Saltar navegación e ir al contenido principal
Biblioteca digital de Bogotá
Logo BibloRed
Cargando contenido
¿Qué estás buscando?
  • Escribe palabras clave como el título de un contenido, un autor o un tema que te interese.

  • Búsqueda avanzada

Seleccionar

Contenidos y Experiencias Digitales

Filtrar

Formatos de Contenido
Tipo de colección
Género
Idioma
Derechos de uso

Selecciona contenidos según las condiciones legales para su uso y distribución.

Estás filtrando por

Cargando contenido

Se encontraron 4064 resultados en recursos

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 55

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 55

Por: | Fecha: 11/06/1898

Bogoti., Junio 11 de 1895. BOLETIN MILITAR --·····-- ORGANO DEL MINIS"TERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO Director, ALEJANDRO POSADA. ------'- --~-- Son colaboradores natos de este periódico, todos los ]eftt y Oficiales del Ejército de la República. LA ELOCUE' C1A MILITAR Tal ve't entre todos los conod1nicntos que con prove­cho puede cultivar un ' n1ilitar, es el de la elocuencia, el más descuidado· y desn.tendido, sin que deje por eso de ser en muy especial n1odo necesario. La primerll pregunta que n1uchos se harán es la de que si e •iste verdaderamente una elocuencia militar; porque para hacer uso de la. oración escri­ta y para e~presar y determinar el pensamiento en las varia­das formas del lenguaje, e isten en Ja milicia formu : arios por los qut= se puede regir el que tenga que manifestarse bajo cualquier concepto á" los demás; y esto en realidad no forma elocuencia, aunque no dtje de ser ocasión para ella. l?ero no es menos cierto, s1n embargo, que esa elocuencia existe, que lct elocuencia militar tiene su escuela, (·us mode­Joc:; su e presión propia, ) por ahí su modo d~ ser esen­cialnlente diferente de todas las elocuencias conocidas. Lo que con ser cierto no deja. de ser raro, es que estando así considerada por grandes escritores en sus tratados, entre los cuales consideramos al célebre Timón y al eJegantisin1o D. Joaquin María López, honra de la tribuna y gloria de las letras españolas, esa elocucn~ia no haya sido trata­da y conocida n1ás extensan1ente. Y sin embargo, esa elocuencia no ~olamente existe, con1o existen las particulares ctJel foro, de la tribuna y lasa­trrada, sino que existe. teniend vid-a tan honros.l ' fln tan Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EOL.ETÍN MILITAR noble como ellas: que si la del foro, rcdeada de la n1ajest~d que acon1paña la justicia, tiene altísin1o objeto en la socie·· dad; que si la sagrada, profundizando los n1ás hondos ar­canos del corazén llega hasta lo sublime en sus n1isteriosas concepciones; que si la parJan1entaria, tratando Jos altos intereses del porvenir y la vida de Jos pt.eblos. tiene el pri­vilegio nobilísin1o que le rla su n1isión, la elocuencia mili­tar, no ajena á los sagrados intereses del deber y de la p~ tria para evocarles en supremas ocasiones, es tan grande con1o aquellas por su expresiún, por su fin, por las ocasione en que se n1anifiesta )' por el auditorio á que se revela. Es una elocuencia sobria, llena de fuego, de vehemen­cia, de vigor; elocuencia cuy as palabras vibran con el soni­do que las arn1as de los dioses despertaban al herir sus es­cudos de oro; elocuencia no estudiada, por más que re­quiera el estudio y el arte; elocuencia clara, porque se dirige á la parte armada del pueblo, que requiere figuras tan ~enciJlas con1o sublimes, in1ágenes q L.e salen al encuen­tro de la inteligencia á Ja voz creadora del que improvisa. en un can1po, ó del que delibera en un consejo: la ocasión la hace n1ás grande en la lucha y más solemne en la paz, cuando recuerda el dcher, Ja fidelidad v el honor, ó cuando vuelve en otras ocasiones por la justici~ . :Esta elocuencia, pues, tiene su historia; ha: vivido con vida poderosa y en los labios de C -:sar y Napoleón se no9 ofrece con toda la tnajcOJtad y riqueza conque su palabra viva la hacía aparecer á las vi ·jas cohort~s ton1ana , ó en }as victoriosas legione;:) del imperio; así con1o bajo la pluma. de escritores nlilitares clásicos, brilla n la narración con las ricas galas de nuestro viguros idioma; que tan bien y tan J erfectan1ente responde á esa elocuencia por su varonil n1ajestad, por sus galanos giros, su expr 's}ón noble y por· sus levantadísimos conceptos. Haced depositaria de ese caudal á una imaginaCion dotada de no vulgares condiciones, á un esforzado corazón 1 á un ánimo honrado, porque sin ser honrado, nunca será grande por más que sea célebre, y ntonces esa elocuencia,. cuando la ocasión llegue, tocará en lo sublime, hará vibrar laSi cuerdas más delicada3 del corazón, y levantará ecos pode­rosos de entusiasn10 tan grandf:s como aqBtdlos q, ue pro- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN Mll.lTAR . l 7 cluc1an en las legiones de la st:ñora del n1undo Ja palabra tl.udaz. y noble de César, y tan fuertes como los que arras ... 'traban á la muerte á los veteranos del primer imperio. Pues estas son las condiciones del orador nlilitar; cuan­do el arte y el estudio han preparado d antemano su inteoÁ ligencia, cuando la naturaleza no ha sido ingrata en sus dones, cuando llena el corazón el perfecto cotlvencimiento del deber~ Ciertamente que este género de elocuencia, n1ás· particularment cuando es hablada, requiere una ocasión: cuando los pueblos son presa Je grandes conmociones, cuando la voz del cañón llena el espacio, cuando el porve..: nir y el hon r se juega~ en un campo de batalla. o con­cebimos á los grand~ hombres sino en extraordinari2.s cir­cunstancias, pues sólo nacen aqu¿lJos para éstas. C~::>ar llena el mundo cuando Roma está presta á 'L~ dominación; Ale­jandro asombra á los pueblo cuando la independencia grie­ga sucumbe; y rapole6n levanta su figura soberana entre jcs horrores de un1 revolución y cuando una sociedad va­cilante tiende los bra:t.os hacia la dictadura. En esas épocas todo es e)ttraordi!1ario; Jos hombres que figuran en ellas por su domin< ci6n, reúnen grandes ca­racteres, porgue tienen una misión superior y casi divina, y sólo la llenan con e·os grandes dones que les da la sobera­na inteligencia de Dit s. Pero 1a sociednd, como d individuo, no vive iempre 1gitada por tan CX(raordinarii s luch'ls y conmovida por tales violencias. Tampocc la elocuencia ~~e d csarr lla siempre en este 'teatro. Bajo otros diferentes conceptos tiene nohil isimo em­pleo en el discurso escrito, ora sea en Ja · {:rdene ' generales) parte , bo~ctines y alocuciones. En la deliberativa y en el seno de los e nsejos revélanse también sus altos dones, y si no aparece podero ·a con la fuerza que da la improvisa­ción ó el discurso hablado, no por eso en su empleo aban­dona las reglas del arte, escuela verdad .ra del talento y sú­Aida base del genio Pero no fue nuestro objeto precisar las condiciones de odos esto diferente, g "neros de comnosición escrita. \ 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 288 . BOLETÍN MILITA!t dlos tendríámos que añadir el descriptivo, notable entre todos, pues por él se desarrolla la narración histórica. Cé­sar Jo cultivó en grandísin1a n1anera: si sus improvisaciones demasiado limadas, para que como tales puedan pasar, son admirables, pues se revela en ellas el fondo de su ta­lento y de su política; en la narración es un escritor claro, animado y 1elegante. La moderna escuela histórico-narrati­va, tiene á su vez inimitables n1odelos, y muchos escritores militares clásicos, tan perfectos en el decir, nos dan de ellos brillantes muestr'as que, en Hurtado de Mendoza igualan al conciso Tácito y al noble estilo de Salu~tio. A ella se presta nuestro idioma lleno de sinónimos, de voces y armonías imitativas, de elegantes giros ; nuestra in1aginación vehemente y nuestros hábitos que tan perfecta correspondencia tienen con él. En completa arn1onía las obras y las palabras, dieron en el siglo XVI inimitables modelos en las obras de Moneada, Carlos de Colon1a y D. Diego Hurtado de Mendoza, nobles ingenios que en n1aridaje feliz movieron la pluma y 1~. espa­da, y más tarde en Solis, que, sin ceñir ·el acero, inmortali­zó las hazañas españolas en América como aqué'los las hi­cieron famosas con su pluma, recordando nue.strns proezas en la nebulosa tierra de Flandes y bajo el hermoso cielo de Grecia. En estos g~neros de composición entra siempre el arte, d n ·te y la imitación de los grandes modelos. Los mayores talentos no lo~ pudieron desdeñar; y el genio sin imitarlos, porque es siempre original, los adivinó y Jos comprendió en sus obras. • La moderna elocuencia n1ilítar, que nació con el im­perio, tiene algo de la grandeza y majestad clásica. Cuando Napoleón señala á sus soldados Jas pirámides, cuando más tarde al aparecer el sol en el campo de Ja Moscova, les re-­cuerda la luz. que alumbró Ja victoria de Austerlitz, en Friedland y en 1\ 1 lrengo, tí ene su palabra una solemnidad reconocida. Rece~ da á César y habla á los franceses de Jo que en otro tiempo hicieron los legionarios de Roma , siempre detrás de b victoria vislumbra un más allá. Genio extraer En~rio, grande c0mo el mundo, segíin la magnífica Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAlt expresión de Kleber, aparece á sus ejércitos como Ja perso­nificación de la victoria, y su voz poderosa tiene ese acento n1agnífico é irresistible que arrastra en pos de sí á las mu­chedumbres; con él se va si vacilar á la muerte y se corre á la desesperada en pos de L s luchas. El era la 'palabra y el brazo, el pensan1iento y la fuerza, e_, p..;.J, t e dos filos que suspendió sobre la tierra con la confian za cieg,t que le daba su misión. Así se nos presenta con1o el tipo n1ás perfecto del sol­dado, del político y del orador. "Soy k-e n, pero también sé ser zorro:" estas palabras revelan la 1 le r·az de,su genio. Después de el, d genio n1ilitar y la elocuencia sufrit:­ron una decadt:ncia visible. La escuela . n1Ílitar que á su al­rededor se forn1ó, desapareció é hizo n1ás patente aquella decadencia, una gran verdad que todos deben1os reconocer: Qye el genio es original, que salva las reglas de la rutina, que por el entusiasn1o se va á la fe, fuente de las se­veras virtudes militares, y que por la fe se corre á la vic­toria. Los talentos buscan sólida base en el arte, y la hallan tan1bién; y hay n1ás aún: llegan á pasar por genios, y este noble engaño lo produce el estudio y le ofrecen los buenos modelos; porque en su revelación tiene el talento aquellas afinidade~ que el digno con1ercio de las ideas en­gendra. Tal resultado da el estudio bajo todos conceptos. En el de los autores n1Ílitares más perfectos es mayor aún : manifiesta el genio y la expresión, la idea y la palabra, el fondo y la forma. A este segundo concepto vamos á referirnos en e tos artículos. Para ello nos ocuparernos de la elocuencia militar antigua en el siguiente, y trataremos en otro, bajo nuevos conceptos los caracteres de la n1oderna elocuencia militar. --·· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAit LECTURAS DE HISTORIA PATRIA · PU:\TOS PRI ·crPALES DE LA VIDA PÚBLlCA DE BOLÍV/\R (CONTINUACIÓN). Por eso Bolívar hubo de acudir á fijar Ia disciplina de sus tropas con severos escarmientos : á nadie concedió la supremacía moral de la lucha, porque nadie como él estaba en capacidad de determinar el alean< e de ella. ( r ). Y este convencimiento, fundado en sus propias aptitudes, no meno que en el ardor y entusiasmo de que ~e sentía animado, fue lo llue lo obligó á imponerse, de modo ener­gice, en varias circunstancias en que la fortuna, ó el capricho de lo· hom lxes le cerraba el paso. Apenas iniciada la guerra en Venezuela se le trató de stpara1· del mando del Batallón de Milicias de A ragua, que debÍa combatir en la toma de Valcucia, (Agoto de r8r 1). Bolívar se presento ante Miranda y le reclamó, con vivas expresiones, se le conservase en su puesto: "no sabía por qué se le quería pri nr de servir á su patria en la primera oca. ión de peligro. - "¿ Qye dirán de mí, objetó, viendo que mi Cuerpo sale á campaíia, y que su Comandante se queda con este ú otro pre­texto? ..... ,, Cuando por primera vez llegó á Nueva Granada, las autori­dades de Cartagena se re istían á darle colocacion en el ej érci ro, ; pesar de la decisión y condiciones que moc;traba, y . ólo se obtuvo esa gracia tnedi::mte la valiosa influencia de un letrado de impor­tancia, el doctor José María Sala zar. Aún entonces no se le de­signó sino un puesto secundario> á <>rd ncs de un franccs, de ape­llido Labatut, quien seguía la. banderas de la Independenci;¡, más por­conveniencia ó afición á la guerra que en pro,ecucic)n del ideal de libertad. Bolívar inició felizmente operacionc por u propia cuen­ta para desalojar á los e pañoles de la márgcn oriental del río Mag­dalena, y el más fdiz cxito oronó sus esfuerzos (Labatut pieten­di6 que se le juzga e por l:n Con cjo de G~erra). En 1812 el Coronel lVIanuel Castillo, encargado de las fuer­zas patriota de Pamplona, estacionadas en an Jo é de Cúcuta, con pretextos ó razones muy controrertibles, inició ardiente polémi­ca con Bolívar; llevóle muy lejos el odio y la enemistad que des­pertaron en su ánimo el genio singular del Libertador, al cual pre­tendía dar leccione de método, disciplina y economía y contener en (1) Camilo Torre!:, el pr6ccr colombiano, afirmó después de la dc­esstrosa campaii.a de 181 3 en Venezuela, que "perdida esa República .nistÍl siempre en la persona del General Bolívar." Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOI.ETÍ N MILITAR la campaña de Venezuela so pretexto de que esa era empresa teme­raria. En Castillo no;, muestra la historia de cuánta tenaz resistencia y vulgare instintos son capaces alO"unos hombres mediocre~, dis­pue tos siempre á oponerse á la influencia y preponderancia de los que han nacido para mandar. Las nr.1turalezas imperfectas suelen mo trarse casi siempre rebeldes á los dictados dP. las almas nobles, de donde nace e e completo antagonismo que, aun en los cuerpos colegiad:ls, debilita la acción libre y dcscmb:1razada en bien de la Patria. Cuando Bolívar recibió instrucciones del Gobierno granadino (ro de Febrero d~ 1 815), para que obtuviese del Comandante Ge­neral de b plaza de Cartagena, lo. fu iles, artillería y muni­ciones, bagajes y tra5portes que habían de servirle para armar y equipar la fuerza d e Jo mil hombres que conducía de Bogo­tá para la Costa Atlántica, temió que aquel Jefe, que lo era Casti­llo, u rival, resi. tiese el cumplimiento de la orden, y á fin de no ~u citar pretextos de amor propio hizo que el Gobierno de la Unión nombrase á dicho jefe G ... neral de Brigada, y que le de tinase al servicio en la c conceder á é te nin g una cla e ch.: ·lement1;s de gucr ra y le contr,1ri ó y b . t i nH~ en ~ u amor propio por medio de oficios incon-ultos y dcpre. ivos. Al intentar el General holívar llevar usarmas sobre la engreí­da y de obediente ciudad de Ca1tagen:1, dech, en oficio que di­rigió al (,-obierno de la Uni<ín, on fecha 26 ele 1 1arzo de r815: " Tinguna pa sión humana dirige en e ta opt)rtunidad mi con­ducta. Arra trado por el im¡ erio del deber, voy á combatir contra mis hermanos. Mi hermana ser~i la primera víctima; otros parien­tes tengo en la ciudad; se me ha amenazaJo con su exterminio: pero un verdadero republicano no tiene otra familia que la de la Patria. Juro por mi honor que no volveré á encontrarme en una gue~ra civil, porque he jurado en mi corazón no volver á sen·ir más en la Nueva Granada, donde se trata á sus libertadores como á tiranos, y en donde se infama i mr>Íamentc al honor y á la virtud. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. IOLiiTtN MILITAit He contribuído -para el establecimiento del Gobierno get1eral en cuanto he podido; este será el último sacrificio que hago por su estabilidad. Bástame haber manchado mis armas por dos veces con la sangre de mis hermanos; yo no la s desh o nraré una tercera. Ruego, pues, enca;c cidam ente á V. E. se sirva nombrar un Gene­ral p:-~r .• este ejército, bien persuadido que esroy más pronto á subir al caJalso que á continuar mandando." IX Cuando los pueblos de Venezaela resolvieron separarse del Gobierno de ~:sp a íla , intentaron hacerlo empleando medidas que no prod,Jjesen encono en el ánimo de los espa ñoles, y hasta pl~e­tendieron lograr las simpatías y apoyo de los que estaban domici ; liados en el pa í s. Como los iniciadores del movimiento político eran hombres ilustrados y cultos, quisieron llevar el convencimiento á los espí­ritus, antes que emplt.ar la fuerza en defensa de sus (erechos. El soldado más persuadido de la justicia de la causa de Vene­zuela, era, en esos momentos, Bolívar; él quien había adivinado con más firme intuición, los gloriosos horizontes de la lucha, y quien, por medio de su fecunda é inagotable im~ginación, había ,medido igualmente todo el peligro y duración de la guerra. Sus razonamientos iban impre~nados en la convincente elo­cuencia que da la justicia. Con su fácil, abundante y clara palabra, desvanecía las dudas, desbarataba los argumentos falsos de los ene­migos; inspiraba rcsolucion á sus soldados, y de seres sumiws á la voz del Jefe, los transformaba en hou1bres reflexivos que peleaban con el desinterés y el convencimiento de lus que sacrifican su vida por obtener la salvaci ún de la Patria. "Así, luchando, i.ni ~ruyendo, venciendo, dando ejemplos de resignación y de constancia, despreciando los peligros y dejando advertidos los ríe gos, desarrollando prácttca y laboriosamente el es­píritu de libertad, con un aliento incomparable, con la misma energía de convicción y la misma fidelidad á su íntimo pensamien­to, seguí.1 aquel hom':>re de hietro su trabajo de emancipación, de progreso democrático, de influencia social, de organización política, apoderándose poco á poco de las fuerzas .motrices del pueblo y diri­giendclas todas hacia su objeto determinado é irrevocable : La Independencia de la América del Sur/" (1). De.5pues de la victoria de Araurc, las palabras que Bolívar diri­gió á sus Capitanes y soldados, dan bien la prueba de que no ~e de­jaba embriagar por el éxito de sus armas venceJoras, y de que el deseo de ver libre á la Am é rica, era el más ardi.e.nte de los que ali-­ilT\ entaba ~u pecho .: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 293 "Es cierto, dijo, que r uestras armas libertadoras han vengado á Venezuela; el mayor ejército que ha intentado subyugarnos, yace en el campo; pero no podernos descansar aún: otras glorias nos esperan y cuando el suelo de la Patria esté completamente libre, iremos ;{ batir á los espaiioles en cualquier punto de la Arnéricaguc dominen, y los arro­jaremos al mar. La libertad vivirá al abrigo de vuestras espadas." Bolhar, como hijo predilecto de Venezuela, era la personifica­ción más completa de las brillantes cualidades que tan notoria­mente distinguen á los habitantes de esa prestigiosa nacwn: altivo, dueño de sus propios . entim;e:ntus é ideas; dispuesto á todas horas para la guerra, empuñando las armas del caballero; generoso en sus intenciones, propenso á actos de hidalrruia r ~e perd0n; de im"gina\..ión poetica deslumbradora; apas i onado por las grandes manifestaciones del genio y codicioso de gloria y de buen nombre. 'J ivir en la memoria de sus connudadanos, trasmitir sus hechos á 1as generaciones venideras, tál parece haber :,ido el ueño dorado de ~us más íntimos pensamientos. Supo ser guerrero á esfuerzos de su genio, pero su percepción más verdadera era la del político, la del hombre de Estado g u e pe­netra con sagacidad en la vida de los pueblos y logra dar e cuenta de las necesidades de la sociedad. Hombre de acción, poseía convic­_ cionc3 Íntimas y sinceras; pagó tributo, con su vida misma, á la ardiente ambición de su alma; él pretendía implantar en América gobiernos propios y responsables, que diesen al individuo toda la libertad necesaria para desarrollar sus propia~ energías, conservando el fiel de la balanz? en manos de la autoridad, que ha de rcspon¿er, á toda hora, de los intereses y de la vida de Jos asociados. En sus discursos, en sus proclama , en sus notas, no desper­diciaba ocasión niuguna guc se le presentase para desarrollar con lucidez y claridad sus ideas. Es uno de los más rcsólltantes caracte­res de la guerra de la Independencia dirigida por él: la constante publicidad que dio á todos sus acto., la di cusión razonada que dc~pertó con sus oficws y la propagand sL tematica con que creó todos los re ortes admini t :aivos en medio de los azares de tan trabajada lid. En Octubre de r8r3, el Libertador, atento al propósito de dar á conocer al mundo las exigencias políticas de su país, se ex­presaba así, en oficio que, desde Valencia, dirigió al Gobernador y Capitán General de la isla de Curazao: "Un Continente separado de la España por mares in.rnensos, más poblado y más rico que ella, sometido tres siglos á una dependencia degradante y tiránica, al saber el aií.o de I8Io la disolución de los go­biernos de España por la ocupación de los cj~rcitos franceses, se pone en movimiento para preservarse de igualsucrtc y escapar á la anarquía y confusión que 1e amenaza. Venezuela, la primera, constituye una Junta conservadora de los derechos de Fernando VIJ, hasta Yer el resultada Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 294 BOLETÍN MILITAR decisivo de la guerra: ofrece á los españoles que pretendan emigrar un .asilo fraternal; inviste de la magistratura suprema á muchos de cilos, y conserva en sus empleos á cuantos estaban colocados en los de más in­flujo é importancia : prueba· evide'1tes de las miras de unión que ani­maban á lo \'enezolanos, miras doloros amente correspondidas por los españoles, que todos, po r lo general, abusaron con negra perfidia de la confianza y generosidad de los pueblos . . . . "Al ver ahora casi toda s las regiones del N u evo M un do en1 pcñadas en una gu " rra c ruel y ruinosa: al ver la di cordia agitar con sus furore­aun al habitante de las cabaiias; la sedición encender el fuego devoras dor de la guerra hasta en las apartadas y solitarias aldeas, y los campos americanos teñidos en sangre humana, ¿se buscará la causa de un tras­torno tan 2sombroso en este continente pacífico, cuyos hijos dóciles y benévolo habían sido si~mpre un ejemplo raro de dulzura y sumisión que no ofrece la historia de ningún otro pueblo del m un do?" ...... De est~ modo fijaba los término de la lucha, para que se comprendiese que ella no obedecía á ningún deseo de venganza, ni menos á codicia de empleos ó de lucro, sino á la necesidad de fun­dar la Patria sobre el pedestal de la igualdad. Esa igualdad conso­ladora de los débiles y de los oprimidos, que no podía conceder á América España, por encontrarse á miles de legua de distancia, y porque los agentes de su gobierno no pretendían fundar medios de j u ta armonía, que consintiesen la iniciativa prudente de los americano en el manejo de su negocios públicos. - (Continuará). MON1'EPIO MILITAR IMFORMES Rtpúblictt de Colombin.-Ejército NrJciona!.-lmpcuiátl de In 1. nS Di­' l.'iJiótt.-Nímuro 1 18.-Cr1nrtel General etl Bogo/tÍ, tÍ z6 de Di­ciembre de 1897. Señor Presid ente y honorable Miembros el e la Junta d el Montepío Militar.- Presentes. Tengo el honor de poner en vuestro conocimiento el resultado de las operaciones de la Tesorería del Montepío, en el me s de Noviembre último. DÉBITO Saldo dd mes de Octubre; •.••.•••••.......... $ 6,782 52! E11tradas ttl Noviembre. Por remesas. . . . . . • • • • . • • • . ....•...••..•.•... Por intereses .•.......••..............•..•••••. Por anticipaciones de sueldos ......•.•.•........• A José M. Ferro .•.........••.....•.•......•.• I,o88 70 910 8o J, 38 I 1,soo :Suma .•••....•.•.•.•.• $ 1 r,663 02·! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MJ LILA:k RÉDITO S;didoJ tn el mtJ. Por pensiones. .....••.... Po gastos generales .•...... ........... , ... . .. -$ Sun1a... . ............ $ RESUMEN Existencia anterior y entradas en el mes.... .. • ••.. $ Salidas en el mes ................................ ........... . 1 1,66 3 o2t J, 167 Existencia en Caja .......... -$ 10,+96 o2t Dios os guarde. ANTO '10 B. REBOLLO. Rtf'Íib/ica de Colombio.-Ejército Nacio111li.-EJtddo Mayor de !tJ I. Pl DiviJión.-NIÍml'ro 1 20.-Cuorte/ genfrol en Bogotti, ,¡ 24 dt Enero de 1898. Señ ;~ r Presidente y honorables Miémbroe de }:¡ Junta del Montepío Militar. Presente.>. Tengo el honor de porner en vuestro conocimiento, el r~sultado 9e las operaciones efectuadas en la Tesorería del Montepío, en el mes de Diciembre último. DÉBJTO Saldo en 1.0 de Diciembre •••••.••..•• EmrodoJ duro11te 1'1 mtJ. Por remesas ...• ·--· .....•..•.........•...•.. $ Por intere<;cs. . . . . . . . . . . . • . . . . •...........•• Por ant1cipaliones de suc:ldos.... . ••••.•.•...••• 1,786 6 5 337 70 2,oo8 Suma el Débito. .••... $ 1.~,628 3ii CRÉDITO Deudores á mutuo ( ·eñora Soledad P. de C.) ..... $ Pensiones .................................... . Gastos generales. . . . . . ....• , ...••.....••.....• Anticipaciones de sueldos .•.•.•••.•• . ..••....... 4,000 651 ~26 z,Boo Suma el Crédito .•. - ... ---.$ 7,977 ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. IOLETÍN MILITAft. COMPARACIONES Débito ......•....................... $ Crédito ........................•...... 1 4,6z8 37t 7,977 .. Saldo en Caja el 3 r de Diciembre ............ $ 6,651 37~ Dios o'i guarde. ANTONIO B. REBOLLO. Señores Presidente y Miembros de la Junta Directiva del Montepío Militar.- Presentes. Tengo el honor de poner en vuestro conccimiento el resultado de las operaciones efectuadas en la Tesorería del Montepío Militar en el mes de Enero del corriente año. DÉBITO Saldo en Caja en J. O de Enero ~ el corriente afio .•. $ 6,6 5 J 37! l!.!ltradm durante el me1. Por remesas .•.••.••...••.••.•••.•••...•••.••• Por anticipaciones de sueldos •...•.••••....•..•. Por in tcrescs . • • • • • • • • . . . • • . • • . . • • .....•..•. Suma el débito ........... . ... $ CRÉDITO Pensiones.. • • • . . • • . . • . ..••.•...•.••.•.•. $ Anticipaciones de sueldos.. • . . • • . . .. • ..••••.•.. Gastos generales. • . . . • • • • . • . . • . • . . • • • • • • . • . • • • . 6sr r,oSo so6 Suma el Crédito • . • • ••.••. $ 2,237 • RESUMEN Suma el Débito .•••••...•.•.••••.•••••••. ~ ..• $ Suma el Crcdito ..••••••.•••..•.....••.••...•.• 9,035 6¡-! 2,237 .. Saldo en Caja en 31 de Enero .................. S 6, 798 67~ Dios os guarde. El Inspector General del Ejército, BENITO MARTÍ.NEZ. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Bvl.!TlN MlliTAlt. INFORMES del Ingeniero Dirc~tc>r de los trabajoa del Quindío. Rtpública de Colombin.-Depnrtamento del Cnt1cn.-EI lngtnitr~ Oji­tial.- Número 36.-San f/iantc, Febrtr() 12 de 189~L Señor Ministro de la Ouerra.-Bogotá. Con arreglo á mi telegrama número 89 presento respetuosamente al Gobierno, por conducto de Vuestra Señoría, el resumen de los traba­jos científicos y materiales ejecutados en el Acueducto de ceta población hasta el 31 de Enero último. Acompaño también el Perfil longitudinal número 1.0 de l:t c.·prcsada fábrica. . I. -CONSTRUCCIÓN Los trabajos de construcción que se han ejecutado por la 1.:1 Com· pañía del Batallón Caro c:omprenrlen la 1. ~sección ósea la margen iz­quierda del rfo Bugalagrandc -19+0 metros- que es la parte doblada y difícil del terreno en esta forma: Rocería. Partiendo de la boca-toma escogida se hicieron 12 So me­tros e uadrad~s de ro~ e ía para la ex plan ación, in el uyendo dese u aje )" limpia, en el kilómetro 1 .o, con más de 4,ooo metros cuadrados para el trazo en los kilómetros 3 y 4; ósea en los trayecto· que lo e:iigían. To­tal 5,280 metros cuadrados. Aar¡t1in. Se abrieron 110 metros lineales, entre las cotas 16m, 133 y 15 1 '', 919 del Perfil. Dicho canal afecta en su sección trans­versal un trapecio con 1 metro de anchura en la parte superior, 8o ccntímetr<;>s en el fondo y 6o centímetros de profundidad, que es la misma del río al ni ·el normal en la boca-toma. El talud se aumentad cle modo á completar metro 1m,20 en la base superior, operación que fa­cilitadn parcialmmcnte algunos derrubios. Grndati6n. Se rompieron Lf.40 metro cúbicos en las roca ce as­perón y conglomerado granfdco 1ue encajonar. el río en el kilómetro 1.~ Con est~ ha quedado el plan d · ación ca i li ·to para la acequia por 1 So metros de longitud, r . c.: la otas I 510!9 J 9 y 1 5"',077 del Perfil. El personal emplee, • o ''1 lts trabajo ha variado de 6 con arreglo á las con encioncs de la topografía. Me suscribo de Vuestra Seííoría1 á quien Di cs guarde, obedientE: tenidot GRJSUDI '0 C-Ail\'AJAL. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l!OLETÍN MILJTAR 299 Repúhlica dt Colo11Jbitl.-Depr:rt.1ttJellto d,J Ca11ca.-EI b:gtniero Of ... ciai.-Númcro 39.- 8an 1/icn:te, Abril I S: 189 . Señor Ministro ele Guerra. Bogotá. En conformidad con mi tcle gr.¡ ma m!111ero 9 , presento respetuosa­mente al Gc, bicrno, por conducto de Vuestra C:eñoría informe general sobre los trabajes científicos y materiales ejecutados en la carretera na­cional de Bugal::tgrandc á Tuluá hasta el 31 de Marzo po trero. Para fijar debidamente e1 avance de la obra, fuerza será rer'etir conceptvs y{l expresados en inf:;rmcs parcialc anteriores. f.- IMPORTANCIA DE LA VÍA La cicncía r el progreso exigen la adopción de un pla~ general, istcmático · riguro~o) para organi:t.ar tcd~s J:..1s 0hras públÍC!J , y correla­ti, ·amcnte la urgencia de consagrar todos l0s elementos di~ponibles á las ~mprcsas de tuayor utilidad, dejando de lado les trabajos de menor cuantía. Concretando tale · ideas al De~ artamento del Cauca, la cons­trucción de una carretera c¡uc enlace las principales ciudades cnrre el Chinchiná y el Carchi es de tanta impcnancia para el desarrollo co­hlcrcial que, en el orden dt.: lo preciso, ólo d h:rrocarril de Bucnaven .. tura 0cupa el primer rango. Así tal proyecto, jalfn áureo cuyo rumbo km seiialado oficial ó privadamente los ingcnier s Gonzea en el camino que gira para el rlo Cauca. Cuando haya terminado la carta topográfica, ensayaré la desc ripcióh técnica de rigor. Conúderaciones prez'ias.-Se sttbc que la dire c ción rccdlínca es el aesitltrattJm de la vía" de comunicación 1 pero en general no es posible realizarlo sino parcialmente y en casos c s pecialc~, porque la multiplici ~ dad de elementos que juegan en el trazado de les camines constituye un problema harto ccmplcjo. Así, en cada ca11o r.s preciso atender á todas. las circumtandas influyentes en la correcció n de los preceptos para Jog. trazo!!, á fin de adoptar la más acertada ~olu c ión, ó ~ca aqttella qucr concilíe mejor las variadas combinaciones posibles, en orden á su nú~ mero y relativa importancia. Ahora, esta vía nacional admite rectifica­ciones que deben estudiarse á tiempo <.le convertirla en carretera ; cm~ pero, como lo a L n ~ a l e ~ bozar la gc ognosia d ~ l Valle, á medida c¡uc ei declive avanza h, ci .• el río Cauca wn tná!l amplias y espesa las zona~ de terreno c'omprenaihle ó de mala calid<1d: e to quiere decir que la adopción rle cuerdas sobrado cxtcn aa implicaría seri a dificult<~d relati­\' amente al transpone del bala te y á la Conservación del camino, para hacer caso omiso de la• Costo~t expropiaci,nct á que daría margen. En consecuencia, opino que la variamcs deben lhnharc:e á cortár los vértices de los ángulos del camino acrual á los sc:gmfntos de la Cordi­llera, en cuanto asf lo componen el lírnhe d~ las pendientes, la natura­leza del suelo y el emplaza,nicnto de los p~:tentcs. f/ariante s.-Con ancglo al arte}' á 1a economía, el trayecto en referencia sólo presenta do~ variantes de interés. La primera, adoptada yá r construída (.n parte, está localizada á 400 metroF de distancia máxima hacia la derecha de la antigua vereda, partiendo de la extre­midad Sur del "Callejón del Guayabal" (lkm.zoo) á la corriente F,( Arrqtti9r. (3~m . s6o), d<.mc:lc cmnalma nucnmcnt con \.a da nt\cioni\1.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE l'Í~ MILITAR >m1 p~t la aati¿p t \"Ía medía una longitud de 2,360 mc:ro~, en tanto que 1:1 nucv.t línea mide 2,030 metros, ]a co:rrcter.t se acorta en 3~0 tletros, 'cgtín lo dcmu:'stra el plano que ser.í adjunto. Jmpor~a anotar que es:a \':triantc cruza el predio comunero de llugalagrartdc, afecto ¡Í ,ervidtimb:-e d.: tdmito, de modo que con ar::egl :i la ley F 1dh ca m· biarsc el liSO de la servidumbre por donde mús co:winicra al Go1)icrno y al púUi ·o; no embargante, cuc:;ta trabajo de ir que los condnef'os -hecha excepción del doctor 1\Iolina-- se han mostrado remiso« <~JJlO­d. i!icar simplemente la¡ o:.i•;i6n :l.c sus ccrb~ en aras del bien geacr.d. Hubieia.1 preferido que el tra:t.o siguiera la lHiclla de los COIH1uistadorcc:. L:.~. seg-~mda variante ~~ uc será c!audiada en deb:da oportUI~idaa!, c·tá lo­calizada también á la derecha dd carnin( I rúximamc:1tc entre los h­l6metr'Y ro y 12, ósea dd f!.~rremo ~urestc de la finca Zt b1dt!t;s :i la cabeza del llano que dicen de llec,•rrtz. Er las n árgencs del .?,,¡b:i/C:t7S sed. preciso tro lt gar, han cntorpccrdo la marcha de la obra la distancia del acan­tonam" cnto de la Compañía al s·tio de Jos trab·ajos7 así como 1a dificul­tad de !'Ortear el río en ese cnton&:cs por la fálta de puente. En suma,. las porc'ones yá conduídas. deJa calzada ofrecen rn•.1cha ~cqncdad y so­lidez, de modo que han hecho perfectamente tians)tablc u11a vereda que en i1wicrno era terror de los vi.ajcro"-. EJERCITO N ACICl~AL I VENTARIO de Tos bienes que dejó ci soldado Eusebio Bautt ca pcr .... tencciente al Batallón Colom/Ji¡7 número 13. Repúblitn dt Calotlthin.-Ejrrcito Nacional-Jifatflra JVJjfifar dt Pnna­mtí.- Bata/16/t Colombin )l/Íf!Ut"Q 2 3~ En Ta dudad de Panal'ná 7 á los veinticin'o ~Ha3 d~ Septiemb"e de mil ochodentos noventa y siete, se pre cntó en el Cuartel del Batallón Colof!tbia número 23, el ciudadano General Jefe de Estado Mayor cn­c; argado de la Comandancia General, General Rafael María Gaidn,. ac:.ompal'iado de los testigo~ Aurchano Valero, Leoroldo Aragón y '1\:-. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~OLETfN MILITAR místocles Rodríguez, con el objeto de practicar el in.ventaria ·y avalúo de los bienes dejados por el soldado Eusebio Bautista, que falleci6 en.. el día de hoy en el Hospital de Santo Tomás. Se procedió á hacer el inventario y avalúo de los siguientes objetos~ ~ 2 C::tmisas .•••.•••..••..••.•••••••••.••••....••• $ 6 Franelas usadas y 4- nuevas ......................... . 3 Calzoncillos. . . • . . . . . . . . . • . . . . .••..•.•..•• _ .•.. 9 Pares de medias .....•...........•.........•••.•.• 4 Pañuelos ..•....••......•••.....••.•.........•.• 1 V cstido blanco ..•.•..•.......•.••...... , ... 2 Chalecos .................•..............• t;. Pares de puños ............................• 6 Cuellos ................•.......••........ Funda de almohada ............•............ Cepillo p:tra lustrar botines ...•................ 2 Id para ropa, en mal e tado ................• 2 Id limpiadientes ......................•.. t Jabón ftno ......•...............•......... 1 Vaso ..........................•......... 1 Par pantuflos ~.:hinos ........................ . 1 frasco de tricóf~ro~ empezado .................. . 1 Baúl ..... .. ............................. . En dinero .......•.......................... l Anillo de oro .••.•.••.••................... r 3 l so l 3 5. 40 ~ 3 1 so 2 so· 90 Ie 30 20 1 ~ so 20 1 5 20 2 so 3+ 30 Suma, S. E. tÍ O ........ $ 58 7~ Para COllStancia se firma la presente dili·gencia. F.l General Tefe de Estado Mayor, R\FAEL M."'RÍ GAIT.Ú.:.-Tes­tigo, .-.f:.trtfiar.9 V,dero. - Testigo, Ltop9l J .JfragÓJr.-Te tigo, 1"oniJ:o­t lcr R1dr:gruz.. I F: . TARIO d e los bienes dejados por el finad Sa!gcnto 1.0 Briga­da José A. r oricga, clel Batallón :zo de Vrlit!llay. J En la ciudad de Smta Marta, á los siete días del mes de O~tubre de mil ochocientos noventa y siete! icndo la~ doce del día, el que sus­crib~. primer Jefe del Batallón zo de V.denrt_;', a ociado de los sei1orc testigos Eduardo P. Goenaga, David Día?. Granados y Juan M. R ivas, individuos no militares, procedió á hacer riguroso inventario y avalúo de los bienes dejados abintestato por el finado Sargento t. Brigada José A. ,.. oricga, hijo de Lorenzo Toriega y Adelina Vitias, natural de Magan­gué, Departamento de Bolívar, de treinta y dos afies de edad, del mismo Batallón, r que falleció d~ complicación de varias enfermedadc, como diicntcría, hcmoroide~, derrame al hfga.io, ctc.,,etc., en ~~ Ho. p;tal de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE rÍN M lLITA R Caridad de esta ciudad, á las cinco de la tarde del día de aycr .• E;1 e n­ecucncia haciendo la averiguación del caso, resultaron como bienes del fi1:ado Noriega P,ara inventariar los siguientes: Un pantalón de..: paño, regular estado .. .............. $ 2 Dos camisas de algodón, en regular estado ........... . Una camisa blanca, en id. id .................... . Un chaleco, en mal ~estado ..................... . Un pañuelo d~ alg?d5n, regular e;t¡do ............. . 2:;1 o· ) Total ..... $ + 4S U na franela en mal estado. Varias carta~. Siete pe·os veinte centavos que se in\·irricron en el entierro, los ha­bía de\'engado Cll }a rrimera <:emana del presente mes. No teniendo deudas el finado en ellta ciudad, se depositan 1 s ante­riores bienes en la Admir.istraci6n de Hacienda N.icional de e te D~.:­partamento, quedando terminada la presente diligencia que se firma. El Coronel, LEO!\:\RDO p,:,., A.-· Tcstig0, Etltiflrdo P. Gont1ga-Tes­tig0, D1wid D:ax Grruuu!o.- Testigo, Jrum /1-1. Rit•cs. Recibí les bcnes.-El A¿ministradcr de Hacicr.da, ')osé 111. Fej dt Castro. V llRIEDJiDEr DE LA GRA "JA PAR:\ÍSO Á B,O,GO'J::. Tal pudiera llamarse la reseña de un envío de aves t¡uc no h<í mucho hizo la Granja Paraí o al Gobierno de CtJiombia, que de.­de l1ace mucho tiempo \'enía persiguicudo el intento de obteJlc:rlo. T1 :lt<Íse hace algunqs aí1os de monta( eP at¡uclla Re¡níblic .. t añ1erican:1 una red de palomare· militares parn de Co.lom bia en París, D. 1 gnacio Sanz de S:unamaría, dispúso e dicho eiior á enterarse de cuanto se hah.Ía publicado en t:l ra.no, con lo que pcn.aba aum n­tar su::. cono imientO' adquiridos y:í en Francia y ll~lgica~ dt rantc . u permanencia en E ur'>¡ :1. Cayo ttl su~ nnno;; p:>r aquel entoncc: la obJ.a c,rmzbiliia, d m1estro Director, y lcyóla con tanto carilw que prendándose inme­rccid~! mente de ella, h ízose su más ferviente admirador. Recibida su p.·imera carta de fdicitacion, corre pondió el señor Castcll6 reiterándole lo- .ofrcci mic.nto~ que hiz'1 en s .!ib ·o. a cuan- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETTN MILITAR tos desearan mayores explicaciones de las que en él oudieran en­contrar, y á ello se respondió que se deseaban preci amente palo­mas de las raz¿¡s que poseía el autor de la obra, recomendada en en ella como las mejore-; de Bélgica. Dábansc en la carta amplias facultades para combi1 ar el em·w que debía h:-tc r:e con interven­cic) n ::iel eí10r Cunsul de aquella República en Barcelona, al obj~~­to tle cubtir tod:l res¡xm.abilidad p..>r parte del expedid.:)r. Se form<Í, pue . una precio~a colección de ;1vc reprodu tora. de p ... imera fuer­za, entre las que se contab,ln las razas Gits, !Jlclincky, Weg~e, Danlenne, Menic:r, Gigot de Le Martinet, Rey, Dclmotte Lon­gree y Rosoor, y con ellos y como á nuestro entcndt>r el lmc más importante, dos pareja<> descendientes del palomar d"l eminente V. de b Perre de Roo, el creador de la modcma colombofllia militJr, cerrado por aqu 1 sahio e critor cuando el C'ob'erno de Fran ia impu o numerosa. formalidades á los e.·t:ranjeros que lo:; po-cían CI territorio de la \'eci na República, lo cual mole!'t<~ en tal modo a\ ilustre Cl.ott!ain d:-' f'il!i!'n, que n.!11unciando á , u afición predilec­ta distribuyó sus mejore pnlom~•s entre sus amigos, habiendo c~­b; do á nuestro Director la honra de ser colocado entre ellos, Forrn:1ron tambien parte del en\ to ct.~ttr·> pr ... cio.;o' pares de ejcmnlares obteniJos ror el ·eilor Ca"tellc) en acertados cruce en­tre las varias razas por él importadas de Bélgica, con los que lleva obtenidos entre otros muchos dos pr;meros premios del Ivlini tcrio de la Guerra, algun de ello en distancia. de: 400 kilómetros, figu­rando entre los ~ cogidos por el señor Ca!,tellq rara obsequiar al Gobierno de Colombia ~ios hijos de sus pr·imcros prcmins de Zara­goza y Horna ~.í B:m.:elona), a í ccmQ la pan~jJ de q11e nacic) el pri: er prern1o de atptlb úlrim·1 localid,d, vcrJ,\dera joya del pllo­llli11' de la Gr.tnja Parúso. o de otn moLir> pudo corresponder nttestr l Direct r á la confi:1nz:1 (¡uc le di. pensc) el G hierno co­lombiano que á ·u \'vi.. qued() altam:nte co·nplacido del envío. Esto no dejó de oli·eccr serias difi 'ldtad ·. '1 rat:íb1 e J tu "iaje d~ +8 día~, de lo ctnle::. 15 de ruid3rlas á b >nlo, , tenéJ,.,rlas debid:l-­mcntc durante lo:. treinta d1a. d! viajt rnarÍtÍT111>, y luégu á los que se hicieran cargo de cllns Jesde Carragena á· llo~otá. Por i algún día pucd~ ofh.:cerse :i nuc:rros lectores disponer> un envío semejante, añadin.:m.o3 que cada pareja tenía su ca. eta, cuyo fondo, tanisado de serrín de corcho impedía se ens tciaran bs ave., y en sus be.b;deros y comedero-:, r de tánto e pcr;Jr las precios21s mensajeras, llegaron á mis manos sanas y salv:u t odat hs 48 que usted tan acertadamente me supo en•·iar .. "Con especial gusto le mar iflesto esta noticia que no dudo b~\ de serie grata. 'ranto má.,cuanto que deb declararle, como deber mío, que se ha lucido l4.ted con el env1 , porque no creo que sea posible. enviar hasta esta' lejanas tierras nada mejvr ni en mejore. condiciones." Aquí se extiende el señ@r de Santamaría crt la. crítica d.:: cada uno de los ejemplares con un acierto é inteligencia tal, que bie1t· pudiera conferírsele c:l cargo de juez en cualquiera expo ición co­lombófila. Luégo aiíade en un entu i· sta párrafo: "Ahora que he apreciad0 ya. científicamente el valor de cada. una de sus palomas, dejaré que 1 ablen mis sentimiento de aficio­nado, sin resen·a y con la e{lciUez de un vrai amateur cohmbophil. He de declararle C]tJC en toda mi carrera colomb6fila, no había teni­do errodún má grande y agradable que la llcg·tda de las palomas enviada por usted, y que no 1 e gozado jamas tánto como cuando .al sacarla de us jaulas, pude apreciar una Dor una las ave ·enida::) de tan lejos y salida. Je manos tan experta como las suyas." Finalmc>nte y como c. ·cus:índn, trata de narrar u entusia mo en las "'Íguiel tes frase ; "En el ai lamicnt tlombúfilo y la impo ibilidad que hay de con cguir paloma de verdadero v,\lor poi' · quí, es muy comprensible el fortí ·imo pl, ccr que e. ¡1e.rimente al recibir la precio a colección que usted tan generosamente me ha. nviado.' .Nlucho honran á u~ted, eñor de Santamaría, .... ale~ aficione~ empl'eadas en cosa tan util y patriótica; y . i ustedes se creen deu­dores de un favor;! nue tro Director, LA AviCl1L'IURA PR :cTJ.'"A ~)rgano de su Granja Para·Íso, cuna de la mayoría de las palo­mas que ustedes hoy poseen, manifiéstales públicamente que e aquél quien está agradecido al Gobierno de Colombia y á usted. especialmente por haber depo itado en él toda su confianza, sirt otras recomendaciones que las páginas de su Gobmbofi!ia, y consi­Jerát do·.:c mu~· d:choso de l'abcrlcs dejado complacido~, se honra de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. h:.tb;:r po iid pr:::stJr u:1 moJe.,t'Í<) al 'l'enieJ\te Antonio Dom!nguez C., Segund Ayudante d 1 Batalh>n Pir!,iJh·lw n ínv~ro 14, al puc. to de Segun4 : do Ayudante dd Cuartel General de b 5. 6 Divisi<~n. 1>romovió al 'reniente Eleá?-ar Fernández de la r ." Compa-· iita del Batall<)n Pichiu:ha al puesto de Scgund Ayudante de: l! i. mo Cuerpo t'n lugar de Domínguez. Ascendió á Teniente efectivo al Sull enicr te José G::!rardo Villaf.lÍJ:l de la 4·a CompJÍtÍa dd Datall<~n Pi,-llitu:ha, y lo de tinú a la r .o. en lugar dcll'enicntc Fernándcz. Lla1 ü) al crvicio activo al Su btenicntc Joaquín Arana y 1 d-estinó ~i la 4·" Compaiifa dc:l Pichincha en lug r de ·y illafúia. Concedí<) al Subteniente Antonio 11. Duqut del Batallón Pal.u·t, nl.Ímero 7.0 (+.¡! Compaíi!a;, la lit:cn ia ind .. ~inida que soli· c;tt>,y Jestin<) en su lugar al de Í;.?:ltal grado Pedro Castro, que sir­ve en la 1·" Compañía del C1/ombia número 23. cendió :í Capit:ín al 'T'c"niente Olegario ... hmriclue, que sin e en el BataJh)n Sucrc, rHÍmero ro. Por Decreto de fecha 2 de..:laró insub:~ist nte el nombra­rPicnto hecho en el ~1 enientc A gu·ttn Díaz p:1ra en·ir en la Com·­paiiía uelta de rrequcndama, por no hab ... rse pre entado á ocupar :1 p~tc to. . Llarn6 al servicio activo al Teniente ]dS ' F. Vargas R., y lo d tin() en lugar del Teniente Díaz. Declaró'"'en u o de li encía indefiniJa por ir_1subordinaci6n y graves falta cometida en la .Escuela l'Vlilitar al Teniente Sinfor >­o .i\'bdiedo de la I .• CompailÍ:l del Batallón Ayacucho número 3·() A cendi<) á Teniente efectivo al Sub.tenicnte Wenceslao Lom­hana y io destinó en lugar de Madiedo. A cendiú á Subteniente al Sargento 1. 0 Ari:tides Russi, del· lhtall6n AJacuciJo, y lo destinó en lugar de Lomba1 a·: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 55

