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Una segunda oportunidad

Por: Encarna Magín | Fecha: 2014

Ari y Xavi no tenían ni idea de la treta que les tenía preparada el destino el día que tropezaron mientras caminaban a toda prisa por la vida. Él es un empresario vinícola muy bien situado, cuya vida transcurre entre sus negocios y las visitas al hospital para acompañar a su hijo, gravemente enfermo. Y Ari intenta sobrevivir a los escasos ingresos con los que cuenta, y hace todo lo que puede para mantener abierta Una segunda oportunidad, la protectora de animales que dirige con su amiga Carol. Página a página, su historia revela que, a pesar de los jirones del camino, dos personas con pasados...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Una segunda oportunidad

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  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  YUN, Isang: Chamber Music II (Ensemble L'Art Pour L'Art)

YUN, Isang: Chamber Music II (Ensemble L'Art Pour L'Art)

Por: | Fecha: 2006

En plena conmemoración del 75 aniversario de la II república, un tema que ha recibido relativamente poca atención es el de la reforma agraria acometida durante los años 30. Precedida de mala fama por la lentitud en su aplicación. Este libro trata de desmontar diversos tópicos que pesan sobre ella. Buena parte de los defectos de que adoleció se debieron, por un lado, a la falta de consenso entre el modelo a seguir por parte de los gobernantes del Primer Bienio. pero, sobre todo, al diseño de una estrategia de obstaculización por parte de grandes propietarios del país que surtió sus efectos. A pesar...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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La reforma agraria y los orígenes de la Guerra Civil (1931-1936)

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  • Exclusivo BibloRed
Imagen de apoyo de  MOMPOU, F.: Música callada, Vols. 1-4 (Aracama)

MOMPOU, F.: Música callada, Vols. 1-4 (Aracama)

Por: | Fecha: 2018

I. Angelico (02 min. 17 sec.) / Mompou -- II. Lent (02 min. 04 sec.) / Mompou -- III. Placide (02 min. 02 sec.) / Mompou -- IV. Afflitto e penoso (03 min. 12 sec.) / Mompou -- V. quarter note = 54 (02 min. 37 sec.) / Mompou -- VI. Lento (02 min. 15 sec.) / Mompou -- VII. Lento (03 min. 24 sec.) / Mompou -- VIII. Simplice (NaN min. NaN sec.)(57 sec.) / Mompou -- IX. Lento (03 min. 26 sec.) / Mompou -- X. Lento - cantabile (01 min. 45 sec.) / Mompou -- XI. Allegretto (01 min. 51 sec.) / Mompou -- XII. Lento (03 min. 17 sec.) / Mompou -- XIII. Tranquillo - très calme (02 min. 33 sec.) / Mompou -- XIV. Severo - sérieux (02 min. 35 sec.) / Mompou -- XV. Lento - plaintif (02 min. 40 sec.) / Mompou -- XVI. Calme (03 min. NaN sec.) / Mompou -- XVII. Lento (02 min. 39 sec.) / Mompou -- XVIII. Luminoso (02 min. 22 sec.) / Mompou -- XIX. Tranquillo (02 min. 41 sec.) / Mompou -- XX. Calme (04 min. 12 sec.) / Mompou -- XXI. Lento (03 min. 11 sec.) / Mompou -- XXII. Molto lento e tranquillo (02 min. 36 sec.) / Mompou -- XXIII. Calme, avec clartè (02 min. 40 sec.) / Mompou -- XXIV. Moderato (03 min. 06 sec.) / Mompou -- XXV. quarter note = 100 (03 min. 16 sec.) / Mompou -- XXVI. Lento (03 min. 19 sec.) / Mompou -- XXVII. Lento molto (03 min. 52 sec.) / Mompou -- XXVIII. Lento (04 min. 42 sec.) / Mompou
Fuente: Naxos Music Library Formatos de contenido: Audios
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  • Música

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MOMPOU, F.: Música callada, Vols. 1-4 (Aracama)

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  • Exclusivo BibloRed
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Siempre en mis sueños

Por: Sarah Morgan | Fecha: 2016

Aquel invierno, Tyler O’Neil, antiguo campeón de esquí, rompecorazones reformado y padre soltero, tenía una única misión: asegurarse de que su hija, Jess, pasaba las mejores Navidades de su vida. Por otro lado, el hecho de que Brenna, su mejor amiga, se mudara a su chalé de forma temporal suponía una deliciosa distracción que tendría que ignorar. La suya era la única relación que nunca había echado a perder, y no tenía ninguna intención de hacerlo ahora. Brenna Daniels llevaba años enamorada de Tyler y ya lo sabía todo sobre los riesgos del amor no correspondido. A pesar de ello, vivir con él estaba...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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  • Literatura

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Siempre en mis sueños

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Imagen de apoyo de  Commercial and potential applications of bacterial cellulose in Brazil, ten years review

Commercial and potential applications of bacterial cellulose in Brazil, ten years review

Por: Sebastião V. Canevarolo Jr. | Fecha: 2024

En la última década, la celulosa bacteriana (CB) ha recibido una atención considerable en todo el mundo, incluido Brasil. Las propiedades únicas de la BC, como la estabilidad mecánica, la resistencia a la tracción, la termoestabilidad, la cristalinidad, la pureza y la biocompatibilidad, la convierten en una candidata prometedora para aplicaciones comerciales en diferentes áreas. Este artículo ofrece una síntesis exhaustiva de las aplicaciones comerciales y los estudios relacionados con el BC en todo el mundo y muestra la importancia y el desarrollo de la investigación brasileña durante la última década. En esta revisión presentamos una visión general de la estructura del BC, su biosíntesis y sus posibles aplicaciones, principalmente en las áreas de alimentación, electrónica, bioingeniería, cosmética y biomedicina. Las contribuciones más significativas de los investigadores brasileños que utilizan BC se han llevado a cabo en el área biomédica. A pesar del aumento de la investigación en CB, Brasil también necesita desarrollar estrategias para expandir el uso y la comercialización de productos de CB, para lo cual es extremadamente necesario el apoyo financiero del gobierno.INTRODUCCIÓNDurante el último siglo, la explotación masiva de recursos fósiles y los problemas de contaminación han aumentado las preocupaciones relacionadas con la economía y el medio ambiente. En este contexto, los polímeros de fuentes renovables, como los polisacáridos, entre otros, han recibido considerable y creciente atención. La celulosa (C6H10O5)n es el biopolímero renovable más abundante producido en la biosfera, compuesto básicamente por monómeros de glucosa conectados por enlaces glicosídicos β (1-4). Puede ser sintetizado por plantas, animales y microorganismos.La celulosa derivada de plantas se incorpora comúnmente en otros biopolímeros como hemicelulosa y lignina; por lo tanto, son necesarios tratamientos químicos agresivos para eliminar estas impurezas. Por otro lado, el BC producido por fermentación microbiana se caracteriza por una mayor pureza, y su purificación es relativamente simple, no requiriendo procesos energéticos o químicamente intensivos. Además, debido a sus propiedades físicas y químicas únicas, el BC se ha aplicado con éxito en los campos de alimentos, biomedicina, textiles y fabricación de papel, así como en material biosorbente y diafragmas acústicos.Sin embargo, el interés en la celulosa no se limita únicamente a campos industriales; también se ha vuelto cada vez más relevante e interesante en áreas académicas. La Figura 1 muestra un aumento explosivo en el número de publicaciones relacionadas con el BC desde 2011. Los años 2017, 2018, 2019 y 2020 han sido los más productivos en términos de publicaciones.
Fuente: Revista Virtual Pro Formatos de contenido: Otros

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CANADIAN BRASS LIVE!

Por: Marguerite Kaye | Fecha: 2014

En la intimidad del estudio se iba a desatar la pasión. . . Lady Cressida Armstrong siempre había sido la más inteligente y menos agraciada de la familia y sabía que su padre se había resignado a no poder casarla con nadie. Pero ¿quién necesitaba un marido cuando lo único que conseguía acelerarle el pulso era la ciencia y las matemáticas? A pesar de lo decepcionado que estaba del arte, el pintor Giovanni di Matteo estaba volviendo loca a la alta sociedad londinense con sus magníficos retratos. En otro tiempo su trabajo había sido todo inspiración, ahora no era más que técnica. Hasta que conoció a...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Retrato de un amor

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Imagen de apoyo de  Vocal Recital: Dennis, Anna / Radley, Andrew - GASPARINI, F. / HANDEL, G.F. (Conversazioni II: Duelling Cantatas)

Vocal Recital: Dennis, Anna / Radley, Andrew - GASPARINI, F. / HANDEL, G.F. (Conversazioni II: Duelling Cantatas)

Por: Kathie Denosky | Fecha: 2013

¿Cómo podía demostrarle su amor?Un escándalo familiar había puesto patas arriba el mundo de Lily Kincaid. Pero ella también tenía un secreto. ¿Cómo podía ocultarle la verdad al padre del bebé que llevaba en su vientre, el sexy ejecutivo Daniel Addison? Sobre todo porque no podía resistir la atracción que sentía por él, a pesar de que la madre de Daniel, una mujer muy influyente, no hacía más que interferir. Aunque Daniel no sabía nada de bebés, estaba dispuesto a reclamar lo que le pertenecía. Y eso incluía a Lily. Debía convencerla de que no quería casarse con ella solo por hacer lo correcto, sino porque la amaba de verdad.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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El hombre al que esperaba

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GORDON, M.: Rushes (Rushes Ensemble)

Por: Laura Marie Altom | Fecha: 2015

El SEAL Mason Brown había dejado atrás su matrimonio roto hacía años. Pero una llamada lo cambió todo. Su exmujer había muerto en un trágico accidente y la custodia de las gemelas había recaído en él y en Hattie, la hermana de su exmujer. Hattie Beaumont siempre había deseado formar una familia, pero no así. Abocada a convivir con Mason como si fueran pareja, el resultado parecía excesivamente natural. Y Mason también parecía sentirlo así. Entonces, ¿por qué ese empeño en volver a irse? Mason era consciente de que Hattie y las niñas eran su mayor regalo. Pero, a pesar de haber arriesgado su vida en...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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  • Literatura

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La misión más peligrosa

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Imagen de apoyo de  FALL, L.: Madame Pompadour [Operetta] (Dasch, Zednik, Vienna Volksoper Chorus and Orchestra, Schüller)

FALL, L.: Madame Pompadour [Operetta] (Dasch, Zednik, Vienna Volksoper Chorus and Orchestra, Schüller)

