Saltar navegación e ir al contenido principal
Biblioteca digital de Bogotá
Logo BibloRed
Cargando contenido
¿Qué estás buscando?
  • Escribe palabras clave como el título de un contenido, un autor o un tema que te interese.

  • Búsqueda avanzada

Seleccionar

Contenidos y Experiencias Digitales

Filtrar

Formatos de Contenido
Tipo de colección
Género
Idioma
Derechos de uso

Selecciona contenidos según las condiciones legales para su uso y distribución.

Estás filtrando por

Cargando contenido

Se encontraron 4064 resultados en recursos

Compartir este contenido

Recóndita [Recurso electrónico] : vals / Pedro Morales Pino ; letra de Leonidas N. Yerovi

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 10

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 10

Por: | Fecha: 13/03/1897

.A tlo 1 Uogotá, ~~ 11r·zo 13 de 1 IJ7 . BOLETI.N lVIILITAR --··-- - ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··--- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradores natos de este periódico, todos los 'Jefes y Ojiciale.s del Ejército de la República. CUARTEL DE HONDA Dan1os con gusto cabida en lugar preferente al si­guiente, lun1inoso intorn1e r ndido por el notablt> ingeniero señor D. Nicolás Caicedo D., por considerarlo de in ter " s general n la prosperidad y ncun1bramiento de nu stro Ejercito. La nece id ad rle proveer a Ja conveniente insta­lación de las tropas teniendo en cuenta la co:1diciones de clin1a, etc., se impone y las observaciones del señor Caicedo, con ligeras variantes, podran hacerse aplicables en cualquiera ] calidad. Por falta de espacio no publicamos el plan d,J edifi­cio á que se refiere el informe, pero ofrecen1os remitir co­pias de é] á Jos señores Con1andantes de Divisiones ó Bata­llones que Jo deseen. Señor General Lucas Gallo, Comandante General de la z.n Divi­sión.- Prescnte. Correspondiendo á la confianza con que se sirvió usted honrarn1e encargándon1e de los estudios del proyecto para Cuartel en esta plaza, tengo el gusto de acon1pañar el plano, pern1itiéndon1e hacer algunas observaciones referentes á este trabajo. La falta de local aparente para la guarnición acanto­nada en este 1 ugar, es un hecho reconocido no sólo por los habitantes sino por los nun1erosos transeúntes que han te~ nido ocasión de apreciar las n1alas condiciones de todo g~- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I3'0LETÍN MÍLIT1 R nerd, e'n que se encuentran los locales habilitados actvaf_. n1ente para cuarteles; bien se consideren las condiciones hi­giénicas y climat~ricas, bien Ja gran in1portancia n1i1itar d la plaz.a, s-.. saca en consecu ,nc ia que es ya de tiempo y de sun1a importancia ti acometin1i nto d la obra patrióti­can1ente inciada por usted, en vis ·a de las continuas pena­lidades á que se ve sometida la tropa y de la inseguridad para la defensa y salvamento en caso de guerra. Para la formación del proyecto era necesario tener en. cuenta las condiciones escncialc" de salubridad y d ord n. por la buena disposición y con1uni ación de los diversos departa m en tos. Con1o pued vcts en el plano, bs cuadras quedan com - pletamente independientes y pcrfnctam~nte ventilada , con la disposición de crucero adoptada; y, sin en1bargo, la voz de un Jefe situado en el centro, sed ja oír simultáneamente en hs cuatro con1 pn.ñías para que sta calculado el edificio, compuesta cada na d cien plaza . ·un centinela colocado en aqu l punto, las vigila todas; del mismo n1od que un foco d · luz las alumbra, qu.!Jando cada compañía con su Capitán y -5.cialt:s ;._ la cabeza. demás, el cuarto de nu,s en el centro facilita un alistamiento rápido de Ja tro­pa, sin dar lugar á confusiones en el armamento. Tant las oficinas d l E tr~do Mrly r como las de la Comandancia, al n1ismo tiempo que están 'nidas al cuar­tel, no participan del ruido producido por la tropa, ya ea n el ejercicio ó en las horas de dese, nso. ~:n la part posterior, además del parque, de los cuar­tos de dcpúsito, dP band.. y d ex usados, se encuentran dos departamentos, independientes del cuartel, destinados á las vivanderas que deben proveer los alin1cntos á la tropa. . Con1o allí se encuentra yá el agua d 1 acueducto, se han proyectado cuatro albercas tanto para proveer el agu< · potable con1o para el aseo de la tropa y lavado de los ex­cusados. Las paredes que cierran el cuadro d · 1 edificio, llevan el aspillerado en la parte superior, con sus parapetos inte­riores para evitar que un cartucho de dinan1ita pudiera ser colocado en uno de aquellos hue~os, al construírJos en la. pa~te baja,. á la altura n1edia de un hon1br , de n1odo que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILlTAR On el sis ema de defensa e tablecido en los cuatro costados de Ja construcción, se pu de asegurar un éxito con1pleto sin aum ntar de una n1anera considerable 1 costo de la obra de defensa. . . Para vigilar la pared exterior, se han presupuesto cua-tro garitas en los cuatro v~rtices del r ctáng lo que enci - rra todo el edificio, y que hacen con1pleta ]a inspección si se tienen en cuenta las especial1simas condiciones topográ-· ficas del sitio, hábiln1cnte el gido para la construcción. . Ademas de ]as g?.ritas, puede utilizarse el n1irador que 1-iguri sobre la pieza de an11as, cuya construcción, aunqu es sencilla, se ha calculado para resistir un peso n1ayor en caso de que haya nec sidad de blindar sus costados. En la pu.._rta de ent¡·ada principal, y n las de salida de la parte post rior, pu den practicarse de ca a lado, ori­ficios cónico conocid s con el nombre de guar·diolas, cuy~~ posición y dir cción están n1ar adas en Ja proyección hori­zontal y qu tienen por ol~cto prevenir un ataque en di­chas ntradas y causar unrr muu·te segura al qu"' pretenda t rzar ó ron1p r dichas puertas Es de a vLrtirs ·, que el constructor d b guardar c1er a discn:ciCn á. ·stc rcspect , en la ejecución de la obra. Siendo ste un punt obligado de tránsito para los Ej -:rcitos, Ta necesario dejar espacio ... uficiente para hospe­dar n1il ó dos n1il hombres, ademá de los cuatrocient s. para los· cuales está calculado el dificio; y esto se consi­guió dejando largos corredor s en donde pueden pernoctar las trop. s q uc vayan de paso, sin n1ayo peligro de infec­ción debida á un acumulamiento desventajoso de individuos. Aun cuando á prin1era vista aparece el' edificio de una extensión considerable, si se observa el proyecto con alguna detención, se verá que no contiene sino las piezas indispen­sables para el servicio y defensa de un Cuerpo de 4co pla­zas; y que es, poco n1ás ó n1enos, lo misn1o que si el edi­ficio fuera claustreado. Pt.ro ten· en do en cuenta la.s condi­ciones ·1igiéruc~--~ de ventilacíón aseo yá citadas, se ha pre­f¡ rido la disposición adop""ada, una vez que no se trata d~ econon1izar área del terreno que debe ocupar el cuar­tel, pu sto que -'sta ha sido cedida g nerosan1ente por. Acuerdo expedido por el Concejo I\1unicipal de este lugar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR El área de terreno destinada para ei cuartel, la en­cierra un trapecio de ro7 metros de frente sobre la calle y cuyas bases paralelas miden I 86 metros la del Norte y I 69 metros la del Sur, encerrando una superficie de I hec­tárea 8,832 metros cuadrados. En esta área está conlpren­dida la que ocupa el edificio y que está constituída por un rectángulo que mide n1etros I05.40 de base, n1etros 99 de fondo, y que tiene por extensión r hectá1·ea 0,434 metros cuadrados. El excedente, ó sean n1etros cuadrados 8,39S que con1pletan con esta últin1a el área del trapecio citado, q ICda con1o anexidad del cuartel y puede utiJizars~ ya. para ejercicios n1ilitares, ya para el servicio de brigadas, cuando sea necesario. A un lado del proy.ecto está indicada, por n1 edio de un croquis de nivelación, la ahura del plano en donde se va ft establecer la construcción, respecto de la carrilera y del río. Aun cuando n se puede apreciar debidan1ente fa ventajos1stma pos1c1on tnilitar del Jugar eleg ido, sino por n1edio de una inspecci ón ocular, acompaño al plano dcl proyecto una copia en papel transparente, d 1 plano de l'a ciudad de Honda y sus alr~dedores, para que se pueda es­tinlar, de una n1anera aproximada, la verdadera situación d 1 cuartel. Allr se puede apreciar que las dos garitas de la parte posterior y sus aspillerados adyacentes, constituyen un verdad~ro vigia fortificado, desde donde se pueden vi­gilar y defender tod el costado oriental que da sobre el río, éste y la carrilera deJ F errocarri1 de ''La Dorada" en una extensión de 3 kilómetros, parte de la entrada á la po­blación p0r el.puerto· 'de Arrancaplum.as y parte del can1ino que va para Bodegas de Bogotá~ PRESUPUESTO Para la forn1ación del Presup1:1esto, se na partído d'el principio de que la obra se va á acometer pagando los jor­nales corrientes y los materiales d~ construcción al preci-o de la plaza. Para el avalúo del n1etro Iinecrl de pared se ha su­puesto que ésta forn1a lienzos continuos,. sin tener en cuen- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR ta los claros de las puertas y ventanas, que aproxinladamen­te se compensan con el costo de los adintelados de éstas, ya los forn1en arcos de n1ampostería ó un1bralados con1u­nes de n1adera. La sun1a total de$ 170,179 05, que arroja el presu­puesto forn1ado bajo las condiciones antedichas, puede su­frir notables n1odificaciones, que Ja hacen disn1inuír ó bajar de una manera considerable, y que pueden ser Jas siguientes: La El costo del grupo de las partidas con1prendidas en la obra de fábrica, puede disn1inuirse en un 50 por 100 si se sustituyen los trabajadores por individuos de tropa, dejando únican1ente Jos n1aestros ú oficiales encargados de la dirección inn1ediata del trabajo. De n1odo que los $ 1 J8, 7 54 8o que arroja Ja obra de fábrica, quedan re­ducidos á $ 69,3 77 40 y el costo total á S roo,8or 6 5. 2: Si á la condición arriba expresada, se agrega Ja de presuponer en lugar de paredes de mampostería, paredes de adobe sentado en barro y elaborados por la tropa, se ob­t~ ndría, sobre el descuento anterior, el de un 20 por 100 sobr Ja partida de $ 82,620 correspondiente á las paredes de mampostería; y la suma total del presupuesto quedaría reducida en este caso á$ 84,277 65. J.& En el grupo correspondiente á los n1ateriales de construcción, puede obtenerse tan1bién una rebaja conside­rable si en lugar de tomar algunos de ellos en el comercio -como son la teja n1etálica, hierro, etc.,-se encargasen directamente al Exterior. En el presupuesto detallado 1ue se acompaña, puede calcularse con alguna aproximación, las ventajas que pue­den obtenene con la condición precitada. APÉNDICE Para el estudio de la resistencia de los enn1aderados y de las colun1nas, se han supuesto de cumulá., n1adera que aparte de ser de fácil consecución en este lugar, es n1uy recomendada por sus condiciones de resistencia y duración. Suponiendo para la aplicación de las fórmulas una densidad n1edia de o. 8o metros y por coeficiente de ela~ticidad 6x ro9. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,50 DOLETI MILITAR Peso de la cubierta por n1 tro cuadrado r 2 S kiio­gran1os. Este últin o es el peso, por n1etro c.uadrado de cu­bit! rta con teja sentada en barro, que se ha supuesto igual para el caso del presente provecto, á pesar de ser la cubier~· ta d teja n1etálica, porque debajo de · ésta y del enlistona­do, va una capa de barro de 0.02 á 0.03 n1etros de espesor, con el fil de evitar la irradiación del calor de la teja de zinc, que hace insoportable la temperatura de las habilitaciones, en algunas hor·ts del día. Honda, Fel rero 4 d- 1897. NicOL 's CA!CEDO D. PRE UPUETO GENERAL L EL CUARTIL Obra de fábric{!.. S2+·4o n1ctros cúbicos , e cimi ntos del edificio, á ' 10 n1etro cúbico ....... ~ s,2++ .. . 29+.60 metros cúbicos d cin1 entos de Jos muros as­pillerados y parapetos á $ 8 n1ctro cúbico. . . . . . . . . . 2,356 8o J,o6o n1etros lineales de pared de o. so metros de csp\;..­, r, inclusive pañete y blan-quirnento, á ~ 2 7 n1etro.. . 82,620 ...• I,J72.8o n1etros lineales de n1uro aspillerado y parape-tos á $ 25 metro . . . . . . . 20,592 I, 2 58 n1etros lineales de tabique, á $ I 2 n1etro . . . . . r 5,09 6 t 34 zócalos de un n1etro de largo y o.zsm x o.zsm, á$scadauno................ 67o 4,280 metros cuadrados (le olado, á$ o-ro n1etro... 428 Pasan .............. $ 127,006 8o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR 151 Vienen ........... $ 127,006 8o 4,S 19.20 n1etros cuadra .... dos de cubierta, inclusive cla­vazón, barro y varillones, á iS 2- S o n1etro . . . . . . . . . . . . 1 1 , 2 9 8 4garitas en.............. +SO $ lJB,7S4 8o MaLria!es. Valor de 2 7 cerchas tipo A, á:"? Ss cada una .......... . Valor de 48 cerchas tipo B, á :~ 90 cada una . . ~ • . ... Valor de 134 e lun1nas deo.r8m x o.18!1~y 3·som,á .. 8 r:ada una ............ . .... . ' Vatordei,312varasde corredor de o . 1om de dián1e­tro, á ,, o-80 n1 e tro lineal ..• ' a]o t· de 1,9 50 n1etros Eneales de cost illa, á . · I·· 20 n1etro .......................... . Valor de 428.80 n1etros lineales de tirantas del corre­dor, á~ o - 8o n etro lineal . .. Valor de 6 s6 n1etros li­~ 1eales de soleras, á ~ I-so .n1etro ............. . .... . Valor de 156 n1etros li-. neales de n1esa, á $ 1-Go metro .......................... . Valor de 310 n1etros li­neales de cun brera, á $ 1-so. 1:11etro _ . . . . . . . ......... . ralor deJa puerta prin-cipal ............................ . Valor de r 1 puertas de I. S S m X 3.2om, á $ SO cada tlna ____________ .. ___ _ ... 2,29S 4,J20 1,072 ... 2,J+O ... 343 os 1,049 6o 6o SS 0 .... ----------------------- Pasan .......... $ 14,528 2S $ 138,7S4 8o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. !WLETIN MILITAR Vienen .•......... $ 1 4, 52 8 2 5 $ 1 J 8, 7 54 So Valor de 2 puertas de co-n1 unicación, á $ 40 cada una.. 8o Valor de 16 ventanas de 1m x 2m, á$ JO cada una 480 Valor de 40 ventanas de de !.20m X 2.2om, á$ JO cada una . ....... ... •. . . . .. . . . . 1,200 ..• Valor de 6 puertas de calabozos y excusados, á$ 20 cada uns de las mencionada fundaciones, so 1 tv habitantes de hs aldeas ú p blaciones del Llano, l s cuales en nú' ero con, iderable alternan ·u vida del poblado á sus ca as de campo. El r~ciuciJo rc:,to del personal de aquellas poblacione e comp ne de los advei edizos é inmigra 1tc del interior, que van en busca e trabajo, inpulsado por el incentivo de lo cuantiosos salarios, que por allá se pagan, y otros por la proverbial fama de que en lo. Lbi!O' se h:1ce fortuna rápidamente, a í como tambié n e g 1arida para l o~ pr(fugos y los delincuentes que huyen de la . ju tic·a y l., sanciun nc ial. Co:110 es natural, á la tT'ujer por su condición, le es dificulto a la inmigración; de consiguiente, el número es m ás reducido, de dond proviene la carencia de brazos para los [e r vicios domésticos, circunstancia por la cual no existen en aquellas poblaciones hote­le' 5 ó fon:hs donde dar hospitalidad á_los viajeros. Autorizada por l a necesidad, existe allí la costumbre, de que los que lleguen con ánimo de pe rmanecer largo tiempo, tienen in­di s pen ~a b!emente que abrir su ca a de habitació n, p::tra evitarse las _ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. pOLETÍN MILIT R ~55 ~on~rariedades é in onvenientes que se presentan para el sosteni-· miento de la vida ordinaria. Con mayor razón aconte::ce á lo mili_: ares ó agentes del Gobicrn , quienes parece llevasen en la frente d e tigma del crimen, pues si posible fuere, se les tratarÍ.l como á parias por ser la generalidad de aquellos }¡abitantc adver os al ac­tual r, gimen p lítico, é hijos otr s d~ Venezuela los cuales en lugar de ri validatt debiera! á u vez estrechar los vínc• los dt.. con..: fraternidad, siendo a.í que unidos lt...chmon nuestros antec ores por un mismo ideaL A no er por 1 apoyo de los indios salvajes que fabrican para la venta uJ a pasta denominada casalh' y una harina que llaman· ?nainco, hecha de la fécula de la yuc~, alimen os, si así podemos llamarlo, in ípido y nadcl nutritivos, sería imposible la vida en aquellos lugares. Tambicn culti\an pbnt~::>s q e ellos llaman co­nucos. Es claro pues, como se ve, que para el transeúnte aquella vida e muy precaria debido á que allí se le da alimentación por conmi en ción fibntrópica; pero si su e.)tadía se prolonga, la paga á un precio exagerado, quechn l pendiente b deuda de gratitud por un negocio tan natural como cualquiera otro; es decir, tiene que ser ir'e uno mismo¡ aplicarse el principio de que "el que no produce no tiene Je¡ echo á consu 11ir." C:tJ., cu~l en dicl1a tierra con u me, . i e lo ha procurado por su pro ;>i, e fucno, pue no existen mercado , ni ostu nbre de solicitarle ~í los demás aquello que ta,nbién le es 1 eccsario. Hay que hacer menci<Ín especial d~ un a~unto tan importante, como lo s el ca 11bio de cstacif>n, el cual e efectúa llegando á los extremos; de tal suerte que, lo que en verano era una llanura in­mensa, desprovista de vegetación, sin una fuente que sirva de re­frigerio al ,iajero para caltJlar el sofocamiento que el calor pruduce bajo los rayo de un ol abl asador, viene á transformarse en invier­no en una laguna que casi alcanza á cubrir la bestia que uno ca­balga por aquellos lugare . Sucede muchas veces que las personas que por allí transitan ven en peligro su e. istencia, por las frecuen­tes surales, chambas y malezas que forma ei su seno el agua las cuales no se pueden percibir. Estas son las circunstancias que ha-· cen imposible el viajar á pie, y que forman en el llanero el justo hábito de andar ecuestre, usando corno montura lo que se apellida en aquella comarca pereque. El pert>que es una montura ordinaria, sin ropaje de ninguna clase, es decir, la armazón desnuda; consiste~ esta costumbre en que la humedad destruye todo, y es lógico que se debe usar lo menos costoso. Completan el equipo del Llanero un chinchorro (hamaca de cabuya que la fabrican los indios) lo cual evita el peligro de las culebras; un bayetón, que le sirv\., de cobija y de abrigo caso de lluvia; además es indispensable el mosquitero, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR tolda que evita el piquete del zancudo ó puyón, mosco ponzoñoso que perturba el sueño. Los cambios de estación, tan anómalos como queda dicho, traen consigo una atmósfera impr~gnada de miasmas insalubres que dan por resultado el aumento del paludismo endémico originado por los muchos microbios que contiene el agua, la cual e<> mucho más nociva cuando está estancada por falta de abundancia, ya en los lechos de las lagunas ó ya en las cañadas durante el verano. La putrefacta evaporación exhalada de allí con la que emana de la ve­getación bajo el sombrío de la montaña, son también focos de in­fección peligrosos. El llanero es un gladiador valeroso, que lucha diariamente no sólo con la naturaleza tan adversa, sino con otr.1 multitud de cir­cunstancias tan desfavorables que fácilmente se escapan á la previ­sión humana. Siempre está sujeto á contingencias; nada allí tS in­mutable, ni tampoco determinado; todo obedece á casualidades que hacen í1 uctuar los compromisos y desconcertar lo que pudiera ga­rantizarse como resultado exacto. A propósito de esto, recuerdo que el muy R. P. Vela, de grata memoria, Misionero que tánto conoc:ía aquella región, decía, haciendo una comparación equipa­rativa con las matemáticas, "que en todas partes tres y dos suma­ban cinco, menos en lo Llanos." Cuántas veces acontece, el tener que velar á la orilla de un río que impidió su paso, sufriendo el hambre, la humedad y el pe­ligro de las fieras, y aún tal vez atacado por las fiebres, que por su estado anémico con cualquier pretexto se ~esarrollan; y cuántas ve­ces sucede también que se pierde en una llanura donde exi ten multitud de caminos formados por las madrinas de ganado, y des­pués de recorrer una larga exten ión en aquel horizonte tan vasto, imposible le es orientarse, hasta tomar el verdadero camino. Al acercarse la noche, obligado por la nece idad, tiene que quedar­se á la intemperie en el límite de la montaña y la sabana para evitarse así mayores peligros que pudieran sobrevenirle. Sucede muy á menudo que, por no existir allí potreros ó cercados puesto que no existe propiedad, la bestia en que se viaja queda insegura y la generalidad de la veces es éste un motivo de demora porque se pierde y es dificil hallarla. Podría citar muchos ejemplos de diverso género, que corroboran lo que dejo dicho, en materia de dificulta­des que trastornan cualquier intento determinado; pero antes, para aquellos que no conocen la comarca del llano, les parecerán ridícu­las y exageradas las que expuse por la costumbre que tienen de transitar tierras pobladas, donde todo e puede obviar debido á que la aglomeración y la sociedad son un auxiliar poderoso. (C ?JJtimJartÍ ). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR 1 57 MINISTERIO DE GUERRA DECRETO NÚMERO DE 1897 ( 2 7 DE FEBRERO) ORGÁNICO DE LOS PALOMARES MILITARES. El f/ic epresidente de la R epública EncargadJ del Poder Ejecutivo, DECRETA: Art. I. 0 Desde el I. 0 de Marzo próxin1o continuarán funcionando en esta capital y en Zipaquirá los Palon1ares Militares establecidos, con arreglo á lo que dispone el pre­sente Decreto. Art. 2. 0 Las Estaciones de palon1as n1ensajeras de los Batallones Artillería nún1ero rLITÍN MILITAR RESOLUCIÓN 1 ÚMERO rr6 qr·~ s fiala ciertos requisito {i los Oíicialc'J inferiores para ::t.r admitidoi al servicio a e ti \'O. · Ministerio de Guerra.-Seuif:n I ."-BrJg2tá, 5 de Mn·z, de r897' CQN.;IDZRAr rno: Que la institución milit"r necesita, pa1a su adebnto, er dí ... r'u·ida sobre bases di.! adecuada instruccion; y Que para dar principio á la realización de e te obj ti ro con­viene exigir ele lo Ühciales inferiores, para er admitidos al ser­vicio a tivo, cicrt) grado de in trucciún civil y militar, grado qu puede de arrollarse paulatir amente y hacerse ·xtensivo en genera· á todo el Cuerpo de Ofi ia1es del Ejercito, SE UESUELVE; 1 nombramiento de los Oficiales inferior s e 1ar.í prt~.ha-­mmtr, por medio de ter na que prc..sentarán á e t • 1 1ini tcrio loi E tad . ·1ayores Di\'isi marios 6 b JcGttur< 1 ~1i1itare, de acuer­do con lo di ·puc to en la Resolución número 70 d:.: e te De. pacho~ fechada el 25 de l\1ayo de r896 y publicada en el ])iari? Ojidat tHÍmer 1 o,o4-2. Los E tado l\1ay ores de Divü,ic)n ó las Jefaturas Militares, según el caso, no coloc~r:ln en terna sin~ á lo candidato· que ha .. yan presentado ante ellos ó ante dos per ona idóneas que é to de ignen, un examen ap1 obado durante quince minuto. en cada una de la siguiente materia : Lectura, Escritura, Aritmética, Geogra ... fía patria, Castellano> Ortot;rafía, 1101 al y Religi<)n, Táctica mi­litar y nociones de Código 1\llilitar. Las actas de exámenes serán remitidas al I\.1inisterio junto con las ternas de que trata la citada Resolución número 70, de 25 de Mayo de 1896, y lo informes sobre el carácter, conducta y servi­cio de los candidatos, como en la misma Re olución se dispone. Prohíbese en absoluto la dación de terna por telégrafo, pues en todo caso deben venir acompañada de los informe y acta ' mencionadas. Comuníquese y publíqueqL El Mini tro, PEDRO To.r¡o l\ifoLINA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 160 BOLETÍN MILITAR EN EL EJERCITO Por el Decreto de 8 de Febrero el Poder Ejecutivo concedió al Teniente Moisés Hernández licencia indefinida para epar<:~rse de la 7 .o. Compaíiía del Batallón ]u1Ún número I 8, por grave en­fermedad. Llamó al ervicio activo al Teniente Lino Beltrán R., y lo destinó al expre ado Batallón 'Jur-Ín en reemplazo de H ernández. Concedió al Subteniente tJ rbano N avarrete la li cn cia inde­finida que soli citó para separarse de la 1.• Con pañía del Batallón Urdaneta número 15; y confirió al señor Eduardo Gil el empleo de Subteniente efectivo del Ejército, lo llamó al ervicio activo y lo destinó al mencion a do Batallón Urdaneta en la vacante que deja el Subteniente Navarrete. Por Decreto de fecha I.0 de los corrientes, nombró al señor Javier Tovar Proveedor general del Ejército; y por Decreto de ayer 6, aceptó al Coronel Ladi lao Ortiz, la renuncia que hizo del cargo de Guardaparque en Bucaramanga, habiendo sido desig­nado para reemplazarlo el se ñor Pedro León Ortiz. A solicitud del Jefe del Batallón Cazador es y del Comandante te General de la 5. 3 División, el Poder Ejecutivo, por Decreto de 6 del presente, declaró en uso de licencia indeJinida al Capitán Inocencia Cifuente, que sirve en la 3·" Compañía del Cuerpo ex­presado; y al Teniente Julio V elá squez Riascos, que sirve en la 4.• del mi mo Cuerpo por enfermedad y falta de es píritu militar; Por el mi5mo Decreto se llamó al servicio activo al Capitán Gonzalo Hurtado y e destinó al C.'lz.adores en lugar del de igual grado, Cifuentes; y e ascendió á 'I'eniente al Subteniente Primo­génito Orce, á quien tambi é n e le llamó al servicio activo para ocupar la vacante que queda en dicho Cuerpo por la separación del Teniente V elásquez Riascos. El Poder Ejecutivo, por Decreto de fecha 10 del mes próxi­mo pa ado, llamó al servicio activo al Teniente Luis Felipe Mer­cado y lo destinó á Tumaco como Adjunto á la Comandancia Militar del Litoral del Pacífico. Por Decreto de fecha 9 a imiló á Teniente Coronel efectivo, para los efectos legales, al doctor Carlos A. Cook, médico de la guarnición de Panamá. Concedió al Teni~nte Luis F. Pinzón, la licencia indefinida que solicitó para separarse de la 3·· Compañía del Batallón Pichin­cha número 23. Llamó al ser icio activo al Teniente Buenaven­tura Beltrán, y lo destinó á ocupar la vacante que deja en el ex­presado Batallón Pichincha el Teniente Pinzón. Concedió al Teniente Guillermo Hernández la licencia inde­finida que solicitó para separarse de la 2.• Compañía del Batallón Tiradores número 1 I. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Nacional de Colombia Formatos de contenido: Partituras
  • Temas:
  • Música
  • Otros

Compartir este contenido

Recordando [Recurso electrónico] : pasillo / Pedro Morales Pino.

