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Imagen de apoyo de  Escritoras de Prensa durante los Años Cuarenta ¿Un despertar que quedó oculto?

Escritoras de Prensa durante los Años Cuarenta ¿Un despertar que quedó oculto?

Por: Sandra Carolina Pinzón Estrada | Fecha: 2019

La presente investigación se propone estudiar los escritos de cinco mujeres durante los años cuarenta en Bogotá, enfocándose en las escritoras que empezaron a publicar en periódicos y revistas durante esta década. De esta forma, identifica qué nuevos roles desempeñaron las mujeres, cómo asumieron el contexto social, político, económico y cultural que vivieron, y si en sus escritos se encuentran reivindicaciones específicamente feministas. Para tal efecto, se ha elegido un periodo histórico en el cual la incursión de nuevos actores sociales en el ámbito público dio cabida a la participación de las mujeres en esferas diferentes a la privada, dentro de las que se encontraba la escritura. Cuando ellas entran a la vida pública a través de la palabra, tienen la posibilidad de participar en la construcción de una manera de entender el mundo del cual también hacen parte, dando así pasos importantes para modificar las categorías tradicionales que han sido impuestas, durante décadas, por la Iglesia y el Estado, en la concepción que se tiene de la mujeres. La principal conclusión de esta investigación es la siguiente: Las colombianas de la década de 1940, subvirtieron los significados que tanto la Iglesia como el Estado les habían dado, resignificandolos, para defender su participación en espacios públicos.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Tesis
  • Temas:
  • Otros
  • Ciencias sociales
  • Historia
  • Expresión de género

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Escritoras de Prensa durante los Años Cuarenta ¿Un despertar que quedó oculto?

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Imagen de apoyo de  La Mujer - N. 29

