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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUZ Y I<~lo \ilipendiada y
que podin vender, ceder y rocobrnr :'Á ultmjt1da; y sin dud:\ debin e~coger
su antojo y capricho, sino liU igual en morir en el martirio uuís bien que ·ver
nutor1dad para con sus hijos, aunque apagada e~a fo 'luo In. ~almba, que
sujeta dentro de los límite!i trazaJo~ 1::1. dignificaba y la dn.hn posicion á la
por la 111auo de la justicia. divina y la cabe1.a do su familia.
caridad do ,J osucriRto. Si lleva u u yugo, ¡ C.:u:íutas mujore~ bor6icas apare.
a11ado el abate Ga.ume, el marido lo 1 cierno ent6nces! Aunque las ,·ida.s de
lleva con ella, y es el mismo pftra el los S:-tntos nos en~eñ:lll á admirar esa!!
uno y el otro: la igualdad es comun, y virtudes é inclinarnos reverer.tes ante
no hay ninguna excepcion ni privilegio una fe que jamas ha teuido nada igual
oprcsi vo y deshonroso. Esta suave Ji_ en ninguna época,- no por eso podemos
bcrtad bajo una ley divina formaba la pasar por alto la vida de algunas de 1
felicidad de los esposos, siendo la gloria estas mártires.- escogiendo entre las '
de los matrimonios cristianos. J m6nos conocidas para hablar de ellas 1
N o es, pues, sorprendente que cuando en e¡; te lugar. 1
las mujero::; llegaron á comprender que ~-E~ t:__ :ia.s Cata.linas santas que 11
TOMO lll. 25
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
198 L A M U J E R . 1 l
registra la historia de la lglesia, la sus falta.'!. Una madre, Santa Sinforosa, l
primera. y más antigua fné la de Ale. no solamente aceptó la muerte para sí,
jandría, que floreció bajo el reinado de sino qne en .el memento de dirigirse 1
Maximino. Era Catalina hija de una fa. al suplicio exhortaba á sus hijos para
mi lía muy principal de aquella metró. q1:1e siguieran su ejemplo, üiciendo al
poli, y tan bellactra.nto docta, rica yv}r. mostrarles el cielo:
tuosa. ElEmperador~uisoha.cerbsuya, -Mirad: allí es don -:le os espera
y empleó con ese objeto todas las se. Jesucristo con los santos que llOS ban
ducciones posibles, hasta qt~e, compren. eusefíaélo }a manera de ganarle ! Sed
diendo que ella despre-ciaba todo amor fieles á ese Remunerador tan Lnagnífico, 1
terreno para elevarse al Dios de los y combatid con uu valor tan grande 1
cristianos, fué tal su indigoacion, que como es la recompensa que os aguarda!
la condenó á la muerte más afrentosa. Si u embargo, cnando se quiere hablar
i. Quién no conoce los martirios que de una mujer valier.te, virtuosa y digna 1
sufrieron santa Felicitas y Santa Per- de ejemplo, los escritores no mencionan
pétua, encerradas en una red y expues. sino á las Lucrecias, las Virgi oías, las
tns á la. furia de una vaca encolerizada 1 Porcias y las Arrias del paganismo, 1
N o olvidemos los nombres de Santa cuando entre las heroínas del cri&tia. 1
Bárbara., Santa .A.polonia, las santas nisruo encontraríamos centenareR de
mártires Victoria., Melania, Domnina. y wujeres más dignas de elogio que ellas.
Teonila, que muriero» tranquilamente N o olvidemos qt1e el gran drama del
eu medio de los sufrímientos más atro. cristianismo es mucho más bello y ences,
dando gracias á Dios porque las cierro. leccioneR más dignas de imitarse
permitía morir por su fe. La ·hermosa que toé! os los hechos juntos del paganiña
loes, que rehusó un enlace muo- nismo. Estudiemos, pues, sin descanso
dano, sin vacilar, en cambio de la pal. la historia de la Iglesia, y como seria
ma del martirio, es otro ejemplo de imposible meuciotlnr,aunque fuera muy
abnegacion y fe. ue paso, loll nombres, y mucho ménos
Todas las clases de la sociedad tu. los llechos de las primeras mártires del
vieron su lugar en aquella galerí& do cristianismo, nos contentaremos aquí
m6rtircs; no sólo aceptaban la muer. con recomendar una. lectura tan pro.
to las matronas más virtuosas y las vechosa como es la Historia de aquellos
vírgenes más puras, sino que otrac; primeros tiempos de la Religion cris.
mujeres de la vida airada., como Afra, tiaoa..
quo repentinamente fnó tocada. por la B. A. DE S.
gracia, busc6 el martirio para expiar 1 ( Cont¿JttUil'Ú ) .
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LA MUERTE DE JESUS.
COMPOSICIO'!o{ HECHA Á LA VISTA DE LA ESTATUA DEL SALVADO~ CRUCIFICADO Y
MUE~TO, FAB~ICADA POll_ EL SEÑOR BERN::<\BÉ MAl\TÍ~EZ.
Oh! Quién tuviera, dulce Señor mio!
De los Profetas el sublime acento,
Paro. cantar en gloria. de tu nombre,
Tn sncrificio de dolor inmenso.
El profundo dolor y la arnargm-o,
Con que expiraste en el infame leño.
Cu I>ierto de dolores y de llng11s
Tu sacratísimo, di vino cnerpo;
l
11
1
1
Quién e:xprP.SI:Lr pudiera, con las notas,
De un himno sauto, angelical y tierno,
y de blasfewia~ y ue horrendo oprobio,
Por el ingrato, eniure::ido pueblo;
1
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R E V I S •r A Q U I N C E N A L . 19{1
1 Llenaba tu alma de infinita angustin,
1 El abandono do tu Padre Eterno,
1 Y el mar de llanto q ne tu tierna !\ladre
Virtiera o.Uí por ott dolor inrueuse.
La sed ardiente de salvar al mundo,
Que deYoraba tu divino pecho,
:Manifel'-taste con clamor doliente
1
A tu¡; verdugos mofadores ciegos.
Y cual si algo faltase todavía
A aquel suplici.o incomparable, h~rrendo,
La hiel gustarscurecióse de pavor el cielo.
. ............................................ .
... ·············· ._... ................ ·········
:Hurió Jesus! del leño todavía
1
Pendiente está su destrozado mo, diciendo que como se seutia
algo indispuesto deseaba llegar lG más
pronto al fio de su jornada .
• \.1 tiempo de montar el s¿quito del
Vi·ey, result6 que la<> m.ujeres que
¡ llevaba él (siendo éstas la mujer, la. hija.
y h. sirvienta de uno de los ayudan tes
y compañeros de viaje de don Juan de
Torrezal Díaz P imienta.) no babian
, mentado nunca. y hacian mil mel indres
y tspavientos. Temeroso el A rzobispo
de que si se detenian íi aguardarlas no
pudiesen llegar á tiempo ú Guáduas,
'en uoode le tenia preparada. posada
c6modo. al nuevo Vi rey, pidi6 y obtuvo
que éste mo.odase que las mujeres
siguiesen poco á poco atrns, en to.nto
que las personas de categoría y repre.
sentacion seguirian adelante, picando
el paso de sus caballerías.
Vol vi6se ent6nces el Arzobispo á
Gonzalo, que capitaneaba la escolta, y
le dijo que se quedase á retaguardia
cuidando de las mujeres con algunos
de los oficiales de la guardia que t raía
consigo el Virey.
Choc6le sobremanera. al j6ven militar
la triste mision que le daban, y llegan.
dose á Andrés le dijo que le suplicaba
hiciese presente al Arzobispo que sien.
do él el Ca.pitan de la escolta de honor,
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12oo L.A. 1\iUJER.
¡ '
era Au deber seguir con ella. y ponerse 1 Entre las per~onM de la confianza
á las 6rdenes del Vi rey, siquiera hasta del nue,·o Vi rey venia. don Melchor ue
1
1 Gu:íduas, en donde podia dar las dis. los Barrios, el esposo, padre y amo u e
: posiciones del caso si debía él quedar:.e las viajeras,- en calidad Je atltífeTe nl
, atras. séquito del Virey, r¡uien había ofreciJo 1
1 • _Acerc6se And~és á su protector y le l darle un buen empleo en Saotufé. E m
l. dtJO lo que quena su amtgo. don Melchor hombre vulgar y de mal
-Bien,- coutest6 el de G6ngora, - 1 carácter, quien procuraba encubrir su
que siga, pues, con nosotros el Ca pitan, baja extraccion con un orgullo y uua
y qne se quede con las mujeres el Oficial al ti vez extraordinaria con S\13 in ferio.
Mayor de la. guardia del Virey, para rell, y una lmmilda.d, obsequiosidad y
que nadie les falte á esas damas .... ánimo quebrantado con sus superiores
Pero, añadi6,- como el Oficial no conoce que Jaba. grima, lástima é indignacion.
el camino ni está enseñado tal vez ú Usaba don Melcbor de mucha mal1a y
este modo de, viajar,·- permaneced vos astucia para encubrir que estaba en
tambien con ellas, pues, como oriundo las colonias española!! bajo un pié muy
do estas comarcas, podreis indicarles falso, pues había pasado á ellas f-in el
los peligros dtl camino, y si llega la perwiso del Rey, lo cual constituía por
noche á destiempo, las posadas e u que sí solo un delito, y podía ser declnrndo,
pueden quedarse. si lo 1mpieran,polison, es decir, hombre
Descontento ú su turno Andrés con de mala crianza y ruin extra.ccion, que
aquel importuno empleo, tan contrario podia ser condenado á tomar las armas
á sus costumbres y tan impropio de su por diez años en lns tropas del Rey.
carácter, detuvo su cabalgadura, dej6 A pesar de esto hacia tres nños que don
pasar adelante la. comitiva del Vi rey y
1
.Molchor babia llegado á Cartagena, en
del Arzobispo, y qued6se atras, viendo donde se adorn6 por sí y ante l>Í con el
con pena desaparecer á sus corupafieros 1 don y el de que no tenia en España,
uno ú uno al voltear uu recodo del 1 en donde las gentes de su pueblo lo
ca.mino. En seguida se dirigió al acon. llamaban simplemente Melchor Ba-
. gojado grupo de mujeres, que llornndo' rrios, el hijo del mantequero.
1
y gimiendo se santiguaban, pidiendo
1
Despues de muchas fatigas y bumiproteccion
ó todo el reino celestial, ya lla.ciones, al fin don .Melchor )H\bia lo- ~
que el marido, padre y amo de las grado hacerse tan 1ítil para con el Go- 1
1
cuitadas b:.~.bia. seguido las huellas del bernador de üartagena, el ~>eñor PiVirey
y las había. dejado ntrns. mienta, que cuando fuó uowbrndo Vi.
¡ Tenemos la pena de confesar que 1 rey tuvo la dicha de que le permitie,e 1
1 Andrés, que uo estaba en11eiíado á tra- ptumr consigo á la capital del Vi reiuato,
tar con damas-y ni aun la~; de su fa. y ndcmas llevar en su com paiiía ú Hl
ll•nilia veía á me u \Ido, - Aodrl!s ¡¡a •na- Ulujer, doña María Peralta, humilde y
1
nifest6 muy poco galante y atento. e!itúpida mujer, á su hija Magdalena,
Permiti6 que el Oficial español y los que era bella como un lucero, 'ivn.
1 peones montar;en !Í sus protegidas y como una ardilla, y coqueta ó pedir de
1 tratasen de infundirles valor y brio, boca.
en tanto que él se content6 con indicar N o queremos sino delinear breve.
1 el camino, tomando en silencio la de- mente á los miembros de esta familia
1
)antera, de~pues de habedes manifesta- por ahora, }Jues (L medida que el lector
' do con breves razoues que deberían se- los vaya couociendo más ú fondo irá for.
1
1
guirel paso de su mula y no tener mieclo. run.ndo su opinion acerca de sus carne-
En tanto que la cabalgata sigue poco té res, propensiones y sentimiento!!.
á poco el co.mioo en silencio, ioterrum. Volvamos ahora á nuestros viajeros.
1 pido por los bUspiros de las damas y Habin.n traspuesto la primera cuesta, '
'¡ los gritos de la doncella, digamos quié. sin mús novedad que la caída do la
nes eran ella11. doncella, que babia gritado mucho pero 1
1 ~-
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l: ___ RE VI S 2'__ A QUIN C F: N AL. -= 201
al fin babia vuelto h monta~, merced á 1 méno8 q~tc volverla á mirar, llnt~tíndole
los rer;aiíosde sus amas,- haCiendo firme In. atenc10n Fill clara y argeutJ na voz.
propóilito de no dejarse caer de nuevo Vióla eotóoce~ m:'ls de cerca.~· cruzóse
en su presencia, ya que no se condolían su mirada con la de :Magdalena, que
de ella.. Las mulas era u rnnnsas y bien despedía rayos Je sus negros y brillDntes
1
disciplinadas ; así, suhia.n, bajaban, ojos, sombrotLdos por nn mnoto de color
saltaban y trepaban como cabras, sin ol!curo y bajo el sombrero nlon que
1
titubear ni do.r un paso falso, causando llevaba. Desprendido!! rizos le caían
e~o sí grandes angustias á las pobres por las mejilhs, y sus labios de rosa
viajeras cuando orillaban impávidas reían alegremente, abriendo uua boca
los prt>ci picios, sin atender ú los tirones guarnecida do blancos dientes que pa.
de riendo., ni ú los gritos que las dabn.n reciao perlas.
para ,quo tomasen una vi a. ménos veli. l Andrés apartó la vi<~ta de la. tenta.
grosa. A~í. al cabo de una hora de mar. dora imágeo de }Jagdalenn, pero en
1 cba nuestras damas habian cobrado al. sus pupilas quetló por largo rnto retra.
guna confianza é iban mús resignadas; tnda aquella. encantadora vision.
clamoreando y haciendo aqpa vientos 1 -¡Jamas he vi ~Sto mujer mtís desgre.
dofia. María cuando llegaban á un paso fiada: trató tia pensat Andrés con se.
peligrol!O, llorando escouuitlas la don. veridad. i No dice fray Luis Je Leon:
cella Rita, en tanto qne Magdalena., "que no se lns debe permitir rizos, ni
sin miedo ya., babia soltado la cri o de encrespo~, ni nfei tes; que el cuerpo se
la. mula, á que estaba aferrada paro. no ,·ista, pero la. cabeza no se desgreñe, ni
caerse, y llevando la cabeza de la cara. , se encre1.1po ou pronóstico tle su grande
vana, inmediatamente do~pues de Au. miseria. 1"
drés, cabalg1~ba con desembarazo y Poco á poco se fué horratldo de sus
gentil talante, mirando cuanto la ro. pupilas la ,·ision, y entónces Andrés
deaba con curiollidad é interes. instintivamente, y casi sin caer en la
Las exclamaciones de ndmiracion de l cuenta, aprovechó una revuelta del
la niña. de don Melchor ante algun camino para clavar de nuevo su vista en 1
¡JUnto do vil•ta pintoresco ó árbol cor- lu hija de don Melcbor. Notó eutónces
puleoto, pintada mariposa, hermostl que tenia una uariz pequetia y algo
flor ú otrns bellezas oaturale!:, llama., urremaugadn, lo que la daLa mucha
roo al 6n 1:\ ntencioo de Audré~, y 110 gracia, uun tez plílidn y limpia, y una
pudo rué nos que volver los ojos hGci1\ multitud do rizos naturales que volaLau
su compi\Üera, que fingin no haberle sobre sn frente nnclta, baja y Líen for.
\Ísto y continuaba su marcha en si len. macla. Seulluln eu su sillou, tenia con
cío. A.ndrés, siempre sério y adusto, no t1na mano pct¡neñísima y perfecta las
le babia siquiera. dirigido la palabra, riendas, y con lll otra procurnba con1
cootent:iudose con guiarla por la mejor gentilezn. y donaire dufcuderEio motivo, - puesto tambien rloün ~bría un niño de Jo~ Ó
que pensaba como don Quijote ''que tres años, fruto de ;;u \'ejez, pues decia 1 1
es roncha sandez Ir, risa que de leve que lo ha.bia dado :lluz en E~ pafia ni en.
cnu~a procede." Lo de muchos aiios de uo tener fatniliu.. •
Trabada. la couversacion bajo tan Traí:>lo cargado uun negra fuerte, ro. 1 1
alegres auspicio~. no será raro nse!!urar busta y ca~;Í sal vnje, que balJia :->ido su
que continuó en ~!lmismo tono . .Aurlrtrs amn. de leche; a~egnra.ba dofia ~l::u í:l
se vió obli~ado tí sonreirse v admirar que bn.rto babin hecho naturnlez.n con
:'i :m comp:uiem de viaje, ,¡Jndola tan concedede un hijo en su mayor udnd,
hermosa, tnu n.pnrcotcmeute sencilla no a.lcanznudo á darla. con f~- :\ln.ría. Ma.gdalcun. ~e puso iÍ jug:\r con
fieras lticie~en altc, y les ncoo!'ej6 c¡ue el niño en tanto que les llembun In.
e u lug11r cio seguir :vlelnote, lí pc~ar de cetJa, y en MI juego con Clemellto Jcs.
1 1~ noche ciara, como pretcudiu. el ofi. ple!!Ó una agilidad, uun gmciu y ele.
Ctnl que las acompniia.La, hariau bien gancia como Andn~.s jamas !Jahin. \ i~to:
en quedarse en uun. ,·enta que se niÍa ~us brazo;; de uudol', que sacaba rJc do.
(¡ In vera del catuiuo, méuo~ incómoda bajo del reuozo eran torneados co111o
y miserable que otras que ltabia. mú~ los de una cstnL11!1, ¡;u talle geutil, sus
ltíjos. Accedierou con gusto b.s damas gran.ies ojos uegros, que se fijaban cu
:L la indic:aciou de su ··icerone, y quisic. ¡;u hermanito con ternura, sus adema.
ron destuont.,rsc lo m.'is l'routo, que. ues de-:pcjndos y gnrbo~os. todo en
júudosc de l'Urna fatiga. l\laudalena. oro. uue\'O v sorprendente
Una vez qno ltubo ayudado ú \¡ajar par~ uue~tro ~;cminari~ta, quien pende
la lllula ú doña 'Marín, el oficinl se '-aba soiiar Yiendo por primera \C7.UIIU
ttceroo :í )Jngdldcnn. y la de,JOO'lt.Ó cou mujer cuyo modo do sor hubiera im.
un ndeman de tanta confianza. prcgnu. t probado y afondo on cualquiera otrn. y
t:~nrlole con cariñoso acento si c~talta no podía múnos <¡ue admirar eu ello..
c:\usa1la, que .Attcln~s (que uo ~e hahia Es cierto quo procuraba persuadirse,
atrevido á nccrc6rselo y permanecía en tratando de cugarhr:;c á &Í tuismo, que
pié :'i alguna di tr.ncia). se ~orprcadió la española cm uua ciüa aturdida é
sobremanem do la familiaridad del en. inocente quo no comprendía que su
pitnn Alvarel., y sin Raber ¡•or qué le gentileza y donaire podiau lltunar la
cobró una graudc antipatía y mala. ,·o-¡ atencion de uao, haya yo olvidado ú mi 1 bablemente le vió, porque en lugar de
Dios y á mis deberes como cri~tiaoo? deteuer:>e delante r:e in. veutann. pasó
Qu~ es esto¡ .Jesus mio l amparaurne y ue largo, y al cabo de alguuos momentened
mi!;t'lricordia lle ruí: i~l extático tos volvió á·e11trar á la ca.•a.. Miéutras
:Sao .Juan no dice ta10uieu "que ln tnnto la veotaua que se h~bia entreamosca
r¡uo con las ala.s toc6 lo pega- bierto se fuó cerrando poco :\ poco, y
joso y dulce de b miel, estorba sus nun le pareció ií nuestro semiuaril'ita
vuelos: así el alma que procura dul- que oía. el 1nido de la anuella que
zura de espíritu impide su libertau, y echaban por dentro.
se indispone para la coutemplacion? ·• Este incidente acabó de perturbar
lb:~ aquí en su meditacioo, cuando 1 el espíritu del mísero seminarista, que
sus ojos se fija.roo en una ventanilla eo!':eñado :í vivir lt~jos del muurlo y sns
sin rejas pero cerrada por dentro, sien- tentaciones, se sen tia caer e u la prüuera
1 do osta la de In alcobilla eu que dormía red que le teudia uua astuta coqueta,
doíía )!aríA. con su hij.~ y doma~ fami. que tenia tantas flechas en su arco llia. Volaron al momento sus propósitos cuantas víctimas eucoutrnbo. en su cacle
orar, y como el brioso potro á quien ruino.
se le qtü·a la silla y el freno, y se le Desesperanzado de calmarse y orar
deja suelto en una dehesa, así la ima- ' al aire libre, como se había propuesto 1
ginaciou le Andrés rompió todas sus en un principio, Andn~s resolvió ú entrallas,
~e echó por los.c~miuos vedados, trar á la posada y trat?-r de conciliar el l
y repaso con una dehcw. enteramente sueño al lado del capltan Alvarez, que
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20-1: LA MUJER.
parecía dormir á pierna suelta., y cerca de enmienda, y merced á la influencia
de los peones que roucaban sin cesar, magnética. de aquella niña, cay6 otra
produciendo cada uno una mú:;ica di. vez bnjo su dominio, tanto 6 más que
fereute y destemplada.. Allí tampoco el dia anterior. Los bellos ojos de
pudo Andrés hallar la tranquilidad Magdalena respiraban tanta sencilla
perdidn.: se confundía en congeturas franqueza, su acento era tan cándido y
acerca tlc las relaciones misteriosas de sus preguntas ta.n sin aparente malicia,
Magdalena y el militar, y se torturaiJa. que eo breve no quiso volve!'Se 6 acordar
el ánimo sin poderse ocupar tle otra Andrés de las eospechas de la noche
cosa. En estas agitaciones, asombros, anterior, y la extraña escena de la
. temores y cavilaciones, unidas á cortos l ventana mágica, que se abría y se ce.
ímpetus de remordimiento 6 inquietu. rraba sin saberse cómo.
des interiores, pas6 el cuitado la noche. -Esta es una niña pura é inocente,
Adí, uo es de extrañar que no habiendo se decía, por cierto incapa~ de ocuparse
pegado los ojos eu toda ella amaneciese en otra cosa que uo sean juegos de
desencajado, pálido, descompuesto y muñecas y otras travesuras propias de
taciturno al dia siguiente. su edad.
Al principio de la jornada Andrés A medio dia lleg6 nuestra caravana
hizo firme prop6sito de alejarse de á Guúduas. .Acababa de ponerse en
Magdalena lo más posible, y tomó la marcha el Virey, seguu parecía cada
delantera uoa vez que Jmbieron mon. vez m6.s indispm .. sto. El Arzobispo le
tado sus compañeros de viaje, sin que. babia dejado 6rden á Andrés para que
rer mirar á la niña., evitando ú todo dejara al cuidaJo de Goozf\lo la escolta
trance volver á coer en la tentacion. de la. fall'lilia de don Melchor, y que
Iba satisfecho consigo utiRmo y con el siguiese iumediatan.ente á reunirse al
sacri6.cio que hacia, ~;in volver la vis. séquito del nuevo Virey.
ta atras ni una. vez durante media ho- -Qué tal viaje trajiste, amigo~ le
ra, cuando sinti6 tras de él el paso decía Gonzalo algunos momentos des.
Melerado de otra bestia, y los footazos pues á Andrés, miéntras que éste toma.
con que la persona que la montaba ba algun refrigerio,en tanto que le ensi.
trntn.ba de apresurar su marcha, y al llabau otra bestia pMa seguir camino.
mismo tiempo la voz de l\íagclaleua que -Bien, conlef>tÓ brevemente.
le llamaba llegó á sus oídos como mú. -i Y tus protegidas c6mo se por.
sica deleitosa. taroo 1
-Don Andrés, decía, don Andrés el -Ni bien, ni mal, contestó Andrés,
silencioso, el callado, el melaoc6lico,- sintiendo que se le enceudia la cara. y
aguúrdeme vuesa merced un momeo. que era preciso, por primera vez de su
to, detenga el paso que ya llego! vida, disimular sus sentimientos.
i C6mo no obedecer á aquel acento -Cuánto t.e envidio, Andrésl repu-cle
súplica, cómo desoir nquelb voz de 1 so el otro.
ruego? Las nociones de la m6s corouu -Por qué?
cortesía le mandaban que se detuviera -Porque irás en compañía del Vi.
y aguardara, y así lo hizo. rey y del Arzobispo, en tanto que yo
-11ire vuesa merced, repuso ella tengo que hacer un papel bien ridículo
llegando cerca, que si ha de ser nuestro para un mili lar, sirviendo de guia ú
guia es preciso que no se apresure una cuadrilla de mujeres.
tanto,- mi madre, Rita. y Alvarez se Andrés no contest6.
bao quedado atras, así como la. negra -Díme, añadi6 Gonzalo, si acaso te
Claudia. con el niño; detengámonos un has dignado volver los ojos sobre aquemomento,
y en seguitla más paciencia, llas damas, i qué tal chica es la hija de
señor don Andrés, más paciencia. don Melchor? yo no la he visto aún.
1
Al momento nuestro seruinarista. l -La señora madre és algo imperti. ,
ohicló completamente sus propósitos 1 nente ....
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R E V I S T A Q U I N C E ~ A L . 205
-Yo no te pregunto eso .... por re- 1 -}Iejor, pues, respondió Gonzalo,
gla general todas las viejas son imper- mirando con extrañeza al semiun.rista,
tioentes, con el mero hecho de ser que estabn pálido, ojeroso y ngit~u1'l,-l
viejas. ¡así la rivalidad dará r? exclamó madre, que parece ver al diablo en
su amigo cuando las dos niñas hubie- cada oficial, ni tus hermanas me han
ron pasado. 1 hn.blndo, si no quo huyen cnautlo me
-;Ciego ! acerco .. .. En cuanto íÍ tu hermano, ui
-Pues ... cna.udo te atreves á decir de léjos le he visto.
que la. criadll es mejor que la ama. ¡No -Perdóoalos, querido Gonzalo, ex.
veías, cuitado, qne e!in. niñt~o es más 1 clt:í enseñ,ltla u vi~ir con están eoseiiadas In~ mujere;; :ll tmto
gentes de pro. del mundo, y en cuanto lÍ Lorenzo,
-Vaya que exageras, Gonzalo~ siempre ha sido 1i~ pero y enemigo de
-Ingra.lo! algo diera yo porque se toda nueva amistad, no por mul carác-sonriara
conmigo como lo hizo coutigo, ter, sino por cortedad.
que eros de palo, de piedra, de már- Un momento ue.•pucs. nuestro pre.
mol, de gtaOlto, segun te veo ele frío é sunto semíuari~t¡~ se despedía brC\"Cindifcrcnle.
roe o te de su familia, Ralndaba con frial-
-Sns sonrisas!. .. amigo, repu!!o An. dacl á doña .María y á Magdalcun, y
drés haciendo un esfuerzo para permn. apretándole lo. mano afectuosamente :Í
necer sereno, pronto las recibirús; ella Oouzalo, ruonta,l,n. en un berroo~o malas
prodiga, nñadi6 con cierta amnr- 1 cho y se diri¡;it~ á Sauto.fé en pos de su
gura,- sino que será preciso I)Ue las
1
patrvu el Arzobispo.
partici pe!l con un oficial español <}UO S . .A. DE S.
la acotopa.ña como su sombra. 1 (Co;d·inuará).
TOMO lll.
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20(i
LA EDUCACION A LOS VEINTE AÑOS.
CARTAS A }.!I Plli:\.IA N.\'l'ALIA.
VIII
I,.\ l:CO~O:YÍA E~ LO~ VESTIDOS.
o~\)iQOU:E hablamo~. querida primn,
do la manorn extraordinnrinmcntc ceonómica
con c¡ue alguua-; scñorn , que
o: e \ isten con perfccciou, arreglan e•os
trujes elegantes y lujosos quo cau an
ll.\lmirncion ú cuantos las ven. Pero segun
lo que me referin-;, pn.m llovar á
cabo osa economía es preciso dedicar
su vida nl culto do h modo bm·ata:
vi si tnr rodas las tiendas y ulmaccuc'i,
emplear mil ru:ículns parn quo les rebnjeu
en el precio intrín~cco, estar
siempre en hu~ca de los modelos y pntroncs
mtís nuevos, leer nsidunmcute
los periódicos de rnodaP, eu rcst~rneu,
dethcnr~o cou alma, vidn. y cornzon al
ntle ele fnhricar, con ohjclos harnlo'>,
n\etiados y viejos, vestido!! ospléudidos
y 'iÍstosos. Todo enlo es meritorio
hnstn cierto punto, pero ¡lo Jmlf!Co c¡ue
uun ruujer que no le nlcanzn el tiempo
sino pa.r1. ocuparse de sus 'iestidos y
unda m:í , es una compnfiem muy a¿tndahlo
pnra un hombze mcdiann:ncnte
inteligente? Por otrn parte, esta c~:pocic
de mujeres económicas en los \e -
hdo. do lujo, !'OU lns que tienen real.
mente dinero para procurt.r elos, siuo
e¡ u o en 1 ugar de poseor el os ó tres t ra.
,ies buenos, quieren lucir diez 6 doce
bien 1 ujosos,- por consiguiente, es una
ocouomía re la. ti va y hasta perniciosa,
<¡u o qni tn. el Jlan ú las pohros cost u re.
ms que hMiau e~os poCoi'l \Ostidos que
potlrinn comptar !:Ín tmbajo. M.o he
sorprendido oirte bablar de la prodi.
giosa acti" idad é inteligencia do quo
hacen u o lns mujeres pnra economizar
nlguuos francos en la. compra do un
abrigo ó de algunos metros de género.
Pero si esto me sorprende no quiere
decir que las felicito por ello. Hay
muchas señoras que yo conozco que
hacen lo mismo, pero do otra manera.
En lugar du trasforrnnrse en modistas
y costnrCTas procuran ganar dinero de
diferente• mnner.u;; algunas bordan,
copian mú,..icn. ó mn.uuscri tos, si ticucu
bonita letra, hacen trn!lncciones para
los periúrlicoo:, y E;C ocupan de esta ma.
nera para. gnnnr ámpliatnente cou qué
comprar lo que desuan por capricho ú
ncce:;idad.
Si es n.hsolntnmoutc ilHlispeu~ablc
ga~tar una. parto do ~>U existencia en
tratar de proc111 a r-:o 'estidos y adornos
má~ lujosos Jo lo que pueden gas.
tar rcalmeuto, ¡ uo es ciet to que e~ mu.
ello menos t ri~>tc hacerlo ,:rnn.mdolo con
obrac: tle arte y de iutcli0 eucia?
Uno de mis amigos se ca•Ó con uno
de estos milagro!> do <'iJden y de eco.
nomía, u un de aq11cllas sciíori tas f]llo
p:uecen O\oc·nr con b punta de su
aguja los' osttdos m:ís ldPgn.utcs y que
no cuestn n un da. El cH•Ía que 1>11 c:asrL
~crin. un tuodclo de ÓJdon, do ccono.
mía. y do exnctit11 líneas, treis modestas ante la dicha, fuertes
es mostrar que no tengo aspiraciones aute la a.JversiJaJ.
á los beneplácitos ni :í la gloria. Desechando el orguJlo, huyendo de
Soy mujer, y quisiera todo lo bueno, la lisonja, destruyendo el \Ício, tri un·
todo lo grande, todo lo bello para la fando de la perfidia.
mujer; El Jia que la mujer sea convenien-
Pero lo bueno, grande y bello á que tcmente ilustrada, será ménos difícil
cristiano. y razonaulemeote debe as. su tarea, porque eut6nces tendrá la luz
pirar, lo que tiene por límite nuestro que alutllbrn, uo la que ciega y engaña.
derecho, sin apa.rturoos de uuestro Eutre tanto, sepa hacerse digna de
deber. lsí misma, comprendiendo sus derechos,
Quisiera. ver (¡ l1\ mujer siempre hu- practicando mejor sus Jeberes.
milue y virtuo"a, porque me figuro que -
1
a;,í, r.u.~i llÍ~:mpl"e seria feliz. J6venes Je Colombia! No os "La
¡ :\!ujar fuerte ! Ya !iabeis lo que eso Mujer" una no,·ela, 110 sé c6mo lla..
siguiHca: para. mí es esto: mujer que maria. Sou p:ígiuas que os dedico, rosufre,
que batalla con las annas del u1o pr·ouda de industructiLie simpatía.
amor, de la abncgaciou, do la caridad, nada. ma~ !
pluralidad do lteroi~rno t1nc tie11o ue- ' Aceptad esta buruildo y cariñosa
, cesariawoute una palma: el triunfo: 1 ofrenda.
Que nuestro altar sea el de la reli. EVA U .. .VEUfllo~L Y .M.
gion e. u el templol u el h.o gar. crihtiaoo; >'·'J ·l nCe1 O ·J O-1s~lvo. !-iU llleJor presea. a pnctoUCHl.. 1
La pucitlocia - f'e~uro escalon •1ue
nos conduce al cielo;
L~ pacieucia, que es la fuerza recou- ¡
ce u t rada etJ la esJ,eranza;
I
¿No :-.e os ha dtcho que ''la firmeza Uo&Tna.
unida :í la dulzura es una barm de llic. ! "Lttni\A brillnnl<> gloria •·s como un rro forradt\ eo terciopelo,". y que " la 1 din iocnuo-u: uumlm on 8\1 orwnte,
tnllJ·~r liO sez·ia. po•v~'•l .Ca y tU. ella 51· u el ll •nlla nlmetliodiu,•<> ult~rn•·n•nocnso ~ ¡>l,rdu l •U h nooho."-.o\.'<Ó:IO.
pre!-itigio que ejerce su corona de e! ó sufrir con sus mesa-~cador, varia~ joyns; y, en fin,
revece<;, Si el cielo se muestra ~creuo, uu órgano pequeilo y de color oscuro,
~i el hálito do las pasiones no forcnn. el cubierto á medias con ll\ funt.la de lana.
hurocnu 'il'e ha de rodearlo de uube1:, Junto al 6rgaoo uu aparador, en éste
brillnrlí ttlÍtÍutrns la horado lussornbras cuadernos de ruúsica.
no llegn; pero si, ofuscado cousioo Dos CU:l1lros, adetnns del espejo,
miamo, cae d~ desÚrllen en de;;6nlett' y u.dornnn soln.meutc las parcele;;: uno,
cle desgr:tcil~ en dcsgr.tcia, entcSncc~ las cnsi oculto con las col~ndura'! t.lellecho,
nube~ del munclo nrroparáu, cotuo las representa la Vírgcn ltunacull\da: otro,
nuhes t.lcl ciclo, el disco de oroc¡uolsobreel6rgnno,esuncnprichodelarte:
alttmbra los antros y emLclleco Jo. uno. jóveu cnmposiun fonnauclo una
c~isteucia. corona de floree; sihcstres.
'J'atn!Jion así, si el hombre en la tierra -Lo veis! En ese reciuto lodo res.
cou el astro- rey del cido; si su vidt~ pi m a.ruor y poebÍa, todo es pureza y
1 puedo t'(lnsmnir,e en la historia do u u luz;
1 din, tambieu cn1la faz de ~u existencia Porque un p(ljn ro do hrillnotes nlas
seri tufis 6 méoos brillnntc, n./ís ó méuos r melodio~o ca rilo, trina y llorn, xnifehz,
seguu laR circuu,t.ancins que lo raudo el espacio dc!id~ su jnula de
rodeen, y \'Crlí el muoclo, por lo mismo, flores: 1
m{¡~ 6 ménos helio. Porque un IÍnrrel, uu figura de nifia,
~i no, ¿ qu6 ideas embnrgnn ú cs1~ sourfe al muudo
0
y mira. ul ciclo.
bella clir.traiJn que ni pié do llU teja,
c.'l..rgada t.l e madre se h·as, yecl ra~ y jaz.
11111 et~, ¡rtr.oce qn~ fnera. b estatua del
ponR..'I.lllieuto, modelada en tutLrulolpor i Qnt! sacrílega mano osarú arrancar
un modcmo ~ligue! Augelo! los alatnl1res de esa jaull\ para robar la
Esos ojos, que altora. uo vngan inde. alegría de los que escuchan el M'e :apeu
licutcs ui brillan cutu~IclStnarloQ nora! i ni t}llÍIÍu o~nr1~ tampoco arroJar
O o D IC H U 1 ~ A
l'Olt. S. A. DE S.
XYII
Lt'CER~.\.
LA multitud de torres Je torios tnmaiios,
las casas como lllÍ rndorcs sol> re
las cohua!;, las alamedas ele ínbole~ }JOr
todos Indos, los largos puentes cubiertos,
el JUovimiento del puerto: toJo
suizos que defendieron á Luis XVI y
su familia, ruuriendo t'í manos del pue.
blo el memorable 1 O de Agosto de
li92. Se comporte do una pequeiia capilla
con esta i uscri pcion :
Helvetiorum fldei
ac virtute
Invicti.J pax.
esto forma un cuadro e11 extremo ori- Llls ornamentos dol altar fuerou horgiu:
ll y pi ntorc~;co JliHa el viajero e¡ u e da :los por In clurplcsa de Agou J.~.ne
so acerca li Lucerua por ngun. Pero ni (hija de Lnis XYl). El mooumertto
de cmharcar y rocorrl.!r ~itnntos, cubriendo con 1111 pata. el Cticudo de
cnsi tocios pencmccienle:. á la rcligion 1 flores de lis de la cnHJ. de Dorbon. En
cntólicn: t;u, principtlles momunoutos contorno riel loon están inscrito!!, con
¡níblicos sou u u convento do jesuita«, lo tras rllja .. , los nomines do los soiJallos
el de los frailes franciscanos y la Ca. y oficinlcs qno mClll!rtilo moderno; e u contoruo durante las tardo de \"erano.
de la Iglesia, formando como unn co- Uu antiguo solclndo vestirlo con el
ronn fúueLrc, so ve u u precio o coutou. uniforme de In guart.lin suiza de JJuis
terio, cuya;; turnl.Jn, e ttín en i Inedio XVI cnidn de uqucl sitio; refiera {en
oc u! !...'l." ha jo flores y preciosos arbusto~. cambio de uua gtat ificacion) la mtuntPc
1
[mluual.Jlerneutc lo !IJ:'i'> curioso de ele ¡,us compnt1iotas, ns<·guranclo que,~¡
Lucero:-.. sou do~ pueutes do mndern, de cstahn presontl! cu esos nroutccimieutos
cuatro antiquí~imos que pouinu en en calidad de t.tuuhor. Pero como lo~
cornuuicn.cion las llos 1 iberas clol rio suizo:; -~on to.n sngace.~ p:ua explot:u
Heuss y parte de In bahía; el u1.1 ex- In credulidad del 'injero, nosotro::. 110
tenso de los que hoy existen tiene pusimos much:~. fo en la historia que
350 metros de largo; es todo de madera refería. el \'iejo cou acooto teatral. Uua
y cubierto y adornado en toda su c:x. ioglesa lo cscucha.ba ndrniradn, y lo
tonsiou con 2~S cuadros reprcscutnuc.Jo interrumpía do tiempo en tiempo con
esconn.s do la historia. sagrada, piutmas uu shocl.·i11!] prolongado, miéntrns que
del siKio XIV. su esposo torua.bacu1dadosnmentenofas
Otro de los monumentos que vil>itn. en su cattera.
mos fué ol construido cu honor do los
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~- REVISTA QU I NCENAL. 211
XVIII 1 Tell obedeció temblando, y la manza-na.
cay6 al suelo, quedando ileso el
EL LAGO DE LOS CUATRO C~TONES. I rouchncbo; el padre eotónces so vuelve
El hermoso lago de loR Ouat1·o Oan-1 hácia Gessler y le dice:
tones es la cuna de la libertad suiza. -Si la primera flecha hubiera maLos
valientes habitantes de su orilla, tndo á mi hijo, guardaba la segunda
siempre A.mantes de 1:1. independencia, para vos.
vivieron por rouchos siglos en disputas El austriaco, furioso, lo mandó tomar
sordas con la casa de Hap~burgo (.A.us- prisionero y embarcado en el lago de
tria). Poco á poco loR Emperadores les Lucerna. Yendo en el barco, una tem.
