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Imagen de apoyo de  La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 13

La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 13

Por: | Fecha: 01/04/1840

1.4 1 mjj)~w m~'ft!!~ PERIC)DICO POLI'rICO y Ll'rERARl(). -lJA1. 1 . } Viucit omnia vel·itas. 1 TUJl' 1I~ Este periódico soltira d luz los di as l. -= I1 !J :J 1 de cudu mes. Ten ­rá 16 pajinus, y (,1 precio de Hl.lJscripdott por I tl nUnln o ' con·t:~· pOlldienf s ri Uft Sf:IJttSlre, que .e pagtl1'a odelalltodo, se1·á ,,/ de {re . pt'sos. ClIda lIÚU1l1'O Sllc/Ln va/dI á re"l y medio, y se vcndeHi en. (Il lleuda del Sr. LClm/llmdl, en donde se recl/I/ráll /IIS slIbscripéio­fUS, y /)e elllreg01'ált los nú1)/( roe a los subsc, lplo1'es. CO CLUSIUN DE LA RESPUESTA } ... LA CRÍTICA MAJADERA, E.l último punto que e propone deft llder II tl artÍcul 4.0 I Revi or Juj ño-Bol iviuno, e~ el de que anta (jruz fl hflcia • u frecn n1e viélje á los d partnmento. de aquella Rt;­púllicn con el obj to de ill.peccion"r la ad ¡ni tlucion en to­do sus rilmo, ino c 11 la. mezqlliun. miras que le upone r 11 I prueba el calumnio o Revisor. Él bahl de las fie. ta. ridícnla. que le h" ial1 lo pl1eblo~ por donde tran it" 0, y d I are s triunfides, con tntido~ de pasto y brezo., que le en JÜlll en algullo punto. ollv .ngill1los p r lo meno en qu stas nreo trinnfale no nrruinarian á 1 u'blo por donde trnn itaba .•. , y que cualqniera d lo altnll rzos y comi­da, qu e han dado á .amarra y á 1.a(u Ilte, d de qu o menzar n 11 patri J tlcn ('(\rr rn en pi P 10, Ilnll . i o mas grn vo En todo el P rú alto y h:1jo ha ha Ido iempr desde el ti mp d lo Espnfiole la eo tu mbr d (h quiar á las aU-toridnd n u viaje y pa o, á co ta d I ti: o y de lo funcionario locale, Ha tu á lo militdr s qn van huyendo del enemigo e les ha reeibiúo con arco triunfid , a i com se han dado e padas de honor titulos retllmbantes, y conc · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 195 dido grandes rentas y crecidos sueldos a los que peor se J an comportado. En calla tierra hai u costumbre; 'l por o no extrañaria q oe fuese cierto lo de las tie tas l'id ícu la y ar·· co triunfales de pa to y brezos, con que se fe~tejuba al P re­sidente de Bolivia en sus visitas departamental. í dudaré, ó por mejor decir, no creeré nunca, aquello de lo alojamiento" e plélldLd , con me as abnndantes, que no cuenta 1 Revisor, á no er que el pobre Jujeño entienda por e plelldldéz y por abundancia Ulla porcion regular de carne de vuca y de vario gui otes de papa y cecina, que e pueden encontrar p r aq ue- 1Ios andurriales. Yo he vi to uno de e tos fe tllle tan p 11- derados del Revi 01', á una jornada de Chuqui 'aea áciu el ca­mino de Cochabamba, y puedo colejir lo que serian 10f-; otros espléndidos banquete que se daban á S. E. á una di tancia . mas grande de lu ('apital de la República. Ciertamente nin­gun hombre de buen gusto dejaría de almorzar en su ca a, por poco que tuvie e en ella, por el intel'es de gustar del e pi 'n­dido banqllete que se preparó en aquel punto al Presid nte .de Bolivia. Dice, en fin, el Revisor que los hombres pen adores y patriotas se indi a-naban contra esas práctica viciosas y degradantes, que revelaban un alto grado de insolencia eu el primer mandatario, y un empeño decidido en promover las co tumbres abl¡ectas de la raza indíjena, llevándolas ma allá del punto á que logra alcanzar la arbitrariedad del réjimen colonial sobre esa parte de América, en tre icrlos de una dominacion férrea.-Yesos hombres pensadores del Perú y de Bolivia i en qué piensan ahora al ver que e hac lo mismo, no en ob eq llio del que va á examinar el e tado de los negocios público .. , sino de los acristanes que no llevan otro objeto que p.I de su propio interes? ¿ Cuándo e han manife t· do ma abyectas as razas indijenas y alieníjenas y mixtíjenas, que en la época presente en que se 1 s ha h cho repre. entar las farsas mas l'idícul\. y degradant s? Si an ­ta Cruz, pue, con intió en que e hici sen en ob equio 'uyo aquellas tie ta . que no apl'lleba el Rcvi 01', y que tampo o son de mi gusto, no hizo mas que incurrir en 1 pecado orijinal de ambo PerCles, u, segun dicen al pre ente, son los paises clásicos de la libertad. Pasemos ya al quinto y último artículo, en que pretend probar el Revisor que la opinion favorable que se tiene en to­do el mundo de la buena admini tracion de Santa Cruz ha sido mal adquirida, y que la que quieren darle ahora los cons­piradores Bolivianos y los demas enemigos suyos es la. que ebe prevalecer. Pata esto pretende nuestro crítico hacernos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 196 ere et que las lloticias favorahles que se han esparcido llor { • das partes d' aqu lIa bU(ma admll1i~ traci n, y l' r la cua c.' se ha teuido lIl1lV ·1' alnJCIlte [Silnta l'tlZ por nn t1 TI édwi­ru trador, se d bleron á lo men,ajes d e .. tc J<.nuHI, di'erni· nado con proflision, . que dlrijia al Gorlgl e~o de Lolivia en la época de ·u 'TJwitdo, y solo elOI1 1In hucirl(jmierlto oe em bu ·te:1 de cm odo', 6 la pi17tura 'IIIentiro, a de 1m quitlnérico }Jl'oo're o, con la que e.peraba (,o;lqui~taJ' u'JIa Ú'lf C1ta , aunq'ue fal 'a l'eputacion en l ez't ,'ior.-l-, to d UltlIlO 010 l ·ueden caber 11 la calilV rOl qlle lrvc de nlr, za al crítico de Jujui. i 'ómo podla e o nlen.aj· de anta 'n z, aunque se ul .. e-rmna 'en con la müyor pI'Olu~i()n, conql1i:-.ttH: 11 <.'1 xtcrior la buena reputa{;i n quo dl 1 h 'V I 01', i lIdo solo un ha­cinamICllto de enlbll t· de, cal'ado~, ttwndo 1l el extel ior no se forman la opini II por lo qlle . e 1<. 11 lo · n, ll .. éljes, .. i-no por lo c mento qll hilC ' l1 d ell los inf lijellte, com-parando lo que e halla 11 ~to d 'Ulll lltos T~ ú blicos con Jo que consta. de la relaciones oficinle de aqu 11 .. j nte diplo­máticos, que no se envian á ninguua parte, ~11I0 (, n el objeto de adquirir informes eauros ~obre lo hecho i"'l1 Xiln inados 'J Entienda pues el critico de Jujui que la re} utac.:ion Euro} ea y Americana que e adquirió o} J l1eml SalJta I'llZ, no la ad­quirió por sus men ajes, que eran de mui poca importancia por las cosas que conteman, sino en con eCll ncia de los informes que recibieron los Gobierno\;; extranjero de la p r onas envia­das á examinar la. cosa por sus propio ojos, y en con ecuen­cia de toda la con 'pondencia de lo extmIljero r ident s en Bolivia, que comullicaban á us r ~pectivo pai es los h chos quo pasaban ú su VI .. tao Asi es corno s adquiere la l'eputacion jenernl, y no por lo ro 11 njes que nadio 1 e, sino como una co a qne no irve para nada. i Qué fama ban adquirido Ro­sas, Prieto y Gamarra con sus' m n aj '~, á P al' de qne ello han dicho cuanto han creido conveniente para hacer e todo el ülvor posible? Diga, pue , todo lo que al). t . obre e te par­ticular el calumniador de Santa Cruz, bi n seguro de que por mas tonterias que escriba, queriendo aparentar lo .. conocimi n­tos económico políticos de que car ce, no podrá hacer variar aqu !la opinion, aunque llene d disparate todos los números venidero del ¡ercnrio de Valparai o. Diré sobre los otros puntos del último artículo del Revisor lo que hace al caso, para no dejar ninQUn d satino sin con­testacior: J. Se queja e te del carácter irascible de mi pluma, porque le enumero á él entre los escritore lisonjeros de Prie , Gamarrc y Lafuente y llova á mal que colme d denu s Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 197 tos á estos excelentísimos señores. Dice que yo he selltado hn ce mucho tie IpO la :plaza de un e. 'C?'itor de taberna, p01"rjue la groseria, mala Jé 'Y la in olencia ob curecen completamen­t~ el mérito de mi pluma y el caudal de mi~ conocim,ien­tos,- Lo escritore de taberna son los ue e cnbell con1.O Illl • tro cr'tico, sin saber lo que e criben; cuya pi U 111 s no ti lleu méri­to algm;H>, 11\ pos~en ello e uocimiento" d 1 illgun jénero, lllell llama tonto ()I tonto, necio al necio, malo al alo, no escn e como los e 'cl'itore de tabérna, il1 como los e critores que saben e 'cribir. b Y cuál erá el ro ~rJto de e ta pluma, y cuál el caudal cie ~ quellos conocimientos, de que ha oido hablar el crítico sin qu él pueda ~er juez en la 1 ateria, cuando con todo e to e sielJta la plaza de escritor de taberna? El e cri­tOl' debe e cribir en el e tilo convoniente á la materia de que trat' ; y si el crítico no 'abe e to, os porque n Jujui no e en ñu la ret'l'iea á los lombre que se d , tillan á la can .r d, l letra. Cllando se trata en t do el mllndo de pro en­tar los oJJJeto ridículos como on ClI í, es n cesario u al' de­n, II 1 estilo, que en vano qll rria inlttar el hi toril dor de 0- livi GOll. su pluma de a.v trúz. L[ coso y lo Iréro de la Re taufílcion uo 011 héroe ni co. as en que Salu tio podio. ha­bJf empleado con lmen t!xjto la pluma con que e. cribió tl=<' hi trias de la onjuracion de atilina y. de la gnerra d Ju.­gurtha. E tos héroe y e tas co. a debian tlatars con la pé­ñ la de e rvallt " de 1 la, de Le .. 0', Ó de otro. ridicl lizad - re de las costumbres de II ti m o. Aprenda tU e tro crítico á Ilacel' la di! rencia de los estilo 11 lo divcr. os ritos de la per ona á quien critica 'in conocerla. ompar" el 1011 to o­bre el tr~tado de paz de Paucnrpata y el que trata d I emprés­tilp de Chile, con la "Verdad De.lluda," y hallará qlle tlda co­sa pid un modo de tratarse mni difer nt , Para G nclllú' con lo que dice nuestro Revi sor en Sll úl - artículo obre q le yo he (¿dultel'ado cuant él xpn o en u Revista, 1 o diré otra co a ¡no que e 1(><1 la tnl Re-vi tct.r. y , c mpare lo qlle en Ila en u /ltr J cm 1 qn y he note do, :JI p bre crítico n.o halla otrn nli la á ll~ in ­COI eC1l61}cii , ino n gnr qne h dI ho lo qne ha dicho. 0 - tcm [} fin, j- torpeza. y In 1 ec ,<.lua . n qne t J minn , l1 01 ra e te Reví r, cnalldo, qu ri \ d n:ten r I oñnuo 11 e miento d 1 J neml Lor z, d ' ce:- damo pue. 'lJ1'lIcha irn­pfYrta. ltaia tí la revela iones que hizo en u expo i ion el Je~ nfJra}. Blan 'o: mayfJ{, crédito debía l11'e lar ant C'ruz ú' la que- le haría D. Antonio Jo é de lri arri, ye mui pro able que e te, no contento e decirle 19 q UJ sabia le arrn Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 188 seja1'ia el crímen horrendo de que Lopez fu~ la victima.-­Esto sí, .que ~s e c.nbu ~omo escritor de taberna, sin nmgun talento, Jl1 nmgllna gracIa y con toda la torpeza de un mi­serable embarrador de papel. i Qué otro zopenco podia d ci r que él daba menos importancia á los hechos evidentes, que á las suposiciones mas ridículas, mas caprichosas, mas malignn' y mas infames '] Hé aquí la últIma prueba que nos dá el crí­tico de Jujui, de que merecía justísimamente aquel epíteto de miserable que tanto le ha disgustado. D, CASIMIRO OLAÑE'rA. 'rengo á la vista un cuadernillo de 25 pájinas, titulado l :Ix DEFENSA, impreso en Chuquisaca y subscrito el 6 de Ene­ro de 1840 por CASIMIRO OLAÑETA. Comienza este papeluch con una estancia del Child-Harold de Lord Eyron, traducido en un español, que no dá la mejor idea de la educacion li­teraria. del escritor. Pero esto no quiere decir nada, porque no es mas que una mala traduccion del texto de Lord Byron, qu seguramente no se imajinó, cuando escribia su Child-Harol<.l, que estaba componit:mdo el epígrafe de una obra diplomática. Esperamos que en otros papeles, que nos veno-an á las mano~, de la hechura del Señor Olañeta, encontrarémos por epígrafe' algun pasaje del Compadre Mateo ó de Mi tia Tomas. La introduccion á la Dejen a del Señor Olañeta es una v r­dadera pepitoria de erudicion, ó chorizo de nombres célebres, en que entraron Plutarco, Tácito, el profundo Gllivon, que no . a bemos qnien es, Socrates, Ciceron, Herenio, Popílio, Lamar, Rivadavía, Sucre, Bolívar, Irisarri, Miranda (no el Oaraqn ño sino el Español,) y todo esto envuelto en su correspondíent salsa de indijestion. El intento del Señor Olañeta en este papelucho parece qu es, segun él dice, cnrnrse de su de crédito en el exterior y vol ­ver por el honor de Bolivia, á quien na servido en us ma. elevados puestos; por ne, como él expone:-la i1ifluencia moral y directa de los altos funcionarios de una nacíon, su capacidad y su conducta, 'llelen valorar la importancia de los pueblos por la de ltS empleado .-EI ñor Olañeta quizá ha pen a­do mni bien, pero no pnede explicarse peor, porque est.a Ont­cioncilla, i yo no e toi muí encyañado, no contiene mas que un di parate. La influencia mOfal y directa de lo. altos fun ­, donario de una nacion, la capacidad y conducta de estos son, segun el Señor Olañeta, .las cosas que hacen valorar, es decir Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 y~t vaiuar la Impoltancla de los pu tlo ' por la de sus emplea b • La influencia moral e aqui la avalnadora, y esta iufiu neia moral de gl'aciadamente es ca a que 110 se d ja cntf'lIder n la oracion de nue tro diplomático. La capacidad y la conducta de los altos funcionarios son las que miden la importancia de los pueblos por la de los empleado; de modo que ellas son la vara y la ca a medida al mi ~ mo tiempo. i Pueden darse explIcaderas nm extravagante ? No es extraño que e criba tan­to el Señor Olañeta, cualldo e~cnbe de e te modo. Otro hu­biera dicho mas clara y lójicamente: La capacidad y la con­ducta de los altos funcionarios de una naClOn suelen er las que dan la medIda de la importancia de los pueblos, dejan­do á nn lado aquello de influencia. moral dú'ecta (5 indirecta con que solo se con igue embrollar toda la frase. Digo esto, porque el Señor Olañeta me ha llamado quí­mico de la gramáticas y criticastro de todos lo discursos, creyendo e te huen S ñor que me ha hecho un agravIo en concederme la capacidad necesaria para analizar las oraClOn s y los discursos, manifestando en el análisis que no saben ha­blar ni escribir, y consiguientemente ni pensar, los que escriben tomo él. Como el Doctor Olañeta es enemigo de los análisis, no ha podido, ó no ha sabido discernir 10 que corre ponde en el nú­mero 4. o de la Verdad Desnuda al editor de este papel, ni 10 que solo e del cargo del articulista subscrito con la ~ ini­ciales F . M. D. M.-EI editor de la Verdad Des!luda dijo, y sostiene, y so tendrá hasta el último dia de su vidj, que la pri­mera defensa del Señor Olañeta es una verdade-a ~ cusaclOn de su conducta falsa, innoble é inmoral. Lo qu ah ra e en­cuentra de nuevo en la .'egunda defensa no pr ba otra cosa sino que el Dr. Olañeta, por mas doctor, ó por r. as , d?~to que quiera parecer, carece de la instruccion y del bu~n J 11 1), que se necesita para no acusarse cuando quiere defelld~ r e. Las cin­co cartas que presenta este señor como documen de Sl hon­rado proceder, no son sino cinco testimonios con a u m ra­lidad. i Qué dicen estas cinco cartas '1 Dicen que .,,1 eilor Ola­ñeia era enemigo de la Confederacion, enemigo de J neral S nta Cruz, y enemigo del órden de cosa, bajo I cual 1 ser­Vla solo por amor al dinero que se le pagaba. ¿ ~s st o que hace un hombre honrado? i Es esto lo que hac un b en pa­triota '1 . Es esto )0 que hace un hombre que tlele enfmien­tos de Jecencia'] o; el hombre decente, por innor 1 ql e sea, por mal patriota que pueda ser, no se expone jtn18 ue se 1 diga que ha servido un tino contra su opnio Y' contra Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2ú . conciencla. I ul~n obhgó al Señor Ulanetu á ::,erVlr 10 empleos de confianza que obtuvo en el Gobierno de la Cou· f deracion y bajo la admini tracion del Jeneral anta Cruz .n Bolivia 1 i No podia este eñor vivir de su ~rolJia in~u tna, sin hacer e cargo de un de::,tlOo que solo podIa ploporclOnarle los medios de er infiel á la confianza del jefe á qUIen servía? Mientras no alió de Bolivia el Señor Olilñeta, tuvo algnn pretexto para hacerse cargo de mini terios y de otros empleos que uponen la confiuuza del 01 .01 mo, sin creerse obligado á guardar ninguna C01l ecuenclu; pero despues que este señor estuvo en Francia algunos año, y despues que pudo impo­ner 'e del modo con que se conducen en todo el mundo ci­vilizado los nombre. que se comprometen á servir los prime­ro' de tino poI ítlCOS de las nacione~, es ya indisculpable la conducta ruin y de'preciuble de e::,te ilustre caballero. Pudo antes este señor haber vendido á u tia, siendo su secretario: pudo antes haber traicionado al Jelleral Bucre, que le miraba como á hijo, y que le salvó de graves compromi os: pudo ha­ber sido incon ecuente con todos aquellos con quienes hizo el papel de estar intImamente umdo; y pudo en fin haber vendi do las confianzas del Gobierno á qUIen servia; pero despues de haberse hallado en m dto del gran teatro politico del mun­do civilizad, estas traiciones solo probarán que tieuen su jer­men fi cllndÍ3imo en un corazon eminentemente traidor. Disculpcable fuera el doctor Olañeta, y aun ju tificable en­teramente, él hubiera servido á la Confederacion, ó á los proyectos dE:l Jenernl Santa Cruz, dn rante cierto perlado en que él los aproba e, separándose de pues, y aun obr:1ndo en contra, c'l,mdo se hubiese convencido de que eran ab urdos Ó peljudicial~s. El hombre no está oblIgado á obrar siempr del mismo nodo, sino n cnant0 las ideas y las circunstancias .Han las mi I:Jla ; porque la verdad ra con"ecuencia con 'i te en ser 1 no c~:m~ecuente consigo mismo. Pero i cómo podrá el Dr. Olañeta vInCicnr. e de haber servido doce años á un hombr(; que para él, seQ'Un nos dice, ha sido un tirano 1 Ahora parece que 1 iere 1 acernos r f que las p f. ecuciones que sufrió, y el mie o q lit tenia á Santa 'rnz, le hizo siempre obrar como un im écil. i Pero era Santa ruz un hombre temible para Olllñ t 1 no era in el juguete de Olañeta, segun lo ma nifies a e te el los docum nto que acaba de publicar. Si estos docUJ ento contienen la verdad, Olañeta conspiraba descubier­tamente cont'a Santa Cruz: esta con pi raciones eran públicas, y el e er 1 Santa Cruz no podia ¡unorar lo que se decia en calles pI s contra la infidelidad de su favorit ue! que. u ut Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 201 como dicc D. Elias Bedoya ün uno d 103 documentos; pnbl i cados en la segunda defensa, m declarado por la voz pú )li­cn cómplice en el pronunciamiento del Jeneral Orbegoso y aUl en la derrota de YUllgay. Todo e to, i vale algo en el jUiclO de los lectores, solo Pllede servir para dar una Idea mm con­traria á la que el Señor Olañeta quiere hacernos formar de la severidad del Protector. Es preci o que en vi ta de e tos docu­mentos, creamos que el Jeneral Santa Cruz dejaba obrar á us enemigos con la mas completa libertad, y con la impunid d mas perjudicial al sosten de la Confederacioll. Asi pue , los epí­tetos de cruel, de vengativo, de tirano, de déspota, de arhitrario y otros semejantes, con que el Doctor Olañeta acompaña siempre el nombre de Santa Cruz, son los menos adecuados al carácter indolente con que aparece este Jeneral en la mi ma históna escrita y documentada por su Ministro. E 'te podría pasar á las jeneraciones futuras como un grande dlplomático, si no hnblese querido su de graciá que escribiese e tas defensas; pues el ver­dadero saber para el Señor Olañeta habria sido cl saber callar. Dejo aquí la defensa de D. Casimiro Olañeta, dándole las gracias por la jenero idad con que quiere privílt'se de la glo­na que le traeria escribir mi biografia, para cuyo desempeño le sobran, dice, abundantes materiales, y cuyo argumento se­ria fácil de tratarse con perfecciono Pero él agrega que no sabe aborrecer; y dice la pura verdad; porque para saber abor­recer, es nece al'io tener sentimientos, y mi doctor jamas lo ha tenido ni para aborrecer, ni para amar á nadie. El dice tambien, y con mucha razon, aunque el dicho no sea suyo, que siempre se gana mas con una pasion menos. Asi ganaría ma ~ nuestro doctor, si perdiera la pasion de escribir DEFENSAS, que solo son sus propias acusaciones. Con todo, yo quisiera que le acometíe e In nueva pasion de escribir biografias, para te~ ner el gusto de ver disfrazado en Plutarco al Demó tene~ de Bolivia. EFECTOS DE LA NUEVA CON TITUCION PERUANA dada por el Congre o de lluancayo. El día 25 del pre ente han llegado á la Puná ocho Pe­ruano eJepulsado por el Jeneral Gamarra, segnn se dice, por qne e ta per onas formaban un partido contra aquel Jeneral en la elecciones para Presidente de la República. Los expul­sados sOI1:-el coronel D. Alejandro Deustua, el capitan de fragata D. Fmnci. ca F rcelledo, D. Francisco Re~olinll; . D Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 202 José del Carmen Gallegos; D. Juan Gallegos; D. . Noya; D. N. Nestaris y D. J. • Céspedes. El coronel Deustua vino al Perú en la expedicion del Je·· neral Blanco; volvió en la de Bulnes: y segun el testimonio unánÍlue de Chilenos y Peruano, fué el oficial que mejor se comportó en Guia y en Yungay. Despues de esta última ba­talla, marchó al interior, é hizo una capitulacion con el jene- 1'al Otero, por la cual se le entregaron las fuerzas que queda­ban enemigas; y e ta capitulacion fué de~aproba
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 13