La Mujer - N. 29

Por: | Fecha: 01/12/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y 1"1•1 J>AX FUEHZA LA MUJER, REVISTA QUINCENAL I:XCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. N.0 2!!. }- LÚ~ES, IHlle ocultaba Entro ésta.r; citaremos á J>oRCI.\, In alguu grnve secreto, el cunl 1w le r¡uc. cspo a del famoso Bruto, mntnJor .Jc ria. revelar porque temía que ella fo~e Cesar. Por su car:ícter digno y horóico demasiado pusil:íuime, y t•atn.tin de hasta lrL exngeracion, los historiacloroR impedirle que llen~ora tí cabo sus pro­la elogian, así' como por su entereza y yl!ctos si eran peligrosos. Como mujer grnuues Clmlidades. prudente y discreta uo fastidió :~ Ht 1 Porcia em. hija Jo Caton y primn llilarido con preguntas y rcciiwinncio. hcrm¡~onn. y esposa Jol segunJo llruto, u es, sino resolvió proh:nlc que sns fuer. que registra la historia romana. Este z<~ físicas ernn tan hcrúi<:as como las 'l'OMO III. IJ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 102 .MUJ~R._ _ 1 morales. Así, UD dia, estaurlo al lado --;~i la debilidad rle su or!!;ani?.aciou de Bruto, tomó un puñal, y disitJtnlaJn.. fome ni nn no la pcrrui te acometer IJa­rnente EiC hizo ttun. heridn. tan profnnda, zaiia<: propias S1~lo de los homlncs, para 1 'tno empezó á correr la sangro :í t orron- el Líen de su pat 1 ia, 1S :l.'ieguro 'lile tes; r:lln. se dcsmo.yt'í, siu dar por eso nrulic la. nvcntaj1~ en cncrgí:~. moral y el menor quejido ni scñn.l alguna tlo firmeza do nhn:\. sufrimiento. _\larmaclo b\1 e~poso, c-orri,) Cu:mdo Porcia t nvo uot icia do h á sosteuerla, y cuando logní voh orla o u muerte do su uspo.o, duspucs de hn.Lcr sí, la pros._,fllDtÓ qué teuia. Ella entúuces, sido , cucido en lns lhunms maccclúui­sonriondo, le mostró la herida y tlijo: c.~, .,o HL'lUifcsttÍ tnn triste y afligirla, -Bruto, soy hija de Catou. l-'i yo que sus :uuigos, tl•micndo que se 't"i­viue á vi' ir á tn eMa u o fu,< en en. !ida,) tara la vida, no la dejaban un momento do oscl:wn. sino en l1\ de esposa: una -"Ol:> ~in embargo, ella supo cugaiiar. esposa doho p<'uticipar de hs pcnns Jc¡los, y un dia, cnn111lo notó que no.dic In lsnmnrido. Hast~tahoranohabiateuido miraba, a11nqne el apo!;cnto e~taba ninguna queja de tí, pero hoy ndi,·ino jlleuo de gen ti', M' incliucttioLrc el bm­quo mo ocultas un ~;ocrcto, porque no s~ro que tenia al lado, y tomando al- ; piou~~~ rpto soy capaz de prndt'll('ia "UIH\1> bra.. s as encendidas en las manos, suficiente y do entereza de· :ínimo, • por ~o bs echó ií In l•ora, y ccrr.índoln c11 eso he querido !'oportar, siu uxlml:u :-egnidn, en broH~s tllonccutos tnuri•) UD:\ queja, un dolor iutcw•o pam pro. r1uemada y r.ofocndu T'or el catl1oH b:nto tui fortAleza. Bruto, uua lmcua cantlculc c¡uo le c¡uÍIAÍ la tcspiraciou, y cducacion, y el trato con !!entes vi rtno- esto~¡ n 1m Lo1fO tno\ ido ni (¡uejado. sus, eleva el espíritu feuuu:t o y forlllan ¡Qué mujer tan uhlime huhicrn.~:>ido \10 enrtícter varonil.. :\o en \ano so osta si la l11:t. del I~Hu•gclio la lmhiem os hija do <::~ton y lUllJOr do Hmto! ilmuiuatlu, cuu·iiiiudola •tilO hay rn:Í<; f;orprcndido y admirado el ronspi- mlor ou rc!;ignarsu á los clcr:rntos ele la raclo r con aquella. accion de Sil es posa, Pro\ id~ucia, q11u e u Ln~ga r~t! 1Í la desc•s. levant'í los ojos al l'ido y pidió ~ los pornciou haslt' 1·so punto do heroi~u•o dioses q11e le dieran Sllficiento p:.trio- loco y tahuiuall tililliO y fortaleza pnm routiuun1 por Esas~~~~~~~ la.<; almeln!H]o In "lU:Lrlil es el cn.mmo que bO hahia tt.tzaolo, y 1wr ('ristianaQ, y 111 val(lr uxtraordinario do digno do uue. cou•orto como l'ordn. t­pos( l mi,~utras que Jo f111Í posihle ha- 1 l'tnlo, y Bruto decía. do ella : XV Ho111a Cll ll.l¡ttúlln lofJOCIJ. Jmbia llcg~ulo al mayM nugc do ¡•odcrío,) ora Juoíi11 do lodo el wundo ui,ili:t.ado en tJ u tiempo. ( lobt•ru;, ha 110 solncum.to ol•1 u 1 ~unten~ H !lh: tv,(oul .\ll'diterráut•O con ~~~isla } (Ont<>ruos, lt:,iplo, ('.lr- 1a6o E 1 ~u l, l.l U di' ho) Fra uia), lu ¿o ta del \drl.&tico, .Macedouin, l:H' ia, torio el Asia Menor, •lcs:lo el mar Mcrlite1r.n co hasta. el mar(' (JÍO, i!l tmbm. , t:, r;irw c¡uo guer cah.l coutm lo B~t: loucs (hoy los ingleses), los Clenn:ml), y proc111nha pc-U{)t1.u b:bta la du mnhm·ad u m dul Hio .• J:uuas ~e ha visto 1111 1111¡uuiv tuús podtrosv, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. \ REVISTA QUINCENAL. 103 ni el de Alejandro en la a.nticruodad, lde cosas qne renueva y purifica esa ni el del modcrnoAlejandro,Na 0 poleon, a.tm6sfera cargada de roia~mas dele+é. en los tiempos modernos. reos. Continuamente se reproducen los lEl orgullo ele los romanos no tenia mismos efectos, producidos pGr las mis. Hllllites, y el título de Ciudadano Ro- roas causas, en la bü:toria de lo pueblos. mano era muclto mús grande que el de Leyes inmutables de la Pro idencia Re y de una nacion cualquiera. son éstas, que sierupre encontramos en ''Pero dura.nte los últimos afíos de la nuestro camino, y sin embargo a hu­Re: pública, dice Scbmitz, no se babia manidad os t&n ciega, que siempre on­cuí dado a.bsolutamente de guardar el ' tinúa por In misma via, y jamas se órdlen dentro c.Jo la. ciudarl: las leyes aprovecha de los ejemplos que le dau que había sobre esto particular eran las historias de todos los pueblos de la vio ladas diariamente, sin temor ni tierra. Desgraciadamente tal parece ese rúpnlo; se cometían crímenes de como si nuestra civilizacion actual tod:a especie, ú toda hora y hasta en la atravesara una cr\sis corno aquella. mitad del dia, con una audacia tal, que i Qué será de nuestros hijos y nietos se uoroprendia que ya nadie se acordaba dontro de algunos años? i Qué resultará de bs leyes .... " de estas revoluciones que actualmente Cuando un país llegn. á este estado revnel ven el mundo, y que nosotros de putrcfaocion, es preciso que un presenciamos sin comprenderlo? Sólo gra.n, cata.cl i1sm o venga á revol vorlo) y el Sefíor del cielo podrio. contestarnos ... ent.onc.es de seno de ose mismo caos Dios vuelve á crear un nuevo órde~ (C01ttinum·ú). S. A. DE S. LA TARDE. i'\fOitF.51'A OÍ08a del final del dia, Tnt·de consoladora, amiga grata, 'l'ieude el volo de pinta Por lG llanura inmóvil y somhrít\, Qo11 ya ol soberbio sol en su agonía ll~;.nde eu el mar la hento de e:scarlato.. ¡ Qué murmullo tan suave Se oye en el bo~ue y en el verde soto! Aquí levanto. el ave La qut~rellosa voz, nllli remoto Hosuena. po1· el vaHo ontlistecido El lángtlido balar do las ovejas, Y el viento COlllllOVÍUO Llora eu h s ramas sus dolientes quejas. . \y! ; c~ mo los sentidos adormece Y llena el corazon de dulce encanto Este vago rumor! Allí do crece El sileucioao pino Suspende el ruiseñor su dulce. canto, Basta que ll.ega. de la. noche en tanto La sombra ft! isteriosa, Y tiende el ala tma ve y sigilosa Hácia el oosq u e vecino Donda se pierden ruiseñor y trino. 1 Y allá d istautc, de la ma1· en calma Escucho el tónue murmurar; las olas 1 Cuando se an-t\stran en la parda arena Exhalau un suspiro lastimero, Como lo exhalo. el alma. Que e.-,ht o.hatida put· doliente l'eua, 1 O cunl do nu arpa qne cu la noche suena Acento gemidor y plaiíidero. Yo amo el tranqmlo son de la. floresta, Y en apartada selva La voz de la calandria quejumbrosa, El blando susun·ar do palma enhiesta, Que finge melancólica plegaria, Y el arrullo quo tórtola med1·osa Entona enamorada y solitaria . i Cunntas -veces, oh tarde! tns rumores Buscó el amante Yonng en sus querellas! Y de tus tibias fl.m·es El perfume aspiró ; de tus estrellas Amó la luz benigna y azulada; El ebúrneo laúd pul~:;ó á tu sombra. Que un eco eterno de dolor encierra, j Y el gemido de su alma desgarrada Por la1·gos años asombró ri. la. tierra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 104 LA MUJER. ¡ Cuántas )'00 t lumbre macilenta Y la nobc liviana, A 1 '¡;de u~ tn , corazon consnola, Y el agua que serpea, T • o doltoJ t·• •e la noche hermana! Y el arrebol purpúreo que flamea T 1110 tu 1r · ' , que amorosa ''uela, En moute y en collado, 1 don¡;a 1U •1a del pesar ahuyenta, Alivian el espíritu cansado, Qomo ap J ta t¡ la sombra la mañana ¡ Y todo, oh tarde ! al corazon recrea. JuLrA PÉR.Ez M6N'I'ES DE OoA. (Cubnua). __ ... __ LOS DESCUBRIDORES. O .\DROS HISTÓRICOS Y NOVELESCOS--SIGLO XV. ALONSO DE OJEDA. EPÍLOGO. ll.A.BIAN trascurrido varios años des- ¡ cbns horas entregado ú sus tristes me­de aq_uel en que Alonso de Ojeda, Jitaciones. Entre las pocas personas abandonando el mundo y sus vanida- que le visitaban, iba con frecuencü~ t. des y crímenes, se babia hecho fraile 1 verle un religioso de la 6rden de do­franciscano. Pero basta en esto no lo- miuicanos, que se llamaba Bartolomé gr6 sus deseos, y así, su ~alud cada día d~ las Casas, el famoso defensor de los ~n;Ís quebrantada le impidió pasar á la indígenas. tsla do Cuba á visitar la imágen de la La última vez que é¡,te le vió, esta. Vír¡;en, c¡ue haLia dejado entre los in. ba tan enfermo, que se anunciaba la dios de Cueyvas, y cuya separacion le muerte en su fisonomía. Pero cuando lw.bia dado el golpe de muerto á su Las Casas le dijo que iba á Cuba á corazou, contando aquel dia como el cumplir una rui¡¡ion, Ojoda recobró al­cíllimo eu que bulJieso tenido una vi- guua aoimaciou, incorpor6so impetuo­dn. animada y eu(.rgica.. snmentc, y en sentidas palabras le su- Fray Andrés, que tambien era fran. 1 plic6 que fuese á la tierra del Caci­ciscauo, le acompafiaba mi~utras que que de Cueyvas, y llevando consigo permaneció en Santo Domingo, cui- otra imágen de la Virgen que tenia, dando cou cariño y solicitud á su anti- pintada con brillantes y frescos colo­gua Ca pita u. Pero bal,iendo tenido éste res, pidiese al Cacique el favor de par­que pasar á Tierra-Firme como misio- mitirle dejársela en lugar de la otra u ero (empleo que solicit6 para. poder por algunos dias, con el objeto de en­cumplir el voto que hiciera en las cié. via.tle ú él la antigua compañera de su nagas de Cuha ), en breve tuvo la triste 1 vida para morir contemplándola, con ' noticia el pad,·e Ojeda de la muerte promesa de que al espirar seril.l de. del buen fray Andrés, que perecicS ú 1 vuelta á su pueblo. manos du los indios como un mártir, Conmovido hondamente con la sú. tratando de convertirlos, expiando con plica del antiguo aventurero, Las C:~.­aquella muerto algunos de los muchos sas cumpli6 religiosamente ~>u reco­crímenes cometidos por sus compatrio- mendaciou. Pasando ú la provincia del tas sobro los naturaleS': [hospitalario Cacique, encontr6 la ca- Al fin las dolencias de nuestro hó- pilla erigida por Ojedo. mfly venerada. roe le invalidaron de tal suerte, que por los indígenas, que acudieron a.l ya _el pobre fraile no pudo volver á 1 misionero preguntando por el dona~or sa.hr de su celda., en donde pasaba mu- de la im.ágen y llevándole sus hiJOS Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 R E V I S T ~ Q U -I N O E; A L . 105 pcqucüos pn.ra. que Los bautizase, prc1>- 1ejemplo de humildad, hahia suplicado túndose á E>er catequizados con la. me- á última hora que no lo enterrasen en jor voluntad. Lla.m6 entóncos Las Ca- las bóvedas de in. iglesi~l do :::):\o lfra~­sas al Cacique, y manifestándole el es-¡ cisco, como se hacitt con los de~las fra.l ­tn. do del antiguo Capitao, le dió parto los fallecidos en ol convento, s1uo baJO t.lol último deseo que tenia, de ver lo. el port~l de la iglesia, para. que todo imágco do lo. Vírgeu ántes de morir, - ¡el que entrase y saliese dol templo, y pidiúsob en calidad de ]m.:stamo, hollase su scplllturn, - ~o castigo ?el deJandO Oll rehenes Otr::\ m:ÍS errando y grande orgullo y SOUcr\Hil, que lJabla.U más brillnuto. El Cacique ofr~ció dar- bido las pasiones dominantes de su le la cootestacioo al dia. si6'UÍeute; - yida. •• poro durante la noche el indí"enn. H\- T • có la imúgen de.l altar, y en u0ni?n Je l 1.0 do :Nonombre do 1875-Bogotá. otros ue su confianza, huy6 lÍ los 1nme- •• E 1 1 · ,_ d leerse el d . . . 11 r. d 1 · o a re acwn r¡ue ncau:\ o . , . m_tos. corros, e va~ ose a. prec10sa 1 autor ha seguido profcrcntomeutu la btst?na rullqnm, '~> pues era el demo.~1ado o.stu- de O jeda en la obra do W;u¡hiugton Irvmg, to, segun dejó dicbo, po.ra doja1·so ou. "Life and Vo_yages o.f Olu·ist(Jj1_ller Oolttm­gaiíar por pn.ln.bras de españoles. Hn-1bt ts togclhu 1utth tite Voyages uf In~> ccnnpa-btn. ofrecido solemnern e u te de· n. ~~ious." Pero1 :uleulal!, ~~~~ commltado cu~utos . no J r hbros ba podtdo cout;u¡;ull· acerca de lot~ be-que lo. o.rmncasen aquella 1mágoo, y lo cbos y acontecimientos de aquella época, Y 1 cumpho.. asct,"Ura que fuera do la ·Ji¡;era trama rowu- Jamas pudieron los españoles voh·er nc:~ca que.li¡:;a.al héroo c~u l\laría, todos los á vor siquiera la Vír«ec de O jeda que succ>~!CU­go, supo que dur:.:t.nte su ausencia habia hridor, si se r¡uioro o~curo y l"'C(I conootdo,­nuerto fray Alonso de O jeJa; dt~uuo poro cuyas cualiduclos y fallall fueron las mismas que clistiu¡;uioron ú los sul,si¡;nicutcs * Esto lo refiero Lns Casas en sus obras. couqnistadorcs C:!pañolcs dol ~uevo Muudo. APEN DICE . PAltf:cE~O::> que no e:;tn.rá do mús inbortar aquí uon Memoria (r¡uo trndu­ci uos) acure:~ Je Juau ue lo. Cosn, tomada del Boletin de ÚG Socictl<«l Geo~p·á­jlttt de l'a1•is, uúruero 17, toJUo 3.0 , uño de 1862. ALGUNAS PALABRAS ACE1~0A DE .JUAN DE LA COSA, Plt.O'l"O DE OtliSTÓSAL OOt.Ol'(, ASÍ COJIIO DE SU CELEBR E MAP .\- !IIUNDI POR M. DE LA ROQUETTE, VlCEPRESIDENTE DE LA COMISION CENTRAL DE LA SOCIED# papeles, y de ello tondrc1nos el gusto do hal,lnro,¡ hoy. Dcoiaruos en aq11el opúsculo c¡ne, ,¡ po­sar do la justa celebridad, do los móritos y de lna obro.s do Juan do In Cosn., ha­biendo obtenido durante su cxisteucin In oonlinnzn del inmortal de~cubritlor del .N'ucvo 1\Iundo, y ademnc; los elogios do !11 r~nyo~ parte do lo, confJuiatadan:s y de lo"~ lmtonndores de los prirnoro .. tiempos del doscubrirníento, a:;í corno de los Listoria­do¡ ·cs rnoderuos, -~oin embargo, como por una f1\talidad, uingun biúgmfo le hnhia con agrado mcncion especial : Cbta falla es lt~ que procuraremos corregir. No os ofreceremos hoy siuo nn esbozo rápido, y sin duda sohrado imperfecto de nuestro 1n·imcr trabajo, ni quo niuulir·e­rnos nlguno, línea.:; ncet·ca del tiHIJlll-mtm­t, U,. oLra capital do Juan do In llosa, y el umoo monumento geogr{dioo que ele ól::e COnliOnn, y clcl cunl vorcis una ndmira­blo copia en este rocinto. No so tiene noticia exnct.a do In fecha J>rooisn doluncimiento do Jnan do la Cosa, uunqua so ¡molle fijnr nproximathnmonto en ln f!OgUJula mimd del siglo X V. So :,aho •¡ue cm originario do Sautuiin, pcquoiío puerto do In pro'\'incia do Sautn111lor, so­b1 ·o el golfo do Vizcaya, nsi os que lo¡; contem¡>orÁneo:~ lo llumnbon frcouonto­monte el Virraino. Junn do la Cosa era conocido como un buen mnrino y hábil constructor do mn­~ ns, cuando ari~tó'bal Colon, que lo cou­Sldcrnba como su dÍ>scípulo y lo apreciaba mucho, le Uevó c.:>nsigo, oomo sn piloto, en el E;egnndo viaje que l1izo on 1'193, IÍ lo largo de Cuba y nl dorn~dor de Jnmni­oa, viujo que so torminú ou H ~11¡, .\ su 1 rogreBO á l•ispniin, La Cosa 6e rctirú á su lmoblo uatnl, el que tnrnbien nhnudouó en •rove para ir ti fijarse ou el puerto de Snuto. 1\lnrín. "'e !i{1no poca notioin nccrca del empleo que b1zo du su tiempo bastn el mes do Mnyo do 1499, cuondo Alonso do Ojedn, (que ~6 conocia desdo que Yinjó con él CJl el sc~~11do viaje de Cristóbal Colou) lo ~cog1o pora piloto .. uyo en una oxpodi-o~ on ele descubrimiento (l\IO emprendió al N 110\ o ~l uudo, en nnion do Amé rico \"&­pucio. Durante eslo viajo, que 11& tonuiuó 1 mnl, tu \'O la fortuna, siu embargo, J"n Clo-sa, de visitAr cniflndosnrH<'llte las co,tas do l'árin, por lo cual Hcrrcm lo llama dl.:}i ­cnbridor du I'árin, 1¡ pe.~nt· do que yn. e o.s sitios habían eit.lo dc~culJicrtos por Colou el año anterior. Devuelto nl puerto do Sauro JUarín cu el mes do Junio do l.íOO, La Cosa tormi­nó su célebre uiiiJIIl 11111 .di, tlel cual nos ocupnreruo:; más ndclnuto. llúci:l. c.s.'\ épo­ca Hodri~o Unstidas ohtuvo licencia de visitar las Indias Occidenroles, y oon e~o moth·o con>;nltó con Ln Co:;a In ruta qM debería :;eguir, y J>Ol' último so lo llevó conHJ su principal pil(Jto. Salieron lo:; ex­pediciouarios de .Espnün en Octuhre de 1500, y orillnudu In~ co:.la.s do 'l'ierm-I:'ir­me, vibitaron el ~ulfo do Urabtí, ol puerto del Retrete ú do los }l;¡;ori han os, el it.smo do Paunmti. y nlv;m1nt; otra:; localidndcs. !'oro el mal ostndo tlo sus umbarcaciouos, y In arrc.>tnciou do Ba~tidns, á quien se lu ncu~ú do haber hecho sin nutorizaciou ne­gocio do oro cou los lnclio.s, pu~o térmi­JJO á la oxpo11icion, y La Co,.a rcgreoó á ¡.;~p:úia en 103 últirnoa Iocsc.;; de 1;)02. l'ara rocompco~>ar los scr\'icios presta­do, por nnestro piloto ,¡ la c.tusa del des­cubrimiento, no solarnonto viajando á ¡;u costa ¡;ino exponiendo fl'ccnontcmento bU 'ida, In reina Isnhcl lo nombró, por cédu­la real del 3 do Ahril do 1503, Alguacil .Mayor do Urnb:í, Clllpleo que no tuvo ~;ioo más tarde. • Encargólo su gohieruo ou seguida do una mision Á LisbQ8, ocrcn del rey do l'orlugal, con o.l objeto do pedir oxJllica­ciooe.:; aceroo d•} ncuSI\cioncs que so lo ha­ci. Ul ni portugués por hnhcr Lecho oxcnr­siono'> en lo domiuios cspaiioles en las Indias. Pero esto go!Jioruu, en luó"U.r do dar las ¡,atisfaccionu.; f¡uo so le }'ediau, hizo aprehender y cncarc.:elor á La Cusa. OÍD duun recolmí muy Cll hroYO bU liber­tad, porque en Ootuln·o do Li03 ya estaba otm voz en la t:orfo do España, on Sego­Yia, en donde La Cosa declaró :\ la rema que babia doscuLiert.o, fJIIO no solamente los portugueses habinu hecho un vinjo de contrabando cu las tiorros }lCttcnccientos á Espaiia, sino que, á pesar do ~>US pro­mesa:;, habían mandado otra oxpodicion á aquellos parojcs que uo les pcrtenocion. Aprovechó esta ocnsion uucstro piloto para pre:;cut.arlo á su soberana lo:; mapnl> hic.lrogrnfioos do las ludia , que él habia tmbajado, así coJUo el mapa que conoce­mas y qno lleva la !ocho. do 1;)00. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL . 107 En 150:1:, La Cosa obtuvo la mision do cutre los dos el rio Grande del Oarien : vigilar con cuatro navíos armados y cqui- el uuo dobcria adueñarse de la ribera oc­¡ nulos de guerra las costas de 1'iena-l!'ir- cidental y el otro de la orieutal. En el modo Indias hasta el golfo de Urabá. año siguiente (1510) nuestro pilot-> sojus­Lleuó su encargo con muy buen éxito, tificú de las acusaciones que le hacian los puesto quo reconoció y estudió á. fondo portugueses: de haber hecho descnbr~­ac¡ tlellos litorales, negoció con los indios roientos indebidos del otro lado de la li­é impidió las usurpaciones po1·t.u()'uosas.¡ uca señalada á los españoles. Es cierto DoLió hacer buen negocio, puesto que que o.-;ta acnsacioo nunca había tenido ent.regó al 'l'esorero general Martienza el mayor seriedad y su gobierno no había 5.0 de la corona c¡ue constaba do 50,000 1 hecho alto en ella. maravedí:>, por lo cual obtuvo como re-1 Durau\e su oxpcdieion con Ojoda, La compensa una pension de "tma suma igual Cosa. se empeñó mucho con él 1uu·a quo á la que babia eutJ-ega- por sus amigo!'. Oj~ntincs con 200 lwm brc:s, otorg•í, atlumas, una suma do •1;3,000 mara­partió en Nuviewbrc do 1500 á Sauto !Jo. v<:db. Ig11oruuws cu1iL fuera la suoi'ÜJ dclt will¡;o, ,¡encontrarse con .Alonso de Ojo-[ htJO do Juan do la Cosa., tí c1uiun dc;lJcria da, ¡ue Lt~bia sidu Hombrado Oobornac.lur Locar el lítnlu do Algun~il lllayor do¡ gou· ral de h N neva /~ udnlncía, de quion,l'rnll:í. 1 él. C!·a 1\mieule general. En Saul~ Uo- Os hemos l1cch? presentes los princ!pa­uuo~ o J na u de la Uo,;n tovo ocas1on de les ra:;gos do la v1dn do Juan de la Cosn, hncerlo al futuro Uobemndor un señalado así co1uo su muerto deplorable, -ahora ¡;en~ci~. Di:~put:.lbanse ~iones.'\ y Oj~da 1 no~; o~upnromos del d~cu_meuto ~no nos los ~wulc.; de sus rebpecl.lvas Goberuacw- ha deJado, ol quo por s1 bolo podnn hacer nes en Tierra-Firme, pero habiendo uno :su lloruhre imperecedero: hablamos del y ut o nuruLmdo úrbit ro e u el astutio á 1 mt\pa, cuya copia exacta tonemos á la Jua:~ de h Cosa, tste obró con tautu tac- vil:•ta, merced ti M. Jornard. tu, tple loór<Í ponerlos en paz, dividiendo 1 El origiual de este precioso é inostirna- ------------------------ --- ..... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 108 L A ~I U J E R . blo monumento geográfico do In T•;dnu ol baron \\'nlckoo.cr, qt1icu inmouiRtn­J\ Iedia está tmzndo en uug, grande hoja mente so lo comunicó nl hnt'Ol, ele TTnm- ~e pergamino, u& forma ovalada y m·lis- holdt. A la muerto de \\'nlcknncr (en t•camente iluminada. El mapa con,:tn ele J:-,5:3) e!>to mapa fnó pne!'to on pública l las partes do América conocidas hn,.tn 1 :;nbastn -:; adj ndiCAdo al gobierno cs~nñol 1500, época en que La Cosa lo trazó, MÍ por ·l,:WO francc R, no sin quo hubie~o ~·do como .las parte:. d-o Enropa, Asia y ~\frica vivamente di:.¡mlndo por diferentes c. tn- ·~ , conoctchs en aqnolh época. blecimientcs extranjeros y pnrticularm 1;'1- EI mapa ticno el siguiente opígmfo: te por nnostrn bibliotec..'\ impei'Ínl, á quie\1 11 o7~ t: tan rle Ja C 1 ji l t J l'tlpresout~ba 11110 do UUCl>tl'OS UÍI'OCtOres, , osa o zo ro e J111Cr o e e i\1 J d Santa Jla,·ía mt tl ai'lo de 1500. ·11 ombarld. t . d 1 ' um o , en vanas o sus o >l·as y "Para comvrondor la importancia do tambien eu In Introdurcion al exúntc>a N'Í- 1 este mapa,- dice el baron &l IIumbohJt,- tico de lt4 lde.ton'n tle la (Jco~·Cijía clcluuero 1 ba.-;tnria recordar que es seis aüos anterior conti11tmtc, dico que entre él y el ha ron á la muerte de Colon,- y que los ruupas \Yalckna<.'r hahinn descubietto en 1S32 el mós antiguos do .\mérica (no insorlo¡; en importante mapa de J11an do la Cosa. Y las ediciones de 'l'olomeo ó las cosmo..,.•·n. como '\'nlckuucl' nnncn contradijo á Hum­fías del siglo XVI que se han cono~ido boldt en uqucllo, os cosa averiguada que h~s:ta. hoy) son do 1527 y 1529, do la hi- c;;te ~>nbio 110 sólo reprodl1jo trozos del bltoteca del Gran Duque de Sajonia \Voi- ruapa en menot· esenia, eu la oh)'(\ mt•ncio­Jnar." nada, sino que tambien tn•o parte en sn Es probable que las rel&ciones íntimas hallazgo. que tenia el navegante y cosmúgt'!