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Imagen de apoyo de  El Pueblo - N. 8

El Pueblo - N. 8

Por: | Fecha: 26/07/1855

Lo que conocemos del cristianismo primitivo son sobre todo las cuestiones teológicas, los personajes ilustres y los acontecimientos más llamativos. Este libro amplia nuestra mirada a un campo todavía por descubrir: la vida cotidiana de los primeros cristianos. ¿Cómo vivían? , ¿qué problemas tenían para conciliar su realidad con el Evangelio? Para ello, nada mejor que servirnos de un concepto básico en la Antigüedad: la casa-familia. Una casa-familia que vivía su fe con carácter inclusivo, procurando eliminar toda división; una casa-familia que acogía a los más necesitados dando sentido a sus vidas;...
Fuente: Digitalia Formatos de contenido: Libros
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Qué se sabe de... La vida cotidiana de los primeros cristianos

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Imagen de apoyo de  Facatativá: gaceta departamental - N. 73

Facatativá: gaceta departamental - N. 73

Por: | Fecha: 14/02/1910

El Concilio Vaticano II abrió y ofreció a todos los miembros de la Iglesia el tesoro de la Palabra de Dios. Desde entonces, muchos cristianos se han preguntado: «¿Cómo hacer una lectura creyente y orante de la Escritura?». A esta pregunta intenta responder este libro, presentando de forma sencilla y clara el itinerario de la Lectio Divina.Un itinerario que no es una práctica obsoleta, sino -como dijo Juan Pablo II- un itinerario antiguo con posibilidades nuevas. Un método que va más allá del mero método, porque sumerge en el corazón de Dios hasta hacer del orante Biblia viviente para sus hermanos y para el mundo.
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La Lectio Divina. Un itinerario antiguo con posibilidades nuevas

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Imagen de apoyo de  El Pueblo - N. 14

