Por:
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Fecha:
01/07/1839
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LA VERDAD DESNUDA.
PERIODICO POLITICO y LITERARIO.
J'i1'lcit olnma vm 'itas , í TOM L e
Este periódil!o sald,'á a luz 10J dias 1 o y 16 de carla mes
. Tendrá 24 pájinas, y el precio de SUbSC1'ipcion por doce núme,'os
w,.,'espondientes a un semedt'e, que se pagará adelantado, será el
de tres pesos. Cada número suelto valdrá dos y medio real/s, y se
'1umderán en la tienda del Sr. Letamendi. Los Sres. que quieran
8ubscribirse, podrán ocut'rir á tsta imprenta, en el concepto que
lodo número se les entregara en sus casas.
TUAYAQ.UIL JULIO ,. o DE 1839.
Conclt/¡ye el papel sobre 'la Restattracion del Peru
y su es rit01'es, cornenzado en el 'Ilü/l1wro prim 7'0.
e mtemos ya, pues, con que la hu~ilIa61On del Perú ser' glorificada,
premiado el crímen y perseguida la virtud, como lo fue ell
otto tiempo. Contemos ya c n ver premiados los aS,e ¡natos a angre
fria com. tldos pn Armaza y en Quirós; la vil y horrenda accion de
T (lrrtco contra la persona del anciano Centeno; todos los actos de
barban ; la proscrip ion de hombres y mujeres; las confi:!caciolles que
r cueroan la época de Mario en ROlDa, la3 bajezas inauditas que ee
h lO comttido y se seguirán com tiend(j) por esos monstruos de crueldad,
de barbarie y de abominaclOn, que habiendose tratado antes entre
si como perros rabIoso, se han reunido ahora pllrl\ asombrar al
mundo con la mflgDltud de 8U8 atentados. Gamllrra, La-Fuente, 'guain,
TOrrlco los hombres que se hao ofendido entre SI con el ultimo encarmzamiento,
solo podían hacer causa comlln para dirijir su comb
inlldos e fuerzos contra aquella patria desolada que fue siempre la
víctima de las pa iones vergonzosas de sus héroes. ¿ Pero esto qué importa?
El Araucano dira siempre que e te es el fallo de la América
y el triunfo de la civilizacion americana: el Restaurador dIrá tf>rn1\~
en e que lo mon tr os d Perú son los mayores héroed cono cid :
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
lJt)
.. J ftepublic81lG de Arefluipa hará mui bellos paralelos entre /a Ml'ldllC'ta
de Santa-Cruz y la de los restauradoree, para probarnos que se ha
~ropuesto escribir las mas crasas mentiras
Hallamos fn el n. o 7 del tomo J 4. de eote per iórlico 61
siguiente pasaje, que por BU extravagancia ha llamado nue tra atencion
,-J.;l invasor Boliviano Gsesina a [{lB prisicneros ó los cO'nI:.ena
• una muerte Lenta, haciendoles beber eL cáliz de la amargura.
El ejército unido abraza G 1(IB prisioneros, y Los deja en Lih el'l d
para que vivan donde quieran con toda seguridad.-Esle. contraste
n08 hace conocer cuánto debemo8 a la Providencia que nos tiberta
de un gobierno tan inicuo l Y es el Perú en donde se f>s criben es·
tas cosas? Asesinar a los jenera/es que se l- lman prisioneros, como
a Armaza y a Quirós, azotar publicamente a los ancianos que.
h,)O sido Prefectos, como a Centeno, porque no se dejan robar t 'ld.
su caudal; arrastrar por los caminos maniatados a los jefes y oficia·
le8 que no se degollaron en el campo de batalla, henchir las prisiones
con centenares de veneldos ¿ es abrazar a los prisioneros y
dejllrlos en libertad para que vivan donde quif>ran? ¿ Y a quién
pretende engañar el impudente EdItor del Republicano de Arequipa
CaD estas groserlsimas mentiras? ¿ Es a los Peruanos, que estaD
viendo lo que pasa en el Perú; es a los Chilenos, bajo cu)' a proteccion
se' esta n cometiendo los attntados, ó es a los Europel's, que no
pueden ménos de tener los mas f>xactos inform 8 sobre la con ...
ducta de los restauradores? N o: no puede ser el objeto de t'stas mentirss
el engañar a nadie sobre hechos tan públicos y tan escandaloSO!.
Se miente solo por mentir, y por acreditar que el partido restaurador
solo puede existir envuelto en una atmósfera de embustes,
de infamias, de calumnias.
BIen pronto acreditara n nuevos suceSOR, que solo a estos .ertlugos
de su patria podia estar reservada la infame hazaña de ir Q
mendigar el auxilio extranjero, para reponerse en la tiranía de que
fueron despojados anteriormente. Estos son, en verdad, los hombres
ominosos 8 los pueblos, aquellos por quienes no hAbrá jamas repúblieas,
mientras no sean castigados con el rigor que han merecido. Es·
ta raza de Coriolanos es mil veces mas ominosa, que la de aquel
que se volvió de las puertas de Roma, porque no tuvo corazon para
ver el duelo de las matronas de BU patria. Los Coriolanos del
Perú son mas fieros, mas crueles, mas impios que el Romano, ¿ Pero
qué digo mas implos? Aquel se hizo odioso a todas las jeneracioIles
por 9010 haber concebido el proyecto de entrar en su patria COD
Jos extranjeros; pero fué sensible, supo sofocar sus deseos de vengllnza,
y su crimen no pasó de una simple intencion. COJDparar ..
Gamarra, a La-Fuente, a Iguaio, a Tarrico, y otros como estos, con
Cortolano, es comparar a los tigres y los hienas ('on un cordero 6
aJOn una paloma; es comparAr a los demonios con un h"mbre muí
~u.uo. e Pues con quiéD ha compar,o a Gamarra el Restauradot
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Jfara elevar lo 30tn'e tod08 Los hérotls qfle la 7tistoria n tJ8 t.nsign. e¡:¡
' v8 tiemp s antiguos y modernos ~ i, Habrá sido con Temístocles f
N o, seguramentf'; p()r\~ue e~ te Ateniense prefirió darso la muerte él
mismo a aceptar las oc, rtas que le hizo Artajerjes de darle UD ejéreito
con que }:>udie3e vengarse de sus conciudadanos. Tan feo-, tan
vil, tan atroz, tftn infame ha parecido siempre a los grandes homw
bres el hacer derramar la sangre de sus compatriotas por las manos
de los extranjeros, que la sola idea de hacerlo los ha e pantado.
~ Con q\llén, pue, ~e ha comparado a Gamarra, para hacerle superIOr
a todos los héroes de la hi~toria antigua y moderna? Yo no
encuentro que pueda habel lugar a comparacion sino con aquel conde
lJvn Juhan, que fué de Esp;.ña III Africa n traer a los Arabes,
pbra que venga en sc.bre la patria del trn !dor (·1 agravio que él reClblO
de Don Rodrigo. Y en esta comparacion Gamarra se eleva tant
e) mas s(/bre el célebre español, cuanto que aquel solo hizo un VIaje
en busca de vengadores fXlranjfros, cuando el Don J ulian del Perú
hizo tres; el uno a BoliVIa, para enganchar a Santa- Cruz en sus
pro)ectos; el (tro al Ecuador, en donde no pudo enganchar a nadi
.. , y el tacero a Chile, en donde halló, de~pues de sufrir algllnos
desprecios, los vengadores que mas le convenian.
Ahora que hemos acabado con los héroes, pasemos 8 habla!
de sus panejiri~t88, de esos trompeter08 que han robado su clarin n
la . Fama para rompernos 188 cabezas con las destempladas alabanzas
de 8US grandes hombres de pulgada y medIa. E tos pobres escritores
han pensado, asi como los que enyió 6amatra al Ecuador a defender
su causa, que SUB miserables plumas podrian volver lo negro
blanco, sin que hayan hecho mas que darnos en sus contradicciones
el mejor documento de que no 8aben lo que escriben . Veamos ya
en la B(/ndera Bicolor de Arequipa número J O, desmentido el Arieta
de Ferreiro , y otro papelucho que acaba de aparecer en Quito
baJO la falsa sobscripcion de un Ecuatoriano, 'siendo produccion de
un Granadino proscrlpto de su patria, sobre que los decretos de dimislOn
del Jeneral Santa-Cruz fueron hechos en la Puni. Recuerde,
.ice la Hand ra Bicolor didjiendose a Olañeta, que el 19 por la noehe
8e expidieron los de, retos, a q'IJt hacemos referencia. E te 19
fué el de F brero; pero debemos correjir la mala fxp lic8clon del
editor de la Bandera, pues dice mal cuando dice se fxpirlieron, debiendo
haber dicho se pusieron en borrador. Estos decretos ~e firmaron
el 20, aunque desde el 19 en la noche se supo que e. t p.baa
acordados; y este conocimIento anticipado, que se tuvo de que el JeneCld
Santa-Cruz se retírl1ba de la e cena pohtica, fué lo que inflam6
el p(itrioti mo de lo héroes del 20 de Febrero, que no tenIao
mucho rie~go que correr atacando a un poder que no queria conser'
farse, y tenIendo mucho que ganar con In apropiacion de lo . mp/cfls que
querían repaltírse como de pojos de la batalla de gritos, que debia
r g nada ts n c ntrüdi 'on. Afli rué que entre~ada escoJ a d
cc...
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ab'l Iría pnr el com'\ oarlte d ella a un corto numero de amotína
'ltl • y qlllt,.·lo I()~ e.lball 3 del reJirniento de llincer) , al pas'\r por
la pi z • se creyeron ya los héroe du-eño de la vida del ¡e r.eral
Sllot .-Cruz, contand con !lIJe el t) ,ltal lon del Cuzco se entrf'g Iria
cun la mi ma flcilJdad. E tonce:! com·mzaron lo mueras y las i·
düs y venidRS de poco mas de docientus cholo~, que tomaron
p' rte en aquella ridicnla refriega; pero salió el batllllo de su
cualtel para sacar al Je:lerdl Sanh-Cruz de entre IriS manos de
los héroes~ que estaban seguros de lancear al toro muerto, y con
e. to los héroes se alejaron lo bastante para que no les toca 6-
algun balazo, que pudiera salir por cCJntinjencia de alguno
de los fusiles del bahllon. T do el pueblo de Arequipa,
co!'} excepcion de poco mas de docientos hombres, se mantuvo
tranquilo desde el principio hasta el fin. He aqui, en resumen,
la hIstoria de las proezas del partido capitaneado por el Sr. DQ.