\fo os- Fuern do Jlumlloldt, un sabio cspnñol, pníiol 1\Iartin l!'orntíndez do J•~uci~e•·se apl'ovcchndo do en el ruapn do J unn do la Cot;n, en una :-ms con vcr~;acionos con él y do la , ista obra tituludn: IIMm·io física, po/ít/Nq¡ na­do su 1napn, para formar desjmel:l la u Sil- illl'al de l~t b/n ti• Cuba. El 18 1:! uu inf,l­ltHl tlc ycoymfÍtt qnr. trata ele todn.~ 1118 ]Wlt'- ti¡;able erudito 1 cspuo~ tlo pasar por Jela.nlc do trn.uq ui lamen te, ct\bccon.udo de una ma­Mcluu (bonita cntdad sentada á orillas nora. impropia do la tlignitlntl de un del l:>cun) crmmmos el t'SpléndiliO bos- hijo de Albiou. De&pue!l do lm~Jeruos que de .ll'outniuebleau y l.los hallamo<~ examinado largo rato, las uos ioglesr~s cu uua ric¡uí!;imn, aunque mouótoua so fueron buma.nizaudo, al vor opta ]Jil.­campiña: iuwensa.s llanura5, cubicr- hlábamos su idioma y podíamos series tas aquí de interminables \'Ítiodos, allá títil. El C.'\.lor las sofocab:1 bajo sns go. de trigales nmu.rillentos, salpicados de rras ,·olumiuosas y lo'> largos tirabnzo­trccho en trecho con multitud do c¡uin- nes que las cuuri:lll p:uto de! las meji­tas y chozas. Po canal, que reune el Has; lns dijimos qucsiguiemu nuestro Saoua con el Sena nos acompaliú por ejemplo quitándose lal! capns y las go­muchas leguas, manso, silencioso y lím- rras, pero ellas rehusaron ul consejo • Bato so publicó lJ:J.ce algunos nüos ou u u 1 cou m~ni6esto horror. l•~n túnccs com-periútlico do c1.1la capital. prcur .. . Qut~ parador deuia llegar aquel dia de vuel. hombt e tau gr:-.ndo es nuestro E~tnpc­ta do Italia, en Jonue a.cnLu ua. c.lc tcucr rador, ¡creerás (jliC so viuo ClllllJl.l. llOra lugar la guerra. con Austria. 1 Jesdc Uw.m Lery ! De¡;cJo .Macou ltasta Bclgmue toda., -Me pn.rocití viejo y .... las estn.ciones lcniao aire de fie sta: 1 -Vinjo: vayn uun itlca, 111 lto111lnc bnnuern~ y luces tlo colores en las en. cowo aquel no pucdt: e u \ 'l'jN-cJ. ... sns, en las puertas, gente aguardando -Y 110 solamente le oí y le 'i si u o con curiosidau el tren en que del,ia r¡ue ... llegar el l<:mpcmdur, ri,~nuo:;u y t·ou- -Lo pal¡~tí usted! iutclTIOs¡Ji ,~ un vct~ando alegremente, ~a?:nuando sus chusco. otsena.cioncs con aquel chiste fmnccs -l-;inv que le 'i tomar un l.ulatlo qno se eueuculra ou touas las cla¡;cs de que le ofteciorou ! la sociccln.d. -¡Y lo 1omt',! d1jo el otro cou iu- A ln.s siete de la tarde cmpez:unos teros. ií n1 mvc:-::u ( eut.re do;; gn.r~autas tic ro. -~ií ; lo vi cowi(:udu:;clo. ¡Ah ! jn. 1cas) las bellas monta fías dol.Jnm; pero mas lo olvidar.~ . dosgrnci:ulamcutc el sol c1npcz•~ :Í tles. - ( 'uiíuta ltoutlad : Ols ! H csos 'a- es do oro.. . 1 llcs piutoru~cos, y no no, futÍ po:,;ihlc 'A!=:Í crn f·oulo es tos dos u.dusin, lns \er !>liS bellúzas siuo como soUlbras fau- tnanifos1a.lmu llll:t c•ttriosidal •¡uc les lásti~:n.li. lmhiera dcs purtaclo b vÍ¡,IlJ.lC uu l~.:ou Do lCpcnte, :íntc;; de llcgat á Del- tÍ 1111 clt>f'anto. g~.u.lc, Ullcslm t1cu dejtí de awhr y l>espli('S tic ltJUelH\S dP.Icnrioncs, de. o_m10s á lo léjos largos vi,as, gritos y biJas al tníusi1o del graudcltti()O ciul titos reiterado~, y u u ntotneuto tJc¡.¡¡¡ucs ltelnJo, J lug:uuos :í Giucura '4 las once 1 pa (í rúpidar.neute á uuc~;tro lado el y media de la uoc:lte. , . trcu del .Empcmclor, á quieu clistiu~tÚ- Al atravesar laH callos z llogar iÍ 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 [ RE V l STA Q U l N O E N AL. ~111_ nuestro holel, pndimos di,.;tinguir, ilu- 1&"1.1), aleman muy adultemdo, it:diano 1 1 miuarl01 por uua clarísima luna, el ~ran corrompido, y un icliomu compuesto que lago co u :su muralla de corros en el ho. llo.ruan rO'man; pero el franc11s es el rizo u te, y las bln.ncas velas de los bar. idiomo. reconocido. cos qu~ lo ::l.Lra\ esaba.n. Las mujeres no tienen graci11., y esto no los permito pnrocor bonitas, ú pesar do que no son feas por lo general. Las mujeres del pueblo u!>a~ un. sou~brero 1 enorme do paja do Itnha, stn mngun ndorno, y nven mártires do d, y en guerra abierta cou el vieuto, porque cuaudo sopla, lo'l bato lns alas del som­brero levantándolo eu torno de su ca. heza como una. auréola, 6 cubriéndoles la vi!>ta completamente; do resto los vestidos nada tienen do particub.r. Las señoras llevo.n sombreros y siguen las modas de Paris. rr GINEBRA. Gi oclaa es una ciudad de contrMtes. L:\ parte n.uti~lH\ (que está situndn. so. bre la fa ldn. Jo un cerro escarpado) c.<> muy fe.:1. y mclancúlicn.; las ca~as sorl altísimns, do cinco, seis y hnstn siete pisos, muy oscuras y tristes ; bs ca.lles nngostm1, son eu algunas pnrte11 tau pendientes, que niuguu coche puede bubirJaq, y pnm facilitar el tr{¡nsilo :~ los do :'\ pil-, han puesto á un laclo cle ln pared largas barandas do hierro, en. sas ptoscutau un aspecto de l•icuestar y nmt de lujo. La isla, llnmn.da de .Juan .Jacoho 1 H.ousse.'\11, y que es la única que ticue el lago cu 1\l¡Uelb. parte, es el paseo fMorito do los ginebrines. Estrí t~ituado. eu el confin riel lago, y cuando ya Hl :í convort irhc e o río, comun1case In i~;b con ltt tierrn fi rtno por nn pucu te ; vn. rins nl:unedM lle árbole:1 y asientos de pietlrn. fonnau el pa.~;eo, teniendo cu el centro la. ostatua. del tllcísofo ::5uii\o. D~s ¡utes de h isla la. ciudad ~;e de~plc. 1 ~a a uno y otro lado del rio n.~Jano, el •¡no ~o tlef:liza tranquilo uurautc al. gunn.s legua¡;, y va. ou scgn itla á prcci. pitarse un una enorme cueva pn.m vol. ver tí u p:u cccr más almjo, - por eso e u Sniz;~ el ltúd.wo 110 e¡; uave;:::ablc. Lo:' ltn.bilnutcs de Ginebra lt:~blan 1 fmnces ( cou acento desagm.rlt~ble y na. 1 - N o puedo haber un paseo m~R lindo 1ptc el que tiene üinchra por el l:u.lo izquierdo del lago. A un lado, el l:~;go 1 azul, de di'l'ersos tintes ntros, la ctu­llad salpicada de jardines y hermosas casas, y dividido cu Jos por las aguas Jel H.údnno, y á la derecha beJJí¡;imos pnrr1ues, casas d~ campo y elcgant~s r¡uintas de todas dimensiones y arqm. tccturas: algunas imitan lujosos pala. eios con sus rejns doradas, fuentes, es. tu.tPas de mármol y jo.rantabau quo muchos de ellos maléllcos: á T n- las torres Je la vieja catedral, y des. 1 gla.terra. le di6 á de Lolmo (escritor pues en gra.dacion las domas torres y 1 eolítico de gran fama.), á Rusia, Lefort casas, concluyendo en el primer plano 1 (hombre do estado, general y marino con los iluminados muelles y la peque. bajo Pedro el Gra.nde), á Francia, Nec. ña. isla de Juan Jacobo Roussea.u, cu. ker (el famoso ministro de Luis XVI 1 yos árboles forman nu rico ramo de j y padre de Madama Stnel) y por últi- verdura. Pero roil-nt ras en el cielo 61. mo al mundo ha. ob11equiado cou Juan guraba.n las estrellas, y las olas del .Jacobo Rousseau, Tronchin ( Ctqebre llago hatian los lados de la barca, se teólogo), Estéban Dumont (amigo de oía á lo léjos la voz de la ci vilizacion, ~Iiraboau y colaborador de Jeremías quitando así mucho de su poesía á la Bentham) y Leopoldo Robort (célebre admirable escen:~.; la locomotora del pintor). tren de ferrocarril silbaba al partir y Despues de permanecer tres días en se oían pa!!ar n nuestro lado Jos buques Ginebra, nos despedimos de clb.la. no-¡ de vapor que llegaban 6 salían del che tíutes de partir, yendo á contero. puerto. plarla en una barca desde la mitad del lngo. La vista desde allí era bel_lí_sim_a .;.. ( Cnntinua1·6.). ___ LA JUVENTUD DE ANDRES. NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTUMBRES NACIONALES. tFlN DEL SIGLO XVlli.I CAP 1 TUL O 1. José :M. Quijauo O toro ou su IlisiO?'ia St:UAOION DE LA NUEVA GRANADA E~ 1782. ZJtttric~) organiz6 lor¡ gremios eJe artesa. l ARA que se comprendan meJor los uos, c.ltctll:udo los .1 eglo.mcutos del caso acontecimientos histórico - no~ closco:; para sn mstntcc·ton y fomento y 1ns IJtlO v:uno~ á relatar, preciso scr:í, iiutes prov.id~ncins tJeccs:u~o.~ pam el esta. do outmr en materia, hacer uua corta blecwnento do hooJHCtos y ca~>as de resefia do h situaciou política eu r¡uu asilo." A dou Jnnu M~uucl Flórcs le 1 se encontraba el Virciuato de ?\ ueva cabe la 1.10ura d~ hnuer tiiUO e~ fundad~r ()r~unda des pues de termiMdn la ruvo. do. la pn~orn. unprenta tnuda al Yt­lnmon quu ha tomado en la liÍI:itori:~ el remato, sm contar cou la que teDtan nombro do la ele los C'c:ruw 1w·o.<~. "' ya. los jesuitas pam e luso c.le su cole;io, DonJuan Manuel Fl6ros hauia toma. desde 1734. Jo posor,ion del Vireinato desdo J 7713. Sin emlJargo, F.i lo debemos á este Esto caballero poseía, segun parece, Vi reY: esas teu~nti vas. de progreso, en sobratl1\ pericia para gobernar, y de~de cambio nos lnzo el wmenso m~l de loH principios de su admini~trncion se arra.nca~nos uno. pa~tc de los7~n~1guos propuso fomentar el pro(Jreso de la terntonos pertencclOntcs al\ treJU\to. Colonia, y tomó pa.rticul:~r intcros 00 Arredrado unte las impondciables Wi. protc(l'or la. auricultura concediendo cultades que eocootrnha para gobernar prin1:S tí los e:portador~s. Y. comunicarse con las lcja~ru; prono. . "nc:eo~o de fomentar 1:\ incipiente Cl3.~ de la Gu~y~nn, ~laracmb?, ~~; lUdustna manufacturera. del paí~ (dice nli, 1slas do Tn~u.J~d y Marg~nta, pld10 * Véase JrM6 Antonio Galan- Hpi~Oersal aplauso y grandes e;;pera~zas, Gart.tgcot>, In. ciudad más floreciente de anunciando uua época ménos acmga todo el litoral del mar de las Autillns. para la. vida política y económica. del Cou In nuRencil'l. del inteligen to Yirey pn.ís. se paralizn.roo los proyeclosue reformas La persona más importante, de ma. adtniuistrativw; eu el interior del Hoi. yor influencia en todo el Vireinato, Y no, y ésto.s se olvidaron por comploto mús merecidamente qlleridn, taulo por C\Jnudo el Gobierno español nombró uo el pueblo como por los hidalgos y gente 1 Visit las incipientes industrias tooio Caballero y Góngora. De Obispo y e:stn.hléció en Santafé nuevos derechos de Yucatn.n, y muy bien vist~ en la u.e alco.bala. Don Juan Francisco O u. Corte española. por sus dotes tntelec­hérrcz de Piñúes (que a!.Í so llaroall!\ tuale:> y actividad en toda empre~a .quo 1 el Visitador) no dej~ im~uesto que uo ~>O le coutinra, Üll: uorubra~o Ar~o~.11spo elevara, y adornas fundo nlguuos tan do Santafé, en donde fuu rectbulo á gravosos, I}UC las sumisas poblaciones mediados de 1779 con gran })Ompa Y no pudieron sufrir tanto dolo y humi. solemnidad. llacion, y acudieron ti usar del úerecho l Dice el sefior C root (e u su Historie¿ d(,} suulova.cion contra UD gohioruo tnn b'cle~:tiústica): "Ln. fuucion so hizo con inícltO y cruel. Esta íué lo. llamada de todo aparato, despucs de la. cual"~ co~­los Co10uueros, quecuuuió tan rápido.. dujo al Prelado á su prdacio en med1o mt;u te de uorte á sur }JOr todo e 1 Vi. , de la asistencia. oficial y de i nuwnera.ble r~wato, que puso en apuros al \Tirey. pnehlo. cstandG adom~dns de c?lgadu­Stu ~nbnr•>o, la fuerza y el cng:uio ras lns calles del truuslto. Hnb~ como veucteron en ¡locos m~5es ú los dcsCTra. un prcsa•rio de f¡uc eE:to Ar1.0lnspo es­ciados colonos, que tuvieron c¡uc !'O~nc. taba llat~aJo :í hncer u o grn.o pape~ en terse nllin, é inclinar la cerviz. Pero ell\ uevo Reino, corno en eú'. .C to lo htzo; ost_t~ suhlcva.c~ou 110 fué esté ril, porque y tal era el hombre quo se uecesi.taba d~Ju en el 6ntruo de los pueblos y en cuaudo se preparaba un ponc!llr de la atm6!;fern. moral del pn.ís el g~rrneu azarosas circunstanciM para todo ol fecundo do la. libertad, ontrevifltn. un Reino, ú tiempo que Re declaraba la. momento, y por primera vez compren- ero erra e u tre Espnfía é loglaterr~." dil:!rou b posibilidad de una Íllhtm y "' Amante del progreso, inclinado ú mejor coucerta.da rebeliou coutm Es. proteger ú los hombres científicos Y á paiin, iJea. nuev:~. hasta cutóoces eu el todas ~las artes, el Arzobispo G6ngorn. Vireioato. no pudo ver con buen ojo la aublevacion Afligido sin dlolua con la. sihlacion de de los Comuneros, que trastornaba sus un pnís 'JUC no había. podido gohernnr planes de p:tz y tra.uquilida~ en su como él lo hubiem de:.eado, y minndo Di6cesis ;-así, npénns vi6 despeJars~ ~ por uoo. enfermedad que lo llevó :l l:l. tanto la situa.oion, ofrcci6 sus serv1c1os tumba poco tlespues, -don J un u .M n.uuel como mediador entro los i nsurrocciona­li'lóros presento su renuncia ú In. corte, dos y el Gobierno. Merced á su carácter Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --- - - - -- ----------- q - -------- lU LA MUJER. conciliador y á las prome¡:as que 1Jizo á ly oo se tiene conocimiento de que 1 nombre de la Hen.l AuJiencia logró hubiese reclamado por ta.mafía mala fo poner en arm.ouía ú los Comuneros con el Ilustrísimo Caballero y Góogora, que el Gobierno, y outuvo que prometieran 1 tanta parte tuvo en las capitulaciones. guardar la paz en cambio: 1.0 de Esta faltn., error de su época más que que se expulsara del Reino al odiado de su carácter es, sin embargo, la 1ínica Visitador Piñéres; 2. 0 á la extinciou mn.ncba de consideracion con que puede perpétua de los nuevos impuestos ; la historia tacharle e u m vida pública 3.0 la colocacion de los hijos del país 6 privada; de resto todos sus actos en los destinos públicos, &c., capitu- 1llevan el sello más noLle y más digno laciones que juraron guanlar uuos y del recuerdo de la Di6ce~;is primero, y otros sobre los Santos Evangelios y ante des pues del Vireinaloquesuporegentar N u estro Amo patente. Sea como fuere, con tanto tino. y tuviere la culna quien la tuviere, S A S lo ciet·lo es que aquellas c:1pitulaciones 1 · · DE ' · se negaron Jespues por b Audiencia, (Contitwa'rú). PAGINAS PARA LOS NIÑOS. UN DIA DE ASUETO ENr.!'HE LOS ÁNOELEo. Entretanto cinco 6 seis ángeles ha. I Liaban cutre sí con gr·a.ude atlima.cion. IL\ !HA asueto eso dia en el Pamíso! -Anael tiene razon l exclamó do Unos t.niles de angelitos, reve¡;tidos repente el mayor del pequeño grupo. de sus largas túuica.q azules, hablnuau Hace miles de años que catamos en el do la recrencion y de los juegos que cielo, y aun no l1emos pensado en viajar. iban á tener. No todos estaban de i Cuál de entre vosotros quiere acompa­acuordo eu eso punto, porque unos fiarnos en nuestra correría 1 querinu jugar ú las escondidas, otros á Un yo general reson6 entre los que- ¡ b. gallino. ciega, y ninguno accedió ú rubines y ángeles más pequeños. K un. la idea de su compañero. ca se hauio. oído tanto alLoroto eu el -Juguemos al volante! decio.u uMs Paraíso. vocesillas. Al fin se restableci6 el silencio, por- -No, señor! gritaban otros; es que ya se oían los pasos de San Potlro, mejor aprovechar la brisa pa,ra echar quo acudía al lugar del tumulto. El unas cometas. buen santo estaba basta.nte descontento 1 -Imposible! replicaron .á esto los con los angelitos, y les ameoaz6 con u u querubines; el firmamento es demasía- castigo general ; pero como ofrecieron do grande y nuestras alas muy débiles estar más formales, se sepa.r6 de ellos, para seguirles por el espacio. recomendándoles que no se apartasen -Debeu callarse los chicos y escu. del espacio destinado á sus recren.ciones. cbnrmc, dijo uu ánael adolescente. Yo Sin emb~rgo, nuestros viajeros no creo qne, pnesto c¡~te tenernos asueto, habían ab::mdonad? ~t~ primera iden., y 1 debemos aprovecharlo para bacer una á pesar de la prolubicion de San PeJro excursiou celestial al travcs de nuestra se ob&tinaban en emprender el vuelo patria. por las camp~:~as. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1 REVISTA QUINCENAL. 115 -Esto eg hecho~ dijo cou tono de- 1 en su retlor y dehajo de (.1, pnrocihalolo cisivo el mús porfiado, llevn.rl-mos á como enormes ojos rojizos quo le mi­cabo nuestro paseo. Por lo dorna.s, será mhn.n con severidad. esta una falta muy ligera. !JOS ún- An:tcl, ya siu fuerza para. sostenerse geles rebeldes fueron muy culpa.bles sobro sus alas, se sentía arrastrado por y merecieron su destierro del ciclo; el espacio y descendiendo con uua rn­] lOTO á nosotros DO DOS atorrncnta siuo pidcz vertiginosa por entre el delgado Hnn muy disculpable curiosidad, que tis1Í do las nubes. ¿Quío haced Ioteot6 1 ltabremos de satisfacer. uesliznrso entre dos estrellas, pero al l hacerlo sintió un calor iosoportablc, II quemó~ele la. cxtreruit.lad de una de las alas, las plumas de la otra se empoza- N' ucstros paseantes se dhidioron en ron á dospreot.ler, y en tal estado cayó cuatro grupos: los unos partieron bácia 1 sobre la tierra casi privado de cono­el Norte, los otros bácia el Hur, y una cirniouLo. docena Jo serafines se dirigió al Oeste. Cuauclo recuper6 el sentido crey6 Ji~l pequeñoAnaol,quenombramotJhace estar soñando, porque se vi6 rodeado poco, decln.ró la resolucwn que babia de centenares de aves de todos colo­formado de partir solo para el Este. res y Jo todas dimensiones, quG le mi- -Cómo! c:xclaJDarou sus compafie. rabau con cmiosidad, y parecían deli-, ro11. Irte solo~ .... i y que harás si te berar sobre su snertc. sientes acosado del hambre eS del frío, -En dónde estoy { preguntó el asw>-¡ (,si te pierdes en ol espacio, con riesgo tat.lo angelito á los hahita.utcs del aire. 1 tle no volvernos á encontrar jamas 1 -Trnnqnilíz:J.te, le respomlió una 1 Pero Auacl los tranquilizó diciéu- respetable alondra, ncerc:índosclc y dolos: tomándolo el pulso con gravccind, cstús -¿ Acaso os imagionis que me voy e u el país de las aves. l\ osot ras u o á tardar mucho? Volveré ú tiempo somos gente mnb, y trataremos de para la oracion de la tardo, ántcs Jo proporcionarte los socorros que lm!Jie­(¡ uo so haya puc:;;lo el sol; admuas, res de uoccsitar. llevo 'íveros ¡;uficieutos, y el uin Cotá -¡Conoces el cn.minCI del cielo? muy hcnuoso. cxdarntÍ el :íngol. E~a es wi pat1 ia, y -llash~ lncgo, pues, amit,;os 111ios: tnC 111ho voh cr á ella cnauto ántcs. llO tonmis nadt\ })Qr 11\Í, que esta noche -~nuca hcm08 c:;tado on oso paí:;, t~ ulré mil m:un.\Íllns c¡uc referiros. rc¡,Jicú uu H7.nlcjo. JJíuos si es muy Y sacwlicudo sus alas, lcizo cou la bcrruoso, y por •¡H•~ s:\lic;tc do (.l. lll:>no 11n gracioso saludo á sus cotnpn- Auaol ~e viú imuodiat:unontc rotlca­ficros, y dc:;npnrcció cutre las uubcs. do ele toda la tnrba, a la cual refirió Alguuas horl\'! trascurricrou áutcs de prolij:uncntc 1:\ lcistorin de su cmiosi. •¡Uo AnnPI, quo vobba rápidall1cutc, y dad, !iU dcsoLoclieucia :í ln Útdou Jo EC crcÍ:L uwy foli:r. y muy libre, pcu-;n.ra ::;:u• l'crll'(l, y ¡:;n tcrc¡uod:vl en SCJmrarsc 1 n rcgrc:-;nr. Pero al ti u S(· si utiú causu.Jo de~ su!'i corn paiicros, ncal,atHio por cou­.) W!t lc:unhrc, y al propio tiempo He fcsarlos que bll'i provisioucs te hahiau : JIC•cihicí dn •¡no cstalu~ Of'curecioudo, agotado, y que tcuit1 mucha J.awbrc y y Le que haLia volado tan lt~jo-, quu ya tuudtn. od. 1 o rcconl:dm qué camino debía tolllt\r -¿.Quieres alpiste! le preguntó uu J ata vohcr. Ancpcntido y coufu!'o canar o. u o sn do. oiJcdicucia, gritt., lla111Ó y -¡ O nlguu o! ro alilllcnto 1 a.¡rngtí ~ itni•~, pero iu1ítilmcntc, porquo uo uu jilguero: mi uido estú licuo Jo lcauia uaJie que lo oycm ui pudiera provisiones. 1 sut Jr!Orlc. Los pájaros so aprc:;;urarou en traerlo 1 JfuLia llegado In uoc!Jc, y lilillnrc:; todoH lo:; vhorcs cJllC tcuiau. Pero, aun UI Yo soy su madre y nadie más. -No tal; In. uaturalcza os Ccl-imien­te. Entre todos los animales,¿ cuál rna. dre entrega sus hijos á otra? '"'as aves Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ___ ___R_ E• V 1 STA Q U 1 N O E N AL. 117 1 nocturnas, las mismas víbora.<: cuidan 1 tento, ¿pero no os parece que se_ria. m u- ¡ de sus hijuelos, y Btílo la. m11jer entreNa cho más provechoso para el miio q~.'U con­. 1 •a inglesa se retiró al punto ~;in hacer tingente de alegría, y múl! qu(' las olras ~o nmguna ol,:;ervacion y so ronui6 ,¡ HUS distingnia ¡•or 1'11~ chitstcs, viveza é inalto- 1 Cf>mpaiíoras. No era compatriota suya nqne- rable y constante buen hmnot·, qno la ha­ll. a t~ilan nfligida. ¿ Qné lo imporlt\ban &ns cian partioulnrmontoqnerida. Supimos que lugt·unas? babia nacido do familia noble y en medio l -Para ontóucos la. nwcra, calmando el de grandes comodidades, las que duraron llanw, y más sore11a, se hizo comunicnti va, basta ln muerto do sn padre ; sucoso.> quo y cutnblarou con el!B el siguiunto diálogo: envolvió ñ :.ll familia en desgracia bll:nrtí- bremente en París, ouviaudo ó. Apolouia :i cuh tle 't 01>te colegio á concluir su coruenzada edu- -Mi papá lo era. cacion. -Pues aprende, bija min1 lo dijo Clo- El colegio ora nn reducido mundo, cu moncin con cierto aiJ·ccillo pcd11gogo, quo que estaban rcnnidn<~ toda& las razas lm- 0!1 ht•mpo do república no hay nobles, ni ma'llas on sus difuroutcs mmificucioncs. lllulos: MI, desde abom te advierto quo !labia una mula! ita do la isln Mauricio,nua aquí to llamat·emos Apolouiu noll, siu hija de una india de Cúlcnt~~ y de nn in­alladi ·~ura. glés; la raza c·nlmuka la representaban -Pero oi mi papá no ~o quitó el de, dos rusas, y }l!Lill completo, ,·arias iugle- ;. por qué lo he do bacor vo ·? sas, una l•elga, IIIIIL polaca y dos america- -_Tu papá no era md,;. imporlauto qno nas, que énuuos nrm .lf"lll.:cc y yo. el m10, que es armero y tiene tienda, la En Fmucia c::ula uina sabe :í puulo fijo contcst1j .Mada. cuánto le locani cu dolo, y so ooupau en -AHí, al!adió Clemencia, dojn. esos ni- aquello como lo hiciom cualquier e:;p~:;cu- 1'?9 do MiHfo, para mojor ocasivn, porque lador quo s.1he IJOO mi,: utra~ m:ís diucw \ IH oroo do la razn de los t.inu1ob tlol pueblo, poseo, con nmyur ftll:ilidntl oLtcndni u un vnlo 11\tÍs callar hoy tjUO hu triunfndo la posiciou ou la liOCiN.laJ. Ellas Jlrc~iont~ll rovohwion. quo se cnsnrrín hion ,¡ mul, segun la oifru. do No se crea inverosíruil esto Jongnajo en h\ dolo, ó 1!\lO uo Ml cntmnínnht~olultllllOnh', hncn df! las colegialas. !,a rovuluoion Jo si no tienen por lo liii:Hos e;.pcronza de al- 1 b 18 l1 izo retoñar las prcol'll paciuuc~ du la l(Ullll fort nnn ; poro las r¡ no &ltín en esta do S~l, 'J d ]enguajo 11\ismo do ]a r' pocn 6~ última po::;iCÍOII, SO rusigunu Cúll hurn hu­hw. o UO 1n01la ha>-t c·l fmUCC8 110 "U uuatc llllllC,l1 y •:ndos, y con más moth o ... C'll los ~~olt>gios, m ucbo ménos la fmu<·csn. L que tmínn los nlumuos ul eco do l.!s con- Entro lns q nc u u t~ninn CsJ'cmnz:'l de '01 no.;iou(.