Por:
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Fecha:
17/08/1901
~-@:;" ~"<:9 ~ ~ Bogotá, 17 de Agosto de 1901 ~
¡__ e--- ir~ ~~ --e- -+
o le tí n ilitar de tolorr.bia
Organo del Ministerio de Guerra y dell{iército
DIRECTOI. .AO KOiiOil 111
F;oa :;:3Jo J. Vergara y Velasco
G.-u. r 1 d,. l11~wniPruw, .Mit whro de varia• So('Íf•dad<> 'ivntlúct.•
on culaboraliom de cst~ prriódico lo Moc y Oficinl. d lljérut.
12 DE AbUST
1 or c·l ( ual '-C t n·n la L:ul 'rnacit'>n Militar de b Plaza de Honda y · r glnmen
t,l u sen·icio
R.El'A
At·t. 1.° Créase la (iohcnr ción 1ilita.r de la Pléua de H nda
que ha v nido funcionando l ord n pt1blico y la tranquilidad
social :
2." Vigilar el Ferrocarril de La orada y la Flotilla del Alto
y Bajo Magdalena;
TOH.O ~-13
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~o(ehn ~Hitar be 'olombi.t
'- 194 __;
3 ... Fiscalizar el manejo de la Flotilla del Alto Magdalena, sin
perjuicio de las órdenes superiores que ésta reciba; disponer de
ella en lo relativo á la seguridad de la Plaza, para lo cual comunicará
sus órdenes al Jefe de la misma, disponiendo para el efecto,
eom6 Jefe de la Plaza, de las fuerzas acantonadas en ella y en su~
alrededores ;
4:· Refrendar los pasaportes á los militare que pasen por la
Plaza;
5... elar por los intereses d 1 Gobierno, y en especial por la ·
brigadas que se den á los Jefes y Oficiales pasaportado ;
6: Cuidar del parque que haya en la actualidad en la Plaza
ó que éntrc en adelante, el cual estará iempre á sus órdenes; y
7 .• Cumplir y hacer cumplir toda · las órdenes manadas del
Ministerio de Guerra y de la Comandancia en J fe del Ejército.
Art. 6. 0 El Gobernador, como Jefe l\1ilitar supremo de la Plaza,
dispondrá. ·de todo elemento que le sea n e ario para el ostenimiento
de lla, y podrá, en gen ral, dictar cuantas m dida hagan
prcci as la circunstancias y el m jor d sempeño de u funcion .
Art. 7. 0 El Gobernador ord nará lo gasto qu casione el
p rsonal d la Oficina, útile de scritorio y alumbrado de la mi -
ma, servicio de po ta · y pionaj y lo · imprevistos de carácter
urgente, omo son la provisión d vívC'r · para las tropa ~ qu tran-iten
por la Plaza, y otras semcjant .
Art. .0 El Gobernador d term·nará, d' acu rdo con las órdene
ó instrucciones superiore y con la n cesidade y circun -
tancias del momento, cuándo debe mpr n<1er viaje de La Dorada
6 de Arrancaplumas cada uno c1 lo~ vapore qu llcgu n á e to~
puertos.
Comuníquese y pub1íquese.
a do en Bogotá, á 12 de Agosto de 1 o 1.
JO É MANUEL MARR QUÍN
El Mini tro de uerra, PEoRo NEr. OsPINA
PREVENCIONES
OBRE ERVICIO DE PLAZA *
RO TJ)AS M A y RE:
SERVICIO
., rt. 671. Con el objeto de uniformar el servicio
y atender á la constante seguridad y vigilancia que re-
• igentc en toJa su- parte. y aprobada por el . fini terio de Guerra.
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~3o1Nin IDhritetr be f owmbit
195 .-/
quieren los cuerpos de guardia, en los cuales no deben
pern1itirse, ni aun en tietnpo de paz, descuidos que relajen
en lo n1ás mínimo ninguna práctica legítima, se
dispone lo siguiente :
Todo mi.litar que entrare de facción, ajustará indefectiblemente
su conducta al contenido de los capítulos
que sobre guardias y rondas trae el Código Militar.
Los comandantes de guardias prestarán especial
atención á lo prevenido en los artículos 702, 703 y 722
del mismo Código, á fin de que aqu 1las siempre estén
listas para cualquier evento, y nunca pasen n1ás de dos
minutos entre el mornento en que . e anuncie una ron:.
da y aquel en que s la recibe.
El artículo 7 31 e. de vital irnporté'ncia, pues si el
anto ha ele surtir sus efectos, una de las palabras que
lo componen debe quedar desconocida á todo individuo
de tropa. En consecuencia, los Oficiales de guardia no
darán al argento ó Cabo respectivo sino el Santo y
Contraseña, recibiendo personaln1ente de la ronda la
eña. antes de lo cual no admitirán orden ninguna ni
pern1itirán el avance de las comitivas, si las hubiere.
Este procedimiento es tanto más necesario, cuanto
siendo varias las rondas mayores que pueden presentarse
en la noche en un cuerpo de guardia, el Comandante
de ésta cebe sien1pre asegurarse de la legitimidad
de ellas.
Al tocar la ronda á la puerta de la muralla, ó al
acercarse al puesto, el centinela preguntará : ¿Quién
va á la guardia ? ; y al recibir la respuesta de que es una
de las rondas m a y ores, mandará : " diez pasos á retaguardia
la ronda, ó alto," según el caso, y cerciorándose
de que su orden ha sido cumplida, avisará á su cabo la
llegada de ]a ronda. En caso contrario dará la voz de
alarma.
A visado el Oficial, hará formar su fuerza sobre dos
filas, dando frente á la puerta éstas, y terciar las armas,
calando el centinela la suya. Entonces el Sargento ó
Cabo entreabrirá la puerta y preguntará de nuevo :
¿ Quién va á la guardia 1 ; y obtenida respuesta satisfactoria,
mandará: "Haga alto la comitiva" (si la hu-
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~otetin !Jutitat. be ~olombi~
\._ rg6 __)
hiere), y luégo " Avance el que así se anuncia á rendir
el Santo y Contraseña" ; y abriendo un poco n1ás la
puerta, dirigiéndose á los cuatro soldados que forman
el resguardo y estarán tras él : " Resguardo, de frente,
n1archen" ; y al llegar á la altura de la ronda : ''Resguardo,
á derecha é izquierda, calen." La. puerta del
cuart J se cerrará al salir el Re. guardo, y el centinela
observará por el ventanillo lo que sucede. Recibido el
Santo y Contraseña de acuerdo con lo dispue.;to en el
artículo 7 3 r del C<)dig- Militar, mandará el Sargento
ó Cabo respectivo : ''Primer costado derecho, tercien,
y "Paso lateral, ó al frente, ' segttn la disposición en
que se halle el re guardo. á fin de que el soldado se le
apro ... ·ime, y le dirá al oí lo: "Dig-a al Comandante de
la guardia que viene bien ( ó n1al) anunciada." I ecibida
de dicho Comandante ];) orden de que la ronda
puede avanzar, t ~rciará su arn1a, se lo hará !laber así á
la ronda, y mandando terciar .á su Resguardo, entrará
con él al cuerpo d guarcl ia tras la ronda. Si la ronda
se hubiere anunciado n1al, el ficial mandará orden al
Sargento para que, intimáncl le prisión, siga al cuerpo
de guardia entre las ayonetas caladas, y lo mantendrá
alH entre dos centinelas cle vista, hasta tanto pueda dar
aviso al superior respectivo y recibir de este las órcJenes
del caso. Si el caso fuere grave ó la situación anormal,
el Oficial mandará dicho aviso en el acto.
La puerta de todo cuerpo de guardia no se abrirá
para permitir la salida á rondas, Jefes ó patrullas, sino
~uando la tropa esté formada en dos filas abiertas, con
las arn1as caladas, y en e1 n1omento de abrirse dicha
puerta mandará al Resguardo: "Resguardo, n1archen ";
y ya en la calle la persona que debe salir, cerciorado
el Sargento de que no hay peligro : "Paso atrás, marchen."
