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La Mujer - N. 26

Por: | Fecha: 15/10/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --------------~-'- ~ - LUZ Y FE DAN FUl!atZA. LA MUJER, RE VI STA QUINC ENAL EXCLUSIVAME N TE RE DA C TADA P O R SE Ñ OR A S Y SEÑORITAS, DAJO L,\ DIRECCION D:E LA S~ÑOR.\ SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. N.0 26. r MIÉRCOLgS, OCTUBRE 15 DE 1870. i Pm¡cJO 30 cs. ESTUDIOS HISTORICOS SO.U.U.E LA 1\l.U J ER EN LA C I V I L l.Z..:\.UION. G.U'ÍTULO NOVENO. LA MUJ ER ROMANA. (CONTINOACION). X no se mauteuiau sino con t1 igo cocuJo 1 en varias formas. El \ ino era. ta.u C0:\10 ya hemos tlicbo áutes, la his. precioso, que apéna'l los rom:l.llos lo toda. Je Honm u o es l>Íno tm:~. ~;érie in. probaban en porciones tan peq ucfia~ torminabledocombatoscou lo~;\ecinos que so couta.bau las gotas. Uu tal ~lo­rechazo de los enemigos quo trntabn.1; ceuio no fué castigado pon1ue lw.hirt de ataca.r su territorio, y por último m ataJo tí su mujer cuamlo se supo '1 no inn\sio11CS de los Estados tuás lejanos ella hauia tomado vino sin el con .. cu. y guonas con uaciouc:> poderosas, cuan. timionto del marido, crímcn inauJito tlo ya so encontraron más fuertes. To. La primera. vez que so acuñó ruoncd:.:. dos estos di' erLiruioutos guerreros eran de plata en Romn fué 2ü!) años A. u o 0., amenizados cou coutiuun.s luchas intcs. y desde onb)ucos empezó á permitirse tinas cutre pn.tricios y ploLeyos. Seria, m:ís comodidr.cl y aun lujo cu las ha. 1 pues, ewprc::;:~ iumcu::;a. pn.m nosotros [Litaciones. Jln.sta aquella época uo !>C si tmtáseuws Jo uclincar la historia Jo veíau vasos uo metales prccioF"os, sino Homa., aunque fuera do paso. en los templos do los dioses, y ~.;ra L:~. agricultum era tenida en mucho probiLido poseerlos para. usos p.1ni enLro los Romanos, y así como el co- l c1tlnres. r~e.rcio era la ~cupacion fa:orita ?o los Dcspu~s de las.gucrras do Uoma con bnegos, al rettrarse á la vtda pnvada, ¡l\Iacedoum, el luJO, el awor ú los go. Jos generales y ho01brcs tle Estado ro. ces y á una c.:teesiva molicie se cmpc;~,í 1 manos dejaban los altos puestos mili. , á eutrouizar entre las clase~; ele\adas. 1 tares parn. ir á cultivar porsou::tlmontc Las guerras Labian tlcsl1lOializado :í los campos. L::t vida en los primeros las clases bajas; uo se puedo Jer;ir que :>iglos Je la H.ep1íblica era sencilla y exi&ticsen clases media&, y l o:; patJiclO;; parcimouiosa, y auu los patnc1os casi eran dueños de nume1o:sos ca.t1de España á los esclavos orgullosos, Y honor y gloria. y po1·veni1· nos dieron. Elsantoardorqueen la mortal contienda Les dió la libertad con la vick>rin El libre pecho del pernauo eucicnua Y digno sen. de tan alta gloria. Y tú, el más noble de los nobles hijos De aquellos héroes, ¿sobre ti tendrin. Vanalnente el Perú fijo los ojos? ¡ Salva á tu patria cual tu padre un dio.! Valor, oh jóven! ntrevido avanza Eo lo mús crudo del combate fiero ; :No temas, no, que la ~spaiiola lanz:..1 Pare el e'!hago do tu fuerte acero. --------- ---- --- --------------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -------------------------------------------- --- REVISTA QUINCENAL. 31 · Muerte y desolacion doquiera lleve 1 Y cuando por la fuerza de tu espada El bravo empujo de tu brazo, y no halle Se muestre altiva tu morena frente Piedad quien n insultarnos hoy se atreYe : De glorios~s l~ureles corona.~a, ¡ Todo pel'uauo hasta morir batalle 1 Se colmara. m1 voto mns ard1ente. MANUELA ANTONIA MÁnQUEZ (pernana). LOS DESCUBRIDORES. CUADROS HISTÓRICOS Y NOVELESCOS-SIGLO XV. ( CONTINU ACION ). ALONSO DE OJEDA. III sa. una hoguera. para calentarle, y des. pues de haberle hecho tragar algunas lNMEDJ !.'!'AMENTE se ofrecieron acom. gotas de aguardiente, enviaron por ali. pa.ñarlc varios soldados y oficiales y mentos al navío más inmediato, y con tarubien fray Andrés, los que, tomando estos cuidados al fin lograron volverle un bote, remaron hácia el sitio indica- enteramente ú la vida. Cuando hubo do, en donde, á medida. que se acerca. recobrado el conocimiento y el habla, bao, vieron un bnlto vestido á ]a espa. en lo primero que pens6 fué en los coro. ñola., postrado entre los troncos y a.l pa- pañeros que le l1abia.n seguido á Yur. recer sin vida. 1'Llegaron, dice Bar tolo- baco, preguntando si se ha.bian sa.l vMlo " mé ¿e las Casas • á donde babia, junto algunos. "al agu:¡. del mar, unos manglares, que -Solamente yo, Ca pitan, volví vivo, "son árboles que siempre nacen, ere- reupondi6 fray Andrés. "cen y permanecen dentro del agua de -i Vos no más~ exclamó Ojeda con "la mar, con grandes rníces, asidas y dolor. " enmarañadas unas con otras, y allí Refiri6le en pocas palabras fray An­" metido y escondido hallaron á Alonso dres lo quo le babia. sucedido y c6mo "de OjeJ.a, con su espada en la mano habia. presenciado ln. muerte del buen " y la rodela en las esp.'l.lda.s y en olla piloto. "sobre trescientas señales ele flechazos. -Ah ! dijo Ojeda. tristomenle, sin eces resbalé c1Íiuo fuimos arrollados, contcst6 dau. y caí entre los hoyos ... Al ti u íuC:ronso rlo un suspiro, y cómo los indios que debilitando la.·; voces ele los indios y coushlcrúbamos vencidos y huyendo perdieron cnter~mcnlc In pil!tn do mis nos atacaron cuando más de¡:cuidados pasos. Exteuumlo y medio muerto de l ostáh:unos.. .. fatiga, lllla ve?. f¡ne me convencí que -Sí, contest1í Pizarra, y aún nos dijo e!:itaba sólo en medio do la seh·a, me :, los que pa. mía~ ¿ Cúmo ,·oher á los navíos dejan. recio. u brotar de la. tierra en torno mio, uo en manos do los salvajes á mis com. y hasta las mujeres me atacaban cou l pañeros~ Quiso eut6nces volver al in. mayor nrrojo y valor n.tín que los boro. • cendiado cnscrío para que aquellos bár. brcs.... bares me inmolasen tambien, y levan. -Cierto, excla.mú fray AndrcR,- ví tiíndome empocé á retroceder á toda :í una ftllC, situado. en la pnrtc alt~ del carrera. Yolv10., pues, húcia el punto ou pnehlo, disp:unba. iucesn.Htemeute flc.l donde oia los gritos lojanos de los in. <·hnzos que sacaba de su cnrca.j, mntn.u. dios que seguramente se vengaban en do olla soln. ~\ ocho e~patioles uno tras los frias c:ulúveros de los espaiíoles las otro si u perder fleclmzo • .... Pero pro. derrotas sufridas O.fJIIOlla mañana, y fí seguid, Capit:1n, y perdonad c1uc os in. medida. quo estos clamores se hacían tcrrumpiera. mlls ccrcnnos reftexionaua que con mi -Como os docia, con! inuó Ojcua,- muerte la cxpediciou !'.e queJaba sin jo. dcspues de haberme defendido con mi fe,yadcmas me acordé que aquella no. es pndo. y mi rodela no sé cuánto tiempo, .che yo hr,bia hecho solemne voto á la al fin los imlios tcmii\D acoUlelormc, Vírgen, quo uoberia. cumplir, y puesto IHll)S l.nbiau "isto que todo el qno ~e que lo.Ra.ntísim1~ Madre me babia salvo.. mn :~cércn.bn. moría; nsí, tuvo algunos do la. villa cuando yo juraba consagrn.r. momc1llos de respiro. los cuales ::~.pro. mo á su servicio, orn. preciso uo desma. ,·ech(. para huir. Persiguiéroumo; poro ya.r eu mi empresn.. Pero n.lmismo tiom. yo los llcmba. la delantera, S:lltnudo po, aunque ya no pretendía entregarme como un loco por encitan de los muer. , á los indios, resolví ir á hnscar :'í Juan fos y }¡ericlos, de la!: candelndns y los de la. Cosa, quien quiz:ís no habría ranchos C."lidos, diri~riomlo mi fuga sin muerto y irígimc c:mte. snguidores, metíme entro los árblllcs y losamcutc y entré en ol p11cblosin sc1 * Oc·1ri:~ - " C:cncalogí:ls 11u ~ 1w,·a Ora- l visto. F.l iucmHlio hahia cosndo y los · w"h:· indios so oc11pnlmn cll buscar los umer. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. R E V I S T A Q U I N C E N A L . 33 tos entre los escombros; otros danzaban 1 voraba, lo cual me oblig6 ú levantarme eu torno de las hogueras con din.U6li. del sitio en q\10 me hnbia tendido, y C:lS muecas, On tanto qno las mujeres pÚseme n buscar agua por todas partes, lloraban ruidosamente sobro los cndn. 1 pero en vano: esta maldita tierra no veros de sus parientes. Con facilidad posee una fuente, ni el más pcquefio hallé el rancho que buscaba, pues cs. torrente do a_gna potable. Eché á au. taba apartado do los domas, eotrúndo. dar con direccion al mar, segun peu. me á él por una brechn que había en saba, poro sufría horriblemente coulas la pnred de a tras.... picaduras de los mosquitos y otros in- -Esa. fné la qllO yo abrí }lara huir, sectos pc;mzofiosos que so habían apo- ¡ dijo el fraile. derado de mi cuerpo miéntras ciormia.. -Eo modio del rancho, continu6 .Así pasP. homs y bora~;, y no hallaba. Ojeda., ví el yerto cadáver del genero. otra cosa que no fuera tal cual charco so piloto, iluminado por los últimos de agua corrompido., ni más alimento fulgores de las hog ueras que empoza. que el que me ofrecían a.lgunas fruti. ban á n.pag:use .. . Sólo Dios puede me- llas, do las que unas me Lincharon la dir, amigos mios, lo que sentí entón- lengua y otras me producían ansias y ces ... No ignorais que soy poco blando fatigas, pues sin duda eran venenosas. de comzon, pero os aseguro que en Hn.bia perdido enteramente la idea de aquel momento me convertí en débil la direccion que debería de tomar para mujer, y sentándome en el suelo junto 1 volverme tí buscar el mar, y así anduve al que fué mi mejor amigo, lloré como errante el resto do aquel dia, hasta bc~bra miserable, ya que no había 1 que lle_gó la nocho co~ sus sufrimientos, pod1do como hombro ampararle é im. el pehgro de los aD!ma.les y la ator. pedir que le mata$en.... meutadora sed y el hambre que me Sumamente conmovido Ojeda uuar. 1 devoraba. Despues de dos días con sus dó silencio algunos momentos, y tanto noches, cuyo Joco martirio Hcilmento él como los que le escucht\han tenían comprendereis, esta maiíana al fin lle. los ojos húmedos, á pesar do su vida gué á la vista del m:a.r .... Esta. ha tan aventurera y endurecida, pue.c¡ no hay desfallecido que sólo arrastrándome pu­ser humano que sea. enteramente incn,. de llegar ú af¡uellos manglares, con paz de enternecerse alguno. vez. 1 intcncion de cebarme ÍL nado y pasar -N o sé cuáuto duraría on aquellu. ú los navíos. Pero contaba con fuerzas gar, repuso Alonso,- pe10 volví al sen- que ya no tenia, y n.l tratar do snbir íÍ tirniouto Jo mi posicion al ruido de las raíces de los árboles perdí el cono­pasos y voces que se accrcu.bn.n. Instin- cimiento durante brgo rnto sin duda. tiramento me incorporé, y casi sin sa. Cuando volví en mí, notl- que se hacían ber lo que llo.cin, m o Jcslict! por la len los navíos preparativos do marcha; misma brecha qno me había dado en. traté de gritar y podir socorro, poro no tracia y me metí al monto CO" tant~ pnrle articular ningun ~onido: mi nn­precipitacion que no pensé 1 oricu. •ustia 11' tal que volví ú dcsmayn.rmo tarmo. y no recobr s sentidos hasta no \"Cr. Despues de haber vaga l CUADRO XI - 1~10- EL GOLFO OC URABA. cceut J scpu turn. ero en \'a.uo os J J L11scnlnu : nuacn. l::O snpo qué habian sil lo de los cncrpos do los setout:1. e::;.l L~ grande eusen:ub. Jc U 1 nbá ~~ Jcl Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 36 LA MUJER. Darieu era á principios del siglo XVI, zadas Pino cuando, acosados por la DO­poco más ó ménos.lo que es todavía en cesidad,ocurrian á buscar víveres en los 1 el último tercio d~l siglo XIX. La vecinos caseríos, robando y talando las l vegctacion exuberante de los tr6picos 1 sementeras de los naturales que mora­se derramaba eoLÓnccs, como sucede 1 bao más corc::t., de donde ram vez ''ol-a hora, l1ast::t. bañarse entre las aguas del 1 vian sin haber visto morir algunos de golfo, dojaudo apéDAS en algunas partos los suyos, de resultas alubrcs manglares,- de verano~ en el mes de l\larzo. 1 teni~nJoalmismo tiempo los españoles La fortaleza, to.>caruente laurada con que defenderse de las flechn.s envene- madera verde, y rodeada de una fuerte nadas de los nn.turalcs, las que erau tan palizada, se levantaba triste y solitaria agudas, que peuetrnuan sin dificultad en un campo abierto, teniendo por ol 1 por lo más pequeños intersticios de las lado de atras uu bosque do enmarañada armaduras, así cou1o de las enfermeda. maleza, y al frente las aguas del golfo, des y do los animales feroces. on ]as cuales se veínu b.s cambela.s t.le A peso.r del rctJomln·e ele compara- la flota, ménos uua, que Ojoda hnbia tivameote mansos que tenion los indios devuelto á Santo Domingo para d~n del Darico, los e.>paiioles lw.bian co- aviso al bachiller Enciso del sitio :1 que brallo tal miedo á la!l anmts envenena- había de llevar los víveres y mnuicioues das que usaban, que los compa.üeros de qne la naciente colouia necesitaba con Ojetla pidieron licencia do ponerle San urgencia.. La larde estaba tranquila y :::)eba.l:ótian ( ol abogado de las arruas serena, una suave brisa riza.ba las aguas envouena.das) íÍ lo. primera pobb.cion del golfo y refrescahn la frente do los 1 •Í fortaleza guc fnnd1han. dos centinelas que se paso.'\uan pn.usu­' Dcspues do l1a.bor visita.do el contorno clamen te dolaoto de la puerla exterior Jel golfo,-hallnndo en tot.las partes una do ln. fortaleza.. tierra auegaclizn., malsana y poblada. De repente vieron desembocar ou lle caimanes y enormes serpientcs,-al deS'J.grallablo desórdcn un grupo Je fin rcso 1 vieron edificar la. proyectada españoles, q u o salían del monte y se fl1rtaluza en la falda de uno. coliua,cnyo cliri:,rian á todo correr á la. fortt~lezo.,­terreno er:1. m:ís seéo y ofrecio. ventajas seguían les tí. alguna dista.ncin u m\ tropa. u~:tyores. Tomó Ojeda.}losesion Jo aquel j de indios, gesticulando y da.ndo sus sitio en nombre do :::;. :::11. el Rey do acostumbrados nlo.ridos. Los primero!l Espaiin., con todas las ceremonias del -ta.rgaba.n un cadáver de uno de los caso, invocando al mismo tiempo la suyos, muerto sin duda en la refriega, proteccion c.le t;an Sebastian. y lleva.uan casi arrastrando :í dos heri- Iomediatamonte se procedi6 á le- dos, -los que, hinchados ya, dosligura.dos vantar fuertes pa.lizadas, con gruesos y tembloso!<, gemían lamentando ::;u troncos de árbol, para defenderse do los segura muerto. naturales, y seiíalaron calles, solares y Los intlios pcnnnnecieron á alguna sitio para edificar una iglesia., la CJ.Ue distancia do la fortaleza, pues uinn debería levantarse en primer lugar. conocia.n el alca.oco c.le las armas tle Pa:-.iíuaso sin embargo el tiempo, y fuego de los españoles, y DO se atreYian en todo pensaban los españoles, ménosl ~ accrcat·. En tanto que los expcdicio­en edificn.r cosa alguna ou la proyectada. narios penetraban apresnradameute :í 11obbcion; el temor de los indígenas guarecerse detrr.s de las palizadas, ­uo les permitía ::;alir fuera de las p:1.li- l los naturales dnuz.ahan con Lorr.iulcs Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 37 contorsiones, y manifestaban su triunfo Jlidades, .sustos, afanes, enfermedade.c; amenazando y gritando desde léjos desconocidas,- oyendo sin cesar los cla­improperios en su lengua. mores pavorosos de los salvajes; el Una vez que hubieron enterrado el bramar de los tig-res, los leones y las muerto en un ~itio que habían señalado panteras,-sufriendo las mordeduras de para el caso, detras de la fortaleza y las serpientes; las picaduras de los ::da. al abrigo de los asaltos de los indios, cranes, las arañas y cien.especies mús de y entregado los beridos á los frailes asquerosos insectos, y lo peor b amena­enfermeros (es decir, que les ayudaban za continua de las flechas envenenadas á bien morir,-pues el herido siempre quedan lamuerte con tanto tormento? morin.,-) los expedicionarios fueron ú -Tiene razon! exclamaron varias reunirse con sus compañeros en una voces. gran cocina que servía tam bien de -i Os parece poco, - añadi6 el otro,­comedor y de salon á los soldados, y vivir aquí agonizando en un desíer~o en donde pasaban la velada reunidos tan sin halagos como es este, y sin los que no estabaa de guardia. esperanza de mejorar de suerte L .. Oh! La noche babia cerrado enteramente, malbaya de mi choza, de mis ovejas, y una nube de mosquitos se babia de mi trigal, a11á en mi riocon de Ex­levantado del cerca.uo golfo é invadía tremadura, en qne vivía tranquilo y 1 todo el campo,- así los soldados trata. contento con mis harapos y mi pobreza i ban de librarse de ellos, rodeando las i Por qué me dejaría embaucar paro. hogueras, en medio de las cuales ber- venir ú este infierno 1 viao las ollas con la cena. Y al decir esto el mísero colono -N o he visto á Vice oto hoy, - dijo ocultó la cara entre los doblados brazo!; uno de los recien llegados, - dirigién- y se dejó llevar con lo. ima.giuacion :'\ dose á otro que babia permanecido en la patria, á la pobre aldea que había la fortaleza. abandonado para correr on pos del -Cómo! i no supiste ántes de irte demonio del oro. que le encontramos muerto ·al pié de -Eso que decís es cierto, repuso el la palizada? primero que babia hablado, pero no -:Muerto !. . . . Voto á .... imposible~ hay peor compañero que el dosa.lieuto, -Por qué oo 1 iY si todos empezáramos á arrepentir. , -i De qu6 murió el vizcaíno? 1 nos, qué seria de esta empresa! Ea, -No se supo .. . . Hacia día.<> que se , muchachos, que no se diga que la suerte 1 c¡uojaba.... 1 es m(~c¡ fuerte que nuestro valor! La -Así era .... Pero andaba por todas cobo.rdía no puede tenor asiento e u partes y cumplía con sus deberes. pechos castellanos, y es üm coho.rde el l -Sin embargo, la última vez que le 1 que se deja amedrentar por la mala pusieron do centinela, parece que dijo fortuna como el quo huyo á la vista estaba muy malo, pero no le hicieron 1 del enemigo.... 1 caso.... t' -Tanto roús, repuso otro, cuanto l -V úlgame Dios! 1 que parte de estos sinsabores fiu:nún l -Y por ln mafia na. ost.a.ba. tieso 1 1 cuando llegue el bachiller Enciso cou -Qué injusticia! víveres frescos, pertrechos, homhres -¡Feliz de él que descansó do esta nuevos y armamento. vida! exclamó otro soldado terciando -¡Siempre nos engañan cou htB mis. en la conversacion. De buena gan11. me 1 mas esperanzas, conl illuurnente falli­cambiaria. yo por Vicente.... afiadió l das! exclamó el extremei'ío levantando con un suspiro. la cabeza. -i Te cambiarías por el muerto? 1 -Podríais imitar al Capitan, dijo -Toma que sí! ¿No está ya. trao. uno de ellos; él jnmns se desalienta ni quilo, en tanto que nosotros nos que- ¡ se abate, aunque con frecuencia sufre l damos aquí padeciendo hambres, debi. más que nosotros ! 'W1!0 llL 5 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - - • 1 38 L A M U J E R . 1 ~ -Gran mérito, por cierto !. . . . cuan. mayor cuidn.do en atacarle :'i él con pra-do tiene la seguridad de no ser herido ferencia. 1 nunca, y hasta ahora no ha sufrido la. -Vúlgale el amparo del cielo! más leve enfermedad! -¡Que le proteja la Santísima Madre 1 -8eguridad! no digais sino la for. de Dios! ' tuna ! -i Qué haríamos sin Ojeda aquí 1 -Vive Dios, caballeros! excla.m6 el -Es tan bueno! extremeño; á mí me han dicho, y lo -Tan equitativo con todos! creo, que en el Ca pitan debe de obrar -Yo daría mi vida por él ! algun hechizo. Exclamaron todos los soldados, pues -Ha mucho que lo be oido decir, cada cual amaba y veneraba á Ojeda repuso uno. como á un sér superior, y le profesaban -Lo creo á pié juntillas r añadi6 una admiracion sin límites. Así, él otro. nunca tuvo que reprimir ninguna sub. -Tanto más, repuso el primero, que levacion de sus soldados, y aunque es de todos nosotros el Oapitan ha sido el verdad que los oficiales le tenían en. único que no ha tenido enfermedad, ni vidia, con frecuencia. ellos mismos con­picadura de animal, ni el mús leve fesaban que pocos aventureros peseian contratiempo en su salud desde- que en cualidades más relevantes para el mala hora arribamos aquí. mando, y la ocupacion que babia esco. -No son hechizos ni brujerías lo que gida era la más adecuada para su espí­le protege, dijo uno, sino su devocion ritu bullicioso, inquieto, amante de á la Vírgen y á aquella bendita imágen novedades y de lo desconocido. qtHf carga siempre consigo. En estas y otras conversaciones pa.- -Así será tal vez, conter.tó el extre. saron aquellos hombres la velada, basta meño; y el indio ladino '* que habla que uno á uno fueron retirándose en la lengua de estos bárbaros, me aRegu. busca de su hamaca, tra.tando do ol vi­raba el otro dia que hasta los indios dar en el suefio la triste suerte que le han caído en sospechas de lo invulne. había tocado. ra.ble que es el Oapitan, y ponen el * Así llamaban los españoles ÍL los indios intérprete~. S. A. DEK ( Oontin ua?"CÍ). A HORTENSIA. DI!: la desgmcia las revueltas olas Embravecidas basta ti llegaron, Y en nou1bre de la Patria te a.rranca1·on Amor y porvenir, felicidad. En negra noche- se tornó iu vida, En lágrimas amarga:; tu alegría, Y fuiste desde eutonce, amiga min, La sombra entristecida del dolor. Y es que nunca de lágt·imas la fuente En tu sensible corazon so cstauca, Mauiz:ilcs, Julio de 1879. Ni ol t~em po rudo. á la memoria arranca El recuerdo fatal de tu dolor. Y Loy que has sentido restregar tt herida Al duro frote de escofina sorda, Hoy que el torrenlo de dolor desb,rda Eu tu sen~:~ible y tierno corazon ; IJoy que interrogas los querido~ l·C;:stos, Y á tu inmenso dolor callan somb:íos, Acepta, amiga, los suspiros mios, , Que arranca tu pesar al corazon ! JoAQUlNA CÁno.ENAS. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCE)IAL. 39 LA EDUCACION DE LAS HIJAS DEL PUEBLO. EL 'l'HADA.TO DE IJAR MUJERES EN EL SIGLO XIX. B1WUNDO ARTÍCULO. y datl, pero la que no ha aprendido el oficio desde niiia, la. perezosa. ó poco EN París las mujeres se ocupan en vi va apénas obtiene un miserabilísi. toda. !iUerte de oficios que parecen im. mo salario. propios para el sexo. Así, hay mujeres Pero en lo que se distinguen las albafiiles, tahbarteros, tintoreros, jo- parisienses, segun el libro que nos yeros, relojeros, impresores, fotógrafos, • ocupa, es en el arte de las floristas, y 1 &c., Pero segun el autor del libro que las que trab:~.jatí. y pulen las plumas estudiamos, la mayor parte de las mu. y hacen los objetos de pluma. En estos . jeres trabajadoras que se encuentran oficios ba.y algunas, verdaderas artistas, eu las tiendas y almacenes de totla que ganan basta 10 francos por di1.. especie tle productos (12,000) apéons Otro oficio es este que podría producir ganan con qué subsistir. Sin emuugo, entre nosotros mucho dinero, porque ellas son las que generalmente llevan aunque alguuas señoritas aprenden á las cuentas en las casas de comercio, hacer flor.es entre las clases elevadas de y nuuc¡ue se las ve ataviadas y adorna. la sociedad, nunca llegn.n á trabajar con das coruo señoritas, frecuentemente no la habilidad con que estún fabricadas gannu más de cuatro reales por din, la1: flores europeas, y se puede decir l teu10udo 'IUC vestirse con elegancia, que rara. vez aquellos productos se dan a.limeutarse y pagar alojamiento. al comercio. 1 Las wujeres empleadas en obrns tlo Es preciso advertir que vara trabajar costuu. elegante son en Pa.ris 112,000. bien como florista, os necesario haber La.s motlistns de gusto ganan hasta 7 hecho algunos e<>tudios do botánica y francos ( 1·1 roa.les) diarios. Pero éstas tener un finísimo espíritu de observa. son 1\ftista¡; verdadem.s,que han recibido cion. Esta es, pues, otra industria lu- ¡ desde su primera niñez una. oducncion crativa, que podría procurar su subsis­especial, pue.c; parece que las mujeres toncia entre nosotras á muchas mujeres que no han :-~prendido desde su infancia inteligentes, pero que por faltA de ins. el arte tle la costura. elegante, nlllcgar truccion nunca puet.lcn perfeccionarse. ú mayor edo.d no pueden hacer nada VI quo so parezca á las obras de lu.s odu. CLl.dns en el oficio. Despt.tes t.le estudiar todos los oficios Ah! j qué ohm de caridad se haria en que se emplenu ln.s mujeres, el autor mandando traer algunas de estnsartistn.s del libro que estudiamos hace esta de costura para que enseñaran eso oficio pregunta: ¿por qnú os que eu todas á las uiiia.s de las Escuelas normalel'l, partes del mundo el sa.lario de la mujer que salen al mundo sabiendo á fondo es tan miserable, en comp:\fncion con h geografía y no saben ensartar una el del hombre, en todaq las industri:~.s aguja.! y los oficios? Despues de exponer una Un Rolo estnhlecimiento do modas,· á una la.s opiniones do mucho:. econo- 1 Ln belle.lardi''-iire, emplea 1,500 ruu. mistas europeos, motivos que s6lo pue. jeres, cu otro viven 2,000, cuyo salario den servir en aquellos pahc!'l, dice que l •acila entre 2 y 4 francos por día. todo aquello ser(L verdad, pero la. gran Allí ln. obrera hábil é inteligente gana causa de que el trabajo do la mujer es con qué sostenerse con alguua comoili. siempre peor remunoratlo que el del ---- . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ..J. O LA MU.JER . hombre es LA IGNORANCIA DE LA MU- variada. Es preciso darla. una multitud JER, la falta de educacion. La falta de de nociones y de conocimientos, que educacion cierra el entendimiento á no pueden suplirse con ol instinto y el todo aprendizaje, impide que se ade. afecto. Esposa y madre, la nat1.ualeza la u te y que ~e perfecciono en cua.lq uier la ha destinado pnm que sea ama de oficio;- auemas, pr.sta. eu los últimos casa é institutriz; pero eijta vocacion tiempos en Europa no se br~.bia pensado pide a.prendizaje é instruccion. Sea por en formar escuelas abiertas á las mu. la enseñanza didáctica de la escuela, jeres, en las cuales ellas pudieran sea por la tradicion maquinal de la aprender profesionalmente todos los familia, la mujer tiene mucho que oficios y las artes. Empero, la civili- aprender, mucho que estudiar, para zacion tiende á inventar máquinas por cumplir con su mision : una esposa medio de las cuales una mujer puede activa y una madre prudente. mover pesos que ántes sólo la fuerza. "Este es el objeto que se debe tener podía levantar, y así es que en muchas en mira cuando se trata de la instruc­fúbrica. s, en que ántes sólo se empleaban cion de la mujer. Seria por cierto un hombres, hoy prefierep. el trabajo do espíritu muy pequeño y muy vulgar el las mujeres, ayudadas por mtíquinas que pidiera para lo. in&truccion de la do vapor. Lo que nocesitn. la mujer en mujer solamente la lectura, la escritu. todas partes del mundo es una educa. ra, las cuatro reglas de la aritmética, cion sólido. y útil. Dadle esa educacion la geografía y la. ortografía. No se noe y se moralizarán las poblaciones, se puede ciertamente sospechar de ene. respetará la mujer, porque ella será mistad, ni aun indiferencia por los Ji3na. y respetable, y merced ú los adelantos escolares, pero si se nos pu. oficios lucrativos en que ello.s podrán siera á escoger entre la necesidad de ocuparse, su suerte será tan feliz como instruir á la mujer con todos los cono. 1 es posible en el mundo terrestre. La cimientos que la escuela puede enseña.r 1 verdadero. civilizacion consiste en a u. ne ciencias y artes, y la práctica do las 1 menta¡· el bienestar de touas las clases ciencias caseras, la cocino., la costura, de la sociedad, y en poner eu manos el espíritu de 6rden, la higiene y la del pueblo los medios ele procurnrse educacion moral y material de la in. con desahogo lo necesario p!lm su exis. fancia, ciertamente que no vacilo.ri~:~.. teucia moral y material. mos, puesto que miraríamos ú la mujer Muclta.s preocupaciones imJ)euian que ignorara estas ciencias tan sencillas l•"lstn. ahora. que las mujeres pudieran y tan difíciles al mismo tiempo, como ocup;:.rso de ciertos trabajos que pare. ! mucho más incompleta que aquella ciau exclusivos del sexo fuerte, pero que sin poder leer una línea escrita ni 1 poco á poco esas barreras bt\u cn.ido, y hacer la operacion más elemental de 1 • In mujer tieoo delante de sí un campo aritmética, fuera capaz, sin embargo, 1 vasto en doude ejercer sus ha.bilida:ies, 1 de cumpli~ con sn mision como madre 1 ~i ~e la educa con\'enieotemente. de familia." VII Esto es lo que se llama. tener ol sen. · timiento práctico de la vida y de la. 1 "Así coruo es verdad, dice Leroy- misioo de la. mujer! El autor no niega Beau1iou, que el hombre no vive sola. que la iustruccion científica y literaria mento de pan, este axioma se puede sea buena para. la mujer, pero compren. aplicar más especialmente á la mujer. de que lo que más se pide en h ins. Para lograr su natural desarrollo, para truccion de la humanidad, es que sea llellllr dignamente las múltiples faenas útil, para que cada. miembro de elb que el cielo le ha confiado, es preciso cumpla con la. mision que Dios le ha que la mujer obtenga algo más que un dado en este mundo. 1 saltu·io remunerador. Necesita una Hay escuelas en Inglaterra, nota.. instrucciop, si no extensa, por lo ménos blemente en }fa.uchester (en donde los ,_ - - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. rr-- RE V ~STA Q~ INCEN A~ ~ 1 niños del pueblo, desde su más tierna campos, todo esto lo hacen, aunque mal infancia, están empleados en las !áuri- y sin níngun :l.l·te ¡ poro las nifins que cas) en que se les da una ?;u:dia inB- hemos visto vestidas ir [(r_ clerniiYre, truccion, es uecir, la. mitad de las horas 1 \iOU botines, rebozos de encaje, cintas, del dio. la emplean en el trabajo roa. &c., i cómo podrán dañar sus blkn­nual, aprendiendo a.lgun oficio, y la cas mDnos con oficios vulgares? Ellas otra mitad instruyéndose intelectua.l. , no harún nada 1ítíl en su hogar, y !l'l mente. Parece que ei!te sistema ha mismo tiempo olvidarán la cienCia 1 producido efectos morales asombrosos, inútil que les han enseñado. i Qué t.nnto quo Lord Brougbam dijo que co..mino les queda? El de los críme. equivalía al mayor descubrimiento po- nes, á los cualcc; las llevan su poco sible para el bien de1 pueblo. ¡ respeto por la. Religion y el nin~n En Bélgica hay escuelas en que se miedo á los castigos en la o(¡'(J, VIda, ensofia igualmente por turnos artes puesto que les han ensoñado que en manuales é intelectuales. / stu está toda In existencia humana, y En Ji'ra.r:cíu. hay escuebs gratuitas, en q u o ese Dios, que ellas á veces llegan IM cual~s se en&eñnn oficios vn.rios. l!;u ú nombrar, sí acaso existe, es demasiado casi todas lAS ciudades manufactureras bueno para castigar .... El porvenir de se hau organizado escuelas nocturna.<~, la mujer del pueblo entro nosotros es o~ l:ls cuales se enseña la costura. (¡ la.s espantoso, y el de las nlt~s clase~ lo lllñas, y entretanto les hacen loctnrns 1 mismo, puesto que con semeJantes btJBS y conferencias instructivas y morales. del pueblo sólo se nos aguarda una co- Por todo lo arriba narrado ~e com- mtmcr- como la Je París. prende que la suerte de la. mitad del Sin embargo, repetimos, el remedio género humano, cuando tiene quo trn.. á esta situacion está en gron parte en . Lajn.r po.ra vivir, es sumamente precn. manos de los legisladores y gobernantes. rio. y triste. Con motivo de la falta de "Cuando examinamos, dice Leroy trabajo lucrativo, por la supina ígno- Beuulieu, el estado socio.], causa. sor­rancin en (¡ue so halla. sumida. entro presa notar el lugar {nfimo que ocupa noso~ros b mujer, su situacion mornl la mujer a.ctualmcuto en el m~ndo, es mtl veces peor que en los países u1:'is cuando podio. sor inmenRo.. Hay Ciertas civiliz:J.dos do Europa., á pesar ele In. mu.. funciones á las cuales In naturaleza. fe­yor pobroz:~ que hay allá. i Podrá en- menina. parece predestinado. .. El co­contrarse un sér más degradado que In mercio tieue eu nue:strM soc1edades mujer del pueblo de nue::.tras ciudades una importancia i~ml á la. indu:stria: y nuo troll campos ! Sin nocion alguna ocupa probablemente tnotos espíritus de ruomlida.d, sin ninguna idea ci\'ili- corno la industria empleo. brazos. La zadoru, ignorando ha.sta las nociones 1 mujer os tan inteligente, 6 tal vez rnfis elementales del saber humano... . hasta más intt>ligento tJUO el hombre Estas son las madres y las hertnt\nas do para los negocios. Bien so sabo cuánto las nifins que hoy se educan en laa os- más viva y activa es su imaginacion cuelas públicas, y á esos hogares vol ve- que lo. del hombro, ccSroo se fija y nota rán ellas al terminar lo que hemos con. los hechos al parecer insibrnificantes, &c. venido en llamar instruccíon ó educn.-1 Ln.s mujeres podrían ser empleadas cion. 1 Y e~us niñas qué sabriin? Lo utilísimas con uno. educncion adecuada que se les ba enseñado,- es decir, gm. parn. el caso¡ ademaH, hay empleos mútica, geografía, nociones de moral bUbalternos en las ::Ldnlinistraciones t>in ]i.cligion, canto, calisténica, &c. públícas que podrían estar en manos i Y eso les servirá acaso para ganar su de las mujeres, si se las ensefiarn para el vid :l., para llevar las comodidades y la caso, pero seria preciso eRo &Í desarrollar luz á sus familias. Léjos de eso. Sus y cultiv::Lr sus facultados. Las mujeres, madres saben trabajar, lavan, np1an- que carecen por lo general de espíritu chnn, cocinan, cosen, trabajan en los de invencion, son excelentes emplea. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. G 42 LA MUJER. l . dos, sumisos, ordenados. Pero este.pro-1 hay una imprenta servida exclusiva. 1 greso no podria bn.oorse de un momento mente por mujeres: Vicún··ia pr·css, en á otro, y seria preciso educar á las ni- la. cual se imprimen entre otros dos 1 ffas de~de la infancia con ese objeto, periódicos dedicados al sexo femenino: no solamente dándoles una instruccion L<:ul:y's Magaz·im,e, (Revista de las seño­superficial, sino una tan buena y tan ras) y EngUsh ~uornan's Journa1, parió­profunda como la que se da á los dico de la mujer inglesa.. hombres. Las universidades de Ox.ford, Dublin, Desde el principio del presente siglo Edimburgo, San Petersburgo, Zurich y se empezaron eu Inglaterra á fundar otras han admitido ú las mujeres á los instituciones ¡¡ara dar á las jóvenes 1 grados académicos. En muchas ciudades del pueblo 1nstruccion profesional. de Alemania se han abierto e~>tableci. Pero de 1851 para acá se ha Jado á la mientos especiales para. da.r una edu­mujer igual lugar en las clases, y par. cacion comercial á ]ag mujeres 'igual á ticipan de los medios de instruccion la de los hombres. En 1870 se estable. ofrecidos por el Estado 6. las clases cieron en Leipsick, Hamburgo, Praga, 1 plebeyas. Allí aprende el dibujo, como Viena, Berlín, &c. sociedades de ins- 1 1 arte de ornamentacion, y otras artes truccion y recreacion para las muja­propias para. la enseñanza aplicada á res, " las cuales han fundado escu e. la indlllltria. Dos sociedades recientes las industriales para las hijas dol han abierto un ancho campo á las j pueblo. Allí se enseña especialmente, facultades de la mujer: Society jO?· la costura en todos sus ramos, la fabri­pronwting tJw tr1~1iloyment of educated , cacion de guantes, de cubiertas de women (Sociedad para promover la J cartas, y ademas oficios domésticos. Es. ocupacion de las. mujeres educauas) y tas sociedades se encargan do buscar Society j'O?· p1·onwting the indust1-ial empleo ú las alumnas, y vender sus ernployment of 'WO?nen (Sociedad para obras de mano en un bazar anexo á promov.er la ocupacion industrial de la los establecimientos de educacion. mujer). Estas sociedades se han multi. En ~lunich se ha fundado una Es. plicado en la Gran Bretaña. "Esta1> no cuela de Artes para mujeres. En Leip­son, afíade el autor, súlo sociodades de 1 sic k, otra escuela para enseñarlas el patronato, ellas tienen uu objeto más arte de la. encuadernacion. noble, aspiro.n nada méuos que á le. VIII vantAr la condicion social de la mujer dtlndolo ompl~os industriales." En esta pobre Colombia, en donde Es increíble lo mucho quo han hecho amamos tanto lo que viene de fuera, y estas asociaciones para dar empleos 1 desdeñamos con tanto ahinco cuanto lucrativos á la mujer, abriéndoles in- tenemos de bueno, ipor qué nos empe­dustrias que se pensaba que eran úni. fiamos siempre en traer del extranjero camente dol dominio del hombre. Mer. cuanta idea mo.la y perniciosa encon­ced á la influencia de estas sociedades tramos, y jamas procuramos trasporta.r se enouentrau multitud de mujeres que á nuestro país lo bueno y ben6tico de son pintores de toda clase, grabadores, otras naciones? lit6grafos, &c. Adomas, la aristocracia Sin embargo, en otros países no son ha tratado de influir para que se pre- tan orgullosos como nosotros, y se píen­fiera el servicio femenino al masculino sa en formar trabajadoras y mujeres úti. en las casas y hoteles, en donde se em. les á la. sociedad, en lugar de producir pleaban infinidad de lacayos, los que esas señoritas elegantes, puristas, botú. han sido reemplazados por mujeres. nicas y físicas, que en breve tendremos Las mencionadas sociedades han funda. de cocineras y a planchadoras, merced á do establecimientos de peluquería, en lla gran difusion de las escuelas y de la donde s6lo Re ven mujeres, y á donde educacion científica. que se da a.lll. Pero concurren s6lo mujeres. En L6ndres como on una república democrática, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ---- ---------- ---- ----------- REVISTA QUINCENAL. 43 segun se dice, no debe de haber ¡;ir. Aquí todo proyecto laudable y dign0 vientes ni personas inferiores, no os de la proteccion de la sociedad enc&l•la posible formar sirvientas y trabajado- porque jamas queremos empezar mo­ras con las hijas del pueblo; así, pues, dostam~nte, y el amor á hacer vi~o y á , todas ellas serán damas, pero damas mostrarnos grandes nos impide llevar que no servirán para ser señoras. En- á cabo una buena obra tranquilamente, tretanto procurémos formar escuelas sin núdo y sin llamar demasiado la de Artes y Oficios para las mujeres de atencion. , buena voluntad que quieran aprender Examinaremos en nuestro próximo á trabajar. Sembremos la semilla del artículo las sociedades protectoras del bien en alguna parte. Si el Estado re. trabajo de la mujer en Frauci;l, de la husa hacer este beneficio á su patria, cnal, en este caso, podretx:W>6 tomar ipor qué no podríamos, ex- cátedra, lecciones con mayor provecho. unirnos algunos para fundar una Socie-dad promovedora de la ocupacion in- S. A. DEl S. dustrial de la mujed" (Continua?·á}. -----~-- GALERÍA DE MUJERES VIRTUOSAS Y NOTABLES. ( CONCLUSION). PARTE TERCERA. MUJERES BIENHECHORAS DE LA SOCIEDAD. la autoridad de la palabra y del e.icm­plo, el don de intimidar ú los culpables, de provocar los arrepentimientos y hacer derramar nobles lágrimas. La carrern. de la rica Marr¡uesn no fut! V LA MARQURBA DJ:! BAROL. Cmto ántes hemos dicho, no hay po- ménos edificante comoc.liclaJcs Turin, en 18:35, ella se manifest6 subli­qne ellas no tenia.u, dándolas al mismo m o en sus acciones. " Rin cesar al la- 1 tiempo consejos y diciéndolas que de- do de los enfermos, ol la los ayudaba herían aceptar sus sufrimientos sin que. en sus angustias, los sostenía y conso- 1 jan;o, para. que Dios recompensara sus ll laba. en su agonía, asegurándoles que 1 penas despues. Al principio uo que- no a.ba.udouaria. :í sus familias. EL Go- ~ rian escucharla., pero ella. a.l fin lo.;ró bierno le discernió una. medalla de -- -- - ~ --- - -- - - - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 45 oro, en conmemoracion de su admira. me dejan entrar á las cúrcelos, es pre. ble manejo. Su valor era tanto más ciso trabajar con mtís ahinco para im. meritorio cuanto que tenia una salud pedir que los demas vayan allá contra tan delicada, que á veces se desmaya. su voluntad, enseñándoles á detestar ba durante las visitas que hacia á los el crímen. deRgraciados." No se crea q1.1e estas injusticias de No por estar siempre ocupada de las personas que más deberían de ha­los infelices, la Marquesa abandonaba berle agradecido sus obras, alteraron los cuidauos de su casa, de su marido nunca sus ideas, y jamas, ni por un y de la sociedad. El palacio que habi. momento tuvo el pensamiento de aban. taba en Turin era el centro donde se donar el camino que ella misma se elaboraban todos los proyectos de ca. había trazado. Ella tenia amistades en ridad que despues ponía en planta. todos los partidos políticos, y su casa Pero ella necesitaba alguna persona era el lugar que frecuentaban con más de noble cora.zon y elevados sentimien. gusto los hombres más notables de Ita. tos, que la ayudara en su obra, y des. lía. Allí se di~cutian cuestiones de ú. pues de leer el afamado libro Le míe losofío., de política y de literatura. Pr-igioni de Sil vio Pellico, pensó en "La. marquesa de Barol conserv6 la asociarlo á sus empresas de caridad. 1 más afectuosa amistad con las dos san­Despues de diez años de duro cautive- ~ tas reinas de Piamonte y de N ápoles, rio por motivos políticos, aquel how- dice Imbert de Saint-Amand. Cuando bre babia salido al mundo pobre pero iba á París frecuentaban su casa De lleno de fe, de mansedumbre y de Maistre, Larnartine y Barante, los cua­perdon. Ella j uzg6 que e m digno ele ¡les tenían el mayor gusto eu oírla con. la mision que se babia propuesto, y le versar." Viuda desde 1838 de un hom­ofreció una pensíon de 1,200 francos brg que, como ella, tenia el comzon por año y alojamiento en su palacio. ¡' caritativo y generoso, y como no babia Sil vio Pellico comprendió á su bene. tenido hijos dedicó enteramente su for­factora, y desde 1832 hasta 1854, en 1 tuna al alivio de los desgraciados. que murió, si ampre la ayudó en sus .. A 1 fin las enfermedades la riudic. faenas benéficas y empresas de beue. ron de tal suerte que no pmlo Yoher ficencia. Cuando le faltó este apoyo, y á levantarse de la cama. li pesar de su avanzada edad, la señora -Es preciso tener paciencia, decia BMol continuó haciendo el bien sin siempre llena do valor físico y moral; desmayar. N aturalmento fué rccom. cou tal que bagamos la voluntad tlc pensada con la más negra ingratitud. Dios, no importa que estemos horizon­Dura. nte la revolucion eu Italia, en talmente en nuestra. cauta ó pcrpondi­Hl48, lograron los tumultuarios que el cularmente sobre nuestros piés. pueblo so levantara contra sn benefac- A la. edad de 78 años, y sin poderse tora, y vociferando mil absurdas caluro. mover de su locho de dolor, logró, ú. po­nías, amenazara incendiar los osta. sar de todo, fundar una iglesia en Tu. blecimientos de caridnd que ella babia rin, y ésta fué su última obra . .Murió fundado. Una turba rodeaba su pala. el 21 de Enero de 18G4. cío: aconsejáronla que abandonara la "Su testamento, dice su biógrafo, ciudad. es verdaderamente uua obra maestm. -No haré tal, contestaba; no pue. Creó una especie ue cO?rLitt!, bajo el do llevarme á mis quinientos protegi. nombre de Ope'ra pia Ba?'Olo (obras dos, y yo tengo que quedarme con ellos pías de Ba.rol) que es su legatario uní­porque soy su madre. versa l, su ejecutor testamentario per. La prohibieron las autoridades que mauente y la 1·epresentacion perpélua ' 1 visitase las prisiones. de su voluntad, que centraliza y dirige 1 -Qué se ha c.lo hacer, dijo, - frc- todas las instituciones caritativas quo cuentan.; más los a¡,ilos; -ya. que no hnbia fundado. LaG casas de Refugio, las •roMQ 11 . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 4G LA MUJER. -l escuelas, la.~ salas de asilo, lt>s hospita- metidas por otras mujeres es la lectura les y las Congregaciones creadas por más provechosa, porque el bien es taro- ~¡ ella le han sobrevivido. El Comité di- bien contagioso como el mal; y, como 1 rector tiene su asil.}nto en el hotel de tantas veces lo hemos repetido, todas Ba.rol, y sobre la portnda de aquel pa- podemos hacer algo en favor del pro- ~ lacio la monici palidad de Turin ha greso del bien en el mundo; unas poco, hecho grabar una in!lcripcion que dice otras mucho, pero que cada cual exa-¡ allí vivió largo tiempo Sil vio Pellico." mine sus facultades y sus recun;os, y de " Honor á las mujeres que, como la seguro no habrá una,. sola mujer que Marquesa de Barol y Hermana Rosalía, con toda conciencia pueda decir : " yo (añade su biógrafo) han tt·ansitado á la soy impotente para aliviar á mis prÓ­cabeza de aquella santa falange. Honor jimos." .A.delante, pues, marchemos sin á las heroínas de la Caridad, que han desmayar por el camino del bien, si­f\ mdado su glJ>ria. en ser las sirvientas guiando las huellas, ya de una Rosa de los pobres, las compañeras de los Ferrucchi, ya de una Errgenia de Gua­enfermos y el consuelo de los afligidos! riu, de madama Swetcbine, de Herma: Despues de muertas todavía son bien. na Rosalía, de las madres Seton, Barat hepboras por el recuerdo, y las alma-~; y Duchesne, y autl no dejará de babor generosas, al estudiar la vida ele estas algunas que en pequeña escala podrán mujeres venerables, procurarán seguir imitar ú la marquesa. de Barol. sus huellas y perpetuar sus virtudes .. , La relacion de las obras buenas aco. S. A. DE S. BENEFICENCIA PUBLICA EN BOGOTA. 1 ¿ Qni én trajo la enfermedad al N u c. vo H.eino de Granada 1 Viuo sin duda 1 'l'r:NE:.\fOS á la vista ol informe que con los conquistadores, y cut re otras 1 el señor Presidente de la Junta gene- enfermedades, <.lesconocidas en Amé. ral de Beneficencia ha presentado al rica, importaron el l:ízaro, siendo Gobernador del E!:itado. una do sus primeras víctimas, y tal l 1 La ruujer ha sido en todos tiempos b vez la prhnera, el t •onqHistatlor Gon. que se ha. ocupado COIJ mayor celo y ¡za.lo .JiJUéuez de QuosaJa, que murió n.bnegacion de toda obra pía en la cual de esa enfermedad; castigo, dijeron 1 se procura aliviar el iufortunio. As•,¡ eutónces, por Ja.s crueldades que ejer- 1 el primer lazareto formRl funda<.lo en ci6 con los míseros indígeua~; y tn.w. 1 España lo fué por órdeo do JsaiJel Lt bien c·on sus compatriotas. Católica. al principiar el siglo XVJ, y 1 N ueslro Lazareto de Agua de Dios úntP'I eJe eso los ·lazarinos vivían aishl- ha sido objeto eu los pasados años do dos y desamparados; oo se¡,ruiua la sl }a particular a.tencion del p1íblico, tao- ' 1 mujeres se hn.n mu.oifc..,tado siempre, to porque aquella enfermedad es la • hasta el di a, las ruás misericordiosas con m!Í!; csp..'\U tosa de las conocidas, cuanto 1 el desgraciado á quien Dios ha permi. ponjne se asegura que se ha. multipli­tido que se aflija con ose espantoso cado ruucbo últimamente. !mal. Bien sabido es que los colectando una suma en BOgotá para y á su corazon : i por ventura dl'scan la construccion u · Jltras que ISO sin el concurso de las Hermanas de la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~~-48 - LA MUJER. ~d, no hay estabiccimicnlo de Be- c:xiste_n_h_o_y_mtís do 60 Establccimien­nefi. ceucia que alcance su relativa per- tos de esta clase." feccion. El estímulo del honor, el sen- j Esto prueba que entre nosotros los timiento que nos impulsa ú aliviar á niños expósitos son los mejor educa.. 1 j nuestros semejantes que padecen, el l do;, los m(~ útiles á la. sociedad y los dinero, &c., no son fuerzas comparables ménos expuestos tí los peligros de todos 1 á las qne tienen la8 1·eligio~ws para llos educandos de los establecimientos 1 ejercer la caridad." Sentimo!! que hu-I ptíblicos. Allí ensefian á los nifios toda . hiera. tenido la debilidad de poner la.~ especie de obras de mano y fabricacion 1 rrl!igi(mes en Jugar do la Religion de lde encaje!!, el arte del lavado y aplan­Cristo, que seria la verdad; pero, en fin, chado, arte culinario, &c. Es decir, que bástanos por ahora que confiese que allí se forman sirvientas que saben su si u las Hermanas de ln Caridnd, es oficio, y ofrecen garantías de moralidad, decir, la Religion Cat61ica personifica- porque han sido educadas cristiana­da, no es posible que los Estableciroien- mente, no para. adorno de la sociedad tos de Beneficencia prosperen. sino par el bien do ella. El Hospital de San .Juan de Dios, IV dice el informante, "ha sido favoreci-do do una manera especial por la en- Los Asilos de Indigentes son los Es­ridad ptíblica. La generosa. cuanto des- ta.blecimientos do beneficencia pública grn.ci:uln. seüora Sofía. S. Jo :::)annicuto que más dejan quo desear por las po­costeó la sala para nifios enfermos, quísimns rentas de que goz.'l.n en esta que al tiempo de su lamentable falle- cíudad. El local que sirve para los cimiento estaba casi concluida. El cos. euagenados está, segun el informante, to Je ella alcanza hasta hoy á una suma en el estado más triste, y esto cuando mayor de$ 3,200." el número de los locos aumenta cada La seüorn. .Mausfield (b. esposa del clia, por causa no solamente de las seiior Ministro inglés) ha reunido una bebidas alcohólicas (como dice el sefior suma c.le m(IS c.le S 2,000 para la cons. Presidente de In Junta) sino tambion truccion ele otra sala. para niüos. En ¡ por la miseria é inmoralidad creciente poco más de un año se ha recibido Je de esta poblncion, la que, ú medida que la caridad pt~blica como $ A,OuO en do- se aleja. de Dios, su espíritu cae en las naciones y limmmas, suma muy crecida 1 tinieblas de 1a desesperacion, que en cuando se piensa en ]a pobreza de bs los tiempos modernos es una de las ca u­gentes llamadas aCO?twdaclas en Bogo. sa.CJ do en:t.genacion mental. tá, del estancamiento del comercio y 1 Sobre todo, el Asilo de mujeres do la gonoml miseria de esta capital. ~ está en el peor estado posible, y el III número de enfermas, locas y desam­paradas es inmenso pnra la poblacion, El Hospicio, á cargo de 12 Herma- Uonocemos por io ménos á una infeliz nas de l:t. C'ariclnd, marcha tan satisfac- enagonada., aunque no furiosa, presa de toriamento como es posible con lns po- horribles enfermedades, que vaga por qnisimM rentas que posee. esas calles de Dios sin amparo, persc. Este es un establecimiento modelo, guida por la rechifla de los crueles en donde "el niüo, dice el señor Presi- , muchachos que se complacen en atar­dento do la .Junta, recibido en la pri- mentarln, y maltratada por otras des­mera infancia, alimentado y educado 1 graciadas que la buscan para arrancarla en comunidad, sale á los doce años ini-. del cuerpo los miserables harapos con ciado cuando ménos en el conocimiento 1 que trata de cubrir su desnudez. A ve­de algun arte ú otiqio que le n.segure ces se In. encuentra ensangrentada y su subsistencia en lo porvenir. Esto f contusa, llorando á voz en cuello á método es el adoptado en Europa para múdia noche, por las ca1les, amenazada los nifios expósitos, y sólo en Francia de muerte, sin que nadie se atreva tí Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l R E V I S T A Q U I N C E N A L . 