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Compartir este contenido

Recuerdos tunjanos [Recurso electrónico] : pasillo / Ismael Posada Posada

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 13

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 13

Por: | Fecha: 03/04/1897

13o~ro,ú, .\bril 3 d~ 1 ~V. BOLETIN lVI I L I T AR --.. ·--- OR GANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO Director) ALEJANDRO POSADA~ Son culaboradDreJ natos dé este periódico, todos los ]eftr y Oficiales del Ejército de la República .. C NTENARIO El dia 1 o d 1 m ... s próximo pasado se celebró en la he .... toica ciudad de Cartag~...na, el d l General Joaquín Posada Gutiérrez, quien vi Ja luz el año de 1797, S rvidor v luntario y abnegad de la causa de ]a Jn .... dependencia, prestó importantes servicios á ·su Patria, con­sagrándole con eficacia y desprendimiento su talentoJ sus le­vantadas n1iras y el esfuerzo de su brazo Hoy, cuando yá ha comenzado para los Jefes patriotas 1 fallo de Ja posteridad, creemos cumplir un deber de justi­' CÍa honrando Ja n1en orla de aqu~llos con el relato y noti­cia de los hechos de su n1eritoria vida~ n seguida publican1os la nota y copia de parte de la Orden General que ha con1unicado el señor D .. Francis­co Pobnco, Jefe Militar d~ la Plaza de Cartagena, al señor Director del BoLETÍN MILITAR. Este espontáneo recuerdQ cla ocasión para tcvivir y encomiar la n1emoria de uno de nuestros próceres. J .. DE M.-1. L. A. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAlt República de Colombia. - Ejército Nacional. --·]ifatura .lV!ilitar.­Comandancia @eneral. - Número 136.-Cartagena, ro de Mar­zo de I 897· Señor Director del BoLETÍN MILlTAR.- B ogot:L Tengo el honor de acompañar á usted una copía del . artículo dictado en la Orden General de hoy, con motivo del primer cente­Jlario del nacimiento del General Joaquín Posada Gutiérrez, pró­cer que fue de nuestra Independencia. Tratándose de rendir un tributo de admiración y de justicia al mérito militar especialmente, nada es tampoco más ju to que consignar ese testimonio en los anales militares, para que se vea por todos los individuos del Ejército, que todo el que brilla y s~ bresale en la carrera, es digno de los homenajes póstumos, y que la defensa de la Patria en toda ocasión es el deber más grande de to­dos sus hijos. Dios guzrde á usted. FRANCisco PoLANco. Rej:ública de L?lombia. Ejército Nacional --'Jefatura Militar.- · Lmzandancia Gcneral.- Número IJJ.- Cartagena, 10 de Mar­zo de 1897· Señor D. Manuel Posada.- Ptcsent C". Tengo el honor de acompaííar á la presente- nota vna copia autorizada del ArtÍculo dictado en la Orden General de la fccha:1 en honor del padre de usted. U na cotnisión de Jefe y Oficiales de este Cuartel General, pondrá en manos de usted este pliego, para a:nunciarle que habrá de darse esta noche una retreta en los frentes · de la casa de usted, en testimonio de la admiración con que en este dfa se recuerda. con gratitud á uno de los prócer·es de nuestra Independencia .. Soy de usted atento y seguro ervidor, FRANCisco PoLANco. Artículo. Un día como el de hoy--hace cien años--vino al mundo, en esta hi tórica Cartagena, un niño que fue bautizado después con el nombre de JoAQUÍN~ Después de recibir la escasa educación de aquellos tiempos;. después de haberse enrolado en su juventud como Oficial subal­terno en, las huestes libertadoras de la Gran Guerra; después de haber hecho gala de valor y de pericia en inmortale· campo de bar- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOÜn'Íl MILITAR blla; después de haber sido el brillante tribuno que con mejor éxito sabía comunicar entusiasmo á sus soldados momentos antes de combatir; y después de haber recibido honrosos ascensos y dis­tinciones personales del mismo Libertador Bolívar-aquel niño; cuya cuna recordamos hoy con veneración-vino á ser con el tiern-o EL GENERAL Jo ... '\Q ÍN PosADA GunERREZ, uno de lo pro­' hombres de la Gran-Colombia y Lma de las páginas má honrosa de la Historia, Su talenw precoz y su decisi0n poi· la ca u a R epunlicana le hicieron premahu·amente u1 hombre útil para la Patria. Como militar honró la carrera de las armas. Fue hombré fuerte hasta alcanzar la victoria; gencro~o con lo vencido , y sen.: · ible en presencia de todos los dolores. La posteridad le distingue 'Como hombre de g1 an corazón. En la tumba de es~ prócer pudiera escribir e también aquel ~pitafio que dictó Bolí ar para la del Almirante Brion: "Aquí yace Joaquín Posada Guti:;rrez, el magnánimo." Es é te el título de honor que más reclama la Historia en fa:. vor de aquel benem ... rito ciudadano. Por sus dotes militares, <;) se di tinguit.J entre sus compancros, ~1asta al anzar el más alto grado en el :r._jercito. Como hombre civil, fue Legi lador sabio y pruden e; y como Magi ·trado, u inve tidura nunca tuvo color de púrpura. Se di tinguió además el G'cneral Posada como escritor ':!rudito tle gran fuerza, po · sus dotes naturales y por su fe inquebrantable 'en el propósito de hacer una Patria grande. Su Jklcm?rias histfJrÍ­cas, después de ser leída , dejan la grata impresión de la Santidad de la Patt ia, en cuyos altares todos los colombianos deben ofrendar ~u sangre, u vida y u intereses, Por tale títulos, izado el pabdlón de la República, esta Co­~ nandancia General presenta como ejemplo á la Guarnición de la Plaza y al Ejército todo, al General JoAQUÍN PosADA GuTIERREZ y le recuerda en este d a del primer centenario de su natalicio con orgullo nacional. Una retreta de música marcial será tocada en la noche de hoy á la puerta de la casa del señor D. Manuel Posada, digno hijo del prócer; y una comí i6n de Jefes y Oficiales pondrá en manos dé éste el pliego que contenga la copia del pre ente Artículo~ El General Jefe, FRANCISCO PeLA reo. lnsertan1os ]a Hoja de Se ·vicios de] General Posada) doc ln1ent0 _que pone de manifiesto los merecimientos dé ~que] distinguido Jefe ; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REPUB~ICA DE LA NUEVA GRAN ADA El General Jo1!quín Posada Gutiérrez, su edad 39 años. Su estado casado. Su país Cartagena. t?Y salud achacosa. Sus servicio y circunstancias las q u~ se expresan : AÑO l TIEMPO QUE SIRVIÓ. Y CUÁNTQ 1 (5 1 ~ 1 ~ S EN CADA EMPLEO ~ ~ 'S ~-. ..,.......--,.. EMPLEOS y TIEMPO EN QUE LOS SIRVIÓ ID lAS ' 1 ' Siendo Teniente de milicias desde r82ol MESES pasó al ejército en esta clase en . • . . . . . ~ Abril ..... Ir 821 'De Teniente .. , . , ... ..... , '/ ~ 1 IZ4 A d." " C . " r . M 8 1D C . , 1 1 scen w a apttan e1ect1vo en . . . . . 30 ayo ..... 1 22 1 e apttan ... , ..... , .... 4 29! Obtuvo el grado de Teniente Coronel en 29 Junio .. • , . 1826 De Teniente Coronel graduadol2 4 !26 Aseen di ó :\ Teniente Coronel e(ecti vo 26 N oviem hre . 1 828 De Teniente Coronel efectivo. ·1 1 4 12 5 Obtuvo el grado de Coronel· ~11 ..... 1 31 ,Diciembre .. 1829 De Coronel graduado ....... 1 " 41 3 Ascendio á Coronel efectivo. . . . . . . 3 M_ayo ..... r ~30 Qe Coronel efectivo hasta fl\'j Se le duplicó\ por haber estado en campa- • <;\e F eh{ero de ~ 836 ........ 1 5 9 '26 ña de 1821 ¡Í 1823 ..•........... ·1 2 7 " ---.--------'·~· - - . ·- ... • 1 t Tqtal de servicio~ ljasta el 29 de Fcbre~ de 18J6. · . ...... : ......... :Jr?¡ sid ~ o, ~ H ~ r¿ ~ t"' ~ ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 'froL'ITÍN" NUL'ITA:R '~9í 2RPOS .E~ 00: TI>E HA SERV-IDO Y DESTINOS QUE HA TENIDO Ayudante de la Comandancia de Maracaibo~ En columna d Occidente de Coro, hasta el 17 de Septiembre de r ~2L En el Ba ... :tallón Tiradores de la guardia, desde el r 7 de Septiembre de 1821, hasta 30 de Ene.ro de 1 826~ En comisi.ón, Comandante Genera! de la escuadrilla de Sotavento eA la guerra ~e M.aracaibo en 1822-. Jefe de Ja Sección central en la SecretaJ'Ía de Guer.ra, desde prin­. cipios de üh6 á mediados de r.828. Oficial 1.0 de la Comisión d~l Crédito público, desde mediados de 1.827 .á .únes de -1.8~. Gober­. nador y Comandante de armas de la P. rov~noia {}e Mariquita, desde principios .de 1.829 á fi.Jiles de 1.830. Coman-dante en Jefe de ]a Divi ión de Cundinamarca en ..1 831. Juez de la .Alta Corte Mar­. cial á fines de d~J.I. Comandante General de la 2.a Columna ea Aa campaña de Pasto, en J832~ Primer Ayudante .general y Sub­jefe interino del Estado Mayor General del Ejército de la Nueva Granada. Ha cksem.peñado varios ooro .de ~inos políticos, civiles y militares. CAl\l:rP~A"S Y ACClONES DE GúE'RRA EN QU"E SE HA HALLADO En la campaña de Coro á principios de dh1, á las órdene d 1 señor General Rafael U rdaneta, y luégo la continuó en e] Oc­cidente de dicha Pcovincia, á las órdenes del Tenient-e Cor.onel León Fener, ha taque pasó al Batallón :tiradores~ En·esta c.ampa­iía se halló eu la acción de Quísiro, e.n 21 de Junio del mismo año, Jnandada por dich~ Jefe cot-1 solos roo hombres -contra una Co­Jnmnn de 3oo corian0S, mandada por el TenieJilte C ronel D. i­colás Díaz, que f~:.~eron destc-0zados. Tam,bién t·uvo frecuentes tiro­teos con las guerrillas corianas en los d-iferentes puntos de Safl'l Félix, Matt'cora, Carigua, Mauroa y oM·os, en los que fue herido dos veces, aunque n0 de gravedad. Comprueba que l.os papeles pú .. licos de Maracaibo de aq~ella época hablar0n de su conducta hon­rosa en aquella cruda campaña en q Y. e se corn batía casi diariamente con enemigos ta·n valientes y tenaces oom-0 •los corianos~ Luégo continuó la campaña en el Batall-ón Tiradot"es y se encont-ró en la acción de J uri ti vano, mandada por el Coronel José de las H eras, en 30 de Septiembre ocle J 821 con el medio Batall0n de la derecha <:ontra las guerrill2s -reunidas del D.coidente de la Provincia dt Coro, al mando del cictado Teniente Coronel D. Nicolás Díaz, eR -número como de 8~:::> hombres, q~.;~e fueron completamente desba­ratados.. De esta función de guerra hay t@nstancia e.lil .la.Secretaría, por comunicación del CQmandante General del Zuiia ' al día s iguiente, de pué d un fuerte tiroteo, apresó 21 embar acione menare , en que hadan, trave ía y desembarco las tropas e pa110las por la costa de Potrero, Grande. Del apre amiento de e tos buque por el Teni nte Po ada.. hay constancia en la Secretaría de Guerra, por el parte dado por e~ Comandante General del Zulia, en 26 del mismo. En b acción. o hombre hasta el Valledupar. En las opera­ciones que en aquella campaiía tuvieron lugar, se encontró en la acciones siguiente : En las de la Ci é naga de Santa Marta, en la noche del 19 y múíana del 20 de Enero de dh3, dadas por la Co­lumna de Vang uardia compue ta de 300 hombres de infantería y caballería al mando del Teniente Coronel Julio A. D'Reinboldt contra la fuerza del enemigo, en número como de 6oo hombr ,, al mando del titulado Coronel Jos é 13ustamante, en las que el ene­mig perdió mucha gente y el país, y ]as tropa de la República 57 hombre, muertos y herido de gravedad, y heripo-> tres Oficia­les gravemente. En dicha Columna iba el Capitán Posada de Jefe de Estado Mayor, sin perjuicio del mando de su Comp u1ía. En el ataque dado por el G eneral M. Manrilla con el Batallón 1i"rad:;­res, dos Compañías de Antioquia y un Escuadrón de caballería, el 21 de Marzo de 1823 á la División e pai1ola del Coronel D. Nar­ciso López, en el pueblo de Molino, obligándola á retirarse al ven­tajoso punto del Valadorcito, en donde fue atacada el 24 del mismo~ obligándola á retirarse á Maracaibo. Después de terminada esta campaña pasó con su Columna ó Batallón á Santa Marta, en donde permaneció hasta fin de r 82 3 persiguiendo las guerrillas de los facciosos de aquella Pro incia; y á principios de r824, siguió á Cartagena, en cuya guarnición per­maneció hasta que en 1826 vino á la Secretaría de Guerra, y des­pués sírvíó en los destinos que yá se han mencionado. En 183r se pronunció" en b Provincia de Neiva con la Co­lumna que mandaba, en favor del restablecimiento del Gobierno Constitucional, creando la División Cundinamarca, á c11yo frente. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETI N MILITAR hizo toda aquella campaña prestando importantísimos servicios que son notorios. En 1832 hizo la campaña de Pasto, hasta su conclusión, man­d~ n~o la 2: Columna de la División que recuperó aquella Pro­vmcla. En 1833 marchó hasta Tunja con una pequeíía fuerza en persecución de los facciosos armados que acaudillaba el ex-General José Sardá. Comprueba que entró á servir en el Ejército con una reputa­ción formada de antiguo patriota, y de haber sido uno de los pri­meros que pensaron en la transformación de Maracaibo en favor de la independencia, por lo que fue perseguido por el Gobernador es­pañol D. Feliciano Monttnegro, y tuvo que fugar e á las Colonia . . Por decreto del Gobierno de Colombia de 17 de Enero de r 829 se concedió á este Jefe el uso de la estrella de libertadores de Venezuela. Nota: Aunque este Jefe estuvo separado del servicio, como retiraJo, dos años~ continuó sirviendo en la Secretaría ele Guerra, ven la Comisión del Crédito Público. Pero, sin embargo, debe descontársele este tiempo del de su servicios militares activos. Valerio Francisco Barriga, de los libertadores de Venezuela, Coronel efectivo, primer Ayudante general y Subjefe interino del ~~stado Mayor General, certifico: que la anteri or hoja de servicios, f.)rmacla el'"! vista de los documento legale s que ha presenta1o el interesado, e tá arreglada. Bogo~á, 23 dP. Abril de I 836. -- --·~-- 1\1 E MOR I A S DEL GENERAL JOAQI.:fN POSADA GU "l IERREZ Hace algunos días tuvimos el gu to de 2~i tir á casa del Ge­neral Posada, á oír leer algunos trozo de sus MEMORIAS. No ~o­demos menos de expresar nuestro placer y admiraci{;n. Siempre lo habíamo conocido como e ~rrror á la vez que nervioso, H01 ido y elegante; pero en aquel día ce nos reveló m á que nunca u genio, que parece vigorizarse bajo las nieves de la edad. Pocas eran las horas de que se disponía, y cortos hubieron de ser los pasajes del libro á que e dio lectura. Así que no podemos dar una idea justa del plan y desarrollo de }a obra. Además, ni nos­otros somos hs llamados á hacer un juicio serio sobre ella, ni ha llegado tampoco el día de hacerlo. Sin embargo, po.r lo que cono­cemos> expondremos nue"tra opini(, n. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETf~ MILITAR 28[ En nuestro concepto, el General Posada merece verdadera­mente el nombre de histJriad:;r . .til dirige la vi. ta á los sucesos des­de un punto muy elevado: sus apreciaciones se muestran libres de la influencia de las preocupaciones vulgares y de las exigencias de los partidos. Narra y revela desembarazadamente los acontecimien­tos importantes que ha presenciado y en que ha tenido parte; los encadena, los combina; y derivando de ellos los actuales, trata de llamar de en medio de las pasiones políticas la juventud que ha abierto los ojos inexpertos á las luchas intestinas, la vuelve al exa­men de lo pasado, y la da la más provechosa de las enseiíanzas para lo porvenir. Tal es el noble objeto que se propone, y tales son las eminen­tes dotes que para ello posee el General Posada. Pero no es esto sólo. En cuanto á las formas, en cuanto al estilo, nada hay que pueda comparár ele. florido y pintoresco sobre todo, y de un colo­rido que encanta, á la severidad del filó ofo junta la elegancia del p~eta. En la parte episódica y descriptiva campean todas las galas y el encanto del lenguaje, sin que se aparte un punto de la verdad, sin la cual nada hay bello, nada hay noble .. El pinta nuestros cam-pos, él canta nuestras glorias. · Los discursos que pone en boca de nuestro h éroe , no son los que olis atribuye á Hernán Cortés, sino los que él mismo reco­giera de su labios, y que su pluma ha sabido trazar dignamente . .isto agrega mucho mérito y novedad á su Historia. ¡T';i nto se nece ita para poder dar vida á la generacoine pa­sada , á los hombres grandes que yá reposan en las sombras del se­pulcro 1 Y á la verdad, nosotros podemos decir que hemos visto á l3olívar, que hemos hablado con él, y finalmente, que lo hemos c.:;n­ducir/ Q vivo á su sepulcro abiert.:;, cuando el General Posada nos leí.1 sus precioso. manu critos; y decimos más: en aquel solo rato pu­dimos formar una idea mucho más cabal y clara del Libertador que la hubiéramos formado por todo lo que antes habíamos leído y oído acerca de él. Esto no es una exageración: ese poder mágico ha sido concedido siempre á las inteligencias privilegiadas. Dante nos lleva más allá de la muerte, á recorrer las regiones eternas. La ju­ventud no sólo neogranadina, sino aun suramericana, que quiera vi­vir en los tiempo que precedieron á su nacimiento, y conocer á sus predecesores, lea las Memorias del Gen.:ral Joaquín Posada Gu­tiérrez. ¿Pero qué decimos? Esas M emorias están enc.1denadas en el escritorio de su autor, quien en la completa estrechez de medios á que ha sido abandonado, necesita de cooperación para darlas á luz. Tristí imo es considerar que todo el mundo contribuye á las repre­sentaciones escénicas, por ejemplo; y sin embargo, cuando se trata de auxiliar á un distinguido :nilitar y escritor, reliquia de nuestros IANCO DE lA ~ EPUfJliCA _ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2)2 BOLETL MILITAR preciosos días, qu_ va á desarrollar delapte de nuestros ojos el pa­norama d .. nue tra historia, muy pocos soú, casi nadie, los que pre3tan un pequeílo conting"nte; conting.:!nte qu~ s" esp~ra más que de la genero idad, del patriotismo. Cuando Ch1teaubriand publi ..... ó sus Mírtirts, h:..tbo de entris­tecerse mucho por la fría acogida que tuvieron, tanto más, cuanto más b"lla habían sido sus esp-.ranzas. Fue entonces cuando su ami­go F ontanes le dirigió una po"sía con -olatoria. Introducía en ella al Tasso sentánd03e, en u :1o d_ e · os día d_ tristeza y de3esperación, jun!J al h JjJSJ /1-tr .!l q:u: sJbrl /;¡ f;,¡, n!n d! Vtrgilio timd! f siempre su V!rd! ram 1je. Y lu ' go hacía aparecer la sombra dd p0eta Andino, que le r.._cuerda la suerte de.sgraciada á que lo ingenios elevados están condenados siempre, y le manda esperar mejores días-ah! los que e llaman la posteridad. Esta circun tancia angustiosJ.s que rodean á los hombres de ingenio, e pecialmente á l s P' eta , pueden sin embargo atribuírse, más ó menos, ó á los ocultos de.signios de la Providencia, ó al ol­vido ingrato de lo hombre . Y volviend á los Mírtires de Chateaubriand, permítaseno hacer una comparación entre ello y las M !m?rias de que hablamos, bajo el respecto de la acogida que mereciesen. Lo:> primeros no tocaban directamente -t lo' inter ..... ses y á la gl ria de la Francia; la segunda son la historia de un paí- e m el nué tro, tan pobre en historiadore , y en patriotas que registren su ar hivos y den luz. á us· anales. Pcr sobre todo, Chatea u briand podía reclamar de la po teridad; u obra e taba publicada: el General Posada se confor­ma con el fallo de la opini<>n pública; e que no tiene medio para publicar su libro, y no hay quien l auxilie! Él puede decir 1 del Apóstol: todiJ b mío cmmigo b ll' VJ; y ojalá que pronto pueda de­cir lo que el poeta portugues saliendo á nad , de pué de un nau­fragio, con las Luisiarlas en el eno: Tocb h he salvad:; conmigo! Quien no haya tenido relaciones de ami ·tad con el General Posada, ni tenga otro interés en la publicación de su obra que el amor de la gloria patria y la admiración por el talento, títulos tiene para ser creído en e te particular. Nosotros que nos hallamos en tal predicamento, no podemos menos de elogiar una obra, de la cual algunos pedazos nos han llenado de entu iasmo. A vosotros, hombres pudientes y patriotas, toca no desdeñar la llave preciosa de la pasada época que os ofrece un hombre tan distinguido; y no sea t}Ue, en vez de cooperar á la edición de esa Historia, prevengamos para la página que haya de continuarla, un recuerdo tan lasti­moso- el desamparo del genio! Junio I . 0 de I 864. M. A. C .. (De El 8ímbJh). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍ T MIJITAlt 203 LA OBRA DE UN PATRIOTA (COLABORACIÓN) Cuando m,urió el General Posada, era hombre de edad octcg~naria, e proporcionada estatura, ancho de espaldas, de htcnga y blanca barba, ojos azules.; se mantenía aún derecho, á pesar de sus aí'íos y de sus pmpañas, mostrando en su porte dcscmba(azado algo del aire militar y de la franca independencia de su larga vida de· soldado. Tuvo la satis­facción de que sus hijcs heredasen su claro talento, y, hasta cierto punto, \a misma independencia de carácter que él mostró en vida. Pu.ede seña­larse la obra dol General Posada com.o la etc un hi ·toriador verídico, y él mismo como perentorio ejemplo de lo que llega á realizar felizmente ~na inteligencia despejada y una observación atenta de los hechos,. puesto que, sin hacer alarde do grande ó variada instrucción, compuso _ un libro de memorias qu atraen, particularmente, por el aire de varonil sinceridad con que est(tn e sc ritas, no menos que por los hed10s de seña­~ ada importancia histórica en que se ocupa, y por la circun s tanc~a de que el autor fue testigo ocular)' á vec ·s actor en m.uchos de ellos; que ~abe matizar su narración con ~upias de la vida s ocial y esbozos de tipos inolvidables. En el tomo primero de s us Men}orias nos refiere lo ocu­J; rido en nuestro país de 1826 á 1831 período lleno de agitación, seíía­l. ado con caracter~ indelebles en orden político y el cual expone con gran fidelidad y c o n toques de vivo c olorido, c on ac entos de íntima ~onvicción, que conmueven y se gravan en la memo ria. En el cgundo tomo de su obra e s no menos ftliz é intenLÍonado; escribe con grand e imaginaci ón, animado por el calor de sus observa­iones sagaces, espirituales, att:cvidas. á veces, pero verdaderas é incon.­testables. Este tomo comprende los principales acontecimientos de la vida del pueblo colombiano desde 1832 hasta 1853· Trata en particular, de la elección del General Santander parL~ Presidente de la República ; de la conspiración que contra éste se intentó, y de lo s diez y seis indi­viduos á quienes sentenc;ió á H\UCrte por el hecho de ser conspiradores; de la muerte alevJsa dada al conspirador Sardá; de la división que se hizo de la Deuda nacional colombiana, y de los motivos que justificaron l.a aceptación que de dicho arreglo hizo el mismo Gc_ncral Santander. Cuéntase cómo decidió el Congreso (4 de Marzo de 1.837) la elección de Presidente en favor del doctor José Ignacio de Márq uez; la ley gra­t1adina sobre supresión de conventos menores de Pasto; las resistencia que originó el c-um.plim.iento de dicha ley en la ciuda,.d nol)lbrada ; los motines encabezados por el Padre Villota, y todos Los antecedentes, ~taques y defensas, declaraciones y documentos relacionad.os con el su­mario iniciado contra el General José María Obando, como primer res­ponsable del asesinato del M.ariscal Si.tc;re, y analiza los escritos y pu­blicaciones que. con tal motivo se hicieron; da cuenta de la renovación de la guerra de Pasto (en 1840); de la derrota de O bando por las fuer­zas del Gobierno; de la valerosa c;onduc;ta del benem_écito General Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR Juan José Neir:~, quien, de repent~ y con sólo su resolución y actividad logró despertar vivo entusiasmo en la población de Bogot~ hasta que dio la batalla de Buenavista (28 de Octubre de 1 840); de la elección del General Herrán para Presidente de la República; traslación de los restos del Libertador, de Santa Marta á Venezuela; del fusilamiento ........... de Apolinar MorilJo, uno de los asesinos del General Sucre; y las inte­resantísimas discusiones que se susciraron en el Consejo de Gobierno con mQtivo de resolver si se le conmutaba ó n6 la pena capital al dicho Morillo; luégo sigue el examen de la Constitución de 1842; lo s actos notables de la primera Administración del General Mosquera, y la re­lación del 7 de Mar7.o de 1849; la expulsión de los jesuítas cuando la Admini traeión del General López, y la instalación de las Sociedades "Republicana" y "Filotémica" (esta última instalada el 28 de Octubre e 185o). Lo cierto es que ninguno de nuestros historiadores ha descrito col\ mayor detención los graves sucesos de la con pi ración del 2 5 de Sep­tiembre, ni juzgado con indagatoria tan escrupulosa el lamentable asesi­nato del General ~ucre. También anahza los méritos y servicios prcs­t'ldos á la Patria, en épocas de lucha y de prueba, por los Generak Caicedo y Santander, y p:trece que la pintura y conceptos que le me­rece el "Hombre de las Leye.;," son de mano m:~.estra; apreciaciones que formuló después de conocer y estudiar íntimamente al personaje, y de aplicar criterio filo ófico y un tanto imparcial á los sucesos que con él se relacionan. Sugiere contra Santander, entre otros gravísimos cargc,s la muerte dada á Sardá. En resumen, el libro del General Po ada es de obligada consulta en asuntos históricos nué tros. Juzg ndo pluma docta y convincente por u certe7.a dejuicio~ la labor histórica del General Posada, emite estos conceptcs: "Filó ofo cristiano, pensador político, y poético e critor, reune c1 General Posada aquellas condicione, al parecer contrarias que debe poseer quien aspire al encumbr;1do título de historiador. Ni ha querido él de m~ntir, au:tque es(:ribiendo m~morias, ó como si dijésemos recuer­dos personales, aq1el texto de Salu tio que desde la publicación dd tomo 1 adoptó como epígrafe de su obra: "En medio de las fctcciones armada en guerra civil, el espíritu de partido no m~ ha desviado de la verdad. "Ctimplenos hoy a:-t:.n :i 1r la aparició:t del deseado tomo II de lag Memorias de Pos'ld1, de m ís directa y eficaz doctrin'l qu!! el anterior para la gcneracióil presente, q'.lC v--r:í en él, no ya figuras aungue glo­riosa-, distante::. y e:tvueltas e:1 la penunbra d~ lo p1s:1do, sino á hom­bres y sucesos que han i:10 ·Jído m.ís de cerca en la actual situación de la República. "A los 84- años de su edad da el General Fosada la última mano al tomo II de su obra, la entrega á la luz pLíblica, y se prepara á trabajar en la composición del 111. Fe:-tómeno es éste de longevidad intelectual y de. fuerza de voluntad ciertamente extraordinario en la zona enervan­te e:1 que vivimos y en medio de agitaciones políticas que roban la quietud y el ánimo nccegarios para tod1 labor seria; circunstancias que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JJOUtrÍN M:LtTA1'{ nos ÍndJ~::: á lc~r el li!Jr:> q:.1:: rc:1enns á la vista con cariñoso respeto l1acia s:.1 autor1 y con nuevo motivo de confianza en la verdad é impar ... ~ialidad de quien ha estampado estas sokmncs pabbras ~ "'En mis can 4 ados días, próximo yá á dar cuenta á Dios de mi larga vida, no puede: 3uponerse en mí ni ambición personal ni mir::~s aviesas. El interés de mi patr:Ía es el úníco móví.l qt1e guía mi mal tajada pluma.1 ' (1) Los sig:.~ie:ues pcns1mien:tos s-::>:1 del General Posada : •'Triunf.tr e' la gr.m cue3tión de la vi:h, e:1 todo sen.tidrJ: así e~ ~LL no hay U"l placer ig.L1.1I al qu.c g.oza el militar cuya frente ha orlad~ h victoria; como no h rtante ciudad de Pereira, mediante una distancia de 23 kilómetros , que pueden repartirse.: d~.: un modo aproximado así: Kms. Del "Alto del Roble ' 1 al río Barbas . . . . . . . . . . . . 5 zoo m. Del río Barbas al caserío Condina . . . . . . . . . . . . . . 900 m. Del caserío Condina á Pcreira . . . . . . . . . . . . . . . . 8 900 m. Como parte integrante del istema secundario de Salento, los ca~ racteres geognósticos del contrafuerte enunciado guardan semejanza con los del terreno entre los ríos "La Vieja" y "Quindío." Asi, tánto la torrenteras como los cortes del camino ponen de manifiesto, bajo el hu~ mus que. uele llegar {L 2.50 metros de espesor, gredas rojiho-anaranjadas ó plomizo-blanquecinas con margas cretácea cuya presencia ha de.5cu­bierto el ácido nítrico; pero estas· capas sedimen tari.as, variables entre 6 y 8 metros y aun más, se compactan en varios sitios é incrustan en otros, como "Barroblanco," asperones erráticos, en tanto que duras ro­cas arcillosas y conglomerados silicosos encajonan el hondo talweg del "Barbas," afluente de "La Vieja." Las colinas de erosión que demoran hasta el "Consota," que tributa al mismo río, son por tal manera de­primidas, que la ruta parece asentada sobre una calzada hecha expresa~. mente: bien es que cruza e~ parte la selva virgen y con poquísimos desagües, abundando así los altibajos llenos ~e agua y fango; mas como desde Condina (1,859 metros) esa tierra útil está metida yá en labor; el suelo se ha consolidado á la luz. Finalmente, entre los ríos Consota y Otún, tributario éste del "Cauca," c;e interpone la meseta de "La Paz," á 1,42 3 metros de altura en Pereira, mole de buena solidez y que según el ingeniero Rentería "forma como el primer escalón que ha de vencerse para ascender de Cartago á Manizales." Circunseribiendo • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :80L~Tf MILITAR ~1 r' relativamente: m~s plano, firme y fácil de- desaguar que la vía del Quindío hasta el "Alto del Roble." Los trabajes que ejecuta él Batallón P ala cé abarcan sólo desc.le el "Alto del Roble" hasta el de •'Barbas" (1,268 m etros), distante 640 metros del río-y donde empalma la da con otro ramal denominado Cruces que gira hacia Filandia ;-pues el trayecto restante estaba cons:.. truído por el Gobierno Municipal de P€reira. (Véase el croquis). Cuando me encargué de la Dirección general de estas obras, el 1.0 del corriente mes de Noviembre, la rocerfa, limpia y gradación (ésta con unos 300 mcttos de interrupción) alcanzaban al HAlto de Bolillos,"
Fuente: Biblioteca Nacional de Colombia Formatos de contenido: Partituras
  • Temas:
  • Otros
  • Música

