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The Existence of Fixed Points for Nonlinear Contractive Maps in Metric Spaces with -Distances

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Imagen de apoyo de  Simulation of Thermal Flow Problems via a Hybrid Immersed Boundary-Lattice Boltzmann Method

Simulation of Thermal Flow Problems via a Hybrid Immersed Boundary-Lattice Boltzmann Method

Por: Hindawi Publishing Corporation | Fecha: 2012

En este trabajo se presenta un método híbrido de límite inmerso-método de Boltzmann en red (IB-LBM) para simular problemas de flujo térmico. En el enfoque actual, el campo de flujo se resuelve utilizando nuestra condición de contorno-enforced IB-LBM desarrollada recientemente (Wu y Shu, (2009)). La condición de contorno de no deslizamiento en el límite sólido se aplica en la simulación. Al mismo tiempo, para capturar el desarrollo de la temperatura, se resuelve la ecuación de energía convencional. Para modelar el efecto del límite inmerso en el campo de temperatura, se introduce el término de fuente de calor. A diferencia de estudios anteriores, el término de fuente de calor se establece como desconocido en lugar de predeterminado. Inspirado en la idea de (Wu y Shu, (2009)), el desconocido se calcula de tal manera que la temperatura en el límite interpolada a partir del campo de temperatura corregido satisface de manera precisa la condición de contorno
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Simulation of Thermal Flow Problems via a Hybrid Immersed Boundary-Lattice Boltzmann Method

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Imagen de apoyo de  A Birandom Job Search Problem with Risk Tolerance

A Birandom Job Search Problem with Risk Tolerance

Por: Hindawi Publishing Corporation | Fecha: 2012

Este documento considera una nueva clase de problema de búsqueda de empleo birandom, en el cual las ofertas de trabajo son seleccionadas por el buscador de empleo de un conjunto de trabajos finito con probabilidad equivalente y sus salarios se caracterizan como variables aleatorias independientes pero quizás no idénticamente no negativas. El buscador de empleo conoce la distribución salarial de la oferta de trabajo cuando selecciona la oferta de trabajo. Dado que el salario ofrecido es una variable aleatoria y el salario de reserva es un número determinista, no tiene sentido hacer una comparación directa. Para clasificar el salario aleatorio y el salario de reserva y proporcionar apoyo a la toma de decisiones, se diseña un criterio de tolerancia al riesgo, y el buscador de empleo acepta o rechaza la oferta de trabajo seleccionada dependiendo de si se cumple o no el criterio de tolerancia al riesgo. Dado que los salarios ofrecidos son variables aleatorias y el proceso de búsqueda es aleatorio, es imposible obtener el retorno real del buscador de empleo; en este caso, su valor esperado puede
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Imagen de apoyo de  A Coupled Method of Laplace Transform and Legendre Wavelets for Lane-Emden-Type Differential Equations

A Coupled Method of Laplace Transform and Legendre Wavelets for Lane-Emden-Type Differential Equations

Por: Hindawi Publishing Corporation | Fecha: 2012

Se presenta un método acoplado de transformada de Laplace y wavelets de Legendre para obtener soluciones exactas de ecuaciones de tipo Lane-Emden. Al emplear propiedades de la transformada de Laplace, primero se introduce un nuevo operador y luego se deriva su matriz operacional de wavelets de Legendre para convertir las ecuaciones de Lane-Emden en un sistema de ecuaciones algebraicas. Se utilizan funciones de pulso de bloque para calcular las matrices de coeficientes de wavelets de Legendre de los términos no lineales. Los resultados muestran que el método propuesto es muy efectivo y fácil de implementar.
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A Coupled Method of Laplace Transform and Legendre Wavelets for Lane-Emden-Type Differential Equations

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Imagen de apoyo de  On a Novel Fourth-Order Algorithm for Solving Systems of Nonlinear Equations

On a Novel Fourth-Order Algorithm for Solving Systems of Nonlinear Equations

Por: Hindawi Publishing Corporation | Fecha: 2012

Este documento se centra en la resolución numérica de sistemas de ecuaciones no lineales. Proponemos un esquema iterativo eficiente que incluye dos pasos y cuarto orden de convergencia. El método propuesto no requiere la evaluación de derivadas de Frechet de segundo orden o superiores por iteración para avanzar y alcanzar cuarto orden de convergencia. Por último, los resultados numéricos ilustran la eficacia del método.
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On a Novel Fourth-Order Algorithm for Solving Systems of Nonlinear Equations

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Imagen de apoyo de  Fixed Point Theorem for Cyclic Chatterjea Type Contractions

Fixed Point Theorem for Cyclic Chatterjea Type Contractions

Por: Hindawi Publishing Corporation | Fecha: 2012

Introducimos la noción de contracción de tipo Chatterjea débil cíclica y contracción de tipo Chatterjea débil cíclica generalizada en espacios métricos. Discutimos la existencia de teoremas de punto fijo de aplicaciones de contracción de tipo Chatterjea débil cíclica (generalizada) en el contexto de espacios métricos completos. Nuestros teoremas principales extienden y mejoran algunos teoremas de punto fijo en la literatura.
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Fixed Point Theorem for Cyclic Chatterjea Type Contractions

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Imagen de apoyo de  Choosing Improved Initial Values for Polynomial Zerofinding in Extended Newbery Method to Obtain Convergence

Choosing Improved Initial Values for Polynomial Zerofinding in Extended Newbery Method to Obtain Convergence

Por: | Fecha: 17/12/1900

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. República de Colombia. Departamento del Cauca . Pastn, D!cle:i!bre U de 1900. \. "' !./'.'1 , - f , rf.-('({1/, f!ú' t/e .i..\ó-l'im¡/;¡ ·r- .le f ti(J(}, • ~ r i• ) do l. P. - ~·op:t.} :í:l - Oene ml \ ' d,li1,·o . -- P;¡ ... IO -- l' r('~l·d,>~ .. ... .. . En (.; ili iiPÍi P;i(oi iÍO de insi .t' IICL'i<;Jle,; r·e­eii :idn-.; dd ; 'r ,l tJfe C. y )f. , cltii en se ld h l1ny nnscute el (' c,;t;1 pb:t.:-t, teng·o fi 1:. )111':1 tn: f; el·il> i:· :í 1·,1~ . el p:1.rte deta Jhdo ck lo,; l'.OlJl ¡;lfe,; Jilm ;'L'l c¡¡ ntpr ·u• dido en tre Sa u .J ¡,,,-. y Hw•n:l,· cnhr:l, part · dn,uo po r el (in\JI ' t'a i .\ ~ nor, t. lc1o I oj::fl c.:mno Coman­d: mf e (; i;ll e:':1l de l;t;:; fuerz :v~ du1 Pacífl<.:o : " t'l'gl llt,•.- Coman dftnciri ·miH·•· de l \JUO.-Jefo C. y "\I. ­('; di . -Hesern'indome pnm dai' OS d e!:lp né:-; 1da c.:i a:-tlml'lo eo:1 f uerz·l.H snfi­eiu: k .- dn ln:-: < tn~ ;&nvo n e e~:,idad é!e con ­t ·,¡ (T:u· e!\ Buer l:l\·entn ra, por uwti vo e¡ u e o ~ c·¡nnnllÍi[l Hi; pero 11 0 teuí:l.:llo.· no ticia d,o b ~~. 1,edi eió n que halJí n 8ie n pond erncln co ­lliO t.'D renJiJad merece Uenem1 AllJ~il, lmrbndo h ,·i gihncia llel en emigo cp10 con nrtill ~ rín y fortincullo en B a .. z(t,r¡ y Sdciwlo, gnardahn b ontmda. rkh bu hü ~, peil ·t.ró sin :-;er· visto , en el p eqnei:ío pero rápido nt¡>OI'cito Dal' it 'n de muy poco en ­lado, dej ando f nera. el Tauogrr, n.eo mpa­fílldo de la Boyacá, IJne a.fort u;¡adnm e ute c::ali6 :í fn .ho recc r Jn. op craei6u . Co l1l O u:1Jnralm oute lo de mRyor ím­portn. nCÍ 1)1' el .An g- •1 dé la victoria, 11t· · ,-nud o i bordo al in tl'(íp ido y m lor•oso Oe ­ne ral 1.\ll nin, directo r ttuJ comJmte, Re 111 0 - \'Íil ,· in t:e::> ar, ya con refum ·zo s ñ t ierra, ya con ó: 'llene. · :1l 'hthor;a. y á ]a iJO!JiU'ú ; el <:om lJ:üe iie llltll ltli VO c:on :lti]> Cdo ra rdad o­l'tW: Cr,tc rnnj estuo so é irnpon euto lw sta la· 12 a. m., en qu e, con arrojo digno Pmdo, sahó ]a:' trinc!J :;;·as cloudu so:;tení:lu Jo· tíltimnR, al bdo ckl t:u fíÓil, y con nl iOS poco:-; solda­doR, lo ol¡Jígcí Clll! rg ic ammrte á rendirse . A.-í tenniuó e"te une~,. c.:omlJate, . Sin p( rdicb de t iempo, ni siqui em de 1111. t!ín p:tm da r de ::;e.w .:H > i la tro­pn. , ayel' salf eun Jo~ B:ttaJlones Srwtct. J?os, nu0 tro e:·¡ Jiun :1j u dot>cnl ¡: •i J!Wnto tre' rl e él! os te n­dido ;; ca el e~ upo y sn li ea< lo lo::; dem~[s en , ·ero'·m·ou al pun to 1lnnm uo JJo(¡ttf!'(ÍJi d e C'(mlo ua; donde la d a, d1 l · r,r t· c- .o :;e :- t :-ndo <1ne hay fnerzas en Vitloí' y qn e al! í P >~t ;í la oíicilla teleg r::ífica: eu vío ex­prp.:; o con é,te y cou orden para l ' IJe lo nt :í., tcmq ll'~Do po:-< ih le despadt en al ~unos n·: ·ere:; ¡:ara llorar, pues reg reso maüanu llll SltlO. ' Ln ;1 tr-es jor naL1as de que os acabo de kt.e er relación, RO n en mi conc epto, d (~ 1n. nr:í R :tltn. tm ~e wlene ia. , y des pnl c:;, Urge tdo, :t nt::. · d:.; (brl<'s t!empo pnm reat.:cio ­nar ·. nu rliln o creo difíc.: iJ, por que Jc:; ltemos tmu adn <-' 11 Rn 11a 1o ~i:.(ni e n tu : t rc1- (.;flJJO ­no. · 1'011 l;:t.·;t~mte do ta<.; ión, rn1tR do 200 ri­ ·ll os de ,·:n·ias cJ ases. !l], ·o m:is de 100 ca ­ja:-; rl 0 dpsuhs y muchos otro,.; de me~1tos de g uerra . Lo:-< pri1·Ü Ouüros hlmiJi,.;n ['!l· sn.n de 100, contlindose cut re éllo s Ln i,.; Sa bminia y F.l.bt·iciano R ;ccJTa qu e se t i­tulan Genenll us J efes de 1os E~taa, qne segú u dato s eutem ­mente cierto s e:st<í ya co tnplotmllente C; t ii ­Hacb y ahnnida; tle rnodo qu e J esor·ta11 hn;¡­ta .. on.(.;ia1eR, a.pmws los sepman del gru po pt 'JJH:r¡ nd con a! gnn:t e :>: co l t~'l ó nxanzada, Esta es b situ~tció 1 1 , ROlJJ 'C la cu;ll os complet aré mi iufo rme en .Jit.:u--aje Re­¡; a.¡·ado pa.m t !'ahm~ asuutos es pel' i arecido por eo m­plet o, r.o qu edándo me si no un es cepticis ­mo dese sperante ; ya ni en Di os ereía. Si · hubi era cout.i nmulo así la ca rrera de h \·i­da, ¿á J 6nde ltalnü id o á pat·a r ? Por f ort una , 6 mejor g(~JlÜJ:> de sotana, y cr eía siuceralll ente c¡u e su extenniui o sería el mayo r bien <) p, Üt B. epú hli <.:a. :Mis eom pañeros pensa h:1 n lo mi smo. S i á esto se agregu que cou las U.octrin Js sen ·ualistn s infla ma hz¡¡n u ues­h a : pasion es jn\·eniles , fácilm ente puedo eo ncehit·se :t dó tttl e tie uos condncía . Su­merced tenía m:;,óu cnaml. o se opu so á q ne yo ent1·:tse en e ·e Coleg io, y r ecu erdo qu e alg unas \'eces la so rp!·eudt llorand o; pel'o mi pupcí ( Dios le pcl'done como yo le pur­douo ) iusisti6 en qu e s61o allí ¡se recibía uua instru cc ión ráp ida y liberal. HU L~TlN ~llLlTAl-t. ' ' Mis co ndiscípulos y yo hemo s sid o e n gafí~lcl os , mi!-le rablemente enga rr ad os: se nos hizo creer q ue la r eYoluci6n triuubría en pocos días ; qu e era un mo\·imi ento unánime en todo el paí s; qu e la fracc ión llamaJa ki8t Ó1'1:ca estaba com 1:-romet ida á acompañ ar nos; que se contaba con la coo­peración d e dida de. los paíse. \·ecino s ; q ue el Gob ierno caer ía casi sin hacer r e­ ·istencia, y que noso t t·os . u1J1rí:.nnos triun­fantes ul Ca pito li o y se ríamo s la fl or y or­gull o rle la juve ntud libe ral. ¡ Con cná n­tas il usion es ent rámos en la r eYol ución ! Pronto emp et;amos á dese ngaií.amo s, pero ya no había remedio : ]a s uerte estaba e­cha da, y comprom eti dn. nu estra h om a. Muchos ele mis condi scíplos muri eron en e ta tenihle bata ll a. i Pohres madres ! no tend rán éll as los con suelo re ligios os de la mía. " Nos han sac rifi cado unos pocos am ­b iciosos que hicier on de ese mal Ji to es ta ­b l cimi ':Jn,t.o una fábrica de oficiales; aque­ll o era un club revo}ucionario. No co n­sienta s nm et'ced en que mi s herm an itos sea n euucados en es tablecimi ento: de esta es peci e: mejor sería que se qu edas en co m­pl etamente ignorantes. " Pr ofundameut e arr epenti do de mis lo curas y de las penaR qu e le he causa do :i sun1 ercccl, le he diclto to da h verJad. Di os sa be que yo qui sicm en este mo men­to des hace r lo hec ho y co m;ag rar mi vida á la di cha de la que me di6 el sét· y cuyas oracion es, creo , me han rehabilitado en las ú ltimas hor ::v d e wi existencia. " Pe rdóne me, mamá; ]Wrd6n eme po r Di o·· ! P orcl one tamb ién á Jos q ue l1an causado mi L1 <~sg t·; ¡.c.i a , como yo lo s pen1o­uo de todo co n1;.,6u . ".Rue gue mucho por su amn.nte y des graeiudo hij o. ' ' (De t;a Opinión de Bog otá. ) T E LEGRA MA S. " R . J.l1.- l{0 395.- l piales , Octu b1·e 26 de 1900 . Geue m.l .J efe de Opern ciones.- Pas t o. E n el ' 'Registro Oflcia] " N ~ 2~ 3 G de la Repúl Jlica dd Bcua.ilor, CJU C atenta­ment e mo enYía Go bern ador del Carchi, h:tlbsc el sig ui en te que será de vuestro a­gmclo y el mío, y del cunJ ac Junio :l id. id. Gab ri el Isaacs Mé li da Cort és 1.47 María Lui sa .Vallejo 4 fí id . id . J ua.na Vall ejo 14 9 Ruperta Rui;r, 1 0 B-1 148 .J ulio Caic eclo l-J: \J Ca. li Cali. 1 H eliodora Bolafío s Cai ccdo UiO J osé Féli x Snndova l 20 a Panamá D. Pan amá Di eg o Sanclo va1 y N. N 151 Cla uclio Pa reues 22 10 Tu maco P . de Núiíez .r os é ~f:.\ Pa rede s é I ué:, ~nla - 1;)2 Pedro Cai1 :e do 2:-l id. id . Do lores Caicedo ¡· za r 1.~3 Pa stora N. :! 0 soHcra 2.! D. A ntioquia - 1 1 154 Ro sa A. Co rredor y C. 2\l 1 Pasto P . ~d~e Pasto T o~nás Co nel~o r y Nati\·id acl 155 Alberto Vallej o Julio 1 ~1 8 T u maco N ufíez Ed ilma ValleJO. [ Cruz 1;)6 Marceli ano Rea lp eN. ]0 1 id. id. Dav i ll Realp e yM:1 Nar\"á ezl l ii7 Eufem ia Alarc6n 1 O casada ~laxim iliano Figum·ou :~:2 Ubaté D. de Boyacii .Ju an .A 1arc6 u [ Caiee
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Boletín Militar del Sur - N. 51