49 ampararla. en ~u casa porque el mal ! males inseparables do la humana con. 1 olor que despide su cnerpo no permite dicion. que se la ton era. dentro de las casas ¡Y "El ideal hermoso y verdadero de sin embnrgo, e-no se ha podiuo conseguir las virtudes morales consistirá algun 1 que la J nota de Beneficencia se con. di a. en proclamar que toda mujer nace duela de esta desgraciada, bajo pretox. Hermana de la Caridad, y .que t.odo to de que no estn furiosa.~ ..... Esta es hombre debe ser padre de qmen qu¡era. por cierto una irrision, y deheriao lle. que quede huérfano. " var1a sea nl hospital, si su enfermedad Por nuestra parto, y en nombre de la ¡lo demanda así, á la casa de locos, pues. ¡ )lUJER COLO:UBLDU, damos las gracias to que estú demente, 6 al asilo de m u. ñ los buenos samaritanos y samaritanas jeras indicrentes si no adolece sino de que se ocupan en cuidar del desgracia. pereza. n: todas maneras se debo po. do, y elevamos fervientes votos al cielo ner término á este escándalo perma. para que Dios inspiro IÍ la Junta general nente, vcrgouzoso, en una ciudad ci. de Beneficencia por el mejor camino, y vilizada. quo logre ensanchar todos sus proyec. "Al fin parece, dice el informante tos de humanidad. al concluir, quo por todos se empiezo. ú S. A. DE S. compremlor que es un deber social sério, ol aligerar Jas desgracin.s y los Bogotá, 9 do Octubre de 1870. ANALES DE UN PASEO. DTA. C"U.AH.TO. ( OON'l'INU ACION). Su rnnd1·o lo. miró: estaba muy pálida In cnantos pretendieron gnlo.ntca.rlo., de. pero trnuqnila. mosb"IUldo marcada avcrsiou al matrimo· Fué imposihlo dololegar su voluntat.l. uio. !'ero todavía no ho concluido mi Rehuscj pereuhn·iameutc Yoh·er á verlo. cuento. Posaron ~omnuns : la familia, que hnhi:1 Al cabo de cinco o.iios, YiYicndo Paulina. visto nqnel onlncc con gusto, se manifest() en 1\lompox con su faruilin, rocibió una muy dis~ustndu; pero ni las súplic.'\8 ni carta de su antiguo pretendiente en la que razones do su madre, de sus hermano~, y del lo decia que jama:; hnhitl podido olvidarla, mismo Leon, ya reconciliado con Uufino, quo su amor era sie1npro el mismo y le su. , pudieron mudar su dotorminacion. plicnba humildomcnto quo aceptara su 1 No queria sor dcsgracinda, decin: babia mano. ¿Qué piensan ustodos quo debia comprendido que undio podia sor feliz ou de haber hecho? la intimidad de un hombre de carácter tan -No só, dijo Alicia, si no os consultar duro. Si cuando la amaba con pn.<¡ion no su cornzon. babia querido atender á una súplicm suyn, -El perdon de lo pasado, observó, racional y justa, ¿qué se le esperaba para Máximo, era la mejor acoiou y la más ¡' despue.; del matrimonio? Un hombre como noble. aquéllo faltaría al rospeto con facilidad, -IIé aqní lo quo hizo, continuó Adria· Y no so re.iolvil\ á ponerse en el caso de ul\: leyó la cartÓlo <]ltiso no exponen;e IÍ lahrnr la dc.~grncin do su vida, pas¡¡ndola al lado do un hom­ltl'< l incapaz de dominat· lO!J arrnur¡ue!l do ~u mal géuio. -¿l'eu81lba olla acaso, replicó 1\Iñximo, que se encuentran en t~l mundo súros per­fectos, y creía que el homlu·o JliU-n ca.-.arso debe sedo nh,olutameute '! La re.alidnd es qno lo, honlhrcs se hallan expuestos, :.in quererlo, :i quebrantar lns reglas du manso­dmnlllo irupuc... . tas por lt\ sociodBd, y mti, francos <¡no ustodo.;, no siempre podemos disimular uucstrru> imprcsiouos. -'l'ioue m;t.ed rnzoo, repuso Adrinun con ironí11. Desh'l·aciada do la que cifm su dicha y funda sus ospcran:t.as eu los scu­limiontos de ustedes, siou1pro co1ol•atidos por vientos contrarios! -Pero, vuh·ieudo d Paulina, dijo "\li­cia, si ella no apreciaha á Hufino, no creo c¡ue podria amarle; y c·roo qno en esto éStá ln oquh oeacion de ustedes: su nmor huho de morir al faltar su estimacion : porque el nmor es casi un culto fundado cu el alt(} aprecio de quiou lo in pirn. -Aunque parezca una profauncion, aiíndic~ Alnximo, comparar el nmor rl Dio~ ()011 el do lBs criaturas, croo <¡no (:sto tiene lns ¡ui11rons condiciones. Escribo San ~'rnu­cisco d~ Sales, hablando del nruor que debemos tenerlo á Dios, ele esta numorn : '' Discurriendo Platon del amor, dijo que era poLre y nndmjoso, d06nudo, dcs­•} ll.}so, cautivo, sin hogar ni cnsa,durmien­clo al sereno ,..obro el duro suelo, 'i,·ieudo oomo un mendigo puesto á 1:\s ~ucrtas de lus casa~, porque el que uuta OlltiÍ sin cesar pendiente de las miradas y pnlnbm~ de Ir\ persona amada. Y, en fiu, su de tino es vh·ir ~;iem¡Jl·e eu la indigencia." ¡,Quti los ¡>nroco esta definiciou? -Xo p1)nl!l\ba yo, cont&tó Pepit..'l, que paro ;;cutir amor se nccc:.itarau tantos ro­quit> ito.:> y fuera tan dificil! Todo!! pcrman<>cicrou callado;¡ durante algunos momentos. La noche ¡;e hBCin á cada. instAnte uuís oscura; se oian truenos IÍ lo léjos, que so fueron ncorcando nHÍll y más, hn!>ta. que so formó una tormentn ~;obre la hacieudn, ohlig11ndo á. los do la tertulia á rdugiarso en el interior de la.~. - I>IA QriN'I'O. t 4·o~h r11l • n' 1 H :JU nhnt lo. nmé8 f 1Me., m11le ~llo relevcle..omoo fort..,._ I~st.'\ba ya muy a van?.nda la n1aiíaua cuando In carnvnua emprendió marcha á caballo con diroccion al camino real, pnrn tomar dcspnes una vin poco frecuentadtL hasta una hnoicndn 'ociua, en que, á ins­tancias del primo Barlolomé, Alicia habin coa~entido en pasar el día, por variar de &eenn y hallar di~;trnccioucs nueva~. Desp.uor< de Lajar el empinado camino que conduce ha h la Cll»>l delwayordoruo, don Grogorio pidie pwso de pié rcpeu­tinumeutc, asustando el caballo de :Máxi­mo, que em un brioso potro, do tal mauom que dió un sallo literal hn·:i..:udole p01dor los estrihos, pero los recupo.:1·ó 011 ul neto, obligando en seguida nl noimal á •¡uo so acerca o al objeto d" su totuor. Alioin al vor el 1•cligro do Múxirno, palidociv y dejó oscapar un al.ogado gri­to; n1ovimicuto que sólo Pcpitn notó, ad­mirúndose de o.quel terror de IIU horwaull, pues In mao.;tríu. do Mríxiwo on eqnitacion om biou couocidn y no habia por quó ima­ginar que tan hueu jinete corriera poli gro alguno. Igumnha cpte cuanrlo ¡;o amt\ do véras todo peligro asusta, no tnuto por su magnitud, cuanto porc1uo t>ugiero Jn idea de la posiLilid,ul do perder el objeto anudo. Al apo1:itnnrse Máximo, el boruhrc so quitó el somhnwo '5 lo pidió uun limo na con cicrt' diguid.td cpto contm::.laLa con los harapos quo 'e tia y Ht pelaje '>licio y desgrciuulo. Al poner Máximo una mono­da en la copa del llOill'Lroro del weudigo, 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 51 q~ lo miraba apoyado sobre un grueso 1 del ext;anjero pregunté por él y me in­bordan, sus ojos se encontraron, y dando formaron cuáles habían sido su vida y una. voz exclamó con espanto: ' milagros. Con todo esto no puedo olvidar -Lucio i\Iontalvo! 1 que en mejores tiempos ese miserable -Máximo Aranda! mendigo fué mi amigo íntimo, y que en ¡;u Gritó el otro, y poniéndose el sombrero compañía pasó las horas más alegres de sin cuidarse del real que cayó al suelo, el mi vida estudiantil. Compañeros insepa­mendigo le vulvió la espalda y huyó rabies forjábamos mil proyectos pa1·a lo avergonzado. porvenil', que se le mostraba risueño, pues Máximo picó su caballo como para dar- aunque ocioso y poco instn1ido, el pobre le alcance, pero reflexionando que aqnell.> Lúcio era poeta, y no de los adocenados, á seria muy penoso para el otro, lo detuvo, y 1 juzgat· por algunas composiciones suyas volviéndose hácia sus comp. aiiems: 1 qne aún conservo. ¡ Quó leccioo la que -Quién lo creyera l dijo. Sepan nste- ofrece su historia! Propóngome buscarlo des que el pordiosero que han visto fué ¡ lllañana para procurar sacarle po1· algnn un distinguido jóven, el condiscípulo que medio de esa vida ignominiosa. más quise y el confidente de todos mis ¡ -De quién Lablau·? preguntó don Gro­pensamientos en mi primera jnveutud. gorio, que se babia acercado á los ínter- -¿ Y cómo se encuentra en semejante locutores. situacion'? -De aquel desgt·aciado Lúcio Montal- -Los vicios! Sin embargo, jamas pensé 1 Yo, :.\ quien usted conoce y que acabo de que hubiese llegado á tal grado de miseria. ver por aqní mendigando. ll:ra hijo de padres trabajadores, de me- ¡ -¿Y dice usted que piensa hablar diano pasar, pero honrados; Lúcio ora nu , con él'? estudiante pulcro, elegante y bien parecí- -Intento proonrar influir en su ánimo do, de alegre génio, complaciente y ama- do manera quo se reforme, pl·oporciontin­ble, débil, perezoso y mns disimulado qno dole los medios do ganar la vida houm­fmnco, lo que no impidió que yo le co- l damente. brara cariño desde que le couocf y traté 1 -'Mnchos han tratado de hacerlo, pero en el Colegio de Santo 'l'omas, ligándonos este es ya un hombro ¡1erdido : tiene oll 1 una estrechísima amistad. Sus padres cini~rno de decir que la vida de pordiosero l querían qne so graduase de doctor, poro es la que profiere, y no ha sido posible no pudo alcanzado á causa de su flojedad ti!lCarlo de su abyeccion '·olnntarin. en el estudio y su escaso talento: así fué -Poro, dijo Alicia, qui~á. no esté tan que lo reprobaron Yarias veces. hasta que, j degradado como parece : ¿no lo vimos humillado con tan mal éxito, regresó 1t sn bu ir a Yorgonzado al reconocer en Máximo provincia sin profosion uiugnna y miran- su antiguo condiscípulo"? do con tedio el trabajo. Como orn de os- -Casualidad ! l!:btaba en su juicio hoy, pcrarse, no vaciló eu tomar parte en ol seguramente po1· no haber tenido con qué primer alzamiento quo tuvo lngar en su olllhriagarso. Adomos, saho llue he prohi­Estndo, y ClitA prof~iou le cuadró :í. las bido q u o lo acojan ou lu hacioutla, y tal vez !los mil m;\ravillas. En los caruparuontos j huyó temiendo q11e yo lo maudara arrojar aprendió todos los vicios y se avino con do a1uí. ellos perfectamente, y cuando sus padr& lHiéntras conversaban de est.a mnnera 1 murieron, llenos do dolor al ver frustradas babiau emprendido uuovawonte marcha ¡ todaH las &pemnzas quo habían puesto en alojándoae do aquellos lugares. 1 Lúcio, ya era ésto uu hombre despreciable J~l mendigo, entre tanto que so babia y wal recibido en toda casa honrada. l ocultado detrns de uua cerca en las inme­Viúndose }•roscrito por la buena sociedad, ' diaciones, salió de su escondite, y limpiñn­siu hogar lli dinero, se ent.regó completa- dose el sudor, que corría por su frente, mento 1Í. la degrndacion, llegando l1asta el con llliU punta do su andrajosa ruana, se 1 último grado, como ustedes lo han visto. ¡ enca!llinó al sitio en que había dejado caer 1 -;,Y desde cu!lndo no le voía usted·? el real regalado por Máximo; hallándolo 1 -Dasdc que nos separamos ou Hogolá., en el suelo lu rocugió oon avidez, y á poco Henos dr; vtda, salud y esperanzas, á las 1 rato entmba. á. una venta, no léjos de l • pucrtns del Colegio, lo. víspera do su par- aquel sitio, y pidioodo una botolla de tida, de te;rcso (t su hogar. A mi •.ruclta aguardiente salió ucarioiándola, escogió 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA ~IUJER. un lugar sombrío bajo el alar do la crum, y trecho en trecho por umbríos ::~otos coro­empezó á beoor á boca de jnrro, npurando puestos de altns y erguidas pnlmas, las largoa tragos con delicia. 1 que casi siempre ct·ecen do dos en dos al -Gracias, 1\táximo, pensaba, si tu t·e- lado de los yuúcimu• frondo:;m; y cuhictlo:. pectina presencia m o ca11SÓ pnsajera ver- de parásitas; y tnrubien por hertoo.,os güeuza, en cambio tu limosna me propor- C{l«c/ws, cciba. y cámbulos, los quo, ya for­ciona un rato delicioso ; desdo ayer no 1 mando grupos apiñados ó do uno á uno, prubaba licor! Vaya, que Máximo no ha embellecían y nmenizaban ol paisaje. No envejecido, wiúutras que yo ! .. .. .. Quién léjos de ellos, á la dereohn, t.o notaba la hubiera dicho que ese gallardo caballero y mancha verde y sinuotSa cnbierta de frou­yo fu imos iguales y amigos ...... y si ri-.a- dosa vegetacion, quo marcaba el cut'liO del 1&; alguna vez, era yo el preforido por las rio, y en la opuesta falda del corro, en mujeres! medio do nnmoroso::~ y variados árboloa l'ara nhognr lns importanas memorias frutales, brillaban los pajizos techos do que le ASaltaban, en breve rato se tomó 1 humildes choza:;. LimitnLau el horizonte 1¡ todo el licor, quedt¡udoso profundamente uuo y otro lado altos corros cul.Jíorto::~ on dormido bajo ol alar dol vontot'l·illo. parto de espeso monte, y eu parto mos- IIaLieudo dejado nuestros viajeros el trando las detmndas rocas dispuestas on camino real á la derecha, tomaron por anchas estratificaciones. una vereda. q u o oorlaba varias dehesas poblada¡¡ de gauados, ó interrurupidlls de (Conti,luaní). REVISTA DE EUROPA. Poco ó nada. interesante nos ha traido el te~>, las que adornan los vestidos tlo este gú-paHado paquete do Buropn. ncro con cintas y cltorrtras tlo cu<·aje~~,Kioudo LoHgobiornos unropcos viven siempre alar- el llamado do chip,·c y el bretun el ruús matlm'l, sea con temores de ~uorra con las po- usado. 1 tencia~; vecinas, st•a c<~rcoJnic.los por la cs¡tan- 1-a:; mujeres altaa y dol~adaa profieren la tulla lepra del socialismo, del cual nosotros f'?r'!u' pri111era Y latS pcquciia11 Y ¡;onb11 la.'! hemos tenido úhimnmt·ntu uu cnHavo un Hu- tumcas y cbaq!l~taK cuu cl~alecu do ut~o co­e1, rarn::m¡.;a. ¡,s los lallus, cncnhr_cn t·l vt•s­Rino pvrc¡uo "om' preciso ncnlmr ~on esa gen~ tJdo mal aJUstado y !_\don~an el h,tcn hecho. to fnnnticll." Los crímenoo y n.sosinatotl 00_ "So von en esto t~nu (thco 111 lontlcs,, du metidos últirnamoulo por loll italianos son Marly) muchos \'clllHlos o~cnrlatas, poro do iuCI\Iculabll•s, uico .Bl 'l'imes do! 8 de .\gosto. seguro esta moda .no tlumm ; " las quu. lot1 TemcroKOs los ah!matlCII do una guerra llevan \18~!' el traJe, ~1 soln.bn~ro, .los, '.'o~t~ICI! con Francia hnn iuvonlado m1 nuevo si¡¡torna y la sombnlln dol mtRm~ color, ) p H c•~rto do toll-¡.¡rafoR subturr:lnooll, pnrn. comunica1•110 q~e no debo sor un vc:~tulo ugrath\blo n b con las provindaa que arrancó ,¡ Francia, lol! VJst,a. . 1 que 110 pueden cortnrso por ¡011 rovolncionn- J:l color! ele grotlcll:t, rH tl~·ctr, o! rosado dos, NIHil caso extremo. 'l'ambicn 60 han en- cast so~fenno, 011 un~y u~;ado pum atlom:u friado ln.s rcl:wionoa do Alomauia con Rusia l~s lJ·aJCS du ~crtulm porqno He ve. muy y la primera ha lllandado const1·uir nuevas lncn. de noche. ~~~ l!an l~cch(l ~u ~~~~·In ~wrtas forto.lczas en }¡\ fron!t~ra. blusas anchas, en tuuua do c~\llllM tic hom- Du rcsto nada du pal'ticular ha ocurrido brc, apretad
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La Mujer - N. 26

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La Mujer - N. 29

Por: | Fecha: 01/12/1879

