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Imagen de apoyo de  El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 125

El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 125

Por: | Fecha: 02/07/1903

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 {ndu~tda!. y ------- ------- --- - -- --- - -- - - : - ..=:.... - - -=--==-::=::.:: CUADRO DOLOROSO (Po~ .fo:AI< DB lJ. UR.ll.s). La fatiga del tale1 to literario tiene muchas veces por resultado la miseria. Aquí se trabaja en las letras para llen,ar u.n deseo perso­nal, para conseguir la celebridad de un nombre, más bien que por el es­tímulo de la ganancia. El poeta americano sólo saborea comodida­d_ es imaginarias; sus placen~s son SImplemente fant~ísticos. Cuando después de ese anheloso <~fán d<: la inteligencia, que es la Inspiración, llega la enfermed<~d y lué···o la muerte sombría, sólo hay p~1ra el hombre que ha arrojado al público 1111~ lluvia de fl.orcs y que ha man­tenido la prosperidad de las ic.lc!as, e~ dol~r de una agon!a solitaria, el a1slam1ento del sepulcro sencillo y d clamor póstumo de );} Ltrna im­productiva, que llega comt1nm~nte cuando no se la necesita. Vidjt> lar­go el ele los literatos en medio de la indifereocia . bocddo amarcro el .:::. s~y~, que no t1ene un equivalente s1qu1era en el bocado tle pan ! Y debían_ ser estos trabajadores del pensamiento los mi s mimados de los pueblos, porque son su ador­d. o y su presea. Sin ellos, las na­cwnes aparecen como las cuencas 1 sin los ojos. Son el dibujo, son l.t expresión, cuar~cln el vulgo es ape­nas t'l lienzo. De esas cabezas pensMiora<; -;e e.·traen, como de un.t inmt>nsrt cantera, los sillares con que luég-o edifican los que est~1n abajo, y en la soberbia inetrópol i que fundan y consrrvan, no logran poseer un ángulo st:guro que lt'S procure el reposo_ de los larg-os días de f en su altura yerma, desde c!on­de miran .h•~t]os Jas comodidades que ellos tomentan y que están le­jos 1 ay' de su boca y de sus manos. La turba Jos encuentra muy día­nos de su admiración, pero no de su protección. Quiere adorarlos en el mdgnítico templo, pero reb usa pagar á la entrada un ochavo. Los usa hasta dejarlos rotos en sus ma­nos toscas, sin conmoverse con sus dolores; lo que el vivisector I:ac~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :on l._._, perro~ y lu ~; conejos. Y es ' }LH'! no les encncntra semejanza con 1a multitud que ~e af,\na en otras labores; y como no se mira rd1 ~ja­rl.. t en ellos, no se re··onoce y los desconoce. Le parece b.d;_Hií el tra­bajo dt·l pensc1mi~nto que r.o se con\·icrte direct w1ente en cbjetos contra los cual~·· pueda estrdlarse. Le incomoda que el tiempo se pierda en obra. que no tienen buen J.>recio en el nwrcado. Se hace el raciocinio cómodo de que el litera­to puede al mismo tiempo Pscribir de balde y ganarse la vida de otro modo; ser música y ruido; el hipo· grifo disparado y el 'lento gañán que guía lo~ bueyes. I..a turba no puede comp1 c nder que de ese ocul­to trabrljo de lo•s pensadores vive ella; que son sus dioses lares el•e s-conocidos; los que la afianzan feliz sobre la haz del mundo; la lámpa­ra que arde vívida en sus fiestas. Ignora que es c;n el libro en donde ha aprendido á conoccr<>e, que es en el artículo de periódico donde se vigilan sus Í11ter ses, y que son los cantos, los hermosos cantos de los poetas, los 11ue ' representan y les dan vida á esas informes pasio­nes de la masa, á esos dolores y alegrías que sin la estrofa morirían anónimos, porque el verso es el cráter. N o obstante, la turba tiene ex­cusa en su estupidez. Con enid en que la imbecilidad es una prerro­gativa. Pero los que en la sociedad se dan cuenta de la grande inj usti­cia y cooperan á. ella, son tsos hom­bres de barro, á quienes el egoísmo les da la frialdad dd hielo, y que por mirar hacia abajo se están mi­rando ellos mismos. ¿Tuvo por ~en~ura ideas gener&sas e! a varo? IJJ~L ':ALLI•; ·- Aislado en sus cálculos de riqueza, detd:::. uel mostrador ó en los sóta.: nos de 11n l>anco, su cariño se re· duc'""' á las monedas que cuenta, sÚ an1bici•ín l talento; finge respeto por la irrd~ecilidad que lleva pren­das. A los a..,tros, no por hermosos los qui'"'re, sino porque son amari­llo., y Ji ría al poeta que · tiende la cansada mano, que dobla la radiusa frente: "ldo5> me importunáis con \'uest:·os versos. ¿Para qué nece­sita el mundo canciones? Guardad vues,t ra> baratijas, y dejadme en. paz . Así, pues, al talento s~ le pone una barrera. El que siga adelante, es ínclito. Esa fría indiferencia se aparece como un espectro á los jó­venes que tienen entusiasmo: gus­ta hollar las guirnaldas de rosas re­cién abiertas. Cuando algún ado­le!-> cente quiere marchar, se burlan de su osadía ó de su candidez, y como pugne por subir, le quitan itasta las hiedras del muro para que sin apoyo ruede al fondo. Lo pre­cipitan y crH.:omiendan su alma al diablo. Por esta razón se malgas­tan tántas fuerzas enérgicas en dis traciones noc· vas, y ella da por con­secuench que la antorcha sea, en breve, humo y vapores fétidos. Cuá do el estr<"lgo hace su víctima la hipocresía fi ngf! desolación, por­que el egoísmo camina á mu,cha distancia hacia atrás de Jos 2conte­cintientos. Desconoce y canden su obra. La carrera literaria es en Euro­pa, en Francia, por ejemplo, un Pactplo. La personalidad flamante, la lJIIC logrú empinarse sobre el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - ~--- tumulw, cuenta yá con comodida­des que llegan á ser b'oato. Emilio Zola1 Alejandro Durrias, hijo, Jorge Ohuet, Ernesto Renán, Alfonso Daudet, etc., son casi opulentns. La pluma hace palaci'os y pone la opí­par~ mesa. De m2.nera que la obra literaria de un escritor es continua y no se trunca ni por una retirada de la escena hacia los negocios prosai­cos, ni por una caída en la miseria para llegar á la muerte. ========~=-- -- LITERATURA SONATA ,, Cuando sintió la. --aadre que se acercaba el jovl'n Creyó que era el momeo LO pro¡Jicio dP Pstallar; · La niiia. corrió al p1ano y un trn7.o de BePtho\•en Con mal fingida calma. se puso á preludiar. -No quiero que tus frase~ la hechicPn y laarrobpn, Clamó la. viPja al "erlo, sin permitirle hablar, Es fuerza qu'! te vayas, no qLliero qqe un ro\Jen Al ángt>l que di:Íipa. la.! penas de mi hogar. La llama. repentina. que el P~lupor retrata T1ñó con sus colores el ro tro varonil ; Y huyó el amante joven del nido de la ingrata, Creyéndola perjura, t.achAndola de vil, Sin ver que á lo~< acorues de la inmortal ~onata Bañaba con su llanto las tE'claR de marfil .... D.UliBL ARI.!.S ARGÁEZ. ~ .,,. l~ PENSANDO EN TI (DE HEINE). Siguiendo tus pasos, , Ya triste, ya ale~re, Con mis cautos LejiPnd• he venido Guirnalda á tu frolJte ; Lo que ellos te dicen Aúu no lo comprende e, Mas yo haré que hast.1. el fondo de tu alma Al fin ellos lle~uen ; ~o bar~ q lie lUl rP<·nerdo, De amor que no llllll'l'f', f'onlllllt'VI\ Ln pec!Jo y PU noN de llanto Tranaforme HU niiJ':t., ,1 Le! en un li!Jrv liliC lf'C'IIelllO. Íl'lllJlll', Esta I1L tu irt :;c•m·ill• rpw hoy quiero ne tn •th~ta t OtHlCI ve. llabfn en la c·a,a. IJt> liJO sultan ,¡ úl'iente üna jo,·cu v lin()l\ m<·rt:ll'l Bulliciosa, ale..;< e Y habiR alll IP~i•mo Uu PscloYo aleva Que pen~a\Jn. qn"' DinN loim i::rnnles A es,.Ja \'OS y a l'P)'<'H. U u a h••rmoo'a tarde Dajamlo á la fnPlltP, Se encontraron; y <>~cla,·o y Fult».na ],le~'lron ,¡ ,·erHe, Y Ju!,go ''tra~ t;uded, Y día~, y me~es. Y rlgo cxlrailn al e~clavo y 1:1 jon•n Llevaba ll la fuPut.e. Po1· fin la snlt:um, C't:al ante~ no alegrP, 11.) Pr':gnntóle tE'mblando al manctbo. ~De qttú f:>..mili'l erPs 1 ·'{ con \oh cual <>CO qn<" nunca ~e pierde: i Soy de raza ue uq?;ullo tan !::l'anclP, Que cuanuo ~ma muere! ERNESTO L¡¡ó:o Gó:usz. ARBOLES VIEJOS HasLa PI ár\Jol tronchrulo PD el camino, Sin hojas y sin frutos y sin florps, !>uema:;, ni colorl'~, Cumple su ley y tieue su destino .... 1 (Jh labrador! Escucha mi consejo : Te deues resisLir cual me resi ·to A cortar ramns tlnnqne est<'n desnudas ; Porr¡ul' puec1c> salir de un lílbol YiPjo Qni1.:\s In Cruz en que st:cumba un Cristo Qni1.ás la rama. en que ~e cnelgue un Jud~d! Jo~J EL CORREO Dl~r~ V.~LT .. m Vn enjn!?:!rl o In 'arrgre J>ur Rflnel ni, snltau de Y t'll 111 :nlrl rl .. mrlo, Ir unr! ... o al fin dicicnrlol» :Mul'ro coutigo porqnl' ~dy tn P'Jl"~a; 11 r C Hll • fll e'l'PS l'f.,~. ~· Crt;'~ llli :allH\tlll1 8,.ra l:l O, ¡!'.Pude Lulll• 1 FLOR NE.GRA DP piP sohre la lruu h:l ,¡,. un ~ui<·iua Exclarn~ con vo •. ronca y dolurirln; ¡ CobarI.Ja: clt>l hi tampoco, 'fu taro poco mPrPces desea usar. ENSOEÑO Y lleJ,m: al ni ! y atAS • 1 sombrfo, Er:tre a rubia y lar¡p. ca ellera Ilundf mi mano tu!mula dP frfo 1 Be P:S~remecili la deslumbrantft I.'Rfl'ra Y aJ Vl.'l' mi audacia .•.• roe grufió eJ vacfo ~ i) • !'1 (¡ De pronto di.' Jlf'J'I.é. Cuánt.'l veJltn ra ! No, mi suei\o no fue vana ~uimera: l'orr¡ue al abrtr loa ojos, tu 1.1ermo ur~ ~e lumbr6me, y mi manq1 ni.,a pur.l, Jugaba con tu hlouda cabellera JULIO FL6Ru. ~ -· .,_ ¡.;--- !(~ EL AMOR Á NicA ·oa BoLET PsRAZA. Qeotll princfl6ill• Q11e va á la e,;eu .. la, ~"on tus h't>rOII d.ebeJ<' dtl brazo Y la far. ri Ul'fia e 1 Quisieras tteclrme Si á e~e uiiio ciPguito qun lleva . Un arco t•n las manos Y un cnrt'ai á la P~palda cnn flechas fta~ hallll,UO aJ >f'l{llit• tU camino, Cruuiuo ni Colf'gio! ;-HI l"iior·, ~~ lt' he vi~to: ,f's un chico Con bornbonPM, cou at·o y llllti'lt"cos. ¡;¡ ~) (t Bt'lla ado!Psc .. ntP, Gal).ll'lln dont"ella, Qu , hn¡u cnrtiua~, F.n ~>1 ll'cho di' s~r lnlo Ul'iiM Con Pxtraiia~ visiur •• •¡ue endende:1 'i' 11s _tlll~iila' 1{'1':11~ ; l Q¡¡i'IP!T.s tlt>Cil llll' .Si PO In ca 1~. el tPatro ó la iglt'sia U f'll tU~ ~uefws ll7.UII'S y I'OS'IS, tj <•11 Lll pPn. lllllif'llln Ha~ hallaclo al A rr1c.r -¡ Q11é _prl'gunt.a ! 8i le he ,-¡~to <.s 1111 lindo mance-bo. o i) Sr~r!ora, .. eitora, Que no biPn la campiña cla"Pa. Ya t'Stás levanLRrla RPCOTI'iendo la casa risupña, Gnianrlo :i las mol.a! En las diaria labPrf's cnst-ru i\lientra11 n hnnP~ta puede clecir~>e que contrae la in..-!ud1hle nbliga­eibu rle nmnr a tflda ],¡ familia, por am­bas líneRs de cnnl\an~llinithHl. Lo prime1o q11e le die:> it Ud. ln joven, objt-to de su amor, es algo p ...... ·ecido á e to: -Sí Cfl uallerr.; he untado q llfl l.a pne3to Ud. ]ol\ ojos l"n mi in · i~r~ificantP persona; pero ante t(nlo es uect-~ario que He lo" cnente a mnm;.\. '' Y el mancebo im·Xp~-'1 t.) Yn, co~P y se lo t•uenta a la madre, y dEs1111é'l al pa­dre, y é:tos, ít sn vez, t'e lo va11 contan­do á todo 9 los pa1 ien te;:, htlst a q m~ la !'loticia lit gl\ á conocimiento ele los tlen­dos y amigos de la casn, y dt- los vecinos del uarrio, y de la pareja de la ese¡ ni na. A los ocho uía" ya nadie ~narda re­~; erva, y se dice con In. mayor naturali­dacl del mundo qne Fulanito e~ novio ele Zutanita, y que él entra en ca>-R, porque Ios p11pás ven con . gusto las relaciones, JIOr mas q ne el chico no cl\enta cou casi nada, y ademR-.: e~ linflltic<'- y aqui empieza lo más grm·e para el maoct-bn; porque clestro, en el pnsPo ó en el café tropiezo con uua de estas parejas que viven entregadas ndo:;t~ Ji lo nH·jc·ll' obli­~ ado ó. ir en \111 ca de II!J carru~17.H. lluvu.. ¡ Q11é h(•rrnr! · Si la famd1" tn1t>L dP ir ni teatro, él es e¡ lltt-n tÍ PIJe q ,,.., hahénwlas cnn loo; re­vendt ·clores: ~tcitm, facttll arll los Pf! ni l'''jt>!', pe­lt- fi.IR cnnlos mnzn:-;ycnlg>ilá C~>Dlo~ hnlto.:; dt• nl•1no; y todu CtHiflttJ hfl)'•l qne bact>r, por h•liiJild .... pnr Ítl~t>ttn, pnr t>no}•so q llf' flP Ínl•• ¡>np4, c¡tte atrihuyt·ll ;.iprnpre t••do lo malo q11t> '":-' Sllct'de. a la t.nr¡•eza iu­n, Lta del ltJf,tllo yerno. -,Je:ús! Cuanto tanlR e. e memo dtl FulaóJto !-tlil'e la llH\GIIl. - Parece u u paloruino atontado-· añ•1de el papá. -¡ Como 1.. . habéis mand;Hlo t••n le­jos, y t>sta tarc.Ie tH~ q n'ejn.ba de dolor en un .iuanete 1 ____ - e perruíte decir la niña. -No le clf·fh•ncl-tfl_, bijn; porque él po­drá se:r un utwn much¡.¡cho, pero á torpe hay p¡,cos que le ganrn. -El ot.ro dra no hizo m"i~o~ qnP cojer mi parHguns y )p rompió dos u'lllenas. El jul"ves le nu~nrle comprar nn I'HOnrio ñ In plaza de ~Hnta Aoa y me t.rnio unl\ libra. de vt:IR~ df:l e:~perwa-exclama el pnpn. ,le la chica. -No pnecle negar qnP sn padre <>ra confitero. 'l'ienfl noa nariz qu<:' pnrece dP jamón E' O d nlce. En fin, ¿ q né se p•wde es¡ cr»r de nn hom ne que les ho­clra azúcar t\ los bnt>\'OS fritns? -Y te atlvie1t.P- a~rr>ga sentenciosa-" m en te el parh c-q u e voy o. prohibirle ln t-ntlada eu casa por la tarchs. No sn­be una soln vez la escalera sin qno Atro­pelle al perro de dona 811silisa, la vPci­nfl del S1'gnodo. Ya s~ me ha quf'jado cinco veces; y a la !'t'Xta lo r.cho. -¡ Como PI p11b1 e tiene 11q u ellos piés tan grnntlPs !_ ___ Nn ~ue Ol'garns que on horr iult·s-clicP la futut a surg-m. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. A orla ha ,T eRucristo por el mu'n do pna-dicaodo la hermo. a doctl'ina. que t~n~na.venturanza en el uielo. . Un cali~iuoso díll d" Vt.>raoo iba el Di­vino 1\laestro,en compañia de 110 Ped.ro por un camioo adelante en dirección a un pueblecito que se divisaba en el ho­rizonte. Había sido larga caruinatR, falta-. han árboles qne breat:ae el c~&mino, y San Pedro, mi\11 'tnudo tmfr.'r e embate de las olas en su ofioie de 11011 dor, que las fatig11!! de aqoelJaa polvó­riMtttts jornadas, iba CRDII~Q y IUAI&te• cho, siguier.1lo con trab~jo i JesuQ tp, Poco les fal tabl\ y á par11 alc!Yiza.r la11 priroeras casas del pu~blo, cuando vi6 ,Jesús eo1 el suelo una Qerradura de ca­I.) Rllo. Par{!se un momeuto, volvió la cabezll h11cia su disctrulo, y le dijll: -Pedro, recóge esa ht.;rradurl.\. Y siguió andando. n parece, el t'X-psscador, aq nel Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. gL CORREO DEL VALL~ j10jaban voluntariamente llt~ )o s1tper--~-;.~:;~:-·~lo VP~Ptal'ic'Jn. fino para socorrer .á ios m~n e ! vi{¡ SPn P dr enemigos eocarnizar!ot~ olvidaron sus nnn. C l~ ,.,~m hermo · i~;im.• ---- tt>acor es y perdonR ron se las m,, n rias, mi !de y tl('k~ r a 1"1 r pándoRe un abntzo frat~rnnl; rPcouo cien- :~o¡:¡ es ouda. do muchos la e:x.iRtencin ,¡e un F:nlo Dio~ ~ reador de cielo y tierra; los ídolos frw-ron hechoR .pedaZtiS ____ y, 1•n fi n, tun radical mudanza c]t} idl·.ts \' •111 !'t"rvnr tan grande por la. D\lt'Va dnet.r i lla, po.i!a considerarse como nu m¡lagro ru .\s de loo que rPaliz6 Je. ús eu U(j'lel pnl'bl o. ' San Pedro et~talM ao¡;orto y cada VI'~ ::;e armigah11. m(is en su alma 11\ fe eu las en!'1eñanz>~s del ~lae,;tro; tt,do lo cual no le impidió utenJer a l&.s e.xig~nc ias de 1'11 a~tómago, trasegando a e~;ta irn porta u tL' ví~Cl, rl\ un regulaf alnn1 e r ~ o cou que le briodarr.n. una al refis cant•l' i v:ts. , l\lieutres San P~¡ ro coruw, las trán­dose bien por lo que pudiera octHrir, acercóse JP:; ti~ á noa mt1jer que venclla cerezas y le of1f'CÍÓ la herradura, qne es­t. aba casi nueva, fl cambio de al ~ nna CI\Dtidad de aquella truta; propo.s 1ciúu que fue aceptan a. Eran las cerezas de lo mejor <'C :m cia.­Re, gordas, . coloradae. y fn:lbC"l A; l ao~ !:'11- volvió Jes(s en nná t ela, las g-uardó y fuese ,.en busca. de toan, Pedro, a l c11 a l hr­zo muy mal efecto saber que era p rvcn;o ponertle de nuevo <>n marcha. Obedeció, no ob8ta.nte, ::;iu cll istnr, y continuaron su peregrinucióu ca ru iu •> adel.ante. Eran lafJ tres de la. t :ucltl v el cnlor aprehba da firme; ni UtH\ IJi~nh ech J ut nubectlla. , en e[ Cielo; ni llll llr! 'll l t'U el camino tr.itigaban lo~ 1-\nlores dd ::;ol. La abundante comi,la, el C ~>•· !e• volví.1 rnira.r á derecha. 6 iZI!Uitmla. ¡~c>r \'er ¡; j d"ban con al gún arroyuf:'lo; pu·c) ¡ t lu da! O 110 permitió Dios qu~ lo vit• ' t', ú n ·al­~ uonte no hauü~ mann11tial••H, 11 aq tt •·l Jt idv pit!~', ),, cual I'Xplt0aua t i ~tllU ll: ll lu 1 vén á l•~ u 11 11 l e lli\HlH, lrl ¡.;rt•!• 1 ft• f 1111 l ·ot; pi t-t:~ 11 ,¡, i z ¡,, ,r,, .. , r 1 .\lit dtll'lll k' l tlll •L!"II'zll l" i • ti\ •• l tro y ,.¡di. cí¡ , <~l•, r ... 1 •n d 11 pn r i e 1 'un lltlll l id tl t ,., l'tlll d 1"' rdo d • ('l[l Jtlt.;> : t J,.ro(' ill r .--LA •l li:•> Hr \ ('\l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 115() EIJ CORREO DEL VALLC VARIEDADES lln«.>nan:-ntura a :!8 de Junio ele 1!JO:J. Seiior rlnn Ulns S. Scaq.ctta Director di' "El Co­rreo del Valle. '-Cali. Muy estimado amigo: Gran entn iasmo ha producido en este Puerto y sabemos lo mi:mJO lle Panama, respecto dt? la publicación de los famo­sos artículos de sn periódico, firmados por Otooiel Suhez, telatinr• á In aper­tura d61 Canal de Pannmá, ap!·ovechan­do los mornentoil de estar á la discusión parlamentaria el trntaclo Herrán-Hay. Tales artícNios han esparcido destellos ¿, vi vlsi mn. 1 nz obre el a Unto, y los que enantes pudimos .. er un tanto peRi­mistas hoy hemos llegado al con venci­miento d~ qne t-I Ct~nal1·s la vida de Colombia, y la gran arterill por donde á torrentes LOrrenl. bU etl6ranrlrci:niento moral y material. A ¡11opú:itn, sabe­mos que el Congre. o aú o no hu a I10rda­clo en el tPrreoo de-R diRcn~ion el estn­d! o del Contrato, pero sí hay delibera­cion~ s particulare., t-e~nramcnte para acentuar mejor la opin1ón que haya de decidir de tflD vital asnnt,). -Se trabaja en el ~>entido ue estable­cer la navt>~ación para el tráfico C(Jmer­cial y postal, co::: loR vapot et1 del Go­bieruu Nacional e:. tre Bu e na \'e o tut a, Tumaco y Pt oamti. i tal tm-jora Stl ]lua á cabo, serán inmensas las ventajas que t-e obtendrao ~aoto para t>l Gobier- 1 no, como p.Ha el Comercio y los viaje_ 1 ros. Lo i m port11 o te tterá fJ u e tl')do que- 1 de bien regularizado, tapando todos los dt- petfect no tengamos que exclamttr: " 1\1as vale malo conocido, etc. " cnrrfút'll los telt>grnmas ele los pntticular€'1C que inclic]llt-n giro~ 6 entre~a de dinero· cunlqnitra q11e tlea la cnaotia, qut>clando asi üritll la displ>!iición que sobre el par­ticular se habla dictado de Bntemano. Q' d . J utn otro asunto P tnt~reR patn. comu-nicarle me despido de Ucl. amirro atectl- . o Sllll01 ConREsro.·sAL. SUELTOS !\I A TRT~.JO)l'IOS. Se han verificado en estos Jía s, el del señor don Rafa-el Gonzal ez co:1 la sefíorita doña habel H ol­guín; el del señor Agustín Barrero con la señorita Licenia Velasco, v el del señor Primitivo Roa con 1~ señori::a 1\Iercedes Valencia. An­helamos para todos ellos días de ventura. '' BoLETÍ CoMEHCIAL." Cbn este ,ombre se está publi­cando en Huga un periódico quin­cenal, órg-é!no de la casa Salazar, Falla, e·. c.a . 1 retornarle el can­je le en\ iamos nuestro afectuoso saludo. Hemoc; recibido también los ''Estatutos del Bal'lco Comercial" de esta ciudad. La seíiora FIDEL' F. RIlO nr PERLAZ.\ pa<~'Ó su tributo á la na- b tureleza ei 24- de Junio. El hogar del Jistinrruido méJico Doctor b Evar;-sto &arcía, está ig-ualmente -Oficialmente avisa nuestrn Minia­tro en Lirua, que ha dosapatecido com­plE- tamente la pPste B11bónica en pnet­tOtl peruauos. En Iquiquc, Chilt>, que­d> tn poco:s ca~.o~ (111e 1 iendett á extin­guirse. . de duelo con niotívo de la muerte -El Ca m 'Lio si~nt> e-tariooario en sus fiuctnac10o•>A del ti al !l,oou. -L·..1. Dirección Ueueral de Correos y , 'l'elé"rnfos ha orcl~nado á las Oficim;ll o 'l'cle;;ráflcn~, CJ ll~:J :;u aC(•ptr.:u l'U JHlliPI cle su niño JoRGE. Enviamos á SljS respectivos deu­dos la stncera expresión de r.ues­tro pésame. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • EL COilREO DEL VALL~~ 1157 ···-·-········-··-·············- ··- ····-····-·-- -·--·· ·- ---·---·r:-------- -----------··----·-·------·-·----------- CuESTIÓN CL\N .. , L. En la semana ]Jasada circuló aquí con mucha profusión una ho­ja \·olante, en donde se reprocl u ce el último artículo de Otoniel Suá­rifZ que sobre el Canal publict) nuestro ' periódico en su edición del 18 de J ~ni o. Dic,ho escrito , viene acomraíiaclo de una carta de don Ricardo Arias de Panamá y de un encabezamiento firmado por algunos caballeros muy respeta­bles de este lugar. REMITIDOS Erne~to Bnstam.ante C. Notano del númP.ro prirne10 del Uir­cuito de Uali, CER'r!FlCA : Que por e!'c: itura públlca de fechfl de hoy, otoi·gada eu e:,ta not>nía, Q»jo el níHnero quinientos veinti . iete (5~7), los señore~:~ Otto B eplat y Henriqut:J Holgnín '' ecinos de esta cinc)ac!, han ef'ltahleciclo una soc edad regular, co­l !-ctiva de cornerc·io que,gira l.:Jajo la razón sociHI de BEPLAT & HoLGUiN, cuya adminj~>traci<:Jn est11r!l á cargo de ambos socios y ambos podrán hacer uso ele la. razón ó firma social. El capital de la Uompañía es el de ocho­ci!:' ntns pesos ($ 800.00) abÍ: El BO­Cil) Be ph1t aporta qniniel'ltos pesos ($ 500.0 0 ) en mercancÍaR y dinero, ú otroA efectos; y el J:ncio Holguíu tres­c: ieutos pesos ($ 300.00) en dintro d el país, t~nienrio és te último derecho Í1 igualar su capital al de Beplat. La Pociedad em¡wznrá sus . o~H"1&0ioneli desd11 el día primero de ,J ulio del cor­riente año y el u rarli por el térm i o o de tr el! año", pud i ~ odo pror rog;\rse á vo­lunta< l de ambos ~:~ocios y su domicilio ~;eni ln cind~ct.on, va ]P. , . BR ~ E'-Tv B t:5T.AM A!\TE C., N. 0 n.0 1.0 1 S r cretaría ci&d J uzgaJo Civil del Cir­cuito de Uali, Junio veinticuatro de mil novecientos t1es. 1!:1 ar¡terior Ct rtificado, eX¡'ledido por el señor Ernesto Bu!"tamaote C., Not:uio }rúulico del número 1.0 dtJ estt:J Circuito, cop fecha 18 de los cor­J ientes, q neda registn1do bajo la par­~ ida tlÚUJero 8.0 , f(¡lioa 0. 0 y 10.0 del Libro reHpectivo, q11l' paraelefecto se lleva en este Despacho, el que d~­vuelvo a los interesacluc; !'eñorea Otto 13eplat y Enriqn~ Holgnin, en curu­}' li~n•~nto del auto de esta misma f~­cha recaído al rnethorial elevado al Juzgado por dichos señores, para los ~::f~::ctos lega leE. Jos.E: MARÍA V.AnO~A LL. Secretario. CONGRESO. E.;j Doctor FnAN"crsco A. MAGAÑA.. vende no potrero d~ pu •. to común de ex­celente calidad, abundante en aguas y c-?rca de la ciuJau, propio para uua le­cherí. ct. En.tend¡:rse con e.l vencledor en ~u ofi­c- ina ele abogaJo, en su casa de hab~ta­ción. Cali, Julio - 7
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 125

