Por:
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Fecha:
16/09/1839
220
L VERD D DESNUDA.
PERIODICO POLI1~ICO y LITERARIO.
} Vincit omnia veritas. t TOM 1. o
F-ste periódlco sa Idra d luz los rlias 1. Q !I 16 de cada mes. Tendrá
24 páJinas, y el precio de ~ubscr¡pcio,." por doce numeros con'espondientes
d UlJ semc.stre, que se pal{ará adelantado, St'7 á el de tres
pesos. Cada número suelto valdrá dos y medio real s, y se .,enderd
en la tienda del Sr. LetamendJ. Los ~res que '1werlm subscribzrse,
pudrná ocurrir a esta imprenta, en el concepto que todo número se les
entregara en Sus casas.
EL ABAD DE CHANT D' EIUl
TIEiTE UR
n el artículo IOR L d 1 número 11. d l
llamado mucho mi atencion aquello d
bre el leclto de la enfermedad. T o
damos
1
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2.
del que suscribe, que abe en l fondo de su coraz n d 10
que es inrajlaz el :::.uu Cnlt r r <]ue d e ~ r el lI11ICO <]ue
teuO'a COilOCIlHleuto ti aqllf·lla r C}J'lll'a ji'QJI('a d I di ho uucritor
á us oll 'ilHCI lI P." Lo~ 1" parcia lc ' i qu - van á aber
de nada de e to, á 110 ~er que ~e Jo pr gunteu al jClleral an. ..
ta Cruz, que s ql1ll'll cOlloce y abe lo qu calla 1 han ..
duy? De uqlll ~ e deduce (tU el AlH1d, que ha fraguado aquel
artículo, aparenten ente firmado por Jo 'é Domingo E. 'pinar, lo
diriJe precJ amente á los que no pu ~dell ent ud 1'10, porque
no e táu imcIado en aqu lIo misterios. De aqui d duce
tarnuien que e 'tos ¿mpa1'ciale , para quienes e tá diJ'ijido el
artículo m1 teno o, d ben ser confid ntes del jeneral anta
Cruz, porque ... in e to no pueden conocer, ni saber 10 que. 010
el otro conoce y abe, ó careciendo d e ta calidad de confidente,
no pueden acur un ápice de su mncia de la 1 ctllra
del e'ubrollado artículo; y por tanto es de presumir, que el
e cntor ha creido qll lo imparciale on adivino, que d ben
de saber lo que no se le dice, ó deben adi inar lo <]ue e les
oculta con el mayor e tudio. Como yo no pretendo ser d
e ta c:a e de jente , dE"jo el artículo para que lo ntienda el
que pn da entellderlo.
El artículo d ~ LAS GARANTIAS, que sigue al de los b¡P
R IALES, está mucho m -nos mbrollado que el otro, aunque
su cOl1clu ion tá bien enredada. Yo diO'o que 110 habrá
ninguna e p cie de garantía n América, mientras lo hombre
que e hallan en el mando upremo tengan la moral pú ..
blica que han manife tado durante toda su viaa don Agustín
Gamarra, don ntonio utierr z de la Fuente, don Juan ris6,
tomo Torrico, don Ramon a tilla, don Felix JO'uain, don
Manuel Ferreiro , don Pedro Gamio, y demas figurant en
la trajicom dia de la re talll'acion. E to no lo hallará 1 Abad
en Duunou, porque e te caballero no abia nada de nuestra res ..
tauraciou, y 010 cono ió la d .Jurlo n. y la de Luis XVIII
En cuanto á la VERDAD PA TELERA, que e el cuarto
artículo del número 11 del handny d bo decir, que i por
lo . erío no hace gran labor el bad, por lo jocoso hace ménos
que Bertoldo Bertoldino y acaceno. No abe todavía el
erudito Abad, que como dijo ervante, el hacer reir es d
grande t, 1 nt " y no de hombre comunes, que . ab n muí
poco. i Tamhi n atírico y JO o o qu na r el had! Válgano
Dio. ! i, Y con arta de di parates. pi n. a fia~~r reir . el
buen hombr ? El pobr diablo ha creldo que repltlCndo ClCn
vece el mi roo de atino, con nuevos ribetes. se hace chi. t lo
que fué en su orijen una verdadera n cedad. En lo que con-
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. iste e ta necedad, se vé bien á las clara~ n 10 artículo~
que tratan de la mat ria en los números anterior de la Verdad
De nuda. Los que deben aprovechar de la verdadera
natural za de la cuestlon, sacarún de lIa el fruto que yo pre-
• tendo, el de moralizar á nue. tros pu blos para que !lO se repitan
aquellos atentado. Yo no qui ro, ni debo oronerme á
la voluntad de Dios, que qui"o que hubiee en 1 nJtll;do necios,
que r i tie en el con v ncimi nto de la razono Yo lo seria
tanto como el Abad de (,hant d' hui, si me emp ñase
en que él no fu e lo que e. Somo bien conocido, dice el
fátuo Abad. i DÓl1de le onocen á U, eñor mJo? Yo, por lo
méno, 010 le conozco á -. por un hHblador de de atinos, y
por un hombrecillo 1l no d la mas tonta vanidad. Despues
de llenar su artículo de incoh r ncias el torrí~imo Abad, me
pr gnnta i si me lJarece bun lo ucedido en Méjico'! y i me
parece mejo'r, que a consecuencia de una conducta tan hostil
se metan en cabaña lo gobiernos de Amtrica, y que Teciban
en silencio la lei que quieTa imponerle cada capitan de buque
meTcante, a quien e le antoje hacer 'tina fecllOria, y iodo
po?' miedo de lo pastele ? ¡Qué preO'untas de "ándio Abad!
i No ha visto que me par ce mal y mlli mal, y tan mal como
á él le parece bien, 10 suc dido en MéjIco? i No ha visto
que le he propuesto 10 medio que la razon, la política y la
moral aconsejan para que no vuelvan á comet r e semejantes
atentados, solo vi tos con igual frecu .nria, entre las tribus bárbaras?
Asi pues, yo no pu do quer r que los gobiernos de
América se metan en cabaña, porque e to eria meter e á
jugadores, en ca o de poder n ar esta fra e billarescaj ni tienen
nada que ver los capitanes de buques con los saqueos y
a esinato que se CQmeten por in tigaciones de filósofos mora
listas como nuestro hipócrita Abad.