Si la ronda tuviere que permanecer algún tiempo
dentro del cuerpo de guardia, rnandará que la tropa se
retire, á fin de no cansarla inútiln1ente, no ordenando
se forme de nuevo sino cuando fuere tiempo de salir
para recibir una ronda; si Ja ·fuerza de la guardia exce
diere de diez hon1bres de facción, el Comandante de
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~oidin !Rintar be ~o(ombia
'- 197 _;
e,lla no hará forn1ar sino la parte que esté vigilante,
para pern1itir su reposo al resto, salvo en el caso del
artículo 718, -ó cuando así lo disponga la ronda ya
re(:ibida.
Todas las guardias cumplirán con la parte que les
corre pende de lo prevenido en el artículo 495, y ningún
ficial que entrare de facción podrá ser reen1 plazado
por otro, sino por orden del Jefe de Día, ele
quien dependen inrnediatan1ente las guardias, pero
puesto de acuerdo con el J ·fe del Cuerpo á que pertenezca
la tropa, salvo el caso de que el Comandante
de la guardia estuviere ebrio ó cometiendo fafta grave,
pues entonces el Jefe de Día lebe relevarle inmediatarnente,
encargando de la guardia á otro de los
Oficiales, si los hubiere, y si no, trayéndolo 1 cuerpo
respectivo, donde lo pedirá sea de día ó de noche.
De acuerdo con el ~rtículo 72 7, los Jefes de Día
son responsables del estrict cun1plimicnto le estas
el isposiciones.·'
De este n1odo el ord ·n 1~ jerarquía * en todos los
Cuerpos del Ejército, tanto de artillería é infantería
con1o de caballería, será invariablement el siguiente :
Cabo 2~, Cabo 1?, Sargento 2?, Sargento 1?, Subteniente,
Teniente, Capitán Ayuda11te Mayor de Batallón
ó Escuadrón, Primer Con1andante de Batallón,
Segundo Ayudante General, Pri1ner Ayudante General,
** General de Brigada, eneral de División y
General en Jefe cuando se trate de un Cuerpo de Ejército.
(Código Militar, artículo I 52).
* Jerarquía significa expresivamente e cala radual, orden
ascendente, cadena cuyos numerosos y de iguales eslabones unen
al oldado raso con el General. Pudiera decirse graduación : es
sinónimo casi de subordinación. Dentro de ella circula y se des-nvuelve
la disciplina. (Abm'ranfe, Diccionario Militar).
** El rango de Primer Ayudante eneral debe ser superior
en todo al de Comandante de Batallón 6 E cuadrón. ( ódigo Militar,
artículo I 57). Y la palabra rango! en milicia significa estado,
carácter, funcione , grado, repr sentación. (Almt'ranlt, Diccionario
Militar).
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&Idin WH!itar be ~o{om~ia
\.._ 198 _;
En igualdad de en1pleos la antigüedad da derecho
al mando. (Código Militar, artículo 4 r ).
En las guardias de plaza habrá una de carácter
superior, que será siempre n1andada por un Capitán, y
se llamará de Prz'nczpa!. (Ctado; y suponemo ·,
además, que el pueblo está habituado á hacer acrificios por el ejército. i
no es a í, podrá suceder que la situación se altere, que el ejército enemigo, á
quien no detiene ninguna consideración, e abastezca con mayor facilidad qu
el ejército que defiende el suelo nacional. En la campaña de 1806, las tropa.
prustana y ajonas morían de hambre en un paí rico, en donde no se atrevían á
tomar la pro isione. , en tanto que al enemigo n le contenía ningún escrúpulo
y no e privaba de nada. Durante el invierno de 1870 á J 871, en la segunda mitad
de la campaña, tropas francesas se vieron obligadas á ivaqucar, con un frío
intenso, en la calles de las ciudades, porque no se creía poderles dar albergue
en la. moradas de los ricos, en tanto que los Alemanes ocuparon esta mismas localidades
sin inquietarse, y a•i pudieron toma.r desean -en el hogar y o;entarse á
Ja me. a de lo• habitante¡.
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moLetin militar be ~oiomhi.a
\_ 200 _)
esto el prim ro se v rá obligado con mucha frecuencia á dividir
sus fuerzas, á fin de avanzar obre una zona más exten a, para sacar
mejor partido de los recursos que le ofrezca el país. Entonces
se pre · ntará al ejército defensor ocasión para lanzar todos sus
cuerpo reunido sobre una de la · fracciones enemigas, ant s de
que las demás tengan tiempo de acudir á su defensa. i e logra
que salga bien esta primera operación, será posible acometer con
las mismas tropas que acaban d luchar victoriosamente contra una
de la columnas enemigas, por segunda v z, y cierto que ha ta por
una terce ra y batirla á su turno. Ejempl brillante de esta clase de
operaci'one nos ofrecen los golpe qu dio Napoleón al ejército de
Sile ia del 10 al 14 de Febrero de r814. Este procedimi nto fue
empleado por Federico n una grande scala, para defend r , en
el cur o de la guerra de los siete año .
En tanto que el jército á la defen iva no haya sido Yencido
en una batalla formal, ejercerá naturalmente gran fu rza de ~tracción
sobre el acometedor, como 1 imán ·obre el hierro.
En decto, e te último trata de buscarlo para batir! o, para dar
fin á la mol tia que le oca iona, con toda u maniobra , la pro.·imidad
ele -' t ejército. ·e pu d , pue., admit ir d modo general
que el acom tedor e trasladará al punto en donde 1 jército de
la defen iva haya tomado po icion s. La 1tuación de la d f n iva
e por •. te hecho notabl m nte ventajo a.
i el acometedor desprecia una po ·ición que domine todo l
teatro d la operaciones y que 1 ejército á ]a defcn iva haya ocupado,
la mayor parte d · las vece., e t no t ndrá ino qu dividir
aun cuando sea en pequeña artf' para jerc r inm "'diatam nte
obr el adver ario su fu >rza d atra ción. Los movimient poco
acentuados d 1 ejército turco del Danubio amenazando el flanco izquierdo
del jército ru o, 1 l movimiento ofl·n_ ivo de mán Bajá
contra ~u flanco derecho durante l estío dt· 1 ( 77, ba taron para
decidir á é t á qu abandonase su prim ~r ¡ a~o 1 l Balkán, di -
pue to, por otra parte, de modo in ·ufici ·nte.
·¡ el acorn tedor trata d~..; pa. ar d 'liado del ejército de la defensiva,
desdeñándolo, ést • podrá iempre y con mucha ficacia
conte tar, por un movimiento ofen ivo que am~..;nace el flanco d 1 adversario.
Este movimiento fue ,¡ ¡u e propu~o .... charnhor t para el
ejército prusiano en ctubre de 1 < 'o6 cuando no se si ·uió u consejo,
y en Mayo de 1 r 3, ·n Lutzen, ·n donde se aplicó con éxito.
El General de Wercler recurrió á él igualmenre el 9 de Enero de
r87I n Will rsexel, y tuvo que felicitarse por hab rlo aplicado.
La def -nsiva e tratégica puede in temor aprovechar ·e d ·u
gran Tibertad de movimiento , sobre todo n u propio territorio.
Una de las condiciones e encial que e imponen :i la of n iva
stratégica es, como antes lo hemo visto, la n ~ces idad d
terminar su preparativo má pronto qu 1 adver ario. ~ 1 obtener
esta ventaja depende de la organización general del jército,
de que la movilización se haya preparado con istema, de
que se disponga de almacenes y arsenales provistos en abundancia,
de medio de transporte muy numerosos, y por último, de la
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58o{etin '-'Hlitat be (to[ombia
\._ 201 _J
configuración geográfica y de la naturaleza del territorio nacional.
Exige también gastos considerables. Difícilmente reunirá un país
todas esta condiciones. Querer rivalizar en estos diferentes puntos
con v cinos más favorecidos, puede, aun en tiempo de paz,
acercar al país á dos dedos de su ruina.
E te peligro no exi te para aquel que se mantiene á la defensiva
estratégica. Puede, in riesgo para él, á lo menos la mayor
parte de la vece , dejar que el adversario avance un poco,
con tal que no sea bastante considerable el a vanee para que las líneas
ó la po icione defensivas que haya escogido sean ocupadas
por el enemigo ante de erlo por la defensiva.
Estudiando la ofen iva, decíamos qu , de modo general, la
nación cuyo ejército e mantiene á la defensiva tenía más probabilídade
que el acometedor de contar con el apoyo de las demás potencia
. Actualmente e ha establecido en Europa un estado de
equilibrio en sostener el cual toda las potencias tienen cierto interé
. Verán, pue , elia con di gusto qu este equilibrio e turbe
por el aniquilamiento de una ó de tra potencia, se opondrán á
ello y atajarán el brazo del vencedor i se mue tra muy empecinado
en obtenr ventaja·.