>,; que oían en fillS e u!n!l. dolo, y so prcpnrubf\11 }ll\l"n seguir ol 11do \polonia las mir•.Í con ojos sorprcn(li- y ñrd11o cmuiuu do in•tittltrices, c,.tahan el•) • conociéndose que a1¡nel lc11guajo era ;l'ere"a y Apolouin. No ob~taute la difo­l" ll 1 lla eutcramenlo nuovo; y ni puro- reucia de fortunn y dvtus, b cou~rupo,i- 1 • t' 111orWicnda no loo cuutcstcí liada, y cion de las divun;:111 ra:;;us, y las c1.eslioucs '~Jh i,:ndo~>o á Teresa, (jlte hnhia pormnue- do noblczll y cla~o média, snsoitndns por ( ulo 1 .dlnda, la nlit·ó con ta) uugnstin, t¡no ln 1·ovol11cion do 1818, ha~;h\ cu to! rdu·o Ótilll, echándolo los lmtzot. al oucllo, la de los colo.:~i•JI', <·omu 1Ín\es dije. uuurn 1 u- 1 • L1 az,; cüu cariño y la couvidó á dar un bu riiin , 11i &i<¡nil'm mm di>}'l•tn cutre 1 1> 1 ' l por la alamt:da. aquellas jó,·clll."': todas uos ayut.l bnmos y l>t. do cntóueOl-l TorCS3 y .r\ rolouia :::e protcgínlll•lS tnt'ttuauwnto, \'\in celo:; ui cn-hiei'_' J t>n nmign~ intimas, lo c¡uo lllO h.i~o 1 vid in, y las ~xtrnnjuras t·rnmo." particubr­IHifn r mucho, a pesar u e 'lne uadn dlJC, mente atcwlld:ts cou graudcs cOnl> domclO­., ioudo ndmitid;l como tercern ulguua>; 'o- uc.•, tnuto }'Ol' Jns l1ijas do Jo;; noblos 1 :u-­ce , 1 oro no siempre en nr¡uolla ami:.t:td. tid1nios do lo.<~ UorhouO!'I ll de Lu ~ .Felpe, l~tn Apolonia de iisunoruía simpática y como por lus uiua.~ do familias p.eLt·yos y ntuaiJIO . .Y aunque no bolla, 1;1111 lllt1jillns ro- repubhcnuas. ft~l fontlo del c,Lrúdcr fmn­;;¡ uh y o jos brillantes iudicnoon u o a su- ces es indmh\hlomento !numo, noulo y ulJ­¡ nt.l pet feda. En L•·ove tiempo so amoldó negado, poi'O dc:.gnwiadumente lo du111m Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCE:NAL. 119 ltb ideas falsm; y exageradas conr¡nc so lo alimenta, In incredulidad do quo hacen uhmlu los hombres y el indiferentismo do lBS mujerc..'! on materias roligiusn!l. Eu ro­sítmou, ol cornzou es bueno, ltt cubeza c"h¡ falseada. u ' -E;;o no puctlo ~>-er, me coute,tó muy sério el doctor. U:-lctl no nsistiria á una r~prc.;entaoiuu en semejante te!tro, si !u quiere ver de Iti alegrías dol llllmdo. uu manguito do picios m11y ujadas. -¿ Y so hizo actriz apduas snlió Ul'l oo- -¿ Quó <¡uicro u tod, soiiorn? In cou-legio l' testó mirdndolfl con mós atouciou, pon- -~ o, empozó almcgnc.lnmcntc su carrera san do quo scrin alguna dost;raciada, quo á do macstrn, poao on Lrc•;o no pndo sufrir pesar de lns prohibiciones do b policía do­o o martirio y so ~~l,·ió ti buscar otra.., ida se:, ha pedirme algnu socorro. quo fuera méno, escabrosa y árida. :soli- -Dispon,o usted, mo dijo, si movida oitt~ •¡no In ndmitio,cn como cantatriz so- por gmtos rocuordos mo ntrovo á preguu­cunol:: u m en un teatro resvcu,blc, .) po1· tarlo si u,i:ed es Adainn11 AlviLrOZ. supuesto uu b recibieron por sor ¡;u voz -Sí, así me llnmu, contost•5 admirnda. muy duhil y ~;úlo adecuad'' pam 7.1trzuolas, -¡. )." ust~d no 1110 ouuoco'! ( l(tllllailh~8). llospues do wil dilicultu- -X o hago ntemuritl ou c!'ito momento, do:!,) llllSO.ndo por humillacioms poMos dijo mirándola con alonoion; y no pu~o 1p1c ltl!t opto t 1uto la hahirm arrourado recordar quién fuét'l\ n•¡uclla. mujer do tnt­oonto iusütutriz, al fin cousiguioj r¡ua el rada tl'bto y fisonom!n humilde y nhntida. diroetot· do u u tontro del Boulo,·ard la r\d- -¿Tan mudada o.sr estoy quo uo mo m hiero eutro la:~ comt~t'61t6, gracias á MI conoco u:.tcd, Adt inua '! o:tclam6 llcnán-lmcn porto y juventud. Poro en brc\'O pcr- doselo los ojos do lágrimas. _ 1 dió la poC3 voz I}UO tenia y fué lmjnndo El timbre do su vo:G no mo era cxtnmo, «!n In escala do los teatros, do tul suorlo poro no podin recordt>r el nombre. r¡uc en c.lias pnsados vi su non1hro en- -Soy Apolouin Nocl, dijo -..~ienuo I}UO tro la actrices del teatro do Luxcmhnrgo no le conto,tnbu. ¡ Ahora sí me J·ccnm da? ó RrJI•in•Í. -Oiortamooto ! exclamé of:rcoio:ndolo -¡ C1uínto m o duele stt ~itunciou ! qui-lln mano, quo olll\ ustrcchó cün cariño, Y sicrtL verla~ dije afligida. untóncc:. noté que ocultaba bs Juauo" en- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. __I2_ o_ ______L_ A MUJER. 1 tro el manguito para no dejar ver 1>us rió m:ís de miseria que de. enfermedad. guante:; rolus, lo que en Europa es l>Oiial Parece ivia do ltl. mayor miseria. ollí con su madre en la mayor pobreza _.¿Cómo me conoció usted ou modio de pero honradamente, procurando sostener~ esto tumulto y despues de tanto tiempo de se con su trabajo, sin desmerecer de su no vernos? nacimiento. PregunteS J>Or la madre, de~ -.A vi11os del corazon, me contestó, pues seosa de socorreda en lo posible, en des~ apénns la vi la reconocí, con la certe;:;a do cargo de mi concienoin y en memoria de no haberme equivocado. mi condiscípulo, muerta quizli por mi col~ -1\Iuy decaída me encuentra ¿,no es pable de.'>cnido en no babor averiguado por verdad ·t me preguntó al cabo do \III mo~ su suerte como debí l•ncerlo cuando tan mento. casualmente la encontré. !'ero la Provi~ -Así es, pero mi recuerdo es ahora dencia no me permitió compensar mi fal~ completo. ta: ln madre babia partido pnru el cam~ -lince nños, continuó, supe J>Or l\1ada~ po: con motivo de In muerto de Apolonia, ma d'Aubenas que usted lo hnbin escrito un pariente acomodado supo la miseria de anunciándole su próximo matrimonio. ¿Se su situacion y la babia invitado á su ca~ú usted ? casa. -Sí, la contesté, estoy en Paris con mi -Ya ven ustedes, oiíadi6 Adriana al e:spo~o. ¿Y usted?.... concluir su rebcion, que hay á veces en -Yo be permanecido soltera. Y nl de~ la vida 1-nras casualidades que parecen in~ cir C~ato noté que se abochornaba y bajaba verosimilitude:; inventadas por los nove~ los ojos. listas. Et-n ya muy tarde y empe1.abo. á oscu~ -Casi siempre, cuando miramos á lo rccerse tuucho, así, la dije: pasado, encontramos eu la infancia bri~ -¿Quiere nl>ted que atravesemos la ca~ lla~:tteo y alegros púgiua~, y en lo presente llo si nca~o usted sigue mi camiuo? no me cuadro:; triste:; y de:songaüos,- dijo Alicia, atrevo á detenerme fuera de ca:;a por mús y añadió : la existencia que má:> sonrío nl liompo. principio ac.'lba 1>iempre con lúgrimas y Accedió y seguimos en la mismn direc~ tl'istezas; pero tnotbien hay en la infan~ ci011 conversando. Pero la bmnildud do :m cia escenas tristes y dolorosos recuerdos. pot·tc, Bllll contestuciones ambiguas y oier~ Maüaua, si me lo roouet·dan, les contaré lo oml,arazo en todas litiS palabrns, mella- algo nce1·ca do osto, pues guardo, entre mnron la ateucion y tuve la dcbiliund de otms memorias do mi infancia, una que avcrgou:r.nrwe de que !lJO vic:;cu con ella nada tiene de alehrrc como ustedes vetáu. ou la anUo, viniéndome la idea do que tal -¿.Por qué uo referirla dCt>do ahora? '07. hnLi1' lomado el mi~wo camino que dijo Má:dmo. 'l'~rosn; y a,;í fué que cuando mo proguu- -:Me sedn mntorin.lmcnte imposible; tó cu dónde ,.¡,in, para ir á vi&itarmo, uo estoy tan fntigada ! quiso darlo mi dirccoion, ¡;o protodo de t¡uo 1Í mí mo tocaba hncerlo In ¡u·ilucrn ' isita .. l\lnnüestóse muy ngradecidu, indi~ ct1udomo quo vivia on la calle Ou¡¡¡;otto uú~ moro 10. Con esto nos separamos ámbt\s coumo~ vidns. - D1A SEXTO. C<~n •··t~ ujcmrlo 10 a~nimnrán Wtlc¡•ln• ttUO IJUII:mn OL'f puri6· WUUII, " uirlglr il VI>O 8\UI rUL1j'U .. (8 .. ~011 J>L'(!TXXCI.&.Ln.) !'asaron dias sin haber tenido tiempo Cuando so levantaron las seiíoras, yn tl•> ¡wcrigunr en ln casn en que vh·ia Apo~ l\Iúxiruo babia pArtido con la iotencion do lonia, J>Í ofectivamente era persona á quien averiguar el parudero de Lúcio Montalvo, pudiera vibitar. Unn mañana, al tvmur un y procurar con .;utS consejos apartarlo del 1 periódico, vi en la lista de defWlciones del miserable comino que llevaba. día nnterior el nombre do mi antigua con~ En la venta donde babia comprado el di«oípula. dia nnterior el nguardiente, con el real re-lmuodiatnmente tomó informes en la galado por U:íxitno, uo pudieron dnrle por·tería dol número 10, calle Cassette, y otra noticia del mendigo quo buscabn sino mo con firmaron la triste noticiu. l\li pob1·e 1 que despues do haber dormido á la som~ coudiscí¡mla,ln desgt;acinda Apolonia, m u- bar casi todo el dia, con la fresca de la lar~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -~-------------------------­'--- --- - --- - ----- 11 REVISTA QUINCENAL. 121 - - --. de :so d&.ipertó de un posado sueño y ¡,e] Cuando por la tarde volvió <'1 nu8cnte, puRo eu camino con dirccoion al¡meLlo le rocibiet·ou con mil clemostJ·lwiones de vecino, á donde probnulcmento llegaría contento, olvidando todos ol fn~tidio que &.la noche misma, porque, segun dijo, no jlos opriroia. l'epita, que babia adivinado teuia un cuarto con qntoric­~ nna. So dirigió cntónces al cura, refugio ta, y ella, sin hacerse de rogar, tmuando la de t.odos los UIÍScrablos; pero aunqno é¡,te palnbt·a habló de e:sta manera: 1? con ocia, no 1~ babia. vi.:;to ~1acin mucho 1 FS 0 E lp e 0 • tiempo, y qnedv do O.Vl!!arle St alguna ve:r. ppsaba por su cumto para ayudar por su Cunmlo mi madre vivía aún, pasé 11na parto eu aquella huoua accion. Así, dCii- época eu Bogot:í, y do ello conservo grat•lS pues de haberlo em·iado un billetito n Juan recuerdos. M ucha!i vece:;, en medio del J iu1énoz dándole parto dol mal éxito de 1 sueüo, torno á ver todo nq u ello, ti bCUtil' sns pe:;qubns, volvió con la tarde 6. Bue- lo que en aquel tiempo, á llorar y reir co~ u¡¡ vista, disgustado y n1ii!,rido, ha hiendo pa- m o lloraba ) roía : vuolvo :\ la nl<'gro in- ! 1 sado todo el dialéjos do Alicia, y ~;in teuo1• fancia, con sus alll<\ules y cándidas dichas . ln satisfaccion do hal•or logrado 'su deseo. y sus pasajeras l:tgriruns, con KUS hondas ¡ Durante l.a ausencia do 1\itíxi?l~, Alicia 1 ó indeleble.-.. ilnprCJ>i~~e:;,_ qno so cncn~u- 1 uo pudo menos de coufc:;arso u s1 misma trnu como ¡nedras unltanus en el camJuo que do tal manera le em noce.:;nrio verle¡ de In vida y que con~;tituycn otras tanta~s ti todas horas, 'filO sep11rnd:\ do él la vida épt,cas para el comzon. 1• lo pRrccia inl:>ipida y ~;in inter<'s. ¿ Oómo Quiet·o explicar un recu.:Jrdo vago, tl-aor 1 l;Oriau los dias veuideros, cuando la ¡;opa- t¡ luz uua memoria que de vez en cnat_ulo 1! :aciou fu~ra perp~tua, sin esperan?.~ de se dcspietta cou elarid:ul en mi e~istia eu dos ,·cuúUll\!1 en reo- 1 difícil do ejecutar y mú¡¡ doloro:>o para midas y desiguales, una puerta con anehas ella. Tiabia llegado á un punto e u que ya gtictas, por entre las que mirlibamos tí n­no era duoiia do su '·oluntnd y se doj11ba te.-; de golpear, que daba directamí'nto so­llc, ·:u- por la corriente sin podor ni querer bre un patiecillo empedrado y ¡¡cmbrado reflexionar. de fiores en pintoresco desórdeu; las babi- 1:riMe y meditabunda pasó ll(luel din eu taciones consistían on una sala grande y nn m decible de¡sasosiego, ¡>t·ocul'ando, sin una alcoba: la primera 111 amoblaban va­po~ erlo lograr, distraer IÍ sus huéspedes, rios canapés, unos rotos y otros ¡;ano:>, y q meuos tarubien sentían la fulta de 1\láxi- todos de formas diversas, y forrado:; en za~ mo, sin darse tal vez ouoota do ello, pero razas diferentes. A un lado do la puerta manifo;,t:indolo en lo poco alcgt·es que es- de entrada encontrábase una mesa, sobre 1 taban, á vesar do que hacían e:sfuorzos pam la quo, entre otro.; objetos, ,·oía yo sieJn­pal"( l(·ctlo. pre un vo.so con algunas flores, gusto raro Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 122 LA M UJER. 1 en una vieja do nqnollo" tiempos. C!or- lo olvidal~'l b dicho a madre cunudo abra­m de l:l vcnlaua se hallaba otr,\ rne~a pe- zaba ,¡ sn hijo de vnclla de alguna campa­qn<' iil\, escolhda por nua :;illn do ''ar¡uota, iin en quoNo bnbin distinguido; y so r-ou tit\ sitio predilocto do doña Alousa: allí pn~n- tan feliz, tan orgullosa, que no so hubiera ha el día deslio que regresaba do la iglo- cambia lo por todail lns reinns del mundo. ~;ia, uc~¡.ues de oir misa de seis, y ocupada Llonibanme :\ la C:l'3n de doii•l AloDS3 unna voces en torcer cigarros pam vondur, con frecuencia, y su morada mo porccia .Y otras en rc111cndar su ropa, 110 se movia tun tribto y vieja, y la duoiin tnn vieja hasta qne llt·~~ba In noche; pue,;to quo y triste, c¡uo uo comprendía cómo en uua dt;.,groñtuh y mal tmida sirvi(;nta In aquella ullljor y cu ac¡nclla ca~a podiA ba­servio. ñ sus llorns sobro aquella mi:nna bcr tenido origen el brillante oficial que se 1~esa los escnsos alimentos que le propor- dctcnin JllU".l hablarme ni pasar dchajiJ 1 CIOunba el tmlmjo diario. <'uutigua 1l la del balcun en que yo c:.lnba, olvidando sus sala t¡nednba ll\ ulcobu, de cuyo interior deberos por dirigirse á mí. Yo tenia en­no l•ngo ab~olntamcnto Jueu1ori:,. },rcuto tónces beis aüos y lo creía un portento, á JB puerta do la S.'\ln, y atrave,audo un á tnl ¡muto, que él orn pam n1i el bello 1 pnliocillu por entre rosalo!:i, amapolas, ho- ideal do un npu~to j•ÍYcn. NuuC/\ he po­to!•~ s d? oro y mntorralcs do tnauznuilla y di do olvidarlo, ni bU gnllardn proscncin tnnJtnrtns, cctahau la cocina y diminuta ui aire elegante, ni ::;us rizo:; de CJllJO­dcspensa; en lo último rara \'ez se gnnr- llos rubios, ni sus azules ojos, con nque­da113 algo, por lo poderosa rnzou de que lla mimd•' ti una vc7. risueüu y suave, ) uo hahit' que guardar. su adom.m marcial ul pnr quo hondado:;o. ¡ La pobre llllljcr· debía do llevar una La última vez •¡uo lo vi fuó l1' víspora vida muy amorga! direi;;. ,\J. ! no ; doña do till partida, no só 1i •¡n6 provincio á dundo Alonsa po-oín en aquel cutóuccs una luz enviaban su b:Ltallon. Aquella tarde, des­que embollocin HU oscuro ciclo, brillante pue:. do lmber Locho tnarchnr en contorno nut.orcha que ilumiuaba sus tristeza.,; ; uM do la pinza ú. lo~ ¡;oldados que coulaudn­jo) n !JilO era Inda su riquota y dnbu cspo- h1, do repente alzó los ojo!! y rno vió muzas, nnimllcion y encautos á :;u pre<.:;u·in ou el lxllcon roorcúmlorno, como do cos­oxistencia: tonin un hijo en cu~as hollas tmnuro, con ol 03JICctñculo dd ej<.•rcicio dotes físicas hubiera con facilidad funda. militar: y ncorcánrlo eme, me su¡llicó que 1 do sn orgullo cualc¡uicm mndro aún nuis lo hiciese llevar un 'aRo de agua; nprovo-nfot tunada tpto tloim Alousa. chóme de ebta circnubt:'\ncia para bnjnr Urindo con mil lllimos por· la sulitnria bn~ta el porton cou h criada, y ounudo 1 mujct·, que so rocronba en él, el niño fu6 l<'cdorico 60 despidió do mí, diciéndome crecioudo, lleno do Yidn y outusinsmo, y nl que no volvería po1 mucho tiempo, scuti cumplir los dioz y scb niios !JIIiso á todo tnota pcnn, que nrmucaudo mi mauo do trnnco ser JUilitar. I.n rundro uo so opuso. lns :.U.)t\6 cm·rí á ocullnr mi tri&tezn en el ,·. AC/\so los deseos do E'uderico no cmu lo- iutel'ior de la casa. )CS pnrn ollu ': Cualquier sncrificio cm po- Po.rn decir vcruad tongo que confesar co si podin conteutarlo. que nl cabo de algunos dins Federico no Lns penllS, los ton-oros, los iuscmwios, me hncin Culta, y !JUO algunos rncsos dos­In, apronsioncq y posadnmhru!\t¡no la nsnl- pues ya cnsi lo hubil\ olvidnclo; cuando inhnn, hs lñgl'imas que bnhia vertido, tu- una cin•nu~taucia casual gral11~ Hl recuer­do aquel dolor iulenso y siu uombrc, que do indelobloruonto en 01i memoria. súlo nua mujo1· puedo soportaren _sil_enc_io , (Continoorá). .,. __ REVISTA DE EUROPA. 1 flas 611talunB que han elevado: 1.0 al hunos• nstróuomu Francisco Arngo(mns CliSU calidu l EN Francia contiouab:m las 'l"'acncioncs, y do rcpnblicuno que en la de sabio); 2.0 á u I)Qr consiguiento los p:u;cos l'Ívicos¡lor 1.0\los militnr patriota; 3.0 erigieron un monurpent os Uc¡lartamcmos, los discursos dirigidos á 1t los franceses que JUuricrou eu Bélg1ca e -------------------------------------------- --------------------------------~----------------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 123 1870, y con esto motivo fiestas, procesiones cí­viras, &e. Luis Blnne, Gambetm y los recien vueltos de los presidios han tenido cada uno sn banquete, an corona, sus discursos y pll­roratas aparte, en los cuales se ha encomiado la I.ml'.n'rAD, la FnATERNil>AD y la R:&l'Ú­DLIC< 1. En tanto los legitimistas, pnrtitlarios de los Borbonea, celebraron el aniversario del nacimiento del Conde de Chambord con l'llm­bosísimos banquetes en Paria y en las provin­cias, y como nunca han manifestado sus es­peranzas y la nacieptc popul:uidad que em­pieza ú gozar] a idea de monarquía en Francia. La clase mcdia,-q\te siempre ha tenido poca buen:\ voluntad á In República, porque cuando la han tenido, la paz se ha visto comprometida y los temores de revo\ucion han sido cons­tantes, -la clase media francesa estt\ siempre prouta :i echarse en los brazos de cualquier go­bernante que pueda hacer calla1· la voz de la demagogia que amenaza sus intereses y hast..'\ sn vida. Mucho nos temernos que si pasa 1~ loy sobreinstruceinn pública,que lan agitados tiono los espíritus, tenga lugar on Francia algun trastorno público, del cual surgirá, ó la República fr::mc!mleJILo rnjn., ó la monar­quía bajo los I:orboncs ú Orloans. Esta tcm­pest~ tl no lnnhtrú. mocho en declararse, pues la crísis es inminente y todos Jos partidos se prc¡mnm y esgrimen sntl capadas para el próximo cornbate. Entretanto que los partid,,~ se a¡Jerciben y se arman en guerra, ¡·rCp!lnaHu para los primeros dias de ])icicm1lrC, 0111 Paria, una curiosÍ¡;imacxposicion promovidla )'Orla" So­ciedad de la ciencia aplic<1Ja ~ hll. intlnstria," y os la do la oxhilJiciou de tiÍliObJ criados cuu tetero, es decir, con lo.- v;u·io~ a limr·ntoR que pueden rcmnpla~r,ar 1:\ leclw hl,uunnn. E¡,¡to seró ltlllY l'lll'iosn é instructivO¡: tendremos cllidnrlo de rcrogcr tmlns lus dat <>S que poda­mos para instruir con Ct trahaj:m y no duermen, los religiosos .v goutes piadosas no les van en zaga, y las tiocicdadcs benéficas y mol'alizadoras crecen iamhicn siu ccsnr. Es cosa interesante é imponente, por cierto, esto estudio de la idea bneua y la idea mala l1acióndose mútn:uncntc conlra¡Jcso: si pierden tcncno ar¡uí, lo recu-perUJI allá, y si se ven vencid:Ja nculht, en otra parto resultan triunfantes. ¿Quién nl­canzaní la última Yicloria, y cuánto tiempo durará esta lucha'? Cuestioues son estas qne conmueven las entraiíaa del mundo! II Miéntras que 1 a gentel'cnsadora y cristiana so ocupa en moralizar al mundo, otros, ins­pirados por el dCJnonio, siu duda, trabajau sin cesar en corromperlo. Con mucba razon se ha llamado á Pm·is el cerebro del mundo, p11es nlli es en donde so elabora casi todo lo bueno, y podriamos decir sin equivocarnos, todo lo malo que so invent.a. Si so debe juzgar del mérito de uua nacion por su literatura, In frances:J. causa profundo dolor. Allí es dondo se J1a inventado un género de uoveln que llaman de nat11ralismo, novelus en que no procnran estudiar los movimientos del nlrna, ni sirJniorn los del corazon, sino que so oeu¡¡nn n~rla m1Ís que de las sonsacioues ele) cuerpo, est odios quo tienen uuis do medicina que do literatura. Hace algunos años t¡ue el historiador 1\li­chelot (particular c11emigo del calolici~;rJ10) queria explicnr los hechos históricol! con los documentos y los bolotinea de los médicos ele loa soberanos y los guerreros. Esto sistema es propin de los ateos, que no \'L'n en el hom­Lrc siuo el cncrpn, y 11iegan el nlma y la in­fluencia que ésta ticuo sobre el ser material. El jefe reconocido ele la cscnl'ln ele\ ,¡aftt­, ·alismo en Francia Ob \tnll:uuarln Zola, cuyas ohras tienen miÍs do fisiolog-Ía qno !ICJ psir:o­logía. Pero sus tipos f::n o ritos son los cri­n¡ inalcs, lal'l rnujercH penlidat> y los sérrs Illllll inmumlus del universo,- y con rn7.oll, ¡mes allÍ en esaS gCII(I'R p::li'IJCC COiliO RiSO COIIflln­diem la parlo uuimal con l::t es('iritnal, rictal Ruerto, que vcrdad(l'nrnent{) pcrtencttrc ca~;i [¡ le s séruR feroces de la J'l'Or usr•ecil'. ¿. Pero podrá. habrr alJ?;un placer e11 cuuocor Íl fonclu los instintos y ln:o~ :&ccioucs rle esas pcrsouns? Pa1·cec ac¡ncllo irnposil,Ir·, y siu embargo esa es la litomtnra de morln hoy on Frnrwia. y IIC)CJ>ti'OS jÓ\'ellCS1 y, 110 nos atl'CVCIIIO!' IÍ de­cirlo, muchas de nuestras señoritas RO Rolaz:m t:on ;u¡uolla ler;tura, rmell c•sta os la que so complacen cu exportat· á estas Rc¡JÚI..tlicas, contlenatl:Ls á rc~·ilJir todo lo malo y ref'!Jar.ar todo lo bueno que !lt' inventa en I·~nru¡,a! '' ::ii las noYclua natw·rdistas (clicc un crítico en la Revi:;tu ,]¡; .Ambos .. lf1111tlos) f11oran la pintura exacta do h\ socio1lud franc~;sa, ou verdad que seria bien inútil tral.ar de salvar esta socicool, compuesta de más do '1,000 personas, que aque1los bárlJM·os son los descendientes l pero¡•{) n"erca de la INF:Lm:xci.\ DE LA MliJ"lo~R 1 c.Ie las bordas salvajes que adoraban un sable l en este Riglo. Entre todas las potencias del Las ei vilizaciones retroceden; y este han cansado tlo referir los borrorea que era española y amaba :í su pntria. La que coructen ó se lmn acostumbmdo ya á ellos austriaca temo y no num :i Esp:uia, J UJCose (J ú todo so enseña la naturaleoza lmmnna!) <111o ha exibrido c¡ue In pcnuitnn llevar consigo lo cierto es qoe el periódico qne tau miste- tí Madrid una multitud u e compatriotas suyos, riosnmento redactan los conspiradores, con- desdo cociucro propio hasta lacayos y cauJ:t­tinúa }lnblicándose. En uno de e1-1os ortícnlos t·oras, de manera que jamas se encuentre en san¡;uiuarios habla do las ltl'l'oinas clelui- ~ contacto con sus subditos. Es la no es lama­hilisruo, y las llama santas m:í.rtires de la ncra, so creerá, do hacerse popular y gn.tfnrsc li_liertncl, glorificando los nombres de las ase- la bueu:. volumad do los españoles, tau tLm::lll­smas Vera Zassaulit.~h, Sofía .Baniin, María tes de la fnmilinridnd con sus re1cs .> encmi­Sadava y otrns, pues en tolla conspimcion que f?OB tlo toc.lo lo que parezca desv10 y desamor 1 se ~lcscubre, siempre so encu~ntra alguna l u. lo cspaiiol. nlUJCl" mezclada en olla. S. A. !>E S. - - ---------- I mrrtnla ilc ::lll,·c•ltc y c . .::
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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La Mujer - N. 29