Pedro Gamio de turbulenta memoria, por aquel Dn. Pedro Gamio
que ahora cuatro años fue per egllido, y tuvo su casa asalta·
da por el mismo pueblo de Areqllipa en odio de su amí.,tad
a Gtlm rra. El pueblo, que en todos tiempos se manifestó
rons contrario Q e te partido, que per iglJió a la mi m' mujer de
Gamarra ha 'ta ha'Cerla salir clandestinamente de aquella ciudad;
el pueblo que hizo la guerra mas viva a alaverry, ¿ cómo podria
de repente convertirse en Glmarrista y Salavernno? De ningun
modo: el pueblo de Arequipa no tomó parte en las far as del
20 de fi brero, sino una fracdon de él muí insignificante, aunque
digan las mentiras que qUIeran los escritores de la rea~
tauraci n.
Estos no aben escribir, pero saben mentir con todo el descaro
que necesita su empresa, que es la de engañar al mundo.
¿ Pero creen de buena fé que pueden alucinar a nlldie escribiendo
('omo Qscnben, sin ninguna .sujecion a los principios de
la moral y de la decencia? Esto 9 imposible, y tnn imp slble, que
ver mns cómo nos dan ellos mismos. todos Jos días los m Jores ar·
gument s para destruir sus aserciones. MOl pronto tendré yo el
g IstO de desmentir todo lo que estos han escrito, in mas trabajo
que el de poner a la vista sus mismos te tlmonios envueltos en la
"ontradíccion mna terminante. Pero de otro modo, ¿ cómo podrÍ'l1l
e tos hombres defender una causa que no se presta a ninglln .Iénero
de d fensR? E verdad que ell03 son necio, y mui necws in disputa;
pero cuando no lo fuesen, ¿ cómo e crlbirian buenas c()sa~, trfl ~
tandose de la peor causa sobre que se Pllede h .ber e CFlto deAde
que se inventó I abecedario? ¿ Cómo defender a los destructore
de la confederacion con el aux.ilio extranjero, cuando ellos mi rnl)8
fueron la primera causa de la con~ deraclOn, y cuando nadie ¡no ell
son los responsables de todos los males que hlln llovido sobre e
P&6? ,
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Ellos son los autores de todos Jos di turbios de aquel país
4e¡::grflcl' do: ellos sulos fueron los que violando por la primera vez
la C n::.titucion de la Republica, anularon para siempre las garantlas
que ella presentaba; Introdujeron el desorden, y abriertln el camino
a todos los acontecjmientos que se han sucedido. Ese mi mo Gamarra
fué el que perseguido por su::! compatriotas, despues de haber
atentado contra la convencion nacional, que él mismo hil bia con·
vocado creyendo que le fuese favorable, se rerujió al lado de Santa-
Cruz, y fIlé el primero que se propuso trabajar para dividir al Perú,
y h>\cer la confederacion, com0 él mismo lo ha confesado en su
manifie to con la mayor impudencia. Este Gamarra que vemos hoi
oonfi calldo y proscribiendo a los Peruanos que fueron fieles a. sus
compromisos, fue el primero que proclamó la confederacion en el
Cuzco, despues de haber quitado a su héroe de hoi, Salaverry, la divi
ion Larenas. ¿ Con qué derecho este maestro de todas las perfidias
y de todas las inconsecuencias viene ahora a tomar cuentas a
sus concIUdadanos por el partido que siguieron despues que él. des ..
quició la Republica? El proscripto dos veces, la UDa por haber atentado
C otra la Convencion, y la segunda por haber hecho traicion a
Salaverry, ¿ de dónde, ó de quién)- recibió la mlsion que ejerce, y el
poder de ju~gar a sus compatriotas? ¿ Qujén le concedió el pnv ilejio
de pro ~cribir y de conQscar a los Peruanos? ¿ De dónde ha traido
al Perú la nueva tpctica de dar de baja del servicio a numerosas
dOl'es de militares que han servido mejor que él a la causa de la.
nacion? ¿ En qué código de los de Tunez ó de Marruecos, ha hallado
que sea ju to despojar de sus destinos a todos los que ]os detiempeñ
ban, sin formacion de cau a, solo porque los empleados no
eran sus amigos? ~ Es acaso Gamarra, ni otro. como él, ni c!en mil
eomo él, ]a República del Perú? Pero algo habia de traer de Chile
e te h· roe de la restauracion, a mas del ejército restaurador, Prie.
to debia enseñarle el modo de afianzarse en el pue. to, 8q~el modo
que tan bien le probó despues de la batalla de Lircai.
Me par ce que oigo ya a los Restauradores de la época aciago,
a llJS T-ribunos de la plebe de los héroes, a Jos .!Jri.etes con BU
cabeza de carnero, a las .8ntllrthos apagadas, a los Ptruanos por
ironia; a los Repúblicanos, órganos de la servilidad, a las Banderas de
t dOd e lore~, y a los demas sacristanes del partido restaurado, ran mostrado humanos y moderados, viendo n
cada uno de ns compatriotas un amigo, ó un hermano, no codicio-
50 8 de loa empleos, abalanzando e como lobo fam élicos sobre la
pre a que ven n ajena posesiono E~te patriotismo, que solo se manifi
·~ t8 fln IlIs cnnatn que se ponen para apoderarse dA los empleo8
y de las rehtas del Elltado es la pasion~e los eg01:)tas, no ed la
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virtnrt d p. )08 v rdadero twtri ()tas. E tos sarriftcan 8119 jntere-es y
S I vid ·! J or .J l conciudadano.; r o destruyen a sus compatriotas pOJ
eu int rese:3 partl clJ lares El buen pf, triota, el hon.bre honrado, vive
del producto de u ind u:.trla, de su trabiljo, de sus propias rentas,
no cr e que «.'1 nombre de patriota e:3 un título que da derecho
pa ra mant ner e a co. ta de la Republica y con el sacrificio de las
f, /rtunos de us compatriotas, ni ménos que por la adquisicion de un
empleo se d ben cometfr todRS las bllJezas y todos los excesos y
todas la ntroci dadf's. Ni patriota Q
, ni hombres decentes pudler< n
ser aquellos Peruanos que en Guia cometieron el horrendo crímen de
conducir a los Chilenos a sembrar de cadáveres y de sangre do
SU!ol compr· triotas el ... \lelo de la patria ¿ &taban alli el Pr tector, es-
. taban los Bolivianos estaba la Conf¡ deracion, ni estaban los cE>nfedeTlldos?
Sf' hIzo alll mas que matar Peruanos por manos chilenas?
; Y no ti enen e tos héroes de taberna escrúpulo de llamarse nativos del
P rú y patriotas! ¿ Y lo vjles que los eloJlan no tienen vergüenza de mostr
llr"e t an i, morale ? Yo en lugar de ellos me venderia por nativo
df' J8 Hircll uia, aunque alli snlo son famosos Jos tigres que se producen.
Entre tanto, Chile deslumbrado con el falso brillo de una victnria,
que se le ha ponderado mas que si hubiese sido la de
PI tea, ó la de S, );¡ mina, e ta mui lejos ahora de vpr las cosas
b i o el punto de vi. ta en que sera forzado a verlas deqtro de algun
ti mpo. El orgullo nacional está satisfecho por el mumento, y yo no
puedo condenar este orgullo nacional, porque aunque sea mal dirijido,
nace de un noble principio. N o debe prelend rse hallar en Chile el
año de J 839, las calles de la capital, y los campos de la R pública,
llenos de filós fos, ni de politico.; pero es verdad que pocos
son los pu blos de América en que hai mejores principios que en
Chile para que se hagan grandes cosas. AIli no falt sino un gobierno
que sepa para qué sirven los gobiernos a los pueblos. Mientras esto
se consigue, corltinuen los héroes en desolar y en desmoralizar a BU
patri a, y continuen 108 escritores del partido de Gamarra y de Prieto
en extend r por todo el mundo la infamia de que quier n cubrirse.
El P ru tendra cada dia mas motivos para repetIr aquellos
v.er o que no hAn cesado de oirse desde el año 29.
Llore la patria con eterno llanto
Los viles hechos que la infaman tanto.
LA E PARA.
Al vp.r por una parte el encarnizamiento con que e hac D
la gl1ffr¡ lns do partidos que se di putan el poder en la de graci -
a E paña, y p r otra 1 falta de vuluntad perseverante que de·8
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á 'le" o, a los ncontl'lcimiE'ntos, y a lo imprevisto, la inttl1p.nCl8 mae
decisiva, no puede pre {'¡ndir el observa or de decIr, que baJo el
3!1pecto militrtr, corno bajo otros vatios, la Penin. ula pertenece todavía
a 111 edad media, tanto como a nue.~tra época
No h .i que xlljerar, sin embargo, la dificultad que se advierte
para explicar to que pasa en aquel país, ni qué autoPlzarnos
. con su singularidad para desechar toda es¡>eranza de salud y de
progreso. V prdad es que la ~ .. paña es un pueblo ::ingular, pero no
por eso es incomprehtlnsible: está atrasado, mas no atrasado, segun
creen alguno~, por una especie de p trlficacion moral, que deba haeer
desesperar ele su porvenir al amante de la ClvilizHcion; y aun
puede decirse, atendidas las (:ircunstanc' fatales y de excepclOn que
t:¡nto tiempo comprimieron su vuelo, que si de algo debemos asom.brarnos
es de que nQ esté mucho mas atrhsado que lo que esta en
realidad.
