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TRIM. ur. AÑO IL JJorota, 20 de diciembre de 1864, NUMERO 81.
~~ lJJ[A (QiJ. Qtr¡)[/j~(]}(/),. ~~ 1 poseida pacíficamente por los conquistndol'es, sus
- -------------------- 1 descendit>ntes, i Jos que habiun compt·ado a estos
REDACTOR, VENANCIO ORTIZ. 1 o a aquellos hasta la época de nuestra re\'olueion ;
1 i aunque el oríjen de esta propiedad fué el preten·
En <'1 número 364 de El Tiempo, continúa tm 1 dido e infcuo det·echo de conqnist.-., elln estaba
colahol'adm· la poeo noble tí\l'{'a de insultat· nues 1 ya sancionada por el tiempo, así como quedó de
tra fé i de negal' los milagros. Srgun él, e\ Cato- l htcho sancionada por las circunstanrias, la que
licismo no es mas que una viPja éH'mazon de pa~ 1 algunos adquil'ie•·on el dia de la p•·ecipitadn fuga
t•·:Jiias que la filosofía va descubl'iendo i elimi- 1 de Jos españoles, po1· uua especie de Jo que el det·e-nando:
es una c•·eencia contraria a la libertad ¡ 1 cho llama res nulUu.<;. De consiguiente es cierto
[ que fa,·ot·ece Jos mas vergonzosos abusos; Jos 1 que la propiedad en la Nueva Granada es lej(tima
[
1
dogmas del infierno i del pm·gatol'io, son inven- 1 en su orijrn ; i como la pi'Opiedad presupone el
J ciones de que e\ Clero católico ha hecho uso péH'a 1 der·echo pl"t·fecto de disponet· de la cosa poseída
F nter'l'm· a los neeios i esquilmarlos. Siendo los como mas en gusto le venga al po · eedor," se sigue, ¡ bieoes eclesiásticos el p•·oducto de la necia creen- 1 dt<.'imos ahora, que, suponie~1do que los bienes
. cia en el purgatorio, i no sirviendo sino para opri- de In Iglesia hubirran sido el 11•·oducto esclusivo
. mit• i embt·utecet' a Jos pueblos, ('1 Gobiet·no de 1 de cesiones ar'l'nncndas pot· los t<:\t·r·ot·es dt>l infiet·-
1
Colombia ha hecho bien en quitarlos, ha usado de 1 no o por el deseo de alivio de las penas del pm·un
derecho perfecto al declat·al'los bit.nes nacio · 1 gatol'io, no po1· eso dejnrian de ser una adquisieion
· nnles. 1 lejítimn. ¿ Qnién puede privamos del derecho de
P L ~t Opinion en su número 96, sigue la misma 1 dijJom·r a nuestro gnsto de nuestt·n lrjítimn prot_
· senda, i niega que Sf'a un t•obo lo que Jos liben\les 1 piedad? Si somos dueños de un predio rústico,
llaman desamortizacion. . 1 i nos viPne eu Yo!untn l hace1· en él un templo a
Como estos artículos son dirijidos especialm r nte 1 Júpitfr. Cnpitolino, ¿habrá derecho para impeclít·-
al seiwt· redactor· de La ?,'OZ del Cat.Jlicismo, i él 1 no~do hoi que se dice hai libertnd de cultos? Creetiene
la instruecion suficiente pal'a (~ontestarlos, 1 mos que no. Pues bien : los que creyendo en las
nosotros le dejamos libre el campo del combate en 1 penas del pu•·gatorio, cedh>ron a la Iglesia cntólica ,
que espe1·nmos salga vidCI'ioso, i nos limitnmos n 1 como una espincion, alguna finca que <'l'a suya,
manifestm· que esos ataques a la Kelijiou eatóliea 1 usaron de un derecho perfecto i sagrado, "i nquecstán
probando que los señores libernles no leen 1 llos a cuyo favor s e hizo la cesion, adquirieron
Jo que no los lisonjea. Lo c1·eemos así pol'qt.e todo 1 legal i justamente una cosa sobt'e la cual tienen
lo que ahora dicen, está ya rebatido. El seilot·¡ absoluto dominio."
~- Augusto Nieolas et sus "Estudios filosóficos sobre Pero hai mns: si los títulos de propiedad vjenen
~ el Cl'istianismo," el I'<'ÜOI' Bálmes en su "Crite- 1 de l:1 compra, C"' sion o het·encin, las comnnidndcs t¡
f rio," i el padre Félix en sus Conferencias, han 1 relijiosns que, hasta 1861 hnbinn sido recono<'idns
1
~~ ~ dicho todo lo que es necesnl'io pa1·a contestar a 1 por las leyes como personas jurídicas_, son tnn proHl1i
·empo in La Opinion. 1 pietarios como cnnlquic1· pnrtiru!at·, pot·que adquiCitamos
solo estos escritos, porque ellos son 1 rieron sus propiedndes pot· los medios legales. No
bastantes pnt·a pe1·suadi1· nun al mas est·éptiC(l, i 1 ha habido put's derecho para quitárselos. 1 como el
pon¡ue estando adamados con todos los encantos 1 que despoja a otro de s u pt·opiedad, sin dc1·echo
de la elocueucin, no pueden dejar de agrada•· aun 1 para ello, roha, es claro que Jos que lo hicie1·on
a Jos lectores de gusto mas esquisito. 1 e11 Fr·ancia en 17 HD, los que hicieron Jo mismo en
1 1 suponiendo pot· un momento que en renlidad 1 Alemanin, en Jnglnterrn i en Holanda, Jos que
\ no hubiera infierno ni pm gatorio, i qne los bienes 1 hieicron lo mismo en Espaün i los que Jo han hecho
1 de la lglcsia fueran el producto de la invene?ion 1 aquí, han cometido un robQ: Esto nos parece tan
de esos dogmas, no por eso dejarian esos bienes 1 claro como la luz. I de que ei I'Obado haya per·do
1 de ser una propiedad; no pot· eso dejaria de ;;er 1 nntio a Jos );1drones, no se deduce CJlte estos hayan
un robo lo que se rstá llamando desamortizacion. 1 proct:!dido bien. 1 <'S e pe1·don jenet·oso, pat·to del
,il Para prob·a': esto, nos permiti~os copiar lo que. en 1 espíl'itu qe caridad que ali enta a la Iglesia <'ató li-t
852 esci'lbJmos para _combat11· la le1 de redenc10n 1 en, . ¡ se ll.ama hoi aqui escencia! Esa misma
de censos, no ménos wfcua que las que nhora se 1 aqmescenc1a puede tenet· <'uatquiera con el que Jo 1
han dictado para Yiolar los mas santos derechos: 1 despoj~ en medio de un camino.
Despues de probat· entónces que es natu;·nl 1 1 Se diCe que nosotros no pl'nsamos sino en las
sagrado el derecho de ~ropieda~. i que el ataque a 1 "manos muertas," i, cl'lbalmente los señores libeese
dc1·echo es contrano a los mtereses de la Na- 1 raJes tampoco han pehsado ni piensan en ot1·a cosa.
cion, dijimos : · f Pero hai una diferencia : los católicos pensamos
"~ello en su, '~e~·~ch~ de)en~es,' divide la t C?ll dolm·, en que los bienes nrumnlrtdos por la
propiedad en pu.bhca 1 pnva.oa, 1 e~ esta com- 1 p1edad para dar.culto a Dios i aliYiM a Jos pobres,
prenden? solo la de cada. ~a•·tJculai'! smo 18. de las l s~ hnyan sustra1do de su objeto ¡ se esté dispocor.
poraciones .como. hosp1~10s, hospitales, monas- 1· mendo de ell?s como de una cosa de que hai det~
rios, comu~I?ades, &, 1• enumet:a entt·e los.me- l reeho pa.1·a dtsp~ner·, porque es natu1·aJ scntil· esa
diOs de adqml'lrla, no solo la cu.ahdad de pnme1· l pena. S1 Jos senores liberales L~vantamn hoi un
ocupante, sin.o la d~ heredel'o, comprador,. cesio- 1 e~i~cio suntuoso, con el objeto p1·eciso de que
nm·1~, & ~ Aho~·a ~1en: en la. Nueva Gt·a~ad~ la t Sli'YJera ele academia a sus ndeptos; si aiJí. reunie-
1 propiedad tCI'rltOI'JaJ, pot· ejemplo, habm Sld .o r· l'an, con mucho costo i trabnjo, todas las obras
t,~~- 5~- ~------~--~~~-=--~----~~--~--~~~~~.~.~~~----~~~--=-~~~c~~--~-~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
que juzg1 ra · • nas de ~ r . , i eon. t·an
esn funa aci on suyn com o cosa monumental pnt'{l
s escru1la, ¿no les dol·dl'i-l ttue una ott·a t>scut>la,
~ánd.iliie..Jlfll' la fu.erza.del Go.bier .. no dei p3is,.
den~ra e&e edificio o lo conYirt.i~ ·a en cabi\llerizas,
quemara todos los libt·os j flispu:-:ier~ de los ,
rnptt:ftes-cmr que se sostenia aquella funoacion! l
¡,Se ol vid m "ttn de ('S(\ vru1eneia? Ó'S ptlre<.'e (f e :
la respuesta no <'S (hHlosn, porque se desprende
de la naturnlezn hunnna. :
1 hai mns : la propiedad como det·echo nnturnl i l
sagt·ado, es una de las condiciones nect• L~t'ias de
la existencia social del hombre: si se ataea ese
deredw, se dt'struye una de las bases de la socie ·
dad, i como nosotros somos sét·es raciona!es, i sociables
por consecuenria,no podemos n•r sin tt>nor
que se hagcm dt•sapat·ecet• los Yínculos que nos
ligan a los demns hombres. Débiles como somos,
¿a dóude nos refujinremos el din que no hnyu mas
Jei que el derecho del mas fuerh'? 1 pat·a ali~\
,:amos. Hoi se d<'Spojn a un propietario porque se
llama Fraile, p·orc u. se llamn la Vírjen de los
Dolot·es, ¿ quiéo im¡ icle que maii1 sentimi<>nto
sublime que puede unir n los hombres con el ví n-culo
mns est1·eeho, que puede hneerlos nmarse ~~. ~
hasta disimularse sus defectos, que da ni pobre
esperanza i al rico scguridncl, que dn a todos paz i
enjend1·n a~í eltJrogreso. Ese scntimiPnto se llama
C.\HJDAD. ~
ld a buscm· este tesoro santo que constituye Ya 11
felicidad humana, fuc>ra de la Iglesia cntóliea. Ha- l
liareis ferrocarriles i t ·légrnfos; riqueza rn poros,
miseria en los mas, deseonfianzn, celos i odio en ,
todos. A"í no puede ot·ganiznt'5e sorieJMl alguna
con la raza latina, nsí no puede haber aquí Hf'pilblicn,
así no pu~de babet· nndn sino ~uc>rm, dcvastacion,
miseria, nnarquíil. Así tenclrcmos.sie:11-
pre entre nosotro:> el infierno cuya <'Xistcncia negais
porque os parc>ce un abslll'do.
SEÑOH REDACTOR DE tít• Jos dislates
que siempre se han dicho por los hombres enemigos
de toda relijion i de toda cre(>ncia, pnra negar
los milag1·os, dislates que están combatidos i contestados
hasta la sacicdi.ld. Pero como el objeto de
estos señores i de todos los de su escueln, no es
diseutil· impnt·cialmente, no es ilustt·at·, suponiendo
que en esta materia hubiet'a algo que ilustra•·,
i que ellos fuet·an capaces de ilnstt·at· algo, yo me
att·evel'ia a aconseJar a U. i a todos los escritores 1
catóHcos de nuestro país que, dando al desprecio ,
como lo merecen, tales producciones, no tengan 1
el mal gusto de entt·al' con ellos en discusiones
inútiles i aun ridículas, tmlmjo infructuoso porque
ellos no oyep jamas las razones de ot1·o, ni les
conviene oirlas. U. no tiene e! deber de Í[lstrui.·los
sobre lo que ignoran : si ellos no han podido '
o no han querido leet· lo que les cumplía leer para .
poder hablat· CCln razon en cuestiones relijiosas,
con su pan se lo coman. Si en estas materias ellos
son ignornntes, cúlpense a sí mismos. o a sus pa- '
dt·es que no cuidaron de instruirlos. Esos resnbios
de una infancia descuidada son a la vet·dad dignos
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
n bacea· el 1
1. _ Lo que importa es hablarles nito porque ese es r.trevidas, dolores saludables i angustias i cónsuei
el medio de lwcet·los calla•·; las búenas palabras, los i votos i lágt·imas en esas modulaciones magní~:
ias buenas rawnes ¡ li.ls buenas maneras no hacen ficas que nrregla i uomina la santidad de la litur¡ia.
· .sitlt> aumentar su altanería. Desde el momento que Despues todo esto se mczda sin confundirse, todo 1'
UU. bajen la voz para tomar el tono de la polt?mi6'a esto se une sin perderse, todo esto se eleva en
¡ purifica, sou 1JU. pet·didos, po1·que sus osados reunion prodijiosa: son las mismas almas que 1
, contrarios, <.:reyéndolos débiles, los arribillart\n a all·aviesan las bóveda::) pat·a it· a Dios.
1
g'i insultos i cl'lu\ndoles rn cat·a falta de razones pot• He visto inerédulos, pobres espíritus fuertes,
1 la fnlta de palabras iucleeorosas i de conceptos cabezas Jijeras como In hoja con que juega el vien- l
t vi:l:1nos, cnntnnln ufanos vktorla. to ; los he visto quedm· e. tupefactos al oil· esto. '· 1
~~ n\anse UU. de esos pel'ipatétieos modemos. Sí! l~or fuera, ellos se disculpaban con lu májin del
~ esos sciwrcs nos recuerdan nquell(\ escuela estra- arte, el prestijio de la música, la majestad de ese ~ ~
\'agaute que, como los buhos, aiJorl'eda la luz del runto sostenido por el pvde1· del ó•·gano : en el
dia i maldeeia de1 sol, astro pat·a ellos enojoso, fondo, se confesaban a sí mismos que allí babia
importuno i u quien llamaban espín i f1sgon, que otra cosa que un artifi.do de col'istns, i sentían a
en todo se mezdn, vríjen de todas las enfermeda- pesnt• suyo los movimientos interiores, los ecos del
~· {les, de todas las pestes, de todos los insectos. Hai remordimiento, los impulsos de la graci:l ; en fin,
h' jentes enemigas de la luz, · lechuzas que graznnn la vida cdstiana i divina, que los hacia estremeeu
la oscuridud porque el brillo del sol lt's ofende. cersc i pal pitat·.
Pot' eso abul'l'ecen a .fesu('risto 4 ue es la tu~ del Terminado el canto (nadie ha venido po1· oir l ~~ mundo, como él mismo to dijo, ¡ el qt;e le sigue ese cnnto) un sacerdote apat·ece eu el pulpito:
1
;;
¡ no anda en tinieblas. Pero la luz de este sol J)l'ilia toda esa multitud ha venido por él.
1 po r louas pnrt;es, se hace ve1· i senti1· pOI' donde El púlpito es e! que han ocupado Dup:m]oup i
. quiera, todo ló onirna ¡ vivHlca. Solnmente los Lacordnire ; la ourn que se continún, es la obra ¡· i ciegos vo 1utal'ios 110 quie1·eu verlo ¡ huyen de él. de ese ot1·o príncipe de los 01·adores sagrridos, el t Dejemos a esos ciegos, que guiándose unos a otros, patl1·e Ravignan, i esa obra es el rt!tiro anual pre-
1 caNán at fin en el abismo. paratol'io de la comunion Pascual. El predicadot·
~ FIDEL es jesuita como el padre Ravignan, es su - discí·
1 pulo, su hermano, es el padre Féüx.
I.
Seg uid en Ulla de esus fl'ias ttH'ues que la primavera
pat·ece reservat' a l.a semaña santa en J'ert.
erdo u el testo sagrado: etenin frigus erat,
seg id a in multitud que se apt·esut·n, i que atl·aida
do todos lo!S puntos de la capital, se reune sobt·e
el atrio de l:t iglesia de Nuestra Señora pam hundil'se
bnjo las bóv das inmensl-ls de la vieja basílira.
E ntt·ad, hended las olas apretadas de estos
tt'~s o cuatro mil hombres pert~necieotes a todas
In elu ses de la sociedad~ par·te rscojida de la intéliJenein,
del arte~ del snber; nwjistrarlos, mili'
tares, administta oa·cs, jóvenes en todo el urdo¡·
¡ impetuoso ele su edad, frent · s madUI·adas pot· el
1 trabajo i llt ·espet·ieucia, cabezas encane.cidas en
· se1·vieio det pafs i en la pt·áctica del podea· o de los
1
negocios. Ellos han invadido sin tumulto i con
1 un respetuoso apa·e::;m·amiento, el vasto espacio do
la antigua Metrópoli, i bajo la luz vacilante de las
lúmpa1·as, en presencia de un santuario casi sin
adorno por la triste2'ía de estos grandes días, delante
deJ ma,de~·o d_e la Cruz, del clavo ensangt'l:'lltado,
de la corona de espiuas, diadema del rei de
los reyes en el patJ,bulo, todos hacen si1endo i
ti espe1·an. A la sE-ñal as_¡tecre_tos, s~ notan e11
El padt·e Félix, en Nuestra Señora, predicando
el retiro a los tres o cuatro mil hom bres mas distinguidos
de París i de la Franciu, seria lo que ye
quisiera pintato, porque el verdade1·o cuad1·o, el
v~rdadet·o retrato de este grande omclor, está allí
mas perfecto que en ninguna otra pat·te.
u.
Sí, un retit·o en Nuestt·a Señot·a, en pleno siglo
XIX, un retiro esclusivamente para hombres, para
hombres de Pat·is, la primem ciudad del rnundo i
del siglo, de este siglo el mas audaz de todos, es
el verdadero triunfo de la elocuendn sagrada.
Em ya untl rara i difícil victol'ia In obtrni<.la con
el establerimiE>nto de las Conferencias de la cuaresma.
Dirijir una ense1wnza dogm¡-\tica, polémica,
apolojética, dirijirla a la juventud al dia siguiente
de los sucesos de 1830, al d1a siguit'nte de hnbe1·
roto las c1·uces i saqueado el ar~obispad-{) ; convoca•
· atrevidamente ras es.cuelas estremecidas aun
con los hechos de la \•fspera i casí preparadas para
la conmoci~n del dia siguiente·; opone¡· al escepticismo
frío i calcu lador~ a la pasion del bienestat·,
a la invasion de los intereses matel'iales, a las
-bajas lorUl-ns del panteísmo i a las impe,rtinentes
satisfacciones del eclecticismo, opone•'· digo, la
doctrina ardiente i severa del Evnnjelio, el aguijon
del sacrificio, la leccion drl d<.>ber i de la abnega....:
cion, In ínmutalJfe austeridad del dogma i la be· •
lleza siempre antigua i siempre nuev.a de la veruad
católica ; era necesario pam una e.mpresa tan te·
memria, hqmanarncnte hnblanuo, tene1· La inspiracion
del jenio i la sRntidad dcf mártiL·. ,Monseñot·
de Quélen, el mrit·ti¡· ct~. nuestl'as disco1·dias, el
abate Dupaulóup, el abate Plantie1· i e1 abate Lacot'dairc,
fueron los primeros entre los héroes del
apostolad~ que tuyiet·on esas inspiraciones, i que
obtu.vieron un efecto mayor del que podian espe1'ar.
Tan $!ierto es que en Francia,...en nómbt.e del Cl'istianismo,.
no. hai nada que no debá emprendeJ'se i·
qu~· no tenga un éxita srgUl·o.. - - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
260 EL CATOLICO.
11
l
1
l.a~ Conferencias se fundaron pa.·a siempre, i 1 caciones <.Jel n~tit·o doude exhibía toda su c-iencia !
Y0 deJo a las almas que les son deudot·as del re- toda su razon tod~ su fé todo su <'so es lo que me
no bastn sm lns obras. Esos millares de hombres PI opongo eu este e cnto.
f impr·esionndo s , convencidos, vacilantes a<'nso to- El padre F é li x es de una talla mas qt~e medittlHl;
~ ~ da vía, necesitaban sc1· fijados para encorbat·se pe•:o, cosa nota~le, eso no dniin ni a s u JPSto que
1
voluntariamente bojo el yugo de Ja penitencia; ~~ ~mpone~te, m él su nrcion que e::, libre i t>nérjica,
1 era preciso conducidos al último o 1·ado de la vida / fnell I dommante. PnreC'e que tocio se ha ron ern .
cristiana, a fa snnta mesa, u la pa~ticipaeion en h tra~lo en la parte supe•·iol' d~ su sér, brazos, cal>e -
1
.11 Eucal'istía. La g loria de este su!lremo esfuerz~ 1 za I cor~7:ou. Tiene qne .. lrvant:use sobre la puntn
pertenece al padre llavignan ; él Jo meditó con de los PH' s, per~ l?s t'P.JIOnes t>lHadas de su rn et·-
el e!ocuente i .piados? superior del pequeño Semi· po, son fuertes 1 b1en prop~rcionadas; su busto es ,
1 na_no de Pal'ls (t); 1 Jo ensayó, si puedo hablar noble, su rabez.a es bella, t1e?e la b(>lh.•z n Jnl)ral, la
ast, sobre algunas pe1·sonas escojidns, unidas a los B~lc~a _seJ'E'na 1 ~tll'~ de la vtrtud, la bellt'Xa de la
alumnos de este admimble Colejio. Des pues, nlli. ct, ncw 1 del sacrtfirw.
mado ele un santo celo, pero no sin alguna vaci- Sus fardones son ¡·egulares; su color Jijeramen·
lacion, apoyado pot• el eoncua·so del Cm·a de la t~ moreno, deja pe1 cibi1· unn sangr·e jenerosa i acAb:
ldia de los Bosques ( 2), tentó 1~ obra ellúnes t1va; su ft·ente ~s anrha, estensa, limpia, i en sus
santo del año de 184 t, en la pequeña ialesia hu- arrugas <¡ue ap:1recen i desapnrecen bnjo los esfuet·mildemeote
oculta en los an·abales de Sn~ .Jen:nan. zos del pensamiento, casi puede decü·se que este •
Conset·vo pocos recuerdos mas dulces ¡ mas lle- se hace visible. Sus ojos son de una espresionJ'nt·a
nos de emociones i de encanto que el de esta so- i viva, i hai en su mirada como una llama conte- ,
lemne pr:.Ieba. Es preciso ¡·ecorda1• Jo que e1·a, al nida, afectuosa llena de celo i de caa idad : lw.'ens
traves de las c~mtra~iciones i iucl1as de ta época, et ardens, como la lámpara del santuario. U u labio
nuestro fea·vor JUVeml, nuestro valiente entusias- delgado, sonriente, acentuado, ncnba de dar a la
mo, paa·a sabet• cuán felices éramos¡ cuúnto uos fisonomía una e~presion de dulzura humilde, beafanábamos
por tomar parte en esa cruzada que nevoleute, unida a la firmeza de la propia concien··
po1· medio de las ob1·as cat·itativas de la Sociedad cia i a la induljencia por los demas.
de San Vicente de Paul, de los estudio-s i escritos Nada hni mas ('ncantadoJ' que el t1·ato de este
del Instituto Católico, ele los trabajos políticos ga·ande ot·ador, modesto, dulce i fue,·te a la vrz. Se
pam la reivindicacion de las libertades •·elijiosas, dil'ia que él se ignora a sí mismo. que ignora su ,
1 del ataque contt·a el monopolio universitario, talento, su ascediente, su influencia; i <'n efecto, 1 ni'J'astraba ácia nosotros lo escojido de la nueva ante Dios, lo i.gnot·a todo o no lo recue1·da sino pat·a :!
jenemcion. Yo no olvidaré nuesta·os temores ¡ ponerlo al senicio de las almas. Estaría uno casi j
nuestt·as esperanzas, las ansiedades d·e nuestros tentado a creerlo tímido, sPgun es de afable i demaestJ
·os mas esperimentaclos i natm·almente mé- fe1·ente. Tiene no solo la amenidad de que los
nos confiados, la intt·epidez de nuestros deseos ¡ hombt·es vea·daderamente superio•·~s no saben sede
nues.tras resoluciones. ¡Qué place•· cuando por pararse, sino la que (i esta es una observadon que
la tarde, una hora áutes de la pl'imem alocucion, todo el mundo ha podido hacer) poseen en g•·ado
' encoott·amos la iglesia de tal manera llena dejente s~pa·emo los relijiosos de la Compañín de Jesus. ·
que ~tpénas podíamos mover·nos sobre las g 1·adas No solamente está siempre pronto a dar buena '
del alta1·! Esa misma tar·de fué p1·eciso cita 1· para acojida al que llega, sino que jamas se impacienta,
el dia siguiente en una de las mas vastas iglesias jamas está de pl'isa o se fastidia ni con los mas imde
Pal'is, en San Eustaquio, ¡ San Eustnquio se pot·tunos. Desde el pt ·imet· momento pone a su inllenó.
El Hño siguiente fuimos ya a Nuestra Se- terlocuto¡· complnciclo porque parece condescendet·
ñvra, i Nuest1·a SPñot·a se llenó tambien, pl'inci- con él,i al mismo tiempo lo eleva sin esfuerzo a las
cipalmente el domingo de Pascua de 1842. En altas I'Pjiones de la intelijeneia~ de modo que, en
aquel dia el Apóstol i el primer Pasto&· tuvie1·on breves instantes lo posee, lo arrebate\ i lo hace resel
consuelo inefable de vet· lm·gas filas de homb1·es pi m¡· el aire de la vea·dad i de la vi•·tud.
acercarse al banquete sag. act". Así fué eomo el Este es uno de los secretos de In vida rclijiosa :
retiro pascual se estableeió p) ca¡·áctet·, dá a los relijiosos, en los momentos 1
merosísimo, teniendo esto una significacion sin- que consagmn a las relaciones esteriores,una igualgularmente
espléndida; no fué ménos concmTido dad de humor pt·odijiosa, una disposicion calmada
t'l de 1852 : i el <.le lS62, t'ontó nada ménos de i benevolente que abt·azan i sojuzgan las naturnlecuatro
mil personas. zas mas divet·sas, la actividad, el t!elo, la prontitud
Cuando el pad1·e Rnvignnn se agotó en el ser- como la gt·avedad, la refleccion, la sabidm·ía lenta
1~ ~~ \'i~io de las ~lmas, le stucediótel pdab~·e Fb
1
éti_x. I i mEe
1
dita
1
tivaF. él' . •
1
d
1 as1 corno en nmguua par e era an a rnam e 1 tan pa( a·e 1:t, JUnta a os ones natura es que
completo el padre Ravignan, como en sus predi- le ha concedido libea·almente la Providencia, la
( 1 ) Monseñot· Dupanloup, perfeccion que añade la p1·áctica de la abnegacio11
( 2) El abate Hamelin, Cura de Santa Clotilde. monástica. Es amable, complaciente, joYial hasta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLlCO. 261
1
1 donde es predso con tn juventud; así rautivn, con- 1 los ait·es. Bien que levantados poa· el ba·azo del ·¡
· \'em·e i aa·•·nst.·a. J ánjel de la cátedra sag•·ada, no podíamos algunas
A la eátedra sagrarta Uevn estos rasgos que exal- 1 Yeces drja•· de temblaa· al vernos ('fi tales alturas. 1
t.~ por la superioddad de su mérito ora todo. . Pei'O con el padt·e Ravigoan, con el pad1·e Félix ( i
IV. i este último es mucho mas emprendedoa·) si no se
~ ~ Naturnlmente, i por una propension invencible, ateja uno tauto de h tierra, es porque va con mas
t' a lo ménos para los homhl'es de. mi jeneraeion, cnlma, sube :nas dulcemente, í es llen\do con una
'··, c•nanclo uno se encuentra ni pié de esta cáted&·a de tranquilidad sin mezcla sobre ltls rnismas alas de
~ Nuestra Srfwra tan llena de reruerdos, i ve subir 1 la ciencia i de la doctl'iua.
ni pndre Félix, se nruenla inrncdij\tnmente de ~us V.
t dos ilustres pfPdeeesor~s; sus gt·andes im<íjPnes se Como su ilustr·e hermano, el padre Félix lu·illa
evocan, i la comparacion n<.H~e po1· sí sola. rn las Conferencias: es .allí que se desarrolla todo
1
E¡ p<~dl'e Félix pnt:>d,e sopot·trll: esa compa~·acio?; el podc&"de su vasto esp!l'itu ; es allf que él toma
· i no es Ut10 , el padre Ravignan i el Jojista, polemista, i catequista. Sí, cat{'quista a la
padre Félix. Ellos se han trasmitido mejo1· que los manera de los doctor·es de la Iglesia Ol'iental que
antiguos c.otTedo~·cs ·~ ~stCts lámparas de la \'ida," deJTibaban a los sofistas ofreciendo a tos fieles
de la venJadera \'idll, de la vida de la elocuencia i Jos elementos de la vet·dad evanjélira.
de la 1e <1ue han nlumbr:JC:o, calentado i vivificado Lo diremos, nuesti'O siglo cuyos mél'itos no ne·
a la !"rancia nuev!t. Cada uno de ellos las ha llc- gamos, tiene d-os defectes capitales : es un niño
\'ado cgn el Cétrácte•· p1·opio de su jenio, pero con grande ¡un gran sofista. Apéoas salido de !os ho-
1 igu~l éxito paa·a In. salud de las simas.. rrorcs de la revolu<.:ion; nacido en medio de a·uinas,
· Yo, que he tenido la felicidad de oil'los, de co- se deja emb&·iagnr po1· el olor de la pólvora, i va a
nocel'los i de amarlos., m.e ct·eo ron el det·echo de rerorrea· el mundo siguiendo a un déspota dejenio.
deci1· que el pad•·~ l!, élix a·eruE>t·da al uno i al otro ¿Qué educacion ¡•elijiosa,qué edncacion intelectua1
de estos maestros de la. palabra apostólica, mez· podia recibir en los vivars i rn los campos deba
·c'lnndo su orijinaHdad pa&·ticula¡· i el sello de su talla? La Iglesia, esta Soberana maestra de las al·
pe1·sooa.. mas, habia vertido su sangr·e mas pma sobre el
Tiene arranques impetuosos, súbitos e ir-resisti- cartalso i salia de tas catacumbas agotada, empo-
1 Lles como el g&·an .dominicano; como su hem1ano brecida, despojada. Las letras estaban mudas o
1
ue la Compañía de Jesus, tiene la plena seguridad escl.avizadas. De rep~nte, en la floa· de su adolesde
la doctrina, la penetmcion, el nlma. Es mas cencia, este siglo que babia podido recibir las fe¡
filosófi co, mas profundo,. mas atL·evido que el padre cundas lecciones de la fé, de ta paz i dP- la libet'ttld
, 1 Ravignan ; mas seguro, mas dueño de sí mismo trnidas por la 1·aza de San Luis, que había ortido
• 1 que el pad1·e Lncordaire. Si no tiene en el mismo lanzarse rápido en el desal'l'ollo espléndido de la
1 g&·ado la chispa eléctrica, si no cnusa esas so&·pa·e- elocuencia, de la poesía, de la p1·osperidad, de la
\, sas sublimes que trasportan al aurtitol'io, tiene mas relijion, se hundió en las vergüenzas del respeto
1 igualdad en la grandeza, mas fluidez, mas majes- humano, en las abyecciones del interes material,
1 tad sel'ena i ('Ousta nte. l~n este mas que en los en las bajas satisfacciones de la revuelta. Creyén-otros,
la concepcion es nerviosa i fuerte, la t1·ama dose elevado, i sintiendo apesar suyo sus miserias
del discui'SQ enét·jica i resistente, la razon i la lóji- ¡ sus debilidades, se babia embl'iagado de 01·gullo
ca, precisas, dt:cisivas, apremiantes. No tiene esas ('On las cosas de aquí abajo) i se habia hecho un
repentinas refutaciones que caían de go!pe de los ídolo de su decadencia que pretendía adorar bajo
labios del pndr·e Lat!ordake con sat·casmos impla- el nomba·e de progreso. ¡Vanidad puel'il, engaño
1 clabJes;no tiene siempt·e esos •·aptos de uncion con impotente, sueño daüoso de que al desperta1·, el
que el padre flaviguan, raras veces poa· desgracia, desencanto i el castigo han sido los espantos de la
cuando daba libre cu1·so a todo su coa·azon, a1·a·an- anaa·quía i la péa·dida de In libertad !
caba lágl'imas a su auditorio ; pero está armado en A los sesenta i dos añtls la esperiencia es dura
la polémica de una it'Qnía de pl'ime1· órden, acera- para este brillante siglo XIX que se ha creido doda,
eleg<~nte, implacable; es como una águila que tado de una intUortal juventud i que ha aspirado
agarm su presa, la rompe., la despednza i arroja los a ¡·e formal' el mundo. Pero esa esperiencia no le
ft·acm<'ntos con un gt·ito de triunfo. ha servido de nada: Esté jóven nacido en 1800,
No ca&·ece de at¡·evimieuto, i toda su obra orato- no se ha desengai1ado aun del progreso.
ria dá de ello una prueba ; pero este atrevimiento ¿Por qué? Po1·que como dijo nuesta·o Bossuet,
no es temea·ario. St• siente el altivo c01·aje del at- "todo etTOI' viene de una verdad de que se abusa."
1 Jeta que se fia (ln su vigo&· ; mejoa· que esto, se sien· Así el e•·•·or del siglo no está en creer en el prote
la indomable enerjía del soldado que se fia en greso, sino en abusar del progreso mismo.
su bandera; mejo•· aun, se siente la confianza del Hai un pt·ogreso ve&·dadero que se acomoda a
Apóstol que se fia en su Dios. Nada hai compa- la actividad i al desaa·I'Ollo dP las ft~e&·zas intelecrable
a esta seguridad sea·ena que prueJ?a. i que tuales, científicas i matel'iales de la humanidad,
inspiril. que las arregla, las dirije i las fecunda ; i hai un
Esruclwndo al pad&·e Lacol'Clait·e, ( i todos como progreso falso que engaña i miente favoreciendo
yo pueden •·ecordal'lo) estábamos literalmente sus- solo los malos instintos, secundando solo los gopendidos
de sus labias; nos Jlevaba eon él a las ces culpables i alabando los éxitos escandalosos ;
eumb1·es mas á1·duas, i, me at1·evo a decir que pi'O- este JJrogreso hace ret1·oceder a la humaniaad
bábamos entónces l:tlgo de Jo que debió esperimen- manchándola i deshom·ándola. Este progrfSO que
tRI' Baruc cuando el ánjel lo tomó por los cabellos tiene un nomb1·e usm·pado i que miente al mundo,
i lo t1·asportó cerca de los segadores al traves de es el progreso por et ·error. El otro que es el solo
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO. ·
-"-'~-"-"'--"-'"-"./'.J""'-.......,...J'>J"'..f"'J~""'-/'..r-.J"~~·,..._~.-...-_,.... .""'"-,.,.,_,.,.,_,.."",....----------. !
. 1
lej timo, el solo preciso, el ~()lo mor{ll, es el que ' Comnnménte en er mundo, i aun entt·e ros c1·is- 1
elevn i engrandece a la soc-iedad, es el prog1·eso tianos se ignoran las pruebas porque pasan los re- '
por el bien i pot· la verdad, es el prog1·eso por el lijiosos de este instituto, <.·~tlumniado pr·ecisamente '
AtTanca•· el siglo XIX al culto degradante i fa- ignorado en todo tiempo por qué sábias lentitudes, ,
·¡ Cri-stiá1tisrtw. porque está conslitu.ido c>on un vigor snnto. Se hll
. tal del prog•·eso po1· el error, aJTastrallo convencí- pot~ qué aplit•aciom•s suce:,i\'as i p•·ofundas se fordo
i rejenerado, a las vías seguras i rectas ·del pro- ma esta milicia escojidn del Santuario, estos
gt'eso por el Cdstianismo, fué la inspiracion, i es « grandes granaderos del fanatismo, >) como han
la vocacion, la glol'ia, sí, yo me permito esta pa... merecido sea· llamados po1· Diderot, estos (( \'igu-
1abra delante de Dios,-la gforia del padre Félix. rosos remeros deJa b:u·ca de Pedro, >J como han
En Paa·is, a la hora en que se ceJTaba la esposi- merecido se•· JJamlldos por Pío VIL PeJ'lllltaseuos,
cion universal del pal:-tcio de la industria, yo no pues, describir en pocas palabl'as <>1 noviciado i la
vacilé en decir que esta inspira<·ion era un rasgo preparncion del padre Félix. Su historia es la de
de jénio, de ese jénio de que el espíritu de lo alto todos. .
es la llama i la luz,i que se puede alaba•· con tanta La pl'imer·a parte de este noviciado la pnsó eu
seguridad, como que en él el hombre es lo ménos Béljicn, en T•·onchienes, des pues en F r«nein, t.•n
i Dios es lo mas. Saint-Aébeul, i en fin, ot1·a vez en Bt~ljicn, en
El padre Félix se hizo, pues, el apóstol del pro- Brugelette. Ciencias, letras, filosofía, todo lo CJUC 1
greso por .el Cristianismo, i bendecido por su Ar- forma el alhnento superio1· de In intelijt.>ncin, lo
zobispo que vaciló un instante, inauguró esta profundizó el novicio bajo una disciplioa sevem i
predicacion en Nuestra Señora, en la cuaresma con el fuego de su amor a In verdad. Esto duró ·r·
de 1856. po1· ta·eg años; ott·os tres pasó en Lovaina i otro
VI. en Lnval, consagmdos a la teolojía dogmática i 1
No era lab pl'i
1
m1
1! erDa vedz que el elocbuente reliji?so mor,a1,
1
id?l ~n
1
sufrió los exámenes fde uso Hé ·j
se presenta a a 1. es e 1853 esta a en poseswn aqUJ e Jsc•pu o ya armndo pam su rir aun otra
ue .Ja herencia de Ravignan i de L~cordait·e. prueba,la de la enseñanza. El será maestro i pro-
El babia conquistado esta herencia pot· largos fes01·, i aplicará e) resümen de sus conocimientos. l{.
trabajos i grandes sucesos. ¡Quiéo podrá re.istir De 1845 a 1847,el padr·e F ' lix oeupó en Brugelc-a
la ht.ventud aparente de su .semblante, a la savia tte la cátedra de retórica i de filosofía . .Brugelette
viva que lo colora, a la cabellera negra aun i en i Fribomg, eran los colejios de la juvttntud católi- l
que a-pénas se distinguen algunos hilos nevados 1 ca de F1·ancin; asf la libertad pt·oset·ita recibia el l
Nadie le darin mas de treinta i cinco años, i tiene culto mas hermoso que consistía en dividit· cou elJa ~
cincuenta i dos. De manera que es cierto lo que se el destiel'l'o i en haeedo fecundo en bienes. Allí l
ha dicho en un estudio sembrado de l'asgos encan- el padt·e Félix ha obtenido dfl los nurr.et·osos alumtadores,
i que deberían haberme hec11o cae el nos que recibieron sus ndmit'ables cuidados, una
pincel de la mano : <( es la juventud del alma la mocion de accion de gracias.
que pa·olongn- Ja de la fisonomía. >) (3) ~ Sinembm·go, la (e pi'Obacion >J no e1·a romp!etn,
El padre Félix conserva esta juventud del alma un << tercer año >) debía aun trascurrir, i esta vez 1
'·
con la madmez de la cspel'iehcia i del sabe1·; pri- en el 1·etiro, en la rneditacion i en la oracion. l~J
vilejio admit·able que l.e $1Segut·a el beneficio de los ~rúfesor, oculto en las montañas del Aa·deche, a la
aüos sin curgal'lo éon su peso. Hace mucho tiem- somb1·a del piadoso asilo de Nuestra SeñOI'a de
po que se entregó al estudio, preliminat· sagrado Ay, salvó su salud i su voz amenazadas pot· una
de( apostolado : ordenando desde 1832 i Jesuita enfermedad de In lariuje, i salió oradol', pronto n '
desde 1837, no ocupó definitivamente ia cátedm todas las luchas del a-postolado.
de la \'erdad sino en 1851. Así prepara sus om- Sus primeros t1·iunf'os fueron en 1848 : el futu- ;;
dores la Compañía de Jesus 1 ro apóstol de N1:1est•·a Señora de Pal'is, babia em-
E! padre Félix por su parte,at}esar de lo ardien- pleado en formarse, toda la i sólidos, di a no babia p1·edicado sino ·en las escuelas, Él '
se estendieron hasta 1830,i en esta ho1·a de crrísis, fué derecho a los nuevos bri•·baros como San Re- '
al ruido del trono desquiciado i de las cruces aba- mi a nuestros padres, les habló, los conmovió i
tiaas, fué que la voz de Dios habló a su c01·azon. los domó ; la paz t•efloreeió en las almas i rcnpnDosaños
en el seminario mayot·, cuatro de profe-. reció en la ciudad. Fué un bello preludio aquella
soracto en las clases elevadas de « la escuela se- victoria obtenida sobre los rudos adeptos del pro- 1
cundaria eclesiástica de Cambrai, >> como se decia gt·eso moderno. 1
1
llntónces~ probaron i asegu¡·aron su vocacion. Esta D~ aü'?s mas aun el OJ•ndor se ocupó en las fa-
yocacion no lo llamaba solamente a la dignidad i tigas del profesorado. Con el año de 1850, la li· i
a las labores <.ffil sacerdocio, Jo convidaba tambi-en bertad babia vuelto a Fr-ancia : la República ha- :
a las abnegaciones i a l9s Sllcrificios de la vida bja restituido a ras familias i a -la Iglesiá los dere.
monástica. El abate Félix tenia 27 aitos, i no el' a chos que el Te1-rot· les habia anancado,que el Conauu
Sacerdote ; entónces se hizo novicio de la sulado i el Impedo les habian •·ehusado, que la 1
Companla de Jesus.. Restauraclon 'no les babia devuelto, i que el 6o- 1
. (3} E-l Güude ·de Ponfmar:t-in: EL PAnnn F:ELlx-· bierno de juli-o les habla negado hastá su última /
~studio biog•·é\fieo 2. e;~ edi-e.iau, pájli-na t1. h01~o. El padre Félix in~ugua·ó la tetó-rica en e!
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
l -colrJio de la PmYidencia, salido, por decirlo asf, '1 las llngas de nuestt·o tiempo, qpién no admh·a la
J de las ruinas ve<.'itm de Saint-Acheul, i hoi uno cotnetliencia de' los r~medios para sus males'!
de los 1'nas conside•·aules de l que sa:~,.ao entre nosotros !a fé i las nlgunos de los mas notabtcs disctu-sos del pnd•·e
'· letras. Félix, tales como los <¡ue versan sobre el traba.jo,
!:: El profesot·ado, sinembarao, no lo alejab~ en· la lei de :a vida i de la cducncion, .¡ sobre el alivio
. teramentc dt•.t púlpito : en 18~ l predicó el Ad- de las almas del ptH'gato•·io, que se han hecho los
vi'"'nto i la Cunresma en la Cated1:al de Amrens. manuales de lc1s familias cristianas i d.e l.as almas
El oradM se había yn revelado del todo; el ojo que sufren. f 'ijilante de sus Superiores lll había distinguido, i J;¡mas he oído al apóstol de Nu-estra Señora mas
1
·.., fué enviado a Pnl'is. poderoso, mas dueño de sí i de ~u auctitodo que
La prepararían había sido larga. pem el atleta en estos santos ejea·<•icios. Allí es v-erdaderamente
estaba pronto al tiombate i a\ tl'iunfa. el Apósfol, el " pescador de hombres." ¡Con qué
VII. autoddad lanza 5¡u p~lahra ! ¡cómo domina, cau-
He dicl o triunfo, pot'q!)e no hai co l>pte mas tiva, disciplina esa multitud 1 El pada·e Laro ·dai-t,.!
dificil, ni victoria mlls euvidi.flble, ni t.riq11fo mas rela conmovía i la aterrnba, el padre Raviguan la l
{ r-enl i mas glorioso que la conqt+i ·a de Jas lll¡uas. despertaba i la connncia : el pl'imero em pot·
1 esa fn é la ob1·a del pndre Felix en el A<} viento decirlo así el doctot· del credo, el segundo el doc- ~
de l 51, en Santo Tomas de Aquino; t>n..Ja Cu'f\n•s- tor del Conjitteor; el padre Féiix es_ el docto¡· de ll
rnn de 1852, en San Jennnn (1e Pt·es; en las Con- la Eucaristln.
ferrncias de Nuestra Señom en t 853 ; i ha sido su La Eucal'istía; he aquí el téa·mino divino, Ja ¡,
obra sobre todo en lils Conferencias (!Uadriljesima- consumaeion del snerificio, la plenitud de la recon- lt
les i en los •·etiros pascu:1les. ciliacion a donde él yuiel'e lleva•· a esos millares ,
Yo no pretenderé analizar· las ndmirables ense- de hombres, i los lleva. Sabe el camino de todos J
iwnzas d.el orador sngrado. Despues de hab.e1· sido esos coJ·a.zone,s: vías diversas, innumerables en 1
recojid,.1s por todo lo que hai de mas iotelijentc .¡ apariencia, semejmltes i poco numerosas en rea- l
de mas elevado en la sociedad parisiense,esas Con- lidad. Las del.>ilidañanza doctrinal, ei ¡
ha cspueslo la necesidad del progreso pot• el espí- se1·mon ; i las instruccJOnes, los avisos, las recoritu
i por la f¿. En frente de los desbordes del lujo mendncione~. No temo deci1· que el padre Félix 1
i (lcl bi('nestat·, el padre Félix ha tl'onado contJ·a In desplrgn mas ascendiente en esta segunda parte
coucnpiscencia, este grande obstáculo que el pro- que en la ota·a, porque es en ella .que está lo mas
g•·eso sensualista opone al desP.nvolvimiento del difícil i eseneial ; los consejos prácticos, la meprog¡
·eso materia\ i mo1·ai.A las miserins,a las vea·~ ditaeion, la oracion, las medidas de preser\'acion i
güenzas,a los enervamientos que ocasionan los pt·o· los medios de volver al buen ,camino, la lectut·a,
gresos corruptores, opone estas pofrncias: la santi- la peniteneia, la confesion. El tiene cntónces una ·
(rad,la humildad, la austel'idad,la pob,·eza, In cal'i- fuea·za, i, a los ojos de algunos, un atrevimiento ~
dad; divinns panaceas que 80lo el Cri tianismo po- vet·dademmente maravilloso, -es la temeridad de j
sce. Pero n.o es e to todo: se qu\e.rc hacer vivir del la cruz que todo lo consigue, hasta la locura como -
progreso a la sociedad, a la familia, ¿ pct·o dónde dice San Pablo. 1
es tri ese progt·eso ? ¿ En la libertad, la igualdad, Pero se le escuc-ha, se le admira, i lo que es de-!'
la fraternidad, ta!es como las entienden los uto- ci!'ivo, se fe obedece. He aquí el triunfo.
pis.tas modernos? Nó, el verdadero progreso es el En cuanto a la enseñanza. en cuanto a los disdc
la lib ertad cri tinnn, de la igualdad cristinna, cursos, concuerdan con In obra, porque los conde
la f•·aternidad el'istiana, anunciadas i gal'anti- sejos dados encuentmn en ellos su razon de ser i 1
das por la autoridad cristiana ; porqu~ esta auto- su sancion. Estos sermon·~s son variados con un l
ridnd tiene su tipo en .Tesucl'isto, i en Er.: solo. que arte protundo que no es en realidad sino el vesti- . ~
ha reunido en sí la autot·idad divina, la autoridad do espléndido i TenDvado de vet·dades inmutables. ~ ~
paterna, la autoridad real i la autoridad del Pon- La necesidad que tiene el alma de recojerse, de :¡
' tífice ponerse delante de sí misma, de sustmerse a las i
La autoa·iclad pontifical, viva al traves de Jos aJitaciones esteriores, de media· la vida i ~ontar
siglos, i dominando todas las tormentas i todns con Dios; la muerte inevitable i tal vez próxima, 1
· lns cdsis: ¡qué asunto pIe: la de senti-t· la
m:ucha triunfal de la graeid, '\let· caet· una tras
ott·a las ban·e1·as vivas que se levantan eonb·n Dios,
oí1· los gritos interiores de las almas que se-libe•··
tan, í t•ecojer los estt·emeeimientos cJel amot· divino,
que entra como vencedot· i como padt·e.
Nada es comparable entónces a los acentos de
alegría anticipada del sábado santo, si no es el
himno de reconocimiento que ent~na, a la sa lida
de la santa mesa, el Apóstol jadeante, agotado,
pero tl'iunfante i como tt·ansfignrado!
Es allí que es preciso contemplado ; allí, en
medio de la inmensa multitud cuyos arrobamientos
interpreta ; pot·que es allí que aparece con toda
su fuerza, con toda su dulzura, con todo su jénio.
1 Qué no haya entónces a mi dísposicion i en
mi mano un rayo de luz intelectual bastante d6.cil,
bastante vivo i brillante pam fljat• su iméljen Il
Así esta sel'ia vet·dadem, solo así el retrato de
padre Félix podt'á pm·ece1·se al·g o n su ol'ijinal 1
ENRIQUE DE RÜNCEY.
-~- -- -- -=---
COLEJIO DE NUESTRA SRA. DEL ROSARIO.
Con este título ha existido en Santa Rosa de Viterbo
una casa de educacion pat·a hombt·es, dil'ijida
por el doctot· Rafael Peña Solano. Este estable·
cimiento en que se da una enseñanza es,cncial mente
católico, pt·ocurando- fonnat· el corazon l'irá de nuevo pm·a pt·incipiat'
su 4 .o año escola1·. Conociendo como conocemos
las aptitudes del doctor Peña, i sabiendo lo que Jos
niños adelantan en aquel establecimiento, no d ndamos
que seguh·á siendo fíWOI'ecido pm· los que en
Bovacá i Santaudet· deseen apl'Ovechm· el tiempo
en que sus hijos pueden aprende1· las ciencias i •·ecibh
· una educacion sólida i cristiana.
COLEJlO DE LAS HIJAS DE MARIA.
DIRECTORA DOLORES Al\IAYA DE POSSE.
Este establecimiento de educacion continuará
sus tareas el dia lo del entrante enero, bajo las
bl.'lses siguientes:
Matrl'ins de enseñanza: Relijion, Historia sagrada,
Ut·banidad,. Escritm·a .. Gramática castellana,
Frances, Aritmética, Cálculo, Jeogt·afía jeneml i
particular de la Nueva Granada, Dibujo, Música
vocal e instrumental i toda clase de costuras, bordndos
i obt·as de mano.
1 rán la cuota mensual de cuati'O pesos fuertes. (:· 4\
pot• bimestt·es adelantados.
Rebajado, pues, rJ número de alumnas, i con-.
tando la di1·ectora con la cooperacion de los hábiles
pt·ofesores que siempre lct l:lan ayudado, esp<>ra
que los padres de familia, que le confit>n la edueacion
de sus hij.as, quedarán completamente satisfechos.
El ColeJio está situado en la caaTet·a der Ecuadüi
·, calle 1, u número 42.
Bogotá, diciembl'e t.o de 1864.
EL LIBRO
[/) "1:6 ~~ !P 'IIUJilJJ.lt!P !JI~
OBRA ADOPTADA PARA LA EN:iER'ANZ.A. EN 1
TODOS LOS COLEJIOS DE LA REPURLICA
ll?®ffi ~@~d]l ~®á\®Wild:N ®ffi!flllJ~ ..
La segunda edicion estará concluida en todo el 1 •
mes de enero. Va cot•t·rjida i aumentada con un
tratado de jeogt·afía sagr·ada, ot1·o de pt·osodía i
ortogt·afía, i otro de contabilidad por el método de
partida doble.
Cada ejemplal' al mismo pt·ecio que los . de la
pl'imera edicion. •
1\IE~lOll.IAS
DEL JENERAL JOAQUIN POSADA GUTIERREL:.
Esta o!Jra se d1rá a la prensa en esta ciudad tan
pronto como se reciba el papel i la tinta de imprenta
que con tal oiJjeto pidió el autor a Francia i lle gó a
Santa l\Jarta el 18 del mes pró.xi m o pa a do .
.No habieudose podido, po1· no haberse reunido el '
di ·nero suficiente hacer la impresionen el estranjero,
como ~e habia anunciado, el autor ha tenido que resolverse
al sacrificio .d~ hacer tirar aquí con grandes
costos una corta edtc:ou.
E.n consecuencia, la suscricion vale seis pesos de lei,
en moneda de talla mayor, pagaderos , como se dijo e&J
los primeros avisos, asi : 3 fts. c1l tiempo de suscribirse
i 3 fts. al recibit· el pri ;ner tomo. No puede llevar
láminas. ·
A los suscritores que hayan pagado o paguen su
cuota inmediatamente en los términos espresados se
entregat'án los volúmenes empastados.
Despues de cerrada la suscrieiou valora 6 fts. 40 cs.
a la rústica o sea 3 fts. 20 rs. cada UJlO <.le los dos \'Olú-menes.
·
Est1 papel i la tinta en vla de Santa j\farta
para esta capital. siendo enormemente c1·ecidos los
gastos de derechos de aduana, comisiones, fietes, ect. '
i debiendo empezarse a tevautar en la imprenta a 1 saberse
la llegada de- los efectos a Honda, lo s~>ñores
njentes se servirin enviar iumediatamente Jos fondos
que hayan recaudado, o recauden, a la njcncia de los
se.ñures Lundínez i Gaitan,o dirt>ctamente al autqr.
