El espacio que actualmente ocupa el Parque Tercer Milenio –lugar icónico del centro de la ciudad debido al cambio urbanístico y de ordenamiento que ha representado desde su inauguración en la década de los 90 – puede dar cuenta de la azarosa dinámica de nuestra urbe desde los orígenes fundacionales de la ciudad hasta nuestros días. Marcado por la historia del barrio Santa Inés, este lugar de Bogotá puede relatar épocas de violencia que sufría el país y de toda suerte de situaciones marginales e informales derivadas del conflicto social. Como parte de las múltiples narraciones que existen para contar las historias que cotidianamente constituyen el sentido de nuestra capital, se encuentran la acción de la memoria como medio para evidenciar las relaciones que se tejen entre los cambios urbanísticos, espaciales y sociales de los lugares que habitamos. En el caso de ‘El Cartucho’, como antecesor espacial y vivencial del Parque Tercer Milenio, se revelan las raíces históricas, sensibles y muchas veces dolorosas del devenir de este lugar, que hoy resultan necesarias relatar para no olvidar la importancia de dar continuidad a la construcción colectiva de una ciudad positiva.

No sólo son los Cerros Orientales y los humedales los protagonistas del paisaje natural de Bogotá. Entre sus calles, alrededor de soberbias edificaciones, como acompañantes singulares de los peatones, en medio del caos y los distintos tipos de contaminación, sobreviven numerosos árboles, seres que si bien no hablan, viven, que, aunque no se desplazan, sí propician traslado y movimiento en el flujo de las memorias de quienes los contemplan. Son elementos patrimoniales por excelencia. Inobjetable entonces la importancia de una publicación que reproduzca imágenes de los árboles de Bogotá, inscribiendo relatos de ciudadanos con respecto a aquellos y llamando la atención sobre la relevancia que éstos, desparramados a lo largo y ancho de la geografía de la capital, tienen en términos de memoria viva, de sentido patrimonial. Esa es la riqueza contenida en Árboles Ciudadanos, en la memoria y en el paisaje cultural de Bogotá. Un texto imprescindible en la tarea del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural por fomentar y robustecer la identidad de los capitalinos hacia su ciudad, una publicación que es resultado “en gran parte de la experiencia acumulada de importantes instituciones y especialistas que durante años han estudiado, reseñado e inventariado la flora del altiplano cundiboyacense, la Sabana de Bogotá y en particular, la ciudad”. Un elevado número de los árboles bogotanos aún permanece en donde fueron sembrados hace años; a ellos hay que protegerlos, otros ya no están físicamente, pues sucumbieron por cuenta del avance urbano, convirtiéndose en víctimas de la arremetida de cemento, pero sobreviven en la memoria y nunca dejarán de estarlo, a éstos debemos rememorarlos. En ambas tareas (concienciar y generar memoria) esta publicación es una fuente documental clave para su consecución.

En este capítulo, don Manuel le expone a su ahijada la solicitud de don Fernando, pero ella, sin ninguna reticencia, le argumenta su negativa de casarse. El pretendiente visita la hacienda con el fin de conocer la respuesta de Inés. En la mesa, don Manuel se refiere a que el virrey ha ordenado enviar hombres como contingente de milicia para reforzar la guarnición de Cartagena. En la tarde, luego de conversar con don Manuel, don Fernando parte descontento por la dilación de Inés para responder, y saliendo de allí tiene un desencuentro con Daniel, ocasión en la que ambos exhiben su carácter y se desafían.

Este sector, dotado de valores arquitectónicos inigualables y espacios con inmensa relevancia cronológica, sobrevive al auge de las construcciones modernas; palpita aún como el corazón de una ciudad que se aproxima a los cinco siglos de existencia. En La Candelaria, denominación barrial del Centro Histórico, cohabitan ciudadanos de toda jerarquía social, con distintos rasgos culturales (incluso de procedencia, pues pululan los extranjeros que nunca se devolvieron) y dedicados a múltiples oficios o movidos por variados intereses.

Hospital de San Pedro, Hospital de Jesús María y José y de San Juan de Dios, Museo de reproducciones plásticas, Pabellón de Enfermedades Tropicales, Pabellón de Tuberculosos, Benjamín Dussan Canals, Jaramillo y Manrique Martin, Pablo de la Cruz. --

En este capítulo, don Manuel le expone a su ahijada la solicitud de don Fernando, pero ella, sin ninguna reticencia, le argumenta su negativa de casarse. El pretendiente visita la hacienda con el fin de conocer la respuesta de Inés. En la mesa, don Manuel se refiere a que el virrey ha ordenado enviar hombres como contingente de milicia para reforzar la guarnición de Cartagena. En la tarde, luego de conversar con don Manuel, don Fernando parte descontento por la dilación de Inés para responder, y saliendo de allí tiene un desencuentro con Daniel, ocasión en la que ambos exhiben su carácter y se desafían.

A lo largo de la gestión del IDPC entre 2016 y 2019, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural promovió la puesta en valor del patrimonio cultural, buscando la sostenibilidad y la apropiación social por parte de la ciudadanía. Para lograr estos propósitos, se emprendieron acciones en todos los campos, desde la protección, salvaguardia, recuperación y divulgación, con el fin de garantizar su uso y disfrute. A su vez, se fortaleció el concepto de integralidad, en donde todo tipo de patrimonio tiene cabida- mueble, inmueble e inmaterial-, para construir un conjunto articulado del significado de Patrimonio. Esta publicación da cuenta de todas estas acciones realizadas respecto al fortalecimiento de la gestión institucional, la protección, conservación e intervención de los bienes muebles e inmuebles en sectores de interés cultural, la formación en los principales aspectos del patrimonio cultural y la divulgación, el fomento y la apropiación social del patrimonio.

En este capítulo, don Manuel le expone a su ahijada la solicitud de don Fernando, pero ella, sin ninguna reticencia, le argumenta su negativa de casarse. El pretendiente visita la hacienda con el fin de conocer la respuesta de Inés. En la mesa, don Manuel se refiere a que el virrey ha ordenado enviar hombres como contingente de milicia para reforzar la guarnición de Cartagena. En la tarde, luego de conversar con don Manuel, don Fernando parte descontento por la dilación de Inés para responder, y saliendo de allí tiene un desencuentro con Daniel, ocasión en la que ambos exhiben su carácter y se desafían.