Por: | Fecha: 1892

AioU. Bogotá, Itar~o de 1892. Entrega 2S REVISTA LITERARIA PUBLICACIÓN MENSUAL DIONISIA 1 ¿ No os ha. sucedido a.lguna. vez, al pasar por una ca.rretera, deteneros dela.nte de un pc6n caminero, mirarle largo tiempo ., exolamar: -1 Pobre hombre l. .. siempre está aquí: que llllova, que haga. viento, á. pesar del frlQ, á pesar de los ardientes ra.yos del 801, siempre está aquí, como si fuera uno de los postes kilomé. tricos del camino. 1 Si á lo menos pudiera también tener la. in· movilidad de é tos J pero no es así. .. él tiene que comer y la ne­oesidad de trabajar bace que se tenga. que mover todo el día.. Con el ouerpo echado ha.cia adelante, las piernas arqueadas, la. oa.beza. bestialmente inclinada haoia la tierra, machaca con sus dos manos las piedras, machaca siempre. No es un hombre, n6; es una. máquina do machacar piedras •.. es un martillo vivo? y sin embargo, hay muoho qu.e se contentan con ese triste destino y no faltan algunos que ouida.n amorosamente el trozo de carretera. de que están encargadoR y llegan hasta á hacerse una especie de gloria, de ouidarlo bien. Sus pirámides de ma,­chaca. están dispnesta.s oon una. especie de arte á lo largo de los paseos de la. oarretera. Las arÍ. tas de las ounetas están tiradas á. cordel y hasta la pequoña barraoa de paja, único abrigo que tienen oontra. la tempestad, tiene cierto aire de coquetería que honra á. esos peones caminero modelo. Cuando lo tienen ya todo en orden, cuando han recogido todo 01 polvo y ha.sta. la ú1~ tima. hoja. seoa de la carretera, entonces se levantan y se frotan la8 manol oon orgullo; están atisfechos de sí mismos. ¡ Qué buena suerte es poder vivir en la. calTetera. y llevar un número a.marillo en un sombrero de hule tIEsos peones son los filósofo del ~ficio! r.RVI FA LITERARIA Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EYLSTA LITERARIA. ¡ Pero, y los que han- soñado en otro destino, los que tie-­nen ambición come,. Juan Maillard, el peón caminero que nos ocupa t. .. Este era. hijo de un agricultor acomoda.do de Normandía. En aquella épocalos pro pietarios agricult-ores se avorgonzaban de maneja.r el arado y querían que sus hijos fue en se'ñorea, fue­sen abogados. Nuestro Juan fue puesto en el Colegio de 1 vetot, donde no &prendió otra cosa que á despreciar á tr honrado pa­dre. Diez años m.ás tarde., y siempre d 1 mismo modo Regativo, estudiaba leyes en Caen. El padre ~{aillard murió estando yá medio arruinado, pero conservando la cándida creencia. de que había hecho de su señor hijo un grande ho breo Esta. historia es la. de muchos la.bradores de veinte años atrás. Juan se apresuró á recoger los restos de 1'a. forluna. de Stl. padre, y fue á. di iparlos rá idamente oí. París. A.llí se cruzó en u camino una joven honrada, un ángel bueno, pero era yá. demasiado t r e. A. pesar de que lIagdalena era una. simple co turera 7 fue una desgraoia para ella el enan1.0rarse de Juan. Era virtuosa y Juan Be casó con ella; pero ste no tardó en volver á. Sl1 vida disipada. La. hora d e la. mi eria e acercaba; lagda] ena tuvo una hija. ¡ Pobre Dioni ia f El mi .. mo día en que vino al mundo fue embargado lo poco que le quedaba á su padre .. ¿ Qué ñacer? Juan ~!aillard tuvo valor un momento;. pero no tard6 en perderlo en presencia .de los oh táculos qu.e se le p:Fesentaban. Juan no sabía nada; ara. nada servía. ;. ni siquiera. tenía la costumbre de trabajar. Sin embargo, el jemplo y el ánimo de su buena colnpañera proloJ:\lg'81ron un poco la. lucha. Jnan en ay6 vemte oficio dife­rentes; ~!agdalen había. vue to á omar el uyo. Trabajando de día. y de noche logró casi ubveni-r á la ce idades de su hija. y de su esposo; pero la vi ta e gasta pronto cuando e a.busa de ella; después ti una larga y penosa. enfermeda.d, lagdalena se levant6 ca i eiega. Entonces hubo en casa. de Juan Iailla.rd los últimos esfuer­zos de la lámpara que está próxima á . apagarse. Sin embargp-. ningún ensayo le sali6 bien.. Para olvidar su triste posición, se entregó' la bebida. 1tfagdalena lloró; Dionisia. hizo 10 misnlo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E LY. -Dlo .... IS1A ¡>9br nlDa cmpeza.ba. á comprender: ibu. á cUlllplir WO:i ño . Hacía ya eu tro que tenía una hermana y. diez y ocho me­ses que contaba. con un hermanito luá . El interior de aquella casa tenía alg -do horrible. Juan no era por e to un mal hombre; acabó por arrepen-' irse y fue perdonado. Tomó la resolución de vol ver á. N orman­día, de ir á su pueblo, con la esperallza de encontrar allí pa.­riente , protección, re lil' El viaje fue una triste odisea. Las gentes honrada que en· contra.ban en 1 camino á aq uel hombre de mirada sombría, á quella mujer de pálido embla.nt y á. us tre hijos cubiertos d h rapos, se ech b n á. un lado diciendo: -Hé ahí el vag bundo y su familia. Llegaron por fin ~ u pueblo. La. impresióR produ.cida. por los 'viajeros fue 1'eI)1I.1 i a: nadie reconocía, á J nan Maillard ; penas encontró alguno pa.rientes ue e tligna.ron acerda.rse 4.e él. LQS el1vidi 'o se alegraban en n interior de verle tan caído: Juan h bía sido muy orgulloso n la época de su pros­peri a.d. LOd antiguo amigo hicieron gala de sn indiferencia, or temor de quo 1 pidiera presto.da alguna s ma. En una pa.­bra, la acogida que tuvieron fue detestable: casi los hizo echar d~ meDO á Parí . Por otra paz.'te el viaje h bía sido fatal para los niños. Los B más peq neño , quebranta os por la fati a, habían caído ea­fermo 11.111 gar al pueblo. La niña pequeña murió á los dos día ; do días más tarde m1lrió ta.mbién el niñ . La i mil. Dionisia estaba tan pálida y tan débil que á cada momento creían tener que abrir ' na tercer-cl. fo a en el cementerio. La. de esperaci6& de Magda.lena era desO'a.rradora . la. triste de olaeión de Jua.n rayaba en la locura.. Por último la compa.­sión pública, se con ovió. Gr' cia. á la activa caridad d.el rector se hizo na. celecta ba. tante re 'petable con la que la miserable familia. pude BubveIÚr á BllS primeras ecesidades. Un ayudante de caminos se dign,6 recordar que Juan Maillard había sido BU awnarad& de oo1egio, y le ofreció una plaza. de peón caminero en la. carretera. departamental que v& de Honfienr á Caen. Juan aceptó, pOI:que aquella plaza era un poco de pan para $11. mujer tal z la vida del último hijo que le quedaba, la vida, de hija, ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 70 R V, T.A. LIT 'RARJA Cinco afios habían transcurrido desde aq nel día. El cuerpo de Juan habí concluído por acostumbrarse á su rndo traba.jo; pero su espíritu no cesaba de sublevarse contra semej ante hu­millación . .A no ser por la dnlce y consoladora resignación de Ma.gdalena, habría ~irado ya un mill6n de vece su maceta. á las . ortigas. Y cuando sentía quebrantadas sus caderas, adoloridoB sus brazo.'3, lleno de tempestade BU cerebro 1 ulÍnt s veces aquel presidiario de la carretera pensaba. aun entoncc o los medios .de recobrar u libertad! Pero }r. agdalena con una caricia, una mu ( ti~ 6 algunas pa­labras salidas de lo más profundo de su corazón, lograba cal­marle, y hacÍ que volviera á coger sus herramientas sin que él mismo se apercibiera de ello. Tenía el dón de saber acallar 8U or~llo y enardecer su valor á. la vez. Aquella simple obrera. de París era una admirable compañera: era una. esposa, verdade­ramente cristiana. Sin emb rgo, un día. encontró á su marido poseído de una irritación tál, que a.penas se atrevió á hablarle. Era. en pleno Agosto; hacía un calor insoporta.ble ; los rayos _ del sol caían verticales sobre la. carretera. y no se veía ni un ár­bol para guardarse de ellos. El peón caminero estaba bañ do en sudor; su cabeza pare .. cía. de fuego; sus ojos despedían chispas. Por último Magdalena se atrevió á balbucea.r con dulzura.: - Es la. hora. de comer; aquí tienes la. sopa, Juan, a.quí está la bebida.; es muy fresca.. y al mismo tiempo le presentaba la fiambrera de hoja de la.ta y el bote de cidra que cada día le llevaba. á. la misma. hora. Si pronunciar una sola palabra, Juan entr6 en su choza ·de paja y empezó á. comer en silencio. Magdalena se había sentado en frente de él: haoía media. De repente pasaron por la carretera tres rápid oarretela.s, llena.s de alegres bañistas, que sin duda, venía.n de Trouville. Los magníficos tra.jes de vera.no, los flotantes velos, las sombrillas de brilla.ntes colores, la.s ruidosas carcajadas, toda. aquella. riqueza, toda aquella alegría., toda. aquella felicidád, que aca.ba.ba de pasa.r ante .,su vista, fue como una, sa.rc'8ti~ fantasmagoría para. el pobre peón caminero sentado en el fondo do su caba.ña. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. c. E LY - 10. 1 1A 871 - o mbién he sido r' ca, murmuró. ¡ Oh 1 ¡ Y como 89 m presente la. ocasión de vol ver á. serlo ..• no repararé en los medi08 r y sus ojos brillaba.n con un brillo siniestro. -1 Juan 1 balbuce6 Magdalena; ¡ Juan, cálla t ••• 1 me das miedo 1 }.{aillard e encogi6 de hombros; después vació de un solo trago el bote de la. cidra; tan ardiente era n. sed. -1, Por qué no duermes un poco? le dijo Mai'dalena. -No puedo ... mi sangre hierve •.• tengo fiebre. 1 Hace tánto calor aquí l. .. l\fe ahogo ... necesito aire, aire •• 4 y salió de la. choza. En aquel momento e amontonaban espesos y negros nuba­rrones, venidos del lejano horizonte, que el rayo surcaba. en to­das direcciones; el trueno retumba.ba á lo lejos, pero su ruido se fue aproximando por instantes, y empezaron á caer anohas gotas dc agua.. Algunos minuto dcspu s el agua caía. á torren­tes en torno de la. miserablo caza y la tempest&d estallaba. con gran violencia. Juan, dulcemente atraído por su mujer, había vuelto á en­trar en su abrigo, donde permanecía sentado con los codos a.po­yados en las rodillas y la. cabeza oculta entre sus manos. La tempestad era cada vez más intensa. Mag alena, penosamente impresionada, se inclinó hacia. su marido, y, sin q ne él se opusiera á. ello, separó. sua. vemente loa ded08 que cubrían su rostro. El peón lloraba. - 1 Juan, mi pobre Juan r exclam6; ¿ qué tienes para. deso-­larte de este modo? ¿ Por qué te haces tan desgraciado? -Por{lue me falta yá la paciencia y la fuerza ..• porq Lle esto. miserable existencia se me hace insoportable .•• porque sufro de verte nfrir en silencio, M dalena .•. porque pienso en el por­venir de nuestra hija., que pronto cumplirá quince años. ¡ Pobre Dionisia I -Pero, querido mío, Dionisia DO se encuentra desgraoiada. ; Dionisia. piensa como yo; no habiendo sido criada. en la opulen­oia, no echa nada de menos, y el trabajo no le pa.rece una le,. .masiado dura. -El trabajo ... -El traba.jo 6S la ley d Dios, Juan. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12 llE r '1' LI'I'El!A1UA y Magdalena, echan.do los brazos al rededor del cuello de BU marido, le exhortó durante algunos minutos, con todo 1 buen sentido de su espíritu, con toda la ternura de su corazón, á cum· . plir su deber. El peón caminero sentía ya de pcrtarse en él mejor B sen .. timientos, cuando su jefe que pasaba. en un tílburi, le gritó des­de la carretera : -1 Hola! Juan Maillard, han dado las tres y yá no llueve. . ¡ Vamos, perezoso, al trabajo 1 -Voy ... voy ..• contestó maquinalmente el peón. y descendiendo por el tal ud con u.n.a. sonri a llena de amar­gura. y una mirado. más de esperada que las otras, cogió la. maceta. La O&rretera, SUB a.lrededore , el cielo mismo habían cam­biado completamente de aspecto. U na densa bruma, ocultaba el horizoDte; los árboles sobrecarga o de agua dej ban inclinar tristemente sus ramas; sólo so veían yerbas caídas sobre la ti • rra., arroyos de agu2> cenagosa y charcos de agua. cuy superficie riza.ba. el viento. A no ser por el calor, que continuaba siendo excesivo, hubiera uno podido creerse en pleno invierno. Estos cambios de tiempo son muy comunes cn las costas de N orman .. día. Era evidente que la tempesta aún. no había. eoncluído ; después de la. tregua que había. conc-edido á. la desolada natura­leza., ib!1. á empezar de nue o. Juan Mailla.rd, sombrío y silencio o, había vuelto á macha.. car piedra. Magdalena, en pie á algunos pa 08 de ' 1, hacía. media sin a.treverse á continua.r la. conversación; un secreto presentimien­to oprimía su cora.zón. Las carretel s volvieron á pas&r dirigiéndose á. todo escape hacia. Trouville; Jl1.an M illard la, miraba con ojos llenos de envidia. y de rencor~ El ango de su m ceta p&recía al rgars6 entre sus manos como si hubiera. querido herir &1 paso á aquella. furtiva a.paricióa del pla.cer y la. opo.len.cia., cuyo cruel contraste con su situación reavivaba. en aquel momento todas BUS heridas, como un 1Bsulto hecho á su humillación y á su miseria. Hubo un momento en qae una de }as ruedas rozó el cuerpo del peón caminero; éste la.nzó un grito feroz é hizo nD moví· miento como para an'ojarse con ra el carruaje. ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. · D LY - lO.:lSiA 67 Iagdalena se acercó vivamente á '1 Y le contuvo. Juan 86 calmó repentinamente, enj ugó su rostro con el ro 's de la man­ga, y murmuró por segnnda ,ez, pero con la fisonomía y el acen­to de Federico Lemaitre en el último acto do Treinta año8 Ó la Vida (le un i tgador, esta pal bras: -1 Oh t I presénte e una. oca ión l. .. ¡ pres 'ntese l. .. y machacando con rabiosa. precipitación, bacía. brotar to­rrentes de chi pas do cada piedra. La. carretera estuvo desierta como cosa do media. hora. Mag­dalena había ido á buscar la cesta á la choza., e disponía á vol­ver á su casa. y alargaba ya las manos á u marido pa.ra. deepe .. dirse de él, cuando apareció un hombre á caballo. Juan y ~fagdalena, como IDO idos por un secreto resorte, volvieron al mismo tiempo lo ojos hacia aquel hombre. Tenía unos cincuenta años; su rostro respiraba franqueza; no era muy difícil adivinar en '1 al hombre de traba.jo, fl,l ne. gociante, ó má bien al fabricante a pesino. Parecía poseído de cierta emoción y espoleaba su caballo quo caminaba a.l trote largo. En el mismo momento en que po. a.ba por delante de 108 es­posos Maillard, cayó á los pieR de 'sto una cartera verde q e se había. des prendido de las correas de la silla. 1flagdalena abrió la boca para. auvertir a.l viajero. -¡ Cállate t le dijo Juan. y puso el pie sobre la cartera. Pero el viajero había oído algo, y, in parar el caball , vol­vió la. cabeza. fagdalcna hizo un movimiento para. ha.bIJl,r. -¡ Silencio 1 repitió el peón poniéndose delante de su mujer y apr~tándola la. mano con tal violencia que estuvo á punto de. rompérsela, en tanto que con la otra mano, sin darse cuenta de lo que hacía, se quitaba el sombrero para saludar a;l :viaj ro Este no so apercibió de nada; no podía ver In. cartera. por· que la. snela del ancho zapato de Juan la ocultaba por completo. Se contentó, pue , con contestar al sa.ludo, y no tardó en dosa.pa ... recer detrás de un grnpo de pinos. MailIard. no se había movido; parecía una cstatv.a. alena permaneció tambi'n inmóvil y silenciosa du-. 