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Boletín Militar del Sur - N. 48

Por: | Fecha: 13/11/1900

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. República de Colombia . Departamento del Cauca. Pasto, Noviembre 13 de 1900. NOMBRAMIENTOS M!LITARES. . DECRETO N:' 1 ~ ( OC'l'UI3RE 19. ) P.o1 el cual se lulce un nomhrami ento . El Prefecto de la Provincia, en nso de las facultad es qn e le ha con fe rido la J efat.mu Civil y Militat· del Depal'ta­mento en telegrauul N:' 91 1 de 4 de Jns co r rientes , OECBETA: Art.:' único. A propuesta. del fi Ciíor General, Cornamlant c Gen era l y .Je fe (l e Op eraciones, nómbntse al . (' iínr Elí:1 R i\. ViJ larr- eal Subteni ente de b 4~ Co Jll p::til ía d el B atallón 1 ~ de }( myurt Nlia . Sométase este Decreto á l:t ce nsnm de la J efatnra Ci, ·il y Mil itar, connmíc:¡1w· se al uornbrado y d~s c cuellta al señor Gc · JJOr'al J efe de Operaciones. Dado en Pa~to, á diez y oue1·e (l e Oc­tubre de mil novecientos. .ENJH (¡UJ~ SANTACRl' :t,. Por el Secrotario, el Escribi e nt e~ Juan ·cumaoo B ena vide.> . DECRETO :K~ 2: ( OCTT.TBRJ ~ 20.) . Por el cua l se hacen 1 arios nombra­mientos. El Pr· ef ec to de la Prov útá a, en uso de las facultades que le ha conferido la .Tefatut·a Ci\·i l y Militar del DE>partam en­to en telegrama N: 911 de 4 de Jo s co­rrientes1 y visto el oficio N~ 1%0 de Ja Comandancia General y J efatnra MiJit,..¡,r del Slll', DECRETA: Art: I: Nómbra:-;e al señn t· Plinio P eña, Capitán de la 1 ~ Compañía del Ba,. tallón 8~ de . Va n{!llaJ 'dia, en roe m plazo d el Capitán David Oa jiao que la comanda­b a anteriormente ; Art:' 2? Para llenar la vaennte del señor Peña, promnévese con el grado de Teniente a l Su bteoiente J esús Lnna de la · 4~ Compañía del mencionado Batallón. Art? 3:' Eu reemplaí::O del Subte­ni ente Luna, nómbrase con igual gmdo a] seño r Julio Del gado. Art? 4? Para llenar la vacante que existe en la 3 ~ Com pa'iií a del mea cionado Batallón 'del puesto de Subteni ente, nóm­brase con tal graJo al Sargento 1? Juan María .Mní1oí:: . Sométase. e l presente Deer eto á la aprobaci6u de la J efatura ~1ilitar del Cau ­ca, com uníquese á los nombrad os y désu cuenta al señor Gene ral, Comandante Ge ­neral. y J efe de Op eraciones. Dado en Pasto, á veinte de Octubre de mil UO\'ecientos - ' ENRIQUE SAN'l'ACRUZ. Por eJ Secretario, el Escribiente, Juan Clímaco B ena'vides . DECRETO N:' 3° , [OCTUBRE 24 .] 1 LITA o ORGAKO DE LA PREFECTURA PROVINCIAL. Números 4 8. EZ P,·~j'ecto de la P1·ovincia, en uso do ]as faénltad es de que está in ves­tillo por la Je!atnra ~.1ilitnr del Ca nea y visto el ofi cio N~ 197il del General J efe 1le Op c,·aci one··, de fe::lw. Je a-ye r', D}} QRBTA : ¡\ rt~ 1 ~ Por liccucia concec1 ic1a al prin e il'nJ ~ nómbrase al Seiíor Gnill ermo • \hn eida, 1 ('!' AynilaDte de h.L Ü'fic io a tele­. g r·áfir:t de eRt.a ci nd ad, c0n asimil acfón á :-lm -gent(l 'Jfa.yor pam l os rfect os fi Rcales. Sométase el presente De<'reto á la a­pro1, a cirín de ltt .Jefatura Iüil ita.1· del Canc:t, co niiiníqn e;:~e nl nomlmtdo y dése (menta. al Re ii or : SA:!\TA CRuz. Por el Secretarin, c.l Eser ihieutl'l, Juan (/Limaco B en(w~~Le.s . DECRETO :.í:= ±? (oCTUBRE 2.'í .) P or el c:Hnl "e lJace nn nomlmunieuto. Jü Pr~f'ecto de la Pro vincia. en nsn de las faculbL< let> ele c¡ue est:i in ves ­tido por lu. J ofatnm Ci d y Mili tat· del Can ea, y <~ ll ,·ista lld O.fieio d e la Secre:a. ría de In stru cción Ptí.h lica do 12 de este mes y de la' R e t~ olnc i ( ín dichda por el Se ­ííor Gen eral Comandante General· y .J e{ e de Operaciones cl0 ~ 3 del mismo : DECB'ET A: Art? J ~ Nómbmse n] seílor Fn1n· cisco Alh:íu, .T efe de las f uer%as llll e en­bren la. 1·ía de Barl> :tc oas , con el grado de T <:ni ent e Coronel, pcmL los efectos fis eale s. Sum étu::;e ecite Decr0to á la aprobación do la .J efatura Mili tar del C"a ut"a, comnnf­qu eqe nlHOillhl'll(lo y dése cu enta al seí1u1· Geue;·al .Jefe J e Op81':tcio.ues. Dad o en Pasto, fi ,· einticinco de Oc­tubre de ruil non; c i ento~. E NlHQ UF: SANTA CIWZ . Por el Secretario, el E ~; cribi o u te , Jzu t n f"~limaco B en aiJ ideo. UAj1PA:ÑA EN EL LITORAL D.EL F1\ CIFICO. Pa8to, 1 ~ de .:.\'oviem/;¡·e de '.7 900 . :Sefíor Prefe cto do h ProYin c i~v Presento. Co rrcsponcliendo con mucho gu to 1í. la atenta excitació11 queso sirvió Ud . ha­cerme, paso ~í: fo rmular nna bre,·e reseña de Jos últimos acontecimientos cumplidos en la, campa.ña del li toral del Pacífico. El lO de J nui o Jel presente afio ha ­bía llegado á ser in soste_nibl e la situnc i6n de las {uerí::as del Gob10mo acantonadas en el Morro; en todos ]os semb lantes se revelaba un a gra.u dept'e sión mo1'al oausa­d'a po r las enfermedades, el hamhre, la. mise ri a, las fatigas apenas soportables ya del servicio de campaiia, las num erosas defunciones, las diarias desercio nes de lu tropa y, sobre tl)do éso, la prolougada jn. comunicaci6n con el resto ele la Repú Hasta aqnella fecha, por ser ele las fijadas en el itinerario dc 'la Compañía in­glesa de navegar.ión para el arribo oe sus vapores á Tmuaco, se abrigó l a esperanza de qne ll egase alguno con auxilios del Go ­bieruo. Día Íué tle angustiosa esp e ctati n~. , y ro las últimas horas, u.nte la impla. cab ]o so led:ut de l mar, el ahatimi cnto Cl e los Et · nimos fué t.'l. n comp leto como la peuosrL ccrticlumhre de la desgra cia irrmui sible . En la, fecha signi eute iba á re solver­se en Concejo de Oficial es generales uu mo\·imieuto dr~sespe rad o que se meditaba sohrc l1)8 d e:tncamentos en emigos de los alrededores, para bnscar e] pa, o á Barba­eoas ó un deRenlace cualC). tÜe r~, qne no fu ese la rendición in cru enta ante el sober ­J, i o fi libu sterismo adueñado ae h costa : en medio de tanto ~•batimiento l'cp.¡gnaba meno s el inminente ri esgo do la mu erte, qu e la humillación de una entl'eg a pasiva en rnanol:l de los enem igos de la .Patria. A l:ts 10 de la noche se anunció en lo ., ca mpam entos con cJarnóre~ de júbilo la anibn,da rle nn bote despachado de la cañonera Boync<í con esp ionaje sobro el Mor ro. Una gran antorcha pn esta en el acto mi smo sobre la cumbre más ele vacl ·t ele la isla, iudicó á los J r.fes do á bordo la presencia de las hn estes L1ol Gobi ei'HO en ese Jugar ; y poco de ·p11és entró el bn(1ne al pu erto como mensaj ero de sal vación pum ::quollos tl e venturudos. L11. inopinada visita d0 la, CMíoue:·a; e] arribo clel Geneml Carl os A lh :tn, r1ui en 1lembn, el c~n :'i cter de .Jefe de O p(~mcio­ucs ; la noticia del t riunfo r ecien'·e u e las armas cotWCJTau or'.:ts en P.:don egro; los :mxilios ll egados, de tropas, medicamen­tos y eomestihles, y la espemuz:.t de una soluci6u pró xim a, fueron pa1 t e á olwar inmediata reacción en los espíri tus. Co­mo por eneanto cesaron de Rde ese pnnto las deserciones; lo que mnestm dammcn­te el va lor intrínseco qn o deb e asigua.r:; e las oclll'ridas hasta entnn ce~ . En tres ,-i.ajes qu~ hií::O posterionnen· te la Boyac~í trasportó d~ sdc Bn enavent n­ra los Batallones 24 de Santaurler, 1~ de Pabnira , el 1'1~sto del Urdan eta y parte del 16 de B1UIW1Jentttra; lo s cnítles no fn eron siuo reempl azos J.c los muchos in- 1 1 divid uos enfermos y moribundos que fue prec iso retirar a Jos hospitales y á los ce­menterios de Buena,rentura y de Cali en esos mismos viajes. La última \' ez, el 19 de Julio, llegó también al Mono el Gral. Alfredo V iís­quez Coho, Jefe de ~};tado :Mayor Gene­ral del Cuerpo Jel Ejército del Cau ca, con la. misión encarga!la a n te~ al General Al­b} ín , á quieu lo s L1 esignioe de la Providen­cia habían co ndu cid o ocasionalm ente á Pa­namá, para sa lvar h buena causa del de ­sastre que la amenaí::6 por ese Depart~­mento. Después de unn. conferencia privada que tnYieron lo s Generales Vásqu et Coho y 1\-f icolta, el Comandante de la Cañone­ra Coronel Aclolfo Cuevas y el Capitán de ]a misma Sr. EnJalio Márqnez, quedó dispuesto para la noche del ruismo 19 ei ataque sob re las islas Vi ciosa y de Tu.rmt· co; pero lu ego se transfirió á la del 20 , por no habet· al(:anzndo ~í prepararse todo en la fecha a ntes designadn. Por el cual-se hace un nombramiento . · bliea . A las 12 de la noche del ~O de Julio salió del Mo rro parte ele la exp edició n q no debía tomar por asalto las po sici ones de la isla Vicio sa, que qnetla hn.c i.a el la(lo . ¡ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. po.'t3r·íor de la de Tu maco ; esta operación e¡:;tab;t enco:11endnrla al Geneml Jvficolta.. ÜcHl'l'Ífí e! contrati ,mpo de qnc las cnuott@ d i ~po n i b](lS sólo p11l.lierou contuner BO homlll'es ; pe1·n fstm; fneron lo: bastante á las ~ do la lllañn.na del 21 cnyeroll sobre -la gllarnicióu de Ja \' iciosa, coostaute de 90 pl azas; y 1i la.· prin1cras descargas huyó precipitadnmente el ouemigo, dcjai:J llo en el sitio nn mm:rto, alguuo;:; prisioneros, nn magnífico cañón Crup con dotación de ho­tos lle 111etl'alln, rifles Koplachor, pertre ­chos y papüle · impor·tantcs. .L\ 1 mi::;mo tiempo el Genera.] V á. 1p1e7. Cobo co11 la Boyac;í atncaba vigorosamente b pobh­ción poi' ol freute, y desde el 1Jono se <1isparaha obr·e .la .Puntillrt de T ll! naco nuti'ido y certero fuego de cn Tí<)IJ y fu si­Jerín. Con el auxilio de Jos hottis de ]; Du­yacá y de las cano!:i que d<.:f:loe!Ipa.da:' rc­gres~ ÜlRll de la. . Vicio ·a, Re destacamu ü esta isla. costt do 300 llOm hre · uláf':. La OSCi1riclad et·a i11 tpcuotrahle; el tlesconcierto de los revolueionarios do T n­maco trascendía : sus fuegos dchi.illlcnte sostenidos aJ priuc ipio en esa polJb ció11 , • cesarou él e~' j)l t Gs totalmente. ¡\ b s -~- do .la wafíana, hma Oll que oemTía. Ja )¡;tja-­mar, dolJían lus asaltante:-; do la Y.tei\>sa eJttrar <Í Tumaeo, por un paso qne se de­cía yuedat· practicable á pie, á t r-ar és dd estero que di\·ide las dos isb s; poro cua; t­do todo estaba preparado para co1·onat' de ese modo Ja vietm·in, e] gn!n. con dnd or l'ü declaró desorientado por lar~ ~'iéu desde sus t ri nchcras del Cementerio y ]a J>ui1tilla. Se tt'ahó así 11Uent lncha COll Jas fu erzas o·ohiernistns Je Ja Viciosa y el J{orro, y ~ l!la.nt.nvo con encarnizamiento clurante todo· el '1 con si ~!· n i ero n escnnar ltn vunllo :i los hosqnes d ~ la costa \·ecÍua. " En la üu·riB del 2H h ¡·c ~·ol ncion ill­Yacliópodh Jassol itadas dichas sit uacinnes ~'i Ja 1ruwor brevedad posil>le, poi' ser esto dato de .su­ma .importancia. Jo ¡f; A. PL~To , " ~ ·.República de C'o~mobia. - Telégl'c~ f~JS J.\acwnales .- Ofi. J\r ~ 422.-Pref ectv1'Ct BoUvcM·, 2 de ~ilfoviemb1·e de 190Ó. GraL Lucio Vela.seo y Prefecto. Pasto. Honor trascribiros el sigui ente parte que acabo de reei bir: . ' 'Secretaría de Jn stmcción Pública.­Popay{! n, 24 de Octubre de J 900.- Pre­feeto ele Caldas.- Bolívar. Tengo ]a satisfacción de comuniear á Ud. que e] 20 ele los corrientes, de las 8 a. m. á ]at: ·2 p. m. uuestms fuerílas en número de 880 hombres á lns inmediatas 6rdenes ele los Sres. Grales. Miguel Medi-na y De1gaclo y Lnis J~ m·iq ue Bonilla co ­mo Jefe de Opcmciones y Comandante de la 7."' "Divisicín resped ivamente, com­batieron y der¡·oktt'On C'ompletamcute á JoR re\·ol!:cionarioR inmsores <.lel. Tolima qne en número de 2000 y al nianrlo Qt-l Ca.ieetlo, Bnstamante, :Liévano, Bnendía y otros cabecillas, y en actit,ud de fonni­dahle ameuaza llega ron Jwsta TI.iolJhH!CO y Calibío, dos leguas t1 istautes de esttt Ciudad, La. victoria alcanzada fué de lo más completa que p1-1octe darse: más de cien prisioneros tt·memos ha:;ta ahom y cerca de no o bajns mtís tn \'0 e] enellligo entre muertos y heridos. Se hnrecogido cerea do ~ 0 0 annas diverf'inR, mnehns cahnllería.s, rn o utma~'< , una c:trga de parque, co rtsidemh]e núme­ro de n:nmicioneR sueltaA y ll!Ht impl'í:mta qne servía á Jos invn.sol'es para publicar sns proclalllas y Boletines. Se tomaron iguc:.lmeute seis bando-ra ~:~ . ·Los dic; lwrsos fuei'O JJ perseguidoR has­ta Sih·i:t y tomaron lJOI' Ja cordillera .ha­cia el Toli llla. D ~ >i'. gnarde á Cd. - Jld efon so Día;¡; ele! CRsti lt'(.l, les, Bel'\'idor, Ancn:sro CoNR'I'AÍ.N A.uténti(;o, JI. ll Bencwúles. " J E. Jfo¡ ·. - r~fl . • Y: 4.10- lpia­: í de _\ (wir:mí" ·e de 1900. Gral . . Jefe ele Opem.cion eR.- Pasto. Gral. Q t t ~ií on e~; h ·efecto. - Tñque- .!TeR. .Anoche S l:ls J 1 deRpaclté . V uestl'o Sen id or .- l\hzucra.' ' Atonto SerYidor. G 1jS'l'AVO S. Gummrmo. Autént.ieo, Almeich" Es copia conforme. }<~j Ay udante Ura.l. Sri o., .. .Manml s.· Vélez.. '
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Boletín Militar del Sur - N. 48