En 1 66 las potencia que no tomaron parte dir cta en
la guerra, no intervinieron, á la verdad, en favor d Austria, que
sucumbía bajo lo golpe . de su adversarios, sino por medio de
una acción diplomática muy débil de Napoleón III; n 1871 no intervinieron
de ningún modo en favor de Francia, u e fue d rrotada;
pero e to d pendió de que el vencedor usó de una cu rda moderación
en l partido que acó de la ventaja ue acaba a ele obtener.
La te ndencia á sostener el slalu quo, la cual tiene ·u origen en
el hecho de que los E tados de Europa son de formación vi ja, de
siglo , tendencia que predomina en la política. actual, e favorable
á la defensiva tratégica, porque lla tam ién ba a en un
principio d con ervación. En la guerra de siete año , Pru ia,
que enton es era un e tado joven, experimentó el peligro que puede
resultar de remover un e tado de co as formado lentamente y
cuya conservación desea todo el mundo. ólo el g nio extraordinario
de un gran príncipe la salvó entonces d la ruina.
Tale on las ventajas que se encontrarán al decidirse por la
defen iva estratégica. P ro ella tiene inconv nient esenciales.
De una manera general, la re olución de mantenerse á la defensiva
descubre un entimiento unánime de debilidad. Y este entimiento
será el que ha sugerido esa resolución.
Además, no hay que olvidar, como ya lo hemos dicho, que no
ería posil.>le terminar nino-ún litigio implem -nte defendiéndose.
Lo má ventajoso que podrá obtenerse por medio de la defensiva
estratégica, es la paz que otorgará el advcr ario á consecuencia
del can ancio que ufrirá. Paz de esta clase fue la que obtuvo Federico
el Grande, y lo que le ayudó para conseguirla fue un cambio
en la ituación política. También la manera de combatir en su
época le . irvió muchí imo.
IANCO O lA fPU LICA
1110 TfC A
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~oCtt\n !JliHtar be ~olomiiuro el calcio, de
la cuale la principal . la lenta de composición al aire libre por
la gran o.·idabilidad del calcio, lo qu obliga á mantenerlo en receptáculos
h rmético , y mejor aún umc rgido en p tróleo. egui-ament
da las caracterL ti ca má. notable del acetileno, á aber:
· un ga transpat-ente, de color aliáceo, . olublc en el agua; unido
al air en ci rta proporcion , arde con llama brillante de potencia
lumínica 15 v re. mayor que la del gas del alumbrado; detona
e n dos volúmen< de o.+r no, alcanzando el rná.'imo de potencia
explosiva cuando . tá en pr ncia de 12 volúmene del dicho gas;
también forma m "zcla explosivas con el cobre y la plata, por lo
cual es necesario ('nvasarlo n aparato de hierro, y por último,
:u toxicidad es semejante á la del óxido de carbono.
Ancho e ya 1 campo de . u aplicacionc . Además de su empleo
directo en el alumbrado, puede asociarse con lo ga es pobres
para dar mezclas de gran poder iluminante; su calor de combustión
permite utilizarlo como origen de calor y de fuerza; por
la cesión de la gran cantidad de carbono que contiene, sirve para
preparar gran número de cuerpos orgánicos; y por último, los peligros
de explosión que avecinaba su empleo hanse alejado por los
consejos de la ciencia y el cuidado de los constructores. Estas cualidades
sumada á la economía del artículo, cuyo valor no excede
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~~letin ~nmtar be ~oromb\a
\__ 2o6 _¡
de 400 francos la tonelada, explican su enorme consumo y el trabajo
de más de 100 fábricas consagradas hoy á la elaboración de
aquel producto.
• * •
Tal ~S son actualmente .. á grandes rasgos, las fuentes de inexhausta
energía que aseguran el rico porvenir del automóvil y le
brindan el áureo cetro de la Dinámica.
Ayer, la soberbia locomotora, hidrópica de vanidad, resoplaba
imponente por el llano y la colina, escupiendo al cielo con el
humo de su orgu11o desenfrenado; hoy, como el gigante de la fábula,
cae al tropezar en su camino con un mísero guijarro, el pequeño
automóvil, herrumbroso y olvidado. ¡ Instabílidad de las
cosas humanas! Apenas desprendidas del orto luminoso, an declinando
hacia los pálidos umbrales de ~u ocaso.
El hombre, perpetuo Judío errante, vive condenado á eterna
fiebre de innovación ; semejante á í ifo, arrastra su mole hacia
una cuml re cada vez más lejana, y al modo de Proteo, se agita
en las convul ·iones de la inquietud y de la mudanza. Ved por qué
la locom tora, moza gentil de la mañana, mué trase quintañona y
rugo a en la hora ve pertina. u cuerpo, ayer ter o y ruñído, no
parece al pr sent hierro viejo y abollado; us voces aflautada
alegre música de tro día , atruenan ya el oído; u penacho vagaro
o irrita nuestro. ojos, y su piernas robustas y ligeras, loadas
tanta vec p r el plectro del iglo . rx, antójan e ahora rehacía ,
infl xible , y trabada por 1 terno grillete d 1 carril.
· Atrá,, locomotora . ¡ a n sirv ! Queremos má independencia,
mayor oltura, libertad sin límite · queremos otra cosa,
nuevo molde , algo fre co que calme el hipo agonio o de nuestras
ansias; má luz, más movirniento, más vida ; queremos el vu lo individual,
la loco:notora en nuestr ajuar, la ala de Mercurio en
nuestros pie , los giros del torbellino en nuestras manos : queremo
el aul~mÓ'lJl'l- ConHmía.
MEDIOS QUE H.A fJE EMPLEARSE
PARA lfA 'TENER Y ELE AR LA MORAL DE L OLDADO EN CAl1PAÑ • .a.
(Contimla)
Será bueno, antes de marchar á. campaña, hacer un pequeño
repertorio de canciones y piececitas de teatro que no exijan grande
aparato escénico; esto servirá. al fin para distraerse durante la
travesía. Recomiendo del mismo modo que se lleven algunos jueo-
o de cartas, dominós, &c., algunos in trumentos de música poco
embarazosos, tales como ocarinas, flautas, acordeones, &c. e pueden
también organizar fuera de plantilla, charangas e.'travagantes
con instrumentos del país 6 con instrumentos de cartón.
Para tener seguridad de que la moral de los soldados e mantiene
á buena altura, es necesario conservar su salud, ya lo he di-
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~oletin ~Hitar be €oll'mbt(l
'- 207 _}
cho, y en la conservación de la alud la alimentación juega un
gran papel. Es pr ciso variar cuanto sea posible la comida y poner
en guardia á los soldados contra los peligros que para ello
ofrece el abu o de las frutas de los trópicos, que, si deliciosas al
paladar, son á menudo perjudiciale y causan graves disenterías.
El mejor modo de poder variar la alimentación es cultivar
huerta cuando e llegue á un punto cualquiera.
El cultivo de huertas es, en mi concepto, lo que más importa
ncarecer. La huertas constituyen un recurso inapreciable en los
paíse donde 1 calor hace que se tome aversión á la carne. Se
nota entonce qu las legumbres frescas on un gran recurso,
porqu ellas impiden la anemia, en el momento en que 1 e tómago
no puede soportar, ino muy difícilmente, la carne y las legumbre
rn con erva. ¡ Y de~pué , todo nace tan pronto ! Al cabo de
quince día e comen rabanito · al me , habichuelas verd . , hortaliza
·, berros, &c.
i t do el mund no trabaja n la hu rta, á lo meno · t do el
mundo inter a por ·11a. e la cuida olícitarnt.nt . Cada hortelano
ó p~ udo hort !ano ¿quién no lo e~ n campaña'?), afana
1 or tener lo cuadros de que e tá nca rrrado, m jorque ~u ,. ·cino.
Del m1 m o modo que un jefe hábil debe :ab r . ·pi tar 1
amor propio, deb también hacer nacer una aluda le mulación,
qu rá bi n pronto la m jor eraran tía del bienestar de todo ·.
o quiero abu ar el qu oy cabal! r :le! mérit agrícola,
para dar · aquí una onf rcncia de horticultura; m limito á dciro
~implem nte : hac d huerta , y con las 1 ·gurnbr que la
harráis produ ir, lvaréi en la colonia· tanta vidas humanas
como los más ilu tre médico e n toda u ciencia y u medicirr .