Los pueblos, come los individuos, viven de préstamos y de
oambios. El comereto de ideas, los movimientos de las raza. los gran·
des sacudimientos bélico!', he ahi lo que desenvuelve y furtifica el
temperamento de las naciones. ¿ Y hubo jamas alguna menos favorecida
a este respecto que la naOlon española? Sin remontarnos al
principio de su historia, detengámonos alguno Instantes a conside~
rar un hombr , aquel Felipe 2.° cuya funesta impresion no han sido
bastantes a borrar completamente dos siglos y medio. Si bien bajo su
,einado parece que llegó la España a su apoJéo, puede chaba siqmera las cuestiones que podian ajitarse en
Sil interes; no había (' sa alguna que hiciese eco a los novadores; 1
8"in embargo, lo repito, a esa introduccion clandestina del espíritu
frances debe E ~ paña el no haber e quedado absolutamente en el
.. ismo estado en que se halJana en el reinado de Felipe S. c:>
Circundada casi enteramente por el· mar, posf'yendo . magnifieos
puertos en el Océano y en el mediterráneo, España no tiene en
frente de si mas que la costa de Africa, en donde )a civili~llcloo
acaba de poner el pie: asi parece que no puede espf>rar un adel¡mtamiento
serio y rapido sino de sus relaci nes con la FrancIa, único
v cino suyo en Europa, el único de quien ha podido tomar algo prestado
ha ta ahora, y que de todas )as nacioncs del continente es la
mas capuz, por su inmediacion, por la frr.ternidad de su lengua y
por la necesidad de continua expansion que esperimenta, de ayudarla
a desprf}f!der e de las much/ls traba~ que le puso el injenio sistematí
ca y enerjicamente retrógrado de FelIpe segundo, injenio que inspiró
a sus suce ore, sin que una reaccion igualmente franca y d~ddid~
h 'ya abierto todavia a la F. paña un camino mejor. Pr~ciifÓ es tamblcn
decir que sobre e te punto nO se han engaiiado los españolea
ilustrados: para todos ellos la Francia es objeto de estudios c(Jnti~
nuos. Las emigrllciones ocasionadas por las ajltaciones- internas de Es~
p!lña han irnp ·lido ácia Francia un gran número de intelijencias
di tmgllidas; y si por el momento ejerce a veces la preocupacion de
las ideas france as una 108 tencía perjudiciAl, si no siempre se djs~
bngllen tanto como seria de desear las modIficaciones quo la diferencian
de los dns paises d be introducIr en la aplicacion de hs
medidas que de la Francia se adopten, a lo mP-nos puede .• eeirse
que la via eR buena, «'1ue e ta anchur08amente ablerh, y Que el tIempo
y la r fiexion haran la debida justicia sobre la: jnf¡ tuaeiG
irrdl(j'llva . •
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l1~y (ltra observacÍon lilas que debe ~ontribuir a xcitar ell RO-1
sotlOs fundadas esp ranzas sobre el p rvena de la naci(ln es pañ la;
y es la rara int€li¡encia de las poblaciones. Cuando tIene uno que
ver con la jente del pueblo, aun la mas falta de cultura, se ~ orprende
del buen sentido, de la Rgudeza y f: cilidad con que se espresa.
Bajo este aspecto son los aldeanos e pañnles muy superior a 108
franceses; no son pesados, no son de~m ;, ñl\dos; si es verdad quo
no es vasta la esfera de sus ideas, 110 lo es menos que lo que com
prenden lo comprenden bien; y se puede crrer que si la edneacion y 1
hábito de nociones mas len rales hubiesen desenvuelto su ¡ •. telijencia,
tendrian en las cuestif\lIes mas elevadas e. a rfctitud, ese Juicio
dpspejado que paucen innatos en ellos, mafl que hoy no se ejercitan
fuera del circulo de sus interese inmediatos.
En medio de la lutha interminable que destroza 8 la E p , ñ~.
del ihteres que in pira su suerte desventurada y de la incertidumbre
en que est~ n envue ltos los proxlm( s acontecimier¡tos, nos ha sido
preci o y gradable echar una mirada atra!'!, a fin de d ~scargar
lo presente de las culpas y de las d E:!gracias que lo pa ..
sado le lf'g6, y tllmbien para formar buenas €sp,'ranzas de un pueblo,
que a despecho de todas las causas de (~orrlJpcion y de embrutI
cimiento, que se han acumulado y conjurado ('(·r:tra él por espa·
cjo de tra" slgl s, ha sabido conservar tan b~lJas y tan pr8cios~
~~.uJtad~ aaluralis,
.9.. G.
P E R ll.
Ante! de dar al público las noticias recientes de Lims, daremos
la correspondencia que hubo entre los jenerales Moran, Bulnes y L 'lFuente,
sobre el tratamiento que se dió al pnmero de elfos despues
le la capitulacion del Callao.
Vemos que LIl-Fuente en su n ta al Encargado de Negocio de
Francia llama cobarde a Moran, y esto nos ha causado rJ 8, por ue
no es La-Fuente, el vencido por Doña Pancha Z .Jbiaga, el que ciebe
echar mas plantas en el pprú. Moran se ha condlJcido corno un
valiente en Venezup.la, en la Nueva-Granada, en el F.cuador y t'I'
el Perú. M ran fué hecho coronel en el campo de b' talla de Ayllcuch\
,en que se di6 patria 11 los hombres como L~-FII nte, qu . l )
0 se ha hf'cho célebre por las revfl IIlCione!. Moran !'le h1116 en J unin
y en Mat/mí, a la cabeza del batallon V \ rga~. En Colombia e
di tmguió en GURchi, salvando con cuarenta hombres al J .. nerlll Suere,
envuelto entre seiscientas lanzos enemigl'ls MMan sirvió bajo las
'rdene de Bc)liv'lr de ~Je el año 181 S, Y e h'1116 pn lo Ta~llall e s.
n Puerto Cabello en B rbula en Vijinma, en Carabobo en la J •
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t: ~ tCl 'itayó, NI t' n. to, en agu achi, en ~iob am bn, y ea Pichincha.
¡ Di ¡H) se halló La-Fuente?
. Vemos tan lbJen que se aCllsa a Moran de hab rc:e manch'ldIJ
OM Los inle1'fses del l!.-s lado. ¿ P ro cuándo tuvo La-Fuente noticia
de e ta mahl:ha? E muy extraño que no hubiese sabido la cosa
ha ta despucs de h ber dado pasaporte a l'\-loran; y si lo supo antes,
como debió sab rlo en el c aso de no su la tal mancha una invf-
ncion o?asionHda por el mal humor que produjeron la cartas de
h ,ran, ¿ por qué no le tomó, ó le hizo tomar cueotas antes de dar:le
pasaporte? Estos cargos, plle., del S ñ or La-Fuente solo manifie
~ tan d enojo de su S ñoria y u falta de debcadeza. Veamos 18
que IlIs arta ~ conti, Den.
Señor J eneri\ l Don A tonío Glltierrez de La-Fuente Jefe Superior
de tOB departamentos del N (lIte.
Call ao Abril 28 de 1859.-
Señor: El paso que se h· dado en e te puerto, Cllllndo he presen
acio el pllsap rte ticla8 c nteatea de Chile se sabe que en topa aquella
RefJubhca se han he h,.., regocijos p6blicos por la conqUl ta del l'er6,
pronunciándose alocu ciones exclusivamente contra los peruanos, e
quienes e habla con el mayor desprecio, habiéndose mandado eriJir
un monumento de infamia para estos, lo que Gamarra mira COUl
s u triunfo.
Continúan en el P eru las confiscaCIones, los ssesinatos y toaa
cla ~ e de excesos. Torrico en el sur ha cometido los mas horrendos
a t~ n ta(jos . Enlr todo fs notable el sigui .nt : . el jeneral Bll lli·
vian su bIendo que los oficiales de su DaCIOD estaban pereciendo eft
Arequipn r mltió AL comandante Sa njin es mil pesos para auxilio de
.ell 8 N oticioso Torrico de e~to f'x ilió la cantidad que S6 habla pues~
en depósito ea poder de Don Jor e Velarde, de quien fué t;xiji ..
•
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y IIrrancarlll con la mayor violenci 1; y hllbiéndole dejarlo I oh
cial comisionfido un r cib • a poco I"/lt fIJé reconvenido para (lile lo
d 'volvi erll, lo que rehll Ó V"larde, por no perder la con t1lOCIU de
la entrpga de aquel diflero, y se le reiteró la órden, prevlfuéndole
qlJe si en elRct no entregab el reci o se le darian ci en az·,tps. E!>t
re~ petable anriano, paore de doce hiJo, tuvo que ceder a la amenaza
de sufrir la infamia qlle Centeno 11 el Cuzco. Antes de es·
to la casa de Velardc fIJé invadida, de 6rden de T.mico, por una
soldadesca insolente, que se introdujo hasta los dormitorIOs de las señorita9
con pretexto de buscllr algunos oficiales bolivianos:. q e e tu vie
en allí escondidos, y profiriendo lss mas obcenas ex¡.>resi nes resji
traron hasta la ropa de las camas y la luna de los colchones.
Volviendo a los ataques que se hacen al jeneral Orbrgoc;o por
los Restauradores y GHmarri~tas, drbpmos oar prta noticia de la call sa
de esta malevolencia. El Jeneral Orbegoso se hall aba de Comandante
jeneral de la caballeria del eJército pNuano el año 29, cuando
G3mllrra, de.:pues de haber H3crificado el ejército en dI t 11, pr ndi6
y expatrió :d jeneral La-Mar, presidente de la Hepublica. Oru
goso . e negó a entrar en aquella conspiracion, a que ma n lff!~t 6 su desa probacion.
Esto le trajo la animo idad dfl Gamarra, y eparandose en-t
· r mente de todo nf'gocio publico. se fijé a VIV ir en hll(:i nda d
Choquisongo en la provincia de Hllamlichl1co. El año de SS habi a.
sido elejido diputado para la Convencion Nacio nal, y como por e
mi'Jmo tiempo se hacian en la Repúhlica las elecciones para Presi
dente, qui o Gamarra que fo se eleJldo lino de su devocion, y trabaJÓ
en hae r partido al jeneral B rrnticies. Los pueblos, sin embar·
go, dieron SI S sufrajios al len eral Orb ~g('so, y fC'ldt' {'14-jido para
pr sidente constitucional por la mayorld de la nacion; per G· m:t rra
pr Jcur ' evitu la rf'union del congreso ql1e debl a' pwclll.marl,>, é hizo
scnbir v. ri s libel s infamatl-rlOs contra di 'ho J{meral Orbl"g. so
par desacreditarlo ante la nacion . Estos libelo!"! snlil-'ron a luz en
papeles \leltos, y los periódicos el Globo, el T elégr , f:1, y otws va rios
IJb ral s tomaron a su cargo e prJnt lOealTI nle la dE'fe nsfl de OrbE'goso.