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 127

Por: | Fecha: 16/07/1903

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. epttblie& d11 Coloml>i¡) JULIO 18 ))¡¡; HI03.-N. • Un / y Director. J3J:.¡.A.S S. SC.A.EP:ET::I:'A UN .MECENAS ILUSTRE; PaAe4bese Miguel Angfll triflte y me­ditllbundn por los jardines de ~-.o ~~tor­cos miéntras reliullí"n en sn Julagrna­ci6~ mi 1 ideas coloA~tles, mil gigRu tt'Rcns tu oyet!tos que ha btlln de SPr fi lgún di a la ndruirtlci6o del mundo. En a<¡uelll)-. es­pAciosos }trdi nes tr ablljl\ban vari011 arti:~­t,,, a del gotn Médicit~, del prot.eetf.i~ n»,~o de los aatie;tf,s: hlgnnos conoCieron á Ml· guel Ana-el y 1~ ofrecieron Uil pedazo de márm11! t por todn respuestR el flituro Rr­ti~ t:\ (en aquella epoca aún hOse hllbia d~tdo a conocer) ~napuñó un ciocel, llrro­J6 su blusa y tHnpez6 á trant~fotwat el mármol tln UUI\ cabeza de falióo. Al dia siguiente Ct)ntinuaba su obra con 9nimo de concluirl~t, cmmdo At\ le ace!'c6 un hombre de unos cú~trec tn ttiÍm~, Te~ttido con negligenci», y queM1sejqnto á él mirllndole trub»jar en sí1t>ncio. Tr~­bnjabn Miguel Angel con ar~:u• y h~cl • tnnto Cl\80 do ttquel per@¡OO!t.JI-i cou1o del polvo qne le'11\ntaba su rn~Htdlo. c~~n­cluido IIU faunti, hlzotH1 Pl\ll\ attl48 el r•· \?11n como pam juzgar nwjor dt>l ef¡;,~to de iltl obra, r pareció queda~ muy 81\tll:)­fecho. Aquí le e11peraba. sto dt11la el mudo testigo ~e ~sa eHt'enu, IJUI'8 ndelao­tilndoRe leot!lm~>nte pu11o 1-u wano !!obre la e~tpald" del jo~en Pt!cultor y li dij'o, con una ligera soori¡;a ~ -Amigo rojo, si lo p'erwitis oe haré U DI\ pequeña observación. M igual Angel se volvi6 brnscarl'lente Dllcía t'l UIJtJCouocido t:o el ant burlt>r.co é inRolentP ~Jne tomaría un pilluelo a ·• -Unn observación !_ __ \. vos? y t•rn­nunció estat~ ¡u~l11bras con mucha leoti · tud. -Una critiCA, si os parf>ct\ mejor. -¡, De IR CRbeza de mi ft~ uno? -UP la cabHza de vúe~tro f~tuno. -¿Y quiéo ~>Óis vo11, c.a?allero! que creéis teoar dtl'precio. -¿No habé111 querido reprefi~Utar UD vit>jo ft~ll!ll) rienrlo 11 c11rcajndas ?. -ARi el' , f~tci! m Po te Jwrlei~ conoce.r lo. -Pues bit>n, »ñlldió el cr rico I.'Onrtén-dotte. dónde h•1héit1 vit'lto viPjo':t que tt~n-gttn t.odos los uitmtetl ? . -Soor njót~e t~l jolVt'U y mord rén~ose lns lal·•i(ll' de de~; lt\ critica era.) n~­t. l. b;~:~peró 111 nCt'tl d.e un ~:~olo ·~ol pa tt.t ran,_.ó d''" dlt'llte~ á sn fauno. t> Pura baccr más coru.p!eta la ilu:o~ión q 1\ÍRO nhnudnrla J.¡~ encllll'l, pero como no tuviel'tj ullf iflt~ta u mento ll propó11íto, dPjó par!l el otto 1liu la conclusión de su obra. .J h. la signiMte lllllÜIInfl acottl6 ~1ignel Ang~:~l tl Rll ¡'>t~t',.;to penRs ~:~e alu ió ~1 jaH.hu; P~'fl' el !t~uuo b'tLil\ det~apnr~cl­do: t'O RU lugar encontrÓ al dllSCODOCldo da la vft-~pera. - ¿ V6odP ~Rtt) tUi fotUfJO ? le vre­gu vtó. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1168 EL CORREO DEL VALLE -Lo hoo ncaJo de aquí por onl~o m1a, respondió el otro con tHl acústuru­bradll cnlm$l. -Y¿ qui~n sóis vos, caballero, para dar órdenes en los jardines del gran Mé­dici, ? -Segnidrne y lo sab1éis. -Voy a seguiro~; pero es para obli-garos á. do\•olverme mi fauno. - Quizás preferiréis dejarle donde está. -Lo veremos. -Lo veremos. El desconocido tomó el camino de pa­lacio, siem 1)re con la misma calma, y dispooíase ya á subir la esualem cuando el joven le coji6 por PI brazo deteniéndo­le coa aire entre tímido y colérico. -¿ A dóo,le váis, caballero. Créeis que a. i se llega ;l los apo~en tos del prín­cipe ? En sus jardines Sb puede entrar, porque él miilmo lo permite; pero aqui ____ nos ma~dará echar a la calle. El incógnito atravesó sin responder ]a antecámara y todos los que en ella esta han se levantaron abriéndolt; paso y s~ludáo­dole con resp(\to. Miguel Angel empe­zaba á inquietarse. -¿Si .era un empleAdo de J!Blacio? r;e dec1 con alp:uoa turbación. En too­cet> he hecho mal en hablarle con , ta aMpereza. Pero, ¿no es mio el fauno ? Yo 1'3 obligVl\11 h\Odo )(,S (•.J"S VIÓ ____ Sil fauno colocrtdo sobre 1111 1ir;o pede~>tal. -Ya ve~, amigo mío, le d1}> aquel hombre misterioso, bÍerupre cou la rui8- ma bondt~.d y dulzura, ya ves que si· mandé quitar tu (!bra ,¡ ... ¡ j:trdín fu~ f'Ílra· ponerla tn el l11gtn q ne le corre¡.; pon de. -Pero ¡ Dios mív ! ~"XC!Rmó el artit~ta, ¿qué dira el pr1ucipL' cllando vea ese­< 1efecteo ·o trauajo E;n medio de tao tus obras preciOsas ? -El príncipe, amigo mio, te tiende­su mano; ven a a pretárRela. Ot.ro bub1era cr~ído de rodillaR, perl Angel, llorando de ft-licidad, in­clit: ó la cah~>za y npretó cordialmente la ruano que Módicis le alargaba. LITERATURA SOLOS! Estaba t>l cielo inconsolable, 11! dfa Gris. :i lo lejos como negro ruuro Se dibujaba el horizonte oscuro Tras de la uie!Dla perezosa y fría. Tiritaban los árboles, la umbrfa. St>lv:~. su ali~>nto embalsamado y puro· De~¡.a1 ramal>a E'n el ambiente, al duro Oolpe del recio vendaval. Llo,·la.. P:ilido el sol, en el siniestro fondo De hose:\ nube, ruo ·traba su marchito Semblat•te catlavórico y redondo¡ \lit>ntra<'~ quE' l\lzando sn tremendo grito, Copiaba f'l mar, de 'E'nfreu:ulo y hondo, .1-a iwuouba lobreguez del iufloito 1 II Sus invi ibles alas In. tridteza. De~po·rezaba en lo in~ondable, el mundo l'art>cfa temblar, en Jo profundo JJe aquella. Hmgular naturalezA., Tn frng lntE' y umlíva¡?;n t•abe7a Eu t'll."•> aroma tui '~'lublnnte inuudo, Ac:uiciaba el vic•nto "agallut~~lo Al Lraspn~ar Ja frigisclB aqu~>lla gruta pc•rfnma E'l monte ,,,·luto t:nlnt:.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO ~Er.~ ·.¡ ALLr. 1169 ----------------.,.--------------------------------- ------ ---------------- Con las trémulas manos enlazadas, Mirabamos el hígubre horizonte Borrarse entre las nieblas desgarradas! III Ah! .... de esa gruta entl'e la negra boca Vibra at\n nuestro amor, nuestra ventura PrPsa e~>tá allf, y un eco de ternura Parece re~onar de roca en roca. Los ósculos arrlientP que en mi loca Y l10nrla "xplosión de júbilo en tu pnr~ Frt>nte imprimí, palpitan en la oscura 1 Seh·a glacial que JUi memo~ia evoca. Y:í por eso el n•rano con su lumbre .Jamás roe alegra aunque S lJ~ rubias alas Llenen los bosques de e pleudor eterno: Y hoy solamente hacia la yerta cumbre De un hori zonts lfvhlo y sin e:ala Van mis ojos en busca del invierno! JULIO FLÓREZ. ERA UN SEPULCRO. Llegué á las puertas de su pecho 110 d!a Llamé quedo, muy quedo; Y el corazón estaba tan profundo Que el gclpe resouó lejos, muy lejos! Y sentf gran pavor porque supuse Qúe aquel Íeja:1o eeo Me lo enviaba la J"sa de un sepulcro Donde yllcfa un corazón y á mae1·to ...• ! JuAN A. S.humsz. PARODIA/ Llegué á las puPrla~ de ~u pecho un d!a Toqué asustado, trémulo, Más como yá su corazón "elaba, Al punto contebtóme: " E•toy despierto! " Y sentr gran placer, porque vr entonces Nacer A un mi!os espNauzas qu~ eula,adns iban li'or senderos s­tra Patria; el asunt.o más trascendental para la Nación y que tiene en sí más adheridos ó vinculauos los intereses de sus hijos; esa dPc:isióo es :a qne aPegure la apertura del Canal interocéanico por la via de Panama. Los intereRe~:~ ruorales, finílncieroR y económicos de toda ia Nacié•n eMtáo fir.­call0S en esa mago~\ empresa: todo el porvenir est~\ allí comprometido. Torio el país derivará su progreso, el aliento de sns industrias y de sn OOrllt"tCi0 aba­tidos hoy y arnenazaQeficio., reciba coa 1, obra : es toda la N ación la apro­vechada: es el cont11cto diri:-'Cbl con un país rey dt->1 progreso, abanderll.do de 1 a. civílización; ultrui;;ta en sG politic~; flnérgico en las empresas ; rico por el trabajo y el sAntido prñctlco q 11~ en él priva, lo qoe vamos á ~anarnos. Co­lorn bia con Jos N ort.e-americanos en su seno, tiene derecho u aspitlH á granaes destinos; los colombianos sw loa ameri­canos del Norte, iré m os r¡ 11 izas m ny le­jos en el prog-1 eso, pero á pa~'OS vnci hm­tes y no solamente lentos . iuo deRalenta.­dores y g;iitorPs de eg0isrno. Con los Norte-americanos iremos •áptdA.nlentE> al logro de los g• andes des ti nPs de la Pa­ttia; iremos ni HRegurnmiento d1-1 nnes­tra traoq uilitlatl dntuést icn y A la. rl-'ali­znción de nne~>tro bil-'tJP>Har y de uue~>tro progres >: EsP e5 el punto ele vihta des­de el cual debéis mit·ar la 1·mpresa. Los N orte-aruericu nos !loo lol'l llamacios á realizada. Otrns paises lo liet Ul.n capa­ces, peto no su ficiem tern(>n 1 P. valt>rosos ; pnr~ nnsotros es 11m imposible fí:~ico. Sf'gún el Tratado,. los Jetechos y pri- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·- -----· _, ------ vilt-gÍOl" cnnreni l<'R al Gt·hi!'rno Af11NÍI'R­n• 1, no aff.,t 1n l1l ROlh•rAnÍit dt~ Colflr•lh;R, ~~~ r: U('. t ro ¡¡en ti r ~anar R. RerE'rnc•~> mAs tll heii\IIOS toda \'I'Z 11lle Reamos tnás ci vi­Jiz, Hloll. PAnKmi\ gHnAIR mn<'ho ron t>l 0Rnst1 • 11\ N,,ción g~tr.arÁ tnncho con el C~tnAl : , p~>r<• el ÜnUCI\ f.Jt•tarlp !'O 11\ V'tertl\ clE;I CaoHI con en ba~to y cl<"Apc·hlnrlo tt>rrito­rio, con MIIR indnF~tria!ll RO'Itida", cnn !m~ ínrnt-daR riqutz11s c•nr ... rnviR~ Pfl lo nE:('!'ro tlt> los lw,;qnt"' ,\' entrP. 1}\R trinr·hPrn• ÍnEl~­pngrr> lh)t>¡¡ de Los A n.J~.~ .. , PI C!lll<'!\ t'R f'l qnP m.\!1 gana ron f') CanAl nt" PRnllntR. Hnno~,,hlf'R Miem hros clt>l O!IO!;rre~o :h 190;1: S1llvarl á Colomhia, ha11t>cH11 ~rande; no llfnitfiis lns Slll'rifir-ioll por VA­liosos qtte los hl\lléi~; fHlly,Hl Al C'Rnca que estin;H~ Rll v.ith\ con e\ CunRI clP Pa­nnrn~, y .!e C"E't> ··epult•tdo PO lo~ intort'l· nio~o~ inPIItP•liHh 1e¡.; .;.•n l!l !•é•rlitla O\• éstA ta 1 VI'Z única. I'('II'<ÍÚI\ de ,.:alVAI.'~'t >. ' 8nlvarl al Cau~'H., o,.: rt-p~>tirno._, SRlv<~cl l;l e!-tP pt-daz& el el I'Ue)o pRtrio, q n~ !:e hR lllOtitrfld•> I'Íelll prt-~ enérgico y valt>ro!'IO cuando se vi6 el peligro. U11li 20 de Junio de 1903. FnrtnnAto Gnrrés P., Jorge HE>rrE>rl\, Tulio Ut>lgado, Evnri to (hrcí''• Ednar­do HulgtllO, A 11-'jRnclro V~tllt>jo G, Ri­rardo Rengifo "B. Jo"é G. Dfltz, z.,nfln f .a l,io Leruor~, Ü<:WRidn Sr:aJ pE'ttn, BlaR ~. Scu¡rett~t, Nicol.l~ Olano Lf'opolrlo ~',.iarm C .. Bt'liwario Zamom~n. Cllrnar·o Llo~~·•ia, Fmnet,..co Rf'strl"'po P., Fidel talronP, Mlirt!n Rectrepo M .. P. P. Cai­t: trlo, J nao dff Dimr Bonero. ,JMé TJore­ci. l\ U., hlannel RPbollvdo Belitl ""Gunz4h•z H., Rulltbio A. V ~ll\11- ,.~, R •faPI 0c'H!'[>O R, Vice t.P OcRmpo U., H ... f. el Ocn rnpo C, Manut>l .. A'ra- -4h, Pt•dro ~lt>.Í I>l 0 .. ~ · ~f. RnPn1 VfQ·t~t; 'Jt. P, ~~Hit>!l H, ... ~trt>pn P, T'lmáH ..Qlano R, fj,llllHIIIlfl Bc, rrl'rO A., Puh),. ~~141'rÍ•l A,. P.•dro A B.,rrPro, Robt>rt" Znw•l•l,;­ky. ~dL""' •r .f11r, CirPgorin Gonz,~h" B .. rrt:HO A., l~•un .. l H"rmnZI\ S., Jv .. é ~1. R.d .. tr .. po P, Ulp;uuo Llor~d,.,, 1 E~rdo Gooz~lel'., Agu-tfn Har­re• a C., Eruiliano Bo~rero, lnchtleciQ Gonzált>z G .. TN•dotniro Llor\'da, &dullr­tlo Btvt'al\, l.Ju\>ln l\1nnriqne, Ern~sto. Bor rt'ro, Ricardo Gúmf'~ P·., Alfonso. B .. rrero y B, En:;ebio V tltu:co, ~oherto B.eilH\h·"'· UlpiHnn Merc"do, Adolfo C~tll­tro C., Vu:t'lltt1 Dorrero, Uonz,do 1-{nr~o­jo M., Angel M. B.nrrero, frimttivo Vt\­leoci~•, Euatlit~no Valtmci.a, Ent~tdcio Ro­nrlg• leZ. Ramón Quintt'I'O, Elhlll Gómez. Eladit> Cruz V., J. Emili~HlO Ote~Q, J. Pioedu U., Samud Benilez, A polioar i"'\ierra, Car,dido Snocbez, GUI.IIerruo Gat cé-, A .uado r Gareétl. Jesús ÜtHV~tja l, '\hottE'l S. TorrPS. Aparicio va .. qu .. z, Ht t:• rdo Heng:ifo M., Pi•l R..,w;ito B., J~H{.{t> !Muñr)~. Htl1nélo L~detama G., Vic­tor At>do, Lib•JrJO LopE-z, Honvtio He· nao, ValP.riano Lt>rnos, Ped10 Pablo, TorreRO, Juliiw C. Mondt>H, Pedro. Ca, VAj~tl 1\1., EleHZIU S!locht>z B., AguR­tlll Ihstr~a G, ~du:t{do Gaerr¡..ro P., J•HUI fahlo M.-jí" A., Anrtré~t J.~ni11, R~nró~ ~n,fn~, Perlro ~o~z~ Di­ritmo l<.eyl"'H1 S·•h·ndor Hancbez .{l. Ju¡.¡é C. Gonzale•z, Mariano 1\:Iwñor., ~¡~,¡,,1 A. Va ... quez, Pt>rlro Marí11 Salazar, Rttmón Latorrl", RtCJHdf> Villalobo;~, Alej:\n,lr•J ~6pez A., Olegario Rnlz ~C J oFé M. Bt1nilla E, Atcesio Go:1Zále~J. Miguel V. A 1 vart'z, ~iguel Cl\lero S.. · ~ CANTARES 1 Un 1\ m ~e~ para a roar, Un hijo por qnie.n, vivir, Un b1111rto para s~mbrar, Un Cri11to parn rezar Y 1111 lecho pMa dormir. Sj rni~ l!ll'lpiros volRran Como Vttt'lau l!ut ~ lH•jas, Cuñntos enjnmhrt18 irilln Dontl~ q 11it'rtl q ne tú ft,lafl\.~ ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL COR~EO DEL VALLf! 1171 So'it•• ca m!• n <>1 ",.¡ p,,r el fi,lll'i•ttf nto 11;,•d, Y pqr !.1 nit:>•ltL• 111i >~.ltlll S.-) )jt.a Clllltina~ tt'l. Qui~iera h1\Certe nn rt-'galo, Pero me f~t ltl'l e:O dPI Va lit< ".- Calí. El rtltardn <:oo qne l!PgRn Rhnra lm; vnpores á e. te ptlf'tto, m~ privttn clr• po­CPr mant. f'n~r a u:ne1l, con mPjo :r asi•lui­da( l, al corriente rle lo~ prir~ cip-11.-H acou­t, o:.cimieut•>B oc•trri•lu~ PO P: llllln·l•l; y !'ídn puedo, af'i eh• vez Pll cu •ocio, pe~car uu:-t q u e ot• tt. ool icia m s 6 111 •tao,., iru port lln tt-, ya en cooril!t~>~, 6 ya de Hl!!tlll r.11rio~n viajt•r 1, que hM~e 1\ 1111 ltldfl .-:1 t>gnHitn••, y part it•i ptt. a suli' oyeutes AUA impresÍtlOt>~ y 110Ve1ludeR. -De Pf•nam.\ noq ¡,nf·trma'l c¡ue los RI!Ulltos 11'"'1 Úuua 1 ttll\rr!hl\ tl vi e u~¡, en po­pu en II\R ÜII01nt>tfo lt·~i~llitJVR .. , y qnf' ~¡ Lí~>o ~:>~ v.-rdad, la ol' ''"i<"Jflla en 1111 p·tn cipio ¡..e ha ID •\IIif,_.,..,~.clo t .. rlliHb•b !t• nt T:ut-illu Her1Án- fi.,y, a.l fin panr., qu~> l>t caltua "e im¡~"'~ "' y htl t'O•"I\" tl•llliHl 11n rumbo qllfol JlfO•U t•tit 0 I('Aillt·~~ Jo. t j1H• V • 11111.~ f' •l ,.¡ ··~, n<1l lu C•-''•• de r• ,¡,.. ,.,;in,, p H•\ )., P t · · E~ natull4i qnt< t>l lt:m os con lAr c.::n t.daA las prrli'•J:,¡;jcl:.des J , n•1e:-trt1. patte. DoPa­n" m \. dr·n •~t> 1 '"" 1 nar ic.:. eF>titn al orden dt 1 día elr ese p .• rticnlar, me úfa~ct'n una t t~Ott'Si\ de cos.HJ l.menrts de las e na les yo u o hat é otra cosa que correrle traslado á su Córreo. -A ¡.rop6,it•) 1e diré que como el Ge· nt>rn l Ca (l)a r!{o s~ ha t>xcusa1lo pa1 a asis­tir ll 1" 1. • .'11ruam como Repre11~ntaote pJ!¡¡eipal por el Depa1tamento de Boya­cfl, ha. ido llamado el suplente D Jose Carnncho R0ldán CarrÍZIH!a, quien ha ocll !'aolo ~u pn"'st•l y la Oálllara se ha enm¡1ladrJo. También E>B cierto qne ea el úni1•olihe•alqut->tomapnrte en laA ac­t~ tal e~ J..,Jjb,'ruciPnes; ,,oro no hay duda rlP qnl:' f'~ un cligoo y verdadero Rt'pre­~~~~ t:wtt> del Pal tillO Li bPral en el pl'imer e u•·r pt) sobt'rano de la N I\Ci6n. -H.1y me t>A gntto decirle q•te lll sa­lud del S.ttat.o Parir~:>, cnya vida t-'lltnvo en g•nve (lt'ligro, e:ltá ba~tro FtorrncMril e1-t w ya l•tl·tl Mganiztt c~os : la visita del RPÜ•lf M nñ"1. te11ht q ne s"r provt-cho8a. Cr~o que pr••nto tt·n.!remat> trafico rt>gu­l:. rmt-lliP r>!-cid ,, hast'l. 8an Jur<é. H•·ruoA f';ÜIHin cun phlct>r qu~ t~l h;lhil y ""I'E'r Írttl:'nVttl•• io~,.. nic1 n clon .J ulil\u U ri­he hará. part'"' dt:> la gmpretlli. St Bbi fn€-re ln coRn, ddwmos oougratularuos pt,r tan fau .. ta nueva. -L·-t c.~rnpaiiía dt>l Cahle ha aumen • tftd•l t .... wbién 1'1 r)le;· ÍI' Ul:l l'll\ tntit;\, pNO t-•trt llll M' f«< p•1r ltt lmjr-t ó d,..~Hf'<:iactón dEl) b•l!ete C'nlotubr;wo, HUpnt' ... ttt qne los te­! l1g rt.l lll ' t,. He pli~I-IO eu muy buenll plata '"'" t->~le Ptwrtu, ~ino porque \~ lJ·unvieue y )"11 'l" ~' Hl ul~a t'~ la morlu cl~tl t'igln XX. L • ,¡, . .., ... ,.ia P< t-xltul..ldt:t.-1 :;•l 11lUI~ü ) 1 \ol ... ¿d_\) y ~~ .. ~. CoRnE .. PONSA.L. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lli~ ' . SUELTOS SALUDO. Procedente de Popayán, en don­de ha permanecido algún tiempo, se encuentra entre nosotros la es­timable señorita doña Isabel Le­mos; quien vino en 'compañia Je su hermaQo don Guillermo. Han llegado de esa misma Capi­tal la señora doña Francisca B. de Castro, la señora doña Elvira C. de Arboleda y los señ,ores don Ni­colás Olan::> B_. y don }osé l\1aría Lenis, y de Pasto el doctor Ma­nuel M. Rodríguez y señora. Les presentamos nuestra respetuosa 1:>-je.nvenida. HIMENEO. Ei lunes pasa el o se. vnieron e.n. matrimonio el señor Luis Cuevas y la señorita Dorila l\1edina. Que sean muy felices son nuestros ma­yores deseos. N: U EVO LOCA L. Don, R:cardo Price G., nuestro estima.do amigo, ha trasladado ,i los pisp~ bajos de su h_erm,osa casa de habit:tci -:Sn, recien ~or.struída, las numerosas exístenci.as de mer­cancías del s~ñor do~ Franci~c:o Menotti, y allí en a]1mape~ c s de verdadero gusto, enc.uentra el pú­l¡> lico toda clase de comodidades para sus negoc1os. REMITIDOS Cali, Junio de 1903. Señor Director ele" El Con·en del ~ alle ".-Pte. M n v señor n u e. t ro: y ,, ·1111" la iniciada e mprP~::\ PntrP nn 1 eA­~ ro Gohier no y tl de los K-tados U ::ido d~l Nurte, cvn el fip d,e u,nir loti dos Océ¡l.- 1 nos GR a. u ntn cio i IJ f or~s g-eneral par!\ Co;­lornbia, n .. l') pt'rrnitimo" h>lCPT uoa mani­fet'tación <~n Í 1LVOr del a1 tículo firma do. '' Otoniel Snár1-z ", publicadL que promete para los co­lop) hinnos un porveuir mejor. H•1y nueRtrA. moneda cireuls.~t@ f>S nna, gran calamidad para P} coruenno de Co­gombia; la CQnstante fluctuación del cam­hio s(lbre el exterior hace que laR u~ilida­de~ obtenidas hoy en las transacciones de~aparezcnn ruañana, pues una alza de, 1.500 6 2.000 puntos es cot:la sencitla. [J;l tPrnor de qne h>¡1 americanos,' una., vez posesionados en Panamá constitnya~ una. amPnaza para Colombia, es un error:. el mundo en tero es testigo de la protec­cwn qne aquéllos prestaron á. Ct!!ba, cuando é. ta lnchaiHl tenazm~c>nte por con-' quí ' tar su libert11d y enarbolar su pabe~ llól!l independiente. Generalmente se cre­yó q ne los en ha no~, con la intervención, Y ankPe, q nedarian en la rn ism~ situación., qne antes de la,q3_arse a la guerra y ya, hemos visto que esot~ temores eran infun~ ~adoA. Si el Congreso oega.ra su aprobación, al Tnüatlo Hay-Herran, el Canal por Nícarogua será cosa h~>uha; pMes lm; Es­tados Unirl0~, e~1l Na..tórJ de empresAs gigantescA~, allanartl ha hecho q ne en Colo111 hin se h'1ya ret,roc~>rl ido tQn,­to en lll ví1\ tl ~ J progreso Y. eo oaml•io ee Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL V r\L'Llf. 117:3 ·----------------·- ·····-··-··············----_[ --------------------· ·-········· ---~ ...... ------ bRyar.J hecho hwtas v!ctirlla" t>t• los enm­(\ fll:l dP S>\ngre, como qnt> Ri de P.sa.s }t,lchul:l 9ontinnn!' ;-;urgiera..,¡ adrlHo.to! No miremos loR heueficios q11e hoy por boy nos rE>pnrta In apt>rtnm del Canal : \}na ,-e 'l. en E'jecución e>a obra, el <;JAruer­~ io se desarrollar>\ i¡;¡ealcuiAhlernente y el trnbttjo reemplazArá los Qdios de. lmrti­dos; rJ i nos pongH nro ... n prDI'¡tr en. l Ps in­convenien tt>s qn,. á, p.rinwr11. vi:-ta nfr t'Zt11 «;>sta grande empn'~a. pr.rqne PÑ bi,~n s;•­l,> ido qne ni la ~ d~> J¡.¡s tn1cioue.; cam­~ iaA en un día ui (·oron•t la tltila qt~iwn retrocedo ante lus incoo ven ieo te:; del ac­Qeso. Perdone u¡:tecl g u e hayamos di:otraído ~V. atenci6n por un momerrt.o, y Rin lll>l8 ['9r Rhora, no~ e., grato fll:suibirnos J~:: ;sted attos S.S., ' +.:ro;~~ p A:j. CAsnnRo Ru1.z .. A OTONIEL SUAREZ á propósito del Canal. Si vic;-n" coo l:h armas del trabajo, No á pro,·o.car dP>hourosa h1lia, DPjemos la pP1'P7.a, la decidia Que la miseria á noe¡;·,ra patria atrajo. Ayudemoh al Yar,key >'1 dar el tajo Que una dos mares, sin temor de insidia: No cabe f>D almas n.obles la perfidia, Ni es de hombres grandes proceder tan hajo. Abramos nuestras puertás al progreso; Taladremos ltts ro<;:ts ele los Audos; Hagamos quP produt.ca nuestra tierra; Trabajemos sin Lregna .... qnP con eso Pronto serem!>R prÓ.~ ~-~.ta mi,.,ma NotRrfa hnjo ~l nume­rp setRcreotos treR (G03), los st•ñores Ni­<¡ olús, r:r:oxqás y José .Maria OJaao, veci- 1 cinos de E'Sta ciudad., h11n ec:t:•blec:do unH. Sociedad coiPt:tiva rt<~nl1H y clt' c:orncr,;Ju q111' ~Ítll uajoJ ia IUZÓll ~;neial dt' ÜLANU &. C.;;;. Cll\'a admin~t;lración estará a cargo de \o~ tres sociPI' y todos po.lrúo hacf'r uso de la mz6n ú fi.:·run Roci:->1. ~~~ capit11l de' la Corupn5ía es r'l dP die~ mil peRo•· ($ 10Jt()t).00) así: lllS do !liÍ­mcros ~ocio~ apor!f!.n cur~tro rnil ¡•eso¡~ (.$ 4.000.00) 1'11clfl lli10 1 y 1-'1 l 1 Í,llll0 "'•~ r:til 1,p._n, (.;:' 2.000.00 ) Pn dirtt'l'c•. La Rw·il-'rl:tcl t'!l"!'t't. ,,;t l'll~ n!"~;,¡, inn~;" cl~ - dé>,,¡ oi11 ¡.r ill>t"·n ,1,, tll i err l'll ·:-~o •·n Hci~>llll ,.. y clnr 111 á por ..-1 ll•r l'll!l~• ci.~ , i 1 ro al_·'~, tl'Uiendo pur duruic:illu la CIIHlad. tle (;,di. E.~ lllél ito t],~ h exrne ,•o. ''Xptllo ~ pr e.;entP, f':1 O>tli, u di·-~ de J nlio ti e lUÍ t OOVI-'CII:ll!~(>S trf:'R. · !j:RNr:sTo BuS'.;.'A:\rA,'T!;; e; Notnri,, d..-1 N ° l. ::J Secrt:t$rfa uel JuzgAdo Civil del Oír­en i to. Cal~ J olio catorc~ .~e mil noveci<>ntos trf:'>l. El nnterior cc>rtificado, expeclido 1-;or el Heñtll' Erne to Bn"t:lmarJtc) C., Nut Lw rio públiel) d~>l N. 0 1.0 de) c>ste Orrcuitu, con fecha diez Je lol:l corri~nte!ól, qu<>d: registrado bRju l'l. partida N.0 9, folio~ 10 y lJ del Libro respectivo, qne -para el efl!clo Re lleva en e te DAApacho, el que devuelvo á loR intelbSI\lhs st'ñnre~ Nico}·.¡~> Olano, Dr. Tomas O)ano R. • J ot:é Malia Oiano R., en curuplimient'ó del auto a~ esta millma fecl'v~o, •ecafrio nl memJrial elevad0 Al J uzgRdc9 por dicholl seüort>s, parn. los efectos l9gult> •. JosÉ M. VARONA LL.,-Sro. Señor Redactor de "m Cor'reo dt>l Valle." 1li e.,timado amigo: Pnr el recHrgo de.l apn·cia hle prri.ólliro oe l,Jd., he resnt>lto cnntestar el aga>. ivo remitido titulado· "Para el Congreso,' en el '· üorreo del Caucu," pum q1:e sal­g- a en un , o!•> número la vi rnri Jt!aci(•u de mi prontder, curno uno dP los sub~tltl::'r­nos del Di· 1:11 í834 b~ ~·t1~JitCrl , ... , Jl:·•\· ... ~ tl·:~. 1; ... td ~t· Uillh.L \ nlu r de lrt serie de 12 1 unlt-r_.s ...•.. ~ ~!,0l) Nutue rv ~u'-'lllllt"l':t •••. , • • • • •••• ~t 1G.IltJ la11 l't>twtidunes .....•...•... , , ...... l\11) lill Gaceti :tas, pal~bra . . • , ••.. . ••.... • ...• O )U 11\~ : t>pl't iciulll:'~ :1 . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . \J,:!.) Ramititlos cvlt:l~oa ... •. ..... .. , ...... 1 O(.l,OU TODO l:'AG~J. D dl.E SKR A,Nr·OlfADU. Cl'lnlrata•!c>, uo ,,e inJet,tuLq ~uma alguna unn cu•thl.."-lt.lolws rnuti­vada!< l"'r <'llos. La colabor~.ci<'ín ha,¡.., st>r sr·l'<':tacia nur PI llirec­~ or ·lel p.-rióc1 ico y la , ¡11 <· llt• !lome e~il<> I'P411i"'ÍLu ¡•n­gm ·a ."ll IUI¡>Orl,A 'C'•.{Ull tlll'l1:t. i:.n n·u::u., ·~a~o ,.., •Ir 'nt-on•n vricina l E>~ ni s" da.n e'Cpi,o.;r<;tUJ• ~ t!PI ¡¡ .. r qué ''" "'" ¡..ulJJic,, al:!•> rle lv que t>e lP · nv 11 . ::s .. c;.:,,c" con bios los penó•hc ,,s nacionales v ('Xt &.l'j<"IVS • 1Jirt>.::ci fle.ltro ' •lurvs .v t.l,,wl"s plltl\ h ·>m .re>, ac:abafl tÍ>-l lie!'ar y '"" e!l-l: uuot:an !•·Hk. la Vl' !Jt> ~ clu • .~l,.. lo · ,.:,..ñ '' f'~ 1-L;!:'lt'i c~d··· " S. y N l úq [ ~Hl H •1 ruxz;i. ORO Y :::;P. v~t~~·~,..n ¡,,t ..... d ·,• t.l" , · en'1 d ~ J.. ir.•~;t ('lp L ··('! ~io·VAB ó tn·l·) el ruwlo. !->t>\ ·~ do'4 hor>h rlt- C :~l i e '1 l' l i rnt> H!i no y con tl~llli.N pur~t~ y ahnrnl>H,teo; c .. u lerren"s pt o plOt:l p11ra. ~>g1 i ,: ult!l: a y a t' beS.lll, 1111;o ~ ~o 01aderat1 de L•H.Ia olu"'e y t>n la vta dd ferrnct~.rril dt~ Cali h Btl ' naveutnra. Eoteu•len;e CllD Pedro Carvajltl M. en eu tiendl\ de comerc:io. Uali, Julio de 1903. 3-1 V EN UO mi finca tl,·oomiuacta Tie· ~·rus bJlnc s, con t1gu1\ á. Las V"'· ticu,11, camlrH• de C ú rrlob~, con C>~ñ-tVI:'tlil, tWtU· ge.R y tr-) !R y olr>\:; t!tl gn~to. SUCI~SIO~ TJi;~TADA. Por a11to d~-" 25 de J nnio Re hl\ tle· r:ll\ntt1o ~tbi~rtfl. la de Vir.entti Orti1. en e~te Juz~>~do, por trt avi­~~• á. lo~:-~ int~~rt:~sad .. ~.~ pam q ne coucurran a h.JOt'l' llil'l de l'll):-1 •lt'rtWbt•S. Uali, J11lin 4 d,.. 1~03. E:-; CO!Jf>\.-El s.•ctf'ti'.IÍi). ./ o.~é !1l ru'í fT' (.tl'fm~ Ll. --------·- RUC F.SIO~ 'l' 1~ ST . .\DA. Pnr ar't" rle \'t>irrt .. cit> M•1 y•• ultimo, !'lt> h>t dt>r>l•t~'1d() .,¡,¡,.,. t•• <.> tr t-l Jnzg11dc• <~ivil dt•l t . .Jir•:nito, )¡¡ de ~l~tn11el Oolo­ff'" C>IÍi'f'rtO ~'011'!:'1-1 TJ· ,o,¡ q q ... se e, t'IHI con clen~cho á i nt~r­\ · n;., ,.;e pr .. s~utarau dl:'o.tro. de treinta dí :r ~. U"'li, ,Tnlic, 8 clf' 1903. El .'\:ba..:~"a,-ISM/\~;L RAUCEDO.' E!! c .. pia.-EI Secret..rio, .Tn8é M. VM'nna Lt. EN LA BOTICA Del l;r. P. P. Scarpetta.--Calr r;,, enr.l\l'ftt.rf\ para ll\ v.:nta: CJ,, !;!r)t0 AnrtiliO .:fe drogas al por ma.· yur y ul dt>tall. IJIOf'Rrg'l de ~Pstionar as,ntos jnct~­cittlt'S y Je arreglar y cobrar reclllfllllCÍ'(). nt>s contra el 're~oro Nacional por sumi· niHtrotó~, t>rll¡.Hé,..titoH y PXpropiaciones. F~Hcrit~trio: Pl~tzR de J,, Conf'ltitnción. Dirtercala::;, driles varias aseR~ dril kake, fHlñO negro para flu};, calzado para on1bres. señoras y niño_,, cueros pa.ra z .1 pa.teros varias ases) ~jalete~, ganehos y puntillns para zapatería, de bre y fierro, valcncinas para forros, gris, café, uegra de color á li¡-)t~s, encnuchados, hachas "Uollins '', ro­ana~ de platafonna 2 ta nwñüs, veneno para cueros, 1gÜento eresylico para matar gus&.nos, alambre con 'as, grarnpa~, fó.")foros de p ~-do, ca.trc-; pGt.ra. viaje, pinlien-rtegra, jabón ''ÜoJgate'', HTels Naptha/' y "Fairy", n u teca dos rnarcas y en cmbascd de 5 y lO libras; h isky, cockta.i l.;;, e0rveza a rneri ca na rna rcct. ·'8iegfiied';,­no tinto de 8~n Fancisco uc Califurnia por barriles y tellas, gaUetas varias clasrs, cajit p8queña, eárnes en ta3 varias clase~, camarones~ langost1, salmooes, ~ar­nas, han16n del diablo y piezas grandes, aceitunas y ~oles, sopas de varias claseE!, salsa de Pcrrins y ~,fa~ ns, dulces en botes) conservas para hacer dulcc'i, fi.~ os y macartones, extractos para hacer dulces y pos­a, harina marca " El Agnila de Oro;,. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. í tt CORREO DEL VAtLE , ______________ - -- • Ismael Horrnaza Sa COM~~RCIANTE Y C01\1ISIONISTA , CALI.-CA UCA. Participa á su numerosa clientela que acaba de re cibir un completo surtido de mercancías americanas inglesas, francesas, alen1anas y españ.olas. Gr~n surtido de drogas de iguales procedencias. Vi-nos españoles y franceses. •. TODO A PRECIOS Sir~ COMPErfENCIA. Compra café, eacao, or
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 127

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Las aventuras de Sherlock Holmes

Por: Edgar Allan Poe | Fecha: 2015

En la presente edición se ofrecen tres de los relatos policiacos más conocidos de Edgar Allan Poe, a quien se reconoce como precursor de géneros literarios como la narrativa fantástica y de ciencia-ficción, la policiaca o la de aventuras. De hecho, Doble asesinato en la calle Morgueestá considerado como el primer relato de detectives de la historia de la literatura, en la que se tienen en cuenta todos los elementos clave que recogerá en un futuro la novela policiaca clásica. El detective C. Auguste Dupin es el personaje que construye el escritor como encarnación de la sagacidad, la racionalidad...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Historias de suspenso

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Los crímenes de la calle Morgue y otros casos de Auguste Dupin

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 148

Por: | Fecha: 10/12/1903

Tres asesinatos en tres meses. Tres mujeres. Tres proclamaciones en las que el sesino hace alusión a siete «sanciones».La policia de Berlín se encuentra bajo una presión insostenible. De pronto, los asesinatos se detienen y lo que parecía un calvario pronto comienza a quedar en el olviod. Pero para Helena Faber, la fiscal de distrito, este silencio es tan solo el principio.Un año más tarde la cuarta mujer aparece brutalmente asesinada y Helena comeinza la caza del hombre que se hace llamar a sí mismo «Dionysus», un asesino en serie obsesionado por el odio a las mujeres. Esta cacería no será tan solo el principio de una carrera contrarreloj, sino también una lucha para sobrevivir, ya que Helena Fabel ha sido señada como una de sus posibles víctimas. Y Dionysus no se rendirá hasta que Faber no haya sido «sanada».Una mezcla entre El silencio de los corderosy Memento. Un thriller que te enseñará lo que es el miedo.
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
  • Temas:
  • Historias de suspenso

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Los siete colores de la sangre