Compartir este contenido

Refajo [Recurso electrónico] : pasillo para piano / Carlos Escamilla.

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 14

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 14

Por: | Fecha: 10/04/1897

Año l Bogotá, Abl"il 10 de 1397. Número 14 BOLETIN MILITAR ----=-··~-- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··~-- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colab oradores natos de este periódico, todos los Jefer y Oficiala del Ejército de la República. LABOR ADMINISTRATIVA EN EL DEP RTAMENTO MILITAR En el n1es de Mayo del año anterior tomó posesión del en1pleo d Ministr de G1.1erra el doctor Pedro Antonio M lina, quien n1erc d á una larga práctica adn1inistrativa cuando fue Gobernador del D partamento de] Cauca y á sus especiales facultades y conocirnientos, adquirió, apenas hubo ingresado en el Ministerio~ esa influencia y personería indiscutibles que caracterizan la acción de un espíritu orga­nizador, acti v o, vigilante y penet~Aado en un todo deJ deseo de coadyuvar tan bien con1o el que n1ás~ á la obra arnlóni­ca del Poder Ejecutivo. El tiempo se ha encargado de poner en evidencia 1a fecunda y perseverante labor del señor Ministro. Ha sabido atender al despacho de los asuntos que ocurren diarianlen­te, sin descuidar el estudio de las cuestiones qu~ entrañan trascendental importancia, sobre todo las que se rozan con la existencia independiente y de vida propia, si así poden1os decirlo, del Ej"rcito. Y es porque el señor Ministro reco­noce que hasta ahora las agitaciones tun1ultuosas en que han vivido los países an1ericanos no les ha pern1itido dar organización fundamental y seria á la entidad de mayor in1portancia para la n1archa regular y pacífica del país: al Ejército. El Ejército no es hoy lo que pudo ser en otras épo­cas: aglon1eración de individuos que aspiraban á entrar en 1~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lfOLETÍN MlLlTAit ~tarrera de las arn1.as como la que exigía menores oblígacíorre; y consagración n1aterial. Es claro que de esta afirmación hay que descontar personalidades notables que con su con­ducta, valor y hechos de arm . as vienen de largos ru1os atrás. honrando á la p:Ltria con sus non1bres. He1nos sentado la. cree11cia general ó vulgar, con1o no exenta. de verdad, y para lograr, por n edio de la con1paración con lo que hoy pasa, encontrar n1uy justos motivos de estín1.ulo y aun de t:lf>~le orgullo en la organización del Ej¿rcito. El doctor Malina ha podido· observar con intin1a pa­triótica satisfacción que en los n1omentos 9 ctuales la voz. qu ... priva en el ej¿rcÍto es la del cumplirniento del deber. El instinto del honor lleva por an1plio y seguro camino á los soldados, á los jefes, á 106 superiores todos~ La verdade­ra disciplina no estriba sólo· en los n1andatos de la ley, ni hace sentir mejor sus resultados que cuando se funda en el convencin1-iento que adquiere el soldado de que se le n1ira con inter¿s y deferencia; que· vea él que su suerte está li­gada de modo inJ.isoluble con Ja del Estado ; que se le protege, que, previsoran1ente, la ley ampara á su fan1ilia cuando falta el brazo qu le da sustento, y que sus jefes no son indiferentes á sus necesidades y aspiraciones1 sino por el contrario, an1igos que veJan con prudente re:~t.rva que igua­le las voluntad s y los sentimientos de unos y otros. Tales. han sido los propósitos de eq_uidad y de justioa á que ha. pretendido ajustar su conducta. el señor Ministro, y en los­que se ha inspirado al acon1eter el estudio de las n1edidas que aún deben dictarse para dar n1.ayor in1portancia) estabilidad y con1.pleta organización al Ej "rcito. Las personas. que ha­yan leído el Inforn1e que presentó al CongJ:"eso del afio pa­sado-, encontrarán allí expr~sados con sinceridad, conven­cimiento y docta a.rgun1entación, n1uchos de los puntos en q.ue se ha ocupado en el desen1peño de. sus importantes fqn ..... ctones. En élllan1a la atención á la urgencia que hay en llevar,· á la práctica los principios consignados en el Título XVI de Ja Constitución, sobre fornución de. la fuerza pública, á fin de evitar que el servicio de las arn1as sea violentando á los individuos destinados al Ejército; enumera los servicios que rresta Ja fuerza en Ja conducción de co-.:ren<;. custodia Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 121 1 de edificios de propiedad del Gobierno, vigilancia de cárce­les, reparación de can1inos y otras obras. Y le tocó tan1bién al n1isn1o doctor l\1olina la buena suerte de cun1plir un acto de benevolencia y justicia, cuan­do dispuso, conformándose á lo preceptuado por Jos artícu­los 2 r 3 y 214 del Código Militar el licencian1iento de va­rios individuos que habían cun1plido yá cuatro años de servicio, pagándoles la gratificación á que les daba derecho 1 últin1o de Jos citado3 artículos. Sobre este asunto que .por sí solo den1uestra la cons­tante preocu.pacié n que n1úeve el ánin1o del señor Ministro en bien del ej f rcito, leen1os n 1a Men1oria, página XV, lo siguiente ': . . "El Gobierno ha cuidado ·c·on so1icituri. de despachar s'in den1oras las peticiones de bajas de individuos de tropa, concedienJo la licencia absoluta en todos Jos casos en que se ha computado el ti n1po legal del servicio·." · Respecto de la forn1ación de un nuev Códi~o Militar que corresponda n1ejor con la índole y tendencias de la Constitución de I 8 8 6, y que comprenda en sus dis:posi·­ciones todu el n1ecanisn1o científico y de variada estrategia que actúaln1ente predon1ina en los cuerpos de tropas del xtranjero, agrega el señor Ministro: " N o creo impertinente, al tern1inar este capítulo, in­sistir sobre Ja in1periosa y urgente necesidad de establecer ~n la ley bases racionales y científicas de organización del Ejército, para colocarlo al nivel que den1andan los itnpor­tantes objetos de su institucíó~ y en lo que s~ compatible ton nuestros recursos fiscales. Un Ejército debe ser orga­hismo que funcioné y se n1ueva rápidan1ente, íh.ra lo cual debe componerse de n1ien1bros ó articulaciones homogéneas y autónon1as que obren arn1óniéamente, obedeciendo un ~oJo pensan1iento y ejecutando, sin dilaciones ni tropiezc 's órdenes emanadas de un centro único. Cuando tal organis­mo lo constitdyen Cuerpos aislados, de distinta formación, desiguales por su número, y sin fuerza, peso ni resistencia proporcionales, será una n1asa inforn1e y desordenada á la cual se le irnpondrá movin1iento con grandes dificultade3, ~in que se ló.5re conseguír el objeto á que está des~inada. Lá desigual organización de los Cuerpos de un Ejército, no Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 212 BOLETÍN MILITAR sólo trae aquellos int::onveniente~, s~n? que tiende á s.uscitar rivalidades y en1ulaciones perjudtctales y aun pehgrosas para la disciplina, anarquiza Ja institución cuy? principio cardinal es la uniforn1idad y obediencia, y contnbuye ade­n1ás á debilitar considerablen1ente Jas buenas condic\ones que el valor, la abnegación y el patriotisn1o pudieran hacer de los n1iembros del Ejército un Cuerpo marcia], intacha­ble en todo sentido." El párrafo transcrito expresa bien la importancia que el señor Ministro concede á Ja disciplina n1ilitar; sus n1iras para lo futuro: sien1pre de engrandecimiento n1oral del E}~rcito; el propósito que tiene de estin1ular, hasta donde sus facultades se lo pern1Ítan, con premios adecuados, !a buena conducta, la sin1patía y franca adhesión á las institu­ciones y á la autoridad legítin1a, puesto que Jos soldados de la Patria son con1o hijos de una n1isn1a fan1ilia, llan1ados á forn1ar bajo una sola bandera y á n1archar en unísonos sen­tinlientos guiados en todo can1po por el sín1bolo de la vic­toría y de ]a paz. SEOOION OIENTIFIOA TÁCTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTICA (Continuación). 2.~ Los que se hayan trazado sobre un terreno dificil ofrecen á v~ces muchas l~~ua de tray~cto y ~na anchura variable, 'según la cahdad de la regwn que atraviesan: a esta clase pertenecen los ca­minos en el fondo de los va~les, los que cru~an espesos bosques, y fosos estrechos sobre montanas y meas, cornendo á lo largo de ba­rrancos y despeñados. Los desfiladeros en general ejercen una grande influencia sobre el empleo de l~s tropas: las destinadas á pasarlos tienen que a??ptar una formac~ón muy contraria á la defensa; siendo opera­cwn sumame.!1te peltgrosa el desembarcar del otro lado del desfila­dero y desplegar al frente del enemigo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 213 Un desfiladero á retaguardia es, para la retirada, co~o u.n, so~­guado enemigo: la operación del paso .no puede ser mas .cliúct~ sobre tod~ si el ej~rcito acaha de er ~at1do. Pero e~ ca~hto para la defensiva ofrece incalculables ventaps: un pequ.eno numero de hombres, de de la entrada y en los flanco del de5;fladero) es capaz de contener el empuje de todo un ejercito. APRE:IAC!:S~ GENERAL DE U~A ZO. A D~ TERRENO DESDE EL PUNTO DE VISTA TÁCTICO. . Las marchas, las posiciones, los movimientos, el combate y Ja in talación de las tropas en campaña, depe nden directamente deí terreno, de u conformación general, de su situación especial y d 1 estado de la localidades particulares que contiene. Las propiedade caracterí ticas de cada arma, y sus diferentes forma de comb:ne, determinan el grado de dependencia que aque­lla acu an para COQ el terreno, teniendo en cuenta que ha de ser utilizado en razón de la necesidad de mover las tropas, de abrir am­b s horizontes á la acción de los fuegos: de resguardarse contra los d el enemigo, y de ocultar la fuerza u.um é rica y disposiciones que se adoptan para el combate. Lo calificativo jt1v?rable ó d esfavorable aplicado á un terre­no sólo tienen un sentido relativo, e gún el fin que no propone­mo , y la consideraci<)n á qu e re pon den; porque en efecto, la uti­lidad de un terreno en el empleo de las arma , es diferente para cada uno de lo eJ é rcitos contendientes, para cada una de las diver­sas armas, para cada forma de combate {ofensiva y defensiva). Di..: cha utilidad, ora abarca toda las situacionrs tácticas (posiciones, marcha' batallas) ora una ola de ellas; tan pronto e extiende r ias dos órdenes de comblte (cerrado y disper o) y á las dos formas (combate de fu egos y al armJ. bhnca), com~ se limita á una de ésta solamente. La apreciación general de un terreno, desde el punto de vista táctico, abarcará 1as siguientes puntos de examen: 1.0 En qué grad? er practicabü. Esta consideración capital se extiende á la formJ. del terreno en globo, esto es : los camino~., . la-; vías férreas sobre todo; la imp0rtancia de éstas como líneas de concentración, de ataque, de comunicación y de retirada; ]a su-. p ... rficie del suelo, su inclinación, sus ob~ táculos y medios de sal varios. 2.0 En qué grado se presta á la vigilancia y expf?ración. Se observarán los puntos culminantes, los objetos salientes y cuanto ofrezca ancho horizonte á la vista, coa el fin de dominar el terre­FlO y dirigjr con seguridad los moví mi en tos. . 3· 0 Si ontien! abrigos para ocultarse á la investigación del Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR adversario y á sus proyectiles, así como si ofrece afluentes las po­siciones del enemigo, y puntos seguros de estación para el ataque. 4. 0 En qué grad:; Jav:;rece la acción dd futg:; d e fusil y d e cañSn. El observador exLtminará los puntos m:is importantes del campo, deduciendo, según su f¡ rm1 y natur.1Lza, la influencia que pueden. ejercer sobre el fu:::go de la infantería y de la artillería. Esta ojeada g:::netJ.l determina la apreciación en globo del 1,(alor táctico de una zona de terreno. Mas para que dicha apreciac,ión se aplique á casos determj\.. dos, será preciso examinar s~p::tradamente: 1.0 Las lineas tflctic.n imp~rtantes qu~ se. divi.den en líneas, qfensivas y' lí.,neas defensivas. 2: 0 L?s pu ,zt;s tá ctios im~nrtante3 que. son, d~ d¡vena especie, <;Ofll? pun~os . de. defe-nsa, de sostén y de ataqJie. Lji combinación, enlace y depen ,den~ia de las lí,neas y los pun­~ o? tácticos coilstituye el carácter g .... neral del terreno, para c_aso1 c;on.Freto. ~fl apreciación d~l valor táctico de un objet:; de terreno debe ~fiCerse teniendo en cuenta lo s iguiente : 1.0 La z.ma á vanguardia, e;>to , es, hacia. el enemigo: si es. practicable, si · pp;::de ser dominada, por el fuego, ó si ella, dominf. en, t.odo ó en parte al objeto propuesto y de que se trata. 2.0 L1J· z.m.?s l:lter.d.!s: s¡ ofr~~:?n punto d~ ap . yo y fuertes 1 1mplazamiento~ para rechl-z,ar lo~ ata.ques con enraja ; si se pres­t¡ ln á ocultar y favorecer los movimiento~ envoJvente . 3. 0 La z.ma á ref,7Jü:lrdia: si p~rmite Jo~ mpvimientos re-. t(Ógrados, y po~ee á d!stancia pró · m:t fuertes punto de ap~yo. 4.0 El enbce ó d::pendm. ~Ía q u.:: el o~j :t; en cuestión tiene con. 9tros objetos, punt~s ó lín~:t del teatro de operaciones .. D ESr-ILA DE ROS. Todo desfibder0. pre:en~a v.:::rd dera imp~rtancia militar, siem, _ ;>re que su trayecto, adem,is de ser extenso, constituya el único , a.~ceso de una gran parte d~ terreno: disminuye1 p~r el contrario, s.us buenas c::>ndiciones tácti as, cuando en un corto radio es sus­ceptible de ser rode:1do, evitando su paso. Siendo m,uchas y muy varias las cla~es de desfiladeros, nos li­mjtaremos á establecer los puntos generales que pueden guiar . a~ · 9b3ervador en el exam~n y recono imicnto de aquéllos .. Son los siguientes: 1 :> Naturalcz(l del desjilade;·o: ca~idad del terreno. próximo ; á qué distancia se p~ede practicar el rodeo. 2.0 Puntos de accesos: la en rada y la salida; su latitud, su obstáculos; en qué grado son favorables á la defensiva; qué fa­c_ ilidades presentan para ser tomados por asalto. · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 5 3.0 Omform::uión especial, á sabe-r : puente:; ; materiales coll\ que están construídos ; si son practicables á todas las armas ; su olidez; latitud y profundidad de la co.rriente de agua ; naturaleza de las orillas del cauce. G .1rgantas en /:¡; m?ntafi:u: su íorm:t i terior ; SI pueden ser enfilada por e1 fuego de fusil y ca· ón; punt<. s que las dominan; posibilidad de establecer guerrillas de tiradores ó b.tterías. Las naturalc5 condiciones de defenc;a de un des~lader o estr--­oeho y lleno de accidentes aumentarán eil g.-ad.o máxi n cuand< e.> despejado el teneno cp:1e ha de ocupar el e11emigo, y si posee¡¡ .:1 .conveniente distancia puntos dominante que barran e ,. cazmentc las posiciones de aquéL M RCHAS Consideraciones generales .. Se ent'iende por marchas los movimientos de traslación que las tropas ejecutan para alcanzar un determinado fin : exceptúan· se de este caso las que se verifican durante el desarrollo del combate; porque éstas, si bien entrañan mov·imiento, no se cali­fican como marchas sino que reciben los nombres de ev;/uciones y maniobras. El estudio de las marchas constituye una parte muy inte­grante del arte de la guerra. En la sucesión de las operaciones de una campaña, las tropas se hallan en continua movilidad, necesi­tan trasladarse á grandes distancias en forma y ordeR comveniente, ora para llegar con decisiva oportunidad al punto determinado .donde arrecia el peligro, ora para sorprender á un enmigo descui­dado ; tan pronto para obrar en combinación con otras fuerzas que se hallan lejos, com para esquivar el encuentro de un adversario superior ó retirarse á su vista sin sufrir un descalabro. El éxito de las operaciones de guerra descansa muy particularmente sobre el exacto cálculo de las marchas y su matemática precisión, en virtud de lo cual podemo asegurar que la ciencia del mando tiene en este punto un con~tante problema expuesto á su resolución. Ante todo diremos que la práctica de la marchas se halla su­jeta á consideraciones estrategi as, tácticas y administrativas, que muchas veces se confunden en una sola. Hé aquí la.:; consideraciones de naturaieza estratégica: el or­den de mar ha; la combinobres soldados. Todos buscaron el' descanso en las tiendas; descanso \ánto nás necesario cuanto que al romper el día siguiente ex·piraba la.. treg111a á las hostilidades, y el enemigo vecino ocupaba las posici'~. nes elevada en todo el desfiladero; posiciones de las que á costa. de cualquier acrificio era preciso. desaJoj ·ado. Fortuna que en aquella a ción ambos batallone formarfan las reservas, y regularmente, ni el trabajo ni el peligro crían exajera­dos. Pero, sin embargo, la jornada habí·a dejado in fuerzas á todos. ~quellos bravos que hacía poco más de treinta horas habían reñido medio día de fu go sostcni do y habían resi5tido en cuadro siete terri ... bles cargas de la~.n.ceros. El descanso se imponía, y por eso al sonar la.. r;etreta en el campamen.t:o, se entregaron todos al sueño, á excepr ción de los centinela~ y escuchas que babíléln de velar por la segu­ridad de us comparíero y á e cepción también de unos cuánN >. oldados avesados á la fatiga, inaccesibles al cansancio, que prefi · rieron c.sperar el día brorNeando entre sí y bebiendo aguardiente dentro de una tienda, en la que n.o había otros asiento GJlie utu man,ta, de munición tendida c.n el suelo, un tambor y unas cuáptas piedras. Todos estaban ocupados por aquellos alegres hijos de .Marte, entre los cuales acaso había algu-nos que no. volverían des­pués de aquella noche á leva.ntar su voz entre los vivos. Pero nin­guno parecía predestinado á morir en la acción, según lo despre­ocupados que todos se mostraban. De todo se hablaba dentro de la tienda m~nos de la guerra. Los veteranos voluntarios que acaso se alimentaron antes de vestir el uniforme militar con el1;an.cho sobrante en los cuarteles; se reían indiferentes, mientras que en algún grupo de bisoños, apenas fogueados, se hablaba de las delicia::; del. hog-at: · en que los vie­jos lloraban la ausencia del hijo, de la. ch.ica que en el in~tante ~e Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. f;).OLET~!\ ~liLlT AR ~a parti·da para la g.uerr~ J:es P·~S.~ d. escapulario. CO,Ill lágrimas en lo~ 9jos, ó de los proyectos para el ansia,do. d~a de tom.ar t.1 paloma. ' ¿ Quién de ell s lo verí:t ? ..... De una á o.tra e nversa~._ión. su.rgió súbitam ·~nte u:1 casus: ~:lli entre gr . adero.:> y ca7.aJon.:s. -La bandera de nue tro b:-ttailcín, dijo un s ldad de cazadc-. ~es, llega hasta donde n 'Sotros alcanz ... mos con la vi~ta. -Y la del nué~tro, r plicó un tanto picado el cabo de línea Gutiérre.z, que en aqu .... l instante acababa de leer la carta de su madre ~iu.da y vieja, carta en la que jpo,r Dios! le ptd(~ que noJ (uer:a. co.b-arde p~ro . que no se expusiera JetnasiadQ... · -Pero siem:pre nosotros v:.a_mos adela1_1te agregó el: cazador; -Eso n.o. es ve~dad. -Los caza.dores valemos más. -j Menti~a· ! gr~taro.n. ~ un · ti~mpo va1 ios sol4ados de líne~ que de un. salto, se. pu iei;Ot;l de pie, mientras que uno de los pabe­~ lones de armas se \.:enía á tierra al coger su fusil el cabo Gutiérrez .. El alcohol h.aMa hecho sus efectos y dentro de· la tienda se ~espiraba yá atm.ósfera de sangre .. Las voces cu,ncJiercm en el c~mpame.nllo, se. a)zaron sacudiendo ,.J sueño lo.s demás soldados de. uo.o. y otro batallón y la lucha er:-. ve herm,anp~ de armas se hi-zo. inminente á tiempo que en la ~ntrada de la t.ienda apareció lent:amew.te la severa faz del bri­gadier, que ~.acien:do la ronda mayor se había percibido de la, ~encilla que puso e.n peligro la paz del campamento. Todos al ver. á su jefé, por un sentimiento de ciega subordi- • ación, depusier,on las armas. El brigadier puso presos á los pl ·o­lpovedores~ no, sin cierto sen ti miento, y después de haber tranqui­ljzado los ánimo" y establecido 1~ conveniente separación entre ambos cuerpos, dio cuent~ de lo ocurrido al Gftneral en Jefe, el cual sonri-endo e. cuchó el rela!io verí.dico, dando muestras de ale­gría á cada detalle descriptivo da la indignación de los soldados. -Pues bien, repuso el General cuanc..lo hubo terminado de ~abiar el Jefe de aquell-a brigada suc;cept!ble, esa riña es una gloria más para ca,da uno de los bataHones. Püngase en libertad á los de­t¡ enidos y que. al amanecer formen los dos cuerpos en línea de ba­talla frente á las posiciones del desfi ladero. El soldado que primero cierre con el enemigo, ganará para su batallón d nombre de más valiente que el otro. Las cosas con verlas basta. La orden fue ejecutada inmediatamente, por lo que tocaba á }fi libertad de los preso~, y por lo demás, todos los soldados la aco­gí .. ron con un j ¡viva Es. aña!! cuyos ecos resonaron en el campa­l! lento enemigo. Desde aquel instante fraternizaron t-odos de nuevo olvidando; l;a <;u~sti .ó~ habida. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 220 BOLETÍN MILITAR Los jefes y oficiales de los batallones participaron de la ansie­dad, del deseo de sus subordinados y aquella noche todos fueron unos., todos bebieron y bromearon juntos. No hubo un solo soldado que no jurara matar al primer hombre con la punta de la bayoneta. El General en Jefe tenía en tanto la seguridad de la vic­toria. Apenas se vislumbró la primera claridad del día, en todo el campamento se oyó el alegre toque de diana. Los regimientos pasaron li ta formados en el vivac. Los jefes arengaron á sus soldados con enérgicas y cariño as frases. En el semblante del que mandaba el batallón del cabo Gu­tiérrez se veía como una nube de vergüenza y de tristeza mezcla­rlas. Le habían dado parte de que aquél no parecía. ¿ Habría de-ertado por miedo? Se resistía á creerlo porque lo conocía, pero no quedaba otro remedio que rendirse á la fuerza de la evidencia. Aquello era un descrédito de mal agüero. La luz se hizo más clara y en las crestas de las montañas apa­recieron las siluetas del enemigo. La tropas avanzaron en perfecto orden de batalla con el fu il .al hombro. El brigadier que la noche antes apaciguara los ánimos exaltado , marchaba á caballo detrás del centro de la extensa línea que formaban los dos batallones del litigio. Nadie osaba romper el imponente silencio, sólo interrumpido .por el canto de las aves ó el acompasado pisar de las tropas. Llegó la línea al pie de la montaña y á una señal del corneta de órdenes hizo alto. Las fila se erizaron. Un murmullo como de oraciones recorrió toda su extensión. Los soldados ca i instintiva­mente se echaron atrás las maleteras. De lo alto de aquellas empinadas montañas partió un disparo, y á punto de sonar el marcial toque de ataque se oyó la voz del brigadier que dijo entusiasmado : .-¡Veamos quién es el más valiente! Ambos batallones treparon como gatos acosados, sin disparar un solo tirv, según su juramento, mientras que sobre ellos caía una lluvia de balas que el enemigo desde lo alto les enviaba, hacien­do rodar por la cuesta infinidad de soldados de uno y otro batallón. Los cazadores llevan la ventaja; todos corrían decididos, pero uno de ellos se halJía adelantado veinte pasos lo menos, ya iban los cazadores á dar el grito de victoria, cuando de entre unas matas distante 9os ó tres pasos de la trinchera enemiga, salió sú­bitamente un soldado de línea, que al cerrar con el enemigo cayó dentro de la trinchera acribillado á balazos. ¡Viva España y la Infantería de línea!-gritó el jefe de granaderos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍN MILITAR 221 Y á lo pocos instantes todos los batallones pasaban al otro lado del desfiladero persiguiendo al enemigo que dejaba en su fuga á la de bandada sembrado de cadáveres el campo. Aquel soldado primero que murió en la trinchera misma era el cabo Gutiérrez. En sus bolsillos hallaron sus compañeros un papel en que ha­bía escritas con lápiz las siguientes palabras dirigidas á su madre: " El honor de mi batallón te arrebata tu hijo q uerído. "Cuando en su historia veas mi nombre escrito te enorgu­cerás de tu de g~acia." Granaderos y Cazadores se dieron un abrazo entu iasmados, y el General en Jefe escribió con la punta de su espada sobre la arena que cubrió el cuerpo del cabo Gutiérrez: "E ta e la tumba de un héroe de la Infantería de línea." Y despu és, para borrar rencillas, todos juraron que no hay más que una Infantería: ¡la Infantería Espaíiola! J. Mufüz DE QuEVEDO. EL EJERCITO Y LAS VIAS PUBLICAS (Conclu sión). La h e rrami e nta d e qu e se dispone en la actualidad para el camino, y que está bajo el d epósito, c ustodia y entrega de lo s re spectivos Co­mandantes de Compañías, es la que se expresa en el siguiente cuadro: NOMBRE Machetes ......... . Calabozos ......•. Hachas ....•..... Azadones ........ . Barras ...•...... Barre tones ...••.. Palendras ......... . EN BUEN ESTADO : EN so 33 39 1 MAL ESTADO ~~ :: ~~ 1 3 42 " 24- 3 26 , 6s 59 Ahora, para apresurar cuanto es posible la marcha de los trabajo~, así como para acometer debidamente la construcción del puente sobre Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2~2 BOLETIN MILITAR . . el río Quindío, ju:.go urge:1.te aumentar la herramíeata anterto · con 1~ que enumero en seguida: 10 machetes, 10 luchas, 26 azadone, 10 baJ rras, 21 p1lcndr:1s, 2 5 zapapicos, 12 pi ces de dor. punta., 6 nachos ó mH:illos grandes, 6 picos de pah y punta, ro taladros, 20 pedazos de hcero c.tstcl, 2) carretillas y 2 orros de m1no. Hago 1 ·ncap'é ~obre la necer.iJad .:le estas d os últimas clases de vehículo:.: por cu1nto ~¡ acarreo oc tierras con p~de.1dras y azadones es sobr..tdo lento y difícil, por nó 'dec ir q nc reprcsen~:l pura pérdida. S giero modcstame.lte la convenien­ ·ci'l de pedir los carros peq u:::iíos C!1 1 en ció 1 /t la fábri ·a de Kilbourne; de la f0rnn CJ!twd!ls R. :Jdn.1d Dtn~p C :1rt, que enseña el catálogo de Hicho Establecimi ~ !l.to: cori J cada carr ,J , cJn 18 pies cúbicos de capa­cid .td 6 2,50::> libras~ vale S 3 ), el precio de amo Js monta á $ 70, que al so po.r ro::> de des~uenro, s~g .ín el citado catálogo, arroj:m $ 266. Herrer:a: 1 fra]Ln p:Jrc-'t:il, 1 yu:1gue, 6 martillos (desde media li­bra has~a 10 libr..ts d_ pes:J por lo m-::: os), 2 tenaz:t:; de forjar, 2 tarrajas d:: rosca ordin1ri1 (co:1 SQS respectivos m.tchos), 4 lim1s de grano ordi­thrio (para en frío y en calien te), 2 limtto'1e, 2 taladros para fierros, llave inglesa p1ra máquina, 1 barrena, 2 punzones 1 mollejón~ 1 torni: llo de fragua, 1 cegueta y 2 piedras de afilar herramientas. C:t rpinter'w: 5 formone~, 3 escoplos; 2 azuelas, 2 compaces; z ce..: pillos (de á o, m 20 de largo), 1 id. de diente, 2 garlopines sencillos, z id. dobles, 2 garlopa\ 2 cep'llcs d_ vuelta, 4 serruchos, tendidos (dos gruesos y dos finos); 2 serruchos de costilla (grueso y fino); 2 serrucho de punta (largo y corto), 2 e cuadras rectas, 1 f .. tls:t-escuadr;~, 2 granile~ (doble y sencillo), 3 m :utillos, 2 tenazas (grandes y pequeñas), 2 avella­nadores (grueso y fino), 1 acanalador (con sus fierros), 10 barrenas, S gurbias de lomo (di versos t:lmaflos,,.. z trabadores (grande y peq uefio ), 1 berbiquí (con su., brocas) 1 suncho trazador, 1 serrucho de partir (troce~ ro), 3 limas-trLíngu!o", 2 medios limatones, z escofinas (grande y peque­ña), 1 tarr:tja de carpintería (para las prensa de Jos bancos), 1 id. id: (para tornillos), 2 id. pequeñas de prensas; 3 destornilladores (diverso tamaños) y 1 prensa ó tornillo de fierro de 30 libras de peso, por lo menos, para la composición de carretillas. Comecuente con mi propósito de orientar lo mejor posible á ese Ministerio en orden á estas importantes vías de comunicación; á la vei que para ilustrar debidamente el anterior informe me permití yá acom­pañar un croquis de los caminos del Quindío; de Condina y de Maniza­les (el primero y el último desde Cartago hasta Saleqto y Peteira, res.! pectivamente). Me atrevo á esperar que dicho croquis será por ahora dé alguna utilidad porque, sobre indicar la posición relativa y longitud aproximada de tales caminos, bien como la topografía general de la co­marca que alinderan, servirá de auxiliar oi:Higado para la Carta topográ­lica que me propongo ejecutar; siempre que el Gobiernb Nacional nombre un Ayudante que posea conocimientos prácticos en Ingeniería; Dios guarde á Su Señoría: ÜRISELDINO CARV,b;J.A;L; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 223 EN El EJERCITO PALOMAS MENSAJERAS.---'-Ei marte~ á fas nueve y diez y orho minutos de la maiiana, recibimos la siguiente cart::t que nos trajo de Nemocón (como 6o kilómetros), la paloma número I 19, desp:l­chada de aquella población :í las ocho y veinte minutos de la maiíana¡ •· N.:mocón. Abril 6, 189 . "Señor Director del Boun!N Ma.tTAR. "Estimado amigo: "Con mucho placer envío este mensaje por medio dé la palo..: ma número I 19 que va en viaje con otras más. Como el BotE rÍN que U:>ted tan dignamen e dirige es de tánta importancia pan. ef Ejército y el ramo de palom:1s tambi ' n lo es, quiero que éste y el otro siempre se ayuden mútuamente; por tanto, aprovecho esta ocasión para poner al servicio del Boun-Í, las simpáticas pahmas mensajeras y con gusta me su cribo de su Director afec::tísimd amigo, IGNACIO S. D'E SANTAMARÍA~;, Nuestros parabienes al distinguido amigo y compañero que h logrado implantar entre· nosotros un recurso estratégico que corl tan grandes ventajas u a en us tropas la civiliz.ación europea. Por demás estaría asegurar que la Dirección del BoLETfN MILITAR vería con honor ocupadas las columnas del periódko cotl la ptoduccione del señor doctor Santamaría. EL PonER EJECUTivo, por Decreto de fecha 2 de Marzo die y tó las siguientes providencias: Declaró en uso de licencia indefinida al Subteniente Joaqufn Arana, de la 5.• Compaííía del Batallón La Pdpd número I9i por· pernicioso Y. por haberla pedido el Comandafrte de dicho Cuerpo y e'l Jefe Militar de. Barranquilla; concedió al Capitán J ulián V., Cárdenas la licencia indefinida que solicitó para separarse de la S·a; C0mpar11a del Batallón Tíradófes número I I. Llamó al servicio activo al Capitán Carlos Julio Guevara, y' lo destinó á la expresada Compañía del 1i"radores en reempla.zo. de Cárdenas. Concedíó al Teniente Reinaldo' Escobar la li.cenda ~ndéfinída que solicitó para separarse de la 3·" Compañía de dicho Cuerpo, y llamó al servicio activo al Teniente Lucio Jiménez, destinándolo en el mismo Batallón á la vacante que dejó Escobar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR Por Decreto de fecha 3 nombr6 al doctor Carlos Morales mé­dico de la Guarnición de la Salina, asimilado á Capitán para los efectos fi cales. Por Decr~to de fecha 4 confirió al señor Sixto Valencia el empleo de Subteniente efectivo del Ejército, y ascendió á Subte­niente al Sargento 1.0 Brigada del Batallón N eira número 14, In­dalecio Yepes, destinándolo á la 5·" Compañía del mismo Cuerpo en la vacante que allí quedó por haberse ascendido á Teniente y promovido al Subteniente Ignacio Morales. Por Decreto de fecha 9 declaró insubsistente el nombramien­to de Institutor Civil del Batallón Tiradores número r 1, hecho en el señor Adriano de J. Holguín por ineptitud y faltas graves; y llamó al servicio activo al Subteniente Juan de Jesús Santos, y lo de tinó á la 4·1l Compañía del Batallón Núñez número 9. 0 en la vacante que allí quedó por haberse pasado á otro Cuerpo al Subte­niente Matías F. de Soto. Por Decreto de fecha 1 I dictó las siguientes disposiciones: Declaró en uso de licencia indefinida al Subteniente Froilán Rodríguez de la 3·" Batería del Batallón A ·rtiller ía número 2.0 , á virtud de haber sido condenado por el Juzgado 6. 0 del Circuito de Bogotá, por el delito de heridas. Por Decreto de fecha 12 de tin ó al Teniente Julio L. de Gue ara á la 3·" Banda de mú ica del Ej é rcito y al Teniente Lu­cio Suárez á la 1 .ll Banda del mi mo. Por Decreto de fecha 13 nombró al señor Javier Herrán, Ayudante del Estado Mayor General del Ejército, asimilado á Sargento Mayor para los efectos fiscales, con destino á prestar sus ervicio en la Proveeduría general del Ej ército. Por Decreto de fecha 15 ascendió á Sargento Mayor efectivo al Capitán Aristides Novoa que sirve en el E _tado Mayor General como adjunto, y lo destinó al Batallón N eira número 14, como Ayudante Mayor en reemplazo del Capitán Franci co de P. Cas­tro, á .quien se promovió á aquella Oficina en reemplazo de Novoa. Declaró en uso de licencia indefinida al Teniente Rafael Caí­cedo Flórez de la 1: Compañía del Batallón Granaderos número 8. 0 , por su conducta perniciosa, mal servicio y falta de espíritu mi­litar y por haberlo solicitado así los Jefes del Cuerpo y de la Di­visión. Por Decreto de fecha 16 destinó al Coronel Tomás Gómez primer Jefe del Batallón Tenerife número 6. 0 al mismo puesto en el Batallón Córdoba número 21, y al Teniente-Coronel Rubén Varón R., primer Jefe· del c¿rdoba al Batallón Tenerife en reem­plazo de Gómcz. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 14

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 15

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 15

Por: | Fecha: 24/04/1897

· Añu 1 &gotá, Abril 24 de 1897. Ntimero 1'1 BOLETIN MILITAR __ .,. ____ _ ORGAN~ DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··--- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradores natos de este periódico, todos los ]efer y Oficiales dtl Ejército de la República. LABOH ADMINIS'TRA TIV A FORME DEL SEÑOR MI L ISTRO DE GUERRA, DOCTOR PEDRO AN­TONIO MOLI:'\IA A fi.t1 de Ilan1ar la atención de las pers nas int resadas en ]a organización del Ejército, y de que se conozcan los n1cdios que el Gobierno ha puesto por obra para el buen r~gimcn y disciplina de la fuerza, forn1aremos una suscinta reseña de los puntos á que se contrae el señot Ministro de Guerra en su informe presentado á as Cámaras el afío ~~~ . LEGTSLA~IÓ~ MrLITAR.-Con la nlira ue uniformar la legislación militar el Gobierno estableció una Con1isió 1 Revisora del Código (Decnto de r I de Noviembre de I 891 ), comisión que formuló varios proyectos, los cuales se son1etieron al Consejo de Estado para que, acordadas las bases de uno solo, se ton1ase nuevan1ente en cuenta por e1 Ministerio y por la Comandancia en Jefe del Ejército. Di­< Cho proyecto no fue considerado por el Congreso de 1 8 9+ Posteriorn1ente se creó una nueva comisión (Decreto de 2 2 -de Abrii de r 89 5) para que ahondase p.1ás en el estudio y conocimiento de tan importante n1ateria, y se enccn1endó tan1bién al señor Isaías Luján, quien ha hecho estudios mi-itares en París, en1itiese su opinión sobre las bases yá in­dicadas. El señor Ministro cree que reviste importancia pri- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR n1ordial el reglamentar Jo que el artículo 17 I de la ConstÍ·­tución ha establecido sobre organización y establecin1iento de n1ilicia ·nacional. PrE DE FUERZA.-El Gobierno, n1ediante lo dispuesto por el artículo 2 9 de la Ley 7 2 de I 8 8 8, dispuso que para I 89 5 se conservase el n1Ísn1o pie de fuerza de r 894. Tal previsión fue n1uy oportuna, pues con n1otivo de la guerra que estalló á fines de Enero de I 89 5, hubo base muy seria y re!)petable con que hacer frente á los primeros amagos revolucionarios. El nún1ero de plazas del ejército se au­mentó luégo hasta donde las proporciones de la guerra lo exigieron. Sobre la necesidad de sostener la fuerza arn1ada, en el punto en que hoy se halla, se expresa n1uy acertada-­mente el señor Ministro cuando dice : "No seri posible volver al pie de fuerza señalado para tiempos norn1ales hace ocho años, mientras el Gobier­no se vea obligado, por un elen1ental principio de propia conservación y por el sagrado deber de n1antener el orden social, á deff>nderse y defender los intereses cuya salva­guardia le están encomendados, de constantes agresiones preparadas por la impaciencia de agrupaciones políticas que, bregando sin tregua por apoderarse de Jos negocios pú­blicos, abandonan las vías pacíficas para lanzarse en aven-· turas armadas que, sin conseguir el objt>to deseado, com­plican y agravan problen1as que se desenvolverán fácil-ente por la acción del tien1po, causan hondos quebrantos en el orden social y enorn1es perjuicios en nuestra produc- . / / . ,, c10n econon11ca. EJÉRCITo.-Hace justicia el señor Ministro á la nlo­ralidad y disciplina del ejército, reconociendo que, á su de­cidida voluntad y empeño se debió la pronta pacificación del país. N o estima buena el señor Ministro la práctica que por ley tan1bién se halla establecida de que Ja fuerza ar­nlada se ocupe en servicio de policía n1ilitar, custodia de correos, conducción de caudales y personas, etc. Resaltan en esta parte del informe la inteligencia y celo con que el señor Ministro se ocupa en atender á la suerte del ejército y el estudio científico y gradual que ha Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍN MILITAR hecho á fin de escalonar las fuerzas de n1anera de qu~ atiendan con éxito á la vigilancia y seguridad de que sot garantes. INSTRUCCIÓN CIVIL Y MILITAR.-Hace notar las di­ficultades con que ha tenido que luchar el Gobierno para corresponder en todo caso al deseo de fon1entar la ins­trucci9n civil en los cuerpos del tjército. En la capital ha estado t::ncargado de esta tárea, de­s~ mpeñando sus funciones con actividad y acierto, el señor D. Francisco de P. Cortés. Hasta 3 r de Mayo de I 890 estuvo encargado de la instrucción n1ilitar el señor Henry R. Len1ly. Para el n1a-; nejo de la artillería el Gobierno celebró contrato con el señor Sophus Hoeg Warn1ing, quien estuvo aleccionand veinte oficiales hasta que empezó la guerra. Con el fin de n1ejorar la instrucción científica de hi Oficialidad de la fuerza pública, propuso el señor Minis­tro el envío á algunas Escuelas de Francia ó Alcn1ania de varios jóvenes oficiales, tnedida 1 u e fue acogida por las Can1aras y está en vía de realizarse. Tratando de la escuela de cadetes, es de opin"ón qué ya que no pueden sostenerse entre nosotros á estilo euro_. peo &les institutos, ni co.n organización aparte, al n1enos se organicen escuelas de instrucción n1ilitar en los cuarte­les de la guarnición de Bogotá, las que no ocasionarían gastos considerables, l l exigirían numeroso personal. Las bases para una Escuda de infa11tería, que llenaría la necesidad indicada, pudieran fijarse según su particular dictamen así: Primero. Tiro de infantería y nociones de tiro de ar­tilleríá. Segundo. Táctica de infantería en tod2. su extensión y nociones de táctica de artillería. Tercero. Geografía de Colombia y de los Estados li~ mítrofes y estadística de estos n1isn1os Estados, estudio de sus Ejércitos, medios y recursos de guerra. Cuarto. Historia nlÍlitar de Colon1bia, estrategia ' táctica general. Quinto. Fortificación de can1paña. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B'OLE'TÍN MlLITAR • Sexto·. Organización, Estado Mayor, Adn1.ÍnÍstraci6~ y Contabilidad militares; y Séptimo. Legislación n1ilitar con1parada. " Estos cursos serían de diez n1eses en cada año, y transcurrido el último n1es, todos los oficiales presentarían. exámenes reglan1entario3, después -de los cuales, en los dos n1eses subsiguientes, se dedicarían á nla'liobras en el campo y á la resolución sobre el terreno de cuestiones de táctica, construcción de obras de can1paña, etc., haci" ndose todo esto con uno ó n1ás Cuerpos del Ej¿rcito. "Como pren1io al n1:rito obtenido por los alun1nos de la Escuela al fin de los dos años del aprendizaje, se les> concedería, aden1ás del diplon1a de capacidad, el ascenso al grado inmediato y colocación efectiva en uno de los. Cuerpos del Ejército. La duración del tiempo de servicio obligatorio para los que fuesen colocados no excedería de cinco años, y después podrían pern1anecer en él por todo el tiempo rle su buena conducta." SERVICIO DE SANIDAD.-Este se ha prestado en eJ Hospital Militar central de la capital, situado en las casas. que fueron arregladas para tal efecto por los lados de "N in­guna Parte"; edificio u adoptado defectuosamente para ese servicio y construído sin arreglo á un plan científico," se­gún afirn1ación del señor Ministro. Carece de departan1en­tos suficientes. J ú zgase imprescindible la necesidad de en ..... sanchar el edificio ó de construír uno nuevo en el misn1o lugar, puesto que el área de terreno de propiedad de la. N ación en aquel sitio es bien considerable. En las ciudades de BarranquilJa, Cartagena, Cúcuta, Panan1á, en donde no hay hospitales n1ilitares, el Gobierno se ha visto en el caso de con tratar la asistencia de sus en­fern1os en los hospitales particulares, contratos que no dejan de ser gravosos. En el tiempo transcurrido de 30 de Junio de I 894 á la misma fecha de I 896, el gasto por personal y material del Hospital Militar de Bogotá asciende á la suma de$ 74,734-25; y el mismo gasto en, las demás localida­des donde ha1'" guarnición asciende á $ I 6 6, S 1 2, en un tien1po igual al anterior. Opina el señor Ministro que en los· Departan1entos n'> Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR debe prestarse el servicio de custodia de presos ó reos re­nlatados por los soldados de la fuer7 -- pública, atribuyendo á esta clase de fatigas una de las varias causas que influyen en las frecuentes enfern1edades de la tropa. CuARTELES Y PARQUEs.-No son bien adecuados á su objeto los edificios que posee la capital. En uno de ellos hay que renovar los entresuelos y en otro la techun1bre­Ninguno tiene oficinas adecuadas para Estados Mayores, ni para atn1acenes ó depósitos de elementos de guerra. Cree que ~nvendría construír de nuevo los cuarteles, levantán­Jos sobre los cin1ientos de los que existen; trabajo en el cual pudiera aprovecharse la tnano de obra de los soldados. Son de propiedad nacional Jos cuarteles de Barrran­quilla, Bogotá, Cartagena, Guaduas, Honda, Panan1á, Tun­ja, Santa Marta, Chita, Cúcuta, Zipaquirá y Sogan1oso; y tienen que pagarse los de las guarniciones acantonadas en Bucaran1anga, Buga, Facatativá, Ibagu~, Cali, Medellín, Popayán, La Mesa, Madrid, Socorro, Riohacha, Nemocón, Manizálcs, Chinácota, Neiva, Pasto, Soatá. La falta de locales adecuados para la tro¡..a y para la guarda ó depósito de n1ateriales de guerra se hace sentir, señaladan1ente, en Bucaran1anga, Cali, Medellín y Barran­quilla. A los Guardaparq ues se les ha exigido la fianza legal de seguridad en el m.anejo de los elementos confiados á su custodia, y se les ha ordenado que lleven la docun1entación respectiva, conforn1e á las disposiciones del Decreto nÚn1e­ro 304, de 20 de Mayo de 1 8 8 2. FÁBRICA DE CÁPSULAs.-Para poder aprovechar de­bidamente el arn1an1ento de precisión con que se dotó al Ejército, y evitar cualquier inconveniente que pudiera nacer de la importación de cápsulas, se pensó en establecer en Bogotá una fábrica de . ellas. El edificio se empezó á , levantar hacia el Sur de ]a ciudad, en el punto denon1inado <'El Aserrío." Comenzaron los trabajos de edificación en I 8 8 8. Aquelos que se han ejecutado en la Fábrica han sido encon1endados á un n1ecánico entendido, n1ediante con­trato. Pero prestaría n1ás eficacia y seguridad positiva al Gobierno dicho Establecin1iento si las obras que deben • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR , acerse en él, se llevasen á cabo por n1edio de admi­nistración. La Fábrica requiere aún gastos que no so~ excesivos y que recon1penzarán el esfuerzo que se haga. La. introducción de grandes cantidades de cápsulas del extran-:­iero para n1antenerlas en depósito, no puede hacerse venta­josamente porque la acción del clima las daña después de algún tiempo. . AsiGNACIONES Y OTROS GASTOS MILITARES.-Las Leyes 86 de I 8 86 y 2 de r 894, vinieron á subsanar en parte, los vacíos y deficiencias del Código Fiscal, relativos á los sueldos de Jos empleados militares y á las sumas de­" retadas para auxilios e rna.rcha y n1ovilización de tropas. Las guarniciones del Norte y Sur de la República, no po-. ~lían hac~r uso del papel n1oneda al n1isn1o tipo que en el resto de Ja República, y las estacionadas en Bolívar y San­tand r tenían que pagar n1ás caro el precio de los artículos alin1enticios. Com medio económico conciliable con la justicia, el señor Ministro de Guerra propuso en su Informe que la ra-. ción que se pague [t Jo individuos de tropa no sea nunca inferior al jornal que ganan los obreros que trabajan en construcciones de casas, cte. Califica de exigL~a la de sesen­ta centavos diarios, y aboga con in1parcialidad y acopio de razones de fundado peso, porque se señale una sun1a que dé completo desahogo n1aterial á los que se dedican á ser­vir á la Patria en sostenin1iento del orden público. Q.yiere que ]a Nación provea, an1pliamente, al sostén de los indi­viduos que con1ponen el Ejército, que el apoyo que se les haya de suministrar sea de carácter duradero, atendiendo. al régimen de permanente igualdad en el orden que entra­ña el espíritu de Ja Constitución de 1 8 8 6. Por el contexto de varios puntos del Informe del se­ñor Ministro, y por algunos actos y disposiciones que ha dictado, en desen1peño de sus funci~mes, se viene en cono­cimiento de que él quiere ·despertar en los individuos al servicio de la N ación el convencin1iento del deber in1pres~ cindible en que están de ajustar sus actos á cuanto tiende. á dar respetabilidad, solidaridad y armonía n1oral á la Na­ción ; busca él y estudia los medios n1ás adecuados y con- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR ciliables con el desarrollo de la existencia holgada del ejér­cito, penetrado de la importancia que como elen1ento de seguri~ad han de prestar sus n1ien1bros á la sociedad en que v1ven. Sin igualdad de nlÍras y absoluta uniforn1idad en la disciplina no se concibe la existencia del t::jército. (Concluirá). -- ... - - MINISTERIO DE GUERRA RESOLUCIÓN NÚl\1ERO rr7 ua señala la manera de comprobar su domicilio los militares para ser pasaportados cuando se retiren del servicio. Ministerio de Guerra.-Sección I.a- Bogotá, Abrilr2 de 1897. Los militares que se retiren del servicio activo y tengan dere­cho á pa aporte con arreglo á los arttculo 1 I y 14 de la Ley 39 de 1896, deberán comprobar con un certificado del respectivo Al­calde cuál era el lugar en que conforme al artículo 78 del Código Civil e hallaban domiciliados cuando recibieron la comunicación de llamamiento al ervicio i fueren Gcnerale ', Jefe ú Oficiale ó enganchados si fueren individuos de tropa. En el certificado dicho se expresará cuál de las causales seña­ladas en el artículo 373 del Código Políti o y Municipal es la que constituye la vecindad del individuo militar de quien se trata. Del requisito indicado podrá prcscindirse cuando no hubiere duda alguna acerca del domicilio del militar que haya de ser pasa­portado. Publíquese en el Diario Oficial y en ia Orden General del Éjército. El Ministro, PEDRO ANTONIO MoLINA. SEOCION OIENT1FICA TÁCTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTICA (Continuación). Las marchas de 35 á 45 kilómetros son penosas: la infantería no puede soportarlas más que tres ó cuatro días consecutivos; la caballería las resiste más largo tiempo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ; BOLETIN MILITAR Las marchas forzadas sólo se emplean en muy extraordinarios casos. Por regla general el arma de mayor resistencia y perseve­rancia para las fatigas continuadas es la infantería, porque en el hombre el espíritu se sobrepone á la materia, y ésta misma es más flexible á las regularidades y violencia-; de la vida de campaña: en los institutos montados, el caballo que es su principal elemento, se resiente en extremo de la falta de un trabajo metódico y de la re­gular y continua administración á que se halla acostumbrado. RAPIDEZ DE LAS MARCHAS Es de todo punto imposible determinar con precisión ]a rapi­dez de las marchas, porque este cálculo se halla sujeto á una por­ción de circunstancias, siendo las principales el número y compo­sición de la columna de marcha, el estado de las tropas y la calidad Je terreno y caminos que se atreviesan. La experiencia, no obstante, ha dictado un término medio para la rapidez normal de la diferentes armas, y es como sigue: Infantería. Un infante ó pelotón aislado recorre con desahogo S kilómetros en una hora: para el mismo trayecto emplea una co­lumna de infantería, en circunstancias favorables, de 66 á 73 mi­nutos. La columna de infantería neces ita, por lo t'lnto 4t horas para una marcha ordinaria de etapa de 20 kilómetros añadiendo á dicho tiempo una hora, por lo menO', empleada en los altos y descansos, resulta que la duración total de la indicada marcha e de Si horas. Si las circunstancias de la calidad de los ca mi nos, el tiempo, el es­tado atmosf¿rico, etc., son de favorables, aquella cifra se elevará tal vez á 6~ ó 7! horas, y aún podrá ubir hasta 9i ó rot cuan­do aquellas son comp!et:lmente contraria . Caballería. Un jinete ai slado sobre un buen caba1lo, recorre S kilómetros al paso en 40 ó so minutos y en 18 ó 24 al trote. Al-: ternando en dos aires para un trayecto de ro kilómetros, empleará de s8 á 76 minutos. Una columna de caballería en circunstancias normale recorre 5 kilómetros en 35 á 40 minutos, por lo que ve­rifica W1a marcha de etapa ordinaria de 20 kilómetros en 3 ~ ~ 4- horas los descansos inclus ive: para una marcha de 30 kilómetros necesita de S á si horas. No siguen, sin embargo, en la misma propordón los grandes aumentos de trayecto, pues empleará la ca- • ballería 9 horas por lo menos para recorrer 45 kilómetros en razón á que los piensos de los caballos, mucho más lentos que la comida de los homb'res, exigen una detención de una á dos horas próxi-mamente. . Artilüría. La rapidez de la marcha de una columna · de arti­llería montada se equipara con la caballería, pues la ligenza y sen- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 233 cillez del material le permite los altos aires: no obstante, para las distancias un tanto con iderables como de una buena jornada, la ra­pidez será algo menor atendidas las condiciones del arrastre y los cuidados que exigen los trenes de esta arma. U na batéría puede recorrer 20 kilómetro al paso en 4~ horas, pero esto sobre un te­rreno sólido, pues el estado de los caminos y sus desniveles influ­yen más poderosamente sobre ésta que sobre las demás armas. Hé aquí las circun tancias que ejercen mayor influencia sobre la rapidez de las marcha , y por lo tanto sobre la longitud de su trayecto: I .0 El estado f/sico y moral de las tropas, su hábito á las fati­gas y las disposicion es reglamentarias de las marchas. Nada constituye un obstáculo tan grande al movimiento como el cansancio del soldado. Saber prevenir y evitar oportuna­mente este caso fatal e uno de lo secretos del arte del mando, pues la situación má crítica para un General en Jefe ó cualquier oficial con mando es hallarse al frente de tropa extenuadas por la fatiga en el momento en que se necesita de sus fuerzas para una importante operación. Grande influencia ejerce también el estada mJral del soldado ~obre us facultades de locomoción. El ánimo del soldado e exalta hasta un punto extraordinario que le impulsa á lle\ar á cabo gi g antes ca_ emprc a, cuando á una sólida di c:plina une la confianza en la victoria, la que le inspiran s u general y sus jefe. , la legítima sati s facción de los triunfos al­canzados ó noticias favorables de ventajas adquiridas por otros cuerpos. El hábito de las marchas y de las fatigas, en general consti­tuye otro factor importante para el c á lculo de lo que e puede exi­gir y obtener de la tropas en este punto, pue las que se hallan acostumbradas á una grande movilidad poseen facultades superio­J'e de march~, en tanto que el reposo continuado enerva todas sus fuerzas. Antes de entrar en campaña deben ejercitarse al movi­miento, si bien en los primeros días de operaciones se p-rocura que las marchas sean cortas, y se prolong:m progresivamente á mediea que los hombres se fortalecen y que los caballos pierden la gordura y ganan en dureza de carne y agilidad. Las prescripciones reglamentarias relativas á las marchas deben preveer y dictar las reglas más seguras para que aquellas se ejecuten con la mayor regularidad y armonía, pues de e ta cir­cunstancia depende muy principalmente el buen paso de la· cabe­za de columna, la holgura de cada soldado dentro de ella, el que las últimas fracciones no se queden ratrazadas y por ú !timo que el todo de las fuerzas avance con la mayor rapidez y la menor fatiga posible.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 2.0 La projundidad y la ordenación de la columna de mm·clz(l·, Los efectivos de la columna, us diferentes armas y el orden eq que éstas van di ·pue-tas ejerce muy particular influencia sobre la rapidez y duración de la marcha. Mientras más profunda y más. cargada de impedimento (caballo de mano, bagajes, etc.) sea Ja columna, mayores serán las pertubaciones de la marcha y las f1 uc;­tuaciones que retardan el movimiento. Si éste no se emprende por la cabeza con anticipación, la cola sufrirá detenciones unas veces, retrazos otras, y el todo en lugar de ser un cuerpo eslabo­nado que se mueve con perfecta armonía desde el principio al fin, acu::,ará una desigualdad de distancia que se hace sentir especial­mente, en los pasos estrechos, como puentes ó desfiladeros, entor­peciendo y retardando sin remedio la marcha mientras que es ma­yor la fatiga, y por tanto, menor el trayecto que puede recorrer en Ja jornada una fuerte columna provista de todo sus elementos. 3.° Ciases de terrenos, caminos, desfiladeros. La facilidad de. las marchas depende en gn'n parte del estado de lo camipos : aquélla e más grande y rápiJa cuando la carretera, además de una buena anchura, tiene piso firme y plano. El barro, el polvo y las pen­dientes son otras tantas causas que embarazan el avance de las tropas. Existen, no obstante otras causa que retardan má la mar­cha que el mal e -tado e los c a minos ; cuales son : la de igualdad del paso ; las R uctuacione de la col u m na de cabeza ó cola, la fre­cuencia de aumentos y di minuciones del frente de columna, y todo uanto se rela iona con el orden y armonía del movimiento. La estación, la temperatura y la hora, on también factore· importantes en la rapidez ó atrazo de las marchas. MARCHAS DE GUERRA En las marchas de guerra la atención capital, la condición sine qua non, es que las tropas se 'hallen convenientemente resguar ... dadas y rn perfecto estado de aceptar la batalla. Esto no obstante las consideraciones de carácter económico permanecen en vigor,. pero en cuanto no perjudiquen á las de naturaleza táctica que ocu­pan en este caso el primero y el más respetable lugar. Las marchas de guerra no tienen otro objeto que él encu€n.­tro del enemigo; pero éste con frecuencia está á su vez en mo­vimiento, de donde resulta- que ni lo cálculos más racionales, pro ... ducen su efecto cuando reinan la incertidumbre y las congeturas. Por esta razón las precauciones deben ser mayores y más completas á fin de no sufi·ir una sorpresa y poder aceptar el com­bate en cualquier tiempo y lugar en que el enemigo provoque á la lucha. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETI ' MILITAR 235 LONGITUD DE LAS MARCHAS DE GUERRA Respecto de este punto predominan los términos extremos en ampaña: las marchas son demasiado largas ó demasiado cortas. Los grandes cuerpos de tropa próximos ó casi en contacto con el enemigo no verifican larga marchas por ser en dicho caso muy restringido el rayo de su esfera de acción. Siendo de suma impor­tancia adquirir siempre las últimas y más seguras noticias respecto al enen1:igo antes de ponerse en movimiento, la hora de salida no debe .fijarse demasiado temprano, además de que el serv.icio de re­~ onocimiento y descubierta que debe pr ceder á aquella, habrá de retardarla necesariamente. . Pero ocurre con frecuencia en campaí1a que á una larga in­movilidad, ó bien á las pequeñas marchas se suceden las forzadas, y esto acontece generalmente cuando se trata de operar una rápida co.ncentración para un at gue decisivo; cuando hay que transportar á ~na nueva posición estratégica todas las fuerzas y el material; cu<~;ndo es preciso retirarse á toda prisa despues de una derrota ó avanzar rápidamente sobre el enemigo vencido; y últimamente si se intenta una sorpresa ó golpe de mano, alguna atrevida expedi­ción, cte. Resulta de lo dicho que es muy dificil determinar la duración de una marcha de guerra p,or ser muchas las circunstancia parti­culares que entran en el cálculo y especialmente la proximidad ó pre encía del enemigo, qt..tc ora sea segura, ó incierta é ignorada, puede obligar en muchas ocasiones, según las fuerzas de que se dispone y el país que se atraviesa á prolongar la marcha, á redu­cirla, y en fin, á no terminarla, acampando sobre el terreno donde nos sorprenda la noche ó el momento del peligro. MARCHAS DE OC HE Marchas se ~-retas En toda operación nocturna, no sólo el Jefe principal, pero más particularmente los de cada unidad táctica deben redoblar su vigilancia y exquisitos cuidados para que en nada se altere el orden y la cohesión de sus re pectivas fuerzas, permaneciendo unidas y compactas aun en el caso de que por circunstancias particulare hubiera solución de continuidad en el todo de la columna. Cuando ésta se detenga por cualquier causa, nadie puede separarse de la .fila, ni menos sentarse ni echarse en el camino; lo primero para evitar los extravíos de hombres ó con fu. ión de unas fracciones con otras; lo segundo, porque cediendo fácilmente al sueño, se hace muy difícil emprender la marcha de nuevo. Se vigilará también. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MI'JITAR. con cuidado que los jinetes no e duerman, porque abandonados los caballos se producen detenciones y descomposición en las tilas; y por último, d asiento del hombre pesado y vacilante, provoca le­vante en el lomo del animal. Cuando la marcha de noche tiene por objeto llevar á cabo una sorpresa ú operación secreta, es de rigor que no haya ruido, que nadie tome y que reine el mayor silencio posible; se esquivarán los caminos conocidos, los terrenos habitados. Finalmente, en esta clase de marchas, sólo el jefe, á ser posi­ble, y á lo más u segundo jefe ó el de Estado Mayor, deben co­nocer el secreto de las operaciones que se intentan, y de cuyo éxito muchas veces es garante la más ab.;oluta reserva. ( C;ntinuará). ESTUDIO SOBRE LAS OPERACIONES DE NOCHE EN CAMPAÑA (Abreviado de la obra de Julcs Bourelly. C apitá n de Estado M ayor del Ejé rcito fi-nnc~ p or A. P .) I ER VICio DE SEGURIDAD DE N'OCHE El artículo 8 5 del R !!glarnento para el servicio en campaña del Ejército frances dice: " En los cuerpos destacados, pequeños e uerpos consti tui el os con hombres inteligentes, se colocan á bastante distancia en los di­versos puntos por lo cuale pueda pasar el enemigo para atacar la posición y cortar la retirada. Sitúan e de preferencia en las encru­cijadas de los caminos, no encienden fuego alguno, permanecen ocultos y cambian de posición frecuentemente. "Esto puestos anuncian la aproximación del enemigo por medio de seiíales de que deben haber sido provistos, ó en su defec­to, por seí1as convenidas de antemano, retirándose á los puntos que les hayan sido indicados por caminos que han debido reconocerse con anterioridad. Al amanecer se incorpora!1 de nuevo á la gran guardia." Prescribe la misma Ordenanza el establecimiento de una es­pecie de red de puestos avanzados alrededor de los campos, acanto­llamiento y vivacs. Esta red debe cubrir el frente y rebasar los Bancos de la posi­óón que ocupa el Ejército. Las fuerza que e hallen en los pues- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. &OLETfN MIUTAR 237 tos avanzados tienen la misión de observar los movírnícntos Jd enemigo, avisar su aproximación y retardar ó detener su marcha ~uando intente avanzar hacia el campo ó VÍ\'ac. Si el enemigo qui&iera penetrar en un campo francés, encon­traría, en primer lugar, centinelas aislados, después una línea regu .... lar de centinelas de infantería y caballerb, otra de pequeñas avan­zadas, las grandes guardias, algunas veces puestos de so·tén ;Í con­tinuación de éstas, y, en últímo término, el puesto avanzado de la guardia de preve.nci6n. Esta especie de cordón de seguridad es variable, según la ma .... yor ó menor importancia de las fuerzas á que pertenece, y nume ... rosas circunstancsas que no creemos preciso cnttmerar. Cada bri ... gada protege el terreno que ocupa; y rondas y patrullas, propor­cionadas por las grandes guardias, que reconocen las inmediacione · del campamento y vigilan el servicio de las avanzada , completan eL de eguridad. Se cvn igna en la ' misma Ordenanza que dut':.lnte la noche hán de aproximarse al campo, vivac ó campamento los pequeños puestos y grandes guardias que rodean el circuito. Federico u, que ha marcado minuciosos preceptos referentes al servicio de noche en las avanzada , estableció la. misma prescrip­ción, excepto en el caso que ocurre con alguna fre<;uencia, de quG los dos ej ' rcitos combatientes se hallen separados por algun río o tm extenso foso, en el cual, siendo nccesano impedir el paso, han de conservar e de noche las mismas posiciones ocupadas durante el día. Lo escritores mílitares se expre an, por regla general, de acuerdo con este sistema y uno de los pocos que se han rebelado contra él ha sido el mariscal l3ugeaud. Opina éste q~•e el referido si tema conduce necesariamente á plantear la vigilancia nocturna en un radío de muy corta exten­sión; siguiéndose de aquí que el núcleo prÍncipal de las fuerzas no se halle suficientemente precavido contra una sorpresa cualquiera. Además, en las fuerzas destacadas para. constituír la vanguardia de un ejército, la5 avanzadas demasiado inmediatas favorecen los mo­vimientos envolventes del enemigo; la vanguardia corre el riesgo de ser arrollada y destruída; hasta el mismo ejércíto puede verse obligado á aceptar el combate ol:>re un ten:eno y á una hora que no le sean favorables. Así pues, si durante la noche se reconcentra la red de puestos avanzado ,. son más fáciles de ocurrir las sorpresas y los golpes de mano contra el grueso de las fuerzas. Aumentando las garantíag de seguridad para las avanzadas, disminuyen las del cuerpo de ejército cuya protección constituye su misión; esto es, se des­éuida lo principal por lo accesorio .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR Juzgaba el mismo mariscal B ugeaud que el mejor mediO dé preservar e de noche contra las sorpresas que la noche misma favo­rece, es el de establecer un servicio de puestos avanzados más aleja­do aún que durante el día del núcleo de las fuerzas. En el caso particular de un cuerpo de ejercito destacado á gran distancia del grueso Jel mismo, se evitan de este modo las sorpresas, pudiéndose además abrigar la convicción de que el enemigo no ocupará la línea de retirada. ¿Cómo conceptuaba pues, el mariscal Bugeaud que debiera establecerse de noche el servicio de seguridad de un ejército ? Por medio de pequeños puestos de aviso, entre acados de las fuerzas que durante el día presten el mismo servicio, compuestos ue infantería y caballería, ó solamente de infantería, según la di­versidad de circunstancias ; diseminados en todas direcciones á la mayor distancia posible; aprovechando los accidentes del terreno, emboscados en los barranco , á la inmediaciones de las veredas, senderos, carreteras encrucijadas, destacando centinelas más lejos aún, y no comunicando con las guardias inmediatas al campo ó vi­vac más que por medio de ordenanzas, prefiriendo los de ca baile-· ría cuan1o las condiciones topográficas se lo permitan. 'Tal vez se objetará que en estos puestos tan avanzado pue­den ser fácilmente sorprendiJos ; pero no es esto tan realizable corno aparece á primera vista, componiéndose por lo general aquellos pue tos, de un corto número de individuo., perfectamente penetrados de su deberes, que no han de er ocorridos ni batirse, <.Jue guardan el mayor silencio, no encienden fuego y permanecen convencidos de que su propia seguridad depende del silencio que guarden; cuya misión se reduce únicamente á prevenir y partici­par á la fuerzas cuya seguridad les está encomendada, cualquier novedad que ocurra, por medio de señales convenidas, y que pueden, por último, en un momento dado, merced al conoci­miento que han debido adquirir durante el día de los medios de re­tirada de que pueden di poner, sustraerse rápidamente á la perse­cusión del enemigo y ganar el puesto de reunión previamente de-· ·ignado. Sin entrar en lo detalles de ejecución del artículo 8 5 trans­crito ni de los demás artículos que forman el Título VIII de la Ordenanza, referente á las operaciones de noche, artículos en los cuales se consigna el principio de que las avanzadas deben ocupar durante la noche posiciones más inmediatas al núcleo del ejército que las que han conservado durante el día, puede oponerse á aquel principio el siguiente, que creemos de útil aplicación en todos los casos: Por la noche, en que la vista pierde gran parte de su vigor, convi~ne tener puestos mas avanzados que durante el día riel lado del enemzgo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR 239 Bustow en su Arte militar en el siglo XIX opína que la dís..: tanda que debe mediar entre los puestos avanzados de observación y el campamento depende, primero, del tiempo que necesiten las tropas cuya seguridad se defiende para tomar las armas y ponerse en estado de defensa; segundo, de la mayoi· ó menor exten ión de terreno que los puestos pueden vigilar; y, tercero, de la cele­ridad con que el enemigo pueda avanzar hasta el campo ó vivac. Hay que tener presente también que el soldado invierte más tiempo de noche quf' de día en prepararse para la res:stencia; y además que, por muy clara que sea la noche, las avanzadas no po­drán ejercer la misma vigilancia sobre el campo enemigo que en pleno día. Razones ambas que bastan para justificar la nece­sidad que existe <.le alejar en lo posible los puesto <.le observa­ción. T'al vez se nos arguya que. el ataque no es tan , ·igoroso en el seno de la oscuridad como á la luz dd día, y que el tiempo per­dido por el ataque lo gana la defcn a; á lo cual re~ ponderemos, en primer lugar, que el defensor se encuentra en las misma con­dici~ nes; y, en segun<.Io, que debe abrigarse siempre el temor de que el agresor al intentar un golpe merced al conocimiento que previamente ha debido adquirir del terreno, trate de desplegar ma­yor vivacidad y arrojo en su primer ataque, á fin de hacer perder á los defensores las naturales ventajas de una actividad upcrior. La guerra de los E tado. U nido ha venido á dcmo trar, indu­dablemente, el sólido fundamento de lo principios sentad('S por el mariscal Bugeaud referentes al servicio dcseguridad. Al empezar esta lucha, tan fecunda en aconte'-= irni ~tos d igt " d e ecial estudio, oficiales y soldados improvizado tenían en este ervicio, y espe­cialmente en el de noche una falta de experiencia cuyo peligro se hacían muy grave . Las alarmas se repetían con frecuencia suma; sobre todo de noche sorprendíanse las grandes guardias y se copaban los cuerpos destacados. • (Continuará). EN El EJERCITO El Poder Ejecutivo por Decreto de fecha I 7 de Ivlarzo dictó las siguientes disposiciones: Reconoció al Teniente Coronel Zoilo Forero d empleo de Coronel efectivo, con el cual ha prestado, en algunas oca iones, sus servicios á la República. Nombró al doctor Virgilio Osejo, médico de la Guarnición de Ipiales, asimilado á Sargento Mayor para los efectos fiscales; y concedió al T'eniente Juan B. Medina la licencia indefinida que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. nOLETÍN i\HLITAR ... olicito para separarse de la 5.11 Compaí.h dd llatall0n Rijlt·~ lUÍ­mero 12. Por Decreto de r~cha I2 ascendí<) á Coronel efectivo al Te .. niente Coronel Fernando Horrero~ que sirve en el Estado Mayo1' de b 3·n División, como 2.() Ayudante General y lo promovió al puesto de primer Ayudante General de b misma Oficina; y acep~ tú al Coronel Luis Fernando Garc1a la excusa que presentó para servir el destino de primer Ayudante General del EstL'.do !vlay01' de la 4• 8 Divisi<)n del Ejercito. Por Decreto de fecha 18 promovió al Capitán Salvador Ho­yos Ordúñez, que sirve en la 2.a Compañía del Batallón ()az.adort's numero 16 al pue¡;to de Ayudante .iVlayor del C~dibí? número 241 en la vacante que allí existe de e e empleo; ascendió á Capitán efectivo al Teniente Heliodoro Pinilla, que sirve en la 3·" ComE_a­ÍÍla del expresado Batallon Cazad'Jres, y lo promovió á la 2 ... enla vacante que dej<) el Capitan Hoyos OrdoneZ'; y llamó al servicio activo al Teniente Zcn<Ín Favio Lcmos, dc.·stinándolo á la 3.• Compaííía del mencionado Cuerpo, á la vacante que dejó el ~re~ uiente Pinilla. Por Decreto de fecha 2 7 reconoci<í al señot· Sal u ti ano Teja­rla el grado de Capitan efectivo del Ejercito que le confiri<) en Fe­brero de 1895, el Jefe Civil y Militar del Departamento de Boya_, ci, lo llame) al scn·icio acti\'() y lo destin
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 15