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Imagen de apoyo de  Programas para el Control del Cáncer de Cuello Uterino. Análisis Sociopolítico 1975-1995

Programas para el Control del Cáncer de Cuello Uterino. Análisis Sociopolítico 1975-1995

Por: Claudia Margarita Cortés García | Fecha: 2019

El cáncer de cuello uterino (CaCU) es un importante problema de salud pública en el mundo. En Colombia se han adelantado dos programas y a pesar de su implantación no se refleja una reducción de la mortalidad. Este trabajo pretende analizar los procesos de construcción de los programas para el control del CaCU en el periodo 1975-1995.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Tesis
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  • Ciencias sociales
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Programas para el Control del Cáncer de Cuello Uterino. Análisis Sociopolítico 1975-1995

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Imagen de apoyo de  La Mujer - N. 30

La Mujer - N. 30

Por: | Fecha: 15/12/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y FE DAN FUERZA. LA MUJER. REVISTA QUINCENAL t:XCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, DAJ O LA DillY.CCION DI-" L.\ SE~OllA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. LÚ~ES, DICIEMHltE 15 DE 18711. __:.--...:.=====~ ESTUDIOS HISTORICOS SODH.E LA l\! UJElt EN 1 .... \. CIVII.IX.\.OION CAPÍTULO !\0\'I:~O. LA MUJEH. H.OMA~A. (CO:"o defendieron con lns CHIIII\R cu la mauo y ou los campos clo IMtnlla, los tiranos que gobernaban uut6neo,, Antonio, Oct.avio y Lépido, re olv1orou acabar cou todos los rcpu. hlicnuo , diíndolc muerte (i sangro fria. " I.os ngentes del triuuvirato {dico Segur) llc\arou ií Homa la órJeu de pouur lérmiuo á la -.:idtl do todos los !iliiialndoH como proscritos. No a.udu. 'ioron rcmiSQs en ejecutarlo. : unos ornu nsc~ioados ou los hruzo~ do l:illS mujeres y sus hijos, otros erau iumo. Indos en el reci uto •lo lo11 templo~, en lns callo,.., en lu.s pln7~'l.l> p1íhlicas, en Jocdio do los banquetes y aun en ol ejercicio de :;us empleos ptíhlicos, como sucodic~ :d tribuno del pueblo, Sa.lvio. Estn!> s:~ngneotas cjecucionos cau!'aron un inHmcible terror en Roma, l.'\nto más cu \oto que no se S.'\ hin. cuálco eran los nombres tlo loí! que c::.tabau cu lns talJias de proscripciou. 1'0MO HI. Los m:ís tímidos so. oculta.hnn tcm. l.Jln.ndo e~¡ los sitiaR m~l'l retirado,, los 1 prudcutes ~e nlejaban como a l Jescuido, oQ tnnto que los más nuclaccs llegaron ¡Í concclJir el puu amiento ele poner fnogo á la ciudad ompczn.udo por sul'l propias casas. Cuando álguicu se .on. coutmhn. con otro on lns calles sohtn­rins ntobo, temblnb.."l.u, pou~anJo cada cual que el otro podia ser el emisario encargado do darle la. 1auertc." U na vez que se lijnron los nombres e lo l:~s prc::.uutas víctimas eu las tabl~s do proscripcioo-on cuyo cncabewmwnto se mnuda.bn que CJUicn r¡nicra •¡He dio m asilo nl coudounclo seria considerado como c6mplicc, en tanto que el c¡uo douuociara al pro crito recibí ria u un. recompensa- luego que !;e supo esto, el terror subic~ do punto. Los denuncios se hicieron tan frc. cuentes, que om ya cosa corriuHto que el hoUlhre libre veuuicm á su amigo en ctLmhio de oro, y el esclavo pot·obtoner ln liburta.d. Las desgrncintlas dctunn oo em.:outrabao nmp.Lro. y tamiau ul Jt3 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12() mismo tiempo el puiinl del MC!'lino, la 1 justa, pucsf o qne incurro e u la misma trnicion de sus esc)a, os y lt\ :wnricia pena el proscrito y ul 'I"O lo oculta. hasta de sus parieot<.'S mrís C'crcauos. )lerced al valor fJIIO despleg•) en 1 Re doRpertaron ent<Íuces tocins las ven- aqnell: oc:nsion la tlladro de .Marco gnnzas olvidadas, los odios, bs envidias Autonio, 1 :stn l ogr•~ que borr:uan el l mn.l encubiertas, y así los denuncios nombre Jo su lterm:lno de las tablas do 1 oran contiuuoR. proscripciom. 1 Paree.: e como si esta situacion espnnf o. A,]ernas t le cst~ nmd ro rl igua de elogio S.'l. u o podria. rcpetinso ~~~los timnpos del ~·e refieren Jos ltc1·hos de \arias otras cristinni~rno, y que a•¡ucl lns gentes ~e m11jeres 'JI:! O con 'hczas y prmlencia portaban a:,Í porque cm u pa~nut\) ; . in salvaron 1 a 'liÍda do sus pariente:. y orub:ngo, durante In famosa Hcvohtcton n.mi:-:o~. S ,lJcdorc!: los tiranos del mal frnnces.'l, y despuc, en las ,~poca.<; Je partido 'JI te les jugab:m las mujeres revueltas públicas en todos los ¡m'Í~es romanas s:1h11~ llonn:NSIA, lr:íbil ,dJo. qu(. vapel desempeünlrau Ins llllljorcs yndo. 10manas! La hi:;totia señala apéuas una Ella. acostumumdn .1 defcurlct pleitos sola, tpto fué cruel y sur picd,Ld c·omo a u te el Foro, tom6 la palnllm eu nombre los hombres He su tiempo,- y en CRto clo ¡;n:; concru•b,J.was, y tHI un di~cu,-,;o o.u;o las romuuas fuo1 on lllll jo res r¡uu Ja¡; nnry eloc·ucu 1 o, deuuncinndo la <·1 u el. mujuros sostenedoras de la· Rovolucion dnd de Jo<~ tiranos ¡ dcft;udillldo. !.1 fr.mcesa. . - Aquella mujur, r¡uc In hiR- cnU!':I\ de l(l• porwgmdos, ¡wallo y Ir u. toria denuncia, so llnrnnba Fur,\ r \,y rnilló 11 los gol nrnnut ·P. Qtn In primera. espo a do .1\lnrco Anto. A pos:u do In. mbin tjiiO sus u,Jacc uio. l 'arcco que habia touitlo moti, os palabra tic portl~ en el pecho do lo dc,¡uej~contraCiccron,vuo olmnouto tirano, Jl, conwttoroncn modifi 'r OD\lo ]>CrsonP.lruento lo· 11 e anos á u ) dcroJnr l ley en fn~or do ]os ciernan. en 1, stuo que pidi6 ngna. con un ¡ouuzon, y Hlll- '[UC la tlocndcucm rnorn1 había lle ado u e de ,, n mn.ucra bárl>."l.ra do lo '1"0 hnsta el 1 nt.o tlo •¡uc los :unos de) h.thta diclro contm ella. m11udo o In rnillub::ur y IYtju >.'\n u l'cro si h mujer de ~ l ntTO J\ntouio frente~ para rel'ihir ol yugo ele tro crn un monstruo, I.L madre de n•¡utJI horubtcs, Ir. e amaR rontnuns ft ron la tÍilDO ejecutó el siguionto lrocho: tÍnicu •JIIO ·e .ntrmicrou {¡JI' i tira In l n día se prcscnt6 en ol Foro, J 6rdcncs tlo los tduu1 ir o , y pH 1111.:dio dingit11do o á !'11 hijo le dijo: do unn tnu or o dtJU uir por ultillla -Triumiro, he tabido 'l"tl J.av t111 ~;ez la \OZ 1()rihuuJa do la j ticiu..) pro rito n-iln•lo en 1111 t•a a, y H!l~ o.\ la liuewuJ! •• douuucinnne. El uomhro tlo tu ltorrnn. L:lS nus a cau 1 trncn lo mi rno uo, Lúcio, es t •• e u ln Ji tn ,Jo proscra p- efectos, :¡sa CÍtuacion tan io~o~te. el tÍtl~lo .de Au~us!o, 28 aü~s ~u tes del niblE', lmscó un nn1o que gobernase ad veuuUlento de l'\ u estro l"euor ,Jos u. con tná~ equicl:l.d y ménos crueldnJ : cri:;to. a..c:í, levantó un trono y suutó en l-1 nl S. A. DE S. primer grnperat.lor Homano que tomó ( ContitttMUtÍ} ---.... ·---- ENIGMA . • j Yeoga el m nndo erudito, ol 11modo nmo. 1;1 lllngo cahnlí~lico, ol profetA, ¿Será tal vez de odiosa ~irauía Ln nle.,.órica iwó.-cu infamnnlo '? l:l tilósofu, el sabio y el poct.,, ¿O em.b.. lema do lotl misma auoJua 11' a ?• Y uuu lu débil mill\u del oruo humano, Y adivine quien pueda a•luc:;to arCMlo: ¿ Quitín es esa mujc~r altiva, iuc¡niola, <.lno innwuso libro llo\'1~ cu:~l cnrcta, Y un c:cho o(Jruel ele ortigas en lo. mano ? ¿.O insanida.d ridícnln qne ospnnt??. ;. Algun esfinge uuovn? ulgnn:\ arl'l{l ! Es una cosa 11eur - una pod,mt6. ,\xa,·.L& CAA~H~o DI·: V11rt:.no ( g<·ualo­riana), ---·- LA JUVENTUD DE ANDRES. NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTUMBRES NACIONALES. CF' l lli OltL S I G L O X VIII .¡ CApITULO I 1. ihaln.giiciía,la capitnl del ... ~uc\"0 ltcino S A ... 1 {)e Grnunda no ofrccin mnyorcs ntme-ot. os. o o . ..- a o s • tl· \oS. L asen 11 es, que lU~• U 11 0y d1' n und a l~c.~ el pr1mer dmdoluros do .Junio tieucu de a1;cadas, ou oqucl cntóncos de 1782. lluoinn tocado !'a. In ornciou cron veinte vece11 más inmundas, si e u los tetnplos do ~au tnfé. l >umutc holllO;; do e roer en ta.c; tloscripcionos que todo. ol ~iB no t~nbin co~ lo do caer uua. de ellas hacen con piucolos negrísimos lluvtn lt•uuc, fnn y conttnun, ultoruudn. autores contcnlporríncos. Los caiios, con reoias rúfnga.s 1lo vioLto JHlltotrautc coust:;,nlemeute rovcnta•lo~:, fo rmal tan y he Indo. Las .got:1s tlo lttvtn, impeli. hasta. e u la.s nuls frecuentadas vín.s Ju. dn~ por olngn~ cter;o:o tlt los páro.lllos, gos ele fantá:;ticas y va.ri::ula!i formns, los baJaban ou to•:Cldasltuca; suhru In ciu. cuales ocupn.lmu el centro do las calles, 1lnd, huruoclc('Hllulo Y~ " ' Indo yn otro ador~nd3s cou toda <;s~¡ecic do bnsuras, 1 de In..'! aceras ele las mll(S, A 1 caor el holloJOS, canastos VIO JOS, t rll.J)()S, mor- 1 sol en\·uulto 011 ynrclo.s .~.ul.os. los ~:e. teciuos, &c. En consounucia. con scme. rros, que uo hal11au rc~:t\¡Jo '1uo. solo. jnnte desaseo el pavimento se compo. sonrisa de luz. ou _to•lo ol 4a, apnrccian uia. do una. série de piedras ¡;ucltas, tristes y desapnc1Lics, Y t medida que hoyos, colinas, profundidades y .lodn­sc acen:-:l.ba b noche TCS\ltarou ruú~J y 7..ales míl.S ó ménos cugnüosos y s1n s:c. mós las nepns arrugas de sus escarpa. ñnl nl •una de eulo ... ndo, salvo en nlgn. das falda . nas d~ ios calles 11rincipnles y frouto En mcclio do uua. ntmóscm tnu f>OCO do lns ca"tlli do los ticos. I,as casas ma.J J Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 11 128 LA MUJER. blanqueadas no presentaban por fueml pero aúu se oía en nlgunns pasar 1 10r sino aspecto de prisiones con sus ven. entre las mal cerradas grietas t.le las tanns enrejadas y altos y macisos ba.l. ventanas el murmullo de las oracioces • eones, portones más 6 ménos adornados vespertinas, así como en tal cual c.."'lsa con toscos clavos, y tejados anchos y filtraba mnyor luz por lns ventanas, y torcidos. A las seis tod<' el mundo ce- se oía taüir alguna guitn.rro. 6 vihu~la, rraba balcones, rejas y portones, y acle. interrumpida la música por alegres mas estos últimos se trancaban por deo. voces y carcajadas, lo que probaba que tro con polos, cerrojos y cadenas. La os. allí las mntrooas eran ménos rígidas de curidnd, al cerrar la noche, era profun. lo que se u~aba en la alta sociedad, y da; así, cado. cual se encerraba en su cnsa ¡que era permitido que en aquel reci uto desde In oracion, temeroso de gozar de penetrase In alegría y la algazara, sen­las ventajas arriba enumeradas, y raro timientos tachados de contrarios aí b era el transeunte que salia á la calle 1 eoton:\lla dignidad del seüorío español. despues de las seis, salvo lo~ jugadores En ac¡uella hora precisa ú que aludi-y los enamorados 6 algunos vecinos que 1m os, salia. de la. casa ó Palacio Arzo bis­solían reunirse para pasar la velatla. pn.l, dos cuadras arriba. ele la plM.n Sin embargo, media hora despues de mayor, un jóven envuelto en aocha la. oracion de aquel primero de .Junio capa negra, tan larga y amplia que que queremos recordnr, la., calles no m;ís pa.recin manteo de sacerdote que estaban aún enteramente desiertas, y traje de seglar. Ademns trnía el rorn­se vcía.u tmnsitar por ellas algunasl>ir. brero ralndo hasta los ojos, no Jlo. vi en t:u; que vol vino o.presuradaru en te 6 vn.ba espada, como todo caballero ele su!'l cas:1.s; tnl C\ln.l nrtosnno que se ha- su época, y pa.recia de tnl:lllte grn\e y bia. rot:mlado en alguna obra ó en la circunspecto. El jóven bajó las dos cercaun chichería, los cuoles pnsnhnu cu1.dras ltnsta llegar ú In esquina de la Lncieudo chasquear sobre lM piedras plnzn, y ~;o dirigió al edificio que Jos­resbnlosns sus pi~s desnudos, en tnnto l pues fué couocido como la caS'\ de que resonaban lns botas dol cnbo.llero Mootoyn., y hoy es Jockey Club. En­que pasnun. coYuelto en lill capa, y s11 e!l- tóuces aquella. ca"'a e m el cuartel t.le pada, al tropezar coutrn el muro, al cunl caba llcría, y en la puerta so veín el tenin quo ir arrimado }Jara no caer uu ceutinelt~, cha.peton rocion llegado de los lodnznles, producin un sonido motá. la Costa, que tembla.bn. do frio, pase:ID­lico y sonoro. Aderuas se veía a.tnn·e- close con ol arma al hombro de un Indo sarde u un co.sn. ú otrn. t1\l cual dama que al otro dol ancho porto u empedrado ) iba :'i viRiun á nlgun vecino enfermo, almuurndo dúbilmente }JOI' uu triste) {¡consolar a.l~ua IUnign ó pasa.r la ve. opaco farol. bdn con un~ comndro curiosa. que la Un l'{rupo de soldados yacían eu m rcliriern el último esctíudalo más 6 n.(o. rincon del wguao, jugando casi ú og:u nos secreto de la ciudad 6 las últimas ra!ol, con mal truidos naipes, y renopn noticias ve u idas de J!;c¡po.fia. Las dnmns, do de su liuorte y del frío que los pe. arrimadas ú la pared y acomp'lfindas t.etratm. por una ó dos sin•ientas, todas envuel- -iEI teniente Gonznlo de Lúioo tns en sus mantillas de colores, cnmi- estará nca ·o en su cuarto ! prcguutu e nnbnn trn.unjosamente haciendo sonso- recien llegado. nete con los zuecos de palo que usnunn Nadie le contestó, y los soldados co1 para. precaverse de la humedad, pues tinua.ron ou su ocupncion, sin digua.r1 toda. vía no se usaban zapatones de cnu- siquiera. mirar á su interlocutor. E ebo, "' ni en América. ni en la civili:ln- ese momento salió de otro rincon dd da Europa. En casi todas lns casas PC r:aruan el negro bulto de alguien et­habil\. merendado y rezado ell,Rosario, •uelto en una ruana pnrda barnpieon l * . . 1 y unoR pantalones rotos. Aquel ÜCI:l­Los cuales no so ¡ms1oron de moda amo 1 . 1 :, b, b "6 l t 1 00 años dospues. m1 e ue om re corn a momeo ..> 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V 1 S T A Q U 1 N C E N A L-. 129 -~ l ~entro de nuestro jó\·en, dicit!UJo como :í su cos~o sabían vn.ria.c; damas em alta. voz: ¡santafereñas, que lJil.binu tenido oca. --Sí, mi amo, el teniente Láioez sion de verle, y sobre todo de oitle al. es tú arriba,-y añadió por lo bajo: i mi guuas de sus frases floridas y aceptar amito no tendrú un cuartillito para. ¡sus atenciones y galar.teos. 1 estte probc? Andrés formaho. con su amigo un Era éste un infeliz indio, recien re. completo contrMte. Mús bien de talle clutado, que servía de criado (¡ los sol- j pequeño que grande, y algo mo.ciso y 1 do.dos esp<~ñolcs, quienes le pagaban poco gentil en sus movimientos, c~reci.n sus servicios con malol> tratamientos é de elegancia, auuque su natural digm. l insultos, y éste les correspondía hurtún. l dad lo impedían parecer vulgnr en lo doles cuanto podía, aunque siempre se ml'nimo. Era pálido y un tanto moreno, tunnifestnba humilde, abyecto y más aunque poseía bellísimos ojos negros, 1 1 bruto aún de lo que ern, lo que uo es ! llenos de fuego y entufiiasmo cuando poco decir. se nnimab.'\, el re!;to de su fisonomía El interpelado sacó trabajosamen•e no.da tenia de perfecta, salvo la denta. 1 do en medio do los pliegues Jo su capa 1 dura más blanca y pareja que la tle un \101\ mooedilla tle plata, y dántlosela eu árabe, y cierta expresion cle energía y silencio al indio, continuó su camino. noble sencillez que le recomendaba y 1 SuLiendo la escalera atravesó varios ¡ hacia. respetable. corredores, y llegando frente ú uon EL cuarto de Gonzalo era en verdad puerta, la empujó sin pedir permiso, el bello ideal del más completo des6r. 1 diciendo al entrar: den y desbarate. Ocultaba In cama do. -Dios te guMde. Gonzalo amigo: tras de un curioso biombo de aspecto -Andrús quorido: respondió un jó. anticuado ha~ta eu aqnelln época, el que ven rnilit:n,levnntúndosc do uu nsieuto hacia jnego con dos mesas dorndas,. un q11e había puesto en un balconcillo que canapé de cuero pintado, dorado y ncn. daba. á In Calle H.cal, y en donde aún mento esculpido, y varias sillas de bra. se percibía alguna luí'.. 1 zos del oli~;mo jnez. Pero toclos estos Aunque en aquel momento lnl vez muobles estaban fue m de su lugar, n 1 no so le Jistiuguiau muy bien las fnc. como los objetos heterogéneo:; que co.m. las tiene, se dellcubriláu en ol trnscur. penbnu eu plena nonrquín con un libro so de estn. historia. aforrado en pergamino y dos cnucleleros Gonzalo tenJt i~ de Yeinte y tre:; ií de pinta uo muy limpios, que, de:;tle. veinte y cuatro niíos, -era nito, bien fiando la.s me~as uonde doberia.n estar, formado y poseía una lignra clegaute ocupnba.n los brazos de las siilas que que realzl\lxt su brillante uniforme de no les correspondían. oficial do caballería. 'l'euia piés y mn. -Aguarda, dijo Gonzalo, voy ú dea. nos pequcüns y aristocrlitica:;, aunque pejarte uu asiento; ya sabes, aííndió, de ninguna manera n.feruiuadas; era 1 que mi mobiliario no es muy abun. rulio y crespo, blanco y algo más ro. dnoto. sadl de lo que agrada en el color de -K o te afanes, contestó el otro, á fe t..n 1ombro (defecto que se pierde con ¡ que no te faltan muebles, sino 6rden, 1:~ tdad); eran grandes y hermosos sus como tantas' eces te be dicho, y eu se. OJO azules, de miradn franca, alegro y guida Andrés quitó un zapato con bebí. '1\nn~il, la voz armoniosa, y su persona ¡na y una botella do tinta de una silla, ofroota un conjunto amable y seductor, y se sent6 en ella. ---- - - - --------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 130 LA MUJER. -OrJen: exclamó el militar, vaya 1 -;Todos no hemos nacido para mi­si lo tendré, puesto qne Riernpre e"a. lit..'l.res: cueutro á mano cuanto oecesi to. -Así será, pero tengo mis dudas Al decir esto tir6 en un rincon del acerca de la sinceridad de tu vocacioo. C\Jarto una mágoifica capa. de paño co- -Jamas be pensado en otra cosa lor de grana, dejando libre \tn brazo desde nifio ! del canapé. --Sin embargo, creo que allí no es -Llegaste 6 tiempo, añadió, pues donde encontrarás lo. felicidad .... ea e<>te momento iba á bu~cn.ros para. -La felicidad! Eso dicen todos los l darte parte de cierto asunto que me que han vivido,- pues ni tú ni yo teoe. interesa. Pero permíteme, añadió, ce. m os experiencia,-que no existe sino rrar aquel balcon y buscar uuo. luz, cuando se tiene la seguridad de que que no h-rusto de tinieblas. se ha cumplido con los deberes que nos Despues de buscar ti tientas (pue<; ha impuesto Dios. ya babia oscurecido entemmente) uno. -iY piensas que tu deber es cumplir v~la por el suelo, se J>USO en persecu- con el voto de tus padres 1 c1on do uno de los candeleros prófuaos -Porsupucsto. que ol fin ha.ll6, y empatando la ;'el~ -Ah! Andrés, mi entendimiento de cebo en el candelero, llamó á una será muy ohtuso, pero yo no puedo ordenanza para que la. fuera á coceo- creer que nuestro¡; deberes tienen que der, no Uflándose en a.quel tiempo toda. ser necesariamente desagradables, y \Ín fósforos. que en todo tiempo hemos de inmolar. Una \CZ que lograron tener luz, los nos! X o, no, ¿por quó habremos de bus­dos amigos cerraron la puerta y ~o;o sen. car siempre en la vida. lo triste y do-taron lo más c6modameote posiole. loroso? -Dc<:eaba verte, Andrés, dijo Oon. -Yo ta.mpoco pienso eso, repuso zn.lo, para darte parte de nno. feliz ocu. Andrés, pero creo que se de heria h:l.. rrenciu. que ha tenido mi Coronel : la blar ménos de una felicidad que no de Inn.ndarme á la cabeza de la escolta existe, y mucho de los d.e!Jc,·es que for. r¡uo Jebe conducir al Ilustrísimo señor roan el fondo do toda vida de cristinnoR. Ar;-.olJispo en su 'iaje tÍ Hoodn. á encon. -Los viejos ho.blo.n mucho de deseo. t mr nl nuevo Vi rey. Adamas u1e ha of re. craí'íos y do los eugnüos de la juventud, ci.cloconferirámiregresoelgradodeCn- pero es que IÍ medida qu~ pierden la pttau, htulo que llevarú desde maí'ínna. facultad de go1.ar do loll btenes de este -Te felicito cordialmente, Oonznlo, mundo, ol ~ iclau 1M dichas que eu roa. contestó .Andrés,- tanto mi'Ls cuanto que lidad han sentido .. . . Yo, por mi p:lrte, yo tambien he siJo nombrado por el no dejaré nunca de buscar la felicidad, seiior Arzobispo su ~ecretn.rio privado, esa maga .enoo.ntn.dom cuyos fa\ores para acompafiarle 6 Honda. serán pasaJeros tal voz, pero que tstoy -Quó feliz casualidad 1 Así seremos resuelto ú hallarla á todo trance, y tar. compañeros de viaje. de ó temprano hacerme duefío de ella. -Por m~ s~otirt! mucho, dijo Andrés, Andrés miró :í su amigo con profuo. que este viaJe me atraso o.lorunos cliu.s do cariño, como el de un hermano n1a­ou mis propósitos, pues pe;c:ahn. pre. yor que admira compasivo la loca a.lo. seutar en la semana entrante los prime. gría de un nifio quo no Rabe lo que ros exámenes para entrar al Seminario, dice. y sin emb:ugo Andrés era. uno ó y no dilntar tanto el ardiente deseo de dos años menor que Gonzalo. mi madre, que no sueña sino con oirme -Siempre el mismo ! exclamí, ¿y cantar mis:~.. piensas, aiíadi6, hallar la felicidui en -E~o no mo desazona, por cierto: la c.-'lrrera militar, y en la carrer:1. mi. respondió el militar. Bicu s.'\hcs, amigo litar de este lejano y oscuro Vire· nato, mio,. que me duele verte entrar por ese en donde jamas couc1uista.rás glo ia ni camJUo. farn.t 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 131 -Una vez que me hagan Capitan- ,- -Ah! pero yo no pido empleos ni tm1bajaré para que me destinen ú cut\l. t}tulos, Andrés, siuocampo para. haccr­quhcr regimiento que hajo á la Costa, me conocer, horizonte lÍ mis nspira.cio. en -douue trataré de distingnirme en los nes, lugar en que poder sen·ir, segun 1 1 conuhntes con los Ioglese~, y despues .. mis facultades, á nuestro señor el Rey! l -Despues, Gonzalo, te mandar:ín á -Y despues 1 la «Goagira, á Tierm-adentro, al Da. -Ganar un nombre, hacerme á unn riom .í pelear con algnna. trihu de su. reputacion, y por tHtimo volver tí San. blo vauos indígenas, ce donde, ¡Dios no tafé, honrado y cubierto de la.nrelos ... lo Q(ltiera.! morirás tal vez Íl manoH do y casarme con una muchacha uolln, los sn.lvajes .... En esto consiste la ca. virtnosa y amable, como las hay auin. Sea dicho et: confianza, croo -La vida toda es, en efecto, una co. que la. sublevaciou clu los Comuueros 01euia. en que cada noo de nosotros re. uos bnrií algun bien, á pesar del mal presenta un papel; esto no es nuo. t~xi!.lo que tuvo. vo, Andrés, ni ttí eres el primero que -¿ Piensas que el Uohierno español lo dice, salvo quo muchoa representan t'Oil~>•Cntirú en con codornos alguno¡¡ pri. el pnpelméuo~> propio para su carácter: vilcgios L ... Te e11uivoca~, Gonzalo, - el h. compa.racion es exacta, pero como C~'>j)(l iiol es el nato enemigo de los crio. toc.la co1o pa.raciou, cxngornda, y no ~icru. llo;; y jamas les hnrÍI bien alguno con pro la comedia. es riuícula. !ill g ,,to. -E.-; cierto, exclamó Andr[s, cuan. -Siu emba.rgo, Antlrés, se dice que do se com·iertc eu tragedia, como suec­o! m1evo Virey hn auuuciado espont:i. de frecuentemente, y cuando peusúLa. llCIIHJento que procurará tenor coutou. mos reírnos teucmos que ll<>rnr! lo~ ÍL los Americanos, y que clnrn.ntc su -'rtí quieres convertir b tuya cu gohit.:rnO mandnr:Í á J•:.;p:d'ia ;Í }os cacle. 11UtiJ 80Cl'I011Cllflll, n riesgo de ec¡ui·,o. loscriollosquodeu mús ~perau~a. para carte y an~:~pcutirte tardo. iSer{¡ac:~so c¡ue reciban favor en la misma Corte. uatural, Andrés mio, que un jcÍH!ll ue -J>alnbras, palt\hra del que estroua tu iu"euio, talento y viveza, func.lc el runuclo ! .. . .. Ya; vertía cómo todo ~c. toda :!i~t gloria en pasar su existencia ¡.!IJÍrñ lo mi!'lrno, y c¡uo súlo los espai'iolcs ou algun' oscuro curato de indios, y que de t1tlcimiento serán los que obteuurún durautc los nJOjorcs años de tu vida Jo,¡ mejores empleos, aunque no los vivas olvidado cnunn miserable alc.lea ·¡ UlCrez<:ao, y ql\e los ciiollos perrnanc.1 -¿ Olviuas, Oouznlo, repuso el otro ror.ín siempre en el olvido y la o~curi- 1 con cierta amargura, que en mi Ycjer., y tlncl .. ! < 'u:íntos hombres do mérito uo con los recursos que ton~o, podré tal \ e-.t. \OS tií muy instruidos, que e:;tudian y obtener asiento en el Coro de la Cuto. aJtlUDtlcu á foudo las cioucias, que tic. dml de Santafé, como Canóni~o, es ncu talento, iuteligonci:L, buena Yoluu. decir, si no se presenta otro candidato tad, j t-Hu embargo, coudonados ú vcgp. que tenga la velltujo. de no ser criolln 1 1 tar ou f:>a.ntafú 6 cu alguna. lojana pro. ~Cincuenta aiios ele ombrutecimiau. ~incin t>lrviendo empleos subalternos 1 toen los campos para obtener semejan. l~utre tanto vemos ele\ndos á los altos te lauro, no me parece suene muy en. puestos á sé res nulos y maléficos, pero vidiablo: respondic) Gonzalo. Eso llamo c¡uo sou protegidos por el Gobierno. yo absurdo, añadió, y rnás que absurdo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA )IUJER. lo considero como un crrmen Jo lesa quiero otro hombro 00 el Ílmbito de la humanidad. Acuérdate de In pn.ráboln. tierra. do lu.' tnf,~ntos; Dios uo nos dió fucul- -Yo no niec;o, respondió Gonzalo, tncle~ para. oculta.rlas en uo hoyo I'Íno que el bien que pne!lo hn.cer un '>ncer. para. hacerlas útiles á nuestros herma. dote no seu. iurnonso, pero para hacerlo, noa. ¿N o dijo Jesucristo fÍ !>\19 diHcfpu- basta. tener virtud y buena voluntad ... los~ .. no se enciende la luz paro. po- -¿Y eso te pMoco fácil1 i Acaso ncrla dcbn.jo de un celemín ~>Íuo sobre picn:ms que In vocncion so encuentra en l un canc.lclero, á fin de que alumbre ú todo el que t¡ uioro buscarla! todos \o, de la casa?" Ah~ )1'\ ves que -::\'o creo que es f1ícil ser virtuoso, yo ta.mbien puedo cita.rte teologías, y que cualquiera pueda tener voca?ion pues no en vo.no se sieum uuo en lo, para ~er hneu sacerdote; lo que mego hnncos del Seminario. y uegar~ l>Íernpre, e!l que tú, mi que. -Cómo: exclamó André, levñntúu. rido Audré'!, primogóuito de una fa. tloso para acercarse á 8\l amigo. ¡Creo:; milia riquísima, jó-.:cu instruido y de t.í c¡ue delante de Dios el sacerdocio muy buent~o po~icion eu el Vireinato, no es 1a ocupacion mús honorable, más hayas acertn.do eu alojarte flel ID\Indo snnlt~ y más grande? i Te figuras acaso cou el o u jeto do culti mr los entendí. <¡uo el hombre que so dedica en cuer. mientos iudígenns que no son capaces po y alma á :arrancar del pecado al ig. de niuguua civilizncion, y á quienes tiÍ uornnto, despertar las dormidt\S con. jama;; potlr.ís sonirles porque nunca ciencia:. y mostrarles In luz del cielo, alcauznráu tí comprenderte, como com. no do~empeñn la misiou miis meritoria prenderían 1Í un hombre m{¡¡¡ vulgar y que existe en el mundo? ¿.Me uegarás rn5s {i su alcance ...• Tu sacrificio sorú to.rnbien que el mayor bien que se le estéril; te cono:tco mucho más Je lo Jntedc hncer nl hombre, nuestro !ter. que piens:\s, y por llevar á cabo una IIHI u o, ~ea judio ó cafre, es couvorti rlo utopía renuucianís tÍ In sociedad, quo ni nmor do Dios~ t Y te pMcco •¡tto el de nioguun manorn.nhorreces, á la vida. qut~ pas:~. &u vida en ostn. !lll.nt:~ cruza. doméstica c1uc amas, al amor, que aún Jn., oscuro y humilde á los ojos del hom. uo conoces, pero c¡uc .... lno, uo ~rá por ventura. el miÍs digno -Alto ahí! Oouzalo, - no conozco do sor }Jrernindo en el Ueiuo do lo11 cie. el amor como ttí diccR, ni lo uecOhito los, «pte olclue emplea su vida, coruo el ni quiero conocer, pues bien cout­militar, eu la de!;truccion de sus eeme- prendo que s6lo se compoue de desen. jnut4l (lo ()\lO él llama gloria), y quo gniios y ancpentimicutos. En cnauto s6lo anhela tener p.ute onla. dosgrncia {i la vida doméstica, si mi wertc me de otros países bajo pretexto tic eogrnn. lleva léjos de mi fo.milin, rno seril grato doror y honmr su propia pat rin! X o, dedicarme nsf mojor :Í mi~ Q, y ou cuanto á la rnn 'oz, l'i yo no tengo amhiciou para sociedad do los nrnigos, tml vo la tuya, ru( mismo, nl ménos doFOO f.\lrvir ú Dio!!1 que no querría perder, mo bastad In y {¡ mi patria como lo outiondo .... ~lis mnaLlc ¡;ociedud do mÍ6 autores favo. pac!re11 o~cogieron para mí el camino ritos .... lll!Í!i IÍrduo ei se quiero cum¡1li r cstric-1 -Para. todo tioues u hora contesta.. t.nmcute con lt\S oblign.cioncs de su e;. ciou, AtuJr,~s, dijo el ruilitnr tri::.te­tado, y yo lo he aceptado no solamente 1 mente; Dio~' ¡l\IS recuorllos tí la rncmona extremo incómodas, porque no teui~udo sino que los escribe on su ca1·terit; techo, e sol y el polvo sofocan al viajero¡ viajan como por cumplir la. órden des u pero tantbieu lo permiten ver ~;in cesar médico, y son perfcctmneute inofensl­los ricCR paisajes del tránsito¡ ostún vos; pagan bien, son carita.tivo11 y gc. 1 di vididt.<¡ e u cinco compartimientos: no rosos. De~:graci:~d:~.monto esta f'speC'it; el m 'JI (adeb.nte) donde caben cuatro so cstn cnwbinudo 6 ncabnndo, y la que persoum holgadamente; ol poscant•·, nbuoda hoy es ln 2." t:s¡wf'ie. Estos 'no eucitna. lel coupf., duros bancos nl E'Ol y l'olarncote 1W sou inofensivos sino que ;l.l as:un; el inl{:rim· (ocho asientos, y si se hubieran im:enimlo en tiernpo de en ol cml tuvimos que acotnodnrnos, Moises, él los hubiem enviado :í E~ipto esta u lo el oou¡J•J ocupado cuando llegn.. como la octava y ruús terrible plaga. mos), y In ~rte de atrall, donde caben Como no son ricos, 6 no quieren gastar, tnrnbicu ocho personas. Debnjo do esta viajan econ6mi\!atnente, roolestundo á enorme construccion, tirnda por cinco todo aquel que se los aceren con sus caballo• va. u todos los bagajes¡ nsí es l inauditas ~::xigencia'! ¡ son bruscos y que, cot tan do con el cochero y el con. sumamente malcriados: lo mis curioso ductor, bamos 26 personas oo aquel , os que esta cs1Jecie entre ~:~í se odio. '1'0 ... 0 111. 17 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 134 L A M U J E R . mortn!mente y se hace una. terrible ca.c:as pintorescas, ó un estrecho camino ! guerra. Como ellos creen iutlispensa.hle entre dos precipicios. Pa.~nmos frente llevar fl I nglaterra cuantos recuerdos á ca.pillns solitnrins, casuchas retiradas, pueden, como una seiial de que hao jardines ocultos t ras de rocas áridM .... visitado los países que dicen, y siendo El rio Arve en tanto forma ya cerca, pobres, y no pudiendo cotnprarlos, no ya ll-jos su estrneudosa. música entre tienen el menor escrtípulo en robtm;e las piedras do su márgen, acompañado lo que mtís les llama la a.tenciou en porlas calllpnuillas que cada res ó cabra los rnuse01:1, cortando al descuido trozos lleva colgadas al cuello .... de muebles, estatuas y decoraciones. Desde Ran Mnrtin pudimos gozar de despedazando así, y destruyendo ú una ma¡.;nífica. vist~ del .Monte Blanco, veces, preciosas obras de arte. del Monte Jlrtl(litu y de muchos otros A cst.n clase del reino animal perte- 1 nevados; allí se di \'itlia. el caTOioo. necia la. familia inglesa que viajaba ú N nestm diligencin se encaminó á Sn­nuestro lado: se componía dol pn.dre, llanches, con alguno.; pasajeros, mién­la mndro y dos hijas; reinaba eu ellos 1 tras que nosotros tomahamos un coche la maufa. do subirse á laH montufias má<; pequeño de cuatro Miento::; que debía altas. Despues de haber \Í'ljn.do eo llevarnos dirocti\IIHmte ú Chamounix. Alemania volvian por segunda voz á 1 Chamounix para subir á uuo cí dos ce- IV rros que no couociao. CIIAMOU.NIX. Los franceses que viajan lJOr Suiza sou negociantes pelrimetres que vía. El vallo de Charnouuix, sitnaJo á jan para pasar el estío fuem de Paris. mil metros robre ol nivel del mnr, es y VÍ\'en riéJJdose, diciendo chibtes y u u O. I-"1Í,~ 'erdaJoro en medio de todos burlándose de los inglesa!!, los que los ar1uellos ¡ní l'll?tws. Hodenflo de ron\S miran con desprecio y asco, porf1UC escarpadal;~pto lo favorecen ele los hielos todo inglés tiene la preocupacion (ha.Lio nlguu t.1.nto, su clima es mc~nos riguroso de los de 2.• e.iuo papa', trigo, Nos ~;~ria imposible dcscrilúr los :neua, }¡euo, y tal cual curew 11 11Hj11Í­magníficos paisaje:> que so presentan á tico man:wuo, p~ro ninguno de SU!. lm­t ·:ula pn~o por aquel pintoresco cnrni no. bi tan tes pide lituosnn, y todo¡.: so u :te­Siguiendo el curso del rio .Ano, <¡ue tnos y lnbotio os ; atlcmas .Oe sus yw. riega liU valle cubierto de sementeras queñu:; somcntc1 as ticuon otro inc.lus­do trigo y de viñas, se llega :í la cindad tria, que durnutu el vcrnno le~ laacc de Boone,·ille (ya en Saboya), tÍ cuya ga~nr u;~stanle : son. ~11ias, y aco!n­entrn.. Ja oe cncueutrn una colntnna 1le pnnan a toda o..xpccltcton ~ los vta. ¡.rruoito c.lc 72 pié~; do altmn., que sin·e ¡jeros quo ,jsitnu 1111 milo, con pafoc­d~ podelil~l álu_ostntuade ( '•:~rtos Fc~ lix, tn ho.n~·~~de; y couHtaute bnen l11:mor, h&y ele Cen]ena, el t¡uc lní'.O muchus ~:e~ dtflcJI o ngtaclablo, ~;c~no el gusto honolicios á aquellas pronocias. cía u tojo c.lol viajoro.; y cuando han po- Desde Booneville hn~ta ::)slu Mnrtin dido recoger nlgun pequeiio e311dal 1 se Sllceden mil diversvs paisajes, yu compran ó oc.lilicau un..ltotcl mÚ! ó mé. risueño~>. p. salvajes, npa"iulos uuoll, uos lujo,o. imponentes otros: aquí se vo un ]>C-1 El pueblo es muy pobre. pero Jo, íia~co Clirarpado, allá tm valle en minia- hoteles pnrocon enormes pnbcios, y lnra, cultivado ó cn_bierto do rebaños; algunos son mí1s lujosos que lrs de ruús léjos nn oscuro bosque \le negros Lóodres y Pnris. pi oos, y lo sigue una linda vega con' Al di a siguiente tic nuestra llegada :m IÍachuelo ruurmu rac.lor y cristalino; á Chamounix uos despertarou, í las de. .; pues un p recioso pueblo con sus1c uatro de la m:uiaua, pama.nunciunos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCE.NAL. 135 que el guia que habíamos pedido nos viviente; en scguicln otro cataclismo agn:nrclab~ con clos wulas ensilladas. permiti6 á. la. tierra calentarse otra Mfetlin hora despues nos dirigiarnos vez, y poco ú poco el hielo fuó d?sapa­pn~;< o á pa~o por en reedio de los campos reciendo, pero ha. quedado toJn':,a. una cult.ivn.rlos hiícia el camino que lleva parto de él en las montañas mas e~e­al Jlilctr tle hielo, una de las curiosidades vauas, como una huello. do su autenor de •Chamounix. Al cabo de uuas rlos irnperio en el mundo. milll:1s se ompicz:l. á subir por un camino La superficie de esta curiosa nevera em¡•inndo, que serpentea por entre uu e'> en algunas partes blanca y t~ate, Y hermoso hosr1ue de pinos y abetos. Al fiu en otras cristalina. ó de tinte ~ns; las lleg \ffiOS á un sitio más abierto, clcsde .... rietas (que á veces tienen de diez á. el c:ual pudimos ver todo el valle de ~cinte metros de profundidad) toman Clm nouui x ú nuestros piés, iluminado 1 un color verde claro 6 azul cele~ te, y por el sol.... Era el 20 de Julio, y allá e u el fondo so ve corre~ \tn hge.ro o.l contemplar aquel extraño paisaje, arroyo, que va filtro.udo húc1a los abls­reco ruábamos con enternecimiento ú mos, y concurre ú formar los torre:r:tes nue~tro país, y la fiesta que se celebra que, \toiéndose en ol vallo, se conv~er­hoy en él! ¡ Cuún cierto os nc1 u ello do ten e u un río: el .ti n•e. !>ara t.rausitar que "no so lleva la patria en la zuela en medio do o.quel mn.r endurecido, .es de nuestros Z:J.patos! ''.... y nuestro preciso ponerse á caminar tras del gma, pcusumionto volaba hácia ella, poLre quien va fonoa.ndo cscnlones con una y qtJerida pntria, tan amada. cuanto hacha entre el hielo, para poder afirmar Jcsgraci:u.I:L! el pié sin riesgo de rodar al fondo de Dos horas de continua. ascencion nos lo!l abismos de csrnorn.lda ó de zafir. llc\'nroo hnst.a un pequeño hotel en que En contorno de la nevera crecen mul­tl" scar san los viajeros á o tes de ncercarse ti tu u de helechos y tloros ~;il vestres, al J..Uctt' de }¡ itlo. Todo en Hui ~.a se eutre las cuales la m:ís conocida Y la hae(! ~ogun )a') reglas del pro"r.lma, y rn(\s bella., os In. llnmnda ?'OSCt clt• los osto rmtumlmcnte quita nn "'tanto ltl. .Alpt'-'~; es de un tinto rojo vivo, tiene poo Ín :í. las uellezas del paÍR. N os hojas verdes y reluciou tos, Y. sus her. couiortnntuos á lo. .; uso~, y s de pnsar nlgunas },orns en y 300 mot.ros de ancho (dondo ménos), el .Mar do hitlo, volvunos al J.otol do rode,,Jo por tres hulos de altos .t~er ros: .\loutnuverll,y mit{utms uo.:; propara.uao uno uegros y ucnbauJo ou agudns puu- do uuevo las mulas, nos pusimos .L oxa­ta! i (qno llawo.u agujas), otms méuos minar el "f,i.bro do los viajeros," el osc.~~rp:uJos y cubiertos do uiovo. cual so encuentra ou todo sitio afamado 1 "Lusnp~rficiodel J{a,·clcJ,.icio, vistn. on Huiza. Allí cada. cual pone Sll uom-1 desde ~lontan-.ers (dico el sabio do bre tÍ un pensamiento. IJas tlos tercems ~aussuro), ¡•:uoce ser efocti vamcutc lt~ ¡nrtes de los quo Jmbian iuscri to su ! de un ruar A Jite 1-0 Lubiera. congelado nomhre en aquel libro crno umericn.oos 'de ropeutc, no en clmou1euto tic unn Jel Nort..e ó ingleses. tompo tad, !iÍllo eu aquel en que se ha Entre las frases Ju(\6 co.mctcrísticas cnlmndo, y sus ola!l, aunque muy alto.s, de nquello:. qu~ vi:\jnu solawonte para tiCnliS dos hija.s, Eouua. y J de ltiob ( ó ÍL lo méno:. una gran parte Fanny ; pidieron a.lmomouto do al mor·\ del globo), y desapareció todo sor :r.nr y se lo sirvieron u1uy bueuo, con lo \ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 136 LA MUJER. cual quedaron muy satisfechos con el nos internamos en breve por el Grvmirw hotel de Mont.a.nvers. Les costó á raMn de la cabeza?w¡p-a, por entre dos cerros de 3 fr. 75 c. por persona!" escarpados, sin un ~rbol 6 arbusto, y Otro decía (éste era americano): !sembrado de enormes piedras, traídas "Llegué 6. Montanvers á pié, hoy allí por los derrumbes de nieve durante aniversario de nuestra independencia, los inviernos y primaveras. De trecho pero con mucho dolor de estómago.... en trecho se levantaba una cruz en la me aconsejaron que tomara brandy con orilla del camino, ante Cltya sefial se agua, y m o mejoré. ¡Viva el Estado de descubre el viajero, pues es la señal de Massachusets!- (Firmado) Guilú.:?'?'M que en aquel sitio otro fuá sorprendido y Sm:íth, natural de Massachusets, E. U., ahogado por el huracan 6 los dermmbes. Julio 4 de 1859." Al cabo de uno. hora. de marcha el A la. vuelta á Chamounix fuimos al aspecto del paisaje babia. cambiado pié de la nev~ra. de los G aguas. de plata. En varias partes del camino los al. V dea.nos nos sa.lian á brindar caoa~tillos de cerezas rojas, perfumadas y Jelicio- DE C.ILUlOUNIX J.. YEYEY. 1 sas, que no~ apresurábamos en comprar. Eran las tres de la tarde- Ct"t\ndo. Aunque a.póno.s habíamos visto dos moutados en nuestras a pasible> mula~, ó tres de l:l.s curiosidades naturales de hicimos nuestra entrada á Monligny, Chamounix, no pudimos permanecer despu~ do atravesar una larguísima allí m~s de un d1~; así fué que el 21 alameda de árboles frutales y de viñe­de Juho, ú las cmco de la m:\ñn.na, dos, y nos desmontamos en el bo;el de montamos de nuevo sobre las mismas la Cigüeña. enormes y prudentes mulas que nos No pouriamos dar rozon de h c:udad llevaron ti :Montan vera, y acompañados 1 de :M:outigoy, pues apénas la atnvcsa. por el mismo guia, salimos con pena mos para ir ú tomo.r el tren del ferro. del precioso valle de Cb::1.mouoi."t. carril que nos debería conducir ~ ori. Dejando ú un lado el Arve con sus llas del lago de Ginebra. pintorescas aldeas, molinos y prados,: : Los vestidos de este Can ton deStúza Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVIST A QUINCENAL. 137 (Ynud) sou originnlcs: la,.c; mujeres llevan ena.gna. de color oscnro, th(l!~o del mif>mo gl-oero y mn.ngns hlancns (siempre a.sea.dn.s ), ~m broros iglln.l es á los de lns ginebresas, sobre una eolia de muselina blanca 6 nllgra, 6 de seda ne_!{ra. y encajes blancos. El camino de hierro sigue loo orillas del R6dnuo por roecle VeHlJ hasta. Ouchy, puerto en el cual desembarcamos, y tomunclo un canunje nos dirigimos á LatLBannr, capital del Cnnton de Ynud. (Gontintta?'IÍ). APUNTES HISTÓRICOS. MARÍA CRISTI N A DE SABO YA . 1 1 canonizados (¡ue rogif;trl) su hislori~ al tra.ves do los siglos. ~;otre ésto!t ÜU\XDO una. -vez le decian ú Víctor cué ntn.se la venerable :María. Cristina. )f.a.molll (el unificntlor de Itnlia y el do Sa.boya., Rciun. de la.s dos Sicilias, pers~mdor do la Hecle Apostólica), hij~ de Víctor .1\Ia.nuel I, pariente Jel que rewmm en lo que hacia, porque moderno Víctor Manuel. Dios Je podría casti"ar por su' hochos Hija. del Rey de Saboya y de f;U exclamó: 0 ' espo:;a :María 'l'oresa, Archiduquesa. de --{:ómo! i acaso no tengo yo en la Austria., María Cristina naci6 en la Cortf celestial una multitud do Su u tos isla ele Cerdcüa el l4 do Noviembre do m familia que intorceda.n por mí? do 1802. _ E.ftctivumeute, la casa. de Sa.boya. se Desde su primera infancin.esta. p rin. dtstugue por la mul titud do Sautos cesa. so hizo notar por su inclioacton á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 13S L.A. MUJER . . la virtud cristiana . .A.l cabo de muchos 1 su familia, la incertidumbre y peligro años la aya de RU niñez y dama de <.le las grandezas humanas ; así, era compañía de su juYentud, decia: "Do- humilde, abnegada y paciente á toda tada de un carácter algo vivo y fogoso, prueba,yjamassolavi6 enorgullecerse á medida que iba creciendo en edad, por sus talentos, su alta posic1on ó su se veía muy á las claras cuánto se es. gntnde belleza, belleza notórin entre forzaba por todOil lo;; medios para ven. las princesas de su época. cerse y dominarse á sí misma; así es Víctor Manuel, que babia log1ado que c~da dia se la podía observar más hacer frente ú Napoleon, sosteniéndose recogtda, devota y fervoroRa en sus en seguida en la Cerdeña, y recobrando plegarias, más exacta y obediente á la el Piamoote y la Saboya., vi6se despues voluntad de su madre, y más afectuosa odiado por el pueblo y obligado ú abdi­para con sus hermanas; en una pala. car en favor de su hermano Cárlos.Fúlix brn., de año e u año se veía palpable- (puesto que no tenia. hijos varones) en mente cuánto iba adelantando en el l l821. Cuando llegó á oídos de la Reina carni.no de la perfeccion que nos manda la noticia de b abdicacion del Rey, el Evangelio." reunió á sus hija~; en el oratorio del Siendo la menor de las cuatro bijas palacio y las dijo: del Rey, creció mimada y querida par. -El Rey, vuestro padre, acaba de ticularmeute por su familia, pero su abdicar, y por lo tanto nos hallamos carácter era tan bueno, que aquellos todos reducidos á la condicion de sim. consentimientos que podían haber da. ples particulares; demos gracias ú Dio!> ña.do su buen natural, la hacían más de que han queJado puros la concien-dulce y amable con todos. cia y el honor. "María Cristina, decian sus herma. Aunque brotaban lágrimas de los nas, poseía en tan alto grado el amor ojos Jo las damas y caballeros de la al órdeu y al hnen arreglo <.le su por. corte con semejante noticia, las fisono. sono. y su aposento, que desdo su pri. ru{as do la Reina y las Princesas, segun lllera niñez observaba con la mús rígiua dijeron testigos oculares, sólo I'espirn. exactitud las horns destinadas al estu. b:tu serenidad y completa resignacion. l dio, á las labores y á todas las domas 1 Poco tiempo despues murió Víctor o~t~paciones pr,opias de su edad y po- Manuel, y se Ct\SÓ la últi~a. berUlana SlClon .... No solo procuraba ser exacta ,(que con ellaacompaiía.La a su madre) de todo punto en cuanto á su método con Fernando, Rey de Hungría, y des-de ~· iJa, sino tat~bieu en todo lo que p11cs Emperador de. Austria; las ot~as bacta: y lo hacH~ todo con la mnyor dos tambien se habw.n casado con pno. perf':ccion. Por frívola é indifereute , cipesitu.lianos. EntretantoMnríaUris. que fuese la. cosa en que se ocupaba, tina vivia. sumisa t\ su maure, ú tal María Cristina q ueri:~. hacerla perfec. punto que "era tan extremada su do. tameote; de suerte que bien puede cilidaJ, que se sometía enteramente á decirse que representaba eu sí milSma la voluntad de su madre, sin resistirse el pro lo tipo ideal de la perfecciou." 1 jamas ni contradecirla siquiem en lo Instruida, ::Lmo;ute del estudio de la más mínimo." ~it:era.tura, hablaba y escribía su propio Poco le Juró e~ta vida tranquila y td10ma, así como el aleman, el inglés 1 sosegada, pues su madre tambien mu­y ~l francos cou suma perfeccion ; di- rió, y se encontró sin protcccion ni b~lJabn y pintaba muy bien, y tocaba arrimo natural, po::o quericla por el p1ano con maestría,- adornas sabia co- 11ey que gobernaba ent6nces en Sabo. ser, cort~r y hacer toda clase de labo. ya, y en uua corte .q~e la m~ra.ba con 1 ros proptos de su sexo. despego y aun hostthdad, ·· as1, ú pesar Nacida y criada en una época de de la repugnancia que la. causaba la vida trastornos político~> en su pc..ís y en toda cortesana y los deberes de la nltísima. l la. Europa, comprendía, como nadie en posiciou que demanda la de Reina, l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 139 a.cept6 la mano y la corona. rlel Rey úe hacia vender de!;pUe~', y cuyo producto NIÍpoles, Fernando II, en 1832. invertía tambien en limosnas. La fama. de sus virtudes era tanta, Segun se ha podido descubrir despues que el pueblo napolitano la. recibió con (ella ocultaba so caridad) iuvertia más grandísima alegría, regocijándose por- ' de 30,000 ducados anuales en el alivio que tenían una Reina santa. Desde 1 de los de¡::graciados. Su dote había sido ese momento María CriEltina supo ga- de 300,000 ducados,- vivió solameu~e muse los corazones de todos, tanto en 1 cinco años en N ápoles, y cuando munó la corte como en todo el reino. Con su 1 sólo poseía siete ú ocho mil que mandó noble porte y amabilidad, tenia sobre tambien que se gastasen en obras su esposo grande influencia, y todo lo pías. bueno que ejecutó aquel Monarca, du. Desgraciadamente para Nápoles y rante el tiempo que vivió María Cris- para Fernando II, María Cristina mu. tina, lo hizo por el ascendiente que ri6 al dar ú luz :1 su hijo primogénito, tenia sobre su espíritu y corazon, una en Enero de 1836. El dolor del pueblo virtud fortalecida por la ciencia y ci- napolitano fué inmenso, y con aquella mentada en sus grandes cualidades es- impresionabilidad de esas naturalezas pirituales. entusiastas de los meridionales, la~ Naturalmente la modestia de su con. lágrimas, los sollozos, los gemidos eran tinente, el poco apE>go al lujo y el tantos que sobrepujaban al tañido de ejemplo de sus virtudes produjeron las campanas y el de las músicas que gro.odes beneficios, no solamente entre acompañauau el féretro hasta su última la alta sociedad sino tnmbien bajaron morada. á las clases médias, y de allí al pueblo Despues de su muerte, y con motivo mismo. Su traje era siempre sencillo de inm1morables peticiones que se hao y decoroso, y así la imitaban las damas elevado á la Santa Sede, ésta tnand6 de la corte y la seguían las demas instruir el proceso de su beatificacion; mujere~ de la ciudad. Como jamas se la con ese motivo se publicaron en la veía ociosa, bízose de moda el estar cada Givilizacion Gulólicct de Roma u u os dama ocupada tambien, pues parecía apuntes l1istóricos acerca de la vida impropio que miéntras que la Rema de María Cristina, -los que fueron 1 leía ó labraba, sus c.lamas estuvieran traducidos al español, y de allí es que 1 mano sobre mauo. Esto deboria do hemos sacado los rnattlriales para esto 1 caus:u mayor extrañeza en Nápoles, ligero boceto, de una. existencia digna , en donde se inventó aquella frase de por muchos moti vos de ser conocida por 1 dulce fur nicnte, de que tanto alarde la juveutud, porque el buen ejemplo ll hace o los napolitauos 1 María Cristina en doudo quiera que se encuentre es cosÍ:\ para los pobres vestidos J:!urdos siempre contagioso y aprovecha. pero 1ítilos y n.brigados, bordaba artís. ticu.mente bellísimas curiosidades que S. A. DE S. LA EDUCACION A LOS VEINTE AÑOS. CARTAS Á. MI J:>RIMA NATALIA. IV LA ?.lUlt:.\WRACION. QmElO hablarte esta vez, querida Natalia de un asunto que nada tiene de nuGvo. No es sólo hoy, por cierto, que la gente se ocupa en repetir lo que se sabe de malo de su pórjimo. Considero la murmuracion tao co­barde y pérfida, que tal vez me parece Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 140 LA MUJER. ménos peligrosa la. misma calumnia. saica la r.eflexion tal vez, pero es prác­Esta, por lo ménos, tiene 'llna ventaja: tíca, y te la recomietJdo, porque me se puede hacer una reparacion, y resta. ha sucedido frecuentemente callarme blecer la verdad de los cargos, cuando cuando ya iba á referir alguna anéc­carccen absolutamente de fundamento. dota que podía quitar la Mputacion á Pero ouaodo con motivo de un hecho alguien. Y no se crea que de •esta pru­verdadero se revela una parte de lo SU- dencia )lesulta un bien sólo para nues­cedido, adornado con picantes comen- tros pr6jiroos, al practicarla nos per. k'\TÍos, esa clase de murmura.cion no feccionamos y caminamos sin pensarlo tiene remedio, y jamas se puede borrar por vías que conducen á la 'Verdadera del ·espíritu oo los que nos han oido. virtud. Hav otra cla.se de murmuracion: la Aunque me acusen de optimismo, yo que escucha. Entre la mnrmuracion no creo que el ttntt-ncl.o es tao malo co­que refiere lo que sabe de sus prójimos, roo lo pintan, y no pienso que todo lo y la que con sumo arte obliga. á los hace oon maln. intencion: es pa.rtiou­demas á que cuenten lo que saben, hay larmente indiscreto, y la ociosidad agu­más perfidia en la. manera hábil do ha. za la curiosidad, y de allí pro'l-ienen cerse ref-erir las fa.lta.s de los demas, todas las murmuraciones y revelacio­que en cargar oon la responsabilidad nes imprudentes. Si cada uno de nos­de ello. otros reflexionara, ántes de ho.blar, en He conocido personas que nunca to- las consecuencias de sus palabras, ~1:1to roan la. iniciativa para. ba.blar mal del seria un gran uien para la sociedad, y prójima, sino que lle:van la conversacion laastaria. para evitar inmenso m'imero de mauera qua los demas vayan de~;. de males. cubriendo poco k 'POCO ouanto saben Te deseo toda clase de felicidades, y de los demas. Tienen un arte singular te recomiendo que pienses en lo que para hacer preguntas insidiosas, ha. te he imos. ¿Quién no ha experimentado aque­lla situo.cioo ele ánimo que se deja lle­var al vaiven de su fantasía y arrullar por los recuerdos 6 las espemr.zll3 ?­Pero uo es igualmente fácil con d~,;cir como se quiere un pensamü1nto ~on claridad hácia el objeto que nos FO· ponemos estudiar. Los ensueños ;on verdaderos suofios do una imaginacwn que está despierta y que es caJaz de guiarlo por los senderos que má~ le agrada u. Los onsuofios, querida prima, !'On pe­ligrosos. i Cuáles son los pensanúeLtos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·' -------1 REVISTA QUINCENAL. 141 que se apoderan de UM imaginn.cion de hora de reflexion prúct.icn, dedicada femeninn., como In tuyo., en la aurora á exmuinnr maestra conducta, nos hace de h. vida, cuando aún e<;tá ausent•J b adelantar mús por el cflrnioo de ln. per­cxperiencin? 1\o quiero ocup:Hrne de feccion. que dias enteros eotrogados :í lns que en su suprema frivolidad s6Jo contempla.r no mundo de quimeras. piensan en idear vestidos y puerilicln- Los ensueños son no solamente un des de ec;:~ especie, esas jtíveoes no nos pln.cer malsano, ú los cuales nos aban. pueden interee.u ¡ para ollM b vi1ln. es IJQnnmos, sin<' que paro. nlgunn.s perso­tan mezquina y pequefin que no hny na~ se puedo convertir en una enfer­peligro ui perspectiva que las Lngn medad del alma. Enfermedad peligrosa daño ni provecho. Yo no bublo sino de que ejerce uua influencia funesta., y las almas capace,; de pcns!\f y correr que es capaz de embriagar y daüar el riesgo de extraviarse por las vía~ de alma mejor templada. El espíritu mlís ln inteligencia. firmo y más recto, al dejar~;e llevar Exnrninemos si los ensueños no cjer- por eso. costumbre, ohidn. la verdad y ceo unn. influencia funestn sobro el se eu~efio. á vivir de las creaciones de pao!'amiento, y pervierten la rectitud su fnutnsía. E~ preciso hacer uso en. de los juicios, emhringnndo y seducieo. tónces do todo. nuestra energío. pa.m do, de mnnera que la \'ida real parece sobreponernos ú los ensueños que pro­t! escoloriut\ y sin interes en compnru- curaran dominarnos y debilitarnos, has. cion con lo imaginado. tn el punto de que he oído decir :í nlgu. Notn, c1ueridn amiga., que los cnsuc- nnspersoons,c¡ueabsolutamentcuopue­ííos desarrollan In parte méuos Lucua den gobernar t:u pensarnionto,y se decln. de nuestro carúcter. Si tenemos incli. ran incapacc~ de unn retlexiou racional. naciou á la tristeza, al descontento, á El mejor moJio do impodir esta de­ll\ irritacion, do ~eguro cunudo so pcr- cadoucin del espíritlt es tratnr de ocu. anite 'lue la. imaginncion uos lleve h:'í- pnr su mente con pousnmiontos --úli. cin los eu'lueiios, ellos nos afirman mús dos. Lns fnut.nslns do In imnginncion ou nuestros defectos, y !ii nos dejllmos no pueden morar siuo en las mente,; domiunr por ellos nuestro carácter se do~ocupadas. l•~s un privilegio, y tnm­ngria, y cualquiera palnbrn. quo nos bien uua respon,abilid.ul de los espíri. obliga .í vol ver :í la \ id·l real uo-; en- tus cultimtlos, el que no pueden existir furocc, y perdemos la facultntl do go- dcsocupaJos. E-; indispm~sahlo cjerci­horuar uuc.;tro mnl gúuio, ú la tristctn. citnr fiU acti\idnd, y si no !'o lleva:'\ c1ue nos abrumn. caLo c~to un ul scutido 1lel cnanino de Poro e11 la mnünnn Jo In e:dsteucin In \ erdnd, se tuerce y so preci pi !A en hay toda\ Í:L otro peligro. A posar 1lu el dl• la~ tplimoras. que ou nt¡uella. cdnd -.u ostjÍ muy pro. Por último, mi querida Natnlia. p.::nso :'Í vur todo color do ro~n, por lo pienso con toe ú osta íntimos pensurnientos. Auoquo parez­oxistcucin tern•md! A fuerzn. prcci o aprender qut• el vertl:t.doro ?lltt\QC á los \agos cusneños de una Hlc.ll Ja ln vid:t. no está eu l:Ls faotnsíns imnoiuaciou osa pena y me aterré: pl!lro mis impresiou. Pnrece que el brillante oficial, el ojos permanecieron secos; los niños pare- 1 bullicioso y entusiasta jóveo, se enamoró ceu tÍ Toces indiferentes, y no lloran de una niña en no sé qué ciudad do 1:. cuando so cree q11e deberían mauifestar­costa del Atlántico, donde estaba la guar- se enternecido:!; UJUS se ElqUi vocao quie­nicion, y habiendo tenido tm di:;gmto en no::; piensan que e:; ¡Jor falta de seutimicn- 1 , un baile, ella rehusó bailar con él, desai- to. No e:; así, sino c¡ne las hondas penne rándole: enseüado á hacer sien1pre su les asustan, les espantan y parahznn sns gusto, y IÍ. q ne nadie se resbtiese ú. sus sú- faeultndcs; deapertáudoso ues¡mes en ellos 1 plicas, ameuuz,j con watarse si la seüorita una irresistible curiosidad, un deseo ar- 1 continuaba dosdeñ:índole; pero In loen diente do indagar, de dnrse cuenta de aquel umchneba se hnrló de él y se levantó para dolor misterioso para ellos. .\:~Í fué cl'1e bailar cou otro. Eutónces l~edorico, ¡;in de- pennauecí inmóvil y callada, cou~011J)llan-cir una palabra uuís, abrió el balcon que do ti doiaa Alonsa, ba1>ta CJUC ele eran diario¡¡. Las calles }JCrsouns hnjo do la1> Yent:mas de la ca-.a permanecían dc:siertas y lúgubre.-> en todo r¡ue ftu: clo cloii/( Alonsa (la r¡uo ttunhicn tie~npo; las casas ccrradns y l:ls ventanas murió luí luengos oñc s) .r ·voh·ió d re\"ivit· solitarias 1Í toda horu, aun en la que, se-¡ en mi mento aquel epi.-;odio de mi infnu- gun la costumbre e.-;paüoln, lns muchachas ('in. Ln msitn e::.t:í lo mismo por fucru, y solian salir :l tcspirar el aire fresco y sa­Cilll dificultad pudo pasar ~;in detcuonuc luuür á algun gnlan que pot· casualidad 1 nulo lnli anchas griet~¡¡ de la ¡lllcrt:\.... pasalm por su callo totlas Jos t.·u·des. Las 1 ¡ 111 i~lcrioso poder do los recuerdo~:~ primo- ~;uiiorn~ estaban do lulo; apesaradas y ro~! ... do ordinario tí 11adn conduce u, pe m nfligidas con tauti\S de~graoius, es de pre~ bOn In 1nitad do la vida: la ot m mitnd sumir que pocas peusalum en galcmteos. Jn corn¡umen las c!u tantcs de a1ptel hnnio oyeron el lojano pon¡ no sou siempre de~graci:u.lns, sin hn- ~;onnr de varias espuelas sobro ol de.si~ual L.er luciLlo para ellas un solo dia de empetlrndo, y el rozar do In~ espadas con-' 1 goce. tm ln pared, y en "cguida vieron pasar un -E~ verdad, niiadiú ~\[:iximo, pero los grupo compue:sto do d!l!! oficiales del R~y vonlndco os ol"istínnos y creyentes picnsnu ,\" nn hombrecillo moreno, de aspecto rum quo In suerte dcscrracindn en o-to muut.lo e:¡ y bajo, pero viostosaruento vestido do p:li­nn l.fcclc> U.o ln°hondad de Dios, c¡uo ha sano, luciendo, ó mtis Liou, doslnciondo qncriclo !'lU purgue en viLla sus pocndos. una cnpn nznl con vuelta~ rojas. -.\h 1 si tuvit:mmos todos semeja:llc -;\nde usted! C'nmrLradu, dijo nuo do resigna e on, conte¡¡lcí Adriann, u a da u os los oliciale.s á esto Íllt imo, la hermosa He-fultnriu pum ~or t-antos! len vive Iéjos, .. egnn pnroco. -•· Pam el homlu·e pindo,o, dioo Au-1 -Al haberlo so.spochnuo, aiiatliú el otro gm;to N culns, ln ~ociedad no es ,;ino uu oficinl. de uiug;una manero huhicra im,b­tontro, CU,\BS ,·nnidnde; so bailan ]laten- tido en venir ñ conooeda. tes, y In no.tmnle:r.l\ otro t$tro. cuyas nm- ,\l cabo de un momento el primero que rt\ villllS tec:ouoco y admiro,'' rcpuso ll úxi- ho.Lió dijo: wu, .Y )\H" lo 1uismu dehcria ol IH•tnure -Voto á bríos! ,: So hal.mí usted que- YO!" la vida prcsl•ntocon iudiforcucia,pnes- rido lntdar do no~oüus·t to t¡nc es tan paR:tjet·n y éngaiio~¡¡; pero -Si lo creyera u11í .... repuso ol otro cutin po os sou In:; que eostdn prcpnmdos mirándole de reojo. IÍ UcjnrJ:¡ ~iU f~lllOl"! -~0 lo pÍCUSCll li!;!OdOS J exo)aUlÓ Cl -A }llsur de que todos sentimos llll to- hombrecillo de In capa nzul, iuterrum­rror iust ut i vo rí Ja muc¡·tc, dijo M nuriC'in, picudo al oficird, y niiuduí humildemente: 110 lmy fiiiÍCil \10 wirc con ucsprocio al IIUllCI\ 1116 Lnloiera atrovidu IÍ tanto ... Aun­que llcja la vida mauife;,tñudu:.o cviJMde, que IC!l repito que lu yeuida de ustedes lo quo uo recuerdu no snce.-o qnc no ha por n1p1Í no c.; do mi gn,..to, porque las Iutwho tto refirieron on Hogot1Í, ap:ueu- mujcre:> son dóhilcs y los olicinlc.s no do­l ·~meuto nvcro~imil, pero que os en roa- jan de e.er atre' idos y tiouon uuu. labia y Ji dad his:,¡írico. un dooir .... -¡ 1 ·n:ntelo en seguida ! eschmó l'c- -Yaya un ~opeuco! dijo el pri10cr ofi­pita, ) d• nutcmono u¡;eguro que S!•rtí m:Íe e in l. ,: Si nos h:uia rocelo por q né ~>C propu­intot ·cstuio que el relatado pot· Alicia, (¡tto ¡;o u~;ted despertm· uuostm curiosidad jac­roaulió hn·to simplon. tñndo .. o de sus nmorcR con la muchacha • 1 .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 144 LA MUJER. más linda de Santafé? Porque, añadió, 1 -Cuidado don Luis ! Ya usted hl\ col­a; unque las chicas bellus no faltan en esta 1 mado la metlida .... este último insulto me c1udad, son por lo general esquivas por lo ha de pagat· más caro de 1.> que damas. }liensa. -Dice verdad Perico, repuso el otro El jóyen le contestó con nna carcajada, oficial. Desde qne llegué aquí, noto que y haciéndole un saludo irónico, cruzó la las mujeres se asustan y se esconden cuan- esquina y se fué. do las miro .... Y esto es más de extrañar -¿Quién es ese galan que, segun pare­cuando en otras partes no faltaba nunca ce, obligó á eclipsarse á la Belen del amigo alguna á quien agradar y aún no desde- Bautista? preguntó el teniente Pet·ico. ñaban decírmelo. El burlado hombrecillo estab!l trabado Y al hablar así se retorcía el vigota con do rabia, y no podía responder. aire de maton. -¿Será por Yentura algun hermano ce- -Por otra p1nte, r..ijo Perico, es cosa loso? preguntó el ott·o. de no creerse el qne ya que nos n:liran -No es hermano enteramente, pero .... con desden las mujeres de Santafé, ten- -A lgun primito ? gan el mal gusto de preferir al amigo -Sí, señor. Bautista. -Ya lo comprendo 1 ¿Rival de usted? En aquel momento llegaban á una es- -No sé .... quina, en la que hallaron á un hombre em- -Ambos oficiales soltaron unl alegre hozado hasta los ojos, que los miró con cu- carcajada. riosidad. 1 .Bautista se puso lí-vido, y dijo exas- Al verle Bautista se inmutó, y dete- perado. niéndose dijo en voz baja á sus compa- -El don Luisito es una mala pieza, y ñeros : adamas, el mozo se ha manifestado patriota. -Tengan la bondad de no hnblar tan -Patriota! recio, porque si mi Balen, que vive aquí -Patriota! cerca, se aproximase 6. aquella veubwa, Y ambos oficiales dejaron de reírse. y oyese ruido, no hay duda que se ocul- -Esa aousncion es gr11vísima dijo el taria. uno, y es preciso indagar. Al notar que los oficiales y su compa- -¿, Cómo babia olvidado usted denun-ñero se acercaban, el embozado se dirigió ciarle, fllltando usí ú. su deber? uolamó á u no. ventana semi-tapada por una rejilla J:'erico. de madera (la misma que había señalado -Dice usted bien, contestó Daltista ya Bautista) y habló algunas palabras con más sereno; le habia olvidado eLtro tan­un~ persona que se hallaba detras, alean- tos qno !le hallaban tal vez más ~ompro­zlindose á oir una voz de mujer que dacia: metidos. -Ilu~ta luego, Luis 1 -Un rival, amigo, no so olvil11 nunca. Apre,¡urarou ol paso, pero al llegar ú. la -Peru siendo pariente de llelo1 ... \·entuna, el jóvcn ya se había apartado, y -Comprendo 1 interrumpió Pa·ico, us- Jn hallaron vacía y cerrada. ted temía perder lo. amitstau !le la familia. Los oficiales subieron la calle y vol vio- -Pl'obablemente .... pero ya c;toy re-ron á bajar con sn comparsa Bautista, suelto á no tener con él más colsidora­rniéntrns qne el embozado permanecía ou ciones. la esttniua. Al pnsar junto á eH dojú caer -'riene usted razon .... á pesa· de que éste los pliegues de su capa, descubriendo entre ese jóvon y usted la hermos' no va­ou parte una fisonomía jóven y graciosa, cilartí. y un par de ojos brillantes y burlones, y -¿ I~o oree usted así? pregurtó Bau-dijo en alta Yoz con unn sonrisa irónica : tista con marcado interas. -Parece que se le ha frustrado su de- El ofi.c.-i.al se echó ú reir. seo,¿ no es así .Bautista.... Vencegue~-ras? -¿No lo he de creer? Al oirse interpelar con un apodo que -¿De véras? le disgusta-ba sobremanera y lo ponia en -l:H, pero no vaya 11sted á int)rpreta: ridículo, el hombrecillo dirigió á su in- mal mis palabras. Oiga usted 1 ll prefe­tedoc: utor una mirada torva y hostil, con- rido será siempre él, no lo dude ¿No t& 1 testán.dole eu voz baja pero con ademo.n parece que tengo razon, J>erico? añadi~ colérico : dirigiéndose á su compañero. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVIS1'A QUINCENAL. 145 - P•:>r bllpue:.to, y apostaría uli llll\110 si u mi!;ericordia, ohitlaudo quo no hay dercch.n. enemigo pequcüo, como á :.u co:.ta lo dc:.- -1\1 il demonios! exclamó Bautista fu- cubrió en breve. rioso. · La noche del t.lin cu que empieza nucs- -Pt!lro, dijo Perico, la bella se hn ocul- lro relato, Luis se vió l'Cpentinnmente tndo d.ecididamcnte por órden del gnlun, , nrrest.ado eu su casa por úrden del Go- 1 y no vc¡¡l vent ó lJresentarse; es tiempo do biet·no, y llevado come> crimiutü á una do v vlver al cuartel; esto buen IJombro nos los Ctírcelcs politicns. ha LecJ!10 perder toda la tarde en vano. Al dia siguiente se lo ompe'l<Í ñ seguir · - Pern no m o pc.;a, dijo el otro oficial, Clllli>ll como á patr,.ota, cosa que lo sOt·pren­portJUe hemos l:illcado en limpio que todu dió muchísimo, porque habia vivido siem­lu cha1 In do llautista era pura fantasía, y pro retimdo eu sus quehaceres, :;in mez­que la 1liiía eu rosúruen profiere á olro. 1 clar:;e jamas en las co::;~1s políticas ; y a un- - Ja ! ju l ja! añadió rieudo Perico, que en realidad prefería b caru;a de la In­¡ cóu1o ~o vuu ñ dh·ertir los demnscunndo dependencia, como s11 familia era de orí­lcs cootomo:. clre;;ultado do nuestra nven- geu español y adicta ul Huy, él prudente­~ ura du c:¡tu tardo l ¡ Despues de tanto mente babia guardado r01>orva abs->luta jnctars~ tract·no~ á que véa1uos solauwuto acerca de sus secretas aspimcionlló llatrió-ol rivol ! ticas. - ¡ E:.to es muy bueno! exclamó el l Sin embargo, lns acusacionOtl de sus P~ne-oiro. migos oran muy graves, y auuc1no en JUS-llauti:. L\ euh·e tanto, cabizbajo y mohi- ticia nada le podian probar, eu o;a época no, uo o ntrc,·ia á mostrar ~;u di::.gu:.to, y era fúcil perderse solamente el que llcga­totlos t n•.; tomaron el camino do regreso bu á hacerse so:;pcchoso. Cunude> l>Dl'o que al cntu1cl. :su denunciante babia sido Bautilita, com-ll 1 prc.ndió que bU situncion om e~ extremo . . pehgrosa, y de:;e:;perau1.ado de stnc~r-J.r:se, Ltwl vt vi1\ e u el barrio do Santa n,tr- 1 rc~ol vió callar y dejar obrar al dc::.tlno. bnm con sn madre, su hermano y dos hor-¡ Dol! días detlpue:~, Ijui!i tiC vic} condena­mann!> l j<Í\'onos, no l<'jos do la cnsa dol do á muerte con cnntro oompaiíeros más, padre .Jo till JH'ima llelou, cou q11iou, do poro éstos por lo méuos h•Lbio.u tonido ln puso lhromo~, - cstnLa compront(·tido ,¡en- honra de trabajar en realidad por la ~)ll­sur~ c.ounudo ~;erenara el turbado hori:r.onte tria, y morinn t·osignndo!i, porque habuu:~ poldtco, puo~to que JlOr ontúucos nadio cumplidu :;u deber, y onmm que tarde u pcnsnhn nu cambiar do ~:ou crto. X o t.iéodt>- temprano, su obra daría frutot<. l>ero el )e pennitillu YÍ~itar con frecuencia ti su no- d~"mciado Luis miéutrus tnnto se dc:;eo¡­vill, H•guu llls r ígidM co:.tumhre3 do a(p1ol pc1~ba, porque no cucontruh:l cu su alma tiempo, el jóvcm procuraba verla totlns ll\ cncrgÍ•• y )ro trot~~¡uil itlnt.! que produ~e las tarde, o u la 'cotana. siemp ro una sincorn opinion ; él se líen ha l'ocos diRs dllSpues de la cntrtuln .¡ !lo- débil ante la muerto pro111ntnra, que uo got:l. t.lel J>aríJi•·ud"'' I\lorillo, estas cutre•- hnbia nbsolutnmooto l.m~o.:~do, V do.-cabn Yibtll.'l fuorou turbadas por llnntista 'l'ihi- h>'Ozat· de la vida quc~;iompre lo Gubia son­tú, unllnto onmzndo de indio, el t¡no ltn- roído. Adamas, desdo c¡uo fué arrestado bi?ndo visto.'¡ De len salir una maiiuna do no hu hia podido comunicaroe cou su fnmi: rntsn, 110 lmlna prendado de su ft·o:;cn. hot·- lía, y In fnlta do C!>to cousuolo deseado e , mo:snrn, como ol gusano vil busca la flor imposihlo, le afligin ~;obromanora. más bcl In, y la ¡•orseguin con sus vulgarít>i- }:;,taba muy a \'Unza da }:4 tarde, y ya era mo., galnutoo:¡. casi do noche, cuaut.lo Luil:l y ~;us compa- K,to hombro tenia la profo:;ion de e:;- iioros despue, do ht1ber oido &u sonteucia pía, sirviént.lole tiiempre al partido quo de m:terte, fueron enlregat.los al carcelero ~>O hallaba en el poder. y por cousiguieute, que debería conducirlo, lll convento do Yiéudoso despreciado por todo;;. Como lle- la 'l'ercera donde outúnccs babia una len, disgu~tada con aquella pcn;ocuoion, prision. ' se ocultaba para no ser vistA por tan in- El carcE>let·o era 1111 bandido sin ley ni dig1~0 admirador, Bautista t·ondaba la ca:. l Dios, que recibia los pril:;iono,·os eomo líos, !lo u. ledas horas, y con froouonoin so on- sin que le dijoscu ni él pregnolaso sos conlrabn con Luis, el que se mofaba do él nombres. Lo único <1110 lo impul'iaba saber ---~- -- ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ------------~--- 1- 146 LA MuJER_. _____ _ ora que los hombres que lo entregaban, 1 y despues de algunos momentos se dejó debet-iau pasa1· lt manos del oficial de la caer casi ex1ínime delante de un portoo, 1 escoltn, que los conducida al suplicio al en las inmediaciones del111olioo del C'ubo. • día siguiente. Cuando pudo voh·et· en sí notó eu el um- 1 .Apénas habían salido del juzgado cnan. bral de un portan cerrado li un indio ros­do se desencadenó sobre la ciudad un 1 guardándose del agua y con un tercio de fuerte aguacero eou acompañamiento de carbou á cuestas. Al verle en medio de la truenos y rol1ímpagos. Al llegar al puen- semi-oscuridad, le ocnrrió una idea, y te de San Frauci::;co era tan fuerte el tero- acercándose le dijo: j poral, qne el carcelero, no queriendo mo- l -¿ lluou homhre, quieres venderme el 1 jarse, hizo entrar á los pl'esos tt un vecino carbou? zaguan, miéntras que los soldados de la -Sf, mi amo, vale tres reales. escolta se situaron, unos :í. la pllOrta que -Bien, te lo compro .... Pero, adorna~, daba al interio1· de la casa y los demas bagamos un trato : yo te doy mis -vestidos en la exterior. La tempestad se bfiCia cada y lo qno tengo en el bolsillo. y en cambio Juomento Juns furiosa, y de repente vino tú me das tn ro¡.>n. á cnor un rayo en la vecindad, producien- ¡ -Su merced se quier~ burlar 1 do tal fragor y nhudimiento, qno todos, -No, hijo: hice una apuesta con un presos y escolta, caye1·on de rotlülas sobre amigo y debo >olver á cnsn -vestido como tú. las baldosas, cubriéndose la cara con las El hombre le w.i.ró sorprendido, cl·e-manos. yéndole por lo ménos loco ú ebrio. Lnis babia llegado á tal grado de deses- -Arreglemos pronto! exclamó Luis poracion que no le causó micdu aquel ve- impacientado. ligro, y nG pens!lba sino en la triste suerte -Cuánto tieue su merced en plata? - -=:; que inomisiblemeute le tocaría; así, sólo -No sé. él ponnaneció en pié. Al verlos tan dis- Poro al decir esto sacó lo que tenia traídos, tuvo la repentina idea. de que tal ou los bolsillos y tlO lo puso al intlio on vez podria aprovechnr aquella circunstan- In ruauo. El indio contó y recontó los rea­ci. n para huir. No le bahiuu pue!>tO grillos les, los que, aunque no eran muchos, eran m espolSas, pareciendo innece.-;aria aquella¡ más do lo que valía el carbon; sin embar­precaucion con uoa persona que deborin go, el chibcha es desconfiado por natura­sor fu::;ilada ol día sign.iento. En el mo- loza, y no cesaba de sobar lo. plntu y mi­monto pu~o en prúcticu su feliz idea ... Se rarlo. á la escasa luz del crepÍisculo. dc..quina del colegio del Rosario y suJ,ió la nurigncla y un buen plato do ma1.amorn calle 1Í toda canora y como u u loco; al fio con su acompañamiento de pan negro y cruzó ú.la izquierda, sin saber lo que hacia, chicha. • --------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 14:7 III 1 El cnrcelem v sus secuaces no echaron do vm· que les Ínlmha un preso, si u o en el La familia de Lui1 babia pasado dias momento. en que, ya calmado el tcrnpora.l, angustiados. Con la tardo del día cu que emprend1erou 11110vamente marcha con eh­lo sentenciaron á. muerte Pedro su her- 1recciou :í la 'l'erccra. Sin embargo, ni pri­mano salió ,¡ tomar loua~1as en l~s calles 1 sioneros ni soldados 1<> habían visto salir, y suJo que Luis debet~a sor fusilado a.i y auuqu? el carcel~ro los i':t.crrogó fmio­siguiente dia. so, ofrecteudo castigarlos st no hablaban, Aíligido, desesperado, sin aeordarse de lnad.a pudo oLte~cr. 'üu~to m:tyo.r o~·a su que de podía hacer sospechoso taro bien, co- ¡ raL1a cuanto sn.b1a ~u o st af du1 Sif?Ul.enlo uió intri!!­deron do la lhrea, ro•aidcnte cu Washin¡;tou, teadn en ¡;rau parte una expodil'iou al Polo varias f!octisuR, una hermana. ele Gludstonc l dcl Xorte cou d ohj!lln de dP'aiín, se propone ¡r.lsar ¡\ Afrka PO f'i {trtixirno f'llhrero par.t. ir ul país do.• lr•s Znlúes á omr l'l\ el sitio en <]IHl mata­ron :l Bll hijo. Ya, si quit•re, lo pneio hico ci muchos ti•11S'I ndn­tl .. s. Si yo no lmhil!t a l·xistiito ac mluocnlas ~loria~ lllnmwns! J.os l~riocliRtas tic raza anglo-s.tjona. son los mil» :mlltnllnos niuguna nov1.11.hul o.•11 ellas, pcrmitano el leotor haiJlarlc cuatro palauras de dos p.•ísea curiosos, y con lnon si m:;tn l.tt>\'.Íbtn so su::;¡H•ndo ch..trnll te allt'll'S olo l<::no­l'O. La necesidnd ole doscrnlHnr de ln:> tn1·~ns quo se ha ilupuo to. ln oblignu tÍ nu <'U.tnro tlo Hug<;otiL por algunos din~. Im¡
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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La Mujer - N. 30

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La Política Estatal y el Impacto del Conflicto Armado en las Mujeres en Colombia

Por: Jennifer Aldana Arévalo | Fecha: 2019

El Estado colombiano en largas décadas ha estado acompañado por el conflicto armado; conflicto que para las mujeres colombianas ha arrojado la discriminación y violencia que ellas padecen. Los conflictos armados y sus secuelas constituyen un contexto específico en el que los actores del conflicto en su lucha por controlar territorios y comunidades en distintas zonas del país, atentan contra los derechos de las mujeres contribuyendo a la violencia física, sexual, psicológica, al desplazamiento forzado; dentro de una práctica sistemática y generalizada manifestada como una estrategia de guerra. De aquí surge la necesidad de demandar la inclusión de la protección de la mujer a nivel nacional e internacional pero dentro de un contexto especifico como es el del conflicto armado reflejado en una política pública, reconociendo un enfoque de género y diferencial ante el evidente crecimiento estadístico de la violación contra las mujeres quienes por lo general no denuncian por miedo a sus victimarios o porque desconfían del sistema judicial. Una vulneración a los derechos humanos e infracción al derecho internacional humanitario que permanece invisible y de la cuál se hace necesario evaluar medidas legislativas, políticas institucionales y judiciales adoptadas por el Estado.
Fuente: Biblioteca Digital Feminista Formatos de contenido: Tesis
  • Temas:
  • Derecho
  • Problemas sociales
  • Conflicto armado
  • Desplazamiento forzado
  • Otros

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La Política Estatal y el Impacto del Conflicto Armado en las Mujeres en Colombia

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Modelo integral de empoderamiento a partir de la teoría de la estructuración de Anthony Giddens

Por: Adriana Espinosa Giraldo | Fecha: 1880

Contenido - Decreto número 514, de 1879 (29 de Noviembre), sobre establecimiento de una Quinta de aclimatación y experimentos y sobre la enseñanza de agricultura - Oficio del Consul de los Estados Unidos del Norte, en Bogotá por el cual solicita varios datos - Oficio del señor Faustino Moreno R., relativo a la preservación de algunas plantas de la enfermedad llamada goita - Crónica agrícola - El cultivo de la quina, por C. Michelsen U. - Veterinaria - La agricultura moderna
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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El Agricultor: órgano de la Sociedad de Agricultores de Colombia - Serie II N. 8

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El Agricultor: agricultura, ganadería, industria y comercio

Por: Tomás Carrasquilla H. |

La revista semanal “El Agricultor: agricultura, ganadería, industria y comercio”, fue una publicación seriada ilustrada que circuló durante 1920 bajo la dirección del señor Tomás Carrasquilla H. Inspirada en la publicación “El Agricultor: órgano de la Sociedad Colombiana de Agricultores” fundada en 1873 por Salvador Camacho Roldán, el nuevo “Agricultor” tenía como objetivo difundir conocimientos científicos y prácticos para la agricultura, así como informar sobre los estados de la industria agropecuaria en Colombia. En sus páginas se publicaron biografías de personajes colombianos destacados en el mundo de la agricultura, se estudiaba la crianza y engorde de animales, las técnicas de cultivo de las plantas, el uso de los suelos y los abonos y las industrias caseras como la floricultura, la horticultura, la apicultura. La publicación se suspendió el 3 de julio de 1920, según lo indica una nota manuscrita registrada al final del ejemplar número 11. Para consultar “El Agricultor: órgano de la Sociedad Colombiana de Agricultores” (1873-1901) dirigirse a: http://babel.banrepcultural.org/cdm/ref/collection/p17054coll26/id/5023
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas
  • Temas:
  • Agricultura
  • Ciencias sociales

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El Agricultor: agricultura, ganadería, industria y comercio

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La Mujer - Índice Tomo III

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El Agricultor: órgano de la Sociedad de Agricultores de Colombia - Serie II N. 9

Por: | Fecha: 1880

Contenido - Contrato celebrado con la Sociedad de los Agricultores colombianos para la publicación de un periódico de Agricultura - Nota del señor Nepomuceno Santamaría sobre las lluvias - Cultivo de la quina, por C. Michelsen U. - Agricultura práctica, por Celestino Castro - Discusión sobre “Pozos artesianos” - Erratas importantes - La agricultura moderna
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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El Agricultor: órgano de la Sociedad de Agricultores de Colombia - Serie II N. 9

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Bajo de peso al nacer y mortalidad infantil en Santiago de Cali, 2011-2014: Un análisis de factores sociodemográficos como herramienta para planificación del desarrollo

Por: Carlos Andrés Torres Ricaurte | Fecha: 1880

Contenido - Decreto número 284 del 15 de Mayo de 1880 - Departamento nacional de Agricultura. La enfermedad del café - Instituto nacional de agricultura superior - Geografía botánica. Aclimatación - Los árboles frutales - El prado - Crónica agrícola - Guía del ingeniero agrícola, por Juan Laffineur - Nuevo cometa
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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El Agricultor: órgano de la Sociedad de Agricultores de Colombia - Serie II N. 13

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