El Pueblo - N. 14

Por: | Fecha: 06/09/1855

.. TBIM• eo t ·y&LE t. O RS· J Jíllt'\ltllilt, 6 be tltlitntbrt bt 18tlti. l'UJlU. :1~ "ALE t. B 1• CANDIDATOS !DOPT.\DOS POR LA JUNTA CliNTR.\L ELECCION.\RI.\ DE ~IEDELLI:V. villanía política que el purlido liberal jamas res; Acevedo cargado de cadenas i amenaza­esperó ver emplear por sus falsos compañe- do con una mordaza; Arango condenado a ros. t:abajar en obras públicas por vago; el par- PAB.4. couEa:.~.4.ooa DE .r:..& PsovaNci..a. ¿Oe qué nos sirve pues en A.nlioquia que ha- tido hberal en manos de una policía desen- ~ e:) ~ ya una Constitucion de 21 de mayo, que hizo frenada que puede condenara sus miembros ~~DC3'--•- R .-....9JOc~uRJHr lmnz DH LARi6Q de la Nueva-Granada «el pueblo mas libre de ~n detal, a las mas vergonzosas fatigas, pues la tierra», si los g,)bernantes no nos dejan sa- el bando del Gobernador tiene la elasticidad ~~~G----'--"L~~ borear sus garantt,a s, m- acatan en 1o mas pe- ba stan te para es tenderse desde el rico que vi- sENADOREs. , _. nr. Nicolas F. Villa. $ Dr. José Ignacio Quevedo. quPño sus doctrinas? ve de su renta. hasta el pordiosero que vive Dr. Manuel Oribe Anjel. $ Dr.l\1amerto García ¿De qué nos sirve que haya sufrajio u ni- s1:n trabajar; los clérigos lanzando escomu- REPRESENTANTES. Juan de Dios Restrepo. $ Dr. Rafael Campuzano. Dr. Camllo A. Ecbeverri. $ Dr. Roman l\1 . Hoyos Dr. Grei?orio Gutierrez G. $ Dr. ~i ca:do Escovar Ramos Dr. Bemgoo Re trepo. $ Jose Frollan GomeL. Dr. Juan S. 1\iartinez. $ ..J'IJEZ 1° DEL «:!IB(!"IJITO DE MEDELJ.Il'l' Doctor Benign~ Restrepa S. \'er,:,al uiredo i secret.o, si las autoridades, con niones i arnarrándonos lenta i vergonzosa­r. l mayor cinismo interponen su influencia i mente a los pies de los curiales; las garan­su~ medios de .(;lCCion en favor de cierto par- tías a merced de una oligarquía qne no atien­tido1 de a los medios con que ha de perpetuarse; ¿De qué nos sirve que se nos permita ele- los fiscales mudos; el sufrajio corrompido i jir diputados, si el partido contrario que tie- castigado ...... ¿Qué hemos de hacer? -------- ....... u_____ ne la mayoría en la Lejis1atura i que no quie- ¿Esperart~mos a que de uno en uno, nos re, ni aun ser contradi(jho, arroja de hecho declaren 1Jagos, i nos condenen a traba-a nuestros partidarios? jo~ de minas? Permitirémos que se ejecute ¿De qué nos sirve que se nos hable de ga- el mfame decreto gubernativo que, echando ------~---~------- rautías, cuando nuestros ausiliares son pre- a un lado los apremios legales, manda a sus J6ufefll,n tr rk aeéumz~te 4 <~cf5.?.- . sos, puestos, en cadena, remitidos a Cartajena subalternos que nos aten una maleta al hom- Pruebas de bulto nos da cada dia Al par- i .perseguidos, sin sumario ni fórmula dejui- bro, i nos carguen de piedras como a bes-tido ultramontano, de su sincera decision cw? · . . ti as? Sufrirémos tan escandalosa, tan degra-en favor de los principios tutelares de la De gué, en fin ,la mentida hbertad electo- dante bumillacion? sociedad. Por donde quiera que volvemo~ ral, s1 Jo~ gobernadores lla~an. a los mas . , , . . . . . . . . . . • la vista encontramos al()'una monstruosidad exaltndos 1 vwlentus de su partido 1 les repar- Nosotros tenemos desde mui a tras formada qué maldecir, alguna 0conspiracion ofict'al ten oOO .fusiles, a la vista de un pueblo~ quien nuestra opinion acerca del derecho de insur­eontra el espíritu de las instituciones lib~- se convida descaradanletlte para eleJir Go- reccion. Siempre hmnos creido i creemos rales de 1853. La revolucion, la proftJnda bernador? _ , . que «la libertad no está nunca peor parada. revolucion cuyo jérmen depositó ~n el es- Desengane~o~1os. ~sos horribles a~m.sos que el día en que una revolucion triunfa en píritu público el código .o Obligacion impuesta a todo ciudadano P.ara rnandar los hijos a las casas de educa­cwn, o ponerles profesores en la suya bajo la.inspeccion del párroco. 6. o Monopolio de licores. 7. o Medidas represivas de la vagancia. 8. o Derogatoria de la lei nacional de pe­sos i medídas. 9.0 Descouocirniento de lH disposicion del art. 4o de la última Jei de arbitrios i de la re­solucion ejecutiva de la materia. Es decir, imposicion de peaje sin escepcion alguna. 10.0 Embarazos para la reforma. El Sr. Ospina ha reconocido en algunos puntos muí secundarios, la fuerza de la opi­nion i aunque ha llamado preocupaciones a esos deseos, ha creido que era justo ceder a ellos. Ojalá hubiera hecho otro tanto con los puntos principales. Nosotros no creemos que pueda haber ja­Inas un completo estado de órden en esta provincia, miénlras nuestros leji ladot·es i mandatarios nos pongHn en u na posicion in­ferior a la que ocupun los hijos de las dernas secciones, cosa tan evidente ya, que segun Yernos, el plan está combinado para hacer todo lo necesario en esta Lejislatura, qu. tan decididamente es tá a los órdenP.s dP. ( os o tres oraculos. Entónces, sea cual fuer·e el éxito de las futuras elecciones, la marcha de los ne­gocios estará determinada de antemano i las trabas que ponen a la reforma, que de seguro se h_a?rá de reclamar, les dejan alguna pro­babilidad de volver a entronizarse. Esa es empero, una cuestionen que no nos damos por vencidos, i cuya solucion traerá sin duda la reaccion que, a fuerza de abusar, preparan_.. - - Aguardemos i esperémos,-Los tiranos comienzHn destruyendo a los patriotas i aca­ban por devorarse a sí mismos. CRONICA INTERIOR. 1\lus de 60 individuos de nuestro pobre partid() andan errantes de purblo en pueblo para esca­par de las gnrras de la seí:iora policia que arma­da con el decreto sobre vagancia, Do perdhna me· dio para debilitar nuestras filas. Nada vale pa¡·a nuestros mandatarios el que la lrjislacion, i el espíritu1del pueblo hayan tomado un ji ro que condena sin discusion esas leyes aten­tatorias dictadas en tiempo de los gobiernas fne1·­tes i del aprcndisaje de las masas. Nuestros go­bernantes se han plantaclo en el afio de 40 i n() hai posibilidad de que tomen otro camino. Por cierto es curioso ver a los corifeos del sis­tema oligárquico, planteand., las n•wvas instilu­tueiones; tanto valdria dar a un rabino la vulgatai mandarlo a predicat· entre los salvajes la doctrina de Jesu-Cristo. Nuesli'O Dr. Ospina a quien nadie se las disputa para fortificar un gobiemo, no es el homhre que puede ·realizar el sistrma que coloca la fuerza en la opinion i en la sobt:-mní a individual. ANTIOQUIA.-Volvió el SI'. C. A. Eeheverri; i vol­vió SfJlo de.JtlHdo esa provineia en paz. Cuánto pa­pel 1 cuánto tiempo perdidos para organizar las fuerzas con que se preparaban por acd para ir a batirto i a ·restablecer el Ó'rden. Oh metus, metns, cuan am11.ra imago ti¿a, como dicen los cacbifos. Fr~oLOJÍA.-«Esto debe hacerse por medio de una Junta Je carácter permanente ¡ ¡ i funciones arnbt¿/antes'' ! ! ! (El Dr. Venancio Re~ trepo, en su mensa.ie a la Lejislatura). .MARCELIANO VELEZ.-AI recordar"este nombre se nos vienen siempre a la memoria estas notables palabras del .lt:-ner;lll\lantilla: "La libertad abso­luta de impr·enta tr·aerá como inmediata conse­cuencia la libertad absoluta de palizas. CURAS.-l\lui bra\IOS están algunos reverendos porque no han venido a la Lejislatm·a, despues de haber visto ellos mismos con sus pt·opios ojos qne estaban a la cabeza de la ]isla ultramontana. Nuestros amables cofrades del otro partido, sa­caron pttes todas las ventajas posibles de la in­fluencia clerical, i se lib1·aron de algunos campeo­nes de la Iglesia militante, dejando su nombre solamente en la parroquia de cada uno. Esto se llama saber· trabéljar. PAPA:.\1 HABE.lfUS.-Ya llega el Obispo segun pa­rree i ajuzgar por las apariencias, hetbrá ambigú i brindarán los fieles contra los herejes. Todo es­to es mui natural; pero sí estrañamos que algun Sr. Dr., a quien se recomendó que dispusiese los preparativos, hAya ocurrido por fondos donde los comerciantes liberales a quienes ha llrtmado des­camisados i ateos. Sentirnos que ]a negativa no haya sido uniforme de parte de estos, pues nues­tro principio ha sido i será que «el que pone el baile, pague la música>). MENSAJE DEL GOBERNADOR DE CÓRDOBA. El ex-Gobernador de Córdova nos ha regala­do con una pasloral, disfrazada de n1ensRje, que ha. complacido en estremo a la mayor·ía teocrá­tica de la Cámara. Este bravo infonne, udemas de recomendar Jas obras de misericordia i los diez mandamien'os, tésis famosas para una no­venA, contiene las obUgadas diatribas contra los enemigos tle la relijion i de la moral, es decir, contra los ro]os. Los susodichos rojos quedan nolificados, de que en el Cielo no hai lugur si­no para los conservadores, i que pensar ellos en salvarse es pensar en lo escusado. El Dr. Ve­nn. ncio Restrepo es uno de tantos Montalembert microscópicos que abundan entre nosotros, cu­yo desprendimiento evánjelico consiste en tomar­se los puestos públicos en este mundo, i el Cie­lo en el otro. ¡Oh aunegacion! En las parroquias domina el ullramontanismo vestido de sotana, i en la cárnat·a vestido de casaca; ¡ Oh felicidad! l\'Iiéntras leían esa larga i soporlfera plática, la barra tuvo el buen sentido de dormirse. -Recomendamos la conducta leal i patriótica del señor Santiago Santamaría en las pasadas elecciones. Este sefior ha tenido la abncgacion de trabajar por los candidatos que representa­han la abolicion de los monopolios i el estable­cimiento de la contribucion directa, a pesar de que rste impuesto lo habria grabado fuertemen­te eomo a rico propietario territorial que es. Son tan raros, entre nosotros, los hombres ea­paces de sacr·ificar sus propias conveniencias a la delicadeza i al deber, que no vacilamos en calificar la conducta del señor Santamaría como digna, desinteresada i jenerosa. Los E. E .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOCUMENTOS CURIOSOS. Sr.. Juez supleute parroquial. Francisco María Restrepo fle este vecindario :.ante U. parezco i digo: que para efectos q~e me .convienen se ha de serVIr tomarles declaracwn a 'los Sres. que en su lugat· se espre:mrán. i que ba­jo la gr·avedad del juramento absuelvan las pre­guntas siguientes: 1. ~ Si les tocan conmigo las jenerales de la 'lei. 2. ~ Si saben i les consta, que el dia de a1:er, que contamos 15 de agosto, c~ando estab_an ahw.r­tas las votaciones, se presento el Sr.Jose Antonio Montoya con dos compañeros mas a votar, pero habiendo ocurrido una duda orijinada porque los nombres i apellidos de la lista no estaban bien cJaros se retiraren yéndose para su montaña. 3. ro Si saben i les consta, que habiendo salido ya del lugar el Sr. Montoya i compañeros, el Sr. .Joaquin Arango, Juez parroquial de este distrito, montó a caballo i fué a alcanzarlos i a hacerlos venir a votar: fecho que sea, a U .¡pido se me de·­vuel\' a. Otro sí: me dil'ijo a U. como suplente por estar ·impedido el Juez principal. F. M. Restrepo. . Jusgado parroquial Andes dies i ocho de nlil ochocientos sincuenta i sinco Cumplan con lo que pide el Señor Ji,ransisco María Res trepo para efectos que a suderecho con­biene llamese a los indiuiduos que fueren presen- 1ados por el i tomense las declaraciones que pide Palacio. -J aíme M~fla. En acto continuo hise presentar al Señor Rai­: mundo Castañeda el que Juramentado legal mente babiendole leido antes Jos artículos del codigo pe­nal a que serefiere el 433, i siendolo con aneglo a lasita que le ase el señor Francisco Marta Res­trepo dijo: quesellama corno queda dicho de Estado casado de ojicio labrador de Edad ma­yor de ·beinticinco aíios i besino de este pue­blo. ala L ~ dijo que no letoca Jenerales. ala 2. ~ dijo que es cierto el contenido de la pregunta. ala 3. ~ dijo ·que es cierto el contenido de la. pregunta. que lo dicho i declarado es la b€'rdad en Juer­za del Juramento que presto i Jirma con migo i e\ Secretario. Raimu,ndo Castañeda.-Rafael Palacio.-Se-cretario, Jaime M~jía.. .. En acto continuo htse presentar al senor 1\Ia­nuel 1\larulanda en mi Juzgado el que Juramen­tado legal mente habiendole Jcido Antes los ar­tírulos del codigo penal aque se serej!ere el 433 isiendolo con arreglo ala sita que ase el señor FranciS(!O Maria Restrepo dijo: que sellama co­mo queda dicho de estado casado de ojicio la­brador de edad de treinta itres años besino de este pueblo. ala 1. = dijo que no le tocan J en erales de la tei. ala 2. ~ dijo: que le consta se jueron sin bo­tar pero que el nosabe si abia ono nulidad en las lislas porque el nosabe leer. ala 3. ~ dijo que es cierto el contenido de la pregunta. que lo dicho i declarado es la berdad en Juer­za del Juramento que biso, i Jirma con migo i el Secretario. Manuel Marulanda.-Rafael Palacio.-Secre­tario, Jaime Jl~Jfa. En acto continuo hise presentar a Dionicio Agudelo en mi Jusgado el que Juramentado le­gal mente habiendole leido antes los artículos del codigo penal a que serejiere el 455 i sient.lo­con arreglo a lasita que le ase el señor Francisco María Restrepo dijo que se llama como queda dicho mayor de estado casado deojisío 1\iinet·o de Edad de beintiun años i besino de este pueblo. a Ja 4. ro diJO que no le tocan Jenerales. a 2. co:s dijo qu.e los bio~hir pero que no sa­be otra cosa. a 3. ro dijo: que los bio cuando biban por sanpedro i que bio a caballo adicho arango to­Dlar lamisma direccion que ellos. que lo dicho i de clarado es Ja berdad en Juerza del Juramento que hiso i Jirma conmi­go i el Secretario. aruego de Dionicio Agudelo. Raimundo Castañeda.-Rafael Palacio.-Se­cretario, Jaime Mejía. ESTUDIOS INDUSTRIALES. LA MINERÍA EN AN,TIOQUIA. (Continuacion del artículo anterior.) En las dos fajas en que puede considet·arse di­! id!da la provincia de A.ntioquia por las aguas del EL PUEBLO. rio Cáuca, hai un fenómeno mineralójico bastan­te singulat·. Las vetas de la parte occidental tie­nen por ganga jeneralmente hablando diversos sulfuros, entre Jos cuales predominan los de fiet'­ro, cobre i antimonio. Las gangas de cuarzo son en esa parte bastante raras, i lo contl'ario acon­tece en la parle oriental en donde estas últimas son mui comunes. Al sentar el pf'indpio anterior no decimos sin embargo unn cosa absoluta, pues en Tiliribí, Ano rí, i algunos puntos de l& parte nordeste de la provincia, se hallan filones de pirita de formacion constante. Acontece en oeasioues que en un hilo la formacion es en estremo compleja-un peda­zo de cuarzo Yiene unido a los sulfuros que hacen la parte esencial del mineral, i vice-versa un sul­furo se incorpora al cuarzo en las venas de esta última clase. Lo que ~mceJe entre el cuarzo i las las piritas puede tener lugar con respecto · ot ·a roca cualquiera, i cte esto viene sin d Hla la enor­me variedad que se presenta en el aspecto de las diversas muestras aurífctas que se eslraen de nuestros minerales. Este hecho llamatá sin duda alguna con el tiempo la atencion de los hombres científicos, pues ::a cada paso los principios jene­ralmente admitidos por los mineralojislas, par·e · cen contradichos por la espedencin. No tememos el cargo de set· exajerados al decit·, que easi no hai piedra en esta parte de la Nurva Granada que en circunstancias dadas, no sea suceptible de poder servir de ganga al oro nati\'O, Los filones auríferos ya sean de cuarzo, ya sean de piritas cortan en su curso estratificaeio­nes de gneis o de otras rocas de la formacion me­tamórphica. Estas rocas como lo hemos dicho á n­tes hacen la base casi eonstante de la formacion de nuestras ricas montañas: la cienita porfidítica i el granito son las mas comunes. Los filones constituidos por los sulfuros son mas regulares en su formacion, mas anchos i, aunque no tan jeneralmente auríferos, mas pro­metientes, por consiguiente se prestan mas a las empresas de asociacion. No pasan de cuatro los filones de una forma­cion mineralójica completa que se conozcan en el país: estos minerales son anchos, bien forma­dos i uniformes. Olros filones mayores en número, pero sin todas las condiciones que recomiendan a 1os pt·imeros se esplotan con algun provecho, i los filones delgados llamados agu¡as entre los mineros, se cuenlan por centenares. Todo lo que anunciamos nos hace creer que un poco mas tarde el injeniero de minas segui­rá por las entrafias de la tierra el sistema de las vetas antioqueñas, con la mi:;ma propiedad con que el jeógrafo siga los siatemas de nuestras cordilleras. Las minas de oro en que el cuarzo predomina, con pocas escepciones, son por Jo jeneral mas angostas, mas inconstantes i por conseeuencia mas peligrosas para su elaboracion, aunque en ocasiones tan ricas, que la referencia de sus pro­ductos parecería caer en el dominio de la fábula. Cuando los hilos de veta que contienen mate­rias descomponibles por los diferentes ajen tes na­turales como la humedad del aire, el agua fil­trada al traves deJas grietas u otros avecinan a la superficie de 1a tierra, forman muchas varie­dades en el aspecto que presentan. Entónces se encuentra el oxido, el carbonato i el sulfalo de fierro, producto de la descomposicion de las piri­tas ferrujinosas, o el oxido, carbonato i sulfato de cobre formaciones por lo jeneral bien durables. En los minerales de cualesquiera de las clases mencionadas e\ oro se encuentea, o bien en su es­lado metálico o bien combinado con la plata i el cobre. No entramos en la esplicacion col'l'espon­diente al modo como este último fcnJmeno ten­ga lugar, porque lo creemos sup~rior a nuestros conocimientos i estraño a la simple noticia que nos hemos propuesto dar en este artículo. El mineral molido segun la práctica del país, deja separar por· el lavaje una cantidad de oro pmpor­cional a su riqueza primitiva, i el resto reducido a un polvo casi impalpable con el nombre de jagua, i que retiene aun gran cantidad de oro, ha sido hasta abora deseehacto corno inútil. Hoi gracias a la infatigable laboriosidad de un sahio inglPs el señor T. Moot·e, esas jaguas producen abundan­le cantidad del precioso metal, i sus trabaJos me­t< tlúJ·jicos COI'Unados por el mas brillante éxtlo, han enriquecido nl país preseniaodo una faz nue­va a la industria minera que quinlnplicaní por lo ménos los rendimientos Je las minas de.A.ntioquia. Por informes mui ciertos qne nos hao sido da­dos, pensamos que de hoi en adelante Ja provin­cia sacará mayores ventajas deJa