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 149

Por: | Fecha: 17/12/1903

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • ~ulomuía) I•lUEMBRE 17 DE 11l03. -K.o H9 Director, nL' g g, 80·\RPETl' \ LOS DOS DD1 \S JYie tocó la gloria de conocer á Víctor Hug-o, y no 1lcancé la dicha de encontrar vivo á Alejandro Du­mas, padre. ¡Ah! cuán grato me habría , ido estrechar su mano, pues le debí e11 mis días de niño y en mi primera ju­ventud, horas de inolvidable olaz y de encanto~ po itivos. Ha cot rido el tiempo; han volado los año~ ; del ante de mis ojos han desfilado multitud de libros recrea­tivos, y no he encontraco un narra­dor, un fantaRista que se le a emeje. Hoy, lo abemo todos, no se es­cribe una n0vela ni un drama q:¡e no t~,flga por obj eto la resol ucióu de al­gún intrincado problema social, y la verdad es que nin ~· uno de esos médicos de la humanidad da buenos remedios, por más que se atraiga la discusión y el aplauso con sus re­cetas. El adulterio, el eterno adulterio, sirve para elaborar escenas que Sarah Bern&rdt ini rpreta admira­blemente y que el público aplaude con frenesí; pero la incót--·niia del problema nadie la rles peja, y la so­ciedad sig-ue enfcnna. Alejandro Duma , padre, nunca e metió c:n tan intrincado lab rinto; vulgarizó la historia de Francia, en­gendró personajes que no han muer­to aun y que los conoc~mos, y diré más, los estimamos como si fueran de carne y hueso y nos hubieran es­trechado la mano y vivido entre nos­otros, Considero que todo chiquillo que 1 ~' los Tre J.fosqueteros se torna en caballero de aventuras, y todo hombre que lee El Conde de Jl.fontc­Cristo aplaude y admira la ima~óna­ción de Duma . ¿Y todavía habla usted de esns libros añ ... jos? me pre­guntará cualquier;:¡ de los que hoy culti,·an la novela porno~áfica. * * * Sí, señor erudito: todavía hablo de esos libros y no ·e espante usted: C11ando me encierro enfermo y n<:"ce­sita mi espíritu refrescarse con al­g- uno que le divierta y le tran ·porte á mejores épocas, bu ·co los libros de Dumas y me siento á leerlos, y se me va11 iu sentir las horas, y me ol­vido de todo lo real, amargo y pro­saico de la vida. Y no me pasa lo mismo con mu­c': tos folletos de :i franco que Henan la. bibliotecas de actualidad. En Frat1 ... ia , e ha a~otado la be­llísima edición ilustrada de los J.l.fos­que! eros; fr ntt: á la estatua de Du­ma el pueblo se detiene saludando al i ncom para bl e novelista, y el re­cuerdo de su vid'1 no se ha extingui­do, pues cada día se refieren anéc­dotas preciosas que forman la deli­cia de los parisiens , . Dumas padre, era gen roso y ca­ritativo ha ·ta el de pilfarro. Sus mat1os f'staban iempre abiertas pa­ra los pobres, para los niños huér­fanos, para los artistas sin fortuna, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 • 1370 EL CORREO DEL V ALL:E) Un día -...: >. ~; ·nt6 en su ca~a un pobre bombr~ . lletw de familia, soli­citandn que lo socorriera. -Hov he amanecido ~in un cénti­mo-- le ·dijo Alejandro-pero en fin, usted ¿qué profes1ón tiene? - Soy fotóg·rafo, pero mi taller está vacío. -¿Tiene u ted todo lo necesario para ha er un retrato? - í, señor, á la hora que usted quiera; lo que me falta son clientes. -Iré hoy á buena hora á retra­tarme; e péreme usted y tenga 1 is­tas las placas. El hombre aquel salió desconso­laJo, porque no uponía lo que el gran noveli~ta iba á hacer en su pro,•echo. Al mcdiodh, Dumas se pre~entó en el raquí4ico taller que eslaba es­condido, como .-erg-ouza ,1te, en una estrecha callejuela del barrio. Do día~, d ~spués, ...,; a·· bió su obra, Duma · :o a cu~ó i:Ll1Ü: u u juez por sa -ar á relu~ir escenas de su vida prÍ'.'ada. y fue tal el escán­dalo que ~e armó con la dt,nuncia, que no huLo pa:·i~ien. e c¡ue uJ com­prara una de e ·a~ fot ,,rr-af:a . de­jando como prod 1cto al igno¡·;:~do fo­tógraft¡ má., de cuarenta mil fran­co en pocas -sern3.n:t . Y no cuur,) comisión alo·uua, ni s~ hizo pag-ar de ning-ún modo su lar­gueza d inoh idable literato. Bu hijo, muerto en 18~5. le igualó en renombre; su Dama de las Ca­mdtas ba ·taría pa1 a inmortalizarlo, pues de tal ::.;uerte hizo amar á, u heroína, qne touavía n Pdrí los amantes nouen flores frescas sobre la poéti. ... a· tumba de :Marg·arita Gau­tier, en ei Cementerio de Montmar­tre como testimonio de interé por 1 su des ·enturada sue rte. 1\lás finan­ciero y m eno~ pródigo que su padr . hizo g-ran fortuna con sus libros y vi­vió y murió org-ullo o de , u nombre. No iba solo el popu:ar scritor; Jo acom?añaba uua de esas alegres m u- , jen~uelas que se buscan la vida con el libre amor de los boulevares. Era pensador y filósofo, y aun­que mucho a . eg-uran que se recono­cía uperior á su progenitor, decía mu r á meuuao: - Vamos, caballero, dijo Dum:-:s, esta chicuela se retratara conmigo, y como me quiere mucho, formad no un g:r~ po en que se vea cómo me acanc1a. Obedeciendo esta indicacione , en breves instantes quedó li to el retrato, en el cual aparece Alejan­dro Dumas sentado cómouamente en un ancho illón de alto re paldo, y junto á él, de pie, abrazándole el cuello y reclinando la mejilla en u frente, sonríe con malicia la chica que le acorupañaba. Alejandro lee un liuro, mostrando en su semblan­te un b:enestar y una bondad envi­Jiables. - Bien-- ag-regó Duma , cuando le mostró el fotógrafo la placa-expon­ga usted ese grupo en sus escapara­tes, y soporte las con ecuencias siu alarmar e. -¡Ab, i yo tuviera la maravillo­sa imag-inación creadora de mi pobre y amado vieJO! Guardaba ·on devoción todas las obras de su padre, y uaudo lo re­cordaba se le abogaba la voz, lle­n: índoc.;ele de lágrimas los ojo . . -No be ''i ·to- dijo un día trému­lo de ternut·a- un corazón tan gran­de, tan g-eneroso, tan abierto á lo noble como el de mi padre; básteme decir á. u · terle::;, que en cierta. oca­sión en qu fuí á vi itarlo, lo eucon­tr' llorando sobre las cuartillas es­crita que e. taban dispersas sobre su mesa. --¿Qué te pasa? ¿qué tienes? ¿por qu~ te euc\.lentra tan afligido? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 - ¡Ay, hijo mío, acabo de matar á Porthos ¡y lo quería yo tánto! Así se encariña cada autor otl su~ personajes, y para Dumas, padre, vivía-n los que él creaba, como siguen viviendo para todos los que cle~de hace años los hemos tratado con la dulce in ti mi dad de la admiración y de la ju ventuc.l, encarnando en ellos arrobadoras i 1 usiones. JUA)I DE DIOS PEYoA, EL R 1 O En la doradas tarJes del e tío, Niño tll'ín, á la márg¡·nes del río De mi blanca ciudad, s•.lo me iba Y con al m u precoz y pen a ti va Pensaba acuso en el de tiuo mío. .. * * Las CJndas nzulo~a Con al!'gre rumor en su murmullos f:labláhanme, al p11 ar, extruñ11s eo as ; Y ..:ual botones de ilvestres ro as 1\lis sueños desplegaban sus capullos. * ** ¡No he vuelto á oír tan dulce murmurío! Doy en otr>l ribera, trbtemente, Contc·rnplo mi de tino ... que c. un río Callado, mcltn1CÓlico y sombrío 1 Q.,l:! ent re snncc's desliza u rorrientc•! ! SAÍAs G 1 ~moA. Chilc.-.1903. FLOBES Y ESTltELLAS Al ver de Eva el delincuente olvido y el crimen de Caín, germen de honores, un pacto hei'DlO o en In pieñnd nacido formaron las estre ll >~s y las flores : Vencer 11\ astucia del demonio ufano, velar el mundo e u ln aznladt\ altura, guinr de nuevo el cornz6n humano con sus ojos de luz y de her m o u ra. De un millón de pupilas los fulgores bien pueden vigilar, drjerou ellas : durante el dí11., vigilarán la flor e!', ~- . durante In noche las estre lla ~. L •• flores velarán. en llano y mónte con .·us ojos cuujnrlo:; cJt. rodo, ]¡asta que el ol, I.J.,jaudo al horizonte. brille y se oeultc en Occidente umbno. 1371 Mna11yf la luz del munclo iluminando historias de mal.l acl fue refiriendo; y unns van de pavor blanca tornando, y vlra v:sn de vergüenza enrojeciendo. Y. cutre tnnto, d c•senbren las e lrell.rs en ht extensrón qur Rlmrcan ~11 fulgores, dl·l n'esíno y del traidot la huella las promesas de falso amadores. Ella. quieren rerrnr lo tri tes ojos pero en ti va11o esfucr.w que la · guía, las "0rprcn •l"n del :p<•ranza, Yo ac:ustnmhraha al de0lioai' la tarde, Uecorrer t'l jardín con mi aclorarla. ReellNdb que la fl"re~, Pn vi ·liosaR, Al pa~ar i'i ,;¡_¡ h h• no~ miraban. Y que á la frénle dt• mi amllr rli\·ino Subían be ·os de atu 'l-'nas t.!anl'as. ll En la lwla a e:ta<·ión rl<-'1 dPSPPg11ñ0, En la qu~ todo mUt'le y tPrlo pn~a, Quise otra vt>z V'Jivl:'r á e~ds lugar!:'', No ya en busca de amor sino du lflgrinras. Y rt>e·nprdo C!'te a.l V't•rnw, rnternr·<·ida., Aquellas pul.re. aztli'!'llas hla111 M¡ ~l'ri~t¡•ml:'r te• p1c-gal1an u:o ('orolae Y viéEthiue llorv" taruh ién llc.raf 111. Eib'E 1'0 l ErÍ~ Gt•M 1 z. .. EL CENTI~ELA & Habéis pasado tn no•·bE< t mpFstno,a Junto á un lt·wplo .·umbiÍo Y visto in<·iert.a luz qul' S<•litaria Brill11 al través de los piut ,, lll'. tra nni•ín. A 111 ho!; mn~rns ::-.il:'tt- hijo. D;Hlme nno ¡wra si1 ntpn·, "l IJII' l'. rojúis, \ .10 "" l'llllohin o d,Jip twl1'1'} ca-.;a: 'l'e: 1c·ltt ts fOl' 1 a\ ,· Pt l11 ~iu tnsa, Y ~:1 ll tllboc 1111,1 (·ut cis de Vlll'"t,ro h• gar. '1 'i'nrné <'1 ru'rm· ;Í Jtian : Pll >'11 ,.""'' itl•l \' i 1 JI hll , ; 1 su .·· 1 1' l.tll (1 \ 1 La,. lt1,t• l.t dd JlJ,'\111111, 1 1 la f'nti_: 1 l)p! tlH 1 j,, t.l'lt,,z, c¡nl~ ·'u,' su ,,uuga, A HJÍ JH :>otl'IIO ptH:•tlo COI11, artí1· Y 1 Plisé <'11 lllll'•tri'S hij<'" ¡ '1\'! on t;Í .tos f · -¡,te 1{1\ lll Hll'llCl' )' IJIIl' l dlll"'ll ! 1L ne•" ·¡¡ 1 • • ¡• ¡· an1t' ¡·on lljllll<·tll<' 1"1tlll,• : "'l1~11tr.1 . .; rlunrrh·ndo l'~•••n.-¡h'jo., ;lSO l(•ntc•, nsido. ¡]p la lliiLHI, La penos,¡ re\ ,,..¡ .t a 1 t ulli<'IIZar, Lle•rnnws it In Cltua dt• :\Jarí.t : Í n!t" , cu;\n henr•o"n c,.;ta\la .t ¡> arec1' a Uu•t rosa ' litro lirio y aO!:ahar. El pnhr<· pn1 ran queri1lo ¡ Y l'tÍnw, l'tlc;.,o de tt•ruurn, y dij<': "El pOlltP l'· una criatur.l; A CtSto.- tan1puco lo podemos tlttL " Allí l'sta Lnis : sn poíliuo sembl nte A nn e u nlP-i11t ic ·t11ln <:onH> .'o .c utía: 1 ' (;,f(' lll\111';1 jnllliÍ-. ]t¡ Ptlfl'I·~. IJÍH, 'j JlOI llll ll1ll1HlU ni Jllll' lllt\JH!Os Jl1ÍI. ll Allí P<>pillo (•;; t;í : ¡ 11111<'hn<'ho malo! 'unC'a t'lltl ¡,.o, !'.ÍI'IIIJII<' Pll1• ht:>lio11 ' o n11' ch•ja nn 111 01111'111o tl<· repo"o : ¡Es tnn inquil'tn, altin1 ,\ u1p1 il'ho~o, Tan tlí::;colo ~ tt:ll'ie>o el ¡.it-atbu ! "¡ Pol>tc•c·ito! Pñ1a C'stl' .-n<:1 ificio t Le tora ni la l'lll'J fe al iufc liz -¡Oh, nnttra! elijo e l pntln· eon teruma; Qne 1-óln dP ntw 111 acln' la clnlznra Lo ¡m<·dt supo1 tar.} cont>gir. '' A 1 la.clo tl t' la ca 111a clP E l o! coa. Cnínw · ele roclillms Juan ,. \o: ¡ Htja clc·l alma. In qth·rc·¡1H;;.; t;íuto! E nue~-.tro o1'L?;t1l~o y tlc·l hogt•r PIH'll'Jto Por :.u l>oudau, -n grnd:1 ;¡ -n candor. ;\Jj C'OI':1ZOll 1afÍn COII yjo](•n('ÍL nauclo tltjP ft '1llblatllln: ". l'lla r¡nlz;í . . Pnra . n C'dnc·af'iÓH . . _ .lc' c·nu1 PtHit Í;l. _ .. ' 1\laR ,J na u 111<' Íll t•JTnmpió c·on c·nc•t·g-ln '' ¡ ';tl l;1, <·a !la por l.Jins; é,.ta, j :11uás! ' Xoi". falt;1hn Toma. , c·l n~;¡~·o rc·ito, ¡ Tnn ,_inc·c·ro, t;m nololt', tan lt•al! Es t•l vin• rl'tn.tn tl<' 'n pathc· : "¡A ~~IP, c·'\datiiP, cl!'l lado rlc• In m;Hlre Kadi<' c·u c·l nttwuo lo pocha an.tuc·m· ! " "¡A ning-ntw! ' I'Xc·lamnm ,._ 1'11 c·onde1 to. ''¡A 11in:.:11• o, :Í uingnuo!" 1 •·¡ H·ttnto. <•11 ' '· pn .· Óll e tt <•1 hogar l'l'ina el (•ou tcuto Y no falta niug11uo de· lo>< hi,)Os. i la nti'-t'IÍ'l ulgn11a \1'7. alc-anza. A ll<·gl't·nnza En Aqn<·l •¡tw dB tocio:. <'s eonsnelo Y, ('Oll los ujt>s c•n la t Í< ' IT<\ fijos, A Jos pohrcs ¡n·otPgt' th•,.·ll' ,,¡ Ci!>IO Y el pau lc:s da para ::.n· tierno.- hijo l S;J. CE..,A R Co 'TO. ( l N DCEI.O •. ).I[;EltTE , eis ó s ipl!• p P r!HJO/i~ ha l:íbanse agru­parla.; al •·I'Jerlor d P. una mesa en la terra­za del hotel de la ('amelías. El Vizconde de Nozac· referla al impa­sible Y c rteuillas peripecies de un duelo al qne había asi tido como testigo La cau a del desaf1o no tenta justifica­ción, á pesat· de lo cual uno de los conten­dientes estuvo á punto de perecer en el lance. -~ e batieron por una mujer f-pt·e­guntó un olicial extranjero á quien todos denominaban el comandante Karolas. í seiior-contestó el Vizconde­por una mujer de malos antecedentes. -¡'aya un <1bsurdo! ~ Y á primera sangre, sin duda f - í, á primera sangre. -Es una atrocidad el batirse por un motivo cualquiera, puesto que de todos modos e expone siempre 1~ vida, no oblil ­tant<' hls ventnjo-as condicwnes del due­lo El de afto d ebe e tar iustincado por una causa muy grave, y ha de ser á muert<'. -Para e to, los americanos. -l\o esto\' conforme. Para batirse con <'ncnt nel'imiZ·pto, no hay <·omo las razas que ~aben odiar. Y á proposito de esto, voy 1 citar un ejemplo curios• imo. -Oiga usted. com:~ndante-exclarna­ron á coro todos los concun entes • -El caso que voy á referi1· ocurrio ha­ce vetnticinco nño en las ccrcamas de Vi ena. Do oticial s, el uno polaco y el otro ruso, se hab1an enc· •• ntrado varias vece en una c:asa. e odiaron de de que se conocieron, y los dos tu vieron la des­gracia de enamorEtt·se de una misma mu­jer, de una coqu ~ ta que se divertlll con ellos como con los pet·sonajes de una gra­ciosa comedia. Una noc·he estalló al fin la tot·menta y los dos ofil'ialcs con intieron en qne se ba­tirlan aquella misllla madrugada, en tales condiciones que uno de los dos huoiese de mot ir forzt samente. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 137+ EL CORREQ DEL V ALL8 --------------------------------- ---------------- Los testigos rer·ibieron las instruccio­nes de los ad ,·crutrio·, y al cab,) de una hora estaba trazado todo el programa. El lanco-> ckbta VE't· ili l'::~ rsc en un par­que inmeniato á la <'iudarl, y s(llo e dis­pararía una bah, clel modo siguiente: Se cat·ga.-ían do pí,;tro!a -, una con pro­yectil y la rotra COl pnh ora. Las arml!S ' serían distril,ntda s por ur>rte, y <1 duelo se celebra' ía :í cin<;.t> pa:rte de uno de lo dos rivall· · era in e ,· itable. A la b(lra cnn,·<'nida, todo el mundo es­taba e 11 su pul:' to: lo ,; dos ad\'t-rsarios y los cuat10 t<'titÍ r11::; . No SP apeló á nin~ún médico, p¡1rque c,lc rcqnisito se """'sidc· ró SUjJt•tfl.uo. 8anl>an o-. en invÍ"t'no y bada un frío terrible. La luua iluminaba t:1n ¡H•rfer·tanH·nte Id ilnda de lo;; com­batiet• tP. , <·om•; ,..i aquel duelo noc:turno se n : rifiease E'n plE>no c!.a . A la ~Ol de¡ fuego! se oyeron á un mismo tietnpo dos detonaciones; pero nin guno de los a.: versarios .::ayn Pn t ierra. & Qué ba ocunido 'f Accrcáronse los padrinos, lo C'uales estaban "c>gurus de que en una de las pistolas había una bala. Los dot~ ri\·aícs no se hablan movido de su siti•)• y c 1 caso no t1 ~ 1Jla ·.::l(plieaeión ~;>al i::.factot ia. Se le· prt>guntó que i 'l_nerfan prose­guir el duelo, y entrambo co11tc taron que sí. E" un abrir y CPITar de ojns •:;ngú­rons'e de nUe\'0 la s J'Í t• tola , una <·nn uala y otra con pÓl\'OrA, y protediósc otra vez R la distribueióu de la arrnas por medio de la suerte. Oy6se por segunda vez la voz de ¡ fntrza de su odio. Así se batían hace veinticinco ailos los hombres que sabeo odiar. -~Y el hc>rido? A, Qué ha sido de élf­pregl. nl6 PI vizcondc-~murio también? -No; sobrevivió á su herida-contes­tó el comandante-pero para sufrir que le aensaran de de leal por no haber di­cho la vf'rdari :1 tiempo y permitir qne se reanudara el duelo, cuando O<'bió darse por t e rminarlo. Sin embargo ¿qué deslc>al­tad puede haber en arriesga¡· dos vPces la nda en lugar de una, en un duelo á ruuerte1 En aquel momento un cri'ádo del hotel se acerco al comandante y le entregó nna ta1jeta. --Está bien, dile que vny al in;;tante­dijo Knrola.;. Y levantándose, ai1arlió: -Señores, tengo el honor de saludar il n tedes -¡Esa historia no puede ser más inve­l'OtiÍ mil !-Exelamó el vizconde liPa vez que se hubo r·etirado el comandante. -Se eq ni \'Oca usted por com piPto, dijo uno d .. los a 1:-tentes que ha -ta entonces habla {;Uardado sileneio-l~s ciPrta en to­das sus partes, á pesar de su inverosimi­lituo, y el eomandante Karnlas es el po­laeo de la historia que él mi tllO acaba de referirnos. Jo ~É MoNTET. TE~. TRO El doming-o próximo pa ado, la compañía de aficionados de e ·ta ciu­dad, pu:s0 eJ1 scena la comedia ~itulada ·'Deudas del Corazón", de don Manuel eco y Shelly La repre entación ati:;;fizo gene­ral mente las exigencias del numero­so concurso. Desgraciadamente a isten á tea­tro uuos joven itos que no estan to­davía educados para esta clase de espectáculos y e imaginan que pa­gando el valor de la entrada, están autorizados para ser impertinentes; olvidan, que en el público que va á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1375 l (1'-· h ·-;0c;iecb~l d ~ C:tl i. que Jo..., j !l -; ,¡~.-~, :í 'l1Jf' i f 1S n:!L·rimPc.;, no p~.iJ. e Ct•l1 e! hon<;~éd>le ]1Ú1Jli 0, deLc, d•: la fHlt:rta, pueS -.:tü di "UC'l1ti. brJrrÍlJl'­nlCr; te entre pcr:sona« de buen g-usto. CTRCO DF; TOROf Tia circulado una hoi. d .. 1:1 Em­¡ J;·e-,a., anunciando qt!.<:' ia:-. corridas que había ofrecido p fuerzo y viera la maúera de prop0rciona.rno para e a fcéha. un rato de ~olaz. r, n1oc; que e~io e~;t:í en la idea g-en~re celebra un c?ntrato con al!(una Empresa par­ttcula · que pueda atender dcbida­rn• ·.1t..:> c·;te s~:r-.·i..:io? Una \·ez de f]U':' lo~ im¡1 ULst1.., se c.lHau <·stric­t ·L He•Jtc, c-... jn-... to qu~' los contribu­y. ·n t e::; lo" \·~a u in\ Lrtlr cn obra:::. de intet·é:-; general. DIRECTOR!' ' Lin:CRA (.¿ El 15 de h> cnrrientes ·e reunie­r011 'Jar;o<; •n;c>mbro del Partido Li · UC't al on el propó ·ito de n~"m brar su Directorio eu e l Departamentr. Lo. no m brar1os fueron ~ci~ ; tres P1·incipales) tres Suplentes. abe­mo. que 1o .... tre - P1 incipales son los docton:s Belisario Zamorano y Fr:.tnc;~co A. l\Iao-aña v don Fer­n;• ti do Ay ah, y q;r. reiteraron en e;-;¿ reuni0n e l apo;o al Gobierno. e:: Lr·Do Lo p¡-esenta muy atento El Co­n t 0 d<'l ~ 'a l/e a 1 General J<'sé An­tonio Pin Lo, _v le desPa gTata perma­nencia ü e. ta ciudad. l'R PII~ 1 lADh D ¡.; LAS FRt 'I'.AS E l Dr. ewis de Filadelfia, pre­coniza el u ,.,o de ]as fruta~ como muy útil en la t erapéutica, cou pre­h rencia á cierto. medí amento. de - agradables de tomar y menos fi-a es. Las naranias, dice el citado doc­tor, lo pigo , las ciruelas, los ta­marindo , la mora , los dátiles, los melocotones, pued n ser Yentajo a­mente utilizado como laxante .. La- granada,, la. moras silves­trec; y las frambuesas son astrin­g ·ente . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE Las u,·as, la peras, los membri­llos, las fresa', los higos de Berbe­ría, las grosellas y la~ simientes de melón, 'On diurético . . Las grosellas ordinarias, la san­día y el melóu son refrigerante . Las cidra y man7.anas ::.on refri­gerantes y sedantes del estómago. Tomada en ayuna , cada mañana, la naranja obra. eficazmente como laxante, y alg-unas veces como pur­gante, y todo::> los estómagos pue­- den soportarla. Las granadas y Jos membrillos son muy astringentes. La corteza de raíz del g-ranado en forma de cocimiento es un vermífu­go muy eficaz; puede emplearse sin temor para combatir la solitaria. La piña y la guayaba tomadas en ayunas, son eficacecs para combatir las lombrices. Los higos, aplicado como cata­pla ma, son excelentf>s para las que-maduras y< pequen- o abscesos. Las fresas y el limón pre. tan ver­d: tderos servicios contra el sarro de los dientes. Las manzanas son útil correctivo de las náu eas, el mareo y los vó­mitos del embarazo. La almendra amarga contienen ácido cianhídrico y detienen á menu­do la to , pero producen á veces la urticaria, llamada vu!garmente "hervor de sangre". El mamey en perfecto eFtado de madurez, el jugo de la granada dul­ce, la pulpa de la guayaba cocida con a7.úcar y el membrillo asado y preparado con el polvo de é.LZÚcar, dan muy buenos resultados para co­rregir el "catarro intestinal" (di­sedería). La uvas son emolientes. La "tu­ba de uvas", por ejemplo es muy empleada en Francia y uiza para el tratamiento .:le la enfermedades del estómago y del hígado, la escró-fula y la turberculosi . flnenn vent u m. 12 ele Diciembre de 1903 S~ñor Director de El 0o1'reo delValle.-Ca!i Grandes cosas provechosas e pe­rábamos aquí después de que por la \'Oluutad á _/orcioribus del op,-únido pueblo del Istmo, ~g-o sustancial y patriótico se nos comunicara de Pa­namá, de la capital que tanto ha deslumbrado y sig-ue deslumbrando al gran pueblo de la ci,·ilización, donde la luz no e apaga, porque allí basta la latas bn"ltcm v el sol e of~~ca ... pero nada se n.o comuni­ca de la nueYa Andorra; ¡;,j uno no anda pidiendo migajas á los pa aje­ros ó recogiendo recortes de perió­dicos viejos, no hay lance de poder saber nada de lo que bulle, ó mejor d!cbo, de lo qHe surge de los gran­des v al vado re ce1·eb1·os a nzeTica­nos; J no ob -tan te, y á pesar de las dificultades que dejamos apuntadas no faltan ~Jgunos conlrabandi !as que, de allende la· regiones de las nuPnto .... " ..... . Tras el reconocimiento de la gran República de Pana:ná, vinieron los contratos salvadores, con Va,-a , y sucesivamente el cruzamiento de ple :üipotenciarios que han de aferrar el bzo de unión, de concordia y de vi­._ alidad univer;.;al, entre el g-1·au país del Norte y el uue7.'0 que urge .... como un en ·u ño para Jos que tanto lo codician. y col m a, por abido, el logro de sus má~ e túpidas y omni­potente · ambiciones. Con su p:::.u ~ lo oman ...... pero por fortuna lo hechos de la historia e repiten á través de lus tiempo ; y nada nos importa á no, otros que lo coloso del día no aherrojen y no ultra­jen .... ''Días mejore endráu .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE 1377 Pues da la Prima vera Follaje nnevo { los <.h·suudos ramos .• " _._ ... Ya sabemo , pue~, que el General Reyes nada pudo obtener en la Ca-Jetamente nula. ____ . seg-ún el nuevo contrato que es su verdadera Con tit,tción .... -Las noticias del interior de la República ec lo g ne1·al on atis­factorias : . ólo se b1.bla de paz y de conLordia na ·ional ; el trabajo pre­tende abrir ·e gran brecha y abru­mar el e píritu de rebelión. Las pro­testas de los pueblos en lo o-eneral son á favor de la paz públi.:::a y sos­t e nimi ento de lo · fuero de la ban­d l' rél de la Patria. El cambio haba­Jado ba tanteen las priu ipales pla z a .· como Bog-otá., Medellín, J..lani 1 z á.les y Cali, sin que las fluctuacio­' · nes excedan del r dedor del 11.000 ·c•stenido. Esto ¡>rueba que las ten­dencias son favorable::; al dt' ·arrollo de las industria y del Comercio. - En el Chocó se go..:a de Ja más completa tranquilidad, y ha habido, como acá, r ac ·ión poderosa en fa­vor de la con->ervaci6n del orden, con mayor razón de::;Je que ·e ~abe que el General Bonilla va á pouc:¡· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1378 EL CORREO DEL VALLE por obra la anertura ele! cami:1o ce Ordó que habrá de comm"!icar aque­ila ··h:a v comer..:i·11 re <6n ,·on el co­r< l.z{í·, d: nuc~t !"O Vai í . y r¡ne, por lo 1111 ·mo se abri:·;,'í }:-:r.: _ .1 ¡¡r.;:-c;ón d.LI territorio u 1a nuL ·a C(Jrrient de ci,·iliz:lcióu y de ce rn~n:io A~í lo de; al!H>"> ,¡osd trr•:-. "1\ •• 11\.:Ht~", 1101'­qu' ('•] :1~.-CÓ CCJI1 SU'i C :l'1d<-'::> r:que­. zas, nue .. 1e !-ieí ''~ara iH ., ·.o;:; t.o m u • tar '~. ¡v•d•ro~o a~-,;:iar ;Jélla eí efe'- tivo Je ... an·olk de Pue. i1o ·n,:i­pi-::;: te 1fog-re<..:.l. Adiós. seño· Di.~c~o.-. D ·de abo­ra 'e deseo muy L:lice' p:' :-.c11, s y muy agradables y sw. :.. d cutc.'::> Lo.: a­Jo:-- Je ¡¡e : 1el.Jue• '. Ami{:; o y compatJ iotct, Cor-.1-~ ..:.sro .. R .L. L<> fecha de '<' Cn · ''-'P< u.lcn·;a de )~u'- .'l'•'~ntt ¡·a, pt·bliccl '.l e:..r. el n~ !i ·:·o .:1,; tt .-inr, es 'í' .-:o 5, como cqtLÍ vocaJamente st.. ¡;r:--;o, ¡GRA~ NOVEDAD St: ve,.dc una en,.:n e<•n ·o l:l" ~ufi ientc pa; '1 Pddi1·ar una cuadra nllajo de la ''Pila d~ L•·rPs", fr ea1tc a la C'ba del tn~c ta·o Val, lll'ia, precio mo.lit·o. Et~t .. nder,;e con Jo<'[ Ví('<'lltP. Uo;rna, clo ' <"ti!dr~t 11loaJo rle / Lt-, Oalrnas l';die dPI ~!atadero . 3-1 SUCE('IOl L.l .Ju<>z 1. 0 del Ci•·cuato dP] Qnindto em¡·laza por teitata días,:\"'" j,,te,<'->adoR 1i 1~1 tH·Psión tt•t>tacnertlann clt- J\laguel [Ha l'c hoza, ¡·aUI 4ue dt·uLao d • tr•·in­Íaf> t'Ol¡tados dl! .. d\· hoy, ¡,e fll eseoteu a a( cr ,·alea- . ns d ,., l'it~>:>. Unrtago, Septi<.nabae :2;j dP HJO:J. J o:~É ill. Tlr•H•S. Víctor JJiwuwt Zapata. Secretario. 3-1 V ende tu.a ra~a ómrH1a, de HU proi,iedad, l n Pl barno rl~ :-,c1tl }{ieolas. Enten(lt.>r~e eoo el ~efidr Fr,ro~, una labrPta de 'twnt;t, que agraJe<.:L 11: se llll'l devol­viera :tnt.glle de manf'ra sccretn. ó al Je:>­c;,; ido. He cotJformaré con é,.ta Ut· nJ[.s. Cali, Diciembre de 1903. LmoHJO HunTADO D. -------------------- OFHEZCO E:\f · V:CNT A Ó p •J 111oltol f Pr lll1él (':1S:l, 1111:1 h'1<'a 1-11 ·.!DI C l(·himh;ti'! Di~trito d~· Vi­j..- , ('( tn •IJH:-ta ,1 cierJtn Cllal't>llta pi.•Z.IS de ;':·stu 00 but':n f>st.-do, una I'OZ 'I [dt'Hil1Rnte] de VeÍnte phzas ('taiti\'Hd't dH lllrtiZ )' gl.Íile~l, CHfet¡¡J, pl. t 11 .. 1, OSitllchar; lllllJ JlOCHS t't'i<'d'i cadti\'rltLls de piñut·la y [JOI' m,¡ · l1, jP íJr~"'cin, Vi}'$, ,,,· icmbre rle l\-103. Ent:::11d01Se cunmig1> IIIJlll. A1tibal Tenorio,
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 149