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LUZ Y 1"1•1 J>AX FUEHZA LA MUJER, REVISTA QUINCENAL I:XCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS, SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER. N.0 2!!. }- LÚ~ES, IHlle ocultaba Entro ésta.r; citaremos á J>oRCI.\, In alguu grnve secreto, el cunl 1w le r¡uc. cspo a del famoso Bruto, mntnJor .Jc ria. revelar porque temía que ella fo~e Cesar. Por su car:ícter digno y horóico demasiado pusil:íuime, y t•atn.tin de hasta lrL exngeracion, los historiacloroR impedirle que llen~ora tí cabo sus pro­la elogian, así' como por su entereza y yl!ctos si eran peligrosos. Como mujer grnuues Clmlidades. prudente y discreta uo fastidió :~ Ht 1 Porcia em. hija Jo Caton y primn llilarido con preguntas y rcciiwinncio. hcrm¡~onn. y esposa Jol segunJo llruto, u es, sino resolvió proh:nlc que sns fuer. que registra la historia romana. Este z<~ físicas ernn tan hcrúi<:as como las 'l'OMO III. IJ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 102 .MUJ~R._ _ 1 morales. Así, UD dia, estaurlo al lado --;~i la debilidad rle su or!!;ani?.aciou de Bruto, tomó un puñal, y disitJtnlaJn.. fome ni nn no la pcrrui te acometer IJa­rnente EiC hizo ttun. heridn. tan profnnda, zaiia<: propias S1~lo de los homlncs, para 1 'tno empezó á correr la sangro :í t orron- el Líen de su pat 1 ia, 1S :l.'ieguro 'lile tes; r:lln. se dcsmo.yt'í, siu dar por eso nrulic la. nvcntaj1~ en cncrgí:~. moral y el menor quejido ni scñn.l alguna tlo firmeza do nhn:\. sufrimiento. _\larmaclo b\1 e~poso, c-orri,) Cu:mdo Porcia t nvo uot icia do h á sosteuerla, y cuando logní voh orla o u muerte do su uspo.o, duspucs de hn.Lcr sí, la pros._,fllDtÓ qué teuia. Ella entúuces, sido , cucido en lns lhunms maccclúui­sonriondo, le mostró la herida y tlijo: c.~, .,o HL'lUifcsttÍ tnn triste y afligirla, -Bruto, soy hija de Catou. l-'i yo que sus :uuigos, tl•micndo que se 't"i­viue á vi' ir á tn eMa u o fu,< en en. !ida,) tara la vida, no la dejaban un momento do oscl:wn. sino en l1\ de esposa: una -"Ol:> ~in embargo, ella supo cugaiiar. esposa doho p<'uticipar de hs pcnns Jc¡los, y un dia, cnn111lo notó que no.dic In lsnmnrido. Hast~tahoranohabiateuido miraba, a11nqne el apo!;cnto e~taba ninguna queja de tí, pero hoy ndi,·ino jlleuo de gen ti', M' incliucttioLrc el bm­quo mo ocultas un ~;ocrcto, porque no s~ro que tenia al lado, y tomando al- ; piou~~~ rpto soy capaz de prndt'll('ia "UIH\1> bra.. s as encendidas en las manos, suficiente y do entereza de· :ínimo, • por ~o bs echó ií In l•ora, y ccrr.índoln c11 eso he querido !'oportar, siu uxlml:u :-egnidn, en broH~s tllonccutos tnuri•) UD:\ queja, un dolor iutcw•o pam pro. r1uemada y r.ofocndu T'or el catl1oH b:nto tui fortAleza. Bruto, uua lmcua cantlculc c¡uo le c¡uÍIAÍ la tcspiraciou, y cducacion, y el trato con !!entes vi rtno- esto~¡ n 1m Lo1fO tno\ ido ni (¡uejado. sus, eleva el espíritu feuuu:t o y forlllan ¡Qué mujer tan uhlime huhicrn.~:>ido \10 enrtícter varonil.. :\o en \ano so osta si la l11:t. del I~Hu•gclio la lmhiem os hija do <::~ton y lUllJOr do Hmto! ilmuiuatlu, cuu·iiiiudola •tilO hay rn:Í<; f;orprcndido y admirado el ronspi- mlor ou rc!;ignarsu á los clcr:rntos ele la raclo r con aquella. accion de Sil es posa, Pro\ id~ucia, q11u e u Ln~ga r~t! 1Í la desc•s. levant'í los ojos al l'ido y pidió ~ los pornciou haslt' 1·so punto do heroi~u•o dioses q11e le dieran Sllficiento p:.trio- loco y tahuiuall tililliO y fortaleza pnm routiuun1 por Esas~~~~~~~ la.<; almeln!H]o In "lU:Lrlil es el cn.mmo que bO hahia tt.tzaolo, y 1wr ('ristianaQ, y 111 val(lr uxtraordinario do digno do uue. cou•orto como l'ordn. t­pos( l mi,~utras que Jo f111Í posihle ha- 1 l'tnlo, y Bruto decía. do ella : XV Ho111a Cll ll.l¡ttúlln lofJOCIJ. Jmbia llcg~ulo al mayM nugc do ¡•odcrío,) ora Juoíi11 do lodo el wundo ui,ili:t.ado en tJ u tiempo. ( lobt•ru;, ha 110 solncum.to ol•1 u 1 ~unten~ H !lh: tv,(oul .\ll'diterráut•O con ~~~isla } (Ont<>ruos, lt:,iplo, ('.lr- 1a6o E 1 ~u l, l.l U di' ho) Fra uia), lu ¿o ta del \drl.&tico, .Macedouin, l:H' ia, torio el Asia Menor, •lcs:lo el mar Mcrlite1r.n co hasta. el mar(' (JÍO, i!l tmbm. , t:, r;irw c¡uo guer cah.l coutm lo B~t: loucs (hoy los ingleses), los Clenn:ml), y proc111nha pc-U{)t1.u b:bta la du mnhm·ad u m dul Hio .• J:uuas ~e ha visto 1111 1111¡uuiv tuús podtrosv, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. \ REVISTA QUINCENAL. 103 ni el de Alejandro en la a.nticruodad, lde cosas qne renueva y purifica esa ni el del modcrnoAlejandro,Na 0 poleon, a.tm6sfera cargada de roia~mas dele+é. en los tiempos modernos. reos. Continuamente se reproducen los lEl orgullo ele los romanos no tenia mismos efectos, producidos pGr las mis. Hllllites, y el título de Ciudadano Ro- roas causas, en la bü:toria de lo pueblos. mano era muclto mús grande que el de Leyes inmutables de la Pro idencia Re y de una nacion cualquiera. son éstas, que sierupre encontramos en ''Pero dura.nte los últimos afíos de la nuestro camino, y sin embargo a hu­Re: pública, dice Scbmitz, no se babia manidad os t&n ciega, que siempre on­cuí dado a.bsolutamente de guardar el ' tinúa por In misma via, y jamas se órdlen dentro c.Jo la. ciudarl: las leyes aprovecha de los ejemplos que le dau que había sobre esto particular eran las historias de todos los pueblos de la vio ladas diariamente, sin temor ni tierra. Desgraciadamente tal parece ese rúpnlo; se cometían crímenes de como si nuestra civilizacion actual tod:a especie, ú toda hora y hasta en la atravesara una cr\sis corno aquella. mitad del dia, con una audacia tal, que i Qué será de nuestros hijos y nietos se uoroprendia que ya nadie se acordaba dontro de algunos años? i Qué resultará de bs leyes .... " de estas revoluciones que actualmente Cuando un país llegn. á este estado revnel ven el mundo, y que nosotros de putrcfaocion, es preciso que un presenciamos sin comprenderlo? Sólo gra.n, cata.cl i1sm o venga á revol vorlo) y el Sefíor del cielo podrio. contestarnos ... ent.onc.es de seno de ose mismo caos Dios vuelve á crear un nuevo órde~ (C01ttinum·ú). S. A. DE S. LA TARDE. i'\fOitF.51'A OÍ08a del final del dia, Tnt·de consoladora, amiga grata, 'l'ieude el volo de pinta Por lG llanura inmóvil y somhrít\, Qo11 ya ol soberbio sol en su agonía ll~;.nde eu el mar la hento de e:scarlato.. ¡ Qué murmullo tan suave Se oye en el bo~ue y en el verde soto! Aquí levanto. el ave La qut~rellosa voz, nllli remoto Hosuena. po1· el vaHo ontlistecido El lángtlido balar do las ovejas, Y el viento COlllllOVÍUO Llora eu h s ramas sus dolientes quejas. . \y! ; c~ mo los sentidos adormece Y llena el corazon de dulce encanto Este vago rumor! Allí do crece El sileucioao pino Suspende el ruiseñor su dulce. canto, Basta que ll.ega. de la. noche en tanto La sombra ft! isteriosa, Y tiende el ala tma ve y sigilosa Hácia el oosq u e vecino Donda se pierden ruiseñor y trino. 1 Y allá d istautc, de la ma1· en calma Escucho el tónue murmurar; las olas 1 Cuando se an-t\stran en la parda arena Exhalau un suspiro lastimero, Como lo exhalo. el alma. Que e.-,ht o.hatida put· doliente l'eua, 1 O cunl do nu arpa qne cu la noche suena Acento gemidor y plaiíidero. Yo amo el tranqmlo son de la. floresta, Y en apartada selva La voz de la calandria quejumbrosa, El blando susun·ar do palma enhiesta, Que finge melancólica plegaria, Y el arrullo quo tórtola med1·osa Entona enamorada y solitaria . i Cunntas -veces, oh tarde! tns rumores Buscó el amante Yonng en sus querellas! Y de tus tibias fl.m·es El perfume aspiró ; de tus estrellas Amó la luz benigna y azulada; El ebúrneo laúd pul~:;ó á tu sombra. Que un eco eterno de dolor encierra, j Y el gemido de su alma desgarrada Por la1·gos años asombró ri. la. tierra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 104 LA MUJER. ¡ Cuántas )'00 t lumbre macilenta Y la nobc liviana, A 1 '¡;de u~ tn , corazon consnola, Y el agua que serpea, T • o doltoJ t·• •e la noche hermana! Y el arrebol purpúreo que flamea T 1110 tu 1r · ' , que amorosa ''uela, En moute y en collado, 1 don¡;a 1U •1a del pesar ahuyenta, Alivian el espíritu cansado, Qomo ap J ta t¡ la sombra la mañana ¡ Y todo, oh tarde ! al corazon recrea. JuLrA PÉR.Ez M6N'I'ES DE OoA. (Cubnua). __ ... __ LOS DESCUBRIDORES. O .\DROS HISTÓRICOS Y NOVELESCOS--SIGLO XV. ALONSO DE OJEDA. EPÍLOGO. ll.A.BIAN trascurrido varios años des- ¡ cbns horas entregado ú sus tristes me­de aq_uel en que Alonso de Ojeda, Jitaciones. Entre las pocas personas abandonando el mundo y sus vanida- que le visitaban, iba con frecuencü~ t. des y crímenes, se babia hecho fraile 1 verle un religioso de la 6rden de do­franciscano. Pero basta en esto no lo- miuicanos, que se llamaba Bartolomé gr6 sus deseos, y así, su ~alud cada día d~ las Casas, el famoso defensor de los ~n;Ís quebrantada le impidió pasar á la indígenas. tsla do Cuba á visitar la imágen de la La última vez que é¡,te le vió, esta. Vír¡;en, c¡ue haLia dejado entre los in. ba tan enfermo, que se anunciaba la dios de Cueyvas, y cuya separacion le muerte en su fisonomía. Pero cuando lw.bia dado el golpe de muerto á su Las Casas le dijo que iba á Cuba á corazou, contando aquel dia como el cumplir una rui¡¡ion, Ojoda recobró al­cíllimo eu que bulJieso tenido una vi- guua aoimaciou, incorpor6so impetuo­dn. animada y eu(.rgica.. snmentc, y en sentidas palabras le su- Fray Andrés, que tambien era fran. 1 plic6 que fuese á la tierra del Caci­ciscauo, le acompafiaba mi~utras que que de Cueyvas, y llevando consigo permaneció en Santo Domingo, cui- otra imágen de la Virgen que tenia, dando cou cariño y solicitud á su anti- pintada con brillantes y frescos colo­gua Ca pita u. Pero bal,iendo tenido éste res, pidiese al Cacique el favor de par­que pasar á Tierra-Firme como misio- mitirle dejársela en lugar de la otra u ero (empleo que solicit6 para. poder por algunos dias, con el objeto de en­cumplir el voto que hiciera en las cié. via.tle ú él la antigua compañera de su nagas de Cuha ), en breve tuvo la triste 1 vida para morir contemplándola, con ' noticia el pad,·e Ojeda de la muerte promesa de que al espirar seril.l de. del buen fray Andrés, que perecicS ú 1 vuelta á su pueblo. manos du los indios como un mártir, Conmovido hondamente con la sú. tratando de convertirlos, expiando con plica del antiguo aventurero, Las C:~.­aquella muerto algunos de los muchos sas cumpli6 religiosamente ~>u reco­crímenes cometidos por sus compatrio- mendaciou. Pasando ú la provincia del tas sobro los naturaleS': [hospitalario Cacique, encontr6 la ca- Al fin las dolencias de nuestro hó- pilla erigida por Ojedo. mfly venerada. roe le invalidaron de tal suerte, que por los indígenas, que acudieron a.l ya _el pobre fraile no pudo volver á 1 misionero preguntando por el dona~or sa.hr de su celda., en donde pasaba mu- de la im.ágen y llevándole sus hiJOS Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 R E V I S T ~ Q U -I N O E; A L . 105 pcqucüos pn.ra. que Los bautizase, prc1>- 1ejemplo de humildad, hahia suplicado túndose á E>er catequizados con la. me- á última hora que no lo enterrasen en jor voluntad. Lla.m6 entóncos Las Ca- las bóvedas de in. iglesi~l do :::):\o lfra~­sas al Cacique, y manifestándole el es-¡ cisco, como se hacitt con los de~las fra.l ­tn. do del antiguo Capitao, le dió parto los fallecidos en ol convento, s1uo baJO t.lol último deseo que tenia, de ver lo. el port~l de la iglesia, para. que todo imágco do lo. Vírgeu ántes de morir, - ¡el que entrase y saliese dol templo, y pidiúsob en calidad de ]m.:stamo, hollase su scplllturn, - ~o castigo ?el deJandO Oll rehenes Otr::\ m:ÍS errando y grande orgullo y SOUcr\Hil, que lJabla.U más brillnuto. El Cacique ofr~ció dar- bido las pasiones dominantes de su le la cootestacioo al dia. si6'UÍeute; - yida. •• poro durante la noche el indí"enn. H\- T • có la imúgen de.l altar, y en u0ni?n Je l 1.0 do :Nonombre do 1875-Bogotá. otros ue su confianza, huy6 lÍ los 1nme- •• E 1 1 · ,_ d leerse el d . . . 11 r. d 1 · o a re acwn r¡ue ncau:\ o . , . m_tos. corros, e va~ ose a. prec10sa 1 autor ha seguido profcrcntomeutu la btst?na rullqnm, '~> pues era el demo.~1ado o.stu- de O jeda en la obra do W;u¡hiugton Irvmg, to, segun dejó dicbo, po.ra doja1·so ou. "Life and Vo_yages o.f Olu·ist(Jj1_ller Oolttm­gaiíar por pn.ln.bras de españoles. Hn-1bt ts togclhu 1utth tite Voyages uf In~> ccnnpa-btn. ofrecido solemnern e u te de· n. ~~ious." Pero1 :uleulal!, ~~~~ commltado cu~utos . no J r hbros ba podtdo cout;u¡;ull· acerca de lot~ be-que lo. o.rmncasen aquella 1mágoo, y lo cbos y acontecimientos de aquella época, Y 1 cumpho.. asct,"Ura que fuera do la ·Ji¡;era trama rowu- Jamas pudieron los españoles voh·er nc:~ca que.li¡:;a.al héroo c~u l\laría, todos los á vor siquiera la Vír«ec de O jeda que succ>~!CU­go, supo que dur:.:t.nte su ausencia habia hridor, si se r¡uioro o~curo y l"'C(I conootdo,­nuerto fray Alonso de O jeJa; dt~uuo poro cuyas cualiduclos y fallall fueron las mismas que clistiu¡;uioron ú los sul,si¡;nicutcs * Esto lo refiero Lns Casas en sus obras. couqnistadorcs C:!pañolcs dol ~uevo Muudo. APEN DICE . PAltf:cE~O::> que no e:;tn.rá do mús inbortar aquí uon Memoria (r¡uo trndu­ci uos) acure:~ Je Juau ue lo. Cosn, tomada del Boletin de ÚG Socictl<«l Geo~p·á­jlttt de l'a1•is, uúruero 17, toJUo 3.0 , uño de 1862. ALGUNAS PALABRAS ACE1~0A DE .JUAN DE LA COSA, Plt.O'l"O DE OtliSTÓSAL OOt.Ol'(, ASÍ COJIIO DE SU CELEBR E MAP .\- !IIUNDI POR M. DE LA ROQUETTE, VlCEPRESIDENTE DE LA COMISION CENTRAL DE LA SOCIED# papeles, y de ello tondrc1nos el gusto do hal,lnro,¡ hoy. Dcoiaruos en aq11el opúsculo c¡ne, ,¡ po­sar do la justa celebridad, do los móritos y de lna obro.s do Juan do In Cosn., ha­biendo obtenido durante su cxisteucin In oonlinnzn del inmortal de~cubritlor del .N'ucvo 1\Iundo, y ademnc; los elogios do !11 r~nyo~ parte do lo, confJuiatadan:s y de lo"~ lmtonndores de los prirnoro .. tiempos del doscubrirníento, a:;í corno de los Listoria­do¡ ·cs rnoderuos, -~oin embargo, como por una f1\talidad, uingun biúgmfo le hnhia con agrado mcncion especial : Cbta falla es lt~ que procuraremos corregir. No os ofreceremos hoy siuo nn esbozo rápido, y sin duda sohrado imperfecto de nuestro 1n·imcr trabajo, ni quo niuulir·e­rnos nlguno, línea.:; ncet·ca del tiHIJlll-mtm­t, U,. oLra capital do Juan do In llosa, y el umoo monumento geogr{dioo que ele ól::e COnliOnn, y clcl cunl vorcis una ndmira­blo copia en este rocinto. No so tiene noticia exnct.a do In fecha J>rooisn doluncimiento do Jnan do la Cosa, uunqua so ¡molle fijnr nproximathnmonto en ln f!OgUJula mimd del siglo X V. So :,aho •¡ue cm originario do Sautuiin, pcquoiío puerto do In pro'\'incia do Sautn111lor, so­b1 ·o el golfo do Vizcaya, nsi os que lo¡; contem¡>orÁneo:~ lo llumnbon frcouonto­monte el Virraino. Junn do la Cosa era conocido como un buen mnrino y hábil constructor do mn­~ ns, cuando ari~tó'bal Colon, que lo cou­Sldcrnba como su dÍ>scípulo y lo apreciaba mucho, le Uevó c.:>nsigo, oomo sn piloto, en el E;egnndo viaje que l1izo on 1'193, IÍ lo largo de Cuba y nl dorn~dor de Jnmni­oa, viujo que so torminú ou H ~11¡, .\ su 1 rogreBO á l•ispniin, La Cosa 6e rctirú á su lmoblo uatnl, el que tnrnbien nhnudouó en •rove para ir ti fijarse ou el puerto de Snuto. 1\lnrín. "'e !i{1no poca notioin nccrca del empleo que b1zo du su tiempo bastn el mes do Mnyo do 1499, cuondo Alonso do Ojedn, (que ~6 conocia desdo que Yinjó con él CJl el sc~~11do viaje de Cristóbal Colou) lo ~cog1o pora piloto .. uyo en una oxpodi-o~ on ele descubrimiento (l\IO emprendió al N 110\ o ~l uudo, en nnion do Amé rico \"&­pucio. Durante eslo viajo, que 11& tonuiuó 1 mnl, tu \'O la fortuna, siu embargo, J"n Clo-sa, de visitAr cniflndosnrH<'llte las co,tas do l'árin, por lo cual Hcrrcm lo llama dl.:}i ­cnbridor du I'árin, 1¡ pe.~nt· do que yn. e o.s sitios habían eit.lo dc~culJicrtos por Colou el año anterior. Devuelto nl puerto do Sauro JUarín cu el mes do Junio do l.íOO, La Cosa tormi­nó su célebre uiiiJIIl 11111 .di, tlel cual nos ocupnreruo:; más ndclnuto. llúci:l. c.s.'\ épo­ca Hodri~o Unstidas ohtuvo licencia de visitar las Indias Occidenroles, y oon e~o moth·o con>;nltó con Ln Co:;a In ruta qM debería :;eguir, y J>Ol' último so lo llevó conHJ su principal pil(Jto. Salieron lo:; ex­pediciouarios de .Espnün en Octuhre de 1500, y orillnudu In~ co:.la.s do 'l'ierm-I:'ir­me, vibitaron el ~ulfo do Urabtí, ol puerto del Retrete ú do los }l;¡;ori han os, el it.smo do Paunmti. y nlv;m1nt; otra:; localidndcs. !'oro el mal ostndo tlo sus umbarcaciouos, y In arrc.>tnciou do Ba~tidns, á quien se lu ncu~ú do haber hecho sin nutorizaciou ne­gocio do oro cou los lnclio.s, pu~o térmi­JJO á la oxpo11icion, y La Co,.a rcgreoó á ¡.;~p:úia en 103 últirnoa Iocsc.;; de 1;)02. l'ara rocompco~>ar los scr\'icios presta­do, por nnestro piloto ,¡ la c.tusa del des­cubrimiento, no solarnonto viajando á ¡;u costa ¡;ino exponiendo fl'ccnontcmento bU 'ida, In reina Isnhcl lo nombró, por cédu­la real del 3 do Ahril do 1503, Alguacil .Mayor do Urnb:í, Clllpleo que no tuvo ~;ioo más tarde. • Encargólo su gohieruo ou seguida do una mision Á LisbQ8, ocrcn del rey do l'orlugal, con o.l objeto do pedir oxJllica­ciooe.:; aceroo d•} ncuSI\cioncs que so lo ha­ci. Ul ni portugués por hnhcr Lecho oxcnr­siono'> en lo domiuios cspaiioles en las Indias. Pero esto go!Jioruu, en luó"U.r do dar las ¡,atisfaccionu.; f¡uo so le }'ediau, hizo aprehender y cncarc.:elor á La Cusa. OÍD duun recolmí muy Cll hroYO bU liber­tad, porque en Ootuln·o do Li03 ya estaba otm voz en la t:orfo do España, on Sego­Yia, en donde La Cosa declaró :\ la rema que babia doscuLiert.o, fJIIO no solamente los portugueses habinu hecho un vinjo de contrabando cu las tiorros }lCttcnccientos á Espaiia, sino que, á pesar do ~>US pro­mesa:;, habían mandado otra oxpodicion á aquellos parojcs que uo les pcrtenocion. Aprovechó esta ocnsion uucstro piloto para pre:;cut.arlo á su soberana lo:; mapnl> hic.lrogrnfioos do las ludia , que él habia tmbajado, así coJUo el mapa que conoce­mas y qno lleva la !ocho. do 1;)00. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL . 107 En 150:1:, La Cosa obtuvo la mision do cutre los dos el rio Grande del Oarien : vigilar con cuatro navíos armados y cqui- el uuo dobcria adueñarse de la ribera oc­¡ nulos de guerra las costas de 1'iena-l!'ir- cidental y el otro de la orieutal. En el modo Indias hasta el golfo de Urabá. año siguiente (1510) nuestro pilot-> sojus­Lleuó su encargo con muy buen éxito, tificú de las acusaciones que le hacian los puesto quo reconoció y estudió á. fondo portugueses: de haber hecho descnbr~­ac¡ tlellos litorales, negoció con los indios roientos indebidos del otro lado de la li­é impidió las usurpaciones po1·t.u()'uosas.¡ uca señalada á los españoles. Es cierto DoLió hacer buen negocio, puesto que que o.-;ta acnsacioo nunca había tenido ent.regó al 'l'esorero general Martienza el mayor seriedad y su gobierno no había 5.0 de la corona c¡ue constaba do 50,000 1 hecho alto en ella. maravedí:>, por lo cual obtuvo como re-1 Durau\e su oxpcdieion con Ojoda, La compensa una pension de "tma suma igual Cosa. se empeñó mucho con él 1uu·a quo á la que babia eutJ-ega- por sus amigo!'. Oj~ntincs con 200 lwm brc:s, otorg•í, atlumas, una suma do •1;3,000 mara­partió en Nuviewbrc do 1500 á Sauto !Jo. v<:db. Ig11oruuws cu1iL fuera la suoi'ÜJ dclt will¡;o, ,¡encontrarse con .Alonso de Ojo-[ htJO do Juan do la Cosa., tí c1uiun dc;lJcria da, ¡ue Lt~bia sidu Hombrado Oobornac.lur Locar el lítnlu do Algun~il lllayor do¡ gou· ral de h N neva /~ udnlncía, de quion,l'rnll:í. 1 él. C!·a 1\mieule general. En Saul~ Uo- Os hemos l1cch? presentes los princ!pa­uuo~ o J na u de la Uo,;n tovo ocas1on de les ra:;gos do la v1dn do Juan de la Cosn, hncerlo al futuro Uobemndor un señalado así co1uo su muerto deplorable, -ahora ¡;en~ci~. Di:~put:.lbanse ~iones.'\ y Oj~da 1 no~; o~upnromos del d~cu_meuto ~no nos los ~wulc.; de sus rebpecl.lvas Goberuacw- ha deJado, ol quo por s1 bolo podnn hacer nes en Tierra-Firme, pero habiendo uno :su lloruhre imperecedero: hablamos del y ut o nuruLmdo úrbit ro e u el astutio á 1 mt\pa, cuya copia exacta tonemos á la Jua:~ de h Cosa, tste obró con tautu tac- vil:•ta, merced ti M. Jornard. tu, tple loór<Í ponerlos en paz, dividiendo 1 El origiual de este precioso é inostirna- ------------------------ --- ..... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 108 L A ~I U J E R . blo monumento geográfico do In T•;dnu ol baron \\'nlckoo.cr, qt1icu inmouiRtn­J\ Iedia está tmzndo en uug, grande hoja mente so lo comunicó nl hnt'Ol, ele TTnm- ~e pergamino, u& forma ovalada y m·lis- holdt. A la muerto de \\'nlcknncr (en t•camente iluminada. El mapa con,:tn ele J:-,5:3) e!>to mapa fnó pne!'to on pública l las partes do América conocidas hn,.tn 1 :;nbastn -:; adj ndiCAdo al gobierno cs~nñol 1500, época en que La Cosa lo trazó, MÍ por ·l,:WO francc R, no sin quo hubie~o ~·do como .las parte:. d-o Enropa, Asia y ~\frica vivamente di:.¡mlndo por diferentes c. tn- ·~ , conoctchs en aqnolh época. blecimientcs extranjeros y pnrticularm 1;'1- EI mapa ticno el siguiente opígmfo: te por nnostrn bibliotec..'\ impei'Ínl, á quie\1 11 o7~ t: tan rle Ja C 1 ji l t J l'tlpresout~ba 11110 do UUCl>tl'OS UÍI'OCtOres, , osa o zo ro e J111Cr o e e i\1 J d Santa Jla,·ía mt tl ai'lo de 1500. ·11 ombarld. t . d 1 ' um o , en vanas o sus o >l·as y "Para comvrondor la importancia do tambien eu In Introdurcion al exúntc>a N'Í- 1 este mapa,- dice el baron &l IIumbohJt,- tico de lt4 lde.ton'n tle la (Jco~·Cijía clcluuero 1 ba.-;tnria recordar que es seis aüos anterior conti11tmtc, dico que entre él y el ha ron á la muerte de Colon,- y que los ruupas \Yalckna<.'r hahinn descubietto en 1S32 el mós antiguos do .\mérica (no insorlo¡; en importante mapa de J11an do la Cosa. Y las ediciones de 'l'olomeo ó las cosmo..,.•·n. como '\'nlckuucl' nnncn contradijo á Hum­fías del siglo XVI que se han cono~ido boldt en uqucllo, os cosa averiguada que h~s:ta. hoy) son do 1527 y 1529, do la hi- c;;te ~>nbio 110 sólo reprodl1jo trozos del bltoteca del Gran Duque de Sajonia \Voi- ruapa en menot· esenia, eu la oh)'(\ mt•ncio­Jnar." nada, sino que tambien tn•o parte en sn Es probable que las rel&ciones íntimas hallazgo. que tenia el navegante y cosmúgt'!\fo os- Fuern do Jlumlloldt, un sabio cspnñol, pníiol 1\Iartin l!'orntíndez do J•~uci~e•·se apl'ovcchndo do en el ruapn do J unn do la Cot;n, en una :-ms con vcr~;acionos con él y do la , ista obra tituludn: IIMm·io física, po/ít/Nq¡ na­do su 1napn, para formar desjmel:l la u Sil- illl'al de l~t b/n ti• Cuba. El 18 1:! uu inf,l­ltHl tlc ycoymfÍtt qnr. trata ele todn.~ 1118 ]Wlt'- ti¡;able erudito 1 cspuo~ tlo pasar por Jela.nlc do trn.uq ui lamen te, ct\bccon.udo de una ma­Mcluu (bonita cntdad sentada á orillas nora. impropia do la tlignitlntl de un del l:>cun) crmmmos el t'SpléndiliO bos- hijo de Albiou. De&pue!l do lm~Jeruos que de .ll'outniuebleau y l.los hallamo<~ examinado largo rato, las uos ioglesr~s cu uua ric¡uí!;imn, aunque mouótoua so fueron buma.nizaudo, al vor opta ]Jil.­campiña: iuwensa.s llanura5, cubicr- hlábamos su idioma y podíamos series tas aquí de interminables \'Ítiodos, allá títil. El C.'\.lor las sofocab:1 bajo sns go. de trigales nmu.rillentos, salpicados de rras ,·olumiuosas y lo'> largos tirabnzo­trccho en trecho con multitud do c¡uin- nes que las cuuri:lll p:uto de! las meji­tas y chozas. Po canal, que reune el Has; lns dijimos qucsiguiemu nuestro Saoua con el Sena nos acompaliú por ejemplo quitándose lal! capns y las go­muchas leguas, manso, silencioso y lím- rras, pero ellas rehusaron ul consejo • Bato so publicó lJ:J.ce algunos nüos ou u u 1 cou m~ni6esto horror. l•~n túnccs com-periútlico do c1.1la capital. prcur .. . Qut~ parador deuia llegar aquel dia de vuel. hombt e tau gr:-.ndo es nuestro E~tnpc­ta do Italia, en Jonue a.cnLu ua. c.lc tcucr rador, ¡creerás (jliC so viuo ClllllJl.l. llOra lugar la guerra. con Austria. 1 Jesdc Uw.m Lery ! De¡;cJo .Macou ltasta Bclgmue toda., -Me pn.rocití viejo y .... las estn.ciones lcniao aire de fie sta: 1 -Vinjo: vayn uun itlca, 111 lto111lnc bnnuern~ y luces tlo colores en las en. cowo aquel no pucdt: e u \ 'l'jN-cJ. ... sns, en las puertas, gente aguardando -Y 110 solamente le oí y le 'i si u o con curiosidau el tren en que del,ia r¡ue ... llegar el l<:mpcmdur, ri,~nuo:;u y t·ou- -Lo pal¡~tí usted! iutclTIOs¡Ji ,~ un vct~ando alegremente, ~a?:nuando sus chusco. otsena.cioncs con aquel chiste fmnccs -l-;inv que le 'i tomar un l.ulatlo qno se eueuculra ou touas las cla¡;cs de que le ofteciorou ! la sociccln.d. -¡Y lo 1omt',! d1jo el otro cou iu- A ln.s siete de la tarde cmpez:unos teros. ií n1 mvc:-::u ( eut.re do;; gn.r~autas tic ro. -~ií ; lo vi cowi(:udu:;clo. ¡Ah ! jn. 1cas) las bellas monta fías dol.Jnm; pero mas lo olvidar.~ . dosgrnci:ulamcutc el sol c1npcz•~ :Í tles. - ( 'uiíuta ltoutlad : Ols ! H csos 'a- es do oro.. . 1 llcs piutoru~cos, y no no, futÍ po:,;ihlc 'A!=:Í crn f·oulo es tos dos u.dusin, lns \er !>liS bellúzas siuo como soUlbras fau- tnanifos1a.lmu llll:t c•ttriosidal •¡uc les lásti~:n.li. lmhiera dcs purtaclo b vÍ¡,IlJ.lC uu l~.:ou Do lCpcnte, :íntc;; de llcgat á Del- tÍ 1111 clt>f'anto. g~.u.lc, Ullcslm t1cu dejtí de awhr y l>espli('S tic ltJUelH\S dP.Icnrioncs, de. o_m10s á lo léjos largos vi,as, gritos y biJas al tníusi1o del graudcltti()O ciul titos reiterado~, y u u ntotneuto tJc¡.¡¡¡ucs ltelnJo, J lug:uuos :í Giucura '4 las once 1 pa (í rúpidar.neute á uuc~;tro lado el y media de la uoc:lte. , . trcu del .Empcmclor, á quieu clistiu~tÚ- Al atravesar laH callos z llogar iÍ 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 [ RE V l STA Q U l N O E N AL. ~111_ nuestro holel, pndimos di,.;tinguir, ilu- 1&"1.1), aleman muy adultemdo, it:diano 1 1 miuarl01 por uua clarísima luna, el ~ran corrompido, y un icliomu compuesto que lago co u :su muralla de corros en el ho. llo.ruan rO'man; pero el franc11s es el rizo u te, y las bln.ncas velas de los bar. idiomo. reconocido. cos qu~ lo ::l.Lra\ esaba.n. Las mujeres no tienen graci11., y esto no los permito pnrocor bonitas, ú pesar do que no son feas por lo general. Las mujeres del pueblo u!>a~ un. sou~brero 1 enorme do paja do Itnha, stn mngun ndorno, y nven mártires do d, y en guerra abierta cou el vieuto, porque cuaudo sopla, lo'l bato lns alas del som­brero levantándolo eu torno de su ca. heza como una. auréola, 6 cubriéndoles la vi!>ta completamente; do resto los vestidos nada tienen do particub.r. Las señoras llevo.n sombreros y siguen las modas de Paris. rr GINEBRA. Gi oclaa es una ciudad de contrMtes. L:\ parte n.uti~lH\ (que está situndn. so. bre la fa ldn. Jo un cerro escarpado) c.<> muy fe.:1. y mclancúlicn.; las ca~as sorl altísimns, do cinco, seis y hnstn siete pisos, muy oscuras y tristes ; bs ca.lles nngostm1, son eu algunas pnrte11 tau pendientes, que niuguu coche puede bubirJaq, y pnm facilitar el tr{¡nsilo :~ los do :'\ pil-, han puesto á un laclo cle ln pared largas barandas do hierro, en. sas ptoscutau un aspecto de l•icuestar y nmt de lujo. La isla, llnmn.da de .Juan .Jacoho 1 H.ousse.'\11, y que es la única que ticue el lago cu 1\l¡Uelb. parte, es el paseo fMorito do los ginebrines. Estrí t~ituado. eu el confin riel lago, y cuando ya Hl :í convort irhc e o río, comun1case In i~;b con ltt tierrn fi rtno por nn pucu te ; vn. rins nl:unedM lle árbole:1 y asientos de pietlrn. fonnau el pa.~;eo, teniendo cu el centro la. ostatua. del tllcísofo ::5uii\o. D~s ¡utes de h isla la. ciudad ~;e de~plc. 1 ~a a uno y otro lado del rio n.~Jano, el •¡no ~o tlef:liza tranquilo uurautc al. gunn.s legua¡;, y va. ou scgn itla á prcci. pitarse un una enorme cueva pn.m vol. ver tí u p:u cccr más almjo, - por eso e u Sniz;~ el ltúd.wo 110 e¡; uave;:::ablc. Lo:' ltn.bilnutcs de Ginebra lt:~blan 1 fmnces ( cou acento desagm.rlt~ble y na. 1 - N o puedo haber un paseo m~R lindo 1ptc el que tiene üinchra por el l:u.lo izquierdo del lago. A un lado, el l:~;go 1 azul, de di'l'ersos tintes ntros, la ctu­llad salpicada de jardines y hermosas casas, y dividido cu Jos por las aguas Jel H.údnno, y á la derecha beJJí¡;imos pnrr1ues, casas d~ campo y elcgant~s r¡uintas de todas dimensiones y arqm. tccturas: algunas imitan lujosos pala. eios con sus rejns doradas, fuentes, es. tu.tPas de mármol y jo.rantabau quo muchos de ellos maléllcos: á T n- las torres Je la vieja catedral, y des. 1 gla.terra. le di6 á de Lolmo (escritor pues en gra.dacion las domas torres y 1 eolítico de gran fama.), á Rusia, Lefort casas, concluyendo en el primer plano 1 (hombre do estado, general y marino con los iluminados muelles y la peque. bajo Pedro el Gra.nde), á Francia, Nec. ña. isla de Juan Jacobo Roussea.u, cu. ker (el famoso ministro de Luis XVI 1 yos árboles forman nu rico ramo de j y padre de Madama Stnel) y por últi- verdura. Pero roil-nt ras en el cielo 61. mo al mundo ha. ob11equiado cou Juan guraba.n las estrellas, y las olas del .Jacobo Rousseau, Tronchin ( Ctqebre llago hatian los lados de la barca, se teólogo), Estéban Dumont (amigo de oía á lo léjos la voz de la ci vilizacion, ~Iiraboau y colaborador de Jeremías quitando así mucho de su poesía á la Bentham) y Leopoldo Robort (célebre admirable escen:~.; la locomotora del pintor). tren de ferrocarril silbaba al partir y Despues de permanecer tres días en se oían pa!!ar n nuestro lado Jos buques Ginebra, nos despedimos de clb.la. no-¡ de vapor que llegaban 6 salían del che tíutes de partir, yendo á contero. puerto. plarla en una barca desde la mitad del lngo. La vista desde allí era bel_lí_sim_a .;.. ( Cnntinua1·6.). ___ LA JUVENTUD DE ANDRES. NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTUMBRES NACIONALES. tFlN DEL SIGLO XVlli.I CAP 1 TUL O 1. José :M. Quijauo O toro ou su IlisiO?'ia St:UAOION DE LA NUEVA GRANADA E~ 1782. ZJtttric~) organiz6 lor¡ gremios eJe artesa. l ARA que se comprendan meJor los uos, c.ltctll:udo los .1 eglo.mcutos del caso acontecimientos histórico - no~ closco:; para sn mstntcc·ton y fomento y 1ns IJtlO v:uno~ á relatar, preciso scr:í, iiutes prov.id~ncins tJeccs:u~o.~ pam el esta. do outmr en materia, hacer uua corta blecwnento do hooJHCtos y ca~>as de resefia do h situaciou política eu r¡uu asilo." A dou Jnnu M~uucl Flórcs le 1 se encontraba el Virciuato de ?\ ueva cabe la 1.10ura d~ hnuer tiiUO e~ fundad~r ()r~unda des pues de termiMdn la ruvo. do. la pn~orn. unprenta tnuda al Yt­lnmon quu ha tomado en la liÍI:itori:~ el remato, sm contar cou la que teDtan nombro do la ele los C'c:ruw 1w·o.<~. "' ya. los jesuitas pam e luso c.le su cole;io, DonJuan Manuel Fl6ros hauia toma. desde 1734. Jo posor,ion del Vireinato desdo J 7713. Sin emlJargo, F.i lo debemos á este Esto caballero poseía, segun parece, Vi reY: esas teu~nti vas. de progreso, en sobratl1\ pericia para gobernar, y de~de cambio nos lnzo el wmenso m~l de loH principios de su admini~trncion se arra.nca~nos uno. pa~tc de los7~n~1guos propuso fomentar el pro(Jreso de la terntonos pertencclOntcs al\ treJU\to. Colonia, y tomó pa.rticul:~r intcros 00 Arredrado unte las impondciables Wi. protc(l'or la. auricultura concediendo cultades que eocootrnha para gobernar prin1:S tí los e:portador~s. Y. comunicarse con las lcja~ru; prono. . "nc:eo~o de fomentar 1:\ incipiente Cl3.~ de la Gu~y~nn, ~laracmb?, ~~; lUdustna manufacturera. del paí~ (dice nli, 1slas do Tn~u.J~d y Marg~nta, pld10 * Véase JrM6 Antonio Galan- Hpi~Oersal aplauso y grandes e;;pera~zas, Gart.tgcot>, In. ciudad más floreciente de anunciando uua época ménos acmga todo el litoral del mar de las Autillns. para la. vida política y económica. del Cou In nuRencil'l. del inteligen to Yirey pn.ís. se paralizn.roo los proyeclosue reformas La persona más importante, de ma. adtniuistrativw; eu el interior del Hoi. yor influencia en todo el Vireinato, Y no, y ésto.s se olvidaron por comploto mús merecidamente qlleridn, taulo por C\Jnudo el Gobierno español nombró uo el pueblo como por los hidalgos y gente 1 Visit las incipientes industrias tooio Caballero y Góngora. De Obispo y e:stn.hléció en Santafé nuevos derechos de Yucatn.n, y muy bien vist~ en la u.e alco.bala. Don Juan Francisco O u. Corte española. por sus dotes tntelec­hérrcz de Piñúes (que a!.Í so llaroall!\ tuale:> y actividad en toda empre~a .quo 1 el Visitador) no dej~ im~uesto que uo ~>O le coutinra, Üll: uorubra~o Ar~o~.11spo elevara, y adornas fundo nlguuos tan do Santafé, en donde fuu rectbulo á gravosos, I}UC las sumisas poblaciones mediados de 1779 con gran })Ompa Y no pudieron sufrir tanto dolo y humi. solemnidad. llacion, y acudieron ti usar del úerecho l Dice el sefior C root (e u su Historie¿ d(,} suulova.cion contra UD gohioruo tnn b'cle~:tiústica): "Ln. fuucion so hizo con inícltO y cruel. Esta íué lo. llamada de todo aparato, despucs de la. cual"~ co~­los Co10uueros, quecuuuió tan rápido.. dujo al Prelado á su prdacio en med1o mt;u te de uorte á sur }JOr todo e 1 Vi. , de la asistencia. oficial y de i nuwnera.ble r~wato, que puso en apuros al \Tirey. pnehlo. cstandG adom~dns de c?lgadu­Stu ~nbnr•>o, la fuerza y el cng:uio ras lns calles del truuslto. Hnb~ como veucteron en ¡locos m~5es ú los dcsCTra. un prcsa•rio de f¡uc eE:to Ar1.0lnspo es­ciados colonos, que tuvieron c¡uc !'O~nc. taba llat~aJo :í hncer u o grn.o pape~ en terse nllin, é inclinar la cerviz. Pero ell\ uevo Reino, corno en eú'. .C to lo htzo; ost_t~ suhlcva.c~ou 110 fué esté ril, porque y tal era el hombre quo se uecesi.taba d~Ju en el 6ntruo de los pueblos y en cuaudo se preparaba un ponc!llr de la atm6!;fern. moral del pn.