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El Renacimiento - N. 20

Por: | Fecha: 28/02/1903

) f EL RE Año I-Serie I DIRECTOlt ;- i ¡ PEDRO JOSE GOMEZ C. ~ Dirección cablegráfica: RENACIMIEN. No hay suscripciones. Número suelto ................................... $ I ••. Número atrasado......... ........ ............. ..... 1 5- Para anuncios, arreglos particulares. Remitidos. columna ............................... S ... . No se devuelven ori::inales. La cOTTespondencia de be rotularse al Direct.r. Oficina: Pasaje Hernandez. piso alto. lIúmero 57. Contratado un a,'iso por determinado número de Yeces.:lie hará d~ctiYO el valor de ellas auaque se • rdene su suspensión. Canal de Panamá La resolución que el próxi­mo Congreso tome acerca del Tratado que el Sr. Herrán, En­cargado de ~ egocios de. 00- lombia, celebro con el GobIerno de los Estados U nidos pata la apertura del Canal interocéani­co, es de la mayor importancia en el aspecto económico actual, . en el del porvenir del país, por ser el Istmo posición geográfi­ca de primer orden, y en el de esa comarca en todos sentidos. La determinación que se to­me debe ser emanada de un es­tudio completo y sereno de los. elementos que han de entrar como base de cálculo para fijar la suma que convie.ne exigir por la concesión del pri vilegio y la aplicación de la zona; de mane­ra que las conclusiones no sean erróneas ni por exceso ni por defecto, pues tan perjudicial se­ría irn pedir la ej ecución de la obra por exceso de exigencia~, como no pedir las sumas á que con j usticia p~ede aspirar la República. . Inspirados en ese criterío, he­mos creído conveniente h:iCer un breve an'álisis de parte 'de dos artículps que ha publicado El C01'1'eo Nacional en sus nú­meros 2,641 y 2,644, respecti­vame) 1te, con el mismo título que llevan estas líneas. El colaborador de El 001'reo es, sin duda, escritor' de buena fe, y quiere que Oolombia o~­- tenga el mayor provecho POSI­ble en la negociación. Su pro­pósito es muy' plausible, pero nos parece que yerra en la apre­ciación de lo que Oolombia. da para la Empre¡sa. Ensayaremos una explicación. En el primer artículo, dice: ... __ ., Creemos que no po-drán excluírse quizás de] domi­nio de la zona las ciudades ele Panamá y Colón, porque no se comprende cómo podríamos nos­otros administrar dos poblacio­nes incrustadas en territorio ajeno. Esa administración sería fuente perma.nente de desacuer­dos con el Gobierno de los Es- - .•• -.. -_._-_ .. -._ ... •..• :::::::::::~::::::::::.-.---:::--:_-"':=---"::::::::;::::::::::;::::::::=:~._"' '''''---''--''--.--_._. Oficina, Pasaje Hernández, .piso alto, número 57 r República de Colombia-Bogotá, sábado z8 de Febrero de 1903 tados U nidos, en los cuales lle­varíamos nosotros la peor p~r­te." Si se admite la eventualidad de que las ciudades de Panamá y Colón entren en el dominio de la zona cuya administración se concede á los Estados U ni­dos, el p unto de partida es inad­misible, no tan solo en el aspec­to económico, el cual vendría á ser secundario, sino E'll el de la soberanía nacional, que en ese caso vendría á ser gravemente menoscabada, porque en el he­cho, si quedaran bajo la j uris­dicción de la Unión Americana, déjarían dA perhmec0r el Co10m­bia. Los puntos terminales del Canal no serán Oolón y Pana­má. No podrían serlo sino con la destrucción, ó poco menos, de esas ciudades. La parte que está const.ruida comienza á inmedia­ciones de la primera, en la bahía de Limón, y terminará, bas­tante al Sur de la segunda, en la' Rada de Panamá, según el plano panorámico adoptado en 1879 por el Congreso Universal del Oanal In terocéan ico, que ha servido para la dirección ge­neraol de los trabajos. No hay obstáculo serio en que Panamá y Colón con 1.in úen, después de exca,aclo el Canal, bajo la jurisdicción de Oolom­bia, como no lo ha habido en cerca de medio siglo que lleva de const.ruído, por nort.eameri­canos, el ferrocarril por medio del cuaJ se hace el tránsito en­tre los dos mares, el cual ha sido siempre de propiedad de extranjeros. Hemos dicho que si Colom­bia perdiera tales ciudades, el aspecto económico de 1;1 nego­c. ia ción v,~ ndría á ser secunda-rlO, y aSl es; pero no por eso dejaremos de obser\rar que si aq uello viniera {t ser simple resultado de la administración de la Empresa, serían cedidas á título gratuito ó t.omadas por la fue,rza,y ambas suposiciones son inaceptables. La renuncia, como dejación voluntaria por parte de Colom­bia, sería absurda; porque, apar­te de la pérdida de su dere­cho. de soberanía, implicaría la cesión de la propiedad de las dos ciudades, cuyo valor no es fácil estimar, pero que sin duda excede los diez millones de dóla­res que los Estados U nidos ofre­cen pagar de contado, sin com­prenderlas en la zona Que los Estados U nidos re­suelvan apoderarse por' la fuer­za de esas dos ciudades, para evitar colisiones de autoridad dentro de la zona, no es verosí­mil, porque se han situado en el campo de la negociación. Por otra parte, tanto en el Proyecto de Tratado presenta­do por el Ministro Sr, Dr. Car­los Mart{nez Silva, como en el presentado por el Sr DI', (lon­cha, hay send.as cláusulas en que Colombia concede al Go­bierno de los Estados U nidos el uso de un~ zona de terre~o á lo largo del Calla], de üinc0 ki­lómetros de ancho á cada lado de la vía, exceptua,ndo las ciu­dades de Panamá .y Colón. Suponemos que en ~¡ 'rrata­do suscrito por pI Sr. -Nerl'án, Trata.do que no conocemos, se haya estipulado de manera ine­quívoca, que las dichas ciudades quedan en todo caso excluidas de la zona, esto ftS, auncuando estén dentro de los cinco kiló­metros que se conceden para la construcción y el servicio de la obra. Si es así, la observación del colaborador de El Correo Nacional carece de fundamento. Próximamente nos ocupare­mos en otros puntü"s compren­didos en los importantes escri­tos del colaborador de El 00- 'rreo NáciolZal. ---..... --.......-. -- Reminiscencias Políticas Continúa Des/le que eJ principio conse'rva dor ciio al país, har.e, 11 añll~, nueva Constitución y nuevas práctic\H~ ,le go-bierno, Re le ha comhatido ahíllca­damente con el tesón y pujanza COII que se atacan las ooctri nas que ca tll · hian la faz oe Jas soeiedades: J'IIUí' ha h~ sido larga, temlz, reñida; la~ pe ripecias y los peligro¡:, !Sin cuellto: los modos de ataque. los máil variadoil y peregrinos; ni hall (altanó err(lrf~, caídas y desercione~ de sus afiliados; pero el Partido 110 está agrupado ell torno de hombres sino en torno de un principio, y el principio ha segui­do su camino arduo y difícil, pero glorioso siempre, en medio de rt~cios combates, cie azares y vAivenc-s de bajas a~echanzas. Al presentarse ep estos momentos la lucha electoral. se ha presentado con ella una nueva y rlesafi,rada para el principio cuya marcha hemos se­guido en este escrito. Tal es el carác­ter del actual comhate, y así debe considerársele, aun por honor del país y por decoro oe los parlidos; aquéllos que combaten por hombres. están llamados tÍ desaparecer con el Jefe, á seguir sus capricho:>, á variar de rumbo y de programa según la voluntad del caudillo; tales agrupa­ciones no pueden contrihuír Jamás á la marcha regular del país y al afian­, zamiento del orden. y anles, sí. pre~ paran y educan á las naciones para la dictadura. El triunfo de los candidatos' pre· sentados y sostenidos por el Particio Nacional lleva con él el triunfo del principiu Conservac!or; y si en la elec- Número 20 ción del Sr. Caro ' para Presidente en el próximo período cOllstituciollal hay continuismo rle persona, hay, in d uda­blemente también, . continuismo de. preponderancia para el principio con­servador, continuisrno del orden esta~ bleciclo; su elección representa el desarrollo natural y constante de la reacción com,ervadora iniciarla en 1885, significa una Hue-va derrota para el principio radical, entronizado en las instituciones á mediados del siglo y volcarlo de ellas en la Cons­titución que actualmente rige los ,1e8- tinos ele la República . No se trata, pues, de hombres: se trata de principios; no se trata de antipatías ó simpatías, ni de intereses personaJe!", q lTe deben borrarse 1 desaparecer ante los 'grandes . intere­ses nacionales: se trata de clefender­nos de desventuras y desórdenes que 'deberían levantar resistencias y ener­gía dondequiera que no se hAya per­dido la memoria ni el sentimiento de la Patria. Debería huscarse otro candidat() si la Constitución se opusiera á la elección del Sr. Caro, pero la permi­te, puesto que la ha previsto . . Si el Sr. Caro huhi ara ahdicado ó renega­do de los prin cipios á cuya defensa y difusión ha consagrado todo el calor de su corazón y la fuerza de su inte­ligencia, su existencia toda entera; en él. como en pocos colombiano~, la pasión oe la idea, la pasión de la verdad, la pastión oel Estado, ha do­m i nado toda otra aspiración y todo otro anhelo. El Sr. Caro es hoy el mi.smo que COII sus escritos y esfuer­zos contribuyó poderosamente al triunfo del principio conservador; el mismo homhre inmaculado, intacha· hle, que atrajo, hace cinco años. la mayoría de los votos del Partido Nacional; es el mismo hombre, esti. mado y respetado por cuantos han cOl1servado el criterio libre cie pasio­nes y ofuscamientos; j es el mismo, sí! Sólo que ha pasado por él... el Gobierno; es decir, furiosos huraca­nes políticos, dificultades enormes. problemas desesperantes, ambiniones contenida~, pasiones exasperadds. ape~ titos mal saciados, cóleras, ciespechos, injusticias, ingratitudes __ y por sobre todo, y como su complemento, el carr~anci(), el tedio, el aburrimiento de una misma cosa que domina á los colombianos y á (l~e no han podido acostumbrarse losholObresmás bene­méritos y bien íntencionado~, 10s má's emi nent.es estadistas, los más _háhiles gobernantes. TELEGRAMAS ) República de Colombz'a-Ministeno de Gobt'enzo-Dz'reccz'ón - general de Correos y Teltgra/os-Sección de Telégra/os-Número I I I3-' Bogotá, 26 de Febrero de 1903 Sr. Director de EL RKNACUUJt:!(TO : Me permito remitirle adjunta. con ésta la copia del -telegrama de fecha 25 del presente, de Lenguazaque, para que se sirva. ponerlo en su importante pe­riódico, si no tiene iÍlconve-­niente. , Dios guarde á usted. J os1J ANTONIO RIVAS '. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. I Rep2ZbHca de Co/cmbia-Telégmfos Nac1ona/cs-Lcnq1Ia2aq2lf, 25 de Feb1-e1o de I903 Sr. Director de Telégrafos Párroeo, A1calde este Muni­cipio en propio nombre y ha­bitantes representan, cum plen sagrado deber dar á usted,.y por • su digno conducto al GobIerno, cumplidos agradecimientos, por la honra é inmenso favor que se han dignado dispensarles, con instalación telégrafo en ésta. Con sent imientos de gratitud y alta consideración quedamos de us­ted atentos servidores, FRANClSOO DE J. CASTA~EDA ALE.JANDRO Rmz • Exterior A PROPÓSITO DE UN TRATADO RECIEN'IE Una intriga orleanista- La misión de la Princesa María-Intereses parti- , culaN:s del Siam. • La Nme Fnie P1'esse de Viena ha recihirlo rl~ Copenhague una curiosa ' correF ponelencia, que repro(luciinos en !'('guida úlítulo de curio8irlad, de­jaoelu al eliRrio vienés toda la rcspon­eahilielad: "Hace l'Ilgull os oías, la Princesa María) eSpOí'H dpl Príncipe Walde­mar y hermana elel difunto Príncipe Enri que de Orleans, se encuentra en Pa\k Se salle que la Princesa María eFtá encargada de llevar á cabo en Pad:,¡ una misi6n,política. GraciaF á EU parentesco tan cerca­DO con la CaFa de. Orlenns, tiene la mi­sión de influír sobre los pbrlamellta­rios monarquistaf:, .á fin de det~rmi­narlof:, ~ pCfar elesu opo¡;;ición al Gabi­nete Comhes, á ,'otar por la ratifica­ción (lel Tratado franeo-siamés, que acalla de ser firmado. La Princcsh tie­ne razones importantes pamocuparse con la mayor actividad en el éxito de su mibión; pues el Príncipe Walde­mar, su esposo, y la familia Real da­nesa toda, han empefiado capitales considerahles en el Asia Oriental y pRrt icularmente en el Banco de Ban­gkok. Como lo dijo un eliario francés, los deseos de una PrinceFa que perte­nece á la Casa Real de Frallcia, y fIue se }la consagrado con tanta frecuen­cia á la ,ce usa de ésta, no pueden ser desatendidos, y es preciso tenerlos en cuenta cuando, como acaba ella de hacerlo, aconseja al Gobierno francés, por medio de su Ministro en Copen­hague, que no se muestre demasiado exigente con el de Siam. • ** Matrimonio de la Srita. Roosevelt L-ittlerock ( A1'Cansas J, Noviem­IJ're 23-Nos comunican que la Srita. Alil'ia Roofuelt, hija del Presidente RooseTelt, se ha des/3osado con M. John Greenway, joven que se ha dis­tinguido en Jos sports en la Uni,ersi­dad de Halward, y que obtuvo el gra­do de Teniente en la caballería ligera de M. Roosevelt, durant~ 13 guerra his panoamerica na. ** * Se ha hecho el cálculo de lo que cuesta la huelga á los obreroF. En el Pas de Calais hay 62,000 obreros que ganan 5 francos por elía, ósea 310,000 francos mínimum. Es­to produce por quincena 4.650,000 francos. , y quitamo~ la ~egunrla quir.ct'IUl. En cuanto á la~ Ccmpafih'!', pif r­den 700,000 Ílllncc 8 p(lr dla, nt(, 0 , 11.250,000 frareo," ror quil ((r 11, i) EL RENACIMIENTO en h.nefieio de quién', j de los ale­manes y de los ingleae€! Hé aquí lo que cueitan al país 108 ooiosol pdlítiCM, que con la compli­cidao oel Gohie rno, han del'lencaoe­naoo lal hu e lga~ no en lista de una yentaja profe,ional, pue!'to que nada de e~te género ha ~iou furmulado an­tes de la cesación oel trabajo, sino para atizar el fuego reyolucionario en Francia! y efite es el principió. (ú Matin) ---...... _------ NOTICIAS FRESCAS ••• Cosa más difícil que escribir re­vistas ó crónicas bogotanas, creo que no haya sobre la tierra. ¡ Y há­bil que soy yo para tal 'cosa ! Se me figura la c"ara que pondrán mis lectores cada vez que , les llega un número de EL RENACiMIENTO, Y ven las dos palabras con que enca­bezo siempre