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"Chanchito" - Revista ilustrada para niños - Vol. 2 - No. 29

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"Chanchito" - Revista ilustrada para niños - Vol. 2 - No. 30

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"Chanchito" - Revista ilustrada para niños - Vol. 2 - No. 34

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"Chanchito" - Revista ilustrada para niños - Vol. 2 - No. 35

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"Chanchito" - Revista ilustrada para niños - Vol. 2 - No. 36

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"Chanchito" - Revista ilustrada para niños - Vol. 2 - No. 37

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"Chanchito" - Revista ilustrada para niños - Vol. 2 - No. 38

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Imagen de apoyo de  Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 12

Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 12

Por: | Fecha: 08/04/1897

, :D3isemanario ~oIítico, ~iterario ~ lRoticioso AÑo l.-SERIE r. } Bogotá (R EPÚBLICA DE COLOMBIA), jueves 8 de Abril de 1897. { NÚMERO 12 H:D3 ogotá" -++­D I RECT O H : Eouaroo espinosa lÓu.zmán. AD~nlSISTUADOl< : ~ 1tltaXaO ®xt,cfl 18 SUDoRSn: (Ambalema,l .-Ltega los jue\'es 5. las 10 a. 111., y ::.al~ los viernes ti. Ins 3 p. m, ORIENTE (Urocué). - Llegall correos 8, , 18 Y 28 de: c¡lda Ine¡.¡, y saien el lo, 20 Y 30. ' . SUDESTE (Mdgar). f.llega los jueves á lils 4 p. 111, Y s11e los viernes á las 2 p. m. . ATLÁf\1'J' Ico.-Llega á Bogotá los días 5, 11 ,23 Y 29 dI! cad,l m~SJ y sale en los días 1~IJ 7, 13, 19 Y 25 de cild;i Illes. El de Encomiendas llega el3 I Ó t ', )' el 13, y sale el6 y el 18. NORTE.-Llega los jueves de ca(L~ ~cl])ana ti las 10 a. m., y sale todos los vie r; nes. El de Encomiendas llega el 9 ó tu )' el 28 Ó 29, y sale;; el 7 y 28. NOROESTF.. - Llega los vierm!s :\ la:, 9 a. m., y sale los sábados á las 2 p. m. El de Encomiendas llega el 1 '.1, Y sale el 25 á las 6 a. lll . Su R.-Llega los lunes á la 1 p. m. , y sale 10:-' miércoles á las 2 p. m. Los de Encomiencla<;;, son Jos en d mes, 1 .l~gan el JI v el 26 6 27 '1 sahm el 13 y 28 á In!. 6 a. m. . • FE RROCrlRNILES Vía de la Sabana. ~ale n los tre nes de Facatat ivá á las 6 y 30 a. m. y á la 1 y 30 p. m. Salen de Bogotá á las 9 a. 111. y á las 4 p. ffi . Vla dd l\/(wt!. Salen los l1'ene~ de la Estaci6n Celltrnl á las 9 a. 111 . y á Ja:-; 4 p. 111 . Salen de la Estación Cajicá á I:lS 6 y 45 a. lll . y ti. l:l. 1 Y 45 p. m. BOTiCAS DE TUN,I'O (PERMAN E~TI':~) La de Lomban ~ J oaquín , carrera t\ números 409 ¡.~ Y 409 G. La de Sanmartm Roherto, cRlle 9~ y carrera 10:1, nltmero ,62 y [72. 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Bajos rle la casa del señor I\,fadano Tancol junto al almacén de la sel1ll1·a Atla Tanco, denominado San Jos/. Teléfono número 134· 10-8 Acaba de llegar á la segunda Calle Real, número 452, un gran surtido de mantillas J ersey, desde $ .32 hasta $ 120. cA \1ISLON leS J u l) ICIA LES.-· Delá,car Rincón Soler, Zipnqui­rá y BogoliÍ.--Tamhién camhia, vende ó a rrienda una hermosa casa y unas tiendas en la plaza d~ Zipaquirá, 4'- 2 POSTES DE HIERRO pa1 el cerca de alambre" baratos, sólidos, eternos, vende Eugenio Lópcz en su almacén de fierro. ~ar9ue de Jos Mártires. _ 7 LLEGA RON los reverberos de petróleo, sopletes para latoneros, cocinas, forjas para soldadores, fósforos en cajitas y t inta de marcar al ALll'I AU;cN DE UA~n LO PIESCH ACON, calle 12, nún'ero 206, a rriba del Pasaje .flemáltdez. También se acaba de abrir \In g ran surtido de útiles de esc ritorio y de d ibujo. Se timbra papel á p recios sumamente bajos. Quedan unos pocos ejemplares de esqueletos para reclamos á la Junta de Catastro. 7 ~~~~- EL DOCTOR HELIODORO OSPINA 1, G, MÉDICO Y CIRUJANO Avisa al pú blico que, en su casa de habitación, calle [ ~, número 405 (esquina abajo de la Casa de Le­tras ·, tie ne de venta todos 105 medicamentos especia­les de Ospina, tan conocidos en todo el país y fuera de él por la eficacia y exactitud en sus efec tos, lo mis­mo que por la co nfia nza que in sp ira su aplicación en los niñós y perso nas débiles. Jarabe y pasti llas vegetales para la expulsión de las lombrices. Gotas pectorales, calmantes y anti espas­módicas para la segu ra y rápida .. u ración de las afeccio­nes del pulmón, bronquios, ete., inflamaciones, catarros, tos nerviosa, ferina, sintemática, etc. etc. Linimento antirreumático. Cosmético para teñir el pelo y la bar­ba, y tó nico americano contra la calvicie, la caspa y demás enfermedades d el cuero cabellu do. Cápsulas balsámicas antiblenorrágicas. Cápsulas de aceite de hígado de bacalao de Hogg creosotado, etc. etc. etc. Para consultas y todo lo demás concerniente á su p rofesión, se le encuentra en su casa todos los días, de las nu eve á las once de la mañana y de la una á las tres de la tard e. Bogotnturas. Al combctte electoral, pues. No hay más remedio. Bien discurre El COl'reo _NafJional cuando se expresa CIl estos términos: " ¿ Cuál podría, pues, ser hoy el mó­vil y .cuál el objetivo de nuestro partido en una guerra? ¿ DestruÍr su propia obra y perder el fruto de sus esfuerzos y sacri- ~.oIl.ctill OJEADA CR/T/CO-HISTORICA SOBRE LOS ORíGENES DE LA LITERA'1:URA COLOMBIANA ·Dedicada al St.:i;or doctor D. Jos! Malluel Gotllaga G. (Continl1ación). " CORO A la VOz de la América unida De sus hijos se inflama el valor~ Sus derechos el mundo venera, y Sus armas se cubren de honor. Desde el día que en este hemisferio De la gloria la aurora brill6 Vivir li1~re juró nuestro pueblo, Convertido de esclavo en señor : Este voto del cielo inspirado A la faz de la tierra ofreció, Con placer las naciones le oyeron; Los tiranos con susto y pavor. 