ís el g~rrneu azarosas circunstanciM para todo ol fecundo do la. libertad, ontrevifltn. un Reino, ú tiempo que Re declaraba la. momento, y por primera vez compren- ero erra e u tre Espnfía é loglaterr~." dil:!rou b posibilidad de una Íllhtm y "' Amante del progreso, inclinado ú mejor coucerta.da rebeliou coutm Es. proteger ú los hombres científicos Y á paiin, iJea. nuev:~. hasta cutóoces eu el todas ~las artes, el Arzobispo G6ngorn. Vireioato. no pudo ver con buen ojo la aublevacion Afligido sin dlolua con la. sihlacion de de los Comuneros, que trastornaba sus un pnís 'JUC no había. podido gohernnr planes de p:tz y tra.uquilida~ en su como él lo hubiem de:.eado, y minndo Di6cesis ;-así, npénns vi6 despeJars~ ~ por uoo. enfermedad que lo llevó :l l:l. tanto la situa.oion, ofrcci6 sus serv1c1os tumba poco tlespues, -don J un u .M n.uuel como mediador entro los i nsurrocciona­li'lóros presento su renuncia ú In. corte, dos y el Gobierno. Merced á su carácter Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. --- - - - -- ----------- q - -------- lU LA MUJER. conciliador y á las prome¡:as que 1Jizo á ly oo se tiene conocimiento de que 1 nombre de la Hen.l AuJiencia logró hubiese reclamado por ta.mafía mala fo poner en arm.ouía ú los Comuneros con el Ilustrísimo Caballero y Góogora, que el Gobierno, y outuvo que prometieran 1 tanta parte tuvo en las capitulaciones. guardar la paz en cambio: 1.0 de Esta faltn., error de su época más que que se expulsara del Reino al odiado de su carácter es, sin embargo, la 1ínica Visitador Piñéres; 2. 0 á la extinciou mn.ncba de consideracion con que puede perpétua de los nuevos impuestos ; la historia tacharle e u m vida pública 3.0 la colocacion de los hijos del país 6 privada; de resto todos sus actos en los destinos públicos, &c., capitu- 1llevan el sello más noLle y más digno laciones que juraron guanlar uuos y del recuerdo de la Di6ce~;is primero, y otros sobre los Santos Evangelios y ante des pues del Vireinaloquesuporegentar N u estro Amo patente. Sea como fuere, con tanto tino. y tuviere la culna quien la tuviere, S A S lo ciet·lo es que aquellas c:1pitulaciones 1 · · DE ' · se negaron Jespues por b Audiencia, (Contitwa'rú). PAGINAS PARA LOS NIÑOS. UN DIA DE ASUETO ENr.!'HE LOS ÁNOELEo. Entretanto cinco 6 seis ángeles ha. I Liaban cutre sí con gr·a.ude atlima.cion. IL\ !HA asueto eso dia en el Pamíso! -Anael tiene razon l exclamó do Unos t.niles de angelitos, reve¡;tidos repente el mayor del pequeño grupo. de sus largas túuica.q azules, hablnuau Hace miles de años que catamos en el do la recrencion y de los juegos que cielo, y aun no l1emos pensado en viajar. iban á tener. No todos estaban de i Cuál de entre vosotros quiere acompa­acuordo eu eso punto, porque unos fiarnos en nuestra correría 1 querinu jugar ú las escondidas, otros á Un yo general reson6 entre los que- ¡ b. gallino. ciega, y ninguno accedió ú rubines y ángeles más pequeños. K un. la idea de su compañero. ca se hauio. oído tanto alLoroto eu el -Juguemos al volante! decio.u uMs Paraíso. vocesillas. Al fin se restableci6 el silencio, por- -No, señor! gritaban otros; es que ya se oían los pasos de San Potlro, mejor aprovechar la brisa pa,ra echar quo acudía al lugar del tumulto. El unas cometas. buen santo estaba basta.nte descontento 1 -Imposible! replicaron .á esto los con los angelitos, y les ameoaz6 con u u querubines; el firmamento es demasía- castigo general ; pero como ofrecieron do grande y nuestras alas muy débiles estar más formales, se sepa.r6 de ellos, para seguirles por el espacio. recomendándoles que no se apartasen -Debeu callarse los chicos y escu. del espacio destinado á sus recren.ciones. cbnrmc, dijo uu ánael adolescente. Yo Sin emb~rgo, nuestros viajeros no creo qne, pnesto c¡~te tenernos asueto, habían ab::mdonad? ~t~ primera iden., y 1 debemos aprovecharlo para bacer una á pesar de la prolubicion de San PeJro excursiou celestial al travcs de nuestra se ob&tinaban en emprender el vuelo patria. por las camp~:~as. 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 1 1 REVISTA QUINCENAL. 115 -Esto eg hecho~ dijo cou tono de- 1 en su retlor y dehajo de (.1, pnrocihalolo cisivo el mús porfiado, llevn.rl-mos á como enormes ojos rojizos quo le mi­cabo nuestro paseo. Por lo dorna.s, será mhn.n con severidad. esta una falta muy ligera. !JOS ún- An:tcl, ya siu fuerza para. sostenerse geles rebeldes fueron muy culpa.bles sobro sus alas, se sentía arrastrado por y merecieron su destierro del ciclo; el espacio y descendiendo con uua rn­] lOTO á nosotros DO DOS atorrncnta siuo pidcz vertiginosa por entre el delgado Hnn muy disculpable curiosidad, que tis1Í do las nubes. ¿Quío haced Ioteot6 1 ltabremos de satisfacer. uesliznrso entre dos estrellas, pero al l hacerlo sintió un calor iosoportablc, II quemó~ele la. cxtreruit.lad de una de las alas, las plumas de la otra se empoza- N' ucstros paseantes se dhidioron en ron á dospreot.ler, y en tal estado cayó cuatro grupos: los unos partieron bácia 1 sobre la tierra casi privado de cono­el Norte, los otros bácia el Hur, y una cirniouLo. docena Jo serafines se dirigió al Oeste. Cuauclo recuper6 el sentido crey6 Ji~l pequeñoAnaol,quenombramotJhace estar soñando, porque se vi6 rodeado poco, decln.ró la resolucwn que babia de centenares de aves de todos colo­formado de partir solo para el Este. res y Jo todas dimensiones, quG le mi- -Cómo! c:xclaJDarou sus compafie. rabau con cmiosidad, y parecían deli-, ro11. Irte solo~ .... i y que harás si te berar sobre su snertc. sientes acosado del hambre eS del frío, -En dónde estoy { preguntó el asw>-¡ (,si te pierdes en ol espacio, con riesgo tat.lo angelito á los hahita.utcs del aire. 1 tle no volvernos á encontrar jamas 1 -Trnnqnilíz:J.te, le respomlió una 1 Pero Auacl los tranquilizó diciéu- respetable alondra, ncerc:índosclc y dolos: tomándolo el pulso con gravccind, cstús -¿ Acaso os imagionis que me voy e u el país de las aves. l\ osot ras u o á tardar mucho? Volveré ú tiempo somos gente mnb, y trataremos de para la oracion de la tardo, ántcs Jo proporcionarte los socorros que lm!Jie­(¡ uo so haya puc:;;lo el sol; admuas, res de uoccsitar. llevo 'íveros ¡;uficieutos, y el uin Cotá -¡Conoces el cn.minCI del cielo? muy hcnuoso. cxdarntÍ el :íngol. E~a es wi pat1 ia, y -llash~ lncgo, pues, amit,;os 111ios: tnC 111ho voh cr á ella cnauto ántcs. llO tonmis nadt\ })Qr 11\Í, que esta noche -~nuca hcm08 c:;tado on oso paí:;, t~ ulré mil m:un.\Íllns c¡uc referiros. rc¡,Jicú uu H7.nlcjo. JJíuos si es muy Y sacwlicudo sus alas, lcizo cou la bcrruoso, y por •¡H•~ s:\lic;tc do (.l. lll:>no 11n gracioso saludo á sus cotnpn- Auaol ~e viú imuodiat:unontc rotlca­ficros, y dc:;npnrcció cutre las uubcs. do ele toda la tnrba, a la cual refirió Alguuas horl\'! trascurricrou áutcs de prolij:uncntc 1:\ lcistorin de su cmiosi. •¡Uo AnnPI, quo vobba rápidall1cutc, y dad, !iU dcsoLoclieucia :í ln Útdou Jo EC crcÍ:L uwy foli:r. y muy libre, pcu-;n.ra ::;:u• l'crll'(l, y ¡:;n tcrc¡uod:vl en SCJmrarsc 1 n rcgrc:-;nr. Pero al ti u S(· si utiú causu.Jo de~ su!'i corn paiicros, ncal,atHio por cou­.) W!t lc:unhrc, y al propio tiempo He fcsarlos que bll'i provisioucs te hahiau : JIC•cihicí dn •¡no cstalu~ Of'curecioudo, agotado, y que tcuit1 mucha J.awbrc y y Le que haLia volado tan lt~jo-, quu ya tuudtn. od. 1 o rcconl:dm qué camino debía tolllt\r -¿.Quieres alpiste! le preguntó uu J ata vohcr. Ancpcntido y coufu!'o canar o. u o sn do. oiJcdicucia, gritt., lla111Ó y -¡ O nlguu o! ro alilllcnto 1 a.¡rngtí ~ itni•~, pero iu1ítilmcntc, porquo uo uu jilguero: mi uido estú licuo Jo lcauia uaJie que lo oycm ui pudiera provisiones. 1 sut Jr!Orlc. Los pájaros so aprc:;;urarou en traerlo 1 JfuLia llegado In uoc!Jc, y lilillnrc:; todoH lo:; vhorcs cJllC tcuiau. Pero, aun UI Yo soy su madre y nadie más. -No tal; In. uaturalcza os Ccl-imien­te. Entre todos los animales,¿ cuál rna. dre entrega sus hijos á otra? '"'as aves Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ___ ___R_ E• V 1 STA Q U 1 N O E N AL. 117 1 nocturnas, las mismas víbora.<: cuidan 1 tento, ¿pero no os parece que se_ria. m u- ¡ de sus hijuelos, y Btílo la. m11jer entreNa cho más provechoso para el miio q~.'U con­. 1 •a inglesa se retiró al punto ~;in hacer tingente de alegría, y múl! qu(' las olras ~o nmguna ol,:;ervacion y so ronui6 ,¡ HUS distingnia ¡•or 1'11~ chitstcs, viveza é inalto- 1 Cf>mpaiíoras. No era compatriota suya nqne- rable y constante buen hmnot·, qno la ha­ll. a t~ilan nfligida. ¿ Qné lo imporlt\ban &ns cian partioulnrmontoqnerida. Supimos que lugt·unas? babia nacido do familia noble y en medio l -Para ontóucos la. nwcra, calmando el de grandes comodidades, las que duraron llanw, y más sore11a, se hizo comunicnti va, basta ln muerto do sn padre ; sucoso.> quo y cutnblarou con el!B el siguiunto diálogo: envolvió ñ :.ll familia en desgracia bll:nrtí- bremente en París, ouviaudo ó. Apolouia :i cuh tle 't 01>te colegio á concluir su coruenzada edu- -Mi papá lo era. cacion. -Pues aprende, bija min1 lo dijo Clo- El colegio ora nn reducido mundo, cu moncin con cierto aiJ·ccillo pcd11gogo, quo que estaban rcnnidn<~ toda& las razas lm- 0!1 ht•mpo do república no hay nobles, ni ma'llas on sus difuroutcs mmificucioncs. lllulos: MI, desde abom te advierto quo !labia una mula! ita do la isln Mauricio,nua aquí to llamat·emos Apolouiu noll, siu hija de una india de Cúlcnt~~ y de nn in­alladi ·~ura. glés; la raza c·nlmuka la representaban -Pero oi mi papá no ~o quitó el de, dos rusas, y }l!Lill completo, ,·arias iugle- ;. por qué lo he do bacor vo ·? sas, una l•elga, IIIIIL polaca y dos america- -_Tu papá no era md,;. imporlauto qno nas, que énuuos nrm .lf"lll.:cc y yo. el m10, que es armero y tiene tienda, la En Fmucia c::ula uina sabe :í puulo fijo contcst1j .Mada. cuánto le locani cu dolo, y so ooupau en -AHí, al!adió Clemencia, dojn. esos ni- aquello como lo hiciom cualquier e:;p~:;cu- 1'?9 do MiHfo, para mojor ocasivn, porque lador quo s.1he IJOO mi,: utra~ m:ís diucw \ IH oroo do la razn de los t.inu1ob tlol pueblo, poseo, con nmyur ftll:ilidntl oLtcndni u un vnlo 11\tÍs callar hoy tjUO hu triunfndo la posiciou ou la liOCiN.laJ. Ellas Jlrc~iont~ll rovohwion. quo se cnsnrrín hion ,¡ mul, segun la oifru. do No se crea inverosíruil esto Jongnajo en h\ dolo, ó 1!\lO uo Ml cntmnínnht~olultllllOnh', hncn df! las colegialas. !,a rovuluoion Jo si no tienen por lo liii:Hos e;.pcronza de al- 1 b 18 l1 izo retoñar las prcol'll paciuuc~ du la l(Ullll fort nnn ; poro las r¡ no &ltín en esta do S~l, 'J d ]enguajo 11\ismo do ]a r' pocn 6~ última po::;iCÍOII, SO rusigunu Cúll hurn hu­hw. o UO 1n01la ha>-t c·l fmUCC8 110 "U uuatc llllllC,l1 y •:ndos, y con más moth o ... C'll los ~~olt>gios, m ucbo ménos la fmu<·csn. L que tmínn los nlumuos ul eco do l.!s con- Entro lns q nc u u t~ninn CsJ'cmnz:'l de '01 no.;iou(.>,; que oían en fillS e u!n!l. dolo, y so prcpnrubf\11 }ll\l"n seguir ol 11do \polonia las mir•.Í con ojos sorprcn(li- y ñrd11o cmuiuu do in•tittltrices, c,.tahan el•) • conociéndose que a1¡nel lc11guajo era ;l'ere"a y Apolouin. No ob~taute la difo­l" ll 1 lla eutcramenlo nuovo; y ni puro- reucia de fortunn y dvtus, b cou~rupo,i- 1 • t' 111orWicnda no loo cuutcstcí liada, y cion de las divun;:111 ra:;;us, y las c1.eslioucs '~Jh i,:ndo~>o á Teresa, (jlte hnhia pormnue- do noblczll y cla~o média, snsoitndns por ( ulo 1 .dlnda, la nlit·ó con ta) uugnstin, t¡no ln 1·ovol11cion do 1818, ha~;h\ cu to! rdu·o Ótilll, echándolo los lmtzot. al oucllo, la de los colo.:~i•JI', <·omu 1Ín\es dije. uuurn 1 u- 1 • L1 az,; cüu cariño y la couvidó á dar un bu riiin , 11i &i<¡nil'm mm di>}'l•tn cutre 1 1> 1 ' l por la alamt:da. aquellas jó,·clll."': todas uos ayut.l bnmos y l>t. do cntóueOl-l TorCS3 y .r\ rolouia :::e protcgínlll•lS tnt'ttuauwnto, \'\in celo:; ui cn-hiei'_' J t>n nmign~ intimas, lo c¡uo lllO h.i~o 1 vid in, y las ~xtrnnjuras t·rnmo." particubr­IHifn r mucho, a pesar u e 'lne uadn dlJC, mente atcwlld:ts cou graudcs cOnl> domclO­., ioudo ndmitid;l como tercern ulguua>; 'o- uc.•, tnuto }'Ol' Jns l1ijas do Jo;; noblos 1 :u-­ce , 1 oro no siempre en nr¡uolla ami:.t:td. tid1nios do lo.<~ UorhouO!'I ll de Lu ~ .Felpe, l~tn Apolonia de iisunoruía simpática y como por lus uiua.~ do familias p.eLt·yos y ntuaiJIO . .Y aunque no bolla, 1;1111 lllt1jillns ro- repubhcnuas. ft~l fontlo del c,Lrúdcr fmn­;;¡ uh y o jos brillantes iudicnoon u o a su- ces es indmh\hlomento !numo, noulo y ulJ­¡ nt.l pet feda. En L•·ove tiempo so amoldó negado, poi'O dc:.gnwiadumente lo du111m Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCE:NAL. 119 ltb ideas falsm; y exageradas conr¡nc so lo alimenta, In incredulidad do quo hacen uhmlu los hombres y el indiferentismo do lBS mujerc..'! on materias roligiusn!l. Eu ro­sítmou, ol cornzou es bueno, ltt cubeza c"h¡ falseada. u ' -E;;o no puctlo ~>-er, me coute,tó muy sério el doctor. U:-lctl no nsistiria á una r~prc.;entaoiuu en semejante te!tro, si !u quiere ver de Iti alegrías dol llllmdo. uu manguito do picios m11y ujadas. -¿ Y so hizo actriz apduas snlió Ul'l oo- -¿ Quó <¡uicro u tod, soiiorn? In cou-legio l' testó mirdndolfl con mós atouciou, pon- -~ o, empozó almcgnc.lnmcntc su carrera san do quo scrin alguna dost;raciada, quo á do macstrn, poao on Lrc•;o no pndo sufrir pesar de lns prohibiciones do b policía do­o o martirio y so ~~l,·ió ti buscar otra.., ida se:, ha pedirme algnu socorro. quo fuera méno, escabrosa y árida. :soli- -Dispon,o usted, mo dijo, si movida oitt~ •¡no In ndmitio,cn como cantatriz so- por gmtos rocuordos mo ntrovo á preguu­cunol:: u m en un teatro resvcu,blc, .) po1· tarlo si u,i:ed es Adainn11 AlviLrOZ. supuesto uu b recibieron por sor ¡;u voz -Sí, así me llnmu, contost•5 admirnda. muy duhil y ~;úlo adecuad'' pam 7.1trzuolas, -¡. )." ust~d no 1110 ouuoco'! ( l(tllllailh~8). llospues do wil dilicultu- -X o hago ntemuritl ou c!'ito momento, do:!,) llllSO.ndo por humillacioms poMos dijo mirándola con alonoion; y no pu~o 1p1c ltl!t opto t 1uto la hahirm arrourado recordar quién fuét'l\ n•¡uclla. mujer do tnt­oonto iusütutriz, al fin cousiguioj r¡ua el rada tl'bto y fisonom!n humilde y nhntida. diroetot· do u u tontro del Boulo,·ard la r\d- -¿Tan mudada o.sr estoy quo uo mo m hiero eutro la:~ comt~t'61t6, gracias á MI conoco u:.tcd, Adt inua '! o:tclam6 llcnán-lmcn porto y juventud. Poro en brc\'O pcr- doselo los ojos do lágrimas. _ 1 dió la poC3 voz I}UO tenia y fué lmjnndo El timbre do su vo:G no mo era cxtnmo, «!n In escala do los teatros, do tul suorlo poro no podin recordt>r el nombre. r¡uc en c.lias pnsados vi su non1hro en- -Soy Apolouin Nocl, dijo -..~ienuo I}UO tro la actrices del teatro do Luxcmhnrgo no le conto,tnbu. ¡ Ahora sí me J·ccnm da? ó RrJI•in•Í. -Oiortamooto ! exclamé of:rcoio:ndolo -¡ C1uínto m o duele stt ~itunciou ! qui-lln mano, quo olll\ ustrcchó cün cariño, Y sicrtL verla~ dije afligida. untóncc:. noté que ocultaba bs Juauo" en- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. __I2_ o_ ______L_ A MUJER. 1 tro el manguito para no dejar ver 1>us rió m:ís de miseria que de. enfermedad. guante:; rolus, lo que en Europa es l>Oiial Parece ivia do ltl. mayor miseria. ollí con su madre en la mayor pobreza _.¿Cómo me conoció usted ou modio de pero honradamente, procurando sostener~ esto tumulto y despues de tanto tiempo de se con su trabajo, sin desmerecer de su no vernos? nacimiento. PregunteS J>Or la madre, de~ -.A vi11os del corazon, me contestó, pues seosa de socorreda en lo posible, en des~ apénns la vi la reconocí, con la certe;:;a do cargo de mi concienoin y en memoria de no haberme equivocado. mi condiscípulo, muerta quizli por mi col~ -1\Iuy decaída me encuentra ¿,no es pable de.'