mis revistas: Noticias ' frescas. i Con qué entusiasmo em. pezarán la lectura, juzgando encon­trar allí relaciones de quién sabe cuántos hechos terribles acaecidos últimamente ! i Y 'con qué desprecio botarán el número d la punta de U1~ cuerno cuando, terminada la lec­tura de la revista, encuentran que no he contado otra cosa que aquello que sabían quién sabe cuántos días antes! PQr' ejemplo. hoy nQ tengo otra cosa para referir sino ql\e por fin llovil). "i Ah 'lloticiótt mduser! iJ uz gará el repórter ése que no t enemos ojos para ver el agua, ni oídos para sentirla estrellarse en las losas del pavimentar' Así dirán las personas que lean estas noticias; pero yo les suplico me perdonen si no les refie­ro nada menos sabido, porque no lo hallo por más que lo busco, y que lo busco ~in cesar, es cosa que nadie negarme puede, pues ien qué lugar de Bogotá no se me ve con mi cuadernito de notas en la mano izquierda, y en la derecha el lápiz, listo para apuntar el primer incidente digno de mención que se presente? A tres cuadras de distancia veo un tumulto de gente, y se me figura que algo grave está pasando, i y es de ver entonces la carrera que em­prendo hacia tal sitio! Supongo que voy á encontrar quién sabe cuántos cadáveres en­sangrentados. Veo los espantados ojos, los cráneos rotos, los intestinos salidos, en fin, todos los horrores imaginables. Y í qué lamentos los que imagino escuchar! i Qué de plegarias entrecortadas! i Qué de gritos de los agent.!s encargados de guardar el orden. í Barbaridad! ¡Ho­rror! Llego, y í qué desengaño ! Toda la bulla depende de que un Sr. Agente lleva para la Central una mujer que, con bastante cantidad del amarillo licor entre pecho y es­palda, alza hasta el cielo sus lamen­taciones, salpicadas de groserías ja­más oídas. j Qué desconsuelo el mío! Correr tres cuadras como un loco, acabar de gastar los ya casi agota­dds tacones de mis botines, y todo ¡para qué? Para sufrir un cruel des­engaño, para presenciar un espec­táculo muy poco grato. iQué ganan, por ejemplo, mis lec­tores, con saber 10 que le pasó en la noche del jueves al director de cier­to periódico de esos de 110 llevar pan? Nacja ganan, pero se 10 referiré, por no haber otra cosa peor que ha­cer. Fue el caso que dicho señor llegó un poco tarde al teatro, y en lugar de entrar á ocupar su asiento 10 más silenciosamente posible, se detuvo en la puerta de entrada á luneta. Un Agente, á quien' no le pareció bien hecha tal cosa, le suplicó pri­mero, y luégo le ordenó, que entra­ra ó saliera, pero que de ningún mo­do le permitía permanecer allí. y al tal señor, que tiene en las venas la sangre más ardiente del mundo, se le subió el Sa1t Telmo d las gavias, de:tal suerte, que dio:mo­tivo para que el Agente cumpliera la amenaza que le había hecho antes de llevarlo á la Central, adonde se fue con calentura y todo, y donde permaneció un rato no · corto, per­diendo gran parte de la representa­ción. Yo lo siento muchísimo, por su­ptJesto, pero aconsejo al señor de mi cuento y á todos los de sangre tibia, que procuren hacer que se les en­fríe un poco, y. respeten más á los Agentes, que son autoridad, y mere­cen por ello respeto. **. Como se ve por el telegrama que se publica en este número, en la po­blación de Lenguazaque se inauguró la Oficina telegráfica. Felicitamos al Sr. Director del Telégrafo por este nuevo pro­greso, y á los habitantes de Lengua. zaque por el bien alcanzado. • ' .. TEATRO DE COLON-Jueves 26. Como anunciamos en nuestro número anterior, se verificó, á las 8 y 20 p. m., la función á beneficio del Maestro Véliz. Rompió los fu eg'os una de las Bandas nacionales, ejecutando un her.moso trozo bajo la dirección del beneficiado. La función habda salido muy bien, á no haberse presentado la cir­cunsülI1cia de sentirse enfermo Bal­doví, lo que originó cambios en los pa peles, y esto fue motivo para que hubiera en ella algunos defec­tos, sobre todo en el 4? acto. Corchísimos estaban los señores artistas, y no sentaban muy bien las risas de algunos de ellos para disi­mular el olvido de la letra. ,Entre el segundo y tercer acto ejecutaron los Sres. Murcia y Carri­llo una hermosísima sinfonía, que fue muy aplaudida. En general, la función fue buena. Felicitamos al Maestro V éliz. y ahora, en obsequio del simpá­tico artista Sr. Barbosa, cuyo bene­ficio se verificará mañana, reproduz­co los versos con que lo anunció: OIGA USTED Dicen que el último mono Es el que siempre se ha ahogado, y es el decir excusado, Que tal suerte no ambiciono . Por eso creo conveniente Que el domingo venidero, Aunque caiga el mundo entero, A! COLÓN' vaya la gente; Porque en ese día, una hermosa Función en su beneficio, Dará en el gran edificio Vuestro servidor BU.OSA Sí, Sr. Barbosa; que en esa fun­ción le vaya muy bien le desea E. BARCOS R. SECCIOH RELIGIOSA Nas MANUEL JOSE CA !ZEDO CoP l. 11f' .. .,¡. d., ~¡o8 y d. 1 .. 8 ... nt .. ~.de ~i'0 8tólie .. ARZOBISPO DE POPAYÁN AL v:r;NE~ABLE CLERO SECULAR Y REGULAR Y í. TODOS LOS FIELES DE NUESTRA ARQUIDIÓC:r;SIS COllll"m,ía 5!- La Igles)a libre en el Estado r ibre ; 6~ La lihertad de cultos; 7~ Lás lihertades ilimitarlas de pen­samiento" palahra, imprenta y ense­fianza; 8~ La in struc0ión laica y obliga­toria: ; 9~ El matrimonio civil. No es lícito, por lo tnnto, á ningún católico el profesar ninguna de estas doctrinas; abor!) hi en: el Partido Li­beral las profesa, luego no eR lícito á . un católico ser liberal. . Dejantlo á un lado innumerables pruehaR de qu~ el liberalismo colOlu­hiano i)rofesa estos errores, hasta ad u­cir comoi rrecusahle el Manifiesto­que la Udnvención elel Partioo Lihe­ral oir~gió ' á 1" Nación en Septiembre de 1897, en el·cual se Ipen, entre otras las frases, las siguip.ntes : " ___ . La Convención cree r¡ue la soluciólI científica del llamado proqle­ma religioso es la separadón de la f.r;lesia y del Estado ____ " , ..... Consagra (el liheralismo) la libertad de cultos en !iU más genefosa' amplitud." "Dominaoa (la Convención) por convi r,ciones profundas, lOantieof' ...• la libertad absoluta de la prensa .... " Esta~ pr()p (l ~ i c i()lIes fIue la Conven­ción del Partido Liheral cree y con- 8agru, y ¡;;ollre la¡;; fIue c~ (á el omimHia por conviccioll es profundas - flO se puede asegurar con 1ll¿IS fuerza-es­tán cond enadas como e.rrónflus por la Igl esia Salita; por lo tanto, en nues­tra patria los cató lico:; no puedfln ser liherales sin dejar de ser católicos ; porque para spr católico \ crd adero es indispensable aceptar humild emente todas las enseñallzas de la Igle!iia. La virtuo de, la fe se define aFí : creer lo fIue no vemo:ol, porque Dios lo ha revelado y la Iglesia nos lo en­seña, El Liberal ismo, al tio¡,tener los errores que profesa • .cqlltrurios. únos á la rcvelación divina, y ót.ros á las en­señanzas de la IgLesia infalible, eles­conoce y niega por compl eto la auto­rielad y la infinita Fabiduría ele Dios que revela y la autoridad de la Igle­sia que !lOS en~ eiia lo revelado por Dios j luego el qúe prufesa los erro­res del Liheralisl11o, peca contra la vir-tud ele la f~. . El error profesado puede ser, ó herético, porque se opone á un rlogma definido por la Iglesia, y el que lo pro. fesa d~ corazón y lo manifiesta exte­riormflnte, á sabiendas y con con tu­maéia, anemás del pecado, incurre en excomunión - por ejemplo, el que niega la infalibilidad oel Papa.- O bien el error que se profesa pueoe no ser herético, pero sí calificado por la Iglesia con nota inferior á la oe here~ jia, como falso, temerariQ, &c. EIl este caso, el que profesa UIlO de tales errores, peca también mediatamente contra la fe, porque niega el magi¡.;t.e­río oivino oe la Iglesia, que es infali­ble, y peca además grayemente contra la obediencia que elehe á la Iglesia. Con esta ooctrina Fe resuelve fácil­mente, en un caso daoo, si un liheral es h~reje Ó I1Ó, al profesar una doctri­na condenada por la Iglesia: será he­reje si el error prufesado es contrario á una verdao revelada por Dios y en­sefiaoa como fal por la Iglesia; si la doctrina profesada sólo ha sido con­denada por la Iglesia como falsa, errónea, temeraria, &c., no sf:rá he­reje el que la profese, pero sí pecará graveme1zte contra la oheoiencia de­bioa á la Iglesia, además de ser muy temerario y ne exponerse á caer en la herejía. A1H ra bien: si eR pecad,) profe!'ar el Lil eralisl1lo ó cualquiera de sus errore " ¡ será lícito pr:oft>:-arlo tan solo e teriormente, apareciendo ante la soc eoatl como liheral verdadero aun cuando interiormente no se·adlO.' 1- BRANDY, VINOS Y RON en barriles y botellas, y legítimo y único Ron MANZANARES. el~ALMACEN NUEVO • frente á La Concepci6n Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. tan tales er.rores! De ninguna mane­ra, porque esa simulación, lejos ele disminuir el pecado, en cierto mooo 10 agrava por la cobaroía y traici6n á la Iglesia, y por el escándalo que se da á los buenos fieles, los cuale~, guia­dos por ese sentido católico, oe que habla el Concilio Vaticano, y 'lue con­siste en una sobrenatural clisposiciólI, para discernir la verdao oel error, sienten repugnancia granne al nom­bre liberal, y les causa eRcánoalo ver que se llaman así los que se creen ca­tólicos. El que se manifiesta exteriormen-te como venia,clero liberal, peca COII ­tra la fe, como peca han contra ella y , eran tenidos por apóstatas los prime ­ros cristií.lnos que por· miedo á los tormentos, renegaban exteriormente de la fe, aunque interiormente sí creían en sus nogmas. Los que ocultan SUR creencia;; co ­meten pecado de oesobediencia con­tra la Iglesia, pues faltan á la '1ue se le debe, no sólo interior sino también exteriormente; y el que obra con tal cobardía por respetos humanos, está en peligro de perner la poca fe que aún tenga. Si el Liberalismo es malo, como lo es, se deduce que no es lícito filvore~ cerlo, apoyarlo, lIi prestarle ningún auxilio, porque suscribiénrlose á los perióclicos liherales, aplauoiendo á sus' caudillos, rlando dinero, recursos y prestándole servicios personales, se da vida {¡, ese Partido y aun 8e coo. pera al pecado. Cooperación en materia grave el! que incurre muy especialmente qnien da su voto á candidatos liherales, ó compromeLe á otros á ~arl.o, 6 forma parte de tSUS cümités Ó juntas electo­rale¡:;, porque contribuye así con su voto y con sus esfuerzos á llevar á puestos púhlicos persCHlas que han de trabajar ~n oar leyes contra la Iglesia. Los seguirto)'es de Lucifer, como llama León XIII á los liberales (1), están moralmente inhabilitados para rEgir á los pueblos que han sido da­dos en herencia á Jesucristo (2), pues . el jJ1'íncipe usurpador, cuya causa re­presentan (3), ya fue la1tzado filira (4) por el Soberano Dominador del Universo. (1) Enciel. Liberta!. (21 Joan., xn,3[, (3) Prueba de ello l~ gritos de muera Cristo, flue se .ian en los campamentos revolucionarios, sin que haya habido quien proteste entre IUS copilrtidarios. (4) Salmo Il. SECCIOR CIEHTIFICA Los estudios sobre la tuberculosis BerlÍ1'l, Octubre 26 - La última conferencia del Congreso Interna­cional sobre la tuberculosis, fue sen- . sacio~al, á causa de que el Profesor Koch mantuvo enérgicamente sus argumentos anteriores, según los cuales la tuberculosis bovina no pue­de ser transmisible al hombre. " El Profesor come~z6 por declarar que deseaba .hacer uso de la: palabra, puesto que así lo había. insi,nuado el Comité Central. . Sus aseveraciones versaron exclu­sivamente sobre la transmisión de la tuberculosis del ganado á la especie humana, por medio de heridas como : las que frecuentemente sufren los matanceros. El Profesor Koch admitió que se daban algunos casos tIe tuberculosis entre los carniceros y otras personas que estaban en contacto con la car­ne de los animales enfermos; pero aseguró que la proporción de pacien­tes de esta enfermedad era tan 'alta entre los obreros como en los que se dedicaban al comercio de ·Ia carne. Dijo que no podía comprender que una lesión que se produjer~ en un EL R E N A e 1 M 1 E N T o carnicero, atrajese la inf~cción de la tuberculosis. y que esta enfermedad causara la muerte. Berlín, Octubre 27-Los Delega­dos al Congreso Internacional ele la tuberculosi~. han sentido que los Estados U nidos no estén represen­tados de una manera más importan­te en esta reunión. Se ha deplorado, sobre todo, que nadie pueda dar cuenta de los expe­rimentos eft:ctuados el año pasado en los Estados Unidos, relativos á la transmisión de la tuberculosis al hombre por los animales. La última sesión elel Congreso se ha verificado hoy á las doce del día. El Dr. WiJliams, delegado inglés, ha pronunciado un discurso en el cual ha propuesto clasificar los en­fermos de los Sanatorios, según los adelantos de su curación. La próxima reunión se verificará el año entrante en París. ' La opinión devarics Delegados es que los principales resultados del Congreso de este año son el conoci­miento de los adelantos obtenidos en Alemania con 10:; Sanatorios y sus aplicaciones científicas. ••• El pretendido plagio de M. Rostand Las razones que han decidido al Juez Kohlsaa, de la Corte Federal de Chicilgo, á declarar que el Orano de Btrgerac era un plagio de llu Mercllanl Prina 01 Cortlv¡,/Ie, comedia escrila en 1896 por 11r Samuel Eberly Gross, autor dramático, fueron princip~lm«nte dos: la de que el Cyral1~ de M. R0stand tiene una nariz tan exagerada , como la del personaje principal del Mer­danl Pnitce, y la de que en ambas piezas hay una escena idéntica que se desarrolla en un balcón: la del amante infortunado que acepta hacer las veces de su rival, co~ el consentimiento y en presencia de éste, Estos cal'gos de plagio y otros más, están especificados en el informe del oficial del Tribunal de justicia (masll/'· of chaflCtlY) , an-te el cual se present6 la causa hace tres años; informe que, entre otras cosa ~ , dice: " Las similitudes é identidades entre am, has piezas, son una confirmación tan posi­tiva como las verdades de los Santos Evan­gelios, y ante las cuales· resulta poco dignq de consideración el hecho de que M. Ros­tand niegue tanto la semejanza como la apropiación." . (M. Rostand no ha sido, ni por sí ni p.,r apoderado, parte directa en este juicio). " La pieza titulada . C;yraflD de BergtrM - continúa el informe - se compone en gran parte, y es una piratería, de la pieza The ~Mwrchafll Prince of Conlv/llt, tanto por la trama como por la disposición general, por las situaciones, por los caracteres, por las ideas y por el lenguaje, y es una in­fracción al ,derecho de propiedad literaria del querellante." La sentencia del Juei Kohlsaa ha pro­vocado sorpresa y no poca hilaridad en los círculos literarios y teatrales de Francia Refutando los cargos de plagio que han sido precisados, M. Gustavo Roger, Secre. tario de la Sociedad de autores dramáti­cos, ha d\cho: " Cyrano es un personaje histórico que tení~ una nariz enorme. Desde tiempo in­memorial ha habido narices descomunales, como hay hoy también, y seria tan imposi-, ble personificar á Cyrano sin su nariz, co­mo á Luis XIV sin su célebre peluca. En cuanto á la eSCena del balcón, me parece pueril lo de que la hayan puesto en tela de juicio. Se conocen en el teatn;) moderno no menos de treinta situa;:iones semejantes." Lo cierto es' que, saho en el caso de que una nueva sentencia judicial ponga otra vez las cosas en lugar, en adelante Mr. Sa­muel EberIy Gross, de Chicago, será el úuico que tendrá derecho al producto de las representaCiones que se den del Ormlo di Bercerac, de M. Rostand, en .cualquier teatro de los Estados Unidos. ••• Salvavidas para los tranvías eléctricos La Rue Practique d'E/tclricil¿ da cuenta de los ensayos que acaban de realizarse, con decisivo éxit4?, en Praga (Austria), an­te los delegados· del Ministerio de Ferroca­rriles, aplicados á la línea de tracción eléc­trica Zizkovkoschiz, de un nuevo aparato destinado á evitar I()s accidentes de las per­sonas atropelladas por los tranvías en mar­cha. El aparato comprende dos partes: la primera, constitu;da por un bastidor para­choques, cuyos lados . los forma un tubo de gas, encorvado, de. per¡ueño diámetro y forrado en cuero; una red de mallas es trechas se une á este marco, que es móvil, pudiendo girar al rededor de un eje hori­zontal ; esta primera parte está en comuni­cación cort la segunda, que es el verdadero . salvavidas, por un alambre de pequeño gr"eso; el salvavidas no difiere en su as­pecto de los bastidores ordinariamente usa­dos hasta hoy; pero lleva un mecanismo especial, que ·permite imprimirle un movi­miento vertical de arriba abajo. Tan pronto como el bastidor delantero choca con un obstáculo, cede lentamente hacia atrás, y obrando sobre el alambre de comunicación, determina el desengan­che del bastidor de protección, que al caer recoge el obstáculo introducido en el apa­rato y le impide caer bajo las ruedas. Este bastidor va, ad~más, provisto en su parte inferior de un' juego de escobillas que, apretándose fuertemente contra el suelo, no deja el menor espacio libre entre la vla y el mecanismo. Este aparato es debido al Ingeniero Je­fe de la tracción eléctrica de Praga, en colaboración con varios técnicos de la ciu­dad Con este motivo, Mr. Buresch, también de Praga, a conseja . otro sistema, que con­sistIría en una combinación que permitiese interrumpir la corriente tan luego como el salvavidas chocase con cualquier obstácu­lo; el vehículo se enfrenaría así automáti-. camente, y. al propio tiempo un mecanismo especial empujaría fuera de la vía á la persona ú objeto que hubi ese determinado la detención del carruaje. • Sección Literaria CASTA y PURA A ELL.A .. .. .. 1 La majestuosa reina de la noche, con su innúmero séquito de siervos y esclavéls, clerrochaba, -derrochaba su luz triste y pálida que se filtraha al través de las enredaderas y sauces que orlahan la alameda oe arbustos floridos que conducían oel jaroín á la Quinta. Varios grupos (fe h e rmMln~ fbres humanas cuchi cheahan pas~ándose por el jaroín ila alameda. , En todos aquellos rostros estaba impresa la p;onri¡:;a de la rli cha; t')oas hablaban ne amores; tonas se confia­ban mutuamente sus placeres íntimos, presagiándose la rlicha más cómplefa para el baile de e¡:;a nocl1e. . Sólo tú, sentada ~n u n escaño, con los brazos cruzarlos y la miraoa al cielo, como implorando gracia, esta­ba~ retirada de tus amigas. U n clavel rojo, exhalanoo suavísi ­mo perfume, se balanceaba en tu boca, ,aprision~do por tus labios tle púr­pura .... . ¡ En dónoe estaba tu espíritu ~ ¡ Por qué regiones · vagaba fu pen­samiento' & El eco oe un amor, el murmullo de una voz amiga, de 'una palabra tier­na y amor:osa ó de un recueroo feliz, serían acaso lo que motivaban el ena· jenamiento de tu e¡:píritu, de aquel lugar, cofre de dicha¡:; é ilusiones 1 j Quién sabe ! ... i No lo sé! Lo único 'lile :,upe entonces fue que entre tus lah,,):,; \'agaba una son­risa t.ierna pero tri ste, la que sólo pa­recía comprenoer ei rojo clavel que aprisionabas entm tus labios de púr­pura .... 1I El confuso murmullo de los dan­zantes, el melodio~o compás del vals, el rítmico~cuchicheo rie las parejas de enamorados, y los suavísimos hálitos de perfume que dejaban tras sí 188 e. p~reja¡:; del baile en sus e-xcursiones continua~; habían cesaoo por un mo­mento. Los mismos grupos riel jardíll y de la alamcda e"taball reunidos en el cuartitu lila; una frente al espejo se arregla ba el pei nado; otra en el toca­dor agotaba los últimos tintes oe per­fume y de polvos; las otras, en medio de la pieza y junto á un confidente que so~tenía una lámpara ne bronce con pantalla roja, se contahan sus úl;¡ timas hazañas. Sólo tú, desgajarla sobre un .sofá esconclido en un ángulo oe la pieza, con los brazos caí,!os y ya 110 con la mirarla elevada al cielo, sino baja y exangüe, yacías en éxtasis profundo. De momento en momento e"hala­ba -tu pecho un suspiro que parec~a Ulla queja, y ele tu boca pa~ecían sahr palabras entrecortadas y tlel'na¡¡. ¡A qué ese horrible teoi01 . ¡Hacia quién volaban esas quejas! ,Quién eraelculpabledetu inmen-sa amargu ra , ,Esos suspiros profundos, esas que­jas inconexas, esas palabras elltrecor­tadas y tiernas, serían por ventura em­blema de un amor sincero y grande. grande como mi amargura' j Quién sabe ! ... j No lo sé! Tan solo sé que de tu hoca se es­fumaban palabras tiernas y ent.rf;cor­tadas, que parecían oe oicha, las que . desmentías con los suspiros que salían de tu pecho como quejas! III Los claros rayos de la IUlla se fil­traban por entre la vaporosa cortina crema de las vidrieras de tu alcoba. El mismo confidente cun la lámpa­ra de bronce oe pantalla roja alum­braba la estancia. Los mismoR grupos de amigas tu­yas, de la noche del baile, diseminadas e.n el cuarto y casi en oertedor á tu lecho de dolor, estaban pendientes de la expresión oe tu semblante, como queriendo adivinar el más allá! La tierna y melancólica mirada de tus ojos bellos, me recordaba la noche del baile ele la Quinta Ese clavel rojo que pendía enton­ces oe tus lahios, ya marchito, lo teJ nías sohre el pecho, entre tus manos· de azucena.- . , Aquellos tristes y prolollgaoos sus­pin? s de esa noche, que remedaban quejas, fnterrumpían el profundo si­lencio que reinaba en tu alcoba, tem­plo de pureza é ilusiones. Esas palabras entrecortaoas y tier­nas, tal ·vez las mismas que murmu­rabas en el cuarto lila, parecían refe­rir álgo ignoto, álgo de un más allá; tenían álgo comh el misterio de un arcano. i Qué quería decir la aglomeraci6n oe poemas que ostentaba tu rostro 1 ¡ Qué la mustia palidez de tu sem- • blante 1 ¡ Qué la sonrisa de placer infinito que dib.ujaban tus labios' ¡ Seda acaso este enajenamiento el que en la noche del baile te abstraía de los placeres mundanos para hacer­te gozar con el recuerdo de tu primer amor; en aquella primera declaraci6n que te hizo tu amante; en aquel cielo despejado y luminoso en cuyo dombo inmenso erraban millares de cintilan­tes astros; en ese horizonte poético que te piotaba entonces, y el cual tra­tabas de buscar ahora entre las claras brumas de un lejano infinito! j Quién sabe L .. j No lo sé! Apenas llego á comprender que es­píritu creado para 10 sublime y gran­oe, desprecia lo mezquino. adorando el amor como único blasón diyino y companero fiel d~l alma en la tierra. L. G. C. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HISTORIA DE UN PALCO Despacho prz'vado del Minz'slro Al Sr. Director de la Academia Nacional de Música Sr. Director: El SI'. Ministro está un poco sorpren­dido de que no se haya señalado ningún paleo para el servicio del Ministerio, no obstante que deberla--convendréis en ello-­ser uno de los primeros en proveerse con tál objeto. Me encarga, pues, deciros que él os suplica [e destinéis, lo más prollto posible, un palco de primera para uno de 105 tres días de selecta concurrencia-lunes, miér­coles 6 viernes,-bien entendido que prefe­riría e[ lunes ó el viernes; pero, en úl­timo caso, él quedaría satisfecho si se [e designa el miércoles. Tened la bondad, Sr. Director, de acep­tar la seguridad de mi alta consideración. Por e[ Ministro y por su orden, el Jefe del Despacho, R. . Acad/mia Nacioual de Múszca-Di·,.ecri6n Sr. Ministro: Me habéis puesto en una grave dificul­tad. Ignoráis, sin duda, que todos los palcos están tomad os por abrmo, y que no puedo, por consiguiente, despojar á los titulares de su arrendamiento antes de la expiración. Si quisierais aceptar e[ sábado 6 bien el domingo para los conciertos, el aSllllto se­ría fácil. Mis antiguos balles os interesa­rían, pues son ejecutados por lo más selec­to tie mi cuerpo de baile, feliz de merecer los aplausos y el sufragio de un hombre de erudición y de gusto como el Sr. Ministro. Tengo el Ronor, Sr, Ministro, de ofre_ ceros. la seguridad d¡: mi respetuosa adhe_ sión. D!,fpa~lto dd Miuislro Sr. Director: P. G. El Sr Ministro me ha encarga.do de­ciros que os arn~gléis como podáis: esto le es completamente indiferente. Es una ordm admzitislraHva, ante la cual no hay sino incli­narse. Necesita un palco. El Jefe del Despacho, R. VOl! /ernOle-¡Holal ¡holal ¿Está usted allá, Sr. Georges B ... ? Voz suave é rim1l11anle-Siempre aqu ¡, Sr. Director. -Examinad en e[ registro cuál es el abono que se vence en menos tiempo. -Aguardad ...... El del señor Príncipe de H. - Mil rayos ... 1 Y se trata de una mujer encantadora, la perla del lune~l En fin, puesto que él lo neces ita . ,Venid á habla r­me. -¡Jesús, qué fastidiado estoy' -Sí, Sr. Director, acudo, Academia Nacional de Múszca-&a·daría. Al señor Príncipe de H. Señor: 20, calle Wáshington Por orden del Ministro, el Director de la Opera se ha v'i , to en la dura necesidad . de tener disponible un palco en el más breve término Hemos huscado en el registro de abonos. cuál era al que le faltaba menos tiempo para vencerse, y hemos visto que e[ arrendamiento de vuestro palco interco. lumnio expira el 16 de Febrero próximo. Tenemos, pues, señor, profundo senti. miento en anunciaros que vuestro abono por este palco no será renovado. El Sr. Director espera que comprendáis que cede á una fuerza mayor. Está disgustado por esta medida, no tanto por lo que disminuye los rendimientos, cuanto ptrque descontenta á uno de los más asiduos concurrentes á [a Opera, de padre á hijo, que lleva uno de esos grandes nombres de que pue.de enor­gullecerse muy en alto, una lista aris­tocrática. ~ceptad, señor, la seguridad de mi alta y respetuosa consideración. P.O.-El Secretario general, G. B. ! P. D. Es entendido 'que vuestro palco de platea al lado del Jockey, os queda Esto es un pequefío consuelo. Seilor Director de la OP.era. Mi querido Director: ¿Qué mala broma es ésta? • ¡Se' me quita el palco que mi padre OGU­paba hace '7 años, y se me deja mi puesto EL ' RENACIMIENTO de platea como consuelo! ¿Creéis que la Princesa va á contentarse con este peque­fío y negro agujero, donde uno tiene el aire de un decapitado parlante, donde no se distinguen los adornos y donde se oyen constantemente las carcajadas y las bufona- . das de Bertrand de W ... ? Soy buen muchacho, lo sabéis, pero si se me molesta, se verá con qué leña se calienta un antiguo Teniente de Coraceros, ex-oficial de órdenes de Galliffet. ¡Que no se olvide que soy Diputadol Haré-podéis decirlo -en las altas re­giones una algarabía de todos los diablos, y, como se decía en ellO. o del Ejército, habrá jarana. Cordialmente ~uéstro, PRíNCIPIt DE H. ( COl1jidendal) Sr. Ministro: Tengo el honor de enviaros la carta ad­junta, y serv{os excusarme que la deje pa­sar por su tono soldadesco; pero he pen­sado, antes de proceder, que quizá desea­ríais saber que el Príncipe de H.... titular del palco que deseáis, es miembro del Parlamento, punto de con~iderar sin duda por el espíritu del tiempo, en que una sola voz ruede desencadenar una crisis minis_ terial. Servíos, Sr. Ministro, contar con la se­guri6úd de mi alta c onsideración, con la cu,t! tengo el honor de ser vuestro muy réspetuoso y adicto servidor, P: G. Vo¿ únpaclÍmle-¡Hola! i hol a l ¿E~táis ahí, Sr Jefe del Despacho? -Siempre aquí, Sr. Ministro. -¡Bien! ¡La habéis hecho buena! ¡No podíais haberme dicho que el Príncipe de H. era Diputado! . Voz mohs/a-¿ Diputado por ql.é Dfrar - tamento, Sr. Ministro? --No sé. Consultad el anuario. Voz Itútnj'all/e-. . . Es un error.' No hay Diputado que lleve el nombre de Príncipe de H .. VIiZ alegl'e--¡No es Diputado! Se ha bur­lado de nosotros. ¡Ah bienl Vamos á reír­nos. Ahora, resueltamente, adelante, ade_ lante. Comprendéis, desde el momento que no es Diputado .... Voz resuella-Sí, Sr. Ministro, eso va á marchar, os lo prometo. Despacho del Mz'ms/ro Sr. Director; Me admirt> que hayáis cometido un erro tan completo afirman
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Renacimiento - N. 20

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El Renacimiento - N. 14

Por: | Fecha: 13/02/1903

EL RE A I NI Año I-Serie 1 DUt.ECTOIt PEDRO JOSE GOMEZ C. Dirección cable:ráfica: Rltl'IACnUEIL No hay sucripciont"s. Número suelto...... .... ......... ... .. ..... .. ..... 1 .. . Número .. trasado ........ :.......................... 1 S. Pua anuncios, .rre:105 partic1l1ares. Remitidos, collAmna .............................. l •... No se dene1ven ori:inalts. La correspondencia debe rot.tarse.1 Directer. Oficina: Pasaje Hernáadez, piso alto, aú.ero 5'1. i:ontratado al. aTiso por determinado nÚlIlero de Teces, se hará efecti.,o el .,aler de ellas .uqlle se _Ileae IiÚ liuspensi6n. DELITOS POLITICOS Contintía Il'I ¡ Cuáles son los delitos políticos! i El} qué consisten sus diferencias con 'los delitos comunes! Punto es éste de Derecho Penal universal, que aún no ha sido esclarecido con toda la precisión que su importancia le merece. , "No habrá pena de muerte por delitos políticolI : la ley los definiJ;á," dice la Constitución; pero nuestro Código Penal, aunque define y cas­tiga algunos de los delitos que en general toman la denominación de delitos polítz'cos, no contiene dispo­siciones terminantes. que puedan dar una idea clara en el particular. - El Código Penal francés tampoco ha definido los delitos políticos, si bien han establecido las leyes que lo reforman una escala penal especial para esta clase de infracciones, de la cual se ha_n valido los expositores para establecer la clasificación, te­niendo en cuenta a-demás el carácter político ó no político del hecho pu. nible. • ... h La infracción puramente políti­ca, dice Garraud *, es aquella que por su carácter predominante y por su fin' exclusivo y único, tiende á destruir, modificar ó turbar el orden público en uno ó varios de sus ele­mentos, sea en cuanto al orden ex­terior, como la que ataca la inde­pendencia, la soberanía ó la integri­dad del territorio de la N ación, ó sus relaciones con otras potencias; sea en cuanto al orden interior, en -cuanto afecte la forma de Gobierno, la orga'nización de los Poderes pú­blicos, sus respectivas atribuciones, ó los derechos políticos de' los ciuda­danos." De aqui el que sea suma­mente difícil, cuando no imposible, presentar una enumO!ración completa de las infracciones políticas, pues SRm tantas cuantas puedan ser las combinaciones sociales que regulen el organismo del Estado, y cuantos puedan ser 'Ios medios criminales que lleguen á emplearse para des­truir ó modificar esas mismas com­binaciones. El hecho de mantener relaciones con el enemigo, el de llevar armas contra la patria; las conspiraci~nes para derrocar un Gobierno, la afilia­ción á sociedades secretas, los abu­sos de la prensa, el fraude en elec­ciones, &c., son otros tantos delitos puramente políticos, como que afec­tan sólo el derecho ó el interés polí­tico, y caen bajo una jurisdicción es- • GU.UVD. Dr,il trim;,.,1. - ••. .. -- -- . ... .. --- - -.- . ;::.:.:::; ::=-=~::: :: : ::::::::.-.-:::::.-:.-::.-::::: : : : ::: ::: : :::: ::: : :: ::: ::::.: :----.-- ..... 0 _____ •• _- - .. . Oficina, Pasaje Hernández, piso alto, número 57 República de Colombia-Bogotá, viernes 13 de Febrero de 1903 pecial, mereciendo también especia­les penas. Empero, cuando estas infracciones del orden legal van acompañadas de otras circunstancias que afectan el interés privado; cuando atacan á un mismo tiempo el orden público y el derecho común; cuando tienden á fin meramente político, pero que para llegar á él se han empleado medios lesivos de la vida. de la pro­piedad ó de la honra de los ciuda­dano,>, entonces el delito toma un carácter mixto ó conexo, agravándo­se en proporción á la naturaleza de esos medios, y lo que fue su esencia primitiva ya no viene á convertirse sino en un'mero accidente. Cierto que los móviles de un deli­to político, tomado aisladam~nte, pueden ser tan nobles y desintere' sados como se quiera; cierto que la guerra puede ser justa y regular, ~xcusable y aun benéfic'a, en señala­dísimos casos; pero de ahí á tolerar las infraccÍones políticas con todo su cortejo de crímenes nefando:,: y san­grientos, hay mucha diferencia. La impunidao de los delitos políticos , trae consigo la impunidad de los de­litos comunes que á su sombra se han perpetrado; y una sociedad que nO,hace respetar sus derechos y no castiga á los delincuentes, sustituye la fuerza bruta á los fueros de la justicia, y no tarda en llegar á la barbarie. La escuelá que proclama el santo dencho de insurrecCf,'ón, párte del errÓneo principio de que el grado de culpabilidad de un delincuente sólo puede ¡nedirse en atención á las cau­sas que lo hayan impulsado á ejecu­tar el hecho material, sin tener para nada en cuenta las consecuencias de este acto ni las circun~tancias, á las veces funestIsimas, que hayan obra­do en su desarrollo. Y así, c n el sofisma de que en todo delito polí­tico, cualesquiera que sean su alcan­ce y su naturaleza, se defiende una causa justa y se busca un fin no­ble y desinteresado,.apenas habrá un hecho criminoso, aun de los' más atro· ces, que no merezca premio y lison­ja, en vez de merecer todo el peso de l.a vindicta pública. Ni aun en los delitos de derecho común dejaría de haber excusa para el delincuente cuando sólo se aten­diera al elemento moral Ó subjetivo del mismo delito, haciendo caso omi­so del elemento objetivo ó material y del elemento legal que constitu · yen su esencia. Si el fin justifica los medios; si para llegar á un resulta­do práctico pueden ponerse en jue~ go todas las maquinaciones que al­cance á concebir el entendimiento humano; si para cambiar la faz de la administración pública y el orden de cosas existente, es lícito atrope­llar vidas y haciendas, talar los cam­pos, incendiar los poblados, tender celadas, arrebatar los caudales pú­blicos y privados, - entonces debe empezarse por abolir el Código Penal y cuantas leyes amparen el derecho y la justicia, que de nada sirven, sino de irrisión, en una .sociedad que pro­clama Ó. consiente tan absur das teo­rías. A la verdad que no es posible de­cidir si las legislaciones modernas han dado un paso liacia la ci viliza-ción, ó, por el contrario, han des­andado muchos en ese camino, al atenuar el rigor de las penas impues­tas á los delitos políticos. En las épo: cas primitivas, el pueblo tomaba ven­ganza de los atentados contra la re- . ligión ó contra la tribu, deportando ó decapitando al delincuente. La le_ gislación romana castigaba con la muerte ó con la privación del agua y' el fuego á todo el que incurriera en el delito de lesa ¡flajestarl. Pero á medida que avanzan los tiempos y se modifican los sistemas penales, va notándose cierta clase de tolerancia por esta clase de delitos, que sin duda no es la causa menoc; eficiente de las turbulentas agitaciones con que el socialismo y la anarquía con­mueven hoy al mundo enterQ, Comoquiera que sea, y dígase lo que se dijere respecto á móviles ele­vados y nobles de las infracciones políticas, queda siempre en pie la cuestión de saber cuándo una guerra civil tiene el carácter de regular y justa, cuándo ha sonado la hora de la reparación. y cuándo esa repara­ción, que no puede lograrse por me­dios legítimos, excusa y justifica la rebelión á manq armada, como últi. mo recurso contra una intolerable tiranía. Quizá lo que en un principio se tuvo como nefando delito de "in. surrección. se convierta después en título glorioso, en pedestal de la apo­teosis ele sus caudillos, cuando la victoria los ha favorecido, y se' han realizado sus ideales, más ó menos nobles, según se les considere; y quizá también, lo que en sus comien-' zos fue brote de patriotismo y ab · negación, degenere en crimen exe~ crable. Pero téngase entendido que ningún expositor, ninguna autoridad verdadera en estas materia') ha ex­cusado la guerra civil, sino cuanclo agotados TODOS, absolutamente todos los medios pacíficos, no queda otro para salvar á una sociedad que se derrumba bajo ' el peso de un usur­pador ó de un tirano. y aun en este caso, es decir, cuan­do la guerra se legitima por razones justificativas, están proscritos aque­llos actos de infame atrocidad, re. probados por la ley natural. y que en ningún caso pueden considerarse como ejecutados jure úelli; porque no todos los deberes ni todos los • vínculos de humanidad se rompen entre las dos entidades beligerantes. Pero si desaparece hasta la som­bra de la nobleza y desinterés de esos móviles, si jamás Jos ha habi. do. 6 si sólo han sido privilegio de unos pocos de los conspiradores, y si muchos de ellos, impelidos quizá por legítimos ideales, abandonan luégo sus filas y huyen de sus cam­pamentos, convencidos de que han sUfrido un engaño, y aterrados con los siniestros desmanes de sus com­pañeros" entonces para éstos, para los contumaces y depravados, no .debe haber conmiseración, no pue­de haber otra cosa que todo el ~igor de la justicia y toda la gravedad de la condenación penal. Hay indudablemente falta de ló­gica al legislar con excesiva ampli­tud en tan delicada materia. Y en esa falta hemos incurrido nosotros, querie'ndo aplicar un principio gene~ ralísimo ,que, si bien adoptado por Número 14 las legislac'iones modernas. no ha producido en la nuéstra sino fatales consecuencias. Esas legislaciones, propias de países que van á la van· guardia de la civilizacÍón, doncle I~s Á conmociones intestinas se han extin­guido por completo; donde el orden y la tranquilidad interior se guardan como la base de todo progreso; don­de las guerras, si las hay, no toman Ips atroces Caracteres de las nués~ tras; esas legislacion es modernísi­mas han teniclo que pasar por una gestación laboriosa en relación con - las etapas por que ha ielo pasando la ~ humanidad en sus distintos periodos, hasta llegar al mayor grado de cub tura que Plleda apetecerse. Pero nos­otros, que empezamos á yivir; no!'j~ otros que estamos en él período de la corrección y qne necesitamos po­derosas vallas para no desbordar en el instinto ciego de nuestra inexpe­riencia y de nuestras desattntadas ambiciones, no podemos con s a~rar un principio tan general y absoluto que ponga en peligro hasta nuestra propia existencia. Queremos Il.egar.-,{ per saltu71t á ese grado de cultura que nos fascina, y lo que hacemos es apartarnos más y más de él con nues­tros idealismos y nuestras exóticas imitaciones. • Si la guerra es el mayor mal que puede sobrevenir á Un:l Nación, si es la suma de todos los males y de ; todas las calamidaaes" imaginables, preciso es no ahorrar medios para evitarla; preciso es reprimirla á todo trance una vez iniciada, y preciso es castigarla con una pena proporcional á la gravedad del delito, es decir, con la pena más severa, con la más - rigurosa, y si toca á los extremos de la barbarie, castigarla con el ültimo suplicio. Nótase asimismo falta de lógica en nuestra legislación al imponer la pena de muerte para el asesinato, el incendio, la' piratería y el asalto en cuaclrílla de malhechores, y prohi", birla absolutamente para el conjunto de todos estos delitos execrables, que aquí se denomina simplemente rebelión. O es que tales hechos"no qüedan comprendidos, como no de­ben quedarlo, el) 'Ia denominaci6n de . delitos polfticos, y entonces lo que hay es deficiencia en nuestra legisla­ción, falta de desarrollo de nuestra Carta fundamental. y consecuencial predominio de un principio absoluto que, aplicado como exclusivo y sin lógicas restricciones, ha producido funestas consecuencias. Pero si es que á todo trance quie­re sostenerse ese canon constitucio_ nal como modelo de liberalidad re­publicana, entonces debe hacerse una saludable distinci6n : ó el delito es puramente político, de modo que ni en su desarrollo ni en su ejecu­ción hayan entrado hechf)s crimino­sos de otra naturaleza, y entonces cae bajo el dominio de una jurisdic­ción · determinada y se le atribuye un carácter especial; ó al delito po­lítico se agregan circunstancias de naturaleza diferente, que constituyen delitos comunes, y entonces debe quedar comprendido entre éstos, tanto para el efecto del juzgamiento~ como para el efecto de la pena. Esta dece aplicarse en el más alto grado, correspondiente al mayor de los de- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. h litos cometidos, siguiendo el sistema de la acumulación juríd:ca. Importa además restringir el de · recho de gracia á sus límites preci­sos, y cuando este derecho se ejerce por el Poder Ejecutivo en forma de indulto, limitarlo únicamente á la ejecución de la pena, en todo ó en parte, y sólo en lo que se ',re~era ~ las. turbaciones del orden publtco. SI mirada la cuestión por el aspecto meramente político, puede haber convenienci;¡ en dar al olvido cier­tos hechos atentatorios del orden social. renunciando el derecho á cas­tigarlos, ya ¡;lara buscar la paz por medios incrueptos y breves, ya para alejar toda so¡¡pecha de una odiosa re~Jresalia, ho median las mismas circunstancias con relación á los he· chos atentatorios del interés priva­do, cuyo carácter perjudicial reviste distintas proporciones, y cuyas con­secuencias merecen una expiación y Ion fuente de d~rechos adquiridos por los lesionados, que el Poder pú­blico no puede borrar con una plu· mada. Ya se otorgue la gracia en forma de amnistía ó de indulto, las infrac­ciones comunes deben perseguirse y castigarse con todo el rigor de la ley, y la acción civil y la acusación particular deben dejarse á salvo, para que esos derechos, que son la. base del organismo .social, no que­den á merce9. de los revoltosos y de los malhechores disfrazados de tri. »unos. J. J. G. ______ •• ~·~14 ___ ---- Reminiscencias Políticas La idea conservadora, después de la restauración de 1831, y de la re­acción que era de temerse, se va . acentuando gradualmente y toman­do vida y fuerza, al par que la idea radical va declinando. Al calor vivifican te de aquel prin. cipio, los gobiernos se van haciendo más serios, fuertes y respetables; la idea conservadora, como una nueva sangre, va calando en el cuerpo so­cial y preparando. el país pa ra un adelanto regular y constante. Los obstáculos inmensos para];:¡ organi­zación de una nacionalidad que ha­bía nacido al choque de las espadas y que había visto correr S1l infancia en el desorden del campamento, se van venciendo; las heridas se cica. trizan. Colombia va cumpliendo su destino. . Veamos rápidamente los signos del 'adelantamiento del principio con­servador, revelados en la formación de gobiernos y constituciones, La Constitución de 1832, no obs-, tante ser dict~da' por un Congreso en que formaban mayoría los con­vencionistas de Ocaña, no se aleja sustancialmente de las de 21 Y 30 j pero la influencia radical se deja sentir en 'ella, debilitando la acción del Gobierno. La i'dea conservadora estaba re­presentada, durante la vida del Li­bertador, y mientras duró la Gran Colombia, por el Partido que se lla­mó Boliviano ó Colombiano, una de cuyas bases fundamentales fue la conservación de la integridad nacio­nal. )VIuerto el fundador de la Gran República y disuelta aquélla, ese Partido quedó subyugado. El Parti­do llamado entonces Liberal ocupa­ba el Gobierno. Aquél estaba repre­sentado por el General Santander como Presidente de la Nueva Gra­nada, y, en la oposición á su Gobier­n'o se mantenía la idea conserva­dora. El Congreso de 1835 declaró electo Vicepresidente al Dr. Már­quez. en competencia con el Dr. EL RENACIMIENTO Azuero y el General Obando, que formaban en el Partido opuesto, lo que manifiesta el adelanto de la idea conservadora; y como más cla rOl señal de su marcha progresiva, vino luégo la candidatura del Dr. Márquez para Presidente de la Re­pública. Esa candidatura fue combatida rabiosamente por el ,Gobierno libe­ral de Santander; se habló, se es· cribió, se peroró, se amenazó con la guerra para impedir la posesión del Dr. Márquez, caso de que resultara electo: la principal razón que se le oponía era la de que, siendo Vice pre!'!idente, no podía ser elegido Pre. sidente, y para aprobar el punto.1 hacer inconstitucionál la elección de antemano, se torturaron leyes y constituciones, se sofisticó, se alega. ron tinterilladas y bachillerías, se invocaron melodramáticamente el sentimiento republicano y el sagrado nombre de la libertad, como siempre que se quiere oprimir y aterrar; se predijeron desgracias y desastres pavorosos. El Dr. Márquez fue ele­gido Presidente, y i pesar de los si­niestros pronósticos del Liberalismo, que pretendió imponer á Obando, la Administración del Dr. Márquez, según confesó más tarde el mismo General Santander, fue "época de orden, de tranq'uilidad y de dicha ge~era1." El principio conservador sIgue siempre ganando terreno: en el Congreso de 1 8 38 se pospusieron, como Presidentes de las Cámaras, los Sres. General Santander y Dr. Vicente Azuero, á los Sres. Rafael Mosquera y Mariano Ospina, perte. necientes ambos al Partido de Már­quez ó Ministerial, como entonces se decía. El General Santander murió en 1840, Y murió como cristiano, auxi­liado por el Ilmo. Sr. Mosquera. La Jefatura de la oposición revoluciona­ria pasó, por muerte del General Santander, á manos del General Obando. Vencida la funesta Revolu­ción de 1840, que Obando encabezó y llevó' á cabo, y con ella las doctri­nas que su Jefe representaba. el principio conservador tomó prepon­derancia decisiva, y dio á la Nación largos días de paz y bienandanza. A su sombra se expidió la Constitución de 1843, expresión genuina d~ las ideas conservadoras. Las Adminis- . traciones de los Generales Herrán y Mosquera. fueron un respim, un punto de reposo. que se concedió á la Nación, tan trabajada y llena de agitaciones y quebrantos durante épocas anteriores. La del General Mosquera, sobre todo, inaugurada en 1845, es de las más pacíficas, progresistas ' y brillantes que regis­tran los anales de la Historia ~olom­biana. . Si Colombia hubiera' seauido bajo ese régimen, estaría ho;' por su adelanto moral y material, á la ca~ beza de las Repúblicas hispanoame. ricanas. El orden y la paz, que em. pezaban á arraigar, se habrían ase~ gurado cap vínculos poderosos; la guerra y las convulsiones intestinas, que han venido á ser nuestro estado normal, serían extrañas entre oos­otros, como pueden serlo los fenó­menos polares; al ampam de las instituciones, los torrentes de inteli­gencia y brío, que se han desviado y dermchado lastimosamente, ha­brían ido á fecundar las ciencias, las industrias, á arrancar á la naturaleza sus tesoros, en lugar de derramarse de extremo á extremo, por todos los ámbitos de la República, como una lava ardiente, infecunda, asoladora. El sacudimiento de 1848 se pro .. dujo en Francia inopinadamente. De un incidente sin importancia, de la . prohibición para cele'brar un ban­quete, de un cambio de Ministerio, resultó una revolución completa: el cambio de forma de Gobierno y de la Constitución del país. Los que habían preparado la revolución no pensaron ir tan lejos; ellos mismos quedaron sorprendidos del resulta­do. Y es que las agitaciones políti­cas son más misteriosas y temibles que las del mar, porque éste tiene á lo menQs linderos que no traspasa nunca, mientras que las tempestades de la opinión no los tienen. C",lin4a Exterior Casamientos de militares en Alemania En el mes de Julio pr6ximo pasado el Em­perador de Alemanih firmó un Decreto en que' fija las condiciones que han de reunir los mi­litares que deseen contraer matrimonio. Los Captianes, que dbfrutan como sueldo 5,625 pesetas, han de justificar poseer una renta anual de 1,875 peseta~. Los primeros y se­gundos Tenientes, 3,125. Todos los oficiales, asimismo, declararán bajo su firma qu~ ni ellos ni su prometida han contraldo deudas. Están también obligados á facilitar datos precisos y minucios<.s acerca de la fortuna, antecedentes, profesilÍn, edad, &c., de la no­via y del futuro padre polltico. Estas minuciosas precauciones, para ga­rantizar la sittlación moral y material de las familias militares, contrastan con las de­dsiones adoptadas últimamente en Francia, donde, como es sabido, el Ministro de Gue­rra suprimió el año pasado las condiciones de forma que, con anterioridad, se exigían para los casamientos de los oficiales subal­ternos (renta de 1.200 pesetas anuales). Varios diputadcs opinan que aún esto no es suficiente, y persisten en su pretensión de que el oficial se case como y cuando le pa­rezca, sin estar forzado á solicitar la autori­laci6n. En todos los Ejércitos de Europa esta autorización es obligatoria, y no se concede si la novia ó su familia no reúnen tod.as las condiciones deseables de honradez y de for­tuna. En Alemania, de hoy en adelante, ningún sarg-ento podrá casarse sin justificar que dis-pone de una renta de 375 pesetas. . Los soldados mismos han de disfrutar una de 187 50 pesetas, Y de 300 si eligen por esposa tí una extranjera. • '* • Interesantes descubrimientos arqueológicos En las excavaciones que desde hace ·al­g- ún tiempo se vienen efectlJando en la ne­crópolis de Cumas, se han descubierto dos sepulcros de la época prehelénica, los cua­les encerraban gran cantidad de objetos en alto grado interesantes, objetos de adorno, trabajos arque.ológicos El hallazgo principal consiste en una es­pecie' de urna funeraria de plata maciza, con bajorrelieves y cierres del mismo metal. La urna contenía numerosas flbulas y bas­tantes cosas de adorno, trabo jada s artísti­camente en plata y oro. Estos descubrimientos son una prueba de que Climas fue habitada por un pueblo ya civilizado mucho tiempo antes de que empe. zara el período helénico. • • • El comercio de Exportación en la Argentina Hace notar la prensa inglesa 'lue la expor_ taciéÍn de ganados, carnes frescas yen con­serva á los mercados de Europ , aumenta en la Argentina de un modo considerable. El vier~es último zarpó de Buenosaires el vapor inglés havú'sham Grange, que con. ducía oí. hordo 80,000 carneros muertos y 5,000 vivos, más 15,000 cuarto~ de vaca, 1,000 mulas y 300 caballos. Forman parte del cargamento 3,500 quin_ tales de manteca y SOG toneladas de forraje para el ganado vivo. El cargamento ha sido as\!guradó en 300,000 libras esterlinas. ~. . .. Divorcio - BUer/csQI'res, Seplt"fmbre 6-La Cámara de Diputados ha rechazado el proyecto corr­cerniente al divorcio,por 50 votos contra 4.8. .. En memoria de Shakespeare Copenhague (Dinamarca ) .- Se ha for­mado un Comité para que se encargue de los trabajos de la erección de la estatua de Guillermo Shakespeare, en el espacio abier­to que queda frente á 111 llamada terraza de Hamlet, en el castillo dI! Kromberg, en Elú­more, 'donde Shakespeare describía la esce­na del encuentro de Hamlet con el espíri_ tu de su padre asesinado. .• '. < Adquisición de una valiosa biblioteca Roma-Por la cantidad de [00,000 pesos el Vaticano ha comprado la famosa biblia. teca de Barberrni, que comprende libros y manuscl itas que se remontan á la época de Urbano V, Pontífice. El Papa León XlII quiere establecer una biblioteca á la cual tenga libre acceso el púo blico. • • • El testamento de la Reina de Bélgica Bnmlal.-Abierto el testament~ de la difunta Reina María Enrí;lueta, la soberana declara que quiere ser inhumada al lado de su hijo, y pide que sus exequia5 sean fJura­mente privadas. Deja 12 caballos á 'su secretario particu­lar, el Barón Coffinet ( á quien e l Rey aca_ ba de discernir la Cruz de Comendador de la orden de Leopoldo, en recompensa de su adhesión á la Réina), . Sus otros legados son de un caráG1er en­t~ ramente particular. ••• La crisis de la industriarelojera en Alemania B(rlín.-La industria relojera alemana, cuyo capital representa cuando n.enos la su­ma de 8 . 750,000 pesos, está en vísperas de la ruina á causa de la comJ.letencia que le hace la American D¡amond Malc co Las fábricas de relojes de Manheim están obligadas hoy, p~ra continuar trabajando, á vender á un precIo mucho más bajo que an_ tes. • Seg-ún toda probabilidad, e~ta situación terminaría por la incorporación de las fábri_ cas alemanas en la gran Compañía america-na precítada. ~ Ya cuatro Ó cinco grandes manufacture_ ros alemanes han hecho ofertas acerca de • esto á dicha Compañia. NOTICIAS FRES.CAS ¡Ex'lletes! Hé aquí una palabra que todos aborrecen en Colombia. Decir billetes es tanto como decir pobreza, y á la pobreza nadie, nadie puede hacerle buena cara, pues como dice la copla: La pobreza Dios la amó Porque no sab(a lo que era; Mas cuando la conoció, Pegó tan fuerte carrera Que hasta el cielo no paró, Copla que tiene mucho de falso, pero también mucho de verdadero, pues es evidenté que la tal señora Pobre­za es más terrible que cualquier suegra, que es cuanto decirse puede. Hoy, que nadie piensa en Colom­bia en otra cosa que en enriquecer, nadie recibe tantas maldiciones co- . Jlw esa pobre Pobreza, y yo, franca­mente, soy uno de los que con más frecuencia ~ se las echa, péles ha ct-:2do en cogerme un cariño tan grande", que ya _ no quiere separarse de mí, ........ como novia celosa; en dondequiera tropiezo con ella, y me echa unas sonrisas capaces de matarme de miedo, pues revelan el profundísimo cariño que me tiene. Pero estó es lo que se llama per­der el Norte: iba á hablar de los bi­lletes, ó sea papel moneda, y vine á dar con la ¡Jobreza, hecha que de­muestra que 10 dicho anteriormente es evidente hasta lo sumo. i y vuelta con la pobreza! No, señor, ahora no la volveré. á nom­brar por nada del mundo. Iba á contar á mis lectores que muy en breve se suspenderá la emi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. sión de papel. moneda. pues el Go· bierno, deseoso de mejorar nuestra situación, y convencido de que el mejor modo de hacerlo es tomar esa medida, está dando. pasos que á tal fin encaminan, y, según aseguran muchos, el mes entrante, si Dios quiere, se suspenderá el trabajo 'en la Litografía. Esto quiere decir que el horizonte se despeja. En ef~cto, su~pendida la emisión, la baja del (:amblO sQbre el Exterior, que ya ha principiadó, se acentuara, notableme'"n te, y ya po d re-mos conseguir, sin gran sacrificio, las mercancías que necesitemos. Enton­ces, es natural que los artículos del país bajen tambiénconsideTable~en­te, pues teniendo más valor el bIlle-te. es inevitable el hecho. . - Esté\. medida, pues, entraña un gran alivio para todos, y con otras análogas, la situación en breve será más llevadera. Cúmpleine felicitar por ello á mis compatriotas y á las personas encar­- gadas de regir los destinos del país, que tantas muestras han dado de lo mucho que desean el bien de la Nación y de los esfuerzos que ha­cen por lograrlo. Algunos de los, art~culos de,1 ,País han alcanzado un precIO elevadlslmo, sobre todo algunos víveres, oí causa d~la escasez, pues la guerra, entre tQ~Os StlS males,. traj.o el de inte­rrumpir los trabajos agrícolas. Con la paz vendrá de n~evo !~ abundan­cia, y esta penosa .51tuaclOn 110 dura­rá ya mucho. Pero es bueno que se ~pa que. á pesar d~ las c~usas mencionadas, los precIOs en dIchos artículos son exagerados, y que se ' sostienen gracias á la ilimitada am­~ idón y á la poca conciencia de los que con ellos trafican. A esos tales .. debernos- todos. abrirles una recia campaña, y como en. o.tr.a ocasión lo dije, la Prensa lo ha 1OICIado ya. Es necesario ayudarla, á 11n de que se logre cuanto antes el d~eado fin. Grande usura se notaba también en 103 precios de carruajes el: la ci~­dad y fuera de eHa, -y para ImpedIr eso, el Supremo Gobierno dictó ya un Decreto que reglamentará las ta-riías. Con la reuni6n del Congreso aca­'" barán de remedia:rse tantos males, y mucho será si al fin de este año no ha vuelto Colombia á ser la de otros días: rica y progresista. . Quiera el Cielo que tenga cumph.· miento mi vaticinio. .....-- "* * * Según una nQta publicada en El Nutvo Tiempo, la Sociedad Cons­tructora" de Bogotá y Chapinero ha fijado la su~a- de $. ~,ooo para pre­miar el mejor'trabajo escultural que se presente en la Exposición de Be­llas Artes, que se abrirá el 2\J de Julio. . . y según la misma nota, dIcha So-ciedad está dispuesta á fomentar el cultivo del arte por cu¡mtos rr.edios es~ á' SU alcance. Yo ... amigo del arte, no pue?,o me­nos de aplaudir tal resoluclOn. El arte ~n Colombia es mirado con mu­cho. desprecio por la mayoría de las gentes, y sus cultivadore? no hacen papel ninguno en esta tle~r~. ~s.to constituye una suprema lOjUStlcla, pues él es algo como la muestra de la cultura intelectual de un país. Por fortuna, no faltan aquí quienes se interesen por él, y la Sociedad mencionada ha dado una prueba. ... ¡Bravo por ella! ** " * Me vi obligado en días pasados á 1h~er uso de un carro de tranvía, eosa-que evito siem pre, pues se pa­san malísimos ratos en esos bendi­tos vehículos. EL R E N A e 1 M 1 E N T o Entre los viajeros había un joven­cito muy bien puesto. pues vestía con todas las reglas de la moderna pnda: charol ita muy lustroso, guan­tes color cereza perchudí,simos, cue­llo recto irreprochable, corbata de seda ídem, sostenida por ganchos de oro con extremos de perlas; bastón con empuñadura del mismo metal; pantalón cl.u-o de moderno corte, sacolevita negro envidiablel &c. _ Iba acompañado de un amigo tan bien puesto como él, y sostenían una conversación capaz. de hacerle salir los colores á la cara á la persona más desvergonzada del mundo. En el mismo carro iban algunas damas, quienes, no pudiendo resis­tir tal conversación. se vieron obli­gadas á abandonarlo. Casos como el que cuento se ven todos los días en Bogotá, y los tales vehículos, dentro de poco no serán ocupa:dos sino por la última clase de la sociedad. Los conductores debían impedir tales abusos, haciendo bajar de los.. carros á las personas cuyo manejo no sea perfectamente. corre.cto. Y nada más por hoy, mis queri­dos lectores. E. BARCOS R. SECCIOH RELIGIOSA Matrimonios mixtos ÓSEA ENTR!: GEN'US D& DIVERSA RELIGIÓN ConNmía Cuand.o á porfía me alababan los astros de la mañana, y se alegraban todos los hijos de Dios. Si el ~om?re t;stuviese solo, per­manecenan mactlvas sus más nobles tendencias. No podría ejercer su be nevolencia, ni com.padecerse del des­graciado, ni admirar 'Ia virtud: no h~bría he:oís~o, .ni sacrificios por el bIen comun, nt Virtud alguna social. El hombre, si hubiese quedado solo no podría ejercitar su largueza ó ge: nerosidad, por las cuales tanto se aproxima y asemeja á su Creador. Pero si el hombre había de tener c~mpañeros . que perfecc-ionaran sus Virtudes, ¡ de· dónde habian de ve­nir' Ind~dablemente' que Dios ha­bría podIdo creár inmediatamente otros millones de hombres. si así lo hubiera querido; pero su sabiduría encontró otro medio más convenien- . te, en el cual reinara la unidad en medio de la variedad, y así resulta­ran un orden y una belleza univér­sal. T,a} es el divino concepto de la famt1la. El hombre debía partICIpar de' la