Este cntollCE'S denunció p r medIO de su apad. rado en Li
ma los hb I s que h tbia herho escrIbir G. .1 marr y que el jurado
c()ndenó. ,{-glln la lei aquel jurado dipllso la priRlon del firrnant ;
pero no !lA llevó n ef 'c.to porque re tilló sc"r pI Rrm ntp un tal Al·
zamora ficial reformado del eJéH~ito, aquí n G 'lI n ~1Tr h tUla TI sti·
tnido nI ,ército, le h bia dado un acenso, y alglJ nas on¿1I de oro
por1lue firm aile los lib lo ma no pudiendo alvarle del illfl .ljo de
la I('j, le hizo salir de Lima finJiflnrlo enyi, rle a un ft comi l. n a Aya-cllC'ho.-
En diciemb re dol año de SS clllllplier n cu tro añIl qll
Gomarra hr¡ bia asaltado el gobi(!rno, y e nvenciclo ele que el odIO público
no le permitía r tenE'rlo m(iS tlf'm pO, y' lisnnj<'ado de que la
Conve CH n conv ndn8 con él en colocll r a r¡lIi fon pI fll li iere e diri·
jlo a la ConvenclOn diciéndole que Iba a termin ar SI perio,tn •
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6,
\le rn preci ') que ella ·l iji 3e el cíuhrlano que debia sllcce1erl e;
ell la intell \em:i,\ eL.. que él est lb, res llclt a no continllar un, h.>ra
m 'IS n el gob ierno des lIe de terminado Sil oeriodn, Ll C.)nvenciun
clrctlnspectamente ex loró del mis no G Hn.un si entre lIs per -
20n 11 designarlas por la I('i, h:lbri alguna en q'lien recayese /a ilprema
aut Irtd .ld mientr lS se procl ' maba el presi 1ent9 elejido por lo
puebl s. Gamarra cll ntest6 que no eXlstill nlOguna pers n en q lien
debiese recaer accídent"lmente la autorid d, y qua SI la e nvencí n
no elej18 inme·1íatamente un presidente de la República, esta debía
quedar inmediatamente en acefa/ia, puesto que se concluia su periodo
constitucional. La Convencion entonc s di6 un lei para nombrar
un pr SIt/ellte provisional, é hizo la eleccion el 21 de diciembre, res
,Itando elp,ctll el Jeneral Orbegoso por la m1yoria de los votos. El
~H se r I'ibí : este del mándo supremo, y GamHrn proclamó al ejérCito
y a 108 pueblos, h tciendo CllOocer Sil ces'lci n; pero al mism')
ti t>m,'o se dlrijio res(;rvadamente a los jefes militares que se halbbm
enn fu p.rzas en los distantes puntos de la República, para que hici
en e!:'t dla r In rpvoluci n que mui de antemano tenian prevenida
par l e te c /s, En LI 'na di puso de'lh lcerse del jcner I OrbE'goso;
pero este, que tllVO la n ti cia del intent.), se apoderó el di 1 S de
enero de la fort Ipza del Callao. Gamarra mAndó inmedlatamente a
prenderl " , ppro él, se habla pue t ya en d fensa en la fortnlez , .
El 4 de Enero, a la hora de reunirse ]a convencion, mandó Gamllr ra
una compañia de gr naderos a di~olv er1a; el sentmela que guardaba
la pU t' rta de h convencion se opu o heroic mente y f.lé
loort Imente herido en su pue to; los di~'lt dos se salvaron, y
o ultar n par no ser pre os ó a sinados, Gamarra inmediatamente,
puso SItio a la f, rhl eza del Callao, é hizo reconocer por ... i y
untJ si, por J ,fe Silprcmo de la N· cion, al Jen Tal Bermudes. El ejer
-ito dis mlnano en hlda la Re/¡úbhca, síg'lÍÓ eXllct mente la sediclOn
de Garn mi, pero 10:i pueblos Cl.tu ia mados contra t-tmAño atent'ido
t .. rnaron PI r i solos las arm:! , y . el 28 de Enero de SS hici eron
fu , go las t rOp18 ni pueblo de Lima, que se defendió heroicamen.
t I!, h'\sta h'lcer fllgar la divi. ion con que B 'r nnde sitiab!\ los ca tilos,
mlE'ntras Gamarra con alglln s de e. tas h hia Ido a la costa
u procurar reunir e con la que e ttb n en el Norte. Todas ellas fu-
110 rOl, entonc('s al otro Indo de In cordlll ra El jeneral Orbegoso
111 g< que alió del e lIan, rein tal' la convencion nacionAI¡ y esta
le 8 torno I xlhord inorLlInr nt! para salv r la Republica . Formó un
pi qutño elHnt , a la cabeza cid cual fué a bu~car n ]05 sedicio-o
, tle f' 'lpabflO con \1 fu rzas 1 "alfe de Jauja, y dió la b _
1. Ila el H I .ilar' ucho I 11 de Abril, Cl! o re ultado rué rune to pa ra
la ' r ll la naciunal s, y tuvo f1ue retirarse con los restos del ejérIt
I ha"ta Jn uJfI pf' r. (guido por los s dicio os; pero el 23 en la
n ('11 c1 1Ó el el" rclto de lo eri uridos el mas raro ejemplo de ps-
I, tt ~mo ri cllén dosc a la I y cspues de 11 vic aria. Conociend
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t1~
~ } err& se puso bajo las órdents del prf irl er. te Oru gM- , Y awbos
ejércitos SP. abrazaron n las di z del dia 24 en el cumpu dt'
Maquingu8j'0. Bermudes que habHI fl g' do, fué tomado luego y tratado
con jcnerosidad por el pre 'idente Orbcgoso, quien le dio dos
lIIil pesos, y png6 su p6saji para C\l tarrica 8 donde pidió iI e. Ga.
marra entretauto se habia pue to en el sur a la caheza de (ltro cuer
po de eJército, que habia derrotado al jeneral Nieto en Cangallo, pe·
ro aquel ejército siguIó el ejemplo del d 1 l\" orte y ie puso bajo las
6rdenes del Gobierno, fagando Gamarra para Bolivia en el mes de
Mayo -Quedando asi la República pacificada como por encanto, Orbegclso
dimitió la dictadura, de que habla sirlo investIdo, ante la Convencion,
y juró la Constitucion que la misma Convencion habia re f<
nmado durante la guerra. Cuando habia sucedido la derrota de Il~
dos ejércitos del Gubierno por los sediciosos, la Converlcion habia
dado una ley previ niendo al supremo delegado, a qUien habia numbrado
el presidente para que admmistrara el supremo porler elecutivo
mientras él mandaba el eJércIto' en campaña, pRra que solIcitase
auxdi t s de la HeJJ6blica de Bolivia oara paclfh'ar el P"ru, lo que no
tuvo efecto por haber sucedido la pncificacion sin la n cesidad de e te.
8UXIIIO.-La-Fuente durante estas circnn@tancias emprendió otra conspiracinn,
que slI bida p r f'1 presidente Orbegos , flté evitada pr ndu"ndo
a La-Fuente y remitiéndolo a Costarrica con el dInero necesario
para Que sub istlese alll.
Gamarra desde Bulivill, y La-Fuente desde el Ecuador, pu ~ i ron eQ
mOVimiento tndos sus resortes para hacer una nueva revoluC'jon, Que
estalló en el Callao ell.O de en ro de 18S~, pero La-Fuente, que
habia ido desde Guayaquil de incognito, no se atrevió a baJar a
tierra en el Callao al tiempo del estallido. Gamarra fllovia todos sus
resortes por medio de sus aJentes en Lima y en el 8ur, pero no teniendo
persona que se pusiese a la cab ~a, convinieron en poner a
Salaverry ha ta que pudiese venir el mismo G:t marra. A i stalló la
revolucion el ~S de febrero de 1855. El mi mo día el c(\nsejo d~
Estado constitucional autOrIZÓ al poder ejecutivo txtraord,nari ll ment
para tomar todas las medidas convenientes para salv ar la Republlcn,
y previno en su decreto de la mIsma fecha, que en el CRSO de que
el ejecutIvo, que servia entonces el presidente del senado, pur hall arse
en el Bur el de la RepubIJca, fuese oprimido ó depue to el
presidente de Ja Republica jencral Luis Jo~ é Orbegoso eu cualesquiera
punto donde se hallase reasumiria la autoridAd suprema. El
jefe del poder ejecutivo hizo inmedilltamE'nte un expreso al Jener d
Orbrgoso, que se hallaba en Arequipa, transmitiéndole la antorizaclOn,
y habiendo d~ aparecido por la fuerza la autoridad del presidente del
senado en 2 de abril, el jeneral Orbegoso reasumió en Arequipa la
autoridad suprema y la dictadura.
Solicitó entonces los auxilios de Bolivia conforme a Jo di plle~·
ro por la ConvencioD desde el año 84; fue hecho el tratado de I
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,
~9
Paz en 11} de junio, y siguieron la paciticncion de la Jtepública
los ultellores aconl Cimientos,
EL CHANDU
AR'f1ICULO JO 0- ERIO.
ConVéHiunt r' bus nornina saepe SUl
EPIGRAMA.
1 n hombre de mui corto entendimientt>
}' de gran vanidad hizo un tratado,
y bu e -nd le un título adecuado,
.El nombre que le pu o fué de viento
A mucho parecio]es tont ría
Vento'o lIombre dar al papelucho;
1\las yo ere que el tonto acertó mucho;
Por q le el nontbrc a ü¿ co a cm v n~a.
Cuando vino a mis manos el prospecto del Chanduy le lei COQ
la mayor impa 'ibilidad, y me propuse no E:mplelir mi pluma ni gaslar
mi tintn en crlticarlej pero como el d graciado editor ha venido
en u numero prImero a e treliarse contra la Verdad, la hija de
mi ntrañas, he creido que ~ pr ci o hac r ver que la Verclad
Desnuda es mas t nllble que vestida del arnés de Palas.
