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Imagen de apoyo de  El Cóndor: periódico literario - N. 41}

El Cóndor: periódico literario - N. 41}

Por: | Fecha: 02/04/1871

PERIODICO LITERARIO. NUMERO 41. SE PUBLICA TODOS LOS DOMINGOS. L \.S ·RIE DE 12 NUMEUOS VALE 60 OVOS. Editor re ponsable, JuAN C. AomLAR. Agente general, LÁz.\.nO Tono Z. CONTENIDO. J!n primera Ó.Jlel'n olombinnn................ Por la~ daccion. l •n ne~ro ('.abn.llcro .... . . . . . . .. .. .. .. . . . . . . . .. .. Por amt-Amour. ' L E ·p r JlZ "... .. .. • . .. • . .. • . .. .. • .. .. • .. .. • 'or .... Itemin i ce nciu.tl . .. . . .. . .. .. .. . . .. . • .. . .. . .. .. . .. l,or !'edro A. I ·az y C.] •'lllucilo . . .. . . . . . . . . . . .. . ... . .. . . . .. . . . . . . .. . .. . . . l>or L. M.lL T. Lltcra.tw·a musical . .. . . . . • . .. . .. . • .. . . . .. • . . . . . l'ot ...• :MEDELLIN. IMPRENTA DEL ESTADO, ...___ ____ ____:::,Di~gita:::,=:::lizad~o ~or la~Bi~bliot~eca~Lui~s Án¡gel Arango del Banco de la República, Colombia. VARIEDADES. i les, los uscritores dicen que el pais no nece ·ita \ ni los unos ni las otras . .............. ___..,.._...-~---------~-----------------------------~, ~ Si los redactore e t..tn en su oficina y atienden LOS SUSCRITO RES ; á sus n~gocio , los u critores dicen que son DE PERIÓDICOS ~ uno~ orgu1loso intratable . : S1Jos redactores salen á Ja calle, los suscrito- Si un periódico contiene mucha lectura, los :: res dicen que no atienden á sus neaocio . su cri.tores se quejan de que hay muy pocos ~ Si los repartidores llegan un po~o tarrle á )a anu~cJO~. . . ~ c~sa. de los. u critorE' , é to se quejan de que t el t1po e grande, los su cr1tores se queJan \ s1empre reCiben el periódico muy tarde. de que hay muy poca lectura. { Si los repartidor \an temprano á la casa de Si el tipo e pequeño, lo suscritores se quejan \ los suscritore , estos s~ quejan de que le quitan de qne no pueden leerlo. i el tiempo. Si el papel e de mala clase, los ~u critores di- ~ Pero si se in. nlta y ofende la moral ptíblica, 6 cen que los redactores son muy rume . l se cen ura la idn. privada, no solo los u:crito-i el papel es de buena. clase, lo uscritores ~ re , sino el público en general, apla.uden á los re· dicen que lo redactores son muy fanfarrones. ~ dactores. i e cobra adelantada la su cricion, los sus- \ Tale son, en re lÍmen, los frutos de la pren a critore echan pestes contra lo redactores por { periódica para los pobres redactore:. desconfiado . ¡ i no cobra adelantada, los su critores de- l Tnel\'en las su cricione despues de leel'la , di- ~ ciendo ne no se suscriben p rque es muy cara : la su cricíon. ~ ~ i . e dan noticias telcgr(lficas, lo su critorcs ~ dicen que on borregos. ~ i no e dan noticia telPgráfica.s, los uscrito- i re· e quejan de que el periódico car e de in· ~ tere . 1 i e publican vat·i dadE' .. r l1e ho dh r o., ~ lo Rn. ·ri ton' e q uE'jan de que el p riódico e t:\ ¡ 11( no de t nterín. . 1 ~ i no :o publican vari dades, lo . uscritore ~ dicen qu los redactore son uno: imh~ il . 1 i se puhlico.n arUcnlo original . , Jo: u cri- : tor e quejan de que no ~on d ma iado euér- { gico ·. l i e copian artículo 6 se publican cosas tra· ·: elucida.·, los u ·crilorr qnE'jan de qne ya lo ) ]tabian leülo en otro pariótlico y dicen que los re- : dactor son uno holgazane . ~ i se nlal>a á ;1)cruien, lo su critores e quejan ~ d c¡u el p riódico no es imparcial. \ i no e alaba á nadi , los u critores dicen { que los redactores son uuas fi ra . ) i se publican artículos d moda , los sn cr1· ¡ tore ·e quE'jan de que el perió ico e tá lleno do ~ papnrmcha . : Si no e publican artículos de mo(las, los sus- ~ critore dicen que el periódico es tm vrjc torio. ! Si publican poe ía. , los , u. critore dicen \ quo lo· redactores son muy sentimentales y ro- : mAntico . \ Si ·o lo . e publica prosa, los uscritore dicen ¡ que lo redactores on unos ignorante eri litera- ~ tura y que carecen de gn t . ~ Si se habla de política, lo u critores dicen que ~ los redactore on enemigos del gobiemo y que ~ q ni eren empleos. ? Si e habla de libertad de concienl·ia, los sus- ~ critores diceu que el periódico e hereje. } Si se habla de instruccion pública, los suscri- j tores llaman pedagogos á lo redactores. ~ Si se habla de ferrocarriles y mejoras rua~ria- ¡ Un periodista. MEJOR VE GANZA. Qué pocn v nganza abriga Contr·a a~to1, P dro Antonio; iendo que vió ha ta el Demvnio \1ando e pu. o el calzado Qne en mala hora ompró, Y qne • ol esto ba tó Para voh·erlo pru ·ia no. P ca, m y poca Y n,.,auza Abrigó ntra a tor llahi . ndo mil mal e peor Que tortnt·an m á· 1 alma .••• Ha tala de un santo Job. Si en lugar d 1 café frio Y de la barba blanqueada Le de ·rara que viviera En una ca ·a alquilada, Pajiza y embofiiaada Con gotera en la cama; O con la mujer con .... (No digo que s imprudon ia) Que en lugar de una caricia L haga una gran e:iaencia. O de earle lo <{u e algunos Deseaban para J e u , Que lo casaran mas bien Que darle muerte de crnz. O haber de eaclo mas bien .... · (Digo aunque falte aire. peto) Ilacel'lo alcalde en lo Ande , iendo Baltasar Prefecto. O er mae tro interino Y llamado ;\ la OJ'mal Y tenerla qué a~uantar Para consegnit· de tino. Con todas estas friolcr(ll Le hubiera de earlo un mal; Pero que le griten feo, Que le regalen un gallo, Que se le enoje el caballo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango:....:d=ei ..;:.;Ba:::.:.nc=o=de:...;;la...,R=ep=úb=lica::a..;;;, C=olo=m=bi;:..;.a. -----~-~---' Cuando alga de pa. eo, E de. ear muy rE-ducido Para vengar de un villano Que pudo rolver pru iano Al que frances ha nacido. JADlE MEJfA. Andes, l!l de marzo de 18il. LOS DOS AMANTES. I Era de uoch~. La mocle. ta luna O tentaua dono a, u fulaor, Las estrellas bordaban el e pacio, P~rlas de Dios. Ar.nl C'~tmpnñnua, (Jualla frente de pudi a don ella in una mancha. Un j6ven de mirada centellante, Fre ·cas mejilla y rv ado labio . , D frent(> ter a, de cah llo blondos t'C po:, dorados, }~n un cnb:tllo de e lor retinto D h nnosa crin ·de ro bu tn carnes, alió de ~Iedellin, ~traY '. 'ando Plaza . y cnlle , Al pu hlo ele*** . e dirigió el mancE-bo, luy tl'i lt , cal,izhajo y pen ativo , De cuamlo n cuan o 1 •lrnia la be tia, Daba un :uspiro. Qué r 'it1ha él en c. a hora .... 1 11 • ¡1e 1a qué tormento lo a aliaba 1 ~ ería un recuerdo cru 1, al~m martirio De e ·o que matan1 A vece f)n sollor.os prorumpia, Por ·us mejilla · h~grima . rodaban, Su fria ·in duda el desdichado jóven Penas amargas. El j6,en henno o, nallardo y Incido A liuda 1loncella. u amor con a aró; J>ero ¡ay! qn In uerte con ceiio maligno u dicha, su gloria, su paz le rob6. Por fin lleaó al pneblo do en tiempos felices Doquier re piraba la dicha) el amor .... ; Ma ya e ha cambiado lo alegre por triste, FtLé muy de graciada su pura pasion. Llegó á la casa rle . u hermo ·a dama Y apre ut·ado, nl punto de ·montó, La madre de la nitia, contri:tada, Al mirarlo dió un grito aterrador. ¡ Qué ha . ucediclo! dijo el jóvt-n, pálido, i Dó e tn, dó e tá, señora, mi Leonor 1 La madre eutre ollozos contestóle : - r a mora su alma en la mansion de Dios. El jóven al oir estas palabras Con e. panto mortal s~ e tremeció, Cnal i hubiera entido entre su pecho Eu pedazos partir e el corazon. Fuera de f, lanzó e hácia la ala, Allí el féretro e taba de Leonor, Y coaienclo u numo blanca y yerta Esta tri ·te palabras exclamó: -" I~eonor, Leonor. Tú que eras mi consuelo Y mi única e pE>ranza y mi ilu ion, De mf te s~:>para. te .... ángel divino, D~jáodome stanido en el dolor .... En la. lfneas que aye1· me dirigi te 1\le diste un cruel y po iti\•o odio · Ah! :in duela sentías que la muerte Tus párpado cE-rraba, mi Leonor. Ruega :í Dio. por tu amanto ele graciado Y que pronto me lleve á ·u mnn ion¡ All¡í no unirémo pa1·a :iempre, Allá oronarémo · nue lro amor. Adios, Leonor, me ·iento de ·mayado ...• l\Ii c01·azon rompe de dolor .... ué haré . in ti, . in ti , precio o arr.:lngel .... · Cúmpla e al fin la \'Oluntad de Dios. " V cunnd el . ol hrillabn donoso n el oriente, El jóven , del d . mayo solícito rol\'ió .... M~. ¡ay! que ya .· u · ojo. no hallaron el c:ul;1rer, Ya est..'tba epnltudo el cuerpo de Leonor .. II Maximiliano (n f llamaba eljóren) Al nño ele e ta e cena <.le dolor, Yfctima fné de enfermedad muy grave, U !la fiebre maligna fin le dió. PRe Dio en pago de . u aran tormento Qui. o llevarlo , al fin á , u mansion, Y u alma voló al ci lo limpia y pura Muy presurosa en busca de Leono<. JosÉ VICENTE FEnNÁNDEZ .J. Medellin-1871. A N. N. Si el amarte mujer es un dE-lito, lloy delincu nte y criminal yo oy, Porque e tan arande mi amor, tan infinito Que no puede e.·tinguirlo sino Dios .. ! Si porque te amo con amor tan santo lloy se me juzga criminal á mí, ¡Que me ca ti..,uen: mi dolor no es tanto Para sufrir porque te adoro á tí .. ! Digitalizado ROr la Biblioteca Luis Án el Arango del Banco de la ReRública, Colombia . 164 ¡ Oh ! nada importa que e te amor, señora, Con el tuyo merezca la expiacion, ¡ Que- no. ca. tigu n : rlel amor la aurora N o e apaga jamas del corazon.. . ! Porque . i e crímon un amor ardiente-, Tatnbien :í Dios acu an criminal: ~ 'n santa. ancrre hnmeclcció su frent.,... Por e-l amor que le brindó al mortal' ' Asf, no importa q11e nuestra ahnl mue Ni que. u llanto el corar.on derrame, Ni q ne el dolor y u ponzoña fiera 1 ean d 1 ·sepulcro la dorada llave. All;í. en la tmnba donde todo es ca1ml 1 E!le palacio do la muerte mora, DotH1 se obtiene lel amor la palmn, Donde so enjuga el llanto del qu~ llora; 1 pcrdnr;\ tan crimitwl desvel (Si n."f puede llamar e e a pa ion) i Y voln.rémo junto hn. ta el cielo A recibir la benilicion de Dios ..•. ! FRANGO. YRrumnl, mar?.O de 1871. OFICINA Medellin, Calle de Bolívar, A:TIGUO .AL l •¡.;, DEL 1\KOR .FJ~R. " A.:D RE 'l'HEPO. Pon<'mo <'n <'Onocimi<'tllo d lJ)~íblico que }¡e­Dl()!:; · . tahle ido una ofirina <'ll bta indarl, que e ·t~r¡i nbictta t do 1 clia, y en qul' nos ocupaté­mo · d lo sicruiente: !Jcvt\r libro. por pa. ti da doble 6 simple, s~an d parliculare' 6 de cualquiera e ·pecio d com­paiiía .. -JlacC'r liqniua •ione. de cue-ntas de par­ticular" ó de compaíifn .-I•'ormular y e mni­nar en ntas y facturas.-Un er uocuwcnto .. - Ltqnitlar mortuorias.-Ha.cer opia:s de docu­mento di:' otroc; rsc,·~o:.-Arrcglar cuenta· de empl('Rt. > gne mm! ja 1a onclos público .. -E. cri­bir corr 1' 1d ncia.-t .t uclercompromi.·os eu sociedru ~ minas r ott"'; mpr :sas.-Y, en gf:'ncral,: odo trab de escritorio. A ;l. 1lAS NOS .LNCARGAMOS DE Y nder en consignaciou libro , Yino , tabaco, cigarro , tílile ele critorio, mubrNos, harina de trigo y otro· productos indn tri:.tles y agrfco­la .-"Pr\'ir de agentes de periódicos na wu, les y extrnnjeros &. La corre pondf'ncia se dirigirá á cual11licra de los il frn ·critos. TENE)JOS YA DE VENTA: Tabaco ·npel'ior por mayor y por mrnor.-Li­bro · ' ·;aria da. e .-Encurtidos.- ardinas.­Ciruelas pa ·ns.-Cigarros y cigarrillos.-Braudy superior.-Vino jerez, mo ca.tol y malva ·fa, e'­pañole .-Vino vermouth.-Fierro marc :ao.­Candeleros de metal.-Ba ·toncs.-Sombrero ·.­Pizarra .-)farcos para fotografía .. -:\fal'cos para pe ar.-PapeL florete rayad .-l apel re.-A.;.:nl de Prusia.-Cintnrones de chaml y otro. e ctos que ofrecemos al público á. precios moueratlos. Pedro Brnt•o.-{/lum de]) 'oa Echcve!'ti.-Gmnan Brat•o.-&babtian Brat·o. 3-2 RICAI\DO RODl\IGlJBZ lt Oft· ce ns crvicios en meclicina, cirn!!fa y ob letricia <\toda la. · pcr onas que tengan á bien honrarlo con su coufiauza. PREC[ S. Por una. con ulta ó recela en su ca a , 80 centavo:. Por una vi. ita {lln en tl del pnci nte 1 Por lo YiAje; qu deba hacer fuera do esta ca­pital pot· las vi ·ita· á qne ·o le llamo ele uocho, eJ pr CÍO ,er:\ COI1\E'DCÍO!llll. De ·pacha en su ca a de habitacion, calle d~ Palacé. 3-3 .Admini trado por Lont·:~zo ~1 'RQUEZ y DA<"IEL. A LAZAR. 1\ledelliu, plazuela de la Vera- t"Uz, mlm. 30. 6-G J>one en conocimiento de su. faYorccedorC's, y cspecinlm nte de los aficionado · t la m u ·ica, que le ha llegado un mngnffico piano de la acre­ditada ftíbrica de Pleycl 7roljf y JUe stá á la. di ·posi ion d los que quieran ocuparlo en su profe ion de piani tn. Da. lecciones .~las efioritas y á los jóvenPs; temvla y afina piano : ·e encarga d tocar con eL sext to que tiene organizado 6 sin él, ya en cí teatro, ya en Jos baile. 6 tPrtulia:. ·a en lo. cer­tnmen .s 6 <'11 otra c1.mlquiera cla e de flmcione .• Tambien en eña á cantar y á tocar a11itarra. 6-6 SEÑORES SUSCRI'rORES~ ~El Oondo,- demorará su sali­da, lut ta el domingo 16 del corrien te. ~ SERIE IV. ESTADO S. DE ANTIOQUIA. NUM. 41. LA PRIMERA OPERA COLOMBIANA. ,. La zarzuela española, como el vaudevi- A tos sEÑonEs noo"ron J. 1\f, VJolR(}ARA Y v., r.x. A. o•no Y llle franoes, es un corto drama en verso, J. U. MARROQUIN, MI.KMBROB CORREBI'OliSALEB DE LA Í apoyado Cn Ct\llCÍOnes, Ó tOdO ól CantadO : BEAL ACADEWA ESPA OLA. ¡ 1 o b ff 't 1 . ¡ es a pera u a 1 a 1ana. I ~ U na O pera es una aocion trágica ó horói- En el número 27 de esto periódico pu-) ca, en la cuullos actores se valen del can­blioámos un artículo dando cuenta t n~es- ~ to en vez de la declamacioo, tales como tros amigos de Antioquia de la que remen- i Norma, P'J'a Diábolo, ll Barbiere di Sevi· temen te ha compuesto el señor doctor José ~ glüt &. J oaquin Ortiz, fundador del Liceo gra.na- ~ El Mctastasio fué uno de los primeros dino, editor de las poesías do V árgas Te· ~ que compusieron óperas en Italia, en el si· jada y Caro, autor de las Cartas de un sa· i glo pasado. cet·dote católico, Recopilador del Parnaso ~ Qué quiere decir proverbio? Proverbio granadino y do la Guirnalda, nutor ~e ~as ~ es una palabra comun de doble significado, Sirenas, de una Historia dol descubnmiCn- ¡ más valía que el autor hubiera llamado á to de América. y del P?em~ (inédito) ti tu· ~ au Opera par{tbola, con cuyo nombre ovan­lado Colon, joyas precwsfs1mas de nuestra~ gólico la oonociamos de antaño. literatura, en sentir do hombres co~peten- ~ A propósito, qué querrá decir IJolo1'a? tes; y ademas, redactor de LCfl Car~aaa, pe· i Nada. Eso no es latín, ni castellano, y ese riódico que defiende ol catolicismo y lamo·~ titulo llevan algunos terni irnos y bellos ral, o?nsagrando muchas de. sus column~s ~ cantares de don Ramon de Campoamor. En á. la literatura do nuestro pats Y. al estud10 ~ latín se llamaban Elegías, porque son can­de ~~ostra rica. _lengua, repr?duetendo com· ¡ tos tristes, como lo revela su etimología pos~ clOnes ~spanolas y amen canas de reco· ~ griega ( elegos ). noctdo m?nto. . ( Dejando á un lado la cuestion termino· . Y a. tuvimos ~1 gusJo. de leer dtoha Opera ~ lógica, vamos á. la principal; y compare· t1tulada E~ IIyo P~od1f!o, en el número 31 ~ moa la del señor Ortiz con una de las 6pe­de La Gartdarl, Y dtrémos á.lgo ace:oa de \ ras mas acreditadas, con la Sonámbula por ella para que nuestros lectores rect1:fiquen ¡ ejemplo ' el juicio que hayan formado, protestando ) · , ,. de antemano y con toda sinceridad, que no ( La Sonambula es d.rama lü 1~o en tros ac .. nos creemos á la altura conveniente para~ tos, poes~a..de Romam,oonmúsiCa del maes-emitir un juicio sobre tal obra con el ~pe- ( tro Bell~~ 1 • , / . • tecido acierto. Para eso los señores m1em- ·1 El n~JO Prod1g o tJene cuo.tro actos y un broa de la Academia. española, con cuyos ~ prólogo famoso, y música del señor Diego nombres encabezamos estas líneas. ! Fallon. El señor doctor Ortiz la intituló Prover· ~ La Sonámbula tiene siete personajes y bio, con notable modestia; pero todo sale \ sus. coros, y la escena pasa en una aldea de allá, y si no, que nos diga. ¿cuáles son los ~ Suiza. límites que separan una, de otra composi- ! El Hijo Pródigo es representado por sic· cion? \ te actores, siervos y coros; y se supone qua Digitalizado EOr la Biblioteca Luis Ángel Arango dtl Banco de la Re ública, Colombia. 322 EL CONDOR la escenn. pasa á inmediaciones de Jericó. ~vista á aquellos dulces hogares en donde Es un drama (eucarístico) amoroso. ~hay salud, paz, abundancia y sobre todo Por lo que hace al número de versos, es~ amor; y llorando arrepentido toma el bor­dccir, en cuanto á la extension, allá la van; ~ don del peregrino y emprende su viaje. El pues si el Pród1f¡o emplea 729, á la Sonám- ~ padre que lloraba su ausencia lo ve venir bula no le faltan 675. ~ desdo lójos y sale á recibirlo con los bra- Lc¿ Sonámbula está escrita en endecasíla- ~ zos abiertos, se prepara un banquete para bos sueltos, t ersi sciolti, como dicen los ita- ~festejar al hamb11iento y ésto excita el eno· lianos; el P~ródigo en endecasílabos con ~jo del hermano. asonante que varia de escena en escena y · Este es el poema del amor espiritual, el muchos trozos en silva para que no fati· ) poema eucarístico quo leemos en el Evan· guen el oido; y en una y otra ópera, los / golio y al cual dió formas el escritor ame· versos do los coros son rimadoH y canta- \ ricano para que se pudiera representar en bies. i la escena. Hasta aquí parece que la balanza está ~ Esto no tiene nada de sensual: las m u· en ~} fiel~ . · l jeres, las risas, las copas medio derrama- . Bl Pr?clz,qo es una Ope;a, ,no es Prover- ¡ das y las guirnaldas de flores se quedaron bw 6 dc,1ará de serlo la ~onambn~a. ( allá. en la orgía de los pln.ccres. El seüor Or iz es buen habh . ta de la t El t d 1 o , b 1 t El ll 1 l : 1 a¡;¡un o e a AJOnam 1~ba es es e: 1 • longua ca to11ana, y so eva a pa ma en- { . . . bl · tre los ver ificadores del continente por ~ vmo, JÓVen muy tlCO Y no e! estaba perd1· · B l o' . 1 damente enamorado de Amma, muchacha. confca10n de muchos. asta ecr u pma ¡ · t d t d b 11 t · d 11 f d . · v1r uosa y o e:x. rema a e e:¡a que ema para convencerse o e o, y su . ecun a 1m a- ¡ 1 d · d i b 1 E 1s b O'inacjon trabajando en tan rioa mina, no \ a. ed glraow.t . 0 se~ 8001~ 6m.( uta. n v phe- . · '11 d' ·1 : ras e ma nmomo sa 1 us a una noc e ha hecho un JUgucti o e tu mut1 p ra en- ¡ a· d d á d 1· d d trct ncr á. los a1umoos del cminario, co- ~ me 10 csnu ~ ' casa 0 188 00 e ca· "11 11 · 0 , Op ~ 1• nln 111'fica ( sualmentc habH\ posado el conde Rodol. fo, mo ~ o ama, sm uu:.. e .-g · e d 1 d 1 · Q d · t tetillo todo los 1 y en vez e acostarse en a cama e a am1· d. uáo vlcngnn ° le::;os J}fl.Zn"'s de La C'a?·~· \ ga se acostó en la del conde que habia sa~ 1as , 1errnosear as png1 "' ~- '· l'd 1 11 1· 1 1 b llf dad, del Corre do las Aldeas y del Libro ¡ 1 ? tí a ~a e. lSa que a co ~m ró a ' d d 1 f ·1· 8 0 •· 8t· nnas y bautice 1 salló tamb10n y alborotó el barno desollan-ama o o as am1 1a n 1"' , • : d · l · h h y· El los su autor or modesti con el nombro ) ? v¡va á a mocent~ mue a~ a. mo . • 1 t r ' ¡ vmo, con algunos amlgos, funoso, á. ccrclO· que se 0 an °J 0 • ¡ rarse del hecho. En esto volvió el conde, II ~ les expli<;ó las cosas del magnetismo, so Queda demostrado que en cuanto á las l calmar?n los ánimos, se casaron los novios formas literarias, tan Opera es la una co- ~Y termma la Opera. ' .1110 la otra, y viniendo ahora á la compara- ) Ill cion~ del argumento, bá.ste~lOs sa~er que la ~ Esto en cuanto á lo sustancial. Citaré· Bonarnb~tla ?S un oucnteCil~? nUl;o~ como 1 mos ahora con parsimonia, algunos pas~jes otro cualquwra.; poro ellj..lJO 1 ro{Zlgo Y la ) de una y otra Opera para que los señores, Opera del ~fOiscs, or eJemplo, son asun· ,: dA · f ' t d · · · , . 1 . d , aca um1cos ormen roas acer a o JUlCIO. tos btbhcos que, por mn. maneJa 08 que i pues sabemos que uno de ellos es amigo del s~an, deslumbran por el fulgor que de8 - i autor el señor Caro ha sido su discipulo y p1dcn : ' · ' El . d t d D' 1 . d i todos tres saben ver~:~1ficar. peca or se a par a e ws, se a CJa e ~ . . . . la casa. paterna y va á malgastar los te- ~ El rmo, dommado por la funa de los ze-soros de u juventud en las regiones del ( los, exclama: vicio. ¡ ''Son creloso del zefiro amante Allá, pasada la embriaguez de lns pasio- ¡ Che ti cberza col crine, col velo nes, el culpable so ve reducido á la última ¡ Fin el ol che ti mira dal cielo miseria: ienen en tropel los desengaños; \ 'Fin del rivo che specchio ti fa u. oye al fin la voz¡ de la conciencia; vuelve la i Zeloso estoy del céfi1·o que juega con tus Digitalizado ¡:>Dr la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la ReP.ública Colombia. EL CONDOR 323 cabellos, del sol que te mira y hasta del ¡ Respecto de la mlisica del señor Fallen, arroyo qut3 te sirve de espejo. ~ nada podemos decir; el pnblico ilustrado Y t t ~ de Bogo M. la oyó con delicia, ésta es la me-en o ra par e : ( · b · • • ~ JOl' apro amon. Ah! per chb .non po~so odJartt } Se nos cuenta que el señor Fallon pa· Infedel, com' 10 vone1 : . ' Ah 1 dt>l tato aneor non sel ( dre, es un modelo de cumphdos caballeros, Cancellatta dal mio cor 1 i y que su hijo es un niño que en sus juegos I fi 1 h 1 ~.. d d' t ; silbaba. como los pájaros, maullaba como n e , a ¿ por quu no pue o o wr e co- ', 1 1 d b 1 mo quisiera? Ah! todavía no estás borra-) 08 gatos Y. da rada .00.ruo. 08 pcrrods, ?0n d t t d · 1 \ tanta prop1e ud e umtacwn que a mn·a-a en eramen ° e ml corazon ~ ba y encantaba. Hemos visto de él compo· Y en el duo de A.mina y El vino: ¡ siciones en verso que son verdaderas poe- Nol) é questa, ingrato core 1 1 sías por la cadencia y la imaginacion. Non é questa la mercede. í N o es raro que un poeta traduzca á otro ELviNo-Ch' i sper~i per tanto amo 1 re." ( poeta. Ellos se entienden 1 A:mNA.-Che aspetLat per tnnL.."l. fede... . . • • •, A t t d · 1 1 Ah! m' hai tolta in un momento \ nos o ros nos oca a m1r:u· os . Ogni pe01e di contento. i Los REDACTORES. Ah 1 penosa. rimernbranza 1 Sol di te mi risterá. { 1 Abora, veamos á nuestro compatriota. que ¡ UN NEGRO OABALLERO. en el primor coro se expresa de esto modo: ( A u IIERMANA nor.oJ '. . Torna .... a-vecilla pl'ófuga ! ¡ ( It itat1o del ínglcR, de R~ms y, por Saint-Amonr). Como torciendo el vuelo ~ J osó Re rhc, e ·a. un negro res etubil:si- D ja 1 pa.tl·i ci 1 · · 1 · 1 l 1 TI 1 d , t·cyonrlo en tro uelo,· { mo que VlVUL en 1 • e e u :u· n a. Hallar felicidad 1 ~ Era trntaute de ofieio: y te i:L much0s DPjas tn fuente lfmpidu, Deja tn~ bellas ílorf.' , Los río bramadQr s, Del nnr lo lo olores; Tu patria d~jas ya! El coro á la Esperanza vale un tesoro; quó cadencioso, qué tierno 1 J negocios, y los manejaL~~. tan bien que en •' toda la ciudcJ.d, que está llena de tiendas, la suya era In m u conourriua. de todas. H ... vivid algun tiempo con él, y rue pareció siempre comedido y atcuto, luborio o y honrado. Filomena, su hija, es una zamba de diez . y ocho años con zarcillos, gargantilla y pul- Dulco Esperanza, aura ele vida, , De lo que lloran, único bien, \seras de di<.tm, ntes, que s le {¡, pasear oh Ven! y de u alma sobre la herida ~en volanta, hermosa como una noche e ·trc- Derrama el b~ilsamo an. iado! Ven! ~ lla a, con su talle de sílfide y sus braz os, Ven, Esperanza, ven! i de cn.obn hecho á torno: José .,e rccrc11 Y cuando sobrecogido el pecho de angus-) en In ~ija, y les cuc~ta. .con vanidad á t.oJos tia, Eliacim dice á Nooma, respondiendo á~ ~os umtgos que la scno~tta hab~a ~dema del sus tiernM razonoo: · \ mgles, su lengua propw., el ltuhauo y el Contemplo el brillo de las estrellas, ( francea; que escribe como un hombre, so,be De las alond 'as oigo el cantar, ~ la geografía, y lleva una cuenta de comer- Del sol poniente sírro las huellas i cío en partida doble como el mas pintado. Cuando de tarde se hunde en el mar¡ : Y descuidado las flores miro, i Pero no voy á. hablar de In bija sino del Y sin pen arlo lanzo un suspiro: ( ¡nadre. En 1756 ht~bo en la Barbada aquel Flores y alondras, tarcles y e trellas ~ memorable incendio, que iba acnbando con Se;rm muy gratas, on\n ~uy bellas; ~ la poblacion, y arruinó á muchos de sus ha- Mas no me pueden reaocJJar \ b' t t J é · · b · f' b • ¡ 1 an es. os v1v1a en un arno que a. or- Felioitamos, pues, á la República por la l tunadamente fué respetado por las llamas; Prt'mera Opera escrita. por uno de sus hi- \ y manifestó la bondad de su carácter soco­jos. Es un triunfo literario! Triunfo de la~ rriendo y aliviando las penas de sus veci· paz l i nos. ·Digitalizado ~orla Biblioteca Luis Án el Aran o del Banco de la ReP.ública Colombia. 824 EL CONDOR Entre ésto!.i estaba arruinado y peor que 'l lUsimas, cayenas y olorosas rosas de su jar· eso, debiendo ¡lruesas sumas, don Juan ~ din. JHalhot portugues, hombro lleno de vani- ~ Filomena mostró á su padre el ramillete dad y oberbia, el cual tenia un hijo bien { y lo leyó los versos, ufana de ambas com­parecido que estaba perdido de amor por ( posiciones. El padre que la adoraba con en· la zamba encantadora. ) tusiasmo la abrazó, le dió un beso en la. Llevado de su pasion pidió el jóven la) frente y le dijo al oido: convfdalo á comer mano de la doncella, pero el portugues se ¡ hoy que yo tambien quiero colgar al amo opuso al matrimonio, diciendo con a.rro- 1 0Ó!rlcs. Así lo llamaba con humildad y gancia que la sangro de los Malhot y Al- ) amistosa ternura. burquerquo que ci t·culaba por sus venas, no ~ En efecto, vino Cá.r los á la casa y se sirvió podía mezclarse con la de uoa. zamba miso- ~ la. comida para unas quince personas, eYÍ· rabie, que tendría i mucho honor ser la co· ) timdo con cuidado el fatidico número trece: cinera de la casa, pero que esta ha lójos de l dos comerciantes riquísimos con sus seño­igunlar oon su hijo, mozo de veinticuatro \ ras 6 hijas, el capitnn del puerto, el señor años, noble, instruido 1 buen mozo, rico, y á¡ cura y otros dos amigos. quien le sobrarían señoritas con quiónes ¡ La comida fué opipara y suntuosa por el casarse el día que se le antojara. ~ lujo del comedor y de la vajilla, por los Filomenn. y J osó so trarraron aquella pil- ¡excelentes manjares y vi os de primer ór· dora, aquel insulto; y entre tanto el jóven ~ den. . . . . proseguia mis y má euumorndo de la. mu - ¡ A Ftlomena. le h1c1eron repct1r á la. ho­chacha, cuyo color de noche oscura 6 do ) ra de los brindis lo~ versos, y en .un gran boca de l bo le gustaba sobre todo, y ~ frutero ~e plata cmoclada. so ve1a, entre cuyos virtud s y talentos le parecían aada 1 lns admu·ablc. flores do la. Isla, u~ gran ro­dia mayores. Po1· una de sus sonri as diera ~ llo de p~~elcs cuyo contemclo nadte acerta· el alma 6 como ijo un bárbaro romántico: i ha á ndtvmar. ' ( Eran los documentos hipotecarios de la. Si mil mundos hubiera, vitla mia., ), deuda del padre de don Cárlos. Por la sonri . á de tu lindoti labios 1\lil cielos y ruundo yo daria. ~ Cuando sirvieron el café, al encender El finchado portugues dcbia al honrado ~ loa ar~mátioos cigarros ~e la Habana, J ~­africano, como quien no dice nada, la bico- ¡ só cog~ó l.os pap131cs~ ~ dlJO : éste es el últ1; ca de veintcmil fuertes, al módico interes 1 m o br1Dd1s á. la feh01dad d~l amo Cárlos. del uno y medio por ciento mensual, capaz l Estos son los pagarés y esc:_1turas que com­dcrcventar al mismo diablo i y por lo mis-~ prueban que su padr: el se_nor de Albur­mo estaba temiendo que de .una hora á otra \ que.rque me debe vemte ~11 pesos ~o~ sus se presentara el acreedor á cobrarlo dicha ( réd1tos en n~eve meses., y al dec1r ésto suma con los intereses vencidos, cuando su ¡ muy tran~ullo, oom.o st quemara un mon­capital do medio millon de pesos babia ¡ t~n .de paJa, le~ aphoó el fuego y se oon· quedado reducido á unas tierras que no va-~ vutteron en c~mzas. . lían diez mil. ( Todos los ctrcunstantes se muaban con E t e t t 1 ·6 Cá 1 11 ': asombro y bendecin.n en su pecho tan ge-b n r a? o fe J ven, que 1 r os se a- ( nerosa accion. roa a, seguta rccuentando a casa de la ¡ . . . . hermosa afri cana, y en éstas y las ot.ras vi-~ Al dta..sl~Ulente 1 arruma~? Alburquer­no el di.1 de su cumpleaños. La muchacha \ q?e c~nvtdo á J osó y á. su h1Ja á. tomar. el para celebrarlo compuso unos versos lin- ) te, y a que oyeran una banda de mú~1ca. dísimos como sus negros ojos, tan cadcn- l muy buena. ciosos como su sonora voz, tan bien medi- ) Y al tiempo de darle las gracias á José dos como su arreglada conducta, y para j por su generosidad, tomó la mano de su hi· decirlo todo do una. vez sin que tengamos ¡ jo y la puso entre las de Filomena, dicién· que añadir una palabra mis, · tan llenos de ( dole: se11orita! si usted quiere honrar á mi vida y do fuego como su amante corazon. i Cárlos, él será su esposo; José es un caba­A los versos acorupañó un ramillete de be·¡ llero, ea uli amigo, dijo, estrechando al ne· Digitalizado P.Or la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la Re ública, Colombia. EL CONDOR 825 gro c?ntr~ su oorazon : yo no me opongo al ~ éste es la voz de la razon, el eco despreve­matnmomo. ~ nido y autorizado de la ciencia y la virtud. Vanio !. dijo José: entónccs el llanto ~ Estimamos en tanto la seccion religiosa .sobre el difunto. \ en los periódicos y miramos con tanto in- Señor cura, qué esperamo (tal para cual! { teres las produc~iones de este género que ~cheles usted la bendicion y agur 1 ~ damos las mas cordiales felicitaciones 1 á Jos El cura los bendijo, en efecto.; l~orque~- ~ se~ ores Fidel R. Pérez y Luis 1\I. Calvo, ta empezó á tocar una polka v1visn_na, F1- ~ editores empresarios de La E&peranza por lo~ena y Cárlos se abr~zaron, y saheron á ~ 1~ feliz idea que acogieron, esto es, de de­bailar llorando de contento. :· dtcar su pluma y su talento á tan noble ta- Iluminnron el sa.lon y empezó un baile i r~a, al querer establecer en la comercial .de confianza. La luna había levantado su ~ mudad de Guayaquil una publicacion somo­cándida frente por sobra las apacibles on- ~ jant?. Educar los corazones, mostrar y pa­rlas del mar coronada de brillantes estre- ¡ tcnttzar á esos corttzones las sublimes ver· llas. Era la luna de miel! ~ dades que entraña la religion, la religion {que ea para el creyente la vida del alma, \ el pan para la eternidad; hé aquí uno de los ",LA ESPERANZA". ~ deberes mas apremiantes del periodista y Bajo este hermoso y expresivo t ítulo ha ~ del sabio. -coman zado á publicarse en Guayaquil un ( Que esas verdades que La Esp eranza di­in stru ctivo y moral periódico, dividido en ~ fund e, que esas teorías llenas de uncion y do dos muy imp ortantes seccion es: la rcligio· ~ bue n criterio, encuentren cabida en sus lcc ­aa y la literaria. ( tores y mejoren lo que está en la via del Tratar de pintnr ahora las halagüeñas ~ progreso! de struyendo las molas .c?stum­tro. scend encias del periodismo, cqalqui era j br ea hn01 endo ~ na te naz guerra al VlCio, ma­que sea el terreno donde hayn. do producir ~ tando, exterunnando su obra. sus robustos frutos, eso seria una necedad ~ Si el estilo hace parte, como no lo duda· en no sotros. ¡ mos, en tan magna labor, si él contribuye El poderoso influjo que en las naciones } con sus bellezas .. á _hacer mas ef~ct~vos los sur -americanas ejercen las letras de no muy ~ resultados halag~ e nos que el penod1smo se reruoto tiempo acá, las ha elevado á ser ya ~ propone, los senore~ Pérez y Calvo coro­en casi toública, Colomb;;;:.;.ia -------- 328 EL CONDOR A pesar de que el brillo de las estrella de ese \ berbia voz que babia oído y le preguntó si cono· diáfano y cln.ro cielo italiano bastaba á iluminar { cia tí la cantora. la noche, nue tro de conocido podía apéna , re- ~ -Cospetto, signor! exclamó el hijo de San conocer las casas. Bien se veía que e 'to luga- ~ Crispin, i habeis entónces oido al rui eiior 1 Can­res todavía no le eran familiares, porqne él bus- } ta poco durante el dia., pero en la noche deja á caba su morada, y parecía extraviado no pudirn- ;· toda la vecindad satisfecha y hechizada. Si tuvié ­do hallarla. La calle e taba de ierta y silencio- ~ rais costumbre de volver cuando el sol e pone, sa: el ángel del sueño babia cerrado todos los ~ habriais sabido, tiempo há, qué tesoro poseemos­párpado , y los lal>io estaban mudos para la { en nuestro barrio. Os podrían creer un hombre alegrfa y para el dolor, de manera que nuestro ': del norte. Por San Gennaro ! yo en vue tro lu­j6ven no enconLra.ba Ji. quién dirigir e para sa- i gar habría sabido luego, i la hora, que la mas· lir de su esLado de duda y de impaciencia. :, guapa chica de N;ipoles habitaba frente á mi ca- Al fin e detuYo delante de una casucha, cuyo i sa.. . . . • Me 1imitar6 á deciros, que ella tiene estado Tuinoso y miserable revelaba claramente ¡ mejore ojos qne vos, y que no está como vos,, que sn ocupante no tenia la bol a bien provista. : loca por e as patas de moscas que llamais noLas. Con todo, el aire de a1egl'fa que sucedió á su \ Me ha. preguntado quién sois, y yo le he contes-· preocupacion, era un indicio seguro de que ha- :· tado : el jóven mú ico mas honrado y mas con­bia de cubierto lo que con tanta an. ia bu. ca.ba. ~sagrado que hay en Nápoles. Pero en el in. tan te en que el jóven se dispo- ~ Ba ta de chanzas ! dijo Giovanni, y hable­ni a á torcer la llave, oyó algo que detuvo la ac- { mo rlel asunto. cion de su mano. Se pu o á e cu h;u, y entón- ) -E decir, de la cRntora, replicó el zapatero. ces sintió que de la casa. fronteriza se elevaba un : lli n. Canta como un Angel; es bella como U!ll canto ll~no ele dulzura y armonfa que lo hizo ~ ángel; pura como un ángel, y se llama Auno­permanecer como clavado en el suelo. 1 ziata. Su padm era pescador, y a f murió él sir- El que e cuchaba e te canto con tanta aten- ~ viendo do pasto á lo p0ce en una tempestad cion, e llamaba Giovanni Pergole~o. Había lle- { del cabo Mi eno. Ella habita ahora con su ma­gado á N ápoles con su violín, su entusiasmo por ~ dre en la casita de eu frente; vive con el traba­la m tí ica y su firme voluntad de perfeccionar ·e :jo de . u lindas manos, y se alegrará de veros en te arte, porque á Ja sa.zon staban en an- ~ en sn ca a. cÁrlo lo mae tro · ma e ·lebre ; pero su re- : i Querei que prepare la entrevista? curaos eran tan módico , que cualquier otro en { iovanni de eaba ardí ntemente ver á la jó-nlngar e hubiera de 'alentado en tan ardua em- { ven. Re pondió, pues, afirmativamente á ]a pre­pre a. Má. en cuanto á él, su necesidades oran ~ aunta del zapatero, quien dejando con pre te?.a tan modestas com sus preteu iono . La natura- ~ la arrodilladera y la lesna, se pn o luego en leza habia, desde muy tempnmo, de tioádole .á \ marcha, despues de haber dicho a.l músico que vivir para el arto, y diversas circunstancias ha- ) le e perara un instante. Los pocos minutos que bian hecho fortalecer en él la re olucion de se- ¡ tardó aquel, parecieron largas horas al ¡,obre guir esta vocacion. Habfase, pue , marchado á 1 jóven, devorado de impaciencia. Al fiu el zapa­Nápole con el corazon lleno de e~peranzas y de 1 tero volvi6 e.·clamando: alcgrfa, como verdadero hijo de la bella Italia. ~ -Evviva an Gennaro. La vereis ! O e pera. Tomó en casa de un zapatero un cuartucho que ; en la tardo. He hecho de vo tantos elogios que contenía, por todo ajuar, una pobre cama, una :• los oídos os deben zumbar aún. silla d' v ncijaJa y una mesa coja: era todo lo ~ El jóven apéna pudo esperar la hora. que necesitaba. ¡ Giovanni Pergole o baj6 la estrecha escalera Lo que en este momento le cantivaba, era un •: de su apo ento con u amado violín bajo el bra­canto que babia ya oido en el puerto, y que sin ) zo y ve tido con mas esmero que do costumbre. embargo, le parecia muy distinto; en el puerto \ El zapatero entado en su banco delante e su se entonaba por voces de hombre , de rudos ma- ;. mesita de trabajo y al lado de la puerta le vi6 rioeros; aquf se hubiera creído que un ángel ¡ venir. cantaba. U na voz e babia alzado repentinamente 1 -Ah ! Ah 1 exclamó, vuestra paciencia es tan en el silencio de la noche ; una voz tan fresca, ( pequeña como vuestras horas. tan pura, tan llena, tan flexible, tan delicada, tan ¡ Y diciendo e to, reia alegremente con toda su sonora, como nunca se babia oido otm. ·: gana; pero Giovanni, molesto de esta loca 'ovia- Asf pues el jóven mü ico permanecia inmó- ~ lidad, e apresura á salir, se dirigió á la p erta bil co~o u~a estatua; no se atrevió á alejarse, } do la ca a !ronteriza Y lla~ó. . . aun cuando la voz calló y volvió á reinar el si- : . Una anCJana, cuyas facc.wnes mdJC~ban haber lencio, porque se imaginaba que la voz cantaria ) Sido muy be_lla . en otros tiempos, abnó la uer~ <>tra vez. Se decidió en fin á entrar á su cuar- : ta de la hab1tacwn. to, despues de hab~r e p~rado en vano que el ~ -Arl~l~nte dijo, entr~d si~nor. i ~ois el jó­canto re onara de nuevo. Se recogió, pero aun ¡ ven mus1co que de ea on· m1 Anunz1ata? Sen-en sus sueños oyó la deliciosa ¡nelodía. ~ taos y .esperad un momento, que no tardará eUa. L ñ · · t · 1 en vemr. a m a ana. s1gmen e, sus pnmeros paso se ', ( Contimtm·á ) . dirigieron hácia donde el alegre y jocoso zapa.- i ................ ., ...... ~-·---"~--.~----~--·-·------·-"······-- ...... -.... ~ tero en cuya casa habiw.l>a, Le uabló de la .50· : IllPRENTA DEL ESTADO. --------~----'D""'ig=ila=liz=ad=-=o-"'o=-r -=la-=Bi=bl=iot=ec=a =Lu=is~Án,gel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Cóndor: periódico literario - N. 41}

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Diagnóstico veredal de la intendencia nacional del Putumayo

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El Cóndor: periódico literario - N. 36

Por: | Fecha: 26/02/1871

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SERIE III. ESTADO S. DE ANTIOQUIA. NUM. 36. 'EL C TERMINA ~ que ningun estudio serio ha venido á ondu- LA SERIE 111 DE ESTE PERIODICO. ~ recer su carácter Y á dar un temple firme á \ u corazon; más la verdad, esto á mi juicio QJ\i MJ{ll~ f01 IV~ ~ó.+" á, ~ a.~~liQI~~ J (le hace muy poca falta, y con tal que scp~ Út~~~ •t f;c; puc to que tiene á su cargo la noble tar u. de Lacet· la llicha de los u y os; pue ·to que le es dado pensar y 8entir ¿para quó necesita de libertad y para qu6 ha. de dárselo'? ¿ Quó puede hacer de su libertad la huér­fana que ha perdido á los autores de sus días? A dónde irá sola? Podní. viajar? ¿Podrá presentarse en los salones sin una compañia re., etact.1 y respetable? Podrá recibir á us amig o ? Qué hará. pues, de su libe 'tacl r ( u6 objGto t' euc '? La libt:rtad completa so llama y debe llamarse aisla· miento tratándo e de lu mujer, que se mue­ve en una esfera muy limitada, esfera de sentimiento y no de pasioue., é i~tereses materiales. La que pierde á su m:1rido á quien ama a, la pobre viuda, ni estima. su libertad ni hace tampoco uso alguno de ella.¿ Qu6 hay com· parable al lazo de flores de unn. uniou feliz? ¿Qué hay en el munuo mas bello que las dulce alegrías do una uuion legítima, ben­decida de Dios, aprobada por los holllbres, sancionada por todas las leyes morales, in· disoluble por lns armonía d€1 alma. y por las afinidades del espíritu? Y cuando todo se ha perdido ¿ha y acaso fuerza en el alrua para tratnr de bu1:1e· rlo de nuevo? ¿Hay probabilidudcs de h:tli~r1o nuntlue s bus­que ? ¿ Qu6 es la libertad cu,mdo se ha. perdido aquel bien inapreciable, ¡u e es tan raro en la vida, y po · lo minno tan precio­so ? Las 'ulgar ,' <.:O<}l etcría ·, los afectos vulgares ¿podrán licuar ::J.11ucl vacío ? IV A un ]a mujer que b:1. que ado li re por la muerte de. u w· rido c¡uc valía poco, que­da mas oprimida coi sn li crtall 'lue áutes se halbb~t cor.J su scla ituJ, porque eu el rni::~wo sufrimiento, llc udo con resio·nacion, hay siempre eierto con ·uclo, como CO!lpcn­sacion otorgada or el ciclo al dcbct· cum· plido; pue la. vida sin deberes es una vida. estéril, triste, mas ti·i te que la que tieno rudas obligaciones qué llenar. Es preferible vivir en l llolor á vegetar sin emociones, sin afectos; es preferible su· frir á no sentir nada. Las palabras cleber y sacrificio on incom- · prcnsibles para las almas débiles y los es­píritus viciados; más para la organizacio­nes escogidas y nobles stán llcuas de en­canto, y en el cumplimiento uel deber en la abnegacion del sacrificio halbn sublimes compensaciolies. ¡ Ay e aqu lla que no tiene deberes q1:1é cumplir! 1\lás ganaría en tenerlos muy ru· dos! · Solo cuando la mujer ha llegado al in· vieroo de la vida es cuando puede conside­rarse un tanto libre, á cost , sin embargo, de e tar mas aislada. Con lo cabrllos blan­cos puede salir, rociLir 6 ir tí, los i:ipecticu· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CON DOR los, soln, á. su gu to; pero ¡á, cuán subiJo ! pre ·i o habrá. comprado esa independencia! ( La vida acaba donde ter;,u'na el amor, dice ( san Bernardo, y nunca como en la vejez se ¡ ~nsín. ius¡ ir:w y sentir afecciones verdade- i raH y }caítima . l Amemos los l:lzos u e nos unen al deber 1 y no ambicionemos una liberta.d de que n~ i sabe mos qu6 u o hn.cc · cuando el alma con- / serva u santo pudor. Zon.A.IDA.! ,:: ..... EL SUE- O DEL NLi\IO MARINERO. l ( Ycr. ion üet francos). i I>EDICAnAA :'>fT COJ,AI.O 'ADOR Y A. IIGO A)!ED-ALÍ. ~ J::l'n. 1n. mé(lin. no :he : NI blantlo sueiío ~ ~1 ni! mn. ·¡ 1 t'O 'll fin Yacía \ y al soplo el l:t bri . a, suavet'nente ( Sn luunacn . e mecia. ' ) 1Al.l'g:t y peno .' n In igili'l babia. \ ~.: llH fncry,a n.!:;otaslir.an J~a · verdes agnas del inmcn.1o occ~~no Y qnr del i t. ·uf Ji¡r, cahr.iía. ' Ln. ~·i ta an io:a que dir ige ufano · :Eljaí'.min v de Hm·es blanquecina~ Qt~ trepa. so.m~ el techo, E lllflámanle la: parclas golon ;·inas Con su cantar el conmovido p0cho . Enaj .nado¡ te 1bloroso, ntrcabre La puerta. !ll fin; responden á. ns voces Las \'Oce. d€' U" denrlos, y rüeda Por su mejilla cá 1di,la, inocente, Como una p~rla ardicu tt~ La l:lgrima quemante d una madre · Y answ~o el viejo padre ' Vuela hácia él y nlJrázale amoro o En tanto. en dnlc lY' ·o un su labÍo De una vfrgcn al labio can doro, o, Y con abrazo fraternal y amante Le oprime contra e seno delirt nte. ~ 1 l •' ~ { 1 ¡ 1 ~ ¡ l \ ~ i l 1 l E l cornzon del niiío palpitaba Con v· olPncia, y el gozo Gn ardiente ¡ml:5aciott accl raba.; Todo nf< n, to a pena pareein. Haber ce. a do on sn sonriente cefío, Y un murmullo tle di cha y alborozo Int nnmpió . u sueiío . -Gracia:, Dio~ mio, e.·clama, !;oy felice, Pues ¡üatlosa tn mano me bendice! Má. i qué es aquella llama Qne ;n mL·adn hiere de r p<>nt ? i. né o nido es fl.qne!, hondo, imponente Que sn nlma turba con horror inflama 1 .Ah! e: el rojo fnl~or de los r 1;\n pa(l'os Qn~ juntan lo .. infi m os n el ei lo· t:> R1 (lel trueno 1 'rnoor, el e tampitlo De la e icra el gcmi(lo! ' DeRpit>rlo el niiio salta de su hamaca. Y Yucb (\ la r.nhi •rla: H ITul'o , as imií~ 11 ~· J pa mo Ot'rí'er en tort o ru mir:ul:t ·ert1.! .Bl Yiento intpotüo ·o en só1~ hra ·fo Y las olaH con fn ·i,t nrreba.tutlas ' 'l'ra?.an , prnlido en clirrecion inci rtn., Rnrnho awtroso .alni\ufracr na vio; Jt,n menndn. asttlla Lo. mao.. iles n pie ·tl n nl cho arsú Ya . in . o t~ , la· cnerda incciHliatias · Cnal montañas qne rne1a ! i Dó · tá ahora D tu padre el abr. zo apasionado? ¡, Dó do una lll'l/ r tierna el dnlce llanto Y aquel do l<~.l.Jio dr~en, beso santo 1 Oh niiío marin ro! N un ca ya ht m helar hondo, hechice ro, Re ·titnirá tu hogar tlicha y n•ntura ; Ya de brar.rs :í mültiplr. \·cintcnas .En mar ancho y profnn(lo So porderá tu hcclmrn. ! Tu m ha no habrá qu tn rrcuerdo evoque 'ircuidn. de cipreses y ::una wlas O que r ,rlima tn. precio. os re<>t/>s De las on::mtc., despiadadas olat~. Del mar la. blanca es mma. Sed. el paño mortuorio Quo en ·uelva tu cud:íver Entre su¡¡ pliegues cán didos , en suma 283 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 284 EL CONDOR Y los vientos nocturnos del invierno Set·ctn el triste canto De tu mansion ignota, canto eterno. En verdes lechos de marina flores D ·can aráo tns miembros. De tus huesos Rojo el coral en torno irá creciendo, E ir~n tus blondos rizos Hilos da ámbar doquiera entretejiendo. Del ol el rayo ardiente Lanzan\ en tu redor vivos destellos, Y rucse pasarán y aíios y siglos, Ay! y la onda raudas Sobre tí rodarán á pesar de ellos! M. S. TORO. Medellin, febrero de 1871. LAS HORAS. A ?tH AMIGO D. V, IV ¡ y cuyas innúmeras vo.ces confundidas for· ! man un rumor tan desapacible como el que f producirían cien tornos en actividad, aglo· ~ merados en un mismo taller. í ¿N o escucbais el golpe de una campana ~ que con acento solemne extiende su vibra· l . 1 . ? ', ClOn por e esraciO . . ~ Es la hora del.A.ngelus. ~ Al escucharla, todas las cabezas se des­) cubren, la actividad cesa, y solo se percibe ~un rumorcillo dulce como el murmurio de ~un arroyo ó como el suave susurro del vi en­\ to en la espesura. Es que los católicos diri· { gen á MARÍA, en voz baja, una ferviente sa­( l . { utac10n. 1 ~ ¿Do qué otra manera podemos conside- \ rar las horas? V Obscrvómo las ahora en la cindad. ~ Ellas son astros que aparecieron en el Sea cual fuere el número de habita.ntes, ~ oriente del misterio y que tendrán su ocaso ellas tienen qué hacer cou todo~, hablú.ndo- ¡ en el occidente del infinito. les :i un mismo tiempo y á cada uno eguo ) Son rioH insondables cuyo nacimiento es u nece idad y gu to, y en su idioma. si es ! el c:'to , que corren imperturbables por un extra u joro, pue saben todos los idiomas. ~ eterno cauce, y que irán á sepultarse en el Con esto fin han resuelto dirigir sus ope- ~ océano de los siglos. raciones desde el ft·óntis de la catedral, en ¡ Son la fuerza motriz del carro que nos donde tienen un pregonero general con su- l conduce del oscuro antro del no ser á las batternos en la. mayor parte de las casas y l esplóndidas llanuras de una vida perpetua. aun en el bolsillo de muchos ciudadanos: l Son los inseparables eslabones de la ca­el reloj. i dena del presente que une con sus extre- Ellas n ben todas las citas que se hacen ( m os el pasado y el futuro, en la ciudad, sea para una reunion, ó para ~ . una visita, ó un paseo, ó una festividad &; ~ Hay horas cortas y horas largas, horas y á cada uno por su turno dan oportuna- ,• tristes y horas alegres, horas dulces y horas mente el "alerta!" \amargas, horas fdices y horas desgracia- Saben tambien las obligaciones de todos, l das &. desde el alto funcionario hasta el niño de l Figurémonos por un momento en medio escuela¡ y á cada uno le indican el tiempo ¡ de la mas lucida y numerosa concurrencia en que debe marchar á su respectiva ocu- ) de un teatro. Cada uno de los palcos osten­pacion. ) ta una multitud de bellas, elegantes y si m- Las horas lo adivinan todo; y no hay co- ) páticas mujeres, las cuales con la variedad sa, por leve que sea, que escape á. su mira- ¡ de sus trajes, el rosado tinte de sus meji­da perspicaz. ¡ llas y la frescura de su tez, los hacen pare· Empleados, comerciantes, artesanos, en- ! cer ricos floreros graciosamente esparcidos tregaos sin cuidado á vuestra labor. Si el ~ en la mesa de un festin. hambre os invade, las horas lo ::td vertirán á. ) Mirad en uno de esos palcos un jóven de las cocineras, y preparado el alimento, os \ diez y ocho años, rico, inteligente y hermo· avisarán á todos á la vez. ( so, cualidades suficientes para. constituir en ~ este momento su felicidad. El condujo del 1\Iirad cómo pululan en la plaza. del mer- ~brazo desde su habitacion á su adorada pro­cado centenares de personas que en horri- ¡ metida; encantadora señorita cuya belleza ble confusion se cruzan en todas direcciones, ~ ~ nos abstendrémos de desc1·ibir por no desfi· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL CONDOR 285 gurar sus delicadas formas, las que solo pu- ¡ Largas son tambien para el hombre aman­diera delinear con perfeccion el divino pin- ( te y sensible que se halla léjos de su patri~ ce! de Miguel Angel o. Í y de los mas caros objetos de su 'V ida, pa· Las miradas de todos los concurrentes se ~ dres, esposa, hijos y amigos á quienes desea dirigen hácia aquella venturosa pareja; y ¡ estrechar contra su corazon. una multitud de gemelos hábilmente mane- i ¿Quién en el curso de su vida no ha lle­jados, traen á la vista los mil ademanes que ) gado á pasar toda una noche en vigilia asís­ellos hacen en su erótica conversacion. ( tiendo á un moribundo? Mirad en uno de ¿Qué pasará en el fondo de aquellos co· ~ los extremos de la sala contigua á. la pieza razones? i del enfermo, colocada sobre una mesa, una Bien claro lo dicen la sonrisa de sus la- ) lámpara cuya escasa y vacilante luz apónas bios, el centelleo de sus miradas y la anima- ) deja p~rcibir los objetos que hay en su re­oion y alegría que retozan en su exterior. } dedor. Estos son algunos frascos, vasos y Pero fijemos nuestra atencion en el esce .. i botellas; y pisada con una de éstas, la. últi· nario, pues la ópera ha principiado ya. ~ ma fórmula que el módico escribió. Reina ¡Qué dulcemente hieren los oidos las va .. ~ en aqu ella estancia un silencio sepulcral; y riadas armonías de una hermosa partitura ) en modio de esa calma misteriosa, el alma de Donizzetti 1 ¡ se rec oge dentro de sí misma y flotan ideas ¡Con qué delicia llega hasta el fondo del ¡ á millares en el inmenso mar del pensa­a1ma el canto de una linda muj er que, ora ~ miento. Solo se escucha del lado de afuera. recorre con facilidad la escala de graves á ( el choque de las hojas agitadas por el vi en· sobreagudos, ora varia las notas con rapi· i to de la noche; y adentro, el pau ado golpe dez, om dil ta. su meliflu a voz hasta arran- ~ de la pénd ola del reloj, golpe que penetra car un aplau so general, mirando caer á us ~ ha s ta el fondo del corazon como una pun­piés una lluvia de gruesos ramill etes de flo- \ zante espina; y luego unos cuántos campa· res! ¡ nazos, señal de que ha llegado la hora de ¿ Sabeis lo que es la mú sica para un en a- ( preparar la pocion. morado? Lo que es el gas para un globo ~ Largas, muy largas son aquellas horas; y aerostático: á su influjo so va elevando me- ~ tristes , muy tristes son las emocione que se cid o suavemente por el viento de las ilusio · ¡ experimentan en aquella morada del dolor 1 nes hasta perderse en una region dcscono- \ En fin, para todo el que sufre moral y fí. cicla. Esta region es para los enamorados :: sicamente y para el que espera, son inter­el delirio, la embriaguez. __ • ( min ables las horas porque ellas prolongan Para estos dichosos amantes son cortas ¡ su agonía. las horas, y tanto, que á su pesar se escapan ~ como una exhalacion fugaz. ) ( CotJtinua1'á). RICARDO LóPBZ c. Tambien nos parecen cortas las horas que ~ pasaron ya. { A. MI AMIGO Preguntad al octogenario si se siente fas- { tidiado de vivir, y si le han parecido muy 1 DON CASTOR MARIA JARAMILLO. largos los años que vió pasar, y os \-espon- \ derá que á pesar de sus padecimientos y { vejez ama la vida, y que solo son para él ~ una ligera sombra, un rápldo relámpago las { horas que deja atras. ~ Y al contrario, al prisionero que gime en { el fondo de un oscuro calabozo, condenado ) á permanecer allí por largo tiempo, las ho- ~ ras le parecen eternas, porque él cuenta con ( anheloso afan los minutos y aun los instan· l tes, creyendo en su desesperacion que no ~ llegará jamas el deseado momento de su li- { bel'tad. ~ Me da fiebre intermitente Y hasta me duelen los huesos Al soltar los siete pesos De nuestra cuenta pendiente. i Cómo fuf tan imprudente, Tan e ·túpido, tan .... toclo Que me puse de ese modo Para que usted me explotara 1 ¡Quién diablos lo imaginara! Sin duda yo estaba beodo. Bnsartarms unos botines, Dizque botines franceses , Que me han hecho ochenLa veces Ver diablos y querubines, Porque los tales patines Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 286 EL CONDOR Como c:1ja de tnn,lc-ntos Van .·uhiendo por mom ntos 'l'ritn!'iludom los })ié · .... ¡Si a. f : el g nio t'ranc , 10n los pm. in nos me avimto! Y o he caminado Castor, Siempre, pa~o ca:t 11an , Y con ello: por mi honor, No muevo pata ni mano; Por tnl rnr.ou o· prnsinno (L:t xcrp ion en 1 et el! in) J>orqn , homhre, . i rn un botín .1. ·os aco an de c.· modo, Pue · on Lolin •. y tor Vamos cí. c·;rrnaz;u: t>ll hin. Y pienso, porque clt,ensar Es tan libr como el viento, Qu tal · z cú nn 1 10mellto Qn .tu ro en cnlmn L tn:nk, ]\tu: l>icn. e ptHlo acorclar De qll • ust ·d Il<' · 1aha (.>.·cepLo D t ra bn,iat·: · , 1 efpr.to IJt <'nvió ar¡nella mPrcancía J>a ra YE'I' • i n: ~uia A la .i!'ran ia <.e:aC ctos. Y m; valicut1. armntla., Y de rtnc Lieno llnmillndas La· :1~nilas im¡H'rial 'S. Y todo, todo ¡ )jos .. ant.o! Por ·u: 111alílor, que ni nn mome1 to Goce u ~ el de horas cr nas. Y á íOS os pi o, Dios mio, Con la m1 · ¡niQfnnda f , Que ni pedir n:tor cnfó J~l ·afé le traigan frío: Que si á. baiiars ra a.lrio J¡o ncnentr 11 no de lodo ; Que ·e dé un golpe en ol codo¡ Se h1anc¡née . n guachru·nfn; Y . i quirr una. 1 lUclwcha. Lo m: ro c~Jla. de mal modo . Qne :e le noje 1 caballo Si ha dP. snlil· a paseo, Y que le griten"¡ Qné fpo!" uancl t-~e la:time nn callo. QuP. Je J'('!J'alrn 1111 gallo, Que lo >lijan do jnrado, QnC' sc:t apnn e oblirrn.rlo J) todas b.s cnntarillns, One le m u str us 1Ptrillas U11 p P!a:Lro cnrtmoraue' 1 o podia ni n.uu ora.r. ¿ ón llo e ta.bn., pnc , su refugio? Por últim'o G iulio no p'l o ..:o orhr tal e tado; dejó ura cortar c:;tc horrible mal 1'crcsa se impuso an deber. Comprendió este deber y ólle volvió la cspernnzn. Por otra parte, este deber exi stiu. al mismo tiempo que la causa que hacia que ella am·1se lu. vida. Debía olameute dejar lt~ Italia, 6 ir á E paña y á América. Quiso ver á Giulio pn. ·a comu icarle su plan. Era nece sario que la acompañase , aun· que de pues si a í lo qucria, la ab:..ndonas e. Pero G iulio se evadía á todas las tenta­tiva hechas para ve rl e. Al.fiu, Tf!resa no titubeó, y organizó la huida, para. ' la sola. Cuando todo e~t:lbn pro'lto, Yolvió una tarde al mom ento de b; b 11diu' on ú la igle· si a ucl mouustc rio t1 Giuliu. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 288 EL CONDOR Envuelta en un largo velo negro, ocul- ¡ ternecer y lloró tambien sobre la frente de t~se Teresa detras de uno de los ma.cizos ) Ter~sa quien le arrastraba hácia la puerta P.tlares de 1~ nave, y esperó con una I?d~- ¡ del Jardin. La barca estaba pronta! Un ctble angust1a el momento en que Gmho ¡momento más y Teresa habría triunfado! quedaria solo para su mcditacion. . ¡ -N 0 1 dijo Giulio fuera de sí 0 no ue- Al fin p~só éste delante do ella, sum1do ¡do! Piedad! 'y p en su dehrw, los brazos cruzados sobre su 1 • • • pecho y no viendo ninguno do los objetos ~ Pero Teresa InSIStió aún eon mas ardor; que le rodeaban. De repente presentósele ¡ 1~ puerta estaba abierta ____ Y ya casi ha- Teresa, quien le detuvo y le habló con esa '1 bian franquead.o el umbral, cu~ndo la ca~· energía que siempre presta el corazon cuan- ~ P.ana de la captlla tocó los pr1meros mal· do se encuentra profundamente conmovido. ~ tmcs. Giulio retrocedió espantado delante del ~ Detó.vose Giulio y tembló. Teresa le en· precipicio que se abria á sus piés, al oir la \ lazó con sus brazos. revelacion qu~Teresa 1~ haci~ de su secreto. ~ -Dé jame, exclamó el monje, horroriza· La desgraCiada tamb1en t~?ta uno como 61! ¡ ~o y perdido. ___ y sacando un puñal que -Todo está. presto, le diJO ella. } &Iempre llevaba, le hundió en el seno de su -Jamas 1 ( amada. -Pues bien; entónces ~1 último ndios \ Teresa cayó bajo este solo ol e sin ue esta .noc~e á las doce. Tú tienes una llave ( Giulio hiciera nin un movim~nt~.' q del Jardm del conyento que abre una pucr- { g ta del lado del m,r, dá.mela y vendré esta ~ noche á decirte amos para siempre. ~ Cuando el dia comenzaba á. despuntar, Giulio extraviado , sobrecogido , dejó caer 1 el monje miró por largo tiempo el ensa.n .. la llave en la mano de Tere a y huyó rápi- ! grcntado cuerpo de la. desgraciada. Entón· damente. ces, con una extraordinaria prontitud le- Teresa, segura de volver á verlo, so ale- ( vantó el cadáver, y corriendo á la ribera lo jó con alegría. ) arrojó al mar; volviendo en seguida á la A média noche, á pesar del terror que la ¡ iglesia donde ya estaba reunida la comuni­dominaba, Teresa se dirigió al convento; ~ dad, entró rápidamente con su hábito tinto atravesó una playa solitarüt, abrió la puer- ~ en sangre y su puñal suspendido á la cintu­t~ y se encontró en el jardín del monaste- ¡ ra: ~llí fué aprehe.ndido é interrogado; r10. ~ Gmho contestó refinendo lo sucedido, aun· Insensata! Su vida, la de su amante, to- 1 que en este momento él se encontraba real .. do lo ti~ne juga~o á la casualidad! ) mente loco. No v1ó á nadie: la noche estaba oscura, i Los monjes lo arrastraron al interior del no había luna, ni una estrella lucia en el ) convento, y no se le volvió á ver jamas. cielo. Oyó caminar al fin sobre la arena; f G' 1' ' 1 era m w. ( y b' s· d" 1 . H . Más él no está incierto ha tomado fuer- : - len, tre, 1J.O a rema ortensta. zas, y las ha tomado en ~n pensamiento in- ~ al emperador ~e Rusia ¿qué os parece el fernal! ~ mod~ de refenr un drama del gran Napo· -Qué me quieres? preguntó á Teresa~ leon . con tono rudo y severo. No puedo, 1to quiero El emperador Alejandro había sido pro­partir; déjame y retírate en paz; ruega por fundamente conmovido, así c?mo cada uno tí y por mí, que yo rogaré tambien por los d.c nosotros, aunque ~a .conoc1am~s la rela· dos para que Dios nos perdone nuestro de- c1on. El emperadorp1d1ó una copia que lle· lito. Adios, Teresa, adios pQr la última vez! vó á Petersburgo. Esta hermosa pieza no Pero Teresa era mas fuerte y rogaba por 1 tenia título, y estuvimos de acuerdo en Ha-el nombre de otro! í mar la EL DEsTINO. Arrojóse á sus rodillas, suplicó, lloró, ~ (Traducida para. El Oomlor ). bañólcon abundante~ y abrasadoras lágri- ~ vv · · ,.········--· - ----------- - ----------- - ~ -- ----- .. , ...... Qla~ aa manos de G1ulio. Este se dejó en· \ IlllPRENTA DEL ESTADo, • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Cóndor: periódico literario - N. 36

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Comunicación y manejo social para la asociatividad :mecanismo para la sociabilidad rural

Por: Maria Cristina Uribe Chávez | Fecha: 2015

La memoria es como una planta que crece dependiendo de las condiciones. A medida que las va encontrando a favor, se va desarrollando. Cada vez que se genere el micro clima se va viendo el desarrollo y el fruto. “Una historia para contar, recontar y no olvidar” es un intento por aprovechar el micro clima actual (2015) para poder recordar. A través de talleres, entrevistas, fotografías, monumentos, murales y canciones los habitantes del área de influencia de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC ) han estado recordando su historia durante los últimos años. Descripción tomada de: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/metodologia-y-conceptual/una-historia-de-paz-para-contar-recontar-y-no-olvidar
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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Una historia de paz para contar, recontar y no olvidar: Cartilla sobre la historia de la ATCC

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Diagnóstico veredal de la intendencia nacional del Putumayo

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Imagen de apoyo de  El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 44

El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 44

Por: | Fecha: 13/03/1875

PERIODICO LITERAIUO DEDICAD O A LA JUVENTUD •. ·--w~::--.. ·----~~. ~·¡ ·~~~· .. ~--·~'v'Hüri.'"o44~. ~~~-""'-~""~·~·rN~·~~~- _t:-;o IL POP.\YA.-, 1:1 DE ,lf.\RZO DE 1S7ii. ? T RIM . VIII. -~-~-~-~..,~~----~- .... ... ~·--··--··~····-~--~~--~~~·~··· ·~----.--~~·----~ .... ~-·.,....,·--- . · UAjffREZ Y HIYEll.t,' r.niTonr:s. f tra~pr.~atHlo los límites de la mate ria y de la 1 'ida, 11os lanza :\ regiones .de~con o c idas en busea de un tiempo ¡;in medida y de c"pacios l. OR'I1.l .... 'TI~. ~in tfrminqs ¡ lllO\'imient,o intimo d(; la parte ¡ má~ noble de nne. tro sér que interiormente Despnes tlc impreso y repat·ti 1e. t. · miénlra la tnnteria clo !Jre ll J' rp 11::11' e, Ú t>t•UI'C\ irir C: JlOf<]ÍlO no 1 que 80 compone lllle;tro cuerpo siento la e~; el in t¡nto de 11\ con nraeion lo fJUC no~ ntraccion tic la tierra: uucstro el!pil'itt t ex pe· u111ero, no es la po,c ion ¡wrpétua de t•. tu rimcnta las atracciones del cielo. , vitb mo1'tal lo qne realmente amliicionamo~. Esta doble ley, qnc obra respectiv amente l'or ri:;ul'iia que S(;:t nuestra suerte, hay mo- l:lObrc nuestro st"r, uos tiene como suspc usoa mcntos Cll t¡ue la vida nos causa dolor iudu cntt·e el ciclo y lá tierra, entro la necc:s idad ciu!c. de morir y el únsia de soureviví rnos, entre l,a etrruid:ul 1lt>ntro tle estas ligatlnras qnc el cuerpo que so anastra por las oscu ras 89· noA ~ujctan ú la ticna, seria la de e pera·'¡ perezas Lle la. tierra y el espír it u que vuela cion: .De todoll los tormentos que la imagi- ¡.orlas luminos3s inmensidades de l e ~ p:wio , nacion puede representarnos, no hay niugu-1 • 'o h!'ly cieucia que al canco á exting uir en el no dCnH~anto á la etemidad sobro la tiena. hombre el Rentimiento que en l!l ej erce la ..:\<11 te de los hom·: tali•laJ. bres extraordinarios, cuyo nomure, pasantlo Cuando estudié física, apr eodi que la iner­de unas eu otras, y·i"c en la memo na de las cia o~ la resistencia que los cuerpos oponen á generaciones: han obtcniuo el honor de la 1 camuiar de e::.tarlo, y eut ónc es comprcndi inmortnlidacl de pues de muerto~. .l\liéntras 1 que esa. rosistencia ciega é involuntaria de el sepulcro uo recc.ge sus despojos mortale , los cuerpo~ constituye la cualida d ab soluta la fama no se atrerc ú uar á sns gloria:; una (le la materia. aancion pcrpGtua. 1 Tal es la iuquielncl que ngi ta ol océano de El amor ú la glori!\ no es, en resúmcn, m>tR 1 nuel'tro espíritu estrecha mente contenido en que el horror !\ la muerte. Hay dentro !le 1 el fritgil vaso de la vida morta l¡ tal es el !In · nosotros un afan oculto que nos impulsa á 1 sia qne impnlsa al hom bre á perpetuarse, 4 Yiri r fuera de nosotros mi mos; algo que sobrovirirRe i tal es el afan que enciende ~ll Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 346 tt CJUCA. sn alma el deseo de inmcrtqlizarse. ¿Llama-~, pietario oscuro pára llegar á la excelencia da i'l!mos ~ I'Ste secreto impulso, á este univer- título de Castilla. Se puede decir que há ~al sentitHiento que da vid:\ á nue. tros pen- brotado de la enperficie mi ma de la tierra bamientos y á nue tras acciones, instinto do una vorJadera plaga ible decirlo asi, en la sinccri- Congreso. Si se restnn los doce primt ros dad de sus blusfemits? . aiios del siglo, los seis d~l 1~ al íO y los diez Nadie se atn·verá á desconocer la celehn- del 23 al 33, en que no func10nó el taller par­dad que alcanznn b<¡r mnchos homlwcs con- lamcntario, sa drcmos á ocho Con¡;titucioues denados por la triAte escasez de sus faculta- eu poc-o más de medio siglo. E¡¡ imposible des á oscnridad perpótua ¡ y jamas habrian encontrar en la historia de ningnu pueblo salido tle las humildes regi0nes del vulgo, si parlamentario una estcrilid acl más fecunda, la libertnd concedida á la blasfemia no les y oh vergüenza ! aún vh en las I-cyes de hubiera abierto el c-amino de la gloria. Partida. Suprimid eu ellos la celebridad de su~ res- Volvnmos por un momento la vista á pectiYas impiedade!l, y quedarán suruergiJos nuestra literatura, y encontrarémos la mis­en el abismo insondable del vulgo de los ma fecund1dnd y la misma fertilida,l. ¡ Quó hombres. pocos monumentos l1terados dejarémos á la Como se ve, la hlastemiit es el camino ñon- pm-;tcritLnll de encuentran b celebridad las grandes inep El Estado no tenia en los siglos XVI y tittHies. XVII pensiones e~ tablecidas para que los Y realmente, tratando de distingui1·se, de pintores pudieran , como ahora, estudiar en Repararse de h gran multit•Hl de la cspecit París y en Poma las bellezas del arte, ui ha· • humana, la impiedarl es un metlio s<·gnro, hia como en nuestro ¡¡jglo la emulacion do porque el ~énero hnmalf uo :scrú jama.> im- las ExposicioneR ui el ebtímulo de los pre­pfo. Por otra parte, es muy difícil conqnis- mios. Es verdacl, pero rlónde está V elás. tRrse un puesto de honor ent1·e los santos, qnez? Dónuo está Cartlucho? Y vimcndo entre los hér(>cs, entre los sabios ó entro los hasta las mi tol as puertas de ntl(JRtra época, gt:1 Goya? ¡>lo no se nece~itan las virtudes de San ,Juan N nestrn nrquitcctma!. ..... ¿Con quó m o­de la Cruz, ni el heroísmo do Guzman ol numentos la Yamos ú atestiguar ante las eda· Bueno, ni la sauiclur!a de Don Alfonso el ·a- rles futura~? ¿Con los pal.lcios cl.:J cmton bio, ni el génio do Ccrvántcs; porque la im- de 1 eco lotos~ ¿ Creis de buena fe que 1:\ piedad es por sí misma la negaciou de la vir. r amauer:H1a construcoion do! palacio del Uon· tnd. del heroitmlo, •le la ciencia y del günio greso pollr:í sobreriYir á la ll1ilje,;tuo a y fa· 1\las la r:elebridad es un ceo c¡uo repito tonos mo~;a frlbrica del Palacio de los Hcye. Y El los ruirlos, lo mismo los que cansan admira- Teatro Hcal, quo tanto OIH¡r·~ulltue f1 :i\Ia· cioo que los qno causan e cánrl:tlo ¡ es un drid, á humilde m.tte1lral 4nereis comparado? cristal en el que lo mismo se refleja la luz Poca<:, muy pocas do l:l c·on. tnwcioue!l de que las sombras. nuestra época y de los mo11umentos artísLi· Hay en este siglo en que vtvunos una in- cosque salen do nuestras manos alcnnr.nrán quietud tal, una inconsistencia, una movilidad lotl honores do la. antigüc ,lad. Preciso e~ de. tan incnnsa!Jies, c¡uo imprimen lo mismo á cirio: ni el Circo de Híbas, ni el Oat'é ao l:lR obras de nnet:tro entendimiento que á las Fornos, ni la Plaza de Toros, ni la estátua do obt·as de nuestras manos el sello mo~tal de 1\fendizáhal , Prán etcrncs. una vida fugitiva. N u es tras tela.s nucst1·os muebles, cuantos Grandes Asambleas legisladoras se rcnncn objetos proporeiona la indu~tria mo lcrna fl todos los años para dictar lqes á los pue- nnostra cómocii!lad, á nuestra decencia y A hlos, leyes sin tuerza, sin vigor, sin vida, que nuestro lujo, participan de la misma fntili· ni otro dia de promulgadas están muerta&. dad. Carecen de aqnella solidez, ele aqnel vi· Esta tarea legislativa asidua é int.erminnble, go1·, y si me es po iblc decirlo as!, de aqne­JJO es tanto un vicio como una necesidad, !la conci<)noia con que trabaiab!l la industl'ia ¡wrque la~ leyes de ayer están hoy en coro- antigua. pleto deso1·t'>dito, y mnñana ;\ más tardat· hay Esta misma fragilidad, eRa misma falta de que sustituirlas con nueras leyes, qne ú sn firmera y reposo la encont .. aréis de la mis · vez morirán al dia sig11iente: os un edificio 1 ma manera en la" ideas y en Jos sentimien· que siempre se está edificando, porque siem- tos, en el carácter y en las costumbres. Pa. pre está bnndiclo. rece que atrávesa sémos nn r·eríodo de inte­. En lo que va ele siglo llevamos la friolera rinidacl, y nuestrs ciencia, nuestra literatura, de oc~o Constituciones j la del año 12, el y nuestro arte, nuestra intlustria y nuestra Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 3~8 ELGAUCA. polltica y hasta nuestro lujo es de pacotilla. En todo vamos{\ salir del din: á salir ilel pa­so i y nada de_c uanto producimos lleva en si condicion alguna de estabilidad y gran­deza. Etita frivolidad inqu ieta y presuntuosa de nuestro espíritu expli ca las continuas incons­tancias de la celebridad que concedernos N adll hay m:ís pa sajero, más fugitho que los honores que ella dispen . a¡ con la misma fa­cilidad que ensalza, olvida; pa a rep euti na­mente del at>orubro á la indiferencia¡ hoy ar­quea las cejas, y mañana se eucoge de hom · bros; incien,a un m.otnento á sus lclolos, y en otro momento les vuelve la espaltla. Por un torero deja á un Ministro¡ por una br.i-_ larina á un sabio ; por la fiesta de un han­qne1 ·o, la hazaña de un héroe¡ por un dije, un lib¡o. Necesita una novedad á cada instante¡ no es posible detenerla un uia entero en ningu­na parte. 'l'al es el rápido bosquejo de In celebrid:v1 .á que en el siglo del vapor y de la chispa eléctrica pneden aspirar la virtuu, la sabidu­ria, el valo1· y el génio. -Quién la desear -:Mnchos. -Quién la alcanr.a? -<;ualquiera. --9- qui én inmortaliza? -A nadie. Jos~ , ELOAS. ·-- I>OR QUÉ? Por qué doliente sobre el tejado perennem ente lloras, torcaz, si un nido tienes y un compañero que en él te aguarda con tierno afan ? ... Ah 1 si u tardanza busca los goces que ellos te ofreceu¡ no llores más, que tu!:! gemidos la pena acrecen del qne no tiene ni amor ni hogar ! • J. M. Vm;,\..SCo CaSTILLO. Popayan. Marzo. 1875. oíase ésta ele una anciana que so decía de~­cenrliente ele! gran general Ollantai, dos hi­jlls, Cármeu y Teresa, y un mancebo llama· do Tomas. . J,a choza estaba ~ituada á la falda del ce­rro de Laicacota. Ella, ec on quince 6 veinte mfls, constitman lo que se llama una aldea de cicu habitantes. • Miéntras l:ls muchacha9 se ent.1·eteni:m en hilar, la madre contnb:1. al hijo poi· la miléRi­ma vez la tratlicion· de ~n familia. Ésta no es un secreto, y bien puedo darla á conocer á mis lectore~:~, qne la hnllnrán relatada; con extl'nsos y curiosos pormenores, en el im­portante libro que, bajo el título Anales del Cuzco, publieó mi iln:;tmdo amigo y compa­ñero do Congreso don Pio Benigno .l\1e~a. Ilé aqni la trncliciou sobre Ollantai: Bajo el imperio del inca Paehaeutec, no­veno soberano del Cuzco, era'Oilanlai, Clll'!l· en rle Ollaitantnrnbo, el generali!limo do los Pjércitos. AmanLe conespollllitlo de una de las ñustnt~ ó int:mtall, solicitó do Pa­chacutec, y corno re,ompensa do sus impor­tantes servieios, qnc lo acordase la mano do la jóvcn. Rechazada sil pretension por el orgulloso monarca, cnya Fangrc, segun las leyes del imperio, no podía mczelar~c con la de una familia qno no \lc~ccndic•·e direuta· mente tle :\f:lnco Capac, el enamorar1o caci· que desapareció una noche tlel Cuzco, robán­do~ c á su quericla CtlRÍcoillor. Dnrante cinco años fué ill!posiblo para el inca vencer á su robelcle vasallo, qno se man· ttn·o en armas en las fortalezas de Ollantai· tambo, cny'\s rnina~ son hoy la admiracion del vi:1jero . Pero Humiüahni, otro de los generales de Pachacutec, en una secreta en- . trcYiRta con su rey, lo convenció de que más que á la fnerza era preciso recurrir á la ma· ña y {t la traicion par.l snjetar á Ollantai. El plan acordado fué poner preso á H.umi· ñahui: con el pretexto ele que habia violado el santuario atallas saugrie11tas con va· ronil y simpático, y su palabra graciosa y riauo (Jxito, hasta que el rirey don Diego de cortesana. . BenavíJez, conue de Santi. tévan, eucomen- Dijo que era andaluz y que RU desventura j uó al Obispo de A1·egnipa, fray Juan do Al­Jo tt·aia á tal punto, que se ha.l.laba si:1 pan ni~ mog_ncn:a, la pacific~cÍOll de] mineral. l.Oti bogar. Los vástagos de la hiJ:l 1le Pachacu· partillano!'l de los ::salcedos denotaron á las teo le acordaron de buen grado la ho, pitali· tropas del Obispo, librando mal herido el co· dad que demandaua. rregirlor Peredo. Aei trascurrieron pocos meses. Ia fami- · gn estos combates, hallándose los de Sal-lia se ocnpaba en la ci'Ía de ganado y en el ceclo escnsq_s de piorno, fnmlieron balas de comercio de lanas, sin·iéndola el huésped plata. N o ¡¡e dirá que no mutaban lujosa­muy útilmente. Pero la Yerdad era que el mente: jóven español se sentía apasionarlo ele Uár· Asilas cosa'!, aconteció en Lima la mucr­men, la mayor ele las hijas ele la an::iau:J., y te llel de, antisté,·an, y h réal :uuliencia astt· que ella no se uaha po1· ofendida con ser ob· mió el po1ler. El gobcrun11or qne ésta Mm­jeto de las amorosas ánsias u el mancebo. bró para Laicacota, viéndose ~in Juorzas pn· Como el platonicismo, ett punto á terrena- pam hnce1· respetar su autoridad, entregó les afectos, no es eterno, llegó un di a en que 1 el mando á don .T osé SalceLlo, que lo aceptó el galan, cansado de com•ersat' con las estre- bajo el título de gusticüt 1~1ayor. La audien· llas en la soledad de sus noche~, se exponta· ciaRe declaró impotente y contemporir.ó con neó con la mad1·e, y ésta:que llauia aprendido Ha'cello, el cual, recelando nuevos at:H¡ues A estimar al espaüol, le dijo: 1 de los vascongados, lerant6 y arlilló una for· -l\li Cármeu te llcvarú en doto una rique· tale?.a en el cerro. za digna de la descendiente de empcrauo- Es verdarl ~ne la audiencia tenia por en­res. 1 tóuceR mucho grave do qué ocuparse cou los El novio no dió por el momento importan- 1 dil\turl>ios que proruovia ou Chile el gober· cía á la fi·ase, pero tres dias des pues de reali- 1 nador )[cué!:ies, y con la tremenda y vastll zado el matrimonio, la anciana 1? hizo levan-¡ con . I?iracio11. del inca Bobórques, desenl~ierta tarse de madrugada y lo conduJo á una bo. en Lm1a cast al: estallar, y que condnJO al camina diciéndole: • 1 caudillo y sus tenientes al cadalso. -Aqui tienes la dote da tu esposa. El ónlen !le hauia por completo restablecí- La hasta entónces ignoraua, y despues fn- do en Laicacota, y touos los rocinos estaban mosisima mina. do Laicacota, fuó desde ese contentos del buen gobierno y caLallerosi· dia propiedad de don .José Salce.lo, que tal dad del gu~ti~·ia mayor. Cl'a el nombre del afortunado andaluz. Pero en 1Gü7 la audiencia tuvo que rcco· II. nocer al nuC\'O vi rey veui lo de España. La opulencia de la mina y la genero ·dad Era éste e! conde de I,émus. En cerca de de Saloedo y de sn hermano don Gaspar, a- ¡ cinco años de manrlo brilló poco como ad­trnjeron en breve gran número de arcnture- ministrado:·. Sus empresas se limitaron á ros á T ... aicacota. enriar sin éxito, una fuerte escGadra en por- Oigamos á un historiador :-Hahia nlli pla- secucion del filibustero Morgan, que babia ta p11ra y metales, cuyo benefkio dejaba Lán- incendiado á Panhmá.y á npre~ar en las costas tos marcos eomo pesaba el cajon. En cier· de Chile á Enrique Clerk. tos días se sacaron centenares de miles de EL vi rey conde de Lémus se distinguió úni· pe&os." cameote por su devocion. Con frecuencia Estas aseveraciones parecerían fabulosas se le veía barriendo el p:so de la iglesia de si todos los historiadores no esturiesen nni· los Desamparados, tocando en ella el órgano íormes en ellas. y hacieuclo el oficio ele cantor en b solElmno Cnando algun español. principalmente nn- misa dominical, dándosele tres pepinillos d~ daluz ó castellano, solicitaba un socorro de la murmuracion de la nobleza, que juzgaba Salcedo, éste le regalaba lo que pudie&e sn· tales actos indignos do un grande de Es· car de la miva en determinado número de paiia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 3ll0 EL CA "GCA. Jamas ¡¡e han visto en Lima proce siones tan eM,pléndidas como las que tn\ ieron lugar entónces, y I1orent tJ, en su notab le historia, trae la descripcion de una en que se Lraslarló desde palacio á los Desnmparado ~ , dando lnrgo rodeo, una im.!lgen de l\lar!a que el \"Í· rey babia hecho traer expresamente desde Zaragoza. Arco hnbo en e a fi esta cuyo va­lor se estimó en más de doscientos mil pesos, tal era la profusion de alhajas y piezas de oro y plata que lo aoornaban. El fanático don Pedro Fern{tmlez ele Cas· tro y Andrade, conde de Lómus, marqués de Sania y de Gátiv:l y duque de 'l'aut·ifanco, que cifraba Bu orgullo en dePcendor do San ]'rancisoo de Borja, general de los jesnitas, apóoas fué proclamado en Lima por r0pre­sentante de Oál'los II el Ilethizado. se dil'i· gió á Puno con gran aparato de fuerza y a· prehendió á Salcedo. El gustioia ooutaba con poderosos elementos parlata. Y téngase en cuenta no sólo que cada ha· rra de plata se valorizaba en cuatro mil du roR, sino que el viaje del Cnllao á Üádiz uo era .realizable en ménos de ocho meses. La tentacion era poderosa y el conde de Lémns vaciló. Pero sus consejeros le hicieron presente que mejot· p::nticlo sacaría ejecutando á Sal· cedo y ccnfiscántlole sus Lienes. Su excelencia siguió con docilidad ol indig no consejo. Algunos hiRtoriaclo¡·es sostienen que Sal· cedo no íué r jecutado en l,ima , sino en el si· tia lln do r ·e -p ta, á poca Ji~t ,ancia de Puno, asevcracion que nos }lal'cce muy fnn· dada. III. Cu.milo la esposa de Salcedo supo el te· • rible deseulace del proceso, conrocó á sns deudos y les dijo : ~Mis riqneza han traído mi destió. Los pai'Íentcs de la mujer de Salcedo in un· darou la mina, hacie~o e téril para los ase· sinos del gnsticia mayor el crimen á que la codioia los arrastrat·a. Cármen, la desolada viuda, habia desnpa· reciclo, y es fama que se sepultó viva en nuo de los conedores <.le la miua. l\J uohos historiadores sostienen qno la mi· na n presencia de Dios y lo infinito 1 Vengo á pulsar el arp¡ un breve instante, y en mi suerte más bella sólo espero que me sirva de tumba,,omo al Dante1 un camino tal vez del extranjero 1, Tengo el alma, Señor, adolorida, y aunque á la voz de un tl'iate no te asombres, llo me qnicras culpar porque te pida ot••a patria, otro siglo, y ot.ros hombres i Que en ,esta edaJ de tránsito que asoma, con mi pais de promision no a6ierto: mis tiempos son los de la antigua Roma, y tni:; het·manos con la Grecia han muerto! ... ¡ O, Fausto, Fausto, ! tu razoo sombría ~n Jo más hon.lo de mi pecho gime! ¡O! ¡ Bcllini inmortal, tu pena es mía! ¡O! tu amor es mi amo1·, Byron sublime l La ebtrella de mi rumbo se ha eclipsado, y no encuentro la senda porque anhelo i el lirio de la fe so ha marchitado i j•a no hay escala quo conduz~a al cielo. ¡ Van lo& pueblos florar al templo santo ¡ y llevan una lámpara mezquina, y el Cristo allí desde la Cruz en tanto, abre los brazos y la f¡·enie inclina! Voluptuoso el amor en sus placeres, ui busca mirto~, ni laurel aguarda¡ y cubren con un velo las mujeres al ángel adormido de su guarda. Y yo, Señor, como apacible rio que oculta un monotruo en su calla~o seno, oanto en reposo y de mi mal me río, y tengo el corazon de angustias lléno. JUAN CLEMENTE ZENEA., EL DOC'l'OR E.UETERIO CAGU.O. E-te médico distinguido, hijo de Popayan, murió en Vanegas 1 Municipio de Palmira; el día 25 de Febret·o último, á los cincuenta y ocho años de edad. Su inesperada muerte, que ha dejado un inmenso vacío en la ciudad de ~u nacimien­to y de su residencia, y las circunstancias que la acompaüa•·oo nos imponen el sagrado deber de trazar unas pocas é imperfectas ]í. neas, para honrar pot· nuestra parLE! &tl que­rida memoria. N o alcanzaréruos á formar un cuarlro completo de todas las ''irtudes, de todas las buenas cualidarles, qne adorna· toD al hom br·e cuya p~rdida lamentamos, por• que semejante obra exige un espacio mayor que el de las columnas de un periódico. Poseyendo, como pose:a el doctor Cagiao, la cieuda médica en toda stt extension; ha· liándose siempre por medio del estudio de las ouras modemas á la altura de los conoci­mientos más avanzados de la época ~n este particular, y teniendo como tenia nn. gran • fondo de caridacl ·y u e amor á sus semeJantes que yacían en el lecho del dolor, siempre que era llamado á ejercer los oficios de su profesion, se le hallaua consagt·aJo con solí­cita constancia, á la cabecera del enfermo, ya estuviera él cubierto por delic:vlas y blau-' cas s:ibanas .de lino, St'ñales de la opulencia, ó por áspe1·os harapos de tosca la,Ja) triste~ despojos de la miseri::1. Una es la humanidad, uno el santo seuti­ruiento de la caridad para con nuest1·os se­mejantes, y el doctor Cmo O bletui>teriodohau¡:;ustrsimo. TBINIDAD. salvar la parte noble y eterna C.o su sér, po- Ueligion demostr~da, por Ba1me~. ni endose ~u manos del mé~ico del a, piri~1 , Ct~;~~al de UrbamJad para señor1t'as, por D. Ruftu que con ptadosa cons:-lgracJOn le acompnnn por tres dial!l, hasta entregar aquella alma jnstificaua pcr Jos sacramentos: en manos de Sil Creador. En la misma Age ncia se reciben •mscriciones 6 Cauca, único periódico literario que se publica en el Ea· tado . Tamhien se venden tomos del pr1mcr año por la mjdica suma rlo 3 pesoK '20 centavos. U na esposa desolada, seis tiernos huérfa-nos infelices, c¡ue lamentan sn horrorosa des- PILDORAS Y UXGUENTO HOLLOWAY. gracia, form:m el complemento t~O ~ste cna- ¡ il«lorns Ilollowtty.-Millones ele personaR, en dro desgarrador, Yelndo por las tlltncas so m- todn~ Jas¡•arte~ del mundo, recomiendan dichllS l'íldt. bras de la muerte. Ll egando á este punto la 1 rRs como ~1 mejor n·stnurutivo d.: la salud que so conoce. l • tl , ):\rt .- 1 ' ,. Ellas cmau tollas la• nfecciones del cornzon, del h!gado, P urna emp3pa a ~n : o.1lll1as 110 puc~ e_) •1 1 del esl1;mago , de los 1iil oncs y de los intestinos, y remue­trazar caracté res mtellgtblcs: los ~ent1m1en- ven la nctimouia, la flautulcncin y la cn.rdialgra., exput. tos profundos para exi~lir ncccsil:m tlül si- samlo de h ~angro ~da _impureza, fortaleciendo comple· le . 0 1 tnm€>nte el ~tstcmancrv10so y dando un tono saludable' OC! • • • • la orgamzacion general. Que la est1mablo fannl!a del doctor Ca- \ Un~iiento llolloway.-Este maravilloso bál· giao reciba estas poC:Iti lineas como una samo fnna infnl~blcm~nte las 'heridas antigull:", lo.s lla¡¡a• t . ¡ ¡ rt :1' t t . , y los males de 1ncrua~ y de pecho. Por mod1o do eu In· Dlll~S 1 a ( e a pa. 0 l lfCC a l{\1~ O~n:HUOS Cll tlucnria ]as úlcera~ vuu] ntn toman muy pronto un iif• su JUStO duelo, son nu~ ttO lcl'\lCiltl, de- pccto coui"Dlcc:cnto v de aparecen .. Jama6 deja este Un· 8608 guento refri,:;erautu tlO producir una Cllr!\ perfecta de lu ' oiecciono:; de la piel, loo co-tipaclo~, ln.s toses y el reuma· Al'ISOS. F01.'0Gil l'l.l. Acabamos de recibir un csco¡¡ido ~urt lo de \itik~ llo fo•ng r~ffu, v !liS fórmulas do loa nrti~n.s ¡n¿s acrcditado8 1!e " ueva York. ::S o duda:no~ que la3 p~rsom\~ que nos oc u pon, ha! r:ín mejores condiciones eu ltuc. lros últimos trabajo~ tiobre piant·hns t!e hierro, porcelnua, vidrio, J'ttpel, y parlic lar­mento en los :uupliticlldt•. y r~tocado :i dvs !~pie·~. que imitan los graharlo~ de Julien; el cual tr:tbajo cst:i cun­fia.~ o al jóven Ignacio LunaF.,_cuya hahiliclarl coUto di­buJante es generalJ:~cnto conoc:da y recomendttda por los mteligcnte~ en el nrte. Popuy¡1n, Febrero 2G do 1875. lt\:llim:z Y Fm~.\~DJ:Z. lísmo, ñun cuando so lm apelado en vano á todos loa de· ru~s rcmc1lios. Lns mctlicinao dobcn rmplCnrse de In manera. que in · dic:mlas instrucciones do que van siempre acorupaüa· daR. V t'ndcmo por toJos los princiJJales boticariOll del mnn· do, y por ~u l 'ropietnrio, el Proícso1· Holloway, 633, Ül• íonl Strc t, Lóndr~s, W. C. GROOT, PAZ ,'t. C. Agmtcs de llt(JOCios y comisiO?IÜ ta& m. Bogot(J, tienM d~ ·~ntn TÍTU I 09 DE CO~CESION DE TIERRAS DALDIAS el más bajo precio f. que podrh~ conseguirse. en todo el pais · y se encurgnn de b~ gestio nes neccsana.s ante la , ecr~tar !a de llacienda, pnra obtenor las adjudicacionu. I¡xualmen te se encargnn del despacho do toda e~pecie do ne¡¡:0cios y comí ~one~, no sola monte en _Bogotá smo tn cunlquicrn do lns pnnctp:•les plazas del pa1s1 Venezuela, B ta~oM Unidos de América y Europa, por conducto de Seguncla edicion hctha en ropayan dell MUM rl'lacionados. VIAJE A LA TIERnA t\AN'l'A en el aiio 12 - 5 del Señor de 1870Jlor el Hcvercndo P. lt'rny - Vicente Cuesta. De venta en esta imprcnt"· NOVÍSIMO DEVOCIONARIO, e~meradamento empasta o y en edicion de En la Agenc ia general de libr os y periódicos de n.un. lujo. . • r:~;s ~~::S!;i ~~z:~lCUCntr.-n de \'COta los sigui~nte~ ::)e \'Cllc1C Cll la agenCta general Oe hDT087 .Elementos do Gr.mát~ c:tstdlann, por D .. Diego pcriódu:utl de Hamirez y Hivcra . .Jlcr'ranz y u iros. ~ UCYf\ rcinprcsicu, COITt'¡;ida y a u- 1 ment&tia. },.ta obma ha stdo adoptado. como texw en \ I~rrn::s-u DEL ESTADO. ~oda& laa e6CUe • p:1n•.1na.' do la captlal del .Bbt:tdo.- · ' ... Valor de ~ad c•etnph;·, ;;u centa.ro>,y la doceua 3 ~- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 44

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El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 42

Por: | Fecha: 27/02/1875

PERIODICO LITERARIO DEDICADO A LA JUVENTUD. . . ·~~~vvvvo••'""'"""~'· •~~~-~·,.,_~ ., •••• ~-·~w.,~~-~~·--•••.,••••••~~-~· 2 NUMERO 42. ~ TRIM VIII S • POPA YA.\", 27 DE FEURERO DE 1871i. ? . . ~-------~~--- ".\lat, tah·ez allá arriba nos veremos-~--~ ASO II. RA:\!1REZ y niYERA, );DITODES. <~ART¡\ DE CONH'rANCU. (l~ragrocnto de El 1'rm Erpmn.) "Mi carta que es feliz pue.s va. á buscaros; cuenta os dará de la memona mm ¡ aquel fantasma soy qne por gustaros. jugó á ebt.ar viva á vuestro lado un d1a. "Cuando lleve esta carta á vuestro oído el eco de mi amor y mis dolores, el cuerpo en que mi e~~ritn ha vivido ya durmiendo estará baJO unas flores. · "Por no dar fin A la ventura mía la escribo larga ... casi interminable! .Mi agonia .es la b~rba1a .ago~ia del que qUiere ev1tar lo mentable. "Huoiliénllose, al morir, sobre mi frente el palacio ideal de mi quimera, de todo mi pasado solamente esta pena que os doy, borrar quisiern. ".Me rc\•clo á morir, pero es preciso. El triste vive y el dichoso muere. Cuando quiso morir, Dios no lo quiso : hoy que quiero Yivir, Dio& no Jo quiere. "¡ Os amo, si! dejad me que habladora me repita esta yoz tan repetida; 9ue las co!!ns más intimas ahora 6e escapen .de mis labios con mi Yiua. "Hasta furiosa, á mi, que ya no existo, lA idea .de los cek>s me importuna ¡ juradme que esos ojos que me ~an visto nunaa el rostro \'erán de otra nmguna. "Y si aquella moje1· de aquella historia vuelve á tormar de nuevo vuestro encanto, aunque os ame, gemid en mi memoria; yo os hubiera tambien amado tánto ! del'lpues de esta existencia pasajera, cuando los dos, como en el tren, lleguemos de nue~tra vida ú la estacion postrera. "Y a roe siento morir! el Cielo os gmu·do ! Cuidad siempre que nazca 6 muera el día 1lo mirar al lucero oc la tarde, esa estt·ella que siempre ha sido mia ¡ "Pues yo desde ella os estaré mirando¡ y como el bien con la virtud se labra, para verme mejor, yo haré, rezando, que Dios de par en par el cielo os abra. "N un ca ol\'ideis á esta infeliz amante que os cita, cuando os deja, para el ciclo ! ¡Si es verdad que me amállteis un instante, llorad, porque eso sirve de consuelo! "¡Oh, Padre de las almas pccaJora~, conceded el pe•·uon nl alma mia ! Amé mucho, Señor, y muchas horas, mas sufn por más tiempo todavia! "Adios! aJios! como hablo dcliranuo, no sé decir lo que deciros quiero ! ¡ Y o sólo sé de mí qne estoy llorando, que sufi·o, que os amaba, y que me muero!" RA:llO~ J)E CA:I!fPOA:llOU. L1\ !U:UJER Y LA UODA. Al querer abordar estas dos cuestiones, me encuentro como los niños cuando se wn ro · deados de multitud de juguetes, que empiezan por quererlos todos y concluyen por quedar­sE\ sin ninguno. Son tántos los pensamirntos qne me agi· tan, que ansioso de expresados todos, apénas puedo explanar uno debidamente. · V amos, pues, con calma. La mnjer y la moda son dos amigas inse· parables, dos buenas compañeras que se sos­tienen mutuamente eu laR diferentes épocas de su Yida. l.:1 mujer! bó aquí un logogJ·ifo cuya solu· cion no ha ofrecido ningtma publicista eu el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .ELCAUCA. próximo número-como acontece gElneralmen­to. Es un logogrifo eu que está inrcrtido el 6rden de tal suerte, que á semejanza del la­berinto de Creta, cuanto más se avanza más r;e pierde uno en su intrincada combinacion. Asf, pues, haciendo abstracciou completa de principios sicológicos, emitiré unas ligeras -observac:ones. La práctica, y los hechos que cada día pa­san ante nosotros reflejándose en nuestros co­razones como los objetos en las plnnubas fo­tográficas, me ofhcen medios snticientes pa­ra llenar el vacfo que me he marcado en es· tos renglones. Hoy dio, no es acettado Luscar las cansas: es preciso pasar á los efectos pam hablar de esa bella mitad del género humano á quien Milton definió tan bien, llamándola" hermoso defecto de la naturalez·;t." Valiéndome del estilo de Chateaubriand, diré quo e!i necesario probar, no que la mujer es costosa porque es víctima de la moda, si­M que es víctima de la moda porqne E'S mu­jer¡ esto es, repetir lo que tántas \'eces se ha dicho: génio y figura basta la sepultura. Y nada más cierto, amal)lés lectoras : dc­cidmc con toda imparcialidad, si en loA tiem­po!! quo atm\'esamos se puedo patentizar me ­jor que en ningun otro la parto débil de la ruujer; yo creo que no. La moda, esa maula con quo el pobre ex­}' lota la vaoirlad del rico, es la carcoma que de\'asta poco á poco nuestra sociE>dad. N o se me objete que ast la industria des­plega su vuelo con máe provecho, si este pro­vecho redunda en pe•:iuicio del alma á quien cot·roen Insensiblemente la envidia y el orgu­llo. Pa11to1:1, teatros reCJ'eativo!l, ¿ qné son pa­l'lllas hijas de Eva sino una competencia en que el lujo lleva la enseña del poder? De ah1 la aversiotl al santo nudo matrimo­nial. Hoy dia ¿quién se casa? ¿U no que cuente con tres ó cuatro mil pe­sos al mes? Ir:feliz 1 N o !e alcanzarán probablemente para satisfacer los deseos de osa doña Moda, señora capl'ichosa, que es la pesat!illa conti­nua de los p ·udPotes papás, de os maridos y de los tutores honrado~:~. Nadie conoce el mal en toda su extension basta que se palpa, y mncbo más si ese mal está oscurecido por las ilu~ones doradas del nmor. Asi, el pobre que se enamora ciegamente, como es mofla decir, y no ve en su amada otra cosa que sus gracias seductoras, sus be­llas manos que saben arrancar al piano algu-nas notas armoniosas de la Casta diw 6 el Elixir d' a more, y t;u piqnito de oro, cae en el garlito sin contar con la bué petla, y hétemo aquí uu hombre puesto en el potro martll'iza­dor de contemporizar coi su cara mitad, so penl\ de oir estas ó semeJantes palabras á ca-da pa~o: • -¡Ay, Dios mio, cuán acsgraciaoa soy! Si mamá alzara los ojos, otra cosa seria! ... mons· truo !. .. ingrato !. .. infiel-..&. Y todo esto por qné? Por ese ioccsmtto deseo de imitar á 1ulanita ó m<:ngnrlita con graYe riesgo de la paz conyugal. 'fodos los rséres e. tán 1mjetos á una pasion predominante que forma su carácter e6pecial, y de la cual son e!!clavos por más que le des· conozcan. El hombre siempre fué víctima de la mu· jer, y por una ley de compcnsacion parece ser que debía haber reciprocidad, pcr o Jll> es a. í: la mujer siempre !ué vlctima de sn ranidnd. Pot· eso dice Chillan, muy acertadamente : El oro se pmeba por el.fiter¡o, ¿, m11jer por el oro y el hombtc por l~ruujer. · Lo cierto es· Que nadie que llegare á conoce!las Podr:'l vivi1· con ellas ni sin ellas. Y es qne la mujeres tienen á au arbiti"Ío todos los poderes para domina•· el corazon del hc- mbre sin herit'le. Sabida es la influencia que éjercieron en to ­das las épocas de la vida. Hermosura , sensibilidad, suspicacia y lágri· mas son los móviles con que pnede.n af1·onta1· toda la fuerza moral y material del sexo mas· culino. ¿_Quién eo resiste al llanto de una mnjer? .Nadie que tenga una alma medianamente noble. Y sin embargo, con todos cE~tos dones~ con todos estos poderoses medios, no se puedo ménos de exclamar con Carolina Coronado. ...... Nacer mujer es triste cosa¡ desventurada sue1te nos rodea. ¡Ay infeliz de la que nace hermosa! ¡Ay infeliz de la que nace fea 1 Tengo pal'a mi que la infelicidad de la mu­jer no la ocasiona el hombre, sino la mujer misma. Cuanuo veo una impudente doncella, en· greida con garms, cintas, florea y fleco , que va barrieudo las calles con la undosa falda, llena de orgullo, cual nave real en triunfo empatesada, creo que no -lo ra tanto por dar incentivo¡¡ á ellos como por dar enojos á e· llas. Igualmente si las pollas del dia se ven ju· guetes del amor, es porque han hecho del!::.­parccer ó al ménos amortiguar los ODCP\4tos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ELCAUCA. 331 que lo forman: por eso los tiempos de l\la­das y do I\larcilla conclnyoron ya. ¡ Gracias, oh sol, que alumbras este dia en qne vuch•o á mi hogar, de amor repleto t Ahora sí! derrite te de gozo 1 ~i una beldan de nucst1·os tiempos se ena ­móm y arrebatn su amor á otm beldad, ¿lo hace impulsada porJa pasion? Su amor, si os santo, quen:\ en todo santi­. dad: lójos de eso, S~fCOmplace en inmolar llllCl \'lctima para satisfacer, no su amor, sino su arno1· propio. . Y sé que la mnjot·, considerada espiritual­mente, es el :\ngel DE EL EXTIU.!iJERO. í. !"; ven~rado nm~o ~1 Ilu.;tr! imo y rc,•crcndfsimo se­nor doctor uotl Jójc ¡~'~"~"" O!."'"• m••ritf.siruo Ar:to­bi pode Q•tito; i" nlMnrcndo l':vlre dou Ar,•1stin P Delgado, dignfsi­mo RijpClior Ue la ÜOUlpl'iU du ,fesus eu el ]~Cilador, y muy uu¡fl.do y reavcta.rlo harJ~ano mio en Jesucl'isto, 'Dedico ~1u(· rcllllid:unen~e cHte mi pobro canto, como U !la. dcbt. prcnUn Ue IUI NspetUO~O lllllt)r J ll}Í ~incera gr~titud, Olt ! esto r1 h.:o/¡o po1 tl SP./íor ¡ y ruán ad,lúrablc es ú 1mrstros o¡oY! Y este es el diu que /¡izo el Señor regocz_'illlOiiO., 11 rtlef¡l·émmuw L"'l él.' (David. Snlmo 117) I. 2\I:ie veloce, caballo 1 Sí, rrtás r~pido ! G:llopa sin cc1:m! )lús! Col'l'e, Yueln! que quiero ver ahora, en este iustante, lo que más ama mi alma y ver dese!l, Y late, corazon ' Oh ! sí, pnlpitn J· mas no quiems, ay ! no, romper mi pecho ¡ N o to embriagues ! o o agotes tus latitlos In.fudtos de atr)or en un momento ! Espem, si! Pa pita más despacio ! ¡~~o te cout>umas Je o¡i amor al íuego tlin que áutett Dios escuche el .~ursum coi'da que á ÉL entone , corazou viajero ! cunl nn grano de incienso árdete entero ! ¡Y lnte recio, y vuélvete pedazos, y abrásame de amor, y rompe el pecho 1 II . Cual tiemo niüo :í quien su p:\dre cnseñR eu clara noche el e~trellado cielo y uno á uno los astros va mirando que nmartto mu<ístralo el paterno dedo, Así tú, así yo. Y o soy tu padre; ¡Ven acfl, cot·azon, ven, yo te mue. t.·o de aquí de Santct llelena el panorar¡1a m á t1ermoso que tiene el Universo! Míralo! Es .Jledcllin ! Ciudad bendita t la ciudad Jo tus íntimos anhelos! donde están tu pasado, tn futuro, tu esperanza y tu íe, tu amor, tu ccntJ'O 1 III. Goznndo de una eterna prima\•era, de pcrpétua apacible juventud, y e~maltada do flores Ru prantro va; resnmulamente, e:.an don José y los suyos buenas gentes, y en su ca11a, como en la rle San Basilio, eran toJos santos hasta el agua­dor. -Y a, señor; si tengo dos varas de hambre y traigo las t1 ipas que !lC quieren comer unas á otras; y ban·iga vacía, to.do es sequfa. Pa· ra eso que está snmercé tan esponjado y tan .,atisfecho, como que barriga llena á Dios ala­ba. -V e•-daJ es que no puedo quejarme. -Y a lo creo qne puede sumercé estar re-q11into ( .3 ) como que siempre le sale el pe­jugar á \'einte, y le carga la marrana ( 4 ), no que yo soy la prosulta ( 5) d.e la desdicha. -J nan, en este mttn1lo siempre ha habido y halwá quién ria y qui~n llore; pero venga­mos al caso. 'l'e he mandaclo á llamar para que vayas al palaci"O de la l!'ortuna y le cligaH Je mi parte á la mía, que e$toy ~tisfecho y que no quiero m{&s; y te daré por tu manda­do closcieutos ¡·eales con qué te l'Cmedie~:;. En lugar de acoge•· con aleluyn. la ht1ena propuesta, y una ocasicn como ('U RU vida se le habia venido otrn á }a¡.¡ tniiOOil, le entró i Juau Miseria la codicia y le dijo á don Jo. 6.: -Qué, seño•· ! doscientos reales no son pa· ra levanta•· ni llgachar fl nadie; mire su roer· cé que el palacio de la Fortuna está empin· gorotado allá donde Cristo dió l&s tres voces y nadie las oyó. Si me voy por el cañal, me he de mojar, y si por las breñas, me hu de hallar con lobos y malas veredas; deme Rtt rnercé siquiera trescientos reales, qne bien los vale el mandado. A don J o~é bien se le previnieron las tric¡ni­ñnP. Ias de Juan Miserill¡ á pesa1! de eso, le di­jo que le flaria doce duros y quedaron conve. nidos. Pero al salir, como que ya le había entrado á J nan .Miseria la codicia, se · volvió atrás, y le dijo á don José que doce duros era poco. -Quieres nueve? le contestó con much:¡ pachorra don José. · -Señor, se está Anmercé burl!lndo? dijo Jnan .Mise•·ia; conque no quiero ir por doc&, é iría por nueve! En casa de Miseria, como que en donde no hlly harina todo es mohína, lo que había era \ hambre, desnudeces, grescas, chiquill<>s llo· ·rancio y sopapos para aoallarlos. . \ Mandó nn dia don José á llamar á .Miseria, 1 [ 1 ) Y tan reciente, que ahora poco vivían los dos tipos -Pues, no vayas, dijo don José. · Miseria, al oir estl\ respuesta, se descua­jaró. qua.presenta este cuento. Si dicen los franceses que en l'arll! corre 1~ agudeza por la.s ca.lloR, con ta ntn más ra~on podtlrHos dec1r nosotros qu~ pasea p<>r los campos de Au- ,dr.lucra. 1 3 Contento, a.venta.'a.do. ¡ 2j Do léjos. ~ Parir muchos lecLou~ts la. cochina, teaer suerte. o Nu11 plus ultra. '1 ~ } Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ELCAUCA. 334 El noble conde pasaba una modesta pension n la madre, encargándola dicrse bm:n ejemplo al rapaz y cuidase de educarlo. Pero Fer· nandioo era el mismo pié de J úd::.s. Travie­so, enredador y camorri ta,más que rn la es­cuela se le encontraba, con otros perillanes de su edad, haeionoo novillos por laa huer· tas y mm·allas. Ni el látigo, $Í la palmeta, ntriuutos indL pensables del dómine de esos tiempos, podian moderar Jos malos insLintos del muchacho. Asi m·eoiendo, cumplió Fernando veinte a­fias, y mnerLo el conde y valetutlinaria la madre, hízose ol mozo un dechado de toclo!'l los vicios. N o hubo garito de que no flH:se parroquiano, ni hembra de tumbo y trueno con quien no se tratase tú por tú. Feruan­do ora Jo que se llama un pié útil pam nna f¡·ancachcla. 'l'añia el arpa como' el mismo rey David, punteaba la guitarra de lo lindo, cantaba el polltto y el aoaa rica, trovas muy á la macla eutónces, con más salero t¡ne los comediantes de la tonadilla. y para bailar el pttnto y las rMlla1'eS tenia uu aquel y una desvergüenza que pusaban de ca tailo claro. En cuanto á empinar el codo, bebía <'1 zumo de pana con mits anlor que los campos la lluvia el el cielo; y en materia r en F ernando do Ohávez la soRpecha do que él y no otro Cl'a el sacrílego ladron. Feman rlo anduvo á Ealta de mata; pues Rt~ excelcncin el Obi po don Diego Ladron de Guuvara, viroy Jel Perú, echó trás el crimi . nal toda una jauría de ll!guaci!es, ofioialcs y oficiosos, III. 'El ilustrlsimo señor don Diego J.adron do Guerara, Obispo do Quito y qne ántes lo ha· bia sido de Panam{\ y Guamanga, estaba de. !:iignatlo por Felipe V, en tercer lugar, par!l gobernar el Perú, en caso de fallecer el virey marqués de Ca tc,dorius, Cuando murió és ­te en 1710, habían tamuien pasado á mejor vida los otros dos per~;ouajes do ln toril:\, Al poco tiempo de <•jercet· el mando el Ilnstríl'imo Ln(lron de Gne,•ara, se recibió en Lima la noticia del triunfo de Villaviciosa, que consolidó en el trono Jo E~;pnña {\ Folipo V y la dinastía borbónica. Entre las fiestas con qno la ciudad do los reyes celebró h\ nuev11, tné la más notable, la represcntacion, en una sala de palacio, COil\'l!rtiua en teatro, de la comedia en verso 'l'riunfos de amor y pocler, eKcrit:t por el poeta lim~iio J>er~lt~. El viroy Ollispo logró ahuyeutar de la cos . ta á un pirati\ iuglé que hauia apre~ado t1·es naves mE-rcantes; y comisionó al marqués de Villar de 'l'njos para que destruyese á los ¡¡e­groq cimnrrones que, t•nseñoread.os de loa montes de lluachipa, hnbian e tablecido en ellos tortificauiones y osado presentar batalla á la!l t;:opas reales. A (ljemplo de su antecesor el virey litera­to, acordó el Obispo gran proteccion á la Univer~;idnd de, an ~lárcos; y más que dG eU\·hu gruesos contingentes do dipero á 11} corona, cuitló tle que Jos fondos públicos se gastasen en el Perú ell templos, puentes y caminos. U u vi rey que u o mand ba mil: o-es :1 E. plfii no servía para el c3rgo. Es\o y el haber colocado las regaUas a~ la iglesil} áotos que las del sober~no, fuaron motivos pam que en 1716 se le reeplazase con el priu· cipo de 'anto Bono. Hegres:mdo para España, llamado por el rey, 'lne le excusaba asi el rubor de volver {} Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 335 .ELCAUCA. , -Y qué, me 'foy á qnedat· sin esos nueve f:tntMio~:l. duros -qne tllnta f.alta me hacen? penRó el po- -Aquí me envia don J o~é el Colmado}:>!\· bre; y volviéndose atrás le dijo al Cnsó mejOJ\ pnes el dinero seria. · le hacia mucha talt.a. I~os ricos son los qne -¿Y no tiene ese esporton de rosas nn fa· matan ó sanan, dijo pal'a sn chdeco, y no hay vorcito pata mi, más·que sea de! tamaño de sino agachar las orejas. ¡ Ojalá hubiera ido un cuano de especias? por los doce 1 Bien dice el ref1·a11, que la co- -Y o no soy tu fortuna y nada puedo por dici'l\ rompe el saco. Volvióse atrás y le dUo ti¡ le respondió la bu~na moza; pero aquí á os­al Colmado: paldas do mi palacio está el de la tuya; anda -Señor don José, la necesidad carece de y platica c.on eita. ley; voy vor los e,eis estfticos. Y con eso !ie fué bnilando como un trompo -Qúieres tres? le J'C!!pondió elt·ico. y cantando como un canario. -M demonio que se rompa un par de za- Salióse Miseria, dando zancnjadas, dió lA patos y qnizás la CJ'i~ma~ subiendo por esos vuelta al palacio, y se halló con el de su for: vericnotos por tres malvados.de duros! ¡ Vea tuna. uated: valiente puñado son tres moscas! ¡Con Era esta roontda un derrumbo oc piedras Dios, don José 1 más negras que mi corazon, qu.o tenían entre -Ha!!ta más ver, hijo. cada grieta una víbora y en cada endidura Apénas estuvo Juan l\Iisci'ia en la calle, una culeb1·a. <'liando pensó: ¿Me he de quedar !iin esos -.¡ Con que aqlli es dortde mora la fortuna sesenta reales, yo que no tengo un enarto¡ ni mili? dijo Juan Mise da: tal el pájaro, tal el de dónde sacarlo 1 • nido¡ voy á llamarla, que ganas tengo de ver Volvióse de prisll atrás, y gritó dcgclc la su 1·epulfa cara. p'nerta ~ Y se puso á dar voces. -Don José, mil·e usted que voy por los Salió al punto de los escombros llna viej:l tres endinoe de duros. más fea que la que engañó á San Anton y a• -Quieres uno? dijo el rico. padreó á San Esteban ( 6 )1 con una boca sirt -Sí señor, respondió Juan Miséria tt1ás dientes y unos ojos pitañosos sin pestañas. «úbito que un pistoletazo¡ y echóse en seguí- -Qué tne quieres ? preguntó la virja con da á correr ántes que do u José renovaRe su· una habla que pat•ecia una matraca. propuesta. -Mandarte nl demonio como uha condo- Dcspues de su bit· y bajar todo ttll día por nada que eres¡ respondió Juan 1\Iiseria. e11os Yericuetos, llegó á una peña tan alta y -Pues sábete, dijo la \·ieja 1 que porque tan enriecada que no tenia ni vereda de ca· ine cogi!!te dot·mida has ganado uu duro .. bra, y hasta los rayos delsolse resbalaban en Pues si no me hubieses cogido dormida, ni ella. por los teinte reales 1>e11ias. En el pinacho cl!taba encamruado el palacio li'ERNAN C,\BALLEno, de la fortuna, que era de alabastro legítimo, con puertas de oro puro. Cuatldo acabó de ¡1,l FÚNDACION DE SJ\NT 1t LIBRAn.t.. trcpa1· y llegó á la cumbre 1 entró en un p~tio como una plaza real 1 lleno do flores de todo CRóNICA DE el año, de frutales de todas estaciones y de t,\. EPOCA DEL VIREY OBlSPQ DE QUITO. yerva siempre verde. Empet.ó á llamar á. voces á la fortun:t de don José el Colmado. Presentósele entónces una mo1.a que le decía al sQ} quítate allá¡ lo­u. na, blanca, rubia 1 cada mejilla parecía uua rosa d~ á libra, y cada ajo una es.tt·ella plauc­trl ¡ tra1a más faraláes que tm tejado, y más perendengues qnc tienda de joyero. -Qué me quier.e? preguntó la moza mny I. Como fl'ltto de nna de las calaveradas do la nioceJad del conde tlc Cal'tnjo, Yino nl mundo un mancebo¡ conocido en Lima bajd el nombr~ de Fernando Hurtado de Uhávcz:. f6 J Este dicho es' un anacronisnio, pues San Estóbali sutrw su martirio poi loJ añoa 34, y San Autonio ,Abtul murió el a1i0 3Gl: quitás iu(lique la personificacion del~t mnla vieja. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 336 .EL · CAUCA".. Quito, como dice el cronista Alcedo, quiso el Obispo visitar el reino de Méjico, en cuya ca· pi tal murió el.19 de N ovierubre de 1718. IV. Las diez de la noche del l. o de Febrero acababan de sonar en el reloj de la Compa· ñía, cuando el catalan Jaime Albite11, prepa­rándose á cerrar su pulperia, situada en las calles de Puno y de la Concepcivn, vió pasar un hombre cuyv rostro casi iba cubierto por las ancha1:1 faldas de un chamue¡·go. Pocos pasos babia éste avanzado cuando el pulpero echó á grita¡· desaforadamente: · --Vecinos! Vecinos l Ahi va elladron del Sagrario l Como por arte de encantamiento se abrie­ron las puertas,y la calle se vió en un minuto cubierta de gente. Elladron emprendió la carrera, más una muje1·le acertó con una pe· dradll en las piernas á la rez qne un (~31·pinte· ro de la vecindad le animaba un tranca~o contundente. Cayó sobre él ll\ turba y aca· so hubiese t.enido lugar un ,qnti&rricidio 6 ac­to de juBticia popula1·, como llamamos noso­tros los repuLlicano s prácticos á ciertas bar­bariedades, si el escribano Nicolas rle Figno­roa, y .Juan de Gadea, boticario u el Ilospi : tal de la ca1 idad, sugetos que gozaban de pre· dicamento en el pueblo, no lo hubieran im­pedirlo dbiendo : Si ustedes matan A este hombre, nos quedarémos sin saber dónde tie­ne escondido á N u estro Amo. A este tiempo asomó una pat1·ulla y dió con el c1·iminal en la cAree! de corte. Alli declaró que su sacrílego robo no le había producido más que cuatro reales, en ttue vendió la crucesita de oro que coronaba el copon ; y <¡we horrorizado tle su crimen y atiut~tado por la persccucion, babia escondido la pixide tm el altar de la ~:~acrist!a de San Ji'rancisco, donde en efecto se encontró . En cuanto á las sagradas forma~, confesó que las había enterrado, envueltas en un pa · pel, al pié de un árbol en la alameda de los Descalzos. En la mañana del 2 de Febrero hizose en· trar al reo en ·una calesa, con las c~n'tinillas ~orridas-, y con gran séqoito de oidores, ca· uónigos, cabildantes y pueblo se le condujo á la Alameda. La turbacion de Femando era tánta, que le fué imposible determinar á puo­tq ~j el árbol, y ya;.,comenz11ba ei cort jó á dese~>pe1·ar cuaudo un negrito de ocho aiios ue edad, llamado Tomas Moya, dijo: bajo ese n:uanjito vi el otro dia á ese hombre y me tiró de piedra1:1 para que no me impusiera de lo que hacia. ·J.as lliviuas formas fuewn encontradas y al negrito, que era esclavo, se 1~:: recompensó pagando el cabildo cuatrocientos pesos por su libertad Describit· la alegria de la poblacion, los re· piques, luminarias y fiestas religior¡as y pro· timas: es tarea superior á nuestras fuerzas. Publicaciones hay 8e esa época como la Imá· gen política de Peralta, á las que remitimos al lector cuya curiotidad sea muy exigente. ll:l 'virey Obispo, en solemne p1·ocesion, condujo las hostia11 á la Catedral. Se quitó el velo morado qne cubría el altar mayor y desaparecieron de las torres é iglesias los crespones que las enlutaban. La yerba y tiena, próximas al naranjo,fuc­ron puestas en fuentes de plata y repartidas, como reliquias, en los monasterios y ont.re las personas notables. El 10 de Marzo fué trasladado Fernando á las cárceles de la inquisioion. Dicen qne se le con ,lcnó á ser quemado vivo; pero en ningn · no de Jos documentos que conocemos del Santo Oficio de Lima, hemos podido hallar noticia del auto de fe. El vecindaril contribuyó á porfía para la inmediata ereccion de una capilla, de cuaren­ta y cuatro varns de largo por doce de nn · cho, en el sitio donde se encontraron las for · mas. El altar mayor, dice un cronista, for ­mado en esqu eleto, permite trasmitir por HU pa1·te inferior hasta el sitio donde estuvieron entonadas las bosti~s. 'l'al es la historia do la fundacion do la iglesia de Santa Liberata,junto á la cual los pad1·es cruciteros do San Camilo ost.ablecie· ron en 1754 un conventillo. RICARDO PALMA. A. 'VISOS. FOTOGRA.FIA.. Acabamos de recibir un escogido &urtido de útiles de fotografía, y las fórmulas de los artistal! más acreditados de Nueva York. N o dudamos que las personns que nos ocupen, hallarán mejores condiciones en nuestrO/! ~timos trabajos. sobro plancblls de hierro, poroola.na, vtdrio, papel, y parttcular­mente en Jos amplificados y .retocados á dos l~pice¡;, que imita.n los gmba.dos de J uben ; el cual trabaJO está cou­flado 111 jóven lgnt~c io Luna F., cuya. habilidad como di· bujante es generalmente conocida. y recomendada. por los inteligeutes en el arte. Pop~yan, Febrero 26 de 1~5. Segunda edicion hecha en Popaynn del VIAJK A LA TIERRA SANTA en el año del Señor de 1870,por el Reverendo P. Fray Vicente Cuesta. De venta en esta imprenta. DIPl~J:;ÑTA. DEL ÉSTADO, . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Et CA UCA. 287 y, el vuelo dirigiendo bácia otro punto, al nielo dijo para siempre adios. ¿ Y sigues snspirnntlo tiernamente por esa que ahrignste, corazon, blanca paloma do inf~ntil arrullo, que el hombre la inocencia apellidó? Pues aprcurle que P,sa aYe nunca toma al nido que una vez ábandonó; cometa que en la vida de cada hombre, hace sólo una \'ez sn evolucion. Acaso sol11mentc el fuerte espfritu qne en Sil vida terrena el puro albor no manchó de ese nido, al desprenderse del santuario tle came que habitó, En la region ue Dios, el ave blanca por vcz segunda y pam siempre halló; y en una eternidad, celestes goces obtm·o ue sus plumns al calor. Asi lo creen millares do millares de gentes que este mundo recibió; y et~peran que al morir, en otm vida reaRumit·án el celestial candor. Conserva, pues, 1 oh es~iritu 1 ese nido que o.lli en tu seno la niuez tegió; que ni dejar t\t ropaje, en otro mundo . rccobro.r!ls el ave de tu amor. l'opayan. 187 4. · JOAQt!IN REBOLLEDO, Et•JGlt.,UIAS. Cambiósc ae cirujano en (!arnicoro Simon ; y hoy por doquier dice ufano que nu11que el oficio es villano no extraña su profesion. Dice J uancho con frecuencia que es su e~posn Petronila una flor de incomparables bermoaum y lozauí.a ; y yo sé qne es verdad ésto ; pero hay aluo que me obliga á pemnr que de ella Juancho sólo tiene las espinas. J. M. VET.ASCO CASTILLO , AN I::t;DOT AS. U u a seüora cuyo traje era mds lujoso <1e o que col'l'cspondia á su posicion social, con­estaba á las reprensiones de su contesor di· iendo: -Padre, es el uso. -Tambien lo es el it·se al inflerno1 hija, le cplicó el prudente confesor. Un mncetro á 5U discipulo : -Qué es número quebrado ? -Número, los que tienen las casas; y qnebrado, el comet·ciante de ni lado de casa. -Ignor:~ntc! En castigo, vhyase us.ted al calabozo, enciérrese por dentro y tráignm o la llave. Estalla ttno agonizando, y queriendo con· sola de nn amigo, le dijo: -Vamos, ,·alor! ...... Al cabo una vez hay que morirse. -Eso es lo que siento, contestó el otro; si se muriera diez ó
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Cauca: periódico literario dedicado a la juventud - N. 42

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