1 unos minutos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 614 'R~Yl 'l.'A L1TRRAIUA -1 Juan t. .. murmnró por último con el tono del :¡ue o despierta de una profunda pesadilla. -¡ No sa.brás callar una, vez en la. vida.! murmuró sorda­mente el peón caminero, inclinándose hacia. el suelo á fin de oír el ruiao de las pisadas del caballo que iba. per iéndose á lolejos. -1 Juan t. •• prosiguió diciendo :la honrada. mujer, en cuya. alma. acababa. de despertarse el valor de la probida.d; 1 Juan t esa cartera. no es Duéstra. ... -1 No es nuéstra l. .. ¿ Y por qué? Lo qne se pierde, bion perdido está. Ta.mbién yo he perdido mi fortuna, y de seguro que los que la. ha.n recogido no me la devolverán jamás •... El peón se sonrió con aire satisfecho de su argumento pa­radójico y completó su pensamiento por medio de an gesto enér­gicamente resuelto. Pero su mujer, que por quebrantada que estuviera. por la. desgraci ,no por esto había dejado de conservar en todo su vi­gor las fuerzas de la. conciencia, trató de luchar contra el espí. ritu malo que parecía haberse apoderado del corazón de Juan Maillard. Mas este permaneció inqueb 'antable y concluyó por mp,ndarla formalmente que le dejara. solo. Una última esperanza brilló en los ojos de Magdalen~. -Tal vez esta. ca.rtera no contiene más que papeles sin in­teres para. ti ••• repuso. -Va.mos á verlo, dijo con tono breve; a.hora ya. no hay ningún peligro. En efecto no se oía ningún ruido; no había nadie ni en la. carretera. ni en los alrededores. Maillard levantó el pie y cogió la oartera verde con avidez. Después, precipitándose en u choza con el aire de un cha.­ea. l que lleva una, presa. entre sus dientes, dijo á su. compañer -1 Ven t. •• 1 ven l. .. y pue to que no quieres volver á ca sírveme á 10 menos de algo: vigila la carretera. Se ha.bía sentado en la paja. y con sus calenturientas manos palpaba. la. cartera. antes de abrirla.. Magdalena se dejó caer sobre una p. edra á la entra.da. de la. choza, y ocultando su roetro entre las manos, empez6 á llorar en silenoio. En el mismo momento en que pedía ardiente que la tenta.ci6n no fuese demasiado fuerte, un grit de .J uan }daillal'd la hizo leva. t&r la. v IBta. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. pap 1 -E -¡E d DO 1 in cunrenta ... qui n . "1 ilna lU • - 10 1 lA 7 s d banco! r petía. Juan on una e p cie de éxta- 1 11 o L •• el p 6n caDl' nero tenia. la Cc.'\rtel·a os l]UtnOS e taba.n llena de ese roro. í uÍr todo sto, lij o iensa. en el en lo jos de su 1l1ul'ido que á 01' .. r. mute, pI' s utía... í, ' ios mi mo s 1 ova fol' una en lni ean"lino; e nu' tra, 11 a... n n. ••• ·1 \y . enta mil franco ! grit6 de jo ". ra uua 1 iña u ID • za: .• ' lo mi mo que yo, i die s una. á de. pojarme de L ta fortuna, q tl d Juan 1 illard, m Dlato aquí l'a, y, como ha} ía. dicho jo. . e d su 1 sieulpre taba rís c. de 1 once ca y 4~ (bi ) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .J . play. com d~ liz' 1 G7i iba. dela En re t ruen, cu nd Juan P"1 o ocupar e de . n hija, cuan· Ían im} cdid .\ Iagdalena que ltl. -íe' , C01'I e1', lo p so l' 1.113.1' se contraron con q 1 ionl l' bab:a, con ~ l' ;ido n una c. pe ie ele ... alvaj ellO 'me-m n e crecid ,pero ( ue había. De nhado e aqu 11a luí m li­ert la, fuerza y la saJud de UUst YCl'dadera 'tmp ina. 1 hli mo ie po quc cIaba gracias á 1 lOS d sdc 1 n ' R Iagdalen rinó algo á u 1 ija qn e r - b 'e. e 19o lná. ad Cl1, d'lS ¿í SIC. 1 , r na.r 10 instintos aquel iel - e arr 1 aclo eu u hija., pe 'o á fue ~7.a 1 dulzn 'a, y clalena ra la má dulc le la mujer, el la Tez qn 1 la m. 1 'e ,tril1n ' por eom.pIcto de llos. ioni i fue Iav a, eillada, e 'dlizada e Due 'o" lo. primo ro j01'nal s d 1 peón calUln ro le compr ron un ye ido nl1C\'o, zueco. y un om brero de p j::L. agdalena la re 'e­ní .'. u 1 "O; pero do en nd n eu ndo Dioni i 11ací aú 100un esca:p~ t rOa para, 01' 'er p r 1 e lnpo. a pobre ro re dej' de sermoneada. o llace u J'ir mucho, h' ja mía, le dij . r se echó á llorar. lel Inundo, y 11 hizo llora galena. >·e1'o al una "ez, franca, Jeal y cspon áue lnente le decía: - {adl~e ¿ me deja hacer un poco la al vajo . agdalena o o 'ía; Y conte aba: - é, nija luía, .. ~" , despu ~ S le un úl imo be o, separaba lo brazo con que por un momen o h bía rod ado 1 uello ele II loq ill&" iOllÍ :ia e taba yá lej{) . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ario mI fu día 1 3 uielad s y de mo 1 01' parte d adre la nlá aman e e toda la -'0 j ven de veinte i . de la fá hrica, iouí ia. odría ida, s d cir, su 01'. ba Dlaru.vi­h .. ini ro "a­lldida tí ic, iba. recobra.ndo n ría. y 1 l ab ll~ lección la compa i6n llcanta­de amar n eHa. lo.' h .l'moso" l'~ cía, lo otro cn ue el'­que Lo uill ; mo- Jo: ad. ID. Du crnay pr ene1aba u a egrcs jneg . y daba en voz b~ ja rrra -ia al ciclo que 1 arecÍa haberle devuelto u ija.. 1 a l'fER l. ehí ia ha ia dado u. . J Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. t '. >111. },'I,\ i ca o, y I0l: 1 t uto, no e h bh a::slt tadu elh así 1 ue n 1 d, ba mi~ o C01'! r por 1 n 1 n.. solita.rias ni por en· re los sombríos bosq e : lo q 11 Dio- ua,rc1a, bitm gnarda s La l'ue n que su p dre ha )ín. encontrado 1 cart 1'3., Dio· llisia no en on l'Ó á las señoltts d 1 u \~ 'rna.y en el punto do eos .. tun r, e to e. en la eue t de Jl" cia.. rral ~ez no hay n salido por can a de la. telupestad, pensó ioni. a. il'ibroiélldo e á ':1. a de Berta. verja estab' aui~rt·, c S:L ne U( 1'a ca ) ún. L eabr· en V" :uo. estab- an aturuido 1 u :sa,parc 'ió corriendo. Ul!)!" u· e re' len a.nlen • al. la '< sa y dio 1· vuel no , }]'. a. 'a, ol,dillal'üllllent all. 1 gre, h:nía a. tard glllar. J!J 1 llJ día el cpulcl'al que rcina- 'a el 'uido do l a,'os PI ce! pt 'a O' y un Ul'lllUUO {!OlDO de sollozos. us rul::stna. 1 ul'cde::; parecí a. n. ten 'r alg de BIDle 'o., hul' ra dicho (uO e aba...., re elh un'. 'U,LJl d ·s· "1' eil],. a 'IH llÍe ud d 1 'olli "ia aUIDen aL, pUl' 110 1 'J tO:i. La. 11 'aleza de la e .. b' 1"<1 el'. ue Ut uellas UCJ:V· ':1.ti á la cuales ah] la ?Oz e los pI'> '(jutiDl' en tú . Tenía. el 'ol'azóu x raña­en e Oll'iIui 10 ; le pfU' cía. 4.1ue iba. á au r algú.ll terribh..: !Leon-teciIlli 1 1111 ' 'lO ·os 1 ilos, t:!bía. r la ·io- -' I mi que ,'da s ñori ,? ·cuaJ· 1'. iu á Berta jo 'eH I hiz 11 gó o a ca ~'el'a; ¿ qu~ e' 1 LUC hu Sil· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -¡ ... 1i P dl'eL" lui pobre p dre ha}J rdi l n a scnta mil francos, exclam6 Berta, 1 A lIS' 1 D E JÓV1L'E. a impor n ia erta no llamó O'ra co la t umbl'a a sólo ál grande, dolor, 1 daño. e .. linata. 'azos, 1: c ... trceh6 n. u coraz 'n. 1- 01', la hizo se al' y se arro illó á por fi abh ce'( d de aña a e. pr'mel' e me , e. encln iel -¿ el ·cncimim to ? .. , rel i 'ió Dio i -ia con el aquel que quiere h el' como ne e lnprende, pelO ue en dad o abe el lo que le habla, -E '0 e, ijo Bert : tÍlllO pue sab r .. _. tí tú, ere nluy f lizo -¡ Pu bien! l'lica.dme qu e lo ne p podré llor .. r con \'0 ' ne 110 ono de alí- El acent y la. nlirada. le la a, rera re' 1 com-pasión y una tcrnUla i 1 li ble~. B -ta inclin' } • cia 1 a., 1 besó h'L frent ,y - i mi p re o encuentra ].), 'artera, podrá-pagar mañana á u.: acreedo 'e y á n habrá arrninaclo al hombre honr d , al v-iej confiado genero' lnente ~n ortllna. o par mi padl e, pa'r un comerciDlnte, es más que la. llna; es la. de. honra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6 7 erto. 1 -1 Mi padr n podría, 01 r viv-ir tÍ, ella, se, uicidaría ! ... Ii adr y lo hem s a i Tinado en s gnida., a í que no le d ja-mos ni un momen o ..•• 1 ro omo. impotente contra el dolor, T 01 d 101' e ambi'n una arm , una arma que mata •... ro al y 'z 1 arezca a. cartel a .... hemo e pera o Ull Illoruento, pero no lo esperamos yá. },{i padre ice que e. t:. "uro de que se 1 ha. caíc a.cerc6 y escuchó. ra el pregonero que anunciaba la . com} en Sil. prometida al que hubiera encontrado 1 cartera ver de q e M. Duvernay babía perdido. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. cía q las pR.l bras ~ pero e ó profund e e aquellos gritos que hacía tiempo no había oído y que le recor .. daban los malo tiempos de u infancia. Cogió el pe tillo y allri6. 1 rnido cesó ca o 'ubo un rato de silencio La, joven e aprovec ó de;,.~~~,.,;Y, mi r á u alred doro na de aqnellas que casi yA DO e encuentran en otra. parte que en orman iluminaba débilmente la habitación, haciendo brillar la loza que h bía e cima. de n cofre y la.s cacerolas de cobre que es-ta o.ead obr.e la, ehimen • Al o o e la bab· - ta.ción e . . e te e la. a coba. conyagal las cor-tinas con grand rama.] ~ sombras informes se refleJaba; en r paredes de una blancura dudosa, y el techo era, más 08(~Qb"';~-' , medida. que se a.lejaba de aquella, e pecie de meteoro ro~D~~~" medio del cual acila.ba la h eante mecha. or más que la jo en e e driñó con su nada de e o observó e la habitación. Pero el ro tro de Juan no tenía Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL. -n~o~n ' lA 691 t ha d di imular lo ne tenía en el lma y ¿ qui 'n sabe si que­l'Í. 1 . . at.urdir e á sí mismo? Dos 6 tres veces ijo a. su hija: - amos á ser felices, hija mía, muy felices ¡ tt'l verás! Dioni ia pI' guntó cómo sería aquello, pero su padre eludió la contestación. llagdalena pu o la. sopera en la mesa y llenó los platGS. a cena fue ileneiosa. Los ÚltiUl0S tizones cucen idos arroja­ban á uno y otro lado 'us rojizos re plandores. Jllan comía prc­ci pitadamen t . Vioni,'ia. volvía á pensar en Berta, y, de cu ndo II cu.ando, miraba á Iagdalcnt, que parecí. pre a. de unu, pl.'ofllnd& tris­t za y que 110 t.rt1ó n cnjugar su cuchara, diciendo á. media. voz -que no tenía má hambre. -Ya e hora de ir á ac starnos, dijo el peón en cu.anto hubo enado. ~Ie caigo de sueñ.o; también tú debes estar can da, Dioni ia. Vaya, bu na noches, hija, hasta mañana. Apena. hubo besado á su ruadr , el peón acolnpañó á su hija. hasta la puelta de la escalera que conducía al cuartito que e11 oenp ba, baj el techo de paja de la cabaña. 1 ioni ia, cada vez ma. admirada. é inquieta, subi6 lenta­nlente la escalera y empezó á de. nuda.r e. Era una de aquellas calurosas y pesadas noches de Ato, en que el sueño huye ha.sta de los Arpados de los jóvenes. ionisi abrió 1 ventana y miró al calupo. o se movía ni una hoja de los ~írboles. e cuando en cuando el rayo surcaba. el cielo, que en aquel momento era e un azul sombrío. EL ilencio era tan pr fundo que hasta. e oía el lejano rumor de la ola que iban á morir en la pla,ya .. ~ledio desnuda como estaba, Dionisia permaneció largo rato en la. ventanea. ; dcsp11.és fue á arro lillarse junto á su pobro cama, y con los brazos apoyados en ella y la frente entre sus D1ano , quiso orar, pero en vano; su pensamiento estaba. entor­pecido y no podía fijar e en nada; sus labios permanecían mu­d ,una. especie de languidez invadía tocIo su ér. Le preció que todavía and ban por aba.jo; de. 'pué no oyó nada; p rdíó la conciencia de todo: se había d l'lllÍdo. ¿ uánt i ,mpo pas 11 aq u 1 e 'ta,lu? .•. i Diuui, ia mis-lUa. cuando d.cspt-rtó hubiera podido decirlo. Sin duda habíé -1 (bi. ) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 692 HE\'I "TA Ll'J'EI:Anl. ido resbalando poco á poco o la canla, porquo sc ellcontr6 ten­dida encima de las tablas de pino quo formaban el suc1 tir ( ,quí tolle la. 1 ( le bra el f gdu.le- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 694 REY lS'l'A Ll'rlnUH.iA na.? Fáciles son de adivinar. La digna mujer inyoc61a. relígi6n, el honor, la. desespera.ción del que habfa. p rdído la cartera.; re suplicó en nombre de todos los. acrificios de sn vida pasada, en nombre del porvenir de u hija; le habló tambi ' n del remordÍ­miento que no podría meno de atormentarl en su vejez. Pa .. re cía inspirada por el augel l)ueno de aquella cabaña; á fuerza de ser honrada era hasta elocuente. El peón caminero había dejado caer la cabeza. entre sus ma.nos y no ~Ol testaba.. Aquel ilencio animó á 1\ agdalena. lIubo un momento en que creyó haber convencido ti su e. poso; se levantó riunfante y alegre; quiso be al' á Juan .... pero Juan estaba dormido. l.Iagdalena hizo un ge to de decepci 'n, . u rostro tOD1Ó und. indecible expre. iún de dolor; pero nn momento después so roOff~ tró de nuevo animada: e le había ocurrido una idea. Tal vez Juan había ocultado la cartera en alg'ún punto de aquella. habitación. Magdalena entreabri' el ostigo superior de la puerta. á. fin de iluminar los objeto con la luz de la luna. Despu's empezó á bu car y á rovolverlo todo sin hacer mido. Pero Juan tenía el oído muy fino; se despertó, '\--l0 á u mu­jer arrodillada al lado' de la cama con las dos manos metidas en el jergón. -1 Ah! ¡ al1 L .. dijo .Juan ron ironía, querías de ('ubrir mi escondite ¿ no es verdad? 1 Robarte tú misma y devol el' el di-nero! _ Í, contest ' ~ra.gdalenn, sí, aunque supiera que después nl 'habías de matar; entonce luoriría. corrt nta porqne tendría. Ta. convicción do l1abe' orado ien y de haber ~ partado de e a casa. toda las desgracias que allora pI' icnto. -Píen, a lo que quieras, murmur6 ~IaiUard, pero no t to­mes el trabajo de buscar más tiempo; te pre'venQt) que e inú. til; la. car e tá en luO'a1' seguT'o .... ¡ Ni una palabra. TIlás t tengo sueño, d' jamo orlnir. }..{agd al en a. ha ía gotado us fuerzas j bajó la cabeza y no insistió. ionlsia e. ncl ' aún al!!1.1no, n o T-to. ,el irá. d a, p 1'0 no o nllo nada . uhió á ,'u u río, .' ·h ,',.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. · uF] L - T • IsrA 695 la. n.ma, y, qu bI antnda por el sinn 'imero de emociones que aquel día había e. p l'ilnentado, e qu dó lOl'mida; pero u sue. ño ela ca.len ul'iento Hen de visiones horribles, oyendo de continuo, COI o un lúgn Te es ribillo, las últimas palabras de su ma.dre. Al amanecer, un liO'cro ruido de pert6 á Dionisia; era pro­ducido por alguien que abría suavemente la puerta. La joven saltó de la cama, corrió á la ventana, y colocán. dose de modo que no pudiera el' ista, luiró. El' Juan Iaillard e salía con sus herramientas a.l hom­bro como si ín.cra á 11. trabajo. ioni. in. le i t al' primero 1 sendero que iba á la ca.­! Tetera. Pero, apena hubo pa ac10 los últimos árboles, que ha .. bía en aquella dú:"ccci Sn, se detu '·0, °ech' una mira la e cudriña.­dora á u alrededor, y, ocnl tán o e por los valla los, volvió hacia. atrás con dirección á la play" . -¿ A ónde va mi padre de e e lll.odo ? se preguntó la jo~(en. Delante le la ventana, uo era poco elevada, había un lnOnt'11 de broza. ionl 'la, in darse bien cuenta de lo que ha­cía, saltó y igu· ó de leja. á su ptclre. Nadie. e 11abía lo van ta.do aún en los alrededores; por con­siguient , nadie podía ycrlos. Sin embargo, de cuando en cuando Juan ~f illard hací& un pcqu ño alto para escudriñar con la mirada los mudos y de­siertos campo .• Dioni. in. se ocultaba cntoncc detrás de algún arbnsto 6 del tronco do algún árbol. Cuand el peón andalJa, ella, le seguía. de nuevo, sin bacer el lucoor ruido y aprovechando las menores sinuosi (des del tcrreno; se le habría podido tomar por una de las jóvenes india. de la noyelas de Feniol.ore Coopera La ma.uana era tranquila y fresca. nnca los primores rayos del. 01 . aliente habíc n il nminad un cielo más puro. Los paj. ritos 11< cían su tocado cantaodo alegremo te entre las hú­nl. edas y brillan es hojn.s. ada una el las briznas de yerba que hollab 11 lo. ie 1 suudos de la joven estaba en ierta do per­la y dian1antes. Dioni.'ia canlin. ba maq uinalmell.te, sin pen ar, sin darse cnenta do 10 Iue podl'í. l' .'111tal' le aquello, . in saher si estaba Uf'. pi rtn (l . i : (111 1 l'Jllía .. p r O'uiadn por UIl . C '1' to üH~tinto. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 9G nEY1.~TA LITEPARI.