El handuy es vientu del Oc. te que de ca lo pantano!!, temp-
la ¡o' Ilrd rora) os del Sol; de pCJa In 8tm6 fera, acl~ra 1 horizonte
tr~s a 1a 1 ¡Jolen de la pl:mtas ma cuhna , activa la veJetaCICln,
r<. t ulcce el e llihbrlO do las fuerzas vltale , gratdl a nl! tra roir,
l. t (tCla: todo e to en cuanto irnto' n llanto p riódico dl'ge"
ti el lel'rutO I:et CO,."zon h'l m'l1l0 u.form'Li el incendio, cf¡';lpara la
nube, selá el ('replÍsculCl, f pan'ira scmlll ltB u'f'IUá 111 t\ljil~, e~ ti lve¡''¡
la I nrl1"Juia en su mismo torbellmo f'T. con iucl Ir de rOlO 'ilIll
'nt(IS útil , ¿ifundir pnnciplO d l1l1d, l,,'escmlal(í ,¡na M',.a
ciell 11 il !TU IInn s de Vt ces ma or que la d' N (,é, pill;o' f'rVlr I par
., 'lile e salven en ellQ los E~tados hl:-pnnC?-amNlc" lIC1S Ijue ocupan
C n·a de medio mundo, y 'rvjrll en fin prrn mucho ma de Jo que
¡rve 1 a un de Colom:J, 8 .gun la re" ta o .J I}ln laria Farina,
Esto es lo qu rieb IDO e perar .jd eh JI 1i como \liento de •
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OAste, y como periódico eventual, segun el prospecto que hemos visto.
Como vi ~ nt() sea lo que quiera, y sirva para lo que le dé la
gana: poco nos importa; pero como PERiÓDICO EVENTUAL no sabemos
lo que sea, por que un pe"iódico que no tIene pc,t'iodo no puede
ser peri6dico~ aunque digan lo contrario E culapio, Hlpócrates, Galeno
y AVIcena. S ra impreso, será publicacion, sera papel vol nt(\;
pero eso de periódico necuacuam. Lo eventual con lo periódico viene
tan bien como vendfla lo inconstante con lo CClnstante.
Con todo esto hemos g3nado ya el Baber que el edItor del periódico
eventual ha conlrairlo el hdbito de investigar la verdad en
todos lo, negocios de la v.da, aunque se le escapase mve tlgar el
sigmficado de la palabra periódico. El dira que este no es negocio
de la vida, y yo le diré que a 10 ménos no es buen negocio, y que
e.q el mas malo de todos cuando se empieza bajo m'ilos aU8picio~
Tampoco puede ser buen negocio el metf;'rse en este tiempo a tratar
la cuestion de intervencion que nos .anunda, porque f!i no la trata
mui mal, es necesario que desagrade a Don Agustín desHprobandole
su injerencia en los negocios qe B .livia en el año de 28, y es preciso
que desagrade tambi~n a los restauradores de don Agnstln, que
no tenían razon alguna para restnurar lo que no habian ellos perdido.
Pero no se mt-tf!r$l el Chanctuy en e tas hl.nom6s: él oirá simplemente
que la intervencion de Sllnta-Cruz fue m'lla, y que las demas
son buenas, porque asi como hai periódicos eventuales, asi hai
tambien buenas intervencione¡¡; ó dirá, y sera lo mejor, que hai intervenciones
que no son intervenciones.
H"mos ganado tambien el saber que el editor del Chanduy
es aficionado a la medicina, y que por eso nos ha llenado el prospecto
de fiebres, delü'ios, "epll-to de dere has, que es una e~per.ie ne
plétora, y esento de deberes, que es un jéne.ro de atonía, cerebro, frenesí,
vértigo, ptllmon, equilibrio de j llerzos vitflles, conto'lJio &c. Y
como el médico es mene ter que sepa algo de botanica, nos habla
del polen de las plantas masculinas, aunque para no dejar tan desairada
a la botánica debió m ter allí mIsmo los piRti10s y las corolaa
de )as plantas femeninas, sin cuyas cosas el pó1en no da ningun
provecho. Y como todas las ciencias natmales tienen rfllacion una~
con otras, vemos que el Chanduy por la mt'teorolojia tenia. algo que
hacer con la atmósfera, con el inVierno, con la equedad, con ~1
horizonte, con las nubes, y hasta con los cr pU. CIlIos, aunque estos
no necesiten de viento alguno para exi~tir . En todo e to se trasluce
lo que quiere decir el editor del Chanrluy; pero hai CM8R en este
papel, que ni el diablo que tndo lo sab, s capaz d ndivinarlas.
Aquel pulmón que exhn.la maledicrnrifl. no es cosa de anatomia;
aquel deg1'adante nivel de los visinnarios de l" naw"aleza no
pertenece a la albañilería, ni a la hi iraulica; aquel ,-evo/cnr el Ecuador
en el lango de las conspiraciones, no es cnsa de a~tronomia,.
ni ne política, ni de oratoria: esto de r~volc8r en el fango es e •
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7L
SA muui lucia en el Ecuadnr, en los trópicos y en lns círculos po~
lares: aq ello de que en la rejion eq uinoccial tenemos al Sol casi perp
pndiuculmrmente, es . una verdad en ciertos días, y es una falsedad
en J009 ro as meses del año. Las rejiones e.quinocciales son cosas que
no coono e el Chanduy, aunque c rre por alguna de ellas. Concediéndole,
por suma complacencia, que todas estRs rejiones se hallen en
la missma vecindad del Ecuador en que está Guayaquil, ea absurdo
suponoer ne tengamos aqui siempre 108 ardorosos rayos de un Bol
casi p er endicutar. Ahora ocho dlas cuando el sol estuvo en el tr6-
pico de cancer, sus rayos sobre Guayaquil han sido tan oblicuos
c mo I lo f(leron al mismo tiempo en el norte de Francia en el centro
dee A tlmania y en la parte meridio,nal de la Rusia. Cuando dentro
dee s is meses esté en el trópico de capricornio, I CBefán sobreGuayaaqm
l los mismos rayos con igual oblicuidad que sobre varios
pllntoos de l territorio araucano. Esto lo saben los geógrRfos mejor que
los cuuran deros. Yo no digo nada de los médicos. Aquello de deseca1'
el terrreno del corazan humano, es figura retórica de }i'rai Gerundio
de Cltl1mp ' zas: aquello de que un viento 8ofoque un incendio, 6S otra
figura l eo tra las propiedades de las cosas, porque los vientos contribuyen
a umAntar los incendios, no a soforarlos: aquello de hacer al
viento cr _'- tJu~eulo es cosa contra la meteorolojia: aquello de envol·
'Ver a l la a1¿arquía en &u mismo t :w6ellifto, es Jerigonza que si qUIere
decir aig , st'rá Que la anarqula quedarA COID3 se encuentre.
Ahora dirémos que este nombre de Chanduy no es lo que
dice el e Itor del papelejo .,emienciclopédico, como él !le llama, si
nu lo ) que nC/sotros vamos a probar con la manifest cion de nuestros
ccon cimientos dimolóJic03. Chn.nduy es evidentemente una cor·
ru pcio:>n e la frase francesa anticuada Chant el' huy que equivale en
nnestr o, castellano a candan del dio.. L.l cancion del dia para el edit
r dee e!- te papel. es la Gamarrada; y si creemos aquello de que el
Abad. de lo que cantn. yanta, que es derir, de lo que canta come,
el Ab ad sRbe lo ue h ce, aunque 8 nosotros nos rompa las orejas
con BUS desentonos. SI el Abad queria un nombre conveniente para
el pll pel qU6 se proponi~ escribir contra la Ve)·daJ. Desnuda, yo le
hl.bif'rra con eJado que adoptase el de ERROR ENGUALDRAPADO, Y
de estte modo los nombres de los papeles habraan dado a conocer
la ce., ntradicC'ion en que debian estar eternamente Jos editores de In
'P'el·dll tri. del /f.rror. Entónces hubiéramos aplaudido el injenio con
fine .,11 A ad habia caracterizado su papel con solo el nombre que
le dieera.
mejemos aquí e) Dombre y el prospecto dAI periódico e entual,
y entrrem s a v r lo que nos dice el Abad de Chant d' huyen su núlJrimero,
en que hallamos por epigrafe que tos hombres supeen
tf)~O J ~nero, deben ser hombres consagt'ados y aun sacribten
Jlneral de la especie humana. Esto se lo aplica el
bad seguramente porque ha creído que es él UnQ se WQ.
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-.¡J
homb1'~s supe)'io1'tS, aunque no lo sea sino en. todo j cnerl'¡ d ~ , lpl'¡ficlalidades.
En el artículo con que principia su número pri mero
hallamos una leccion de moral, que cualquiera donaao de San J u- n
de Dios la babna dado mejor copiando algun trozo de Frai L is de
Granada, en que na hallariam')s la, plZl""nga,na,da de la cift'a que equivale
a ce"o en la áljebra polítiCtJ; y cuando el tal donado no h ..
biera querido hacer creer que conocia el nombre de alJebr ' ,lo hu·
biera acompañado del artículo mB ~ culjno el, que se junta a los nom·
bres femeninos de esta espeeie. L'> unico que hallamos recomendable
en quel artículo es el apóstrofe que el buen Abad de Challt·
d' huy pone a la conclusion: ó hombre! conócete a ti mismo\ H oc PL,
Hlc LABOH ES-r, señor Abad. ¿ Cuando se conocerá lJ. a sí mismo ~
Pasemos a la ,'eseña de los principales acontecimie~tos polí.
tico-militarr;s del Perú, que sigue al articulo moral, dedicado a las
madres de familia para que lo lean 8 108 niños en la cuna. Al lí
entre mil Up atinos hallemos el cumplimiento que hace el amab le
Abad a la Ciudad de Lima, en que él aprendió lo poco quo sabe,
no porque no le en ~ eña en mas, sino porque no pudo aprender: a esta
ciudad la llama seno de la cort-upcion, cf,t'le inmo'fal. Para esto
¡olo, y para decir desvergüenzas al j neral Santa-Cru:/, que desprecia
como debe al Abad, se mete este a historiador de ,acont cimientos
que cualquiera sabe mejor que él.