'Tú primero, inmortal Venezuela, Dar supiste el ejemplo y la voi, y con gloria la Nueva Granada Sus cadenas al punto rompió: Buenos Aires y Chile á porfía Se disputan el mismo blas6n, y hasta el suelo del México hermoso Lihertad comunica su ardor. x Hemos visto que durante la época colonial y también después de la guerra de Independencia, varios esc~itores ((EBOGO~FAJJ-Abril B de .1897. frcios? Esta es una insensatez que sólo puede concebirse por cerebros enfermos ó perturbados por la pasión." i Lástima grande que tan juiciosas re­flexiones no se las hubiera hecho el co­lega en tiempo oportuno; pero inás vale tarde que nunca! UNION CONSERVADORA, PERO SIN CARO No ha satisfecho nuestro artículo titulado El reyúmo á ?uestro colega El Correo Naúo- 1tal-Lo sentImos, aun cuando no lo deplora­mos.- Por otra parte, es justo que él se enca­brite, del propio modo que lo hace la liebre al recibir el disparo en parte noble. Habríamos querido, eso sí, que él hubiera contestado la parte sustantiva de nuestro escrito, que es la que nos sirve ahora para intitular las presentes líneas; pero nllestro contrincante ha preferido tomar la tangente á entrar de lleno en esa espi­nosa cuestión. Respetemos sus móviles y sus fines. Hemos afirmado que la política de los 1'C­yútas es in epta, y los reyistas nos contradicen, afirmando que es h ~íbi l. Hé aquí la cuestión. Analicemos: Cuanclo La Epoca proclamó la candidatu­ra gel General Reyes, los reyútas, creyendo que esta medida era obra del señor Caro, gri­taron, como quien llama al sereno: i nos roban nuestra candidatura I Con lo cual demostraban la idea preconcebida de crear antagonismo entre ellos y el señor Caro. Perplejos se encontraron los partidarios del General Reyes al determinar el camino que debían seguir; pero como no tenían otro, adop­taron el de prodamar ó secundar la misma can­didatura Reyes . . Diéronse á este trabajo con ardor juven il , aun cuando era difícil compagi­nar aquello de la adopción de una misma can­didatura con quien ya era el blanco de siste­mática oposición. Proclamada la candidatura Reyes, se die­ron los re)'z'stas, contra toda ley de mecánica política, á hacer oposición sistemática al señor Caro, como quien trata de parar una pirámide por la cúspide. Así en la prensa como en el Congreso y en todas partes, se hacía lujo en el estilo procaz contra el que había sido su J efe y los había colmado de favores, notándose que sus más ardientes enemigos eran justamente los que hablan sido más favorecidos por él. Se disputaban entre sí la gloria de ser los prime- I ros en tomar el látigo para flagelar al persona­je más esforzado de esa candidatura. Los nacionalistas, con ese instinto maravi­lloso de los partidos, comprendieron que el triunfo de la candidatura Reyes implicaba para ellos la proscripción política, y acaso la indivi-buscaron forma más amena Ó adecuada á sus trabajos, re· duciéndolos á las medidas estrechas y ex i¡!;entes del verso. El mal ejemplo de Castellanos de atreverse á escribir toda una historia en verso, había si('lo imitado. Sabemos que un sacerdote, ponderado por ,u ilustración, el doctor Juan Manuel García Tejada, compuso en cantos heroicos la his­toria de la revolución de Colombia, manuscrito que se perdió. El Altt'mativo del Rerlactor A/Ilerüallo dio acogiria á alguna composición del doctor Tejad8, composición de sabor y manera muy anticuaclos, bien que este autor era uno de los bardos que manejaban con mayor soltura el verso, y sus poesías Jocosas lograron extraordinaria popularidad. Otros vates, como José Angel ManriCJue, autor de La To· caimada, ~ub!icada por pri?1era vez en POl1ay,{n hacia 1851, José Mana (>rnesso, Valcles, el doctor LUIS kzuola, Urqtll­naona y Marroquín, han logrado que su nombre llegue has­ta nosotros en alas de la fama. Nuestro UiiJliotecario Real, D. ~[anuel del Socorro Rodríguez, ellya memoria deiJemos guardar con viva sim­patía mezclada de gratitud, por haber sido aquel hijo de Cuba fundador del periodismo bogotano, también escribía en verso, en el tono afectado y altisonante que era enton­ces de moda. Rodríguez, justo y prudente es observarlo, gutado por sus humanitarios instintos y corazón republica­no, hubo al fin de aceptar la revolución patriota y transi­gió con los iniciadores del 20 de Julio. Cinco años antes de su muerte! que se efectuó en, el cuarto mismo en que vivía, contiguo a la Biblioteca, tomo parte en un acto público, dis­puesto por el General Nariño, con el objeto de sembrar en la plaza principal de Bogotá un árbol 'lue simbolizase la libertad conquistada denodadamente por el pueblo, fiesta que se verificó el 