E ta onvicción m impul ó á escribir, con fecha 24 de Enero
d r 95, al Gen ral uchesn , de-io-nado para mandar 1 cuerpo
pedí ionario de 1adagascar, una carla ·n la qu , 1 pué~ d
hacerle pr scnte mi refer ncia , 1 d cía :
H M jorque nadie abe u t d, mi en ral, las ventajas que
r portaría á la alud de las jó' enes tropas del cu rpo expedicionario,
qu los hospitales y ambulancias de campaña que han de
er creado · n el camino y á medida qu el ejército a vanee hacia
' ananariv , estén rodeados de huerta qu permitan uministrar
en plazo breve leo-u m res fr cas de Francia á lo enfermos de
eso ~spitale .
" espué de las ob ·ervaciones que he hecho en Tonkín, no
creo aventurarme cierna iado, mi General, diciendo á usted que me
comprometo á proveer abundantemente esos hospitales, cuarenta
días de pué de mi llegada á un punto cualquiera, de iertas legumbre
, tales como habichuelas verd s nsalada , berro~, rábano,
&c.
" ... esta una idea que reclama, necesariamente, ser de envuelta
de un modo más completo, y que yo tengo el honor de ometer
á la alta apreciación de usted; en la utilidad de la cual yo
creo, y que puesta á prueba, sería para todos una demostración
de la muy grande solicitud del Comandante por el bienestar del
cuerpo expedicionario. ·
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ofetin WHntar be ([o(omóia
\.._ 20 _)
~in embargo, cr o no inútil recom ndar á lo oficia le que
, e provean de simientes de hortaliza numerosa y variadas, la
que e conv nient con er ar en cajas estañadas para vitar el
enmohecimiento.
La caja urtida de . imiente de hortaliza que la casa Vzlmon
·n, Andrúu:r )' Compm1ía, comer iantes granero , Muelle de la
Tenería, 4, en París, fabrica para la e.·portación, son e.·c lente
para la conservación de las simiente y nota les por la composición
del surtido.
El precio de una de dicha cajas tomada. en Parí , y las cuales
pueden ser ,·pedidas como paquet po tal, es d 2 francos,
. i aún no ha cambiado el precio.
En campaña s preciso aber hacer clavija de toda las
maderas y no de p 1-diciar nunca lo que puede ser útilmente empleado.
La agua o-rasicntas ) ci ·rtos de pojos pueden en· ir para
alimentar cerdo·. Esto animal s on muy prolífico , y e muy celebrado
el caso de poder malar uno. l~n e e día e hacen morcillas,
salchichas, past le , &c. Es un día d fie ta en qu se recuerda
la .. rancia y 1 hogar de la familia.
Es preci o tener mucho cuidad en situar la guarreras en tu-ares
bastante apartados del alojami nto el los homl r , tener
aquello lu ·ares .·cesivamcnte limpi , de modo que no s an incómodos
por 1 mal olor. E to n es siempre cosa fácil.
El tiércol, 1 hollín, la b rras de café y la ceniza , ·on uti-lizabl
en la. huerta . n cuant á b inmundicia , jor des-inf
ctarla · y enterrarla . o r •comí ndo u u o en ultivo ·
rápido ; · compr nderá fácilment ~ la razón.
El ebo pr e lente d lo animal desollados, d be ser también
con ervado. e le empl a útil m nte para hacer gru a v la~.
Un poco de al r d 'n su mini tra 1 s pabilo · una vez qu el seb
está derretid , vierte en l aml ú qu e parten despué del n-fria
iento y solidificación.
En cuanto á lo otro restos d los animales, que no pueden
·er aprovechados por lo· europeos, tales como las panzas, la pieles,
lo cuernos, · ·c., se abandonan á los indígenas á cambio de
servicios que serían penoso para los primeros, tale como limpiar
las letrinas, acarrear ao-ua, madera, cuidar los fuegos de las cocinas,
hacer terraplenes, &c.
e puede, in embargo, conservar una panza ó dos por semana,
para hacer callos al estilo de Caén, los C'.Jale.:; e harán cocer
en el horno del puesto, y son muy del gusto de nuestro soldados.
Desde que e instale un puesto e preciso apre urar e á crear
un gallinero. Es forzoso vigilarlo mucho para evitar que sea saqueado
por los ladrones ó destruído por los animales dañinos, que
on su verdadero azote.
Es muy agradable el tener al alcance de la mano hue o
frescos para los enfermos. Este alimento, que se presta á tantas
preparaciones diferentes, es de un recurso sin igual. De Yez en
cuando se le da á la tropa. Este día, nueva pequeña fiesta para la
preparación de una tortilla al ron.
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~ofetin 9J1Hitat: be CSofomf>itt
'-zog___J
En fin, como en ciertos paíse las vacas no dan mucha leche,
erá preciso crear un aprisco. La cabra, que se encuentra en todas
parte , da leche n todos lo paí e . e fabricará una pequeña
mantequera, se hará manteca, que o, &c. &c.
El aprisco permitirá, obre todo en un momento dado, matar
un carnero, una cabra ' un cabrito, y hacer lo que los árabes
llaman un meschonz· decir que se hará cocer el animal
enter en el asador.
e escogerá para e to un día de fiesta ó de un feliz aniversario.
El comandante del puesto apt-ovechará. esta ocasión para ordenar
la confección de pa tele , la preparación de una tortilla al
ron, de una ensalada, la distribución de una ración de 'in o extraordinaria
y de café. El regocijo erá completo. Canto , bailes,
representacione de teatro, nada faltará. La alegría reinará como
dueña, y milagrosament casi todo los enfermos anarán, sobre
todo los enfermo imaginarios, que no on lo menos numerosos.
En resumen: una vez l er icio a egurado, no hay que pensar
más que en ivir bien, es decir, en hacer una buena provisión
de fuerzas físicas y morales. Pero e me dirá que para hacer todo
lo que acabo de enumerar e necesitan mucho empleados.
Aquí es precisamente adonde me faltaba llegar. Tal sucede
en Francia, en ~fecto; ensible, mirándolo bien, v r un número
tan grande d hombre eparado de la compañía para ser empleados
; en campaña e todo lo contrario, porque entonces es
conveniente que todo lo sean.
El talento del ficial con istirá. n hacer un juicio o reparto de
lo mpl o , confiriend á cada uno una labot· en armonía con su
aptitudes e pecia!es y con su inteli encia en interesar al soldado
n el empleo qu_ d empeña y probar) que n él es indispen able.
En tale condicione- , todo erán felices, y acabarán por en-contrar
el dfa d ma iad corto ; todo lo fuerzas del jef de un
puesto deben tender á conse(Tuir t r ultado.
El número de cargos que se le pueden confiar á los europeo
e~ con i erable, pue ademá de ~er ord nanza , ecretario , sastre
, zapatero , enfermeros, cocineros, carnicero , panaderos, hortelano.
ó guarda ·-almac nes, pueden star agregados á la cabreriza
para guardar el ganado, vígilar 1 pue ·to y dedicarse á la fabricación
de ladrillos t jas, cal, carbón, & . i un río pasa por las inmediaciones
del puesto, e organizan flotillas de pescadore y barquero
, &c. ce. Mientras unos en ayan piececitas, para poner en
escena una cualquiera, lo carpintero. albañile y herreros estarán
empleado en trabajos de con trucción, de tran~portes, y en
el mejoramiento de la instalación, trabajo que nunca deben interrumpirse.
e puede encargar á lo má inteligentes que hagan colecciones
de coleópteros y lepidópteros, de estudiar la flora y la
fauna del país de preparar la pieles de venados, de rellenar de
paja pteles de animale y de hacer colecciones de todas clases.
TOMO II-14
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~oietin WWitar be ~orombia
\.._ 210 -'
Es de la más grande importancia tener alo-unos hombre que
sepan hacer de todo, pue aunque no e ne e ario profundizar nada,
nada debe tampoco ignorar e . Importa que los conocimiento del
que mande y dirija todos los servicios sean no muy profundo , pero
sí muy variados.