rnelalurjia, tal como la practica el se[ior Moore., que de la ruti­na Jeneralmente admitida para el laboreo i es­plotacion de minas. El oro no se encuentra solamente en los hilos de yeta d~ donde s~ ~stra~ c~mo p~mos indicado de paso; existe tambien en las arcillas arenosas i en el lecho de los ríos en mucha abundancia, i entónces toma el nombre de mineral de oro cor­rido. Se cree jeneralmente que el oro corrido tieng sn orijen en la descomposicion de los filones, i que desprendido de la roca que lo contiene rue­da ar1·astrado por las aguas, bien para formar ca­pas en los terrenos areniscos i arcillosos, o bien mezclado con las arenas de los rios. Esta teoría universalmente admitida tiene sus objeciones de­masiado poderosas., i observadores sagaces i cien­tíficos la niegan en parte, adoptando sin embar­go como verdad, el hecho de que algunas mi-. nas de oro corrido debeR su oríjen a la descom­posicion de hilos que aislan el metal i lo depo­nen en aluvione~ esparsidos. Nosotros, apoyados por· tales opiniones, pensa­mos que los depósitos de oro corrido deben su o­rijen a diversas causas. Los detalles de esta teo­ría corr·esponden a otro tt·abajo i piuen nueyas observaciones, pero sea de todo esto lo que fue­t'e el hecho es que, la produccion del oro en la provincia debe mucho al trabajo de estas dos úl­timas e~pecies de minerales- el lecho de los rios i IHs cintas de los lerreno5 arcillosos. En los rios se estrae gran cantidad de oro por los trabajadores del país llamados mazamortt·eros EL proceder de ellos consiste simplemente en la­var las arenas tomadas directamente del rio- o bien en hacer en las playas hoyo-s bastante pro­fundos, sacando el agua que los llena basta en­contrar la capa arcillosa en donde se deposita lodo el metal. Esta operacion sujeta a varias con­tinjencias, como la pobreza de los lugares o las crecientes de los ríos, es en ocasiones mui pro­ductiva. Cuando el agua de los rios es mui ahundante o las crecientes mui fr ~cuentes, las incomodida­des i obstáculos de esta clase de trabajo son ca­si insuperables. Para obviar estos inconvenientes se emprenden actualmente obras de mucha con­sidemcion para cambiar el curso de los rios, po­net · en sec.o sus cauces i trabajarlos entónces co­mo las minas de aluvion. Se espera que con ta­les procedimientos se encontraran riquezas aurí­feras de mucha consideracion. Las minas de oro corrido, en que el oro se en­cuentra mezclado con una capa de arena a mas o ménos profundidad de la superficie de la tie­rra, se trabajan despoj :mdo al metal-de todas las maLP.rias eslrmias que Jo acompañan por medio de una corrienle de agua, que disgrega las di­ferentes sustaneias con el ausilio de obreros inlelijentes , i qne deja el oro sobre la capa de arcilla en virtud de su mayor pesantez. Esta clase de empresas ha sido durante mucho tiem­po la pnrle fuertr de las especulaciones mineras, i aunque no esten todavía agotadas se concede hoi la pre''erencia a los trabajos de vetas. Al hablar del fierro haciendo simplemente la enumemcion de nuestros elementos de riqueza mineral, no heml)s hecho mas que mencionar su existencia. Agreguemos como complemento que las combinaciOnes diferentes de este metal es­plotables con provecho, son de una singular ri­queza. Si la industria minera es coadyuvada por la elaboracion del fierro en todas sus formas, a­brigamos la esperanza de que nuestro suelo se­rá dentro de algunos aíios el mas próspero i flo­reciente de la América cspaíiola. El fierro pres­tando mano fuerte a la industl'ia minera obraría el prodijio de cambiar como por encanto nuestra siluaeio'n. El oro con su ulilidad i su belleza lle­naría los cofres de los antioqueíios; pero al fierro deberiamo.:; eso i algo mas positivo aun, a él de­beríamos nuestra reJeneracion. Hoi se habla en l\ledellin sobre el proyecto de establrccr una ferrería por cuenta de una com­pañía anónima, i en tal caso nada mas natural que desear la cooperacion activa de los buenos i ricos ciudadanos para la realizacion de tan úlil i gran­dioso proyecto. Si tal cosa sucede, tendremos al principio el fierro fundido i mas tarde el fierro maleable. Con estos dos recursos baratos la mi­nería i la agricultura recibirán un aliento pode­roso i fecundo. Los utensillos precisos que hoi, por las dificultades que presentan las vias de co­municacion, recibimos a precios exorbitantes, re­d ucirian sus valores a la tercera parte: los ob­jetos de ornato para las poblaciones i de como­didad para los caminos serian de fácil consecu­cion, el hogar doméstico se encontraría abasteci­do, i en una palabra, el cuadro que presenta un pueblo civil i culto comenzaría a desarrollarse i se completaria. Con la produccion de 1,200 libras de fierro por dia los pedidos de Ja industria quedarían sa­tisfechos por el momento: mas tarde, i en propor­c. ion directa con el aumento progresivo de las ne­cesidades esla cifra tendria que subir. Un pison para las minas que hoi cuesta cunndo ménos ,..a Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. / o6 EL PUEBLO. pesos reduciría su valor a 10, i lo mismo tendría cían poco, i, ·dentro de algun tiempo, este nue-¡ donde duermen esperando el trabajo i la cien· lugar para Jos demas útiles. La fabricarinn del vo establecimiento le producil'á de seis a ocho cia ricos i variados metales, mundo que tiene fierro será pues el principio de la indeptmden~ia mil pesos libres por mes. En ·esas jaguas án- un porvenir incalculable i maravilloso. industrial entre nosoh·os. Varias causas han im- tes desdeñadas, la ciencia ha encontrado bas- E~HRO KAsros. pedido qne la industr·ia minera tome en Anti •- tanle oro i una inmensa canti~ad de plata, de --- quía un vuelo considerable. Vamos a enun'r.wdas la eual los dueños de la mina, legos enlama- U~~~~WUCDs:::fQ rápidamente. leria, no ten·ian ni sospecha. NOTA SOLICITANDO UN INDULTO • .f.~ El su,bido interes del dt:nero. El alto al- l no pasaremos adelante sin recomendar al Núm. 54.-Repúbhca de la Nu,eva Granada.- quiler de Jos capitales pesa sobre todas las in- señor 1\loore a la eonsideracion pública, como Gobernacwn de ta provincia .-A ntioqu.ia, 25 de dustrias "como un apagador sobre una velit." d hombre a cuvos e:sf'uerzos i cono<.:imientos de- agosto de 4855.-Seccion admintstrativa. Pero sobre la minería ha r.iereido una iilfluettcia be mas la industria minera en Antioquia. Pa- Señor Secretario del D. de Gobierno. mas funesta: corrw las empresas mineras, por ra montar su estahleeimiento ha lenido lfUe lu- Quedará pendiente en la provincia de Antio­la ignorancia e imprevision con que han sido char con hs dificultades del país, COlil la cr·íti- quia reintegrada, tal vez por largo tiempo i la suer­dirijidas hasta boi, se las ha considerad0 corn•> ca del empil'ismo i de la ignoranda, con la des- te de algunos ciudarlanos que, como olr·os tantos continjentes i dleatorias, Jos capilal1·s se hacen confianza de los capitales, con obstáculos, en dieron el paso falso de apoyar en el can ton de Sope­pagar esos riesgos cobrando siempre al menos una palabr·a, que hubitran arredrado a mas de tran el movimiento revolucionario del17 de abril. dos por ciento mensua~ por las -cnntidmfes a van- eualt·o~ pero al fin triunfó su tenazidad bl'itá- Pareee que hai varias solicitudes pendientes ~adas. Casi siempre tomMHio adelantncto el va- nil'a. Nusotr·os, amigos de dar publicidad a to- sobre este particular, i el · ra rilo que espera lor· de su oro, les sale a los mineros el d1nem allrl':o; do esftH'rzo valcro:so, de poner en relrevc todo que una súpliea de parte suya será atendida por o cuatro por ciento mensual. De aquí el qu • mu- mérito di;Linguido, aprovechamos esta ocasion el P. E. por razon de los motivos en que la fun­chas empresas se hayan arruinado, al p:1sn q 1e para d.tr nuestra completa enhorabuena al se- da, ha resuello encarecer al sefior Secretario que el balance or·e, JJOr el doule triunfo que ha obteni- eleve al conocimiento del Ciudadano Presidente considerable, pe1·o que no ha alcanzado a pagar· . dl) romo empresario i como hombre de ciencia. de la Repúbliea esta nota, que la conmiseracion las ecsijencias de la usura. H;tsla ahora la acti idad de los eapitales no a que mueven los citados individuos me hace 2. ~ Falta de espítitn de asnóacion. AnUo- se ha dir·ijido por lo jeneral en esta provintia elevar· hasta ese Despacho, quia es el país d.el individualismo·: a todo el sino al comercio de importacion i a la usura La rebelion de Sopclran acaudillada por un jó­mundo le gusta trabajar solo, gozar· solo i vi· En el p1·imero ha habido una concurrencia tal, ven a quien los cadalsos de 1841 dejaron odws vir aislado. No hai cordialidad en las rt>lacio- qlll~ intr·odueiendo Lres o cuatro veces mas de que vengar, no fué tanto un moYimiento contra el nes sociales, ni f'raternid::td en las familias, ni lo que resiste el con:-;umo la baja ha sido con- órden i coutra la Constitucion de la República, esplritu de union para acomt•ter empresas in- siguiente, i las operaeiones i ventas forzadas han cuanto una esplocion del que creia encontrar en dustriales. En las cos:.ts públicns rei :m siem¡.H·e traído por conseeurncia pérdidas eonsiderables aquellas circunstancias la ocasion de manifestar el mayor abandono, porque a nadie le gusta i quit~Lr·cls numerosas. La usura en estos paí- que la sangre de Córdova, de Jaramillo, de Ro-afanarse por llerar a cabo mejoras cuyo ¡Jro- ses donde todo est:l. por crear· hasta los nego- bledo ...... babia dejado sobre la tierra quien pro-vecho no sea todo para sí. En Antioquia se ve cios, amen de la im¡Jopularidad que trae apa- test::tra espléndidamente contra el sistema de la por todas partes mui enérjica la acewn indivi- rejada, es una profesion poco patrióLica, pues matanza. dual i mui débil la accion colectiva. I cono- priva a las industrias nuevas de la iniciati,·a Yo no apruebo el movimiento deljóven Manuel cemos caracteres tan hcteroclilos, que renuncia i de Jos conocimientos de esos hombres, que José Jarmnillo, como no aprobé el de ~ 840; sin rian a ganar den por tal de que el prójimo no bolgazanertn en nuestt·as ciudaues esperanuo que embargo, teniendo que enlrar en la apredacion ganara cincuenta. Cualquier· empresa que rrqnie- se pasP-n días i se acumulen premios. de los hechos, es forzoso que examine i rlescubra J'a veinte socios es imposible. Esta drficultad pa- En Europa se tiene una idea m 1i ec.sajerada cuales fueron los motivos de faccion, porque estos ra entenderse: los hombres, priva a las industria~ de nuestras revoluciones, i de Jos peligros que motivos hacen en gran manera para calificar del país dcJ inmenso de.senvolvimienlo que d en ellas corren las personas i los capitales es- los hechos a que dieron lugar.-El ]e,·anlamiento espirilu ele asociRcion da a las especulaeiones lranjems. Esto3 temores no tienen fundamento, de Jaramillo cuya duracion fué "de horas", en­en Inglaterra i los Estados Unidos. Lns peque- i apelamos al teslimonio de los estranjeros que yos efectos habían desaparecido al tercer dia, se nos capitales aislados son impotentes, al paso han vivido Jargo tiempo en nuestt·o país. En oresentó, obró de una manera tan aislada, tan im· que la asociacion les da fuerza e impor·tancia. Res- Antioqu!a hai un respeto constante, pi'Ofundo, potente, que yo no veo señor qué razon pudiese pecto a las minas es casi seguro que socieda- casi reli.íioso por Jos estranjeros i sus propie- alegarse para negar la clemencia del Gobierno a des compuestas de muchos miemhros, en que dades. En ningnn país del mundo se ve como sus pocos i desgraciados cómplices.-En las tor­eada uao de los socios adoptam la usanza eu- aqu1, att·a,esar inmen~as soledades un coneo mentas populares, las masas obran siemp1·e sin ropea de tomar prqueñ;ts acciones en muchas llevanrlo centenares de miles de pesos en oro, eoncierto, ni cálculo. Arra~Lradas por ese ascen-mpresas, uunque una que otra fracasara, las sin acompailamiento ni escolta de ninguna clu- diente que algunos eJercen sobre ella , se lanzan buenas pagarian eon usul'a lo pt'rdido en las se. Ojalá que, persuadiéndose de esl.as verda- en pos suya; le ofrecen su brazo, su sangre, su"¡ .. malas i el resultado jt:'nPral seria ,·entajo~o. des, los capitales ingleses se resolvieran a venir da, i nada exijen porque nada entienden -Si su 3. d Et esp1ritu. de chicana. En ning·un pue- a esplolar el come!'cio en nnestror mercado¡; i Jefe es vencido, ellas lo son, si su jefe se retira, e .. lllo se 1Ht .pronunciado como en la an igua An- las m mas en nuestras cordilleras. Dos o t1·es llas se desbandan i si su jefe es muerto, el vínculo tioquia. En otras partes n) se entabla n11 plei·· casas de Inglaterra nos pod1·ian surlir de mer- que los unia se rompe í todos vuelven a la condi­to sino despues de ag·otar· todos los r~cursos a- cancias eon provecho para ellas i para nosotros; cion privada. Si algun delito hai pues, en estos migables i como una necesidad fatal: en An- i a la vez echar por tierra nue~tras usuras fa. casos, el único responsable de él es sin-duda el tioqnia, para la jeneralidad de Jos individuos, bulosas, imponiendo dos o tres millones de pe- que valido de su prestiJio reune los ciudadanos un litijio es unn 1diversian esquisita. A un ga- sos al oeho por· ciento, con garantias i seguri- marchando a su cabeza dirije los tir·os contra el monal de pue~lo · le oimos decir·, que eue:tndo te- rtad complelas. De este modo, desaloJando a los órdcn constitucional i legal. ¿Muerto este a qué nía mén0s de siete p·laiLos estaba abut'l'idu. A- capitalislas del país de la usura i el trapeo, ten- fin llevar adelante la saña de la lei contra los J>énas se descubre alguna mina de importancia, clrian que dedical'se por la fuerza a buscar em- compañeros?-No babia muchas horas que !\la­empiezan a 1irolear·se los guerrillems de paprl presas nuevas, i a desarrollar Lis riquezas de nuPl José Jaramillo babia levantado el gr·ito de ~liado. Po1· cualquier confusion en los linderos nuestr·o suelo. insurreccion, cuando los tlcfensores de la lejiti­o en la díreccion de los filones; por denuncios he- La industria minera, con todas las dificul- midad lo tenían a sus piés atravesado de un ha­chus anteriormente i mil otras cause1s, qu~ ja- tades de una infancia lánguida i enferm'¡za, co- lazo que destruyó su vida instantáneamente. ¿Uué mas dejan de ocurrirse a la imajiuacion fecun- mo la que ha tenido hnsla el presente; enlre~ mas satisfdccion (si tal se puede llamar) necesita da dei abogado, s~ entablan pleitos que emba- .gada al empirismo i a la ignorancia; hostiliza- la vindicta pública? Aeaba señor Secretario de r.azan i par·alizan las especulaeiones. da por la chicana, por la falta de espíritu de llegar a mis manos un decreto del P. E. en que 4. d Falra de conocimientos espectales.-Para asociacion, por las usuras fabulosas que hnn pe- se sirve U. mismo participar lo relativo al in­Ü'aba. JaT ·minas de oro corl'idr), que era lo que sa o sobre ella; la industr·ia. minera, decimos, dulLo que ha especlido a favor de Justo Ramítez. al pt·incipio se esplotaba, pocos o ningunos co- ltH.:hAndo con semejantes dificultades ha podi- Este individao cuya absúlucion ~elebro, ¿esla­JWcimientos eran necesarios; pcm rlespues que do siempre saldar las cuentas del comercio i de ría en un predicamento mas favorable que el que la acti\'idad minera se dirije con preft>rPnl.'ia a la aO'rieullnra 1 aumentar la prosperidad pública: ocupan los cómplices de Manuel ~osé Jat'amillo? los filones auríferos, cuva dire('cion i fonnaeion es'a'· industria, tomada en conjunto, ha dejado Creo que no. es tan variada i capridiosn, donde d oro sul'- grandes benetieios, ~ues es la única que hai Ramírez obedeció Gomo soldado, estos hicieron le encontr-arse mezclado con di'·•t>r·s~5 Stb{;weins t•nlre nosotr·os en que se crien valores de algu- otro tanto, pues tantos títulos tenían los .Jefes del i combinado ron otros nwtales, ya s1m indispen- na consideracion, i hoi la provincia es inmcn- uno como el de los otros, a ser reconocidos como sables estudios i couoeirnienlos eRpPdaks. Se- samenle mas rica que lo era hace cincuenta tales. ria de notable importancia que los padl'es de años. Ramírez hizo fuego contra un pobre ''iejo i sus f.amiJia acomodados, en lugar de rnnnd<•r· sus hi- La minería corno especulacion gana terreno cuatm hijos i Jos asesinó por órden superior.­jos a Bogotá o a París a que adquieran una dia por dia: hni se qmebrun mas comerciantes Los cómplices de Juramillo, no hicieron tanto. educacion brillante si se quiere, pt•r·o nada só- que mineros. Con el sistema previsivo, adopta- Propiedad, ,·idas i garantías, todo quedó como es­lida i de ninguna aplie·aciMl JJr·áeti{'a, los rnan- do últimamrnt0, de no poner molino en las ve- taha ántes que ellos se rebelasen. daran a los colejios de S:1jonia o de H t m~TÍcl llls nu vas hasta no habet· sacad(> el miner·al 1 si Ramirez fué indultqdo por el P. E. yo me a estudiar concienztulamenle la metalnr'jia. Gas- ¡ sllfieiente para pag~r los gastos, Jc,s empr·csa- atrevo :1 esperar que la misma mano benéfica que t.sndo cuatrocientos pesos anuales t'll u.n jóv·en r·io~ rn,ca~an con dificultad, i el público se ad- libró de la seeuelrvar· In qtaP ha La ind ·1slria miner·a en Antioqnia está pues El 9 del mismo como a la una de la tarde los sucedido en el Zancttdo. Por muc·ho" ariog en en ltt infancia, o por me.ior decir no ha naeido rebeldes habían sido batidos por un piquete de 1.5 esta mina, despues que en los molinos dt .. ar- h)déW;él. Bajo el punto de vista de la riqueza hombres i Jaramillo estaba muerto. rastre les sacaban una pequeña 'antidad dP o- hai dos mundos en Antioquia: lltlO estcrior don- Esta ~encilla narracion sel'virá tal vez para que r-D a las jaguas, las botaban corno in:'lt .. le:o'. El de e('si.stl'n una mediana agricultura, un comer- e) supremo Gobierno se forme idea de los hechos. señor T. Moore ha montado un sistema de hor- <·io sin tmportancia, industrias sin porvenir; i c. A. ECHEVERRI. os para fundil· esas jaguas que ántes proau· ·otro subterráneo, !!!is~erioso! casi ~escQ~_QcidQ CJI. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Rebelde de Dios : José Kentenich y su visión de un mundo nuevo