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 7

Por: | Fecha: 01/02/1840

9 ~~!if)~W W. .....-..·., """"" ...... I>ERIODICO POLlrrICO·Y LrrERARIO. NU¡lif. 7.° } Villcit omnia 'Uritas. { l'OM lI. F.ste periódico saldra el luz los riias l. ~ 11 !I 21 de cuda mes, Ten­drá 16 pa,iinas, .l/ el lJTecio de wúscr.ipcion ppr 18 ur.imc·ro.'f corres­pondientes ci flll s~"'(stre., que se pa~a(a adeluntado, . s~á el de tres piSOS. Caria numero si.lelto t.'aldrá 1'eab y mecllO, y se venderá en la tienda del ~". Letmne1ldz, en donde se rUf/m'óu lus SUbS<:Tlp~¡f1'- _ n(s, y ~e clIlre lTut'áll lús numao a los s nb~ crtplures. DISCRECIONES DEL VHIA DE TUMBES. El indio rudo de ('ataeáos, edit r del pap 1 mini~ terial Rc tanrador. de la PI vinclil de PiurH, d SPU) de pu Ilcar en el número 19 de 'u e tr" 1bótJeo riódteo el ('dicto d I comisa­rio imperi, I de la Chilla, ag.. .- eg de u pI' plO enl tre la si· gllientc d ~eaTga contra lo Illgl,,~ Y lo F'nilH' ~ . " i Qué e hicieron n e. ta oc()~i n lo. clIñ 1 e los "Ingle e.? (J) i,Qué Ba ~ido dí' e~a urrognllt'in con qu ordi· "nunarnellte injnrian á lo e'tado d mé1Íca'l (2) n al­" to e Olí 'ario de la ChilHl los ha o IIp:nd ántr un]', y ha "qn mad en n pl'e n la todo el O!HO ¡1l llnrdé h n los "buque. almnc 11 ro., qu impo-rtu ti ulglllJ mill 1 .:' y con- "tra e te procedimi nto no e ha 0r n • to mus que una bu- (1) Lo cañones inglese.~ en e a oca. ion e. taban en lO-da parte., mello ell Canton que ita/un." para eorrejir la in. oleucia d l Chino. 12) No se injuria á los }-¿ todos de .Améd a exij' "do que uno gobernantes arbitrarios ob rven lo' ¡rri1l 'ip10 del derecho de jente con re. pecio á lo xtl'anjero '. : e injuria sí á todas la naciones infrinjiendo estos principios, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~9 . rnllde y x crable resignncion (3) n "oldndo en el Perú 1 " rompió la cabeza á un médico Jngles que pretendió ntro ~ " pellarlo estando de centlOela. (4) bn el momellto 1\11 ter Wil­" son consul, saltó, br ncó, y pOHlue no se fusiló inmediata ,: mente a.l soldado, dió órden al ( omodoro Illgles p Ira que se "pusiese en cepo de campaña á toda la e cuadra r{;):,taurado­" fa. (5) i Qué contraste! Los mgleses no 010 sufren COll pa­" cienCIa el m. ulto que le hace el ubalterno de una nacion " pod~ro a,. sino que c~recen de los sentImientos de honor y "de JU tlCta que autorizan · el reclamo para la reparacion de "esos In u ltos; pero con las naCIOnes débiles no sucede lo mis­" mo, porque despues de ip ultarla, presentan por toda satis­" faccion la~ bocas de sus" cañ ne . (ti) · .Gracins á la divina " .J>rovidencia que nos ha: hecho conocer nn tra nohle supe- - t'( riodud sobre los Ingle~s. (7) Ello e dejan in ultar impu- ~3 i Con qué fnerza queria el e~túpido editor del Vijia de Tumbes qlle e re 'istiese al }Joder del emperador--tl,e la China en un caso imprevisto como aquel? i Y e to llama el estúpido execrable re IgnacIOn ? (4) Que el oldado rompi6 la cabeza al médico Ingles, es cierto; que el médico pretendiese atropellar al soldado es­tando de centinela, es falso, t 5) Que el consul Wil, on pidi6 satisfaccion del atentado cometido en la 1)er ona del médico, es ciertoj ta'l1lbien es, que no se le ha dado ha ta ahora: que e tuvo em1.Jargada la escuadra Restauradora, tambien es cierto, como lo es el que el Gobierno lno-le de apTob6 que se hubiese alzado el e'llL ­bargo sin 1'ecibir la atisfaccionj pero e falso que el con­sul Wilson pidiese que se fusilara al • o/dado, p'lle olR frcij¿6, como debia ha 81'lo, que se juzgase,. 1Jero en lugar de formar causa al soldado, se le form6 al médico. (6) Lo Ingle, es ?lfren con paciencia los in 'u/tos que se les hacen mientra no pueden hacer otra CO!W j y l1f1cen mui bi¡'n, porque lo contrario eria obrar m'l.li torpemelltp; lJeTO jama d~jan lo i'lt u,ltos que reciben "in vellgarlo. on las nacione débiles no tiene'n, que hacer grand s esfuerzo, : (on las podero a echan el re lo de $11 /uerza,. Así lo ha­cen t"mbien lo France, es, lo Au trioco ', lo. R'll. o /0, 1\'or­te- americano y todo los dema,~ pueblos que s abf>n donde les aprieta el zapato. A 010 los bárbaros hacen bm baridade , sin rontar con la Ime peda. (7 Mejo7' habría dicho el e t1lpído editor: aracias a la Di -¡na Providencia que me ha heclto tan salvajt! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 100 " nemente de los Chinos, pero nosotros jamas nos resignamos "á oponer el snfrimiento á los insu ltos de los Europeos. (8) " No quiera el ciclo que haya un rompimiento eutre ellos y " no otros, pero si llega el caso, unidos como debemos estar "todos los Américano .. , harémos conocer á los Ingleses y Fran­" ce 'es, qne no somos meno. <.Iignos de respeto que los Chi­" no , ante quienes deponen su altaneria y arrogancia. (9) ¡Cuan "felices no seriamos los americanos, si slllo disp n a .. emos á " los Fra 'es,es é .I~gle es la~ con ideraciones que los Chinos: (10) ce si no les permltle emos pIsar mas terreno que el que ofrece "un puerto como Canton! (11) i Cuando llegará este día? " . Cuando dejarémos de ver á los .envenenadores de los ha­" ~abitantes del Indostan? i Cuando le dirá el gobi~no á Mi~ter "Wílson-El Perú no tiene necesil:lad de entrar en comJ.l­" nicacione con lo bárbaro de afuera~ ni e tú obligado á tole­" 7'ar in olencias- Vayase U. de aqu'i? i Cuando? EE.-(12)" Tente bruto! i o te precipites! Pero ya es tarde. Caist de~de el pico mas alto de la cumbre de la presuncion hasta el mas profundo abi rno de la necedad. Tú has pretendido hallar en la conducta injustificaLle de los Chinos los princi- -- -- ---- - ----- () Ellos no se dejm'án in ullar impunemente de los ( ' /¡i­nos; pe1'o sí mú'arún con !ástima y con compasion los hzsul­tos del eslúp~'do edit01' del Vijia de Tumbes (9) El cieLo no querrá que haya un rompimiento entre los IngLe es y los editores de la Restaurncionj pe1'O 8i "ni un mm­pimie ¿lo ent1'e la Inglalerra y el Perú. promovido por los malo políticos que rlir7jen los nefTocios de la Reslauracion. seró porqup el diablo ha metido su colu en esto ne!!ocios Con lodo, poniéndose al (renle de las escuadras y de los ejé1'citos R~.\taur((drn·es el w 'angulan editor del Vijia de Tumhes, hmYl éL conocer á los Ingle e. y Franceses que no todos los dias son dias de Tra­fall: fm- y de ~Iarengo. (10 Bien facil es calculm' lo que seria nuestra (eLicirlfld, especi llmp.nte en los pl'ogresos que harian n1Je~tr(Js artes y nue Ira civilitaclon, (11 E le puerto como ranlon, no sab('m08 cual seria ('11- /re lo los los que tiene el PerlÍ. [Jo puntos de Seme}fln?a que hai entre cUfllquierra de los pe1'uanos y (anton, son tantoS' que seria mui dificil dar La pl'efe1'encia á alguno, (12) ¿ Cuando SP1'lÍ aqueste difl, Cuando sen.l aqueste cuando, Que dejen de SPl' tan bun'os Los que nacieron para asnos 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 101 pio del derecho de jentes que deben ob~ervnrsc en el P rú, y en la prud 1te conducta de un oficial llJO'le qu no tenIa las fu rzas nece arias pum sal val' la vida~ de l. Furopeos eu Cant n, la pru~bn de la impuuidad de los atentados \.le e cometieron. E'pern un poco; no cant s tan prollto el tnuuto de los hárbaros como tú: la h ra de la v 'ngullza nll ha lIt·güdo.; pero ella llegará in duda; y el nltraj que e ha h cho á odas las naciones en i.llton, te hará c nocer que 110 ta-mos ya en el tiempo en que ra lícito á lo ál bar s haccr barbaridade, á pret xto de que l{ls hacia n en 11 tIerra. Los cele tiates majadero de la 'hina conoc rán, á pE' al' . uyo, y mui á co ta de su. infundado oraullo, que on uno mi 'era­bies insoleQ,te. ¡, Pero quien te dIjo á ~í, que se reunirán ja­lT! los Americanos pará o teller con su arma Jos de ati­no chio co. que hicie en en el P rú los e. tÚIHdos que man­dan a ·tualm nte en e e pal::;? i Crees que todo. lo americano~ sou ta.n torpe~ como tú? i 're. que todos II onore11 tan mal sus intereses? Yo te a:eguro que los el 'ato. Vellezola­nos, que lo juicioROS Granadll1o~, que los ca t s EcuatOrianos, que los escarmentado Centr -nmericHl o , ni lo ~ mejlcüll mis­mos aleccionado por la espenenci , ni aun lo ChilelJo, amos de )os re. te m'adore, d 1 Perú, no con) t ráu la necE'dad de que­rer imitar á l s Chinos de la el ii.u, . O~ teniendo las torpezas de lo Chinos de In restnu rarion penWIJa. E te proy cto 010 entrará en las cah za de lo. ' urangutl,ll s como tú. El Go­bierno de Chile os d jarA hac r vue. tras tonteria , pMque de ellas e pera sn prov ch ,pue mientras vo otro~ arrumai, vues­tro pais, él sacará las ventaja que iemprH se h, propuesto. a­. car d ,1 comercio Europeo, t niC'ndoo á vootro, por ~os colonos. Debeis saner qu la rotnra de cabeza, ó cnalquier otro in~ sulto hecho á un xtrauj ro, n 11n I ai . , n que la justicia no se admini. tra con im larcial idad, da d r cho á la nacion á que pertenece el ofendIdo, para tomar venganza del agravio; y . i vo otro c. tai. neo tnmbmdoR á rompE'ro In cH1 zas y á ase inaros y á robaro. nno á otros impuneTPent, to ,0- 10 porque no hni jn licia entre vo otro, ni lJai nn pod r que exija el ca tigo de lo'" d \¡to~; p ro no sllcede a i c.on 1 E'X­tranjeros, que en cualquier parte donde e hallen, tienen nn Gobierno que le prot .ja contra lo ataque de lo bárbaros; y será, in duda alguna, un ran bi n para lo~ pueblos en que vosotros ejercei la tirania y la violencia, el que aprendan en la conducta de los Gobiernos extranjeros, cnales on las obli­gaciones de los jefes de la nacione con respecto á lo JDdi­viduos de estas: que el gobierno no se ruzo para otra cosa que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 102' par, protcjer á sus ütdltos y no pma dejar oS ultrajar, ro ­bar y a e5Inar por la gt,vlllas de nJalhech les que se levan­tan con el Poder SU} I 1110. El d etor l\'.i acl(·an, n.edlco ingl s, que iba actualmente á alIviar de su - doleucHl á algllnos Pe­ruano, cua do fué d t Lldo por U1W }-mtl a d - M ,délO ' de Ohile para dwmontarle de su caballo, ti 1 tabú 1 que un ~u propiedad, d l caballo de. tillado al ~ rVIcio d los CI iermos peruano, fué hendo IJor Ull ~old,l do brutal, lo 101yt. LacIa observaciones muí ju~ta~ contra ia VlOl II ia que ~e le hacia. VIl Ingle' sa e que nadIe tll'ue d I lh á tonJar lo aj no C lJ­tra la voluntad dc u du ño, y ~ena mUl C01JV 'lllente que to­dos los Peruanos e tuvie ' II per~ uadldo del mismo modo, de ue ellos son dueños de llS propl dpde.; pero si loo Peruanos qui ren d jUl', e maltratar y lObar por cualquier h mbrc que tiene una e pada, un fu il ó una lanf:a en la mano, no hai rozon alguna para exijil' q e t ngan la mi ... n .a resignacion aquellos extranjeros que han venido á nuestro aises en la intelij ncia de que no otros COllOC nJo el del' cho de jentes. LOcurren ca os semejantes á e tos en la naciones CIVIllz¿,das 1- Yo no sé que á ningun Americano "e le baya dado en In­glaterra, en FrancIa ni en los E"tado. -UlJidos de América, en tiempo de paz, de guerra, ni de rcvoluclOn, un moti o de que­ja semejante al que se 'ha dado en Lima rOl' los re taurado­res al doctor Maclean, aun cuando ninguno de no otros, los que hemos estado en aquellos pui es, nos hayi. mos ocupado en cllrar los enf' rmos. Concluyamos esta materia con lo que dice la Enciclope­dia Americana de Filadelfia n el artículo ALl E ' : La 1 jis lacion de una nadon con re pecto á los e.Ttranjero e. el' criterio de su civilizacion. Todo 1Jai' no civilizado tTata al C3;­t1' anjeTo como enemigo, y como ¡'lleTa de la p1'ofecciort de las leye i Por qué no hallnmo n aq1lello ni -('s civilizados estos frecuent s r clamo y dI putns tle nosotlo t n mos 'obr 1 maltrato de lo extl'atlj ro. ? i I á r rquE' lo~ lngl ... no van á Francia, porque l l'alJC ~ s no van á I nglaterra, porque los Americano del 'ort no. alen de n pai.) 6 será 01 porque no~ otros i noramo l Que "e d n los llom re en ciedad uno á otro. ? Ver ü nza dá d hlo' pero cada día vumo dando nu Va pru bn e que estamo mnÍ atrasados en .la civilizacion. t, En c¡ué rart d 1 mundo, -xcluida la Chma y algun otro rincon d la tierra. ~ p drian v r hoí perjodi~ tas como los d la Rcstnllracion P ruana, emp ñados c~ .. embrutecer á us compatriotas, d 1 modo que lo hacen el VIJla de Tumbes, el Tribuno del Pueblo de Lima, el Perua Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 no] y demas papeles costeado por el erario de e a nacion ? Mejor fuem, periodi tas iO'llorante, que en ,,'z de ir á buscar vne tros modelo en la China, los b\1scasei en Chile, allá entre vuo tro amos, allá en doude, mientras vo otros es­tais empeñados en alejar á lo extranjeros, Jos alhagan, porque saben muí bien I cuenta que les tiene para haceÍ' depen­der á v tro etel'llamellte del O'ubinete de SantiaO"o. Id ¡' Val par. i o, el mercado jeneral del comercio del Perú, y ve* reís al! i una ciudad eu ropea. Pa ad despue á la d mas poblaci n de üquella República, y encontrareis los e tableci­miento de la mayor importancia, diriJldos por extranjero, mientl'~ vosotros, pobre ya,naconas, no o ocnpai de otra co­sa, que de -volver al e tapo en que se hallaba vuestra patria en tiempo de MaUlco- Capac y de Mama- ello. D~Rptle de concluid este nrtículo hemo vi,to cartas de N neva- York ha ta el 6 de noviembre y de Lond res ha ta el 18 de oct lhre traida por el bergantin mejicano, Ramon, procedente Je S'm Bias, que llegó á est~ puerto el 17 del proxi­mo P' ad. Por e 'las cartas velTIns que el Gobierno Ingles ha resuelto blofluear el puerto de Canton, ha ta obligar á 10c.­Chino á dar una ati filcci,OIl conveniente al il1ulto que se hizo á la Nacion BL'itánica en cl Oles de rnar240 del año proxi­mo pa ado. POLÉMICA POLITICO-RES1'AURADORA. Para acornuañar al articu.lo de LttRRA obre la Po- LEMrCI\. LLTER \tIA copiad en la B.~L . ~¿A NÚM. 1 . Como Dios los cria y se juntan, segun el adajio .. se hallaron reunid,)', por di ici n divina, los jeneral s Gor-nano y trueta [*) 00 el com' nd nte ~llao , v tuvi tOl,l e~tre ello y un cuarto interlocutor, que de. pue se verá, 1 100Ulen* te diAlog'o. o RN A NO. He V'i~to con u In desagrado que 11 o e ha com-batid, com era necesario, á e a \' erdud Olida, qne tí'lnto --.-----..----- ---------- ------- [*] a 110 e olo el diario de M~ji () l que llama G?T-nano 'Y Latrnetrt á lo frt mo. o, "ero de la Re tauraClon Peruana' en el LEED INTELLI.lO: CER. n. 443 .e lee lo si~uiente: ./eneral G omano nnd La Trlleta were in posses-ion of Paú, and s1.l1nm()ned a crrngress to meet in may for 'he election 01 a Pre idAnt. o/c. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 4 mal hace á la can a de la restauracion; y e to, acompa ñado de algunas otras co as, me han dado á conocer que U, ñor Latruetu, no ha jugado mui limpio en en mi an llcia. LATRUETA. U. me in ulta, señor Gornano. i omo se en ~ tieude e o de no juO"ar limpio, hablando de un hombre hon­ran á carta cabal '! Si algnilo pudi ra dp., onfiar, erla yo. i Se acuerda U. del 16 de abril, cuando por di .. posicion de U. me chó. u mujer á balazo de mi ca a 'J Pero yo oi un ca­ballero, y cuando me intimiu, aunque s a con mi mayor elle­miO'o, no me acuerdo de lo pa an. Yo hei hecho cuanto ha e tau de mi parte, y no hei dejo u de pagar bIen ~I Peruano, al Tribullo, al Vijia y á los dema perillanes que lieuen con­SUl1llll un gran candal en la epidémjca, como dicen; y no solo eso, sino qüe h i h eho e cribir una obra bervia obre la conducta del vejete editor d la Veratldj pero él de tod e rie, y mi ntras mas e e cribe contra él, pe r lo hace el 1 al­dito, y ID ~ e burla de 110 otro; y no solo . ~ sino qne hei queriu que Herrero le haga al dlollzudo: todo los a nos, en el buitre todos los paj[ rracos, en I guunac t( do los carnero, en el cerdo t da su e pe­cie, en el mono toda la mOlJeria. i Y qué queda en favor de la Sirena? Iguana, 1 ta is una in. ulencin: isto is hacer nu tra ca­ricatura, n IIl~ar di hacir~ela al edItor de la Verdá Di lmda. a ·té is un trald l' á la Patria, un vil ixtranjiro qni nu mlri­ci pi af la tierra tiel Paú. Herrero. Yo,,, ñores, no tengo la culpa de que UU. no entiendan de al goria. , a'1 como tampoco lIt1end 11 de polé­micas politica j porque en verdad, Jos escrito qne contienen documento intachable~, prin iplO. r on cido por todo el mun­do, arO'llmentos incont table: no e l' tiltan con caricaturas, con re buzno , ni con grazl1lJos, ni con gmñido ) ni con mue­cas, ni con monada, Los docum ntos ,e combat Il con otros do­cumento, la. razone con otras l' zonc., los prinCIpIOS con ello mi mo, los argn Cllto COIl otro. mejores. Iguana. 't ~ i un ill. ul nti, ya lo hé diel u. Gornano. U. un traidor á la Patria, . mere e la muert. Edeca,n de uardin, que fu. il n á e te hombr j a i: del mis o modo que mi aijado Salav rry hizo tu ijar á Valle­Rle. tra y Delgad : dentro de una hora. Reqvie:cat in pac ' -Yo ~iento mucho, yo, el editor dr la V rdile! r. nnda, no poder decir como Fígaro, qne lo ersonaj s que fiuurnn n ~te diálogo son id ni s, copias que no ti nen orijinalj mis per­sonaje son verdaderos personaje., orijinales, orijl al Limo , qu será mui dificil que encuentren 11 ninguna p,rte d 1 mundo copias que se les parezcan. El s ñor Larra era pmtor de ca prichos. Yo soi verdadero retratista: nuestr s pintura de dive! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 \) os Jcnerus no pUl1uen teller el mi 'mo lllénto. DIPL ~lACIA PERU NO-RE TAUI AD RA. Al fin el pobre Nicolas Vizcaino, vfctima de la villania del encaro-ad de l1e o ios de la Re~tall raci 11 P ruana, J o E J)o­MIN o · PINAR, hu declarado qu '1 no e l nutor del li­belo contra el Jeueral 01 b go o, publicado en la' inmundas colllmna del 'hauduy. ,ino que illé b llgado Ú .. ub~ nbir el referido libelo por el tal E pinar. E. te lJO UlI d ~cubri­miento, SlllO Ullil '0 lflrma '1011 de lo que todo I !lJt ndo nbia, y de lo que hlz pI') nte nnte el j.u]'¡\do de lluyatl1111 D. An­tomo Jo 'é de Ir! ·trri la noche quc ~ Juzgó sta cau,'a. Di­jo In. arri qne el 111I ~'mo VlzcailJo le kiabla a egurndo á él, de­lante de lo te .. tig s que pre ntaria en en.o ll-' .. ario, que 1 verdad ro antor d 1 hb lo era D. Jo é DOllllngo B pmar, qUlen le habia obltando á él á ub~crlblr 1 papel de pues de delatado, asegurtlndole que seria o. uelto y que no ten­dna nada qlle ufrir. Vizcumo no lWgÓ e te hecho unte el jurado, ni e te qni o que ,e examin° .(;,n lo t "tigos qlle se hallaban en la sala, y Viendo lrisarri que el verdadero autor del libelo no ria ca tiai:ldo, á p ur de tal' de cubierto qlllen era, y que aql1el juiCIO de 1lnplcllta no ~ ria ma ql1 una [nr n, en que quedarian las leye hu rinda y el oC II 01' ~i n cas­tiO'o, declaró en nombre del Jell ral Ulb go o que d i tia de la aCll ncion. Á p .al' d e te de i,.tirni 11to, I Jurado se cm­peüó en continuar eu el conocimi nto d' la on n, y d clara­d? absll Ito el que al arecia como ,uto\' df'1 nI 1 ncu ado, e VJÓ obl,ignd el jencral Orbegoso á p r. guir á Yizcaino (tU­te los Juzgado ordinari . El v rdadero auto\' d 1 libelo, y el dofen, 01' d 1 cu~ auo han t 11 ido ba tan t (l, tn la para p 1'. na­dir al joyen Vizcaíno CJU , d bia .ostener ,el' él el autor d ~l pa­pel aCll ado, alnO'ánd I con [al.a pr me a' y animálld I con l( e2p ranza de que aldna Lif'n á la rminacioll d 1 jmclO; me al fin, 1 padre de j ola: izc¿ ino, nI illt re,,'ado en la suerte de n hijo que el diplomático y 1 d ten or del tal diploI .' ti tuvo qn v nir d nito ú nder zar 1 negocio que habIa nredado muí Iindam nte ¡uella pia-do a p )r on encnrO'ada dp conducir á . u hij {l un pre i­< lio', y.d . pue d impu t d todo cunnto h,t ia ocurrid en el JUICIO, e dirijió al Icald mnnicipal c n el :;crito slO'uiente: ~eñor Alca! e 2. Municipal.-Juan anu I Vizcaíno, á nombr de mi hijo icol~ s, con o su padre 1 jitimo, en la cau Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 ~) &1. criminnl que oontra él io-ue el Gran Mari,cal del Perú D Luis Jo é Orbego o, cn pcr eCLlcion de una calulllllia, C011 lo mas deducido ante U. "cgun derecho digo: que sill enll.mrgo de que 110 di fruto de una regular fortuna, á co ta de lllrnen­sas fi.1.tio-a habia dedicado al ante dicho nn hijo á la carrera literaria, y cuando e hallaba Clll' ando lo. ramo pertene ien­tes al sco-undo año de filo ofia, el Dr. Jo é Domll1go E 'pinar encargad de negocios del P rú, cOllsiguió des lumbrarle con tale ofrecimiento que si lIeo-aban á con egulf e, su suerte 110 de­bia de ser de las comunes. Prometlóle que con el ti mpo le formaria un diplomatico de primera cla e, perito en todos los idIOma, y alagado con las c p ranzas de Ulla brIllante fortu­na: cortó los progresoR de. u carrera, abandonó el 01 gio, y se vino con él para esta ciuuad. onfie. o Señor Al a:de que hasta yo soi re. pon able.de " t1lcjante desatino, y de todas las con ecuencias que se le han eguido; l, ma como podría des· confil r de nn hombre público y cuya mi ion era una garan­tia que me a eguraba el exacto cumplimiento ae sus promesas? Lejo de imajmar siquiera el pal el que mi hijo ndria á re­pre entar cn este luo-ar, me alimentaba la esperanza de sn bien e t(l1' futuro bajo la sombra del Ministro; pero no fué a í, Se­ñor Alcalde, \l10 que bien lejo~ de pre tarle miramiento de alO'una con idemcion, le hizo "ub$cribir el papel ........ aquel papel que ni nombrarlo quisiera, por que á ma de lac rar la conullctÍ!t de un hombre como el S ñor OrberTo,o, ha causado en mi hijo males qne no se podrán curar lJi con I tran cur­so de 10 tiempo. Del Indo del Mini. tro que e titulaba pro­tector, e le clmdujo á la carcel, y en vez de la diplomacia y de lo idioma, de la riqu za y de la fortuna, se 1 s pult ­en un calabozo haciéndolo mi erable in trnm nto de la in­noble pa ion del nutor del handuy, molándolo con toda clase de criminales, snjeto á su pemicio o contajio y á otras pri­vacioneR que I In!" d cribi ra se re. i tiria la razon para re­arIas. Sr inició el juicio; era preri ° t-gnirlo por In. fórmu r las lpga lf'., y rara conf~ccionarlo habia nec. idad de nmplir con 10 di pue to en el nrtículo 218 de le I y d I ]lfCtcedi ­miento civil, dándole un Cl11'( dor, en ntencion á u minori nd. La" r lacinn df' ami. tad fllle t nia el St>ñnr 8 'pinnr <'.011 .~l Dr. José Maria Maldnnndo ohraron en el álllmo el mi hIJO para nombrarle á e. te p r tal curador, y cuyo lllfilllo .no 010 ha pesad!) obre mi hijo,. ino tamhi n ohr mi famIlia, por­qne, como ya lo indiqufj en mi esc rito ant rior, por yruir á e te lllg'ar en Sil busl'n, he tenido qne rennnriar hasta I d('~­tino que producía mi m nteuimiento. Que se glorien de mlS Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 110 Cjn hrantos todos los que h .. n figura,do en la HU a, rlpacln oí lka, y u'lodo l sC<Ílldalo de qu la RepúblIca no [¡Hcd ' rnr de ruJ iO al in[ortUlJlo cualldo céll a de 1 s de ÓI d 'l1es revolu IOlHHlOS. "He leido, ñor Al alde, el pedí nte d la. mat ria, y encuentl' que á mi hijo Nicolas 'lzcaino se I ha h cho in­troducir vari s artículos, y que los ha 11 rdldo lIa~ta con cos­ta. Reducidos en nu stl'O foro lo d 1 ello etlllal s, tal yez á su ÍI Jiilllél c la , 110s ascienden á una. p qt'tña cantidad ; y á pe al' de e~to 110 ha habido qui n pu da sé.lt\' .. li:l cerlo~, "in embargo de los r qll rin,i otos del jw'gado. Yo he hnblndo con el curador bus ando r curSos 1 HIa u pago, y I ante­dicho me ha cOllte tado n fria ldad, que no a} d rrodo de la .cau a: que ..,u oficio. 11o .e mas (Lue. el ' de def 11 ,, 01', y por últImo qn de u bolIllo tIene que ntls1a(' r los ga to del papel. Tal e el é .. tado en que no IHlllam ! "Lo que mas me asombra, Señor Alcalde, es, que cuando el Señor Orbego o con Ulla laudable g nero id~,d desi tió del jui io condonalldo el agravio, e haya influido en la persona de mi hijo para que sub criba un crito, que n lugar de aceptar li a y lIanamellte el de i timieuto, 110 fué mas que una r peticion dc todo lo que habla dicho el m morable Chan­duy. Este proceder, que para mayor o robio qu da con..,igna.­do en los re]1 tro judiciales, dió Juaar pam que el iujuriado in té por la cOlltinuacion d la CHtl .. ·O P;ll a que e et tnice la pri ion de mi hijo y se xponga á uirír en definitiva los in­falibles cfl'ctos de la cond uo. He sabido que ... le II nó de temore~, amenazándolo con que i nceptu a el desi!'t imi nto Ó declaraba al verdadero autor del Ji lo, nne tr obi(>lllO prin ­cipiaría á per eguirlo, enrolándolo por de pronto n )" , tropa. veteranas, y esto temore po ... itivament pr dllj r n el efecto que se daba, coactando la. v luntad d I enJuiciado. o no t ngo por qu ~ tero r, ni m no por qué conv nir en quc mi hijo se de trúya n la carcel por con uncíon, y 110 qmel'O IJor lo mismo 11 val' od lante caprichos aj no j pll 5, como padre, estoy ohligado fl at nder por "u bi ne taro 010 los que no ufren las privaci n d Ticolos Vizcaino, lo q1le no i 11- ten 1 fl ctos la mi eria en que e hall , ftlled n t ner s n q le este pleito no se concluya. 'o t ngo por motivo alguno para continuarlo, porque pr vo 'ar un pleito c n injusticia, egllirl in re ur. o, y t rminarlo sin honor, es el último grado á que puede llegar la de fuchatéz e los hombres. '" Dije antes Señó Alcalde, que yo no me hallo dominado Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 111 de temor alguno, y en prueua de ello aseguro que el autoI del thnnduy, y principalmente del articulo denunciado por el Señor Orbcgoso, es el Dr, José Domingo Espinar: que e abu, só de la mex eriencia de la edad en que e halla mi 1 ijo, pa­ra hacerle subscribir un libelo, que en sus con ecuencias podia salirle co to o, y por último, que mientrn el mf!ncionauo Es­pinar, ni siquiera resiue en la República, Nicolu Vizcaino se halla careciendo ha ta de lo mas preci o para u ub'i tellcia. " onfiado fundadamente por lo obrado en e ta causa, en que no puede haberse agotado aún la generosi ad del Señor Orbego'u, para que no se muestre sensible á los padecimientos de mi de 'graciado hijo; de esta víctima del engaño y la per· fioia; de IUl joven infeliz, bu cado con el alago de una protec­cion en su carrera; para hacerlo inocentemente p recer ante el público con la fea nota tIe calumnmnte; confiado, repit , Cll las dl!mo tl'a iones nob!c que ha hecho el eñOl' Orbego en fu· vor de mi hij , á quien ju.tamente nunca le ha con: iderado con la mas ligera intenci m de uO'raviarle, in() como el inocen­te instrumento de las pn iones del Señor Espinar; no puedo men s que esperar que aceptando e. ta pegu ña sati [¡Iccion, se servirá perdonar nuevamente la ofensa, dando n i lugar para que se le r .stituya á un descon olado padre de familia un hijo 11 quien la malignidad de sus protectores ha querido acrificar. En esta virtud e ha de servir la justificacion de U. comunicar e'te artículo al apoderodo del acu ador, para que e digne con­te::; tar lo que tuvie e por conveniente, Por tanto: A U. supli. CO pI' vea como solicito en justicia, que imploro, y juro que no procedo de malicia &c. Juan Manuel Vizcaino. Dado traslado de este escrito al ~poderado del Jeneral Or­begoso, dice este, entre otras co as, lo siguiente: h Mucho antes que se presentase el escrito á que conte to, mi pod rdante e hallaba al corriente del modo' como fueron engaflUdo Nicolas Vizcaino y u padre por Jo é Domin o Es­pinar, quien, n contento con haber interrumpido la carrera del primero con falsas promesas, le señaló el camino por donde los h mbres principian á delinquir. Por medio tan repr >bn­dos (permitá eme decirlo) lo pueden hal!ar e hombr que aunque sean de sentimiento anos, sirvan de móscara' la im­punidad de d >lito~ ageno.: solo por estos mediO pudo Espi· nar haber encontrado quicn e pre ta e con la man edumbt'e de un cordero á ser sacrificado por su villana detra cion; y tan 010 por ellos, repito, ha podido escaparse basta ~hora de e - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 112 piar su crÍmen. De este modo, Señor Alcalde, es que ]0 ma­levolencia y la perfidia se ceban contra las reputaciones mejor establecidas, esparciendo calumnias y derramando hasta sobre las familias de sus víctimas el veneno que destila su pluma. Pero estos dictados no los merece Vizcaíno: ellos deuen pesar sobre el verdadero autor de la ofensa, y sobre los que bayan apadrinado la ca!umnia, dándole mayor publicidad con sus defensas e traviadas y fal s consejos. " ( apturado Nicolas Vizcaino despues del auto que declaró con lugnr la f(,rmacion de causa, se desenvolvieron todos los resortes de la temeridad: se introdujeron articulaciones tan in­debidas, que la sabiduria de los jueces las han declarado sin Jugar, como refractarias del texto de nuestras LL. y con conde­nacion de costas. Vergü nza causa, Señor Alcalde, que en un pleito oca ionado por uno que estaba -caracterizado como Mi­nistro de la República del Perú, se hayan permitido apremios para su puga, y aun m8, que este pago esté todavia insoluto. Crece la 3d miracion al con ie/erar que á Vizcaino se le haya tenido en un miserable abandono; y tanto, que i la causa hu­Lie e durado mas, infaliblemente iba á perecer de mi eria, á menos que lo hubie 'e socorrido la caridad de los extraños. El Jeneral Orbegoso no Ignoraba estos pormenores; se lastimaba del destino de ese incauto joven, y se hallaba pose ido de los mejores deseos en u favor. i Mas cómo reducirlos a la prác­tica cuando por parte del curador todo se des . raciaba? Por su culpa no tuvo Jugar el desistimiento, y aun se abe, que sin manife tarle el escrito en que se hizo, de palaura lo pre­vino para su inadmi 'ion, di 'iéndole que en él e proponian una multitud de acusaciones; que todo no contenÍD una sola expre· ion que le fuese honro a, y por último, que no lo aceptase. ¿ ,'erú p ible que en el fiJro, n donde reina la le alidad, se presente este escándalo, y todavla mas e cándalo, en una causa en que lodas la probabilidades de perderla se hallaban de par­te del enjuiciarfo! La Tazon se resi tiria á creerlo, si no se vie­re palpablemente el hecho, de que en e ta honrosa pl'ofe ion ha habido letrado que, sin ma aliciente que el de insultar á un hombre en de gracia y sin el mas lijero ngravio de parte de e te, ha retendldo llevar adelante IIn pleito que, como dice el la timado padre de ¡colas Vizcamo, ningun honor hace á us atores. " on la súplica que se ha introducido se ha desagraviado Po mi ~oderda nte. e ha tocado ya en la evide~~ia de qu~ la calumnia que lJa perseguido ha tn ahora, no partlo del precita­do Nicoh s Vizcamo, SIIlO de Jo é Oomingo Espinar, quedando, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 113 ademas, íntimamente convencido que e t , despues de h n¿3 r eu un juicio de la naturaleza del pre. enre, a un joven e. tudiantr, s ha marchado al Perú, dejando á su pl'otej ldo fuera <.le lu re­sidencia de su fnmilia, en un lugar en fJIJe no tiene re laeione de ninguna clll e, y sufrit'nno las angustio, <.1 I hambre: queda, por con 'Iguiente, en toda formo exp chta la aecion rl' mi parte contra el SU!iiodieho E proar, y el ti mpo dará lugar n p nerla en ejerci io; p rque crerto alag() de fortuna no, on mn ' qu un pérfido laz de u incon tanc:ia. COJlcluirá n I P 'rú la época de la fuerza, y e restablecerá 1 reinado oe la ju ti cia.·' Veamo ahora á 10 que e tá reducirla la cliplomneia <.le ]0, restaul'adore del P rúo indo t do el apoyo de e to caball­ros I~ fal edad, el engnñ~, y conoci ndo (lue la opinion j ne­ral no le plle le er fi,,,orable, han qu ricio hacer ~pareC!el" en el extranJer algun periódico que hablen en favor de su pnr­ti do y contra el OpU' to, indo los Encargados dc Negocio de In r tauracion los editore efe los tales periódicos, pero ha­ciendo esto con tan poca de. tI' za, que todo el mundo ha sa­bido, desde ante que aloan los pr • pe tos al púb lico" qui ' nes son los verdad ros edÜores. El" riete" escrito y puhlicado por Ferreyl'Os, y el "(' handny" escrito y publlcudo por E pinnr, han sido los único papele que en el EcuAdor han tomado la de-fen de 108 atentado de <:Jamarra y su partIdo. ¿ Y quiéne otro podian er, sino estos, los que e encnrga ~ en de]n d fen ­sa de una cau a t'c\n esctmclalo 0, de la causa del tra ~ torno de' todo los prinCIpios y d todas las idea de justici, y de ruG­ral¡ dad? Fé de Errata del N.o 5. 0 ájinas. Linea, Dice Lén o 6 . 22. valid valido 67. 39. sin pr vio SIO pr'vio 67. 40. juicio, '1 hn juicio: i>1 ha 74. 25. nbanzado avanzndo 74. 30. sino quieren si no quieren 76. 7. Ahora pa e Ah ra pace 77. 37. propo icion preposicion Impr ta del M 1. urillo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 7