No sabré recom ndar ba tan te al oficial qu 'a á campaña,
que se provea, antes de marchar, de una pequ ña enciclopedia de
todos lo conocimiento. útiles á la Yida material, de una brújula ·
Peigné, de una scopeta de aza, de pólvora y municiones, &c.
No es rar , en efecto, ver uno de tinado á un punto donde
no hay absolutamente nada para crear un pue to, y, por consiguiente,
de de lo trabajo · d dcfen a ha ta 1 má in ignificante
detalle, todo ba d hac r ·e y todo ha de impr vi ar e.
i tiene interé , d el 1 punto de vi ta moral, n que todo lo
soldados ean mplead , e t mi mo interé debe exi tir n lo que
concierne al buen funcionamiento d 1 ervicio y al mantenimiento de
la disciplina; pero para e to es pr ci o que ningún de tino, salvo
el de asi ten te (e to último marchan siempre on aquellos á quienes
irven , exc ptü á u propietario de los servicio de guerra.
odos deben alternar n la uardia ·, ~ colta , reconocimientos,
-c. E te e 1 único modo d n perjudicar á un . con beneficio
para otro ; di ho d otro modo: pr ci o hac r un prorrateo
equitativo de lo· ríe ~-o d J la o-uerra, d las fatiga y del descanso.
i á pe ar de toda la pr caucione
evitar las enfermedad , el ficial JU manci
no tien médico milite r, debe dirio·ir todo u
sus nferm ría ele el ·ear ue todo oficial le tropa coloniales
·ea alo·o médico ; to indi pen a le ; de todo modos, debe
hac r uanto d él d p nda para demostrar á u oldado qu
po e todo · lo onocimientos mé ic:o nec ario para cuidarles
bien en toda la· cir un tancia y ·i por ca ualidad Jos medicamento
11 o-an á faltarl , d bl' uidar d ocultar e~ ta ituación á
sus oldado y n titub ar n ha· r tra()"ar á u nfermo píldora
de nuca pam:~ (vulo-armeutc mi a de pan), á ·ui a de píldora
de quinina, ó alguna o·otas d a,aua fonhs (agua vulgar), m á 4
meno color ada, á gui a d opio, c·c. Con frecuencia ólo la fe e
la que sal a, y yo h vi to obt ner '. ·ito d te modo mientras
no fue de ·cubierto 1 ngaño; intere a que los soldad no e desmoralicen,
que e · lo l rincipai-Conlz"n!Ía.
CAPITUL ClONE. DE FUERZAS INGLESAS
E,- EL R DE AFRIC.\
La serie de de tacarnentos, algunos bien nutrido de Infantería
y de Artillería, amparado por buena def ·n ·as y provi tos de
municiones de boca y gu rra, r ndido á lo comando boers, molesta
y preocupa á la nación ingle a muy particularmente, porque
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· 'o(etin -~lHitac e ~o(ombia
\...._zii_;
en alguna de la capitulaciones 1 honor de la armas no se ha
dejado bi n puesto, como demandan de consuno el deber militar
y lo exige la alero a tradición británica. *
Varios periódicos, y muy particularmente la :'\~aHonal Revi'ew,
han tratado de e te triste asuntt, cuyo ecos llegaron á
la Cámara de lo Comunes, dond Mr. Lambert pre entó una
enmienda para que se lleva en á la Cámara los procesos incoados
por la capitulaciones, i lo cual s negó el Ministro de la Guerra,
Mr. Brodick, alegando que la lectura de tale proce os en nada
podría beneficiar ningún interé grande, ' añadió que sobre veinte
hechos e siguió proceso militar, del que r ultaron retirados ro
Oficiales, aparte de otra pena · impuestas. Por último, expresó el
Sr. Mini tro de la Guerra su creencia de que al terminarse la campaña
podría abrirse una información o-eneral para depurar respon
abilidades, y ofreció que serían ~ eparados de las filas todos
aquellos Jefes ú Oficiale que durante la campaña hubiesen dado
pruebas de incompetencia, flaqueza ó debilidad.
La réplica no satisfizo á uno d lo leaders del partido liberal,
el honorable ir H. Campell Bannerman, porque á la nación importaba
conocer muy luégo y cara á cara cómo ha ían ocurrido
tantos y tan desagradables uce
Natural es que á la opinión inglesa preocupara la erie de lamentables
capitulacione registrada desde que s rompie!'"on Ja
hostilidades. Interesaba al crédito de la armas y á la tradición
vigoro a de u oldado .
~ 1 hecho, por sus ca u a fici ntes, merece también er re-gí
trado por todo cuantos iguen con cuidado lo problemas militares.
uando tan frecuentemente e reproducen acontecimientos
de tal naturaleza en un jércíto que opera cau a hondas deben
alimentarlos. ¿ Cuále. pueden s r ~ tas ?
aria y d orden di ·tinto, eo-ún nue tra opinión particular.
El Yoluntariado, la condición mercenaria de un jército, 1leva en
í una ran debilidad para su fuerza moral 1 oro no uele
ser ñuelo para el h nor ni entre latino ni entre ao-losajones :
para derramar sano-re y morir, d e cía un d nuestro más férreo ·
clásico del Renacimi nto militar ne c ita randísima e peranza
de honra y provecho. E decir, la honra por delante, aun para
a uello a ventureros inmortal e qu n Flande n .... lemania y en
Italia mo traron escaso e crúpulos en punto de moral y di ciplina.
El concepto mod rno d 1 oficial y del oldado, · 1 que más boga
alcanza n el continente, realza 1 factor sicológico de la fuerza
armada y e el mi mo de recia y Roma : á aber : para el ciudadano
es derecho y es deber el defend r á su patria con las armas en
la mano. La soldada es un corolario de segundo orden, una imposición
de la vida material. Cabalmente en guerras largas, con clima
riguroso y maléfico, en país incipiente, sin recursos ni vías
• Como consecuencia de esto, Lord Kitchener ha dictado órdenes severísimas
en que conmina con duras penas á los que leYanten bandera blanca y no
extremen la defensa de su pue to.
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~oletin 9JHlitar ~.:e ~o[ombia
'- 212 _)
de omunicación, ni e ntro · d riqu za y de vida, contra enemigo
activo, intrépido y du ·ño del . uelo, y que tiene por auxiliares la
población, la flora, la fauna y ha tala atmó fera que e respira, en
g·uerra · de a índol , decimo es donde e prueba el temple moral
de un Ejército.
Pt! ·e i lo'\ · tr · año de campaña de Cuba, sin dinero y con
mayores rio·ore de clima qu en el ur de Africa, el Ejército españvl
probó g-allarda~ nt u abnegación, u di ciplina, u virtud
militar. Los trf'. e) cuatro hecho en i le de indisciplina y rendición
de pue tos fueron d - bido lo primero á " oldado voluntl\
xi 1"· ·· á mercenanós · lo eo-undos, á una erie de ca u as que i no
. in en para di ·culpar á .· u· autore , mirada con frialdad llevan la
atenuactón aun á la c1mci ncia má sev ra . ¡ Loor á los soldad
s españole , ·~p jo de ciudadanos guerreros n aqu lla tristeza
de la ingrata manigua !
A pesar de lo espléndidam nt pagado que tá 1 oldado
inglés, cuyo . u Ido y v ntaja en el Afri a ustral suben casi á
la paga que en Ultramar \'enían á. di frutar nue tros ubalternos
no ob tan te la Ji · rtad qu e le onc d " para garbear por u
cuenta ,. y talar, qu mar y ''galantear· con la pobres mujere~
boers cosa toda ella· tan d 1 ao-rado de la oldadesca marrullera,
c1 ejército qu opera en el 'l ransvaal y en el stado libre de
Orano- tá hastiad de aquella pelea in fin, mayormente hallándo
e alejad de lo centros populo. os dond toda jácara y
regodeo tienen u a i nt y ·n los u m diant u dorada libra
e terlina podría r o-alar us ví cera con uculenta comida
y wh1sky y vin d la olonia 6 df' Europa.
Aumenta, d otro lado e l apetito para no e. ·tremar la defen-a
de un puesto llevándola al llmit qu impon l deber del al-dado
el noble r roe cler los boer. hidalgo y humanitario
. iempr , pero muy . ingularmcnte n el trato con lo prisionero
ingl(;. e . Bu can lo , burghe r_ arma munici n víver ~ : lo pri-i
nerus ino-l e e on para llü una car a, obr todo de de que
por la ,·igoro a ofen i \·a d L ord oberl perdí ron la capitalida-des
pcrmanenL de , u Repüblicas. a uf 1 qu muy luég
lo pongan n liberta ; y como durant u autivcrio el trato
bueno y la consideraciones cuanta . on 'ompatible con la mar-cha
de la operacione r ulta u 1 r ndir ntraña peligro
ni molestias de orden mat rial.