Los pocos señores que se han serYido contestar
aceptando lai1 vitacion de suscricion a la empresa se
servirán 'lambien consignarlas i remitirlas a dicha
ajencia o al autor·.
SERMON
EN ELOJIO DE NUESTRA SEÑORA
!}) !.B (fJ t]J il :!) Jl 't !JI !P !)J ~
Compuesto i predicado por. el Presbitero
FERNANDO A. MEJ IM .
F.o - él se hace una aplicacio.n pateute del testo del
capitulo XII del -\pocalípsis n la milagrosa aparicion
de Nuestra Señortl de Guadalupe.
Habrá unicamente afumn~s estemas, las que
coucurdrán al Cole.fio todos los dias de las 9 a la De venta ea la tienda del sel1or Pastor Lozada, a
1 por la mañana, i de las 3 a las 5 poda ta1·d_e_._ -n -Je~io re~a~l e_l_~ej~m~pl.v-..c~~ --~-~-~-~- --~--~~-~--- ~--- !1·
El DÚffiCI'O de. alumnas tlO pasm·á de 30, i paga- Jl\lPRENTA CONSTITUCIONAL-POR NTCOLAS PONTON.
---Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 81
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El Católico - N. 80
AÑO II. Bcgota, 13 de diciembre de 1864, NUMERO 80.
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~~ llJ f!J (f)Jj '[P(/)[/,jft(fJ®~ ~~ r del espectáculo de la naturaleza, i sin ganar sino , ~ -- --- l una t·acion apénas suficiente para no moril· de ham ..
~ ____ REDACTOR, V~NANC!_O ORTI~ .:.__ _ _ bt·e; nunque esa miseria i la que se arrnstra pot•
i1 las calles i medio se oculta pot· las· noches entt·e
~ ROMA~ inmundas cuevas a la orilla del Támesis, contras- l Como el hombre, aunque rei de la ct·eneion, es ta con la opulencia de los. banquet·os i de los sei1o-
~ ~ débil pot· naturaleza ; como el pecado lo dejó suje- t·es, eso no se le dice al pueblo; se le sigue ha lan.
to a las enfermetlade!\ i a la muerte, el objeto de la do sí contra Roma, calumniando a esta madre i
sociednd es a!E>jar de él cuanto pueda dañarlo, re- modelo de las Naciones, donde la caridad ejet·ce su · ~
t 1edim· el ~al que no se le hay<~ podido evití\r, i 1 funciones de verdadera reinn, donde el espí.-itl l
en último caso, cubrirle de flores In senda que 1 divino del Cl'istianismo se deja senth· rodeado de f,~~ ~
condnce al sepulct·o. Esta mision la llena, mt>jot· 1 nna at11·eola de glot·ia.
que todas las ínstituciones humanas, la caridad 1 Vnmos a hare1· nna breve resef1a de los estable-cnseiwda
por Dios, la caridad católica. 1 cimientos de ('at'idad que hacen de la Roma actunl, l
1
1•
El lote ele sufrimientos en .este mundo, es mu- 1 una ciudad mas noble, como dice el abate GatHne,
cho mayot· siem¡)l'e que el de los goces; el número que la Roma de Augusto. ¡Caridad humilde que se ~ ~
de infelices es inmenso con relacion al · número d~ oeult~ siguiendo el prec~pto del Evanjelio, que no ~
dichosos. El G<>biemo que m.as se fije en los des- tiene diarios que publiquen sus obms., i que, sitwmgraciados
para pi'Ocurat· aliviar sus desgmcia~,se1·á, hargo, ha pt·oducimal de la Igfe.,.ia.
sil·vn de e · cala, pt·ocu¡·an ahogat· la voz de la con · 1 764,000 esl•udos romat os, (825,120 pe~sos fuertes)
ciencia en <'1 pueblo, i quieren que se olvide de la 1 se invierten anualmente tm estos i otros esté\bledcausa
mas frecuente de sus sufl'imieutos.Le cubt·en 1 mientas destinndos al socot·t·o, al alivio, al consuelos
ojos con la venda ti orada de los goces; le ;i bren 1 lo de la humnnidad afli,iida i a la correccion Célrit l Un médico sub-inspectoa· examina i conije lo que
~ Aunque en los países protest&ntes la suerte del 1 los médicos subalternos hacen. La obra cuenta
pou1·e es desesperada, aunque en Lóndt·es hni mul- 1 ademas con tres cirujanos litotomistns, i diez bo.
· titud de infelices que nacen i viven sotet•t•ados en 1 tieas pel'fectamente surtidas. El enfe_rmo que ne·
lar; minas de carbon, sin ver jamas el sol, sin gozat· 1 cesita los soeonJs de esta institttcion, lo avisa al 1·
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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250 EL CATOLICO. ' l
t
Cura; c;>ste envía un billete n la botica mas inme- 1 allí los Sl delwr de enviar una ¡
dios, van u hacel'lo las Hermanas de la caridad, vez pot· mes a dos de sus miembros, pnra que per- 1
que son tambien las enca1·gadas de proporciona¡·le manezean, por lo ménos cinco borns, ayadando a l
i pt·eparMie Jos alimentos que el médico indica. los doce sacerdotes; i muchas veces pot· dia, uno l
Esto sucede, no obstante que los hospitales de ¡ de ellos att·aviesa las salns, det{'niénclos<' en medio 1
1 la ciudad eterna son Yel'daderos palacios en qne se
1
de cadt;t una por si hni quien lo llrimiento, donde se les en- ,¡
el núme1·o.de enfermos, se repone el barnis de lns seüa algun oficio ; i a los diez i siete años, si no 'i
camas, . se blanquean los muros i se lava todo, hai quien los adopte, se les da una sumn igual a 1
hasta el pavimento. 1 los gastos que pudieran causar en un año, ·¡
Los cadáveres no se retiran de la cama hasta para que con ella cornpren las henamicntas que ..
despues de dos hol'as: entónces una confraternidad nec<.>sitan paru establecerse. ,\sí es como salen de
de las muchas que pnm este efecto bai en Homa, \ la casa. 1
se apodera del muerto. lo asea, lo amortnja i lo Las hembras fo¡·mnn un gnm conservatorio bajo
conduce a una capilh donde po1· veinticuatro ho- I ta direccion de hábiles maestras que las instruyen
ras está cuidadosamente invijilado. Como el vi,ii- 1 en :a virturl i en los quehncel'es pl'<.pios de su sexo.
Jan te pnede donnil·se, se ata al puüo del muerto Cuando llegau a ser mujeres, la cariclnd no 1, <:
el cordon de una campana, pal'a que nl men .or mo- abandona; !es abre tres caminos pa,·a su porvenit·: !
vi miento que revele una muerte apal'ente; el sonido 1 el matrimonio. la profesion reli,iiosa, o la perma- 1 ~
lo haga nolat·. Pasadas las veinticuatro borns, la nencia perpetua en el hospicio. Si elijen esto, que- ~
misma confraternidad lo conduee ;d cimrnterio da ascgul'ada su subsisteneia ; si se casan, se les '.·
de un modo decente, i le dá sepultUI·a, procligán- da un dote que Leon X.ll dispuso saliera en didole
las Ol'aciones que la Iglesia diri,ie a Dios por nero de los fondo· d 1 hospital, i que para que no 'J
los fieles difuntos. pueda perdC'r e,debe asegmat·se poi' el novio sobre ~
Pio VH, cuyos doiMes i t¡·abajos no pudieron una finca J'aiz; i finalmente, si adoptnn el estado
1 hacerle olviua1· a los pobt·es, construyó en este re.lijioso, el establecimiento cubre tambien la suma 1
hospitnl magníficos baiws, sustituyó pntTillas a los que deben lleva¡· al claustt·o. ~1
calderos de las salas, i añadió una bPlla sala de El celo por la conservacion de la vida humana 1
operacioues quirúrjicns, grnnue, bie:1 alumbrada, i ele los bienes sociales, no se ha limitado n esto ,J
veutilada, abundantemente provista de aguas i en la calumniada mansion de los Papas. Ellos han ~
· de mesas de má1·mol. 1 ideado el mt>dio de snl var lambien el honot· de las 1
l
. Pero como la Iglesia Católica pmctica la vet·da- familias. Clemente XJV quiso OCUI'I"ÍI' a todo, i ~-
! dera caridad, no lh'nita sus cuidados al cueqH>, 1 ab1·ió un asilo a las mujeres culpables para que ~
, los lleva tambien i con no ménos cuidado i pro~ pudieran oculta!' sn falta i curar su aln a del vicio. 1
, fusion al alma. Doce limosneros habitan en este El hospicio de San Roque si1·ve pm·a esto. Estú 1
~~ hospital, i sirven de dia i de noche a los enfermos. 1 situarlo de manera que una de las puertas da a una 1
:
~ ~ Pot· la mañana les dicen misa, los consuelan, los pequeüa plaza desierta i rodeada tlc calles desiertas j
~ 1 instruyen i constantemente están administt·ando 1 tambien, de manera que las mujeres que allí se l
5 "-=~;_~ A-.~~~· ··~· ~ 'n -;.--.=-~~--'-"" ...... _.,_.,. ___ .....,.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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EL e ATO L I e O. 25(
dirijen, pueden 1leo·n1· . sin qnc ln.s vea nadie. Puc- 1 a todos Jos educa, a todos les proporciona un pot·den
presentarse e~1 el rostro velado, ocultm· su 1 venir; i los que han visitado a Roma nos refieren ,
nombre, s-u condicion, todo; i pueden i1· -desde que que la salud i el contento ,bJ•illaü en los semblansienten
los síntomns de su embarazo, si son ele tes sonrosados de estos seres arrancados a la ig- l
aqurllas mujeres que no _podrían dejar percibir sn nominin, a la desgl'aria, a In muerte. Usan pot· 11
falta sin esponerse a gravrs consccucncia!-l. Allí - unif,)rn'le una sotana blancn, acaso eomo un reson
recibidas, nlimrntad:1s i cuidncl~s con el esme- cuerdo de los nntiguos cntecúrnenos; estos como
ro que exije su estado, i ni fl médieo, Riel ciru.Ja- nqucllos hnn sido snstraidos vl dorninio nbsoleto i,
no, ni el cnpcllnn, ni lns mujeres de srn·icio puc- de Satnnris, i la Jglesirt los ha cobijado coo su di- :1
drn revelar nada, porque sobre perder su cm pleo, vino manto. ,
' sufririan penns gravísimns. Si nlgunn rnurrc dd 1 En el hospicio apostólico de Snn Miguel esta-~
pat·to, solo se sabe que hni un rad su estado, tienen hijos. i que están sometidos a una disciplina a 'j
sus cm·tinas i eada una su biombo que las sepat·a propósito para que ' ' ivan contentos i robustos, i
de las otras e impide que una enferma vea a la trnbajando proporcionadamente a sus fuerzas i j~ '
que hai en la cama vecina. No ha podrao la pon~ ap1·endiendo el modo de ganar h vicia despues, ?.
derada filanti'Opía inventar precauciones mas cleli- \ San M1guel es una verdadera escuela politécnica, ¡'~
cadas, no ha podido In raride.d ir mas léjos. Así se un conservatorio de artes i oficios: allí se .ensei'Ja ~
t1·ata al pueblo en la Metrópoli del1·etrógrado Ca- j todo ron pe,1·feccion, i se forman hombres i muje1·e s 1 ~
t
1
vlicismob,l así sab( e?e)s
1
a Jcrle~ia t
1
an rombatida po1· Id·~struidos i relijiosos: los ancianos ncaban sus ¡i
os repu icemos ¿ . 1ermannr a libertad huma- ws en paz. 1
nn con los intereses mas cn1·os del corazon i con ¡ Pero hai ademas de este establecimiento, los l
los preceptos de la austera moral : ocurre nl re- 1 hospicios de Sautn María de los Anjeles, do Tatn '1
¡·
mPdio de una necesidad urjente, salva a un tiemoo Giovanni~ de Snnta Catvlin:-t do los eot'doleros, de 1
;.
el honot· de una muje1· i In vida de un niüo, i pro- 1 lo s Cuatro Santos coronados, de los Mendigo~, do 11
cura por todos los medios po sibles curar el cora- Zoccoletto, el Conservatorio de la Vírjen de los ; ¡
zon de la culpable i lHH'erla otm \'('Z \'ÍI'tuosa. 1 Dolore s , el de S-un ei\rlos Borromco, el de Snntn '
La criatura que nace es llevada inmediatamente, 1 Eufrrnin, el de la Divina Proviclcocia, el .Conser- ¡~
con el mnyor· cuidado, n In casa de es pósitos, va todo Pi o., Sn\1ta Mari u del Refujio, · i otros en 1J
donde ya sabemos In sue1·te que le espe1·a. Si la que el espíritu católico se ostenta con toclo su l i.·
madre quiere rcco,jfrla luego, puede ponerln una jeneroso dcsprenqimiento, con toda su obneoncion
sci'm para reconoeedn. heróka. E· \m posible describirlos todos, po1·que ~~~
Como entre esos nil1os, hijos de 1a ~t·ovidencia, nos hal'inmos interminables ; basta decir que en ·
1
¡
puede haber ~lgunos que tengan disposi<:iones pa- cada uno de ellos se pt·actica In caridad ron jo·ull"l ~~
ralas cie11Gias o pat·a las artes, la eal'idad católica magn,ificeneia, con igual prudencia, con igual es· ¡J
les ha abierto establecimientos a este fin. l;lui otro píritu e\'anjélico, ¿No valdrá pnm el pueblo mas ¡-:
hospicio llamado de Santa Mada ·in .Aquiro, que esto que los Bancos"' la Bolsa i los demns estable- j
fué establecido pan• los huérfanos, tt instancias 1 cimientos de esta especie, que tanto encomia el Ji
del Jesuita Ignacio de Loyola en el año de 1540, ¡ materialismo moderno? ¿Será ménos dio·no de ~~
i el eardenal-Salviati fundó en él un colejio en respeto i amot• el gobierno papal que el deeVíeto 1• :j
1591. A ese colejio van los niños espósitos que a j Manuel.? ¿Ganará el pobr·c pueblo t~nllano con i
la edltd de doce año~. han manifestado aptitudes 1 que Garibaldi ~lestruya el poder temporal del Pnpu "
para los tt·abnjos litet·arios, i el Papa Leon Xll i eche po1· tierra esos asilos deJ pohl'e i disipe sus jl
cncm·gó su direccion a los. padres s,o•.nascos. . 1 rentns? ~
Pero no es solo a los muos espos1tos a qmenes ¡ Pc1·o no se crea que hemos concluido la enurne- :
h-n adoptad~. la ciudad eterna, no~ todos Jos huér- ¡ racion ele los asilos abicr·tos po1· la caridad cnt61! •n ,
funos, los htJOS de padres pobres, los niños que 1 a las necesidades del _pueblo, faltan aun muchos ~
1 carecen de recut·sos, i que, abnndonados, podrian 1 entre los cuales son mui notnbles tres. Hernos ~
perderse pam Dios i para la !'Oriedacl, son hijos dicho que hai tt·es especies de mise1•i¡;¡s que ncosnn 1i
de es~ Iglesia que se quiere hacer aparece•· corno 1 a la hum::midad i que a todas ellas ocurre el n- ~
cnem1ga del progreso humnno. A todos los rccoje, 1 tolicismo con su benefaqtora mano. ~
, -,.:::a.
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!¡H.~ :52
1 EL CATOLICO.
¡ ~~~ ~-;:t~:-;:;;::~:~~~:~0~1~:," ;~~:: ~:~: los italianos
nes del antiguo Coliseo, se ostenta en realidad t tod9 se dicide a puñaladas. El paternal Gobie1 no
como el fruto precioso de la sangre vertida en 1 pontifieio hace cm\llto puE>de pnra p:-evenit· estos
aquel circo inmenso. Quinientos sPtenta i ocho ' escesos,pem ya que no puede evitarlos, sé <)eupn en
enfermas reciben allí los uusilios espirituales i cor- curar lns tristes romrcu<'ncins clel Nu·¿ích't' ardi~n- '
porales que necrsitan; i sinembargo, no se pertibe te de los nwriclionales. Es deciJ·, cumple los de- .f
el mns lijei'O mal olot·, po1·que el aseo es ui1a de beres de uu btwn Gobierno. 1
las mas admil'rbles condic'ours de los hospitnles Nos falta nun lwblnr dP la Penitenrial'in. Cuande
Roma. Este no es ménos suntuoso que el del do en Eu1·opn . e su 'po que los nol'tC· amerit'üi!Os
Espíritu Snnto, i ha rcl'ibido los ausilios no solo habiun hallado (':-te medio de suprimit· el <.'[ dalso, 1
de los Papas desde Clemente Xl, sino los de algu- se envinl'on pubJieistas n e~tudiLU' el sistenw para
uos particulares, entre los cuales figma eu primel'a trasplantarlo al contitwute. l'cro al fin tu' it•rou
línea la piadosa señora Teresa Doria que fuudú ' la c¡ue ir n ' ' t:·rlo en su oríjen i df'st•ubr!eroll qu<' ' no
órden de las Hermanas hospitalarias que sirven era iln·encion de los hijos tle \V3shing.ton. l\11·.
~ : de asiento en e~te hospital. Cerfbeer, encargado por el Gobierno fril lH.'es de
En el de San Lázaro se reciben todos Jos atnca- esta humanitaa·ia mision, siguió cuidadosamente
dos de la lepra o de otms enfea·medades reputadas los rastros de la idea eremlora d~ estos i11 titutos,
contajiosns, porque su fundacion se debe a un i viuo a encontrélr su <.·una en Romo, donde el ·
leproso frances que reunió algunos compañca·os Papa Clemeute XI hizo con. t1 uit· por los modelos
~~:r~;i~~l'~it t:~·: ~~~;i~~e~~;I c~~z~as ~~~~~~~.asP~~~~ ~i~r~·¡.~:!~~~~aca:;~o:, ~:~~;lí~l~~)~,l;¡:~;~.:r~a~le~;\W:;~ ,rf
1 esos clesgrnciados el magnífico hospital donde hoi de Roma i de los Pontífiee~ de In lg!esia Cntülkn,
se asilan i que es uno de los mas brllos de Europa. las mejoras en que tos librrales h11cen con~btir el 1
Puede alojar 21 o enfermos ; i Leon XII le a~regó progrt'So de los pueblos. .
un magnílico prntidns, Jos mont<.•s de piedad, todo ha naradones.
ciclo al pié de la CJ'UZ drl Vatica11o, i todo tietw allí
El hospital de dementes es el teJ'l'ero de Jos una pert'eccion a que no ha llegatlo en ninguna 1
estahlet•imientos que qm~1·emos aun menciona¡· en otrn parte. No hui ereacion benefactont que no
partic,Jiar, i en seguida Jvll.>larcmos rápidamente haya tenido su cun:t i que no exista en Roma.
del asilo a que van los convalecientes de todos los Roma es la marstra de todos los Gobirmos, i solo
hospitales. _ la iugratitud de los hombres puede ha ·e¡· que se
El de Santa Mñda de la Piedad fué fundado en combata el pode1· a que mas lwnt-;firio::. debe la
1548 po1· tres españoles, Femando Ruiz~ Diego i h~1manidad. La Jglt>siH sigue las huella~ de s~1 di:
Anjelo Bruno, en hon01· de San Juan de Dios. El vmo Fnndcldor: cnrgada con la Cruz, e ·cup1da 1
Cardenal Quera fué el primer protel'tol' de este abofeteada, sigue su marcha dr red~ncion, orando
nsilo del info1·tunio, i Snn Carlos Bol'l'omeo el que po1· los que la condul't>n al Calva no.
Jo e. trudió, mejoró i organizó. En él se asiste a
370 enft•rmos, dándoles un alimento sano i abun(
laute i no u~ando ot1 os medios de represion que
la camisola i los lechos de fnerzn. El principal
mNiio empleado para la cu1·acion, es la dulzura
en el trato, i allí Jas mujeres hacen p1·odijios de
caridad con las pobres enajenadas, pon¡ue en el
establecimiento se reciben los individuos de ámbos
sexos que se colocan en dos salas srparadas, al
rededor de las cuales viven los asistentes, i están
, los refectoJ·ios, la coeimt, los baños i la capilla.
Como el que acaba de sufrir una enfermedad
grave, no queda en nptitud de ta·abajm· inmediata .....
mente, la caridad roma u¡:¡, previsiva en todo, ha
fundado el nsilo de los convalecientes, único que
existe ta 1 vez en el mundo. Sobre las •·ibet·as del
Tibet se levanta este vasto edificio a donde el
convaleciente es coollueido en un coche con el
n .avor cuidado. Allí se le dan alimentos nutritivos
i de fácil dijesti-on, vino jeneroso i frutas; se a)ejn
del pob¡·e todo lo que pueda entristecel'lo, se le
hace hacer un ejercicio proporcionado al aire libre
i se le proporcionan distrncciones. Un médico
roncuJTe todos los clins a ''et• si los con\'alecientes
han tenido novedad : si esto sucede, el enfermo
vuch-c al hospital ; pero si al contra do su salud se
fottific·n, la cat·idad católica tiene aun con él otro
cuidado: le propo1·ciona trabajo, para lo cual los
Papas desde Sisto V, han emprendido obras seculares,
i han hecho uu fondo que Grcgo1·io XVI,
aunque pob1·e, aumentó con 33-,29'3 escudos romanos~
Ademas de esto hui todnyía en Roma otros
establecimientos para nusilia¡· a los que necesit('n
--~-- ---
LA RELI.liON.
Ciertos escritores liberales han dicho que 3
111: 1 t·xiste para negat· lo oti'O. Luego no debe ) El culto es, pues, necesat·io: el interno1 el es-habc¡
· culto de ninguna clase; ¡ la estéril creencia, 1 terno, e! privado, el público, todos.
i llO mas ! . . . . Lá Relijion 110 es el culto ; pero el culto es
La Belijiou del espíritu es sir.t duda la mas nece- esencial a la Relijion. La persona del Sncerdote
saria : nadie lu1i que pretenda desconocet·lo. Baio no es la Relijion; pero es Ministro de ella. El
este aspecto decimos que la primera especie de culto i el sacerdocio le pertenecen. Atacar, pnes,
eulto que debernos tributaa· al Séa_' suprerno, i sin el culto i a los Ministi'Os, es ntacat· a la Belijion, ·
'! cual es imposible agradarle ,es la fé, como libre ·es impedil' sus prácticas, prohibirlas, sustraerlas i
i rc;pontt\rwo homenaje qut> presentamos a Dios de la sociedad. ¡
cunw \ '('rdad soberana, inmolándole no ya vícti- Pei'O la Relijion no es solamente el culto i la
mas cstrañns, sino nuestro espíritu, nue!Stras fa· pea·sona del Sacerdote : es la REPÚBLICA ! « La 1
cultades. Pe1·o en materia Je Helijion lnti que con- Relijion verdadera, dice Platon,es el fundamensiderat'
dos cosas, la ceremonia i el misterio : esa to de la República. >) (1)
1 mezcla de figura i de ,·crdad, de cuet·po i de espí- Considerado d Estado baJo el punto de vista de
t•itn, de obcJiencia i de fé, de obset·vnncia i de su mecanismo, no se preseLta a nuesta·a coñsidera'
iotelijencia. cion sino como un conjunto de relaciones estable-
Ln l'elijion de la sinagoga no em sino signo i cidas entre sus miembros ; pero es necesario atenfigut
·a, dice el Apóstol. Homl>l'es caa·nales eran a de&· mas a la voluntad que le dá vida, que une to ..
quienes habia cargado el Seüor con el pesado ata- das sus partes, i que le \m prime el car:ícter mo&·at.
vío de ceremonias, (~omo observa San Agustin. I 1 como la voluntad i el principio de todos los deellos
las gmu·daban al pié de la lett·a .. sin penf'tJ':ll' berf's i leyes caen por su pa·opia naturaleza bajo 1 , nunca su espíritu. 1 no siendo aquellos hombres el dominio de la Rclijion, resulta que esta es la ¡
1 sino justicia segun la carne, como dice San Pa- base prineipal de todo Gobiemo. Necesario es 1
'' blo, no podían pUI·ificaa· sus conciencias ; i no busca•· el fundamento sólido de las Naciones en la
eran santas sus ceremonias. porque_ no eran sino verdad, que es madre de la paz ; i la verdad ng
imújeues de lus verdadesque habían de cumplirse. se en<.'uentra sino en la Relijion verdadeaa. ~ ~
La Belijion del Cielo no es sino verdad i reYela- Si la Relijion es el fundamento de la República,
cion. Háuse descorrido todos los velos ; i Dios ataca a la República quien ataca a la Relijion ; i
al manifestarse a sus escoJidos tal ,como es, real, el soldado que defiende la República defiende la
efectivamente, los t:·ansf'orma en EL, llenándolos Relijion. -La Relijion, pues, se puede defender
de su verdad i amor. Pea·o' la Relijion de la Jgle- con las armas. . _
sia i drJ Cristianismo está IJena de figuras i reali- Segun sea el ataque, así debe ser la defensa. Si
dad. Estamo:s en Dios por IC\ firmeza de nuestra la gurrra es de ideas, la defensa tambit>n debe ser·
fé; pero estamos adheridos a la tiel'l'a pm· la flaque- lo. Pero si desta·uyendo la República se quiere
1 za de nnest1·os cuerpos, i tenemos pot• lo mismo destruit· india·ertameute ia Relijion, ¿por qué defenj
neresidad de figuras i representaciones. Mas, aun- dieudo lél República no se podl'ia tambicn defen
·¡ qne ''t\lnos pasanclo por las cosas sensibles, es !Jna·a . del' indi&·ectamente la Relijion ?
.¡' encaminarnos a las etemas i espirituales. Nuestro Una cosa es probat· la verdad de la Relijion i 1
culto estu en nucsta·.1s manos, en nuestr·os labios, otra es sostener el derecho de pa·l\ctica•· nuest1·a
1 en nuestros ojos ; mas.., su odjen i pa·inripio está Rl'li.Jion. Paa·a probm·la VE't'dad de la Relijion, o
en nuestros cori\zout>s. Alimentamos nuestra pie- sea para rombatia· un erroa·, no necesito de at·mas,
dad con las cer·emonias que ha instituido la Igle- ni me es líeito usal'lns ; pe1·o un pueblo que se vé
sia ; pero las hal'<'mos apoyar en las virtudes que violentamente privado de las prácticas de su Reforma
en nuestras nlmas el espíritu de Dios. 1 así lijion,está en el dt>re(.'ho de conquistárselas. La Recomo
hai en nosot1·os un hombre interno que ama, lijiou es nuestro patrimonio; i t·uando nadie tiene
hai otro hombre cste1·no que ad01·a, que se rinde. derecho a arrancárnoslo, le tenemos todos p~ra 1,
Pero hai mas. La raridad, el amot· de Dios i de sostenerlo.
los hombres en Dios, son todos los mandamientos, 1 no sabernos cómo es que puede desconocerse ¡'
toda la lei. Pero qué cosa es amar ? Amar es estt; patrimonio.
oba·nt·. P•·PtendeJ·, pues, un (lmoa· de Dios que no Si ya en otro tiempo erhaba en cat·n. el Apóstol 1
se esprese poa· ningun culto,por ninguna devocion, a los atenienses que adoraban a un Diosr que no
es evidentemente imposible. El culto o la devocion conocian, (2) menester es confesar que hai sobra-
1
es el amot· mismo, en cuanto vive i se espresa; i dos en este siglo a quienes se les puede aplicar la
aunque Dios no lo hubiera esté\blecido, cada uno misma máxima, Cdstianos son, o al ménos están
de nosot:·os, al pié de un Crucifijo, idearía i crea- persuadidos de sedo. Han enta·ado efectivamente
1
¡
ria un culto esteriot·. en la Iglesia pot· el bautismo ; hacen pt•ofesion de
Hai mas todavía. Qué es la sociednd '? Es la creet· eu Jesucristo ; participan de vez en cuando 1
reunion de un númel'o mas o ménos ct·ecido de de sus mistet·ios sagt·ados ; i practican algunos
hombres. Se ba buscado, i ~e buscar á qui-zá pot• ejercicios de nuestra ReliJion. Sucede emp ro muí
much::l tiempo la razon fu 1damental de las socie- frecuentemente que nuestro Jesucl'isto es para ellos· 1!.: 1
dades ; pet·o jamas se enaontl'al·á si ante todo no un Dios desconocido : z'gnoto Deo !
se quieren reconocer los designios de la Providen- Ignoran la Relijion,es preciso decirlo. Hombres 1
cia, que por sí sola ha podido. pi'Oducir i conservaa· depositados de los destinos .de la sociedad, nos
esa afinidad maravillosa, Jazo secreto i vida secre.. ofrecen el espectáculo de una existencia inanimada ,
1 ta de las Naciones. Dios solo ha podido ser el p;ua con Dios. La Uelijiori está ausente de ellos; ¡
autor de la sociedad. Dios es el Creadot· del hom- su lenguaje no les es conocido; ellos no sienten
1
bre; es, pues, tambien el Creador de la sociedad. sus inspiraciones ; sus relaciones, sus alianzas,
Lo que es el hütnbre para con Dios, esa mismo es sus actos no apar_ecen a los· ojos que Jos juzgan ; i .
la sociedad. El hombre es esenciqlrnent~ pt·áctico el mas animoso esfuea·zo de la caridad pu~de solo !
i relijiosp, la sociedad tambien debe set·lo. El negar a sttponer que aun sobrevive en ellos el sen- l'
h?~lbt·e tiene necesidad de tdQuta.r culto a Ja Di- (1) Platon Ji~ro 4 de lecritrus.
vm1dad; luego la sociedad tambien. (2) Act. XVU--v. 23. t:J ¡
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
254 EL CATOLICO.
timiento rrlijioso, pero que dormita estéril bujo 1
las nubes de la ilusion ! De aquí sus c'l'eencias,
i eso que llaman ellos la ReliJion
~ ~ Lo repeti mos: ip.norán la R elijion.
1
No se sabe la R e liJiOn por habet· sabido en ott·o
' 1 tiempo nl g unas palabr·ns del Catecismo ; lo mismo
• que no se sabe el derN•ho pot· bFtbet· estudiado en
la infancia algunos artículos del Código civil. No
se sabe lil Relijion cunndo solamrntc se han leido
algunas obras que la combaten,algunos libelos que
la calumnian; lo mismo que no se conoce un proceso
cuando solamente hemos Óído las quejas de
una de lfl s pa r tes. No se sn b c la R e l ijion , ruando
únicamente s e sabe n lo s '' bn sos que se han h Ec ho
de ella; lo mismo que no se conoce una ciudad,
cuando únicamente se han visitado sus cárceles ;
lo mismo quE> no se conoce fa medicina cuando un
médico ha envenenado n s u enfermo. En fin. pnra
definir es nee esnrio conocer ; i se ignora la B. eliJfon
cuando no se s ab e dPfiniJ·.
Saber ta Reiijion es hnl> er e studiado profundamente
su hi s toriat sus dogmHs, su moral, sus leyes.
Hé aquí lo que t>S nN·esal'io hace¡· para saber
, la Belijion; i es evidente que ning uno de sus. enen1igos,
sinemba1·go rehjz'osos, han estudiado la
Relijion.
¡ l es tos son los hombres que pretenden enseñarnos
1 pobre s pu eblos l . .. Oh sociedad 1 •••
Mas, ellos se corrijen. i tratan pot· último de
darnos la definie-ion. « La Relijion, dicen, es la
práctica arreglada i constante de los pt· eceptos
señalados por esas mismas creenciaS.>) D:]= R EVELADOS
p01' Dios, dt>bian d~cil·.
Si la Rt'lijion no es la c1·eencia sino la práctica
de los preceptos señalad s pot· la misma creencia,
la Retijion tiene que set· visible ; Juego puede ser
atacada,i en ella se ataean los pt·eceptos 1·evelados
po1· Dios.
La práctica relijiosa requiere Sacerdotes, que
son los Ministros de la Relijion. i esos Ministros
. deben subsistir del ejercicio de su ministerio; luego
atacar a los Sacerdotes i privar a la Iglesia de sus
a bi e nes lejítimamt>nte adquiridús, es atacat· la Re-
'
¡ lijion que se funda en la revelacton.
t. Hacen otro esfuerzo i dicen: « Si ·la ReliJfon
son los diez mandnmientos promulgados en el Sinai
i los cinco de la Iglesia; quién,sino mis pasio'
nes, impide que yo cumpla con los quince?
A tacan las leyes de > i « desamortiza-cion
>) a 1tlguno de estos pt·eeeptos ?
« No HURTAn _{ s. >)
sia no pu ede hnbm· ·
Relijion ; sin Hclijion no puede haber sociedad. l
Dad garatías al s ac erdocio de .Tesurristo, i vereis •
la pnz; pero léjos d e é l, no hnll a reis sino la muerte. J
S. A ..
} 'É, E-S P ER ¡:~.\.RIDAD. J
Yo te snludo, Me n~ Pj c ra santa t
Benigna Fé 1 del hombre protectora,
Suave consuelo del tjue triste llora,
Eficaz lenitiYo del dolor.
Entre el bullieio del rev u elto mundo,.
Ajitado por p( nns i dolo1 ·es,
Soportnndo mis cruC'l es sinsabores,
Te consagro en alta!' mi corazon.
¿Qué fuera yo sin tu divin·a lumbte
Triste viajero po1· el mundo enante,
Si tras la sombra del d o lor, radiante
No pe1·cibiera tu fnljente fn;?
Cuaudo el dolor sus tenebro a s alas
Sobt·e mí tiende, en mi dolor te imploro,
1 ~on mi amat·go i dolot·oso lloro
Riego las aras de tu santo altar:
Entónce, oh Fé ! para el qu e triste llora
Consuelos tienes : tras el ne g ro mnnto
De su dolor, parn eojugm· su ll'anto,
Ott·o mundo le muest1·as-un Eden.
1 ·como el faro que en la oscurn noche
Muestra su 1·umbo al infeliz viajero
A sí tu acento, para mf hechicero,
Ot¡·o mundo me muestra de placet·.
Por eso, oh Fé I de mi dise01·de lira
Un canto quiero dedicarte ahorll :
Ya que consuelas al que tl'iste llora,
De él recibe la tímida cancion.
Yo te bendigo. : tu sonor·Q aeento
Ha sosteni'do la existencia mia ;
Cuandc la mano del dolor me hel'ia,Oh
santa Fé l me consolaste,-adios!
I tú Espe¡·anza t de la Fé la hermana
Tambien tu duiC'e proteceion me has dado
Cuando a m e rced de mi destino aiJ·a ~lo
La desventura penetró en mi hoga1·.
Yo ví a la muerte en rni.queJ'ida choza
Hacet' estragos .... impone r espanto .••
Hondos j.emidos, doloro so llanto
Se sucedieron a mi dulce paz.
Hoi el recuerdo de tan tristPs horas
Hace temblat· mi corazon herido ...
1 escucho quejas ... ! i el fatal jemido
De mi madre me viene a conmover.
1 tú, Esperanza ! a consolar mis penaa
Veniste entónces; sob1·e mí tendiste
Tus puras alas i valo1· me diste
Para lidiat· con mi dolor cruel.
Entónces fuiste para mí cual sombra
Que refresca al viéljero en su camino,
Como fuente que brinda al peregt'ino
Puras linfas en cálido arenal.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Hoi ei sendero de mi vida alumbt·a
Con el rrflejo ue tu luz sagrada
1 dás a mi alma, de sufrir can ·aJa,
S un ves consuelos, plácido soln.i
En camblo yo por los hermosos emnp1>S
l\Jil bellas flores buschré irnpnciente
Pnra que adot·nes t~ nC\'PLla freute
l te delt'itcs en su grato olor.
Ellas serán el l'evcrente gaje
Que te dedica e\ pecho agradecido
l cuando exhale mi postrea· jernido,
Tuyo será mi postl'imer adios.
Oh 1 ya percibo tus vestidos blaneos,
Oh santa Carjdad! i reverente
l\Ic inclino en torno de tu altM : tu ft·ente
Radiante miro de divina luz
Tu reluciente i desplegado mauto
Las forrnas mue:strn de tu talle esbelto
1 cu aureas ondas tu cabello suelto
Brilla disperso en el lejano tul.
Sobre las nubes rne pnrece verte
Con lo3 socorros para el pobre hambriento
1 con tu dnlee i clelieado acento
Consolando al proscrito, al infeliz.
Pasa la escena i me parece verte
Baj ,) la choza de infeliz mendigo
Daudo consuelos, proteccion i abrigo
Al infeliz abandonado allí.
A donde qniPra que la uerte a u versa
Lleva su curso tu favor se ::.iente,
Como el susurro de la clam fuente
Que nos brinda sus aguas de eristal.
Dame el acento de tu voz divina
rara ensnyar en tu alabanza un canto,
1 en la dl'sgracia, con tu puro manto
Abrígame1 bendita Cal'idnd !
Préstarne, oh Fé ¡ tu ml:lternal al.>rigo
En la senda escabrosa de In vida,
Dan1r, Esperanza! l.a ilusiou pt>rdida
Que consuele mi t1·istc juventud;
l pnra oma1· mi solitaria tllmua
Cuando la muerte en su furor me hiem,
Dame tamhien divinn mensajea·:1,
( h Caritlad! tu snC'rosanta cruz.
NoYierniJre de 1864. ANJELO.
1 tendemos piota1· ese cmHlro ni la emocion que
sentimos ni vedo; pet·o a. un pueblo como el nuestro,
r.o se le poddt nunca imponer el cristianismo
absurdo de Renan i su escuela : el pueblo que
solo sabe sentit· necesita sea· devoto : una relijion
sin practicas no se hizo para él ni {Jara nadie
porque la relijion rs algo mas que una teoría.
¡Es tan natur·nl amar todo !o que tiene relacion ij
con el objeto que se ama 1 ¡ vem~raa· ' todo lo que )
la tiene con el objeto que se ndoa·a !--Hombres i
de la relijion pummente especulativa., cristianos 1
1
que lla mais a nuestro culto idolatría ¿no veP-ea·ais, 1
no amnis el retrato del padre, de la esposa, de la •
1
persona que os fué querida 1 abandonó la tierra? 1
¿No SOtl para vosotros reliquias sagradas un gajo 11
de sus cabellos, una prenda de sus vestidos ? ¿no 1
tTibuta1s una esprcie de eulto a las imüjencs de los 1
grandes hombres'? Pues dejndnos que hngamos M
1
,.
lo mismo con todo lo que represente o recuerde a
nue · tro ·ni os hec ho hombre.
Ni el rumo•· de cohetes i cn.rnpanus
-La fiesta de !a lllmaculada Concepeion de
'MARÍA, ha tenido este año nlgo de la solemniun<.l i
de otros tiempos; pero en esta como en toda fiesta, j
hemos vbto resaltaa· In miseria i el abatimiento ·~
de esta pobre ciudad. Aunque no podemos escla- ql
mar como ahora dos años : ·
1 n úsicas alegres llena el viPnto~ 1
Ni remc) periódico
liberal que se publiea en lfl ciudad d{'l Sorot-ro,
rejistm en sus columnas un Mtículo en que el,ióven
lledactot·, al reves del seüor B.edaetoa· de « El
Tiempo, n lanza un grito de noble inclignnl'ion
contra el bárbaro ruso, que nHu·tiriza a una ua-
11
,1
t 1,¡
~
cion beróica, porque ·lucha por ln libertad para ;¡
poder practicar su creencia reliJ'íosn. ~
~ Ju~~~{~~~:t: ~~~~~!·1vad:1ur~~~1;g~~d;~~::a~~ c~. Cerca del mediodi[l, alma de s.ntisfaecion, porque Yernos en su clo- ~·
la multitud, de todas las condiciones sociales, que cuente arrauque, el noble eaníett-r p-nll)adino. ]
se diriJ'ía allá era inmensa: nosotros nos mezcla- Con placer l'l'produdmos su valiente articulo_, 1
~.1 mos ru ella i tomamos el mismo camino. Cuando que dice así : ~
~ 1 llegamos al pié del cerro, la proccsion aun no pa- LA POLONIA. J
t, recia: pronto empezaron a bajar nume 1·osos gru- "Han llegado a nuestros oidos, desdP lejanos pai- ·t
pos de jente del pueblo l'ezando ·devotameute; i ses, los Llltimos sollozos, los últm1os suspiros dl' la Po- ~
repentinamente vimos aparecer en una pequeña louia moribunda. Lu dolorosa voz de sus h1jos, alzada ~
en Paris por almas raroniles, ha repercutido en nues- i
aft\planicic, tendida sobre las cabezas apiiiadas de tt·o corazou. Debemos a <'Se pnis despeduzndo ya, pt>ro ]
mas de mil quinientas personas que ·al verla se altivo, enéqico i valero o cual ninguno, u u recuerdo ~
........_b_a_b_ia_n-..p_o .... s.;.t..:t·a ... d;:;;;o::;;,;¡¡;¡l;;;:;a .. i•m;;;o;;;;nJ;;;;. e;;;;nw...d~e-1 ,;;;.S;;;;a;;;:h::;;· u;;;:d::::o;;;;l:::' ·~_r .... r o..,._,p.,i'·~e,..;·~:¡d:::;e...;;:;a d;:.:a;;;;n;_;;:ir:;;;;a;::;c;;;i:;;:o:;;:n:;;;, :;:t:...m ... a~-ofre n (~:~ a ~~~~~~: e-~1 ~: i~ ~·-d-~ ~~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ 256 . . EL e ATO 1 e O. • !1 ·
. nu:;;;::;:;:-o~ ;o~:~ ~;.;ud:: ~~~~::,~~r--1 ~ac~.:l.polnc::-;.;~n:~:::~ ' 1
por su de,s.,.racia. . por el tt•Junfo 1 salvac10n de la Poloma. 1
"Polonia ha sucumbido al fin ! Centenares de co- "Socorro, 14 de novjembre de 2864." 1 ·
sacos han devastado sus campos, .arruin~do sus. po- ___ .. _ _ ___ _ ---- 1
blacionPs. asesinado a sus hiJOS i clavado sobre r~m~s !J.? ~I!l/l'fP[l!JJ(!) 't.~\
el estandarte del autócrata ruso, el símbolo mas s•gmficativo
de la mas odiosa tiranía. Millares de polacos
han sido ahorcados, quemados, ,arcabuceados i _ d_espedazados.
Las matronas i las vtqenes d_e esa Nacton
hetóica han muerto, en multitud ternble, baJO los
1
golpes del latigo oprobioso colocado en m?nos de u_nn
1
moldadesca impudente _i cruel: los .niños •. los a.nCJanos
han vereeido tambten. Dos mtllDre~ 1 _med1~ de 1
habitantes han sido deportéldos a :sa _trtstfs•ma 1 o_s-
1 .cura reJion del gloho lla1~1ada la S1be:•a, donde el frto
1
es .terrible, donde se re.sptra una atn:osfer~ de muerte,
~~ donde en medio de llanuras inmensas cub1ertas por la
nieve se levantan algunos castillos,. algunas ciud~des
silenciosas i lúgubres. En esos recm~os, mas tr1stes
quP. rl abismo, óyese únicamente ell'UJdo de pesadas
cadenas que arrastra un pueblo ~ntero: esc:ud~anse
los sollozos del desgraciado, los gntos de la md1gna ·
cion, las maldiciones que lanzan millares de almas
contra sus feroces verdugos.
"Esa nacion lwróiea,víctima de principios que triunfarán
un dia, a drspe<'ho de los déspotas, mere~e la
admit·nc1on, el respeto i el ausilio de todo~ los p.:11ses~
pero es11eci~lmente de la América republicana: AIIJ
todas las almas se han sobrepuesto a In a?ver~Jdad ;
todas la~ clases se han levantado eootrn la tn· lllJa : el 1
pueblo i los nobles, los clérigos ; los sl'glares, los an·
cianos i los !liños. las matronas i las vírJenes, todos
han torrrado su fusil i han pelt•ado con ~1 valor de, l~s
antiguos e¡;;partanos, con la desPsperacwn del d.ehd
ante un enemigo poderoso. ¡Cuánta grélndeza, cuanta
dignidad, cuí:íntos i cuan grandes sacrili<"ios!
11
"El clero pola<'o se ha elevado t~mbieu a la altura de
·¡ Jos acontecimientos. Los Sacerdotes del Catolicismo
en Polonia han peleado al lado de sus hern1anos de·
1 tendiendo las libertades patrias : han muer.to: han
sido deportados a Sillería, i algunos .que mtlagrosa-mente
se hao salvado de la devastacion jeneral, alzan
hoi en Pa1·is la voz elocuente, ft.erte i enél'jica del
desgraciado i piden el ausilio de todo el uníverso.
"Ellos dicen a todos los católicos, a todos los-hombres
Jeb:erosos :
'• Tt'PS cosas necesitamos: el SO('Orr·o de vuestrns
ofrendas, el apoyo de vuestras oraciones i las esplícitas
manifestaciones. de vuestt·as simpatíos Al opelal' a
vu(!stros nobles corazones, a vuestros sentimieutos de
reli~1on i humanidad, uosott·os os conJuramos a que
oigais ~1 grito supremo de un putblo crucificado. .
" Levantad vuestra voz Pn nuestra defensa: dec1d
al mundo cuan JUsta i sagrada es .nuestra .causa, cuá!
es la estens1on de nuestros sufrimu:mtos, 1 hnsta <.JUe
punto importa a la salud de la Iglesia que Ja Polon!a
mártir sea r~staulee~da en sus derechos, independenCia
e integridad.''
"Así lo haremos, aunque pequeños i ocultos en este
rincon del mundo, ¡ oh nobles mártires de uua cau:
1
sa sagrada! ¡oh '\linistros de Jesucristo vale~osos 1
dignos del gr·an Maestro! ¡oh almas grandes 1 acree-
1 doras a la mas profunda admiraciou! l! ''La Polonia, exhausta, habiendo perdido a lama-
11
yor parte de sus hijos, s~n~rienta como .Tesus en ~t·
Calvario, pelea aun con sm 1gual valor. En presencia
del hewismp de ese pu~blo desgraciado que defiende
1 sus de¡·echos, e~ preciso inclinar la frente con re.spet~
i ·elevar al ci clo nuestras súplicas por su sJI\'acton 1
rejeneracion.
"Los indolentes, los cobardes Gobiernos de Europa
' • han dejado con infamia inaudita que un déspota exe·
e, crable se cebe en el cadáver de un pueblo moribundo.
1
Los republicanos de Am1~rica. ya que no podemos
prestar ausilios materiales a tantos héroes i mártit·es,
hagamos oír siquiera nuestra voz de simpatía i de ad·
miracion par muchos millones de nuestros hermanos
asesinados.
Gobierno Éclesiástico.--Núme'J·o 4 2 .--Roma,
setiembre 20 de f 864.
Señor V2'can'o .fene1·al de ta Diócesis de Santama'J
·ta, Presbítero doctor José Romero.
Con la nota rJC J. o de junio del presente afio,
recibimos la esposiciol que el lllmo. señot Ar·zo ·
hispo i US. dir ;j ieren a los Católicos, en In cual se
contienen la uilijencia i fól·mnla bajo la cual prestaron
ante la autoridad rivil en Ca1·tnjena el juramento
exijido por el ) Esta fórmula es clara i p1·eci a en sus ,,,
té1·mino~. por· lo cual salva perfectamente los de- ,
rechos i la libertad de la Igle:;ia, i por· ro misrno i
no puede quedar ninguna duda de que el jm·amento
p1•estado era estos té1·miiws es lícito, particularmente
dcspurs de habet• manifestado esplícitamente
Su Santidad en la p1·esente cuestion al
lllmo. seño1· Ar·zobispo en la nota que le dil'ijió
con fe(•ha 2.5 de abJ•il, In fórmula con la cual
puede p1·estat·se el jur·amcnto de obedieM•ia a la
autoridad ci\·il, la cual está entera mente de acue¡·do
con la de que han hecho uso tanto el lllmo.
sefw1· A1·zobispo como US.
La digna conducta que US. ha observado hasta
nquí, me gamntiza, que esta•·á p1·onto a dar· la voz
de alerta i sujetarse nuevamente a toda clase de
sufrimientos, ántes que convenir· en ninguna exi- .
1
jencia indebida de par·te de la autol'idad civil, que
intente viola¡• la lihe1·tad i dere{·ho;; de la Jg\esia,
impidiendo el eje1·cicio de su sagrada autoridad. '
Si por• una p:ll'te siento los ultl'cuciones por la justicia.
Aprovecho la ocasion para suscJ·ibiJ·me de US.
con sentimientos de la mas alta considerftcion su
afectísimo stwvidoJ•.
VtcENTE, Obispo de l11axi7nópolis, Vicm·io
Apostólico de Santamarta.
B 1 OGR AFIA.
Como un monumento de gratitud, de gloria naciona
l. i de honor para el Catolicismo en jeoet·al i para '
la iglesia ~ranadioa en particular, se tr·ata de publicar
la biogrotía del ínclito mártir i confesor de la fé EL
ILUSTLHSll\10 SE~OR DOCTOII. Lms NIÑO, seguida de
todas sus luminosas cartas Pastorales i demns documentos
relativos a la vida del santo Obispo. Ln obra
en edicion esmerada i constante de mas de 100 pújinas,
irá acompañada deiJ·et;ato de la ilu re vlctima. Para
hacer frente a los gastos se reciben suscriciones en las
ajencias de "El Co nse rvador" i de " La Caridad"
al bajo precio de un fuerte que se. consignara al re·
cibir el libro, bastnn(l o por ahora el aviso ; para los 1
no suscritores el precio se1· ú de dos pesos de a 8 décimos.
Los que quieran que se les remita empastado C?
en media pasta lo avisamn i en tal caso se aumentara
el ;·alor de aquella operacion. Se suplica a los señores
Ajentes de los periódicos enunciados se girvan dar
oportuno aviso de los suscritores a la obra para ~levarla
a efecto.
"Reunamos tambieo nuestros pequei1os recursos,
enviémosJos al rep.resentante CU · P~ris del gobierno lliPRENTA CONSTITUCIONAL, POR NlCOLAS PON TON ¡ •
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 80
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El Católico - N. 84
Ol:..liC
\
¿p¿;nm,¿r®LIDD:CD® rwmB'i[f,l¿J'"~r "--'ª®JD
1 - AflO n. Bo.sota, 10 de enero d~ 1S65, NUMERO 84 ' TRIM. !II.
LA CUESTJON DE LOS MILAGROS.
' Señor Colabot·ador de« El TieJhpo.»
Aunque npénns hnbrú ~·i45~0 U. el n~met'? 83 dr
"'El Católico," i de co.ns•gmentc estarn aprnas escribiendo
pam contestarnos, vamos adelantando
' nuestro tral.wjo sobre la cuestinn que U. ha propu('
Sto,pOJ·que ha escl'ito U. ya mucho, i puede ~e·
· círsele tambien mucho sobre lo que ya ha esCI'Jto.
U. que. asienta t>l prinripio de la Omni~(ltencia
de Dios, le quiere quitar ahsolutameute la hbert<\~.
Dios creó todo Jo que existe, por un acto cspontaneo
de su voluntnd, P~"I'O d!"spues de c1·enr, conse1·,
\'Ó su so!Jr1·anía. Esa sobera11ía absoluta, se muestra
a veces po1· golpes de Estado dados a 11\ Cl'et\,
rion, como dice el Padre Félix; esos golpes de
Estado \o sorprenden a U, i con razon porque PI'P.cisélmente
para e, 1Sa1· sorpresa, para mostrar su
pode¡· infinito, es que los dú Dios.
U. quiere disputm· a Dios el. derr.eho con qu~
hace los milngt·os, le alega la cxtstenem de la l<'t
natu1·al que ÉL mismo erró, i asienta que no puede
''iolal'la, i qne ('l milagro <'S una violacio~. ~o,
seño1· Colaboraclo•· ; viola la Jei el qoe esta SUJí'tO
a ella, pero Dios es superio1· a fa naturaleza que
creó i o·obierna libreme nte. Pretrnder 11egar el
milaO't·o
0
porque no se puede esplirn•·, es ma• ·c hat· o .
a la neoacion absolutct porque mm raras cosns pue-de
esptí'car el homb1·e. La erN\cion entera es para
nosotros un misterio: veiTI05 rsas mi riadas de mundos
que están suspendidos sobre nuestras cnbrzas,
snberno~ que el globo que IYibita.mos rueda en medio
de los espacios, vemos la mar inmensa enceJ'I'adn
ent1·e sus diques de menuda arena, v e1nos que
el gusano que hoi se a1Tnst1·a sob1·e el polv.o mañana
vuela de lloren flor,encantando la v1sta con
los vivos i variados colores de sus brillantes alas,
i nada rompl'endemos. Pero¿ qué mas? Vivimos,
i no sabemos cómo, no podemos esplicat uuestra
p1·opia existencia. ¡ 1 así pretende el homb•·c llama•
· a Dios a juicio .sobre sus misterios 1 Es mucho
elevarse para cae1· \uE'go c\esde toda la altura de su
or·gullo, revolcarse en elloclo..i levantm·se a\"el·gonzado
de haberse enlodado.