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 6

Por: | Fecha: 21/01/1840

PERIODICO POLI~'ICO y LI1'ERARIO. NU Jlf. 6." } Vincit omnia 'Deritas. { 1'0 M 1 I. Este periódico sClülra d luz los día, l. o 11 !I 21 de 'C'ada mes. Tm- !Irá 16 -P.,rzjinas, y el precio de wb.~c~ip , 8 nümeros corres-t~ ::J pOlldienf~. s d un Sf'lMstre, que se pa.l1{ ¡ll rá, ade anta o, será el de tres pesos. fulu númd'O suelto valdrá real meúio, y se vend:, d r¡ le, tttmda del '1'. Lelamem{z, en dOIl¡Je se recihirál" las subscripcio .. nes, !I ~e enlregarál& ICJs 1lÚmt rON á los subscriptores.. PERÚ. EL PRESIDENTE PROVISORIO DE LA REPÚBLICA. Por cuanto el Congreso Jeneral ha dado el decreto si­guiente: EL CONGRESO JENERAL DEL PERÚ. CON 1 DERANDO: Que el gobIerno y el ejército de Chile se han manifes­tado fieles aliados y firmes defensores de los derechos del Perú en la guerra contra el conquistador Sallta Cruz; DECRETA: Art. 1.0 La nacion concede al ejército y escuadra de Chile que han hecho la guerra al conquistador, qUlOi ntos mil pe­so., como una muestra de reconocimiento á sus eminentes servicios á la ind penden ia del Perú. rt. 2.0 E l ejecutivo reunirá la cantidad de que habla el artículo anterior, sin imponer á lo pueblos gravamen alguno. Art. 3.0 El ejecutivo pre entará á nombre del P rú al Pre­sidente de la República de hile jeneral D. Joaquin Prieto, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. o una medalla de oro de doce 1 ineas dé diametro en medIo d dos palmas de diámantes y de cuatro estandartes de ( 'hile y del Perú, colocados a lternativamente bajo una orona cí"vica de brillantes. La medalla tendrá en el anver ... o esta íns rip­cion- El Perú á u fiel aliado, y en el rey r. o ]a sigui n e­Su constancia coronada por la victo1'ia en Ancach. Art. 4.0 Se concede al jeneral Bult e., á nombre de la uu­cion, una espada de oro guarnecIda de brillantes con las ar­mas de ambas Repúblicas gravadas en el puño y la in.crip­cion siguiente-El Perú aljeneral Rulnes vencedor en Aneach. Comun.iquese al poder eiecuti vo para que disponga lo ne­c~ sario á su ~iyli~tot· .muud,ándolo imprimir, pu?licnr y cucular. Dad('T"""'" 1 s a d se IOnes del C'ong-reso é~ Hwm­~ yo·á 2 de Noviembre d~ Uf39.-Agu tin Guillermo [ha1'1m, diputado presidente- Rallwn A.~p'llr, diputado secretario-JeT­vacio AlvaTez, diputado se~r tario. El Ministro de Estado en el despacho de la Guerra que-da encargado de su cumplimiento. . Por tanto, imprímase, publíquese y circúlese.- Dado en la casa de gobierno en Huancayo á 5 de Noviembre de 1839.­Agustin GamaTra-P. O. de S. E.- Ram01i · Castilla. (Peruano num. 66, tomo JI.) EL CONGRESO JENERAL DEL PERÚ. CONSIOERANDO: 1. Que entre los heroicos sacrificios hechos á la Repúbli­ca, el mas digno de su reconocimiento es la recuperacion de la independencia y libertad nacional; n. Que el Gran Mariscal D. Agustin Gnmarra ha coope­rado poderosamente á este glorioso fin 'on u v;flor, sn peri­cia militar y su constancia en la campaña y batalla de An­cach, y en la peligrosa situacion en que se hizo cargo del go­bierno nacional; lll. Que e clusivamente le es debida la in tnlacion del Congre o Jeneral que libre y felizmente acnba de dar la Cons­tituclOn polttica de la República; DECRETA: Art. 1.0 El Gran Mariscal D. Agustin Gamarra se titulará REST AURADOR DF.L PERÚ, Y di:;;frutará durante sus días de los honores y renta de Presidente de la República. 2.0 Se le nombra durante su vida- JE ERALÍSIMO DE LAS FUERZAS DE MAR Y TIBRRA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4. 3.0 Se le concedé una espada. de oro gUHrn cida de brillan tes, y una medalla ad01l1ada tmnbien de bl'll lnnt s con la si­ouiente inscripcion enl al1ver ... o: AL RESTA nAD R DEL PERÚ, Y en el reverso: EL O GRESO JENERAL: AÑO DE J 839. 4.0 El retrato del Gran !tlnriscal Restaurador .e colocará en la sala de sesiones del Congff~so, en la de PnlDcio, 'onsejo, d • Estado, y en todas las oficinas y establecimientos públicos. omuníqnese al poder ejecutivo para que di, ponga lo ne­' Cesarío á su cumplimiento, mandándolo imprimir, pllblicftr y eircular.-Dado en ]a sala de esioJle~ del ongreso, . en Huan­' cayo á 14 de Noviembre de 1 39.-Agustin G'Uille~o Cha­run, diputado presidente-Ramon AS1t· diputado se~etario-­J& rvacio Alvarez, diputado ecretario . (Peru'tt.n. . numo 67, tomo Il.J - PRIMERA MP AÑA DEL GRA l\iARI GAL GAMARRA. Articulo copiado del Mercurio de Valpara.is8. Lunes Abril 12 de 1830 . .J ' . REMITIDO. La COpIa con que se nos ha favor cido y remItImos pa­fU su publicacion, de las comul11cacionrs al Sobenmo ongreso de la República del Perú por el Pr ... id nte de ella I Glan ari cal de Ayacucho D. Jo é d Lamnr, la h mos conside­rado de grande importnncia pnrn nuestr s compatriotas, porque si en lla hallarán por una pm t<>, que ,tí' ... ñor lejos de jncnrrir en In debilidad de haber becho, (e mo maliciosnmente se ha llpuesto y divulgado por lo fae 10 os s ctarios del jo­neral amarra) dimi"lOn del Supremo pod r que ejercía con­ferido por la voluntad nacional, In. re~istió vigoro~amente en -conformidad al pntrioti mo y fidelidad de <]ne estaba animado; por otm, no podrán dejar de horroriznrse á vi ta de los crueles ultraje y violento despojo que por Gnmarra ha sufrido con inaudita injusticia, en la sustancia y en el modo, la digna per­sona de Lamar y su suprema autoridad: y finalm nte qu<,da­rán convencido de 10 que puede e. perar e actualmente en el Perú, de una. admini trnrion compllc. tn d faccioso y á cuya cabeza s ha colocado el jeneral Garnnrri1 , por medio de atro­ces crimen s, dignos cada uno de ellos del último suplicio.­Somos de UU.- nos Peruanos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 5 DEL JEN ERAL L MAR. A. los SJS. Secretarios del Conrrreso del Pent. San José de Costa-Rica 5. de Setiembre de. ~82V ' Es adjunta una representacion, que ruega á USS. se sir-an poner en el conocimiento del Congreso Nacional, pues aunque dirijí otra igual al Supremo Gobierno, con fecha de 20 de Julio último, por el conducto del eñor Ministro de Rela­ciones esteriores, temo fundadamente, que si no se ha estmvia­do, tam~oco haya sido resuelta, atendiendo á que debia verI­ficarse inmediatamente la reunían de los escojidos del pll blo, únicos ~¡)pa es de 'al ' la patria amenazada de grandes rtIi- . nas. En .. 1< 0# e ?rdena 'C fuesen ca tigados i11ft X1- ' ,. +>lemente los hIJOS ¡llaturalIzados, que la hall promovido o breponiéndose á las le~ , so color de patriota, y hollando per juramente la misma COllstitucion que se acababa de puLlicar con solemnidad v libre aprobacion del Perú.-Dios guarde á USS.-José de Lamar. AL SOBERANO CON RESO DÉD. p San José de Costa-Rica Setiembre 5 de 1829. SEÑoa:-En la noche del 7 de Junio último fuí sorpren­dido eH la cama., de pues de haber sido rodeada mi ca a y ocupadas sus habitaciones por una compañia del primer ba­tallon de Pichincha.-El Comandante Lira, acompaiiada del de igual cla e San Roman, me cntregó entónce~ una carla en que me intimaba el Jeneral Gamarra, en los térmi110 ma OD 11si­vos, que renunciase la Pre idenciu, 'f habiendo COllte tado de palabra que no podia hacerlo, se me obligó á montar á caba­llo con direccion á Paita, aprovechando los do fieles comi­sionados el momento en que me acababa de ve tir para re­cojer dicha carta, documento de perfidia é ingratitud.-Qued ~ a disposiciol1 de ello mi equipaje y papeles sin permitir que se inventaria en, y e me émbarcó, entre do ' y tr ..... de la. madruuada del dia 9, con el coronel Bermudez, Jefe del E. M. J . del ejército. L,. precnucione. y medida alevo a, que se io­maron anticipadamente para arrestarme, seuun he sabido Gles­pues; la escolta ll.umerosa que me condujo; el alojamiento y tra­to mi emble que se me dió en Paita; lu mezquindad inde­cente é increible, con que se dispuso la goleta M rc des, po­niéndome á su honl0, desprovisto de lo necesario para la na­negaci 11, con asombro de sus mismos mariner Sj los ocho ca- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 86 ~adores con dos ofi iales que me custodiaban n ella ignomi níosumente, y la eJeccion de un barquito tan p queño y falt0 de comodIdad ha ta para el pa ajero mas robusto, cllaudo exis­tía en el puerto otro gral1de ullglo-americano, pronto á dar la vela para Chile, todo al parecer con intencion manifi ta de que perecie"e yo sin defen a, reduciéndome á extremos y pri­vaciones tan ¡Jenosa que no debería resistir probablemente mi salud quebrantada, si bi n acreditan á la faz del mundo la inlqnidad y mengua COil que ha procedido el Jeneral Gamar­ra, y destruyen la illlpre iOH iui stra que. PUdíeran~ber cau­sado las intrieras y lllan j) cnminules que .es bie notorio habia entablado ante¡iormente, y llab r· s10 'zado hor on mas empeñ y m'\ltallldad para de acredlt, 'y ar, si fue-se po ¡ble, e te atropeUanllento barbal'esco escandalo o, temiel1- .. do qne le pll ie e n c1uro llS planes ver ivo , e toi , m em­bargl) confundIdo; y xaminálldome en con cllencia con la ma e crupul a y 'oyera imparciali lad, me trauquilizo algun t to encontrarme inocellte de haber cometIdo errores ma­lJClO ' en p rjmcio de los intereses sagrado., 'to del corto tiem­po qll e tuve al frente de la administwcLOll, que aunque fu ,e la mas descab lIada y torpe, no pudo, ni d b1Ó ser r formada pOI' m dio de e ta mall iohm e tl'éltéjico-pol ítica, con tándole l1lui bi 11 nl ( iior Gamarra que Ila , 010 produce de mornlizacion, y males que ha e p rim ntado ya el Perú, que de. e nceptlla la opinion m jor qm. ta, y qnc rnpaña ul fin con Ulla man-cha im ol'l'able la ma, brillflnt oja de rVlcio. li itnacioll ntl'e tunto hien contri tadi. y "umamC'ntc afli . tiva, 'd <'Trndo (]ll éam ito pr al', dE> aria á vec('~, y v rla con plu r y $N nidad a re"r. e el (JI i 10 in t nte d mi v.lda, '1 n m al .nta ' la ieten d que p . rt IH'Z o á un na-lO~, flue no pn de d ntf'1l er~e de e te atentndo, porqne e .ll1~ta. y pod 1'0 íl.; P )rqnc e dcg-radaria ~i lo mir e con in-dlfl r nClé\; por(]lIe e~ amant' mo la madre ID s jerna a 1 h nor d ns IlIjo , y r0l'Clll c;; zp, losu de 11 d r hn " de la prerogativa SObel'all, que posee y determina las fó .mla Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ y trámites que deben pI' ¡ehr ú su jllzgamiento, e H\11c1o ··llu.~­sean Ó. al al' zcan dellllClIentc ( 1). j t' 11 'gnrá la na i 11 á ta súpl.lCa:1 ' o, no, no 's pO~lb l e (2). La lHt<: i tlJ mandal él qll sean cltado~ y mplazndo lo Jen l¡¡lCS unJilrtu y Lalllar (3) para que rmdan cuelJta d lo l1!Oll o qllC han nH:dllldo, y que hall podIdo dar mérito á e te acont 'inn 'nto 1I0tablelllen­te extraordinario, y que se imlonga rigOlo. amcnt' al ti Ipüble la p na que merezca. ¡De. se lJremie la traicion; y no se­rá esta la última. (E.) (4) Mal pror; ta alió el jenel'al Lamar, porque todo ha sido al ~ont,.arío. (R.) . (5) E te peruano il'll tre como todo los demas tlustres peruanos, ha sido victi1'na de las nuevas perfidias de Ga· "narra y Lafaente. (E. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. e blllucion acordada y framada hacia tiempo e n 1 1('11 fal Utl marra, des mbarcundo ' 11 el ('allao d pues de IH.her estado detellldo en Arcqmpa, cuusando inj llte ga to, al 'JUlio, 1 a­ra depon l' del modo mas ~cllndlllo o y ¡,rg('lmo a J( fe d la Repúb ica. -j olllbinaciol1 etenwOlente x(,clahl'! ( mbll1aClOll horrorosa! ( ombinaClOn que pudo hub r de<..tnlldo al jérclt ! CombmilclOn que acabarla con el Perü! ('ombinacion, en fin qne ojuz los crímellc, y conce-e á la bajeza, á la su . de la inmoralidad los honor que aebian rf'servar e á la vin d! ,¡ De graciados pueblo., y envi­lecidos por la m, torpe . la ma e'-púna de todas las r('pr en­melones po ibi , ! bien mereclUis una su rte menos me -'nto. i Qué cobard~ 110 '. crc rá ya COH d recho á una espada de 110- nor? i Qué intriO'ante 110 e. pernrá ver e hecho mientra i ic­neralí nno de ma.r y tierra? i. Qué ambirio,o nü lta' (' 11 las derno. tracione' mn olenme de la gratitud nacio n pre­mio de Jo atentado que corn ta? Sí; cuente ya el Perú con ver sl1cedel' e natnralnlClnte }(Js nuevo Gamarra por los llUe­vas SaJaverrys, por los nuevos Lafnentes, y por lo nuevos m n 'truos de una· ambician y ae una inmoralidad ya . antdi­cada. En cada trastorno que e pad z a 11 el P 1 ú; en cada guerra civil que dlczme la poblacíon, digllll lo hubltt,ntes de c, te pai. : e le es el resultado preci o del atentado qu.e ('0 - meti6 el Congl'e o de Huancayo, deificando al mon ·t1'1.lo de Gamarra. No diré nada obr el decreto dfOl mi. mo Cong-r o, que ob.c nía al jército y á la e cuadra de Chile m lio l1Ii­\ Ion de pe o por haher. e debido á 'te ej; rcito y á esta s cnadra el inefahlc b n ti io de r , tahlec r 11 el pai f 1 ra1ti do de los hombre inmorale. Uno no dI , habln!' de 10 <1 11 no entí nde, y por eso de o y callan ohre In materia. i el medio millon e pngn e con dinero del rú yo dirln. '1 11 e to era muí horribl ; p ro 01110 e~un I articulo s gnndo del citado deer t, ':o;te m dio I ilIon. r \lnirá in imp neI á lo pnehl ~ravám t1 alguno ,cbro <111 no será el pue-blo <1l1iPIl lo pagoll. r j , millí:t o d haci lIda dt'l Perú n son omo lo' d antaño, tiC n ita [\n oc"r din rCl de los . ll f'h\ : para r unir medios mdl nes: e. tos mini tro alq Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 90 mlstas, qu vu plata y oro el {lgt á, Y el aire, Por tu! y porque para r 1 11111. tro d } aClclJda 110 1: 'C ita . er ecollomista, ha ido n011 brndo por Gamarra pura mülÍste- 1'10 eL jeneral 'a ti ll a, a&l conJO PlfJa el de 'll(:na y n ¡EHllJa al jeneral Laíhente, que habna ido n ejor lura mini tro do contrabando; a i {!omo para el de gObl l'llO y r >llIci lles exte­riores al p dre Ferreiros, que era mejor para mini tro de 1 voluciOlJes i t riOl'es, y a i como al ci ~I'jg harutl se It: ha nombrado de negoci cle~iá tieos, si n mns á pr pó:ito pa­ra g 'un acerdote do enu, P rO es verdad ]ue 'tedo Jos clérigos que han pr do "ervlcios á amarra en el ~Areópa-go de Huuncayo ti en n iguale mérit t " hnQen 1 111<1. vi· da ejemplar en 1 jinllento de ~li ca as, eni- re- SIdIr eu San Fernando. rrodo e. to prueba con lJech s co OC! dos de todo Jllle, que lrisarri era el r ) ado, y qu \ tod ~llanaba de 1 rte del obierno para con guír lo de te hombre acrectitado de buen ervidor. La "erda manifieta por í. mi IDa, Las m lllinl e de cubr 11 po el mism artificiO que e emplea en h c rla creible., t\un c lan-do el mentIrO ea hombre de talento, i ÓnlO 11 ... e d CH­búrán eualldo la frtlgl a un estúpido omo el editor del Tri· buno, ó et 'copiado p l' te, qlle ) IllSiUI'l ell la COllJUl ilCIOll o VJduur­re COIl todo. e't :-- documento acabado ell RIA 1 b 03t.. la histona de la lldlVinauza ', Hu ta nlJora 10 hablaHlos 'i to nillgllll historiador tile u a~ del pretél'lto 1 Iperfecto e . ul jnn­tivo para J;e~ ¡;¡r lo que slfcedló: y n '1 . l ra d eir un llue­vo Salustio: "Catllin¡t ,p!\ ro,níl el RlIuicon COl1qU1~taria la Ga- *' rrt;, venceria en ,Far. ali~h ,haria 1 degollú.,( á ("¡rerOIl, ganaría la batalla de ACClO, venr'ma á 1 apoleon Pl1 Waterloo, y d .r­rotaría á Bu Ines en Ancuch.~' i Ql11én dlld .. que podría suce­der todo e lO, si atillOa hubieru tenido vida y 111 " ()S de conseguirlo? 'f En el numero 114 hallll.mos una en alada de ca 110, pastos, tratado de Paucarpata y eml ré ~ tito. 'de Chile, so­lo podría dijcrirla el el:>tórnago de av struz de nne, t1'o hi .. to­riador, Parece que él 1.1Il0ne qu Irisarri vendió 10$ caba­llos de la primera xpedlcion, cnnlldo 110 fué él ni podia • et, sino eL Jeneral Blanco; upone tam len qn lo caballo del de­secho, que no qm o tomar el Protector los calificó Irisarri al­guna vez de hen oso, y que , to cabilllo e. tuvi eron pa tau­do en terr no d I j~neral 'erdt.ñu: t'ldm e ta . on . olemn ísi­mas lleutira.', como todas las d lllil, Lo que ocurrió en todo e to, y e11 la púhlica snl,a, ta de aql1 l de echo de la cahalleria, con,. ta de documento ílllt #ntico" y es todo 10 contrario de lo que dIce 1 hi toriador. Lo Ine ma. choca á , te, s qn Irisan'i habl bien d 1 Jeneral FI r , y del Jeneral Blallco, hablando mal de Prie­to, d ,u mini. trO , de amarra y d todos aquello que dan motivo 1 ara qu no e diga co a bu na de 110, Pero, i bár baro critor! i ha hecho el Jencr 1 Blanco, ni el J neral Flo­res, lo que hac n lo otro? La ob.ervacion es diglla del ob. servador, como e dIgno de su torpe inmoralidad el hacinar en u e crito tanta brutalidad, tanto ab. urdo, ti.luta specie d im­po tnrn, que ni remot lmente tienen relacion, no diO'o yo con la verdad, pero ni siquiera con la veri, imilitud. Iri arri cuando dice mal y cnando dice bien de la per­son ,dice mal ó dice bien de los hechos; de los hechos auténticos' de los hechos públicos' de los hechos que ,nadie Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~6 l:pnta, ní pnede di~putar. In .. arri di cun', mCi?cma, ~nala~a los documeutos qne pI' 'enta, y que 110 e le megan, Di pue­den llegár ~e e. 1>01' e.o es tClInble; p~r e .. o es a~al ado Cl.U el furor de la dese .. peraclOn por us neclO' COl1tl ano; por eso se quiere combatIrle con estúpida calummas., .. TIO Iludiendo destruir de otro modo el efecto de sus Ine 1 tIbIe e cntos. Iri 'urri siempre ha obrado con la d1g11idnd de un hon br , dan­do la cara á sus enemIgo., atacándolos de trellte, d "afiándo­los á que le cO'mbatan, sin curar 'e de que e .. to sean muC'.hos Ó pocos, hábiles óJlecios, buenos ó malo, ó perver o. 1\ u'n­tras los cobardes lE!' tiran sus estocada á cuerpo cu"lHerto, en emboscad;t y con ·\Odils las ventaj de la. alevosía; ' él se pre-enta en la arella' 'nI universo, an~ · toooS}f> lI~mbres de la tierra, de nudo de toda armadura y ojo cODlbatl ndo con -. poderosas armas de la justicia. El ~s siempre aquel hon bre por quien dijo en 1 26 el Lord (hief Justice Be ·t en la cau el lIbelo por qne fué condenado Clemetlt: el demandan-te; risal'ri) en esta cau a ha desafiado animo 'arne1tte al acu~ ado á pre en(ar las p"uebas de la verdad de lo que ha diclwj pero ni/?gu1ta prueba se ha pre entado ante u .... tede . (The plaltltlÍf ín this ca e has boldl y challencred the deümdant to meet him with prooi of the truth of that which 1 e has statedj no evidence has been tenderet 10 yon.-The Trial of Irí-arrl ver. US lement. page J 04.-5. )-lri arri no es Ull ob~ uro embnrrndor de papel, como los vergonznnte e critore de la res­tallracionj e un hombre que ha defendido victoriosamente la can ~ a de América, y la suya propia, entre los hombre ma. cul­to de la tierra. Se ha hecho respetar en todas parte., ménos entre los bárbaro, porque los bárbaro 11 rc~spetall á nadie. El h1 toriador d 1 "Tribuno" concluye su h1 toria hadendo -el elojio fúnebre de Prieto, del cual elojlO re~tl1ta, Cju si Chi­le e lo que es; si el Perú vale lo qne vale; 81 Bolivi.· es Boli­viaj si la repúhlicé1 Arj ntina e tá donde stáj .1 1 cllador no se halla en los Polo; todo e t .e debe á los trnhnjo del eñot Prietoj p ro lo único que halla el e critor de malo es, que Méjico e té dividido, no dice • epnrado, de hile pO't 'Un largo e pario, porque j as] no hnhi ra .ido, los Fran e. hu­bl ran alido e carm ntado p r Buh)(l , ó por el J n lal Ba­qnedano que habri r t mado el ca!'tillo d nn JlWll de ""1 no. co~ su caball ria. t no ~o n In ' mi~mn paln)'(1 df I hi - tonador, por sllpn to, porqu t;1 no ti n gracin pAra d 'vertir con su~ ton ria .. ; pero son la qll trndlH' n en u n cn tello.­no las Id as romántlca~ del e critor. Yo no qni ro d clr por hora lo que el mundo debe al señor Pneto y á sus cvnsa Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 07 jeros. Tengo hecho cierto voto de no tratar de estas cuestió. nes hasta que haya pasado la cuaresma, y nos hayamos todos puesto en gracia de Dios. ADMINISTRACION DE RECT.A JUSTICIA. La corte real ue Orleans ha dado una sentencia por la cual se confirma el jUicio de primera in tancia que ampara al señor Duque de Burdeos en la posesion del dominio de Chambord; se desecharon las pretensiones del Estado y se con-denó á este á pagar todos los gastos. , Para combatir los hed~s de injustici~,,/ arbitrariedad, que se succeden ~ii América,- \ia ta decir, sin~flexiones, lo que pa- .. ~n Buropa en casos absolutamente semejantes. El Gobierno de Francia ha perdido tft1 pleito de mucha importancia, te­mendo por c ntrario al heredero de Cárlos X, proscripto, yodia­do de todas las clases de la nacion. El rey y el pueblo han perdido una causa,. que se ha decidido en favor de U ....... -.~,"'n cripto. Si estos jueces no son mejores que Minos, Eaco y R '1:-tdamanto, no hai justicia sobre la tierra. ,Aprendan los ju­rado dl3 las nuevas República8 á tener sentimientos de justi­cia, y á huir de las sujestiones del espíritu de partido. AVISOS. En la calle del comercio, e quina del señor José Anto­nio Espantoso, se halla de venta chocolate, elaborado con tod e~mero al u o de Llffi1., rn los precios siguientes¡--de ca­nela entera Ó almendra, á 7 pesos arroba y 2! reales librn:­de media canela, á 5 pesos arroba y 2 reales libraj-y el del pais bien labrado, sin azucar, al precio corriente de n real libra y 3 pe<:;os al'roba.-Se publica de nuevo este avi~o para correjir el error que se com tió en la primera pu licacíon respecto á los precio.) y advertir á las personas que hubie­ren comprado alO"un arrobas á los precios anteriores, qlle pue­den ocurrir A la tienda donde se les devolverá el exceso qu~ hubieren dudo. El día del corriel t e perdió un relox de oro, de re peticion, con nn c rdoncillo y una Ill\ve del mismo metal. E la e ~ ra que es e plata. y en el guardapolvo tiene el nom­bre del fi.\bric nte RORERT ilLLY y c.a n. 8669. Al que die re nnt.lcÍ'ls de e te rel x e le gr;\tiñcará por el dueño, de quien se ~~~~!l en esta imprenta. ~~~~~~~~~----= ; ¡ Imprenta de :M. l. Murillo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 6

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 5

Por: | Fecha: 11/01/1840

~w PERI()DICO POL11'ICO y LI1'ERARIO. NlJ1U. 5.° 1 Vincit omnia veritas. { TOM. JI. Este pedódic() s(lIdra ci lu% los dias l. ~ II !I 21 de cada mes. Tm­drá 16 pajimu, fj el precio de ~ubscr'pc¡Otl pOI' I mimeros corres­pondientes ci tm semestre, que le pagara ud~Llllltado, Steá el de tres pesos. Cada número suelto valdrá real· y meúio, y se velldera. en tu lU'llda del Sr. Letnmendi, en donde se ,."ibirón las ubscripcio­ncs, y !le entregará" IfJS 7¡ÚmerO' a 10$ su bscriptot·es. BOLIVIA. (A1'tfculo comunicado.) Sres. Editores del Cóndor Restaurado.-Dígnense UU. inser­tar en su apreciable periódico la siguiente carta. Sr. D. Andres Santa Cruz.-Sucre 18 de Ago to de 1839.-':'" !VIi siempre respetado S ñor: no encontrando Ull conducto seguro por el qne pueda diri.1ir1e algunas comunicaciones, me he va­lida del Cóndor, que como se pasea por ·varias partes, en unn de ellns puede hallarlo y entr garle esta. El ( ongreso Jeneral Constituyente el día 17 del que corre rechazó el proy cto de) juicio nacional intentado contra U. y ministro , no para que pueda presentarse otro, sino declarando no haber lugar á él; pero reservándose el derecho de dictar como leji lador alguna medida poI Itica. Si con la injenuidad que me es caracterL tíeél, le manifies­to mI opinion, debo decirle que no tiene embarazo para entrar libremente en el territorio boliviano, y sin temor de ser per­seguido, porque entiendo, como cualquiera entenderá, que e ha, reconocido su inocencia cuando se ha declarado no haber lu­gar á un juicio nncional, aunque el Congre o pueda dict~r la medida que quiera: ella saldrá á luz. Los mas de esta ciqdad desprec~an alt8,nwnt~ e~a$ medidas Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. (j7 de alta política, porque saben muí Li n llue la alta ' baja po í tica de un Estado, es la justicin: e tu mnnda (!u á un dclíucuent ' se le 'Iga un juicIO, en el 1ue se esclarezca el nerpo d 1 dclito, pro bado pi namente e le üpliquc la p na condigna por un jl zga­do ó tribunal e tablecido COIl anteri ndad á In perpetracíon. Si lo llue acabo d decir es un principio de eterna ju ~­ticia (como qne en el ongre o e clama cada día por la ob­servancia de los principios ) pregunto, eñor, i qué d recho, qué facultad tendria el Congreso para extrañarlo ó pro cribirlo, de­clararlo infame, y aplicar á favor del Bstado los cuantio os l.>ie­nes que posee U.? Estas on unas penas, y bien sabemos quc estas se apliean segun lo ' principios que al1teriormente hc di·, cho. i suc~iese tal 'fatalidad, U. dirá con frente erguida y or~llosa, i dónde el proce'so que justifica mi delito; uales las pruebas, quien el jn~ ? i ~e han oido mis defensas? Algunos inocentes (1) dlCen: las actas de los pneblos son los proce os, allí están los delitos, las pruebas y la sentencia; ya las ve­ria U. todas sin eceptuar ninguna, y resultará que deja dc ser presidente sin dejar de ser ciudadano, ni está pl'Oscl'ipto, ni de­clarado infame' pero á esto conte tan lo altos poI íticos, que con la revolucion se le redujo á la Ilada, qüe pensar que U. no está muerto civilmente es carecer de sentido comUll. En fin esta ciencia de alta política para mí es desconocida, por lo que antes e puse; ma, como sé lo .que es una revolucion , asi como todos lo sahen, si en ella parece, hubiera terminado el juicio nacional, y c mo se puso en salvo del furor popular por un acto de prudencia; ahora quc ha calmado todo y en­trado los hombre en razon, han pronunciado solemnemente que no hai lugar ~ tal juicio, i Ojalá que como el s ñor ('arvo se hallara en la República: el Gobierno, el Congreso y sus mis­mos enemigos no e qué jesto harian! ('on el resp to que siet:n­pre, me parece, e lastimarian de su desgracia, porque, repito, si en la revolucion perece con sus mini tl'O , el h cho no hu­biera sido reprobado, porque tal vez el efecto inevitabl de es­ta e el derramar sangre. Ya que por felicidad no ~ucedió asi, ahora que le es permitido def ndcrse y incerarse, como pro­testa U. en sus manifiesto, seria inaudito que el Congr o en toda u sabiduria p n, arA, no diO"o proscribirlo é infamarlo, sino aun privarle del j rcicio de la ciudadania sin previo juicio. él ha declarado que no hai lugar á un juicio nacional y nada ya queda qu hacer. Por e ta razon u bienes deb 11 serIe restituido, porque se embargaron como detentados (2) hasta que U. conteste en (1) Quiere decir sonsos (2) Restaurador N. o 1. o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '8 Juicio, éspecla1mente la medalla que la R pr sentacion de 183,1 le adjudicó. Si tiene á bien, mande un poder en forma, ó co­mo dicen los doctores, arreglado á derecho, para el efecto indicado, Finalmente, lo~ Redactores que mui oportunamente le remiti­ré, instruirán á U. del pormenor del debate acerca de su juz­gamiento, anticipándome á decirle: que el caudillo de la liber­tad, Sempertégui, es quien se negó mas á sostener el juicio na­cional. Si tiene algun resentimiento contra este s ñor, como con­tra el patriota Dr. Linares, que fué el primero que ÍlJdicó la negativa, upoY'~ndose fuera de otras razones, en los hechos Ié\s~ timosos del pa.rlamento británico ~ntra Carlos XII ("if) Y los horrorosos de la co~vencion francesa. f ontra el de graciado Luis XVI, debe olVIdarlo por su propIO honor. • En otra seré mas largo, di pensando' U. la franqueza con que le participa estas ocurrencias su atento servic!P1r.-El Comunicador. { Del C6ndor Restaurado de Bolivia núm. 32.) De e 'ta carta, remitida por un conducto 'tan nuevo, vcmos que el. 9ia 17 de ago 'to e d el" ró p r el e 11- ()TC 'o Con ,tituyente dc Boli\'i' 110 haber lugar [t for­maci n de cau a al Jeueral Santa Cruz, ni á 'us mi­nistro. Si e.'to quiere decir alguna co 'a, e. que •. on­ta ruz no , ha dado lugar á .:er depue:to, ni á el' ex­patriado, ni ú el" cOll(is 'ad , ni á que s ' dicten contra él modidas de ninguna cla e, ft 11 'er que lo. lcjislado­. res ue Bolivia 'ean llla inju tos y tria atroc .. qu lo, le IIuaucayo. Pero fl pesar d 'to, aunque se ha t c1arad que no hui lugar para ten r ' por dclincu ntc al Jeneral Santa Cruz, e han da<.1o la I i siguient y el <.1 cr to que par ce r. u con 'e 'ucncia:- EL CONGRESO JENERAL CONSTITUYENTE. DECRETA: rt. 1.0 Se declaran nul s, de ningun valor yefecto todas la leye, decretos y resoluciones dadas por los ongresos ex­traordinarios de la Paz, Tnpacari y Cochabnmbu, en los años 3'5, 36 Y 38, por contrarias á la Constitucion entónces vijente. 2.0 i mismo se declaran nulos los decreto, órdenes y pro­videncias dictadas por la pasada administracion, desde el 14 ( .) Este Carlos XII no sabemos quien seria. (E.) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6~ de junio del año 35, hasta el 17 de febrero del pre eute, en virtud de facultades extraordinarias. 3.0 Se declaran igualmente nulas, y de l1ingull valor m efecto las resoluciones y providencias tomadas por la pa"adn admini tracion, en asuntos cuyo cOllocimi nto tocaba, p l' leyes preexIstentes, á los tribunales de ju ticia. 4.0 De igual modo se declara nula y de ningun valor la leí de 15 de setiembre del año 31, que adjudicó al ex-presiden­te Andrei Santa Cruz la medalla del Libertador Simon BoJivar. 5.0 ~e derogan las leyes de 13 de juli y 23 de etiembr del afio 31, en la parte que denominaron los códigos civll, pe nal, de procederes, el de fnineria y comercio, códigos 'nnta Cruz, los CWe en adl!lante se llamarán Bolivianos. [>.0 ~e desconocen en' la República las disposiciones publi­cadas en 29 de setiewbre de 1837, con el nombre de leí marcial. 7.0 Sin embargo de lo dispuesto por la lei de 4 de novit:m­bre de 1834, se declara sujeta la pasada administr cion á ren­dir la~ cuentas de la inversion de los caudales del Estado, de - de 24 de mayo de 829, y responsable á sus re ultas con a.rreglo á las leyes preexistentes. Comuníquese al Poder Ejecutivo para su' ejecucion y cum­plirniento.- Dad-.. en la ~ala de ~esiones en la Ciudad Sucre, á 22 de agosto de 1839.-Anjel Mariano Moscoso, presidente; Fernando Val verde, diputado secretario.-Palacio de Gobierno, en la Ciudad ' ucre, á 27 de agosto de 1839.-Ejecútese.- J Mariano errano.-Manuel Maria Urcullu. Jost Mariano Serrano, Presidente del Sobe7'ano Congreso Jeneral Con tituyente, encargado del mando .wpremo de la República, o/c. Deseando cumplir puntual y debidamente con la ejecucio de la leí dictnda por el Soberano (ongreso Jeneral Lonstitu· yente, á 27 . del mes y año que rije. DE RETO: Art. l. o El Mini tro de Hacienda mandará recojer la me­dalla que el Libertador ~imon Bolivar lp,gó al 'ongreso de Bolivia, . que e adjudicó fl D. Andres anta (. ruz, por decre­to de 15 de setiembre de 183l. 2.0 La haciendas de (hincha y Anquioma que fueron ad­judicadas por el Congreso de Tnpncari á dicho Andres 1.: an­ta (TUZ, e manejarán ae cuenta del Estado como propiedades pertenecientes al erario nacional, y los producto que hubiesen rendido desde su adjudicacion hasta la fecha, se cubrirán con Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 70 los bienes particulares de aquel, que se hallan embargados actualmente. 3.0 El Ministro de Hacienda tambien mandará recojer la medalla con que el Congre o de 'Tapacarí ob quió al Dr. D. Mariano Enrique Calvo, por el artículo 2.0 d 1 decreto de 21 de junio rle 1 36. 4. Bl :Ministro de Hacienda hará rt'cojer a i mismo una me-dalla que D. Andrcs Santa Cruz reo-aló :' D. Andre Maria Ton'ico, en febrero del año 3 , á ('asta del rafia y con abu­so del pod r; y ordenará ademas, que se liquide la cantidad que dicho Andres Maria Tarrico Jlubiese recibido por razon de sobresueldo que le a ignó el mi mo ~ongre. o dc Tapacarí .en decreto de 21 de ,innio de 1 36. • • 5.0 Cornt> por los decretos, órdenes y providencia~ qu dic­tó la pasada administracion, de de 14 junio de 1835 ha:::ta 17 de febrero dcl pre ente, pu den haber e dado propiednd s públicas ó dineros del E tado, bajo de diversos pretexto, el J\linistro de Hacienda pedirá de la ontaouria Jeneral y de las Admini ~tracione de B neficencia las razones con 'pondlCnte , para que sirva!} de caro-o en el caso del al'tícnl 7.0 de 1 n misma lei. 6.0 El fini''tr de la Guerra mandará recojer ]0 despacho de Jeneral de divi ion que se hubie en librado á favor de D. Mariano Enrique Calvo, á consecuencia del artículo ].0 del decreto de 21 de junio de 1 3 , dictado por el sobredicho t '01 - gre~o de Tapacarí. . 7. Toda la per onas que hubiesen sido agraviadas por las resoluciones y provid ncia. que la pasada administracioll haya dictado, en a untos de justicia, cuyo conocimiento per­tenecia á lo juzo-ados ó tribunale, ocurrirán ante esto j bien para que lleven adelante . us sentencias ó IlS decretos que hu­biesen sido rev cados, ó bien para que dicten las providencias que corre pondan con arr gola á las leyes . . 0 El ini tro de E, tado del de pacho d 1 Interior cllid rú d 1 cumplimiento de e~te decreto, y de hacerlo imprimir y circular. Dado en I PL lacio d Gobierno de la iudad Sucre, á 31 de 0-0 lo de 1 39.-Jo é ftlarirtuo Serrano.-El Ministro del nt ri r-ftfanucl Maria Urcnll'll. (Araucano 11.0 4. 2.) P n ~aba yo haber h eho algnna obSel'VaClOnC~ sobre 10G docu men os que dejo copiado. ; 1 ero hahiellrlo recibido el artí­culo comunicado que irá á continuaciou1 n' , tengo ma~ UP Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. i'l de ir, sino que vivillJOS en la época n que todo . e hac 11 nue tm. América por el efecto de las pa i011e , y nada n COl - secuencia d los principio: que e to anuncia un p rv nir muí fune to á nue tro pueblos, en que se "an sucedielldo una á otra la arbitrariedades, como i fue e este el modo m( . na­tural de proeedrr entr nO .. otro. Lo peor es que e ta arbitra- 1'i dad no se nota solo entre los Gobernantes, sino n los Cn r­pos Lejislativos; lo que debe hacer cre_r que la tal arbitrarie­dad e tá en el cará ter de las naciones; pero en defensa d estas yo diré, que los que se creen repre elltante de la nacíon no son sino lo ór anos y njentes de los partidos arbitrarios, inju tos y ambicio os qu s'ojuzaan á los pueblos, en los cua­les no faltan. hombres' de virtud y de ~aber. El único dc~ fecw, ó el único vicio que' e tos pueblos ti nen dt'Llfa indo bien manifestado, es la ÍlHMlencia con que miran su propIOs mal s: indolencia que ül.cilitará siempre á los ambiciosos los medios de mantener el de orden en esta. Repúblicas. RElllITIDO. La ruzon nnt Iral bll ta para conoc r que la re oluc:iones . lel Conare o y bi J'l}O de Buli ia, que hemo trall!'i rito . on 10 mu mOl) . tru so aborto de la rcvolucione'. El declarar nuloR todn. IH re olu iones de lo Congre s de la Paz, Ta­pa 'arÍ y Cochubambn, y otr" d lo pI' cdent , ' un acto de la ma t m ruria <1rbitrariedud, ue la la idea ma xacta d la nnturaleza d ~ Congre o de Bolivia y de In pn iOI! s u dominan' \l diput<1do. \.. emejnnte. re ( lucion ' ~', al ,ntatori". contra los principio COII titutivos de las ociedad., y el Ver}' lo del Ej utivo ordenando 1<1 l~p()lia ionc In' injll tu in atU\ motivada, . in cargo onorirlo, on UII in. ulto á In opillíon pu­blica y ú nu tra' in tltuciolle.. Lo po I re d BDlivia . \ han sobr pu to ú 1 ma) 01' at ntado de Ilue tra r volucion: i la razon y la justicia I lo ontienen,. rún muí de e'ra 'iau ) lo. pueblos que tiencn su d rechoR y u propi ,dad cOllfin lo al apri h de tan tumultuo a ~ A <1111ul n, 1 antojo oe tan apa-sionad obierno . En la condu ta de todos los p d 'r re\'olurionnrio han plagado la tierra veré mo 1 flujo y refluj d tanto contrariado, la r (,Iu 'ion d UIl ... IIgr o tlnulaou por tra A anlbl 3 6 ('onven ion, y las de la 'onv ncion por otro P d r L ,jislativo, bajo cualquiera d nomina<:i n' pero toda ta re formas ó innovaciones tnn .010 han tenido fu rza y lugar de d Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 72 {' I dia de u promu]gí C10tl ; nl/nrn pura (1 11 Jar Jo derechos es-lHblpcid Ó ilCiquindos ti '\'irtud el uctos ílDteriore, porqu niJlgulla I 'i pu ,de l n r fu Iza retroncti\'n. El ( ongre o de I afio 31, leni ndo u la vi la lo muí vielenles sC'rv icios d·) Jeneral allta Cruz, le n. ¡gn ' , como te timonio d el In , la medalla del Libertador. Otros ' ue~po r pre:entante .. que vieron la pro perí­clnd ele la 1{ públIca bajo la ¡H.:ertada dir 'ccion d .lI PrcsidC'Jl­te y npnrccer su l. ji IllCioJ1 ( ' ivil y (f1minnl, debida á los e í'uerzos y á la con luncia de su Jefi. creyeron ju to dar á lo 'ócligo <';u nombr', ) clonaron nI (, apltun J neral dos fun­d o el la propi< dad (1 I F lado. I ~ el ( 01)0'1'('50 a tua l de Bo- I ivia, ni otro édguno, jlu'd anu lar 'stas . ~ cl(l :6. , .l2.0rque es im­po Ible que lo que fu ; el j de llé'b ~ r id No h1f habido tira­n ha ta nl~l que huya pr 'tt'ndido ejer el' tan e ('andalo o ·po- . clero Pura anulnr :a. r olurione ra I1('C ~C1 rio anullll' así mismo la cau 'a qu' lu produjelon. ¿ I'tI 'de el Congr o de Bolivia borrnr lo llconte II1li nto pa.ad • los dia d pfl1speridad y lo a<:t< que han he 'ho fj rurar Ú u patria bajo la direccion de ilnta ( ' ruz con mucha mn importancJa qlle la que realmente puede tcn r entr-e. In d mas R púbh a f L1úm ~ c á Santa (' ruz tirano y como e quiera sigui ndo ·la moda dominante ol1tl'a tocio el que d jó de mandar; sométa-ele ti juicio y condené ele i hui motivo; p ro no ~ e le de po­je d su hOllor y de us bien 'in old , tnn scd porque algu­no diputnd lS que .c In han di tribuido, qlli ntll retenerlos como depo itario . Con. tante pHI tic/Brio de In garantias del puebl y l1cmigos de la urbitraricdad, no pod 'mo aprobar que un cu 'rpo deli berante. aval! 'e Ú ('(l Olcte!' tale inju. ticias n d ,'Téclito de I1U , tra in tituC'ione Quc el ('ong!' o del qu fin eq uipaje que se le perm ltio extraer, fu ; re uno ido prolijnl1lv nte por la Policía y sellad por 'lIa lo bnul 'S, á fin de 110 permitir! n car un document importante o alguna pr nda de valor. e a ballero re petilbl s de Anca )' Guayaquil aben. 'Oll 'obrado motivo, que lejos d~ haber tr.lido In . cñora algun f¡ n~o . , tu . necesid d de pedirlo p' ra pagllr u usaje , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 5

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Arlequín - N. 51

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Batalla: diario liberal - Año 2 N. 153

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Batalla: diario liberal - N. 121

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Imagen de apoyo de  La Verdad Desnuda: periódico político y literario -  Tomo 1 N. 4

La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 1 N. 4

Por: | Fecha: 16/07/1839

LA Rl VERDAD DESNUDA. PERIODICO PO'.J1'[CO y LITERARIO. Este periódico saldrá a luz los dias 1. o y 16 de cada mes. 7'endrá 24 pájinas, yel precio dI! SUbSC1'ipcion por doce números (J ol"respondienles a 1m semestre, qw: se pagará adelantado, será d . de tres peso. Cada númet'o 8uelt,) valdrá dos y medio reales, y se vendt'1'án en. la tienda del Sr. Letamendi. Los St'es. qU6 quieran subscribirse, podt'án. ocurrh' á tst" imprenta, en el concepto que lodo ntÍmet'o se les entregara en sus cast!S. G AYAQ.{;IL ULIO J6 DE 1839 . .I11tículo del .1 ' EO DE LA LITERA'rURA EX"'R NaRA, altera­do, cOt'rejido y autnent~do Ijar N. JI. L. U. 1. LIBERT/ 1>. ¿ Qué co a s I ibertarl? De buena gana quisiera que alguien me diHa unll rcspu . ta Iltlsfdctori a ta pr gunta -y () he procu­rano e. tnrhnr m dianam nte mi idi ma, y entl ndo tambi n algo del latin, la I ngua madre; puedo le r en el orijtnal las bellezas de 'olt'iire y la de Cano os, las de Dante } 'h ke peare; he recor· li 10 las trll o\l ('cwne de los ffil) e' lebr ,8 é. culore griego, alema· ~e y fU O. j IJ ,ro lIév me el diRblo si en r" nguna de mis excur­sinrlt' Itlrnril\s, que a d Ir v rdad no han SIdo pocas, me ha sid tlah e compr ndpr el signlficlldo de e ta palabra LIBERTAD. Algunos la han Cll nlallO hasta en poemas épicos; otros la han prEsentado en la s ena, hacIéndola sucumbir unas vece y tri,Hlfar otra; y hasta la hH plJf lo ~n ridlculo n la comedia fmoces el injenio de eri· bp.- inalmenle ni Locl e, ni Black tOD(' , ni Montesquieu, ni Salas, ni tod lo pubhci8tas nielo diversos diccionarios de Jobnson, 1. oi e \ T a,ker, y de las academIa , ha~ satl ti eh mi deeoo de ea Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~2 6jue debe entender e en este pkaro mundo por libertad; de m:laeru '1ue me he quedado en la misma ignorancia y con la miaffl'l cmi · eidad, en que antes staba. Y no se crea que ha si do por falt f1 d~ estudio, ó de dilijenciaj segun se verá por la ampldicaclOn que voi a hacer de lo que ya dejo dicho. E taba una vt'Z en el campo, pasando un dia mui ugrad ablj¡ ccn varias niñ'lsj con la franqueza que siempre reina en sem Il\ntf'S paseos, alborotndo como los dema y quizá uo po o mas a cau. a de mIs pocos años, empezé a decir algunas lisonjas a una morenit:¡ vi­va y agraciada; y como ella j qué picaras on las de su color! no manif,· tase repugnancia a escucharlas, se fue calentando la partIda ha ta que creí deber envidar el r6Oto, y en uno de nuestros inocen~ tes retozos por uno de tantos bosquecillos, me atrevi a agarrarla me-o dio de por fuerzA, y vetis nolis, en una de sus dos meJilla, qlHt hermoseadas amhas por el pudor, estában convidando al omor, le planté el mas sabroso beso del mundo. j J sus! j nunca lo h'lbiera hecho! En el momellto se convirtió en furia, ni sé si de burlas ó de veras, aquella dulelsima criatura, y me dió un b(l~ t6n, diriénclo­me: "es U. demasiado grosero en tomarse semejante libe,·tad ." ¡'ro. te! dIje para mi; s( gun la linda Cdrmencit, libe, lad es sinónimo do grosería. Otra ~ez estaba tomando un polvo de mi caja (pues a pe'lar de qlJe cuento poco mas de los dos torcios de In edad de Cri to, u o caja como propia poro dar importancia y cierto aire de dIgnidad a la persona), y se me acerc6 un caballero a decirme si le permi­tia tomar&e la libertad de pedirme rapé. Segun e te, observé para mi capote, el supfemo bien, que se llama Libertad, no es, ni mas ni me­nos que un polvo de tabaco; y aun el creeré que la mejor cons­titucion del mundo no vale un ardite c(,mparada con e too En las sociedades que me gusta frecuentllr, ob ~ervo que In tertulia esta muerta y triste la convers clon ino se habla con li­bt: rtad, sino se cenanran las tI \qllezas del prÓJimo, sino se criticRn su defectos, sino se ataca hl\ ta su probidad y sellclllez. De aquI he oreido deber inferir, que libertflrt sigOlfica lo mi mo que murmtuacion. En las r públicas americanas, como en las monarquía europeas' veo, y sé que se xiJe pla ta, por vla de contribucion. a lo 'lile la tienen, y tambien a lo que apenas tienen un peso, para o tener la libe,·tad; y como se dice que en paise mui lihremente r staurados y mas libremente rejidos e saca al eft'cto el dinero a fIJerza de azo· tes, alcanzo de ahi a colejír que son una misma é identica cosa libtrlad y o:otes. En algunos de los estados del nuevo mundo (creo qu~ en lo del viejo, sea por mas viejos, ó por mas morales, no se prA ctica otro tanto ), he notado que se intercept' la correspondencia familiBr mas sagrada, que se public la mas indiferen~, que de todo hecho s.e ~can las consecuencias mas disparatr¡rlas por convenir así a IR lt - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. i) t ·) bertll! , y d ~ 31'Ji ~ e mo hn Rgnr Ido que liIiel'lad e~, ni mas ni me­nos, la lllas e~ eanda.1 ' '1 ViO,lLcÍCll de la 1JropiedrLd, de 1, confianza y tú. decencia. . En algunas ue las liberAlí. ¡mas República del h " mi ~ forio oc· Gid ' ntal, se tlsa Ó mas bien ,e abus de la imprenta; se in ulta sin pudor a los h. mbres mlls benemérito~, se cal umoia a lo mas probos; so e~ c\Jdriñ 1 , y se S'lcan a fJl aza publica hasta los actos de la vida privada que en todo p ~i:l clJ lto se miran como UII .tntlJario impene· trable alojo profi no; todo bajo el pretl'xto d hacer triunfar la causa de la libertad; y Aunque se rep:He el daño Ó la injuria he­ch >l, corno la calnmni¡¡ siempre deja ra tro en pos de si, el ca lum­mado se queda cKlurnniado y se dice qne \'ale mas esto que perder una de las s dvaglJ ardias de )a hbetbd. Por esta regla, he dicho para mI, ¿ quién. abe si libertad n·) es lo mismo que escandalo, calumnia, - y concu lr.af ion de lodas las leyes de la moral? . En Francia en nombre de la libertad degolló Roberpierre mllllues de vktim as, sacrificó Napoleon millones de hombres, y he­m s VIsto m t nza y trastornos baJO la República, bnjo el directOrio, bajo el imperio, y Hun despues de la re taurflcion. Con este cono­cimiento, desearia me dijese alguno si liberta.d es Jo mismo que de­¡ OllaClOn ? En lnglatf'rra cada lino se cree un liber horno ¿ y cual es la oonsecuencia? Qde I tal hombre no cue ta con un momento suyo: os eschAvo de S\.JS nf'gocios, de BUS preocupaciones, de los diversos ~argo8 públicos y grtl tultos que impone la leJislaclon inglt's'l y que e ta le obliga a desemp ñ ar a costa del sacrificio de su fortuna, de su repo o, de su salud, y de su libertad como Coroner, como Juez como lejislador Allí ha]) el imperio de la lihertad, es tal el peso de 108 contribuciones, tal • u multiplicid !ld que.Be paga por la luz y pur el airc; y la jente se muere materialmente de fdo y de h8m­bre, aun en las call f's, ape"'ar de lo much que se pag;1 para mantener a los pobres. En España por I contrkrio, b j el reinado y en IHS b:ubas mismas del despoti mI) todo' comen, bebe vino, rien, cantan, bailan el fandango 6 las b(J If'rlk, nn a los 1(lr oS hasta )0 mas e ca 0.-1 de pf'cunüI; apena saben, en lln, ,i hai g bi 'mo, pues que no sienten su acciono En la Américn fltl (lrt,., los C!'1 1 os 8C1ricultore y lo f ib ri­les enti nden la ltberlad de mUl divN'¡() modo, es dec'ir, que lie- 'IIn opla el vientú n rte, 6 el viento SI r d su intere~, «('1 (h n­duy no se conoe e alli, Aunque tarnbi ,..n Ilay viento de o tf') así opinan en cuanto a las vitales medirla cc n6micIIs de la h~Jis latl)ras de la unioo. La imprenta, y las demail t itllcion~ emanadas rl la Inglaterra, ofrccen alli los mismo ioconv"n ientes. Hai adornas arn y clavos; hai ario tocracia de dinero; h , i cspiritu de partido, j pero , ué fuerte, y que de com~idamente se pr oduce! .E.ntre mis popelejos ( aunque no te'ngo In presuncion de creer Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 84. que sean semi-enciclopédicos) me he encontrado la siguiente curlll Id Id. El pr~sldentú Juan Adam, des o. o de cO!Jgracl:Jrtlf' con los federali t 'l~, y 8010 por e te ID tivo, qui o deth' c r~e de Timoleo PIC­kering, su s crctario de estad , y le e::cribió un vlll ete conceLldo en e3tos términos tan propios de la Lacor ia: " Señor: Coo(lchmdo la D'e­eesidad de hll cer un cambIamIento en la adlOlOlstracion del dep;lr­tament de e tado, creo conveniente diriJir a U. el'ta comuni<:a'cicm, para que t nga la oportunIdad de renunciar el de.tmo si gusta. De­seo que U. wi rno desIgne el día en que ha de eJecutllr su renuncia; m~s aguardo lA e( nte .. tacion antes del lúnes por In mhñaoa, porque el nombramiento de su sucesor (¡eb' ra comunicarse al 8 'nado IUf'go que comlenze !lUS secciones -Soi &.c. "-Sorprendido Plckering, con­testó así: "Desl'u s de fl fl xionar d tenldamente ,obre la ab rtura ,que U. c:e ha servido hBc rme~ encuentro que no debo renunClar."­Una hora deQPues, el pre idente volvió a escribir Jo que ¡gue a • u mIni tro: " Diversas cau as y considerllciones esencial es el) la admi­nJstracion del gobiern o, requieren, a mi ruodo de ver, un cf'm bi , . miento en el departamento de e: tado; y por Jo tll.nto queda exone­rado {J. de todo servIcio ulterior como secretario de e tado.-Soi &.c - j Exonerado se quedó! No hIZO ma~ a fé mia )\lr de VIIlele con Mr. (!e Chateaubriand, su cólegn en la admini tracion, cuando le i ¡­tim6 de buenas 8 primeras, en nombre de Lui 18, que desocupase en el acto el ministerio de relaciones exteriores. Es decir que lo mismo sncede a veces en la tierra cl!lsicu de la libertad que en un pais semi:...desp(,tiza tto, como lo e tabn lo. Frnncia de a'lue! tiempo. Si por medio de 1 s periódicos, no eventuales, me pong\1 , r conocer el muncio de 'de mí gabInete (porque me gusta lucerlo 11 1, libre de todas las Carntlrras gastos y Ulolesti"s que tra 'o COIl juo los viajes ), el cll entro la miSIlI! ¡ma difl r{'II('11l ('n 18 acepclon (~ ne Ae tia a la palabra libet'llJd-Efectivllm ntl' CIJ IlIglntf'rra unos cr f~ 1 ue d soe que. e promulgó la Jt ·! ch· rt'formu pllrlatllent¡< f1a. e oca­bó con la lib e1·tad, en tanto que IItr H Slln de beutir quo (lItonces solamnnte comenzó el rei nado de I IlbHrt· d. Lo uno u. ientan que la hb rtHd nunCA Rera conocida alll mientras ub·i:ta la pf'na de muelte para ctJlIl uier d lila fllHn del as 108tO, cuan,Jo otros os­tienen «ue .:em ¡ante ca tigo es incitspensdble n un p¡¡is donde I caSA de ('[¡ un ('1I1daoullo e tl cnstd!u qlle no e plle,i a altar y que I pr4lpip(}a .1 (S tlln s¡lrrrada 41) [lO pueae .er ataC'arla .In in ­cttl rir .11 d id ¡mo s .. plu·jn pue:-Io 'lIJe e vI I/la 1. hb rta« en Sil mlS­r a fu .ntr. Eu F"pañll, n FTlII, c iu, ~n ProrlClJ!!l1 (~in h'iblar de la h r rnO::8, de la ti .s hehllda y el Ji'nf'rada Italll) ha) do paltl',O pOu ¡itic ~,~Ile (lml; te un 1 ('on ttro por l¡¡ i1b 'Ilad . tu (~ I prImero de esos paise., la IR H'n díVldidH n bandos, UIlO por la Rein y otro por el pret udit,r,te, p J a cnn bal hllro ncn rnizamlento • sc ti güp\lan lo. IIn n lo (Jtre sin c()mp~i()n n numbre Ile la Ilbu. ~d.- r~n 1 - CJlIlld • ti c"n l· s ltU s 'que 11 liberta d h y6 df'1 ~al Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~5 ~tln II nri'lue 5 Q n t, ntn que otros pu·tenden tlue ]a h'm sentarle -sobre una basa lOCOllffi(1 Ible en el cambiamiento de dina tia. En el t rc ro I s p"rtldarlos do Don ¡\liguel sosben n que la causa que ellCls dlfi,.nden es la de la verdadera libertad y de la relijion, al paso que los nia de GrandeF, :e j~nera1es, de miem­bros de todos los Von ejo~, y de altos Dig atarios de todas las ór­den. s. Al cllbo de un rúlo bllstante largo flJ ron illtrodllci llos al Tri:­bunal, salon ancho, oh curo, y cuyas e trechas ventanas tocaban al cielo raso. Por todú aj uar encontraban allí una mesa y dos sIllas pa-ra los guardias del secreto re(l, y unos bancos de maJera para elloso Un gran crucifijo se eri,ia amenazador balo un do el negro. Los famIliares de la Inquisicion, el Duque de, Abrantp.s, el Conde de Mora y otros grandes de E~p a ñl, concurrian como hermanos sirvientes, ó doméstIcos con la cabeza de:-cubierta y sin e pada. Al lb compa­reció el reo acompañado de hermanos ve tId08 de negro de la ca­beza ha ta los pies, y caminando con la "i .ta btlJa, las manos jun­tas, y arrnados de cirios v rrl cs. El pac:icnte, que traia una casaca color de aceituna, un calzon blanco, y medias de hilo, llevando los cab 1I0s atados por detras, tomó as~cnto en el taburete que se le. '. habia preparado. K te hombre era el elegante Conde de Olnvide. Luego que hubo ocupado su lllgar en el banquillo, procedie­ron los secr tarios a la lectura de las acusaciones producidas con­tra él, que no duró mellos de tres horas: Jos cargos llegaban al nú­mero de ciento sesenta y seis, y aunque seria demasiado larga )a enumeracion de todos ellos, algunos son mui caracteristicoR para pa~ sarlos en silencio. Acusa ba ele de haber dado colocacion en su bi­blioteca a libros infames, como la .hJnciclopedia, el Diccionm'io de Baile, E:'I espíritu de las leyes de Monte qUleu, a los escntos de Voltl\ire y de Rouseuu. En cunnto a Voltaire su crif!1en aparecía mas gr "ve por haber solicitlH( su conocimiento personal y empren­dido expresamente al efecto un Viaje a la residencia del filósofo en F rney . Ademas . hllhlll r cib ido una carta de e te en la que so en­contraba e ta frase: "seria de desear que la E paña tuv iese cuarenta per onas como VD. " " OigR el Fiscal lo que quiera, exclamó el acusado al escn­char la conclusi Ii ti cal, yo no he perdido jamas la fe." Esta ex­claITIacion <}ueCó sin r puestA, y de la enunciacion de I s crlrnenes se pasó a la lectura de la sentencia. El conf¡ sor del reí, Eleta, y muchos mi mbros del tribllnal de la inquisicion habian iusi tido rOA irlhumllnn ard r s bre la necesidad de dllr un golpe t rrible, entre­gRndo el culpobl fl 11l§ liornas. Sil díctamo • tuvo a punto de triun­far: la hoguera de T r~ueOlada habria vuelto a levantarse victoric1s6 cn J 77 , a no bab r sido por la intervellcion del r '¡ Carlos S. o n favor de u antiguo ecvldor: ffi!\S si el monarca tuvo p OÓf:T bas­tante para sa lvarle de In muerte, 8U inflUjO nu pasó mas alla, pues no pudo I reservarle de la infamIa. La p nn i m plI ~ta fu ~ tI! n e"túpida (;n UI!I pormenorcd cuant. atroz en su rigor. Dlldo por convicto del crimen de hereJia, 'OlavJd" fue con rlenado a ocho años de reclusion en un mouasteriQ, dond • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ ¡ojete ulla regla eV(f8 y Dlln Qin númp,ro de mortiRcacinne!l, (le, bía aprender de memoria el catecismo, y leer xdusivame/lte el in­C'rédulo sin excusa del padre .seque1·i y el símbolo de la fe de frai Luis de Gnnada. Corridos e tos ocho añús d lr.a vIVIr desterrado a '0 leguas de la corte, tle las residencias reales de Sevilla, de la colonia de Si rra Morena, y de su patna Lima. Despojósele de to­dos sus emple s, se le decl aró incapaz de ejercer nJllglln otro ea lo suce.:-ivo y eXl!luido ce,mo indigno ann de los menores favores del trono. N o se le d{~ bia permitIr el comindr sino apie por 1 re. fo de sus dias: prohlbiósele el uso del. caballo, y ~e le prescribió no ves­tirse mas que de telas bastas y oh~cura ; y si e le indult:> del San Benito, \ y de la CUlTda de e parto, que los herejes dt:blan ll evar al cuello durallte su Vicia, solo obtuvo e a gracia por respeto a la órden de SantiAgo, con qlle estaba condecorado. Ol avide se desmayó al e.'cuchar la sentencia, cllya lectura se . susrlflndió cliritatlvamente ha, ta que volvió en sí En seguida se le obligó a abjurar sus errore, y cuatro s cerdotes revestidos de sobre pelliz entruron c()n vanllas ell la mano y le sacudieron repetidas ve­ces con ellas sobre la espalda durante el Miserere que se cantaba. Concluida esta vergonzosa cerem nin, vol.ió el pacIente a su prlston: los lnquisidúres salieron en silencio desplles de baber saludado R 108 espectadores, que por la mayor parte eran antigtlos amigos del Con­de, y hombres sospechosos en la fé. De este número era el celebre Campomanes. Terminada la ceremonia se rttiraron con el alma pe­getrada de terror, con la dlscrecion en los labios, segun la xpr sion del testigo ocular que nos ha referido las circunstancias de el3te fa­moso acto de fé. A mas de los datos que contiene sobre las prácticas y las formas de los procedimientos inqui.ttoriule. , es util con ignar1o, por 'Iue fué una de las últimas víctimas dl·1 e plritu de intolerancia y .le tinieblas. El hizo mncho ruido en Europa, obre todo en Fran­cia, y Olavide no solo fué mui honrad , con este motivo en el mun­do filo fico, sino que su nombre resonó acompañ do de alto resplan­dor. Habiendo recabado a los do años de su cautivIdad monásti­ca un permiso para tomar baños, aprov ch6 un descuido de su vi­jilantes para e caparse y ganar el territorio de Francia. Las borrascas rt>volu c:ion ll r18S e tall aron; mlls lejo de ufrir el anci llDo d terrado en lo menor sus con cuenci s, logró por 1 con­trlllio un nu vo triun fo. La onvencion lo declaró ciudadano adop­tivo de la RepubIJca francesa, título gl rio o que sus ppr tcuciones le atrajeron. Retirado en una casa de campo a la m'lrjene del Loi­ra, fue arrestado acia el fin de la época del terror, y pas algl)n tlt'mpo en 188 prisiones de Orleana, donrle eS,cnbió su celebrada ~ obra del EtJanjelio en b·iunfo. • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 9 ACTA que ~rueba que D, n .fIgu tin Gamarrn fue él primer~ 'flJe tI (J tú de hactr la el 'TIfetle,.ar.il'n P , t·Ú R"livianu, bojo ll¡ Pro­teccic, n ti e Den .fJndres ~(J11.ta- (ruz.. /; ste dort me.nto lo verá 'oriji flal el qtra comlOnt'fse de trl's Est <1 d()~:-Bo!ivia, Centro y Norte, y que el jeneral D In Andree Santa-Ciuz los presidira todos, y ssldra gaF6llte al mis m titmpo de cuanto e el'tipnle sobre aquella base.-F.n segllida los SS. comIsIOnado del 'ejército d 1 SlIr pasaron i3n conte 'tacion IIna nI) va notfl, n l'g~ndo e a admitir la base propu6e .. t , Y presentando por u parte la que s.igue,-Reconózcflse por el ejf>rcito que ocupa actualnH'nlf> la CIudad de Tacna a S. E. el Pre. jd( nle Pr(wi mio de la Hepublica y hagá .:e ig\lal reconocimier to pI'r tod as In fu prza q\l 1 cupan los departamentos oe Cuzco, plJo o , y Arequ ipa '-El Sr, rl mi iODarlo n vi tll de la n ta en que le fué dir1.1Ir1a c~ta ptf'pO ¡Clon, dlriJió al in ~ t..nte \Jna Ultima comu­niclIci n d clara do no s(·rle posIble aceptar la base que en resp uf:s­ta a la suya eco baba de pr()pon~r!;el(', ni srrle dndo por conRiguietlte e cuchar (.tra alguna secun dbfia, y ofr ciendo cumunicar a su JeC (.) Esta R. y esta P. que se hallan en el do~mentfJ orijinal no . qUieten decit· R estaut'acion Peruana, nt Re"erenda Pet fir/.i'lJ ~inq 8~­públim Peruana, segun n~8 parece. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. no aq1lellt y todll~ las demas que se le hiciesen, comprometién,io.e úni ca )lente por su parte a solicita)' tod'1. clase de · tr(jnlwcifm que no se 0pl/sie.·(¡ al lU'ft,'o y d6coro de sus compañet'os de m'mas y de lr~ cal4 SR que han nbrazado: por conclusion, los SS. comí innados con~ide­rancio la Hnpo ibihdad de seguir negociando sobre b ses inadmislbl s por ambas parte', hICieron verblllmente al !"r. comisÍtlnado toda las propo,iciones que tuvieron a bien, cerrando con esto la eone rencia, q,ue firmaron y fué autorizada por los respectivos secretarJOS -Ca­mito Carrilto- B Escudero.-M. Ros.-Baltazar de PierOLa ,secreta ­,. io.-Miguel Zaldivat· ~ec,·etario. HORTICULTURA Modo de cosechar' de los Restauradores del 'Pcril Lima 1\1ayo 30 de 1 :19. Las huertas de Lima y sus contornos, p:¡rticularmente las si-tuadas del otro larlo del Puente, que las tropa Chilena conocia mejor, por haber entrado y salido srempre por aqllel camino de la Capital, h n sido las propiedades que mas han sufrido de Ills rapiñ s Chilenas. Una tala, por deCirlo asi, organizada, ha despOjado de sus frutos maduro3 y verdes a todas e:-tas arboledas. Partidas numerosas de. veinticinco. treinta, cincuenta y hasta ochenta hombres reunIdos del e¡ército Chileno as Itan en medio de! día por lad pllertl\s Ó por las buults esta huertas, y con una impudencia sin ejemplo hacen la cosecha de las frutas. - Despues de rellenar con ellas sus s CO?, y todas SUB ropaS", ha sucedido varias veces que los soldados so rlespojaHen de BU cal­zones, y atRndolos de las bocas de los pies los hayan rellenado con 1m despojos de sus rapiña. Así cargados, y en grandes partidas re­grcs8u publicamente de muñ:tna y de tarde, como haciendo gala de ' sus robos.-Se ha visto con escandalo en uno de 1, s primeros dias de i\ia-yo a cinco 6 seis soldados hllenos entrar por 11\ calle de San Lll zflro a las dos ó tre8 de la tarde, arra~traDdo IIn arbol en­tero con tronco, ramllfl, y frutos. E tos d salmados grit ban de v6z en cuello, que mientrRs no Sfl !es pag:\ e lo q\le se les debia habian de robAr a los cob",rdes Perl4anos que h binn lib rlano a precio de su sangre, hasta que lloviese azucaro Un hllertero Don M'lOuel Hous, ex-oficial del M mi. terio de Guerra, q11e no tiené otro recllr o para Sil f'ubsistcncia y la de su familia, que el produd de la fru ­tll de su propiedad, y que babia ido ya ca~i arruinado : para todo el :.ño con las expediciones chilenas sobre su huerta, se determinó en fin a interponer su queja ante el jcn.!al BlJlnes El Jeneral de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 91 pues de escucharle con gran ¡ndifi rencia. le dijo que cuando fuese b t ca fla su huerta viniese a dar! e pa,'te para manda?' un oficial, Replicó Bous que el remedio seria en tal ca o mui tardio, atendida la distllncia de mas de media legua entre la huerta y la casa de su Señonll . El jeneral le dijo, que no podia tomar otra medida ni queria molestar a la tropa con un servicio extraordinario como el de patrullas en ob' equio de uno ni de muchos individuos. Con tal res­puesta, Bous dijo que si lús soldados continuaban sus latrocinios, y no teniendo ya fruta que sacar, atacaban, corno era de temer. 8\1 casa y su familia, podría oC'lrrir alguna desgracia, pue to que él ten . dria que dr!enaerse. A tal observaclOn d jeneral volvió bruscamente la espalda al querella nt!', diciéndole en tono agrio y amenazante: ya se gUllrrla,'á U. muy bien de hacer tal COBa. (-) El mayordomo de la huerta del Señor Pala cios mHtó a un soldarlo chileno el ) O 6 ] 2 de Mayo con un tiro de caravina, por no haber cedido a sus amenazas y Ilenadole de improperios, y tirandole pe radas en union de 8US compañeros que se ocupablln de liaquear su huerta. E 1 ~olda­do cayó sin vida de un árbol; pero el ma' ordomo fué inmediatamen­te encadenado y arra tracio a la carcel, donde se le estaba juzgan­d. o corno homicida. Se amlnCla que mui pronto sera ejecutado. ECONOl\ lA POLITICA DE ~OS RESTA{IRADOHES 1>EL PER ó sea el art , de promover la rique a nacional. Lima SO de Mayo de 1 59. Han sido gravados por un decreto del jeneral La· lIente enu dobl derecho todos los frutos del país que adeudaban alguno. y se IC3 ha impue lo uno nuevo a los que eshban Expnto como la sal, EZucar ¿re. E te nuevo gravamen den(lminado dererho de arbitrio d .be recaud arse p r I tribunal del Consulado en Llrua y por lA adua en el re lo d I t rritorio. E tos son Jo fondos creados p' r<.\ la am)rtízacion dt'1 segundo ompré tIto señalado a la provinCIa d (.) Ya se ve que hnb" ia sido en un peruano la mayor insolpn cía dd mundo atreverse a resistir la agresion de uno de sus reslau, rador . Pues quP, ¿ se viene a "eslaut'a1' desde tan lejos,' pa'ra q'le sn lU€-or de tomar la restouTacfon con buena voJunta el, la r.pei an con ln fuerza ? Esto es se)' mal ag)'adecidos, imbécilea y crimmal~ tl e les restauracion. Que "'e)'on por ende los '·&8laurado.~. . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 9! Lima qlle asciende a trescientos mil p so" y que se ha f'xijldo un mes despues de haberse realizado otro de cien mil sobre el comer­cio de la capital. A con ecuencia de esta n uev a y gravosa exaccion sobre la industria, para la que solo se concedió el plazo de veinte di tencler C(ln titulos de infamia arrancar los lauros que se deben a la virtud -Todo el que conozca bien a Don Casimjro VEra en él al ciudadano sin opinion, al hombre sin relijion ni costumbr~s ~ al que desconoce toda especie de afecciones, al sectario del in i­ferentismo mas absoluto en el bien y en el mal, cuando no tiene re a­cion con u prnpío indlviduo.-Tal se le ha visto en todas las ro· miRíones que ha servido, en todos sus empleos, en las c rtes de j s­ticia, en I1S elevados puestos junto al poder ejecutivo, y 811n en m vida particular. Es el hombre que jamss ha formado plan que .e­guir moral, político ni social, 1 menos ha mllrchado por alguno de los sistemas conocidos. Es el hombre del momento y un verda e· ro Protéo. No ama ni aborrece, ni Re entristese, ni se aJegra por rta­Jes ní por dichas públicas, y en una palabra, no conociendo otn s 8 n ~cion 8 que las que turban 6 favorecen sus goces es el mas co ~ pleto de 108 egoístas; puede definir e: un hombre SID corazon ni cabeza . Nosotros estamos autorizados para de mentir abiertamente lS calumnias, y empeZAremos por decir, que toda la historia que nos curo­ta de Jos trat:.dos del año de J 882 celebrados entre el Peru ~ • Jivia, anécdotas del presidentE' preveocion de elecciones ~c. e8 fd· SA, falsisiOlO, sin que haya mas verdad que el hecho de haberse cee· brado los tratados de paz y comprclo en Arequipa: de estar emre­ñado el jeneraJ Santa-Cruz eD que fltesen .~probados por la repres Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. !5 ·tscio n fla l ional, para mallifestar con ellos. por la razon misma do que no Nnn muy ventaJosos '8 Bnlivitl, su eficaz deseo por la paz y armonia fntre ambas repúblicas, contra la enlll'jecidfl aml)icion de Clue hoi Jo acusa su pérfido Mini tro. ¿ Y fué menos interesado en Il aprobacion el JenerRl Velasco? Fué de Jos mas empeñados, no por interes público de u pllj~ ni del ajeno, sino por el propio de ~l , ber sido Sil deudo el eñor Aguirre, autor de ellos por parte de B.,livill; por una afeccion ersonal, por la que se dirlJen y han di­ri) ido muchos negocios en esta República y en la del Peru, y aun la mi ma revulucion de BalJiv ian, oriJen de todos lus ma les que el Señor Olañtlta quiere atribuir a I administracion de ~t.1nta-Cruz. Es enteramente falo el rel· to de Don Casimiro sobre el pro­yecto de facu ltades extraordinarias, las cóleras, amenazas, renuncias, destierros y demas drr'gas con que quiere trabajar la famosa compo-.:­sicion de su gnn importuncia. No lo es menos cuanto supone en boc del jeneral S Inta-Cruz en sus figurados dialogos, y esa influen­cia del Señor Zublria en el gobierno boliviano, que jamas la tuvo. En el mismo taller hJ forjado eS8 proseripcion que encabezaba el Sr. Luna Pizarro, y en la que jamas pensó el gobierno de la confede­racion, que no temendo motivos de desconfianza de este señor, lo ha considerado siempre como merecen 8U patriotismo y sus luces. i Q'1é ha tenido que bacer el Sr. Olañeta en favor de familias ni pro . edades, cuando en la administracion de Santo-Cruz no han tenido lugnr esas supuestlis ~roscrjpciones y confiscaciones, que fueron res r­vad como heroicos renglones para la ominosa historia de los res· taurt.dor es del Perú, y ~lIS im1tad. res de Bolivia? l A qué hablar el traid r Ministro del ilustre jeneral Quiros, cuya sensible muerte ha sido una pérdida grande a la patria, y cuya lealtad y aptItudes lo l~ñ8 ban como uno de los mas dignos defensores de 8U suelo y come uno de los mas distln uidos peruanos? (Por qué se atreve a supo er acuerdo con el Señor Garcia del Rio, cuyos talentos, hon­radez y principios Jo aleJ o tanto del indolente y falso Olañeta? y 8n a palabra; ¿ por qué prostituye, deshonra y manciHa las voces -ti elLiad, pureza, y cOlJsecu ncia, mezclán iolas entre una ilacion de ealunnias de que Coi out r, y de traiciones, de que se jacta? El Sr. Ohiñeta trataba de presentarse como digno cólega d. los revolucionarios de Bolivia y e preci o confe ar que ha sabido adornuse cún Jo colore ma propios para imitar a aquellos ,héroes.­Una le las rnuch ,¡s y era as mentiras de que abunda su folleto, es aquel de no h.tb .r sido de los primeros que 8bandonaron el cam­po dE: Yungai.-EI jeneral Santa-Cruz lo encontró algunas leguas del tlitio e la bat1llla cuando se retiró de él. Nunca este jeneral pro­hibió a Do. CasUllIfo la vuelta 11 su país, sino que por el contrario, p 'rtla y 6uplicnba él mismo e n frecuencia, que jamas se le de tinase a Bolvia porque no se corrveDia con la Sierra, porque no quería vi-ir 01 Sil fami lia y porque ,lo le agradaba su vida epicúrea en la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. / 1 9f)' capital de Lima, Ó 108 desórdenes que c elebrnba de su pasados d l ~ en Europa.-Son igualmente falsas las anécdotas que refiere del Pa­cayar y la célebre protesta de que primero se cortaria las manos que autorizar providencias contra sus amigos los revolucionarios. Esta heroicidad c6mica del verdugo de Amsterdan no podía er imitada por una alma de tan bajo temple como la que anima al Sr. Olañeta. ¿ Ni cuando se le ha visto con esa fibra que ahora decanta , ' con esas enérjic8s obRelVHciones? ¿ Cuando con ese ¡nteres por arjenti­nos, 'peruanos, chilenos ni bolivi anos? Incontrastable en BU indife-rentismo Ó indolencia, y movido IInicamente por su propio ¡nteres, ni él h il sido abogado de nadio cerca del gobierno, ni era necesario en la administracion de,.Santa-Cruz mas d fen sor que la justicia y la equi­dad, y ' nnte ella el Sr. Do. Casimiro no servla sino de enjendrar des- . '. confianzas y presentar reos.-¿ Quién ha escrito mas al Jeneral San- . ta-Cruz contra el jeneral Orbegoso, contra Ballivian, su señora, Ar ­maza y personas respetables de Lima, que el malvado O'añeta? Pero que hai que extrañar del hombre que se del ata com,., reo contra el gobierno de su patria ante uno de los gabinetes mas ilustrados de la Europa? El ministro de Bo.livia cerca de S. M. el rei de los franceses se denuncia como de~terrado de su pais por desconfianzas de su gobier­no, y da la ultima prueba del desprecio con que mira su propio honor y lo exacto que es el oriJinal al r trato que acabamos .de bosquejear. El figuró en la corte del gran Luis Felipe como envia­do del gobierno boliviano,. y e mo tal celebró tratados y recibió la8 honrosas consideraciones del monarca frances, y las atenciones de sus distinguidos subditos. ¿Pudo Olañeta figurar en París como desterra­do? Pudo obtener atenciones como un traidor arrojado de ·su patria? ¿ Podia celebrar tratados como un deportado de Bolivia ? ( Recibió ]a condecoracion de la lejioR de honor de Francia como premio del ostracismo? La verdad es, que si el jenernl Santa-Cruz hubiese conocido bastantemente al Sr. Olañeta, no lo hubiese jamas investido con tan ilustre misiono Sin ella hubiera apaMcido el hom· bre que es: ordinario y de una groseri,a que lo rechaza de la so· ciedad . El Sr. Olañetll con BU admirable defensa ha llamado la aten­cion del gobierno restaurador del Perú, y ha dado 8t~as contr Bo­livia, y lugar a cargos y recl amos con la fal sa relacian de su folle­to, que ya le llaman importantes cles/'ub,'imientos los e critor de. Gamarra, burlandose de la p rfi día de BU autor al e cribir en uno de los Peruanos que dan "gracias al Sr. Olnñeta por su franque­za." Este insigne ministro ha presentado en su defensa la mas f'lE­traordinaria de las acusaciones. Ha olvidado al defenderse in set acusado, que la satí filccion no pedida es acusacion manifiosta, y al ¡; confesar sus crimenes DO rf'cordó ciertamente que la confesian de parte rel eva de toda prueba. Lo mas orijinal es, flin duda, que el Sr. Qlañt.tll nos presenta con su manifiesl~ esta justa y precisa cODc11l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J 97. edon: el presidente de Bolivia y protector de la confederacion s~ria criminal si hubiese sido cual lo pinta 8U ministro; pero este es cri­minalísimo hllya sido mala 6 buena la arimlOi. traci"n de Santa-Cruz. Si mala, p rque sirvió los alto~ puesto' que le dieron, la gran parte que toca siempre. a los secretari s jenerales y ministros en los actos admmistratlvos, y porque debió renunciarlos, y aun desertar del go­bierno ~in los vanos temores que sacrifican siempre a su buen con­ceJ. lto y opinion pública los verdader.os patrlOh, Jos amigos de la libertAd-Sl buena, porque se confiesa traidor a ella, y resulta )a ca­lumnia de un buen gobierno. As} es que el jeneral Santa-Cruz cali­ficado de mal gobernante p r BU ultimo ministro no puede apare-­Ct'r tal sino despues de juzg do y condenarlo por el fdllo público en .,ista de los hechos, y el S€ñor Olañeta es calificado de malvado por él mismo y por cuantos vean Sil defen3a. Traidor siempre a 8US compromisos con Bolivar, con Sucre, despues de la vileza que usó eon su tio de quien era secretario, se hallaba señalado por el dedo'" infalible de la opinion pública como el hombre aborrecido de todos los partidos, y cuando la calda del jeneral Santa-Cruz )e pres~nta­ba la única época de maOlfe tar al mundo su cambio feliz marca­do por el honor y la consecuencia, en recompensa de )as distingui­das consideraciones que le ha debido. El ha dicho a) mundo con su mentido folIdo: he aqui al hombre en quien no deben eonfiar los hornb1'es, y menos los f:obiernoB y los pueblo8. F. M. D. M. A este articulo comunicado no añadir' el editor de la Verdad Desnudll, síno lo que ha dicho de la defensa de Olañeta otro ee­~ rltor tan inmoral como él. El Tribuno del pueblo en su numero 61 em ieza y concluye Sil critica. de la tal defensa, ósea acusBcion, que ha­CI' el autor rle si mismo, del modo siguiente: "Don Casimiro Ola­" - ta, mini tro perpetlJO, prellidente de JOB congresos bolivianos, pIe­" ipott:nciario en villdo n todas partes, versátil, inmoral y perlante, " . "rvtl y liberal, rfOvnltoBo y pacífico, amigo y enemigo, todo aun mis· " o tiempo ..... f),¡,ñtta hn creído defender e, dlseulparse, y poner­" . ~ bien con los perlJono. y bolivianos para que lo consideren, dia­" thgan. y le den olg para p der vivir sin per cer en la miseria, " y le ha salicto ttj 'l ni In cu nta 8 este hombre de e tado, sabio "p, r naturRleza, que tejos de 1l1lber logrado 8U intencion, ha conse­" g ido la risa, el des, r cio y la excecracion perp tilO de todos los "(pe tengan sentimiert de rrovidod y amen su pRtria y 8US ins­" ti~uciones, tanto, cua to dete ten la falsedad, la perfidia, y todos los " d~hto8." Agr garém( 010 al tt xto del Trihuno, qUf' hasta los que 110 tiE'nen sentimientos de providad como él, hasta lo~ que aman tan ma como él a ~u pll:ri ~, y a sus if\ ~ titucjone8, sin ser mas que als::>s, pérfidos, y deli cuent~, dbtestan a Olaiieta y n los 'lue le I . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. t , <. pareZ":li ll, porljue _ tre 103 malos no hai am')r, ni unl I II ni verdadt\-; ra simpatia. Olañeta debia ser desprecí do por aquellos mismos con quie· nes pretendia congraciarse a cOflta de u úl tima perfidia. Olañeta debia dar la última prueba d ~ su falta de tal ento y lÍe 51U obra de ini qui .lad en a luel tiempo, en que, como él mi 'mo dice, se h lila a lus 43 años con la. cabeza despoblada, a"ruglLda la frtnle, y emblan­quecida la barba; pero no por haber empleado estos 43 año en el } ejercicio de las virtudes. Léan la defensa de Olañet" los que quie­ran form ar una idea exacta del hablador mas Inconsecuente, del es· tadistd mas superficial, del traidor mas grand , del calumniadN Ola vil y ro s haJo, y del hombre en fin mas digno del desprecio ulli­versal. Véase en estll defensa de Olañeta la verd adera defensa de SIllita- Cruz, hpcha por el que le ataco; y véase la acusaClOn del que se pretende defend( r, y del que ha tenido el extraordinario talento "'de hac r todo lo contrario de lo que pretendía. AIli h'i llarémos las autorizaciones de los congresos y las apro­baciones ele la representacion nacional de B livia a los act03 del jeneral S,lnh-Cruz que tambien aprobó el Dr. Olañeta, y que ho¡ desaprueba, porque antes soplaha el viento por el Norte y hoi sopla por el Sur. é Y qué dice a esto el doctor de Chuquisaca? Dirá qUi los diputados de los congr so::; de su patria son un08 entes mi era~ bies, y que los ministros y ('nviados de Bolivia son unos vtles ins­trumentos del homhre que no tuvo mas poder que el que le dieron los brazos bolivianlls. Si es asi, yo digo que en Bolivia no ha habido 1l8'~ta hoi mas que un hombre, y que ahora no hai ninguno i P'lbr Sr. Olañeta! ¿ Y para e to escribe tanto? El grRn político de B Jlivla .0 ha visto que pintandonos él a los hombres /lile son la flor de la nacion como unos mis ,rabies siervos de Santa-Cruz, ehtre los cua­les se cuenta el mismo escritor, da de su patria la mas de favora­ble idea, que no duria quiza el enemigo mas encarnizado de J:)v!tvil). En el In ro (j Tr ibu,'1I() del J> ¿¿ blfJ) P rió di t'o de Il·llh.tnos el 'igui nt I.ima n rl ~ H F 11'rJDO 'E:::OfiE ElllTO ltE DEL THln ', o. JI ~j to con ci.ablc pu i(¡dlCo un" enhmiento inserta en el núm 56 de ota ofic ial del r. jellcral D. 1 Bmon • u apre­astilla Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J eg líniuistl4) .i '11 r 1 de S K el prf' 'id ent , dirijicia de (le HUIHlcayo al Sr. prefecto de Arequipa con f~cha 2] de ~1arzo últim o, en la que reprueba la conducta <1e la benemérita capital de e/) e departllmento por no h. ber apr hendiJo el 20 e F e brero a Don An res Sl1nta­er z, y f ll ¡lado en la plaza publica. Hace en ella igualmente útras Jn dic8Cl nf' en tono bastunte sev ro, expresando ser tRI la política . del actual Gobierno. Al in ertar dicbd nota sin la c·¡nte tocion que ha dado el Sr. G mio, han pre. en tado II U. 1 A ' unto solamente por el amberso, y u. i es que ' l s lectores del TClbuno no podrán instrnirde de la rea­lid ad de los hecho<:, como debe ser. Yo no IIJ "i tI) en que "e hl1ga tal publicacion, porque l, s periód icos mismos de Art~q uipll acreditan slIficientemente la hcrOlciJad de aquel pueblo, y la grall parte que ha l nIdo en desterrar para síempre del Perú a su cOIH¡lIi. tador y tirano: pero nimiamente celotio como so;, oe la union que todos los .¡,. pE'ruanos debemos consoli da r para no ser en adelante pre~a de ur II dommacion ~xtranjera, é intere ado en que no . e atribuya a S E. el pre Id ente jeneral GHmil rra una politi a cual anuncia el Sr. mini tro jan r.lI, me veo en la nflcesidad de recordllr al público por el con-ducto de e e petiódi o, que el 21 de marzo e/l que el Sr. Jeneral Cas IIa se hallaba en Huancayo, y e cribió la citada nota, S. E. el presidente t:. taba en Lima, como que salió a la Sierra el 23: que el minutro jeneral no pudo con esa cOffiuOlcacion ser el órgano de las reso Ilcíones del presidente por la grande distancia que separaba a ambo : que S E. el Jeneral Gamarra en las comuniCRClOnes oficia­les ue dlriJló desde Lima a Arequipa en consec encia de los avi­s 8 lile diÍ) el prefecto, If'jos de haber improbado la conducta de ese ?Ileblo pntriota y jenero o, lo llenó de encomios y ju tas alaban­Z HS ') T1lue las merecia: y en fin que la politica severa que desde Huar..cayo anuncia l Sr. ministro jeneral er propia del actual gobler­no, lo e; pu s por el cuntrario la que ha desplf'g:tdo S E. qui­za ptca en piadosa y bnigna. como lo ha experimentado todo el muneo. VAa ola gota de pangre no ha corrí( o 11 la a~\li de t811ta con lue t!f bio pllrlficur"e I eauelo d I Perú manchado con la inf:­mill e algull s traidores. 'Iue despu es de hab r vendido la patri exi t , Y quiza orgulln,oa por III impunid d que se les ha nispen­sado. Pasean por la eal es hnmbrf's que debieran cuando cno 1- sr e l Jo alab(l:¡n:~ y ' 1 alguna vez se ha di tinguido la humanI-dad 1 car8cler p ,fuan ,h Ido en esta época xtraClrdinaria. onv"nzllse pue (1 lIlundo ell tero que la polltlca de S. E. el ama rr no e la que a la distan ':ia ha anunciado su minis­tro Jel ra/, y que mui I jo:! S E de de ~conocer 01 exaltad") p Itrio­ti mo de Ilquel b neméri plI blo s uno de los que lo encomian con eltusl mo.- Un Jir:quip eño . .&Ite arequipeño, " tul vez nació en Tetuan, sabe mui Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. t 100 poco de lo que bai de verdad en el entusi8sme del pueblo de Are~ qUlpa despltgado el ~o de Ff'brero. El pueblo de Arequipa no es tan necIO que se eTltu. illsmase por Gamarra y por Gnmio para empeorar su condicinn. El pueblo de Arequipa podia no estar cOMellto con la Confederacion, pero fIIenos contento e tuvo siempre con 108 desórde­nes, IHs arbitrariedades y 101'1 atentados de Gamarra y de I!IUS opacos satélites. F.n Arequrpa hubo docientos pillos, como los haí en cual­quier pueblo grande, que fueron rnllneJados por Gamio y 108 alboro­tadores, cuando no habia necesIdad de eElte albor to, SinO pllra im­pedir que se encargase del gobierno del departamento otro sUjeto mas digno de él El pueblo de Arquipa es un pueblo sensato , lui­cioso. Esto es lo que saben muí bien todos los Arequipeños. Púr lo demas, las razon s alegadll8 para hacr recaf'[ sobre Castilla lo odioso de su nota dirijlda 8 Gamio, en que se dice a e~te que de- .J. bió prender y fusilar al jeneral Santa-Cruz, son razones de pie de banco. ~l1e estubiese Castilla mas lejos, 6 mas cerca de Gamarra, en esta 6 en la otra fecha, no prupba que dejase de tener órden s el primero uel segundo para escribir aquella nota; porque podia h ·t ber­las recibido por correo, ó porque las pudo tener anticipada. Sobre todo, Castilla ha dicho lo que ha dicho, y Gamarra que tenia mejor derecho que el Arequipeño sin nombre~ para aesmentir ó castigar a Castilla, no lo ha becho. E ta observacion vale mss que toda la char­la del AreqUlpeño; y añadirémos, que aunque G..'lmarra hubiese des­mentido a Ca&tiJla, no por eso debiamos creerle, porque ni tiene de­recho 8 exijir que le creamos los que le conocemos, ni era po ·ibl. que dejase él de aprobar la brutal nota de su digno ministro ó secre­tllrio de todos sus secretos. ¿ Pero podia Gamarra desmentir ni castigar a algllDo de los baj~es de la Restauracion Gloriosístma del Perú? El pobre, pobrí­simo AgustinE'Jo no es mas que el titere de la fie~ to, a quien le ti­ra un muchacho la cuerda de las manos, otro la de las piernas, etro la de In cabeza, y entre todos le hacen danzar a las mil ma­ravillas. La-Fuente en Lima, 19uain en el Callao, Tornco en el Cuzco y Arequipa, Sálas en Piura, Vidal en el Estado Mayor, y ca­da uno de los otros sultancillos en sus respectivos territorios hacen su re tauradora voluntad, sin acordarse del viejo de la Macacona ni poco, ni mucho. La anarquia de la restaUl8ClOn triunfll por todas partes, y VE'DlOS ya bIen satisfechos a aquellos sRbi" politico que nos quebraban la cabeza con que las cosas no estaban al nivel de las ltices del siBl,·, ni conformes con la civiazodon del nuevo mun­do. Aprenda el mundo viejo a nivel/u'se, a ilustrarse y a citli izarse con la intervencion de los chilenos en f81lor del partido que 8Um!~ en todoe tiempos al Peru en la anarquia de los niveles . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 101 ~ L ABAD LE H. NT lJ' HU\'. P e.fU In cttncti , nihil in toturn. EP~Gr.dtAl.11. 1édico que a nadie cura, ~ ldado que jamas hiere, ILscritor que escribir quiere, Siendo ign~:)l'ante en lectura, No e: médico, ni soldado, No es escritor, es tunante, Es charlatan, es pedante ~s la pe te del li~stado. J lin mi numero anterior hice la critica del prospeeto y de los JáÚm ros primero y segundo del periódico e"enlual. Creí elltónces que no olveria a ocuparme mas del Abad de Chant d' huy, porque aun­que el cerebro de este buen hombre fuese de piedra de Calcedonia debía quedar convencido de que no era la carrera de las letras por conde él porlia ,hacer grandes progresos. Pero el Abad que no quie­re d Jar d cantar~ por n delar de yantar, ha hecho sus cuentas allá entre si, y ha dicho: si por cada palabra llevo un pajo, por eaóa palo tengo un bocad • SIgamos pues apaleando al Abad, y si­ga él ganando su comida. En el número trrcero hallamos coalls mui curiosas bajo el eptgrafe respuestas sueLtus, que es epígrafe digno del caletre de UD A ad de Aogola, porque l(l8 abades españoles silben, que si haí pre­~ untas sueltas, no hai r S/lU stas sino dependientes de las preguntas. El .quiere decir rt3puestas de 1Jie de banco, que son las únicas qlJe pued n b/wtizarse con e.te nuevo nClmbre, porque son aquellas que no tIenen c n Xlon con la pregllntlls. Veamos pues su r spuestss de pie de bancn. A ti do lo que 86 halla en la Verdad Desnuela, que prueba con hechos incontestable quo los héroes de la restauraClOn del Perú ~ n I 8 ma's malo hombr uel mundo, contesta: Juan es peor que yo, luego 'Jo soi bueno. -<', r. Abad, nadie ha hecho ese argumen­to, ino e te otro: Juan es peor que yo, luego nadie debe alab"r CI Juan y decir mal de mí. LII' restaura.dores son peores que los con­ferle" ndos, Lw'go aquellos n debtm hablar mal de los otros. Yo no he dIcho que los confede os son bueno~ ni malos, porque e'4to nf;) tiene que ver con mi cueston: solo he dicho que los restauradores son los pe ore. hombrrs qllf calienta el BOl. U. lo concede, porque ai cosas que no puede dear de conceder la misma parcIalidad, ., ANCO Df L Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. t yo no quiero mas. Soi hombre que me COI tente cuando le dan o que Vido; E to es 'lo que se llamA SH h nlbre ,1e buen j nio. Del mIsmo modo quedo slJtl&ferho con la confeáion que hace el discrtlo Abad, en las mjsma~ rt~pUtst88 de pIe de banco, St ,bre 4ue los re: tauradores de la constitucion del Perú han cometIdo los peca­dos pn/ilicos de que } o les he acusado, aunque p&r8 nli no Slln pe­cados políticos de aquellos que se purgan con la absolucion del su­cet'dote pecador, ni con lag recetas del méaico valeturttnario, SIOO con otrl1s penitencias mas serias, Aquellos pecados políticos no son, " mi dulce morah~1a, pequeños errores de calculo, no son eqUlvucacian­clllas de concepto, son hurrores, son verdaderas trl/ieiones, son aten­tados aboffimables, son hechos tan infames como lo el! el aserto de U, de que el Perll no hubiera 8rrf'glado sus negocios si hubiera si­do preciso hacerlo por manos ioocel/tes Esto P.S decir dpma81ado cla ­ro, que en el Perú todos son Gamarra~, La-Fl1ente~, Torricos, Cas­tll):¡ s, Iguaines y demonws coronados. A,,,¡ pue ~ener, segun LRwrence, el crÁneo angl .. to y <,blongo. Pero dejando aparte ta plu'enologia, la phisiologia. la zoologia, y todo los 8Cllb - dos n gin, que no se conoe n en EttopiR, overigü':1J10S ¿ clIsI filé la ra­zon que tuvo el ~bad para bablarnus de razas? F.I nos lo dice: opc lar como lo hac~ la verdad impúaica, a esas orliosns cfltilicacion ~ s. el zapar los f/lndamentos de las constituriones resppcti'fl8 y e!r'fIva,'· m abismo con sei puntitos de añadidura. ¿ Oóud habia vi to. ~ . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 109 tince Abad que la 'Verdad impúdica se hubifse metido" hllcer f'Sá · odioslls cahficadones, ~ue no ha hecho sino la impúdica mturaleza? ~ eré porque en un t xtracto de cartas de Lima se halla aquello de que .". 'ofia tS el mas Inmoral de tOda la z(7)¡be,.,.n? ¿ Pues no sabe nuestro bachIller de Lima, que en aquella ciudad se llaman zambos a los bljos de negro y de india, lo mismo que en todlls partes "el mundo? ¿Y qué tiene que v r esto con las calific8Cionf's odiosas, ni con las constituciones, ni con los fundamentos, ni con las zapas, ni con Jo abismos? ¿ Por qué debe avergonzarse nadie de ser hijo de sus padr~s? El rei de Angola e8 rei, es negro y es noble, y pue· de ser un ~uen hombre: la rf'ina del pals de los mosquitos es reina, es india y es noble, y sera 810 duda una matrona . Entre os negros y entre los indios hlli de todo, como hai en lo viña deJI Señor uva madura y agrás. Entienda pues nuestro Abad, que siendo tod s Jos homhres iguaJes ante la lei, hai lo bastante para que las ca Ftituciones políticas sean lo mas Jiberaies deJ mundo, aun­que las con tituciones fisicas hayan e tablecido toda! las úiferen­cias qu Se" advierten en el jénero humano. Hasta de zambos, de razas, y de con. tituclOnes, de que nos ha hecho el Abad una en salada bien indijesta. Vamos ahora a la parodia que ha querido h!l~ cer el dieslrisimo Abad del artículo de la Verdad Desnuda sobre las lluevas acep~iones del verbo restaurar. E/ lb re Abad qui o fundir su verbo c(Yfl!erlero,r en el molde que habia !(:lrvido p/¡ra el CltfO verbo, l,ero el molde estaba mui le­jos del AbéBd., y salió, ya se vé, lo que debía salir; lo que le suce­dió a aqu 1, qwe queriendo hacer una hogllza, bizo un mortero. Vaya que el buen Ab.adl, si carece de injenio para la illvencíon, no carece me~ nos dd tal e l to de la imitacion. Y esto es lo que el pobre hombre !Jama a,'t ícLl ,(J) imttutivo, ó porodiado. ¡p rdónalo Señor, que no sabo lo que e 11 «:! Es vprdad, que sir-ndo tan grande la ridiculez y es~ travagancill dte la empre a, no pudo dejar de sospechar el rudo Abad que se iba a reir de él todo el mundo; pero crpyó que salia del paso achaca do el Grtíc:"lo imitativo a uno de sus colaborado"es, co­mo ,i para .. seribir un plJllgo de desatinos necesitase él de ayudant s. P reto eX l'r só al fin de ~u pxtraña parodia el temor de que y di/e e ct Spll ~ de lerlA: ¡qué tnrpe! ¡qué bestta! No sabe escri­bír bien. ¡, ''ti qué huhi ,'a llenad.o BU pobre número sino hubiera lo mado mi i ,lt~a ~ Pero yO no diré e to, SIDO esto otro: j qué npcio ! El r e hab r tomado mi ideo cuando es incapaz de tomar idea al ~ gllna. P r la inlltaclon d lo que yo digo sobre los mandomient del decalogo. se puede v r la CApacidad df'1 Abad pora aproveoharse de iderts ajenas, Yo puse no restaurar en todos Jos mandamiento de naturaleza n gativa, es decir, en todos squellos en que se manda no h.flcer una cOl'la, y el mui rudo Abad pone no confederar en to­dos los diez, sin adv rtir que la n gacion no puede entrllr en 105 \le son de naturllteza positiva, esto es, en nqllelJos ft 'l\.le« n • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. a. H)4 da hlleer la M96. j ~ué diablo de cr ' neo tendril este Ab de Eti w pia ! El no ha echado 'de ver, que SI confederar es verbo activo , de ­he significar accion, y si lo hace sinónimo de amar a 1J.,s de km· rar padre y mad" e, de santific.ar las fi estas, aihdiendole C]u el NO condenado, que ha pue to a los mandamiento po itivos" hs convier­te en herejias y en implCdad~s solemnlsimas., ¿ Y despt:es de est volverá el ru disirno Abad a meterse a decir chiste N se hizo la miel, Sr. Abad, para la boca que dice el ref'so. Déjese U. de tomar ideas que no entran en cabezas tan mal ')rganizadas. No vuelva U. a caer, por Dios, en la tentacion de las ptródias, M e­jor le vendrian a U. las purotidas, que tienen mas cone¡j In con lut! cosas que U. sabe. Dejo para otra ocasion el hablar del juicio del i rado en que apareció un muchacho llamado Vizcaino, a responder por los in ulto. y calumnias que el Abad es",ribió en su numero segundo cootra el jeneral Orbegoso, y eutonces contestilré a la falsa relacn o de este suceso con que cierra el Abad su número tercero. Por ahora solo diré, que N. Vizcaino no SAbe lo que pasó en el jura40, porque el pobrecdlo no atendia a otra cosa que a esconderse e 're la jente para eVitar las miradas de los concurrentes, que ciertameJte no demos­traban la conformidad con sus pobres ideas, que él n cuenta, ó que le hace contar el Ab'ld. Por ahora solo di ré, que el concurso, desde el principio hasta el fin , maDlfestó bien el r:'lm ole su desa­probacion 8 la inmoral conducta del Abad, y su aJJrobacioo por la defensa del jeneral Orbego 'o . Ahora voi a decir algo sobre el número cuarto del periódico 9ventual, comenzando por el articulo moral, que parece un retazo de un sermon escrito en frances y echado a pertier en la traduc­cion 111 español. Aquello del gustO' por el trabajo de las horas lIUC pesan comu un fr,ráo, del entendimiento deslustrado, como botas mal embetunadas, de tener la pena de romper una cortez a, y de ser ve· tino de su ruina, pueden" ser cosas mui morales, pero lo ci ,rto es que no las entiende ningun español. Los eilpañllles entenderán ot amor al trabajo, de horas pesadas, mO'lestas fatidios4S, de entendi­mientos incultus, de tener el trabajO de romper una corteza, d.e es· tar prtJximo a su ruina, y en una palabra entenderán todo aquello que no sea puro galicismo, ó pura pedantería. A e te artículo moral sigue el de la re,fefia, que es de orde ­Danza, porque en el periódico eventual todo sigue un órden invtt ria­ble, y hallamos en e te artículo una co a que debió haber metido el Abad en las respuestas sueltas, en que tenia ~u coloC>lcion precI ­sa, porque es contestllcion a un cargo que yo le he h cho en mi número tercero. Yo le e hé en cara que en sus reseñ as faltaba 8 la verdAd, cometia 8naeronismo~, y echaba 8 otros las culpas que hll biRD eometldo aquellos que él queria santificar Por esto el di ereto Abad aHenza su rueña del numero 4. o diciendo, que "hai una notl1o- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 105 , ble difere1cia entre e cribir UDa historia y referir hechos históricos~ . ~ , que escnbendo la primera habría que descender a los menores .." detalles, y que rejislrando los segunclos no hai un deber de decirlo " todo, y mJCho mas si se habla de personas que existen entre no­" sotros, qu pudieran padecer mengua en su reputacion bien ó mal " adquirida, ' que no e tan en circunstancias de hacer frente al tor­" rente ,de la invencible opinion." j Qué hablar de desatinos, y qué contlJldiccion s! Esto es lo mismo que haber dicho: si yo escribiera la historia, tfndria necesidad de decir la verdad; pero escribiendo mis reseñas puedo mentir como mejor me parezca, y no debo de­cirlo todo cuando hai personas, que por la mengua que padecerían sus reputaciones, me quitarían el 8ueldecillo que les atrapo. Pero el moralisimo Allad, que será de mejor gana un gordo confesor antOB que un flaco martlr) no se manifiesta tan escrupuloso sobre las re-: putaciones de los enemigos de Gamarra, como de las de este viejo pecador, y de las de t)us cómplices, ¡Qué f/:lriseo tan completo! j Y qué necio se muestra el pobre cuando quíere satisfacer a cargos que no tienen cont stacion! DeJémo le pues reseñar del modo que quiera, habiéndonos dICho ya lo que debemos hallar en sus reseñas. Entraré &hora a examinar el remitidQ, que encabeza un epi­grama, que es tan epigrama, como la reseña es reseña, y c mo su moral es mora. Le diré en epigramas lo que es eso que el ha que- "ido hacer. . 1. Epigrama es dicho agudo, Ubra del gusto y talento; No e sandez de payo rudo, rebuzno de un iumento. ]1. in al)er pisca de co a 1 Pindo ubes in miedo: Deja 1 erso para Olmedo, V a prenrl ;- e:cribir en pro a. 111. ¿ Con que ver os tam bien hacer quería El A bacl, que tan mal e cribe en pro a ? ¡ Pue va ya, que la em,presa no era cO'a ! j ~in gramática darse á la poesía l Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 106 IV. 1111 disparate imajina. ' Si Oor. no,' piensas dar~ Sabiendo que solo e. pillas Producirá un e. pinar. En efecto ¿ qué cosa mas arida, mas fria, mas ramplo~a, que la a, ociacion de la id a de un ente moral, como la V E RDAO, con los­atributos de decrepitud, de h orfaodad, de re frio, de catdrro ó p chu­guera, y de hidrtJfobla? ¿ Por qué no le ech¡¡ria el Abad a esta en­salada el 3.ct·ite, el vinllgre y la sal que le fa lta? ¿ Pero no hubo un diablo, de e ~ os con quienes consulta sus necedades el pobre Abad, que le hiciese IR observacion obvisima, de que la VERDAD es eterna , y que lo único de que son capaces los siglos con n-specto a ella, es de hacerla mas incontrastable? ¿Como uno de e t di ablo no le di­jo, que la V E RDAD no puede ser hU f' rfana, iendo. corno e hija do Mi erva,.que no mu re, por4ue no es de ca. ta de muerto ? Y obre toldo, ¿ corno el mismo Abad no echó de ver que)a VERDAD no pue­de pad cer las alt raciones que sufren los mort les, y mucho filenos la8 que s capaz de C8U ar un vie/lto de tHn poca con isttncia como el Chanduy, ron que ,e apagan los incendios? Vaya que t: to e. ha ber dado la última prueba de no ten r sentido comun, y de que en vllno se afana un necio queriendo hacer cosas que nece itan de O'ra­cia Y' de talento. N o suban los borri co~ al Parnaso, Que los d sride a coces el P egaso . Dejémonos ya de la poesia del Abad, que no Pllede escribir e pro a, y entremos en el ber nj enal del r mitido de B:\b( hoyo, en que 8e propone el remitento h'lcer lit critica del papel lltul 'l do: De la ,'es­tnw'acion del Perú !J de sus t: scritores . Supolie el cfltico, gracioso a su modo, que es un montuvio, y entrd cOI.fe ando que apu el pa· pel s sUJ1erio)' a su . luces . No necesitaba ti · hac r semelarate con­Í! IOn, pue bi en se echaria de ver que el montuvio del I trno s de los rua Ignorantes habltant s que pu d n t ner los m ot 8 mas ea­peso. i Q1lé z lHcir de dii3parutes ! i Q,lé !len consecu nC la d satina­da ! i Q lé deCIr patoch a en v·z de ag ,df'z \ ! i Q.ué graci as tan montuVltJ ! Y st, bl' ~ todo, j Clllé modo t¡¡n adecllad d e mbatir un papel lleno de h et ho:! incúnte tab le:" de rdlccc io ll s plJ litica , de de ­m( traciones, de principiol", de conv ncimientos, Ilue solo d jarAn d f:l :,erlo para el h ura ngutan yue s supone en Brt bah yo, y no e_ttl si· no en Guayaquil P ro al mono cte los mo nt s, que 0 10 sabe r me­dar a lo~ hombr s, le ha parecido, que huyendo de entrar n los h . chos, y ha cIen do 'cuatro jestos, que a él-le parecen g ru ci s, ya e tÉÍ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 107 ech d p('f tierr!\ la vprdad y la detnostraclon. ¿ Q liS tale nte: manifiesta el mo~o de lo montes, en aquella co­~ a de lla Olar el seDor y .... n 51/ remItido nI autor del p.apel 'lue cri­tica, com(l si fuera e te nombre Illg'Jn secreto? ¡ Q,)é g('dre tan maes­tro el de poner la inicial del apellido del autor, cuando e ve n el papel crtticarlo con todas sus letras Antonio .José de /t'isarri ( ¿ Pen­a ba el h'i bitante de lo montes que a ste sujeto le daria mucho cuidado el ver que un montuvio se le diriji~ra cara a cara, con toda la arta de desatino de que es capaz un h mbre inculto, sm educa­cíon, ni htlento ? Pues pen ó mui mal. El alJtor del papel sabe ha­cer el C 'I SO que se debe de hs per olla: toma las cos:¡s como de quien vien n: se ne de las nec('dades de los necios: se birla dp, l s tontos metidos a críticos, y solo le afecta la des probacion de los sabio::-. fJ rnontuvio no sabe por qué el señor Y ... . admiti6 la comi-i'ln diplomática que llevó a Pallcarpata, ni por qué se qlledó en el Perú, ni tampocn lo silben los montuvios que solo habl an con los mono; p ro lo ql e han leido los nueve cUlldern~, que el señor Y .... pub!icó en Areq uiplI, sab n ('sto y touo lo que es preciso que sepan le s q e no g i tan de h;,blar rle todo, in saber nada. El mon­tUVIO dice lIe un don ... don ... (no se acuerdcJ) aumentó con su columna, qUf' (3 , t :1 ba o é donde, y vino no sé cuando, compuesta de no sé cuantos h m.bres, la fuerza de que tenin conocimiento el Estado \la­yor en el dla de la b ta \La de Yungai, y que esto lo sabe él pt,r mllchos de los emigrad s con quienes habló en Guayaquil. ¡Qué mon­tuvio tan gr cio o, y tan aprop6slto para recojer noticias, y sacar d ellas 1 s ffi }¡teriales para una 111 toria! Pero para un montuvio, no es~ tA demasiad) malo ste modo de contradecir 10 que re ulta de los datti, o 8 dar ~1I opirllon sohre quien te nia ju tlCÍ1 en aquella causa. Pero ahora dIrá lo qlle le parcce aun . ue se lleve eJ diablo al mnntuvio. ¿ Pere' para Cfné hA de del • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. les J1ada tll Sr. )f ...... de tlUeS de haber ~8"tade a Mirar ícu el feliz [cuatoriano que reune 108 talentos de VirJilio, de Honcio y de Ovi· dio? Cuando canta el rUIseñor callan todas las aves, y admnan en silellcio. S.1lud, ó claro vencedor! O firme Brazo, coluna y gloria de la patria! Por Ti la asolacion, por T. el estruend. Bélico cesa, y la inspirada Musa Despertó dando arrebatado canto. Por Ti la Patria el merecido llanto Templa al mirar el hecatombe h () rrenu~ Que es precio de la paz. Por Ti recob. Il Su paz los pueblos y sus prez las arles; La alma Temia su santo ministerio; Su antiguo honor los patrio eRtandartes, La lei su c tro, Libert d su imperio: y las sombras de Guachi desoladas De 8U afrenta y dolor quedan vengadas. Esto es )0 que corresponde al vencedor en Miñarica: ahora n~rE' mos lo que toca a los vencedores de Yungai, di<.ho en profesta Illor el hijo de Apolo y hermano de las Musas: Leyes y patria y libertad proclaman ...... y oro, l!lsngre, poder ...... 6Sa8 sus leyes, E::Ia es la libertarl, de que se llaman lncJitos vengadores ...... Bsto es lo que ha dicho en prosa, y de mil modos diferentes la Jle?'dad Desnuda, aunque al montuvio de la calle de Pichincha le haya parecido mas incienso de asafétido, que el canto de Olmedo al veneedor de Miñarica. Estas cosas huelen mal, ó bien, segun las narices de los oledores. ¿ Pero de donde pudo sacar este mootuvio la oriJinol idea de que 8e falta al respeto a nadie poniendo la bll­talla de l\Iiñarica obre la de Yungai? Aunque no fuese, como lo es, una de las mas clásicas que se han dado en el nuevo mundo, ¿ quién ha dicho a los habitantes de los montes, que en e te tiempo de libertad no somos Jibr s todos Jos hombre para xpresar nues· tros sentimientos? j Qué disparates hace rlecir el Caballero de las Espinas a su mal disfrazado montuvio ! No hai mas que un mon­taraz, que pueda conc~bir ideas tan absurdas de las cosas mas trivia­les, y este es el primer desatinador de la tierra. 1.:odoti los montu­vios de todas las elvas de este mundo no serian capaces de reunir 9n un artículo ton corto tanta cantidad de absurdos. Uno de ) s mas notables es aquel argumento que Quiere for­¡ Jitar ,1 embn>llí}Qor de frases, del siguiente pasaje del Sr. Y ... ... .!Jai • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JO .. lu hicieton en Lima, antes que el Tt"ibuno Giros editores, oua'1l.do " pesa',. de lit ti'ranía de que se acusaba al protecto't", los escrilo1'es de (lquel tiempo no eran tan serviles, tan ba;os, tan adulado"'es como ' los presentes. De aquí suca el hilandero de fals8s consecuencias que hubo traicion en Paucarpata, porque el Sr. y ...... se ha conver - tido no solo en apolojista de su Señor, sino en un Salustio. Esto de Sa¡'.,ffltio debe ser cosa mui mala. ¿ Pero donde hallara. apoloJias este in ensato escritor? La apulojia estara en haber dicho que se acusaba al protector de tirania. , El .caballero de las F.spinas queria que el Sr y ... ... dijese, no que se acusaba de tiranía al jeneral ~anta-Cruz, sino que era en efecto tir.ano. ¿ Pero quién le ha dicho a este critico de los montes que e! Sr. Y •.. se habia propuesto defen­der ni 8cu~nr al protector? No se trataba de otra cosa que de ha. cer ver, que en vano se hacia aquella 8Cusllcion a Santa-Cruz cuan­do los que se la hacian eran los mismos qu.e lisonjeaban y serviaft paJ8mente a los tiranos mas grandes que ha habido en el Perú. Así pues, el Abad de Chant d' huy, Caballero de las Espinas y de los Montes, no tiene razon para ' decir que el Sr. Y ..•••. ha he- 6ho el panejirico de los adversarios del gobierno de Chile; pero cuan· do lo hubiese h cho ¿ quien ha dicho a este defensor de las libero tades politicas, que los hombres libres deben sftcrificaf sus opiniones a 108 gobiernos. El hombre libre, en tanto debe seguir la opinion de los gobernantes, en cuanto ses. él de la misma, pues solo sigue cons­tantemente las ajenas el que no tiene, ni es capaz de tener propIas. Desde que el Gobierno de Chile sacrificó 108 verdaderos intereses del país al partido de los emigrados del Peru, el mas ruin de todos los partidos, solo pudo tener por secuaces a los hombres que se de­ja'n conducIr como automatos, y a los que estan dispuestos a servir al poder en todas circunstancias. El gobierno de Chile, desde que re­ehaz6 los tratados de Paucarpata, nó pudo tener la aprobacion de lO! politicos, ni de los hombres sensatos. El diplomático que tiene con­.¡ encia propia, y que sabe cuales son los derechos y Jos deberes de las naciones llega a cIerto punto, y si su comitente quiere que pase adelante, no debe hacerlo, sino quedarse en los limites que le señalan la razoo y la justicia; y deb.e defender su resolucion contra los ataques de todos les gobiernos de la tierra. Mucho se engaña el Abad de Chaht d' huy, si él cree que la diplomacia elil el oficio de Jos hombres sin cauder, sin principios y sin opinion. Pasaremos del remiti ,fo del montuvio al artículo titulado pre­mosa sangre peruana, en que el necio Abad parece que ha querido contestar a aquel pasaje ~el papel del Se~or y .... .. que e como si-gue: Hasta entre los mismos P6ruanoB, que venían con lo. Chileno" aquellos Peruano. que er(m ca.paces de sentimiento8 de delicadeza ~o­mo Vivanco, Martinez, Balta, U garteche, Beltran, Vi'l'ero, LarrivA J.I otros, 8e 8tpararon del eJército invasor porque si ellos hallaban bien el ,~mbAtir tJontra la Con.lederacion, no pudieron deja'> ele 'Ver con • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. IIU . horror el ten~' pa,t'te en el dfrt'amamienlo de PURo A~GRE PEnCA t~ que no deji ndia mas que la i1.vio/ll bilillad deL lt:rril ('1'io úe alt l' . tria, Aq\ i se dice ptlra sang,'e ptn lllna, nt) p"ecíosCJ sang1'e pe¡'uana. PU't'o es l~ qtl~ no ti ne ~ezcla de otra co .. s:. ptecioso lo que es dIg ­no de e tlnH\CIOn y 11 precIO, xelen tc, Xq\lIdtO: no son pue sino. nimos pu"o y prerioso, y e .lguientementc el torpisimo Abad Cl uivo­có I~ frcno~, y dIJO diez mil de ¡¡tinos ('o su artículo de ll\s p,'e­c. ioaidades, porque le pareció que no habia dIcho bastantes en las co­lumnas precedentes. S na nunca ncabar el emprender la rnanifestacion de todas 1» ab urdici arlcs que hace decir el Caballero oe las E pinas a su poble mon­tQ. vio. He pn ntado alguna de ella a mi lectore porque al paso que doi a conocer la natufaleza de In nm as de que usan IOi pl1la· dines de la r tauracion perunna para defender u inJu tificablt~ caus", tengo Jugar d ~ deCIr C0sas que n el ~tarlo pre ente de nu tr :¡~ sociedades S0n de ba tante importancia, p r ne abundan d mR .. iacto los escritore, del calIbre del Abad cie Chant ti' huy. A no cr por tl:ll ¡! coosideracioo, IlO debia )0 ocuparme de SCrIto que <:e h., nrflo dc.! mtl~ i do cuanuo s toman en las rnaDOS unque ~olo ea para h,, - cer burla de ellos. 11 .la ~h ra he qllerido dar una Idea o,. lo qu se puede esperar de los conocimientos y de la buena fé de ? 1IC1~11 s que quieren pr spotar'e al público C(lmo adver.srio (O la 'Ilusa que yo tlfficndo. Esta causa e la de 1 s prillí'Ípi,.s, n d(~ la p r-sonas; y si el Abad de Chnnt ó' huy quiere continuar r pitlen c1c) las mIsmas ine.pcifJ3 que se le b'lO combatido :t él Y 11 (tras, tlln rrl810s criticos corno él "iga n hora buenll nue no ga taré mas pi1 pi-1 en adelante para repetir la' mIsma co :¡¡:;. Est;i ya vi. to que q ien i ne el arrojo n('c &rIO p r prescntan'e como (critor ignorando hasta aquellos pr 'ncipios jeneral(Js que se su un de las escuclas d pYlIll­ra letra, no merece que e ton e nndic I trabajo de conb:ttir ~1l3 er¡ore q , A 1, ell odelallte me burlaré hl o lll1c. HZ de las T(' .¡lad"s mas grand s qne ncuentre en el perió di o evelltllul, dejAnJo al n Indo todas las quo Si lO de cIa e inferior ó do I mr <'uuntia, Jlji. TICIA DEL PEl U, Por el bnq l. C¡IJ~ :lC hn d IIrg1r d 1 Callan e han Tf>cih en s ~ ta CIudad mas de (·iTlenellt;} CRrtas de dl~ T lit r~ronas d Cuzco) rl: 4ipll, Pun 1, TaclI8, loqllegulJ, y Lima Cll Y.O e tracto es el i!!uiente: El dia CI I de Junio l'I ha emb rcaoIJ para hale la . l',d del ejército r tUlJrudor, COI1Ft1lnto dc mil y qumi nt s hombre ,.n los 'lue van ce mo tres Icnt s fI emplllzns de 10 'old1do ooliviul'os he-eho pri ionero en Y ll n n " i~ y ~ e hll ~oran lIev .lfio one ml, i tu rllano~, si no s hubier obligado 111 cOrTInnd unte Vid:llJrr deJarl s, r rque el 111' I~\ c· t,1n dJ~pn,; lo ti ulOtinar"e par • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I 1'1 el emb!:rque de ello .... Ha l1evad esta division quinientos mll pesos en plata, tr scientos mil sacad s de LIma, y doscientoq mIl de pun·· tos intermedIos, con 8S cuatrocientas cincuenta mil orr baso de azucar, que al precio :}rtu.1 de Lima importan IIn millon ochocien· tos mil pe os. Fue ra de e. t s e han hecho tres vestuarios de paño y dos 'e brin pilra la divlsion y se han pagado los sueldos deven­gbdos en el Perú. Con esto 1.08(" q l€J ran oh )ra 109 Chilenos de que Gtlmarra y La-Fuente, pagan mal a los que loe colocan en el man­do.- EI descontento Jeneral ya no puede subir de punto en ningun pueblo del Perú. En el CI1~CO, en donde Gamarra tuvo antes algu­nos 8nligo~, no le ha quedado ninguno, y para mejor mostrarle Sil oposici n e han elejldo 811\ p r iplltados B los hombres mas ene­migos de Dn. Agustin.-Por lo demas, solo podremos dar una idea d. Id ' concierto 411e rei na en ~)das partes, diciendo que ya la per­• ecucion, no es sulo contra lo amigo de la Confederacion, sino con· tra los mi mos e~emigos de ella. El cura Rec8varren, Dn. Francisco Riv ro, los Parejas y I:!:lguera, Dn. Bias La-Fu nte, Salamanca, Cor­belcho, II S Tirado , GuerolR, C delí, PaulIno Melendes, Mariano Be­navldes, los Campo, JOQé Muria Bueno, el sastre Antonino, el doc­tor Bailan, el doctor Prado, Can:.eco que fué a 1.lsi a prender al Pr tector Villena, Zega rra, el clerigo Vi,lil, Z vals, Mi pif ta, VIS­carra, Vlvbnco, Mllrtm ez, Cura TInaJas, LucHs Loayza, Solia, Pedro Valdivia y otros tan t'nemig!'! de la Confederacion como fll!tos, han sufrido de Torrico de air!'! malos tratami ntos é immlt s, que 8010 no tell ipndo sangre en In v nas pueden ufrir los hombres. Pero es · to no e lo mas chocante, sino qlJe los mismos j tis El t ;i n en gueml ab Ierta. como Ca tilla y TOrrlco. Ya "e vé que como el mando u­premo 1.0 puede tenerMe por mus que uno y 10 codicial'l muchos con iguales méritos, e imposi hle que huya bu Pila inteliJ ncia entre todos. ~i UIlO puede al 'gar quc t mulato,olro altga que zambo, otro que es cholo, otro que es sastre, otro qu zapbtero, otro que diJO: trlue- 1'a 8anla-Cnz, ttO que 1.0 tiene .ficio alguno. ¿ Y qui : n s rá Cll' poz d el jit )0 mej r E'ntre tnnto bueno? J Cómo no hacer infinitos agraviadns dando a algllno la preferencIa? Era preci o pues, que lo"! un08 destroza, en a l otr f, n() pudiendo hallar todos lo ')ue apeo raban do " patrioti!'!mo. Entrl' tllnto los periodl. t1lS die n que toon t! ta bueno y que tl do marcha bajo un órfh'n IHJmirnb le I\llnque en todo >1 P rú no e ) ft mil qu exclamaclOO debllnran mas los hechos . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ll~ L E 1:' R J L L A. ¡ Sopla vientc ilto ! Sopla ¡mi Chanduy! A darnos favor Ven, viento bendito, Ven, viento erudito, VeD, viento escritor. Infúndenos, si, Tu jenio agudillo. ¡ Sopla vientecillo! j Sopla mi Chanduy! Tu, viento inmortal, Que todo l·· picas, y que nos predicas Severa moral; Teólogo aqui, Allá soldadillo, j Sopla Tientecillo! i Sopla mi Chanduy! 1'ú, tu nos enseias La cronolojiCJ, El astr o d.el día EutoriCJ y re8eüas: Mui bien te sent], VIento picarillo: j Sopla vientecillo! i Sopla mi Chanduy! Que bien que nos dices De discos y mundos De 108 tremebundos .!1bortos fdices. Tu quiquiriquI Te hace sabIdillo: ¡ Sopla Tientecillo! ¡ Sopla mi Chanduy! Hablas de panfletos De ZftS jetasciones, De las concepciones, MJ.lUlados jetos. j Sábio frenesl! i Gran batiburrillo! j Sopla vientecIllo! j Sopla mi Chanduy 1 i Qué linda empanada Hecha con torreznos y los 1Jiboreznos Zoophito y cuajada! Ensaladas ví, itas no tal platillo. j Sopla vientecillo! j Sopla mi Chanduy! j Oh viento barato ! i Oh viento eventual ! LOh viento cordial! V iento literato. ¿~ué hombre baladí N egará tu brillo? j Sopla vientecillo! j Sopla mi Chanduy! Ven viento, por fin, Ven pues, ventolera, Que apaga la hoguera y enciende el majm . Ven zefiro aquJ, Ven fre co airecillo; j Sopla vientecillo! j Sopla mi Chanduy! D' .llriman. ~~~~eeee~e~~~~~~~~~eeoeeee~~~~ lmpIenla de VIvero, por José F. Puga . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 1 N. 4

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 1 N. 5

Por: | Fecha: 01/08/1839

113 'LA VERDAD DESNUDA. PERIODICO POLITICO y LITERARIO. NUM. 5 . . } ~incit omma ventas. ~~-~-:. Este periódico saldt'á a luz lo~ dias 1. o y 16 de cada meS. Tendrá 24 pájinas, yel precio de subscripcion por doce núme1'OS C01'respondientes a tm semestre, que se pagará adelantado, será el de tres pesos. Cada número suelto "ald"á dos y medio reales, y se 'IIenderán en la tienda df!l Sr. Letamendi. Los Sres, que quieran subscribirse, podrán ocun'ir á esta imprenta, en el concepto que todo número se les entregard en fUS casas. GUAYAQUIL AGOSTO t. O DE 1839. Extracto del disctt1'SO, que el procurado'/' jeneral de F1'ancia M, lJupin, pronunció en la corte de Casacion, al ab1'ir las sesiones del año judiciario,- Sobre la ju ticia o'y lo derecho del majistrado. La justicia es In mas brillante muestra de la soberania.-lAl fuerza sola, la fuerza material, cuando está aislada. del derecho, cuan­do se apoya en otra cosa que la. justicia. y las leyes, merece el nom­bre de VIolencia, esta separada de toda moralidad. Pero cuando ha­bla la lel, y la justicia ordena ¿ quién se resistirá a la autoridad de estas palabras formidables: favor a la justicia, favor a la lei? T al es la naturaleza del hombre. Algunos se conducen por la sola inspiracion de la virtud, otros por la ambicion y la esperanza de las recompensas; pero el mayor número no se contiene en el de­ber sinó por el temor del castigo. Quítese la represion, consagrese la impunidad, y se tendrán todos 108 desórdenes que pueden afHjir al estado socíal. N o quiero decir con esto que las penas deban ser atroces: lejos de ello; las mas rigurosas Bon por lo jeneral, las menos efica­ces · Se ha visto alguBos ¡ueblos resistirse a IOB J!luplicios ,,,,ulti- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 114 jlhcarse lGS trlmeliH'.s a lil'oporci n de !(lS ng res de la' leji ~ la cio». Lo que lm¡;Olta (.s nciTdmente a la buena aClmll'llstra i n de ' JlI tic,a~ 10 que mej r puede afirmar su imperi , es la certid umbre de ! re­presion, la con~ i ccion adquinda de que ninguna infraccl n, I galmen" te per~eguida, puede eEcllp rse de la vindl<..ta de las Jey e~ . Para obten r est~ r€~ultado, es desde luego preci o qu 80 in ­tenten las acusaciones con di<:cermmientp, con medida. Tamb ie) im­porta que el castigo sea rápid o, y el ju 'cio apro ' Imado a 1 época del delito: 'Oslox pama 8cquatw', decian los mae~tr S en !eJisl cion. Ademas es de desear, pllra ejemplar, que se haga la Justicia en I Ju ­gar mismo donde se cometió el delito; puesto que debe alea zarse a Jos culpablei¡ en su propio terreno, para amedrentar a sus cóm­plices y tranquilizar el pais. Finalmente, es indispensable que I de­fensa sea libre, completamente libre; que se refute, SI hui Jugar, pe­ro que nunca sea interrumpida, con el objt to de que conste bien a los oJos de todos que la s ciedad, en lucha con un solo h( mbre" no usa de su poder para anodndarle, sino sO (¡:l mer¡te para defe nder­se a óí mi ~ ma. Con estas condiciones, la justicia es fuerte; es poderoSl8 pa­ra el bien, y fortifica al gl bíerno, cuya marcha puede todavía S€lr con~ tradich ll, mas no e"tar Bujeta a trabas. Entonces no se burla nadie impunemente del poder, y se siente bastante BU presencia, p18ra no preguntar e uno a otro donde está, y si es veroad rtúe eXIste . En­tonces no son las leyes una palabra vana; sino que ligan, hl jgnn. y contIenen a todo el que fuere osado a tratar de violarla; la socie­dad esta \'erdaderamente proteJida. La justicia es una; y no parece que es posible disti nguir va­rias especies. Hai, no obstante, una di~ r ncia que no puede des~ conocerse entre la justicia CIvil y criminal; y ademas e iste otra gra­duacion entre la represion de los crímenes ordinano.s y la persecu­cion de los delitos politicos. La justicia civil no exije sino la aplicacion de una pwbidau comun, y por decirlo asi, 'fulgar: es el tuyo y el mio en presencia Uno de otro; seria un robo transferir al uno lo que debe pertene­cer al, otro; todas las conciencias repugnan esto igualmente. Otro tanto debe decirse de la justicia criminal para la repr sion de los delitos ordinarios. ¿ Quién intentaria leJitirnar el robo,. la falsificacion , el asesinato? MUl léjos de ello, cada cual d sea el <:astigo de esa especIe de crímenes, y se cree tanto mas seguro cuan­to son mas eficazmente reprimidos. P€ro 1 s crlmenes politicos se miran, por Jo regular, bajo otro punto de vista. Si los acu ados tienen a )a soci dad por adversarIo, tienen tambien p r dden ores a ~us socio~ a sus partidarios secre­ti' s, a todos Jos que cifra'ban su!:! votos y sus esperanzas en el buen ~ ito del atentado, ó de)a conjuracion. y /lin ~mbargo, ¿ son por ventur men~s o-diosos que los otr Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J.P~ S .h crlm(Jl€' emprrndid s en nesde el orijen de la monarquia francesa, i cuantos h éroes se han V1Sto en los campos de batalla! y cuan poc. s hombr s como el presidente de La Vacquerie, el canciller De L' Hopital y Sully! Los cuarenta años de la revolucion han producido millare_ de va Jientes; pero" no han dejado en pie sobre el pede tal clvico sino un pequeño nUmero de hermosos caractereF, y apenas )os grandf>s nom­bres de tres 6 ctJatro varones, a quienes ningun peligro, ninguna se­duccion, ha podido d sviar de sus principios, y que han permanecido ha ta el fin fieles a sus antecedentes. ¿ Cual es la causa de esta diferencia? Está solamente en la fl¡queza 6 la firmeza de las fibras, y en la organizadon fi ica del hombre? O esta mas bien en su educacion, en sus estudios m ra­les, y sobro todo en las preocupaciones de nuestras sociedades? La gloria mas brillante, la gloria inseparable de los pf.ligros ue fle corren en la guerra ora venga el ¡oldado con 8U escudo ora.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 j 7 sn re él, pen muerto 6 victorio"o, i ha mo~trado valor, es reconocid p< .r todu~: todos claman: "gloria al valiente: honor a sus proezas." No habrá di visjon en el juicIO de sus acciones; amigos y enemigos, tod s le tribut:uán la mi ma jllsticio . Gonz"ga levantaba un monu­m nto a Lautrec, su rIval. Lftmarllue eloJió muchas veces en la tri­buna el v~lor de la antigua Vendéa. ~n lo civil, por el contrarIo, j qué diversidad de juicios! La oloria de la consagracion mas purn es frecuenl emente, i qué digo,! es ~i(mpre controvertida. Lo es por los advI rsarios, y hasta por los nmigos mif'mos, portlue hai mui poros que no tengan zelos. ! ~ué fortalPzll de alma, que CCIO tancia de caractf'r, no necesita el hom­bre úblico para s()breponerse a los di:gu tos que renacen sm CeBlf! Los mayores servicios hechos al pais, rara VfZ son apreciado9 en el instante mismo en que se prestan; y las mlls veces es preciso que lno haya muerto para conveOlr en que teni!l razono Njllguna gloria adqUIrida, mnguna replltlicion esta al abrigo de los ataques y de las denigraciones. El eg ,ismo y la envidia atrIbllyen todas la~ acciones p un vil sentimiento de interes personal; no quieren que haya tenido la menor ir fluencia en ellas un motivo jeneroso. De cualquiera modo que sea, hllblemos u obremos, siempre hai . un pArtido no atisfecho, que est" pronto a despedazarnos: SI no se pueden rlisputar los hC'C'hos, se envenenan, se sospecha de la ifJtenci(ln. En Jugar de los honores que aguardan al guerrero des' pues de In victoria, el hombre civil, al cabo de largas y penosas lu­chas, no obtIene las mas veces por recompensa, sino la desgracia de parte del poder, 6 el oQtracismo ciego de parte de las mll­S8S populare. ; y ap sar de los mas jenero~o8 esfuerzos para com· batir la anArq\lia, si esta prevalece en el estado, en vez de la muerte gloriosa que el militar recibe en los combates de ma­nos de su t>nemigo, puede el paisano ser hecho pedazoS' por sus con­eiudadano rle.¡carriados, 6 ser conducido a· las gemonias 6 arTDjado en un alb;.ñ ¡ 1; Ó lo que pareco peor todavia, si conserva la vida, cor­re el p ligro ca i inevItable do ver su caracter nE'sconocido, atacada -su reputucion y su eXIstencia emponzoñada por la calumnia. ¡ Cuan­to denuedo necesIta un alma virtuosa para v r 11 sangre fria, y pa­ra soportar ~emejallte situacion! Y JlOS a ombrofém(ls de que much s humbre qui rl' n mPJor morir gloriosamente como De sau~, que expo­ner. como L:l nJuinais ')lIe ocupll r como BOlss!, d' Angla, la si- 1Ia pre. itienelal, 6 sucumbir, como Bailly, t:JLclamando doloro:!amente: " Yo tll mbien f"l l Idolo del pueblo"! ~ i la c0ndicion de los malistrad03 no • tá exenta de estos pe· ligros y da e tt flll. os juicioF; si tumbien persigue sus opiniones y 8115 actos esa malignioad de interpretacionep, que de"6gurll todas lae :U:CiOll s dI hombr público, s pre iso que este b\1sque su fuerza en si mif1mo. que tome por punto de apoyo BU conciencia, y tenga al r para sobreponerse aJa baJ88 pasion qllc!'Ie aJitan in red,· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 118 dor de él· con el fin de dominarle. Su mision, tan h norífica en todo tícmpo, se ennoblece miS en medio de los disturbIOs ci~· iles. Entonces se atacan y se de¡:¡trozm unas a otras las faccionE:s; cada partido es victim a su tllmo; ro­d(. s invocan la justicia; y si la encontrasen imp~rcial y pura, nece - riamente le rendirian homenaje, puesto que, al fin ella sola debe tener el respeto de todos los partidos. N (l por esto debe creerse que cada uno de ellos, el vence­dor sobre todo, no desee tener una justicía particu!¡ar, una ju ticia pr pía de él. Pe~o si se le niega esta satisfaccion pOlCO digna; si la ju ticia se enc mIDa n Sil obj to sin desviArs , se rec:ofloce al pl n­to que vale mas una ju ticia igual para todo, ) que u a justicia q I~ S a solamente favorable n unos poc ,8 DICTA OR D ~L PAR lJAY. Hi loria contcmpOTunea.. La muerte acabll de arrebat r a uno de 108 hnmbres mas e - traordinarios que h n ligur do en e te siglo, el doctor F,·a .lcia, dic­t flor per¡Jetuo del Pl\raguay durante veinte y cu tro años. L '\s cir­cunstancias de su elev:lcion y el uso que In hecho de su aumen­tado poder en tlln dHatada époea, son l li n interesantes, que creemos 00 desagradará a nua' tros lectore" el iel no la fe li Cidad de un pais. Los diputados ignorantes f na­Uco y v icioso apenas tenian opinion propia, y eran naturalmente el juguete de c atro intrigantes de segundo órden; pasab:.Jn del es cañ'J leJI lativo las tabern Q, y contentos con su holg l nza, se cui-daban mui po {) de la felicidad del pais. El doctcr Francia, upoyándose en la superioridad de su ta ­lel t , pudo facdmente formarse Ufl partido ajo aquel r'Jir len; p' ro el ambicioso cónsul Francia no e ra a propó.s ito para dlvil ir CIJ IlI na de la suprema autoridad, y soure todo con un hom­• re a qui n ele Jrecitb.l, aunque tenia el pa rtido de filie era repr • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I~b tntante. N tardó pu e n presentar una ocacinJl a us plan s ar - biclOSOS, cuündo el congr so Qe r umó al año slguilnt.e para la re· novacion de los c ónsules. Francia entonce vnliénd "e de 4 elo­cuencia Ilbogó ¡::or la dictadura, que era, srg' n apoyó con num ro­~ {'S ejemplos antiguos y moderno, el único medio de sahfa{ a los pueblos (;n tan graves clrcun_tancins. Pero viendo el pdmt-r d13 quo I s v tos se inclmaban a Yegro, tuvo bR taJlte deE tr za p:l ra hac r que se susrenciie'c el cscrutml : tampoco le fue mas f¡¡vorable la opinion en el s gundo dia, hllst que al fin sus esqui itas dllilencias y el prE"lijio de un nombre, y U'a que todo, la pr c,aucion que to ­mó de hacer acercar a la sala del congreso una gran guardia q!Je le era mui adicta, le proporcionar n al fin el ttrcer dia una mayoria suficiente, y quedó nonlbri\do Dictador por tres años, con I trata­miento de Excelencia, y un sueldo de nn ve mil pesos, de que. no quiso nceptar mas que la tercera parte, haciendo dCJacion del rosto para las necesidades del e tado. No bien se halló en el puesto que anhelaba, reoe bló la auste­ridad de ws CQ tum .res, su actIVidad, su enerjia, su Ju:ticia igual para todos, . y ~u e tudio cuidado o para todos los ramos de la ad· mímstracion. Nombrado al fin de aquel trienIO DI tador pprpetllo, de~pleg6 entonces a 108 ojos de ~us subordinados toda la fuerzo de! poder que le habían cOllfiado. Comenzó por apri jonar a los JDcli~ viduos que habian atacado los ctos de BU admin i, trllcion: baJO pre- • t xto lurgo del d cubrimiento de algunas tramas contra su persolla, se rodeó de una guardia pretoriana, que castigaba illsolentemente 11 los que se oponían a u voluntad, censuraban sus ac os ó le reusaban las mas humildes mueetr8B de vasallaje. Una s rle de decr :tos san­gumarios produjo muchas victimas inmoladas al res ntlOlIenlo . del Dictad or, q e tenia la cru ldad de presenciar d de sus vent nas tan lIangricntas ejecuciones. En medio de e tos horrores dedicaba un e ¡dado f' peciala In agricultma, a las fabricas, y alcanzó a dar grand e impulso a la in­dustria del país; pero aun en este fomtnto IOdu tri al, se valia del terror para combatir la ignorancia de los obreros_ Hizo por ej mplo IE:vantar una horca para un zapAtero que no habia sabicio hac rle un cinto; y por e!-te eslJlo convirtió a 1 s herradores en arm ros, a l(,s zapat ,r08 en guaAlici()neros y a los al­bañIles en arquitectos. En medIO de un e"tado tan violento, no era extraño que se armasen cODspiracioD s contra la vida del Dictado j y deQcubierta una de ella p(.r un fraile, fueron vlctimas de la ven ganzn de aquel va­rias p rsouas, y hasta quedó apri ionado su antiguo c61ega Don Fui ­jencío Y gros. Desde esta época el Dictador no veia ya por todas part s sino conjurados contra él; llegando a tal punt) su pavlITa y de confianza, que un dia que paseaba :1 caballo, habiéndose el/pan. tado este a' la listo de un tonel coloeado delantte de una puerta, hi- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 -! I zü reducIr a pn .on ;¡ 1 dH('ño del tonel como eonspiradoll contr ·u l)(;r8008 . . Temeroso de er asc"ir :Ido cuando sali de su palacio, hizo arrancar n 18~ O los n a ra njo~ que embellecia la calles, y vawls c .,; sas y revuelta..s, donde s ponia que podian emboscarse 8118 en mi­g o;:;, cuidando de hlicFr n (h en distintos apo. ntos para no ser nunca ~or rendido. Ent re t anto continuaban lB 1 Ofwrosas vengan­zas por ~ospechas y las c lircp.lf's estaban siempre llenas de infelice. d~tinarlo a lo lo as duro trabajos. Entre t lito ,1 Dictador no descuidaba el fomento de la agri­cultura; y los r glamel¡t s que publicó cambiaron ventajosamente la oeconomHl rural del p'l is. Durante este gubierno sombrio é implacable, Jos extranjeros ( no splli'olefl) ra los únicos que mencian del Dlct dor tal cual utlllcion; (.>HO si (¡Ig una vez llegaba a sospechar de ellos alguna com­plicidad con sus ell mjgo~, desde aquel punto los trllt:.ba con el mis­mo rigor que a estos. Por esta causa hIzo arrestar y retuvo duran­te muchos años y n pe. ar de las mas vivas reclamaciones, al céle­bre B npland, naturalista Frances, que se habia establecido en Santa ADa para ocuparse en I cultivo del té. La vida privada del Doctor Francia es tan singular como su vida pública. Ha residido ha ta su muerte en la Asuncion, Capital del Paraguay, y ocupado el palacio de los antiguos gobernadores espa­ñoles, va~to edificio con truido por los Jesuitas. Toda su comitiva estaba reducida a cuatro esclavos, a iaber: un negrito, un mulato y dos negras, a quienes trataba on la mayor dulzura. Los dos primeros Je ervlan alternntivamente de ayudas de cámara y de plllafreneros; una de las nlgr s era cocinera, y la otra para la costura. El servi­elo ordinarIo ofrecia la mas completa rf'gularidad. Levantabase todas las maña a éll allr el Sol, y al momento el negro le traia una hor­nilla y una cafl tf'ra 11 na de r gua que hacia calentar en su presen­eia: entclnCfS el Di<·tador mi mo prf'paraba con su propiR manos el té, y paseaba de,pues la gulerla I xtf'rwr del palacio, fumando un cigarro. que reconocia 8ntl's escrupultlsamente p r ver si cont nia alguna su~tancia t'xtn.ña. A 1& sei en punto IIf' 'lha el barbero,lls­ql1eroso mulato, uorral·ho CAsi itmpre, p ro que g )zaba las mayo­res dUlncione del Dictlldor: e. te ~e rVI de él para conocer 108 di hos de la plebe, y ti e~ rarlu a . flb er u proye .tos. Vestido en s.gulda cnn uua u¡ ta de rndiano, se tra larl aha al p ri tilo exterior que rod a el edificio, y pa ea ndo e allí admílla en audiencia a 108 que juzga~a deber cucbar. De siete a nupve Ins po aba en su gabi­ne te, reCibiendo a los oficiales y admini tradore subalternos, despa­chando con ellos los nflgocios, y comullicandoles su. órdenes. A las once el Fiel de Fechos traia los expedientes que debian eomunicar- 8 Ir, y escribía lo que le mandaba el Dictador ha ta medio dia. A la doce en punto 108 emplea~8 se retiraban, y el Dict dar se ponía -e. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12:¿ la mesa. Su comida era frugal en extremo y cojida por él mis o' pues cuando la cocinera venia del mercado, la hacia entrar, y r pa~ raba los articulos que habi de componer. Despl/es de la c. mid a y la siesta volvia a trabajar ha ta las cinco, hora de la salida a pe eo que regularmente se empleaba en visitar Jos trabajos publicos y 1~ cuarteles, y durant" cuyas escur"liones no Bellamente iba rodeado de nna gran escolta, sino armado él mismo con su RabIe y un par de pistolas de dos tiros. Al anochecer volvía a casa y se retirl\ba a estudiar hasta 188 nueve, hora en que infalIblemente habia de cenar. Si la noche estaba serena se p!iseaha despues largo rl1to en I pe~ ri, tilo exterior, daba la árden, y cerraba por si mismo tonas las ven­tanas y puertas de su palacio. Las ale b:IS en que solia dormir te. oian siempre algunas armas preparadas y a su alcance, y este I'xce­so de precaucion se ob ervaba hasta en las audiencias prescritas por la etiqueta. Cuando alguno era admitido a ellas, no habia de tlproxi· mar~e mas de seis pasos al Dictador, con 108 brazos suspendidos y abiertas las manos para dar a conocer que iba de armarlo. Al prin . cipio de la e onversacioo, la palobra y las miradas del Dictador I'a terribles; pero disipadas despues la8 sospechas, aparecia mas ma­ble, y dejaba conocer la elevacion de SUB miras y la superIOridad de su talento. El doctor Francia ha fallecido en su capital de la Asuncion el dia HS de Noviembre del auo 1831 a los 79 año de edad; y segun una carta escrita desde Cadiz en 1 S de Marzo del año proximo pasado, por el Señor Von José Ag'/lstin Fort, marques de Guarany, 1015 representantes del Paraguay se hahían dirijido al mis­mo Señor para que regre ase a la Asueion a encargar e del supre­mo gobierno de aquella República, como sucesor del doctor Francia, esi,gnado por él mismo. ( mU'I1ario Pi1 tonsco. ) BOLIVIA.) ~'lini te io de Estado d 1 d 'paclw d Haciellua. Palacio de Gobierno en Chuquisaca) a 26 de i\1ar­~ o de 18a9. A. S. G. 1 prefecto dol departamento de I Pnz . El jefe supremo provisorio me ordena decir a U. G , que 'c tondo aousado el jeneraI Santa-Cruz por todos los d partamentos de la 1-\ pú· blica de los crímenes que conforme a la constitucion de 20 de octubre de 1834, exijen su juzgami nto conforme a la8 leyes; habiéndos RU­tr ido de este juzgllmlento por u evasl qn y fugl\ abordo de un bu­' lue de Jo marin de S 1\1. B.' Y debie!~o el gobierno imf1edir l' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 123 or.ultacion y extraecion de los cuantiosos bienes propios y de lo~ nacionale de que dicho Santa-Cruz es posaedor y detentador, los cuales deben sufrir las responsabilidades que los tribunales compe­tentf'S declaren en el jUicio corresp ndiente, ó restltuir'e a la na­cion, es oe urjente necesldad que U. G. proceda inmediatamente al !ecuestro y embargo de todos los bienes, muebles é inmuebles, que se encuentren en In posesion del ex-presidente Santa-Cruz En con­secuencia queda U .G. autorizado para nombrar 108 respectivos depo i· tarios, que administraran los diferentes inmuebles de su propiedad, y guardarán y custodiaran Ins bienes y valores muebles; previa la fi nza que dichos depositarios darán segun las leyes. En cuanto a los bienes de propIedad nacion,d detentados por el ex-presidente, tales como los muebles y utiles de servicio p¡'rlenecientes al palacio de gobierno, y especialmente la medalla del Libertador, cuyo uso se concedió al ex-presidente, U. G. los hal'll exhibir y depositar sepa­radamente en la oficina del tesoro. Y a fin de que estas disposiciones tengm exacto cumplimiento, U. G. intimará arraigo á la esposa, hijos y d mas miembros de ]a familia del ex-presidente, sin que ninguno pueda nbtener pasaporte, ni sa]vo conducto 'de )as autoridades, nntes de plena y entera jecucion de esta órden.-Dios guarde a U, G .·~ Rubrica de S. E -Manuel Ma,'ia Urcullu. < Copiado del .fl,'auca1lo Núm. 456.) El jeneral Santa-Cruz, antes de tener noticia de e~ta 6rden del Jefe supremo revo]ucionario de Bolivia, diriiJio al soberano Con­grp o de aquella República, con fe ha JI de Mayo de 18S9, desde esta CIUdad de Guayaquil, la representacion siguiente: Sr;:~OR:- Andres Santa-Cruz, Gran Ciudada no de Bolivia, con e] debi­do re peto parezco ante la representacion Nacional para manifestar: que he recibido en e"ta Ciudad de Guayaquil comunicaciones au­ténticas y firledignas, en que lile me informa que mis / propiedadEl hJ n sido embargadas en la Paz p r di. pCosicion de ]a autoridad depar­tamental, y 'lue se han adoptado otras medidns arbitrarias, en térmi . nos de haber impedido a mi esposa, que venda ó arriende una par. to de ellaE', cnmo nos era necesario para subsiAtir con . su producto. SemeJllnte noticia me ha )Jenado de Euspension, pues no 01- eanzo a concebir cómo ha podido dictar una au\oridad cua-Iquiera de Bolivia, sin eceptuar la Suprema, tan ilegal y arbitraria . deter­minacion, y tan contraria al tenor de la Constitucion vijente de la República, que debe s er la norma de todos los funcionarios púhlicos, cot:f1o de sus conciudadanos.-Ella garantiza las propiedades de los Bolivianos, y prohibe ab olutamente las confiscaciones, bajo de cual ui t:r pretexto, s .a por disposicion del poder l.ejislative 9 .el Bi . • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .:. 124 QutlvO; 1 si permite los mandamientos rle embargo al pod r Judicial, es en sus ca~os respectivo~, conforme al códIgo de procedimlent:ts Judiciales. MIs propIedades, como las de cualquier CIudadano, no p"eden estar sUjetas a la arbitrariedad de ningun otro funcionario, sea que se me considere como maJistrado que ha t nido la hOllra de pre idir la Nacion Boliviana, ó como ~imple Ciudtldano. L predi ha Constitucion, I rohlbe semejantes cOldiscaciones, con mucha prevision, y por razones mui politica~, para aSt'gurar la confianza de los pUf'blo", y con mucha jllflticla, para que nu se pue­da castigar en los hIJOS, I s errores ni aun las culpas de lo~ p:¡ ­dres.- No hai un solo ejemplar dllrante )08 diez años de mi admi­DlQtracion de un atentado semejante en Bolivia: ni creo que lo hai tampoco entre Jos pueblos que han tenido la desgracia de vivir en continuo des rden: en todas partes se ha respetado, a pesar de la eX.1ltucion de los partido, t-'Se principio sagrRdo, cuya vio lacion se­ria una amenaza a tocos Jos padres de familia y a los propietarios, y una sentencia de muerte contra la industria y los progresos de la Republica. Como M ajistrado, solo soi responsable por aquellos actos 'lue Jetalla el código fundamental de Bolivia, y esa responsabilidad (de que me creo esento) no puede exijirseme, sino en los casos, y segun las formas previstas por el mismo código. N adle puede hacerme cargo lejhímo por los actos de mi ad­ministracion anteriores a la Lelislatura de 18S8; p rque t dos han sido examinados y aprobados por los Congresos que se han suce­dido hasta entonces. El que intentara anular ó d sconocer algllno de esos acto!l, minaria los fundamentos del órden, haciendo dudoso el orijen de toda nuestra lejislacion y abriría un ancho campo a la anarquia y a la confus! n. Nmg',na autoridad )Juede con:,íderarse mas lejitima que aquellos congresos, cuyas TllÍces ademíls de III populari­dad de su orijen, e taban enrobustecidas por un largo periodo de tranquilidad pública, y por una serie de actos I gales y rf'glllares que han ensalzado y hecho Tfspetnble a Bolivlo. Si tal abuw tuviera lu­g& r una sola vez, contra toda razon y contr/\ el tenor de la Id ex­prf'sa, ¿ quién no se cr eria autorizado en adelante par destrUIr las instituciones y los derec'hos mas leJitimos, rlesde que pudiera dispo­ner de la fuerza, ó dar de cualquier modo a la expr ion de las pRsiones una apari ncia lega I? ¿ "luién se creeria s guro en una 80- ciedad, en la cual no fue en suficient s garantes las Je)es escritAS ó estuvie. e al arbitrio de algunos el darles una fuerza retroactivR? Pf!ro cuando hubiera lugar n algun cargo lejítlmo, e. tando yo pronto segun lo he mRnifestlldo de ant mano, a presentarme a contestar en debida forma por todos los actos com ti do en ejercicio del poder supremo, debo esperar el que se me haga conocer, y S8 me eXIJa la responsabilidad en los términos que la COD titucion se­iala; y no el que en manera alguna, se me imponga una pena que • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 125 o pt1 ele Ir.'é 0S ce calificlirse de ilegal, injusta, arbitraria y atenta­to ria, di de (lue se {ltropella lo dispuesto por la lti fundament ) de la Repúbllcu .-Tan lojos stoi de pretender sub traerme de la res­poosablhd¡ d quo la Con ~ titucion me Impone, q~le la exijo y )a provoco aun sobre 1 's nctos gub rnativos de que por ella estoi esento. Obran­el ) en se' tido contrArio una autoridad cualquiera persiguiendo las pr )!JlCdadts hNedadas d mIs padres, las de mi consorte, ó las ad­quindas leJi imamente por mí, SIO haberme oído, sin haberm~ facIli­tad 105 11 edios de el fenderme, se traspasarian los Jhl1it· s de la jll tlcia y se conculcaría la CoostltuclOnj pero tal procedimiento con­trll los prin ipio~ de deree ho natural y público, universalmente reco­nocidos p' ·r todas las naciones civilizadas, no es de temer que ten­ga lugar en Bolivla~ que se ha distinguido ("ntre otras repúblicas, por la rt'l1ji S8 eneracion ~on que ha observado constantemente sus le­} es y p r ) .. severa moral con que el gobierno ha sostenido los fun­damentod e enciales de nue8tra asociacion. y si no hai lugar para tales procedimientos contra el que ha sido j fe de la nacion, in salir de lo! límites que la C.nnstitucion tIene trazados, tampoco puede haberlo eorltra un buen ciudadano, a quiell la representacion nacIOnal, en diferentes lejislaturas, tuvo a bien conferir títu los los mas honrosos en el enajenamiento de su entusias­mo por los servicios que ha hecho y que no ha cesado de hacer a la patria con un celo siempre nacional. . No e me oculta, Señor que en las épocas de revueLtas y ajitaciones politicaa, en que fermentan las pasiones y se desenfrenan los onios personales, todo sale momentaneamente de quicio. Pero lqs poder 's soc al~s, que no han sido instItuidos sino para afirmar el im­perio de la I I Y protejer los derechl)s 8agrados de las personas, es­tán en la ()blJgtlcion de atajar descarrins semejantes. Cada uno de esos poli ~e, c:gun nuestra lei escrita, tIene trazada su esfera de aceion, n ladas sus 8tribuciones, deslindado el campo en que ha de eJ r('C'r las fllcult1des que 18 sociedad le ha conferIdo para benE:­ficio d tOdo, y cuanto se haga fuera de esa esfera y de e tos Ji­nlÍtf' F, nulo a los ojo de la razon, de la JU ticia y de la l('i. En vano '~ daria por prct xto algun error ó culpa que se me ncha­q\ l ; porquh los err r s ú las culpas, ya ean de un maji ' trado, ó de un ciudadnno, no pueden autorizar 1M abus s de otro alguno, y me­no la e mpleta de trucrion de nue tras instituciones, cuando es el deber y el interes de todos el so:.tenerlas. Prt bado a mi modo de ver, que se ha procedHo en contra. di ci n n )I\S leyes pre-c-xist ntes al dictar el mbargo ó confi ca­cion d mis propiedadeQ , debo agregar, que tampoco podra orde­narse . o para lo venidero. La lei que ni intento se promulgase de­b na 8 .r una lei jenera), no e~pecial, ni aplicable a los actos snterio­re , ni solo en daño mi"; porque esto acreditaría una parcialidad que esloi mUI lejos de recelar de la sabiduria del Congreso boliviano; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 126 y porque se faltaria eseand losa mente a aquel conocido prmclplO equidad y de lejislacioll qu no admIte leyes que puedan tener efec­tos retroactivos, fgnorando si 1 disp sicion de que reelamo, ha emanado del Supremo P.oder Ejecutivo ó tan solo de la autoridad depart-amental de la Paz, he elevado mi quej a los representantes de la nacion, per­~ uadido de que en ta alta rejion en que se encuentran colocados, predominsráf\ la fuerza de 'ideas y la nobleza de sentimientos, sobre las pequeñas pasiones que promueven esos procedimieBtos emponzo­ñados por el odio de los partidos. Con esta c()nfian~a me prometo, Señor, que tomareis las m.e didas necesaRas para reprimir la licencia, y poner a cubierto la se­guridad · ere las personas y de las propiedades, y que afirmareis la confianza de todu~ los ciudadanos. Pero si por desgracia, y contra toda probabilidad, quedllsen burladas mis Sundadas esperanzas, decla­ro, con el (espeto debido, pero tamblen con la enerjia propia de un hombre que cpnoce sus derechos, y está penetrado de la justicia de su cansa, que protext-p desde ahora ante la a8cion, contra los abu­sos de que yo fuere vlctima, y que reclamaré por todos los daños y perjuicios que se me causoren, contra quien hubiere Jugar, en cual­quier época en que las leyes imperen en la República. Por tanto, eRpero confiadamente que estl\ representacion, en que solo ~ido al Congreso boliviano el sosteDlmiento de los dere<:hos mas esen(ilales, que la Cunstitucion garantiza a todos los bolivianos, me­r~ zca su acojida, y que él no tolere el ejemplo de un abuso terri ­ble, que seria el orijen de represalias funestas, y la espada destru¡; ,. ra de la sociedad boHvi na. Señor . ./Jndres Santa-Cr~·. Los que no ticnen mas nociones de politica que las que daD. los periódicos revoluciofla io , y Jos que juzgan de la cosas po Jas solas insligaciones d l odio a las personas, cle~en ~ olla r muí )~s­las las medidas dictad JJgr el prf' ¡dente revoluclonarto . de BollVla, contra los bienes, la rno le, los hijos y ha ta. los . domé I~S del pre­sidente derrocado por el f¡ cto de una conJuraclOn m,litar del Je­nero de las que Gam rra y La-Fuente hicieron r~petidas veces en el Feru. Estos mismos d ben halla~ malas la razones, l principios, }¡IS doctrina e~ tflmpad8s en la l'epreaentacion que diriJi el Jen ralo Santa-Cruz al C:;;ongre o b liv~no . Esto es muy natural; pero corpo yo no e cribo para con el cer a Jentes que e ton bien convencidas de su ciega parcialíd d y dfl t1 grosera mala fé, haré- ras ob ervlI­ciones, que de estos (' o. cAnoalosos ~enen naturA cote parir ~ue lo hombr!l aencillos COn01.CRn lo que tiene, n. que esperar d ~\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 127 . fos demagogos del nuevo mundo. Lo primero que df'bo hacer notar, es 'lue el Señor UrculIu, de quien aparece firmada la órden atroz que se dá al Prefecto de la Paz, es uno de los mejores letrados de Bolivia, rival del Señor OJañeta, y miembro como éste de Ja Suprema Corte de Justicia. Este juez ilustrado no sabe todavia que los departamentos, ni considera­dos como divisiones terHtori.ales de la Republica, ni como miembros de la a·sociacion boliviana, 80n las personas, que acusando al presi­dente depuesto por un motin militar, pueden bacer legales las in­fracciones de la misma constitucion que se. cita con el mayor des­caro. El toletole de los amotinados, sea en los departamentos, sea en las provincias, sea en las ciudades ó en los campos, dO puede producir otro resultado que el que produjo en Jerusalen en tumulto del populacho contra la vida del Redentor del jénp.ro humano. Pero asi como allá los judios fueron movidos por Jos fariseos para hacer que recayese sobre toda la nacion el crimen que querían cometer, haciendo que el pueblo pidiese la muerte de Jesus, asi en Bolivia los instlgaJores de la revoluoion han hecho cargar a los pueblos con la culpa, do que 80n muy pocos los autores. Los jefes rE:voluciona­rios colocados en 108 departamentos y obedientes a las insinuaciones del Supremo Revoltoso, son los únicos ~cusadores que se presentan 8 los OJOS per picl1ces de In crítlca; pero ¿ quién no sabe que no 80n ellos los órganos de la opinion jeneral, como no lo son de la representa­cion de la Rf-pública? El .Jener~l Santa-Cruz hará mui bien en no reconocer la ilejitima autoridad de estos tiranos, que solo pueden res ­tablecer en quel pais la anarquia de que él sacó a BUS compatrio­tas. p ·::ro volviendo la vIsta al lado de la irrision que estos hom­bres h cen de la leí fundamental de la Repúb1ica ¿ en cual de SUB articulo h·1O hl\llado prescrito ese e11lbo,?'go y secuutro de 108 bienes de un pre idente, que se depone por la traicion de sus subalternos? i En coa l. de estos artículos ee encuentra ordenado el arraigo de la C~pOS8, blJos y domésticos del presidente? Esto podrá hallarse en aquel ,,6 igo negf(l, en que Gamarra encontró la autorizacion para sobreponerse a todas las leyes y doctrinas constitucionRles, depo­mendo a nn lefe supremo, violentando a un congreso para que !'la n­eiohnse s J trúcion y la de La-Fuente, disolviendo por la fuerza uno convenci. n lJ ciona), revelándose ('. ntra otro supremo jefe que oca­baba d' e('(l ocer como lejitimo, y cometiendo en fin todas cuan­tas traici JI s y atentados Lastarían para infamar a muchos hombres. En este sol códig0 pudo hallar el presidente ilejitimo de Bolivia, y el ilají lim mini ·tro, la justdicacion del arraigo de una esposa in ­culpable dunas cflaturas inocentes. Pero o ~e arraigo que el Señor UrclJllu c ('ia útil, porque debia aflijir al padre y al espuso, pareció mUl imptI litic( al jeneral B.J1iviall, que no queria que la presenci~ de E'stn víctinas de la impiedad revolucionaria precipitase la contra­~ evolucion, qm mas tprde, ó mas temprano, dehe ser el r ultad. ele Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I~ los prineipios dominantes. Ya se ha vi to en la ct'ílica de la revista polítit:!1. de Boli­via cuales son los absurdos cargos qll se haceo al jencr 1 ~;, nta­Cruz, y que han sido el pretex.to para apoderarse de sus blfmes. Aho­ra .010 tenemos que observar lo que h lIamos de nuevo C'n la órd en del Señor Urcullu Esos bienes de p"('piedarl, nacionaL, como Los mlJe­bIes y 'útiles pedenecientes al palacio de t!ohie1'no, no podian ha­llarse de niogun modo en otra parte, sino en aquel edificio de Chu­quisaca en donde el S - or Vrcull u dictaba aquella órden. En la Paz no habia mas palacio do gobierno, que la casa particular del jene­ral Santa-Cruz, ni mas mueble~ en ella que lo pertenecientes al dueño -de la casa La medalla d 1 Libertador, que el cOllgreso de B livia .dió en toda propiedad a e -te jpneral, no pudo darse, como lo da a entender el Señor ministro, para que la usase como una co­sa que se presta por pocos dias. Estos ob3eiluios podrán estar en moda entre taberneros, pero no son de la c lase oe aquellos que acos­tumbran hacer las naciones a individuos que prestan relevantes ser­vicios; y digamos de paso, qlle una medalla, que no vale mas que siete mil pesos, ni era IIna alhaja digna de ser obsequiada a un Bo­livar, ni puede servir de pretexto para de carg r el "estrepitoso gol­pe musulman, que bajisimamente se ha descargado sobre la espo a y los hiJOS de q lien sacó a Bolivia de /a nada en que yacia, y la elevó a la reputacion de que ahora ha caido por los esfuerzos de los anarquizadores de aquel pais. .- Quiten los enemigos del Jeneral Santa-Cruz el nombre de es­te jeneral de los documentos publicado, pongan cualquiera otro en su lugar, y vean lo que .de e tos hecho resu lta en pro, h en con­tra de la gloria de Bolivia, y de 1& decencia de los que se dicen restauradores de la constitucion, y no on, sino los violadores de oodos los principios constitucionales admitidos en el mUlldo. EX'.rRACTOS DE CARTAS D .. L PERU. Li1na Junio 29 de ] 83 , El 2 t del presente salieron del Callao para Chile los batu­llones Valparaiso, Santi ago, Carampangue y Aconcagua on la mitad de su artllleria y parte de la caballería, ascendiendo toda 1 flJer~a embarcada a mil quinientas plazl!s, entfe las cuales se asegura qu van de trescientos a cuatfociento Bolivianos, y se dice tambien mui jeneralmente que el bata llon Va/paraiso se llevaba once mú icos pe­ruanos de los prisioneros de Yungay, ., que el comandante de aquel batallon rompi6 su espa t a de cólera porque no le permitieron pm· arcarlos. nlcese tambien que I resto de Chilenos, gue ne pasa rl~' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J ~, titr ~ 0111 Y quiui nto , se embRrcnra en setlembre, si antes JI ••• ur­re algo I or ac6 . que 1<-8 impIda el volvtr a ver a su pr. lria . Mucho se habla [IN tod s partes do revoluciones que deben etitnllar por es­te l> 1 tro rumbo; lo que no sera de extrañar, porque se ha apura­do ya el s ti fmoiellto de todos.-Se espera a Gama rra de un dia a otro, &llnqlJe (lIgunos dicen que no viene, h· ,ta dt8pUes de instalar­s~ el c greso. Se' dice que T rrico sera elejido para pr sid ~ nte, y que sto (S lo que tlUJere Gamarra, que solo desea con ervar el mun­do de las rmas, en que consi~te todo lo positivo. Si asi fues, el Peru sufrirá por algun tiempo el azote de Dios, que ta en las (JIU JOS de este Atila, y se t n .rén en el Cf"ntro y en el norte lie la R I úbhca las paternales corr(;cciones que se han dado a I s pUe" b,CI del '-ur - Por un arrllgo nu stro, que 8caba de JI, gllr de Are­quipa S8 bemos, que despues de llls azotainas del Cuzco, de Puno y .Arequipa han ocurrido los dos casos siguientes: En Carnl.Jná hu­b un elector que se resl tió a votar por la persona que ordenó Torrico saliese elejida púr la linre voluntad de los Camanelos, y el sub­preftlcto de aquella villa manrló que se le diesen veillticinco 3Zt tes .en lo. plaza por 0lJosltor al gobierno. Cuando el elector tenia ya tus ca lzones en el su~lo, fué tal la grlteria del pueblo, que se habia rt'u· ~~do, que quedó sin eftcto la ejecucion.-En Quitca, casi al mismo tie.mpo, se e rapó de otra azotaina la mujer de un zambo acumo­dado de aquel pu blo, que fué puesto eR la cárcel, como otros mu­chos y cinos, para acar de ellos reclutas parn el ejército. La mujer diJO algo sobre la irania que se ohservaba en el actual g .bierno, y sabIendo esto el (ficial que traia de Arequipa la comiston de rea· lizar este r c1uta de nueva fu brica, pidió al alcalde t que hiciese dar ~incuenta azotes a a uella insolente. El alcalde se resistió a Mcet' esta justicia, diciendo que eso ele los azotes no era conforme con la e -n litucion, de que se llamaha restaurador el S~ñor Torrico; poro el ().fi ial manir. tó al f-ngoñ&do alcalde, que no podia h ber t 1 dis· eonformidad cuando el mismo Señor Torrico le habla mandado n 8U8 instruccionee que hidese azotar a 108 que no cumpliesen !in t'épLica DOn lo que se mondaba. C n todo e to, el alcalde no tuvo a LI n admilli trar la receta a aquella mujer, y el ofiCial prot xtó que daria pkrte al Jefi· sup tior para que se IDandalle dar la az -taina al alcal­de (¡bsenad r. En Arequipa el juez de policia, Hompe-huesos, hizo una t ntlltlva para sacar un donatiVo de 108 cholos de la Pampa, con ~ bJcto de oobt ar los arcos triunfales y demas r~gocjjos publicos que debian hac rse en ce! bridad de la entrada del jeneral Gomarra e Areqlllp8; pero el llompe- hue,oll aquel dia, solo por gran fortuna, no cambió 8U nombre en el de Huesos-roto8, porque los cholos y cho­Iaa corgaron sobre él a pedradas, dandole a él y a su héroe los nom­brf's que merecen. Tüles son las demostraciogcs de entusiasmo ~ue h"cen Jo pueblos del Perú por sus virtuo os, y heroicos re taura­&' res.-Ds TruJilJo escribe¡, que cada día e bace mas iQsufrible si Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 130 yugo de los restarlldores; que han hecho Prefecto de alH n un chi­leno La IWsa, expulsado de su pais, que ha vivido del bnr"to fluC le d bun en las C8sas de juego, hasta que La-Fuente le comisionó para el, saqueo de las hacien'das del jeneral Orbegoso,. por cuyo importan­te servicio na merecido el mondo del departamenfo, para el cual la constitucion restaurada' exije haber nacido' en el- Perú, De Lima se esetlbe: "aqui no se hi1bla ya sino de los miedos que tienen los ,) restauradores de una nueva restauracion, que les venga de Guaya­" quil. El alente principal, que tienen en esa ciudad, no cesa de 8U­" mentur estos miedos, dando Jugar a que crean estos imbécilés, que "el jeneral FlcJres auxilie a Santa-Cruz -y a Obergoso, pero ningu R " hombre racional da 'asenso a este chIsme: mayormente despues que " se. sabe qJle el tal ajente no ' tiene en Guayaquil relaciones, sin" )) con los desafectos a la actual admmistracion del Ecuador. Todos " sRben aquií que el remedio de estos males, que sufrimos, no Sll ldrá, "sino del corazon del Perú, y que en vano estos tontos alargan tanto­" sus ojos do cangrejo ácia Guayaqttil, cuando tirnen bash'ntcs pe:' "hgros que ver baJO sus pies. Bulnes ha reéibido nuevas órdenes " de, Chile, para que se vuelva con prontitud, porque 'aquel gobierno " teme que ' las yísperas cicilianas: tomen n sus tropas en Lima, Se " asegura que Bulnee ha notificado a todos lhs chilenos estabJ cidos ») en el Peru, que traten de rt:tJrarse; con el ejército, porque es tal " el odio que reina contra ello!.t; que no deben contar con ninguna " seguridad.' He visto una:comuniCilcion orijinal de 8 de junio de "Salas a La-Fuente, cuya copia es la quo sIgue:" Procurando esto "gobierna, por cuantos · medios pueda ' y c"tcn a sus alcances, consu!­" tar la tranquilidad y repo o del Perú, arioptó la medida de enviar "a D. F- ....... U ...... ( ) a In ciudad' de Gnayaquil pata que ob~erva­" se la conducta de Jos emigrados, quienes tengo sobrados fundn­" mentc)s tratan de planes desorganizadores sobre el Perú -Al cu­" mi. ionado U ...... se le hall dado llls instruccidnos suficientes a UéSe t'n­" p ·ñllr u encargo, especialmente que proc ro relaciones con los "que rodean a Don' Añdres S3nta-Crnz y a Don Luis Orbt>go.o, y "con tos demas jefes y oficiales peruanos 'que con probabilidad cs­" tf'n ni alconce ,de /3S ' medidas qué 'se pu dan tomar al desarrollo " de sus planes' desorgahi:tadores; y como pbr ' insidencia se le ad­" virtió tambien se impusie e de las miras del gabinete del Ecuad . " por medio de los vecinos de Guayaquil que influyen on e~e g • "bierno.-Pllra que no se pudicse r celAr de él, se le facllit a que-' » jarso l de l' , aomini tracion del Pcru, ddndole la libertad a que en ----------_._--- --- (.) El edifm" (le la, Ve1·tLad Uesnurla, que es mas lII~rfll, a un­que menos lJalCLngana que el Chanfluy, "tservtl las llemfJs letras riel nombre del espin., porque l~s pecadores ocultos, e lo es, que p tc(Jt~ Ilin e6ctindll.lo merecen q le se les gua -cf fII secreCo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 131 ." esta pal e diga enanto pueda, es déeir, se lq di~ carta ,planclJ . e~i " e~te respecto; pi.r últlmo se té" previno que se cntend,iera djrectn· " mente ron este gobierno, nel omitie~ao sus lehas con", cuantos dé " Guaya\}til vengaD al Pcrú,-Se le neigharon dosci~ntos c~ncuent,a " pesos df sueldo por cJda un mes, pagaderos por esta tesoreriíl, de­" biendo E81il de e la cant'ilhd cuantos. gastos ieGn ne,ces,/Irios, sin. " poder elijir un real mas.-Al porier en el superio .. conocimie.n.to de " US la medida relacionada, cree este gobierno cumplir COQ. el deber que " le irnpor.e la lei~' de velar sobr,e.la t~anq~ili4~rl del p~is, por . cuyo ), sosiego y adelantos sacrificaria , cuanto de él. depe!1.da, y espero ,.que " US, Jo 8?robar"H, diriJiendo, si luzga oportuno" alguna mas in trll~ " cion al comisionado U ...... -])ios guarde a USo &c. " .. AL IMPAHCIAL D~ Q 1['1'0, Veo Señore'9 editores del ' Imparcial, que- les ha causado a' Us-. tede' 8cirprt>sa lo poco que simpataza la edilcacion jenc1'al con las ideas del editor áe"la Vc)'dad Desnuda: Ustedes, mis imparciales $eñores, ' no han comenzado Q serlo con ;respecto a mí. Yo simpatizo nosotros sim ; patli'¡¡ mos, y todos simpatiian clln In misma cosa, y aUDAue n.o habia yo conJugodo haeta ahora este ' verbo, sepan ustedes que tengo simpa.ha con Ustedes por' las escuelas dé p IJneraa 1t'trns, y que deseando que se, estublecie en las' de' enseñanza ffiútua de Bell y' ,Lanca ter ~n . ~~ nue"trn América, en donde se hacen los progresos a paso de tortu ­ga, cuando no Q pn o de cangrejo, gasté en Europa ¡pi dinero en hacer aprf>naer a UD tal Antonio Eston aquellos sliltemas, c,?n tooo lo rellltivo a la administtacion económica de los establecimi en­tos; com~.lfé los libros, las muestras, las pizarras, los Jáp'ices; hice lo reroesa de' todo esto, y cmtlé el pasaje del que debla ser fundad or de la enstñanza mútua en (l(Juella parte a donde yo le envié; pero el gohierno de aquel pais estf\~a entonces simpatizando con otras COS '1~, y mis> simpotías por la educacion jenerá'l tuvieron el mi mo r{-snltado que las ' que he sentido en mi ' vida por otr08 objeto~, ea de Ir, que no Sé e tablecifron las t les e cuelas, ¿ Pero de donde , ha . 8 ado' la irnparcí Ji ud tlo Usted 8, señores mlps, 'que yo debi<,l e ter drazado, como di en en unn cElpecie de conocimientos qll lo tienen ya nun aquellos 'I ue se reputan por mas ignorantes ? ¿ Quién no R be qUé el saber t er y escribir es co a uueno, y J'lUC debe pro­tPJt rile P(, \, cua lqui r gobierno, 8lJn qu~ ~ea el men s sabio y benefi . cioso? Yo dije bien claro en el discurso que ha escandalizIldo, n Üs­t ,; (s. sepun e1i hm'a buena leer 'lJ escribir tollas 'los JJTf!.cricano.s, horn­b, oes '1 mlJje,'cs: 1nIJt f¡ueho se·,'á es to .. " ne uq\li deduce la impar-o ejallci Id de U tede~ que)'o quis~ rl cir: no aprendan a eSr1'ibi" lo . • /:no ¡,·tmos, ni hotllbns ni emu.ie?'es: esto será 11Iui mato. Ptle~ n8 i..', Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1~2 ¡ores mi03, 14. quise decir, sino lo que dije; y hallta hoí ne m" l abia ocurrido la duda de que yo me explicase con poca claridad ouando escribo en castellano. Dije, señ( res mios, que mui bueno sera que aprendlln a leer y escribir todos, todos, 10 excepríon; pet·o que no esperemos que cun esta, clase de educacion jtneral consegui1'tmns remtdiat' los males que nos aniquila7'án antes de llusl.'ar (1 las ma· ~as. Lo repito, señores mios: nuestros males no son caus dos p r la ignorancIa de estas masas, sino por la f¡¡ lsa ciencia de los que go­bIernan y di ponen de ellas. Entre los Paraguayos casi todos ~abian leer y escribir cuando Francia Re hIzo dictador, y con tocio su alfa­beto en la cabez8, han sido gobernados mns more pet;Udllm que nin­glln otro pueblo donde solo se conoce la O por lo redonao. MuJtipH­quense hflsta lo infinito las escuelas de primeras letras, en lo. que t - dos simpatizamos; pero al mismo tiempo curémonos del cont jio de Jos fttlsC\s principios de nuestra hipócrita, polltica con lo que es pre­ciso que todo~ simpatlzemos, para que no nos lleve el diablo Ct Il todos los bancos, cartillas y tinteros de las escuelas, que se han de estableo r en el número que conviene, cuando Dios quiera, apesar de todas nuestras slmpatias. Yo, señores imparcial es, vi antes de la revolucion e cuelas de primeras letras en pueblos de Indios, en Mé­jico y en Guatemala, costeadaR por los mismos pueblos, sin que el g'Jbierno espllñol se mezclase en protejerlas, ni en impedir su esta­blecimiento. Hoi es preci!lo que el gobierno costee a los padres la educacion de sus propios hiJOS, y esto no prueba, en mi mui humilde opinion, sino que \lamos haciendo unos progresos admirables ~ontra el propio interes, contra el espíritu público, y contra las ideas Jlberales. Lo que estas ideas me dictan R mi, es es lo que han dic­tado a los sensatos Inglesa y Norte americano, que es convencer a los hombres de la utilidad que les trae una cosa parll que ellos la hagan, sin contar para nada con el auxilio d(!1 g()bierno, que ne­cesita ser allxiliado. Nuestros· gobiernos no son Franci C08 primeros .i Luises catorces, ni Pedros Grandes, ni chicos: son gobiernos . de pocos recursos y llenos de muchos embarazos; pero entre todos los padres de familia, que hai en cada aldea, en cada pueblo, y en ca­da ciudad, sobra con que costear una pobre escuela para 108 pobres muchachos, sin que sea preciso que gastemos mncho papel en ha-er una de aquellas demo traciones con que divertía Frar·klin a SUB compatriotas. Si hasta ahora no se ha hecho así, es solo porque la jente ha corrido trfls la sombra, sin buscar el cuerpo que la causa, 1 porque los escritore públicos han empleado mal su tiempo, hacien· do esperar a los tontos /a realizaclOn de las teorias, que jamas ve· remos en practica. Convenzamos a los pueblos de la necesidad que tienen todos ellos de costearse sus escuelas de primeras lelras ~on sus propios recurws, )0 que cuesta muí poco dinero, y haran ellos lo que se hace en aquellos paises en que se leen 108 treintn .il ejelllplares d~l Despacho Semanal, de.que Ustedes DOS hablan Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 137 suelo mer¿ció ser c:Jejiclo .::upremo j fe de la Repúblic:fi <.11 la filas libre de das las elecciones que se han hecho en aquel país, y que se hadin er muchos años; un hombre, dig , tan acreedor por tanta razo­nes politi s y morales, es depuesto del mando y arroj ad"O del ¡.HI15 que dfbe mandar, ~olo porque un cobarde sub·alterno suyo, un cons· [mador ob~curo hasta ~I ton ces, y céle?r~ desp~es por la re~ ticlOn de jn acondIcionados en el B n o de B l. nc, antes Palacio Arzobispal de LIma. C0m todo esto ha p:)sado en silencio, no se ha hablado de ello, sino mui vagamente, y 50 10 se ha oído en plazas, calle,:-, portales y picanteril'f8 un rumor con­fuso como el de un eco: Coloco lo ..•. Chorrillos. . .. doscientos mil pesos.... Bulnes.... Pa\Hcio Arzobisplil .... Pero lo que se ha dicho en fra~es bien ncabadas y re tundas es, que es una ver­güenza que se halJa venido el. saquea?' estos pueblos para ocultar lus saqueos bajo La bandera tl'Ícolor de Chile. La Colocolo va a Guayaquil c n una comi ion importantísi­ma, que segun mi autor, de la mayor confianza, es la siguiente: ...• Lo siguiente no se publica, (lm'que aquí se "espetan los secreto! aje­nog, y po,' otra pat·te, eso soLo interesa. a los JJlemanes a quienes S6 escribe. La firma de la carta e3 C. G. P. Von PuJfpo.D'scholsbergk. C-) DECIMA PARAFRA TICA DE OTRA DE Il\lA DEI. PADRE ISLA . J1 LA ROlA SENSlTIVA. ¿ QueríCli. c nt 'ta ion A vu tro torpe. di la tes. ¿ V pen. ~bai) botarates a al' . a 'i 1 r lj n ? y o ~oi p rro can a. tron, Que de:precia 1 vil ladrido ---. ---- --_.- --_. -- -- .- C.) Sujeto mlli conocido m su casa, que vive en la calle empe­drada, número O; a donde puede ocurrir por ezplicaciones lJ. ligus. tin Gamarra !I Compañta. e Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. } IJ3 Con qu~ le han a ometido Lo...; cachorros de la aldea; ALza la pata, Los mea, y vá al bjf to emprendido. E'L 'icjo R EJON; ó moderno AJI. AL EPIGRAMI:5TA DE BABAHOYO. Si á la Aheja semejante, ¡Jara que cause plac '1', b"L epi '-'r'arna ha de se'}' Pequeño, vULCE y punzante; }' ~i la abeja oficio a, Para pro udr u miel, Saca la e:sencia al clavel, A la azucena y la rosa, Bien se pu de asegurar Que no sa ldrá un epigrama l .. e cuanta e pina derrama 1 or la tierra un espinar. A JI. Ff~ DE EL' RATAS DEL Núm. l.C Pájinas. Lineas, Dice. Leríse. 1 ~ S 4 4 5 id. id. 6 6 6 7 7 ~ 6 45 9 2 !l4 id. Si 11 SI ss 13 SI edlctor. austrual. p( rque. estados. mesqulnos. convalIdas. consuma. braboM. de la independen-cía el jllicio Colombla Venezuela. dé e· i tores. conVJ n. edlt. r. al tral. por que. 1. tad(lS. mt'zquin ol!l. comb lid .s· C(Jnsllme. bravos. de Ja indept'ndeocia: el juicio, Colombia: Venezuela. de editorp!t. cuwb.ueo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 144 PáJiMB. Lifleal1. Dice. Lease. ---- 7 ~4 7 Si) ~ S 9 5 g 8 9 S8 10 • 10 27 10 SS 11 lS 11 15 12 1 12 20 15 1 13 25 13 35 16 6 11 9 11 ]5 17 19 17 22 18. 1 18 20 18 42 19 21 19 28 20 57 20 30 20 SI 23 18 13 19 2 convinado. combinado. convinacion. comblOacion. se obró es decir. se obró: es decir, Ulices. Uhs6.'t. Orbegosos Ballibianes. Orbegosos y Ballivianes,. FigUleira. FJguelr8. calaber 8. calaveras. que ¡ti vencedor. que del vencedor. 8vfrieseloB. BI/[rttSe los. civleas. cívicas. civica. estados h ósti lidades réclproc8s. do~ cuatro y seis. opongan. ca~cumbas, Ó no se que Arnanld. consulados Los y dep asiones leventar. bastantes. Quiroz pátf' tico. desolacion, viles. pasados. jente. pasaba; bacuno. civica. E-tados. h" stilidades. reciprocas dos, cuatro y eia., oponga. catacumbas. ó no sé que. Arnauld. consularlos. Lo. y de pasiones. levantar. ba8tante. ~uiros. patético. desolacion. Vile pasados' jente, pasaba, vacuno FE DE ERRAT<\S DEL NUM. 2. y de 8US escritores. mirabamos. lo que quieras. y sus eseritores miramos. lo que no quiera • FE DE ERRATAS DEL NUM.3. ~O -4 J diferencian. diferencia. 73 46 semi nciplopédico. semlenciclopédico. 75 ~ mutilidos. mutilados ~~e~~~e~~eee~~~~~~~~~~~~e~o~ Imprenta d Vivero por J é . Pu . . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 1 N. 5

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 3

Por: | Fecha: 21/12/1839

I.lERIODICO POLI1'ICO y LI'fERARIO. '(TM. il.'" ~ Vine °t mnllirr veritas. { TÚJJ'l. 11 F.ste pe1'iódico snldra a luz. los dios l. o 11 y 21 de cada mes. Ten­drá l6 pajillas, y el TJrec·io de ~ubscri,p(:ion por lB mimero$ corres· p071dielltes a un sell o/re, que se paJ.{ara adelantado, será (·l de tre.~ pesos. Cada n~me1'o suelto valdrá re"l y medio, y s. vendera e,! la tienda del 'ro Le/nmendi, en donde se recihirán lll6' if'Cio Res, y ~e enlrega1:átl lús númlTo, á los subscriptores. C'ontinuan las obse'l'vaciones á la lei de 'P'l'oscripcion dada por el CungrJso de .HuancaYo. speramos que nuestros lectores de toda la América Es­pañola no lleven á mal ue seamos largo en estos artículos que son de un int ,res jeneral, pues las escenas del Perú se han presentado ant i3S de ahora en todas las nuevas Repúbli­cas, y no hai una de ellas que no esté expu sta á verse un día atacada de lo males qlle aftij n hoi á los Peruanos, y tienen cubiertos de luto á aquello desgraciados republicanos. Las m' ma pasion~., los mismos errores deben producir en todas partes los rol n os funestos resultados. En el número anterior hemos dicho bastante para dar á conocer la injusticia y la impolftica con que el espíritu de par­tido ha querido ejej'cer en Huancayo ]a vellganza mas atroz. Hemo pre entado 1,\ causa de los oprimidos en nque) punto de vista, n u@ d h erln la filosofia y la imparcialidad; pe­ro ~lDa can' an digno, tan noblo y tan b Ila, exije qu 110 se omIta razon ni argum nto alguno, que pudiera contribuir á hn­c rla mas v ic orio""'3. Necesitamos combatir erro re. fatal í irnos á la cau a e 1 h mnnidad y de los verdad ros intereses de los ueblos. d bemos contentarnos con producir el con Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 3:'5 venClmlent en p cos ánimos, sino tratar de hacerlo univ r sal, y que no haya, si es posible, un solo hombre sin rendirse á la tuerza irreslstlble de todas las razones en que está apoya­da nuestra doctrina. Es preci o, pues, que la multitud dé los argnmentos produzca la convicclOn en los e píritus ménos pre­parados á recibirla. Hemos hecho ver en nuestro citado número anf rÍor qtl el delito que cometieron los comprom 'do en la onfederaciolJ, no fué delito, sino en la opinion de sus contrario: hemos ob­servado que este supuesto delito ha sido juzgado por juece enemiO"os capitales de los acusado, y que para aplicar una pe­na real al delito aparente, -ha sido preci o hacer uualei en que se halla la acu acion, el juicio, la entencia, y la aplicacion del ca ,tigo:)1emos tambien hecho ver que e. tos lejisladore , acu­sadm'e~ 11"uece al mismo tiempo, han sido ellos propios los que hicieron necesaria la comision del delito que condenan, ha­biendo ido ellos los que pusieron á los supue tos delincuentes en la necesidad de no poder hacer otra cosa. Finalmente, he­mos prescindido de todas las consideraciones que manifiestan la inocencia de los castigados, y suponiendo que hubiesen cometido algun delito, hemos probado que e te delito debió relelYarse nI olvido, por exijirlo- asi la equidad y la poi ítica. Continuarémos nne tra defen a bajo este supuesto, para hac r ver que en nin­gun caso pndieron los 1ejisladores de Huancayo haber dado UIHl. lei, Ciue e llam ria atroz, i e tuviera 'crita en 1 lllYua 1'11 a . tratase de las co as de Polonia. Pero no on Ru o los qu juz gan á Polacos, sino Peruanos que juzgan á Peruanos lo del tri­bunal revolucionario de Hnancayoj son P ruanos lo que pro , criben á Peruanos. Pero TraJbulo, como ob erva R ynoso i n do Atenien e y halJiendo librado á AUnas de lo tirano pu­blit ó la fmno a lei de olvido, aboliendo la memoria de todo lo pa. ado, y prohibie'l'Ido que e persiguie e á ninguno de lo cómpli.ce de la tirania, pa,ra poner término á la miserias de su patria. E to prueba que Trasíbulo intentó librélf á At ~· na de los tirano, y no hacer~ él el tirano de lo At nien ­se : que él se propu o el hl II de la Repúhlica, y no atraeT sobre ella todas la calamidndes que sign 11 á una v nganza ,injusta. El en migo d 1 s tirano no pu de profe ar los prin cipios de la tirania. , Si la muchedumbre de lo reido delincu nt ,dice Rey " noso es un motivo ju ti ia, la naturaleza d ('11 s e una " raz n de íJl1idíld r ra pro lamnr el olvido n las r volucio (' nes de lo 1Y0bl rnos. P r ue la cn 1 pa poI íticn ,,'u len n '.' ener su onjen en la corrupcion del COTazon, como lo d Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. A o H litos civiles: nacen comunmente de equivocaciones de cálcu~ " 10l de error .d~ opinion, de .. ignoranci~ ~obre. 10 h#echos, de H falta de prevlslon Ó de enerJw, de movlles ajenos o de acos­" tumbrados. Algunos siguieron aquel camino por hallarse en "tan e trecha y peligro a po icion, que no pndielon elE'jir otl n " endn: muchos fueron arra trados á él por una cadena fata l "de d ~gracia. Los ase ino, I?s ladrone, los falsarios, "son siempre unos malvados, á qUlenes e mene ter enfrenar "con toda la severidad de la penas para que no dañen á SUR " semejante; pero los notados de deslealtad en una revoluciol1 "son á veces hombres virtuosí irnos, hombres de mérito, lle va " lor, de luces, ó de ~aber extraol,(}inarioj hombres que habian " hecho grandes servicios á la República, y que reconciliados "con elln, y restituido el curso pacífico de los n~ocios, pue- H den todavía serie utíl í 'irnos. " ~ - - Veamos el catálogo de nombre proscriptos por los Rober . pierres, Marates y Dantones de Huanca~ o. Entre ellos ha­llamos á cochea: á Mi ller, á erd ñn, y á otros lnnchos cu­biertos de aloriosa h ridas en los campo en que se ganó la iudependencia del Perú, mientras 11 jueces y verdugos no hi ci ron ja las otrt\ hazaña que la de con pirar contra las auto­¡- idade Y'" las constitucione e.tablecida. i Qué brazo méno qué pierna rota, qué herida reCIbida de frente nos pneden pre­sentar lo actuale dominadores del Perú, como el diploma de su p< triotismo y de los servicio qu prestar n al un dia á I, cansa de la libertad 'J Aquello en cuyas hojas de ervicio 010 se encuentran d rrota , fUfras y traiciones, i on pOl' yentllrn, los que pl1ed n pro cribir sin vergüenza y in remordlmiento á T_ cochea, á 1\J iller, á crd ñn, á Pardo de Zela, y á todo 10.' demas flludadores de la República Peruana? ¡Do umcnt de opro ­bio y de eterna infamia para sus autores, di no .010 de no'u­rar entre lo actos de perfidia ejecutado en los verdadero~ héroe de Ayacucho! Era preci o que ci1espnes de haber n viado (1 virtuo!'lo Lamar á perecer en o~ta~Rica, y d spue: de h" ber promovido la revolucion de Bolivia contra 1 inmor tal Sncre, e cebase el odio de los cobardes contra eco bell. Miller "erdeña y dema jefes que hicieron la independencia de aq el pai~. . " Tocio partido á qui n prime, dice yno 0, n pira a e veng--ar e y á oprimir. 1 a~ullrda en silencio In ocn ion d ,e qu rantar 10 lazos que le ~ufocan p fa emb tir á opre-e sore. Reprime entre tanto sus qu jasj p ro las r vnelv (~ iempre en su interior, á manera del v lean, que r Ilne y ,C ajita en s 1 senn los fluidos inflamables perando 1 mOlllP nt0 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J7 'de la d tonacion, para romper la lllrnen a mole que le abr "ma. i Puede e peral' e de ningun hombre, que permanezca "en Ulla situacion peno"a, cuando puede contrarr tarla 'j La " mayor, la untca firmeza de un o'obierno estriva en el ou­" tento jeneral de lo:, ,úbdito.. Los que qui 'ieríall n cada j ,fe " otro duque de Alba, i han olvidado lo' frutos que cojlÓ de 'u ., dureza en los Pai. e ' Bajos el Gobierno E 'p, I1( l? Si e tel í­" ble siempre para el e tado In oposicion de un partl o DU­., meroso, jamas puede ser tan formldau le como 11 l.ts cil'­" cun tancias de III eguridi d, en los tIempos de eferve cellcia "de la pasio les. La gran famIlia de la República 110 puede "conservarse in la union . de sus individ uos. Cuando e ta "U111on es mas necesaria que nunca para rechazar á los ene­" mii 0s.. ex~nos, r para establecer el órden interior, i uo es "un desv§"fio su cItar Ó malltener lo odIO y promover una " divi ion que puede arruinar todas las empre as? Creen sin duda los malos políticos de Huancayo que In seguridad de su partido consiste en la proscripcion, y piensan que alejando del Perú á los hombres que temen, no les que­da ningun moti vo de temor; p ro en esto con .,iste precisamen­te su engaño. Ello no ven que cada víctima de su iuju ti­cia, deja en el seno de la República millares de simpatia~t que no pueden ménos de condenar todo aquello que repugna al sentido comun; y a í es como las misma medidas de se­gnridad, que les dicta el miedo, e convierten en mayores pe~ ligros que preparan la l'eaccion que tauto temen. Concluyamos esta' materia con 1 jO'lIiente retazo de Rey 1l0SO: ce La condncta cruel de los Alemane y Rusos en Italia , con los que habian servido á los gobi rnos repúblicano "arrastró bajo las banderas de los France. es á innnmer bl " habitantes, que pelearon alIad de ello, y vencieron á us ., per egUldores. Los ca tigo y pro cripcione del Rei de i H cilia, cuando por aquel ti mpo recobró el trono de Táp le "produjeron el levantamiento de la Pulla y de la alabria 'La historia de todas las naciones y siO'los hubiera ya desen­" gañado á los hombres sobre los fectos de la per ecucion, si f( sus pasiones, rena iendo incesantemente, no hicie en eternos " los errores del jén ro humano. Quién en la guerra ni en " la paz sirvió mas Atéllas que Temí tocles? P ro la ohs­" tinacion con que le p r iguió su patria le forzó á buscar 1 " proteccion del rei de Per ia, su enemigo, y á ofrecerle que " le ayudaria con sus consejo á domar aquella Grecia mis­,. ma, á quien él había r dimido de los portentosos ejércitos ¡c de lo Persas. En v no muestra Coriolano al pueblo de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 3 .. I omn las h?rida.s que recibiera en su def 11 D, Y le acuerda los "ciudadnno ::! qUIenes alvú con SIlS vietorias: enfurecida por "tina imprudcn ' la suya In pi ,be. condena (1 hérne á desti rro "perpetuo, sin CODC)cer el peligro á que. e ponia la República. " Coriolano acaudilla á lo VoL 'os, sOjuzgados finte por él "mi~mo, y vueke sobre In ingrata Romr. e de lo eargo qlle . e I hag¡¡ lI por la preilsa' extr:1 jl> l'il '. ' irva e:le artículo de la 1'1 para acreditar la imparcia lidad y la ju li cia de lo e~ ('fi t qu d .. f¡ ndenl/1 al G hiC' I/lO d I Pe rll y al ('ongre o de HURIlC'nyo. ¿ Donde s> l'la vi :-:to .iama qu ' los. ellenli~() ele un gobierno co 'teen la d f¡ n él' <.le ('si '( E. la id 'a que no le, ocurrió nt á Mario, ni a ~ ' i ln , ni ú Hobel'.pi rr, lIi a 1\lalolitic'o" sino unos churllltane, porque han !a de,frm a de los tratados de Paucarpala hábrlrn nt Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4~ porque hnn' dicno que el autor de esta d fen ü (" un hombre in truido en la histOria y 11 In políti 'a; porque h ... n calificado Jos argumento hecho en aquella defi n a de incontestables, ~ porque han dj"h'J qUl' los re. tuurad r s on lino tont d apil'Ote, ( ' jertuUl nte, los tonto de capirote no pueden hallar bueno todo est , y yo me alegr d que l'>E'nn lIos,)' no yo, los '1ue tengan que quejar e de los r visore ' xtranj ros. P r lo d l no te ien o lo hacendados d~ CHñde, nI los de otras' part " que no cita nue tro penodi ta, nin1 eOIl" rE' o se había dividido en d08 bandol-l, 11110 11 a pnllE'r de presidelllE' á Ola ñda. otro á osten r á V tia CO, con cu- 11 yo motivo 10'1 dirutados h;tu andado a pllllalallas y mllérlu e cuatro,f' En cambio de la 1 trilla entplcada por (Jo- :\JERCl n .. t artí 'ult v ro'( nz lite halJalHo.' en el mi. mo nümero de aqu 1 p'lp ~l un avi' II que. e lu­.' 11 la. letras llayü.,cul,l. de leetura mayor, quP es Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4~ e mo sigue: En la tienda d ,,1 .. CDOl' Dorado, caIlr dl! Judios, hai d Yf'nta COl DU(;'I'A 1 F. D A:"'JO­NIO JOSE DE IRI . RRI, DhSEl\1PEÑO f) i . SUS COMISIONES IMPORTANTES O H hF L 1<:C­CIO ROBRE AL(jUN S PARTICULr RIIJ - J)E QUE CONTIENE U PERIODI O TITU­LADO LA V RDAD DESNUDA. Veremos luego si f' tos letrones e han pu .. f.o con el objeto de indicar que las mentiras que con­tiene aquel e crito son ·de marca mayor . • EPIGRAMA. ¿ POltrquoi fa.ire 't(.ne :foui e á demi, lorsqu' on peut la. faire cOlnpléte 7--CORMENIN. Cierto, que es gr I II majadero El que emprende tont.eria , y eUlpleando en ella u días No la: hace por ent ro. sto 110 ' (1 ber ha el' Lo que e hace ,in 1 a lento, y lo que haría un jumento i lo qu j i e emprend r. Mas cono~eo un cel min De hechore de tontería , Q,ue por ellos no diria ', Lo que die , Cormenin. Ellos las hacen tan buena~ i Tan perfectas y acabada:, Que por muestras pre. ntadas Pudieran ser en A tena" . REJON Imprenta de M. l. Murillo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Verdad Desnuda: periódico político y literario - Tomo 2 N. 3

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