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El Pueblo - N. 17

Por: | Fecha: 27/09/1855

Ejercicios espirituales del P. Kentenich según el pensamiento de san Francisco de Sales. En el nos llama a abrir todas las llaves por las cuales fluye la alegría, sea de origen natural sensible, espiritual o de raíz sobrenatural. Actualizan este pensamiento la encíclica Deus caritas est, de S. S. Benedicto XVI, y, por otra, el lema padre Hurtado cuya expresión de alegría era: "Contento, Señor, contento".
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Las fuentes de la alegría

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El Pueblo - N. 18

Por: | Fecha: 04/10/1855

- = TBI:tle ~o f '"W.&LE :10 BB. j Ct\NDIOATO !OOP'UDO POR LA JUNT,\ Cli:'\TR.\L ELECCION.\RI.\ DE liEDELLIN. vf6e-e/ell/,7¿. 4 ele océu/;te ele /6:?5.. Pronto terminará su obra el partido ultramontano. Las liberladPs, las garRn­tías, los principios constitucionales, des­aparecP, n de u no en u no, i el despotis­mo de ]a Constituyente, disfrazado con los sofismas de los oerrwgogos i sosleni­do por mil quinientas bayonetas, ~e alza descaradarnenle sobre la ruina de las ins­tilucionPs. Un año hace que el pueblo engaña­. Oo en nombre de la libertad, reunió sus fuerzas e hizo veuir del Norte las armas que creyó destinadas a protejr.r sus prerogativas; i hoi, cuando oprimi­do por un círculo absorben Le, tiende 1!1 vista en busca de un apoyo, esas mis­mas armas que ántrs fuP.ron su espe­ranza, brillBn por todos lados en manos de la gavilla. ''Armas contra 1\'Ielo, nos dijeron, por­ ·que l\lelo es u su rpHdor i ha fundarlo trai­doramente, un Gobierno de hecho''. "Ar­mas contra Melt), que ha atacado In so­berania del pueblo. las libertades relijio­sas, el órden, la paz i la moral". A rrni:ls les dimos .......... i l CJUé hacen ellos hoi? No han estendido ni firmado actas; no han proclamado su soberanía; no lwn for­mado sus !Topas en la plaza pública; no han reducido a prision a Jos mHjist.ra-dos ........ es n~rdad: pero si los mismos majistrados se rebelan; si la LP.jislatura provincial se hace facciosa; si el Gober­nador de la provincia apoya con fulsos ·testimonios el movimiento renccionnrio i se deelnra oficialmente cómplice i au­siliadur del alentado¿ para qué necesitan present<1rnos esas escenas tumultuosas'? 'fibPrio comenzó pnr decir que " la hur.na fé es ln mrjor política" i cunndo la reaceion de] despotismo comenzó a des­arrollarse bajo su cuidado, Crrmucio Cor­do que en sus anales llamó a Bruto el úl­timo Romano, fué condenado a morir i no pudo escapnr de los rerdugos. sino bus­cando su propia absolucion en el suici­- dio, segun la Pnrrjiea espresion de Sénera. 1 pesar de todo, Tiberio lo mandó cnndenar, so prelesto de que la alabanza de Bruto .. envolvia una injuria contra la majestad del pueblo. Juzgad a Tiberio por sus palabras i hallareis un hombre; juz.gadlo por su vi­. da pública i por:su vida abominable de l."'aprea i tendreis un monstruo. Augusto fué tira no i sin en1hargo no necesitó de derramar sangre en las bata­llas para hacerse señor de toda aulori­ ·dad. Dueño del Ejército por habe~se he-cho nombrar lmperator, dueño del pue­blo por haberse hecho crear tribuno, due­úo del Senado del rual se hizo llamar príncipe- dejó a este la apnriencia de su esplendor n n tiguo, al pueblo las cstf~rio­ridades de la formn liberal i ahusnndo de 1us palabras cambió en despotismo puro la estruetura popular de su Gobierno. Cesar, Hlma i nervio del elemento po­pular en Roma, no necesitó lumr:t co de clamores ni tumultos para ser tirano. El principio democrátieo corrompido i mutilado por esns manos ya · prepat·adas a empuñar el cetro, habja perecido mu­ehos me, es ántes de las Idus de marzo. La tiranía pur.s se organizó sin estr·épito, si Cimbro, Casio i Cascil b hicieron cono­cer, fué solo por el ruido de su caída; el pueblo engañado con las formas i con lns palabras, no se hnbia [!percibido de la si­lenciosa revolucion que o~rccia la corona a 1 f.ésn r. Napo1ron fué libertador i no necesitó mas que la plumH pnrn ser tinmG:I. Cromwell fundó la democrnria Inglesa i se erijióP rotectot·sin necesidad dPguerras. Bolívnr dió 1iberlüd a tt·es Estudos, i la mantuvo de pnlabra, miénlrns prepa­raba el dPspolismo. Las re cci Bs tiránicas de los Gobier­nos se han renlizndo siempre silenciosa­tnente. Si los pueblos espernran a que se les hiciese conocer el plan i a qur. Jos Go­l> rrnanles les con u~taran, la libertad se­ria hoi un recurrdo conservado apénas en el arc·hivo de los anticuarios-- Es preeiso pues consultar Jos hechos i juzgar a los gobiernos, no por lo que digan sir10 por lo que lwgnn; no por sus pala­bras, si no por sus leyes; no por las 1J ber­ta des que ofrezcan, sino por las f}Ue ba­gan ef<~ctivas.-1 ;,qué haced partido ul­Lrnn1onlano. sino Jo que han hecho todos los reaccionarios que han llevado los pue­blos a lu Liranic1?-¿ Qué hace sino con­vertí r en leyes los pri nci pi os de ese mis­In o Melo n quien nos pintaron como un monstruo, i desechar su sistema Pn cuan­lo tiene cont<:1clo con la moral i la ver­dtldr. rn justitia? Melo proclamó la RPlijion Católica co­mo la RLiijion del Estudo, Ja conrirtió en medio de Gobierno i le espidió carla de prívilejio.-¿ Qué propuso aquí el Pbro. Lobo?¿ Qué pidió el señor Ospina? ¿Qué decidió la Lejislatura? ·' Los sacerdotes ca tóliros (aunque es­ten en uso de let1·as) están osen tos de ser­vir los cargos püblicos. Los Ministros de otras relijiones, solo Jo estarán cuando tengan cierto número de prosé1itos ''. A si entienden la libGrtad de conciencia, i la sepnracion de los poderes. ¿Qué diferen­cia hai pues entre l\lelo i ellos? Melo se oponia a la eleccion popular de los Gobernadores ¿Qué hacen los reac­cionarios aquí? Aunque la Jei deta11a dora i terminan­temente la manera como ha de hacerse esa eleccion, la Lejislalura, sin rubor i sin escusa, quebranta sus mandamientos i ar­regla la lee:c.ion a su manera. Manda la lei que los Cabildos formen la lista de e­lectores; pero la Lejislatura, a quien el pueblo causa miedo, crea un jurado es­pecial cuyos miembros nombra, para que imponga su opinion a los Cabildos, les presente l.as listas) a formadas i dé o qui­te a los ctudadanos el dereeho de sufra-jio ....... 1\'Ielo violó la lei, ellos tambien. rielo derribó la Constilucion, ellos la des.­acreditan. ~lelo atacó el derecho de su­frajio; ellos, menos francos, hncen mas: lo corrompen, Jo p1 oslituyen, lo despre­cian 1 <~Qué diferencia hai pues entre ltie­lo i ellos? l\Ielo proclamó un principio de justicia i de caridad reconociendo Jos servicios hechos por los n1ártires de ]a Repüblica; i, apesnr de~ oríjen violento de su poder, se apresuró a reglamentar, bien o mal, la i nstruccion públicn. 1 aquí declara el Dr. Bol!::~ ro que "el Jeneral Maza, salvado del ~Iagdalena por un boga, averiguó por ]a persona de su libertador i le hizo dar cien palos". Esos son, dijo, mis princi­pios, a los mnj·1deros que van a hncer pa­tria, un hoyo si quedun muertos, cien azo tes si vuehcn vivos". 1 en la misma se­sion, el Dr. Fé1ix de Vil1a manifiesta que '' los gobiernos no tienrn que meterse a promover la educacion, ni a socorrer des­gracias, ni a aliviar miserias, sino solo a dar seguridad a las pers,)nas, garantias a los propietarios". Con esta lójica, quién sostenurá el órden? ¿quién educará la ju­ventud? ¿quién rnanlendrá los hospi-tales? . Preguntamos otra vez ¿Por qué dicen estos hombres que valen mas que l\felo? ¿Por qt~é toman por modelo i dejan a tras, al mismo que nos han enseñado a mal­decir? Melo se apoyó en la fuerza veterana pursla a órdenr.s de multitud de jefes i oficiales, entre ]os cuales no faltaban per­sonas estimables,. i en el círculn vastísi­mo a que ya se estendian las sociedades democráticas. Aquí 1· l.ejislatura se apo­ya en el candidato que esta resuelta a hacer tr:unfar; el candidato, en el Gober­nador; el Gobernador, en los prefectos; i Jos pref<~ctos en Jos juceces que la mis­ma l.ejislaturR nombra. Este círculo vi­cioso, por cuya circunferencia jira inexo­rnblemente el ánimo, sin esperanza de salir de la oligarquía, es ]o que nos dan dPspues que cayó Melo. Pero, otra vez ¿En qué se diferencia la oligarquía del sable de la olignrquía de plurna? La Lejislalura nombra hoi Los MI~ISTRos DEL TRIBUN.1L, Los JuEcEs DE CIRCUITO. tos PREFECTOS. Los CABILDOS. J...os JURADOS, Luego. los Cabildos i jurados, someti­dos a los prefectos, i seguros de que los jueces de Circuito no harán lraicion a los quP., por miras de partido, los nombraron. pueden contar con la irnpunidad i de­clarar triunfantes en la Jucha elecr.iona­ria a los candidatos que tengan órden de hacer triunfar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Si esto no es demngojia, jamas la hubo. Si esto no es la ?'eaccion, jamas vendrá. Si esto no es la usurpacion i el despotis-roo, todos los tiranos han sido calu·mnia­dos por la historia. Cuando los empleados públicos no ha­bian arrojado aun la máscara; cuundo el oríjen de los j urndos i cabildo;;, medía­t~ o inmediatamente popular, pero legal al fin, debia mantenerlos bajo la depen­dencia cie la Jei i de la tnoral público, José ~Iarín Toro, Presidente de un .Jurado en .Amagá, contesta a los ciudadanos que re­claman su inscripcion: '• Si son conserva­dores, los apunto, yo no apunto zurria­gueros''. I..os se¡iores ~la ti as Escobar, Juan Tirado, Alejandro ~lontoya, mien1bros de) jurado, i Ramon María Escobar, Se­cretario, podrán decir si exajeramos. 1 si esto se hacia cuando babia re~ponsa­hi1idnd i leyes¿ qué harán hoi. qué harán mañana ]Qs Cabildos i jurados que la Le­jislatura nombre, cuando la justicia que administren sus jueces sea una quimera; cuando la responsabilidad sea un impo­sible i el Gobierno pura farsa? Pero no es es lo solo. El candidato ultra­montano, que con~urre a todas las jun­tas priva das de la pandil1a i que por de­coro debia poner a alguno de tantos a prepararle el camino de la majistratura, es el mismo que les presenta i desarrolla el plan, i prepara los proyectos en la Lejislatura i los so~tiene i los hace apro­bar por sus dóciles comp::tiler,Js. ''Los Cabildos son enemigos i no en­trarán en nuestros intereses; pues nom­brad i agregad a cada uno, otro de mi devocion". *'Los jueces pueden condenar a los que sigan m.is consejas; pu~s nombradlos vosotros mismos i yo os respondo de su condescendencia''. " Los alcaldes no querran trabajar por mí o me serán ad vet·sos; pues dad a los prefectos la facultad de remover} os". " Los clérigos se resfrían; pues sancio­nad la intolerancia relijiosa en la Consti­tucion, i serán nuestros otra vez''. "Las listas de electcres contienen nom­bres ro}os; pues nombrad, pese a la lei i a la decencia, jurados que las rehagan." Tal es el hombre que la pandilla con­servadora nos impondrá, si nos descui­damos. fal es ]a moral que los tiene en­vanecidos. Tal el respeto a las garantías . quedAr.antan cada hora. I haijóvenes que aprueben i apoyen tan cínicos proyectos! ¡ 1 hai pasi.JnHs bastante seductoras para paliar el aten lado j hacer creer a los cer­cenadores de los derechos públicos, que e1Jos i solo ellos, dan Libertad, Garantías, Seguridad i Puz! ¿ Qué hicieron los liberales nunca, de qué cosa semejante se les acusó siquiera, cuando la prensa conservadora en el apo­jeo de su desenfreno, vomitaba calumnias i mentiras desde 184.9 hasta 18t:l3? Cuán­do llegaron, esos c¡ue llaman hoi rojos i demagogos-; a proclamareon tan impuden­te seguridad, Jn caducidad de las leyes, la omnipotencia de las banderías, la dic­tadura de las gavillas, la perpetuidad de su do mi nacion? La llamada tiranía roja hizo libres a los negros i homb~·es a Jos indios; dió vue­] o a la imprenta, falcultades a las pro­vincias, rentas a las secciones, soberanía a los pueblos, porvenir a la industria, in­dependencia a la Iglesia, i dignidad al individuo. Por su parte los Republicanos Católicos, los hombres de moral i órden, Jos partidarios de la fuerza, hu1nillan a PUE LO. los Cabildos, restrinjen el sufrajio, ata­can la libertad de cultos, crean los pri­vilejios, decretan el n1onopolio, descono­cen las le)' es, eorrompen In justieia, i a­nonadan al individuo ..... .1 sin embargo, la patria debe estarles reconoci<.lal ¡lla República vendrá a tierra sin su ayuda! l..ójica fRlaz de las pasiones! Antino­mia rnaléfica i precisa que debió ser como es, la consecuencia obligada de la confusion que han ir~troducido en lodos los llecbo-·, en todas las palabras. en todas las ideas 1 Pero; si el candidato conservador do­mina la l..ejislatura i le hace espedir 1us ordenanzas convenientes para asegurar su eleccion; si el poder de la Lejisla tu­ra no reconoce límites; i si los manda­tar'ios son tDdo i las ~nstiluciones nada, segun el disparatado aforismo de Jqsé de C. Restrepo, ¿a qué iin prolongar por mas tiempo la farsa de represcnta­cion '? ¿A qué fin dilatur esas sesiones cuyo único objeto es el matar las libertades en detal? ¿Por qué no se adopta la dictadu­ra en un artículo, como propuso el se­flor Serna, o se codifica simplemente, i de una vez, la oligarquía como pidió e] Dr. Venancio Hestrepo? Si tienen la conciencia del delito i per­sisten en él', mas vale entónces cometer uno solo que los comprenda todos. Así se ahorraran la vergüenza de ~gar las votaciones nominales que la minoría re­clamará siempre que vaya a sancionarse algun abuso; a ménos que se crea, -por esos SS. de la reaccion, que el anónimo en que piensan envolver el atentado, sal­vará sus nombres de la execracion que se merecen. Otra vez ¿,para qué la farsa? ¿La libertad es pues lo contr·ario de lo que todos han ere ido i creen'? O es que para llegar a ella hai que tnarchar con el rostro vuelto hacia la tiranía? Pero los Homanos llegaron a la liber­tad pasando sobre el trono de Turquino, i el cadáver de Julio César. Los griegos, en 1 ugar de lomar el cami­no de la esclavitud para llegar a la liber­Lad, arrojaron en un pozo a los heraldos que Darío mandó a exijirles "tierra i agua". En lugar de contar los ciento vein­te nlil hombres de Artafernes i sus seis­cientas galeras, arrojaron sus pocos in­fantes sobre ellos i dejando atras seis mil cadáveres de persas, se apodPraron del mármol de Darlo con que Fidias decoró mas larde los campos de ~laraf.on. Ciudeiro, sujeta una barea enemiga con la mano i nn persa le corta el brazo; tó­mala con la izquierda i el brazo izquier­do cae; ásese en fin a ella con los dien­tes, i ]a cabeza di vid ida del tronco, sigue mar adentro, clavada siempre sobre la popa. l~ucles, cubierto de sangre, vubla a Ate­nns despues de la victoria. '• Alegraos, triunfamos", dice al primer ciudadano que halla al paso i cae muerto de place~ i orgullo. Los ingleses ;, no marcharon de ft·ente a la libPrtad en Runemede cuando los ba­rones arrancaron la carta a Juan Sin tierra? ¿No marcharon de frente C':Hltra Eduardo 1 o, ochenta años des pues, i obli­garon a ese principe, "el mas hábil, el mas valiente i el mas ambicioso de todos" a confirmar definitivamente esa Constitu­cion inglesa, motivo de 51 altercados pe­ligrosos entre los reyes i el pueblo? Los Franceses no suplicaron humilde-tuente Luis XVI, ni a Cárlos ~ . , ni a Luis XVIII., ni a Luis Felipe, ni supli ­caran a Napoleon III. que los haga li­brr. s. Los americanos no aguardaron a que la metrópoli los declarase soberanos. Bolívar no confió la libertad del Sur, a la jenerosidad de la madre España. Los liberales de Neo-Granada no se armaron de men1oriales i tinteros el 2~ de setiembre. Si los gobiernos i los pueblos van siem­pre a Ialmente la eons­tituyenle no es un jurado sujeto a reglas li­jas, sinó que sin se1· junH.Io procede en sns decisiones sobre calificaciones de sus ·miem· bros, allá a manem de jumdo; esto es como si fuera JUrado." . . DEL Dn. F. oEVJLLA..-"La const1luyente s1 tiene el derecho de calificacion i tan eierto es estu, que noso1ros no le permiliriamos a persona alguna de las que estan en la bar­ra que tomase asiento en el recinlo de ella, i esto en rirlnd de qu.é '{ En ''irtud del de­recho de calificacion .-El argumento es con­cluyPnte." DEL DR. J. DE LA CRuz RESTREPO.-"Yo nunca atiendo a la forma de gobierno sean cuales fueren sus instilt~ciones, únicamente me ocu­po de las personas, porque tengo la convic­eion de que un buen hon~hre con malas ins­titucione~ pnede hacer gl'amles bienes en su calidad de gobernante." PnEGUNTAs.-Podria decirnos el señm· Presi­dente de la Lt:jislatura. qué cur·so ha teni.do la t-scusa presentada por el set1or Rafaell\faría Jiraldo pal'a no concurrir a las presentes se·· siones como Diputado? Se ha enlifieado ya ele Jegal la escu~a. i lo ha dr.ciLlidu nsí la Lt'Jis­lafura, para llamar legalmente al suplente 'Señor Mariano Ospina Rodriguez, o se ha archivado este negocio sin dar cuenla con él a la Le,jislatura? Se acordará el señor Petlro Gutiérrez Lee, -Gobernador Católico de Bogotá de cierto re­tozo que tuvo en Caf-¡,as-Gordas i por· el cual se le siguió causa cdminaJ? Si se quiere me­jor informe lo ciaremos; pero no lo hacemos ahora por no ofender el pudor de nuestros lectores. EL DUENDE O SEA EL ALCALDE DE SANTA-ROSA. ·Hoi mas que nunea, con mas razon que siem­pre, si no fuét·nrnos enemigos de llenar· nnes­tJ ·as modestas producciones eon rrpeticJas i tri­lladas citas, i con ajenos testos, ptH.héramos recordando las espresiones del famoso oJ·a­dor de Roma, preguntar: ;, en qu.