5egun U. mismo, pues, el Evanjelio rs una historh
; i Jo es en efecto, i Ja mas respetable de todas
las historias, la historia santa. Ella está escrita
po1· testigos p1·esenciales e idoneos. La p1·ueba
de su idoneiaad está aquf: si lo que escribieron
no es la \'erdnd, m •eh os bubo que pudieron desmentirlos,
i, sinernbargo. nadie lo hizo; si lo que
escribiPron no E'S la verdad, no podian prometerse
sino la ignominia, porque era jmposible naturalmente
que ellos se persuadieran de que una impostUJ
·n podia ntravesat· Jos siglos hasta nosotros i
variar ia faz del mundo ; si lo puleJ'O se levantnron
del ntaud; los que enterrados de !llgunos
días despedían ya mal olo1·, se alzaron envueltos en
su mOJ'taja, i salieron de lu tumba, obedientes a la
vez que los mandó sali1· fuera.>>
U. dice : s al>· l
surdo puesto que niega la Omnipotencia de Dios.))
1
])ice U: << Así corno Dios pudo hacer las leyes
« naturales, puede tmstomarlas, i por consiguien(<
te harel· miln~ros; pero esto no t'S bastantt>, ~s
ce necesm·io pr·obar que alguna vez ha querido hace
-cerlos i que los ha ·hecho. Aquí está la dice
ficultad.»
A eso contestamos nosotros: El hecho <'Stá ahí;
que no podamos comprenderlo, no es razon para
negarlo, porque eutónces podría negarse todo~ hasta
In luz. La creacion que es el primero i rl mas
port~ntoso de los milagi'Os puesto que no se veri-fit
·ó con relaciona ninguna lei preexistente, s2 podl'ia
negaa·, pero a despecho de esa negacion, los
fenómenos afirmativos vendrian a califieamos de
locos. \
Eso de rechazar la creencia profesRda h:1sta boi 1
po1· todos los cristianos, es demasiado orgulloso, \'
setior. Entre esos cristianos que afi1·man i que han ~ .. ,· J.
afirrnado hasta sellm· con su snngre su afirmacion, ¡
Para el que niegue el testimonio de la historia,
sí; pero para el que no quiera rwg:ll' la e\·ideneia,
nó. Vamos n verlo,
U. exije ce que los comprobantes históricos del
ce tnilagro se l'efie¡·an a testigos p•·~senciales, cuyo
« dicho, si ellos mismos no son los •·elatores ha:ta
«nuestros dias, se hnya recojido por p"rsoiws ido
« neas >> ; i declam << rechaza¡• p1·ucLas de esta cs
« perie :- «los milagt·os son ciel'tos, porque asf lo
«han cre~do siempt·e los católicos.»
hai muchos talentos que puedo calificm· de supe-
1l
riotes al de U, sin que U. ¡m~a ofcnde¡·se. T<'l'tu· 1
liano,. San Agustin, Santo Tomas i muchís!mos ¡~
ot1·os, no han sido homb1·es Yulga•·es. homb•·es 1'
preocupados; la ciencia que ellos poseyP.I'On, lo
hal'ia a U. cl'istiano l'atólico. Pero no son solo :
etlos los que afi1·man el milagro; vea U: Diódoro ¡
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282 EL CATOLICO.
en la historia de Mat·co A urelio t•efiere el de la 1 hombre se revela naturalmente contt·a lo que U()
1
Lejion fulminante, i U. que conoce la histol'ia, no 1 compt·ende; no podía eomprender a Dios en Jesu- ·
podrá dejar de vm· en aquel relato Jo que llama cristo, no tenia disposfcion pm·a admitir la docun
tl'astorno de las leyes uatm·ales. Véamoslo.~ tl'ina cl'istinna tan contmria a la pagana; no podia
Et·a el año de 176 ; el Empemdot• se hallaba con vea· en un hombl'e oscm·o i pol>re, el pode~·oso
su ejé1·cito en el coa·azou de la Alemania. Enga- Libertador'• Reformador de lü humanidad. Foa· es-o; )
ñado pot· los Quados, se metió en un valle p1·o- pal'a convencer a los hombres, se mostró Seiaor
fundo i t•odeado pot· todas paa·tes de altas montañas~ sobea·ano de la natmaleza. Las obras, dice, que
en cuyas cumbres apareciea·on de golpe los Bát·- mi Padt·e me ha dada potestad de hacer, dan
baros. El ejét·cito a·omano no podia ni avanzat· ni testimonio de mí.- Si no dai:i fé a mis palab1·as,
retl'Ocedcr, e iba a sufa·il· una segunda vez la hu- creed a lo rn,énos en mi.<> obras; i como todo es :,·f· •
millacion de las hot·eas caudinas. La desmoraliza- actual pal'a EL, suspende el cutso de uua lei natu-cion
cundía en las filas, las fuerzas físicas faltaban ral, c1·ea, siempre que así conviene a su gloda
a las !ejiones, porque una espantosa sed las ator- i al bien de sus criatm·as, porque no ha abdicado
mentaba hacia cinco dias. En esta estremidad, el su libea·tad infinita.
Comandante de las cohot·tcs pretorianas, se dil·ijió No tt·astoi'Da, como IJ. dice, no viola ninguna 1
a Mát-co Am·elio i le dijo: « Césat·, la lejion lei, porque la accion que ejecuta, estaba prevista 1
melitina que hace pat·te del cuea·po del E'jéa·cito, desde abetei'Do, segun el pobre lenguaje humano.
está compuesta de c1·istianos para los cuales nada Si para Dios hubie1·a tiPmpo, se podl'ia espresar
es imposible.))-<( Haced los pooca· en Oracion, » nuestro pensamiento así~ ''Un fé:ebre maquiuistn
le respondió el Empe1·Ddo1'; i éllos, esos viejos constt·uyó un a·eloj que podia anda•· sin dal'lc cue•·soldados
venidos de Oriente, animados de la fé da durante cierto número de ¡,ños, pel'o para osvictoriosa
del t :cntul'ion del Evanjelio, cayea·on de tentm· sus conocimientos en la matel'ia, el artista
rodillas i a·ogal'On al vea·dadero Dios que glt)l'ifi- disp-uso la máquina de manea•a que en cierto dia i
cara su nombre. Apénas habían conduido su a cierta hora, el reloj se parara pc>l' unos segundos '
oraeion, cuando el ciclo se cubriá de e pesas aubes, pa.·a m·mouiza•· con ta catTera del tiempo, i contiel
1 ayo brilló, el . tnteno se repitió mil veces por el nuara despues andando." Esa suspension que ni
eco de las montai'1as, i una gmuizc.\da honible cayó viola ni tt·astornu la lei, tampoco constituye un
sob1·e los bárbat·os a quienes quemó, e . .;pantó i vacío en elJa,.. i no nos D('gará U. que es mui popuso
en derrota. « De tal suerte, dice el autot· sible.
pagano, que se veía al mismo tiempo i en el mismo Poa· eso iué que Cl'isto dccl:lró categól'icamentc '
lnga•·, el fuego i el agua cayendo del cielo. re- cuando cu1·ó al ciPgo de nacimiento, que " ese l 'frescando a los unos i ardiendo a los otros. El hombre no babia nacido ciego poa· habe1· pecado él
l
fuego no tocaba a los romanos, i el ngua nt·dfa a o pot· hai.Jet· pecado sus padres, sino para que las
. los Búrbai'Os como aceite hi1·biendo. lnundadosr ob•·as de Dios se manifestaran en éJ." (S .• Juan u, ,
1 como estaban, pedinn agua a grito~ i se hacian 3, 4).
¡ hondas hel'idas pa1·a estínguit· con su sangt·e el Vea U, pues, que carece U. de razon cuando dice
! incendio que los consumía. En su desesperacion, que, «la existencia de las leyes natm·ales rijiendo
se arrojaban en medio de los romnnos, en cuyo s
campo el agua em t•ef•·escaote. El Ernpm·adoa· tuvo ccatl'ibutos infinitos de Dios, en tales términos que
piedad de ellos_, i en memol'ia de este hecho, el (le comprenderlo, no necesitamos que hala
sétima vez, i el Príncipe quiso que la lejion ) r•·ee1·ia U. ¡
tualmentr presente ante tL, i c¡uc de consiguiente Ahora, fíj<'se U. en lo que era el mundo al tiemno
cotTije lo tJUe ha hecho, no lo t•·astot·na. no po eu que el Cl'istianismo apat·eció, en Jo que eran
hace mas que obt•ar conforme a su sabiduría infi- los que lo prrdicm·on, i en su establecimiento sonita
· los mila~ 1·cs . son la manifestacion de su o m- bre la ti en a, i ven\ otro milagro que prueba la
nipotencia. o . divinidad del Cristianismo. ¡,Le parece a U. mé-
Como es infinito, está en todas p~t'tes como ha nos sorprendente que la resurreccion de uu
estado i estará· cuando U piensa, EL lee su pen- mut-rto?
samiento ; cuat~do U. habla, ÉL oye su voz; pot' Pero dice U. que. el paganismo rayó pot·qne la
eso es q e el espíritu se nutre hoi como se ha nu- humanidad encontró mas filosófica la doctrina
trido siempre " bostezando ?t·aciones,:' segun la de Cl'isto, porque el mundo ma•:cha .siem¡~rc en
espt·esion de U. I esta iofir.tdad de Dtos que el pm~r~so. Pues en verdad que la lustorw esta ~on •
espfritu concibe pero que no puede co~prender tradtctendo a U. Lo mas natural es que el ngor
1 bien es la causa del milagt·o. Estando EL como hnga retmcede•· espantada a la humanidad del ca-está
'actualmente en todas pat·tes, viendo como mino que qnerin seguit·, i el rigor se empleó con los
' está viendo toi!o, oyendo i palpando todo de una cristianos a quif'nes se haría mol'ir de un modo
manera sobet·ana, hace ostentacion de su orpni- honible pot· Ct'ntennres. ¿Dónde estaba la buena
4 potencia, no porque necesite hacel'la para ~a ni- disJ?osi.ciou del ~1undo en favor ~el CristhH}ism~?
festarse, puesto qnc todo, hasta U. qu~ lo megfl, ¿ D1ez 1 ocho ~tllon~~ de .!lllio. Si no fué
, cierto, muc·hos debiet·on negru·lo, i nadie lo negó.
Luego su<·edió una de ·dos cosas: o todos fueron
embancados como unos nét~ios, o todos conviniet
·on en afit·mat· una mentim ; pe1·o ent1·e ese numemso
grupo de .personas debia haberlas mas o
ménos mnliciosas, p01·quE> siempre ha sido igual la
espeC'ie humana, i se habl'inn reido como se ¡·ie U,
luego si todos furron r11gañndos hubo un milagro,
1 el que l)l'esentaria U. i los que como U. piensan,
~ ¡ dejándose embnttCDI' po1· un charlatan. i condu('ir
' a tfna creencia contral'ia a la que hoi tienen. Si
1 todos conviniel'On en menti•·, esa mentim nl'egu¡
·ada po1· todos, es oti'O milagro, que C@ntracUce
abiertamente una lei natural de la humanidad.
Ya vé U. pues, que ha habido milagl'os.
Pero U, dice que el mil> l aquí Yiene
bien, siguiendo el const>jo que U. mismo nos ha
dado, copial'le un pal'l'afito de Bálmes, en su
Cl'itel'io.
Oigalo U. " La imp(l&ibilidad físlca o natural,
consiste en que un hecho esté fuera de las leyes
de la natuai'IPza. Es naturalmente imposible que
1 lejion fulminante. Luego los milagt·os pueden pt·obal
·se. ¿ I por qué no, si ellos caen como cualquiem
otro hecho, bajo d dominio de los sentidos?
Respedo de los milngt·os falsos, vamos a contesta!'
a U. copiaudo testualmente en esa pa1te Jo
que dice el St'ños· Augusto Nicolas, i así poudremos 1
punto pot· h o i a la polt'roica :
"De que 1aya habido rn:Jagros falsos, muchos milagros
falsos, es poeo filosófico i hasta irracional deduc.ir
una eonsecueucia de ium·edulidad absoluta en los milagros.
'' ¿ Qué verdad hai en el mundo {jue DO haya sufrido
falsificaciones? ¿Cuál podría subsistir si este fuera
motivo bastante para desecharla?
''Mas aun: Do siendo el error, como dice Bossuet,
mas que la ve1'dad de que se abusa, debemos ver en
los nulagrosfalsos, rnilag1·oscontralleclws, Jo mismo
que en la moueda falsa vemos la verdadera, fraudu·
lentamentf' imitada. ¿Por qué hai quien haga moneda
falsa? porque espera haeerla. pasar por buena. 1 ¿por
q_ué espera i log~a a veces hacerla pasat· por buena,
smo por·que la ha1 en efecto. buena, que predispone a
recibir la que se le parece. ? As1 es como lo falso solo
existe, pon¡ue lo verdadero le da interes i credito.
Examinad todas las falsedades que aparecieron en el
mundo, i vereis que todas debiet'on su orljen ¡, su crédito
a alguna verdad primera, )
) l . nivel, que un cuerpe sumerjido en un fluido de Coíno co aborado1· de su importante periódico,
: \ menor gravedad no se hundn, qtle los ast1·os se me att·eví a dn no l juegos del Coliseo.¿ Puede rechaza¡·s~ ~e testimo- es un s·obo, un salt~nmiento, puesto qye no hni ni
1
nio? No, racional i lójicamente hnblás~(}, no pue- ha habido tales manos ·muertas, ni tales bienes
1 de rechaza1·se i mucho ménos exif1iendo, como amo1·tizados hace largo tiempo en nuestra tiel'l'a.,
existe hoi en Roma la columna Ai1tonina, don- Si UU. los escritores católicos, se emedau ahora
de está •·eprescntado en relieve eJ.. p1·odijio de la en etemas polémicas sobre milagros, o sobre cual.
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EL CATOLICO.
quiel'a ota·o asunto inoportuno, si t1·agan el anzue- ' tener hasta el dia la publicacion semanal ; i cumlito
que les han ehado los pescado1·es,estos habrán pliendo con galanura i brillantemente la mision que
logmdo su objeto poa· ahora, que es distmerlos a babia tomado a sn cargo. Mision sublime i grande
UU. de esas gt·aves cuestiones, i de las que deben como grande i sublime es el objeto que en ella U.
sm-jit• del estado actual de cosas,i distrae!' tambien se proponía, i mision que, no dudamos, haya pt·o- '
n los lectores con provecho de In impiedad. ducido los mejores efectos, conduciendo intclijen-
Los milagros se ven i se palpan, i lo que se vé cías estrnviadas, al camino de la vet·dad i de la luz.
1 i se palpa no necesita pi'Ueba ni demosta·ncion. Pero Ha prestado, pues, U. con la fundacion i redac-eso::;
señores no admitirán jamas los testimonios cion de « El Católico» un positivo servicio a 1a
que se les dén, aunque con ellos se llenen diez vo- Iglesia, i de consiguiente a nosot1·os que, romo ,
lumenes; i como no hai peo•· sordo que el que no católicos, debemos considerat· como tal la defensa
quiet·e oh·, ni peoa· ciego que el que no quiere ver, de nuestra Madre ultrajada, insult«da i escarnees
inútil gasta1· el tiempo, la pnciencin. los tipos i cida por los que han quel'ido llamat·se tolea·antes
el dinea·o, o como se dice, gas tíll' la pólvora en en materié\s relijiosas, aunque no toleran ni siquiegallinazos.
Empleo UU. la suya en pavos, faisa- ra que lloa·emos en las aras del Dios vea·da> opóngase alguna de es- ¿Acaso g•·andes utilidades pecuuial'ias '? Bien sa- 1
tas ·otras : a los a·obos son justos?« La revolucion brmos qne ha salido alcanzado en las cuentas con
ha sido útil o funesta al país'?>> ¿ «Qué se han he- el Editor. ¿Acaso la p;lorb literal'ia? Oh 1 No!
cho los millones que pl'odujeron las manos rnuer- Adcmas de que esto Yale tan poco en nuestro país,
tas? » << ¿Qué-gan1utías de ó1 den i de pnz dán los esa ya la tenia U. conquistada de antt>mano. Pero
principios ni los hombres de la época? 1> ¿mro del tcl'l'or: el espt>J'aba diócesis, 1 Esa sel'ri una histol'ia i él la escribirá. Me limitaré,
tanto ménos sus palabras cons oladoras, edificantes pues, a tocat· los hechos principales.
i llenas de uncion i de fé; los sostenedol'es i de- «El Univet·so » ha sido en la r•·ensa pal'isiense
fensores del Catolicismo apénas podiamos publicn•·, el órgano mas escuchado, el mas influyente i, para
como a eseondidns, cortos folletos i hojas sueltas decit verdad, el único órgano del partido Catóen
defensa de nuestra Relijion i de la Iglesia, espe- lico. Se le han puesto al lado periódicos relijiosos ;
!'ando, cuando ménos algunos días de pris.itm o de se le han opuesto periódicos de p:utido, pero solo
1 estrnñamiento : en tal estado se hacia notar la fa 1- él se ha mc\11tenido siempre lejano de las facciones
ta de una pnblicacion periódica que rccojiet•a i uie- i de las j4otas de toda especie; soJo, ha podido
t•a a luz semanalmente las qnrjas de los católicos, decir siempre con toda venlad : «Yo no pertenez·
lanzadas al pié del altar doméstico, pues los tem- co sino a la Iglesia i a la Patria. »
plos pe•·maneciall cermclos ; i fué entónces cuando ¿ Qné quel'in el paa·tido Católico?
apercibiéndose U. de aquella falta, fondó «El Ca- > con 1,200 suscl'itores;
se le han presentado, desde In falta de recu•·sos poros amigos en el mundo rcUjioso, niHguno eu
pecunial'ios, no solo para empeznr, sino pam sos- el mundo político. Hé aquí los elementos.
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EL CATOLICO. 285
~Aun en la polítiea, se observó una conduct~
jeneralmente bien circunspecta: la ausencia de
toda hostilidad sistemática contra el Pode1·. Se
admitió la evolucion de 1830 con su Carta, su Rey,
su dinastía, i nos limitamos a trata¡· de sacar partido
en f'avot· de la libertad de la Iglesia. La resolucion
era formal, de no inclinarnos ni a derecha
1 ni a izquierda.
« Acuerdo perfecto en las cuestiones t·eliJiosas :
amor sin reserva a la Iglesia; profcsion, sin mistel'io,
de l) ( 1 )
Este progama hizo estullar en el acto numrt·osas
reclamacioJ1es, i encont•·ó vivas hostilidades.
Miéntras que el Podet· se inquietaba con un movimiento
que debia suscitarle embat·azos, la p1·eusa
lejitimista denunciaba una tentativa de engancbamiento
en fa'\lor del réjimen de julio. Las hablillas
hacian circulnr la especje de que «El U ni verso n
que prometia muí poco a sus Redactores i les daba
ménos aún, em costeado pot· Madama Adelnida,
hermana de Luis Felipe. Los revolucionarios i
universital'ios, aunque felipistas, respondían a los
Redactores del periódico Católico que pedía libertad.
1.( Vosotros sois Jesuitas, i se os debe espulsar.
»
A tmves de estas hostilidades, el periódico crecin.
Su fusion con la ia a la vez los mas sólidos apoyos i los
guías mas seguros.
Fuet·a del periódico .. se publicat'on folletos pnra
activat· la pmpaganda . .M. Luis Veuillct tomó
pat·te en esta lucha con su escrito intitulado
« Carta a M. Villemain, l\Iinistt·o de Instmecion
pública. >) El éxito de este escrito contrilmyó
mueho a estendct· la circulacion de «El Uni\'erso.>)
El Gobiemo inquieto, o mas bien irritado de Jos
esfuerzos de Jos católicos, cedió a las premiosas
instancias de la Universidad que en todos sus diarios
lo conjuraba a recurrir a los medios rigorosos.
Viendo que era poco anastl'at· a los Obispos ante
el Consejo dr Estado i obttne¡· de ellos declaraciones
que calificab~m la defensn de abuso, se trntó
de iutimidat• a los escl'itores, i sobretodo a los
· \ ec\esi<\sticos que hacian la guerra al monopolio.
Se aprehendió desde luego n\ seilo1· Abate CombaJot,
auto•· de una elocuente JUemoria a lo,s Obispos,
i bien digno de set• el prime¡· atacado. El fué condenado
a pl'ision i a una multa. Siguiendo el ~so
de las causas políticas, los Redactores de <(El Uni-l
verso» i el Comité (.'atólico, pt:epararon una histo_
ria detallada de este proceso, encargándose lVI.
. Veuillot de aüadirle una intl'Oduccion,que escl'ibió
· de manera que no pudiera prohibirse la publica-
. cion del folleto de que el partido cat,ólico contnba
hacet· un medio de propagandn. , El manuscdto
fué sometido a la revision de un M> dirijiéudose a los Jurados:
i'e de lA Iglesin se ~
pusil'se resueltamente a In cabPzn del partido libe-~
ral. La clivision se introdujo hasta en la redaccion 1
largo tiempo tan comparta del ~~ Univet·so : >) los
Jesuilns <..le H.omn, que no tomaban parte en las
manifestaciones clérico-libcrcdes, enm en Francia
censurados por unos i aprobados po1· otros. M. 1
Luis Veuillot, decia coll este motivo en una carta ~,
dirijida a M. Coux, el 18 de 11ovir,nbre de 1847 :
" Encuentro bien, i aun deseo .que los Jesuitas
no salgan de su casa 1 perdería tal vez algo de
mi simpatía por ellos si hiciesen pl'oclamas de Ja
especie de la de los fl'anciscanos de Perusa,en que
me parece descubrir algo al Sacerdote constitu- 1
cional. Yo no veo en la historia ele la revo!ucion
ninguno de esos habladores de libertad q.ue se
haya euconta·ado Sacet·dote fiel en el dia del mm·til'io.
Si po1· una desgracia cuya posibilidad se olvida
demasiado, P-ío .IX fuese destronado" estoi
segUJ'O que pe1·mnnecel'ian al lado del Papa mas
Jesuitas que de esosjTati p1·oclamadores.
" En lo que concierne a los Jcsuita8, mas vnle
s~uit· al Papa nsieudonos a su sotana, que pretende~
· sacarle fuera de ella. El Papa es ba~tante sá·
bio para nu quedarse drma ·indo a tras ui ir demasiado
léjos : la segul'idad está a su sombra.''
Las disensiones se agravaron, i M1·. Luis Veui..
llot, viendo que se entraba f(\ªJ5 i mas en Ja vfa
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_ - .. ,_-. _'! - ~ ...... - -~~·-· - - ~- rrl
286 EL CATO L 1 C O.
~;~:::::~:~~::,~:;; d;::~;.::::: t:;g:;.: -:~,:~=nu~e t
dt-bia dt>jar él solo. A~uardaba para paa·tir el fin 1 ('Ste hecho puede concluil·se que el 1\e> uno dP cu .. ' os fundadores fué M. de Coux. Ma·. de Montalembea·t, i el golpe de K tado no
M. Luis Veuillot se quedó con ((El Univea·so,,> i M. ejerció una acrion inmediata sobre el partido cade
l\1flutalemb('rt vnh ió a ser uno de los amigos del tófico. Mr. Veuillot, despues de Mt·. de Montnperibdit'o;
hé at¡-Uí sobre este punto algunas líneas lembret, se adhh·ió a él, porqne asi l1ebia hacerlo
de Mr. Veoillnt: como consecuencia lójica de la linea de ronducta
" l\1. de Montnlembert nos pennitit·á a·ecordar que habia seguido en su periódico. Así fué qoe eu
una (•it·cunstanda que le honra : en el momento todas las discusiones que precedieron i anunciaron
de la revolution estaba de malas con "El U ni ver- el frn de la República, e' El Universo" se mostró
1
so. " El 24 de f{> u·ero poa· la tarde, en númet·o de favot·able al Presidente, pei'O sin manifestat· tarotres
o cuatro,delibel•·nbamos sobre el lenguaje que poco un celo estremado. Sus reservas dejaban
1
·¡ debíamos usat·,cuando vimos,~on mas alegda que compt·endeJ' que no podia olvidat· cierta carta rela-
SOl'pl·esa, lle~a~· a M, .• de Montalembef.t. Fué el ti va a la cuestion romana, contt·a la que ningun
único C; ; pitan que upaa·eció es~ ta1·de eu nuestro otro periódico había hal>Jado tan fuertemente.
pobre i pequel'lo cuerpo de gnardia. Antes de ha- Aunque mostt·aba ioclina1·se al lado p1·rsidencial,
bet· dieho una pnlabl'a sobre la situacion, estaba- no llegó a pi'Onunciarse ni por el impe1·io ni por la
mos de aClH'.l'do ; pt·esente i consultando él, es- Presidencia vitalicia ; se limitó a opinar en favor
cribimos el wrto programa de la línea de conduc· de la pa·olongacion de Jos podel·es que ·tc·nia Luis
taque debinmos seguil·. Este programa e1·a since· Napoleun, i no hizo el papel de vencedor al dra
ro ; se le encontró sin temeridad i sin bajeza. siguiente de la victoria. El 8 de diciembre de
Bien p1·onto despues, leyendo las instrucriones de 185 t escl'ibia : "NosotJ·os no somos ven<'edores
nuestros Obispos, tuvimos el consuelo de ver que " ni vencidos, ni descontentos. Nada tenemos que
no habíamos sido mal inspirados." " decit· cuando nada de Jo que nmamos se ha ata-
IV. "cado ni amenazado. Somos simples esoectado-
Bnjo la Hepública, " El Univet·so" estuvo en- ~'res de los acontecimientos, i ,-emos en ellos
clavado en el partido de la resistencia, pei'O sin " grandes i consoladol·as lecciones.' '
pertenecede ; pot· el contrario, no cesó de mos- No quea·iendo depende1· el esct·itot· ni de la opo-tt
·a¡• a este pnrtid ,l que si tenia mejores instintos sicioú ni del poder, se colocó en una por: iciou que \
que sus adversarios, necesitaba mui poco para lo alejaba igualmente de la oposicion i de los em~ ·
te[\et• tan malas doctrinas como ellos. Duran- pleos i aun de las candidaturas. Asi pudo juzga¡· · l
te el tiempo de esas luchas tan vivas, reinó pe1·- los incidentes que se presentaron, sin que lo cega- 1
fecta armonía en el fondo de las cosas, tmtre ra el espí1·itu de partido, sin censurados ni eloel
pedódico i M1·. de MQntalembert. " Antes jiarlos, i sobre todtl, sin comprometer jamas el
del 1 o de diciembi·e, Luis Napoleon, candida- pot•venir. Segun una patabra de Mr. de Montato
pnt·a la P1·esidencia de la l\epública, ofa. bien lemtJe¡·t, hablaba como testigo i no como gm·ante,
a t<,)dos los hombres que poseían una voz i una aceptRud-o lo que la Iglesia areptaba, i contestando
pluma. PI'Opúsose al Redacto-r en Jefe del U ni- , a ciet·tas mls~bles insinuaciones: e< Como depen·
verso una entrevista con este personaje que podía . de de nosott·os dar armas a la caiumuia. estamos
ya influit· té nto. El periodista respondió que M1·. ta·anquilos. ~ El estracto siguiente de un artículo
de Montalembert era el jefe del pat·tido cntólico, i publicado el t4 de marzo de 1852, basta para inque
poa· medio de él se podia sabe1· todo lo que di ca•· su actitud :
pensaban, todo lo que qnE>riao i aun lo que desea- « Que el Príncrpc se acuerde de la confianza
ban sus amigos, i que él tenia mas t-ítulos i mas ce qoe el país ha depositado en él ; no el pais que
capacidad que ningun ota·o para hablar en nomba·e e< está celoso i que discute su podea·, sino el que pide
tal partido.', (2) « de al po·det· justicia, fuet·za i paz. El Pl'íocipe
La eleccion del Pdncipe Luis Napoleon cambió ce pu-ede mucho pam el mal como para el bien;
l}ien pi'Onto la situacion. M•·· de FallotlX encar- « pero Dios no sostiene largo tiempo lo que no es
gado del Ministet·io de la instt·uccron pública, sacuet·dos, aumentó las disidencias, 1 pot· cualquier artículo que pareciet·a desagradable;
agrabó ciertas hostilidades de que resultaron polé- pero sinembargo, como estaban resueltos a desa-
,l micas ardientes. fiado todo para publicat· lo que les llegara del
i ( Aq_uí el autot• de la biogt·afía entl•a en porme- Soberano Pontífice, publicaron, apesar de la ame.
1 nores sohre las disputas que ocas!onó una tésis en naza foi·mal de supresiou, el discurso en que el
J que se pt·oponia que a la juventud cristiana, no se Santo Padt·e calificaba el escl'ito titulado "El Papa
1 Ja educat·a sino confOJ·me a las ideas de tos clási- .¡el Congreso,'' como "un monumento insigne de
cos ct·istianos. Esta disputa llegó a tal grado de . hipocresía, i un innoble tejido de~ontradicciones."
acl'imonía, que Monserwt· Dupanloup prohibió en En el momento en que se acababa de resolvet· su
su Diócesis la lectum de El Universo, en cuyo inset·cion, entl·ó al despacho de la l'edaccion uno
pel'iódico se sostenía que no debía limitarse a eso de los colab0radores, i notondo en las fisonomí&ts
la enseñanza. El Redactor agua1·dó el fallo de Ro- algo que indi<·aba una situacion gt·ave, preguntó :
maque le fué favomble. ¿Qué sucedt>? Que estamos mul'iendo, se le t•esDt>
spues el Abate Gnduel, lo atacó en un folleto, ponclió.-El 11 de enero de 1860 se publicó el dis-
¡ acusáutlolo de habet• so~tenido difet·entes herejías. curso del Papa, i el 28 del mismo mes reribió M.
M. VeuilJot contestó i se fué para Roma, no a bus- Veuillot la Encíclica Nullis certe condenando los
cat• la solul!ion de esta cuestion,sino a oJ"ar pot· una últimos atentados cometidos contm la Silla santa.
p.et·sona quel'ida a quien babia pet·dido. Miéntras Envió! a a sus colabol'adores diciéndoles: r, Hé
tanto, el Abate ocUI'J'Í{) a Monseñor Sibom·, Arzo- aquí la muerte. El pel'iótlico será suprimido mabispo
de Pal'is, que condenó tambien el pe1·iódieo. ñnna."-La Encíclica se t1·adujo, no obstante, inA
esta condenacion se adhil'ie1·on ott·os cinco Obis- mediatamente, teniendo pot· una fdicidwl pe1·ecea·
pos; i M. Veuillol apeló nl Papa, que en 21 de en tan bella ocasiou. No h (tbia sino un temo1·, ¡
ma1·zo de 1853, espiclió la Encíclica Inter multi- em que el periódico fuese co!lfiscado en la imprenplices,
1·ecomendando a la benevolencia i protec- ta, i que !~ palabra poutifirfa no reeibiese publi-
, cion de los Obispos, los escl'itores laicos i los pel'ió- cidnd. Pero el 29 por la tiw ;}ana la Encíclica apadicos
•·elijiosos. Monsef'wt· Sibom· derogó entónces rccíó. El mismo dia fué sup1·imido El Universo
la prohibicion con que había herido a El Universo. por un decreto imperial. Er uial'io sueumbió, pe1·o
f
:l· Pe1·o la gueJ'I'a no cesó poa· esto. En 1856, ~e la Encíelica se publicó; los otros diados no tenían
, p~blicó un folleto anónimo que se atl'ibuyó a mu- prohibicion de rept·otlucirln, i desde eutónces, nincnos
escríto1·es i que se 1·epartió con pa·ofusiou. En gun obstáculo se ha puL:h o a la publicacion de
él se trató de pt·obm·, tomando varios trozos aisla- estos docurnf'ntos.
dos en la coleccion del periódico i adulterándolos, l\1:. Luis Vt>uillot i sus c ompnf¡eros, no podían
que El Universo, i sol:>re todo su Redactor en Jefe, des<>m· un fln mas noble, m:\ s glorioso para la obra
' habwn sostenido las doctrinas mas •·evoluciona- que habían amado tanto.
ría : , i cometfdo una multitud de iniquidades cuya Hé aquí nlgurms lineas de una carta redactada
soliuaddad deshonrada a la Iglesia. Esta publica- por f. Veuillot, i dirijida al dia siguie~:tc portociou
fué apoyada i ensnlsada, no solo pot• Jos pa- da la t'eclaeci'm al So1wrano Pot tífi(·(~ :
peles que atacaban la fé católica, sino aun poa· los u Una l~ndt'licn de Pi u IX lnhia dndq la vicla ¡·
t ,· que la de 'endian,i los Obispos tuvieron que censu- al Universo, i otra Encíclil'a dP Pi o rx le ha qui-t!
ml'la. La t·edaccion entabló un proceso que tuvo tado la Vida. Dios i Pío TX. ;eau lwnditos. Nue~-que
se1· abandonado pot· un sucesc imprevisto, i tra obm era vuestra obra, Santísimo Pmlrc, i nues-el
auto1· del anóuimo se comp1·ometió a no refmpd- tros \'Otos i nuest1·os tr;d;o jos cotltínúan siendo
mirlo. vuestros como nosotros.''
Como M. Veuillot habia conticuado su política El Sant•) Pad.1e se digno felirital' n los lledc·tcto-de
pt'escinjencia absoluta de los partidos, i muchos res de El Universo poi' hah ,. ernpt·e.~.lido ' ' hacia
de sus autiguos ellmpniie;·os de t·edaccion habian tanto tiempo, i de todo c01·azo n, sostr•t¡er i defenformado
en las tilas opo ' icionistas, resentidos por- der la mui belln i noble c·n usa de la Iglesia i de In
que no los seguía, lo acusamn de mui complaciente S:-~nta Sede." Alabó mui p: t'ticulaJ'nHmte el mdot•
, con e~ poder, i pt·ocul'ar_on así la sup1·esion del "eon que se habían esf'o.rz a do, sin. tt•mo1· ninguilo, 1
pel'iódico pot· un decreto impel'ial. ) -en l'Pfntat· los diados irnpudentes, en dt>f<~ncJe¡· lns
Veuillot cometnó a tenm· pot• inevitable este leyes ele la Iglesia, i en c·ombatir pot· la soberanía
sarrificio, cuando el protoco\o de 8 de abl'il de civil con que la ProvidP l da ha investido a los
1856, pt·obó que el Piamonte podía cont:w con la Poutífiees I'Ofl11H\OS."
alianza de FJ'a.ncin. E1·a clat·o en efecto que la Cuando Et Uni1:etso fu~ sup:·imi ( o, coutabn
gQerra de Italia alcanzada al Papa; i El Universo trece mil suscritores i este número iba siempre en
e~pt·esó esta convicc1on, aun ántes d~ que la cues- anmentv .
, tion ita}iana fuese publicada oficialmente. A esto Es preciso notar que M. Billauit, Ministro de lo
· : se debió que IR cnmpi•ila no fuet·a mui desastrosa, Intel'iot·, tJo hablnba de la publicaeion de la Eneí
·pet·o ro celo IP ata·ajo una prevencion de que solo clica en el informe en que pedía la supn·sion d 1
' le libró la amnistía que siguió a la paz. No obs- periódico. No toda verdad debe decirsP. f:t califh'ó
tan te, la cuestion continuó, i la p1·eusa sometida al '' Unive1·so" de dañoso a lo: verdaderos inte-
. i apeló a los iLrultos i a las denuneiaciones .eontt·a reses de la Iglesia i a los e: e la paz p •í lJlica, j
1
' El Universo. La redaccion fué de nuevo conmi- di.io tarnbien que era la c~usa de atnqut·s mui tenada
con la supresion, no ya con motivo de los mibles dirijidos contra la Relijion. ¡ Cuilnto cl<->be
negocios de Itnlia, sino poL· causa de un escrito haberse sorprendido el cándido i pkdoso M. Bi-titulado
Europa i Asia, i seis semanas desput!s; llnult, al V(>l' que la supl'esi.on del Univel'.~o, léjos
se le hizo otra conminacion por un proyecto de de hacer cesar esos atnqu{'-s m~ti temibles, 1os ha
carta al Papa, que había pt·opuesto M. Veuillot. hecho mas atrevidos ! A ñadkemos que su tésis
El decreto ministel'ial dcclamba que tal P'.'6yecto ! ya era co~1ocida, .po1·que los catóJi,•os model'ndos
tenia por fin "busrat• J organiza•· una ajitacion ! sinceros, ga.lirnnos,fusionbstas,académicos,i en fin'
en Francia, bajo un pretesto relijioso.·,, 1 toda la prensa irreJijiosa la babia sostenido üntes:
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1 ~88 -- :EL CA T·o L I C O.
r~.,~~~~~~~,.....,_~r . r-..~ ................ -
1 Como el ataque era mas bien a Veuillot, que al 1
f periódico que él redactaba aunqn~ el Ministro
1 hnbia califieado de in.sopo1·table e: titulo de C'ste,
r se permitió al propietario MI', Taconet. comprar
1
otro que se llamaba la Voz de ltt verdad, i que
¡·: contaba cr.¡·ca de 2000 soserito¡·es. DPI pel'ióclico
suprimido i del nuevamente adqnil'ido, se formo
¡1 uno nuevo que se llamó El !J'Jundo i que f•onservo
1 casi todos los RedaC'tOI'<'S del <> i todas
: sus doctrinas. Lo únieo que se exijio por los enl
e> no ha
desarmado a los enemigos de MI'. Veuillot. Los
escritores revolucionarios i oficiosos (que es todo
u no), lo he n perseguido con injmias po1· b prensa
i aun en el teatro donde Dada se rrp1·esenta sin el
pase de la censura, los católicos liberales mas
ilustres i mas nombt·ndos, lo han hostilizado atacé"
indolo, regañándolo i haeiendo mezquinas alusio·
nrs a él en sus panfletos, rn sus discursos i aun en
sus libt·os. El ha solido contestna· cuando se han
atacado sus obras, i ha desdeñado toda respuesta
cuando los atnques hau sido dirijidos a su persona.
Pei'O como no ha habido acusacion que no se le
haya hecho, aun la de ambicion personal, ha dicho
por fin:
«Yo no soi nada, ni pretendo nada,ni tengo nada.
No perténezco a ningun partido, porqu·e no me
hago ilusiones sobre ninguno, ni acaricio ninguna
quimera. No <:'stoi ligado po~· ningun reconocimiento,
por ninguna ftfeccion, sino con la Iglesia,
pm·que ella es mi Madt·e i mi Reina. Es a ella que
Jo debo todo desde que le debo el conocimiento de
la Y<:'rdad ; la amo porque es po1· ella que creo;
ele ella sola espe¡·o todo lo que puedo espet·ar :
hombre, la misel'icordia divina, ciudadano, la salud
de la patl'ia. >)
Concluyo ron estas palabras que cal'acterizan la
obra i el obrero.
No se espe•·a¡·ia de mí, sin duda, que enta·ase
en detalles particular<'s sobre la Yida de Mr. Luis
Venill.ot. Las cosns demasindQ íntimas, segun Eu·
jenio G uérin, debe uno gua¡·dal'las pa1·a sí. Hahlat•
de sus hábitos, seria una pue1·ilidad : yo he divi-
~ dido con él los placeres i )os dolores, ¿ p.ara qué
refcl'il'los a los indiferentes?
11
1 ·EuJENIO V EUILLOT
( 3) Una de las obras mas notables de 1\ll·. Vuillot,
es la que ha publicado últimamente con el título de
1 f7ida de Jesus. Fn ella hace la verdadera historia del
1 Dios. de lo~ cristianos, _i pu~veriza la novela que con ¡ el m¡smo t1tulo ha escr1to l".rnesto Rr.nan. El Santo
Padre dirijió con este motivo al escritor católico la
rat:ta q_ue publicamos en nuestro número 82.-( Nota
de la redaccion.) ·
RETRACTACION.
Ilustr~ simo señor Arzobispo doctor A ntouio U erran.
Socorro, diriemt1·e 20 de 1864.
Nuestro amado i mui respetado Prelado :-He-m
os leido con el respeto i la estimacion que merece.
la carta contt>stacion que se dignó <'scrihirnos con
ferha 1.0 de los cot'l'ientes, en (Jtle nos manifiesta ,
S. S. J. las razotH'S en que se funda para rxijirnos
ret1·actacion pública del jm·amento que pr('stamos
en los términos prevenidos po1· la leí sobre policía
de cultos, i de fas opiniones i doctrinas que hemos
publicado po1· la imprenta.
Vamos a complacet· a U. S. I. diciéndole lo sr.- ¡
guiente: po1· el jut·llmerrto que prestamos en obedecimiento
de la leí de .23 de abril sobre policía f'
de cultos, no quisimos de modo alguno obligamos
a obedecer al pode¡· tt>mporal en asuntos propios
de la jmisdiccion espiritual ; i aunque a\ prestar
sia, pedirnos perdon a la aHtoridad cele- 1 s!ástica por httber prestado nuestro juramento, sin
salvedad alguna en la fÓI'mula con que lo pt·estamos.
Respecto de las publicaciones que hemos hecho
po1' la imprenta, des pues· de babea· prestado aquel
juramento, ya lo dijimos a U. S. l. en otra orasion,
i lo repetimos ~hora: nos rett·actamos de
todo aquello que en tales pu\)lieariones rsté condenado
por la Iglesia docente, como rontrc1rio a la
fé, a las buenas costumbres i a la jurisdircion espiritual
de la Igl('sia; pues crPemos <.·o.n el Apóstol
que la Iglesia católica es "la columnn i firmnmen-to
de la verdad," i que nuestra razon ()(lbf' sorne·
terse a su,. autoridad, sin exámen ni va~ilacion,
siempre que se trnte de asuntos propios del órden
espiritual.
Si esta retractacion fuere suficiente ra1·a llenar
los deseos de U. S. I, pedimos rendidamente In 1 correspondiente absolucion, i prometemo sujetat·- !
nos a cumplir la penitencia espil'itual que se nos.
señaln.
U. S. I. tendt·á lü bondad de dar t\ esta ret1·ac- •
tacion la publicidad necesaria, i ordenarnos totlo
1
.
lo demas que dt'bamos hacet· para llena1· nuestL:o
deber como minjstros católicos. ~
Con sentimientos de respeto, amor i obediencia, ~
nos suscdl>imos de U. S. I. humildes súbditos. ·
Félix Jiron-11/iguel Atuesta ..
SEÑORES SUSCRITORES."
Con el pt·esente número tet·mina el trimestt·e ..
.COI.EJIO DE I .. A CONCEPCION.
Este Establecimiento de alumnas rsternas continuará
sus té.lreas el dia 7 de enero de 1865.
Se enseñarán las materiassiguient~s: relijion, urba ..
nidad, historia sagrada, gramatica castellana, aritmética,
frances, jeografía, escritura, d•bujo, musir,a vocal
e instrumental, costura, bordados, tejidos i demas
obras de aguja, i flores artificiales.
El sistema adoptado para el estudio de los ocho primeros
ramos será el _mismo que emplea en el" Liceo
de la Infancia" mi hermano, el señor Ricardo Carras- l:.j · quilla, quien se enc.:~rgará de dirijir la enseñanza de
ellos.
La Dir('ctora, BELEN CARRASQUI LLA DE ÜBTEOA.
..._ .. _ ... -.......... ~ ............... ......,.._""'"" ............. ..........,...,..
IMPRENTA CONSTITUCIONAL - POR NlCOLU llO~TON,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 84
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El Católico - N. 83
Cm·cciendo ya de fondos para los gastos que
demar'da la pub\icacion de este periódico, suplicamos
a los St'ñores ajentes que nos envíen el valo1·
de las suscl'iciones que hayan podido coloca•·.
1 señot• doctor Chial'i sea el autor de.l artículo a que
el seilot· colubot·ador de " El Tiempo" se refiere
en el que estamos contestaudo.
Cuando el señot• colab.ol·adul' se si•·va dat· res·
puesta a nuestras preguntas, entraremos n por respeto. La 1·azon
no necesita, ántes rc.>(·hoza el insulto que la daña,
i no ·otros vamos a defendet· los fueros de la mzon
catolira.
PtH·n empezar esta polémica, se hace preciso
senta1· algunns bases, po1·que todn verdad tiene su
modo especial de set· probada : una ve1·dad de
heehos, ~e p1·urba po1· la hi~toria, como una verdad
rnatt•máti(•a se prueba con númea·os.
Es pr·e<·iso, pues, que el seiiot· colabo•·ador nos
diga primer·o qué entiende pot· milagl'o, i despues,
si admit11·á pruebas histó1·icns pat·a compi'Obal'lo.
Obteniclas esta respuestas, veremo:s si, apelando
a\ nusilio de los he<•ho i de lns refleccioues que
los confirman, p 1demos conseguü·,ape~at· de nuest¡
·a est•a ' t~ inte rij í'tH.•ia, poner eo cléH'o la existencia
del hecho milagroso.
Desgrnei(Hlnmente tal vez, hemos visto el númem
367 de '' El Tiempo," cuando ya tod<'s
nuestt·os matt'riales para este númet·o de "El Católico"
estnlwn en poder de los cajistas, i pm· eso
nos limitHm~-; a esta lijera répltca ; pei'O el señor
colnbontdur put.'de contat· con qne no esquivamos
la diseu"ion en el terreno de la verdade1·a filosofía,
aunque alo·nn.o de nuestros mas quel'idos i
apre<'i <• ble, n migos nos haya aconsejado otra cosa.
" El Católico" i 11 La Voz del Catolicismo," no
tient•n otras t·rlaeioues que las que resultan de la
idt>ntidad t'n ta causa que ámbos periódicos sostienPn
; pero el sei'w•· Redactor del segundo no ha
put'stH nunca una lett•a siquiera en el primet·o ni
no:-.otros t('JU'mos ninguna injerencia en el segundo.
Decimos esto pa1·a r~chazar la idea de que el
El campo a quP se nos 1\amn es vasto; pt'OCUJ'aremos
recorrerlo. Pero no teniendo en nosott·os mismos
luces suticient<>s, las pediremos a ott·os como
el señoa· colabot·adot· nos In aconseja. Ni él ni nosotros
naeimos aprrndidos,i los que nos hnn precedido,
i los que nos arompañnn en la tl'abajosa pere¡.
rrinacion que llamamos vida, alumbt'ernns
decidirán cuál de los dos marcha po1· una senda
el't·ada.
EL DUELO.
El anhelo del hombre pot· la inmot:talidad, esa '
ansia que no se satisface con ménos que t•on una
vidn eterna, están pi'Obando que en efecto tenrmos
un pl'incipio inmortal entJ·e nosot1·os. No podemos
tent>J' idea de lo que no existe; los objetos abst•·actos,
romo la virtud po1· ejemplv, hilu tenido que
hac-é•·senos conocet· pot· el mismo que nos enseñó a
habla•·· E:o;e Sé1· infinito en su bondad, no quiso
que dt>ját·amos de ronoeerlo, que tlrjára,mos de
amal'lo, i nos reveló el mP.Clio de llega•· a EL pOI' el
amor. El ódio, que es la· causa del duelo, contradie~
a la lei de Dios ; la inmo1·talidad a que el duelista
aspira~ si la olltiene por acaso, es la iumOt'talidad
delcrímf'n.
Drsde la cumbt·e de una montaña dejó oh· el
Todopoderoso su tronante voz: :as criatma" al OÍI'Ia,
cayerou aterradas. La majestad de Dios era ·
irt·esistible pam el homb1·e, i el homb1·e 1~ rogó que
hablara a otro o se hiciet·a eutendet· de otra manet
·a . Dios dió su lei esct·ita sobre piedra pat·a que
fuera pennanente i no pudiet·a set• alterada ; i m1o
de lo'> nrtíl'ulos de esa lei, deciu en earactéres grabados
po1· Dios, ce no matal'áS.» El duelista desprecia
este mandato de Dios.
El primer hombre que se atre\'iÓ a vertet· la
sangre de su het·mano, fué-ma!dt>cido i vivió c1-ran~
te; i hasta hoi el nnmiJre de Caín, ha rnat·chado
unido a un adjetivo tenible. Nio~un homi.H'e tiene
derecho pam atentat· a la vida de otm hombre;
el que romete tal atrntaclo, lleva el sello de Caín.
Dios dió al hombre noriones de todo lo bueno,
i le ot·denó !'el' justo. Lns individualidades fot·man
las Na<.•iones, i estas, tomnta :1 la vida de
otro i espone su propia vida, lleva en su frente no
solo el sello de Caín, sino esta iuscripcion dos veces
deshonrosa : suicida.
El hombre deLe la vidrt a Dios, i tiene que eonsag¡
·arla a objetos grandes, t'1n grandes como es
el don de la vidú. Debe consagt·al'la a Dios, a la
patria, a la familia; debe consagrada a la huma-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~ es su familia. Si su ' ser· nn~~:::,-opta roneie:: .~:: !1
vida es de objetos tan gt·andes ¿con qué derecho ladron, el ott·o co¡•¡·u}:>tor, t'l otro asesino. '
vá a disponer de ella 'l ¿Qué se hizo la justicia 1 Sí, asesino es el que se mancha e Jll la sang1·e de ·
¿Qué es lo que se llama civilizacion? Sabemos que ot1·o hombre a quien mata con premeditacion. I.Ja
somos inmm·talcs, que somos aquí pe1·egrinos, que sangre así vertida mancha para siemp1·e la frente
no se nos han dado estos oreves momentos sino del que la vertió. Eso dice la moJ•al, eso dice la
para que los ~pl'ovechemos buscando el G&mino de Relijion, eso dice el simple buen sentido.
nuestl'a yet•dape1·a i eterna patrJp. (< j\.un en los <> i aunque ella se ha dirijido al Editor 1• Dire el esc1·itor de > que seria bias,
ile ce La Voz del Catolicismo,>> p01·que es a quien femm· de Dios suponet· qu.e no podíamos compren~
de hecho i de der·echo corre. poude ventilar i sos- derlo si no violaba las leyes naturales, si no hacia
temw estas cuestiones, nosotros que vemos pasm· mil11gros. J>
sin contt·adiccion ta!llaüos enores, i et•t·ores que Prescindiendo de la im¡wopied:ld en los tét·mise
tendrán por verdades al verlas andar sin con~ nos en que aquí se reincide i de la frase comprentt
·adiccion, tomamos la pluma para esponer en der a Dios, que es ab~urda, porque fl hombt·e no
cuntt·o palabras las sofistei'Ías de ce El Tiempo» puede- comprendet• a Dios miéntt·as esté en carne,
sohre la cuestion de Jos milagros. diremos que, no es que necesitemos de milagros
Se dice:- u Dios al crear· el universo lo sujetó pnra compt·endf'i' a Dios, o su \'oluntad, que será
a leyes fijas: el milag¡·o supone la víolacion de lo que se ba querido decit· ; es que el hombre caresas
leyes; es deci1·, la vi~lacion de la yoluntad nal, estmviado por las pasiones, s e ha olvidado
de Dios." de Dios i de su lei muchas ' 'eces; i l)ios en su
La cuestion es de palab1·as ; quítese el Yrrbo misericordia ha querido despe1·tarle de su leta1·go
violar, que no conviene al caso, i póngase el verbo con seüales estraordina1·ias para tt·aetlo al camino
suspender, i el argumento desaparece, quedando de la , ·m·dad i del bien. Por eso obró grandes mireducido
n un disparate. Jagros en tiempo de los Patrinrcas : por eso los
NCI conviene lll caso In palnbm violacz"on po,.que obt·ó sob1·~ el pueblo heb•·~o, d{'J ('Ual habia de
violnr es infl'injir, contt·nvenit·, ob1·ar ~onha una salil· la luz verdadet·n qne i'1nmina a todo hombre
lei o costumbre; i en Dios no cabe u a da de esto, que ' 'icne a este mundo ; i en fin, po1· eso los i>l)t'Ó
ni se puede deci1· sin blnsfemnr: ni estableC('I' In Jet perfPcta del Evanjelió ql.\e de-
, Cuando Dios obra un milagt•o no viola la lei de bia elevat· al hombre hasta Dios, i los pueblos hasta
Jn naturaleza, como no ' 'iola la lei civil el lejisln- el mas alto grado de civilizacion. 1 es con esto
' f~ dor humano suspendiendo s ts efectos en cie1·tos que contestamos a quien dic•e:
casos. ¿Convendrá « El Tiempo>) en que, cuando ) no
que enmendar alguna vez. pero que en Dios no necesitan de_ contestarse : clios lo están con lo
puede suponerse ignorancia para que tenga que que acabamos de decir, puesto que no son mas
enmendat· luego su obra. que corolarios de los equívocos refutados.-J. M. G.
Esto no puede decirse, pot·que, por lo mismo ---
CfUé Dios es infinitamente sábfo i poderoso, desde
CJUe dió leyes al unívet·so todo Jo previó, hasta los Tomamos de un tratadito de Urbanidad para
casos en que ha suspendido 0 haya de suspender Señoritas, redrctado por nuestro amigo el señot·
las leyes natm·ales; pot·que para Dios no hai pa- AleJo Posse Mtll'tíuez, la parte que se refiere a Jos
sado ni ft.tnro; todos los tiempos son pt·cseGtes, i deberes morales de ila mujet·.
en su pt·eseucia un dia es como mil años i mil años I.
como un dia, nos dice el PríJ)cipe de lo'i Apóstoles. Debet'es para con Dios.
~sí es qlle_, el milagro no implica falta de preví- 1· Cuando mir() la bóveda azulada
swn en Dos, pot·que él estaba p¡·e,•isto como un Ir- 1 contemplo ese sol esplendoroso
artículo transitorio desde que se dió la leí. O de la bet·mosa luna la plat ada
Se dice, ,·a·amo
1 la suma clemencia,
De un Sé•· Supa·emo, po•· do qniPt' conozco,
Del Sér ete1·no que me c•·~ó a mí misma,
1 su podea· inmenso t·e.conozco
1 su bondad me abisma.