1
fueron imponiendo su yugo, hasta flUe 1 pastad repentina sacudió las olas y
al fin los suizos indignados estallaron puso en peligro á los navegantes; mién.
contra sus opresores y fundaron, en tras que toJos trataban de salvarse,
medio ele las tinieblas é ignorancia de Guillermo salt6 :í tierra, y corriendo
la Edad media, una Reptíblica 6 Con- por entre las brefias fué ú esperar á su
federaciou que tomó el nombre de E el- enemigo en el camino que debía !'eguir.
vética. Al atra veear Gessler por el pié del
lié aquí cómo refieren los suizos esa Rigi, la segltnda ftecua de Telllo tiende
epopeya beróica: muerto 6. los piés Je sus compañeros.
N aclie ignora la historiad e Guillermo Poco despues de esta hazafin, tres
'fell, pero tanto la hnu ndoroado los patriotas se reuuierou una noche en
romancistas que ha perdido In. sencillez ¡lln lugar desier·to, y allí cooclnyeron
de la verdadera tradicion. Pn.rece que nna alianza. pam arrancar á su patria
ú princi píos u el siglo XII el Emperador del poder tle los austriacos. Inmedia.
de .Austria enviú á los Ct\ntooes de tameute estalló \lnu revolucion eu tres
1 Schwytz y Urí á un hombre cruel lla. Cautones, h\ que se fué extendiendo
lOado Jes¡.¡Jero 6 Gessler en calidad de poco :í poco hasta formar¡;e una uacion.
euviaJo suyo. Apéuns ~>e estableció A pesar de estas tradiciones, muchos
Gossler en Altorf, rodeóso de una. corte eruditos dudan de la existencia del
de aduladores, y entre totlos quisieron héroe liuizo, y on prueba dt' ello dicen
entretener.~e con el pueblo; nn dia que hay uua. leyeuda. E.:;caudinava en
mao.d6 poner en medio de la plaza la r¡ue el pen:;ouaje principal su llama
un palo en cuya cumbre pul;ieron uu Palmr¿-tol.·e, y toke quiero decir loco
t>otnbrero anstriaco, diciendo que era en dialecto suizo. So cree, puM, que
el de su majestatl el Emperador, y que esta tmJiciou la trajeron cousi~o los 1
¡;e le confi~;curinn los bienes del que, al emigrados sueco~, nco111odúndola t.lespn~
ar, no le hiciese un humilde saludo. p11e!! al país en que vivían.
Un pail'auo llamado Guillermo Tell El día. 4 de Agosto, ú las seis de la 1
(tcll ú tnll significa Joco en alemao) mnñaua, 1-ialió de Luccrua el vapor
pas6 por frente al sombrero sin quitarse "Rigi " cou direcciou al Indo opuesto
el suyo. Alroornento lo llevaron ante del lago. El clia. otilaba hermo~;ísimo;
Ges>;ler. los dos mouLes rivales, el R:igi y el
-i Por qué no habeis obedecitlo ú Pil•tlu, que se levantan ú uno y otro
mis órdenes 1 le preguut6 éste. lado dal golfo de Luccrua, parecían dos
-Señor, olvidé hace do .... porque centiuelns encapotados y cubiertos con
rui nombre es tell ó insensato. 110 gorro de nieblas, lo que anttucia un
Disgustado cou la conlef>tacion, y hermoso dia en aquel lugar.
qnerieut.lo veogar11e de él y distraerse Las orillas de este lago son muy
ul toismo tiempo, le ocurrió una farsa. diferentes de los otros de Suiza.; y si
:Maucl6 poner una manzana encima de tiene ménos encantos, !'e nota. allí más
la cai.Je;¡;a del hijo único de Guillermo majestad en los cerros escarpados que
T~lí, y le mandó que le atravesase de lo circundc.u: eu sus faltlas y tras de
un :leuhazo. las rocas se ven pueblecillos pintorescos
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212 LA MUJER.
y hellas <:asas de campo rodeallns do como recuerdo de su pasada prosperi.
árboles. dad se veo surgir aquí y allí alguna>;
La cruz ~uebrada que forma el lago ruinas de bellos monumentos. Do ros.
hace variar á cada. momento e1 pai!=:nje to la cindad s6lo vive Jel recuerdo de
ofreciendo mil vnria.ctísimos cuadros. Guillermo 'l'ell: una torre cuadrada
Al cabo d~ una hora de navegacion y cubierta exteriorn.ente con pinturas
llegamos frente de un cerro, en cuya ul fresco representa escenas de la vida
cumbre f'e ve una pradera con una del héroe snizo; dos fuentes: en la
blanq11eada capiH'\ en sn centro: este una. se ve la estatua. de Tell con la.
es el G1·utly, el útio en qne dicen !:ie flecha en b mano derecho. y la bau.
reunieron los tres patriotas suizos de 1 de m do la Coufederacion en la otra;
los Cantones de Urí, Schwyz y Uoter. á cien pasos de distancia estú la otra
walden y juraron independizarse. A fnonte adornada cou otra estatua de
orillas del lago, sohre una roca for- Guillermo abrazando á su hijo. Segun
maudo plntaforroa, nos mostraron otra refiereu, las fuentes ocupan los sitios
pequeña capilla.llamadll. de Tellcplutte, uo1Jde fueron colocados respeut.ivamenporque
allí Re tir6 Guillermo Tell á te l'ell y su hijo en la. terrible prueba
tierra, segun la tmc.licion, y con el pir~ de la manzana.
volte6 la barca en <¡ue estaba Gessler, Despues de visitar la iglesia Catellltyeutlo
para aparecer solamente eo clral, que posee un 6r~ano r~gubr y
el sitio en que mató a1 tiraoo, y donde un bello cuadro de Van Dyck, y dar
otra capilla recuerda aquel hecho. algunas vueltas por la ciudad, y no
Como se ve, hL capilla religiosa~~ encontrando otras cosas dignas de vihist¡
Srica es el monumento típico dol ¡sitar, nos volvimos á Fluolen. Veniasuizo.
deratlleute Altorf interesa. tao sólo por
El vapor se detuvo al fiu sohre las Sttfl recuerdos históricos ó tradicionales.
playas del Can ton de U rí. En Ji'l u el en con dificultad encoutra.
mas uu batelero r¡ue nos quisiese lle-
XIX \'ar ú Bruuuen. Al fiu ttua mujer oos
iodic<Í un betit JJatf!au, segnn prouuuALTORF,
BRUNNI<~N, scmrrz, GOLDAU. cian el frances los !>uizos Je este can-
El sitio en que desemharcamos se ton. Como el lago do los Cu.at,.o Canllama
Fluolen, un puerto compuesto tune.~ !'e encuentra en medio de alta!>
de alguuns casa!'! rodeando una iglesia, ruontaiías que lo encierrau, formando
y cuyos afueras son pantanos insa. en partes hoqnerones por eutre Jo~; que
lubres. el \'Íento se engolfa coo t~•nta violuu-
De allí una cómoda berlibtt nos lle- cia, se lomutun allí tempeslndos re.
vú en tuénos de una hora. ií la capital pentinas que sacuden sus olas e~pumo-1
del cauton: Altorf es una poure ciu- sa~ remedando un pequefio mar cmdad
de !~,000 lmbitnntes, situada en bra,·ecido. Uua corta. borrasca nos neo.
el fondo de un n.ngosto valle y circun. metió en rr.edio del lago,y el barquito
dada de cerros que amenazan desplo. subía y bajaba entre sus blancas olas
marso para. aniquilarla en todas las ¡ ba.bnce:índonoR como un leve madero, 1
prima veras, cuando el cn.lor del ~:;ol mién trns que una ténue lluvia nos nzorompe
las exclusas de lJielo que de. taha la cara; esta escena nos encantó &iu
tienen los torrentes e o el i uvieroo. 1 du.roos cuidado, pues íbamos costeando
A finos uel siglo pasado un terrible
1
sin el menor peligro.
1 incendio destruyó casi completamente l En Bruuneo (bonita aldea sentada
1 la ciudad; y desde eotónces quedó en un promontorio y doJUinando un
1
arruinada; no teniendo comercio, con gran trocha del lago) dejamos la bar.
1
dificultad volverá ú levantarse; sus 1 ca y tomamos un coche, despues de
limpias calles y bonitas casas, rodeadas haberle advertido al hostelero que lo
1 de jardines, están siempre solitarias, y alqnil6 que dijera al cochero que nos
1
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REVISTA QUINCENAL. 213
llevara ú Goldau, pt\!iando por Sclrwyz,
capital del Can ton. El astuto suizo, que X..."'\.
deseaba llegar pronto, no ql1iso com- EL RlGI.
prender que mandábamos que entra!ie
á la. ciudad, y tomando por un camino Ln pequeña hostelería de Goldau
de travesía, y sin hacer alto eu nues- e~;taba atestadn tle ingleses, los que,
tras elocuentes pantomimas, ni cuidar-1 apoclerauos de los mejores asientos, se
se de nuestra cólera, nos llevó á toda eutreteniau en tomar cerveza y mirar
carrera á Goldau. con altanería á los que llegaban.
Hemos notado que eu los cantones 1 Mandamos preparar rlos caballos y un
aleruanes de Suiza, cuando se trata de
1
guia, y salimos á dar uua vuelta. por en
bacer pagar más caro de lo usado, ó medio de las imponentes ruinas; nos
pedir una buena mano (es deci r, uu parecía que bollúb:l.mos las revueltas 1
apéndice más del precio convenido) to. entrañas de un volean, eo medio de
dos comprenJen el fraoces y las señas las que e recia u iuunmeJ ables flores silcon
perfecciou, y no se equivocan; pero ves tres que la<> hacia u más tristes por 1
si no les trae toda la. cuenta que de- el contraste.
searian, se vuelven sordos, imbéciles, y Eran las tres de 1n tarde cuando vol.
sólo entieudeu su idioma_ vimos al hotel, donde nos esperaban IJ
El camiuo que seguiamos va cos- ya dos hermosos caballo~ cubiertos con 1
teando el lago i!o Lowerz, colmado en una red de pita, para impedir que les 1
parte por una montaña !]Ue se des- molestasen los moscos,innun1erables en 1
plomó á principios del siglo. En Se- esta época en todos 'lquellos parajes.
tiembre de 1806 el corro llamado de Al ~alir del llamado pueblo do Gol- 1
Rossbe1:q se derrumbó de repente cu-1 dan se atraviesa un grao trecLo cubriendo
con sus despojos un bellí!iimo lbierto por enormes rocas, despojos 1
valle, enterráut.lo bajo piedras y rocas tirados allí por anteriores derrumbes, 1
cuatro aldeas, seis iglesias, mús de y se empieza ll subir uua cuesta peu-
500 lwbitnutes que oo pudieron Jmir¡dienle por entre bo!'quo!'l de piuos y
y todo el gauatlo c¡ue pacía en los abetos y risueños pmdos salpicados de
prados. vacas y ganados. Á. cada recodo Jel
Lo único que queda de aquel pobla- camino se descubre un Loózoote mús
do valle os una iglesia que levantnrou extenso y se perciben nuevos riscos y
deapues, cuatro ó cinco CU!'as y el lto- montos. De repeute, como por encauto,
lel de Goluau, edificado en medio de lo~ cerros se cubrieron de nieblas y se
enormes ptedras. Dos pues ele medio l oyó el hondo os tullido Jol t rneuo eo~>
iglo que ha tra~curritlo aún se ve ln cima de nuestrne cn.bezns; buscamos
desolacion en aquel útio, el que pa-! abrigo e o u un cn:suchn ó chalet, á orillas
rece ln. iumeusu ruina do algun palacio del camino, doutle nos desmontamos
titánico. l .. a parte de la moutaña que hasla que }ltu~éi la borrasca. Un cuarto
se vino abajo tenia más de uua legua de de hora Jespues pasó el temporal y
extension y :t!-1 metros de grueso; el pudimos presenciar el arco-iris más
terreno .f'O compone de pequeña;¡ pie- bollo qne se pueJe ver: uo~;; euormes
dras adheridas eutrc s.í por una ar(;illa arcos de colorot vivísimos :l.travesabao
deleznable que con facilidad horadan el valle, reposamlo ou uua y otra monlas
aguas y las nieves; así es que al fin taña. como en los estribos de un pueute,
de cnda invierno, 6 en el otoño, cnaudo y sus tintes brillantes bacian un cueulpiezan
las lluvias, siempre bay de- rioso contraste con el agua Olicura del
rrum_bes del Rossembcrg, y los habitan- lago, los neg-ros bo:;ques de a.l1eto y la!:
tes Vl ven amenazados por una muerte piedras rodadas; arwouizaudo con ltts
igual á la de ws padres. frescas praderas y pintadas casitas ó
chalets del valle.
Al cabo de bom y l.U¿din de marcha, 1
--------------------·-----
'TOMO Ill. 27
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214 L A }[ U J E R . 1
admirando por todos lados lindí~;imo;j mo d~ Rigi; por el lado del Sur
y variados p:üsnjcs, llegamos ú una ca. veíamos iluminadas por el hrillnnte
pilla dedicada :í Nuestra Rcñorn. de las sol de la tarde todas las montañas de
1 Ni~ves, que estabn de fiesta, siendo vís- )a cordillera hernesa, de!>dc In ele-·
1 pera del 5 de Agosto. El camino esta. gnnte Jungfrau hasta el .Bruni~, y mÚ!i
ba lleno de peregrinos que veuiau de inmediatos los lagos de Sarueu, Alp- ,
lejanos cantones y alegraban el pai. nach y el de los Cuat?·o Cantone/J. Há- • 1 saje con sus Yostidos pintorescos y !;US cía el E--te la cadena de los Alpes,. •
cantos y gritos do contento. U u poco el confin do los Grisone'l, el Appc~.>zell
más arriba hay un hotel llamado Hta- y GlariR, y la cuun de la patria suiza,
fl'cl, donde se unen los ocho caminos el canton de Schwyz, dominado por los
quo conducen iÍ b cumbre del Rigi. agudos cerros llamados de ll\S ~lfitros
Desde ese punto se abarca una her- ( .. llythen); y al pié del Rigi, el Hossmosa
vista sobre Luc~:roa y el lago del berg con sus cenicientos rodaderos, haZug,
y poco do;pucs se llega tí la c1ís. ciendo contrasto con ]as verdes prapide
del cerro quo mide 1,850 metros deras y bo¡;ques de los alrededores.
sohre el mar. j.Algunas nubes cuhrian el pai1mje por
JiJu la pnortn. del magnífico hotel, el lado del Oeste y no so distinguían '
llamado Rigi J{ulm, nos salieron á con claridad las montañas del ,Jura
recibir unos cuantos lacayos vo~;tidos que cierran el horizonte por eso lado;
do baile (los que hacían contraste con pero '\"eÍamoc:, como en un mapa, todo
lo sah·aje del sitio), y ayudándonos á el Canton de Lucerna y la. ciut!ad con
bajar de nuestros Luct."falos nos coudu. sus calles, casas y monumentos; el rio
geron ceremoniosamente hasta lns ha- Houss, esca.púudose del lago colllo una
hitaciones interiores del hotel. gran serpiouto plateada que se perdía
Un rato uespues uos encamiuábamos entre las nieblas lejanas, como señaá
la plataforma (á cien pasos de distan- laudo el camino desconocido del porcía
del hotel) de llonde se abarca todo \"cnir; mil-otras que el monte Pi lato.
el horizonte: desde la cadena de la sombrío y tnillterioso, parecía fruncir
fo'lorestn Neyra, on Alemania, h:íoin el el ceño con aire amenazador.
Norte, hasta el lindo lago de Zug, que 1
parecía un espejo azuloso, al pití mis-1 (Co!ltimumí).
ANALES DE UN PASEO.
JHA 8ÉTI~l0.
(CO~'l'I~UACION).
"Pocos meses despncs de haberse coucor- y al rt>.gresar Ramoo de Bogotá. Un triste 1
to.do nuestro mntrimonio, Ramon annnciú presentimiento me hacia mirar con desque
su casa estaba enteramente terminada, confia117.a aquella ausencia necesaria, y
faltfuldole tan sólo la pintura, los muebles todos los dias hallaba nuevos pretextos
y demas enséres que deberían trnel"!le de para impedirle la partida, á poaar de que
Bogotá parl\ que el nuevo menaje ompo- siempre, cuando lograba hablarme aparte,
zara con toda la decencia y buen tono que 1 me dccia qne no fuera tonta, porque miénél
deseaba. En casa me preparaban un · tras m!ts pronto pudiera hacer el viaje
modesto ajuar, que me parecía el colmo mtis prouto regresaría.
del lujo y el esplendor. La boda 11e debe- " Al fin ae decidió que partiría el 17 de
j ria celebrar al principio del siguiente año, Setiembre ( ¡bien recuerdo la fecha!)
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REVISTA QUINCENAL. 215
Come yo deseaba. hacerle algunas reco- -"Ya me entiendo usted, y eso basta.
mendaciones á. sola&, para. que los demns - 1
' ¿Cómo?
no se riernu de mí, y :i él le sucedería oh·o -"Le he dicho ñ usted que no me !'e-tanto,
le propuse eu Yoz baja que la vís- pliqne, sino que al momento salga usted
pera de su viaje fuera :i case. á una hora de ese aposento ! gritó mi madre, más y
inusitada, y cuando yo sahia que mi ma- mús ftuioRa.
dre e..taria ocnpadu. en el interior de la "Ya Ramo u no estaba pálido, sino lívicasa,
para. lograr así haular con él sin que do y trémulo de rabhl, y tomando el soronos
oyesen todos ...... " brero, qne había puesto sobre una mesa al
Al llegar aquí tia Andrca enmudeció entrar, dijo con supuesta serenidAd:
por algunos instantes como para recoger -"Señora doua María .... no se acalore
mejor sus recuerdos .... La luua, que habin ¡usted tanto ..... óigame usted por la posestado
oculta bajo espesos nuba.nones, se trera vez, pues ésta serú. la última en que
dejó vor por un momento, y sus blanque- ponga mis piés en la casa de usted. l\li
cinos rayos iluminaron la ajada fisonomía resolucion es irrevocable, pues sepa usted
de la novia de don Hamon, la qne, inspira- que me ha herido en lo más sensible de
da por su pensamiento retrospectivo, babia mi alma; usted olvida que esta no es la
tomado tal expresion, que por uu instante manera de dirigirse á. una persona como
creí Yo! verla á ver de 16 auos, tal como yo. Así, repito, que no solamente sl\ldré de.
se babia descrito ella misma. Pero aquella este aposento sino de la casa para siempre.
ilusion duró el espacio de un segundo, y " Y t>Ín o.üadir cosa alguna, ni mirarme
la lnz se volvió ti. perder tras de las ne- siquiera, se fué .... se fué para no volver ó.
gras uubes que cu1rian el ciolo. esta casa sino diez años despues :í. hablar
Ella continuó su relacion: de un negocio de linderos de sus tierras
-'·No le esperaba tan temprano, dijo oon las nuestras.
suspirando, así, aún pel'mauecia en mi al- "Yo pasé el día llorando sobre el ramo
coLa, Eentada at1uí en este mismo sitio, y
1
de jazmines 1)116 él babia dejado sobre la
dejándome llevar por mis pensamientos mesa en donde yo ló babia puesto como
no ví que Haruon llegaba á la sala, y co- de costumbre. Mi madt'e no supo qué demo
no me encontrase alli entraba aqní en cir, y arrepentida ya. de su inoporttma é
donde me vió sentada en lu. tarima. Antes injusta cólera. olvidó rcconvenirmc. Mi
do q11c yo tuviese tien1po de levantarme padre no estaba en el pueulo, y cuando
!il tie ha bia situado junto á mí, y tom:ín- volvió esa noche y ~;upo lo que babia :;u-
1 dame la ruano, que yo le tendí, ~e pu!O obligarle
-"¡El procedimiento de u~;ted es in- á cumpliL· !:lll palabra .... " 1
digno del que se precia de ser un cumplí- -Tia, la dije, ¿y cuando regresó don 1
do caballero ! Hamon de Bogotá qué hizo?
-" Seüora, repuso llamon, ¿en qué lfl -"Nada .... Permaneció seis meses o.u-he
faltado á usted ó á su hija? sen te .... Seis meses que fueron para mí los •
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•
216 LA MUJER.
más amargos de mi vida, porque dmante 1 -"En eso no le culpes. El sin duda no
aqncl tiempo fn í saboreando dia por di a pensó que .vo snfriu !auto,- y si yo rehusé
la desilusion y el desengaño. Al principio ulgunos pretendienles á rni mano, porc1ue
no podía creer que un bombte que babia 1ya todos lo~ hombres mo pareoi:m tllutos
manifestado tauto amor me abandonase y fastidivsos despt1es de haberlo tratado IÍ
así, escuchando m:í:; bien la \'OZ de su amot· él, ya veis qus tnm1ion permaneció soltero
pNpio que la de t>U cariiío. So me figura- basta su muerte.
ba oírle entrar repentinamente á la sala, -Penuítame 1ma pregnnta m:ís, ¿qué
y con·ia desalada á recibirle; parecía me dijo á todo esto tia J nana?
1
oírle llanuíndome en el corredor ó bajo el ' -Guardó unn reserva y una impnsibiempanudo
do jazmines, y salia á él llena lidad tales, que nada se leía eu su fisouo-
., de esperanza para eocontrar que el viento
1
mía .... Ella es impenetrable y nada cosilbaba
entre l<:s :flores, y que para mí no municativa, como tú sabes.
quedaba ya en la tierra sino tristeza y des- -Y mi abuela?
consuelo .... Algunas veces me soñaba Yer- ¡ -"No hizo la más leve observnciou. Com·
le á mi lado como en otro tiempo, amable, prendía, sin duda, que su geuiada babia
tiern'> y bondadoso; otras despertaba llo- impedido mi matrimonio con don l~amou;
raudo porque babia soñado verlo pasat· con pero apro\·echaba toda coyuntnra para resemblante
frío, indiferente é impasible, y
1
ñirme porque rehusé aceptar las propneson
seguida. lo había. \'Ísto conversando cou tas de casamiento qua se me presentaron,
ternura con alguna elegante jó'l"en de la y le disgustaba verme abatida y triste
capital, ó mof1íoduse con ella de la pro- por aquel abandono que olla babia cnuvinciana
qtle babia nbaudooado. sado ..... 8in embargo, á medida que be
"Durante aquellos dias tuvimos el do- pasado mi vida h·it>te y monótona, he ido
lor de ver morir 1\ nuestro pndl·e, y oo- comproudioodo mejor el fin do e>;ta existónoes
recibimos una carta do nli antiguo tencia transitoria, la quo se m o figura co-l
pretendiente, dáudonos no ceremonioso mo un viaje que se hace en una mala
pósame dirigido á toda la familia, carta bestia; durante el camino Sllfrimos muchu,
que ruo quitó hasta la sombra de una es- pero al llegar nl fio de la jornada, que es
poranM. ~in seguida salimos del pueblo y In vidn eterna, olviclamos completamente
nos detuvimos largos m&es en la hacienda lo mal que lo hemos pnsndo en la vía para
del Chamizo. 1\liéntras que permauecimns pell!ll\1" sólo en la dicha y el descanso del
en el campo no tuve la menor noticia de nnibo á la JIO.~IItla. Ya voy llegando al
Ramon, pues no me atre,·in á preguntar tórmiuo de Jhi jomada: el sol de mi viun
pot· él ti. los que uos iban á ·visitar: el rom- o,tá sobre el horizonte: Dios me 1uirnni
pimiento do mi mnlrimonio babia bocho el , con miae1·icordia, no lo dudo, porque he
gasto de las hal.lillu' del pueblo, así pro- procurado re::.igonrme ú la suerte que me
uutahau no n\euciouar aic¡uiera su nombro ba tocado, y no he dej~-l.do do procurar
01\ mi presencia. hacer el }¡ion IÍ }OS !} 110 }JI\Il uepell(]ido de .. ro niio se había pasado de.,pues de mí. ... Ademas, réstnmo u u con~uclo IÍ. l!JÍ
nq u ella escena tunarp:n do sepnrnoion cuan- cornzon, que no lo puedo tener J ul\un, y
do volvimos al puehlo. Bl ¡u·imer domiu. es qne tengo el convenci10ieuto do quo
go, e~ta1.do on misa, lo snzli pa~ar corea durante algunos nw::.es ÉL mo amó vordadu
mi, ca»i roz•iudose cnn mi vestido, y deramento, y si su conducta pnede sor
sentarse e11 1m l"Scniío, 119 léjos de nosotras. tachable, no fué culpa de él mismn t;Íno
l'uro amH¡uo tenia que haberme vi:.lo, sus de la nntu111leza lllUlSCulina. La geut~raojos
nomo buscaron ni una voz, y sufren- lidad de loa hombres no se detiene ou
te pet·maneció srreua, nnuquo IÍ mí se me hacer la de:;grocia de alguna Í11feliz mullonaron
los ojos de l1igriuaas y temblaba jer que l:ie ha confiado ,¡ ellos, si se iotorde
nugnsl in .... Ni cotón ces ui jamas des- ¡.¡o u e el orgullo ó el amor propio ofeudido.
pues so crnzó su mirada con 1a mía..... En el corazou ma:;culino hay mónos leuuAsí
so han pasado scmr.u!ls,mcses y aiios &in cidad en los afectos, ménos sensibilidad, 1
quo su vcJluntad de hierro cediese un punto. oonl>tancia y abnegocion que en elnue:;Lro,
-l'ero tia, ex(·lnmé, ¿ qud dcredJO te- y por lo mÍl:IUlO quo en un principio sus
uia e¡¡to hombro Jlnra apoderarse dol co- pasioues son mús fuertes y ·violeotl\8, ésrnzon
do una mujer y u han donarlo des- 1 tas duran ménos y tienen ménos ñjezn."
pues? t
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RJ.:;VISTA QUINCENAL. 217
Ounntlo tin i\ndroa bullO concluido sn lcreto, lutbia tlumdo m<Í'i t¡empo •¡ue f'l
1
rolacion, ~'C dil'i~ió á tientas ú. buscar la .-:al"irlo qoo nllí expr<'snlm, y nuís que ln 1
V<'.,l y ~alió dt:l nposeuto pnr:\ ir ñ euccn- exi~toncin del ho111bro qnÍ?uten en In primem ju\"entud, ._..,mola auterio.r nP.'~'elib, cu:mdo .n.nnnciasa!
J conrendo en bu~ca suya. La hallé ron la nprOXJUI::\Ctoa do lu coruthnL que
ola vada en el dintel de lt1 puerta do tia' agunrdnban. 1
J u;n.nn, m irantlo ntcin ita tl !ute, pero in::.ignificautc; y ndernus n.o
lo>~ doma~ uuembros de la familia yo me bennauo do éste, Leonardo, qnc crn petl-quedú
ucompai:'mndo á lt\ do~may~Ja tse- metro, melifluo y floreuclor; llnlllnbnse la
iioru. Notaudo que npretaln\ convulsiva- pnrioutn AtH\ 1\lnría, mncbachn alegre Y
m~nto uu papel cutre las manos, logré boutlndosa, poro de poco ::.eso, )" gruudo
qumhsclo para .. ob:írselas, -¡;ero licua de natncntc. 1 Oui:~ierou nnc,.lnr cun toda fonnnlidud
Al di:.~ ~iguicnto euterrat·on con mucha lt;nn comed in pa7-a de,..¡nw:s, pero le~ falta ha
porupa ul rico uun Hamon, v sus hcre- el texto,- nflixion que le:! calmú .;\liciu,
doro:s ~en dieron la <::'lsa, Y,las· tienns pn- dicié~doles. quo si le:s fult:1ban libros, en
saron u. nuu.os cx.traua:s. !\os1 tras no pu- C.'lmb10 te111au un autot· u la uumo, que
dimos osh,tir ü las exér¡uios porque tia oru Mñxiroo. . .
J uaua os taba tan gro.vcmoute ttdermn en Eucantac.lns con aquel de-cuhnnucnto,
wptclh ó¡mca t¡no por mHclrus dia!'i lomi- ncorc•ironso loll jó,·etw:> d. Mtíx!rr~~ Y le
tuos tabau thstnbmhabin
<¡nodudo de uquel tiempo de corta do:s los papele:;.
dicha y transitoria felicidad. ::lin etuburgo,
aquel l.illote, rcgndo por sus lágrimas du- •
raote su:s horru~ do amargura y dolor se- --
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218 LA 11UJER. --,
DIA OCT \..YO. consistía en dos pequcilas alcobas dhiclic..ln:s
1 por la sala y teniendo en lurrar de puertas
Ll\ v~rtu r¡\ti com·icnt nux mcrd do (nmille 1 1 ·. d " 1 d L
C'cst J'4!tru l!lJ.m·micr• atnnni~r 1\,igutllc. 1 a egres corhuas e zaraza co ora a. os
PoN•Ano muebJeq consistían en uno. macisa me:,u. de 1
Cast" vixit, lnnnm fi!Cit, domu~ servavít. comer, varios asieutos de cuero, un l inajero, 1
enta~aou. y, por último, un aparndor ~1eima del
1
C~n la tr.rde se renmeron ~odos los tinaje¡·o, dondo compcaban varios platos,
hué,pedes en . el corredor .e:-tenot·. d~.~~ jarros y pocillos de loza fina, que sólo se
1 ca paredes, blanqueadas, estaban
l~e0f\ron los nuevos bue~pede~. ~[nxuuo, adornadas con varins imágenes eJe santos,
SJU hacerse do rogar, Joyo lo s1gmoute: llituadas casi en ol techo, y sin nocion algn-
Ul'\A VE~GA!'{ZA un de l>Ímetría. l~u resúmen, todo respi-
. . raLa nn uienestar qu"l probaba que allí,
cu.saliento y ~;ólu como por via de todo su adcmnn se dcscubria una índole
cousnclo la húmeda yc>rba, la que lloraba recia y altiva.
talllbicn mirando el ¡¡uelo. 1 Un bulto blanquecino so presentó de
lJel otro lado de un pequeiío torrente improvi¡¡o tí alguna dit.taucia de la casa,
que ~Iom el nombro de rio y que bajaLa • por el enlodado comino: en bro\'e so oyó
1 turhao del vecino cerro (t!Íl'ndo lllJUl:l uno 1 el ruido de vi::.adas que fueron acercdndo:sc
de los liuderos deL ¡nu~bln por el lado del nípidnmeute, y al C!lbo do nlgnnos mosur),
tlO eucout.r,1ba eu ese lie1opo un cerco montos :;e sinti,j abrir la puerta de trancas
de guáduas, en cuyo centro se de..tuc::tba 1 tpte ~>cparab;~ el patio del camino, y un
la uegra sombra de uno. pcqueiia. cusa: la lwm bt•e penetró on la. salo. con aire ri.-;ueüo
¡;cpuralm del cnmiooun patieeillot.cmbrado y contento. l de rol-'a;.;, mnh·aviecos y otras flores poptt- 1 _g¡·es tú, AYclino? gritó In mujer
lure;; ¡ airu:s tenia un huerto con árboles l desde el corredor interior do la ca~a.
! Y liU ~;ombrado de maíz, y más léjus nu -Yo, madre, coutestó él quitándose la
l cercado ó manga de pasto de ,;oinca. El rnnuo. empapada por la lluYia, y du~pucs
interior de l_a _cn_s: ta ern aseado y alegre: de sacudida la colgó en la e¡;paluu de un~ _..
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REVISTA QUINCENAL. 210
ailla. Yo, eu pensoua., añadió ; l1ace un esperaba qne acabase sn merienda vara
tiempo del diantre: esttí. la noche e.teras de clliuglllé, q11e
mon y el tuerto lS icolas á buscarle : me sean grande:> y giienas : todas tienen móprcguutaron
si por fin le irías ñ. hacer la no.s yo ....
dil igcncia 1t don Bemat·do. Il a bien do concluido sn refresco, A velino
-¿Y qll(i les contestó sumen·é? No me se ocnpó en arreglar una muleta con al-gu:;
ta que esa gente sopa á dónde voy. gnnos objetos }Jara el viaje, y su madre
-Les dije que t•os nu me hablabas de le ayudaba á guardar su ruodee acercaron
moluucúlica y miraJa dulce IJuuiem en- á la pne1'ta; uuo de ellos lovautó In rnaun
vidiado cunh1uiem mujer: cuando abría ¡;ohro el hombro y puso la wano "ubre el
la 'boca dejaba ver dos hileras do dientes mnngu do \In cuchillo que llevaba culgudo
tlln bien formados y lJcllos, ¡¡ue parecinu ú lu cintnrn.
Jo blanquí~:~imo marfil ; en ro:;Íuuen, teaia -l'onga sumC!·d el rctrrieZ sobre la mesa.,
uua fbuuomín agradable, pero uo do llnmnr contestaba ó. la ,uzon Avelino; lo llovnré
la atoncion, y aunque sus ojo>:~ oran llluy maiiant\ .... F.sta noche no .-¡ui~e tnw ol
bellos, parecían inverosímiles en uu pobre dinero; :íntes d13 irwe lo sacaré do casa 1
arriero; a!Sí, uadic so fijaba eu ellos. del pntxon.
-Cuánto gaunnís en el viaje·? ytreguotó
la madre; la que, de pió cerca de la me~a, ( Cuuthwcmí).
REVISTA DE EUROPA.
llt•su continúa minada pot· los nihilistas
y las conspiraciones subterráneas, tí. Jo que
se aiiade que el Zar y su heredero han tenido
disgustos graves, lo que (a11nquo lo han negado
los periódicos oficiales) debe tener algun 1
fundarnento, puesto que se repite,-" y cuando
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LA )lUJER.
pieclra!l lle"'·" .AricmnR, el'tn
nad<'tl lll• t.'Cti:l de disciplinar ejércitoil y bi-tnnrlos
en h parle occidt>ntal ,¡,.¡ irnprrin, Y Ademns de la incviwble crÍl'ÍR ministerial
l!!llro tanto ,;e J~vnnt:m d.illculltulcs tliplomá- en que siempre su rnc11;1~tra el ,Goui.erno.p:~, pero sin quo lo
tocasen fcl izmeute. Di ceso r¡uo aquella villana
accion ha procl11cido t.:ln ¡::rumie impresion
en Esnaiirt, c¡uo e.c;o pnehlo, do gc11ero,;o
corazoi1, que se hal.ia m:mife~:>tado frio é
inclifercutc con .A lfou,;o XII hasta hoy, ha
suft ido un cmnhio, y cada vez que se ha
presentarlo vil púhlko ~:e le ha saludado con
vítores y graudus ~C'Ilalcs de afecto y RÍmll:ttÍa.
La Reim\ qllc,twgun liH·C'u, llene ur1:< salud delicado,
tt pesar u e<¡ no 110 había sido enfermiza,
sufrió tal susto c•n uqucl ll·ante, que (nunquc
manifestó on el n•<•IIH.'IIto 1:1 mayor sangre
fria) d'!spuC'S h:\ sitio atacada por accesos de
epilepsia r¡uo juma!! hahia lunic.lo :Ínles.
li
... \t',rnl\, que se halla N\ ~ituacion ti1.mte
<'11 Sil'! relnci(lnes de amistad cott Alemania,
hn{Q .. ~ruer7oR para aliar;;e con d Emperador
GuillciTII01 el cn;~l sólo a¡;uarcla el honepl6.cito
del C:rnn C:anciller (.J:Ira formar una li~n
ofensiva y dnfcn.-iva con el otro Ewpemrlor
alemun. E~ curiosa la t.lepcndc•Jcin de Onillunnu
ele Prusia ele lns opiniolll·R de Bi11mark;
no pn!'dc concluirnin¡;un arrcgl .. diplo111:ítico
fuera del país, ni sir¡uicra conteHt:u·m¡ saludo,
liÍ no ca del gusto de su Gmn Uancillcr.
III
1 rAt.t.\ tonlinúa en muv mala sitnacion
!lod:\1: el harnure y las sñcie•hwcs llCcret::HI
pouen en graves dilema.q ú luR ~cmuo¡; )
gobcwantt" que no pueden t.'lmlcntar á todos.
Decíase ••n :1lgunos rírculos diplom:itic:-os
que Sn S tntiJad Leon Xlll pensaba salir de
Homu y paliar á A lemnnia pam presidir :\ la
in:ntgur.tt·ion de la Catudr:.l de CtJionia, r¡ue al
tiu t·stú :í punto de couclnirt!e. Siu t•utbar~n,
l'llfll CRJII't:ÍC )l::ll'I'Ce lnllY ÍIIVeH>IIÍlllÍI, y IICri:l
rnn.v ••xtraiiu que el suceso¡• de l'io JX Haliera
do Hnma pnr un motivo de hin ¡uwa Ílllportoucin,
d~ .. pucs tle haber p<'l'lllalll'citlo t.mtos
auoa t•u c:1utiverio nwral en el \' nticano.
Ln <'.,tmlral de Colo•1ia Rt t'OIIll'IIZÚ n edificar
en 121~. y ha,;ta lilbO la .u·ahm: no Re
p1lC<•• •lecir que l.an .mtlado de prisa los ulcID.<
Ilcs!
IV
h~llB t:On•¡nislr•s y apaci¡;nar los 1Ínimos dCHcornpth
stos 1lc los naturnles.
La H ina Yictoria !M pncst11 á la !lisposicion
du In ex-Emperatriz Eugenia un bnr¡ue
de ¡;ncrrn en el cual hará cJ vi 1jC ni (',¡\)o
1:011 el ol•jctn de visihr Jos lng:\lcs en que
vi' iú su hij, quo <'il 1111 jóvcn :Íp
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Publicaciones periódicas
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La Mujer - N. 33
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La Mujer - N. 25
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
- ,
LUZ Y FE DAN FUERZA.
LA MUJER,
REVISTA QUINCENAL
I!: XCLUSIVAM ENTE REDACTADA POR SENORAS Y SEÑORITAS,
BAJO LA DTRECCION DE LA SEÑORA
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
N.0 25. ~ MIÉRCOLES, OCTUBRE 1.0 DE 1879. ~ PRECIO 30 CS.
UNA PALABRA A NUESTRAS LECTORAS.
AL empezar el 2. 0 afio de La . .iJfujC?· periocH&tica, que no cuenta sino con
creemos de ouestrotlebcr dar las gracias una ~;:ob persona. para redactar los nrmás
cordiales{¡ los suscri lores qne desde 1 tí culos de fondo, dirigir, administrar y
un principio nos han dispens~.. .d o su correr con todas las foen'ls concernieoproteccion.
En un trabajo 1írduo, con- tes á la impresion, no puede asegurar
tinuo y de tau pocn rernuneracion como 1 que a.lgun inconveniente, sea. enfermees
la empresa de un periódico entre dad ú otro grave cont.ratien.po, no
nosotros, se tiene estímulo al encoutrnr venga tn.l ve;: á impedir In. continuaperoonas
que consideren y acepten con l cion del periódico, defrandr\Odo así los
gusto los e~f11erzos que hacemos, pro- intereses de los suscritores. Hasta nbocumudo
hacer agradable é instructiva ra. Dios nos hn. protegido en todo, pero 1
ln.lectu ra de él. N o méuos ngratleceroos no sn l1eroos si continua rú d ispeosáodoá
nnefitros Agentes sus importante~ nos la gracia de hHalud, y no queremos
servicios y bueua voluntad. Advcrti- tentarle:
tnos :Í une~tros suscritores que en ade. Suplicamos al mismo tiempo de nue.-
lante no atlmitirémos I'Uscriciooes por ¡vo á los suscritores y Agentes, de den-,
m6s de un semestre, y los motivo~ que tro y fuera de Bogot1í, qne procuren
paro. ello tenemos son los siguientes: ser puntuales en el envío del producto
eu primer lugar, tuvimos muchos di8- de las suscriciones, pues no ~olamente
gu!.tOil y desagrados en el año pat;aclo, necesitamos dinero para subvenir á los
con motivo de que las p1·irnns que ha- 1 gastos de papel é impr~sioo en Bogotá,
1
binmos ofrecido á los suscritores am.la- ~ino para pagar muchas l'uscriciuues á
les ~e e:itra.viaban y perdían en los 1 periódicos extraujeroc;, á fin de poder
1 correos, y ha habido ciudad para la cual teuer á nuestras lectoras al corriente 1
1
hemos tenido que rep.oner dos veces las ,, del movimiento de le ri vilizacion. '
primas ofrecidas, dándolas por tripli- 11
cado! En segundo lugar, nua empresa La DJRECTO.RA.
1 1 1
1
11 ----
Tmro 11r. 1
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-----------------
6 LA MUJER.
ESTUDIOS HISTORICOS
SOBRE LA 1\IU.TER EN LA CIVILIZAOION.
CAPÍTULO NOVENO.
LA MUJER ROMANA.
( CONTINU A.CION).
VIII
UNA vez dt1eños los romanos de to.
dC'Is los campos y íÍllas circunvecinas,
1
empezaron á tratn.r de organizar con
la mayor ec¡uicia.tl po¡¡ilJle el gobierno
interno de la República. De aquí sur.
gieron quejas del pueulo contra los
dictadores y los senadore~, y disgustos
entre los vario!i miemuros del gobieruo.
Patricios y plebeyos estaban siempre
1 en guerra, pero cuamlo lle~aba á ha.
cerse la sitmv:ion insostenible, se cele.
braba.u tratado!'!, se formaban ligas y
por algn11 tiempo volvía. á reinar la.
paz. Al Gn se iustituyerou loñ tribunos
del pueblo, rJUO eran los que defen.
dian la~> g"arautía~ de lo. plebe, eu tanto
qne los patricios teuiau el SeMdo pam
sí. Sin embargo, una \CZ que ~;e de.
cretaba una ley y la plebe laa;:ept{~ba,
todos la re<:petaLau, y por lo general
ilato. La pltbe ~ufria honiblemeote
df• llatuhre cmwdo lleg6 á la ciudad
uua provisiou de harina que euvinban
do Ki(;ilia. Deseosos alguuos Senadore>1
de recooquislnr los privi]e:_io~ que á
duras peuas les hnbian arrancado los
plebeyos, propusieron que no se diese
harina al pueblo bambaiento si no
1
'ofrecía veuder los privilegios que bn.
1
bia obtenido lintes, en cambio de pan.
EL autor de este proyecto era uu pa-
1 tricio llamado Coriolnno; pero n péna<>
¡se tuvo noticia entre el pueblo de lo
'que proponía el patricio, cuando le
¡
amenazaron matar y se vi6 obligadco fl
abandonar á Roma, é ir ú buscar refu¡gio
entre un pueblo enemigo de su patr·ia.
Iu~pi rndo por el odio -que profesabm ú
la plebe romana, Coriolaoo se pre!:elDt6
ú las puertas de su ciudad n:\tal., á
la cabeza de un ejército enemigo . ..Al
teuen,e noticia de esto, la plebe reh u.
s6 pelear, y los patricio.~ no podi:an
conseguir quien salien\ á defender la
ciudad amenaznda; así, el Senado resol
vi6 roaudar al roma u o e m bajador es
piJiéodole desi!>tiera. de su prop6si to
antipatriótico. Coriolauo conteRt6 con
desden. Más y más alarmaclos los p:a.tricios,
enviaron otra embajada conopuesta
de sacerdotes revestidos coo ~t"IS
trajes más ostentosos; pero nada n l.
caozalm á bla.udenr la vohllltttcl Jebi-srro
del orgullo~o ron1aoo. Al fin n
madre de Coriolnuo, la respetnble vr..
TURIA, ncompaiiada de la espo"a df'l
sitiador, Voiumuin, y seguido. de la~
matrooaf! de m:'i~ valer de Roma, se
prel>eott~ron oo el campamento eoemi.
go. Coriola.11o Re nt·erca á ~u maJre para
~;aluJarla., pero ella le detiene:
-Aguarda., dice; primero es pre.
ciso que yo sepa si me viene ú abrazar
un hijo mio, 6 un euemigo de mi pa.
trin; si soy tu mada·e 6 tu prisiooe.
m .... i CSmo es esto Coriolano 1 ... A la
vista de los mnros de Roma. has dicho
por veuturn: '·pienso atacar la. ciudad
sagrada que encierra mis diose!\ pena.
tes, mimad re, mi esposa y m iR hijos1 ... ''
De:;graciada de mí! .. si yo no hubiera.
sido madre, Roma. no Ee veria. sitin.
da l. .. Si no hubiera dado ti luz este
hijo, yo moriría. indepe"diente en el
seno de un país libre 1 Ello es verdad,
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REVISTA QU I NCENAL. 7
pero soy ménos tle~graciada que tú,
porque al mér.aos vi viré méuos tiempo,
y tu deshonra es m1ís digna de compasion
que mis ~ufrimi~ntos .... vuelve en
tu juicio, Coriolnuo, y piensa que en
tus manos está la suerte de tu patria y
de tus hijos .... La suerte de Roma E;e.
rá la de tu prole: decide de su porvenir
...
Dec;pues de haberle hablado Veturia.
largo tiempo por este tenor, Coriolaoo
se declaró vencido, pero al arrojarse
en sus brazos exclamó :
-Madre min., me habe íR rendido,
pero vuestro triunfo serl\ mi pérdida.
Al decir esto levantó el campamen.
to y se alej6 para ~iempre de Roma.
Seguu algunas tradiciones, Coriolano
muri6 inmediatamente de vergüeuza y
de a. rrepenLimiento; ot ros historiado.
res dicen que muri6 en el destierro,
pero al cabo de muchos años, y ya rnuy
anciano. El templo dedicado (L Fm•tu,
na Muliebris, parece que se erigió eu
honor de las mo.trouaR que salvaron ú
Roma ac¡uell:1. \"CZ de sus enemigos, y
lo levantaron en el uti::;mo sitio e[l qne
Voturia logr6 con sus palabras Jasarmar
á su hijo. ('*)
IX
Patricios y plebeyos continuaron en
lucha abierta., yft. en la"! tribunas, ya.
con las armas eu la mnno, y no se uniao
sino cunndo era preciso rechazar á los
enemigos, los cmL!es procuraban aprovecharse
de las disenciones interpas de
la República, para atacarla. La muerte
de la doncella VIRGINIA, apuualea.
da por su padre para salvarla del deshonor,
sirvió para dar mayores ga.rn.u.
tías á las mujeres de lo. plehe y más
libertad ú las clases pobres do Roma.
S. A. DE S.
( Oontin ucwá ).
(*) Véase Segnr "Ilistoria llomnnn," tomo
1.0
, y doctor Leonb:u·d Sehmitz "llisto1y
of Rome."
A PÓLO GO.
Un pajarillo bello y orgulloso
En un roble su nido construyó,
Cuando ,.oplando el vendaba! furioso
Su vivienda y su dicha destruyó.
Él des¡mes más prudente hizo sn nido
En las última~ ramas de un lloron,
Pero un niño risueño y atrevido
Al wimdo tnu corea lo cogió.
Y llevándolo en triunfo presuroso,
Sin pensar en los males que causó,
Soltando fué ligero y bullicioso
Las pajitas que el viento se llev6 ....
1 Ha'!ta qno al fiu ol pñjnro i.oooen to
Le,·es plnmns y mn~gos recogió,
Y en no árbol, á orillas de uno. íucute,
En el centro su nido fab1·icó.
Allí pasó 11u vida trinando melodioso,
Cou dulce compañera, rode:iudoln de amor,
Y entre el follaje oscuro del árbol rnmornso
Llenóse de avecillas el JJido encantador!
Aquesto nos enseña que el goce que buecr.wos
Está en la mediar, in, sin otm aspira<'ioo;
Jamas en la bajeza, qne tanto Jesprec; . mos,
~i contentando ansiosos efíme1·a awbicillu.
A zuo&NA nnL VALT.E.
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8 LA MUJER.
LOS DESCUBRIDORES.
CUADROS liifo:iTÓRIGOS Y NOVELESCOS-SIGLO x-\.
(CONTINUACION).
ALONSO DE OJEDA.
CUADRO X-1&10-LOS INDiOS DE CALAMAR.
I
LA bahía de Cala.roa.r ( despues Car.
tagena) era en 1510 un sitio ente.
Tamente agre&te, circundado de selvas:
veíanse manglo..?·es inmensoR en la orilla
y en el fondo bo:lques espesos de
toda suerte de árboles, á cuya sombra
vivían innumerables animales, y eu su
espesura se ocultaban tribus conside.
rahles de indígenas de raza caribe.
Eran éstos muy apegados li su independencia
y libertad,- como lo demostraron
en la defensa de su tierra contra
los españolaR, con tanto ánimo y bi.
zarría, que todos los que trataron de
desembart;ar en aquel punto babiau
tenido que abandonarle en breve.
Descubierto este litoral por Rodrigo
de Bastidas en 1500, fué despues visi.
tado por otros navegantes, quienes encontraban
que la bermOE=a y resgua.r.
dada bahía tenia mucha semejanza con
la de Cartagena. en España, pero ti la.
que era casi imposible abordar con
moti..,·o de la mulihedurnbre de natura.
les que usab1\n armns envenenadas, y
eran, segun decían, más u;írLaros y
tercos que oLro~.
Ba.stóle ~ O jeda aquellt~ uoticia. para
que se propusie!:ie hacerse dueño de
lugar tau propio para levantar una
fortale:.:u., y e o donde pens6 poder lucir
su valor y habilidad; así, apénas se vie.
ron en alta ruar cuando gobern6 con
direccion á la baLía de Calamar. Hizo le
presente Juan de la. Cosa lo difícil que
seria. redut;ir aquellas tribus con la
po¡;a. gente que llevaban. Díjole que
él podía hablar de ello con experiencia
propia, puesto que babia acompañado á
Bastidas en el descubrimi~to de aque-
Has costas y conocía la audMia. de les
naturales. Pero toda oposicion nfirmabl.
á O jeda en sus determinacione.s; as,
desoy~ los consejos de Juan de la Cos~,
mofándose de la excesiva prudencil.
que manifestaba el piloto on circun~tancias,
segun él, en que era preciso lu.
cirse como ''alientes y audaces, para da:
á entender á Nicuesa, dijo,que no er:o
por falta de ánimo y gallardía q1..e ha.
bia dejado de combatir .con él, y que
cuando se trataba de arriesgar la vid&
no babia cosa alguna que le arredrara
Así fué que una hermosa maña na de
Diciembre lleg6 la flotilla de Ojuda
frente á las puntas que hoy llaman de
Canoas, á cuya espalda se veía una alta
colina (llaruada despues nue&tra Seffo.
ra. de la Popa) cubierta. de moot¿1ña
espesa ; y orillando una. lengüeta de
tierra. baja, y pasaudo por uu estrecho
canal enLre dos islillas, penetraron al
magnífico puerto 6 bahía gua 1 Jamaron
de Cartagena de Indias. Lucia un M·
diente sol sobre el azul y de~pejado
cielo que se retrataba en las agtms
claras y mansa~ de la bahía, tao puras
y cristalinas, que se percibían en el
fondo las estrellas de mar de variadof:i
colores, las conchas, las algo.;; y ha~ta
los peces que pasaban y repo.~abau }JOr
entre los bosques de vegetncion marí.
tima que guarnecía el lecho del trau.
quilo y solitario puerto.
Sin embargo, aqu~lla. e:ol~dad era
aparente, porque no bien hubioroo an.
ciado los buques, cmindo salieron nubes
de guerreros indígenas de los Yecinos
bosques, en aJemau de peléa. Llevaban
todo el cuerpo pintado de negro
y colorado, la cabeza orlada con u~a
guirnalda de garras de tigre y de leo.
pardo, llevando en las manos ciertr.s
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REVISTA QUINCENAL. 9
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lanza'! llamadas a=agay, cargado ú las
1
atrapar. Así, eu lugnr de acercarse.
ospalJas el carcaj lleno ele fiecltns,- todos ello;; al son de sns i uc;trmuento.:;
el aspecto feroz, el ademan horrible, y guerreros levat:tnrou ~;us flechas y se
dando los gritos y alaridos mi\S pnvo- prepararon :l eutmr eu pelea con los
ro~os que hubieran jamas escuclJnllo
1
íu vasores. O jeda tnm biou hizo sus pre.
oitlos humanos. parativos para resi~tir ol n.tngue, poro
_Jnruellia.tamente mand6 el capitau iiutes de ello volvi6 ú rea. que e~tat•o. :~1 Indo del
un escribano, halt6 á tierra, desembar. capitao. le mauife~tóclc une' o qne era
cando en la isla de Codego. y de!'de mejor voher,e :í los na\'Íos por eut6n.
allí mand6 leer con toda solemnidad ces, pue~ las bordas iurlígeuns erau nuuu
rt!querimiento que habían matHln.do merosísima.s y los espatiolcs un puñado
de Espufia con e~e objeto,- obra de un de hombres; ademas, añadió el piloto,
cronisto. célebre de la época, el llama. yu. \CÍa que para e:otahlucer~e prestn~en á los más feroce:> de aquellas tierra5.
repre;;cotnr semejante farsa, pnm alar. -Yo no temo á hombres desnudos,
dear de imparcialidad con los atúui. contest6 Ojeda; adema-;, he veuido á '
tos indígouas, que nada podían eotoo. cumplir las 6rdenes del H.ey que manda
der de la comedia. Pero esto sutediú que eu primer lugar so trato de domar
no bolnmeuto ent6nces, sino que des. ;l los naturales qne mfis nudncia y bra.
pues 11iernpre se leía uu requeriruieuto vura manifiesten.
por el mi~tno tenor á los salvajes ú -Pero ....
quienes los españoles iban tí librn.r ba- -No insistais Juan de la Cosa: ex.
tallo., doclnr::índoles tercos y fuero. de clarn6 Ojeda, inspiraJo yn. por el genio
In. ley si persistían en pelear, ú pe~;:u de los combates, n.l notar que los oa.tu.
do las 6rdones de su supuesto legítimo rales se acercaban en falange, como
rey, el de Castilla. para arrollarle. Volved ú los navío~>,
1 Eu t~tuto que el escribano loia con nfiaJió.- yo confío e u la protecciou del
1
1 vo~ no muy l:iegura. aquel largo discur. cielo. y en la SauiÍhÍIOil Virgen, cuya
so, los i ouígenus permanecieron quie. imágen llevo sobro mi pecliO.
tos y sileocio~o<;, coUJo aguardanclo á -Alon~o. por ,~]tima ..ez os repito
quu ¡,uccdicra alguna otra co~n. Cuan. t¡uc es loca vuostm temeridad .... ~o
c.lo fiu;tli;.:ó su lectura el encargado de teuteis á Dios i
olla, Ojecln. mn.ndó que le~ mostraran 1 -Juan Jo la Cosn, ya no sois júven,
de lr jos las joyuelas, campanilla~; y estas escenas no so o pa. m vo~, dejad me!
demas rescates que traían. :.\lunifosttíu. -Ah~ loco y ciego moza : exclamó
dole11 al mismo tiempo, por bocu de los el piloto dolorosamente, ¡ pcn~n.is que
intérprotes que llevaban, que no lm- tcruo la mue1'te por mí! .. .. Adelante,
biau ido ú aquclh~ tierra. sino e u lion pues .... ataquétno~>los át.tes de que nos
de paz, y que si :;e acercaban ú los fo. rodeen l
rastcro~ serian ricamente ob;;equindos. Alonso de Ojedn. dió la órden de
Los indígenas se miraron lol) unos :í arremeter sobre el enemigo, y con el
los otrol:i pero permanecieron en ~;u piloto que le seguía los pa!:os, se arroj6
puesto. Los indios son naturalmente como un leon con c~pada eu mano so.
de:.couriac.los, y éstos con mús ra~on, bre la turba de indígenus. los que ere.
porque varias Yaces habían tenido que yendo al principio que los españoles
s\ifrir á manos de los ospnfioles, quie. vacilaban, no habían teoido tiempo de
ues, cogiéndoles descuidados, He ha-¡ ajustar la flecha. en el arco, y a:;Í les
bian llevado cautivos á cuantos podiau recibieron apénns con sus lanzas enris-
1
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10 LA MUJER.
tracias. Pero en breve nqnella flébil que cerra\.;an el horizonte como mn.
1 resistencia no tuvo efecto coutrn el espesa. muralla de verdura.
· bier·ro de los -europeo", y a.turJidoR y
atónitos ante el arrojo de aquel puiia. 1I
do de valientes, se derlararon en derro. Los rayos del sol de medio día. qteta,
casi sin haber combatido, dejando mabau ~;omo fuego, p!!ro Re re~pira1a
sobre el campo muchos muertos, pero un fre<~co clelicioso bajo la t:ombra le
llev{¡udo~e lo.; herido .~. los árbol e". Todo callaba e u la t at t-
Lo" e~ pañoles alcnuzaron ~ hacer raleza, !buques,
y en seguida empezaron{¡ exa. metinu en la e:;pesura de la E:ehn. L1!-l
miunr IoN ca.dúveres, sobre los cuales españoles, que bahia.n pasado la m:tíheucontmron
alborozados muchas plan. na, primero batallaudo con los iurli(ll,
chas ele oro, el que, aunque de inferior y de5:pues per~iguiéudolos c·alzado~ ~;en
. calidad, enceudi6 la codicia de aque. fuertes y pe~ndas bota'! al tra'"'es ce
llos aventurero&, y por ese motivo pi· las breiias v malezas th~ la moot:uü.,
dieron licencia. de per:.eguir á los pt·6. se sentían· fatigadoR y hambrieuto;,
fugos. Ojeda no ~;olamente lo penniti6, pues no habían pa~ado alimento uit.
sino <"¡tte quiso ac·ompnfiar á sus solda. guno aquel dia. Detuviéron~e, puei,
dos. Pero áute"< de emprender la per. algunos momentos pnra respirar. é>j e.
1 secuciou mand6 atar ú dos de los pri. da, que era infatigahle, Labia pa aLo
1
sionero¡;, y por medio ele los iutérpre. ndelaote cou los dos indros cauti\'os.
tes les dijo que los guiasen a.l sitio en -Arriba, muchachoH 1 gritó repet..
donde debían estar lo11 derrotado~;, so tinameute al llegar ú tma ligem empena
de la vida si )o¡; traiciona-bao. nencio., volviéndose ú los que hahín·1
-¡Qué baceis nhora.1 preguntó el quedl:\do atra.s, adelnntu; nquí está el
piloto. enemigo !
-Lo veis, conter-t6 el capitan, me Al decir e~tq, volvi6 caras, y deset:.
prepa.ro para it á traer mayor cnuti. vaín6 lu espnlla gritando: ¡ Sautin~o l
dad de nc1uel oro que tnn fácilmente Sa.ntinAo tí ellos; Y cle~? Por ahora los he. que detra~ "e \eHI., rodeado :le nwutnmos
vcucido, y de .. pucs de esta clcrrotn. iia, pero limpios nl~uno~ trecho" para
tal vez no \'Uehao tan pronto tí moles. dar campo (L las ¡;emeutems de maíz y
tarnos; aprovechémonos de ella para de Y'lc:\,
hacernos fuenes lli}IIÍ, pero no lo!i hu,. En la pnrte delanlern de la palizadn
quemos en el fondo de aquestos ccrra. r>e habían situado los guerreros el~ b
dos bosc¡\tes. tribu, nrrnados tollos ellos con m:u:arras,
-Repítooc;, respondió Ojeda, que arcos y flechn~, la.n:-.n'l arrojadiza~, y
vuestros coo~ejos suu pordidos para rní defendidos por escudos do fuadem tau
por ahora, y a, los
por euLre los a.rcabucos y las arbQledas que no puJiendo resistir huyeron to.
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------- _________ .;:_ ___________________ REVISTA QU I NCENAL. 11
dos ellos, méno~ ocho valientes. Estos
entraron ti ln. palizada de troncos
y empezaron á disparar flecbnzos contra
los españoles, cou tant.o tino y nlpidez
en sus tiros, que aquéllos no
osaron acercarlie al fuertezuelo, y se
detuvieron eu su ímpetu.
-Qué veo ! exclamó Ojeda con la
mirada ardiente, el cuello erguido, la
espada elevada, y todo su u.~;pecto tan
animarlo y terrible, que m{Ís que hombre,
parecin. el {¡u gel del exterrui ni o.
i C6mo, añadió, miraullo {Í los solda.
dos, por ventura temeríais y os arre.
d ra.rian IH¡nestos viles sal va jea?
-¡Jamas! gritó no soldado caste.
llano, jóveu qne no alcauzaha ú los
veinta años, ¡jamas dirán que el hijo
de mi padre tuvo miedo!
Y leyantando la. rodela en una ma.
no, y llevando un l'able eu la otra, saL
tó por encima de los a1110utonaclos ca.
daveres de los indígenas :¡ne habiau
quedado muertos en el primer choque.
L legó al poc;tigo de la palizada ~· cmpujó
con iauta violencia los maderos,
que cedieron los estn.ntillos, y al
caer éstos para adoutro cayó el jóven
para atras, atraveaado el pecho con
la flecha de uno de los ioclígeuas, qno
le asechalJa desde adentro.
-:Ualdiciou 1 ¡Jritt) Ojeda al ver
caer al valeroso jóveo, eu tanto t]Ue
los indígenas continuaban di..,parnudo
~us flechas cou grandísimo brío.
Vieudo el capitau que todo el que
se acercara á la pn.li7.1Hia moriría, y
:moque era fúctl arrojarle:'! y >encerles,
como a4.uello uo "e podía hacer sin
d arracnar la !:a ugre de los ¡..uyo)l, resol.
vió salir lle ellos de otra manera.
Miéntras qna él tingia ataearlos por el
frente, mandó qno pasaudo callarlamente
por l:\H malezas dos 6 tres sol.
dados !-ll acercaran por la parte de
atrn.s, preudie:.cn fuego tí lo.~ estacones
de w~dera y arrojaran paja ardiendo
en medio de los combatientes. _-\.sí lo
hicieron, y momentos despues vicrouse
los denodados guerreros rodeados de
llamas, que en breve rato conRumieron
' , completamente el edificio, junto con
1 ¡ lo<3 .heroicos indíge~a~ qu~re~rieron
morir allí delltro más lJieu que rendir.
se á los odiados forasteros.
En tanto que Ojcda se empeii'a.hn en
veucer á los naturales tle In palizada,
sus compañeros Lahian tomado•en el
vecino ca~xhalado esta. sentida
llazos sobre loF que tenían junto, y aun- pleaaria, cuando oyó la voz de Juan de
r¡ue mataban indios sin cesar, nada acle- la Cosa que g ri taba desde afuera:
ln.ntaban, pues en lugar de los que que- -Alonso! Alonso do Ojeda. 1 ¡en
daban fuera do con. bate ap'\.recian o nos dónde estais?
tantos á llenar el buceo de las filas. -Aquí! grit6 el interpelado incor·
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REVISTA QUINOENAI.~. 13
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por:índo<~e á riesgo da Rer atra.ve!>ado piloto moribundo, resolvi6 pc.·maoecer
por las flechas de los indios. á su Indo y ayudarle en aquel trance
Pero é~tos ya babia.o dejado do n.co- supremo.
meterle 6. él, y parecían empeñado!! en -Ah l exclam6 Juan de la Cosa esrei1i
r con lo'! quo se acercaban, y bn- tremeciéndose y retorciendo los brazos
jando de las paredes trabaron con ellos con el dolor que le causaban las heríun
reííidísimo combsl.te en torno de la da¡¡ envenenadas y quo le producían
cusa. violentas convulsiones. ¡Si pudiera al
Empeii6 ent6nces O jeda todns sus rué nos moril" como cristiano L ..
fuerzas para violentar la puertl\ con -Aquí eBtoy yo, indigno siervo de
tanto Ítllpetn, que aunque asegurada. Dios, exclam6 el fraile hincándose á su
por deutro por los españoles y por lado, Juan, ~·ecl, yo os ofrezco mis set·fuera
por los salvujes, se viuo abajo vicios y consuelos.
dejando la ~>alipecto más terrible y 11au. codos~
grieuto, tJltuiondo en él indios sin nt~- -N o alcanzo ..... pero oidrno .... m o
ro ero; pero éstos era u inagotables, y arrepiento, dijo con debilituda voz, y
por ut1o que caia se levanta.bau muchos pitio humilclemento per m1Ís, refugiarse eu uua choza 1 La escena era imponente: In. luz del
a1slad•t on donde pen~:.ó poliriu morir inceudio iluminaba. cou rojos resplantranc¡
uil.wacuLe. dores l:l noblo y ya ctírdena frente del
Como !.,s :;alvajes en su furia. h11.binn 1 piloto, que recibio. lo; con<:uc!os do la
pne:;t(¡ fuuc,o al Clt~erío, por si hubiese Rolig10n con profundo rúconocimiento
alguo español oculto bntre las Ctido
iluminado por 11011 luz roja é i u termi- de soldado, y á lo l~jos se oían los gutos
teutú rpteaumentalJa el horror do la es- ra.biosos do los indio",loli golpes do las
cena. La. choza en que se refugió el pi- n.rma¡::, los a.yes de los woribnudos, la"
loto, estaba, pues, o.l uutbrada. por "-q u el imprecacio;Jes do los •JUe at1n vi vian y 1
cárdeno re'>ph~ndor, y así, toaot~ro~os de el traquido del ioccnd10 que do\"'or·aba
ser vi,tos, sus corupnñero~ dejaron el non. parle do l<1. poblacioo.
asilo de las pareueA y le 1\haodouarou, Despues do uu síncope el pdoto vol~
al vo JO pobre fraile que iba en la ex. vi6 en sí, y viendo to<.hvía allí al fraile
pedicioo eu uoion de otros qne se !la. le dijo balbuciendo:
bian 'lueda.do en los navíos. Viendo --Salvaos, padre ~ ... romped aquella
fray .A.ndres que todos los que habían pared é idos al monte quo está cerca ...
salido fuera. de la. choza. habían caído Pero ántes escuchad mi última súplien
manos de loR sa.l vajes, y recordando, ca ... Dios ele be de babor sal vado la vida
a.demas, su ministerio á vista. del buen de O jeda; buscaJle ... y decid le .... de ___ , __
TOV() III. ......
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14 LA MUJER.
mi pn.rte ..... que be muerto, pero que
basta. mi último suspiro su memoria ...
Pero ántes de concluir eu frase se
le agotaron enteramente las fuerzas, y
dejando caer la cabeza. exha.l6 el postrer
suspiro.
Cerr61e los ojos el buen fraile, y
postráuclose or6, encomendando á Dios
el almR. del piloto, é invocando para sí
la proteccion divina. En seguida quiso
ohedecer el consejo de Juan de la Co!'a.
F:ícilmente hizo un agujero eu la dé.
uil tapia de la choza, y sali6 por él sin
ser notado por sus enemigos,- merced
á la oscuridad que reinaba por aquel
lado del pueblo,-y metiéndose a.l bosque,
en breves instantes desapareci6
entre la maleza tomando instintiva.
mente la vereda que conducía al mar.
Cor·ria como un loco el mísero fraile
por aquel camino, no porque ¡;e acordara.
de él sino como por inspiracioo,
y el haber acertado con la via lo tuvo
despues á milagro de su santo pa.tron,
á quien no babia cesado de invocar en
aquella fuga. A cada momento esperaba
encontrar otros españoles compaña.
ros suyos que hubiesen poJitlo salvarse
como él y que tomaran el camino del
mar. Pero cua.udo pas6 la noche, lleg6
la aurora., lució la. luz del sol y la seu.
da que seguía al travcs de la montaña.
continuaba solitaria, el pobre fraile se
convenció ques6le> él Re hnbia salvado.
Mú~ y más lleno de sobresalto y asombro
al notar el silencio que prevalecía
en todas partes, apuró el paso, tras.
puso el bosque, y por último, fatigado
y medio lllUerto, lleg6 al DD t\ la. orilla
del mar, Slh hauer encontrado la menor
señal de sus compañeros de dt~c;gracia.
Viéroule iau qued11oo co ellos, y recogi~ndole
exúnime en un bote, le llevaron 1¡ bor.
do, cu donde refiri6 lo que babia su.
cedido.
A pesa-r de la lamentable historia
que contaba el acongojado fraile, los
compn.fiero~ de Oj~da no perdieron la
espera.uza de que otros roús se huhieseo
salvado de aquel desastre.-Por lo
ménos, decin.n, el Ca}Jitan debe de babel"
logrado salir de entre las manos de
los indios,- pueR conocían su agilidad,
su denuedo y gra.odhirna resistencia.
Esta idea la coufirrn6 el derrotado al ele.
cirque estando con Juan do la Cosa. en
la. choza en que éste murió, crevó notar
que Ojeda se babia desprendido de en
medio de una. tmha de indios, y dando
saltos babia huido á lo ltj0:3. Así, bus.
cáronle en la seudd. que conducía al
pueblo quemado, pero si~ 14treverse tí
internar mucho, pues ya habian cobrado
miedo :í los indígenas, -lofi qne,
probablemente, los acecbnrian eu los
al rededores. N o éolamento E:e afligian
los españoles con motivo de la. pérdida
de los setenta !lolclndos mejores de la
expedicion, sino que con ese motivo
carecia.n de suficientes armas para ata..
car tí los enemigo!! con provecho.
Pas6se el dia. y no vol vi a ninguno de
los compañeros de Ojeda, ni éste daba
señal de vidR. Al otro dia ''isitaron
por tierra el contorno de la bahía, snbiéronse
a.l inmediato cerro (hoy de la
Popa), que eot6uces estaba cubierto de
monte espeso, y perdiendo la esperan.
za de hallarle en tierra se embarcaron
en los botes y se pusieron á reconocer
los manglares de las orillas del mar,
dando gritos, tiros, y tocando cornetns
para orientar á los que acuso estuvie.
sen perdidos en los bosqltes. Pt::ro todo
aquello fué e u vn.no,- y lo único que
vieron al t~rcer dia fné una turhn ele
salvajes que parecían burlarse de ellos
y manifestar su t rittofo danzando con
fantústicM mue('aS en la playa, y dando
gritos y Aullidos que más pa.recian
obra dtl chacn.les v animales feroces
que de hombres racionales.
Afiigirlo!l, conc;teruo.dos, careciendo de
jefes, puesto que Ojeda y el piloto haLia(¡
perecido en la malhadada. expediciou,
los espafio)e$lae decidieron ú abao.
1
donar a~uclla. costa. de mal agüero, y
\'Olver á Santo Domiugo IÍ dar parte de
la desgracia ocurrida. Dieron, pues, In
órden de levar las anclas, éiban ú proCC{
ier á ello, cuando Francisco .Piza.rro
pidi6 que le diesen noa hora, durante
la cual iria con tres 6 cuatro compañeros
á visitar un agrupado manglar, eu
un rincon de la bahía, que le parecia
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REVISTA QUINCENAL. 15
uo l::&bia.n examinado detenidamente, ¡ recia moverse sohre los troncos y raí.
y en donde crey6 ver un punto qne pa- ces de los árboles sumergidos.
(Continuará). S. A.. DE S. ----- PLE GA RIA .
Uno. mirada te pido,
Dnlce, /\morosa María,
Consuelo del alma mía,
IWfugio del corozon.
Te pido la fe sencilla
Que calmo mi ansia matema,
Que u1e diga no es eterna
La humana separacion.
Señora, enciende en mi alma
Esa antorcha pura y santa,
Ese amor que nos levanta
De este mundo n otro mejor;
De este umndo que nos cobra
Por la dicha de uu moruento,
Mil horas de sentimiento
O de profundo dolor.
Nunca en la. vida he encontrado
Ni alt.>gría ni consuelo,
Y hoy envuelta en denso velo
Qué puedo de ella esperar ?
Marí~~o l Trémulo el labio
Te in;oea desde el vacío
Que ha d&jado ese ángel mio
~ue en tus brazos voy á hallar.
Yo soy cual tórtola errante
Que en tl'iste selva apartada
Día. y noche en In enramada
Llora el uitlo que perdió.
Soy débil caña ri. la orilla
De un Oc.Sano tempestuoso:
En su abismo misterioso
Mi esperanza feneció !
Tít de los hombres enjugas
El ll~nto con mano pía,
Y al que en lu bondud confía
Le das horns de placer.
Tú, halago del pensamiento,
Ilusion que el alroa ado1·a,
De esta noche bolla aurora.
Guia y luz de la mujer.
A ti dirijo ¡ oh María 1
:M.i tl-istísima plegaria,
Desde la mua funeraria
Que guarda todo mi bien:
V u el ve á mí tus dulces ojos,
Mira mi intenso delirio,
Y lll espina del ma1·tirio
Arranca ya de 1ui sien !
RosARIO OrtREGO (chilena).
LA EDUCACION DE LAS HIJAS DEL PUEBLO.
EL TRABAJO DE LAS J.\..LUJERES EN EL SIGLO XIX.
OBRA ESCRITA EN FRANCES POR PABLO LEROY-BEAULIEU.
(~o~onad:~ poq la Academia de cienoice mo~ales y polfticas dt ljr¡aucia).
P.RIME& ARTÍCULO.
I nueva en Ftancia, puesto que fué
PENSAMOS, en u na série de estudios, publicada en 1873, oreelllos que es
examinar con nuestras lectora¡¡ el muy desconocida entre nosotros, y estamos
interesante libro cuyo título encabeza. seguras de que ninguna de nuestras
este a rtículo. Aunque 1& obra. no es lectoras la ha leido.
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L A M U .J ~-R_. -----"'=-------=-~ ~
¡El trabajo dG las mujeres eo el l j
siglo XIX! Qué horizontes Re presentan 1 U
á uuestra vista ~<6lo con la lectnra. dé
este título! La mnjer, es decir, la ?nadre Pero áutes de llegar nl fondo de la
de la humanidad, debe sor para. el cuestion, el autor hace una breve des.
lef:islador, el pnHtico, el moralista, el cripcion del trabajo de la mujer en la
filósofo, el estudio más interesante de historia de los p11eblos. Siendo la mujer
este ~;iglo; siglo que tiende ú sumirse el sér más débil de la hu wanidad, y
en la ruina, que se precipita. en un Riendo el hombre m;~s fuerte y robusto
mar de desmoralizacion, y que no podr~ físicamente, ella es, sin embargo, la.
levanta.t·se del cieno y de la corrupcion encargada ele dar á luz y criar á las
en que yace, sino por la influencia j6venes generaciones. "De esta deside
la. !lADRE, que dará trabajadores gualda.d de las fuerzas físicas, de esta.
para. los campos de la verdad. deAigualdad de ~;us trabajos nace, bajo
La educacion y el trabajo de la. mujer el punto de vista ccon6ruico y social,
del pueblo es un asunto 01uri m portante la. necesidad de la. familia. La familia
en la actual ci vilizacion. H 'lbíase creido csta.b1 e, permanente, il1disoluble,- no
en~re nosotros que la manera de elevar la. un ion libre y el contrato pa.sa.jero.
y da.r felicidad ií. la muj~r de l::w clases El hombre y la mujer aparte son !'éres
pobres, era darla una. iustruccion inte~ incompletos, y s61o la familia hace
lectual, cultivando eu ~:~lla. ciencias y que ae equilibren Al\S facullade~. Cada
artes perfectamente inadecuadas para miembro debe ser activo, pero con una
]a. vida que Jebe llevar clespues en el actividad diferente, y debe tmbajar- en
mundo. Dar instruccion útil, dn.r bue- la prosperidad ¡¡ocia} por vins dl'>ersas.
nos principios de moralidad, dar una La. obligacion del trabajo es h. misma
religion que sirva. de freno á sus pasio- par:~. ámbos, peto el trabajo no debe
nes y contiuelo en sus dc~gracias, y l ser el mismo. El hombre es robusto,
darla una industria que la proporcione e01prendedor; Sll fuerza. física, su a.c.
los mediof:i para subsistir, hé aquí el tividad intelectunJ, lo llevan á hnsca.r
objeto raciorJa.l que deberían tener eu su labor fuera de su bogar. La mujer
mira. todos los filántropos, los amigos sedentaria. por debilidad tle coustitu.
del pueblo y los cristin.nos que desean cion y por la. necesidad de cuidar de
ver en la. patl·ia. una. pobla.cion verda- los séres que alimeot::t., permanece den.
dE>ramente trabajadorA, indnfitriosa y tro de su morada." E~ta era. la. orga.
moral. nizo.cion natural de la familia, pero
.Antes de entrar en esto. cuestion la biatoria de lM diferentes naciones
ardiente, que en mala hora. se ha con- de la tierra prueban que el hombre,
vertido en cue~tion de partirlo, ..,e&.tuO!; abur.nurlo de su fuerza, ohli~aba ~í qne
lo que dice el autor del libro que de- las mujeres se ocuparan en las labores
seamos presentar á nuostra.s lectoras más fuertes y en los trabajos más dttros,
como muy digno de su ateucion. en tanto que éllo~; &e entretenían on la
"En t11edio de las grandes cuestiones caza ó hacían la guerra. ú &us vec1 noR.
que agitan uucstra época., dice, no hay Las griegns, las egipcias y aun ]M
1 ningnua. más interesante que·la del tra. romana~. trabajaban eo los campos y
1
!,ajo de la mujer. La constitucion de ta.mbien dentro de sus casas. Durante
1 la familia, la educacion de las nuevas la. Edad l\1énin.la.s mujeres eran esclavas
1 generaciones, ]a conservn.cion, el per- do los hombres, y todas, desde las hijas
1 feccionamiento 6 la degeneracion de In. de Carloooagno hasta las mujeres de
1 raza: en una palabra., el estado moral los labradores, tenian por obligacion
1 y aun fí:iico de un pueblo, depende en que hilar y tejer los veRtidos do sus
gran parte de la. orgauiza.cion del tra. familias. Adamas, cada castillo tenia
bajo de las mujeres del puehlo." talleres, en los cuaJes trabnjnuan las
mujeres de la servidumbre dol Seiior,
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RE\ .. IS'rA QUI~CENAL. 17
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MÍ oomo tambien las siervas t]Ue vi vian fiu del siglo XVII In fabrkacion de
en sus terrenos. encajes ocupaba ea Frnncia. á mrt'! de
Aquello~ talleres, en donde lie aglo. cien mil obrorns. Con el borda.!<> sucedi6
meJ .. bao tantas mujeres de diferentes otro tanto. y este oficio, ni perf~ccio.
cla.l!e-., eran foco~ de corrupcioo, y como na.rse, ha dado pau 6 millares de fn.
las quo los frecuenta hao no teniao nio. milias.
guoa educn.cioo, y tra.bajnbn.n contra. Nadie en nqucllos tiempos babia
su voluntad, las industrias 110 ¡::e per. l dicho que la. mujer no debería tener
f~cciouabn.n, y las nmjereR procutaba.n una. industria, y que su tioica mision
salir S el bello ideal
El ~~.utor hace un estudio muy eru. de la ci viliza.cion cr j,tiuun, en la cual
enta a.quf \lU cuadro
dolorosísimo de los F;tJfrimientos de las
mujere¡¡ y de las nifias de ménos de
trece años, que se ocupan en )a<; fábrL
ca.s y en las manufacturas de Francia
é Iogla;er.ra_, en. donde a.pénas ganan
con que v1 v1r nnserahlemen te.
Segun documentos auténticos, ahora
diez nños vivian empleadas permanen.
temente en el interior de las mauufa.c.
tu ras de sederías del mediodía de Fran.
cía má~ de 14,000 nifia& v como 450 000
mujeres. Hay eatableciñüentos en 'que
no solamente se hila., se tifie y se fabrican
la:; telas, sino que a.llí mismo
se cortan los vestidos y se cosen, y el
algodon que ha entrado eu su forma
nat0:ral sale bajo el aspecto de una
cam1sa, de una bata 6 de cualquier otro
vestido. Allí todo se hace con máquinas
de vapor, y si lns mujeres trabajan con
la máquina de coser que conocemos,
esas máquinas están movida!i por vapor.
En Paris hay uua manufactura que
oc.upa. 2,?00 mujerell, que trabajan al
m1Rtno t1empo en máquinas de costura
movidas por el vapor, y una manufac.
tura, por lo ménos, cuyas miíqninns Re
mueven por la electricicind. Más alio,
hay mliquinas cortadoras que en pocos
1 morueotos cortan docenas de ve;,tidos.
J Hay flíbrira.s de ~npatos y botines, en
do~de todo lo hacen por medio de mlí.
qumas! Y. ~nsta , trabajar en obras de quereis protegerlos, s~ñoreo;;, dad les luz
costura, segun la.s reglas del arte? á sus entendimientos y no oficio pam
i Por qué se eU1peñan los mandatarios sus tuanos. La limosna envilece, el tra.
en producir mnjeres inútile.'l, 6 más bajo dignifica. i Quereis honrar la me.
bien perniciosas para la sociedad, en moría. de los pr6ceres? Dati una edulugar
de niñas trabajadoras que lleva.. cacion útil á sus desccnt.lieutes. Abrid
rinn á &U!i familias el conocimiento de escuelas profesionales, no de artes de
industrias mtevas entre nosotro~, y que l adoruo, sino de utilidad; plantead ta.
18.'! pudieran Jar el pan cotidit\uo! Hay llores eu donde pueda u aprender los
abermciones del espíritu humano que ¡ pobres uu oficio, y habreis merecido
no se co1oprenden. En "ez de tmer tná!l de ln patria que con todos los di!;.
tantos mae~tros de literatura para. lm; cursos de ord~nauza del VEI:~TE DE
colegios, t por quó u o hacer venir 111aes .• JULIO.
tros para euseñar indu.s/;rirwlucrati va<; 1 S. A. DE S.
á los hijos del pueblo, y sobre todo á ( Conti nzumí ).
LA EDUCACION A LOS VEINTIUN AÑOS.
OARTAS A MI "PRIMA XATALIA.
en !r¡nneca poq ..~ . Rondelet, adoptada 31 eastellano y 81[t¡'89lada paJ!a las
lectot¡as CQ)ombianos poq .$. ;t. dt $.
EL sentimiento del DEBER, de la BONDAD I~'TEL1GENTE y del AMOR ORtS.
Tl..CiO es de lo que carecen las actuales generaciones, pervettidas por el mltteri&
li~mo.
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20 LA MUJER.
"f... a. misiou de1 escritor de la presente époc!\ (dice Rondelet en la iotro.
1luccion del libro q\le nos ocupa.) consiste no en deshactlr la.i ilusiones de la
juveutwi, sino en hacérselas recuperar porque las h-a. perdido.
"El movimiento que impulsa las sociedades bllcia el des6rdeo, hácill lt1
orgnnizacion permanente de la revolucion, y de la destruccion Re I.'Íente hasta.
en las fMnilias más s6lidameote fundadas. Allí, como en tollas partes, dil!rn:nuye
el re!':peto, la. Qbediencia. y el amor.
"Esta uueva. dificultad se añade á todas las demas. No podemoR pensar
en que se uos e¡:cuche y se nos lea mucho, cuando los consejos del padre no
son atendidos, comQ ta.mpoco se agradece la ternura de la madre.
"l!ay, sin embargo, en la jnventud un resorte que e'l nuestra esperanzn;
basta de un momento de ateocion, un movimiento de buena. voluntad para
lograr reconquistar y encontrar de nuevo las cualitludes é impulsos de generosidad
propios de aquella. enad."
Este seutiroieuto es el que nos inspira al dedicar estr.s páginas á las jó"t"Ones
compatriotas oue'ltras que de!lenn realmente adelantar en el camino de la
perfeccion, á la cual tiende toda alma. geoeros1~. Si nuestra voz no es suficien.
temeote autorizada para. qne so nos escuche y se sigan nnestros consejos, pen.
samos que la de una pere;oua como la del señor Antonino Roudelet, cuyas obras
han sido coronadas por la. Academia de ciencias morales y por la. Academi:~.
francesa. de París, sí será oída por las j6venes colombianas con respeto y con.
sideracioo.
En el primer año de La Mt~jer vertimos del inglés, arregl{!uciola á las
costumbres de nueRtro paÍ!l, una obrita '1lle gust6 mucho: "Lo QUE PIENS!.
UNA MUJER DE LAS MUJERES;" en el presente Kño veremos ~;i tiene igual
acept:1.cion '' L!. EDUCAOIO~ Á LOS VEIN'l'E AÑOS."
1
EL DEBER DE EST.áR ALEGRE.
y nmigoR. Haci11. tres años q\te yo no
i!Ja al Vn.lle-hermoso, y así fuo qtte
desde el primer día to encontr6 muy •
Mi quct·ida l"·úna. cambiada.
Tienes uie:.-. y seis Rños, la edad eu E~tiÍ" triste, Natalin., no puedas ne.
qne parece natund qne se reciban cum. gario. N e hay uuda m¡Í:J aristocrático
plimientos y nmln utlís, edad en que quo la melancolía; olla dtL cierto aire'
cuantos se to acercan es con palabras 1 de superioridarl y de orgullo, pu.rete
amables y agratlahles. Lo. juventud cowo si aquella. iudiferQncia a.lliva oos
aparece :í los que la miran en lonta.. elevara. sohre las cosas de la vida, en
mmzu. la. Ppoca. en que la vida uo tiene h~ Clml no noll dignamos iuteresnrnoa;
sino sonrisas, como uu dulce rec11erdo figtha.!ionos como si las miserins del
Jc io~; primeros afios, que uno gusta tnuudo sou cosa muy poc3. pu.ra unu.
1 ettcontrar de nuevo en los que vienen gmocle alrol\.
detras. La. do~grn.cia. es que entre esas mise.
1 Comienzo mal ol sermoo que pensa- ria.s de la. vitla se encnontrau los debe-ha.
dirigirte, mi querida Natalia. Mi res, y que bajo pretexto de mirar con
carta deLia. ser un 'I'I'(JCJ/ño casi, y no desprecio eso:~ pormenores, nos ¡,alimos
encuentro c6mo empcz.u.rla por eso. de las verdaderas obligaciones de la
Acnbo de pa.sa.r en la. msa de tus po.- exi:!tenci<~. humana..
clres y tí tu lado quince dias enteros: ¿Para qué pieuRas que sirve en el
te he visto á toda hora, desde las pri- 1 mundo una jóven sino es para difundir
morns horas hasta. las últimas del día., 1 en torno do sí una atru6sfera de alegría
en la Aoleda.d del campo, aunque en y de contento l Ella es la úuícn. en el
medio de un gro.o círculo de parientes bogar paterno que tiene tiempo para
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RE V I S 'l' A Q U I N C E N AL . 21
1 adornarlo. Toda. la existencia. de los 1 dan las contra.riedade!'>, las preocupapadres
durante la infancia. de sus hijos ciones, la melancolía, y tus padres te
consiste en tratar de proporcionarles ¡desconocen enteramente al verte tan
la dicha. Hoy, querida Natalia, halle- contenta y de buen humor.
gado la hora de retribuir una parte de 1 Sin embargo, N atalia, allí está todo
lo que recibiste de ellos. el secreto de la existencia. 1
iN o te parece justo que cuando el N o hay en el mundo sino dos es pe-padre,
-despues de pasar la mañana en cíes de personas: las que buscan la fe-1
sus negocios, ~ vueh·e á la casa es na. licidad en su hogar, y las que procuran
tural que encuentre delante de sí la hallarla entre personas de fuera. Que.
, fisonomía sonriente de su hij~, que le rida Natalia, yo no te predico una ale.
arranque por algunos momentos á sus gría ficticia, ni un contento fingido. Lo
preocupaciones ! El padre de familia único que pido es que hagas esfuerzos
1 es entónces como el fatigado obret·o, para manifestarte amable con aquellos
que deja. en el suelo su pesada carga que ven en tí la alegría de su corazon
durante algunos momentos para a-pre. y la tranquilidad de su alma.
tar 1;0bre su <;orazon al niño que se Lo que quiero para ti, es tu propia
refugia allí. felicidad. El manifestarse contenta, es
Francamente, N atalia, ¿es así como cumplir con u o deber; todos debemos
te manejas con tus padres, y no es de pagar lo que los demas nos han
1 cierto que faltas algo Íl tu deber~ proporcionado, á la met.lida. do nues-
1 1 Te miraba ayer sentada :í la mesa, tras potencias. Ah J si quisieras hacer
con la mi rada vaga y·fastidinda, i ndife. la felicidad de los de mas encoutrarias
reute, distraída, escuchaudo apt~nas, y un objeto muy noule en la vida, y ja-
1 no contestando uada á los amablds es. mas te fastidiarías! Yo no digo que
fuerzos de tu p~dre para animarte. esto es fácil, y que basta desearlo para
'l'enias todo el aspecto de una de esas llevarlo á cabo, y que s61o con quererprincesas
desdeñosas que, fatigadas de lo se disipa el mal humor y la melan.
todo lo que las rodea, creen hacer gran. colía. que te invade á veces. Pero es
de l1ouor á los que tieuen la. dicho. de preciso sobreponerse á eso sentimiento.
que les permitan dirigirse á ellas. Nada. aumenta tanto el fastidio como
Vamos, N atalía, ¿no es cierto lo que dejarse llevar por él, y sólo el esfuerzo
digo? iN o consideras que cuando tu que se hace para encubrirlo puede ayu.
padre vuelve ú su hogar ú buscar do!<. dar íi vencerlo.
• canso y solaz ú tu lado, es muy triste Perdóname la excesiva franqueza. de
que teugn. 1¡ue hacer e•fuerzos para 1 mi amistad. Esta. carta, que te pMe-
1
hacerse amaule y atento con la señori. cerá tal vez un ?'ega,ño, e¡¡ en el fondo
ta. su bija, que apéoas se Jigna aceptar !la prueba más grande de estimacion
sus ob~equios ! 1 que te puedo dar. Te hago todas estas
[ iN o Rcrá mejor decírtelo todo, Na- ¡ reflexiones ¡Jorque pienso que tienes
1
talia? Oreo que sí. El contraste que el corazon tan uien puesto, que no sohace
tu conducta en la casa con tus ¡lamento comprenderfis y apreciarás mis
padres es muy visible cuando llega consejos, sino que tendrás bastante vaal€
Plnn visita. Entónce~ te pr~~.entas llor para seguirlos.
baJO otro aapecto; que amalnhdad ! T f t' - -
' qué alegría t qué palabras tan come- ¡ u a ec tsuno pruno.
l didas : .... En aquel mom.ento so olvi- (Continual'á).
-------
TOMO Ifl. .. -.)
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22 LA MUJER.
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ANALES DE UN PASEO.
DIA CUAHTO.
(CO~TL.'WACION). 1
Y al decir esto se arrojó sobre la cama ligera, pero sin duracion ni perfume ; la 1
y escondió la cara entre las manos. que hay entre un delicioso p11isa.je de altí-
Alicia, enternecida, pues la amaba como simos cerros, frondosas Mboledas, hondos
ti una hija, la tomó en sus brazos, y con precipicios, ruidosos riachuelos, candalosos
la voz turbada y los ojos llenos de lágrimas rios, y un jardincito rodeado de muros y
la dijo: sin horizonte, lleno de flores ostentosas, y
-Cálmate, hijita min: mi resolucion que .suelo estarlo tambien do malvas y
no envuelve sacrificio alguno .... cumpliré ortigas .... In que hay entre la luz del sol
con gusto cuanto te he ofrecido. ¿No éres en un dia despejado y la luz artificial de
tú mi hija querida? una lámpara; la q11o hay entre uu bello 1
Al acabar de hablar salió al corredor niño, lleno de salud y belleza, y el retrato
y permaneció algunos momentos sola, tra- del mismo, aunque lo pinte uu gl'ltnde
taudo de calmar su emocion y serenar el at·tista; la que hay entre el delicioso canto
semblante. de la mirla y el l'oiseñor, y la imitacion
Cuando se reunió á sus huéspedes en la de éste por un organillo : la que hlly entro
sala, estaba tan pálida, que le preguntaron una cavntina de la Norn1a ó la Lucía, ó
si se ·sentía indispuesta, y ella contestó un torbellino tocado en nn tiple, aunque
brevemente que el paseo la babia fatigado, sea por mano mae~tra; la que hay entre el
y mudó de conversacion al ver llegar IÍ 1 océano inmenso, inagotable, conmovedor
Pepita alegre y sonriente. y solewnemo::~te tri., te, y un peq ueiio lago
Dejando á los demas en la sala entrete- ¡ suizo, rodeado de paisajes rui:.eilos. 1
nidos, Alicia, Adriana y Pepita salieron al -¿ Es decir, exclo.mú .t\licia, que el
corredor á. toma1· el fresco en las hamacas. amor es ca:.i siempre triste y la coq ueteria
Al cabo de un rato Adriana dijo: siempre alegre 'l
-Ahora dio..s leí una novela francesa -Sí, el amor verdadero no e¡¡ nunca
que me interesó, y la recordó anoche risueño, }JOro la coqueter·ía lleva por
cuando Máximo refirió el cuento de la séquito la risa y la frivolidad. Elprimoro
Violeta. El autor pretende probar que no puedo llegar hasta una dich11 sublitue por
existe en realidad ese amor tan decantado momentos; la segunda no sení jnmas ~;ino
de que hablan las poetas, y que todo un entretenimiento superficial y momeosentimiento
tierno no es sino coquetería 1 tttneo. Aquél, si es desgraciado, llenará. de
mús ó nténos disimulada, mediante la cual amnrgnra la existencia entera; é~;tu baní
cada uno procura engañar y engañarse. derrnmat· lñgrimas pasajeras do ¡Jasajero
hl:b:imo estaba fnrnnndo eu el corredor,, despecho. Bl uno es iudeleblo, seu. feliz ó
cuando salieron las aeiioras, y permaneció désgracin.do; la otra. fugaz cnalla sombra.
en la sombra, á corta di!>tancio., sin notarlo de una nube. Jerso coque- ! amo1·, destello dh,ino, necesita creer en la
tarín. eternidad del sentimiento que la domina.
-Tan cierto es, dijo Adriana, que In 1 -¡Y sin embargo, exclamó Adrinna
mujer que ama verdadero.n1ente no podrá con cierta amargura, nada más transitorio
nunca manifestarse coqueta con el que que ese amor que llaman inmortal!
¡)refiere. 1 -Sí, transitorio y fugaz cuando es
-Pero una. persona enseñada á prodigar mentido ó bastardo; pero constante y
ese fingido cariño de la imagiuacion, pierde durable cuando es verdadero amor ! La
la facultad de amar oon el corazon, que coquetería lleva en sí misma el gérmen
acaba por vol"erse falso y ruin, repuso de S1.1 extincion, permaneciendo activa
Máximo. Y aunque las mujeres no nos miéntras dura la incer~idumbre que la
creen muy doctos en materia de sentimien- estimula 1Í poner en juego sus recursos;
to, guiados por el instinto, rara vez lloga- pero con el tiempo empieza la monotonía,
m os á amar á una coqueta; las solemos el fastidio, y una >ez satisfecha la vanidad
bu::;car con anhelo porque nos divierten por aquel lado, busca inmediatamente otra
sin "Peligro, y porque á su Indo nuestro diversion nueva. El amor, al contrario,
corazon permanece perfectamente intacto. encuentra. alimento en la correspondencia,
-¿.Añadirá usted ahora que á nosotras y la armonía de sentimientos léjos de
nos gustan les hombres coquetos? preguntó hacerlo monótono~ lo hace profundo. E u
Adriana. resúruen : la coquetería es un capricho
-Sí, seiiora, y mucho; fenómeno que no hijo del cálculo y la vanidad : el amor es
he podido comprender en. ustedes, por otra la impremeditada concentracion de todo
parte, y con frecuencia, tan perspicaces. nuestro sér en un solo sentimiento que
-Consiste en la Ynnidad de las mujeres, excluye cualquieru. otro.
dijo Alicia, porque pretendemos avasallar -¿Es decir, exclamó Pepita, que el
los cornzones quo otras no han podido amor no vai·ía jamas?
sojuzgar. -No sé qué decirle, contestó Máximo,
-Precisamente, observó Adriaua, ese si11o que es un sentimiento tan inexplicable
creo sea el motivo por qué los hombres que no se sabe cómo ni por qué brotó en 1
val'iables obtienen tan fáciles triunfos. Y el alma, ni so comprende pot· qnó muere ll
lo peor es que frecuentemente resulta de repentinamente.
tale::; empeiios, que cuando ellas han ideado -¿Me querrá decir usted ahora, con-poner
eu juego toda 1m arte y losartlides cal- tinuá Pepita, t¡uo este scutiuliento quo me 1
cnlauos de la imaginaciou, se encuentran noaban do pintar como eterno é iualtorable
sin ~;uher cómo esclavas ellas por el alma y 1 puede cambiar y desalltn·ecer de impro-el
corazon, y ellos ruús libre:¡ que nunca. viso?
-On:o, aiíadio Alicia, que las mujeres -Balzac dice, repuso M th.imo, con
do la sociedad culta labran ellas mismas aquella perf'picacia que lo dU.tingno al
sn dt!sgraciu, porque ho bien do descubierto tratar del co1·azon humano, que "ya no
en sn corazon un sentimiento po:~ith·o, amo" es un sentimiento tan misterioso y
quieren convertirlo en pasion acti ,·a, que tan profundo como "amo."
muchas vece::;, sin discernimiouto, so apre- -¡ Cutir:.tos misterios inexplicables en
sr.ran á roali:r.a.r en el primero que pat·ece nosotros mismos! exc!Am6 Alicia.
dil'pnesto tl corr&.sponderles. Para arua.r -Es verdad, contestó Máximo: nlgnnus
corno se debe y ~~ qnien se debe1 se neoe- veces uns acoiou, al parecer insignificante,
sita un tacto innato, de que la generalidad una palabra, una mirada, extingue el
de las personas no está dotada. En ouma, 1 cariño instantáneamente, y con frecuencia
el amor >erdadero es muy raro, mucho se ama :t pesar de ver ajado nuestro orgu- 1
más de lo que se piensa.. 'llo, nuestra delicadeza y hasta nuestra 1
-Qué triste es todo esto ! exclamó Po- 1 dignidad. Como una roca :t orillas del 1
pita. ¿En qné se conoco que una persona 1 precipicio, permanece 'firme budando la
es capaz de sentir un Yerdadero amor, 1 acoion del tiempo, tan arraigada que ni el f
puesto que todas las almas no son aptas l¡·ayo ni la tempestad la conmueven, y el j
1 para ese sentimiento ? huraoan y la lluvia pasan por encima sin
¡ -En que sea profundamen~ creyente, 1 poderle hacer mal alguno; -pero de im- ·!
11 contesto !lláximo con gravedad. Un ateo proviso, y en un día sereno, l:ie desvía tal\ 1
no pnele amar con el alma, porque el l vez un!\ pequeña míz, se desprendo y
t
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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1----
U LA .UUJER. 1
rueda un guijnrro que, oculto en la ba>e, af'Í. Por propia dignidttd debo hmcor ~-er
mantenía. la mole en equilibrio. )' arrll3- que uo soy imignificaute. y que si 1<:.> quiero,
trando consigo un puila.do do !torra, la avasallo tambicn corazones ....
l'Oca tambalea, se inclina y cae precipitada En resítmcn, qucdr) persuadida de que
al abismo; así el S~. mor que parece mát> ese amor que imaginó llenaba su exti¡;tcncia,
constante suele de un momento á otro 1 ora enteramente artificial, no siet.:~do sino
desvanecerse, no quedando en el corazon una di>ersion aceptada 11ara disitrnet· el
sino ruinas y de~pecbo. 1 tedio de los días de ociosidad nnoral y
La noobe estaba muy oscura y amena- física en que pn!>aba la vida aque.Ua niña 1
zabo. lluvia, pues la lnua no aparecía sino 1 mimada: pero le repugnaba, por u u sentípor
intervalos al traves de la espesa capa miento de tonhl envidia, que ..!el nw.ufrngio
de nubes que cubría el cielo, por entre las de sus esperanzas se formase la f•elicidad
cuales se deslizaba tal cual rayo de su me-¡ de su hermana, á quien considera. ba deslancólica
luz. El viento soplaba con desi- provista de juventud y atracti,•os, y ttsurguales
ráfagas, haciendo gemir un alto padora de un pue¡;to que no le pertenecía.
limonero que crecía cerca del ángulo del -~uestra couver!'acion, dijo ,1\driann
corredor, y avivando unas veces yapa- IÍ la sazon, me ha reconlado una historia
gando otras el fuego de las quemas que quo les referiré, con la condicion de que
devoraba los rastrojos on la cúspide do uu en seguida expreso cada cual su parecer,
>ecino cerro. 1 pues me interesa saberlo. '
P_or primer~ ve_z de su vida, 1'epita Uitáculo entreaqnellns dos almas cuando llegó al puerto un Lm¡uc de g11crrn.
que nmnbnn basta el sacrificio si11 quejarse, iugltis. y }.)s ofi:.:iales fncron tan bien
ero. olla y sólo ella. acogidos en Cartagena, qno :lutes de p.ariir
( -Máximo es tan grave, se decia, y ~o resohió el capit:m obsequia¡· á n•Jr.Jelln
1
me veo tan pequeña en comparncion, que, nlllaLle sociedad con un suntuosu !baile 1
en realidad, la vida á su lado m o causaría t 1 J.do ñ. bordo.
fastidio: sin embargo, desechar las ilnsio- El Luquo estal.k'\ foJHleado léjos del ,
nes que me eran halagiieüas y que alimen- mN•uJlCCto anicomo
sin inter'!S ou el mundo, todo esto mndo por las voces, el ruido lle romos y ln
supone mucha abuegncion y euvuehe un ¡·luz de los faroles. Loon, hcnunuo mnsncrificiQ
que no me siento capaz de hacer y•1r do Paulina, se había captado el cn.riiio
por mi hermana. Pero tambien es mucha
1
del ca pitan, quien, distinguiéndolo c•oruo
lnunillacion aspirar :t ser amada, sin lo- amigo, dispuso cu,·iar el mejor de !nu;
grar ni aun ser atendida, cuando tal vez
1
botes para conducir la familia :i b.mdo tí.
si pusiera los ojos eu otro le tmeria reu- la hora con,onida. Confiando en Psta
dido á mis piés. Esto no puede continmn· prúulesa. Lcon, acompañado por Rn fino,
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
HEVISTA QUTNOE~AL. •>~ -·1
Jlo,4: In fnlllilin ni mui'llo: pero iuvo In
morlificaciun do 110 hnlln~· bote, pues l!li!
lllllriuoru,¡ Jel c¡uo ltl c•t:J.li:1 dc,tiundo.
o ¡uivocaudo su fawilia con e trn, J.¡ liTlbnrcnron,
,. ncalmban de marchar. Ot· tacharlo rlo ruin cicntero.
por nhorrar el flete de un bote hnl1i11
pr fcrido nccptl\r lu 'nga pro m c.-a del
capitnn, que nada lo costaba.
ludiguado Leon por 1111 eargo MmO r"tn,
lo Puuh.bt•Í fnertonwnte, v d oltercndu so
fmí acalomudo hn~!41 1111 ¡;nnto nb.rumnh•
pntn el n.l..,lo Jo In fnmilin: pero felizmente
lo puso término In llcgnda del bote, em indo
c:qm•samcute paro ellos por el capitnn al
uotnr Ja equivocaC:on quo se habia ~ufrido.
La familia se embarcó, excepto J.con, ~ ~l'nfin
hcrvil' en :-u alma loco, mTrmquc~ de tm, J.
tcmcro!io do "'tallar de ltUO\ o. se nt.J"tu' o
de hnhlar. Cmno dijo ñutc , llnfino e
pre cutaha baJO 111111 mte\, fnz; ha tn
entónces u o hnLian 4 1•cch do qnc tm re o
llllll 4 nráctcr. que Lah;'l ocult 1dr. u o tanto
p01 hipucH· Í.1, <·unulo porqt v. nm ndo
Jll ofuurl11mento á l'aulnlll, l~to amor le
en in do ft cuo ll'\11\ ••on t llilr o en ,;n
ptc;eurin, J asta el pnuto de 1 arecer colllplaQicuto
J de gcmo un' o; bien que cu
reolulnd ern do tal índulo, que t.na \C?.
nrrn~trudo por Ja trn. cou ddicult d In J>Odin
dorniunr.
~iutJú:sc J'nulinn ofcuJidn cu sn nmor
frntmnnl y ou su prupin dignirlnd, y Sil
alegría de apare<% ; pero ni llc• m· ni
bnquo 'i tos:uncntc ndonmdo, y uotar In
animndB c,rcun que p1 cutaba el lMile,
~n empezado bajo 111m hcrm a tienda de
(.'a m¡ :llln, nl oit· b m·, ten y t~Fpirnr el
nromn de lns flore;:, casi oh'id · ~;u peno.
] ll medmt IUl'UtC Hufiuo le vfrcció In
lltOJIO pnm bailar, loq•to Lit•ierou cnllndos
y cvu tnllbti 1 friultlnd: rnns poco á poco,
1
J IIINccd ú In emhriagucz del baile y de In
armonía, y In vi~ta de Jo. bella y 1 oéticn
csccun del mar ilnminndo cu parte por la
Iuu':\ y eu IKlrfc por el vi' o reflejo de las
luce del htquc. In houdnrlosn Paulina
recuperó E.a nf¡¡lJ,Iidn41, ~ procnrn~~tlo clcshcohnt
· pcu-amio11los UI!!;Uf.Crad:~hlc.-:, fué
In primera en diri¡pt· h prllnbm ti sn 111nio
y sourcirlc; pero él permn11ooia tacihmro,
y npér.~ co~ttcstnh 1 con mouosilabo:- y
mortificante de,,tlbrimieuto.
De~pucs do hnbor hnilndo con Rufiuo,
Pnnlin:\ tu' o quo Bl'Opt:lr otras iuvitnciuucs:
de ~norte qno hn~t.'l pasadas dos bo-
1\\S no pndv Yoherso :í cmcoutmr ~.:nn su
nu,·iu y proponerlo que fnc-en ti :;t 11tnrso
en un lJ meo retundo, }'U es des~nb.~ calrnnrlc
v 1·c~tnblecer la armonía entre los
do. w
-llufiuo, le .O hn pri'i ado de vouir ti e In
fic~;t , en la dv solo, si u podo1· d1sftutar do nnd .
Pucs bren, ¡, •¡uc dcscniJ,¡ u:;tod ~
-tbw \t~yu I!Rt ... d á lrMrlo.
- (,Juo nn·n 'o .i t merlo !
>.:¡, lo ~~ iloch· nl ropitnn lJUe ihn á
mnudnr IÍ tÍelTil IIU oficial pnrn ill!iti\IJ' n
Le 11 que ,;uicso; s: que el no haru ;
u tcd u o accedo á ir 1i cncontrnrJc J trncn
couHtgo, echando nl oh ido el pn njet o
<.lil';.,u toque ttnicJou.
-.Jumns! ex.olnruó <·nlro (}ientcs.
-Ut.ituo decia usted ?
-Que no haré t 11 cosa.
-¡ Eo; decir que u icd 11ersisto en su
mole tin con mi horm uo?
-S1, porque ~o 110 dije siuo mi [CDSnmiciJto
-¿Quiere ustcti sostenct· cuiúnccs (¡uc
Lcou f.)s uu ruiu?
-~\sí lo dijo.
-¿, !'oro uo rcpnrn ustcu que con esto
m o ofende cruclmcuto '!
-A usted no, queridn Pnuliuu..
)~lln 110 contesto, ¡u cumndo ~lmnr el
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LA MUJER.
movimiento de indiguacion que empezaba 11uminoso como plat~ líquida. "A dios mis 1
á experimentar de una manera invencible. ilusiones, adios mis espemnzas! " mur-
¿,No sabe usted que la amo con todn muraba Po.ulina conforme el bote se ale-el
alma? aüadió él con acento tiemo. jaba más y más dirigi;índose b:\cia el '
-Si fuero. verdad, como hasta bo.v lo muelle ; y cuando lo hubo perdido do ¡
ba)Jia creído,¿, rebusaria usted hacerme el vista se volvió bácia Rufino, qtto perma-pequeño
so,crifiuio que le pido? necia callndo cerca de ella:
-La amo más que,¡ nadie en el nmndo, -Se hl). cnmplido la voluut.ad de usted, '
pero lo que me exige es imposible. le dijo pálida y séria. Volvnmns al baile. !
En esto se oyó el ruido que bacian los Y apénas tocando con la mano el brazo
marineros al desatar un bote y tomar los que le ofreció en silencio1 se encaminaron
remos, y '·ieron que un oficial se preparaba al salon.
ó. bajar por la e~cala de cuerdas. Ocultó Paulina lo que pasaba en su
-Rutino, exclamó Pa.t1lina con '\'OZ alma, y cuando volvió ó. su casa, su rasoturbada,
todavía es tiempo .... le pido, le lucion estaba tomada, medita.da y formada,
suplico que me complazca en esto. en ténninos que muy de mañana recibió
-No, no, eso no lo haré nunca! Rnfino una corta, poro llerentoria carta,
El oficial estaba ya en el bote, los que lo dejó anonadado.
marineros hundieron los remos en el agua Llegada. la noche la madre de Paulina
y empezaron á alojan;e. decía soucillnmente:
-Aún podemos llnmarlos para que lo -¿.Por qué no habrá yenido }lufino en
reciban á bot·do del bote; Rufino, por todo el dia?
Dios ! diga que sí, exclamó con agit.acion -Porque se lo he prohibido, contestó
Paulina. Paulina con serenidad pero con acento
-Serio. inútil, contestó él tercamente. triste.
l~uulina, sin decir mds, se ncercó á la -Xo te entiendo !
borda, y siguiendo con los ojos húmedos -Hablnró con mús claridad, aiiodio :
el bote cuyos rernos se hundían silenciosos Rnfino ya nu es mi novio : be roto con él J
eu el mnr iluminado por la luna, y do los pura siempre.
cuales, al levantarse, caía uu regnero
1
___ .,._,__
1 REVISTA DE EUROPA.
l
A1. empezar el segundo año iccn, sin Clllbar¡;o, que si ¿;¡
bn sentido repugnanci~ en llevar á cabo
aquel matrimonio, ella, ponm parte, tampoco
tiene sim¡mtía por el Jlroycctado casamiento,
y RU familia le ha manifestado que tiene liberl<~
parn obrar seguu le pnrer:cn. Decididamente
los .eyes y los príncipes pierden su
prestigio cad:• dia rnús, y esto consiste en que
bajan de su pedestal y se manejun como si ~tiple.~
mo1·talcs. ¿, Q11J efecto hnbicra produ-cilio
c•n Luis XIV, por ejemplo, si le hubiernH
notificado que deberia ir él en pN·s;u-
11<\ ó. 111111 cut-te e:s:tranjem á solicita• una
alinmm con una A rchiduqucsa do Amrria? ,
¿,Y qul~ hubiera dicho Ft•lipc lf, t<Í alguna de
sus parientas hubiera. manifestado vol mtt~S Znrcs,
contra el cntolicisrn,o, se1ti h\ rniun de la re- el l'l.rcmlin, seria destruido por el fuego. Jo:!
púulica! No inUJcd!iatamente, tal vez, pero Kremlin es la parto centml tle la ciudad,
!lO muy tnrde ·····" y 011 UOllUe tiC baJI:\n Varios palacios ofi-
A unt)IIO t•sla ley 110 pasó ahvra, y las Cá- ciales do los antiguos \!jnres, la Catedral y
rnaras ae huu l!lPíll'·auo pam volverse á rcu- el paluciu .\ rzobit~pal. Xaturalmcnte elnlarnir
el 23 de Noviernbro próximo, -se prcpa- m o. fué es puntosa y la profecía so puso por
nm pam soguit· atlelunto !11 dit~cmiiou Jo la ohra, á pctlt\1" do los centin~lnR que habiau
lt~y Ferry, y tarnhieu un;< pam crcat nuevas situado eu todllll p:n·tcs. A média noc.:hc crncscuolas
normnlot!, ó impedit· que l:ll! niñus pczó el incendio en v:uias part.os al mismo
del pueblo so eduquen en e!ltablccirnicntos tiempo, las cuales ardieron inmediatamente
religiosos. p<>rquc se Jns habil1 roceado de antemano con
El mismo Miuistro de la Iru y sobre todo á la tierna hija que deja
en este valle de penas la señora DE ORTIZ. Duelo es este
para el cual solo Dios }lUede dar consuelo ; acá en la tierra
apénas podemos orar por ella y po1· los que se han quedado
atrás aguardando la hora de reunirse con los que amamos en
otra morada más feliz. S. A. de S.
I•nr11:nta du SiiY~tre y C. e:
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
Formatos de contenido:
Publicaciones periódicas
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La Mujer - N. 25
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La Mujer - N. 41
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUZ Y F E DAN FUEH..:i!~A.
LA MUJER,
REVISTA QUINCENAL
EXCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS,
B4.JO L.\ DlltliCCfON D:& I, ... ~}.i(on.\
SOLEDAD ACOSTA DE SAf\IWER.
N.0 H. r Jt'Í~~ES, J ULLU 15 DE 1880.
--~--------. --
ESTUDIOS HISTORICOS
SüHH.E l,A ~!UJl•~H. EX LA OIVILI~AOION.
CJ.l'Í'l'UI.O DUODÉCD!U.
LAS )lU.JERES EX LOS D1PERIOS DE OHIE 1~TE Y OL'CIDEXTE.
( CO:-i'l'l~ O ACIO~ ).
IX ruaoa 1le Houorio, PJ •. -\OIDI!., la quo al
• toner 1.1oticin del pelig ro en que estaba.
DESDE que cm pez~ ron ú aru:J.l:;nmnr. l Roma, \"olú ii onccrrarse allí, para. too.
se en 1 talia In raza la ti na oou la de los Ir ir, ¡;jera preciso, cou ~us corn patriotas
b:íruaros, In~ mujeres, dice Dnntie r (tnu- La,io las ruiua~ de la dudad de su prodi.
tn:. veces citado eu e sta pa.rtc de nues. lecciou. En tuuto el f:mperallor llonorio
tm historia) tuvieron una parte lllU)' h:lhia nhaodoQnJo á Roma y ln1Ía lt~joH
act iva eu la vida pública y socia l. del euellligo. i So era, pueR, PL.\ CWIA
Como a ceptnrou la.s mat ronas roruauas In mó~ LcnSica euc:uua.cton del antiguo
1 b toa. no de los .Jefe~; y Gunerale!i godo;;;, e, píritu de la l~oma úntesde la decadeu.
1¡\Hl se dislinguiu.u por ttra.
' familia, sin haber acabado de convertir ti\·os, adoru:íbanla prendas pen.ooales
á Ataülfo, á quien ella prometo d:lr s.u tnu s"bresalio11tos quo rliceo sus con.
mauo lli él ofrece hacen.e enteramente tempo•ráoeos que uo había co el mundo
cristiano y católico romauo. Despue~ de mujer: más hcru10sa ni tntí~ atr11ctiva.
mil peripecias, que m~s parecennn no. Oblignon :! buír de Riiveoa pata librar.
vela forjada que bilitoria, ¡;j uo hubiera ~e de la persecuciou que !>ll belleza
1 docurueulosqnecomprob:uan todoe&to, iuspir1~ba, se embarc6 secretamente con
1 Placidia coutrae matrimonio eu todn ~;us do1, hijos (fmto de su ¡.egundo ma.
1 1 regla con el Jefe visil(odo, eu Euero de trimouio) en vin para Con~taotinopla, á
414, eu la ciudl\J de ~1ubona. La fies- t pcdir 111.silo eu la corte del Er.operador
ta fuó liOiemue y lleCIÓ de jc~bilo :í todOtó • ele Oriente, que era !iU ~impatizar cou los ro.,volvi6 ;l bu~C'arla lu fortuna. Ha.bieu.
tnano~. Al fiu Ataülfo, r¡ue no dc~eaLa. lio nHlerto Jlonorio, Placidia recia.
combtltir con su cuñndo, se rct.i r6 á 1m6 la coro o a de Occidcute para. bll
E-.p.lña. En BMcelooa, Placirlia tuvo hijo Valoutiuinuo. Eutóuco,; ol Empe.
la pena de perder á sn hijo, y á poco ;Í rador, su t-ohnuo, no solamcute la reco.
su e(;p01;o, a.&esioado por uu e;.cl~•o. ooce ~:otoo Augu~e hijo V:alootiniauo coo Eudocin., la bijn
apod~r6 rlel mando :í la muerto de dtll E~npcrador de Oriente.
Ataulfo. Pero e~to Jefe fué a-.osioado HmmRu., la hija de Placidin, por
pocos días Jo.,pues, y eu ~u lugar pro. decreto impt:!rial hahia ~>ido con.Jeoada
clamarou ~otro bárbaro, el qul! \'Íundo al ce! ib3to, !tcgun uua co~t utahre de
que el hambre iba ád~cimar ~;u ejúci. aquellos tiempos, eu 1¡Ue los paJres
1 to, la eutreg6 :í los romanos en cambio podia~t ordeoal' á su gu~>to enteramente
' , do cien mil medidas de t rigo que oece- la t>uorte de sus hijos. Pero Honoria
si taba cou urgencia. no lo e:ntendia así, y o;e afligía al pe osar
Habiendo regresado ' la corte de su 1 que su existencia debería her la de una
1 hermano, Placidio. rechaza las proteo. prioce1sa euca.ntada eo el fondo de su
s.ioue& del Genoral de los ejércitos ro. palacio, y rebol vió e o !.u rueuto que no l
- . - - !
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_____R_ E_V_I_S_T_A_Q_U_I N_C_E_N_;_~->------10_3_1 j
solamente encontraría un e~poso sino en donde no Jejaba sino campos a'!o- j
que él la vengaría de la ~;ituacioo hu- lados, ciudades destruidas y sementeras
millaute en que la babia pueE:to su en completa ruina.. Atila ja.mM perdo- J
familia, erigida en su tira.uo. Hija de naba ni tenia compasion, y no exif.tia
la eoérgi:-a y valiente Placidia y del t;ino para haooreorrer la. sangre de toda
cruel y audaz General de las hu éstes la htu)Hlnida.d, decía él, salvo la de los
romanas, Houoria ha.IJia. heredado los miembros de su tribu. Atila era la eninstintos
d.e su~ padres, y no cejó un caruacion del tigre con faz humana, y
momento en su determioacion. lns poblaciones aterradas llllÍ&n delante
Pero lo difícil era encontrar un prín. de él como uoa tropa. de corderos á la
cipe cnpaz de ejecutar los proyectos de l vista del lobo. Este era el bello ideal
la varonil y cruel princesa, y E-lla al 1de Houoria y n esta fiera resolvió
fin eucontró su idea.! en el Jefe de unirse.
los Hunnos, el feroz Atila, que él mismo 1
se titulaba." la ira. de Dios." S. A. DE S.
Atila ha.uia. recorrido muchos países ( Gontin ua1·á ).
LAURELES.
No miras lo• pftloeio• ;
No mjrM eua jardiot•o c¡uo ollujo decoró;
Mas tiene• nueatro• bo.quo•, palocios del poola ¡
Mao licneelae MmptfillS que el l~>brotdor scmbÑ.
¡ Quo gocen lo6 que pu<'dnn! Propiei¿ 1" fortunicln,
Dcrnbl\ el troooo tumo, pReogerila taeblao.
Bi tiltp&ouc,
Cuando al ahrlr 1& tierm eombrando tu m .. !¡ 1
To aientOlllibre, fuerte, y •ate tue ojo• gntnde!
¡No 4u uno. oonr~, crcyóudote !cliz l
.E·u C. >'ERB&L M.uu ....
18;~ .
LA JUVENTUD DE ANDRES.
NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTUMBRES NACIONALES.
,,1
'1 l
'1 1 1
1
1 ¡
1
1!'1111 DEL SIGLO XVII:r. 11
CAP f TUL O X 1 V. 1 diquillo ocasiona-l que se public6 por tre~ 1
veces en Santa Fe, y reproductmos en
TERREMOTO. dad } Lfi 1 parte como una. curiosi bib i~" ca l H É aquí lo que leemos en un perio. ó más bien periodística de aquella. ép<>OS.: ,
1
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--------- -
104 LA MUJER.
- - -----------------
"AVISO DEL TERRE~[OTO casi todos SUR Edificio~ han p.'tdecido,
SUCEDIDO EN LA CIUDAD DE 11~1~que no todos igu~lmeute, los m{¡g
SANTA FE DE BOGOTÁ V1S1bles, ~ohre los refer1.dos, son ha.Ler~e
EL DIA '12 DE JULIO DEL ARo DE rS5. rlesprendldO dos Chapltelos. de lo mas
,.
1 l alto de la fachada de la. Cap1lla del &.
"Este día se vió esta Capital en la grario, que mataron á un hombre y una
mayor consteroacíon, dimanada del es- 1 mujer que íhan por delante rle la puer.
1 pan toso Terremoto que experimentó co. ta, por donrle poco á1Jtes habia })O.Rado
mo á las siete y tres cuartos de la el Señor Oirlor don Josof ~fessia de Cay.
mañana, percibiéndose el terrible roo- zedo, que iba á la Real Audienóa y se
>imiento del Sur al :Norte en los pri. libert6 de tan eminente peligro.
meros vaivenes, quedando tau fuerte el 1 "La. Iglesia. Cathedml ha padecido
movimiento de trepida.cion vertical, que mucho en sus parede:.;, princ:ipahncnte
pareciao deshacerse los Edificios: y aun.¡la Torre, que e~ grande, y á no estar t.a.n
que el conflicto en que nos vimos no bien construida de sillares desde los ci.
permiti6 observar su duracion, se con.1 mientos hasta la cornisa, siendo el resto
ceptúa el de dos minutos, habiendo sido 1 de ladrillo, tal ve,-, no hubiera 4uedado
mayor al concluir que al comenzar; 1 en pié, y para evitar ln.c:: de.>:gracias, que
pasado el primer contínuo movimiento, eran de recelar, !';C pusieron Centinela~
se sintió otro menor como á las diez y en sus contornos, que avisaran á los in.
média del dia, que casi no hizo nueva cautos 6 ménos advertidos del riesgo.
impre~ion en las gentes: porque toda. " El convento de San Fnwci.o;co ha
vía estaban sobrecogida<; de la primera, 1 quedado sunuunente maltratado ; aun.
que sin duda durará mucho tiempo, que uo ha. padecido tanto COltlO el de
tanto en los corazones piadosos. que se Santo Domingo, &c.
compadecen de lns desgracia.<1 del próxi.[ " ..................... Sin embargo de las
mo, corno en los que iamedia.htmeute af:licciones que l1au causado á este ve.
han sufrido los daños padecidos, que á ciutla.rio los referidos sucesos, b1t tenido
juicio prudencia.l se reguluu ele GOO,OOO el consuelo de ver que se han a.r.er.
pesos, habieudo tocado la nuLyor parte sonado á repararlos, dd modo po!lthle,
de estas desgracias á la Religion de Pre. todos sus individuos, en que muy par.
dicadores, cuya magnífica Iglesia se ha. ticularmente se han esmerado los Se.
lla eu el dia desmantelarla de~de el Coro 1iores Oyuores de la Real Audiencia, eon.
al Arco.toral, no lJUbieudo guedndo en c:urriendo todos ú facilitar con sus pro.
pit{ más que nna K a>e do las tres que videneias los más oportunos aux.ilios 1
tenia, y esa. rn11y maltratada, la Cnpilla para el remedio, animando ron ¡:;¡_¡ pre.
mayor, y la parte contigua de la Ca pi- l'eucin, que ha contri buido ú que sin ex.
lla del Rosario. Como este acaecimien. cepcion de pcrsonRB hap.n concurrido
to suecdió 6. una lwra en r¡ue por lo touos los E'ltantes y Habitante.<; de esta
regular Jn.q gentes crllitiana.<; de este de- Capital, á socorrer el Comonto é I~lcsia
Yoto vecindario concurrían con mucba de &oto Domingo que ha sido el que
frecuencia. á oír Mii ha padecido. A su imitacion, ol 8e.
locada ca.c;i en el centro de la. Ciudad, ñor Comandante de Artillena. de b Pln.
cogieron debajo lus ruinas algunas per- ¡ zn de Cartagena, Don Domingo E~quia.
sonas, de las cuales se sacaron breve. qui, que por fortuna se halla en t~sta
menw una Mujer y dos homhres que se¡ Capital. salió al momento que se smtiú
salvaron en el hueco de un Uonfesiona. el Terremoto, con la gente de su ma.ndo,
rio. Tarnbien se hnn sacado otras cinco 1 artesanos y peones, y fué muy oportuna
.Mujeres muertas, c¡ue no 'pudieron lo. y ó.til su asistencia, para que el tumul.
grar la pronta salida del Templo, como to de gente que allí se juntó, no causase
otros muchos, que la alcanzaron. por falta de quien dirigi&;e, más daño
"Entre los quebrantos que ba pade. que provecho.
cido e:;ta. Ciudad con este motivo, pues: "N o ménos han edificado, que ayu.
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----- - - ----·-
r--- ---,---- - - -
1
RE VI S T A Q U I N O E N A~ _ 105
dado á los acelerados trabajos q ne ha alaridos dolorosí¡;j m os, carrera~ de 11 na
j Rido pr~ciRo hacer, todo~ ~os Religiosos ~arte {\ otra ~~ _laR personas, que sa-
Capuchmos con los Olictales y peones l1endo del edlfic1o hu!!cauan a las que
1
que tenían en su obra., los unos con sus Re habían quedn.Jo deotro. De vez en
palabras y exortaciones, y los otros con cunndo Re oía un traquido espantoso en 1
RUS manos ó inteligencia, eomo son los
1
Ia Iglesia, y en seguida el_ Jerrumbe
1
legos, Maestros do albañilería y carpin- ~ de algnna p::nte que no hab1a caítlo en
1
tería ........................................ . " el primer momento y quedaodo en fa l.
so se 'enia n.l suelo. Sin arredrarle el ;
peli~ro, Gonzalo trató ele penetrar al
Recordarán nuestros lectores que el interior de la Iglesia por encima de 1
ll de Julio por l!~ tarde se hahia pro- l los e~combros, pero las autoridade\
puesto nue:;tro amigo Gon¡¡¡alo deseuga- que llew.bao en ese momeuto, no se lo
1iar~e con sus propios ojos, yendo á la permitieron. Preciso fué aguardar alguIglo;~
in, de Santo Domiago, á ver si cm nos instantes tí que acabasen de caer los
cieno que Jtagdalena tenia la . audacia trozos de techumbre, de columna!' y de
1
de concurrir :í una cita con un oficia. muros vencidos ....
lito C]UC apt!nas llegaría á los veinte 1 De repente vieron salí r eosangrenaños,
despues de haberle jnra.e exhortaba á la pobla..
-Pensais que yo obeclezco ese mao. cion á que reformase sus costumbres ¡ 1
dato 1 Hacéos á un lado, hombre inhu- que mucha;; personas aba.ndonabno 1\ll!, ,
mano y grosero: Y al decir esto, Gou. 1 casas altas para refugiarse en las bt.jas ¡
zalo quiso salir. do los barrios ~~ en los campos iome.
-Ten te, cobarde, infame!. .. repito, diato-;; eo tanto que liucedia. todo eRto,
1 soltad Á esa mujer l Gonzalo y Alvarez, llenos de ira y de ¡
-Pero sí está deRmayada! exclamó sed de venganza, arreglaban las condi.
el oficialito acercándose. ciooes del duelo y so entendían con
-Aunque estuviera muerta no quie. Rus testigos.
ro verla. en b1 azos de ese hombre !
Soltadla!
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REVISTA QUINCENAL 107
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1 CAPÍTULO XV. si 1Jay alguna m(&s corta esa la quiero
1 UN ouEL.O EN SANTA FE. yo), y sabed que ya, aunque aquel mal
1 caunllero me piuiera perdon de rodi-
La tarde era apacible, no corría el 111as, no so lo concedería despues de se.
1 más lije ro viento, y el sol resplandecía me jau te injuria.
1
corno oro sobre el campo, coovirtienJo Los te!.tigo~ prosiguieron en silencio
eo lagos de topacio los que brillaban á á los preparativos del duelo, que se
lo léjo~> en la f.abana. A pesar del mie. bnuiu concertado :íla espada, miéntras
do y el sobresalto eu que estclba lapo- que los principalt!s ~e quitaban las ca.
blacion cou motivo del terremoto sen- 1 pa~ y las casacas y ee si tunban en don.
tido aquella mañana cerca de las ocho, de les dijeron los testigos.
y otro rnéno~ fuerte á las die.~~ del Jia, Alvarez estaba pálido, pero no era
la naturaleza, como uiño inocente é 1 de temor, ni porque fuese cobarde, sino
ignorante Jel mal, sonreía dulcemente ' porque su rabia era tal, c¡ue casi le su.
coa su habitual indiferencia y prodi. focaba. Oouzalo, despues de su excla.
gaua sus teiu aspecto habitual rle franca
Uu grupo de tres personas, nl pare. amaLilidacl, y al ruciLir la espada dijo
cer indiferentes al alarma quo traía uu chiste ;Í su testigo que le hizo son.
tan agitado~; ú los santafereñoK, cami. reír.
naba por el camellou de las Niéves A In sei\ul coorooida se empez6 el
con direccion al convouto de Recoletos combate, y los te:.tigos echaron de ver
de Sr~o Diego, que se halla eu las afue. l quo lo~ ad,·erl-arios eran igualmente
ras ue la ciuc.Jad. Roc.learon el L\louas. ¡ tlie~;tros, y que ui uuo ui otro enrecia
torio, y tomando una vereda que !le. del valor y lnsereuiclaJ uecesariaR para
vaba ú las tapias tle a tras de la.~ huer. el c:aso. Sin etn bargo, Ah·arez peleaba
1 Las del convento, se detuvieron en uu con mayor fuego y &e conocía qlle le
sitio ~>olitario y retirado. Aca.bábause acompañabao sentimientos ue vengan.
1
eJe sentar sobre unas piec.lras que por 1 za y de ira, mi~otras que Gonzalo mús
alli había, cuando llegaron otros tres bien trataua de defenderse que eJe
individuo,;, envuelto~ como lo ebtaban ofaoJer.
lo~; primeros en sus capa&. DesemboziL. -Ah ! os be pasado t exclamó Oon.
rousd unos y otros y saludÍiroose cor. zalo retirando la espac.la repeulinamen.
tcsmente. to y d!~ndo uu paso atras.
-Ca pitao Al varoz, dijo uno u e los 1 --N o es; nada, u o es nada! dijo Al.
rocíen venidos dirigiénJose ú t>:;to mi- vare~. á quien sus testigo!l rodearon: ha
litar, que era uno de lo!i primeros lle. hido una leve he1ida en el brazo iz.
gados, y que permanecía retirado de quien.lo, repu»o al ver la manga de su
los dt~mas; mi ueber {mte:i de que em. CO.lnl~á teñiJa en r,angre. Continuemos,
peccmos los arreglo¡¡ del combate es señores 1
1 preguntaros, por últirua vez, si no es. --No, oo: decían éstos¡ ya basta: El
1
tai~ di!ipue;;to totlavía lí presoutar vueR- houor est¡Í lialvo!
! trab excu!>as al capitun Laiuez, iÍ qnieo -El honor no estú s.aho, gritó con
iosult:ísteis tan aiu u1otivo esta maña. terriule ira el español, l1asta que uno
ua en la puerta de la Iglesia de Santo de lo!i c.Jos no muera!
Domingo. --Tiene razou el Ca pitan! dijo Gon-
-iPor ventura. vuestro capitao teo. zalo al ver que los testigos yacilaban:
1
drá miedo 1 exclamó el interrogado con estancad la sangre del Ca pitan, para
repentino adewau de ira. que uo se debilito demasiado y conti.
1
-Miedo!. . dijo Gonzalo dando un nuemos.
paso aJelaote y desembozúndose. Pro. MorneotoiS despues continuó el com-
1 seguid, señores, en la reparticion del bate. Alrarez, que uotó la generosidad
• 1 campo, la medida de las espadas (que del otro, que parecía no desearle JUa.l,
l¡
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¡ 1 108 L A M U J E R _ i'
estaba fuera de sí de rabia y furor, sus ¡ -.Aun así -;;_~11eguro que vivirá;•
ojos pnreciaa dos brasas do candela, y pero en las primeras doce 6 diez y ¡;eis 1
se le veía buscar con la punta Je s11 es. horas, hay que velarle sin cc~ar. y ma- j
pada el sitio del corazon de su udver.l ñaoa volveré temprano, pero si ocu- ¡
sario para atr:~.ve~arlo. rriere alguna novedad ántes, llamadme.
1
-Esta >ez me toc6 á rní! gritó Al. Gonzalo no volvía en sí: desde que
.arez con nna. extraña alegría al ver cay6 bajo la vengativa espnda de su ri.
que Gonzalo tambaleaba, soltaba la val, no babia abierto los ojos ni dado
, espada y caía sin seutido en brazos de l11. meuor señal de vida, salvo un ligero
Hus compañeros. 1 estremecimiento cua,ndo lo estn,b:¡ opc-
-Iufarne~ Villano: exclam6 en aquel raodo el médico, y un suspiro cuando
1 momento una. voz á le. espalda del ven. , le nJwinistraron los sacramentos de la
cedor, llegando por la orilla de lasta. extremauucion Rlllegar al convento.
pías. E m. Andrés que acuJia jadeante y
1
.Aud rés, en u u ion de nn lego, pas6 la
furio~o al sitio del combate, á tiempo noche á la cabecera del herido, sin mo.
para oír las palabrns del español. ven:e un segundo de su puesto, aunque
-Sí, añadió Al9arez. ¡He vengado la tierra tembló á l::L una de la mañana,
el honor de mi esposa, de Magdalena : y a~u~tados los fraile!> todos salieron
-De vuestra espo~a! ! . . 1 corriencio al campo, dejando en él sólo 1
-f:3í, Je mi legítima esposa Magda. al herido y á su compafiero. Sin ero. ¡
lena- Je los Barrios de Al-varez, con
1
bargo, como no fuese ni duradero ni
quien casé en España hace siete años!
1
fuerte ol temlJior, en breve voh ierou
Andrés no oytS m/is, pues uno de los los religiosos á su convento, p:w1 S11lir
testigos exclamó dolorosamente: otra vez asustados á las cuatro de 1:1,
-Dios mio! Dios ulio: Ya no res. ¡ mafiana, porr¡ue miéntras rezalJ: sentado coo uu
buen ~acerdote (dos horas despuús de libro eo la mano c.;rca. de una. ~entana,
' haberle puesto el primer aparato soLre l miéotrus qne Gonzalo dorwia, se le 1
lla herida, que le atr:wesabu. el pecho), accrt:Ó su criaJo y le entregó una carta ,
si no se cumple estrictamente con lo que acababan de traer para. él. i
que he mandado: es preciso no per. -Quién la trajo 1 preguntó. 1
derle de vista un momento.... -Un caballero embozado basta los
-Ah! respondi6 Andrés; si la vida ojos ....
de Gonzalo no depende sino de cuida. -Y qué te dijo 1 ¡
dos, os juro que no le abandonaré uo j -Preguntó con mucho interes por
instante. don Gonzalo, como ya lo babia hecho ' l.=_
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R J<~ V I S 'f A Q U I N C E N A L . 109
ayer qu~ tambien -vin~~or dos voces, 1 hicier~n j~;a~~~~~bre l01; Santos Evangepidiéudome
que le dijera qué babia lios, que yo jí,mas me decb raria su esdicho
el médico y si se curaría. 1 poso sino cuando don .Melchor me lo per-
-Bieu, re:;poodi6 Andr1~s; si acaso 1 mitiesc. Ji~utro tanto buscamos el pad re
vuelve, avísame, r¡ue yo podré iuformnr- 1 de Magdalena y yo un empleo para pale
mejor Jo la situaciou de GonztLlo. sar á I udias, y· corno yo consiguiese uno,
H ahia adiviuado q~e el iutlivi•lno y él no, r er-.oh~ i6 pa~ar á Cartageua sin
era Alvn.rez, y de él la. cn.rta: abrióla permiso del Etey, gastando yo en el pa.
prontameute, y fué ron vi~o iutcr&s ~aje de 1:1. familia algnnos cuartos que
que leyó lv f>iguiente: me habían to1~ado de hereucil\ de mis
''AL lH:~on. DON ANDuili Dt: Rn:>~.
paches. Olvidaba deci ros que áutes de
pAsar ;Í Cartn,gena, Magdalena babia 1
"Su ~~.~~o. dado á luz uu niüo que bautizaron con 1
"Salita Pd tle Bogotá, ll ele Julio ,ze 1 it>:;. el nombre de üleUJente, y que vos co.
uocístei,; cotn(> hijo de doña María. De-
" ::ieiíor don Audrés: ciros las bumtillaciooes que he tenido
"Autos tic alejarrne de e~tn ciudad que tragar durante mi aza rosa vida
cou 1ui lllujer :\lagdaloua de lo~ Ba- matrimonial, ~;in ninguno de l oR dererrios,
para ir tÍ p:war una temporada chos ele un llllHÍdo y todo!! los celos de
eu Üartageua, en donde tengo empleo,' un amante, ~e1ria co~a larga, y ~>i por
quiero Jaros una cxplicacion qne O"· un momento 1oensnis en tni terrible si.
hará tolllpteuder 1ui cond•tcta, al pare. tuacion, po1lr~~is comprencler, sefior, lo
cer iuculiticable, pues no q•1iero pasar que he sufrido. C'oruo lo sabreü•, don
por un tonto, un tiOC;r. <Í un n.aton. 1 Melchor uo teuia escrúpulo en emplear
"Como uo importa Jcciro~ quién la!! gracias de su hija para cautivar tí
soy yo ui c¡uit~u~,; eran rnis. padres des. las per~Olli\S f'(UO ~o podi~u ser útil~s, y
de los pa~ados ~¡¡g l os, saLre1s solamontc ella, mñn. aturdida y SIO cducacwn,
<¡ue pct teuezco lÍ uun fn.mili:4 honrada delieosa de s~~r &dmir:ula corno toda
y do nacimiento lilliJlÍO, f'iu mei\cla mujer \"nuido~¡a, aceptaba con gu¡;to los
Je SAngro at ravesadn . . Acahnbn de cou. ob:a de irse conmi~o. Me
diencia.. dice que la muerte de nuestro l1ijo le
"Esto era ya demasiado! Resvlví 1 ha ·lado una pena tnl, que ya no vol.
dejarlo todo y volverme (t Santa Fe á, vení. :.í ~;er ,·auido~a ni peu~ad. si u o en
notificar ~ don ~Ielchor que ro.e eutre. C11111plir con sus deberes de mujer ca.
gase mi mujer, publicando el matrimo. f'ada, puesto que su padre consieute en
oio en el momento, ó que me diesen á 1 decln.ntr nuestro matrimouio ante los
mi hijo para tener ese consuelo en mi 1 ojos del m11udo y dejármela llevar.
soledad, puos nunca volvería á ver á "E -J1~! l'O que esta exvlicaciou os cou.
:Magdalena, si de una vez no se venia vencerá de que no Foy el mentecato
conro.igo, despueR de probanne que era que ruucha!i veces deucríais ltaber peu.
fnlso cuanto dacia Gonzalo Je ella. saJo que ún\, y como entre las perso-
•· Llegué á esta capital tarde de la nas qtle vi.,itnuan á mi suegro, Yos Mis
noche, la víspera Jel terremoto, y al din. el t1oico qne no YÍ u unta galantear ú
siguiente temprano me dirigí á. ca~a Je 1 :Magdalena, tí Yos debo e~ta explica.cion
don Melcbor. Encontréle cu ella, tm·i- 1 y d ofrecimieuto de rr.i amistad en
m~s _una escena. borrascoFa, y c~~lO no l Cartageua ó e u otra parte.
quunese conveunen darme su hlJO, pe- .. y t t t ·d
d{ á llJi niño. Dijéronme que habia ueR ro a on ° servl or,
muerto: estaba todavía aturdido cou JuC1n Moría .Alva1·ez."
tao funesto golpe, pues yo aJUaba á mi 1
hijo con teruura, cuuudo tuvo lugar el
temblor .... E o medio de los gritos y -lu• bécill exclamó Andn!:;, casi en
alaridos de las geotes de la ca>Ístir ~elllejaute me IIUÍ<'rtO los OjOR á tiempo J Sacáclo.
l golpe ... (ya Ol>a.cordt.ueis que :Cios uo me de las garras de aquella hermosa
le tentó con celos ni permitió al diahlu fiera l Ya he ~ido probado y puedo con
c¡ne lo hiciera, pue~o bien l'abia i\',1es. toda eoncieocia entregarme eu c-uerpo
1 tro Señor que en eso lazo bubier:t eaí. y alma á vue:~tro E>ervic-io. ; Smior, aco.
do.) No entieudo todavía. cómo pude gc•lme al fiu, y recibid lUÍ alma, mi
1
' contenerme eu aquel primer arranque, corazon y wi e~píritu!
1
y t:6mo no ma.té á Magdaleua y al mili-! Empezaba {¡ caer el sol IÍ lo léjos, ¡ tar con la wt::~ma e:,tocaJa. Pero c~taba ocultiÍuoost: eutre unas uubes arrcbo.
1 decidido á que pereciera e¡,e iufame 11adas que do rUJian e u el coufiu de la
lll que tanto me había. hecho ~ufrir, y tu. 1 a.uclturo&a pero triste sabaua de Bogo.
Ye un placer singular, lo confieso, cuan. , tú. Andrés vió de~aparecer poco á poco
1
do le ví caer, segno me pareci6, muer- la. luz de la faz de la. tierra, como ha.
1 to por mi mano. . bia desaparecido de su cornzon toda
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_::_E V I S T A Q U_:_ N O E N AL____ 111 ! 1
idea de amor terre.;tre y do afecto pro- 1 tar ~u primera misa en l:l. Capilb dell1
fuoo, y volviendo la espalda nl campo Sagrario, sirviéndole de padrinos el
oscurecido, se acercó (L la orilla. de la doctor Mútis y dou Antonio Nariño, lj
cama de su amigo á prodig-arle sus cuí. 1 que ;Í. pesar de ~u poca edall acaba ha de 1 dados con el corazon trauqnilo, como ser nombrado Alcalde ordinario de San .. l
su conciencia. estaba ya sin mancha. ta Fe de Bogotá. 1
.. .. .. .. .. .. .. . .. .. . .. . . .. .. .. .. . .. . . .. .. . .. .. . N aturalmeute vinieron á la ca pi tal 1
Oclao días de,pues, viendo á Gonzalo don Buenaventura. con toda ,;u familia,
1
¡
ya. en convalecencia, le dej6 encargado trayendo con difir.ultad en su compañía
á su hermana Irene, 'qne vi,-ia eu Rauta á Lorenzo, que cada dia múidos 11a~aron l ~unca too! vicies, niña, de esto dia •
1
.
Los años de tu infanci:\ placentera, En r¡no do uullvo tu existir empieza!
Y hoy brilla en fin el m:'•R hermoso dia. i GuarcL\ los clones que el Señor te ha dado,
De los que has vi11to, niiiJ, en tu exiatcnda. nu:trdaloK, sí, con vi~ilnncia cxtreu1a,
F.se Ycslirlu bll!nco y e~e velo, Porque ellos ~-sólo ellos pueden d:u'le •
Y esa ¡;uirnalda qne eu tu frente lle\'fas, Oloria y honor, .r tlicha verdadera.! 1
Vendnin á recorchn·~ :i cada in~t:u1tc Y porque de elh1ij el SeiiM Etorno 1
Que has rccillidn 1:~ divina pr(•nda Ha de pedirte mu_r estrecha cuNna, 1
Del infinito awor de un Dios, qne quiso Y i ay olcl alrna que olvida sus favores!
QnedurHe por tu bien arlÍ un Ja t icrra. ¡.\y flf•l al lila IJIIU ingrata Jo,:¡ desprecia!
Pura está tu alrna, i «h niña 1 en cate di:-~. l'iolc al Señor lns fnon~as y la graci:\
A los ojos lla, (¡uc ue~esitrc'llllerñ~. cn:ínlu riqueza, A la M:v:trc llo Dao~, saut:~ :r excelsl\,
Cutiuta beJd,~d y ¡·ntin inmensa dio:h11, Qnc te ~;irva do anoparo y de mndt>lo,
Lleva cou~igu el alma quo ~o acerc•n, Y tn pwlor conservo.>, y tu tnodentia.
Libre de mancho&, Íl la angta.;t·¡ ftll'nto , Y cnancln ya al tr:-o.\'011 de largos años l J
Do gracia, de Halu cumplido ,
Y le ha ofrecido la uh•rnal di:\rlcrn:1: , Lr•s ''otos que hoy has hcclw y tu~ prolll('Ra~. 1 j
Y el volo, y la albo\ túnica que vistes, Ynclve á buscar la túnica CJIII' ho.v visres, 1
Simbolizan la gracia y la purer.a, Y el ,.el o con qno cubres tu ea boza, j
Que rec::ihen las alntaij c:uuiurosas Y Ir~ ¡.;uirnalda de lucientes flore~
Unanr!'J el t·on ,-ite de su Di1,s aceptnn. 1 Que hoy holfl Jle,·ado !Í la Divi:ln Fiesta ;
1 DichoRa tú, si l~os ronservns siempre Y si had llenado tocios tus dehertr-,
Como los don<>r; de la llanta die.-tra 1 Y si libre do tn¡mchas te conserva~.
Uel Eterno Señor, que S~ ha ui;;nnclo .Bendice la bondad del Dios del cielo,
Vonir á tu alma por la vez primera! ::;u inagotable amor y Kll temeza,
¡Dichosa tú, si de hoy en adelanto 1 Y ofrécele vi\· ir como criRtiana
Te couservas tau pura y tun modesta,
1
Hasta Ilegal' á su eterna! presencia.
Como el hermoso lirio rlc los campos,
Como la humilde y tímida violeta!... l SILVElU \ BeP!NOSA DE R.
Ya sean cortQs los años de tu vida,
O ya el ciclo prolongue tu existencia, Bogotá, ll de Setícml..ore de 1873.
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112 LA MUJER.
SECCION RELIGIOSA.
LOS MISIONEROS EN EL NUEVO REINO DE GRANADA.
l!lAN LUIS BELTRAN.
IV 1 priorato en el convento de Santa Fe,
Era. tanta la repugnancia que sentia el
PERO volvamos á. nuestro santo mi- Santo de llevar á cabo el viaje que hn.sioncro.
el quo hemos abandonado de- bia. en1pozado, quesindilatan;e un mo·
ma~iaclo tiempo, durante su peuo;;o viaje mento se embarcó en la canoa Je su
1 por las salvajes riberas del Magdalena, amigo, y tres dias despues estaln1. de re.
tanto m:ís penoso para él, cuanto lo ha. greso en 'l'enerife. Allí se hospedó en
1 ci::t con disgusto y eoutm su voluntad. casa de uu español, que le era mt1y adic.
1 Detúvose algutJos dias en la ..,-illa de to, y cuya esposa acababa de dar á luz
~Iompos, y eu seguida l'Íguió su jomadal un nif!o á quien el Santo bautizó. A
río arriba. " Con deseos ele llega,r pron- poco de agnel acto, éste tuvo quu ! favoreciera en t1qucl }Jeligro. lJre mujer, que salió corrieudo :11 patio.
Oyúle, y siu perder la cano~, ni poli. Vihonla las :,irvieutas y la llevaron ñ
1
gru.r ulguno, salieron todo:-; :í. la ribera. su cama, pero ya era tardo; '' ull vien.
Pro~ignieron el viaje contra la resisten. tcci llo fresco (dice Zamora) de los que
cía de lafl agnas, que aunque forcejaban tal vez se levantan ~;obre las aguac; 1lel e
los bogaJores, era muy poco lo que un.. rio, corría á ese tit:nnpo, el que Jlene. 1
"egah:m. Llegaron al sitio en que se tr(mdola t¡ued6 herida do tuucr!e." I....a
c:-;treeha entre gr:uule.c: pcfíascos el rio infeliz, que se ~en tia. perdida, m a ncl<í lla.
y forma. aqu!'lb peli~ro~n c:mal que mar al Saolo, que npúnas tuvo tiempo
lbmau h Ango~tnrn.. Venciéronb. con de nuxiliarb. á u tes de veda morir ú
gran fatiga y lleg:li'Oll ú dc.~tansar al las pocn.'l borns. San Luis aguarcltí ú
ptwrto de San lhrtulomé. '' 1 asistir ú su entierro. y en ~'Paña una 6rden tt>r- desoomzouado, porc¡no comprendía que
min.ante para que volvie~e en el acto á 1:\ crueldad de los Encomenderos y hln.
Valencia, en donde su convento lo re. yordomos acabaría de destruir por ouclarna.
ba. Leyó nuestro mi~iooero el tero aquellas UHmcrosí~imas tribu:; de
oficio, y apelando 6. órdenes superiores, indígenas. Unos deberian morir tra.
escribió inmediatamente su renuncia al bajando para sus conquistadores basta
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HEYISTA QUINCENAL.
espirar rlo fatiga; otroq, tí quienes sa. instnunento' (!O lns mnuos de Dios, y
carian de su tierra, moririau como es. dehernO" con~ioleraruos sola111eute co.
clnvos en país oxtraíio, y la mayor 1no humilde' é iuútile!'! ~ snfri1~ IIH&Ghas
vaclo un h lloagim hn-.ta la ptesento dolencias durante lo.o; tílti111os 111ios de
,:poca, l.:t ¡;jrJo pon¡ u e lt:\u permanecí. su vida, miéut ras 111IÍ~ padecía m:ís ala.
do rctirnclns en el fondo de sus l1os. baila iÍ Dios y aJmirnb:l su mi~ericor.l
'luos, !~;jos ele toda poblnciou hlaucn y di a. En 1 ;;so: e:staudo prcdicnuJo en In
ap:ntmlos de h ci\'ilizaciou. catedral de \".alencin dtw.wte la Cun.
nccliJieron con júbilo IÍ Sau Luis en rc.~ma, de rer·~(JtC tU\'o que iuterrUIJIf;
tl cou~outo do Vnlcucin, y fu,< nom. pirsu sermon, cayó privnt!o deutrodcl
hrndo Prior succsimtnente eu dos mo. ¡nílpito, y de-pue~ do uun lnrga eofer.
nasterios do ~;u órdcu. Durante su go. mednd. m111ió el !l de Octuhre clel mis.
hioruo introrlujode uuovo In austeridad 1110 aiio. El .Arzobispo de Vnleucin
prÍIIIÍ ti \f1 y 1:1 ri.~idoz y or.JeuaUl.liS de 1 tUVO n grande honor el sen Í rlu COU SUS
lo!! til}mpo, du ~auto J)otniugo. propias mnuos y hn~ta cl,íltilllo clia de
Uousnltado por ~anta Teresa en su~ ·~ u ,iJa, ]Jile~ ~UL,•rautc lo.• doce nños Cuant.lo lleg•) la noticia :\ C..'\rtngcna
quo \'Í ~ió tlc~pucs ~a u r .. uis on Espaíia, de lll hcMificnc:iou de Sau Llllb Bol tran,
citnu d~ el ••umorosns y miln(!rosí illlas el regocijo fué general, y los do~n!nica.
COU\Oiblonc~; cutru loli pecat.loru'>. :-ie nos lu lvHIUtu.•ou uu o.ltnr, 1n•hcodo
declicó p:trticul:t~meote (¡ In iustruc. per111iso pnm c¡1ue el din de su Snuto se 1
t•iou do los uovicios, procurnudo, en Cl'lubra.ioucro~ para lumno. Allí ru;hmo suiialalmn Hna lo~a
quu sigu:c 011 su ujemplo entru los ¡;ni. lJIIO hultia e$llll~o en sn Ct>lda snlpicalla
~aje, Je l1~ Lndin.s. Ou~tnbn tlnr con. con In snugro de r;us tliRcipliuns; uu
IWJOS ú los jóH•11es que se quoriau de. Sunt:unnrtn tenia u i!n gran \ enorncion
dicnr nl orvicio do ]líos. '"Lus paJ,,. In piedra del nltnr sohrc el cunl cele.
bms, de ·•a, sin In!; obrns, no toe:~ u oi bmha el Santo S.lcrificio cuando CStU\ o
con\ icrtco corazones. E., preciso quo nllú; en Tcumife poso{nu los orua.
el e píritu do la orociou lus auime, si montos con que se revcstio. para decir
no npéua er.íu tHJ ruiio y undn mús. ruisa.. •
Cunudo uu prodic.'\Jor uo siento nada, Habiendo el Proc••rndor general de
el auditado purmnuecer.í iusousihlo, los Dounuicau s del Nuevo Hoiuo de
nuur¡ne PU t:locncucu:\ v su saher seno Granada rcpr~!scntado ú Hu ~nuLidad
::sohru~atioutos. Los c¡~IO tneudignn y 1 A lcjaudro Yl.U, que por "los coutí.,
dcs~an nplnusoo; disgustnu por &11 nfcc.:. uuos milagros y fruto!! <¡ue hiw eu In
tnc10u y \auidad, puro en cambio, ja. ]>retlic:u:iou eu ~autnmarta y GMtnge. lmns se resiste u l?s oye u tes n.l louguaje u.n. &c., co~virtion~o im1U1~ernblcs gen.
del corn~ou .. .l\o lmy prodtcndor me. tdes, suphcabn, ú ~u Saulldnd c¡ue de.
ritorio siuo cuando snbe conmover al clnrn o ni Santo Luis Boltmu l'ATHON
auditorio, IU!lpirnr odio ni pecado y l'ltiNCll'.AI. DEI. NUE\"0 HEINO m: GnA..
curnr los escúndnlos do uua. poblnciou N.ADA ;" l1\ grncin le fué coucedida.
rcfonnnudo el dcio. Si acaso Dios Ademas, mande) el Papa que so le rczn- ,
permite que alcancemos todo esto, es ro. con }tito doblo y Loccioucs de su
preciso uo hincharse con :ms méritos, 1 ·
por,¡uc ya se sabe que apéuas somos • ~o snbcmos si aún lus l·ouscrvan. l
1
~ 1
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114 L A UU J E R .
propia vida., y cou fiestu. Je precepto uistrasen medicamentos y alimentos
en todos lo!> Reinos y señoríossujetosú grf1tis. El cnra debería t::nnLien eose.
la corona de E~paií domiuiranos y 1 El dominicano fray Alonso Ronqui.
francisca.nos. Eu 1573 los hijo;.; ele San. llo fué el prirn~r misionero c¡ue entró
to Domingo lle-varon la luz del Cristia. l al centro de los llanos de Casaua1 e.
nismo á la provincia del Choeó, eri. Con l>U amor á los desgraciados iudíge.
giendo como centro de &uq opemcioues nns, su elocuencia evangélica y b ~ua..
la ciudatl de Toro. Pero los misioneros j ,·idad de sus maneras, sin usar otra
tnvierou tanto gne sufrir de las depre.
1
fuerza que la do su gran caridorí;;enes.
tenerlos contentos, yu. que le~ habían Sa.u Juan de los Llanos fné eivili.
quitado sus fiestns nacionale~. por ser zaclo en parte por otra Órden religiosa,
sacrílegas é impropias de crisl ianos, se la de los Fraueiscauos menoreR. los qne
sustituye! adrni. rioa.d del salvajismo, é hicieron entrar
** se gun se nos b a dt'c 11 0, 1n li . d 1 en la \·ida de la civilizacion ú miles de 1' 1g1c e b , D · d 1
Santo ha desaparecido de la í¡;lcsía. c.le Sauto 1 a ongeue!!. esgrn.c~a amente con e
Domingo de esta ciudad. abandono de las mtstones reglamenta.
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~~-~
: 1 do., mucho' de lo' i:l:.:.: :.~ .:,..~ ~.:.:,~.:: :,~ :n lijo. de ::~"' llu~ parte·; lu\u vuelto de u u m· o (~ :-u del Evangelio. ~o lmy duda que los
1
1 untura! e.>tado do rusticidad y pug·lllis-¡ gohicrnos de lo~! E-tado~ cornprcndcrian
mo, y hoy gimen en las tiuicbb~ do la el¡.!ran hien q\ e ~e hnria al país con la
' ignorancia. corno áutes de la coaqni.;tn.l re~lnccion de le~.; f:alvaje¡,:, y ayudarían
Biu embargo, tíltilllamcuh! ahruuns Pll lo posible ;Í los religio;;o!l que cmtri
bus de aquellas han de!'eado ;'o !ver 1 preu(lie n.m tan ~a uta misio u. "
rí la. vida civil izada, y pidcu fJUC les S A S
' • • J • .'. • DE • . CDVICU UU lfllSIODetO fJIIC OS IU.,Ll'llya.
Pero nuestro clero se halla hoy eJt tal
estado de iusuticiencia., t¡ne Ht" H1Íem.
(Ctmf illiWI'(,Í ).
uros no alcanzan siqniem para cuidar * Dcspii~K clo escrito lo anterior, hemos
de las poblaciones civilizadas, y hace vi~lu con.guMto c1nn bajn la protl'cl:Íot! ~el
falta enorme eot re no:-otros al"lllifl Ór.' scnor UlHspo de ~) mtanm,rta, !ll;.:uuoK 011810-
. . o , . HCI'Iltl han entrad~• en );~ (roa¡;Jra, t'll tlo1ule no
~en rch~t?sa. que se cou:;a~rara a a~t~-l huy chula que ll~;1furán ,¡caLo la conversion
1 1r las uwnoucs tllltre la.-> tnbus de w. '!lu luttdlüK incli(Js.
HISTORIA DE DOS FAMir,IAS.
NOVELA DE COSTUiv18RES NACIONALES, POR OLGA.
f'.\I'ÍlTI.U I'HIMI:\10. ly pingiic~ rcnttl<:, liino tambieo porque
había ~altido, con !.U actividnd y genio
DOS MUEJi'l'ES El\{ U!ll MISMO UIA. l · J !' · ., )Jil.ra o~ negocio~, tlluncntar y up 1-
L .\ campauilla que prcccclc al ~auto 1 car b hacienda ele ~ns padres. Casado
Vi:ítit·o en las calle!> do las ciudades no muy jth en tou u un mujer t¡ue hacatólicas
~e dejó oír do~ vet•e., eu uu bia l•nllado en la f'ociedad por su be.
¡ mis111o día y eu la mistua cuadrt~.,- y lll'•:n, pero 111al e.lucach\, tonta, care.
1
Jos fllmilias pn.rieutes y atniga~ ~e vic. cieudn co111plct:uncure de juicio y de
ro u msi •Í la misma !.ora huérfauas de criterio, -aruall to ti e la o,teutat.ioo du
11adre. una rit¡lleza e1¡1 1:~ ,·ual no l'e había
¡Cosa rara l aquellos Jos ltomhres. crin do,- Natcisa ucepttí la mision de
el rico <·:•pita}i,.ta y el pobre e111plca. cspo~a y madre de familia, pensando
do,- tÍ pesar de su difercntu posicion t'íuimn•erctc C•l 1:1 posicioo del presocial,-
habían sitio siemprtl, tlcsde ni. suuto uo,·io, Y.' dt>l papel l)IIC haría
Iio~. Íntimos amigo~,-y jutcto, f;e pro. eon !'>U opnlcncia, que no comprendía
~entabau ahora. delaute del 'l'rii.Htnal «in·ic~e para o11ra co~n que para gozar
do Dios. . de una vida rcg~tlacla y ma~uífica. Como
i Ar.n~o e u aquel temible juicio ellos uadie le había!! usciiatlo el valor del di-
, comprcuderiau su!! faltas y ~o les se. uero y la llll<'t'~dnd de on.lennr ~>us gas.
fíalari:l en lo poneuir la cousec11cu- tos,-eraJcspil.,annda,botarateyjamas
cia rle ellas, y de la mala ó Lucua ~e. dejaba de rcali~;ar uu capricho, aunque
milla. que sembraron en ol cora:r.ou de fne¡.c el más dEI"cuhcll:ulo. ~u marido,
sus hijos L ... ~i c,;to fuú así, 11110 del compreudieudo <¡u e el ea ruino que lleva..
ellos, por lo ménos, debió haber su.
1
La su ruujer era el Je la ruina, la ~;umi.
frido cruelmente. uistraba para ~;Us gastos una ampl ia. pi-
, Don Rufino Ahumada era hombre tanza, y uo la daba más de ciertasmua,-
acaudalado, capitalista, uo solaweute pero Narcisa, que era \111 pozo ,Jo Do-
• por haber heredado cuantiosos bienes no.to eu forma lnmu~ouo., ~iempro esta-
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11
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llG L A .M U J E R .
ba. aneudada, trampeándole al comer- ! jos al crecer bastaría para darles u un
ciaute, :í la moJi~tn., :í la costurem; 1 bneoa dircccioo, y así dejaba correr el
pa~ando mil augustiali; tomando plata tiempo, y en lugar do corregir á los
· íi interes; sufriendo humillacione!l, mio., niños, les celebraba sus defectos como
1
tíendo, quedando mal con todo>~, y no una gracia, y se reía de las faltas que
J teniendo jamas tranquilidad de ánimo, cometían, coutaudo con que Dios le
por no IHlber sahido ceñir sus a.utojos 1 claria una vida suficieutemeute larga
y poner freuo á su amor al lujo. AJe. para corregirlos despncs.
1
mas tenia otro uefecto, que era. prove. Pero COIUO las predsiones humanas
nieote de una cualid,\d exagerada 6 casi sien1pre salen fallidas, Jou Rnfi.
ma1 euteudida.: idolatraba eu sus hi.
1
uo enfermó gravemeute cuando ~us hi.
' jo!>, pero con un amor tau sin discerní. jos estaban todos en la i ufaucia, y al !
miento, c¡ne ellos ~iempre hacia o cuan.
1
verl>e a.l borde de la tumba tem Ll6
. to querian, y no se tenia noticia de por el porvenir de su familia. A pe~n.r
r¡ue t~lla. los huhiese castigado jamas. , de s11s aprehensioues, creyó que el
Los niños no solamet~te eran dueños ¡mal podi,\ eomeudnrso en parte, de. 1
de su voluntad, Rino que se ha.bian eri- 1 jando un te>~tnmeoto lo mejor redacta-
!
gido eo tirano~ Je la. ca~a. Ellos JU<\n. do y m:ís lucido que pudo. Sabieudo
daba.o, puesto que no tenían ningnna que toda su fort•.tnn. deRapareceria Hi
uccesidaJ de pedir; ln. madre era In caía eo mano!! de doña Xarci~••, uotn.
primera escla'ó'a que encontraban á su brú tutores y curadores que le pasa.
lado y bajo sus 6rdene<; apénas abrían ran á ella una renta bastante Ílmplía
los ojos á la luz de la razou. Don Ru. durante Sil vida. A sus r.:eis l1ijos dejó
f'ino comprendía torio esto, pero no d;t. sus bienes, rle rna.nem que uo recibie.
ba importancia á la ma.la crianza de ran el capital sino al cumplir \Cinte ,
sus hijos, si le ohelleciau á él ( lo que y cinco años,- mo.nuó <¡u e lo~ varones 1
si~mpre hacino), y se cooterttaun. con "iguieseu una. carrera, y que las uiña~
repetir j¡~ especie 'l.lle tao corounmeote recil,ie."en cutre tauto una rlecente pe. l
se dice, de que " los niños conscutidos l ro no exagerada pension, qne las por.
crecen bu(.luos y de cora.zon noble,"- rnit.iese vivir C•Írnodamentc poro no
olvidando c¡Ue el úrLol que se tuerce COl! gran lujo. Despnes de disponer y 1
d13 chico, nunca podriÍ elevarw recto 1 arreglar su le~t~unento, como hemos
del'pno~, y que lus exeepciooes que pre. dicho, el capitalista se eutrcgó trau.
seutan loli uiiios 'lue lmn re~ultn.do qnilumeute eu brazos de la muerte,
huenos, {¡ pesar d'l la mala eJucaciou coutando con que mercetl á s11 juicio y
que se le~ ha dado, >iOn excepciones j conocimiento del muudo, ~;u úuni lía.
que coufimum la re,;la. Don Rufiuo, no ex.perimeutaria uiuguu coutratiem.
de:;eoso de teucr paz y tranquilidad en po por culpa suya.
su ca.sa, no dic:putaha nunca con Sil En taulo que don Hufino Ahumada
mujer,- no porl(ue la estimase y res. ¡ disponía sus cuantiosos legados, Hl ami-
' petase su~ opiniones,-siuo porque te. go dou Antonio Villnoueva tamuien
1
uia una. triste idea de todo el género 1 hacia su testamento y prepar<1 ba. ~u
femeniuo, y pensaba que la!! mujeres a.lroa. para dejar este mundo. Pero el
erau iucapaces de comprender cosa al. testamento del pobre empleauo no fué
guoa de importancia, y que era preci- largo ni laborioso, pueH no po~eía más 1
so tenerlas siewpre bajo tutela, como bieue!l que la modesta casa. en que vi.
1 á los niños, pero como á é;;tos, no con. via y un terrenito que uo alcanzaba 1\
1 tradeci rlas y dejarlas hablar lo que ¡' suministrar anualmente lo necesario l
quisie.~eo. Este señor no iba tan des. para. alimentar á su larga familia,
caminado eu sus opiniones acerca de pues él tambieu dejaba seis hijos pelas
mujeres, si juzga. ha de todas por la 1 queños. Pero si su fortuna era tan
suya. Pensaba, sin embargo, que la in- exigua, en cambio dejaba á la cabeza
fluencia que él ejercería sobre sus bi.l de su familia á una mujer á quien
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REVIST A QU I NCEN A L. lli
amnha y Clilimaba hondamecte, filie em una Babil.onia en aquellos momen.
lmbin ~>ido !IU dicha, su oon:-uelo y sn tos o; u pt cm o~ : el mi a N nr<:Í!ia, des pues
esperaul.n dnraute In vida, y i'í quien do haber dad<> lo~ gritos mrío; destem.;
t!ujaba do tutqra ele sus l1ijo:; cou cotn. pla1lo•, ~c~uii.los Jo con' ul~iones, hn.
1
pleta confin lll.ll, Mujer fuerte de cucr. bia acnhndo r•or pri \'IIT,O. Uuaudo vol.
, po y alnuL, lnltorio~a, amauto d,,¡ úr. ,¡¡J uu l-Í, lo p rimero •1110 lH.lll:s<~ fnó cu
u en ltnsta la exngeracion y FÍ ucl'fn. HHUtdar o~ctll'!!Cer la cu~n 1'01110 11n ¡;e.
rneutu piadosn, -la c:~ habi.
ha doi1:L Pastora era uu modelo do tnntc:s 11u luto tau liguro•o, que 110
com¡1osturu, pulcritud y rí~ ida ecouo. lmbic~ nu.\ l>"Ílleta cu t{lda ella que uo
mía. Sus l1ijoR la amaLnn con rl.'spcto la cubriese negro ropnjo do ere. pon,
y la oLedocinu cic,~nmer•!e, pueH bieu ¿ cu ~ l uo ~>Cri.lu de lúgubres los vesti •
.sabiau quo t:ll9 o)nleues era u dictndn dos •Jc su~ l.ijos y los de ella! La cola
por 1111 juicio recto, y que ~u voluutnd 1rle fill traje.¡,., recihir las \ isitt"! me.
110 ~e dohle~abn uuoca cuando creía 1 día do<; vuras largas; e l puño lo u que
'ttlll Sil ,Jehcr le 1111\Udnhn qno tolnar~L ¡ ln cu,·olvia ,l•~ piés {¡ cnho4a, corno un
algu•m \'Ín. Pero; la naturale1.a lt1111HI- sudario, tl!niu un flct:o tan ancho que 1
lll\ es ¡;Íillupro fnlihle:-:L\111•1'10 oraub. arra.c~tmlm j)CH el ~ucln; el pailuelo
nogada hasta el heroi~1110, ~;i cm preciso, 1 con quu cujnkaba IHtS lúgliuuts tcuin
porcnmplircon su deber,- tenia un do.
1
tal ho1dc 11cg ro, que upJnas :¡o lo \CÍO.
focto, -crn tnu reservarln, tan ~ériu y tí. poco m te; de u u a pulgada e u cuud ro ,]e
gida, q1:c uo Íu!ipirnb.'l coafiauzn 1Í sur¡ hhnco en d ccutro, - otro tanto suce.
hijo:..J,arnellos,sumndreora iumcjom. di..1 con el papel 1¡110 usaba puu1 con.
Llo, y IR cousider-ahau corno un tipo de tc>~tnr !:UR en rtM de pt'\nmu: 110 ni .
mujurcasi perfecto, pero cea milímn por. canznbnu á e:~cribirE;e sois línens do le.
fecciou, quu llovab:1 ~>ieropro conro uun tm metida cu In mit4d rlo (.1, y en lns
' nrrnflrlum de hierro, rechní'.ah!\ lo. ex. cubiertas con dificultad so podsn po.
"pau~:ion ole los niiios, y ellos jru11as til1 uor cu el espacio blnoco ol nombre
ntnn·itLn IÍ confi1LTio lólt~ pe,¡uuliM pe- de In pcr ou:1 á quien ik. dirigidn la
uas y c~~rtns nlagrías. Ella cm pam cnrtn. Apt! HSit: ~e prcuünt'lha alguna
1 uiJo, uu j\lCZ muy IJHerido, delnutu de vi~itn, loi sollozo· do dofia ~arcisu
cuyo tril111unl tornLiuLau, poro uu.1rtuz nUIIIeutnlmn para ir tlismiuuyondo has.
!iovcro, y no 110 cousuelo eu !Ht'> dolo. tn qttu llt'e Llt:L ot111, y entónccs empero;,
y uu du:co bál~awo para su alma. znb:lu de uue,·o. E.o;~n fnouo y espcc-
L'l muerto de aquellos dos homlm.:~, t.~culo tc3tr,d clurnbn tct.lo el di a, y
li¿ndos por una f•ruiNtad rnuy e ~ tro h., cou esto la pt?hrc mujer pensaba que
como dijimos úutcs, y por un lejnno pa. tuauife 1abn !!U pena. 'l'nllllneu crc)6
reutcsco, prorlujo gmude imprcl'iou lln que uua Je las seiinles de luto que ha
la ciudad do ~··•. Ambos hablan ~ño:-~, tanto
pañaron á pié y al lado del féretro, }os de doña Pastora como los de doña
pues ir en coche, convers~ndo y rieu- Narcisa, frecuentaron las mismas asdo,
no es por cierto ir en compaiíía cuelas, de manera que continuaron tra.del
que ha muerto. táudo:-e con las íntimas relaciones des-
El entierro del pob-re ele don Auto- pues de muerto~ los padre!', cumo án.
nio Villnuueva fué muy de otra. ma- tes de este triste acontecimiento. Poro
o era ; pocas cerll.l! en la iglesia¡ un á medida. qM las niñas crecieron y
modesto staúd para encerrar su ct~er. comprendieron ~;u mutua situacion, la
po; uingun carruaje para los acom- amistad empez6 á resfriarse entre nnas
pañante!', pero en cambio, verdadero!< , y otras, pues los trajes de ~erl<~. y de
amigo~ siguiéndole hasta su última mo-
1
terciopelo de la'l Abumarias, hacían
rada, y muchas fervientes oraciones
1
contra» te cou lo1< li m pío~> 'estidos de
elevadas{¡ Dios por el bien de S\l ~1- muselina. ele las Villnnueva., y }aq pri.
ma. meras se reían hurHndo~e de los senci-
Eutre tanto la viuda de don Aoto- Hos atavíos de las llijas de doña Pastouio,
cou el alma dt~speda.llada por un ra. Lo mi~mo sncedió cou l.os uiíios
verdadero sentimiento de dolor, aca- varones, tambieo los Abumad.o,.o.; se mo-
116 su angustia, pu~o límil o {¡ sus lú- fahan ele los vestidors y de la rigidoz el o
grima~, y recordando que ella era to- costumbres cou que la viucla pobre hado
el apoyo y el consuelo de su iami- bia ednc-ado á sml hijos. Pero la des.
lia, tovo que Ot:l.lparse en los asuntos uuion lleg6 ;1 &u colmo cuauilo doña
doméstico¡;. Dispuso los vel'titlos de ln- Pastora obtuvo que recibien.n li sus
to para e Ha. y para su familia lo más dos uiñoo, pagando poco por la peusion
modestamente posible, y empez6 á po- I en el Semiuario eclesi{tstico, miéntras
uer en 6rdeu y arreglar el tren de "lll que doña N arci~;a Ull\ntlaha á lo~; ~u y os
1 casa, de manera que con grandes eco- á las aulas de la U ni ver!a la vida era u o
1
la corta renta que le dejara Sll mari- continno especuículo y un c~c·cuario
do. Pero cuando peus6 que era preci- prna. exhibir la vanidad. Ella ~;ulo pen,
so educar á sus hijos y vestirlo!> con saba en aparentar y en hacer viso en la
decencia, encontró que absolutt~mente sociedad de todas las maneras poMbles. ¡ uo tendría lo suficiente para. esos nue- ¡ Su conversacion uo teuia of.ro objeto
vos pero indi/l})en~>a.blos gastos. Resol- que el de ensalzar su~< propias rique¡
vi6, pues, dar lecciones de piano ( eu zas y las ajenas,- para ella, el 11er po.
1 cuyo arte era maostra ), para snminis- bre era tina falta •1ne se debia ca.<~tiltrar
tlu alivio á su bolsa. Eubreveslgarconel cl~dcu,-vivia eucomiaudo
dias consigui6 bastantes discípulas, y (, el lujo de sus wuebles y el co::.to de
1
lo~ dos meses de sepultado don Anto- sus ve~< ti dos; para. el la, r:.us hijos u o
1
1
oio, sn esposa, ves tiJa de luto, pero 1 Rolameute era11 los wás ricos de la so.
1
sencillam&nte y Rin alarde, séria, gra- ciedad, sino tambieo los más vivos y
1 ve y triste, recorría las calles de la. ciu- talentosos,- no por lo que va.lia el ta.
1
1 dad para atender á sus deberes de maes. lento en sí, sino porque aquellu euali.
' tra de piano. Merced a.l órden queman- dad suponía superioridad sobre los de-l
tenia en su ca..c;a,,- en donde nada se mas. Auoq u e se decía con mucha ra.
despilfarraba, aunque la familia nun- 1 zon que los uiffos que se educaban en
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REVISTA QUINCENAL 119
aquel tiempo en la Universidad Na..
ciona.l de la ciudad, aprendían poco
útil, y sí teniau fama de ~;er los j6ve.
nes de ménos educacion y más soeces y
vulgares (llegando á convertir~ en
una peste de que era preciso buír co.
mo de la viruela ó la fiebre pernicio.
sa ), doña Narcisa no quiso oír conse.
jo, y &e propuso qne sus hijos fueran
miembros de ese plantel de in..educa.
cion.
-¡ C6mo ! exclamaba.. i Podrá ser
malo e~e colegio cuando concurren á
él los altos empleados públicos, y para
el que Lacen leyes los Congresos? Eso
no es más que envidia de los otros
maestros de e~cuela .... !
La verdad era que aqueila. señora, á
quien jamas n.lca:1zaha su renta y si ero.
pre estaba eudeudada, necesitaba. que
Rul'i hijos uo gastaran su renta. en pa.
gar colegio, y como recibían la. edue«cion
gratis en la Uni>ersidad, natnral.
mente lo mejor era la Universidad.
Por otra parte, ba.lagabt\ su vanidad
concurrir con grande ostentacion á la.
distribucion de premios, ver ú sus hi.
jos aplaudidos y premiados por mano
del Presidente y los Ministros extran.
jeros, y su nombre en letm, de mclde
en la Gaeet.a Ojimat.
Era, puefl, imposible que los Abu.·
rondas y Villanueva tuvieran en ade.
la.nte íntima amistad, y ya no Re veían
nunca., ni siquiera durante l6s asuetos,
puesto que doña Narcisa pa.rtia. con su
familia á pasar ias vacaciones en algun
pueblo de moda. Allí ella. no gozaba
ouoca de los agrestes piaoeres del caro.
po, sino de los triunfos que obtenía su
vani dos familias, no por
oso se habían cortado, y como eran ve.
cinas, las niñas se visitaban algunas
veces, pero sin la intimidad de sus pri.
meros años.
( Continuw·rí) ____ ,___
ANALES DE UN PASEO.
DlA Dl~J OIMO.
-Lo llamaremo~, p~~esto q~e algun tiempo, r;e fundaron otros muchos con.
nombre ba de tener, diJO .i\Hxnuo, ven tos y monasterios más ricos y mejor 1 1
LAS DEUD..lS DEL Dll'U~'fO. situados, así el del Valle fué quedaudo 1 1 vacío y solitario, hasta que lleg6 el dia 1
1 En otra época, -más feliz, seguo la eu que s6lo ~;e encontraron en c1 f ros ..
1
opio ion de alguoos,- y muy miserable, frailes, los que yn. no podian formar 1 j
segun piens.u1 muchos, habin en la al- 1 una comunidad. Era necesario, pue~. ¡
dea. que pertene('i1Í tí mis antepa.sndos, abandonar aquel Fanto asilo, y lm~;car
un couvento de fraile.> fraoci~col', el otro más poblado de frailes. De los
l que en sus principios sin·i•) de núcleo 1 tre¡¡ que htibian quedado en el Valle, ,
de misioneros que civiliza-ron todo~> !el que más sintió tener que abandonar
aquellos contornos. Así, n:~.turalmeute,
1
f>U convento fué el padre Gt.rt>a~lo. '¡
1
el convento era. objeto de la mayor ve. Era este fraile habitador del com·ento 1
neracion entre aquellos sencillos po. ' hacia más de treinta añoR, y ocultaba 1
bladores y babitantes del valle. 1 allí una fealdad extraordinaria qu-e le 1
Sucedió, si u embargo, que, andando el distinguía entre todos los hombres. Era. [
- -- ----~ ---- ---;---
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120 LA :MUJER.
un verdadero monstruo¡ el infeliz ! aL[díjole que le ~iguiera y le lleYÓ á uoa
to, moreno, torcido, tenia todo el cuer.[ celda·que estaba inmediata., pidiéndole
po cubierto de vello, casi como un ani. qne aguarda!"e allí la F:alida del encar. l
mal, salvo la cabeza, que por una iro- gaclo pur eut6nces del gobieruo del '
nfa de la naturalez:t, habia dejado en. 1 convento, que estaba reunido con los
teramente descubierta, de manera que demas frailes en Capítulo,- Biendo él,
sus manos y su faz peluda producían ~iu duda, el que '>nidria elegido m1evo
horror, asf como el desnudo cráneo cau. Guardüw . .Al decir estas pocas palnbrns
snba risa á cuantos por primera Yez le el portero dej6 ~olo al padre.
veían. 1 La celda era e<>pnciosa, y estaba cli.
El padre Gervasio babia. pasado una vidida eo dos partes por un tabique:
infancia doloror;a, una juventud a pe. la interior deheri~. servir de donni to.
rreadísima, pero al fin babia encontra. l río, estanrlo la ott':l. pobremente amue.
do un puerto ú la sombra de aquel blada, eon un Cristo sobre uua me~o. y
1
convento retirado, y hospitalaria pro. una sola. silln. de Lrazos aJorrada en
teccion al pié de los altares uel Dio:, cuero. Allí tomó asiento el fatigarlo
1
de los débiles y desgraciados. El buen viajero, y ~e puso á meditar en su tris- ~
padre amaba con entrañable cariño tí tl!-:ima suerte. Estando en esto vió sa.
sus compañeros, los que le habían aco. !ir del dormitorio tí uu auciauo y en.
1
gido con benevolencia, ul edificio ~is. <:orvado fraile, que c:aminalm tau pa.
mo y ú las gentes del puehlo, que so sito, que no se oía el rumor de sus pa.
lhabian acostumbrado ta.uto á verle, sos: llevaba lacapucha.tauca\a.daque
que ya le dejaban pasar f>in manifes. apén,~s se le disti uguiau las Íir un nuevo dió algmn del mo. pensativo, pnra acercarse an varios frailes ;Í la puerta, y uuo preguut6 el Guardian palidecicnJo, pe.
de ellos decía: ro procuraudo hacer esfuerzos para rua.
--Aquí debe estar el reverendo pa. nifesta.rse más sereno que los demas.
dre recieu llegado, se![ un me avisó el --¿.N o ho did1o iÍ su paternidad,
portero. ~ cootesuí el otro, miis y mítS sorproudi.
Era el Guardian que acababnn de do con la atlmiJ•acion que todos 111aui.
elegir. festabau,- que el f•·aile no Ule haLló
El padre Gervnsio se levantó de la cosa alguna?... Yo le saludé con ateu.
silla ¡;aludaodo. cioo; pero él uo tne coutestt), !a.
otro. Siento, añadió corw.~rnen te, que El Guanliau oe acercó ú la mesa
rui padre hubiese permaneeido solo.> en upre;;urn.dn.meute, eo tauto que dos
esta celda por tanto tit;lmpo.... frailes entraban cautelosameute íL In ni-
-Agradezco los cuidados de su pa- coba, y salían al cabo de unos n1ome11.
ternidad, repuso el viajero, poro yo no tos diciendo que allí oo babia nadie.
he estado solo .... Auuque para dec,ir --;Justo cielo! cxcl:lmú el Uuarverdad
mi compañero es asaz aficio. tlian c:ua.udo LuLo leído lo que habia
nado al silencio. 1 escrito el fraile JUisteríoso, y tarnha.
-¿Ou(LI c.le los padres permaneció eon lcaudo, dejú caer el pnpel al suelo. Peusted?
preguntó el Guardian con ~e- ro recouíéndole, rept,so teruuláwlole
veridnu, · peusaudo que nlguoo se bu. las ruu n~s: ''a::\ u; vea u lo que está es.
biese salido para uo darle !>U voto. crito aquí cou la ti uta toe ltUbia quednc.lo
ne otra s::Liitla. rle una pieza, y te m biaba y se espel uz.
-¿Y le vió la cara?. . 1 naba todo al con~idera.r q ne Labia pa.
-~o muy bien porque lehaciasom. Hado rueclia hore. con una alma de la.
bra la capucha .... pero s) noté que en 1 otra vida. Bu.lbnccaudo preguntó qué
la. mano derecha le faltaba el dedo rez'\ba aquel papel.
meñique 6 lo tenia torcido. -Es la lista de las misas (¡uo le 1H\-
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LA MUJER .
bi,tn pagado durnn te :<11 vida y no laslaqual momento. Bu~có la mula que le
hauia Jicho .... AclemM, pide que se habia llevado, la que aún perruaneci:~
encargue de decirlas el pnd re que ha 1 en:;illnda o u el patio, y partió sin de.
de vivir de~pnes de él en esta celda, 1 mora de regreso para la. cn.pita.l. Dié.
sin lo cual lo viRitari con frecuencia, ronle entóuces licencia pa.ra que viviera.
pues sufre rnueho en el purgatorio y retirado en el convento de Ban Diego,
quiere salir ue él.... en donde, como ciije a l principio, yo le
Todos los frailes se miraron espan. conocí y me contó su llistoria.
tados y empol\arou {¡ sa.lin:e al claus.
t ro.
-Y son mllcha!! las misas? pregun. En el momento en que Máximo aca.
t6 u no más compasivo. ¡baba de contar el cuento del fraile ve.
-Mlwhas .... Mil trescienta~ cnareu. lludo, se acercó don Gregario, el que
ta y dos. había tenido que retirarse de la mesa
-Jesucristo : exclamaron va.rio!i de de tresillo porque sus compañeras se
los circunstante'{, suntiguúndo~e. hauiau retirado ;\ acostarse, fatigadus
-Pero, repu~o el Guardian,- el di- con las aoteriorec; veladas.
funto nombra al heredero de sus den. :._y(¡lgame Dios, ~I:íximol dijo; ique
cb~, dejando pata pagarlas uua ¡;nma cuentes con seriedad semejantes patra.
de dinero que enterró eu efitc con- üas1 ¡es cosa de pasmar eu u u hombre
vento. de talento l
-Y e u tlónclr. se halla? pre~uuta. -i Y quién le ha dicho :'\usted que
ron eotraudo de nuevo varios de los creo que sucediera. todo aquello? repuso
que ~>e habían salido. el otro picado.
-El lo revelará cuau1lo haya aca. -¡ Entúuces confiesas que el fraile
bado de decirlas e u ~>u uombre, al pa. era un embustero 1
dre que l a~ rlehe decir .... Pero, repito -Tampoco.
que dejó de horedero tÍ este reverendo -¡ Ü<Ímr. lo explicas?
p~dre recieu llegado, ol que delJe vivir -Orco, con otras per~>onas que couo.
en esta celda, y dedicarse á cumplir J cían el cuento, que prohahlemente todo
con la manda. del difuuto fray Sil ves. aquello fué eollluiuado entre el portero 1
t re.... y el u11ovo Guardian,- ol primero para
-Y o ! exclamt) éste. Y o :.. . .. De 1 Mustar al fraile velludo, cuyo aspecto
ninguna. manera acepto la herencia., le repugnó y quiso sacarle del convento,
ni rue encrio, que vendr:í. todos los días daban decir. !1
tí yed irme euenta. de las misas que he 1 -Bien ; me alegro que tus ideas su.
1 dwho ? ... N o ~estidos sacen.lo.
l nncla por la lámpara del santuario, pascí tales al caritativo extrnujero:
ro;r,,í.ndose con el sacerdote, y al mismo - DioK sabní recompeui'arle este
tiempo oyó é,;te que det:ia eo leugun 1 grau ~;ervicio que rne hn hecho .... Con
latina y con acento triste y mon6tono: n10ti vo do u o gn.n pecado que cometí
-i No habrá una almn caritativa Jurnute mi vida en esta misrr.a Ca.
qnc qniera decir uua misa parn sntar- teclral, fuí coudenndo por la justicia
me el el pu rgalorio 1 Di vi u a al purgatorio, sin qne pudie~e
Y el fantasn¡¡¡, siguió ~;u marcha ::-alir de (.J, ~;iuo cuaudo alguien tuvie!ie
aérea, incierta y vtJ.porosa. hasta llegar 1la raridad de decir uua misa por mi
al altar mayor¡ allí :o,e prosteroó u u alma ;Í media noehe .... P;u-a lograrlo
1110tnento y volvió ¡Í bajar por ~1 cuer. tleueria pnsenr tres veces por la Cato.
po de la iglesia, perc..liéndo:·c cu !a O~- clral á media noche, en t:ÍOrtos dins del
1
curida.J. .. a.iío, huciondo la. preguutn que oísteis.
El ~acenlote, que pre~enciatm aque. Dnrn.ute 1:..!0 nñcs he cumplido con mi
l lla. esceua., ¡¡uJaba frío, y el e~panto ' peuitencia, ~ wio;maf: -Dices, ~liíxiu•o, ~xclu.rn6 podria contar u u a. historia ejem. l ~~ch--e-d_e_p_la_z_,o_p_n_r_a-re_c_o_r_d_a_r_l_o_s_por,
pJ,\r que record~ ahora, pero no de l111enores clel suceso, pero prometo conapariciones
y fantasmas. Hablo de la ta.rlo n:.añana á la hom que quieran.
cottversiou de una pucaciora. muy co- -A.c:eptado! dijeron torios, y por uo
oocida en mi tiempo, lo cual caus<Í rato gna.rd:~.rou un profundo ~ilencio,
grande impresion eu Bogotá cuuodo interrumpido solamente por el rumor
sucedió. del vieuto entre las hoja¡¡ rle los árbo-
-Perfectamente! e~cla.mó Adrinna: les mús cercanos y el golpear del le.
, tiene la. palabra el ~>e?o: don G~·egorio.j jau o rio contra sus riberas.
-~o, ahora u o, dlJO este,- ptdo esta (Continuarú). S. A.. DE S.
------~·.------
REVISTA DE EUROPA.
Clnro tenemos qnc cañirnoR al cort<> esp;\- ' De 1563 !í 6lnna pesto ornrrió en Lónrlres
<'io r¡no h ubnr.chnda. ilu, tpnrecicndo al rnitimo tiempo un
tit"ias llc¡;;tdas do Europa d{'Lcmoa eseoger tan cometa.
sólo l;u; más ímportnntes para hablar do ellas. Do 1580 ,¡ 83, y rle 1596 á 97 tnvieron ln-
Empeznremeos por anuuciar á nuc¡¡tras Ice- gar tnnjuncitoncs'de Satumo, Júpiter y t!rn-toras
que ac~an mu1 cnrtn de nn hombro no, y varios cometa~ apare!"icron I:!Ol1re el ltocien!
ífico, !Ir. W. Wright Jlardwicke {qno on- r-izon!e: y en aquella époea las pctstcs fuerou
contramos publh:acla eu el l'aMel), de 1!3i:!O á 1 vioh'ntM en ludo el lllllltn ele lol.f planetas rle uuestro sista- ¡ furbadu, inrnecliatarncuto todut~ loA planotns
nm snlnr. ;_sí, el señor ll:mlwidto cita los del sit~hmla ;solar tiC afectan más ó ruéuos. Si
&i;.\"llicHtell l)ao:'hos: 130 aiius A ele!'. Cl\rl:og-u l!G lu al>:ilrae IL b tierra en lú mínimo luz ó
1
sufrió nna peste horrible : .. liarte :y Satr11'110 l'!Llo:·, con motivo dt• 111m coujnncion ele los
cstaf,a¡t tn rouj11ncion. 1 pl.uwtas, b vida nnirnal y \'egetnl se :tfccin,
En el aiio li:! cl••l priroer 11i~ln \: e.,ta- duzcLL eufcrmerlndes.
/¡an en~~~ puihdio Jlarh, 8aturuo !J Jzí],ifcr. '' ¿ ~o es, puc~, po~ible qne si se producen j
Pero uquella ve:.: no sulu!llcnto hnLo peste los mismos re~dlados rle idéuticne causas, 1
en el mnudo, t~ino que, segun Uibuon, dcfltlo nos aguarden en los prcíximos años extraor!
H2 lo:; terremotos er¡,n frocuentísirnos, y diuuriM cataíslrofes de la. conjuncion de cua-
<.:on~tantinopla perrnauecicí cuarenta dins pro- tro astros en sn perihelio?" ¡
sa ele continuos t~;rnblorcs q\re abrían cimas Estt\ predh.:c:ion, en nuion de las profecías
y volcaues s-nbterrímeos, arrojaban lavas y que hí1 wucho se han publicado acerca de l:ls
mntorias candentes; el m:tr subia y baja La catástrofes que deberán producirse da 1882
soura las costas; 1tna parto del Líunno se des- para adelante ¡¡odrian alarmar 1\ lns almas
plomó. y llegando hasta Fenicia cambió el timomtaR, pe1•o todas aquellas que ponen su
aspecto de uu pnerto .... 250,000 personas pe- fe en Dios, y tienen confianza en que ~;us dore<:
íeron co11 el terremoto de Antioquía, en cretos son buenos, no se asustan con sornedonde
se hallaba multitud de gente reunida jantes auunci<>s, puesto que todo lo esperan
para celebrar la fiesta de la Ascencion. de la misericordia Divina.-S. A. VJ' S.
-----~--- ----'
Imprl!ntu de Silvcdtrc y C."
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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Publicaciones periódicas
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La Mujer - N. 41
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La Mujer - N. 27
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUZ Y FE DAN FUERZ A.
LA MUJER,
REVISTA QUINCENAL
E X C L U 9 1 V A M E N T E R.E O A C T A O A P O R S E Ñ O R A S Y S E Ñ O R 1 T A S ,
BAJ"O L •\. DIRECCION DE LA SEÑORA
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
N.0 27. ~ Sc{BADO, NOVIEMBRE 1.0 !>E 1879.
--==-.:._=::==:=...___:
~ PRECIO 30 cs.
J30GOTÁ, pcTUBRE 13 OE 1879.
psÑORA pOLEOAO· _f· OE pAMPEJt.
~uet¡ida hija cu lcsuo¡¡isto :
En este tiempo en que tanto se es. 'citarla y animarla en su ben1!fica y lacribe
y tanto se lee, pero en que por 1 boriosa tarea, pero las graves ocnpad~
sgracia., son tantos los peri6dico; que ciones do que casi si.empre.me encuenClrculan
entre nosotros, y cuya lectura, tro rodeado, roe habtan pnvado de saléjos
de ser útil, es perniciosísima por tiRfacer este deseo.
los malos principios que en ellos se Es, pues, el objeto de esta notn, el
inculcan, se hacia sentir la necesidad manifestarle que su periódico merece
de un periódico, que tí la vez que ins- mi completa aprobacion, y que deseo
truyera., moralizara. Esta necesidad es veherueutomente que todas las familias
la que creemos que usted ba satisfe- ~ católicas p resten su cooperacion n 1
cho con su periódico titulado La, Muj&~·. sostenimiento de su periódico, que á la
Desde que apareció este periódico y vez que fomenta la buena oducaciou de
leí algunos de sus 1llÍmeros, compre~dí la mujer, tiene por objeto conservar la
el grande bien que usted podría hacer fe y la moral cat6lica en el hognr.
con esta publicaciou, en la cual no so Ojalá que usted no desmaye en una
ve otro objeto que el do cultivar los empresa paru. la cnn.l ha manifestado
buenos sentimientos Je la mujer, de 13. tan exceleutcs dotes, y que tanto honor
cual depende en gran parte la re«eoe- le l•ace.
racion de un país. Convencido co~10 lo 1 Aprovcclw la ocac:ion para suscribirestoy
d~ las graves dificultades con que me su muy afectísimo Prelado.
se tropt ~za en nuestro país para el
1
~;ostemrotento de una empresa de esta
naturaleza, qniso desde ontónces fcli-
TOMO lll.
t VICENTE,
Ar:z.obispo Jo Bogolá.
7
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
54 LA .MUJER.
ESTUDIOS HISTORICOS
SOBRE LA ~U.TER EN LA OIVILIZAOION.
C.iPÍ TULO NOVENO.
LA :fiiUJER ROMANA.
(CONTINUACION).
XI 1 A ven tino imponernos su voluntad cuan.
do lo tengan ú bien. Si no fuera por.
LAS patricias en Roma formaban que temiera avergonzadas pública.
verdaderamente una potencia que llegó mente, quisiera preguntarlas: i Cómo
hasta imponer á los hombres. es que vuestro pudor no sufre cun.udo
En la época. de las guerras oon Ca.r. recorreis las plazas públicas, y venís
tago, llamadas Púnicas, cuando Roma en pos de hombres desconocidos parn. l
se vió muchas veces en apuros por ca. elevarles súplicas 1 tPensais tener sobre
recer de dinero suficiente para llevar ellos más influencia. que sobre vuestros
á cabo la guerra, se expidió una ley esposos? Si os encerrúra.is dotras de los
suntuaria, llamada Oppia, la cual con- muros del decoro no hubiérais venido
denaba el excesivo lujo de las Jamas aquí, ni sabríais lo que sucede fuera de
1 rom::.~.nas, y l:l.s prohibía. que se sirvie. l vuestra casa. .... La ley prohibe que las
sen de carruajes, salvo en las fiestas mujeres defieoJau pleitos si u expresa
solemnes. Las mujeres se sometieron autorizacion, ¡y les pormitirémos qne
sin replicar, pero cuando concluyeron tomen parte en las deliberaciones dol
las calanüdndes de la guerra, hicieron f:lenado? Si lwy la!! dejamos estn.liher.
uno. peticion al Senado, pidiendo que tnd, ¿qué uo se a.treverian á hacer dos.
se aboliese aquella ley. Reunidas gran pues? i Qué las trae aquí ? i Por ven.
número de mujeres en el recinto mismo tura r:ms ltijos y sus esposos estariín 1
1
del ::>enado, Caton el Antiguo les con. prisioneros en mnoos del enetnigo 1
testó de esta manera : N o ; ya no hay o~ o riesgo. i Acaso es1 o 1
"No tendríamos hoy, ciudadanos, tuumlto es causado por alguna. cue,tion
que pasar por la hnruillacion de ocu. roligioRa! No: lo IJUO piden es autori.
pnroos y aun cont98tar á esta. peticioo zn.cion para cubrir¡;o de oro y de ptírpu.
hechn por mujeres en los lugares pú. rn, licencia p:~rn. ex1Jibirso en pomposos
blicos, si todos y cada uno de nosotros carruajes y bu darse así de las leyes~ - ...
hubiéramos hecho respeta.r nuestros El lujo es la plaga de!itructora de los
Jerechos y autoridad en el interior de imperios. Cuando ~iarcclo "' trajo ar¡ní
nuestros bogares. i Cómo podremos ya las riquezns tleSiracusa introtlu,io out re
resistir á las súplicas femeninas de nosotros el peor enemigo .... ~o, ciu.
tantas mujeres reunidas, cun.ndo á solas tladanos, no pcrmitais estas clistiuciouer;
caun. uno de nosotros cedo sin remedio 1 culp:1.Lles, esta tri,! o emulacion do la ,
al capricho de una sola mujer! Ab l vanidaul .... Vuestra debilidad perver.
bien lo veo que no hay nada. más peli. tiní las costumbres, y pot· esto mi opi.
groso que tolerar estas asambleas fome. nion es que no se derogo la ley Oppia."
ni nas .... yo roe he avergonzado al tener 1 Otro orador, Lúcio-Valerio, contestó
qne atravesar, para llegar á esta tiibu. eo favor de las mujeres:
na, por en medio de una. turba de mu- ¡ "LasinvectivasdcCaton,dijo,contrn.
jerc.'l. Ya no.I~s falta sino imitar á la • 061cbre general romano, vencedor de
plebe, y retuandose sobre el monte A11íbal, do los Galos, &c.
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1 r R E V I S T A Q U 1 N C E N A L . 65
1
las matronas romanas, son injustas. 1 entónces tan afligidas que todas vestían
1 Este ora.dor austero y fr.ecuenteroente 1 un luto que rehusa.ban abandonar. i Y
duro en sus expresiones es, sin embargo, ahora preteudeir:, que s6lo ellas deban
blando dt~ corazou. Él no piensa eso dejar de alegrarse en tiempos de prosque
le aca.ba.is de oir decir, pues siempre peridad? Nuestra. severidad con lascoha
admirado tllás que naJie á esas modidades y el lujo femenino es muy
mujeres virtuoRa.s que se dirigen boy extraño, cuando nosotros nos presentaal
Senado. Desaprueba, asegura, las mos vestidos de pt1rpura, Uevando reasambleas
femeninas, pero nosotros lucientes armas y reclinados en suntuocontcstarémos
á Ca ton oon las palabras sos carruajes! i Pensais que ]as gualde
Catoa. Leed su obra sobre los orí-~ drapas de nuestros caballos deban ser
genes, y allí encontrareis los elogios más ricas que los velos de nuestras esque
hace á l~s mujt~res btlr6icM de posas? i Sufrireis que los extranjeros
nuestra historia.... i Acaso las mujeres 1 pasen en coche al lado de nuestrll.S m uno
bao sal vado repetidas veces á Roma? jeres á pié?.... Todos nos vestimos con
1 En la guerra con los GaJos ellas ofren- los ricos despojos de nuestros enemi-
1
, ,
Ni debida á tu talento
Tan grande celebridad.
Fué el conjunto de tu vida
Tan noble, tan envidiable,
Fué tu vidud admirable,
Fué, por fin, tu Santidad.
Que tú, Te1·esa, dejando
La triste gloria del suelo,
Alcanzaste la dol cielo
Con tu amor de Serafin.
Y pues llenaste la tierr&
Con tu fama y tu doctrina,
X uestros pasos encamina
De la ..-ida basta el confin.
Tít qU'e debiste al Eterno
Esa ciencia soberana
Que admira á la ciencia humana
J>orque es ciencia celestial ;
Tú eres hoy la Protectora
Que con nmor escogimos,
Y por eso nos cubrimos
Con tu manto virginal.
Y si te agradan las fuentes
Y las flores todavía,
Un jardín hoy se confía
A tu santa direccion !
Guarda sin mancha sus flores,
:M:tindalcs lluvia temprana,
Para que alcancen mañana
Del Señor la bendicion!
SrLVERrA E. DE RENDON.
~-----
1
LOS DESCUBRIDORES.
CUADROS HISTÓRICOS Y NOVELESCOS - SIGLO XV.
1 1
( CONTINU.iOION).
ALONSO DE OJEDA.
II aguardad un momento ..... Explicad me
1 de nuevo, añadió, poniéndose d~ pió
o ·os días Jespues de aquel en que y dando algunos pasos por la estancia;
i .o.b::~.n, como queda dich6, los sol- ~ y acercándose á Pizarro repuso: cuan'
una mañana muy temprano en- do entrásteis, Francisco, acababa de te.
r IJCisco Pizarro á la estancia. que ¡ucr un sueño que hizo honda irupresion
, nuestro héroe en la f~rtaleza, eu mi alma, y me puso casi fuera. do
r órdenes, sorprendiéndose mu. mi juicio .... pero ya pasó, hablad.
al encontrarle púlido, demu- Volviólo á decir PiZil.rro la nueva que
mblando y absorto. traía, siendo él de opinion que aguar-
-¿ uú os pasa, Capitau? exclamó. dasen de pié firme la llegada do los
¿ e o os ho.ln·á atacado la fiebre per- indígenas, en la. fortaleza., en lugar
icio. ! de salirles al encuentro como lo desea.
Ojudn. le miró sin contestarlo y hun. ba Ojeda, quien siempre escuchaba
ió l e ra. entre las manos. mág la voz de su valor que la de l:l. j
-S fíor, continuó Pizarro, i qué os prudeucia.
ha suc di do~ ... Venia ú preg1mtaros qué Estaban en e~ta discusion cuando
e emes hacer, pnes acabo de saber repentinamente oyeron, casi al pié do
ttue se ptepara pllTa hoy un ataque de las palizadas, la. vocería salvaje de !os
' l :s na ¡ra.les contra. la fortaleza mis- naturales, que arrastrándose por el suém
co •1ue aoín no se habían atrevido lo habían logrado llegar muy cerca. sin
.t intentar desde que estamos aquí ..... que los notasen, y atacaban con denue.
e 0 esta.is indtspuesto, yo resolveré do la fortaleza.
lo 'lue mejor me parezca...... -¡Es preciso acudir á rechazarlos!
- respondió al fin Ojeda, ha. gritó O jeda. ¡Volad vos, Pizarro, á pre-ciend<.
un esfuerzo para serenarse, pararlo todo, yo os sigo !
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REVISTA QUINCE~AL. 5i
1 J
Y recobrando instantáneamente su cnchauo con ntenciou por Ojeda en
nco:stmnbrntht euer¡!Ía arranc6 del nm- toda emer~cocia. Cnpitnu, on voz do
ro su armadura, se la pu~o prontamcn- revelaros contra los decretos del cielo,
te, nsirí cou una ruano la espada y con ¿no seria mejor quo os prep:lrára.is n
In. olrt\ la rodela, y lb.maudo cu towo morir co01o cristi:~no!
1 de 8Í á los soldados más audaces, man. -Repito que no rnorin~.
r dó nhrir las puertas del fortc:t.uclo -Pero bien sabeis, ropu:so el fraile 1
y salir) por ellas como u u vouJn b:ll : t rir;temcnte, que ),asta ahora nadie so
en yendo solJro los indígenas los dispcr- ha curarlo do somcjnuto lteridn ....
só, y JHÍsosc t'Í perseguirle::. &in ceLar de -:N o noccsi to de vuestros exhor'
cr (tliO aquello cm lo que pretcudian tncione:;: dejndtno, frny .Andrl-s, y que
los bárbaros: alojarlo de los suyos: y me llamen al fí::.ioo.
rodeándolo, mntnrle ó nverignnr si eu E~te era otro frailo quo tenia las
roalirl1ul su vida C5tnba encantndn. y atribuciones do tnrclico, y pns.'\ba por
las flechas no tenían poder sobre el taíl entro lo~ oxpei no sintiérais eso
formnudo sornicírculo tí cierta distan- probaría ....
cin, y todos dispararon sus flechns nl -Xo solamente lo siento, repuso
misn"K> tiempo sobre O jeda. Dos ele éstas Ojech, sino quo n 1 mismo tiempo que
pasaron á su Indo sin tocarlo, tres dio. la sangre so me hieln, el calor mo su.
ron sobro 1.1 nJargn y cayeron al suelo be á ln en. hozo. como fuego.
sin l•ncerlo uur.lu, poro ln. Jul más in- 'J'odo3 los circunstantes so miraron
mediato fué á dnr cu ln juulum Jo coustoruados.
clos pim:as do la o.rmndum, c¡uo éou -Bieu, núadiú Ojudn, puesto <¡uo
tnuto doscuillo so habin atarlo, y pcuo. ni vos ni nadie nctuí conocen remedio
trnuclolo uu muslo le pasó do Jmrto 6 ú esto lllal, yo mismo me curaré. Y di.
parto, arrojándolo al suelo cubierto do rigiéndose lí dos soldados 'luo lo ~;cr~;
nugre. \;nn particularmente, afio.dió: })()DCd
Al \Orlo tnmbnlenr y caer herido, dos planchas do hierro f:obro el fuego, y
los indígenas prorrurupicrou en un 1 cuando estén cnndontes que las traigan.
prolongado grito de nlegrín. y se aloja. En tanto que fiO ojooutnbno estas
ron CAntando victoria, en tanto que órdenes, mandó que lo lavn.sen la belos
ospaiíoles llegaban al sitio en quo ··id,L y diesen á beber agua, pues lo do-y~
cín. ol Ca pitan, lo levo.ntnront y car- voruba un:\ sed nrrliontc. . .
1 ~audolo lo )Jovn.ron al fuerte. Poco!i 1 -Ya esttin las planchas, dtJO un
momento!! des pues O jeda empezó ú sin iento al cabo do algunos u1omontos.
OJCPOrimentar los síntomas morlnlcs -¡Candentes ! ·
del 'euono do las Hecha..-;, y conoció -Sí, enteramente rojas.
que rm vida contaba pocns horns y se -.Ahora, señor físico, dijo Ojcda,
sentía dosfallocer. aplicádmelo.s inmeJintnmcnto en las
-.No moriré dejándoos aquí nban- dos herida,.
donados! grit6 Ojcda al sentir por sus. -¡Qué bnrbnridmll exclamó él> te,
venns el fuego do In. ponzoña, y ponién- no sefior, no haró tnl cosa.
doso ou pié cxclam6 con energía: No -¿Qué no lo hnrcis l
modré 1 -N o, porque moriríais m(r.s presto.
-CaJiit.au, dijo ent6nccs fray A u- -ES!l es cueuta mia ... npurad, que 11
urés, lt\10 tonia ol privilegio de ser CS- SO pasn. el tiempo.
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58 L.A
-¡No haré tall ¡contrageron .... Ojeda permaneció fir.
-¡Yo os lo mando ~ me, quieto y uo exhalo un gemido ni
-;No quiero ser el asesiuo de mi una queja. Cuando apartaron las plan-
Ca pi tan! chas el vn.lieuto Ca pi tan babia perdido l -¡Juro á Dios! villano, mal nacido I el conocimiento, y momentos despues
c¡uo si no me obedeces, al pnuto te se le decln.ró una fiebre tan ardiente
mando ahorcar como á uu perro ma. que creyeron moriría aquella noche no
laudrin ~ más. :N o so.hiendo cómo calmar la vio.
-Pero, seffor Ca pitan L .. exclama. lencia de b ínHamo.cíon que se le de-ron
todos. claró, resol víó el médico en.-ol-verle sin
-;Todavía no he muerto, y quien ceso.r en lienzos empapados en üua.
manda aquí soy yo! gritó Ojeda colé. gre, lo que hizo hasta. agotar un barril
rico y fuera de sí. de este líquido, con lo cual cedió la fie.
-Señores, decia ol pobre fraile tem. bre y produjo una benéfica reaccion.
blando, si el Capitau no sobrevive al No fué sino al cabo de tres dias que
remedio no me culpeis á mí. Ojeda recobró la razon que habi?. por.
-Por Dios, mi Capitan, decía fray dido completan¡ente, y el médico ase.
Andrés arrodillándose á sus piés, oíd guró que habi:\o pasado los síntomas
razon. ... 1 de envenenamiento, aunque no de en.
-; Ln.s planchas, las planchas! gri. fermedad, h c¡uc se couvirti6 en fie.
taba O jeda. furioso, y sacando la daga, 1 Lres intcrmitcutcs, decaimiento de
nñadia.: 1 ó mato á cuantos so me pon. fuerzas y de ánimo, cosa nunca visto.
gan por delante: Y al decir o~;to trata. en él áutes, pero bastába.les tí los tris.
La do nrremeter á los que tenia cerca. tes colonos snbcr que a.úu vivia su Ca.
-: Dadle ~Justo, por todos los c.lia. pitan para no dejarse abatir por el
blos! exclamó Pizarro que llegaba :í desaliento.
1n. !in;r,on, i no veis que si le exasperais
morirá más pronto 1 IJI
-Obedezco, pues, respondió el fí:;i.
co suspirando, y a.cerciíndol-lc á Ojcda,
que hnuio. caído postrado y sin fucrzo.s
eu el6uelo, afiadió: pero es preciso que
el Ca. pitan se deje atar, porque la ope.
racion será doloro:ilsima, y el menor
movimiento le causará mayoros males.
-:No necesito otras lignduras que
lns do mi propia voluntad, contestó el
Ca pi ta.u rcsuel t:l.mentc.
-f<;ut6uces que lo tengan dos 6 tres
personas.
-J\ t.ms l grit6 O jeda, descubriéndoso
b herida y poniéndose en la posicion
requeridn. para la operacion. ¡Que nadie
se atreva á ponerme las u1nuos .....
Yo puedo y quiero estarme quieto, y
me estaré l
Acercaron ent6nces las plnnchas do
hierro candentes, y en tanto que C.'lsi
todos nquellos duros y empedernidos
aventureros volvían la cara para no
ver tau horrible operacion, el físico
npoytS el hierro sobre la. h-Jrida. tlue
chisporroteó, las carnes so encogieron y
Uno do los mayores martirios quo
sufría el mísero Ojedn. en sn largo.
convalecenciu., cm el insomnio, y pasaba
las noches de claro en claro, por
lo cual se turununu lo;; oficiales de su
confunzn pnrn hacerle compañía, pero
la que él prcfcria era ln de Francisco
Pizarro, eu quien tenia puesta su ma.
yor amistad y en quien ñaba. sobre toJos
los dema.'i. Así era que pasaban los
dos largas homs conversando agrada.
blemente siu que echaran do ver que
t1·ascurria el tiempo.
-Francisco, díjole una. noche O jeda
repentinamente, Lá mucho que desea un
progun taros quó pcnsúst~is de. mí aq no.
lla. mafianu. en qne fut hendo, y mo
encontrástcís atligiuo por un suefío.
-Qué poub pensar, scffor, sino
c1ue aquel liUOño hubo do l1aberos hecho
mucha improsion cuando tanto os
, 1 preocupo ... ~
-;La impresion, lt'rancisco, no mo
ha pasado aun! Y no creais que misa.
lud sufre sólo de resultas de la herida,
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REVISTA QUINCENAL. 59
sufre tambien mi pensamiento un in- cbas malas acciones. Yo sabia que ella
decihe martirio, y os confieso que estos l jamas podría saberlo, pero la sola idea
insomnios son á veces voluntarios, por. de su existencia en este muudo me le.
que temo, como me ha sucedido á ve- vantaba. del fango y me hacia mejor.
ces, volver á ver la misma vision que Pues bien, eUa, pobre é ignorada mon.
tanto me atormenta, y no me atrevo ú ja, sumida en un convento de Castilla ... ]
dormir. ¡ -¡Monja, decís! pregunt6 asombra.
-Eso proviene, sin duda, de la de. do el otro.
bilidad en que estais, contest6 Piza- ¡ -Sí, monja, entregada á sus devo.
rro, mirando con extrañeza al valiente ciones y oon los ojos puebtos en el cíe.
Capitan, que ú nada temia jamas, y lo, sin acordarse nunca de mí tal vez,
temblaba ante una fantasía. Tal vez, ella era el secreto norte de mis accio.
afiadi6, si me confiárn.is lo que os a.tor- nes, aunque yo mismo muchas veces no
menta, desvanecería la impresion des. lo sabia; pero ya que comprendo que
agradable. ella no es de este mundo, que ha muer.
Ojeda permaneci6 callado un rato, to, el resorte de mi vida se ha quebra·
y al fin : 1 do, he perdido el ánimo, la fe en mí
-Pizarro, dijo, i por ventura alg1ma mismo y la esperanza ...
vez habeis amado á una mujer~ 1 -i Y cuándo supfsteis su muerte?
-¡ Vaya quo sí! á muchas ¡ vivo -La noche anterior á mi herida. Esa
Dios!.... madrugada soñé que la veía en un ataúd,
-Ent6nces no habeis amado á nin-1 vestida con sus tocas monjiles, rodeada
gnna; hablo de aquel amor santo, gran. de luces y de arrodilladas religiosas
de, verdadero, que vive sin esperanza que omban por su alma. Imaginé qno
y quo crece sin motivo, que hace par. yo estaha en el lado opuesto, tras de
te do nuestro corozon, que no Jli.d á mi existencia. "i Qué di- siglo, que tenia razon ele estar persua.
rí.~ :María. si supiera. lo que hago?'' esta di do de la muerto de María., y que los
pregnnta me ha impedido cometer mu. l raros acontecimientos que úntcs hemos
1
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60 LA MUJER.
referirlo no eran efecto de la. casuali- j ser aprehendido, y teniendo noticia de
dad, sino obms sobrenaturales y espe- la situacion en que se hallaban los cocial
intercesion de la Vírgeo en el cielo
1
lonos de San Sebnstian (por el na "fÍO
pa.ra con él. que envi6 tiempo úntes Ojeda á San.
Largamente conversaron aquella no. to Domingo para apurar á Enciso que
che lo!J dos aventureros, y con efecto no se Illovia) ocurri6sele al <.lespiersus
confidencias, y el haber dado voz á 1 to aventurero hacerse ú víveres y con
sus sentimientos y aprehensiones pare. ellos á fortuna. Así, en union de cuan.
cieron aliv.iar las dolencias de nuestro to bandido pudo recog.er, una noche
héroe, calmar su espíritu y dádole áni- asaltaron el navío del Genovés, pusiemo
y vida, porque gradualmente fué ron á los marineros de él en tierra,
recobrando sn salud, fe en lo porvenir y haciéndose :í la vela se dirigieron
y vigor de espíritu que nada, ni nadie al Golfo de Urabá, á donde arribaron
podía en realidad doblegar jamas. por casualidad en breve tiempo, á pe-
IV sar. de ~ue no babia en la .embarcacion
cas1 nmguoo que conoc1ese ol arte
A medida que el Capitao recobraba náutico.
fuerzas y ánimo, sus compañeros per. Despucs de haber pasado tanto tiem. 1
dian las suyas, y s6lo merced ú la in· 1 po sin ::dimeutos nutritivos, y que el
fl.uencia. de Ojeda no se habian revela. 1 que conseb'Uiau era distribuido con par.
do contra. la empresa que tan funesta simonía, al ver los almacenes repletos
se babia presentado desde el principio. de víveres frescos y para ello~ apetito-
Ya no sabia nuestro Capita.n qué ~os, los miserables colonos pretendioha.
cer con el hambre que amenazaba la ron que se les entregaran á discrecion,
colonia, cuando un dia. le anunciaron olvidando que no eran iuagotaules y
que so vcia entrar al gran Golfo, y di. que podiau volver á escasear si Enciso .
rigirse hácia. la incipiente poblacion, no llegaba pronto: adcmas, la compa. r
un na.vío á toda vela. fi.Ía de los recien venidos, y los há.bitos 1
Corrieron los hambrientos y neceBi- desordenados que teuian aquellos ban-1
tados espafioles á recibir con loca ale. didos, desmoralizó completamente la
gría el buque, que en su concepto no ~ates triste pero pacífica y obediente
podia ser otro que el del Bachiller En- colonia. Los soldados empezaron á des.
ciso, que tanto babia tardado. Grande obe:lecer á sus jefes, y l)roducíanse rifué,
pues, &u pesadumbre cuando des- ñas y disputas á cada paso, y como
cubrieron que no era el ansiado navío éstosquisiefen intenenir,murmuraba.n
do su confederado, sino ol de un aven- y se revelaban continuamente. Azuzo..
tnrero llamado Berna.rdioo do Tala\e. dos por los piro.tas empez<~se ú decir
ra., hombre de mala nota en la Española., entre las gentes de Ojeda, que aunque
y la tripulacion, adema!i, parecía coro. él los acortaba la racion, y no penni. 1
ponerse de bandidos y hombres perdí. tia. distribuir sino lo necesario, en ,
dos de toda especie. cambio, había ocultado para su uso par-
El buque esta.ba repleto de provisio. ticular gran cantidad de víveres, sien.
nes y pertrechos de todas clase¡;, como do bien conocido en la colonia el terror 1
cerdos vi\"'os, carne salada y gran canti. suporsticiol!o de su Capitnn á la mucr.
1
,
' dad do pan de cazave. Todo esto lo ven- te por hambre, pues era famt\ q u o va. 1
di6 á gran precio á O jeda, que tuvo rias veces lo babia u predicho I}Ue aq11el
quo dar ou pago la mayor parte del seria su fin. A pesar de sus protestas y
oro ganado en la expedicion. bueor.s razones, los amotinados se hi.
Eu breve se supo que tauto el nn.vío cieron tan fuertes y sus reclnmacioue¡; 1
como la~:~ provisiones oran robadas á tan audaces, que Ojeda, ql1e no 11 EL VOTO DE OJEOA.
1
Ojoda eu Santo Dolllin~o. manifestau. "La i:.b Jc Cuu,\ " (dice Humboltlt.)
Jo In oportunidad de los eocorros que "no solamente es la tu.u•.grandc do lns
lo hnbia llevado, ~>Íu los cuales la colo. Aut illas, Hiuo que sn fonua alar~ada y
uit~ h~tuiera perecido iududablemeuto au~ostn. prcseuta tautn. extensiou tlo
de lmmbre. 1 co~tn. que al uti!flllO t icrnpo es vcci un
Ojcda no llemba consigosiuo á fray de Haití, Jamaica, b s costas de la Flo-
1 J~ml.rés, (¡ue no q~iso u.un.ndo~ar •Í sn riJo. y Jo Yucatan."
Uapttuu, y le tellla tanto caru1o qnc Cuando Colon, en Octubre de l-t!1~.
no estaba contento sino ú su lado. Los cu su primer viajo al ?'i ne>o ~lnud(J,
• d.emo.s colonos prefirieron quedarse en 1 descubrió la isla do Uuln\, peus,) que
h?rn.t., pues temían loH malos procedí. era lo. famosa Cipaugo de que hn.bb ol
• ~uen~os Je. Talnvora y sus compañeros, 1 v.injero .Marco Polo on Mts viajes. llau. 1 u quteues JUzgaban cnpnces de cual. t1zoln. ent6nces con el nombre Jel Príu.
quior ~raicion. , cipo de Asturias, y llnmóla Jow¡rt,
, Apenas se encontru O jeda en el na. despues Fernando el Católico quiso quo
vt~ de Tala>era, cuando, naturalmente, la pusiesen Fl!nwndi tW., pero tambion
c¡Ulso hacerEe dut:iio dol buque, y, se. la llamaron isla de Sa.ntia!JO y do .. h·c
1- --1'0)10 IU. 8
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1 G2 ---- --L .A MU J-ER o -
Jfa?'Ía, prevaleciendo por último ell hasta: el de Ran Antonio, los bajíos, .a.
nombre indígena de CuBA. lotes y rocas calizas son tan frecueutus,
Colon no se cansaba de ponrlerñ1· b que en la estacion de las lluvias el cli'
belleza del paisaje de aquella isla, ma. ero. tan mortífero que a.un los in¿í.
que pinta como un 'erdadero paraíso genas no se atrevían á permanecer Jn
terrestre: los rios orillados por pal. aquellos parajes, entónces enterammmeras;
árboles y ~rbustos cubiertos te abandonados. '*
siempre de frutns y de flores; sns ver- Al nacer un triste y opa.co dia le
des prados esrual1ados de variados co- Octubre de 1511, el sol hizo pater.te
lores; las frutas nucms y deliciosa.>
1
1a peligrosa situacion de un navío q 10
que le presentaban los hermosos y hos. • luchaba. cou las olas como á dos legt.'ernaJas cada una. por un cacique di- ble nn.vío, que se estremecía y crug:a,
fe rente. Los natnra.les eran pacíficos; dtLndo botes como para no dejrm:e Htvivia.
n de la pesca y cnltivabau la yu- roergir. El cielo eRtabn. oscuro y cu.
ca, el mn.í:z, ol plútn.no, la batn.tay otras bierto de os¡,esas nubes, y el viento se
raíces y frutas, adamas de las iunume. entretenía. en arrancar los úlf imog tro. t
rablos frutas sihestres que crecían CR- zos de cuerdas que habin.u qucdaJo l
l poutáneamente en agnel suolo privile- pendientes de los palos.
giado. El climn. era sano y el tormó. A la vista do la línea de cost~!'! Ct::mctro,
por térmi u o ruedio, no marca. ñidas por I"OCc'\S y n.rrecifes hiícin. la cual
hoy dia rnás de 21 centígrados (salvo se Jirigia. impetuosamente el navío,
en la.:!" ciuuades populosas.) !'oro sieu. qne ya. no obedecía altimou. gobenm.
do el tcrreuo muy húmedo eu las costas do por manos Lembbutcs 1'i inexpertas,
del ruar, lo que coutrilmyc al Jesurro-¡touos los que iL,m dentro de él se ero.
llo y crccimi~uto do lo. vcgetaciou, el yo ron perdidos, JHIC'l sin gohion o ni
tcmpem.mcuto e~ en ellas impropio ru111ho tos arrastraba la corrieuh.1 depara.
el Licncslar dclltomhre, y ~e tic. recito ií lot~ arrecife<-. Rin c!'pe :mza
no por gcuera.ltucnle malsano. Pero no uiuguun. de salv:~rse, caia11 de ro ... illas
¡:ucoue así en el interior de la isla. y eu ot1cialos y marineros, iuvocn.nclo u ciclas
cordilleras lb.maclns Riorra- .Ma.es- lo eu aquel pavoroso trauuc, no pam
t r:1, Jo las Cnbitas y de los Órganos, eJJ 1
pedirle b vida, cos:1. ya imposible. sino
1 donde el clima es fresco y se producen una muerte pronta y no ta.u dum ·omo
l plantas propias do los temperamentoR la teminn.
1
medios y frios. En n.l"ptcllo¡.¡ montes ~:;e -¿Por CJUt!, dijo fray .Au<.lrés, diri.
encuentran mi nas de herro, plata y gi1~ucloso á 'l'tda rcrn., por qué no g;udís
oro, y ricn.s fuentes termales. U u cin- al cnpif.n.u Ojeda. en tan !orriulo ~pric-turon
de islotC'!', ele rocas con!nn11idas to 1 l-1 cou su ciencia. nos podría quizás
y de bit. u e os de :nena ti rcu oda a Cn ba snl mr.
ca:;i complctamonLe, lo que cansa frc. -;üjedasalvamos! exclumóel:\veucucutes
naufragios en F;U~ costas, y en turero, ¡acaso él seria capaz de acal ln.r
todo tiempo su arri uo es p"ol igroso.
PtLrticub.~·mcutc en la parto miís u.l¡ '*Allí es doudo se culth·a hoy el aflUladu
sur de la 1sla, destle el cal>o de la Cruz lahaco llamado de la Vuelta de Abajo. '
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REVISTA QUINCENAL. 63
los vientos y tranquilizar las aguas del logr6 que no se sumergiera ántes de
mad encallar en la. arena. Inmediatamente
-Eso no, contestó el buen fraile, mandó que saltasen todos ú tierra pol'
pero sabría dar direccion al navío. Él entre el mar bajo, pero sin poder ~aconoce
esta-s costas como sus manos, y ca.r sino las vidas salvas y lo encapilla.
ademas es buen marino. Hasta Juan do no más.
de la Cosa, afiadi6, respetaba sus opi- El suelo estaba cenagoso bastante
niones en casos como este ! adentro de 1~ tierra, y fuéles preciso
-Id ent6nces, volad, paJre, y sacad vadear hondos charcos ántes Je llegar
á Ojeda de la. prision para que venga ú á un sitio en que pudieran descansar,
tomar el man<.lo del navío, excl::t.roó y en donde, siguiendo el ejemplo de
Tala.vera precipitaJamente. Ojeda, todos se postraron á dar gracias
-N o han~ tn.l, respondió el otro, si á Dios por su sal vacion.
no jura.is aquí ante testigos que no le -Segun entiendo, dijo Ojeda., esta.
volvereis á poner preso.... mos en la isla. de Cuba, pero como
Las rocas blanqueauan ya muy cer- aún no la. han sometido los cristianos,
ca, y el navío se dirigia con ímpetu sus hn.uitantes no uos serán propicios,
vertiginoso hácia ellas; la tripulacion y de seguro si nos encuentran nos ata.
veía una ruina segura. si el navío no caráo, pues hay aquí muchos indios de
cambiaba de rumbo. Haití alzados y fugados.
-;Sí, sí! gritó •ralaver~; ofrezco lo -¿Qué debemos hacer, pues, seüor
qne querais1 Capitan 1 preguntaron varios acercún-
-¡ Si nos salva. l:1 vida no pedirnos dose con humildad.
más! exclamaron los que este coloquio --No nos queJa otro rectnso sino el
oiau; jma.mos obedecerle como escla- de atra.vesn.r aqnellas monta:fías que
vos, y en adelante sólo él será nuestro veis allí, para: ir eo ut1sca de la. costa
Jefe! más cercana t\ la E8ptúíoln., on donde
Y sin aguardar el consentimiento de pueda ser crue haBemos modo do atraTala~
era conieron á sacar á Ojeda del vesar el estrecho.
fondo del navío, llevándolo en brMos -¡N os entregamos á vos, sefior, para
hasta sobre cubierta. que r.os guíes! exclamaron todos los
lia.Liúodose orientado y examinado náufragos rodcúndole.
fijamente In. ~>Ítuacion de la cara hola y -Yo no debo tenor fe en vosotros,
el peligro que la. .a.menazaua, O jeda se contestó él, ni roe comprometo á ser
apoder'~ del timon, hizo \Ím.r de bordo, n10stro jefe si no me bnccis ploito hoy
dominado el buque cesó de ser jugue. menaje y jnrais obedecerme ciegamente
Je la marejada, en términos que te, pues de lo coutrn.rio nos perJeria.
muy luego no se scntinn Je In. toisma mos to<.los.
manem los golpes de las ola~ y obcde- -¡Lo juramos, Ca pitan, gritaroulocia
con facilidad al Üulon. Aunque ya dos á uua., lo jummo!> por Dios N uesora
imposible impedir qne fnera á es- tro Seüor !
trellarse contra la costa, hácin la cual -i J ur:íisme obedecer á mí no más? ,
lo llevabn. lo. corriente, dirigió Ojeda l -Lo jurarnos ! gritaron los trüstcs 1
la emba.rcacion á una ensenad:. roJea. bandidos.
do. <.le uaucos de arena, y ménos esc.-1.- -¿Y no l1acer nunca bino mi voltw. l
brosa que los otros puntos el e la. playa; tad hasta que 11 eguemos á tierra de
en!:lenada que ni siqJ~iera habia.n nota- cris tianos~
do los anteriores coron.ndantes del bn- -Lo juramos. . ,
que, cegados por el susto y por la ig- -Y vos, 'l'alavera, 11ué decís? pre. '1
norancia. del arte núutico. guntó el Capitan 1lirigiéndose al pim-
A pesar i!e toda su ciencia, como el ta, que perwn,necia npa.rtndo de los
navío se babia adelantado tanto, Oje- deroas y como lWergouzaJo y cou- 1 1
~a :_::_udo evitar el naufragio, pero sí fuso. _lt
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----------------------·- - --- ---
64 LA M U JER .
-Yo haré lo que hagan los demas1
contest6 con aspereza..
-Sois un mal hombre, díjole fray
Andr6.q, pues po os ablnndais ni por
haberos salvado la vida.
- ¡.Acaso no nos salv6 por sal var la
suya? repuso, volviéndole la espalda
el empedernido aventurero.
(Oontinua?·á). S. A. DE S.
LA FE .
COf\ MOTIVO DE U:f\ CUADRO TJ\AB.AJADO POf\ LA AUTOfi.A.
Triste prosonto to ofrezco:
A rtiste 1!0}', amo el arte ;
1\Itll! &i tle snganio caretco,
Alguna glonll merezco
Por la gloria de can tu rte.
(BLA~OA DP. 0Ass6 Y Onnz).
Vedla, vedlo. de píé !. ... Sobre la roe~ Abrí los ojos, y sus wil primores
Que el mar airado con sus olas baña, 1 Pude admira1·, y de ese amor en o.las
Tnl vez de Dios la proteccion invoca Pude elevar mi ardiente fantasía !
Por librarse del tual y de su saña. :Mil veces yo dichosa,
Asida de la cruz, en ella espera : Llevé á sus piés mi paz y mi nlegrío.,
Seüala el cielo .... y ciega O los tormentos mil y In agonía.
Porque la duda dentro sí no impera, De una vida azarosa ;
En brazos de lo. paz, al fin se entrega. Que cuando en el amor so ha delinquido;
Así dolmundo las revueltas h-as
V nn. ~~ estrellarse contra el pecho fuerte
Que desprecia el engaño, la mentira;
Qno uo teme los golpes do la suerte;
Y cerrando los ojos
Por no ver otra luz que su esperanza,
Por tlllico sosten en sus enojo~:~
Tiene la. cruz, ol lema
De amor y de perdon : signo fecundo,
De Lihortad omlJlema
Porque libcrla del enor al mundo.
1 Pnm los que penlidos en la senda
Del mal ,j del dolor, ·vaguen errantes,
Será la Pe cual madre que les tibnda
~us bt·at.os siempre amantes ;
l'e1·o si no conocen las fruiciones
Que brinda la ventura
Sin dejarse llevar de lns pasiones,
Emulotoa de locum
Por:.í. la luz que anuncia que en el cielo
Nos t·osena la fe nuestro consuelo;
Y porqllo ltlás su pensamiento Moml.n·e
IJ::t fuerza a_ue nos haya trasmitido,
Verán en osa cruz, eu que el Dios-Hontbre
Lanzó el postrer gemido,
Un loiío carCOlllido:
Uu madoro sin nombre!
Mas ¡ di!ihoHa de mí que á los fulgores
1 De la gran. Rcligion. que amor regala,
Que cuando en la amistad se ha traicionado;
Que cuando la virtud se ha perseguido,
O oncer en la tremenda lucha.
Para alejar á la sañuda cm·idia ),a l"e es el patl'imonio bendecido
O contm la tmicion - por1¡ue taÍ precio 1~~1 que n~n~ bolló ~ores .
Alcanzan lo. maldad .Y la perfidia; ~~ escucho m~s conCierto que el gemtdo
Nos lum¡ conocer que ntw.stra mano Del que sufre mocente.
Debe tenderse al rico como nl pobre,
1
1 l'orquo es preciso levantar la frente
Que el u~o como el otro os nuestro hermano; Para o.n-ostrtn· ol mundo y los dolores 1
\ del bten qne nos sobro EvA C. Vr.nBEL Y.~RE;\.
l'los hnrti repartir 1¡ mano llena 1
U un parto siquiera nl dCt;grnciado Sincolejo- Agosto-187!>.
-·-- --
LA EDUCACION A LOS VEINTIUN AÑOS.
OAH!l.'AS Á 1\.II I.>H.Il\LA NATALIA.
11
LOS VESTIDOS \' 1 ST0t50S.
de lo~ más indiferentes so fijan en la
mujer qlte pa<>a, y elln tiene el mayor
gusto en que lo. miren. Esto es C.'(lbal •
.l/i '1 11' rltlaJirima. monto la clase do mirn.dns que yo qui.
AcomR'l'E con tno buena voluntad mis siera evitarte. Biou mbos, querido. Na.
anteriores ousenacionus, que mo veo tnlia, cúmo osteutnn ln.s mujer•·' un
n.utori1.ado pa m seguir c.li rigíéodote mis rnro entusiasmo y u u extraord i unrio
cnrtn'l. _l>íc~se quo In buena acogida espíritu de invoncion para obligar á
del awhtono es lo que hace crecer el quo las noten y se fijen en elbs .• Jo.mM
tal cuto c.! el omdor,- así, la amable m o. podré admirar el vestido que outi!]<'· á
des tia con la cual recibiste mis couse.1 que las miradas se fijen en él con sorjo~
rcn\~ova mi vo.lot· po.ra coutiuua.r presa. Por mi parte no felicito.ria á
mt!l c.ríttcu.s. . . . . ninguon. mujer quo ao exhibiorn nsí
Qmero, pnnuta mta., hbrarte en lo ntn.viada.
posible de uno do los defectos más de Nada dicro do In. que se hnco nota.
wod~ eu nuestro tieUlpo, una mnuía blc por la 0 generosidad de su corazou,
que so ha convertido en un arte, uun por el brillo de su talento, por la fir.
cxageraciou ridícula que pretenden quo meza de su caráctor,- pero la que ti o.
se~ ,prueba de buen ~usto. . no fama porque lo. guo.rnicion .de rm
Ial parece ~hoy dta que las muJeres traje, la pasaruo.noría do su abngo, la
no logran vestirse bien si no se eocuen. originalidad del color del vestido es
tr~ ~o sus ata~íos algo de vistoso ú mro y diforente do los de las dem_as,
o~tgwal, alguna extraña nov.edad, color
1
os por cierto unn fama muy parectda
vtvo ú adorno brillante. Las miradas al ridículo. Es p¡cciso tener uoa triste
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LA MUJER.
idea de su ~érito person:\1 parn act~dir hijas, y hmnildemcute camina tras t
á estos medws para llamar In. n.touClou. , ellas.
N o sé por qué me parece ~1ue unn Una mujer do juicio no permite ja. 1
persona sencillamente vestida, pero 1 mas que la costurera la vista á su au.
muy amable y culta en su conversa.- tojo. Esta clase de personas s6lo piencion,
dejaria de sí un reouenlo más du- san en hacer visible el vestido que
l'n.ble. Con más gusto se acordarit'l. uno hacen, y una seiíorita, ~.-obre todo, debe
do su gracia. y de sus paln.brn.s, r¡ue de procurar, en cuauto le a ea posible, a.mol- 1
la pluma de su sombrero. dar las exigencias Je la moda al buen
Las mujeres no saben cuánto ganan gusto y á la modestia. K unca deben ad.
en ln buena. opioion de lo~ hombres mitir un color exagerado y rechazaran
cuando no les obligan :í. c¡ne las tniren. imperturbablemente las novedades >isN
u es tras abuelas peu~abau que era un to~as. Y si me lo permite~, diré al conhonor
para. ellas el que no se fijaran cluir, que estoy seguro de que esta.
los extraños en aus atavíos, y 110 lucían conducta. prndento les bnrá mucho hoRÍllO
por In. gracia do su buou decir y nor y oLligará á lo!! hombres á que
1
b amabilidad y cortesía do sus mo- ¡las consideren y respeten, puesto que
dn.lot::. se manifiestan suficientomeote juicioNo
puedo acostumbrarme n ver en sa.s paro. uo ser bs esclavas de la moda,
los ¡1aseos públicos :í las ::;eñoritns, que la más degrndu.nto esclavitud.
1
con b cabeza levantada y las cintas de Adios, mi querida. .Na.talia., bast..'l.
su tocado cebadas al viento, }Jarecen pronto.
militare;; que estrenan su primer som- Tu afectísimo primo.
luero emplumado,-e u tanto que la
madre ~>igue sola á las sefioritas sus (Confi.tw.cuú).
LA EDUCACION DE LAS HIJAS DEL PUEBLO.
llJI, 'I'l1ABAJO Dl•J LAS l\LUJEH.ES :WN grJ BIGLO XIX.
'J'.I-:RClm _a, UTÍCOLO.
IX
más ventajoso, tanto eu la literatura
como en' la política y 1mbre todo en la
"i'l!ItiA un triste amor propio, por 1 sociedad. Allí es d(ludo las leyes ci.
cierto, dice el autor del libro que es- viles le lmu sido ll11Í9 fnxorables parn
tndin.mos, y la seiíal de uua gm.n de. ' darla indepeuJoucia, y las leyes co.
l1ilidnd moru.l, el pretender ()ttO sólo so mercinles le han abierto un ancho cnmpotlrin.
so.car ventajas y ol gúrnacn del¡}JO do acciou. gs to.mbico la. t~erra eu
progreso, de las propias Íu!>piracioues donde las producciones n.rtístlca.s más
y do lo que se hace on uuel!tro país. delicadas hn.n sido un gran recurso para
Gmcins á Dios, Francia uo lm lle.rrndo las obreras. Los oucnjes, los bordlLdos,
á eso punto de degrndncion, c¡u~ re- In. fabricacion de gun.ntes y otras mil
chaco y desdeñe las ensoiia.nU\S de otras industrias do lujo; ol cowercio, las ndDilcioues,
y es debido á esa fecunda mini~traciooes han empleado siempre '
emulacion que adelanta :r mejom toda en Francia á centenares rle miles _do
coudiciou social. De todos los países, 1 mujeres, y olla..'> han tenido allí meJOr
Ji'rnncia, desde la época de la Edad posicion y mejor ~;ala.rio que en otras
Média, ha sido siempre el país eu 1 partes de ~uropa.. Pero no por eso tledonc.
lo la. mujer ha teuic.lo ol lugar jamos do exa.miuar las instituciones
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REV I STA QUINCENAL. 67
recientes de otras naciones y lo que nos, y durante muchos años no pudo
ellas han deRarrolla.Jo, en tanto que lograr que do sus escuelns salieran
nosotros sólo poseemos el gérmen de a.lullltHlS instruida.'> y de alguna. repu.
ello. Uno de los mayores elogios que tacion artística. No así l11 ouseñauza
nos será posible bacer á las generacio. que se da.ba privadr.mente en una es. 1
nes contemporáneas es que los hom- cuela planteada por la caridad de algu. 1
bres realmente notables, desdeñando el nas personas interesadas en la instruc.
amor propio y la fatuidad nacional, han , ciou profesional de las mujeres. Fu nsido
los primeros que han examinado dúso en 1862, en la callo de la Perla,
las instituciones de los países oxtran- 1 en P11ris, con s6lo 50 su¡;critores, que
jeros, para. descuhrir mejor nue-;tro dabau 25 francos anuales. La escuela, á
lado débil y procurar perfeccionarnos." cargo de una mujer, llena de valor mo-
La Exposicion U ni versal de 1851 pu- ral y suma. abnegacion, empezó con G
so en claro que los ingleses estaban alumnas. A los 6 meses había. 105
muy poco adelantados en ln.s artes in- suscritores, recibido en dón más de
dustriales, pero en 1862, en la Exposi- 4,000 francos, y tenia. 40 alumnas que
cion de L6ndres, sucedió lo cootmrio, pngahnn 8 francos por mes. A poco se
y Francia empez6 ú notar que su anti-1 agrand6 el establecimiento y se fund6
gua superioridad disminuía. Despues otra ca!1a más. Allí se les enseñ6 el di.
de 1851, los ingleses, alarrnaJos, se pu- ~ bujo propio para. la industria y para
sioron ú la obra é instituyeron esctlelas n.preoder las artes, el comercio, la cosformando
nuevas enseñanzas. Despues tura en todos sus ramos, ademas de unn.
do 1862, los franceses avergonzados á educacion s6lida y útil. Cada alumna
su turno, crearon enseñanzas industrio.- debe dedicarse á uno de estos ramos de
los nuevas y trabajaron asiduamente
1
euseílauzn., y cuando está u suficiente.
en formar una línea de educncion ar. mente perfeccionadas en el arte, el Est\
stica propia para desarrollar la. in- tahlecimiento se encarga de ponerlas
dustl"ia. eu vi a para que ganen su subsistencia.
"La comision de la enseñnnzn. téc. Parece que uua ele las causr.s do pros.
ni ca, dice el libro que estudiamos, en peridad que tiene este establecimiento ,
l8ü;), examinn.ndo la manera de satis- os eluo ser enteramente gratnito. "B::tfacer
de una mauern l.lf!Ícticl\ ií las ne. jo el pnnto niñas y do buen cuidado de no ndoptn.r el sistema.
lns mujeres .... Las mnjerec; son emi. de enseílanzas gratuitas en los estudios
ucutemeute aplas para llenar las fun- profesionales.
cioucs que exijan la exactitud y b lC- .... "Esos son los verdaderos priuci.
gularidad .... la orgatJÍzaciou de la ao. ' píos de la enseñanza. profesional de In.
señanza comercial para. l:~s mujeres, mujer, y esto ejemplo cieLo imitarse en
couveniontemcn le apropiado iÍ sn sexo, 1 todas partes. El Estado, ln.s sociedades
merece más que todo la n.tencion del y loll particulares deberían contálmir
Es taJo." en obra tan fecunda .... Las escuelas
A pesar do todo, los esfuerzos he- profesionales pam mujeres son los mochos
por el Estado pam llevar á buen dios más seguros que deben servir loa
fin b enseñanza profesional, fueron va. intere~es materiales y morales de ln.
11
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68 LA lllUJER.
humanidad. LA CUSTODIA :r.üs EFIC_\Z su loable deseo de actividad, la!l corDE
LA. VIRTUD ES EL CONOCiliTEN'rü D:F~ 1 pornciones religiosas bao entrevisto una
UN OFICIO Rmi'1lADO Y LUORA'rrvo. Que tarea nueva, inmensa, que los distritos
las jóvenes aprendan uu trabajo qne 1 y el Estado han descuidado: se han
les proporcione la subsistencia. al mis- apouerado con un generoso ardor de
mo tiempo que la dignidad, y eso ba.s- un nuevo dominio que encontro.ron
tará para poner entre ellas y ln co- 1 abandonado: este era en vasta escala
rrupcion una barrera tan fuerte que lla enseñanza profesional de las jóvenunca
pod1 án salvarla; ademas, esa nes. Ellas han tenido el mérito de des.
educacion útil prepara familias parn cubrir que, si et trabajo es un deber,
lo llorvenir sobre bases muy sólidas.'' es tambien una cu&todia, y que por
En los Estados Unidos, en Inglate- consiguiente es una obra santa la de
rra, en Prusia, Sajonia, \Vurtembug, enseñar desde la infancia un oficio al
Badon, Suiza y Hungría, se prefieren sexo más abandonado por la naturaleza
1
mujeres para servir los telégrafos; en y el más rodeado de peligro!! en la vi.
las compañías de ferrocarril, en los co- da social. Cuando aún nadie pensaba
rreos, en muchas casas de comercio de en esto, las cory:>oraciones religiosas
1 ]'rancia, las mujeres ocupan en luga.r
1
reunieron á las jovenes en salas comu.
prominente. Esto es cierto y no pue- nes para ensefiarles costura, tejidos y
de ser mejor, pero es preciso recordar 1 otros conocimientos m!Ís esenciales toque
esas mujeres han obtenido una
1
da vía para la seguridad y la dignidad
l
cuucacion sobresaliente; son instruidas, de la vida ntetn- muy tri~tte pMa DO!'otros, pues aquí,
plativl\. Todas estas co.~a.s tienen ti su fuera. de la :::lociedad de ~an Vicento
cargo la cuseiin.nza Jo los pobres. Las de Paul, que se sostieho :í rlurá..:; penas
Herm:.~.nas de la Ca.riuad uo solamente y pobrísiruamente, y du la Sociedacl
r-;o consagran á los cuidados de lor- en. del Cora.zon de J esus, quo difícilmente
formos ~:>ino quo se ocupan asidmuncn- llena su mision, i en d6ude hu. y una sola
te rle la. educo.ciou do lofl niños pobt'os 1 fuoJacion de catidad nueva. 1 .... Salvo 1
y abandonados. De las 800 ca~as que las H~rma.nas de la Cariuad nuevalas
hijas de San Viceote de Paul tic-1 mente importadas á este país, que vi-
' neu en Francia, nu\s de la mitad tíeuen ven y mantienen el Hospital y el Asíin
teruas en domlo se ouseñn. costurR, y lo á ínorza do a.bnogacion y de celo,
la mayor parto de estas escuelas de in- •icuáles so u las coogrega.ciouus útiles, la!i
ternas sou talleres, cu donde se apren- fundaciones 1Jonéficas on Bogotá? N inde
sériamente el arte de fabricar toda guua::~, absohttnmeute uipgnnns, y cuancla.~
e de objetos para el comercio. Cuan- do se procur6 organizar nn.a. f:;ocicdau
do Monseñor b1enjaud fundó uoa corou- para recoger de la callo ~~.los niños desnidad
en N aucy con el nombro del Sa. amparados, i no ha encallado el proyecgrado
Corazon de María, dijo estas pa- to porque los pocos que ofrocierou Orfectos de la orgnniz11ciou <.lel rradas las pum;ionadas, bajo la diioC-t
rnLajo. L1~ inmensa mayoría <.lo obre- cion do nlguna.a llcnnanas de la Cariras
emu niñas de los vecinos distritos dad, quo ]a;¡ vigibn 11 toda hora, lns Jau
tJilO ibnn á consagrar cuntro, cinco, ::jJunns enseñanzas práctic-...s en el rna.
~;ei~, ~lioz n.fios do su vida n trnbnjnr en nejo de In casu do fanülin, iustruccion
las Ulauufactnra'i de la ciudnc1 pam rcu- religio~\ muy asiclua, y cuando salo u
uir uo dote. Vivían rouniuns de diez á llevan en doto todas sus economías.
quince en pequeñns casas, rL>geutndo.s Casi todas so ca~:m al salir do allí,
por mujeres respetables, en donde se pues dícebe 11ue resultan excelentes oslas
enseiinba las artes del rucJJaje; esta- posas y tnaclrus. Gran número de rclibau
libres bajo un amparo hondndolio, y giosas do Sn.n .Joaé, do la Santa l.<'nmino
volvían á la casa. de su~> padres sino lia y de otras advocaciones se han dodi.
parn llevar ú ella al~nn dinero, mucba. cado ¡l la vigilancia. y la instrncciou de
cxpcrienc:ia de la vida. y una energía é 1 aquelln.s niñas, que outrau allí adolesiudopouduucia
personal que uebería de cantes y perfectamente ignorantes, y 1
1
1 Herlctl muy útil eu el resto de la vida." salen juiciosal'l, t.ra.ho.jn.t.loras, con u un .
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buena. instruccion religiosa. y perfecta., nociones méoos de física y botánica y ,
mente preparadas para 1~ lucha de la m.ts enseñanzas de religion, el cousue.
vidg., y sal>ienc!o, adema.s, un oficio pro. lo del deRgra.ciaJo ; de trabajo, la sal. 1
fesional que no las permitirá nunca vaguardia. de las honra.., puesto .que el patro. Cuando abogamos por el trabajo ma.
nato de personas laicas no ofrecen las nual en la educacion de la. mujer y pemismas
garantías que el de personas. dimos quo se dé ménos iustruccion in.
que se han dedicado á ello por votos. telectual á las clases bajas, no duda-
E..; verdad que entre nosotros no hay 1 mos que se nos tachará de oscurantistas
manufacturas que puedan reunir un y partidarias del clericarismo, &c., se
gran número de mujeres, sc..lvo las ci-1 nos señalar!\ como personas que no comgarrerías,
y ya se sabe qué focos son prenden el alto grado de ci vilizacion
1 algunas de ellas d~ iuruoralidad y do á que ba llegado nuestro tan decanta..
perdicion! Aclamas, aún nuestro grado do progrcc;o en la. vía de las luces. Pe.
Je civilizacion no ha lle~ado ii ese pun- ro desafiamos al más inteligente do
to, y ántes de que podamos ver aquí nuestros adversarios á que nos presenesta.
bleciruientos de esa clase, será ue. te un plan de estudios que promueva
cosario preparar las poulaciones con á hacer felices á las clases pobres, en
buenas escuelas útiles. que, en realidad, no sea indispensable
"Segun el autor del libro que estu- el aprendi~aje de alguna carrera. que
diamos, eu Suizas~ han establecido&· les produzca medios de vivir con el
cuclw~ de tmbajo, que so u ya tan nume. trabajo do sus ruanos. Nos dirán que
rosas que sólo eu el ca.nton de Zuricl1 entre las clases pobres p1wde hahtrr inse
cueota.u hasta 320. A ellns conctt- teligencias culmino.ntes que aspiren á
rren toJas las niffa.s de m(w de cinco una instruccion elevada; puede luiber,
aiíos, y allí aprenden á coser con per. decís, y porque es posible qu.e entre
feccion, á tejer, marcar, bordar, lavar, diez mil niñas del pueblo se encuentre
aplaucha.r, cocinar y demas faenas del alguna de talento precbro, i por esa
mouo.je doméstico. Han enviado do di. per::;ona, que tal vez uo existirá, hareis
forentes ¡)nrtes <.le Europa comisiona. desgraciada á toda una nacion? Des.
Jos paro. IJUC estudien estas utilísimas graciada, decimos, y uo ¡;oJamanto de!'cocuelas.
En una sociedad como la graciada sino degrac.lnda, envilecida y
nuestra, :lihde Leroy- Beaulieu, la cs. pervertida, .porque ¡qué será de nos~cuc)[
t debe for!llAr ]a.s di:;cípulas en las tros c·.tnndo hallemos c¡ue todas las DIbuenas
costumbres y los buenos m(.to- íins del pueblo se han educado de ruo..
dos de vida. Un poco ménos de orto- nera que no solamente E=us estud ios son
gmfía y de caligrafía y algo miís do para ellas enteramente intítiles, sino
aqnellas artes pr:íctica.s tau necesarias que, e:1seiíadas á ciertos hábitos de lu.
pam In seguridad y la bonrade:G <.le la jo, 6 por lo ménos de comodidad y aseo,
e-xistencia; algunos conocimientos de uo encuentren en la miserable choza. 6
economía. doméstica, de cocina, de hi. tienda en que vive su familia, sino po- 1
ffione práctica., im~edirá.n !llucbas en- b:reza grande, descuido, dcflmora.liza-j
iermedo.des. salvaran la v1da. á vece~ c1on, y de&esper:ulas con aquella !iltua.
y economiza.rán lí las familias obreras cion quo no podrán remediar, se ten.
muchas sumas que emplean en medica. drnn que entregar IÍ los vicios y á los
mentos empíricos y dañosos." 1 crímenes 1 i Y quó otra co.sa. podrán
Ab! nosotros repetimos con el autor
1
hacer las desdichadas? i Con ortogra.
del libro : "un poco ménos de caligra- fía mal a prendida, con geometría taal
fía. y de ortografía, seflores, algunas digerida, con geografía sin libro!! ni
..
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72 LA MUJER.
1 mapas, podrán vivir acaso 1 i Les po. l ciendo entre uor-;otros. Si de nlgnna
1 dr:í servir aquello para entrar de sir. manera no se 'Cambia la. iostruccion en
1
viento.s en alguna cnsn. honrada, para las escuelas fundadas para las clases
coser una camisa 6 para lavar alguna 1 desvalidas do la sociedad, por cierto
ropa 1 No; adamas, ellas desdeñan esos que no quedará sino un remedio para
1
oficios, y sus manos delicadas no a.cier- ¡la gente sensata y es, olvidando su pa-
1 tan á manejar los vulgares utensilios triotismo, emigrar de cualquier modo,
del menaje. Como, ademas, no tienen 1 huir de un país que regreRa á la bar.
freno moral ni religiou, puesto que barie y a.l salvajismo más cruel, como
tnmbicn han bebido en lo. fuente de ,es el que niega la mornl crü;tiana y ol.
una ignorante y tonta increduliclad, vida la ley del trabajo instituido por
naua las detiene en la pendiente del Dios.
VlClO.... ¡ S A S
Ya se empieza á palpar el mal que OLEDAD COSTA. DE ' AMPER.
1(\s cnsefianzas á la moderna. están ha. Setiembre 3 de 1879.
-------4_._ ___ _
ANALES DE UN PASEO.
DIA Q UIN'l.'O.
(CONTINOACION).
A motlidl\ quo twanz~lban, el valle se es-¡ extremo líntito una sério uyas distancias. indicaba el tinte
frontoti?.as, lnde:ludose ltl senda h1ícia ol nznlntlo mtís ó tnónos iuteuso quo las recanco
del río, cuyas tnúrgoues ya uo eran vc.,ti,\. )l::ía not¡ so oxtondinn ct~mpos cnl.
u; l"Íiiueiíns y ompast.adru¡ vegas do tintos, bicrto:~ do somoutcra<; de di~tinto:~ colores.
~ino cort .durns rocnllosns en armonía con A 1<1 izquiordtl continuaba si u iutorrnpcl
:i::.pero lecho on que los nguas so movían ciou la c.'\ dona do corros que ú. trechos
contra las pciía~, y negras lnjus de pizarra ostentaban uoo.lujo:sn vegetacion, nl travoz
cortadas nlscs~o, fomtando uun sério do do la oual, como ::.alioudo do su rico oncsc.
Lloucs. OJ"illnndo el rio, el send~>ro so )...'"1\l>tc, n.<~omaban o¡;cnrp11dns rocns dasnuprolougubn
}'Or UUfl empinada cuestn, úri- dn~, relucieutes nltiol. Como los viajeros
da y üie.to, pllo.:! bOlo :;o \oían ruin os ras- ostnl•tm l.'ohre uuo do Jo¡; cstrihos do la
tl'ojos y luiÜOtTalos agohiado:s por ol polvo ~erruuía, voínn á sus pi~s uon nuchn hony
marchitos por el nnliouto sol. Ln cara- donada, cubierta do dohe~a'i, caña,·ornle:s
vana :;ufrió do.odo lue:;o el influjo do lo y alamedas de árboles, cutre los que bltm'
1 u e ln rodea ha: los caballos perdieron su qncaha una lwrmosa casa do c.ampo, con
hrio, y jadeantes y lerdos, trepaban uno ti largos corredores y halcone:; en contorno,
uno por aquellos riscos; los jinetes tam- y l,'l'an número de voutanas que miraban
bien bnbinn perdido ol únin10 y enmudo- al vallo, c>uhiorto en aquel punto por incicron
sofoendos por el calor. Da impl'O- uumcrnblca palmeras de et~pccies distintas.
vi~o, y cuando méuos luesporabnn, llegaron Largo ralo estuvieron contemplando
, tt In clÍspido do un ceno desdo JI\ cual rtquol bormo&o pnisnjo, y continuando la
; divisaron un oxtenliO paÍtlllje, tan bello, marcha bajaron rápidamente la cuo¡¡ta,
que indcliheradamento hicieron alto pn.ra atrnvcsat·ou un riachuelo, y subiendo un
contcu1plarlo. repecho embollc jrlo nor nalmeras, entre
A la clo1 coha, y on lontananza, se ex- las quo notaron una q e, n d!l e ln
teudi,útu c.>SJlauioso valle, cortado al sesgo orilla del barran , rgo: ia nJ tu
por ol caudaloso rio ¡;A • •• que tenia por poDacho, no ag blllch por o d m
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1
REVISTA Q U I.N CE N AL. 73
1 oorpulenta c~ioo que laenYolvi.a ooo grue~
s bejucos, bttseando apoyo para no caer
en lu profundo.
-1·~, cosa curiosa, dijo Máximo, cómo
hasta entro los vegetales hay simpatías.
liu visto cou frecuencia. eu tiem' Cl\lieote
et·ooor juuto>i uun ceiba y una palmera.
- ¡ !:ella inuigou do la auti~;tnd ! exclaJntí
.\licia.
-La palma es un :'trbol muy sooiablc,
rara \'Cz so lli 'e ~rccer sola, ro puso don
Gregorio.
l\o babian pensado detcneria había una hormosn alberca,
la;; wiiora.<~ rowlviorou aguardan;o para tomar
llll baiio.
El ducüo uo estaba por ontúuccs en la
hncicmla, y el mnyordowo puso la caaa ai
di»poaicion da los ~injeros.
I>espucs del baiio 110 reunieron las soiiora.'
l 3 1!118 acompaiíantcs, quo lat~ ospc1·aban
en el corredor oou uu ref¡·igcrio comJmeilto
de diversas frutas. Los Cllbellos nc.,.ros
do l'cpita, destrenzados, hacian cont~tc
con las guedejas rnbins de sn hermana
mayor, y deseosa do llamar la a«lnoion de
l\lá);ituo, los ostentnLn con vh;iLio afectaoiou
; vero Máximo no tenia ojos sino
para Alicia, á quien lo dijo sonriendo:
" Señora, vuestros Cllbcllos
De oro son,
Y do ncoro ol cornzon
Que no muero por ellos.''
Alicia bajo los ojos, procurando ocultar
su emociou: Pepita so sonrojó al oh· la antigua
tro,·a espaiiola, y mordiéndose ol labio
so alejó con 011fado.
Momentos dospn011 voh-iorou á montar,
v ul caho do nu corto trecho du camino
empinado, atravcsnrou un ondennto y florido
cañaveral, cuyos plumajes liO mecían
al soplo del aire, llegando por fin á la
puerta de la casa del trapiche, 1ituada en
la falda. ~el corro, con frente al bello paisaje
que habían visto desdo lo alto de la
opuoeta oueata.
A m6dia ouadra do distancia quedaba la
ramada ó cobertor dol trapiche y loe grandos
fondos de elaborar la miel y el azúcar.
di,idida de la casa do habit.aoion por
nn limpio patio, al que daban sombra algoDos
áa·boles muy cuidados y rodoados de
cerquillos de guádua, para impedir el daño
de los animaiCil.
Dcsmuntánd()66 á la puerta de la cnsa,
que em modelo de limpieza y úrdcn, compuosta
solamente do un corredorcillo exteriOI
·, una sala, dos alcobas y un cor~
servicio doméotico. Adornaban la snlit:l dos
canapés de zaraz.'l, poqueiiitos y empinados
sobre sus al~ patas, coJUo para dejar
visible el enladrillado do losa vidriada
quo cnhria el suelo formando ambcscos;
média docena do silletas, simétric:ruuente
coloClldll.s nl arrimo de la pared, y dos mesitas
mny aseadM y ~;in grano do polvo,
completaban el ajuar.
Sobro lu mesas se Ycian ,·arios instrumeutos
de agrimensura, trabajados por el
dueiio del t1-apiohe, y algunos libros que
por rarozn se encuentran ya on parto alguna,
taloa como " La Colmena," " .El Instructor,"
"El libro de losAccrotos," algunos
tmtados populares de medicina, y ademas
una ó dos obrns didácticas, tambien de 1
medicina. J.; u lalj dos aleo bita&, á uno y otro
lado do la sala, 011t:lban las camas con sus
cortinas blanCI\s y ¡·opas adornadalj con
encajes de et-or/,ct tejidas por la tmpicJ,era;
todo en estas piezas tenia un aspecto vulcro
y decente, indicio de que allí mora bao
po111onllli industrioeaa y folioos. En ol patio
interior florecían primorosos rosales
y otrn~ phmtns aromática.tJ y medicinales.
IJOS quehaceres del trapichoro lo tenia o
ausento por alguna& horas, poro deJÓ encargado
á su esposa que recibiera y obsequia•
a á la;; visitas. Era é11t.a una jóven
simpütica, cnyo natu1-al encog-imiento deEapnrociú
poco á poco, merced ,¡ )IUI bondadosas
palabrns de Alicia, que la habia tratado
en otro tie111p0, y á las chanzas y llaneza
do don Gregorio, en términ011 qno
pronw ee preetú gtll!toea á llcvarl011 al trapiche
pum quo lo po.soaran; l<~n todas ~t,rtee
so lllloinn notables ol orden y la bmpieza,
como tatnbien los efectos del buen
tratamiento, visibles en los peonee, atentos
y alegros, y baatA en los animales, inclusive
lns mulas quo movian el trapiche:
todo lll:r vi viento parecía oontonto, y cada
coea estaba en el lugar que lo oorrcspondia
; raro espectáculo, en verdad, porque
desgraciadamente no sólo en los peqn~
trapichea eino en haciendas importaatel
de nu01tro país, la mugre, el descuido 1
el deaórden oonapirau ú que no aea negocio
tan lucrativo como podria 10rlo, la ola-
•
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LA MUJER.
boracion de azúcar, especialmente en los otro tiempo fué uü predilecto atnigo '? ....
establecimientos medianos. Pues bien, al llegar á. esta casa he descu-
Al lado de la casa. se encontraba un bierto que el trapichero es tambien rui confrondoso
huerto poblado de naranjos, li- discípulo; pero así como el primero me
mos, oidros, limoneros, mameyes, manga- fué tan querido, éste me fué t.au odioso,
les, chirimoyo.s, de los que algunos estaban que su recuerdo es lo único nntipático que
cubiertos de flores y otros de frutos que se me ofrece al recordar mi vida de escolgaban
de sus ramas, amen rle las que tudiaute.
rodaban por el suelo. Una deliciosa som- -¿Por qué motivo?
bra convidaba á descansar iln aquel her- -Po1· uno que me causa ~mpacho mon-moso
sitio. cionarlo: porque le causé graves daños,
--J Este es, en verdad, un paraíso 1 ex- y esta ea una do tantas aberraciones de
clamó Adriana, sentándose bajo les thbo- nuestros sentimientos: así como amamos
les aliado de sus compañeras; miéntms rt los que hemos protegido, solemos aboque
la trapichera y los caballeros cojiau á rrecor á los que hemos dañado, prolonganmanos
llenas las mejores frutas para ofre- do ó perpetuando nuestra malevolencia,
cer las á las señoras. ruin pretension que es triste confesar, pero
-Felizmente, dijo don Gregorio, en es- de que damos frecuentemente ejemplos.
te paraíso no debe babor uiugnna fruta -¿Pero cómo descubrió usted que el
vedada, y aunque veo mtís de cuatro dueño de este trapiche, que es un neto
Evas, el tentador está. ausente. campesino, es su condiscípulo de antnño,
-Eso no lo pnede snoor usted, cont.es- ¡lo que no parece probable?
i tólo riendo Ma.nrieio : la tentacion en --Al abrir uno de los libros de medici-nuestro
tiempo no está p visible, ni toma na que hay en la sala leí su nombre:
la fea forma de una serpiente, sino que Juan Jiménez.
se encuentra en el corazon do cada EYa, -Así se llama, dijo don Gregario; pero
oculta en diferentes formas. 1 es un nombre muy comun y puede haber
-Cállate, le dijo Adriana {¡ su herma- muchos iguales.
no, y aprenae á ser 1n·udente, no hablan- -Cierto ; pero en el caso presento no
do nunca utal de las mujeres ... eu su pre- cabe duda. porque el libro fué mio y se
sencia. lo cambié por otro; y digo que fuá mio
-¿Y en su ausencia'? porque aún tiene mi nombre médio bo-
-Ese es otro cantar. rrado al lado del suyo. Juan Jimínez era
Viendo la trapicuera que sus huéspedes un jóven de pocos alcances, pobre, pobríhabinn
entablado una animada conversa- simo, pero muy estndioso y aplic~do: nuncion,
salió d~l huerto, pet-suadida de que ca se mezclaba en nuestras diversiones y
no se t.otnria su ausencia, y corrió á la jaranas, y su carácter era tímido y hasta
casa á d!lr la última mano á los prepara- huruilde. Cuando fuó á Hogotó. contaba
ti vos dEl la comida, cos!l séria en aquellos Yciute años de edad, ó iba con la intencion
sitios retirados. de &;tudiar medicina, pero estaba W.n atra-
-1\Iáximo, dijo l'cpita un n10mento sado en conocimientos, que hubo de codespues,
¿por qué está. usted tan callado'! menzar por aprender les ramos más elGNo
le he oido decir una palubra desde mentales do la educacion, eu lo quo emquo
nos desmontamos. plcó dos años ántes do emprender estudios
-Efectivamente estoy preocupado con supet;ores. Corto de alcances, se distinalgo
extraño que me ha sucedido y que guia por lo cuidadoso, por lo ordenado en
apénas me atrevería á referirlo pot temor todo y por su grande aplicacion, á que
de que se dudarn do mi veracidad. añadia costumbres rígidas, mereciendo que
-¡ Una aventura ! ¿ Y cómo y cuándo? los catedráticos lo distiugoieran particu-
Sepámosla.... larmento, y lo citaran como un ejemplo
-Ya que nos ha dado ltsted el prólogo, que debíamos seguir; elogios que nos lo
dijo don Gregorio, está obligado á narrar hicieron a.ntipntioo, y fueron causa de que
el suceso. lo mortificáramos con burlas y sarcasmos
1\láximo so sentó en un tronco de árbol, que él soportaba impávido. l!,alt.aban apé-y
todos le rodearon con curiosidad. nas algunos meses para concluir el primer
--¿Recuerdan ustedes al mendigv que afio de sus estudios de medicina, cuando
encontramos en el camino y que les dije on d&oubrimos que alguno de nosotros de-
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REVISTA QUINCENAL. 75
nunciaba nuestras fechorías, pues los maes- descubierto quién nos delataba, y decidítres
estaban al corriente de cuanto malo mos que tan pronto como conociéramos el
haoiaroos y hasta de lo que decíamos. To- antor, pondJ:iamos remedio á tan iosufridos
lvs dias teníamos algnn disgusto, tí ¡ ble mal.
causa de este espionaje, hasta que Lúcio
1\loutalvo nos anunció que creía haber, (Contimtat·á,).
--...,.....-~---
REVISTA DE EUROPA.
1
J.As LCUAs están de moda. actualmente en
el mundo. Los bonapartistas en Francia, al
encontrarse sin Jefe respetable, pues no puede
serlo nuuca el Príncipe Bonaparte-Je¡·ónimo,
tratan de formar alianza y liga con los
legitimistas. El Imperio, dicen, es una forma
de la monarquía, y cualquier gobierno es mcjol
· que la República, ¡¡ cnya. cabeza se encuentran
hombres como Gambctta, Forry, &c.
Muchos personajes adictos :i Napoloon III lo
ba.n escrito al Conde de Chambord, para manifestarlo
que estarían listos ti tmirPe á él, si
quisiera harorlcs ciNtns concesiones. Con
este motivo, ol último príncipe de la familia
ele los Borhones de .Francia tendrá una imr~
ortanto conferencia en Inglaterra, segun parece,
con loa delegados do los partidos do la
monarquía en !<'rancia, que desean ajustarse
0011 él.
socialismo es plaga que seca todos los elementos
do prosperidad, y con el agotamiento
do la fe los espíritus decrecen y la dcscsperacion
cunde entre los proletarios y los dosgraciados
del mundo. Es terrible la responsabilidad
de los que gobiernan un país, pues
con unas pocas mala& leyes pueden hacer retrogradar
la civilizacion pam siempre y sumir
en la desdicha á muchasgeneraciones.
1II
En BÉLGICA so ha pronmlj:\'ndo y 5ancionado
una ley igual á la qno hoy go::amo.~ en
Colorubía con rc.'\pocto :í. 1~ euseñanza pública.
'!'oca ya á loa padres de familia pedir la
enseñanza religiosa que so debe á sus laijos
en Ja¡,¡ oscnelas del Estado, y ésta se daní en
ciertos días por lns curas do las parroquias.
Sin ombm·go, en Bélgica no lut sido adoptada
esta ley en silencio por el puclJlo. La a~ilaciun
ora grande on muchas partes, y el Rey
ha pcrditlo su popularidad ¡;or haberla eancionll.
do.
IV
Po•· causa do los recientes ataques que ha
snfrido cu Francia el catolicismo, dko el
Times, las fiestas religiosas y las peregrinaciones
á Lourdea lum 11iclo en <>sto aiio, particularmente,
numerosas y brillantes. Ln. fiesta
del 15 do Agosto, dedicada á la Vírgc¡a,fué 1
como nunca. festejada, 110 ya cowo fiesta na.- lT.\LIA se C>ncuenh·a en una situacion bien
poloónica sino religiosa. crítica, y tendrá que optar cutre estos dos
II
dilema~> : entro Garibaldi y su partido tle dewaj:\'
o~os exagerados, 6 por la pa11.o IDál:l sensata
del ¡;ais, volviendo atras y amparándose
.Á.t:STRtA y PRUSIA tambien cstablocen sn en el catolicismo.
li¡;a para defenderse do su eterna pesadilla: En RustA el terror continúa; por una parH.
usia. 'l'anto los dos Empcmtlores como sus te el Gobiemo es tit·ánicu en o~tremo y pormini&
Lros, han tenido misteriosas entrcvist.us. , t~iguo sin tregna ni descanso á cu1ultos lloBismarck,
qne se ha ocupado últimamente en gan 1i l!er sospechados, aunque nada tenvolver
sobre sus pasos, ya tmtnndo de amia- ~nn qno ver con los nihilistas, y pnr otra
tarse con los católicos, á. quienes tanto ultra- las conspiraciones crecen y se multiplican.
jó, qnicre aliarse con A.ustria, continuan- Entre los nihilistas de peor especie, sindicado
su política de ti1·a y ajl-oja, con la cual dos do asesinos y ellvenenadoros y confesahace
tantos años que gobierna á Alemania. dos como tal, se encomraba últimamente á
Los millones quo estafó á Francia se lo han tma niña que no habia cumplido l5 años.
acabado al Gobierno, y los ricos están mónos Sus córuplicet! fueron jur.ga.dos, convictos y
1
ricos y l?s pobres Jl!IÍS po~rcs 9ue nunca en ahorcados: á el!a los juccc~ la conm~t:uo11
aquel p:us. La tcmblo eptdemia moral del la pena on 20 a11os do dcaherro en S1bc1·i::... ¡
- --- --.
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711 LA MUJER.
-~-- ---------- -------------
V se conccucn sitao ,¡ pcrSOII!\S ClJJa8 virtudes
son notaulcs. Entro ltu~ mnjore!l prcmiaclas
En mc1l.io ~o lotlos o8tOR ¡.;st~clos t;'\n llc- 011 Cllte 3 ¡¡1, so n•gistran dus ~;cñoritas, fu n-nos
tlo agalnctun y tau oscuru Rll ~.wnt.?nte, dndoms do 't~011 ho11picios en dos provincias
dclcnl'mo!l eon algun descanso In "1atn sobro do Francia y :t 1111,1 Jwroica júvcn 1 h.uuacla
Hsa•As.~ Leontint\ ~icollo. Do ésta hablaremos n11Ís
~~~¡mua parece gozar hoy de pnz Y ,tr~n- lar~o.
qmiHiad, y n? se ';O qno RO p~-upnro. nlla na_n- }~n el ho11picio tnn nfnau:ulo do Paris, lla~
unn ~-!'volltraoll 111 mayorM daaturiHoS 1\ucaa-1 rondo la Halpcl riérc, en tlcmdo ¡¡e recogen :í los
1~11. San tlu~a )a grand~ obrn ~~~ la_lutl'rnn- aéres más iufelicPsy tlcsgraciaclos tlo In hucaonnl
contmua trabaJa mio olla Rm ceilnr, toaniJacl hnv \lll local dedicado á. uiña11 itliocorno
en. tudas partes, pero no se nota !!n In Uls. !'iad:~ mfi's UL'Bolaclor y espautoso! J:n ese
sup_o~ficao nnda de alarmante Y la atmos!cm hospicio se veu desde la especie lnun:mn, •¡uc
poh taca parece claro y flercnn. I_.otl r•'['O~tdos ::;ólo allí hemos', isto, ,111e no ~e mueve, que n•'
lutos d~\ n•y Alfc:_n»'". que ha 'aslf? mor.u· cu tiene voluutnd, IJI!ll es en renlidatl un pedazo
poc~ mas d_? un an~, n 611 ahucio, n su 1 apo- de carne, c:o11 u jos que uo ven, con oi1ios quo
RA, n Stt cuua?n y 11 ,;u hcrrnanu!.. hn11 llena- 110 oyen que 1,¡ ¡;j1¡niem l'liente, hasl.1 la uiiía
do tic ·~mpasaon al p1rcl•ln cspauol, Y lo que Rordo-m;11¡11 pero que 110 carece 1le iutoligcncia.
110 logro .con la foa·tuna .Y ~~~. la ~o~or:n .lo 1 Las 111ujen·s quu tienen ú sn ca!·go este; nuno
h.•!. oLtcnulo cpn ~us peu,\R) h.t~lt z 111 • el 0.~- del cstaLicl'inlienlo, son los seres muR poruw
do 11118 subdttos. Con mola~ o dll la mue~- bres del m mulo, pues c•u 61 no hay porvenir,
le do .In hc_r!tHUH\ del UP.):_, In ,lllft~llln. .Mann 110 hay csporauza y tlclJO St'r Ullin embargo nhonos
d!a.s en Au~tna, ac mco¡;mto, 1'11 1111 ca m-; rn veintisiete nños 1111:1 señorita pobre, pcru
po,, Vll;atnndo 11 611 futuro~ l$(106a qno ootn do hncnn fa111iln y cduc:~.cion , suplicó cm:nrc-alla.
cidamcnle ()UU lo diesen el empleo de Bit ,.i .. n-
\'1 ta de aquellas iJiotaR. l'iu motivo era esto:
.Adcnms tlc J:u1 ligas y ulinm:ns 11110 se for- su matho so hahla vuelto loen, -::; coroo un puman
cutre los liohit·ruotl de Europa, cst:íu do din teucrln ñ sn lado, qucria qtro la rcdLiomocla
el abrir caualcR, IIÍ11elts, &c. ¡tam co- mn en d u.:s¡cital de Salpetrién•, poro dlu
mnuicnr loA paí:;os y lo11 IIHll"• s unos con no t¡llf'rin nbaaHiuuatla. <.:umu cntóuccs 110
otaos. haLia otro ctnplt·o vacanlu 1·11 el Estahlcd-l.
os [rrmrrses sü ocupan t'll or~:utizar la miento pioliú el tlo• si1 ,.¡1.11ttn de bs irnlu:eilc11.
contp:mín •JilC nbrir:í. el c:mal ele Pnn:uná ; Duruut'o "1.7 niio11 LeoutimL ~it!l>lle di\'itlili 1111
los rturos c¡uicreu labror un cnunl entro el tiempo entro lne niiins idiota!\ y &u rr1o1dro
mur Oa~~pio y ol 1nnr Xe¡;ro; los i11!}ltus loca, que 110 In ICcouocin y, aaás aún, (JUO I .L
pictumn a. do,; tthatlts por lo pronto: o no odiulla!
que so hnrá d..:oojo del Canal do In Mnnchl\, "\1 fin murió ln pobre !oc:~, p<'ro I.continn
entre lnglntc.rrn y 11rnncin, y otro cl~bnjo dt!l :uoaba yn ñ sus wotegidru~: llll voc:1eieu ero
Estrecho de IHbro.ltnr, t•·lm lXJnaumcar csn esa y, ¡;-mcillB á su6 cuidados y tcmuro, lofortnlcza
con la ticrn:1 ufric.uan; loa italianos gz:ó dospertnr In intcligcucia tlora.tidn, y o: usey
sttt=OS contiuú11n ILhticndo túncle& en los uó thanmle cso11 niioe ,,fidos á m:is de 600
.\lpen y .Apeuiuo~: mm compauía \1~ in¡;lo- níuas desampnro rclll)>Otu, nn :uljndil-am
plornd. "•es nsc¡;um11 que eso prol>lc.ma qno- 'un vrcmio o virtntl lt la ROJiorita Xieollo "!
dnrí1 resuelto en urcvc tiPm¡m. llloose, segun ..:uawlfl so uÓs prl!Bcut.m beroinal! rlo 'ste
las no:.i •i1111 m:í.11 rccit>ntcs, que cJcctivntncntu calibr.: al oir lmblnr de scmcj:mles snerifi-
011 el 1'c:.lo Xurtc C..'ti3tc tlll mar intcdor liLre, cio!l ,;¡ rccordur nlmc •acic.u tau .. ublirul',
cuyo clima os tan suave qno permito que cu no ,;os c¡ucdn otr L cosa que hn~.·cr sino pedil
sus costas hn~·n ~cgctncion, y como esta des- mi~cricordia al [líos do bondad ¡•or uuestm
¡.ro,;sto de hielo l.~rnugonnr con 'irtud. tal excelsa y
1
\'11 eminente? ¿Qué 11crán nuestras pobra¡ y
_ . . tristes obrnR do Jnisl'ricordia Ai las ~cmos ni
Todos los anos In Al:l.Gcnna fmnccsa clts- lado do loo l•ht .lil do cstn mujer·? U u.t
tribU.) o t·icrtos (lfélllios Ú la.'l pctsou;u¡ !mis de a~ u a en comp.ar.t<·ion olcl Océano.
"irlnos:u;, cuyos actoa ltn11 f;¡llu 11 (.I(>IIOt>ldos
cnmo tales. Bntos pn•wius, t¡llll <·onslau do
ciurll\ 1111ma en púlclko, no S. J.. 1>1. 8.
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La Mujer - N. 27
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Colombia: revista de las damas
Durante el siglo XIX las revistas dirigidas al público femenino eran redactadas por hombres, sin embargo, a comienzos del siglo XX las mujeres empezaron a tomar el liderazgo de este tipo de publicaciones, fundando, redactando y dirigiendo sus propias revistas. Esto significó la apertura de un espacio para la opinión pública femenina. Inicialmente se trataron temas como los quehaceres domésticos, artes, literatura y oficios, sin embargo, con el fortalecimiento de la lucha femenina por la representación social, personificada en el movimiento sufragista del siglo XX, las revistas se configuraron también como un lugar para la manifestación política.
“Colombia: revista de las damas” fue una revista dirigida por Elisa Cano de Restrepo e Inés Arteaga de Otero, el primer número sale al público el 15 de marzo de 1907, su objetivo principal fue encargarse “de todo lo que pueda tener importancia para la mujer, el hogar, y la familia, como la religión, industrias, pedagogía, lecciones de historia, medicina práctica, literatura, etc.” En sus páginas se publicaron poemas, cuentos, crónicas y artículos de opinión en los que se planteaban posturas sobre temas como el trabajo y la educación de la mujer, contenía una sección titulada ‘Industrias casera’ con consejos domésticos, en la que se incluían artículos como: “Modo de evitar las enfermedades en algunas aves”, “Para las frutas” y “Conservación del calzado”.
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Camelias
“Camelias” fue una revista literaria y cultural fundada por el poeta Juan Bautista Jaramillo Meza durante 1910. Jaramillo había construido una larga carrera como autor divulgando su trabajo literario en revistas nacionales e internacionales, posteriormente publicó obras completas como “Bronce Latino. Cien Sonetos” (1915), “Alma helénica” (1926) y “Playas y tumbos” (1927), reconocida publicación que recoge toda su obra poética realizada durante un viaje a Cuba, Estados Unidos, Panamá y Venezuela, entre estos los famosos poemas: “El río Magdalena”, “A Rooselvet”, “El Istmo” y “El Canal de Panamá”.
La presente revista literaria codirigida en compañía del intelectual Joaquín Peña Ángel, fue una de las primeras publicaciones de Jaramillo en su carrera periodística, representada más adelante en diversas publicaciones periódicas como la revista “Azul” (1919), “La Patria”, el diario “Gaceta de Occidente” (1928) el cual contó con 1331 números hasta 1932, la “Revista Universidad de Antioquia” (1938) y “Manizales: revista literaria mensual” (1940). “Camelias” era publicada mensualmente en la Imprenta Departamental de Jericó, contenía un índice de portada, en sus páginas se divulgaban poemas y prosas de autores como Severo Escobar, Ricardo Nieto, Luis Rosado Mesa, Adolfo León Gómez, Clímaco Soto Borda y los famosos José Asunción Silva y Rubén Darío.
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Camelias
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Anales de la Sociedad Becquer
“Anales de la Sociedad Becquer” fue una publicación periódica de carácter literario que sirvió como órgano divulgativo de la Sociedad literaria Gustavo Adolfo Becquer fundada a comienzos del siglo XX por un grupo de jóvenes intelectuales bogotanos interesados en la producción literaria. El primer número salió al público en 18 de julio de 1901 dirigido por el presidente de la sociedad José M. Caro Grau. Esta primera entrega tenía como propósito publicar algunas de las producciones recitadas por los jóvenes autores en una sesión celebrada en 22 de junio del mismo año, dedicada al Ministro del Perú el señor Alberto Ulloa. En sus páginas se publicaron discursos de bienvenida, poemas, reflexiones literarias, comentarios de la vida y obra de Becquer y otros autores como Candelario Obeso y por supuesto un discurso de agradecimiento pronunciado por el Ministro Ulloa. Los Anales de la Sociedad Becquer circuló semanalmente, cada serie constaba de doce números con un valor por suscripción de nueve pesos anticipados.
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Biblioteca Virtual Banco de la República
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Distrito E
Este es el espacio en el que Distrito E entrega a sus lectores un panorama general con información de contexto, cifras, datos, testimonios, experiencias y reflexiones.
La segunda edición de la revista Distrito E está dedicada a los jóvenes, que son la generación del cambio, los llamados a construir un futuro de sensatez y orgullo, a discutir con inteligencia; a proponer nuevos caminos frente a los viejos que no funcionan y a transformar todo hacia la esperanza, la inclusión, la igualdad y un presente y un futuro con mejores y más oportunidades para las futuras generaciones.
Este tiempo nos ha llevado a darnos cuenta del papel protagónico y trascendental que tienen los jóvenes, de lo importante que es tener anhelos, objetivos, retos, expectativas y planes para su presente y futuro. Bienvenidos a este espacio, una oportunidad para leer, escuchar y ver distintas voces que nos hablan sobre temas que a las y los jóvenes les interesan.
Fuente:
Centro de Documentación y Memoria de la Secretaría de Educación del Distrito
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Distrito E
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Distrito E
Diversas voces de docentes, estudiantes y administrativos que nos contarán experiencias de vidas que han transformado realidades.
Fuente:
Centro de Documentación y Memoria de la Secretaría de Educación del Distrito
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Distrito E
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Formación geoarqueológica del sitio arqueológico El Porvenir, vereda El Porvenir, municipio de Iles, departamento de Nariño (Colombia)
El presente texto hace parte de los resultados del programa de arqueología preventiva llevado a cabo en el marco de la ejecución del proyecto vial Rumichaca- Pasto, y se basa en las intervenciones arqueológicas realizadas en la vereda El Porvenir, municipio de Iles, departamento de Nariño, al sur de Colombia. Esta investigación busca aportar al conocimiento de contextos arqueológicos desde la perspectiva geoarqueológica, por medio de la comprensión de procesos antrópicos y naturales hallados en dos terrazas.
Fuente:
Icanh - Arqueología y Patrimonio
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