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 156

Por: | Fecha: 05/02/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 A~l-CALI EL MARTIRIO DE SOR VJVJANA Vestida. yá con el hábito blanco y negro de Santo Doming-o, Sor Vi­viana, pasados los primeros fervo­res de novicia, sintió renacer aq ue­lla inqui etud, · aquella fiebre que la consumía in ce~ar descle la adoles­cencia.. Más a1lá del cumplimiento de sus votos, del rezo, de la minu­ciosa observancia de la regla, de la exi~te n c ia tranquila y metódica del convento, e ntreveía algo diferente: un horizonte cele~te y p u ro , y s in embargo, sur:::ado por relámpagos de pasión. elementos dramáticos que aumentaban su belleza encendiéndo­la y caldeándola. Mientras P~ed ita­ba á la sombra de los cipreses tris­tes y de las adelfas de rosada flor que crecían en el huerto conventual, mientras pasaba las gruesas c uen­tas del rosario ó entonaba en el co­ro las solemnes antífona , que re­suenan hondas y misteriosas cual profecías, ::;u espíritu volaba por las regiones del sueño y en su pecho ascendía poco á poco la ola. de los susptros. Dos años hacía que Sor Viviana alimentaba secretamente aspiracio­nes quiméricas é indefinidas, cuan­do se supo en el convento que algu­nas hermanas dejarían la vida con­templativa por la activa, y saldrían á ejercitar la virtud en un hospita­l illo, cuidando enfermos y asistien-do moribundos. Fundado tal estaJ blecimiento por dos-sacerdotes, sin más recur::;os que la caridad pública,. el Obispo, asociándose á la huerta obra, les ofrecía el personal de en­fermeros reclutado en los monaste­rios . Viviana se brindó, g-ozosa; al fip encontraba un camitlo que re­correr: la deseada senda de espinas qtie á s u corazón parecía de flores. Y desde el primer día se dedicó á la, faet1a con una especie de transporte, derrochando salud y juvenil energía, enco11trando un goce en las privacioJ nes y un interés extraordinario en las más insípidas y monótonas labo­res del hospital. Con la sonrisa en los labio y el regocijo en los ojos, volaba de las salas de enfermos al ropero y al botiqt1ín, del botiquírt á la cocina, y s us manos pulcras, em­palidecidas y blancas como azuce­nas en el claustro, se encallecían y se ponían rojas al contacto de las cacerolas que fregaba, acordándose de San Buenaventura, el cual tam­bién fregó con s us manos de qüeru­bín la pobre cacharrería conventual. No tomaba descanso, no quería sen­tarse n! un momento, y eu las cortas horas que consagraba al3ueño indis­pensable, despertábase con sobre­salto cien veces, recelando que la llamaba el quejido de un enfermo ó el ti1inteo de las llaves de la supe­nora, No obstante, al año de asistir em­pezó á e}(tinguirse el entusiasmo de Sor Viviana. No era que vigilias y fa tigas rindiesen su c~erpo: era que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .. 1438 EL COFREO DEL VALLE no invariable , const a nte y obscuro cde la la bor abrumab, De la ingrata en el seno Formú su nido!..· CARLOS SÁENZ ECHEVERRIA. EN EL CEl\iENTERlO 1 La noche es oscut·aclos Yi entos agitan Las ramas caídas del sauce llorón : Sentado en un banco eontemplo los cielo Tan negros, tan fríos, así es mi dolot·. II Y viene ya el día: los montes, los valles Animan sus ga las al rayo del sol, Y todo sonrle y todo se mueve T a n só lo están quietos los muertos y yo. MANUEL MEDARDo EsPINOSA. RE G A LO S DE B O D A S Si se irán 9. poblnr el firm fl mcnto O á vivir en el cá liz de una rosa ! J. DE D. PEZA. I N os hemos de casar, pese al demonio ! Ya han agotado todos sus consejos N u estros padres contra este matrimonio; Así t=on las chocheras de los viejos. 11 Te decían que soy poeta y pobre, Mentiroso pleonasmo que ve un ciego; Poeta puede ser, aunque salobre, Pero pobre, es tan falso ... que lo niego! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1440 EL CORREO DEL VALLE -------- - ~---· -- - lH & Q.ué dirán cuaNdo vean mi regalo Que ha de admirar á las mujere--. t odas~ Dirán que á un rey en poderío igualo, Que regio es el regalo de tus bodas ! 1V Ahí te envío ... ¿ Cuál irá prirncro L. Este anillo de riea filigrana. El diamante lo forma un gran luC'ero Que recogí en el eielo esta mañana. V Quieres collar 1 Escoge á ~u albedrío Diamantes en la s::trta que aquí tienes : Do se juntan á gotas de rocío Lágrimas que vetti por tus desdenes. VI Aquí esUín tus :ílareíllos de corales; Ningún artista los hará mejores .... l\llralos: son dos fucias virginales Que á tu oído h•ablarán de mis amores. Vll Pon este medallón sobre tu seno Y en tu sien esta horquilla t~m blorosa : Mir:;~, es un colibrl de angustia lleno Por aquel rnedalhn que es ana rosa. VIII Toma esta caja de· ébano; su hechura Fue obra de un Dios qof:! la contempla ahora: La caja es una noehe un poco oscura Embutida qon fra:nja:s de una au!'ora. IX Abre '.y ve esa diadema: ... Ella te admiraW Pues muy comunes son pied ras tan bellas. Son para ti ... T<:J ríes ?' no es mentirr~ ... ¡Yo la hice anoche .cau cincuenta estrellaE>! X Y ahora, que critiquen ! Soy paeta ! Si de mis joyas tachan una sola Regalaré á tus padres un cometa Que los ha de arrastrar entre su cola, XI Tus bra7.os con los míos sé entrelazan .. De pasqto tus mejillas están frías .. , ¡Que aquellos que por pobre rne rechazan Hagan joyas iguales á las m\as f XH Si todo esto te doy siendu tu amante ¡,Qué habré de darte ruando seas mi esposar Hágase el matrimonio en el instante, Ya g u e prendida estás como una di osa·. XIII Convienes~ Hasta música tendremos. Cerca al mar yo conozco alg1ín paraje Donde hay ave:s; allí nos c:ciend('n por la noche· Y visitan 1 JS ruinas solitarias De retoños !>ilvEstrE'4 O de fúnebre musgo eoror.adas. 'I al vez lo hagan a~í : suele el viajero Por un instante >:u1>pender la n:tarcha Y sentarse á leer en cada piedra Que el tiempo azota y la intemperie labra La m('moria inextint.a y d0lorosa De existencias pasadas . ... Tal V"Z lo h1 gan así ; mas hace tánto Que inútilmente el coraz6-n lo aguarda .. ¡ Cuántas veces de noche Me be »('nta·io á la puerta de mi casa __ ! Y en mis largos insomnios, Y en mis continuas y mortales ansias. ~Qué han hallado en el cielo mis pupilas? Abismos ... solrdad .. tinieblas .. nada . •. Que aunque alumbran las ruinas las estrellaS No hay.que ngun.rdar que alumbren para el alma Dicen qne los pot· tas, esos séres Que adivinan lamentos ó palabras, Sollozt>s, anatf'mas, Llantos, imprecaciones- ó plegarias, Llls han visto llorar sobre las tumbas -Cuando el toilencio de la noche avanza, Y envolver lus gabetas y las cruces En el tibio fulgor de sus miradas. ¿ Para qué mentirán ~ .... si fuera ciert.o QueJe las tumbas y el dolor se apiadan, ¡Yo b snpiera bien! ¡Ay! .. cuánt.as veces Huyendo del dol 0r qu~ me acompaña, He buscado las márgenes del río Por sentir junr.o á ruí quP.jarse el agua, Y en la arena euoayar la última estrofa Que en rumores truduceo la:> montañas/ • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1442 EL CORRE)O D~L VALLE ----------------------- ¿ Para qn~ mentirán ? .. huérfano y solo Sin luz la fn-nt., y :>in ··alor el alma ' L Qué otra cosa E:'S mi Yirla qne una 't .umha De tristeza y recut-1rdos uoronada ~ .. .. . . ~ . . . . . . - - . ·• - - - - Ivlndw;; ve¡·es d.e. ;.~ c~h~ ....... . Me he sentado á la puerta de mi r·a~a Y en el ir y Vt'nir de mis recu~r do s Y en mi;; l'ontinuas y n.urtales an~ias SA han fij tdo .. n el <;it'lo mis pupila,:¡ ::>in que logno~ en.· .. ndt'r.~e la 1· speran7a, ~ - -- . - - - . - -. - - - -- - . - - - - Cuando hu-~an rni;; ojo;; las. ~~~r-.. Íl·a~'l: .. . Las estrellas se escondt'n ó se apagan ... . Pbro. ALFREDO R. PLaCEXCU. EL LOGOGH l FO Pu es, hija,-decía Anita á l\lt>rcedes . . ' su ant1gua c;oropanera de cole(J'io,-yo no , , , o se a que espera ese muehacho para de-clararse; él viene todas las noches á la tertul ia de ca->a, desde hace ya cerea de un ailo; ve qne mis papás le reciben muy bien, qn e yo no le pnng-o ruulaeara. _ y sin embargo no al'aba Je ¡·omper. _. _ Algunas vaces, por dP.sgracia 'DUY pocas, que llemns hablado Ricardito v yo apar­te, no he podido menos de pen"sar: Aho­ra, ahora se me declara; pero ¡ ca! ¡si pa1·ece tonto! - e1r Gá m:1y tt.m t· ¿ o. -El c aso.es que é l habla, se r~e y brom ea eon todos. ___ No creas que es de esos huron es que se meten en un rincon· tú le ver_ás. Es un ~bico regordetito, co~ buenos OJOS y muy simpático; hijo único· su familia. no está mal d .~ intereses, a, sa~ bes~ No le encuentro mús que un de­fecto. _. _ -Si no es más que uno_ --t,Y cuál es~ -El ser muy gloton ; según dicen, come lo que tres ganapanes; per·o eso ~qué importa~ -Y tú le quieres, Anita ~ j -La verdad, sí que le quiero, 6 poi' lo menos me gusta mucho, y estoy con- • surni¿a al v~r lo que _tarda en decirme qne el t::.rub1en me qu1ere: por mi parte no pnedo ser más expresiva, le animo, le doy alas. __ _ -Entonces es que será muy descon­fiado; tem e rá que no estés aún o1adura. :--Pues, chica, de tan madura .... me catgo ya. -Cuando mE:'nos lo pienses ver!'is cómo te espeta una declaracion incendiaria. -!Ojalá sea prc,nto, FOrgne ante11 de ese incendio me tiene ya quemada la sangre! - &Qué será des pues 1--dijo 1\Iercedes riéndose de las ingénuas palabras de su amiga. * * * C~m~ suceoe' en mnchas capitales de provmc1a, Jonde rara vez está abierto e l teatro y se carece de otras diversio- · nes, en la población d onde vi da Anita en10 las tertulias de confianza e l gran r ec urso contra el ahurr imiento. La de los señores de ] ., padres de la J·oven es-ta b a s1. empre muy ~mimada; allí se' re-presentaban conH!dias, se lwcw música se distr:lian con juegos Je p rendas, e tu_ ~ por la époea en q ne vi no l'IIen;edes á pa­sar una temporada con Anita estaban de moda las charadas, logngrifos, fugas de vocales y consonantes, uuadrados de pa­labras y otras ingeniosidades por el estilo. Todas las 'noc l!es se traía alguno de aquellos rompeca be7as, y si no se acerta­ba con la solución, había que traerla á la noche siguiente. H.icardito, que bacía ya una seman~ ' estaba anunciando 11n logogrtfo de o>u in­vencióll, despues de muchos sudores com ­puso uno, que presen tó ú la concul'l'eneia la noche que siguió al diáloo-o ent re las d . o os am1gas. Decia así: Sólo tengo cinco letras y en ellas encontra rás: el título de una obra que ha dado mucho que hablar: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DBL VALLE 1443 pa r tícu la n egativa, un bi c:ho eon m uc ha sa l, una cosa q ne se come , y parentesco de l cual no puedo decir palab ra porque lo vas iÍ. acert a r. E l todo á m1 me di sluca po r qu(\ .en el m un do no hay nada q ue me g us te ta nto, ni qne yo ambic ione más. N o b ;en oyó Anita aquel logog rifo de c inco letras SP puso roja de plaeer y e mo­ción, porque lo ad ivinó a l in s ta nte : la so lueion debía se1· . ... su nombre, A nita, ¡ c inco letras! ¡ Y e l a utor d ecía q ue e l todo le dislocaba, que no hab1a nada en el mundo que le gustase tanto, 11i q ue ambicionase más! Nadie d 1ó con la solución._ ; p e ro A ni­ta. por un re to de desconfianza, desp ués ele saear ..:opia dd logogrifo, y c ua ndo l!egó la hora Jel destil~, ent:erróse t:on MPrcedes en la habitación donde ambas dorrliÍan, y se puso con fe bri l ans ieuad á combin::...r las letras de ·su nomb re, sacan ­do el siguiente y brillant1simo r esu ltado : El tftulo de una obra : Nan~t ; rartíc u­la negativa: ni; un bicho con mucha sal : titi; una cosa que se come : nrr,ta ; parentesco, tin; y el todo, que disloeaua al autor : Anita. -¡¡Por fin !-exelamó a lborozadísima la joven, abrazando á su amiga.-¡ Po r :fin me descubrió su pensamiento! Y ¡de qué modo mát'l ingenioso! ~no es ver­dad ? El cas,, es que maüana va á tr·aer la solueión y todo el mundo se va a er;¡ - tcrar. __ _ -Va á ser una declaración pública, ­diJO 1\Iercedes. -¡ Claro! Con eso que puso a l fina l. .. ¡, Has visto? muje r, qué diablo de c hico1 ¡ Mira que O\!u rrlrsele esc ri bir· El todo á m! me disloca, Porque en el mundo no hay nada q ue me g uste tan to n i que y o ambicione más! -¡Mil enhora bu e na:; , Anita de mi al­m ~d-dij o J\l e reedes. bPsa ndo con efusión á su a mi ga.-Ha s1do t a rdío, pero seguro. * * * A la noe he sigui ente , en cuanto entró B:ic:ardito en la sala, gritaron en coro to­d os los conte rtul ios : -¡La soluci 0 JI! -¡ La soluci ón ! La v e rdad es qne ninguno la ignoraba g1·ne ias á las indi s creeiooes de 1\'Ierc~::de, ·Y A nita. Ri cardito, impasibl e , sacó el papel y se di s puso á ir e xplicando una á una las pa labras del logogrifo. - '1 ítulo de la obra que ha dado mucho oue habJa¡· : Nana . . A nita se sonri ó, embriagada de dicha.· Ricardo co ntinuó : -Pil rt icu!a negativa: no. - Nt- se a pr e& uro á corregir Anita. -Pe rd one u s t ed, s eñMita; es no. -I ~:s ni. Es no, co rn o u ted vMá ; y prosigo: Un bie !lo con mncha tial : mono. ~¡, Jo es mico ~ -el ij o un g racioso. -¡ lHono !-mnrmuró entre di e ntes Anita.-¡ S i en mi n orubre no hay ningu­na o ! - Ur.a co!;a que se come-continuó el lect or :-Ajo. Anita perd ió e l c¡lor ..... -Parentesco : mam i. Y en fin, sPñores, e l todo . __ _ - ¡,Qué es, q ué es ~ __:_l e preguntaron. -2, Lo que á rn í me dt sloca ~ ¡, Lo que á mí mo gusta más en e l mundo 1 j El jamón ! Se p rod njo una g ra n marejada en la t e rt uli a ; todos se le van taron y a cudie­ron en soeo rro d e Ani ta , que se había desmayado en b:-azos de Mercedes. RAliiiRO BLANCO. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1444 EL CORROO DEL VALLE JULH~TA L..\V .ilWI~ (Traducción hecha pam LA PLU-'fA ~Ol> ~- 1!>. tJ_,c;¡_,;_"CJOO). I Al discurso del Fiscal s1<.;ruió un profundo silencio en la sala, y el .!?residente dió la palabra al de-fensor. . En el banco de los acusados se veía á J ulieta, vestida de neg-ro y bastante pálida. Pas ó en torno una mirada dulce y tranquila como de quien tiene la conciencia en pa7., y cuando el defensor se puso en pie, con gracia e"fetremada se envolvió en en su chal de lana negra, arregló sobre su cabeza el velo de gasa, y con el busto inclinado hacia ade lan­te · y cun las manos cruzadas sobre las rodillas permaneció indiferente ante la c~riosidad de todos, que alargaban el cuello para observar bien á la acusada. - Tiene usted la pala.bra, repitió el Presidente, dirigiéndose al de­fensor. -Señores Jurados. dijo éste; para que conozcan bien en todo, sus de­talles las causas del crimen por el que mi defenrlida comparece ante vosotros, me ha entregado ella est"! escrito .. A él nada tengo qué ag·re­gfr. M1 defensa se limitará á darle lectura. Después de este corto preámbulo, el defensor leyó lo siguiente: II "Queréis, ::tntes de escribir vues­tro alegato, ser Juez mío; me habéis exigido que os diga Ja verdaJ. O obedezco. Escribo para vos la rE-la­ción de mi crimen, lo que llamo yo un acto de justici"l, un acto cometi­do en ejercicio del derecho de legíti­ma defensa. Lo que yo os voy á revelar no he querido decirlo al Juez de instruc­ción. En presencia de él, a pesar de la tenacidad con que quiso arrancar mi sec1·eto, guardé silencio. ¿Sabéis por qué? Porque entonces mi padre vivía y yo debía callarme. Hoy está en el sepulcro. Tu\·e el dolor de per­derlo cuando el Juez dictó auto de proceder contra mí. Ver á su hija envuelta en un proceso ruidoso fué demasiado para él. La desespera­ción lo mató. Los moti vos que en esa época me imponían silencio han deiado de existir. Teng-o veinte años, señor. Nací en París, en la calle Sen tier. donde se encontraban los al macen e de mi padre, quien se hallaba á l<'l cabeza de los industriales franceses. Su nombre era resoetado en el comercio parisiense, v la's telas de sed::t de la casa Lavan-Hu gozaban de fama con­tinental. Mi madre, una santa, mu­rió pocos meses después de mi na­cimiento. Cuando tu ve siete años, me sepa­ró mi padre de la nodnza q-ue me había criado, y empezó á dirigir mi educación moral é intelt>ctuaL Du­rante varios años fuí su discípula, 1 pero como sus ocupaciones eran mu­chas y no podía dedicarme todo el tiempo que él quería, me propuso enviarme á un convento. Renunció á su idea cuando comprendió que yo no quería separarme de él. Trajo á la casa una institutriz, una mujer ilustrada y de experiencia, alma lle­na de mansedumbre y de pureza, que además de maestra fué compañera y amiga de mi corazón, y que habría permanecido siempre á mi lado si•mi padre no hubiera vuelto á casarse. Tenía· yo diez y s iete años cuando este acontecimiento imprevisto vino á perturbar la tranquilidad de mi vida. Vi por primera vez á mi futu­ra madra!':>ta en el teatro, en· el palco de mi padre, quien me la había anunciado como una mujer notable Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO EEL VALLE pcn sus prendas morales, viuda, de treinta años y sin hijos. De busto escultural, ojos vi vos y cabellos rizados y negros, era de aquellas mujeres que atraen la aten­ción de todos. Confieso que me fue antipática, y me desagradó bastante la actitud de mi padre en presencia de ella. Si los padres meditaran en el mal que hacen á sus hijos vol­viéndose á casar, cómo vacilarían antes de traer al hogar á una desco­nocida á que oc u pe el 1 ugar vacío de la madre muerta ! Seis meses después, tenía yo una enemiga en la casa. Si ella lo hu­biera querido, yo habría podido amarla, pero desde el principio se propuso contrariarme en todo, se reía de mis gustos. se burlaba de mis sentimientos y criticaba hasta mis vestidos . La delicadeza de mi alma no podía avenirse con aquella mujer. Mi padre-á quien mortifi­caban esa::> disenciones-q uiso re­conciliarnos, pero renunció á ello cuando vió que luchaba con un im­posible . Tal vez pensó que casándo­me terminarían esos continuados disg-ustos. Poco tiempo después de su ma­trimonio, habiéndose retirado el ca­jero, mi padre dió el puesto vacante al señor Antonio B érand, un joven á quien protegía mi madrast3. y que era-según decía ella-ahijado de su primer marido. Me encontraba en la sala el día en que vino á tomar 110 'esión de su ·cargo y dar á mi pa­dre las gracias por la di,:;tinción que le hacía. Fui mal impresionada por ese dandy, que u-astaba un lujo que no se av::!nía bien con los recursos de que podía disponer, y más que todo me desag-radó el tono libre y familiar con que hablaba á la seño­ra Lavardín. En otro tiempo habría hecho á mi padre partícipe de mis impresiones; pero ~omo yo había resuelto no in­miscuirme jamás en los asuntos de mi madrastra, resolví guardar silen­cio, á pesar de que ese hombre me inspiró una im;tintiva de confianza. Bastante me ha pesado esa reserva mía de entonces. Bien pronto fué admitido en la intimidad de la fami­lia, fué nuestro comensal, confiden­te de mi madrastra, y conquistó la confianza de mi padre, quien le dió pruebas de elta interf'sándose por sus asuntos y entregándole el libre manejo de la caja. Un miembro de la familia no habría sido tratado me1or. Supe por los que venían él mi. casa que Bérand era considerado por to­dos como mi futuro marido y que mi padre no lo negaba cuando se hablaba de ello en su presencia. Co­mo él no me tocaba ese ~sunto creí de mi deber no pedirle explicacio­nes. Bérand me desagradaba cada día más, á pesar de que á su con­ducta para conmigo nada tenía yo que reprochar. Nada más os diré de los tres años que corrieron después de la entrada de Béraud á mi casa. Lo que fueron esos tres años, por las confidencias que preceden podréis formaros idea e;:¡ bal. Imagináos la triste y monó­tona historia de la vida amarga de una mujer sin madre que ha visto cerrarse el corazón de su padre po­co, á poco. Apesar de todo, yo lo per­donaba, porque confiaba en que al­gún día vnl vería á conquistar el afec­to perdido que una extraña me ha­b1a robado. JYie convencí de que esa vida de pesares no termina ría hasta que no me casara. Mi padre me ha­bló de ello vagamente, pero entre los pretendientes que me propuso, yo no había ,·isto aún el marido de mis sueños, el compañero dig-no d~ ser asociado á mi destino. Resolví esperar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1446 EL CORREO DEL VALLE Una noche del último verano, du­rante nuestra p('rmanencia en el campo, dond e nos encontrábamos mi ;1ad re, mí. madrastra y yo, con una media docena de convidados, entre los cuales figuraba naturalmente Antonio Bérand, abandoné el salón después de comer para respirar el aire fresco del parque. Detrás del casti llo, qajo la terraza, había un / banco entre un bosquecillo de naran­jos, á donde me g-ustaba ir sola. Me senté en él, pensativa y triste, y de pronto oí un ruído de voces que ve-nía de la terraza. Las reconocí al punto. Era.n mi madrastra y Bérand que hablaban extremadamente emocionadas. Tuve el presentimiento de que un secreto terrible me iba á ser revelado. Se apodE'rÓ de mí el miedo, y qui ­se huir, pe~o no podía salir de allí ~in ser vista. Además, como todas las mujeres somos demasiado curio­s:.~ s, resolYí permanecer allí. Aquellos miserables disputaban . ¡Yquédisputa! Dequéhorroresme impuse ! JYli padre era eng-aña.do por una cómplice dos veces criminal. Aquel Bérand era un infame que no :-;olamente le robaba dinero sino que le robaba también la honra. Le exi­gía á mi madrastra que lo salvara, queJe ayudara á quedar bien con mi padtre. D spués de 'Teht:mentes in­culpaciones y reproches, empezó ella {¡ idear el modo de alejar el peligro que amenazaba á su amante, y de prou to dijo él : -Hay uno .... ¿Consientes tú? -Cuál? -Todo e arreglará casándome c0n J ul ieta. -Infame! y te a::reYerías .... -De todo seré capaz para escapar ;el presicl1 o. De la dote de J ulieta t0mat-é lo necesario para poner en la e tja. lo que he sacado. Además, ca- / baáo con ella, nada tendría que te - mer. El señor Lavardín no se atr e­vería á entregar á los Tribunales al marido de su hija. A e. tas dnicas palabras r espo,n­dió una nueva explosión de recrimi­naciones y de lágrimas . La mujer decía, con descaro s in igual, q ue primero que todo estaba su amor y que no consentía que otra fuera dueña del cora'tÓn de él . Bé­rand le juraba que la seguiría aman­do, y le pintaba, con ap: ... sionadas frases, una vida de delicias y de amor sin límites, porque ca:::.ado con· migo tencl rían más facilidad para continuar en sus infamias. Las voces ca11aron . No oí más que cuchicheos, pero lo que había oído me bastaba, Permanecí anonadada, con el corazón martirizado por una angustia sin nombre. Oíd ahora, seño1·, por q ué me hice justicia con mi prop:c brazo. Como ocho días dt s més· de esta horrible escena que e:-, be narrado, mi infortunado padre, esclavo ciego y dócil de su mujer, me exigió que me casara con ese bandido, cuyos crímenes no podía revelar: al menos así lo creí yo. Bérand mismo tu\·o la desvergüenza de jurarme amor, y cuando de acuerdo con su cóm p!ice me tendió •uu lazo infame para aten­tar contra mi honor, no me quedó más defensa que un revólver que ha-. 11é á mano. Le apunté al corazón y no vaciló mi brazo. He dac1o muerte á un hombre, pe­ro mi acción no fue premeditat a. Me la sug-irió mi honra amenazada, la dig-nidad ultrajada de quien estima más la honra que la vida." III Ju1i eta Lavardín fue absuelta por el Jurado. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1447 BIBLIOGRAFÍA Con marcada defereuc1 a, envia­mos nuestro saludo al Boletín de Medicina del Cauca, vocero aventa­jado del ·distinguido Cuerpo Médi­co de esta ciudad, el cual ha visto la luz pública nuevamente bajo la redacción de los doctores Evaristo García y Pedro P. Sea rpetta. También enviamos nues~ra enho­rabuena á El Comercio, periódico dirigido en Palmira por el galante y caballeroso amigo don Cipriano M. Duarte. ESCUELA DE HILADOS Y TEJIDOS Ya está aquí el maestro Modesto Delgado, designado por el Gobierno ~para dirigir dicha enseñanza en el Horfelinato de esta ciudad. Las tuercas y los bastidores para hilar se están construyendo con el esme­ro que requiere la obra. No ol vide­mos que toda Empresa para su ins-tala~ ión, requiere ·constancia y ga, ­to msuperables; debemos, pues, ayudar con nuestro contingente al Presbítero Dr. Manuel A. Pizarra, quien es el eje principal de dichJ. obra de beoeficencia. U na vez esta­blecida, ella misma se sostendrá con su propws recursos . L a Soci dad de Cali ganará in­mensamente con esta nueva indus­tria ; porque, dPjará de importar mucho artículos que se pueden pro­ducir aquí, y al mismo tiempo se da­rá ocupación á obreros del país que hoy gastan sus esfuerzos inútil­mente. BANCO DE P AL MIRA Con este nombre se ha fundado 1un Establecimiento en aquella ciu­dad desde el 19 de los corrientes. La ~j Gerencia está. á cargo d el dilig-ente amig-o Dr. Luis Felipe Rosales. Le dt>seamos buena labor en sus tra­bajos. ENLACE El 30 se verificó en San Pedr0 el del apreciable sujeto D. Luis J . Ber­g- onzoli con la estimable señorita D'-' Romel ia Df-'francisco. Muy lucida estuvo la ceremonia nupcial, y muy gratos recuerdos llevaron las perso­nas que concurrieron á ella. Desea­mos para la feliz pareja todo un cielo de Ital ia con su correspondiente 1 u­na de miel. EL CIRCO La corrida del martes recompen­só la mala impresión que deió la del doming-o próximo pasado. El g·ana­do fue bueno, y en ella ei~cutaro n toda clase de suertes: bande'rillas en asiento, de rodillas. acostados, salto de garrocha y muerte del toro. Opinamos que cuando el espada no sea bien hábil ~'ebi era suprimirse esta clase de s uerte, que viene á ser­vir más bien ce mortificación para los espectadores. A~ÉODOTAS -¿Vuestro marido es cazador?­le preg·untaron á la señora de L ... -Sí--contestó ésta-pero es tan torpe, que temo que un día su esco­peta r~viente de risa. -;;­* * -Pero ¡cómo bostezas, Pérez! ... -le decía su señora. -Anastasia-respondió él-ya sa-. bes que marido y mujer no son más que uno, y cuando estoy solo me aburro . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1.+48 EL CORREO DEL VALLE - Doctor, da usted de alt.l, al enf_: rmo ? - Tanto como de alta, nó; pero le p ermito recibir y basta conversar c on todos ustedes; dijo, menos con u s t ed, señora; e<>tá muy débil toda­v ía para ver delante de sí á su ~u e gra. LIBRE ESTIPULACION Vendo ó permuto uúa ca­Ra c6n1oda, recienten1ente construída. Eduardo Sierra F . 6-2 SE VE DEN Ochenta mulas de El Alisal y San J e­r ónimo, acostnmbradas á pasto de loma.· 1'ne len v<~ rse en la haci enda de "La Es­J J0(h". El señor Franeisco A. Lozada da­d inform es en Cali y Enrique Santarna­ría en Yumbo. 4-2 F i d e 1 Rizo Ven .. le una casa cómoda, rle su · propiechul, en el barrio de S::m Ni­t ·o lás. EntE:'ndr>rse con el st ñor Fran· ­t ·isco Guerrero en dicbo bo. rrio ó coo ..,¡ s efo r J oaquín Palacios en su Es- 1" blr>eimi entó de pt'luquería en la p la za de mE:'rcado de e s t.J ciudad. 1 pub ·co En nÚtn Pl'O anterior de c> ste periódico: r l t.:omcndál>amos una dase de ÜOGNAC de toda confianza, marca ''Gallo", por t:n pu­re% a, bonqtu~t ete; en fin, por su legiti­midad. Hoy, nnnque se nos tache de hacer propag·anda asalariada, debt>mo:; avisar de la llegada al Almacén de D e­pons Hennanc.s, de un vino Médoc Bur· deos, denominado " Vino de Ménage" qu3 desafía, ségtin tenemos entendido, á lo:> mejores qne se introducen aquí, el gne podría sc>r, pnes, despaehado por pro­pietarios ae Burdeos y no por negocian. tes, lo gne ofrece una garantía de legiti­midad. ÜJ'0emos pon8r este aviso para bien de ]a,; familias á quienes, en particulilr: y al ptibli<:o en general. no se anepen tinin de esta nnestra indicación del "Gallo'' y el " Vino Jo Ménage ". Dr. Pacífíco Rivera G. ABOCADO y agente de negocios lJALI.-ÜAUCA.-l ULOMBIA. Telegrnfo : AJalmar. 12-7 ENRIQUE RODRIGUEZ V ende una casa, dos cua­dras abajo del Hospital. En-­tenderse con él ó con Roberto Vcdencia. le conviene á Ud ? S e vende la casa de Justa Rojas, v. de Caicedo, dist;w te tres cuadras y ruedia de la ¡d~tza de Ja Constitu­ción, r:alle de Sao Nicolás. Ente nderse con Enzesto Üdli, Febrero de 190±. Gavín·a. 5--.4 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DELr VALLE \ ANIEL o Aca.bajn tle recibir : B A S T O N E S .---Calzado para señora, botas y zapatillas, varias clases. Corbatas, gran surtido. Cintas de seda, de terciopelo, de raso y de tafetán. Crespón de China para lna·ntos:,. Cinturones. Cachirulas. Chales. Cuellos para ho1nbre y para señora. Colchas finas. Carni­setas y calzoncillos de lana y de algodón. Cañas de cuero negras y amarillas para calzado. Cigarrillos Derby. Encajes blancos y de color. Frazadas de lana y de algodón. Guantes de cabritilla para hombre y para señora. Géa neros de fantasía de lana y de algodón para trajes. Gé-­nero para 1nanteles. Hebillas de ~ujo para adorno de trajes. Hilo para 1náquinas. ~¡f edias y ~f]rnedias de algodón, blancas y de color. lll :intillas de crespon y de jersey, bordadas y lisas. · ~Iuselinas de seda para trajes. Parnguas parn hombre y p .ra Stñora. P:iñolones de merino y de bo!'l. Pi--<1-leti OPS. Perfumes finos. Polvus de arroz Mnl011-Lescau t, Ro· yale y Veloutioe. P añllelos de seda y de lioo. Piqué blanco. Pafl(ls n egros y de color. Puños pnrn homb1 e y para señorn. Rasetes. Satinetas. Sombrero.s de fieltro, ala dura. S Drnbreros finos para.. seño1"a. . Tirantas. Telas de seda para trajes y parn fa}das. V I N O T I N T O en cuartos y en medias botellas W I S K E Y ''American Club" y "Brandy Hennessey'' 5--5 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. / ( EL CORREO DEL VALLE EN LA FABRICACIÓN DE AZÚCAR ! ! Verdades sobre el azúcar de LA MANUELITA El RZÚcnr de LA MANUIBLITA está empRGHia en bonitas talt->gas cosÍ-· das. !i:-1.tá empa<·flda en la fábrica y Rbierta en el hogar ; no Lay manos, ·o· intermediario ; ror consig-n i~->nte, no h <~y rlesaseo, no h;-¡y despedicio, no hay, adulteración posible. Cr~da talegr~ brilla como un montón de di;.:m:.~ntes; t·ll resu]t;..do de su crist.alizl'lción petfeeta. Cómuda en forma, perft~cta en cali­dad brillante <.'n l'!IV=niellc·ia, ninguua nzúcar la iguala Fn excelencia. Cuandc ) • <... compre usted <"Rta azúe:1 r, acuérdese que la talr::ga cosida lleva el letrero df ''LA MA.NUELITA", como tat·Jbién el nombr13 ele Jos fabricantes. Usted esta· rá satisfecho en el moment(l t>r1 yup abre una taleg;-¡. Usted (->Stará más sa tisfecho cunndo la ha prob;,do en su .café, dtdces, etc. Está de venta en to · das las pob!Hciones, desde Popayán ha~ta Manizdlcs, y es únicamente ['i­bri ~ada por la CAUU VALLEY AGtUCULTURA L C.o Su ··tJsores de Santi<~go M. Eder. Pa1mirn.--Caucn. ------ ·---------------- E de r & C.~ Han llegado : Telas de seda de todos colores. GASAS de ::.eda de todos celares. Telas diáfanas de algodón de todos colores. Galones de seda a:]gostos de todos colores. Blondas de seda negras. 'l'oda clase éie calzaclo americano. Pa vel etl blocks y de otras clases. ~ ORJS'l'ALER1A DE TODAS CLASES PT.NTilRA.S PREPARADc'tS de 'Ohilton' para maderas á paredes. ESMALTES para muel>les y otros usos del todos colores. 1\Jarht::tes y hachas Collins. Banetones ingleses. Betum "Mason." TE. Este te se garantiza como el mejor que se ha importado, y es·r vencle en naquetes con nuestro propio nombre. Puños y Cuellos ingleses. Corbatas americanas de últlma moda. N o deje usted de ir á ver. 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Ent1·rderse en Pa lmira, con D<~­mi ,; n l\1\>ra, ó ~ n Cali con el vt> ndt­dor, fr e nte :i las Galerías contiguo al Esta n i' O. 4-1 SUCE ION INTESTADA En ei Juzgado Civil del l- ircuitc> y por ~\uto de 1 ele Diciemure ú lt n~o está abiena In de Viceuta lll· fio :~. Dentro de treilltól díc1s se ¡I t· ­SPntarán los que tengar:! algún d~rt­eho á ella. Unli, Febrero 4 de 1904. El ni:)nderado de los herederos, Teodoro Qui1ztana. --------------------··------------------~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE • >~ r,· ~ ; J 1 1. j l Abrirá sus operaciones el 1.0 de Febrero próximo. Desde esa fecha . abonará las siguientes ratas : Cuentas corrientes ó depósitoR á la orden 6 ozo anual. , 2 n1eses 9 ojo , , 3 , 12 OjO , , 6 , 18 OjO , " 12 " 24 ozo " Lo.s intereses so abonarán por trünestres vencidos para las CUENTAS CORRIENTES ó DEPOSlTCS A LA ORDEN, y por n1ensualidades, ta1ubién vencidas, para los DEPOSITOS FIJOS. El BANCo hace operaciones en participación; abre créditos flotantes; afianza obligaciones; reendosa Letras y Pagarés ; hace préstamos y descuentos; compra y ven­de Letras sobre el Exterior y plazas con1er0iales del país. El 30 del presente mes debe cubrirse el primer íns-talan1ento.. · El 29 de Febrero queda ce~Tada la suscrip-- ción de acciones. · · Local : CALLE DE SANTA BÁRBARA, media cuadra al Occidentf' de la plaza. ' Pa1mira, Enero 18 de 1904. El Gerente, Lurs FELIPE RosALES. El Director l. 0 Alonso Madriñán. 12--2 El Director 2. 0 Rito Antonio Medina. --------·----------------------------------------
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 156