El editor de la Verdad Desnuda no hace alarde d
parecer tra atlántico, como supone el bnd, porque no es n -
cesarío ser del otro lado del mar para no r un imb; cil, como
el editor del handuy, que llama d naturalizado al qu
no aprueba los atentado que com ten en u patria los homores
de la e pecie d 1 Abad. on razon los di~cu Ipa, y los
vé como un derecho uyo el morali ta palangana. La Verdad
De nuda, que no necesita ve tir e con ropa aj na, (' mo el Abad,
ni comer 10' pa tel que on d propi dild extraña ni vivir
del producto de la confi cacjon s, de los saqn os y de los
atentados, que al A ad le déll1 su r n1a, para qn desmoralice
mas y mas á sus compatriotru;j la V rdad D snllda digo, no
aprobará jamas ninguna infamia, ni . cometida por Gobierno, ni
• . .
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cometida por pueblo; ni por el pueblo en qU6 se meció la
.cuna Gel editor de la Verdad, ni por el pueblo en que se 111 -
ció la chigua del editor del Uhanduy. El Americano editor
de la Verdad De nuda pertenece á aquello American ilu trad.
os que quieren la verd dera O'loria de u patria, . quella gloria
que 010. e tiene por la ci \'ilizacion, enemiga de toda violencta,
de todo a esil1at , de todo aqueo popular; d todo e to
que s lo e propio de la hordas de los bárbaros. El bad no
niega lo h chos que todo el mundo confie a, aún los mas
apa ionado ,com "e vé en los números anteriores de la Verdad:
defiend solo el derecho de aquear y de ase ¡nar, in que e
reclame por ello. ¡Digno periodl tu de la re tauracion del Perú
y de Bolivia!
Bl editor de la Verdad es tan buen Americano, como Focion,
icía y Demó tenes ran 1 ueno teníen es; y no por
ser aquello am ute de Sil patria, apr baban 1a neced des y
]0 descarríos de su compatriota., sino q los combatian~ y
hacían lo que hace el ditor de la erdad Desnuda. Focion,
llamado el hombre de bien por excelencia, que mandó cuarenta
y Clla 1'0 vece el ejército de la República, siempre trató de
persuadir á sus compatriotas la COllvel iencía de ser ju tos con
los extraño, yaún con los enemigo~; y e",ta virtud del héro
sal vó á u patria de la v O'anza de Al jandro. Demóstenes,
que no sjempre e1upleó su elocll . ncia en beneficio de At nas,
cuando trató de servirla v rdad r mente, lo hizo con valor,
condenand.o la necedad d todo ueUo compatriotas uyos
que querian hacel' la guerra al rei de Per in, tomando la.
defensa de los Rodio., contra quien e taba enfurecido el pue
bIo de Atenas. En e tas do oca i ne Demó tene evitó on
. u ocuencia la d gracias de u patria, y dcfl ndió la nobl.
c usa de la humanidad, de la r zon y de 1 política, contra la
furia de la p ione puJares. En llS ni ípicas 1 o hizo mas
ue preparar la humillacio de los At nien s, teni u o 1
mismo orador que arrojar las armas para correr m"j r en
ueronea, p r le que un hi toriad france ha dicho e 11
mucha gracia: Démo th~ne, toul Démo tltém fJu' il étoit ji tI,
()bli é de pl'endre la fwite, el jetta se armes. E to es )0 que
ha.cen ordinariamente lo qu meten u m) ra o á . us
comp :triotns. ricias 1 (i) se e n ~ e oponers 1 u 1 rea.
oatra iracusa, que promevia lcihiade p fin arti-culares:
prono ticó su (ata 1 (}' ul d, fu
e la ceO'ued d del pueblo; pero ) . iad triunfó en la dis-o
· siones, por u hablaba el 1 ngua' e 1as pa ¡one l y i
ias fué d spreciado, porque les el ores de la V rdad no e
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netran en· lo . oide cerrados á la ·razon. Yo quiero ser de los
Americano que e parezcan á estos patriotas de los buenos
tiempos de la Grecia; no quiero parecerme al Abad de Chant.
• d' hui, ni á los indio bárbaros de las selvas de América, que
tambien son Americanos. El buen patriota e el que propende
á la gloria y á la tranquilidad de la patria; y no puede darse
esta glona, ni esta t1'( nquilidad, sino con el imperio de la
justicia, de la moralidad y de las virtudes sociales, de que
no tienen Idea los escritores de la restauracion. Repito por
tanto, que no hai otro medio de poder comerciar con el mundo
ci vil izado, y de aprovecharnos de la cí vil izacion europea,
que es' la única perfecta ci vilizacion conocIda, sino reprimiendo
los abu os y atentados que se han cometido en Méjico y
Buenos Air.es contra los extranjeros; atentado y abusos que
han costado ya mucha sanCTre, muchas desgracias, y mucha
pérdida de riqueza nacional.
En cuanto al artículo de la Legacion Peruana, que nos
dá de pues el Chanduy, hai poco que ob ervar, sino es lo
que le ha dolido al Abe d que e dlJese, que el encarcrado de
los necrocio de Gamarra no e encargado de lo negocios del
Perú. En vano en arta tanto di parate el editor para hacer
conocer que es lo !Di mo el Perú que Gam.arra. A este aprendiz
de diplomátic le dirétn s, que el Gobierno del Ecuador
puede reconocer como njente de un gobierno á cualquier mochuelo,
que se le envie por cualquier hombre que se halle
ma.ndando en un paí , sea cual fue. e el titulo con que mande;
mas esto no probará nunca, que el tal gobierno es legal, ni
qne los negocios del ,CTobernante sean los negocios del pais.
El gobierno del Ecuador, que profesa otros principios, que el
de Chile y el de Buenos Ai res, reconoce el gobierno de hecho,
sin meterse en lo que no debe ningun gobierno que respeta
la dqctrina de la no intervencion en lo negocios extraños;
_pero el editor de la Verdad Desnuda tiene fueros que no
tiene~ los gobiernos: él puede ventilar ene tiones que á los
gobiernos es pro.hibido. Asi eñor Abad de Ch· nt d' hui todo
aqúel relleno de necedad e entre comít , con que ha. abultado
U. su insípido ouanto indije to artículo, no es mas que una
sarta .de inepcias1 que no vienen al caso, y que solo prúeban
la torpeza del Ah d de Ghant d' hui.
Ahora vamo al artículo s bre el CONVENIO DE JIRO .
pi ce en él el Abad, y suponemo que sen. con te tando á lo
que ~e dijo en el nt1mero 6 de la Verdad De nuda, que se
{tacen ~ torpe 'JI gratuita . acriminacionas al jeneral Gamarra
c.on motivo ·de habe1 Sido uno df' los negociadores en las . .... .