Existe un Dios! Verdad consoladora
Para quien lleno de pesares jime, '
Poa·que mira acabat· hora por hora
El llanto que le oprime.
1 al meditar esa vet·dad, sn pecho
A gozaa· vuelve de feliz repo~o.
Su coa·azon se encuentra satisfecho
1 mdiante de gozo,
Seguro que ese Dios en al~un dia
Daa·á fin a sus penas i d(,SVt>los,
1 que el pesat· que un tiPmpo le opl'imia
No mora allá en lns cielus.
1 si ese Dios existe, i · si es tan bueno,
Si poa· los hom~a·es cuidadoso mira,
1 si lleno de nmoa· nbre su seno
Al justo cuando espia·a;
1 tomando en sus bt·azos aquella alma
Se deja conoce•· cual fino amante,
Conct-!diendo pmpicio dul(·e calma
Al pt>(•ho palpitlnte;
;. No debemos nosota·as, humilladas,
Guarcbt• pat·a ese Dios amot· pa·ofundo,
1 adot·a•·le rendidas, pa·osternadas,
A despecho del mundo?
Así, pues, cada dia i a cada hot·a,
Al rerojt-"rnos en el blando lecho,
1 al ve¡· la luz de la rosada aut•ot·a,
Del pa·ofundo del pecho
Elevemos a Dios cantos fervientes
De amor i ga·atitud, pues bondadoso
La luz de la razon dió a nuestras ft·entes.
1 pm'.s es bondadoso
Pidámosle consuelo en las desgracias7
1 dócil c01·azon, i uua alma pura,
Pa•·a que llenas de su amor i gracias
Gocemos su hermosura.
Pea·o ha de sea· nuestra m·acion ferviente,
Llena de fé, de amoa· i de espea·anza;
Que el que pide contt·ito i t•evet·erite
De Dios to,lo lo alcanza.
Ama•· a Dios es el debet· grandioso
De todos los debet·es la ancha fuente,
1 ese amo•· hace el pecho valet·oso,
Le hace humilde i ferviente,
El que cumpla con él no se estt·emece
A los vaiven de su tl'iste vida,
Verá ~eguro i fuerte cual se mece
La maa· emb,·nvecida,
Mas, a sus ondas •·ápidas, fm·iosas,
No temerá su corazon m·diente
Ni sus mejillas se verán llorosas
Temblando levemente.
1 será respetado por el mundo,
1 haciéndose mns justo i jenea·oso
Jamas la mbia mostrnrá iracundo;
1 será mas piadoso,
1 los hombt·es vtwrin su ft·ente Ol'Oada
Con la COJ'ona de inmoa·tal '·ictoria,
1 gozará de Dios en la morada
Todo su amoa· i gloria! (Continuará).
1
1
1
BIOGRAFiA DE M. LUIS VEUILLOT. \
M. Luis Veuillot nació ,Pn Boynes ( Loiret) el
11 de octubre de 1813. El mismo en su obra de 1
•Roma i Loreto, dá dt>talles sobre sus primeros
años i soba·e la condicion de sus padres, que yo
1
¡
t•esumiré bt·evemente.
" Un dia . dice, F:·ancisro Veuill<,t, tonelero. 1
\'ió cuando atJ·avesaba una aldt>a del Gatinais, en 1
la ventana t·odeada de mada·pselva de una casita j
humilde, una hea·mosa i a·obusta muchacha que ll
~··abajaba cantando ; él empezó a :mdal' mns des- i
pacio i volviendo a cada paso la cnbeza, i no pasó ,
de allí. La muchacha em tan virtuosa ('Omo agmdable,
amaba el tt·abajo; el honm· brillaba en su
ft·ente entre las flores de la salud i de la juventud,
un sentido recto i fi¡·me regulaba sus discursos.
Las fortunas eran iguales, los corazones iban a la
pat· ; el matrimonio se hizo."
Francisco Veuillot se estableció en el pueblo
donde se había casftdo, i lo~ hijos vinieron pronto.
Los tres primet·os fue•·on varones: Luis l"rancis<:o~
Eujenio Ct·istobal i Luis Eujrnio . Todo iba bien ;
la humilde familia habitaba su pt•opia cas> Pe1·o este mismo fué el introductor de su jóven amigo
el obrero ('argado de familia no tiene esos reeua·sos; en la vida cl'istiana i el pl'imer edito•· de sus escries
preeisT> que su hijo pase por el aprendizaje i tos. ¡Cosa estraña 1 volvió al fin a su pa·imea·a
gaste t1·es o cuatro años de su vida en aprende•· senda i eje•·ce la profesion en Aljerfn, con mas taalguu
duro ofit·h> que, con un trabajo continuo, le lento del que babia most•·ado en las ota·as ~osas a
pi'Opc)l'cionan\ apéna~ e\ pan de cada dia. ¡Con que quiso dedica•·se . ••••••
qué ansiedad ao tnmarán los padres la resolucion M. Luis Veuillot tenia entónces diez i siete años.
supl'ema que dehe trae•· tantos inevitables sufrí- Sus relaciones, el jiro comun de las idras,l~. ajitamientos
sobt·e la th~•·na ealJP;ca del niño ! cion en que la revolm:ion de julio hnbia art'ojado
El autua· de llonw i Loreto descl'ihe con amaa·- a lll socirdnd, eran poco a propósito para l'(•tene•·lo
gu1·a Pstas pmn:antes incct'tidumb•·es, i añade : en el estudio aunque había llegado á ser s1·guudo de
(C Me hhbian ofa·ecido veiute f•·am•os p01· mes en su patron. Pe•·o no pt•nsaba en cambim· de cm'l'era
la oílcina ue un pl'ocurado•·, i alli me roloqué. ba porque no tenia una idt>a mui grande de su p1·opia
a pPt'llHliH'ce•· fujos, ~in amigo-;, i po1· dech·lo uno de sus camat·actas que deb!a en lo sucesivo inasí,
sin seüo1· i siu Dios l ¡ Oh destino amargo 1 tluia· mucho sobre su vida? tt·ayéndolo a la senda
Eutonta·é buenos comwnes ; no fal tm·on para mi de la Reli,iion, lo n~l.wiunó con los dial'istas, ofreni
la jruero..,adad ni lét iuduljenria ; pet·o nadie se ciéndole parte en la redncl'ion del (cEco de Ronn,»
oe~pó de mi alma, nadie me hizo brbe1· en la fuen- hoja nue\'ament~ funclada poa· los amigos del Gote
s.•grada del deber. Mi intelijeucia se educa.ba bierno de Julio, a la cabrza de los <.'unles estaba
en J:l..; calles de Pal'i:, las con ve•·sacicmes de algu- M a·. Hébe1·t, mas tarde <.liputado i miuist1·o~ i en·
nos 1óvrnes,en medio de los cuales tenia que \'ivh·, tónces abogado distin~uido.
fnnnaban mi l'Ot·azon : fuem del caso de que algu- « Sin ott·o pa·erl•dt>nt<•, dice M. Veuillot,me hiee
no viniese demasiado tarde o se fuese demasiado (< pel'iodista. Esto pugnaha con mis ideas porque
pa·ontu, no se imajinaban debe•· imponet·se ningun (/. yo habl'ia sido partidario del mo\'imiento, i aun
ree;¡to
a·aclos., 1lero arahaban de sali1· del cole,jio; estaban Despues de veinte nños, tal fra.se ha escitado en
en ·u dt>t'el·hu i, segun la moda del tiempo, ea·an la pa·ensa un gnm núm~->1'o de protestas virtuosas.
lih<>rnles. Los que rne querian mas me llevaban Escl'itertiHl, los e ... tudios l'OmE'nzados tnn bien en Paul temen te un católico liberal i moderado, cola·
de r t>t•l i Lamothe Langon. >> b01·ador· de M•·· Renan, de Madama Sand t de M.
E. personal del escritorio en que enta·ó M. Veui- Michelet, la ha citado insinuando quE> la indifeJiot,
1)1) el'al:ioln:nente libet·a 1 i volteriauo como el renda política del jóven, elE> be hacer duda1· de los
de tnd()s l(ls es<'l'itol'ios en aquella época, sino que pl'itwipios t•elijiosos del hombre madOI'o.
tenjn ndemas un caráctet· particular i mas raro : M. Vt•nillot se hnbia e1Wa1·gado de la gacetilla
Cl\l lit.et·adu, o para hablat· mej01·, era romántico. del « E<•o de Roan, o i fné escribiendo allí ttue
1~1 patrou de e ·te e ·tu dio escepcional, se llama- eomenzó a des¡wedaa· el teata·o contempo:·áneo,
ba f<'ot·tnnato Delavigne, hermano de Casi miro el porque pudo. hncer compamciones {'Oll el antiguo
antrll' de Luis Xl,de las Comediantas, del Paria, •·epet·torio. El nbm·dó bien pronto la política, i su
hui m,¡¡ <.le~deñado i entónces rodeado de gfo¡·ia. bttt>n sentido n•·moa·izando con la pasion que la
El bl'illo de M. de Lnmartine i la reputaeion ya al- lucha le comunicaba, lo convirtió en conservadoa·
bo1·otadora de M. Víctor Hujo, no habían aun fogoso. Los bióg•·afus han divulgado val'ias histoeclipsado
su uomb1·e ventctjosamente conocido, i rías sol~re el oríjen de sus opiniones, f'ea·o en ellas
los pa•·•·oquianos de mftese Fo•·tunato, eran ad · no hai~cptó sino dos, uno que Je
Babia ademas ota·a fuente de -disipacion. Entt·e p:·omO\'Ít'l'on po•· cuestiones lite&·arias, i ota·o poa·
sus clientes contaba la pt·ocua·adurí~ ciea·to núme- cue:-.tiones políticas. ·No babia tomado en su vida
ro de jentes de letras i vodevillistas, como Scl'ibe una :wma, i er. el primea· combate no supo ni a•·que
pleiteaba mucho, Bayard, Jem1an Delavinge, mar la pistola ; la bala del advea·saa·io le at1·avesó
hermano del patl·on, i ota·os. Cuando se reun"ian, el snmbt·ero. En la s<>gunda vez, le atmvesó el
se cenaba la oficina i se daba de mano a los ne- ver;;tido. Es todo lo que a este a·especto tengo <.JUG
gocios. Si este réjimen ha foa·mado muchos pa·o- . decir. El lecto•· no debe ignoa·ar que yo pienso del
curadores espet·tos en las cosas de palacio, lo ig- ¡ duelo lo que M. Veuillot piensa desde que es vernoro
i aun lo dudo ; pero en cambio, muchos de dadet·o cl'istiano.-Diez años despuPs, hHllándose
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
218 . E 1> e A T O L 1 e O • ~~
co1¡1 SU$ hru•manc¡s i uno .de· s'Js hea·mano$ en el ' tf mis disposiciones a respetar la lglesia que ét 1 h~gnr en que oourriea•on t'..SOS combates~ se ;puso·¡ el ataca sin cesa1·. A pesar de mi ignorancia! mec~>
n todos de rvdmas pnra:daa· gracias n Dtos de (( revelo contra esas opiniones, deshonrosas- 1 mal !
babet·lo lib:·ado en~?nc.:¡es, i ptu·n pedirle pea·~on. « •·ed~ctadas. J> • • . 1,.
Mas tarde tuvo ocaswn de mostt·m"' otra espec1e de Fue en Perigueux que M. Lms Veu1llot regula· !
valo•·, el valor del c1·istiano. Cuando se supo que rizó sus estudios Jiternl'ios. Babia dado nlgun 1
el ,redacto•· en jefe de El Universo, sometido a las tiempo al romanticismo, porque hai unn edad rn
JéyC's de la Iglesia, no daba otras satisfacciones que ''el ruido agrada mas que fa músicn, i la
q1,1e las que él mismo podía éxijir, es decil·, el re- ncidez de las f¡·utas ''erdes, mas que el dulce de
cua·so a la discusion i aJas leyes, algunos valientes la· maduras:' Estudiando con ruidndo nuestras
desconocidos como tales hasta entónccs, pt·egona- clásicos, encontl'ó en el lenguaje, en la pasion, en
J'on su deseo de obligarlo a batit·se, i det·ram:won las escenas, uua pureza indecible~ "Era, dice
injurias a falta de sangre. l\1 . Veullot habló así de hoi, la sensacion que yo probaba, igual a la que
esos valientes ::-<> Jos ~mpleos, i no les fué mal: uno es Presidrnte 1
:En noviemb1·e de 1832, M. I~uis Veuillot dejó a de un tribuna 1; ot1·o tiene una posirion elevada en ·
Roan para i1· a Pel'igueux a donde se le llamó para el foro; ot•·o murió dll PI'O\'ÍSOt' de un lireo de ~~ ~·
que se encargm·a como redactot· en ,iefe del "Me- Paris; otro es Conseje1·o de Estado; otro Senador,
morial de la Dord oña." La pí'lémica no era mé· i en fin, los mas desgt·aciados tienen por lo ménos
nos viva en el Perigol'd que en No1·mandía, j Veui- condecoraciones mui de su gusto. Solo él ha es- 1
Jlot no tenia ni edad ni humor para moderarse. capado a los favores deJa fot•tuna, pet·o esté\ conTuvo
un duelo con uu republicano del departa- fo1·me.
mento que lo acusó de se1·viiismo i que, apesar de En J 831 dejó el pingüe pafs rle Perigord, porsu
republicani:mo, ndmitio el empleo de sub--pre- que se le llamó a Pal'is sin solicitm·lo, para tom:w
fecto. El •·edactoa· del Memoriall'ecibió el fuego pat·te en la a·edaccion de "J .. a Carta de 1830,"
de su advet·~ario a quinre pasos, i la bala volvió a periódico funditdo bajo Jos nuspicios de M. Goizot,
romper sus ve tidos. El no quiso hacer uso de su entónces Mini tro d e Instruecion pública. Tuvo
al'lna i de vol. ' ÍÓ ~ republicano a sus padres que por colabot·ado1·es políticos o literario,s a M. Ropodían
estar inquietos; i aunque la polémica no queplan que vino a ser directo•· de In Opera; a l\1.
se calmó po1· eso, este tercer duelo fué el último ¡ Leon M< ssou, que fué P1·et~cto; a M. Lesieul' que
a que concurrió. · es .fefe de seccion en el Ministerio de lnstl'llccion
En Perigueu · conoció M. Veu.iHot a dos hom- púl>lkn, a . f. Ed ardo Thierry, Di•·ecto1· del teabres
de los cuales el uno ha hecho su nombre [ tro fa·ances; a M. l\ ali ClJI'lle que ha muerto cl'is· ,
histórico i el otro ba represe11tado cie1·to papel en tianc; a 1 Eduardo Ourliac, que murió santalos
negocios de.l tiempo: fueron el Mariscal Bu- ment~; a M. Texiea·,hoi Redacto¡· del Siglo; a .1\f.
geaud i M. Bomieu. Este último era entónces Foa·gues, mas ta1·de Redactot· del Nacional, &. &.
Prefecto deJa Dordoña. Espíritu cultivado i Jite· Los sei10res Mnsson i Veuillot redactaban lo pl'inrario,
sintió p1·esto inclioacion por el jóven -e:;cri- cipal de la parte política i la hicieron mui ngn•siva.
tcrr, i una vet·dad~.ra intimidttd se establ .ci( entre Una crísis ministerial hizo caer a .M. Guizot, i el
ámbos. En CUílllto al Mariscal Bugca1 d, han eH- mismo golpe hizo desapare<'el' u La CMtn." Encho
~lgunos que fué el p()t'I'On dei pel'iodísta~ i esto tóoces Veuillot entl•ó aJa r·erlaccion de "La Paz,"
sel'ia aceptable si ;fnera esacto~ pero no Jo es: periódico tambien conse1·vador, i en el que tuvo
Veuillot que babia sabido estima ·lo como a hom • pot· pl'indpal colaborado1· a M. Tussenel., aut.Ol' del
bre de bien, como a homb1·e de tal.ento, lo defeu- "E! píl'itu de las bestias,'' i hombre de talento,
dió siempt e con su pluma, pero jamas le fué ad·c- aut que se ha hecho falansteriano. Entónces Jo
to po1· ot1·o título. Si en 1841 estuvo seis meses em ··a·, p o poco. 1
en A~erfa en casa de) Mariscal que era Goberna- "La Paz ,, defend'a particularmente la política 1
dor jeneral de la colonia, fué solo en calidad de de M. Guizot, que ent1·e Jos hombres de Estado de 1 ·
huésped i de cul'ioso,j se despidió mui l'econocido 1830, fué el que hizo mas esfue.rzos pm·a Jevnntar 1
de su hospitalidad, pero, libt·e de- todo empeño há- un muro ent1·e el réjimen de julio i Ja e\'olucion:
cia sus i melegal,"
pe1·o no se.,ocupaban en los asuntos relati- jante maestro. Veuillot comprendió bi pronto,
vos ~la Iglesia. Asiera que el espíritu vo)tel'iano eso sí, que ese camino no tenia salida, i se desadommapá
en la p1·ensa ministerial. Había ya en· lentó.-" Un año d , polémi~a, ha dicho él en su
tónces, bajo -n.o sé qué nombre, católicos sinceros " Roma i Lot·eto," 1 abia roto, despe zaclo, pulpro~
tos a dec)araa· <¡Qe Jos Sacerdote , Jos Obispos v~rizado convicciones'que no se e ynban sobre
1 a~~~ el Paua comp1·ometian los intereses de la ninguna base fia·me en el pasado, i que no pi'Ome~
ehJwn. M. Veuillot no cayó en esas estmvagnn- tian nnda para el poa·veni1·." En este estado, el
c1as. f~l decía : u Cie1·to dfal'ito luga1 eño, de la propietario de ''La Paz, se sepaa·ó de M. Guizot
./'~-----~-.....~'OJ ~ -·...r~'J~~~~.--.... .~-....r~
Red~lctores protestaron inutilmente contm esta ' empleos. 1 se me pet·donará hacer notat• aquí, qqe ·
evolueion; i poco. despucs· se habló a M. Venillot esos dos emple.os, sin dal'le que hacer,le pt·oduciau
; p~ru 9ue entran\ en la redaccion política del f;ans- doble ulilidad que la que le ofrecía el Rel'iódico.
t2tucwnal que cscl'ibia entónces M. Thiers, al Desde su vuelta de Roma habia publicado siete
mismó tiempo que pot· otra parte le instaban pm·a obras distintas, la mayor pat·te de ías cuales conque
se hiciera colal.loradot• )iterado del "Diado tienen capítulos en que el autor tt·ata la política,
de debates." Examinando lo que debia hacet·, no subt·e las cosas del di a, sino sobt·e las cuestiones
descubrió que no podía "reunh· ni en política ni fundamentales. Las ideas que en ellas espresa,
en n~o1·al dos ideas que no estuviesen en desacuet·- son absolutamente las mismas que ha espresado
do, 1 entt·e las cuales no se sintiese indifeeente." en" El Uuiverso," desde 1843, hasta el 29 de_
"Durante dos meses, añade, no tuve compro- enet·o de 1860, en cuyo dia se suprimió. Adhemiso
especial, ni fuí otra cosa que uno de esos sion absoluta a la Iglesia; horror absoluto a la
condottieri de la pluma, que van de un campo a revolucion ; tal es la regla que ha seguido, i de
otro." Nueva confesiou de que muc>hos escritores ello puede asegm·at·se el que lea su ob1·a capital ·
cargados con un hermoso surtido de divisas, se en doce volumenes, titulada : 'Miscelanea.
han púdicamente avergonzado. Conviene aftadir (Conclui,-á).
qug los campos de que se tl'ata estaban tan inmediatos,
que aun entJnces muchos los confundian.
Toda la cuestion estaba en sabet· a quién debia
seguil·se de los señor~s Thiea·s, Molé o Guizot;
cosa que podia parecer mui grave al antiguo Redactor
de '' La Paz " ; pero que en realidad no
p1·oducia cambi•o de bande1·a sino l'mieamente de
guía.
M. Veuillot no dió importancia ninguna a esa$
divisiones, i estando pam pat-tiJ· a un la1·go viaje,
uno de sus amigos resolvió acompañado. Creyo
ir a Constat~tinopla, pero fué mas léjos: "fué a
Roma, a la fuente de la ;gl'acia."
II
De v'nelta a Pal'is en t8a9, escribió su primet·a
obra "Los Pea·egl'inos de Suiza," i no quiso asociarse
a la polémica de la pt·ensa política, porque
no estaba afiliado en la oposicion. Así fué que
sin ninguna dificultad de concjencia, admitió un
empleo en el Ministerio de lo lntel'ior, i fué a la
vez nomba·ado subJefe de una mesa agl'egada al
gal.liltete áel 1\linistcl'io. Este último empleo fué
el que sirvió, i en él tenia que recibit· b. algunas
personas, que escribh· algunas cal'tas i que ¡·edactíH'
algunos olicios; en suma, poco trabajo, nada
que firmar. La posicion era, pues, agmdable, soba
·e ·todo para un hombre de letras mas que ene·
migo del trabajo de oficinas. 1 ademas le facilita~
IJa Ja ve•·sacion en los empleos de funciones acti -·
yas, como las prefecturas, las misiones adminis~
t1·ativas i el Consejo de Estudo. Cuando estuvo en
Aljeria donde el Mal'iscal Bougeaud, M. Veuillot
conservaba su asignacion de ag1·egado al Gabinete;
i de vuelta de está ~scursion, tuvo po1· fuucion
principal i casi única, ir· todás las mañanas a reci!)
il' órdenes de ~$. G uizpt p(!.ra la ,direcci-on $le
la impt·cota oficial . d~ los deyartam.entos.
Pero evidentemente el escritot· no tenia vocacfon
de empleado, Í1i de funcionario público. Hombre
de combate, debia volveL· al pel'iodismo, i entró a
la redaccion del Unive·rso. Su estreno tuvo lug:u·
en 1830, con uu a1·tículo sobre la construccion de
la capilla del convento de Oiseaux, donde sus dos
hermanas se estaban educando, pet·o no tomó definitivamente
pat·te en la redaceion, hasta 1843.
Tocaba entónres a sus t1·cinta años, i la Providencia
le babia hecho conoce•· bastante los hombres
i la vida, pq1·a que pudiese poneL· útilmente manos
a la obra. El se decidió porque el Universo, que
era mui poca cosa i no vivia sino de sacrifieios,
pues apénas contaba de mil a mil doscientos suscrito
res, iba a carecet· de Redacto•··
.
FIESTAS CRISTIANAS EN PORE.
. 1
; No pensó en hace¡· la oposicion al Gobiea·no, pero
¡: queriendo, sinembargo, hablar con libm·tad, se
El 29 de seti{lmbre tuvo lugar la de la dedicacion
de San,Miguel At·cánjel, a e~fuerzos del seño1· Mi-..
~uel Jerez; caballero es-pañol i verdadero católico.
.Esta fiesta marcat·á época en los anales de Casan are,
pot·que ningun sacrificio ahor1·ó dicho señor,
pam hom·at· la imájen del glorioso Arcánjel cuyo
nombre lleva, i pat·a colocarla en la iglesia de
Mot·eno~ a cuya poblacion la habia ofrecido, tiempo
ha, pa1·a que fuese allí protectot· especial de la
ciudad. La fiesta aquí, fué una de las mas concul'l'idas
que ha habido en siete años que hace que
estoi admi~ist1·ando estos pueblos. La iglesia p•·eseutó
en las víspet·as, misa, sermon i pt·océsion,
ias deliciosas imájenes de la Jerusalen celestial que
leemos en el libro del Apocalipsi : . una multitnd
innumerable de fieles cercaba el tabernáculo del
Dios vivo, tl'ibutándole culto, reverencia i gloria
pot· las etet·nas miset·icot·dias que ha obt·ado en
favor nuestro por ministerio del Arcánjel San Mi ... ·
guel. El 30 fué pat·a Pore un dia de luto i de tristeza,
pues se le sacaba aquella bella imájen que
yn habla comenzado a amar, i era éonducida a
MOI'euo para continuar atlí la solemnidad i hacer:. ¡
le una especial dedicacion en aquel templo : en
su aeompuñamient.o iba lo mas flol'idó de estos
pueblos: en su tt·ánsito et·a saludado con salvas de
cañun,con arcos triunfales i con himnus, que pat·a
el efecto habian prepaa·ado los habitantes que viven
a ol'illas del camino. Al fin llegluno.s a Moreno
: allí se pt·ecipitaban al encuentro del Arcánjel
bendito pet·sonas de todas las edades i sE-xos,
hombt·es i mujet·es, jóvenes i ancianos ; parecia
(aunque en pequeño ) la entt·ada de la arca de la
alianza al templo de Sion. Arcos, flores reg.adás
a su paso, salvas, músicá i lo que es mas, un cordial
afecto de todos Jos vecinos : en todos los semblantes
se ¡·ep1·esentaba la alegría. La iglesia estaba
compuesta del mejo•· modo posible, sumamente
aseada i mui aleg•·e. Inmediatamente se siguie1·on
las vísperas para solemnizar al ott·o dia su iuagumcion
que el mismo señot· J-et·ez quiso costear.
Esta fiesta, sino estuvo tan concul'l'idn como la de
Po1·e, no dejó nada que deseat·. Al día siguiente
los moreneros hiciei'On tambien su fiesta pat·a
liom·at· aquella pt·eciosa joya que babia venido de
mano tan jenerosa i que quel'ian hom·at· de nlgun
modo. El seño1· Jefe.Depat·tamental, Sipion Du:u·te,
tomó la iniciativa i todos coaTespondieron a sus
deseos, mostrando su relijiosidad.
l desprendió de todo vínculo renunciando sus dos A las fiestas sag•·adas se siguie1·on las profan~s.
~.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
bailes, comedias m01·nl~s, sninet€'s sumamente 1 cimiento en quE> se da una c>nseitanza c.> cnc·inlmente
chistosos i t•orridas de toros, de modo que hnsta catnos de re- \ alumnos conforme a las nH1ximns rle <'~ta Bt·liJion
· 'j · sin la · mellOI' molestia que amargase snnta, merece hi(ln quf' los S(•ilo¡·es curas lo prote-ntento
i f(•Jicidad. ¡ jan i que los padres cte familia llevrn a el sus hiJos.
• Quie!'A el Cielo que estos pueblos sigfln en pm- En J9s niws anterior<'s han nwnil·,·~tndo Jos edul'angr(>
o a impul:-.o del seño1· San Miguel ; que léls • dos una instnlt'ion sutkit->nte pnra que pueda fundar
. ~. é~ supel'iores,tanto civiles como eclesiás- en ellos la patria rbueints c.>sperauzas, i el 2 de '
tids,nO-Jl1ii;E'n con bmta indiferencia estos pueblos enero próximo se nbl'irá de nue\o pnrn principia¡·
mereeed01:e~ dt> mejor SUí'l:tP. SU 4 .o año escolar. CotUC'ÍPLHlO romo COIIOCE'ffiOS
Por-e, pancio l~OJ>E'Z, de la Arqui.
(l'ócesi , relijioso del Orden de pt·t>dil·ad . res.
Pa·omovidos al dia<'ona1lo el subdiácono HETmeuf'jildo
Bautista, éte la Diócesis de Pamplona,
('OD lrtra dimi~' rias de su ordinario.
- El subdiácono Gt ~ol'io Arena domiciliado de
E mP.íon con IE'tt·as dimisol'ias de su ordinal'io.
el su diácono f•·ai José Mal'ia Péa•nz, l'(~lijioso
f·anl'i (•ano de 1< A1·quidiócesis.
l 1'ue1·or• promovidos al subdiaconado, bajo el títufo
de o t>rliP tcia, Jos minol'istas de la Arquidióct>
sis: Anto nio Cnstaitt>dn, Cñndido Téllez,
FrmH Lt.:o a :lcho, Ba·aulio P(ltiño, Gabriel Pérez,
f.:.; Tt1mitS Posada, rt>lijioso de pa·edicado•·es, frai
Ga·egol'io D<•lgado, relitioso de predi('adores i fl·ai
Fran(•isco EspPjo. relijioso de p•·edicadores.
28 DE oÍCIH~BitB. Volvió a celebraa· óa·denes el
Illmo. señoa· Ar~obispo en la Vicepanoquíal de
San Cá1·los, i fuer p1·omovidos al Presbiterado
QS : QjfÍ('C)JlQ He•·m~tlt'jiido Bautista i José Gre-
. g · 'Aa·f{Uls, de la Dióeests de Pamplona, con
étr~ dimisol'ias de su m·dina•·io •
. Ignacio Buenaventura, Seca·etario. •
· ADVERTENCIA IMPORTAN
1~odas las personas que él parezcan o hayan apar
eido ab ueltas po1· el Ilustl'isimo sei'1o1· Arzobbpo,
b. jip sido po1· haberse sometido a las condiciones
~ :q';\C: Su Señoda las ha sujetado.
' Ignacio Buenaventura, Secretado.
ROBO.
En la ' mañana del 29 se han estraido de una casa en
el barrio de las Niéves, entrE' otros efectos, un 1·eloj de
phita con un grueso peudiente de oro, i trntrndo sobre
la tapa las inic1ales J. M. A .. unidas (l\1). En la ;mpreo·
'ta constitucional se gratificará al que dé razon. El
ladron es un. mozQ "de ruana parda.
mo" que se:>guirá siendo fa\'oretiüo por los que en
"Boyac¿\ i Santnndt•a· tle~N'n l'lproveehnr el tiempo
en que sud hijos puE>dE>n ap1'E'nde1· lns ciencias i •·ecibil
· una edm·acion só!icla i áistiana.
COLE.TJO DE SAN ANTONIO DF. PADUA.
Este E'stnhlerimiPnto ele edura<•ion <'O~ltinuará sus
tarPi'IS rs<'olares dr~c!P el 2 de enero J>róximo m el local
a<'ostumba·ado, siE'ndo los ramos de enseñanza los si·
guirntf's:
PIHl\IERA SECClON-LE'<'tnra, Escritura, Dibujo,
Relijion i PIPnwnto& de Arit 1 étiea i Jeografía, Mora
cristiana i Urbanidad. 1
SEGUNDA SECCION -Idiomas castellano, ]atino,
fran!'f'S e inglE>"' .
TERCERA SECCION-Aritmét;ra fundamental, Aljebra,
Jeomrtría, Partidn clohle i Cosn.o~rafía,
cuARTA SECCT ON -Filo~oria; un curso completo.
s~ ad•niten alumnos dPsde Ja edad de Sf'ÍS añ<' hasta
la de diE'z i St'is. para <·uya colocacion df'be hablarse
con los infraseritos dire<·tores en el mismo lo(•al, de
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BIPBENTA CONSTITUCIONAL, POR NlCOLAS PONTON.
Calle del Chorro del Fiscal, númrro 14
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El Católico - N. 83
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El Católico - N. 75
- 1
TRIM. ni. AÑO II. Bogota., 8 de no"'Tiembre de 1864, NUMER0'15
REDACTOR, VENANCIO ORTIZ.
Hemos Yisto el númm·o 1. 0 del periódico que
COn e) título: LA VOZ DEL CATOUClSl.\10 7 Se puulica
a espensas de\ sef1m· Arzobispo; i notamos que no
hnya en el unn palnbra parn nosotros que abrimos
aquí la senda a Jos pel'iodi tas católicos en esta
época, i que pusimos gratuitamente nuestras co. 1
lumnas a disposicion de la autoridad eclesiástica,
pa1·a que publica1·a como ha estado publicando en
ellas todo lo que ha creido que dcbia ver la luz
con carácter oficial.
Sentimos la ingratitud i la descortesía con que
se r:os trata, pero como soldados de la causa católica,
saludamos con respeto al nuevo periódico
ofidal ele la Curia.
- ---<;:99+ -<~- · ... ·----
INSTRUCCION POPULAR.
SOBUE LAS FIESTAS CATÓLICAS,
En los dos primeros clias del mes de novieml.n·e,
, l:l Iglesia co· memo1·a la glo1·ia de sus santos i rue-
1 ga por los fieles difuntos.
Para podet· comp1·endet· lo que es un santo, es
preciso snbcr comp,·eudet· lo que es un héroe. El
mundo cM este tftulo a muchos ilrest?·es asesinos,
como dice el poeta Maitin, a muchos que han
inundado en lágrimas i sungre el suelo que ha
servido de teatro a sus hazañas, i que han dejado
en pos de sí una huella de horrores inolvidables,
por defende1· algun capricho qne halagara las pasiones
de cierto círculo, sin proclucil· ningun bien
positivo para la humanidad.
Los santos no son héroes de esa especie. Ellos
no han sacl'ificado sino las tendencias dai'linas de
su propio cm·azon, su bienestal', sns comodidades,
sns apetitos, su yo, al bienestar, a la comodidad,
a la segurillad, al alivio ue los demas hombt·es a
quienes han tratado •·ealmente como a hermanos.
Los héroes del sig)o vencen el temor de un peligro
mome11táneo, pot• la vanidad de Jo que llnman
glol'ia. Los héroes de la Iglesia luchan toda su
viJa por vencer los peligt•os ue su alma i conquistat·
el cielo. Aquellos tienen orgullo, estos humildad,
que es la virtud mas rara i mas difícil, como dice
el Pndre Félix. Aquellos vencen los peligt·os, estos
los dcspt·ec.ian, i muchas veces los buscan. Aquellos
quieren el ruido, estos el silencio. Los héroes
mundanos ansian que se sepan sus hechos~ los santos
procUI'an ocultarlos, po•·que Cristo les dijo: Es
preciso que tu mano izquie1·da no sepa Jo que hace
tu mano derecha,pot·que el que goza con la alaban·
za de sus acciones, ya está recompensado. Por eso
los héroes cristianos se sacrifican en silencio, en
la oscul'idad al bien de sus he1·manos: la fé, la
1 esperanza i la caridad son sus guias. Por In fé
ct·een que hacen bien en imitar a Cl'isto i son abnegados;
por la esperanza en el cielo, desp1·ecian
i sacrifican los bienes de la ti_erra ; pot· la caridad
aman a sus hermanos hasta mol'it· por ellos en
medio de un desierto donde nndie los vé, donde
no hai una mano que cierre sus ojos i eche un puñado
de tiena sobre sns restos.
En los santos tiene 1 los pob1·es sus mejo•·cs amigos
; Jos ·hombres todos, verdaderos hermanos:
sufren el mal con paciencia, i nunca hacen mnl v 1
ninguno : son los guat·dianes dél honor ajeno i
entt·egan el suyo a clisct·ecion confiados eu que DiOs
Jos vé, i les hará justicia: ni atacan ni se defiellden
sino con la orncion: no tienen nada suyo, }
todo es de sus hem1anos; para ellos han fundado
casas de asilo, hospicios, hospitales, escuelas, co·
lejios, talleres. Donde se dct'l'ama una lágdmu de ¡
~lol01·, un santo está pa1·a enjugada con el consue ..
lo. Sob1·e las nieves de Jos A 1 pes como sobre los ,
ro desde el .ha estado velado, i que Jos mado po1' un Dios,
lllfi ~.:.:~· m(!} a@ ·:'1":! ~~~
CONFEUENCI.\S DEL PADHE FÉLIX . ..
SESTA CONFERENCIA.
El Cristo de la critica moderna, delante de la
Historia i del progre so.
Señores :-La cdtica anticl'istinna ensaya vanamente
destruit· .con los milagros del Evanjelio
una de las mas firmes ·oases de la demostracion
cristi:llla. El milagro evanjélico permanece como
la mas populm· i la mas brillunte manifestacion de
la divinidad de Jesucl'isto. Entre la ci'Ítica queniega
los mflagros de Jesucristo i esos milagros
twgados por la cl'Ítica, lllli tres testimonios de que
la verdadera cien~ia hará brillat· cada vez mas Ja
evitlencin. Estos testimonios son: el de la Iglesia
que afirma ; el del Evnnjelio que refiere ; i el de
Jesucristo que ol)l'a. Estos tres testimonios que se
conft ·man i se apoya!1 mútuamente, son de tal
rnaneru el sello de la -verdad, que la crítica no j pueuc emprender negat• los milngt·os, sin afi•·mat~
}· lo incomprensible i sin ernbrollars,e en contradici
cio lCS incxtricnbles; pórque neganclolos, afirma
1, que el hecho in;nenso de la fé de los cristianos no
puede ·e-xistir; que el Evnnjelio que reune todas
• las condiciones ele C'e1·tidurnbre, no es mas que un
~ tejido ele fábulas e impostoras; i que Jesucristo,
-proclamado súbio i virtuoso por excelencia, no es
mas que un bellaco, un titiritero o un monomani:
lno.
La crítica puede continunt' sm ataques, ttue
~ ellós mismos la irán haciendo PLJ 1 ve rizar pasando
l tlc una coott·ndiccion a otra contradiccion, i el
mi!t\g:o quedanl. siempre intacto i proclamando
la divinidad de nuest1·o Cristo TaumatUI·go.
~ 1 Así, señores, pnr·a reasumí!' diremos: Jesucl'isto
npGrece en Jn histori[( con estos tres tftulos que lo
demuest1·nn 1)ios: Posecdm· de los siglos; Refot·rnndor
de In humanidad, i SefiOI' de la naturaleza.
Rei, Refo¡•madot· i Taumntlll·go, llevando como
tal, sobre su frente coronada de' estas tres aureolas,
el triple signo de su -divinidad.
Pero la cdtica negativa se obstina en no ver
estos signos brillantes de lo divino en Jesucl'isto;
r míéntras qne ÉL resplande-ce a la simple vista con
f una claridad popul~u·, la crítica no consiente en
vedo sino al traves de la nube de la preocupacion
\ antict'istianu. Pam ella, es preciso absolutamcute
l que Cristo sen un hombt•e i nada mas que un
• hombre: este errOl' es el centro de toda la crítica t anticl'istianr., es el punto de partida del anticds-tianismo.
Delnnte del siglo que In escucha i la mira,
c\\n despoja al Cristo de su manto divino, de su
coron:l diviun, i pt·esentándolo a la multitud igno-
1 ante esc\ama: bé aquí el homb1·e.. el hombre
il'lcomparable; he aquí el Cl'isto verdadero, el
Cristo del pt·ogreso.
Tal e , en efecto, la (loblé pretension de la crítica
: volvet· al Cl'isto sa vet·dudera fisonomía i
i poco falta para que ella tambien lo adore. 1 bien,.
léjos de proclamar que su t•einndo ha concluido,
decl::tra qne Jesucl'isto no Sérá escedido,_ pot·que es
la mas alta de las columnas que muestran al hombre
a dónde debe dirijirsc. En dos palabras ; la
cl'itica nos dá a ese Cdsto restam·ado i 1·ehecho
pot· ella~ como el Cristo vet·dadero, como el Cristo
1 del progreso. Vamos a demostnu· que nada es
ménos fundado que estas dos p1·etensfones; varnos l
a ver que tu crítica anticristiana quitando al Cristo 1
su carácter divino, deshonra s
1
u carácteL·IlDlU.mano; :l
qne si Jesucl'isto no es aceptac o como e ws que .
el Cristianismo adom, nada en su incomparable
firrma s·e comprende ni se sostiene ya. Añadiremos j
q~e ese Cristo humano que la crítica p1·etende ba..; '
ce1• murchat· a la cabeza de la humanidad, léJOS de 1
podet• ser aceptado como el Cl'isto del pt·ogreso ¡
no puede set· pat·a la humanidad retrógrada sino 1
el Cristo de la decadencia. 1
Es para el que habla una rat·a fortuna ocupat·sc ¡.
de lo que 11 en a su c01·azun ; si, porque en, esta vez l voi a hablar de Jesucristo mismo ; de EL i nada '¡ ·
mas qtle de itL. Pueda su diviria imájen reflejarse
bastante en mi palaura para llegar derecha hasta l
vuestras almas, imprimirse en ellas i quedat· allí ¡
pat·a si€mpre como la luz, el encanto i la fuerza ~~-
de vuestra vida. j
I ~~
Una de las pretensiones mas curiosas de la críti- ~ a~·~
ca anticristi3.na delante ele los hombres i de las
cosas del pasado, es querer dades con relacion al
arte i a la estética, una fisonomía nueva. A nada ~
ménos aspjra que a refundit• los elementos de la J
histoda, a arrojarlos confundidos en el molde ! donde su jénio los funde para bact>r salir de ellos
caractéres ine~perados i :Qguras que la humanidad ¡
no conocía. Esta idea pt·econcebida, los testos,
los documentos, los libros~ los discursos, las ac- ji
~iones trasmitidas por· Ja historia a la cudosidacl 1
de las jenet·aciones, no tienen sino un valot• secun- ;.
dario ; lo que prevalece sobre los elementos histó- ~~
l'icos, lo que vale mas que todas las relaciones tt·a- ,
dicionales, es el gusto, la estética, el sentimiento,
el arte en fin ; i la ci'ltica procura hacet· sn1ir de 1
todos estos elementos depurados, ref'ot·mados i ~
ajustados a su capl'icho artístico, lo que se ha con~ ~]
venido en llamar fl.gm·as vivas, para presentadas J
a la postel'idad en toda su belleza t·ejuvenecida. ¡1
Esta teoría de la mzon de arte aplicada a la ~
historia i a la person& de Jesucristo, tiene algo de ~
tan sacrfleóamente audaz_, que ha 11enndo de sor- 1 ~
presa, de admiracion, de verdadero estupo1· u la · ~
humanidad cristiana. La fisonomía de nuestt·o a
Cl'isto resplandece en los si!:.dos como el ·so( en la ¡j
'-' 11 .naturaleza; es un cuadro que tiene:tpot· marco el \:~~·
infinito, i para realzar .su luz,ese fonCio inmenso de.
las oscuridaaes humanas sobre el cual se destaca su
figura con un relieve que ba fijado todas las miradas,
con una belleza que ba cautivado todos los ~
corazones. Jamas se ha mostrado en fos bol'izon- ' ~
tes de la historia, jamas se ha gravado en la me- :
1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
212 EL CATO L 1 C O. 1
mol'ia de los hombres una figUI'a m.énos desconocida,
una fisonomía mas popular, un caracter mas
público. Pero hé aq~lÍ lo que s~cede ; desyues de
casi dos mil años, viene un art1sta, cambm todas
' las proporciones esenciales i todas Jas gmndes líneas
de esa fio·um incrustada en el mármol de una
incorruptible
0
historia, i nos dice : mirad; aquí
teneis el verdadero Cristo; estaba perdido, i yo
le he cneoutr~do ; estaba borrado por la mano ele
los hombres i la injut·ia de los siglos, i yo le hé
restaurndo ; héle aquí, héle aquí en su '' ~rdadera
fom1a tal como le hé t•econoeido sob1·e los hodzontes'
de N awret i de la Galilea: este es el Cristo
orijinal, i la 1·a::;on de arte está satisfecha. .
En verdad, seflorrs, esto es de tal modo prodijioso,
que aun despue::; de consumado el hecbo,
aun despues de la celebrid ~;td del escándalo, se
r pregunta uno todavía si tal id.ea ha po~ido cabet·
1
,: en una inteli¡encia humana, st tal audacta ha podido
subil' hasta el comzon de un hombre. Nó, no
se lo crecl'ia si no se supiese que la apostasía hace
f¡ posible todo crímcn contra Jesucristo; testigo la
1
traiC'ion, modelo i profecía de tantas otras.
Sea lo que fuere, como esta empresa tan incomprensible
ha venido a ser un hecho estruendoso,
1 es preciso al ménos que la crítica, suprimiendo lo il divino nos ofrezca un Cristo hombre que la hul
m~mid~d pueda reconocer i respetar. Pero, seiio-
1 res, hé aquí la gran contrudiccion de la crítica soi
dissant restaumdora de la :fisonJmía de Jesucristo:
1
ella nos present::l un Cristo que no so1am~nte no
es el Cl'isto Dios que nosotros adoramos, smo que
1 ni aun es el mismo Cristo hombre que ella pretende
venerar ; es un Cristo falso, un pseudo-Cristo,
el único que poclia espesarse de la cdtica pseudocristiana.
Si yo hubiera de dclineat· los rasgos mas notables
de la fisonomía de Jesucristo, pod1·ia representarlo
pl'incipalmente con t1·es caractéres que le
constituyen una figura enteramente especial, dándole
un relieve i una belleza incomparables : la
kwnzldad, la caTidad i la sinceridall. :Es impo-
, sible pintarlo en su propio pensamient~. sin combinar
at111oniosamente estas tres cosas que constituyen
su grande orijinalidad. Pero si el rayo de
la divinidad deja de brillar en e1 rostro de Jesucristo,
estos tres rasgos se debilitan, i no queda
mas que unn. figura sin carácter; digo mal, una
figura mnrrada con vergonzosos caractéres.
D~ los tres rasgos indicados, el esencial, el que
put!de reputarse como su línea fundamental, si
puedo cspresarme así, es la humildad. «Aprended
de rní que soi manso i humilde de corazon.--Sí,
aprended, porque sin este l'asgo característico, no
poclreis entender nada ni en el misterio íntimo d e
mi vida, ni én los reflejos que brillan en mi semblante;
si no me conoceis humilde, no me conoceis.
>) Esto es lo que dá a Jesus, sobre todas las
figuras qne brillan en la histol'ia, un signo inimitable
i absolutamente único. Nadie; que yo sepa,
se ha complacido jamas en estasiarse aute la humildad
de Aristóteles, de Platon, de Mahomet, de
Zoroastro o de Confucio. Tomar en sério la humildad
de estos grandes hombres, no tendria otro
resultado que escita1· en nosotl'Os lo que siempre es
triste : la risa en un asunto grave. Cuando se
trata de Jesucristo, por el contrario: se sabe tan
bien que la humildad es su signo, que ensayar representado
de otra manem que con esta dulce
aureola, es siempt·e condenarse a desfigurado.
1
-· P:ro- ~ ~ué es la humildad? ¡ Ah ! La hu mil~ l dad es lo que hai de mas raro i de mas difícil,pero
1
¡
al mismo tiempo os lo que puede haber de mas J
simple i de mas divino en el hombre. La humildad
es la verdad, pero la verdad aplicélda n sí
mismo ; es la vista clara i desinteresada de lo que
1 uno es i de ' lo que vale en sí i por sí. La bumil-
1
dad de Jesucristo está, pues, subordinada n ecesariamente
a la vista de sí mismo i a Ie snber; es EL el que ordena todo lo
que se debe hacer ; es EL el , qu3 juzga, ,el que·
castiga, el que pel'dona; es EL el que dira a los
el~jidos: ): el que dirá a
los r~probos: « Uetiraos; Yo no os conozco. >)
Hé nquí lo que Jesus ha dicho i pensnqo. de sí
mismo; i el menor honol' que puede hacm·sele,
es seguramente suponer que hablaba lo que pensaba
i comprendía lo que hablaba, aunque decir lo
que se piensa i cofnprender lo que se dice, es una
gloria· que no se rehusa al mas vulgar intérprete
de una sauiduria humana. Pero entónces, siendo
ineontestal.Jlemente histórico que Cristo ha dicho
esns cosns, i pue.sto que ha dicho lo que pensaba~
comprendido lo que decía, yo pregunto: ¿que
Yiene a ser la aureola de su modestia i la gloria de
su humildad? Si la humildad en un hombre ha
podido hablar de esta suerte, ¿cómo podt·á hablar
el orgullo? Así aunque yo haya querido re.tener
sobt·c su frente esta corona tau bella en la frente
del Dios de Belem i de Nazaa·et, elta se ha desvanecido
al soplo de vuestra impiedad. Ah! Si _Jcsus
no es .Dios, no me hableis, os ruego, del mtlagro
de su humildad. Aunque cien veces me diga i me
repita: Aprended de m,i. que soi manso i humilde
de corazon, me ' 'eré forzado a respondel'le: no,
lo que ap1·endo de vos no es la humildad; lo que
yo aprendo de vos a cada pájinu i casi a cada palabra
caida de vue~tt·os labios, es que os atribuís,
vos hombre, uo valor, una importancia, un papel,
uua funcion, un poder que ninguno de los hombres
conocidos habriu podido atl'ibuirse sin da1· la
prueba o de la vanidad mas atrevida o del orgullo
mas jigautesco.
Así, señores, ya lo veis; suprimiendo la divini-
1 dad de Cristo, se destruye de hecho el rasgo eminentemente
distintivo de su figura histórica ; se
rompe el pedestal de st1 estátua, la humildad,
para levantado ante la humanidad como el tipo
del orgullo.
Hui en la fisonomía de Cristo otro rasgo fundamental
sin el cual me es imposible repJ·csentát·melo:
es el amo1·, el amOl' pUl'o i desinteresado,
la adhesion., el sacrificio, la abnegacion, lo que
hai, en una palabra, de mas radicalmente contradictol'io
a esta cosa vil i vea·gonzosa que se llama
egoismo. Es porque la dulce figura .de Cristo ha
brillado sobre el mundo como el astro del mas
pua·o amor, que ha ejm·cido por todas partes i siempre,
sobre el corazon de nuestra humanidad, este
1 incomparable imperio. Es de tr,, es de su ensei1anza
i de su ejemplo que nació en la humanicl:ld
la grand-e era de la ft-atemidad. Los mismos que
1 niegan o recusan sus otros beneficios, afirman,
aceptan i procl.aman este. Jesucristo reveló la
idea, díó el ejemplo i fundó sobre la tierra el reinado
del amo1· i de la fraternidad. I si creemos a
ciertos apóstoles del Cristianismo puro, la fundacion
de la repub!ica ft·aternal resume toda su obra,
la pa·áctica del amo1· fraternal abriga todas sus
virtudes; i esta palabra: "vosotros sois hermanos,"
condensa toda su doctrina.
Evidentemente, los que limitan a esto 1as revelaciones
dogmáticas i las influencias morales i sociales
de Jesucristo, se engañan ; toman el atTOyo
po1· el río, la luz por el fuego, un elemento
destacado por el total de la cosa, i un ft·acm<'nto
de la estatua por la estatua entera: Pero este 1
mismo eri'Ol', viniendo de nuestros adversarios , es 1
un testimonio precioso. El atestn qt'le aun los
que no adol'!Hl al Cristo que nosotros adoramos,
saludan .en EL con nosotros i como nosotros, la
mas grande figura, el mas sublime modelo de
amot·, el ideal mismo de la fratemidad. Ellos
confiesan, por consecuencia, que un Cristo marcado
en la frente ) Ah! si EL es parte el ideal de Ir. sinceridad total, i si el Ct·isto
Dios sí, yo compt•eudo ese mistel'io del amor que de mi Evanjtlio ha podido menti1· una vez siquiese
da i se inmola por mí: quiet·o a bmzarle, quie 1·o m, una voz íntima gdta en el fondo de mí mis·
besat· sus llagas libertadol'as, quiero l101·ar sobre m o: i No, ese no es ·EL, yo rechazo ese ideal, resus
piés ensang.t·entados, llo 1·a 1• de amor, de dicha nuncio a tal Cdsto, abjuro tal Evanjelio !
i ele alegria 1 Pero si no es mas que ün hombre, I, notadlo bien, cuando se trata de Jesucristo,
¿qué quereis que yo entienda de ese misterio de la cuestion de su divinidad es la de su siuceddncl.
nmo1·, de ese misterio de sacrificio? Cuton, Só- Si Jesus no es el Cl'isto Hombre Dios, no es un
crates i tantos oti·os han muerto tambien, segun hombre sincero.¿ l po1· qué? Porque si no es Dios,
dic~n, por la lihm·tad de los hombres. ¿Acaso el no ha podido sin mentit· proclamarse Dios. 1 si
1 reconocimiento i el amo·¡· me pt·osternan delante hai alguna cosa manifiesta a cada pl.\jinn del
de ellos? ¿Acaso espel'imente )a necesidad de Evanjelio, es que Jesucl'isto no solamente se ha
conmoverme con su recuerdo ni de llorar al pié dejado ct·eet· Dios, sino que él mismo se ha dado
de sus cstátuas? ¿ I qué mas me importa la muer.. por Dios. No se ha co tentarlo con darse todos los
1 te de Jesus, si Jesus es solo un hombre? Su muet·- títulos de que hemos hablado, i que un sét· que se
te 110 tiene delante de la humanidad ni el vulgat· c1·eyera solo homi.H·e no se atrevería a atribuit·se
l onot· de tlll sacrificio voluntario, porque esa sin un inmenso ol'gullo o sin una estrai"la locura ;
muerte lo ha tomado apesa t· suyo, i -é l se ha estre- ha hecho mas, se ha atribuido la dignitlad que enmecido
de terrol' bajo su mano h€1ada. I si quereis cietTa i domina todas lns demas, la dignidad di visostener
contra toda evidencia que esa muel'te fué na. El que no l ..... n esto en el Evanjelio, prut>ba que
una voluntaria inmolacion, hai una cosa mas evi- lo ha leido con los ojos vendados.
dente que todas las demas, i es, que si fué voluntaria,
no fué desinteresada. Dió su Yida para
ilustt'at· su muerte, vertió su sangt·e para cosecha!'
gloria, i lo consiguió; el buen éxito fué su fot·tuua,
i su gloria su recompensa: yo no le debo .nada,
nada sino lo que met·ecen el ol'gullo i el egois·
mo : el desprecio r
El de pt·ecio 1 1 Ah, señot·es! ese Cristo falso,
si existiese, le merecería tanto mas, cuanto que
sobre estas dos señales vergonzosas del orgullo i
clel egoismo, llevada una tet·cem todavía mas
vergonzosa, la del disimulo i la hipocresía. Ya
hemos dicho sobre esto algo, a propósito de su pa·
pel de ta.umatm·go, pet·o es preci-so volver a esta
cuestion que es aquí, en el sentido mas riguroso,
el rasgo decisivo.