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 56

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 56

Por: | Fecha: 18/06/1898

BOLETIN MILITAR ORGAI\0 DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJRRCITO - -·--- Director, ALEJANDRO POSAD."-· Son culabcradfJres natos de tste per ·ódico, tod;TINUACIÓN). X Después del triunfo de Araure) Bolívar pudo imponer su vo­luntad á Venezuela. En vez de esto quiso cimentar el buen nombre y lealtad del ejército y que las leyes diestn vtitas, de nohles ejemplbs, de ·grandes enseñan­za ; la Pat;ia renace · con más brillo y poder, y parece como si no fuera dado comenzar· á vivir de nuevo, agenos á todo senti­miento de encono y de . emulacion, libres de toda preocupación malsana, y dueños de un profundb amor á la t República: "Cittdadtmo;: El· od1o {t lll titan fa me alejó de Venezuelt cuando vi á mi patria segunda vez cncadenad!l; y·d~ de lo s confines lejanos del Magdalena• el amor á ht libcrtad1 me ha conducido á ella, venciendo cuantos obstáculos se oponían á la marcha que me encaminaba á redimir á mi país de los horrores y . vcjaciones de los españoles. MI huestes se guidas por el triunfo, lo han ocupado todb y · han destruídb cJ · coloso enemigo. Vuestras cadenas han pasado á nuestros opresE>res ·; y la san gre española que tifie cl •cempo de batalla, ha vengado á vuestros com-\ patriotas sacrificados. "Yo no os he dado la libertad. Vosotros la debéis á mis compañe­ros de artnas. Contemplad sus nobles heridas, que aún vierten sangre; y llamad l á, v.uestrfl m.~rn9ri~ los., qu~. híln . perecido ~n .los combates, Y.o , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B«>LETÍN MJLITAR he tenido la gloria de dirigir su virtud militar. N.o ha sido el orgullo ni . la ambición del poder los que me han inspir,ado 'sta empresa. La lip~r.~ tad encendió <>n mi seno este fuego sagrado; y clt cu¡¡.dro de mjs con­ciudadanos expirando en la afrent:t de los suplicios,. ó gimjendo en la:.. cadenas, me hizo empuñar la espada contra los enemjgos. La jus+i~ia de la causa reunió bajo mis banderas los más v;Llerosos s.91dados, y la Pro-videncia justa nos condujo á la victoria. ' "Para salvaros de la anarquía, y destruír los enemigos qu~ intenta-_ ron sostener el partido de la opresión, fue que adm{tí y conservé el po-_ der soberano. Os he dado leyes: os he organizado una administracip~ 1 de justicia y de rentas, y en fin os he dado un Gobierno. "Ciudadanos: Yo no SO} el· soberano. Vuestr.os Representantes deben hacer vuestras leyes; la híicÍ~nda nacional np es de quien os go­bierna. Todos los depositarios de vuestrps intereses deben demostrarr~s el uso que han hecho de ellos. J u'?g¡¡d con imparci11lipad s~ he dirigido, los elementos del poder á mj propia elevación, ó si ht: he~h~ el sarrifi; cio de mi vida, de mis sentimientos, de todos~mis instantqs por,. constir t..íros en nación, por aumentar. vuestros rccur~~s, 6 m~s , bien por crear;- , los. Anhelo por el momento de trasmitir este poder. á los Repr~scntan- , tes que debéis nombrar, y espero ciudadano qucmeeximir~isde un des: tino que algunos de- vosotros podr~ 1 lenar dignamente, permitiéndome el honor á que únicamente aspiro, que es el de continu¡u combati~ndo á.. vuestros enemigos; pues no envai¡1ar~ jarn~s 1~ c.s.pada mi~.ntras:- la)iber; tad de mi patria no esté complctamf!ntc asegur¡¡cla." Hoy ha de ca11sarnos sorpres~ el.lenguaje.inFencionado .de Bo-_ lívar, difícilmente nos penetramps del desin~cré~ , q!le le af1im!lba; bien que, analizando con e crupulosa sever¡d~d ; todos los actos de. su vida, le encontraremo siempre con ecuente, le01l á 1 sus pr~p6si­tos, sin apartarse una línea de la qu~ . fijab~ su conducta en el amor á la Patria. Pero los que concedían á la gufrra t lll1fl faz de.pcrso(lal engrandecimiento, los que ll~aron á scntir,se irresistiblc.ner te. atraídos por una vida de a;itaciones y prolijo rje.gos, en la que la~ orpresas y Jo desconocido causaba el en amo principal, para ésos. era innecesario reglar : us actos,, proceder con elevación y con uni-. dad de miras. Hacer ostentación de la pujanz¡) de su brazo fue en muchos el más hermoso galar.dón del ab~erto palenque: no hay duda L qur. los instintos guener s t~nto 1 tiempQ . a.pllladt>$, ~r.otaban con in, contenib!e ardor. En 1814 exclamaba el I:.ibertado~ . en , C~rúp~po, al1dirigirse á . los Jefes y Oficiales ,de su.J~.jército: · "N ó, no son los h?m br.;es vulgares los que.pu~de..n calcular. el ¡ eminente valor de,l r~ino de la libertad, para que lo prefieran á la ciega ambición· y á ia vil codicia. De la decisión de esta importan­te cuestión ha dependido nuestr::t suerte: ella estaba en manos de n u e tros com patt ~otas, que, pervertidos, han fallado contra nosotros: de resto, todo lo. A~rn?s ~~ . sid~ cqnsi~uiet1t~ á. , ~~<;\ det~r111inación . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 320 rnás deshonrosa que fatal, que debe er más lamentable por su esen­cia que por sus resultados. "E.j una estupidez maligna, atribuír á los hombres público'> las vicisitudes que el orden de las co5as produce en los E tado , no estando en la esfera de las facultades de ningún General ni Magis­trado contener en un momento de turbulancia, de choque, y ce divergencia de opiniones, elrorrente dt. las pa iones humanas, que agitadas por el movimiento de las revoluciones, se aumentan en razón de la fuerza que Jas resiste. Y aun cuando graves errores ó pasiones violentas en los Jefes, causen frecuentes perjuicios á la República, e os mismos perjuicios deben, sin embargo, apreciarse con equidad, y buscar su origer. en las causas primitivas de todos los infortunios: la fragilidad de nuestra especie y el imperio de la suerte de todos lo acontecimientos... ' "Yo, muy distante de tener la loca presunción de conceptuar­me inculpable de la cat ímil sucumba delante de la inexpugnable plaza de Carrag ·na. M a·, si la tomare, será á costa de grande- pérdida ; y, desde Juego, carecerá de fuerza bas­tante para · ubyugar, á los honrados y bravos habitantes del in­terior. "En cuanto á la 1 heroica de · di ·hada Venezuela, sus aconte~imir-nto han -.ido tan dpiJo:o y, us d va -caciones tale, que casi la han redu ·ido á una ab oJuta : ndigcncia, v á una olcdad es­panto a no ob tan te que era uno de lo m;:~ b ,lio· paí ·es de cuan­tos hadan el orgu Jlo de la • mérica .• us tirano_ gobiernan á un desier­to y sólo oprimen ;Í tri te· re_to , qut·, escapado de la muerte, ali­mentan una precaria e. · istencia ; alguna. mujcre~, niílos y ancianos c:on los que quedan. Los má de los hombre han perecido por no :er e clavo;; y los que vivell combaten con furor, en los campos y en los pueblos interno<:, hasta expirar ó arrojar al mar á los que, imaciable de sangre y crímene., rivalizan con los primeros mons­truo. que hicieron desparecer de la A merica á su raza primitiva. Cerca de un millón eJe habitantes se contaba en Venezuela; v si u cxag ·ración puede asegurarse, que, una cuarta parte ha sido ;acri- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 322 B<.'LE CÍN MILITAR ficadl por b tierra, la espada, el hambre la peste, bs per..::grin:J.cio­' lle3. Excepto el rcrremoto, todos son resultados de la guerra ...•. "La posición de los moradores del hemisferio americano ha !sido , por siglos, puramente pasiva; su existencia política era 11 u la. !Nosotros estábamos en un grado todavía más abajo de la servidum- 1bre, y por lo mismo, con más dificultades para elevarnos al goce de la Ji bertad ...... " · Lo siguiente es una muestra perentoria del alcance rellexi vo •de Bolívar, quizá hoy más que nunca, de aplicaci<>n inmediata ·á las necesidades sociales de estos países: "El interés bien entendido de una República se circunscribe en la 'esfera de su conservación, prosperidad y gloria. No ejerciendo la libertad 1mperio, porque es precisamente su opuesto, ningún estímulo excita á 1os republicanos á extender Jos términos de su nación en detrimento de 'sus propios medios, con el único objeto de hacer participar á sus vecinos de una constitución liberal. Ningún derecho adquieren, ninguna ventaja sacan venciéndolos; á lllenos que los rc;dúzcan á colonias, conquistas ó -aliados, siguiendo el cjcn,plb de Roma. Máximas y ejemplos tales están -en oposición directa con los prindp1os de justicia de los ~istemas repu-blicanos; y aún d~ré má~ en oposidón manifiesta con los intereses de sus ciudadanos; por~u'C l!n estado demasiado extenso en sí tt1ismo, ó por sus depend.cncias., al 'Cabo viene en decadencia y convierte su fCJrma libre en otra thánka; relaja los pr~ncípios que deb~n con ''crvarla1 y ocurre por último al despotismo. E' distintivo de las pcquefias rcpúbJi: cas és la permanenda; el de las grandes es vario, pero siempre se incli­nad imperio. Casi todas las primcrás han tenido una larga dttración; de las segundas sólo Roma se mantuvo algunos siglos; pero fué porque era república la capital, y no lo lé.,..a ei resto de sus dominios, qut se go­bernaban por IefeS é inst1tudon~ diferentes." (Continuará); INFORMES t.l Ingeniero Diredór 'de los habajoa del Quindío. (Continuación); 8a11 V icentt al rinclutelo ZabafetaJ (4 km o6o). Trazo z,6oo metros, e ·planación z, 2.6 3 metros, vía balastada 91 d metros lineales, tres cunetas transversales y dos pontones de madera. El movimiento de tierras es aproximadamente de 1o,ooo metros cúbicos. Parte de la carretera exigió flecha máxima, pues entre las torrenteras del Pueblo y Yeguas dominan arcillas negras muy compresibles que hiendeh á cada paso atnagamientos donde las aguas se encharcan por falta de declive. Así, los efectos de la acción derrubiante )' del tráfico han sidd tale , que ap<'nas terminaáa una reparación én la calzada ó en la cune- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR tas había que volver sobre ellas. Con C5to ha ~ido indispensable acarrcs, lo que ofrece ventajas. _.n la vía de que habl0 <.sa profundidad Yaría con la naturaleza del te ~cl1o, la cantidad y empuje de las aguas, pero teniendo en mira el prev nir cuanto es posible la conser ación de la calzada, pues como dice el fngenicro Gayffier: "1 o debe perderse de \ista que el principal dc:stino de los fosos es st:car la ruta, objeto el más esencial de su conservación, y que es preciso darles en consecuen­cia la dimenciones propias. para obtener este efecto." ( Poi:ts et cllaus .. si:es). Naturalmente las cunetas se han profundizado más, porque en general las aguas lluvias descienden de la cordillera con la impetuosidad de los torrentes. "Una calzara-dice el Lngeniero Mary-hecha direc· tamcnte sobre un suelo arcilloso está continuamente expuesta á cambiar' de forma, y por consiguiente bin solidez ninguna, si no se impide que las aguas de lluvia penetren en el fondo, e detengan obre la arcilla y la humedezcan." ( Routes et Ponts). Que las aguas permanecen poquísimo ::obre el firme, cuando no descienden inmediatamente á las cunetas la~ t<.:rales á favor de la COil\ cxidad, e tá rdcn de urgencia, es el puente sobre la terrentera del Pncbb, según lo he a · isado á V ucstra Señoría en \'arios telegramas, como que por esa ca ·.sa no se aprovecha hoy parte de la carretera. Esa corrict te e de agua cfín'l.cras eh 'er:mo y suele arras­trat palizada durant~ •la mal:t d:tatión~ su anch ra al ra~ Jel uclo es 8 metros, pero torno eStá ~n('ajo ada por ribazos suficientemente al tos, no nece ita más que .¡ p.6nt6n -éon 4 n'lcr~os de vano otro tanto ,dc altura, inclusi" e citñientoS', So . centín1etro de e pcsor en la cla,·e y 6 metros de anchura dé bóveda. Para está fáorica sé re<¡oiéren 1 :t,ooo ladrillos Y 10,000 kilogramos dé Ca}, n'lat~rialcs t\UC SC COn 'guen á pÍe de obra por $ 1 4-3ó. Siento nq haf>e·r podido acon eter la construcción con rreglo á lo· té·r · ino que para dicho pago e~·presa Vuestra Scíioría en telegrama núme'ro 2 ;, del ~ de Enero. ' Zt~baletaJ.~Gontra lo ,quc sería de creerse á pr'in'tcra vista, el pon­tcadcro del riachuelo Zllóalett1J (kilómetro 9}, está lo~alizado +O metros arriba del a do ac tu a~, hacia el arran~ u e del trayecto medianarnen te 'rectilíneo; pues si es verdad Ugalagrande, cuya d:cscripción Jlice- á Vt eHra Señoría• en informe número 38. Conforme al contrato d pu.cn,te debfa s~tr w-de madera de buena calidad., á imitación de los~ colgante de Jierror sobre estribos for-mados con postes gruesos de g11ayacán y justarrazón ........ con sus co-rrespondientes bar.mdas de madera en forma de cruces de San Andrés; bien euter.dido que su construcei-ón debe ser sll'ficientcmente sólida y fuerte, como para soportar el p:.so· de los· transeúntes de á pie.'• (RegiJtro Oficial número 1,204.-1 898). Así y todo7 los postes del afamado jrnta­rrazÓ1J que prescribió el Prerecto Prov:ncial se reemplazaron por tntpi­rJ¡ e, y las cruces de San Andrés con débil red de alambre; de modo qul"' d puente· osóla demasiado aun para el servicio de lo pcatonc~. VI.-oRG·ANJZACIÓrr Efectivo de Xdpadoru.-Termi·nado d camino de Condina se dis- · puso por esa superioridad que marchara la 2. ~ CompaiÍÍ'a del Batallón á este poblado, para auxiliar la construcóón d'cl acueducto; empero,. como la:- nivelaciones preliminares sólo demandaban una escuadra dC' rabajadores, cuando llegó Ja Compaiiía--el 27 de Abril del afio pasa­do- t~esolví dar comienzo á la carretera de Bugalagrand'e á Tuluá, que' era el prop6 Íto mayor del Gobrcrno acional, en orden al de3arrollo de esta sc'Cción del Cauca. Ef re!;tO del Cuerpo, que hacía quedado en d Quindío consolidando el camino ha ta donde Jo permitfan los e caso. · materiales disponible$, llegó á este lugar el 23' de Mayo subsiguiente . . Importa observar que el efectivo útil no excedía entoncesn~ ha e:'!ccdido des pué de 2 50 zapadores, una vez deducido los enfermo y las custo- ~aias Jel Hospital' y de lo cuarteles; pues si es verdad que aquí 'ngrcsa­ron algunos conscriptos para llenar en parte las haja~ ocurridas, poco á· poco se fue estableciendo cierta compensación con el personal anterior pur causa de las nuevas deser iones. DistribuciÓ71 gmerai.-Como yá lo advertí en otro informe, he te- ('·) No existe hoy ese trazo ni conozco tales pl:tnos; pero el estar oilucidado el pro­blema por un ingeniero competente me persuade á no indic:u, ateniéndome á las más a u·· torizadas referencias, sino que juzgo prefr.nble reemplazar la alcantarilla s\lp.lcmet~lari-. con un terraplén adecuado :Í la ras:mtc que imponga el cle8:1&~~ ·· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLR l'ÍN MJLIT:\lt niuo yue $Ubordínar la org~nización al reglamento mecánico del cuerpo 'tratando de conciliar el a\'ance de las obras con las necesidades del ser­vicio militar. Así, oído el dictamen del Primer Jefe, señor Coronel Teo­dolindo Gaona (hoy General), al establecer los trabajos el I . 0 de Junio~ adoplé el plan siguiente: las horas de trabJjo comprenderían de las 6 á. las 10 de la maiíana r de las 11 á. las 4- de la tarde, con excepción de lo. sábados, de manera gue la tropa sólo tornara á sus alojamientos una vez terminada su labor diaria. Se insertaron en la orden del cuerpo las reglas técnicas para la ejecución de la calzada, al propio tiempo que !,(. dispuso la división de los zapadores en secciones pequeñas. Los vehícu­los, enseres y herramientas se pusieron bajo el depf>si to, custodia y en­trega de los respectivos Comandantes de Compañías. Los trabajos hacia Bugalagrand~ y Zabaletas se ejecutarían por la 3.a y la 5.a Compañía~ respectivamente, en tanto que á ia z.• Compalifa se encomendó el ba­lastaje del trayecto que había comtruído, partiendo de la torrentera Y e­guas, mientras era tiempo de pre tar su contingente en el acueducto. lo que yerificó el 22 de Julio. La 1.• y la 4.• Compañías se acantonarían en Z:tbaletas y e[\ el llano de "Becerra" (kilómetros 10 y I 1), para aco­meter la explanacíón hacia Tuluá. Ambos cao1pamentos se construye­ron e•1 tres semanas, pero no ha sido posible aprovecharlos, porque á so­licitud de los vecinos de Bugalagrande y Tuluá resolvió el Ministerio que pasaran sendas Compañías á . dichas poblaciones con el fm de co­menzar allí trabajo • (Conduir-.1). VARIEDADES EL SARGENTO DE W AGRAM Era al día siguiente de una batalla y la víspera de otra. El día antes e habían batido de una manera desesperada en Enzcrsdorf; el ejército del Archiduqut Carlos ocupaba la orilla iz­quierda del Danubio y había ido necesario pasar los puentes' bajo el mortífero fuego de !\U cañones. En aquella jornada rapole0n se había multipiic2.do prcdigio­samcr. tc; á pie, eguido de sus ayudantes de campo, había reco­rrido toda la extcnsi()n de la línea, animando á los soldados, esti­mulando á los oficiale y electrizando á todos con el fuego podero­so de su palabra. Durante aquella recorrida se había acercado un Sargento de la octava di vi i ón para . . uplicarlc la licencia de su hermano menor, triste y delicado joven de 16 año., cuya presencia reclamaba su an­ciana madre que había quedado enferma, muy enfet ma, allá al otro lado de las montaí1as. No hará falta, mi General, yo trabajaré por los d s; hacedlo por mi pobre vejccita que sufre y se desespera p~nsando i no ha de volver á verlo; y al decir e~to, sus ojos de- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HOLETÍ ' MILlTAR rramaron un torrente de lágrimas. El alma del grande hombre se conmovto; aca ·o pensó un momento en su humilde casita de Ajaccio: él también habíc1 te­nido madre . . . y dejaría á aquella otra madre morir sin el consuelo de ver á u hijo! -Te concedo la libertad de tu hern:ano, pero has de resca­tarlo con un trofeo del enemigo. Al amanecer lo primero que vio Napoleún fue Wagram, cu­yas fuertes posiciones habían ocupado los au triJ.cos. Recorrió con rapidez su inmensa línea dt. batalla y corriendo señalaba á sus Mariscales las alturas de Kuesbach Neusiede, Tau­merdorf y Wagram: pantomima elocuente pero terrible que en­tendieron tcidos, así los oficiales como los soldados. El ataque empezó por Aderklaa, puesto · importante para los dos ejércitos, abandonado por Bernadotte y vuelto á tornar por el Archiduque. El cañ6n prusiano abre enormes brechas en el ejér­cito francés; los sajones son rechazados y en vano Massena los manda cargar de nuevo; por un momento el ala izqu.ie1da se des­organi.~.: a, pero aparece Napoleón y restablece el ataque .. La arti­llería francesa, reforzada por Davout y la guardia imperial, barre á su vez con un fuego horrible el ala derecha del enem.igo. A medio día, Napoleón manda ca~gar sobre Süssen brun, centro del Archiduque: la terrible columna de Macdonald se pre­cipita como un laúd y se abre pa o por el centro de lo, austriacos. Aquello fue horrible: en vano las filas enemigas se abren y se cierran como los brazos de inmenso pulpo preteodiendo ahogar aquella legión de h'~roes. Más allá de Sü?senbrun Macdonald se vuelve para contar los valientes qu'- le. ~?l:,í¡m seguj~p . : de aque­llos ocho formidables batallones sólo l,soo hpJTibres se hallaban nre entes, lo:; otros s~ habían. q.uedado en el camjno.s~rgriento que había .sido nece ario .eguir. · Al lado de MacJonald, cubierto.. de heridas, con el r,o .rro en­negrecido por la pc)lvora, esta~fl un bra\o Sargento llevar,do en una mano una bandera au triaca. - Mi Gc>neral, le dijo con voz desfallecida, llevad esta bande-ra al Emperador; e· el re cate d mi herma ..... . Y la muerte había apagado en sus . labios las últimas letras, quedando tendido sobre el campo de batalla .... sonreído .... con los ojos muy abiertos, como mirando hacia las montañas don~e vive la pobre viejecita, que pronto estrechar_ír en sus brazos al ~jjo de su coraz<)n. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EOLETÍ.. MI LITAR ESTADÍSTICA DE LAS GUERRL\S Un oficial del ejército au tro-hú1.garo, el Capitán Bern.dt, h· publicado una estadística de las guerras de este siglo. El trabajo en. cuestión contiene datos muy curiosos, qu:e varn.os á reproducir. Turquía es la nación que va á la cabcz3q ~ esta sangrient y en., la cual i.n,tervinieron más tarde Fran-.. cia, Inglaterra y el Piampnt<:; guerra que duró tre aóos y tres. mese , terminando ron la torn_a de Seba· topol. En la batalla de Lf!ipzig fue donde se puso en lí . nea el mayor· n :ímcro de combatientes: 472,0:::>0 hombres. En Sadowa luchan;n 436,ooo soldados; en G,ravelotte, 30o,o:::>o; en Bautzen, 259,000; en Borodino, 251,0~:::>; en Sedán 244,00~; en • r. .lterloo, 217,oco; en Ligny, r65,ooo, é igual numero en Wagram. !:.sta últirpa batalla repre enta h más brillante hecatombe del iglo, con una proporc;i6n de 38 por 10,0 de muertos y h-.rido&,; Et\ Water loo la proporci;l)n fue de 24 por 1 oo; en Sedán, de 1 2 por 1 o o, y en Gra velotte, de 8, ppr 1.00. Aparte de e - o, ciertos cuerpos uf:i .. ron en variag ocasiones pérdida. terribles. En Plev:na ~) 0.un.J.? <(ampañas llegaron á perder el 75 por 100 de su, efectivo; (!11 Saint-Privat, un regimiento de jnfantcría de marina, perdió el 68 por 1.00. ~demá , en todas las estadístic~ a.pa ;ec;~t .l. woporcionalment~ dp· ó tres veces mayores las pérdidas sufridas por ln ofi<;,i'!lida~. que pot¡ la. tropa. Hé aquí ahpra el efecto cau~auo po1¡. lils. Q.istinta armas, desde d punto de vi ta de las bajas ufridas por los ejércitos. En la gucn:a de 1866. Bajas de los austriacos: con rl fu il, el 90 por 100; e~.; :._ -• uiicría, t1 3 por 100. Bajas de los prusianos: . con el fu si 1, el 7q por 1 oo; con la artillería, el I 6 por 1 oo. En la gu~r,rá de 1870 - 71. Bajas de los france~cs: con el fusil, el 70 por I.OÓ; con la artillería, el 25 por 100. Bajas de los alema-. uc: : con el. (u?W,, (\l 9.4. por I.09.; cqn la a1:till r,í3; el 5 ~or r. oo .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J:OL E 1 Í ~ M 1 LIT:\It LA ELECTRICIDAD EN LA GUERRA Un ingeniero de Chicago acaba de presentar al G~n:!ral Fla­gi~ r, Jele de la artillería americana, dos armas de su invencic>n, cuya patente quiere ceder (léase v~nder) al Gobierno americano. Tales armas son una espada eléctrica y un cabo arrojadizo, tam­bién eléctrico. La espada, á la cual el inventor le ha dado el atrevido nombre de "Sable de San Miguel," está destinada para la caballería, y p•Je­de producir la muerte, ó por lo menos la postrncicín repentina del jinete ó del caballo enemigo., si llega á tocarlo . Consta de una pequeña batería electrica que va en el bol illo del solclado ó en la montura. Un alambre muy flexible y bien protegido une el mango del sable con la batería. Protegido por la empulia·iura hay un bo­tón que, al ser comprimido medianamente, da paso á la corriente eléctrica y hace del arma un rayo. El cabo arrojadizo está hecho según el mi mo istema : también de alambre aislado y tiene en el extremo una bola que al caer sobre un in di vi duo ó sobre un grupo, produce el mismo efecto que la e·pada al tocar. El Secretario de Guerra ha determinado que se e tudien las dos armas propuestas, para que si resultan de práctica aplicación, introducirlas en el ejercito. Aunque nadie nos pide nuestra opinión, nosotros vamos á darla. La tal espada ó ''Sable de San l\1Jguel," lo mismo que el alambre arrojadizo, podrá ser de mediana utilidad en rarísimos ca­sos, pero en lo general no servirá de nada, porque, por una parte, en la táctica moderna se van proscribiendo día por día los combates cuerpo á cuerpo, que son bárbn C6rdova nú .... mero 6. 0 , en la vacante que allí existe . .......... CORRESPONDENCIA . Tunja 1 .Mayo 16 de 1898. ~ñor Teniente Coror.el D. Alejandro Posada, Director del BouTf • MILITAR.-Bogof~, Muy señor mío: Valido de la di~posición del Ministerio de Guerra que autori..c a á lo~ lectores dcf BoLETÍN MILJTAR para dirigir corresponden"' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 33 2 ROLETlN MILITAR ia á la "Qirección del peri6dico en solicitud de algún d<1to útil, me tomo le\ libertad de suplicar á usted, muy atentamente, se digne re­~ olver el púnto siguiente, sobre pasaporte . . El Teniente C::ofond 't)eilor Jo é Blanco sirve actualmente ;-omo 2. 0 Jefe del Batallc)n Pimta, el cual cubre la plaza de Tun­. ja; pero el Go~i'érno lo d~tina como Primer Jefe del Batallón Páez, acantonodo en Bogotá; en ~1 virtud, es dado de baja en el primero, y debe pasaportár ~le de Tunja á Bogotá: la liquidación del sueldo puede hacerse dé tres man.éras: ó se le abona á razón de $ 120 mensuales, a igna-do á un · 1~ebien'te Cot·onel, pues bien puede decirse qlfc habi'endo cesado en el ejerci"Cio de sus funciones 'Como 2.~ )efe, no tiene derecho á devengar sueldo 'Como tal; o se le liquida á \·azór de .... 150 mensuales, sueltlo asignado á los se­gundos Jefes de Cuetpo~ ó i:iene derecho al!> eltlo de $ 200 men­~ uales, aun cuat do, cortlo es natural; no hay- !:omadti pusesión del nuev0 destino. He entendido que en el ca~o pfesénte, cUya atlaración solici­to, se débe liquidar el suéldo de lo3 dfas de marcha á razón de $ 200 tl1ensuales, pues que pára este efecto creo que á lo que debe ~tendéfse es ha que se haya comunicado el nombramiento, lo cual .-ja derecho al agraciado á disfrutar el nuevo sueldo en el pa aporte. l5in cm bargo, para mejor entendt!r, me permito hater esta toihulta. De usted atento segtho ser\'idor, Ar-;To , ro AREI':As G. ~a diposición légal áplicable al casrl haría que la ú~ quidac ón d( 1 súeldo se practicara por el t rcero de Jos n1odos ~ndicados, es decir; á razón de $ 200 al roes. En efecto, el Individuo nombrado primer Jefe de un Cuerpo, ha de .mo..; vilizarse del lugar donde se halla por causa de ese tn' smo hombramicnt.o y en el carácter de que él lo inviste. El he­tho de no habersé posesionado aún en su nuevo destino, in­fluye en· la jurisdicción que 11:! atribuya: ho tendrá mandd · lguno sobre el Batallón n1ientras no ha a Jurado cumplir ton sus obligaciones, pero sí se le remunerará en Jo que hi-= tiere en virtud de la nueva disposición del Goblerho á st respPCtO; • • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 56

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 57

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 57

Por: | Fecha: 23/06/1898

~g;otá., Jnnio ~:>de lS~S. Número 5V. BOLETIN MILITAR - - -9-- - ORG. ~O DEL MI TISTERlO DE GUERRA Y DEL EjÉRCI'I O ------·-- - Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradares natos de este periódico, todr;s los ]efet ; Oficiales del Ejército de la Repúbli-ca . • EL COMBA TE MODERNO Durante algunos siglos el arn1a blanca. ha sido el ele-nento principal de c01nbate, y, por consecuencia, la tácti­ca, que son lus n1ovin1ientos ordenados de las tropas para alcanzar la YÍctoria, aunque ha tenido diversas forn1as, aunque en el transcurso de los tien,pos ha sufrido diversas tra.nsforn1aciones, todas han obed~cido y han estado sujetas. fL un princi pío, al de con1batir en n1asas para vencer por nledio del< choque. Pero Hega un dia en que las artnas de fuego sufr n una transforn1ación radical, se perfeccionan d ... tal rnanera .. que el con1bate al arnJa blanca es n1uy difícil~ casi in1posible; parar solver el problen1a hay absoluta ne­ce::> idad de tonutr otros da tos, variar aquel prínci pi o, susti­tt y'' t dolc por ~ste: el fuego es el el :n1ento prin<.:ipal.del ~on1bate n:todern< ,, Para el combate al arn1a blanca. grande n1asas, e - lumnas cerradas; para el de fuegos: táctica de dispersión, pr ~sentz.r pocos blancos al encrnigo, re.:guardarse con Jos accici.entt:s del terreno. l-Ié aau.í los fundan1entos del con1 bate n1oder.no. J.. • 1\ unq u e el fin prin1ordial de toda táctica es el de corn­batir, cuando se reglan1enta · hay que atender á otras nece­sidades inherentes á las tropas; tienen. éstas durante el mis-· n1o con1bate sobre el can1po de batalla que trasladarse de unos puntos á otros, en forn1ación unida con1pacta, á la • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 334 BOLE rl MlLJTAlt vista y á la VO'l de sus Jefes, aunque adoptando Ias rr a5/ sencillas y que ofrezcan la mayor rapidez en sus movimien­tos; hay tan1bién que atender á lo servicios de estas mismas tropas en tiempo de paz; de donde se deduce ·qu€ aunque la táctica moderna sea una n1isn1a, hay que dividida en dos partes, en dos ramas, táctica de combate y táctica de ma-­tliohra. La primera es el orden disperso, pero no el que hasta aquí se ha llamado abierto ó táctica de guerrilla, sino un orden de con1bate mixto, fraccionado, que admite diferen­tes formaciones; en una palabra, una di posición de con1ba­te cuyo principio es presentar pocos blancos al fuego del enem1go, Este fraccionamiento, que no tiene aquella regu­laridad de la táctica antigua del orden cerrado, ni simetría alguna en sus fotmacioncs, que no hay en él ni regulari· daci ni nada acompasado, adn1ite, con1o henlO~ dicho1 dife­rentes formaciones, !a guerrilla, ó sea cadena de tiradores, en línea---llamada antes forn1ación en batél.lla--y en peque­ñas columnas de poco frente y escaso fondo, que ~s la co­lunlna de Compañía. Por la necesidad del fraccionamiento, se ha considerado al batallón con o una masa de tropa demasiado pesada p::tra ser emplead''~~ en el combate, n1uy vulnerablt= á los proyectiles del enemigo, y difícil de ser ocultada por los accidtntes del terreno; y aunque se la conserva con1o uní ... dad táctica, se emplea ]a columna de Compañía de más movilidad, más fácil de conducir y de ocultar, y que por todos conceptos llenan mejor las exigencias del combate n1oderno. 1'enicndo necesidad de dar un non bre á esta nueva unidad se la ha llamado di.! combate. El moder'1o, qu • tiende al fraccionamiento, da á tod0s una libertad de acció•1 de que antes se carecía: no es yá la táctiqt automática, en Ja que no sólo el sold1do sino hasta el oficial, encerrado en las filas que formaban grandes n1a• sas y profundas columnas, no tenía iniciativa alguna, su9 funciones estaban reducidas, hablando en tesis general, á cuidar del buen orden de las tropas que estaban bajo su n1ando, sin tener que atender ni á lo que pasaba fuera de aquellas fila , ni á las diversas fa(;;c de combate que ,.egn- / Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. \lOl.E'I Í:-.' MlLIT AR .).35 rn ... afli,is. Sostenes: las dos seccione restantes. Reser·vlu: hs Compañías 3." y 4·" Los xplorado:·es empiez1.n el e mbatc con uego lentn uando apercib n al enemigo; p"'ro cuando se generaliza, se ep1iegan á la cadena de: iradores, ó é sta avanza hasta inco1· porars~ con eil( s; s disminuye entonces un e calón en ·_ st prin1er m.om ~ n!o de combate, q te continúa en ct.atro líneas hasta. gu . sus exigencias obliguen á que los refuerzos e u na·1. á la cadena el~ tiradores, y suce3i vamentc los sos­enes, quedando el batallón forn1ad3 en do escalone,, ada. uno de dos e mpañ1as ~ to b.vía una de las del segun-do escalón pasa á reforzár al primero, y entonces, aunque os escalones son tambi~n dos, el primero Jo forrnan tres Compañías y t na ~.ola el ~egundn ó re en·a ~ e te e el mo .. tnento de abordar la. 1 osición enemiga ' hacer uso de );t bayoneta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR E:s principio fundamental que las unidades, ya sean tácticas ó de .combate, se prolonguen no en línea sino en or­den escalonado en sentido de su profundidad con relación al frente de combate, para evitar et lo posible, cuando llega el mmnento del choque. la n1ez.cla de tropas de dife­rentes batallones y regimientos7 ya que no sea posible evi­tar la de diversas Compañías .. Tiene tambi~n el objeto de no desplegar como prin1er escalón un batallón entero, for­n1ando otro distinto sus sostenes }' reservas; el que la mú­tua protección de unos á otros sea más eficaz cuando , xiste en las t~opas espíritu de cuerpo; y en Jos contratietnpos el soldado que retrocede se dirija naturalmente á buscarla en­tre sus amigos; y si esto no sucede, los oficiales pueden con n1ayor facilidad detenerlos, llamándolos ha~ta por sus nom­bres, rehacerlos, invocando el nombre y el honor del cuer­po }' conducirlos nuevamente al combate. Este orden Jlena, en lo posible, un defecto del nloder­no, que es la mezcla y confusión inevitable cuando se llega á ctbordar ]a posiciót del enen1igo, y con mayor razón si se llega al extremo deJ comhate al arma blanca, aunque será raro si aqua ha sido q ebrantado por el fuego, y si ve avanzar resueltamente protegida por el terreno á. Ja cadena de tiradores y á sus reservas. En los estudios sobre la in­fantería, h artillería y la caballería alemanas en el con1bate durante las canlP.añas de I 8 70 y I 87 I, asegura su autor, el Coronel ruso Sedler, "que en todn. la campaña se verifica­ron choques ó ataques á la bayoneta, en terrenos despeja­dos ó en las trincheras, habiéndolo as g ,rado así todos los oficiales, sólo tuvo lugar alguna ' 1 combate al arma blanca en el ataqu~ de las poblaciones, teniendo siempre la superioridad el fu~,;go sobre la bayoueta." En el orden de con1bate disperso y escalona~o, no hay reglas fijas y precismbate n1oderno, de movilidad casi ccntinua, que ·exige al soldado penosas n1archas y n1ovin1ientos á paso violento, in1pide sobrecargarle. El Gt:neral ruso Skobelef, dice en uno de sus partes, que las tropas habían tomado las posiciones turcas con tal e ·ceso de fatiga, resultado de un con1bate sangriento y porfiado, que muchos sold::1dos de los que llevaban útiles los habían perdido, lo que 1~ había con­trariado en extremo, pues q u~ al atrincherar la posición conquistada, hubo necesidad de remover. la tierra con la punta de Ja bayoneta, y Ja operación .fue larga y dificil... Aunque los ejércitos 1110 ernos están yá 'n1uy recarga­dos de impedimenta á causa de los parques n1óviles ó co­lumnas de n1unicion s precisas l ara el transporte d<.! las d infantería y artillería la necesidad obliga á agregar á cada cuerpo de ej~rcito un pequeño parte d útiles, para distri­buir á la infantería en n1omcnto oportuno; pero, aun co1i ~sta. precaución puede alguna vez suceder, y no será raro, que no puedan serlo con la prontitud necesaria, en razón á que aqu] s ha de encontrar á retaguardia y distante deJa línea de con1batc, (> que el soldado, después de uno largo y pet oso, se encuen~rc 'tan fatigado y falto de fuerzas, que no pueda emprender d trabajo con Ja rapidez que muchas veces es indispensable; y estos casos prácticos que suceden "' n el transcurso de una batalla ó de unas operaciones, n1e- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BvLETIN MILITAR recen d tenido ex:tn1vn, pu~s qu .... ~u in1portancia es capital. Tenemos la convicción de que ha de ser preciso agregar á cada batallón d infantería una sección de cincuenta ó se- • senta hon,bres, qu~ podrá 1lam rse de zapadores, que lleve una ·dotación de n1uniciones, la nlÍtad y_ue Jos demás, que no tome part .. en el combat~ en lo3 primeros escalones, sino que permanezca en la reserva del batallón, y que cunq u1s­tada que se;t unsici0n, en1piez.... los primeros trabajos de atrincheramiento. Sus oficiales y clases deben adquirir en _las escuelas prácticas de ing"nieros b. · .', -rucción nece­sana. U na infantería instruída, que tenga conciencia y co­nocirniento del fusil que n1aneja, nada tien~ que ten1er de· Ja cab1llería; siempre Ja rechazará por 111-...dio Jel fuego. En el con1bate n1oderno, cualg uiera g u ... sea la forn1ación en que se encuentre la infantería, es ac ptable para rechazar á la caba­llería; en batalla recibieron los alemanes á los escuadrones francese;:, en Vohert, Mar;:,, la 'rour y Se:ián, y en los tres fueron rechazados con grandes pérdidas. S51o en casos es­p~ ciales se adopta Ja forn1ación del cuadro; el terreno es aquí, con1o en to:ias las disposiciones para el combate, quien lo decide. Hay que cuidar n1ucho de los flancos, si no están bien cubiertos por Jos accidentes de terreno. Un batallón en orden de con1bate no se: reúne para forn1ar el cuadro; por regla general cada escalón adopta sobre el te­rreno que ocupa Ja. disposición rnás conveniente para reci­bir ft la caballería, y debe confiar n1f1s en la eficacia d~ Jos fuegos que en el género d · formación. La segunda fila, si se presentan jinetc::s á su retaguardia, da n1edia 'uelta; en Jas guerras recientt:s ha sido adoi)tada esta disposición con éxit favorable. -··-- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. llOLETf:.. MILITAR MINISTERIO DE GUERRA DEL SEÑOR MINISTRO DE GUERRA AL SE90R GENERAL COMANDANTE EN' JEF'& DEL E] ÉRCITO República de C?lomhia. - A/finisterio de Guerra.-Sución 1.~ - Nu­mero I ,22 7 .- B1gotá, 20 de Junio de I 898. Señor General Comandante en Jefe del Ejército. Presente. Tengo el honor de avisaros que este Despacho ha tenido á bien dictar las siguientes disposiciones: Los Jefes de Cuerpo, y no otra autoridad, son los que tienen la facultad de designar los Oficiales que han de comandar las escol­tas de correos. Se prohíbe á los Jefe::; de Cuerpo pedir la separación de Ofi­ciales de su respectivo Batallón, sin acompañar á dicha solicitud alguna prueba levantada expresamente al efecto, para justificar los cargos <> motivos que den lugar á la separación. Serv10s publicar estas órdenes en la general del hjérciro, y hacer que tengan estricto cumplimiento. V utstro atento servidor, IsAfAs LUJÁN. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍt'l MILITAR 3+3 LECfURAS DE HISTORIA PATRIA PU •• T03 PRINCIPALf.S DE LA VIDA PÚBLICA DE BuLÍVAR (CONTJNUACIÓ ·). XII Los que conceden absoluta preponderancia :í las ideas, sin tra­tar de vigorizar la práctica de ellas, pretenden achacar al dominio de Bolívar una inl1uencia nociva en la existencia de la República. Para ellos Bolívar no ha sido hombre de gobierno, sino de guerra; su amor al derecho prete ·to para arr.1igar e en el mando; sus esfuerzos por implantar el gcibierno civil, frases ilusorias que lanzaba al viento del favor pú b ico. A Bolívar. e le atribuyen las miras ambiciosds de querer arre­batar el gobierno a lo e pañoles para sujetarlo :í su voluntad. Si se pudiesen aducir comprobantes uficientcs á demostrar la vulga­ric. lad de inte-nciones del Lii) ... rrador, quedaría anonadada la gran­deza ideal de esa gigantesca lucha de la Independencia. Si no hubo intención de crear la patria, si la guerra no co­rrespondió á la legítima aspiración de otorgar á los pueblo la li­bertad, habría que desconfiar del pasado y proclamar que fueron la ambición, los instintos guerreros y la vida de aventuras lo que movieron el ánimo de los cauc..lillos, y entonces la larga serie de san­grientos hechos aparece como campo estéril á la indagación severa del moralista. · Pero le jo de eso, Bolívar e mue tra en todos los actos de su vida fielmente inspiratlo. Encontramos absoluta conformidad entre sus hechos y pen ·amietttos de adole ccnte, de guerrero, de hombre público y de o-obern. 11te, hasta cuando la majestad misma de su gloria le sumi6 en el ocaso de la víJa. · Rctir, do á Jamaica en d) 15, raigamo ;i la mem01 ia.los con­cepto que emitía con tánta firmeza y sérenidad 1·n medio de las agitaciones de la vacilante política de los países sudamericanos. ¡ Qué gran fondo de experiencia revelan, al propio tiem­po que nos permiten apreciar que empeiíada la comienda, ella no nacio del convencimiento del pueblo: " "Cuando el Estado es débil, afirma el Libertador, y cuando las empresas son remotas, toJos los hombres vacilan: las opiniones se dH•iden: ·Ja. pasiom:s se a;ritan, y los enemigos la animan para triunfar por este fácil medio." T'ambién en otro lug.obre la última por saber que la prim--ra habí~ :udo en pvder de ! 1orilk. Penetrar á Venezuela era arriesgada empresa, que parecÍa hasta temeraria, al tener en CL'"'nta el fuerte!' di cip!inauo ej-.:rcito que la defendía. Difícil le fue poner por obra su ptn . amiento, p>rque varios Jefes suscitaban de conilanzas é increvábanle \arios dcsa tres de la. campañas. Ylon­tilla y Bermúdez eran de .... stc.! número. El Pre idente de la República de Haití, Pctión, se mostró dispue to :í favorecer a Bolívar tan lu é e-o como le conoció, y al frecuentar su t1~to y oírle de. currir con acierto y con persuasiva convicción de los pianes Je guerra que m·1Juraba; ya la simpatra e trocó en admiración. Por e to le . p: ';:>t) voluntariamente apoyo y llego á cobrarle vivo afecto, lo cual e u na prueba inequívoca del mérito de Bolírar, porque el genero o. magnánimo Petión no se habría dejado ganar la voluntad de un milit:.lr vulgar y ambicioso. Las almas nobles han sido hechas para comprenderse. Don Felipe Larrazabal, -nutorizado narrador de la vida deBo­] í var~ dice: "El espíritu de sacrificio ' el amor patrio fueron siempre las relevantes virtudes del Libertador. u aL11a ·ensible, su imagina­ción ardiente le arrastraban á aquella magna empt e'a d libertar á Colombia, no embargante las re isrencia y c..lificultade de todo gé­nero que :;e pre.;entaban para llevarla á cabo. "La lucha de Bolívar no fue , ólo con la España; fue tam­bién, al principio, on la iHdifcrencia de.Jas ma. as, y luego y siem­pre con el orgullo de los caudillos, on la anarquía, on los in­terc es fraccionario~, con la di ·cordia, con los e lcrnentos, con la e - casez de recursos, con el egoísmo ...... " Y el misrro escritor citado, qu con t:ínta prolijidad como severidad históric-1, e · rudi<) v c o ment<) b viJa del Libertador afir­ma atcg<)ricamente un cÓncepto juicioso y muy exacto, cual es el de que Bolí\ar fue <]uien "ere<) en Colombia la opinión que no existta, y él quien supo inspirar á las masa el deseo de ser libres." Por e to la proclamas de Bolívar son un modelo de e lo uen­cia. Su imao-inaci<)n ene ntraba en toda ocasión frases nerviosa 'llena de \'ehemenci;, impresion. bies. Intimamente per uadido de 1a alteza de su re olución revelaba en sus arranq ue .. el má noble convencimiento en b bondad y exito de su obra. · . Cuando en I 8 I 8 los esp:li~ ole;, derrotad0s corrieron á encerrar­se en los muros de la fort.:lle7.a de Puerto Cabello, Bolívar Jio una proclama en el pueblo del 'ombrero en la que dcc1.1: " E en vano que se encierren, porque de allí serán arroja­dos á los mares. Un cjérci to de ho,m bres Ji bres, valerosog y vence- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. D0LETÍ.. 1J!..1TAR 345 dorf>S no puede encontrar resistencia. La victo.ria marcha Jelante de no otros y Vene,:ucla verá rendirse ó perecer á sus crueles con­quistadores. "Ll11n~ros! Vosotro; sois invencibles; vuestr-os caballo , vues­tra lanzas, y e tos desiertos, os ,libran de b tiranía. Sen!is inde­pendiente :í desp..!cho del i , perio e·pañol.,1 "Para cumplir la altJ. empre. a de libertar t América, Bolíva1· debtJ. poseer, dice don Juaquín Orti1., dotes extraordinarias, y las poseyó en efc:cto; amor á 5u s· elo nativo, libre de vulgan·s ambi­ciones; amor á la libertad, llevado h:l'ta 'el delirio, hasta el fana­tismo; gran corazón :í prueba de lo~; mayore reveses é infortu nios, y aquel rayo del fuego del cielo que ,e llama genio en el len-guaje de los hombres ..... . "Si 6 la 1 t; tud del pens1micnto ha de corresponder la dicción, la de Dolh•ar debía ser notable por u grancleza. El miraba todo e. cclso; y lo eran en ~fecto las empr.esas que acometía: eran nada menos que la lib~:rtad de mdio mundo; la refundición en un solo cuerpo político de la Capit~nía general de \' cnezuela, el N Ue\'O Reino de Granada y la Pre.,idencia de ~,¿uico, con el nombre y bajo el estan · darte de Colombia; era la reunión del Congreso de .Angostura en un rincón de las soledades de América, "en donde nada brillaba sino su genio, nada había de grande ino él mi mo, :i tiempo que el resto del país ardía en las llamas de la guerra ó estaba dominado por los espaí1o­les; era la reunión del de Panam:í, especie de Liga anfictiónica que debía servir 'de consejo en los gr;t 1dcs confiictc, de punto de contacte · en los peligros comunes, de fiel intt!rpretc en los tratado5 público,, y de conciliador, en fin, lle nuestras diferencias;' era la extinción ele la excla­vitud de la raza ncgn; y todo c::.to concebido r.in probabilidades de realizac"ón, y lle\'aclo ;Í cabo finalmente á fucrzos casi sobrehumanos en lucha tenaz de \'eintc aiio ." -- ~ (Conthm1rá). FOR:. ES del ln niero Director de Julio re­presentó casi en tot tlidad pura pérdida para la obra, ora por la marcha su esiva de ]c:;s Compañía :t Buga con obje o d' cambiar el armamcnto7 ora por los ejer~icios dctico::. qué se prepararon para celebrar aquf la fiesta nacional; en Septiembre y Octubre e consagraron también los viernes de cada semana á)a instrucción militar y durante o'h-:> días se. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SOLE rf~ MlLll'AR destinó una. Complñia {1 la apertura de trochas en la núe a ía de Sal Miguel (véase el informe número 3 1), in contar el entorpecimiento qu~ o :asionó en los trab:tjos el ri ¿pr d:!l im·icr.lO; y e:1 Di :: ie.nbre, ap1rte de dos emanas que s:: dedicaron á trochas e n expresctda vereda, se trans~ curricron quince días lo menos en e l - •iaje de clos Companías ~ Buga, á no hablar de interrupcioae 111 : ~ d . por causas d~ otra clase. Finalmente, como en Enero y Febr m .charon c u1tro Compañías {¡ hacer la guarnición ele Bug.t, los ttab.1 j os q · ¡ ~ 1aron virtualmente suo;pen~ didos, excepto por la 4·" Compañía, p" ·, _ ¡u en Tuluá y lnégo en este 1 ugar. De otro lado, no obstante la s buenas condiciones sanitarias dé este poblado, interesa recordar el movimiento de hospitalidades, debido tanto á los hábitos de imprudencia como á la acción que ejerce el clima del Valle en tropa procedente de comarcas frías ó templadas que traba· jan á pleno sol y se aloj:1n en locales inadecuad os. En síntesis: las obra9 ejecutadas en la carretera y en el acueducto rcprc>entan cuando más y mucho el trabajo de :150 1:apadorcs en sei s meses. O!ici!Jrl de i11grnicr:a. -Co!l la dirección general, mensura )' de~ marcación de las direr:Hs obras, las operaciones técnicas abarcan el tra- 7.ado de 6,8oo metros en la vía nac'onal y 3,980 metros en el acueduc~ to, sin incluír las porciones donde ha habido necesidad de repetir el trazo. Debo advertir, rJalivamente á esta última empresa, que durante los do meses que me acompañó como Ayudante el señor Santiago Evans, prestó allí impor·antes scn·icios al progreso del Canea. Además, reposa yá en esa Superioridad el perfil número 1.0 de dicha fábrica, que abarca I,z26n',;o del desarrollo total, y c:.t:l en preparación el pc rJ fil número 2.0 El movimiento de la Oli c ir1'l arroja 39 oficios y 10,. te­legramas. Los di\'Cr ' o:; contr3to. gue he llc \·arJo ;Í cabo, con aprobación · Je Vuestra Señoría, para impulsar debidamente los trabajos públicos. montan á la suma de .~ z,oos. Entre lo s in s trumt.:nto s, pertenece al Go­bierno un nivel Jc anteojo "Y," Cl)ll su re specci,•a mira parlante. r'ehículos y lurrrmtit!l!tu. --Los vehículos y enseres de que se dis~ pone en la actualidad con destino á las obras citadas son: + bueye\ L carro con su . arnc:sc : , 1 c.urct:i y JO carrc::til!as, y la hctramienta es la lJUC e ·presa el . iguicnte cuadro: ' ENTRADAS t 1-----·. i 1 89¡.-Mayo 2 3.-Proced á Manizalcs por cuenta del Municipio, constituirán seguramente U!'l refuerzo de im?ortancia. Pongo respetuosamente en conoci:nic!uo de Vu::stra Seiioría que hace ulgunos meses no hay suma destinada para pastajes de los bueyes ni composición de carros, carretillas ni herramientas. Ahora, con la mira de mejorar la organización d~ los trabajos~ ratifico las indicaciones contenidas en el Infotme númer.:> 1. 0 (BoLETÍN MrLrTAR número 14.-189¡) re­lativamente á vehículos y útiles de herrería }'carpintería, permitiéndo­me insistir en la conveniencia de q uc se pidieran por ese Despacho al~ gunos carros de mano á la fábrica de Kilbourne, forma C?lumbus Dump Cart, así corno un núm~ro suficiente de carretillas con ruedas "Seguri­dad," de la clase que .fabrica en Tatamy (Filadelfia) la ca a de Hobson & Compailía. Finalmente, para la construcción tic puentee; sería bien conseguir so,ooo ladrillos, 30 cargas de: cal, 12 palustres, 1 z cucharas, 2 plomadas, 4 ni\·::Ics, 1 tamiz y dcmá-; útiles de albañilería. Obstr'i..'IIO.IJJIN jillfllt!i.-·rcng'J la cspcranz:t de someter r ' ·o nto á la consideración de Vue!itra S~iloría un modesto cn!layo sobre ~.:! plan ge­neral que, á mi juicio, es mcne3tcr adoptar para lds obras m .ttcriales que e ejecuten por cuenta del G Jbierno 1 :1cion:tl en el Departamento del Cauca, inclusive las reglas técnico-legales á que debiaa sujetarse la. construccióp d<' las vías públicas. Por hor me limito á la ~ siguieutes ob ... scn·acioncs, dictadas por el m;is patriórico interés: I. C'3 En sentir mío, lo~ Cuerpos de :t.apadores deben ser sólo zapa· dores durante el tiempr) que se de tinen ;Í prc tar tal sen•icio. Pienso, pues, que no poca~ guardias y comisione constituyen traba imítilcs que pueden fácilmente evirar~c ; 2. cc ' L:1 tropa debe prestar su continge.He para la's obras ptíblicas bajo el mando de Ingenieros militares cicntílicamcntc prácti..:os. Tal uma de utori hd facilitaría ante todo la unid<~d de acción, permitiendo ;Í. la Ye7. e ·igir al mismo empleado la re ponsabili al técnica y la adminis~ trat~ \ ' él ; y 3· ~ Con esto quedaría el Director de los trabajos en toda libertad p<~ra organizarlos;{ su entera s,tti . facción é intervenir directamente en el f!l~.d11r oprrandi d tale· obras. Entre otra \Cntajas, o:e acabaría con la inj usdcia de Conrundir - -e: o m:> uccde en estas comarr., s- ei cargo de Ingeniero con el oficio de sobrc!ltante, atribuyendo <Í e te empleado fa!~ ta g u e él no tu\ o el podtr de c\'Ítar. Me SU$Criho de VLJcstta S 'ii.oda {¡ quien Dio· gu:~.rde obediente ~rvidor. GRI$5LDJNO CAilV:\j,\L. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE 1 Íi\ ;\llLITAit LITERA~URA E L A LA D·E L C U E R V O (Adoptado para el Bou:TÍ. · MILITAR) . - :V1i General! ·--- Pase usted Coronel. - ¿Me permite usted cuatro palabra ~) - Aunque fueran ocho. Tome usted asiento y si gusta abrir boca, allí tiene sobre mi velador una Noriega· cspt:cial, refinado que no le pide favor al mejor España . . -'Gracias, por tanta bondad, mi General. -- De nada, hombre. Pero vamos, ¿que es lo que ocurre? 1'ra u:,ted un aspecto muy grave. - En efectO, mi General, y no es para menos. Pasan ciertas cosas en ei cuartel demasiado extraordinarias. - H<>Ia! - -El caso es tan raro, tan singular, tan extraño, que n se cómo explicarlo. - - Canario! lVle pone us ted en a scuas. -Pro. igo: en la cuarta Comp:tñía hay un soldado que ·icrrt-pre e ha distinguido por su buena conducta, re"pcto y sumision á sus jefes y fiel acatamiento á la ordenanza militar. -Y bien: ' - He ido informado que de poco tiempo ú esta parte, el re-ferido oldado presenta un aire misteri oso, su mirada es torva, d ademán inquieto, la col6r pali a ..... - Vaya un cambio! - Pero pá me e u sted mto y en que forma pueda amenazamos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR ¡Habla usted seri4mcnte? - Seriamente. - Y ha visto usted los cuervos á que se refiere? - No mi General; pero los ha visto el 2. 0 Jefe. -- Hágame usted venir al 2.11 Jefe. - En el acto mi General. 340 -Cuántos cuervos ha vomitado hasta ahora el soldado Z de la 4: Compañía? - Dos, mi General. - Cómo dos, si me acaba de decir el Coronel que usted le ha dicho que son varios! -·No, mi General; no son más que dos, según me lo ha re­ferido el tercer Jefe. - ¿Luér.o usted no los ha visto? - No, mi General; cuando quise verlos yá habían echado á volar·. - Que venga el tercer Jefe. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . ...... ;, - Presenté, mi General. -- ¿Qué sabe usted del soldádo Z? · - Oue ha vomitado un cuervo, mi General. · -- tJno sólo! ¿Y el otro qué se hizo? - -No ha habido más que uno. --¿Y no le ha dicho usted al segundo Jefe: que eran dos? - No, mi General; uno solo. - Pero bien, basta con uno solo para constatar el hecho. ¿ Us-- ted l o ha visto? - No mi General; soy re~ rente al Capitán de la Compañ í a~ El es quien lo ha visto. ·-Pues que venga el Capitán ~ - Presente, mi General. - ¿Qué me cuenca usted, Capitán, del famoso cuervo arroja- Jo or el soldado Z? . - N o era un cuervo, mi General. - ¿Y qué era? - Eran dos alas d~ cuervo, nada más. --¿Dos alas? - Sí, mi General. - Caracoles, ¡cómo se ha reducido la e::.pecie ! Estoy creyen - do que al fin me van á dejar sin una pluma. ¿Dónde están esa~ ~la ? - No sé, tni (Jener.:d; el que debe saber es el Sargente 1.0 de la Com añfa 1 or ser el que rne contó lo que acabo de referir á mi Gen eral. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 350 ROLETÍ N MILITAR. --Retírese usted y mándeme en el acto al argento L(J -Con su permiso. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .......... ) .............................. ' .......... . -- Pre~ente, mí General. --Qué ha hecho usted de las dos alas de cuervo que arrojó el soldado Z, según la noticia que le ha dado á su Capitán. -Con perdón mi General, yo no le he dicho que eran do~o alas. -¿Y cuántas eran? -U na solamente. -¿Y dónde están?' - No lo sé, mi General. -¿Quién Jo vio? -El Ca':>o I.0 me cuenta que pre$enció asombrado el hecf1CJ y que la tuvo en su mano. -¿Qué cosa? -El ala, mi General. Pues hágame usted venir ai Cabo 1.0 Presente, mi General. - Tráigame usted el ala de cuervo que vomitó el solda .. do Z. - Y o no la he visto ni la tengo, mi General. -Entonces qué es lo que usted le na contado al ... argen-to 1.0 ? · -Le conté mi General,. lo que me refirió el soldado Z; per" nada me consta personalmente. -Acab~ramos! Que venga el soldado Z. --Presente, mi General. --Diga usted, hombre, ¿que es lo que se dice de usted? ¿Qué alas, ó que cuervos, ó qué demonios ha vomitado usted, que se lo :ha d!cho al Cabo, y el Cabo al Sargento, y el Sargento al Capi án,. y éste al tercer Jefe, y éste al segundo, y éste al Coronery el Co­ronel á mí? - Lo que he dicho, mí General, es que hab}a vonfitado negro . como el ala del cuervo. El General, al oír esto, estalló en una estrepitosa carca ... jada. . En este momento entró el Coronel haciendo uso de la invi­tación de su superior, para pedir una repetici9n del famoso No­riega. --Y á lo ve usted, Coronel, exclamó el General sin dejar de 1eírse; yá ve usted en lo que han ven-idG> ~ p~rar )Qs cuervos de lz historia! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MUlTAR 35 1 - Pero, mi General, cómo iba yo á dudar de tántos y tan au­torizados testimonios! -Pues para que usted lo vea! En adelante no se deje. usted llevar de chísmes. Hemos estado á punto de perder un buen solda­do por una ab-surda patraña. -!vH General, severa es la lección y trataré de aprove­charla. -Ojalá que la aprovecharan todos. Pasto, Mayo 19 de 1898 . • JoAQUÍN EscANDÓN. VARIEDADES GRANADAS DE MET'RALLA ~SHRAPNEL) Con el nombre de granada de metralla, se designan los pro­yectiles huecos que en su interior llevan un. cierto número de bala y la materia explosiva. necesaria para producir su rottJra, median­te una espoleta de tiempo, cerca del blanco que se trata de batir y á una altura determinada. En el siglo ~VII fueron. empleados estos proyectiles por la. artill ría espaiiola Y' alemana en el sitio de Gamep (164-r), de. apa­reciendo más tarde, hasta que nuevamente los introdujo, á princi­pios de este siglo, d Coronel inglés Shrapncl, con cuyo nombre son conocidos, pero los poco resultados que con ellos . e:: obtuvie­ron fueron causa de que e d.e echaran por algún tiempo. I:.a necesidad de batir las largas líneas de tiradores que con - tituyen d combate moderno, hizo comP.render la conveniencia de ocuparse en su perfeccionamiento, habiendo los a !emanes llevado. y á en sus batería en r87o- 7 r, y aunque con motivo de lo poco familiarizados que estaban en su empleo, y por este motivo 110 consiguieron los resultados que esperaban, no por esto dejaron de conocer su excelencia, como lo vrueba. el hecho de haberlos adopta- IANCO DE LA RE PU !UC T " Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 3 ~2 ' ) BOLETÍ ' MILITAR do definitivamente al terminar la campaíia, ejemplo que imitar n los rusos, habiendo logrado un gran éxito en la última guerra con 1urquía. Las granadas de metralla, que en el día han llegado á ser \os proye.:tiles de má-s importancia para la artillería de campaña y de montaíia, las podemos clasificar por la disposición d~ su carga ex­plosiva, á los cuatro tipos siguientes: I . 0 granadas cuya carga ex­plo iva e tá mezclada con las balas; 2.0 granadas de carga central; 3.0 granadas de carga posterior; y 4. 0 granadas de carga anterior. Las granadas cuya pólvora est"á mezclada con las balas fueron las predilectas hasta hace poco de los artilleros rusos. Su fabrica­ción es de las más sencillas y puede contener mayor número de balas ; pero su falta de sujeci<')n entre la pól'iora, con frecuencia la pulverizaba en los uansportes, y por este motivo disminuían mu­cho en su fuerza. Por otra parte, ]a acción de los gases en el disparo producía alguna vez la inflamación de la pólvora, por el choque de unas balas con otras y con la espoleta, destrozando el ánima de las pie­zas y deformándose de tal manera las balas, que se convertían en cuerpos angulosas, haciéndose nulos los efectos que con estas gra­nadas se conseguían. Para evitar estos inconvenientes, después de un ligero estudio, el Teniente Coronel Siemens propuso en I 847 sujetar las balas con azufre fundido, dejando un espacio para la carga explosiva, que se colocó en un tubo central, ó en una cámara itua'da en el culore 6 en la ojiva de la granada. En Alemania y en Espaiia han adoptado también granadas de carga central, de fabricación sencilla, pero han tropezado con t:l incon\enientc de que si bien pueden llevar un gran número de balas y si bien la carga t'S grande, el haz de las balas que se forma en el momento de la explosión, resulta muy desprovisto en el cen­tro, por ser muy abierta el ángulo de d:spersión. En las gr<~nadas de carga p'>stcrior y adoptadas por la anille­ría de Suiza, Hol:.tnd~, Italia, Austria, Bélgica, I ng !aterra y R u­sía, la bala van separada de la carga explo iva por medio de un diaíragrPa de metal y van sujetas con azufre fundido, transmitiendo el fuego de la espoleta por un tubo de metal que va colocado entre }ag balas, en dirección del eje del proyectil. Si bien el número de hal;¡s que puede lle"ar es más reducido que el de las grC:Jnadas de Jos anteriore y su fabricación más complicada; pero en cambio con la ventaja que presenta, merced á esta disposición de la carga e. plosiva, se aumenta la velocidad de las balas. Para facilitar la explosión, Ja rotura del~ ojiva, van debilita­< las gus paredes ó al construír e se separ~n de la granada uniendola (t ésta por medio de una rosca. El Coronel inglés Boxer, con el misn,1o fin,, construyó las. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOI.ETÍ:>: MILITAR 353 ojivas de sus Shrapnels de madera de olmo reve3tida de acero, que van asegurados al cuerpo de la granada á remache. Actuando en esta clase de proyectiles la c::trga interior, como si el cuerpo del Shrapnel fuese un cañón, constituyendo las balas de su proyectil, resulta el haz de cascos algo retrasado del de las balas y es necesario que la materia que se emplee en la construcción dé las granadas -ea susceptible de gran resistencia. Las granadas de carga anterior (sistema francés), llevan una carga ba~tante grande, á fin de que se pueda {raccionar hasta el cu­lote, lo que disminuye el espacio reservado para las balas, presentan­ca el inconveniente de que éstas, por la especial disposición de la carga, pierda parte de su velocidad. De los cuatro tipos de granadas que quedan descritos, las de carga mezcladas con lrs balas satisfarían por completo, si fuese facil encontrar una sustancia explosiva capaz de fijar por sí misma la metralla ; y como las de carga anterior no pueden aceptarse, por los motivos antes expue tos, habiéndose limitado en las experien­cias solamente á la comparación de las de carga central y carga pos­terior. Los resultados qu~ obtuvo Suiza en sus experiencias en los. aiíos de r 88o-8 I, demostraron la conveniencia de la adopción de los Shrapnel de carga posterior, por presentar mayor re~istencia al choque inicial de los gase de la pólvora y ser más profundo el haz de las bala., si bien es más estrecho que formado por las de carga central. En las experiencia de Italia presentaron superioridad los Shrapnels de carga po terior, no sólo por ser menos sensibles á las \'ariaciones accidentales n el intervalo de e plosión, sino tam bit.!n porque: á igualdad de intervalo con los de carga centr~l, e obtiene menos dispcr i6n natural y que con intervalos grandes son ma­yon: s lo efectos, obre todo cuando soq excesivos, puea entonces los producidos por esto· últimos llegan á anularse. ·No crían, pues, t. n grandes lu inconveniente que presen an los Shrapnel de carga central, si la nube de humo producida al es­tallar fuera 3uficicnte para verificar la corrección del tiro, peru esto e ·t~ t9qa ·ía en problema y falta por rc!.ol\'crse. Pasemos á tratar hoy, aunque sea á la ligera, de la P.spoleta quo, como f:Ktor principal repre enta, podcmo~ decir, el al na de los Shrapnels. Las primeras que se adoptaron fueron las de tiempos, pero su imperfi cta con trucción no daba la seguridad en el tiro, sustitu­yálldose más tarde por las de percusión que, si bien es cierto pre-:. sentan la ventaja de poderse tirar con ellas las granadas de metra­lla á la misma distancia que las ordinarias, presentan, por otra par­~ e, los inconvenientes siguientes: 1. v Cuando estallan lo. proyectiles en el terreno. co.n moti YQ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 35+ BuLETIN Mll.ITAR de su choque con él, las balas que llevan en su interior pierden parte de la velocidad adquirida; 2.0 El espacio mueno que resulta delante del punto de caída e$ muy grande, á causa de la dirección ascendente del eje del cono de explo:sión; tnientras que con las espoletas de tiempos siempre se puede arreglar el ::iro, de manera que la granada verifique su explo­sión en la rama descendente á altura:, pequeñas, por cuyo motivo resultan los e$pacios muertos muy cortos; 3. 0 Es muy difícil dar reglas fijas para. el tiro de las granadas de metralla con espoleta de percusión, por ·variar el espacio muerto con la di:>tancia y la clase de terreno. No admitida por las artillerías de las principales naciones de Europa la espoleta de percusion para granadas de metralla, por las razones antes dicha5, se volvió á usar las de tiempos, procurando clestruír las imperfecciones que presentaban las usadas antigua­ment~. Las espoletas adoptadas en algunas naciones permiten llevar el tiro de la granada de metralla á una distancia de 2,500 metros, .v en Alemania últimamente ~e ha adoptado una nueva espoleta de tiempos, en que la dmación de combustión del mixto, corresponde á una distancia de 3,900 metros de un tronco de corona; sobre su pahe inter-ior está colocada una ranura cir~ular, en la cual está co­locado el mixto ó tuetano; en la parte superior de este disco lleva una graduación en b cual cada división corresponde á un alcance de 100 metros; esta graduación que va de o á +,O corresponde á un alcance total de 4 kilómetros. El to.MiUo de presión sirve para mantener fuertemente el disco g¡radu~cio sobre el cuerpo de la es­poleta, cuando esté arreglada ó la g¡¡aduación se haya efectuado; una faja de met2l se halla interpuesta sobre el tornillo de presión y el disco graduado á fin de disminuír la adherencia entre estas dos piezas • .En fin, el cuerpo dfl esp0leta tiene un canal cilíndrico que contiene pólvora comprimida, que es la qu.e comunica la llama á la carga explosi.va de la granada .. El aparato de percusión se compone de un cilindro hueco lla­mado musslotte; de un resort~ de cuatro. namas análogo al sistema descrito, pero colocando el fondo en alto, y de un percutor coloca­do en un ~ilindro> yendo provi~to de un fuerte batiente. Esta e · paleta que hemos descrito, es la que ha dado mejore resultados, porque se puede emplear ya como de tiempos ó como de percu ión; pero na por eso deja de tener sus defectos. En fin, toda las espoletas adoptadas en la actualidad en todas las naciones son de fácil manejo y su graduación para las diversas distancias de tiro se hace con sencillez y prontitud; pero la dura­ción de la combustión del mixto sufre variaciones más ó menos sensibles, según las circunstancias á que se halle someti.do, pues esta duración aumenta, como es sabido, en :/:o por cada disminu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 355 ción de o'.:ns metros en el e3tado barométrico, ah:!rándose tam­bién con los cambios atmosférico~ la abertura, para dar salida á la llama y tiemp~ q~e · ha estado almacenado. Para termmar eite estudio, hecho no con la ciencia que me­rece, sino á gr ~' nde ra; n Núií.ez número 9, asimilado á Capitán para los efectos fis­cales. Concedió al Sargento Mayor Simeón Gómez R., 1? lincencia indefinida que solicitó para separarse del puesto de 2. 0 Ayudante General del Estado Mayor de la 2.• División, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 57

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 58

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 58

Por: | Fecha: 02/07/1898

Bo~ otá, Julio 2 de lS9~. NÍlmeru i>~ BOLE TIN l\iiL·ITAR - - .-.. ~ RG.~'u ~o DEL MINISTERIO DE GtJElÜ .\.Y DEL EJLRCI'l O ·- - -- 1 .Birector, ALEJANDRO PO .AIJA • • Son colaboradores natoJ de este periódico, todos los Jefer y O!ú:iales del Ejéráto de la República. Con armas de precisión y de gr si viente, no están á ct - bierto, debe ser protegida por infantería que e nboscand sus tiradores delante y en los flancos de la' hater' a, 1 s d fien­dcn y á la vez ofcnaen á los de la 1l.rtilh:ria contraria, si e tá dispue~ta á contrarre~tar su:> efectos. · Toda la vigilancia por parte de los oli.ciales en el con­~ umo de municiones será po~a; nadie debe hacer fuego sin que preceda la orden de su Jefe inmediato, y éstos no deben pern1itir que sus soldados hagan más que el que se ks o dene; los Jefes deben ser en este punto in~xorables Y. igir la r.esponsabilidad á sus oficiales. Estos a.l empczat· • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR el fuego áeben dar á sus soldados e11 voz alta la distancia y la graduación del alza, que será repetida por los sargen­tos y por los cabos, y deben dedicar su preferente atenciót á que aquéll0s las coloquen y apunten con detención sin precipitar el fuego, sobre todo encontrándose á cubierto. ·ranto p~ra lo~ fuego, cuanto para coordinar la iniciativa. que todos, y cada uno de por sí tienen en el .con1bate mo­derno, se ha adoptado la palabra disciplina del combate~ que expresa cón1o se ha de aunar durante sus diversas fases. El oficial de artillería, dice un autor moderno, ' "no solan1ente debe poseer los conocirnientos técnicos de su arma:, sino que es necesario ejercire su golpe de vista n1ili­tar, y que aden1ás de sea buen artilléro, sea buen táctico.'" La artillería con1bate en grandes n1asas ó baterías para pro­ducir un ~fecto determinado y concluyente, y también en pequeñas en puntos tácticos de un can1po de batalla. Las Divisiones de infanter~a llevan afectas algunas Con1pañías; de artillería n1ontada ó de n1ontaña, cuyo nún1ero es tan variable, como puede serlo su n1Ísión en un día dado; mar­chan á vanguardia, encargadas en la ofensiva de prepara y abrir el combate:o y á veces se da este destino á una grat parte de la artillería del Cuerpo de ejército; ma cha la n1á retrasada detrás de la vanguardia, .á entre las dos Divisiones y en uno y otro ca~o su misión es tirar sobre la artillería~ t:nenlig:l para apagar sus fuegos, si la infantería propia tien , que desplegar ó tirar sobre la enemiga si no ha tomado e orden de combate, y sobre sus reservas y sostenes si yá I ha hecho. Las grandes baterías se forn1an con la artillería de uno ó n1ás Cuerpo~ de ejército y también con la de reserv del ejército. La elección de terreno para emplazamiento y el objetivo de sus fuegos ~xigen del oficial de artillería u perfecto conocimiento del modo de con1batir de las <>tras. arn1as. • Aunque hoy no se exige de la caballería, ni puede ser' lo que fue en Marengo, Friedland y Wateri0o, es Jo cier~0 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ftULtnfr-: MILITAR. 359 que su papel, ni es menos importante 1ue lo ha sido, ni su .presencia en los campos de batalla menos eficaz y necesaria. La caba·llería combatirá rara vez reunida en grandes ma~as, t:oR o lo hizo en aquellas bataJlas memorables, pero sin su cooperación) no podrán llevarse á cabo las decisivas derro­. t~ ni se sacará'n tod s tós resultados que pueden y deben ub"tenerse después de la v ~ictoria en el campo de batalla, ni '3e r~solverá. por comp'teto el problema de la guerra. La ex­ploradó',. y la persccación están únicamente á cargo d'"" e ta -nrma decisiva. Rep!irtida convenientemente sobre el campo de batall~ 'en ftac\Íones más ó n1enos numerosas, el orden disp rso de la ~nfanterla es aplicable tambien á la caballería, sí col'lio el cerrado que la conserva reunida en masas en segunda hnea siempre á cubierto, para ser empleada en mo­nlento oportuno y producir efectos decisivos. Su puesto no se determina; el terreno es el que Jo marca, según las faces ó momentos del combate, á cubierto de los fuegos del ene­nligo. El General alemán, Bat·ón Wechmar Ja comp-q·a. "al perro del pastor, que ha de guardar siempre el rebaño que 'se le ha confiado, del repentino ataque del lobo." · Situada en posició.n conveniente espía todos lo:> ino­mentos del cdmbate de la infanteria; si se presenta Ja ca­ballerb. enemiga, pronta como la imaginación, allí está ella para contrarrestar su acción; si la infantería enemiga va­- cila, e dewordena ó suspende repen inamente sus fuegos, ~uizá por falta de municiones, d mom nto es preciso, acu­de con la rapidez que debe llevar el ello ·en todas sus ope raciones, para cargar y contribuír con su poderoso efecto lisico y moral a! completo desorden de aquella infante/ a ~ue vacilaba, impedir qt e se rehaga, y hasta hacerla prisio­nera; si, por el contrario, la que vacila, retrocede ú se clcs­~ rdena es la propia, allí está }a caballería para infundirle ánin1o con su presenc!a, protégerla ·para que se rehaga, y desordenar y hacer prisionera á la enemiga, si se ha aban­donado a una cieg1 y no n1uy ordenada persecución, con .. ecuencia de su primer triunfo. Las antiguas arn1as con su fuego lento, poco preciso . de escaso alcance, permitían á la infantería desplegarse á ·ista del enemigo· de aqu1 el principio tá tic€1 de que las Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,.ropa.s rompiesen el fuego á n1edida que en'"raban en f1¡1é~A· para proteger á las que venían detrás y su,.:esivamente te­nían que despl gar. Sin que este principio hay?.; caducado .. p0rqu- la n1uttia prote_ción de las trop, s y será sie~npre 1·incip1o tá.cLico, es lo cierto que con una artillería que al-· C:lLZ.~ cuatro n il tnetros, y un fusil que lo hace ~l tni1, ef despliegue p:tra ton11.r el ocden d-... con1bate, bajo la es{¡ ra d_ a ... :ión d~ los fuego=> enemigos, e" cxpue_-,to· á sufrir . bajas considerables, y quiz1. una derrota; la caballería es· hoy L. que con su inteligente exploración avisa con opor-· tun · ad la presencia del enen1igo, para dar tien1-po á que la infantería ton1e el orden de combate. Con una regular ca-­b !leria no son posiblt.!s los encuentros inesperados. Sobre 1 catnpo de batalla y durante el con1bate cuida de los flan­cos y eje .la retaguardia é impide que las tropas puedan ser sorprendtd as, Las funciones que ligeran1entc -1uedan apuntadas bas­tarían por sí sulas para den1ostrar la in1por'tancia que tiene' la cabal cría en e) combate n1odern , y lo nun1erosa que tie .... ne que ser para que atienda á tan diversos servicios; pero toda vía tiene otro que llenar, todavía se presenta para cll a un horizonte tan dilatado que la hace absolutamente pre ... cisa en los ejércitos n1odcrnos, esto es, el r~conocin1iento y Ja explora~ión. 1 1o es ciertamente nuevo este servicio para la caballe­ría. 1~ apoleón yá la desparran1.aba sobre el frente de su =-jér­cito, y á n1ant=ra de cortit a cubrw. la n archa de las col u m-·· as; la reunía sobre el cam1 o de batalla, y en gran s ma...- ·a', la lanzaba en mon1cntos oportunos para decidir el ,con1- ha e con su poderoso (; i ·resistible choque, arrojándola des-· pu~s resueltatnente sobre el fugitivo, Jo atropellaba todo cual ltTesistible v desencadenado huracán. Así lo hizo en Jena; · y el efecto .fue tal, que oostó la presencia de algunos escua- 8roncs para. qoe abriesen sus puertas á las vencedores pla . 3as fuertes, que hubi .ran detenido en su 1narcha ejércitos-­en ~eros y resistido algunos n1eses de sitio. La caballería que debe preceder al ejército en una ó dos jornadas, reconoce escrupulosan1ente el terreno, y al .nen1igo si lo encuentra; adquiere no~icias sobre su para..,..· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6ot..ETfN MILITAR .ú ~ro; y la infantería bajo su inteligente y acertada explora-ión, marcha con seguridad, hace grandes jornadas, sin te­ller que ejecutar los flanqueos que tanto la fatigan. Una 1nteligente y buena caballería es el guia y la seguridad del ejército, así como si no tiene instrucción y no sabe su deber, es mejor carecer de ella; en sen ejante caso no sólo es inú­ti 1, puede ser p""rj udicial. Al empezar la guerra franco-alemana, se encontraba en Wisemburgo, como todos saben, la División francesct )ouay, acampada al sur de la población. El 4 de Agosto ~ l anwnecer., salieron del campamento con objeto de ha­cer la desc-ubierta y la exploración del terreno á su frente, los escuadrone de cazadores sostenidos por ut batall6n; fL 1a.s siete y medi:1 de la mañana regresaban estas tropas al campamento, y el Jefe de la cldado de caballería. Esta obra notable· en extremo, ha merecido el primer: Jugar en el certámcn universal celebrado en Rusia para pren1iar la mejor obra que se escribiese sobre caballena. En nuestro juicio, es ésta u na de aquellas cuestiones que merec~ c:studio detenido. La instrucción en todas las ciases d'd' ejército, tiene que estar en arn1onía con las variaciones que l\a sufri~o su modo de ser y su manera de com-batir. El di'sperso da á ... Qd.Qs,_ desde el Cabo jefe: de su. ~scu..ach:~,. ~a iui:c;.i.ati va in-. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MJ!.ITAR dividua! de que antes carecía: la unidad de con1bate, que es Ja Compañía, ha elevado sobremanera el empleo de Capitán; lo n1ismo sucede á los subalternos, jefes de una porción de aquella unidad, con cierta independencia de sus superiores, teniendo en el trascurso del combate que tomar por sí dis­posiciones con sujeción á los sucesos y al terreno en que opera. El soldado de infantería necesita una esmerada ins­trucción en el tiro al blanco, que adquirirá con una práctica constante; una infantería que no sabe tirar y que ignora Jos efectos y la eficacia del arma que maneja, es una n1ala infantería. La fortificación de campaña, el arte de atrinche­rarse con rapidez y oportunidad, sabiendo elegir el terreno para ejecutar la obra, tiene necesariamente que hacer parte ' de Ja instrucción de la infantería, que de continuo debe practicar en los campos de instrucción, no para hacer obras acabadas, que exijan cálculos para el movimiento de tierras, sino únicamente para ejecutar las llam das trincheras-abri­gos que han de cubrir á la infantería; con esto basta. Los alemanes, ese ejército n1odelo, esa nación que tanto cuida de todo lo que se refiere á sus instituciones. militares y á la instrucóón de sus tropas, y que recoge con abundancia el fruto de sus sacrificios y desvelos en bien d~ su e}~rcito, pues que á él deb.:! ser hoy, como es, árbitro de Jos destinos de la Europa, elige todos los años un ofitial y · seis sargentos por Batallón, para que asistan á las escuelas prácticas de ingenieros, y adyuieran allí la instrucción que después han de difundir en su Batallón. No es menor la instrucción necesana á la cnba.llería; el soldado necesita unct · sólida instrucción individual, tanto para el manejo del ca­ballo, como en el de Jas armas; el oficial práctico en mate­ria de reconocimientos militares v en todos Jos servicios de la exploración y de la seguridad de las tropas, ha de poder hacer ligeros croquis del terreno; y formar cuadros estad:_­ticos de los recursos que pueda facilitar cada localidad, y no desconocer los medios que se cmpl~tan para inutili7ar n10mentáneamenee, ó destruír las vías férreas y telégrafos el~crricos. En i\lcmania la cabal le ría dectruye en los ca m­pos de instruccíC:n los Ferrocarriles que los ingenieros com­ponen para adquirir Ja práctica necesaria. Varin.cioncs grandes hay que introducir tar.:nbi~m. en los. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B9L~TÍN J\1ILITAR 1lan1ados ejercicios generales, ó sean simulacros. l)eben ésto~ representar fielmente cuanto se hace y ocurre en un ciía de batalla, es un r.ombate fingido para adiestrar á las tropas, y enseñarlas la práctica de la guerra; pero regularmente y comQ por costurnbr~ yá antigua, en esos llamados sin1ula­cros se hace todo de un n1odo distinto á con1o se ejecuta en la guerra, siendo, por consecuencia, inútiles y hasta de n1alos resultados, porque dan á.l soldado y al joven oficial una idea errónea y eq ui vacada de ella. El General barón de Casse describe de este modo Jo que eran en Francia Jos campos de instrucción antes de sus terribles derrotas de I 8 70 y I 871: "Sobre una llanura de­f~ ndida por trincheras llamadas obras blancas,, se: estaciona­ba por la n1añana temprano un ejército enemigo represen­tado por tres ó cuatro Batallones y alguna batería que se encargaba de Ru defensa. El ejército enemigo que se con1- ponía regularmente ~e tres divisiones de infantería, forma­b: l en colun1nas dobles de- ataque por Batallones en n1asa, en el centro una división de caballería. forn1ada en colun1na cerrada por escuadrones: delante marchaban los explorado-. 1·e y el cuartel general, y en Jos flancos la artillería en hatalla. 1\ una "eríal dada, estas fuerzas se ponían en rnovi- 111l(!Jltü en una formac.ón perfecta, las músicas y cornetas ocaL~t~ aires alegr<.;S. Las colun1nas de ataque, precedidas de algunos iradorcs, respondían al fuego de las obras blan­cas, y después de una marcha teatral que duraba veinticinco r 1inu os, S" arrojaban sobFe d enemigo; que se retiraba á una hora fija y detern1.i:1ada, d'e antemano. El último actu de ~ta adorable comeci.ia, ren1edo de .un circo, aunque en tnayor <.:seda, era una terrible carga dada por Ja división de c. ballería qu hada temblar el sudo bajo los pies de los n1a 0 níficos caballos de J0s coraceros." o de11en los alemanes sus grandes triunfos sobre los franceses ú:1ica y exclusivan1ente -á su n1anera de combatir, ni á los adelantos introducidos en su t:lctica; ni éstos sus derr )tas al atraso en aquel a·rte; tenian un fusil de mayor alcance que sus contrarios, y no supieron aprovechar esta s~1perioridad. Consiste en que lo~ aleril1anes, al ~ropio tien1- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lJvLE.Tt ' 1\.fiLITAR po que habían estudiado el con1bate n1odert1o· e-on el fusil de retrocarga y corregido los defectos que observaron en su can1paña de Bohen1ia, habían, en plena paz y con bastantes años de anterioridad, dedicado igual estudio é igual esn1ero á cuanto concierne á la organización y á todas Jas institu-· ciones n1ilitares, á la instrucción de todas las clases, base segura de la disciplina, presentándo;e una vez declarada la guerra, con un ejército n1ás. nuc1ern inquebrantable de dar u vida por la patria si así· lo exigía el destinQ,; hay que reconocerle ma dase de valor mucho má· heroico y constante, ajeno al siglo, tnás glorioso y meritorio; tal es el de vivir de privaciones y de c~­caseccs larguí imos año , el de andar con ropas sucia en dilatado viajes y por caminos despoblados, pasando, pr~cipicios, durmiendo á la intemperie igual en todo á su má. Í·nfimos soldados. Hombre de organizaci6n delicada, pero definí irnos instintos, su inclinación natural debía ser al• h1jo, á los placeres. Aquel artÍ5- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MlLI·LAJt 36- • 1 tico temperamento, al servicio de una de las imagina-ciones más po­derosas que se hayan _conocido en América, estaba llamado á vivir: en contacto con los usos y refinamientos más avanzados de la opu-. lenta Europa, y, sin embargo, errante en las selvas intrincadas, ca­reciendo de buen a.liment-:>,, expuesto permanentemente á los rigo­re implacable3 del sol~ nu•nca se le oyó exhalar una queja, jamás .e mostró malhumorado por la fatiga fJ.sic;a y las privaciones. Seguía sin trepidar y silencioso el' e u !!SO· dt!· los acontecí mi en­tos, acariciando siempre en el fondo del pecho la i'dea del u;iun{o de la revolución. Pero no buscaba ese triunfo corno coronamiento de una vanidad mal contenida; sin el amor á la Patria, muchas vece hubiera podido separarse sin sonrojo de la azarosa contienda. Su prevision se sobreponía á todo y le hacía esperar tranquilo el final del duelo á muerte. Hallándose en 18 r 6 en Puerto Príncipe, después de haber su-. frido crueles desastre y hasta el desconocimiento de varios jefes. que · ntentaron contra la vida del Libertador, éste no cejaba en su preten. ion e de organizar: una nueva expedición. A aquel lugar· fue á buscarle el Intendente General D. Fran-. cisco Antonio Z.ea, quien era portador de una carta suscrita por los jefes del ejercÍlto del Cfi!ntro, los cuales hacían constar que se so­metían de buen gr:Wo á las ór;dene del ~ibertador y le llamaban á 1 enezuela. Zea, e'l ~t'lelta olem.ne y mem.orable oca ión, se x­presc) así ante el hombre que la P.r.ovi.dcmci'a tenía destinado, par:a dar libertad á los p.ueblos: "Subsiste todaví-a U•n tiesto de buenos patr-iotas; la Patria vive alimentada de una csper.an7.Ja; pero le f.alt;l.. un hom.bre superior-, capaz de convertir esa e per,a.n11a. n r.ea1' ~. Llenos de esta idea, los pueblos y el ej ' r.cito han vudt~ su Yista· al! General Bolívar, á la primo·a cabt!za d11 la guerra.' Bolívar fue deferente, en r-oc.Ja. ocasión propich.1, al voto y opi­nión de. los pueblos. Acatar la deci iones de la mayoría le colma­ba de rego ijo. B~caba el nacimicñto de la Repúbiica por memo de la ge-nuina y perentor-ia n. a1 jíj· sración de lo sentimientos pú­blicos.. IHen que aún e. tuviese remoto el día del triunfo, se aven.tiur;aha: 'on u pre\ isión á aconsejar y á di .tar los m dios pol"ti¡;;os que fran­¡ ueasen el e, mino de la República. En la \: poca e tada cíirigi "' á Filadelfia una carta al doctor PedrG> (J'ual, carta destinada á remoJ ·er los oost:iculos que en h República del Norte pudieran turbar· 1 apoyo ó simpatía á favor de las a,·mas patriotas. Allí decía: "' . .. las relaciones mercantiles entre Venezue:a y los Estados U lli-t. ks serán ventajosas á ambas pant: ...... El comercio frecuente· entre los americanos del Norte y la protección que el Gobierno. r oncederá á los extranjeros honrados que quieran cstablecer~e entn .. :- 4losotrQ~~ !'eparará nuestra despoblación. r no dar~ ciu.dadanos \'Í ...... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETft-.: MTLITAR tuosos. Sírvase usteJ Jifundir estas ideas entre tudos los e,·tranjero •. · de probidad, haciéndok ver las ventajas que les esperan .... " Este lenguaje asombra por su precisión y cordura. Parece el de un magi trado que se encontráse gobernando tranquilarPente un país y que quisiese at~·aer una inmigración de gente honrada, trabajador& y respetuosa al Gobierno. En la misma época, al aber Bolívar que el Canónigo doctor­Jasé Cortés de Madarriaga, se encontraba a ilado en Kingswn, con otro5 patriotas venezolanos le escribió en los térmidos i­guientes: "Hasta este momento no he podiao arreglar mis asuntos, porque lo obstáculo se multiplican cuanto e casean los medios ; pero al fin, yo parto con la· e'peranza de ver á usted muy pronto en el seno de la patria, cooperando eficazmente á la co11strucción Jcl grande edificio de nuestr-a República. En vano las armas des-. truirán á los r:ranos, si no establecemos un orden político capaz de 1:eparar lo estragas de la revolución. El sistema militar es el de la fuerza; y la fuerza no es g~)bierno. Así, nece itamos de nuestros pr<'.ícercs que, escapado en tablas del naufragio de la revolución, no conduzcan por entre los escollos, á un puerto de salvación .. Usted y nue tro amigos Roscio y Castillo harían un íi·aude :1 la . República, si no le tributasen us virtudes y sus talentos, quedán­dose en una inaccjón que ería muy pcrjudi ial á la catJS::t pú-blica ...... " La expedición organizada ·por Bolívar llegó felizmente al p11e1:to de Juan Griego el 28 de Diciembre de I 8 I 6. Lo. momen­tos no podían ser m á· aRicti vo de lo que eran:. Morillo en N u e va branada y Mo c'.í en V cne1,uela . e ene ntrJbnn imperando, como . <;:nardecido~ con la luch;.t, .ajenos á.todo sentimiento de piedad. Las palabras de Ro!Í\ ar, al pi ar tierra, na le · m u tran cual e.·perto político que ha penetrado las necesidade del país, y que, en vez de ocultarlas, quier.e que. sus compatriotas se afanen por en-' qontrarles remedio: "f/n;ezo/n!lf)J/- Vosotros me habéi confiado la autoridad cn los dos últimos períodos de la República. esotros me habéis obligado á subir al tribunal y á comha1ir en el: campo. o he podido llenar á la ve7. tall opuestos destinos. La Patr'a ha sufrido en la administración y en la . guerra. V encedcr, no he podido alcanzar los frutos de la victoria por •ncndcr á los cuidado del Gobierno. "La justicia, la política y la indusrria han sufrido cuando me he ocupado en defenderos. Asf, una necesidad imperiosa exige de vosotros la inmediata instalación del Congreso para que tome cuenta de mi con­c1uctá, admita la abdicación de la autoridJd que ejerzo y forme la cons­titución polÍlica que debe rcgiros. "VenezoltJnos: Vosotros hab~is sido convocados por mí desde el mes de Ma]·o, para constituír el Cuerpo Lcgislati\·o,- sin prescribiros restric­ión alguna, autorizándoos para escoger. la épo a y el lugar. No lo ha- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '( ' , -E~ l gt.ito d-.: ln 'Ct1utr ipaciún de la madre patria, .u\!'Co'rrcspon ~ iido con toh ~delidad por Arruhla, quien y á por estc1 época r r8 ro), habí1 unido sn suerte á la de la señora Ignacia Herrera de ~.ilvez, de origen bogotano. Varios destin.os horeosos desempeñó, entre otros el de vigilar por la seguridaJ interior. No poco debió la causa americana á Ja cooperación decidida de Arrubla: era de figura elegante, y á líl. vez que la naturaleza había sido pródiga en concederle todos su:; ·atractivos, poseía una fnr'tuna bien considerable, un 'trato sumamente fino y delicado unido á la expresión que <.'a un-a educación esmera4 da y la lectura de buenos libros) Arrubla formaba parte de lo~ círcu ... los más brillantes de la capital, en donde ya con sus palabras y ejem • 'Plos ó con a tos de verdadero desprendimiento estimulaba y exci 'taba á sus compatriot~s á sostener la santa causa de la Independcn· cia. Su fortuna siempre estu 'O á disposición del Gobierno libre de Nueva Granada. Supo gana se el aprecio de cuantos lo trataron y ·l odio y persecución de los errém1gos de Ja República. Era imposible que la suer!X de Arrubla, en ]a ocupación de este país por los españoles, 1\ubiera sido diferente de la de sus com­pañeros de infor unio, á quienes auxili" y mitigó los rigores de sú prisión, en d Colegio del Rosario. Su ~lm:r, demasiado elevada, no podía intimidarse con la idea de Ja muerte, y él consideró la hora de ella al pie del patíbulo (Septiembre 10 de t8r6), como el mo­mento en que se proporcionaba ]a eterna separación de los enemi­ ·,:os de su patria. tJ na mirada Jlena de indignación y de de ptecio; fue la última señal de despedida que anzaron sus ojos. l?:BlDRO :E"ELIPE V ALENCI.A ·ram bién la Metrópoli y la alta cla!!c de la socie~ad de la Pe .. hÍnsula, se vieron afrentados por el sanguinario Morillo en la per~ ona de don Pedro Felipe Valencia) natural de Madrid, y primo .. génito del Conde de Casa-Valencia, D. Franci co Valencia; Hurtado Sáenz del Pontón, nacido en la ciudad de Popayán y de familia otiginaria, tanto de aquel pafs como de esta ciudad d · Bogotá y de una señora española. De los primeros años de D. Pedro F lipe, hasta su venida á Nueva Granada, de edad de treinta y siete años, ignoramos todo los pormcnot'es, y sólo sabemos que vino á Popayán á arreglar los ntereses de su familia, relacionados con el destino de Tesorero de aquella Casa de Moneda, empleo amayorazgado en su familia, por haber 'lido uno de sus antepasados el fundador de aquél estableci­miento. Poco después de la trasformación de 18ro, vino á Bogotá~ tn dond i1 dudar ui mon ento, y recordando más bien, lo qu~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOL ETÍ ~ ~~ J LJTt\R 3i 1 clebta á la Patria de su familia y de suq antepa:>aJ,}s> qu:.! al lugar ca ual de su nacimiento, se decidí<) genero-amente á abandonar la ulhagüeña pcr pectiva que se le presentab:1 en la Corte de l\lladrid, ~i cambio de ver en su país establecidas de un modo verdadero 1.1 independencia y la libertad. Con una gran penetracióH dt:: espíritu., algunos conocimientos en política, y una imaginación de fuego, <:ontríbuy6, en gran u1anera, á consolidar hasta donde fue po iblc, la c~usa de la emancipación; sirvió en varios destinos, y escribí<> en algun.Js papele · públicos, en los que se descubría la vivez.a de su ingenio, y Ja firmeza de sus sentimientos. Reducido á prisión en 18 I 6, dirigió á l\1oril1o enérgicas re­clamaciones en que m a ni fes taba la falta de autoridad del. Capitan General expedicionario para juzgarlo, pero todas fueron desatendi­das, y condenado á la pena del ú1tif!1o suplicio, marchó á él con la más completa erenidad de alma; qui::;o arengr.r al pueblo, pero uu redoble general de tambores, ahogó su voz, y exhaló el postrer aliento el 5 de Octubre de 1816, acompañado de otns tres ilustres víctimas, José María Dávila, Torices y 1 orres, cuando aún no había Ilegad0 á su quincuagesimo año, extinguiéndose en el 1 l"nea directa masculina de los Condes de su título. ----··--- EJERCITO N A.CICllAL I VENTAR lO de los bienes que dej6 el Sargento zo Abclardo Roja., que falleció en el Hospital 1\tlilitar de la ciudad de Barranquilla, y perteneciente al Batallón'Jtm:n número 2 L República dt Co!OIItbit~.-Ejércit(} Nationai.--Batalló11 JstnÍIInÍtmr.ro 2 t. e &m,zndanc Ítl. • n la ciudad de Barranquilla á \·dntc de Octubre de mil ocho· t iento noVenta r .it:te~ (!n el local que SÍ!'Ve de Cu¡¡rtcl al Batallón J rmí11 nú 1ero 21, se unieron lo! i:1fra critos Sargento Mayor 'A7 en• ceslao Rodríguez r .0 Jefe y encargado del expresado Cuerpo, y los tes tigos señore Francis o I erncindez, Marco i\nrelio Calderón y Aníbal Vásquez, con el objeto de hacer el inventario y a alúo de los biene5 del Sargento 2.0 Abclardo Rojas de la 5·" Compañía del expresado Bata­llón, que falleció en esta c!udad el diez y nueve del mes citado á la nueve de la mañana en el Hospital Militar, individuo que según filia-ión militar era natural de Serrezuela, en el Departamento de Cundina­marca, y vecino de Mcdellín, Departamento de Antioquia. Despué que ·e les presentaron á los testigos mencionados, los valores perteneciente 11l finado, procedieron d"cho individuos á inv ntariarlo y a\·aluarlos e . ta forma¡ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. De rUa!la s de paño usadas, \n, y Lerzundi, recibiéndolo~ m y corté m..:ntc, le· con te taba · -~Con mttcho gusto, seiior mío, devolveré á usted el cab:dlo· (}Ue reclama, si m~ comprueba que es propied;:d s.uya y !lO del E. - t.Hlo. -Muy bien, señor Comandante. Basta on \·er la marca qu_ lleva en la anca izquierda. E~ la inicial de mi apellido • ¿La marca era una A? Pues Lerzundi contestaba : -Al canchón con el cab.tllo, que e a A significa Artill~ría TV?iant.:.-¿ Et a una B r Entonces d jamelgo correspondía á B.lti­ ··hres mmtad,s. Para Ler~undi, la C significaba Ciracros; 1.1 D, Dragones; la E, Escolta; la F, Füsil,ns d~ dese u bierta; la G Gr(mad-r.?s de á r:;h:dl?: I:J l,, L~mc .. ·ns; la P. P,1•'1u:; en fin a Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 374- BOLETÍN MILITAR todas las letras del alfabeto les encontraba descífración militar. Se.. gún él, todos los caballos habían sido robados de la antigua caba ... liada del ejército. Lerzundi los reivindicaba en nombre de la patria. Sexagenario yá, reumático, con el cuerpo lleno de alifafes y el alma llena de desengaños, dejó el servicio, y con letras de cuartel ó de retiro fue á avecindar~e en el Cuzco, donde poseí..t un peguú10 fun­do y donde vivía tranquilamente sin tomar cartas en la política, y tan alejado de la autoridad como de la oposición. Un día estalló un motín ó bochinche revolucionario; y Lcrzundi, por amor al ofi­cio, que maldito si á él le importaba que se llevase una legión ú~ diablos al gobierno con el cual 110 mantenía vínculos, se echó á la calle á hacer el papel de Quijote amparador de la desvalida autori­dad. Los revoltosos no se anduvieron con algórgoras y le clavaron una bala de á onza en el pecho, enviándolo sin más pasaporte al mundo de donde nadie ha regresado. Lo único que ha sobrevivido al General es su fama de menti­roso. El célebre Manolito V ásquez, de que tánto alardean lo~ andaluces, no mentía co;1 más gracejo é ingcnío que mí paisano e1 limeño don Agustín Lerzundi. Dejando no poco en el tintero paso á comprobarlo. Siendo Lerzundi Capitán, una de nuestras rebujinas políticas lo forzó á ir á comer en el extranjero el ~ veces amargo pan del ostracismo. Residió por seis meses n Río Janeiro, y su corta per­manencia en la capital dPl por entonces imperio americano, fue v~­nero en que ejercitó más tarde su vena de mentimso inofensivo. Corrieron años eras años; de una revolución venía otra revo­lución; hoy se perdía una batalla y m41ñana se ganaba otra batalla; cachiporrazo va, cachiporrazo viene; tan pronto vencido como ven­cedor; ello es que don Agustín Lerzundi llegó á ceñir la faja de General de brigada . Declaro aquí (y lo ratili.caré en el valle de Jo­safat si algún militronche se picase y me exigiese retractación) que entre dos centenas, por lo meno , de Gencrale q te en mi tierra he llegado á conocer ninguno me p·circció más General á la~ deve­ras, y no de mojiganga1 como la mayoría, que don Agustín Ler­zundi. ¡Vaya un General bizarror No se diría ino que Dios lo había creado para General y ...... para mentiroso. Acompañaba iempre á Lerzundi, el Teniente López, un muchachote bobiculro, que no conoció el Br~ il más que en d mapa-mUI'ldi, y á quien su ] efe, citándole no sé qué artículo de la!­Ordenanzas que prohibe al inferior desmentir al superior, impuso la obligación de corroborar siempre cuanto él ]e preguntase en pú­blico. Hablábase en una tertuli.a sobre la delicadeza y finura de al­gunas tdas) progre o de h\ industria moderna, y, el General ~x l.'\mÓ : Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOL.ETff'V MILITAR. 3í5 - - Oh! j Para i1nos los pañuelos que me regaló el Emperador del Brasil! ¿Se acuerda usted, Teniente López? -Sí, mi General .. finos .... muy finos! -Calculen ustedes, prosiguió Lerzundi, si serían finos que los lavaba yo mismo echándolos, previamente, á remojar en un vaso de <'.gua. Recién- llegado al Brasil me aconsejaron que, como preservativo contra la fiebre amarilla, acostumbrase beber un. vaso de leche á la hora de acostarme, y nunca olvidaba la mucama colo­car éste sobre el velador. Sucedió que una noche llegué á mi cuar­to rendido de suei1o, apuré el consabido vaso, n~ sin chocarme algo que la leche tuvie~e mucha nata, y me prometí reconvenir por ello á la criada. Al otro d1a vínome gana de desaguar cañerí~ y ..... . ¡jala! ¡jala! ¡jala! ..... salieron los doce pañuelos ...... Me los había bebido la víspera en lugar de leche.: .... ¿no es verdad, Teniente López? -Sí, mi General, mue ha verdad, con te tó con aire beatífico el sufrido Ayudante. RICARDO PALMA. VARIEDADES EL EJERCITO ARGENTINO NTR!VJST.t,. CON EL ~IRI!CTOR DE LA ÉSCUELA MILITA~ S.\RC!NTO MAYOll R.OGALLA VO!'l BIEBER.$TBIN (De La Tarde de Chile). E~ sabido que el jefe de la Escuela Militar, Mayor señor Ro­., galla von Diebcrstcin, ha regresado en estos días de un viaje que J1izo á Buenos Aires. Creímos interesante c~nocer la opinión de e te oficial por lo que respecta al des · rrollo de la República Argentina, al estado de ~delanto en gue se encuentra su ejército, etc. etc. Al efecto, hicimos presente nuestro deseo al señor Bieberstein, y esta mañana tuvimos con él una conferencia que el lector en­contrará en . eguida: El objeto de mi "iaje fue el iguiente: uno de mis compañe­ros, ¡¡ quien el clima de Chile no le era favorable, volvió á Berlín por la vía de la cordillera. Me pareció oportuno acompañarlo, y así lo hice, previa la au­torización del Estado Mayor General. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOL!TÍN MlLlTA.lt Por otra parte, tenía yo, como u ted comprenderá, un vivo deseo de conocer el país vecino. Viajé con un pasaporte de la Legación argentina en Chile y me di á conocer desde luégo, tan pronto como lo estimé conve­niente, en mi carácter de oficial instructor alemán y de Director actual de la Escuela Militar, gracias á lo cua1 obtuve toda suerte de facili~ades para que se me mostrara, casi oficialmente, todo cuanto tuve el deseo de ver durante los tres días que permanecí en Buenos Aires. El 21 me presenté á Su Excelencia el Presidente de la Re­pública, que me acogió con suma amabilidad, y á varios oficiales del Estado Mayor; el 22 se me presentó un oficial del Estado lVIa­yor, que me acompañó al Colegio Militar, que visité detenida­mente; este día tuve ocasión de ver una clase de equitación de los mismos cadetes; el 23 visite los cuarteles de los números 11, 4 y 8 de infantería, vi ejercicios por compañía y por batallón en los números 1 I y 8, y presencié ejercicios de tiro al blanco. Los oficiales argentinos me han dejado muy bien impresio­nado. Su aspecto, ·su comportamiento en las calles, en los teatros, en los paseos, en el restau r ante, es de una perfecta corrección. Visten elegantemente. No se permiten, por ejemplo, en nin­vú n caso andar con el kepis echado atrás ó con el do Imán de;;- .abrochado. · De los 1,400 oficiales con que cuenta el-ejército argentino, h.!ly, según se me afirm<í, 8o::> que han alido del Colegio V1ilitar . .Estos oficiale:~~ como es natural, se consideran superiores á los otros. Desde el aiio de 1891, las clases superiores forman parte de la oficialidad. Los o+lciale . son jóvenes, por lo general júvcne!> de posi..::i0n social y de fortuna. El oficial que fue agregado durante mi permanencia en Bu e­nos Aires, el señor Besa, era un tipo periccto de gmtleman, y es pariente de Su Excelencia el Presidente de la República. He creído notar un serio antagonismo entre los oficiale del . antiguo ejército y hs oficiales de cs.:uela moderna. En us relaciones con lo oficiales superiore~~t, los oficiales son respetuosos y correctos. Viajé cuarenta y cuatro horas en ferrocarril con oficiales y cadetes, y no pude notar nada que no fuese de una esquisita co- • rrección. El Estado Mavor y el IVlini terio <.L Guerra m: hicieron muy 1 buena impresión. · • · En esas o:icina3 se ve que S- rr.1baja verdaJeram~nte con ern­. peño y con la misma severidad _que se gasta en el Estado Mayor Len - Alemania. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 3i7 En ninguna de la habitaciones que recorrí, de cuatro á cin­<' O de la tarde, vi grupos de o!lciales charlando ó perdiendo el tiem­po; ahí cada cual está en su pue to, trabaj:wdo con te·6n y silen-ciosamente. · Los libros militares que se me obsequiaron prueban que el Es­tado Ivfayor ahí no descansa l)Í pierde el tiempo. LA TROPA La tropa en su exterior no se distingue mucho de la chilena. Se advierte, sin embargo, poca uniformidad entre las gentes. Al lado de un soldado apto, marcial, vigoro ,o, se ve un viejo ó un hombre pesado ó poco util. Atribuyo, en gran parte, esta falta de uniformidad á la dife­rencia de raza ó de constttt;ción de los indtviduos de las di ver a· pr-ovincias. Lo que \'Í de la tropa y de los oficiales me ha hecho el mismo e[e{;.to en .1\tlendoza~ en San Luis y en Villa 1\tlcrcedes. EL COLEGIO MILI l'AR Cu.:~.ndo visité el Colegio l\!lilirar, una parte de los cadetes se encontraban en vacaciones. ()uizá pot esto el establecimiento ha­cía el efecto de e tar un tant~ d-::scuid . <.!o y no muy aseado en al­gunos d'-parrame11tOs. El sistema de educación difiere Jel nuestro y se caracteriza en pocas palabras: es un sistema de preparación para el ser\'icio de las distintas armas, de manera que el nilio entra como cadete de infantería, cadete de artillería 6 cadete de caballería, llevando has­ta en el. uniforme respectivo ;tcentuada la diferencia del arma. No deb_ olvidarse que la mi ·ión de los e, tablecimientos de este género nt> es de preparación, ino de educación militar. El Colegio 1\llilitar de Buenos Aires di ~ pone en abundanci.~ de lo elementos para la in trucción d_ los nece ari' cadete . Así, por ejemplo, tiene una batería completa con caballo , carros de municione , pruyeotiles de cjer icio·, •te., 126 aballos en pese­breras muy buena , donde cada caballo tiene su d "part::mcnto e - pecial. 'T'iene adem:.\s un taller tipográfico para imprimir todos los texto:., reglamento., horario , ere., aparatos para demostrur la com­posición de la p<')lvoras, la dinarnit;¿ y otras materia explosivas, tal como se tiene en Chile en la fábrica Jc cartuchos. Lo que vi de: los cadetes me ha gustado mucho. En una fiesta de beneficencia tuve ocasión de presenciar un ejercicio de equitación que demo traba una enseñanza muy corrcc­t~ y un buen sistema. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ROLE J'lN MILITAR 1'uve que admirar el dominio :ib5oluto que el cadete tenía sobre el caballo y el valor notable para los saltos sobre obstáculos-. Sin embargo, para ser justo, d~bo decirle que en esa misma Ji esta vi evolucionar un escuadró.n- escolta, el único cuerpo de ca­ballería que vi en Buenos Aires, y éste me dejó una impresi0n bastante de5favorable. LOS CUARTELES Los tres cuarteles que vi m~ han dejado una impresión bas­tante buena. El cuartel del r r y del 4 se encuentran unidos en un gran edificio construído especialmente. La tropa tiene catres que se levantan hacia la pared durante el día, dejando así debajo espacio suficiente para colocar las mo-chilas y otras partes de equipo. 1 El catre tiene colchón y frazada, pero no así sábanas ni fundas. La limpieza me ha parecido bien, sobre todo como es natu­ral, la Jel segundo cuartel que visité, y que estaba preparado para mi visita. Hay en esos cuarteles baños para la tropa, que los usa dos ve­ces al día, y para los oficiales. Se me mostró, además, un taller de armería, 'pero se notaba á la simple vista que todo había sido especialmente preparado para mi visita. Fuera del cuartel, ó más bien dicho en el cuartel mismo, ha­bía una instalación para el tiro al blancOtcn unA distancia de dos­ciento metros en que vi disparar á varios oficiales y clases. Había ahí un prolcsor de tiro, como 4SÍ mismo profesor ~e gimnasia y otros ramos para todo el batallc>n, sistema sobre \..uya inconveniencia tenemos duda. Conservo en la memoria un horario de la distribución del ser-lCIO. Según él, la tropa se levanta á las J~ a. m. Desde las 3} a. m., aseo y desayuno. Desde las 5 hasta las 5 y 45 minutos, instrucción del servi­cio interno; despues; una hora de ejercicios musculares; después, durante una hora, academia de toques; luégo, una hora de ejerci­cios del batallón; en seguida al baño. A continuación el al,muerzo, una hora de ejercicios de tiro, otra veL formacic>n del batalh)n y nuevo baño; y nuevamente ejer­cicio en la compailía, etc.; como se ve, una distribución de tiem­po bastante revuelta. En el batallón n ú rPero 8, en que yo estuve, no había, según se me dijo, sino 36 individuos que no supieran leer. El batallón tenía 480 plazas contando las clases. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 LETÍS MII.ITAR 379 Según las listas de los cuadros de las compañías, que son muy bien llevadas y muy limpias, no había m:ís de dos ó tres indivi­duos faltos por cada compañfa. En el calabozo se rr.antenían seis reos: uno de ellos había atacado á un ten iellte al arma bbnca. El ca tig_? de palos está suprimido del Ej é rcito Argentino. I~STRUCCIÓ:-.1 1\liLJTA R El régimen interno, el método Je instruccic>n en el Ejército Argentino nJ es tal vez el más moderno .Pero dentro d~ est régi­men la tropa se mutve con facilidad, casi con elegancia, guarcl.wdo ilencio y conservando estrictamente la posici6n firme en la fila. y obedeciendo con prontitud ltrs órdenes recibidas. La mayor parte de los mo imientos obedecen á toque de corneta hasta levantarse, arroclillnr e y tenderse en tiradore . Vi uno de e tos ejercicio en el patio de un cuartel, pero á causa del poco espacio del terreno, naturalmente no se podÍ;¡ ver si se d::Iba en general la amplitud necesaria á los movimientos. La impresión general que me dejaron estos cuerpos fue bas-tante agradable. · RP.specto del vestuario - · el calz:ú.io, la ropa de brin, la ropa interior, de lana- todo se encontraba en buen estado. LA GUARDIA NACIO!':r\L La guardia nacional se ha organizado de manera que dos ba­tallones de la guardia nacional activa (jóvenes de 20 a11o:.-) forman con un batallón de línea un regimiento. - E11 estas u nidadcs el aí1o pa aJo -- y obre esto no hay lugar á duda -- han pa ... ado dos rre::;es en lo campamentos veintidos ú veinticuatro mil homb e·. Para el aiio entrante se ha tomado en cuenta la misma cuota de guardia nacional. Tal v.cz no se ha obtenido con esta in s trucc¡() n un gran re· , ultado; de todo modo > ahí •e ha formado la guan.lia nacional, y e pro iguc adelante ~in deiar para más tarde la rcalizaci<)n de la id\..a, ~ lVIcjor fruto tal vez que la ins~rucc!ón de tanta tropa ha pro­ducido la enseílanza t¡ue han recibido 120 ofi ia!cs de la guardia nacional, que han recibido en las academias en un e pacio de seis me es. · Seiscientos cnarcnta y dos de e tos oficiaks han rendido sus exán_1ene~ de tales y han tomado parte en los ejercicios del aí10 pa· sado:en:posesión de su empko. Según el grado que tenían en la guardia nacional antigua .v egún el resultado de sus exámenes, han ascendido clesdc luégo C"o:no Capitanc~ hasta Tenientes Coronc·lc"· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8CLETfN MILITAR Estos oSciales han hecho muy buenos servicios en los Cuerpos. Un oficial argentino bastante competente me decía que una ma­niobra se haría mejor con estos oilcia les que con Jos Jefes de línea. Aparte de esta guarc.li.l nacional activa, existe una especie de milicia, gente que ha pa~ac.lo por la gu:1rdia nacional activa y que está obligada durante seis meses, Jos c.lemingos, á hacer ejercicios. Los oficiales e c:ligen en las Provincias mismas, y en casi todas partes los ejercicios se hacen en traje civil. CAMPAMENTOS En el campamento de V iJJa Mercedes se encuentran ;Jctual­mcnte 5 regimientos de artillería, los ·)atallones números 4 y 6, y cerca del Ncuquen hay 5 regimientos de caballería al mando del Gener~1l Godoy. Un oficial argentino, con quien hablaba, se expres<) muy bien del estado de la artillería, mirando con desprecio ]a de monta­tia. Al contrario e expresó con cierta pr~cauci<)n respecto de la actividad y del nivel de instrucción de la caballería. Para el mes de Marzo próximo hay el propósito de llevar á cabo grandes maniobra , como se hace en los ejercitas europeo . ·raJes son, á la ligera, los pri r1ci palcs puntos que tratarnos co1 el Director de la Escuela Militar. Se manifest/) e te oficial, por lo demás, ~ umamente recono­cido á la exquisita cortesía con que lo acogieron nuestrog vecinos .. -- E.L\f E~ EJE"R CITO 3.~ Division. - Se hicieron di tino·uir, durante el mes de IV1ayt>, por el estricto cumplimiento de su!' deb"res, entre los Cucl'pos que h componen, lo:- siguientes señorC's oliciales: Batall<)n Granadvros número 8, cohducta muy buena, Capita­ne~ Rafad Ve gal José Antonio f l<')rez y Clemente Aria ; T'eniell-te Juan E. 1\llcndt:z H. · Batallón Sucre número ro, Capitán Cccilio Zamudio; Tenien­tes 01cgario Manrigue y Máximo Ri,·era; Subteniente Juan Prieto. 1ledio Batail<)n B:;/ívar, Capitán Salvador Valbuena; Tenitn· tes Miguel A. Quintero y Bonif<1cio Duro; Subtenientes Juan B. Prieto, Carlos k. SarmientO y Valerio V anegas. Jefatura i'vlilitar de Antioquia.- En el Batallón La Popa nú­mero 19 se di tinguieron lo señorc' oficiales: Capitanes Ambrosio Suárez, Ignacio Cortés y Vicente Plata; ~renicntes llraulio Caro, Leandro G·uzmán y R u fino Guerrero; Subtenientes Adán V ane­gas, Hip6lito López, Juan Gómez, Francisco Congote, Angel 1 •1ana V arg:ls y Ti moteo Gonzálcz .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 58

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 59

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 59

Por: | Fecha: 09/07/1898

ii.o II Bogotá., Julio \1 d'e lS'JS. BOLETIN MILITAR ~·- OR GANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EjÉRCI1 O ___.._ Director, ALEJA N DRO POSA DA. Son colaboradores na!Ds de este periódico, todo~ los ]efer 'Y Ojiciales del ~j'ército de fa República. HIGIENE DE LAS TROPAS hN C1 MPAÑt De los tres elementos cons itutivos de un ejército, se Ctn el l\1arqués Palmieri, hombres, armas y orden, este o . últin1o es sin duda alguna, el más importnntc y el que hasta cierto punto, pllede n10dificar los otros dos por la · niluencia tan grande que ejer e sobre ello~. Para trasfor­mar una masa confu a de gente armada en un ejército pro­piamente dicho, basta la organización conveniente de to­da las p2.rtes de él, y que los servicios que cada uno deb llenar, se lleven :t cabo con regularidad y precis1" n, obli­gando á todos. lo mismo individuos qu agrupacio:1cs, :~_ cumplir su obligaciones y debere , , á funciollat· ordena-lamente dentro del círculo que tengan eñalado .. )e aquí 1a t1ecesidad de la reglam~..:ntación de t os lo servicios 1nh r .tttes á los di \Ters s elementos orgánic s de un cfr ito. Las n~ciones ~urop as que rnás se ocnpan de ]o a ·un­tos militares, imitando e 1 ello á l'rusia, q u ha sido y si­gue siendo el modelo elegido; e • apr~.;s11ran ft confeccionar r g amentos, com rcndiendo disposic.iones que r ·gularíce y prevean todos los casos que pu ·den pre ... entarse en la marcha natural d l servicio; y de e te m (lo, al paso que cada individu , ó agrupación, ti ne marcada su lít. .... a d · con ucta, á. la que debe at nerse en todas Ja ircunstancia~ y por la que pued'~ 1 !enar ~·um¡Jiidamente sus obligaciones, os Jefe. superiores tienen también, á ~u vez, una •a t, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOL'ETIN 1\"'ILIT. R para hacerlas cumplir y exigir responsabilidad á quienes corresponda. Las últitnas guerras y sobre todo la Franco- 'ru~iana, n ;S p-t.:.:>entan ejen1plos bien patentes de la im- ·¡oi·tai.cin e ia re o·-l an1entaciún de los servicios en Jos i ~ c--~~rcitos, p· e~ zl pa.:;o que en el francés que, se con-si ·!~ra!Ja h:-:.st8. c.ntonces con1o modelo, faltó todo, y es in¿ i·l11d~.oic q Le ~- sus desastres con tribuyeran no poco el des0r ~n y el bétruilo de su administración, en el prusiano, la rcgubridad de J::~; marchas, Jas con1binaciones estratégi­cas, el exacto cumplin1iento de todo lo que se prevenía por el Cuartel Gene ·al, todo se llevaba á cabo, todo se rea­lizaba, gracias rl b perfección con ql!le se llenaban los ser­vicios, en la realiz:::ción de los cuales todo estaba previsto v ordenado de ant '.11ano. El creer que basta el criterio particular para resolver en todos los casos las difi.cultadts que se presentan, es un d·ror que trae nccesarian1ente tras ele si fatales consecuen-­cias, puesto que, aden1ás de las variaciones que, debidas á los diversos n1odos de ver las cosas, se notarian en hechos análogos, habría que esperar en cada una las decisiones del que n1anda para atemperarse á ellas, dependiendo de su n1ayor ó tnenor conocitniento del asunto el que la resolu~ ción sea la debida .. Aun en caso de que todos Jos Jefes y oficiales posean la instrucción conveniente.· sería de deseat la rcglan1entación de los servicios para la buena marcha del organisn1o nlilitar ; pero, si desgraciadamente faltase mu­cho para considerctr aq ué11a como perfecta, y por el con­trario, debid.J á causas de todos conocidas, no existiera ni aun el indispensable conocimiento de sus deberes, en nlu­chas de las categorías de la milicia, claro está que la nece-idad de buenos reglamentos se harían sentir n1uchísi­n1o n1ás. El Reglamento del servicio de sanidad para el ejército alen1án, aprobado últiman1ente comprende la parte de hi .. giene en I 2 capítulos, que tratan de todas las prescripcio­nes higiénicas que pueda ocurrir aplicar en marchas y cam­paflas. Agrupados aquéllos en tres secciones con sus deno­minaciones respectivas, se dividen. á su vez., en párrafos con sus espígrafes particulares. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLET.fN MILITAR t:a extender todo lo posible los conocimientos higiénico n1ás usuales, ocupándose Jos médicos especialmente de la .. medidas que exigen una instrucción técnica y científica par­ticular. ''La higiene militar tiene principalmente por objeto aun1entar el vigor, la fuerza de resistencia de las tropas; y sus prescripciones deben estar en armonía con las necesida­des del servicio n1ilttar, que es preciso no variar ni parali­zar con medidas violentas ó inoportunas. A no st!r en ca­sos urgentísimos, no se propondrán modificaciones in1por­tantes á las presr.ripciones reglan1entarias, ó á Jas tradicio­nes. mil~tares; porque unas y otras están fundadas en la ex­penencla. " El soldado de be hacer el sacrificio de su salud y de su vida, si así lo exige el objeto de la guerra; pero al n1is­mo tiempo debe esforzarse en conservar su vigor. La vida desarreglada, los excesos de la bebida y la disipación, son los enemigos más crueles de la tropa. "La higiene del soldado debe ser objeto constante de atención para los hombres del arte, de n1ancra que puedan aplicarse en tiempo oportuno las n1edidas que aquélla aconseje. Las prevenciones higiénicas evitan frecuentemen­te las enfcrmt::dades, pues cuando hacen éstas yá estragos , es n1uy difícil circunscribir su acción.'' · 1'crminan estas generalidades advirtiendo que Jas me-didas higiénicas que no están previstas en la instrucción~ pueticn tom~rse conforme con los principios generales. Como hemos dicho y á, los cuatro primeros capítulos con ti tu yen la primera lección de esta parte del Reglamento, y toda ella comprende los cuidados higiénicos que se rela­cionan con las necesidades ordinarias de la vida, tratando el primt::r 'capítulo de la aiimentación; el segundo, de las bebidas ; el tercero, del vestido ; y el cuarto, del cuidado exterior del cuerpo. Los párrafos en que se subdivide el capítulo sobre la alimentación, dictan reglas en diversos artículos acerca de la composición y natura)e'l~a de los alin1entos; de la. de - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. t • BOLETIN MlLITAR ción de ellos; de su preparación y de la prueba y ensayo para asegurarse de su calidad. En el primer artículo dice que la experiencia ha pr ado, que la alimentación exclusi­va de carne es tan perniciOsa como la exclusiva de vegeta­les. Dice también, que la alimentación variada es la n1ás sana, pues asimila las sustancias azoadas y albuminosas, como el carbono, las grasas y Jas sales en proporci::mes con­venientes. Previene después, que la ración ordinaria de ví­veres es de 700 gramos de pan, ó sean soo de galleta; 37 5 de carne fresca ó salada, ó bien 2 so de carne ahumada; y tan1bién I 70 gramos de tocino, I 2 S gramos de arroz al­ternando con 2 so de guisantes, habas, lentejas, ó con 1, soo gramos de patatas ; 2 S gramos de sal; 2 S gramos de caft=. En los víveres y en los días de fatiga extraordinaria, el Ge­neral Comandante del Cuerpo de ejército puede mandar se dé á cada soldado un decílitro de aguardiente, aumentando la ración de pan hasta un kilo, la de carne á soo gramos, y hasta I 70,340 y 2,ooo las de cereales, legumbres y pata­tas. En otro artículo se advierte, que el alimento más nu­tritivo no puede emplearse exclusivamente durante un lar­go período; y para obtener una asimilación conveniente, debe limitarse su distribución tan sólo á ocho días seguidos. Sobre la elección de los elementos dice: "Las condi­ciones higiénicas deben tene'rse en consideración para esco­ger el régimen. Si hay muchos catarros intestinales, las tropas deberán recibir víveres fáciles de asimilar y que pro- · duzcan muchas mucosidades, como por ejemplo, el arroz, y la harina de avena. Se evitará distribuír carnes muy sa-la ia , ahumadas, ó cole , siendo nmy conveniente la carne de carnero." 'fambién deben tener e presentes las condi­ciones de 1a temperatura, y que en Jas marchas peno5as, y en los días de gran calot, Jac cotnidas saladas producirán el gran in onvenientc de aumentar la sed hasta tenerln inc;a- . ciable. "S1empre que se presente ocasión, convendrá distri­buír legumbres frescas, que podrán procurarse de los cam­pos ó huertos vecinos. La falta de legumbres puede engen­drar el escorbuto, sobre todo si la carne salada entra en grat cantidad en la ración. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR "Recomienda el aparte que trata de la preparación d · los alimentos, entre otras cosas, 'que el fuego continuo y n1oderado es más ventajoso para 1 preparación de los ali­Inentos, que un fuego violento' n1ás adclante:)que para apresurar la co~ión, convendrá se partan en trozos la carne y se trituren las legumbres secas' ; y tambi~n : 'que la sal y las especias, dan sabor á los alin1entos y facilitan la digestión." Después de dejar sentado, que "es n1uy importante· asegurarse de la calidad de Jos alimentos que deben distri­buírse;" añadiendo: "que la experiencia ha demostrado que el uso continuo de carne fresca, recién muerta causa indi­gestiones;" así como "que, Ja carne repartida duran te los fuertes calores, debe estar polvoreada con síil," explica en el aparte correspondiente á las pruebas ó ensayos de Jos ali­mentos, las condiciones externas de una buena carne que son:· "color rojo, olor fresco y dureza al tacto" En Cl'anto á la harina que suele estar mezclada con otras sustanci~-- dice: H que ¡nra conocer las falsificaciones se le embebe en clor·>fnr 110 a~it:tndola fuert mente, con lo cual de todas l;:t- . m:tt rías de -la. mezcla se forma na capa infe-. rior, con cuyo pr J '<; limi nto tS fácil som.,terlas á un aná­lisis químico." -------·-- Lf-~.CTURA. DE I-IISTORI'A PATRIA PU . 'TOS PRI.''"IP . \l.ES DE I. A \ ' 1!1\ PÚBI.I A DE rfbLl\'t\R XIV Mir.ntra~ el Libertador perseguía sin tregua ni descanso la C.)ntinuación de la gucrr1, convencido de que la primera necesidad de los patriotas era la de alcanz ·¡r b victoria, llluchos hombres no­t: lbles ha ían lo po ibJe porque nn echase raí~es el influjo político de hoiÍ\'ar, temerosos, sin dudJ, de que imperase su voluntad. A mediado; de Abril de 1817 llegó inopinadamente á Carú­. pano, el canónigo doctor José Corté de Madarriaga, y allí dio á la circulación un escrito impr.:so en que pr0scribía á las autorida- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOl.ETÍti MILJT:\R fue justa e impuesta legalmente. Los hoTT'brcs que denu1 ciaron á B<'lívar su· proyectos presentando sus carta:, hab1an crvido á ~us círdcne:, pertcnccían á .u di visión y eran sus tnt~usicron el Con ejo de Guerra, ilrión, u pai ano, debía tener y tenía en efecto por •\m;-ís Je un motivo de im­patía, Ó·por lo menos de cowidcrac!cínj Turr, v: 11zoátegui hah1an sido a cendidos por él c.i Gencrale: de:pu ~s Jc la batalla de San Fé­lix: ésto·, los dcm;'ls vocalc y el fi Lal, era:1 hombres de verdad, valor y co!lcicncia, incapaces de c.m1etcr un ·il asesinato; la eje­cución, Cll f{n, rt C ptíb]ica, hefha por SUs pmpios soldados )' Cll ocac;i<~n de er e to rnc1nd.ulos 11or jefe. que como Bermúdel., no tenían el 11 ;Ís r· qucño interc::; en ,mc;on; r con su aprobación <) . u jJencio aqu~l terrible escJrmiento, ·i hubiera ido iliju·to." La procbma '1 e dio t~ohvar ~1 siguiente d1a de Ja muerte de Pi:::tr e c. ta: "S·)ldados! 1 yer ha sido un dí.t de Jolor para mi cor at.ó 1. I<...l General Piar fue ejecutado por t crímcne ele lesa patri<~., cons­piración y descrcion. Un tribunal justo y legal ha pro11unciad""J lct .clltencia contra aquel desgraci do_ ciudad.m >, que mbrilo ::~spir:mte al mando supremo, fiJrr 1Ó el de ig­nio · t u'í. atroz qu pue e collcebir una alm,t p rv .rsa. 1o s lo la gu rra ivil sino la an. rquí.t ·el a rifici m:í inhm an) de us pro io compañero y herma; s se habta propuesto 1 iar. '~l'old2do · f V o" tro~ lo ab i . La igu.ldad, la libertad y la indep nden ia, o 1 nue tra divisa. ¿La hut ,ulidad no ha re obra­do u Jerech > po nuc~tra · ley s ? ¿ N ue·tra ,m na no j¡¡:¡n rott ]a cadenas de 1< c. el VCJ ? ¿ La odio. a diferencia de da t' y co­lores no ha sido abo'iua para iemprc? ¿ Los bienc nacionale no e han manJado repartir entre vosotro ? ¿La hrtuna, el saber y la gloria no os peran? ¿V uc.:tro· mérito no on rec< mpcn. ndl con profusi<'Jn, ó por lo meno, con ju.ticia? ¿ Q!_1e quena, pues, el General Piar I ara vo ·otro ? ¿No soi iguales, libres independien­te., felices y honrados : ¿ [.Jodía Piar procuraro. 111ayor s biene ? Tu, no no. El ~epulcro de la Re¡níblica lo habría Piar con sus pro- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 39~ BOLE ¡ L· M•ItiTA:It pías manos~ rnra enterrar en él la vid:t, lo bien~s r los honores de· los bravos defensores de la libertad de Venezuela, de sus hijos, t>S- · posas y padres. • • • • • .. • • • • .......... t . ................ . ........... . ............ o.. • • • • • • • • . •• • o . Soldados¡ El cielo vela p~r vuestra s:dud y el Gobierno que es vuestro padre, sólo se desvela por vosotros. V u estro Jefe, que es vuestro comparíero de armas y que sie'TI.pr._ á vuestra cabeza ha participado de vuestros peligros y miseria:,, como también de vues­tros triunfo, c~nfía en vosotros: confiad, pues, en. el, seguro de que os ama más que si fuera vuestro pa!lr.e ó vuestro hijo. SIMÓN' B.oLfvAR. Cuartel General en Angostura, Octubre I. 7 de 1 8-I 7. ( Continu:1rá ). ---·--··---- EJERCITO N AC!CNAL I:STRUCCIÓN CIVIL EN LOS CUERPOS DE LA PRIMERA' 01\' ISJÓN Rcp:íbfira dc c,Jombia.-Ejérrit? Naci?!Ja!.-C?Ilz:mdrmcia gCJitrrll de la · 1.• DioiJHm.-N'dm! riJ 7, 5 I 6.-B.'J ?!tÍ, r 2 d .. · ]'.;lf¡yo de 1898. Señor Ministro de Guerr:t.-·Presentc. En cumplimiento :{ la disposición de· ese · Ministerio, publicada en el artículo 2,p8z· de la Orden General del Ejército del día I z de Mayo de 1 97, tengo el honor de informar á Su Sel1oría ac.crca de la cnser1an­za que est:{ á cargo de los Instructores civiles en los Cuerpos de esta guarnición, durante el mes de Abril próximo pasado: Batai/ÓJJ ATtillerÍ.l JJ :Ífll t ro 1.0 -Se hizo la instrucción con ba tante regularidad. Bf:!tdiÓ!J B~írb:tf,¡ 11Úmcrr; 2.0-No se dio enseñanza ninguna, por · no haberse presentado r.mado .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 39 2 BOLETÍN MILITAR B.1t.dFm TtJJerifi JÚm.!n 5. 0 -El Instructor civil, por conducto dL la Mayoría del Batallón, dice: "Tengo el honor de informar á esa Co­mandancia por conducto de usted, que durante el mes de Abril próximo pasado, se dio la instrucción en los días y horas señalados y se dictaron conferencias sobre las materias siguientes: Lectura, Escritura, Religión, Urbanidad, Moral, His ·oria Patria é Historia Sagrada. "Me es grato manif('star á usted que la tropa ha ade!antado mucho en escritura. u Dios guarJe á usted. Dios guarde á Su Señoría. El Com1ndante gcn~ral, Lr'1zaro M. Marí11. M. D. MoNrÚFAR. CONSTRUCCIÓN DEL CUARTEL DE HONDA República de Colombia.-Departamntto del Tolimo.-Admi?Ji.JtraciÓ11 de la obra de constrttcciótt del Cttrzrtei.-Honda, 3 de Diciembre de 1897. Señor Ministro rle Gucrra.-Bogotá. Tengo el honor de avisar á Su ~ ,'loría recibo de su atenta nota número 573, fecha 27 de Noviembre próximo pasado, y al propio tiem­po acompanarle una relación pormenorizada de los gastos hechos hasta e! 30 dd m•.!s último en la obra que se me ha encargado. No _van los comprobantes porque cumpliendo con lo dispuesto en el Decreto núme­ro 191 de 6 de Marzo de este año, se han pasado por triplicado al seiior Administrador subalterno de Correos nacionales. De conformidad con el artículo J.0 de ese mismo Decreto, paso ¡Í. dar á Su Señoría el informe de los trabajos ejecutados en el pasado mes: . Se acopió gran cantidad de piedra de cimiento y para labor. Se han hecho 51 metros de cimiento que est:tn yá al uivel del terreno en stado de empezar á levantar murallas, esto por el lado que da el frenrc del edificio, y lo mismo se e:-tá haciendo en uno de los extremos para formar ~íngulo. También se está acopiando gran cantidad de arena y se han hecho terraplenes. Todo ha causado el gasto que verá Su Selioría en la relación pormenorizada á que arriba me he referido. Me prometo ir á esa á ponerme á la voz con Su Señoría para acla­rar ciertas dudas que me cmbar.1zan el mejor servicio que quisiera tener en el cumplimiento de mi comisión. De Su Seiioría respetuoso servidor, ÜLLCiARIO FERREIRA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR 393 'Ol'IA de la anotación de los gastos en la construcción del Cuartel de la ciudad de Honda, en el mes de Noviembre, que se remite al señor Ministro de Guerra. Día 2. Doscientos cincuenta pesos pagados al seJior José Rosario C6caro, por valor de una casa y mejoras comprendidas en el área de terreno comprado al M unici pío para edificar el Cuartel, por ser condición con el Consejo que todas las mejoras de sus arrendatarios en esa área debe pagarlas el Gobierno Nacional ..........•......... $ 2 50 • - Ciento veinte pesos pagados á Policarpo Cruz, por valor de una casa y mejoras que tiene en el fundo de "La Po!>a" dentro del área comprada al Municipio para la construcci6n del Cuartel..~ . . . • . . . • • . . . . • . . . . 1 20 •• Día 13 . Mil cien pesos pagados á Eustaquio Nt~ñez, por sus mejoras en el terreno en que se va ~í edificar el Cuartel, consistentes en una casa pajisa, con mangas de pasto arti­ficial y natural, con sus correspondientes cercos~ y la paja de agua que hoy existe, con sus tubos, cediendo el derecho que como arrendatario del Municipio tiene en aquel pun-to y al rededor, por. . .••• •• • • .. .. •• • . . . • . • ... . . ... . . ... . . 1, 1 oo .• Día 4· Ciento cuarenta y nue\e pesos cincuenta centavos pa­gados al señor Maximiliano V élez, por valor de lo sigui en-e que se le compró: 1 pico de acero ............... ' ...•......•. $ 4 1 docena machetes .......... ·--. . . . . .... .. • 3z 1 docena palas....... .. .. .. . .. • .... . . .. • ... I 8 1· docena picos.......................... .. 4 se barras á $ 6 ............................. 30 6 barras á $ 64 docena . • • . • . . . . . . . • . . • • . 3 2 1 docena azadones., • . . . • . • . • . • • . . . . . . • 1 3 20 44 cabos de madera para encabar herramientas 4 40 6 madejas de piola, á$ 0-40... . . .. • . .. • 2 40 3 hacha Collins, á $ 3 ............ ··· ... 9 • · J +9 S'-~ Día 5· Mil pesos pagados al scfior Tesorero Muniei}Jal de este Distrito, como valor del área de terreno que e com­pró en el punto danominado "La Popa," para la construc­cibn del Cuartel, r según escritura pública mí mero 4 SR, fe· e ha z 5 de Octubre tí! timo, en cuyo día debió pagar esta suma el ·eríor Admini trador de Correos Nacionales, pero (¡ue no lo hizo sino hoy ..•.. , . . . . • . . . . . . . . . . . .. .. .. ••• . . 1 ,ooo •. Pasan ......•. 2 ÓHJ 50 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 39 t BOL'E'i'fN M IL'I'f AR Vi c'ncn .•.. D:n 12. Cient0 tincu:i1t:l pesos pagados á Esteban Rubio, por v.alor de una cas~t y mejoras en el terreno donde Ya á cons-truírse el Cuarr<:l.. • • . • . . . .. . . . . . . . . . . • .... .. ... . . • . • • I 50 Día I 5· ... Ciento trc~ ·pesos \'c·intbictc y medio ccntat'os, paga­dos al señor 1\'Iaximiliano V élez, por valor de lo siguiente que se le compró: 6 picos de 5 libras C;tda uno, de$ 1 libra .. $ 2 macetas de 311ibras tada una, á 1 libra ... 1 metro tela de alambre.. . . . ........•. 1 varilla de acero, ·con 16!libras, á,.· o-55 8 barriles vacíos á $ o-8o .................... . 6 baldes ........................... . 5 piquetas para -cantero, grandes, á $ 3-60 id. id., pequeiia, á $ 3-20 ......... . 2 cajas de zinc, á $ o-8o.. . • . . . . . . . .. . 30 .. 7 .•. 3 9 07t 6 40 7 18 3 20 1 6o 5 palustres, á $ 1-40............. . . . . . 7 ·5 escuadras, 5 reglas grandes y 5 reglas pe-q ucñas, por. • . . . . . . • . • . . . . . . . . • . . . . 1 1 Día 18. Trece re~os pagado ,1 Eusebio Grimalcto, por valor de diez cargas costa1cs d fique para cargar cal para el Cuartel ..•..•..••.•••.••.•.•.•••..•.•...••.....• Diez pesos pagados á Joaquín H. Lcónt por valor de diez cargas costalc de estopa para cargar cal de Bodegui-tas al Cuartel ..•.•...•.••.......•..••...........• Día 22. Setenta y seis pesos pagados á Bernardo avarro, por valor de cinco carretillas para acarrear materiales ...... .. Día z6. Trescientos cuarenta y un pesos noventa centavos pa­gados á Bcrnardino Londm1o, por valor de 6 I 5 arrobas y t 3 •• 1 o· •• 76 •• 13 libras de cal, á $ 5 carga de 9 arrobas. . . • • • . • • • • • . 34 t 90 Pasan,... . • 3,3 I 3 6¡t Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOL ETI N MILITAR lt VE 'f ARIO de lo bienes dcjad0s por el solda o Migud Iorcno~ perteneciente al Batallón Neirtl número zz. Rtp/tblito de C'Jiombia.-Ejército Nttcirmai.-Batallólt Neir11 Jl!tlllerOt 22.-Mayoría. En el sitio de" La Popa," perteneciente á la ciudad de Cartagcna, á doce de Octubre de mil ochocientos noventa y siete, presentes en la Mayoría del Batallón Ncir,z número 22, acantonado en este mismo lu­gar, los infra critos Teniente Coronel Tclésforo Morales, 2.o Jefe en­cargado del expresado Batallón y los testigos nombrados fOr éste, sefio­rcs José Palas, Pedro de la Peila y Francisco 'Ariza,·con el objeto de in .. vemariar y avaluar los intereses pertenecientes al soldado Miguel More­no, del expresado Batallón, muerto ayer once del expresado Octubre en ,¡ Hospital de Carida l de dicha ciudad. Dicho i:1dividuo, según su filia­ción, era natural de Chiquinguir.í, en el Departamento de Boyacá. Se puso de presente el dinero que se le encontró en su poder, que es la um:.t de cmco pesos, más cuatro pesos ochenta centavos de raciones y aju tamientos, cuyos \'alares hacen la suma de nuev pesos ochenta cen­tavos, r lo que sigue: Un anillo de oro, grande, sin piedra, en siete pesos ....... $ 7 Otro, ídem. de ídem., de menor tamaiío, en seis pesos ........ 6 Otro de id cm. de ídem. más pequeño, en cuatro pesos ....... 4 U na cartera u a ia, en veinte ccnta 'OS ...................... o 20 Una navaja en veinte centavos ........................... o zo To habiendo dcjac o má interese!! que inventariar, se da por ter­minada c~ta diligencia t¡uc firmamos los c¡uc en ella intcrvenimo., ha­ciendo onstar CJUé la tÍltima voluntad del iiuado, ·egún testigos, fnc que de lo guc dejaba se le pagaran ctos mi ·¡¡s á uc~tra Scfíor. de Chiquin­lJUÍrá }' una ~ de destacamento;" "cuando entramos á bayoneta calada;" "cuando mi General Comonfort mt. ordenó que to~ara ¡enemigo al frente?" Y al decir esto le brillaban los ojos y se adivinab" en su triste .. sonomía un gran entusiasmo. De regular estatura, delgada, huesosa, con la piel trigueña y amarillenta; los ojos oscuros y brillantes; Ja frente ancha y el ca­bello corto y peinado como el de un hombre; lleva el traje ft:meni­no á manera de sotana y dice á manera de collvicci<)n: -Todavía cuando paso por un cuartel me entusiasmo y cuan ·· do oigo tocar marcha, cojo inmediatamente el paso. -¡Pobre Patricia! Soñaba cuando ~ra un chico ascender por su:, pasos contados á Alferez, á Teniente á Capitán, á Coman­dante, en fin, á lo más alto en ), milicia. Pero su condición de mujer ahogó todos sus sueños, y hoy vaga por las calles de Guanajuato, vendiendo billetes de lotería á sus numero~as conocida que la protegen caritativamente. Se ha batido por la libertad; ha asombrado con su valor á bra· vos Generales y no tiene como recompen~a ni una p,cnsión exigua; un sueldo de cabo, siquiera que la a:udara en sus pobrez:-ts. ¿Por qué no nacería hombre? ·e pregunta con tristeza cada vez que delante de sus ojo pasa un grupo de soldado . j Pobre Patricia! La naturaleza fue cruel con ella, le dio cuer­po oc mujer con una alma y un cerebro de varón. He aquí su in­fortunic. Y nadie premia sus servicios, ni estima sus méritos y la pobre .horda, vende, trabaja, lucha y sufre 1 Ah! las t'obres :'lujeres del pueblo! Ju.-u ; D E Dws PE¿ . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILJ'l'AR VARIEDADES EL MES O~ LA LiBERTAD El mes de Julio es mes de redención: en ningún otr >se han reunido tantos días gloriosos. Citaremos las fechas principales que en este mt~· recuerdan sucesos en favor de la redención humana. JuLlO 2-1776-El Congreso de Filadelfia discute y aprue­ba unánimemente la declaración de la independencia de las colo­nias de la America del Norte. J uuo 4-1776- Proclamaciún de la independencia de Esta­dos U nidos. 181o-En Santiago de Chile se reúne la primera junta de patriotas. 1807-En los días 5, 6 y 7 son rechazadas definitivamente las invaciones inglesas en Buenos Aires. Juuo 5·-I 8 11-Declaración de la independencia de V ene­zuela. 1755-El Brasil declara la libertad de los indígenas. JuLro 6-1821- -Los españoles estrechados por las fu rzas li­bertadoras de San Martín se ven obligados á salir de Lima. JuLIO 9-18r6-Declaración de la independencia ar~entina. I 8 I 7--La fragata L:~ Argentina tripulada por argentinos; al mar. do del Capitán B uchardo, se hace á la vela en la ensenada de Barragán (Provincia de Buenos Aires) con direcciÓn á Madaga · car én busca de las naves españolas de la Compañía .filipinas. Y en el mismo día, dos años más tarde, La Argentina y La Gl:acahubo, después de muchos combates y triunfos volvían por las costas del Pacífico y habiendo fondeddo en Valparaíso, fueron ini­cuamente secuestradas por orden de Cocrane, al servicio de Chile. I S 53 -Jura de 1· Constitución artrentiua, sancionada en el Congíeso reunido en Santafé. ]uL,o 1 I-dhs-Francia reconoce la independencia de Haití. I 81 I - Se reúne el primer Congreso chileno que reasurnc la autoridad que ejercía la Junta de Gobierno. Jur.IO 14-Toma de la Bastilla en París. Jur.ro 16-rSr3- En Nueva Granada, Cundinarnar(a, r .­p~ eL~ declarando la indC!pcndencia y es seguida por las dem;l pro­VInCias. JuLIO I7-18o8-S ... forma la primera Junta Popular en .IVlé­jico. Dt LA WI.JoJ«cA h'L liC Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE'I ÍN MilITAR -HA APARECIDO el 2.( número del Instructor Militar. Ma­tc.: rial instructivo, variado y arT!eno. ~EL PooER EJECU'J IYü por Decreto de fecha 11 de Junio dictó las 3iguientes disposiciones: Reconoció á los señores Emiliano Ochoa y Francisco Giral­do los empleos de Sargento Mayor y Capitán, respectivamente, con que prestaron sus ervicios al Gobierno en la ultima guerra. Declaró en uso de licencia indefinida, ~or embriaguez y mala conducta, á solicitud de los Jefes del Batallon G'trdcba núrr1ero 6, al Capitán Jose Vicente Arana, Comandante de la 2.• Compañía del expresado Cuerpo. Destinó al Capitán Ambrosio Suárez, que sirve en la 2.• Com­pañía del Batallón La Popa numero 19, á la 2! del G'¿rdoba, en lugar del Capitán Arana, y al Capitán Rafael Guevara M., que sirve en el Bata.Jón 'linerife, se le destinó á la 2." Compañía del Batallón La Popa en lugar de Suárez. Declaró en u~o de lincencia inJe!inida, á solicitud del Jefe del Batallón Neira número 22, y del Jefe Militar de Cartagena por inepto para el servicio, al Capitán Ralael Ruiz, Comandante de la 2.• Compañía del citado Cuerpo. Por Decreto de fecha 1 3.-Asccndió á Capitán efectivo al Teniente José 13. Vera, que servía en la 1." Compañía del Batallón Bomboná número 13 y lo destinó al Estado Mayor de la 4·" División como Adjunto, con r<.:sidencia en Pam!Jlona. Aceptó al Capitán l,1elitón M.oralcs la excusa que presentó para servir el puesto de Cvmandante de la 4: Compañía del Bata­llón Sucre número 1 o. Ascendió 'Í Teniente efectivo al Subteniente Luis ... aría Burgos, lo llamó al servicio activo y lo dcstin<) á la 1 .• Compañía del Batallón BumbonÍJ en reemplazo del Teniente V era. Aprobó el nombramiento hecho por el Prefecto cle Ctícuta en el señor Tc ... alio Jácomc para Habilitado interino del BatalJón Bomboná, por el tiempo de la licencia concedida al titular. De..:tinó al 'l cnientc Al jandro Díaz G., que sirve en la s.· Compaílía dc:l Batallón Rijlts número 12, á la 1." del mismo Cuerpo en vez del d igual grado Ulauü:lao Ruiz, quien paso á la s-· en lugar del Teniente Díáz. A:;cedió á Subteniente al Sargento 1.0 Jsaras Vanegas, del Batallón Su re ntímero ro, y lo destinó á h 5." Compaiiía del mi:>mo Cuerpo, e1 la vacante que allí e ·i te. Por Decrct'> d fecha t .u del pres nte a e 'IHiió á Teniente ·fcctivo-al Subtenicmc Pedro Plazas, <.JUC sirve l'll la 3." Con pa­nía del llatall6n Sucu numero 10, y lo destinó á l
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 59