~f. tw~·ra vivi­mos? ¿Qué República es la que tenemos? l!:n t¡ué tierra? En aquella. en que no hai ·derechos, en que el capricho impera, en que es nula la razon i omnipotente la fuerza del que oprime. Es decir, en un pueblo en que al­gunas localidn.dt's, sino son salvajes caminan con paso rápido a Ja barbarie a do las empu· jan los que tienen un poco de autoridad, i un poco de audncia. Qué Repúbüca? Aquella en que la sober·ania se humilla, se abate, se debílila, se destruye ante los ail'ntnclos del que manda. AquPila en que lns símbolos mejores de la~ gar·antias individuales, de la libertau social i del dereeho del ciudadano, son una cárcel que encierra i es­tredla su víctima cuando debiera dPjarlo sa­lir, i nna lei que enmudece cuando sus man­datos sah·ado!'es que debieran respetarse, son fa\·orablef> a los asociado~; una leí que se in­terpreta caprichosamente, que se reslri uje con inlencion, qne se \'iola sin reparo, que se rom­pe sin vergüt~nza cuando la pasion lo quiere, cuando hablan los ioter-e~es de partido. . No es aventurado lo que aeabamos de de­cir: no hai exajeraeion. Porque toLlo eso es­tá sucedíendo en Snnta-Rosa; porque así se entiende i se practica allí el sistema repu­blicano; porque allí un alcalde, un caJ·cele­ro salvaje veja i oprime eon rigor, e insul­ta i amenaza i se burla del de,·ccho con los mismos títulos, con el mismo descaro con gue pudiera hacer·lo en el mas 1Jál'baro de los países del oriente, el mas bárbaro de los sultanes. Conocen ya nuestras lectores de esta pro­vincia lo que está haciendose con los sefío­res Féliz Gómez Restrepo i Nicolas Navarro en Santa-Rosa.(*) En calidad de detenidos han -sido puestos en la cárcel a consecuencia de un sumario, que se instruye para averiguar ( "') A última hora hemos sabido que un señor Posaaa participa de la misma suerte, _ EL PUEBLO. el responsable de un delito, que se ha co­metido hace algunos días. Bien puede ser· que Jas pruebas crearlas arrojen algnn dato, algun indicio contra Gómez i Navarro; i eso nada t.iene de estraño, porque aunque ellos sean inocentes como lo pensamos, aunque no hayan tenido en el delito parlicipaeion al­gunas aunque hayan estado muí dislan!es del lugar en qur se perpetrara, no es imposible ~ue algun testigo havn depuesto en contra de ellos. Desgraciadarnente hai en todos los países, épocas i lugares en que es mas fcícil demostrar lo falso, lo que no existe, •1ue lo que es real i positivo. Bien puede set· que del sumario apa1·ezcan las pruebas suficientes para detenerlos . Detén­gaselr. s en horabtwna. Pero, ¿por qué mas tiempo que el señalado p()r la lei? l aun su­poniendo que fueran criminales? por qué sq les oprime? ;. por qué se les niega el Llerecho que concede la lcjislacion del país aun a los mas famosos criminales? ¡,porqué no se les pone en li bcrtnd desde que dan fiadores de cán! el segul'n? · , Los derechos de 1os indiciados, las gnran tías de los reos, los prineipius de justieia, el tesl.o de In Jei, los conseJOs de la razon, to­do, todo se viola, Lodo se ultraja, se concul­ca, se desoye. se vulnera i desacata. Para Félix Gómez Restt·epo, i Nicolas Na­varro miembros del partido liberal, encarce­lados i opl'imidos nada vale la i~nalclad de derechos garantizado:;; por la conslitucion po­lítica del Estado. Nada es ese córligo ante nn funcionario b:hbat·o i opresor. Otros reos tie­nen derecho de escarcelacion, c;ómez i Na­varro no. Otros son respetados en su cala­bozo, están al ménos tranquilos: a Gómez se le ultraja, se le amenaza con la infamante prision de ct>po. La lci desata las prisiones del que da fiador. La filosofia ha prep;ll'arlo ese alivio a los ma­les del encarcelado; pero eso nada importa. Las prisiones de Gomcz i Navarro se ase­guraran mas, el alivio se les negnrá. Ofre­cerán fiadores abonados i no se les admiti­rán. Porque para Felis Gomez i Navnn·o hai un funcionario de instruccion no tan ignoran­te, tan cínico sí, que a ra solicituci que aquellos hicieran ofeedenrlo fiadores, i pidiendo esr.ar­celacion se atJ·eve a decretar esto, poco mas o ménos: "En Santa rosa se respetan i se cono­cen las leyes: los fiadores son buenos, son abonados, pero no los admito. Notifíquese por medio de un oficio". Ese es el respeto a la lei. Esa la morali­dnd de un funcionario. Esos, los derechos de la humanidad profundamente acatados! Solo se puede negar la escarce lacion con fianza cuando se proceda por pieatcH·ia, ase­sinato, em·enenamicnto, homicidio preme­ditado, homicidio voluntario, rebelion, sedi­ciun, incen1iio, falsHica~ion, estup1·o, castra­cían, alzamiento con caudales públicos, ro­bos i hurtos; gravísimos df'litos que la leí trata con mas ri~or. Pero aunque el delilo por el cual se procede no pueda, como no puede e' identernente, calificarse (·omo perte­neciente a ninguna de las clases espresadas, aunque sea un simple delito de heridas, o una riñrt con mas o ménos cit·cunstancias a­gravantes, no se les admite fianza. La lei i la razon i los nobles esfuerzos del abogaLlo (Dr. Pedro A. Restrepo) que lucha en su defen­sa encallan, se cmonadan, ante la enérjira, pe~ ro culpable i c·1·iminal firmeza del Alealde con­~ ervador, qne ceba su enconada l"lil·ia en sus víctimas aborrecidas, en rlos ciudadanos li­bres, en dos miemhros del partido liberal. En preseneia de tales alentados no puede callar la prensa liberal. En la conci Jeta de ese Alcalde de Sanlarosa vemos un delito fa­moso, grande i pr·olongatlo, qne si no se cas­tiga i si su ejemplo cunde i se propa~n. hará marchar a ·grandes pasos la hurnanirlad al estado de servidumbre i de barbarie. 1 tén­gase presente que en estos tiempos torta pér­dida del der·echo, Lodo ultraje a la dignidad social, toda opresion del ciudadano, son pre­cursores infalibles de una reaccion qup. lle­va en su seno los tlcscontentos populnres, las revueltas imponentes, los cambios de opi­nion, i el desórden i la anarquia muchas ve~ ces. 1 no se olvide que de esas agonías de la humanidad SOJuzgada i oprimida, si nace a veces una dictadura, puede nacer tumbien una redencion. Lo que hoi pasa en Santarosa no es Ja ¡lucha de dos odws particulares, no es el ren­cor del Alcalde contra Félis Gomcz Rpo. i icol s Navlilrro; e~ lr1 presion conserv~dora 75 que se descarga sobre miembros influyen­tes del partido liberal. Es que se hacinan combustibles que ojalá nunca se incendien, · De tales atentados no vamos a pedir uná reparacion a los tribunales; no vamos a men­digar a los pies de un fiscal, a suplickde, a rogarle qL¿e promueva lo conveniente, que a­cuse al cnrninal. Al puehlo denunciamos esos atentados. Al pueblo que es el gran juez en las r(-'públieas rlemocráticas, elevamos nues­tra queja. Al pueblo, ese Lribunal augusto, toca fallar. COLABOR.t\DOR ESo LA LEJlSL! TlJlt~. "Para la felicidad de la F'l'ancia es pre­ciso qtw uno de los dos se 'oaya: yo no me t~oi ''. Esto decia Nnpolcon a M orea u. Así de­cimos a nuestra vez a los conservadores, euan­do hemos recojido d último guanle arrojado por ellos; i abierta la lucua, i empeñada la con tienda, nosotros nos hallamos dispuestos a comprometer en ella nuestra exü,tencia mis· ma. Cuando los hipócritas dcf~nsores de la Cons­litucion de mayo han obtenido el poder aqui en esta tiena desgraciada; cuando ellos han alca11zado en la LeJislatura una mayoría, de­bida tan solo a ias iníluencias de la autoridad i a las predicaciones de una clerigalla into­lerable, entóoces decimos, se ocupan de pre­ferencia en espulsar de su seno a los Dipu­tados libeJ'¡IIes, i p1·etestando informaciones practicadas bajo jw·amento de s~jilo ante el Gnbetnador de Córdova i J ueccs de ~larinilla, se ha anulado el rejistro, que deciaró la clec­cion de Diputados po1· el círculo electoral de Rionegro, i espulsado del seno de la L8jisla­tura ::l'los individuos llamados por el snfrajio populm~. Es decir, asumiendo la Lejislatnra de Antioquia la~ .facultades que l:ls ordenan­zas de la estirwuidn provincia tle CórdO\·a atJ·i­buian al jurado designado en ellas para hacer el escrutinio definiti\o i declarar la eleccion. 1\ias esta misma I.ejislatnra, que a despecho de la leí i dt>l deber· se ha declarado, pode~ rosa en gtado-omni modo, ha desoido los ,.¡_ gorosos razonamientos de nuestros copnrtida­,~ ios en la Lejislalura, i aun ha desatendido una Yez mas las disposiciones legales, i de­rogando pot· sí sin formula alguna las orde­nanzas de la esiiguida Antioquia, euando así conviene a sus miras, llarnrt i admite a su se­no a la bastarua dipntacion hecha en Libo'ti­na, por cuenta costo i ries~o del Gobernador Barricntos i su SecrPtario 1\'lartínez. Entónces tuvo mas fuerzn para los señores conserva­dores de la Lejistalura el tlecreto ilegal i aten­tator ·lo del Gobernador Barrientos que el tes­to cspreso de la lei. ..... ! Oh probidad! l\Ias tnrLle, i despues rle la inicua cspulsion de los Diputados de Ptionegro, un Dipnlado ~onservador pmpone a la Lejislatnra pedil' los diferentes rejistros de las votaciones verifica­das en los distritos de aquel círculo, par::t ha­cer por medio de una comision nombrada un nuevo escrutinio, i deelarar la cleccion, para llamnr a los que resulta ·en con mayor núme­ro. Esta proposieion que tenia por objeto no dejar sin r presentacion a un círculo, fué al mismo tiempo sostenida con un patriótico fin, por su autor el St·. Restrepo Escoba:·; mas a­pesar de esto, apesar de sn empeño, en adop­tar una medida que salvando el 1onor de la Lcjislatura, nos precaba de e 1flictos poste­riores, apesar decimos de hab r sido apoyada por olro miembro respetable del partido con­servador (El Sr. l\Iarlínez Paetlo), la proposi­cion se niega; i la Lej\slatu a, o su mayoría que tan resuella S€ mostró pal'a aceptar o me­jot · dieho para asumir un p der absoluto re­trocedí,), para comprobar as' cuanto pueden las pasiones, i hasta donde son cobardes esos hipócritas que como Pilatos se lavan las ma­nos despues de lnn inicua sentencia!; i ha. ciendo alarde de respetar la soherania popu­lar, han mezelado su mentido amor a los de­red1os del pueblo, con el mezquino i corrom­pido placeJ' de una pasiún de venganza injus­ta i degradante. Una vez mas lo repetimos: la suerte está tirada; i cuando los hombres sin fé socavan los cimientos de la paz, ellos serán respon­sahles dtj su obra. Entre tanto, nosotros que esperamos la época de la reaccion pacifica, de la rear.cion de la idea, no desesperamos de nuestra propia causa, i dispuestos siempre .. - a sostener nuestra bandera , rod ada por loi Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. prestijios d 1 dcreGho, de la rnzon, i de L fé, no la abandonarémos hnsta qt.e rwrecirnclo t'll li\ lid~ la rompan n-1estros enemigos o tri­unfi ndo de ellos1 lt. entreguemos en manos del pueb o a quien tocu conservarla. Nuestra mision crnpi ~Zti hoi, s,t térm·no no losa Je·· IDflS aun, pero siempre fidest t ceplamos la Ju<·ha, i combaHrémos con franq eza a los f.'· riseos que nos at¡tcun. P OTEST - Estando la República en una t:ompleta con-­flagradon; i reH:Iando Lt pren:a dia por din i h'1ra pur hora los esc'indalos i r. e esos Cl)me­titlus por los ultramonl< nos, nue.;lro silencio se inteprelcHiet, i con razon, como un acto de debilidad, sino pro e~lar.tmos centra los iltí: n­lados de la Coustiluyen lt~ de lr<.tl. Hidéronse lns elcceionc, en la proYincia de Cordu,·a, ¡Jara Di >uiadus a la Lefslatura Cons­tiluyenLP, el dia 8 de ,iulio, con la m<~s ¡.>er-. fccta lramluilidad, lo que rué debido, no a la pacíiica intervencion de las autoridades, no ul respe o qu\.! estas lu' iel'an por el sul"ts pi'OdiLorios. Como en el círculo electoral de Riouegro los liberales q1 e piensan eslün ~n razon de nue\'e a un consm·vador, la: elt•c<·JO­nes se hicieron sin l..ltcr~ados, trL 111pas ni \Íolencias, prutlucicndu t'l t'l't\ldladD tl•ll1<> e ·a natural, de ser liben les los eleji( 'os. En el can­ton f,lariniHa su•·edió In COIIlrMio por la sen­cillísima rnon Jeque ,¡que! los pueblos e:-:tán intluendi dos por los clerigo · dl sormM i c;t­saca, i es bien sabido qu{' el olmo jamas ha dado peras. En Salamina donde pudil'l·au dis­llutarse lus elecciones, se pt•rdieron por la in­~ uria de los Jibel'ales que no se pusil'ron (~n accion, saliendo de l;ls urnas nueve CJliSl'r­vndores i solo un liberal. Los triunfos i der­rotas de los partirfos pas; ron en Cónlova corno en el estado nunmtl de b sociedad: las mayo­rías 'encier·on eon ·orme ul sistema democrá­tico que hoi nos rije. Lu pro,·incia de AnLioquia en la qne las elecc.ioncs ht\ieron lugar· el 6 de agosto fué el teatro de las demasias ultr·nmontanas: la ll'i deJa RL'pÚblica, el decreto del P. E. que rwe- ·euian que p:.1ra las t>leecioncs se OUS('f\ asen las in!'lilueillnes pl's, de qné mcdiQ~ se v11lió i qué result:tdo ohtu· \'O? Cnn e ·[at'"!YJOS por partcg. Ra!'atl Mat·ia Ji­raldo actunl GobernadfJt· de Antioqui.a, nom · b¡·ado ptl' l:.l P. E , i mui conncido por sus anlipnlias lug¡¡reñRs, por sus instintos de ven­ganza, por ht ambicion de figurar i dP:>eo de metlr;lr, fué el protagnnh.ta de las nulidades. Los medios de qne ~e \'a{ió fueron los siguien­tes: crPa una infurmttc:ion de nndo hecho an­lc el Go.)crnadn · de la provinciíl (su cóm­plice e11 la trama), en p:1prl dd sello 1°, pre­st'nla por tesli~os a 1 .s consPrvadorcs afilia­cJog bajo sus h,. derns; i a lilwra!e~ quP sien­do hnriabres de bien a toda prueba, i que halJiendo estado oeupados en ·las otras me­sas de jurados teni:.n ct w,dec·r: .. " ignoro el con ten ido de In prcgm la '. Ex1,1e { 1e a los testiu-os f.e les torne el juramento de no reve­hH' Ji' cm ten id 1' e 1< s deel,tn ciones. El Go­. wrnador complaciente cumple co la rcco­merHbc: on; i el Secretario a u toriz·1 ste aclo de iniquidad ~ot· ser inquisitnric. 1,- Jiraldo.o­enrre a la Lrj1sli lura con estas lllhrmacw­nrs qne no se pnmitió ver ni a los mismos Diputados. El encargado de e;aminat· los he­chus en entidad de com i:-;ion de elecciones, i que perteocre a la misma comunion, analiza a su modo, da el valor de fehaeienlu~ a se­mejantes documentos i coneltryc su informe mon truo, pidiendo qt e se arllll n las dec­cione lh•l drculo clrrtoral de Rione¡rro, i que se espuL.e a los Dipnhdos. Tres ciudn-· dada nos han· an pedido al Goher·nadot' Dr·. Ve­nnncio Restrepn un crl'liíicado de lt1 que es­taba ha<:icndo, cspide el ccr iflcndo dieiendo, que tomaba dcclarnciones para Pxijir lt res­ponsabilid~ d a un funcionado público, cuan­do lo que haeia era para anular las eleccio­nes de todo el carllon. I ¿es r.;le uno de Jos homht·Ps mas probos clel parti~o cor~servado~·? El sofisma, el embrollo, la ch1cana 1 Jn docr­lid< d de los reclulns Diputfldos, fueron las ar­mas de que se valieron Jos corifem del motín contt·a las Dlpulationr.s de Sopelran i Rione­gro, pHra conseguil' una victoria mat~chada con el crimen de tan vergonzoso como 11 fame complot. Par-e('ió a los consef'\'adores que 1"8 liheralcs aunque tnYieran que liditr contra 40 ultramontanos en la LejislRtura, podían, haciendo una oposicion franca i reclamando s:empre Jos dere hos d .l pneblo1 i tevantandt> la \"OZ, i. teniendo ~iempre en los labios las pa­labras libertad i garantías, al fin arrasLrarJ~tn d crurarse sin riesgo de equhocarse, que lns dos terceras partes U(;'l>cn su elcecion al puñal, a lns violerwias, a l:ts amenazas, a los abusos dP. la fuerza bruta i de las autoridades; al sohoruo, a los excomuniones de los curas i a lhs trnmpas de Lodo jén~ro. Los honorables WJ s·m sino los hijos espurios del pueblo reu· nido:; ·n Asambl 'a constituyente por ~1 man· dctto i bajo 1 as inspiraciones del Dr. Francia. Es( A.sarnhlca, fatídico i ridícuio remedo de la Corl\enc·on frances::1, st~ ha absorbido de un solo trago la soberilnia del pueblo: un de· e reto provisorio humillan le i vejatorio para las pueblos, nhre la eseena. La Lejislalura se ha apropiado la !"acuitad de nombrar 1\linislros del Trihnnal, jueces de circuito, cabildos, JU­rados eJeelorales; i nl Gobernador como Co­l(' jislador se le confieren facultades amplias p::~ra nombrar i remover Prefecto:-;, Alealdes i pnm hacct' todo, todo el !Jien. que en esta línea le ¡.;aJ'ezca conveniL~nte. En S<\guida se presen­tnn bs contrihuciunes indirectas, los mono­poros i priYi!Pjio: pam prernia1· ciertos servi­cios a eiertos individuos i eslorcionar a los po­ores COil prchos indeh' dOS i contribuciones cxhorhitanles que llennran la bolsa de algu­t. os, esquilmando al pueblo ciego e ig·noranle que los h~,·antan al puesto que no merecen, pa­ra que a la vez Jc pongan cJ dogal al cue· llo i el gorro d ~ prrsidicn·ios. TenPn1os a despecho de la Con!'tih~cion d6 la Rppública, de· los principios libera]es i de Jos cruentos sacrificios ele 45 años, un Gobier­no provincial fuerte, t,igoJ'oso, concentrada la Hdmini~tracion en una sola mnno, perdidas IM> gat'antias indiYiduales i el látigo del ver­dugo levantr~do sobrP las espaldas del ciuda· d:wo granadino. l no es esto lo peor. sino que el pueblo humiltle pasa por debajo de las lto~­cas raudinas i como perro azotado Ya a be­sar la mano del que Je castiga. Protestamos desdt-: ahora contra todos los aclos que no esten en perfec-ta consonancia con la Cnnstitueion de la República i las le­yes Jeneralcs que nos rijen. Los antioqumios despreocupados q·u.e quieren patna, órden i libertad. IDl® Ka~ FijEitJEl~ RE~Am. l .. "Hablé, porque si el pueblo padece, jus~ lo es que hablen las burritas inspiradas.'' (Remitido del P. Canuto a "La Situacion'' nú­mPro 10.) No creemos que merezca la pena discutit· rl S<."XO drl P. Canuto; pero negamos a Jos cuadrúpedos la mision de rejeneradores. . "Cuando un pue-blo (como ]a N. G.) no tiene mas qne una relijion, la liherlad de con .. ciencia no puede referirse sinó a Jos estran­jeros.'' ("La Situacion '' número 1 O.) Sin embar~o la Constitucion garantiza esa libcrlad ".4 lo~ granq-tJinos." ENTA. Una posesion de tierras, ubicada en el pa· raje del GuetmCII, C?tno un <:uarto de legua distante de esta c1udnd: esta hbre De todo .gravámen: el terreno es sumamente feraz, i las mt·jorAs Je easa 1 cercas son de poco va· Ior. El que. ql.JiCJ'a comprarla pu~de _.dirtjir~e al Dr. Manano Latorre, calle ue Bohvar, DU· mero 43. OT .& DE LOS A.I~I DOS. Zapatones de caucho superiores, en el almacun deJ* María Jara millo Zapata. lmpre\1ta de Lince, por Eehavarr1a Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Santidad matrimonial

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Facatativá: gaceta departamental - N. 63

Por: | Fecha: 19/11/1909

El padre Kentenich mostró la necesidad de abrir un camino de santificación para el laico que vive en medio del quehacer diario. El P. Jonhatan Niehaus realizó una valiosa selección de los textos más significativos de cursos y ejercicios espirituales dictados por el P. Kentenich sobre este importante tema, como el del libro "La Santificación de la Vida diaria", texto clásico de su enseñanza.
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Santidad, ¡ahora!

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El Pueblo - N. 38

Por: | Fecha: 08/05/1856

Esta es la primera parte de la obra "El secreto de la vitalidad de Schoenstatt", el objetivo del P. Kentenich es poner de relieve la originalidad de su fundación desde de vista esencial. Schoenstatt debe su existencia al acontecimiento histórico de una alianza de amor con María . Este acontecimiento es asimismo la semilla fecunda de una nueva espiritualidad. Este es el punto de vista que está en primer plano en el presente trabajo.
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El secreto de la vitalidad de Schoenstatt. Primera parte: Espíritu y forma

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El Pueblo - N. 13

Por: | Fecha: 30/08/1855

Esta es la segunda parte de la obra "El secreto de la vitalidad de Schoenstatt", el objetivo del P. Kentenich es poner de relieve la originalidad de su fundación desde un punto de vista esencial. Schoenstatt debe su existencia al acontecimiento histórico de una alianza de amor con María . Este acontecimiento es asimismo la semilla fecunda de una nueva espiritualidad. Este es el punto de vista que está en primer plano en el presente trabajo.
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El secreto de la vitalidad de Schoenstatt. Segunda parte: Espiritualidad de la alianza

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El Pueblo - N. 1

Por: | Fecha: 08/06/1855

J.Jledellt'n, 8 de Junio de 1855. fN(_l_M, to. E!'jPl'ES de cuatto aílos pet~didos para la ex.istenC'Ía Jt'ogreso ~ de pues de t:Uali'O anos que diVidiet·o~ j ti ·ped.~z ~r·on st~s mi[,'mbros al cl~oqu,e de dos r~vol~ciO­J es s an 1Tnentas 1 de recuerdos u•asltstmos, Ant•oquta le-n l · ' G d• 1 ta de nuevo la frente ea1tre (js provaiJetas rana l-as i alzJ de la tierr~a eltnanto de oto que arl'at1co de slls m\n·os h ineonsu\talei de l.) de n1avo de 18.51. en q 1isica amos pode call.,r li.Js ag<:Hlla~ que ha Stl· i lo;1cis prue !las p~ntue ha pasado: l.•s tot·tun•s c.¡ue.se h a u i ru p u e: t o i l o <1 lt e e os q u e:. e 11 v u e 1 v e n s ti por v en i r n sornht':ts. Bicu quisiet'a!llos ~.,ludar ron ella a la libcr­. H de industria i l p llicr 1nuuicipal; al adelanto físi~o p.rogr·eso in ttdec ttwl. Bien (fui ier :ltnos poder fclicÍL.d al pueblo an1aestrado "el lllltlPjo Je los negocios, l·ar•gado Je cspet•ietlcla su­br_ • el tlJOdO COil10 ha <.te e_jet'l'Crsc el dere<'ho ele sobera­t , i t'OllS a~'TíH.lo al estudio Je la pol'ttica , dut'ante las p )CÍeJ·l qnisie1'.1ruos, en fin, ve1• que Antiuqut:\ se levan­se rica ,podel'o -. í feliz i que Huestr•a sola n1ision fuera de e 10t'r su triunfo i celebt•at~ su advcnin1iento. TiT" ====z ==a¡ son1bras representan algo negativo. Faltas de existencia. propia~ ellas representan sitnpletnente la ausencia de lá luz. Por eso es que para ~estruirlas no se obra directa­tnente sobte ellas, siuó sobt·~ los objetos que las produ­cen. HemoviJos los obstaculos, la lut se esparce con li4 bertad\ ilun1ina naturalrnente i 1·eina. Destruyatnos pues los obtáculos que irnpidet1 que los -rayos de la verdad polltica, s~ estietadan libt·eanente en la e~(·eoa de la pro'\'in(:ia tJueva. Busqueh1os el foco d~ donde tJattH·Jl 1 IH~cesa•·ianlehte deba en1atH1i~ esa luz; colo4t1érnu~ld a la altura t·onvchiehte, lin1pieanos él cam­po que querén1os socnctel' a su iufluen~ia i nuestra obra est-•ra concluida. l"}et10 cual es esa luz que Jebe1nos levantar? Cuál és ese foco a t'll yo abrigo i ._·on cuyo calor ha de jenninar i en4 robu.stel·et·se la verdad pohlica? LA l.lBEt\tA:tl. Pero no la ltb~ttacl ahet·ro,jadá ton que unos han quet·ido c9ntencr los exesos de la soberania-,-. ñi la i­bcrtaJ ~ iega e irreflt.xivaroñ que otros hah {tUerido fundar los r11nientos del gobierno propio. >t·ro no es as1 pot• ltUl'slto n1aL as trc., se¡·\!'ione: te sucedieron a 1 Dote de un l i nttJe 1i tll i Utdo i cntsera ble; des ti nad_a. a 1~ejit un 111undo de Jecep .. ·iottes i de ahtítesis; la li• bet~tad es tah peligro:~;a cUahdo implóra; con1o victi- ~-P+-.. ~---1 o -o.ro= t """"'" 11 o Jt 1 lado de los Ctares. COillO cuando s-tida de Brtcante, apli(.'a a t(js, ere ron ·1 itos opuestoc:;, estnhte~·ieroll la opc1sit·ion de los iute­ ·es i se erijierou en ri\ales en,'al'lliz·H.l ,s. Su hijos- some1ido-1 a leyes distint11s, dueños de dis­l os de re<· h os o v í e ti mas de r· esta· i e e Í o :il es va 1i Í as, v u e¡ ... n al seno de su utadJ'e, obeJel·iendo a l' lei que los rc­u1 • pc_.:t·o el qut; ~rozaba ele algun bien ten1e perderlo, rl 1.1 ~ llordh~ a\gun tnal, no sabe si ha de esperar que el •l tcrm 1 H~. E · qnc a:-; cot t1tn<'Íones i leyes delas tres provÍncÍas an :-. q &edJl' abrogada~ po1~ n•inístet~io de la lei. Es qUP 1:~ Co. STIT ·y¡.__ 'TE de quien hai que ten1erlo o espeta1·fo e clo, vace aún nvu ... Jta en tinieblas invcn<'iblcs. Es que uu pu~dc prHra o a donde habd1n de detenerse. :. u da m os pues- sin espc-r:.nta? 1 e orre•·f..'!mos el peligroso camÍno por donde he111oS '- . \an,,anlos, ~on la ·endn en los ojos, la dt!sconfianza ..-1 8 a i 1 a a n :. r -_. rn: arrojan~!nos tetnerntí ·,mente a las tíniehtas, de­l ~do aL \ n na su rtc e( cuidtido de guiar r.u-'sti'o pié u r.i rtn; oh hr ~mos te auda1· a tientas, :ldívinnnclo cu­t ·e las tinieblas 1 : prcd- i~·ios, deteni 'ndonos para no ~:aer~ o pon1' ndCJl<í> todo en \.os azares (le una l~·uta Jesco­Jlocida i amenaz:uHc:) ro. ,_ i t o q n f ~ lt a es l a 1 u z, q u e h a y a u 1. • i las tini eblas nos rode-,n, qnc dcsapt:vo los tlet~chos dé alguno para asegurar losd~ otro. Es en flt1 1 que apar­t~ de 1' lójica t'ep~dsiva de los unos í d~ la lójica capri-­chosa de los otros1 la libertad, conHJ '\'etdad; tiene sl!t. lój í ca propia, :aunque pocas veces cot11 pt~ndida l La tí berta d en sus di vers:1s fornl as, es a cre~dora a distíntos grados de tllii"atnÍento. l..os que la conside .. ratl tan sagr'ada b •jo un aspecto con1o bajo otro; ca­ree e f1 si ri duda dt! e ti te río~ Son verdaderos set'tarios de aquel tei gtíego qt.te castig~ba con la pena de tnilerte todos los delitos i de­cia: Tan (adrotl es quien despoja a los via,jantes en el ca111Íno publiea ~ como qHien tortJa UN grano de trígo del gr.1ner'o ajeiio. Tod~s las ros~s en (., vida sorl i''élativ:ts. La libet·tad t.•ivil vale tn ·•s que la libertad pofltica;· por·que Ofas vale ser fibt··e sin tener dere·chos pollti­cos que earecer de elfos i ser ;\demas e·scla'\'os. Per·o con1o fa libertad b~~.io todas sus forrnas i re_, laciones e·s inhere-nte al hon1br~e, por· eso mismo quien la limita debe demostr.1r que tíette' dere<'ho i nece­siJi'ld Je hacerlo. Eotonc~s aquel apoyara la :res-triccíon que imponga~ e-sh fa deulostr·ar·á; i los ciuda .. dattos 'a aceptaran sín tnu·rn1i.lrar. Pero coartar la libeetad del ciudadano pot capri-cho·, e u 1 ndo se· escojen a la ventui,.a los medios de Tejislar; co. rt·n· f' l'íbrtad por pereza, tOando no se quiere to­n:! arse el tr:lha_ío ·de e·studiat.. los n1edios efe evitarlo coal·tar la libertad ~ill~u:o, para tener Ulla 1na Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL de prepondcr~1nria sien1prc disp n1ble C'Gt1tra e1 puc­lllo; co . ,rt11~ la libertaJ, por 'dt_smintur la masa de ella que luu'.en circulaciou' cemo d J.O un ,periot.li\,;o de la •. ~apital, es dcsrono(~er· ld auision de lt•s gobiernos, la fl!C le c.Jc los Jei'Ct'hos j el c.Jogma u el gubierno pt 0- pao. Por e so ·a n1 os a e tu d i a r la si tu a e ion de A n l i o q n i a , a u tes que deci an sobre •lla,~os llaauados a fijar sus dcs­inos. Exa·tuiu · retu s sus e{) idadcs i csrojeretuos en­re los remedios. Trrz."rcntosJa hi toria de vari<>s mal·s hereclitarios -1 b ·ear·emos la n1anera de evitar que ella entre en pose ion ·(e ese legado! Teaz 'remos eu fiu a la lil ertau un camino sin duda suceptible de ll.l<'j{­ras; pero tnejor, inmensamente ruejor, que el que lJa · seguido. Los -orav'sirnos defectos de que adolecen las Cons­tituciones de l\ledellin, Antioquia i Córdoba, anlcna­; ¿;¡u de antemano las libet trtdes i fueros que deben san­cipnarse en la nueva Co.nsti'tuc.ion. Es neces 'rio pues exa1ninarlos uno a uno, sin atenuer a las tnanos que interviniel'on en su (:onfeccion. Entonces adoptandolos eu conjunto i IY,sand~ sobre ellos una d iscusion ro zonada e il'n parl! ia 1, po(h·émos llegar/ a dcscubr·ir sus errores, demostrar sus pl'ÍHl'i­pios sanos, i foranar un nuevo cuerpo mejor organi­zado i n1as auaptable a las necesiuadcs de este nume­roso pueblo. .. os antiguos bandos políticos, no tienen hoi una €xistencia tan intporttnte r.omo la tuvieron h tSta :1 8 5 3 - La enorme d i s rn i n u r ion de fu e r 1. a q u e ha su - frido el Gobierno ceutr.,l, el aercccntrtnJicnto rápido j ro czco a que hoi hl llegado el poder de las pro­,. i n e i as, b s t r a n s o 1 1 i on · i 1 e ... d d ncs que, de hoi en adelante, se san­~ ionen; los artus que las autoridades guhernan1enta­les de todas Jas C · tcgorias espidan, tienen traz<~do de antetnano el cattJlJlO de su acciou. Antes de sancio­narse el Código de 2l de 1\I.•yo, la 01 g nizacion del Gpbierno adoleeia de vicios r,Hlicales. Por una parte se Jcs\·irtnaba su e~encia con la partieipariou que se le daba eu Jos negocios puramente espirituales de los ciudadanos: or otr.1 el Gobierno republicano que se pretct dia h •ber constituido echaba de ménos los prin­cipios que fortnan la base del nSelf.Governn1enr''. Restituida empero a la iglesia su independencia pri­mitiva, sentado el principio de que la n1isiun de los gobiernos es put .. ttmellte temporal; desvanecidos, mer­e e '-1 a un a fe 1 i z es pe r i e n e i a , 1 os es c r Ú p u los que 1 a a do p­cion de ese prin ipio susl·ito principalmente eu las concienci.ls de aquellos a quienes su poca familiari­dad con l1 historia, in1pedia ver en esto un triunfo (le f,, Rcltjion don1in~nte, fué ya n1as facil a los de­leg ~•dos del pueblo el discutir, adoptar i hacet· obe­decer las reglas a que debia acomodarse la marcha dc . la Republica. Vino pues a tierra el abuso de n1as grandes pro­porciones de que por t~nto tiempo se habia usado para gobernar. Un pueblo de privilejiados quedó conver­tido en fracrion Je ciudadanos. E.t fuero eclesiastiro cp~edó borrado de los códigos i de las conciencias DJJSO)aS. Para comenznr a plantear el Gobierno propio po­pular, fué preciso Jirijir entónccs 1:1 fuerza de los principios t·ontra otra asociacion pri-vilejiada. El ej 'r­cito p rnlancnte, apoyo de todos los gobiernos cono­,.; do hasta hoi, cotnienza a bambe>lear i 1nui pronto 1 fqeros de la espH.la quedaron, con1o los c.Je la es-ol a , .1bolidos p ra siempro. •1 p:!.ldet ru unicipal, ccli psado antes por la prepon- • derancia del Ccntra)~sn1o, se ha 1 vantado hoi h 3 sta po11erse. eu estado ~Le. 'y(·har cou él. La libertad del p:nsanucnto es t·a 1 Il111 itada: la de incluslria s esen t; 1 a l m e o le pro te j i ~1 u : la Y id~ del <: i u d a d a tl 0 va ha e i en d 0 de cl i a en d i a 1 na s e fe e ti va su in v i 0 L b i 1 id a 0 : 1 a le i penal s~ ~la. erijido. en rorreltiva, de vengadora que e r a : e 1 .J u 1 e 1 o p o t' J u r a d os ha ~e h a d 0 J 0 s e i 1 n ¡ e n t 0 de la roneienriu públi('a: los: c·es de todas las (.• tcgonas tienen su orijen en el pu blo: en fin el Go­bierno que antes estaba IJatnado a Cl: ·todiar }as Jibcr­tt.~ des que se habi.~t orreb3tado a los <. j n 1 que yaeian ent~oclenndas siu esperéltl .1 i s'n nu-mCJ'O de leyes atentalorias i abusiy ,, , se ·i · r tido de repente en un gobierlo clc Jeltrrad~ ., sita rios responsables Je esas tni tu as liberta ( e , r a c.J as p .1 tri m o n i o d e 1 p u e b 1 o i g .~ r Cl 11 ti d as de nera n1as solen111e por la nueva Constitucio11. A<" onloda r la lej islar ion pruvinc iol de A u tioq u ia, a estos principios, esperanza de nuc5tro desarrollo físico i n1oral, es el objeto que nos propouenH>s. Como el pcnsamieuto sobre ser la fue11te de tod 1 tnejora es inofensivo por su propia naturaleza, sos­tendrémos su Jcrel'hu absoluto a ser representado d espresado sin t1·abas de ninguna especie. Solo el que e cslravía i abandona )a lanea del d.­re, ho, invndiendu el ajeno, puede ten1er que su con- 1 du<·La sea exan1inada. 1 1 eprimir es coartar: la librrtad de que goza el cit- ~ dndano, jam :.s se resiente aniént.I"ien que recla1nar nuestro cnidados. h ·amin ;tlémos el sistetna que se ha adop­tado sobre el partic·uL.r i tl"·abajarénlos por modificarlo en el sentido de la libertad, de la prontitud, de l concurrencia i de la baratura. La industria, n1as_ que todos, sufre '·cjamenes i ata­ques. El r.omert.!io es asaltado a cada paso por los re· caudadores de derechos de pasaje que imponen, co· 010 a porfia, las provincias i los distt·itos. L~s clases la uoriosas, i el comereio tnismo jitnen bajo el peso de esa escandalosa esperuL,cion, de ese trafico C'01Tuptor que, erijiendo al gobierno provincial, en anercader i a u x il i a d o r d e 1 v i e i o , p o n e en su s u1 a n os, e o n es e lu si v o derecho, la facultad, de- irrJportar, p1·oJucir i ' uc Cl.' los J icores destilados. I a la vez que tan tos tropiezos' la asa 1 tan en su marcha, la ind ustna se vé obli a da a re­correr paso a paso nuestros caminos pésimos i solita­rios. De este modo la escasa existencia que se le de .. ja gozar, se arrastra trabajosan1ente al traves. de los in~ mensos obstaculos que le oponen las .aven1das de lo~ rios, la destituciun de auxilios, la dtficultad de las cuestas i la desidia de las autoridades. Es neeesnrio pues prot jer el n1ovin1iento, atacando los obstaculos físicos i n1orales que lo encaclcnan i cotnprin eu. Libertad .absoluta de in?ustia; consat?ra­cion infatigable al cutdado de las v1as de cotnun1ca cio11, tale& son entre todas los demas, las idt~a Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. de preferencia oruparan nuestros trabajos, i haran .I·ecou1endable a nuestros ojos al individuo que quie­n• aux.iliarnos en el desarrollo de nuestro progra­Jna. Como se vé, ni del·imos, ni ofr~cremos ni pens:nnos 1ada nuevo. Todos, por regla jener<•l, comienzan por donde no otros ben1os t.·omenza do. Si enrorllr·u­q u ien 110s apoye, o si al ménos no nos ve­n1os forzados a interrutnpir nuestra tarea, tendren1os "' satísfacl·ion de den1ostrar que si uo tenen1os fuet·­za para vencer, <·on1bat1lllOS sl con sinceridad, por pa Lriotisrno i ron fé. Estos 1 ri e i pi os q u e f o r 111 a n la lJ as e de 1 g oh i e r no que 1 a ... ILlilucion pollltt·a nacional quiso e·tol>lcru ·nos resul­tados, p;n·~• las areílS, para el (q·dcn i par:. 1 • m .. rcha de la iuist•··•cion, nue .... u~a mision qucuadt t.'umplida, i lJUesl ro esfuerzos sa t.isfet hos. l\l1s ~deL,Hte tl'ill i o del '11 • o fo 2 o • Di l' e 1 a "La •;omisiou: «La cer'tificaciou del seílor Seeretario del CLl bildu pone de man,ijirslo que la casa fue comprada 'J01' el a~¡unlamt'enlo nndrnulo ~1 aiio d_.e 167G-No di\·e .la e J'tifi<.:acion, ni los ttO-<:nmeutos de aquel tiempo que cnirladosamenle ha cxan1inado la comision, de donde rocedt"o la suma para satisfacer la casa''. i la ('Omision bubie e cj cutado ese cuidndoso e.·amcu un poco 1nas concieuzuLlamcnle h~1bria "isto, como nos@tros., que el valor de la casa (nn la c:asa, .on1o dice la comision) fué sati!;f'cl. o coa fou(lc s riel p uatlio plrf1crlnr ·de los m1cmbros del ayuntami nlo. En fccto f!esJe el dos dicie1nbtc de J(i75 bitbia re­suello el Cabildo que se e o m p~·ase 1 local i que "por no g ravrzt a los 1:ecino., cos-1 que p:-tre~ia inevitAble po1· no ltaberse sefialado propt'os a la J7 illa, p 1 g 1 dl n su va!o1· los miembros del Cabildo, de su dinero, en servicio de Su l\1,, jeslau ,, . Pero no es esto solo. Si la comis1on hubiese bus­cado 11n poco n1as hubiera encontr.Hio el recibo de José Vazquez Rom "ro que a la letra dice: " o el aynilante José Vazquez Hornero teniente de A lgnacil mnyor recibi de los seiiot·cs Ca/Jilrlo Juslicia i " . . 1' O r rn a ll O d e} S e (jO r C .¡ i t :1 11 edro de Celada V ez, A e 7 a yor t A. ca e or' t-lla río J e esta Vi llr1, 1.50 pesos de oro fino por la casa que sus mcrl~edes nombritron para casas de Cabildo, la cual dicha cantidad confieso que valia i no mas i para que conste en torio t.iempo lo firmo con testigos a 13 cJ,~ agosto de l6i6 aí"ios, JosÉVAZQUEZ RoM-..~Ho. estigo, J"Jtlanuel Sanchez de Vargas.-Tcst1go, Juan de A hale. Tan1bien es estraño que apesar de ese cnidadoso c:amcn uo hubiera tropezado la comisicn con el si­"' uÍcntc docun1ento que ('omo el anterior, esta arrhi· vado en el desp 1cho del Cabildo. "I luego incontiuenti yo el c~pitan Pedro Gutier-· rez Colmenero, Alguacil Mayor uel Santo Oficio i A.l­caldc ordinario rnas antiguo de esta Villa de Nuestra .. eñora de la Candelaria de l\lcdellin, rnell en poset:"on de la casa asignada al Cabildo .Justicia i Rejimiento de esta d/cha 17 illa viniendo a ella los Señores Capi· tanes i l, e j~clores tn cuerpo de Cabildo i entl,ando en ella el Capitan Pedn l. el colcjio pr vincial. Al principio nos escusa­, os, luego tcilinloS i al fin uos pusin1 '" e11 n1archa. E1'an las cuatro i n1eo1~ '-' _ Vencidos lus primeros oL>staculos que dos partidos de ron1batientes nos op< nian ~1 llegHr al prinu~r t·laus­lro, < uwenzarnos nuestra visita. Lús proyet.:tiles que ,·ons"stlan en fragmentos de csli{;n·ol i terrones, <.·on­tinuar- ou cruzando~e con el anismo vigor dese pcrado apesar J(.· nuestra presencia. 14 ué pues preciso que nqs resolviera ni os a co1 rer los aza-res de la gctelt'a si u esp - rdllZa de ganar en ella gloria ldgun alpargatas das, paíluclos en jirones, pedazos de estera, tej:.: bdrillos, inmutHil<·ia, pulgas, polvo ....•...• lo ruílnto ha podido de~e<·harse en 6 meses esla a1ll. En verdad, dijo alliegar nuest1·o compaiicro, que~ a que hici ron de 'ucstro colejio un establo~ parcre que h:1n querido t·on,·ertir estas piezas en depósito a bono. Seguimos: Lo primero que \lamo nuestra atenri en los dos ~ra 1 des sa Iones del clH ustro Jneridion , fu é la es t1 a fi a se m e j a n z a , la ,. u as i id e u ti da cl de l" s e i - runstancias que los acomp<~Íi• b~n. En ambos un tablero lleno de pinlut·as g_tolest'as id vot·es 1nc.lecentes, c¡nc disputabun el campo a a)gun rlr­culo, o algun tema ingles que al travez ue ellos cntreveia. Eu el uno una mesa l·oj¡¡, recostada supina i las tablas i exhibiendo el h ro on e e 1a lo antes. En el otro un largo poyo destnanLe ado. tablas, arrancadas de su pues.to,parecian indinarse .~ ia nosotros buscando protecdon. En el piso de ambo dósis ne<·es ria de purrscas, hoj;¡s, corteza-s 1 chico/ qne de1nostr
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El santuario, fuente de vida

