones de autoras(es) extranjeras(os).
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Otros
  • Mujeres

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Letras y encajes

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Imagen de apoyo de  La pedagogía reconstructiva : una alternativa para desarrollar ambientes de aprendizaje cooperativos y participativos

La pedagogía reconstructiva : una alternativa para desarrollar ambientes de aprendizaje cooperativos y participativos

Por: Marieta Quintero Mejía | Fecha: 2019

La propuesta de asumir la pedagogía como disciplina reconstructiva, ha sido planteada por Antanas Mockus y un equipo de investigadores de la Universidad Nacional quienes sustentan la necesidad de articular los conocimientos escolares con los extraescolares así como, reconstruir las competencias comunicativas que surgen en los ambientes pedagógicos. Las disciplina reconstructiva tiene sus antecedentes filosóficos en la escuela de Franckfurt, representada en Theodor Adorno. Marx Horkeimer, Marcuse y Habermas entre otros. Sus investigaciones, las iniciaron en Alemania en 1924 y se orientaron al análisis del poder creciente de las industrias culturales, a la masificación y estandarización de la sociedad y a los efectos sociales de la tecnología instrumental. Es relevante en las investigaciones de los representantes de la teoría crítica el interés por rescatar al ser humano como objeto de producción técnica (Techne) por la noción de seres humanos con pleno poder para hacer uso de sus simbologías de sus deseos y principalmente de su lenguaje como expresiones de su voluntad creadora y transformadora.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Otros

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La pedagogía reconstructiva : una alternativa para desarrollar ambientes de aprendizaje cooperativos y participativos

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Sexualidades Migrantes Género y Transgénero

Por: Patricia Soley-Beltran | Fecha: 2019

Si tuviera que resumir las creencias que conforman el punto de vista conservador y patriarcal sobre la sexualidad humana, sostenido desde la filosofía, la medicina, el derecho y la religión dogmática, lo haría con tres enunciados: 1. Los sexos son sólo dos: masculino y femenino 2. Las relaciones sexuales tienen como fin la procreación 3. La familia es una unidad natural 1. Cada uno de estos enunciados merece ser explicitado. Cuando se habla de dos sexos, masculino y femenino, se está abarcando en esta dicotomía un disciplinamiento de aspectos muy complejos de la sexualidad humana. Por supuesto el sexo anatómico, con el que a primera vista y al nacer se clasifica a casi todos los seres humanos. Tan fuerte es el dogma sobre la dicotomía anatómica, que cuando no se la encuentra se la produce. Cuando los genitales son ambiguos, no se revisa la idea de la naturaleza dual de los genitales sino que se disciplinan para que se ajusten al dogma. Pero además del sexo anatómico, se supone que el sexo cromosómico también es dicotómico (XX o XY) ajustándose a la genitalidad. Nuevamente, cuando eso no ocurre, el dogma no se revisa. Las hormonas completan este menú biológico. El feminismo, al incorporar la categoría de género de la sexología, en muchas de sus expresiones todavía supone que este sexo biológico es el sostén natural de una asignación cultural de género. Si así fuera, no se medicalizarían los casos que escapan a esta descripción. La ideología dicotómica de género es anterior y más fuerte que el sexo biológico. No sólo lo “lee” como un signo al que interpreta, sino que lo escribe y lo corrige cuando su caligrafía no es perfecta. En síntesis, el mismo sexo biológico es producto de una lectura cultural. Por el lado del género la complejidad no es menor. A la identidad de género subjetiva de una persona, se agrega la expresión de género con que un sujeto se presenta ante los demás (por ejemplo, la identidad de género travesti puede presentarse con una expresión de género mujer), la elección sexual (homosexual, heterosexual o bisexual), los roles de género (masculino o femenino, variables socialmente) y otras sutiles distinciones que podemos ir formulando para decodificar esta complejidad y comprenderla. Afirmar que los sexos son dos, es afirmar también que todos estos elementos irán encolumnados, que el sujeto tendrá la identidad subjetiva de género de su sexo anatómico y cromosómico, lo expresará y aceptará los roles correspondientes, y hará una lección heterosexual. Lo que escape a esta disciplina se considerará perverso, desviado, enfermo, antinatural, y será combatido con la espada, con la cruz, con la pluma, con el bisturí y con la palabra. 2. Afirmar que la sexualidad tiene como único fin la procreación es, por empezar, una completa obliteración del placer. De eso no se habla, ni siquiera en las relaciones heterosexuales donde los sujetos se proponen procrear. Como se bordaba bajo un relicario en los camisones de las abuelas españolas, blancos, largos y con una abertura mínima como un hojal anatómicamente ubicado: “no es por vicio ni por fornicio, sino para dar un hijo a tu servicio”. Es decir, no sólo se cumplía el débito conyugal, sino que el objetivo último era servir a Dios. La mujer, como Arlequino, servía a dos patrones. Una sexualidad aplicada a la reproducción reduce las relaciones sexuales a la penetración del pene del varón en la vagina de la mujer. Cualquier otra práctica será viciosa y pecadora. El fin de la etapa reproductiva en las mujeres elimina automáticamente su sexualidad. Para quien no desea la reproducción, y mucho más si es homosexual, la única conducta permitida es la castidad. Me resulta misterioso que se tilde de antinatural la homosexualidad, aportando como prueba que en la naturaleza ningún otro ser la expresa (cosa que muchos biólogos discuten) y se recomiende como “remedio” algo mucho más antinatural, como es la castidad. De este modo, características fuertemente humanas de la sexualidad como la comunicación y el placer, comunes a prácticas diversas, son renegadas reduciendo la sexualidad a la reproducción biológica. Incongruentemente, el resto de las prácticas recibe anatemas morales, e incluso intentos de criminalización, logrando que por los dispositivos patriarcales del derecho, en sociedades muy conservadoras, sean perseguidos con la fuerza pública. 3. La afirmación de que toda sociedad humana es una especie de organismo que tiene una “célula básica” en la familia, es una de las concepciones más disciplinadoras y omnipresentes de la cultura. Tal sociedad tendrá en sus integrantes (el “tejido social”) diferentes estratos destinados a cumplir funciones específicas por su propia naturaleza, así como un pulmón y un ojo lo hacen, y sería absurdo pensar en cambiarlas pues implicaría subvertir la propia naturaleza. Así los destinos de mujeres y varones están determinados por su propia naturaleza a diversas funciones, que son complementarias. La familia permite que las mujeres desarrollen su destino de cuidado y reproducción, dejando a los varones el peligroso ámbito público del que depende el sostén económico. Ninguna otra estructura podría pretender funcionar como una célula, sino dos personas de distinto sexo y sus hijos. No importa que la realidad desmienta numéricamente esta norma, lo desviado es la realidad y debe ser corregida. Por supuesto que desde este punto de vista, la unión de parejas homosexuales u otros arreglos de convivencia no serán considerados “familia”, pero además serán criminalizados y dejados fuera de toda protección social. Personas que tienen hijos de parejas anteriores y hacen luego una pareja homosexual, pueden perder la tenencia de sus hijos, por considerarse una perversión moral que podría afectarlos. Los estudios sobre las múltiples relaciones de convivencia no sólo permiten apreciar los nuevos arreglos familiares en sus características, sino comprender sus necesidades a fin de adecuar la respuesta del Estado en forma de políticas públicas plurales. Finalmente de eso se trata. Derechos humanos universales, para ser ejercidos por personas singulares, requieren respuestas muy diversas. Una sociedad disciplinadora que sólo acepta como ciudadan@s a quienes cumplen con el estereotipo prefijado por el grupo hegemónico dominante, deja fuera de la ciudadanía de modo arbitrario e injusto a enormes porciones de la población. Históricamente, ese estereotipo de ciudadano ha sido el varónblanco-propietario. Las instituciones patriarcales están diseñadas en torno a este ideal, y así la ciencia, el derecho, la política y la religión dogmática lo realimentan.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Otros
  • Investigación de género
  • Medicina
  • Identidad sexual

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Sexualidades Migrantes Género y Transgénero

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Letras y Encajes

Por: Dolly Mejía M. | Fecha: 2019

En Colombia, la pionera había sido la revista bogotana La Mujer, creada 50 años antes y dirigida por la escritora Soledad Acosta de Samper. Sin embargo, mientras La Mujer se publicó solo por cuatro años, Letras y Encajes fue editada mensualmente durante 33 años, hasta 1959. Una aventura de estas pareciera ser un ejemplo de emancipación femenina, pero al revisar la publicación es fácil encontrarse con una postura conservadora que, con todo, da cuenta de cómo se entendía a la mujer a principios del siglo veinte.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Otros

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Letras y Encajes

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Imagen de apoyo de  Crítica poscolonial desde las prácticas políticas del feminismo antirracista

Crítica poscolonial desde las prácticas políticas del feminismo antirracista

Por: Rosa Ynés Ochy Curiel Pichardo | Fecha: 2019

Este artículo señala que la teoría poscolonial hecha desde la academia conlleva una posición elitista y androcéntrica. La autora muestra que las prácticas y luchas del movimiento feminista, tanto en los Estados Unidos como en América Latina, han generado una forma de teorizar lo poscolonial que con frecuencia es ignorada por la academia. Trazando un recorrido que va desde los movimientos feministas negros en los Estados Unidos, pasando por el feminismo chicano, el feminismo afrolatino y el feminismo indígena, la autora muestra que la teoría poscolonial se beneficiaría mucho de los grandes aportes que estos movimientos políticos han hecho al pensamiento sobre la dominación colonial
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Artículos
  • Temas:
  • Ciencias sociales
  • Problemas sociales
  • Investigación de género
  • Otros

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Crítica poscolonial desde las prácticas políticas del feminismo antirracista

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