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 157

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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 FEBRBfW 11 DE l!lOt --:'fo. 1.'>7 Y' Din·ctor, BL\% S. SO \Hl' RcT1' \ ~=========e-- =----·· -~=--------==-...-......=----- LA SOLED \D Prólogo i la colección ele cnntares de Augusto Ferrin y F0rniés. I Leí la última página, cerré el li­bro y apoyé mi cabeza entre las manos. un soplo de la brisa o e mi país, u~a onda de perfumes y arm,m:ías leJanas besó n11 frente v acarició mi oído al pasar. J Toda mi Andalucía, con sus días de tranquilas y sus s1estas de fueg-o, sus alboradas colo1 _ de rosa v sus crepúsculos azules· Se_villa, con todas las tradiciones qu~ vemte centurias han amontonado sobre su frente, con toda su pompa y la gala dE' su naturaleza meridio­u~ l, c.on toda la poesía que la ima­g: waclón presta á un recuerdo que­ndo, apareció con~ por encanto á mis ojos, y penetré en sn recinto. y crucé sus calles, y respiré su atmos-fera? y oí 1 o~; can tos que en tonan á 111ed1a. n1t las muchacbas que cosen detd.A de las celocías, medio ocul­tas etltre las hojas de la" campani­Jl_ as a~uíc- s ; y a:,;;piré con voluptuo­stdacl la frag-auc1:1. de las nndresel­, ·as que con-en por un h ilo de· balcón á balcón, formando toldos de flores· Y. t?rné, en fin, con mi espíritu á vtvn· eu la ciudad donde he n::t~ido, y de la q uc tan viva gu::trdaré siem ­pre la memoria. No sé el tiempo que trascurrió '11ienb·as soñaba despierto. Cuando me incorpot·é, la luz que ardía sobre mi bufete oscilaba próxir"a á espi­rar, arrojando sus últimos destellos, que en círculos, ya luminosos, va so m bríos, se proyectaban te m blan­do sobre las paredes de rni habi­tación. La claridad de la mañana, esa ciaridad incierta y triste de las nebulosas mañanas del invierno, te­ñía de un vagc azul los vidrios de mis balcones. Al través de ellos se divisaba casi todo Madrid. :Madrid, en \'Uelto en un3. ligera neblina, por entre cuyos rotos giro­nes 1evatJtaban sus crestas oscut as las chi.mene::ts, las buhardillas, los campanarios y las desnudas ramas de los árboles. Madrid ucio, negro, feo como un esqueleto descarnado, tiritando bajo su inmenso sudario de nieve. Mis miem.bros estaban ya ateri­dos, ·pero entonces tuve frio hasta en el alma. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ]_450 EL CORREO DEL VALLE ------- --~-----~·- -------- ·--------------- Y sin embarg·o yo llabía vuelto á 'respirar la tibia atmósfera de mi ·Ciudad querida; yo había sentido el beso vi v1ficador de sus brisas car­g ·ad:ts de perfumes; su sol de fueg·o había deslumbrado mis ojos al tras­poner las verdes lomas sobre que ·se asientan el convento de Aznal­, fYL rae/te. .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . : . ~ . . Aquel m un do de recuerdos 1 o ha­bía evocado como un conjuro mágico un librn. Un libro impregnado en el per­fume de las flor e~ de mi país: un libro, del que cada una de las pá­ginas e un suspiro, una sonrisa, una lágrima ó un rayo de sol; un libro, pur último, cuyo solo título aún despierta en mi alma un senti­miento indefinible de vao-a tristeza. ¡ La soledad ! La soledad es el cantar favorito d el pueblo en•mi Andalucía. II Aquel libro lo tenía allí para juz­garlo. Como cúestión de sentimiento, para mí ya lo estaba. Sin embargo, el criterio de la sen­sación está sujeto á influencias pu­ramente individuales, de las que se debe despojar el crítico, si ha de llenar su mision dig-namente. Esto es lo que voy á hacer, si me es posible. Hay una poesía magnífica y sono­ra; una poesía hija de la meditación y el arte, que e engalana con todas las pompas de la lengua, que se mueve con una cadenciosa majestad, habla á la imaginación, completa sus cuadros y la conduce á su aüto­jo por un sendero desconocido, sedu­ciéndola con su armonía y su her­mosura. Hay otra natural, bre~ e, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere P] ·entimienta con una palabra y huye, y desnuda de arti:6.cia1 desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que la · toca, las mil ideas que duermen en el océa.no sin fondo de la fantasía. La primera tiene nn ~>ra lor dado: e:-:; la poesía de todo el mundo. La segunda carece de medida ab­soluta; adquiere las proporciones de la imag·inación que impresiona; puede llamarse la poesía de los poetas. La primera es una melodía que nace, se desarrolla, acaba y ~e des­vanece. La segunda •es un acorde que se arranca de un arpa; y se quedan las cuerdas vibrando can un zumbido armoniOso. Cuando se concluye aquélla, se dobla la hoja con una suave :sonrisa de satisf:.cción. Cuando se acaba ésta, se inclina. la frente cam·ada de pensamientos sin nombre. d La una es el fruto divino de la unióu. del arte y de la fantasía. La otra e la centella inflamada que brota al choque del sentimiento y la.pasión. Las poesía~ de este lihro pertene­cen al último de los dos géneros, porque son populares, y la poesia popular es la síntesis de la poesía. G . ./i. BECQUER. LA APUESTA [Leyendas i:péditas de Hei~ e ] Pedro y B énder apur·an la cerveza. Bénder dice:-" Tus cantos arrebatan : apuesto á que coo e llos· no seduces á 1\ietta, mi adorada". Ped.ro c;lice :-.. " Yo ~ a.puesto mi .cabaUo contra tus perros: ;: al1.-venn· ·\'3:l,,albff; {1? ; _; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1451 ya Meta, seducida por mis cantos, Habrá iqo á mi· cai::wña." ** * Cuando se :-~proximó la media noche !Salió Pedro, ca11tando; sus estaneias turbaron en C'Oncierto de armonías el silencio del valle y la montaña. Despi értanse las aves en sus nidos, atentas por si viene la alborada, Jas estrellas asoman en el cielo, el torrente se callF!. Meta despierta:-~ Quién está cantando al pie de mi ventana 1 Vístese aprisa y sale. En el destino hora fatal se marca. Sigue la virgen el rumor del canto que al lejos en la noche se dilata __ Va á su cabaña el seductor poeta, y ella._ va á la cabaña. •* • Al otro día, Bénder que b espera la ve llegar inquieta y agitada: -De donde vienes~"-Veng 1 de la fuente" .. -De la fuente .. ! y el cántarof y el agua~'' -Ah! .. no .. Estuve en el río con Jo¡;¡ silfos, donde fui á ve1· sus danzas"· -Mientes, mientes! Ahora es el otoño y es en Abril cuando los silfos bailan. Tus vestidos etStán d0spedazados y llenos de rocío; tus piés sangran_­Hojas en los cabellos !. .. Mientes, mientes, Est~s temblando y páilda." -Ay, no; perdón, perdóname! Fue Pedro: él cantó : y es tan dulce cuando canta, que salí, y en la noche lo be seguido al través de las peñas y las zar;-;as. Sus canciones-placer envenenado­turbñn el corazón : sus versos matan ... ¡ Ya soy suya, soy suya ! Y o me m u ero ... ¡De hmor muere mi alma 1 .En la tarde, en la torre del poblado doblaban lentamente las ce panas. -Alguien ha muerto"-Metta!" En,la capilla yacía su cadáver ante el ara. • Y á los pies del <'adávf'r, Bénder, triste, hablaba en sn dclor :-Perdí mi amada, ¡-erdí mis ti eles Ferros." Y corrí a por sus rudas mejillas nna lágrima ! ll:iAÍAS G AlllBO.\. JNGENUIO;\DES TRISTES 1 Como lirios acuátiles de cinco p éta los, cada uno, así tus manos, y tus ojos, dos vínculos hermanos en que mi buenaventuran;~,a finco. Todo me inquieta en tí, pero mi ahinco es vano y todos mis anhAlos vanos, aunque ante tus hechizos extrahumanos deshojo el alma y las rodillas hinco. Haz que en mi olvido tu mirar florezca, ven, oh risueña encarnacion ~1 ar te, á redimir la sed de mis empeños, y verás como vuelan á encontrarte y á ufanarse de tí, cual tu1 ba fresca de parbulitos rubios mis ensueños. II Ya tú lo has comprendido: desde antaño busca la ingenuidad de mi deJ¡rio, de tu glorioso amor, el blanco lirio por quien mi flauta bizantina taño. ¡ Oh mi casta pasión ! qué injusto daño le has suscitado á tan devoto cirio! en tu idilico altar solo un martirio encontró y en tu soplo, un desengaño. Mus ¿por qué be de~ejar~ aun no emigro de tus dominios, ven á do mis hondas voces, te llaman en lenguaje raro, y de mi ingrato mar sobre las hondas serás en la inminencia del pPligro mi piloto, mi brujula y mi faro! CARLOS VILLAFAÑE. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1452 EL CORJ.\EO DEL VALLE E N EL " TE Q U E f\ DA ~'l ,\ " ( Hdm'!T,\) Hoy, qne la Patria de amargu•'a llena Solloza en Pi umbral del o tracisrrío, En el ant•·o más hondo dt>l 11 hismo Tu estruendorosa láo·rí;na resuena l Y on tanto c¡ue los ámbitos atruena El eco de tu horrible paroxismo, Aseiende tu p t·otesta al cielo mismo, De tus onda,, t:ltal trásfuga sirena. Pero luégo pensando en el altivo Dé-;potu, que tu margen desflorara, Bu:;c:as en el d es ¡.>ret:io u o leniti ~-o ___ _ ¡Un momento tu t:óle ra s~ p:ua, Contemplns tua murallas de eautivo Y escupes la negrura en plena cara! LUIS EDUARDO CA LO ERÓ N, • F U B: G O F :\ T U O l Inédita 1 Dejémonos de risa que de un amor estlí.n en el entierro y como no era un pet'I'O le cantan un responso y una misa. Nada de avisos, coehes ni t ~lrjetas f'n letras gorrlas y cnlut 1dos sobres. Pesengañans, daos prisa, y en alas de la brisa Como al amor de todos los poetas llevadlo al cementerio de los pobrt's! CLÍ~IACO SoTo BoRDA. RETO NO Es el olvido un ave y ella an·anca del eorazón el ml'll y va muy lejos .... El ala negra del olvido es blanca cuando se lleva los dolores viejos. Jr LIO FLOREZ. i\ SOLAS i Imitación l -¿Y qné m!ras f me nijo con anhelo, Acercando hac1a mí los labios rojos. -l\Iiranclo es toy, la dije, el puro cielo, Porque es a~. ul COliJO tus lindos C>jot>. -1':~ qué pi t>nsasV me elijo seria y fría. -En que el cielo no tiene ese rolor, Y.como miente el ciPlo, hermoba mía, Así tus ojos mentirán de amor. ALEJANDIW VEGA. Tu osc~ura cabellera cae sobre tus hornb•·os de alabastro lo mismo que un follaje en primaver-a· brilla en tu:> ojos el fulgor de un asko: y en tus labios, botones encendidos, aletean los b~ sos, como si fueran pájaros traviesos que pugnan por volc. ,. hacia ot1·os nidos. VICTOR RACAliiONDE. DOLOR ITA Le pusiste tan raros pareceres á nuestro mutuo amo1·, que, según veo, de tus labioe me be vuelto tan ateo, que si acaso me juras que aun megniet·es, juro que, aunque me quieras, no te creo. ENRlQUE ALVAREZ HENAO. "" ** Una mujer envenenó mi alma ·Y <,tra mujer envenenó mi cuerpo; ninguna de la;; r:los vino á buscarme, yo de ninguna de las dos me quejo. Uomo el mundo t>S rt>dondo, el mundo rueda ... si alguna vez, rodando ese veneno envenena á sn vez lo por qué culparme' no he de dar más de lo que á mí me dieron. GUSTAVO A. BÉCQUER. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1453 VE MI LIBRO I Tus negros ojos y tus labios tersos me cauti'va ron ; como buen orfeb're seguí tus pasol:l y en la intensa fi Pb rc de 11n s ueño azul, te comulgué con versos. Mas hoy que en tí la llama dl?genera d el espíritu, y algo que divulga tu prosa ingrata, en tu mirada impera .... fispera mano, de bru ta! mane ra ~on ru eoas de molino te comulga! H Baja e l f'X:pe rto buzo hu sta la flntraña más rP.mMa del mar· y busca el g~:~ j ·~ de su arte ro peligro; entre la saña de las aguas lo encue .. tra: perla ex traña ó eneend ido coral : no pie'rde el viaje. Y yo, poeta crédnlo in vest igo cómo á mi sed tantá lica respondo buscando en tí un e'lral ó un or·o amio-o b de tu riqueza espiri tnal testigo, y no hallo á m1 pes~r, lo que persigo porque-y e;;; la verdad-na tienes fondo. CARLOS VJLLAl!'l>ÑE. EL PUDOR---- Clnéuita..l La Noche, , pasional y seductora, Ante e l prado florido se embelesa Y les ba.ce á las flores la promesa De amarlas como el angel de la aurora: Tiemblan l a~ flores a l ll ega r· la hora En que la Noche con pasi0n las besa, Y su alma virgen, de inqui etudes presa, Rechaza la caricia tentadora·. Al fin se va la negra desdeñada ... Y las esqu ivas flores en capu llo Se estremecen de amor con la a1borada! 1 Llega la aurora, les desgarra el b ·oche .. Ln égo el sol las rnnrebita ... y de su orgullo S"e v enga, dcshoj ~n dolas, la nol'lH~ !., 1903 EDUARDO FEtRER. LAS FLORES DEL ABE MO • El h echo pasó en ,·erano, en la éroea en que la vida de las eneinas, de las bayas y de los abe tos estall a en toda su tuerza. La montarw , eon yerbas cortas, pl a n~i­tas apretadas con tra ;,:1 suelo, prodi ga ba como l'Ontraste todos los lujos de la flor, una furia de tuatices frescos, d~:: pulpas luminosas. Marciana, entre el océano de bálsamos y pe rfumes, se s intió úe pronto con una extraña amargura. Por prim e ra vez en sn vida sintió un va¡.{o descon ten to 'contra esa hermana bri­llante cuya belleza y gracia no sólo reco­nocía ella, sino que las proclamaba alta­men te. · Al verla marchar· cerca de Francisco Darganco y rozárse con tinuamente con el joven , se e ntris tec ió. ~ Paula amaba á Francisco del mismo rnodo que á tantos otros á qni en ~s había atraído enloquecido y d t:!ses perado. Pero & no hnbi era podido notar que esta vez robaba á su hermana nenor una d icha posible~ .Antes de habe r intentado fascinarle, Franeisco hacía casi la corte a Ma rciana . Al menos, se ntía un placer sincero en compañia de la j oven. ¡Hubiera sido tan fác il no hacer caso de' ese recién ven ido, dejar una endeble es­peranza á la que se in c linaba con tánto gusto al resplandor· del corazón ! ¡Pero nó, e lla no q_uería dejar escapar á ninguno! Nece.; ita ba á toda costa esa presa nu eva por el ún ic·o pbl:et· de atormentarla. Y l\Jareiana miraba oblicuamente Ta mareha a lac!a de su her·mana, su tez más fresca que la de los niños, toda la irra rJia­ción misteriosa, toda la enigmá tica armo­nía que la hacia irresi~tible. ¿,Cómo luchar <'on ,ra esa seducción con un ro;;t ro agradable, pero sin brilio, ojos ti ernos, lindos, pero no d eslllnJbrantes, ·nn cuerpo elegante, pero modesto de líneas y de rit mo~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1454 EL CORRto DEL VALLE Se sintió perdida, y, ademfÍs, vió todo lo qne es<· pobre Francii'co, de alma de­masiado sensi ti va, iba á s ufrir. Salió la parr:•ja rlel camino y ~:>igu ió por un sendero de pastor. La yerba era más corta aún, pl'ro la 11 fl ores e ran más nume­rosas: la g· unas, lagos, torrentes de flores. Una zanja los detuvo, vertiginosa, en cuyo fondo se oía la aiPgre voz cristalina d e una onda. Paula tJe indinó y dijo lan­zando nn ligero g rito: - ¡ Qné de licio as so ldan elas! Sob re un Ps trecho saliente, á pe>cos me­tros de !a orilla, ha bía, en efe~to , un gru­po exqui s itú de esas flores de las nieves. L evantaban sus cabecitas brillantes ha­cia la luz: su vista daba á la vez una im­prt> s ión de belleza y de vértigo. Al otr e l g rito de Paula, Marciana se est re ru e ció: cunocla 1 a maldita coq uete­rfa de su l. ermar.a ; temió qu e indujera á Francisco para qu~ se apoderara de ese ramo del abismo . La cusa no era imp o~ ible pa ra un hábil trepador de rocas; p ro el menor paso en falso e ra lo mismo qn" ir á la mue rte. Es indudab le que Paula debio pensar­lo; es probable también que apartara la t entacion. Un iigero aceidente vino á comp\icar el estado de ánimo de los paseantes. El brazalete de Panla, m·d cerrad o, sin duda se abrió brusearneute y rodó sobre ' la mura lln granltiea. Por una de esas ca­s ual idades que parecen una obsr.u ra ma­licia de las cosa , la joya ~e detuvo prc­~ isamente en !a misma plataforma: allí. encontró u .. a superfi c te blanda, saltó d é- - bilmente y se detuvo entre las flores ape­t ecid as. -¡Qué lástima !-exclamó Pauta, con c ierto pe::;ar.- ¡Era mi tal ismán! -¡.Siente Ud. do veras su p érd ida ~- preguntó F rancisco. -De veras que si-di jo e lla. Pero se contuvo inm d iatamente. -No tiene ningún \ a lor _____ _ ._Una chuche ría _______ . Sería absurdo conce-derle la menor importancia. t Pet·o en su mirad~1, fija sobre Fra uds­co, estallaba un deseo ardiente : el de que se sacrifica~·a á su capricho, que arries­gara su vida por una sonrisa de ella. El joven dio un paso hacia el abismo. Marciana lanzó un gt·ito de espanto y se puso dela .1te de é l; una luz pet·versa ilu­mino los ojos de Paula que, sinembargo, protestó: -&Está usted loco, señor Dargance Y Francisco, con una sonrisa extraña, cedió á las súplicas de Marciana. Los tres d eshicieron el eamino andado, ha­blando cosas indiferentes. En el chalet, Francisco fingió subir a su cuarto: pero, pocos minutos después, volvió á salir furtivamente en direc~ión al tol'l·ente. Por casualidad, Marciana lo divisó de lejos, entre las hayas y abetos. Adivinó todo, y se quedo atónita un instante, in­capaz de hacer un movimiento. La reacción le devolvió su energía. Cor·rió al cuarto de Paula, y la aga.rró con violencia del brazo, diciendo: -¡Pronto! F•·anciseo ha ido á la mon­taña. Tú sola puedes impedirle que arries­gue su vida; vol ver· á á tu voz. Paula, domtnada por la emoción de iU hermana, la siguió; las dos echaron á eo­rre r, pero la mayor prete xtó muy pronto el cansancio y contuvo el paso. Francisco había previsto la pe rsecu­ción: fué pot· el atajo, f1·anqueó obstácu­los donde las jóvenes no hul)Jeran pod1do pasar, y ellas llegaron en el mismo mo­mento en que él desce11dla al abismo .... -¡Qué locu~a!-exclarn ó Paula; pero toda su persona respiraba la alegria más bien que el te;~or, mientras Marciana lloraba amargamente. Cinco horrible:; minutos trascurrieron: desp ués surgió una silueta lentamente en­tt ·e las pi edras, y Francisco se presento llevando en una mano las flores codicia­das y en la otra el fatídico brazale te. Pasado su tenor, Marciana se sintió llena de una amar·ga tristeza. El acto in­sensato que alababa de cometer el joven Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • EL CORREO DEL VALLE 1455· ----------- - ---- - --------------- 1rf>velaba ha taqué punto había desapa­recido toda e peranza para ella. Esperaua Marciana, triste. desespera­da y ha ·ta celo a. U u y pronto estuvo á su lado Francisco. Se det:JvO cerca de Paula, le alargó el brazalete y le d!JO : -Aquí está el talismán, señorita. Es­pero que le dará la d1cha . Mareiaoa, mortalmente pálida, intentó sonreír ~1 triunfo de su hermaua, pero de pronto su corazón se detuvo: una alegría fresca coruo el agua de los manantiales, penetró en su sér. Francisco se volvió hacia ella y le ofre­ció las flores, murmurando: -Soy supersticioso. He jugado mi destino sobre esas flores d<·l abismo .. _. Me ba parecido que, al arriesgar no poco mi vida por ellas, la arriesgaba también pur usted . J. H. ROS.NY. NUBE NEGRA Aquella noche, como de costum­bre, estábamos reunidos en el salon­cito de nuestra casa de campo, en uno de cuyos muros pendía un reloj, que marcaba el tiempo con el vaivén acompasado de ~u péndulo. Mi pa­dre estaba sentado á la cabecera de la me~a; yo leía en Vcltas, d·~ Becquer; los demát'; oían. La noche estaba oscura v á inter­valos llegaban á nuestros ·oídos los misteriosos ruidos del campo: el le­jano ladrido de los perros, el paso de rt.lguua ave nocturna, el quejido de una rama que se quiebra y la con­fusa algarabía de los grillos y las ranas ocultas en el juncal vec- no. De pronto no~ sorprendió el b1 il~o de un relámpago y se desató una tormenta; el• viento , il haba afuera é inclinaba las 'co-pas de los árboles; la lluvia. caía á torrentes, y el trueno retum­baba á l0 lejos encontrando eco en lo5 Yecinos montes. ¡Los elementos desatados afuera­uuestras al mas unidas por el amor adentro;-afuera la furia y el desor­den, adentro la armonía y la paz ! El cielo estaba negro y encapota­do, pero aquel mi pequeño cielo es­taba limpio y puro! Al sentir levantada mi alma por la sana lec~ura, y ensanchado el pe­cho por aquella atmósfera de amor; al escuchar aquellos corazones que palpitaban al unísono, en tanto que se desataba la tempesta.d afuera, sentí el deseo de que el tiempo de­tuviera su paso, y comprendí que la felicidad puede encontrarse entre las cuatro paredes del ::;alón de una ca­sita de <::ampo. Oblig-ado por estos pensamientos, suspendí la lectura y contemplé aquel cuadro vivo, paseando la mi­rada. alegre en t0rno de la habita­ción. Pero al tropezar mi vista con el reloj que, pendiente del muro, se­guía marcando el tiempo, cruzaron como una nube neg·ra por mi mente estas palabras: Y mañana? Cuán distinto fue entonces el ctia­dro que se presentó á mi imag-ina­ción- en vez de cabellos neg-ros y ca­becitas rubias-vi cabezas encaneci-· das; en vez de ojos con fulgor de sol de oriente, vi ojos con indecisos res­pL-• ndores de ocaso. Pensé cuán triste sería el recuer­do de esa deliciosa velada, pasados muchos años, quizá en el mismo apo­sento de la p;-ttern'l casa, en una no­che semejante, en que se escucharan los ecos de la sorda tempestad, que resonaran en las mismas llanuras y montañas, porque entonces al pasear };:¡ vista en torno de Ja habitación ¡cuántos nombres de séres queridos, separados ror Ja distancia, y cuán­tas tumbas hadan parte en la fúne- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lt EL CORREO DEL VALLE 1456 bre proce:->ión de recuercos que cru-zarían por mi mente! . .. .. . Enjug-ué una lágrima q ne a ·c,mó á mi pupila y recometJcé la lectura. Et viento siguió sih·ando é incli­nando las cop-as de los árboles, la lluvia sig·uió cayendo á torrentes, el trueno ' ig-uió resonando y encon­trando ·eco en los vecit1os · montPs, 11uestras almas siguiet·on elevándo­f'e en ala.s de la ima . ., ínaci6n del poe­ta sevillano, y el reloj, con su impa­sible tictac, siguió marcando el tiem po que nos conduce indefectiblemen­te al porvenir, á lo dt~sconocido. D1EGO u RIBE. LA LUi\ A J. liii ESl'CJS,\ Ya del Orient~ en el conf1 n profundo La Luna aparta el nebuloso velo; Y leve sienta en el dormido llllllldo ~u casto pie cun virgi11::tl recelo. Absorta ::~llí la inmensiclacl <>dnrla, Ru faz humild,, al cielo lcYanta.ci:J; Y el hondo azul uon eloc:uenc;a muda Orbes sin f1n ofrece á su mirada. Un lucero no más lle\'a por guía, Por himno funeral silencio santo, Por sólo rumbo la reg!ón va<:Ía, Y la insondable soledad por manto. ¡Cuán Leila, oh Luna! á io alto del espacio Po1· el turquí del éter lenta sube'~ Con ricas tintus de ópalo y topaeio Franjando en torno tu clo.sei de nubes! Cubre tu marcha grupo silencioso De rizos copos, que tu lumbre tiñe; Y de la Noebe el iris vaporoso La 1egia pompa de tu trono ciiie. De a!lí desciende tu ealltl~a lumbre, Y en argPn tinas ga&as se el .>¡: l1ega De la nevaJa sierra por la eurnLre Y por los senos de la umbrosa vega. Con se,go rnyo pOI' la falda osenra A largos tre('hos el foll~tje toeas, Y tu albv re;,plandor sobre la ;.dtura En mármol torn3. las desnudas roea.;; O :..l ¡Jic del eer:·o do la roza our,Jea, Con el matiz de la azucena bañas La blanca torre de vecina aldea En su uido de sauce;:; y cabañas. Sierpes de plata el valle recorriendo, Vér.se :í. tu luz las fuentes y los rlos, En sus brillantes roscas envol\'iewlo Prado$, florestas, c:hozas y plan tíos . Y yo en tll lumbre difundido, ¡oh Luna! Vuelvo al tra\·és de solitarias bre1-1as A los lc>janos vallc;o, do en su cuna De umbro::.os bosques y erwumbradaj J)<:'ñaR, El lago del D es ierto reverbera, Adormeeido, n1 tid o, sereno, Sus montai'las p i11tanno en la ribera, y el lujo ue los cielo.;; en su seno. ¡ Ob ! y estas son tus mágica~ rf'giones, Donde la hnn1ana voz jam ,)s se e.seucha, Laber intos de selvas y peñones En qne tu rayo eon las :;ombras lucha; Porque lns sombras odian tu mirada ; Hij;;¡s del Caos, por el mundo e!Tante3 ; Náufra~os restos de la aroti~ua Nada, Que E:ll el mar de la luz vagan flotantes. Tu lnlllbre, empero, entre el ,·a por· fulgura, LLwe del cerro en la áspera pendiente ; Y á. trechos ilnminá. en la espesura El Ímpetu salvaje del torrente; En luminosas perlas se liquida Cuando en la espuma del raudal retoza; O, con la fuente llo1·a, que pet·dida EJtre la oscura vOiedad solloza. En 1:~ mansión oculta de las Ninfas Hendiendo el bosque á penetrar alcanza; Y alumbra al pie de despeiiada'l linfas De las Ondinas la noctul'l1a danza. A tu mintcla SU!'ipPtHiido el viPnto, 1Ji :lrbol ni flnr <'11 e>l DesiPrtO ag·ita: No hay en los s~res voz ni tnovi1nieuto; El corazón del mundo no palpita .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 14S'l EL CORREO DE!. VALLE ¡Se are rea e l c e ntin e la de h l\fn r:> l'te! ¡Hé fl q ní e l S il(> n <· i" ! Só lo en ;;q pt·t> e ncía Su pro pia d Psnud e 7. el nlnw advi e •t e, ~ Su pr.,p ia voz esc uc ha la coociPn c ia. Y pifln so aún y con pavor medito Que del Silencio la in so ndable e alma De los s e pulcros es tr emendo grito Que no oye el cuerpo y estremece el alm-a. Y á su muda s eñal ele Fantasla Rasg·and o al tiva su mortal sudario D < 1 in ti 11 ito á la exte ns ión sombría Ren1onta audaz e l vu e l,o solitario. Ha:;ta e l confín de los espacins hiende; Y dt'sde a llí c or.t e mpla fiJT ebatada E¡ pi é lflgo de mundos que se e ~tiende Por e l callado abis •no de la Nada! .... El que vi s tió de nieve la alta si e rra, D e o:;c uridad la s selvas see ulares, V e hi e lo e l polo, de v e rdor la ti e rra, Y de hondo azul los ci e los y lt•s ruares, E e!Jó tambi <'n so ure tu fHz un Ye lo, T e mblando tu ful g·o r para q ne e l hombre Pueda los or bes nume rar d el ei el o, Ti emble ante Oios y su pode r le asombre. Cruzo perd ido e l v::¡,¡:;to firmam ento, A sume r g- irme tor·no ent r·e m1 1ui smo; Y se pi c· rde otra vez mi pe ns l'ltni ento D e mi pro pia e xi s te ncia en e l :::.u !smo. D e l iri os si en t o q ne mi men t e a t erran ... L os And.Ps á lo l<>jo;; en lutados Pi en so q ue son la:; t um LHtll clo se enci e rran L as cen i z1.s d e m undos y a juzgados .... El ú ltimo luce ro en e l Levan te Asnma, y tri ste tu pa r t ida ll ora : Cayó de t u diadema ese dil'l. rnante, Y adorna rá la fre nte de la A ur ora . ¡ Oh Luna, adiús! Qn isiera Pn mi -lrspecho El vll leno- u::tj. e maldec ir del homb1·e o ' Qnc tanta' emocionr:>s en su pecho Dtja que broten y les n iega un nomhre. S' agita mi ::~lma, Jesc;;rpra .Y g-i ue, Sintién lot>e en la c.< nrnfl .o t·ísinnet·a ·' R ·c·nerda al Vl"rtc sn tnisiún !'nblíme, Y el f rági l polvo sae udtr qui s iera . l\hs si del polvo libre se IHnZfll'a E sta que si e nto. im::~gen de Dios mismo, Para t"'nd Pr su vuc~lo no basta•·a Del firmamento el infinito abismo; Porque Psos astros, cu_yfl luz d('. maya Ante el brillo dl-ll alma hija del cielo, No son siquiera arenas de la playa Del mar que se abre á su futuro vuelo. DIEGO FALLON. SALUDO El inteligente escritor Carlos Vi11afañe, compañero del chis­peante Soto Borda en la redacción de La Barra, ha estado por unos pocos días en esta ciudad. u.L\.1 pre­sentarle nuestro cariño~o saludentO J'. Opina el doctor Glenf,·li, autnr del hallazgo, que se trata de un EvangPiio no publica­do y atribuído por la tradición al Após­tol Santo Tomás. Hóllanse en la coleceión sentencias cuya sustancia ::se oncuent~a en los Evangelios. conocidos, pero c~on notabl e. variaciones, y otras de que no. han hecho traslado los cuatro Evangelis­tas . Entre los papiros ha ll ados los hay anteriores á la Era cristiana en siglo y medio, flrrojando mucha luz sobre la his­toria de aquellos tiempos, y un epítonie en latín de lo se is libros perdido~> de Tito Livío. Otro papiro menciona el het>ho de qne á un muchacho esc·lavo se le iba á enseñar taquigrafía por 130 dracmas. El más notable de los dichos atribuidos 3. C1·isto es: "Que el -que busca, no cese de busC'ar hasta que <~ncuentre, y cuando. enC'UPnt re que se lllaravil~c; porque mnra­villándo -e hallará el Reino, e:-to es, el Reino de los Cielos, y cuando alcance el Reino, descansará. " SA CION Como en todas partes los juegos quP se consideran ptohibido;;, imprimen rna.'- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE 1459 ca de oprobio sobre los que en eltos se ejet·citan, bPmO podido observar q11e en 1\léjico, como en el l~cuadur y la Argen ­tina, lo<> diarios publican la lista de los ju~aderes sorprendidos pot· la Policía en oficw, para poner á di::.tancia de la gente honrada IJs hijos del vicio. El jugador e:11peña no sólo lo propio sino también lo ajtlno-pruebas saltan ~ la vista aquí como en todas partes. El jugador, decía un pensador, principia por· ser robado y acaba por ser lad('(>n. El ju­gador se hace p etardista y trctmpo o; y es capaz de sacr ifica•· hasta e l honor de la familia en ar·as del vicio. Cuántos ma­les se evitarían; cu·l ntas desilusinnes no nos sorprendieran, si la mano de la autori­dad e hiciera SPntir en esos asilos del deshonor y del crimen. ARTE DE AGRADAR No habléis jamás de vosotros ni de vuestras cosas. Escuchad sin interrumpir jamás á los que hablan, aunque hablen d'3 ellos mis­mos . . Después de C'sto medid vuest1·as fuer­zas para hablar y escoged ti e m f'O y asur.to. Escuchad á los sabios, y con ellos sed pan~os con vuestras palabra:;. Hablad cosas serias con los hombres sensato . "ed prudente y sufrido con los necios. Ved solo en todos lo que haya_en ellos de bueno. . Haced la vista gorda para sus defectos. 'fened, en fin, pt·esente que vivís en sociedad, no por vosotros sino para com­placer á los demá . Si no ten éis valor para observar esta conducta, si os repugna, dejad el campo y retiraos. ,R. ~~! 1·1 rr J:r J~ rr ,D--O-~-~o1 BAZAR DE SAN NICOLÁS El mal t iempo de los últimos dtn" de Dieiembre impidio la completa y fnltz realización del Bazar á beneficio del Nne~o templo. I-Iabieodo quedarlo la mPjor y más abundan' e existencia de ob­j e tos, se reserva su a11 ertura pat·a el d1a de Pascua (3 de Abril) en el espacioso local del Colegio de Santa Librada. El Cura de la Pal'l'oquta da las gmeias n las personas que tan bénevola y gt>nPro ·a mente correspondieron á la excrtal'ión que se permitio hacerles en favor de la obt a en construr:ción y conft a en que In< que no pud .e ron llena r sns deseos eu la época sei'lalada entonces, podrán' sat1:;f.1 cer sus buenos se11timiento1 hacia la Igle;ia en la próxima o·~asión. Los objetos vnch·en á qtt~1ldar d<'po-;i­tac! os en casa del señor uon .L\lanuel Ca 1·· vajal. CIRCULAR Cali, Enero 27 de 190-!. Sr. Director de "El Correo del Vall,.l'-:·. l\[uy seño t· nué::;tro: Tenemos e l .honor de parti cipar á n~ t.ed que por escr itura pública nlÍnlPr" 3g de e:sta misma fecha, otoqrada 11nt• ,.¡ Notario número 11? de> este Ctrcuito .Y ¡o(lJ' común acuerdo y mutuo convenio, lw '''' disuelto la soc1edad mercantil que> p ·ra­bl •cimos en esta ciudad de ·de el 1 '? de Julio de 1903 bajo la razon social de BEPLA1' & HOLGU1N El activo y pasÍ\'O de dicha casa ha quedado única y ext·lusivamente á fa,·or y á cargo d el socio Otto Ih•plat. Rogamw i\ u'lted tomat· notad<· la ¡ re sente cireula r· y nos SLISc ribi nlOS de u"te muy atentr:s y S. S. ÜTTo BEPLAT. · -HENt~tQUE HoLG ÍN. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORRED DEL VALLE 1460 GRATIFICACION 8·~ dará una muy l;wena á quien 0ntregue en la casa del doctor Tg·nacio Palaú, una cartera de <'U f' I'O de rusia, perteneciente al señor C. Villafañe, la cua 1 se ha nf'rdido con varias rartas y tar .:etP 'l, $ 4,550 en billetes de $ 50 ;:r $ 100; y una letra girada á Bogotá por Honor]o Villegas & \]~p or$ 10,000y úfavor del mis­mo señur Villafañe. Cali, Febre10 9 de 1904. CONDICIONES El o•·rco del Valk fundado en 1§94 Se publica lo~ jueves ele cada semana. A't! <.uc s(! le envía. ... e 'ar.jea con todos los pt'riódieos nacronales y ~ t ra n jeros. Apartado de correo m'imerr· fl5. Agente general, Mateo Gamboa. Dirección telegráfi:-a: BLASCATIPETTA.-C:ali. --------- LUIS G. BARRAGAN Ofrece llevar agua á do­micilio y piedra de toda cla­se para edificar. También se compre1nete á trasladar, en su carro, de nn punto á otro de la ciu­dad, toda clase de o~jetos. 5,-3 ---------------- SUCESION INTESTADA St> nvisa á los (pe ~P. crean con de recho á l?t RnceRión intestadH de las fina ::hu:; st>ñori tas E l oisa y F ~llt~­tina Llanos, q 11 e 2e ha d~elaraclo ~bierta por auto de f'StH Juzg::lrlo dt"l Ci>~eltito con fecha veintiot'bo de Noviembre de mil uov ec iento~ tres. Cali, :Febrer0 8 de 1904. El Secretario dPl Jt¡zgado, J'o&é 1Wa1'Ía Va.?'o1za Ll. Se vende una casa bas­tante cómoda y situada cuadra y media arrriba de la esquina del puente. Pormenores los dará jORGE PiNEDA C. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE Cómprela Usted Se vende una casa inmediata á ]a plaza de San Nicolás, contigua á la de Primitivo Romero. ÜJns­trucción nueva y bastante solar, con árboles frutales. Enteuderse con Blas Scarpetta ó Alejandro Guevara. 3-3 ISNIAEL ESCOBAR B. Vende en Palmira por la mitad de su valor : Una r.aSC\ eh~ ::~dt>h 0 , C'ubierta de teja ('n la cr> lle d!:' l l\I ut:,dero, á tres r.undras y nwdfa O\, la ¡•L-1za princip;=d. Un est<1h lecimi<-' nto clt: Gai¡:>ón con sns t>ll;,eres, sitttr.cio en '' lA• f'orl;::~da de S<~nta Earh;:~t'l1, '' con casa de habitaeiótl. ( Pr<·pied< des habidas antes de la gut>rra pa!lada.) Acepte ttna permu ta por una casa 6 una finca de cnmpo en Cali. Eoterdt'rse '"'n Palmira, con Da· mit: n Mora, ó '~n Caii con el vende­dor, frente á las Galerías contiguo al Estanco. 4-2 ----------------- F i d e 1 Rizo Ven ,]e una casa cómoda, de Rll propiedad, en el barrio de San Ni· colás. Entt>nderse con el St ñor Fran· cil'co Gnerrero en dicho b;;rrio ó con el senor Joaquín Palacios en su Es· t ilblecimi entó de peluquería en la plaza de mercado de est.J ciudad. LIBRE ESTIPULA O_! JN. Vendo ó permuto una ca­sa cón1oda, reciente1nente construída. Eduardo Sierra F. 6-:3 SE VENDEN 1 Ochenta mulas de El Alisal y San J e rónimo, acostnmhradas á pasto de lo !~'! r~ Pueden verse en la hacienda de "La E:, ­ned:: t". El señor Franeisco A. Lozach da­rá inform f's en Cali y Enrique Sant:1m :, ­ría en Yumbo. 4-0 Dr. Pacífico Rivara G. ABOCADO y agente de negocio§ UALI.-ÜAUCA.-UOLOMBIA. Telegrafo : Adalmar. 12-7 SE VENDE POR ORO O POR BILLETES Una finca en el Distrito dt· P rt v;:¡s compuesta de cafetal [más ó me nos 50-00 árboles) en muy buen estRS firF>S. Polvos de arroz MlliOa-Lescaut, Ro-y1. le y Veioutine. Pa ñ1H:Ios de ~eda y de lino. Pic¡oé blanco. Paños n g-ros y cte c·.olor. Puños parfl homb1 e y para st·ñont. Rasetes. Satinetas. Sumb1 eros de fieltro, ala dzwa. S?mbreros finos para señora. Tir~ntas. Telas de st!da para traje¡;; y parA fa~das. V I N () T I N T O en cu r.~rtos y t>n medi ns bPtt>llas W 1 S K E Y "American Club " y "Brandy Hennessey' 6--6 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL, VALLE EN LA FABRICACIÓN DE AZÚCAR ! ! Verdades sobre el azúcar de LA MANUELITA Elnúcar de LA M ANUELIT A está empacada en bonitas talegas cosí· ~ as . E~tá empa<·Hda t-!n la fábrira y ::~bierta en el bognr ; 1,10 uay manost () inte rmt'di ;uio ; ror eonsig-tJÍ'-' nte, nn hMy rl esaseo , no h;:¡y desperdicio, no ha y acl ultel'rfecta. Cómoda en forma, perfecta f'n cnli dad, brillante ~:.n l'lp:'\rient·ia, ninguna azúcar la iguala en f'X ce le ncia. Cu?. ndo cotn pn· usted t>Rta az(wnr, acuérdese que la t a ltga cosida ll eva e l l <:> tr ~ru dt-~ ' 'LA MANUELITA", eomo también el nombl"f3 de ios fabri ca ntes. Ust{>d estH­rá snti sfec htl en ~ 1 momPnto f'[¡ que- abre una talega, Usted estará más sa ­tisf t>cho cuando la lw probado en su café, dnlces, etc. Está de venta en t o· das las poblaciones, desde Popayán hasta Manizáles, y es únicamente L­bricada po r !a OAUUA VALLEY·AG.KICULTURAL C.o Sucesores ele Santiago M. Eder. Palmira.-Cauca. ENRIQUE RODRIGUEZ V ende una casa, dos cua­dras abajo del Hospital. En­tenCL rse con él 6 con Roberto Valencia. le -conviene a Ud ? Se vende la casa de J usla Roías, v. de Caicedo, distante tres cuaci 1 :~s y media de la ¡t!Rza de la Constitu ­ción, t:alle de San Nicolás. Entenderse eon Ernesto Gavírt"a. Cali, Febrero de 1904. 5----_4 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1 EL CO~"REO DEL VALLE ¡ 1 L A.brirá sus operaciones el l. o de Febrero próximo. Desde esa fecha abonará las siguientes ratas: Cuentas corrientes ó depósitoR á la orden 6 ozo anual. , 2 meses 9 o¡o , ., 3 " 12 ozo " ,. 6 " 18 0}0 " " 12 " 24: 0]0 " Los intereses se abonarán por trin1estres vencidos para las CUENTA~ CORRIEN'l1E8 ó DEPOSLTCS A LA ORDEN, y por mensualidades, también vencidas, para los DEPOSITOS FIJOS. . El BANCo hace operaciones en participación; abre créditos flotantes; afianza obli~aciones; reendosa Letras y Pagarés; hace préstamos y descuentos; co1npra y ven­de Letras sobre el Exterior y plazas con1er0iales del país. El 30 del presente mes debe cubrirse el primer ins­ta1an1ento. El 29 de Febrero queda cerrada la suscrip­ción de acciones. Local : CALLE DE SANTA BÁRBARA, media cuadra al Occidentt> de la plaza. Palmira, Enero 18 de 190+. El Gerente, Lurs FELIPE RosALES. El Director l. 0 Alonso JJiadriñán. 12--3 El Director 2. 0 Rito Antonio Medú~a. L
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 157