29 de Abril de 18l3. Con tal motivo, Ro­dríguez arranc<'Í de su lira las siguientes notas: Can temos al Señor de las naciol.es Himnos de paz, de gratitud y gozo: Bendigamos el brazo poderoso Que rompió de su puehlo 1as pTisiones .. __ dual, y para defenderse, ya no por instinto de conservación personal, sino por instinto políticO', resolvieron adoptar la candidatura de la persona más conspicua de"su partido, que era la perso­na destinada a ser el blanco de la ira -reyúta. Adoptada, en consecuencia, la candidatura d.el seño~ Caro, la prensa reyúta crujió con CIerto nlldo de cureñas, como quien mueve ar­tillería; y cuando la lucha se trabó, se vieron muy pronto las torres reyistas abatidas y las­plazas desman tejadas. Todavía más, cuando los reyútas con su actitud hostil, con .su lenguaje destemplado y con sus actos agresivos, habían obligado al se­ñor Caro á aceptar la candidatura que él había rehusado, hacen hablar al General Reyes, sin tener en cuenta que la situación era ya diversa respecto de la que se le había comunicado por el correo, y que el candidato debía hablar, se­gún las cartas, es decir, según una situación ya diarnetralmen te opuesta. La prensa 1/eyúta declara, en fin, que el Partido Conservador esti unido. que ha contado sus hombres, recorrido sus filas y no los en­cuentra fallos ; que toela esa falang·e está contra el señor Caro. Por nuestra parte, no creemos en semejantes consejas, pero sí podemos cole­gir que lo que se pretende es llevar á término fatal esta fórmula sacramental: U1úón conservadora, pero sin Ca1/o. Ahora bien, ¿ ha habide> habilidad ó inep­titud al combatir la aceptación del señor Caro? Aceptada por él y proclamada por sus amigos, ¿era habilidad ó impericia levantarse como un solo hombre contra quien podía combatir con más eficacia? ¿ Es habilidad ó ineptitud comu­nicar por el correo noticias al Gene ral Reyes, y, cuando inopinadamente cambia la situación, hacerlo hablar por el cable con el frío laconis­mo de quien se ve pr(lcisado á concentrar en una palabra todo un programa, el pensamiento político de un partido, y todo aquello que pue­de decidir de la suerte de una colectividad nu­merosa? ¿ Es habilidad proscribir de su partido· al hombre más eminente, y al que tiene los me­dios de combatir con mejor éxito? El C01'no, en vez de concretarse al medio inepto y trivial de retorcer palabras y coger puntos, es decir, de picar Con alfileres, debe probar á sus copartidarios que ha adoptado me'­dios inteligentes y hábiles para hacer triunfar la candidatura; que ha cautivado al país con un programa amplio y elevado; que ha hecho, en fin, algo que no sea crear obstáculos á su can­didato y obligarlo á caminar como á paso de ciego ell el borde de'un abismo. • CaLma, colega; éntre usted de lleno á la cues­tIón y abandone, siquiera por ahora, ese estilo de polemista de c1íme y te diré, y entonces los lectores no se fastidiarán con polémicas estéri­les, sino que, antes bien, conocerán el valor in­trínseco de cada uno de sus hombres. Mas si en D. Manuel del Socorro el sentido artístico estaba muy lejos de haber alcanzado un grado de perfec­ción notaiJle, no sucedía lo mismo con el sentido moral, que informaba tOllas ó la mayor parte de S11S composiciones. "Si la imparcialidad, que forma el carácter de mi ge­nio (decía el escritor cubano, con motivo de la muerte del Arzobispo de Bogotá, D. Baltasar Jaime Martínez Compa­ñón, acaecida en 1797), no fuese un público testimonio que acredita el candor y desinterés con que se ha conduci,lo mi pluma en los cinco años que por orden del Superior Go­bierno di á luz el Rlpe! Periódico de esta capital, entonces tendría yo justo fundamento para recelal que la noticia que voy á explanar aquí, pasase por el concepto de inveríclica en algunas de sus circunstancias. Pero, por merced del cielo, gozo la fortuna de poder escribir ·libre de preocupacicJI1es, pues es constante que en el caso no me liga ninguna rela­ci6n de parentesco, conexión de estado, ni otro algún mi­ramiento político que pudiese inclinarme á la lisonja. Hablo con libertad, y s610 al verdadero mérito le tributo elogios, porque así lo manda el Dios de la Justicia." La muerte del mismo eclesiástico nombrado sugirió á la pluma de Rodríguez el siguiente soneto: Nos faltó nuestro padre, triste suerte! y penetrados todos de esta herida, Aunque el amor alienta nuestra vida, También el mismo amor nos da la muerte: Obra en nosotros con poder tan fuerte Su constante vehemencia desmedida, Que la escncia vital, casi extinguida, S610 en amar respira y se divierte. De este modo con nlfseras señales Se explica la familia que amorosa Dedica los presentes funerales. Hé aquí 1a Pira pura y obsequiosa Que á su Padre y Pastor en modos leales Hoy le consagra fina y respetuosa. I. LAVERDE A. ( Continuará). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA VERDAD EN SU PUESTO El Correo Nacional, en un artículo titula­do Noble Ejemplo, dice, entre otras cosas, lo si­guiente: L ll circunstancia de ser el nombre del señor Gellera 1 Holguín el úllico proclamado ha11 la ,i1reccllín del movimiento encaminano al triuufo ne nuest.ros prilleipios en las próximas eleccio­lIes, rnegofL ustede.~ se sirvan prescindir de mi nombre como ca lld"lato y eoope!'"r por una acción concertada y uniforme :l cOlIseguir la apetecible y salvadora armo_ nía. Publiquen. PEDRO ANTONIO MOLINA. NO'l'A.-'l'rallslllitirlo hoy 20 á oJlciua Cartag0. AutéLllico, J . (hli z." Oficina Bogotá. EL GOB/ER,VO y LA OPaS/ClaN Una Jlolrtica. prudente se lraduce en progreso y bien­estar. La prospennad y fama de los hombres públicos de­penden de sus actos. Un político inhábil no de empeña pa­pel, 6 lo desempeña secundario. El verdadero hombre de Estado triunfa con facilidad sobre las oposiciones torpe­mente dingidas. Los grandes mandat,nl<)s han evitado cuid.ldosamente incurri; en imp:uucncias, siempre costosas á su propia re­putaclOn y al Estado; pero el gobernante que se cuida poco de respetar este hecho, bien pronto cae en descrédito \' sume en desgracia :í su patria y á su pueblo. Colombia h~ te~ido más de t.1I1 gobernante de esta especie, y el resultado practIco y tangIble ha hecho sentir sus horrorosas conse­cuencias. Pero hoy, afort~nadamente, es también práclico y tangible el progreso realizado en el imperio de la Rege­neraci6n. Los conductores de la política en los últimos ' tiempos han sabido dirigirla con tino admirable y sagacidad consum~da. Las personas sensatas é ilustradas que cono­cen la hlstona del pars, no pueden negar ' Iue la República ha prosperado grandemente en los últimos diez allOS. "Sólo los ignorantes ensalzan el pasado tÍ expensas del pre­sente." La fuerza y prestigio de los hombres ljue actualmente encabezan la política, se halla ell su rectitud y buenas in­tenCIOnes, en su amor á la patria y en su anhelo incesante por la fe~iciclarl del pueblo. Nadie, por severo investigador que sea, podrá tachar al Jefe de la República de falta de probIdad y rectItud, 111 mucho menos podrá suponer que en su corazlÍn tengan aSiento la maldad y la perfidia. . El hombr~ pú.blico debe tener grandes y brillantes cuahdades; qtllen SIl1 estos ata\'Í?s se presenta en el teatro de !a polílica, juega un papel muy triste y de muy escasa vaha Los m~ritos del político deben ser méritos intrínsecos. Un brill,o. de oropel se extingue con sólo rugir la tempestad, y el'pohtlco,. una vez desnudo, queda expuesto á la incle­mencia del tiempo y al furor de las pasiones. En casos ta­les, necesítase gran fuerza de vohll1tad incontrastable ener­gía, visión clara y penetrante r, sobr~ todo, encumbradas facultades. S610 así puede salir airoso de la lucha é impe­rar sobre los hechos y los hombres; de otro modo, los hom br~s y los hechos juegan con él, cnmo los vientos con la ansta. Una oposición dirigida inhábilmellte sucumbe con ia mayor facilid.ad, y sus actos s610 sirven p~ra acrecer el bri­llo y el prestIgIo del gobernante á quien ha pretendido ano­nadar. No sucede así con una oposici6n sabiamente con­d. uci.da, porque si ella no obtiene un éxito completo, mina sl.qulera las ~ases del adversario. Por este aspecto el Go­bierno nada tIene que temer: la oposición no ha tomado por bandera los intereses de la patria, ni mucho menos se ha esforzado en defender las instituciones que nos rigen , lo "E!JOGOTA)J-AbriZ B de 1897. cual, á un mismo tiempo, implica falta de tino y desacierte. y el Jefe ele la Nación, que es un verdadero hombre de Estado, sabe aprovecharse de estos desaciertos, que son triunfos para él. La conducta agresiva de sus mismos enemigos lo pre­senta ante el país como el defen sor más celoso de los inte­reses públicos y de las instituciones patrias. De aquí el que siempre esté victorioso sobre la vencida oposici6n. El combina sus planes con prudencia y habilidad sor­prendentes, y para todos son visibles los buenos resultados que ellos dan. Su cabeza es la mejo. puesta y mejor organizada con que cuenta la República. PAGINAS PARA LA . HISTORIA ~IANIFESTACIÓN Señor D. Miguel Antonio Caro, Redactor en Jefe del periódico El Tradiciollista. Señor: Testigos oculares de la honrada)' patriótica conducta observada por el Partido Conservador en la actual lucha eleccionaria, creemos cumplir con un deber manifestando, tanto á vos, su digno representante en el periodismo, como ) á los honorables Senadores y Representantes de Antioquia y Tolima, nuestro testimonio de ad/lesióll y simpatía por vuestra ccmducta. Vos y ellos habéis presenciado que, tÍ pesar de vues tras esfuerzos y de la energía y valor con que el abnegado patriota doctor José María Samper ha defendido la causa de la Constituci6n, la obra de la intriga ha triunfado sobre la justicia, si rviendo de instrumento para ello el ex-( ;eneral Mosquera. Sin embargo, bien sabemos que hay un límite señalado á toda injusticia humana, La causa de la verdad triunfa tarde ó temprano. Recibid, pues, señor, vos y vuestros colegas, las más sinceras felicitaciones de nuestra parte, por vuestros es­fuerzos, y contad con los nuéstros como afiliados bajo la bandera del derecho y de la justicia, enemiga del fraune que desvirtúa y falsea el principio fundamental de las insti ­tuciones republicanas: el sufragio. Bogotá, .6 de Febrero de T876. Nicolás Pereira Gamba, Urbano Prarlilla. Ramón Roz,>, Sim6n de Herrera, B. A. Martínez, Evaristo Esco­bar, Pablo Emilio Durán, Joaquín Osario, Manuel A. Ló· pez, Lisandro Durán, Alejandro Rodríguez Ugarte, Primo Caballero, Mariano Izquierdo, Santiago Izquierdo, Ramón Lombana, Eugenio Mart'nez Montoya, Roberto Sarmiento, Francisco Camacho G., J oaquín Martínez E., Adelmo Del­gadillo, Rafael Tamayo, Pedro Pablo Cervantes, Domingo Laverde, Higinio Cuall a, T. ,\nlonio Escobar, Rafael Ba­raya, Segundo Grau, Augusto Suescún, Alejandro \\'iesner, Carlos Calder6n, Carlos Plata, Fernando J,iGn , Atiliano Hoyos R., Enrique Molinares G., J. A. Santos, J. Antonio Morales, Hilario M. ~ovoa, Carlos MartÍnez C., Rafael Martínez M., Daniel Boada, Agustín Nieto, (;regorio J á­come Rodríguez, Nicolás Díaz E., Camilo Torres, Isidoro Laverde, !\leja Morales R., J. Salomón Higuera, Rafael 1\1. Forero, Lázaro María Pérez U., J. F. Pereira, Olega­no Rodríguez C., Simón Az'!, Antonio J. Patiño, Manuel M. Pieschacón , RicardoPereira, Federico 1\1 artínez C., R. Ortiz Sáenz, Eugenio F. Saldarriaga, Pablo E. VIlla, Ale Jandro Peralta, J osé María Lugo, José Angel Zubiría, An­tO! lio Cediel, Lucio de J. Lindo A., Jesús F. 13ermúdez, Diego Castro S., Jnaquín Suárez. Calixto Ballesteros, Ma· nano ,\. Pinillos, Francisco de P. Liévano, E. Jaramillo. Fldel Rozo, Marcelo Silv~, Nicolás Ortiz, José Rodrigo Borda, Eladio Grau, Antonio M. Rojas, Evaristo Escobar (;rau, Narciso Reyes. (Siguen más de doscientas firmas de persnnas notables de diversos partidos, entre las cuales aparecen las de los señores Camilo _\. Echeverri y Herm6genes Saravia). l!.t l'P rod n (dO n C.f' COSAS VIEJAS QUE CONVIENE RECORDAR _\lIá por los años de 1891 se reunió en esta ciudad ulla J unta que se denominó COlllité de vigilallcia y de la cual hacía parte el señor doctor Manuel C. Bello, á la sazón i\Iagistrado del Tribunal Superior de este Distrito Judicial. Dicho Comité ofreció al señor Gene­ral D. l\Iarceliano Vélez, en memorable telegrama, la candidatura para la Vicepresidencia de la República, en el período de 1892 á 1898. Nadie, que sepamos, protestó entonces contra la in­tervención directa de un alto empleado del Poder J udi­cial en la lucha política que se iniciaba en esa época, ni los hoy Redactores de El Correo de Bofí1'ar, que ya eran mayores de edad y abogados algunos de ellos. Callaron como muertos, si acaso no aplaudieron tal in­tervención. En El Eco de la Costa, número I?, de 24 de Fe­brero de 1894, hallamos un artículo político, titulado "Dardo impotente," flTmado, entre otras personas, por el señor doctor D. Manuel C. Bello, contra el señor doctor Carlos Holguín, y de seguro que los Redacto­res de aquel periódico hallaron bien que un Magis­trado del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bolívar tomara cartas en la política militante del país. y . por último, en el mismo periódico, número 9, de ~ll de Abril de 1894, en una especie de cró nica, se relataba lo ocurrido en una reunión que había tenido lugar en la casa del señor doctor Manuel C. Bello, Magistrado del Tribunal Superior del Distrito J udi­cial de Bolívar, para unir al Partido Conservador y acordar listas para las elecciones que debían tener lu­gar en esos días. No hubo, de parte de los Redacto­res de El Eco entonces, ni una protesta contra la in­terve nción del señor doctor Bello en las luchas polí­ticas de aquella época. Al hacer las anteriores citas no hemos querido en lo mínimo mor:ificar al señor doctor Bello, pues á este respecto nuestras opiniones son totalmente dis­tintas de las de los señores de El Correo de Bolívar, quienes fingen hoy una indi g nación rayana en ridícu­lo, por la intervención de dos Magistrados de la Corte S'uprema en asuntos electorales. Al decretar el Constituyente la inamovilidad de los Magistrados de la Corte y la de los de los Tribunales, no quiso, en manera alguna, sustraer de las luchas po­líticas hombres importantes que, por sus luces, deben intervenir en ellas; no, todo lo contrario, decretó la inamovilidad precisamente, entre otras causas, para protegerlos contra las venganzas que el Poder Eje­cutivo quisiera satisfacer en ellos por esa intervención. Ni podría explicarse de otra manera, pues no es comprensible que hombres como el doctor Bello, por ejemplo, que han encanecido en las luchas políticas, consintieran en renunciar de esos derechos á trueque de conservar de por vida un destino público, por más honroso que éste fuera. Y precisamente por eso la ley de trashumancia ha sido motivo de enconadas discu­siones, pues se ha visto en ella una especie de neutra­lización del precepto constitucional. La indig nación de hoy de los señores de El Co­rreo es, pues, como todas sus indignaciones, mero asunto de conveniencias y de circunstancias. .. ¿Qué idea sc permitirán tener los señores de El Correo de todo aquél que no opine con ellos? Bien triste debe ser, desde luégo que suponen que por to­mar parte en los debates políticos los empleados pú­blicos, por más respetables qlle sean, abandonan los quehaceres inherentes á esos empleos. Pero nosotros, que no llevamos la pasión hasta allá, creemos que sí se puede ser buen empleado público y:ila vez inter ­venir en la política del país. Y nos afirma en esa creencia el hecho muy reciente de haber visto al señor doctor Manuel Dávila Flórez de Secretario de Instrucción Pública, atender con celo y consagra­ción á ese importante ramo, y á la vez consagrarse de lleno á la redacción de El Canco de Bolívar. ¿O será que los señores de El Correo creen que se puede ser empleado público y político á la vez, siempre que á esas dos condiciones se úna la de ser correligionarios de El Corrco .~ Acaso supongan que en las decisiones de los em­picados del orden judicial han de influír de modo po­deroso las contingencias de la lucha política, y en ese caso, manifiestan los señores de El Correo tener una idea bien pequeña del carácter de las personas que desempeñan esos puestos, idea que, por fortuna, se ha desmentido siempre, pues en el caso del señor doctor Bello nunca aquel Magistrado tomó para nada la con­dición de que fueran ó no correligionarios de él los que á él iban en demanda de justicia, ni se supo ja­más que los negocios á él encomendados sufrieran de­mora por su interve nción en la política. El hecho ue que muchos ciudadanos lancen el nombre de una persona para candidato á un puesto público, no implica la aceptación de ese puesto 'por parte de aquella persona. El señor Caro hasta ahora ha insistido con nola ­ble renuencia en nQ aceptar,u candidatura, y á na­die, que scpamos, ha manifestado lo contrario. Pero El Correo óa por aceptada esta candidatura. :\1ás aún: quizás pa5ándose de listo la da por impuesta al país con las bayonetas cn contra de la opinión ci­vil, si así puede llamarse, del rcsto de los colombia­nos; y viendo perdido para siempre al vicjo Partido Conservador, de seguro que por traición del señor Caro, sc deshace en denuestr," contra este per-onaje, y con la candidez que todos le conocemos, dice del sc­ñor Caro" 'lite el Partido LOllsen'ador sabe que nada tiene que esperar, y si algo espera es su aniquilamien­to." Y uice también quc e! señor Caro precisó mejor é hizo más cxtensivo el concepto del señor doctor N ú­ñez, quien creía que el Partido Conservador se había podrido biche, cuando aseveró que ese mismo Partido Conservador es presa de completa IMBECILIDAD. y con olvido completo de la propia historia de El Co­rreo, los scñores de él preguntan: "¿Cómo podría nin­gún conservador que se estime y ame su credo polí­tico, apoyar decorosamente y con provecho efectivo para su causa, 1" candidatura oligárquica del señor Migue! A. Caro ?" Pero nosotros, que no tenemos tan frágil la mc­moria, recordamos que los señores de El Correo es­cribieron en el número ¡I? de ese mismo periódico las siguientes fI 'ases: "Como precioso epílogo á estas líneas, reproducimos en seguida el brindis enviado por el PATRIOTA SEXOR CARO al banquete, etc. ;" y recordamos también haber visto en e! número 4.° del mismísimo periódico el telegrama que transcribimos á continuación: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1, #Exce lenlísímo señur Caro.-Bogotá. " Crea Vuestra Excelencia que en este Departa­mento, exento felizmente de resistencias organizadas á la obra del bien, HALLARÁ ENTUSIASTA ADHESIÓN Y DECIDIDO APOYO Á SU POLÍ­TICA ELEVADA y Á LA ACCIÓN MORALI­ZADORA DE VUESTRA EXCELENCIA .. "El Secretario de Instrucción Pública, "MANUEL DÁVILA FLÓREZ." Si la memoria no nos es infiel, cuando el señor doc­tor Dávila Flórez suscribió ese telegrama, ya el señor Caro había hecho la cita de Mc. Carthy, y sin embar­go, en el telegrama se le decía, á pesar de que el se­ñor Caro no había variado de opinión respecto á la imbecilidad de que era presa el Partido Conservador, que aquí, en Bolívar, hallaría e ntusiasta adhesión y decidido apoyo su política elevada, pero también es cierto que el señor doctor Dávilit Flórez era entonces Secretitrio de Instru cción Pública, y titmbi én 10 es que á la sitzón El Correo era m~s caristit que el señor Caro. " lVIacaulay, al hablar de John Runjan, dice : " De todos modos, Bunjan debió conocer muchos hipócri­tas, de ésos que siguen las huellas d e la religión mientras van con sandalias de plata, yen tanto que brill,t el sol y aplaude la muchedumbre." También el señor Caro debe haber con0cido en su peregrinación por el camino ele la Presidencia mu­chos que 10 siguieron mientras halagó algunits espe­ranzas, mientras tuvo pitra ellos "sanditl iits de plata," y que le volvieron la espalda cuando vieron esas espcritnzas defraudadas, cuando ya "el sol no bril~aba ni la muchedumbre aplaudía." P (DI;! 1,(1 f{(1.lIdem i\.'{uioll,d d~ ILur.w'lui11a ). DANIEL J. REYES siellte jlositi\' ;\llIellte 110 haller pod ido hasta aho­ra, ;l ca usa de Illllltip lil"adns a te l! c iolll 'S, dar res­puesta direc:t;t--dl' cortesía.'" a .'.!;r:l lJ te!egr:lIllaS, carlas)' periódicus, le l!;\1\ dirip;id" ht'lIlho' IS y expresi vas manifestaciolles de si 111 patía, el) 11 mo­tivo :i fill lll> lllbl":llllirllto de I\Iillistro del Te­so ro. E~tillln UJnlO . 1111 y \¡olll"IJSaS esas lila nifes­tacionl'i', no porqne sati,f:\,!jall ell él nillglíll sen­t il1Jie llLo de 111~eia n\llidad pcr."wnnl, ¡.:i no por ver en ellas una Illu0slr¡l de ¡1prol¡ncióll;¡ 1:>n CO Il ­duetft po lítica y u II bien intenc:ionarlo estílllulo, que lo obligall, un o .'" otm, rí. peJ'se.vel':tl" en la defensa dc las ill~t i lll io nes y clt'l robusto \" crlorioso Partidu -'" :tt.: ion" l. Ni In Gl'IISl1l":t (leSr;-I- 1z:"> onada )' lila le• \'lJ 1: \ IwrtLlrl )a 'o (1e SVl' a, Rll sereno espíritu, ni jI(,I"I11UnCee janHís illdiferente :1 aque­llas \'ocp" SilleC\"H II II' llte hOllradas qlle le illfund e ll valor e ll h euotidi;¡ll:t lucha y arraigan su fe en el tl"illllf" TInal dI' la 1· .lllS;' llaciollalista , que es hoy, bajo la dirl' f"c i,;n del sellor C}\l"O, como lo fue' :1\"l'I", bajo la ¡I" I Señor Nt'iñe'l., la eausa del bnell sellti(lo .v la .i IIstil"in . Bogot¡í, Abril [) de 1897. (De F;t /Vaciona/úta). FIRMES Aglol1leraeiolles III is Ó ¡lIellO,;; llumerosns de hombres sill balldera eo no cida}" sin credo polí ­tico perfect:\ln e n tl' drfinido, lJO t iellen (!Pl"eeho para aspirar al Gobierno ele IIflci lín alguna. Da ese dereeho no gozan en las naci o nes eivilizadas, ." ¡IIUI' espl"/:i" Im e nte en las ReplÍ hl ícas d e llIO e nl ­tieils y cristianas, s ino lo ~ gmlldes partidos po­lítiC: DS ,!Lle, aunCjue di scl"l'pcn de burna fe en los llwdios, está ll , no o!¡sL¡wte, aeorde8 cutl"e sí e n c u allto :í s u tendencia ll1 IJ r:llizndora. Cuando en Cololll h ia sc fu 1l die 1'0 11 los ele­mentos salios v hien illte lle¡onaclo~ ; de todaR las frneeiolle..,; pofiticas para formal' el g-rail Partido Xaeiollul, ni país entero conoci,í el programa, los Illedios quc ihan lÍ ponerse en pdetica y ld fin lino se hm;caba. Si huho de¡.;c\e el prineipio jefe reconocido y r cs)J " t11110S andar a.quí y allá d ejilnilo dondequiera hlll'lla envenenada tie su paso . . POI' eso los que no q uerelllOS f"l"Il1:1 l" parte de ese caos e1l que se quiere hacer entrar, para perderlo, al ven(:edor de Enciso, volvemos In vis­ta :1 la gloriosa bandera que nos ha. eohijado siemprp, y seguilllos ni hombre que la mantiene desplegada con honra. (De Fr.7y Gerun dio) . ~cd.\.o.!3 1J mtdtos Gobet'IHlCi61l de CUlldinamarca.-Sabemos de una manera positiva que es inexactá la noticia dada por Fray Gerundio en su número 3.0 respecto á la renuncil1. del alto puesto qlle desemllcih á contentamiento público el be­neméril(' General D. Juan N. Val derrama, distinguido miemIJro del Partido Nac:onal y colaborador eficaz del Go· bierno del señor Caro. Lág"l'i nJas.-El hogar de nuestro muy estimado y distinguido amigo, el General Jorge Holguín, ha pagado también su tributo á la epidemia reinante, que tántos niños arrebata al cariño de los suyos : ayer fue devuelto á la ma­dre tierra el cuerpo de la niña que abrigó pur pocos meses el eSIJí rltu que lo abandonó para volverse al Criador. Su partida ha destrozado el corazón ' de sus desolados pl1.dres, á quienes enviamos nuestro sincero pésame. DefullCiolles.-Registramos con verdadero senti­miento las de las señoras B:spíritll R. (le González y Ma­riana Acosta de Vargas, ocurridas últimamente. Nuevo ltuéSlJed,-Acaba de llegar ,¡ esta metró­poli el sel1o r. D. Te6filo Gómez jiménez, miembro im­portante y serv i(lor incansable del Partido Nacional. El señor Gómez Jiménez es entusiasta sostenedor de la candidatura del señor Caro, y por ella ha venido traba­jando en varias de las Jloblaciones de Antioquia. R eciba él nuestro cor(Jial saluc\o, acompafiado de ' nuestros c\eseos por que su perml1.nencia en ésta sea feliz. SahulO.-De regreso ele Santander, Se' encuentra en ésta el senor General Gabriel Peña S")lano, á quien salu ­damos cariñosamente. Nuevo hogat'.-.'3e han unido con los indisolubles lazos del matrimonio el señor Carlos Duque y la primorosa señorita Mallllelita Mallarino, cuya chispeante intel igencia, cuidadosamente cultivada, realza su belleza física y hace de ella una de las mejores joyas del bello sexo bogotano. Les deseamos felicidad. Parques.-Felicitamos al señor doctor Esguerra, Ministro de Hacienda, por las medidas que ha dictado para embellecer y arreglar convenientemente los parques de la ciudad. ' "El Eco Popular."-Este importante periódico de Tumaco, Departamento del Cauca, acaba de formar en las filas de los sostenedorc; de la candidatura del señor Caro. La conducta de _El ECtI Pt.pular lo honra y enalte· ce; y en ella tienen mucho que aprender varios políticos elel rlía. El artículo editorial R ectifiquemos, revela cordura, sensatez y elevado patriotismo. Reciba El Eco nuestra voz de áplauso por su nueva labor, que será fecunda en bienes para el nacion alismo co­lombiano. Cosas de "El Correo Nacional."-No se asusta BOG01:Á, ni se alarma, por la palabra soldado que lanzó El Correo .. Sabemos, en efecto, que hay soldados de la idea, sol ­dados del derecho, soldados qne echan plomo y tam bién soldados de plomo. Estas salidas infantiles de nuestro co­frade, . hacen sonreír al nús se ri o y espetado. CalIna, Señol',-Las adhesiones á la candida­tura del señor Caro, serán publicadas en El Nacionalista ó en cualquiera de Jos periódicos que la apoyan, cuando lo tengan á bien los miembros rlel Comité. A los hijos soberbios no se les da gusto; y rol' eso le (lecimos á El Correo Nacional: calma, señor: Reuacllajo,-El COllstitttúonal, que todo lo ,'c al revés y que tiene el criterio u1ás torcido del mundo (si aca ­so lo tiene) , :?clolece en todo lo suyo de un candor mal in ­tencionado y de una per< .'rsida I repugnante. Le atribuye á otros la, COSl1.S que se escriben en BOGorÁ, sin dar nun­ca con los verdaderos autores; y procede en todo sin ins­tinto, sin moderación, sin mesura, como un demente, y se deja llevar de las pasioncillas mezquinas, como un zancudo pór la bris:t . . . Se pulJlican unos versos en esta hoja alu sivos á su personalidad, y se Jos atribuye á la primera inteligencia del pca!s; y llega. hasta asegu rar que el señor Enrique Vjllar es el alma \"le BOGOTÁ. i Qué necio! , Pt'oclamaci6n,-La Junta Central eleccionari ... del Departamento de Bolívar ha proclamado la candidatu­ra del señor Caro en los siguientes térmi nos: CANDIDATURA PH.ESIDENCr AL La JI/lita Celltral Elecúollaria del Departalll~IlI{l d~ Bolívar, constitllída por el voto de los miembros del Part:do Nacio­nal de Cartagena, cumpliendo la. voluntad de sus comiten­tes, é inspirada en los seutilJlielllos drjl/stitia y patriotis"" que informan las aspir,.cioncs elel partido fundado por el EXCELENTISIMO SEÑOR OOCTOR RAFAEL NUÑEZ, acoge con el mayor entusiasmo LA CANDIDATURA del SEÑOR DOCTOR MIGUEL A. CARO PARA PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA C'l el próximo período constitucional, y la recomienda á tot!,)S los amigos, como que á ella están vinculados el UIENESTAR y EL PROHRESO DI, J~ ¡\ RT' PT1BLICA. Cartagena, l\ihrzo 12 de [ 897. El Presidente, J osÉ M. PAsos.-El Vicepresidente, Pedro Féliz.-Paó/o J. Bustillo, MaI'cial Blallco, LeollcüJ .lIenzández B., TomcÍs Navarro S, AI/tonio M. Caballero P, Jo~é Al. de la Vega. El Secretario, Pablo M. Ral/los. Tip. de Ca-cía é Hijos. Pl'og'l'<\Iua de la retreta que la ] '~ y '3~ bandas eje­cutélrán el jueves 8 del mes que corre, á las 5 p. m., en el parque de Bolívar. r~ BANDA l. Valses Slllle 1Í7'e del Nilo, por Bamgatti. 2. HOIlleJ/aje á Be/lini, por Mercadante. 3. Va lses Chal/lilly, por Waldteufel. 4. Marcha .Parfalelta, por llartolini. 3~ BANDA 5. Val;;es Transportes de alegria, por Farbach. 6. Sinfonía Giralda, por Aclam. 7. Danza Bc!l..r. Sallla,.ia, por Calamita 8. Polka Anita c',ro, ror Solano. Los Directores, MANl'EL CONrr.-R,IMóN P ERErRA CH. Atelltado.-Sabemos que el señor" Prefecto de la Provincia ele Bogotá activa la inve;;tigación iniciada por él desde la semana pasad" en averiguación del atentado de que fue víctima un joven miembro de una respetable fa­milia de esta ciudad, en la noche del 29 de Marzo próximo pasado, frente al almacén del finado Sr. Carlos Williamson. Damos cuenta de esto en obsequio de la tranquilidad social y del buen nombre del Gobierno. Esjusto.-Sí, de estricta justicia es la providencia que todos los empleados públicos esperan sea dictada por el señor J\linistro del Tesoro para que, en lo sucesivo, se vuelva á pagar á aqu éllos sus slleldos eu forma ó por medio de décadas, pues, a parte de Cjlle con la supresión de éstas se ocasiona grave perjui cio al mayor númer) de empleados, elado que se les oIJliga á hacer una pérdida con la venta de sus sueldos, se fomenta á la vez· la usura, puesto que los salvarlos con la medida que prohibió las décadas, son única· mente los agiotistas, quienes compran los sueldos de los servidores públicos con un descuento hasta de la por roo mensual. Aunque esta sola consideración sería bastante para el inmediato restablecimieuto de las dúatlas, hacemos notar que para el Te50ro es más fácil j1agar los sueldos paulati­namente que de un solo golpe, si se tiene en cuenta que es más hacedero conseguir una pequeña suma cada diez días, 'lue una enorme al fin ele cada mes. Cablegt"ama. Washingtr,n, 3.-11uellnvenlnra, 3 de 1\ 1" il rle r ~97. \1 inistro Espaiia.-Bogorá. Tomados Noveleta, Rosario y C.tvite Vicjo; en nues­tro poder toda la costa sur ele la bahía de Ml1.nila; presen­taciones en masa por mil es; considérase completamcnte dominada la insurrección de Filipinas. En Cuba muchos presentados; calnpaña muy bien. GACETILLA Charles Patill J) upuv. se despide atentamente de sus amigos de esta capital y espera sus órdenes en l\.ledellín. Al mismo tiempo les su· plica lo excusen de no haberlo hecho personalmente. tal como eran sus deseos; pero motivos de familia lo urgieron á determinar Sil viaje de un momento á otro. Abril de r 897 · Licitación á cfllltt'ato, Por disposición del Consejo Directivo ri el CírC/llo del COlllercio se saca á licita­ción el contrato cte administración de dicho establecimien· too El pliego de cargos está visible en el almacén del in· frascrito, la Calle Real, :i. donde deoen dirigirse las pro ­puestas en pliego cerrado antes del ro de Abril, día en que se acljudicar'l el contrato al mejor postor. Marzo de 1897. El Tesorero, ] ORGE \' ~: L EZ . Corhatas ¡Hu'atas en el almacén de Patiño & V, 311 , Calle l~ea1. 20-[ Datl10s en arrendamiento el almacén que ocupaba D. Pedro Repsold. Pa tiño &: Ca, 3" Calle R eal. 1 0-1 ~Ian uel ~I ai'Í :t Madero G .-J tJ) 'el"fa.-Surtido permrrnente de alhajas extranj eras y del país. Fabricación -,-especialidl1.d-argollas para compromiso. OrrJ garalltizada. Compra oro y esmeraldas.-J3ogotá, Calle ]2, número 133. IMPRENTA DE EDUARDO EsprNOSA GUZMÁN. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso - N. 12

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