Entre la Oficialidad d 1 Ejército, "Obr todo la n ata y de
noble in tinto , la guerra con e l bu n pueblo boer no e ·i mpática,
y mucho meno de de que e llevan ha ta la cru ldad los rigores
de la "reconcentración y de la lucha ca i in cuartel. Tal
estad9 de opinión se refleja en su conver acione , aun contenidas
por la disciplina ; llega al oldado, qui n en su ha tío y en su
an ias de repatriación recoge cuanto oye, e lo a imila y lo transforma
en desaliento y en falta de nergía para todo.
Por último, cau a e· también de tan fr cuentes capitulacione ·
el elemento irlandé del Ejército . obre todo la tropa y u la e ,
pue la ficialidad como lo Gen raJe de la de raciada isla,
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~ofdin 9nWtm: br a.
El 27 de Febrero, Cronje e rendía á lord Roberts con 3,660
hombres y 6 cañones. De un solo_golpe los ingleses hicieron más
prisionero que los boers en todo el curso de la guerra. Mas la
serie de tristezas no había terminado para el Ejército de la Gran
Bretaña; hasta este período había perdido 3,000 hombres, y 200
Oficiales que yacían prisioneros en Pretoria y en sus alrededores,
más 19 cañone que lo boers ya habían utilizado. En la gue-
rra de guerrillas que iba á iniciarse le esperaban sucesos más
frecuentes y amargos, aun cuando no fuesen de la resonancia de
los hasta entonces ocurridos.
El día 31 de Marzo, en uno de los razas de De Wet fueron
hechos prisioneros en annas Post, cerca de Tabanchú, cosa de
500 hombres, cogiendo además lo boer icte cañones.
Tres días después, el 3 de Abril, en Reddersburg, el mismo
caudillo hizo 500 prisioneros entre Oficiales y tropa, de los Reales
Fusileros irlandeses.
1 31 de Mayo, sabedor de que gran parte del 13. 0 Regimien ..
to de la Yeomanry, comprendí ndo el destacam nto del Duque de
Cambridge, marchaba hacia Lindley le dejó llegar, y una vez
dentro, sin xtraordinario esfuerzo logr. u rendición. La flor de
la aristocracia britámca cayó en poder de lo burghers pue á una
de las Compañía de este Batallón se la llamaba de "los millonarios.
' Tanta impresión produjo n Londres la noticia, que el
TVar Offia, temtendo los efectos, no la dio á conocer hasta el 6 de
Junio, es decir, de pué de que el público s regocijaba con la entrada
del Ejército en Pretoria. Quedaron pri ioneros 450 hombres.
Pre entándosc inopinadamente el 4 d Junio en la vía férrea
al .,orte de Kroon. tad, e \Vet cogió un convoy de 70 carretas
e coltado por 160 hombres de la brio·ada e higlhanders.
' revuel rápido y audaz, y n la tación de Roodeval
coge un tren con pingüe botín, y hace pri ionero al batallón Milicia
de Derbyshire, más 160 hombre de la brigada de ferrocarri·
les. Total, uno 760 hombre .
Perseguido por la avalancha de columnas que enviara Lord
Robert para asegurar su línea de operaciones y castiga,.. -1 los comandos
del Estado libr-e, se desliza hacia el Oeste, y en la noche
del 21 al 22 de Julio aparece en la estación de Gerfontein, hacia el
Rhenoster, se apodera de un tren de provisiones y coge prisionera
su esco1ta, que se entregó sin resistencia: constaba de un Oficial y
roo soldados.
A las veinticuatro horas destaca un comando á la estaci6n de
Roodeval y coge otro tren de víveres, haciendo prisionera á su escolta
formada por 200 hombres y tres Oficiales.
'~.. i . ,. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ofetin illlHitat· e ~oromóia
.'- 216 _)
Sin contar el sinnúmero de patrulla , pequeños destacamentos
y escoltas que constantemente caían en poder de los diligentes
boers, el r 1 de Julio Del are y realizó en el Distrito de Rensburg
una buena operación : aprovechándo e del descuido que en el
servicio de seguridad tenían lo ingleses, atacó el campamento del
Coronel Roberts; bravamente e defendieron lo ingleses ; mas al
fin izaron bandera blanca, entregando do Compañías del Regimiento
Linco]nshire, dos de escoceses y do cañones. En suma,
unos 500 hombre .
La guarnición de Jagersfontein, después de una ligera defensa,
cayó en poder de los boer el 17 de Octubre, y el 28 se apoderaban
de un tren n Genera, cerca de Kroonstad, rindiendo al
destacamente de go hombres.
Durante el mes de oviembre, aparte de otros accidentes de
menor cuantía, los inglese perdieron los destacamento de Klipsfostein,
Balmoral y Laydon; en la defen a de éstos hubo de todo.
Pero la rendición más onada de este mes fue la de la guarnición
de Dewestdops 1 2 3 : entregaron us armas I 8 Oficiales, 450 soldados,
y cayeron, ademá , en mano de De Wet, do cañones.
También fu fecundo en acontecimientos de e ta índole el
mes de Diciembre: en él los pri ioneros h chos á los inglese pasaron
de r,roo; además perdieron un cañón. Los hechos más saliente
fueron : el desa tre de lements en los Magalie , donde
cayeron pri ioneta cuatro ompañías del r gimiento de N rthumberland
y se perdió todo el convoy: total, uno 6oo prisioneros. El
mismo día la divi ión Brabant d jó en mano de los boer , en Za -
trow, 120 'irregulare ·; n Vryh id caían pri ionero o oldados,
y en 1 de tacamento de Helvetia 250.
En re umen, dice la 1\"alz'onal Revzew: más de 8,000 hombres
han entregado u arma al enemi o · solamente en el mes de
Noviembr 3,74 soldados y 140 Oficiale cayeron n poder de lo
boers. Por todo lo cual, y para de urar la cau as de to lamentables
suceso , debe abrir e proce ·o que irva á la v z d _ correcti-y
de atisfaeción le ítirna á la nación in lesa
1 . 1
VIAJ S P()R MEXICO Y SUDAMERICA
'UEVA GRANADA-POR G. T. VIG 'E
(Traducido del inglé para el Bo/etfn ilfilitar)
Seplt'embre 4.- ielo notable al anochecer: horizonte color de
rosa, mezclado con púrpura hacia el zenit, y om breado por n\.1-
rn~rosas nubes de un color not~blemente verde.
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~oretin 9)lHitar be <1oiombia
\.._.. 217 _J
Una completa relación de los Muiscas e) naturale de Cundinamarca,
ha sido traducida del Compendio de Aco ta.
Los Chibcha · (Mui ca ), e el propio nombre de los indio á
quienes los Españole encontraron en la comar a que rodea á Bogotá-
desde Fu a o-a ugi ha ta Zipaquirá-gobernados por tres jefes,
de los cual C'l Zipa de Boo-otá era 1 más podero ·o , vivían en
casas de madera y arcilla, d techo cónico y puerta de caña, lo
únicos naturale ue u aban di co de oro como moneda, adoraban
al Creador, el sol, la luna, el arcoiri . La luna y m días lunas de
oro eran llevada · en procc ión en su fie -ta . 1 ambién veneraban al
Bochica como" dios bienhechor.,; contaban por cin os, dividían
el círculo en setenta y dos parte , ~.:·c., y tenían un si. tema e cálculo,
y, como en México, un año se lividía en veinte m .e , pero no
sabían, dice el Dr. :Vil on (vol. I, pág. 43 7), la tre causa de
los verdadero eclipse . Tenían acrificio humano , y creían qu
el alma bajaba al centro de la ti rra ; u cielo, como el de los
Egipcio , estaba lleno de animale .• co ta añade: '' 'e \'e también
una gran conformidad entr lo ignos de los Egipcio y los
símbolo de los indio . ' *
La ho pitalidad de la • ra. B. y e u familia hizo muy a radable
una corta perman ncia aquí. Zipaquirá ti ne una catedral y
tre igle ia , la rim ra muy de m jorada por un t 'mblor. Un
cordero vale do pe o ; una gallina ó un2. doc na ~· hu .,·o: un
real· una arroba el trio· (25 libra do IJ l) •
En el cerro, yendo para la mina, b ervé una e pe ie 1 a io.
ntes l mprender la vuelta, fui á una cae ría de a achadiza. á
lo pantano , e rca del rfo, 1 que r ent a formando bellas curva .
Muchos rábano , d flor azul, verbena, y un a turión d . flor · ncarnada,
en lo 'llallados d di vi ión. i muchach ju ·an do á la bolas
con una fruta llamada mararay.
En el camino de Zipaquirá, y no 1 JO de la ciudad, auavesé
1 má hermoso puent de cal , canto d la comarca, conocido
como Puent del omún y que ti ne una ir. cripción por la ual
los pasajeros . aben qu fue con truíd por 1 ~ pri ion ro ingleses
tomados durante el sitto puc to á Cartagena por 1 Almirante
Vernón en 1739 · el monumento que encierra los de pojo de é te,
en la Abadía da \Ve tmín ter, nos informa de que él ' tomó á Portobelo
con eis na e , y qu en Carta t=na onquistó hasta donde ·
podían llegar sus na ves victorio as ...
La mina de hierro de Pacho stá como á distancia de quince
legua de Bogotá, y como á 7,000 pies obre el mar. La mina de
cobre de Moniquirá está como á do jornada de Zi aquirá, y hay
una mina de hierro en amacá, á diez legua de la última ciudad,
en donde viven algunos mineros inglese con sus familia .
Vi el tijereta ó halcón con la cola en forma de tijeras; y en
la llanura al oriente de Boo-otá hay un caprimulgus ó chotacabras,
cuyo cuerpo apena tiene ocho pulgada d largo, con una cola
• Compendio ltistórit·o dd })c·scubrimiento y ColonizariÓil dt la Nm·va Cr,,.
11ada m el siglo décimosexto, por el oronel Joaquín Acosta,
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~oretilt 9JHíitm: be G:o(om'6ia
L z r8 _ _;
de dos pies de longitud, pájaro em jante, más que ningún otro
de los conocidos en ud mérica, al a ve del paraíso.
En un sitio al pie de un de cen o, con árboles sobre el camino,
observé muchas grandes lombrices, como de una yarda de longitud,
como no 1~ había vi to en ninguna parte, ino ólo en las
montañas del rgán, cerca de Riojaneiro, que ya he mencionado.
Alguna peculiaridade iguales ele suelo pueden encontrar e de -
pué . En cerro , como de ordinario, de pi dra arenisca, el granito
( ·ic) aparece cuando el camino pa a por sobre las cumbres, formación
que continúa por todo el camino, á espaldas de Bogotá.
Dejo á. Boo-otá por Cartao-ena, recorriendo como ocho leguas
de camino sobr la abierta llanura, hasta Botello. Dormí allí. Al
acercarme al remate de la colina· m di uenta de que una cadena
de cumbr de arenisca y traquita corre de oriente á occldente.
Mucha agua n la llanura. En l tránsito me detuve en t. n:::t
venta, anghcé (taberna), y pregunté i tenían cerveza. "No, señor,
pero tenemos palh allz'."! (pale-a/e).
De pué d una jornada de cinco ó sei horas pasé por Ville.
ta, á la v nta de une, entonce · en pod r d un inglés llamado
Teosdale, que e taba au ent , y ocupé una buena pieza. Tras
una corta marcha desde Botello, e llega al remate de la llanura,
llamado Los Robles, y en d nd e omienza una bajada abierta y fuerte
entre las faldas de do e rro . El reci nt calor pronto se hizo
entir. Descúbr e repentinamente una vi la magnífica, á lo lejos,
á pera montaña cubierta de 1 o qu , y el valle del Magdalena
m·uelto por den a nubes qu mu v n in di ipar e, y por en-tre
las cuale 1 río Yi to á int n ·alo , a¡ ar e' omo moviéndose,
hasta que 1 ojo d scubre lo do _· má alto picacho nevados del
T lima, vi ibl sólo ncima. . uí encontraban lo árbole de
marfil v getal, floripondio fu ia · ncarnada y bor!"'achero . Apena
acababa d dejar lo peñ~ co de areni ca, fin de la llanura,
los que sobre alen en muy altor liev o re 1 bosqu al norte del
de filader .
Má a ajo se encuentran palma , plátano , cañas, árbole de
helecho, de coral (en eflor cencia), áloe . , bromelia , planta trepadora
, con bella flore de e lord ro a, ·c m jantcs n u forma
á la flor d la lila, qu en artagena llaman bcllísz}na J. crranada
piñas ilve tre , un e dro, y otro que produc una flor marilla
brillante; la caña brava, con la que se fabrican lo ombr ro de
Panamá, y muchos otr s árl ol s.
una corta di tancia de La Venta tá la hacienda de La Esmeralda,
residencia de Mr. Patricio \Vill , caballero inglés; ahí me
detuve para almorzar, y pa é un día muy a radable en e a confortable
residencia inglesa. Fui ob equiado con excelente música.
El elevado relieve que queda adelante, como á 6,ooo pies
sobre el mar, se llama el Alto del Trigo (la comarca alta en donde
puede crecer el trigo). La temperatura media del termómetro en
todo el año es de 70° á 74°.
Mr. iVill me mostró algunas palmas de cera que él cultivaba.
El tronco está cubierto con una muy fina capa de cera, que se
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58o{etitt -~~Hitar he \1ofombin
\..._ 219 _;
raspa. La semilla, e parcida por el viento, brota e pontáneamente
en terreno desmontado.
:Hay tres cla e de :ílo e en 1 uc va ranada · el maguey mexicano
no es aquí criollo; la pita Uf 1 :íl oP ti n un la ro- tallo amarillo;
el álo v teado s el higo ! las fibra de . stos dos último
sirven para hacer lazo .
En la orilla occidental d 1 Cauca ) como hacia el noroe te
de Bogotá, está la mina de oro d e Marmato, y otra de Purnio, c¡ue
pertenece á la Compañía ele 1Iinas de Nueva ranada. Una g-ran
cantidad de oro · tran ¡ 01·tada de allí á la feria d 1viompó ,
sobre el 1:ao-dalena, en dond habitualmente hay un o·ran ambio.
El r. D. P. fue ba tante amabl conmigo n Boo-otá al
darme un p dacito de mineral ncontrado n la upertlc· e y que
ensayado resultó t ner 50 part · d oro. La orilla izquierda del
Magdalena una r gi ,)n n qu e se produ e: mucho tabaco. El
interior del cigarro lo hac n d e l m j r tabaco, y lué -o lo envuelven
en una grande hoja . o a d color d aneJa.
Me dijeron qu en 1840 un norm alu\'ión de lodo de .endió
repentinamente ¡ or . ntr un barranco y cubrió un e pacio de
cuatro legua cuadrad , pultando la co. echa · de tabaco; y,
egún la tradición, cada 70 año ha acontecí o una Yi ita truc-tora
por el e ilo. En Lagunilla, al occidcnt de o ·otá. y rca
de os o-rande e tablecimiento · de tabaco d Ambalema, la cantidad
y pr cio de la quina y el tabaco ufre por i puta .on obierno
e olivia (sic), qu pued _ paralizar 1 omer io de la quina;
y también por disturbio interno u afe ctan 1 di tribu ión, y u
producen a imismo plétora n el om e rci de l tabaco el que alguna
vecas e monop !izado por e l b; rn por i ti mpo en
que to dura. Una o-ran cantidad d e uina puria e vende t ntonce
también.
í la r pu ta que dio un Jabri ego que confundía ti mpo y
di tancia: ". ndando d ·pacio, una 1 ua; andand apriesa, m dia
legua. Y un criollo que vio marca a la pala ra .l.ondon :obre uno
géneros en mbalema, y que pre guntó l qu aqu 11 ig-nificaba,
habiúndole dicho tu quería decir la capital de In rlat rra, exclamó:
"¡Qué l obo · on lo ino-1 e ~ P r- qué no la llaman Lon ]r ,
como s deb llamar·?
Fui muy r uerido para r¡u ext ndie e mi \ iaje á ntioquia
(descubierta en 15 3 7 , atra ando la ntral d la tre cordill -
ras que limita la orilla izquierda e l Mao-dalena y la orilla derecha
del Cauca. E co tumbrc atrave ar parte e lo · pa o de la montaña
cargado por lo indio , á paldd , en canastos.
La mina de plata d e anta • na e ncuentra en la provincia
como á dos legua al ccident el Magdalena, y á una altura
de 2,000 pies al pie de la montaña nevada conocida con el nombre
de páramo de Ruiz, y como á do hora de di tancia, á caballo, de
Honda. e encuentra tanto oro en ntioquia como en la inmediata
provincia del Chocó· pero el pelio-ro del clima e tan granel , que
los emigrante van á California, y rara vez vi itan estas localidades
auríferas. Antioquia debe $U nombre á haber sido colonizada
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ofetin :lJHritar be <5o!omúia
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originariamente por familia judías, acada de E paña en el reinado
de Felipe u, que tal vez fu ron inducidas á establecerse
aquí por haber oído que había oro. Encoí1tré una familia de
antioqueños en ueYa ranada, y eran la herma a faccione judías
sin equivocación. Una e pe ie d mo ca hac terrible estra·o cli ·u Ita en agua de amoníaco).
De La E meralda fui á dar al Alto del Trigo, y descendí la
montaña para lleajo por camino á trechos
muy pendí nte, pedre o o y malo llegámo á la orilla derecha
del río. -iorman u lecho H!itar be <$oíombiá
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por numero as capa concéntricas de cal carbonatada, frecuentemente
impregnada de ó.·ido de hierro. De de 500 metro arriba,
ha ta la cumbre de la m seta (200 metro ) y el vértic de la
rranías lateral e , que en parte miden 2, roo metros d altura sobre
el nivel del mar, ó ·ea 1,454 obre las aguas del río, predominan
las tratificacione poca vece concordante , alternando el
calizo, el gre v la cr ta, cuyo de 1 ojo reco ·ido · n la quiebras
y e calones de lo cerros, ofrec n al agricultor un su lo fértil y húmedo,
particularm nte del lado de ., en que pro peran rica sementera
de maíz, arroz, caña, raíce de varia cla e y erdes
campo de añil.
Mide el río uárez * en 1 1 a o para imacota, má de roo
vara de ancho, y corre impetuo. y ramador por encima de
los peñasco sembrado en u lecho. No hay puente· pero la indu
tria nalz"va v nció la dificultad e table iendo, como en otros pa-os
análogo , cierta maroma que llaman cabu;'a . Elíge e en la margen
un árbol robu to que al opue to lado tenga otro que le corresponda,
ó, n u defecto, plantan grue os horcone en la barranca,
á 20 ó má ara de altura obr las agua d 1 río, rodeándolos de
una plataforma cubi rta por un Jio- ro t chp d paja · e tos árboles
ó vio·as derecha , llevan el nombr de morones. De morón á morón,
atra e ando el río, tiend n ur. grue o cab!e de 24 rejos ó
cuerdas d cu ro retor ido, 1 cual naturalmente forma una curva
cu; no queda di tante de la corriente ocho ó diez ·ara ,
y con tituy la línea de trayecto. POI- ncima d l cable se ponen
do abrazadera de mad 'ra r cía, ' ·arrucha cabalgando
apoyada n la rodaja. el apéndice inf rior de cada abrazadera
bajan do cu rdas que terminan uj tan o con fuertes nudo
amba te ·t ra , d una pe i d camilla compu sta de mar-:o
de palo fi roso., á lo cual va co ido 1 cuadrado a i nto de
cuero: á te aparat que hace la fi ura de un ranas/o hato
colgand , 1 llaman puerta. marran á la te..:t ra · de la puerta
do !aro-a cabuya ó prolonga d stinada á tirar d la máquina
para hacerla 11 oar d banda á banda d 1 río, de !izando por
el cable la abrazadera~ ó arrucha de donde cu lga la u rta,
la cual, cuando rinde el viaje ha ta ~erca del morón, u da trabada
' ujeta por un ganch · sin e ta recaución rodaría otra vez
hasta el centro del río pue , como 11 vo dicho, 1 ca l forma un
seno cuya mitad ofrece rápido deseen o y la otra mitad una subida
resbaladiza. Dentro de la puerta pueden colocar cuatro pasajeros
entado , dándo e la palda y con la piernas al aire hacia
afuera guardando ;quilibrio, ó bien un pa ajero con do petacas
de equipaje y us arreos de montar. Li ta y asegurada la carga,
• n 1537, cuando la in va ión dd país de lo Cbibchas por onzalo Ji.
ménez de Que ada, en la marcha <.le de Chipatá para 1\Ioniquirá, hubieron de
atravesar la rápida aguas del río Sarrrbita. El caballo del Capitán Gonzalo
Suárez estuvo á punto,de ahogar.c; y de aquí pro,·ino que designaran el ara bita
con el nombre de no de Suárez, que no empeñamos n consen'arle sin embargo
de lo ridículo de su origen y á pesar del bello nonbre indígena.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~o[etin 9JCUitar be ~olombtu
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lo cabu_yero de acá avi an á lo de allá con un ilbido: zafan el
ganch que contiene la puerta, y é ta por su propio peso arranca
velozmente para abajo y 11 ga en r v á lo má hondo de la curva
que hace el cablP ; en e e momento los cabuyeros de allá em-
. piezan á tirar de la prolonga para llevar cuestarriba la puerta
ha ta hacerla atracar y anclar contra el morón, y allí d scargan y
desembarcan lo pa ajero . Cuando peón 1 que pa a, ó un cicatero
que quiere ahorrar 1 parje, no pz'de pun·ta ino ganclzo. E to
del o-ancho inY n ión toda\ ía mi indígena que la puerta. Figur
'monos un ·arabato d guayabo, terminado por m u seas ó entalle
n el e ·tr m ele cada brazo : d la muesca del brazo ma- ,.
yor penden cuatro aro d cuerda, largos, y otro corto de tinado á
trabarse n la mu ca del brazo menor. El prójimo ue pz'de gancllo
toma el que mejor le acomoda, tr pa por el morón hasta alcanzar
el cable, lo engancha con ·1 ~-arabato, cuya puntas liga
con el u odicho aro orto de cuerda, m te la pierna n do de
los ar ]aro-o , y 1 s brazo n 1 · tr s; dos, el manera ue queda
colgand del_ cable, á O"Ui a de araña, con la cabeza para la orilla
fronteriza del río; encájase bien 1 ombrero, suelta la manos, y
allá a cabeza abajo como cohete, oscilando obr el abismo de
roca batida por el turbulento rí . Per 1 impul o involuntario se
le acaba pa ada la mitad del cable, y ntonce comienza una serie
de maniobras Tote ca con brazos y pierna para subir ha ta el
el alto morón, lo que realizan brevemente lo ·eteranos y no in
sudar Tue a gota lo recluta y novicio .
o e co a 1mpo 1bl qu lo rejos del cabl humedecidos
por un ao-uacero revienten al tiemp de recibir la intensa frotación
d lo o-ancho ó o·arru\_;ha de la puerta; y ya pued con iderar e
cuál erá la uerte de los pa ajeros que caio·an precipitado al río. A
í s que la Cámara d Provincia han dictado Ordenanza -
peciale que determinan el número dl' rejo de que haya de componerse
el cable, ue nunca. on meno de 24, y que ccifican la precaucione
de seguridad que deben ob en·ar·e re p cto de la puerta
y aparatos adyacentes .. ·upue tas la co a en 1 mejor e tado po-ibl
, iempr r ulta gran pérdida d tiernp en 1 pa o de la cabuya
, ue to que en ada Yiaje de ida y vuelta de la puerta e
ga tan diez minuto~, no llevando má de una caro·a, y las be tia
tienen que pa ar á nado, cruiadas por nadador , con evident _ peligro
la cau a y naturalc¿a d · 1 fenóm no: era la igmción
e. pontán a ele la. pirita , <. ornunicada al arbón min ral soterrado.
Por con ·irruiente, nada tenían que temer los vecino de Simaceta,
pue to que te iinaje el cornbu ·tión tranquilo los gase~
e e· apaban con facilidad p r la grieta abiertas, y á poco trecho
e taba el manchón de ulla que daba pábulo al inc ndio.
Conll'mía
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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Publicaciones periódicas