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 159

Por: | Fecha: 25/02/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 , (Rcpúblicn de Colombia) .t'EnHEIW 2:1 DC HIO.f -?\o 159' ferio die,~ E L L A B R 1\ D O R El labrador es el rey de la nabí­raleza, pero el e:scl avode la sociedad. Los cielos ofrecen rocío á su obra, el solla fec und:-t, el aire la conserva, la tierra la alimenta, las estrellas velan su noches; y todos los ecos de la cr~ación son los cantares que, ó celebran su nacimiento ó lloran su muerte. T odos los gérmenes de vida que el a liento d el Creador e;.,parció en los espacios, como semilla eterna éie los séres, se fecundan, brotat1 y crccea al soplo del labntdor. De suerte que sus brazos :son como el instrumento de que Dio se Yale pa· ra perfeccionar la naturaleza. ¡Qué hermoso e · cuando el cielo se esmalta con ese azul riente df' la primavera, y la tierra comienza á dar el jngo de su sa\·ia á los árboles, ver desde la humilde cabaña, ni en­vidiado ni envidioso, las primeras blancas y rojas flores que da el al­mendro ; l<:.s primeras maripo'-'asque rompen ::;u capullo y se bañan en sua­Ves aromas, siendo el pétalo vivien­t e de las fiares; la primera golondri na, que cansada de su larg·a tra ve­~ ía, ¡.,e posa en la cúspide del can1- panario, como aüaída por un ciego sentimientoreligioso; ydee tasuer­te es el a lma como el relámpago de luz increada, como eter11o eco de las annonías de la creación, y vive con la \'Ída l.lniversal que desciende .á. ·- raudales de los c·ielos. El labrador' ofrece á la "'ocidad los tributos· de la naturaleza. Suya es la vela que el marinero extiende para aprisioná.r los vientos; suya la seda en que se envuelve el magnate; suyo el blauJ co li1-.o que viste el niño en su cuna; suyos son todos los velos con que se resguarda el cuerpo de las incle­n1enciá. s de los elementos; porque es como el mediadot entre Dio::; y la na­turaleza, entre la naturaleza r el bom bre. Y cuando la estación dl! las lluvias viene, arroja el trig-o en la tierra, depositando en él todas sus espet·an­zas, que reverdecen al verle brotar basta que el sol drl estío lo dora~ entonces, cuidadc,so, lo recoge con deleitosísimo afán y alimenta á itrfi­nitos séres, pues sus manos, siem­pre avaras de los tesoros de la vida divina, la reparten entre los bombtes. Y sin embargo, ¡ pebre obrer·o de Dios, que así contribuyes á realizar sus fines, que recog-es f'n tus manos el rocío, que llevas las fuentes de la vida á todos los labios de lo:; hom­bres! ¿Cómo no se han acordado les b'ombres de tu suerte? Los mismos que visten esa ~-eda, que sin tí nun­ca se viera tejida; los mismos que te deben e os ricos elementos, te me­nos prec ian, te olvidan. Cuando una joven del gran mundo marchita en­tre los rizos de sus cabellos una flor, no se acuerda del pobre que la arran­~ ó á la tierra, consagrándola cuida~ dos it1 mensos, poniendo en ella todos sus pensamientos para que el sol no Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 .. 147E; EL COHRÉO DEL V ALL]) pudié;:-a abrasarla, ni de~vanecerla el vie11to, ni abo ;~·arla en sus torren­tes b lluvia, ni coe¡·J;t lo::; insectos; v cuando s eca v casi Je:--;bu je:~da b. ~rroja de t>í, ig·no.-::t que las lágri­mas del pobre labrador acaso ~e mezclarían en aquel cáliz con las lá­grimas del rocío. ¡Y si fuera sólo e~to! El labrador nunca se cura del mundo; trabaja porque trabaja, cott1o el 1·uiseñor canta sin saber si sus cantares se perdec"in en los aires, ó irin á reg-a­lar con c·ms acénto~ enamorado~:; co­i- a zones. El labrador, al borde de su era, rodeado de sus mieses. bajo un árbol que plantó su padre y qu~ deja caer· sobre él sus ramas ofreciéndoles re­galados frutos; recostado en el lomo de uno de sus bueyes, q Lte uncidos le miran sumisos cor:~o si se aperc¡­bie!:> en al h • bajrJ, ,-iendo c1·uzar vor los aires la blanca paloma, á quit'n presta asilo, y sestear á sus plantas los e orderi !los qut" a pacieuta, ento­nando á la par cantares melancóli­cos, que se parecen al ruido de las hojas secas en el otoño, es un artis­ta de la na tu raleza. ¿Qué pintor tr~zó jamás una flor como la flor del almend r o, 1¡ ue pare­ce como de nieve dorada P• >( los ra­yos del sol poniente'? Q Llé poeta safÓ jamá-., á su arpa ~.one ~ , tan mc­lo'dio~ os como esos can tos popu 1 ares que al caer la tarde, Guando la carnpana de la oración sal nda á Jos nacientes astros, levantan al cielo perfumado en el amor divino.'Jos po­bres labradores'! ¿_ Dónrie hay un cuajro más bello que una de esas campiñas meridionales arn-~ g-ladas por el trabajo del pobre labrador, en que las vides se extienden for­mando verdes alfombras por los sue­los, y se levanta el sombrío olivo, y el naranjo cargado cie frutos de oro y flores de plata, que como pebete-ros orientales ilen;:u e!~ aronLlS lo~ ~ir;.·s, y sobre ta:1tos ;:rbo1e~>, de t:m va,·io \·erde matizados, se eleva la pulmera de s tac de lores. Tal e::-; ~u triste suerte. Pero no te desconsueles ¡pobre la.: brador! Veudrán días mejores que matarán la usura y ct·earán en cam­bio baucos agTicolas para libertarte de su oprobios~ sen·;dumbre; el de­recho, n~spíandeciendo como una es.: trella, ob1·e tu frente, endul7ará tus días; la asociación te proporcionará t11áquinao; que te ayuden á domi1nr la naturaleza; la 11bertad', lejos de arracarte tus productos, tP. hará re­producir con creces y larg-ueza tu& tributos, no consag-rándolos á com- ' prar voluutacles á los tiranos; y tu alma se cernt'rá g-ozosa sobre los. campos, como las n:1ariposas sobre las flores. Mientras tanto, yo nada pueda hacer por tí. Si Dio~ encendiera al­guna idea en mi oscura mente, la pc)Udría á tu servicio, comn á tu ser­vicio he puesto los sentimientos de mi corazón. Así sólo me es dado pe­dir al ciélo que se acerquen es<;s días, uniecdo á tus ruegos la~ oraciones que me enseñó mi madre; lengua u ni versal conque los cristianos, aun­que apartados por la distancia, nos dirigimos á Dios, uniéndonos en amor infinito y en mefables y tiernas es­peranzas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1476 ~·~-----------------------------------------------------~--~-~~--~-------- PLFGARJA DEL ALBA Soi1é q no allá, b<1jo el hogat p~t( r 10, Dormlrlo en tu regazo, ml:ldre mía, Sobre mi fren•e p1ílicla s<' ntía El beso de tu amor, sublime y tierno. Po116 que al despE'rtar, tu dnleP- ::~eento, Como un ec•1 del <·ielo desprendido, Anidaba Sil mü~il·a en mi <•Ido, Para arrullar mi insomne pensamiento. Soñé gne tu du!eí~illla mirctda Mis ojos1 ¡ay ! acariciando abr1a, Y at levantar rnÍ$ párpados v eía El ro:st!'O d e la 1nadre idola ~ rada. Y soñé f]lle tn angélica sonrisa Rizó por mí tu venerable frf'nte, C~omo clara y punsima corriente Besada po•· el soplo ñe la brisa. Soñ6 .. ! mas ay! qnr ni despPrtarrful sue!1o l\f ,. halle muy lejo,; del hog;u- amado, '{ tan &ó! r> en mi '~"P ritu grabado 'l'n se¡;nb lante pnrí i1 uo y ri s n t)l'io. Ah ! yo so~ahn fl,·spertar <'ontigo; M 1rlr<' d e m i-> h , r · •a Hns, madr':l mía, Y llH' hallé '1'1'~ .. n 1111 p.,raliiO dormía ~ i.1 f'l n Ól:'l b ''·u l nem 1go. > l' t> nto n• ·rs la 1nirada al cielo, 1: "~'l al despnntar PI d1a1 Annqne proscrito del boga r paterno, Encuentra e l eora.dn1 profundo y tierno, Que re::;ponda al llamarte : ¡ madre mía ! RrcA two GoTIÉtmE.?.. L A E S P O S A M IJ E R T A [ lmitaciút. 1lel nlcm;ÍII] El jóven fue a llamar á la ventana, Y dijo: -Amor mío, estás ahí~ Y oyó a·dent!·o nna voz seca~ no bnmana, ~ut: con tés taba : ¡ 81 ! -l.eYDntate, a¡n¡ ,¡• 01Ín, aore Hl ÍIIStatiÍé''·• Ha:; V<~riadnt ... Contéstarne, por Dios! ~A ·otro dt 1ui f e, tengo otro amante ... ·• Dijo la m i::-ma voz.. Mi c::.p"snyn es lu muertr:.' Era'n¡i anl•clo, Pues t11 t11r1 'a 11t:a t11e obligó n ~J:-lrir ..... Ahura, h;osta I'II('l de?stino L es hizo fiems, y con cruda tuatiO D esgnrraron mi tnar1to soberano. -Pohref ¿v Ol:'í'ptH~f:? . -Dc~p1 i·1' nw YÍ pt'Hlida. 8in t f' ner un lugar donde astlarme, Y. cual la cierva, por laflf'cha herida, Volé á bn sc::~ r aquí donde ampnrarme; Rodará aqni mt solitaria vida Cort1o esa fu e n tP .. ¡qui én podr:l enc,mtrarme' Si va!ln s il pre:;entido Ser t ::~n h :liee SI tn labio quiere •... -Te dPjaré mi coraz(•n, mi auseneia Te dirá que me llamo'· La Inoeencia 11, Y se perdió cotno una nube errante, Como un vellón de seda en el espacio, Y quedé sorprendido y delirante Con tan grata y esplendida visión. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1477 EL CORREO ~EL VALLE Yo la segul ~·on mi pupila al <~;~lo, La miré ent~·~ el ceh'tje de la tarde, La dí mi lld~'ós ... mas quédame el consuelo Que al irse \1le dt>jó su corazón. CELSO DE LA PUENTE. EN LOS GUINDOS Tenía yo diez y ocho añ0s,-ella :A penas diez y seis ; rubia, rosada __ No es por cierto más fres<·a la aiLorada:; Ni más vivll una fúlgida centella. Un día Adriana be lla Conmigo fue al ve•jel á coger fruta, Y asi corno emprendim r¡ s nuestra ruta; Absorto rne fijé por vez primera, Cuan atractiva y cuán hermosa era! Llepaba un sombrerillo pe paja, festonl,aoo con adornos De :fi.OI'es de canela y de toinillo, Y realzando sus mórbidos conturnos1 Un coq.~iño ajustado, ~aya co•·tft, abultada, de distintas Labores, hacia e l uno y otro lado, Re('ogida con lazos de albas cintas. Como nuest1·o paseo se alarg-aba, La ofrecí el bra"Go ; me arraLé al sentirl~ Que en él lángu id:imente se al'oyaba, Confuso y sin saber el qué de(' irla, Me desasí. Trepéme á un alto guindo, Desde cuyo ramaje de esmendda El bello fruto ya ett sazón la brindo, Que ella con gral'ia l'ecogió en la falda. ¡ Oh delicioso instante ! ¡Oh secretos de amor! ¡,C uál mi ventura Podré pintar, mi sangre llameante, Al ve1· desde la (l.ltura Su seno palpitante, Su voluptuosa y cándida het'mdst1ra 1 ¡,Acaso Ad•·iana adivinó en mis ojos El fuego interno que en mi alma ardía~ ¡. Esa la causa fue de sus sonrojos~ -"Aquella guinóa alcanza, me decía, Qué trié darás~- Be•·meja cual las pomas, Que madura el estío en las laderas, Contestó apercibiendo dos palomas Dlanuas, ebrias dto amor: ''Lo qulj tú quieras''( CARLos Gumo SPANO.- .~USENCIA En la tarde, cuanno encienden Sns fanales las estrelias, Alza al cielo tu mirada Y al blanco Sirio <::onterup1a. Yo alzaré tambiér1 tnis ojos Anublados por la ausencia, Y en el astro he de clavarlos Como Jos agudas flechas. Un ángulo en los espacio·s 11razartín desde la tierra, Tu mirada y rtli mirada, Tu tristeza y mi tristeza, Y ea el vél'tice al iunta•·se Se be8arán en la estrella. ALBERTO WILLfAMs·. ----¡1 VliLf{DOTE Te vi en el templo, y te creí sagrada, Y la frente incliné puesto de hinojos; Y tembló la retina de mis ojos! Y vi un mtmdo de luz, y luégo ... nada. ¿Por qué, dime, ocult::ir la llamarada, Y en vez de amor hacer vibrar enojos~ Finjan arco de paz tus labios rojos B~tjQ la tempestad de tu mirada! ¡,Quieres alimer.tarme eon mentiras~ A Es ficción el amor con que me iuflamasV A Son ficiones las ansias que me inspirasY Yo quiero realidad, yo quiero llamas! Si no me amas, mlJje•·, ¡.por qué me ruiras1 Si me miras, mujer, APúl' qué no me amas~ JOSÉ S. CHOCA NO. Que está en la copa; agárrate á las •·amas, No vay¡;ta á cael' ".-Y tú,, &i ru~ aiDas, , , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1478- TE NT 1\ C 1 O N Retira fa; ahPjas de tu huerto Si ternes por· tus flores, niña mía : La abeja, dí, t, no es cierto Que arrebata á las..fl.ores su ambrosía T Que nóf-Mira: en tu mueC'a malieiosa Tu boca es un clavel rojo y abierto, Y si yo fuesP- abeja ... . 1\iña hermosa Retira las abejas de tu huerto! .... ANTONIO .J. CANO. MARMOL Te comparé tu corazón, ingrata! Con un trozo de hielo No dije la verdad, amh"s :::on frío~ Pero aquél es muy denso : De mármnl ':lon tu'{ hrazo::; y tu frt-nt.e De márruol Pi! t.u :-:eno ¿Sabes dt~ qué es tu corazón .. ? Dt=~ mármol, Pero de mnrmul negro. .ENRIQUE ALVAREZ HENAO. LA CARTA DE RUPTURA Apenas entra Gustavo en su casa, se dirige á la mesa, coge la pluma y empieza• á escribir ciego de ira. Sí, ciego d.:> ira, porque ya no le cabe la menor duda. La mu·jer á quien ado­ra ha sido durante toda aquella ve­lada, la más infame, la más perver­sa de las criaturas. ¡2ómo se inclin;:¡ba sobre Jos hom­bros de cuantos bailaban con ella! ¡ Con qué lánguido abandono se de­jaba llevar en brazos de sus admi­radores! Y Gustavo escribe estas veng-ati­vas fra:::;es: "No la o~io á usted, por­que la desprecio. Ahora la veo á us­ted tal como es, falsa, pérfida trai­dora, digna de todos mis desdenes. Si por medio de una tr!entira más tratara usted de j u~tificarse, no la. escucharía siquiera." Gustavo se detiene un momento v reflexiona. "' Le parece bien la úl ti :na parte de la carta, pero no la pt·imera. A una mujer, por despreciable que sea, no s~ le puede de¡.:ir que se la despre­cta. Cog-e otro pliego de papel y escri­be: "Sepa usted que la odio, que he dejado de amarla y que me sien­to cavaz de estrangularla entre mis tnanos. '' Gust1vn ~e detiene nuevamente, v pien~a que esta vez ha ido tam bié~ demasiado lejos. Se puede execrar á una mujer y · decirl~ que se la execra, pero no se la puede amenazar con una brutal veng-anza. Cog-e otro pliego y ~scribe : "L:t odiaría á usted si no la hubiese ama­do tanto. El respeto y el recuerdo de mi ar11or (g u e á Dios g·racias ya no exi:::;te), la lil¡ran á usted de mi furor. Y si u3ted osara justifi­carse, me alejaría de usted con la más glacial indiferencia." ¡Esto ya es otra cosa! Aquí no hay ya ni énfasis ni ultrajes, y sólo se nota en estas frases la firmeza de de una alma resu elta al olvido. Sin embargo, Gustavo experimen­ta ciertos escrúpulos. ¿Se puede hablar de indiferencia, confesando que se ha amado, sin ex­- ponersE- uno á que le tilden de volu­ble é inconstante? Al separarse de ella, no quiere Gustavo dar motivo para que se di­ga que no era digno de la estrecha fidelidad que exigía. Medita por espacio de larg-o tiem­po, coge otro pliego de papel y escri­be: ''que la h~ amado á usted tanto, que no puedo dejar de amarla, sin profunda pena por mi parte; y si tratara usted de justificar su con- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DIBL VALLE ducta, me alejarír1. de u<;ted, no sin expcrime 1tar uo sentimiento de ver-dadera tri:steza . '' ' Pero tampoco le ao... , ·rada á Gusta-vo su nueva misi,·a. ¿Tiene, ac·no, el negar á una desdichada la posibi­l idad de siucerac·e y de obtener al­guna atenuación en ::;u condena. C<;>g-e, pues, otro ¡_)iiego de papel y escnbe: "La he a!n:tdo á us ted tan­to y con bl fe, que no me at;evo á con:'> iderarla. como irremisiblemente f?-lsn. y desl ~al. Trate usted de jus­tdicarse, demosttáudomt> qu<", eno-a-ñado por las apariencias ... . .. " b Pero_ Gustavo arroja ~<'L pluma, en la st:gundad de que si su amrt.da leye­ra las líneas que acaba de tr;tzar, no le vvl vería á hacer maldito el case. L~ conoce bien y sabe que es im­perbnente y a l ti va, ·sobre todo cuan-do no tiene razón. . ~o queda en la mesa má~ que un phego, q~e.Gu s tavo coge presuroso para escnb1r en él lo sig11iente : '·Te am!D', te adc~ro. _te idoht~ro. ¿De qué ha§ de de JUstdicarte ~1no eres cul­pable? No es ciet·to que te inclina­se~ sobre los bom bros de Jos que batla~Jan contigo. No es cierto que te deJases llevar con 1'\.no·uido aban­dono en brazos de tus admiradores. Estaba loco, sin duela, y te confun­dí con "tra mujer. Voy á verte sin demora y te pediré perdón de rodi­llas, por haber sospechado de tí en un momento de extravío mental." CATULO MENDEZ. • E N P i{ 1M A V E 1{ A Cuando lleg-an Jos primeros díns ele la primavera, en que la tit-rra despierta de ~u letargo, y el tibio perfume del aire nos acaricia la piel y penetra en nuestro pecho, senti ­mos vag-os deseos de dichas indefi ­nidas y anhelos indescriptibles de correr en pos de a venturas descono­cidas. U na mañana me levanté muy tem ­prano, y sin saber por qué, salí á la calle y me dirigí á las márgenes del Sena. Varios vaporcitos naveg·aban bacía Suresnes, y de pronto -~ e me ocurrió la idea de ir á dar un pa.:eo por el bosque. Entré en u!Ja de las emharc:-Jcin­nes, cuyo puente estaba 1 k no eh ¡ •a­sajeros, y me coloqué al Jad e, de u1 a obrera muy guapa. y muy hil'n ·c~t~·­da, que me lbm0 d c-scle luego la atención. La muchacha, alnot;1r la insisten­cia de mis miradas, volvió la cabeza hacia mí, y despué:s baj<í bruscamen­te los ojos. Nos pusimos en marcha, v á los pocos instantes mi vecina, al ~"er que yo no cesaba de contemplarla, me c?rn~spondió con una deliciosa son­nsa. Iba yo á abrir la boca para diri­g ·irle la palabra y manifestarle la admiración que su belleza me causa­ba, cuando sentí que alguien me to­caba en u~ hombro. 11e volví sor­prendido y ttJe enconhé cara á cara con un hombre de aspecto vulgar, ni joven ni viejo, que me miraba con aire de tristeza . - Deo;eo hablar con usted-me di ­jo. Se trata de un asunto muy im­portante. Me levanté v le seo-uí al otro ex­tremo del bo.r~o . -Caba]Jero--repuso-cuando se acerca el in vieruo con sus fríos, sus Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1480 lluvia~ y ~os nie n ·R, aconsejan los médicos á sus clic11tes todt) g-t:nero de prccaucione~ contra lus catarros, las bronquitis y las pulmonías, y to­do el mundo se abrig·a para co1;jurar en lo posible el pe! i~-ro. Pero cuan­do viene la primavera nadie da un con~ejo saludable á un amig-o, con respecto am en te las eo­muniean los pasajeros que arriban en los vapores rnerc:tntcs. De manera que po­n e;·,e á hace r crónicas viejas para los pe­ri ódicos del interior, reeogiendo notieias de los diarios extranjeros, es ímproba ta­rea. ó como si dijéramús, poner albarda sobre albarda, porque hoy las eol'l'espnn­deneias viajan á la l'ar, es deeit·: " po;· los caminos, y en las bal ijas de Ir: correos ... " -Lo m á grave que ha ocnrrido l'n los últimos dtas y en estas nuestras costas pac~ficas, ha sido la presencia en 'l'umaco de un buque de vela t.:on uno•¡ ochenta y tantos pit atas de atnbos sexos "que pre­tendieron hace t" presa de aquella i m pot·­tante poblaeic~n y luga re,; circunvecinos ; perp afortunadamente la actividad y euer­gía del señor Prefecto de Núñez, don Ta. :t..ario Varona, lograr•ln co11jurar e l pL•Ii­gro. De corregpondencia d Tumaco le trascribimos lo ,; si¡; uicntes pasaje::; al res­pecto de PS3 \·i ,;ita de Ufí rbc~rOS ": ... _ _ _ _ . .1!:1 30 de Enero á las ':1: p. m. se presentó á 1~ vista del callo de ~lan~lares una cmbarcaci<'m cttn mucha gente á bor­do, cosa que alarmó a lo::s lw.bitantes de ese punto. ~Iedia lwra después fueron á tierra, José Antoeio López, (an tÍOCjiJ eño), Franci t.:O C'arnmza (panameño). l~n rique I!an,er. (alemán) y Yartos marineros, dragoneando como c::~pitán del buque el alemán Haosen y López eomo Jefe de in­vabión. A las sospecha::; de que eran pi-ratas ó criminales en ct alquier· form 1, se agreg-1 la g-rav!sima cirt.:uostancia d~ an­• Jar el unqne sin documentos de 1 av ~ga­eión, pOI" In cual el Inspeetor detuvo á esos vifljrros é inmediatamente hizo un posta al Prefecto de Tumaco, avisándole lo <'ClltTido, y este empleado, preocupadu se·iamente por tan alarmante avi~o, lo­grl> reunir unos ~3 individtlOS armados entre polici:,lle,; y cmrleados del Resguat·­r: lo, los que al mando del Coronel Saave­dra y del Alcalde ,;iguieron el ;JI de Ene­ro al cabo de Manglar,.,s, en donde ya el InspPctor cooperado eficazmente por los vecinos haL ta lo!;rado eapturar á todos los bandidos, inelusive la Balnndra, y tan selecto con¡;oyfue t~asladado á Turnaco, en donde ya en po,;esión de dato~ fid~dignos st> sae<) en limpio lo siguiente: "Tal ca· r1vana pt·•wed t>t de la i,;la de Chatán, ar­ehi11iélago de Ga!ápagf•S (Eeuarlorl, eu donde Antonio Lóp.>e z, euyG;.. verdadero nombre es Eltas Puertas, (se supone ael\ algiln presidiario antioqneüo pot· el cam­bto de nnlllhre ), logró ase,;inar al señot· l\lanuel J. Cobos, riquísimo propietario y dn ei1o de un I11gc~nio de azúcar en esa i,;­la, adnnde había logrado reunir un núme­ro con:;iderable de criminales deportado,; por· PI Gobierno (!el r~<;uador, empleándo­los como t:·abajadorcs en sus Ing-enios. Tambi én qui:;icron a esinar al Goberna­dor de la i¡,la de Chatnn, pPro no pudien­do efeL:tnarlo, lograron apnderar.;e de al­gnna embarcaciones menores, repletárou­laH de azÚc·ar refinada Ó biciéronse a la vf'ln con rumbo hacia (Jentro-América y Panarua, pno, pot· cualquier viento, 'la ''Josefina t'obo,;" vino á dat· á nuestra cn·t:l. En difi,·ultades se ha visto el seü:.H" Prrfecw ele 1'ulllat.:o pura custoJir.r y man­tc ·rwr {t c,;to-; nu evos vi sitantes, y para lo primero hubo de echar mano de los ciu­dadanos pata :1yuclar así á la Plllida y al Resguardo; y para lo S<'gundo, ósea para pt·oporcionarles la buccdica, realiza!', tle a<.:u e rdn enn el señor C'ón"lul el e! r:cu(ldor, todo, ó uua gran pnrtc del cargnmento do azÍlt:nr de c¡uc venían provistos, amén de mnchas otras vitnallus. Tan luego C'OlllO Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 • 1483 EL CORREO DEL VALLE --------------------------------------------------------------------- e! Gobierno Naeio:~al y E'l riel C:tuca su­pieron la JJTupoión de esos b:írba ros, di~ ­pusieron que siguiera á Turnaeo el Cru­cero ''Bngntá" con refuerzo para auxiliar :-d señor Prefecto de Núñf'z. A la fec ha deLe de estar ya dc: ro no t enemos pormenores sustaoeiales, si bien se anuncia que el General Reyes se ha trasladado á París, d(>nde espera obtener resultados satisfactorios y definitivos res­pecto á los .JU~tos Interese~:; de nolombia, tan vilrpPnte atropellado~:; por los ameri­canos del Norte. Adiós, sPfJOr Director. Le desea bien­estar y m~cba contrieión su atento esti­tnador y aroigo aftmo., CüiWESPONSAL. ARMAS DE PIO X. Los últimos tel egra rl,as recibidos de Roma dicen que ::-). S. P:o X formó su e~cudo de armas con nna est r e lla de oro de ocho ravos, cc,lo('ada entre dos ramas 1 • de palma, y todo en fondo azul. Atribuyese gran ~;ignificado moral 1-1 este e ' cudo dPI Papa, pcr c ree rse que él t: imb<,lice e l trinnf., d<· l eatnlic i:>tuo Pn todo el orbP, para ll egar cou él hasta el cielo de l1-1 felicidad etC'rr.a: así lo c reeu los Yers:Jdos Pn llcr:í !dtca quP le dan este signili,·ad .. : latro Iroqués' de Cbic:ago, e! 30 de Didembre último' á tiempo en qne s0 daha la pteza Jen"nd­nad~ t Bw·ba Azul, ante numerosísi111a con­curren c ia, eompnesta Pn Hl nHl)"or p~ll'te de mujeres y nilios, por ser fnncion de rnatmee. Los ddalles ele aquel terrible acontecimiento son tan horrip-ilantes y ta'l <·onmoverlores, quPnohay plurnaeapazde de:lc ribtrlos. !L uando sonó la voz de ¡ fuPgo! ¡fuego! un pánico indefinible se apoderó de aqnellu inlllema tnUl·hedunl­bre, que conJenada á espnntosa ntu er te, y no sabiendo por dónde ni cómo escapar, se atropellaba y se e:;tru_j:~ba con dcses­pt> ra<·ion infinita entre las <'xc l;u l!ac ioues de [('S hombres, los Rlarid":; d,! las muje­res y el llnnto de los niños. LBs personas que se hallaban en los . palcos, al ver '~t· JTada<> por las liam<'ls y el humo toda >' :as salidas, ~e arrPjaban á !a platt>a, e11 d,,,,dP. c::1yendP l'OirtO entre un mar r ev ueltn snhre la ar11ntinada turba que allí se debvtía, morían piwteadas y magullada:,>, sin que nadie tu,·iera com­pas ión pur nadiu ni pensa.-a en otra cosa que en salvar su persona, aunque para ello tuvi e.ra fjlle en1pinarsc) sobre san­grientos cadiÍ\'<~rt•s . .El r.mot• materPal, que es el miís gran­de de la lHltUJ'al eza J e l unicO que SOOre­sale en e::;os cataclistw>s horribles en que se apaga toJo sent imi ento nuble y S•>lr. aparece la be tia hurtt ana Pn su at!'rraclo­ra desuudl·z, se exhibió a llí más conmo­vedor que nunca. Muchas infe lices ma­dres se vieron envucl as en las ll amas, llevando en b1·azos al querido hijo ago.ti· zante e ÍmplMando Ú todos que ios S~~~ va­ran. Otras se arn,jaban Á aquel horno ar­diente prett>nd ie r,dn arrPbatarle los restr>s del d é bil ('U"rpecito del niiio que se retor­cJa en a t. o ces dolores. Otras, que murie­ron at'tixtadas, tenían tan Cbtrechamentt:l abrazados I•)S cuerpos de sus hijos, que fue imposible separarlos. No se sabe cómo murió m:is g<"nte: si · por el fuego y por la abtixia, ú magullada y estrujada )JO!' la muchedumbre o aplas­tada entre los esc"~tnbroi' . Durante la catástrofe, que como era natural cor1movw a la ciudad ente1·a, se Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '• 1 EL CORREO DNL VALLE 14-84 vieron escenas de tod::ts clases: de salva­ji;:; mu eruf'l, de robo y pillaj e, de heroÍd­mo ab11<"gado y de ,-alor s ublim e . No ous­tao_ te ser el pueb!o yankee "goista CPIOO ninguno, hubo all1 individuos no tan con­taminados por el a11101' al dallar, que hi­eieroo actos de tal val en t1a y generosidad, que la hidalga raza castellana no los hu­biera hecho me jores. La extl'aeción y la llevada de !o:> carlá­veres fue un espectá•·ulo b(n rible. Por <-~nt•·e la <·uriosa multitud qne nunca falta -en ('aM•S tales, desfilaban los ageutPS de pnlil'Ía co •. duc if'ndo los eucrpos: dt•s tro­znd" s ltn • s, earb• ·nizados ot ,·os. borriule­nwute lacerarlos estos, incol\PeiLit>s ar¡né­]¡ ,,,, !Jero todos desfignrados, ater1 adqres. 1-<=ntre tanto los desolados pari Pnt<"s y los ~llntgo- se eoif'Ot'Zában pvr re•·onocN ii las prct11la,; r¡ueridas que buscaban. ePtr•· ese !ll­blo débil y awigo, está tanJbi éu de Juelo. -SEt~ÚN los últimos cánones de la elegancia, las visitas de cumplido no d eb~ n durar más de quince ó veinte mi;:mtos. Si en la visita hay va6as per~nas, después de sal u dar á laque recibe, se debe cambiar ÍídsPs con las demá . Al despedirse, jamás de­be tenderse la mano. Debe esperar­se i que la tiendan la~ personas que quedan en la casa. Si media una presentación, se debe ir en s~'>guida, al día sig-uiente, mejor que á los dos días, á dejar una tarjeta eu casa de la persona presentada. Nota bene.-Lo de doblar lastar­jetas e::- cosa abolida. La persona que las recibe debe saber por qué las r ecibe. Y si no, averiguarlo. 1\).II:a :!u·te de Ro~tc~till! El 11 ele Oie.iernbrc, en Monte-Cario, á la" 11 de la maltana, el L.<~r on lrtltJ'•J d ... Host<:hild, fallPeió repentinaJueute, de insuticiencia a•JJ'tJea, sentado en 1,n sill ón . Desde haee tiempo se encontraba enfer­mo, y su muerte 1111 ha causaJo gran sor­presa. FCNERALES La viuda é hi ios del finadc Gene­ral Asnbraldo Rojas, suplican á sus amigos y demás personas piadosas se sirvan concurrir á las honras que por el sufragio de 1:>U al m:-t se cele­brarán en la iglesia de S<.1n Pedro el 27 á las 8 a. m. Por este acto de piedad les que­darán eten:iamente ag-rédecidos. Cali, Febrero 23 de 1904. -Dime, Manuel-pregu¡¡taba la mL1~e r al marido-¿ qué diferen i:t ba v entre un accidente v una des- .;· ·-·ci t ? J ' - 8spera que se vaya tu·1:~amá y te lo explicaré. La suegra se retira al poco rato y el marido dice: -Pue~, si tu madre se cayera E 1 u :1 pozo. eso sería un accidente; y .31 la ~acaran vi va .... eso ~erb una desgracio. '~ * * Cuando Dio~ hizo al mundo, según se cuenta, quizo dejar firmada su obra maestra, y dibujó lu.:> ojos de mi tnorena . DoBos•U:t No me oh•ide11, te dije, y me olvidaste, Te dt llli c·o•·azón, no lo qni:, Te rrn-1<1dé mi retnlto, lo rotnpistc, '¡e r E.' mití una eal'ta, la quemaste, Te r egn lé un aniiln, lo vendiste, . "' En fin; de nu es tro nrno1· se J'OIJ)pió el lazo; Hoy no puedo ya darte ni un abrazo. 190± Em·ique Alva1·ez Henao. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLR CONDICIONES El Correo del Valle fundado en l89il Se publica lo~ jueves de cada semana. Valor de la seri~ de 12 números ....... $ 24.00 Número suelto .. , ... ... ................ 3,00 Atrasado .... ... .. , . . . .................. 5,00 Anuncios, página entera ... .. .......... 200,00 Las repeticiones ................. , . . .... 100,00 Gacetillas, palabra . • . .................. 0,50 Remitidos columna .. ................. 100,00 TODO PAGO DEBE SER ANTICIPADO Contratado un aviso por determinado número de veces, no se idemui~a suma alguna aun cuando su dueño ordene suspenderlo. Los autores de remitidos están obligarlos á pa gar el valÓ\' de las rectifict\cione::; ó explicaciones motivadas por ell.,s. La colaboración ha de ser solicitadn por el Di­rector del periódico y la que no llene este requisito pagará su importe según tarifa. E11 mngl'ín caso se devuelven originales ni se dan explicaeknes del por qué no se publica algo de lo que se le en vía. Se canjea con todos los periódicos nacwnales y extranjeros. Apartado de correo númerc· 85. Agente general, Mateo Gamboa. í Dirección telegráfi~a: BLASCARPETTA.-(;ali. ------~-- LUIS G. BARR.r\.GAN ~Ofrece lleva.r agua á do.: mi cilio y piedra de toda cla­se para edificar. También se compremete á trasladar, en su carro, de nn punto á otro de la ciu­dad, toda clase de objetos. 5,-5 AGUSTIN SCARPETTA Liquida mortuorias, tad menos que otros. Garantiza traba}o . mi- ISMAEL .BSCOBAR B. Vende en Palmira por la mitad de su valor: U na ('asa de fldobe, ('tlloierta de teja en 1a calla del MatadPro, á tres ~uadr11s y U1cdia dt~ la pl11za f.Jrincipal. Un es La ulecimiento dP. Gai¡Jón con sus t'll"t-'res, sitllhdü en '' L1-1 Por .. ada de Sa~ta 1->arh<~l·a, '' con ea~a de habitaeión. \fr(,piedacles habidl'ts antes de la guerra pa!ladH.) Acepte un a perm n ta por u na e<~ sa 6 una finca de campo en Cali. Et~tt·rdt·rse 1:'11 Pe1lmira, eon Da­mi ~ n M ,,ra, ó ~n C·.li con el vende­dor, frente á las Gdlerías contiguo al Etitanco. 4-4 LIBRE ESTIPULACION V en do ó permuto una ca­sa cómoda, recientemente construída. Eduardo Sierra F. 6-5 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEt VALLE Un triunfo EN LA F ABRÍCACION DE AZÚCAR ! ! Verdades sobre el azúcar de LA .M.ANUELITA El~tzú<'nt· de LA M ~\ NU¡,~LlTA eRt~ empRGirla en bonitas talrgHs cosí· das. ERtá e mpaenda t-'rt la fábri('a y Abierta en el hogHr ; no hay manoseo intermedia rio ; !'Or consigni ... nte. no h;:¡y des<1seo, no hay desperdicio, no hay ~\dult.eraci6n posible. C<~da talega brilla como un montón de diamantes ; el l·'esult."do de su crist:1lización ¡wrfecta. Cómoda en formA, pel·tecta E>n cali­dad, brillante en a!' ~; ¡,~ne ia, ninguna azúcar la iguala en excelencia. Cuando compn~ usted esta ,,z 't('IH, acuérdese que la tah-ga cosida lleva el letfero de ''LA MANUELI'l'A11 , ( 't HUO también el nombre de los fabricantes. Ustt-d esta­J ·á S[l que abre una talegél, Usted estará más sa­tisfecho cuando la ha probado en su café, d11lces, etc. Está d¿ venta en to· das In~ poblaciones, desde Popayán hasta Maniz.ih:-s, y es únioamente fa­bricada por la CAUUA VALLEY AGtUCULTURAL C.o Sucesores de 'SantiHgo M. Edet, Palmira.--Cauca. ENRIQUE RODRIGUEZ V ende una casa, dos cua­dras abajo del Hospital. En­tenderse e o n él 6 con 1 Roberto Valencia .. - 12-4 -~ ·-----~-- Fidel Rizo Ven ,le una casa cómoda, de !'111 propiedad, en el barril• Vm; de Vebw' i 'w, de j;1va, de H t·iÍ<>tropt>; D ·vociuncJrÍos; mantillas yt-'rsey lisas y bnrtLld;¡ ..;; mrdadas; mantos de crespón calados; pa ño lones bl:t.1c•~ de sed s;paños; mediasme:.ias; frane]¡:¡s; sombre roR ; en misas de piq11é labradas, lisa~ y d~ du \ce ab,·igo; cuellos; puños; co rb:1tas ; ca lzooarias ¡ gul\rnieles ;' guantes ; pañuelos grandes de s eda etc. e tc. PARA N IÑOS : Y estidos; sombreros¡ cae huchas etc· etc. PARA TO 008 : Per<'a l; lienzo; céfiro; d ull'e a hrigo; bayf'ta; znr:'l­zas ame ricana:.; holaudizas; linones; piqués; bot.>nes ue nácar; hilo de la cad ena blanco y negro; ma ntel es; serville-tas; sobre camae; cobijas etc etc. Mercancía nueva y e gmeradamente egcof!ida PRECIOS SIN COMPETENCIA!! ~TODO ELEGANTE Y rí1 DE ULTIMA MODA~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO DEL VALLE -------------------- • 1 ..1. O a p i t a 1 $ 4.0oo.ooo Abrirá sus operaciones el 1.0 de Febrero próximo, Desde esa fecha abonará las siguientes ratas: Cuent~s corrientes 6 dep6sitoR á la orden 6 ozo anual. " 2 111eses 9 ozo ~" " 3 " 12 ozo '' " 6 " 18 ozo " " 12 ,, 24 ozo " LQs intereses se abcnarán por trin1estres Yencidos para las CUENTAS CO ~tRlENTES 6 DEPOSlTCS A LA ORDEN, y por mensualidades, tambjén vencidas, para los DEPOSITOS :FIJOS. \ El BANCo hace ope ~·aciones en participación; abre créditos flotantes; afianza obligaciones; reendosa Letras y Pagarés; hace préstanJos y descuentos; con1pra y ven~ de Letras sobre el Exterior y plazas comer0iales del país. , El 30 del presente rnes debe cubrirse el prin1er iHs-talamento. El 29 de Febrero queda cen·ada la suscrip­ción de acciones. Local: CALLE DE SANTA BÁRBARA, media cuadra al OccidentE" de la piaza. Palmira, Enero 18 de 1904. Por telégrafo: "AMAlME.n El Gerente, Luis FELIPE RosALES. El Director l. 0 Alonso Madriñán. 12--5 El Director 2. 0 Rito Antonio Medrina.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 159