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 16

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 16

Por: | Fecha: 01/05/1897

Año I llogotá, ~lli)'O 1. ~ tle 13!17. Número Hi BOLE T IN lVIILITAR -~··-~- ORGANO DEL l\.1INISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO ·- Director, ALEJANDRO POSADA. Soll colaboradores natos de este periódico, todos los 7efer y Oficiales del Ejército de la República. LABOR .ADMI TJ TRA TIV A (Continúa del número ·anterior). VESTU .\RIO Y EQUIPO. - Desde r 89 r el Gobierno con­fió á la Sociedad de San Vicente de Paúl el encargo de su­nlinistrai · el vestuario para las tropas, n1edida que ha resul­tado eficaz )' ven tajo a, porque la ropa confeccionada en los talle;cs de la Sociedad, es más barata que la. importada de Europa, y no se corre con ella el riesgo de que resulte fue­ra. de medida. Les talleres de la Sociedad alcanzan á dar abasto para proveer de vestuario y equipo á todo el Ejérci­to, y el Gobierno, atendiendo al buen servicio de este ramo y para evitar comentarios desfavorables, tuvo á bien expe­dir el Decreto número 232, de I 9 de Junio de I 896, en el cual, conformándose con el sisten1a adoptado desde I 891, _ atiende la manera de allanar las dificultades que ocasionan Jos gastos de transporte del vestuario á largas distancias ve­rificJ. ndo el servicio indicado por n1edio de contratos cele­brados en licitación pública. Prescribe el Código Militar que los Jefes y Oficiales hagan el gasto de su uniforme, lo que ocasiona á cada uno de ellos un gasto fuerte. Pide el señor Ministro que se de­rogue esa disposición y que sea la Nación la que costee los uniformes de servicio y de parada. MoNTEPío MrLITAR.-A establecer y desarrollar esta institución, tan benéfica y útil á Jos deudos de los n1ilitares, vinieron la Ley 96 de I 890, reglan1entada luégo por el De- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILlTAi't ~reto número IO+ de r 89 r y por el acto legtsiatÍva de te de Junio de 1895. Hasta fines de r 896 el Montepío pagaba anrtalmente: doce pensiones, de ellas la n1ayor era de cincuenta pesos. mensuales y la n1enor de diez. El total de entradas á la Caja de h Tesorería del Mon_, tepío por intereses pagados por los prestan1istas asciende en cuatro años y cinco n1eses, á la suma de $ 24,08 3-8 S .. JusTiCIA .rvliLITAR.-S hace notar en el Inforn1e que la Ley r S 3 de I 8 8 7 " señaló nu~vas penas á ciertos delitos con1etidos por los n.ilitares, especialn1~nte á aque~ llos cuya ejecución apareja á la República graves peligros en orden á su independencia. y soberanía ó á l.a conserva­( ión del orden público interno.'' Considerando el alcance del acto legislativo de I 89 5 GUe sotnctió á la jurisdicción n1ilitar los delitos definidos en el Título r, Libro 2. 0 del Código Penal, diserta el señor Ministro con elevado criterio filosófico cuando dice : " Relajadas con o han sido, por la frecuetY·i, de nues­tl ·as guerras civil s, Jas fuerzas q u e en to a 1a ión regu­larmente constituída sustentan el orden social, y debilitada el principio de autoridad en la conciencia pública, acos­tun1brada á n1irar sin temor las :nvasione del espíritu de anarquía así en los dominios dd o. den social como en los de Ja organización política, preciso era refrenar con n1ano firme las tendencias destructoras de los el n1entos constitutivos de la tranquilidad p íblica y n1antener á raya Jos conatos encan inados á poner al an1paro de una bandera política la ejecución d" crin1enes execrables." EsTADO DE GUERRA.-Este capítulo del informe es fa página n1ás completa de él : contiene apreciacíones de: alto valor histórico ; enunciación fápida, pero fiel y segura de los movim.ientos principal s de la guerra civil de I 8 9 S ; aparecen las grandes líneas del cuadro trazadas con obser­': l~ión sagaz. y penetrante y revelan el profundo estudio 'l e el señor Ministro ha h cho de nuestros partidos y cón10 sabe apreciar en cuánto afectan la n1archa regular de .la e.'istencia de nuestras poblaciones. Con estas notas hemos de poner de n1anifiesto los. puntos principales de administración pública que se tocan ,. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍ MILITAR 243 eÍ1 el Inforn1e, no sin dejar de observar que estudiado éste en conjunto, se ve el acierto y propiedad con que el Mi­nistro del ran1o interpreta el verdadero espíritu de la Con~­titución que hoy rig ..... Los Decretos n "meros 9, I 8 y 3 I, de I 8 9 5, vinieron á declarar la República en estado de sitio. El Gobierno tomó prontas y enérgicas providencias en el sentido de levantar Jas fuerzas indispensables para debelar la rebelión. Procedió á nombrar en los Departa­n1entos funciQnarios encargados de la autoridad civil y n1i~ litar; activó la consecuci6n de recursos para las tropas en can1paña, y logró dar cohesión y con1pleta unidad á sus disposiciones. Dice el Informe: " Desplegándose excepcional actividad en la organi­zación de las fuerzas destinadas á restablecer el in1perio deJ orden y en la creación de todos los elementos indispen_: sables para elevarlas hasta el número que las circunstancias exigieran, la r b·-- iCn sufrió desde Jos primeros días desca­labros decisivos que, sobre desconcertar sus planes, dieron ú. Jos anügos del Gobierno confianza en el resultado final para robustec~r y "'igorizar Ja opinión fav rabie á éste. unca se dio ejemplo en nuestras guerr~s civiles de mayor ó igual ccléridad en L formación de fuerzas colectivas des­tinadas á con1batir una insurrecció n, ni hubo en las opera­ciones de h guerra la rapidez y el acierto con que se obró p1ra tern1inar ésta en t.l plazo n1ás breve que registra nues­tra histori~L Ni las dificultades de tiempo ni las de dis­tancia fueron parte á entorpecer ó retardar movimientos . n1ilitares eiecutados con n1aravillosa celeridad y que aho­garon sin mayores sacrificios· n1orale~ y n1atcriales, un al­zamiento preparado en ]argo tiempo y re~lizado con auxi­lios de invasores lanzados desde opuestos extren1os del con­tinente sud-americano. "A fin de vigorizar la acción del Gobierno en todo el territorio de Cundinaniarca y atender sin demoras á bs exi­gencias del restablecitniento del orden, el Poder Ejecutivo Tspuso que el Ministro de Gobierno ejerciera las funciones d Gobernador del Departamento, Juégo que las operacio­nes militares hicitron necesaria la separación de este puesto de Jos señores General D. Rafael Reyes y D. Rufino Gu- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 2"TT BOLETÍN MlLITAR tiérrez., uienes Jo habían ejercido sucesivan1ente y bajo cuya adn1inistración se organizó el Eji:rcito denonünado d~ Cun­dinan1arca, con parte del cual el Gobernadü r militar del Departan1ento, que lo era el n1Í s mo General Reyes, hizo la corta y brillante can1paña de Occidente., en que los revolu­cionarios fueron vencidos por fuerzas considerablemente in­feriores y sometidos en virtud del convenio de Beltrán" .... "Sin1ultánean1ente se disponía la organización d~J Ej~r­cito del Norte, destinado á pacificar las Provineias de Bo­yacá y del Norte de Cundinan1arca y á coadyqvar en. caso necesario los n1ovin1ie.ntos que debían ejecutarse en Santan­der; Ejército que se puso bajo las órdene~ del señor Gene-· ral Juan N. Matéus, Jefe de Estado Mayor General del Ejército permanente, y cuyas operaciones, realizadas con firmeza y serenidad, propias para asegurar la victoria, obtu­vieron el n1ás feliz resultado con la cél bre captura de Ca­}' itanejo, en la cual~ ahorrándose sacrificios de sangre y n1er­ced á n1ovimicnto~ hábilmente con1binados y dirigidos, se obtuvo la e11trega á discreción del Ejército enemigo, con1- puesto de rebeldes alzados en armas en el ~ orte dt. Cundi­nanlarca y en Boyacá, donde habían logrado reunirse y do­n1inar por algunos dí.as g1·an parte del territorio de <..-ste ú1- tin1o Departamento. "No tern1inó m.a.terialn1cnte Ja ca.n1paiia con el con1- batc de Enciso y Ja captura de Capitanej .; partidas que no pertenecían á ejército regular alghlno ni t~nían Jefe recono-· ciclo, continuaron resistiend , cómo las que se refugiaron en los bosque~ del Valle del Cauca y en las vastas llanuras de· Casanare, en la esperanza de revi\rir la lucha por n1edios de-· sesperados; se fraguaron conspiraciones encatninadas á apo­derarse de Jos cuarteles de ~arranquilla y la pláza de Po­payán, y se intentaron nuevas invasiones por auestras fron­teras del Sur y del Norte. De aquí la necesidad de n1ante­ner en estado. de sitio !a. República n1ientras Jos revolucio­narios se convencieran: de que n1oral y n1aterialn1ente esta-· ban vencidos, y por lo n1isn1o impotentes para renovar la lucha. Pero este resultado no se alcanzó sino prosiguiendo activan1ente la can1paña en los Llanos, último albergue de aventureros arn1ados de las poblaciones ribereñas del Meta y precaviendo posibles con1plicaciones que la caida del Go- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 24) bierno legítin1o del Ecuador hiciera surgir por el Sur de nuestro territorio, á donde fue necesario enviar dos Batallo­nes que sirvieran de respeto á los filibusteros y salvaguar­- diaran la neutralidad de Colombia en la contienda civil de aq u.ella República." El cóntingentc de pie de fuerza que los Departan1en-tos sun1inistraron al Gobierno nacional fue el siguiente: Antioq uia ........... · ... ~ . . .. . . , .... , .. "' 4,ooo Boyacá .. . . . . . . . ... ... . . . . . . • . . . .. . . . ...... J,ooo Bolívar. . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • J,ooo Ca u ca... . . . . . . . . . . . . ................ ~ . . . . . . I o,ooo Cundinan1arca . . .. .. . . . .. . . .. . . . . . . . . . . ... 20,000 Magdalena. . . . . . . . . . . . . . . . . . . "" 6oo Panan1á .................. _ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6oo Santander............... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 5 ,ooo Tolin1a............. .. .. . ... .... . .. . . . . . . . . . . . . 2,ooo Todos los sueldos d.e los n1ilitares y soldados en servi­ ·cio fueron pagados puntualmente durante la guerra, así co­nlo se hicieron tambi~n con absoluta rcgularid. d los demás gastos de materiz.l y movilizaciún de tropas. Concluída la guerra el Ministerio creyó conveniente conceder á los Jefes y Oficiales licenciad s la gracia de u u sueldo de excedencia, que se pago en parte. La suma de las gratificaciones pagadas ~lscendió a $ 1 46,o8 1. Los gastos hechos durante la guerra pueden compu­tarse en$ 12.267,955-45· El Ministerio reconoció por val o· de expropiaciones, suministros y empr¿stitos, la sun1a de * 662,997-.80, sun1a en la cual está incluído lo reconocido á las Con1pañías de 11avegación fluvial., por servicio de vapores en la guerra. Esta parte del Informe tern1ina así~ "Imperfecta con1o es Ja organización política de Co­Jonlbia, por no haber aparecido todavía el equilibrio de in­tereses que dan sólida y definitiva estructura á los elemen­tos sociales y son firn1e garantía de su ordenado n1ecanisn1o, y debilitadas con1o han sido, por las frecuentes conmocio­nes civiles ocurridas desde que se demolió el régin1en de 1~ Colonia, las fuerzas tutelares del orden y del respeto á 1~ 2utoridad, sería pueril y candorosa 'ilusión pensar que h2.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR terminado para siempre la ~ra de las guerras civiles entre nosotros, y, por lo n1ismo, la previsión aconseja adoptar n1edidas encaminadas no s6lo á elin1inar causas de agitación política y de n1alestar econón1ico, sino tan1bi~n á poner en manos de todos Jos agentes del poder públíco n1 dios sufi­cientes para dar á la d fensa del orden la vigorosa organi­zación que es prenda de buen éx.ito en las n1edidas del Go­bierno. La organizaciún de una n1ilicia nacional, la provi­sión de abundantes elementos de guerra y la adopción de reglas bien definidas sobre autorizaciones para el caso de conmoción, contribJ.irían poderosamente á dar n1ayor esta­bilidad á la paz pública y á desal ntar á los perturbadores en sus propósitos de can1.biat:" por la. violencia el / régimen constitucional.'' MARINA DE GUERRA.-Atendiendo al objetivo de poner al Gobierno en capa idad de pod .... r::; defender con­juntamente de enemigos de la paz en motin"s interiores, ó en expediciones de filibus eros, s, han tripulado y armado ~onveni~nt. nrente, en vapor s de guen·a La Bo)'acá, La PopaJ El llérculcs y la CaHOJJercz JVardio, cuya construc-ión •;e pr sta á navegar con rapidez en el· río Magdalena. '1e con pr0 ademrcts, por el Ministerio de Gobierno, un, buque de guerra adecuado para la navegación en la Costa Atlántica. PRESUPVESTO.- -La M ·n1oria de Guerra presenta un cuadro complc:to de los gasto~ que se han hecho por el. Ministerio con la respectiva referencia á los capítulos del Presupu,esto que afectan y enun1era las partidas agotadas y las que hay que renovar. LEYES, DECRETOS Y RESOLUCIO,NEs.-La Ley 2.• de 1894, señaló los sueldos de los individuos del Ejército y autorizó al Poder Ejecutivo para aumentarlos transito­rian1ente. Entre los varios decretos expedidos por el Ministerio debe considerarse en prin1er Jugar, y con1o unp de los más i.mportantes el señalado con el nún1ero 8 3 2, por n1edio del ~ual se creó una Con1isión investigadora para averiguar y ~alificar la responsabilidad política en que hubieren incu­~ rido los perturb1dor..,s d .... l orden público. en la Nación\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BOJJETÍN MILITAR 24.7 )icho decreto surt~ó sus efectos y las gestiones hechas OOJ\ :tal n1otivo se publicaron en el Diario Oficial. En el capítulo de A UNTOS VIARIOS, con que termina d Inforn1e, se encuentran porn1enores referentes á la exi - tencia del Polvorín, en dDnde se depositan susrancias ex­plosivas ; á la pequefia Irnprenta de propiedad del Ej~rcito y en donde s_ ejecutan varios trabajos ; á la Arnzoría, esta­blecida convenienten1ente por resolución del Ministerio en la Fábrica de Cápsulas; al servicio de Palomares, para el 1nejor desarrollo del cual se expidió el Decreto nún1ero ~93 del año pa ado; y sobre las disposiciones á que deben someterse los habilitados de Jos cuerpos, y consideraciones sobre el perso·1al del I\1inisterio de Guerra. Por último, se insiste en llan1ar la atención á la ne~ ce~idad de establecer una buena legislación n1ilitar, hacia Ia creación de una Escuela de guerra dirigida por profesores con1petcntes y en el establecimiento de una n1arina qu .. in1pida el arribo á nuestras costas de expediciones filibus­teras y que s a capaz tanlbi~n de vigilar el contrabandG costanero. SECClO.i.r CIENTIFICA 'I'i'1.CTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTICA (Continuación). MARCHAS FORZADAS E. ta clase de marchas e distinguen de las demás, en que no 5e dividen en jornadas regulares, sino que las tropas caminan noche y día sin más desean os hasta el logro del objetivo propuesto, que los muy-precisos para la alimentación de hombres y caballos. La experiencia ha dictado que la longitud máxima de una J.narcha forzada pued ' S"'r de 8o á ro o hlómetros, ó sea de I 4 á r8 leguas. Ejemplos existen, aunqt:e raros, de marchas superiores que bien pudieran recibir el título de /zcréicas, llevadas á cabo por oldados que unían á una extraordinaria fortaleza corporal y grande hábito á las fatigas, una alma templada en la atmósfera sublime de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :BOLETÍN MILITAJt las empresas gigantescas, ora por causa de recientes victorias, ora por el entusiasmo y la disciplina de que eran perfectos poseedores- Pero salta á la vista que ni extraordinarim esfuerzos, ní aun los precisos para cumplir el trayecto arriba citado, pueden exigirse á las tropas sino en ca os de imperiosa necesidad, cuando de ello depende la salvación del mayor número, cuando son egu ros y bri­llantes los re ultados que han de obtenerse merced á un de espe­rado sacrificio, y cuando, por último, cuenta d jefe con que su tropa conservará al final de la jornada fuerza y aliento suficientes para batirse con ventaja después de tan ruda p1 ueba. Siempre que así no . ea, las marchas forzadas serían un aten­tado contra la conservación, la cohesión y aun la disciplina de las tropas, porque en tales casos suele ser considerable el número de rezagados, estropeados y enfermos que van quedando á lo largo del trayecto que se recorre, lo C' al merma en grande es cala el efectivo de hombres y caballos muy necesarios tal vez para la operación que se proponen ó para los combates eventuales que pueden tener lugar. Resulta de aquí que como después de una marcha de ochenta á cien kilómetros in de canso, sería preciso dar uno largo, si ha­bía de continuarse del mismo modo, el sistema de marchas forzadas viene á ser contraproducenü~m, pues con tropas an-uerridas y re is­tcntes á la fatiga se puede hacer do . jornadas con c.:cutiva de 40 á 50 kilómetro , lo cual, e n meno \'Íolencia, produce los mismos y más seguros re~ ult.1dos. APTITUDES Y RELA 10. r E DE COl\.lB TF. DF. LAS DI F E~ E . TT E S ARMAS Infan te ría contra caballería Las propiedades caracterÍgticas de estas dos armas, conocida y de.finidas anteriormente, y muy en particubr la potencia ofensiva, y arrolladora que en grado máximo posee la caballería, determinan y establecen, como regla general, que la primera debe obrar drfmsi­vamente contra las cargas de la segunda, empleando el fuego desde .el primer instante; y cuando este medio no es &uficiente á rechazar el ataque, recurrir al arma blanca como último extremo. Las medidas que á este fin l-ía de adoptar la infantería depen­den inmediatamente de la naturaleza del terreno, posición que ocu­pa y formación táctica que presenta en el instante crítico de ser atacado. Si el terreno le presta una defensa natural que sirva de escollo contra los escuadrones, bástale parapetarse hábilmente, pues el fue­go nutrido y certero de sus tiradores paralizará la acción del ene­migo á respetable distancia, lo cual permitira á bs fuerzas amena- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 249 zadas emprender el movimiento prevenido ó terminar el que estu­viere lcomenzado. Pero si la infantería se ve atacada en terreno despejado y llano, entonces el procedimiento será distinto según que se halle en orden cerrado ó en orden abierto. En el primer caso debe di poner del tiem­po necesario para formar los cuadros de ba:al/CJ n; las columnas de compai1 ía adoptan la formaci¿n en rectángub ó en circu!'J. ucede con frecuencia que la caballería prepara una \·erdadera carga por medio de otra preliminar á discresiw, que tiene por ob­jeto atraer obre los jinetes aislados las primeras de cargas á fin de <:aer seguidamente en masa sobre la infantería. En semejante ca o conviene no dejarse engañar y sí recibir la carga á discresión con fuego certero de tiradore aislado ó por gru­pos, los cuales volverán á su puesto tan luego como los jinetes ·e dispersen. Este pr0cedi miento puede, no obstante, ser peligroso con tropas poco aguerridas o demasiado excitadas que no posean la san­gre fría necesaria, pues tal vez al entir los di sparos de los tirado­res, no pudiendo contenerse har1an fuego sin esperar la vo~ de mando. Para evitar e te accidente conviene, y es preferible no hacer caso al ataque preliminar, porque es seguro que los jinetes suelto no romperán el cuadro. En e5ta di . posición se es pera la verdadera carg a; las caras amenazada del cuadro rompen el fuego á la voz de mando que ~ er;i dada cuando los escuadrone · e hallen dentro de la zona: eficaz. ha ta ese momento supremo, los cuadros deben permanecer en la más profunda calma, con imperturbable serenidad, apuntando cada soldado á los caballos, nó á los jinetes, y sin que e oiga ni un solo disparo hasta la voz de mando. El fuego puede efectuarse simult:.íneamcnte por las do fila , ó por la segunda antes y en eguida por la primera. El primer sis­tema e ventaja o, cuando la caballería ataca en línea, y de un solo avance, pero el segundo e desde luégo más racional y eficaz, cuan­do aquella carga e por escalones ó en columna. Rechazada la carga, al volver grupa los e. cuadrone~ en reti . rada, se lts hace fuego. pero una vez no má·s, pues inmediatamen­te deben cargarse las armas con calma, preparándose á un nuevo ataque que pudieran intentar: esto se entiende i la carga ha ido en línea, porque si tiene efecto por escalones, rechazando uno de aquellos no hay lugar á hacerle fuego, sino prepararse á recibir el siguiente escalón, el cual procurará caer con rapidez, á fin de no dejar respiro á los batallones. La infantería debe practicar mucho estos ejercicios de guerra en los simulacro y campos de maniobras, porque el éxito depende sobre todo de la exactitud, erenidad y conciencia con que se ejecuten~ ( ~rmtinu.,rá.) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOL ETf T MILITAR ESTUDIO SOBRE L \S OPERACIOI\'ES DE 1\0CHC El\' CAMPA A 'Abrevi:-~ lo de la obra de Jt•H 13.)\'rclly. Crtpit:ín de E·t:-~do Mayor del Ejército fmncés-~ ¡w¡· A. P.) (e mt ill!l•~c i6t1). 1\d vez con istiera el mal á que aludimo en que la mayor· parte de los Generales, formados en la escuela de West Point, no. habían estudiado el servicio de a\·anzadas má" que en los clásicos tratados europeos en los cuales aprendieron á guardar los puestos cle día y más aún de noche ju'lto á los campos y vLvacs. En cuanto á la colocación de los crn.tinelas, punto de suma importancia en el ser icio de noche, el artículo 88 del mismo títu­lo VIII de la Orden;1nza expresada manifiesta que los punto en (jUe se coloquen los centinela dur~nte el día han de estar situados. u1 tcrrenoc; de bastante elevación, á fin de que la vi ta abarque la mayor extcnsió11 posible; y que pot' la noche se elegirán terrenos hajo:;, para poder observar b altura con mayor seguridad. Esta pre cripción fue dictada por Federico u y los prusianos la conser- · van en idéntica [ rma que los ii·ancese . Por nuestra parte abriga­mos la creencia de que en la o. curidad de la noche no , e observa bien una altura ocupando un punto de menor :í no ser cuando la posición vigilada se encuentra al descubierto destacándose, por lo. tanto, en el hori7,onte. En dccto, en este ca•·o los centinelas y vi­gías si ruado en las h ndonadas, distinguir:.ín con Ja mayor preci- . ion las siluetas de h s patrullas enemigas, ocultándose al mismo. tiempo á la vi ta de ella . Pero en los demá casos, un centinela apostado como qued,t dicho, no se encuentra en mcjore·s con­diciones para ejercer la vigilancia al rededor de sí- que hallándose establecido en una altura, entre otras razones porque los vapo­res empiezan á descender á la caída de la tarde especialmente. en el curso de las corrientes de agua. Aun cuando no fuera cierto lo que acabamos de exponer, d centinela que estuviera situado al pie de una altura tendría siem­pre la desventaja de que los ruidos más cercanos le impedirían percibir los que provinieran de lejos. Por el contrario, los má leves rumo­res que proceden de una r;ran distancia, suben sin confusión algu-. na á lo punto elevados, y on fáciles de percibir por un oído, cui­dadoso, cuyo sentido creemos importante llamar en auxilio, de ]a, vista durante la noche; aún en la? más claras, n.ada tan necesario como el concurso de. ambos órganos fijos constantemente en las operaciones del enemigo; y puede decirse que cuando la os­curidad es muy intensa, el oído suple perfectamente á la vista. A í lo comprenden los alemanes quienes, prestando al órgano auditivo la importancia que tiene en sí, han calculado que, en una Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETL MILITAR 2)1 noche serena, la mar ha de una compan1a de infantena se oye á una distancia variable entre 500 ó 6oo p::tsos y 700 ó 750. Un escuadrón á trote se percibe :í 700 tÍ Soo pasos y á r,ooo si va al galope. Para la artillería se calculan los mi smos datos que los apuntados para la cab.1llaía. En un terreno igual, lo jinetes ais­lados se oyen á roo ó 200 ¡usos según vayan al trote o al galope. Nada más lejos de nuestro ánimo nten armas ! . -¡Presenten armas !--repitieron los Coroneles. La brigada entera rendía al joven oficial que espiraba,. los honores debidos á su grado. Aquel que iba á n1orir por su patria, recibía de ella el saludo n1ás solen1ne. Después, el General, irguiéndose sobre sus estribos, ebrio de · dolor y de sangre, con un rugido,. gritó: -¡ Adelante, á la bayoneta l La brigada, frenética, se lanzó contra el enen1igo. FELIPE N ALDA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 16

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 17

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 17

Por: | Fecha: 08/05/1897

• Año l llogotá, JI ayo de 1 !17. Nti01e1·o li BOLETIN MILITAR --.... ·--- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··--- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradores 11atos de este periódico, todos los ]efes y Oficiales del Ejército de la República. EL GRAL. SANCLEMENTE EN EL ECUADOR Ton1an1os de El Carchi periódico radical, editado en Tulcán, lo siguiente : " SAL u oo.-Lo presentan1os muy atento al señor Ge­neral D. Manuel M. San clemente, Comandante de la 5 ... División del EjGrcito de Colombia. "El senor General Sanclen1ente se halla acantonado con el Estado Mayor y el Batallón Cazadoí~es nún1ero r 6 en la ciudad de Ipiales, y al poner en conocinliento de nuestra autoridades el n1óvil á que obedece su presencia en la veci­na ciudad, nos con1placen1os de' que eso no tenga otro objeto que el de conservar la n1ayor neutralidad á que se hallan obligados dos Gobiernos que tienen interés en robustecer Jos lazos de an1Ístad que los ligan y la n1ás perfecta pres­cindencia en sus asuntos donústicos, in1pidiendo que se lleven á cabo, con1o en época no ren1ota, graves escándalos y lesiones contra el derecho. "El Gobierno que preside el General Alfara no desco­noce el tino y la sinceridad del Gobierno del Excmo. señor Caro. El señor Sanclemcnte es un Jefe honorable, digno por n1il títulos de la confianza del Gobierno de Colon1bia ; y nosotros que conocen1os la sinceridad de sus n1anifesta­ciones, hechas con1o hon1bre público y como ciudadano honrado, confian1os que Ja paz, en nuestros territorios, se consolidará, porque desaparecerán esas esperanzas de en­ganchar gente y organizar revoluciones en ajeno territorio 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , • 25 BOLETÍN" MILITAR tontra un Gobierno honrado que aspira á hacer ht verfturc: de sus conciudadanos. "Enviamos nuestro respetuoso saludo al digno Gene-­ral Sanclen1ente, á su Estado Mayor y á los Jefes y Ofi­ciales del Cazadores." NOTAS CRUZADAS ENTRE EL SEÑOR COMANDANTE GENERAL DE LA 5: DIVISIÓN Y EL SEÑOR GOBERNADOR DE LA PROV1NC1A DEL CARCHI "República de Colombia.-Ejército Nacional.,- 5. a Divtsión ~ CtJmandancia General.~Cuartel general en Ipiales á 2 2 de Marzo de I 897· "Señor Ministro de Gucrra.-Bogotá-. "Tengo á honra remitir á St1 Señoría copia del oficio· nún1ero 3,5 I 6, dirigido por este Despacho al señor Gober .... · nadar de la Provincia del Carchi, en cumplimiento de ins_, trucciones con1unicadas por ese Ministcri , y de Ja res­puesta que obtuve; lo que deseo encuentre satisfactorio Su Señoría. "Atento . . "El Comandante General, "MANUEL M SANCLEMENTE." " ·República de Colombia.- Ejército Nacional.- ~5.a. División. Comandancia General.-Cuartel general en Pasto, á 9 de Marzo de 1897. "Señor Gobernador de la Província del Carchí.-Tulcán,· "Por disposición del Ministerio de Guerra, el Cuartel. general de la 5. 11 División del Ejército colon1biano, se tras­ladará próximan1ente á Ipiales, por cuya razón y para evitar falsas versiones n1e permito dirigir á usted la presente carta antes de mi llegada al lugar de n1i destino con el exclusivo fin de que usted, y por su honorable conducto, el Jefe de Ja. República deJ Ecuador, conozcan el n1otivo que el Gobierno · de n1i Patria, ha tenido en cuenta al aproxin1ar á la línea , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 259 froqteriza este Cuartel general y el Batallón Cazadores nú­mero r6. uno de los que con1ponen la 5: División que n1e honro en con1andar. "En prin1er térn1ino, el Gobierno colon1biano desea y .quiere cultivar en todo caso, las más estrechas re] aciones de an1istad que sien1 pre han unido á éste y á ese país - hern1anos por n1il títulos-y obligados por lo n1ismo á considerarse y guardarse aquellos n1iranlientos, respetos y atenciones oficiales que se tienen con1o base entre naciones que estrechan sus relaciones y que propenden á su n1a yor y rnás an1plio engrandecin1iento. Desea y quiere también n1i Gobierno, que en las luchas intestinas de esa República, abso­lutan1ente en nada se n1ezcle elen1ento alguno colombiano, y se evite, hasta donde fuere posible, que individuos de sin1pa­tías á ésta ú otra filiación política de lo partidos vencedor y vencido de esa República tomen b más leve participa­ción en las internas del Ecuado1·. "El Gobierno colon1biano quiere tan1bi -: n borrar Ja n1ala in1presión causada al afirmarse po:- algunos que con beneplácito y conocimiento del Gobierno del Ecuador, in­troducen los enemigos de nuestras actuales instituciones, arn1as y den1ás elen1entos de guerra, por la frontera que nos separa, y con1o fuerte apoyo al partid o vencido aquí, que si no cuenta con la opinión y lo necesario para hacer Ja guerra al Gobierno, n1al puede sin pr pio sonrojo solici­tarlo de tal ó cual Gobierno vecino, que fundadan1ente po­demos aseverar, no alin1entaría aquellas traidoras aspira­ciones de n1alos hijos contra Ja n1adre Patria, y por n1ás • que las pron1esas de los exigentes fueran en extren1o tenta­doras, máxime si se tiene en cuenta lo incierto de los re­sultados cuando está de por n1edio Ja suerte de las arn1as. "Desea y quiere también el Gobierno de Colombia, · hacer obsérvar, en lo n1ás estricto posible, el cumplimiento de la Ley 2 2 de I 1 de Abril de 1 8 7 r, sobre policía de las fronteras, que el Gobierno del Ecuador debe conocer. porque según el artículo 40, últin1o de la ley, Ja Cancille­ría de Colombia· debió trascribirla á Ja Cancillería de esa República. Aquí tiene, en síntesis, señor Gobernador, las razones que nü Gobierno ha tenido en n1ira para n1ovilizar un Ba- · Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 260 . BOLETÍN MIL.ITAR tallón y el Cuartel general de la S·a Divisiónr hacÍa!. Ipiales~ lugar cercano al territorio del Ecuador, sin n1ás ánimo, como lo asevero á usted en n1i carácter de hombre público y privado, que respetar y hacer guardar la n1ás estricta neu­tralidad en el territorio colombiano. " Un expreso llevará á usted la presente carta oficial • explicatoria de mi presencia en la frontera, para 'lue usted y el Jefe de la N ación ecuatoriana, conozcan, con1o dije antes, los sentin1ientos que anin1an al Gobierno de Colom­bia, del cual n1e honro en ser su intérprete en estos mo­mentos, y cuya galante explicación acallará. infundados te- • n1ores de los que puedan mirar con aviesas intenciones el actual procedin1iento del Gobierno de mi Patria. "Con scntimi ntos de alta estin1a y respetuosa consi­. deración, me suscribo de usted atento y seguro servidor, 'República· del Ecuador.-Gobernación de la Provincia del Carclzi.-número 209.-'I ulcán, I 5 dt J11arzo de 1 897. "Señor Comandante General cle J_¡t s.a División del Ej~rcito de Co­lombia. "He tenido la: honra dlf recibir el respetable oficio de ' usted de fecha 9 del presente y bajo el número 3,51 6, en el cual, para conocimiento del Gobi~rno de nü Patria, se sirve con1unicarn1e que, por orden del señor Ministro de Guerra de la República de Colombia, se trasladarán próxi- .. n1an1ente.á Ipiales el Cuartel general de la 5 .a. División del Ej:rcito colon1biano, y el Batallón Cazadores nún1ero 16, uno de los que con1po~en aquella División, dignamente con1andada por usted. "Manifiéstatne también los nobles prop6sitos que ani­l11an al Gobierno de Colon1bia respecto al del Ecuador, y el deseo que aquel abriga de que se cultiven las n1ás estre­chas relaciones de amistad, entre los dos pueblos lin1Ítro­fes y hermanos. Asin1isn1o, se sirve usted indi~arn1e que el Gobierno de su noble nación, desea que no se n1ezcle en nuestras luchas intestinas ningún elemento ~o1ombiano"' / Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , EOLETf MJLITAJt :2'bi y que quiere bOTrar la n1ala in1presi6n que se ha producido al a:firmat'se que con beneplácito y conocimiento del Go­bierno del Ecuador, se introducen armas por la frontera que nos separa, y otros elen1entos bélicos, destinados á fa­vorecer al partido político, no h.á n1ucho, vencido en aque­lla República hern1ana. "Concluye usted por decirn1e que el Gobierno de Co- 1 Jon1bia al acantonar en Ipiales un Batallón y el Cuartel general de la 5: División, no tiene en n1ira otro propósito que el de cumplir lo dispuesto por la Ley 22 de r I de Abril de I 87 r, sobre policía de _las fronteras, y el de respetar y y hace-r guardar Ja n1ás estricta neutralidad en e1 territorio ·colon1biano .. «Mi Gobierno, fiel intérprete de los deseos y senti­nlientos del pueblo ecuatoriano, ha procurado estrechar n1ás, si cabe, los vínculos de confraternidad que, felizn1en­te, unen al Ecuador con Colombia; y cuidará de que, por medio de una polít' ca leal y franca, fundado en el respeto á los ajenos der chos y en los n1iran1ientos y considc,.racio­nes qt.lc se deben entre sí las naciones; se dé el n1ayor en­sanche á las relaciones de amitad que existen -=~tre los dos países, oon ]a esperanza de que ello contribuirá á su común prosperidad y engrandecimiento. "Cún1plen1e también n1anisfestar á usted que única­mente audaces enen1igos del Ecuador y de su Gobierno:t han podido propalar la calun1nia de que aquél, no sólo tolera, sino aun consiente que se introduzcan elen1entos de guerra al Sur de Colombia, para que dlos sirvan aJ partido allí vencido .. "Mi Gobierno, fiel observador de las práctica y leye 1nternacionales, jamás ha consentido ni consentirá nunca que se viole la neL1tralidad que está obligado á observar, respecto de los disturbi Cuatro Músicos de 2 ... clase, señores Juan B. Díaz (barítono), Patricio Amézquita (clarinete), Jesús Soto (bajo), Alonso Medina (saxhón), cada uno con el sueldo mensual de 46 'T'res Músicos de 3 ... clase, señores Joaquín María Ji­ménez (trombón), Alonso Guzmán (bombo), Narciso Jimé-nez (bugle), cada uno con el sueldo mensual de.......... 36 Nueve Músicos de 4·"' clase, señores Manuel Ubillús (clarinete), Guillermo Ordóñez (clarinete), Roberto Pasos (clarinete), Jose I. Bolaños (clarinete), Arnulfo Irnoita (trombón), José R. García (bugle), Salomón Fernández (bom­bardino), Fabio Mera (platillos), Abelardo Burgos (redoblan-te), cada uno con el t>ueldo mensual de......................... 31 Art. 3.0 La Banda de Cali estará compuesta así: Un Director, seííor Temístocles Vargas, con el sueldo rnensual de.~....... .. .. ... . . . . ... .. .. .. . . .. . .. . .. ... . . ... ... ... 100 Un Músico mayor, señor Agustín Payán (requinto), con el sueldo mensual de............ .... ......... ... .. ... Ho Un Músico superior, señor Alfredo Triana (clarinete), con el sueldo mensual de................................. .. .. ... . 70 Siete Músicos de La clase, señores Jesús María Cada­,, id (pistón), Vicente Espinosa (alto), Bcrnabé Vargas (alto), Cornelio Quiatana (bombarda), Alfredo Micolta (flautín), Eliécer Vargas (flautín), Gabriel María Rodríguez (saxhor-no- tenor), cada uno con el sueldo mensual de.. .. . . 50 Ocho de 2.a clase, señores Jesús María Duque (bom­barda), Antonio Duque (barítono), Aristidcs Rengifo (barí­tono), Francisco A. V élez (barítono), Clemente Gómez (pis­tón), José A. Martínez (pistón), Marcos Gómez (clarinete), Alcides Mosquera (clarinete), cada uno con el sueldo men-sual de..................................... ... ... ... ... ... .•. .•. .. . 40 Seis Músicos de 3 ... clase, señores Rubén López (clari­nete), Joaquín Polanco (pistón),. Cristóbal García (saxhorno­barítono), Daniel Bsquivel (trombón), Antonio MarÍl Cór­doba (bomb'>), Domingo Marroquín (redoblante), cada uno con el sueldo mensual de.......... .. ... .... . . ... .. . . . ... ... .. . .. . 30 Dos Músicos de 4.• clase, señores Ezeqniel Muriel (pla­tillos), Isidoro Collazos (clarinete), con el sueldo mensual cada uno de......... ... ... .. . •... ... .. . .. . ... .. . ... . . . ... .. . . . . ... ... 25 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAit Art. 4.0 Mientras se dicta un reglamento general para las Bandas de Música militares, las de Popayán y de Cali continuarán observando el que ha regido hasta hoy. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á veintiseis de Febrero de mil ochocientos noventa y siete. M. A. CARO. El Ministro de Guerra, PEDRO ANTONIO MoLINA. E!; copia conforme.--El Subsecretario de Guerra, Clímaco Losada. DECRETO NÚMERO II6 DE I897 (30 DE MARzo), por el cual se adopta un Mmmal Militar. El Picepresidente de la República, encargado del Poder Ejecutiva, Teniendo en consideración los informes favorables rendidos al Ministerio de Guerra por el General Comandante en Jefe del Ejército, por el Jefe del Estado Mayor general dé l mi mo y por el Comandante General de la I .a División, y los certificados de varios Jefes, respecto á la conveniencia que hay en que e adopte para el ervicio del Ejército el i l1anual Militar, arreglado por el Teniente Coronel Pedro A. Pedraza, DüCRETA: Artículo único. Adóptase para el servicio del Ejército de la República el Manual ,~}filitar, arreglado por el Teniente Coronel Pedro A. Pedraza. Parágrafo. Continuarán observándose las disposiciones con­tenidas en los decretos vigentes sobre trabajos y estudios militares, eu cuanto no se opongan á la adopción del mencionado Mrinuat Militar. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 30 de Marzo de 1 897. lV1: A. CARO . .El Ministro de Guerra, PEDRO ANTONIO MoLINA • ..E~ copia conforme.- .El Subsecretario, Clíma.." L?sada., Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAlt DECRETO NÚMERO 154 DE 1897 (19 DE ABRIL) .. ue asigna sob esucldo á los Oficiales de las Guarniciones de Bolívar y Magdalena. El f7icepr rsidente de /:;¡ Rfpública, encargad!J del Poder ·Ejecutiv?, Vist~ la facultad que le confiere el artículo 20 de la Ley 39 de I 896, CO~SIDERANDO: ~ le tanto el Jefe Militar de Cartagena corno el de Barran­ ·-quilla an solicitado, con abundancia de razones, el aumento de sueldo ara los Oficiales de la fuerza de su dependencia, y . ue el Poder Ejecutivo halla fundados, en justicia, los moti­o: v os ex uestos á su con ideración, y conceptúa que debe elevarse al máx¡·'l um de la Ley el expresado aumento, • DECRETA: Articulo únic~. Desde el día 1. 0 de Mayo venidero, gozarán .de r.n veinticinco ~or ciento (25 por IOQ) de sobresueldo lo Capi­ltan , Tenientes y Subtenientes de 1o Batallones pertenecientes á las efaturas Militares de Barranquilla y Cartagena. § Queda así reformado y adicionado el Decreto número 562 gotá. Con arreglo á mi telegrama número 1 5 tengo la satisfacción de in­formar á Su Señoría relativamente á los trabajos que hasta hoy ha eje­cutado la fuerza pública en la vía de "Condina," parte integrante del camino del Quindío; bien que, por motivo~ de brevedad, dejaré para próxima carta oficial las consideraciones científicas que me ha sugerido el examen de la obra. No obstante que en exposición anterior describí los trabajos lleva­dos á cabo hasta el I .0 de Noviembre postrero, fecha en que me hice cargo de la Dirección general, así como los ejecutados hasta el 1.0 de Enero, para fijar claramente las ideas será bien cm pezar con una ojeada retrospeG:tiva sobre Ja labor hecha en Diciembre del año pasado. Tras­ladada~ Pereira, de orden superior, la Comandancia del Batallón Palaci, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILIJAR. en el citado mes se prosiguió la consttucción del camino con solo tres compañías, porque una quedó haciendo la custodia del hospital y del parque en dicha ciudad. La 4.' Compañía estacionada en el "Alto del Roble," mejoró 200 metros del carnina (kilómetro 1.0 ), incluyendo un des;nonte de +5 metros· de longitud por tres de ancho, á cau sa del daño que ocasionó un derrumbe; luégo se trasladó á Salento y á Lagunita para componex; los pasos peligrosos de la vía nacional, trabajo que hubo de prolongarse hasta mecliados de Enero: del río Qnindío á. Salento se refaccionaron unos 400 men·cs. La 1." Compañía ejecutó 700 metros de limpia y 200 metros por 6 de desmonte {Pa1tque?) entre el "Alto de Bolillos" y el de "Coroza!" (kilómetro 3. 0 á 4.0 ), c_onsolidó la orilla dere cha del arroyo B:;/d!?s mecli ·mte una palisada de 45 m.etros por 4- -en atención á la mucha lejanía del balaste-y allegó maderas para continuar aquélla en la ribera opuesta. Finalmente, la 3.rl Compai'íía ejecutó 3 so metros de limpia y I 6o metros de explanación en el "Alto de Barbas" (kilómetro 5.0 ). El rigor del invierno paralizó los trabajos cerca de I 8 días en dicho mc>s. Es para notar, sin embargo, que como fruto de las exploraciones del terreno se logró dar entonces con una va­riante de importancia para \"encer la honda cuenca del río Baróru. En Enero mejoró bas tante la estación, y con ella la marcha de los trabajo , sólo que la 2." Compañía debió trasladar su campamento al "Alto del Manzano," en la banda derer.ha del Barl•m, para acometer la rocería de la variante ameritada, cuya adopción aprobó el Gobierno. Más antes se practicó una C'>mposición provi sional en la nue\a línea por la I.a y 2.a Compañías, con el fin de que pudiera transitarla, comC> en efecto lo hizo, la Señoría del Ministro titular, quien regresaba entonces del Valle. Hé aquí un resumen de los dem.ís trabajos: 169 individuo· (3 Compañía ), ejecutaron en I 8 día útiles 140 metros por 1 I de r e ería (ampliación), I 8o metros por 6 de limpia, 290 metros por 1. so de des­mo' 1te (amp1Iaci6n), 164 n tros por 6 de gradación, I 6o metros de me­jora en el camino, y preparó materiales para palisadas, todo hacia la orilla izquierda del Bo!tl!os (kilómetro 2. 0 ); I 26 metros por 4 en ampliación de la rocería, 700 metros por 6 de refección, 3 s.8 por 5 metros de des­monte ó gradación, 700 metros de cunetas longitudinales (mejora de unas y construcción de otras), 47 metros de ctmetas trasver ale·, y 76 metros por 4 de palisadas entre el "Alto del Roble " y la corriente Bo­lilhs (kilómetros I . 0 y 2. 0 ); y, finalmente, 790 metros por 30 de roce­ría hacia el "Alto del Manzano" (kilómetro 6. '_'), empalme de la va­riante en alusión. Como el 2+ del mismo mes rec1bió el Cuerpo orden de marcha para Ibagué, los trabajos quedaron virtualmente suspendidos, excepto por la 2.a Compañía, que se di tinguió una se~nana más en la • nueva línea con unas 400 metros de rocería. Sintetizando: los trabajos del Batallón Palacé en N oviefnbre, Diciembre y Enero son en general buenos, pero incompletos, y la parte de camino construída ha quedad o transitable por las recuas. Al apreciar aquéllos conviene recordar la in­clemencia de la estación en los dos primeros meses; la dura labor de ro­cería de Ja se] va secular, compuesta en no pequeña parte de robles, lau­reles y chontas, muchos con diámetro de o, m 6o hasta 1 metro; lamen­cionada división de la fuerza, la poca destreza de algunas Cqmpañías y la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 270 BOLETÍN MILITAR. diferentes comisiones y servicios que dificultaban la reglamentación for­mal de los trabajos. El Batallón Caro, que llegó al campamento el 8 de este mes, ha continuado los trabajos con notable progreso, favorecido por el magní­fico verano actual; dicho Cuerpo, , obre s,r crecido, dispone de mucha gente hábil en el arte de construir caminos, como bien lo :t¡lanifiesta el C:1.adro de los trabr¡j'ls en el presente me s, que acompaño á Su Señoría, para evitar mayor difusión. Cumple agregar que el trazado definitivo de la variante se acerca yá al "Alto del Manzano," y que en fecha 24 se concluyó la r;)Cería de la expresada línea. Quede también entendido t¡uc á semejante resultado ha contribuído h reunión de todo el Cuerpo en el campo de los trabajos., la exención de comisiones y servicios mili­tares (haciéndole prestar así verdadero servicio de zapadores), y la pres­teza con que ese Ministerio atendió ;{ los urgentes gastos que mencioné en informe y telegramas anterio res. Digo de los semovientes, máquinas y herramientas que contraté en Mani7.ales con el señor D. Segismundo Escobar, á saber: cu'atro bueyes debidamente aparejados para el acarreo del balaste; veinticinco carretillas para los movimientos de tierras; diez machetés con sus cubiertas; vei.nrc hachas; veinticinco azadones; trein­ta y dos garlanchas y veinticinco zapapicos; todo lo cual, con los útiles de escritorio más indispensabl es para la Oficina de Ingeniería, está de acuerdo con la s especificaciones del respectivo contrato. Así, las herra­mientas existentes hoy día son las guc acus a el siguiente cuadro: l'OMBRÉS OBSERVACIONES . ~-------------------- ------------ ------------------------ • Machetes .......... .. Calabozos .......... . Hachas .••....... . . - Azadones .......•... Barras ........ , ..•.. 1 1 Barretone ... ··r ..•••. 1 Garla~chas ............ · 1 Zapapicos ......... .. 1 1 3 '¡ , fl 57 +5 Uno sin cubierta. Dqs Ías están componiendo. Enteramente inútil. ~~ J Me suscribo de Su· Señoría, á quien Dios guarde, obediente ser­vidor, (.J'RJSELDINO CARVAJAL; - ·-·--.... ··--· 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ ~~ p.. § u t."" 4·.., r '1 1 3·, 1.."' \ 5·.., ¡Tot'l"l República de Colombia.-. -Ejército Nacional.-S. a Dz~visió1t .. -Batallón Caro número r 1 • CAMINO DEL QUISDIO CUADRO DE LOS TRABAJOS EJECUTADOS EN EL MES DE FEBRERO DE 1897· N A TU RALEZA DE LA OBRA OBSERVACIONES Trabajadores. - _ _ _ _ . 1 . . 1 'Cunetas Ion- Cunetas IPon- Rocena. L1n1p1a. Desmonte! .• el' 1 . 1 . !Palizadas. g1~u ma es. transversa es toner . .-,----¡ -~ . 1 __ , _ _ ¡ _ _ ( El' 8 del presente se comenzar;m los trabajos del 74-. .\.·6+o 'ms.l x6o ms.l 4+3 ms. "'IO ms. ¡ 36 ms. , 1 arroyo .. Bolillos·· hacia el río '· B<1rbas •· Rocería: 98c ¡'1.30 ms.¡ ~ metros son ampliación; pnlizadas lo mismo. Limpia: en, variante. Desmonte: 283 metros en c:~mino y I6c lmetros en variante. Cunetas long: f.1lt11 , v:~rias. goo ms.l 300 ms. 100 ms. IOOIUS. • 76 1 .po ms. 250 ms.' I:t1.o'l ms. 6o nB. ¡· 1 84 . ! ' t ' 73 1 l • J07 3,86o J-460 J 793 .,.¡ ·,·;3~·~: h6 m•. • 111.30 ms. f El 8 se comenzaron trabajos ele! kiic,metro 4.0 haci; e! río" Barbas," kllom. 3.0 , en la varia.Jte. Rocería f.c ésta se concluyó el 24 del mes. Gradación en .. Barbas.•· f El 8 se dio principio . . L· a rocería. es nmpliacién; des monte y cunetas" composición. Del .; Alto del Roble' (k il. 1.0 ) hacia el arroyo .. Bolillos .. (kilómetro 2.0). ( Estaci ~moda cerca ' d río "Barbas,·' t•an la 3·" Com¡ a­t ñía. Estuvo constr·; en do Campamento. ( Estacionada en el .. Alt.o B1lilhs,'' con la I.a Com;>ñía. Se ocupó en construír camp:tmen to. Las d~s últimas com_p.1ñías Jlegar,>n el 13 al ca '11 pa­mento • Campamento de "Bolillps" (Filandia), febrero, 28 :. 1897. El Ingeniero Oficial, GRISELDINO CARVAJAL •. tlf o t-< trl --1 H.._ z ~ t:: H ...; ~ ~ N ...... "" Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 272 SEOOION OIENTIFIOA TÁCTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTICA (Continuación). Si la caballería catga en un terreno que le es favorable, y fa infantería se halla en orden disperso, hay dos casos que considerar, á saber: si el ataque es sobre el íi·ente 0 sobre el flanco de b po­sición. En el pri~ro las numerosas guerrillas,· tales como hoy se emplean, poseen condiciones para rechazar la caballería con su nu­trido fuego; en el segundo caso será de rigor formar prontamente el cuadro, ú por lo menos la reunión de Jos tiradores mientras que las fuerzas de sostén e dirigen á r¡oteger en segunda línea el flan­co amenazado. Adem<Ís de esto, ringase presente que toda infan­tería al ser atacada por la caballería, ti@ne absoluta necesidad de formar los cuadros, , iempre que se halle en retirada ó muy que­brantada fí ica ó moralmente, por pérdida de consideración, ex c- ~o ele fatiga, etc. . La experiencia de las últin'las guerra ha demostrado que los cuadros:pequeños producen los mismos efectos que los grandes y poseen inmejorable fuerza defensiva, atendiendo á que los escua­drone, en el momento de abordarlo, en vez de c:.1er encima, suelen abrir e l correr e por ambo lados, en razón del poco frente de las caras del cuadro y tambien por la costumbre y manía que tien<:n los caballos de no Siltar más que obst:lculos fijos, esqui van do los J11Óviles generalmente. Por último, una grande solidez entre las partes y entre los individuos, mucha serenidad y la mayor ~angre rfía para no hacer fuego hasta los momentos decisivos, son importantes condiciones que requiere la infantería par.1 constituirse en muro inquebrantable contra los jinetes. Cuando la carga rompe el cuadro ó arrolla la masa de tirado­res, el combate se hace individual y cuerpo á cuerpo: la habilidad en el manejo de las armas y la des¡reza corporal entran en juego, y pueden también alcanzar ventajas ú vender cara la derrota. I;-.:FA TERÍA CONTRA ARTILLERÍA • La artillería ha seguido la senda de la infantería en·Ios progre­sos de su movilidad maniobrera, y sobre todo en el perfecciona- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR miento de las armas de fuego: posee relativamente mayor precisión de tiro, y desde luégo muy superior alcance y fuerza destructora, si bien en cambio sólo puede dirigir sus proyectiles sobre . objetos de cierta extensión; pue de lo contrario gastaría sus municiu1es inútilmente. Consecuencia de esto es, que el co1nbate de la infantería con­tra la artillería presenta dos bases e: encialrw.:ntc Ji tiiHas, á saber: I. --La infantería se halla dentro de la zona ejit:az de la arti­llería, pero fuera de la de su fusil; esto es, en un rar!io de 8oo á 2,500 metros de las baterías. . . Este momentol tácticamente considerado, es el más crítico y peligrosó ?ara la infantería que se halla de<>p t •\ i ·ta de defensa ac­tiva contra los caiiodes, por lo que ~e ve reducida á emplear medios pa ivos contra los destructor~s efectos de los proyectiles. Dichos medios pasivos pueden e.r de la especie siguiente: 1.0 - Utilizar el terreno dentro de la zona batida por la artille­na, de modo á resguardarse con los obstáculos naturales; desenfi­lar e tle las baterías, tomando posiciones que dificulten á los artille­ros, la apreciación de las distancias; colocándose cerca de terrenos pantanoso o muy blandos, si los hubiere; doJide e huntlcn y m) estallan las granadas; no pre.,entar masas profunda al proyectil de obús, ni líneas · extensas al shrapnell; por último, verificar conti­n. uos movimiento y pequeños cambio de posición, :1 fin tle qu¿ vane á cada instante la puntería de los artilleros. 2.0 - 1\tlaniobrar bajo. el fuego tle cañón, cambiatido con fre­cuencia la direccion de 1~ marcha, y ejecutando rápidas y brusca. traslatlaciones, p ~>co perceptible desde lejo , para eng:tríar mejor la Jirección de la puntería. , Siempre que el terreno se preste á elJo, cónviene á la infante­ría tlestacar un cierto número de cazadores que, parapetados y em­boscado á distancia máxima del álcance de fusil, se propongan di~ rigir con calma y buena puntería sus tiros contra los art,iller arm?s ·que= u a Ia in­fantería ha mermado con iderablemcute ciertas ventaj<'s, ántec: inherentes á la caballería: apen:l$ si le queda hoy á esta arma una leve e peranza de triunfo cuando intenta cargar á ur a infantería intacta, sólida y di~pue~ta en buen orden para recibirla porque aún­en caso de éxito, que no e imposible en aboluto, us perdida. habrán de ser~ por lo regular superiores· á lo frutos de su pa ajera victoria. De esta consideración se desprende que la caballería, hoy como nunca,de~~ proceder 1 o perdiendo de vista estos dos principios. 1.0 Obrar por sorpresa, ó lo que es la mismo atacar" á la in­fantería sin darle tiempo para for'marse en buen orden capaz de firme resi~tencia. 2.0 Aprovechar con inteligencia los momentos en que la in­fantería abrumada y descompuesta por el fuego de fusil y cañón acusa desorden · táctico ó dislocaci·)n moraL La mayor dificultad en estos casos consiste en reconocer {,"'SOS instantes favorables para: la carga de la caballería, pues son pocos y pasan á veces con la ra­pidez del relámpago~ Amparar (·,digámoslo asr, de esos breves ffiO-" mentos y utilizarlos con rápida oportunidad, sin vacilaciones, es h:>y tanto más dift.cil c:uanto que por razón del extraordinario al-· canee de las armas de fuego, la caballería se sítua á mayores dis­tancias de fa escena· del combate, inicia sus cargas desde· más lejos y tiene que atravesar á los grandes aires la zona peligrosa de los_ pmyectiles. Rara vez,. por lo tarito1 podrán. lo'> escuadrones apreciar"" Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ROLETÍI\' MILITAR 2j5 con certeza Ia acción favorable para sorprender á la infantería. Por poco que se descuiden ó erquivoquen, por un error de apreciaciSn darán lugar á que los batallones se rehagan y preparen, en cuyo caso pueden durante el largo espacio que los separa, causar tales daños á la caballería, que los escuadrones pierden la necesaria unión y so­lidez y con ellas el impulso decisivo, resultando la carga nula, ó de muy débiles efectos. En este concepto, y dadas estac; consideraciones, se deduce que la acción de la ca~allería depende muy principalmente del terreno. Si falta libre espacio á su carrera, si no puede prepararse y desplegar fuera del alcance del fusil enemigo, si se ve obligado á maniobrar, formar en }a batalla ó desfilar en columa bajo la acciGn del fuego; por último, si dentro de la zona peligro a se encuentra detenida por obstáculos que debe salvar antes de la carga ó durante algunos de sus aires preparatorios, es indudable que las pérdidas que sufra por una parte, y la desunión que se produzca en sus filas darán re ul­tados negativos en el ataque. ( G1ntinuará). ESTUDIO SOBRF: L.\S OPERACIONES DE NOCHE EN' AMPAN {Abrcv;,,d,) perbólicamente, de acuerdo co.n el pru iano B lu·­cher, que son más temibles de por . í que el mismo enemigo a qu'ien se combate. Empero. no on las palabras sino la realidad de. los hechos la que ju.,stifica los numero os movit~li.ento que los ejer-ótos han efcccuadp de noche. • ' ' ' .. II ¿Ha rxístí4o precisión alguna vez de emprender una marcha du-rrmte la npche? · Los anales de la historia militar demuestt an que las marchas ele noche no siempre se han emprendido de . buen grado, sin qu~ por ello dejemos de reconocer que los casos en que las circunstan~ cías las han exigido son, relativamente, excepcionales. Citaremos, entre otros, uno de los que tuvieron lugar en la campaña de 1814, en la cual fueron m u y fr~cuentes las marchas de noche, á causa qe la rapidez que ~e imprimió á las operaciones militares. · Bien conocida es la triste' si-tuad~n en que se encontraban los Marisca les Mortier y Marm~n t en Marzo de 1 814, des.pués de la derrota de la Fére-Champenoi e: contando e casamente con 12,000 hombres, habían ido á situarse, al abandonar á Sezanne, detrás del , desfiladero de Eternay'. De improviso, los aliados se pre entan á su vista con fuerzas muy SlJ.perior'es á las suyas, y empiezan á adoptai. las disposiciones necesarias para cmprende_r el ataque. L?s Marisca..-'. le., al ver amenazada la ' retaguardia de sus fl:ierzas, al propio tiF.m- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ROLETÍ . MILITAR 2 7í po que el enemigo, que ocupaba á Montemirail, amenazaba el frente del ala derecha, decidieron continuar el movimiento de reti­rada que habían iniciado yá sobre la Ferté-Gaucher; mas al llegar á la población, encontrarvn al ejército contrario posesionado del Gran I\1ori'n, batíendo el camino con su numerosa artillería. }i:n­fre tanto había sobrevenido la noche. Mientras Mortier intentaba abrirse paso rompiendo el círcu1o de hierro que le oprimía, Mar­mont, con un puñado de hombres, oponía una vigorosa resistencia en el desfiladero de Montils á un cuerpo bábaro que le perseguía tenazmente; consiguiendo de este modo obtener el tiempo necesa­rio para que e efectuase la retirada del grueso del ejército. El mal estado del camino aumentaba las dificultades naturales que ofrecen esta clase de movimientos, y el que nos ocupa se llevaba á cabo con suma lentitud. En estos momentos, el Duque de 1 révise, que mar­chaba á vanguardia, avisó á Marmont que, en vez de seguir el ca­t; nir·o de Coulomiers, iba á torcer á la izquierda tomando campo á ravés para llegar á Provins. Es verdad que este movimiento alejó al ejército francés de la dirección que de preferencia debiera haber seguido para llegar á Marme entre Lagnes y Meaux; que mien­tras se efectuaba, las tropas, y especialmente Jos dos Mariscales que las mandaban, pasaron ratos de indecible angust:ia; pero no es me­nos cierto que su realización les permitió salir de la difícil ;itua­ción en que se hallaban, sin . er hostilizados por el enemigo. Al amanecer llegaron á Provins sin haber experimentado más pérdida gue ~a de a~gul)o cajone . * La campaña de Ru. ia en r8r2 ofrece. dos ejemplo ~ar.acte:­rísticos de marchas de noche, realizadas en situaciones más de es­peradas aún que la que acabamos de de cribir. Notorio es el extremo á que se hallaba reducido el ejército f-rancés á la salida de Smolensk. El General ruso Kutusof se había • limitado á flanquear el a1a derecha hasta Krasnoé, retirándose por escalones desde Moskow. Al dejar pasar á Napoleón, lo hizo im­pulsado por la idea de oponerse á la marcha del resto de las fuerzas.., á cuyó efecto fue á colocarse entre Smolensk y Orscha, ocupando el puente de Krasnoé, sobre el río Lossmina, afluente del Dnieper. El cuerpo del ejército mandado por el Príncipe Eugenio, re­duciW> á ~o ~ r 2,ooo hombres, de los cuales tan sólo 5 ó 6,ooo ·e };lallaban en estado de llevar las armas, se encontró cern·ado el paso. En vano intentó fr:anquearlo el General D'Ornam por medio de una brillante cargé:J. de caballería; en vano t4n;1bién la división Brous-ier quiso á ~u \'ez romper la muralla de. fuego que oponían 30,000. ~usos; ambos fu<;i;on h,<;>rrorosamente ametrallados. ~ Memorias del Mariscal Marmont. Duque de Ragusa. (C~ntmuará}". Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. HOLE rÍN MILITAR LA VOZ DE UN VETERANO Qué bien dijo aquel que afirmó que "á otros tiempos otra.· costumbres." Esta sentencia es aplicable á lo que pasa en cuanto á moralidad, disciplina y cultura en general del Ejército colombiano. No puede menos de mirarse con suma complacencia el hecho de que los soldados no sean yá entre nosotros agentes esquivos á sus superiores é incapaces del estudio y del raciocinio. Mediante la labor persistente que de algunos años á esta parte se ha establecido en la enseñanza civil de la tropa, se ha logrado despertar en el áni­mo de los soldado la noble emulación de ilustrarse y el buen propó­sito de que pretendan distinguirse, no sólo como veteranos, sino por las prendas morales que hacen recomendable á todo ciudadano. La siguiente manifestación que hemos recibido, dirigida á Su Seiíoría el Ministro de Guerra, y que debidamente ag¡adccemos á su t;tutor en la parte que nos corresponde, es una muestra perentoria de la exac­titud de nuestras afirmaciones. "El Sargento 2.° FínoLO. MoNTA~Ez N., pertenecimte al Batallón V ALENCEY número 20, A Su Señoría el Ministro de Gucrra.-Bogotá. Con el previo permiso del señor Comandante de la Compañía á que pertenezco, y á nombre de todos los individuos que forma­mos ésta, damos el más sincero, agradecimiento por la redacción del BoLETÍN l\1ILITAR, del cual es Redactor el muy distinguido Comandante D, Alejandro Posada, quien hace algunos días ocupó puesto de 2,0 Jefe en el Batallón Bolívar número 3. 0 , y de quien tenemos imperecederos recuerdos. Nosotros nos congratulamos al \'er que el Gobierno Nacional le ha dado el impulso necesario al práctico y veterano ingeniero para la ejecución de sus buenos y científicos trabajos, que son y serán, órgano y conjunto principal para el verdadero arte de la guerra. Su Señoría y el respetado Jefe me permitiréis el que llame la atención de mis compañeros para indicarles la utilidad que nos proporciona el mencionado BoLETÍN, el cual nos presenta en la plena luz todos los conocimientos necesarios p>ara la defensa en caso de tocarnos la suerte de una nueva rebelión, Esta lectura se apode­ra, con sagacidad, del espíritu del wldado, y día en día va adqui­riendo nuevos co11ocimientos, de donde se contará dentro de muy poco tiempo con todos los c,onocimientos que requiere el timbre del Ejército. Guarniciún de Riohacha, Marzo de 189¡. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. OLETÍN MILITA!t 279 EN EL EJERCITO El día 29 del mes pasado fallecí"' repenti'namente en la ciudad Je Neiva el seiíor Coronel D. Mi¡.;uel Forero U., m"litar pundo­noroso, estricto y fiel en el cumplimiento de sus Jebetes: encari­ñado dd idE'al de Patria, que e· el móvil más genero o, firme y evi­dente para consagrar en servicio de ella los esfuerzos y desvelos de la carrera del soldado. El Coronel Forero U. baja á la tumba en edad temprana; había apenas cumplido cuarenta y do años de edád. Tomó parte en las campañas de r876 y r885 y en la del afio antepasado. Deja una e posa que ~abrá siempre conservar en el fondo de su pecho el grato é inolvidable recuerdo de su fiel y amante com­pañero, y que, con su hermano D. Reinaldo Fotero, llorarán la pérdida del que les precedió en 1 camino de ultratumba. Por Decreto de 20 de Marzo próximo pasado reconoció el Po­der Ejecutivo al seno~· Fernando Falla L. el empleo de Coronel
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

Compartir este contenido

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 17

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Compartir este contenido

Resolucion 304 de 2022

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Compartir este contenido

Resolucion 304 de 2022

Copia el enlace o compártelo en redes sociales

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones

¿Deseas limpiar los términos de la búsqueda avanzada?

Vas a limpiar los términos que has aplicado hasta el momento para poder rehacer tu búsqueda.

Selecciona las Colecciones en las que vas a añadir el contenido

Para consultar los contenidos añadidos busca la opción Tus colecciones en el menú principal o en Mi perfil.

Mis colecciones

Cargando colecciones