En efecto, lo que nos átL·ne a todos ácia esta
figura, la mas dul ce i fue¡·temeníe att·activa de
Yo sé que la cdtiea no tiene vet·gúenza de decir
que Jesucristo no ha Yertido jamas, "una palabra
de donde pueda conc1uil'se que se ha creido Dios·"
¡Dónde estamos gnm Sér de los Sétes! ¡ A horu,
cuando todos tene:nos dial'iamente el Evanjclio en
la mano, se nos viene a anunciat· semejante descubrimiento
1 ¡Cómo! ¿ni una palabt·a, decis?
¡Cuán ciegos estais! El ha dicho, diez, ciento,
mil palabras a este respecto. Eso está escrito de
tal mane1·a en todo el Evanjelio, brilla tan claramente
al tmvez de todo el tejido de las palabras i
de las accioo.es de .Jesucristo, que sola esta afirmacion:
Yo soi Dios, puede dm· sentido al Evanjelio.
No tengo necesidad de hacel' citas pues todos podeis
leerlo, sinembargo, esc.uchad solamente algu~
nas de esas palubms. "Quién dicen que soí? pt·eguntó
Cl'isto a sus dtcíputos.-Vos soi's el Cl'isto, et
Hijo de Dios Vivo.-tOh! Sirnon Pedro, sois bien-
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1(
t EL CATÓLICO. 215 1
-~ ~:nt=-a~:~,:qu:~;i l::•~ne-~-;1: sangre os ~~ ;,: .;,:::ida~·e:;.~;·a ·;::;:,:::;::;;, q
~. han revelado esto."-"Es cierto,como se te acusa, que hai rnuchas medidas en la since?'idad. Así lo
~ que tú te dices Hijo de Dios! -Sí, vos lo babeis ~ han dicho en efecto nuestros mentirosos contem-dicho:
Yo lo .soi. )~ Así responde al Pontífice que j poránros, de manera que, al creerlos, habria a
f· le intetTogn. ((Nosotros tenemos una lei, gl'ita el lo ménos dos sinceridades; la que no miente ja- 1
[ pueblo, i segun e·!la. el debe mo•·it·, po¡·que. no j mas i la que miente algunas veces; In que dice lo
f siendo sino un hombre., se ha dicho H7)o de verdadero i la que dice lo falso; la que marcha a
[ Dios.>)- ) (quonian homo cumsis facis teipsum 1 si lo que oye, es realmente el e~o de una"?.,. ln~-
1
'. Deum) >) , Así, los mismos enemicros no se enga- mana. i Qt1e! ¡ 1Uztcltas medtdas en la smcenñaban
entónces."- "Si es el Hij~ de D'os que 1 dad, i el Hijo de Dios no teniendo para sí sino la
descienda de la Cruz ¡ que Dios le libre; porque medida mas pequeña, la medida en que la sincel'i- 1
f EL ha dicho· Yo sol el Hijo de Dios. 1 ~acl miente.! 4' ~né ÍI'0
7
nía ele l?s ho.m})l'es. i q.t~e ,J
! quÍ teneis, pues, paJa:.H·as de Jesncl'isto i he· 1 msulto a Dws. 1 .:.Uuc,!las 'tnedzdas en. la sznce1z- ·
f eh os evanjélicos. ¿ Cómo ha beis podiclo a egurar cl.ad ! ¡ ?I: sofist~.; s1, ~ara vos~t1 o~, 1 para v~1cs~
f que Jesus no dijo una !~Ola palabra de domle pn- t1 os maest1 os en '.11 tu~l 1 en sal)}clUIJa, tnl ·Hz .
j diese deducirse que se creÍa Dios? ¿Por quó este ! Para nuestro ~nsto 1 p~ra sus adoradores, nó, 1
~ rnl tel'io de igno1·ancia 0 de olviélo? ¿ Es cálculo, ,l(lllla 1 ~.te Cnsto n~'tn ~~·oso no s~rá nunca el de
distraccion,o nlgun oti'O misterio que yo no pu.edo la hum.atn<.lad que lo a~OJ.a, per? m aun ~1 ~le ~~
peuetrc.\1'? ¿Qué importa por¡ demas el moth'o humamdad.~~e lo.h_on: a 1 esp::andose a "I m1sma.
de vuestra negarion? l .. a nfit'maciou de Cl'isto ~sí, la Cllttca m t1sttca, s?L' ~todos '?i:) punt?s.
queda, queda ea su perpetua evidencia, en su
1
baJO todos as.pecto.s se-l Gran Doctor de la huma- son altamente pet·judiciales a la causa de In. Iglesia;
nidad, del Gran Reveladot· de la humanidad ; i que no pueden redundar en honor para ninguno
qué viene a set· su sinceridad '? ¡ Qué 1 ¿ 1~~. diJO de los rontendot·es. Dos hombres que se ai'I'Ojan
q~1e era Dios i sabia qne no lo era'? ¡ Oh! EL sa- \ lodo, al fin de la contienda no pueden resultar
bm que lo era ; sí, yo no me att·evo~ pot· respeto limpios; i si esto es deplorable t1·atándose de sima
Jesucristo i pot· respeto tambieu úcia ,~osotros, 1 pies pat'ticulat·es, siendo eclesiásticos, i eclesiástiuo
me atrevo a detenerme en la idea insolente que 1 cos de notable posieion los adalides, el hecho toma
supondl'ia en Jesus una fé real en su Divinidad ¡ proporciones tan grandes como malamente sig-
1.
,:1 imaJinaria; es dccia·, la mas ridícula de tc.das las nificatívas.
locnras en el que se supone el mas sábio de todos Deseamos que el Ilustdsimo señot· Arzobispo,
los hombt·es. Esta últ!ma hipótesis es tan estupi- empleando su alta dignidad i su cal'ácter benévolo,
damente sacrflega, que casi es demasiado mencio- concilie esas desavene leías ajenas del sacerdocio
1
nal'la. Es preciso, pues, volver a esta ot1·a: Jesus \ i tan perJudiciales a In edificacion de la sociedad.
no se creía Dios, i, sinembm·go, en sus palabt·as i No es posible que el público se fot·me una buena
' en sus acciones, afit'mó que lo era. 1.;_:s decir, que idea del Glet·o, si este se despedaza con sus propias
1 sob1·e la cosa mas grave, decisiva i sagradn que se 1 manos; romo j3mas se la ha fo1·mado favot·able de
pueda concebit·, afirmó lo falso, lo absolutamente una familia, que si tiene un pat'iente difícil o cen-
' falso ; de donde resulta con las condiciones del suruble publica sus defectos en vez de ocultarlos 1 ' mas solemne i del mas impío de todos los engaña- : para evitar su pt'op-io despt·est1jió. Rn estas paladores.
¡ Ah ! Si fué así, velad me su se!l1blante, bras no nos dil'ijimDs a las personas sino a los
·: porque lo que yo quiero contempla!' en EL, es la 1 principios úe verdadero órden •
.
1
?sonomía de la sinccl'idad, i vuestm crítica tan El inteJ.·cs ·.con que vernos cuanto atañe al decot•o
1
msensnta como sacdlcga, no me deja vet· sino la ele la Iglesia i a la dignic acl de sus Ministros, nos '
faz repugnante del disimulo, de la hipocresía i del 1 dicta estas líneas del todo imparciales.
J
1
engaño. Me muestra no sé qué cat·a maquiavélica, Es sensible que Jos homlHes no vcarnos a veces
con sonrisa menttmsn i mirada equívoca, en vez todo el alcanoe que tienen nuestms acciones; pues
de esa figma radiante i pura que se presenta a la no pocas ocasiones, pot· herit· a otro, nos herimos,
J humanidad con la coronn de una sinceridad abso- i q.uizá mas pt•ofund&mente, a nosotros mismos.
, luta i de un candor divino. 1 En este caso, las palabt·as del Divino .Maestro
1 para asegm·arme sobre el carácter del Cl'isto 1 merecen bien traet'se aquí ahot'a: -
qué me dejais, para calmar e~ grito de la coneien.. · "' Todo reino dividido- perecera:' .,
rd --- --- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
F.L CATOLICO.
-------- ---------
-'81 n~mero 71 de Los Ande$, p:cri
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Biblioteca Virtual Banco de la República
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El Católico - N. 75
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El Católico - N. 72
•
AÑO II. Bogota, 18 de octubre de 1864• NUMER072.
~ llJ Jit®llt [JJ ~ il ii!B » ~ [JJ ~-
Con el presente número concluye el segundo
trimestre del segundo año de este periódico.
Suplicarnf)S a UU. que a vuelta de correo se
sirvan enviarnos los fondos que hayan recaudado
i las colecciones sobrantes. Los qne no lo
1 hicieren así, no esttañen que so les suspenda
h remision.
Arquidiócesis dé Santafé de Bogotá, 29 ile setiembre
de 1864-Secretarta. clel Gobierno eclesiástico-
Número 669.
Al señor doctor Vicente Ferrer Berna l.
El IlustrfsimoseilOt·Arzobispo ha resuelto res'
tituir a U,a la capellanía de Monserrate,quedando
U. autorizado para ejercer libremente su Ministerio.
Lo comunico a U. para suconocimiento i demas
fines.
Dios guat•de a U. IGNACIO BUENAVENTURA..
REDACTOR, VENANCIO ORTIZ.
RENAN.
IIacía cuatro mil años que existía el mundo,
i las frecuentes revoluciones que durante ellos
' aflijieron a la. humanidad, dejaban por aquella
época de hacer derramar lágrimas. El mar
tempetuoso de las pasiones se mostraba en
ca\ma despues que el trueno ensordeció los
espacios i que los huracanes habian escrespado
las olas haciéndolas subir como mon tafias i
bt'ljnr hasta los abismos. El mundo sojuzgado
por las armas romanas, doblegaba paciente lá
cerviz uajo el yugo que le habia impuesto un
pueblo, i la voz de César Octavio Augusto era
obedecida en todas las rejiones conocidas.
Un pueblo solo, fiado en sus tradiciones que
formaban un cnrso completo de verdadera filosofía)
levaba a duras pénas aquel pesado yugo.
Sabia que cuando el cetro de sus Reyes hubiera
pasado a manos de estranjeros, vendría el
Libertador de los hombres, i esperaba con
ansia a ese Libertador. Varias veces, impulsado
por esa esperanza, se habia sacudido, i J osefo
refiere los heróicos esfuerzo-s que hizo inutilmente
para romper sus cadenas.
Pero no era solo el pueblo judío que poseía
esas tradiciones, el que estaba persuadido de
que iba a aparecer un Hombre estraordinario,
que cambiaría la faz del mundo: todo el mundo
tenia esa persuacion. Tásito habla de ella
como de un fenómeno inesplicable, indicando
con claridad que ese Hombre nacería en Judea.
, Sustonio dice: que " todo el Oriente repetia
la antigua i constante opinion de que los destinos
habían decretado que en aquella época la
Judea diera Soberanos al Universo. " La es- 1
pect~tiva, pues, era universal; i no como quiera,
smo que segun el sábio ingles Mr. Mnurise,
se esperaba un l\iediador que restableciera las
relaciones entre el cielo i la tierra, entre Dios
i la humanidad, porque toJos los pueblos reconocian,
segun rlatcn, que "la naturaleza i las
facultades del hombre se mudaron i corrompieron
en su jefe, desde el principio." Voltaite
confesó que " la espiacion fué la mira de todas
las relijiones. "
I todas ellas contenían la creencia de que
ef3e ~fediador debía nacer de una Vírjen. W.
Jones, en el suplemento a sus obras, tomo 2.o
pájinn. 5 t!8, refiere que los libros sagrados de
los bramas declaraban que una Vírjen daría a
luz a un Dios. Los ejipcios profesaban la creencia
de que Isis seria madre sin dejar de ser
vírjen. Los siamitas seglln Plutarco, creían
que el Hombre esperado, nacería de una Vírjen.
En la India se han hallado pinturas, segun
refiere Rose.lly de Largues, en que se representa
a un N1ño en los brazos de una Mujer
cuya cabeza es~á .. ra.deada con una aureola que
representa la V1r,pn1dad. En el J a pon, -en China
í en el Tibet, hai, segun Barrow. la misma
creencia. Mm·atori refiere que en ~arias Naciones
de este Continente, se halló poi' los
conquistadores españoles i portugueses, la tra.dicion
de la Vírjcn que babia tenido un HiJo
que tlespues tlo haber obrado prodijios, se alzó
en los aires a vista de muchos de sus discípulos.
Las vestales eran vírjenes que se consagra ban
al servicio de los dioses, i las había en Roma
en Aténas, en la India, en el Perú, en .r:Iéjico'
en China, etc, i en todas part~s se las honra~
ba ya porque se creía que de ellas nacería nn
Dios, ya porque Dios hn.bia nacido de una de
ellas. Por eso el Profeta Isaías no dijo : '' una
vírjen, '' sino " la Vírjen concebirá. " El
mundo sabia que así iba a suceder; i así sucedió,
porque pn.ra el Sér infinito que de la nada
sacó el universo, no hai cosa imposible. " Hágase
la luz, '' dijo, i la luz fué hecha.
Llegado el tiempo, el orgullo del hombre
".llas poderoso sirvió· de instrumento a Dios.
Augusto quiso saber el número de sus siervos i
ordenó con tal objeto un empadronamiento jcneral.
La Yírjell: que habia concebido, segun
la espectaCion uniVersal, o patraña universal
segun el gólgota Boulanger, fué de N azaret a
Belen con su esposo a empadronarse conforme
al decreto del César publicado por Cirino, Go~
bernador de Judea. N o hallando lugar entre
los hombres, como estn,ba predicho que debía
suceder, se refujió esta santa familia a una
cueva que servía de establo, en las afueras de
la ciudad, i allí nació el Gran reparador EL
Dros DESCONOClDO a quien los ateniense~ habian
erijido un n,ltar, el Dios a quien habia
cantado Virjilio.
La "Biblioteca oriental" en el artículo
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
186
"ZEUD.ASCHT," ow3tñ<" que este 1-It stro de 1 ele In Rclijion Católica tralJajnn por estrélvinr los
los magos había advertido que una estrella ! ánimos haciendo amable el crímen i udiosa In
seria la señal anunciadora del nacimiento del justicia, nos complacemos en rep¡·oduci¡· el anúli ..
:M esías, a quien l'ecomendaba llevaran presen- sis que de di~ha obra hace el_ señor .Obispo de Or..,
te· i en "Las investiaaciones asiáticas" to- leans en un hb1'o que ha publicado, 1 de que estracm~
X, se lee que un E~perador' de la India, ta, un trozo tEraducido :'El Co¡·reo do Antioquia," 1
conmovido por algunos oráculos, encargó a sus nu;~H'ro 5. .· s com~ s1gu~: ., .
emisarios que mataran a ese Niño. Jos Schmitt Un espíl!t~I fue~ te estravJ,tdo, q_ue ~omo otlos 1
en el " OríJ'en de los mitos " refiere que ha- muchos ha disipa~o en locas. prodJgallclades, los
; O . ' . dones mas maravillosos del C1elo, ha lanzado t·e·
b.endo llegado .a h~na e~~s rum~res ' culndo cientemente al mundo un libi'O titulado" Los l\II- 1
el S~ be rano Mmg-ti. en~IO ~mbaJadores a de_s- SERABLES." El ruido de este Jibro ha fijado mi
c~1br1r el SAN'l'O, hacia 6.> anos que EL habla atcncion : médico de las almas, un Obispo tiene el 1
diCho sobre la Cruz, ·~o no ESTA CO!XSUMAJ?O· deber de vela¡· de ce1·ca i de léjos sobre todo lo que
El profe~or de 1.\;lumch, Mr. ~ch?-berr, h1zo interesa o compromete la salud de las a\ mas; i un
una multitud d~ calculas ast:onom1cos p_or los buen o mal libro demas, es siempre pa1·a las almas
quo ha descubierto que, preCisamente a tiempo un nuevo principio de corrupcion o de virtud. 1
en que nació Jesucristo, se verificó en el Cielo Nosotros debemos poner el oído aun al ruido de los
una revolucion particular, pues U rano, el mas sucesos lite¡·aa·ios, como a las seilales del tiempo.
elevado i lejano de los planetas, cumplió en Pero, lo confieso, é.lntes del estraño suceso el título
aquellos días su quincuajésima crrera, volvien- n~e babia atraido,- LOS 1\IISERABLES 1 Yo rne habia
do entónces todos los astros a principiar su dicho: esto nos atañe quizá, porque nosotros somos
curso. " Aquella época añade el sál>io bába- los socOI'redores. Cuando se oye en el mundo una
ro coincidió con el fin de la semana del año Yoz gritar: 'e¿ quién se interesa pot' los misera·
sabático de los judíos en el cual segun un an- bies?" debe haber al ménos un cristiano que se
tiguo vaticinio Dios debía asegu~·ar su alianza. levante i respond.a: "Yo:''
e 1 s s ~' "No he quendo refenrme para conocer este 1
0~, 08
J uyo · . . libl'O al infot·mc que de él hnn dado diversos es-
A51' p~es, todas las tuedas 1 tod~s los re: critores bien intencionados, i lo diré sin rodeos:
sortes partiCulare.s de a.qu_e~ gran reloJ _del um- yo hallo que los católicos se avienen fácilmente
v_erso, cuyo. dest_mo 1.;r1mit1vo. e~?' scnalar el con estos gmncleg libros, que son con relacion a
t1empo, hab1an si~o colocados 1 ct1spuestos de las almas, grandes acontecimientos. A veces unn
tn.l modo por el m1smo Cren.dor, que corres pon· chocarrel'Ía quizú dos o tl·cs insultos un tono mas
dian tod?s a la g~ande hor~ en que Dios debía desdefloso que cscandaliznclo, i ya 'creen que el 1
hacer bnllar el dm determmado desdo toda la libro es muerto. Se dice que el ridículo mata; no :
eternidad, i celebrar el gru.ndt) ai'ío do rcnova- él hiere. Emple:.índolo, se estimula a los advet·cion
i de perdon. Todo el universo anunciaba, sarios, pero no se les desarma. O yo nada sé, o
pues, en las grandiosas proporciones de su San Agustín ha dicho: Tuba insu.ltationis infruc~
arreglo i de sus disposiciones interiore~, como tuousum facit bellU?n.
el libro de la revelacion, ~quel por quien i pa- "Yo, pues, me he hecho dar un~ cuenta n_1Ui
ra quien, se hizo el Cielo estrellado." profunda de esta ,l.~rga ?bra: _yo m1smo h~ lmdo
Las ciencias i ]a. historia vienen: pues, a sus numerosas pnJmas, 1 meditado .las mas nnpo1·- 1
formar en escuadren cerrado para atestiguar tantes de ellas. Yo puedo despre_cwt· al que hace •
la esactitud de la relacion evanjélica. Tantos el _mal; pero 11 ~ puedo. desprecJat' a aquellos a '1
prodijios vaticinados i cumplidos a tiempo que q~Henes s~ hase; I, a dectr verdad, yo no de~~re- 1 ·, J ~ b' d 1 c1o a nadJe. Encurnt¡·o, por otra parte, en todos 1 n_aciO esus, es!an pro an o. pa.ra e que no los libros de nuestra época, lo mismo que en las ~
Clerre voluntanat?ente los OJOS a la luz d~ 1~ almas, signos que me iluminan, homenajes iodirazon,
que J esucnsto es verdaderan~ente J?ws, rectos por los cuales bendigo a Dios, confesiones
tanto mas cuanto que, esa espectac10n umver- involuntal'ias que me tocan fnarimas dolot·osas
sal que tanto IJ?Olestaba al e~céptico Bou]an- que solo la fé puede calmar, dese~ secretos, esploge:,
desapareciÓ con la vemda del Ho~bre a siones repentinas, lágrimas mnl disfrazadas, i yo
qmen nosotros adoramos como a HIJO del quiem investigar estas t1·azas del Cl'istianismo
Eterno. escondidas bajo montones de eJTOJ'es, como un
Es, pues, mui orijinal que Ernesto Renan: viajero saluda las ruinas invadidas po1· las yerbas,
contradiciendo todos estos irrecusables datos, i los escombros de un templo en que Dios habita
por sí i ante sí, sin mas apoyo que su capri- i se revela aún.
eh o, diga, como si estuviera refiriendo hechos "¿Qué se pretende enseñamos sobre los mise- '
de que él fué testigo: "J esus no nació en Be- rabies? Escuchemos, si de allí puede resultnr al- ,
len sino en N azaret: J esus no es mas que un gun bien.
hombre: el Evanjelio es una leyenda. '' Pero "La obra, segun me parece, corresponde mediomas
sorprendente es aún que haya quien, por- cremente a su título: ella nos dice ~obre los mise·
que dice audazmente esos disparates, lo llamo rabies lo que vnldl'ia siempr·e mejor {>3Sal' ensilensábio.
eio; pero no nos dice lo que a todos convendría
LOS MISERABLES.
saber·. Estos diez volumenesencierran un romance,
un panfleto, una tésis. El romance me impo1·ta
poco; él parece, ademas, la parte débil, esceptuan~
do algunos destellos a los cuales la pasion por esta
suerte de literatura puede no ser insensible ; pero
Como esta novela de Víctot· Hugo se ha hecho que es preciso ir a buscat· como un zambullidor vá
tan de moda, i se le tributan elojios tan pomposos a pescar pe das en el fondo de un golfo borrascoso.
como a todas las producciones en que los enemigos "No callaré, sinembargo, que aun en un roman-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ce, hai algo mas que una falta literaria, hai un 1 dolorosa, que se compone de dus tér·minos, uno
espantoso trastorno moral,. cuando' el bien i el mal, 1 que los denuncia a la policía, i otm que les garanel
vicio i la virtud, la inocencia, el her·oismo, el tiza las reservas de la piedad ; pulnbm mitad juhonor,
el martirio están como aquí siempre en diciaria, mitad cristiana.
falso. Yo no he encontrado a1If un sentimiento del ) El cristiano, al contral'io le dice íll ód10; 1 este punto no habeis sabido tocado; por~
oído al rico: ) Despues se coloca entre Ios dos, i no el quo nosotros hemos conocido) es bueno hasgrita
a unos i a otros en voz alta: << Hai un tala tontel'Ía; vuest1·o ajcntc de policía tiene una
Dios que os contempla!)) ~sp~~ie de honradez, pero so~da i ciega ; vuest ros
« ¿ I cómo i pot' qué el cl'istiano querria olvidar mdJJen~c~ se tom~n en. ~acm,o.sos. Sel'ia enojoso
que hai miserables? Sí, hai hombres que han ~nco?,t 1 ar se .~ón 'uestt ~s her oes en un ,bosque.
robado porque careciau de educacion, de relijion ¡ 6 Qmen sablla, pues,. fiJar este punto cleh.cado de
de pan, que han estado en la prision porque han ? 011 ?~ dependen el ó.t de1!, ~a pa2, la s,egul'ldad, la
1 rollado, que han sido deshonrados en Ja -prision, ¡ J~Stlcw? ¿~ué ~oder· mstJ~nll·.á, reglara e.ntr·~ nosodespues,
desapiadadamente rechazados por la so- tt os est~s 1,elacwnes .. c.qUJtatlvas, que IffiPl.d~n a
ciedacl. Sí, hai mujeres que la miseria ha hecho uno socieda~ convel tn se. en una casa de pnswn o
sucumbir, i que el vicio infame ha hundido en el en una taberna de rnatas~etes ?
mal, Sí, hai pob1·es niúos mas desg¡·aciaclos que <re sin comprenderla. Sin Jesucristo, 1851 soi el ver~adero Cura propio de la parroquia
1 vos IlOS rechazais,i e11 ~L nosott·os os perdonamos, de Plato, en la Diócesis de Santamarta,me veo en
nosotros os amamos siempre, aunque no fuesé sino el debe1· de desmentida; no tanto por mí, a quien
pot· causa de estos acen,tos inesperados, que nos ningun mal viene de la mentira fraguada por el
\ 1ienen algunas veces aun de vos mismo, como de mentido Cura de Plato, cuanto por mis feligreses,
una alma hecha en otro tiempo por Dios para me- a quienes a juzgar por el supuesto procedimiento
jores destinos. Sí, solo Jesucristo nos hace perdo·· del Alcalde i del hombre que se negarn n p1·estnr
nat· i amar a estos miserables que vos babeis a su Pát·roco tan sencillo favor,·-como el de ensi·
pintado ; ¿pero sal>eis cuál es el gmn repl'Oche llat un caballo, se les puede tene1· como un pueblo
qne dirijo yo a la ~ociedad? ¡ Ah ! lo que es es- seduo-católico, cómplices en la eruela guena que
pnntoso, lo que no perdono a mi época, es que un en nombre de h libertad i de la civi\izacion se ha
espíritu como el vuestro, lo mismo que otros mu- declaraáo en nu~stros tiempos a la augusta Reli- ·
chos, hayan causado tales nauft·ajios eu la tem- jion del Crucifirado: a esa Re.lijion divina bajada
pestad de su siglo 1 Vos al ménos, aun es tiempo, del Cielo pat·a incendiat· a la tierra con el fuego
podeis encontrar la luz perdida i yuestra prime1·a sagrado de la caridad; i pat·a -prodiga~· a las Nallamn,
i a vuestra última hora, dando en fin al ciones los ópimo.s i sasonados frutos de la paz i ) 1 1 • , . Es un hecho cierto, que el Jefe Superior del Es·
«. ¡ ~h Jesus_ · V o~ solo esta1s, _pac~, nlh. _PUia tado del Magdalena enviara a mi curato de Plato '
, dec1rnoslo ~od?, esphcarnos el .m1ste 1: 10• facihtar- un piquete de jente armada para captmarme, cual ~
nos el sacrificw, revelarnos lo Imposible. De Vos un criminal sin tene\' otro delito que el de haber-
' vien,e para todo, el consuelo, la luz, la reparacion, me negado ~né1·jicamente a obedecet· los decretos 1
el balsamo. Con Vos tod? se _co~prencle, to~o se de «Tuicion i Desamortizaciou,» i haber trabajado
resuelve, se reanuda, se Ilumma 1 se perfecciOna. con igual enerjía, en mi calidad de Vicario foráLo
que los hombr~s ll~man un suplemento de luz, neo, para que los Curas de mi dependencia hicie ·
es vuestt·~ revelacton, I el suple~ento de fuer~a ran igual 11egativa. Lo es igualmente que en 21
q.ue ?llos. mvocan, ~s vuestra gracia· Vos ~labets de julio de 1862 ,salí de Plato en calidad de pt·eso,
s1do E~vmdo ~o~· Dw~ p~m trasformar ~~a tlet·ra : para la capital del Estado : que allí estu\'e hasta
i V: os S?IS su Mm~s~ro mdtspensable, su Et.erna sa- el 27 de setiemb1·e en que partí para esta, a donde
b1duna hech~. VISible en su o.bra, su lV!edmdor, su fuí confinado; i en donde he permanecido hasta
otro Yo, su HIJO, su yet·~o, Dws con EL, nuestr·o hoi de Secretario del señor Provisor Vicario jeneral
Salvad?t'. Vos lo SOis, I yo os ~dot·o 1 de la Diócesis de Santama1'ta, docto¡· José Rome-
(( No, .no ~e comprenderá JUmas la cruz ~e ro; i dispuesto siempre a arrostrar el destierro con
nuestra v1?a sm la c!uz el; vuest1:a J?Uerte. .sm todas sus penalidades, i hasta la misma muerte en
Ves no ha1. pot· do9mera smo casttgo 1 ~orrupct~n. d~fensa de los sagt·ados derechos deJa Iglesia i de
La humamdad qmere ott·a cosa. No hm redencwn su divina libertad · mas si alauna cosa me ha
ni perfeccion sino en Vos. hecho llevadero mi ~onfin;mieut~ no ha sido otra
ce Adorén:os, pues, .delante de este _mundo, que que el gt·ato recuerdo de las fina~ demostraciones
es corrupcwn, al :J?!,os que es candad! DEus de verdadero afecto que recibiera de misfeligt·eses,
<::HARITAS EST! F ELIX, ÜBISPO DE ÜRLEANS.» en los momentos de mi separacion. Esta fué acom-
Por el último correo venido de la Costa, hemos
recibido una hoja impresa en Cartajena, que contiene
lo siguiente :
« UN 1\I.Á.RTIR.
Con este mote he leido en la parte etlitot·ial d.el
número GO de " E\ Católico '' de Bogotá) correspondiente
al 26 de julio último, un artículo en que
se anuncia la defnncion del Presbítero Joaquín
I,abarcéz, Cura de "El Plato," en la Diócesis de
1 Santamarta ; lo que tuvo lugar el 15 del mismo
pañada del sentimiento i lágrimas de aquellos, que
en su mayor parte abrigan los mas sanos pt·incipios
relijiosos, morales i políticos ; i sin el menor
ultt·aje de parte de la autoridad local, que po1· el
contrario .sentia profundamente tener que cumplir
las ó1·denes que se le habían dado para mi captura
i rcmision.
Al tributar este homenaje a la verdad, siento el
mas vivo placer en recordar como una prueba de
ella, los dos memoriales dirijidos por los vecinos
de Plato al Congreso de la Union, reclamando el _,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
t--~~~w~~~~"~~~~~~~~'-~~~~
f cumplimiento de1a garantía otorgada por el inciso 1 d!as destihado~ al efecto con nuestra~ familia~,
·1 16, artículo 1ó de la Constitucion nacional, es de- 1 Cll'Cunspectos 1respetuosos,con un contmente reh~ ·¡ cil·, la libm·t&d de profesm· i pr.actiraL' su Relijion, ji_oso i gmve: contraidos esclusivament~ ~los ofisin
la menor restriccion por pm·te del Gol>iemo, ctos que en él se celeb1·aban por el Mmtstro de
en quien por su parte ningun poder han delegado nuestro respectivo culto.
para ello. Hoi ciudadano Presidente, este mismo lugar, a
Sirva lo espuesto parn que los señores Redacto- que nosotros tributamos un respeto profundo, ha
res ele «El Católico» desdio·an, en obsequio de sido invadido por la mas inmot·al de las profanala
veracidad de S\1 periódic~, la impostura que ciones : hoi entran a él 1os sil·vientes del señot·
~ envuelve el nrtículo de que me he ocupado, i de Eliseo C01·tez, ajente de" bienes desamortizados,"
r, satisfaccion a los vecinos ele Plato por quienes a guardat· el pasto de los caballos, con el mismo
únicamente he dado este mentís. desacato i atrevimiento que a una caballeriza cual-
JOSE ANTONIO ACOSTÁ. )) quiera; í avisados por su señor, del error lastimoCartajeua,
30 de agosto de 1864.
El individuo que murió en el Hospital de San
Vicente.de Paul, haciéndose llamar el Pt•esbítet·o
Joaqmn Labarcéz, refil'ió lo que relatamos en
nuestro número 60. Su relato estaba tan en armonía
con lo que ahora se ha visto en la República,
i el hombre tenia tal aire de injenuidad, que
no era dable creEldo un embustero ; i mucho ménos
habiendo sostenido como sostuvo su papel
hasta en sus últimos momentos, no obstante que.
en ellos recibia los ausilios ele una Relijion severa
con la mentira, i manifestaba sabet· bien que iba a
ser JUzgado pot· el mismo Dios ante quien no son
~ ~ posibles el disimulo ni la ficcion. _ ¡1 Damos las gracias al Presbitera señor José An~
tonio Acosta,pot· la aclaracion que contiene su es-
1: crito, i manitestamos ni insertarlo en nuestt·o pe,
l'iódico, el deseo que nos anima de sel' siempre
vera-ces en nuestras producciones.
--En carta fecha 16 de 5etiembre último, escri-
' ben de Cali_, que al Jenera\ Mosquera le ha quedado
la mnnía de predicat·. Anunció que iba a hacerlo
el domingo 11 en una de las iglesias de San
Fmncisco o San Pedro ; i como fueran algmws
lj Sacerdotes a rogarle que no diera tal escándalo,
los trató de un modo indigno, insistiendo en que
quería mostmr que sabia mas en materias re~ijiosas
que todo el sacerdocio católico. Un JÓven
Presbítel'O, coadjutor de ámbas iglesias, dijo al
sabel'io, que si el Jeneral iba a cumplh· tal
capricho, lo trataría como a un profanador i le
cenada las puertas. El Jenet·al temió acaso el
cumplimiento de esta amenaza, i desistió de su
idea q.ue tenia alarmado al pueblo.
-La sei10ra Eujenia Mouthon ha pi'Ocedido con
lijereza al asegurat· en el numero 70 de "El Ca'
tóliro " que se babia incorporado su nombre en la
1 lista d' e rematadores publicada en e l mt.s mo pe-
\ riódico. Acaso dicha señora ha sido una de las
personas a quienes en H La Opinion," se ha que-l.
' ¡:ido manchar -con el estigma que señala la f1·ente
de los que han usm·pado los bienes de la Iglesia,
i en tal caso es contra aquel periodico que debe
, protestar. MIGUEL AmAs.
~ .. ·~---
so, de que allí debe entrarse con sombret·o puesto
i del mismo modo que a cualquier luga1· comun.
Anexa a este templo hai una casa que eu otro
tiempo fué convento de frailes, i últimamente, por
muchos años, estuvo destinada a casa de habitacion
del eclesiástico que allí funcionaba.
Estos edificios que nada pueden producir al Gobiet'no
i .que tan notable falta nos hacen, parecen
sábiamente comprendidos en la escepcion del parágrafo
J.o del artículo 2. 0 -de la lei ultima sobre
" bienes desamortizados."
Por tales razones, ciudadano Pl'esidentc, nos
atrevemos a invocar vuesti'O ausilio, a efecto de
que In Junta Sup1·ema Dil·ectiva del Crédito público,
en virtud de lo estatuido por el artículo 11 de
la lei ántes citada resuelva, que la ocupacion de
tales edificios por cuenta del Gobiemo no es legal,
i por tanto debe dejársenos en posesion de ellos
pam el objeto que fueron instituidos por nuestros
antecesores.
Así es de justicia que es lo que pt·etende~os,
oft·eciendo,de los hechos, la prueba correspondiente
si necesario fuere.
Ciudadano Presidel}te.
Belen ele Nobza, 6 de setiembre de 1864.-José
D.iartin EspzUa, José Ezequiel Suárez, a ruego
de José Agustín Acevedo, Teodoro Espitia,Agustin
Banera, Eduardo Diaz, Manuel Zalam,anca,
Pedro José Acevedo, Ped1·o N. Acevedo, Tomas
Diaz, JJ-lat·iano Tórres, J~tan Clímaco Ballesteros,
TeodoTo Espitia, Florentino Barrera,
a ruego de Cecilio Acevedo, Réyes Abril, por
ruego de Juan Abril i por mí, Joaqut.n Ballesteros,
a ruego de Jesus Ballesteros i por mi, Benjamín
Ballesteros, a ruego de Juan de la Cruz Ballesteros,
Teodoro Espitia, a ruego de Alejo Ricaurte
i Jos~ María Guarin, Clímaco Ballesteros~
Luis Usoáteg~ti, Juan Castro, Rarnon Tórres, a
ruego de Francisco Ambrosio Herrera, Clímaco
Balleste1·os, Antonio JJ.1.m·tínez, a ruego de José
Barrera, Epífanio Barrera, José Pattocinio Roclríguez,
José Mw·tin Espitia, a ruego de Bartolomé
Ballesteros, Ismael Ballesteros, a ruego de
Salvador i Félix Rincon, Clímaco Ballesteros, a
ruego de Juan Francisco Rincon e Ignacio Rincon,
Anjel !r1aría Rt'ncon, Dímas Granádos, José
Gregario Cadena, Ramon JimAnez, JJ1amtel
Rinc(m, a ruego de Custodio Diaz, Clímaco Ballesteros.
FUNCION. RELIJIOSA
Ciudadano Presidente de los Estados Unidos de 'DE cuARENTA ~ORAS EN SANJIL.
Colombia. Seño1· Redactor de ce El Católico.>>
Los suscl'itos residentes en el territorio de la Siendo el pel'iodico que U. dignamente redacta
Hacienda ·de e< Belen de Nobza,» ante vos atenta- el órgono de la causa católica en el país, pensamos
mente representamos para esponer: que U. recibirá con gusto e insertará en las columExiste
en esta Hacienda un templo que ántes del nas de su puhlicacion todo lo que tienda al desa-
9 de setiemb1·e de 1861, estaba destinado a la rrollo del sentimiento relijioso~ haciendo patent~
oracion i .recojimiento: donde aparecíamos, en los ~ que aun permanece viva en nuestros pueblos la fe
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
190 .ÉL
.... ,.... _ _,..._~-
que heh~damos de nuestr·os pad1·es; esa fé i esa 1 nuestt·l\s poblaciones se estraVimi o se entibian en
Relijion tan combntidas por el ·espíl'itu reformista 1 la c¡·eencia, depende mas de pet·ezn, de la cobat-día
de la época; ess
en calabosos inmundos, jimen en las minas heladas de 1
la Siberia; otros mas íelices, han sucumbido en los
campos de batalla i han recibido la corona del martirio,
sellando eon su sangre el amor a la patria i a la fé. .~
¡Oh, si alguno dudase de lo inmenso de nuestros máles, -~
bastaría para procurarse el mas profundo convenci- 1
miento, el que consultase los hechos que acaban de
cumplirse en presencia de la Europa civilizada.
Bajo los reinados de Catalina JI, Nicolas 1 i Alejandl'o
II, la Rusia ha r.onvertido por medio de la fuerza
al cisma griego, mas de 10 millones de católicos romanos
i griegos-unidos, aprisionando a los sacerdotes,
desterrando a los monjes, eJerciendo en 1842 una ho-
•
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~-~=~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~- ~~~~ ;¡ /' -- - -- -- ~· -~~~ ~ ~ -- ~~~~~~~~--~.__o"'· ~~.-...rv~-..r-....r~....r-.ro~~~ 19t 1
~ rrible persecucion contra los relijiosos i las relijiosas 1 todo lo ha sacrificado por la patria comun i porque
¡~ de Snn :Basilio, de modo q~e la Europa toda ~e ha 1 junto con él, muere con la cruz en la ma!lo por Ja di:
1 conmO\'Ido de horror a la v1sta de esas persecuCiones cha de sus hermanos. Su voz, pues, sera respetada 1
J de cuya evidencia es imposible dudar. I los mismos la Relijion del Cristo, esa Relijion de amor i de verdad
Ir tratamientos nos han bido reservados boí, i nuestl·as no será profanada. La Polonia independiente hoi, lo
glesias son profanadas o convertidas en templos ds- mismo que en tiempo de su grandeza, léjos de perse·
.l
máticos, otras cambiadas en prisioues, nuestros con- -guir lós otros cultt•s, guardaría la preciosa herencia
rentos convertidos en cuarteles, en los que -se abriga i que le fué trasmitida por sus padres: la santa fé
se solaza una innoble sol<:l.adesca. El cumplimiento de católica.
lo s deberes relijiosos es considerado como un crimen, El Clero que conoce desde hace ·mucho tiempo las
asl como eu los tiempos de Ne1·on i Dioclesiano; que- nobles aspiraciones del pueblo, asi CORlO las de los que '
reis un ejemplo? Los sacerdotes son asesinados por con~ervan las riendas del Gobierno, unirá sus esfuer-í
los caminos públicos en los momentos mismos en que zos 1 labores a los de la Nacion, sin que le fu11·a posible J llevan el Viático a IGs agonizantes. En muchas dióce- o~rar de otra manera sin atraer sobre su cal5eza la ver-
'
sis es prohibida toda comunicacion entre los ·Pastores guenza ·i el desprecio. Todo polaco i con mayor razon,
i sus Obispos La audncia de \os Popes moscovitas, no todo sacerdote polaco, sabe bien que el czurismo co-¡
t eniendo ya freno, nrrebatan a los niños recien-naci- rrup~or e inmoral, es un enemigo mortal t an to de la fé .t d os i los b nutizan conforme al rito cismatico; · otros catdo~IC~ como de la Nacion polaca i de sus mas caras
emi sarios r ecorren el país i atacan por su base al culto tra Iccwnes. En nuestra calidad de sacerdotes po-
~ eatólico, ex citando al puebiQ con sus palabras i escritos Jaco~, siempre hemos marchado de acuerdo con la ·¡ contra los sacerdotes, i dan así lo:; primeros golpes ·al Nacwn.
~ poder espiritual, a los derechos canónicos i a la perso- Despues de esta compendiada esposicion, bien pue~
na sa g t·ada del Santo Padt·e. Tan excecrable trama se de oomprender el venerable Clero catolico del Univer~
nos r e pre senta como el desencadenamiento de las po- so, hasta qué punto han al-canzado las desgracias de
l. tencias infernales contl'a nuestn nacionalidad, anti- la Polonia, i cuan pesada es la cadeua que la oprime.
f sno i venerable antemural de la Iglesia, al Oriente de Oh! A _la verdad que Dios no ha podido jamas ser tan
~ la Euro pa. desprecwdo, ni la humanidad tan vilipeiJ.diada con
lí . E n pr esencia de semejante dfspreeio por todas ·las mas r.mdacia e ignominia.
leyes divinas i humanas, ¿será posible que el mundo i yenerables padres de la fé, Obispos de es1a santa
cristiano mire sin conmoverse cómo se derrama la san- Iglesw, por cuya defensa sufrimos todo cuanto una ¡¡ gre inocente? No hnbrá para nosotros otra cosa que Nacion puede sufrir, i vosotros, Sacerdotes hermanos
palabras de compasion? ... En otro tiempo la Nacion ~ues~ro? por el sacerdocio, a ejem-plo del Levita del
¡
p olaca, al llamamiento de la Iglesia i de la cristiau- EvanJeho, no paseis por ·delante de un pueblo tan in·
d ad, des varata las hordas tártaras que invadían la ci- f01·tunado sin dispensarle vuestro socorro.
rilizacion i preserva a la l~uropa de las desgracias que Tres cosas necesitamos: el socorro de vuestrasofren-la
a mennzaban, i hoi esa misma N acion deberá ser d~s, el apoyo. de vuestras oraciones i las espllc.itas maabandonada
por la Europa i la civilizacion, i dejada mfestaciones de vuestras-simpatías. Al apelar a vuescomo
presa a la ferocidad de \os Procónsules moscovi · tros nobles corazones, a vuestros sentimientos de
tas, m as cr ueles todavla que los jefes de las hordas ~elijion i humanidad, nosotros os conjuramos a que f! asiáticas? Olgttm et.forman, ·cum qua zps'ius cató~
con enerjía la barbara tiranía de nuestros opreF " res. cm ?'eligíoms cunjuctan et secúrztas-Paris, 29 de
~ Ya en 186l babia Su Santidad públicamente aprobado j-unio de l864, el dia de San Pedro i San Pablo.
la ~aoble conducta del Arzobispo de Varsovia, de in- Cárlos M ikoszeuski, Canónigo honorario, Cura de
' mortal memoria, Antonio Fialkowski, así como fué Zalazna en la arquidiócesis de Varsovia.
1 grande su dolor, como padre de la Cristiandad, al te- Ví ctor Lisicki, director i profesor del Seminario en
ner noticia del arresto audaz del administrador del ar- Pultusl\, en la diócesis de PJocl\.
¡ zouispado, Antonio Bialohrzersld, a quien designó VIcente Szumowski primer Vical'io de la Catedral
con el nombre de ru·wn constantem. Desde entónces de Plock.
, i en muchas otras ocasiones, ha espresado el Santo Casimiro Zulinslü, Vicario de la Iglesia de San Ale·
Padre sus sentimientos i su dolor en las alocuciones jandro en Varso,ria.
papales , en que nos ha recomendado a las oraciones Alejandro Balczevvski, administrador de una parro-
. públicas de los católicos de Roma. Finalmente, apo- quin en Litrania.
' yimdose en hechos i documentos ~uténticos en su me- En nombre del Gobierno nacional polaco, Nos, Co·
morab\e alocuciou de 24 de abril de 1864, nos ha he· misario P~enipotenciario de dicho Gobierno. acredita,
cho plena justicia, i desde lo alto de su autoridad sin do en Fran cia i en Inglaterra, certificamos por la preigual,
ha lanzado anatema contra ese potentado del seute que los infrllscritos Sacerdotes polacos proceden
Norte, ese perseguidor de mujeres i de niños, que des- en virtud de un mandato que l'es ha sido conferido
tierra .¡ destituye a nuestros Obispos, que ahorca i fu. por el Clero de Polonia-París, H) de julio de 1864.
sila a nuestros sacerdotes, queriendo sostituir a nues- Adam Pn)ncipe zapteha.
tra santa fé católica el cisma sacr1lego, del cual es él
el promotor i pontífice.
1 Des pues que su voz augusta se ha hecho oír en favor
de la Polonia, es tiempo ya que nuestros reales enemi-
1 gos o hien aquellos que han sido inducidos al error
por el engaño, se ~allen i dejen de ultrajar al pueblo
' mártit·, no viendo en nuestra lucha mas que un peligro
para la santa Iglesia i para el órden de la Europa.
No .! Nuestra patria, libertada del yugo de sus opreso-
1 res, no ser-á teatro de siniestras conmociones sociales
i relijiosas, porque entre nosotros, el Sacerdote está
íntimamente ligado con el pueblo, junto con el cual,
SEÑOR DOCTOR :MANUEL ;JOSÉ ANAYA, PROTONO·
TARlO APOSTÓLICO 1 CANÓNIGO DE LA CATEDRAL
J.\.lETll.OPOI..ITANA DE BOGOTA.
Cartajena, setiembre 1'3 d e 18 64 .
l\Jui respetado se-ñor mio :-Con el objeto de ver si
es posible reunir una suma, aunque hubiese de ser
mui pequeña P"Nazon de las particulares circunstancias
en que se etícuentra e1 país, para socorrer con
ella la miseria de que es víctima el pueblo polaco, especialmente
sus sacerdotes, por Ja ferocidad inaudita
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
C ATOLICO. ¡·
de los Rusos, se ha formado en esta ciudad una junta, 1
]a que me ha hecho el honor de eleJirme para que la 1
presida en sus trabíljos, i ha ele.iido tambien para Tesorero
al señor doctor l\Iárcos l\1. Merlano
l\Ie dirijo a US. para poner en su conocimiento la
existencia de la espresada junta, la que me ha encargado
particularmente rec~omiende a US. que promueva
una suscricion con el fin de obtener nlgun socorro
·l destinado al alivio de los sacerdotes polacos.
En la excitncion que se espera haga US. para la consecucion
de un fin tan laudable, debe hacerse entender
a los que quieran contribuir, que no debe retraerlos
la consideracion de que fuese pequeña la cuantía
con lJUe quisiesen suscribirse; pot·gue cualquiera que
esta sea, no hai duda que será bien recibida por aquellos
infelices saeerdotes desterrados que imploran la
; caridad de sus hermanos los católicos. Nosotros que
somos un pueblo pobre, no podemos ofl'ecer sino una
pequeñez. Pero de la pequeñez de la dadiva prescinden
las almas jenercsas i cristianas, para fijarse en la
intencion que la estimula a saber el ejercicio de la caridad,
virtud nobilísima que en el caso presente la
ejercitamos en consideracion de los grandes infortunios
de nuestros hermanos en la fé.
Acompaño a US. 16 ejemplares de la publiracion
que ha hecho en Paris el Clero polaco i que ha dado
ocasiona la formacion de la junta que presido. En
nombre de esta reitero a US. el encargo de que promueva
la referida su&cricion, i se sirva participarme
en su <>portunidad el resultado de ella.
Con sentimientos de distinguida consideracion rne
suscribo de US. su hermano i capellan-JosÉ Rol\IEJ,W.
Al sr. dr. José Romero, provisor Vicario jeneral
1 da la diócesz's da Santamarta en Cartajena.
,¡
1
Bogotá, 12 de octubre de 1864.
1\Iui grato me ha sido el en cargo que US. pone bajo
t·l, mi cuidado para que yo promueva eu esta capita-l una
~ 1 suscricion con el objeto de reunir fondos para ausiliar
con ellos aL Clero católico de la esgracinda Polonia,
que desde el centro del antiguo JUupdo han enviado a
estas rejiones la historia de los iunnditos padecimientos
que les ha inferido la autocracia rusa.
La historia de sus padecimientos, me ha conmovido
en Jo mas vivo de mi alma, i no dude)" q 10 igual o mayor
emocion causará tanto en el digno Prelado de la
Arquidiócesis, como en su virtuoso i jeneroso Clero.
Con el propósito de levantar la suscl'icion que US.
me ha recomendado, me dirijo hoi al Ilustrísimo seí1or
Arzobispo i demas individuos del Clero, para hacerles
presente el gr·¡mde infortunio de nuestros herman{)s los
Sacerdotes,polacos, i el encargo que US . me ha confe-
1 rido. A la vista de estos documentos no vacilo en
asegurar n US. que obtendré el socorro que debo prometerme
de parte de un Clet·o que en todas ocasiones
se ha distinguido por sus elevados sentimientos i en
especial por el ejercicio de la caridad.
Oportunamente avisaré a US. del resultado que
haya tenido la comisíon con que US. me ha favorecido.
1 Tengo el honor de suscribirme de US. mui atento
i seguro servidor.
MANUEL JosÉ ANAYA,
Protonotario apostólico i Canónigo.
Bogotá, 12 de octubre de 1864.
Al señor Presbítero doctor
Por los documentos preinsertos verá U. las inauditas
crueldades con que el Gobierno de la R usía ha
pretendido llevar a cabo el esterminio de la Relijion
católica, en la infeliz ·Polonia, empleando todo jénero
de crueldades con el Clero valeroso que ha lidiado sin
tregua en defensa de su fe i de su patria.
El se- o· Vicario jeneral de la Diocesis de Santa marta,
me hu recomendado que proml\irVa entre el Clero
1 de esta Arquidiócesis una suscricid!l, para atender a
las necesidades a que está espuesto el Clero polaco,
que se ha visto forzado a dejar su patria.
~
Para contribuir en cuanto esté de nuestra parte al ~
alivio de nuestros hermanos que tanta compasion 1 os 1
causa, tengo el honor de dirijirme a U. para rogarle ~
se sirva contribuir con lo que le permitan sus fuet·zas j
en obsequio de aquellos sacerdotes polacos, cuyas des- i
venturas es seguro (jUe habrán-enternecido su bondn- : l
doso corazon. ~
Me atrevo a esperar de la bonuad de U. que la ran·· ¡ ·
tidad cualquiera que sea, con la que U. ¡meda suscri- ~
birse, se sel'Virá ponerla a mi disposiciou para dejar
1
1
cumpliuos los deseos del señor Vicario jene1·al de Suutamarta.
Tengo el honor de suscribirme de U. mui atento ~
i seguro servidor. 1
1\IANUEL JosÉ ANAYA, ij
Protonotario apostólico i Canónigo. ~
========
J
DENTADURAS EN CAUCHO.
ULTDIA INVENCION.
El cirujano, dentista de París, doctor Augusto Pissot,
establecido rerientemente en esta capital, en la
r.Rsa que hace esquina en la ralle 2. ~ de la cnt'rera
del Norte, i primera de la carl'era de Bogota, coloea
las maravillosas dentaduras montadas en caucho, cuyo
ulterior descubrimiento es el mejor que se conoce
hasta ahora, ocupando el primer lugar entre los demas
sistemas adoptados por la ciencia. Estas dentaduras
se ponen sin gnnchos, resortes ni otros aparatos, quedando
tnn fiJas que sola se pueden sacar cuando así
Jo quiera la persona que hace uso de ellas, volviéndose
a colocar con la misma facilidad. Dichas dentaduras
ofrecen pol' otra parte las ventajas de ser iucort·uptibles,
i tan raciles de llevar por su imperceptible peso,
que~ quien las adopta no las siente ni el primer di a.
Tambien ejecuta todas las operaciones, aun las mas
complicadas i dolorosas, de la boca, por el sisterna
electro- cloro- magnético (última invencion ). Calz:1
dientes i muelas con porcelana, oro i caducium.
Horas de dE:spacho de las 10 de Ja mañana n lns 4
de la tarde. 6--1
FARMACIA I DROGUERÍA
DEL DOCTOR BERNARDINO 1\lEDINA. ..
(Calle (Ü Florian).
En este acreditado establecimiento se vende por mayor
i pol' menor toda clase de medicinas de primera
calidad i a los precios mas módicos. En el dcspad10
de l~s recetas se ofrece toda la garantía necesaria de
honradez i etfuidad. 26-l o
~
[f.~·¡ UN HOMBRE DE BIEN!!! ~
Agapito Suarez, de una honradez a toda pruebn, l
ofrece sus servicios a la persona que quiera ocuparlo 1 c_orno dependiente (en Bogotá o en el campo), }Jrome- 1
t1endo acreditarse con personas de alta posicion i cate- l
gorla, que pueden dar informes satisfactorios d, su l
honradez. En esta imprenta se dará razon de su ha- j
hitacion o residencia. 12-!
t m m .tJ. ~ w . ~. ~
Se encuentra en el a\maceu del señor Ricardo Bor-da,
primera calle del comercio, numero 54. 8-5
HOMEOPATIA~
ACABA de llegar un surtido magnífico de medicamentosfresc
;mente preparados i mui variados para ,
el tl'atamiento de las enfermedades por el sistema del
ilustre Hahneman. Hállanse en la casa numero 59,
carrera ele Popayan, habitacion del seüor Andres l\Iontoya.
Dicho señor ha recibido igualmente botiquines
para el mismo objeto, i despachara cualesquiera
recetas de los profesores de homeopatía que se le
dirijan al efecto. Los medicamentos están en glóbu·
los, tínturas i en trituraciones : i hai aclemas un
surtido de frascos, glóbulos inertes i azúcar de leche
perfectamente pulverizada. 10-10
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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Prensa
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El Católico - N. 72
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El Católico - N. 62
SEÑORES .AJENTES. P
Esperamos se sirvan env1a1 nos a vu0lta de
corr(;o todos los ejemplares de '·EL cATÓLICO''
que no bflyan podido colocar. I~unlmentf' se
servirán remituno Jos fonilos :r eau1lados del
trime8tre que terminó. 1 uevamen e r~,lve1 t1mos
que todn suscri ion debo de ., garse adelantada.
POR LA GRACIA DE DIOS 1 DE LA SANTA SEDE. .APOS·
TÓUCA, ARZOBIS O DE SANTAFÉ DE :BOGOTÁ..
Al venerable Clero secu,lar ·i reg~tlat, i a todos
los fieles aatólic08 de- nuestra Arquidiócesis:
SALUD, P.AZ.I BENDICION EN N. S. J.
· lmpediébar plúrimum venire
d vos, et prohtb1tus sum usque.
ádhuc-(Ao Ro.M. XV-22).
· Grandes obstáculos nos han
impedido llenar los deseos de
• nuestro oorazon, de estar corpu4
ralmente con vosotros, aunque
siempre Jo henJos estado con
nuestro esplritu. .
Bien notorio es., mui amados Coadjutores 1
carísimos hijos nuestros, que- por haber recha•
zado co:n ia eneJ:jía. Apostólica que noe eumplin!
los ecretos inícuos llamndos de ''Tuicion" el
uno, i de " Desamortizacion de bienes de mano~
muertas" el otro, por los -cuales se sometia el
ejercicio de la jurisdiccion espiritual al pode:rtemporal,
i se despojó a la Iglesia de sus bienes
i propiedades, se nos redujo aprisiOnen la casa
üe le tra l1a bitacion el dia f> ntes costas del
1\.tlántico, en dond'e se nos ha tenido confinados
i rod~ados de los sufrimientos consigu_ientea
a tan penosa. situacion.
No es nuestro ánimo el hablaros prolijamente
de a~ucllos sufrimientos, ni seria esta la¡
ocasion de verificarlo. Queremos olvidar esos
sufrimientos, que hemos sobrellevado con resignacion,
con paciencia, i que al mismo tiempo
nos han sido gloriosos, puesto que nos vinieron
por haber cumplido con nues-tro deber, defen
diendo la mas santa dt: las causa~; pero si
alguna vez los recordáremos, no será con otro
o 1jeto que con el de tributar rendidísimas gracias
a nuestro buen Dios, por habernos prote-jiclo,
i con el de ped-rle por nuestros pcrseguidor~
s. M·1s en medio de esos mismos sufrirnient
s, much:!s VPce . nos decíamos con el gt'!lnde
Apóstol de la. N nciones, i pensanrlo en vo otro~,
caris mos hijos nncstros: '' .:;¡ m vencibles
ob. tácu!os nos impiden llenar el deseo que tenemos
de e . tar corporalmente al frente de
nuestra muí amt~da grei, ella. está presente a
nue~tro espír1tu "-Si. si('mprc os hemos bendecido
desde cada uno de los lu~ares en donde
hemos estádo: siempre hemos levantado nuestro
atribulado cornzon al C1elo pa1•a rogar por
vosotros, i cuando, bañados en lágrtmas nuestros
ojos-, hemos tom-:.do en nuestras indignas
manos el Cuerpo sacrosanto i la purísima San
gre de nuestro Di vino Redcnt_or ; a. 'la vista
de los males que pesan sobre vosotros i noso·
tros . . . . ¡ ah! humillados entónces ante la
majestuosa i real, aunque oculta- presencia, de
nuestro Dios i Salvador, le hemos ·suplicado
fervientemente que alivie vuestras. penas : que
enjugue vuestras lágrimas: que leva u te ya el
azote de su justicia, i sobre todo,~ que no per.!
mita que os priven. de la Relíjion Catolica,
Apc. t6lica, Romana, que profesais, i que con
t <~nto empeño se trata d~ arrebataros o de
adulterar. Tales han sido, tnles I':OD nuestros
votos, por el interesante rebaño que la Divina
Providencia ha puesto a nuestro cuida,lo.
Después de cerca de tres años de destierro, ~
de dolorosa separacion de vosotros; relajarlas
las cadenas que absolutamente nos impedi~n
el estar en medio de nuestro amadísimo aprifr
co, volvemos otra Vt'Z a él, lleno de gozo el corazon,
no porque creamos haber llegado a término
nuestros personales sufrimientos, que
contamos en nada, sino porque nuestro m.isericordioso
Dios nos otorga el consuelo de poderos
abrazar; de veros ántes de morir ... Rendidas
gracil'l s le damos por este bepeñcio. Dentro de
tres días nos pondremos en ca m .ap, · i si nuestra.
deterio.rada salud no opusiere obstáculos á
nuestros deseos, en breve estwremos -p,ostraaos
delante del altar de nu~stra Iglesia Metropolitana,
para. orar por todos sin distincion.
Hablamos especialmente ahora con nue~trÓ
venerable Clero ; nos dirijimos a nuestros amados
cóoperarios,i at anunciarles nuestro regreso
encargamqs, a los que tienen cura de almas, la
residencia formal i material en sus parroquias •
porque. si esta residencia es de tan estrech~
oblig~cion, i tan grande la responsabilidad que
pesa sobre el Pastor que no cumple. con esa
misma residencia, a un en los tiempos bonañcrbles
o de c:thna., i cuánto m<:lyor no deberá serlo
en los tiempo~ tormentosos, en los dias de
combate contra lá Iglesia.1 .•. Vosotros sois 1
testigos de loé mo:rtales tiros q e se dirijen
contra el Catolicismo desde las tribunas políticas,
en los periódicos i en las mismas leyes.
Pues a vosotros, directores espirituales- de los
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
106 EL C .ATÓ L 1 C O •
pueblos, es a quienes toca defenderlo, con
Jaa ·armas materiales, que por cierto no son las
de nuestro ministerio, sino con las de la. palabra
e-vanjélioa., proferida con santa libertad, i de
vuestra conducta en armonía con las sub!imes
doctrinas, de las cuales sois los anunciadores i
los maestros. Vosotros eQtais palpando los estragos
que ha hecho i continúa hacienrio en los
pueblos la relajacion que una guerra desol · do·
ra ha introducido en las costumbres. Pues a
vosotros es a quienes incumbe trabajar para el
restablecimiento de la moral, para l a r eforma
de Jas costumbres, ánculcando a vuestro~ feli greses
las santísimas i vivificantes máximas:
los sanos i eternos principios del Cristianismo,
predicando oportuna e importunamente contra
los vicios_, i recomendando la práctica de las
virtu ~ les,no solamente de v1va voz, sino tambien,
i sobre todo, con el ejemplo, que es la. verdadera
elocuencia del sacerdocio. i C6'llo no ha de
amarse una Relijion cuyos Ministros son los
primeros en sujetarse a sus celestiales pyeceptos
i consejos~ I i cómo no ha ue trmnfa.r
sobre los corazones una Relijion a la cual se
ama. ? ...• Nada de esto podreis hacer ni conseguir,
ausentes de vuestras parroquias, o aun
cuando esteis en ellas, si guardais aquel silencio
criminal de que habla el Profeta al escla-mar:
'' ¡ ai de mí porque callé!, •
Como no seria estraño que, por efecto de los
mismos trastornos de que ha stdo víctima el
país, haya habido algunas disidencias en el
Clero, es preciso, es indispensable que toda
division desaparezca de entre vosotros. No es
nuestro ánimo entrar en esta Pastoral en el
exámen de los hechos: lo que deseamos es que
reme una estrecha i cordial union en los eclesiásticos
todos entre sí, i en todos ellos con su
Pastor, que la tiene íntimamente 'con el Pastor
universal: sin esta union no puede haber verdadero
Catolicismo. Los que por desgracia
hayan .cuido en algun error, que lo detesten,
principalmente despucs de haber oído la. voz
del VJCario de Nuestro Señor Jesucristo, i que
se reconcilien con Nuestra Santa Madre la
Iglesia: ella está pronta a recibirlos, si se
arrepienten, si se retractan i reparan el escándalo
que hayan podido dar a las almas ; 1 qué
consuelo, qué satisfaccion para nosotros, si no
hfi i uno siquiera que permanezca obstinado i
contumaz!
Concluimos esta nues tra Pa.ro;tor a l exh or ta n do
a todos los fieles católicos de nuestra Arqudi6cesis
al cumplir .... iento de las obl1gacio
nes que tienen como tales católicos : a no dejarse
seducir por los apóstoles del mal, que con
tanta astucia engañan a los incautos i sencillos;
i a que con una conducta irreprensible, contesten
tas calumnias de que hacen uso los enemigos
neciente al ót'den temporal, como co11sta en
un impreso publicado en la ciudad de Cartajena i
se encuentra tambien en el ., Diario Oficial " numero
79. El mismo Ilustrísimo señot• fucultó en 5
de julio citado, al Vicat·io jeneral pat·a que pa·estm·a
el juramento de obediencia en los mismos términos,
puesto que Su Santidad aprobó la fórmula bajo la
cual se prestó el juramento espresado.
La fónnula dada pot· el Ilustrísimo señoa· Arzo ..
hispo, es esactamente la misma que el infa·ascrito
Vicario jeneral prescl'ibia al Clea·o, la cunl leyó al
venerable Capítulo metropolitan~ el dia 1 6 de
mayo de 186lj,cuaudo le consultó si debia prestarse
el juramento de la lei de 23 de al>ril del mis mo
año, fórmula que rechazó el Capitu\o p01·que juzgó
eutónces que debía prestat·se el jmamento jenera lmente
i de ninguna manera con restricciones. '
Bajo esta fórmula oft·eció la obedienciaa dicha
lei el dia que el señot• Gobemadot· del Distl'ito fedet
·al le exijió el jm·amento lisa i llanamente,
i fué declat·ado inadmisible poa· dicho Funcionnrio.
Comparada la fót·mula dada por Su Seiloda
Ilustdsima i aprobada pot· Su Santidad cuando
dió su nprobacion a las Pastorales de 14 de julio i
i 6 de noviembt'e de 1863, con la que el Vicario
JCneral pa·esentó al Capitulo, obsea·va con sntisfaccion
-que las restt·icciones contenidas en la fóa·mula
espresada han sido aceptadas por Nuestro Santísimo
.Padre, que poa· la Encíclica de 17 de setiembre
de 1863, 1·eprobando el juramento jeneral de la lei
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EL CATÓLICO. 107
1_ de 23 de abril, aprobó tambien la Cil·cular del Vi~
1 cario jenea·aJ, de 3 de junio del mismo año~ pt·ohir
biendo se prestat·a el juramento jeneralmente.
Cumplicndo,pues,el infrasel'ito con lo prevenido
en la comunicacion del Jllmo. señor Arzobispo,
des de julio, continúa en el ejea·cicio de las funciones
de Vicario jenea·al. Ha pt·estado el jura-mento
de obediencia al Gobiea·no en todo lo que
se.a de su incumbencia, es decit· : en todo lo que
no se oponga a la lei de Dios, al dogma, libea·tad,
disciplina e independencia de la Iglesia, dentro
de los límites que Je señaló Nuesta·o Señor Jesucristo,
su Divino Fundador; i lo comunica al ve-nemble
Clero, manifestándole que se conformó
en todo a la fórmula presct·ita pot· el Illmo. señor
Aa·zobispo~ pea·suadido que respetando la voz del
P1·elado, ha respetado a la Iglesia i seguido su
• santa doctrina.
Con sentimientos de respeto se suscribe de UU.
mui atento servidor. -
El Vical'io jenPral, BoNIFACIO A. ToscANO.
Es auténtica, el Secretario-Miguel Arias.
REDACTOR, VENANCIO ORTIZ ..
CULTO.
Oomo ya hemos visto que la mayor parte de
los hombres que hoi figuran, combaten la Relijion
en tollas sus manifestaciones ; como hemos
oído llamar mojigangas idolátricas a las
prácticas del cu\to católico; i como observamos
que ni aun saben distinguir lo que es culto
interno de lo que es culto esterno,volvemos hoi
a tratar esta cuestion para probar que el culto
es necesario, út1l í conv-eniente.
Llámase culto interno el sentimiento moral
que nos hace temer a Dios; amarlo, bendecido,
honrarlo i esperar en su bondad, su justicia i
su miseriCordia ; i culto esterno la manifestacion
que por signos sensibles hacemos de esos
mismos ~entimientos. Así es que el culto si m·
plemente esterno no tiene significacion ni objeto,
i ni aun puede comprenderse, porque el que
se arrodilla ante el al tal' donde no cree que está
Dios: no ejecuta un acto de culto sino de hipo-
' cresía.
El culto es tan antiguo como el mundo, porque
el hombre siempre ha creido en Dios i lo
--ha temido; i como no somos esclusivamente
materiales ni esclusivamente espirituales, nunca
se ha contentado nadie con tribl!ltarle el
cul:to interno;i el esterno,que como hemos ·licho,
no es mas que la man\festacion sensible de
aquel, constituyo una necesidad de nues_tro sér.
i Quién es el que al sentirse herido de espanto,
de dolor, de pena., etc. no vuelve al Cielo los
ojos i pronuncia el nombre del Sér cuyo poder
puede aliviarlo ?_
El cmlto interno s-in el esterno no podFia
subsistir, sino a intervalos ; cuando alguna
ca usa. de las que hemos indicado nos h -iciera
1
acordar de que hai un Dios;. i como lo que no
hiere nuestr._os sentidos no nos- impreswna, ese
espiritualismo que tanto anhelan nuestros re!
formadores, viene a parar-al indiferentismo re·
lijioso que trae como consecuencia. la corrup-cion
del corazon. Al estar el pueblo tocio saturado
d~ ese indiferentismo, desaparecería la.
moral1 con ella todo elemento de bienestar social.
El desaparecimiento del culto esterno,
seria, pues, para nosotros el mal mas funesto de
todos los males. El pueblo, como hemos dicho
en otra ocasion, no vé sino con los ojos de su
cuerpo material,i olvidaria hasta las mas lijeras
nociones de ]a Relijion, el dia g)l!UlO viera las
ceremonias de la Iglesia. Ellas constituyen
una verdadera en~eñanza en el sentido mas
completo de esta palabra, i a esas MO.TIGANGAS
IDOLATRICAs deben los hombre~:~ que así las
llaman, la posesion de sus fortunas, las virtudes
do sus esposas i la fé en el porvenir de sus
hijos.
El hombre rudo do nnest't'OS campo~ri aun el
de nuestras cíu,lades. s · n la enseñanza rlel culto
<>sterno, olvidarla la Relijion. sin esta no Re
r1a un sér social porque ella es su único elE•men·
to de socialJ1li'l c1 ,se convertiría en un b11 ndido,
i SIE'ndo est!t especie de homhres la mas numerosa,
es ciaro que todo:'~ efltuiamos a merced de
esos enem1gos tenaces de cuanto pudiera hacer
la vida apetecible. En Esparta, esa era la condicwn
de los escl " vos, pero como el los no eran
la porcion mayor de lu. sociedad, i a mas de eP-o,
est :r han invijtlados por sus amos, no podian ha·
cer lo que aquí harían hombrea libres como las
fieras de los bosques 1 que convertirían en bosques
tQdas nuestras poblaciones abandonadas
por los que quisieran conservar a.lgo yéndose
del país.
El pafs presentaría en preve el aspecto ménos
r1sueño i hasta su nomhre desapareceria de
la lista de las Nacione:!l. Hordas de salvajes
llenar1an sus estensas i fértiles llanuras, sus
monte~ elevados, las riberas fecundas de sus
rios; i las riquezas con que la Providencia dotó
este suelo, se perderian para la humanidad. N o
es este un sueño, n6. La historia nos está diciendo
que es una realidad terrible. Por lo
pronto recordamos que fué lo que sucedió al
bajo Imperio donde el cilnna destruyó la Rclij
ion i con ella todo.
Ese es el mal de que estamos amenazados.
Mal que no ven nuestros refo-rmadores p<>rque
ni comprenden la Relijion que quieren destruir,
ni pueden valuar la influencia que ella ejerce
sobre la sociedad en jcneral. Creen que la Relijion
es un mal i no ven que es el único bien
que tenemos ; al que debemos nuestra existencia
nacional i la l1jera tintura de civilizacion 1 que nos adorn-a.
Los :frailes i las monjas, como Corporaciones
relijio~as, son, pues, eminentemente civilü:ado·
res,i ha sido un acto de salvajismo el que se ha
ejecutado al suprimir esas Corporaciones, i mas
aun de la manera que se ha ejecutado aquí.
Eso ya marca con un sello. no mui honroso a
nu~stno partido llamado impropiamente liberal.
Tratar de reemplazar nuestra Relijion con
el culto al oro, es la idea mas absurda e irracional
que puede concebir-se, i sinembargo, es
la tendencia que manifiestan nuestros reforma·
dores. Si todos pudieramos enriquecernos igual-
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108 EL CATOLICO.
mente i cuál seria la suerte de los ambiciosos ?
I no pudiendo eso suceder porque es humanamente
imposible ¿cuál seria la suerte de los
que lo consiguieran, viviendo en ua pueblo sin
relijion? I decimos sin rel ijiou porque desterrado
de aquí el Catolicismo no quedaría ninguna.
, I como es esencial al Catolicismo, que puedan
los fieles oír la voz de su Jefe espiritual, i
: esto e~tá prohibido por l.t llamada leí de 17 rle
mayo. de este .año, que ordena que ninguna dis-postcwn
ponttficta se cumpla :-in el permis o del
Poner Ejecut1vo; i como la misma llamada lei
prohibe que se a-imita en el país algun Ajente
de ese Jefe espiritual de los católicos, PS claro
que se quiere destruir el Cato1icismo, SI pudiera
quedar eluda rlcspues que lo hemos oí1lo en
los discursos parL .menta rios 1 lo hemos lei,lo
en l os periódicos que redactan los homl1res del
Gobierno. •
Como no puede haber una cntástrofe m a s
aterra,lora para los quH amamos Aste suelo dtg no
de mejor suerte, que la consecucion de ese
objeto de la revulucron, el señor Arzobispo, tlcseando
que el culto se conserve i que con él se
conserve la creencia que nos salva, se resolvió
a prestar el jurame nto mawlarlo exijtr por la
mismc.t monstruosa disposicion que ataca de un
modo decid~tlo la Relijion nac1onal. 81 no ha t c-mdo
otra m1ra al prestarlo,i ahora falta que sea
inútil haberlo prestado, pues no creemos qne
pueda someter al PASE de los enemigos declarados
de la fé, las bulas, rescr1ptos, etc. que le
vengan de Roma, o levantar las censuras impuestas
canónicamente, por ejemplo, a los re
matadores de las fincas de la Iglesia. Su S eño
ría Ilustrísima, dijo al jurar que no haria esto,
i creemos que no lo hará aunque se lo ex1jan ;
pero este es el pr1mer mconveniente con que
tropezamos, a ménos qu~ el señor Murlllo S('C\, i direis a la luz de una evidencia inveneible:
tenido una U ea que no solo ningun hombre tuvo "Esta idea hl'otó de una intelijencia divina, o de un 1
jamas, sino <.JL!e ningun hombt·e pudo tene1·. cerebro enfe1·mo: ella es el signo de una l'evelaeion
I dt>sde Juego, lo que en la idea de Cl'isto refot·- de Dios, o la ate.:'tncion de un delit·io del hombre: j
macljislacfo- dad, su divina orijiualidad.
t·es {'élebrPs babi;~ n d ('jado vcstijios de su prnsa- Ln arnbieion de todo hombre que pl'<'tende c1·ea1•
· miento i rastros de su jénio en monumentos que alp:una cosa, es consegui1·la gloria de tenrt· una idea
1 uo Célreeiet·ou de nombre ui de gloria ; pero Jc- suya que salga ente•a i esclusivamente de él. Se
SUl'l'isto no es un imitado1· ni un contiuuado1· de compn•ude que la gl'andeza intelPctual está toda en
estos ga-andes hombres. Su conr.epcion no sola- la propiedad de la idea i en la ol'ijinalidad de la conrernte
Cé\I' '.? Ce de o1·eredentes en lA historia i de cepcion. De aquf la p1·rtensiou de lo~ pensad01·es,
1 raiees natuntles e1~ la intelijencia humnna, sino de los fundadores i de Jos reformnd01·es a la idea
que se n monta desde su p•·imer rasgo a una esfe1·a propia, a la ~oncepeion personal. Pero notad que
· supel'iOI' a la re.1ion en que s-e mueve natu1·almente el esto .no es, de ordinal'io, mns que una pretensiou,
spiritu humano. ¿ I pot· qué es así, señot·es '! po1·que aunque hai hombres mas OJ'ijinales que
1 ¿Por qué la coneepcion de Jesucl'isto se muestra ot1 ·os, esa orijinalidad no es en el fondo sino una
desde el p1·in<'ipio mat·cada con et signo de Jo imitacion supel'io•·, que como un jénio Jevauta la
divino? Porque la idea de Cristo reformado!' es cabeza entt·e la multitud servil de los imitadores, i
fundat·, en el S" ntido l'iguroso de esta palab1·a, muestm un bl'illo que arranca la admiracion, como
; e) reino, o si quet·eis mas bien, ra república de una faz aun desconocida de aquella brlleza siemp1~e
las atntas : reino desconocido sobre la tierra i que antigua i siempre nueva que es la bellezn del infinito
tiene pot· límites natmalcs las mismas fronteras mismo. La glol'ia de una orijinalidad completa,
de la conciencia; República sin igual, cuyo Go- nunca se asienta sobre la ft·ente del hombre i ni aun
biemo todo esttt organizado en el espíritu i para el sobre lu del jénio; i en un sentido mui verdadet·o,
espíritu, i en que los poderes que forman o cons- no hai hombre que lleve en su pensamiento ideas
tituycn de ordinal'io las sociedades humanas, no absolutamente suyas.
er.tran para uuda, absolutamente para nada ni Alguno se estima orijinal en ef mas lato sentido
como fuerzas creado1·as, ni como fuerzas constitu- de esta palabra, i os dice tocando con el dedo su
tiras. En uua palabra : la tepública de las con- ancha frente: tengo mi idea; pe1·o lo que llama su
-ciencias i el 1einado de las almas. Hé aquí la idea, estaba en jérmen en el pasado, i tal vez en
idea de Jesucristo; idea de tal manet·a fuem del vía en el presente. Él lo ha aspirado sin pensar,
alcance del pensamiento humano, que era impo- como un átomo que vuela en la atmósfera, i el
1~ 1 sible que un hombre pudic1·a concebida. ¡Ah 1 calor de su alma lo ha fecundado en silrncio en el
, Que Jesucristo, no siendo mas que hombre hu- pi'Ofundo misterio de su vida. Un dia él ha sentido
1 biera podido pensar en reforma1· las sociedades este íntimo est1·emecimicnto que precede a los par~
políticas i las instituciones sociales que entónces tos del espíritu, i lo ha dado a luz en una obra en-
: rcinabnn en el mundo, se comprende sobre todo eantad01·a de que se admi1·a él mismo abrazándola
si se tiene e\ buen sentido de no hace1· de EL lo como un producto de su pers<:)nalídad,como un hique
h:1 hecho la ci'Ítica modema: un homb1·e ·igno- jo glorias~· de su jénio. Pel'o se engaña, porque no
1·m.te en primem línea. Pero que Cl'isto, no siendo era sino un pi'Oducto del pasado, i sobre todo, un ,
sino un hombre, f,·ente a frente de la historia i de hijo del siglo. Tal es In verdadet·a OI'ijinalidad de
su siglo, haya podido pensar sériamente en la fun- Jos grandes hombres. Ella consiste ménos en tener
dacion de un reino esclushnmente apoyado sobre ideas propias que en comunicarles alguna cosa de
lo espil·itua1, lo invisible, lo sob1·enatural, es lo que su propia vida. Una idea se estiende sob1·e una
el conocimiento mas vulga1· de la humanidad no sociedad, está en el ai1·e, pasa en la t·espiJ·acion del
pe¡·mite a nadie supone1·; es lo que mi razon re- siglo i es del dominio comun de las intelijeucias ;
chaza absolutamente. pet·o de repente un jéuio vigoroso la encuentl·a i la
I lo que debe mostraros aun mejor una g1·andeza aspira; aspirándola, se la a~imila, i asimilándosela,
sob1·ehumana en esta idea del mundo de las almas, le dá su propia savia, i bien pronto esta idea que no
es el caráctet· de universalidad que C1·i sto meditó dat· pet'tenecia a nadie porque pertenE:'cia a todos, esta
a su ct·eacion. El quiso hacer universal, católica en idea que pasaba sobre las almas sin ser apercibida
el .sentido mas riguroso de esta palabra, esta repúbli- como un polvo perdido en la atmósfera, esta idea
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~- uo· EL CATO L I C O.
encarnruh en un hombre, sale en su palabra, viva
con su vida, ardiente con su ardm·, i COI're electriZftndo
los espíritus i llevando a los corazones estt·emecimientos
desconocidos.
Asf, señores, para bablat• rigm·osamente, la propiedad
de la idea no existe en la humanidad ; i si
he insistido sobt·e este punto, no. ha sido por el
pfacer de satisfacer una curiosidad de vuestra inte-ijcncia,
sino para lmcm·os comprendm· mejor el
pmdijio, verdaderamente divino, de la concepcion
de Jesucristo ref01·mador. El tiene, en eferto, la
propiedad esclusiva i la ol'ijinalidad absoluta de su
idea. La ci'Ítica intea· es ada en contra decil· est a ol'ijinalidad
completa del Divino reformad01·,se esfuerza
en ct·eet·, i pt·etende hacernos creer con ella, que
ta concepcion de Jesus estaba en el aire que :ÉJ¡·espiraba,
que pasaba sobre la Judea i la Galilea como
sobre el mundo entero; i que Jesus, jóven aún,
pudo desde t>l fondo de su oscuridad veda b•·illar
en los horizontes encantadores de Naza•·et. Al oít·los,
nada mas simple ¡ruNle coucebit·se que In manet
·a como se desnnolló en el espíritu dE> .Tesas •·efOJ•
madot·, i tomó po('O a poro posesion definitiva
de él, la ga·anrl~ idPa de la •·ejeneraciou univea·sal i
del reino de las almas. La crítica~ pt·estémdo así a
la poesfa sus pinr.el~s i sus colores, <'I'ea a Jesus de
Nazaret una vida ideal que no b:.t existiciJ jamas
sino en su imnjinacion.
La verdad es que la idea t•eformadora que Ct·isto
reveló en su palabra, es una idea absolutamente
suya. La concepcion de Jesucristo reformado•·, no
ha recibido nada, ni aun en jérmen, ni del pasado,
ni del presente. La razon es bien simple : .lesus,
ántes de apat·ecet· sobre el teatro en que se desplegó
su vida pública, no habia puesto su intelijencia
en contacto, ni con el pasado po1· e) estudio de los
filósofos i de los t·eformadores de ta antigüedad, ni
con el presente por su p:uticipacion en el movimiento
del siglo. Pot· confesion de la misma cl'ltica
anticl'istiana, "ningun elemepto de la cultut·a lleu
lénica hubin llegado hasta EL,directa ni indir-ec"
tu mente; i los ensayos de filosof(l\ relijiosa ten,"
tados por la escuela judía de Alejandría, le et·aa
ce desconocidos." A la verdad : Jesus, en la humilde
man'iiion de Nazaret, c1·eció oscut·o, solitario,,
ausilim· obediente de José el carpintero i distante de
todo estudio filosófico, social o relijioso, capaz. de
suministrarle su g•>.ande idea reformadom. Ni Ja
Judea, ni la Galilea, et·an un centt·o ele actividad
. intelectual,ni ~L pa•·ticipó siquiet·a del ruido i ajitacion
que pudiera habet• en una o en ota·a. Pero
aunque hubiera puesto su intelijencia en, contacto
con el pasado pot· el estudio de las ob1·as maestt·as
del espfritu humano, i con el presente poa· su pat·ticipacion
en el movimiento contemporáneo, nada
ltabria podido reeojer para su idea, pm·que nada
análogo a ella se babia oído en el-pasado ni respi·
rado en el presente.
Rabia¡ es cierto, alguna cosa como una vaga
idea de rejeneracion, como una aspit·acion confusa
de novedad que at1·avesaba entónces el mundo;
pero en este estado m01·al e intelectual del siglo
contemporáneo de Jes"Qcl'isto, nada habia, absolu·
tamente nada que se pa•·eciese a la idea del Divino
reformador. La idea del Mesías, concebida pot·
el mismo Israel, no se elevó ni con mucho, a esta
sublime concepcion; i los Profetas que anunciaron
el reinado del futuro Mesfas-. fueron entendidos
por el mundo en un sentido carnal i material.
Entónces, es cierto, se levantaban monat·quías
'---·
1:,
nuevas, nuevas repúblicas, pet·o la idea del reino 1
de las almas i de la república de los espíl'itus, no· :
se ocura·ió a nadie. Entónces se pensaba en fundar \.
escuelas, en crem~ academias ; pero en crear el 1
gobiemo de las concit>ncias, en fundar sobt•e la 1 ·
sola creencia una sociedad grande como el espacio, ¡·:
grande como los siglos, grande como la humanidad
misma, i en este ch·culo indefinidamente estensible,
coneebi t· la idea de gobemar todas las
conciencias i mantenerlas bajo el impea·io pea·petuamente
incontt·overtido de su palabt·a; no, en ver•
dad, nada semejante corria entónces en e) aire n
se movia en las almas. E\ C\·isto ha\\6 toda ente¡
·a esta idea en el fondo de su propia vida, i esta
o•·ijinalidad absoluta de una idea, no solamente
desconocida, sino imposible entónces de concebit•,
lleva el signo de lo divino, i desafía a nuestra
razon a que se diga así Rlisma : " Jesucristo no
es mas que un hombt'P, ''
En fin, señores, hai en la idea de J.esuct·isto
reformadllr, un ter!'er rarácter en que brilla aun
<'On mas cl:uichd el signo de lo divino: es su ,
milag•·osa plenitud~ su plenitud repentina., ins-.
tantáuea. Entiendo po1· esto que la idea no sola-:-· 1
mente ha salido de Jpsucl'isto, i de ltL solo en su-.
ol'ijinalidad absoluta, sino que brotó de un solo
golpe tan completa como es posible ... Desde su
primem mirada Jesus descub4'ió todo el horizonte·
de sn pensamiento i todo el campo de su accion
•·eformado1·a. Supo hasta dónde iría, lo sup~
inmediatamente i lo dijo sin vacilar. Esto cons- 1
tituye no solamente un privilejio reset·vado, un
hecho único, sino un pt·ivilejio sobrehumano,_ un
hecho divino.
Las mas g•·andes concepciones homanas no
b1·otau de un solo golpe. Los autores pueden hacerse
sobre este punto ilusiones lisonjet·as, porque
es mui duJce decía· que se ha tocado desde la pl'imet
·a mit·ada la mas pa·ufunda t•aiz i la mas alta
cima de las cosas,. pea·o el ve1·dadero jénio es mas
modesto po•·que se conoce mejo•·. Al ponerse a la
obra él mismo ign.ora hasta dónde se estendel'á.
La Pro·•l'idencia lo defiende contt·a el orgullo·velán·
do.le con una nube la altu1·a a donde ha de llegar,
i cuando suena· la ho•·a labol'iosa i casi siempre
fatigosa de la ejecucion, él mismo, instruido por
sus desfallecimientos, añade o quita a su plan
p•·imitivo. Las obras en que mas resplandece por
su acabamiento la magnificencia de la unidad, no
escapan a esta leí que domina a la humanidad
enfet·ma. ¿ Quereis una prueba clara? Mirad esta
magnifica i real Basílica: al contemplada, su
belleza g1·ande i simple os pa•·ece el pa·oducto
bt"illante de un pensamiento. armonioso, i ct·eis
que ella ha debido salir de un golpe eotet•a del
cet·ebro que la concibió con esta 1·iqu3za de detalles
i este esplendor de unidad que hoi se ostentan
a vuestras mil'adas •. Pero os engañais ...
Yo no he· leido seguramente toda la histoa·ia de
esta bella creacion que brilla al Sl)\ hace largos
siglos; no he leido Ja histot·ia de su tbrmacion invisible,
tal como tuyo lugar en el: pensamiento
íutimo del jenio que la creó ;·pero sé de antemano,
sin haberlo leido, que ella ha sufrido en su creacion
la lei que rije a todas las creaciones humanas. Nadie
mas que Dios puede contemplar de una vez de
un estremo a otro toda la estension de su obt·a :
Attingit a fine 'ltsque acl finen. Solo su pensamiento
toca a la vez· la base; el centro i la cúspide
de todo ; de una sola. mh·ada descttbre i con una
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
~·
EL CATÓ L 1 C o. 1J1
sola palab1·a hace en las cosas el órden, la armonía,
1 la fue1·za i la belleza. El pensamiento del homb1·e
1 no marcha de esta mane1·a divina. Sus visiones,
aun las mas luminosas, no descub1·en a la vez sino
1 una faz de las cosas, así como en sus marchas
1 mas rápidas solo puede da1· un paso t•·as otro. Si l ve el conjunto, se le escapan los detalles, porque
ve siempre o desde mui alto o drsde mni Jéjos; i
, 1 cuando ve lobs deta11
1
es, o. esttá mui abajo o mui
cerca para a r·azm· e CODJUn o.
Esta impotencia para abrazar de u.na mir~da
1 igualmente luminosa el conjunto i los detalles> el
j todo i las partes ; esta impo~ibi\idad humana de
1 tener a la vez, aun en sus p1·opias ob1·as la idea
1
adecuada i completa, os esplicm poa· qué en el arte
como en la ciencia, en las refoa·mas como en las
l
. constituciones, en las restaua·aciones como en las
revoluciones, nadie ha podido decir: "Iré hasta ·¡ allí i no iré mas léjos. He aquí mi idea, mi designio,
mi ·plan de rejene1·acion, de a·eforma o de
r·evolucion: concluido, no quitaré ni añadil'é nada,
ni aquí ni allí.'' No, el hombre no puede decía·
esto, porque no solamente ignoa·a la frontera del
acontecimiento que medita, sino que ignora el límite
de su pi'Opio pensamiento cuando medita el
acontecimiento. Es eso, para decil'lo de paso, lo
que hace las empresas de refoa·mas sociales i ¡·eli·
jiosas tan formidables para los pueblos, i lo que
hace levanta1· ante el pensamiento de los mismos
l'ef01·madores, mil fantasmas alaa·mantes. Ellos no
osan decir donde se detendran, po1·que lo ignoran.
Saben que hai un torrente de cosas mas fuertes
~e la voluntad de los hombres, i que no se detiene
una vez precipitado. Los mas at•·evidos refoa
·madores, no han tenido Ja pc·e i Ion de toda su
oba·a de reforma.
I bien, señoa·es, cuando ninguQ l'eformador ha
podido tenea· la plena vision de su obt·a, Jesuel'isto
la tuvo. Su idea llegó de un solo g<>lpe basta la
estremidad de ta l'efoa·ma que meditaba: salió de
su pensamiento de uua vez llena, acabada, completa.
Jamas se le añ: dirá ni se le quitaa·á nada;
i los que p•·etenden que su pensamiento Jtegó len·
tamente, 1, por decirle así, paso a paso, al término
1 de str coucepcion, son hombres de since•·idad equí-
1 voca l de vista l-imitada, que prestan a Jesücristo,
pm·a most•·al'fo mas homb•·e, fa indijencia de su
pensamiento i sus carnales visiones ...
1
Asi, lo que ningun hombre ha osado decir jamas,
.Jesucristo lo .dijo, lo dijo bajo diversas fórmulas
que se1·ia superfluo repeti1·os~ Sí, ~L diJo a los
suyos: " He aquí mi docta·ina, he aquí mi pen-samiento;
id, llevadla al mundo tal como yo la
el. i en mi palabt·a; id, enseñad todo lo que yo os
he confiado.: Omnia qurecumqae 1nandavi v ovis.
Desgt·aciado el que intente cambiat· ni una jota.
Si alguno la añade anatema; si alguno la quita,
anatema. Si nlguno no recibe mi doctl'ina, toda
mi doctrin:., si uo quiea·e ejecutat• mi designio,
toda mi designio, anatema. El mundo cambia1·á,
per() mi doctl'ina no. La filosofía humana abdic;
u·á todos sus dogmas pal'a crea1·se ot1·os nuevos;
mi doctl'ina no val'iat·a jamas. Aquí abajo los
homb•·es deberán modificarlo todo, pulir todo,
rehacer i refoa·mat· todo en sus ideas, en sus doctrinas,
en sus planes; mi doctrina jamas se alterará.
Hela aquí : llevadla al mundo i que el mundo
no la toque porque ella es la verdad, toda la verdad.
Hé aquí mi idea, inmutable, completa i en
que el cielo i la tie1·ra no cambiat·áu nnda, porque
el cielo i la tierra pasat·án, pero las palabras que
espresan mi pensamiento, no pasarán. Ve1'ba
autem mea non prmteribu.nt.
Clea·tamente, señores, vosota·os convend1-eis ·en
que el que ha podido tenca· tal idea i ha osado decida,
si no ha demost1·ad<> srr Dios, ha demostrado
ser la demenda misma.
1 sinembargó, hai en el Cristo reformadot• alguna
cusa que es aun mas milag1·osa que su concepcion,
i es su •·esolu<'ion. El p1·odijio de su idea
no ha sido sobrepasado sino por €JI milagro de su
voluntad. (Continuará).
~-~ ........................... "'~,....,. ,_..
-El dia 19 de julio último, murió en Simijaca
despues de una c01·ta enferm~dad,el señor ENRIQUE 1
PAms,· sujeto conocido como su pad1·e, el señor
José Ignacio Pal'is, pot· su c01·azon caritativo i por
su e:,ptl'itu de empresa en que sabia hermanar
siempre sus intea·e~es personales con los de su país.
Él había traído del e:;tranjero muchas especies
utiles que procua·ó aclimatar, i máquinas para los
t1·abajos agrícolas que no se conocían aquí; i
en sus labores tenia empleados mas de doscientos
individuos cuyas familias vivían de ellas. En
solo alimentar a tanta jente gastaba PAnts una
eno•·me suma mensual. La mue1'te de este sujeto 1
ha dejado sin pan a todas esas familias, hoi que
la subsistencia es tan difícil ..
En sus últimos momentos se presentó un cuadl'O
capaz de conmove1· el coa·azon mas duro. Su hermnna
que acababa de llegar i lo halló en la agonía
fiual, se a•·rodilló aliado del lecho mm-turio para
ot'ftr lf()rando,fal mismo tfe pose oían los lamentos
de los numerosos pobres cuyas necesidades
socon·ia.
Los individuos a quienes tenia empleados i que
veían desaparecer con él sus medios de subsistencia,
se retorcian de angustia. Solo el moribundo
mostraba la calma propia del cristiano que muere
en el abt·azo de Dios, porque ha t•ecibido todos los
ausilios de esta Relijion llena de consuelos.
La muerte del señoa· PAnts, constituye una pél·dida
real para la patl'ia, porque no era solo un
buen pada·e ·ue familia i un buen ciudadano ; era 1
algo mas, era un ¡·ico sin egoismo cuyas via·tudes
hab1·á premiado ya el Padre de las misericm·clias.
LAs FIESTAs.-Habl'iamos guard:ado silencio
sobre este punto ; i ¿qué podia decia· u EL CATÓLICO,,
relativamente a fiestas? ¡, Jemia· sobre la
suerte de un pueblo de moralizado i empobrecido
a quien se bl'inda con una semana de otjia? ¿ •>.ecorda•
· a Jos cristianos que muehos de nuestros
hea·manns, que jimen en la misea'iél, reclaman en
nombre de Jesucristu nuest ros ahonos , i que si
ántes era una falta, hoi es un críme n gasta•· en el
lujo i los vi('ios lt> que debemos a 1<> pobres 'l
¿hacerles observar que si la c:Hidad nos m:mda
amaa· i sea·vir a todos los que, como nosotl·os, fue¡
·on redimidos con la sangre de Cristo, el •·espeto
que nos debemos a uosota·os mismos, no nos permite
toma•· parte en las olegdas de los ~nemigos
de nuestm fe? Otl'Os habla•·on en este sentido i
nosotros prefe1·imos calla a·. Como no concunimos
a las fiestas no podemos hablar de ellas con d~tencion
: paa·a los desocupados que esperaban divertirse
i los especuladort>s <¡ue se prometían ganaa
·, estuvie1·ou malas; poa·que la misel'ia i e! disgusto
que atormentan a nursta·a sociedad se deJ~ron
ver i pudieron medh·se. Segun lo que pud1mos
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
112 ~ Jj e T o. L 1 e o .
• observa•·, mui peJe s familias decentes, nun libet·ales,
tomaren pat·tc en elb , i el cnnsaneio i In pobreza,
<.les pues de haberles dado ciet·to cat·áctet· de
it termitencia que no estaba pt·evisto en el progt·a·ma,
les diet·on fin.
P~t·a nosott·os las fiestas siempt·e son malas.
De todos los que, durante esos días} frecue 1tan el
gal'ito i la tabe ·nC~, mue'hos los siguen frecuentando
despues; i es imposible que ocho días de crá-pula
no hagan mella en la mol'alidad de un pueblo
que, pot• ott·a parte~ vgó :
La dulzura del Dios humanado
Qu en su barca escuchó al Pescador,
Sola impu o stiE>ncio a las andas
Que azotaba furioso nquilon.
El, despues que sus dulces consuelos
A mis padres alla prodigó,
Con mi llanto mezeló aqul su llanto
I agregó a su dolor mi dolor :
1 a él mi Patria coo mano de hierl'O
De su seno at1·evida lanzó !
I a él rehusan las indias palmeras.
Guarecet· de los rayos del S
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 62
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El Católico - N. 85
TRIM. IV. AÑO II. Bogota, 17 de enero de 1865, NUMERO 85
SEÑORES SUSCRITORES. 1 dnd i su existencia de hombre es un hecho histó·
Con el presente númet·o principia el cuurt-u tri. 1 l'ico; pet·o no ha existido ningun enviado sobre-mestre
del segundo año. 1 natural ; luego Jesus era simplemente hombre;
1 Juego no era hijo de Dios, .sino en el sentido de
1 que todos lo somos; luego no era Dios. >)
~ NUESTRO~ AJEtJTES. 1 Hé aquí hasta donde ulcanza la negacion del
Les suplicamos encarecidamente que, a vuelta ¡ milagro, ¡ sinernbnrgu, U. dice: « J .... os ultl'amonde
correo, se sirvtlu enviarnos e\ valor de las sus~ tunos lo defienden ~olo p nra poder embrutecer i
criciones qne coloeat·on en el tl'ime~.tt·e que tet·nü- esplotnr a los pueblos, Nosotros lo comb·ltimos
nó i las colecciones que tengan obran tes. persuadidos de hace· un gl'an set vicio a la Relijion
REDACTOR, VE1 ANClO ORTIZ.
- - -
LA CUESTION DE LOS MILAGROS.
cristiana, dándo con1bate a las preocupuci0nes. ))
Esto equivale a decir : « F.l Cristianismo ha ci·
'ilizaclo al m un( o porque el mundo lo ha creído
obra ele Dios, porque el mundo h:. creído que Jesu-
1
cris~o. es Dios_; quitémogJc ~ Crist~ el prcstij.io .de
la eh vu .. dud, 1 entónces hn ·a mus btenes el Cnstm-
Se,ior Colaborador de ) t nisrno. )) Pero como el hombre alnn donado a sí
Efectiv.1ment ··, seiwr, es < ifícil entt·m· con UU. 1 mismo, no puede adclantat· porque todo progreso
en m a cuestion séria, poquc no tienen bueno fé. 1 ven/aJero tiene f rzosamt•nte que acercado a Dios,
Sernros ele que lo que UU. escl'ibcn llega sin es- 1 fuente única de toda perfeccion, no comprende- ·
torbo hasta los últimos rincones de In ll<'públic~, 1 mos cómo pueda hacerse mas útil a In humanidad 1
i de t¡ue los que Lt>n ce El Tiempo>) i ce La Opiniot n 1 la Relijio! , quitánt!ole su oríjen di vi o i su fin
no le ·n lo que nosotros escribimos, siguen llU. 1 inmortal. ¡Qué crbtinnismo tan particular el suyo, !'
siempt•e adelante diciendo qne hemos desertado de 1 se flor Cotabot·adot· te ce El Tiempo. J) Ese cri tia- ~-~la
polémica, que no !JOdemos conte~ta1· -us argu· 1 nismo, obra de un hombre que :.;e éltr~vió a !lamentos,
porque el Catolicism:::> no resiste una dis- 1 mat·sc Dios no ~iendo Dios, no es mas que un sis- 1 ..
cnsion filosófica. Así van UU. ganando terrello ron 1 tema filosófieo como cualquiet•a ou·o. No h~:ti re ..
1
, Jos que tienen bucnns dispc sieiones para la im- 1 velacion, segt n U, no hai 1 uda, i de con ·iguiente i
piedad, i van arrastrnndo a Jo Íl rautos po•· la vía 11w hni Dios, pot·que no hni Pro ·idencia. Entón- ¡
del ateismo, para arrojm· a una porcion del pueiJio 1 ces U. no es Cl'i: iano, pero ni aun deísta, es ateo. 3
en nn piélago de desgracias ; este es el íll}lOI' que 1 ~~to t'S lo que U . nos dice claro negando la di •i- .,
UU. tienC'n a sus compatl'iotas. La mayor pat·te l11idad de Cristo, los milngros i la e.xistenda del
de estos, no tiene otro consuelo en su miseria que 1 infiemo. ·~
·su f> en Dios, su nmor a Jesncl'isto, su espenwza 1 La revelacion es un gmn milagl'O ; si no hai
en las promesas del Evanjelio. Pm's bien, UU. le 1 rnilngro no hui t·evelacion; si no hni rcvelacion
quitan ese único consuelo~ i gritándole: e< sois 1 no hni rclijiou verdadera, no hni Provic'ruciu, no ~
libre,>) ''en su desespet·acion i se ríen con una rLa 1 hni Dios. Un Dios que creó i no conscna, que •
satánica. 1 crPó i deja luego abandonada su crcatura sin dtt '
l~n los dos u1timos n'i meros de este pel'iódico 1 cirle siquiera por donde ha de mat·ch:lt', 10 es l
hemos contestado a U. señot· Colt.borador, los ar- ¡ com{)l'eusible, no podemo!:: imrtjinado, es tanmons· 1
gumentos que hn hecho contra el milagro, i sin- 1 tt'Uoso para nosotros corno para U. el milagi'o; 1
embnrgo, en elnúmet·o 369 de «El Tiempo, )) que 1 i como el milngro prurba la divinidad de Cri.sto, ¡i
tieile fecha 11 ele este mes, di('e U, qne ce El Cató- 1 i como nosotros CJ'(lemos en la divinidad de Ct•i to, t . ~ lico >> ha guardado un profundo silencio. ¡~ Hai 1 defendemos la existencia del milagro. '
en esto bur•1a fé? .e To, ¿ pe1·o qué impo"ta ? Lo 1 Si b mot·al Nistiana es sal \'adora de ta huma- 'f
que importa es que los que Icen «El Tiempo~> i 1 nid:Jd, es porque la hurnanid:Jd eree en la revela- ~
no leen ce El Cat61ico, >> crenn que cfe~tivnmente 1 ciou. Si eL hombre busca el saerificio en vez de los 1
nos ha dejado U. con la lengua entre lt\ boca con 1 goces, si renu 1cia a una e, istencia llena de pla- Je
' sus estupendos argumentos. 1 ceres para consagrarse al servicio de sus seme-
Cuesti'O pueblo no estú suficientemen e ilus rato 1 .}ant('S, es porque cn.'c en el cielo, porque cree en · ~
f para tcnel' criterio. I. .. e La~ta ve1· qne una cosa está 1 las })I'Ornesas de Cristo; pero si Cristo no es Dios, l
l impresn, para creerla ch•rtn. Si no f11era 1·a1 u 1 el hombre se hace pagano o ateo, que es lo mismo, ~ ~
1
! situacion intelrctunl, 110 Sfl'inu los libet·alrs los 1 i entóuces todo lo sacrifica a sus goces personnles. 1
que cstaiJan eu el Poder; el pueblo hubria cono- 1 El hombre ama a sus semejantes porque cree en
cido ya hnsta dónde nleanznn ..,us derechos, i no 1 Dios i espera cu sus promesas; ama a su patria li üeJal'ia iosultm· impuneroente sn fé. 1 porque an:Ja a sus semejantes¡ pero si no hui Dios, ·
U. dice: e< El milagro no sirve para la moral, 1 si el que él creia Dios no es mas que un céleiJre ·i
no es npoyo de la doctrina cristiana, no conduce 1 impostor, ¿por qtJé ha de nma1· a sp patria? Su 11
[ a fortificar el sentimiento relijioso, no prueba la l patria es su yo, í ence!'l'ado en un egoísmo l)l'utal, ~
¡ existencia de Dio:s, del alma, ui de la inmortali- l todo lo sacrificará a la satisfaccion de sus deseos, 1
f' dad, no inst1·uye, no mejol'a la especie hurnana, l será un mónstruo. Hé aquí las consecuencias de l, (¡ no sirve, en una palabra, para nada Lueno. >) ¡la negacion de la divinidad de Cril:. ·o.
I un po.:!o mas adelante est<1rnpa estas palabras, 1 Segun U, señot· colaborador, ya lo v0, no hai
~•1 que prueban pt\l'a cmmto sirve el milag¡·o : <'Si 1 ninguna virtud positiva, no bai porque amat· a los
el milagro no existe, como lo hemos probado, no 1 hombres, no hui porque amm· a la patria, no hai
l1ai mision sobrenatural.-Jesus existió, es ver- 1 porque sacrificarse en favor de otro; el yo es todo.
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290 EL CATOLICO.
¿Este es el credo de los'libet·ales? ¡ Pobre tierra
la nuestra 1
U. exije que se le pruebe " de un modo il'l'efra •
gable un milagro siquierfl, uno solo; i entónces,
dice, Jos admitimos todos." Nosotl'os le hemos
citado a U. uno compt·obado con el testimonio de
la historia i con un monumento que aun existe.
La misma pt·ueba que tenernos de que existió un
hombt·e que se llamó Má1·co Aun•lio i que ft é empe,
·adot· de Roma, tenemos del milagt·o ( cunido
pot' la orncion de una de las !ejiones de su e,i(~l'eito.
El milagro es un hecho, pnt·a nosotros inesplicnble,
pero es un hecho que se vé, que se pnlpa,
qu~ nos entt·a por los sentidos como <·ualquiera
otro ; i de consiguiente se ¡.;rueba como todo hecho,
pot' laahistoria. Le hemos probado a U. qne
el Evanjelio es una histo1·ia, se lo hemo: p1·obado
con las mismas condiciones que U. exije, i le hemos
pt·esentado la relncion de los mila¡2.ros que él
refiere. Si estas no son pruebas, no aeertamos a
comprende•· cómo puedan comprobarse los ncon ·
teeimientos que han tenido IÜplr léjos dP nosotros.
Todo lo que ha sucedido en el muudo, lo sabemos
por testimonio ajeno ; miéntras m(}s rnmH•t·osos
son los testigos de un hecho cualquiet·n, mas
fé nos merece; i si esos testi_bos no pueden tacharse,
pot·que ningun intel·es han podido tener en
mentir porque ninguno de los que pudieran desmentirlos
lo ha hecho; i porque esos que pudieran
habel'los desmentido tenían inte1·es eu hace..Jo,
i sinembargo. no se atrevieron a ello, entünces la
evidencin sube de punto. Estns son las coudiciones
que la cdtica exij pam compt·obnr la esactitud de
las relnciones histórieas, i esas condiciones tiene
el Evanjelio, con estas mns: los que p 1dierao habet'
desmentido a los Evanjelistas, estaban en posesion
de un poder suficiente para hact-r!o con
plena segul'idad, mientras que esos historiadores,
pobres, oscut·os i pet·seguidos no tenian muchos
medios de defensa. 1 por fin, U. que no cree en
Cristo-, ¿U. cree po~ible In abnegacion de esos hombres,
llevada hasta el estremo de sufrir, como snfl'ieron,
espantosos martirios hasta rendir la vida
pm· sostener la divinid1.1d de Cristo? ¿ Contibe U.
que fueran tan tontos esos hombres que se dejaran
matal' así, por difundil· una patt·aña? Usted que
no cree en ningun fundamento del sacrificio del
yo, ¿puede esplicnt· ese sacrificio? ¿No seria él
un milagro, i milagt·o mas sot•pt·endente que todos
los que U. niega hoi? ·
Si esos homLa es diet·on su vida por sost€net· i
difundí•· la creencia en la divinidad de Cristo, es
indudable que lo creían Dios; i si lo creian Dios
era pot·que babia hecho a su vista los milagros
que los Evanjelios refie.-en.
Pero todavía quet·emos hnblat' a U. de otros
milagros que no son refet•idos pot·los Evauj('listas,
de otros milagms que constan en la historia pro.
fana; i casualmente nos ha venido a la mano una
ob1·a respetable en que se refiere uno ocutTido en
Roma en el año de' 1842, i cuyos efectos vió lít
poblacion entera, causando no poca s01·presa a los
que allí habia de la escuela de U. Vamos a referido.
En los primeros dias del mes de enero del citado
año, llegó a Nápoles, procedente de St1·asbourg, un
jóven israelita de cat•ácter ardiente e impetuoso.
Su objeto era seguir para Oriente a consag1·ar todos
sus esfuerzos i la gran f01·tuna de que disponía,
a la rejenet·acion de sus correlijional'ios, porque
se indignaba de todo lo que podia justificat· la
' maldicion que pesa sobre los descendientes de
Jacob.
Al momento de it· a aneglar su embat·que, le
ocurrió que era una tontería no it· a Roma para
estudia•· los monumfntus de que aquella ciudad
está sembrada. Tenia intencion de t·egresat' directamente
a su país, sin tocar en la capital del mundo
cristiano, i vió que era preciso acercarse a ella
en aquellos momentos. Ne vaciló, i t1·es días despues
se presentaba en casa de un personnje para
quien tc>nia cnl'tas de recomeodacion. Como este
personaje em protestante deJa secta de los pietis- 1
tns, concibió e\ deseo de atraer a\ jóven a su
c1·eencin, porque le inspil'ó simpatía su caráctel·
determinado; pero por lo mismo, temiendo ofendel'lo,
no se atrevió a decirle una palabra.
Acet·cábase el dia de la partida, i Alfonso Ratisbona,
que era el nombre del jóven ismelitn, cmdaba
ya bac·iendo sus visitas de despedida. Uegn una carcnj:Hla,
i poniéndose enc~ndido como una gmna dijo :
"Bien, set·é coudescencliente; que venga la señorita
i de ella la admitiré.''
La señorita no se hizo esperat' i colgó la meda··
lla ni cuello de Ratisbona, añadiendo con el mnyot•
candor. " Esta medalla vá siempre acom paúada
de una omciou. ¿La admitiríais de mí?''
-Sea, contestó el interpelado, i pat·a que veais
que los judíos no somos tan intolerantes como se
nos ct·ee, la copiaré i os dejaré la copia de mi mano
como un recuerdo mio.:·
Al decía' esto se alejó murmumndo por lo bajo :
'' ¡Qué impet·tinencia 1"
1~1 señor Baron de Bussieres, ratolico, que era
el que había cometido aquella indiscrecion con el
jóven judío, corrió a t•ogar a M. de la Fet·ronais,
hombre eminentrmente virtuoso, que orara por la
convet·sion de Ratisbona. La Ferronais mu1·ió casi
de repente al siguiente dia, i el Baron se encarg6
de los arreglos del entierro. Dirijíasc pam este ·
objeto a la iglesia de San Andt·es de la Fratte. 1
cuando encontró a Rntisbona que andaba aun yisitando
monumentos, i lo convido a vc1· un precioso
mosaico. El judío entró l se puso a pasea1· en '
la nave como podría hacerlo en un corredor. El
Barou lo deJó allí, i se entró al couvento donde 1
permaneció como ocho minutos. Cuando salió,
buscó a su compañero, i 1 o alcanzó a ver postrado
en la c>apilla de San Miguel, con la frente sobt·e el
polvo. Creyendo que por burla estaba asf, lo
llamó varias veces sin obtenea· respuestn. Temiendo
~ntónces que sufriera alguu accidente, lo fué a
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E L CA T O L I C O. .291
1 levantar, i vió que oraba i que estaba bañado en
lágl'imas. So•·pt·endido le pt·eguntó: ¿qué es esto?
-Es, le respondió, que ese hombre mut;rt\l ha
1 rogado po•· mí. Llevadme inmediatamente a don'
i de un Sacet·dote de los mas vit·tuosos e ilust•·ados
:¡ que haya en Roma, pam que me instruya en vues-
1 que produce estos efectos milag1·osos en favor del
pueblo. U. que quiet·e > vea Jos efectos de la ct·eencia que
combate con tanto empeño.
tra fé.
-¡, Pet·o qué os ha sucedido?
·
1 -No me pregunteis ; yo lo diré de un modo solemne.
Llevadme, amigo mio. No sé dónde estoi.
Quedóse pa•·ado un momento con la frente entre
las manos, i luego abrió los brazos para estrechat·
en ellos al Baron.
Condújolo este al convento de Gesu, donde el
padre Villefort, i algunas horas despues, en pre·
sencia de una reunion de pet·sonajes mui cat·acte-
; a·izados, convocados al efecto, Ratisbona dijo:
''.Hacia un instante que yo estaba en la iglesia,
cuando me sentí de golpe turbado de un modo inesp\
icable. Alcé los ojos i no ví el edificio en que
me hallaba. Toda la luz se babia concenta·ado en
una sola capilla, i en medio de esta aUI'eola deslumbmdora,
ví, de pié sobt·e el altar, grande, brillante,
llena de majestad i de dulzut'cl, a la Vírjen
Mada, tal como se •·epresenta en esta medalla.
(Sacó l-a i cubl'ióla de be~os) Una fuerza il'l'esistible,
continuó, me lanzó hácia ella que me hizo
seña con la mauo pat·a que me pusiet·a de t·oclillas.
Hícelo, sin poderme resistit·, i entónces me pareció
que una voz me decia al oído: " así debes estat•.''
Ct·eo que no babia hablado nadie, pero yo
lo oí, i lo comprendí todo."
Tal fué la 1·elaeion de este hombre que figtll'aba
entre. los viajeros ilu~trados, i que estaba alla-nente
l'elacionlldo eu Em·opa. El recibió algunos dias
despues el bautismo de mano del Cardenal Patl'izi,
en la iglesia de Gesu, en presencia de una concurrencia
nume1·osa, i vestido con la túnica blanca
de los catecúmenos. No contento con erijit·se en
apóstol, predicando en el Chetto a sus antiguos
coaTelijionat•ios la doctl'ina de Jesus, se afilió en
una de Ias muchas asociaciones de caridad, que
cuenta en su seno la ciudad ete•·na. l romo solo
ei.Catolicismo que tanto se combate aquf poa· los
que se llaman amigos del pueblo, puede inspi•·ar
el grado de abnegadon necesal'io paa·a desempe~
ña1· las penosas taa·eas de Los Sacconi, vamos a
dar una liJera idea de esta asociacion.
En el l'igor del inviel'llo, cuando el fl'io es mas
intenso, cuando el cielo se vé cubiet·to de bruma i
las calles inundadas de lodo, dos hombres vesti·
dos con un lat·go sa<.•o de tela blanca, con el ¡·ostro
oculto bujo un cnpirote como el que usaban
nuestros nazat·enos de la semana santa, i con los
pies descalzos, van golpeando de puet·ta en puet·ta
i presentando sin hablar, un bolsiHo que llevan en
la mano. Caen en él las monedas que la caridad
destina para el alivio del pob1·e, i pocos días despues,
están en libertad los prt>sos po1· deudas. Los
hombres que hnn pagado pot· ellos, los que paa·a
pagat· han pedido limosna recotTieudo las calles
con los piés descalzos, son los nobles •·omanos, los
~randes de la tiefl'a, Pdncipes seculaa·es, Cardenales,
Jefes de ót·dcnes rclijiosas. ¡,Puede hacer
estos sacl'ificios el que no ca·ea en la divinidnd de
Cristo ? ¿ Puede hace•· estos sacrificios el que
tiene el corazon henchido de egoismo, el que no
adoa·a sino su yo ? I estos sou Jos males que hnce
' a la humanidad la creencia que U. combate, señor
Colabo•·adot· de " El Tiempo." Esa jeraa·quía que
U. llama tehebrosa9 es la que enseña la doctt·ina
La caridad católica busca por donde quiera al
desgraciado para aliviarlo, pat·a consolarlo. Lo
toma, como U. dice, desde la cuna, i no lo abandona
hasta despues que ha lanzado el ultimo suspiro,
poa·que ella practica los preceptos evanjélicos,
porque vé en cada hombre un hermano, porque
cree que Jesucl'isto es Dios, i espera pot• p•·emio
de este amot· sublime, una eternidad de goces.
Quite U. al pueblo su creencia ft•aternal, quítele
U. su fé en Ca·isto Dios, i lo ve1·á U. ft•io como el
mármol ante la desga·acia ajena ; lo verá U. egoista,
sensual~ báa·baro, c•·uel. Cuando el pueblo baya
llegado al punto a que U. quiere conducirlo,
huya U. con su familia a lo mas enmarañado de
algun bosque, po•·que ni su hono1·, ni su vida estarán
seguros entre el pueblo. ¡,Quién puede daa·
garantías a U.? ¿La lei? La lei será impotente,
i el mismo juez que debiera aplica•·la, será un
malvado que se reirá de los males de U, i ayuda•
·á a lo~ que quiemn deshom·at· a sus hijas, despojarlo
a U de sus bienes, privarlo de la vida.
La oa·ganizacion actual del mundo, no lo olvide
U, se debe al Cl' istianismo. Pero si Cl'isto no es
Dios, si es solo un impostor, esa Relijion no tiene
mas pa·estijio que las doctl'inas de Voltah·e, i nadie
dejara de buscar el placet·, porque nada cspea·a•·á
po¡· la senda del dolot·. Si el Cristianismo ha triunfado
del halago de las pasiones, si ha podido
salvar al mundo. pt·edicnndo el snca·ificio, si ha
alzado a la mujet· a la altura del hombt·e, si ha
podido estendea· las virt'!ldes que forman lo que
llamamos civilizacion i culturn, lo ha hecho poL'•
que es una K.elijion divina, pot·que el que la predicó
em Dios. El triunfo de esa Relijion sobre las
inclinaciones natnrales d61 hombt·e, ese tl'iunfo
que bl'illa t•omo e) sol en medio de la escena del
mundo, ese triunfo, seúot·, es un milngro. Si U.
cierra hoi los ojos pat·a no vedo, cuando se acet·que
su ultima hora cuando u. tenga delante esa
eternidad que hoi niega, cuando sienta el fl'io de
la muerte que no puede dejat• de confesar como
una realidad, entóuces gl'itara U. como su maestro:
q Creo que me he equivocado,'' i solo la
mia·ada compasiva del Sace1·dote de quien hoi se
burla, i solo la voz de ese Sacet·dote que pide para
U. la misericot•dia divina, le dat·á alguna calma.
¡Pobre de U. si oye entonces las cat·cajadas del
ateo a la cabecet·a de su lecho.
~---
INSTR U CCION POPULAR.
BELACION DE LAS 1\IUEP.TES FUNESTAS DE LOS
11\IPIOS.
Es tan notable la circunstancia de que todos los
grandes enemigos de Dios, que se han distinguido
po1· su odio i sus pe1·secuciones a la Relijion, han
muea·to desastl'osamente, que al leer con detenciou
reflexiva su histm·ia,no puede el mas despreocupado
dejar de sorpt·enderse viendo que una verdad
tan obvia, que está al alcance de todo el mundo,
que estriva en hechos auténticos i en testimonios
intachables, pase desapercibida para e) mayor núme•
·o. Tal vez a fuerza de repeti1·se estos hechos en
•
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292 EL CATOLICO.
lj todos tiempos se han familia !'izado los hombres con
i¡ ellos, i han dejado de considemrlos como una
11
1 manifestacion de los altos juicios de Dios, que, si a
veces indignado reset·va para ott·a vida sus tenibles
castigos, ott·as misel'ico,·dioso nos pone delante de
los ojos altos ejemplos, que nos conmuevan i
1
1, hagan una llamada a los gt•andes criminales i a los
cot·azoncs endurecidos en la maldad.
1 preparado en el infierno lm lugar preeminente,
pues no se sabe qnE:' hiciese penitencia, i dónde ha
estado nguardando dut·ante casi diez i ocho siglos
a su discipulo Voltaire, i a todos los que han adoptado
su divisD: écrassez l' infame. Alguno colombianos
se hol1t'arán hoi tan1bien eon su com-pañía,
i tan amable sociedad no dejnrá de aumen-tn
•·se miéntms haya en el mundo filósofos a lo ·'1
llenan. ~ Un volúmen entero podriamos llenar, si quisié~
ramos seguir paso a paso la historia desde Jos pd-
1 meros ticmpos,i pinta~· la suerte de los impíos obcc-
1 dados de de Caiu hasta nuestros días ; pero no
1; siendo posible ni oportun~ esta tarea, nos p1·opone- !
l' mos solamente dnr breves cst1·actos relativos a 1
~ 1 algunos de los mas célebt'<'S pet·sonajes desde lfl
ti.: venida de Jesucristo, dejando aun lado los tiempos
Comenzamos nuestra relacion por Cnlígula, .l
emperaclot· romnno, suresor de Tiberio, qu nació l
el año 13 de .Tes 1cristo. Era hijo de Gel'lnániro i ·a
de Agripina, bija del g rande Agrip 1. Tib .... rio lo
llamó al trono desde mui temprano, pnes no tenia ,
sino 25 años cuando fué proclamarlo Emperadol',
el año 37 de Jesucristo. Los priucipios de su reinado,
como sucede frecuentemente con los tit·anos
noveles, parecieron pt·ometer al pueblo romano
días afot·tunados ; pc1·o este sueño brillante no tnrdó
en desvanecerse. El jét·men de los vicios ocul-
1 bíblicos, i pasando eu silencio, así los gnmcle':i
1
castigos jenet·ales de aqtu~ IIas épocas, como los
1
, individuales, larguísima lista de nombres de reyes
i personajes enemigos de Dios, desde los Faraones
hasta Júdas I:>cal'iote. l¡i Léanse con atencion estos bocetos i ellos suminista
·arán ejemplos i lecciones tetTibles en que se
ve claramente el dedo de Dios obt·ando milagt·os, 11
pot· ma::; <.jue los incrédulos nieguen ~a posibilidad
¡
1
de estos. Ellos pueden burlarse, pero la relijion, r ]a razon i ia espet•iencia de todo los siglos, han
f ' estado siempre de acuerdo en predecir a los culpa~
bies el inevitable castigo de sus crímenes, aun
~~ en este mnndo. ce El camino de los impíos conduce
~la muerte,» elijo hace muchos siglos Saloman.
~~ ·«Por le tl ta que pat·ezca en venit· la pena, dijo Ho!;
I'acio, rara vez deja de aleanzat· al culpable que
; huye de ella.>) En efecto~ con rat·as escepciones,
J que Dios pet·rnite, porque sie!1do ete•·no puede
1 diferir :ms <'nstigos, los acontecimientos han venido
casi siempre a confirmat· la verdad de esta espanto·
sa precliccioo. .
Re pi tamos que es solamente una pequeña parte
de los numet·osísimos hechos que att>stiguan el
irrecusable cumplimiento de esa verdad, la que vamos
a presentm· seriamente a nuestros lectores
omo (>l ob,reto m~1s digno de su meditacion, i que
partiremos d<>sde Jesucristo. No l:Jab!aremos del
imp ío Iseariote, primero cuya muerte clesastt•osa
enco 1t1·amos en la historia de Jesucristo, porque
bi n conocida es ella de todo el mundo. Solo obse•·varomos
que f~1é el único de la escuela filosófico-libeml
que había entt·e los doce escojidos, como Jo
pru 'han sus muchas i famosas fazañas.
Tampoco mencionaremos al célebre Poncio Pilato,
Gobernador de la Judea por los romanos,
que condenó a Je,;us al último suplicio, uo obstante
la pel'suacion en qne estaba. de su inocencia
i santidad. El miedo es alto de cuerpo, i el de este
juez pusilánime~ tomó proporciones jigantescas
cuando pensó que el pueblo sobe1·ano de Jerusalen
o sean los escribas i princípes •·osa-cruces, podían
hacer una asonada democrática que pusiese en
peligro su autol'idad. Todo el mundt? sabe qué
vida llena de ama1·gm·a, de profunda melancolía
i de cru«:>les l'ernot·dimieutos llevó este hombt·e
cuya criminal debilidad le hizo desoí¡· Jos dictados
de su conciencia i los consejos de su esposa ; i
nadie ignora que murió en Viena del Deltinado,
víctima de su desespemcion. El suicidio em el fin
necesa•·io de una existencia tan inquieta e infeliz,
i así se at•t·ojó desde la cima de una roca elevada,
único medio de borrat· de su ft·ente el estigma del
1
deicidio que lo marcaba: estigma que, sinembargo,
llevará eternamente su memoria i que le habrá
to en su corazon se desarrolló mui pronto. r~ ·te
príncipe, que dut·ante ocho meses había pi'Omctido
tanta gloria i felicidad, se manifestó como un
til·ano, un mónstruo, un cobarde ins"nsato. Su
orgu llo llegó ni colmo, i se jactaba de set· el amo
de todos los reyes de la tietTa, mit'Rndo a los o'tl'os
pl'Íncipes como viles esclavos. Quiso ser acloPado
como nn dios, i a este efecto edificó un templo,
nombró sacerdotes e hizo que le ofrecieran sacrifi.
eios. Se inCOI'poró él mismo en este col.ejio sa- ·
cerdotal, i tambien a su mujer i a su caballo. El l
nuevo Júpitet·, para mejol' merect>r este título, .1
quiso imitat· los relámpagos i los t·ayos, i en las J
tempestades hacia un ruido semrJ·ante al de Jos i~ ¡if tt·ueuos con una máq 1ina a propósi o.
Entónces lanzaba un p1ed\·a ni cielo i g1•itaba :
" mátame, o yo te mato:' Sus estravngancias no
se JimitllJ'on a eso: echó pot· tietTa las estntuas i 1
las imajenes de los grandes hombres; bizo quit:.u·
de todas l¡;¡s bibliotecas de Roma los bustos de
Homet·o, de Virjilio, de Tito Livio ect. La co- l, l
rt·upcion mas iGfame i ta ci'Ueldad mas bárbara ~
viniet·on a aumenta•· el horror de todas estas es- a
tt·avagancins. Incestuoso con sus tres hermanas, ;~
apat·ecia con ellas en público en las postut·as mas ,,~
indeeentes. Deshonró las mujeres de Roma, arrebatándolas
a sus ma1·idos, i fo¡·z;::mdo a estos a ser
testigos de Ja profunacion del lecho conyugal. Es- i
tahleció lugares públicos de p~·ostitucion en su pa· ,
lacio i fllndó una academia de jnego, donde él mis~
mo recibia lecciones de pillería. U 1 dia que le
faltaba dinero, dejó a los jugado:·es, bajó al patio
de su palacio e hizo mata¡· allí mismo a vat•ias
pet·sonas distinguidas, para quitarles 600~000 sertercios.
La efusion de sang1·e humana era 'para él el espec- '
tácul? maf,s agradabDle; t
6
os as
1
esinntos edr~n dsu 1
1
·e- ;~
creacwn nvorita. os e nsu es, en me ro e os
cuales estaba sentado un dia, viéndolo reil· a cat·cajadas,
le pregunta•·on la causa: " Me rio, les 1.
respoJ.?dió el malvado, al pensar que en este mismo
jnstante puedo haceros degollat· a los dos."
OtJ'O dia que se babia equivocado en una ejccucion
haciendo sufrir la muerte a ot1·a persona distinta
del condenado, dijo : '' qué importa ! el ot1·o
no lo merecía mas.'' Un caballet·o que, sin motivo
rdguno, había sido arrojado aJas fieras, gritaba
que et·a inocente. Calígula lo hizo llamar,
mandó que le cOl'tasen la lengua i lo hizo echar de
nuevo a las fieras para que lo devornsen.
Obligaba a los padres a asistir al suplicio de sus
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«-:~-· ----- -- ·-------- --
EL CATOLICO. 293
hijos i allegados i a bul'larse de ellos con el Empe 1 no están apropiados a las instituciones, institurador.
El tdste placer de ver sufrir a oti'O le lison 1 ciones libérrimas qur, tl'aducidas literalmente de
jenba tnr to que se dive1· ia cu dar él mismo el las que se ban dado a p~íses mucho mas cultos i
tOI'Jlento o pone1· sobre la t•ueda n los desgl'aciados civilizados, requiel'en aquí virtudes estraordioaque
t•aian en sus manos. Su maldad llegó ni e'itre- ¡·ias para cumplirlas, vi1·tucltes que es necesal'io
m() d! ec¡·rm· los w•meros públicos pat·a cornpla- fonnat• pl'itne1·o con doctt·in~s severas i p¡·opo¡·ciocel'se
c.1 vct· mo1·il· de hambt·e las jentes eu Roma. nadas; en una Nacion en que se hace g~terra a
E ta nhna feroz ll evaba la demencia i la J'élbia m'lterte al Catolicisnw, guen·a a los templos muerhasta
dcsem· que el pueblo romano- no tuviese tos i matet·iale', guena a los vivos i espiritu:lles, a
sino una sola cab za para cortársela. Una bambre, los Obispo<;, a los Sacerdotes, a Jos relijiosos i a los
Ullft p •ste , un incendio, un terremoto, In pér·dida fieles; en una Nacion en que se cor·rompe al pue· ¡
lo que hacen nuestros enemigos
mil pn1aies mas se levantaron pnt·a desgal'l'ar aquel i sabremos nosotl'os lo que deb~mos hacer. Pat·a li
cuerpo o Ít)SO qlle quedó cubierto literalmente de barbal'izar· el pueblo, qué hacen ?-Atnquemos,
hl'ridas i t ·1 maldiriones,n los 29 ai'ws de su edad, dicen, primel'o al cuerpo sacerdotal: neguémosle :
de ·pues (e h:1ber t·einarlo cuatro, el aiio 4 l de .Te- su indrpendenl'ia, csclavicémosle. Dest1·uyamos
suerísto. Arroja ron su cuc1·po a un muladar don- s us ten ·p'os, usurpémonos sus l'iquezns, i privé- i
de sus hcr .1an0 · ·ntentm·on quema1·lo,pero temien- mosle de todo elemento a fin de que no pl'ogrese .,
do t uc el pneblo les a!Tebatar·a el cadúver para su relijion. Si nos obedecen) ya no pet·tenecen1n
e e.;;pcuaz¡ l'lo. lo enterraron precipitndamente. 1 al Cnto!icismo ; i si no obedecen, serán destel'l'a-sí
p"r"ció este sujeto, filósofo nte c~uc debin devorat• a los romanos, segun tada. Lo dijet·on i lo practicaron. ~
J· e ·presi n de Tit;,erio. El desraba vivamente Entre tanto fué mui de notar la inocencia de la ¡
que su rcinurlo se señulase po1· nlgllnn granrle ca- ma yo t· pnrte de los católicos, cuando no quer·amos
h mid· p 'h liea; ¿ pet·o no e1·a (¿ mayor de todas, deeir su traicion e infidelidad. >oco convencidos,
dice un juicio, o histori dol', que el mundo fuese pre •i ' O es decirlo, de lo que son nuestt·os enemigoLernadv
por esta besti<.~ fero?, '? gos, Cl't.•yeron que hquellas persecuciones eran
La desct·ipcion del carücter de este gt·an jeneral merns personalidades, i que mas bien se atacaba
i díetador romano no dl'jn de tene1· algun interes a l11s personns de sus sacerdotes que a la relijion
de actualidad pal'a nosotros los gt·< nadinos que que I'Ppl'esentauan. 1 I los pueblos vieron con in'
OU:tamos de Hlilai' • €mejanzas. 1 dif('renl'ia que suprimían sus templos, que se les
Tt>dos los Calígulas merecen la misma suerte i 1 prbraba del ejercicio de su relijion, i que calum-ellnismo
Jugar en la historia. niaban i destet·t·abau a sus Pastores, siendo de
·-·~ esto víetimas aun las vír,ienes inoceutrs 1
Empero, una triste espet·ieocia nos ha hecho co- 11
noccr que no son tan francos ni sencillos nuestros 1
en 'tnigos como lo aparentan, i que en su estudia· 'j
da simplicidad ocultan planes i p1·oyectos abomi- ~~
nables. Es, pues, necesario que resucitemos. Si en t
Jos tit'mpos de guerra estamos precisados a com- ¡i
bati1·, en Jos de paz debemos establece•· i edificar. 1
Un Ckro suficiente- suficiente en número, que
provea a todos los pueblos de su Pastor; suficien- l
te en ilustrncion, que pueda reemp.lazat· dignamen-
1
1
te al que tenemos así en lo espil'itual como <:u lo
tcmp01·al, nsí en lo relijioso como en Jo civil ; es,
decimos, pm· aho1·a nuestra mas imperiosa necesi- 1
dad. l no es que no tengamos un Clet·o virtuoso
EL CLERO.
I.
Nue tra Nacion no C'S aun, no puede sm· Yel'dadernmentc
dichosa i feliz.
I .. a humanidad, para sc•r lo qne el divino Hpensos los
Motta, los Sotomayot•, los Tót•t·es, los Serrano, los homb1·es, sep·trados unos de otros, inmóviles .. fijos ,
Estévez, Jos Rebollo, los Mom, los Chamecas. En en un sítio pot• la oscuridad cual si estuviesen enel
colejio Seminario del seño1· LoBOGUERHERo, ilus- cadena dos, ha dicho un aut01·, no podrian ca mi-
. tre i benemérito Arzobispo <.le Santafó, fué que se na1·, obmr, alimentarse, ni subsistir. Eu vano 1
formaron los Duquesne, los Moreno, Jos GutiéJ•t·ez, pues, dice ~an Ambrosio, en vano habría Dios
los Cabales, los Me,iía, los Caro, los Hóyos, los ct·iado el mundo sino huuiese concedido _ a lo s
Valenzuela, los Cuervo, los A.nd•·ade, el sabio Zea, hombres i a los animales la faculta<'l de verse. Así,
Jos Restt·epo, i ot•·os hombres ilustres que no cita- la pl'imm·a condicioA de la luz material es la de
mos por no estendemos demasiado. 1 qué mas? sea· nel'esat·ia ; i necesal'ia es tambien la primera
¿Podemos olvidat· el celo de los Jlustl'Ísimos seiio- condicion de la luz espil'itual t·epa·esentnda en el
res Mosquera i Hen·an, de inmortal memol'ia, de sacenlocio. Siendo la luz del mundo, el Saccn]ote
cuyos seminat•ios tenemos los Ba!Teto, los Bemal, enseün po1· medio de la pt·edicacion una doctl'ina
los Bermudez, los Beltran, los Olivos, los Piñé1·os, estable, que jamas se sepat·a de la vet·dl!d ; clara,
los NaVntro de la ~erdad, i la cáted1·a pa-
1 para la Patl'ia. rroqui a l unida al episcopado. Salid de aquí, i no
II. hallareis mcls que el error: el paganismo, el ma-
Los Sacerdotes son !a sal de la tien·a, vo~ estis hometismo, el cisma, la het·ejía, la mentil·a. 1
sal tern.e ..•• la luz del mur.do, vos estis lu::; mun- como es evidente que solo la ' 'et·dad puede civilidi:
( t) Jesucristo mismo nos enseña lo que es su zat· al mundo, i que la verdad no existe sino en la
silce1·docio : comparólo primero a la sal, el mas Iglesia Católica; como es incontestable que la
util de los condimentos; i con la luz, lo mas put·o cátedra part·oquial es el eco de la verdad qtw des(!
Otre las cosas visibles. cienue de la cátedra pontificia i que le es trasmi-
1
· Como la sal pt•eset·va de la corrupcion, así el tida pot· la episcopal ; es igualmente positivo que
Pastor a su rebaño, así el Cm·a a su pueblo, así el no hai ni puede babe1· nada de "\'eJ·dad, ni civiliCicro
a la sociedad. La sal es una cosa buena ; zacion po1· consiguiente posible, fuet·a del Clero
pet·o si piet·de la fuel'Za, ¿ con qué se sazonará 'l católico.
Si nos quedamos sin Sace1·dotes, que es lo que El segundo elemento necesario para la civilizaquim
·en i p1·etenden nuestros enemigos, sin docto- cion es la caridad. Pues bien, la cat•idad no se
(1) Mat. c. V, vs. 13 i 14. encuentra sino en la Iglesia Católica. Busquemos
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EL CATOLICO. 295
1 fuera de la Iglesia Católica un medio de matm· el 1
egoismo, enemigo de la . civilizac~on. Se puede
ser mui bád)élros con cammos de h1erro, con va·
pares, con telégrafos, con academias, con abogados,
con sübius; pero nunca con los Sa;er~otes de
la verdau. Para destruil· el egoísmo, es mdJspensable
la Relijion. Fuera de Jesucristo no esplicareis
1 nunca la r <'··idad. La filantn)pfa no es otm cosa
que la het·ejía de la caridad. ·
El tercer' elemento necesario pat·a la civilizacion
es la virtud. Puede civilizar el cdmen? Esto es
imposible. ¿Cómo, pues, se enjendt·a ~a virtud eu
el h ombre '? Es necesario unn potenc1a que mate
no solamente el aeto esterior del crímen, s~uo el
1 deseo mismo, el pensamiento: una potenc1a que
se~convierta eu guardian del cot·azon, una fuerza
invencible que intt·oduzca al homb.re en las e~trañas
de la virtud. La vit·tud, propwmente d1~ha.,
' es sobrenatural, njena a nuestra twtu1·aJeza; ~ no
la hallaremos sino po1· la gra~ia de Jesucrtst? 1 en
J esucrlsto. Es, pues, neces~r1o e_l sacet·docw, la
sola aqtol'idad sobet·ana a qmen Dws ha legad~ s~s
veces pam f'l gobierno mo•·al del mundo, tan llltl-
1 mamcnte enlozado con el sobrenatural.
Lo J't>pc:-timos, el mundO no puede civiliz_m·se
sino con tres cosas: con la verdad, con la candad
i con la virtud· ¡ estas tres cosas se encuentran,
Ja primem en 1~ cátedra católica, 1~ segunda en el
altar sarrrndo i la tercera en el tnbunnl de la •·econcilin~
ion. Tomad estas tt•es cosas, i tendreis
civí\izacion. ¿Qué hace el misionero en. medio ~e
los antropófagos 'l ¡,Qué lleva pat·a supht· a la c1- .
vilizacion? Lleva una piedt·a sagt·ada : la co~~ca,
Jlama a .Jesucristo hnce corre•· lu sangt·e punflcadora
del Hijo del Hombre, i aparece la civiliza~ion.
Allí .está ella con la verdac1, con la caridad 1 con
la virtud. Esperad algun tiempo, i esos antropófagos
se convertirán en humanitarios, en c1·istianos,
confesores i máa·tit·es.
No somos nosotros ménos que los antropófagos:
el fratricidio, la sangt·e de nuest1·os hermanos, he
aquí el objeto de nuesta·as guerras. Es porque no
hai verdadem civilizacion. Convenzámonos : los
Bancos, los caminos, los telégrafos, son nada para
la felicidad social, compat'ddos con los bienes que
deben resultat· de la ilustt·ncion i de In virtud del
Clero ; t1·abajemos por el restablecimiento de los
seminarios.
EL CLER01
He aquí nuestra s·nprema necesidad. S. A.
EL SENTIMIENTO CATOLICO.
Estableced costumbres, entablad
prár.ticns, publicad edictos,
haced leyes: la Relijion cristiana
triunfará del clima, de las leyes
que de ahí resulten i de Jos lejisladores
que las hubieren dado.
1\'lONT ESQUlEU.
•' La persecuciou cismática que el Gobierno colombiano
ha puesto en juego contra la Iglesia católica en
nuestra infortunada patria, es tan manifiesta i evidente,
que no pueden negarla ni los mismos liberales; solamente
algunos mui maliciosos pretenden disculparla
con la dañada mira de mantener engañados a los pueblos
para que insensiblemente se dejen arrebatar su Relijion,
i luego sumirlos en el abismo de la incredulidad.
"1\Ionstruosos i tiránicos son los edictos de supresion
de los institutos monacales de ambos sexos, arrebatándoles
sus bienes i hasta susconventos, condenándo-los
a mQrir en la mtseria; la esc:andalosa espoliacion de
Jos bienes destinados al sostenimiento del culto en
nuestras 1glesias, dejándolas sin lo preciso para la celebraciou
de los divinos oficios; !a policía en "materia
de cultos," i en fin, el acto de 17 de mayo del üonieute
año sobre "inspecdou de los mismos." ¡Magnífica
tolerancia de cultos la sancionada t>u la Constitucion
de Rionegro! Ya se ve, que la tal tolerancia ha sido
como el primer toque de la persecucion de.l Catolicismo
en tudas partes: en la Holanda, en la Suiza, en la
Iuglaterra i donde quiera que los i111píos han llegado a-tener
algun ascedieute en los Gobinnos. ....
Los precitados edictos de persecucion son propios de
los tiempos de Neron, de Calígula i d<>mas Etnpf'rndores
pilganos i del tiempo de Enriq ue VHI; que hoi ni
el Gobierno de la Sublime Puerta los rejistra semejantes
en sus códigos; prueba inequ1voca de que al presente
los Gobiernos absolutos son mas respetuosos de ciertos
principios de justicia universal i de algunos derechos
inmanentes del hombre, que los ll;unados e!lfaticamente
liberales demócratas,<]ue tunto atmden al mundo
con exajeradas tem·ías de LIBEBTAD E IGUALDAD, i
que en la piedra del toque de la pr:lctica se desmienten
c:on cinismo raro.
En el tininico edicto de 17 de mDyo, se prohibe por
el artíl'ulo 3.u recibir en este país lus bulas, IJreves, encíc!
Jcas etc, que el Romano Pontífiee dir•ja a los fieles
católicos, sin que obtengan el pase de la autoridad
temporal. Esta prohil.Jir.ion es altamente tiráni t a, porque
ataca la autoridad del Vicario de Jesucristo, a quien
en rabeza del Bienaveuturado Perlro le fue dada e ~ presa
potestad de rejir i gobernar la Iglesin santa, por estas
palabras: •• I yo te digo, que tu eres Pedro, i sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia, i las puertas del infierno
no prevaleceran contra ella I sto se
llama persecucion de la Iglesia Católica, esto se llama
tiranía.
Es tan esencial al Catolicismo el Gobierno del Romano
Pontífice para mantener la unidad de la fe i de 1
la doctriua, que los mismos protestantes lo han echado
de ménos-l~ntre otros, el célebre Puffendorf dice.
« J .... a supresion de la autoridad del Papa, ha sembrado 1
en el mundo ii,1linitas semillas de discordia; pues
11~ habiendo ya ninguua autoridad para tuminar lasdisputas
que se suscitaban en todas partes, se ha visto
a los protestantes dividirse entre sí mismos i despe-dazarse
las t ntraüas. » (2) -
Por el articulo 4. 0 del mencionado etiicto se impone
pena de estrañamiento del país al Prelado ecle~
iástico, que en uso de ~u potestad imponga censuras
1 no las levante requendo que fuere por la autoridad
civil. Esto es enfrenar de todo punto la facultad que
a ese respecto tienen las autoridades eclesiásticas por 1
derecho divino : esto tiende a abolir la disciplina eele· 1
siastica i a fomentar en la Iglesia el esplritu de in- 1
subordinacion : en una palabra\ se trata de fomentar ·
el cisma para dar en tierra cou la Iglesia Católica. 1
¡ 1 de dónde obtuvieron los Jejisladores de los Estados
Unidos esa facultad sobre las censuras de la Iglesia?
¿Esto será dar libertad al culto Católico?
Por el artículo 5.11, i bajo la misma pena, se obliga
a los señores Obispos i a sus Vicarios, a prestar juramento
de obediencia a la Constitucion, leyes, órdenes
etc, es decir,a los mismos edictos ele persecucion de la
Iglesia i escandalosa espoliacion de sus bienes. Los enemigos
del Catolicismo sabian bien, que las autoridades 1
( t) Mat. cap. 16, vs. 18 i 19. Juan cap. 21, vs.
15, J 6 i 17
(2) De Monarch, Pont. Rom.
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296 EL CATOLICO.
ec:Jesiásticas no podian prestar aquel jurameuto, sin
sustraerse de hecho ·a la unidad Católica, sm aprobar
la espoliacion de los bienes eclesiástieos, ·i para decirlo
de una vez, sin qtledat· separados de la obediencia i
surnision que por derecho divino deben al Romano
Pontífice, sin com•ertirse en apóslatas. Por Jo mismo
pues, que aquellos impíos sabían bien esto, espidieron
aquel monstruoso i mui meditado articulo, el que
envuel e una manifiesta prosc¡·ipcion de los seiíores
Obispos i sus Vicarios, proscripejon de toda autoridad
en la Iglesia, que pueda atender a las premiosas necesidades
espirituales de los Católicos. ¿ I proscribir
a los altos funcionarios eclesiásticos, sera la garantía
constitucional de permitir a los Católicos el libre ejel'cicio
de su culto? No: esto es intolerancia, esto es
tiranía.
Respeto de las penas que impone esa Jei impía a los
sacerdotes del Señor investidos de autoridad, nada
tienen de nuevo ni de estraordinat·io; esa es la triste
mision que siempre ha cumplido a los enemigos dü la
Iglesia : perseguirla. Cuando el Salvador del mundo
mandó a sus discípulos a predicar el Evanjelio, les di¡o:
"Ved que yo os envío como o.vejas en medio de lobos ... "
(3) Enseguida les advirtió que sus enemigos los harían
compareeer en sus audiencias, que serian presentndo s
ante los gobernadores, i que serinn azotndos, perseguí _
dos i abonecidos, pot· causa de su santísimo Nombre.
La per~ecueion (Íe los l\línistt·os i s:-1cerdotes del Altlsi_
mo dió principio en .la persona de los Apóstoles i s IS dis_
cípulos, la han contiuuado i contiuuan los impíos husta
nuestros tiempos con los sucesores de los mismos Apóstoles;
pero los que imitan a los emperadores Rom:1uos
i a Enrique VrJJ, dirán que no es tiranla ln per~eeucion
ofi,·ial de los Obispos i sus Vicarios, sino que t'S
insper.cion de eultos; dilim que no es robo escandaloso
la espoliacion de los ienes de la Iglesia, sino que es
desamortizacion de bienes de manos muertas. SI : as í
Jo dicen, pero la tiranía i el robo a mano armnda
conset'varáu siempre sus ¡wopios nombres, porque
la variacion de nombre nunca muda la esencia d Jas
cosas.
Nosotros que DOS gloriamos de pertenecer i pr.~rteneceremos
siempre a la Iglesia Cató! ira, a esa Tglef:Hl
que co11 tanta elo"uen cia i sublimid:ld definió el S;)bio
Donoso Cot'tez en f'ste rasgo admirable :
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 85
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El Católico - N. 77
:EL1 CA ~Ot;IOO.
AÑO II. Bogota., 22 de no.,-iembre de 1864, NUMERO '77.
==~==================~====================~==============~==========- 1
(/}IJ. '(P(/)[l)[l(f) (/)~ ~~ mision que lo coloca cntl·e Dios i la humanidad. 1
Pet·o las instituciones actuales ponen tt'&bas al
R~DAC!~VENANCIO ORTIZ. cumplimiento estricto de sus deberes, luego no son
Cuando oímos hablar con tanta ft·ecuencia de respetables ni pueden ser •·espetadas.
civilizacion i de cultura nuestra pobre tierra; Por esa parte, pues, está probado que no hacemos
cuando hiel'e a cada instante nuesta·os oídos lapa- un pueblo culto.
laüra progreso como co 'iecuencia de la destt·uccion Pero aun queda pot· examinar si cultivamos las
dnJ Catolicismo, naturalmente nos preguntamos ciencias i las artes.
qué significan estas palabt·as con que se conmueve Cuando nuestt·os padres diet·on su glol'ioso grito
al pueblo i se lo obliga a dea·ramat• su jenerosa de independencia, una de las cosas que se propu-t~
ngre ; i despues de meditar algnn tanto, hemos ._ sieron fué abrir de pat• en pat· las puet'tas de Ja
e mpa·endido el engaño envueltQ en esas palabras Patl'ia a los conocimientos humanos, cuya importaque
como la de libet·tad se ·han querido hacer sa- cion a nuesta·o suelo estaba. prohibida por el somct
·amentalt>s i constituirlas en bandera de constan- brío i desconfiado Gobierno peninsulaa·. Algo de
tes rev0luciones. latin, teolojía, i derecho civil, era todo lo que se
Llámnse culto un pueblo que tiene instituciones enseñaba en los cole,iios : e\ liberal Virey Espeleta
respetabl.es i respetadas, i que cultiva las ciencias consiguió que se fundara tambien la enseñanza de
i artes. Al ménos esta es la defiuicion que de tal Ja medicina, i se estendió hasta permilh· i aun
palabm dá el Diccionario de la lengua, 1 así la fomentat· la enseüanza de las ciencias esactas.
1 entiende tambien el buen sentido. - Pero era tan poco lo que podía adelantarse con un
Vamos a examinat· si la idea que tal palab~·a sistema de Gobkmo tan ¡·estl'ictivo como el que
representa, puede hermanat·se con el empeno se babia establecido en las colonias, que Jos bomfunesto
que hoi se muestra de dar en tierra con la bres que algo habian podido aprendea·, lo debinn
Relijion. mas bien a sus esfuerzos particulares i a su talen-
Es respetable la virtud, porque ella hace la feli· to, que n los medios que lns autoridades les procidad
del individuo que la pmctica i contt·ibuye pot·cionaban. La luz entt·aba por estrechas rendijas
pot· estension a la de los sé1·es que lo rodean. al país i no podía difundit·se sino con dificultades.
Desde que cada uno inspira confianza justa a los El anhelo de sabea· era grande, i ese anhelo fodemas
con quienes v·:v. n sociedad, esa i nt las ideas de libertad. Así f é.q lo-que
tiene n elemento de fé licidad. La v t1d es es- mas empeño se puso, una vez realizada la emanci,
peta Ole pot• que asegura con verdaderas garantías pacion política de Colombia, fué en la d!fusion de
los derechos individuales, i las instituciones de Jos conocimientos ciei\tHicos e . industdales. Se
todo pueblo deben basat·se en el respeto por la dictaa·on disposiciones para fomentar i difundír las
vh·tud, porque de otra manera no sedtn respetables escuelas ga·atuitas ; se dió ensanche a la enseñanza
ni r·e~petadas. Pero entre nosoti'Os hoi la vil·tud secundaa·ia que se daba en los colejios que mante'
está considerada como cdmen, luego no hacemos nia la Nacion ; se autol'izó al Poder Ejecutivo pa-un
pueblo culto. ra que enviara algunos jóvenes a E\wopa, c~n el
La virtud está considea·ada como crfmen, sí ; fin de que aprendieran allá algunas ciencias i a1·tes
i la prueba es e hecho. Es virtuosa una persona i volv.iet·an a enseñadas en la República ; se pmque
no hat mal a nadie, que respeta sus compi'O- curó fomentar la a gl'icu\tura, i este fué uno de ios
misos, que teme a Dios i lo ama, i que pm· ese te:- objetos con que se contrató el funesto ernprés.tito
. mor de su justicia i ese nmot• a sus pel'fecciones, (jUe estaremos pagando aun quien sabe si por
crucifirn su carne i so consagra a la oracion, al siglos. ~a da se consiguió sin embargo, gt·acias "a
puntual cumplimiento de todos sus debea·es i a la Jas constant-es revoluciones que han hechadesobre
pa·áctica de la caridad que es el amor al v~·ójimo~ el país una mortaja. Pero siquilwa se mant vo la
Las monjas han dado ejemplos heróicos de "irtud, instl'Uccion a .cierta altura que daba a Ja ~acion
i sin embargo . han sido anancadas de sus casas algun bt·illo.
con violencia, i las instituciones actuales las Hoi nada existe. Colejios particulares hai,razon la semilla del esceptisismo,
se lo priva de su únic<;> consuelo, pero
léjos de hacel'lo mej~a·, se lo dept·ava~ ¿ &ení esto
hac~rlo feliz? ¿Qué gana el proletmio con .QUe lo
persuadl,\n de que Jesucl'isto no es Dios? El, po1·
rudo qt\e sea, ha sido form,ado en la creencia cristiana
: si a pes~r de ella ha sido, p01· ejemplo,
ladron, ¿qué será cuando deje de creer ? No -pod•
·án variaa,se sus hábit~s, pet•o se harán peo1·es
sus co.stumbres. Se quitará siempre el SO!l\bl·ero
cuando pase por frente del templo, pero ya no
tend•·á temo1• de roba•·se la custodia,
¿De qué medio se valdrán los reformadores pa•
·a hacer mejot· al pueblo cuando hayan conseguido
descatolizal'lo '!
¡ Oh 1 Bien sabemos que le dicen j ia estado indispuesto en su paseo d~ A vosott·as, que léjos de pt·eocuparos de vuestras
vm·ano, pero, completamente restablecido, regresó propias galas en los dias de regocijo comun, habeis
a la ciudad etea·na, que lo recibió con un júbilo consagrado todo vuestro injenio i todas vuestras
indecible. Allí le fué pt·esentada la nota en que gmcias solo a prepat·ar las limosnas que debian
el señor Arzobispo le comunica la fórmula con que enj\1gat· tantas lágl'imas.
jm·ó en Cartajena, i aunque el Santo Padre nada A vosotras, que os babeis apat·tado con adora-
. babia resuelto, se creia que impat·tiria su apt·oba· ble bondad de todos los sitios en que imperaba el
cion a tal fót·mula, no obstante que la cree inútil entusiasmo i la alegn'a, para sen•h· el puesto husegun
se refiere, por el conocimiento que tiene del ' mil de pet·o santificado por sus fines de « vende-espíritu
de nuestt·os liberales. doa·as de la caridad. >>
-La sagrada Congregacion del Indice, ha pro- A vosotras, en fin, niñus hecbicet·as, a quienes
hibido últimamente las obras siguientes : el Altísimo prodigó n manos llenas los encantos fí-
La Divina Comedia de Dante-Cuadro sinop- sicos i los del alma, a vosotras i a vuestras madres
tico por Luis Mansini. tan virtuosas como vosotras, i a vuestros herma-
Moises, Jesus i Mahoma, por el baron de Or· nos i vuestros amigos i a todos los que han servido
bach, con la adicion a la Vida de Jesus de Ernesto con buena voluntad en la empt·esa de socort·et· a
Renan. Jos pobres con Jos productos del Bazar de setiem-
Los Miserables de Víctor Hugo. bre, os dá las mas íntimas, sinceras i pro~undas
Las Memo1·ias del Diablo pot· Federico Soulie, gracias a nombre de la« Sociedad de Beneficencia
¡ las demas obras semejantes del mismo autor. de Santiago, >l vuestra humilde servidora i amiga.
Fanny i Daniel (estudios) por Ernesto Fei- ANTONIA. SÁLAS DEERuÁzuniz.
deau id. Santiago, setiembre 20 de 1864. >)
Catalina de Obermeyre (estudio) id. , En la misma ciudad, i a e:tfuerzos de la mis-
De Champfleury, Los Campesinos de Molin- ma Sociedad, se han fundado establecimientos
cf¿ar; Las a·venturas de la señorita Margarita; destinados a proporcionar alimentos a las personas
El Realismo icl. · indijentes. ¡ Qué contraste ! En aquella República
De Enrique Murget·-Escenas ele la Bohem'ia ; en que impera deveras la libertad i se cosecha el
1
Escenas de la vida de juventud; El Pais lati'!lo fruto de los sacrificios hechos para conquistar la
id. independencia,seestablecen asilos para los indijen-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATÓLICO. 229
tes, i en la noeva Colombia, se destt·uyen esos
asilos i las casas donde se daba de comer a los pobt
·es. Pero tambien es cier·to que algunos que el
otl'O dia eran de los pobres que acaso necesitaban
esos asilos, hoi son personas de pró, ricas, i están
fan altas, que no alcanzan a oír los gritos que el
hambt·e art·anca a las multitudes desheredadas.
-El impuesto sobre los perros de uno i ott·o
sexo en InglatEwa·a, ha producido en el año que
terminó con el mes de junio ultimo, la suma de
1. 106,547 pesos, 50 centavos. Es lo imico que
aquí no se ha ga·avado nun, i no sabemos por qué
es ese desprecio a la interesantE' raza canina, tan
numerosa en esta ciudad.
--Con fechas 28 i 30 de julio último, escriben
de la Habana dos de las Reverendas Madt·es Carmelitlls
de esta ciudad, i ilnn pormenores cm·iosos
acerca del viaje que han hecho. i de Jos motivos po1·
qué se sepal·aron.
1 Cea·ca de ocho meses perrnaneciet•on en Puerto
Rico, donde fueron ta·atadas con una cordialidad
que no clvidan. Monseñot• Ba•·ily les escribió que
' agu:u·daa·an allí hasta que él dispusiera lo que debiao
hacer ; i en efecto, dispuso que unas siguieran
pat·a España, i ota·as paa·a la Habana, en razon
de que Jos recursos no eran suficientes para la
traslacion de todas a Eua·opa.
El 22 de abl'il marcharon siete paa·a la Penínsu-
1 la, produciendo en todas aquella sepaa·acion, un
1 doloa· que pintan con los colores mas vivos, pero
que sufl'ieron resignadas i apoyadas en su fé. Las
1 otl·as marcharon paa·a la Isla, el t 5 de mayo en
, un vapor, cuyo Ca pitan les aderezó un camarote a
donde no dejaba enb·aa· otros homba·es que el Ca-cuerdan
a los que las han pea·seguido, para pea·donal'los,
para compadecet·los i pat·a a·ogat· a Dios
por ellos.
-El último coa-reo del Norte trajo cartas de Ci:tcuta
en que avisan que las RR. MM. Clarisas de ·
íunja, llegaa·on s':l novedad el dia t.o del corriente
a San Antonio del 'Tácbira donde fue1'on recibidas
de una manera espléndida ; i que el dia 3
continuaron su marcha para Mamcaibo.
-Al fin ha quedado comprobado que lo que
anunciamos desde nuesta·os primel'Os números, erá
realidad : los liberales están unificados en principios
con la Rusia. El doctor Pa·óspea·o Pea·eira
Gamba lo ba dicho bajo su firma en un artículo
que rejistra '((El Tiempo)) número 360, i en ese
escrito notable, despues de manifestar que el Im-
· perio ruso es la esperanza de la Europa liberal, i
el destinado indudablemente por· la Providencia
para desta·uit· a Roma, Fa·ancia i España, que son
los escollos del proga·eso, añade, que toda redencion
necesita una víctima i «víctima pot· víctimR,
esclama, mas vale que lo sea Polonia, país de
fanatismo i de ta·adiciones nobiliarias, que la Italia
liberal o los Estados Unidos del Norte. »-Esto,
dicho por uno de los miembros mas distinguidos
del partido gólgota, de ese partido que tanto ha
hablado de las garantías de la vida humana, del
ódio a la tiranía, de la abolicion del cadalso etc,
muesta·a en toda su desnudez al partido Ubea·al i
enseña al mundo lo que debe esperar·se de hombres
que no tienen mas principio fijo qu.e--Ja destruccion
de la Relijion civilizadot•a que fundó Dios mi&mo
con su palabra i con su rnuet·te divinas.
pellan i el Médico, tratándolas siempre con un
¡·espeto que rayó en veneracion. Llegadas al puerto,
el Gobernado a· de la Isla envió su pt•opia lancha,
espléndidmente adornada, para recibidas, i en la UNA OBSERVAClON
playa estaba él mismo COU los Cabildos eelesiásti- SOBRE LA PUBLICACION DE MR. RENAN.
coi secular i un jentío inmenso que las victoa·eaba " No hai mal que por bien no venga.'' .
i alababa al mismo tiempo a la Inmaculada Vil'jen ADA~ro vuLGAR.
que sirvió de Santuaa·jo al Sér Eterno. Llegado " Conviene que haya herejías para
que hubiemn al convento do de se las espernba, nuestra fé solidar."
las monjas españolas echaron a vuelo las campa- I,A TAP.& DEE CÓNGOLo.
nas, descubl'iea·on la Majestad, cantaron un solero- Mucho és el daño que causan las publicaciones
ne Te Deum. i lul'go las condujeron a las celdas impías poa·que corrompen la fé del pueblo sencillo
que les tenian dispuestas, con abundante provision e ignorante, pol' lo cual deben pa·ohibirse i depues
de ropa intel'iot• i hábitos. t•efutarse, aunque los libres pensadores de " La
Hacen las monjas una cul'iosa descr·ipcion de su Opinion" nos apliquen el cuentecito del Jeneral
nuevn i espléndida mo&·ada, i del lujo de ICis fiestas que mandaba afusilaa• españoles i despues qtre les
¡·elijiosas que han visto ; i dán noticia de sus - siguiemn la causa. "El talento no se hereda.''
hermanas a quienes el Jeneral de la Orden recibió Hé aquí· un grande aforismo a que se debe ag1·egar
en Cádiz i acompañó hasta Consuegra donde está este ota·o: "Los educandos de la sociedad demoel
convento en que las alojaron. Las Jentes del craticn no pueden saber lójica ni cosa que lo valga."
noble i hospitalario pueblo español, tambien hicie- I en efecto, ¿a quién qne tenga nociones de las
a·on a las pobres monjas desterradas, ovaciones reglas del raciocinio le ocurre que haya pal'idad
dignas de su vit·tud. Poa· eso dicen las que escl'i- euta·e el cuento de ser juzgados despues de fusilaben
: gular
están creyendo que todo eso del N u evo Testamento
son cuentos i mer.tiras; muchcs están pet·suadidos
de que no hubo tal Jesucristo, ni tales
1
. Apóstoles; i pot· consiguiente que en cuanto a eso
de la pena del fuego no hai cuidado. Pero ahora
viene el maestro Renan a desengaüarlos, enseñándoles
que sí hubo Jesucristo; que sí hubo Apóstoles,
i po1· consiguiente, que en esto del infierno ya
no estamos mui segm·os. 1 como creido esto, las
esplicacioues que él dá para evita•· esa infemal
consecuencia, no satisfacen, ui pueden satisfacer
a nadie que tenga buen uso de razon; se sigue
que el maestro les mete el clavo i se Jo deja adentro,
porque no se lo puede sacar.
Puestos en este- estado, como la ballena con el
arpon adentro, no le hace que se yayan con la
zoga; ella se les enredat•á· pot• ahí en algun tifo u
otra cosa que los detengn, i entónces se acabó la
fue1·za filosófica que no dependia sino de brutalidad.
Ent1'ftn en juicio; se componen con Dios i
siguen bien.
Así es que, nosott·os creemos que l\fr. Renan ha
echado un jarro de agua pura sobre mas de cuatt·o
de esos que estaban mui c~mtentos creyendo que
_todo aquello et·a mentit·a. El les ha traido la Buena
Nueva sin querel'lo : 1 los que no se habían
persuadido de la verdad de la historia evanjélira
leyendo-los autol·es relijiosos, vienen a persuadirse
en el libro de un impío ..
~ t !ll!f~ lJJ l.1t rJJ Il® D :S:~~
«La Restau1·acion >) de Antioquia tomó de la
« Gaceta de :Francia )) el siguiente cm·ioso docu
·mento, que reproducimos con placea·, ya que uues.
tro cof1·ade «·El Símbolo )) incluyó eu sus columnas
la representacion que el Cong1·eso de Manilas
dirijió al Santo Padre. Bueno es que se s('pa qne
cuando los enemigos de la Iglesia se reunen pam
destruil·Ja, los hijos fieles se reunen pat·a defenderla.
CONGRESO CATOLICO.
1
1: 1J1anílas, 29 de agosto.
El Con9reso cat~ico ha abierto hoi su segunda se·
sion. EI numero de las personas que han correspondido
al llamamiento del comité de organizacion es
mui constderable. La :r~n1on cuenta mas de J ,000
miembros venidos de todos los puntos de la Béljica,
de la Francia ,.. de la Inglaterra, de la Alemania de la
Hungría, de España, de Portugal i de la Italia. :rodás
las notabilidades del partido católico belga toman
parte en esta solemnidad, que recibe un cárncter mui
particular de importancia por consecuencia de la prese.
nte situacion del país. El continjente de la Francia
es ménos notable que en el último año ; pero se aguarda
mailana a Monseñor Dupanlouv, i este ilustre
Prelado debe tomar el ri1iércoles la palabra en la sesion
je.nerat.
Urjido por la pronta salida del correo, no tengo
tiempo de enviar hoi muchos detalles: Jos enviaré
e-n otra carta. Así, al presente me limitaré a hacer
una relacion sucinta de la primera srsion.
Hoi a las .diez de la mañana los miembros del Congreso
se reunieron en la Catedral de Saint-Rambert,
donde se celebró una misa solemne por su Em. ef
Cardenal de Malinas, para atraer las bendiciones del
Cielo sobre los tl·abajos de la reunion. Con~luida esta
ceremonia relijiosa, los miembros de la Asamblea 1
fueron en cuerpo al local del pequeño Seminario dio- 1
ces¿¡ no, Juo-ar de las sesiones del Congreso. A 1 entrar f.:en
este ediffcio se hizo una verdade1·a ovacion al señor
Dechamps, el eminente orador católico del ¡larla- 1 mento belga.
La sesion ha sido abierta con un discurso del Cílrdenai-
Arzobispo, interrumpido por numerosos aplausos.
Cuando el Prelado invocó Ja bendícion que Su
Santidad Pío IX se ha dignado conceder a los trabajos
del Congrc.;o, un grito inmenso i unánime de
"Viva Pio IX ! Viva el Papa-reí ! '' salió de toda~
las bocas.
I,a reunion procedió en st>guida al nombramiento
de sus o11ciales i la presidencia ha sido confiada, como
f'l af10 pasado, al señor Baron de Gerlach, Presidente
de la Corte de C'asacion. Instalado en sus funciones, .
este eminente majistrado ha pronunciado un largo
i notable discurso sobre la sítuacion jeneral del Catolicismo
en los diferentes países de Europa, i partiru- ~
larmente en Béljica. .
U. recilJirá in extenso este cliscurso, en los diarios
belgas de mañan~. No obstante, voi a trascribir un
fragmento Onde ·
sino con beneficios. Un hombre para quien el mundo
parecia demasiado estrecho i de quien Pio VII había '
tenido mucho que sentir, en la época de su nwyor
fortuna, despues precipitado del trono i cautivo,
reprochaba amargan)ente á sus vencedores los malos 1
tratamientos que le hacían soportar en su roca, en
medio del océano. Ninguna potencia reclamaba en
su favot·: solo Pio VII se 1·esolvió a hablar en favor
del grande infortunio de Napoleon I, i lo hizo,como
vosotros lo sabeis. en los términos mas fuertes i mas ·
conm\'Ovedmres. Solo la Relijion, señores, puede ele- 1
_
var tan alto las almas. ,, ¡
La sesion íué terminada votaudose una manifestacion
de adhcsion aJ. S()berano Pontífice. Ella ha sido
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
EL CATOLICO. 231
enviada inmediatamente por el telégt~afo al Cardenal
Antonelli, para que sea trasmitida a Su Santidad.
FRANCISCO LENORMAr\T.
EL GAMONAL DE PUEBLO.
F.n t\n pel'iódicó ft'fl.nc~s, consagntdo como el
nuestro, a la defensa de la causa católica, se lee
una ocunenda que tiene mucha analojía t!on lo
(fUC suele sucedet· entre nosotros, i que po1· eso nos
ha pm·ecido digna de ~er ¡·ept·oducida.
Refiét·ese que en un lugat·ejo de aquel impmtantc
imperio, había un zapatero que pasaba pm· el 1 hombre mas capaz i con quien se consultaba todo,
sieni!o sus juicios fallos sin apelacior~. El, dice el
historiado•·, era el oráculo de la p~noquia, i aun
su mismo CUl·a, aunque conocía bien el alcance
del sabct· del maestro, se veia obligado por respeto
a la opinion pt1blica, a fiojit· que lo consultaba
algunas veces. Así, tenia la seguridad de set· obedecido
pot• sus feligt·eses.
Cuando en la cuarr.sma o en el acl viento, algun
p•·edicadot· estt·aordinario llt>gaba aiH, el Cura le
aconsejaba que ántes de dar principio a sus tareas,
hiciem una visita al maestro Jacobo pat·a qbtener
su poderoso sufrajio, sin el cual et·a seguro que la
Iglesia estaria desierta, i nádie oil'ia la palaba·a de
' Dios.
Naturalmente, no todos los Sacea·dotes querian
sometea·se a una humillacion tal, i uno de estos
pudo asegut·m·se pot• sí mismo de que tenia que
pasat· pot· ella si quel'ia hacer el bien a las almas.
Vió, en efecto, en su primer sea·mon al mae~tro
· Jacobo, solo al pié del púlpito, i en Jos siguientes
1 dias nadie hubo que pudiera escucha•·Jo, p01·que
el maestl·o, al salia· de la Iglesia, habia dicho:
'~ Este predicadot· no sabe nada ; se conoce que no
1 ha estudiado; es un ignomnte.,
El pobre padl'e se decidió a pasar bajo las horcas
caudinas, i fué a ver al zapatet·o para sabet· a
qué atenerse respecto de su ciencia i pam ensayar
el medio de ganal'lo.
El marstro lo recibió con una zurda galar.teda,
pel'O en fin, lo recibió bien, i el pa·edicador poa· su
pm·te, procuró lisonjearlo, diciéndole que debia
tener una erudicion notable cuando tanta influen·
cia eje1·cia sobre el espil'itual pueblo fa·ances. A lo
ménos, le añadió tocándole el hombro, la gran
reputacion de que gozais, me hace c1·eer que algo
útil sacaré de tt·atar con vos.- Al fin de una ho1·a,
el astuto Sacerdote babia ganado tan bien In confianza
del mentor de la panoquia, que acabó pot•
confcsat·le que hacia dit:z años era poseedor de un
libro de que juzgaba no babel· otro ejemplar que
el que él posein, i que a ese liba·o debia toda su
~iencia.
:.._" 1\fostrádmelo, poa· Dios, mi quel'ido amigo,
le dijo el p••edicado•·· Entre jentes como nosotros
no debe ocultarse esejénero de tesoros."
-"Sois el primero con quien voi a tener tal
condescendencia, t·espondió el maestro, lisonjeado
por los cumplimientos del padre, i fué a buscat· el
libro en un armario que tenia cerrado con doble
llave.- Era un volúmen descabalado de una tt·aduccion
f¡·ancesa de Tertuliano.
El pt·edicadot· se mot·dió los labios para perma-necer
sério, i le dijo :-" No me sorprende vues·
l tra J=icncia : conozco esta ob1·a, i os ruego que m a-
\
liana vais a mi sennon, f me juzgueis sin parcialidad."
Pi·ometiólo el inaesb·o; i cuando el pad1·e salió,
mU&·mm·ó entre dientes : -- « Siemp1·e son lo mismo;
ni oh·los, nada ignot·an; pet·o ya vet·emos.»
1~1 predicadol' no dijo nada al Cura del descu ~
b1·imie~to que habia hecho, i al día siguiente cuando
subió al púlpito, vió al maestro Jacóbo sentado ;
en frente, i notó que tenia un auditol'io considerable.
Et·a que nuest1·o hol't:lbre babia convocado
a los vecinos como a un iurado en que debía fallaL'se
sin ápelácion sobre el mél'ito del o¡·adót• sagt·ado.
El se1·mon fué un tejido de citas de Tertuliano
que el z;apate•·o oía con ·un . gozo i~Hlecible, sorpa
·endiéndose de que se hiciet'EH\ ntgunas que no
estaban en su libro que sabia casi de memol'ia.
Cuando el Padre bajó de la cáte_da·a sagt·ada, to·
dos los oyentes siguieron al zapatero cuya tienda
se llenó, i en aquel dia no se habló de otra cosa
en la pat·t·oquia que de la elocuencia del predica··
do•· que tuvo en Jo sucesivo tantos oyentes, cuantos
podia contener el templo, i cojió un f¡·uto
abundante de sus sel'Inones. El mismo zapatero,
vino al fin a echarse a los piés del misionero, confesando
su ignorancia i su ot·gullo i pa·ometiendo
dejat· de desviat· el espíl'itu de los vec.inos a quienes
dia·ijia en todo confot·me a sus mtereses o a
sus caprichos.
El Padre lo levantó diciéndole :
() i luego, llena de
admirable confo1·midad, esclamaba tranquilamente:
«¡,Si de mano de Dios hemos recibido los
bienes, por qué no recibimos los males '? » 1 cuando
el oleaje de mil penas reunidas paa·ecia sumerJirla
en un mar de amarguras, anebatado su espítitu
en alas del amot· divino,i de una firme confianza
repetia con aquel héroe de la resignacion : « Yo
sé que vive mi Redentot· i que he de resucitar de
la tierl'a, i en mi p1·opia came veré a mi Dios :
esta es la esperanza que está depositada en mi
pecho >) • • • • ¡ Afljida señora, probada fuiste en
el crisol de la ~dversidad : muriendo, descansaste
! . . . . Qué la tierra que recibió tus restos te
sit·va deblando lecho> i que fu alma, por los méritos
de Nuestro Señor Jesucristo, i en premio de
tus virtude.s obtenga el descanso eterno r ••••••
Respetando las lágrimas de su élesconsolada
hija, no intentamos enjugadas: que Jlore, porque
el llanto del amor filial, mejor que las gotas del
rocío de la mañana, reft·esca Jas flores que él sembró
sobre la tumba materna •.•. pet·o que su
lloJ'o to endulce el recuerdo. de que llenó, pal'a con
su madre los deberes de cal'iñosa hija, como en
idéntica ocasion, los de tierna esposa, haciendo
cuanto debia i podia hacer por el alivio de personas
tan queridas ..... Que ella nos permita mezclar
a las suyas nuestt·as lágrimas, acompa.Qal'la
en su dolor i en su oracion ferviente a Dios po1· el
descanso del alma de su madre i nuestra sentida
amiga......... R.M.G.
SEÑOR REDACTOR DE (s señores que í
han tenido Ja bondad de visitarlo en esta capital ; ~
i les pide SllS órdenes pat·a el Cauca, sintiendo no r
hacerlo personalmente pül' falta de tiempo. i
- ·-.
- En 1á tienda -del señor Venancio Ot,.tiz, segunda
calle del Comet·cio, número 66, está de venta a la
l'Ústica i por doce reales cada ejempfar, un cua- '
derno titulado : " Cuadros nacionales-Obra pós· :
turna de la señora l\1. Josefa Acevedo de Gómez.'" t
Esta brillante produccion de una señora grana·
dina, merece bien ser leida por todo el que se goce !
en las Yerdadet'éls glorias nacionales.
I.MPRENTA CONSTITUCTONAL ___ P_O_R_ N -IC_O_L_A_S_P_O_NT_ O_N_ . ~
-:--~·.' -;--
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
ALCANCE AL CATOLlCO N.o 77.
SEÑOR EDITOR DE H EL COMERCIO.''
En el número ~3 de &u periódico, en la H ~evista
interior,'' se encuentran ~nos acqpite~, en Jos
cuales •·efiere U. los i1;1formes q\le se te han dado,
aceren de la couducta que ha 9l;>&~cya~9 el señor
docUH' Marcelino Gqtiénez Salgar, como Vi~ario,
Gobea·nadóa• d~l Obispado. -
No dudo que un ~cenda·adq Ratl'iot{~ll}o, hay(J.
sido el que ha movido a U. a escrjbh· Q~ una manea
·a tan fuerte, para vitup~rar los pl'Ocedimieutos
del setioa· Vicario, po1· JUzgados ser obra de las
mezquinas pasiones de partido, mas bien que por
cumplir con sus sagrados deberes. ·
U. mjsmo confiesa que el sen-or Gqtiérrez, es
homba·e de un caráctc1· dulce i de finos modales,
i yo añadiré, que nada ha hecho hasta ahora,
como "\-'icado, que pueda hacerle desmer·ecer de
esa opinion, que tanto U. como otros han foa·mado
de él, p-ues tan solo es un justo homenaje al verdade•
·.o mérito1 que siempre lleva el manto de la
modesti::..
· Lo que ha causado a U. mayor alarma es que
se haya sometido a juicio a los Sacel'dotes que
presta1·on e) juramento, que prevenia la leí de 23
de abril de 1863, lo que me es mui estraño; pues
no puedo convencerme que U. _ignoa·e que la Iglesia,
como sociedad perfecta, tiene leyes, ¡ que
los P1·elados son las autori-dades a quienes toca
haeel'las cumplir e imponer las penas, en su caso,
a los transgt·eso¡·es.
Los Sacerdotes que se pt·estaron a hacer tal ju·
rnmento, se hicieron t·eos de un delito definido de
?nt~mauo por la Iglesia i corroborado, aunque
mdu·ectamente, con la autoi·idad de Nuestt·o San ..
tísimo Padre Pío IX. Aparte de estas auto1·ídades
hui- otra-s docisrones, ya de Romanos Pontífices
ya de univet•sidades como la de Soa·bona, que co~
noble aLuegacion, i con desprecio de inminentes
.peligros, condenó esta clase de jm·amentos, uniéndose
a los ciento cuaa·euta Obispos franceses, que
suscribieron una manifestacion que tenia poa· título:
~' Esposioion de principios sobt·e la constitucion
civil del Clero," la cual tenia poi· objeto reclamar
Ja jurisdiccion esencial a la Iglesia, el derecho
de fijar la disciplina, de instituir Obispos i
de conferirles podel·es ; de todo lo cual se veia Ía
Iglesia ente1·amente despojada por las prescl'ipciones
de los nuews decretos. Lamentábase tambien
de la supresion de tantos conventos, i de aquellos
·incalificables dec•·etos que cerraban las puertas de
los asilos consagrados a la piedad, que pretendian
anular las promE>sas hechas a .Dios, i destruh· unas
bnl'l'el·as que no ha levantado la mano del hombre.
Los Obispos concluyen diciendo que se consultase
al Papa, sin el cual no debe trataa·se nada que tenga
impoa·tancia para. la Iglesia. Así hé;\blaba la igle-
_sia de Francia, colocada en idénticas circunstanci(ls
a la nuestra, i' su "EqJOsicion de principios,"
pasó a la categorfa de sentencia. Aparte de estas
aut:ol'idades, digo a U. hai ota·as razones de mayoa·
estima, de las cu11les se deduce la culpabilidad en
que ·bao incurrido algunos Sacerdotes, al p1·estar el
juramento en cuestion.
Todos saben que en el dia d_e nuestm ordenacion
hacemqs una solemne pl·omesa de sumision i obediencia
a los lejíN~nos Prelados. Esta sumision i
o.bedienria mira principal i esclusivamente al Gobiemo
de la Iglesia, en cuyos cánones i dis.posicio·
nes están mas instl'Uidos los Prelados, por razon
de su ministerio, que los domas Sacel'dote~. El ·
faltar a esta obediencia, así prometida, es incurrh·
en u_a pet·jurio. "''.Es caer en el orgullo i abandonar
ta vercla~ ·dice San Ainbrósio; es hacerse í·eo
del del.ito de insubordibacian; para con aquella divina
aQtoridad, que dijó ' a los ·A'pósl:oles, 1 en persona
de ellos, a · su'S sucesores. Quien a vosotros
oye, a mi me oye : i quien a vosotros desprecia,
a mí me desprecia. 1 ~í que a mí me desprecia;
desprecia a aquel quemé envió. 1 el Apóstol qué
di~e: I EL mismo (Jesuct•isto) dió a unosciertamen'·
te el apostolado, a "otros el don de profecíá, a
otr()s hizo evanjelistas i a otros pastores i doctores,
para la consuma~ion de los santos, enZa
obra del ministerio, pa·ta la edificacion del cuerpo
de Cristo. . . •.. Pata que no seamos ya ni·
ños fluctuantes i nos de}emas traet en rededor de ·
todo viento de doctrina."
1 si no debieramos obedecer a los Prelados, a
quienes Jesncri~to puso por Obispos, para gobernar
la Iglesia de Dios, para que· como Pastores,
cuiden de nuestl·a salud espiritual, i nos eóseñen
como doctores a distinguir el error de Ja verdád,
para que no seamos pá1·vulos fluctuante¡:;, i -nos
dejemos atl'aet· en rededor de tQdo viento de doc•
trina ¿ q~é significado podrían tenea· aqueUas pala-bras
de la ve1·dad eterna ? ·
Para restablecer el órden tm·bado en la Iglesi-a,
en vh'tud de las leyes civiles, pa1·a absolver ·anno·
cen~e o castigat· al culpable, son indispensables ·las
formalidades de un juicio, sin Jo cual la Iglesia,
no podl'ia_..s!erciorarse de la verdad 'de los hechos.
Por esta razon el señor Vicat·io, ha sometido a· iuicio
a los sindicados de inobediencia, no· par·a ejerce•
· un acto de venganza, sino para cumplir con las
dispo~iciones de la Iglesia, de las que és su lejítim~
guardta ·
- No son los dect·etos dellt.usTnísuto s'EÑOR NIÑo,
los que el señor Gutiérrez ta·aia de hacer re''
ivh·, ni tampoco hacer mérito, para~ pot· este
enojoso camino subir al solio del Episcopado, sino
l1acer positiva la autoridad de fa Iglesia, cont~nida
en los cánones; que f}quel ILus'Í'nE.l>oNTÍFICE,
principió a poner en ejecucion, i qua el señor
Gutiérrez, .co~o su sucesor en la jprisdiccioh
espiritual, tiene la impresc~ndible o~1ígacion de
llevar a ~u término.
Lalglesia .po es, señor Editor, como las Repúblicas:
sus Prelados no pueden dat· indultos en el
dia de su advenimiento al poder. Si esto estuviera
en sus facultades, estoi mui seguro que ·el señor
Gutiérrez, que tieue un corazon bondadoso, que
síente como P•·elado los sufl'imientos del Clero
habria es.pedido un ind\1lto jeneral, no sot'o e~
favor de los Sacerdotes, sino tambien de todos 1os
fieles de la :Qjó~esis, que hubieran h)éurridó en
algunas censuras. · · ·
, U. dice que no bai diferenci,a enta·e el jurame.Qto
que prestaron algunos Sacerdotes, en \'irtud de la
Jei de 23 de abril áe , 63, i el que han hecho el
Ilustrísimo señm· AI'Zobisp<_>, '?trós señores Obispos
j _ Preladqs, i últimamente ~J seño.r Gutiérrez, co"mo
Vicario Gobernador de la Diócesis. Yo sí ~ncúentro
una gl·an dispai:~da'd. Aquel ~st~ba pr.9hlbjdo por
~et· ~bsoluto : este es permitido i líc1to p'ór seL·
condi~i)
que el Clero, como corporacion, esté afiliado en No he gua1·dado el órden debido al contestar los
ningun pat·tido poHtico. Si se le ba visto al lado acápites de su Revista, por evitar el tocat· otros
de Jos Imperios, tambien ha estado en el seno de puntos que no hacen a mi objeto. P<>m cometería
las Bepublicas, combatiendo en aquellos Jos a bu- un acto de injusticia, si no dijera a U, que E'Xé\miné
sos del Poder., i cultivando en estas los principios en Pamplona lo que hubiera de cit:~rto, arerra de
de verdadera libertad, para que, bastat·deados, no lé\s instrucciones p~noquiales del señor Presbítero
hagan su ruina. Jamas se ha adherido a los Go- José Antonio Femández, i pel'sonas imparciales i
biel'Dos, sino para hacer la felicidad de las Nacio- de veracidad, me as<>guraron se&· un ht'tho fU1" lo mfsmn- no
JllO U. dice. Esta es una aseveracion que carece atribuin\ estd manifestacion a un deseo de adulat·
de fundamento. Si fuera cierta, esté U. segul'O al señot• Gutiél'rez, puPs creo no habrá ohidado,
que yo seria uno de los primeros, en denunciarlo a que cuando fuimos compaf1eros de. destierro en '
la Nacioa; pues así como no quie~·o el desdot·o de Venezuela, E'n el año de 1861, hablamos al gunns
la Iglesia, támpoco quiero Ja ruina de mi Patria. ,·eces sobt·e este delicado asunto. l~as opinion •s 1'
~oncluyc U. escitando a las autoridades de que entónces emití, hacen hoi parte de esta rnani ·
Pamplona, para que presten a los Sacerdotes sorne- festacion.
ti dos a juicio, la proteccion que les dispensan las Quedo de U, señot· Edito&·, su atento servidor,
leyes i que hagan se les .levanten las cens,uras. No JEsus MAníA. MALDONADO.
dudo que aquellas autondades, no se baran sordas ,
a su invitacHm, si encontraren que el Prelado co- Cacota de Velazco, 20 de octubre de 1 &64.
mete hechos punibles, i que ataquen la sobe•·anfa ========e=:-============
nacional. Pero como esto último, no puede ni aun A ~TUN11JO
suponerse, porque las leyes que rijen a la Iglesia, 11 tJ •
en nada dañan la supt·ema soberanía de la Nacion, .·•
tiene U. que su invitacion no pasará de set· un B I O G RAFIA.
celo patriótico. Mas, supóngase U. que las autol'i- Como un monumento de gratitud, de gloria nacio-dades
intimat·an al Prelado la absolucion de las nal, i de honor para el Catolicismo en jeneral i para
censuras, :. se c¡·ee que él obedecería esta intima- la iglesia granadina en particular, se trata de publicar
" la biografía del ínclito mártir i confesor de la fé EL
cion? Nó, i mil veces nó. Pues estoi persuadido, ILUSTlUSUio SE ÑOR DOCTOR Lms NIÑo, seguida de
que primero se sujetaría a cuantas penas se le qui- todas sus luminosas cartas Pastorales i deinas docusieran
imponer, ántes que faltar a la fé, a la dig- m~ntos relativos a la vida del santo Obispo. La obra
ni dad de Prelado, i a la confianza que la Iglesia ha en edicion esmerada i constante de mas de 1 oo Jlájinas,
depositado en él. Tampoco habria Sacerdotes que irá acompañada del retrato de la ilustre victima. Para
aceptaran esa clase de absoluciones, pues la ver- hacer frente a Jos gastos se reciben suscriciones en las
d 1 d h a.J·encias de "El Conservador" i de" La Caridad" ac sea ic a, para honor de la Iglesia i del Clero
d t D. ' . ) S d h al bajo precio de UD fuerte que se consigmrrá a] re·
e es a Iocesis : os acer otes que se an creido cibir el libro, bastando por ahora el aviso ; para los
culpables, no ha sido necesario -mas llamamiento no suscritores el precio será de dos pesos de a s aécini
mas apremio, que leer la Pastoral del señor m os. Los que quieran que se les remita empastado o
Vicario; en la cual declat·a cuáles son las iglesias en media pasta lo avisarán i en tal caso se numentará
hábile& de la Diócesis, i viendo que quedaban es- el valor de aquella operacion. Se suplica a los seño- j
cluidas algunas, los Curas Rectores de estas, i al- res Ajentes de .Jos peri_ódicos enunciados se sirvan dar
1
gunos otros Sacerdotes, ocurrie1·on inmediatamen- oportuno aviso de los susct:itores a la obra para llevar-la
a efecto. 1 te a SUJetarse a la autoridad de la Iglesia, repre- --~ ____ ¡
Sentada en el Prelado. IMPRENTA CONSTITUCIONAL-P e R NICOLAS PONTON.
e==
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Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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Prensa
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El Católico - N. 77
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El Católico - N. 69
AÑO II. Bogota., 27 de setiembre d~ 1864, NUMERO 69.
CIRCULAR.
AH.QUfOIOCESIS DE SAN1'AFE DE ROGO'l'AGOBH:
RNO ECLESIAS'l'ICO- NUMERO 9J.SANTAFE
nE BCGOT , 16 DE SETIEMBRE
DE 18n4.
jurando al mismo tiempo obediencia a la santa
Sede, a los demus Prelados i a las leyes de la
Igles 'a; hizo la protostucion de lo. fé, recitó la
confesion i recibió solemnemente la absolucion;
dospues de lo cua; fué habilitado para el
pleno ejercicio del ministerio. . ·
En'fé de lo cual, Qomo encargado actualmente
del despacho de la Secretaría lo certi·
St'ñor Cura de · ·. · . . l ficoi el certificado so publicará para satisfaccion
Tenienuo conoc1m1ento de que desgraCiada- del escándalo causado por el enunciado R. P
mente, por consecuencia de los trastornos plÍ· M A ·
bl1·0 os 1· de 1a s ma1 a s d octr·m as que pre(1 t·c an IGUEL RTAS.
Ios enemigos del Catolicismo, ~u~ }Imchos matrimonios
separados de hecho 1 sm que la autoridrrd
eclesiástica ha ya tenido intervencion
niaguna, lo cual :;1urr.entn. la desmoralizacion
de las oo~tumbres i perjudica al órden social
por las consecue_n~ias funestas que efi~o produce
en las famthas; encargo a U. ll'lll! enea"'
rccídamente que como párroco inculque en sus
feligreses la fidelidad que debe haber en los
que ~e hnn unido con el santo sacramento del
matrimonio, la obligacion i necesitla(t en que
están todos los padres de familia de velar sobre
e&tn, dándole buena educacion a sus hijos
i enseñándoles la aplicacion al trabajo. Esto
lo hñor Redactor que se purifique 1
el Cristianismo volviéndole su pureza primitiva.,
i eso indicu. que ha leido con interes l!lo obra de
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
162 CATOLIC O.
M. Renan, pero nó las reftttaciones de ella. El
señor doctor Lléras, como hombre- ilustrado,
sabe cuan abnegados, cuan penitentes, cuan
creyente-s eran los primeros cristianos, i comprenderá
que hombres tan amigos de los goces
materiales como nuestros pretendidos reforma~
dores, nunca se sujetarán a esa vida de sublime
espiritualismo,de sacrificio constante. S a be
que, si Jesucristo es Dios, su obra no puede
mejorarse por los hombres, porque Dios es mas
sábio i mas perfecto que todo cuanto perfecto i
sábio puede concebir la humanidad. Sabe que
la verdad es una i eterna i que de consigniente
no admite refo.rma: si la verdad estuvo, pues:
alguna vez en la Iglesia de Cristo, ahí debe
estar aun,porque es inmutable. De manera que
_ el Cristianismo se quiere depurar, como dice
el Padre Félix : destruyendo sus dogmas, sus
misterios, sus sacram·entos, su culto, su sacerdocio,
la Eucaristía, b jerarquía i la organir.
acion instituida por Jesucristo; se quiere depurar,
destruyendo a Jesucristo mismo. Esta
es la verdad.
La cita del testo evanjélico de: M 1 REINO
NO ES DE ESTE l\1UND01 quiere hacerse valer i
se alega para desterrar del mundo a Dios desterrando
la Iglesia, porque los amigos de este
sistema orijinal, dicen como el Redactor de
" El Tiempo," que " la Relijion no es la
Iglesia ; que esta no es la universal sino aquella."
De manera que la Relijion no ha sido
c·reada para los hombres, i debe relegarseln. a
una rejion que no compren:Jeme>s, que no divi·
aamos, que no acertamos a concebir.
El empeño de alegar que la Iglesia está en
el Estado para ser avasallada por él, es mui
orijinal. No quiero comprenderse que el hom bre
tiene cuerpo i alma i que de consiguiente
la lei que rije a su espíritu i la que rije a su
cuerpo, pueden i deben armonizarse, pero no
destruirse ; porque esa pretension inútil
acarrea muchas desgracias para la sociedad.
Lo está viendo el · doctor Lléras en la tirantez
actual de ]a situacion, i aunque debe
comprenderlo, dice que no lo comprende, i alega
esa tirante-6 como una razon de mas para
avasallar el alma de la mayoría d'o sus compatriotas.
Mr. Guizot ha probado con su lójica honrada
i convincente, que atacar la autoridad tem·
poral del Papa, es atacar su independencia
necesaria com o Jefe de la Iglesia, i que de
consiguiente, es atacar esa Iglesia misma, destruir
la libertad en lo que mas debe respetarse,
i anular con hechos lo que se predica con las
palabras. Nosqtros traduji'lloS e insertamos
varios trozos de esta obra importante del sábio
frances, en los primeros números de ''El Católico
; " i en todo este periódico hemos combatido
lo que ahora escribe el señor Redactor
de "El Tiempo." En el número 52, recordamos
haber puesto un a¡·tículo, titulado: "A
donde vamos a parar, " en que están destruidos
todos los sofismas que hoi vuelven a emplearse.
'-' El poder dl3 la Iglesia es puramente espi-ritual,
dice el se:fior Redactor, i ese poder se
emplea por los católicos en contrariar i subvertir
las instituciones i leyes temporales cuando
no son emanaciones suyas." Pero si esas emanaciones
atacan el poder espiritual de la Iglesia,
si esas emanaciones tratan de volcar el
altar de nuestro Dios i avasallar et alma del
creyente, es natural que esa I gle sia se defienda
con las a1·mas espirituales que tiene. Por
eso es que el Jefe de Ja Iglesia ha dicho: "En
la esfera de mif:l facultades, prohibo que se obed
ezcan. " El se ño r R ed a ctor de " El Tiempo"
puede dictar ciertas regl a s para el réjiruen económico
de su hogar doméstico; i si alg una
autoridad quiere trastornarlas, él puede decir:
''Yo, como jefe de la familia, declaro que esas
disposiciones ata can mis derechos i que por
tanto no quiero que mis hijos las obed ezcan. "
¿,Quién comete falta aquí ~ ¿, La autorid 4d que
se injirió en lo que no le tocaba, o el señor
Lléras que lo declara con perfecta autoridad ?
El seí'ior Redactor dice que el Estado tieno
J?erfccto derecho para DESAMOR'l'JZAR bienes
estancados, i que se le disput:l por los católicos
ese derecho. Ya sabe el seí'íor Redactor lo
que nuestro pueblo entiende por DESAMORTIZAR.
La intelijencia que el vulgo dá a esa palabra,
nace del buen sentido natural con que
todos los hombres estamos dotados. Supongamos
que aquí hubiera. en efecto bienes estancados,
i que uno de esos bienes fuera propiedad
del _señor doctor Lléras que, bien por una cláusula
testamentaria, bien por un contrato, o por
un caprich1J 7 no quisiera enajenarlo. ¿Concedería
al Estado el derecho de quitarle esa. finca i
dispersar a su familia, prohibiéndole volverla
a reunir, aunque en su rcunion no inflijiera
mal alguno a la sociedad 1 Al que abus ando
de la fuerza le quitara esa propiedad, i cómo
lo llamaría el señor d•Jctor Lléras? I al que con
el mismo abuso dispersara a su familia, i qué
título le daría? I porque el señor doctor se
quejara i protestaru. contra tales abusos, i se
le podría llamar enemigo de la República ?
Sigue el señor Redact0r quejándose de que
los amantes no pueden satisfacer el anhelo fer·
viente de su corazon, porque estando escomulg!
ldos, no los quieren casar. Pero si esos amantes
no son miembros de la Iglesia que les niega
la administracion de ese sacramento, i qué les
importa 1 A eso llama tiranía el señot· Redactor,
i dice que de esa tiranía es víctim{l. tambien,
el enfermo a quien se niega la administracion
de los sacramentos . . . . i es víctima la sociedad
entera en las relaciones mas íntimas i mas
caras de los individuos entro sí i de cada uno
de ellos con la Divinidad. Eso consiste en la
manera de comprender la Divinidad. Ella
dictó una lei constante de diez artículos : esos
diez artículos forman el Código cristiano : si
los liberales son cristianos, deben practicarlos
todos, i creer en la palabra de Cristo i de consiguiente
en el Papa i en los Concilios. Si no
creen en alguna de esas cosas, no son verdaderGs
cristianos, no son católicos, i entónces,
volvemos a preguntar, B qué .les importo. que se
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
!-------- .. , ·- -· --· ---------·------ --
EL e ATO L I e O. 163
les nieguen los sacramentos de esta Iglesia ~
Si les importa, es porque son cristianos, i entónces
no será hipócrita la rettactacion que
hagan de las faltas cometidas contra la Iglesia
de Dios, pues sabe~ que para que les sean per:donadas,
necesitan,cotno dice el Padre Astete:
contriccion de corazon, confesion de boca i satisfaccion
de obra.
Cree el señor doctor Lléras que la publicacion
de los nombres de los individuos que han
intervenido en la cuestion de las llamadas "manos
muertas, " ha tenido por objeto desigm1rlos
a las iras populares. En primer lugar, esos
nombres habían sido ya publicados oficialmente
por las autoridades civiles, i en segundo lugar,
el pueblo aquí ha manifestado que no tiene iras
sino lágrimas. Vi6 echar a las monjas, vió
cerrar las iglesias i no hizo sino orar i llorar.
i Será por cobardía~ El señor Lléras que es
granadino se a.trevería a hacer tal ultraje a l!lUS
bravos compatriotas ? Nó: él comprenderá
con nosotros que esa mansedumbre nace del
sentimiento católico: que si la cosa hubiera
sido al contrario, es decir, que los conservadores
hubieran sido denunciados al furor de Jos
democráticos, aquellos tendrian much:1 razon
para temer.
Los que hacen o quiere hacer incompatible
la existencia de la Relijion con la República,
son los que bastardeando esta, no respetan, no
quieren respetar el querer de la mayoría.
Cuando el seílor Redactor de "El 'riempo "
consiga organizar esa igle, ia nacional a que
convida a los suyos, verá cuan pocos son los
no católicos en la Nueva Granada, verá que son
cuentas alegres las- que hace, i que la cifra que
calcula solo en Bogotá, será a lo sumo la que
haí en todo el país.
Aquello de llamar Monarca estranjero al
Pontífice Romano, es ya una cosa ridícula i
m11.S en los que obedecen al Rei de Prusia. Para
nosotNs el Papa es tan .Monarca estranjero,
como es estranjero Dios a quien representa.
Si Dios puede ser estranjero en algun punto
del globo, el hombre a quien EL designó para
gobernar su Iglesia, lo será tambien ; pero
como una i otra cosa son absurdos, es claro
que el P~pa no quede considerarse aquí como
estranjero.
El modo de entender la moralidad, es otra
de lns cosas que nos dividen. Los que nos
llaman como dice el señor Lléras, con el espresivo
dictado de NEO-CATÓLicos, creen que la
moralidad consiste en dar al César lo que es
de Dios, en dar gusto a los scntidos,en ayudar
a la espoliacion de la Iglesia,en asociarse a los
que suprimen todo instituto relijioso como an·
tisocial, en considera!' a Cristo como un gran
filósofo o como un grande impostor,pero nunca
como Dios. De consiguiente, esa moral acomo·
daticia i tan a propósito pa,ra convertir la so·
ciedad en un infierno, puede producir RETozos
DEMOCRATICos como el de Beltran,
por ejemplo; puede producir, los Pascual
Bruno, pero nó los Vicente de Paul; puede
producir héroes de romance pero n6 santos, es
decir, séres que se sacrifiquen por sus semejantes
sin esperar recompensa sino de Dios en
el Cielo.
Si la República consistiera ét'l ese alto desprecio
que hoi se ost~nta por la creencia relijio·
sa. de la mayoría de los ciudadanos; si para
ser republicano fuera preciso ser materialista,
cons1derar a Cristo como a Sócrates i a Dios
como a una especie de va por, seria necesario
rcnt!nciar a la República, donde imperaría la
tiranía mas real i mas espantosa: la de las
multitudes sin freno i sin temor. N osotroEl
comprendemos las cosas de otro modo. Creemos
que respetando la conciencia de los mas,puede
conciliarse todo ; bien entendido, eso sí, qué
el derecho de propiedad como derecho natural,
tan natural como el derecho de respirar, debe
ser respetado como el santuario de la conciencia,
como la vida i la salud de los ciudadanos. Es·
te respeto mútuo es lo que entendemos por li·
bertad, i las espansiones de esa libertad santa,
garantidos por la justicia de que son la espre·
sion, producen los hermanos de San Vicente,
los Lazaril:!tas, las U rsulinlls, etc. ; en fin, los
bienhechores de la humanidad. Esa libertad
eleva los espíritus a las rejiones a que subió el
Tat~so, i aunque no forme banqueros ni bailarinas
( que ni aun a eso se opone ) forma séres
realmente útiles con una utilidad santa, no
ménos real que la que produce la riqueza. Esa
libertad enseña al rico a ser ausiliar del pobre
i al pobre a respetar la fortuna del rico. Esa
libertad está toda comprendida en una palabra
evanjélica: " NO HAGAS A OTRO LO Q.UE NQ
Q.UIERAs PARA Tí." Pero vosotros señores
liberales " quereis ser libres sin saber ser
justos. "
CONFERENCIAS DEL PADRE FELTX.
CUARTA CONFERE NCIA.
El milagro i la critica moderna.
(CONTINUACION).
II.
¿Pero para qué insistir mas sobre este punto
fundamental en la cuestion que nos ocupa? La
posibilidad del milagi'O, es una causa ganada ante
el tribunal de la misma crítica anticristiana. Ella
ha rcconocido.que no puede marchat' mas tiempo en
este camino sin salida, donde a cada paso tropieza
su metafísica vacilante; i así la hemos visto ejecutar
sobre este terreno, una evolucion inesperada.
Ya no dice que el milagro es imposible, que no
puede haber tenido lugat·. Lo que usegut·a ahora,
es que no puede act·editm·se. «Cualquiera que sea,
nos dice, su posibilidad metafísica i absoluta, lo
despt·ecio en la cdtic~ histórica i en los estudios
I"f.lijiosos, porque no tengo pam reconocerlo, ningun
signo infalible. Todo lo que se me dice haber
pasado supedormente o fuera de las leyes de la
naturaleza. se ha hecho sospechoso de ser una ,,
invencion.l) I en qué, pues, pregunto, se demues·
tm imposible In comprobacion del hecho miJagroso?
Escuchemos aun a la crítica formuland0
su objecion.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
'l 164 ~ EL e ATO L.J e O. l ( ;~~
hecho milagroso, la certidumbre de la lei me fue•·- Yo estoi allí i veo a mi élmigo levantarse lleno de
za siempre a dudar de su derogatoria, i debe ha- ''ida, de salud i de fl1erza en la aur<•ola de su rece~
·me prejuzgar la falsedad del milagro. l certi- smretcion. Es él, él mismo: yeo su semblante, i
dumbre por certidumbre, quiero mas bien suponet· sus facciones, su actitud, su marcha. ¿Me nega- l.j~
que la lei sigue su curso, i que la pretendida uero- reis la posibilid::d de reconoce¡· ni que he conc- 1,
gacion es una ilusion de mi pensamiento,. o un cido tanto, de lwblarle, de tocarle, de (lecirlc: !~
error de mi óptica. Pero contra la comprobacion él'es tú, tú mismo?
1
,
del milagro bai una dificultad mas gra·ve; es esta: .\ En estas tn's faces del hecho milagroso¿ qué hai
1 siendo concebido el milagro como un hecho coü- de invisible, de impalpable, de problemático·~ Yo '
tmdictorio o superio1· é\ las leyes que rijen la na- he vjsto a mi amigo vivo, lo he visto muertn, i lo ¡·
tm·aleza unh·m·sal, pat·a llegar a acreditar científica he Yisto vivo otra Hz, es decir, 1·esucitado ¿Sobre ·
i formálmentc su existencia, seria necesario tener cuül de estos tres puntos haceis eaer la preteDdida )
1
g
la última palabra de los secretos de la nnturaleza imposibilidad de la atestacion científica? Que d
1
f
i conocer a fondo todo el mecanismo de las leyes esceptisismo, llamándose la ciencia, venga a de-
11
j
que gobiernan la creacion. No pudiendo Jamas cirme i repetirme que puede ser que yo no le haya ~
verificarse esta condicion~ quedamos en la impo- ' 'isto vivo, que puede set· que yo no le hnya Yisto ¡¡
sibilidad fatal de distinguit· el hecho verdadera- muerto, que puede set· que no lo haya visto resu·
mente milag1'oso,. del hecho simplemente inespli· citado ; aunque se califique drn veces de cirntífi- l1
cable. >> • co, no podrá quebrantar en nnda mi certidumbre, 1
Tal es, en su resúmen sustancial, lo que la cd- porque yo sé lo que he visto i lo puedo atestigunr.
ti ca, tan exijente por ttmperamento, puede oponet· Si me negais, bajo pretesto de ciencia Cl'íticn, In l.
a la posibilidad de acreditar el milagro. Las otras comprolJacion histórica de este triple hecho, yo os
razones ,no son sino detalles que entran mas o mé· niego la comprobacion posible de todo hecl;}O !
uos en lo que queda dicho. Pero estas grandes histórico. lij
razones que la crítica anticristiana cree incompa· «Pero nó,. dirá la crítica ciega en plena luz, nó,
tibies con la verificacion del milagro, uo son ver- vos no podeis concluir rigurosamente la compro·
dade1:amente sino juegos de la sofistería moderna bacion del milagro. ¿ 1 pot· qu'é? Porque cuales- ,
mui se~ejantes a Jos de la m:Jtigua.· quieTa que s.ean las pruebas que creis tener de su
¿Por qué el hecho milagroso, por el solo hecho existencia, teneis siempre, i a priori contra él una
de serlo; babia de escapar a la mirada i sustr-aerse cet'tidumbre que anula la prueba. E$ de certiduma
la prueba? ¿ p 01• qué en ''irtud de su naturaleza, bre universal i constante, que un cuerpo humano,
babia de esta¡· necesal'iamente escluido del domi- u.na vez p•·esa de la putrcfaC'cion, no resucita. Tonio
de la investigacion i de la comprobacion cien- das vuestras pruebas suvuestas del hecho de una
tífica? ¿Es que un hecho milagroso no cae bí\jO resurreccion, no pueden Yalet· nada pnm debilitar
el imperio de los ,$..entidos como cualquiera otro esta certidumbre, i de consiguiente, de todas las
hecho? ¿No se puede ver, tocat·, en una palabt·n, pruebas que pretendeis tener de la derogncion
acredita•·, como el hecho mas nátm·al i vulgar? de la lei constunte de la naturaleza, nac.la puede
¿ p 01· ser milagroso estada condenado a robarse é\ resultar. De dos fuerzas que se encuentran en un
la mirada, a hacerse inaccesible? El milagro pue• mismo punto i en dh·eceion opuesta, nada resulta;
de tenc1· muchas faces, pero todas pueden set· vis- i así de vuestras dos certidumbres, opuestas la una
tas, ¡ se dejan sin dificultad abraza¡· por todo ojo a la otra, la certidumb1·e de la lei i la de laderoque
sepa mira•·· Un ejemplo hablará mejot· que gacion de la lei, ninguna conclusion se puede sael
razonamiento. Supongamos que acaba de cum- cat·; la certidumbre jeneral i ad~uirida con aticiplirse
un milagl'O, por ejemplo, la resurreccion de pacion, se fijaría en la leí con· detrimento del hecho
un muerto. Tenemos derecho para suponcl'lo, milag•·oso.»
pues que la crítica reconoce como nosotros, que En Yerdad, señores, que nos vemos bien embae}
milagro puede tene1· lnga1·. Yo he conocido a razados; porque enceiTados ent1·e dos ce•·tidumbres
un hombre como mi amigo: le he visto, le he que se disputan el honor de ronvencernos i que se
hablado, lo he abrnzado, una, cien, mil veces. No rechazan mútuamente ¿cómo hacer pura salir del
me negareis, creo, la posibilidad de ae1·editar este caso ? Saldremos por una pequeña suposicion mui
hecho. Un clia he visto a este amigo enfermo, inocente, i que os hablará mas claro que estas
luego moribundo i últimamente muet·to. He asis· grandes fórmulas con que no tenemos que hacel'
ti do a su última hora i recojido su último suspiro; por el momento, i de queJa apliracion a este órden
i queriendo en vano hncenne ilusiones, he velado de cosas es, por Jo ménos, poco hábil.
cerca de él t1·es o cuatro dias, esforzándome en Sois ciudadanos franceses, i este honor que no
persuadirme contra toda evidencia, de que podia es pequei10, os impone una carga que no lo es méno
estar muerto sino aletGrgado. Querl'ia prolon- nos. Esta carga se llama «el impnesto.» La lei
g:u aún a un cadável' estos cuidados consoladores, del impuesto, os comprende a todos en la medida
1 pero ¡imposible l-un.a terrible descomposiciou se de vuestws ¡·ecursos, porque todos los ciudadanos
manifiesta de golpe, i cansa horror a la misma son iguales delante de la la lei. Teneis,pues la ceramistad
que huye esclamaudo ¡ muerto, está tidumbre adquirida de que tal contribucion en esmuerto
1-Bajo pretesto de que un letargo puede te año, os quital'á una parte de vuestro habet·;
algunas veces simulat• la muerte ; ¿me tratareis pero supongo que mañana el Monitor anuncia que,.
de impedit· que ante la pod•·edumbre iufecta de un pol' decreto imperial i con consentimiento de las
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1 - . - -------- }:
¡: E :{. C A T O L 1 C O •
f: ''-"-'"'-'-'-""'-''-"~'-"'-''-''-"-"-~~"-./~~~~~-..... ~
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Í Cámnrns, el Gobi-erno, pnra recompensar servicios
~ ,q-ue estima mui importautrs, os releva de la oblif
:gacion de pagarla. Aun bajo .el réjimcn de los
~· 'principios de 1 í89, no hai en esto nada de nbsof'
Jutamcute irr1posible; porque el E'tado os descat·ga
>;<. ele! impuesto pnt·a recompensar vuestt·os sm·vicios f· .¡ 0s en~iquece con una dotacion que us ahorra el
~ g asto d'C la ~utrib-ucion, estableciend() unn rlife · Í r~ncia que es verdgo si ·os debemos
l1 algo?)) El recaudado1·, despues de haberlo leido,
! podrá deciros : Bueno, ¿pero debeis notm· que
t si 'osot,·os te neis un decreto que os esceptúa de
rfi, paga1· el impuesto, yo tengo una lei que me obliga a prrcibirlo '? ¿ E1)ta observacion no os hará reir?
if•'·, Pero t:o hai que temer que eso suce-da, porque el
empleado, despues de habet· leido el d·ecreto dero-gatorio
en favot· vuestro de la Iei jeneral, os ·saladará
con una profunda inclinucion, i os dirá: «Os
felicito po1· habe1· servido tau bien a la patria, i so-
• hrc todo por habe1· sido tan bien recompensados.)>
l~~ ·, . Seflorza ; pero si quiet·e el Crea-
. j .dor hace¡· uun escepcion de esta lei del tributo na-tural
que todos pngamos a su soberanía sin igual
~~ ¿,por qué pretendeis quitarle la posibilidad de ha-
1:,
1 cr.r .couoce·r t•on certidumbre esta . d erogacion
cumplida po!· su voluntad? Si el Creador puede
~ rcnlrnente d rogar pot· una eseepcion partícula¡•
~' parte de l.a J.ejislncion jeneral ( i ya hemos estable-
!¡ cido que si puede) ¿por qué quereis despojado
1 del poder de Jwce-r conocer su yoJuntad particu
·l; lnr así como puede mrmife~tllr su Yoluntad jcnera
1? ¿Pot• qué entt·e estas dos manifestaciones un
1
, conllicto imposiúle? ¿ Por qué entre una i otra
l cet'ticlumbre un nntngonh-:mo imnjit.nrio ? Si Dios
1, puede danws ro u evidencia, la certidumbre de la
~~ lei creada pot· ÉL mismo .¿ por qué no ha -de poder
dnrnos., con \a rnisma clari<.la{l, \a cet'tidumbre de
1 la derogacion que es tarnbie.n obra de su voluntad?
¿Qué viene a ser esta especie de axioma
, matemático de las dos certidumbres que se anulnn,
sino un juego de la imajinacion, bueno para
divertit· a los semi-sabios, i que no puede .resistir
la mirada del buen sentida '1
No insistiré mas, i llegnt·é a la dificultad considerada
como mas majistral. Ella se reduce a
decir que para po.de.r de.cidi.r formalmente sobre
la c.e\'li) ¿ nos impediríais por la autol'idad de la
ca·ítica clecla1·ar que este fenómeno no se ha cumplido
en virtud de una fue•·za de la materia i de
una lei de la natm·aleza? ¿Para darme científicamente
la razon de este hecho, no necesitaré ele-
Yarme poa· encima de Ja naturaleza, salit· de la
materia i llegat· hasta Aquel que habiendo cre8do \
la matel'ia i la natm·aleza, las retiene ámbas bajo
su domini\) como a esclavas sumisas de su auto·
ridad absoluta i de su libertad soberana? ¿ Tenda
·emos necesidad de h· a buscat· a todos los grandes
maestros de las ciencias filosóficas, para sabet·
de ellos si Ja natm·aleza encenará en su profundo
seno alguna fuerza misteriosa, que obrando solo 1
en situaciones raras, produce de tarde en tarde
resm·a·ecciones instantáneas como la que se supo·
ne opera en el mundo or·gánico de jenet·ariones
espontáneas? No, no os condenareis a la humillacion
de ver a la Academia mofat·se de vosott·os,
de oü· a los señores de la ciencia deciros con una
ironía g1·ave : « No, señores, la cieqcia fisiolójica
no conoce resurrecciones instantáneas i la naturaleza
no tiene aparecidos.»
Queda, pues, bien demostrado que para afirmat·
con certidumbre la realizacion de uu hecho superior
o ajeno de la accion de la naturaleza, no es
necesaa•io conocet• de una manet·a perfecta todas las
leyes de esta. Porque siendo ella una a1·monía,
i una armonía que no es libre, no puede tener el
· poder de desmenti&·se, i poa·que si este motivo de
negar opuesto a la posibilidad de comprobar el
milagro, fuese aceptado, resultaria que para conocer
con certidumbre cualquiet· cosa natural, sel'ia
necesario comenzaa· por conocerlo todo, Jo que seria
comenzar poa· el fin, estt·enarse por el imposible.
Todo o nada : conocer todo o no negar nada:
saber la última palabra de las leyes de la natUI'aleza,
o no estar seguro de sabel' ni la pl'imera.
¿Admitís esta altemativa '? No, no la admitimos,
1
.
porque el homb1·e sin sabea· todo, puede esta1· se- !
gmo de saber algo en la natm·aleza. En horabuena;
pero entónces decid con nosota·os que sin conocer
tostimab]e familia i a la prensa conservadora de esta
ciudad que lo echará bien de ménos.
-En ) debe decu· ~uno
do de cumplit· un sagrado deber; i cuando mas, ¡ni, en vez de Paulo III.
dado · un buen ejemplo,·· llenando una obliga- IIMrRENTA coNSTITUCIONAL-POR NICOLAS PON TON·
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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El Católico - N. 69
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