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 163

Por: | Fecha: 24/03/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 ) , (Rcpúblicn de Co!ui!!uin) MARZO 24 DE 1!-IM. --No 1&3'. Director, BL \S S. S·IHll r RT'!' \ -------- - --- ·········------- ---- -- ~- - --- - - -· ·- -·-- --- - - - -:-· ·· · ··········· -- -- ---·---···---- El mejor calmante I - - Antes de fiiar la fecha dP nues­tra boda-dijo i -abcl aquella noche á su novio-exijo de tí una promesa, ó n:tejor dicho, un juramento solem­ne ..... No, no te rías, porque esto es muy serio .... -Pues me f0rmalizo ... - contestó jovial mente Ernesto, el feliz prome­tido de la encat1tadora joven - y aquí me_ tienes di~pue- á jurarte lo que quteras. -Escucha, Ernesto: yo debo te­tler algunos defecto~ .... tal vez mu­ehos, que desconozco, pPro tengo conciencia de uno de ellos .... -¿Cuál'? · -Ese es mi secreto. - ¿De modo que no me le quieres confesar? -No. - ¿Y me dejas el trabajo de des-pejar esa incóg-nita? - Sí; ya harás ese descubrimien­to, má ~ tardeó más tempra no, cuan­do s ea mi marido . .. . Y :1. propósito de ese misterioso defecto me vas á promet er desde ahora concederme·tu perdón .... Te considero inca par. de faltar á t.tna prom~ s a; y menos á un juramento. - Pero .... - No hay pero que valg-a: tu for-mal juramento de perdonármelo, ó á lUi vez te juro que apla"'u indefini~ damente la fecha de nuestro matri­monio. Elig-e. Ernesto miró COtl asombro á r~a­belita, que con lo~ ojos bajos y en­cendidas las mejillas abría y cerra­ba nerviosamente el abanico ... La quería con toda su alma, era la ilu­sión de su vida, y abrigaba la abso­luta seg-uridad de ser correspondi­do .... Ante la imprevista exig-encia de la joven, no pa!-ló por su pensa­miento ni la sombra de una duda que empañase la virtudt de aquella criatura á quien adoraba .... pero tan extraña imposición, su propótSito fir­me, al parecer, de alejar el suspira­do día del enlace, le llenó de turba­ción y cavilaciones. Estuvieron callados un par de mi­nutos, y por fin romptó á hablar Er­nesto, diciendo: - ¿ Decididampnte insistes en no revelarme el defecto de que te acu­sas ? -Im,isto; has de ser tú mismo quien _lo de~cubra, y neces1to desde ahora tu juramento de que me lo perdonarás cuando lo cono?.cas. - - Pero advierte, niña de mi alma, que si accediendo á tus de. eos te ju­ro ahora con toda solemnidad perdo­narte de antemano, nada importa que inmediatamente satisfag-as mi natural curiosidad ..... Toma y daca: yo juraré eso que pides y tú me dirás el defecto .... - ¡·Imposible! lo sabrás después de casados. Sobre este tema hablaron los no­vios casi toda la velada. A las doce o 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ... 1· 1 1521 --------- - ------· --- -----..----------------~--· se levanh) Éruesto, 'y al dar el úiti- 1 ia, se hace insoportable ... Cada. mo aptet6n de manos :í b. jcven des- una tiene :'u muletilla, ~u estjlo es-lizó en su oídp d au~i ado }l.l,ra:11cnto. v:-cial .... Yo com pa1·o á las mujere~ Isabelita le pagó con u:Ja mirada- con las ben·amientas ele carpintero': 1len-a de ~mo r y píomesa~. las hav que son sierr<~s, otras son -Bien ~...:th -~s til--le dijo-que la barre~as y otras mazos. Las sieri·as época de nue~;tro reinado despótico son las que comienzan á regañar ó á sobre los bom bres finaliza en la Íf;·!e - disputar, y uo lo dejan en tres horas sia; p.or eso me apro-.recbo ;;,hutión, dPsde entonces tar mucho las clavija::,), y vió que hizo por suscitar pequeñas discusio­Isabel no se inclinaba á nada de esto. nes, ligera~; escaramuzas, llevándo- --¡Pero, Dios mío! i.Cuál será el le la contraria y con cualquier pre­d~ fecto de mi mujer ?--pensaba.- t exto ; pero ¡nada! Isabelita no era lí\ué defecto será e.,;e o1 ~J e ostov obl i4 • ~ .J 111 s' ']e rr"('L ' lJ1· bar f· ena ! n1· n1azo • •, • • gado á perdonar? Tan s umisa, tan complaciente y Para probar si era dada á la chis- qtllada la encontró que ocurriósele mografía femenina, la pu:;o en con- la idea de que, en caso de comparar­tacto con eminentes especialistas en la con alguuo de lo~ enseres carpin­ese a1·te; pero Isabel mostróse tan teriles, era preciso :figurársela'como refractaria á cuentos y chismes que la mufiequilla de barnizar: blanda, Ernesto desistió de seguir el ensayo. suave y silenciosa. U na noche, en el Casino, ovó decir En suma, transcurrieron dos años á un señor de edad, casado, Jhombre y acabó Ernesto por desterrar del corrido y que se jactaba de conocer magín aquellas necias preocupacio­mucho al sexo débil: nes. Su mujer era buená.; _la borio~a, -;-La mujer. e~ gru'ñona por natu.: l' callada, cariñosísima y fiel á ca.r~a. .. raleza, y en ef hogar doméstico, ·en · éabal: . . · , . , . la intimidad y confianza de la fa mi~ J· U ti .día recibió Ern~sfo 'la ·visita Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 . EL CORR~O DEL VALLE 1522 de su amigo Verluz. con el cual se encerró en e 1 des pa~ho para t ener una larga conferencia rela t iva á los preliminares de un duelo, del que debía ser Ernesto uno de los tes­ti a t••da. la noche y todas las nocbt>s ceroa de mi alcoh~, que canta ñ mi s•,letlad y en ella me aoot 11p11 ña; un hilo de a~ua: ¡ qué co~ a tan s~nGilla! Y, sinembargo, esas gotas incesantes y ttonuras met han ensoila.do más c:¡ue •os li.h ~os. '. . . , • ' . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1523 EL COR~EO DEL V ALL:8 ' El alma del Agua mt ha bah ll'ldo Pn la :::omht'a, el alma :;anta del Agua, y yo la he oído c•on re<·ogimiE:'nto y oon a •nor. Lo qnl" me bn (i<:hu E:':'\t:í "~oriw t·n pági::as que pi!E:'dfln uom­pendiar.• e a·í: ser dócil, ser cristi.ctn.o: estu es lrt ley y los profetus; y tales páginas ban for madu 1111 poema. · Y0 Ré que quiftrlo de los la• bios de Sot• Agua, y éste será. mi galardón en la prueb>! bast:1 que mis bue:'OI! se rlfgudjen en la gracia de Dios. •• 1 1 EL AGUA QUE CORRID BAJO LA TIERRA Yo canto al eiE>Io porque mis linfas ignoradas Haeen que fructifiqtwn las savia,;; las llanadas, Los sotos y las tontas por mí ti en en f,·(l~c ura. Nadie rue mira, nadie; mas mi corr.i~nte obscura Se regocija luégo que llega pl'irnavera, Pnrque si dentro hay sombras, hay muchos tallos fuera Los gcrmcnes conocen mi beso cuando anidan . Bajo la tíena, y lu égo que ilO'n flores me olvirlan, L~>jos de sus raícE!s las corolas felices No se a.cn erdan del agua que re~ó sus raíces ~. __ j Qué luiportn.! yo alai.J~nza·s digo á Dios con voz suave'J La flor no sabe nada, j pe t·o el Señor si sabe ! o Yo eanto á Di·os .corriendo· por mi ignoto sendero _t;)ichnsa de antemano; porq11P seré venP-t'O Ante la vara rn :'íg ica de lHnl·sés ; porqu<" un d}a Vendnín las ··aravanas hacia la l,infa 111Ía; Porque mis aguas dld· ·es, mientras q11e la s•ed ruatan·,. El rostrfl beatJtica del serl iento retratan Sobre el fondo dd ()ielo, que en los cristales yerra; Porque o piando el c ielo lo tt:a:slado á la tiena, Y a'st e l cn~_vente triste qne e~ él su dicha fragua,. Heb ·, al b <~ berme, el. cielo que palpita en mi agul;\,• Y como 'en ese cielo brillan estrellds bellas, :El howbre que me be be _('om·nlga con" estrellas. . .. ,..._ .. ~.· .. Yo alah0 al SP-ñor bueno pot•qn·e <..:an la infinita P ed rPría que encnentt·o de fuegos pol1u·omos, Forjo en las miste r i•1sas grutas la esta 1al'tit&, Portico del aleáza•· de ensueño de los gnomo;;;· Porque en o~ultos senos· ck la caverna umbl'la Doy de beber al monstruo que tiene ruiedo al día.· ¡;Qué importa que rui v'ida bajo la ti'érra aeabe! LQs hombres no lo saben, pero Dios sf lo sabe . .Así tne d'ijo el Agua q11e dis cul're pot' los Astros, y yo :-Agua hermana1 be ndrgamos á Dió'S~ EL· AGUA QUE CORRE SQBRE LA TIERRA Y:o alabo al c iclo porque me brindó en S'us ámoré'ó' Para mi fondo gemas,. para rui margen flores; Fot•que euando la ror:a me mue1 de y me rnaltl'ata, Hay en mi sangre [espumaJ filigranas de p~a.ta ¡, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. / EL CORREO DEL VALLE Porque cuando al abismo rueclo en un cataclísnJO, Adorno ele arco iris triufales el auÍS!IlO, Y el roc\o que salta de mil,, espUil•at:i ulancas Biega las flilrel'itas que e:;maltan tns barrancas; Porque á tr~vés tlel canee lh.!\'ando mi ('átHlal, Soy un camino que anda, como dijo Pasea! ; Porque en mi gran llanura donde la brisa vuela, Desllzanse los éljtros nevados de la vela ; Porque mi azul <·sp1dda qne la quilla acuci:;illa, Mezco, aduermo y soporto la audaeia de la quilla, Mientras que no conturlJa 111is ofldas el Dios fuerteJ A fin de que originen catástrofes oe muerte, Y la honda que arrulla sea honda que hier·e .... ¡Quién sabe los designios de Dro:-~ que así lo quiere l Yo alabo al cielo pürque en mi vida enabuüda Soy Níágara que truena~ soy Nilo que te·~:¡nda, Maelstroom de rertH1lino fatal, o ' golfo amigo: Porque, mar, di la vida, y diluvi'O, el castigo. Docilidad inmensa teogo para mi dueño: El me dice : "Anda" y ando; "De::.péñate ", y despeño. Mis aguas en la sima de rot:a, que da espantQ ; ' Y canto cuand'l cono, y al despeñarme canto, Y cantando mi linfa, .tormentas ó iris fragua, Fiel al Señor .... -Loemos t Dios, be~ mana Agua. LA NIEVE Yo soy la movediza perenne; nunca dura En ru1 una forma; pronto mi sér· se transtigura Y ya entre guijas de ónix cantando peregrino, . Ya en témpanos helados, detengo mi camino, Ya vuelo por los air·es t1·ocandome en vapores, Ya soy iris en poi vo de todo ~ los colores O rodo que ascieilde, ó ag·uacer·o que llueve .... Mas Dios tambi én me ha dado la rilbura de la nieve, La albura de la nieve euigmática 'y fria Que cae de los cielos ~omo una eucaristla Que por los puntiagu dos techos resbala leda Y que cuondo la pisan cruje como la sada . . Cayendo silenciosa, de blanco al mn'ndo arropo: Subi á la altura niebla, desciendo al suelo copo; Subi gris de los lagos que la qnietud estanca, Y bajo blanca al mundo .... ¡ Oh, qué bello és ser blanca t & Pot· qué soy blanca~ En premio de l sacrificio mío, Porque tirito para que nadie tenga fcío, , Porque mi lino todos los fríos almacena Y Dios me torna b.l anca por hab.e r sido buena l 1524 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1525 1 1 1 •• EL CORREO DEL VALLE &. Verdad que e~:~ llevadera la palma del martirio Así 1 Yo caigo corno los pétalns de un lirio De lo alto, y no pudiendo cantar mi canción pura Con murmurios dt:J linfa, la canto con blancura. La nitidez es ruego, la albura es himno santo, Ser blanca es or~u·; siendo yo, pues, hlanca, oro y canto. Ser luminosa es ott•o de los cantos mejores ; t No ves que las estrellas salmodian con fulgores Y Po•· eso el rey poeta dijo er. himno de amor: ''El firmamento narra la gloria del Señor." Sé tú corno la Nieve que inmaculada llueve. Y yo clamé :-Alabemos á Dios, het·mana Nieve. El, HIBLO Para cubrir los peces del fondo, que agonizan De frío, mis piarlosa~:~ hondas se cri~talizan, Y yo, la inquietüela, cuyo perenne móvil Es variar, enmudezco, me adt&ermo, quedo inmóvil. ¡ A!l"! Tú no sabes có'llo padezco nostal¡ría r.Dc sol bajo esa blanea sábana stempre. fría. Tú no sabes la angustia de la ola que inmola Sns ritmos ondulantes de mujer, su soni'Ísa, Al frío, y que se vuelve-mujer de Loth-banqui;>a: Set· banquisa es su eomo eotatua de la ola. Tú ignoras esa angustia ; mas yo 00 me rebelo, Y ansiOsa de que en todo mi Dios sea loado, Dcsl1rendo radiac-iones al bloque de mi hie lo, Y en vez de azul oleaje soy témpano azulacio. Mis crestas en las noches del polo son fl cielo, en insensato Redoble al campo y ' todos los céspedes maltrato. j Tin tin ! ¡muy buenas tnrdes, mi hermana la pradera 1 Poeta, buenas tardes, ¡ ábreme tu vidriera! Soy diáfano y geométrico, tengo esmaltb y blancura 'l'an finos y suaves como una dentadura, Y en un derroche de ó¡:alos blancos me multiplico. La linfa canta, el copo cruje, yo .... yo repico ! Tin tin, tin tin, mi torre es la nube ideal, ¡ Oye mie campanitas de límpido cristal t Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 EL CORREO JjEL \,: ALLE La nlcYe e:,~ triste. el ngtln tnt bnlclltn, j'P :.in \-entura, ,.,oy un lo.co de. atar, tiu tin, tin tin ! .... Censn1·as? ~o por cierto, no llll't ~>r.co censnras Las tardes ('alurn~a::; por rbÍ tienen f,·e:.ellras, Yo lncbo cou Pi hálito rnbioso del vernn11 Y soy bello. __ _ -LoLmos Á Diot>, Grani.w h .. .l'n~amu. EL VAPOR El vepo•· es el alma d('l a~ua, het'mano mío, Asi C'(Jlllo sonrisa del ag;ll:l es el rocío, Y el lago sus miradas y ,;u pen ar la fnente, 1-'ns J[tgrimas L1 llnvin, 'su impacien<"l:t ,¡ torrente Y los nos siJs brazos, ¡;u cuerpo la llanada · ~in coto ele los mat·es y las o!as sus senos; Su frente las rwver::ts de lo:>; montes !'erenos Y sus cubellos de o:·o t~qnid\) la ca:;cacla. Yo soy ~lma dras precio¡,as, ya el encaje De un alHHti(;o inmc>1rsn, ya el n:-íter que fnlgura.- .. j Como el agua fue buena, su Dios la transfigura ! ·-¡ Dios ! Dios siempre en tus labios está como en un templo, Dios, siernprP Dios._ .. ¡ en cambio yo nuúca le contemplo! A Por qué ¡;Í Dios existe no deja vet' sus huellas, ¿Por qué taimadamente se escondo R nuestro anhelo? ¿ Por qnó no se balta escrito su nombre con estrellas En rnediv del esmalte magnífico .del cielo 1 -Poeta, es qne lo buscas con la ensoberhecida Ciencia que exige pruebas y cifras al abisruo .. Asómate f. las fu·ent Ps oscurns de tu virla, Y ahí verás su rostro: tu Dios está. en t1 mismo. Búsea el sileneio y ora: tu Dios ~Xt'ecra el gnto; Búsca la sombra y óye: tu Dios habla en lo arcano¡ Depón tu gran penacho de orgullo y de delito .. -Ya est~l. -a Q.ué ve•· ahora~ --La faz del Infinito. -t, Y CI'CS feliz 1 -Loemos iÍ. Dio!', Vapor het'mano. La BIWMA La Bruma es el c· nsueño del agua, que se esfuma En leve gris. ¡ Tú ignoras la esencia de la Brumal -. 1526 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1527 / 1 .. EL CORREO DEL VALLE La Bruma es el ensuei'lo del agua, y en"'su empeño De inmaterializarse lo vuelve todo ensueño. A traves de su velo mir·ítico, parece Como que la matena brutal se desvanece: La torre es un fantasma de vaguedad que pasma, Todo en su blo 1da envuelto, se convierte en fantasma, Y -el rnism.ú horulH·e qne cruza por su zona quieta 8'3 convierte en fantasma, es decir, en silubta. La Bruma es el ensuei'io del agua, que se e, fuma Eo le ve gris ¡Tú ignoras la esencia de la Br·uma, De la Br·uma que sueña. con la aurora lejana! Y yo dije:-¡ Ensalcemos á Dios, oh Bru:na hem1ana! LAS VOCEs· DEL AGUA. -Mi gota busca entrañas de roca y las perfora. -En mí fl.nt.a el aceite que en los santuarios vela. -Por mí raya el milagro de la locomotol'a La pauta de los rieles.-Yo pinto la acuarela. -Mi BruMa y tus recuerdos son por ~xtraño modo Gemelos; 1 no ves cómo lo divinizan todo~ ._ -Yo presto vibt·aciones de flautas prodigiosas A los -v.asos de vid do.-Soy triaca y enfermera .En las modernas clínicas.-Y yo, sobre las rosas, Turiferario santo del alba en primavera. - Soy pt·ódiga de fnerza motriz en mi caída. - Yo es<>arebo Jos ramajes.-Yo en ti e m pos mil y remotos Dt un canto á las sirenas. -Yo. cuando estoy dormida, Sueño sueños azules, y esos sueños son lotos. -Poeta que por gracia del cielo nos conoces, ¡No cantas con nosotras~ -Sí canto, hermanas Voces. LA. .A.GUA. MULTIFORME "El Agua toma siempre la forma de los vasos Que la contienen", dicen las ciencias que mis pasos Atisban y pretenden analizarme en vano: Yo soy la resignada por excelencia, hermano. a, No ves que á cada instante mi fotma se aniquila V Hoy soy tot·rrente inquieto y ayer fui agua tranquila; Hoy soy en vaso esférico redonda ; ayer apenas Me mostraba cilíntlrica en las ánforas plenas, Y as! pitagorizo mi sér ot•a tras hora : Hielo, corriente, niebla, vapot· que el día dora; Todo lo soy, y á todo me pliego en cuanto cabe; ¡Los hombre,; no lo saben, per0 Dios sí lo sabe! j Po1· qué tu te rebelas! ¡por· qué tu ánimo agitas ¡Tonto! j Si comprendieras las dichas infinitas De plegarse á los fines del Señot• que nos rige ! 1 / &:Qué quieres~ & porgué sufres~ & qué sueñas.'!- ¡qué te aflige' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO •D EL VALLE ¡ Imaginaci'ec?·eta•·{a Junta de Ammtización.-Bogotá, I7 de Marz o de I904. Secrf'tario Junta Departamental del Cnu­cn. --Ca li. P or su conducto tengo el honor de c omp n i~a r á e<>a honNable Junta qw¡ el quince (15) del presente ve ri­: ficose primer remate de oro por va­lor de mil libras esterlina8 al ca m­bio promed iado del 9687 por ciento á 90 días vis ta. Esta Junta ha fija­do el cam bio sobre oro americano amoneda do al 10.000 por ciento. U RÍAS pARDO. BnenaYe nturn, 19 de Mano ele Hi04. Señor Director de ·•El Correo del Valle". - Cali. Han vuelto á renacer Ja~ espe­/ ranzas de que aún puede ~er tiem-pode que se obteng-an arreglos fa­vorables hacia nue8tros patrios in­tereses respecto á la cues+-ión de Pa­namá. No sabemos cómo ni cuándo puedan verificarse esos arreglos en el estado harto de~s,.o, -raciado eu que se enc:.1entran vá las cosas· pero el General Reyes" que debe e~tar muy en el fondo de tales gestiones nos hace entrever aquelas esperanzas, que annque no entrañan toda la esencia de una convicción realizahle si dicen que algo se ba ad elantado en el camino de la reparac ión, y así vemos que los trabajos del Genera 1 Holg·uín en Euc:>pa, han facilitado esos arreglos, dando por resultado que la Santa S.:de interveno-a en el negocio y al ef'.:: -=:to ha comu~icado a! Cardenal·Gi b bc 'lS résidente en Was­hington acep t~ r;ustoso la interven­ción apoyando las gestiones para fa­cilitar honrosos arreg-los, que ha­brá de d,ecidir el próximo Congreso Americano. Dice tam hién, con mu­cha razón el General Reyes, que nuestra actitud interna debe ser pa­cífica, de verdadera cspectactiva, de qui en tiene porque esperar algo bueno para el porvenir, de m·-tnera que cualquier agitación proouciría 11uevos fracazos en tales arreglos, que Dios quiera, se efectúen breve­mente con resultados los más bonan­cibles para nuestra infortunada Pa­tria-. - El General Reyes salió de Pa­rís ~~ 19 en vía para vVasbington. donde reanudará Jos trabajos con­cernientes á tal es arreglos y en se­guida pasará á Bogotá según así, et mismo lo comunica. -Sabrá también que el Supremo Gobierno mandó suspender el pago de las 50 unidades de las Aduanas de este puerto y el de Tumaco á la Empresa de nuestro ferrocarril. Si esto fuere un hecho consumado, 'hay riesgo de que la Empresa sufra un. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1) 1 • EL CORREO DEL VALLE 1530 ·erdadero fracaso y que por ende engamos qut! deplorar consecuen­: ias irreparables. -Nada hemos vuelto á saber de ia guerra ruso-jai)Onesa, pues á Co­lombia no le entra uua sola noticia por el cable, lo que e:; una verdade­ra desgracia, porque, no saber dia­riamente en una República como és­ta lo que pasa en otras partes, reve­la decadencia en la prensa civilizada y poco interés de parte del Gobierno; y decimos e::;to sin que cause sonrojo ni al uno ni á la otra. En otras par­tP. s la prensa se asocia y paga su servicio cablegráfico, y eso, por ejemplo, debiera hacer la pre-nsa bo­gotana. Aun en la guerra pasada el Gobierno tuvo su servicio diario de noticia.s contratado con la Compa­ñía del Cable á precios equitativos. Hoy podría hacerse lo propio con provecho para la sociedad en g-eneral. -Los pueblos del litoral chocoa­no continúan g0zando de completa tranquilidad. Aquí disft utamos de lo mismo y de buen estado sanitario. Adios señor Director; me anticipo á desearle muy felices pascuas y pasatiempos bastantes confortables para usted y lectores de su Correo. Como siempre me repito su aten­to amigo afectísimo, CORRESPONSAL. REHlTLDOS f. Hasta cuándo se guardará miedoso si­aenciof ¿Hasta cuándo 110 se dirá algo de fo inusitado que ocurTe en lo que hf'mos da­do en llamar El\IPRESA DEL FERRO­CARlHL D~L CAUCA f . La paciencia del público, que con sns d•neros concurre á la formacion del TE· SORO de donJe se s~<'a lo necesario para p8gar á lo., CONTRATISTAS, es muy explieaule aquí, en donde poa· cualquier cosa qne se diga referente á los asuntos dP. interés general, se suscita nn carami­llo tremendo, y se traduce en molestias; pero ya la pacieneia raya en salvajismo, y preciso se hace que alguno alce la voz y d•ga Hunque sea pa•·te de lo mócho quo­hay que decir del negocio del Fer'rocarril del Oauca y del Camino rie Herradura de Cali á Córdoba. Del Fl!ri'Ocarril puede deci•se en tesi~> general lo siguiente: 1 f? La linea férrea q:1e se pretende cons­truí r· es de pésimas condiciones e~onó­micas; 2 de mal ~amino que existe, me­diantfl una buena adruin1stracióo, se po­dl'ia hacer un buen ferrocarril al valle del Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 EL CORREO DEL VALLE t :•uca. No eso que se está ronstrnyendo, < 11.; si no es ridículo es ~penas una carri­l, ra adecuada par·u una enrpre,a pequ et1a, 1 •llllO un ing-Pn io de azúcar ó cosa seme­, i: nte, 1 ero jatllás par¡¡ PI trtífi t·o de una 1 .. ~ ión contercial. Poclría constrttirse PO 1 rroca rril serio, 411e hi<"i<>ra lo que ha<'< n . · lo que deben !JaC'er t.1dns f,s fprro<·ar•ri­¡, . ., que se hayan c<1nstruído ó qne se coos- 1•·uyan. y f)ll C ?s: A11dar pro?ÜO y cobrar 1 oco. Hasta f'l ]Hf'Sf'nte p::treee que el tíni- 1 •l ferrocarril de la tifl'l'a, que se est~í ha­' iendo como para qne ancle m!ls de~p~do 'lne los btH'yes y cobre m:ís caro que las tllU ias, es éste, que c .. n tanto bombo lla- 11Jalnos "F~rrn<·arril clel Cn11ca"; y 5'.1 Que si ha de rerlucirse á los indus 11 iales del Ca u ca. á sopn1 tar· los fl.<>tes r"onstruosos qn<' <"obra la Emr t'f'f'a por los ~O kilometros que ret·orrPn h•lY ;:í t'lllp U­j• lnes las mftq .inl'ts, y ~1 sopo' t~ll' el au­rnt• J1to propor•·ioJHd á tn f'rlida s prt f .· rible, rnil y mil veC'es, que dPj<'tl ~so , y sP que­den los expol'tadorf's y los in1portadores eontentos <·on las mnla8, que sin duda andarán más y cobrm·án menos. El público parel'e qu~ no tienf' nrucho a f~1 n de coooc•pr locomotoras ni de: olf'r carLón de piedra, sólo por el gu:sto de ver y de oler. Cada uno ele esto<> h e<"hos pucrle demos­trarse{¡ sati fa!'c·inn de los que no se ien­tan ~uy intN s~rlos f'n PI pPljuiei•J del púbhco y en PI f.l l'll\'('('1!0 df' unos poeos. Pouría C, lo Íllerel ble, es lo que vamos á dt•c·i1·: El Camino de HPrrHrlllra fl,.¡ valle del Cauca á Bur>nan:ntu1a, f'l mt>jor de la Rcpúblic~; e l C:1 m•nn que se rP::tlizr) á expensa::; de l::r iiiOIIIttnb iP 'on~t:mcia, del capridJO, :-i i'iC qnic>re. r] , 1 O•·n •1al .Mos­qucr ·a, ese catllino qn<• co:-.1o ta 11 tas vidas y dinero, ESTÁ P.EltP!D.O. Pero más inau~ d ;to, más increlble f'S esto: El Camino de Herradma de (':di á Buena\·entura tiene una 1·enta enorme, v e ·a renta no sirve pars atender á las r~paracinnes qne el c::~mino necesita!!! Según la leyenda, cnatroo estaba Pn obra el camino de hf'rradnra, y siendo pocos los reC"ur os con que se co~taha pa­ra ello, quiso, voluntariamente, el ('OOJPr­cio de Cali ayudar con alg-o, é hizo que se estableciera un pequeño trnpuE> to de peaje. Rse impuesto no está e ·tablPrido por ley ninguna nac·ional ni df'partamen~ tal. Andando el tiempo lleg-ú el dia en que la Emp?·esa del Fe?TOcm·-¡·il incorporó. y tomó tí su cargo el Canrinv de Herr·a~ dnra y la pequeña eootribtH"ión volunta­ria que se impuso el públieo del Cauca,, de pequt->i'ia v de voluntaria, tomóse en imput-sto for· zo~o y elástico, habiendo lle~ gado á convP.rtirse hoy en una verdadPr'a é importante rentn, qur. en verdarl no se convierte en amor de Dio' y provetho del . prójimo, sino que lo qne nos ha traído e~· la casi total pérdida dPI mismo, del mis~ mísiruo camino motivo del enorwe im· puPsto ! Da lá~tima VCI' la caída ele las pubres. mulas y la fatig~:~ de los irtfel ices arrieros. en esos desnueaderos y hoyo~ pr'"~fundos. que hay hoy d:a en sitios que siempre es­tuvil"' ron buenos; y da risa, da mneira ása. ver la ridil'nlc>z de los trabajos qne se eje­cutan para compont'r lo rnalos pa~os . Son rid1culos esos trabajos por todos <'Oncep­tos ~ la manera de ejeeutarlos ( dinmos. me jor, de prett->nder ejecutarlos), t· l escaso. oÚ,rJero de obreros y la:s hf'rrarnicntas: las herramientas son de exhibirse por su abundanl'ia y por su calidad. ResUnJen: El respetal...le r0blico paga mny bien lo qne no le van á hacer, ó qui­zá quedará mejor: el público pag~. y pa­ga sin cesar·)' paga mucho porque le ba­gan urr mal en vez de un Líen. El comer­cio se echó encima uua contribuci ón con el objet•l de t eoP r asf'gu¡·ada una via h&cia. el mar l'On mer:ores pensLdades y menos gastos, y j oh sarcasmo! la contribución snbs1ste y el camino no e~istc l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORRF]ü'~DEL VALLE Ht>s ultaclo: liabrá mucho¡; cnlir1~trs poa· lo qué qttC'da dicho; pero :•postanamos á que lcJs cultent('S son in ~eresaoos en que htl:l cosas ¡;agnn corno van, y á que todos los fleiu::Ís está n confcrtllel:l en que lo dit:bo es lll pura \·erdad. Cor.sejo: Todos e¡:tos malee; se evita­tí::~ n si el Gobierno hiciera lo siguiente: Resolv e rse á administrar lantc, el J:i~erro­carril d e l Cauca como el Camino ele He· rradura. en esta forma! El ferrocarril con todos sus recursos y algunos más que PI Dt'partamento podría adjudicarle (la R enta de Pi e le~. por ejenlplo) darselo á una Junta directint e.,mpuesta de un Di­ ·rectea·, BI8N PAGADO, y dos Conseje­ros, d ej r-ínoole á la ~mprt>sa li .b•·nad ó tlntonomía ~uticientes. El Camino dP. H e rradua 11 , P. ntregnrlo Á un Adrninistra­dur com¿¡r-f 11le y Bll~N PAGA DO, para que ese ¡\d ,, inistrador reeande ti ianpt1es­to1 ejeell t· · los trabc1jos de conservación d e l cam ino y rinda baP.n sus CliC'ntal'l. Se tH'c e sita que el Gobierno SP anime á proce rl e a· r es u e ltament ~ , y que elija los hombres eutnpe te ntes y honorables que deban en<'al'p;at·se de la administración. Ca li, Mat·zo de 190-1. P. P. c. SÚPLlOA L ~ hacemos ú CJlli t>n con· e~ poncla. so &ir va o1·Jent:n' se dé una I' P tr e ~ a s iquiera t·a ola o<:lw días en la Plaza de N icoLí. s. Oj a lá ~>c a atendida lJUeatnt e x i~\ U \ ~i a ,)f d<:'E:, lc :-.hora t·n viamos n u cstr0:3 más calll­l ·osos apLillsoe. Los Y ECINOS. AV1r90 ~ ~----------------------------- OFERTA Alq uilo una casa cómoda para n umér()sa1familia, fre nte á la de Hafaé] .Jim é nez, medi a cuadra entes de la plaza de ::)an N icolás. 8-2 Catalina Lo1'a1 BU~.J NEGOCiO hará q ni en ro m pre u na fi inca si· tuada á orillas del ríu "Frail(''', distrito de Florid:-1, compuc·;;t.:t de lü .suertes de caña, un m:l!?,'­nífico trapiche de bronce, cafrj­tal, platanera, pott•ero de guii .t'lt y paHto natural, y ('aba.llerí su{icieates vara el servicio. ' Para pormenores ent<-'nderse eon F}'(tnrisco J. Sanrloval. Cali, ~Iarzo 7 de 1904 3 2 ------------- --- --------- ~~,¡~~~ Si busca e;; Pa] nd y .riqneza, C"'l·l· pra u n ;1 finca sitnada en la ('"l' • di llera Oecidental tres horas di.-'­tantes sig-uiendo el C'a,Jnino dt> :~ ~­ta ciudad para Bnenavent ¡:· r. Compue:-~ta de una casa regtt 1.l r­! nPnte cómoda, cafetal, hor:;·. i i­zas, una plantación de ca u e :l t> y dns mangaR, Para purmenores entende ·se e n Bias S. 8carpetta. --- ------------"--- PROBABLElVI ENT~ tendré que ansPntarme de t>Rta ciudad pur $llgún tiempo. Rnrgd, pnPs 1 á laH personas que tt>ng:an n~ce s idad de mis servicios pro­fe sionales que ocurran anÜ'S d el 20 de Abril. Luís P érpz C. Dt>lltista. Cali, Marzo de 1904. 4--1 ------------------ SE GRATIFICA A la persona que entreg ne á Carlota B lt1 m un zapatico d t' e a· britilla colurado que se le hL1 pe~­dido, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 r- 1 1 l EL CORREO. DEL VALLE LOCAL: En la ca§a del ll}octo~ 0 9Waldo §carpctJta, f'rente á la del Doctor G«a~ ::zalo Córdoba. PARA NOVIAS: T~-'Jn.;cleseda; g11::~ntes; Zélpatiilas; abanicus; velos ; <·oronll~'> d ~-' élZ :• lur etc. Ptr ~ . - PARA SENORAS: Cortt>S ¡'i;--¡ ra trPj t->S: blusas de seda c ~> nÍt>ccio - • néldo.s; ('OJ'St:'t~; cubn• corset1-; nwdia~ nt>gr<1:o; zrtpato.;; bot11s; pañuelos; p~rl­- vos de VelHmint->, dE" J nva. de Ht·ii ; D .~ ,· ocion<~rios; m:mtillas Y~-'nwy li s as y borda1Jaf':; m a ntil l a~ de ~'~'~" "f! Óll bPrdMla s; manto<; de cr~-'spón c<-d¡üks; pnñolont--8 ~ll'lnco~ de sed;1; ' i r::I P:~; f1 .::hn s; t;~pde:s rle pelnch t' ; ligRs; ¡•;-~ño c h e viot negro y de eulor; nv • irw,..: li.:;(•s y la l>ríidos; cmtas; encajt:s; hord<:~ ­dos; ¡ilisa blonclas, pan g1 1RS t·t c. t>tt·. PARA HOMBRE~: Bt 1Í rws; p :1 ño~; medias mt-~ dias; frélnel as; sombreros; cHmil"'as de ¡;iqn é f:. b r ad;1 c~; li~ :t t-: y ele el u \ce abrigo; cut->llnes eJe nÁcar; hilo de ln 1 cadena blanco y I!egru; tl!éiiJte)es ; se rvi !Jc ta~ j sobre camas; cobijas t'\.C tltC. Mercancía nueva y e ~ JneJ<> adamente e~cogida PRECIOS SI'N COMPETENCIA!! ~TODO ELEGANTE Y DE ULTIMA MODA~ ,>. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. e EL CORREO ~DEL VALLE BONILLA & HERN1\NDEZ ---CALI-­Di1 ·ecc?:ón telegrráfica : BA.NDA. Apa-rtado .. l\Z 0 77 BONILI)¡\ & HI~RN~~N.DEZ venden una casa en el barrio de San Antonio, de con~­trucción nueva y propia para una farnilia numerosa, y otra en el barrio de San Nicolás. HERr~Af,JDEZ .1\.caban de recibir : l. Lámparas colgantes y de sobrem(:lsa, dP d.iferente~ estilos. Pa­pel de colgadura. Pinturas muy fina s, de diferentes colores. Loza de toda clase. Cristalería.· E spejos para salones y tocadoreR. Mon· turas ameri canas. Calzado francés y amerieario para señoras. Han recibido un buen surtido de Perfnmería. Polvos para. la ca· ra y Aguas para tocador. · venden á precios que no tienen competencia : Vinos en barriles. Vino tinto y blanco en cajas y el afamado CHAMP AG N E MONT EBELLO. Bonilla & Hernandez son los únicos qne introducen las grajeas de Arsiquinina que e ~·: · ran rápidawente el paludismo. ACAB A~ ·D_BJ RECIBIR : un 'espléndido snrtido de drogas en general 12 - ... .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 .. EL CORRE•O DEL VALLE ~~~~~~~~ ~ BANCO · Co~ERCIAL ~~~~ f~ a1 i, Palmira y Popayán. $ 3'500.000 su Capital Sbcíal. c!ompra y vende permanentemente giros t~obre N ew York, Londres, Par'gr Ha m burgo y demás plazas eu­ropeas. Compra giros sobre Bogotá, Mede11ín y Mani?:á1es. Hace traspasos sobre sus sucun~ales, d8' Palmira y Po·· payán, recibiendo· ó entregando fondog e'l1 ellas. Hace embarques por euenta de tereeros y avanza fondos Robre produetos que se embarquen bajo conoci­miento del Banco .. A partir del l. e de Octubre recibe depósitos á las ~ rata·s siguientes : A la orden A tres meses A seis id. A doce id. 6 por· ciento anual 12 " ,, " 15 , ' , , 18 " " " Cali, Septiem hre 20 de 1903. EI Gerente, Franch~c·o Restrcpo P: ~ 12--12 ~ • ~· ~ ~ ~ ~ ~ ~
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 163

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 164

Por: | Fecha: 31/03/1904

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. La poesía de la Biblia I Un dí:l, al caer la tarde, 111e tocó escucha una conversación deliciosa entre personas disting uidas. La más notable expresab:t sus juicios con táuta sencillez, había tal encanto en el modo qe decir la~ cosas. ,que sin darme cuenta de la sugestión que despertaba en mi espíritu, no sé pre­cisamente si por el brlllo majes tuo­sn de las ideas 6 por la frescura del leno-uaje, · hube de r et ener períod os 'Y c~nceptos que después he re petido con íntima satisfacción uc mi me­moria. Recuerdo que di curría con admi­rable facilidad sobre asuntos litera­rios; la atención de sus compañeros revelaba el respeto que infunde el maestro, y con el vivo interé, de una narración embellecida por lo.s por­menores de una: brillante fantasía y por el buen criterio de quien conoce á fondo la materia que refiere, con­taba sin detenerse importantes su­cesos, citaba fechas gloriosa s , evo­caba nombres ilustres. Aquello era J.)ara mí comq un cinematóg rafo que me permitía la contemplación de per­sonajes célebres, e . ~pecial mente de poetas de fama universal, como Ho­mero, Virg·ilio, lv'Iilton, Dante, T asso. .. \llí po r ia. primera vez oí recitar las b~ 1k 2 a ~ de la Ilíada, y me entu-sias n1é con el asunto del pnema re­ferido cor..1o un cuento maravilfoso; supe así mismo la admiración del mundo intelig ente por esa obra m~es ­tra del genio, y como las descri pcio­nes eran tan naturales, por una es­pecie de~ alucinación de mis sentidos, creí contemplar el sublime ademán de H éctor acariciando á su hijo an­te~ de partir á la batalla; aun pare­ce qpe se de~lumbraron mis ojos con el incendio terrible y amenazador que quería destruír las naves grie· gas; casi estuve á punto de gritar co.n ím~etu de cólera cuando ví ata-do al carro del vencedor el cad<íver • del héroe, imagen del vencido en las· luchas del odio; y mi alma experi­mentó sin duda honda tristeza cuan-do en reclamación del m á::; rico teso-ro de su amor, se alzó de un modo augu~to la figura de Priamo, en pre­sencia del tremendo Aquiles. Al llegar á e,' te pasaje del po~ma el diálogo interrumpido por la magia del conversador se reanudó con vi­ve7. a, y cada uno de ~os concurrentes comentó á su antojo !os ·primores del canto, y alabó á quien reconocen los intelectuales com·o el padre de los. poetas. En seguída el literato complaci~n­te, á instancias de sus amigos, reci­tó trozos selectos de la Eneida, de la Jerusalén Libertada, del Paraíso Peruido, haciendo la recitación y las observaciones oportunas, no como el cucnti ta vulg-ar, sino á semejanza. del historiador que hermosea con la propia luz de su int~ligencia ~na ac- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL .CO:iRBO~{DEL VAtLE ción memorable, co'mo el crítico que á sabiendas de las leyes de la esté­tica señala los ·puntos culminantes, v coloca con p2rfección eu el campo artístico la' producciones del in­: genw. D0spués, como obedeciendo á un impulso natural, irresistible, habló de los Libros sag·rados, y rnás com­placido c0n este tema que con los anteriores, desen ,·ol vió rápidamente el ideal de las escuelas poéticas, ajustáud(1se en su .exposición al aná­lisis de la crítica moderna par1a for ­n1ar compa1aciones bellísimas entre la poesía lírica de los poetas grjegos y latinos, y 16s Salmos estupendos de la Biblia. Por último, como si hubiera ~ne­; r~do re::Jumir sus impresiones en un solo pensamiento, exclamó con la na­tural1dad de un sabio: nada tan bello en la li terct tura como la poesía de la Biblia. Ir Nada tan bello como la· poesía de la Biblia, dijo el pensado~, y yo re­petí esa frase para grabarla en 'mi cerebro, no con el de-,eo de hacerle bombo -entre mis camaradas, sino con el propósito de inquirir por mi propio esfuel'zo si esa opinión era la de un místico que se nfana con l?~S creaciones de un ideali smo re)igioso, ló si en verdad la herm o~ ura del libro era una fuer{te im>piradora de lo ex­celso. El hecho es que conse&(uí la Biblia en una edición española, y cuando es tu \-o en mis manos, expe­rimenté aquella desconfianza tan co­mún de no hallar en la realidad lo prometido, y la razón es obvia, aun­que parezca pueril: me sabía al de­dillo muchos versos y párrafos amo­rosos de novelas, los cuales :::onside­raba en mis apreciaciones fctntásti­cas como el non plus ultra en mate­ria de ~ncautamiento literario. A la vista tenía-3e~ún el maest ro-la tierra de promisión; pero antes de penetrar en ella lo primero que hice­como si fuera un muchacho-fue exa.:. mimtr¡)as láminas que adornaban la obra. Al abrirla encontré en la por­tada las dos fignrcts primorosas d el relato; esos séres que forma·n un so­lo corazón, un ::;olo pen ·amiento, y que en el desarrol lo natural de los gérmenes constituyen e1 más fecun­do de la vida. Ella, la hembra etla­mcirada, dulce con la perfección del más casto de los sueños; desnuda con la pureza de la nieve la forma escultural de su cuerpo; blanca de espíritu·, en plena primavera, creada así como un sol de am0r por el divi­no Artífice bajo la sombra de un ár- . bol corpulento, mostrando en el ros­tro con ja expresión incitante del re­clamo el deseo de vÍ\'Ír sobre el cés­ped florido, despidiendo en torno de ella el aroma virginal de la inocen­cia, y bajando con su ma.uecita, encantadora, umi rama en flor, verde como la esperanza! Y él, el macho adorable del idilio, indiferente á to­das las delicias del bosque primiti­vo, viéndose no más en las p upilas brillantes de la hembra, fascinad·o por élla y por lo mismo hambriento de ~us besos, del tocamiento espiri~ tual de sus carnes y rendido como es­clavo á los pies de la diosa, esperan­do recibir e.n aquella actitud supli­cante del rueg·o la fruta del deleite, _ el manjar de ·los afortunados, ese como ensueño pecador que cruzó por su mente cuando al través de los en­cautos de la virgen, vió en f>.lla algo como un cielo no explorado, algo co­mo un panal de miel en su boca en­treabierta, más dulce que las uv:as de parra que á manera de racimos colgaban á su alcance del folla je fresco . · Con un estremecimiento nen'ioso Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - EL CORREO DEL VALLE 1.304 pasé muchas hojas del libro, y atraí­do por una fuerza superior,- me de­tuve ante el cuadro soberbio, triun­fal, en que Josué hace parar el sol. Y detener ese monarca poderoso, mirarlo cara á cara como de igual á igual, é impedir que sus rayos alum­bren en sociego el Univ~rso para que caigan en forma de coro11a sobre una sola frente , es la alegoría m:ís su­gestiva que puede concebirse del po­der humano, porque en los dominios de la voluntad donde se fabrican to­das las ambiciones y se realizan to­das las victorias, esa aleo-oría repre­senta el alumbramiento moral de un pueblo, el triunfo de la raz-a esco­gida sobre las tribus bárbaras. Y luégo, como si tales ideas de or­gullo y de mando no debieran pre­valecer en la mente, sino huír como una sombra, tropecé en breve con aquel lienzo conmovedor en que Job, lleno de lepra, caído con el fardo mis pesado, lanza las quejas inmortales , esas que son como 1 resumen de las paras negras, el epílogo de las lu­chas pavorosas. De suerte que la sola contempla­ción de los cuadros bíblicos produce sensacione vi vas, avasalladoras, y hace que el hombre medite un poco sobre las grandezas y vicü;itudes del linaje. Con esas ideas altruistas de filó­sofo en agraz, y con la inquietud de una curiosidad no sati f echa, em­prendí la lectura de la Biblia . . III Fijo el libro sobre una mesita de 11ogal donde apoyaba los ~odas, leí las primer;:ts líneas, y seguí je,·oran­do pen amientos. Aquello fue un encanto, aun pudiera decir una re­velación que produjo en mi s ér im­prf'siones análogas á las que debe experime:d a r el descubridor cuando roto el v0· u mi::.tc ric o, C(;Ute:npla el • panorama real, tang-ible, que empe­zó por idealizar en la fantasía como alejando la sombra, y que luégo á g-olpes del cerebro surge con vesti­do~ de. luz. El Génesis, como bs demás pro­ducciones del famoso israelita, tiene ver.dadcramente los atractivos de una leyenda oriental, todos los em­blemas de una cuna, siendo la origi­nalidad el c;ello principal de su re­nombre. Allí lo nuevo de la natura­leza y lo nuevo del pensam~ento; el Bien como en s2.ntuario de granito, la Verdad como en lecho de flores; todo risueño, palpitante de amor, bajo un cielo que en forma esférica. mostraba la primera línea azul del horizonte y los primeros estremeci­mientos de la aurora al fecundizar la tierra virgen. Allí las pasiones en su comienzo, semejanuo el cerebro unas veces el mar en bo¡rasca, otra¡;; un lago tranquilo; ya remontándose el pensamiento como el águila en la& • mayores altura~, ora arras trándose como una "'Crpiente maldita por los aritros del vicio, como si el hombre no fuese suficientemente fuerte para soportar todo el peso de la criatura: va cou ella al desierto para recoger en sus ánforas lo:,; raudales de armonía _que brotan de c~e cer('bJ-o colosal y que á manera de Hu via benéfica cae so­bre la ti.er·ra; le sig-ue al templo d-on­de di!'>putan Jos doctores y presencia 'el asomb-ro de los sabios cuando el discípul-o les enseña .cosas que nun­ca habían oído y les cuenta maravi­llas de otros mundos donde no se ocultan los a:-,tros; diRfru'ta de la alegría .d~ lo:s niños cuando el maes­tro los llam-a y los envuelve en cla.-' ridades como de aurora boreal; en..­ca!' na su suerte en el ángel consola­doi- cle los OJi,:os cuando el mártir "quebrantó su :íuimo y se abis­m. ó á sí mismo pidiéndole á su Pa­dre fortaleza"_; marcha en pos del a póstol ti 1a gruta de ~áza ro y ':e cuando auitáudole el sudario frío le infunde Ía vida; entre los perfumes de la Siria escoge los de fragancia exqui~ita y lava con ellos los pies del predilecto en la hi';:;tórica cena de Bethania; y cuando la poesía hu .. bo agotado todos los tonos de la ter­nura, al ver tronchada trágicamen­te la mejor de laf-> vidas, iuclipando la cabeza con la· auréola mística, buscó como final del más hermoso poema, el corazón de aquella Madre inmaculada de donde extrajo en so-­liosos inconcebibles como el dolor' en tero de las razas oprimidas, V Cerré el libro de los broches dia_, m an ti nos, el de la :fi 1 igt:ana rel U"' ciente, el de los éxtasis grandiosos; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1536 y de súbito se escapó de mi alma un monólogo de admiración, im po';ible de recordar con la fidelidad del ca­so porque el fueg·o vi ,·i:ficador del pensamiento es fug· i ti vo, deja sólo reminiscencias vaga:3 . En ese discurso á solas con mi•po­bre numen en que consideré la Bi ­blia nada más que desde el punto estético, pensando en su influencia poderosa en la poes1a antigua y mo- . derna, quizá expuse aunque somera­mente que la escuela reali ·ta, á pe· sar de su hermosura plástica y de e. cena seductora::>, uo ha dicho na­da nuevo después de que la narra­ción mosaica cuenta que la bella egipcia, en transportes voluptuosos, He quedó con la capa de aquel ado­lescente que huía de las tentaciones de Cupido; nada nuevo después de esos grupos tentadores de mucha­chas árabe~ de cabellos dorados y de túnicas blancas, qu.e en los pala­cios del rey sabio se tendían con ·el a.Pandono del amor travieso, soht·e cojines carmesíes, ·s;ti picados los pies al parecer con gotas de rocío, caídas en las sandali¡J,s hechiceras, levantando con la respiración del pecho la gasa de seda transparente, fuego pa ional que semejaba en los labios de esas divinas, el ansia loca de encender los rayos del sol en las cat·icias del amado. Quizá dije_también que los román­ticos no Lan exhibido vírgenes más pudorosa que las doncel las hcl.weas­y eso que las purifican con el nimbo del ángel. Y como en el movimiento de· las ideas, á medida que babia ba, la Bi­blia surgía, en el delirio como el ~ímbolo de una colmena inmen~a ­mente rica, adonde lleg-an lo.· pen­sadores como abeja · en busca de dulzura, rememoré trozos- poéticos de algunos de nuestros granJes ins­pirados, y comprendí entonces por qtH~ el poeta de la. raza judía, delan­te de las injusticias, exclamaba con el vengador de los oprobios : •• Y quebraba los colmillos del inicuo; y de sus· dientes)acía soltar la presa"; sospeché por qué el poeta suicida, el decadente dolorido, al sentir la agitación de su alma, decía recor­dando la ternura del Salvador: .. ,..re cubrirá con sus alas pod~rosas; en seguridad . estarás bajo su abri­go" ; dtscubrí por qué el poeta loco de la mo"ntaüa sentía posar sobre el ho!Y'bro la paloma d el Arca en los días eJe ventura, presintiendo acaso que tras la n'oche tremenda en que yace, esa mi:sma pal(lma habrá de ofrecerle la verde oliva, pues ''El ave antnngninaria ele judíos ; Se cubrieron de tri steza los l ejanos horizontes Y temblaron las montañas y hts rocas y los montes, Y_gimieron las patoma.s y las fuentes y los ríos ! 1902. FnANcrsco REs·mu;ro G. BIBLICA '2<>cultas radenciones ; El mundo de maldad estaba henchido, y en el GólgCJta en SOQJbras convertido En sus cruces se hallaban t1·es ladrones. De un laclo' y en terribles contorsiones Se encontraba un ratero empedernido, Y del oti-o un ladrón arrepentido, Y en medio un robador de corazones. De luto se vistió la vasta esfera : Gestas, el malo, tie rétuercc y gime; Dim~ts, el bueuo, en su tortura espera; Y aquel, el de la luenga cabellera, Que su.fre, que perdona y que redime Be robó al fin la humanidad entera. E. A. H. -- RAZA MALDITA J esús el N azaren o, A la ciudad de Sión hace su entrada En medio del aplauso de las gentes, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1538 Las que al mirarle jubilMa.s claman : "Bendito sea f'l que viene Fnnombredel Señor, HosanM,Hosl:lnna". X con flores tapiz:m su camino ). agitan en los aires verdes palmas. Después las mismas turbas Ante un Pretor a l Na7areno ultrajan. '' Crucifícale, g ritan, y su s:wg re Que sobre nos y nuestros hijos caiga.'' Y Pilato, el cobarde, El Juez que tiem bla a-pte la turba ai1·ada, A morir en la cruz condena á Cristo, Lava sus manos pero no su infamia. La humanidad voluble No degene ra nunca, al que hoy ensalza HunC:e en seguida, y una cruz re:;erva Para cada. caudillo que la salva! JUAN A. SÁNCHEZ. SONETO No me mueve, mi Dios, para quererte, El cielo que me tienes prometido, N i me mueve el inii.erno tan tc~ mido Para dejar por eso del ofe nd ert~ . Tú me mneves, Señor, mnéveme ver te Cla,·aJo en una cruz y escarn ecido; Muéveme ver tu cue rpo tan herido; Muévenme tus afrentas y tu muerte. Tu me mueves, en fin, de tal manera, Que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, Y au1nque. no hubiera Infierno te tLruiera; No me tienes que dimo amor con fherte lazo, Quiero junta r mi pecho con tu pecho, Quiero moi'ÍI'. contigo en un abrazo. ¡Oh, si mi vida en tí se refundiera! P ercfido eternamente en el oceano De tu v,ivir, contigo yo viviera En el seno de Dios, _ft.:era tu hermabo! ¡Ventu rosa fusión! ¡suerte en"vidiable! ¡Disfraz de muerte! ¡miste_riosa viriat ¡A1·cano á la razón im penetrable! ¡Vida inmortal, de la de Dios nacida! Pero en la cruz __ ¡Oh, sí ! con .T esús muerto En la desnuda roca del Calvario, La cabeza inclinada, el pecho abierto: Ancha puerta de místico santuario. ¡Logre yo penetrar po·r esa entrada Basta el retrete del arnor divino, Y apura r con la Espúsa enamorada De su bodega el regalado vino! E m bl'iagado dn amor duerme el Esposo De la ernz en el Tálamo sagrado, Para sns blandos ll1Ícmbros ¡cuán nudoso! Para su corazón ¡cuán delicaJo! Es un lecho de rosas purpuriuas Y nc cárdenos lirios y azucenas: Rosas nacen debajo las espinas, Lirios brota la sangre de sus venas. Hav rosas en sus manos ¡cuán ft-agantes! Y ro"sas en s us piés y en su costado: Todo. él es una rosa. Al mas amantes, &No aspirá is la f ragancia del amado~ ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1539 EL CORRE~ DEL VALLE ¡Infeliz quien no siente tn dulzura!. ¡Dichoso el que te. abraza, dulce amigó! &Qué tesoro rnayor que tu t trn ura~ &Qué alegría mejor que esta!· contigo1 i Allí ·Jerusalén yace sombría, • Allá brilla del mundo la señor·a!. ... ¡Qué oscuridad me cerea en pl eno día! ¡Me ofusca el rayo que sus techos dora! Nada allí me fascina, nada llena l\fi cotazón; placer tan sólo aspiro Y al ai!Spir.arlo el alma se en ve nena, Presa de h,)rrible vértigo, deliro ¡l\Iisera~le de mí! morir me sien to Astixiado del mundo eu el vacío. En tus cumbres ¡oh G-<'>lg-ota sangriento! Volvedl. á su'spirar el ped10 mío. Vuelvo á tu altar·, Jesús crucificado: Aqui morar yo quiero en tanto viva; .Tu vista me hace bien, Cristo llagado, Tu víata el fuego de mi pecho aviva • • Unirme quiero á tí. Mi único anhelo, Desfallecer de amo¡· como la E~posa Eres mi Dios, mi ventu ranza y cielo; En Tí mi alma se pierd~, en Tí reposa. N. CÁCERES, S. J. LA ORAClON De la ig!esia en la nave solihria, Oras buscando á tu dolor consuelos, Y se e\ava al Eterno tu · plegaria Como sube el incienso hasta. los cielos. La luz del cirio amarillento que arde Ante el altar, confunde sus destellos Con un pál.ido rayo de la tarde, Que temblando acaricia tos cabellos. Reviste la oración tu faz hermosa Con su'aves tintes de infinita .c:alma. Tu plegaria es la escala mistúiosa Por donde asciende hasta su Dios el alma. El Dolor se refugia en la penumbra, El corazón palpita y se ~giganta; Unalrna en oración .. astroque alumbra, Flor que_p erfuma y pájaro ·que canta. Ante el pequeñv altar lleno ele flores El espíritu ofrece de rodiilas Su' amargura y sns íntimos dolores Con el llanto que baña tus mejillas. Chisporrotean los cirios con el viento. Se va la tarde. En tanto conmovida1 'Dejas que se remonte el pensamiento Lejos de las tristezas de la vida! Es 'tu plegaria misterioso canto, Queja angustios!" qu<:J del alma exhalas; Y el Angel del consuelo al ver tu llanto Te acaricia y te cubre con sus alas . . Postrada ante el alta¡· oras de hinojos, Mient!'as la tarde expira en lontananza Y enjuga ·el llanto de tuá negros ofos El Angel del Amor y la Esperanza. EDUARDO ECHEVERRÍA.. PIEDAD R8LIGIOSA El llama111iento que 11uestro inte­ligente y virtuoso párroco Dr. Ula­dislao González hizo á los católicos de Cali, ha sido fiel mente atendido para asistir ·á Jos ejercicios espíri­tu~ les que para hombres han tenido lugar en el espo.cioso templo de San P edro durante diez días. Y no po­día ser de otra manera, dada la fran­queza y sinceridad de nuestros ver­dadero. s sentimientos cristianos que se sobrepo11en á:' toLas las contrarie­dades de la vida y ahogan las afec­ciones mundanales. Lujo de piedad se ha exhibido en este gran certa­. men de recog-imiento, en el cual han llevado la mejor parte los venera­bles sa.cerdotes Dr. González y RR. PP. Frs. L. Lópe~ y A. Acevedo, que han sabido inocular la savia de la verdad evangélica en el corazón de sus numerosos oyentes. C0mo fruto de esta saludable cosecha re­cogemos entre muchos otros, la pro­testa espontánea del Sr. José J O'L­< tuín Ayala, quien se retracta de los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ( EL CORREo- DEL VALLE 1540 errores en que volu,ntaria ó involun­tariamente ha incurrido contra la Religión, la ~oral y las buenas cos­tumbres durante su vida, y rétir.a sus firmas donde están mal puestas contra los dogmas de la Relig-ión de nuestros mayores. · El ~jemplo áel Sr. Ayala es edifican'te, y habla en estentórea frase en favor de la ar­dua tarea de sacerdotes ilusfrados y virtuosos como los que hoy tene­mos en Cali, encargados de encarri­lar nuestra sociedad. Al propio tiempo felicitamos al amigo Sr. Ayala por el paso concienzudo q_ ue ha dado públicamente hacia la tran­quilidad de su vida. Merecen tam­bién nuestras más ardientes felici­taciones el ilustrado párroco Doctor González, sus dignos colaboradores los humildes franciscanos, así como la damos con verdadero entusiasmo á · todos los caleños. . · Algo así como cuatro mil hombres asistieron á la procesióp. del Jubileo • que se verificó el domingo de ra­mos. Hubo patetltes demostraciones de devoción, recogimiento y disci-plina cr.istiana. · -:+ 7~ -x- CONVENTO DEL CARMCN De Bogotá ha.n llegado última­mente cuatro Monjas Carmelitas qu~ en asocio de la Hermana Merce­des Garcés, van á fundar aquí un convento de esa orden de penitencia. Les presentamos nues tro res petuo­so ·s:J.ludo de bienvenida y felicitamos á la Hermana :Mercedes por su lar­ga é incat•sable perseve rancia en de­sear llevar á buen proveclto la fun­dación de esa benéfica orden. -:+ * .¡(- NUEVO GOBERNADOR Hemos sido informados de que es­tá nombrado para este im •)nrLwt e )U ~ sto el __ Dr. L~cio A . eomb0, q l11en segun se d tce no ha tomado posesión del puesto por estar g-ra­ ·vem.ente enfermo e)l Bug-a. Al tener otros mformes, quizá los de la po:.>e­sióu, los comunicaremos oportuna­mente á nuestros lectores. -)(- . * -:~ . MINISTRO DE GUERRA El lunes último llegó á esta ciu­dad el señor General don Alfredo Vásquez Cobo, acompañado del Dr. Carlos Tanco y algunos ott os caba­lleros, á qui~nes ' presentamos nues­tro atento saludo de bienvenida. El General Vásquez está in~esti­do de las fuhciones de Ministro de Guerra, y como tal, esperamos ha;:á valer su influencia política y social en obsequio de los intereses genera­les · del Cauca que se ufana en tener hijos que son esperan?.a para laPa­tria como el Gener,al Vásquez C. . * * ·)(- 6• SALUDO Lo presentamos muy cordial á los señores don Julio y don Miguel An­gel Cuadros quienes con sus dignas familias vienen á establecerse en Ca­li. Nos comp1acemo~ por ello, y d~­seamos que las fuentes del comercio • y de la industria sean favorables en un todo á los intereses de los seño-res Cuadros. · También saludamos al buen ami­RO don Joaquín Mafia que vimo.' m ty de carrera y ha regresado á B te, ~­ventura lugar de su residenciJ. .. Le de3eamos viaje feliz. ·:+ -::- * LUCÍA VALLEIO G. Este era el nombre de un1. primo­rosa niña que se había inicw.do e 1 el camino d" la vida bajo los bue 10: aus picios de sus dignos padces cb.n Alejandro Vallejo y doña Cilia ';-~ n­zá1ez. El vi ernes veinticinco .voló -:;,1 ·1..'­ma al Creador, dejando en e1 ·' , u ei aroma de su pureza y el a t1. h. LJ de sus encantos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1541 EL CORR.F¡O DEL VALLE BnP!t:wcntnra, .:uarzo 26. de 1904 Sr. Director dt> "El Cor rpo del Valle" -Cali. T odos aquí espe rá bamos que muy pronto habríamos de 'i'olver á con­t empla-r, zu rcando las ag uas de nues­tra bahía, al ú nico re pr eseutante de nuestra arr:1ada de g uerr::t en el Pa­cifico, al bajel «Bogotá», el ú nico que pudo s a lva r s e d e la~· taición de P ana­má y d·e caer en las g-arr 1s de la co­ ·dicia yanqui; mas hoy, con la 11eg·a­da del vapor inglés procedente del . Sur, ha,u quedado disipados aquellos anhelos to.:-'a vez, que el Coronel Ma­nuel S. Caicédo, que había ido á Guayaquil comisionado por el Go­bierno para recibir y ::raer el buque á este puerto, hubo de regresar sin conseguir aquello, porque el Sr. Mi­nistro de Colcmbia en Quito se abs­tuvo de impartir las órdenes para que l a. na ve vol viera á Buena ventura mient ras no rrecedieran órdenes ter­minantes del S u premo Gobierno de Bog)tá . Bien pudiera el S r. Mini stro estar en sus' r a zones por aqu ello de • que él solo es Eepresenca nt e de su Nación y las órd.enes su p remas son las que deben obrar en el á nimo de sus actos oficiales ; pero sí hay que tener en cuenta que el C auca ha su­M ·ido una enorme cachetada con tal procedimiento, porque con él se jus· tifica y at..llJ se aplaude la r u in con­ducta del Capitán de JVa-uío Jorge Martínez, q u ien p:1ra ll evar á cabo su fu g-a, hubo de inventar u na farsa r idícul a , la cuestión separa ti ::;mo, para q uf'l-er ir á r ruza r los mares y hacer papel á costa de nuestro ex­hausto Tesoro, para i r á vilipendiar ant,e naciones ext ranjeras á pueblos altivos y enérg-icos como et Canea, y á Magistrados í nte~~r os y honra­dos como los q ue ho J g-obiernan á este pueblo heróico y valeroso .... Verdad sabida y buena fe guardada • . . . . El «Boo-otá» ha quedado, pues. bien aseg-urado en Guayaquil, de­pendiend'ü de las órdenes del señor CÓnsul colombiano; habrá que ha­cerle reparaciones indispensables, y como no hay objeto de que fluctúe por ahora en aguas colombianas, vendrá en momentos oporturtos cuan­do las urgencias del tiempo lo re­quieran; y como allá en las cos.tas. del Ecuador no hay á quien guardar respecto de lo~ intereses patrios de Colombia, el Coronel Caiccdo tuvo por mejor traerse gran parte de la tripulacíón compuesta de soldados. colombianos, para que vuelvan á bm.car la benéfica sombra de su pa­tr, ia Bandera. --Parece que el Gobierno ecua fo­riano desea quedarse-comprándolo se entiende-con el consabido «Bo g otá». Si el neg-ocio fuere prove­choso, quizá no sería de. mal g-usto que no,; entrasen algunQs sucres por ·el inmueble «Bogotá», que andando los tiempos, sabe Dios á mar.os de qué'otro propietario vaya á parar, quizá sin provecho alguno para nos­otros. Más vale pi jaro en mano ...... -Sabemos que el General Alfre­do Vásquez C., Ministro de Guerra, lleo-ará en breve á ésa, y que entre los~ a~untos especiales que viene á ·Ventilar, trae el que atañe á nuestro suspirado Ferrocarril, y que, á pro­pó ' Ít o, viene acompañado de un no­table ino·eniero de la Sabana de Bo- 1':> o·otá. De todos modos nosotros cree- ~10S que la visita del General Vás­quez al Cauca, en estos momentos de supremas ang-ustias, ?erá de pro­vechbsísimos fin es, y por eso desde acá le damos nuestra cordial enhora-. buena, por hallarse ae nuevo entre los suyos y amigos que saben apre­ciar sus méritos. Como de cercado ajeno le <.;omuni- 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1542 co las siguientes noticias que no ca- 1-ecen de alguna importancia : "--Puerto Arthuro, 17 de Marzo. Ra llegarlo aquí hoy una persona de crédito que asegura haber cruzado el Y alú la mayor parte de las fuer ­zas rusas y que sólo han quedad o pequeños destacamentos en Autung y otrós puntos para resguardar los diferentes pa~os del no. Hace quin­c'e días algunos.espías estuvieron en Autung, pero cesde entonces no han vuelto los japoneses por esos con­tornos del Yalú. L'os repetidos ata ques de los japoneses han hecho ne­cesaria la ocupación permanente de la península de Liastung. El último bombardeo ha dejado á los fuertes en estado de inseguridad y dicen los .residentes óe ese lugar que los frag- 1 mentes de las bombas japonesas des-tru verou varios edificios. --Chefoo 17.-Al entrar ayer á puerto Arturo el destructor ruso Skowy tropezó con una mina que lo hizo volar. Cuatro de sus trip:.:dan­tes salváronse. Confirma el Almi­rante Alexieff el daño sufrido en puerto Arturo con el bom barde.o del día diez (10), pero niega terminante­mente la noticia del incendio. Se confirma con insistencia. la noticia de que '1l os r' usos h an m.m ado las en-tradas de los puertos en la Penínsu­la de Liaotung, y que las n<1:ves neu­tn. les están oblig-adas, en tal vir­tud, á enarbolarsus respectivos pa­bellones á cinco kilómetros de tierra, y e.sperar que un pilÓto ruso los con­duzca al puerto. -Sanpetersburgo, 17.--Dice "La Ga~eta" que el Japón hr~ perdido toda esperanza de que le ayuden los Estados U nidos, y qúe ahora ha vuelto á tentar vado hacia otras na~ ciones. Como que los japone, es no fás tienen todas consigo. -Quizá la cosecha de la pascua nos regalo.rá con opimo frutos y para entonces me prometo enviarle algo menos ins1pido, y que p0r lo menos sirva 'le algún pasatiempo á los lectores de su periódico. Que los gol p'es de pecho y los ac­tos de verdadera compunción íe sean á usted, señor Director, de mt. cho provecho pe7 saecula.c<; y me . r nito como siempre su amigo affmo., • CO?-responsal. JUNTA DE AMORTIZACIÓN Bogotá, 23 de l\lurzo de 1004. Presidente Junta Departamental. --Cali. Hoy veri-ficó esta Junta nueYo re­ma te de letra á noventa (90) días vis­ta, por valor de mil (1.000) libras esterlinas al cambio del nueve mil seiscientos por ciento (9.600%). Hoy mismo :fijaré el cambio s8bre or_o americano amonedado al nueve mll novecientos por ciento (9.900%). (Fdo.) DRÍAS PARDO. Auténtico.-Fenzández. PROG.R&.lUA de la retreta que tendrá lugar el domingo de pascua en la plaza de Bolívar á las 6 y media p. m., P "Paso doble y Habanera·"-lVlarcha de Cádiz. · Valverde (hijo) y Estdlés. 2~ e: Congirna." ........ Ernani. G. Verdi. 3~ "Veidir."-Valse. E.. \Valdtenfel. 4?- "Para marchar.-" Buga."· 1\Ja,:cha. E. Lucchesi. El Director, Agustín Payán. BncnaYeutura, 21 de i\la.rzo do UJ04. Señor Director de "El Correo del Valle". -Calí Por una casunlidafl, ha venido á mi me­sa el núrnerv lü(dcl periódico de que es Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1543 EL cig-nifi­cantes servicios á mi causa y la PATlUA en la pasada guerra, prim ero. como Co­~~ andantc de esta plaza en los memora• bies sitios de que fu e vtctitna por el Ejér­cito que comandó Cicerón Castillo, pri­mero, y despu és pot· todo el .Ejé-rcito LIBERAL de la Costa, comandado por sus expertos y vaiientes J efes, 'y en el los no alqmzaroo ni un palmo de nuestras posicion es, sino ve rgonzo,¡a derrota, obra exclusiva de los denodados J efes Goqier­nistas, pu1 s yo cumplí so lo con 'mi de be r. D espués de la jornada de Tumaeo al~an­zada ¡.> ~J I' los Gene rales Carlos Albáu y Asnoraldo Rojas, de quienes fui Ayudan­te con el grado de Teni<:>nte .Coronel, el primero de étltos gr·ande¡¡ hombres, me exigió siguiera á Panamá, y por esta ra­?' Ón fuí al ISTMO, en dotJde después de haber desempeflado algnnas comisiones C\]ando los <.:ombates del SILENCIO, se me nombró en comisión para :>egui r á Bo­cas del Toro, con el objeto de averiguar los r espon~ab l es de malos manejo's del Tesoro públ!co¡ en esa tiudau me d~jó el -------------------·------------------------ Genm·al ALBÁN como Reeaudador de Rentas. qnanrlo la toma de Coló~ por la Rev·o­lueión, tuí nombrado Comandante del Crucero "PINZON" única ttave qne te­nía el Gobierno en el Atlrintico, puesto que 'dejé ~esptiés de la muerte del Gene­ral ALBAN, por haberse puesto la na,-e á órdenes del Gobierno de Bollvar y con este motivo volví nuevamente á Bocas del Toro á hacerme cargo del puesto de Colec:tor de Haciend-a, el que tenia cuan­do estalló el movirqieqto separa~ista en Panamá. . El dÍa siete (7) de Noviembre, ocupa­ron la r>laza las fuerzas de la nuév::¡ Re­p1ú bliea y el o;tisrno día exigí al señor Car­los Clemant J efe de ellas, cabatlero c,um­pliun y ú r¡u en por primera v~z conoct, desígnara el ind ividuo que 'debiera reem­plazarme y e! S. entregué la oficina al Dr. BenjatÍJÍn A'!'li lera, de;;pu és de lo cual perrnaned :>: • •1n os dh.s en eM1 ciud:-:d arreglando, ~'() MIS H.AICgs por que no he sido ni pre tendo ser PULPO, sino mi'> pequeüos a::,untos personales; termi­nados ésos seguí pari\ Colón con ánimo do hacer rumbo li esta tierra, pero en esa ciudad hallé al señor Julio J. Fábrega, ~li11istro de Iostru<:ción Pública investi­do de facultad es ~xtraordinarias y en viaje para Bocas del Toro, qnien me exigió que lo acompal!ara par() arreglar las cuentas de rni IUanejo de6nitivamen­te; como hombre uonrad.u y libre 'de pe· culado tan en moda en estos tien1pos, agradecí al seí'JO!' Fabrega, y sin v er par­te de mi familia que ·se encontraba en Pa-. namá, seguí con él , y como amigo perso­nal le ayude en lo poco que hizo en esa región , logrando terminar mis cuentas corno empleado de Hacienda, pues :;olo me quedó ¡Jendiente un contrato particu­lar · con el J,\lunicipio, euya p érdida la es­timo en más de$ 3.000 moneda de 0,835, pues me encontraba como falto de aire en esa tierra y solo deseaba salir para respi rar los ajres de rui Patria. Dice el Sr. Vergara que firmé adhesión, que iuí Secretario del ~linistru Fábrega, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE 1544 que fu1 Prefecto, etc. Si tal cosa hubiera rasado, en prime¡· lugur no hubiera vuel­to al Cauca, como lo he hec ho, y en se­¡; undo, que habría disfrutado de una gran posición, pot· mis antecedJnte'l y bu.eoas relaciones, sin dejar de haber abandonado mis insignificantes asuntos personales. .Debe saber el sueltista y el público, que tengo estrechas relaciones no sólo con dos ministros de la nueva República, sino que las tengo estrechas con el Ministro 1 Fabrega, Don Pablo Arosemena'P., hijo del primer Designado para la Presidencia de la nueva República, Don Pablo Pinel, uno de lós Jefes del movimiento, y muy buenas con los señores A t ias, Arango, Dt·. Arosernena, Domiodiaz, Obanio etc. todos, de lo mlis connotado de la sociedad de la nueva República, lo que debe ser­virle de tel'mÓmetro al Slleltista Sr. Ver­gara para juzgar de mí, pues aun cuando d ichas personas són hoy harina de otro costal, oo por eso pierden su honorabili­dad é in)portancia." Debe saber también el sei:iot· Vergará que los sei'iores ,Arosernena, Fábrega y otros personajes de la. misma talla, me exi­gieron vat·\as veces que m~ quedara entre elloB ofreciendo hacerme el nombramiento del puesto que yo deseara ocupat•, a lo que siempre contesté, después de agradecer sus ofrecimientos, que lo que deseaba era regresar a mi tierra., es decir, al Cauca; hay más, el 5 de oviembre fuí nombra­do por el distinguido caballero don Pot·­firio Meléodez, Secretario de la Gober­nac! ón de Colon, nombmmiento qúe como todos los 'demás ofrecimientos, rehusé, agradeciendo á los IST1\1EÑOS todos, el interés y buenos deseos que tomaron por· que me quedara entre ellos. No sólo se limitaron á mí las exigencias, pues fueron mayores para con los doctores Eleuterio Cárdenas y Goenaga, Magistrados del 'l'ribunal ~uperior cuando estalló el mo­vimiento, doctor Ricar·do Pizarro, Sect·e­tario de la Oficina General de Cuentas, don Ramón Payán, h rmaoo m10 y á otras muchas personas de la talla de ias que l uejo nombradas y quienes rehusaron tales ofrecimientos y hoy se encuentran en Co­lombia. El señor Vergara es:ampa en su escrito palabras de doble sel1tido; ¡tero debe ~a­ber · él y todos cuantos de igual manera prensen, que aun cuando, los traidores en Colombia estl'ln á la orden clf'l día, yo no lo seré y tal es así que no fuí partidario del movimiento del 31 de Julio con el cual se vio1ó la Constitn~o:ión y Sf' acrificó al inmaculado doctor SANCLEMI!:~TE . l\fi carácter como mis antecedentes son bien conocidos y pór eso mis opiniones las manifiesto sin reserva de ninguna cla­se, pues en este pner to, saben todos lo que pienso respecto de pollttca, y declaro hoJ, que si en el Cauca se estableciera un Gobierno serio, honrado·y prog!·esista, libre de la. vorágine de BOGOTA, seria uno de los primeros .soldados que ofre n­daría mi v1da en .atas del bien del CAU­CA, para vedo dichosamente constituido en NACION ind epend.iente, en vía de sa­lir del caos á que nos ha conducido la incompetencia del gobierno ceotl·al. No he sido ni pretendo ser traidor, pues pa-ra serlo ocasión r.:o ha faltado. · Si el Cauca se separa, con.fl.o que no se­rá con nn golpe dt euartel, pues estos son de fatales consecuencias; si no élígan­lo los que encabezaron el movimiento del 31. Por lo que dejo expuesto, el pablico juzgará con imparcialidad mis procedi­rnientoR, y el señor Vergara debe tener en cuenta que la ponzoña del reptil in­mundo no llegará á manchar mi repu­tación.- No tengo para qué tergi ·' 11· ante el público y el Gobierno mi conducta obser­vada en Panamá, pues no he aspirado á que se me considere como víctim::t. pot·que no lo he sidoJ ni á q11e el GOBIERNO me dé algún destioo. · · Soy del señot· D1rector affmo. y s. s., RAFAEL CuEv.As F. .· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CORREO DEL VALLE • AlARMANTE LUIS G-. Br1RRAGAN Compra y vende toda ciaD so de n1uebles. DriJ y recibe dinero á in­teréb con bqenas segurida-. des. TODO POR OOThfiSION. 5--3 ~·~ ((1}p({i)ttituJ~J1idíad Vendo en "El ·Saladito" una casa de ~uenas condiciones pJra temperar y para negocios. 6'-2 Eduardo Sierra F. BUEN NEGOCIO hará qnien compre una fiinca si­tuada:. á orillas del río "Frai] en, di strito de F lorida, compuesta de 10 snertes de caña, un mag­nífico trapiche de bronce, cafe- ; tal, platanera, potrero de .guinea y pasto natural, y caballería& ~nficientes para el servicio. Para pormenores entenderse con F1'Ctncisco J. S a ndoval. Cali, Marzo 7 de 1904 3-3 ---------~ OFERTA Alqui lo una casa cómoda para nnmerosa familia, frente á la de Rai'1el Jiménez, media cuadra " ntP$ de la plaza de San Nicolás. 3-2 Catalina Lo1·a. LIBRE ESTIPULACION V éndo 6 pennuto una ca,.., sa con1od~, recientemente construida. 6--l - Eduardo Sierra F. -------- l QUiERE USTED Buenas cuentas de venta? Diríjase á Mancha & C.~ de Londres. --------~---- Luis Cabranes C. OOMEROIANTE..-COMISIONISTA. Agente de los señores­MANCHA & C.~, De Londres. EUSEBIO ARROYO, De Palencia, España~ MANUEL FERNÁNDEZ & c. ~' De Jerez. BUENAVENTUR.A.-- OOLOl\1BIA, GANGA En buenas condiciones se ven· de un magnifico ''Piano". Enten­derse con el señor. Ulpiano Lloreda. Uali, :Marzo 9 de 1904. 2-2 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EiL CORREO ~EL VALLE EN LA F ABRICAC:!"ÓN DE AZÚCAR Verdades sobre el azúcar de LA Jl!!ANUELITA El azúcar de LA MANUELITA eRtá emracn (la en honitas talf'gas cosi· tlas. E~tá empacada en la fc'tbricl"l y abierta en el ft ¡),.; .r ; no h lJ rn 1tHHt'O intermediario ; J'Or consigui .... nte, nn h -\Y ~18Si1Seo, no h l)' de..;perdicio, no hay adulteración posible. Cr~da talega brilla como u11 mo11t<1n .le diamantes; el r8Stdtado de su cristali;.;aci )n pet fecta. Cóm~,da en formn, perf~ct.:l Pn cali­dad, brillante en n¡¡~rieueiH, ninguna azúcar la igu;da f'll t>Xcelenci~>. Cuando compre usted (~stn. dZÚcar, acuérdt•se que la talrgd <'o!>Ída lleva eT letrero de ''LA MA!'-. ELITA", como también el nomLrr> dt> ios f¡bricantf's. Ust·d e~ta ... rá sati-,fecho en el momento ~>E qut> abre una tdlega. Usted estará más s.a­ti..; ft'cho cuandci la ha prob~Hio en su C3fé, dulces, t'tc. Está de ventd en to­das las poblaciones, desLie Popayán hasta 1\bnizalcs,,y es únjc11rneute fa­bricada por la CAUUA ALLEY AG1> !CULTURAL C.o Sucesores de Saptiago M. Eder. Pa 1 rn i t'a.--Cau ca. EN $·72.000 V en do una finca en 1a montaña de "La Leonera." Se compone de platanar, cafetal, caíiad uzal, trapiche, casa regular,. y además sementeras, manga y terreno su­ficiente para trabajar. 4-3 Patrtcio López. _... 12-8 ____________ F id e 1 . IZO V éO ,]A una c;t!':a cómo lH, de sU prnpit dad, en l•l ),<~t t'l! d 8an Ni· col á:. ~~ntl:'nc.t'rS l: 1'oll 1 " ñllr Fntn· c·ÍI"Co G11ern. r~ ('ll ~lhltt b 1 1 1Í I'OD el señor Joaquín Paln< s Jl ~u Es ­tdbl~ ·cirui c~ JJtó lit' p(•lt,.¡tt ~-' 11 1 1' 1! la plaza ue ruvr<'adu de e:St.l Íllll.hl. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·. 1 EL CORREOt ·DEL VALLE· BONILLA & ll¿RNANDEZ --·CALI-­. Direcc.ión telegráfica : BA.ND A. .Aparta io .. l\~ 0 7 7 • ' · BONILI)A & HI~R.Ni\NDEZ venden una casa en €l.barrio de San Antonio, de conR~ trucc1ón nueva y propia para una familia numerosa, y otra en el b. arrio de San Nicolás . EZ .A.caQ¡tn de recibir : Lámparas colgantes y de sobremesa1 de diferentes estilos. Pa­pel de colgadura. Pinturas 1~ uy finas, de diferentes colores. Loza de toda clase. Cristalería. Espejos para salones y tocadores. Mon­turas americanas. Oalzado francés y ameri~ano para señoras. · Han recibido un buen surtido de Perfumería. Polvos para la ca.-­ra y Aguas para tocador. . venden á precios que no tienen c.ompetencia : Vinos en barrileS~· Vjno tin-to y blanco en cajas y el afamado OHAMPAGNE MONTEBELLO. Bonill ·a & Hernandez son los únicos que introducen las grajeas de Arsiquinina que cu-ran rápidamente el paludismo; · " ACABAN DE RECIBIR : un espléndido surtido de drogas en general 12-3 ...
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Correo del Valle: periódico literario, industrial y noticioso - N. 164

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