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Cuando la escritora Roxane Gay se autodenominó –de broma– "mala feminista", reconocía que no podía cumplir con los requisitos de perfección del movimiento feminista. Mala feminista es un conjunto de ensayos ácidos sobre el feminismo en la cultura moderna, y una aguda y divertida reflexión sobre cómo la forma en que consumimos la cultura nos convierte en lo que somos; siempre con tono autocrítico y consciente del papel de la mujer –así como de su relación con los hombres y con las demás mujeres– en nuestros días, a través de su propia experiencia, y de las dinámicas políticas y culturales recientes. Para ella vivimos en un mundo apasionante, lleno de distracciones que nos gustan y que nos obsesionan, incluso si van en contra de nuestros principios. Le gusta la música rap, aunque es consciente de los clichés sexistas de muchos de sus autores. También le gusta el cine absurdo, el color rosa, engancharse a series como Girls y leer la revista Vogue. Mediante ejemplos de la cultura pop y de su propia vida, Gay nos habla del aborto, de la maternidad, del acoso sexual, de la igualdad de salarios, de los mitos sobre la amistad entre mujeres, de la reciente literatura escrita por ellas, de la misoginia en el mundo del espectáculo, etc. El feminismo, como la humanidad y la vida, es imperfecto, y la autora propone que aceptemos todos sus matices.
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Odilo
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Mala feminista
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La mala costumbre
El desgarrador viaje vital de una niña atrapada en un cuerpo que no sabe habitar. Una novela deslumbrante que no se parece a nada que hayas leído. Un fenómeno literario internacional antes de su publicación. « La mala costumbre nos enseña a volver a mirarlo todo otra vez y a entenderlo mejor.» Bob Pop «Una voz transportada por la belleza y la rabia, un canto para las arcángeles derribadas que se alzan con audacia fraternal, sostenida, libre.» Belén Gopegui «Un libro hermosísimo, cruel y redentor sobre el camino que recorremos hasta convertirnos en quienes somos.» Elena Medel «Una escritora en mayúsculas, cruda y brillante. Un debut arrebatador lleno de buenos augurios. Una herida sin nombre que por fin podrá cicatrizar.» María Sánchez «Una novela devastadora. A cada página te traga y te devuelve a la vida. A Alana se la lee con emoción y admiración.» Iván Repila Narrada desde una singular y desgarradora voz en primera persona, La mala costumbre recorre la adolescencia de una niña atrapada en un cuerpo que no sabe habitar, que intenta comprenderse a sí misma y al mundo en el que vive, desde su infancia en una familia de clase obrera en el barrio de San Blas, arrasado por la heroína en los años ochenta, hasta las noches clandestinas en el centro de Madrid de los noventa. Como en una versión bastarda del viaje del héroe, yonquis, divas pop y ángeles caídos la acompañan en un viaje vital en el que, al final, serán otras mujeres quienes le ayuden a superar la violencia que encuentra a cada paso. La mala costumbre es una novela cruda y feroz, pero también poética y conmovedora, en la que los extremos se tocan para mostrarnos por qué el resentimiento y la rabia contra el sistema son completamente válidos para sobrevivir en una sociedad que no acepta a los que son diferentes. Dueña de un universo creativo único en el que conviven el teatro, la historia clásica y el activismo, Alana S. Portero debuta en la ficción con esta novela deslumbrante que se ha convertido en un fenómeno editorial internacional antes de su publicación. Puedes escuchar la banda sonora de la novela en: https://open.spotify.com/playlist/0gQEfjdfg1iInLPl5JPoho?si=rirNC6yaRsautEDcBe27GA
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Odilo
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La mala costumbre
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El instinto científico
En un mundo donde las ideas falsas y absurdas pueden arraigarse durante largo tiempo hasta transformarse, para algunos, en su percepción de la realidad, es crucial desafiar y desmantelar esos falsos saberes que nos rodean. En El instinto científico nos embarcamos con Andrés Gomberoff en un divertido, polémico y absorbente viaje intelectual que nos lleva a explorar los orígenes y fundamentos del pensamiento científico, proceso decisivo en la construcción de la cultura occidental y de la joya de su corona: la ciencia. ¿Su propósito? Demostrar que la actividad científica es producto de un instinto humano básico, y, por lo tanto, intrínseco a su naturaleza. Argumenta que el pensamiento mágico y la pseudociencia no son el resultado de la ignorancia o del analfabetismo científico, sino de una represión activa de este instinto, motivada por sesgos y autoengaños arraigados en nuestra propia cultura. El resultado es un abanico de creencias, desde las más disparatadas como el terraplanismo hasta las más peligrosas como la aversión a las vacunas. Sin embargo, nos alerta el autor, las posturas que dificultan el desarrollo de la ciencia no solo se encuentran en estos grupos marginales, sino que también penetran, de modo mucho más sutil pero igualmente peligroso, en círculos políticos e intelectuales establecidos. Mediante una combinación de lógica rigurosa, evidencia científica sólida y una argumentación convincente, este nuevo libro del autor de Física y berenjenas nos invita a reconocer nuestra capacidad innata de pensar científicamente, y encontrar en esta práctica no solo una forma de comprender el mundo que nos rodea, sino, además, de conocernos a nosotros mismos. Con un enfoque accesible y cautivador, a través de anécdotas cotidianas, experimentos científicos y episodios de la historia, El instinto científico nos ofrece las herramientas necesarias para desarrollar criterios que nos permitan apreciar y preservar esta práctica fundamental y maravillosa que nos define como especie: la ciencia.
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Odilo
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Internet para la gente
Por qué deberíamos estar todos en pie de guerra para salvar nuestra independencia digital y nuestro pensamiento crítico. «Un libro extraordinario y urgente». Naomi Klein. Internet tiene dueños: empresas privadas con ánimo de lucro. La mayoría de buscadores aniquilan cualquier tipo de privacidad y algunas redes sociales se han convertido en altavoz de la propaganda de ultraderecha tan solo porque resulta rentable. Pero no siempre fue así. De hecho, para maximizar los beneficios, internet tuvo que rehacerse mediante un largo proceso de privatización que duró años y que convirtió una pequeña red de investigación en una gran potencia del capitalismo mundial. Internet para la gente es la historia de la privatización que ha creado el internet que hoy conocemos y que dio pie a las crisis que hoy lo consumen. Pero también es una respuesta: propone su desprivatización y que quienes lo gobiernen sean las personas y no los beneficios. Reducir el espacio del mercado y del afán de lucro, abolir los jardines amurallados de los gigantes que dominan nuestras vidas digitales al tiempo que se desarrollan alternativas de propiedad pública y cooperativa que permitan un control democrático real. Si queremos construir un internet mejor, es preciso cambiar quién lo posee y cómo lo organiza. No con la intención de que los mercados funcionen mejor, sino de que tengan menos poder. No para crear una versión más competitiva o más reglamentada de la privatización, sino para revertirla de una vez por todas. La crítica ha dicho: «Ben Tarnoff es el mejor tipo de visionario: informado, práctico y comprometido al máximo con la transformación de un statu quo abusivo y corrupto. Tenemos la enorme fortuna de contar con su proyecto para reimaginar las herramientas que han formado nuestras vidas. Un libro extraordinario y urgente». Naomi Klein «Una reformulación útil: de pensar en cómo evitar un internet nefasto para los usuarios a cómo crear uno positivo. Tarnoff quiere devolverlo a sus raíces de propiedad pública y orientación cívica y, sea o no lo correcto, es la pregunta adecuada para plantearse». The Washington Post «Un estupendo término medio entre la historia más técnica y la polémica». TheNation «Este libro revela la historia oculta de internet y amplía nuestra visión sobre sus futuros posibles». NewRepublic
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Odilo
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Internet para la gente
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Visión y diferencia
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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CRÓNICA, CIENCIAS, ARTES, LITERATURA
DIRECTOR, PEDRO CARLOS MANRIQUE
FOTOGRABADOR, SATURNO ZAPATA - ADM!!'I!STRADO~, RUBÉN J. MOSQUERA
AÑO 1- I "OL. 1
EL BOFETÓN DE ITALIA
DE .GRA'J D
del paí cuyo
hij no. ientan
el e Tozor 1
lo. ultraje~ he-ho
al honor v
á la dignida le
la atria, como
mferi dos á u
pr pia madr
ue no t r. an el
valor de re bazarlo
en la medida
de .u. fuer-iones.
o por
mi parte, iento
en la mejilla la
allva e ·cupida
al ro tro de la Patria ¡:ior el Gobierno de Italia, y ·omo
no e té di pue ·to á be ar la mano que me ultraja tomo la
pluma para ilu trar y o tener la conciencia nacional en
la larga lucha que hoy principia, para limpiar e ·te in ulto.
Ma. como al entrar en l campo del razonamiento, la 'lera
no ólo ea mal con ·ejero . in o cau a le rlebilidacl haré
que e a ólera enmu ez a ante lo jui io de la razón y la
con lu ione del der eh .
n el objeto de 110 dar al abogado del eñor rruti
el má · leve pretexto de pon r en duda la lealtad on qu
el obierno colombiano e ometería al fallo de la omi
·ión mixta internacional pa tada por el Prot colo de Parí.
de 24 ele M ayo de r 86, para fallar la ca u a, nue tro int Jigente
y muy a vi ·ad Mini. tro de Rela ione E ·teri re.
señor . Vic nte Re. tr po pa ·' on fe ha r r de Febrer
d~ r889 al 'on loria, Mini tro Re ·idente de Italia y
miembro d la omi ión, la siguiente nota:
BOCOTA , A(;Osro 25 JJE 18c)8 VUMERO 4
". eñor Minil>tro:
Refiriéndom á la atenta nota de V. E., de 10 d 1 actual
t ngo 1 h nor de manife tar á V. E. que el $obierno d la República
aceptará cual tui r sentencia arbitral que la Comisión
mixta ltal - ~ oloml iana dict de acuerd con el 1 rotocolo de
París.
'' Reit ro á V. ~. la e Turidadc de mi alta y distinguida
consid racion.
'VICE. TTE Rf" TREPO."
:\que! Protocol
y e tricta-que
yá había dejado pa. ar
e rito de 18 del
omi ión el
ñor
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
so REVISTA I USTRADA
'erruti diez mil libra esterlina , que han sido deducida
de las 6o,ooo adjudicada por el Laudo americano.
Prestó e entonces nuestro Gobierno, con exceso de
bonhomía, á uscribir otro arbitramento, y tuvimos la imprevi
iva condescendencia de convenir en confiarlo á un
Gobierno de lengua inglesa, el menos adecuado para el estudio
del proceso, en descuidada , incorrectas y malas traducciones,
ni para hacer e cargo de la parte que en estos
desgraciados acontecimientos de nuestras guerras civiles
tiene la fuerza mayor del medio en que vivimos, que á todos
nos cobija y con el cual debe contar el extranjero que
voluntariamente sale de su país en bu ca de pan y de trabajo.
F.l mismo poderoso Gobierno de lo Estados Unido ,
acaso el más poderoso Gobierno de la tierra, en el caso de
los asesinatos colectivos de los hijos del Celeste Imperio,
del ataque al Consulado español de Nueva Orleans y del
linchamiento de lo, italianos, opu o como .fin de non recevoir
ia incontenible exaltación de las pasiones populares,
para no conceder sino una indemnización de mera equidad,
tasada por su propio juicio.
Pero entonce ¿por qué se exige de nosotros una respon
abilidttd ab oluta, completa, de libra por penique, sin
admi ión de circunstancia exculpativa ni atenuante de ninguna
cla e en el pago de estas reclamaciones? Simplemente
porque no tenemo cañones con qué rechazar la imposición.
El Protocolo, ó sea la ·escritura qu sirvió de compromiso
arbitral para el Laudo americano, dice en su parte dispositiva:
Apenas el Arbitro, por la aceptación del cargo, haya adquirido
título para ejercer sus funciones, quedará investido de
plenos poderes, autoridad y jurisdicción para hacer y ejecutar, y
ordenar que se haga y ejecute sin limitación alguna, cualquier
acto que á su juicio pueda ser necesario ó conducente á la consecución
de una manera recta y equitativa, de los fines y propósitos
que el presente Con enio está destinado á asegurar.
Por tanto, el Arbitro procederá á examinar y decidir, fundado
en los documentos y pruebas que se produzcan por cada
uno de los dos Gobiernos ó por el reclamante como parte interesada
en el juicio, y en los principios del Derecho público en primer
lugar, cuáles, si hubiere algunas entre las dichas reclamaciones
del Sr. E. C rruti contra el Gobierno de Colombia, constituyen
una reclamación ó reclamaciones de competencia de juicio
internacional; y en egundo lugar, cuáles si las hubiere, de tales
reclamaciones del señor E. Cerruti contra el Gobierno colombiano,
constituyan una re !amación ó reclamaciones de competencia
de lo Tribunales territoriales de Colombia. Y en lo que respecta
á la reclamación ó reclamaciones - si se las hubiere- que
á juicio del rbitro tengan el carácter y formen parte del primer
orden de reclamaciones antes definidas, el Arbitro procederá á
determinar y declarar el monto de la indemnización, si alguna le
corresponde, que el reclamante señor E. Cerruti tiene derecho
á recibir del Gobierno de Colombia por la vía diplomática. Y en
lo que respecta á la reclamación ó reclamacionts del señor E.
Cerruti -si las hubiere- que á juicio del Arbitro tengan el carácter
y hagan parte del segundo orden de las reclamaciones antes
definidas, el Arbitro declarará cuáles son, y no tomará ulterior
ingerencia en lo que se refiere á tal ó tales reclamaciones.
onforme á la voces de e ·ta escritura, aunque muy
mal redactada, lo podere conferido · al Arbitro se dividen
en dos:
omo Juez ustanciador para ordenar y ve tir el proceso,
para hacer traer á él, de oficio, todas las pruebas que
á su juicio "fueran necesaria ó conducentes á la con ecución,
de una manera recta y equitativa, de los .fines y propósitos
que el pre ente convenio e tá de tinado á a egurar,"
u juri dicción ra ilimitada. i Mr. Cleveland hubiera exigido
que e presentaran n u Despacho de de el President
ha ta el último funcionario colombiano que hubiera Í!ltervenido
en el a unto, para recibir él per onalmente us testimonio
, habrían t nido que ir.
Como Juez sentenciador su facultade ·e reducían :
á declarar cuál ó uále reclamacione . caían bajo u juri -
dicción por ser de competen ia de un jui io internacional,
fallarlas declarando el monto de la indemnización i alguna
le corr _ pon día; y á remitir la otra á lo Tribunales
territoriale de olombia ' in tomar ult rior ingerencia en
ellas."
Y sin embargo, el Árbitro falla las primeras fijando el
monto de la indemnización en ;{; 6o,ooo, y después de eso
falla otras. Después de fallar aquéllas, carecía en absoluto
de juri dicción para fallar ninguna otra. Todas las que no
fueran las primeras pertenecían de hecho, de jacto, á la jurisdicción
de los Tribunales territoriales de Colombia, porque
el Protocolo las había dividido en dos, A y B. Su traído
A, el resto era B: era cuestión de simple contabilidad.
Pero con e ta circunstancia agravante: que de las que
se apoderó sin facultad para fallarlas, fueron las únicas de
que le estaba expresaiTiente prohibido conocer: las peftene
ientes á la Sociedad mercantil de E. Cerruti & C ~ El
proce o de esta reclamación comem~ó por someter á la mediación
del Gobierno de España las cue tiones relativ.as al
fuero de extranjería del reclamante, y el Gob-ierno mediador
por su Laudo de 4 de Febrero de x888 declaró: qtie el
señor Cerruti no había perdido su carácter de · extr~njero
neutral y tenía, en consecuencia, derecho á ser indemnizado;
pero que E. Cerruti & c. a \!ran colombiano~ porque,
.dijo: "cualesquiera que sean las nacionalidades de los individuos
que forman una Sociedarl mercantil, ésta sólo
puede desarrollarse y vivir dentro de la legislación del país
en que nace, y todas la razones en que se fundan los fuero
de la nacionalidad y de la extranjería faltan por su base
cuando se trata de la entidad moral que se llama Compañía
mercantil."
Sin embargo, el Arbitro, haciendo caso omiso de esta
decisión, que era ley del proceso, y en absoluta oposición
con la extensión de sus poderes, dictó su artículo s~, por el
cual ondenó á olombia á ·anear la quiebra de E. Cerruti
C~, imponiendo á la República la obligación de pagar
toda las deudas ó créditos pasivo que bona .fide se comprueben
por terceros á cargo de E. Cerruti & C~, con más
los ga tos necesarios para los litigios á que tales deudas de
la ompañía den 1 ugar.
Fuera de la nulidad de su extralimitación, dicho artículo
es írrito por . er esencial y diametralmente opuesto al
espíritu, al tenor literal y á los fines on los cuales se pa tó
el arbitramento, que fueron, como aqu 1 documento dice, los
de " pon rle término á todas las reclamaciones y diferencia
pendientes entre E. erruti y el Gobierno colombiano";
y dicho artículo 5~ torna á envolver á las parte. en otra
erie de interminables controversias. Equi ale, pena da
decirlo, pero el tiempo ju tificará la expre ión, á haber
habilitado ó erigido una Comisión de Suministros y Empré,
titos contra el obierno colombiano.
Desde que el tenor dt>l Laudo fue comunicado por el
cable, el Gobierno del eñor Caro, y de ello debo dar solemne
y público testimonio, se aplicó con el mayor esmero
á reunir todos los razonamientos, antecedentes y datos con
lo cuales debía reclamarse respetuosamente ante el Arbitro
la revisión del Laudo para la radiación de dicho artículo 5~
Aunque el Laudo fue pronunciado el 3 de Marzo, la
ví pera del día en que Mr. Cleveland cesaba en el ejercicio
de la Presidencia, como el Protocolo no lo había designado
por su nombre sino con el de "Presidente de los Estado
Unidos de América," era claro que la reclamación de
nulidad de dicho artículo podía y debía intentarse ante el
Magistrado que le sucedía, por ser á todas luce inadmisible
el que desaparezca el Tribunal que pronuncia una sentencia
sin dejar ante quién reclamar contra un error de
hecho, la extralimitación ó la suprema injusticia en que el
fallo haya podido in urrir, como i en el caso presente el
Laudo hubiera condenado á Colombia al pago de cien millones
rle libras ó á la entrega de una porción del territorio
nacional.
El derecho á hacer esta reclamación es de derecho natural
· lo lleva consigo todo juicio y toda sentencia viciada
de nulidad y así lo reconocen todos los expositores del derecho.
Vattel, uno de us más ilu tre expo itore , lo expone
magistralmente en las páginas 404 á 405 del tomo 2. 0
de u obra, edición de 1822 concordante ~.-on la opiniones
de todo lo publici ta. moderno , que dicen:
" La décision du tribunal arbitral peut etre considérée
comme nulle :
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVISTA ILUSTRADA
"a) Dans la mesure en laquelle le tribunal arbitral a
dépassé ses ponvoirs;
" La décision des arbitres est nulle, lorsqu'ils ont pronaneé
sur des questions qui ne rentraient pas dans leur
compétence."
Sin embargo, Mr. Mac. Kinley, sin pronunciarse sobre
la cuestión de competencia, declaró finalmente que la jurisdicción
del Arbitro había terminado con el pronunciamiento
del fallo, cerrándose así las puertas contra todo recurso
para la reparación del error; por manera que, si como antes
hemos dicho, aquel fallo hubiera condenado á Colombia
á entregar en parte de pago una porción del territorio
nacional, á falta de fuerza material para recha-zar
esta írrita condenación, no habría quedado
sobre la tierra Tribunal alguno ante quien su-plicar
la nulidad.
Pagó el Gobierno colombiano, en oro sonante,
las ;/; so,ooo restantes de la suma fija á
que había ido condenado; y por el delito de
haber estado ocupándose en buscar algún medio
legal de reparación ó siquiera de estimación
ó regularización ele los gravámenes inasigtzables
que le impone el artículo 5~ :-pago de
todo crédito pasivo que bona fide se compruebe
por terceros á cargo de Curruti & C~; por el
delito de decir que se pagaría bajo protesta,
presentóse repentinamente en Cartagena una
División de la Armada italiana, en argada de
exigir el reconocimiento incondicional del Laudo
y la consignación inmediata de la suma de
;{; 2o,ooo como garantía y á buena cuenta de
pago de las sumas ilíquidas, desconocida y
controvertibles en juicio, de dicho artículo 5°
Obligado el obierno á hacer toda clase
de sacrificios para salvar de destrucción la ciudad
de Cartagena, contesta que consignaría la
suma exigida, en poder del rbitro, para que
él la emplease en el descargo de las obligacione
desconocida de di ho artículo 5~
El Almirante andiani nos ni ga entonces
hasta el refugio de la vergüenza, el que se c o ~-
ede, por pudor, al que ha quedado de ·nudo
en medio de la calle; no nos permite siquiera
cubrirnos el rostro onrojado por tánta humillación,
y exige perentoriamente que la uma
se consigne en un Banco italiano.
!...as ;{; 2o,ooo se consignan en el Banco
que el Almirante Candiani ordena, lo que .quivale
en la leyes de la guerra á no dar cuartel
á los vencidos, haciendo que é tos desfilen, de -
poja<.los de todas su in!!ignias militares, de¡ oniendo
las armas á los pies del vencedor.
El Gobierno italiano nos ha abofeteado el
rostro; nos ha escupido á la cara; y el pueblo
colombiano no debe disimularse la inmensa ignominia
del insulto.
Para esto, para hazañas de esta clase se
ha verificado el milagro, único en la historia de
la humanidad, de la resurrección de un pueblo
y de una gran nación después de 13 siglos de
tiranía y de opresión.
dario del siglo, en una campaña de veinte días, Sicilia y
N ápoles, y fue á ofrendarlos, con la grandeza del patriotismo,
á la corona de Saboya en aras de la unidad nacional.
Para esto se extinguió en los dolores de u alumbra-miento
el genio de Cavour.
Sí, esto ha hecho Italia con Colombia, por un puñado
de oro, con un país donde sus hijos han encontrado genero.
a hospitalidad, honrosas di tinciones, lucrativos empleos
y cuantiosas fortunas.
Pero como seria preciso que el país huhiera descendido
á 1m grado de indignidad y de cobardía incompatible
no digo con la e~timación, pero ni siquiera con el trato de
DOCTOR lA UEL A. ANCLE 1ENTE
Para esto esperaron sus mártires y su profetas,
desde Rienzzi hasta Silvio Pellico y :.Mazini
el advenimiento de esta resurrección en el
Declarado electo Pre idente de la República por el Gran Jurado Electoral,
el día 6 de Julio último.
limbo de esa larga esclavitud.
Para esto han ceñido su frente, con aureola de inmortales
re plandores, el Pontificado Católico, la mayor gloria
de Italia, y el Olimpo de sus vates y de su divino arti -
tas, con Petrarca y el Dante, con Rafael y Miguel Angel.
Para esto bu có inútilmente la muerte, con temerario
valor, Carlos Alberto en la noche de la rota de N ovara.
Para esto tornaron á ser de pedazado por el plomo
austriaco los patriotas italianos en Custozza.
Para esto ofrendaron su vida y derramaron su sangre
más de veinte mil france es en Magenta y Solferino.
Para esto conquistó Garibaldi, el primer héroe legen-los
otros pueblo , Colombia, mientras no reciba adecuada
'atisfacción del ultraje, debe, como lo di ponen los proyecto
· de ley iniciados en la Cámara de Repre entantes, romper
us reJa ion s diplomática con Italia, declarando insub-i
tente el Tratado de amistad, comercio y navegación de
27 de Octubre de r8g2, que e tuvo vigente ha ta el día en
que Italia lo rompió de hecho con lo ultraje y las humillacione
inferidas bajo la pre ión de sus cañones.
parte de que como ju ta repre alía, sin llegar á una
declaración de guerra, el Derecho de gentes natural y con
·uetudinario autoriiAla medida, ella se impone ~obre los
Neo DE t~ lfEPUI
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVI T. lLU TRADA
fundamentos éticos y morales en que reposa el cumplimiento
de toda obligación.
Las relaciones de los Estados que forman el grupo de
las nadones civilizadas de Europa y América, tienen por
base fundamental el principio de la igualdad, ó sea el del
derecho que todas ellas, grandes y pequeñas, tienen al mismo
respeto de su personalidad moral y jurídica.
Por tanto, cuando uno de esos Estados, abusa•1do de
su fuerza y pretermitiendo las fórmulas protectoras y convencionales
de este respeto, ultraja á otro, sólo porque es
débil, sujetándolo á extorsiones y humillaciones incompatibles
con su dignidad, quedan y deben quedar de hecho
rotas las relaciones pactadas en Convenciones que tienen
por base aquel principio, porque no hay vínculo alguno que
pueda sostenerse cuando falta el respeto á la dignidad moral
de los asociados.
ANÍBAL GALINDO
--*--
IDENTIFICACIÓN DE DOS RETRATOS
N o reproducimos íntegro, como querríamos hacerlo,
el retrato escrito del señor Marroquín por
nuestro colaborador el señor Pombo, que se hallará
en seguida, no sólo por falta de espacio, sino también
por no abusar del uso colombiano de reproducción
en perjuicio de tercero, pues es el prólogo de
un doble volumen de la Biblioteca Popular del señor
Roa; pero creemos que bastará lo trascrito para llamar
la atención de los lectores por su identidad con
el original, hoy Presidente de la República, tal como
éste acaba de exhibirse él mismo en su discurso de
posesión de tan alto cargo· y porque esta identidad
con una fotografía íntima publicada en eptiembre de
1893, cuando ni Marroquín ni su retratista- á cuál
más apartados de la política gobernante- podían soñar
tal encumbramiento, viene hoy á servir de singular
garantía de la ingenuidad del Magistrado, cuyo
Secretario académico tenía que conocerlo á fondo.