\ Parecía unn. sonámbula atraída por un magnetiza 101' de~co .. nocido. Una vez junto.' las rocas, .Tuau mirá detrás de ~l, y tran­quilizado por el re ultado de su e all n, lesapareci . e 'p ué. de algunos s gn nuos o e pera, tonisia e, rr. s­tró ha tu. 1 borde de la co ·ta lul'a. Una vez allí se t ndió . obre la yerba corca y seca, y ade­lantando con })recaución In, "Ce w;a, luiró ah:. jo. Juan .J.'faillard, que camin ba rccipitnclamente por la are .. na, iba á llegar á un rocas negra. -¡ Tanto mejor r mUrluuró maquinahnente la cabrera, do ese modo no me verá. Dionisia estaba e11 Jo alto ti una. cortadura cu..} as rocas escalonadas permitían fácihuCJ te la bajada; por oera parte, nue tra j ven tcnÍa la ngili a de su cabra y en cuatro Ho so plan ó en la playa.. Le falto b llegar á la rocas. in . el' vista" y to era lo má peligl'o o por quo tenía que salvar un trozo de pI. ya completa­mente de. nudo . .F eli~ll1ent,e Juan se había hecho iu -i. ible y ella e per ba erlo también para su 1 adre. I iguió á. lo largo de 1a cortadura, por el tor noso canül10 1 a.'tn. donde . nben la altas mareas, y. llegó por fin tÍ la.s rocas, ocultándo o detrá <.le la. prilnera. Todo estaba en silencio. Dioni:'ia no había ido vi ta por sn padre, pero, por nlás que mÍ! " alll[ oco ella, le vio á él. Aquel itio tenía un a pecto siniestro. Un gran 11ltDlerO de rocas gl'anÍ. icas yacen allí en on[n o luontón al 1 in de una cor~ tadul'a alta y . ombría., COlno si qui iel' n reCOl 1 r un dcspren­düniento autediluvi n . iOlli 1<, ora al dar la ~ue1ta á alO'una de aquella rocas, ora al tratar de p<.1.Srlll~ por eutre cllas, po lí: eneontlarse Tren e á frente de su. padre. E to hizo ll. no se moviera del mi mo sitio. Sin embargo, al cabo le un COl' o tiempo le pareció oír ruido de pa o encima ele II < bez, y levan ' lo. ojo .. Enmedio de la. escUl'padaR roca hé'Lbía una e. p eíe de gruta, cUy~'L n 1, da ca i era ina ce. ibl , conocida en el paí!"! con el 101uurc de la Cueva le la<; GlU}iota.s . .: no e' e ni:' YO. lun.l'íiinlil.¡:'; el n.h.:l1l1 ~ cbiaban los primitiv~8 ha.bita.ntes. E ta plante, Uf afluí ex6tiC{:..-t3) lléliconia. bihlJ.i. l\Iusá ea. (4) FeJi pe Pért: z. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E. RR"3TRE 707 do con aO'ua. p. 'a la cldclta copa le sus fie tas arrojaban grand s cantidad s de m íz en ID yas con agua y allí 10 dojaban fer­mentar ha a que principiaba á agriar e. T mbién los catio hOl­eÍan sus licores 'on maíz. Ya que h blamos do las bebidas fermentadas, agregaremos !¡ue no s610 las hacían con maíz; las fruta, 1 jugo de alguntw; pa.lmeras, eto. eran talubi 'n utilizados en n prepa.ración. Lo habitante le1 tIno a r aban al maíz jugo de pi­ña.; (1) talubi ~n lo hacían de palma (2) y o ras veces de ma­mey (3). Los une a a an 11 i uos (4.) bien llladnro y frescos, lo pelaban, los tri uraban con la nl.ano. y los carga.ban en ca­labazo . Al Oln nto de t 111. rIos los lnaceraban con agua. O bien ha.cían nna pa ta con '. s, a. ad . á fueg 1 nto, obre una pa.­rrilla de Inader4. La po. ta la ma tic han y el producto lo disol­vían en auua. aban la fruta de un árbol, e 1 ecie de pa.lmera, qua s8.le cu jada d l'aCinlO tos había muchas variedades: 108 principales era.n 108 (onocitlos con los nombres de musa pal'adisiaccr.., regia, c:wC'inca y apicntium.-(.;) Oas~ani. -'15 (bis) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 108 RBVISTA LITERARI~\ Del plátano como del maíz hacían multitud do u. imen ;.. como fácilmente se comprendo en vi ta de la variedad por 11 eonocida y que cada una se presta para mucha prop. raciones, según su saz6n. t y la yuca eran la base de la aliInenta i'n de los giraras (1). Las papa (2) ó turmas no eran muy usadas por 10 ind· os. ' S6lo las hemos visto mencionada entre los chibch .. En Zoro­eotá encontraron grande selllenteras de e ta olanácea. ray edro Simó asegura que ta conl ida le 1'a muy í - miliar (3). La patata (4) llalnad yomi por lo 'hil>cbas, y la ya a (5) eran muy u. ual os fríjoles ( ) y 1 s habas ocu­paban un puest importante en la, DIesa d 1 indio. El cacao (7) les el'a conocido; bÍau culti varIo y aprove­char su gusto o fruto; sacaban la excelente y . aludable harina del' sagtl (8); la cal baza (9) y la ~ huyanl (10) les brindaban eu abond nte arne. Los árb le frutales 1 s procuraban s brosos y perfumados fru tos. Algunas tribu (guacas, an ernlu,R, pop yane. 1 te.) las te­nían en tanto al recio que la cultivaban engrande al' 01 da (ll). Entre lo eo limentos v g tal s ran los TIlás u aclos la pi­mienta (12), 1 el, vo (13) y los pinúentos (14) de que eran. muy golosos. os acha.guas di vi lÍen el aj í en p dazo que arroj ban en yasijas con gua hirviendo donde mojabc ,n el caza e par preparar la cel. Las p lmeras le ofrecían una gran variedacl de alimentos; dos de lla, llamadas por los aehag a ved,.,·; abay, de gr n- (t) Padre Juan Rivero, pág. 117.-(2) 80lamum tu,bo,·osum. Solanácea.. (3) Pág. 17-.-(4) Cont'61 'ulus batata. Oonvolvulácea..-(5) Jatl'opha tU.(I­n'Íoe. Euforbiácea. - (6) Phaseolus. Leguminosa. - (7) Theobroma cacao. Dutnerácea --(8) Ma'ra')1.ta a..,..undinácea. Arundinácea.-(9) Ou.c11 .. rbita. pepo. Cucurbitácea.-~10) Cucú"bita be,·')'ucosa.. Oucurbitá.cea. (11) ray Pedro Sim6n, rág. 264. Citaremos algunas de la8 frutas más apetecidas por los indios: el aeuacatp, el an6n, la badea, el caimi­to, la chirimoya, las coreza8, las ciruelaff, los cocos, las curubas, 108 dulumoeos, las guaná.banas, Jas gra.nadillas, las guamas, lo s guayabas, 108 ica.eos. los igos, las u~huYas, 108 lulos, los madroños, 108 mame­yes, los ma.mones, 108 ma.rañones, los mirtos, las moras, los nísperos, la. piñas, las pi-uelas~ las p nus, los tamarindo. las uvas y los zapotes. (12) PipC'Y' ni(J't·)&1n. i. p.rá.cea. - (13) P :pe,. coria~ennt. Piperácea..- (14) Capeicum annltm. l::>olanácea. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R . TR ~ r .-ALl fE.·T J, 1 DfaE~. 7 es re. cinl :i,1 laban un p duoto qne comí n cocido' asado, y . ,cí n un br baj , , de quo llenan ]08 :vien' re h t. no 1 ocler mtí '." D u el h\.os .. cu.ban aceite los chiri. coa que rállclola y x rimicndo u jugo en bols~ fabricadas con e' objeto. Le aza 1'a abUl la.ntísima y llonab n sus bo. ques los cua­drú pedo y ve llo toda. e p cie . .A. 10 cua l1'tune. no. en algunas tlibu. no les hacían el honor e la me a., e11 o 1'a era u carne muy ap ecida, e peci Imen-la ~ ríe a eti mico [lJ y marimoll .:\¡ [2J. De e. tos cogían ta.l can i la 1 lo lano. , que 1 ecab n y ahuma­b' n con. r T~tI· 11 carno [3J. ~'ntre lo. carniceros daban 1 preferencia, al o. [4] ' el lo roedore comí n 1 conejo [5], urí [ü] . - 1, [7J ; lo' d 'dcnta o proferían la, carne in. ípid .. d -1 • rmadill [], el alimcn'o e ogido de oa.­hi o ~. chiricoe. ; la Ce 1'ne coriácea 1 la da ta [ J; las 1 za­hino [lOJ ,. tait. br} [11] Y c. pccialnlente l, s d 1 ciervo [12J y venad [lu J. Cl\ n por 110. sah rada. L \) n: du ra. ~ com Ol tmo, le un 1 n. yá mny r ro'" por la caz :T o to lo, , entre los . . la calne d vena o; era e te un privi-egio q n concedí. el ca i u • L. el' o mon es , en cal'ubio, reCOl'IÍan las selvas en tropa d, má de llfLtl'od nt·o illdivi uo [15J. T.lo chiri 0.8:- go hi' o., al rovec lab n la carne de"l 1co­ne y zorr ,y a,un d cu nto animal mataban en el monte. Poe avc ran c.'deñ· .ua., por los in lio , mu ha de los gorrione. ,1. trepad J'a ,1 gallinácea, de ncul uta Cé rn to­la elh .. : la to 'C 2 [lfl], la Lrtola [17J, la, perdiz [1 J, la pa­, ami a [1 J, el l' -o [2 J, la guach raea [21J, el paujil [22J, la l lJ Cdbu,s,-V L. iela.tll, l'Z] AteZes hybridu.8 - [3 J Pa.dre J. ni vero, pág. 10 - 1"-J UI'$u,s a.ned mu,s.-[ ~] Leptu ame)'icanus.-[6 J Am.a('n'¿o co­baya.,- f7 J D sy¡n'occta c)-i tab,-[ ] DI. ypu.s trisinetu8.-[9] Tapir'Us a.me­rt~ nus.-[10J Dic'U,h,,, la.biatus. Pd.quirlermo.-[ 1 J) lí. Torcu,a,to-[12J 06'1'­vus [peronr.i. Rumiante.-[13] Irt. m.eroicam.os. Rumiante.- [14J AcoBta, rlig. 18.-[15J '~de observar que en a.lgunas tribus de 108 Llanos era muy desprecia.d.o el ceb6n casero ( umilla).-[161 Columba. mo"ta.na.- (17) Id. turtw'.-[l J Tetra.o pm" .liz.-[1 9 J Columba. risoria..-[20J M cle(J,(Jt'1i6 g(l.1/,o po, 'o,-[21} Orta.licla, sqtUL~ta..-(22) O~"aw a.lc;6tor. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 71 REYI TA LITERAP..IA pava (1), el gurrí (2), la llineta (), 1 pavo real (4) etc.; los palmípedo. aquí conocido (pato r!SJ y an o) (), ran el manjar que con má ahinco p r guía . La n'loneda en ql.l 10 colinlftS paO'abnn á us ram.eras n­istía e a e que ; ta v ndían como bocado predil eta . (7). La variedad de ece que se re roducían n lo gr:n e. y numeroso ríos;, los que cogían en la costas y en la lagunas, eran muy apetecí os. El con urno que o escado hacían los indio de Santa ~lar­tao era tan grc n ~ lue n. uello e tribuyen los cloni ta el que esas tribus no fueran como la lnú 11 ropóf ga. ( ). Los indios del . tmo aprovechaban la ; poca en que la pesca era abundante para hacer n pro "1 101le que debían durarlos el resto del año. ara con 01' ar los 1 es ndos los to t ban en grandes hoja (9). o aburraes e timaban m ncho 1 pI' neto de u pe cas, que comí n fre co, to te do 6 consel' a 1 cho 1 rin :(10). La tortuQ'a (11) Y la icotea, la iguana, la culebra eran d URO mu gener l. T"Jo coli as se alimentaban con ratones, sapos y unas nlo-ora que llam erdo con ra a ar la y d pi-cad ura eneno o á los que le da an al' cule l'a., á la uo cor aban 1 s . tremí-dade , figul'abc n n 1 ro. a de lo. n.iri os y airara . L ban con i i nt yají. .JO ían par c d su alimento. A] ra on ., n auÍ cual i fu ran li breo y" lo eonl 11 tan in a. ,o Cll 1 . i fneran poI} s.' Los nehao>uas e un muy nfi lona lo á e t~ }n' a [1: J. ra 1 lo. tía. nin-gún animal inmun o. achagu 11 no á los goahibo., que (. t dicia. [ 4]. lV r no 1 un anÍlnal arr ti­C01111 ron . i L ~ar la inmun- (1) Perrt6lops d. abw'1'i,-(3~ ,pipile. (4) t'a.·o CMStatU6. [51 ...(»a8.-(6) Ana8an e, .. - 7 ) ray p, Simón, t m JI, pág. ~t3 ).-, ) FrAy P. Simón, tomo 111, pág. 615.-( 9, '-0 a. pág. 1-(10) Acost • pág. 115 Los )\but'rass cultiv¿ban el Inl.íz, la yucas, 10 f mes y la.s frntas.­( 11) Testttdo.-(12) Fray 1 edro SimÓD~! omo 11. pág. 67.- [ 1~] Padre Juan Rivero, pág. 117.- 14 Pa.dre,Juan River I pá . 16 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. E. RE TREPO T.-ALLlENTO: I~DíOE.·A 711 Los airioos, cuando e caseaban la enza y la pesca, Be sacia­ban con iguanas y tortuO'a y con varíe p eies d aban<.li ja,8 repugnantes, C01110 • on : hormiO'8. ca. i d 1 te maño de u na ayispa, unos gu anos que e crían en lo árboles, y ot.ros p ludos que s amontona.n en las ramas. Al llegar al pón P riño vio: u eis ó ieto r tones q u e tenían onos indios cocido en la olla con in ípido tallos dc ihao' [1 J. LOR tecuas, nu nUl' de los aliment s que aaeaba.n d s n8 labra.llzas de maní, t. ha íe n u o d u tortas alu'una de eazn e con hormigas (lada. ame ,'ad , que ola. y too tnda a inlism.o suelen omella en 1. 19una partes [2J. Esta misma variedad de h rmigas era muy codiciada por 108 airieo e ] y la tribus d 1 hoy D p.l.'talll nto de antan­der, qui nes las comían cruda,s. En 1 día son aún muy per egui­da. por los habitante de aquella l'cgión y tienen un gu to bas­tante agr< dable. Los chocues, nación donde nUlChas v(>ecs 8e saciaban con los a ávere de. u propia fmnilü , . proyechaban para su ali­mento cuanto caía ú. u nIano : H Gu anos come la naci6n maldita y ha ta los cabello que se quita." Las hilas que lo e pañ le arran aban de SUR llagas las engullían I chocues y bebían la agua. n que se lavaban los pies y las manos [4 J. El reino mineral lo ponían los indio. á contribución e. plo­tando la. sal. La tribus qn , como los quim.bayas, los chibc]la , loa lilis, etc. tenían en su dominios fuente .. aJada, po ían un artículo de comerci con u veeillo~ y una ba.'e de riqueza. La al la cambiaban por oro, manta. , haluacas y otros artefactos. Muy pobre tenía que ser el individuo que 1:0 po eyera e te con­dimento, para. cuya cons cución hacían cualquier acrificio. [1] Oastellano •• Hiat01"i4 del 1,"I'1tet'O Reino de Granadn. O. XV.-r2) Cas. tellanoa. Hi,roria, <1ol Nuevo Reino de nmn3da C. V.-[S] Padre Juan Ri. Vtll'O pág. 32 -L"] Ca t~Jlan s. I't\r , JI, Elpg. 11, C. U. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 712 RE ·lRT.A. LI'J'ERAR A r.JOS chibchas tanía,n dap6 it . d H 1 en las fronteras par cn m i r con L s dmn:l.. tl;l bu • 1 P " a encon 1'0.,1'011 do bohío Ce bandonu,do , lJane de al. [1]. . ali nd d 1 f01llpOX, l 01' cnel' s c i solita- 1ias, vieron una ChOZtL el la eu 1 había, } 1 n bnnclanci [:..J . :rada. Dl:L uc1imentari que 1 ins ~ 1 ción d la cocina. in­dígena. Trc pie\.lras u. el u lo. un oca'" 011· componían su utcnsili culin~ri. 19u1 ' 8 ,-ece r CIllI lazal>an la 1 i dras por trozo el alcil1~, n forln: de 1 riHo' uamado. > '610 para. el pan de m.aíz . ~.:le caz, be poseh útlle. e. p cü le como pio­dras de m ler, pilon s ó gran 1 almir ces de m4 d l' ,rallo., te. Unioame .te la m.ujer entreg ba, á lo trabajos de la C0- cina. a eara , las verdura , tub ~rclll0 , e '. 'l'an coloca ° en agua. alada. unu,s vece, otl' '. n agua pura. l~n e te ca 'o, al roo­m nt de om 1', ponh,n en la. lnita l tIc la arte ú 11c: en ne 'ServÍa.n lo alimento un pech zo gpue o el· . 1 ; r ult TIllo d a. uÍ muy in ípiclo 1 . hoca lo. de In. s :tperficie y muy, a14c10 lo dcl c ntro. E ,t c. tUlubre h on. 1 scendientes de los cuna. . rucho d seuO'año tn:v'ieron lo c. tellanos al acercaI se á las "'Vasijas en uc los indíg nc:, pI' 1 araban u luida,. en la. scrraní ele A ib , aco ado. por el he mbr ,. e al'l'oja.,ron ob!' una. Ha. no d Hos 1 'or' un ·Ul·í qu. a: los 1 á. no pudieron n,ciar su petito á lle), ·i. ta de una lllano le hornbre, segnndo ocado' iU l' tri aron [. J, n el Opón Ucolltrt 1'011 ra­tone cocido cuando el' yel'on hallen' 'uríe [4J. ~l in io, como 1 emo vi t , apr vechaba cuanto le ofr 'nrlaba la llatnn 1 za. T nía t¡ n el buen gusto, que trib que habito ban t 1'1' no Pro idenvia le los mú selecto:; n'!. 11 . al , no d .' ñ< ban la. a­bandij y I producto pllgnL ,ntc de la :fauna colom­bi na,. R.'E '1'0 E TI'KPO Tn. 010 II poI : 1 oy ti<.~ 1 Inundo nt ro un .010 acento r la riel ... ' l~ :Mu rte un canto solo: Los nido á lo. yerde " 1 \"'n. umbría -¡ 1 mel110s! - die n.- E llegl do 1 día! 1" tunlba n flor van u, pirando: - Ánlad! ama l. 1 tiempo huye volando! Toca á u corazón - jardín {lorido-fi 1 ensalIDonto, y dice: -: brom, cie]o ! Soy un vi'\¡j ro tri te y d0101'itlo, an do e toy, ~ repo al.' anhelo. En e e edén feliz dormir ansío, n bien 'oñan o ne j me" fue mío; ormir e11 calma dulce y apacibl , Un bion sonando, para mí inlposiblc. 71; ROBERTO ARVÁEZ. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 714 Ja:Yl:-;L\ LITl':l'AllL\ AL DOCTOFt N. R. CHEYNE 1 h! ¿ qui'l n llorar . obrc ~n ncrte, Cheyn , áuCT 1 11 ad, a,bi it feliz, Que. be del dolor y de la 111 u rte alvar á los d lná', pero no á ti ? -en n o, en un día. tropica.l de Ener , Ten ido el cl lo de brille ute azul, Desde el cenit '1.1 univelso entero Derrama 1 sol calor, y vida, y luz; Hacia ese cielo e pl'n id ,encanta o, cvanta ntonce aleo re el c r. zón 'l'ánt víctima humana. ne ha. alvado, Ben ici ~ndote á ti de8pu' s de Dios t tú 1 di tl'a, pálido, en retanto, .Al pe h lleva con intenso afán ara contar, con gozo ó con e. ato, e tus artelias el latir mortal! E 1 rico no te p ga., on 1 oro uo co la. vi a le tú : 1\ ás rico aún, 01 obre on el lloro Te paga de u a.nta. gl"l.titud • .... Ia ay 1 ni la opule cia genero 0., i el odcr, ni 01 ~ mor, ni la. ami al Ay t ni tu mi ma. ciencia prodi iosa e tu de tino te podrán salvar t ue la griega, firme y a revida, A los ciclos pa lna o arranc' 'ru ingl a DlaDO el fu g de la rida; y un hui tre te devora 01 corazón! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. O. UU ON .-I>OULEl R ~'r V¡;RT~ DOULEUi El VERlU 1 Qoi done ne pleurerait ta. sombre destinée, Oheyne, ami doux et bon, infortuné saTant? Donleur et }"Iort ont fui devant toi bien eouvent, El par elles ta vie est presqne terminée. Parfoia, pendant un jonr tropical de Janvier, Les pavillons "do Oiel de splendenrs étincel1ent; Sons nn soleil de fen vie et clarté ruissellent, Do zénith enftamm' sur l'Univers entier. 71~ Regarde: e peot-il que tant d'éc1at ne touche Ton creur qui d'allégresse en ton sein va bondir? Par ceux que tn a.nvas écoute-toi bénÍI ; Aprcs celui de Dieu, ton nom est dans lenr bouche. Mai d'on vient qu'agité d'on secret tremblement, Tu comprimea ce coour sons nne vive étreinte? Tantot 1 espoir l'emporte en toi, tantot la crainte: De 1 art re tu suis l'in ~gal battement. L'or du rlche ne peut á ta soJlicitude Payer un juste prix l' onbli de ses douleura. In riche, plns heurenx, le pauvre par des pleurs Te prollve simplement sa telldro gratitude. H 'las" ni l'opulence au crenr si g 'néreux, Ni l~ Pouyoir, l' Amour qne rien ne peut éteindre, Rien, pas meme nn savoir qui si hant put att 'indre, N e te préservera d'un destin rigoureux ! Mieux que par la maln grecque acharnée á Sa prOle, Par ton anglalse malO, aux cieux épouvantés, }'nt arracbé le fen qui vit en cent beantés. Maintenant, un vautour te dévorc le foie ! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 71& J. E. CARD.-AL DOCTÓft N. R. CIIEYl!JE Oh f ¿ quién no llorará sobre tu suerte, Cheyne, ángel de bondad) sabio infeliz, Que sabes del dolor y de la muerte Sa.lvar á los demás, pero ne> á ti ? 11 Oh ! no te enojes, n6, con el poeta. r Si él no puede el decreto :revocar, Si él no puede arrancarte la a.ct~ Tampoco ~ene á emponzoñarl&. más! Su mi i6n, cual la tuya., es de consuelo i El sa.be que en el;valle del do or, Ni todo gozo es bendici6n del cielo, Ni toda pena es ma.ldición de Dios. Tú sabio, simple yo - los dos cri manos­Ambos sabemos que a.nte el Sumo Sér Que pesa en su balanza á los humanos Prueba. es el ma.l y tentaci6n el bien. -Si todo cesa aquí, si noche eterna Es de justo y malvado el porvenir, Si de la.s tumbas en la hierba tierna El hombre entero se ha do transfuudir; 1 Sabio entonce el malvado y necio el justo r ¡ Necio de ti quo con tan loco afán, De negra muerte en incesante susto, S UfrOIi y haces el bien sin esperar f -Pero si nunca tu escalpelo ha. halla.do, Cua.ndo un cadáver fétido rompió, En la alba.mina. del eerebro helado La, contella inmortal que la. animó; Si ese cerebro pesa. cual pesaba, Si s610 falta, el pensa.miento en él, Oh! si ese pensa.miento aqní no a.caba •••. Sufre; - 1.:. e pera en tus dolores, Cheyne ! . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. O. DUSSO ,- OLE R '1' BRTU Qui done ne pleurerait ton lugubre destin, Cheyne, ami d01lX et bon, mais infortuné sage? Que de fois, au malheur tu portas un message De vie, et ponr toi seul on art est incer al t T Non, du po te, ami, na crains pas la. censure! 8'i1 n'a pas le pouvoir de révoqll r l'arrct D'un sort trop rigoureux, ni d'arracher le trait, 11 ne vient pas non 1. as irriter la blessure. Vous avez tous les dcux la meme mission ': La Peine et non la J oie, á nos cot' chemine Vous offrez á ce Monde Ol! la Douleur domine Lo mema baume sur, la Consolation t Devant le Dieu qui pese en sa juste balance Nos fautes, nos vertus, que! est done le chrétien 717 Qui ne sait que pour nous tonte épreuve est un bien? Moi, simple, toi savant, nOllS gardons le silencel Si 1 imple et le juste ont un meme avenir ; Si le gazon béni ne recou re que cendre, Si tout ans le Néant doit a jamais descendre, Si l'homme tout entier an tombean doit flnir; Le juste est insensé, le pcrvers seul est sage J Done, insensé toi qui, préoccnpé du sort De ton ame, et tremblant en songeant a la :1-fort, ouffres et fais le bien partou t sur ton passage. Si ja.mais ton scalpel habile n'a surpris, Quand du cerveau glac' tu fouillais l'albumine, L'étincelle qui 'Pense, agit, guide, iHumine Ce corpa qui n'offre plus que d'informes débris; Si ce corveau pesaít ce qu'il pese encor, Cheyne, Si la pensée a fui seule au choe du trépas; Oh ! si cette pensée, 1ci, ne s éteint pa~, Souffre et de tes douleuxs erois a la fin prochaine ; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J. E. CA O.-AL DJC'l' • R. ':t:U~Y 11 Oh J no te enoj es, n6, con el poeta J Si él no puede el decreto revocar, Si él uo puede arrancarte la saeta, Ta.mpoco viene á emponzoñarla más 1 1 En el gran día en que de Dios la gloria Se te presento en su v~rdad y luz, Hallará el ángel, al abrir tu historia, Bajo cada dolor una virtud 1 Entre el justo y el malo hay un ahi roo : El placer y el dolor, el bien y el mal; Para el malo son fuentes de egoí mo, Para el justo son fuentes de bonda . ~í; cuando el malo, en su carrera corta. Halla salud, prosperidad, honor, Triunfa, y dice en sí miRmo: 1 Qué me importa. Que otros padezcan mientras gozo yo! y cuando al fin sobre su frente pesa. Con todo su rigor la adversidad, Cae diciendo entre sí: 1 Qué me interesa, Si yo sufro, aliviar á 108 demá I De Caledonia bajo el turbio cielo, De eS08 montes románticos al pie, e do ha tomado Libertad su vuelo, Bello tu madre te admiró al nacer. Con un germen de muerte allí naciste, y con un germ.en de bonda.d en ti : Los tesoros de ciencia que adquiriste Aquí te emos prodigar sin fin. Sabio, puedes vivir para ti mismo; Justo, quieres servir á los demás: La ciencia, que degrada. el egoísmo, La antifica en ti la caridad I Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .D o .- DOLEUr. ET ERTt= Laisse au poete, a i, le soin do t'animer! S'll ne peut révoquer la fat le mesure Ni retirer le trait, ni guérir la blesslU'e, Il ne ient pas, du moins, crois-le, l'envenimel" ! 111 71~ u 1!raud jour Ol! de Dieu resplendiI'a la. gloire, Ou tu contempleras sans fin la Vérité, L' chango, au Li re d'or, pou!' la Po térit', De douleurs, de vertus 6crira ton histoire. Le laisir, la ouleur, et le Bien et le Mal Entre bons el; mauvais ont creusant des ahimes; Les fruits divina du bien murissent sur les cimes; Le 1Yfal, en has, produit l'Egoi'sme infernal. Quand le :fal, parmi nous, meme en passant l'emporie, Quand il trouve partout honneurs, prosperité, 11 triomphe et ecrie enflé de vanité: l' odre le prochain {oi, je joui ; que m'importe?" 1tfais quand l'Adversité pose eon doigt pesant Sur co front que, na.go. 're, un égoi me impie Gla~ait, il onge et dit: " Pui qu'il faut que j'expie, "Les soufErance d'autrm que m'importent, 8. présent? " Sous le ciel nébuleux de la Calédonie, Au pied des monts fameux, sur le fertile sol D'ou la Libert' sainte un jour a pris son vol, Tu nais, et l'on te trouve uno grace infinia; 1:ais dans ton tendre sein est un germe de mortI Bientot s'éveillo en toi la pure conscience; Puis tu montres a tous des trésor de scieDce, Et des deshérit' s tu soulages le sort r Le . avant ol'gueilleux en lui -meme se tie. Ju te, vivant pour toi, tu pou.vais tout avoÍr; {ais l'Egolsme froid d' grade le aavoÍr; La. charité chrétienne en toi lo sanctifie. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 7 ... 0 J.~. CARO.-Al, DOCTOR.:. R. CHEY ~~ 1845. y hoy vives pobre, enfermo ...• y envidiado t Mas bendito sorás en tu dolor, Que el d6n del de graciado al desgrac'ado Es el más aceptable para Dios r En el gran día en que de Dios la gloria. Se te presente en sn verdad y luz, Hallará el ángel, al abrir tu historia, Bajo cada. dolor una virtud r J OS:H EUSEBIO CARO. A MARIA LUISA DE DIAl GUERRA (INÉDITA) ¿Sobre la faja del horizonte Ves la gaviot.a que errante vuela? A í, muy pronto veré tu vela. obre la faja del horizonte. ¡ Cuando se oculte tu patrio monte, 11anda tus ayes á Venezuela Con la gaviota que errante vuela. Sobre la faja del horizonte! JosÉ A. CALOAÑO. Caracas. 1892. • • CANTOS DEL PUEBLO Me duele la cabeza De suplicarte Que m e des un remedio Para olvidarte. La desgracia me signe . Según voy viendo, Pues cuando yo te busco, Tú Tas huyendo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. O. DUS o .-DOLEUR El' VERT Anjourd'hui u vis pauvre et de tOU8 bien aimé Il n'e t i\. ta. douleur nul qui ne compatis e. 721 Le don du pauvre au panvre est - il un don factice! Non; de Dien par nnl don le coeur n'est plus cha.rmé. Au grand jonr ou de Dien resplendira la gloire, Oil tu contemplera ans fin la V'rité, L Archa.nge, au Livre d'or pour la Postérité, De doulenrs, de vertus ' crira. ton histoire. O. DU~SON. [Traduit de D. Jopé E. Oaro. A bord de l' Australian, en mer, de OursQso a Barranquilla. le 1.81' Novembre de 1891]. Con los ojos del alma Te estoy mirando, y con los de la cara Disim ulando. V é, pensamiento, sr díle Al dueño amado Que me vnel va el sosiego Qne me ha quitado. Ahí tienes mi. coraz6n, Ábrele con esa llave, y verás c6mo allá dentro Solo tu persona cabe. Confianza no quiero Con tu palabraR, Que de ti no me fío Ni aun con-fianzas. Yo no sé si me quieres Ú si me olvida , 8610 é quo yo vi o Cuando me miras : y así te pido N o oh-ides el remedio on que yo vivo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 722 JUiYl 'TA LITl:RAPIA D. JOSE JOAQUIN ORTIZ (1) (N tloCROJ~O lA). Cuando a.hora moses oirecímos á nuestros lectores a.dornar las páginas de esta REVISTA con el r trato dol benem 'rito Doc­tor Ortiz, decano de nuestros periodi. tas y poeta~, no imagi­námos que, al ir á cumplir la oferta, tendríamos que acompa.­ñar á. ella la. tr· te not.icia de la muerte de aquel insigne pole­mi tn. que vivió siempre di puesto á defender la. creencia de sus mayores; creencias qne fueron para '1 el culto fervoroso de su vida y la ens ña fiel de sus más preciadas labores. A semejanza de Al arcón, el reputado novelista español, que ordenó que sus restos fuesen confiados á la tierra sin lá­pida, sarcófago 6 in cripción de ningún género que 10 recuerde á los ojos humanos, D. Joaquín dispuso que su entierro se cele­brase in pompa ni mundana ostentación: niso morir como había vivido, nmedio de la humildad y del d sprendimiento. 1 Qué noble ejemplo t y cuán digno de un varón jll to y cris­tiano, hoy que el orgullo y la soberbia humanas no de p r l­cian ocasión de pagar tributo á los falsos e plcndores del siglo t Pero, no obstante la enciI1ez con que se verificaron la exeqnias del Doctor Ortiz, una concurrencia n nmero a y dis­tinguida llenaba las amplias naves del templo de San Fran­cisco, en donde, colocado en el suelo el cadáver del cantor elo­cuente, del animoso é incansable tribuno, del apologi ta del bien, la. Iglesia, por medio de su mini. tro , le im partió la postrera bendición, acompañada de las consoladoras palabra : escanse en paz r .•• Fue el señor Ortiz, en el largo curso de su meritoria. vida, maestro de dos Ó tires generaciones, á las que inculcó, con no· torio empeño y pers6v-erancia, los conocimiento que po eía; le sirvió á la pa.tria con honradez y lealtad en los destinos de elec­ción popu1ar ó de carácter administrativo qu se le confiaron; pero en donde lució mayor energía y convincentes dotes roe en el estadio de la prensa. Aquel fne el baluarte, digá.moslo (1) Na.eió en lA. ciudad de Tunja. el dí~ 10 de Julio de 1814. Murió ( ln Bogotá. el t4 de F~brero de 1ll92. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Q. z. ( 14ll en ojeTo deZ ora.z&n de Jest1 ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l. LA VJJRDB J. AYA,-n, J .«: JOAQl'L- R-TIZ 723 así, en dondó apareció en alto em}luñando la bandera. de sus convicciones. Polenri. U: ardoro o y n ~rgico llunca cayó en }o vulgar, Peleaba las grandeR batalln..q, desdeñando las escaranluzas en que se ro.. trea lo ruin y antojadizo. Illspirándo e do continuo en las grande tradiciones d la historia, había fnndido en tan ya tos molde los ideale de su ambici6n. LoO"r6 ver nombre popular y prestigioso cuando re-dactó La Oat,,'dad, SOlnanar io de amenísima lectnra, desde las columnas d 1 cual h bIaba 001'1 oz tau autorizada y llena de mí tica unci6n, que aun alguno 3accrdotes la acogían Olno modelo y segura guía en la ideas cristianas y espiritutltli. tas. Apa ionado por las bella letras desde muy joven, culti­- vándoll1s si mpre eon esmero y solicitud, logr6 adquirir en breve un e tilo que, aun en pro, a, pudiera calificarse de ~pico, sonoro, orillante y halagüeño, por la imág ~nes po J)tica que horÍan vivanlente la 1111. .. ginaci'n del lect r. E te e entía at,raído c n tal' maO'nético influjo y educción, com nuestros ojos cuando contempla.n los variados luatices de vi tosas óras. Cantar la virtud cn bellas frase , enscRándonos á amnr]a, s algo n1ás que reunir lo útil á lo agradable do que habla IIoracio. El nombre del Doctor Ortiz e. t r vinculado á muchas m­pre 'a de carácter lit rario y civilizador, y por- eso al d sapa­recer del e cenario mortal, recogelnos con gra itud el ] gado lnoral que no d ja: el haber a.yudado con sus talent s, con su saber yen lt. inquehr .. ntablo 011 taucin, á aparta.r las tinie­blas y á avivar el Ragrado € ine~ tinguible fuego de la fe, Apaciguada la tormenta el cielo mostróso propicio á ns el more., y en m 111ento. de tr gna. ó de vi toria, tal p rece como que el ángol de la re lupen as, cn y z del de la nluerte, hubie­ra descendido á la ti 1'1'1, á corral' los oj ~ del fi 1 atalaya, á COIl d 1'10 la perdura.bl palma del varón jn to y cristiano. Ya para sn e píritu inmortal COlll nz' la vida lo ultratum­ba, luas su nomhro y sus obras, quedand entre nosotros, ae­ráll en el crÍ 01 de la historia. adie n1ejor que '1 pnd rvir 1 tip lo lo que hubiera , ido uno de los in iguc prócer qllc no~ legaron patria y li­bertad, iviendo Iltl" llosoLl'O,, .Y U IlUCS{,l'OS ti lJlpOS la. vid~ 1G (bis) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 724 RE ' 1 ''lA LlTE AlU. de la R públic, . Por sus vena corría la sangro impetuo a y altiva. que lle a á las grandes tran forma iones, pero 01' la e ridad de su oonducta, por el re peto á 1 tradicione y el amor á sus creencic religiosa, fue umiso á la 1 y, deferente á la au toridn. l. Si do lo público p s mo ' lo privado, veremos con rego­cijo que fne en su hogar padr muy . -trem . o y en ible; amante on orte h ta. el po t:er in nte de su vida. Su fiel compañera, la distinguida matrona .& Juliana f&lo, le acompañaba de continuo en su cu 1 to-eScI itorio, en donde 1 estimulaba con su oportuno conRejo á no de mayar en sus labo­res yen. dondo gozaba con ca. a nue o laurel uo conqnist ba su amae trada pluma .... 1 Quo Dio dé co suelo á. la atribulada familia. del poeta. ó indemnice á la patria de la p 'rdida que ha hecho 1 ISIDon.o LA. YISRDE A I YA. • • JOSÉ JOAQUIN ORTIZ Con su corona de brillantes c nas, r6ximo al Oi lo, cu 1 titán andino, Aún brota fuego 01 vate grana ino, Estrolla de las etras colombiana .. Por la. J u ticia y la Verdad cristianas Combato aún al fin de su camino; E la Fo u broquel, triunfar u sino, luma. y laúd us hojas toledanas. Ama la o curidad y luz destella; Canta la ,tria y su adalid gigante, y en e peso olivar e alberga oculto. nt.re su pompa lírica descuella La voz de la casca:ia resonante, y es pudoro a cat'idad su cul to. ÍAZ Er~ e TILI •• Barba O:U:, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .J. . POR i.