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 60

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 60

Por: | Fecha: 20/07/1898

REPÚBLICA DE COLOMBIA BOLETIN MILITAR • • ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO -~·- Director, ALEJANDRO POSADA INGENIERO CIVIL- TENIENTE CORONEL EFECTIVO r---....A----- TOMO IV , Bogota- Imprenta Nacional 18\8 ·co E Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. INDICE GENERAL de las materias que contiene el tomo IV del ''Boletín llilitar" MINISTERIO DE GUERRA Págs. Alocución al Ejército ..•..•. - ....... - ... --.-............ 25 Informe del señor Mini tro de Guerra..... . . • . • . . . . . . . • • 129 Nota del señor Ministro de Guerra al señor General Jefe de Es-tado Mayor general del Ejército....... . . . . . . . . • . • • . . . . z. 54- Circu]ar ·de 9 de Enero de 1899. . -... . . • . . . . . . . . . . . . . . . . 3 4-5 Alocución del Presiclcnte de la República ........ --... . . . . . . 3 4-5 Nota del Subsecretario de Guerra, Encargado del Despacho, al General Jefe de E s tado Mayor General del Ejército...... 34-8 Contestación del Jefe de Estado Mayor General á la nota anterior 34-9 RESOLUCIONES Resolución número s6, sobre el sueldo que corresponde á los Je-fes de medios la tallones.. . . . . . . --.- ..•. -.. . . . . . . . . • 31 Resolucióni.númcro I.0 , que se~ala requisitos para la provisión de nombramientos de practicantes en el Hospital Militar Cen-tral ................... - ....... - ....... - - . - - . . . . . . I 7 3 Resolución número +-'>, ·por la e u al se declara en vigor la Reso­lución número 6.0 , de fecha 20 de Junio de 1896, "sobre explosivos." .....•........... - ...... - .. -......... l74- Resolución número 1 . 0 , por la que se determina que los emplea-dos administrativos residentes en el lugar donde se halla el Estado Mayor de la División ó Brigada de que formen parte, recibirán su sueldo del respectivo Habilitado....... . • . . . . 22+ Resolución número 4-. 0 de 1898, que dispone suspender tempo­ralmente la concesión d ascensos militares.............. 224 Resolución número 11 de 1898, que adiciona la marcada con el número 4 de 16 de Septiembre del corriente afio, "sobre explosivos." .............• . •................. _ . . . . z68 Resolución número 14 de 1898, por la cual se accede á la solici­tud de la se:ríora viuda del finad!:> Coronel Pedro Fonseca Torres .............•...... -- .... -- ... -..... . . . . . . z68 Resolución número 7. 0 , que señala algunas facultades á la Co-mandancia en Jefe.: del 1 .jército. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 7 8 .A Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. IV ÍNDICE GENERAL DECRETOS Decreto número 3 de 1898 (z8 de Junio), adicional al de 16 de Mayo último, que organiza la tripulación del vapor Gtneral .AntDnio B. e uer!IO ..•.•..••.•••..••.•....•.•..••.•••• Decreto número+ de 1898 (29 de Junio), reformatorio del de 16 de Mayo último, reorgánico de la tripulación del vapor Gt-nertt! Nariño ••.••••...•..•••...•.••.••••.••. ........ Decreto número .. de I 898 (Julio 21 ), por .el cual se señala so­bresueldo á la fuerza que se halla de guarnición en El Dagua Decreto número •. de 1898 (1. 0 de Agosto), que concede una pensión de los fondos del Monte pío Militar (al señor Ilde-fonso Camargo) .. . •.....•.•.•.....•.•.•••...•....•.. Decreto número ... de 1 898 ( 1.0 de Agosto), por el cual se con-fiere un ascenso (al General Vicente Villamizar) ........ . Decreto número .. de 1898 (2 de Agosto), por el cual se conce­de una pensión de los fondos del Montepío Militar (á la señora El vira P. de Uscátegui) ........................ . Decreto número •. (7 de Agosto de 1898), sobre nombramientos de Ministros del Despacho .•••..••....••..•..•...••.• Decreto número •. de I 898 (Agosto 20), por el cual se honra la memoria del General de Divisi ón señor José María Gonxá-lez U .•.••.•.... ...........•.......••...•..•.•.... Decreto número 14 de 1898 (23 de Agosto), reorgánico del Ejér-cito ............... ................................ . Decreto número •. de 1898 (Septiembre 19), por el cual se fija el número de Practicantes del Hospital Militar Central •..• Decreto número .. de 1898 (30 de Septiembre), por el cual se hacen varias provisiones en el Ejército . •••...•.......... Decreto número •. de 1898 ( 5 de Octubre), por el cual se hacen varias provisiones en el Ejército .....•...•..•......•..• Decreto por el cual se nombran Ministros del Despacho Ejecutivo Decreto número 21 ~ de 1898, por el cual se dictan varias provi­dencias relacionadas con el Ejército ..........•.......•• Decreto número 215 de 1898, por el cual se ordena vender unos buques de guerra .................................. . Decreto número 216 de 1898, por el cual se elimina el Depósito Militar .........•.........•...•...••..........•.... Decreto de 1 I de Noviembre de 1898, reformatorio del Decreto número 1 + de 2 3 de Agosto del mismo año . ..•.......... Decreto de 12 de Noviembre de 1 898, por el cual se hacen va-rias supresiones en el Ramo de Guerra ................. . Decreto de 14 de Noviembre de 1898, por el cual se suspenden varios empleados en el ejercicio de sus funciones .......... . Decreto de 14 de Noviembre de 1898, sobre el modo de adqui­rir vestuario, medicinas y demás ohjetos necesarios para el servicio del Ejército, y sobre transportes .......••••..... Decreto de 15 de Noviembre de 1898, que reduce el personal del vapor de guerra HércuftJ ••.. •••.•...•• . .•.......•• Decreto de 1? de Diciembre de 1898, que concede una pensión Págs. 6s 73 173 t%.1 1.33 267 281 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DEL TOMO CUARTO de los fondos del Montepío Militar (á la sefiora Felisa Ta-vera). . . . . • . • . • . . . . . . . . . . . . . . . . .•....••••.•...•.... Decreto número 276 de 1898 (17 de Noviembre), por el cual se eleva el efectivo legal del Batallón 1. 0 de Artillería ... ... . Decreto número 2 77 de 1 898 ( 1 8 de Noviembre), que sefiala la manera como debe practicar las visitas de guarnición el Ins­pector de la 4.n División, y fija el lugar de su residencia ... Decreto número z8o de 1898 (24 de Noviembre), por el cual se eleva el Batallón Bomboná éÍ cinco Compañías ..........• Decreto número 281 de 1898 (25 de Noviembre), sobre personal de los buques de guerra .............................. . Decreto número 183 de ~~98 (28 de Noviembre), por el cual se dispone que en el Estado Mayor de la 3.a y 4 • División ha­ya un Ayudante General de la clase de Teniente Coronel ó Coronel.. . . . . . . . . . . . • • . ..... -... . . . . .....•...... Decreto número 284 ~C: 1898 (29 de Noviembre), por el cual se hace una pronlOClOn.... . . • ......•...•.....•....... Decreto número 347 de 1898, por el cual se hacen varios nom­bramientos para la guarnición del Sur del Cauca ..••.•.•. Decreto número 348 de 1898, por el cual se hacen varios nom-bramientos ....................................... . Decreto número 367 de I 899, por el cual se hace una promoción y se restablece la Comandancia Militar del litoral del Pací-fico ................................................ . Decreto número 368 de 1899, por el cual se hacen dos nombra-mientos , ••••...........••.••.•....•.•.........••• Decreto número 370 de I 899, por el cual se hacen varios nom-bramientos ..................................... ··--· Decreto número 371 de I 899, por el cual se concede una auto-rización...... . . . . . . . . . . . . . . . . • ...•. , .........••• Decreto número 372 de 1899, por el cual se elvcva á Batallón el medio Valwcey, se dispone organizar un Cuerpo en el Sur de Santander, y se hacen varios nombramientos ....•••••.• Decret? núme~o. 374 de I 899, por el cual se revoca un nombra m1ento m1htar ......•.•.....•.•••.... . ..•.......... Decreto número 369 de I 899, por el cual se confiere un ascenso y se hace un nombramiento ..•••••••....•.•.••••••.•.. Decreto número •• de 1899, por el cual se restablecen los traba­jos del cuartel de Honda .•••••.•••......•....• , .•...• CRONICA En el Ejército, 24, 40, 56, 88, 96, 104, 120, 136, 168, 184, 21 5, V Págs. 330 331 333 232, 248, 264, 27+, 328, 359 y....................... 375 El sefior General Olegario Rivera....................... • • 74 Posesión del Vicepresidente de la República................. 57 La estimación del soldado. (Informe del Sr. Ministro de Guerra) 1 u El nuevo MagiHrado . ..... . . . . . • . . . . . • .. . . . . . . . . • • • • . . • . 2 34 Ministro de Guerra ..••......... · ·.......... . . . . . • . . . . • . %. H Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. VI ÍNDIOE GENERAL EJERCITO NACIONAL Inventario de los bienes dejados por el soldado Victorino Vás­quez, de la 2~ Compañía del Batallón 8. 0 de GranadtroJ, que falleció el día 22 de Noviembre en el Hospital de Ca­ridad de esta plaza (Sogamoso) ..•....•..••.•••.....•.•• Inventario de los bienes del soldado Ignacio Fonteche, de la 4.a. Compañía del Batallón Rijln, que falleció en el Hospital Militar .•.•••••••...•..••••••.••..•••.....•••...• Inventario de los bienes pertenecientes al soldado AgustÍn Sana­bria, del Batallón Bomboná número 13 ........•...••.••• Inventario de los bienes pertenecientes al Corneta Isafas Páez, de la 1 ~ Compafiía del Batallón .Ayacudto número 3. 0 , que fa­ll~ ció en el Hospital Militar .••..•.•.•....•.....•.•••• Inventario de los bienes que á su muerte dejó el soldado Maca­río Riátiga, del Batallón Bomboná número I 3 •••••••••••• Visita de Parques (de Bogotá á !bagué) ....•.••••..••••••••• Inventario de los bienes dejados ab intestato por el Corpnel Leo­nardo Peña, primer Jefe del Batallón f/altncty número zo, que falleció en el Hospital de esta ciudad..... . . . . • •..• Informe del Inspector general de las fuerzas del Centro del Cauca Informe del Institutor Civil del Batallón Colombia número 23 .• Informe del Inspector Civil del Batallón Núñez número 9 ..••• Informe del Inspector Civil del Batallón S11cre número 10 •.••• Informe del Inspector Civil del Batallón Granadero! número 8. 0 •• Montepío Militar. (Informe sobre las cuentas presentadas por el Tesorero, dado por los señores Roberto Pardo C. y Clodo-miro Barrera) .......................... _ ..... _ .... . Informe del Inspector Civil del Batallón Neira . ... , . , ...... . Inventario de los bicnGs que dejó el soldado Salvador Cendales, que falleció en el Hospital Militar...... • ••......•••.. Orden General, con motÍ\'o de la muerte del General José María Gonzálcz U.... . . . . . . . . . . . . . . . . . ......•..•.....• Informe del Instructor Civil del Batallón .Artillería, del Batallón Bárbufa, del .Ayrzcucho, del Nariño y del Tenerijt ....•.••. Inventario de los bienes que dejó á su muerte el sol_dado Custo-dio Castro .........•...............•.....••.....•. Inventario de los bienes que dejó á su muerte el soldado Bclisa-rio Me lo •.•...••..... - ..............••. - •....... Inventario de los bienes que dejó el soldado Rafael Chantre, perteneciente á la 1 .a Compañía del medio Batallón Arboleda Inventario de los bienes del soldado José J. Flórcz, de la 1 ~ Com­pañía del medio Batallón Arboleda número 1 8 ..........• Inventario de los bienes que dejó el soldado Lorenzo Morales, de la z.a Compañía del medio Batallón .Arboleda t1Úmero 18 ... Inventario da los bienes que dejó el soldado Roque Sierra, del medio Batallón Arboleda .••.••..............•.•.....• Inventario de los bienes que dejó el soldado Francisco A. Truji­llo, del medio Batallón Arboledr.z número 18 .....••...... Págs. 34 35 35 35 s~ 66 83 98 99 99 lOO 179 18o 1 81 182 193 193 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DEL TOMO OUARTO VII Págs. Inventario de los bienes dejados por el Corneta Ventura Aran-guren. . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . • • . . . . • • . . . . . . . . . . . • . . zo 8 InYentario de los bienes dejados por el soldado Rosendo Paipa, del Batallón Cazadores número I 6. . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . zoS Inventario de los bienes dejados por el soldado Cecilia Córdoba, perteneciente al Batallón Cazadores número 16........... 209 Inventario de los bienes dejados por el soldado Julio Galvis, del Batallón Cazadorts número 16........................ 209 Inventario de los bienes dejados por el soldado José Quimbay, del Batallón C pzadores número 16 . . . . . . . . . . . . . . . . • . . 209 Inventario de los bienes dejados por el soldado Aquilino Rome-ro, del Batallón Cazadoresnúmero 16 .................. tto Inventario de los bienes dejados por el Cabo 1.o Antonio Martí-nez, del Batallón Cazadores número 16............ .. . . . tto Inventario de los bienes del soldado Ambrosio Rodríguez, de la 1. n CompañÍl del Batallón Urdantta mímero I 5.......... 241 Inventario de los bienes que dejó el soldado Loreto Ariza, del Batallón Tiradores número 1 1 • • • • • • . • • • . • • • • • • • • • • • • 14~ Informe que el primer Jefe del Batallón Caro número 17 presen-ta al Estado Mayor de la Di visión. . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . z I 5 Inventario de los bienes que dejó el soldado Miguel Vargas, de la 5· n Compaii.ía del Batallón 21 de '] U1JÍ1J... • • • • • • • • • •• .... z s6 Inventari0 de los bienes que dejó el soldado Simón Vera, del Ba-tallón Urdtmeta número I 5........... . . . . . . . . . . . . . . ... z 57 Informe de los Institutores civiles de los Batallones Sucre y Gra­naderos números 7~ y 8. 0 . • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 283 Diligencia de visita practicada en el Parque de Bogotá........ 369 VARIEDADES El día de la Patria .••••••••••••••..•••.•• , , • . . • • • • • • • • • t Suplicio de Policarpa Salabarrieta. (Por Felipe Larrazábal)...... 3 Glorias de la Patria. (Por José Joaquín Ortiz)................ 6 El duelo del Comandante. (Por Alberto Delpit) . . . .. • • • • . . • • ~t Pensamientos militares. (Por L. Corsini).... • • • . • . . . • • • • . • • • 36 El Asistente. (Por Edmundo de Amicis), 53 y......... • • • . . . . 68 Literatura militar. (Trozos c&cogidos de obras antiguas y moder-nas) . . . . . . . . . . . . . . . • • . • . . . . . . . . . . . . • . • . . • • . . . • • • • I 18 Mctz. (Recuerdós de la campaña de 1870-71 ). . . • • • • . • • • . . . . • I 3a La vida militar .........••........••••. -........... I s6 El sitio de San Mateo ..•....• S. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • 143 La batalla de ~edán, 2 6o y ......•..••• • •.••••..•• · • • • • • • z 71 Peregrinaci6n militar á Jerusalén, 310, 344, 351. .•••. • · •··· · 385 La conducta del Ejército................................. S 50 Be>lívar, orador militar, 3 57 y ..................... • • • •••• • · 37l ESTADISTICA Organizaci6n de la Marina brasilera .••••••••••• • • •••••••• • • 7 4 Un mando importante ................... • ••• , .. • • .. •. • ••• •.. 87 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. VIII ÍNDICE GENERAL Los armamentos chilenos ..••.• . •••.••..• _ .••.••.•.•••••• Artillería é infantería .......•••••••........ . •••..•.••.•••. El pre~~p.uesto. de la Marina inglesa ........•...••......... Las mthcias suizas.... . . • . .•........•......••.......... Ecos militares, 151 y .......•... .•••.••........•.•........ El Ejército del Paraguay . ..............•..•...•.......... Organización militar de Bolivia . ...............•.•........ Organización del ejército español, 193, 2.29 y ..........•.... Informaciones para el Ejército, 269 y .•.................... El Ejército de Chile ...•.....• ··---· ...............•••.• Sueltos.... . • • • • • • • • •..••. , •••....••.....•..•...••.. SECCION TECNICA Págs 101 103 134- L~8 1 97 182. 183 2.46 2 95 382. 385 Higiene de las tropas en campaña, 7 y.. . . . . ... . . . . . . . . . ... . . 2.7 El ejército como garantía del porvenir.. . • . . • . . . . . . ... . . . . . . . .p Las !íneas. ~e ~at_alla en el combate ofensivo de la infantería, 89. 105 Fornúcacwn rap1da, 121, 137, 153 y...................... 168 De la artillería en campaña en combinación con las otras armas, 185, 20k, 217, 235, 285, 298, 313 y................... 334 El Capitán, 198 y... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 1 La táctica de infantería y las armas de fuego perfeccionadas, 2 57 3-+0 Los bombardeos . • . . . . . . . . . . . • . . • • . . • . . . . . . . . . • . . . . . • . • 294- Notas para un programa de instrucción para la infantería de línea 325 Instrucción del soldado de infantería alemán, 369 y.... . . . . . . . 380 Las evoluciones de combate con las tres armas reunidas........ 390 SECCION HISTORICA Lecturas de Historia Patria. Puntos principales de la vida púb i-cadcBolívar, 15,47,63,175 y . ..................... 371 Galería de Próceres. Francisco de Paula V élez............. . • 141 Decreto en honor á la memoria del mi smo General . . • • . .. .... 145 Hoja de servicios del General Francisco de Paula V élez...... . 156 Decreto en honor á la conducta del mismo General..... . . . . . • 163 Centenario del General José María Córdoba............. . . . . 16+ Galería de Próceres. José María Piedrahita.................. 189 Juan Salvador de N arváez. . . .. . • . . . • . . . • I 90 General José María Ortega... . . • . • . . • • • • 12.5 Decreto de honores á la memoria del mismo............. • . . . 12.8 Hoja de servicios del General José María Ortega Nariño....... "7+ El Cabo Castellanos........ . . • . . . • • . . • • • • • • • • . . . • . . • . . • 287 Gustavo Adolfo y Turena... . . . . • . . . . • . . • • • • • • . . • . • . . . • . • 19 I Reminiscencias históricas. • . • . • . . . • • • . . . • . • . . • . . . . . . • • • . • 302. Galería de Próceres. Pedro Acebedo y Tejada. . ..... . • . . . • • . 306 General José Acebedo y Tejada.... • . • • 307 --··--BOGOTA-IMPRiNTA NAClONA.l. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. . i'Jo n Bogotá., Julio 20 d-e lS!l3. BOLETIN MILITAR ORGA.NO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y BEt EJÉRCJ1 Ó -·--- Director, ALEJANDRO rosADA. Son colaboradores natos de e.rte periódico, todos los Jefir y Oficiales del Ejército de la República. EL DIA DE LA P.A.Í:RIA · Saludemos con Íntin1o patriótico regocijo el sol del 10 de Julio ! Alejemos de nosotros el recuerdo de épocas turbulentas y de amargos desengaños para sólo dar entrada en nuestros pechos al sentin1iento de alegría que debe cau­s ·arnos el día de hoy, en qüe nos es dado contemplar la obra inmortal de Jos Próceres. Muy distantes nos hailamos yá del n10rrh.:nto glorioso en que corona1 on su obra, á fuerza de abnegación y de civisn1o, lo:; eg·regios varones que nos precedieron en la tarea de fandar la Patria. Ellos nos die­ton libertad, á nostros nos toca hacer perdun:J)le Ja con­quista por medio de la estabilidad del Gobierno. No podc­n1os seguir agitándonos convulsivamente, perdiendo nues­tras fuerzas y la energía de la raza latina, en est¿riles de­vaneos de modas políticas inconsultas; persuadámon()s de que debemos vivir como hon1bres serios, pacíficos, amantes del terruño, consagrados al trabajo y al engrandecil:"l ·'"'nt) n1oral y físico de uuestros hijos. Si un anhelo patriótico nos lleva á buscar mejoras en sentido político, realicemos esa labor por n1edio de las costun1bres; forn1en1os ptinlero lo., temperamentos adaptables al medio, en v~z de querer tra11s­formar de súbito y con1o por encanto los caracteres perezo­sos, lentos y desconfiados, en hombres de actividad inconte­nible y dotados del dón de prácticas ciudadanas. Qué-de veces hemos sido víctin as ele b manía de Ja n·ovedad! Bus-· • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 2 BOLETÍN MILITAR can1o~ ansiosos mudanzas y transformaciones y sufrímos , continuos desengaños que nos dejan atónitos. ~eremos, ó pretendemos, huír del personalismo, y nos apartamos de ciudadanos virtuosos cuya frente pensadora lleva el sello del genio y muestra las intenciones netamente honradas en favor del bienestar común. Acallen1os nuestras pasiones. y enton­ces nos será. dado oír n1ejor el consejo de la sabiduría: no es el aborrecimiento á los grandes hon1bres que han subido á las altas esferas de la política, lo que ha de darnos el triunfo 1 y la tranquilidad permanentes. Somos un pueblo de hern1anos; ¿por. qué ni para qué odiarnos? Hay espacio y simiente para todos; trabaje­Tilos con cordura y perseverancia; mejoremos las corrientes políticas y con gran facilidad saldremos á puerto seguro y abrigado. No sigamos á tientas buscando lo desconocido. ~e el sonrojo de nuestra pequeñez nos obligue á ser grandes por la unión. Atrás dejamos n1architas ilusiones de enga­ñosas utopías políticas, en el porvenir hemos de encontrar la verdadera grandeza de nuestro destino. Los n1omentos son tanto más con1prometedores cuanto más pren1iosa y exigente es la política que se impone con las . naciones de allende los mares. Hoy nos n1iran yá con curiosidad é in­dagatoria escrupulosa los países europeos y de nosotros de­pende por tanto asegurar nuestra suerte contra los vientos y las corrientes encontradas. ~e nuestro patriotismo sea un sentimiento sincero y á cubierto de las agitaciones turbulentas de los bandos. Lejos para siempre, de }a fune~ta guerra civil que tánto nos ha em­pobrecido y dtsacredítado, es indudablP que se hará regula y efectiva la marcha del Gobierno, ganando todos en como­didad y holgura; afianzando la vigilancia y la seguridad y ensanchando los derechos de la ciudadan-ía hasta donde lo consientan las libertades públicas y la opinión de las ma .. yo rías. Los soldados de la RepúbJíca son los sacerdotes del derecho; en ellos descansa la seguridad y la confiapza pú­blicas; una corriente de simpatía para Jos que ,1an de ro­dear á nuestros gobernantes con el brillo de sus arma~, ! Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR es indudable que haya de sm·gir como corolario indispen, sable de su abnegada conducta~ Confíen los miembros todos del Ejército en que su buen comportan1iento, su ida1guía y el estricto cumplimiento de sus deberes ofi~ ciales han de sacar avante la nave del Estado. SUPLlCIO DE POLICAllPA SALAVAI\B.lETA ••••.. En aquellos mismos días en que el Libertador instituía ~1 Consejo de Est~do en Angostura, poniendo así los fundamento~ durables de la independencia de la patria: cuando él proscribía ]a tiraní~ y con su genio inmenso cohtenía el torrente devastador de la insubordina('iÓh y de la discot-dia; subía las gradas de] cadalso~ en la plaza mayot• de Santafé,anastraea por manos de los tiranos, la heroica PoLICARPA SALAVAR RtETA, martir sublime de honor y li­bertad. 1 rescicntas leguas separaban aquellos dos altares de la glo.r ria: en el uno se adoraba la rsperanz4; en el otro brillaban Jos res­plandores de la inmú>rtalidadf. ..... Yá desde muy al principio de ]a guerra se había visto con ho­rror que las armas de Hoves, Lizón y otros caudillos españoles se· ejercitaban no sólo contra los valientes defensore de la indepen­dencia, sino también contra el sexo amoroso y debil, digno siem­pre de estimación y de l'e peto. La señora Merced Abrego, natu­ral de Cucuta, acusadtl de haber bordado un u ni rorme de brigadier para el General Bolívar, fue decapi tacla por Lizón) d,~pu/s dt /zr¡Nr echad? suerte entre bs sityos para saha· á quifn tocm ia /rJ j"rl."z VI :z"­tura de cortar/·· 11 cabeza. A la scílora Josefa Figuera., de Barce­lona, la a5csin<") Motales~ pagftndole de este modo doscientos pesos que le debía. Bov~s mal<) á Carmen Mercie, en (.;umaná, com­placiéndose de las convulsiones del feto que llevaba en su seno, que se extinguía sin haber vivido ...... Otros hechos n1enos crueles, pero indigno~. se recuerdan de A.ldamn y de Morillo. El primero . hizo azotar públicamente en las calles de Cumnná á la seiíora Leo­nor Guerra porque se negaba á dcchtrar lo que el déspota deseaba. El egundo despidió de su presencia, con voces "groseras y gritos descompasados., más de tre cicntas señoras de las prin i.pales de Bogotá, que en cuerpo fueron á implorar gracia por sus hijos, es-posos y hermanos! ...... Pero en fin, no se había levantado todav1a un patíbulo para ver morir en el una mujer; y podh decirse q 11e aquellos desafueros, y aquella sangre inocente, sin piedad vertid~, tormentos que no merecieron la consagración funesta del cadalso, e ran la obras de ex ter mi ni o de una guerra sin l~stima que derra tnaba la calamidad por todas partes ....•• Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 'EOLETfN MILITAR Estaba resen ado al Virrey don J t1an Sámano dar el e~pec­táculo horrible del suplicio de una joven, acrifiqda con tc•do des­~ anso, y aun haciendo e lujo de tal iniquidad. M.oza elegante en de­Yiuedo, hermosa, de honc~tas costumbres, de palabras y condició1 l->bnda 1 era Por.IC ·\RP.-\ S\ LAVARRIE •·A entu~iasta por la indepen­dew ·ia y favorecía y daba auxilio, en cuamú le era permitido, á los patriota:, oprirnidos. HabÍa estallado por aquel tiempo una Ínsurreccir)n en Casanare, acaudillada por Fray Ignacio i\1arii1o, dd Orden Je Predicadorec;, quien desde el principío de la revolu­cit) n hzo la f'Uerra i lo:, realf ta~. Otras guerrillas s~ formaron t~trnbien en el Cauca y en el Socorro; y muchos patriotas bogota­nos re olvíeron in.c á Casa na re y á los lugares dondé estaban la,· nequeñas fuerzas independientes.-Policarpa amaba y era amad-a de · Alejo Sabara:ln, Ühcial ele la R('pública, á quien los españoles. condenaron á ser\'lr como soldado. La joven influyó en el joven y le pe-suadió á que huyera Je la esclavitud y e fuera á Casanare con tros compañeros .. Eila misma dispuso lo necesario para la fuga de· ocho personas, de las cuales cinco eran militares; y no sabré decir c6mo consigu!ó datos exactos de las fuerzas que tenían los españo­les en la ca piral y en las provincias vecinas, cuyos pormenores envió á lo Jefes republicanos de Casanare. Pesgraciadamenre Alejo fué sorprendido, r l'as cartas que lle­vaba vendtcron á la Safavarrícta. Sepultóla Sá.m.ano en un calabozo siguiéndole causa militar­mente. Nada pudieron arrancar los jueces de aquella heroína; nada supieron de S'us cómplices. Con nada pudieron intiUJidar1a ni · edu­cirla. Al fin (ué condenada por un consejo de guerra á ser fusiladét por la espalda 1 con si e ·e compañeros má2: entre ellos, Alejo Saba- , " 1 ra1n .... Y á Morillo h.abía hedro sacar para el patíbulo a un padre á la presencia de su hijo, y á un hijo á la presencia del padre; ... pero­tocaba á Sámano dar la última prueba de execrable crueldad, ha­iendo perecer á un tiempo á dos amantes, presenciando mtítua- . - .. mente us tn tes agoma . PotrCAltPA SALA ~AR'RIETA murió el I 4 de Noviembre de 181 7· Murió serena, impáúda, aturdiendo con su firmeza: á sus ver-dugos. Mi sangre, dtjo al salir para el vatíbulo, mi sangre será bierr pronto vengada p?r !IJs libertadores de la patria! La muerte de aquella esfurzada y generosa mujer; inmolada. por la libertad, causó en Santa fé una impres-ión profunda .. El pueblo e taba atónito. No hubo corazón sensible que no llorase aquella muerte prf'­matura: llanto sublime, que se vertía á la presencia de tan noble 1acrificio, y en el recuerdo de tánto martirio ..... . i Salud mil veces virgen de Colombia! ¡Honor y gloria, estrc- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. · BOLETÍN M lLITAR. !la americana! Muriendo nos diste lecci6n de heroísmo y de leal­tad, y en el suplicio triunfaste del implacable Sán¡ano! El suplicio es tu santuario: como io fue de Caldas, de Torres, de Torices, de Gutiérrcz, de Lozano, ce Rovira, ... de esa generación de bravos, nedi 111e se propone es el de filtrarla, para lo que se recon1ien­da el carbón, si se trata de pequeñas cantidades. "Si el con­ ·sumo 'es considerable ó la estancia de las tropas debe pro-longarse, se construyen filtros sencillos por n1edio de tone­les con agujeros en eJ fond o , encima de los cuales se dispone un a e spesa capa de arena, guijarros, paja, carbón de made­ra, lana limpia ó fieltro, recibiéndose el agua. en recipientes lin1pios. '' "Tan1bién pueden utilizarse con1o filtros, tamices finos de alambre ó sacos limpios llenos alternativan1ente de paja y arena, vertiéndose en ellos el agua poco á poco." En las orillas de los ríos se- pueden enterrar toneles ó .cubas con el fondo. agujereado, quedando fuera del agua el bo de superior, y colocando dentro una capa de mate­rias filtrantes de un pie de espesor; dentro se pone otro to­nel n1 ás pequeño tan1bién coñ aguj_eros, y de él se ~oma el agua que se filtra al ascender. El agua nociva se- limpia de n1aterias orgánicas con el deslein1iento de una parte de pern1anganato de potasa por cada cien de agua; lentarnente se va vertiendo en ella la so­luci(.~ n hasta que la capa superior del líquido se presente algo rojiza. 1\nte~ de beber del agua así preparada es pre­ciso filtrarla ó sóJo dejada reposar. Si el agua conserva un . exc dente de alcalescencia, !:le le hace de~aparecer vertiendo .en ellas unas gotas de ácido n1uriático. Antes de aplicar este procedimiento á una gran cantidad de agua, se hace el ~nsayo con un litro de líquido. _ La adicción de té, café ó cua1q uier otra droga que contenga acido tánico, purifica el agua, y tan1bién la puri­fica el alcohol. "Las bebidas aron1áticas como el té y el café, dice ~l párrafo décimo del Manual, presentan gr.andes ventajas por su acción estin1ldante y refrescante para ]as tropas en can1paña. ,, · En el de las alcohólicas se hace constar: "queel aguar diente ejerce un efecto vivificante y preservativo contra ciertas enfern1edades si se t:oma en pequeñas dosis; pero s_i •. ~e~.. consume en gr n ~antidad, e11erva y d~struye .. ~. ' · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLI l'ÍN MILITAR. Finalente, al ocuparse de las bebidas falsificadas 6 al­teradas, recon1ienda que no se ton1e, si se quieren evitar n1uchas enf.~rn1edades, indicando los n1alos efectos que su uso exagerado produciría . . Los párrafos en que se divide el capítulo j.o contie­nen, adem.ás de las disposiciones generales, otras sobre los diversos objetos de vestua.rio, y acerca - del morral ó n1_0chi­Ja, ad \ irtiendo "que el vestuario del soldado debe estar hecho de n1anera que no impida la libre circulación de la sangre, que no con1prima ciertas partes del cuerpo, ni in­tercepte la transpiración ó la circulación del aire." Mani­fiesta después las consecuencias de los defectos de las dí­ver~ as prendas, y añade: ''d servicio que debe ejecutarse, la estación y la ten1peratura, etc., decidirán al Comandan­te de las tropas á autorizar ]as variaciones que se crea ~onveniente introducir en las prevenciones de la ordenanza acerca del uniforn1e. Ocupándose después de las prendas de vestir, recomienda con1o la mejor para el uso interior, un chaleco de lana ó de algodón sin mangas, pues facilita las funciones de ]a piel y es un preservativo contra los res­friados." ''El uso de un cinturón de franela, preserva tam­bién al vientre, y debe recon1endarse, sobre todo, cuando causan estragos Jas disenterías, tifus. diarreas, etc. Sobre la construccién del calzado, dice el Manual que conviene sea bastante largo y holgado, para pern1itir~ el j·uego de los de­dos y del empeine. Recomienda que se use para engrasar el calzado una sustancia que rechace la hun1edad, pues de lo contrario, el cuero se endurece, no se conserva y los pies se hallan húmedos constantemente.u En el párrafo I 5 recomienda que en los altos se obli­gue á las tropas á quitarse las mochilas, lo cual es n1uy con­veniente para facilitar las funciones de respiración y circula­ción; esto pone al soldado en disposición de resistir n1ejor las grande~ fatigas. Trata el capítulo IV de Jos cuidados exteriores que de­ben dedicarse al cuerpo, y en él se leen los siguientes aforis­n1os: la Jinpieza y la higiene están ínt~mamente unidas. Pa­ra . prevenir la propagación de las enfermed.ades contagiosas, y especialmente las oftalmías, d~be prohibirse al soldado se-. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 10 BOLETÍN MILITAR carse con la toa1la de otro. A fin de sostener el vigor del cuer­po, convendrá lavarse con frecuencia la cabeza y cuello con agua fría, y cie vez en cuando darse un baño general, teniendo cuidado de n1ojarse antes la frente, la nuca, el pe­cho y los· sobacos. En tien1 pos de epiden1ias deben prohi­birse los baños. Los infantes deben cuidarse particularn1ente los pies, lavándolos con frecue11cia en todo ticn1po, cortando las uíí.as y friccionando ]as articulaciones de los dedos con es­píritu de vino ó aguardiente fuerte. Las escoriaciones y an1- pollas se curan frotando los pies al tien1po de acostarse con un poco de sebo derretido n1ezclado ~on aguardiente; las an1pollas no deben rasgarse, sino agujerearse por un lado, no atravesándolas con hebras de lana, con1o es cos­tunlbre. Cuando sudan mucho Jos pies, es preciso dedicar es­pecial cuidado á su lin1pieza; deben lavarse todos Jos días con agua tibia, con jabón ó sin él. El uso de calcetiQ.es de lana es bueno porque absorve el sudor, pero es necesario n1udarl0s con frecuencia. Pat:a combatir la transpiración de los pies suele enl­plearse una preparación vulneraria, con1puesta de tres par­tes de ácido salicílico, diez de aln1idón y ochenta y siete de sebo; para cada untura bastan cinco gramos próximamente. Las llagas en las den1ás partes del cuerpo, se cuidan laván­dolas con frecuencia y aplicándolas un poco de sebo, ó bien la preparación anterior. El capítulo v sobre la higiene en las marchas, el vI ·sobre Ja higiene en Jos can1pan1entos, vi vacs, etc.; el v, 1 so­bre la higiene en los hospitales; el vrrr sobre Ja higiene en los transportes por caminos de hierro, y el rx acerca de las n1edidas sanitarias en el can1po de batalla, forn1an la segun­da sección, cuyo epígrafe es "Higiene en detern1inados , . casos. El capítulo v contiene seis párrafos que respectiva­mente tratan de las prescripciones generales, que se reducen á recon1endar que los n1édicos militares conozcan las órdenes relativas á las n1archas, con el objeto de que puedan acon­sejar ciertas prescripciones para ren1ediar accidentes. Los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLF:TÍS MILITAR I I ~árrafos siguientes tratan de la definición de las insolacio­nes, causas y origen de ellas; signo., precursores y sínto­mas; n1edidas preserva ti vas en las n1archas; tratan1iento fa­cultativo de la insolación. "Se da d non1br'"' de sofocación ó de insolación á di­versas afecciones, y principaln1ente á las cong'"'stiones del cerebro ó de la n1en1brana que le cubre, á c0nsecuencia de la radiación directa del sol sobre la cabeza ." El que diri­ge ]a n1archa de las tropas debe conocer la enfern1edad, su origen y las causas, mucho n1ás si pertenece á la categoría de las que puedan prevenirse. "Las causas detern1inantes de Ja insolaciqn son las si­guientes: una temperatura elevada y, sobre todo, un calor sofocante resultado del aire cargado de hun1edad y de un tien1po apacible; los esfuerzos físicos aun1entan Ja ten1pe­ratura del cuerpo; la falta de agua, es decir, del líquido, considerado con1o re-fresco interior más natural, debe en­trar en la con1posición de la s1ngre en proporción constan­te para n1antener la transpiración; la defectuosa circula­ción del aire en la colv n1na de n1archa. "Para evitar la excesiva elevación del calórico hun1ano, el organisn1o dispone de ciertas funciones, que son verda­deros reguladores, á saber: la t~anspiración que se evapora sobre la piel y ejerce un efecto refrescante; la respiración que proporciona sien1pre aire fresco á la sangre qu'"' atra­viesa los pu1 n1ones, y la circulación de la nlÍsma que la arroja refrescada en to:las las venas y vasos del cuerpo. "Es evidente que la influencia ejercida por un calor intenso ó por otros agentes ex~eriores de favorables, subre tropas n1archando en filas ó en hile~as, paralizan rápida­mente los reguladores del calórico hun1ano á consecuencia de su gran desenvolvimiento en el interior de la econon1ía. En n1edio de un aire sofocante el sudor no se evapora de prisa y se acumula en la cara y en el pecho, y después corre por todo el cuerpo. Si el soldado no puede proporcionarse una bebida suficiente para refrescar y restituír á la sangre .el agua que ha perdido, al paso que el n1ovin1iento de los músculos eleva. constantemente la temperatura interior, la sangre se espesará;_los tejidos de la piel se secarán ó se mo- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12 BOLETfN l'dllTT AR dificarán; el calor se acumulará al interior; la insolación vendrá pronto y traerá cons1go el peligro de muerte. Por otra parte, cuando las otras dos reguladoras del calórico, la respiración y la circulación de la sangre, no ejercen un efec­to ·suficiente para refrescarla, la influencia del calor paraliza las funciones del corazón, y cuando Ja formación en que se marche sea n1t1y cerrada y el tiempo caluroso, el aire que respire la columna estará siempre viciado y no circulará con bastante rapidez. "En la caballería los casos de insolación se repiten ccn n1enos frecuencia que en la infantería, porque Jos movi­mientos de los músculos que desenvuelven calórico, son más limitados y las distancias en la colun1na n1d.yores." "Además de las causas de insolación que se han indica­do, hay otras, por ejemplo: poca costun1bre de andar; de­bilidad de Ja constitución física; fatigas y enfermedades an­teriores; falta de sueño; excesos; hambre, sed; y, n1ás que nada, el abuso de los licores fuertes., Trata luégo el Manual de los sínton1as que se notan como precursores de insolación, y para su alivio se reco­n1iendan las siguientes prescripciones inmediatas : poner~e á Ja sombra, quitarse el equipo y desabrocharse el vestua­rÍo dejando holgado el pecho ; beber agua y lavarse· la ca­beza y el cuelJ o. He aquí las principales medidas preservativas en las. n1archas, que se recomiendan en el Reglan1ento de que nos ocupamos: "Los soldados más acostun1brados á las n1ar­chas pueden sentir en ciertas circunstancias los efectos de ellas, y el mejor preservativo consiste en beber agua. Los soldados d~bilcs ó enf'ermos est~tn tnás expuestos á la inso­lación, y deben ser objeto por parte de los Jefes de una atencién especial. Es una exageración creer que las bebidas h?..ccn daño cuando se está acalorado, pues i en ciertos ca­sos particulares la absorción de un líquido frío puede oca­sionar malas consecuencias, no sucede J6 mismo en Jos ca­sos de insolación que puedt~n producirse. Para apagar la sed es preciso obrar con prudencia y no beber de un agua den1asiado fría, ni tan1poco beber de una vez gran cautidad, siendo mu_cho mejor tomar pequeñas y frecuentes dosis. Si Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BOLE rf ' MILITAR 13 al a¿;ua se ariaden algunas goras de vinagr.:-, té ó caf¿, se formará así un.:t bebida muy hi~i~nic.t. No se necesita mu-· cho tiempo para refresc:arse, pues bastan algunos minutos. E . bueno com ;r un pejat.O de pan antes de beber ; pero no se debe beber h3.sta s1ciarsc: el líquido que 1 lega al es­tónngo no ejerce su salu.iable efecto en el sistema nervioso hasta despu~s de algunos minutos. . "2iempre que las ci:·cunstZL!1cias permitan tener en cuenta la ternp~ratura elevada, las marchas se dispondrán de manera qu .... se determinen entre 8 y 9 de la mañana ó bien se har:t la se5unda mitad de la etapa en las horas de la tarde, ·cuya precaución se tendrá siempre que el calor llegue á 201) R\..amur en la madrugada. Antes de ponerse en 1n1rcha los soldados deberán comer ·algo y llenar su bota; per.:> teniendo presente que los licores son bebidas nocivas. E:; n1uy importante desabrocharse y procurarse aire de vez en cuando, sobre tQdo, si el terreno es arenoso ó se reco­rren c:trreteras llenas· de polvo, valles, bosques de abetos, así con1o siempre que se n1archa en orden cerrado. Duran­te la marcha se haran varios y frecuentes altos, ordenán­dolos con preferencia en los sitios· en que haga son1bra y corra el aire. · ."Siempt·e que se observe que muchos indiv.id ws se separan de las filas ó que la tropa está n1uy abatida, es pre­ferible detener la marcha, aunq ne sea en medio del ca npo y al sol, á continuar andando hasta el final de la jorn tda, aun cuando esté próximo. "Debe evitarse tener á la trnpa mucho tiempo forma­da ó reunida al llegar al pueblo de parada, pues la expe­riencia ha demostrado que 111uchos soldados l{ue se han sos­tenido con la esperanza de llegar, caen desfallecidos si se les mantiene reunirios con las armas sin una necesidad ab­soluta. "Sien1pre que se pueda precederán á las tropas en mar­cha a1gunos pelotones ó destacamentos, que tendrán cuida­do de preparar agua en las localidades por donde pasen y en los parajes convenientes. Si hay que atravesar una re­gión desprovista de ella, convendrá llevarla en la co-lu'uma. · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - BOLETfN MILITA!<. "El n1odo de cuidar á un in di vi duo atacado de in so ... lación se explica en diversos artículos~ con1o sigue: "espe ... rando el n1édico se pondrá al enfern10 á la son1hra en un paraje fresco, desembarazándole de todo lo que pueda opri­n1irle y se le acostará con la parte superior Clel cuerpo ele ... vada, conviniendo le rodee poca gente que interceptaría el aire.'' , ·"Se le lavará la cabeza y el pecho, y si se quiere, todo el cuerpo, envolviéndole en trapos mojados y dándole á beber agua. Abluciones frías, particularn1ente en la nuca, pueden producir n1uy buen efecto. " Si la respiración no funciona bien, se recurre á ]a que se llania artificial: "Echado de espalda el enfern1o con la cá.beza y n1edio cuerpo algo elevados, se le sujeta la lengua cogiéndola con los dedos envueltos con un pedazo de lienzo, ó aunque solo sea obligándole á ~acarla, con objeto de desembarazar las vías respiratorias. Se le colocan los brazbs á lo largo del cuer¡~o, y después, situándose á ]a cabeza del paciente, y cogiéndolos por los codos, se ]e separan lateralmente, luégo se Je van levantando nasta que se toquen, así se obtiene una respiración artificial; al cabo de dos . egundos, se hace la operación inversa, volviendo los brazos á su anterior posición. Después de otros dos segundos se repite la ope­ración, y se continúa hasta que pueda respirar el enfern1o ó hasta la llegada del n1édico. Durante estas operaciones se ha de proporcionar constantemente aire al enfermo. "Se ]e friccionarán las n1anos y lo5 pies para provocar' la circulación de la sangre. Si vuelve en sí, se ]e da agua, y si pierde otra vez el conocin1Íento se le hará aspirar un exci­tante enérgico como el an1oniaco, ó se le aplicarán sinapis .... mos. El médico ordenará lo den1ás que deba hacerse.'' -. -- ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BvLETtN r\Y!H..fTAi\ LECTURAS DE HISTORIA PATRIA PUNTOS PRINCIPALE.S DE LA YIDA PÚBLICA D.E BOLÍVAR (COitTINUACI6N ). XV El Libertador qui~o infundir á ~us ~oldados el convenci­miento de que él se interesaba por la suerte de ellos como un padre. Y así era, en efecto, puesto que no buscaba en la lucha su engrandeciTP · ento personal, sino la noble aspiración de crear la Pa­tíia, la de educar ciudadanos, la de implantar la justicia en toda Ja tierra americana. Detestaba de1 Gobierno colonial por sus leyes opresoras, por el espíritu de rutina yá inv~terado, y á través del cual se cometían las mayores injusticias y se toleraban abusos incalificables; sentía la necesidad de buscar un orden nuevo, sano, vigoroso; que per­mitiese el concurso de todas las voluntades; que hiriese am~r la Re­pública; que engrandeciese los caracter~s y los inclinase á lc:~ prác-· tica firme é igual de la virtud. ¡ Qué nobles sentimientos eran cs'tos. Por desgracia, la ola revolucionaria, al extenderse por Venezuela y Nueva Granada, no hizo brotar espontáneamente muchos genero­sos e hidalgos pechos que bu casen el momento del sacrificio como el colrro de verdadero anhelo patriótico. La guerra ~ e fué genera­lizando y en ella tom01ron parte muchos á quienes movían los ins­tintos guerreros de la época y que confiaban en el esfuerzo de su brazo para salir airosos; ott"os querían de buena fe sin duda, proceder antr. todo á iniciar las prácticas del Gobierno civil. Mas nin¡:uno se da~a cuenta fiel de las circunstancias difíciles del país en tanto gra­do como Bolívar: él conocía muy bien la condición de las naciones europeas ; la historia le suministraba sus enseñanzas, y la visión política de su espíritu, cuasi profética, !e permitía indagar el porve­nir con una seguridad vertiginosa. Rarísimos fueron los hombres que, dcs~e el principio de la guerra, confesaran la supremacía de] genio militar de Bolívar. Para lograr el mando en Jefe vióse obligado á ir destruyendo serios obs­táculos. · Los medios que para hacerse simpático y para mostrarse entendido en el arte de la guerra empleó, causaron á menudo su ruina, pues no contaba con la ingratitud, con . el torpe designio de los que incapaces de poder juzgar de la grandeza de su alma, trataban de quitarle el mando para levantarse ellos como salvadores de la Patria. El Libertador-generoso y magnánimo, pronto á conceder al mérito todo su aplauso, quería siempre mostrar~e el primero en galardonar las bellas acciones. De tan singulu virtud sobran ejemplos en la historia. Hasta pudiera decirse que más gue­l ·reros creó con su palabra que con su ejemplo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 16 ftOLE'J i :-; MlLITAJit. Pf'ro, 1 pervcrsj, condicitín humana; sus elogio~ halagaban en d p1·imer momento, más luego servían corno de incontenible incenti~ vo que despertaba la ambición descarada y desmedida de notabilida· des m cd i ocres. El Libertador se p:1recí::t á un opulento magnate que, sintién­dose suf1cien'temente rico, no temiese di · tribuir con liberalidad su~ dobl0nes, aunq •1e muchos fu e sen á parar á mano mercenarias. PaY·a sólo )·ccordar un hec.:ho de los que acreditan la permanen­te disposición de sü ánimo á otorgar justicia al mérito de s us solda­dos, nos será dado recordar tple ordeno conducir á Caracas el corazón del i., trépido Girardot como en procesión gloriosa, acto á que áio la más resonante notoriedad, y que le sc·nsurai on entonces. Cosa increíble, pero no menos cierta, á medida q uc se borran las grandes líneas de b gllerra de indepeitdencia, plumas que se creen suficientement ~ patriotas, tr:atan de ptes entarnos figuras pe· queíías de ~quella época iluminadas con extraí1a luz, y al mismo tiempo se complacen en atenuar las proporciones de la cabeza or­ganizadora, de Bolívar. Pero qué! si hay muchos que sólo ven sombras en la conduc ~ ta de Bolívar ...... ! No les basta la melancólica y magest\Josa muer­te del héroe, quisieran encontrar argumentos bastante sólidos para destruir de un golpe su reputación .. . ... ¿A <.Ión de les lleva la te­meridad y osadía de sus juicios? Los lleva á un desconocimiento absoluto de la verdad histórica. Bolívar no es para estos fil6sofos modernos que miden los ajenos acto por los uyos propios; sino u1 (ieneral ambicio (}' perseguidor de la fortuna, de gloria, de honores; tan vano como audaz, en quien las palabras hermosas son disfraces de negras intenciones; los eslabones democráticos del gobierno repu­blicano un tejido de hipocredas puesto en juego para ejercer domi- . nio absoluto y la idea dominante de su espíritu la de perpetuarse en el mando. Impotentes para medir la extensión del sacrificio del hijo de' Caracas, juzgan á aquel guerrero como á cualquier ente vulgar, sin elevación, s·in grandeza, sin un alto fin preconcebido. Fenó­meno que observamos todos los días en la América Española es el de que, mientra~ más notable es el candidato aclamado para ocu par elevado puesto, mayor es el .número de sus émulos, incontable el de los opositores que surgen animosos á impedirle realizar su tarea en paz. Despiértanse todas las emulaciones, se ponen en mo­vimiento todos los resortes que sugiere el despecho y con voces confusas al principio y que se agrandan en el momento pro¡->icio, se levanta una barrera de oposición tenaz. Y en el curso progre-. sivo de esta ola que todo lo amenaza, suelen caer aun intelig' ~nr.ias bien intencionadas que, sin saber á qué hora, se sienten contagia­rh~ s del E:omún esfuerzo, ó toman por verdadera y legítima maní- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 13-0LETÍN MJ!:.ITAlt i./ festación del sentimiento público honrado, lo que ~;s mera resultan .. : te de voces falsas y eco apasionado de los interesados. Este vaivén de opiniones mal formadas ha sido tan infructuo­~ o para la marcha ptóspera de la república, que h.a acabado por so­cabar profundamente los cimientos de la autoridad. Gentes hay err el día que no aceptan ea ningltna iorma, el acatamiento que se debe á la autoridad, y que á mucho conceder, dán importancia á los cargos elevados del Gobierno, pero miran con desdén á los qu·e los desempeñan~ Bolívar aspiró, desde lo primeros momento:~ del tríunfo de sus armas, á organizar un Gobierno estable, que fuese la expresión popular de la voluntad de lo venezolarw y quiso valerse de todos los hombres de. talento y d;! luces á fin de organizar los diferentes ramos del servicio público. Luego del fusilamiento de Piar, hecho doloroso, que debió de la ti rnar profundamente su sen si bilid1d, pJr­( j u e por la misma razón que era hom br~ de gran penetración y t(e corazón desinteresado, tenía que admirar má que ninguno el valor del denodado guerrero, creyó que con tan L .. rri ble escarmien­to ya las armas de lo patriotas no se movcrí.1n sino en defensa del sllelO patrio, )' no imitarían el ejemplo de lo:; lidia dore. de Nueva Granada, que derramaron esterilmente la sangre de sus hijos. En­tonce reurúó Ull Consejo de Estado, altJ. corp3taci<~n, á la que Sll instirtto político concedía gran pap el en la direccion de Jos· negocios públicos: las palabras de Bolívar en esta oca5ión, son memorables; ellas re,:, elan el e tad () de alma dd grande hom­bre, su energía; energía emplead..t d.! conttnuo en el bien, jamás en muestr,t de m ,ll carácter aparecer la República y con ella tqdas sus institLtciones. No quedó otro vestigio de nt~e tra regeneración, que algunas religuias dispersas de los defensores ' mal; á último de 1Vlayo leí en el Di.1rio Oji;..·iat que Gusravo Hamcr había sido ascendido á Comandante y que estaba de guarnición en Maubcuge, cerca de la frontera belga. A fines de Agosto, paseábame una noche por los Campo Elí eo, donde reinaba extraordinaria animación, cu~ndo note de pronto la presencia de Gu tavo Hamcr. Corr.Í hacia él v le tendí la mano. - Buenos días mi Ce manda:1tc- le dij . ¡Ah! ... ¿Eres tLÍr . t:l tono de su voz y la di(erencia Je su saludo me llenaron d<:: sorpresa. - ¿Quieres que Jctnos un pa:;co ?-le pregunté. --;--Con much(~ gu,to- me conte.:;tc:í con acento melancólico. Emprendimos la marcha, y á los pocos pasos, le <.lije de re-pente: - -A. tí te pasa algo grave y extraor<..linario. -Sí. -¿Cuestión de amore·? - Nada de e.o. Después de nuestro encuentro en Besan~on he figurado en un terriblt.: drama, cuyo recuerdo me envenena la existencia. -¿ Qt¿é te ha ¡usado? ....... Habla ..... . - Hace dps ·meses que llegaron á l\tlaubeuge lo. individuos que debían cumplir los :veintiocho días de servicio. U na mañana tuve que ir á un puGblo inmediato, ácompaíiado <.le otro Oficial superior, y entramos en el buffit de la estación á tomar un caldo y una chuleta. Junto al comedor estaba la cantina, en la cual se hallaban á la sazón varios obreros y algunos soldados. -¿Tienes en tus filas al hijo de algu·na celebridad ? -me preguntó mi compañero. -Sí--le contesté al hijo de Mirian que acaba de entrar en el Instituto.--¿ Y usted? -Yo tambien. Pero al hijo de una celebridad de otro gé-nero : Jorge de Feris e t. -¿El hijo de la hermosa madama de .Ferisset ? -El mismo. Me eché á reír, y repuse alegremente : - ¡ Cómo ! ¿ Tiene ya un hijo en la reserva? ¡ Si supiera usted cuánto me ha gustado siempre esa mujer! -A mí tambien y en verdad que no me he atrevido jamás á demostrarle mi entusia. mo. - Pue has hecho muy mal--dije yo-porque dada la mah Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 60LfTÍr MlLILAR 23 <::abeza de esa mujer y sus antecedentes de avcntul'era, habrías con­seguido una rápida victoria. Apenas había terminado mi_ frase, cuando vi que un cazador de los recién llegados se presentó ante la puerta de la cantina, que estaba abierta de par e:n par. Cvn la l'apidez del rayo corrió el _jo­ven hacia mí; me miró con oj~>s de indigna ión y alzó la mano para pegarme. Por fortuna pude e\'itar el golpe. Arnv) e el natural tumulto y acudieron varios soldados, ~i los que mandé que detu­vieran al agresor . .Este, sin quitarme la vista de encima, dijo: --¡Es mi madre 1 Comprendí de pronro la indigniuad ue mis palabras, y excla-mé con voz de trueno: -j Déjenle ustedes en libertad! Me levanté, y saludando al caz?.dor le dij,~: -Estoy á la· órdenes de ttsted. O yo e el silbido de la locomotora, y mi compaiícro y yo echa­mos á andar á toda prisa hacia el andén. 11 Y á en el tren, me pregunte> mi acompañante: · -¿No sabe usted que un Comandante no puede batirse con un soldado? ~Lo e; pero ante (icrta ofemas no hay ordenanzas que val­gan. ¿Como he de negar una satisfacción al hijo d~.: una mujer á quien he agraviado públicamente? --Pero la lev . ... -Desertaré .• i es preciso y no: batiremos en la frontera belga. -El Consejo de Gurra seré.! inevitable. -¡Qye lo sea! • A m1 regre.o del pueblo, se me presentaron los padrinos de M. Jorge de ferisset. lndiquelc el nombre de lw míos, y conser­tose el duelo, siendo elegida la espada como arma de combate. No dormí en toda la ·noche ocupado en ~rreglar todo mis asuntos y resuelto á dejarme herir por mi adversario. Al día siguiente, á la hora indicada, nos encontrábamos en F ...... U no de mis amigos hizo notar al cazador que debía haberse puesto un traje de paisano; pero J orgP de Ferisset dijo que como había sido insultado llevando el uniforme, se le debía una repara­ción como hombre y como soldado. Los padrinos nos colocaron frente á frente, cuando de pronto F erisset me salud6 militarmente y me dijo: -Mi Comandante, he intentado abofetear á ustcu y he falta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE 1 ÍN MILITAR do gravemente á la disciplina. El soldado le da á u3tecl todo género de satisfacciones. Y ahora, seííor Comandante, ¡en guardia! ........ . Cruzámos los aceros permaneciendo yo á la defensiva. De re ... pente adelantó el paso mi adversario, y, ciego de furor, se preci pi­tó sobre mí, con tal desdicha que se dnvó en mi propia espada. Jorge lanzó un grito y cayó muerto á mis pies. 111 -Te juro-añadió Gustavo Hamer ~--que estaba yo resuelta á dejarme herir, y que él mismo se c1usó la muerte. Sin embargo, me abruma un remordimiento eomo si hubiese ~ometido un crimen. Los Campos Elíseos se llenaban de gente, y por todas partes bullía la intensa vida de una noche de verano en este París tan lleno de alegrías y de placeres. Entr~ la gente sentada en las sillas fijé mi atención en una rr1u­jer de. cuarenta á cuarenta y do::; aiíos, hermosa todavía, en medio de un círculo brillante, Llevaba un lujoso traje negro, y se onreta mientras aspiraba el perfume de un ramo ele violetas, escuchando á un joven que habla~Ja en voz baja. mío'! -¡Ah, in fa me !- exclamé sobresaltado. -¿Qué te pasa? Alargue la mano y dije, seíialando á aq uclla mujer: - ¡La madre! Y al notar que mi compañero hada un gesto de horror, añad1: - No hagas caso: ¿Ves e:>o? ¡ P1tes así va el mundo, amigo , ---- • EN EL EJERCITO El Poder Ejccutiv'J por Decreto de fecha 4 del presente mes, tlktó las siguiente providencia ; Reconocí ó al señor General Catn'ilo M. Barren eche el aseen· so á General efectivo de Brigada que le fue conferido por el Pre..­sidente del extinguido Estado del Magd·:dena el 7 de Octubre de 1885. Llamó al servicio activo al Capitán Lucindo Ospina y lo des­tinó al Cuartel General de la 5: Diviftión, como primer Ayudante. Por Decreto de fecha 6, aceptó al Coronel Gonzalo García Herreros, la excusa que present<') para servir el puesto de Inspec­tor de la Jefatura Militar de Cartagena. Llamó al servicio activo al General Antonio Araújo y lo­destinó en lugar del Coronel García- H errcros. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 60

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 69

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 69

Por: | Fecha: 19/09/1898

Año JI Bogotá, . eptiembre 19 de 189~. N limero 69 BOLETIN MILITAR -·--- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO -·--- Director, ALEJANDRO POSADA Son colaboradores natos de este periódico, todos los ]efir y O jiciales del Ejército de la República. FORTIFICACION RÁPIDA. (CONTINU>.CIÓ!'\). A conseguir este fin tienden los estudios y experien­cias que se verifican actualmente en todos los ejércitos europeos, los cuales patentizan cada vez más la impres­cindible necesidad de cubrirse las tropas en el con1bate, si quiere obtener alguna probabilidad de vencer. Las pruebas qqe. en Austria han tenidCJ lugar en 01mitz y en Kreems, • con1o las últimamente en Lechfeld (Baviera ), y en Thun (Suiza), señalan con Ja lógica inflexible de los números, las p érdidas que sufren las tropas por el fuego de fusil nloder­no, y la diferencia de las bajas cuando están á cubierto. En 20 minutos una Compañía de r r 3 hombres, después de una larga n1archa y llevando todo el equipo completo de can1paña, dispararon 8,874 tiros !>Obre blancos, figurando tres líneas; una de tiradores de 6o metros de frente, otra de sostenes y otra de reservas con las distancias reglamenta­rias, rompiendo el fuego á 7 50 n1etros y causando 1,374 señales en los lienzos. Tiráronse después otros 8,6 I 5 tiros en Jos n1ismos 20 n1inutos contra 4 piezas de can1paña, con intervalos de r 5 metros y á la n1isma distancia d~ 7 50, obteniendo r, 55 8 impactos en el n1aterial, sirvientes y ga­nado. En las experiencias de Thun se obtuv.o aún un re-ultado más notable, pues á So o metros de 9>437 disparos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I54 BOLETÍN MILITAR en 20 minutos, dieron I, 7 57 al blanco de infantería; y las 4 piezas de 10,227 tiros, consiguieron hasta 2,686 iln­pactos. La experiencia de los can1pos de batalla evidencia to­davía n1ás el horroroso estrago del fuego contra tropas a} descubierto, y lo confirma la relación oficial de Ja campaña, de 1870-7 I escrita por el Estado Mayor prusiano. En J" batalla de 1\llars-la-'four ó de RezonvilJe, Ja 3 8' Briga­da prusiana ( 4 batallones) atacó Ja línea francesa entre Mars-la-Tour y Bruville, siendo rechazada con pérdi ... da de 7 3 oficiales y 2,542 hombres fufl.:ra de con1bate. En la n1isma batalla, el primer regimiento de Dragones de ]a Guardia, cargó al 2. 0 batallón del I J- 0 Regimiento de línea francesa, que le recibió con un nutrido fuego, obli­gando á retirarse al instante á ]os Dragones con pérdida de 11 oficiales, 125 soldados y 250 caballos. El regimiento de coraceros de la Guardia francesa cargó á dos Con1pa­ñías del Regimiento número 52 prusiano, las cuales á 200 r n1etros rompieron un fuego rií.p}do, rechazándoles en un 1nomento con pérdida de 22 ofici;:~les, 208 coraceros y 243 · caballos. En la bátalla de Saint-Privat la 4·a Brigada de la Guardia, apoyada por la r .• División del r 2.0 cu~rpo, atacó aquel pueblo y al poco tien1po tuvo que retirarse, dejando 7 ,ooo hombres en el campo. En la guerra ruso-turca, entre otras citas, podremos recordar el ataque del reducto de Grivitza; en la segunda batalla de PJewna, por T 2,ooo hon1bres, después de haber sido cañoneado 5 horas por I 22 piezas; á pesar de todo, el ataque fracasó, perdiendo más de Ja mitad de la gente. En la primera batalla de Plewna, según manifiesta el General Krüdener, los rusos tuvieron de su efectivo de 7 ,ooo hombres, que atacaron las posiciones, 74 oficiales y 2,771 soldados fuera de com­bate. En la segunda batalla (Jo Julio), una división de · Lo,ooo hombres vio reducido su ~fectivo á 5,ooo. No insistiremos más sobre este punto que es incues- . tionable para los que lean la relación de las campañas men­cionadas; pero creen1os deber añadir á la autoridad de los distinguidos escritores que se han ocupado del combate n1oderno, las de los Generales americanos Bernard y vVright que afirn1an: el primero, que una simple trinchera defen- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 80U!TÍN MILITAR dida por dos filas de infantería constituye, en ciertas con­diciones fáciles de llenar, un obstáculo poco menos que inatacable á viva fuerza; y el segundo, que una trinchera cubierta con obstáculos y situada en un terret1o que per­mita aprovechar el alcance de las nuevas arn1as, es absolu­tamente inexpugnable para otro género de ataque que el de ·sorpresa. El últim~ de los Generales citados refiere el caso de haber atacf!do con su cuerpo de ejército de I 5 ,ooo hombres, á una línea de trincheras, que en r 5 minutos le causaron tan numerosas bajas, que el nún1cro de los n1uer­tos sobrepujó al de los defensores de aquellas obras de de­fensa. Es preciso, pues, cubrirse en el n1omchto del choque; Jo mismo paról. el ataque que en Ja defensa, debiendo hoy, n1ás que nunca, tener presente el preceptó dd General Bugeaud de que: "n1ientr~s no llegue el momento de combatir, ha de n1antenerse á las tropas fuera del alc á los Tenientes Dionisia R. Basto, Urbano Barre­ra y Julio Santander la licencia indehnida que solicitaron para se­pararse de los Batallones Palacé, Artillería y Urdaneta, respectiva­mente. Declaró en .uso de licencia indefinida al Teniente Luis F. Duarte, destinado al Batallón Junín, por no haberse presentado oportunamente á ocupar su puesto. Declaró igualmente en uso de licencia indefinida por mala conducta, debidamente comprobada, al Subteniente Leonidas Priete>, que sirve en el Batallón Nariií.o. Aceptó al señor Abel Angarita la renuncia que hizo del puesto de Ordenanza del BoLETÍN MILITAR. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 69

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 70

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 70

Por: | Fecha: 26/09/1898

.&flo n BogQtá, ~eptiembre 26 de 18'98. Núme>rO 70 BOLETIN MILITAR --··--- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO ___ . ......_ __ Director, ALEJANDRO POSADA Son colaboradores natos de este periódico, todos los Jefe! y Oficiales del Ejército de la República. FORTIFICACION RÁPIDA ( ' ONCl.U SIÓN ) . Este es el objeto que necesariamente debe tratarse de obtener por todos los medios que puedan utilizarse en los ejércitos n1odernos; en los cuales, aun cuando en d ataque y defensa de posiciones importantes y en lás n1archas, las tropas de ingenieros forn1asen parte de las colun1nas de trabajadores, se comprende perfectamente ql1e estas tropas no pueden subdividirse hasta el infinito, y en n1udiís1n1os casos la infantería sola se ve1·á obligada á destruír obstácu­los acumulados para la defen~a; á construír atrinchera­lnientos s~ncillos ; recomponer con rapidez can1Ínos ; echar puentes sobre pequeños ríos; derribar n1uros, etc. etc. De ahí la necesidad que existe de que los cuerpos de infantería familiaricen con la práctica de estos trabajos, como ve­n os lo verifican en la mayor parte de los ejércitos euro­peos, donde todos los años se d€stacan oficiales y sargentos de Jos regimientos y batallones con el objeto de recibir una instrucción especial sobre este asunto ~m los regimientos de Ingenieros. En Alentania, en Austria y en otros países, e x isten e 1 todcs lo~ cuerpo pelotone::, de Llpadvr~s. ó sean soldados instruidos en la construcción de obras de fortifica­ción, y en Francia, desde I 8 7 6, se ha creado una escuela -lestinada rt f •r 1 r instructores para lir·ha c'as rle tr, bajos Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR También en casi todos los ejércitos se ha dotado ra. al infante con un útil de zapador, que en Austria es ]a pala Linneman, ingeniosa combinación de sierra, pala y destral, y en otras partes es alguno de los instrumentos con1tmes para este g~nero de trabajos. l~n Austria, Dina-· n1arca ·y Suiza lo llevan todos los hombres de segunda fila: en Rusia y en los Estados Unidos alternan cada dos Compañías, y en Franci-a y Prusia sólo una parte de los soldados está dotada con ellos, á excepción de ciertos cuer­pos especiales, que cada soldado lleva un útil. conducién­dose una n1ayor dotación en carru1jc.:s á ptopósito, que n1archan con los batallones. Del mismo modo que sobre la instrucción de Jas tro pas de infantería y ~obre el número, clase y manera d~.. conducir los útiles de que ha de dotarse á los cuerpos, la. atención de las personas cotnpetentes se ha fijado en el per .. íil más convenrente para las ligeras obras de tierra que exi ... ge la fortificación rápida, sin que hasta ahora pueda decirse haya uno generalmente adoptado y ui a n casi oíicialn1entl.: señalado en cada nación. Experiencias, estudios concienzu~ dos y trabajos llevados á cabo con perseverancia, han dado á conocer las ventajas é inconvenientes de cada uno, ele 1nanera que las prescripciones dadas hoy suelen ser n1odifi­cadas al día siguiente. Sin embargo, en casi todos los ejér­citos existen reglan1entos especiales, que si bien todavía in ... completos, en cierto n1odo, acusan desde luego la impor-­tancia capital que se concede á Ja fortificación del n10mento, N o creemos sea necesario exteHdernos en más conside­ciones ni en citas, que en la práctica confirman la excelencia de su empleo, para que nuestros lectores se persuadan de la oportunidad de tratar la cuestión que nos ocupa. ~üsiéra­nlos, sí, que se fijasen bien en ella, y que cada uno, en su es-­fera de acción, trabajase para que Ja fortificación rápida se presente como una necesidad apremiante; pero al mismo tiempo como una cuestión sencilla y fácil, procurando evitar las complicaciones que pudieran resultar de tratarla con demasiada extensión. Hace algún tiempo leín1os en el Bulleti;z de la Reunion des Officier s, ilustrado periódico mi­li ta.r francés, el siguiente párrafo, que nos parece precisa Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. perfectan1ente nuestra idea: "Es indispensable hacer á Jos soldados tan fan1iliar el üso de los útiles de trabajo como el n1anejo del fusil, así como que formen parte de la ins­trucción reglamentaria de Ja infantería, Jos tjcrcicios dé fortificación de campaña, en los cuales para no complicar el trabajo, ni cre:1r dificultades, conviene evitar todo lo que :sea una excesiva. regularidad y multiplicidad de formas. Los únicos trabajos que la ihfanteria tiene necesidad dG ·construír y de s~.bcr ejecutar, aun en las más difíciles con­diciones, son las trincheras-abrigo, los pozos ó abrigos rara tiraclo;es y en algunos casos los atrincheramientos de ca.n1- paña ó improvisados y baterías expeditivas. lnlporta tan1- bién que todos los oficiales y sargentos conozcan perfecta­nlente las condiciones del trazado de esta clase de obras ; ia colocación y distribución de Jos trabajadores y el empico de las defensas acceso'tias más sencillas, como fortificar un pueblo, hacer talas, formar ~rricada , cte. etc." En cam¡ aña no son posibles los preparativos prclimi­tures y detallados; lo que se necesita es poner en trahajo inmediatan1ente el mayor número de tropas) calculando é ingeniándose para que el trabajo que haya de ejecutarse no exija otros útiles que ]a pala y el pico, únicos que el soldado puede haber aprendido á manejar con facilidad; üo fijándose demasiado ni en la perfección de Jos trazados, ni en desenfiladas, sino tan solo en cubrirse lo mejor poc:.i­ble, y en el mínimun de tiempo; algunos autores Jlegan hasta proponer que ti\ casos imprescindibles puede bastar una sin ple cortadura, paes ct\anto contribuya á disminuír el efecto del fuego enemigo, debe tomarse en considera­ción, y aunque el abrigo no esté á ptueba de bala, impide al adversatio ver el blanco, y p-or lo tanto apuntar conve­nientemente. Por otra parte, deben aprovecharse todos los med1os que el terreno presente para cubrirse, lo mismo las zanjas, que los vallados, Jas cercas, Jos troncos d :u bu; ,..,l las piedras y el simple ramaje; todo debe utilizarse para mejorarlo si es posible, y convertirlo en atrincheramiento con las condiciones debidas, si hnbicra tiempo dispon1hle. En el trazado de las líneas con viene dejar la suficiente la~ t' tud ¡ara que sin dañar al conjnnto pued~n entrar ¡>t Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR ella todos los obstáculos que se encuentren y sean aprove­chables, siendo muy necesario se inculque esta idea al ofi­cial y al soldado de infantería, los cuales ven siempre en Ja.s obras de fortificación un trabajo especial y demasiado científico, fuera de su instituto y por consiguiente, que co­rresponde efectuarlo á los ingenieros. No s011 Jos atrincheramientos propiamente dichos los únicos trabajos que han de ejecutarse en todos Jos campos de batalla, pues según el tiempo y los medios de que se disponga, tan1bién convendrá hacer otros vari0s, tales como limpiar y descubrir el campo de tiro, derribanJo Jos obstá­culos q\Jle priven la vista con objeto de sacar el mejor par­tido de las armas de fuego; teniendo presente que un cam­po de tiro. libre es una de las n1ejores condiciones que puede reunir una posición: y es importantísimo harccr practicable el campo· de batalla, suprimiendo cuanto p 1eda estorba!' la. acción propia, de tnodo que permita los movimientos d~ las tropas; destruír las comunicaciones que sea fácil utilice el enemigo, y finalmente , crear y en grande escala, cuando convenga, ohstáculos al enemigo, como inundacjones, talas y otros. La mayoría de estos trabajos no exigen mucho tien1po, ni útiles especia-1cs 3 por lo que pueden ejecutarse fácilmente, lo n1ismo que la construcción de atrinchera-­mientos, una vez elegido el perfil más- apropiado para el objeto propuesto. En otro artículo nos ocuparem03 de la elección de estos. perfiles que, como ya hemos dicho, varían en cada nación ; mas antes de manifestar nuestro criterio, debemos adver­tir que hemos elegido, no inventado, y que si lo emitimos, es tan solo para extendernos en alguna consideración acerca de las condiciones que deben reunir los atrincheran1ientos y proporcionar á nuestros compañeros ciertos datos que puedan series útiles; que no es nuestro objeto al escribir estos renglones señalar reglas, ni presentar novedades. La cuestión está muy debatida, ya técnica ya tácticamente ; así, nos proponemos llamar la atención sobre su parte prác­tica, deseando que con el concurso de todos se llegase á Qbtener un resultado favorable. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILII.AR ·1 .7i MINISTERIO DE GUERRA D~:CRETO NUMERO (SEPTIEMBRE 19) por el cual se fija el uúmero de practicantes alel .blospital Militar Central. El l7icepresidente de la República encargado del Poder Ejecutivo, Visto el oficio del Médico Jefe del Hospital Militar Central, de fecha I 6 d~l rnes en curso, en el cual conceptúa que para el servicio del citado Establecimiento ba tan los cuatro practic3.ntcs que fija el Presupuesto de Gastos de la vigencia en curso, y aun indica los individuos que deben ser nombrados para desempeñar tales puestos, DECRETA: Art. 1.0 En lo sucesivo el Hospital Militar Central tendrá sólo cuatro practicantes, de conformidad con el Presupuesto vi­gente. Art. 2. 0 N ómbrase para desempeñar tales puestos á los seño­res José Joaquín Serrtino, Enrique Escobar R., Migttel Jiménez López y Manuel José Peña. Parágrafo. Quedan insubsistentes, desde esta fecha, los demás nombramientos de ·practicantes. Comuníquese y publiquese. Dado en Bogotá, á 19 de Septiembre de I 898. JOSÉ MANUEL MARROQUÍN. El l'v1inistro de Guerra, ÜLEGARIO RIVERA~ RESOLUCION NUMERO r que señala requisitos para la provisión de nombramientos de Practican­tes en el Hospital Militar Central. Ministerio de Guerra.-Sección r.-Bogotá, 19 de Septiembre de I 898 H~biendo informado á este Despacho el Médico Jefe del Hos­pital militar central, que ocurre con frecuencia la irregularidad de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITA~ g u e Jos puestos d"' Practicantes en ese Hospital son desenweiiados. por individuos que no poseen las aptit4des necesarias para esa clase. ~e servicios, SE RESU.ELV E :. En lo sucesivo no podrán ser nombrados practicantes del Hos­pital Militar Central, sino los individuos que comp.rucben ante este Despacho estar cursandoi el cua~to año de estudios en la Escuela. de Medicina.. ' Publíquese. El Ministro, 0LEGARIO RIVERA. RESOLUClC).N NU1\1ERO 4. DE r8g8 .lV!inistcrio de G:u.?rra.-Sección 2.'-Bogotá, Septiembre I 6 de 1898 C o n fecha 20 de Junio de I 896 dictó este Ministerio la Re-. f'olución número 6 "S.obrc explosivos," que á la letra dice: "El Ministro de Guerra, teniendo en cuenta que han cesa­do los motivos que indugeron á e te D.espacho á h:tcerse cargo de resoh· ·r bs peticiones de ~rm, iso para introducción de pólvora,_ dinamita, cte., "RESUELVE: "Poner en conorirniento de los i\dm.inistradores de Aduana y del señor Ministro de Haciend:t, que en adelante será tal asunt:),. como lo fue antes, de la incumbencia de este último. "Comuníquese y publíquese. "El Ministro, "PEDRO ANTONIO MoLI.NA.'" Posteriormente, con fecha I I de Marz0 del corriente año, y baj ~ el número 313, dirigió este Ministerio una circular á los A_d­ministradores de las Aduanas de la República, en la cual se les pre­venía la necesidad de vigilar la in,troducción de arlTl,fls, etc., de ¡;.rojljbjda importación, y se les ordenaba detener 10$ cargamentos de explo:úvos hasta recibir orden de . este Despacho. La anterior circular anuló los efectos de la Resolución núme­ro 6, y los Administradores .de Aduana, de acuerdo con las instruc­ciones recibidas, y aun los mismos particulares, se tiirigen frecuen­temente á este Ministerio en solicitud, los un.os, de permjso par~. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MlLiTAlt 175 entregar lo3 explosivos, y los otros, de órdenes telegráficas para re­ci birloJ. El 1\tlinisterio juzga ya innecesario el cumplimiento de la circular citada, y por tanto, RESUELVE: ÜLEGARIO RIVF.RA~ LECTURAS DE 1-IISTORIA P.ATldA I'LJ 1' .) '; PRl1· crPALF.S DE LA VIDA PC BLICA DE BvLÍ\'A.R. XXI (coNTI~U AClÓN) Ya hemo5 afirmado el hecho de que la creaci<)n de la grafl República de Colombia se debió ft. iniciativa y á esfuerzos de Bo­lívar. Cuando éste llegó á Bogotá, el 4 ~Marzo de r82o, con el inmediato fin de po11er en vigencia la ley que, expedida por el Con­greso de Angostura, ordenaba la unión de los pueblos que forma­b: In la antigua capitanía general de Venezuela con los del Nuevo. Reino d.! Granada, habló á los hijos de la naciente Nación en los. siguientes expresivos términos: "Colombianos ! "La República de Colombia, proclamada por el Congreso ge­n_ ral y sancionad,t por los pueblos libres de Cundinamarca y Ve­nezuela, es el sello de vuestra Independencia, de vuestra prospe­peridad, de vuestra gloria nacional! "Las potencias extranj,eras, al presentaros constituí-dos sobre ba­ses sólidas y permanentes de extensión, población y riqu€za, os re­conocerán independientes y os respetarán por vuestra consagración á la Patria. Esp::tña misma, al veros montados sobre las inmensas ruinas que ella ha aglomerado en el ámbito de Colombia, conoce­rá que sois hombres capaces de gozar de vuestros derechos y de h eminente dignid:1d ~í que son destinados todos les morta1e por la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLF.Tft-: MILI·r.'\.. intenci<>n de la naturaleza. Sí, b Espaií:1, agotada en rectn·;;os y en ?aciencia, abandonará nuestra Patria al curso de su destino, reco­brará la paz de que ha mene>ter para no sucumbir, y nosotros re· cobraremos el honor de no ser españoles. "Colombianos! Los crepúsculos del día de la paz iluminan ya ]a esfera de Colombia. Yo contemplo con gozo inefable este glo­rioso período en que van á separarse las sombras de la opresión para gozar los resplandores de la libertad. Tan majestuoso espec­táculo me admira y encanta. Con anticipación me lisongeo de vuestra colocación política en la faz del U ni verso, de la igualdad de la naturaleza, de los honores de la virtud, de los premios del mé­rito, de la fort,ma del saber y de la gloria de ser hombres. Vuestra suerte va á cambiar: á las cadenas, á las tinieblas, á la ig-norancia, á las miserias van á suceder los sublimes eones de la Providencia divina: la libertad, la luz, el honor y h. dicha. "Colombianos! Yo os prometo, en nombre del Congreso, que sereis regenerados; nuestras instituciones alcanzarán la per­fección social; nuestros tributos abolidos, rotas vuestras trabas, grandes virtudes serán nuestro patrimonio, y sólo el talento, el va­lor y la virtud serán coronados. "Cundinamarqueses! Quise ratificarme de si queriais aún ser colombianos; me respondisteis que si, y os Hamo colombianos. "Venezolanos! Siempre habéis mostrado el vivo interés de pertenecer á la gran República de Colombia, y ya vuestros votos se han cumplido. La intención de mi vida ha ido una: la forma­ción de la República libre é independiente de Colombia, entre dos puebloc; hermanos. Lo he alcanzado. Viva el Dios de Colombia. "Cuartel General en la ciudad de Bogotá, á 8 de Ivlarzo de 1820, I o. 0 de la guerra. "SrMÓN BoLÍVAR." Fígense los lectores en la entonación de esta ühermosa procla­ma, llena de vigor, de vida, perfectamente explícita en el más alto grado de libertades y de derechos políticos; ella revela hasta qué punto había penetrado la mente del Libertador, las nece~idades so­ciales de los pueblos que nacían á la vida libre é independiente. Es de suponerse el ingenuo entusiasmo que semejantes ideas causarían en todos los habitantes de V enezucla y de Ñ ueva Gra­nada. Las proclamas de Bolívar, los numerosos documentos oficiales emanados de su pluma tienen que considerarse como el medio más seguro que nos permite contemplar hoy de cerca la .figura del gra11de hombre. En medio de aquella febril actividad, agobiado por Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOT.ETÍN MJLITi\R /' Jas fatigas de largos y penosos viajes, en presencia, frecuentemente del peligro, rodeado de inquietos y turbulentos caracteres, á quienes movía el instinto guerrero de la época, Bolívar no era ní podía ser un político calculador, que desviase la opinión pública, ni su len­guaje ocultaba planes pérfidos: él hablaba con la elocuencia que le comunicaba el calor de sus profundos y vehementes sentimientos. Su ambición, sin duda, era la de la gloria; la de levantar á tuerza de talento y de penetración una nación abatida, ignorante y humil­de al rango de los Estados de E u ropa. Pocos días después de la proclama expedida en Bogotá, y que acabamos de leer, en con rándose el 19 de Abril de I 8 :w, en ban Cristóbal, decía á sus soldados: "Diez aííos de libertad se solemnizan este día. Diez años con­sagrados á los combates, á los sacrificios heroicos, á una muerte glorio5a ...... Pero diez años que han librado del oprobio, del infor-tunio, de las cadenas, á la mitad del mundo. "Soldados! El género humano gemía por la ruina de su más bella porción: era esclava y ya es libre. El mundo desconocía al pueblo americano: vosotros lo habéis sacado del silencio, del olvido' de la muerte, de la nada. Cuando antes era el ludibrio de los tira­nos, lo habéi- hecho admirar por vuestras hazañas y lo habéis con­sagrado á la inmortalidad por vuestra gloria." Si ha de sorprendernos el valor temerario con que los Próce­res buscaban las ocasiones de peligro para exponer su vida por la Patria, no menos admiración ha de causarnos la incontrastable fir­meza moral con que el Libertador perseguía el engrandecimiento de los caracteres: él discurría siempre á impulsos de su rica y des­lumbradora imaginación: hablaba el lenguaje de la verdad pero ma­tizado con las galas de su fantasía: quería conmover, impresionar y persuadir, y todo Jo conseguía porque la naturaleza le había dado los arrebatos y Jos esplendores del genio. Pero no vaya á creerse que en el fondo de su discurso se apartase de la verdad: todo lo contrario, sujetaba á ella sus actos y su más apetecido triunfo era el de llevar la persu::tción á sus oyen­tes ó á los que leían sus mensajes. Sus ideas políticas fueron siem­pre las de un hombre de inteligencia superior: él no andaba por el camino trillado del vulgo, porque su raciocinio lo llevaba por ve­redas propias. En Europa había observado la organización de los gobiernos monárquicos, y en América su fácil comprensión .le mos­traba como en un libro las aberraciones y caprichos de nuestro mu­dable carácter, las irritaciones turbulentas de las democracias que, apenas en su infancia y ya orgullosas y absorventes querían apelar en todo extremo al rigOi; por esto meditaba la forma de gobierno que más conviniera á las nacientes nacionalidades. Revela muy bien la sinceridad de sus convicciones la carta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Ro:.rn L MJLITAR qu·~ dirigió e:1 I 82) á su amigo D. G~ti!lermo \Vhite, carta CJLl:! en s~gLtid.¡ co¡)ia.n:)5 para que el lector sepa estimar en lo que \·ale. ''San Cristóbal, 26 de Mayo de I 820. "Mi querido amigo: "Aprovecho la oportunidad para dirigir á usted mi discurso al Congreso, reimpreso en Bogotá, y que lo mire con más indul­gencia que antes. Me parece que usteJ m.:: criticó b creación de un S::nado hereditario y la educación de los Senadores futuros. Lo pri­mero está de acuerdo con la práctica de todas las repúblicas demo­cráticas; y lo segundo, con la razón. La educación forma al hom­bre mor:tl, y para formar un legislador se necc r ita ciertam~nte de educarlo en una escuela de moral, de justicia y de leyes. Ustc:d me citJ la Inglaterra corno un_ejemplo contrario á mi establecimiento; p~ro, en Inglaterra, ¿no dcp Je hacerse mucho bueno? En cuanto á mi S~nado, diré que !10 es una aristocracia ni una nobleza COIH­tituÍdas, la pritnera, sobre el derecho de mandar la República, y la segunda, sobre pri vil~gios ofrecido3. El oficio de mi Cenado es tem­perar la democr~1cia ab~oluta; es mezclar la forma de un gobierno :tbsoluto con una institución moderada, porque ya es un principio recibido en la política: que tan tirano t'S el gobierno dmzocnítico abs?!uto c:;m? un déspota; a í, sólo un gobierno teJrlper,ulo puede ser libre. ¿Cóm:) quiere u ted que yo tempere una democracia sino con una institu ic)n aristocrática? Ya que no debemos me¿clar la. forma monárquica con la popular que hemos adoptado, debemo ,. por lo menos, hacer qLLe haya en la República un cuerpo inaltcra­b> Je, que le asegure su e3tabilidaJ; pues sin estabilidad, todo pri11.ci­pio político se c?rrompe y termina siempre por d:struírse. "Tenga usted la bondad de leer con atención mi discurso, sin atender á sus partes sino al todo de él. Su conjunto prueba QUE YO TENGO MU f POCA CO 'FIANZA EN LA MORAL DE !:\U ESTROS CON­CIUDADA Tos, y sin moral republicana, no puedt: haber gobie-rno libre. Para afirmar esta moral, he inventado un cuarto poder, que crie los hombres en la virtud y los mantenga en ella. Tambicn este poder le parecer-á á usted defectuoso; mas, amigo, si usted quiere república en Cobmbia, e:: preciso qu,e quiera también que haya virtud políti~. Los establecimientos de los antiguos nos prue­bln que los hombres pueben ser regid'os por lo.s preceptos más se­veros. Todo el cuerpo de la historia manifiesta que los hombres se someten á cuanto. un hábil legislador pretende de ellos y á cuanto una fuerte magistratura les aplica. Dracón dio leyes de sangre á Atenas, y Atenas las s.ufrió y aun las observó hasta que-Salón quiso reformarlas. Licurgo estatuyó en Esparta lo que Platón no se había atrevido á soñm· eJl su- república, si no hubiese tenido por Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BO.LiTlN MILITAR m.)Jd.J alle¿islaJor de E5parta. ¿A qué rn se hn s0 n~tid.:> los lu .nbres? ¿A qu5 11() se S::>:T\:!~er.í aú ;} ? s¡ luy alg .. m 1. vi:.>len:ia juna, C3 aq•.1 ::lh q · t~ S:! c •n .1!e.1 e .1 h lC~r á b 3 hom)re3 bu~nos y ¡nr con ·iguientc fdic::.>; y rD h1y lib.::!,·tad legíLinu stn::> cuando ésta ~e dirige á h o nrar b humar.idad y á perfeccionarle su suerte. 'I'vdo lo d~rnis es d~ p.ur·a ilu ·ión, y quizás d::! ur¡a 'ilusión per­niciosa. "Perdone usted amigo, esta larga digresión sobre mi discurso, pues usted bien la merecía hace much tiempo, y yo se la había ah:.>rrado m.:ís p:.>r d~sidia que por volunt-ad." ( C?ntinuará ). --·---- EJERCITO N ACIOlrAL ORDEN GENERAL CON MOTIVO l)E LA MUERTE DEL GENI!RAI. JOSÉ MARTA co. ¿ ,{LEL; u. ~rpública de Colombia.- Comrmd.'71Uia dt· ltt C aííomra N aciolltd Boyrzc,í.­BIInzaoentttra, .Agosto 20 dtl 1898.-Nímuro ~7· s ~1o r Ministro de G :~ erra. - B Jgo t.í. Para conocimiento de Su Ser1oría, tengo á honra insertar en la pre­s. cnte nota, la parte conducente de la orden general dictada por esta Co­mandancia con motivo de la muerte del distinguido servidor de la R.e­: rüblica, señor General José María Gonzálcz U: '~.Orden general para hoy I 9 de Ago:>to de 1898. '' Servicio. " "Artículo. Tiene conocimiento oficial el infrascrito de que en tsta fecha ha fallecido en Buga el señor General D. José María Gonzá­lez U., quien consagró los mejores años de su vida al servicio de la Patria. "Esta Comandancia, haciéndose fiel intérprete de los sentimientos de sus subalternos, lam.enta la au.se-ncia eterna de tan distinguido Jefe, y recomienda su va.lor, ab.negación, lealtad y patriotismo, dignos de imi­tarse, á la gratÜQ;d ~e los defensores. y amigos de la buena causa. "En testimonio de duelo se izará, á media asta, el pabellón nacio­nal, por tres díac;, en la Cai'íonera 'B.oyacá' y en la oficina del Resguar­do y los empleados que dependen de esta Co!pandancia llevarán luto por igual tiempo. " Copias de esta orden se pasa~án. al Ministerio de Guerra y á la G:.obernaci6n del Departamento. "Firmado.-RamJn U/loa." Dios guarde á Su S~fioría, Ramón U!!o.t. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Ql:lLETIN MHITAR INSTRUCCION CIVIL República de Col•mbia.-Ejército Nacional.-Commtdancia General áe /,¡ 1.• DivisiÓ11.-Número 7,597.-BogotÍI, 16 de Junio de 1898. Señor Ministro de Guerra.- Presente. En cumplimiento á la disposición de ese Ministerio, publicada en el artículo z,o8z de la orden general del Ejército del día 12 de Mayo de 1897, tengo el honor de informar á Su Señoría acerca de la cnse­fianza que está á -cargo de los Instru-ttores civiles en los Cuerpos de está División, duranre el mes de Mayo del año en curso: Batallón Artillería número 1 •0 -"En el presente mes ha hecho el sei1or lwt:uctor civil la clase á este Batallón con regularidades." Batallón .s,;rblt!a número 2. 0 -'' Tengo el honor de participaras gue durante el mes de Mayo último, la instrucción civil del Eatallón, tnvo bastante adelanto á pesar de que el señor Institutor no dio clases sino cada tercer día por alternar con el 1.0 de Artillería." Batallón .AyacuchJ número 3-~-Acompaiía el informe del Ayu­dante del Instructor civil, dirigido á cs:1 Comandancia, que dice : "En el presente mes las lecciones que se han dictado al Batallón no han te­nido igual regularid, debido á que ha estado en servicio la mayor parte de él, y los pocos que han quedado por esta causa, solo han repasado las lecciones anter1ores. Pero sí debo hacer notar á usted que su aplicación al estudio ha sido con el mismo inte~és que antes. "En días pasados recibí una nota de Su Señoría el señor Ministro de la Guerra en que m::: comunica que debo recibir del señor Director del Instituto Pedagógico, dos tableros cedidos por el señor Ministro de Ins­trucción Pública, para el servicio del Batallón, !os que no se han traído todavía por no h::tberse encontrado al empleado que debía entre­garlos, por no ser esa la hora O!JOrtuna; pero inmediatamente se harán conducir según la orden ya dicha. "Esto es cuanto puedo informar á usted, después de participarle que según la orden suya de dar conferencias religiosas todos Jos sábados, he dado ya principio á ellas, y las continuaré, interpretando en cuanto esté de mi parte, los buenos deseos que usted tiene por la moralidad de este cuerpo de quien usterl es su digno Jefe. "Rafael GÓnt(Z Mesa." Batallón Nttriíi? número 4..0 -Envía el informe del Instructor ci­vil de ese Batallón, dirig1do á ia Comandancia, que dice : "En este me<> rendiré á usted mi informe con el respeto y acatamiento debidos, así : "Han asistido con regularidad á la instrucción civil de doscientos á doscientos treinta individuos; con todos formé en el mes que termina una sola seccción, y el tiempo fue dedicado con especialidad á la Lectu­ra, la Escritura y la Aritmética: el resultado adquirido con la primera es satisfactorio, pues pocos son los individuos que no saben leer deletreando; en la segunda algo se ha obtenido no obstante la carencia de útiles y el tener que escribir al aire. En Aritmética, con pocas excepciones, todos suman y restan, at:nque no con prcscisión completa. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B'OLETfN MILITAR r8t. 'La clase de Geografía se redujo ~{ narraciones y descripcio­lles, como para dar ptincipio al estudio fuera de algunas defini­cion. es; y la d~ Urb-anidad á oL">6en·aciones generales. ".Frttncisco Afrlcclta T." Batallón r'enerift número 5.o---El Instructor civil de este cuerpo, por condu:cta del segundo Jefe dice : "Tengo el honor de informar (J. esa Comandancia por conducto de usteu, que durante el mes se dio la instrucción civil al Batallón y se dietaron conferencias sobre las materias.. S-iguientes: Religión, Historia Patria, Morai, Urbanidad y se hicieron· clases de Escritura y Lectur.a. La condu.cta del Batallón d urantc el ex­presado mes, fue ejemplar. Dios guarde á Su Señoría-.. El Comandante general, M. D. MoNTÚf'AR.. INVENTARlO de los bienes que dejó á su muerte el soldado Custo­di J Ct~:>tro, del Batallón B?!lthfJIIrÍ. Rtpúblim de Colombia.-Ejército Naci?mzl._c_4·a DivisiÓII.-Bata//(m Bombon,í 11Úmero 1 3.-Comanda11cia. En San José de Cücuta, á diez de Mayo de mil ochocientos no­venta y ocho, siendo las 7 de la mafiana, el que suscribe primer Jefe de Batallón B?111bollrÍ, asociado de los testigos señores José Antonio Aven-­dai'io, Venancio Díaz G. y Nepomuceno Gutiérrez, individuos no mili-­tares, procedió á hacer r guroso inventario y avalúo de los bienes perte­necientes á la sucesión del soldado Custodio Castro, que falleció de fie­bre amarilla en esta ciudad, natural de Dusbanzá del Departamento de~ Boyacá, de treinta y siete años de edad, hijo de Manuel Castro y Ma­nuela Serrano. En consecuencia, hecha la averiguación del caso, resulta­ron como bienes de! finado para inventariar los siguientes : En. dinero un. peso CWlrenta y cinco centavos, suma q uc se remite en calidad de depó­sito al señor Administrador de Hacienda Nacional de este Municipio .. No habiendo más bienes qué inventariar se da por terminada esta dili­gencia que se firma. El primer J c.fe, MARIO G uu1Á~.- Te tigo, J oJé A1:to!ti? A'i.'fltdflÍÍc. Te ti.go, Nepoll!ttcetlo Gíltiérrcz.-Tcstigo, Ve11rmcio Díaz C. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR iNVENTARIO de los bienes dejadcs á su muerte por el soldado Bcli­sario Melo, del Batallón Caro, número 17. En Buga á los diez y m~eve días del mes de: Mayo de mil ocho~ -cientos noventa y ocho, se t:ras1adó al . Hospital Militar de la plaza el :hfrascrito Teniente Corond primer Jefedel Batallón Caro número 17~ asociado de los señores M'ilciades Valenda, Carlos María Esparza y Li­borio Candela individuos no milHarcs, i:on el ~bjcto d·e practicar el in-" ventario y avalúo de los bienes que dejara el soldarlo Belisario Mclo, natural de Tasco (Dep:utamento de Boyad) perteneciente ú la 2. ro Compafiía del mencionado Batallón, y que falleció ayer de tuberculosis. En dinero encontrado ·en su poder ...........•..... $ 10 Raciones de diez y nueve días del mts de Mar?.o • • 13 30 Ajustes y jabón de id ......•••..•.........•. ~.... . • . • 2 50 Raciones de Abril (sueldo).... . . • . • . . • . . . . . . . . . . . . . 24 Jabón de id. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . • . . . . . • • zo Sueldo en diez r o~ho días del rñC5 dt Mayo..... • . .. . • • t 3 90 Sttma ... , .. ¡,,, .. $ 63 90 Se dd u ce por valor de un ataúd, seg&h recibo.. • . . . . . • . Jo •. Quedan ....... $ 53 90 El primer Jefe, A. ARZAYUS E.-El Teniente encargado, l"iceJJtt CrTJtro 1~1.-El primer testigo, Milciadcs f/alcncia.-El segundo tcstígo; C r1rlrn ft1aría Esparza.--'-EI tercer testigo, Liborio C m:a'da. 'lARIEDADES EJERCITO DEL PARAGUAY Son tjportunos los siguiéntes datos, ahora, cuando se habla de una alianza probable entre Chile y ese heroico pueblo. Se compone en su tofalidad de r,soo hombrPs 1 distribuido~ en un regimiento de Artilletía con 300 plazas, otro regimiento de Infantería con 400, y además las guarniciones de Villa Hayes, Bahía Negra y Fuerte Olimpo, con 100 hombres cada una, y los restantes di. tribuídos en pequeños destacamentos cercanos á esas guarniciones. . N o hay ley de ascenso. La carrera de las armas no goza allí de gran prestigio, y por esto los cuadros de Jefes y Oficiales se re­cien ten de falta de aptitudes. El lenguaje común entre Jefes, Oficiales y soldados es el gua­rat: í, al que habla en castellano le llaman pitaguá que significa grmgo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MlLIT AR O~tGANIZACION l\1ILI'fAR DE DOLIVIA Lo misnn q· e el Pe.rú, L.t República boliviana tie11c hoy su Escuela l\1ilitar en Sucre, atendida r~r prof.::s~res contrataUO" en .Francia é hijo:; del país que cursaron sus estudios en la Repúblic<~ fnucc:s:.t y en Bélgica. En dicha Escuela se da un cur.so completo, tec)rico y práctico, del arte de la guerra y el cono;.;i miento de la' tres armas. )«,l G:->bierno actual se h:t prcocup::td•> de (Ltr la mejor di. ci­plirla posible á los 2,0:):) hombre· de línea que forman el .Ejercito permanente, y de mantener en buen pie militar los I ,6oo qtw hacen el servicio de los ocho Departamentos t:n que se encuentra dividido el paÍs. Lo!> 200 hombres que ~a~en el servicio en cada Departamen­to, Sl! llaman columnas de orJ--n y alguna:. de! ellas, como l::t co­lumin 1.1urillo, st; h.tlla organizaó1 com') bJ.t:tlló 1 d~ lí,Iea. La artillería cuenta con 20 caílone· Frrup; de los cuales 12 son d..; campaila y 8 de montaíla> servid;:>3 pJr artillero.> bien disci­plinado é instruí dos en el manejo de la· pÍ~!.¿as. L'l infantería e halla arma
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 70