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El Pueblo - N. 34

Por: | Fecha: 31/01/1856

..... ,.. so t T.&LE tO BM.j Jflebellin, 31 be enero be 18n6 . CANDIDATO DE " EL PUEBLO " P!l\A PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN EL PRÓCSUIO PERÍODO CO_ 'STlTUCIONAL, EL ESCLA.RECIDO CIUDAD4NO ~~~0M)~~~(@~~~w Dlt IIANUEL. ~IUIUL. LO 'rOllO. m r'JJJ.J::g)JC®'JJJ:J::q}'JJJ..J(_G0'¿) los grupos) i veremos qné cosas o faculta- bia mas que una enlidad territorial, el Es­des seria menester quitarle luego, i en donde tJdo, porque la pequeñez del territorio~ no dP-bir,ran colocarse. Ojalá que la soberanía ecsijia que se hicieran divisiones arbitrarias, del Distrito encuentre algu n sólido apoyo An como son siempre las territoriales. Allí, ]a lo qu~ digamos; i ojalá la m bien que el se- soberanía del pueblo era tan justa, Lan real, ñor Vaneg~s. que por tercera vez nos obli- tan efectiva, como lu de cualquiera Nucion ga a escribir sobre este asunto, llegue a m os- vecina, cuajada de pro vi ncins, i rebozando trarse convencido. c~1 poblacion: era a la verdad una lVacion Sentado el principio de que todos los de- independiente i libre. rechos residen en e] individuo, es fácil com- Pero la conquista, los trntados, la ocupa .. prender porque comenzamos por decir que ci_o~, el crecido número de los poblndores, toda la fuerza pública debe residir en el dis · h1c1eron que al fin llegnse un dia en que tri Lo; así como si no hubiera distritos, es el pequeño pueblo pensase en estender sus decir sociedad, toda la fuerza deberia resi- límites i se encontrara ue un mon1ento a dir en el individuo. Es porque el dislritJ es otro dueño i señor de otros lugares, pobla-vf6élele!! ti~- s,- rk enMto. ele .,J>.i"6'.. la primera enlidad en donde viene a encon- dos ya con sus propios hijos, con .ciurlada- N . trarse la necesidad de que los intereses de nos de su mismo seno. Entónces fué preci­O pud1~os compl~tar el cua?ro qu.e grupo se discutan i resuelvan por medio de so, o dar d la nuera poblacion el misrno ~n nuestro numero anteriOr bosqur.Jnmos 1~- las mayorías, que son las que repr.esenlan podrr q te tenia .la antigua, o hacerla de­J~ a~ente,, cuando no~ ocupamos de !a mi-, el mayor número de intereses ~nd1:vzduales. pendic1 :., de esta. O quedar con dos nacio­saor~ 1 cur~cter ~especllvos. de las enltdades Solo nos resta pues ecsaminar qué parte de nes ú refundirlas en una. No entremos a na·;wnal 1 seccwnal. Hm agl'egaremo~ al- la fuPrza pública no puede ser ejerc1da por investignr por q'ué .. pel'o ello es cierto que gunas líneas para desenvolver uque1las tdeas el distrito, parn que, con fundamento, la con- el natural amor que tiene el hombre a su i para fijar los límites que en nuestro con- fiemos al cuidado i sabiduría del Gobierno patria, hizo que el segundo pnrtido se ndop­cepto, deben separar las fu~ciones dé los en- jeneral. . . tase de preferr.ncia al primero; luego, ]ue- ~argados de velar por los Intereses de una Nuestro amigo V anegas comwnza por ne- go, estos do.') unidos hicieron lo mismo res-· 1 otra. gar la necesidad de que haya tules distritos Pf~cto del tercero, del cuarto, del quinto, del Como se ve, solo tendremos que fijar nues- i añade que son puras creaciones administra- décimo &. tra consideracion en la organizacion de la tiYas. Nosotros creemos al contrario que~ Veamos pues lo que debió indispensable­fuerza pública, lo cual por otra parte, ser- bien ecsaminado todo, son las pt·ovincias o mente suceder con el primitivo estado a me­' Virá para complementar tantos artículos en los Estados, lns entidades intermedids de la dida que fué estecdiendo sus fronteras, i de que hemos o:recido ecsaminar este punto i República .al distrito, las que deben su ec- qué manera los derechos de esa enlidi\d fue­en que, por no estendernos demasiado, he. sistencia a la necesidad de dar a la admi- ron al parecer modificándose, así como los nws tenido que renunciar a ello. nistracion fa(!Tit!ades i centro. de sus primeros habitant~s. Decimos que la cuestion es de organiza- Si· llegarnós a imajinarnos un Estado tan Desde luego (Jue el primer hecho que se cion de la fuerza pública, i por tanto r.s pre- pequerw i tan bien organizudo, que las leyes observa es este: que una vrz eslendido el ciso que comenzemos por demostrarlo. Co- rn él sean siempre la libre P.spresion de la territorio, los intereses de todos no pueden .roo hemos manifestado ya, hai intereses je- voluntad del mayor número i el resultado quedar sujetos a la vijilancia del antiguo nerales e intereses de gl'upo; ahora bien, de las mas juiciosas observaciones sobre las pueblo solamente, sino a la rle los viejos i donde quiera que hai intereses, ellos deben necesidades del país, comprenderemos fácil- nuevos pobladores. Aquellos decidian ántes estar al cuidado de alguno; i como los que mente que, una vez que lus depositarios del de las cosas comunes, no por ser Jos pri­nos ocupan van a afectar una comunidad poder social estén en capacidad de eonocer meros, sino por ser los 1.'micos; a~í a medida grande o pequeña, p~ro indispensuble, es uno a uno todos los inter-eses que dentro del que el pueblo so ensancha, su mnyorw va evidente que en cada caso debe decidir su- territorio ecs1slen, i de imparlit·les absoluta la m bien Pstendicndo su soberanía, en la mis­bre ellos la mayoría de la comunidad res- proteccion, es inútil que sus hombres pú- ma razon, ~n los rnismos términos en que pectiva. Pero esa mayoría no puede por sí blicos se afanen ni ocupen en cspedir leyes crece el territorio. ejercitar direclaJnente aquel derecho, luego de division territorial. lmajinémonos una de La mayoría del Estado es pues soberana debe tener un representante que en su non1- esas ciudades antiguas que, por vivir sin lazos en el Estado. bre Jo ejercite; pero, otra vez, ese represen- políticos comunes con ott·a alguna, consli- E:;pliquemos un poco nuestro pensnmien­tante no puede llevar a efecto sus propósi- tuian Estados verdaderos i eran Hepüblicas to, dnndo mas lalitud a ese principio i tos, miéntras no tenga los medios de renli- tan completas como l(ls mas vastos reinos desenvolviendo con alguna estension las zarlos, luego esos n1edios, que constituyen que a su Indo se estendian. Con un lijero ideas que el encierra. la fuerza pública, deben ponerse a su dispo- esfuerzo de imajinacion, Esparta, Atenas, ~Qué quiere decir que la mayorm del sicion. Si llegamos pues a determinar los Roma en sus primeros días i las ciuuades an- Estado, ~es soberana en el Estado? .casos en que debe intervenir la fuerza pü- seálicas de los nuestros, serán revestidas de Q~iere decir que fuera de los intereses je­hlica nacional, provincial, o de distrito, ha- todos los caractéres que a los ojos de los pue- nerales que están a cargo de ella, hai otros })remos determinado al mismo tiempo los blos i del derecho, eonsLiluyen un Estado so- intereses especir~tles que no puede ella cuí­negocios a que cada cual puede de preferen- berano. 1 entiéndase que léjos de entregar- dar, desarrollar, ni protejer. cia aplicarse. nos a la tarea de inventar hipótesis ridícu- Quiere decir que el antiguo puPblo que e- Dado este paso, prosigamos. las infundadas o imposibles, no hacPmos si- jercia Ja sobrrania absoluln, tuvo que ceder ¿Cuáles son los intereses verdaderamen- no mencionar un hecho que invariablemen- una parte a sus hermnnos i hacerse partíci-te nacionales 1 te ha presidido a la formacion de toJos los pe, condueño .. de señor que era. ¿Cuáles los de provincia o estado? Estados. Que se rejistren los anales de todos Quiere decir que ese pueblo primero que ¿Cuáles los de distrito? los pueblos i se nos hará la JUsticia de reco- era dueño de lodo derecho, cuando el pne- En este punto podemos asegurar que el nacer, (jUe todos comenzaron por ese grado blo era tnn pequeño qur. solo a él con tenia, de-mejor medio de investigacion es el dtre- de estreehez que hoi tomamos como punto jó de serlo de fuerza desde que el Est;:nio cre­ ·cho indz··m'dual. Así en lugar de seguir a la de partida. ció, porque a la verdad: "a nuevo Estado. mayor parte de los publicistas, que comien- Pues bien; allí en ese pedazillo de tierra, nueva mayoría". zan por darlo todo al Estado para hacer residió en un tiempo todo el derecho de Quiere decir en fin que ese pueblo qtJe ·despues concesiones a los in:Jividuos o a las constituirse i darse leyes. Alli~ el individuo 1 desapareció como Estado i por Lanto pert!io secciones territoriales, nosotros lo daremos fué soberano i el mayor número decidía su derecho de sobenu1ía como tal, quooo-· ~odo al distrito (que es el _mas pequeño de el_!. der~cho. to~~~ las ~ues~io~e~.: Al.lí,_ no ~a ... , s~bs~~Li~~~~ ~~m~. ~~ccio~ ~ e~ o ser 'O. su~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL PUEBLO. mismos intereses, ~us mismas necesidades, ·su ser. I esto por qué? Porque todos ]os i sus mismos derechos especiales, respecto al distritos son iguales i porque solo por me­cuidado, fomento i decision de ellos. dio del establecimiento de un Gobierno je- Esperamos que se lea con cuidado i que neral, que tenga funciones esclu.sivas, pue-se medite lo que decimos. dP- hacerse que una de las partes no tenga Ese pueblo, que ya podemos llamar dis- jamas la posibilidad de sobreponerse a las trito, qué conserva pues? demas. Esto quiere decir, que el distrito es Todos, tocios los derechos, las funciones, a la Nacion lo que el ciudadano al distrito; las prerogalivas que tenia, ménos aquellos i que los límites de accion del primero están que son consecuencia o condicion del carác- como los del segundo, en el derecho de un ter de Nacion o Estado independienle. tercero. Entre particular i particular mr.dia Entúnces ¿f¡ué es lo que ha de perder, como pr(.llectora ]a lei civil escrita, entre para da !'lo al Estndo jeneral? Veamos. distrito i distrito, media igualmente la lei po-ta soberanía, tanto en cuanto sirve de orí- lítiea. jen a las h~yes, como en cuanto dá al pne- ¿Queda el ciudadano envilecido con la blo el clorninio de su territorio. la sobrra- espedicion de la Jei civil? Nó. Porque la lei nía, decimos, debe ser renuncinda por el dis- apénas es protectora, no guia, i lo deja por trito en todo nquello que pertenezca al Es- tanto en el libre uso de su soberania, de su tado. Asi pues. ni (~1 distrito podrá esprdir 1ntelijencin, de su voluntad i de su fuerza. leyes que a todos sean obligatorias, ni e- La leí prohibe el mal, defiende a los que jercer acto alguno de dominip sobre los bie- queremos atacar; ptro no se entromP.te ja­nes del Gomun, cuya rrwyor parte está fue- mas a calificnr i ménos a dirijir nuestras ra de su alcance. Fuera de €!sto, conservará ncciones, cunndo de ellas no puede resultar i deberá conservar de derecho todas las facul- una ofensa al dereeho de tercero. tades que tenia. cuando por sí solo era sobe- Así la lci poLLica débe dejnr al distrito su rano. Pero aclaremos mus aun este asunto soberania i, proclamando la igualdad de to- .i djgamos cuáles son en nuestro concepto, dos, hacer lo bastan le para que no haya gru- ]os negocios de jeneral interes. ' pos oprimidos i grupos opresores; es decir, Bien conocida es la eslraña i tenaz enfermedac:t que hace mc~s de tres años acometió las planta­ciones de eacag a las márj(•nes del Cauut. Los. cantones <.le Antioquia i Sopetran han visto cva .. pararse eomo por· encanto esa fuente ántes per­peltHl qu_e les tenia asegur·ada la subsistencia i en abundancia. Las cla~es jornaleras que vivian del cullivo tic las posesiones de los ricos, han visto as.omar el hambre i la desnudez a sus po .. b¡·es hab1taciones, drsde que la peste hizo ente­rrtmente impt·odurtivas las plantaciones de eacao. En estas circunslaneias tristes i angustiadas para una hamb1·ienta poblarion, se ocurrió a ''arios hombt·es aclh·os, intelijentes i rmprendedort>s, la idea de reemplazor con el cultivo del tabaco el ya perdido drl eacao, i dar en aquella esprcula­eion trabajo i alimento a una eslensa clase que morié\ de miseria. La empresa apénas incipiente había comenzado a dar bellos productos; í era de espenu·se que las plantar-iones del Cauca, de Arma i de Porce, sub"endrian no solo al consumo mterior, sioo que aun dej•uian un considerable residuo para la e!-óportacion. Todos los verdaderos. antioque~os veíamos gozosos Jos adelantos de una empresa que tanta l'iqueza iba a desa1-rollar, i que unidu a nuestra l'iqueza mineral, iha a lle.­, ·ar a la pro\inda al mag alto grado posible de prosperidad. Mas lan bellas esperanzas se han desvanecido eomo el hnmo. Ln progresislu Lejis­latura ha gravado una induslría naciente e ines­perta aun, eon un ecsa.Jentdo pecho que induda­blemente la matará. Desde Juego que los prime· t·os productos del 'cultivo del tabaeo deben ser de mala calida3; tendrán al principio pora ,·enta; En primer lugar; como los distritos uni- protejer. habrá chascos i ctrsengallos a millares; i sol(). dos forman una verdadera confttleracion ¿ 1 cómo proteje la lei a Un dl.stri"to con- la pertinacia de algunos pocos, llegará al élilo fe· liz. Mas eslo hnbtera sido si el cosechero no hu­cuyas bases de alianza .se eslienden en el tra otro? hiet·a tenido que correr otros peligros que los na­Código constitucioeal, es preciso rec:onocer Sepnrnnrfo cuidadosamente los intr.reses desde luego que el derecho de espedir esta jrnernh~s de los particulares: tomando para Conslilucion, es de todos 'i no podria quedar sí nquellos, drjando estos a las fraccionPs 1 en las manos i a la merced de uno solo. estableciendo un tribunal que tenga (~1 dere- En segundo lugar, romo sin dinero no hai cho Je anular los netos alrntatorios de estas, Gobierno, será preciso que s~~ creen fondos o en otros términos, diciPndo al distrito lo que i rrnlas que sirvan para sostener el tn~n dijo al ciudaJano: "No lwgasa olro lo que rw administrativo jr.neral. Es decir, que la fi- quieras para Lí ''. turales, suft·ir· otros dcsfaleos que los que oca-- siono la inespericncia. Hoi ademas de la inespe­ricncia i de las pértlidctS nalurales, tiene que pa­g- ar seis pcgos seis rrales por hatet· a la pro­rincia rl ennrme mal de producir una t~arga de taLaeo; es csla la pt'na t'Onquc se castiga su acti­vidad i su trabajo. Nosolrog uo hnremos )argos co­meularios sobt·e este asunto . .Moslnunos una in­(' ipicnte industria, que lodos sahrn est[t llena de peligros, bajo la pl'esion inesistible de una ec­sajerada conlribueion. Mostramos esa industria como único medio <.le gatHll' la subsistencia una numerosa poh\acion, a quien una calamidad n~- 1 ural la sumió en la miseria. Si los sahios le­jisladorcs nnlioquetlos no \'t'n un mal en el es­tarH'c1mienlo de una fuente de riqueza, ni un.1 ca­lamidad en la mist'ria i el h:=tmbr·e que ,·an a su­frir numerosas poblaciones, lo!-' pueblos sí verán en esa Lejislatura una ('Orporaeion perjura i liráni­ea, un <'Ul'rpo sin fe i sin patrioti~mo, i dt>.Jarán eacr sobre ella el anatema de la <.Jesaprobacion pú­blica. jacion del Presupuesto es un derecho del Es- Se ve pues, que lo único que se necesita tado. pnra que mar'ehe un Estado, es que hayH En tercer ]ugnr, i por idénticas razonr.s, adt•mns de él, esos peqw-dws grupos en cuyo se encuentra quA el <.lislrilo no puPdc ni de- s.-mo pueden unieamrnte drsanollarse, rom­be prelendPr hacer p01~ sí la eleccion de prendersr. i sr.r impulsados Jos intereses par­los empleados cuyas funciones se estienden ticulares, que son la bnse d(~l jrneral. a todo el territorio. ¿Qué son pues las provincias? Como los vínculos civiles, tanto los que Huedas de la máquina, casi siempre in-provienen de los derechos i obligaciones en- dispensables, a veces inútiles, a veces perju­tre particulares, como los que pro-vienen de dieiales. Tanta rtlzon bai pard que se formen la manera como aquellos hdn de hacerst~ e- provincias como hubo para erear cantones, fectivos o cnmo debe castigarse su violacion; entidad que a la verdad nadie echa de rué­como los vínculos civiles, deeínmos, no son nos en estos dias. ménos parte a formar el Estado que los vín- ~~~ culos políticos, a quienes la Constilucion dá EL SISTE~IA TIUGllTARIO. La minería es la grande industria antioqurña; es nuestra verdadt~ra produceion. La minería tambien ha recibido su golpe de nuestros patrio­las i .justos le.iisladores; tambirn ha sido übjeto de un impuf'slo que aunque no t.an gt·&ve como el antiguo derrelw de reji ·ta·o, no deja por csQ sP-r, se inQere tambien que la lpjislacion ei- de ser consiclerahle. Ninguna cmpn.sa mas peli­vil i penal, i los procedimientos respectivos, deben str materin Je leyes jenerales. A qué fin d(~tenernos en enumerar las di­versas facultades que debe reservar para sí el Estado, o mejor dicho, que los distritos le ceden desde el punto en que ellos mismos dejan dr ser Estados vrrdaderos? No cuadra a un artírulo de periódico el entrflr en tal relacjon, ya por lo pesado que de snyn sr.ria, cuan ~u poi que debiendo en en da caso a­compaña• · a) prineipi,> qu8 enunc.iáramos, lu demostracion de su justicia, nos veríamos compelidos a estendernos mucho mas nllrí de lo que nuestro papel permite. Bál'tenos pues Oll-10ciunar romo ejemplos, los citados, 1 decir simp!emrnte, que la misma suerte de­he corn~r lo re la Li vo a pnz i guerra rsterior, es dr.cir, ll In personPriu nAcional. n comer· cio rstranjero, administracion de bienes na­cionalf! S & &. Se w~ purs. que en lugar de considerar a Jos distritos como ngrac:indos por el Eslado o corno delegalarios de él, debernos mirarlos como los dueños ab ·o lutos del derPcho dr. sobera 1ia, sin otra limita ~ion quP, 81 dcre­. cho jeneral de la Nacion, que ecsije que es­ta haga o sea sfJñora d"" bacrr, todo lo que JH t. ral i justamente es~é en, la esencia qe Actualmente se discute, o mejor· dieho, se lee grosa i arriesgada que la minerín. Fortunas ro­en la Lejislarura constiluyent1~ de Anlioquia el losnles han desaparecido consnmidas en las mi­proyecto de renta~ provi11Ciales. Empeñada la L1!- nas; i esto sin atender a los innum,'rahlrs ries­JISiatura en un s1sLemu absurdo de esl'lusiun a- gos personales que amenazan a los mineros. En pasionada, no bn QU<:'I'ido contaminurse con un;¡ nuetslros terrenos incultos i eriazos aun, se hallai'J. :wJa de las ideas que forman el prog1·ama del par- regados los minerales c11n una profusion asum­tido l'adical. Mns en lo que sí ha mostrado Lodo lH·o::.a; mas por un capricho de la naturaleza las. lo que uhorrece las ideas radieales, ha sido t'JI mejores minas se hallan siluadas a las márJe­la organizaciun de las t·enLas, en el sistema tri- ncs de los ríos c.undalosos. en donde las enfer­bulario. Bien sabido es que las conll'iburiones in- tn(•tlaues mas violentns i los animales mas sal­directas han sido ohjrlo lle una rnada e iu- vajes 1 venenosos amenazan ineesanlemPnte la vi· cesaute guerra por nosotros; i que hemos del'l'n- da del minero. Empero, ninguno tan impá\'ido did~ el i~upue.slo dirt>cto, como el únicu .iusto, eomo este emprendedor. Ya trepa las allas c:um ... r~~10nal1 eqllllativo. Toda n11eslra incansable iH.:- hrrs de Jns l'Onlilleras, i allí aterido por el frio, llVJdad en defender nuPslras id('[lS, fué moliro husca el oro entre las enlraiias de la tierra, yá para que nuestros encrni~os polítieos ])(lmaran haj::t a los profundús vnlles ele uuestros rios, al impuesto dit•tclo, idea comunista, sistema i allí amenazado por las fiebres, perseguido por d~sorg:anizador, digna cre~nc:ia rolílica de han· las fieras, acosado por las serpientes, u~lSC~ l.a dtdos 1 de ladrones. La V·.pslalura, cuya mnyoría riqw•z;~. Nada de esto le at'J'Pcira; ~esilfia unpan­es cons~rv;11.1~na, no ~n oh·idado esto, i paramos- do todos lCJs peligros; d.esentt·•~ñu l?s I!let(lles pre· lrar ~u ]ustrcta 1 ~us .IJ.ras pm~undamt>nle :mlic~-~ t'~ns..o~, )qs .tra.e a la· ct¡·cul~cwn 1 ~la con ell.os mumstas, sus pt'JncipiOs profunuarnt•nle orgam- nda 1 monmaenlo a la l;orted~t.L Mt\ 'eces con­zadort's, ha sancionarlo Pn sistemn rentíslim) CJur sume su "ida, sns recursos i salqd, i vuel\'e enr mratar;1 la industria, desorgnnizará el trabtljo, 1 fe•·m~), ¡.¡ohr.c i \·alctudinnrlo a. ~u lwwtr, a t'l'piar sen~ una permanente i tla-;rcmh! injusticía. Ha ~on rl hamhrc su atividad ~su atre,imienlo. hendo de muerte l;t ¡·iqucza pt blica, srguramen- A este ser heróico i a,·,·nturero; a e:-; te verda­te con d san lo deseo Jc destl'llirla, para qne no dndcro titan que vHria a su antojo el rurs~• de la~ nos. \'c>nga despues a nosotros el anhelo Je re- aguas, que clespedtlza los t'~rrenos d~ al u !Ofl, que part.Jr lo que hnya, cnando la mente o Ja razor~ horada lns conlillprns, qur puh'Pnza l~s r-oras, po~niHr i'avorezca.n nuestras ideas con la popu- ~ que tras infinitos al'{1 tles i dt'!·welos reco¡e el fru­lannad. · lo de su lrRbajo; a t' te homlH:e ¡Jorl~·.ntoso IP ha .La ordrnan_za dé rentns ~Tava los descubrí- Yrnido a poner trabJs la pnlrwta Le]ll'latura d6 m1enfos de mmas, v.~·nva la prndur('ion dl•) taba- AntiPquia. Sí, al usurero qur r·c:r? tado er U!l<\ ('?, ~rn"a IH ckslda;:ton de lieore:;; en la pro 'in- polll'ona cuenta por horas los red1tos tle ~u <'8 , cw? 1 grava mil cosas mcJs. · pi tal ímp~1eslo ~ trHere~, a e~*: !1o,nbrl! pata t> l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ELPUEBL • t37 le ersi]e, nada se le pi~ e; pero al minero f~cun:: el cultivo i dirijir _las operaeion,e~ de aliño;que pon-¡ diPnd~ llevar una vida ménos penosa, mas ho­. dador i atrevido, al muwt·o q~w tra~ la vida 1¡ ga s~ establecl.mt~nlo a las ma!"J('nes del Cauca en nesta _1 recalnrla. el mmimil'nlo, que. todo 1(! s ricas. tabaco que se cullhara desde Caramanla para Loda la di''erenda está en que los sombreros son Solo queda el aguardiP.nte de a ni~, consumi~o _pc~r a.baJ?. podría bnjarse po1· el Cauca eon gasl~ !n- m~jor tejid~s i quedan mas .compactos. el pobre: ¡ este constnno que stempre ecs1sllra, s1gmhcante pa1 a venderse en las casas de almo: .Se les harta un gran he1wfic10 a las da ses pobres el Gobie1·no prtH'in<:ial se 1? :esen~ para ~í, para h.ai adt•.mas _eslensos terrenos eon baslante_ pobla- d~ nuestros valles calientes, i ann Lle las tierras ser administrador de. un \'1~10;_ pnv~ a las m u- ct_on ~1sem111ada ~n ellns:. no es pue~ obJelo de ft·ras, p~es en todas parte~ podría naturalizarse Ja jcres pobres de es.ta mdustna, 1 c~mnrrte la r~1·o- rl1seusronlas venlaJi:lS espeetalt>sque bnndan aq~1e· 111duslrra, eslnhleciendo en carla cab<•zrra de can­duc<: ion en un delito que tr·ae. cons1go allnnarnren- llos P.untos para establecer en grande escala la m- ton una eseuela rn que se enst'ñara gratuitamel)­tos, vejaciones i multas. H~l se espe.:mla so~re duslr·ta del tabaco. . te a los pobres,_hombN'S i mujere~. a tejer som­un place1• de los pobres, hm estos pagan una m- Del resultado como nrgocw puede responderse: brcl'os por el s1strma de Soélsa, para lo rual se jente suma por toma¡· ~.na copa de l_icor; mién- el tabaco de Amhalema, que ll<.>ga a nuestros P.?d1·ian hacer venir de este punlo personas inle-tras que los ricos proteJHios po1· la l~t.de la _com- merca.dos recal'gn9o con grand,es gast?s de tras- IJJe~lt~~. . . . ])etencia compran .s~ brandl a pr.ecw c~:nrnle. porte 1 de prod_uccwn, pues allt los v1veres, los O.¡ala la pronncra se rcsoJv1era a gastar mil Notable eonlraposicwn. La patnota L-cjtslatnra tcr,r~·nos, los JO males 1 los cue1·os cuest~n m u- pesos tra~endo de Soasa cuatro o cinco pritcticos, (]Uiere 1noralizar las masas; pero les vende el dl1~1mo mas que t'nlre nosotros, np podna com- r e~tablrc1cndo una enseñanza grntuita en Antio- ·icio· quiere que ha~ a un Gobierno; pero hace que P~'tu: co.n el lmrno que SE: p~·od~.Jera en la pro- quw, ot.r~ en 1\ledellin i otra en Rionegro o en )o paguen los que ~o lo necesit,w; se llama pro- vtnCHl, sm que por esto se perJuda•aran los pro- clw.lesqmt'~a otros. punlos: una vez que el pue­teclora de la prop1ed;1d; pero estableQe el eumu- clurtores de allél, pues pam el tabaco de Am!Ja- hlo aprenliJera a teJe!' somb .. eros por el fistema nismo en sistema, no de abajo para arriba, sino lema lo que sobran son mNcndos. ~le Soasa, tan acreditado en los mercados estrrm .. de arriba para abajo. _¿Qué mas hace la san~a S_al~emo~ que en Arma, cuyo la_ba~o lo. rrel'mo:-:; ¡er·~s, se. ::wa.~~ria. absolutnmrnte el pauperismo i Lejislalura? Nos conHrrte en escla,·os, .en rna- mm Jn~('f"IOt' al del Caueél, la mdustna se ha le~ st~uncwn f1SH'a 1 mo1·al de IHs clases pobres cam· quinas; forma de todos nos~tros ~~el lrahlll~, que eslr~blecido con grandes vente~Jns pn1·a los empre- b~ana de una manera ventajosa. pondrá dentm de poco a d1sposJc10n de ctertos sanos. Emiro K t hombres. Razon tenemos pu':'s, para cantar la Avanzamos la idea. de que con el tiempo el as os. gloria i los méritos de nuestro digno cuerpo cops- tabaco del Ca u en rodna Jle,·arse ron venlapts il tituyente ....... 1 los :nercndos es!ranjeros. Esto a pr·imel'a vista ~~~ parece una paradoja, i es una \·erdad. Si los antioqueños le cojen gusto a esta in­INDUSTRI!. dustr:a, por el sentido práctico de los negoeios TA}JACO 1 SO)IDRJ<;ROS. injénito en <'llos. i el ardor i la enerjía con que REtiiTIDOS. RAFAEL ~f. JIR.ttDO GOBERNADOR DE AN'flOQUIA. == - El ta h aco m· Y'la d1 e a 1 mrt. u·n d o. E o vabn o l argu-· 's 1eu clau. n· ztaa bn a ceon elans mesnpyeocru leaaeni o,.1 n< 1ea s'_•.,~ . habrábn de pro- La muchrdn_mbr"' de los maJ·l·~- menta contra e a me 1c1J1il qnc em ru ece 1 1 mns él rato que ,~ ., 1 d 1 , t 1. 0 tr. ado_s se dt-J.a Jle,'ar de la nra·c- envenena co 1e ct·n ·amenle a 1o s pueu'·1 os: t'n vano ningun otro pue!J o e a Re¡m) rca. . e Anlio· t1ca .H.Ie la c1ega rutina, qu,e, ha. denuestan su uso otros, diciendo que es pecar quia a la parte na\'egable rfpl Riü-Suc-w, que de- c:e ~rempo se.ballan en posesion conlrrt el gusto i In elegancia: a de~pecho dt> semboca en el Att·ato, no hai sino '2'2 lt>guns: n de JUzgar i decidir de la suer .. estos cargos caprichosos i paradoja les toáa la poco que se mejore e. te CHmino valdrían los fll'lt'S te de Jos hombr·es. jeneracion present~ aprende a fumar_: la cul~a En- ocho pesos sencillos, 0 tal \'ez ménos. Si se EL BARON DE IIoLnAcu. ropa reeihe con a\'ldez la amnrga hoJO. amencaua; logra producir tabm'o rn abundnnda, vendién- . Ja démanda dia por día crece en sus men:adus, 1 dose en Europa la plancha btH·na a 27 1 28 pe- Srn que me anime prerencion alguna contra úrlirnamenle el buen tabaco granctt..lino ha te- niques libra, el gasto de trasporte, delante d!' ~·l sefior Rnfae_l,l\'l. Jiraldo, olvida_ndo que ro 18M nido escesivo precio. un precio tan esccsi\o, \'Íene a ser iusignifi- estuve (•uslodmndolo en su ealu..J;ui ~eababa~ de ser v~ncida la rchrlion crecer, porque aumentándose de una _manera pro- Tiene pues la induslria dd tabaco en e) Cau- que acaudlll? el senor E_usebto Bot'l'l'ro; sin re­_ dijiosa rl uso dcllabaco, la~ espol'tncw_ne~ de e~- ra, por ahora el eonsurno interior que es eon- 1:?nla1' q~te .Junt~s en 1854 conquistamos Ja glo­. ba, que disminuiran con el eunsancto ~ esten- siderable i en pe1·spectiva no mui lejana lus mer- rw del lnunfo; sm que sea mO\·it..lo por oonside lidad de su~ tierras, seran todos los dws mas cados estranjeros. 1·:wiones personales de ninguna clase, voi a ern­impolentes para satisfacer las ecsi.Jencias ue los Seria pues empresa casi humanitaria, adernns ...;ur~r s~ conduela oficial como goher·nador de fumndor!."'s de buen ~uslo, que encuentran uues- de sumarncnlr luerativa, que los eapitalislas d<' :\nt1oqma. tro ·tabaco de primera calidad. Mrdellin, es la blecieran en el Cnuca una o m a~ Si e u esta ocasi~n fne_re acre mi IenO'uaje 00 Est..1 industria, haf,la ahora no ha sido csplo- casas de aliño en grande, dando a~í lrahajo a :·.s por· q_ue tenga rnten~wn ~e herir suse<.>plihi­tacla en la N. Gnmada sino en l\lariquila, en el la~ mujeres, a los niños, a los vh,jos i a Ja¡.; 11dades aJenas. De la aerunoma de mis pnlallras Socorro, en Palmirn i en alguna otr;1 provin~ia personas débiles de las famili:ts pobres, pues bien 'lelwn .c~llparse los majiti~rados que han tenido nas mui en peqw'ÍiO. Creemos que en AntiO- f--abido es que en la preparacion i cultivo lle! li~ ~lchl11dad de nn <'urnpllr sus dt'ue1,es, que no . plia se puede naturalizar con gran pr?vc~·ho~ tabaco hai ocupacion para lodo el munJo. hH'Jeron lo que, eslos le~', p:Pseribian, 0 que 0 _ ¡jor Hhora pnra rl consumo de lit provwcra. 1 Vamos ahora a dedr algo sobre los somhreros . hrar·on mas nlh de los l1In1les señ¡1luJos a sus }nas tarde para esportar a los mercados estran- La iraca ( cal'ludovica) creer espontnncamen- f¡wull;rdl:.s le~ales. jcros. te en nuestros valles calientes. Esta famosa plan- Ni en las náriones rh·i1izadns ni en las mas La antigua Anlioquia commme el tahaco de La de orijen americano sil'\'e para hacer este· IPspóli('<.lS rJut'de lNrrr·se como buena esa lei que Ambalerwi por "alol' de 100 a 500 mil pesos Rnua- r·as, escobas, empe~jar las rasas. hrn de estas SUIT\as es ba:tante re- varias cosas mas. Es pues una planta preeioslsima, ra YP.JHr 1 para opnn11r, esa lci qtw hace Vf'r de­don da pnra estimular el espíritu de eapecula- cuyo cultivo recornenu::unos. Pero como mn!e .. !tlü donde no hai, q11~~ castiga falln~ intajin:uias cion. Es inr.ueslionable )a conwuiencia de que rin primera para fa!Jricar sombreros, es de úti - 1tle no se han comelldO, la le1 de \'aganeia en ~ · d 1 · · Ji dad incnleulable. fin· .este (¡Jncro se que e en a pro" mela, pues 'u Para pnner l'n claro Ja COllducla del señor Ji~ ~alida hace que sPa diminuto mn•stro capital JUedilando sobre el modo de dar emancipa- lt.J · <.1 circulante en mrtgHda a los pobres, que no vale mas que un diseur~o. el qne la aut01·i~lad atlminislt·a~h·a con una plq: pueden hacer a,·,mces a los cnlti"adMes, ni traer Especialmente, lo repelimos, para la:;\ mnjrres mada con un ~1mple sumar·io, disponga de la -prácticos de Am!Jalcmél, ni filht"iear huenas cusas esta <.>s una industria red •plora . .Puedeq vi\ ir i suerte de un Ciudadano, burl::u¡du todns las ga-de aliijo, ni<.)¡ r ;.ti tabaco la preparacion adecua- ~~·.1bajar en una ocupocion adre~wda a su debí- rantíns conslilllcinnall's. llago nolar al señor' al .. da; es lo~ ensayos dnran por rrsultaclo mala calidad lidad, al lado de sus padn~s, baJO el amp,aro de calde qne tt~ngo una íntima ~i seO'ura con' iccion rlc tabaco i se'ran CO!f!O e~peeulaciones poco fruc- su familia,_~ la sombr-a del hogar. E:; la in~ustri.a 1 de que .no !tai delilt~ de vaganel~; que el brchoJ iuo~os. ~~ro una ~ocwrJad con f(?nrlo.;; ahunclan.~r~ les produc1n~ runtro ,·ezes _mas que ias de coc1- de no trabnJar matenaimente n<'~~'almru ·,· : .~ 1 , ¡J Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL PUEBLO. aunque desocupado al parecer, i que nadie en 1 te no oft·eeen para ]a asociacion ni malas ni bue el mundo es apto pnra decidir si es n1go o no nas eousl"cucncias. el que no se ve tt·abnjando, pero que trabaja sin Imposible es hacer una esarta cnlificacion de embargo, en meditaciones cien líticas i útiles qut> Jos que deben llarr1arse \'agos. Así es que siguien­pueden producirle l'iquezas i hienes. Hago ver que do los p1·incipios de la escuela de Jiralllo, se segun el sistt)ma de los quC' per~iguen vagos, el pnede liPcir que son vagos i se pueden castigar 8abio pobre que estudia en su gabinete, que no corno tales, el sabio cuya ocupncion es pura­tiene dinero, pei'O sí talento, que no dispone de mente intelcclual; el comerciante que por cual­fuerza física, pero si de la intelectual, tiene que quirr nea~o ha suspendtdo sus negociaciones; ser molc~tado i perseguido como vago. Hago pre- el arksano que diariamente no encuentra obra en sente que seguir· CcluSHS de vagancia en \'tspe- que ocuparse; i el hombre de estado, el hom·· ras o e elecciones para Gobernador, es un paso b1·e de oficina qne no tienen actualmente em­que falsea el sistema repúblicano, que desvir- pleo, que han perdido su colocacion en virtud túa i aniquila el derech(1 de sufrajio i cu.mpi'O- del viento eHprichoso de la popularidad. mete i destnrye la reputacion del Alcalde o Pre- 1\Iullilud de observacinnrs pueden hacerse para feclo. Estas ra·wnes que alego i que quedan a- clemostnu· que las leyes de vagancia opuest,,s a puntadas en el sumario nada valen absoluta- la justicia 1 la razon, son tambien contrarias a menle. In ConsLitucion liberal de 1803, i siendo así, ellas El funcionario de policía Victoriano Upegui du- tienen que es lar derogmlas por el art!culo 58 da al oil· mi osposicion, cons~1lta ni Gobernador de esla, que como lei fundamental cJehe obser­Jiraldo, el cual dicta la resolurion que sigue: varse primero que todas en ln repúulira. Tén- "G. P. Medellm 26 de noviembre de ·t 85~.- gase prest:nle que ante una lei fundamental de­Vista la consulta que anleeede la golwrnaeion ben callar no solamente las otras ley~s, sinó tam .. considet·a: 1.0 que segun la resolucion del P. E. bien i con mas razon los conceptos ut·hilrarios de 30 de agosto de 18oñ, GacelA número 1 ,8:>2, i caprichosos de un p:obrmandr· de provincia, i ]a lei 3.a parte 3.8 tratado 1. u i la 9.a pat·Le 3. 0 de un encargado del P. E. que ninguna facul­tratado 2.0 de la R. G. están vijrnles C(ln la es- lt1d tienen par·a imponer penas ilegales i muc.:ho cepcion q·ue allí se establece. 2. 0 que el juicio por ménos pat·a minorm·la~, eomo se hace en la re­jurados solo puede teuer lugar cunnd'o se pm- solueion del St'ñor Jiraldo. cede pOI' delito o crimen que merezca pena cor- V<'rg·onzosa i lamentable contradiccion! En poral o la pérdida de la hhertad del individno 18~4, el mismo hombre qtw hoi m·bitnu·iamen­por mas de dos años sieíc.dc por tal mori·cfi res- te i)f•t·sigue a los ciudadanos, llevaba los Anlio­trinjida a dus años solamrnte la pena que p·tte- qurños a los eampos de Bo~otú, a det·ramar su de impone'tse por l~s iefes ~e poltcia a los 'l.'a,qos. sangt·e comhatit'ndo en defensa de esa consti- 3.0 que estando ,.iJenles d1chas leyes, es un de- tucion de -21 de nutyo, que unra él no es hui ber Je los funcionat·ios aplicarlas a los casos qnc mas que una somhra, una lci escrita, que se ocurran, pues por rnns irnajinar·io que ~rn en con- eouore i sP. enlienJe, pero no se cumple ni se Ct>pto dd señor ajente fisc<:ll clel Norde~te el de- rcspela, sino que se desprecia altamente i se lito de vngancia, la espcriencia de todos los dia~ riola con desea ro. Pt>r·o el qne ddt'ndiendo el enseña que donde quiera que Hbundr~n los 'a gobierno, el. órden i la libertad supo dc~pt·eehu· gos, aiH se multiplican los vicios i con ellos lo- s•.1 vida t•u AbejnrrHI, Rione~ro, Boza, las Cru­da clase de crimeues i la pérdida de la. moral ces, la Peña i Bog·ola, no puede aprobar la cou­i buenas costumbres \'Írne a ser· el el'eclo infa- duela dPl ma.Ji. ll'ado que se apm·ta dd debe!', lible de ese delito que se llama imajinflrif}, al pro- nu puede com·erlirse en verdugo de la huma­pio tiempo que hombres honr·ados de todos los nidnd, no puede obl'ar en contra de Jos prin­partidos ecsijen medidds efieaceg que lo repri- cipios etemns de justicia, no puede tolerar que 1nan, de donne se ,.e que si el delito es irnajina· se Yiole la leí, que se ronculqut:!n i ''ulneren !os rio, sus efcdos son reales i positivos. Por létlt.•s princ.ipios de hmwt· i ele mor·aJ. consideraciones la Gobemacion t•esut>lve. Vuel- Que siga pues el st>ñor Rnrael 1\iaria Jiraldo va este cspedienle al señor Prefecto Jel Nol'(les- gobernando a imitacion de Sila, adn .. imstrando te, para que en calidad de tal, si aun no hnbie- rigurosa i m·bttrariarnente la justicia i haeien­re cesado o de Alcalde del distrito de Amalfi con- do •' que los rescriplos del trono decidan lds tinúe iniciándolo i dicte las resoluciones que cuesliones que por su novedad o por su impor­conforme a la Jci deban recaer.-JmALDO.-Cas- Lnncia parezcan superiores a la autoridad de un tro, Sec~retario." (*) proconsul ". Continúe siguiendo su línea de con- Dice el señor Gobernador que ]os hombres bon- c1uct<~, enlrelanlo, que para mí, ajen le fiscal del rados de todos los partidos ecsijen medidas efi. Nordeste, eneargado de sacar avante la vindic­caces, etc. Si hubie1·a dicho los hombres de mi la pública i conser·var incólumes Jos dercehos pm·tido, tendr·ia razon para llamado f1'aneo e in- del pueblo, no qUt•da otro reeurso que renuncinr jenno, tendl'ia razon para creer sus palabras. Pe- nn destino que sino se desempeñara de acuerdo ro en cuanto a los hombres honrados del par- con mis convircioncs, de acuerdo con las leyes tido liberal, afirmo por mi honor, qne ellos nun· del honot·, no haria mas que arroja¡· mam:has ca ecsijiet·on eso que se llama medidas eficaces indelebles sobt·e mi jóven pero limpia frente. para reprimir lo que no es criminoso. Si en vez Asi lo babia ofrecido en la eomunicacion qu<' de atender el señor Jir·aldo a su capricho i n las ciirijí al Presidente de la Lejislatura constituycn­E- csiJendas de esos hombres de pmtido, atl'n- te de Antioquia, manifeslando que acrptaba el diese a la Jei i a la justicia se gl'ilnjearia no el deslino dr ajen le fiscal, ''en la l"ual son de notarse odw sinó la eslimacion ::-incera del pueblo que estas palabras." 1\Iis principi()s snn eonocidos en gobierna. la República; i los hombres de mi escuela no a- ¿Porqué al dictar ese drerreto no CPnsm·a la postatan nunca de sus dodrinas sino por una jui~ Gobernacion el manejo imprudente i atenlatnrio cinsa i razonada conviccion" del funciona1·io que sigue causas de vagitneia Que nos juzgue ahora la opinion. a los elrdorcs, al tiempo de elecciones pura Go- JJfam.tel Uribe Vd;;quez. INS~RCION.ES. PROVI~CIA DEL CAUCA. ¡A un todn\'ia no concluye para csf.e infortuna­do Valle el imperio del asesinalo i del pillaje! .. Ann no son bastantes para calmar la antro­poFHjía de .estos enl'ibes, I(!S lagos de snngre con que hnn mundado las nsueñas comarcas del Cauca.! ¡Un crímen mas!. .... ¡ 1\lurió A.nt.o·J1.io JJ.Inteus! El puñal de ~os asesinos acaba de justificar le~ santa causa ltbl'·ral 1 ¡Que maten ........ que JHIIc..'u ...• ·.• ... que todo Jo destruyan l ....... . Pero i a! de Jos ogros 1 El dia de las vengan zas Jl_eg· ra! ...... ¡ ÜJo por ojo, diente por uien- Le, diCe la Escritura 1 t Quién lo creyera ! . A.~tonio JJiateus el 4 de diciembre de 18ñ.i, nv¡:ll.tznndo al l\Iurat de Napoleon 1. diva~a por med1o de los fueg-os encmiuos en la batalla de Bogotá, i el mortit'eeo plllmonlo respeta como \'a­liente i denodado capilan! Anto11io l'tia.teus el 4 de diciembre de 51·· es el primero en fija1· sobre la eslálua de Boli: var, la bandera constilucional, i con ella el im­perio de Jos principios 1 Mas ¡ oh contraste! ~uto1~;io lVIatens, e1.4 de diciembre de> 1855, •mn·c•·~ano del rt'slahlrcuniento d..! la Constítu­eion, rinde ~n vida a !os golpes de los inicuos punnlrs de seis IJandidos con!-enndores, que le asechan embo:;cHdos en las calles de Palmira ! ! ! · JY.Iateus !, JJ.fa.tens! .... La bandc1·a d~ la C.onslitucion te coiJija! ! ........ La gratitud na-cional, acaba de rtremiar tus servicios a la call-sa de la libertad ! ! ! ....... . i -"~'~tetes! . ... tu muerte es mas qne la de· sapartcwn de un hombre!: ella dice con I.amur­Line a la Rt·públiea que: "Los pueblos que se uuermen, suelen despertar encadenados'' 1 ! •••• JJit#.letes ! ..... que tu desolada esposa 1 tus tiernos hiJoS hallen consuelo en este valle de miserias e ingralitucles! ......... . Hl~lleus! .. . qu~ la conciencia de tus asesi­nos. i la l Sr. 1~ irométles Con to Gobernador u el d 1 Q Pero el seiior Jiraldo a qnien con tnnta esac­titud puede clársele el título honodfko que se rlaba al mahometano Caled, a quien ll::unahan • 'espada de Dio~ i azule de los intkles" mui bien ~e ha guardado siempre de preren ir· a los subal­ternos suyos, que se absteng,m tle intervenil' en matel'ia de elecciones. Qu~ las leyes sobre ,·agancia eslan ya del'O­gadas es un hecho que no puede revocar se a duda, mas que pese al P. E. i al Gobernador Jiraldo El arlículo 5. 0 de la Constilucion polí­tica garantizando a los g-ranadinos en el inci­so 1.ó la llbertad indi1Jidual, i reconociendo el princípio de que en nada perjudica la libct·tad ajena el que haec liSO de la suya, i por con­siguiente mucho ménos el qne nada hace, el que permanece en la inaccion, es por· sí solo un ar· J~;umento tan fuerte que no se puede destruir En caso de que el Yago. que no trabaja, ocu­rra al robo i a otros delitos par·a buscar en tan mala fuente los medios de subsistir, que se Je castigue, porque roba o porque delinque de o­tra manera, mus nunca por hechos· negativos, por hechol4 que no ecsisten, i q.ne por consiguen- Cho,•ó, que en H de julio uel año pnsado dictó la rcso~ vor e a ~asa. ue lambien se prPviene en el lucinn !':iguiente, declarando no vijentes las leyes contra auto men~10nado a los r¡ue tengan en su poder la ·1 agrwcia. per.teneneias del quebrado, que hagan manifes- "Visla la consulta del Alcalde de Nóvita sobre si es- tacJOncs de ell 1ts por notas que cnlrruarán al tán v1jentes las leyes contra Ja vngancia i r> coNsiDEllAl'iDo: Jurz, pena de ser tenidos por ocultadores de J.o Que la Repúbliro ga1·aotiza a todos Jos grnnéldi- bienes i co.m~lic~s ~n la quiebl'a. Que por auto nos "la libet·tad individual que no reconoce otros límí- de .28 de JUll.o ulluno se nombró JHll'a deposi-tes que la libertad de oll'O indrvitl.uo segun las leyc "( Cons- l nno n Jas restrirril?nes deJas leyes, pero no haberse presenlado IIH'Onvc!HCntes Insuperables ser obl1gado a eJercer un ofino cualquiera. el Tribunal, por auto de 21 de t•ste mes, sefiaJJ S.o Que si un vago. por consecuencia de su ocio"!';idad o para la reunion de la espresada junta rl dia ~4 falta de recursos ejecuta un hed10 punible, es castiaado de febrero (lróximo a las ·10 de la tnan... ." na erl C<•~form~ a la leí. penal cor:nun por el hecho positil)o0 cri- " ' mmoso 1 no por la 1Jagancta o la no oc1tpacion i; el 1oeal que ~ine para el despacho. 4.0 O_ue l~s. leyes. contrél. la vaganc1a son contrarias En tnl nl'lnd se convoca a lodos los acreedorci a las d1spos1C1ones c1tadas 1 han quec~ado virtualmente de Raf:.tel Aranao Jar - l 1 < ( l . ~ ran REsUELvo: · . 1a • a a m~·a. S('Oa iH os .a y pnmer~ ]Un- La Gobernarion es de concepto que no está viJente ta JPnera!. aperc1_b1~1~~ a que, SI ast no lo venfican, el título 1 o de Ja leí 3. ~, parte 3. ~, trntado l.o de la ¡les parara el per¡meto que hayH Jugar. Recopilacio~ Grana
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Pueblo - N. 34

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