~ tcr • nRE VE RZU~I. 72 DARTA OBRE VE EZUELA Bogotá, 6 (la Marzo de 1891. - or D. I.itl,(Jro LafJ,rtl, Amaga .-En la ciudad. Señor y amigo muy es imada: p. 1'& corresponder á su amable invitación habría. yo de-cado traer conmigo lo que ke escrito sobre Venezuela. desde &qllella a.ci6n. hermana. Unos fragmentos se me quedaron entre incontables borrones, y otros se me han perdido por una. razón de qu.e no quiero a.cordarme, pero de que 110 soy en abso­luto culpabl . Es usted, como yo, migo ca.riñosísimo del her­moso pedazo d tierra. ea que nacieron BoH var y Páez, Varps y Gilillermo ichelena, Bollo y ralt, a.noja. y U rbaneja; y. por e o, si u ted quiere que algo le cuente de allá, yo me apre­suro á. complacerle con igua.\ buena voluntad. Es tri te, señor y amigo, que estas Repúblicas hispano - ame­~ icanas anden tan separada.s las unas de las otra . Por cierto ue Dolí ar no creyó nunca que sus hij , specialmente, vivie­ra. n en ta,ma,ño apartamiento. Las glori com unes no despier­tan sino recu rdos mel ncólico , y 01 común porvenir, en este fin de siglo descr ído y materializado, no inspira. más que des­deRoso ellcogimiento de hombro. Toca á varones, como usted, amoroso cultivador de las letras, estrecbar unos vínculos que 1& malicia ó la ignorancia quisieran convertir en causas de enojo ó de esqui e~.e8. Por una feliz asociación de ideas, me estoy acordando ahora. de los ratos que frecuent mente pasaba yo en la Acade-ia Venezolana de la ngua, correspondiente d la Real E p - ñola. U ted conoce el local de sesiones: e un bello salón que da á la plaza que se llamaba ue Guzmán Blanco, donde e istÍa una buena c. t tao. cco.cstre de e te Genera.l. En el centro del sa.lón, á lo largo, ha.y una. mesa, tallada., de forma semi - o a.l, ó mejor dicho elíptica., y en su dor unos diez y ocho sillones, mullidos, de ancho y alto espa.ldar, más que cómodos, conforta­ble . De las pa.redes, pintada al óleo, cuelgan cuadros alegó­ricos y retratos de los má di. tinguidos hombres de letra ene-zolanos, y en m cos adecuados s en las fot grafía de lo actuales a~&démico de Madrid y de Caraca. y aun de los inmo,'- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '726 I EVl.'lA LI'IER. RíA tales. aparada por un corredor e halla ]a Biblioteca que cucnta con má d.e d. il vo ú ene cogido .• En 1 patio, ebe u. ted recordar que hayos p;oz, le artillería históricas, una e pañola, fl~ance a la otl'a.. el br nco mba., el gantes, esb I­ta , llenas de raros dibujo y de in eripeione , ca. i f ro nína , como si mano dc al' i, e O hubiera comlla id en ac ri iar á la Ilerte e utem 1 n 1 con el o 1 írüu el horror dIe traO'o. no. á e. 'alón concurría yo casi diari, me tc. 1', 1 por las ln::tl ua ; m ñanas ti ia, e 'funlada. , rumo­ro as, que convidan á vivir, en qu el cuer o so hundo on delicia en la l.tmó f ra iáfana y ribrc nt ,y n que la m ni vuola c n el capricho de un pí ja.ro . .t ntes me a. ca a una me­dia, hora por el bonit e~pacio coro r nuil ntre la nlver t· lac.1 y 01 l. cio Legi h ívo. ua rito de floro y d phntas i ·n.c , dccol'n.u el ane! . 011 la esquina lo ~an ro,llcÍ co unu, ad.l. con el an 01' quo he n t,ado en árbol "011 l'u,bl "alza < 1 cielo u rallla e u-rdtu' y de fo11aje. En el centl'O de la 11 una fu uto ti .¡el. ,apar. u. m.lll'mnll s ~ iiolient s, yo am- Las mnboca las, c¡ ne van á . trollar e, tt'( uu( v ir t, na d In r., en Ta, •. < s le lo bonl var ,. o de.' n. < n. 1110 n pro­e .'iÓu iU1U hle, los aH, l.'ngui 10: árbolc.' de las el alalne­( lo. ,qu ncicrl'un al apitolio en nl'trCO d ri. lleñ paisaje, Al ah de una. \""11 'Ita \' nit' ha ia, mí á un h nlh1' '01110 d a l'l'a.tla.. aun 11e c l to.. id le 1 allt, - l'u mia, chi to.'· t.r.' 1 alno~' 7\Ial'Í< r· lll'if{ll , lcaño, y por últinl j r~l. r l'. l',. J). JI 1'. el i , lcvitn, y DI'baLa. n gra.s y por a,thí dic l. traía lubl' r n] . n­leÍ< . ~ t 1 'cgltida 11 po, tl oh', n. Jo. { . Jo.' uto io . 'clnn.r lo, • l~un. s " c. n. F lip T-fé dÍn 1 le (IHLl'tlia • .J llí e hahlaha Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J. . P 1 RA .- AR'IA :.; B l', ~ [':.·E7.l RLA 727 de todo: le política prinlero, porque se prin ipiaba por comen .. tal lo~ diario de la noche, mini teriales y de la opo ici6n. Los académicos tra e ban 'on libertad el n unto, porque yo, aunque di} 10111 ' tico c~ tranj " con idorado era por ellos como un' pai ano, y jan á, COUl li. cípulo, ni siquiera de apro "echado, de Talleyrancl S 1 isnlar ·k. in embargo, yo, por razón muy encill , íc ntonces luá que hablaba, y mis ob eryaciones, cuan- 10 m ntr vía á hacerla,. e cont nÍan en los convenientes lí- 0111.0 eú tod s r arte., allí también se enderezaba el mnn 11. artículo de D. F. González Guinán, á nlÍ modo ele ver el pcriotli ta políti o ud.. intene'Íouado de V nezuela.; Ó de D. T lnás 1 ichalona, c critor . erio y laborio o, carácter ro­b Ido á 1. :i COUIUlle inno ida 1 s do l· política; ó un 18orO'o di­tinunho de algún periódico gobiernista, eran la can a. de la con ~or ación, ht onn,l, e11 zig-zng, se . alpicaba con las \rehemen-e y talcnt .' ap ~ eiaciones de fanrique, con la desdeñosa ironia.. le D. Edu· r o, 6 con un chí te oportuno de D. Jo r .i ntonio, ú on u a, ocul'renci aucc 'tioa del inteligente Ge­llera1. D . pu ~ , 1 01' llaye gr, daciún, pasában10s á la crónica 1 gall 1 1 día; y, por '4upue. to, al teatro. lJu 10H últimos me­. e y a,ún d ben continuar allí dos compañías de Opera, re­galaban lo. oído caraqueños: la de Antón, arti. ta e" pañol yi ,lgo ga. tado, llegada primero, y la do i·i abaza, un e ctivo cmpre.', rio d 1 país, qu iempre tieno ti IIp para i '. á Europa en bu ca do una lroupe. Por enton-s ~e diyi li r n 10R araqu iios en dos bando': en la Compa­ñía d nt ;n sCl'yían d r lamo la '1 ul'coni ]-~l'uni, impática y hOll ,ta 111 ujer, el v z fl _ ib1 Y lli lodio. a, (1 no atrae Cf)mo una sir 'na, pero ,'in [61iO'I'0. ; y la R ufini, que á la. :faculta· de. del n..l't , 1'e1100, n maravillo. o conj uto, la seducción do la fran so, á las opnlen ia. y p ">rfeceiouc del cuerpo de la ml1j l' l' m( na. ~ n la. mpañía lo Leicibabaza, de collaban 1 Un rcia. y la Ir uo'u t, na.p litanH. la. PI im ra y ]a otra do Cata- 1 uña. r a, 1 U ~r ü" rn. y cin~ lnía 11 el rando Hotel y pnd trnta-rle n n ~ do COl' a, a. í conIO á la Hnguet. ucreia e una l'c:Ll I}le za, n toda In.. _. ten 'i ' n 1 e ] a pa lal ra; do ro. tro correcto y 4 p1" Riv ,d formas y l'd~ lel' n eut \ escnl n.rales; inteli­rJ' .n1. , n pa.·í na ln" e. bolLa 'on el licud za de dnola y furore. le al' i n, lllíln~ul' el ,1 público, hllc . casi lánguic1a. en el trat Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 72 HEYIST.\ Ll'l'JUnHI. íntimo, y, en la e cena, palpitante de pasión, vehemente, tlágica, sohrehumana, con su entera y hermosa voz de oprano, que vi­bra con acentof' de borra ·ca .. S ,'u 'pira c Il l1lClodías de ci no moribundo. Pero ~ la garganta do Jo efina HUO'llot e instru­mento tan p rfecto, q l1e, cuando "0 oí por pl'Ílncra vez á la joven catalana, acordándome de unos erso. del m.ár ir poet, cubano, dijo á un amigo mío: " fo parece que hay un avo Que está cantando en su alma.' y así, en la Academia, estos ratos eran los más aní mados. Yo que no s' tocar nada, aunque tu Te maestro de pia.no, de io­lín y do flauta, yo, digo, adoro la música. La p e ía. no tiene su magia, ni la elocuencia su t 1'1 ebato , ni la. artes plásticas su elación espiritual. Opino porque á todo Dluchacho . e lo debo enseñar música, desd la infancia, hasta con rigor, si es preciso. Porque, ¿ qu.' valen la teorías 1'1lU. icales si nos falta la comprensión inmediata del divino arte? Por RO, algu­nas veces he contomplado á D. Eduardo Calcaño con gran­de envidia. Yo no he vi ,to natul'é:1.le%a más fina, In:l nerviosa, más artíst.ica quo la suya. u distinguidos ta.l nto~ de or.t.dor, literato y abogado, le han dado faDla en' cnezuela y aun fuera de ella. Pero usted, q uo lo conoco, • abe, C01110 yo, el en­canto de su conversación y su habilidad ele 1 iallí ta; y cuando, recitando rítmica poc ía una do sus espirituales hijas, y, sobro todo, la bellísima Gl'aziella, arranca al sonoro instrumento tan flébil e In ·lodíc s, en alón el bailo, claro, cali nte de per­flllne , de efiu\'"io humano.' y do re 'pil'aciones a.cuJlauas, adol'. nado de flores y lnujOl'Cs 1101'1110':"a.S, habl·á u .. tecl ."perinl nbtdo como yo, scnsacioncs de esas que, parecicudo intanO'ibles por lo contusa. y rápida.', son en la, "ida algo como in 'tante rob~t.­dos de .. lltemano al Pal'aÍ 'o. y ya que hablo d c .. to, buollo scrá lecol'du,rlc que las bellas arte.' adolantan l'ápidatncntc en r cnozl1ela. La pin­tura, por ejcm.plo, ha llegado :.í HUlS alto cuit,ivo que eutr nosotros. U 'ted se ha o.-ba.·¡ado, com.O yo, ant 01 111.O'nÍfieo lienzo que adorna el sajón de luatrill1onio civil del Palacio de .Jl1.'ticia, y que l'epro ellbL la firma el 1 acta de Indepen­el 1 cía l. In, Capib nía 01101'; 1 de elle~u In,. 1/ l dibujo .:) nI'!' etÍ imo nI (} riel) nl:1 o ·i.,fl·:d Y]:1 e.oprc·.ión ti .. lo.' p 1'- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J. 01 R ~'.- CARfA. 'OBRE VIL ',EZUELA 729 'naje completanlonte humana. La. figura del eneralísimo . Franei co de liranda, imponente y severa., se de taca en la compo ición naturalmente; y ha ta un pillu lo con su cara de O'ranuja call jOl'O, enlp' ado obre la cornisa de una de 1 coll1mn de la Cate ral, donde pa a la e cena, da al con­junto .1 pecto de verd d, qu no parece a i. tir, en cuerpo y en e píritu, al glorioso lrama. Sospecho, por lecturas de me­morias contemporá.nea , que el traje de aquellos nobles y ciuda­danos es aca o un poco anacrónico; ¿ pero taro bi 'n no se muestra igual defecto en un cuadro e pañol de gran mérito dostinado á repre entar la apertura elc las Cortes Con tituycnt " de Cádiz en 1 lO? El fre co del alón eH tico del Palacio Federal, la Batalla de Carabobo, se uspende sobr nuestras cabeza., en concavidad como de ciclo, con toda la. homérica grandeza de la inmortal hazaña. Bolívar se yergue entre su Estado rayor, de de una. colina; Páez arremeto con us invencibles llaneros ; Cedeño y Plaza e tán á punto de caer e su cab Hos, heridos por lamnerte; y en cl suelo, obre arroyo de sangre, entre ma­tas y pedrejones, agoniza, trágico y hermoso, aquel valiente oficial que se llamó con el apodo heroico de EL • E itO PRIMERO. Tales obras se deben al pincel de D. ])!artín Tobar y Tobar, hombt'e sencillo, á quien yo veía casi todas las tardes junto con su digna e po a en la ventana de una:modesta ca.sa. d la calle de Candelaria. Otro lienzo, la Batalla de Boyacá, del señor Tobar y Tobar, según me dij ron, se exhibió á retazo , hace poco mCf;QS, y aúu no e ha colocado. e un jov~n pintor cuyo nomlJro no recuerdo y á quien no he conocido, es un cuadro, do grandes proporcione ,que e pu o el año pn.eado á la contem­plación del público en la iglesia de an Franci co, y que repre­senta. el Purgatorio. Vile de pli a y ca i de nocho ; pero recuer­do que alguna de la figura, cercada por llama 11ue ma.te­rialmente se veían arder, me causaron honda inlpresión . .... ada de esto hay en Colombia. Verdad es que el Gobierno enezolano, on interés ¡UO le honra, ga ta urnas notables en so - tener acadomias y teatros en 01 p ís, y á jóvenes aprovechado en Parí y Roma; mi entra que nosotros, en estas como en otras cosas, ala.rdeamo de frugale y mod tos, cuando lo que hay en el fon­< 10 no e. más que sordidez de pul! ero. quí dirá u ted que he dejado olvidada la Literatlu-a., y qu Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 730 HEYl C" l1\. Ll :'1-:1 A.l!IA voy echando por otro aminos. Es la verd d, y ro nudo 1· roS - ña acad 'mica. ated conven rÚo conlnigo, y América toda Jo pien­sa sí, que, después de llaralt y de B 110, el pacta lnás ilus re do Venez u ]a c . José ntonio Calcaño. aun 111 pareco á 1D.Í que Calcafí es Rt1l erior á los do en nati\"fl. ins} i1'ac160, 11 frescura y sentilniollto. Aunquo pa!.'czca atr ,·ida mi opini6n, y digo que Bello 1"a. má poota cuando traducía qu cuando crea­ba.; Y que el otro, r lt, Olnpeñado en dar á su iro poé ico la tow'nure del siglo de oro, e {v ces C·l.U ado, por 110 dccir fa ti­diosa. NinQ'Uno de los dos nada oriO'iual iene que pue la c mpa­ra. rse, Y. g. á La levita' al 11lonólogo de Fau to ó al d Bolívar, ó á las rotuD das y sen ielas octa -a r 4 1 e quel 'anto do amor, in pirado en UI\.a onata le 1\ cndclssohD, en qn á la par o oyen 10 latido d dos COlaZOllC;", y los 'usI iros de dos ahu:ls, y el gemir de las ola cn la bahía azul ~ ,y 1 lllurmullo lel viento entre los p ... lmares de la inlperial ío Janeir . El ñor de la uardia, lauro do en varios concurso., OH poo a ele robu - ta ntonaci6n y de a.pi'opia la frase, a.unquc, á u1i modo y r, le estorba en oca ione., a.ra lar mejor, el deliberado afán filos 'fico. De.T go am~rez, bl Ildo, nlce, algo femenino en expresi'n y ternura, aunque 'anlá elllpa,la o. o, conozco "'er­sos de que yo deseara. ser autor . .rlanrique ha escrito dI" ma y comedias que he 1 ído más de un vez. O nlio a,lcaño ape­naR diré quo cinoeló la Copa de 0"0' de T j ,ra qu ha. cul i­vado con 'xito casi todoR los género, y d 1 rdo Fernánd z que une, en su le rillas, á l. chi pa andalu7. , 1. (luargul del hombre qu ha sabido vivir mucho. uÍ tD Dci Dar', -porque á la memoria 111e . ne fácilmente, el nonlbr el ou­blette. o e acad ~ ico, i noro por qu ~ can ~a, sin lnbarfTo de qu tiene bagaje ara serlo. ~ 1: Canto á Páez, que obtn" el prim r premio en el oncur o abiol' para el t narío d 1 hi. t6rico entauro, reúnc á la IU" je t, d d la epope a un cal r tal de sentimiento que parece .'in lev nt, r la plUl a, en un instante de adnliraci6n pa,reci la :. 1 ':_ ~ i. no j. r' L in el merecido el gio á D. Eduardo Blanco, cuy. VCllezuela Ilet'oica os un profundo, continuo y colo al ollido le trompa guerrera. cuyas notas evocan, como en conjuro ln¿íO'lc , 1 O'ione nt r combationt(, ciclópeo . Pero u ted dirá:;, r 1::1 ju r 1 ud?.l Hf.in ia pr ~ 111- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J . . A .. 1 aRRA '.- .\l{'f .... : 1:1Ul: • ~ ' EZ · 1~1 •• \ 731 a. coro nz r' por conte arle, con harta pena mía, señ r . ISÍ­d ro, ue no he tenido ea i relacione de amistad ... ino con dos ó tre jóvenes literato de ' enczuela. 1 e 1 ído, sin elnbargo, alO'o de r Zume a, á quien juzO'o e critor fácil y brillante; de il ol'tol1.l, que demue tra 11 todo alta capacidades; de Lui Lóp z léndez, pI' m tura ent.e rI'ebatad á las letr ; do ot n ini, e piritnal y tr-d. ieso; de !{,omero García, apto para la novel. , en que bre aldría > i lo qui i e. P ro ¿ C61110 no citar á mi 'uniO'o el Doctor íctor A. Zerl a? Conoci.le en Curazao, donde 110 tI' tám , á la primera vi ta, con cariño a e tinlacióll; y n verd c.l pu o decir á u ted q ne i no fuera por su e rácter l'ctlaído, Zerpa llegaría á lo lná aJto pue t en u patria.. onlbr o e tu·o el distinguí lo critor p ra de empeñar la ~ 'ecreta.ría d 1 Legación ell e. ta. capital; excu. ó o de gracia­danlente e aceptar, y igu viviendo en la n " lla llolande"a, d empeña.ndo en la g an Librería de ethencourt empleo mo­a tí 'üno d que u gran talento le ha acado á la fuerz~ para darl á conocer ha ·t, r..te lejo '. e érez Bonalde nada hay que d~cir do nuevo. Aca. o e aquí má alabado que en u propia tierI a, por u excel nte yer ión e Ileine, única en castellano, y por la d 1 Ouet·v? de Po , mejor que todas la d má . y salt ndo á otro asunto, hay que confesar que en ene-zuel el ploore o Illaterial rápido y eguro. U te . < b quo el fel'rom rri.l de la Guaira á. aracas e una marayilla; que yá. e tú, ter1ninado 1 de Barqui. imcto tí Tu.cacas; que el de V. len­eia á Puerto abello da ingües lodueto; ue tán • i con­el ítlos el de B rceIona. y el de Mérida; ue en 1 d arenero ~ en el gran f rr c rril de T enezuelu. trabaja in desean o; que el 1 uerto de la uaira e hoy. tranquila bahí , lnerced á U1 Inu 11e que ha co tado nlás de cincp Tnillones d e o; ue Ir u­chas iudade e. tán aluulbrada por la luz eléctrica; que 1 ueu­da pública ext rior é intelior, e 1 a .. ga I' ligio anlente; que, eil urna, la República o tenta una pro peridad sorprendente. o pueden caber n los e trechos límites de e ta carta la apl' cía iones del ca o sobro pnntos tan variados y extensos como lo q n.e e refieren á la si nación de un paí. 19o diría yo de i tingui merece. El autor es persona. de'probado buen O"LU~tO. d lllUy T'a '1 ' do. con cimientos en literatur . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. K.-l, o\ ";F.NORA AC 'lA lH~ 'A 11'ER 73;' u obra viene ya precedida de la muy honrosa reconlenda­ión ele habe' i o adoptada como tex o por el Gobierno nacio­nal para l clase do iteratura de la Ilustre "'niver iclac! de 10._ l'aca . o mer e particular mención una obra impresa con c. nloro tipográfico por la acredito.da casa de D .• To ~ J. Pl,rez, con el título de Enciclol)edia de Bol.rilo, arregla la para el uso de los olombiano por D, Julio Cuervo M. Es un hermo o librito de 272 página que con iene todos lo datos relativo á dua­nas, correos, telégrafo, tel' fonos, ferrocarrile., diplomacia, compallla anónim y muchí iroo má., muy útiles 1 ar'a, to a cla e de lectore • Lo re 01 endamo. particularmento tí la perso­na. le fuera de la capital, quieue encontrarán en ella una guía muy. cgura. '1 ambi'n hemos sido fa orecidos por su autor con un ejem­plar (Ül El Dios Baco, e tu lio ro r 1 y filo ófico del joven antio· queño D. Pedro Tol'O ribe, quien procura, con levantado cri· terio. bu car el origen y el r medio de algunos males sociales; igualment agl adecemos á los editores señores amper Matiz el jenlplar que han tenido la bondad de remit.irnos de su muy . inlportan o A.lma·llaqu.6 Hisiún'co y Descriptt'vo de Bogotá, ilu trado. LA SEÑOriA ADOSTA DE SAMPER 'on el mayor placer traducimos ' insertamos á continuación un artículo referente á. nue tra c 'lebre conlpatriota la señora. T.& oleJad Acosta de amper, publicado recientemente en la revi ta parisien e L' Eclw L'¡UejOai,·e. in el mismo número de dicho periódico ha comenzado á ver la 1 z una no\"ela titulada L esclave de Juan, Fet-nández, escrita. en fl'ancé por la. mi ma ilustrada escrito a. a do er ati factorio p 1'a todos los colombiano esto jus­tí inl encarecÍlniento do los méritos de un paisana nu 'tra., lecho con tan cordial simpatí por una acreditada pnblicación le la capi al de Francia. El artículo die así: "'Hoy com nZAl110S la public i'n ele El E clavo tic Jttan Fp?'­HltHtez~ 1 1:t. enor. I nledad Aco~h d~ ~ '. mper. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. m ..,' 1 ''fA Ll'l'LI!AHI. " El nombre de 19. autora no c~ de conocido de nuestros 1 c­t ros: n una nota biblioCTráfica, má' sucinta de lo que hubié­ramos dt' o'l.d , h mas expr do y.' nuestra opinión sobre te. mujer de tal uta. La no "elita que hoy pubIic IDO'" adecuada. á las din1.en i 11e ele nuestro perió ieo, apenas podrú, dar remoti­sima. ide del t leuto de la. autora. - uando nlá pu d y d l)e 'erV-1r á la \;scritol'a con o le intl'Oducció 1 ara con nuestro 1 ctores, y no. enta oportunidad para tra~ar u piografia. "Hij d 1 ilu tre enor 1 Joaquín co t" abio eminente, leal soldad , notable histol'iador y hombre de E tado, muy pre - tigioso, la Acosta de amper tuvo p r marido un hom­bre no 'meno e ~lebl'e. En efect, 1 señor mpor no olamente fue esta.di ta muy lopul r y distinguidí bno, sino ta,mbiéll poeta {> historiador notable, " L ñora .A.costa de do grande amor al estudi amper, el Lada de viva inteligencia, y de una faci1id' d de a ü il - ción poco cOlnún, no podía lneno que llegar ú. ser la escli ra­que es- ~ unque lnuy lnujer, lUUy seutim n 1, muy experta nI cosas del al roa. y del COl' zón, ella vuela. aún ro' Ita y pi r ~ algo mejor quo el sentimentalismo; no se contenta con a. untos ideales: Ue ~a sus in vestigaci 110 al trav' s d 1 pa ado de la. historia para r feril.'nos la b~ tallas, la. obra e l· conqui ta., las grandes acciones de los hombre. ilustres le u 1 aís. ¡ Y con u.é viCTor, con qué 1 ersuasión, on cuánta eguridad de vi ta y d juicio nos narra. estas ca n. ! Bien que de de hace largo. año no. ocupalnos en juzgar libro, no ha ido lHUy frecuente que encontremo. con un histori dar que sepa. cOlnunicar á sus le ta­re el mi lIlO entusiaSDlo quo :i '1 lo anima.. La pintar q u la autora no da de los paíse 1 jano' en donde nació, no es infe­rior á su demás trabajos. Y en toda u obla, umamente im­portante, e descubre una ul.ujer que abe mucho, y que, s bi ~n­dolo muy bi n, se e pro a con claridad, convicción y elegancia. "I.Ja euora Acosta de anlper se ha con agrado special­ID ute á hablar de la mujer, como lo prueb n lo títulos de 0.1- unas ele su obr,"\'s, que nos complacemos en mencionar e pa­cialmen e : La m. llJ e,' en la clviliZltción, La muj.e,- en la antl!Jücdad. La mujer ea. los Impe1'io8 de Oriente '!I Occidente, La mujer espa­' liola antes de J. C." La muje,' de la Gran Bretaña y de .A.lemania, La: Tnuje¡' e .. ~pa¡¡ola el' .A.mi"¡r,a, El cO"«zón de la. ?1lujel', y nUl ho Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. tras qll S ría 1 rgo enumerar, pero las cuales, más aún qne ~u. trabaj 5 hi. tóricos exten os le hacen part.¡ ularmente sim· pútica. al Eco L 'let'an'o de F1'anrla. " ·Dura.nte su permancn ia en París, f(nc eRpcrruno .' a larga, pr tará. is 1 valoro. o on nr o, como ielnpr J ha hecho, á t.odo lo qu concierne á o ra de la mujer, que ella. estima n la mi ma m dida que no otro. E ta literata am ricann, educada en Pa.rís, que habla bien 1 frn,nc' s, o. 1 pues: nuestra h rmana, en toda la n.c pci6n d la palabra. Y experimentamos verdadero placer al pre8cntarla á. nuc tro 1 c re., pare que en 110. des­pierto la mismB. Rimpatía qno no otros hemos sentido al cono­cerla. tt Para no laRtinlar su E'licadoza y su modestia, no haremos u retrato fí. ico; n.p nas diremos que su amplia frent.e, su tipo e guileño, su mirada clara y franca, cuadran á ro ravilla tÍ 1~ autora de l s BiognJf¿o.s de Hom.bJ'cS 1l1l.slrefi;, de Los Pi,'atas de Car­tagena, á la irectora de La Familia, del Domingo de ZIJ; FamiUa Cn'lJtiana, y á. la que ha producido e. a numero. as lloyela. qu abrazan todos los cr' nero literarios, y sobro todo esa ellcanta­( lora obra hi tórica y de iInaginación quo o llama Una lIolan­de3a e't Amet'ica, de la enal un escritor curazoleño, ha dicho: t Esta obra es un mod lo de la exqui ita naturali ad del escri. t<>r, naturalidad tan difícil de al anzar en las obras ele arte. Las costum re de lo provincial s holande es, lo miS1l10 que las do lo habita.ntes elel campo de Colombia, e tán allí unidas á epi odios de grando interés de la historia moderna de esta ro­pública.. Todo etito e tá trazado con mano hábil.' "Basta de citas. }~sa pocas líneas pru ban que en Colombia las cualidades que reconocemos en la e critora, son altanlente apreciables, o hallamos, pues, de enhorabuena al ofrecer á nuestros 1 ctores la primera de las obras que dicha escritor::t hA. traducido al fmncés; esto nos permite 11 nar u.n agradable de­ber de confraternidad y afirmar por otra parte, Ulla yez más, que allá lejos, en Colombia y fuera de ella, en todas e as re­públicas del ur, hay abundancia de literatos, hombres estu .. diosos, poetas y estadistas. Es nece ario qu.e se sepa que allá. ta.mbi 'n brillan la inteligencia y la antorcha divina. del :fuego sagrado por las artes y las ciencias. Con ánimo, con intrepidez, con perseverancia, c; .. o~ ~alJatlores remuoven 01 pa.sado pal'é\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 7a l~EV t."l'A 1.11 El' .. \la. a.lumbrar el pre ente y preparar el porvenir. racia ú. u tra­bajo, á u talento, y á su &11101' por la patria, aquello paí. pronto d jarán de tener secret·os para nosotros, que helLO~ sabido aprecia.rlos y leerlos. " • LRVL·CK." -------- LA AMERICA LITERARIA El infatigable publicista argentino señor Lagomaggiore acaba de in1pl'imir la egunda edición de u Á" 8- ";ea Literaria, que ha e ta o prepar ndo de. de 1 3, {echa 11 ue dio {l. la' e tanl.pa la prim r. on dos grue o volúmen en folio, de 617 y 7 6 páginas j la dición anterior constaba de un solo tomo d 608, Y contenía mnehas erratas, mientras que en e ta vez la impre ión ha sido, en lo que ha. ta hora hemos examinado, e mcradí. inul.. El pritner tomo comprende e tos países: epública.t rgen­tina, riental del ruguay, Bolivi' , Per í y hile. El gun o estoA otro : Ecuador, olombi, Venezuela, Centro- m 'rica, 1\1 'xico y Cuba. ITa sido uprimido el ra il, que figulaba n la primera edición, y ue realmente 110 puede tener cabida en una antología castellana. En amba adicione faltan P raguay, Puerto - Rico y anto Domingo. El Paraguay no tiene toda ía. exi tencia litera'ría; y UD­qub nos parece que Larou o exagera a.l decir que allí DO xi t aún la n eñanza uperíor, es evitlen e que la. cul ura intelec­tual e tá muy atr ada. n Resttmen e to.dístico, oficial, nos iu­forma qua en 1 8 la Biblioteca pública. d la. nnción 110 poseía má. que 2,538 yohímene . Puerto-Rico í tiene bueno. títulos á. figur r en una anto­logía hisp no-americana; aquell i la ha prouucido critor' y poetas di tillguido t que por desgracia no on lUUy conocidos aún: Eugenio )1. Ho to J residente en. antiago de Chile, donde escribe y regenta. cátedrn.s; el Doctor Batance , que '\'ive, de - terrddo, en rÍo, donde escribe sobre medicina ( u profe­sión), obre litera.tura y a untos atrios; ntonio ort n, crí-i y orador, domiciliado en Iadric1; anuel orch do, tri-buno, pnblicista y peta; Francisco del \ alle Ati , noveli t ; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 739 , J. Ami, Jo 'é u lberto Padilla, Dolores Rodríguez de rri6, (oe i lente en la Iaballa), Jo, é Gnu ier BenÍtez, Jos6 de Die­go, -'alva.dor 1'au, Al jandl'o rrallia., poeta líricos unos, otro dl'amáti o ; Jo ' J ulián co t , hi tOl'iador; Ti6, Elzaburu, ... lauuel ... Ion 'o y otro' que ahora no recordamo • No incluÍ- 1110 , por el' europeo, al señor fanuel crnández Junco, Di­rector ' de la RelJisia Pue,'lot"l'iqf¿ei'ía, y cuyo nonlbre é iropor­tant trabajo tá íntirualn ntc ligado á la hi toria lito-aria le l· e ueña Antilla. Poco abemo. no otro' de la República Dominicana, y e o nlLmo no. hac 1- mente r que 1, América Litet'at'ia no 1 os haya dado á cono r. n nlejole~ pI' dUCCl n ; ap na tenemos noti-ia ele al unos nombre. ne e han di Linguido en la letras, como 10 de la 'e1101'o. al01 é reña de IIenríqu z, la señorita. Jo . PerdoIllo, 10: eñore nu 1 Rodríguez Objío, Fede­rico 'lll'íqu z./ arvt jal, -Ji o :.-ru11ón, e ~ 'ar .l Ticolás Pénson, Emilic u ~ j 1 a, t·. et . ada nación eonti 11e uua cci Sn de prosa y otra de Yerso. La primera dición t nía, ubdividida la de pro a en dos gru­po : 1 político ' 1 literario . . T o parece ac rtndo que se haya 'upl'iluido e ta ubdivi ión, pues la natur 1 de prosa y ver o e uficicnte en obra ~ de te género, y ~i á la política se le con 'ede el priyilegio d figura> apal't , no habría por qué no ha.cel' lo mi mo con la iencias y con tl'O ramo que 610 de un nlO o g n~rico, , C011 -id rado . jo el punto de yista de la fornla, 60'u1' n n h Literatura. Hay una ill110Vación iUlpOl'tant : cad país comienza con una re ña hi .. L' rico-crítica de u' letras, e Cl'ita respectiva­mcnt por los ,'icJ'uiente autore Argell tina, por el eño!' J uu,n An onio 1'gerich (1). UrllO'uay, por 1, ñor Jo~ , arranza. B li -ia, 1 r el ñor I antiag 7 aea-Guzn1án. (1) La Revi,ta 1.. acional, de Buenosaires, al hablar de la obra del señor Lagomaggiore, y refiriéndo e á. este juioio dice que lo encuen· tra poco equitati o y e "acto, y que hace contraste con los demás, en lus que "cada autol' ha tratado de levanta.r la acción literaria de Su patria. ' Tambi~n el 6ñor D . .Juan -ralera. 10 califica de "harto S6 • .... ero" en la Rc'Cista Jl'Ustrad(~ de e\ Yerk, de Febrero áUimo. 47 ( iR.) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 740 . erú, por el ieñor Ce áreo b ca.l talla. Chile, por el eñol' Jorg Huneen (hijo). Ecuador, por el s· ñor Luí. ordero. Colombia, por el señor Jo é ivaR tI' oto enezuela, por el eñol.' Julio Calcaño. Centro· tU' rica, por el señor 'u tín 6mez Carrillo. l-iéxico, por 1arcos ~ rroniz y por un literato que firma Oero. Cuba, por el señor [un 1 le la Cruz. \'1" • J.Ja. reseña e Chile ca la m'. e ten. a, y la del Ecuador eB la más corta. abemos que 1 eñol' LagOlnaggiore piensa reim­primirlas to as ap rte, con amplinclone. que á algunas de ella harán us re p cti ~o. au 01~e" 1 ñor ivas Groot, por ejemplo; y tendr 11 o a. í un } rimer libro obro la historia ge­neralde la r i eratUl'a hi pano-americana que pueda servir de base para otro 1 ás complo o y met6dico. Colombia está representada con. los tr bajo! ue S6 ex­presan á continuaci 'n. Los que llev n asterisco habían figu­rado yá. en la edición prim rae PItO • .A Ancízar (l\1 nuel). PRt'eg"inación de Alplla (fragmento).­Angel Gaitán~ (.Jo é ~1.). El p'u,ente de Icononzo.- - CaldaB (Francisco Jos '). Vegetació1l de l08 And~s.-aamac o Roldán (Sal rador). Q-,'cgol'io Gutié,.,.ez González.-Ca ella Toledo tLuis). Un soneto.- ift Cueryo (Rufino Jo é). El Lenguaje Bogotano.- !Jscobar (Arcesio). (Jo tumb1'es lhneñaB.- 'ual'Ín (Jo 6 David). El Mae t'l'O Julián.-Guti '1'1' Z P n 'e tIgnacio). Las crón'z'cas de mi hogar.-I aacs (Jorge). 1 áo-inas de 1 Mat·ía.-},! diedo (Ma­nuel aría). El boga del lUuvdalena. Bolívw·.- fantilla (Da­niel). Olásicos y Románti,·os.-.... farroqtlln (Jo é lannel). Mi tin­tet ·o.- úñez (Rafael), PJtTafos de Hi tOf'Ífl,-Ortiz (Jo é Joa­quín). Benedicto Nie e ó la, mano de la P')'ovidencia.-Pomb~ . (~fanuel). 2'; t't'a calienie.- osada Gutiérrez (Joaquín). El úl­timo adió de BoU,ra,·.-Re trepo (José .... anu 1) Introducción á la Histo'ria de la Revolución de Oolombia.-Restrepo (Juan de Dios). TietTa calic'nte. Oostumbt'es pat't'oquiaZes en Antioquia.-RivRS (Medardo). En el Magdalena.-Rivas Groot (José). Reseña 71;6- 'M-,:ca de la Litet'alm'a colombiana.- Samper (José María). LO/f hi :pa1l8-lt7rtericano en EtU'opa. El ba'mbuco.- ilva. (Ricardo). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 74L ,U/l domingo en ca. . El '{liño Agapito.-Vel'g 1'8. J V r ara. (.Jo. { ra.da.). El v,·ento. Jacinta. La tumba de Chateaul>t'iand. VERSO ~\l' 01 de (Ju io . E/caballo. (fl'aO'lllento d Gonzalo de Oyón,).- n'ieLa (Di '~.; nc .). ·Dulce!/ugo. -Borda (José J aquÍn). A 108 Que vean m.i carlát:c¡',- \ icedo R jas (.Jo €). El lwimet· baro.- ano (rielel). A mi 7tlad,·e. 1l.fl ú1'!Jol.- . l' (Jo ' Eu~ebio). Una lágJ'úna de felicida.d . .. Al Cltimbot·Qzo.- ", ro ( iicruel Antoni
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Revista Literaria: publicación mensual - N. 23