Entre las infillltas in xactitudes que hallamos en la reseña not'lfémos
las siguiente, en que no se ha pecado méno de ignorancia
que de malicia. El Abad atrIbuye a la primera constitucion del Pt>rú
los desastres que todos sabemos; p ro estos desastres que flleron las
derrotas de los jércitos peruanos en la Macacona, en Torata, en
Moquegua y en el alto Perú, ocurrieron antes de h:¡berse sancionado
la tal constilucion, y mnl puede atribuirse a un efecto la causa
que no existia. En todo eslo hai ignor~ncia. El suceso d 1 Balconcillo,
que pone el res ñista, 6 reseñador despues de la promulgarion de
la constitucion, ocurrió cerca de un año antes, y cuando dice que
este motin militar fue acaudillado por el Jeneml Santa- Cruz. omite
malicio~amente 8compañ .. r al nombre de Santa-Cruz el d Gflmarra,
cuya firma es una de las prim r lls que se v n en la nut s, ó
documento de que hace mérito nue. tro Abad. El hecho es que G ~
marra fue el autor principal de sta mamobra despues que fIje iu·
dultado, por intl'.j del leneral S nta-Cruz, de la pena 8 que se le
condenó en el con ejo de guerra que e le h.zo por la derrot'l que
causafCm su ineptitud y su cobarrlill en la MaCaCllntl ; y fue t.ln principal
autor del suc o del B Iconcillo como lo filé de la d po ici on
de La-Mar, de la revoluclOn cOll tra La-FlJente, de la Tebellon contra
la Convencion, de la Insurreccion contra Orbegoso, y de la infiden.
cia contra Salaverry, contra 6nta-Cruz, y contra la Confed ram ' n,
de quien él fl1 el primer roclamad r vn el Cuzco. Cuando J Abud
Jcs<.ña la !Jérdida del ejército n Scpu turas, despues del triullfo (;n •
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7j
Azapa y n ,zepi ta, cólla tnmbien maliciosamente que Gamarra, que
~r a el segufldo Jefe de aquel eJército, rué tambien la primera cansa
de la pérdida qu t: se sufr ió, porque desertó de él cobardemente, y poniéndolle
en una fuga precipitad a, no paró ha. ta llegar al puerto de
Ylo. Entónces fué cuando en la costa del Perú se acomodó a un bai·
lerillo popular, ]Jamado la conga, la siguiente copla que nadie ha
olvid udo hasta ahora, y que será siempre un documento histórico:
i De los c( rredore-- Cunl es el mejor ?-Jenf'rlll Cnmarra-Se lleva la
flor. . si pues, mal pod ia el jeneral Santa-Cruz realIzar la retIrada
que intentó hacer y mal podia dejar de convertirse aquella rf:tlrada
en disolucion del ejército, cuando el segundo jefe ' de él es el PrImero
que da el c¡emplo al soldado para la di pcrsion. Presto dijo
Holivnr a Santa-Cruz cuando se le pres' ntó despues de aquellos
sucrsos: Me bastaba s .Ibe1· qu~ U. llevaba al jefe de la Jt.lacat'ona ·
.n su ejét'cit o, pat'a contarle por perdido. Omito hacer oh ervacion
alguna sobre la critica que hace el Abad de la conducta de San
Martln., porque absurdldades semejantes no se observan, sino que se
deja que los observe el que las Jee. En toda esta parte de la reseña
.esta mui descubIerta la malIcia del Abad.
Despues de la reseña trae el numero primero otro articulo
titulado: Calumnia desmentida, que comienza en tono de bando: Por
,uanto la "ictoria ~c . E. te articulo es del mismo jénero que el otro,
un desl'ergonzado tita que contra Santa-Cruz, finJiendo defender a lo!
eoroneles Gujl~rte y SlIgarDRga. Yo deseana mucho no ver la de~ n!
a de e ~t(¡ s (fiC'iales hecha con tanto calor por los periódistas GaWlarrinos
de Chile, del Perú y del Ecuador. MAla espina me da es- '
ta defensa. Estlli mui léJos de condenar B Guilarte, ni a Sagarnae",
y pu sto que son aro rica nos, como dice el Abad, quiero que
!US nombr s queden sin manchn alguna; pero no les deseo por lo
mismo que s an 108 Re tauradorE's, los que hagan la apolojlB de ninguD
Peruano ni Boliviano que haya tf>nido que luchar contra ellos. La
ealumnia desmentida por (tros calumniadort>8, no queda desmentida,
ni se ha probado que fué calumnia. Por lo que hace 8 Santa-Cruz
yo d bo decir al Abad de Chant d' huy, que aquel, como todo Jeneral
en j f e, ha tenido siempre el derecho de aCUBar a us subal ternos,
y roan darles formar ('on eJo de guerra iempre que .;rea que
no hIlO cumplIdo con eu d ber, sin que en esto pu eda haber calumnia,
au nr¡u6 despues de RCU ados de cobardía, de traicion, ó de inep·
tltud salgan Vindicados. El moral Abad se escandaliza de las clt luronias
ne no son tales, y se mues tra el mas impudente calum niador
de la tierra. El se asombra del escándalo que se da calum niando a
un e ron '1, pero no se escandaliza de calumnier a los lE lIend es El
da a entender que Guilarte y Sagarnaga com tieron un 1Jecado políti('()
n obedecE'f al J( ~ su premo de su nacion, y en tras p8rt~s dQ
su papel ~jo semienciplopédiff quiere aparecer como apóstol del órd· n
;ontra la aDlu quia. Las copias de los documentos que nos presenta
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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el AbarJ, lYt}o lrr. "e'petable fin»", de Castilla, probuán cuando m:U!i
que el coronel Sagárnllga cumpli' con su deber despues de la b. t~
l1a 4e Yungnij pero no prueban que hubie3e cumplido con ell , s
en la batalla~ ni despues de la fechn de aquellas cart IS. SI Sagárn aga
pudo evitar e1 entrf'gar.e a los ReslauradClres, y le era po ib le
h~eerse paBo hasta BolivIa con la tro n que tenia, no 3e Justifica con
h,,}Jer escrito antes de c:u entrega lo que ha publicado la pren a restauradora.
El Señor Abad entendera. Illucho del arte de partear, !!!Iegun
lo acreditan los terminajos con que se explica en el numero pú.
mero usando de figuras ccmadrónicasj pero e to de saber con que
clase de documentos se han de probar los he 'hos disputados, es cosa
que pertenece 8 otro arte muy distinto. La parten a no e3 la
crítica.
Entraremos ahora en el examen que ha('e de I Verdad Desnuda
~I morallslrno Abad. Comienza su tarea desapr b'lnno el adJetivo
desnuda qu,e acompaña a la verdad, y dice que esto es (lfens 'vo
a la decencia pública y a la moral no menos sevet'a. Yo no pt1e~
do adivinar si. e~to es chiste, ó es cargo formal contra l título de
este papel. Para chIste le falta aquella sal ática, que se difi re cia
mucho de IRS ciltértlc8S que recetan 108 médicos. La una hace r -ir,
y las otras todos sabemos lo que hacen. Para cargo, le sobrll razun
~l Chanduy para hacerlo, si consideramos que su razon ('sta nferma.
~f pobre hombre no silbe, que verdad desnuda, segun el diccionario
de 1a Academia españ;)la es ve)'dad patente, clar", sin rebozo, do blez
ni lisonia, dicha sin atendet' a resados pa1·ticulares. El crey6
sin duda, como cree todos los disparates que le vienen a la cabezr"
que la verdad era alguna mujer que nece iti¡bo, por lo menos,
de una camisa pr¡ra cubrir las curnes que no tiene. j Pobre escrupu ~
loso! él no sabe que es una maxima legal: 'Deritas nihil vereltt't' nisi
bscondit: que es d cir, la verdad solo debe avergonzarse de an~
al' encubierta. Tampoco sabe que.Lord Byron en su Childc-Harold,
dijo p,or la mi:lma razon: N",da h!Ly filas mm'al que In verdad elesnuda
(canto S o e tancia 17.) Sepa plle el crítico dispat'atolójico,
que la verdad no tiene sexo natural, como tIene jénero gram ticalj y
sepa que dijo un chl te torpí imo, cuando dijo que yo presentaba La
" e,.dad en f ueros: porque la v rdad no t~ene enero com\) 10B Jumentos.
D I mismo modo qlJe no se dice pf&red en CUC1'( s, sino pared
desnu-la, cuando no psta entapizada, ni á"bol en cueros, sino desnu ~
do, cuando ha perdi~o BUS hojas, asi se dice que est:i. rlesnudo y no
en cueros, ni en pelo, todo aquello que ni ti ne pelo, ni cuero.-La
E:spre ion de estar en cueros, aplicada a una persona, es baJ y dema
iado vulgar: aplicada a 11\ verdad, que es un cnte moral, es no
solo baja y vulgAr, sino la mas impropia de qlJe pudi era u. ar , nn
aprendIz de sastr ria .. Hecuerde el Aban,. si sca o lo ha sabido alguna
\'ez, aquello que dice el Eclesia ';¡ en el C81lítulo décilno: las
pQlabras de la boca del sábio ·,on gt'aclas, y conozco que no hai ~
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ni p'lede haber gracia en hnhlar Có1mo los tontos.-Ahora verá m
Abmd cuau fuera de propó ito trae ~u comparacion con e,l astrQ del
did., que viene tan al caso como por los cerros de Ubeda.
Signe luego el piado. o Abad, despues de soplarnos una letania de
aom:cpcioftl's tn nstruosos Jetos mutilido8 falsos enjmdros, gestaciones
tt'etl/¡ebundos abortor, vibo1'esnos y ponzoñosos reptiles, con la noticia
de que el Ecuad()r necesita de luces, no de Llamas; pero por Jo
mi IDO, no debia él meterse a escritor en este pail, que necesita de
Iucles, no de llamas; que necesita verdades, no absurdos; y por e to
cleme dejarme a mi que comunique las luces de Jos S3 hios que hai
en el mundo, no las mias que son ningunas, E~tas Juces ocupórnn
1 Dug r de las llamas y de las hogueras, que encienden los ignoran
e sin saber lo que se hacen y Sin percibir la diferencia que hai
er t e luz y llama.
¿ De dónde ha sacado mi Abad que yo me erijo en apóstol
de anarqui,,? ¿ por flué no se ha tomado el trabajo de notar e3\~
pri CipIOS anarqulcos que ha advertido en mi papel? Principios nnárqllic.
os son los que han profesado los secuaces de Gamarra y de Salav
rry, que destruyen desde sus cimientos el órden y la regularidad
de toda in"tituclon política. El que condena e&to! princIpios n0 puede
er apÍ)stol de anarqula, sino apóstol de la tranquilidad pública,
apóstol del rt'speto que se debe a las instituciones sociales. Entienda
ues el Abrid de Clumt d' huy qlle si todo el mundo tiene derecho
para quejarse de nuesh'03 gobiernos, menos el que debe a ellos
BU xistenda y su todo, yo que 110 les debo la eXistencia, ni co a
alO'II na, no telJgo menos derecho que otro; porque yo no solicito nada
de ninguno de ello~; porflue jamas he seguido la carrera de los
emple 9, aunque he e~t do empleado muchl\s vece3 en comisiones
d la mas grancle importancia; porque no he sido nunca el e clavo
miserable, ni el hambrit·nto que he ofrecido mis l5ervicios 8. IlO hombre,
sino a la causa de un paitl; ,porque jamas he hecho cosos contra
mi opinion, hli bi 'ndome separado inmediatamente de aquel partido
que ha manifestado id as contrarias a mis principios de ju ticia
y de política; porque no h , ntrado nunca en revolucion alguna pan
medrar; porque cuando e tré en el cllt41 g) honorifico de los primpr
s promovedore de la independencia de América en 1 10, acri·
ti ¡lié mi din ro on ~ lijo de e~ ta callSR, y porque no he sido, ni
"oy, ni . eré de los plltriCl tas que e hicieron tales por la necesidad
de . aClar el hambre, fJue s el patri tismo de muchos. Mi Abad ma.
niti sta el temor que tiene de que mis escritos abrasen y emponzoñ
"'n el Ecuador, y da a entend er que si fuera él presidente de esta
Rel¡ública, no me daria hospitalidad en ella La fortuna mia consiste
en que el Abad está tan I lOS de ser presidente del Ecuador, como
yo lo e toy de rejir la República de HaltL El Ab d quiere qu
murmure en s Itllcio, qUB tt"a2e caracteres sobre las aguas, y que me
1:e8ign~ al ()!~t ra cis ",," ron qte me hubiere Mnrado la ñat~ralez~; pe-
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ro In murmuracioa sileRciosa no seria provech 96 a a di ; Y los o t({)d
dos consejos no se lo que encierran en sus mlsterio~as fig'lr 6
apocalipUC8s. Yo no se j el Abad entendena mejor mIs cdcrito!j cuan·
do yo hubiese trazado mis caracteres sobre las agu83, ni pueJo atí ·
flar con qué cosa sea ese guis te de stras, que me proporciona la
n.aturaleza. Yo se lo que era ostracIsmo politico en Attnas, PE r0
ostmdsmo nalut'al s lo puede ser alguna cosa buena para almorzar
con vino de Chabl i, y mej r si es en el /JOI her de ( anca le. j Ah si
sllpiera el Abad qué buen ostracitlmo prop reiona la naturall'za en
Francia! El arte tambien sabe alli sacar un huen paltido del ostracismo,
en las huiltes a la c qui/le, en los esctllops de Ituitres, y
en otras combinacIOnes diferentes. Pero el pobre Abad ign ra todo
10 que hai que sab r en materia de o tracismo.
~o aprueba el Ilustrado patrioti mo del Abad el que yo haya
dicho en mi prospecto que las nueva~ republícas amencanas no han
hecho los prO!!1'eSOS que esperaba la {ilosofia de la ind, pendencia
de estas vastas ,·ejiones. Pues bien, que no sea asi, Conv ng mos en
lo que quiere nuestro Abad, y digamos que la América antes Española
ha ganado inmensamente en ctvilizacion, en riqutlzrt, en pobl(f,cion,
en comercio, y en casi todos lus t'amos del saber ¿ Por qué no le
darémos gustu en una cosa que no nllS trae ningun gaslo? Aun ffi llS
diré si qUIere; diré que } a hemos dejado atras a los Anglo-americanos,
a )os Inglesps, y 8 los Franceses ¿ Y qué cuidado me da a mi
de que se rian los gringos?
Quiere el Abad que yo le dIga a qué épocn debo 108 conocimientos
que ostento, y si soi ó no americano. Preguntas mUI e cusadas
son e. tas, porque es evidente que mis pocos conocimientos no
puedo haberlos adquirido sino en mis dias, no en los de mi abuelo,
ni en los de )a jeneracion que está por venir. Pero si se quiere inferir
de aqui, que yo me he educado bebiendo los pnncipios de los
periodi tas de la revolucion, se er.gaña mucho. Yo estaba ya e lucado
el año S. y corría el mundo, vi ndo lo que el Abad no ha.
visto, y haciendo comparaciones f¡ue él no hara ahora mismo, porque
no esta en el caso de hacerlas. Le diré tambien, que antes del nño
8 se publicaba el Mercul'io Peruano, el Diario literario de M/'jicl/,
la Gaceta polítir,a de Ouatemala, el periórfico de B"grtó, y el Semanario
de la Aueva-Gronada, que contenian mas v rdadero saber
que el que se encuentra en todos los papelejo8 semiem;iclopedicos, que
plagan hoí la Rt'publica de las letras, como dice el Abad.
En aquella época e taban ya educados los Peruanos Peralta.
Conde de la Uníon,Olavide, BaqlliJ8no, U nanue, Bueno, Mor no, Paredes,
Rodríguez, Casa Calderon, Feliu, Vidaurre, Morales Duares, Da'
810s y Valdes; los Mejicanos Clavijéro, Revillagigedo, Villaurrutia,
Mociño, Rio, Alzate, Tal a, Gama, Gorostiza, Santa Maria y Alaman;
los Centw-americsnos Flores, Goicoche\ Goyena, Jusrros, Larrl\za-a],
Aicinena, y Valle, aquel jUrisconsulto que J1lereció un recuerde
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honori6co en el te~tam nto elel célebre Benth1n, i aque1 Florés que
fue llamarlo a la corte de E~ plJña para que fllese médico de cámara
ne Carlos S o; los VE'nczolan(,s Miranda, Bolivar, Paul, Roscio,
Bello, pdlacios. Gual y Esparrugo a, que mereció como Flores ser
llamado a Madrid, dond file h( cho cirujano de camflr'l de Carlos
4 o; los Granadinos Cald3s, Cabal, Castillo, C'Imilo Torre, Dur&n,
Madrid, Pombos, Re. trepo, Slllnzar, Vlloa y Zea; los Ecuatori1nos
Mejill, Olmedo, Kocafuerte, Matdonado, Araujo, Salvador y Sall; 10il
ChIlenos JesUItas Ovalle, Molina, Lacunza, y el crucifao Henriquez,
que fué el primer eSCritor de la revolucion de aqnel pai Q; y los Arjentinos
Moreno, Funes, y Garcia. COII perdoD del Abad sea dicho:
Jos pTClgresos inmensos que hemos hecho desde el año 8 no son tan
inmensos c¡ue parezcan hoi los nuevos literatos educa~os en las guerras
civiles, ni t n grandes, ni tan buenos, como los que se educaron en
el tiempo en que parecia que no habia educacion. Por lo que rf'~pectn.
a la civlilzacion hemos adelantado sumamente poco en alguna '
part ~, y nada absolutamente en otra8. Como una de las consecuenci:.
s de este poco adelantamiento podemos prf>sentar la aversion casi
jenernl a los fxtranjeros, que es una de las señales mas evidentes de
la falta de cultura. El enemigo de los extranjeros es el enemigo d
las luct s y el amigo de los mas groseras preocupaciones. Veamos
nuestras obras desde el zapato hasta el libro, y veamos las de 105
extranjeros, y nos convencerémos de que si no aprendemos de ellos
todo cnanto hai, harém s un papel mui ridlculo en el mundo civilizado.
No es mas IIue el com rcio con los extranjeros el que pIllO
ite hacer de nl'sotros lo que queremos ser antes de conseguirlo El
pRtri .tl. roo SI ñ "r Abad de ChRnt d' huy, es muy loable; pero la necia
vanidad no es patrIOtIsmo, sino el ob taculo que se opone a 108
progre. os de la felicid nd de la pAtria. Nu stro comercio ha hechC'l
grande progre Ol", dice el Abad . ¿Y dónde los ha hecho? ¿Sabe él algo
!lobre e:,ta materia? GIH\ aquil, por e¡emplo, para no ir mas leJ s, ¿cu5nto
E'S lo que ha ganad ( Yo me contentaré con que él me responda a sto,
in ro t r e en la dificultad cie decirme nada sobre el Perú, sobre
Ct>ntro IlmériclI , sobre Méjico y otros pai e mn remoto . Esto seria
perhr dema lada nocione m( rcantiles 8 m:a persona que se mani.
ti ta tan docta en el arte de partear. Chile ha gRnado mucho, no
inmensnmente como dice el AbRte en su romet-cio, rn 81' "iqueza, en
.!'j civiliza. ion; p ro sta ganancill, que e debid tanto a Il1s circ ll nsias
f¡ lices de aqu I pais, como al abandono con que los otros Est
,trt s hlin mirado SllS verdader s int reses, y al de orden en que han
e tado sumidos, hubi 'ra sido mucho mas conRiclerable, si los gobif.rn08
de aquel país hubi . n pue. to de u parto los medios necesarios
para auxiliar el eJe arrollo de f>S!l misma riquezn- Si Chile ha prosperado,
. in qlle el Gobi rno cuide iquiera del blleo estado del cami ·
no de Vll lparai so, que eLb1 mejM quehoi en tiempo · de los espa ·
- oles' in hli ber trl~tado de. er cal zadRs :} loos panta DOS ni de [l.'
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'8 ou puei1tes a )¡,S nos) a los efstero~, que n invierno hiaoon . uma-menle
dificil y peligrosa la comunicacion de unos- pro villcias con
otras, ¿ cu!d habría sido el progreso de Chile, si hubiese gGJzado en los
últimos veinte años de gubi rnos y de congresos éomlpu( stos de
Jaombres verdaderamente ilustrados? Cuteje, SI puedf'., el Señor
Abad, los progres s que ha hecho la isla de Cuba, esa colonia cs·
pañola, en los ultimos veinte años, con los de Chile y diganos des pues
si .ts inmenso I(J que nosotros hemo:; adelantado, y si no es unu
vergüenza que !laya sido tan corta la inmensidad qlle pondera. Pero ya
~ue él no hara estas comparacion s, porque en ellas no h 11 rá nada que
tenga relacion con 1 s abortos, con las jeslaclOnes, con os fetos, con
las molas, ni con el cli. ter; yo lo haré en uno d mis núme.
ros siguientes, y no hablaré al aIre, como él lo sabe lIacer, sino sobre
los datos mas seguros.
Ahora, por lo que respecta al inmenso progreso que hemo ~
hecho en riqueza y en poblacion, será mui in. tructivo que el Abad
DOS comunique los resultados de sus indHg ciones est dí ticas. pre~
sentándonos el estado en que nos hallÁbamos ahora veinte años, y
el en que estamos actualmente. Entre t'lnto será bueno que él sepa desde
ahora que los E tad~)s-Vnidos en casi igual peri odo hahian duplIcado su
poblacion, srgun los datos de Malthu~, y segun 108 de Tocquevirle estas
duplicaciones han selZuido hHciendose cada 22 años. Por lo mismo
tendra que darnos ahora en los Estados Mejicanos una poblacion de
quince millones por lo menos, en el Perú tina de tres millone!', en Centro
América una de cuatro millones, y asi en proporcion en las de·
mas Rep6blicas Ilmericanas españolas, sin que por esto podamos Ji.
sonjearnos de la mmensidad de nuestros progresos en la poblac!on,
que ha quedado estacionaria donde no .e ha disminuido. Y en cuanto
a la riqueza, ¿ qué nos dice el Abad? Aquel Méjico que tenia
veinte millones de renta en tiempo de Humboldt, ¿ cómo no daba
mas que diez y seis millon 8 en 1 37, 68 decir, ahora dos año, cuando
sus gasto~ ascenJian a veinte y cuutro millones? ¿ Es así como se
h · cen los progresos cm In riqueza de las naciones? Y el Perú ¿cuánto es
lo que ha adelautado en riquua en cada r volucion que ha hecho Don
Agustm, Don Antonio, y Don Felipe? Mi buen Abad de Chant d' huy
se engaña mucho creyendo que no tenemos nece~i d8u de iOlit, r a
tos Sui:z¡os y a los N orte-amf'rican s en su ensatez y en su mllralidad.
No habiamos de ver tantos defensores de los prinCipios de Ga.
marra y de Lafuente para convenir en e too
Concluyalllos con 1 número primero del Chanduy diciendole al
oditor espantadizo '1ue no ee acongoje tanto coo la idea de que
la Vetdad Desnuda p~ede cau ar esa contl gracion en que nos abra ...
semos todos. No hay razon para perder el sueño dandose a e tos melancólicos
temores. Lo mas que puede hacer la verdacJ dunudQ. es poner
desnudos de sus uniformes y de sus capirotes a los trastornadore@
d~ los p~blos, para que se les conoz~ bien, y ItO sigan htlciendo lO!
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,él\(, • yUó La tn atl1l1 han hecho. ESto3 lo 8 ltlrdn, com es natu-
111; pero ,OChO los hombre sup riores 1::n todo Jénero deben 8 -eJ.carse
ul >ien j f'n ral el Sl:'ñur Abad de Chant d' huy hallara en es-te
sncrificif el con uelo de los hombres superiores en todo jénero .
La V dad Desnuda, por nhora, y para quitar a U. sus recelol,
solo inculcara ince anternente sobre dos cosas: la primera, que no
cun ¡entan los pueblos a mericanos en ser mandados por hombres qlJle
no tienen tl lento ni virt udes para mandar. la segunda, que no den
u vot s 1'lIra diputados de los Congresos a hombrea que 1< solicitan
para vIvir del pro dueto de laa dietas, 8 hombres que no tienen
~ ¡rtun a, a hombres que qui eren vivir de la poJitica y de Jos emlJ
leos, por 'lue e~tos tie en la patria en el e tómago, y no tratan mas
que de dij m la may r parte posible de UDa riqueza pública, que se
forma de parte de lo necesario que se quita a los pobres mdustriosos.
Cre' que con lo dicho hasta aqui ñabria bastante en este n&mero
de la ,r erdad para pr! bar al Abad de Chant d' huy que habia equivocado
su profesion d ' ndose a I as tareas de escritor; pero acaba de veni
r a mis manos el número segundo del periódico e"entual, y me veo
preCisado a decir algunas cosas mas sobre esi-e papelucho. Despues
del artIculo morn l, en que por esta vez no se acordó del áljebra
nuestro FrAy Gerundio, entra en la reuñG, que deJÓ pendiente
en el número primero. Si reseña en castellano· es t~ fl,CJta que se loVIa
de las señales mas distintivas del cueryo del hombre, ó de a/gun
fwimal, pa,. venir en r.onocimltnto de ellos, debemos c,eer que esta
res(·ña del ~b a d de Chantd' huyes escrita por él mismo, para que
le conozcamos por lRs señales que nos da de su color, de 8U pelo,
y de sus lunares, mas bi D que para decir nada sobre los acontecimi
ntos politicos del Perú , en los que no hace el pobre hombre
mas que habl ar bien de lo presente y mal de lo pasado. Esto no
s lo peor, ino que pil ra ntonar su tanto t!.el dia, cree necesario
nu stro morbJi ta hacerse el mas maldiciente de todos los inmorales.
E I descarga h()fri~les de tI liadas, a guisa de can rabioso, sOMe 108
nombres de Orbeg o y Sunta-Cruz, poniéndoles apodos, que solo
m8D1fie tan el odio del escritor y. la inJusticia de su causa. El IDsul
ta en roa a a todos lo migrados del Perú, (}ue se hallan en este
psi, por no ha-ber sido del número de los que lo dejaron he llar
impunemente por el ejército de Chile; p ro yn diré a e~tos para u
c IIsuelo aquellas palabras del evanJelio: bienaventurados los que Plldecen
persecucio'A por la .iusticia y virtud. El morahsta farisaico no sabe que
!ion los h chos, y no los aoj ti\'os que < e aplicon a sus autores, los
que se tieb o bu ear en 'la historia para venir en con cimiento de
las cosas. El llama traiclo,' 11 Orbrgoso, que d ( ~ ndió al Perú de la
h'lmillacion en que 10 han sumido los restauradores, y co lma d.e el-ojios
a los ambiciosos y pérfidos que trajeron a los extranjeros a su
pai con el imico objeto de re taurar los empleos que habian perdido
par su pésima COIl cta.
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o
En el nú nero siguiente entraré en materia sohre los hf'chos qll \'
toco el Abad en su número segundo. Yo no soy de natural za o
viento, como él, para posar sobre tod as la co as sin prnfundiz Ir ninguna.
Le haré conocer BUS error 's aunque él no qUIera CO/lflc€'r
lo.; pero esto pide mas papel que el que me quel!a de e te númo
ro. A:-I se content ni con que por ahora le diga tlln solo lo sigUJen
te: Primeramente, que él es el único que fuera del Perú puede tener
la impudencia de hacer imprimir la defensa de los atentados de
los restauradores. y de decir que hai allí libertad en. Ia.s eleccione9,
ó en cualquiera otra cosa.
Segundamente, que la carta suscrita por las iniciales F. de P.
S. no es ningun documento favorable 11 Gamarra, sino cont(3 él y
los Chilenos, porque en la tal carta se desaprueban todas las intervenciones,
y no la de fulano, ni mengano, como quiere nuestre
Jójico y moral Abad.
Terceramente, que lo que se halla en el .!Jrgos nU,mero 7"
con respecto al ilm.trado y distinguido patriota per..tano Sr. Manuel
Ferreyros, editor principaL del .lJriete, no desmIente el epíteto de
fraile que en la Ye"r}¡ad Desnuda se da a e' te distinguirlo p tdri f) tn.
Ni lo ilu trado, ni lo distinguido, ni lo de editor principal del Ari e~
te se opone a lo fraile, ni lo contradice. El Señor M,lDlJel F rr yro~
puede seguir disfrutando de la buena opinion del Arglls, sin qlJe
Ja pierda por haber sido novicio ó donad d los De. cllz'ls de Lima,
ni por haber sido uno de los ministros del revll ltoso Silla v"rry,
y el que a\1torizó en el siglo diez y nueve el horrib le decreto de
guerra a mil rte. El Argos con todos sus cien ojos tal vez no ha
visto tanto como no~otros en este p1rtlcular.
A dios, mi bllen Abad, haeta de aqul a quince días: pase U.
mui buenas noches, y estudie mejor u leecioo para el número ... igUlente;
teniendo entendido que si empeora U. 108 negocios de Dou
Agustín, de que está encargado en el periódIco eventual, se apresurara
la llegada del Sr. Mariano Escovedo, que hace todo sus csfuerzos
para suceder a U. en la triple comisil)n espioni-jJerió dico-
politica. Aquel celoso patriotA. dIce, y con raZ00, que es
una vergüenza que el Peru se valga de uo extranjero como LT.
para defender el partid) de la restauracion xtranJera. Pronto tendrá
U. el consuelo de contar su nombre etttre los de aquellos que
dadós de baja eznntran al pais del gravísirllO peso que olr s d bt'n
aumentar. U. que e tan amigo de la moral, mi Sr Abad, pp.rmitame
que le r eomiende aquello que se lee en el versiclllo 23., capitulo
VIII del libro de los proverbios: co lPRA VERDAD, Y no
quieras vender sabiduría, ni doctrina, ni intlJ/Íj -ncia. Buenas lIoches,
Sr. Abad de Chant d' huy. Vamos a dormir los que podamos ha cerlo
¿ Quieres saber quién soi? Pues oi A J 1.
Que abra o lengua que se ceba en mI.
~~~~~~~~~~~~~e.eoeo~~ -e> ~e
Imprenta d Vivero, por .'0. é F. Pu~a.
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Fuente:
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