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conferencias de J11'on. 'i este Abad 110 íiten doctor, dljer
yo que era un e túpido, pero como esto par ce que cnvuelv
una implicancia, dIré olament, que el pobre hombre no elltiende
el castellano, ó lo entiende todo al reyes. i Y qué tra- •
bajo es hacer entender las co~as á ntend dor s d esta p.specíe!
La Verdad solo ha traido á colacioll el tratado de Jiron
para dar á conocer la incous cuencia j nial de e t hombre
sin carácter, que despue de haber Ido uno de lo do que lo hicieron
y firm ron, llama á este tratado, en &u oficio de 10 de
Junio de 1 29, tratado humillante, que desea 'Verlo relegado
al olvido. i Son falos e .. tos hecho, señor Abad charlatan?
i Cuales on: pues, señor e critor de necedade, esas torpes
y gratuItas acriminaclOne ?- . mi. n.o c nvi ne en qu
fué su h ~ roe uno de lo ncgociadore del tratado.-U. no niega
que él e criLló de~pues el OfiCIO citado, y ~' i 10 quiere ne~
ar poco importa porque e tá ill1pre~o Jn el p nodico oficial
del Perú de aquella época. Luego U. solo halla torpe y
gratuita acriminacioll la de hallar incoherente esta cOllduc~
tao Pue, ñor Abad, lo qu hai de torr en e to es n.eter~
se á defender la torpezas d I héroe de U. porque así como
solo un hombre torpe puede hablar d su mi~ma obra como habla
Gamarra de aquel tratado, a i solo un Abad torpí io:o, como
U., era capaz de d fend )' al otro con las tontería que U
ensarta en su indije tí imo artículo.-U. que es el archivo de
lo mi terio ,no quier embromar con la impleza de que po~
see ciertos apunte., que son de grande importancia para el conocimiento
d ta materia; p ro yo me rio de todo los apunte
, Y de tod lo mi terio d U., que valen ménos que un
verso de las coplas de .alaino. Yo me at ngo á los docum 11-
tos públicos y á lo hecho, qlle conoce todo el mundo. Yo juz
go á Gamarra por liS hecho públi o y por us propio escri~
tos. A i pu de . s ñor Abad de hant d' hui: 1r á espulgar
un galgo con su nentos t rt, ro, c 11 sus mi terios, y con sus
apunte ueio; y no falte al re peto d bido á jente formales,
diciendo boberias, q 1 erán bu na~ para entr tener á los tonto
que hac n la t rtulia del Abad.
B . ta ya de handuy. Me he ocupado demasi do tiemp
de él, d icando alO'unas pájinas de la V rdlld á hacer patente
, aún á I m 'no intelij nt ., la urina ignorancia y In.
evidente mala fé ~ de este asalarIado e critor de los inmorales
dominador del Perú. u da ya cumplido mi prop6 ito, y
no siendo po ible ir mas adela te n e te ramino, porque na· .
d se abanzaria con demo tr( r, que 10 e eritos posteriores d 1
Abad de Chant d' hui son d I mismo jénero que lo ya exa·
• •
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lIHld~OS, dejaré de hablar de él, aun ne él ~ iga en ,;la empr ,a
de COlltllluar n ns necldtldes. Yo telJgo objeto", mas intere
unt s á que d di al' la piíjinas de la Veldnd Desnuda.
si cñor Abad de hant d' lmi, pu to que U. s un loco
que no nene cura, d ~jole deaUCH.ldo, y me de pido para siemre
de U. su aten tú servidor
AJÍ.
DEFEN A DE LOS TRATADO DE PAUCARPATA,
J
POR LOS EDITORES
DEL FOREII. G Q.UARTERL y REVIE'.
de e ttl.
Lóndres
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del Pcrú; la. misma que ha aparecido, despues de refutada, en
el Tribuno del Pueblo, periódico de la restauracion d Gamarra.
Yo m~ guardaré bien de .decir, que sea ménos re petable
la autofldad de nuestros crítIcoS restauradores que la de •
l?s revisores políticos y literarios de la nacion mas política y ma '
hterata del mundo; ni méllOS impa,rcial, ni menos apasionada.
Esta seria mucha falta de patriotismo; porque un buen patrio-ta
americano debe sostener, que las nubes mas opacas de su
~ierra brillan mas que el sol de Europa, y que cualquier
Ignorante de los ,que escriben jerigonzas entre nosotros, sabe
m'l.S que los sablOs de la Sociedad Real de Lóndres, y del
Instituto Nacional de Francia. Asi es que yo, dejando á todos
en la buena opinion y fama que se hayan merecido, y que
no puedo darles ni quitarles, porque ellos tendrán buen cuidado
de defenderlas, como lo hace todo hijo de vecino, diré
solo lo que encuentro en el artículo del Foreing Qltarterly
Review, y lo haré lo mas literalmente que me sea posible.
Comenzando á hablar de la Defensa de Irisarri, dicen los
revisores extranjeros: "Esta es una exposicion divertidísima y
"habilísima, que tanto por la una, como por la otra razon,
"debe verse como una novedad en su especie, principalmente
"por venir de la parte de donde viene. Cualesquiera que sean
l' las faltas que se echen en cara al gobierno de Chile en la
11 direccion de estos negocios, no debe contarse entre ellas el
" nombramiento que hizo en el señor Irisarri para plenipoten"
ciario, porque este ha manifestado que era capaz de hacer,
1) en las peores circunstancias, un tratado bajo todos aspectos
"ventajoso al pais, por el cual se libró un ejército sitiado y
"hambriento de la necesidad. de rendirse á discrecion, y se hi"
zo volver con honor á sus hogares; y no solo esto, sino qu
"en aquella misma crísis obtuvo para Chile condiciones de la
P mas grande importancia, y cuanto podia desearse, excepto so-
1110 los delirios políticos. " ..' "
Extrañan los revisores que "este mimstro plempotenClarlO
"manifieste en su obra ser un hombre de instruccion y cono~
,'2 cimientos en la historia jeneralj que haya estudiado las cues~
"tiones de que estaba encaraado, y que no fuese como. la
') mayor parte de aquellos que gobiernan los negocios de l,os
" pueblos un hombre profundamente iO'llorante en todo cuanto tle..
" ne relacion con la materia; que el tal ministro, aunque de
," jenio amable, no confiase en sus propi~. inspirac~one~ parQ.
"suplir la falta de hechos, ni para adqUirir experiencIa po
"medio de la revelacion." Dicen que "haberse elejido . á se!'
m~jante hombre para aquella comi~on seria un motIvo d
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:1/
., a mbro, °1 n e vi 'se, por lo qlle nparece de la Difen ll, que
., el gobi mo de Chile le llombró jallornndo totalmente su cua·
" lidade, y qu lo e. ta con. idel'acion pu d quitar á aquel
• "gobierno la neta de j'1congruenein, que e le 8('hncaria por ha"
ber encnrgnrlo á un hombre de .cnlido {'omlln y de habilidad
.• la cjecllc¡on de co a imposibles, burlándO'e él j, al mismo
" tiempo, de la razoll y de la h IIradez, 1/
('on perdon de los . eñores 1'pvisores trimestrf'S extranjeros,
diré yo, que aunque la co 'a parece 'er com ellos la ere n,
110 es asi, como no on muchHs eo as I que parecen ser, Si
los gobernantes de Chile no hubiernn cono ,ido Ids aptitudes de
su ministro en veinti iete años que le taban tratando, era necesario
suponer, que no le conocerian tampoco aunque estuviesen
viviendo juntos por toda la eternidan, y :to ria ha el' mui
poco fa'for : las facultade' intelectuales de aqu \los caballeros,
Ellos vieron a Irisarr! de de el año de 1810, metido como un
tonto en la revoll1('ion que h~hia de arruinarle, y siendo el primero,
yaún el único, como dice el Padre l\fartinez, en su historia
de aquella revolucion, que escribió so teniend que debia
declararse la independ neia inmediatamente, sin tratar de cubrir
los objetos de aquella revolucion con un velo de hlpoere ia que
para nada era bueno. ne pues de e to le vieron e cribiend en
los papeles públicos de la primera época de la in-prenta chilena,
tanto en la AURORA, como en el SEl'[ANARIO REPUBUNO,
y en el DUENDS, y en la GACETA l\f¡NISTERJAL, y siempre defendiendo
la cau a de los principio, la cau a de la verdadera
libertad. En 1 14, de pu de haber de empeñado otras comisione
, le vieron admina t1'unoo el supremo poder dictatorial, rodeado
de enemiaos interiores y exteriores, y munar, en la Ola
tremenda crí IS, la f¡\Z política del país, amenazado de sucumbir,
de un dia á otr", al poder de los E pañoles, que habian
llegado ha ta Talea, cuando la Capital y el resto de la República
ha ta Copiopó, se hallab sin un solo cuerpo de tropa
regular'es: le vieron entónces deponer á t dos los empl ados
presentes, que servian á las mIra del enemigo; quitA)' á este
todos los medios y re ur os de la seduceion; contenerlo en 8U
marcha sobre la Capital, y hacer en fin cuünto era conveniente
p ra que las diVIsiones de O'Higgms y l\fnckenna alcanza-n
ni ejér ito spnñ 1, snL ue e 'te e apodera e de la Ca
pital. Pero como e to habia 'ucedido mucho~ años antes, podia
h berse olVidarlo, y ¿ quien tiene rnernorin para n ordarse
de cosa tan vieja ? Con todo e to, no estab' tan remota la
época, en que el mismo hombre, ó el mi ano diplomático de
. rcun taneia, despue de cut ar u mini t'3rio, fu /' nvied
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Buenos Aires á ajustar con aquel gobierno el modo y forma
en que debia hacerse la expedicion en auxilio de la independencia
del Perú; y pasó de allí á Inglaterra y á Franc; con
el objeto de trabajar contra la influencia que tenia el gobierno •
español en aquellos gabinetes. Debian saber, aunque no fuese
mas que por lo poco que se publicó en sus gacetas, que este
diplomático no manejó mui mal los negocios que estaban á su
cargo, porque el gobierno español perdió terreno, y lo ganó
la causa del enviado, á pesar de que las simpatias del ministro
Castlereagh, ó Londonderry, por otro nombre, no eran mui favorables
á la independencia de la Amél'ica Española; pero Irisarrí
hizo que la neutralidad de Inglaterra no siguiese siendo
una quimera; consiguió que se respetasen, por primera vez, los
bloqueos y clausuras de puertos decretados por los gobiernos
americanos; que se diesen instrucciones justas y equitativas á
los comodoros, ó jefes de las estaciones navales de la Gran
Bretaña en el Pacífico; que se castigase á los infractores de
la neutralidad, y que se diese satisfaccion al Gobierno de Chile,
no reconocido aún formalmente, por las faltas cometidas ácia
este gobIerno por Jos comandantes de buques de guerra de su
Majestad Británica. Todo esto, que Irisarri consiguió hacer
cuando Chile no estaba reconocido, y cuando habia en 1 nglaterra
un ministerio desafecto á la causa americana, no se ha
visto despues conseguido por otros ministros habilísimos, despues
de reconocida la independencia, y teniendo 8010 que tratar
con ministros mui amigos de esta causa. Pero cuando esto
tamt ien se hubiese olvidado, y cuando no se tuviese noticia
de los diferen es escritos que publicó este ministro en {.óndres
en 1819, 20, 21 Y 22, en defensa de la causa jeneral
de Am' rica, no podia haberse perdido la memoria de)a de·
fensa del EMPRESTlTO nE CHILE, publicada en Santiago el año
de 1833, en que se demo tró matemáticamente, que habJa hecho
esta república, por las combinaciones de este ministro una
tran accion fisr..al, mucho mas ventajosa, que la mas feliz de cuant
s se hici ro m aquella época, y en las anteriores; y no solo
e demostr esto en aquel escrito <.lel ' ministro, sino que ,él
despues de conoc 'r á fondo la materia, hizo mejoras en el ~ISteOJa
de amortizncion, á cuantos modos de amortizar se conOClan
desde el tiempo del célebre Walpole, y podian aprenderse en
las obras que tenia Europa sobre e REDlTO PUBLICO. En oqu~1
escrito probó el mini tro con demostraciones sujetas al mas n·
goroso cálculo, que su operdcion fué mas ventajosa que la francesa
de 1816 en la proporcion de 104 1 á 100, mas que la
española de 1821, en la de 116!.á 100, Y mns que la de
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~hjico de 1823, en la de 112 ~ á 1 0, Y probó del m~smo
modo, que cuando todos los gobiernos de Europa, aún los que
merecian mas confianza y seguridad, no podian conseguir dinc-
• ro prestado, sino con un ¡nteres mayor que el corriente en
sus respectivos paises, Chile lo habia alcanzado por las combinaciones
de su ministro, por la tercera parte del premio que
le pagaba en aquella república. Esto, para los que entienden
de In materin, quiere decir en último análisis. que Irisarri dió
á Chile tres capitales por uno, cuando de todos los demas empréstitos
se saca siempre menos que el capital que se toma.
-Pero suponHmdo tambien que hubiesen olvidado los gobernantes
de Chile en 1837, lo que habinn leido y aplaudido cuatro
años antes, concediéndole á IrisClrri que habia hecho el prodijio
e sacar agua de una esponja seca. no podian de modo alguno
hab r perdido la memoria de . que un año antes le habian
encargado á este mismo hombre, que formase el proyecto de
lei para el réjimen interior de la República; lo que verificó el
encargado, y se publicú en el Araucano. Esto m~ parece que
es bastante para no suponer, que en el nombramiento de este
sujeto para plenipotenciario rerca del gobierno del Perú, se
procediese sin conocimiento de la persona, que ciertamente no
caía entónces de l~s nubes, ni se desprendía de la luna, como
dicen algunos que se desprenden los ae'rolitos.
Pero como· con touo esto la conducta del gobierno de Chile
quedaria sin poderse conciliar, es menester que yo diga lo que
pienso sobre el particular para poner Jos hechos en concordnncia
ron u motivos. Don Joaquin Prieto y sus ministros conocian
mui bien q1le necesitaban de un hombre que no fuese
tonto, para que en caso necesario acase el carro del atolladero:
por esto se le rogó con instancia que admitIese el t'ncargo; y el
carro salió del mal paso, en efecto, por el esfuerzo del
que no era conocido por tonto; pero como este de atollador de
carros mal dirijidos por otros, no podia volver á hacer la hazaña
segunda vez, porque no e debia contar con que él quisiese
servir en aqu I oficio, de pues de pagarle mal la desatoJladura,
se le miró como se miran las cosas que ¡rven de me ·
dios despues de con eguidos los fines. Esto creo que lo entenderán
los político y los literatos extranjeros del mismo modo
~ue los carreteros y los arri ro de cualquier parte d I mundo;
asi como entenderán, que hizo mui bien el desntollador n decir
~ los dueños del carro: Pue señores mios, si yo no he de
servIr de mas, que de sacar á u tedes de los pantános ('n que
se metan, para quedar yo 8010 empantanado, vayan ustedes, sus
carros y su carga donde.mejor les parezca, que yo soi dema
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;¿4
sJado viejo para un ar buscando nuevos des nga lOS con que nu.
mentar el caudal de mi muchísima experiencia: ustedes han di.
cho, que yo por ser extranjero no lo he sacado tan bien como
lo hubiera hecho un Araucano, y no quiero yo ser del número' •
de los extranjeros sin delicadeza que sigan en el rvicio d
ustedes: yo soi hombre, y mi patria es todo el mundo: v buscaré
mis compatriota entre los h0m re que ncuentre" ménos
ingratos; y' SI todos lo~ que encuentro son lo mi !nO que lo que
dejo, nada habré perdido en el cAmbio. Esto me parece que es
mui filosófico, aunque no sea mui del jenro de aquellos diplomáticos
que se acomodan perfectamente á todas las circun tancias.
Pero volviendo á los revisores trimestres extranjeros, diré,
Clue despues de haber ellos expuesto lo que qued, referid , se
retractan de lo que dijeron, y usando de aquella figur::l que los
retóricos llaman correccion, continuan la materia diciendo: "No
"hagamos tal inju. ticia al gobierno ue Chile;" (hablan ue la de
haber nombrado al ministro sin conocerle) "por el contrario,
"debemos observar, que desde el momento, en que conoció el
"gobierno que habia un hombre de entendimiento en el pni.
"le envió fuera de él; porque en verdad, las personas que ha"
liaban que los hechos contradecian sus teorias favoritas, no po"
dian desprenderse demasiado pronto de aquel que había hecho
" tan nuevo de cubrimiento, y cuya condutta era tanto ma im,.,
perdonabl , cuanto que él habia ya tcnid algunos presen"
ttmientos sobre el mal resultado del negocio. Un hombre, á
"quien sus e. tudios extranjeros le habian en eñado, que lo im"
posible no puede ser, y que jamas, jamas sucederá, (-) er~
"claro que no podia ser á propósito para una tierra de abio,
" que solo bu can su experiencia en lo futuro; qu levantan un
" ejército solo por amor ú la paz; que invaden un pais vecino
"para probar lo que le di gusta la intervencion; y que lIev n u
"' odio á la dictadura tan leJOS, que solo preste odio in i ten
"en dictar la forma de gobierno á tres Est dos extranjero."
No e extraño digo yo, que lo reVJsor s trime tres extranjeros
de Lóndres hayan encontrado divertida y háhil la cxpo.
-- -------------------
(*) En el orijinal i~gles se halla el verso siguientfl, de uno
de sus poetas.
Lo que
That what's impo ible, can't be,
And never, never come to pa •
pued~ traducirse en verso e :pañol del modo sig ui nfr.~
Es imposible lo que se1' no puede.
Aquello que jamas, jf1.ilkls ucede.
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:,2,11
si iOIl d ' ! \'l ' anl, eUI)iO deben v r c c~ta s cosn~,
es un jI mplo mui útil (l la hllll J:-lIlidnd !Jara 1" ccm l nllCIOll
d la pn la materia; mi predIcciones
cumpliéndo e todos los dia ; e timado de I(¡ buenos, aborreci<\o
· de los malos. ¿ Puede un IlPrnbre de bien e. perol' mayor dicha
sobre la tierra, libre e~ ta tien a, que {,s la mornda (<..murwde los
malos y de lo buenos, (re los ~abio y de los ignorantes? No;
no todos pu den aprobar la mll:lIla c( a: ni todas las aproba.
ciones darian el mi:mo resultado. ( 'onlent ' monos con las que
producen verdadera gloria, y glunémonos de no haber conseguí.
do las que cau arian nuestlO oprobio.
JUHADO DE GU. y AQ,lllL
DEL DIA G DE SETIEMBRE DE 1 39.
En e te dia . e ha reunido el Jurado para calificar un im·
pre o en e. ta Ciudad, en el cual pretendiéndose defender la potestad
temporal de In Tglesia, 8e so tiene que el principio de
la s bernnia del pueblo, es un principio atéo, y la prueba de
e, ta extran"agante propo. icion se dá en aqu I t xto que concluye
a i: non est potes/as nisi á Deo. Regun los principios teocráticos
del autor, no d be er el puebJ , sino Dios, quien haga
nne tras ley ',ivile , el que ejerzrt (el pod r eje utivo, el
que deslinde nuestros derechos y 8 ('iones en los tribunales, y
el que jU1gue tfl rnhien de hl cam:ns de imprenta, porque el jurado
viene del principio a1 o de la 50b rAnin del pueblo.
El autor del pnpel acu aoo tenia In mas linda defensa para
hRcerse absolver, ~ro no la hizo; y nnda p rdió en ello, porque
e tá ya ,'i to ue no ~e ne esita tener d 'fen a para ser absuelto.
El acu. fldo no tenia que exponer otra cosa, sino que
estaba loco cuando e cribió aql1 I de ntino, y ('omo lu prueba
estaba de manifie t(, n el mi mo e crito, debia ser condenado
el papel y absuelto el es ritor; porque es co n "bida, que los
Jocos pueden decir y e cribir lo que quieran, sin ninguna re -
ponsabilidad.
La acusncion ( I ti cal, Doctor Pareja, estuvo mui bien heeha,
y manife te. er ella, con sáhias doctrinas, que el pnpel era se·
dinioso é injuriant ' la nacion. El eñor Bailen, pro('urador de la
~unicjpalidad, habl tmnbien contra el impreso, y pronunció un
dIscurso muí bien o'dena y elocuente, manif4 stando un tal n·
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(O oratorio quc le hal'ía célebr si lo cultivase: IlS di po I iül1c;,
naturales no pueden SCI' m \ obre alientes. El señol' Mi la n habló
contra el mi mo impreso, despues que s~ leyó un'l mala
defensa que traia pl'ep'1rada el acusado, pOl' inspiracion divin(J.
segun él mismo dijo, bln. femalldo sin duda, porque Dios no puede
in~pirar cosas absurda'j y debo decir en justo elojio del señp
Millan, que manife~t0 en su di eur o no ménos erudieion que
bue" juicio, perfecto conocimiento de la materia que se venti- ·
laba, y sobre tocio un celoso cuanto ilu..,tra lo patrioti 'mo.
El jurado ab olvió al aut r, no sabemo .;¡i teniénd le por
loco ó por cuerdo, pue bastaba que entre los siete Jurados
hubiese dos que no entendiesen la cosa, para que le tuviesen
por cuerdo. El resultado es, que fué absuelto; y por Jo vi to
hasta aqui, el jurado nunca se reune sino para absolver á los
acusados. Seria mejor hacer una lei que dijese: Nadie sC1'á juz.gado
por ningun jénero de calumnia, ni de injuria, ni por
ninguna especie de proclama sediciosa que imprima,
Felizmente el Congreso de Cúcuta en su lei de imprenta ,
que ha adoptado el Eeuador, qui o hacer diferencia entre el
juicio por jurad , con respecto solo á la libertad de imprimir, y
entre el juicio ordinal'io, que dejó expedito contra el injuriador;
quiso hacer diferencia entre la culpabIlidad del hecho de publicar
las injurias. y la culpabilidad de cometer este delito en cualquier
modo que se hiciese. Por esto dejó al arbitrio de los jueces
legos aquello que en concepto del leji lador era lo méno_,
pero re ervó á los letrado, á los doctores en el derecho, á los
jueces responsables, el castigo de las injurias, que no podian quedar
impune sin condenar ¿ la sociedad entera á ser la presa de
los insolentes.
Asi e que en el caso de Vizcaino, absuelto este, porqu
en el concepto del jurado no se había abusado de la libertad.
que algunos creen tiene todo hombre para injuriar por la prensa
á otro que no debe ser injuriado de palabra, ni por escrito
con tinta, y pluma, fué tenido por reo ante el Juez de prime ra
in tuncia; y ante la Corte SuperiQr de justicia; porque la ) 1
niega á todos el derecho de injuriar; y )0 niega, porque hacer
una injuria es hacer un mal muí grave, que si no se castiga
e, ponrJri:1 la sociedall en completa confu ion. A mi no
me dá esto ningun cuidado, porque yo conozco un buen medio
de ca igar á mis ínjuriadorc'l, in distraer á )0 jurado '
de su ocupaciones domésticas. ()lo en Inglaterra ocurn á
ellos, y con buen suceso; pero lo hice, porque e cribie~d() y(}
en ingles, se babrian reído de mí los que yo no quena q 1 ..
se ríe en. e
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i
'245
Es \"cnlad que en aquel pais los jurados entienden la co-a
de otro rn do. Siendo yo extranjero, conseguí se condenas
á un señor Iflgles que me injurió por la prensa; pero esto fué
tal vez porque aquell gringos son malos patriotas. Alli los
hombres público y los particulares, Jos <.le un partido y los
del e ntrario, los judio y lo cristiano, los moros y los turcos,
Jo single e' y Jos negro de Africn, no se ven ante el
jurado ino como hijos de Adan. j Preocupacion espantosa! Pero
la verdad e, que donde todos los hombres del pueblo no
e tán preocupndo de este modo, el establecimiento del jurado
no puede producir los buenos re ultados que se observan en
aquel pai, y en los Estado Unidos de América.
COIT GRF.~O DE HUANCA O.
ONGRESO no quiere decir otra cosa, segun el sentido
primitiv de e ta voz, ino la reunion ó junta de algunas personas,
pocas ó mucha, con el objeto de hacer algo, y por eS4
to se apbc' en spañol e ta palabra al ayuntamiento de do
persona de dl tinto sexo. TO hai, pue, razon niuguna para
negar la propiedad del nombre dado á la reunion de person ,
que ha h cllo en lIuancayo el jeutral Gamarra. Congre o fué,
sin duua alguna, a(luella junta que don Tomas de Iriarte nos
cuenta que se hizo
Al á en tiemp de entónces,
y en tierra mu i remotas,
el ando hablaban los Brutos
Su cí rtt\ j rigonzaj
cuando el abio El, [ante convoc ~ á todos los llj tos, que en
la fflbul e Cllent[l , con el fin d reformar los abusos que s
notaban en la con~ itucion de aquel estado, ó república, ó monarquía,
ó qué sé yo 1 que era: poco importa Jo qu fue
el e tad , con tal (ue e celebras el cc ngreso; y ménos nos
importa averiguar (011 ué facultade hizo la onv c~ ci n l
Elefante ni como -ali ron ele to por diputad el t10"1', el
1 bo, le ::;i rp<"', el zlngnno, In hispa, el táhano I mo ca, 1
cigarron la oruga, a garduña, 1 z rra, y 1 111ono in 01 ut .
bemo... up ner qte e da un el e 'lo. diputad iba r re-entando
alli algul1t co a, alcTuna parcialIdn ó que huho al -
guna razon para hlC 1'le oncnrrir. o ql1 cOl1vi n . ab r . .
que el i curso d 1 pr sic nt, el ~abio :JI ant _ fu s Li r
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24 .
El cordero inocente,
La siempre fiel paloma,
El leal perdiguero,
La abeja aruficiosa,
El caballo obediente,
La hormiga afanadora,
El hábil jllguerillo,
. La simple maripo~a.
iempre estas jentes reciben bien todos Jos discllr..,os, tmnque
no se diga nada en ellos, principalmente los carneros chicos, ó
corderos, los perdiQ'tleros y los podencos, los caballos y los
asnos, las imples mariposas, y todo los demas animalejos dotados
de simpleza, ó de simplicidad. Y sobre todo, lo mas interesante
del cuento es, que aquel congre o, compuesto de todos
los talento conocidos en el reino animal, concluyó, como debe
concluir el de Huancayo, sin haber hecho otra co a de provecho,
que la manifestacion de las cualidades características de
todos los diputados. Pero en conciencia, i cómo podia. conseguirse
reformar abusos por medio de diputado, como aquellos
que reunió el señor Elefante, cuando cada uno de ellos estaba
intere ado en conservar el suyo á todo trance? i Les habia
reunido al interés comun? No, sino el interes que cada
uno tenia en su propio negocio.
Pero dejemos las burlas, que hablamos de cosas mui erias,
aunque estamos en un tiempo en que lo mas erio se ha
vuelto una verdadera burla. El conO'reso de Hnancayo, por
ejemplo, i no es la burla de todos lo con erre o '! i Se puede
llamarle cuerpo representativo sin Ofell a del eutido comun?
i Tiene algo de ]0 que debe tener un uerpo semejante, si no
es el nombre que le han dado '1 " Le hallará el mejor espulgador
de lejitimidades una sola de las que e ('onocen n el
mundo como tales'1 E pulguemos e ta cabeza de Medusa, y metamos
nuestros dedos indagadores por en medio del enjambre
de culebras que la cubren.
E. te congreso i, es constitucional ordinario, ó con titucional
traordinario: ó constituyente constitucional? o es lo
prim ro, ni lo segundo, ni lo tercero; porque es convocado~
elejido y reunido contra todo lo dispuesto en la constitucion
qu se dice restaurada; ó hablando mas propiamente, porque
ni en la convocatoria, ni en las eleccione 1 ni en la reunion,
se ha observado una sola de las ley s fundamentales de la
República. El tal conO'reso es un monstruo enjendrado por la
rbitrariedad de Gamarra, y parido ~or la coaccion de sus ~a
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247
~ lite. Lo dlput dos no nl1, ni pu den s r lo órgmlO il
la voluntad jeneral d 1 Perú, ino los in tl'llnl ntos d 1 partido
dominant por la violencü y por In fu rzn. El congreso
de Huan ayo 110 e otra ca a que el partido de la humillacion
d 1 Perú, reunido n con vencion por su propia autondad,
y con agravio y vilipendio de toda la nacion: eria bIen compue
to, si e hubiera reunido pira tratar oure lo guanacos
y la vicui'ias que no tienen dueño n el Perú, pero no obre
las llamas, que on de la propitdad de lo P Tuanos, y mucho
ménos fiobre los dere.chos de los hom res que se llaman
lihres; y forman LA A ION PERUANA, Q E NO PUEDE SER
PATRIMONIO DE PER ONA 6 FAMILIA ALGUNA.
Este congreso es la obra de las leyes novísimas que ha
ictado el lejislador Gamarra, 11 virtud de la mjsion lejislativa
del pre .. ldente de hile, apoyada en la lejitimidad de un
ejército extranjero, e tacionado en el Perú hasta la in talacion
de aquel cuerpo, que d bia declarar la soheranía del partido
elevado al poder por el favor de los extraños. El congreso
de Huancayo, lo mismo que el que se ha reunido en Bolivia,
no podia el' sino el produ to de revoluciones hechas por hombres,
que .. e burlan de todo los principios, qne d sprecian todas
las doctrinas, que se mofan de todo los derechos, y que
hacen alarde de incurrir en tod8$ las contradicciones. Considerando
á los pueblos como siervos . uyos, los autores de los
trastornos e crijen n sob rano por su propia autoridad, hacen
las d claratoria <)11e quier n hacer, pre criben nuevas
reglas, disponen que e hagan nuevas con titucion s, mandan
formar la actas populare, hac n elejir de diputados á
sns criatur<. ,y on los úni os v rdaderos ob ranos de los
pais s que los ufren. i, P )'0 e..;ta e co a nuva '1 No; esta
es una táctica revolucionaria d ma. iado en hoga ntre no otro.
Por e. ta tá ti a h,ai repúblicas n Améri a <)ue no ten-
.drán jama ninQUntt constitn ion, porque ap na e hace una
cuando viene nn v' r voluci n á reformarla, y á preparar la
reforma de la última reformada. De e ta 5UC ion de revoluciones,
y de reformas, 010 queda una cosa tahl cida, y es la
mstablhdad de todo, ólidament apoyada n el d sconocimi nto
de to~os]o princi}lios, y en 1 abu. o de toda ]as palabras.
SI la. mnrhn onstitucion fu . n I III con tituy 1
las repúbhca ,nmQ1tnlls e vieran ma con .. tituida g\1 las
n~estras. El P TÚ lleva ya juradas y p rjurndas cuatro, in que
m~~n~ de ella haya podid cont n r n í mi ma aquel
prInCIpIO de estabilidad que . e d bia hallar n . us bases para
merecer el nombre qu se. 1 s da. Esto no es mas que la pre~
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;¿q
cis~ .consecu~nciu del e p.íritu de partido que las dicta, y del
esplntu de mcon, ecuenCHl. que lns tru tornü. i Hai alO'ullos
principios constitucionales, por ventura; en lo pueblo de¡op rú
y de B livia, y los habia en la con tituciones dú estas do
república ha ta que Gamarra. y Vela 'co declararon qu necesitaban
de otl'a~ nuevas l Si no lo ~ ha.bll1. i de q é alta acu an
á lo' anteriore O'obernantes t si 10 había i por qué ello, que se
llaman restauradores de e as con ,tituciones, comienzan u restauracion
por Jeclarar que aquella leyes fundamentale on insubsi
tentes, y proc den en todo n abierta contratlicci 11 COl!
todo los principio del si tema repr sentativo sancionado en
aquella leye funuamentale? i 8s esto otra cosa, que ejercer
la tirania mas mallifie ta, y querer que domine eternament
en e to paises la al' itrariedad, preparando el campo á la anarquia,
y el trl>110 al despotismo 't
El congre o de Huancayo compue to de una cámara, contra
lo e tablecído en la con titucíon del Perú, y contra lo
sancionado ya por la política en tocJo el mundo constitucional;
reunido en otro luO'ar que el designado por la constituciol1; COllvoc'
do, no por una autoridad con 'tituciona.l, sino por un pro .. crito,
que atentó muchas vece contra las leyes fundamentales; iendo
los miembro del tal congreso lo' hombres mas decidido en favor
del partido del pro crito, y elejidos en medio de la ma
de enfrenada tiranía' hecha e ta elecciones en virtud de nue
vo ~ decreto del pro crito, mientras e tenia. el pais atemorizado
con los azotes, los destierros, la~ confiscüciones, y demas
actos de violencia: hecha la. convocatoria para un objeto
indefinido, sin expre llrse i ran convocados los diputado
para entr r en las funciones d los congresos ordinari s, 11 í
en la de 1 extraordinarios, ni en la de lo constituycnt ;
un cOllgre o tal, preO'unto, i es otra c su que una burla de
todos lo~ conO'l' o, una mota de la represelltacion nuciolJaI,
un te timonio del desprecio con que se mira á lo pu blo ?
Si estos fue en rebaños de carneros se les trataría con ma:
consideracioll; p rqne ciertamente, no e haria. con ellos aqu
110 que 010 con pira á anonadarlos.
Para la llumas, que pacen sobre las falda de lo An
de peruan , st conO're o será una cosa indiferent ; para 1 .
pu tores d aqu 1Ia llama , r¡" una co a incol prcnsi bl ; p .
ro para todo hombre que viva en p blado que haya oid hablar
á racionale , y que no sea un túpid, el tal congr o
debe er, no 010 un cuerpo nulo p r neia, in odio. i 1m
y di 0'11 o de la reprob< clon jeneral. JT. rá todo 10 qu qui TU
mientras pueda hac 1'1 : p ro nud .. rá .urarlero, ni e hará co. a c¡ur
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2iH
HO Sta mala, CuinO la pnn1 ra que ha hecho, nombrando á )'amarra,
s CO(lvocador, pre idente provisorio de la República. Pero i no
debi er esto lo primero que hiciesen aqu 110s fabricantes de
co al fa orables al partido gamarrino 1 Dcspues de esto, que
debil ser lo primero, se eouirún la demas disposiciones lejislativ
s, po\' las cuales diVIdirán entrE' los diputados Jos empleo.
mas lucrativo de la HepÚbJica. Para e to no se necesita
que sean unos Catones los miembros del congre o, ni que hay.
an estudiado mucho la táctica de las asambleas 1 jislativas, ni
los Frincipios de la lejislacion.
El Congreso de BolivJ:l, que igue los principios, ó mejor
iré, la falta de principios del Peruuuo, e tú dando ya sus frutos
del mismo modo que los dió en 1 2 . El con pirador Ballivia.'
1 parece que ha sucumbido á la fu rza, ó á la intriga del
con pirador Y clasco. Luego ver' mos como queda este con lo
demr.s conspiradores, restauradores def sistema de conspiraciones.
Entr~ tanto, los saqueo' y las emigraciones, que no hubo durant
los diez año de la administracion omino a del tirano Santa
C. uz, han vuelto á ilustrar la nueva era de la libertad y del
jmpe:-io do la leyes.
En el REJISTRO OFI IAL DE HUANCAYO, papelucho que COI1-
tiene las resoluciones del Congreso, hablando de la mi -ion soberana
de aquel soberano baturrillo, se lee lo siguiente: ¿ Quién
se al"everá á df'sobedeceTla, quién osará resütil'la, quién soñará
e7'. insultm'la? Esta tres pr guntas tienell unn la re puesta:
TODO . De pues de esta curio a interrogacion dice el redac~
tal' el papel, que seguramente es 1\11'. MUl'ut, presidente del
Congre o: 11~reliz deL insensato QUE PEN ARA IQUIERA ponerse
en choque con las soberanas delibp.l'Clciones del cuerpo rep1'esenlativr:
de la Naciun. i h Mon ieul' Marat! i s infeliz. el que
pensm'a siquie1'a e tus '0 as, ¿ qué Lera el qu, como yo, escribe
lo que pien a 1 j Qué lib l'al s ., 1\10n: UJ' Marat.-U.
c p cribldor de pensnmi ntos. i 1\10n leur 1\larat! ánjel cu todio
de la libertad de los P ruano !
Cuando el Pre idente del Con re o de Huancayo era en
Guayaquil lo que ahora es el ditor d l 'h nduy, es decir,
el escritor de embuste, de calumnia~ y de infamia, escribió á
su patron Gftmarr una 8ft, qu e publico en el "l~co del
Protectorado" eu la cual decla el pelit jl'Iarat lo 'iguiente: "Im"
portaria mucho que el Congres capaz de conduch- con acierto el timon del
gobierno nacional. En la pájina 10 dice: ••.• " siempre he sido
'1 de ·opinion, que ni por un solo instante debió permanecer el
"Jeneral Gamarra en la primera majistratura de la República,
»que habia escalado sobre los cadáveres de innumeral>les vÍc"
timas, y se conserva á pesar de la justa venganza que pe"
dian la!) venerables cenizas del hombre mas virtuoso, del me"
jor defensor de las leyes, uel gran mariscal La-Mar." En la
pájina 8 dice: .••• " se me presentan la viles estratajemas de
"que sabia usar el cobarde Gamarra para perder á los que le
"infundian temor. "-No se extrafie que yo haya comenzado
mis extractos por la pájina 38 y acabe por la 8. ~ ,porque todas
las cosas de la restauracion deben verse de abajo arriba,
y no ae arriba abajo; ni pueden verse de otro nodo los colosos.
¿ Y en punto á incon ecuencia, los hai, ni puede haber
mayores? Castilla es ahora secretario jeneral de Gamarra, del
hombre execrable, del cobarde de lu vile estratnjemas, clel
Peruano desnaturalizado, del tirano, del criminal, del que era
preciso destruir, y en. fin, del mas de e table de lo' hombre
i Pobre Perú t i En qué manos has caido, segun Ca tilla!
Depue de tener compue to todo el pre ent
número ha traido un buque, que viene d Lima, 11
ticia muí importantes de los locos del llgl' 80 d
lIuancayo. En el número jO'uiente se v rá que e ·ta
" reunion qu ha hecho Gamarra de insensato ' y d
furiosos e' digna de su Restauracion.
,.- .
Imprenta de Manuel I\nacio Murilloh
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa