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Memorial que Ismael Salgado envía a los miembros del Congreso de la República, en el que explica cómo Tomás Aldana asesinó a su padre y cometió varios delitos más. En el documento, Salgado da cuenta de diferentes querellas que tenían con antelación.
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El crimen de Tomás Aldana
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Despedida del jeneral Julian Trujillo al ejército: 19 de Diciembre de 1877
Impreso que reproduce el discurso que pronunció el general y presidente Julián Trujillo, con motivo de su retiro del Ejército Nacional. En el documento, que conserva la ortografía de la época, Trujillo menciona las razones de su renuncia.
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Despedida del jeneral Julian Trujillo al ejército: 19 de Diciembre de 1877
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Desengaño público
Impreso que desmiente y critica la publicación de una carta apócrifa según la cual, un grupo de ciudadanos, con el aval del gobierno y de la Iglesia católica, formaron una Sociedad religiosa católica que tenía participación directa en las decisiones que se tomaban en orden de la política nacional.
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Desengaño público
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El directorio actual del liberalismo
Impreso en el que se recopila el decreto de la Convención Nacional Eleccionaria del Partido Liberal, llevada a cabo en 1879, por medio de la cual se designó como director del Directorio Nacional del partido a Aquileo Parra.
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El directorio actual del liberalismo
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El catastro
Impreso en el que se exije a los diputados de la Asamblea legislativa que discutan el tema de catastro nacional, pues a pesar de haber encargado desde hace un año a varios comisionados para ello, el problema no se ha resuelto y los encargados sí reciben un salario por la tarea asignada
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El catastro
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El Banco de Crédito Hipotecario
Impreso en el que se anuncia la resolución por medio de la cual entra en funcionamiento el Banco de Crédito Hipotecario y se señalan las reglas y condiciones de servicio de la entidad. Al final del documento aparecne los nombres de los miembros de la junta directiva del banco.
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El Banco de Crédito Hipotecario
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El 27 de mayo
Impreso en el que se debaten varias temáticas de política y gobierno en los Estados Unidos de Colombia y se celebra que haya terminado un periodo de gobierno con visos de dictadura, en referencia al periodo de Tomás Cipriano de Mosquera
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El 27 de mayo
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Duelo
Documento que anuncia el fallecimiento de Marcelino Londoño y hace un breve recopilación de su vida.
El documento conserva la ortografía de la época.
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Duelo
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El día de San Simón: 28 de Octubre de 1882
Impreso en el que se defiende la vida política de Simón Bolívar y se rechaza las publicaciones de Felipe Téjera que sugiere varias hipótesis para acusar y juzgar a Bolívar por haber publicado la proclama titulada Guerra a muerte el 15 de junio de 1813.
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El día de San Simón: 28 de Octubre de 1882
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La Mujer - N. 54
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
1 -- ---------
LUZ Y FE DAN 1<'UERZA.
LA MUJER ,
REVISTA QUINCENAL
EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITA S ,
DAJO LA DllU•:OCION D;E LA SEÑOnA.
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
- -~=----
N.0 51.)- Ml\RTES, FEBRERO 15 DE 188l. i PRECIO 30 cs.
===========-=======
ESTUDIOS HISTÓRICOS
SOBRE LA 1\J:U JER EN LA CIVILIZACION.
EDAD MEDIA .
LAS MUJERES EN LA GRAN BRETAÑA ANTES DEL CRISTIANISMO.
( CO~TINU ACION ).
III 1 y s6lo ganaba In. animosidad de sus
súbditos que 01liaban toda innovacion.
ÜAR'l'ISMANDUA no dur6 mucho tiem. l Habiéndose negado algunas tribus
po casada con el Rey de los Brigaote~. de la Grau Bretaña á seguir pagaudo
Este muri6 en breve dejándola taro- tributo ,¡ lo;; rowa11os, esto enfureci6
bien heredera de Brigaocit~. tanto al Emperador Claudio ( 43 años
L:t ambicion de C:..RTIS:\lAl\DUA era ántes de nuestra Era ), que resolvi6 ir
• ilimitada, y no perrniti6 que sus hijos, él mismo ,¡cobrar el tributo, á la cani
los hijos de su ~;eguodo marido ( te. Le;,a. de •m numerow ejército.
nidos en un matrimonio anterior) tu- C.\RTIS:\L\~UUA, que tenia tantos
viesen ingerencia en los negocios p1í- motivos clo ~impatín. cou respec;to á los
blicos. Rin duJa. se consiJeraha 111iis romano~, reciuiú en palmas al Empe.
1 civilizada y más aptu. para gobernar rador y ú sus secuaces, lo cual no doj6
1 que aquellos Príncipes, y ésta es la pri. de indignr.r á sus ~:ttíbditos, los que an.
• mera !tobcra.ua femenina que se encuco. helaban arrojar de la Oran Bretaña á
1 tra eu la historia de Inglaterra. los intmsos.
La tribu de los brigantes era parti. l Entre tanto ÜAR'I'IS:'trA:-.ouA babia
cularmente bárbara, y no usaban otros 1 contraído matrimonio por tercera vez
1
vestidos que los que les h!l.bia dado la ::on un General de su uaciou, llamado
naturaleza, salvo el color con que ~e V cnusio, con el objeto de que se pupinta.
ban los guerreros el cuerpo al en- sieRe á la cabeza de su ej~reito y que
trar en batalh~, ó en las diferentes la hiciese respetar de sus s1íbditos y de •
ceremonias de su Ralvajísimo culto. los vecinos.
ÜARTIS)!A~WUA procur6 introducir en. Uuo de los que se babian pronun.
tre estos bárbaros algunos usos civili- 1 ciado contra los romanos era Caracta.
zados; pero con dificultad lo lograba, co, hijo político de CARTIS:U:ANDUA, y
TOlíO \. 61
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como se viese perseguido por sus ene· 1 de mn hermano de Caractaco, Rey de
migos, fué á pedir proteccion á f:U ma. Ellcoc ia.
drastra. E,;ta. se manejó como tal, y en X ¡pc~ar de que la vida de CüTISlugar
de defenderlo, lo entregó á los )L\:"DUA no tieue nada de ejemplar, no
romanos, los cuales lo enviuon preso á se puEic.le negar que ella trató de civiliRorna.
1 zar en cuanto pudo á sus stíbditos, y
Esta accion tan antipatriótica exas. que su existencia entre al¡uellos sal.
, peró de tal manera 8 los brigantes, vajes ClelJió de haber sido ruuy cruel.
! que, encabezados por el mismo espo~o De~rle que cayó Caractaco bajo el
de la Reina, la declararon una crudÍ!:iÍ- poc.ler de lo!:! romanos, los bretones con.
ma guerra: la persiguieron y asedia. tinuai'ou una lucha sin tregua contra
ron de lugar en lugar y de fortaleza los in.va~ores, y aunque casi siempre
en fortaleza. 1 veuciJlos, no por c~o se declaraban sub.
Frenética con aquel manejo de Ve- yuga<.los. Sin embargo, el heroísmo y
nusio, CARTIS:YA~DUA declaró roto RU la fort;aleza humana tiene sus límites,
matrimonio y contrajo por sí y ante sí y aqut~llos ejércitos in<.lisciplioac.los te.
1 nuevas nupl!ias con uno de sus <.lefen- nÍt\O q[Ue sucumLir al tin; no era posi.
:soros. Desde entónccs 1~ mujeres iu. Llc continuar una lucha t:tn desigual.
glesas tenían propension al divorcio, y .Así, poco á poco las tribus bretonas se
no se puede decir, pues, que e~a cos. veían en la necesic.lad de ~ometerse una
tumbre es nueva en la Gran Bretaña. tras o1tra y doLlar la cerviz aute el po.
Pero la verdad es que la Reina era der omnipotente del Imperio romano.
enteramente impopular y cada. dia per- ; Tócanos ahora ocuparnos de una
dia terreno, moral y físicamente, hasta Reina popularí~ima en In~ laterra, y
que al fin sus enemigos la tomaron 1 cuyo tipo es totalmente diferente del
prisionera, despttes de haber !'ido c.lc-, de UAltTISAL\~DUA.
fendido. por sus aliados lo11 romanos,·
1
durante largo tiempo. CARTISMA:SOU.i \
acabó su vida emparedada por órc.len . (C(mtinuarcí).
S. A. DE S. ____ ,_ __
LA FAMILIA DE TIO ANDRES.
( J4poca de la Independencia - $egunda par.l:e de la juvcniud de ~nd~éa. )
NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTU!li[BRES NACIONALES
POR IOLJtf'\&D AC08TA Dllil IAJIIPER.
-----"
( CO~'fl~UACIOS).
CAPÍTuLo vm. "Ls1 fidelidad de la América ha sido
siemptre celebrada, no sólo por los sa.
LA .JUf\A DEL ftEY FERI'{Al'\OO VIl. bio11 e1spañoles, sino tamLien por los
DoN José de Acevedo y G<ímez, Regí. france~1cs y demas extranjeros. Pero
dor perpetuo de la ciuc.lad de Santafé, eutre todos lol'l reinos de estas vastas
en un optísculo que teuemos á la vista,! n.ogion,es se }m distinguido siempre, con
en que hace la. rclacion de los actos so. una e1>pecial predi leccion, la ilustre
lemne.s que tuvieron lugar eu esta ciu. capitall del Nuevo Reino de Granada.
dad para proclamar ti Fernando VII, Esta joya precio~ de la corona. ba. bri.
dice ~í: lla.do ~~n todos tiempos, como aquella
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1 r
1 R E V I S T A Q U I N C E l~ A L . 127
piedra e veinu retmtadas to. para celebrarlas r manifestar su amor
1
dtw las ~ru~n-;, las Gracins y hs Virtu. • y firleliclnd al Hey. A u te semejante
des; y en esta dt~ que hablo, se ven la~ per:-poctiva de JiYersiou volvía~ele In.
, últimas gmhnda.~ de un modo muy boca agua á1 Mn.rinnita; pero en vr.no,
heroico .... . L11ego que el ilustre Ayun. pon¡ue sn r.rta.dre, por úrdon de tío Ao.
tamiento recibió el oficio del Exceleo. drés, había dicho que ni Mariquita ni
tfsimo señor Yirey (previuiéudole que 1 ella ;;e pres1eutarino en la. ceremonia,
' señalase el dia en que debía verificar. Riendo prct~iso que guardasen cierto
1
se la augusta procbmaciou de S. M.,
1
luto al pwtector del doctor Ruiz, el
conciliando la. mt~.yor brevedad con las sabio M1ítis,1 que había. muerto el 2 del
fórmulas legales y p:-eci~ns ), ~e juntó 1 mismo mes de Setiembre á los setenta.
por la noche del mismo día 7 y acord6 y seis mios do edad.
que se hiciese la .Jura el 11 de lo!> co. )lariquit¡¡, no reclamó nada absolu.
rrientes, domingo á las tres de h tare! e; tamente; á ella no le importaba sino
lo que se verificaría con cul1nta magui. el ver á ClEtmente, y no ambi('ionaba
ficeucia. permita la estrechez del tiem. otra co~a. por no desear imposibles¡ y 1
po, &c. Mandó que se batiesen monedas en cua.oto ~' verle, le vería. de seguro,
de oro y plata alusivas á la presente, pues tanto ella como el jóveo siempre.
segun es costumbre, para remitir á h se daban sus trnz:L'! de avistarse ttna 6!
Metrópoli, distribuir 6. los Jefes, Magís- 1 dos veces en el dia., ya al ir, ya al voltrados,
Cuerpos y demas personas en ver de mis~. 6 en alguna hora. en el
1 quien~ deba conservart;e e.c;te perpetuo 1 ba.lcoo. Pf.\ioRaba la pobre niña que á
: monumento de la fidelidad y amor del fuerza de C()mta.ocia y dulzura al fin
' Nuevo Reino de Graoa.Ja á su legítimo abla.odaria el corazon de sus superio.
Soberano el señor D. Fernando VII ' rec;, y se rel;iguaba con su suerte.
1 de Borbon." " Al corn ptreuder Marianita la impo!!i.
1 Adornas se dijo que se colocaría en hili,~a.d de q¡ue ~>U madre la permitie,.;e
la galería del Ayuntamiento el retrato concurrir á la fiesta, no quiso resignar.
1 del Rey, la!> armas ele la c:iudad y uu se á ecmejl nto :>acrificio, sino que, al
1 emblema alusivo á la ~>Ctlemnidad dd contratio, resolvi6 asistir~ ella á todo
dia., enr.argnurlo á los mejores pintores trance. '1'11 '1'0 un conciliábulo secreto
dichas obra<~. Se debian reunir eo la con l\lauuel, y lmtre loa dos concerta.
plaza el Virey y Mt!i Secretarios, los roo sus plunes ú las ruil mn.rnvilln.s;
eclesiá.~ticos, cuerpo¡¡, colc~ios y gre. pero era indispensable ganarse á la
mios, en toro o de los t.'\blados y dose. mulata Rollnualda, que todos los dia.c; 1
les que ~e leva.otnrmn en la plazuela la llevaba á la escuela, y si u cuyo aul:i- ;
de Ran Fr:tocisco y ~n la. de San Agu". lio nafla podrian hacer los coD!ipirn ••
1
tin; de tlll extremo ñ otro de b ciudad dores.
se pondrían arcos, b:Ljo los cuales pn.<;a. -; Y úlga.me Dios! exclaru6 repeoti.
ria. la proce.~iou, y habría. mtí~ica, cohe- nameute ~lariautta, deteniéndose en 1
) te.~, gritos y alet,ría. en todas partes; su marcha eto buscu de Romunlda. ¡Esrefresco
en ca.c;a del Alcalde ordinario, toy perdida11 porque la. fiesta es el docolgadur:~
s en todos los balcones é ilu. mingo y uo hay escuela:
1
mioacionos por la uoche ¡ durante treo -Pero bi~Y visitas y vecinas, con tes-días
con su~ noches las fie¡;tas serian t61e :Manuel.
, continuadas. -Tú sabt~c; que mi madre no me 1e-
Naturalmente en casa de doña Ire. ja ir á nio~ma parte.
'
' ne, así como en todas las de Sa.ntafó, se -Segun á donde sea ..... Pídele li.
• Sin embargo de eatajidelidad al Rey do cencia. para ir á acompsña.r. á tu ami~
l Eapaña, Acovodo ora dos años deapuos uno 1 Susana., la b1erma.oa de Pep1ta., que está i de loa patriota• más entusiastas. enferma: ha~zlo con maña. 1 veros.
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,---
J I
128 LA MUJER.
Así fué; Mn.rianita, despues de q ue- 1 sentadas en- d~s continentes divididos
jarse de lo fastidiada que estaba en la p')r el mar: la una era E~paña y la.
casa en tanto qt1e no había quien no se otra América, con sus respectivos atridivirtiera
en Santafé, pidió licencia á.l butos y vestido, las cuales se daban la
su madre para ir á casa de Sn,anita, mano por encima del Océano; sobre
su amiga y condiscíp'1la, que estaría
1
e<>tas figuras veíanse dos Genios so.~te. 1
encerrada porque estaba enferma. Do- niendo una tarjeta en la cual estaba
fía Irene le concedió el permiso, en- escrito en letras de oro este lema to.
1 viáudola en compañía de Manuel y de mudo de Virgilio: Quo res cum.que ca. '
la esclava Romualda, despues de la dent unu,m d commune pnicu.Z.um, ~~
comida, que aquel dia fué más tempra. una salus e1·it. En la parte inferior del 1
no que en los otros, pues los jóvenes cuadro se leü~ la ioscripcion s~uiente: 1
deberían reunirse en su colegio para ir August. Proclam. del So1·. D. Fe-l'n.
en corporacioo á la plaza. VII por la Jlf. N. y Jf. L. Oi·ud. de
Apénas se vieron los dos nifíos en la Santafé de Bogotá, cnpital del N·uevo
calle, pidieron á Romualda que diri. Re?JnO de Granada, en 11 dt• Setiemb1·e
giera sus pasos hácia la Calle Real y no de 1808.
á las Niéves, y con mil halagos, ame. }Ianuelleyó corrientemente la insnaza'>
y promesas la obligaron á dn.r cripcion, acabando las médias palabras,
gusto á sus amos y acompafíar á .Ma.. lo cual causó suma aumiracion á unos
rianita en el pn.seo qne proyectaba, campesinos que por allí babia, cnyo
desde la plazuela de 8:1n Francisco Alcalde no habia podido explicarles lo
hasta la de San Agustín. que significaban las letras M. N. y
Frente al u,trio da la iglesia ue San 11. L. (muy leal y muy noble). En re.
Francisco, los uifíos admiraron los mag. compensa uno de ellos le regaló u u
níficos arcos y tablado que allí habían papelito impre~o que les habían di: los eropleados públi- ¡
solapa, vueltas, collann y forro blanco, cos, se sttunron en el lugar que les co-con
u11 bordado de oro en palmas en- 1 rre!e- manos de Ma.rianita, que lo. tenia a.ga.
guidos de varios lacayos de librea que rro.da, logr6 su intento, so separó de la
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I.. .\ ~1 G .J E R . __ -lf
ni fía, se abalanzó sobre la moueda, cu- "Se procedió dcspues al grau paseo
hrieodo su retirada la multitud, y que. con el órdeu y maje~tad que se va á
dn.ndo por un lado :Manuel y por el referir, dice don José de Acevedo en
otro Marianita. · el cuaderno citarlo:
1
Abandonada la niña por sus dos pro- "E~taban tle~tiuados por el Exceleo-tectores,
y viéndose empujaJa violen. tísimo señor Virey los dos señores Mi.
tamente de un lado á otro por una nistros dou José de Bazo y Berry y
muhitud vulgar y brutal, empezó á don ~anuel ~brtíuez Mansilla, para
llamar con augustia á Romualda y á que acompañasen el real Peudon. En
)!anuel; pero en vano: ya no los veía medio de e ... tos señores y de los dos se. '
por ninguna. parte, tanto múc; cuanto ñores Alcalde.-; ordinarios, fué conduci.
; que ellos babian permanecido en me. da la real insignia por las calles má:-.
dio del tumulto, eo lanto que ella ba. 1principales de la ciudad, repitiendo el
bia. sido arrojada por otra ola de gente! "eñor Regidor Decano, en las plazuelas
Mcia afuera, y se encontraba en una. de San FrauciHco y San Agustin, la.
boca-calle que no conocia, puesto que misma ceremonia que eu la plaza ma.
para ella, que vivia !iiernpre retirarla yor. Por todas partes resonaba la aleen
su casa, todo era extraño y deseo. gría popular: eu las puertas, en las
nocido en su ciudad natal. Viendo una¡ ventanas y en los Lnlcones se adver.
mujer á lo léjos, que crey6 era Ro- tian las más exquisitas colgaduras:
mualda, corrió tras de ella, cruzó la todo era augusto y magnífico. El Paseo
esquina y tomó por una. cnlle solitaria ocupaba cerca de tres cuadras, prece.
encontra.ndo que no em la que busca. dido y escoltado por la guardia de ca..
ba. Asustadísirna al verse soln, y fati. ballería del Exceleutfsimo señor Vi.
gada con la carrera, se sentó ú llorar rey, y anunciado por el armonioso
en el quicio de un porton, en donde la 1 concierto de la música militar. Tan
dejaremos por ahora. soberbio e:;pectúculo no podia wénos ¡1
que recordar la idea de aquellas bri. -
CAPÍTULO I:r.
1
lla.ntes procesiones qne hizo la Greda 1
en otro tiempo, U libertad, ¡t con que ostahan adorque
babia cria.tlo; así, lloraba los ojos y uudos esto!i sobcrhioll brutos. La noble
la. llamaba con afao. ernulacion parece que ecltó el resto de
Creyendo al fin que La. niffa. al verne su magoificcuci:~. tauto rcspect<> de los
sola ¡;e lo hubiera ocurrido seguir por señores Regiñores como de los señores
el misruo camino que habían traído del rea.l Trilmna.l de Cuentas, deo1as
desdo San Francisco, eu tanto que .Ma. empleados y caballeros particulares 1
nuel continuaba escudriñando ln pla. que asi~tieron al Paseo. Mejor se poza,
:a mulata se dirigió ú la esquina. de dría. decir que la Italia, y aun todo la. 1
la Calle Real; pero allí tuvo que dete.
1
Europa., se habían empeñado en man- 1 .
nerse largo mto, en tanto que pasaba dar á la América los primores de sus
la procesion ó paseo que habían anuo. fábricas, para restituirla• en cierto roociado,
que por cierto valia la pena del do el oro y la plata de que formaroall
verso. aquellos adornos, á fin de que la 11ir-
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RE.VISTA QUINCE N AL. 131 :
- ~ 1
verte más en mi
--- --·~ - - ----
viesen para o~tentar su esplendor en lo qthl des1eo es no
tan fausto dia. N o hay In más leve ca.«a.
ponderacion en lo que se acaba de re. -Oh! e:x:clamó In mulata con ~ngus-ferir.
Nunca se vi6 en esta capital tia, tc6mo 1~endrú su merced, mi seffo.:
acompañamiento m(l8 Incido. Y el ~;e. rn., rorazon para venderme, cuando yo
ñor Regidor De¡;ano, que supo hacer el uncí y me c:rié en ca'>a de mi amo Bue. 1
aprecio debido al honor que tuvo de na.ventura :r crecí en la de su merced 1
enarbolar el real Peudon por la. capitall -;~o hay remedio, te he de vender
del N nevo Reino, realzó sus lucimien. j para ca"tig:ilrte de tu descuido~ 1
tos con el soberbio tren de paje~ de i -i Y ten1dré que dejar los nifioR 1.. ..
honor, lacayo!!, coches y caballos de 1 Yo que los quiero á todos como si fue.
repuesto que le seguían. 1 rnn mis hijos. i Oh l'eñora de mi alma,
"Serian como las cinco de In tarde, ¡ no me bote¡ sn merced á la calle I
cuando se regresó á las ca.'>as coosi~to. -Se C"onoce, repuso la airada doña
ria.les, en cuya galería se volvió á co. l Ireue, lo 11~ucbo que quieres á ]os ni.
locl\r el real Pendon; y continuaron 1 ños y el i1o te res que tomas en ellos,
las !'alvns, repiques de campanas y or. icuando así abandonaste á 1\Ia.rinnita,
l
. questa basta pasadas las ocho de la clespue¡; de llevarla lÍ doude yo babia
noche. El retrato de Fernando VII e.c;. 1 prohibido. Romualda, e.sta noche es la
tuvo expuesto hasta el dia siguiente, \Í)tirua eu que dormirás bajo mi techo 1
custodiado, ademas de la guardia de Y al deCJir esto le volvió la espalda
honor, por dos caballeros Regidores, y se alejó.
que Re alternaron hasta de!'1pucs de con. En tantCI :Marinoita, que jamas se
cluidas las fiestas, que duraron tres babia visto sola ni conocía más calles
dins." que las que la llevaban á la escnel" y 6.
Una vez que la mulata pudo atrave. la!! iglesia-; vecina'!, ni babia pasado si.
lsar la Calle Real, pasar el puente de quiera por los lugares en que se eucon.
San .Fraacisco y presentarse en la ca.-;a traba, llora:ndo, se cubría la. cara con
de su señora, ya era tarde, y se tenia laR mano~, y a~ustada, se pegaba contra
noticia por Mnnael, que babia llegado el porton que le servía de asilo y que
primero, de lo ocurrido con .Mariuoita. e~;tnba cerrlldo.
El afan, la pena y la indigoacion de Empezaba ya á oscurecer, cuando
doña Irene no tuvo límites. Empezó oyó una Vte>z, para ella enteramente
por mandar á todos sus hijos \·aroues y clesconocid~~ . y alzando lÍ mirar, vi6 á
á ,;us criados y criadas en busca de la dos gallardos mancebos que se habían
nifia e1:traviada, y como ésto!' fueron detenido fronte de ella. El uno, alto,
volviendo uuo á uno, sin dar ninguna buen mozo y elegante, era nada ménos
razon de ella, la inquietud y de1-:azon t¡ue Clemcn te Ál mrez, y el que le ha.
en que se encontraba su 1Íuirno, la hizo hia. diri~ido la pn.ll\bra, tambien airoso
cometer una grave injusticia. Hizo y de hermOE18- presencia, aunque casi un
comparecer de nuevo delante de ella ú niño, pues npt~oa.q hRbria cumplido
Romualda, y despues de haberla exa. 1 diez y !ieis nños, era un júven estudian.
minado por la centésitoa vez, acerca ~ te, cucutefio, llamado l!'rancisco de
del sitio y hora en que babia de,;apa. 1 Paula Sant~lnrler, el que ent6nces era
recido Marianita, la dijo con colérico
1
uno de tantos, pero que despues di6
acento: mucho que decir á la Fama.
-Te podría mandar azotar y ence. --L:\ nifla. esb1 sola y llorando, r,n
rrar en un calabozo, en enstigo de tu verdad, dijo Clemente, i quó tiene us.
de.o.;obediencia y descuido imperdona. ted, mi ami¡~ uita! nñadi6 poniéndole la
ble; pero no haré tal, sino que maña. mano sobre el hombro.
na, parezca 6 no parezca Marianita, te }lariaoít~i se pa.s6 la mano por los
hago vender al que quiera comprarte; ojos y min5 al jóven; reconociéndole,
poco me importa lo que me den por ti, baj6 la vistn, y con el espíritu de mo.
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LA M U J E .1~ .
vilidad de la niñez, no pudo ménos que boc.u ~lla plazuela, Ma.rianitn se detu.
sonreir:-;e con cierto airecillo de picar. vo, anaucó las manos de las de ~us
día, al recordar á Mariquita, cuyas compal~eros y, santiguándose, dijo en
preferencias ella conocía tanto como su , voz balja:
hermana, pues vivía fi~;gándolo todo y -;Vírgen pnrísima de los Desampa.
metil-ndose en cuanto no le importaba, rado~ : :\ladre mia y ~eñora Santa Ana,
ni le il1a. ni le venia. mi pn.t ro na, i qué haré ahora?
-;Qué graciosa es: exclam•) San. -i C~ué le pasa, amit;uita 1 pregun.
ta.nder. ¡ Ciímo se llama usted y quié. , taron los j6veoes.
nes flon ~o~ibU, vencido por _un amante.
- - --- - -~ .-. - - ~ .
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REVISTA QUINCENAL. 133
- -- -------------
-No te entiendo..... 1 hasta llegar á nivel de la abochornada
-Yo me eutiendo, contestó Cle-1 mejilla de la niña,-y esta palabra, pro.
mente. rJUnciada con suma ternura, penetr6
-¡Y yo ta.mbien ~ exclam6 Mariaoi. hasta el fondo del jcorazon de la donta,
viendo que se quedaba ~ola con Cle- cella. Mariquita, ¡dueño mio! ¿acaso la
mente, una vez que se alejaba San. ofende mi profundo pero respetuoso
tander. 1 amor!
Mariquita estaba asomada al balco11 -No me ofenue, no, contestó ella
aguardando con zozobra que volvieran ron tenue voz.
los nuevos emi~arios que doña Irene -¡Acepta usted esta adoracion que 1
babia enviado otra vez en busca de b hace mús de do~ afíos qne le ofrezco, si
niña perdida. Reconociendo cuando en.
1
no con la palabra al ménos con los
traban al zaguan tí. su hermana y á actos?
Clemente, corrió á recibirlos al corre. -;Clemente! no me atrevo á decir.
dor, sin que nadie, sino ella, los viera, ' le todo lo que lo pienso noche y dia, no 1
pues el porton estaba abierto y doña me atrevo á ..... .
Irene acababa de entrar al interior de -i A qut~. alma mía 1
la casa á dar unn 6rden. -A decirle que per:oevere, que sea
-¡U~>ted la trae! exclamó Mariquita, coustante, y al fin, no lo dude, Dios
despues de abrazar á Marinnita y darle oirá nuestros ruegos.
la mano á Clemente por ¡Jrimera vez -i Me piensa usted, Mariquita, corno
de su >ida. ¡Cuánto se lo agradezco! 1 yo á usterl! Ah ! ¡esta dicha hará esta.
-Si supieras, dijo ln. nifia, qué ama. llar mi corazou con una felicidad tan
ble ha sido conmigo, ~;e lo agradecerías grande, que no podré soportar!
más ..... Voy á bt¡s::ar quien le avise á - Sin embargo .....
mi madre, añadi6, :ue estoy aq11í, p11efl -¡Qué?
yo no me atrevo á acerc·n.rme á ella -No sed po~ible qne éntre á casa
ántes de que interceda Clemente por jamas sin que lo permita tio Andrés.
mí, como me lo ofreció. -La vidn e~ larga, :Mariquit~l, guar.
Al decir esto la niña ecM á correr, de fiel mi memoria, souriawe algunas
dejando á Clemente y ú Mariquita. so. vece!l, no olvitle nunca In. hora en que
los en el corredor. yo pn~o por aquí.. ... y con eso viviré
Nadie se había acordado de poner 1conteoto. J úreme usted amanue, rniéu. l
luz eo ninguna parte de la cn~>n, pues tras yo la ame, y eso me bastará.
el sirviente encargado rle ese oficio an. ; -Lo jun amar ú Utited, Clemente, 11
dal1a por hL calle,- a~í ~lariquita no :-.e y ~(!lo ú u:.ted eu el Jllundo. 1
atrevi6 á invitar á Clerneute á entrar á El levantt~ la mano de ~fariquita á
la sala oscura. sus labios en ¡;j lencio, y recostándose 1
-Lbmaré á mi maure, dijo con voz f;Obre la baranda, gu:~rdnroo un agitado
entrecortada trntanrlo tle alejnrf'e. silencio: duraHte al ~ uuos momentos
-No, no, dijo él tomúmlole la mauo fuerou los s•Írc::; m(~-.., felices !le la tierra..
y a.pretúndosela. un insttlute; permítame Desgraciadamente esos momentos de
usted, .Mariquita, hablarla por la. pri. dicha se pagan con l:.l.rgo!j afios de domera.
vez de mi vida y decirla que lor en este mundo, eu donde s6lo la
usted es la luz de mi vida, la única 1 tristeza es duradera, y ellos pngaron
estrella en el firmamento de mi exis- esa deuda con usura.
tencia, mi sola esperanza.... Una suare brisa macia las hojas del
Clemente más y más conmovido tuvo laurel que crecía. eo el patio, y la luna
' que callar, en tanto 1ue Mariquita, casi se asomaba de tras de l\lonserrate como
fuera de sí, se recost6 sobre la baranda si atisbara al descuido á los felices j6.
que daba sobre el patio interior, sin ven es ..... Pero repentinamente les hizo
contestar. 1 volver en sí la voz de dofía Irene, que
-Mariquita, repuso él inclinándose decía. desde léjos:
TOMO V. 17
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-¿A qu1en le debo el favor de la invitacion á que visitase su casa, como
traída de Marianita 1 ¡,En dónde está él esperaba, en cambio del servido que
para darle las gracias? le babia hecho.
Y al mismo tiempo encendían lttces Al dia siguiente doña Irene despidió
en la sala, y doña Irene hacia. entrar á
1
á Romualda, vendiéndola á un buen
ella tí Clemente. amo, e~o sí. Nadie pudo blandear su
-Servidor de usted, dijo el j6ven detenninacion, ni las stíplicas, ni las
adelantándose, en tanto CJUO Mariquita lágrimas de todos sus hijos, ni las de
pertoanecia en el corredor iluminada Mariquita, á quien la esclava babia
por la naciente luna. criado corno ú su propia bija. Doña
En pocas palabras el jóven explicó Irene babia dicho delante de toda su
C(Smo había encontrado á la niña extra. familia c¡ne la vendería, y ella. jamas
viada en la calle del Observatorio, a.ña. faltaba ú una palabra que hubiese dado
diendo que había entruJo :'Í. la casa por solemnemente. La. única persona que
haberle ofrecido que iutcrcederit1 para , aprobó su procec.limiento, con respecto
que la p13rdonasen su aturdimiento y 1 ú la esc1ava, fué el tío Andrés, pues
no la castigase su sefiora madre. pam él la rigidez era una ley de la
-Aunque sí merece castigo, respon. existencia humana, sobre todo cuando
di6 doña Irene con cortes1a, bastarú se trataba de gobernar mujeres.
para mí que un caballero como usted -El despedir á Romualcla., decia., es
pida su perdon para concedérselo. Ade. doloroso por cierto, y estoy seguro que
was, en todo esto la más culpable es la á nadie hará tanta falta como á mi
mulata á quien le babia confiado la hermana Irene; pero ese ISOrá un salo.
nifia, y Manuel que ayudó en la tra. dable ejemplo para los ciernas: así es
ma: á esos castigaré. como se rigen las familias y las repú.
A pesar de la amable obsequiosidad blicas: quien no se hace temer no se
de las palabras de doña Irene, Clamen. ¡ hará obedecer nunca.
te se despidió sin haber recibiuo la (Continucm().
A MIS HIJOS.
¡ Oh dulce bien prccio~o,
Que en el desierto umbrío
Do esto mundo enfndoso
Soü; el fresco rocío
Que miligais el más ardiente estío l
¡ Cuántas veces postrada
Y hundida en triste duelo,
Pedí con voz ahogada
A la piedad del cielo
Que ya cortase de mi vida el vuelo !
Mas en este momento
Os veia á mi lado,
Y el dolorido acento
Con que había empezado,
Quedábaso en mis labios apagado.
Porqtle entónces la vida
Que crt•in una carga
Se me vuelve querida,
Y 1a pena mtís larga
Al lado de voeotros no me ~marga t
Y la ltigrima ardiente
Que en mi mejilla ¡·ueda,
Con el beso inocente,
Detenida se queda ...
¿Quién hay que amaros igualarme pueda?'
JuA.'t:lleza
lo hito nn sacramento indisoluble. Los pasajera. son _los m6v~les de casi todos
santos Padres han elogiado el matrimo- los watnmomos del dw. ¡ Pero quién
nio sin desconocer sus angustias y sus busca In virtud l Mucho.c: hay e~ u e hasta
peligros. "T,a Iglesia forma el lazo, lo tienen miedo. De allí prov1ene qtte
dioe Tertuliano, la ofrenda del augu~to se veo tántos malos matrimonios que
sacrificio la confirma, la bendicioo del s6lo cuenta.n dos dios felicc'l: el de las
sacerdot-e la señala, los úugeles son to.~- nupcias con su brillo, sus flores, su em.
tigos de él y el Creador lo ratifica.. " hringuoz, y el del entierro, porque e!> el
La ~sponsabilidad íntima. que tiene fin de t;íutos dolores y lll Repamcion fi_
todo botubm que se casa, que so ve jefe nal Jo dos sércs que se han hecho wu.
de una familia, ejerce sobro él una in. turunente desgraciados.
fluencia grnntle qne lo debe moraliznr, Al entregar el esposo li su esposa el
y sucede que hay impíos quo so hacen anillo nupcial debo acordar.~e que esto
cristianos una vez q~:e l:'e casan. 6Ígnifica que Jc juro. felicúlarl, rc.s;>eto,
Pero son poco!! lo~ que en realidart 111'olccdon, y por último lo. justicza, la
comprenden lo que hay de gmudo en (OWio& ~;e corupla. loroso .. Bajo el mismo techo, á la mis.
ce en dar á las flores, los rayos del ~ol rnn. nt~esa, ve unidos uua elegida y un
y las gotas de rocío, auuc¡ue uo fuera coude¡rwJo: una esposa fiel y un marido
sino pam evitarse el dolor de verla infiel; una esposa piadosa y un ma.
morir, y de oir una voz gritarlo ante rido Íl\1liferentc; una. esposa r¡ue ora 1
aquella lámpara apagada: Tú quisiste todos los días y un c~poso que no saLe
convertir esa mujer tan Mbil y delica. ~iquic1rn hacer l:L seiial de la cntz; una
da on un mueble vulgar; hÍ ahogas. esposa que comulga frecueutcmeutc y
te bajo la mortaja del tedio una alma, uu esposo que no se acerea jamas tí la l
que s6lo deseaba vivir, ttí couvertititc lmesa ~¡u uta; una esposa que practica su
en cadena de presidiario el lazo indiso- 1 rcligicw y que la ama porque la conoce, 1
luble que debería halx~rla preservado. : y marj1Jo que la desdeña ú la. calumnia 1
S6lo el amor tiene el clou de dar la vida, pon1u~~ no la eutieude. :Qué contraste
y tú le diste la muerte; porque s6lo ,: y qué aolor 1 '
pensaste en ti mismo y no supiste amar. i C6mo pueden armonizar en idea.~,
Para hacer la felicidad de un esposo 1 en coQtvicclonos y esperanza..,, personas
una mujer no de he exhibir los defectos ¡ tan d:iferentcs ? . .... i Cómo ~e podrán i
que mucha..¡ creen que son virtudes. Si amar 11icmpre si transitan por caminos 1
ella quiere obligar á su marido á bus. , tan di~rersos 1 Y cómo teuer fe en aquel l
car fortuna por medio de bajezas, él cariño mútuo si el uno cree en la et,. .o t1e l880.)
TltADUCCION DE S. A. DE S.
VII qne iluminaba con un resplandor blanquecino
todo el pai~aje, Rogerio respi- ~
A LA mañana siguiente, muy tem. raba un aire puro y sano, y la agitaprano,
Rogerio, fatigado con la agita- ciou empezó á calmarle y no trat6 de
cion y el insomnio de la nochu ante- acallar sus escrúpulos y triunfó la rarior,
quiso salir 6. respirar el aire libre zon en él. Se decía que puesto que
del campo. Rabi::\ pasado largas hora~ lta,hia llemdo la exageraciou del honor
tratando de conciliar su conciencia con y lt~ palabra comprometida lm~ta gua.r.
RUS nuevos ¡;entimientos, si u poderlo darle su fe á Sal>iua durante diez años, 1
lograr,-a,r;;í, quiso sacar á la luz del clia. no se iria de la Rulliere sin haber con-¡
sus ideas. Le remordía la conciencia ferenciaJo con ella áutes, y saLido por
haber dado crédito tau fácilmente ú las ella misma si tenia derecho de dispocándidas
indiscreciones de Flora, eu las ncr de su libertad. ¿Y de,pue~ qué ha.
cuales no eucontral>a uada de poRitivo. rin? ¿Dejar aquel cn1tariao encontrado la tínica mujer que vcrdapara
renegar, sin haberlo. oído, de la deramente le parecía irrosilltihle? ¿Y
mujer que le babia guardado, al ménos ~oc6 achacando á otro -Nada m(IS.
motivo h cnu11a. de su turbncion, y los -¡Y ese señor de los Allais, cuyos
celos se apodernroa de :,u corazon ; su. nobles antepaRados reposan por mon.
friooient{) agudo que le hizo compren. tones en aquel cementerio l
der cuán profundamente babia echado 1 -í Con qoe usted estaba cerca de la ·
raíz aquel sentimiento en stt alma. Cn. iglesia? preguntó ella.
si siempre se pueden medir nuestros -Sí; i eso la disgusta?
afectos por el mayor 6 menor sufri. -Xo, contestó séria.mente.
miento que nos cauc;an; así es que real. -X o me ha contestado, i en dónde
meute el egoísta es el sér mús feliz de vive aquel caballero?
la tierra . .A.l>Í, pues, Rogerio pons6 que -Cerca de la iglesia, en un castillo
si Flora había dado ya. su cornzoa, su fortificado .....
existencia seria en adelante una cade- -¡No me dijo usted ayer que él
oa de desencantos y tristezas. había logrado hacerse amar de su her.
Sin duda ella hablaba de Jacobo de mana Sahína?
los Allais. Sur5i6 eu él ontónces un
1
Florn. incliu6 la cabeza turbada., y
vivo 1lc.~eo de conocer aquel don .Juan dijo sériamente:
Campestre, que bahía sabido hacerse -E~cúcheme usted; ayer me sor.
amar de a.mu!UI hermanas al mismo prendió Utited en un momento en que
tiempo, pero que naturalmente prefe. hablaba disparates. Y hablé como si
ririn la,menor á Ir~ mayor. Cuando oy6 tuviera la edad en que usted me cono.
decir que Sabina lo prefería, F~ieodo ció en casa tle mi tia de E~!ié. Sin pen.
aquel un obstáculo que le impedía rea. sar en lo que decía, papú me babia
lizar la prome5a hecha á su novia, !ie regañado, y Sn.bina me impacientaba
habin. alegrado; pero ahora lo malde- porque prcttmdia que tuviera el juicio
ciria, ~i le quitaba la e~pero.nza de cou- 1 y la razou de su edad: estaba, pues, de
quistnr el amor de Florn. i Acaso elh mal humor. Pero como he visto eu mi
lo amaría? La duda era un torcedor herrnaua ciertos síntomas de ternura,
que no podía sufrir, por lo cnal se pro. á veces ií pe~ar de ~u frialrla:l babi.
puso correr el rieHgo de busca.r una pe- ' tnal, se me La ocurrido que ella debe
nn nueva, y quiso ú todo tronce de.c;cu. umr.r ú úlguien, y que esa persona es el
brir la verdad, pues de aquella mallara l'eñor de los Allais. Como uua. tonta
baria un esfuerzo violento para no vol. siu tn.cto ni experiencia, me puse IÍ ,
ver á pensar en Flora y apagar eu ~u decirle cuanto se me pasaba por In 1
principio un afecto imposible. 1imaginacíou. ¡A usted ii quien no co.
VIII nocia absolutamente 1 ¿Qué quiere us.
1
ted? 1\ o estoy enseñada á tratar con
Rogerio se detuvo un momento ántes gente extraiia, y á mi edad debería
de interrogar el corazon de aquella tener á tui lado una madre que me en.
niña inocente. Le parecía que iha n CO- señara lo q\16 debo hacer y decir. i y o
· meter ha.c;t..'l. u o a profaoacion. Empezó no tengo á quién apelar!-Y vol viendo
con circunloquios. sus ojos inocentes hácia Rogerio, aña. ,
-Sic duda, la dijo, ustedes tienen l di6 : i me quiere servir usted de con.
muchos amigos en la vecindad. iHay sejero!
buena sociedad por aquí? 1 Rogerio, profundamente conmovido,
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• no contestó co~a alguna; le alargó la mucho, pero entónces no pensaba en
mano y apretó la pequeñuela de Flora, nadbo se cuLrie} la cara con las
tiorm telllhlaba bajo sus pir;ndnR. 1 mnno11.
Cu:\ndo Rogerio lo vieí cnt mr mir6 ~ -Ah 1 11uspi reí; craia que e~< U\ ha. f'o.
ron t.orprc. ... a aquel !!entilhomhre, el eH. fíaudo; pero ··~to es \ crdad, no 1 E..,
timo de unn razn de noble._, cnhalleros, cosa. e~;p:Hito~;.'\ ! .. 1 y usted, pues? ~[i
'lile (1 hahia l'reirlo ~erirt un rnne~:>- dolor nee hace cnmprcuder el soyo ...
1 tro o t•ueln (, algun jauliutno. I<'ingi6 cli. -Y :u u os al fonrlo de todo. repuso
rigirse ú él con una cortesín ceromo. elln hruscanrentt.i. Empe7. .' lré por pedir.
nio~o<'l que no venia al caso, y ¡:;e entre. le que no ltnhlcrnos tlo mí, y que no ;;e
1
tu\'O al \OT la timidebcou t¡lle el poltre tome ul trnh11jo Orsounje, tll qno r:amiu;ar ruauda hal'cr una pierua d!l
1 tarnbi(•u uo rlejaha ele f'Xarnin11rlo uu palo. 1 ucH, ami~o mio, hay que hacer
1 j ¡;j IPuc·io, eontestúndolc tl~e·asruuenltl y con el cor U<'.OU 1gual cosa. Cuando una
1
duj{mdole hablar ~;olo .. Jacoho P~tnba uo se muere on t:l pri111ur 1110rnento,
en {¡,s:cun , pue.- ~i hnLia notado ol pro. desptH~ ~e o.:ieuto 111ejor e¡ue fintes. Yo
1
fmulo cambio e u la fi souomín de Sahi. he r-:ob revhido ; URtt~ hará otro tnuto ....
un, el que veia on Floru lo asombraba y cum plir~ruOH lo ochenta, DO lo dude.
todavfn tnús. Cuaudo uua mujer nma, Y alc1Jet:ir esto trató de rcin.e.
uo puedo oc.;ultnr la luz y el brillo quo -U:;tcd uo piellt>n lo que dice 1 ex.
se dtfun.to en Sil miraria. Aunc¡uo bago clamó .lncobo .• i liS cierto lo quu tt•.
o•fuorzos para ocultar su secreto, 1;u lllelllo~, u•tccl uol:io I'Oil uhul. jnmn~.ni
co rLLZOII, t•oueo la ,·opa tlctnll"irulo IIc. yo tannpoco. Pero ,, o 110 puedo ~Ser . . .
un, Fe dPrr:una por todas partos, y so f>iga~HJ. ::inhiur•. •¡11e no es po ihle ... .
t rnclut:e en ~us ojo>., en sus In hin~. en que ~Jtoy ~oiiando, c¡tll' ....
toda tm per¡;oun .• Jaeoho uo oin ningu. -Dej(.monos do ~>ueños, rcpu~o elh;
un do las palabms rortm;cs cprn le cliri. bnstnutos hemos hecho yn o11 In vicln
gia Rogerio. Di~troido, ónthamuulo, u~tcd y yo .... Rí, yo quo 110 tenia tiem.
cante< taba de \CZ en cunndo alw.mn JIO pmn oso, lrc ¡;ofindo tauto l Des.
palnbra ciC.«.'l.certuda, con lo cunl hO de el primer UlOUICllto t•omprondí el
ncal>.'\ha de p('rsuadir el otTo quo el peli~ r o .... y cinco mmuto11 des pues ha.
castollauo de los Al bi!l crn cast idiota.
1
bin etttcrrado mis esporall7.ns. Poro ~;ro.
Jncobo mi rab."l ú .Fiom con sus ojofi m o' justos; véalo 6 ul: clllpo du la ele.
dest••iíiclost:on ñvidn cu rlofUdad, y cuan- ~ gnuci~l, la fucr¿n y la gnllardín; ella .... ,
do los do In uíñ:1 ISO eucoutrnron con -~)h! ella .. ..
lilS do su hu(.sped, }' 1tuo y (Jiro no po. -Ya. 1110 outiPJJtlo ... . Y ahora mi.
diau llll~l\08 O ~xt ;cruocia. Al' mclo, excelütllo, pero que u o tiene
fin lovnntúudo!'o truse:unonto, tom6 Ru l uada de brilhurto y atractivo; y vo,
~;omleroro y ~oin de-pedtr~So snho preci. pue.' !.. He pito, tenf'nmos el mlor" de
pttadamcnto, da jaudo á H(ogcrio dueño Fer ju~;tos. Ello~ se \ ro ron y •e nmaron.
1 1
dd campo y ~rfectamente satisfecho Sacrilit¡uérnosuos los dos. Ellos deben
con su \"ictoria. Eo el corredor so en. ~e r felices; pam eso uncieron .... .Fio.
contn) con Sabina que entraba, y á rita e.- como su madre. no tiene una
c1uien ca.~i ti ró al r;uelo en 1m ciega an. ODza de fner:r.a .... miéntras que yo.... 1
gu~t.in. ll~ á salir ~in h~hl arln, cunudo añt~ditS ir'-'11Íéuoo~o. }•? t~:;te1.a }a !Da.
::--ah111a. la HllJHibO blleuuto l'on tm ado. tarta ;; y en cm\nto 11 t•l, tu:ue, s1, tw]n..e
wau y lo obJigó á qu~Jajn~e eo~ ella~~~~ s:~feliz, ~acobo. 1
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REVISTA QUINCE N AL. 143
1 Rahina. ¡¡e limpi6 una lágrima con ell mo; u p1•eciM! i me oye u11ted, Ja.
reverso de la mano, y para ocultar su cobo? .. Y UHted tmtará. de olvidarla.. 1
~;ufriroiento tosi6 ; Ja.coho no pudo mé- Él quiso },abiar, pero ella no lo dejó.,
nos que indign1Lrti61 á pesar de su dnl- -Le pr~:>bibo que me interrumpa. ¡'
~ura. Pero si no puede olvidar, tendrá que
' -¡ Y qué derecho tiene usted, dijo, M.,ruantar .... como yo. Ahora. al grano.
, de pedirme f"Jile Racrifique mi vida por Florita no tiene idea ninguna de que
el capricho de nrl pixaverde? el señor de Bargemoot y yo .... nos de-
. --Calle 1 exclamó imperioRamente biaroos de haber cru:ado. Cuando ~>e tra.
· Sabina. Mi Rogerio no es capaz de ser t6 de eso eliJa. era una nifiita y uo reu. •
caprichoRo. aé que debía contiÍrselo. Cuando r vi.¡ ¡
-Al capricho, continuó Jacobo sin no aquí ell11\ no supo á qué ... Así, pues, 1
hacerle caso, de un extraño que no co. lo cree libr'e, y ya es demaíliatlo tarde
oozco RÍoo porque la. hace á usted des- para decír1telo. Sólo do!! personas pogracillda
y á mí infeliz. dian hablada de ello: mi pnd re y u.Q.
-Le prohibo que dig:a usted que ted. Mi padre uo dirá muia una vez
soy rler¡graciada! dijo &bina. que el, pretendiente, que e:; rico, "e na-
- V a. ya, que u~ted parece una niña. : ¡;e con una. de sus hijas. Pero u¡,ted e.~
t Para qué negar una pena qne mido capaz de d1escuhrírselo tollo para que
1 por 'la mia? 1 ella, llena. de remordimiento. renuncie
¡ -B·~~t.'\ ya ele sentimentalismos, in. n él y ta game ustc•l.. .. No me Lo nie.
ternunpi1í Sabina; no tengo tiempo gue! Eso Mria naturalísimo Pero yo
1 para hal.larlargo; meaguarclaelguar. le prohibo solumo~menteq11e le rc,.elo
1 daraza y ol veterinario me ue<·esita.: nada del pusado ;Í Flora. ¡Me outieude
hl\y un caballo y tres va1;a~ enfermas. ustecl, JaPoho ! En nombro de su amor·
Yo lo espia.l.a n la ~¡al ida tle la :m la, j jure U\ited ohedceerme:
porque aunque uo ten¡{o gran fe en suf 4 Consternado y fuera de sí, .Jn.coho
perspicacia, era preciso ser ciego para l proonoci6 ~~lguna. r.; palabras bal hucicuno
caer eu In cuenta. Yo que soy poco tes que Salloina ratifit•IÍ como si fueran
a~nda lo ví en ol acto. Así como adi. una proruenr., y en segnid:t tomándole
vin6 eu nqunlla primera entrevista :-<11- la mano le rlijo con acento estridente:
yn con Florita. ( el Jia do los t:aracoles, -.."ie caHnriÍ, lo exijo; 1 me oye
i t-6 ac•1ertla !) c¡ue ust<'d no era el roa. usted 1
rido propio para ellr1. Ahora f!l'cúche- Se alejó en ~guida rlipidamente;
rne si u intennmpirmo. Ellos se amnu, pero Rogado ha hin visto tle léjos Rf]UOes
preciso e11 y heroína.<~ de Corneille,
tas in11pira.dos, sino entre los artistas de y tambieu s1egun los de la seiiorita de
talento. Murió eo 1694, á los 56 años Scudary. La sefiorita de Montpensier,
de edad. persona de imn.ginacion y de humor
Madama de Des1JOulieres tuvo una fa.ntár;tico, pero de poco se~o. realizó
bija que llevó su mismo nombre, taro. e~e tipo, afi.ndiendo á él todo lo que era
bien poetisa, pero muy inferior & su peculiar á las preocupaciooe~ de su ra.
madre. za y á las ~1upersticiones de su nací.
Cosa. rara l E o aquel siglo en que miento.... ~i durante algun tiempo
brillaron tnnt.os poetas en Franela : empuñó la 1espada como guerrera, tam.
Corneille, Rn.cioe, J. Bautista Rous. bien produj'jo mucho con la pluma: no
sea.u, Moliere, La Fontaiue, Boileau, solamente ha dojndo ?rum.m·ias iutere.
Quinault. ... famo!'a pléyade de verdu. san tes y O! UY verídicas, sino algunas
deros poetas inspirados, no se encuen. novel-itas, ,~tratos y cartas. En suma,
tra una sola mujer realmente inspirada la Duques!~ de .Montpensier no Aola.
por el géuio poético. Hemos visto lite. mente fué l¡na princesa muy extraor.
ratas de varias clases, que descollaron dinaria sino tarobien autora."
como moralistas, historiadores, oovelis. La vida ~~e esta princesa es muy eu.
t1Ls, pero las poetisa'! son poquísimas 'l riosa. y extq~ña, pero no siendo de nues.
muy inferiores. MUl·has mujeres se lu. tro asunto 1~1 rúferirla, apénus dirémos
ciaron adamas notah)eq en la política, de paso, que habiendo rehuAado duran.
y su influencia era todo poderosa en las te toda su j¡u veutud varios enlaees ,·en.
intrigas de palacio. tajosos, se prendó, cuando tenia rnás
Entre é'ltas tíltirnru; luce en primer de cuarenu~ añof', de un caballero de la
lugar la D u Qu¡.;¡;A UE Lo~GUJo:VJLLE, corte, favorito de Lui~ XIV, del Duque
hermana del grao Condé, la. que repre. de Lauzon. Quiso casarse con él, y aun
sentó un gran papel como mujer polí. se dijo que lo bal>ia. hecho secrctamen.
tica durante la ,li'ronda, como hemos te, por lo c1ual perdió el favor del Rey,
dicho ántes, y en torno de la cual gira. y el caball ~ro pasó muchos ailos encar.
han varias otras damas por el mismo celado. Al fin, en 1693, ti los 63 at'i06
e~tilo. de edad, m1uri6 aquella brillante prin.
Otra dama política y hasta guerrera cesa, triste y de~~engañada del mundo.
: es la DUQUESA DE MON'l'PENSIER, de S. A. DE S.
·quien dice Saiut.Beuve: (Co-ntin'L~amí).
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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11(3 LA MUJER.
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CONSEJOS A LAS MADRES.
( OONTINUACION).
CAl'ITur.o PRIMBno. che trauquilamenLe, cuando debería manifestarse
reposado y contento. Se pien.
PRIMERA INF ANClA. saque está indispuesto, y sin embnrw,
no proviene aquel estado de su salud
UNO de los principale¡¡ requisitos, no sino simplemente del aire viciado que
nos cansaremos de t'epetir, para que un ha respirado durante la noche, la prue.
niño sea robusto, es la limpieza y el ba es que ni bacarlo al aire libre revive
e;;mero en el vestir. Todas las noches- y se manifiesta de otra manera."
1
si se le ha bañado por la mañana -de- Es preciso atender mucho á esto y
be limpiarle con un paño húmedo y abrir todo!! los dias por la. mañana las
ponerle un vestido de dormir diferente alcobas para que penetre el aire, y sí
del que ha usado en el día. No se debe es posible el sol, que es un elemento
aguardn.r ú que e!!té con sueño para l tan purificador. "La influencia. de la
cambiarle de vestido sino hacerlo todos . luz sobre los vegetales (dice el citado
los días á una misma hora para eme. 1 facultativo) es cosa conocida por todos,
fiarle 6rden desde su nacimiento. El y no hay quien ignore que una. planta
ele111ento de la limpieza y el órc.len de. l que no reci he luz ere,-. e raquític:1 y des.
be inculcársele al niño desde sus pri-1 colorida. El doctor Edwards ba hecho
meros dins, porque P.'>as cualirlaan
Montgulller, uno de loa inventorea do loa globoe
aorooetUi~-oa,. La aeñorita Adelaida cultivó
lu letraa con bnen éxito de8Cie en primera
juventud. Deede 1835 rué colaboradora
muy activa del Magaai n l!Ri"er•.Z, de Paria,
del Maga•iraPittoruqw,del MUieofÚia•fa,.
iJüu, &c. Ademae era notable anieta múaica
1 poetisa. Publicó entre otraa coeaa un vo.
lúmen de cuncionea bellíaimaa, muy popnlarea
ea Francia en todaa laa eacnelas, llama-dae
1 .. Mel~'itu ll do autógrafos
dirigidos •• ella por cac~i todaa lna notabilidndea
artísticl\8 y lit.erariaa del stglo, entre
olroe 1111 billete de Sil9io Pellico, oecrito en
au pri11i011 COII IU propia sangre,
Murió CAta veterana de lu letras 'ICle t3
aiíoa de eclacJ, rodeada de la eatimacioa de
todae lu penoou rapetablee de la 80Ciect.d
literaria en F1rancia.
11
La literata ingleea conocida ooa el nombre
de Joaoa El.JOT tambien mnrió cui repeu-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LA M U J E R .
tiftnmonto en a u caRa, en Lónrhes, el 22 de babia cumplido quince años. A la nltum do
Diciembre, á los 60 nños de edad, cuando su la importante posicion política de Thiere, In
t'ApÍr;tu estaba en toda la plenitud do su ac- hija del 11eíior Dusne supo siempre ejercer
tividad y cuando aún no babia menguarlo su una grande influencia para el bien en el espígénio
en lo mínimo. Su verdadero nombre ritu revoluciouario de su eijposo. Durante el
era Marian Evana Cross, y era una do las no- principio de su azarosa carrera política, en
vcliataa m&s sobresalientes de Inglatena. los tiempos peligrosos do las revoluciones ele
Sus producciones son tan características co- 1830 y de 18~8, y en la guerra con Alemania,
mo las del famoeu novelista Tbatkerny, tan épocas de grandes glorias é inmensas decepinteresantes
como las de Trollop y t:m filoAÓ- tienes para tC'dos los hombres políticua, y
1 ficas como las de Jorge Sand, sin llevar Ja- cuando Thicra tenia una parte tan impo•·tante
mas al lector hasta la inmoralidad como este en la cosa pública, los consejos de la señora
último, aunque sí 11e notan en ella ciertas no- do Thiers, siempre juiciosos y sensatos, eran
tas desafinadas que podiao convertirse en al- 1 <~londid(•S por él con el mayor respeto, y ella
go <.'Omo las de un lilJre vcus¡¡dor si se atre-' era t~iernvre su consuelo y su apoyo moral.
viera á tanto. En una de sus últimas novelas, 1 Una vez muerto su esposo, madama '!'hiera
Dertmda, parece como si tuviera wás afecto no vivia sino dt~ recuerdo!!, y procurando en
al judaisnro que á la ley de Cristo, como su- lo posible hourar la memoria del compañero
cedo frccucntenrentc con loa ultr~~o-protestan- de su vida, muriendo á los sesenta y uos
te11 de In~) aterra. Es tal el teJTor que tienen añoe de edad, duspuca de una viudez de poco
: de acercarse á la Iglesia romana, que prclie- más de tres aíios. Honreruos á la mujer que
ron pasarse á la ley antigua, supo, conservando siempre su uignidad, cntnvlir
con la verd:~dera mision que la ha señalarlo
el cielo: la de no solamente ser la compañe•-
a. material del hombre y la madre de
sus hijos, sino tarobien una parte de 110 alma
y la rnitad de su ser espiritual y moral, la
con~<>jCJa del hombro en lae grande& crisis de
su vida, puesto que la mujer puede ver sin
ofuscar.o por lae luchas cercarlaS de la política
activa, mucho 10ás claro que el que ee
halla t1ohre la arena cuyo polv~? puede cegarlo
á d~stiempo.
III
La tercera mujer notable es LA Vlt'DA DB
1
Tnum<~, la que aunque no es fanroaa por sí
sola, srrpo de tal manera hacer parte de la
gloria de sn esposo, qne durante el último
tiorupo uo la vida de e&te ciudadano francca,
1
en toda accion pública ó privada de Tbiere
1
so cncuoutra el norabre de 1111 Cllposa.
l 1 La señora de Thicn¡ era hija de un rico in- ¡ rJustrial dulsur do Francia, el cual ~>diviuó en
el jóvon estudiante al futuro homLrede Estado,
le acogió un au caan, le proporciunó rocureos
1 para empozar su brillante carrera, y por úl'
tiwo le d.ió por cspusa á su hija, quo apéuas
No h~tbiendo llegado el paquete todavía
no uos 68 posible prolongar 1• Revista esta
vez.
1-3 •• \.. DB S.
BREVE DICCIONARIO
D E M U J E R E B O É 1~ l!l 1J lt E S .
A. l'fT J OÜE OA D .
PE~TESICLK\--Reinn do ltll'l Amazona11, ·ll años áutoe de Cristo. Dc•cRpemyéudola clcmasiado débil, ella le oJala
hacha, 1187 atlos ántee de Cristo. uifll
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Prensa
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La Mujer - N. 54
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