>cnido en no babor averiguado por verdad ·t me preguntó al cabo do \III mo~ su suerte como debí l•ncerlo cuando tan mento. casualmente la encontré. !'ero la Provi~ -Así es, pero mi recuerdo es ahora dencia no me permitió compensar mi fal~ completo. ta: ln madre babia partido pnru el cam~ -lince nños, continuó, supe J>Or l\1ada~ po: con motivo de In muerto de Apolonia, ma d'Aubenas que usted lo hnbin escrito un pariente acomodado supo la miseria de anunciándole su próximo matrimonio. ¿Se su situacion y la babia invitado á su ca~ú usted ? casa. -Sí, la contesté, estoy en Paris con mi -Ya ven ustedes, oiíadi6 Adriana al e:spo~o. ¿Y usted?.... concluir su rebcion, que hay á veces en -Yo be permanecido soltera. Y nl de~ la vida 1-nras casualidades que parecen in~ cir C~ato noté que se abochornaba y bajaba verosimilitude:; inventadas por los nove~ los ojos. listas. Et-n ya muy tarde y empe1.abo. á oscu~ -Casi siempre, cuando miramos á lo rccerse tuucho, así, la dije: pasado, encontramos eu la infancia bri~ -¿Quiere nl>ted que atravesemos la ca~ lla~:tteo y alegros púgiua~, y en lo presente llo si nca~o usted sigue mi camiuo? no me cuadro:; triste:; y de:songaüos,- dijo Alicia, atrevo á detenerme fuera de ca:;a por mús y añadió : la existencia que má:> sonrío nl liompo. principio ac.'lba 1>iempre con lúgrimas y Accedió y seguimos en la mismn direc~ tl'istezas; pero tnotbien hay en la infan~ ci011 conversando. Pero la bmnildud do :m cia escenas tristes y dolorosos recuerdos. pot·tc, Bllll contestuciones ambiguas y oier~ Maüaua, si me lo roouet·dan, les contaré lo oml,arazo en todas litiS palabrns, mella- algo nce1·ca do osto, pues guardo, entre mnron la ateucion y tuve la dcbiliund de otms memorias do mi infancia, una que avcrgou:r.nrwe de que !lJO vic:;cu con ella nada tiene de alehrrc como ustedes vetáu. ou la anUo, viniéndome la idea do que tal -¿.Por qué uo referirla dCt>do ahora? '07. hnLi1' lomado el mi~wo camino que dijo Má:dmo. 'l'~rosn; y a,;í fué que cuando mo proguu- -:Me sedn mntorin.lmcnte imposible; tó cu dónde ,.¡,in, para ir á vi&itarmo, uo estoy tan fntigada ! quiso darlo mi dirccoion, ¡;o protodo de t¡uo 1Í mí mo tocaba hncerlo In ¡u·ilucrn ' isita .. l\lnnüestóse muy ngradecidu, indi~ ct1udomo quo vivia on la calle Ou¡¡¡;otto uú~ moro 10. Con esto nos separamos ámbt\s coumo~ vidns. - D1A SEXTO. C<~n •··t~ ujcmrlo 10 a~nimnrán Wtlc¡•ln• ttUO IJUII:mn OL'f puri6· WUUII, " uirlglr il VI>O 8\UI rUL1j'U .. (8 .. ~011 J>L'(!TXXCI.&.Ln.) !'asaron dias sin haber tenido tiempo Cuando so levantaron las seiíoras, yn tl•> ¡wcrigunr en ln casn en que vh·ia Apo~ l\Iúxiruo babia pArtido con la iotencion do lonia, J>Í ofectivamente era persona á quien averiguar el parudero de Lúcio Montalvo, pudiera vibitar. Unn mañana, al tvmur un y procurar con .;utS consejos apartarlo del 1 periódico, vi en la lista de defWlciones del miserable comino que llevaba. día nnterior el nombre do mi antigua con~ En la venta donde babia comprado el di«oípula. dia nnterior el nguardiente, con el real re-lmuodiatnmente tomó informes en la galado por U:íxitno, uo pudieron dnrle por·tería dol número 10, calle Cassette, y otra noticia del mendigo quo buscabn sino mo con firmaron la triste noticiu. l\li pob1·e 1 que despues do haber dormido á la som~ coudiscí¡mla,ln desgt;acinda Apolonia, m u- bar casi todo el dia, con la fresca de la lar~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -~-------------------------­'--- --- - --- - ----- 11 REVISTA QUINCENAL. 121 - - --. de :so d&.ipertó de un posado sueño y ¡,e] Cuando por la tarde volvió <'1 nu8cnte, puRo eu camino con dirccoion al¡meLlo le rocibiet·ou con mil clemostJ·lwiones de vecino, á donde probnulcmento llegaría contento, olvidando todos ol fn~tidio que &.la noche misma, porque, segun dijo, no jlos opriroia. l'epita, que babia adivinado teuia un cuarto con qntoric­~ nna. So dirigió cntónces al cura, refugio ta, y ella, sin hacerse de rogar, tmuando la de t.odos los UIÍScrablos; pero aunqno é¡,te palnbt·a habló de e:sta manera: 1? con ocia, no 1~ babia. vi.:;to ~1acin mucho 1 FS 0 E lp e 0 • tiempo, y qnedv do O.Vl!!arle St alguna ve:r. ppsaba por su cumto para ayudar por su Cunmlo mi madre vivía aún, pasé 11na parto eu aquella huoua accion. Así, dCii- época eu Bogot:í, y do ello conservo grat•lS pues de haberlo em·iado un billetito n Juan recuerdos. M ucha!i vece:;, en medio del J iu1énoz dándole parto dol mal éxito de 1 sueüo, torno á ver todo nq u ello, ti bCUtil' sns pe:;qubns, volvió con la tarde 6. Bue- lo que en aquel tiempo, á llorar y reir co~ u¡¡ vista, disgustado y n1ii!,rido, ha hiendo pa- m o lloraba ) roía : vuolvo :\ la nl<'gro in- ! 1 sado todo el dialéjos do Alicia, y ~;in teuo1• fancia, con sus alll<\ules y cándidas dichas . ln satisfaccion do hal•or logrado 'su deseo. y sus pasajeras l:tgriruns, con KUS hondas ¡ Durante l.a ausencia do 1\itíxi?l~, Alicia 1 ó indeleble.-.. ilnprCJ>i~~e:;,_ qno so cncn~u- 1 uo pudo menos de coufc:;arso u s1 misma trnu como ¡nedras unltanus en el camJuo que do tal manera le em noce.:;nrio verle¡ de In vida y que con~;tituycn otras tanta~s ti todas horas, 'filO sep11rnd:\ do él la vida épt,cas para el comzon. 1• lo pRrccia inl:>ipida y ~;in inter<'s. ¿ Oómo Quiet·o explicar un recu.:Jrdo vago, tl-aor 1 l;Oriau los dias veuideros, cuando la ¡;opa- t¡ luz uua memoria que de vez en cnat_ulo 1! :aciou fu~ra perp~tua, sin esperan?.~ de se dcspietta cou elarid:ul en mi e~istia eu dos ,·cuúUll\!1 en reo- 1 difícil do ejecutar y mú¡¡ doloro:>o para midas y desiguales, una puerta con anehas ella. Tiabia llegado á un punto e u que ya gtictas, por entre las que mirlibamos tí n­no era duoiia do su '·oluntnd y se doj11ba te.-; de golpear, que daba directamí'nto so­llc, ·:u- por la corriente sin podor ni querer bre un patiecillo empedrado y ¡¡cmbrado reflexionar. de fiores en pintoresco desórdeu; las babi- 1:riMe y meditabunda pasó ll(luel din eu taciones consistían on una sala grande y nn m decible de¡sasosiego, ¡>t·ocul'ando, sin una alcoba: la primera 111 amoblaban va­po~ erlo lograr, distraer IÍ sus huéspedes, rios canapés, unos rotos y otros ¡;ano:>, y q meuos tarubien sentían la fulta de 1\láxi- todos de formas diversas, y forrado:; en za~ mo, sin darse tal vez ouoota do ello, pero razas diferentes. A un lado do la puerta manifo;,t:indolo en lo poco alcgt·es que es- de entrada encontrábase una mesa, sobre 1 taban, á vesar do que hacían e:sfuorzos pam la quo, entre otro.; objetos, ,·oía yo sieJn­pal"( l(·ctlo. pre un vo.so con algunas flores, gusto raro Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 122 LA M UJER. 1 en una vieja do nqnollo" tiempos. C!or- lo olvidal~'l b dicho a madre cunudo abra­m de l:l vcnlaua se hallaba otr,\ rne~a pe- zaba ,¡ sn hijo de vnclla de alguna campa­qn<' iil\, escolhda por nua :;illn do ''ar¡uota, iin en quoNo bnbin distinguido; y so r-ou tit\ sitio predilocto do doña Alousa: allí pn~n- tan feliz, tan orgullosa, que no so hubiera ha el día deslio que regresaba do la iglo- cambia lo por todail lns reinns del mundo. ~;ia, uc~¡.ues de oir misa de seis, y ocupada Llonibanme :\ la C:l'3n de doii•l AloDS3 unna voces en torcer cigarros pam vondur, con frecuencia, y su morada mo porccia .Y otras en rc111cndar su ropa, 110 se movia tun tribto y vieja, y la duoiin tnn vieja hasta qne llt·~~ba In noche; pue,;to quo y triste, c¡uo uo comprendía cómo en uua dt;.,groñtuh y mal tmida sirvi(;nta In aquella ullljor y cu ac¡nclla ca~a podiA ba­servio. ñ sus llorns sobro aquella mi:nna bcr tenido origen el brillante oficial que se 1~esa los escnsos alimentos que le propor- dctcnin JllU".l hablarme ni pasar dchajiJ 1 CIOunba el tmlmjo diario. <'uutigua 1l la del balcun en que yo c:.lnba, olvidando sus sala t¡nednba ll\ ulcobu, de cuyo interior deberos por dirigirse á mí. Yo tenia en­no l•ngo ab~olntamcnto Jueu1ori:,. },rcuto tónces beis aüos y lo creía un portento, á JB puerta do la S.'\ln, y atrave,audo un á tnl ¡muto, que él orn pam n1i el bello 1 pnliocillu por entre rosalo!:i, amapolas, ho- ideal do un npu~to j•ÍYcn. NuuC/\ he po­to!•~ s d? oro y mntorralcs do tnauznuilla y di do olvidarlo, ni bU gnllardn proscncin tnnJtnrtns, cctahau la cocina y diminuta ui aire elegante, ni ::;us rizo:; de CJllJO­dcspensa; en lo último rara \'ez se gnnr- llos rubios, ni sus azules ojos, con nque­da113 algo, por lo poderosa rnzou de que lla mimd•' ti una vc7. risueüu y suave, ) uo hahit' que guardar. su adom.m marcial ul pnr quo hondado:;o. ¡ La pobre llllljcr· debía do llevar una La última vez •¡uo lo vi fuó l1' víspora vida muy amorga! direi;;. ,\J. ! no ; doña do till partida, no só 1i •¡n6 provincio á dundo Alonsa po-oín en aquel cutóuccs una luz enviaban su b:Ltallon. Aquella tarde, des­que embollocin HU oscuro ciclo, brillante pue:. do lmber Locho tnarchnr en contorno nut.orcha que ilumiuaba sus tristeza.,; ; uM do la pinza ú. lo~ ¡;oldados que coulaudn­jo) n !JilO era Inda su riquota y dnbu cspo- h1, do repente alzó los ojo!! y rno vió muzas, nnimllcion y encautos á :;u pre<.:;u·in ou el lxllcon roorcúmlorno, como do cos­oxistencia: tonin un hijo en cu~as hollas tmnuro, con ol 03JICctñculo dd ej<.•rcicio dotes físicas hubiera con facilidad funda. militar: y ncorcánrlo eme, me su¡llicó que 1 do sn orgullo cualc¡uicm mndro aún nuis lo hiciese llevar un 'aRo de agua; nprovo-nfot tunada tpto tloim Alousa. chóme de ebta circnubt:'\ncia para bnjnr Urindo con mil lllimos por· la sulitnria bn~ta el porton cou h criada, y ounudo 1 mujct·, que so rocronba en él, el niño fu6 l<'cdorico 60 despidió do mí, diciéndome crecioudo, lleno do Yidn y outusinsmo, y nl que no volvería po1 mucho tiempo, scuti cumplir los dioz y scb niios !JIIiso á todo tnota pcnn, que nrmucaudo mi mauo do trnnco ser JUilitar. I.n rundro uo so opuso. lns :.U.)t\6 cm·rí á ocullnr mi tri&tezn en el ,·. AC/\so los deseos do E'uderico no cmu lo- iutel'ior de la casa. )CS pnrn ollu ': Cualquier sncrificio cm po- Po.rn decir vcruad tongo que confesar co si podin conteutarlo. que nl cabo de algunos dins Federico no Lns penllS, los ton-oros, los iuscmwios, me hncin Culta, y !JUO algunos rncsos dos­In, apronsioncq y posadnmhru!\t¡no la nsnl- pues ya cnsi lo hubil\ olvidnclo; cuando inhnn, hs lñgl'imas que bnhia vertido, tu- una cin•nu~taucia casual gral11~ Hl recuer­do aquel dolor iulenso y siu uombrc, que do indelobloruonto en 01i memoria. súlo nua mujo1· puedo soportaren _sil_enc_io , (Continoorá). .,. __ REVISTA DE EUROPA. 1 flas 611talunB que han elevado: 1.0 al hunos• nstróuomu Francisco Arngo(mns CliSU calidu l EN Francia contiouab:m las 'l"'acncioncs, y do rcpnblicuno que en la de sabio); 2.0 á u I)Qr consiguiento los p:u;cos l'Ívicos¡lor 1.0\los militnr patriota; 3.0 erigieron un monurpent os Uc¡lartamcmos, los discursos dirigidos á 1t los franceses que JUuricrou eu Bélg1ca e -------------------------------------------- --------------------------------~----------------- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA QUINCENAL. 123 1870, y con esto motivo fiestas, procesiones cí­viras, &e. Luis Blnne, Gambetm y los recien vueltos de los presidios han tenido cada uno sn banquete, an corona, sus discursos y pll­roratas aparte, en los cuales se ha encomiado la I.ml'.n'rAD, la FnATERNil>AD y la R:&l'Ú­DLIC< 1. En tanto los legitimistas, pnrtitlarios de los Borbonea, celebraron el aniversario del nacimiento del Conde de Chambord con l'llm­bosísimos banquetes en Paria y en las provin­cias, y como nunca han manifestado sus es­peranzas y la nacieptc popul:uidad que em­pieza ú gozar] a idea de monarquía en Francia. La clase mcdia,-q\te siempre ha tenido poca buen:\ voluntad á In República, porque cuando la han tenido, la paz se ha visto comprometida y los temores de revo\ucion han sido cons­tantes, -la clase media francesa estt\ siempre prouta :i echarse en los brazos de cualquier go­bernante que pueda hacer calla1· la voz de la demagogia que amenaza sus intereses y hast..'\ sn vida. Mucho nos temernos que si pasa 1~ loy sobreinstruceinn pública,que lan agitados tiono los espíritus, tenga lugar on Francia algun trastorno público, del cual surgirá, ó la República fr::mc!mleJILo rnjn., ó la monar­quía bajo los I:orboncs ú Orloans. Esta tcm­pest~ tl no lnnhtrú. mocho en declararse, pues la crísis es inminente y todos Jos partidos se prc¡mnm y esgrimen sntl capadas para el próximo cornbate. Entretanto que los partid,,~ se a¡Jerciben y se arman en guerra, ¡·rCp!lnaHu para los primeros dias de ])icicm1lrC, 0111 Paria, una curiosÍ¡;imacxposicion promovidla )'Orla" So­ciedad de la ciencia aplic<1Ja ~ hll. intlnstria," y os la do la oxhilJiciou de tiÍliObJ criados cuu tetero, es decir, con lo.- v;u·io~ a limr·ntoR que pueden rcmnpla~r,ar 1:\ leclw hl,uunnn. E¡,¡to seró ltlllY l'lll'iosn é instructivO¡: tendremos cllidnrlo de rcrogcr tmlns lus dat <>S que poda­mos para instruir con Ct trahaj:m y no duermen, los religiosos .v goutes piadosas no les van en zaga, y las tiocicdadcs benéficas y mol'alizadoras crecen iamhicn siu ccsnr. Es cosa interesante é imponente, por cierto, esto estudio de la idea bneua y la idea mala l1acióndose mútn:uncntc conlra¡Jcso: si pierden tcncno ar¡uí, lo recu-perUJI allá, y si se ven vencid:Ja nculht, en otra parto resultan triunfantes. ¿Quién nl­canzaní la última Yicloria, y cuánto tiempo durará esta lucha'? Cuestioues son estas qne conmueven las entraiíaa del mundo! II Miéntras que 1 a gentel'cnsadora y cristiana so ocupa en moralizar al mundo, otros, ins­pirados por el dCJnonio, siu duda, trabajau sin cesar en corromperlo. Con mucba razon se ha llamado á Pm·is el cerebro del mundo, p11es nlli es en donde so elabora casi todo lo bueno, y podriamos decir sin equivocarnos, todo lo malo que so invent.a. Si so debe juzgar del mérito de uua nacion por su literatura, In frances:J. causa profundo dolor. Allí es dondo se J1a inventado un género de uoveln que llaman de nat11ralismo, novelus en que no procnran estudiar los movimientos del nlrna, ni sirJniorn los del corazon, sino que so oeu¡¡nn n~rla m1Ís que de las sonsacioues ele) cuerpo, est odios quo tienen uuis do medicina que do literatura. Hace algunos años t¡ue el historiador 1\li­chelot (particular c11emigo del calolici~;rJ10) queria explicnr los hechos históricol! con los documentos y los bolotinea de los médicos ele loa soberanos y los guerreros. Esto sistema es propin de los ateos, que no \'L'n en el hom­Lrc siuo el cncrpn, y 11iegan el nlma y la in­fluencia que ésta ticuo sobre el ser material. El jefe reconocido ele la cscnl'ln ele\ ,¡aftt­, ·alismo en Francia Ob \tnll:uuarln Zola, cuyas ohras tienen miÍs do fisiolog-Ía qno !ICJ psir:o­logía. Pero sus tipos f::n o ritos son los cri­n¡ inalcs, lal'l rnujercH penlidat> y los sérrs Illllll inmumlus del universo,- y con rn7.oll, ¡mes allÍ en esaS gCII(I'R p::li'IJCC COiliO RiSO COIIflln­diem la parlo uuimal con l::t es('iritnal, rictal Ruerto, que vcrdad(l'nrnent{) pcrtencttrc ca~;i [¡ le s séruR feroces de la J'l'Or usr•ecil'. ¿. Pero podrá. habrr alJ?;un placer e11 cuuocor Íl fonclu los instintos y ln:o~ :&ccioucs rle esas pcrsouns? Pa1·cec ac¡ncllo irnposil,Ir·, y siu embargo esa es la litomtnra de morln hoy on Frnrwia. y IIC)CJ>ti'OS jÓ\'ellCS1 y, 110 nos atl'CVCIIIO!' IÍ de­cirlo, muchas de nuestras señoritas RO Rolaz:m t:on ;u¡uolla ler;tura, rmell c•sta os la que so complacen cu exportat· á estas Rc¡JÚI..tlicas, contlenatl:Ls á rc~·ilJir todo lo malo y ref'!Jar.ar todo lo bueno que !lt' inventa en I·~nru¡,a! '' ::ii las noYclua natw·rdistas (clicc un crítico en la Revi:;tu ,]¡; .Ambos .. lf1111tlos) f11oran la pintura exacta do h\ socio1lud franc~;sa, ou verdad que seria bien inútil tral.ar de salvar esta socicool, compuesta de más do '1,000 personas, que aque1los bárlJM·os son los descendientes l pero¡•{) n"erca de la INF:Lm:xci.\ DE LA MliJ"lo~R 1 c.Ie las bordas salvajes que adoraban un sable l en este Riglo. Entre todas las potencias del Las ei vilizaciones retroceden; y este han cansado tlo referir los borrorea que era española y amaba :í su pntria. La que coructen ó se lmn acostumbmdo ya á ellos austriaca temo y no num :i Esp:uia, J UJCose (J ú todo so enseña la naturaleoza lmmnna!) <111o ha exibrido c¡ue In pcnuitnn llevar consigo lo cierto es qoe el periódico qne tau miste- tí Madrid una multitud u e compatriotas suyos, riosnmento redactan los conspiradores, con- desdo cociucro propio hasta lacayos y cauJ:t­tinúa }lnblicándose. En uno de e1-1os ortícnlos t·oras, de manera que jamas se encuentre en san¡;uiuarios habla do las ltl'l'oinas clelui- ~ contacto con sus subditos. Es la no es lama­hilisruo, y las llama santas m:í.rtires de la ncra, so creerá, do hacerse popular y gn.tfnrsc li_liertncl, glorificando los nombres de las ase- la bueu:. volumad do los españoles, tau tLm::lll­smas Vera Zassaulit.~h, Sofía .Baniin, María tes de la fnmilinridnd con sus re1cs .> encmi­Sadava y otrns, pues en tolla conspimcion que f?OB tlo toc.lo lo que parezca desv10 y desamor 1 se ~lcscubre, siempre so encu~ntra alguna l u. lo cspaiiol. nlUJCl" mezclada en olla. S. A. !>E S. - - ---------- I mrrtnla ilc ::lll,·c•ltc y c . .::
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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La Mujer - N. 29

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