Fuera de los obligados cumplimientos al saliente
y ai·titular electo, y á los cuerpos eclesiástico, judicial
y militar, la mitad del discurso del señor Marroquín
es un concluyente alegato y una clamorosa súplica á
todos sus conciudadanos para traernos, por común interés,
á términos de tolerancia, de conciliación y de
paz; y la segunda mitad es una demostración no menos
patente de que Colombia no es opulenta como ella
se lo imagina; y de que oficialmente, como en lo particular,
gasta y derrocha en superfluidades y en beneficio
de extraños mucho más de lo que debe y tiene.
-"Y o apetecería dar lustre á Colombia: ... darle
lustre y gloria," repite con cierta malicia solemne;
pero ... "la pobreza toca á todas las puertas," y "no
finquemos en adustas comarcas desiertas, esperanzas
próximas." Y como prueba ad hom.t"nem de su sinceridad,
constitúyese él mi~mo en su Daniel de este festín
de Baltasar (que dicen ha encontrado tan repleto de
hambre y de nuevas bocas como barrido de viandas);
y nos recuerda que él es "un hombre cuyos días están
contados," y "sin otra aspiración que la de sentir
tranquila su conciencia el último día de su gobierno."
En toda esta pieza, que parece escrita con 1( suavísima
vaselina," sin una partícula de bilis, vemos al
"hombre de paz y el más tolerante de opiniones ajenas;"
al escritor "cuya preciosa especialidad y cuyo
poder benéfico, según Pombo, es precisamente la ausencia
de toda ilusión mundana, la facultad y misión
más bien evangélicas de despojar la farsa social de sus
caretas, y el comercio de la vida de su tren ruinoso de
vanidades ___ . Contra-poeta, cuya cristiana divisa es
Vanitas vanitatttm et 01nn'Ía va_nitas," y en quien el re-tratista
no había logrado sorprender más que una ilusión
en todos los años de sus estrechas relaciones.
Heredero, por añadidura, de la más heroica sangre
cundinamarquesa, rico hacendado desde la cuna,
é infatigable discípulo de S. Vicente de Paul, como
el pintor nos lo declara, ¿qué mejor certificado podemos
apetecer de que el señor Marroquín no es
un parvenzt que venga á hacer de la patria su despensa
y su lío, ni qué apóstol mejor escogido para esta
mz"sión presidencial en la feria de páuperos y de ejecuciones
que, sin postulación suya, le han adjudicado ?
Admiremos aquí el tino y discreción de los cesantes,
si sustancialmente hay cesantes; cooperemos de buena
voluntad al milagro de la multiplicación de los panes
que de él se exige; y yérgase y esfuércese él á su
turno para merecer que se le compare (cambiando
una imagen de Pombo) á un elegante solio cubierto
de las flores y lauros de toda la República.
En nuestro grabado, de una fotografía instantánea
tomada en el Palacio presidencial para el presente
número, la apostura del primer Magistrado parece
confirmar á su turno el diseño de la pluma de Pombo,
-excepto en el gesto, que nada tiene de risueño, y
antes mucho de desagradado y acre. o podía ser
menos: era la hora en que estaba recibiendo, por telegramas
de Cartagena, los indignos desacatos del regio
corchete de Cerruti. Está mordiendo la primera
fruta del frondoso manzanillo que suele crece r en los
palacios.
J. MANUEL MARROQUÍN
NOTICIA BIOG~ÁFICA Y LITERARIA
Los noveladores científicos de la ley del atavism , y
los que construyen la incógnita hombre, ffsica, moral ' intele
tualmente, planteando la ecua ión del medí total en
que él nace y se desarrolla, unos y otro se darían buen
chasco describiéndonos á José Manuel Marroquín por
cuantos datos les suministrasen su árbol genealógico y
nuestra historia y geografía. E el completo antípoda de
ese re ultante matemático.
Biznieto del Fiscal Moreno y Escandón, aquel ilustre
filántropo pero temerario innovador; s::>brino nieto de N ariño,
nuestro primer prócer y dictador revolucionario, y de
su entusiasta voceador Ricaurte, que paró en héroe de San
Mateo; y de los primos hermanos de éste: de apellidos Ricaurte,
Baraya, París y Serna, todos gente de guerra y de
ardor desmedido, José Manuel es hombre de paz, incontrastable
en su credo político, pero nunca beligerante; nadie
más tolerante que él para las opiniones ajenas, y dudaroo
que haya un conservador más simpático y respetable
para sus compatriotas liberales. Brotó de aquella cepa como
la suavísima vaselina del incendiario petróleo; como el
témpano de hielo de la cápsula de · hierro roja á fuego.
Moro y Moreno de apellido, y de familia antigua, por otras
raíces, de esta colonia andaluza americana, es de tipo más
bien alemán ó godo, alto, delgado, esbelto, blanco y de
pelo y ojos castaños, cabeza de gracioso y sesudo perfil,
miope y con los respectivos anteojos, de hombros bajos,
pecho ango to y aliento nada robusto. Disintiendo del concepto
de José María Samper en el boceto que de él hizo,
lo encontramos de apostura agraciada y elegante, con los
descuentos que trae la ida literaria; pulcro, pero despreocupado
de la silueta que haga ante el espectador.
Su voz siempre baja, su risa medida y nunca estrepitosa,
su paso mudo, su frase siempre considerada y fría,
s1.1s concepto jarná. dogmáticos n; ofensivos, todo revel~
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53
EL. EÑ R D. J É l\IA ~' EL MARROQUÍ , Vz'cepresidente de la República, Encargado del Poder Ejecutivo.
Retrato tomado expre amente para la REVISTA por lo - di. tinguido - fotógrafo ·res. Ricardo Durán y Antonio Gonz:llez, en el Palacio presidencial cl13 del presente.
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54 REVIST !LUSTRADA
en él al perfecto y mejor criado caballero, todo lo acu a de
exótico en las tierras del bochinche, del e trépito, de las
pasion~s violentas y las proposiciones ab olutas, y todo
casa á maravilla con su sér interior, ó procede rectamente
de ahí y de los antecedentes que lo formaron desde la cuna.
Y aquí vien.en los verdaderos datos de la ecuación á que
aludimos al principio: el medio doméstico que preponderó
sobre todos los demás.
N o habrá habido, entre laico , niñez más tri te y conventual
que la de José Manuel Marroquín. Hijo único,
circunstancia que por sí sola con ideraba Lord Byron de
negra estrella, al año de nacido perdió su madre muerta
SEÑOR DOCTOR D. MIGUEL SA fPER
tuvo necesidad de estudiar su lengua, y desde la primera
vez que escribió oltó el andar del castellano castizo, enterizo
y espontáneo. De aquí también la primorosa dedicatoria
vetusta que dirigió Marroquín á sus dignos cofrades
Vergara y Carrasquilla en la edición que hicieron de sus
poesías en 1867, juguete que puede servir de pérfido paladeo
para enamorarnos de la literatura á que corresponde.
De aquí, en fin, el gusto de José Manuel por los retruécanos
único vicio (si la sal no lo hace virtud) que le conocerno.
Y de aquella trágica orfandad, y de aquellos casarones
in muchachos, y de aquellos viejos tíos y tías que vivirían
rezando y haciendo lamento5os recuerdos,
resultó la edición definitiva
del espíritu de José Manuel, tocado
cte viejo, si no de muerto, melancólico
de puertas adentro, barrido de toda
fe y de toda ilusión en las cosas de
este mundo, prodigio amente in apaz
de pasión, á usanza de espíritu puro.
y al mismo tiempo disfrazado perpe-'
tuamente de sonrisa y de chistes como
un elegante ataúd cubierto de flores.
Por cristianismo, por caridad:
por buena educación, por huír de í,
como el que u. a limpiadientes para
hacer creer que ha comido, ó como
el que no puede sufrir su casa y huye
de ella á regocijarse en la ajena, vive
Marroquín deleitándonos con ·u culto
y bi n inten ionado chiste, que
sólo á él no hace reír. Por el mi mo
impulso centrífug~ gu ta mucho de
la comedia y la novela; pero entendemo
u e Bretón, Walter Scott, J ulío
V eme, Fernán aballero y demás
autore no deletéreo n ó fueron
su favoritos. El Marroquín interior
y constitucional no aparece sino en
la sustancia y de ignio de lo que escribe
con otra intención que de chanza,
en su conferencias religio as y
de beneficencia, y en u con tante
andar en mi ión de la Sodedad de
an Vicente de Paul, de la cual es
miembro principal desde que aquí se
fundó; y aun ha solido presidirla.
Esta ocupación, y la no menos piadosa
de in titutor de la juventud,
creemos son las únicas que lo han
entretenido seriamente, aunque la
gentes lo creen (y acaso él mi mo)
aventajado ganadero y agricultor. El
chiste es en él arbitrio docente, y de
particular eficacia entre nosotros, espíritus
romos pa;ra lo serio y formal.
Heredero único de su padre y
de su madre, y por mitad de los cuaCandidato
del Partido Liberal para la Presidencia de la República e1t las últimas
elecciones.
tro tíos (pues una de las señoras se
casó), vino á ser dueño de una fortuna
de príncipe, para entre nosotros,
á cuya administración la literatura y
el cultivo de los intereses eternos dede
noche, en sana salud, por un accidente horrible é inexplicable.
Dos años después perdió su joven padre, y quedó
el niño en una espacio a ca a solariega sin más compañía
que la de cuatro viejos tíos solterones, de uno y de ot~o
sexo, que se desvivían adorando á Dios y á su•único sobrino.
Su yugo debió de ser muy blando, pue · el niño no resultó
hereje sino antes teólogo ortodoxo, ni perdió su amor
á la vieja casa; por el contrario, cobró grande afición á la
lectura de algunos centenares de buenos libros en pergamino,
más viejos que su tíos y que constituían parte importante
del ajuar doméstico.
De aquí el miope y el literato á la antigua, que no
bieron de hacer ruinosa competencia, y yá, en efecto, se ha
desprendido buena parte de ella. Casado desde joven con
una perla de gracias y virtudes, y padre de doce-hijos, cua-
. tro de éstos también casados, ha entrado allí además este
divisor, á que ningún caudal puede resistir. Enviudó hace
yá diez años, motivo supremo para confirmarlo en su casi
congénita melancolía (enfermedad también de príncipe)
que sólo aquella compañera dulcificaba.
La fortuna en manos de quien no la ha trabajado es á
menudo disculpa de ociosidad y poderoso ministro desmoralizador;
por esto hacen doble honor á Marroquín la perfección
de su vida privada, sus arduas labores de institutor
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REVISTA ILUSTRAD 55
y maestro y su aplicación á las letras y á la beneficencia.
Por falta de espacio y por muy conocido·, apenas mencionaremos
sus clásicos Tratado de Ortografía y Diccionario
Ortográfico_,- sus tratados de Ortología, de Métrica y de
Urbanidad_,. sus Leccz'ones de Religz'ón y Exposz'cz'ón de la
Liturgia ./ su Biografía del señor D. Juan Antonio Marroquín,
tío suyo; su traducción de El Evangelio según Renán,
por Laserre; el y á apuntado tomo de Poesías publicado
en 1867, y el de Obras escogidas en prosa y verso con
que nos obsequiaron en r87 5 los redactores de El Tradz·ciottista,
en el cual faltan desde luego muchos artículos de
materia religiosa, costumbres y crítica literaria y amenas
bagatelas anteriore y posteriores á esa fecha, re to de su
espontánea colaboración en los periódicos c:le
esta capital durante los últimos cuarenta año , .
cuya recolección completa es de desearse.
Aparte de su objeto de varia enseñanza, cuanto
ale de su pluma es ejemplar por el lenguaje,
por el ingenio, por el buen gusto, y por la discreción,
el chiste inocente y limpio y la delicadeza,
que son, sin necesidad de firma, su ma·rca
de fábrica. Ha usado por s udónimo Pedro Pérez
de Perales, ó P. P. de P. Si por algún lado
fayorabl (pues no todos le harían favor) ha
merecido alguna vez Bogotá el obrenombre de
A tenas sudamericana, creemos que, hecha una
severa liquida ión, vendrán á ser los escritos de
José Manuel Marroquín uno de sus títulos justifica
ti vos.
La prosa del s ñor Marroquín a en taja con
mu ho á sus erso ·. Siendo la poesía, n su
atribu ión espe ial, el mini terio de fomento de
la pasión y de las ilu ione , mal puede clasificar
e de poeta en el sentido eléctrico é inflamador
de e ta palabra,- familia sediciosa, soñadora,
desequillbrada y aun indicada de caso
pat lógico,- al scritor u ya precio a e pe ialidad
y uyo poder b néfi o e preci amente la
impa ibilidad, la ausen ia de toda ilusión mundana,
la facultad y misión má bien evangéli a
de despojar la farsa so ial de us caretas y el
omercio de la vida de u tren ruinoso de vanidades.
Tál es la tend n ia cardinal de cuanto
e· ribe Marroquín; de aquí su influencia moral
y el particularí imo dón de consejo que
todos sus amigos le reconocemo , pues conoce
la vida, hasta en sus puntadas mínimas, como
por la más espinosa experiencia. n lo característico,
más bien que poeta es contra-poeta,
y su empresa, la cristiana divisa de sus obras,
Vam'tas vanitatum et omnia vanitas. Los jóve-nes,
y sobre todo las muchachas, se desviven
por las modas y la alucinación; Marroquín
debe de ser más popular entre los escarmentados
y maduros. El chocarrero espejo parlante
no agrada á los miramelindos.
Una cosa inferirán de ay_uí rectamente los
lectores, que Marroquín, en vez de ser de los
que se quedan atrás, se adelantó á su época.
Fernando vn: día, como es de suponer e, ele entusia m o
patriótico y regocijos de toda laya.
Es dignísimo Director de la cademia Colombiana,
cuya Juntas agracia, ó agraciaba, con su innata gentileza
y sabrosa hospitalidad. Hallándo e la orporación en suspenso
de años atrás por las arduas faenas políticas de casi
todos sus individuo , el que esto escribe lo ha excitado más
de una vez á re ucitarla; y él siempre nos ha contestado:
'' N o puede haber Academia ni aun literatura en olombia
mientra gobierne el partido conservador":- y aquí la
primera y única ilusión que en él hemos sorprendido.
Septiembre 30: 1893 RAFAEL POMBO
En el ideal del arte y de las letras hoy todo SE- OR DOCTOR D. FOCIÓN SOTO
es Realismo y Naturalismo, ésa es la moda,
ésa la balanza crítica del día. Nuestro querido
autor ha estado toda su vida escribiendo rea-
Candidato de! Partido Liberal para la Vicepresidencia de la República
en las últimas elecciones.
lismo sin que ni él ni nosotros lo sospechára-mos;
pero no realismo de mala ley, de sórdida especulación
con la bestia humana, sino, al contrario, el de reducirla
á su jaula sin los disfraces y perifollos con que anda usurpando
el puesto y las regalías del alma, de la razón.
Por capricho de la suerte este hombre, antídoto del
indiscreto entusiasmo y para quien no hay más patria que
el Cielo ni más libertad que la de Cristo, nació en 1827 el
7 de Agosto, aniversario de la batalla de Boyacá que redimió
á su patria terrena del yugo de la católica majestad de
Ahora identifíquese el anterior retrato del eminente
señor Pombo con el que sugiere los siguientes
pensamientos que extractamos del discurso del 7 de
Agosto:
Y entiéndase que mi anhelo no e únicamente el de
ver reintegrado el partido cuyas fracciones me favorecieron
con sus votos. Yo quisiera ver unidos á todos los colombianos
ya que no en opiniones acerca de principios, que esto
no es posible ni aca o sería ventajo o en una democracia,
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Rt~VI T.\ ILUSTRAD.-\
sino en el loable propósito de trabajar, cada uno en su esfera
y según su posición y sus facultades, á fin de que
nuestra Patria goce de una paz estable y de que, á su benéfica
sombra, puedan estudiarse y debatirse con serenidad
los asuntos de interés público, estimularse las labores útiles
y productivas y hacerse prosperar las empresas de común
pr-;>vecho.
D. ENRIQUE RECIO Y GIL
la suerte 6 al trabajo, nos va siendo desconocida; vtvtmos
una vida enfermiza; la crisis es nuestro estado normal ; el
comercio y todas las industrias echan menos el sosiego que
han menester para ir adelante. La pobreza toca á todas las
puertas.
N u estros disturbios políticos han hecho que se con-funda
ó se anule la noción de Patria. La idea
que de la Patria se tiene está de tal manera
asociada con la de las turbulencias políticas y
con- la de las zozobras y desconfianzas que
ellas engendran, que no es raro oír á un paisano
nuestro lo que no se oiría á ningún natural
de otro país: "Yo quisiera haber nacido en
otra parte."
Si mi voz fuera bastante autorizada, yo
me atrevería á invitar á todos mis conciudadanos,
y señaladamente á aquéllos en cuyas
manos está la suerte del país, á que juraran olvidar
lo pasado y no mirar sino á lo porvenir
para conjurar peligros y para procurarle á la
Patria días de ventura.
Yo desearía que mi Administración fuera
tiempo de tregua. Los pueblos, como todos los
organismos, necesitan descanso, y las estériles
luchas que nos han agitado recientemente han
agotado las fuerzas del país. N o basta que nos
veamos libres de combates cruentos y de apasionados
desahogos. Juzgo que debería dejarse
para mejores tiempos el tocar cuestiones propias
para suscitar contiendas de aquéllas que
exaltan los ánimos y que producen divisiones
nuevas ó ahondan las antiguas. En nuestro
paí , á diferencia de lo que sucede en casi todos
los demás, la grandes cuestiones y novedades
política atraen y al> orben la at nción de todo ,
y la divierten del trabajo, del estudio y de todos
los objeto de utilidad práctica é inmediata.
Como en las capas elevadas de la atmósfera
es en donde se engendran las tempestades,
en las altas esferas en que obran los poderes
públicos es en donde nacen las turbulencias
que agitan y atormentan á los pueblo ..
Dios me es testigo de que á desear que
mis compatriotas aparten la atención de la política,
no me mueve el temor á las censuras que
puedan dirigirse á los actos de mi Administración.
N o me desagradará oír todas las opiniones¡
antes bien, espero que las que se emitan
me den luz para acertar en el ejercicio de mi
cargo.
Teniendo presente que por ahora conviene
no iniciar reformas ni medidas de ningún
género que no puedan proponerse ni ventilarse
sin enconar los ánimos, he manifestado mi de-seo
de que el tratarlas se deje para tiempo más
propicio. ¿Quién negaría que los asuntos de
Profesor de Dibujo y de Pintura en la Escuela de Bellas Artes.
grande interés no pueden estudiarse debidamente
y discutirse sino cuando los ánimos están
Apunte al óleo por Franci co A. Cano. serenos y reposados? De lo que acabo de ex-
En el caso de verse la Patria amenazada por un enemigo
extraño y prepotente, ¿quién vacilaría en llamar á
todos los colombianps en torno de una sola bandera? ¿Qué
colombiano rehusaría entrar en las filas dispuestas á defenderla?
Los males que amenazan á Colombia, y que yá la afligen,
no son de mucho menor cuenta que los consiguientes
á una invasión extranjera. J ,os odios, las envidias, las ambiciones,
dividen los ánimos; en la esfera de la política se
batalla con ardor, pero menos por conseguir el triunfo de
principios que por hundir ó levantar personas y bandos; la
tranquilidad pública, indispensable para que cada ciudadano
pueda disfrutar á contento del bienestar que deba á
poner puede inferir Vuestra Excelencia que mis
ideas acerca de reformas no discuerdan de las suyas.
A que la nueva Administración pueda ser tiempo de
tregua, espero que contribuya el hallarse frente de e11a un
hombre cuyos días están contados; que nada ambiciona;
que, gracias á la oscuridad en que ha vivido, no tiene enemigos,
y que cuenta con no tener en adelante otros que los
que lo sean de la Patria.
Tiempo de tregua quiero que sea el de mi Administración.
Nadie más que yo apetecería dar lustre á Colombia.
Cuando abrí los ojos, ráfagas de gloria cruzaban todavía
nuestra atmósfera: recién conmovida por el estruendo
de gloriosas batallas. Mamé con la leche la admiración
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REVISTA ILUSTRADA 57
CORO DE CANÓNIGOS EN L CATEDRAL DE A ÍS
Cuadro de D. Enrique Recil) y Gil. per1eneciente al eñor doctor D. Liborio ZerU blo que
pedía un i ta or la úni aut rida 1 u podía re tabl~ er
las co as á. u t tado ant rior; ma · al fin edió y prometió
ideracione
la leye ntl aba
lumnia: que lo
acerca de la n
lo funcionario·
59
on-e
u adhesión á
n ia f, mentaba las ca-
TObi rn'o habían leYantado
1 ~mJ?r' tito d r824. todos
· calificaba de ignorante ; lo
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6o REVISTA ILUSTRADA
Diputado en el Congre ·o eran á u ojo ne io lo unos,
locos los otros y lo ue meno , enemigo. de la independencia.
La onstitución era un códig de ne edade · las
leyes, la ignominia de olom ia · lo empleado en la Hacienda,
defraudadores; los juece venal e ; lo republicanos,
ideólogos; los censore de la boli iana, pigmeos;
sólo los militare , que e habían declarad en favor de
sus proyecto . eran virtuo. o é incorruptible .
Entonce e vio hacer la pintura ]el ..robierno on -
titucional de la República con lo mi mm; negros olores
con que se hizo la del irectorio d Fran ia por los
que tenían interé en ju tificar la u urpación de onaparte.
ilegal en las reuniones populares de que hemos hablado.
De de entonces yá no hubo sino dos partidos pronuncia-os:
el de los constitucionales 6 liberales, que pertenecían
á la causa o tenida por Santander, y el de los bolivianos
ó ervile , que eran los que pedían facultades extraordinaria
para Bolívar y la onstitución boli,·iana ( 1 ).
Bolívar, dotado de grandes talentos y con sobrada perspi
acia para valuar las circunstancias y aber aprovecharla
comprendió que del de-orden y de lo partidos pocHa
re abar el éxito de su empresa, y no se descuidó en foment_?.
rlo. secretamente, y por medio de agentes infatigables ( 2 ).
El había experimentado en u propia persona, que los co-lombiano
deslumbrados con sus discursos y sus
proclamas llenas de prote~ tas desinteresadas, y de
las palabra libertad y derechos del hombre, y
temeroso de volver á caer bajo el yugo español,
le habían confiado muchas vece3 una autoridad
extensa é ilimitada, y descansado tranquilos en el
su~eso de e ta medida. Sab1a que la anarquía es
la madre del despotismo, que las má vece se
prefiere el poder absoluto de un hombre olo al
de la multitud, siempre ciega y temible y que un
pueblo no e in urrecciona jamás sino cuando es
impelido por los que tienen interés en us movimientos.
De e to principios se. valió para inspirar
horror al poder del pueblo y esparcir temores
obre una guerra de ca tas, ó de localidades, y á
la par de . us exagf!racíones acerca de un riesgo
inminente de ue los colombianos fuesen íctima
dt la anarquía, la fomentaba bajo de cuerda y
anunciaba la r oludón J abandonar para siempre
á Jolombia. obre e to:; ejes hizo girar la esfera
de _u in aciable ambición. Hablar de la soberanía
del] ueblo y ." Parece q~e ~n esta
ocasión el rey 1tahano ha dejado en panales al sangumano mariscal
austriaco. Plus fort que Radetzky! .. --
REVISTA DE LA MODA
L A MODA se acentúa en el sentido de hacer lucir el talle esbelto
de la mujer. La manga ancha ó muy adornada y
en general el vestido flojo que da á la mujer aspecto regordete
y descuidado, han dicho adiós por el momento en el campo de
la elegancia. . , .
En los vestidos defoulard las lmeas son sencillas y se ador·
nan generalmente c?_n encajes Y, guipures que se ~ruzan en la
enagua y en el corpmo. Tambien se ado~·na.n con Cintas angostas,
de raso ó de faya. Es complemento mdtspensable para este
vestido la sombrilla de la misma tela y adornos como los del
vestido.
Continúa en gran boga el vestido sastre; los colores preferidos
son gris pálido, habano claro, malva, violeta obispo y verde
agua. Las corbatas de gasa ó tul de seda se usan cada día
más voluminosas.
La figura adjunta representa una toilette de foulard color
malva con camiseta y cuello de encaje sobre fondo de raso
malva.
Espaida: punta de encaje, sobre el mismo fondo, partiendo
de debajo del brazo y acabando en punta en el talle. En la bocamanga
pequeña berta del mismo encaje prendido con una cinta
negra formando cocas en la extremidad; mangas terminadas
con encaje y cinta de raso negro.
Enagua enteram nte ajustada en las caderas y muy amplia
abajo. Adelante, sobre el lado izquierdo, quilla de encaje sobre
raso malva. Abajo y de cada lado de esa quilla de encaje, algunas
cocas de cinta de raso negro. Cinturón de raso negro que
da dos veces la uelta al talle y que se abrocha al lado con una
el gante hebilla de plata antigua. Al lado izquierdo de esta hebilla
un gran nudo de la misma cinta.
BERTHE
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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Revista Ilustrada: crónica, ciencias, artes, literatura, historia - N. 4
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La despensa mágica
Rasi, la mascota de la pandilla de la ardilla, ha perdido una avellana. Ella la dejó escondida en el patio del colegio, pero por más que escarba aquí y allá no la encuentra. Sus amigos la ayudarán en su búsqueda hasta que resuelvan el gran misterio.
Fuente:
Odilo
Formatos de contenido:
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La desconocida
Para saber quién soy, primero necesitas conocer mi historia. Porque no soy Nora, esa chica normal, con una vida normal en un vecindario normal… Este es solo un disfraz bajo el que me escondo desde hace algunos años. Y todo iba según lo planeado hasta esta mañana, cuando me convertí en rehén de un atraco a un banco, a punta de pistola. Pero si hay alguien que pueda lidiar con esta situación, soy yo. Porque los atracadores no tienen ni idea de a quién han retenido y para cuando se den cuenta, será demasiado tarde.
Fuente:
Odilo
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