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Imagen de apoyo de  Opera Arias (Soprano): Eaglen, Jane - PUCCINI, G. / CATALANI, A. / PONCHIELLI, A. / MASCAGNI, P. CILEA, F. / BOITO, A. (Italian Opera Arias)

Opera Arias (Soprano): Eaglen, Jane - PUCCINI, G. / CATALANI, A. / PONCHIELLI, A. / MASCAGNI, P. CILEA, F. / BOITO, A. (Italian Opera Arias)

Por: |

Act II: Che tua madre (03 min. 19 sec.) / Puccini -- Act II: Un bel di, vedremo (04 min. 25 sec.) / Puccini -- Tosca, Act II: Vissi d'arte vissi d'amore (03 min. 17 sec.) / Puccini -- Turandot, Act II: In questa reggia (05 min. 36 sec.) / Puccini -- La Wally, Act I: Ebben? Ne andro lontana (03 min. 34 sec.) / Catalani -- La Gioconda, Act IV: Suicidio! … In questi fieri momenti (04 min. 06 sec.) / Ponchielli -- Suor Angelica: Senza mamma, o bimbo, tu sei morto! (04 min. 26 sec.) / Puccini -- Cavalleria rusticana: Voi lo sapete, o mamma (05 min. 44 sec.) / Mascagni -- Act IV: Poveri fiori gemme de'prati (02 min. 34 sec.) / Cilea -- Act I: Io son l'umile ancella (03 min. 15 sec.) / Cilea -- Edgar, Act III: Addio, addio, mio dolce amor (03 min. 46 sec.) / Puccini -- Mefistofele, Act III: L'altra notte in fondo al mare (08 min. 59 sec.) / Boito -- Cavalleria rusticana: Regina Coeli, laetare (06 min. 04 sec.) / Mascagni -- Madama Butterfly, Act III: Tu, tu, piccolo iddio (04 min. 08 sec.) / Puccini
Fuente: Naxos Music Library Formatos de contenido: Audios
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Opera Arias (Soprano): Eaglen, Jane - PUCCINI, G. / CATALANI, A. / PONCHIELLI, A. / MASCAGNI, P. CILEA, F. / BOITO, A. (Italian Opera Arias)

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