gl.oria de Dios Padre, "de qUIen se derIva toda. paternidad" (EpI., m, 19), Y Adán no había de t~ner sólo esta facultad de producir, S1l10" que por la más misteriosa seme­janzacon la SANTÍSIMA TRINIDAD, vie­ne á ser pr~mero origen de otro sér semejante á sí ~ismo, y luégo, por el lazo de amor, viene á unirse con su imagen tan estrechamente, que son dos en uno, con la fertilidad cle in ­agotables retoños. "Envió, pues, Dios, un pl"Ofundo sueño á Adán, y cuando éste se ha­lló perfectatnente dormido, le arran. có una de sus costillas, llenando el hueco de carne. Con esta costilla que el Señor había tomado de Adán formó una mujer, y la presentó á Adán. Y Adán dijo: este es hueso de mis huesos y carne de mi carne: será llamada Eva, porque fue forma~ da del hombre. Por 10 tanto, el hom­bre abandonará á su padre y á su madre, y se unirá á su esposa; y se, rán dos en una sola carne." (Gen., n, 21-2 4). Así, la primera familia fue la imagen creada de la increada Tri­nidad. La familia, por tanto, consicler~c1a en su onigen, es una institución sa­grada, sOlnta; la santidad debe, por consiguiente, ser su ornamento in, dispensable. Todas las cosas son santas en proporción á la relación que tienen con Dios; así, un lugar es santo cuando está dedicado á Dios, una acción es santa si nos con· duce á Dios, &c. El matrimonio, pues"debe tender á Dios; debe llevar á EL unidos 1(')$ corazones durante su vida temporal sobre la tierra, y disponerlos á m~s perfecta unión con Dios en el cielo. Ahora bien: si uno de los consor­tes futuros está' desviado de Dios. i cómo puede al unirse acercar á Dios al otro? Luego considerando sólo el matrimonio natural, la false~ dad en religión destr~ye su mayor belleza, y lo prIva de toda santidad. .... COAtinúa Sección Li teraria LA LOCURA DEL DESENCANTO Adolfo había sido un buen muchachoacos­tumbrado al trabajo: su padre le había en. señado que" quien trabaja no come paja," y con esta buena lecci6n leg61e una herencia regular para establecerse y vivir honrosa. mente Muerto su padre, qued6 Adolfo solo en el mundo, joven, rico y con buena figura, y ca. só con una hermosa chica de buenas pren­das morales y reluciente marco Si la suerte no se hubiera opuesto, con estos dos capitales hubiera podido llegar á ser millonario; pero esta pícara señora murmur6 al oído de Adolfo la frase embria­gadora : "Con el juego alcanzarás en una noche lo que no será posible logr.ar con el sudor de di-ez años." Aquel infeliz no pudo resistir la tentaci6n: puso su capital, y en seguida el de su espo. sa, en manos de aquella dama, que hizo de las suyas. Deseués de perder al juego todo el dinero que ericerraban las arcas de su patrimonio, arrojó sobre el tapete verde, adornado de cuadros é iniciales de oro, sus firtcas. y las de María Luisa; luégo hipotec6 haciendas, casas &c. ; por último, lo fue ven­diendo todo, hasta qlledar reducido á vivir en una inmunda m.azmorra del arrah.~1 más pobre de la ciudad, adonde--.o ~iguió su es. posa sin proferir 'una queja . sin _dirigir la menor protesta. **. El esposó de María Luisa vacil6 mucho aquella noche, antes de decidirse á entrar á la casa de jue~o: el combate entablado etl tre la fiebre de jugador y razón que le sal. taba á los ojos, fue rudo pero corto: tenía una esposa enferma á causa de las privacjo • nes de la miseria, y tres chicuelitos que no hacia n nocne y día otra cosa que bostezar, pidiendo pan, y llorar de frío: había que jugar el todo por el todo. ¿ Qué se potlta H.¡{cer con un miserable duró? -O comemos bien esta noche-se dijo, ó haré cuenta que fue una ilusi6n de ópti­ca producida por la distancia del foco; me empeñaré e_n creer que al agacharme no hallé nada. '. I Vamos 1 I va'lor 1. ,. I e_ntre­mos, que aquí está la vida con su oro, 6 la miseria con sU frío y su hamore sempiter­n<) s .... ¡Probemos! Llegó' á la puerta, iluminada por un fóco de luz incandesceiite, la que el portero, un viejucho pequeñito y soñoliento, cuya cabe­zi1 parecía ulla madeja de hilo enmaraAada por las ratas, abrió sin necesidad de qu~ se tomara el trabajo de llamar. I Lo conocía demasiado! Hada ocho años que no faltaba dos noches seguidas allí. Atraves6 un patio; subi6 I!na escalera ~Iumbrada por otro bombillo eléctrico; cru­zó loégo urr pasillo; penetró en una- sala pro. fusament~ iluminaua, en la cual encontr6 á un Viejo dormido en un sofá, con un cabo de cigarro convulsiva mente apretado entre los dedos... soñaba con la ganancia, y en su enajenamiento, aquel chicote se había con. vertido en ·oro .... I Peor para él, el desper­tar sería más duro, la realidad mayor!._. Un joven pálido, con las manos sudorosas entre los bolsillos del pantalón, el sombrero ecpado atrás, el cabello desg:reñado y los oj. Pensó no jugar más; ya había para cenar aquella noche y comer bien durante ocho días, pero lo agarr61a fie­bre del desquite. A las ocho de la noche te. nía frente de él cuatrocientos cincuenta mil pesos. Después de perder cuatro paradas de á mil pesos cada una, se encolerizó. con la suerte: I quería que esa noche no le hiciera más que caricias 1 -¿ Cuánto admite usted como mayor apunte?, preguntó al auefio de casa. -Cincuenta mil pesos, señor, respondió el otro, un viejo rechoncho de grandes pati. lIas,y ojos sanguinolentos por el seteno y el alcohol. Adolfo recontó su dinero, y dijo con voz resuelta: . -¡¡Juege !l -1 Tiro /, contest6 el tallador lacónica. mente, y agitando los dados entre la mano' ¡{ medio cerrar, los ech6 por la boca del chi­rimbolo. Los dados rodaron, A Adolfo le pasó por el roslro un velo con todos los colores d~1 iris: las pupilas se le difataron, abrió des­mesuradamente la boca, tambale6 .... Los pres~ntes creyeron que iba á caer sin sentido, estaban pendientes de aquel arriesgado jugador á quien mimaba la suer. te aquella noche. Adolfo, haciendo un esfuerzo sobrehuma- no, se tuvo en pI. e, y esper6 . .. ;. ~ Los dados rodaron por entre el chirimbo. lo, cayeron sobre el tapete, y dando dos ca­briolas, el Ulio pintó un tres y el otro marcó un cuatro. • Adolfo, lleno de emoción, quiso retirar su apu~te, pero el tallador,sin darle tiempo, re. cogI6 los dados y los volvió á arrojar sin voltearJos entre la mano. Los cuadros de marfil rodaron sobre la carpeta, y dando un brinco nervioso, el uno se volte6, dejando ver un cinco y el otro os. tent6 un seis_ Había ganado nuestro afortunado juga_ dor, llegando á ~er dueño de novecientos mil pems; recogió sus fichas, llam6 al cajero, y se hizo cambiar por dineroel puñado de tar­jetas que tenía. Salió resuelto á no volver á jugar más; habla recuperado una parte de lo perdido de su capital, y no volvería á arriesgar un sulo peso. Al pasar á la otra sala para salir de allí, se encontr6 con un caballero alto, gordo, de cabellos de plata cortados al rape, bigote blanco, la tez bron­ceada, y que iba correctamente vestido de levita y sombrero de copa: lo detuvo por un brazo, diciéndole: . -¿ Quiere 4sted comprarme este anillo? -Era un hertnoso solitario, montado ele. gantemente en una -ancha argolla d_e oro. -1 Su anillo es muy hermoso, pero no compro joyas, señor 1 . -¿ Quiere usted jugarlo contra quince mil pesos? . -1 No, señor, no juego 1 -Juegue usted, hay que aprovechar las sonrisas ,de la suerte, y esta noche, por lo visto, no esti con usted muy seria, que diga. mos. Observó mirando el mont6n de bílletes de bafi'co que Iievaba Adolfo, y tocándole amigablemente el . hOmbro. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -Voy á dar gusto á u,ted, lo juego con­tra doce mil pesos. -ji Pago l! Se acercaron i una mesa redonda que había vacía en una pieza á la derecha del pa~i110, empezaron á rodar los dados y á ro­dearse la mesa de jugadores, que iban qui. tándose prmdedol'es y joyas de todas el ' ses, valores y tamaños, las que seguramente iban á parar á manos de Adolfo, el héroe de aquella noche. • A las doce y media t.enla entre dinero y joyas Igo más de un millón de pesos; aque. 110 era un derroche de fortuna, una ocasi,;n deslumhradora. Se levantó, recogió su dinero y sus joyaQ , y pasó á la cantina, donde compr6 rancho y vino en abundancia, guardó todo entre los e-rasiento$ bolsillos de su raído sobretodo. y salió llevando una opípara cena·á su mujer y su~ tres hijos, que lo esperaban tiritando de frío y desvelados por el hambre .... La cena aquella noche fue. digna. de re­sucitar muertos: carnes)" vinos desapare­cieron de sobre la tosca mesa en un cerrar ~~m. . Con el estómago lleno y el corazón gozo­se se rindieron de sueño los tres (Jequ~ñitos; entonces comenzaron los consejos de Maria Luisa á su esposo. -Ya que Dios nos ha devuelto lo que ha­bías perdido al juego, y que con e$tQ tene_ mos para establecer un trabajo honrildo para subvenir á las necesidades de nue~tros hijos y las nuéstras, olvídate de esa pil~ión fatal, haz cuenta que nuestra pasada mi­seria fue un mal sueño, y que hoy despier ' tas á La vida real con más fe en el trahajo, mayor horror al juego .. i Prométeme que no volverás á jugar en. la vida! . -Sí, guárdame esta noche esto; que yo tP. prometo no volveré á jugar jamás. -Mira: mañana temprano vé á casa del Sr. Miranda, quien nos compró nuestra an~ tigua casa, y cómprasela de nuevo; ofréce­le, si es menester, el ooble de 10 que te oio por ella, pues es lo único que he sentido de nuestra antigua comodidad, y esto por ha- . bérmela regalado mi madre. -Sí, mañana al despertar iremos juntos á comprar la. casa, y además un buen mo. biliario y trajes para ti y para nuestros hijos. Volveremos á tener amigos, porque é~tos llegan al olor dé las fiestas, y daremos un gran baile en que haya cuatrocientas pa~ rejas; nos abonamos al teatro, paseamos en coche, y, en fin, viviremos como un par de Príncipes. María Luisa guardó debajo de la al. mohada todo el dinero y las joyas ganadas aquella noche por su marido; no lenla ar­mario ni cosa parecida: la mano de la des. gracia lo había arrollado todo en aquel hogar desyenturado, La fuerza de esta frugal comida en U'l estómago débil, produjo á María Luisa un sueño pesado aquella noche. Adolfo, después del primer sueño, empe. zó á cavilar: , -La suerte está conm'igo esta noche . .. soy un tonto en haberme venido con tan po~a ganancia, yo que he perdido siempre ... es una locura no aprovechar la ocasión, que es calva . .. Una ho~a más de juego. me dará el doble de la suma que poseo .... 1 Nada, no hay que desperdiciar! 1 Vamos l Con gran cuidado se levantó, sacó la!> joyas y el dinero de. bajo la almohada de María Luisa, que acaso soñaba con las de­licias de una vida de regalo, y dn hacer ruido, salió encaminándose á la primer casa de juego que halló al paso. Dos horas más tarde regresaba con tres reales y medio entre un bolsillo del panta­lón. Dinero y joyas habían pasado á manos de otro capricho de la suerte, que quizás al día siguiente habría de ceder á otro más afortunado, y aquél á otro; esta es fa ley del jugador: botar mañana lo que hoy re~ coge La suerte le había volteado la espalda á Adolfo, escupiéndole al rostro su antigua miseria l ... .... A la mañana sigui"nte, María Luisa des. pertó radiante de alegrfa ; I Adolfo, levántate, vamos á casa del Sr Miranda; Íl:ste, medio incorporándose sobre un ca. do, respondió á su mujer con indiferencia: _¿ Qué quieres que vamos á hacer en casa de ese buen señor? , Hombre, ¿ no me ofreciste anoche comprar la casa que me regaló mi madre 1 ¿ Y con qué quieres que te compr~ la casa? ... ¿ Te has vuelto loca? . .. ¿ Igno­ras que la gente arruinada no puede darse el lujo de comprar casas? E'L RENACIMIENTO -1 Tú eres el loco, que has olvidado el dinero que trajiste anoche, y las joyas tan bellas! -rSi toda esa fálula rw la has inventado tú, ¿ quiéres decirme en dónde está todo ese dinero y tudas esas joyas! -Mí .... No pudo continuar, había levantado la cauecera de su lecho. y al encontrarlo va. cío, se le ahogó la palabra en la garganta. Mas creyendo que era una broma de Adol-fo, continuó: ' -Haz guardado todo en otra parte por darme un susto; pero voy á probarte que no son mentiras mías }o del 'dinero y las alhajas, mostrándote 105 re'tos de la cena que también trajiste anoche. Corrió por toda la cas>\, revolvió los po. cos tra&tos de ella en todas direcciones, buscando un mendrugo de pan, una lata, un casco de botella, y no halló nada. . Adolfo, al regresar aqu~lIa madrugada, después de haber perdido hasta el último ocha va, ideó h'1cerle creer á Milría Luisa que todo ¡labIa sido t¡n su eño. y había hecho desaparecer todg rastro de cena. Al convencerse María Luisa de que ha. bía soñado aquella noche.una ventura inal­canzablt>; al I ersuadirse de c¡ue 'enía que s~guir viviendo en aquel tugurio húmedo, vl. 'ndo eternamente bostezar, lIorall.do de hombre, á ~us tres pellueñitos, ~il1lió hielo en las venas, un lancetazo en el cora7.!Ín y un peso in~ofJortable en d cerebro . Dio un grito desgarrador, se mezó los cabellos, re­gados por la ceniza de los dolores, y soltó una carcajada hí,térica. que despertó á los tres chicuedtos. que dormían en un rincón d~ la pieza. sobre un jere-ón medio des. hecho. , 1 Se había vuelto loca I • •* Adolfo,enfermo, demacrado, con los ojos pegados al cerebro, las mano.s y las pier. flas temblorosas. y cubierto de un harapo informe: hecho un demente n :corre las ca. lIes de la ciudad, mencligando la cad dad pública pa"a aplacar el hambre. Sus tres hijos han ingresado al hospicio en calidad de huérfanos, y su esposa, perdi. da la razón por el resto de su vida, se en­cuentra en el manicomio. Puede ser que los hijos de esos desdi­chados nunca sepan la historia desgraciada de sus paclres,.y que si algún día hay quien se la refiera, ella les sirvél de norma para no errar el camino que conduce á la tran. quilidad y á la ventura: 1 EL TRABAJO! No hay pan más blando y blanéo que el amasado con el sudor de nuestras frentes. C. G. P. 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" Número 736 ----------------- 10-[ ----- ---~-------'---~-~-_....:..._---_-.:~-- ~BRAN: DY~ , -- A ~A BODEGA COLOMBIANA ACABA ·DE LLEGA1/, el fallloso ,Cognac Bordel'ies & C.a., único rival de Hennessy, imp'ortado. directaluente por José María Caro Grau, 'Calle Nueva de Flol'ián números 487 y 489. ' 1O,r9 , ' LA L 'UNETA • Calle 10, números 136 y 138 (Ar1iba de la Plazuela de San 19nacic) Es de estilo tomárse un 'trago en este acreditado Bstablecimiento ~ e Licores 10-8 les tauran te d el @~me rcio -Antiguo local LA MAR-Desayunos, almuerzos J comidas. Servicio á la ,carta. Cenai hasta las noce de la nDche: Alimentación mensual, precios módicos. Comedores reservados Orquesta todos los días, durante los almuer­zos y comidas, compu{lsta de notables Profesores. Cantina bien provist.a de Vinos. Licores, Cremas y Rancho. Empre¡;ario, PASCUAL ISAZA 10-6 , ..........- _.-.'--_--;------;--;---;--------------------_.".... lle31auraDle BeDinoere Servicio hasta la una de la mañana. COMEDORES RESERVADOS Carl;era 9.~, número 191. ENRIQUE BENINCORE. El que quier~ COMER BIEN '\-- y OIR UNA ORQUESTA SIN RIVAL en donde aprovechará esas y otras gangas, pues los pre­cios son MA S BA RA 1"OS que en cualquiera otra par- ' te. El tren de ernpleados es nUlneroso y cOUlpetente'rD-S . Imprenta de Vapor. Calte (0, mílllero [68-Administrador y Corrector, Belisario Cuervo An&el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Renacimiento - N. 14

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