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 71

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 71

Por: | Fecha: 04/10/1898

Añoll Bogotá, Octubre 4: de 1601. lhimero n BOLETIN MILITAR --••+---- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO Director, ALEJANDRO POSADA Son colaboradores natos de este periódico todos los Jeftj y Oficiales del Ejército de la Repú~lica. DE LA ARTILLERIA DE CAMPAÑA EN COMBINACIÓN CON LAS OTRAS ARMAS El empleo de las tres armas con1binadas en las guerra~ modernas constituye la base de la táctica contemporánea, su existencia en un ejército ó en un cuerpo de ejército es absolutamente necesaria, porque las unas se complementan á las otras. Aunque la infantería es, sin duda alguna, el nervio de un ejército, por sus grandes propiedades tanto ofensivas como defensivas, si tuviera que combatir aisladamente con un enemigo que poseyera las tres arrnas reunidas, es cierto que podría resistir por un tiempo más ó menos largo, pero sería siempre á expensas de sufrir grandes pérdidas, aca­bando, con rarísimas excepciones, por tener que en1prender la retirada, que la caballería y artillería enemigas conclui­rían generalmente por convertirla en desastrosa derrota. Si fuera reunida á la caballería solamente, sus medios ofensivos autnentarían, aunque de una manera m u y limi­tada ; pues no puede por sí sola preparar y sostener eficaz­mente la carga de sus escuadrones ; y mucho menos inter­ponerse entre éstos y los del enemigo. En cuanto á los n1edios defensivos, tampoco aumentarían de una n1anera n1u y sensible con el apoyo único de dicha arma. La artillería procura poderosos medios ofensivos y de- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 186 BOLETfN MILITAR {ensivos ; pero la caballería es también muy necesaria en la. -composición de los ejércitos para hacer la victoria decisiva y perseguir al enemigo batido. Pero . si esta arma no está ayudada por la artillería, debe desde luego renunciar á su potencia ofensiva, ante una infantería intacta y preparada -á resistir su ataque; mientras que si estuviese sostenida por la artillería á caballo, aumentaría el medio eficaz de conseguir la. victoria, ó de ser apoyada en su retirada en caso necesano. Siendo una de las condiciones esenciales para asegurar el éxito de una campaña la combinación de las tres armas, es indispensable hacer un estudio profundo de cada una de ellas. en combinación con las otras dos, si se quiere conducir con acierto las tres armas reunidas en el campo de batalla. Pero· para que la artillería esté en aptitud de obrar en combina­ción con las otras armas, es indispensable : I .0 , que éntre en las proporciones debidas con ellas ; 2.0 , que posea la movilidad necesaria para seguir en todas las circunstancias á Ja infantería y caballería; y J.0 , que su aprovisionamiento de municiones esté basado en reglas prácticas del campo de batalla. Constituyendo, por lo tanto, la artillería una parte indispensable de la fuerza de un ej ército, y dotada de una gran potencia ofensiva y defensiva, tiene indudablemente que desempeñar en los campos de batalla un papel muy importante, ya se le considere como arma auxiliar, ya como principal. En la distribución de las diversas armas en el orden de batalla se agrega á los grandes cuerpos de ejército una división entera de artillería á lo menos, y no baterías aisla­das, como algunas veces se ha solido hacer ; esta artillería debe formar parte integrante de dicho cuerpo, no puede salirse del cuadro de sus movin1ientos, de marcha y de combate, sin una orden superior, y debe seguir en todas sus maniobras á las tropas á que esta anexa, en tanto que no esté empeñada en un cañoneo contra posiciones del ene­migo, ó en algún otro objeto especial, determinado por el Comandante Jefe de la artillería, el cua.l debe estar perfec­tanlente enterado de los designios y proyectos del General Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR en Jefe del cuerpo de ejército á que vaya unida; acom­pañándolas siempre en su ataque, por regla general hasta la distancia eficaz del tiro de fusil. A las divisiones de infantería de ocho batallones, sue­len agregarse 4 baterías montadas, de 6 piezas cada una, y á las de caballería 3 baterías á caballo, de 6 piezas también Ja batería ; y á un cuerpo de ejército se le asignan 4, 6, 8 9 rnás baterías de 6 piezas cada una, según conste de 2, 3 ó más divisiones dicho cuerpo de ejército. En algunas ocasiones, cuando es precisa la dislocación de un cuerpo de ejército en sus dos divisiones, no se puede evitar el dividir también la artillería de este cuerpo de ejército, y destacar baterías y aun secciones, agregadas á brigadas de infantería ó caballería, y aun en columnas volantes más pequeñas ; porque las tropas enemigas ha­cen la guerra de guerrillas, y entonces el efecto de] cañón más bien e~ moral que material, sin que por esto en algunas ocasiones haya dejado de ser algo considerable, habiendo sido m u y á propósito agregar á una brigada de infantería una ó dos baterías. Como ejemplo de esto, re­cordaren1os la guerra en las provincias del Norte de Espa­ña, en que por la diseminación del enemigo se dividieron las fuerzas de artillería en el primer período de la campa­ña; lo mismo tuvieron que hacer los prusianos, pues ha­biendo sido anulado el ejército regular francés en la prin1e­ra mitad de la campaña franco- prusiana, diseminaron su artillería agregándola á ]as columnas volantes y destaca­mentos de reconocimiento, y esparciéndola sobre todos los teatros de la guerra, tanto cuanto les fue posible s:>portar el sacrificio en hombres y caballos. La artillería divisionaria debe combatir dentro de la esfera de acción de su división resp· ... ctiva, y antes de tratar de destacar de ella alguna batería, se debe en general haber empleado toda la artillería del cuerpo, la cual será desti­nada allí donde su efecto pueda y deba producir un resul­tado especial; sólo en casos muy particulares se podrán distraer baterías de la artillería divisionaria en funciones fuera de su di visión respectiva. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 188 BOLETÍN MlLIT.o\k ORDEN DE MARCHA El orden según el cual deben n1archar las tropas en general, y ]a artillería en particuhr, depende de la misión especial dada á estas tropas y de la disposición del terreno en que ha de con1batir. En cuanto á las prescripciones con­cernientes á la artillería, sobre todo cuando va reunida á las otras armas, se puede, sin en1bargo. sentar algunos prin­cipios generales sobre la colocación dt las baterías en el orden de marcha. En una división independiente de infantería, con su división de artillería. se designa, por lo n1enos, una batería á la vanguardia, la que podrá ser relevada por las otras baterías, ó reforzada por ellas, si el caso lo requiere. Tanto la batería ó baterías de vanguardia cuanto las del grueso de las tropas, deben ir lo más cerca posible de la cabeza, para obrar según Jas circunstancias y poder rom­per el fuego descle los prin1eros instantes del combate. Por regla general la artillería de la vanguardia se coloca detrás del primer batallón, y la del grueso, detrás del primer regi­nlÍento, ó, con1o en el caso anterior, detrás del prin1er batallón. En las subdivisiones n1enores que en una di visión en una brigada, por ejen1plo, ó un par de batallones, que por la índole dd servicio que tienen que prestar en circunstan­cias dadas, se les agrega una batería, ésta deberá n1archar detrás del prin1er batallón. Cuando un cuerpo de ejército marcha por un solo ca­mino, se destinarán á su vanguardia do<> y hasta tres bate­rías de la di visión que va en cabeza. La caballería que va en vanguardia podrá ser reforzada por una batería á caba­llo. Si la cabeza de la vanguardia está forn1ada en todo ·Ó en parte por caballería, la batería á caballo n1archará in­mediatamente detrás de aquélla, ó después de la primera mitad de la fuerza, según las circunstancias. Las baterías restantes de Ja división que va en cabeza marchan detrás del prin1er batallón ó primer regimiento. En la división restante del cuerpo de ej~rcito, la di visión de artillería que le pertenece marcha detrás del prin1er re­ginliento ó primer batallón. La artillería del cuerpo del Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR ejército marchará detrás de la segunda brigada, y á veces de la primer~ del grueso de las tropa,;. Siendo la misión especial de la artillería del cuerpo de ejército el concurrir cuanto antes á la gran lucha decisiva de la anillería, en ge­neral empezada ya durante el despliegue del grueso, . no es prudente colocarla á la cola de todo él, más que en casos muy excepcionales; así es que sería muy de desear que se la colocase detrás de la primera brigada, y algunas veces hasta sería prudente colocarla inmediatamente detrás de la ar­tillería divisionaria que ha dado baterías á la vanguardia. Cuando el cuerpo de ej ército tenga que n1archar por varios caminos, la artillería de cuerpo estará afecta á la co­lumna de tropas, según el uso probable que haya que hacer de aqué lla, según el terreno y el estado de los caminos. El prin1er escalón de la columna de municiones (que deben ser tres para la artiUería y dos para la infantería) si­gue en general al cuerpo de ejército á un par de kilómetros, · á lo más ; el segundo escalón, á una pequ~ña jornada de marcha, y bastante más á retaguardia el parque de cuerpo. En vista de la mayor movilidad que hoy día tienen los carruajes en las columnas de municiones, será ventajoso que el prin1er escalón marche por regla general inmediata­mente á la cola de las tropas. e onduir á. -~- GALERIA DE PRÓCERES JOSE :1Y.I:ARIA FIEDRAHIT.A. Un ciudadano granadino, un veterano de la Independencia y­libertad del Nuevo Mundo, ha dejado de existir de un modo trá­gico y lamentable: hablamos del señor José María Piedrahíta. Nacido en Cartago, Provincia del Cauca, se hallaba en esta capital siguiendo la carrera de estudios en el Colegio de San Bartolomé, hasta que en el año de 1819, en que entraron las tropas libertado­ras, se enroló en ms filas en la clase de aspirante para cooperar á la gloriosa emancipación de su patria, por la cual derramó su san­gre. Los campos de Jenoi, Bamboná, J unín, Ayacucho y el Ca­llao fueron testigos de sus esfuerzos, de su entusiasmo y de su pundonor. Llegó al grado de 2.° Comandante, habiendo empezado la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR. carrera á la edad de catorce años. En I 82 7 se retiró del servicio militar, no tanto por hallarse inutilizado á virtud de honrosas heri­das, cuanto porque aspirando sólo á la libertad del suelo natal, y no pisándolo ya enemigo alguno, no creyó necesaria su permanen­cia en el ejército. Como simple ciudadano, como esposo honrado y como padre amoroso, sólo procuraba vivir de su trabajo, ansiando, aunque lejos de su patria, por la prosperidad de ella. Este joven, que escapó á los riesgos de una guerra nacional desoladora pudiendo sobrevivir en medio de ellos, halló la muerte en el seno del caudaloso Guayas, el 9 de Septiembre de I 838, d";a de luto para su virtuosa madre, para u esposa querida, para sus caros hermanos y para sus inocen­tes y tiernos hijos. JUAN SALVADOR DE NARV.Á.EZ ] uan Salvador de N arváez, Coronel efectivo de infantería y Jefe del Estado Mayor del Departamento de Cundinamarca, ha muerto en esta capital el 16 del corriente (Abril de 1827) de una penosísima enfermedad. Nació en Turbaco, cuatro leguas al Sur de Cartagena de Colombia, de una antigua y re petable familia; y apenas resonó en aquella plaza el grito de independencia, que des­de Mayo de I8Io habían empezado á preparar varios distinguidos hijos del país, cuando Narváez abrazó la más santa de las cau­sas, y perteneció á ella hasta el último momento de su vida. Dife­rentes com ;;; ion es militares y políticas se encargaron al patriotismo del Coronel N arváez en la primera y última época de nues­tra emancipación. Vuelto de Jamaica, donde se preservó de la sanguinaria persecución de Morillo, sirvió el Gobierno de la Provincia de Cartagena en 1821, y después el Estado Mayor del Ejército del Magdalena. El Poder Ejecutivo le confió la conduc­ción á Inglaterra del tratado celebrado entre Colombia y S. M. B., y la nación española le señaló una plaza en el Senado de la Repú­blica, que desempeñó por dos años. Narváez había sido dotado de buenos talentos ; tenía una memoria felicísima, modales agradables y cultos, genio festivo, y una aversión extraordinaria á los anti­guos dominadores de la América. Fue esposo y padre, y en ambos deberes se portó con honor y probidad ; como hijo, amó con un respeto filial á 5'U madre; como amigo, cumplió con la amistad; como funcionario, procuró llenar sus obligaciones ; como ciudada­no, fue es timad@ de sus compatriotas. En acelerar la muerte del Coronel Narváez no influyó poco el precipitado viaje que emprendió desde Cartagena por Panamá y Buenaventura hasta Tunja, en alcance del Libertador, para pre- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR :sentarle el acta de aquella plaza de 29 de Septiembre. Ya el Coro­nel Narváez ha pagado su tributo habiendo servido á su patria se­gún el caudal de sus fuerzas: los que aún no hemos andado el mismo camino, respetemos su memoria, porque fue patriota, amig~ de la independencia, honrado Oficial del Ejército, padre tierno, buen esposo, hijo amoroso y desinteresado ciudadano. (Gaceta de Colombia, domingo 29 de Abril de 1827). EJERCITO NACIONAL INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Rafael Chantre, prr­tencciente á la 1 .• Compañía del medio Batallón Arboleda núme­ro 18, y que falleció el día 14 de Mayo de 1898, en El Dagua. Valor de dos raciones ____ .•.••....•.•...• . ·······--·$ 4-0 Ajustamientos en 14 días del presente mes • • • . • . .. . . . • 1 •• U nas piezas de ropa blanca vicj as se destruyeron, por haber muerto de enfermedad contagiosa. Suma ...... . ............. $ 2 40 El Dagua, 14 de Mayo de 1898. El Sargento Mayor 1Primer Jefe, JuLro ALBÁN.-Testigo avalua­dor, Pedro Mera.-Tcstigo avaluador, Rafael Orejttefa A.-Testigo avaluador, Medardo Ramos. INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Roberto Cantor ,Perteneciente á la z.n Compañía del medio Batallón Arboleda n ú­mero 18, y que falleció en este lugar el día 19 de Mayo de 1898· Valor de una ración del día 19 ................ --- .• -- $ 7 o Ajustamientos en 19 días del presente mes . . .... . • • • . . . . • 1 40 Suma ............... $ :z 10 El Dagua, Mayo 20 de 1 898. El Sargento Mayor Primer Jefe, JULIO ALBÁN.-Testigo avalua­dor, Eduardo Botero J.-Testigo avaluador, Alcides Llona.-Testig() avaludor, Manuel E. Paz. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR · lNVENTARIO de los bienes que dejó el Sargento Primero José L Martínez, perteneciente á la 2. e~~ Compañía del medio Batallón .Arboleda número 18, y que falleció el día 9 de Mayo de 1898, en El Dagua. Endinero .••...•........... ·----··· .........•.. $ 27 4-0 Valor de la ración del día 9··.... . . . . . . . . . . . . . . . .. . ... . . 90 Ajustamientos en 9 días del presente...... . . . . . . . . . . . . . 6o Un reloj de plata bastante usado ............ _--- .•. . . . . I 5 Una leontina de cobre ............ ·----·· ... ____ .... . Unchaleco viejo·---··· ..•• ··----···········---··· 6o Una franela usada ...... ---- ... . . ... . . . . •• . . . . . . ....... 6o Tres pares de puños usados. . . . . .. . .• _- _- . . • . . . . . .. . . . 6o Cuatro cuellos, á diez centavos cada uno. . . . . . . ... ... . . . . . 20 Un par de pantalones de baño • ... .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4-0 Dos pañuelos de hilo viejos ....................... -... 30 U na toalla deteriorada, sin valor. Suma .............. $ 4-7 .6o E1 Dagua, Mayo 10 de J 898. El Sargento Mayor Primer Jefe, JuLIO ALBÁN.-Testigo avalua­dor, Fra ·nciJco .A. Quintero C.-Testigo avaluador, ]oJé María Sán­duz.- Testigo avaluador, .Alejandro López. INVENTARIO de los bienes del soldado José J. Fl6rez de la 1.• Com­pañía del medio Batallón .Arboleda número 18, y que falleció el dfa 10 de Mayo de 1898, en El Dagua. Valordedosraciones .. ___ .......................... $ 1 +o Por ajustamientos en Io días del presente mes...... . . . . . 70 N o dejó . prendas ningunas. Suma ............. ··$ 2 to El Dagua, Mayo 1 l de 1898. El MayorJ Primer Jefe, JuLIO ALBÁN.-Testigo avaluador, Eduar­¡, Botero J.-Testigo avaluador, Manuel E. Paz.-Testigo avaluador, .AicideJ Llona. INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Lorenzo Morales, de la z: Compafí.ía del medio Batallón .Arboleda número 18, y que falleció el día 7 de Mayo de I 898 en "Papagayeros." Por ajustamientos en 7 días del presente mes ............ $ 50 Valor de la ración del día 7. . • • . . . . . . . . . . • • • . • . . . . . • 70 N o dejó ningunos otros bienes. Suma .• , ....•.•.•.... $ 1 20 El Dagua, Mayo 8 de 1898. El Capitán encargado de formar el inventario, OLIMPO SANTos S. Testigo avaluador, Ferna11do Salazar.-Testigo avaluador, .Aiejandro­L~ pez.-Testigo avaluador, ]oJé María Sánchez. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Roque Sierra, de la 2.a Compañía del medio Batallón Arboleda número 18, y que fa­lleció el día 7 de Mayo de 1898, en El Dagua. En dinero. . . . . ........................... . ...... $ 200 Valor de una ración del día 7 . . . . . . . . .. . . ... . . . . .. .. .. . 70 Ajustamientos en 7 días del presente mes.............. . . . 50 Las pocas piezas de ropa blanca que tenía, se hicieron quemar por haber muerto de enfermedad contagiosa. El Dagua, Mayo 8 de 1898. Suma .............. $ 201 20 El Mayor Primer Jefe, JuLIO ALBÁN.-Testigo• avaluador, Pedr(} Mera.-Testigo avaluador, Rafael Orejuela A.-Testigo avaluador, Medardo RamoJ. INVENTARIO de los bienes que dejó el soldado Francisco A. Truji­llo, perteneciente á la z.a Compañía del medio Batallón Arboleda número r 8, y que falleció el día 26 de Abril de 1898. En dinero ...................................... ... $ 4 20 Por ajustamientos en 26 días del presente mes... . ... • . . . . 2 6o U na ruana de paño en mal estado.. . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . • 1 6o Un cinturón de charol usado. . . . ... . . . . . . . . . . ... . . . . . . . 2 Un chaleco en mal estado. . . • . . . • . • • • . • • • . . . . . . . . . So U na sábana usada . . . . . . • . . . . . . . . . . • • • . . • . • . . . .. . . . • 50 Dos camisas en completo deterioro, sin valor. Suma ... . •••........ $ 11 70 Papagaycros, 27 de Abril de 1898. El Sargento Mayor Primer Jefe, JuLIO ALBÁN.-Testigo avalua­dor, Manuel S. RamoJ.-Testigo avaluador, Hortencio Pulaza.-Testi­go avaluador, Alejandro López. NoTA.-Estos bienes le fueron entregados á la señora madre del finado, quien lo asistió en su enfermedad y cuyo recibo se adjunta. VARIEDADES ORGANIZACION DEL EJÉRCITO ESPAÑOL El mando supremo de las fuerzas de mar y tierra corresponde eft España á la Reina Regente; pero ningunaorden es ejecutiva si no está fir­mada por el Ministro de la Guerra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 94 BOLETÍN MILITAR En caso de guerra, el nombramiento de General en Jefe se hace por Decreto, refrendado por el Ministro, y lo mismo se hace con todo Decreto relativo á la ejecución de leyes militares. El Subsecretario de Guerra es también Jefe del Estado Mayor Ge­neral del Ejército y tiene á su cargo el personal de oficiales generales, el gabinete del Ministro, la contabilidad central y tres oficinas más. Independientemente de dichas oficinas funcionan también doce secciones encargadas de la organización, movimientos de tropas, manio­bras, estudio de los ejércitos extranjeros, agregados militares, caballería, infantería, oficiales de estado mayor, sanidad, artillería é ingenieros, es­tablecimiento de instrucción militar, remonta de caballos, etc. Un Decreto de 1893 ha diferido á una junta consultiva de guerra el estudio de todas las grandes cuestiones relativas á la organización ge­neral de las fuerzas militares, reglamentos de táctica, defensa del terri­torio, planos de campaña y recompensas. La junta se divide en cuatro secciones, y cada una de éstas está presidida por un Teniente General. El último año que precedió á la insurrección de Cuba, el presu­puesto de gastos de la Península era de 736.ooo,ooo de pesetas, en los que el Ministerio de la Guerra figuraba con 13 3.ooo,ooo, sin incluír las tropas de Cuba y Filipinas, etc., cuyo sostenimiento está á cargo de los presupuestos particulares de cada colonia. Las rentas generales de España en 1896, importaron 766.231,751, y los gastos fueron de 788.200,7 58. El Ministerio rie la Guerra absorbió 140.225,381, y el de la Marina 23.433,491 Aparte de los I 6o,ooo que Espafia ha equipado y enviado á Cuba, r de los 20,000 que envió á Filipinas, ti ene en la Península 1oo,ooo hom­bres de todas armas; y además 14 regimientos de artillería, 4 de inge­nieros, un regimiento de artillería de sitio y 36,ooo carabin eros y guar­dias civiles, que son otros tantos veteranos de tropa de línea. Hé aquí un resumen completo del Ejército espafíol en actividad y movilizable, tomado de una enciclopedia norteamericana correspondien­te al año de 1898: Infantería ..................................... . Caballería...... . .............................. . Artillería.. • . . . • . . . . . . . . • . . . . . .....•.... , . . . . Ingenieros . ...••......•.•.•.. • .. ... ••• . ... , ..... . Ejército activo peninsular ..... . .. . .... . ... .. ... . .. . Tropas de las Indias Orientales, personal adminis trati- YO y sanitario. . . . • • . ...•••......••.•.••... , .. . ... . Ejército de Cuba ......................... . ... . Ejército de Filipinas ___ ....... .. . • . . ........ . _. . . Primera reserva.. . • . . . . . . . .......... . ........ . Segunda reserva ............ , . . .......... . . ....... . Total ..................... .. 6+, 314 t 4,314 1 1,6os 5,102 95,335 28,790 201,312 37,760 16o,ooo I.ooo,ooo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 195 R.ECLUTAMIENTO En España el servicio es obligatorio para todos los españoles capa­ces de llevar las armas durante doce afios, á partir del 1.0 de Febrero del año en que cumplan la edad de veinte, á excepción de los que se en­cuentran en determinadas condiciones de familia ó de profesión, expre­samente especificados. La redención á metálico está admitida mediante la suma de 1, soo á z,ooo pesetas. En tiempo ordinario los jóvenes son llamados en el curso del año que cumplen los diez y nueve de edad. El número de inscritos de diez y nueve años es poco más ó menos de 1So,ooo hombres para una población de 17.soo,ooo habitantes, com· prendiendo en esta cifra la población de las islas Canarias y Baleares, que alcanzan á 6Ci>o,ooo almas poco más ó menos. Del número total de inscritos, se calcula al rededor de 7o,ooo in­útiles para el servicio; por enfermedad, faltos de talla (menor de 1 m. 54) ó exceptuados legalmente. De esa manera la clase anual de diez y nueve años queda reducida _ á 1 Io,ooo hombres, de los cuales Io,ooo son destinados á la marina y á otro servicio. Los Ioo,ooo restantes se dividen por sorteo en dos porciones: la primera constituye el contingente del ejército activo de la Península, donde cada soldado debe pasar tres años bajo banderas; después recibe la licencia ilimitada, y queda en esta situación durante otros tres años. Estos hombres constituyen lo que se llama la primera reserva ó reserva activa. A los seis de ¡ervicios, pasan á la segunda reserva. La segunda porción de la clase anual de diez y nueve años consta de 7o,ooo hombres, poco más ó menos, y queda durante seis años en la situa­ción de reclutas disponibles, y después durante otros seis, en la segunda reserva. En España existen tres e lases de reservas: la primera está destinada á completar en pie de gt.1erra los cuerpos del ejército activo, en caso de movilización; los reclutas disponibles proveen los reemplazos necesarios de estos cuerpos durante el curso de la guerra. Los hombres que figuran en las dos últimas categorías pueden ser llamados todos los años para ejercicios durante cuatro semanas. En síntesis general, el sistema de reclutamiento en vigor puede dar actualmente á España 1.200,000 hombre¡; divididos en doce clases de á Ioo,ooo. A estas fuerzas hay que agregar las que pueden proveer los diferen­tes ejércitos de ultramar, es decir, los de Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Islas Canarias, Baleares, etc. Hay también que tener en cuenta los en­ganchados y reenganchados, y los refuerzos que el ejército activo podría recibir, llegado el caso, de la infantería de marina, destinada en primer lugar, á la guardia y defensa de los puertos militares de la Península y de las colomas, y en segundo, á proveer á las compañías de desemb ar­que de la armada, y cuyo efectivo se eleva al rededor de 1 2,ooo hom­bres en pie de guerra. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR CIRCUNSCRIPCIONES MILITARES España está dividida en 61 cireunscripciones territoriales llamada¡ zonas de reclutamiento. De este número 56 corresponden á otros tantos regimientos de infantería de línea, que contiene el ejército activo, á 20 batallones de cazadores. Las 5 zonas restantes toman el nombre de complementarias y sirven para equilibrar los elementos aportados por las otras. En la cabeza de distrito de cada circunscripción hay establecida una oficina de reclutamiento, encargada, en tiempo de paz, de reunir y enviar á los cuerpos los hombres provistos de la circunscripción y de instruír á los reclutas disponibles; en caso de guerra, de reunir á los re­servistas de la primera categoría y enviar á los cuerpos activos del ejér­cito á aquellos que están destinados á completar los efectivos, y por fin~ á reuniré instruír á los reclutas disponibles de la infantería. En cada zona de reclutamiento hay un regimiento de reserva, del que sólo existe el cuadro en tiempo de paz, y que está destinado á in­corporar en caso de guerra á los reservistas de la segunda categoría y á. formar así un regimiento movilizado de reserva. En caso de movilización el rtgimiento de reserva envía al regi­mientoactivo, al cual corresponde, todos los reservistas que éste necesite para completar su efectivo de guerra, y se moviliza á su vez con el nú­mero de hombres que le quedan. Para la caballería los regimientos se reclutan igualmente en zona~ fijas. Para la artillería existe en cada región de cuerpo de ejército un depósito de resen·a especialmente encargado de alimentar reclutas r reservistas á los cuerpos del arma estacionados de un modo permanente en la región. Para los ingenieros existen también 7 depósitos de reservas espe­ciales. El personal de los cuadros de una zona de reclutamiento s~ compo­ne de 3 oficiales (un Coronel, un Teniente Coronel, dos Comandan­tes, cuatro Capitanes y siete hombres de tropa). La jerarquía militar en España no contiene más que un solo grado de suboficial: el de sargento. Los cabos no son considerados como sub­oficiales. Los suboficiales no pueden ascender á oficiales. La jerarquía de los oficiales contiene siete grados: Subteniente" Subteniente Segundo, Teniente Primero, Capitán, Comandante, Te-· niente Coronel y Coronel. No puede hacerse nombramiento alguno que no sea motivado poxr una vacante, y ni en estado de paz ni en estado de guerra se acuerdan. grados personales, honorarios ni aumentos de antigüedad. La jerarquía de los oficiales generales contiene cuatro grados: Ge­neral de Brigada, General de División, Teniente General ó General de Cuerpo de ejército y Capitán General ó Mariscal. Continuar/á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 197 ECOS MILITARES Un oficial inglés, que ha hecho últimamente un viaje al Japón, escribe en la revista Proudings of the Royal .Artillerie lnstitution, un artículo respecto á la artillería de campaña de e1>te país, del cual transcribimos los siguientes datos: "La artillería comprende 7 regimientos, siendo uno de ellos de la guardia imperial. Todos ellos tienen la misma organización, y cada uno está dividido en tres cuerpos; cada cuerpo posee dos bate­rías de seis piezas. "El material es fabricado en los arsenales de Osaka. Los ca­ñones de bronce del calibre de 7 cm. están unidos de un cierre atornillado, y presentan mucha analogía con los que se encuentran en su uso en Europa. En particular los puntos de mira son pareci­dos á los franceses. "La movilidad del material, sin embargo, deja algo que desear. "El caballo de artillería es del tipo poney; su ración es 5 Kgs. de heno de 9 litros de cebada. No se emplean más que caballos, y se les reforma á los 14 años. "La in~trucción personal para los di versos ejercicios es dirigida del n1Í mo modo que en Europa. El Comandante de cuerpo tiene la misión de asegurar el resultado táctico y de elegir el objetivo; el Comandante de la batería da dirección del tiro. "La artillerÍa es considerada en el J apún como un cuerpo esco­gido, y todos sus elem,.ntos son seleccionados con el mayor cuidado.', El Gobierno chileno ha contratado con una fábrica de ac mas de París, diez mil sables de caballería con la cláusula de que deberán ser entregados el 10 de Agosto. -El Ministro de la Guerra firmó el 26 ele Abril contratos para los siguientes uniformes: 1 so,ooo trajes de paño, 150,000 trajes de loneta, 1 so,ooo pa­res de botas y 3oo,ooo mantas, la mitad de castilla y la oua de goma. Todo lo cual debió ser entregado el 1. 0 de Septiembre pasado. -La división naval debió salir para el Norte á mediados de J uní o, haciendo escala en Coquim bo y siguiendo hasta Arica, to­cando en todos los puertos del tránsito. -El 15 de Junio, al terminar la instrucción militar, los cons­criptos de veinte años se abrirán los concursos de aspirantes á ofi­ciales de artillería y caballería. -Se ha abierto un concurso de telegrafía para lo<; oficiales y clases de caballería, con el objeto de poner en uso el telégrafo de campaña inventado por el Eeñor José Agustín Sanhuesa. Será propuesto este mismo señor para profesor de la materia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR INSTRUOOlON PARA EL EJERCITO EL CAPITAN I El grado de Capitán es un grado modesto, pero seguramente es uno de los que impone una tarea más difícil, y en el cual se puede decir que se encarna el alma del Ejército, ya que es del Ca­pitán de quien depende la solidez del elemento que se denomina unidad de combate, que es elemento que constituye la base de las unidades mayores que entran en la composición dt> los Ejércitos. El oficial que llega al grado de Capitán debe desechar como indigna de su carácter la idea de que puede descansar, y entregarse á meditar las siguientes líneas : Los primeros cuidados del Capitán deben ser inspirar á los sol­dados de su Compañía el celo y el amor por el servicio, y desarrollar en ellos los sentimientos dtl deber, del honor y de abnegación por la Patria. De la acogida que le haga á su llegada al Batallón, depende á menudo el éxito de la obra. Es menester ante todo desengañarlos y hacer desaparecer esa preocupación que muchos traen todavía al llegar al cuartel, de creer que en sus superiores no encontrarán sino seres díscolos que no conocen más que la consigna y que son incapaces de la menor benevolencia. ¿ Qué debe decir entonces á estos jóvenes que están bajo sus órdenes y van á pasar con él uno, dos y tres años ? Les dirá que deben observar buena conducta, que deben con­siderar el cuartel, no como un lugar de detención, como una casa de corrección, sino como un lugar de reunión donde van á cono­cerse, á hacerse ~olidarios los unos de los otros, á servirse de sus brazos para defender su país. Les dirá que el cuartel y el servicio es la deuda que es nece­sario pagar á la Patria, es la obediencia á las leyes, es el deber, y que es necesario que un buen ciudadano, un buen soldado, cumpla con su deber sin murmurar, á fin de que vuelvan á sus hogares con la satisfacción del deber cumplido, sin que la más ligera sombra deje· un punto negro en el recuerdo de los años pasados bajo el uniforme militar. Les dirá que hay en la profesión ligeras desazones en las cua­les es necesario no fijar la atención, que todas las clases los quieren bien, y que, si algunas veces éstas no los atienden, es debido á ellos mismos, que las obligan á esta desatención; á ellos, que toman Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MlLlTAR 199 poco empeño, que pierden demasiado pronto la instrucción que se les ha dado, y á lo cual es necesario atribuír esos arranques de có­lera, esas palabras impropias que hacen creer que la clase es un can­cerbero, un hombre mal educado, cuando no es más que un servi­dor modesto pero celoso de la Patria. Muchos reclutas llegan al Batallón con la idea de que el _ Capitán no podía ser sino una fiera. Su pey_ueño discurso hará desaparecer las prevenciones que te­nían contra él; en vez de un ogro, no verán más que un hombre, un jefe benévolo, en el cual el sentimiento del deber está fuerte­mente arraigado y que parece que personifica su propia familia. De este modo los habrá conquistado, y de este conquista de los primeros días dependerá la confianza que un jefe debe en todo tiempo saber inspirar á sus soldados, confianza que le permitirá ob­tener todo lo que desee de estos jóvenes, cuyo corazón es accesible a los mejores, á los más n@b]es sentimientos. Adquirido este primer resultado, el Capitán debe estudiar, para no perder estos frutos. Su lenguaje siempre debe ser correcto, reservado; su actitud delante de los soldados debe estar exenta de todo reproche. Debe saber, egún el caso, dar una recompensa á uno, hacer un reproche á otro. Es necesario que jamás, en sus labios ó en sus gestos, el sol­dado pueda recoger ó sorprender una palabra, un gesto de reproche sobre la manera de ser de sus su~eriores. Si el Capitán, que está mas inmediatamente en contacto con el soldado, se muestra respetuoso de la autoridad, sus subordinados Jo serán también, porque tienen fijos los ojos en él y obran se­gún él. Cuanto dice, cuanto hace es comentado é imitado. Si lo que dice y lo que hace es siempre dictado por el senti­miento de la más exacta disciplina, todo lo que está más abajo que él, será disciplinado y por consiguiente manejable, dócil y entera­mente á su disposición. Si, por otra parte, ha sabido precaverse contra otra tirantez que impide que se acerquen á él sin temor, sin esa incomodidad que paraliza la palabra y hace grotesca la actitud, será un jefe que­rido de sus soldados, capaz de inspirarles esos entusiasmos que for­man los héroes. Si se comienza bajo estos auspicios y se prosigue en el mismo orden de ideas, la educación de los reclutas se hará fácilmente. Serán todo ojos, todo oídos á las explicaciones que les den sus clases, porque saben que éstas no obran sino por el Capitán, del cual son los agentes. Pondrán en el cumplimiento de sus deberes de soldados toda la buena voluntad de que son capaces. Progresiva­mente, sin esfuerzo, se verá á estos jóvenes llegados al cuartel Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 200 BOLETÍN MILITAR como campesinos, obreros y burgueses, hacerse soldados buenos ser­vidores y tomar los aires dignos de un granadero de otros tiempos. El Capitán les ha dicho que deben estar orgullosos de su uni­forme. Miradles durante un día de revista. Se yerguen, y bajo el ke­. pis sus juveniles cabezas tienen esos reflejos que hacen pensar en los valientes veteranos de Austerlitz y Marengo. A mc:nudo, cuando vive má~ particularmente en medio de sus soldados, en las maniobras y sobre todo en campaña, es necesario dar ejemplo, no mostrando que está en la abundancia, cuando aque­llos que están bajo sus órdenes se encuentren en la miseria. Si el soldado le ve comer el mismo pan que él, soportar las mismas pri­vaciones, aceptará sin murmurar los sacrificios que se le exijan y
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 71

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 72

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 72

Por: | Fecha: 14/10/1898

J2. Año Il Bogotá., Octubre 14 de 1898. Número~ BOLETIN MILITAR ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO Director, ALEJANDRO POSADA Son colaboradores natos de este periódico todos los Jefe; y Oficiales del Ejército de la República. DE LA ARTILLERIA DE CAMPAÑA EN COMBINACIÓN CON LAS OTRAS ARMAS (Continuación). En los combates ofensivos eu que la artillería obra como una arma auxiliar de la infantería y caballería, debe regular siempre sus n1ovimientos por los de estas armas. Para establecer de qué manera estas armas han de ser ayu­dadas por aquélla, es de todo punto indisrensabJe saber de antemano y con alguna extens1ón la n1anera de batirse en los ejércitos modernos la infantería y caballería. Cualquiera que sea el concepto por el cual la artiller1a obre en combinación con las otras arn1as, bien como arma auxiliar ó como principal, en Ja ofensiva ó en la defensiva, la misión que está llamada á cumplir es: 1. 0 , apoyar Jos reconocimientos y empezar el combate; 2. 0 , proteger y cubrir los despliegues de las tropas y sostener los combates lentos y pausados, entreteniendo al enemigo para dar tiem­po con esto á que llegue el resto de las tropas al campo de batalla ; 3. o, librar á las propias tropas del fuego de la ar­tillería enemiga; 4· 0 , preparar, por un fuego superior, el n1omento decisivo en el ataque, y desviarlo en la defen­sa; 5 .0 , toma1· parte en la persecución, y cuando los obstácu­los del terreno la hagan in1posible á las otras armas, con el fuego de sus cañones solamente; 6. 0 , proteger las retiradas. Cuando la cabeza de la vanguardia descubre el enemi­go, debe tratar desde luego de reconocer su fuerza, situa- ANCO DE lA REPU LtCA &1 I.IOT Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 202 BOLETfN MILITAR ción y pos1c10nes que ocupa, estudiando si es posible atea­carla, y cómo y de qué manera debe hacerse. Algunas vce­ces, por circunstancias especiales, el enemigo demuesttra bastante bien sus fuerzas, y puede conseguirse el maycor número de noticias sobre él, sin necesidad de sostener lUn combate ; pero en la generalidad de los casos,. es preci~o efectuar un reconocimiento sosteniendo pequeños combattes. ofensivos, tratando de desalojado de las localidades que ~ se comprenda puedan ser útiles en el curso subsiguiente de la bataJla, si ésta ha de tener lugar ; en algunos casos se delbe simular un ataque á fondo á la posición principal del en~e­migo, obligándole con esto á desarrollar sus fuerzas y dle­nlostrarlas de una ma11era suficiente para hacerse cargo cde su número y situación. Adquiridas por este medio todas las noticias necesna­rias por el Comandante de la División, decidirá en seguicda si debe rehusar el combate ó si debe continuarlo hasta la completa derrota del enemigo. Si se decide por lo primerro~ debe empezar por reunir las fuerzas que tenga más próxxi­mas al adversario, sosteniéndolas por otras tropas, con o b­jeto de volver á la ofensiva, ó de resguardarlas en una p o-sición de antemano elegida y segura contra todo ataq1ue brusco ; en este caso, los ataques de flanco deben acentuaar­se mucho, tanto más cuanto Jas tropas próximas al enne­nligo tendrán, por regla general, un frente mucho mennos. extenso que eJ suyo. En todos Jos casos, el Comandannte de la División debe, cuanto antes, poner en inn1ediata re1Ja­ción su vanguardia con el resto de su fuerza, y no rompper la ligazón obtenida ; conseguido esto, debe, por últimno,. tomar sus disposiciones. En los primeros momentos de este combate, tan proon­to como se vea que el enemigo acepta la batalla, la ba terería ó baterías de la vanguardia se trasladarán, sin pérdida t de tiempo, á una posición lo más dominante posible, y que s sea la más conveniente como punto de apoyo á las otras arn1:nas, debiendo poder desde ella detener al enemigo y cubritir y proteger el despliegue de la vanguardia, batiendo ci l Alejftndro Posada, Edecán ad honorem del Vicepresidente; Coronel José Su ere Indaburu, Habilitado del Cuartel General; Tomás Groot, Guardaparque General, y los Ayudantes de éste, Javier Herrán y Belisario Bar reto ; Javier Tobar, Proveedor Ge­neral del Ejército; Nicolás Pontón, Archivero del mismo, asimi­lado á Teniente Coronel; y el Presbítero Francisco Jiménez Za­mudio, Ca,:>ellán General del Ejército. Art. 5. 0 Llámase al servicio activo á los Generales Rafael Ortiz B. y Roberto Morales T., y nómbraseles Comandante Ge­neral de la primera División al primero, y Jefe de Estado Mayor de la misma al segundo. § I . 0 El Estado Mayor de esta División lo compondrán, aparte de los nombrados, los siguientes : General Antonio B. Rebollo, Inspector Militar; Coronel Elías Baquero, primer Ayu­dante General; Tenientes Coroneles Antonio La verde R. y Julio. Escallón, segundos Ayudantes Generales; Copitán Rubén de J. Wilches, primer Adjunto; Tenientes Pedro Rubén Castro y Carlos Tribín, Ayudantes de Campo ; y Subtenientes Alberto Aguirre y Francisco Camacho, segundos Adjuntos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍM MILITAR. El Comandante General de la primera División designará los Sargentos y soldados ordenanzas. § 2.0 Dependerán del Estado Mayor de esta División los siguientes empleados administrativos : doctores Policarpo Pizarra y Enrique Pardo, como médicos de la guarnición de Bogotá ; Francisco de P. Cortés, Insi. ructor Civil de la misma; Ratael Gómt.z Mesa, Ayudante de éste, y el Habilitado del Estado Ma­yor, Aquilino Pardo Q., todos con los asimilaciones que hoy tienen. § 3. 0 Los Batallones de la primera Brigada de la primera Di­visión continuarán con Jos Jefes y Oficiales que hoy tienen, excep­to el Bárbula número 2.0 , para el cual se nombran como primero y segundo Jefes, respectivamente, al Coronel Pedro Bicard Brice­ño, á quien se llama al servicio activo, y al Sargento Mayor Artu­ro Moya. l\1ientras este último ocupa su puesto, lo reemplaza in­terinamente el 'I'eniente Coronel Antonio Laverde R. Art. 6.0 La segunda Brigada de la primera DivisitSn tendrá por Jefes primero y segundo, respectivamente, á los Generales Lucas Gallo ..lVL y Nicolás Perdomo. Art. 7.° Comandarán la tercera Brigada como primero y se­gundo Jefes, respectivamente, el General Floro Gómez, á quien se llama al servicio activo, y el General Graduado Manuel María Castro U. Art. 8.° Créase el destino de Superintendente General de las fuerzas del Atlántico, con dos Ayudantes del grado de Generales, y nómbrase para desempeñar estos puestos, respectivamente, á los Generales Francisco J. Palacio, Heriberto A. Vengoechea y An­tonio Araújo L. Art. 9. 0 Destínase como Comandante General y Jefe de Estado Mayor de la segunda División á los Generales Lucio V e­lasco y Rafael María Gaitán, respectivamente, y al General Igna­cio Folíaco como Inspector Militar de la misma. §. Llámase al servicio activo al Coronel Enrique Hoyos F., y nómbrasele primer Jefe del Batallón Junín número 9· El Teniente Coronel Clodomiro Acosta continuará como se­gundo Jefe de este Cuerpo. Al Teniente Coronel Ildefonso L. Guevara se le destina como Comandante del medio Batallón Valencey número 12. Art. 10. Nómbrase al General ¿\1ariano Tobar, á quien se llama al servicio activo, Comandante General de la tercera Divi­sión, y al General Cruz Chaves M., Jefe de E~tado Mayor de la misma. Destínase al General Ramón Acevedo P. como Inspector Militar de ella. §. Llámase al servicio activo á los Coroneles Andrés Ouinte­ro y Habacuc Beltrán, y destínaseles como primeros Jef~ de los Batallones Rifles y Tiradores, respectivamente. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 208 BOLETÍN MILITAR Art. I I. Llámase al servicio activo al General Clímaco Silva,_ y nómbrasele Comandante General de la cuarta División. Al Ge­neral Ernesto Borrero se le deHina como Jefe de Estado Mayor de dicha División, y al General Belisario Losada como Inspector Militar de la misma. Art. I2. Nómbrase Comandante Militar de Panamá al Ge-neral D. Roberto U rdaneta, á quien se llama al servicio activo. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 30 rle Septiembre de 1 8g8. JOSE lV1ANUEL MARROQ_UIN.- El Ministro de Guerra, ÜLEGARIO RIVERA. r __ ,._.. . .,...___ EJERCITO N ACIOl~ AL INVENTARIO de los bienes dejados por el Corneta Ventura Arangu­ren, del expresado Cuerpo, quien falleció el día J 9 de Abril del presente año en el Hospital de Caridad de esta ciudad. Un sombrero Jipijapa usado.............. .... . . . • . . • 8o Una caja de madera, pequeña......................... 6o U na guitarra. . . . • • . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . • . . 2 40 Una banca........... . • • . • . • • . • . • . . . . . . . • • • • . . . . ... so Suma ............................. $ 4 30 Estos objetos le fueron entregados á la viuda de dicho Corneta. Pasto, Abril 20 de I 897 El Coronel primer Jefe, ALEJANDRO QuiNTERO.- Testigo, ArseniQ· Gálvez.-Testigo, José Ant1mio Moreno.-Testigo, Angel P. Figueroa. INVENTARIO de los bienes dejados por el soldado Rosen do Pai pa, del Batallón Cazadores número I 6, y que falleció el 15 de Abril del corriente año en el Hospital de Caridad. Un par de botines amarillos usados ................... o • • • • 40 Suma . ..... ...... o .............. ··$ .. 40 / Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 209 Pasto, Abril 16 de 1897. El Coronel primer Jefe, ALEJANDRO QurNTERO.- Testigo, Arsenit Gálvez.-Testigo, José Antonio Moreno.-Testigo, llt1gel P. FiguerOtl. INVENTARIO de los bienes dejados por el soldado Cecilio Córdoba, perteneciente al Batallón Cazadores, y que falleció el día 22 de Abril del corriente año. Una ruana usada ............................... ....... $ 20 Un sombrero jipijapa íd. . . . • . . • . . • • . . . • • • . . . . . . . . 1 o Un par de pantalones íd.... • . • . • .. . . . • . • • . • . .. • • . ...... 10 Sun1a .............................. $ .. 40 Pasto, Abril 23 de 1897. El Coronel primer Jefe, ALEJANDRO QuiNTERo.-Testigo, Arsmio Gálvez.-Testigo, José Antonio Moreno.-Tcstigo, Angel P. Figueroa. INVENTARIO de los bienes dejados por el soldado Julio Galvis, per­teneciente al Batallón Cazadores número 16, y que murió en el Hospttal de Caridad el día 4 de Mayo del corriente año. Una caja de madera, pequeña . ...•..........•..•... $ 6o Tres camisas usadas, á 20 centavos cada una................. 6o U na cartera peque fía. . . . .. ... . . . . . .. .. .. . • . . . . . . . • . . • . 02t Un espejo. . .. .. .. • . . . • . . . .. . . . . . . . . . . • • . . . . • . . . • . . . o2t Un peine. Un frasco con aceite. Suma ..•........•••••.....•....••. $ 1 25 Pasto, Mayo 5 de 1897. El Coronel primer Jefe, ALEJANDRO QuiNTERO.- Testigo, Arsenio Gálvez.-Testigo, José Antonio Moreno.-Testigo, Angel P. Figueroa. INVENTARIO de los bienes dejados por el soldado José Quimbay, de1 Batallón Cazadores número 16, y gue falleció el día 24 de Marzo del corriente año en el Hospital de Caridad de esta ciudad. Un sombrero jipijapa usado ..••..•.•.•..... . •••.••. $ . . 1 o U ua ruana de paño íd ... , . . . . . . . . . . . . . . • • . . . • . . • . • . • 8o Suma ........................ , .... $ •• 90 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HO BOLETÍN MILITAR Pasto, Marzo 2.5 de 1897. El Coronel primer Jefe, ALEJANDRO QuiNTERo.-Testigo, Arsenio Gálf!ez.-Testigo, Josí Antonio Mormo.-Testigo, Angel P. Figueroa. iNVENTARIO de los bienes dejados por el soldado Aquilino Romero, del Batallón Cazadores número 16, y que falleció el día 3 de Abril del corriente afio. U na camisa usada ....••.............•........•.... $ 1 o Dos pares de pantalones usados.... • • . . .... . . . . . . ......... 40 Un par de calzoncillos íd. . . . . . • . . . . . . . . . . . . . • . . . . . 40 Un chaleco íd.. . ...................... . ......... . . . zo Un par de botines íd . •.....•....................•. Un sombrero jipijapa íd... . . . . . . . • . . . . . . • . . . . . . . ... 40 Un par de alpargatas ... . . . . . . . . . . • . . . . . . .. . . . . . . . . . I 5 Suma ........ . ................... ··$ z 65 Pasto, Abril 4 de I 897. El Coronel primer J efe, ALEJANDRO Qui NTERo.-Tcstigo, A rsmio G.ílvez.-Testigo, J osé AntoliÍO M oreno.-Te stigo, A 11gel P. Fig ue roa. INVENTARIO de lo s bienes dejados por el Cabo primero An onio Martincz, del Batallón Cazadores número 16, y que falleció el día J. O de M ayo del corriente afio en el Hospital de Caridad de esta ciudad. U na maleta usada. . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . ........ $ 40 U na ruana de palio íd. . . . . . . . . . . . • . . • . . . . . • . . . • . 1 1 o Unchalecodepanaíd......................... . ..... 10 Tres cami sas íd ..................... . .... ___ ..••• . ... . . 1 20 U na franela íd ........................... -·· . . . . . . . • . zo Dos pares de calzoncillos íd.... • . . . . . . . . . . . . • . . . . . .. .. 40 Un sombrero jipijapa con funda....................... 40 Un par de pantalones de género..................... 30 Suma ............................ $ 4 IO Pasto, Mayo 2 de I 897. El Coronel primer Jefe, .ALEJANDRO QuiNTERO.-Testigo, A rsenio Gálvez.-Testigo, José Antonio Mormo.-Te stigo, A11gel P. Fig:¡ eroa Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. IOLETfN MILITAR 2II INSTRUCClOl~ PARA EL EJERCITO EL CAPITAN (Continuación) Por consiguiente, si se ve en la obligación de reducir un cas­tigo, es necesario que haga comprender á la IClase que lo ha apli­cado, los motivos que le hacen obrar por sí, y que haga conocer, ó mejor, que diga el mismo aí soldado que h clase que lo ha castiga­do ha consentido en reducir el castigo en virtud de su petición al Capitán, en razón de sus buenos antecedentes y de su manera de servir, habttualmente regular. II El Capitán no debe descuidar ninguna circunstancia para ins­pirar á sus soldados el culto de la bandera, y derramar en sus cora­zones esa simiente de valentía, de heroísmo y de abnegación que todo buen soldado debe poseer para estar á la altura de los sacrifi­cios que la patria tiene derecho á exigirle. ¿Cuál es el soldado que no ama y recuerda con religioso sen­timiento de complacencia la santa emoción que lo ha conmovido cuando por primera vez ha visto delante de él, en el silencio solem­ne de la tropa bajo las armas, el símbolo de la patria ? ¿ No le parece oír toda la voz del Coronel que manda: "Ter­ciad las armas ! " "Presentad las armas!", y después de todo, vibrar en sus oídos los vigorosos acentos de la corneta, los redobles graves del tambor, y en medio de estas notas que remueven las moléculas del aire y hacen palpitar su corazón, ver al Comandante del Regimitnto, ese hombre envejecido en la profesión de las armas, presentarse delante del objeto sagrado y saludarle con impo­nente gravedad ? En esta ceremonia el soldado comprende que ese pedazo de trapo rodeado de tanto respeto es alguna cosa. Es alguna cosa que trae en sus pliegues honor y patria, que es sinónimo del valor y disciplina, que el Capitán debe cons­tantemente mostrar á sus soldados como la causa por la cual se combate, por la cual se triunfa, por la cual se muere. "Soldados, míra tu bandera y tendrá) aliento," decía un Coro­nel á sus soldados cuando en marcha se quedaban á retaguardia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2!2 BOLETÍN MILITAR "Soldado, míra tu bandera, dirá el Capitán ; ella te dirá tu deber : sumisión á tus jefes, obediencia á las leyes, abnegación por la patria." Se ha dicho en alguna parte en los regla¡¡-¡entos que todo mili­tar debe saludar la bandera. El Capitán debe hacer comprender á sus soldados que este saludo no debe hacerse por sugestión sino con placer; que saludar la bandera es saludar la patria, mostrar el acatamiento y el respeto que se tiene por ella; que este saludo no debe hacerlo solamente como militar srno también cuando vuelva á la vida civil. Un regimiento pasa, un soldado saluda la bandera. Esto es hermoso, pero parece natural. Un regimiento pasa, un ciudadano se detiene y saluda la ban­dera; esto no solamente es hermoso, es magnífico, es imponente, es sublime. Se nota y_ue en el pecho de este hombre que ha aban­donado el uniforme para volver á u ar ]a blusa ó la chaqueta, late el corazón de un soldado, de un bravo, de un hombre consagrado á la patria, respetuoso de sus leyes; de un hombre que cumplirá su deber cuando el pah esté en peligw y haga resonar el aire con la corneta de alarma; de un hombre que si la edad no le permite llevar la e pada ó el íusil, encontrata en sus gestos, en su voz, el movimiento, la palabra susceptible de derramar en el corazón de los jóvenes la abnegación, el fuego sagrado, el ardor generoso que hace abandonar lo que más se quiere en el hogar: amante, esposa:> madre, hijo~, para ir á engrosar lo batallones, murallas vivientes opuestas á los enemigos de la patria. Un día, en 1873, un regimiento nuevamente formado pasaba por una pequeña población de Auvergnc, vecina del campo, donde sus diversos elementos se habían reunido. Piadosas manos habían confeccionado para ese regimiento una magnífica bandera con franjas de oro, sobre la cual estaban marcadas, igualmente en letras de oro, su número y las batallas á las cuales había asistido en otros tiempos. Estaba sentado sobre el umbral de su puerta un viejo de ca­bellos blancos, y de repente se levanta y se endt>reza como si hubie­se tenido veinte años, lleva la mano derecha á la altura de su gorra al mismo tiempo que gruesas lágrimas caían de sus ojos, intensa­ment~ fijos en la bandera del regimiento. Cuando hubo pasado la bandera el cuerpo del viejo se encor­va, su cabeza se inclina sobre el pecho, se hunde en su sitio, coloca sus manos sobre las rodillas y parecía abismado en sus pensamientos. La vista de la bandera le había rejuvenecido, le había vuelto á dar esa varonil energía, esa fría actitud de los campos de batalla que le cambiaba á otros tiempos, cuando por la gloria de la patria había ido lejo'\ de ella á combatir sus enemigos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 213 Un acto como el de este viejo es la simiente del patriotismo. Por mucho tiempo los soldados del regimiento hablaron de él con entusiasmo y admiración, llevaron el recuerdo á sus hogares, lo contaron á sus familias, después á sus hijos. ¿ Ouién sabe si cada uno de ellos, al acordarse del viejo de Auverg~e, entonces encorvado en un campo sobre un instrumento de trabajo, al ver aproximarse un regimiento, quién sabe si cada · uno de ellos no se ha enderezado y no ha llevado la mano á la al­tura de la frente para saludar la bandera ? ¿ Oué era entonces ese viejo? Un soldado del mismo regi­miento "t;n r 8 I 3, un combatiente de Lutzsen y de Bunrzen. Levantándose y llevando la mano á la vicera de su gorra habla mostrando á todos lo que se debe entender por el culto de la bandera y el recuerdo que se debe guardar del regimiento en el cual se ha aprendido á servirse de sus brazos y de su inteligencia para la defensa del país. Este recuerdo es necesario que el Capitán lo diga bien alto á sus soldados: el recuerdo de que el regimiento es la escuela del deber, de la disciplina y del honor; que los jefes que allí encuen­tran quieren el bien de todos, y que bajo su apariencia, á rnenudo ruda, se oculta iempre un corazón de oro. N umecoso on los ejemplo de soldados que han defendido on su c~crpo á un jefe, ó que lo han seguido en peligrosas cir­cunstancias. 1uchos lo han hecho porque ese era su deber, muchos se han sacrificado porque trataban de salvar la vida de un hombre aprecia­do ó de correr los mismos peligros que el. No debe olvidar el Capirán que el sold·.1do es el mejor juez del Oficial. Si su juicio es algunas veces grosero, es siempre lleno ,de buen sent1do. Juntamente con el culto de la bandera, el Capitán debe ense­ñar á sus soldados ser humanos, generosos y desinteresados. Por otra parte, la palabra honor que la bandera lleva en sus pliegues sería un contrasentido si se pudiese pensar que es permi­tido hacer de las necesidades de la guerra un pretexto para satisfa­cer malas pasiones, para librarse de actos de salvajismo. Es entonces un deber para el Capitán hacer comprender á sus soldados que toda c<5lera debe cesar inmediatamente después de al lucha ; que un enemigo caído, desarmado, herido, deja al instante mismo de ser enemigo ; que en este momento no es permitido amenazarlo, lanzarle injurias, hacerlo avergonzarse de su derrota. " La generosidad honra el valor," dice el reglamento sobre e servicio de los ejércitos en campaña. Rendir honor al valor desgraciado es unir la bravura á la ge­nerosidad, es realzar el lustre del estandarte sagrado á cuya sombra e combate. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 214 BOLETÍN MlLITAR I I I El Capitán ha enseñado á los soldados, en las teoría~ metódi­camente dirigidas, á ser cuidadoso de su ropa y su persona y á co­nocer sus deberes hacia sus jefes ; en los ejercicios del terreno de maniobras á servirse de sus armas, á maniobrar por la disciplina y el combate. Debe también ejercitar su iRteligencia en las cosas de la guerra para reglar su iniciativa, exitar su entusiasmo é inflamar su valor. El soldado gusta que se le hable, le agrada no solamente mar­char porque es necesario, sino !aber por qué se marcha. Los soldados son todo ojos, todo oído á las explicaciones del Capitán en los ejercicios de combate ó de servicio en campaña. Si el Capitán debe servirse á tiempo de un recuerdo histórico, los verá suspensos de sus labios mientras dura la relación. Este recuerdo, que hará referencia á la manera como nuestros antepasados hacían la guerra, á su sufrimiento en las fatigas y en las privaciones, les dará energía, se entusias marán con el recuerdo del pasado y lo tendrán presente cuande llegue la ocasión. El recluta siente la necesidad de hacerse soldado. Despertar su entusiasmo demostrándole que sus antepasados defendían, á pesar de sus escasos recursos, el suelo sagrado de la patria y se e u brían de gloria, es invitarlos á un festín semejante y preparar héroes. Si el Capitán se complace en dar á sus soldados el por qué, la razón de cada cosa, los verá á todos dedicarse á comprenderle, y los resultados que obtendrá le pagarán con exceso el trabajo que se ha impuesto. IV El Capitin no está solo en la Compañía. Si él es el primer im:tructor, el principal educador, tiene en los oficiales los ayudantes que deben obrar según sus miras. Tiene que dirigirlos en este sentido dejándoles sietnpre la iniciativa que corresponde á su grado. Ouerer hacerlo todo sería querer anular á sus subordinados. lrstando cada uno en su puesto todo marchará bien. ¡ Cuántos oficiales jóvenes, llegados con buenas disposiciones, se hacen perezosos porque el Capitán, bajo las órdenes del cual se encuentran colocados, no ha sabido ó no ha querido dirigirlos ! Es necesario que los oficiales posean su confianza y que les dé prueba de ello. La falta de confianza mata la armonía que debe reinar sin cesar entre los jefes y los subordinados. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MJLITAR 215 Pero es necesario, y sobre todo, que parezca siempre superior.; si esto no es como instrucción general que sea bajo el punto de vis­ta del puro oficio; sino es como instrucción general, que sea por e1 buen sentido que se adquiere por los años y la experiencia. El buen sentido en las cosas del oficio vale más que la mejor fraseología. Es necesario también que su amor á la patria I"'Sté á la altura de todas .las circunstancias, y que, si este amor puede ser igua~ no se aperciba jamás de que pueda ser sobrepasado. V En resumen, el Capitán, que es guía de los soldados de su Compañía, debe s-::r un modelo, é inculcarles su patriotismo. Estas cualidades de patriotismo debe poseerlas en el más alto grado. Es necesario que sean una llama que no se extinga, y al contacto de la cual se avive y se encienda en los jóvenes ese hogar interior que se llama el fuego sagrado, sin el cual todo lo que se hace es pálido, con lo cual todo lo que se hace tiene vida, es grande, noble y heróico. Formada en estas condiciones, la Compañía será el Jefe de batallón, para el Coronel, para el General, para la Nación, en fin., la garantía del éxito, la r s peranza del porvenir. -·.,.___ EN EL EJERCITO CONDUCTA DE OFICIALES 3! División.-Durante el mes de Agosto del corriente añ se distinguieron por su buena conducta, los siguientes señores Ofi­ciales ; Batallón Granaderos número 8.0 -Capitanes : José A. Flórez y Clemente Arias; Tenientes: Faustino Ballesteros, Francisco Durán, Pablo J. Monroy y Rafael Matéus; Subtenientes: Miguel Bohórquez, José Piñeros y Nicolás Medina. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 216 BOLETÍN MILITAR Batallón Sucre número ro.-Sargento Mayor graduado, Ceci­Iio Zamudio; Capitanes: Olegario Manrique; Tenient~s: Emilio Camargo y Maximino Rivera; Subtenientes: Isaac V anegas, Santos Quijano, Daniel Abella, Abelardo Aranguren, Sebastián Franco y Jesús Zambrano. Medio Batallón Bolívar.-Capitanes: Víctor M. Vesga y Sal­vador Balbuena; Tenientes: Miguel A. ~intero; Subtenientes: Juan Prieto, V alerio V anegas, F ermí n Moreno y Carlos R. Sar­miento. 3·· Brigada de la r.• División.-Durante el mes de Septiem­bre próximo pasado, se distinguieron por su bueno conducta los si­guientes señores Oficiales: Batallón Sucre número 7.0 -Sargento Mayor graduado Cecilio Zamudio; Capitán, Olegario Manrique; Tenientes: Emiliano Carnargo, Maximino Rivera; Subtenientes: Isaac Vanegas, Abe­lardo Aranguren y Román Castillo. Batallón Granaderos número 8. 0 - Sargento Mayor Rafael Vesga; Capitanes: Leonidas S. BuenJía, José A. Flórez y J usti­niano García; Tenientes: Juan E. MénJez H., Pantaleún Reyes y Francisco Durán; Subtenientes: .1\lliguel Bohórquez, Manuel A. López y Nicolás Medina. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año II N. 72

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones

¿Deseas limpiar los términos de la búsqueda avanzada?

Vas a limpiar los términos que has aplicado hasta el momento para poder rehacer tu búsqueda.

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones