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Imagen de apoyo de  El Taller: ciencias artes, oficios, literatura, noticias, ecos de la ciudad, comunicaciones, remitidos y avisos

El Taller: ciencias artes, oficios, literatura, noticias, ecos de la ciudad, comunicaciones, remitidos y avisos

Por: José Leocadio Camacho | Fecha: 02/03/1887

“El Taller: ciencias artes, oficios, literatura, noticias, ecos de la ciudad, comunicaciones, remitidos y avisos” fue una publicación que circuló en Bogotá entre 1884 y 1892. El título fue dirigido por José Leocadio Camacho y se convirtió en la tribuna de opinión del Gremio de los Artesanos que apoyaban el proyecto regeneracionista. Por tal motivo, en sus páginas se hace manifiesto el respaldo a Rafael Núñez, los principios de la Regeneración y la alianza entre liberales independientes y conservadores. Además de lo mencionado, el periódico establecía que se ocuparía “de las artes y la industria” e incluía en sus páginas una gran cantidad de grabados en madera y perfiles biográficos.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas
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El Taller: ciencias artes, oficios, literatura, noticias, ecos de la ciudad, comunicaciones, remitidos y avisos

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El Razonador

Por: | Fecha: 31/01/1834

“El Razonador” fue una publicación que circuló en 1834 en Bogotá, en su cabezote se incluía el epígrafe: “El medio más eficaz para conservar firmes i estables los gobiernos, es educar los ciudadanos conforme a la constitución” de Aristóteles. El periódico inicia su circulación en medio de un contexto de debate entre los seguidores de Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, que se veía alimentado por: el fin del gobierno de Bolívar de 1828(la Dictadura de Bolívar), la disolución de la Gran Colombia y la presidencia de Santander en la República de la Nueva Granada (1832-1837). El interés del periódico se encontraba en la consolidación de las instituciones de la República y la definición de los deberes del ciudadano. En el primer número del título, del 31 de enero de 1834, se reprodujo una editorial relacionada con la libertad de imprenta y un artículo sobre la pena de muerte y las facultades del Ejecutivo para conmutarla. El periódico se produjo en la Imprenta La Universidad y estuvo a cargo de G. Morales.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas
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El Razonador

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La Unión

Por: Miguel José Ordoñez | Fecha: 06/05/1903

“La Unión” fue una publicación que se imprimió en Bogotá durante 1903. En su prospecto se indicaba que su interés era promover aquellas acciones que “implanten la paz y el orden en la República” luego del final de la Guerra de los Mil Días (1899-1902). Para alcanzar dicho cometido, el título informaba que en sus páginas se publicaría propaganda (noticias) relacionada con la religión y la unidad del partido conservador. Toda vez, que para “La Unión”, era imperioso que la división interna del partido, entre los sectores histórico y nacionalista, experimentada desde antes de la Guerra, se dejara a un lado, al considerar que dicha fragmentación “es no solamente criminal sino suicida.” En la “Sección Industrial” del primer número de “La Unión” se publicó una reseña de los “establecimientos industriales de Bogotá”.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas
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La Unión

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Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 1

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 1

Por: | Fecha: 09/01/1897

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. INDICE GENERAL DE LAS MATERIAS QUE COMPONEN EL TOMO 1. 0 DEL "BOLETIN MILITAR" --.-De--- MINISTERIO DE GUERRA ~LEYESi'~ Págs. Ley 3 5 de 1896, que fija el pie de Ejército permanente para el bienio de 1897 y 1898 .....•.•.........••.••.. ~... . . . . . . • 1 7 I:e.Y 39, de' 1896, sobre asignaciones, pasaportes y otros gas-tos m1htarcs................. .... .•••......... ...•...•... 37 Ley 149, de 1896, sobre recompensas militares.. . • . . . . • • . 50 Ley 1 so, de 1 896, por la e u al se dictan algunas di posicio-nes sobre Marina de Guerra y se fijan los sueldos de sus empleados. 68 Ley 1 52, de 1896, que contiene varias disposiciones sobre c:ervicio n1ilitar.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • •..... . . . . . . . 101 .Ley 1 53, de 1896, sobre Moutcpío Militar.... . ..•.• .,. . . 1 14 Ley L 27, de 1896, por la cual se crea una Escuela Militar.. I 32 .. ~ DECRETOS~ Decreto número 6o¡, de 1896, que dispone la publicación .de un BoLETIN MILIT-AR ••••••••••••••••••••...•••..••••••••••• Decreto ' número r 3, de 1897, reglamentario del Ramo de Biene de militares muertos en servicio activo................ ¡6 Decreto número 4-9, de 1897, que ordena abrir un concurso de Oficiales del Ejércüc, en servicio activo . . . . . . . . . . 12 3 Decreto número 2 57, de 1897, orgánico de los palomares mi-lita: es (corregido en la página 1 64) . . . .. .. . . . .. .• . . . . . . . . . . 15 7 Decreto número I 44, de 1897, que adiciona y reforma el ;62, es más eficaz cuanto mayor sea la publicidad que se les dé; y to­das las medidas relativas al mismo ramo, á partir del año de 1886 en adelante, á fin de constituir un repertorio de fácil consulta, cuya. necesidad se hace se·ntir más cada día ; y Que en la misma publicación pueden, por medio de diseños,. hacerse reconocer de los individuos del Ejército los nombres y nú­mero de las piezas que componen las armas de nueva invención, DECRETA Artículo 1.0 Desde el 1.0 de Enero de 1897 • se editará sema­nalmente en la Imprenta del Ejército un BoLETÍN MILITAR, de diez y seis páginas, gratisdato, destinado á servir de órgano de la fuerza pública nacional. Artículo 2.0 Para tal efecto, créanse en la mencionada Impren­ta dos puestos más de cajistas, asimilados á Subtenientes, para los efectos fiscales. Artículo 3.0 El personal de la dirección del BoLETlN será el siguiente: Un Director, con los conocimientos generales necesarios en eT arte de la guerra y en la organización y tácticas de infantería._ artillería y caballería, encargado de escoger las piezas de más im .. portancia que hayan de publicarse, de arreglar todos los materia­les del periódico y de corregir las pruebas; Un revistero de acontecimientos actuales de carácter militar, ocurridos en el Exterior, y cronista de sucesos históricos dignos de recordarse como ejemplo de virtuosos rasgos militares ; Un Escribiente ; Un Repartidor; y Dos Ordenanzas. hstos empleados tendrán las siguientes asimilaciones militares : El Director, á Coronel; El Revistero cronista, á Sargento Mayor; El Escribiente, á Teniente; El Repartidor, á Subteniente ; y Los dos Ordenanzas, á Sargentos primeros. Artículo 4. 0 La Dirección del BoLETlN MILITAR dependerá di ... rectamente del Ministerio de Guerra. · Artículo 5.• Por decreto separado se harán los nombramientos de caji&tas y de empleados para la dirección del periódico. • Debido á insuperables inconvenientes con que se ha tropezado no se pud<> dar estricto cumplimiento á esta disposición. ' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JSOLET{N I!'JLIT All 3 Artículo 6.0 La edición de cada número del BomlN constará de mil quinientos ejemplares; pero esta cifra puede aumentarse hasta dos mil quinientos, si las necesidades del Ejército así lo exi­gieren. Artículo 7. 0 El Gobierno, por medio de contratos semanales y previa licitación, proveerá á la Imprenta <.lel papel y tinta nece­sarios para la edición del periódico. Artículo 8. 0 El Director, de acuerdo con el Ministro de Gue­rra, reglamentará el servicio de la dirección, la clase de materias de propaganda militar que hayan de publicarse, y el ramo de colaboración y los demás concernientes al régimen de la publi­cación. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 1 3 de Noviembre de t8g6. M. A. CARO El Ministro de Guerra, Auuuo MuTJS El BoLETÍN atenderá, pues, á la satisfacción de una necesidad que todos los que se interesan por el noble y valiente Ejército de Colombia, vienen palpando de tiempo atrás. El será lectura seria y fecunda en los cuarteles á donde hasta ahora no Jlegan sino publica­ciones periódicas extrañas al arte militar, cuando no nocivas é inconvenientes; él servirá de palenque donde · los miembros del Ejército den á conocer con sus escri­tos las capacidadés y el celo que los distinguen en be­neficio de su honrosa carrera, y-como órgano inme­diato del Ministerio de Guerra-se empleará en hacer saber lo que en servicio del ramo contribuya á demos­trar el interés que en el Gobierno despierta el soldado que vela por la paz pública en la inmensa extensión del país, y cuya suerte no puede, por lo mismo, ser in­diferente á los que llevan sobre sí la responsabilidad del porvenir nacional. El Gobierno ha atendido siempre con esmero al lleno de sus deberes para con los servidores armados de la N ación. Testigos de eso, á más de la regalaridad . con que se atiende al pago del servicio y á la satisfac- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfli' MtLITAi ci6n de las necesidades de aquéllos, son hrs leyes últi­túamente dictadas por el Con·greso sobre organización de la Marina de Guerra de la República, sobre reconl­pensas y asignaciones militares, sobre servicio militar obligatorio, y algunas más originarias del ' mismo Go­bierno Ejecutivo ó prohijadas y sostenidas pór él en las Cámaras Legislativas; pero dada la importancia que tiene al presente lo que dice relación con el arte de la guerra y la ineludible necesidad en que estamos, por estos ó los otros motivos, y á semejanza de lo que ocu· rre en casi todas las naciones del orbe, dt mantener en el mejor pie posible á los que dedican su vida á velar por la honra patria y la tranquilidad ajena, no ahorrará medio para hacer que el soldado colon1biano llegue á ser con el tiempo lo que en países más cultos que el nuéstro, en donde por igual se atiende á proporcionarle vituallas y barracas confortables, que á instruírle de sus deberes y á cultivar su inteligencia, á la salud ele su organismo y al desarrollo de él, como al engrandeci­miento de su carácter moral ; y en donde tanto se bus. ca el bi~nestar del Cuerpo del Ejército como el enno­blecimiento de su espíritu, que constituye la mejor ga­rantía y el escudo más sólido contra la revuelta y el desorden. A ese fin se encaminará el esfuerzo de esta publi­cación oficial; y paralela y congruentemente con él, coadyuvará á la idea de fundar bibliotecas militares en cada uno de los Cuerpos del Ejército de la República, á semejanza de la que, patrióticamente y con aplauso del Gobierno, está creando el Batallón~ J' un{n acanto­nado en Medellín, gracias á la inteligencia é interés de los Sres. Coroneles D. Benjamín Silva, su actual Jefe, y D. Manuel María Castro, que lo cotnandaba antes de ahora. * *. A más de los trabajos científicos, muy esmerada­mertte escogidos, que habrá de publicar el BoLETÍN Mt• LITAR., contendrá una sección destinada á; dar cuenta de los hechos más importantes ocurridos -en el Ministerio Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 5 _Jle ~~ G.uerlia •. y ~ wa á hacer conQCer .la motalidad ,que reine en cada Ba~allón _d~l Ejércit~ colombiano, según lo dicen los cuadros mensu,ales q~e · H~~an . á .\a.:Goman­dancia general, acerqa 4e a condpcta del pcr~sp"al del Cuerpo, y los cuales serán publicados íntegramente. Por último, y seguro de prestar con ello un po~itivo ·Servi­cio al Ejército, el Ministerio dispone que upa parte de esta publicación se destine á dar cabida á lfl covrespon­dencia que, en el mer:tor espacio ppsible, quieran diri­gir á la dirección del periódico en solicitud de algún dato ó conocimiento útil para el ,arte miljtar, los ·lecto­res de este BqLE;TÍN y especialmente los Jefes y Qfi. ciales del Ejército. La Redacción publicará ta~nbién las. conte~taciones que haya de dar á esa correspon• dencia científica, y para esa labor procederá guiada .P~ el mejor deseo de acertar y de ilustrar en lo posible á los autores de tal correspondencia. MINISTERIO DE GUERRA ~z¿bJ!'ca tk Colombz'a-Mlnisleno de Guer:ra-Secdlm z.. • --"7Nú.IIHISI 6,;66-.Bogolá, I9 de D_iciembre de I896 Sr. General Comandante en Jefe del Ejército-Presente Desde el mes de Enero entrante comenzará á publicarse en esta. ciudad el BoLETÍN MILITAR que ha de ser órgano del Ejércitp. · Este Despacho desea oír vuestra opinión sobre , la manerjl como haya de distribuírse el periódico entre los miembros de I~ f.uerza pública, á fin de que el reparto consulte la mayor conve­niencia y utilidad. El primer número constará de 1,500 ejempl~res. Soy vuestro atento servidor, Auuuo Muus ¡lep¡¿blica de Colom~ia-Comandancia en Jif.e del Ejércilo-Nú,rn«'(J I,25 r bis-Cuartel gmeral en Bogold, d .22 ie DiciuJZbre de I$(}6 Sr. Ministro de Guerra-Presente Como resultado del atento oficio de S. S., marcado con el número 6,766, tengo el honor de decir á S. S. que hecho el cál .. culo aproximado y de acuerdo con los deseos manifestados en el expresado oficio, de que el reparto del BoLETÍN }.{IL11:AR se haga entre los miembros de la tuerza pública, . c<;msul~ndo lama­~ .c~q~e~J1cia y utilidad de ella, este Despacho conceptúa que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6 , BOLltTIN JriiLIT A.R debe hacerse del modo siguiente, salvo mejor opinión de e¡e Mi­nisterio: 10 á la Comandancia en Jefe del Ejército. 30 al Estado Mayor General. 20 á cada cuartel General de División. 20 á cada una de las Jefaturas militares. 8 al Crucero Córdoba. 8 á cada una de las cañoneras Boyacá y La Popa. 8 á cada uno de los vapores de guerra Hércules y Nariflo. 30 á cada Banda Militar. 1 á cada primer Jefe de Batallón. 1 á cada segundo Jefe. 1 á cada Capitán de Compañía y Plana Mayor. 1 á cada Teniente de Compañía y Plana Mayor. 1 á cada Subteniente de Compañía y Plana Mayor. 1 á cada Sargento 1.0 de Compañía y Plana Mayor. 8 más para cada Compañía y banda de cornetas, que el Sar­gento I.0 y Tambor mayor harán circular entre los individuos de tropa más aficionados á la lectura. Dios guarde á S. S. Por el Sr. General jefe encargado, El primer Ayudante General, BENITO M. MARTLNXz República de Colombia-Ministerio de Guerra-Steción r.•-Ntímer1 6,8ss-Bogotá, JO de Diciembre de z896 Sr. General Comandante en Jefe d e l Ejército- Presente Os ruego dictéis una Orden general para honrar la memoria del Sr. General graduado D. Miguel Gamboa, quien falleció en Medellfn el 27 del presente, cuando ocupaba el puesto de Jefe mi­litar de Antioquia. Las virtudes militares que distinguieron á este notable servi­dor, entre las cuales merecen especial nota la disciplina, lealtad, valor y su acendrado interés por el mejoramiento del régimen mi­litar dentro del radio de acción que el Gobierno le confió, lo hacen acreedor á que toda la fuerza pública guarde estimación por su memoria. El Gobierno ha la mentado la temprana muerte del General Gamboa, quien por su virtuosa conducta se hizo en vida digno de espec~ales consideraciones, y luégo, de encarecido recuerdo. Un comisionado especial pondrá en manos de la señora ma­dre del finado, residente en Cali, la Orden general de honores. Soy vuestro atento servidor. AURELIO MUTIS Es copia conforme. El Subsecretario, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. , BOLETIN MILITAR 7 SECCION Cl ENTIFICA TACTICA APLICADA NOCIONES GENERALES DEFINICIONES DE LA GUERRA Y CONDICIONES QUE REQUIERE Empezamos hoy á dar cabida en estas columnas ·al siguiente extracto del Tratado de Táctica Aplicada, por D. JuAN M. EsPORA, Subteniente de infantería, ex­alumno del Colegio Militar, profesor de la materia en la Escuela de Cabos y Sargentos de artillería en la Re .. pública Argentina. La gutrra es el estado normal del soldado ; la paz es su esta .. do excepcional; todo lo contrario sucede en las demás condiciones sociales. La guerra es un acto de la fuerza, la soluci6n por medio de las armas de los litigios entre las naciones, el recurso extremo, la úl­tima raHo de la política de los Estados para el logro de sus fines particulares. Siempre que se alteran y rompen las buenas relaciones entre dos 6 más países, 6 entre dos 6 más partidos de una nación, hasta el punto de no ser posible un arreglo por las vías diplomáticas y pacíficas, acuden aquéllos, para resolver el CCinflicto, á recursos vio­lentos, que seguidamente se traducen en hostilidades por medio de las armas. La guerra es, por lo tanto, una lucha sangrienta en/re dos ó más Estados, de los cuales el uno quiere z'mponer su voluntad al olro, en lat1lo que éste se esfuerza para rechazarla. Mientras que las causas políticas de una campaña son de muy varia naturaleza, el fin militar de todas las guerras permanece in­variable, porque tiende siempre á deslruír al enemigo, ó por lo menos á debzHtarle has/a el ex/remo de que se sienta z'mpolenle para presentarse en campo raso y se somda á merced del vencedor. A pesar de lo dicho respecto á la guerra en su definición más concreta, y aunque á primera vista parezca que únicamente refleja condiciones marciales, debe tenerse en cuenta que aquélla no se desprende, como suele creerse, de la influencia de la política, des­de el momento en que se dispara el primer cañonazo: la política, por el contrario, permanece activa desde el principio hasta el fin de la campaña: y si bien es verdad que no tiene intervención en las operaciones esencialmente tácticas que exige el plan ya con. -certado, esto es, que en nada le incumbe la parte material del Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 8 , BOLETIN MILITAR combate, ejerce en cambio una muy señalada é importante acción sobre las operaciones estratégicas, pues ella es la que determina y señala los gastos de la guerra, prov'o'ca y arregla los armisticios necesarios, prepara' é impulsa la creaéi6n de nuevas fuerzas com­batientes,' autoriza ó prohibe et paso de territorios neutros, y, por último, decide sobre el restablecimiento de la paz con todas sus consecuencias. Las campañas dirigidas con mayor energía y decisión suelen ser aquellas en que el GeneraHsimo concentra en su mano los po­deres políticos y militares, esto es, aquellas en que los ejércitos son mandados personalmente por el Jefe del Estado. De esta especie son, por ejemplo, las campañas de Federico el Grande, de Napo­león 1, de Federico Guillermo de Prusia. Para hallarse en estado de hacer la guerra son necesarios: 1.0 Elementos (!e guerra y organización de los mismos en p,o­tencia militar. 2.0 Alta gestión é iniCiativa de dicha potencia hacia el cumpli­miento de los fines militares, ó sea la dt'rscdón de la guerra. LA POTENCIA MILITAR (ESTADO MILITAit) El poder militar se constituye con las fuerzas militares del país y los recursos del Estado. Para esto es necesario : 1. ° Fuerzas combatimles (personal de guerra), ó sea hombres; 2 . 0 Máqu/nas 'de comba/e (material de gue­rra), esto es, armas, caballos, trenes y carruajes de toda especie, municiones, uniformes, equipos, etc. Provistas las fuerzas combatientes de todos estos elementos y medios de guerra, y adiestradas en el _uso y manejo de ellos, for­man lo que se llama_tropas, las cuales constituyen por su conjunto el ejército del Estado 6 de la Nación. Pero la potencia militar, en su más lato sentido, comprende todavía otros medios de combate, á saber: 1.0 Las plazas de gue­rra y toda clase de fortificaciones construídas para la defensa del país; 2.0 Los establecimientos destinados á la fabricación y con­servación del material de guerra, como fábricas de armas, de pól­vora y cartuchería, fundición de cañones, parques, etc. Por último, la marina (armada naval ó fuerza de mar), igual­mente constituida por la combinación del personal marítimo mili­tar con el material naval, forma una parte muy integrante de la potencia militar de una Nación. , ORGANIZACION DE LA POTENCIA MILITAR La organizaci.6n de los ejércitos, elaborada para que responda á los altos fines del Estado, es obra cuya importancia se desc~bre á ptimera vista. Para conducir á la guerra una gran masa · de­' homtres y vertrechos de toda especie, de modo que éstos fundo·- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 BOLETIN .~ITAR ,9 nen, se muevan y combatan en perfecta armonía, y en los tiempos, trlodos y formas requeridos por la voluntad y el impulso de un so~o hombre (el General en jefe), preciso será que esta grande y pode­rosa máquina esté bien constituída, y que sus ejes, ruedas y palan­cas articulen y engranen con tan exacta como sencilla precisión. Sólo de este modo será el ejército un utilísimo instrumento en las manos del General que le guía. La organización de los ejércitos en las diferentes naciones descansa sobre principios de naturaleza en parte política y en par­te administrativa, los cuales constituyen un estudio llamado de Or­ganización Mllzlar. Entre las muchas condiciones de carácter com­plejo á que debe responder la buena organización de un ejército, campean en primer término las siguientes: senciJlez en la compo­sición de los diversos elementos del ejército; facilidad para pasar rápidamente del estado de paz al de guerra; grandes facultades de movilidad y resistencia en las tropas durante las peripecias y trabajos de una campaña, y por último, que existan en el menor número posible causas de entorpecimiento y retardo, evitando los roces de la máquina, digámoslo así, y reduciendo al mínimum la fatal influencia de los casos fortuitos y de los azares de la guerra. Para que se cumplan estas y otras condiciones que omitimos por conocidas, es necesario que la organización se funde en bases rea­les y verdaderas, que respondan á la naturaleza y propiedades ca­racterísticas ael país á que pertenece. Comprende ~as siguientes partes : 1. • La creaáótz de las /ropas-E ta tiene lugar por medio del sistema de servicio obligatorio general, ó por alistamientos volun­tarios, 6 sobre la base, en fin, de las milicias territoriales. Pero la mayor parte de los ejércitos se reclutan hoy día por alistami e nto de Jos individuos válidos de la Nación. El sistema de servicio obligatorio se halla establecido en Prusia en toda su pureza, y desde 1866 comenzó á adoptarse por las Provincias del Norte y del Sur de Alemania; Austria y Dinamar­ca lo poseen con igual vigor y condiciones. Francia lo ha adoptado con algunas modificaciones. Inglaterra recluta su ejército por medio de agentes de recluta y enganches Algunos Estados permiten la redención y la suc:titución. En Suiza es obligatorio el servicio militar, y está prohibida la sustitución en absoluto, manteniéndose este principio con extrema­do rigor; pero allí puede decirse que en verdad no existe ejército permanente, y sí el sistema de las milicias en toda su pureza; algu­nos, muy pocos, Oficiales de profesión y un establecimiento de en­señanza donde, por medio de un método especial de cursos anuales, se procura desarrollar la instrucción militar del país, para que todas sean fuerzas combatientes en caso de guerra. A este fin la mayor parte de los Estatios sostienen un Ejército permanente, cuya organización de paz asemeja á la de guerra en toda~ sus bases: este sistema tiene la ventaja de que habitúa al Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 10 , BOLETIN MILITAR soldado á las prácticas militares en todo su desarrollo, inspirándole una fortaleza que le predispone á los peligros y fatigas de campaña. Esto no obstante, cuando estalla la guerra, existen á reta­guardia del ejército permanente nuevos cuerpos de ejército que se levantan con indiTiduos útiles, dispuestos al servicio. 2.• La formación de las fropas.-Los reclutas ya obtenidos por el sistema adoptado en el país, deben reunirse en pequeñas frac­ciones, las cuales, á su vez, por agregación constituyen otras ma­yores, hasta formar grandes cuerpos de ejército. La creación de los oficiales que han de mandar y dirigir estas fuerzas, así como de sus correspondientes clases de tropa, debe ser objeto de un de­tenido estudio. 3.• El enlrefenimzenfo de las /ropas.-Entendiéndúse por esta par­te los cuidados de carácter físico, moral é intelectual que aquéllas necesitan para asegurar su existencia, su oportuna distribución y su perfecta aptitud para la guerra, entrando por parte en ello los convenientes ejercicios tácticos y demás que tien':len al perfeccio­namiento de la instrucción militar. El entretenimiento y la conservación del material de guerra también es de importancia para el pronto servicio y economía de un ejército. Añadiremos, como punto final de este capítulo, que el perfec­cionamiento científico de Jos elementos militares, su prepotente acción destructora, y por último, la fuerza numérica de las colosa­les masas armadas en las guerras modernas, acusan un rápido y creciente progreso, el cual nos exige un serio y profundo e~tudio, si hemos de hallarnos en guardia y confiados contra un BJ¡vemigo previsor. La rápida movilización del pie de paz al de guerra, descuella entre todas como una de las condiciones capitales á que debe res .. ponder hoy día una sólida y perfecta organización de los ejércitos. DIRECCIÓN DE LA GUERRA La guerra tiene por objeto destruír al enemigo ó debilitarle, por lo menos, hasta un grado tal que no pueda ó no pretenda con .. tinuar la resistencia. Para alcanzar semejante resultado se hace preciso: I .0 Obtener victorias sobre el enemigo por medio de batallas y combates. 2.0 Hacer provechosas las victorias aniquilando en lo posible las fuerzas del adversario, conquistando su territorio hasta llegar á la capital, y agotando, por último, los recursos de toda especie de que dispone para prolongar la resistencia. Mas no basta, para llegar á tan altos resultados, que el ejér .. cito posea una buena organización : es preciso que sea bien dirigi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 11 do desde el principio hasta el fin, en el plan general como en las operaciones auxiliares, y desde la más simple unidad táctica hasta tas grandes masas de tropas. La dirección de la guerra es ciertamente el empleo de la po­tencia militar al logro de los altos fines de aquélla, así como el <>rden y dirección del combate en su más amplio sentido: consecuente con esto es también la destructión de los proyectos y fines de guerra que abriga el enemigo. Mas, para dirigir un ejército en campaña no basta ser á ma­nera de un hábil artista ; es preciso mucho más, es preciso poseer -c•Jalidades especiales de carácter, talento de General en Jefe, cosas -que no se enseñan, que no se aprenden, porque son hijas legítimas del genio. Son tantas y tan varias las dificultades que presenta la alta dirección del ~~jército, que muy fundadamente se ha considerado el arte de la guerra como el más grande de todos los artes. No en vano la historia nos enseña que mientras la humanidad ha produ­ddo innumerables celebridades en todos los ramos del saber, se ha mostrado excesivamente avara en la creación de genios guerreros, propiamente dichos ...... Alejandro, César, Federico el Grande, Napoleón I. Como ninguno, el arte de la guerra deberá ser practicado con tanto espíritu de decisión é iniciativa como de prudencia; por­que el enemigo, armado á su ''ez de valor y astucia, procura á todo trance en vol ver y desbaratar los mejores planes. Ningún artista, como el General en Jefe, cierne su pensa­miento en una atmósfera de incertidumbres y recelos respecto á las intenciones de su adversario. Ningún otro arte como el de la guerra, exige prontas deter­minaciones, súbitas medidas en los críticos momentos en que arre­. cia el peligro personal. Ningún otro artista como el General en jefe experimenta el mcalificable sentimiento de dictar las breves órdenes que arrastran millares de hombres á la muerte, soportando á la par con serena calma la grave responsabilidad que pesa sobre su nombre y jerarquía. En ningún arte la fatalidad, lo inesperado y la variable fortuna, desempeñan tan importante papel como en el arte de la guerra. Ningún otro arte, en fin, exige tanta armonía entre las diversas cualidades como son: inteligencia, valor, con .. ciencia del mando, firmeza de carácter, espíritu reflexivo, resolu ... ción, energía corporal, presencia de ánimo, y otros muchos dones que todo Capitán debe poseer en alto grado, si ha de merecer dignamente el mando de un Ejército en campaña, y lograr, puesto á su cabeza, la destrucción del enemigo con la mayor economía de tiempo y de sacrificios. OFENSIVA Y DEFENSIVA Cada hecho de armas, empeñado por el todo ó una parte del Ejército, exige la aplicación de uno de los dos principios capi~ales Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ;q~e b~iryen rimero, Hipólito Pineda; íd. se­gundo, Aníbal Mendoza; Pedro Rodríguez, Aurelio Muñoz, Vale­río Cortés, Benjamín Segura, José Rivera. NovENA BAn:RÍA.-Evar.gelista Reyes, Avelino Jiménez, Juan de Dios Bolívar. DÉciMA BATERÍA.-Sargenlo segundo, Leonidas Moya; Romual­do Rodríguez. El Excelentísimo Sr. Vicepresidente de la República, encar­gado del Poder Ejecutivo, el Presbítero Dr. Francsisco J. Zaldúa y el Sr. General Juan F. Urdaneta, ofrecieron tres premios, á l.os , Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 :BOLETIN HILIT AR 15 cuales se hicieron acreedores el soldado Marco T. Ca margo, cuarta Balería, el cabo primero José S. Carvajal, cuarta Balería, y el soldado José Guerrero, qutnla Balería. 1 BATALLON AYACUCHO PRIMERA COMPAÑl.A- Prt'mer premio, Antonio Fonseca-Segun­do premio, Juan de D. Zapata. Merecm diploma: Julio C. Sánchez, Pedro Rodríguez, Salvador Herrera, Rafael Matallana, Darío Garzón, Mariano Díaz, David González, Leopoldo Cárdenas. SEGUNDA COMPAÑÍA- Pn'mer premio, Domingo Parra-Segundo premz'o, Patricio González. Merecen diploma: José Rojas, Anselmo Vargas. TERCERA COMPAÑIA- Prz'mer premio, Antonio Ca5tañeda-Se­gundo premio, Eladio Penhná. Mertctn diploma: Daniel Marta, Bias Garzón, Froilán Vargas, Rafael Vargas, Arturo Cubillos, Helio­doro Pini\\a. CuARTA COMP.lÑIA.- Prt"mer premio, Roque Ladino.-&gundo premio, Gabt iel Granados. Meruen diploma: Natividad Domínguez, Rafael Angel, Salvador Uribe, Eugenio Martfnez, Adán Castillo. QUINTA coMPAÑÍA- Pri11ur premz"o, Campo E. Pimentel.-Se­gundo premio, Domingo Alfonso. Merecm diploma: Manuel Obando, José V. Coronado, Julio Pomareda, Jesús Monroy, Martín Díaz, Ricardo Becerra, Antonio Martínez. Con el fin de que en la Oficialidad, clases y tropa del Batallón r. 0 de Artillería, acantonado en esta plaza, se despertase el vigor que requieren las marchas largas y rápidas por nuestros ásperos caminos, y el cual tenía que hallarse algún tanto adormecido con la sedentaria vida que por fuerza se lleva en el cuartel, emprendió aquel cuerpo, en la última semana del mes de Diciembre próximo pasado, una excursión por los pueblos del Oriente de Cundinamar­ca; e1\a, á la vez que de necesario ejercicio, servía también de jus­ta é higiénica expansión. Desde el primer Jefe del Batallón hasta el último soldado hi­cieron á pie el Yiaje entre esta capital y el caserío de La Unión, acampando allí bajo toldos; tal jornada, no despreciable, fue he­cha en el breve término de once horas. Ello da idea de la buena disciplina que reina en el I.0 de Arlz'llería, cuerpo compuesto en su totalidad de soldados veteranos, robustos y hechos á las fatigas de la campaña. El Batallón, siempre á marchas rápidas, visitó las poblacio-nes de Ubaque, Fómeque y Choachí, regresando fresco á esta capital. Por conducto del Ministerio de Guerra se han pedido á Eu­ropa varios Oficiales de artillería que sirvan como instructores de esa arma en el Ejército colombiano ; sabido el decisivo papel que la artillería desempeña en todo Ejército bien organizado, y cono­cidas las necesidades del nuéstro, es de aplaudir tal resolución. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 4

Por: | Fecha: 30/01/1897

AflO I !log:otú, Enero SU ele 1 ~!;7. ~úmcro 4.• BOLETI.N J\IIILITAR ORGAN Haber recibido antes recompensa ]POr" sus actos ó servicios militar·es excepto el caso en que bita se haya con­f: edido por acción distinguida de valor ; 4.00 Estar en goce de penslió n del Montepío Mil~tar. 6 del Tesoro ó haber capitalízado la que de éste tuviere ; 5. 0 Tomat: parte, ó haberla tomado desde la sanción del Có­digo Militar de 1881, en alzamiento ó sedición contr~ el Gobierno le­gítimo ; 6.a Fom.cntar ó habet fomentado desde la mísma fecha, eng·an­ches ó levas con el fin de turbar el órden pú.blic:o de un p-aís amigo ; 7.0 En los demás casos prcvi.stos por las Leyes. Art. 9.0 No tendrá ningún derecho á pensión ó perderá la que is­frute el militar que se encontrare en cualq,uicra de los casos. del artícuf.o anterior. También la petderá cuando se ausente del Territorio Nac io­nal sin previa licen cia del Poder Ejecutivo; ó si estando en uso de Le­tras de Cuartel ó de licencia indefinida no acudiese al llamamiento he­cho por el Gobi<;rno, á m.cnos que se lo haya imped'ido alguna causa gra e legalmente comprobada. El goce de pensión se suspenderá mientras el pensíonado esté rec i­biendo sueldo por de tino militar ó civil. Art. 10. La viuda no tcnJr:á derecho á recompensa: si por su e u­pa estaba legalmente- di.vor;ciada al tiempo de mori.r su marido, ó si ant es de recibir la recompensa pasase á otras nupcias ú observase noto~:i.a ma:a €onducta, pero en ninguno de tales c:asos aprovct:ha~;án los hijos la parte Je recompensa que la viuda pierde. La madre perderá el derecho á t:ec-om.pensa si antes de r.cdbir ~a ~ontrae nuevo matrimonio, ú observare notoria mala conducta. Art. 11. No tendrán derecho á recompensa los hijos varones mayo­res de edad, á menos que estén incapacitados de por. vida Fara trabajar; ni las hijas de cualquiera edad yá casadas; ni1 fos hijos de cualquier se1o que observaren mala conducta; y finalmente ni los hijos qt1.C se encuen­tren en alguno de los casos del artícu.lo 8 .. o Art. 12. No se dará recompensa á la v.iuda, hijas 6 madre que ten .. gan renta anual de seiscientos pesos por lo menos ó que disfruten pel• sión del Tesoro público ó del Montepío Milita¡~ Art. 1 3· Los militares pensionados no podrán ausentarse- del T~­rritorio de la República, disfrutando pensión, sino con permiso del P)­der Ejecutivo, quien podrá concederlo hasta por dos años y en tiempo de paz; pero podrá ampliar este término, en caso de que una cnferiil:!­dad rebelde, legalmente comprobada, haga necesaria una ausencia maycr. Art. 1 4· El Poder Ejecutivo, de oficio ó á pedimento de cualqu~­Ja autoridad ó particularr suspenderá el pago de pensión ó recompensa á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '50LET1~ 1-11 LITAlt 53 ~wien ~e l1a1lare en e u:.dq uiera de los casos de los artículos 8. ", 9.0, 1 o, l n~ 12 y 13, siempre que previamente se compruebe el caso, y dará e enta de la suspensión á la Corte Suprema para que ésta, con citación de!l interesado, resuel \'a en definitiva sobre la caducidad de la pensión @ J"e•compensa. Esto en nada afecta la ju.ásdic.ción d~ los Tribunales para declarar la caducidad en casos ordinarios conforme á las Leyes. An. 1 5 .. Los empleados públicos Ciando tengan noticia del falle­CÍ; JD.iento de un pensionado lo avisarán al Ministro -del Tesoro~ cnvián­do) le a la vez la partida de defunción para que éste haga la baja corres .. pcmdiente. El mismo aviso se dad al Ministro de Guerra pan su anota- --ci •ó n en c-J Estado Mayor Gcncr::d. TITULO II 'Dll: LAS l>RUEB~"S Art. 16. E.n aos juicios de recompensa por muerte -se probadn pre­cis amente: u> El grado y destjno que el militar tenía cuando falleció ; 2.•' Su muerte, con las circunstancias del lugar, tiempo, combate enciales, De la indagación se formará un expediente que conservará el Estado Mayor General. Si el ejecutor de la acción fuere Comandante General del Ejército, lo comunicará al Ministerio de Guerra para que allí se practique la in­formación del caso é indicará también cinco testigos presenciales. Art. 32. El militar á quien se reconozca una acción distinguida de valor, tendrá además derecho á una medalla ó diploma que le dar.1 el Gobierno en te:>timonio del acto y como prueba de reconocimiento. Art. 33· Cuando se pretenda pensión en cualquiera de los dos casos del inciso 2. 0 del artículo 2. 0 , se suministrarán la pruebas siguientes : J.4 La de identidad del demandante; 2.~ La del empleo que el mili­tar tenía cuando cumplió Jos treinta años de servicio, si éste e posterior á la .Independencia ó .el.que tenía -cu:mao t·umplió ·e\ añ'd d·e . cr·vici- -si Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE'rfN' MILITAR. éste dice relación á tal guerra; 3.• Que el sen·icio se prestó al Gobici"­no l~~ítimo 6 á la causa de la Independencia; y 4:~ L:1 de duración del serViCIO, Art. 34· C o mo prueba del tiempo del servicio posterior sólo es admisible la Hoja de servicios militares del reclamante. El servicio prestado en esa guerra podrá probarse ó con la Hoja de servicios 6 por cualquiera otro medio leg:1l. Estas últimas pruebas son admisibles res­pectivamente para los casos del punto 3. 0 del artículo anterior. Los pu!1tos 1.., y 2. 0 del mismo artículo se probarán como lo prescribe el artículo 24· Art. 3 S· Para los efectos de esta Ley se computa como perfodo de la Independencia, el comprendido catre los años de 181 o y 1826 in­clusive también, si se trata de sen·icios prestados en la Marina de Guerra. A l os militares colombianos se les abonarán la& campailas y accio­nes de guerra del Perú en que hubieren tomado parte. Arr. 36. El militar que reclame reccmpensa ó pensión probará no sólo lo que para cada cau al requiere esta Ley, súw también que no s_e encuentran en ninguno de los casos de i::1habilidad que sct1alan los scts primeros números del artículo S.o Art. 37· La prueb:.1 relativa á los puntos 1.0 , 5. 0 y 6.o, á la pérdi­da del grado y á la pena corporal infamante, sera la ccrti!1caci6n del Jefe de Estado Mayor General en que conste que al reclamante no 1 alcanzan ningun·t de las causas establecidas en esos númcrcs. Por lo que hace á la pena de p~rdida de pensión pagadcrJ. por el Tesoro, al punto 3. 0 y á los dos últimos casos del punto +. 0 , b prueba scr.í el certificado del Ministro del Tc ~ o.-o. Por último, el reclamante rrobar..í. que no dis­fruta pensión del Montepío Militar, con el certificado de su Tesorero. Art. 33. Si los dcll'_:mdantes son los herederos de un militar pro­barán además estos hechos: 1.0 La viuda acreditará su matrimonio con el militar, y i qued~ron hijos de ~ste matrimonio ó de otro anterior con derecho á recompensa, probará la edad de cada hijo; que ella no ha contraído nueva. nupcias, ni obscrvJ. notoria mala conducta, ni estab;& legalmente divor iada por r.u culpa, al m.orir el marido; 2. 0 Si el de­mandante fuere un hijo .legítimo del militar c~tableccrá su calidad de tál, su edad 1 y si. la rccompcns::t se reclama íntegr:1, sea por ülta ó por inhabilid td de la vi ud<1! se probarán estas circun}~tancias r"spectivamen­te; 3. 0 La m·tdrc acreditad su calidad de madre l cgítim::t 6 natural del militar, que éste r..o dejó viuda n.i hijos con derecho á recompensa y que no ha pasado á otras nupcias, ni ob!:crvado notoria mala conducta; y 4. 0 Tanto la viuda como los hijos y Ia madre pr de Diciembre de r 897. · El Presidente del Senado, BELISARJO PE~ A. El j?r~sidente de la Cámara de Representantes, IGNACIO SAMPEDRO. El Secretario del Senaclo, Cami!o Sánchez. El Secretario de la CJmara de Reprec;entantes, .. l'vfiguel A. Peñaredonda. G;biern? Ejecutivo.-B;got~í, 2 de Diciembre de r 896. Publíguese y Ejecútese. (L. S.) M. A. CARO. El Ministro de Guerra, AuRELIO M uTrs. ECOION CIENT .. FIO! TACTICA APLICAD NOCIONES GENERALES (Continuación). PROPIEDADES CARACTERÍSTICAS DE LAS DIFERENTES ARMAS Siendo varias v de distinta naturaleza las fuerzas de que el ~om bre dispot~e par:a la gl!erra, y cqmo con ecuencia de esto, va..: rios también y de diferente carácter los medio que para la mi ma emplea, lo5 ejércitos reflejan en su organización la expresada a­riedad, única que puede sati facer á todas las ~ece ida des y con­tingencias de una campaña. Así pues, el ejército constituye un conjunto de grandes agrupaciones repre entada por tropas á pie, tropas á caballo y tropa provistas de caií?nes, las cuales, como es pbido, son la inja!lterfa, caballería y artillería. ... 1 ambié~ es de necesidad otra fuerza que pertenece á los de ·.á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BQLETÍN MILITAR l?ie,. .conoci~a con el nombre de z'ngenieros, ubdi idida á · su vez en varios nombres, según su aplicación, y cuyo cometido especial es· la construcción d,e toda clase de obras militares, specialmente las plazas fuertes, 'y la 'dirección técnica de las operaciones al fre .'1te de dichas obras de defensa. · ' · Sentado esto, es evidentG que para move.tr, dirigir y emplear con eficacia y opo¡tunidad esta diver:sas arma's, se hace imprescin­dible el conocimiento · exacto y profundo de us cualidades especia­les y prop¡edades características en particular, p-orque es indudable que cada una posee la condiciones de acción que surgen de u na­turaleza propia, y dentro de ésta, sus ventajas é inconvenientes, u lado fuerte y su lado débil con respecto al empleo táctico que de ella pm~de hacerse, ora aisladamente, ora en recíproca combinación para alcanzar con ,el mayot acierto el fructuos9 fi~ que la guerra $e prOJ:¡)One. ' 1Juede asegurarse, por lo tanto, que las pnpiedades caracterís-; ticas de la armas con tituyen la ba e y fundamento de toda táctica que ha debido y debe perfeccionarse más y más uanto mayor y l'l)ás aqt,lil4tado sea el conocimiento de aquellas, conocimiento q~e forma por sí solo un interGsante y utilísimo estudio. Hé aquí por qué s~ría insensato limitar lo estudios y el sa­ber de un ofici~l á lo puramente relativo á su arma, pues prescin­diend d0 que aquél está llamado á ocupar lo más alto puesto , aún sin alir de la calidad de subaltern , ignorando la c.ualidades, de la demás arma , ni podría combatida eficazmente, ni sabría empléarlas con ventaja cuando tuviera á sus órdenes fuerza ó des­p amento compue tos de unas y otra . '' El tiltil empleo, la combinación acertada de la infantería, la caballería y la artillería, ólo pueden nacer, ~ún existiéndo el genio con su pro ética .inspiraciones, del detenido examen 'y profunda meditación sobre las propiedade re pecti vas de dichas arma,, la cuales separadamente vfn~os á tratar en los siguiente párrafos. 1 LA INFANTERÍA Hé aquí la más antigua de todas las armas: su efectiyo nu­mpticq; lqs múltiples empleos de que es susceptible, la colocan á la ptb,eztt. de las demás tropas ; viene á ser el punto de apoyo, el eje sobre' el cual giran aquellas : e ' por último, el elemento, e~ ~1erv\q rrincipal de los ejércitos. Posee las ventajas siguientes : I.a Es la más fácil de reclutar, organizar, equipar, instrufr _'f. entretener. : . 2.a Combate sobre toda clase de terrenos, lo _ mismo ofendie~·­d? que defend~éndose. .. · .- .. . . J Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 6o "OLETÍN MILITAll Donde quiera puede pararse un pie humano, alff se bate la infantería, adoptando si es preciso el orden disperso. Cada árbol, cada mata ó pedrisco sirve de apoyo á su fusil ; cada matorral oculta un tirador; la más leve ondulación del terre­no puede encubcir sus mas2S compactas á las miradas del enemig ::;;; 0'­w Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • BO:.ETÍN M:LITAR ASCENSOS APR03AC03 POR EL SENADO =N r896 CORON:!:LES EFECTIVOS (Continuación). Teodolindo Gaon:J, Hermógenes Afanador, Víctor Calderón R., Benjamín Calvo, Rafael Cancino, Arcadio Dulcey, Joaquín Escandún, Enrique Espinosa, Carlos Franco Q., Antonio García C., Joaquín Gar­cía Quiñoneg, Tomás Gómcz, Miguel Guerrero G., Antonio Gómez R., Ramón González F., Tiberio Micr, Peregrino Moreno, Alejandro Pe­rca, Andrés A. Quintero, Ulpiano Rer, Carlos Ricaurte, Eladio Rueda, Luis F. Sánche7, José lg¡:ucio Umaíir, Francisco J. Vcrgara y V., Pedro León Dudn, Gonzalo G. Casas, Tesalio Jácc;mc, Eladio Lozano Carlos Matamoros, Rafael Matamoro5, Luis Morales Bcrti, Numa P. Noguera, Ladislao Ortiz, Enrique Pardo R., Víctor Rojas, Benjamín Silva, Eustorgio Suárez, Julio Uricoechea, Vicente F. Villamizar, Julio de J. Y áñez, Ismael Jnrique i\rciniegas, Simón Bolívar, Isidro Calderón, José M. Cogollos, Antonio Corté, Edmundo García, Ambrosio Her­nández, Enrique Hoyos, Eduardo Espinosa Guzmán, Casios Arango U., Marcelino Arango, Valcrianio Arango, Elíseo Arbeláez, Jesús M. Arias, Angel M. Avendaño, Ivfigucl Duque, José Domingo Flórez, Leonardo Garcfa, Abe! Gonzálc:z, Heliodoro González, Alejandro Gutiérrez, José Ignacio Gu iérrez, Raimundo Gntiérrez, Estanislao Henao, José I. Henao, Juan de D. Jara millo B., Jesús M. Martínez, Rubén Res trepo, Félix A. Roldán, Julián Roldán, Lui~ M. Trujillo, Manuel A. Uribe G., Rafael J. Vélez G., Temístoclcs Barrig¡¡, Manuel A. Escallón, Francisco J. Olarte, Mario Guzrnún, Francisco Vanegas M., Lorenzo Y áñez, • rancisco Cucalón, Juan Alegrít~, Vicente Barrero, Enrique Ca­macho, Fausto M. García, Ignacio M uiíoz C., Manuel M unoz, Miguel Otero, Joaquín Rcngifo, Cruz Sánchez, Lcon Solartc, Víctor Triana, Lácides Segovia, Santiago M. Alvarez, José M. Berástegui, Vicente Micolta, Clodomiro A. Rodríguez, Justo Uribe F., Juan N. Prado V., Esteban Escallón, Rafael Daza, Pantalcón Cortés. TENIENTES CORO N ELES EFECTI\'05 Francisco, Acebedo, Clodomiro Accsra, Juan Amaya, Pioquinto Ampudia, Arturo Barón M., Rubén Barón R., José María Venavidcs1 Antonio Bolaños, Salvador Bonilla, José Antonio Caicedo, Adriano Ca­lero, Luis D. Céspedes, Joaquín Escallón, Miguel Forero U., Tomás García, Rudesindo Gómez A., Ildefonso Guevara Justo A. Guerrero, Alberto Matéus, Alejandro Márquez, Aurelio Moya Vásquez, Benigno M uñoz, Clímaco Nieto, Alejandro Orozco, Alejandro Ortiz, Rubén Pa­yán, Elías D. Páramo, Alejandro Posada E., Serafín Quesada, Enriguc Raymond, Víctor D. Rodríguez, Juan B. Romero, Rafael Sampedro, Ramón Tascón S., Manuel J. Urdaneta, Luis M. Vélez D., Rafael Ber­na] G .• Víctor D. Rodríguez, Ezequiel Villarraga. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Por: | Fecha: 06/02/1897

• ' flO I TIC'gotú, Fd.1rero G. de L ~~7 . BOLETI.N MIIJITAR ---·--- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO ---o-- - Director, ALEJA ITDRO POSADA. Sol'l colaboradores natos de este periódico, todos los Jefes _v Ojici:d~s del Ejército de la Repúblict?. LA GUEHR.A J.- EL EJÍt'RCITO ( COLAEORACTÓ~ ). La guerra es tan antigua con1o el hon1brc, ha dicho Lamarque; pero el Ej.::rcito no es tan antiguo con1o las gu...!rras. • n la infancia del n1undo las poblaciones en n1asa con1batían coa otras poblaciones; lanzas de n1adera endu­recidas con aceite y fuego, y piedr as lanzadas con hondas, ran sus arn1as. A n1edida que la ci viJización se fue perfec­cionando, los oficios se ~epararon, las artes nacieron: cada hombre ton1ó particular direcciCn: hubo agricultores, arte­sanos y negociantes. Pe1·o Ja d fensa de la patria fue n1Íra­da por casi todos los pueblos con1o el deber de todos. Era una deuda que Jos hombres contraían al nace.::, y los Jéfes elegían indistintan1ente, entre todos los ciudadanos, los n1ás á propCsito á la profesión de las arn1as. Sin embargo, entre los egipcios no era así. Los 111ilitares forn1aban una clase distinta y separada, una casta que tenía un jefe particubr. Era después de la sacerdotal, la n1ás considerada. El Esta­do proveía á su subsistencia; cada hon1bre recibía diaria­n1ente cinco libras de pan, dos libras de carne y cierta can­tidad de vino. Este pueblo supersticioso fue prudente para organizar el ataque y la defensa. La infantería sien1pre pronta á sunlÍnistrar doscientos n1il combatiente~, se ades­traba y fortificaba por n1edio de ejercicios continuos que fu ron d spu~s adoptacio por los griegos. Esta infantería Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 66 BOLETÍN MILITAR. peleaba en colun1na cerrada ó cuadros que tenían cien sol­dados d€ frente y ciento de fondo; es decir, n1il soldados en cada colun1na. La caballería, que litra ten1iblc, se forn1aba tan1bién n grandes cuadros. Estas n1a.sas estaban destina­das á resistir el choque de los carros que v nían en van­guat ·dia, n1ontado cada carro por dos hon1bres, de los cua­les el uno guiaba Jos caballos y el otro con1batía. En Esparta 'to:ios los ciudadanos debían servir desde la edad de veinte años hasta la d sescntal Én Atenas, la obligación de servir á su país cOn1enza­ba á Jos diez y och años y tern1inaba á los sesenta. L s Gen raJes elégían á los hon1bres n1~s idóneos para la guerra entre Jos ciudadanos de n1ejor posiciGn. Los pobi·es y los extranj ros tara vez eran Jian1ados á tener participación en el honor de pelear por la patria. Los combate3 se efectuaban p !cando cu rpo á cuerp , armados unos y ot1·os con1batientes d hachas, tazas y picas. Cada nación colocaba á la vanguardia de su ~j~rcit cuer­pos escogidos que adquirían de es modo gran reputación. Esparta t nía sus ciristas, T bas su batallón sagrado, Ma­cedonia su fan1osa falang de Jos seis mil, Alejandro su ba­tallón de amigas, y n1uchos siglos d spués, 'rancia su Guardia. La disci pJina era tanto más s v ra cuanto que se n1an .... daba y ob decía en non1bre de la patria. 1 que rehusaba prestar sus servicios, era n1arcaclo de infan1ia; la cobardía y la tratción tenían p na de rnuerte, y una ley de Fsparta n1andaba no dar sepultu1~a honrosa á quien en 1 con1bate hubiere sido herido por la espalda; y otra ley prohibía per­seguir á los vencidos n1ás allá del can1pan1ento, acaso porJ que el abuso de Ja victoria r baja los vínculos de la disci­plina* Las recon1p nsas ran con1o debían ser en pueblos qu sabían apreciar la gloria de las arn1as: elogios públicos) 1110...; nun1entos é inscripciones. En Maratón las colun1nas lleva..:; ban los non1bres de todos Jos que habían perecido en la ba.., talla; cada año Jos diputados de toda la Grecia iban á pla .... tea á ofrecer sacrificios sobre las tun1bas de los vencedores de Jos persas. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR . Así se forn1aron en Roma las lfgio;;es. La obJjgaciórt Üe servir en 1 Ej~rdto con1enzaba á los diez y siete años y duraba veinte ; cumplido este t~rn1ino cada legionario, Jlevaba un certificado denon1inado testimonialc ; entraba en la clase de Jos ciudadanos y e~taba á perpetuidad exento de todo servicio. Todos los en1pleos de la n1agistratura ctan prohibidos á aquellos qué no hubiesen estado en las filas ~iq uier'a diez años. , Para ser admitidos ó ser partícipes del honor de de­fend r 1 Estado, era pr'"'ciso ser de condi€ión libre y gozar éie cierta renta. Mario violó el prin1ero sta ley, enrolando en las fiJas contra r·~gurta esclavos y pobres. Se alistaban en el can1po de Marte ; y los tribunos r'nilitares sacaban á la su rte, y . el gian ntre "stos los h !11br s n1ás propio para el servicio. S u ría que el soldado tur¡;iese el ojo bí~i­tlante, la cabeza recta, anclo de pecho, lns puños robustos y poco vientre. "¿})e qtl ... sirve un h01nbre que de la barba á la cintura no s n1ás qu vif'ntte?" decía Catén. . Los romanos s~ preparaban á las fatigas de Ja guerra por medio de ejercicios vi 1 nt s; estabah habituad s á las n1archas forzadas llevando un peso de cuarenta y cinc libras. Ordinariamente llevaban víveres para quince día . César en una ocasión les distribuyó víveres para veintidos oías, y Scipi6n para tr inta: ( Cmcluirá). - -·'··-- LEGI LACIÓ MILITAR. reem.os oportuno dar á con cet á Jos n1ien1bros def j_..rcito la impórtante ley I so de I 896, á la cual toca el turno en esta s cción. AJJí se señala el personal para las en1barcaciones que forn1an nuestra incipiente 11.1arina -<¡los sueldos respectivos; se establecen reglas para el servicio y provisión de ellas y se conceden in1portantes autorizaciones al Poder Ejecutivo haciéndose notar entre éstas la que Jo faculta para contra_;· tar hasta cuatro Oficiales de n1arina del Exterior, á efectt/ ?lé crue vengan á dar enseñanza en dicho arte',. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR (3 DE DICIEMBRE), por la cual se dictan algunas di·sposicioncs sobre Marina de Guerra y se fij.an los sueldos de sus empleados. EL Congreso de Col?lízbia DECRETA:- Art. 1.0 El personal Jc empleados del Crucero c¿rdoba quedará así :- Un Comandante con sueldo mensual de . ................. :S 300 Un 2.0 íd. íd. __ •..... ~ ....•............. ISO Un Capitán íd. í-d ........... ___ ......... . ........... 200 UnPráctico íd. fd ....... .. .. ----··············4 100 Un Contramaestre íd. íd. .. . ....... . . . .... . . . . . . . • . 8o Un Piloto íd . íd ........ ---- .. •........•.. 100 Tres Timone les, á. $ 30 ca.da uno ... .......................... , 90 Un primer In geniero íd ·--- ........................... 200 Un segundo íd íd ... ··--··· ........... . ......... ISO Un tercer íd. id .. . ' .... ro... . . . . . . . . . .... . ... . . IOQI Tres Artilleros, á$ 70 cada uno ............. .. . .. ...... 210 Tres Aceiteros, á $\ 40 cada uno.. . . . . . • . . . . • . . . . . . . . . . . I 20 Seis Fogoneros, á $ 4-0 cada uno . . .. . ........ ... . . ..... . . . . . . . 240 Un Carpintero íd . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . • 40· Cuatr~ Marine~os á ', 30 cada uno ................... I 2 0 un pnmer cocmero ld ................. r . • • • • • • • • so Un segundo íd. íd ......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . 30 Un Mayordomo dc!Spensero íd .... . .... ., ___ .... . . . . . • • . so Dos sirvientes á $ 20 mensuales . . . . . . . . . . . . . . . .. .. .. . . . 40 Art. 2.0 El personal de empleados de <;ada una de las cañoneras La Popa y Boyacá, será el siguiente: Un Capitán con el sueldo mensual de ....••.•........•. $ 200 Un Contramaestre ~d id. id.. . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . • • • . . 6o· D os Timoneles, á $ 30 n~nsuales G:ada nno....... . • . . . . . . 6o Cuatro Marineros, á "· 2 S cada uno. • . . . . . . . • .. .. • . . . . . . ... . 1 oo· Un Carpintero id. • . • . ....•........••....... : . . . . . . • . • 3.0 Un primer Ingeniero id.... . . . . . .......... . .....•..•. I so Un segundo id. id .... ___ - . • . . . . . . . . • . . . . • . . . . • . . . . . 1 oo Dos Artilleros, á $ 70 cada u-no.... . . . . . . . . . . . . • • . • . . . . 140 Dos Aceiteros, á $ 40 cada uno.... . . . • . . . . • .. . . .. .. .. . • . • 8o· Dos Fogoneros, á $ 40 cada uno .... ~.......... . . • . . . . . . . . . . 8o Un primer cocinero id ____ . . . • . . . . . . . • . . . . . . . • . • . 40 Un segundo cocinero id.. . . . . . . . . . . • . . . . . . . . • • • . . . . . 20 Un l':'fayordo~o con sueldo fd.... . .. . . . . . . • . • ..... • . . . . 4S Un Si r VIe nte 1d ........... , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 Art. 3.0 El personal de empleados de cada uno de los vapo­Jés de guerra H ércule.í y Nariiio,. erá el siguiente :. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,. BOLETIN MlLITAR Un cmandante con el sueldo mensual de ............ $ 200 Un primer Práctico id. id ......................... 1 so Un seg¡,¡ndo id . . id. id, ....... · . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6o Un primer Ingeniero id. id ... , . . . . . . . . •.......•.. 1 so Un segundo id. id. id. . . . . . . . . . . . .•... , . . . . . . . . . 70 Un Contador proveedor id. id .......... , . • . . . . . . . . . 1 oo Un Timonel id. id. . . . . • . . . • .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 UnAceitcroid .... , ............................. 3S Un CarpinteJ·o id.... . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . 40 Un primer Contnmaestre id ........... ~ . . . . • . . . . . . . so Un segundo .id. id . . . . . . . . . . . . . . . . . .• . . . . . . ... • . .. .. .. 30 Ocho M arinc.ros, á ~ 2 4- cadtruct ">ra en gr.1do m:íxi mo. U na sólida y bien instruíd::t infanterÍJ. n debe ser b: tid::t por la caballería, á menos de halbr.;e quebrantada ó desmoralizada, 0 qu~ sufra una sorpresa. La artillería le es ~ Ltperior por el fuego, sobre todo en terreno qescubiert y cuando la di tancia que la separa e mayor que el alcan,ce del fusil. Pero en terreno accidentado, y n debiendo exponerse á una comBleta destrucción, la inf:1.ntería se aprovecha .de su movilidad táctic~, y iempre cubriéndo e y parapet:l ndo e, cambia á menudo la dirección de la mar ·}u y los itios en que tomando aliento se preparJ. a) avance. En r.:súmen, la infantería e. arma ha ta cierto punto inde­p~ ndiente; e decir, que en ca o extremos combate sola sin auxi­lio de las derná . N o se cr a, sin e m b::trgo, por est.J que puede existir in el concurso d.._ aquella : ciertamente que es una parte muy importante del ejército, pero una pJ.rte al fin, necesitada de la ayuda de las restantes qu.e constituyen el todo de e ~ a ombinada máquina que dcb .... satisfacer á las m(!ltiplcs e ·igencias de la guerra. En ca i todo3 los ejér itos la masa de la infantería afecta ciertas divisiones orgánica, indep.:::ndientc de la divet .. a condi­ciones de carácter físico y t..!cnico á que deb-n. respond r en el e - pecial serví io á que e de tinan. Estas di visione n generalmente : infmtcría de línea, infan-ttría ligera y cazcuhres. · En el ejér ito pru iano la infJ.ntería de lí1 ea comprende los b:1tallone de granaderos y mosqueteros ; la lige¡:a los regimiento­y batallones de fusileros . Sabido es que la línea se compone de los hombJ·es más robu .... tos, fuertes y de mayor estatura; e la que podría lla.ma..r:se infan­tería pesada; su cometetido es el combate en masa, el ataque á la. b::tyoneta, el fuego qu..._ p3dríamos titular profundo; sus condicio .... n,es físicas la solidez y el empuje; la~ morales le calma, la imper­turbabilidad y el o~iego en la acción, sin carecer por esto de ardor· 4 impetuo idad eq c.l ataque. La infantería_/iger,7 tiene por objeto especial el co 11b:1te en orden abierto. ; es. la exploradora de los ejércitos ; tantea al ene­migo, ataca, l!ent..amente ó á la carrera, según el caso; se compone de hombres p,equeños, pero fornidos, Hexiblcs y ágiles, en cuanto á las coqdi~iones físicas ; las mor-aJes exigen al soldad de infan­tería, lige.ra intrepidez, ojo práctico del terreno, y astucia para las e3tratag~rn.as del combate: ne .... esita, por lo tanto, mayor desa­rrollo. el.~ inteligencia por nLdio d ... h. in.:;tr:.Jc~i ..... n; qu:: e3n se Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 72 BOLETft MILIT.\R ~uy detenida y muy individual, para que el soldado se aco tumbre á obrar ccn cierta independencia de acción. 1'ambién no obstan­tante, suelen emplearse en el orden cerrado, pero las meno3 vece • Por éltimo, los cazadores ú tiradores no son m:- s que una subdivisión de infantería ligera, aplicada especialmente al tiro cer­tero á grandes distancias, así como para le. s dedicados servicios de reconocimiento.::, puestos avanzados, cte. Estos no deben ser des­tin< ldos jamás al combate en masas. Como su importan ·ia capital estriba en la precisión del tiro, son escogidos cuidadosamente en­tr los mezo; de la población rural habituado á la caza, ó que tienen por ocupación el manejo de las arm:u de fuego. LA CA13ALLERÍA La caballería, por razón ¿e su efe ti o numérico, ocupa el segundo lugar en lo ejércitos. Lar .so tiemp , durante Lt EdJ.d Media, mantuvo entre la gen­te de armas el primer puc.:sto, siendo l núcleo de las fuerzas com­b: ltientes ; per e:;ta supremacía le fue mermada al compás del creciente desarrollo de las armas de fuego y de las brillantes con­diciones tácticas desplegadas por ld in íantena. El arma principal de la cab.:tllería e el caballJ: sobre este utilísimo animal descansan sus propiec.ladc car...tcten · ricas. La natur:1leza del c. b Jlo presta á la caballería dos cualidades esenciale , á saber : la rap1dez y f.¡ fuerza cL:l clrJq:u o fu.:rza im­pulsiva. A favor de 1 rapidez apare e súbitamente sobre el terreno del combate desd pur tos l jan os y ocultos ; se aprovecha con oportunid avanzados, en los reconocimientos del terreno y del enemigo, ora explorando, ora flanqueando la columna de marcha., el papel de la caballería es de primera y muy trascendental importancia. Y también es e~ta la única arma destinada á perseguir y acosar al cnemi o·o derrotado, obtenieneo por ello el n a ·or provecho y los más grandes, los más verdaderos resultados di;. 1a victoria. La fuerz::t d!!l choquz no es otra cosa que la fuerza fí ica del caballo lanzado á la carrera en la carga. Esta cualidad perm ite á la caballería desbaratar y dispersar los batallones, sobre todo i é50J ~::t 1 3:dJ pr._ ,:::t :1C ::~ :l.tO ·:nJ!l:~:L:; y d..: .L~:TI?U-~03 pJr el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BO!..ETI)l MILIT.\R 73 fuego dd fusil ó caií0n. Las dos cualidades arriba enunciadas pre-entan á la caballería cierta superioridad moral sobre la infantería, fundada en la dominadora influencia, que sobre el corazón huma­no ejercen e as masas que avanzan como un torbellino con ímpe­tu destructor. Manifiestamente aparece que esta arma tiene condicione negativas para la defensiva: su vida es el movimiento; su acción está en la carga, en el choque, en el combate al arma blanca y cu rpo á cuerpo. Todo en ella es agresivo : la oportunidad y la osadía deben acompañarla icmpre. s!j principales arma son el sable y la lanza, e] primero par­ticu] armente' : también usa las armas de fuego ; pero éstas son embarazosas á caballo, su tiro incierto, y sólo para especiales ser­ ·icios ::>uede emplearla, con fre ucncia, y ventajosamente también en lo raros casos en que se vea obligada á d fenderse á pie con la carabina. Aunque le csdn permitidos y aun prescritos los dos Grdenes de combate, ciertamente que el disperso no es ventajoso para la caballería durante la batal1a: en la unión, en la cohesión de sus jinetes y caballos reside tod.1 su fuerza, y de ellas surge todo su valor táctic >: car .~and >en dispersión de ~ aparece la fuerza impul­, iva qu en;en ra -la m 1sa y e n ella la fucrz. :l m ral que los hom­bres unido se pre tan recíprocamente. Conviene, no ob unte, qu-- la cLtb:.dlería sepa combatir en los dos órdcn<", y será mejor ~iquclla que con m:is oportunidad, inte­ligencia y pr ntit· d sepa pasar dd orden ahicrt al cerrad y recí­procamentc, u sando t.m pronto el arm blanca como la de fuego. Pero est<" perfeccior1amicnto de instr t ci .Jn que tan útil puede se r en la batalla, exige de parte del Jefe que dirige la cabJ.llería, suma habilidad y gran ojo táctico par.1 escoger el momento preci o de operar aquel cambio que sei'Í..l muy peligroso ejecutado fuera de lugar al frente de un adversario fuerte y . ereno. El terreno influye mucho en el empleo de esta arma, y más <.lentro del mismo campo de batalla que f, 1era de el: los menores obstáculos ó accidentes entorpecen, retardan ó paralizan p:)r com­pleto su acción : nccesi ta, por l tanto, un tereno llano, despejado y extenso, sobre el cual pueda con facilidad desplegar sus escua­drones y tomar sin tropiezos el necesario impulso y velocidad de la carga, sin que en su trayecto se deso··denen las filas y pierdan la trabaz qu~ :lV.l !JZ. an Lnt:lmente; se extiende CJmo utu larg2 c :d~n:l sobr;:; el t~rr.t J r i o e:1cm it ro; explora, inquiere y averi:su:t ! ~1 s itu:tci .~ n, fu ~ r.z.::t., y de s ignio., de ..: ste i sorprende los pueblos i pr JCura co.1Voy es de Ltcion es y mantiene una C0!1tinua comunicación CJ:1 su ~ trop:.ts á l..t ::; que t:.tmbi ' n sirve de den o velo ú e rtina p:.ua imp ~ 1 ;r bs agr,;;, i nes s ~ bita del contrario. Ella, dic:a por la infantería y más aún por la caballería enemiga; pero a.llí estan lo. e cuadrones para salir al encu~ntr ,. á p2s.:.tr de lo ~ da _n que puede haber suíi·ido durante la inacción. Fin::tlmentc la caballería es L1 última que deja el campo ; sostiene e~ orde:1 de una retirada, y con u continua movilidad, a:nagos de cargas y aun carga, á fondo contiene en respeto á un enem.igo osado por lo victorioso ; u.bre bs tropas é infundP. á ~sto una fuer¿a moral y un ánim,o para la retirada, que decaería, ~or completo si faltase en tan solemne momentos aquel poderoso ¡¡tuxiliar. Pero to,da. la impo,rtancia y e:icacia de los servicios de esta <;trma, depend~n en gran parte, en primer término, de· b calidad ~ in trucción dd caballo. Ni la inteligencia, ni el valor servirían. de nada, si la dp.ma de los caballos dejase qué de ear; si. esta_ po­derosa máqu,ina de obedeciendo las indicaciones y vo}uJ1tad del ji­~ etc, se convirtiese en su primer enemigo. Tiene la caballerÍ::t otras necesidades qu.é sati facer, aparte de l;as naturales á las demás armas; son la instrucción de los caballo , lftrga y delicada, la confección del equipo de m.ontura que ha de . ~ati facer; múltiples condiciones de sencillez, solidez y ligereza; por último, la_ doble instrucci6n del hombre como soldado y como. ·'-nete. El pasm.oso desar;roUo que hat~ alcanzaqo las ar:mas de (u .ego. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. (5 en nues D3 dí;r, y lvJ brillaatcs ensay.Js de ésta:; bs . pu::icn­cras veri :· .... adas en la:; CJcueb.) y Cl"11P·JS d(; tiro, h::! sido c:tt.t3a d~ que se haya creído por b m:ts:t gen~r.d, y alguno c·-t itorcs mili­~ ares así lo lnn at"lr;:Judo, qu ..... b c::tballen:t h t perdid.:> su Íl.1p8r.t::m­~ ia y utilidad en b guerra. Semejant(.; concepto es errúnco y p;¡;·ci:tl <Í todas luces. En primer lugar el tir (Jc fusil ó caiíú1) no tie;,e en el campo de b:t­talla b eficacia q u_ en el J_ maaiobr;1 ~ : b c:lUsa es ü iológi a, y está en el corazón, en el pul-o y en el ojo d 1 S')ldado, turb:tdos en paLto pot· los incidentes mora!e" y fí ·i os del combate. Pero es cvid ntc, además, que todo hecho de armas en su nleno de,:)arroJJo, p.res~nta entre SU" variadas peripe .... ia, y CU:.tnd el ~uego e ha sostenid.J hrgo tic.n1po, ._o ncntq favorables, ora de indeci ión, ora de desordeni ora en fin, o[r~.; ·idos por el terreno y la posición de las tropas, de que la caballerí::t puede aprovechar e p_ara cargar en la form :t que mís con en;J;a, e >11 la e pcran¿a de ob­tener, · ino la vi toria completa, ventajas p~rci:des, que m~rmen las fll;er.t-as del_ e1 emigo ú prv~ur._n ua r ,spir ú reaccion muy opor­tunos ·á fas propia fuerz:ls. L:1 moderna ped< . ~ciÓil de las armas de fuego no ha hecho inútil la exi tencia de la caballería, 11i meno su intervenci0n en los omb:tte . Han disminuíJo sí las ocasiones en que puede aquella apr vechar su car.icter capit,d, el ch?r¡a.!; la obliga á permanecer, iempre que es po ible, á mayor distancia y más á resguardo de la zona peligro :1 durante la acci0nj ha hecho, por último, má difíciL el oportuno e inteligente empleo de esta arma, porque hoy el Jefe, menos que antes puede p ··rder el tiempo y lo instante favorables, que on m_uy breve : nec sita apr v charl03 con ojo rápido y certero, al mismo tiempo que' poseído de calma y sangre fría, debe darse cuenta de la situa ión de la cosas, y en el in tante oportuno, vronto como el rayo, lanzar sus escuadrones á la carga, infundién­doles una ciega energía que no reconoz,ca obstáculos y que atropelle ~uanto se le oponga al paso en su furioso e m puje. G neralmente se compone esta arma de do ó tres clases ó institutos, á saber : cabaVería pesada, cahaUet:ía ligera, y á, veces \ambién, caballería mixta. Esta clasificación tiene su fun_damento c_n tres distintas c~.u.-. sa. , que son: 1 .a Las diferentes estaturas de los hombres, y alzada de lo:<~ caballo . 2.a La diferencia del armamento y el equipo .. 3·a La diferencia de sus empleos tácticos .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ¡6 BOLETÍN MILITAR MINISTERIO DE GUERRA RESOLUCION NUMERO I I I sobre pasaportes militares. Ministerio de Guerra.-Secci[n I :4 -Bagotá, 25 de Enero de I 897• Vistos los artículos 8, I4 y 16 de la Ley 39 de I896 y con .la facultad que al Gobierno concede el artículo 17 de la misma Ley SE RiiSUELVE: Solamente á lo Jefes, Oficiales y empleados administrativos del Ejército se les expedirán pa aportes militares para que puedan trasladarse, del lugar donde se encuentran á tiempo de ser llama­dos al servicio, ó de ser promovido al lugar donde fueren destina­dos ; ó para que puedan regresar á us domicilios si, hallándose en servicio excedentes por reorganización ; ó si se separan del Ejército de pués de haber permanecid en servicio siquiera seis meses continuos ó si la separación, en cualquier tiempo, es mo­tivada por enfermedad uficientemente comprobada. A los individuo d ... tropa se le dar<Ín auxilios de marcha en los ca o indicado en el artlcul ' 12 de Ja Ley 39 de I 896. Fuera de los caso anteriorm_nte indicados, bajo ningún pre­texto, ni por nino-ún motivo, se e pedirán pa aports militares.. Comuníque e y pub!íquese. El l\1inistro, PEDRO ANTO. ro MoLINA. DECRETO NÚMERO I3 DE I897 ( I 4 DE E N ERO), reglamentario del Ram o de Bienes de militares muertos en servicio activo. El Yic]presidente de /:; R epública , encargadJ del Poder Ejecutivo, CO. -siDERANDO : Que el Código ~Jilitar no reglamentó el procedimie;ato para ~segurar los bienes que dejan los militares muertos en servicio ac­t: ivo; y Que hay necesid:1d de llenar este vacb á fin de gara!'ltizar los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 77 derechDs de las personas ó de las entidades á quienes hayan de co­rresponderles, conforme á la Ley, los bienes índicados, DECRETA: Art. I.° Cuando un militar muera encon .. rándosc en servicio, haya ó no otorgado testamento, el Jefe superior d"" las fuerzas á que aquél pertenecía proceded dentro de las veinticuatro horas si­guientes al momcnt de la defunción, aso iado de tres testigos que no sean individuos militares á hacer riguroso inventario y avalúo de los bienes del finado. Art. 2. 0 Practicado el inventario se guardará el original en el Archivo del Cuerpo, Escuadrón, Compai1 ía suelta ó Cuartel General á que el militar difunto perteneciera; y copias autoriza­das se enviarán una al Estado Mayor General para íncluír la cuen­ta en la Contabilidad general del Ramo; otra al Ministerio de Guerra para publicarla en el Diario Oficial y otra al empleado en quien se depo iten Jos bienes inventariado . Art. 3·° Cuando el militar que falleciere sea el Jefe de una Compañía, Escuadrón ó Batallón las diligencias de que tratan los artículos anteriores, las practicará el Jefe ú Oficial á quien, por sucesión de mando le corresponda encargarse del puesto que el di­funto ocupaba. Art. 4.° Cuando la defunción del militar ocurriere en mar­cha ó en acantonamiento fuera de la poblaciones, las diligencias de inventario se pr.1cticarán en el campamento y los bienes se re­mitirán con la debida seg uridad y sin tardanza, al respccti vo Ad­ministrador de Hacienda Nacional, Departamental ó Municipal que resida en la cabecera del Municipi más cercano, para · los efectos del depó ito. Art. 5.0 Los bienes y valores de la sucesi<)n, sea testamenta­ria ó intestada, serán entregados, en calidad de depósit , por el funcionario que practicó d inventario al respectivo Administrador de Hacienda Nacional, Departamental ó Municipal que resida en el lugar donde el militar falleció y exigirá un recibo por duplicado para conservar un ejemplar de él en el Archivo del corre pendien­te Cuerpo, Escuadrón, Compañ 1a suelta ó Cuartel General, y remita el otro al Estado .1.\Aayor General, junto con las copias del inventario. Art. 6.0 Si el militar dejare herederos testamentarios ó abintes­tato, ó acreedores, el Administrador de Hacienda que haya recibido en depósito los bienes, los entregará á aquéllos previa orden de la Autoridad judicial competente. § Es deber del Administrador de Hacienda dar -en este e~ al Estado Mayor General y al respectivo Comandante de la Com- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~Q¡_ETÍ1.¡ MiLITAR paiíía suelta.g "f>éüadr~n, Cu~rpo ú Cuartel Gc~•crZ!l aviso de h1. entrega. . . Art. 7. 0 S! dentr~ de un a~io después de la publicación de1 inventario en ~1 Dia?iJ ()jici~!) no se presentar n herederos ó acreedm·es del diflinto, re la:nando l :; bienes, el Administrador de Haci~nda que los tenga en depósito, los remitirá á la Tesorería del lv1on-::epío I\ nrt.:11, á fin de q·1e continúen allí, tambien en dc­pG" it , micnt!'.l llega el momento de adjudicarlos defin~tivamentc al fv1ontepív con arreglo :í b disposiciones pe1 tÍncntec; de la Ley orgánica del VíontepÍo ~./(ilitar. Art. 8. 0 Tarr pronto como el 1'esofe!'o del l'v1ontepfo reciba de bs Administradores de' Hacienda los bierú~s y valores dejados por algún militar difunto, remitir.l una relación e, acta de ellos al, Estado Mayor General par't compararla con el inventario y exigir' Je quien corr 'sponda, si b compa1 ación no resultare conforme, los valores 0 b. enes que raltcn; y para anotELlO 1\,fUTIS. ,,.. __ DE ACUERno con 1 s dispc. icione contenidas en la Ley 3<;) de I 896, y en el Decrct númcr 562 tlc 2.4 Je Octubre, Jel mi·­mo ano, acaba de publicar el ·renicnte Coronel Pc::dro A. Pcdra:.r,a un fol1eto correctamente editado que omprcnde los cuadros de li­quidacicín de u ·ldo y sobre sueldos militare . Es incalculable la urna de trabajo y tiempc f}t e horrará l; obra mencio;1ada cuya utilidad es más que todo provecho. a para la e actitud de la cuen-­tas, puesto rrie;-I­tcs, dictó las siguientes provid .... ncias: Concedió al 'I'enient~ Aurelio Perilla b li encía indefinida que solicitó para separarse de b 4·n Compaí1ía del Batallón Grana­deros número 8.0 Ascendió á Teniente efectivo al Subteniente Vidal U maí1a que servía en la r ." Compaííía del mismo Cuerpo y lo destinó á la 4·" en la vacante que deja el Teniente Perilla. A -cendiú á Subteniente efectivo al Sargento r. 0 Alejandro Forcr S., q te sirve en el mencionad Batallón y lo destinó á L1 I: Compa!1Í.1 en lugar del Subteniente U maiia. Ascendió á Subteniente efectivo al Sargento !. 0 Edmundo García que irve en el Batallón Pichincha núm-:..r 23 y 1 destinó á la 3·" Comp:úíía del mism Cuerpo en la vacante que allí quedó por haberse concedido Ji ·cncia indc11ni ch al Subteniente Dimas Perilla. Ascendió á S,1rgento rviay res efectivo á los C..tpitancs Víc­tor Manuel Hcrnández, y Pompilio Hurtado que sirven en los l3atallones Colombia número 22 y Junín número r8 re pectiva-_ mente. Nombró Habilitad del D .nalh) n N ú:iez númer 9, al Ca­pitán Fernando V ergara en lu6ar del seJÍor Jos ' M. Flórez que ·no acepto el de tino. ASCENSOS AP!tOJAD:)S POR 'CL SE. D:J L>J" !8)6 TE;'lE. TES CORONELES EfEC'TI\'OS M:mucl l\tLuía Leal, J ni io Escall6n, lsm·1cl A randa, An ::onio Are­nas G., Guillermo R. Calderón, Rafael Colmenare s, Carl os Dávib, Laureaao García R., Jesús Gómcz, Gui!Lrnn Hcrnández, Ernesto Lo­sada, Nicanor M. Llacb, Eusebio Maldonado, Antonio Mcri:t.alde, Pe­dro A. Pedraz.a, Pedro PuliJo, Tcodoro I amírez, Daniel Serrano, Flo­rentino Serr.mo, Clemente Barreto, francisco Camacho B., Juan F. Botero, Rubén E. Gaviria, Pedro A. Gutiérrcz, Juan 13. Jaram~llo, Ar­ccsio Pcl:tcz, Hcliodoro PcLlcz, Sótcro Pcláez, Nicanor Uribe, José Antonio Villegas, José Jesús Villcgas, Joaquín Caicedo Albán, Alcides Arzayús, Telésforo Morales, rv1arcos E. Soto, Antonio Cotes, Francisco Franco, Francisco Alvarez, José Jaspe, Arturo E. Echeona, Alejandro Pombo, José Angel Calderón, Misa cl Chaves, Trino García, J csé Apiaés, Erniliano Castillo, Calixto D. Esparragoza. Tomás Carboncll W. (Cmtinuará). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 5

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 6

Por: | Fecha: 13/02/1897

Aiío I Bogotá, Febrero 13 de 1 !J7. BOLETIN lVIILITAR ---·~-- ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --•o--- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradores untos de este periódico, todos los Jefes .... "' Ojicialts del Ejército de la República_ LA GUERRA Y EL EJÉRCITO (COLABORACIÓN)- (Conclu ")6n). Cuando Ron1a cayó bajo los golpes de los bárbaros, la organización de sus ejércitos no era yá la n1isn1a, con1 no lo era su táctica ni su disciplina. EJ non1bre de legión había sido conservado ; pero no se forn1aban con1o antes en colun1nas cerradas de cien por l?~d ; {¡ rn1ación que justificaba las varias especies de arn1as que tenían que re­sistir, y la inmensa caballería que constituye la principal fuerza. Las catapultas, las balitas y otras cuántas n1áqui­nas de guerra, entorpecían un tanto los n1ovimientos de armas de todo género; pero los acontecin1ien tos posteriores probaron que nada suple al valor y á la disciplina. V arios siglos de tinieblas sucedieron al in1perio ron1a­no. Poco á poco la civili'kación triunfó de las instituciones bárbaras de los vencedores y de las desgracias de los pue~ blos vencidos. Pasaron siglos: las ciencias y las artes fueron ensan­chándose; el arte de la guerra necesitó otro estudio; y el descubrin1iento de la pólvora y con él la construcción de arn1as de fuego, can1bió con1pletan1ente la táctica: yá no fueron falanges de quinientos hon1bres lanzadas unas contra otras, peleando cuerpo á cuerpo) ni legiones tratando de en- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MIL!TAR 'tolver una á l_a otra para que el hacha y la pica díeral1 cuet1- ta de la. legión que se dejase encerrar. La formación fue di­ferente: los n1ovimientos estratégicos tendían á vencer al enen1igo nlás por el tentar que por el ataque. Las arn1as se igualaron, y el pobre pudo pelear con1o el n1agnate, sin otro trabajo que buscar en la puntería de su fus~l el cuerpo dd enemtgo, En tien1po de Federico el Grande todos los movimien­tos del Ejército en can1paña y en batalla, eran tendientes á arrollar el centro del enemigo y dispersar sus alas; esto en la batalla, que en la can1paña, esos n1ovin1ientos tenían por objeto, aden1ás cortar con1unica.ciones al enen1igo, obstruir­le los caminos, disnlinuirle los víveres y relajar Ja n1oral del soldado contrario, para batirlo con n1ás facilidad. Esta táctica se llamó en eJ siglo pasado la "Táctica del Gran Federico." Los Ejércitos de Europa la in1itaban y con ella se creían invencibk-:s ; pero en los últin1os cinca años del siglo pasado, esa táctica fue corregida por Bona­parte, aquel General que elevó la Guerra á verdadera cien­cia. ·yá la victoria no consistía solamente en hundir el centrrJ y dispersar las alas, con un ataque á fondo, sino en entor­pecer á Jos Generales enen1igos con n1ovin1ientos tan rápi­damente ejecutados que, durante la batalla, estupefactos, no sabían darse cuenta inmediata de lo que estaba pasando, ni podían dar órdenes decisivas. Melas en ¡Marengo, y Sou­varof en Austerlitz, son ejen1plo de lo que puede Ja táctica n1oderna . Los soldados del prin1er Imperio Francés,. decían: "El Emperador no gana batalJas con nuestros brazos sino con nuestros pies": tan aceleradas eran las marchas, tan eficaces los movimientos. Ejércitos que en campaña se muevan despacio, están perdidos. De entonces acá la táctica militar no ha tenido otra modificación qu la que le in1prin1a el número de comba­tientes y el terreno en que estén .. Los cuadros y grupos de 1. seis, contra la caballería,. eran canon de la táctica; pero el nuevo arman1ento ha hecho inútil la caballería en la bata­lla; porque- antes de que· el jinete haya lanceado á un in­fante, éste ha podido lanzarle cuatro oalasr La cabaUería ha quedado, pues, reducida á llevar· órdenes, comisiones, desta­can1entos. y explorar terrenos .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOL~TÍN M11ITA1l La. áttillería es una de las arn1as tormídabl~~ en e, con1bate, y el artillero el soldado n1ás valeroso y sereno. Según la antigua Ordenanza n1ilitar, un piquete de soldados de Artillería forman á la cabeza de Cuerpos ó pi­quetes de -varias denon1inaciones; y un Capitán de Artille .. tía manda la pieza aunque haya otros Capi.tanes de rnay~r antigüedad: la Artillería prefiere en "Parada y Formación.' 1 La Ordenanza Española no ha sido en esto n1odificada. V n Oficial de Artillería debe tener conocin1ientos que puedan dispensarse en cualquier Oficial de otrd Cuerpo, Debe tener, por lo menosl rudin1entos de Maten1áticas; la Geografía de Colon1bia débe serle fan1iliar; la topografía de los Departa­mentos debe serle conocida, y df be tener ó procurar adqui­rir conocin1i€ntos que acrediten que es algo geógrafo y algo ingeniero. Los n1ás expertos G nerales de los ticn1pos n1o· dernos han sido artilleros. Napol~ón; antes de que la fortun· y sus talentos lo elevaran era Subteniente de Artillería; Massena fu ·. artille ... ro; Davous fue at'tillei'o; Duvoe fu artillero y casi todos los Mariscales del prin1er . Imperio emp zaron ·u gloriosa ~arrera en Cuerpos d Artillería. Por esto hen1os celebrado que 1 Gobierno haya queri­do contratar en Europa Oficiales de Artillería q e vengan á enseñar las ventajas que esa arma proporciona, cuando ~ conoce perfectam€nte su táctica. Hoy que el Gobierno tiene en sus parqties ámetralta­~ oras de prin1era clase y piezas de campaña de ac€ro, y do-:. ble alcance, es indispensable que se sepa científic:amente su manejo. Así como el soldado conoce y arma y d~sarma su fusil Mauser'Ó su Rén1ington, para tene lo corriente, el Qfi .. cial debe conocer todo el mecanismo de los diversos cañones para desmontarlos y n1ot1tarlos en el n1enor tiempo posi .. ble, y trasladarlos de uno á otro punto con la n1~yor celeri-­dad. Todo lo que gaste en este aprendizaje, bien gast1~0 ~stará; Enero 2 5 de 1 8 9 7. JosÉ L . CAMA~Ho Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. B'OLETÍN MILITAR: SECOIOl\f OIENTIFIOA TÁCTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DE TACTLCA (Conti:nuad6n)',. Los hombres y Tos cab:11los más robustos componen la eaballería pe ada, pues la misión de éstas e -el combate en grandes ma as, utilizando la fuerza del choque, particularmente en las últimas peripecias de la lacha. La calma ó repo o propio de los movimiento de ésta, no excluye el que á la par esté dotada de­cierta rapidez, grande en ocasione , pnra que sea mayor el resulta­do del choque de sus ma as .. Su destino en Pos ejércitos es formar especialmente la cabatlería de reserva, ó sea el grueso, disponible siempr á la mano del Jefe que ha. de utili.zade en los momentos solemnes. En el ejército pnrsiano const:itu en l'a caballeríia pesada Jos­coracer ·os y los ulams (J.an eros) á pe ar de que esto últimos suden practicar el ervicio de la ligera, por lo cual puede decir e que per­tenecen á la clase de caballería mixta. La ligera en el mismo ejér­cito e compone de los húsares y los dragones., Estos, más que por" el choque en masas, obran por lo inesperado é impetuoso del ata­que, a í como por la rapidez que ks di tingue en 1 orden di perso .. u prime·ra nece ídad e , por lo tanto, la posición de hombre ági­le , diestro y audace , montados en caballos te uelros en la. carrera, rápido y esclavos de la voluntad del jinete. Durante el combate cubren los Bancas y retaguardia de la €aballería pesada y de la infanterí-a, acechando los momentos opor­tunos para cargar obre lo puntos má débile de la retaguardia. y flancos de las columnas enemigas .. Pero á esta caballerÍa incum­ben especialmente los servicios de rreconoG:imiefltos y eguridacf más arriba mencionados, asf como el de destacamentos suelto y ordenanzas, pues todos ellos exigen, pa1;a su exacro desempeño, las cualidades físicas y morales que son atributO' de la caballería ligera. Por último, la caballerí-a ligera pued'e bati"r-se á píe, armada €On la carabina de aguja. Pero esto sólo se practicará en casos muy excepcionales, como por ejemplo, coando no se tiene infan­tería á la mano, ó cuando habiéndose adelantado la caballería con­viene defender y conservar por el momento un punto importante· ha ta la llegada de la infantería, que le ha de ocupar defi¡;Ütiva,., m ante .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. l'lOLETIN MILITAR . . Añadiremo~ · para terminar, que á esta clase de caballería se le encargan á veces misiones especiales independientes y muy arriesgadas que exigen grande inteligencia, osadía á toda prueba, perfecto conocimiento del terreno y otras n@ comunes cualidades. Entre dichas comisiones ~uedea clasificarse, por ejemplo, la recomposición y establecimiento de vías férreas y aparatos tele­gráficos, la destmcción de l?s que posee el enemigo, la voladura de puentes, cortadura de caminos, requisas y contribuciones en los puebl9s e!lernigos, etc. etc., empresas todas que sólo la caballería, la ligera particularmente, podrían, no sin riesgo pero con éxito probable, llevar á cabo, co1 fiada en la rapidez co11 que avanza, se aleja del ejército, llega, obra, cumple su objeto y desaparece y e esquiva al enemigo para reaparecer á grandes distancias ó incor­porarse y dar cuenta al gl"ueso de sus tropas ó al ejército de que forma pt:trte. ARTILLERfA DE CAMPAlfA La artiller-ía que en su origen sólo se empleaba en el ataque v defensa de las plazas, no adquirió carta de naturaleza en las ha­talla ha ta largo tiempo de pt!é" de la aplicación de la pólvora á las bocas de fLtcgq, alcanzando notable incremento en el siglo de Gustavo Adolfo, durante la guerra de los treinta aiios. Aquel cé­lebre capitán de arrolló su movilidad táctica, y desde entonces paso á paso se ha elevado á tal alturJ el perfeccionamiento progresivo de .su con di iones balí ticas de combate, que ya en las guerras de este sio-lo y en las de nuestros días, influye¡ do decisivamente para el logro de la victoria, constituye una arma mwy poderosa y principal de los ejércitos. Toda la fuerza de la artillería reside en sus fuegos, que abre á distancias .supe·riore á Ja wna de acción de las 0tras dos armas, empleando una potenc4a demoledora que nada resi ste y con la fa­cultad (inherente á ella sola) de destruír las ob:ras de defen..,a más sólidas por medio del tiro directo, a í como la de alcanzar y herir al enemigo detrá-s de lo parapetos ú obstáculo· con que se cubre, merced á sus ti.ros por elevación. Aunque .uo poseen ningun elemento de ataque semejante á la bayoneta de la infantería ó á la carg.a de la caballeria, tiene, sin em­bargo, excelentes condiciones para la ofensiva: arroja una lluvia de proyectiles sobre las masas de frente, ó enfila las columnas ó las trincheras, ahriendo literalmente brecha en la línea enemiga, por donde pueden lanzarse las otras armas á la carga. Posee uRa enérgica defensiva; destroza oon la metralla los ba­tallones ó escuadrones que avanzan á arrebatarle una posición~ proteje una retirada con sus nutriclas descargas, conteniendo al ene­migo victorioso por medio de la destrucción que siembra sin des­ú'UlSO. En cuanto á su movilidad.) la artillería montada es su¡::erioc ,¡ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOL:lTfr.: MILITA}\ la infantería en las pequeñas distancias: las baterías á caballo pue ... den seguit los movimientos de las masas de caballería. Por le que respecta á su material, éste ha llegado hoy á un grado tal de ~implificación y ligereza, que ejecuta sus maniobras a} trote y galope sobre terrenos lif$eramente accidentados, si bien no 0bstante, los obstáculos de alguna consideracióp restringen en grar­maner: a su acción táctica, y hacen en cin:unstancias dadas sea alg r.wbarazoso su emplazamient-o y ~ispo)dón d~ combate. La artillería nccq;ita, por }o tapto, el apoyo y resgua.rdo de las . . r)tras armas, como éstas el suyo. · Cuando su f'ue~o destructor no es ~ufici6!nte á contener· al ene-. Jnigo, no t-eniendo condiciones para la defensa al arma blanca, se vería prrdida si no estuviesen allí los batallonea y e~cuadrones para protegerla, rechazando al enemigo ó dando ti'empo que a,quella reti­re sus pieza . Por estfl razón, iendo una arm.a principal, tampoco es independiente. Durante las n'larchas y en Jos comb~tes v caro­campamentos cerca del e;1emigo, exige mucha proteccivn y vigi ... lancia para no ser sorprendida y desba1·atada antes de poner sus pieza en batería. Durante el co1¡11batc, las ítuacioncs más peligrosas para la ar­tillerííl, porque e halla más indefe~1s~, son cuando ejecuta una ma, 1iobra y en los mo n nto de enga JChar, de e 1ganchar y colocar< las piezas en batería. La artillería de campaña e divid n el ejé~dto pru iano en artillería á pie y anilleria f¡ caballo. E tá dotada co.n p.iezas de cali. bre de 8 y 9 centímetros. Con re pect á su entrctcnímiento, es el arma más costosa r más dificil dP- instr•tir y equipar. El conjunto de sus hombres, ca .. bailo , pi za , carros y atalaj~s, exigen conocimientos y cuidadoj distinto , para que formen un todo armónico, porque del buen ser­vicio y empleo de cada uno de aq~ollos elementos, oepeoden lo~ efi-:ac resultado de e ta podero a máquina. Contrario le e el terreno accidentado á pesar de las buell~$. 'ondiciones ma'Jiobrcras que J oy posee, merced á la ligerez-a de su material y á la . cncille.z de su táctica; pero sus peore enemigos en un día de Jata) la o.n lo. fenó1 1enos atmo fé¡·' e s, como la lluvia, 1ievc níc la, etc. Tiene, no o . tan te la artilleria, sobre las otras armas, la ven­taja de que no suele , ufrÜ' una completa pérdida de su personal, y dado el caso de u 1 desastre, pueqe salvar todavía parte de su mate­rial con Jos hombres y caballos que le restan. Lo· tratado de fortificación se ocupan detenidamente de lo~t. servicio propio .. á las tropae de ingenieros, y por lo tanto de las pro ... pil:dt~cle!3 características de este cuerpo. Aquí ólo vamos á meucio, ... 4ll~"le . .con .relativn á u empleo táctico en la guerra. - Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR Divídense generalmente en pontoneros, zapadores y minadore;r_ Los primeros tienen á su cargo la preparación y uso de los puentes de campaña para el paso de los ríos. Los .segiJndos .se destinan al trazado y construcción de las paralelas, trincheras y demás obras de apro.che en el sitio de las plazas. Al efecto se les agregan también a!lgunas fuerzas de ínfantería que les ayudan en el uabajo de los fo­sos y parapetos~ Los minadores se dedican á cabar y abrir las vías subterráneas que con el nombre de minas tienen por objeto la destrucción de las obras de ataque y defensa del enemig~ p>or medio de la pólvora. Forman parte también de este cuerpo en las guerras modernas7 las compaiiias de camt'nos de hierro y telégrafos de campaña. A pesar de la indicada división, todas las fracciones del cuerpo .de ingenieros {batallone.s, compañías ó ecciones), están ígualmente ínstruídas para practicar indistintamente los trabajos de construc­ción de reductos, torres, tamhores, cabezas de puentes, parapetos, fortificación de edificios aí lados, caseríos, puebJos y demás elemen­tos de defensa que constituyen la fortificación pasajera.. (e rmt i tJttll!'¡J). ___ . ..,...._ __ BATALLON BÁRBULA NUMERO 59 (8 DE FEBRE.RO ). En el cuartel de este Cuerpo-antiguo Aserrío-tiene lugar la hern1osa ceren1onia. de. la bendición de bandera. Son Padrinos de la gloriosa e.nseña el señor doctor l?edro Antonio Molina, Ministro de Guerra y la señorita Cecilia, su hija. En el centro del an1plio patio se ven bs toldas. Bajo la uha la mesa donde habrá de servirse. suntuos ciébiles, el imperio de la ver­rl:. td y del derecho scbre h f:1erza, la menti:ra y la arbitrariedad ; el sos­t ~n del Gobierno cre~do por L1 libre voluntad del pueblo para la Ad­lainistración d~ bs bienes comunes y la represión del crimen y de todos 1 1s desm-mcs : Gobierno dignamente representado aquí por el scfior T.1inistro, Padrino en e:>ta ceremonia,. M ñnistro que el Excelensímo se­íí. or Caro ha d:.tdo á nuestra Patria como una prenda preciosa de su es-~ tim:1ción, cuya ~nbiduría y vrgilanci .t bendice lt República. Vosotros soldado!:', sois cristianos. La bendición de vuestra Bandera no puede significar qu.c á su :.>.ombra cesa d deber de cumplir los man­flamientos divino~, si11o al contrarin que son más fJrzosos, porque tocm :í hs f.Jcrtes. y anud dar ejemplo de h piedad para con los débiles e i:1e:-mes, que lts m ·'is vcc~ no ciclinquen SI'10 por su misma debilidad. Cnrc>pon:le tan s.1h al Mini tro del C Jrdero Inmaculado recordaros que la Ley Santa no cxcbye el pa·rio:is.no que impone á todos la defensa t!e nuestra n11dre patria y el legítimo csc:mniento de los que profanan U S tgr tdo Sll!.!}O. El sexo piadoso, á su tumo rcp cscntado 2quí por la belleza, la r;raci 1 y la virtud en Lt .madrma de la fiesta, os insinúa también lo grato <1ue k son los Lmrcles del vencedor generoso, los del soldado que al ins­t mte en que ccs:-.1 la resistencia del enemigo recuerda que éste también. tiene madre y berm:mas, ó acas0 esposa é hijos que lo amen y lo lloren y que sabrán bendecir la m:mo del que se lo devuelve aleccionado tal­Yez con el desastre que su ob tinación le haya trafdo1 pero hábil para vol ver á las labores del taller ó del campo1 mantei.edorcs del hoga.r. Dios en vuestra Bandera os bendice á todos vosotros, advirtiéndoos que el buen soldado empi~za á vencerse a sí m!smo en sus malos impul­~ os y pasiones para dar siempre el ejemplo de la obedienúa y de la mo­ralidad. Los Ejérci :os im'enóblcs son los de moralidad más perfecta, los t¡ue r.i por un momento olvidan que el honor del soldado es el de su Landera, y el honor de ~n Bandera el de la Patria. Una vez bendecida la venerable enseña y entregada á vuestro cum­f !ido y culto Coma H~ m te, ella viene, pues, ú s.cr !a dama depcsitaria de Yuestra honra, á cuyo ri estáis. obligados. á co1nbatir y morir antes que consentir en su degradación. A I t vista de esta Bandera, "uestws afegres instrumentos celebran t:l peder de Dios y la confianza del Gobierno. Dios y el Gobierno, son quienes os c:-:treg-m cs.;r c,n.seña que dcfcnderéi5 con teda la fuerza de 1 1 1 1 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN M!LITAR vuestra alma·, con toda la energía de vuestro corazón y con toda la fran­queza de vuestra profesión. Desgarrada con el fuego ó el hierro c:ntmi­go, sus jirones o bastarán unidos á la gloria, que es la segunda religión del soldado colombia no: la gloria, señores, cuyos frutos son tan semejan­tes á los de la virtud. Dios y el Gobierno, guerreros colombianos, el Cielo y la Tierra os ese uc han. Prometed sobre esa Bandera, que el Jefe del Gobi crno y la Patria os confían, prometed la salTación de la República r el re s peto á Dios. Repetid conmigo, pue ta la mano en vuestra conciencia y en vuestras armas: ¡Dios y la Patria! ¿No sois, pue, los representantes de la fidelidad ? Mostrad á los enemigos de nuestra patria vuestro garniel, en el cual está escrito, con caracteres de fuego: ¡Dios y ftJ Pr;tria! Nunca olvides que la gloria está en el valor disciplinado; que el valor sin la obe­diencia no es más que el insti nto de la destrucción; que tánto mérito hay en servir al Gobierno en medio de la paz, como en los combates, puesto que así en el descanso como en la guerra, pueden darse iguales garantías de esta fidelidad, realce inmortal de l:t vale:1tía. Abrid, pues, queridos militares, abrid ucstras filas ~{ ese primer Magi trado de la Nación, para el cual un soldado desgraciado sería el primer huérfano de la Patria; á ese Magiscr.tdo que en medio del cho­t¡ ue de nuestras diferencias no ha vi ro mús que colombianos; que ha puesto el bajel del Estado al abrigo de us corrientes; á ese Magistrado que se consuela de lo pasado con el porvenir. Así es que cuando este primer Magi ~t rado, os dé la voz de alerta, cuando vuestros J efes os manden c:mpuiíar la armas y acometer á lo enemigos de nuestra Patria, obedeced Ciegamente, no tcmais, la cauc;a de la Patria es la causa de Dios : llenos de fe, de aquella fc.: pura que guió á San Fcrdando á pelear con la s huestes Ag:ucnas ; con el ánimo esforzado de los Pe layo y Don Juan le Austria, lanzaos sin temor al combate, peleareis como buenos, defendiendo los derechos del Gcbicrno y la tranquilidad de la Patria ; si el celo y amor por la Patria os gufan, no tcmais la muerte, puesto gue ella será el principio de la verdadera vida de la gloria que ganareis por el cumplimiento de vuestros deberes ; y si el Dios de los Ejércitos os libra de la muerte, vuestra Patria agra­d-.. cida os colmará de bendiciones, y al ver vuestras honrosas herida~, os clamarán como á los héroes de nuestra Patria. Y vosotros guerreros ani­mosos, cuando agrupados alrededor de esa Bandera, que recibió hoy las bendiciones de la iglesia, ostentcis en vue5tra frente los laureles de la victoria, !>ereis un digno ejemplo y m ostrareis á la República guc arde en vuestros pechos con la fe del cristiano, el valor del caballero. Quiera el ciclo, queridos Jefes y Oficialc, que jamás tengais quepo­ner manos á la e spada, para que vivamos en la dulce y hermosa paz que ltbra la felicidad de la N ación: empero, si llega un dfa en que propios ó extraños quisieran levantar entre nosotros el negro estandarte de la rcvo­luci0n, si el Gobierno se ve amcnazádo, si la Patria balance:.t y peli­gra, ·e:1tonces debéis recordar la promesa que hicfstcis cuando abrazás­tcÍ5 la nobl.e p:qfesi6n de las ar:na5, no olvidando que la violación de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR un pacto hecho con Dios, atrajo sobre el pueblo de · Imtef una I'tida guerra y los dcm:'ts 111:1le:> que siempre vienen en pos de ella. Si cs1e desgraciado ca:;o llega, desde ahora os digo con el Profeta Joel, que los valerosos y los fuertes, y aun los débiles y enfermos, como si estuviesen robustos, se sanrifican con la guerra, y todos los buenos os acompañarán haciendo lanzas de azadones, y espadas del hierro de sus harados. Esa espad•a que os ceñís, debeis manejarla, pero siempre con justicia y sin abusar innoblemente de ella: si la justicia exige que la desem­vaineis y useis de ella, santiguareis vuestras manos con la derrota de los enemigos. El Gobierno os reúne- b-..:~ jo esa Bandera que se conffa á vuestra fi­delidad, y que os c.ond uc.irá tal vez más tarde al campo de Marte, para que conozc.ais q:u.e las cau.sa-s que estais llamados á defender, son las m:ís nobles~ pues s.on [a cau.sa de Dios, del Gobierno y de la Patria. Como Capellán de:l Eiéreito es de mi deber recomendaros una ciega ob,cdi,e;n q;:ia á vue.stros Jefes, y superiores así en tiempo de paz como en el d!e guerra. Faltando ta subordinación y respeto, falta la unión y la fU.e-rza, y dan consc.cu,enc~as. ~as más desgraciadas: porque es cosa yá sabida que donde falta esta vl:r tud, la ruina es inevitable. Todas las naciones. ti.e-nen esta gr<~~n. m.áxirna ~ sin obediencia, el soldado, lejos de c.ontribuír á la s.eguridad' del Estado, lo compromete y arriesga. j Qué de males pudiera a~arrear á una nac.ión un Ejército sin obediencia ni dis.c.ipli.na! Si la insUtbordinación teS funesta en todos los cuerpos, entre las t.r;opgs produce resultados fU.n e:s tísj,mos. Dadme un Ejército del todo obediente y disciplinado, un Ejército en el cual la subordinación se b.altc en tal "~CÍgor que el soldado a~ate dócilmente las órdenes del Capi­tán, el Cap,ítán las dcl Corond, el Corone-l las del General, el General las del Gobjerno su.pc.rior: este Ejército es invencible. Dadme otro en cuyas ftlas haya cttndido el espíritu de insubordinación, de independen­cia, de anarquía: este Ejército sucumbirá ante un puñado de enemigos. Por eso ningu.na falta castiga la Ordenanza con tánta severidad como la de inobediencia ; por eso Manlio Torcuato hi.zo decapitar á u hijo al volver victorioso de u.na batalla que sin orden suya había dado; por eso Pu.blio Craso hizo dar azotes á un Capitán de ingenieros, porque para el derribo de una muralla empleó otro ariete del que él le había ordenado,. siendo así que el del Capitán era más apto; por eso, en fin, Escipión el afr.icano~ pregu.ntado por qué confiaba más en 300 de sus soldados que en todas las demás tropas del Eiército, respondió: "porque estos 300 me son tan obedientes que li.Í. los mando an:ojarse al mar, lo harán con gusto sin dilación algu.na.n N o sea pues,, queridos militares, no sea tan sólo el temor que os in­funden las terribles penas que marcan las Ordenanza!> del Ejército, las que os sugeten á la obediencia, porque entonces obcdccereis por fuerza. Es necesario que vuestra subordinación y respeto proceda de los senti­mientos de vuestros corazones, teniendo presente que así os lo manda el mismo Dios por boca del Apóstol San Pedro. " Obedecereis á vuestros soberanos como á mí mismo, porque he depositado en ellos mi autoridad .. Si os hicieren felices, serán el instrumento de mi misericordia; si os (;)primicsc.n" lo serán. de mi justicia é indignaciónL Pero padres Q tiranos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ·BOLETIN MILIT~R. ~el pueblo, siempre tienen el mismo derecho á vuestra felicidad; porque yo gobierno por ellos, ó por mejor decir, ellos gobiernan por mí. Si .su dominación fuere b~hbara, tiránica, injusta, ninguno sea osado (atended­me bien) á sublevarse por el abuso que hacen de su poder. A mí me toca la venganza y yo os vengaré." Perezcan para siempre los escritos y los autores que enscfían ser permitido al pueblo sublevarse contra el Magistrado cuando abusa de su poder. Ay! ¡A cuántos desastres no abre la puerta esta doctrina! ¿Quién puede calcular las desgracias que acarrean consigo la anarquía y los furo­res de la guerra civil r N o me detendré e aquéllas que abu~an de su poder? ¿Deberemos ~'er buenos súbditos aún de aquellos que no son buenos Magistrados? ¿ Y quién lo dud~ que debemos serlo, siempre que ellos no nos manden cosa que sea con­traria á l:t Ley de Dios? Y á lo habeis oído por boca del Príncipe de los Ap'stoles, que nos manda estar sujetos á los poderes legítimos, y no h tce distinción elltre superiores buenos y superiores malos, antes nos advierte expresamente g u e, tanto si son malos como si son bueno5, de­bemos estarles sumisos: "nod tm1tUm hiJtlis et mulestis, sed etiom discoi,:s ." ¿Cu:ínto no abusó de su poder el Rey N ahuco? Esto no obstante, el Profeta Daniel reconocía su autoridad como emanada de Dios cuando le decía: "á vos, Señor, ha consignado Dios el reino, la fuer7a, el poder y la gloria " ¿Y Acab? Acab, señores, había dado muerte nadas más glorioc;a s de nuestra Guerra Magna ; jornada en la cual el va• !icnte y denodado Girardot~ siempre ven G edor~ murió triunfant~ al tre­molar la Bandera sobre la ensangrentada Cumbre del Bárbula; cuyo rec ucrdo hi s tórico de reverenda y gratitud al Héroe, servirá de noble! y saludable ejemplo que, sÍf1 duda alguna, sabrán imitar los miembro§ de este bien di sciplinado Batallón, llevando si amprc victorioso y sin mancilla el »agrado Pabellón Nacional. Concluyo, pucs1 ofrec iendo á Su Señoría, y por ~u honorable conJ dueto, al Excelentísimo señor Vicepre sf d~ntc de la República, el de ~ cídido y eficaz apoyo en so · tén del aCtUal Gobie!rno y de las insdtucio .. rtes, no s6Jo del Batallón en cuyo nombre hablo, sino también :c1 dq )os demás Cuerpos de la División que hoy tengo la hon.ra de comandar, He dicho. ~L SEftOR DOCTdlt MCLIN A! Señor Gtneral Mo711Ítfar: Con§idél'om~.versal., llevóse á cabo-no mediante ruido~ sas y sangrientas jo.rnadas en que las más de las vec~ sale sacrificado el derecho y son ahogados los idea.lcs de la justicia,- sino por el solo po­der de las irradiaciones de su luminosa inteligencia. Motivo de 3tasta satisfacción es para el Gobicmo y pueblo colom· bianos contemplar cómo nuest.ros bravos veteranos .saben asociar sin es­fuerzo y sin compulsión extraña el temple del héroe que nunca sintió los estremecimientos del pánico ante la perspect¡va de tremendo peligro, con la sumisión reflexiva y consciente al poder de la ley representada en el Magistrado. En medio de la descomposición general de partidos y de intereses que se verifica á modo de gestación de período de definitiva estabilidad, y cuando parece que hubiéramos de ver cambiado radical­mente el rumbo de las históricas agrupaciones que se han disputado el poder en Colombia, y el Ejército se conserva como fortaleza inexpugna­PJI. e de los principios y de las fuerzas constitutivas del orden social, tan amenazado por el embate diario de elementos revolucionarios que aún bregan por conservar el predominio de otros días. Puede Colombia, ciertamente, considerarse redimida y para siempr~ libre del oprobioso dominio del caudillaje-azote de barbarie y de deso.­lación en pueblos recién venidos á la comunidad de los Estados inde­pendientes- merced al persistente y bien acentuado espíritu de civismo que anima las filas del Ejército, cuya abnegación está tan bien probada como su v-alor y su lealtad;-y a-sf como podemos confiar tranquilos nuestra defensa eíterior en 'Sol&ados que se han cubierto de gloria ha­ciendo respetar los lindes de la Patria desde los comienzos de nuestra existencia soberana ·é independiente, debemos también confiar en la se­guridad de la paz doméstica de la Republl.ca, sostenida por quienes nun­ca han prttendido con.stituírse en casta separada ni han desligado la mi ... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITA-R sión y los fines de la fuerza pública de la suerte y de los destinos de sus conciudadanos. El Ejército colombiano, penetrado de la verdadera noción del objeto con que se le constituye y organiza en todo país medianamen· te civilizado, ha logrado conquistar el aprecio público por su severa mo­ralidad y disciplina, al propio tiempo que merece el respeto de todos por su sólida organización, garantía efectiva de su fuerza y prenda segu­ra de su superioridad en los campos d .... batalla. Organi mo cuya savia es la misma del pueblo colombiano y cuyas funciones corresponden al noble y elevado fin de su institución y á loe; sentimientos nacionales, el Ejército ha merecido y continúa mereciendo de parte del Gobierno atención preferente para mejorarlo y elevarlo al nivel de los de otra naciones má · avanzadas: de ahí el empeño con que se ob~uvo en el último año la serie de actos legislativos cuya ejecución ha de transformar más provechosarn nte todavía la situación de la en­tidld encargada de la defensa del orden. Han empezado yl á recoger3c los frutos de esa labor encaminada á hacer menos penosa la fatiga del soldado r á levantar su nivel intelec­tual; y obrando, como es de confiarse que se hará, por las repetidas muestras que el Eximio Jefe del Gobierno, ha dado en toda ocasión de interés por el Ejército, no dudo que continuarán introduciéndose en él cambios y mejoras adecuada hasta conseguir que la fuerza pública sea infranqueable antemural de nuestras instituciones y del orden público. Así habrá de ser el Ejército fuerza que mantenga el equilibrio de los fac­tore políticos y los obligue á buscar Lt suluci6n de los grandes proble­mas de la vida nacional no en lo \ ulg=\res y b
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 6

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 7

Por: | Fecha: 20/02/1897

~ogotú, Febrero ~) de 1 !17. BOLETI.N lVI ILITAR ---· - - - ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO ---·--- Directo:r., ALEJA N DRO POSAD. ~ Son colaboradores natos de este periódico, todos /!()s Jefe'i y Ojicialn del Ejército de la República. LA BANDERA NACIONAL (1) tnEDICADO AL EJERCirO DE LA REP BLICA) Con n1otivo de la bendición de la band ra del Bárbula, de cuya fiest2. din1os cuenta en el nún1ero anterior del Bo­LETIN., nuestro amigo y colaborador, s ñor Ignacio Borda nos h.a ren1itido Jos siguientes datos sobre el origen de ntae trG glorioso pendón. Las lineas que van á continuación y que su autor tie­ne especial placer en dedicar al Ejército, forn1an parte de un Ebro relativo á cosas análogas á ésta, partes importantísi­mas de nuestra. un tanto descuidada Historia Patri~ De la importancia y utilidad de Ja obra en cuestión, podrá juzgarse por la pequeña m.urstra que hoy poden1os da.r á con()cer gracias á la galantería del autor. ¡Oh, amad la Patria, vencradla; y cuando Todo zozobre y la esperanza muera, Con brazo firme a1.1n tremolad en alto La nacional bandera. M . A. CARO. ~'Alguien ha dicho~ "cuando n1iro el tricolor nacional siento por la espalda frío y se n1e ensancha el corazón, r e- (I) B anderas de la República de Co!ombia.-En el Musco Na.:ional de Bogotá, se encuentran sci· gue acomp:.ñaro:1 al Ejército colombi 1110 du- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. -BOLETÍN MILITAR - constituyo e~ mí n1ente sacrificios y cuantos hechos hero.í­cos se han Jlevado á cabo á la vista de esos pedazos de tela que nada fueron separados, que tánto dicen unidos y que sin1bolizan hogar, familia y la honra nacional." Este emblema de la gloria colon1biana fue concebido por el célebre General Miranda, quien lo enarboló en su ex­pedición de r 8o6 y concibió así la idea de su traducción: CoLOR AMARILLO. La Virgen y rica An1érica. CoLOR AZUL. Se separa de la n1etrópoli por el azul de los n1ares. CoLOR ENCARNA o o. O con la sangre de sus hijos s¡ aquello no fuere suficiente. · El Congreso de r 8 r r adoptó la concepción de Miran­da y posteriorm~nte la adoptó también el Congreso de An­gostura en r 8 I 9: después de un debate acalorado acerca de Jos colores de que definitivamente debía componerse la ban­dera de la República, el gran Zea, el real botánico prisionero en Cádiz, diplomático ante el prin1er Napoleón, Ministro de la Corte española y Presidente del Congreso de Angos­tura resolvió el punto en un adn1irable discurso que con­cluye: "No sé por qu~ íluctuais, ciudadanos; nuestro pabe­llón nacional, sín1bolo de las libertades públicas deJa An1é­rica redimida, debe tener tres franjas de distintos colores: sea la primera an1arilla, para significar á los pueblos que queren1os y amamos la federación; Ja segunda azul, color rante la guerra de la Independencia, y aun cuando están algo deterio­radas son testimonio de su patriotismo y valor. · Tricolor, con el e3cudo de armas de Colombia y la inscripción ; "Batallón primero de Milicias regladas de Cartagcna." Tricolor con las armas de Colombia· y dos insignias con las inscrip­ciones: "Por la Libertad.-Cundinamarca." Tricolor, armas de Colombia pintadas en el centro y las inscripcio­nes : "·Dios con tJ.osotros.-Prúvincia de BogottÍ.-Primer Batallón de la Milicia Auxiliar.-Departamento de Cundinamarca." Cfricolor, muy semejante á la anterior, pero sin escudo de armas ni tampoco inscripción alguna. Banderola tricolor de doble tela y bordado ftno. Tiene laS' armas de Colombia en el centro y la inscripción : "Húsares del Cmtro.-Pflr In Libertad." Banderola tricolor, con las armas de Colombia y la insnípcíón ~ "Hú111rcs del Cellfr9.-Primer Batallón." Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 99 de los n1ates, para demostrar á los d~spotas de España, que . nos separa de su yugo ominoso la inn1ensidad del Océano; y la tercera roja, con el fin de hacerles entender á Jos tira­flos que antes de aceptar la esclavitud que nos han Ín1pues­to por tres siglos, queren1os ahogarlos en huestra propia sangre, jurándoles guerra á muerte en nombre de la liber­rad. En el centro del pab 'llón pondren1os por escudo la in1agen de nuestro ·candor andino, á in1itación de los ro­n1anos que coloeaban en sus oanderas las fan1osas águilas que conqUistaron el n1undo." El pabel.Jóh nacional de Ja República de Colon1bia se éon1pone hóy de tres fajas horizontales. - La faja supet'ior es doble en ancho á las otras dos. En el volun1en IV de la vida públiéa del Libertador se encúéntran los siguientes datos sobre el origen de la ban­dera colon1biana que con1plen1entan Jo anterior: "En el n1isn1o día 5 de Julio, adoptó el Congreso cons­tituyente para la nueva República, Ja bandera , tricolor, la n1isma que trajo Miranda en sus expediciones de r 8o6; y hombró una con1isión de su seno que debía presentar un diseño de pabellón y escarapela nacional. La con1isión se compuso del Capitán . de fragata Lino Glemente, del Capi­tán de ingenieros José de Zota y Bussi y dél misn1o Miran­da, quienes presen·taron una muestra~ exactanlente el pen­samiento de éste, ;ricolor;- en listas horizontales de igual longitud, de n1ayor anchura Ja amarilla que la azul, y ésta n1ás que la encarnarla, y en el or~en que queda expresado de superior é inferior. "El 14 de Julio, día en que se publicó solen1nen1ente él aeta que acel~ró la independencia, se enarboló el pabellón .acordado con el en1blen1a, . escudo, de una India llevando en un cayado el gorro frigio. Esta bandera venezolana Ja de­claró el Congreso de Angostura para la República de Co­lombia en su Ley fundamental de I 7 de Diciembre de r 8 r 9; y es el mismo pabellón que ha guiado á Jos hijos de Colon1- bia en sus gloriosos triunfos que dieron libertad á Nueva Granada, al Ecuador, Perú, y á la región boliviana. V ene­zuela lo conserva con las tres listas iguales en latitud y lon­git- ud;. la Nueva Granada bajo la denon1Ínación h_by de Re.:- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lOO BOLITÍN" MILITAR pública de Colon1bía, ha t~nido el mayor gnst{)) d€ n1ante­ner íntegran1ente la composición prin1itiva de Miranda, que fue la prin1era bandera de: Venezuela; y el Ecuador cons­tituído en República independiente,: hizo €-l vat·iante de listas verticales é iguales en din1ensione~, el color an1arillo adherido al asta, el azul en el centro y el encarnad0 a] ex­terior~ '"'Las tres seccrones que cornpusíer.on léll gran Repúblice! de Colombia enarbolan hoy} como ayer- U!l1idas, con honor y gloria nacionales, el pab llón trico-lolí que· el decano de lo~ próceres de la Independencia Sur-An1ericana con1puso, y que flan1eó en su n1ano, al frente de las expediciones reden­toras al conúenzo del presente siglo_" LA BANDERA NACIONAL [ No ofs ? Es C"Uaf fa oz de gran torrente-~ Con las lluvias de Dios acrecentado, Que baja de tos Andes despeñado,. Raudo,. tremendo,. a ordador, rugiente'. ¡No oí~ má cerca yá! Se une á los eco~ El rüido de nuísica guerrera Que en alas de los vientos desatado Colma el ámbito inmenso de la esfera. Pero ved más allá cómo se- avanza, Entre un bosque de aceros refulgente,. Que del sol á los rayos reverbera ; Del pueblo entre la ola,. Al firmamento azur enhiesta y sofa,. De nuestlia Patáa la inmortal bandera. Y sube al Capi.tofio, y lo3 clarines Sueltan su aguda voz ; retumba d truen~ Del cañón en los últimos confines. Oh! salve á tí magníftca y s'ublim.c Ungida con la sangre de los bravos. Muertos en la pelea ! Oh! saLve á tír quemaáa por el fuego De las contrarias huestes; Tú, poder,, gloria y de la ?atría idea r Oh! la bandera de la Patria es sant.­Fiote .en las manos que flotar.e· ; o~:a Volviendo vencedora Entre lluYÍa de flores AL són. del himno qpc: 5U• gLorí; c.antcr,... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TJOLETÍN MILITAll O de la adversa lid acaso vuelva ...•.• ()h! de la Patr1a la bandera es santa! Y si hay un ciudadano que, pensan·clo En el secreto de su alma, diga: u Está en indignas manos ! " ese puede A su m::tdrc negar en su ira insana; N o tiene corazón, y entre sus venas Empobreció la sangre colombiana. 101 dosÉ jo.~QUÍN ÜRTIZ. LEGISLACIÓN MILITAR. Es~asam~,..nte necesita comentario alguno la Ley 152 de 1896 q u~,.. publicamos en SeJuid:t. Deroga ella algunas dispJsiciones del C6digo Militar vigente y autoriza al Go­bierno para reglamentar otras. Si se tiene en cuenta Jos de­fectos de que aqu"l adolece por su incon1patibilidad en n1uchos puntos e n el actual r¿gin1en e ntral, se verá lo indispensable de la reforma para evitar tropiezos n1uy per­judiciales al buen servicio. LEY 152 DE 189) (4 DE DIClEMBRE), que contiene varias disposicionc sobre scrvicicio militar. El C fJngres? de C o!otn.bia DECRETA~ Art. 1.0 Por Código Mil-itar se entenderá exclusi amente la parte referente á la justicia (Tribunales, juicios y recompensas) y las prescrip· cioncs clcl Derecho de Gentes que deban observar los Jefes de operacio­nes, conforme al actual Código Militar y las leyes que lo han reformado, mientras el Congreso no legisle de nuevo sobre esta materia. Art. 2.0 Todo lo demás relativo al Departamento de Guerra será ordenado por leyes e~peciales que regulen los siguientes puntos: la cons­cripción militar, la organización del Ejército, los ascensos, las pensiones, los cuadros del Ejército, la mov:ilizacdón y el servicio :fiscal de la fuerza pública. Art. 3.0 El servicio interior de los cuerpos de tropa., el servicio de guarnición, el servicio en las plazas fuertes, el servicio en campaña, el .servicio de sanidad y castren·c el servicio en las milicias., el servicio de ANCO Of LA REPUBUC,\ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILI-TAR. intendencias, la i·nstrucción militar y las disposiciones sobre movilf.., zación y maniobras y sobre ejercicio de las tres armas, serán organizados. por decretos reglament-arios expedidos por el Gobierno. Art. 4.0 Deróganse los artículos 72 á 75, 138 á 161, 192 á 197, z38 á 384, 433 á ¡cjz, 8oz á 1,034 y 1143 á 1236 del Código Militar. Esta derogación comenz,ará á '\egi~ pat;a cada u,no de esos grupos de ar­tículos tan luégo como el Gobie~no dipc los ~egla!J1ento~ del caso. Art. 5.o "¡ el Congreso no alcanzare á legislar sobre la materia, queda facultado el Gobierno para fijar la división militar del territorio y organizar las milicias de acuerdo con la legislación vigente y las prác­ticas usuales de las naciones civiles sobre la materia, y sus disposiciones, regirán hasta que ~e s uelva lo contrario el próxim_o Congreso. Art. 6;) Todo militar en sc;¡:.vi.cio activo '¿estirá siempre de uni­forme. . Art. 7 ,() Queda fac.ultado. el qobÁerno para crear en los Estados Mayores y cuerpos, tribuna.Jes. de honor que impongan á los militar~s castigos de carácter moral por las violencias de los deberes sociales que. · no merezcan pena di'Sdplinari.a. Dada en Bogotá, á u:es de Dic·iembre de mil ochoc~en.tos ()OVen~~ y sei s. Et Presidente del Senado, El Presidente de la Cámara de Rep~esentantes, JylAXIMILIANO N EIRA. El S c.cre tario del Senado, Camilo Sánchez.. ~.1 Secretario de l'a Ccimara de Representantes, lV!iguel .A. Peñaredonda., Tobitrno Ejccutivo.-B-ogottÍ, 4· de Diciembre de 1896. fublíquese y ejectítese. (L. S.) M. A. CARO. El Ministro de Guerra, AuRELIO MuTr.s., Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 'sotETfN MILITAR IOJ MINISTERIO DE GUERRA República de CJ}?mbia. - Minísterio de Guerra.- Secci&n 1.•- Nú­mero J,loo. - Bogotá, 3 de febrero de I897· Señor General, Comandante en Jefe del Ejércíto.-Presentc. . Servíos prevenir en la Orden General, que el servicio de Or­denanzas debe limitarse á las prescripciones del artículo 21 del Có­digo Mílitar, y que en ningún caso, y por ningún motivo, es per­mitido que las Ordenanzas degeneren en servidores domésticos, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 20 del mismo Código. Soy vuestro atento servidor, PEotto ANTONIO MaLINA. República de C?l?mbía. --Ministerio de Guerra. - S eccítn 1.8 - Nú­mero 7,103. - 4 de lebrero de 1897. Señor Gcncra4 Comandante en Jefe del Ejércíto.-Presente. Servíos prevenir en la Orden General del Ejé reito, que debe darse curso, imprescindiblemente, á toda solicitud que cualquier militar en servicio, inclu ive los individuos de tropa, dirijan á este Despacho ó á alguna Autoridad militar, para garantizar de esta manera, el derecho de hacer peticiones y de obtener resolución, dere ho que la Constitución consagra. Soy vuestro ateoto ervidor, PEoRo ANTONIO MoLINA. ---·--- JrPISODIO DE LA CAMPAf.i'..A DE AUSTRIA.-! 8'09 .. (General Bar&n de Marbot.-.....M.ErvtORIAS}. Después de haber atravesado el Traun y quemado ei puente de .M.anthausen, el Ejército de Napoleón avanzó hacia Molk sin que se supiese si el General Hiller se encontraba entre Viena y nosotros, ó si había pasado el. Danubio para incorporarse á las fuer­zas del Príncipe Carlos .efol la rr1bera izquierda. Algúnos td'e nu~­tros espías aseguraban que, por- el contrario~ era el Príncipe quien Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MII.ITAR había atravesado aquel río para unirse al General H ille.r, y que al dí,a siguiente encontraríamos el grueso del Ejército austriaco en ventajosas posiciones, adelante de Saint-Polten. En este último caso debíamos prepararnos para librar gran batalla próximamente y, en el contrario, precisaba matThar rápidamente sobre Viena á fin de llegar allí primero que el Ejército enemigo que también se dirigb. á lá capital por la ribera opuesta. La incertidumbre del Emperador era, pues, muy grande por la falta de datos positivo que le permitiesen resolver tan importan­te cuestión. Absolutamente nada se sabía acerca de ello el día 7 de Mayo que llegámos á Molk. Fue allí, mis queridos hijos, donde llevé á cabo aquella de mis acciones de guerra que más me enorgullece, porque los peligros que hasta entonces h:1.bía corrido me habían sido impuestos por la ejecución de [rden! s de mis Jefes mientras que aquí afronté v;/un­t. 1ri·amente b muerte para serie útil á mi Patria, servir al Empera- Jor y conquistarme un poco de gloria ... . ... . La hermosa ciuuad Je Molh:, situada á orillas del Danubio, cst.'i dominada por un:.1 inmensa roca en forma de promontorio, en cuya cima se levanta un convento de lJenedictinos, que pasa por ser el más bello y más rico de la cristiandad. Desde las celdas y de¡nrt:lm~nt03 del mo:u:;tsio se divisan, en un:1 gr::t:-t extensión, el curo y las orilbs del Danubio. El Emperador y vario Maris­calc , entre ello el lVlarí cal Lannes, se instalaron en el mona te­río y nuestro E tad Mayor en la casa cura!. Mucho había llovido durante b $Cmana y la lluvia que no había cesado en las últimas veinticuatro horas, continuaba aún, ¿e tal modo que el Dan ubio y sus numeroso3 afluente habían desbordado. Entrada la noche, mis compaiiero ~ y yo, sati fecho de hallarnos bajo techo en un tiempo t.1n mal , cenábamos al:;grem:!nte en com?ai1ía d~l Cun, hombre j.::>vial y sencillo, que no · hacía Jos h;:,nores d~ una excelent~ cena, cuando un ayudante d e campo, al servicio dell\1ariscal L:.1nnes, vino á avisarme qu~ éste me llam:.1bJ. y qu~ del:h subir inmediata­mente al c.:>nvento. Me encontrabJ. tan bien donde estaba, que me contrarió much verme obligado á abandonar tan buenJ. c~nl y albergue para salir de nuevo á mojarme; pero, era preciso obedecer. L:r e )r.-'"'Jo:~, y s1h~ b1j1> d.!l mmJ..>t~ri.:> e:>~l~_n lle :10s de gr.w::de::.:>.> y CJ.?.J.J.Jr-!3 d.! b glla:-Jia, á quien~s el b :.Ln vino d~ los monje.:> hacía olvidJ.r la~ fatiga de lo.J día:; anteriores. Al llegar á los salones compr ndí que se me llamaba por algún motivo grave, pues generales, chambelanes, o ficiales de Crdenes, todos me repe­tían: "El Empendor os ha hecho lhmar" y alguno agregaban: '~Es quizá para entregaros vuestro despach.:> de ']efi dt Escuadr~n." No lo creí, sin embargo, pues aún no tenía su~ciente importancia cerca del soberano par.1 que éste me mandara buscar á semejante P.:>n c.:>:1 el fin de e.:'1tregarme p~rs:~:ulmente mi nombi-amicnto. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLiTI:\T MILITAJt 105 Se me hizo entrar á una inmensa y magnífica galería cuyo balcón daba sobre el Danubio. Allí 'encontré al Emperador á la .mesa con varios mariscales y el superior del convento, quien lleva el título de Obispo. Al verme, el Emperador se puso de pie y se dirigió al balcón seguido del l'v1ariscal Lannes, al cual decía en voz baja: "La ejecución de este proyecto es poco menos que im­posible; vamos á enviar á e. te valiente oficial á una muerte casi segura."- " Irá, señor, estoy cierto de ello, respondió el Mariscal, por lo demás, podemos en todo caso proponérselo." Tomándome en seguida de la mano el Mariscal abrió la ven­tana del balcón que domina á lo lejos el río cuya inmensa anchura, triplicada en aquel momento por la fuerte inundación, era casi de una legua. Un viento impetuo o agitaba las aguas dejando oír el bramar de las ola . LlovÍ:l á torrentes y la oscuridad era completa ; á pe ar de esto se veía en la ribera opuesta una larga línea de fuegos de vivac. Napoleón, el Mariscal Lannes y yo e tábamos solos en el balcón cuando éste me dijo: "Allí tiene usted al otro lado del río un campament austriaco; el Emperador tiene grande interés en sab~r si . el cuerpo de ejército del General Hiller forma parte de él ó si se encuentra aún de este lado. Para averiguarlo e preci o que un hombre de resolución tenga el valor de atravesar el Danu­bi con el fin de aprehender un oldado enemigo y yo he a egura­do á Su Maje tad que usted iría." Napoleón me dijo entonce : "Note bien que no es una orden la que doy; es, simplemente la expresión de un de eo ; reconozco que la empre a e de las más peligrosas; puede usted rehusarla in temor alguno de desagradar­me. Vaya pues, piénselo en la pieza vecina y vuelva á decirme francamente su resolución." Confesaré que al oír la propue ta que se me hacía, un sudor frío inundó toJo mi cuerpo ; pero al instante un sentimiento que no podría definir, en el cual el amor á la gloria y á mi paí- se mez­claban quizá á un noble orgullo, vino á exaltar mi ardor al último grado de tal modo, que me dije: Cómo! El Emperador tiene aquí un Ejército de 150,08:> guerrer03 abnegados, así como 25,000 - hombres de su guardia escogidos entre los más valientes ; está ro­deado de ayudantes de campo, de oficiales de órdenes, y sin em­b~ lrgo, cuantlo se trata de una expedición para la cual se necesita tánta inteligencia como intrepidez, es á mí á quien escogen el Em­perador y el bravo Mariscal Lannes ! ! "Iré, seííor, exclamé sin va­cilar. Iré .... y si perezco, lego mi madre á Vuestra Majestad." El Emperador me cogió entonces de la oreja en seííal de satisfac­ción y el Mari cal me tendió la mano diciendo: " Razón tenía yo'en decir á Vuestra Maje tad que iría! Hé aquí lo que se llama un soldado valiente! " . Resuelta así mi expedición, era preciso pensar en los medios de llevarla á cabo. El Emperador hizo llamar al General Bertr.and, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOI.;E-TÍN . MILI'I'AR ·su Ayudante de Campo, al Ge~1eral Dorsenne, á. algunos gr~nade-:­ros de la guardia, como también al Comandante del gran Cuartel Imperial y les ordenó que pusiesen á mi disposición todo aquello de que yo creyese tener necesidad. A petición mía, un piquete de infantería fue á buscar al Alcalde de la ciudad, al Síndico de los re­meros y á cinco de sus mejores marineros ; un Sargento y cinco granaderos á pie de la antigua guardia, que hablaban todos alemán y escogidos entre los más valientes aun cuando no habían sido condecorados, comparecieron también y consintieron voluntaria­ ·mente en acompañarme. El Emperador hizo primero introducir á su presencia á los seis milirares y habiéndoles prometido que á su regreso recibirían inmediatamente la cruz, estos valientes contestaron con un "¡viva el Emperador! ' y fueron á prepararse-. En cuanto á los cinco re­meros, una -vez que el intérprete les hubo ex·plicado qtte se trataba de condtt·cir· una barca á la otra orilla del Danubio cayeron de ro­dillas y principiaron á llo-rar ; el Síndico declaró que era preferible fu ilarlos inmediatamente á enviarlos á una muerte segura: la ex­pedición era absolutamente imposible no sólo porque l'a fuerza extra­ordinari" a de· l'a corriente vokaria la barca, sino porqtte los numero- . sos árboles arrancados en las montañas vecinas por los afi uentes del Danubio y que no se podrían esquivar en la oscttridad, llega­dan sin duda á desfond'arla. Por otra parte, ¿cómo abordar á la otüla. opuesta por -entre los sauces que abrirían la embarcación, $Uponiendo que se llegara á franquear una inundadón cuyo alcan­ce era de conoddo? ... .. El Síndico dedctjo, pt:Jes, que la opera­ción era materialmente i'mpracticabl'e. En vano el Emperador para seducido hi:Zo brillar ante los ojos de cada uno de ellos 6,ooo francos en oro; ni aun eso los de­cidió; y sin embargo, dedan, somos unos pobres marineros, todos padres de familia, éste oro asegurar1a nuestra fortuna y la de nues­tros hijos; nuestra negativa debe probaros la imposibilidad de atra­vesar el río en este momento .... Yá lo. he dicho: en la guerra, la necesidad de ahorrarla vida d~ muchos sacrificando la de unos · pocos, hace, en cierta.'> ocasiones; á los Jefes del Ejército despiada­dos. El Emperador fue, pues, inflexible; los granaderos recibieron orden de conducir á eso.s desgraciados á pesar suyo, y todos baja­mos á la ciudad. El sargento que me habían dado era un hombre muy inteli­gente; lo tomé como intérprete y lo encargué mientras andába­mos de decir al síndico de los marineros que, ya que le era forzoso venir con nosotros debía, por propio interés, señalarnos la mejor ~mbarcación que hubiera é indicar todos los objetos que pudiéra­mos necesitar á bordo. El desgraciado obedeció no sin abandonar­se al más terrible despecho. Obtuvimos, pues, una excelente barca y tomamos de las demás todo lo neces4rio; llevá.batp..os dos ancla:~;.. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. "BOLETIN MlÚTÁR 'Pero como me parecía imposible servirnos de ellas, h¡ce cortar dos .trozos de cable y coser en sus extremos pedazos- de tela fuerte con el fin de envolver en cada uno de éstos una piedra grande. HabÍJ. visto á los pescadores en el sur de .Francia emplear este medio para detener sus barcas : la cuerdas preparadas como lo habían :sido las mías se lanzan sobre los sauces de la orilla haciendo de manera que se envuelvan en algún tronco, logrando así de­tener el bote. Teníamos además, víveres, cuerdas, ha ~has, sierras, una escala, en fin todo lo que la previsión nos había aconsejado acumular. U na vez ter:m.inados nuest('QS pre.p~rativos iba á dar la señal de partida cuandQ los cinco barqueros vinieron a suplicarme sollo­zando los hiciera conducir á sus casas por mis soldados con el fin de despedirse, por última vez quizá, de sus familias. Pero temien­do yo que el enternecimiento que tal escena hubiera producido en aquellos .infelices pudiese amenguar aún s.u y á tan debilitado va­lor, hube de rehusarles lo que me pedían. "Bien, dijo entonces ~1 Síndico, ya que no tenemos sino algunos instantes de vida, con­cedednos cinco minutos para encomendar nuestras almas á Dios ; y os aconsejo que hagáis otro tanto, pues es lo seguro que perez­camos todos." Ellos se prosternaron en seguida ; los granaderos y yo los imitamos, lo cual pareció complacerlos. T{!rminada la fer­vorosa y sincera oración mandé que le dieran á cada uno un va o · del excelente vino do los monjes y halJ¡endo tomado nue tros pues­. tos, la barca fue l.anzada :i la corr-iente~ Había recomendado á los granaderos que eje~uta en en el · mayor silencio todas las órdenes del Síndi'co que. llebaba el timón. La corriente que era demasiado rápida, no nos permitía atravesar Qirectamente de Molk á la ribera opuesta ; nos fue preciso subir costeando á la vela por más de una legua, y aunque el viento y las olas hacían tambalear fuertemente el bote, este trayecto se reco­rrió sin ningún accidente. Pero cuando fue necesario apartarse de la tierra para comenzar el cruzamiento del río á fuerza de remo, . el mástil que había sido derribado, en lugar de caer longitudinal­mente sobre la barca, cayó de lado y la vela, que se empapaba en el agua, presentaba gran resistencia á la corriente, lo que nos hacía j.nclinar de tal modo que estuvimos á punto de sumergirnos. El patrón mandó cortar los cables y arrojar el mástil al río ; pero los ~arineros, que tenían perdida la ca,beza, se pusieron á rezar sin . moverse •. El sargento, entonces, desenvainó su sable y les gritó : ''Se· puede muy bien rezar trabajando ! Si no obedecen inmedia­tamente, los mato!" Aquellas pobres gentes obligadas á escoger entre una muerte in­. ~ierta y una positiva, echaron mano á las hachas y ayudaron en su tarea . á los granaderos.; el mástil fue prontamente cortado y arro­. j.ado á la corrien~e •..• Era tiempo, pues no bien .n9s h.ubimos . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR or él engendran sus múltiple~ combinaciones,_ siendo verda­deramente el tablero sobre el cual juegan y se combinan los agen­tes del combate. Este constituye el objetívo real de la táctica: la táctica debe~ por lo tanto, estudiar con especialidad suma la inR uencia que ejer­ce el terreno sobre sus formas y disposiciones para la lucha, y estO de tal J!lOdo y en tal . grado que, como yá dijimos, el terreno venga á ser su natural aliado combinándo e (;;On ella para el mayor éxito posible. En el tt'anscur o del corríente s:glo y particularmente en la . guerras de nuestros día ; se han operado grandes transformaciones en la táctica por efecto de la mayor y má decisiva importancia concedida al terreno para el acto del combate, de tal modo, que hoy se estudia y se aprove~lia en campaña lo que antes se despre­ciaba como demasiado incidental y pasajero; De esto se despn~nde que todo Oficial, todo Jefe que mande tropas, tiene necesidad absoluta de saber juzgar y apreciar rápida­hlente con la resolución de la ojeada mílítar, el túreno que pis poseen. Las propiedades caracterf ticas de la regiones llanas, según las variedades y combinaciones de sus accidentes se pueden defi!lir de esta manera: La llanura abierta y despejada: es aquella cuyo horizonte des­pejado, exento de bosques, pueblos, edificios, etc., se pre ta á la perfecta vigilancia del terreno, al propio tiempo que el uelo no ofrece obstáculos como barrancos, pantanos, vallados; etc., que em­barazan las evoluciones de las diferentes arma . Pero una región de esta naturaleza uniforme no da carácter especial al combate: su influencia es la misma para el ataque que para la defensa; mejor dicho, no es ninguna, pues los ejérctios combatientes se hallarían entregados á sus propias fuerzas. La táctica aconseja no aceptar la batalla en semejante terreno •á menos de tener superioridad numérica sobre el enemigo, particu­larmente en caballería. La llanura abierta y cortada no presenta objetos que cierren el horizonte, pero si obstáculos que dificulten los movimientos. (C mt irillar,í ). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. II2 BOLETfN MIL ITAlt EN EI. EJERCITO El Ministerio de Guerra ha hecho últimamente importantes cambios en el personal y material del Ejército, los cuales creemos deben ser conocidos: Se ha suprimido la Jefatura Militar establecida en el Sur del Cauca. El cuartel general de la 5·" División del Ejército será tras"Ia­dado á f piales, con el fin de que nuestra frontera con la República del Ecuador sea re::c-uardada convenientemente; el Batallón Pi­chincha se ha incorpor~clo á b. mencionada División. Se ha dispuesto que el Batallón Cazad?res, Cuerpo que estaba acantonado en la ciudad de Popayán, se traslade al Sur del Cauca, para que refuerce al Pichincha, que hace b guarnición de Pasto y Túquerres; para reemplazar l Cuerpo que debe abaudonar á Po­payán se ha creado all í otro con el nombre de Calibí? y se ha de­signado como Jefe de él al señor General D. Luis Ramírez. El Batallón Palacé, que de tiempo atrás hacía el servicio de zapadores en la montaña del Quindío, ha sido relevado por el Caro, Cuerpo que estaba acantonado en !bagué. El Palacé hará la guar­nición de !bagué, en reemplazo del Caro. Todos esto cambios responden á premiosas nece idade , que satisfecha , redundan en la buena marcha y pro peridad del Ej é rci­to de la República. El Poder Ejecutivo por Decreto de fecha 3 de los corrientes dictó la siguientes providencias: . Declaró en u o de licencia indefinida al Capitán Saravia Co­mandante de la 5·" Compañía del Batallón Ayacucho número 3, por haber solicitado la separación de e te oficial el Jefe del mencio­nado Cuerpo. Llamó al servicio activo al Capitán Franci co Malo P., y lo destinó al Batallón Ayacucho en reemplazo del Capitán Saravia. Ascendió á Capitán efectivo al Teniente Manuel Dederlee qne sirve en la 2." Compañía del Batallón Bonboná número I 3, y lo promovió al puesto de Comandante de las."- Compañía del mismo Cuerpo en la vacante que allí quedó por haberse concedido licen­cia indefinida al Capitán Manuel V anegas. Ascendió á Teniente efectivo al Subteniente Carlos Sánchez Rojas, lo llamó al servicio activo y lo destinó á la 2.8 Compañía del expresado Batallón Bonboná en reemplazo del Capitán De­derlee. Ascendió á Subteniente efectivo del Ejército, al Sargento 1.0 Venancio U m barita, lo llamó al servicio activo, y lo destinó á la 2.• Compañía del Batallón Tenerife número 6, en la vacante que allí quedó por haberse concedido licencia indefinida al Subte­niente Franci~co Peña. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 7

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 8

Por: | Fecha: 27/02/1897

.l ño l Hogotú, Febrero '27 de 1 !17 . BOLETIN lVIILITAR --· ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO Di1"cctor, AL EJANDRO P SADA. Son (}13laboradores natvs de este periódico, todos /() s ]efes ~ Ojicialt del Ejércitv de la República. LEGISLACIÓN MILITAR. La Ley 96 de 1 89:) estableció d Montepi o Militar, 'Institución que, en el corto tiempo de su funcionan1iento. ha alcanzado proporciores de importancia., ha h cho yá grandes bien s á las famillas de Jos militares muertos en ervicio, y es una verdadera esperanza para Jas de los so­br vivient s.. Sin em.bargo, á n1edida que se iban cun1pliendo las di~­pos1. ciones que otgani~aron el Montepío, observábanse al­gunos vados é inconvenientes de que aqu "llas adolecían. Algunas n1odifi.cacion s in1ponantesseintrodujeron á la prim1.t1.va Ley por la 120 de t 892, y post riorn1ente por el De­creto nún1ero 339 de 20 de Junio de 189 5, dictado por el Gobierno en uso de facultades extraordinarias. Por fin el .Ministeño de Guer'ta, para simplificar la legislacl.ón sobre la n1aterla, son1et'ió á Ja consideración de Jas Cámaras un pro­yecto de ley que, más tarde, se convirtió en la que hoy pu­blican1os y que contiene lo que debía subsistir de lo ante­l ·ior, n1ás otras disposiciones que tienden á perfeccionar, hasta donde es posible, la institución del Montepío; deroga ella las leyes y rlecreto 111encionados, y contiene todo lo que ha~ta ahora ha conseguido la .experiencia con10 más conveniente y practicable. l?oden1os asegurar, en definitiva, que la nueva ley en-- 1rafia un verdadero perfeccionamiento de la institución del MQnt"pío, allana dificultades., tiende .á d 1rl8 provechos~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. lWLETIN MIL!TAlt ·ensanche) asegura n1ejcr el capital y rentas del Estab1ecí­n1iento y establece recon1pensas n1ás equitativas. No hemos vacilado en insertarla íntegramente, tenien­do en cuenta que el periódico oficial donde ella está publi­cada (Diario Oficial, número 10,232) 110 se halla al alcan­ce de todos aquellos á quienes ·interesa .. (S DE DICIEMBRE), sobre Montepío Mílita . El Gongreso d:: C:;lmtbitt DECR ETA: TlTULO I D.l! LA ENTIDAD Y DE SUS FO DOS.., Art. I .O El Montepío l\1ilitar existente en la capital de la ReptÍ blica, continuará funcionando con arreglo ~\ las disposiciones de la pre ... sentc Ley. Art. 2. 0 Son fondos del Montepío: 1.0 El descuento de tres centavos por peso que se hará á los Gc­nerale ·, Jefes y Ofi ciales del Ejército y Marina de Guerra, en servicto· activo, sin excepción alguna, sobre la asignación ínt'"g scrtores; {tquéllos desde ti día en qu- el idi\'iduo falté al cuartel, ha3ta el en (jUe se declare consúmado el delito; y ésto&, en lo días del mes en que ~1 individuo se da de Baja 'Cn su Cuerpo ; 8. 0 Los sobresueldos de lo individuos de los Cuerpos que ttabajan en obras públicaS; en los día~ en que por cual(¡uie-r motivo no concurran ni trabajo; los descuentes que se h~gan á los Generales, Jefes ú Oficia­les pcr el no cumplimiento de su"' Lo _militares que, sin cstat en scrvJClO activo, quieran contribuír para el Montepío, debc.r <{ n solicitar ante la Junta Directiva su inscripción como contribuyentes, acompai'íando un certificado del Ministro de Guerra, en que conste el grad del militar solicitante, y que no ha sido borrado d .1 E calafón generaL Art. 6. 0 La Oficinas que hagan los pagos, harán al tiempo de ve­rificarlos, los desclientos de que hablan Jos crdmale r .0 , z. , 7. 0 , 8.0 y 9.0 del artículo 2.0 y lo~ fondos ccr1e pendie ntes al Montepío Militar estarán á la orden de la Dirección General del mismo, que existirá en la capital de lo República. El Poder Eje~utivo reglamentará su administración y contabilidad. TITULO II DE LAS ASIGNACIO 'ES. Art. ¡ .0 Las ,.¡u das, hijos ó padres de los Generales, Jefes y Oficia4 les del Ejército y de la Marina de Guerra de la Replíblica que fallecie .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1 16> J.fOLETÍN M!LI'f'AR rea en servi-cio activo y que hubieren contribuído por lo m~nos d'o~ a-tie11 para el Montepío, tendrán derecho,. según el caso, á las asignacíone~ 1nensuales siguientes que pagará el Montepío Militat:-: $ 100 por un General; $ 8a· pot un Coronel; $ 6o por- u,n Teniente Coronel; $ so por un Sax::gcnto 1\1.ayor; $ 40 por un Capitán; $ 35 po~ u.n Teniente y y $ J.CY por- un S u bten ien te: Respecto de los· 0ficiales dJe M'élrina autorízase al Poder Ejecutivo para q.ue los. asim4le, de acuerdo con u categoría,.. á los grados de que tx:ata cstC' artículo y para los efectos de él. Art. 8.0 ' Tendrán también d~11ccho á- las· mismas asi.gnadoncs, las­• íudas, higos· ó p-adres de- los Generales,, Jefes y OficialeS> del Ejército que, á pc:;ar de n.o hallar . sc en servicio activo al tiempo de su. (,.tllcci~ lniento hubieren. contribuido voluntariamen.te por lo menos dos años-· para el MIQntepío; y las iudas,. hijos- ó padres de los- militares que, ha­Uándose gozando de pensión . h-ubieren cbntribuido para el Montepío durante el mismo tiempo. Art. 9. 0 El n .ism..o dcrcch'o á las as-1gnacÍÓJ11cs índí.cadas,~se concede á las viu.das,. hrjos ó padres de los militares que fallezcan enconttándosc en uso de Lctras· de Cuartel, de Retiro ó de Licencia ind'eíinida,. síern ... pre que éstos- hubieten contribuído para el Montepío,.. en cu!llq,uier gra­do, durante cinc;.o añ.os, por lo menos-; y sicm pre que el retirb no pro--­venga de mala conducta del militar-. An. 1 o. Si el m.i litar que fallece" c:>tando en o de Letra · de C uar_,. tcl, de Retiro ó de Licencia indefinida,. no alcanzó á contribuír durante los cinco afl.os com .. pletos, pero í duran te- tre arws, su viuda 1 hijos ó padres no poddn reclam~r pensión,. pero sí pueden e . ·~gir que se les de­vuelva la cant'dad con q,ue él contribuyó. Art. I 1. Ll viuda di fru.tará la asignación n icntrac; permanezca en . viudez y observe buena c·ondu.cta ; mas estará obligada á. pro cer al sustento y educación de- los hijos legítimos de su fmado esposo,. ya pcr ..... tcnezcan al m1trin on~o que con dla contrajo, ya á. otro anterior. Esta obligación se c~tinguirá para con Jos· hijos vartmes cuando lleguen á str­mayor edad ó tomen C'Stado,. y para con las mujeres en este último caso~ Art. 1 z. Si al tiempo de morir el militar~ es.tal:xl divorciado legal­mente de su esposa pot mala conducta de ella, no tendrá derecho á pcn i6n y entonces ésta correspondcr.á por igual á. los h 'jos legí timoS'• del difunto. Arty 1 3· Cuando d militar no deje viuda,- ó s1 é sta mucre, pasa á~ otras nupcias ó pierde sl1 derecho por m~tla conducta,. b a ·ignación co­r. responderá, por igual también,. á los hijos legítimos del difunto; pero los varones perderán el derecho cu.ando lleguen á la mayor edad, & antes de esto si contraen matrimonio tÍ obtienen un destino público re...­munerado, y las mujeres lo disfrutaJíán hasta que tomen estado. L anterior, y también por notoria mala conducta, á juicio del Poder Eje­cutivo, perderán los heredero de Jos Jnilitares la asignación á que ten­drán dcrec ho, ó de g u e e tén á en posesión. Art. 19. Las pen iones que otorga esta Ley son acumulables á ualq_¡uicra otra recompensa que se .conoeda á los deudos de Generales Jefes ú Qflciales. rt. 20. Cuando en el caso del artículo 10 ca necesario devolver á los deudos de un n ilitar la camidad con que éste contribuyó al rvfon­tcpío, se observarán las regla si~uicntes: z."' El Establcc.imienw no tendrá obligaoión de pagar ~ntcrcses dt la suma.; z.a L1 dcvolució:1 se har.! por partes iguales., una al decretada, y otr~ seis meses def'pués ; 3: Si el militar dejó iuda 'Solamente, á esta corresponderá toda la cantidad; si con clb dej0 hijoe legítimos de cualguier matrimonio que sean, la mitad tocará á la vi u da y la otra mitad se ..repartirá por igual entre los hijc ; i no hubiere viuda, toda la suma se entregará á éstos. y por último en el ca o de los anículos l5 y 16 se ~ará á la madre, ó <Í fa! ta de ésta al pad.re legítimo ó hermana ó hermana legítimas que pe~ nnnezcan solteras y obser en buena conducta. N o podrán reclamar la devolución aquellos de los herederos en ·quienes concufu alguna de las causales de inhabiEdad para .recibir pen­sión del Montepío. Art. z I. Las pensiones, a'5Í con o las cantidades que deben dcvol­\' crse, no on embargables ni enajenables en ningún caso. TÍTULO III DRL MODO DE COMPROBAR EL DERECHO Á LAS PE~SIONES. Art. 22. Para reclamar pensión del Montepío se .probJrán legal~ ente los hechos ~i.guie!1tes;..; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. p8 fiOL~TfN MIL rAR 1.0 La muerte del militar, certificada por la autoridad cl\'it, eele ... ·!liás-t ica 6 militar; z.o El último empleo efectivo del militar y el destino que servía al tiempo de su muerte, circunstancias que se acreditarán precisament~ con el certificado del Jefe de Estado Mayor General; 3.0 En d caso del artículo 8.o e probará que al milita~ pensiona~ do se le dedujo de su pens¡ón la contribución para el Montepío. Esto se: acreditará con certificado del Tesorero de este Esuhlecim\ento. El mismo hecho de la cont}·ibución, y probado cle idéntica manera, 11e acreditará en el caso del artfculo 5. 0 de c.:sta Loy; 4.0 En el caso del artíeulo 9.o. se probará que el militat• murió en uso de Letras de Cuartel, de Retiro ó de Licencia indefinida y que contribuyó al Montepío durante cinco años por lo menos; para lo pri~ ·mero, es indi3pens:tb1e el certificado del Jefe ele Estado Mayor General y para Jo segundo el del Tesorero dí:'! Montepío; S·) Si el militar falleció hallándose en scrvicro actívo, se acredi~ tará con certificado del Tesorero del Montepío, el he ·ho de haber con~ tribuido á éste por lo menos dur'ilntc dos años; 6. 0 Que el militar no recibió c:n vi a recompcn.:t por sus ser\'icios ni dejó {\ sus herederos pensi-ón pagadera del Erario. Para esto es me~ ncstcr el certificado del Ministro del Tosoro ; 7.0 ~¿uc el miliiar al dem·po de Sll muerte no nuíHa ninguna de la!l pena· señaladas en el parágrafo dc-1 at•tÍ u lo J 7· Cuanto á las penas que afecten d grado, se necesita la certificación del Estado Mayor General ~ respecto dt: la pena corpQral inf..tm:mtc, la certificación del Prefecto de la Provincia donde re idió últimancnte el militar; y para la pérdida de pensión, el testimonio del Ministro del Tesoro. §. Cuando lo reclamantes de pensión s an c-1 htjo 6 hijo del mi~ litar, y ellos fueren tambi~n militare~, sutninistrar.ln. del mi mo modo la prueba prc crita n e te ordínat. Ad más, tos hijo . , s~a cual fuere Sll 11exo ó condición, exhibirán un certificado del Párroco del lugar de su rc5idcncia, para probar que e tán solteros; •0 El legítimo matrimomo del milttar con la quo en calidad de viuda suya reclama pensión, lo que se probará con el certificado del respectivo Párroco, y en u defecto, poi' cualqutcr medio legal ; 9.0 El número y la edad de los hijos legítimos de! militar, cuando éstos sean los reclamantes; 10. Si el solicitante fuere la madre· de un General, Jefe ll Oficial, probará su calidad de tal por cualquier medio, y presentar-á la partida de bautismo de su hijo; J 1. Así las ,;iudas como las madres probarán, con certificado del Párroco respectivo, que no han contraído nue-vas nupcias después de la muerte de su esposo, ó de su hijo, y que observan buena conducta; T t. Los padres legítimo!! comprobar{m su buena conducta con de .. claraciones de testigos idóneos, rendidas ante cualquiera autoridad; y J j. Sean cualesquiera los reclan1antes deberán comprobar que no poseen bienes de fortuna soficicntes para atender á su congrua subsisten~ cia. Esto se acreditará t<\mbién con declaradones de te~tigos idóneos, rendidas ante alguna autoridad judicial. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. MLETfN MILITAR. TÍTULO IV DE LA DIRECCIÓN Y CONTABILIDAD~ Art. 23. La Dirección del Montepío Militar queda á cargo de­nna Junta residente en la capital de la República, de la cual son miem­bros natos el Ministro de Guerra, que la presidirá, el Pagador Central del Ej~rcito, el Comandante en Jefe del Ejército, el Jefe de Estado Mayor General y el Inspector General del Ejército. Caso que falte­alguno de estos empleados mili tare , será ó serán reemplazados por los Jefes Superiores de l'a Divi sión ó Columna existente en la capital. El Poder Ejecutivo podrá nombrar transitoriamente miembros que­en la Junta Directiva reemplacen á alguno 6 algunos de los titulares cuando éstos se ausenten temporalmente de la capital. Art. 24. Son atribuciones peculiares de la Junta de que trata el artículo anterior: I .a Cuidar de la recaudación, buen mm~, aumento y conserva­ción de los fondos del Montepío Militar; 2.a Hacer que todas lac; personas mencionadas en el artículo 6.o, lo mismo cp1e las comprendidas en el 2. 0 , cumplan con lo que en ellos se les previene; 3.R ombrar Subdirectores en los Departamentos 6 lugares donde· lo crea conveniente-; 4.u. Nombrar un Tesorero General que residirá en la capital de la República, para el manejo de los caudales del Montepío, un ecrc ario Tenedor de libros y un abogado. Estos do últimos empleados no ten­drán voto en las deliberaciones de la T unta; s.a. Imponer á censo redimible ·los capital~ sobrantes, sacándolos á públi~..a subasta para darl·oc; al m.cjor postor; y en caso de no haberlo, los impondrá de la manera que tenga por conveniente, consultando la seguridad y aumento del capital; y 6.a Tomar todas las providencias convenientes en el gobierno· económico de este Establecimiento, dándole- al efecto los Reglamentos necesario Art. 2 ~. El Tesorero General que fuere nombrado, prestará, al encargarse de u destino, una fian7.a hipotecaria de $ 4,ooo, á satisfac­ción de-la Junta Directiva, y rendirá cuentas mensuales y una general' cada año, en los primero días de- Enero siguiente, la cual será exami­nada y aprobada en plena Junta. Ef resultado de este examen será pu­blicado en el Diario Ojiáal. Art. z6. El Tesorero, el Secretario y el Abogado del Montepío,, tendrán un sueldo mensual de $- 200 el primero y de $ nso: cada. uno de los últimos. Art. 2 7. A cargo del Secretario de· la Junta estará la Contabilidad general y el archi\'O de la Oficina; y no pod'rá disponer de documento. alguno de ella, sin orden expresa del Presidente de la Junta. Art. 28. Es deber del Abogado gestionar ante las autoridades judi­ciales, Administrativas ó de Policía, todos Los negocios de. esta natura­leza en que tenga interés el Montepío .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 120 :SOLETIN MILITA:R Art. 29. La J u:H:t Directiva señalad trím.::;:r .. dm nte la cantidad que juzgue necesaria para gastos de escritorio y demás que sean indis­pensables para el arreglo, contabilidad y seguridad del 1arno. Art. 30. El Poder Ejecutivo proporcionad. en alguno de los edifi­cios de la Nación el local aparente para los trabajos de e ¡:a OJicina. Art. 31. Los fondos del Montepío $e cofccarán en un Banco donde ganen interés, mientras se imponen á cer.so reditnible de acuerdo con lo dispue:Ho en el ordinal 5. 0 del artículo 24, y no se hará sobre elle~ ningún giro sin las firmas del Tescrero del Establecimiento y del Mi­nistro de Guerra. Art. 32. Las sumas que se den ~{mutuo por el Montepío se asegu­rarán con fianza hipotecaria obre fincas rústicas ó nrbanas1 situadas en el Distrito de Bogotá, cuyo valor libre sea doble del de la c::.mtidad que se trate de asegurar. A:t. 33· El avalúo de la finca gue se ofrezca en hipoteca, se had por dos peritos que sean personas de notoria probídad y competencia, nombrados el uno por Ia Junta y el orro pcr el Juez de Circuito que designe la misma Junta. Estos peritos tomarán posesión ante el mismo J ue7 y dcscmpeíiarán su encargo con arreglo al Cúdrgo Judicial. En la expojci6n de los avaluadcres se mencionará la !:ituación , cabida y demás condiciones de la finca, de manera que aparezca claro y fundado el dictamen de los peritos. Art. 34· La libertad de Ia finca se ccmprobará con un certificado del Registrador de in trumcntos pt'bl1co:; en 'luc ccr:s:c no haberse ena­jenado ni gravado de manera alguna. Adem~b se presentad un certificado adicional el día en que se otor­gue la esnitura de aseguro, para acreditar hasta esa fecha b libertad de la fmca. Art. 3 5· La propiedad de la finca se comprobará ccn el correspon­diente título debidamente registrado. Art. 36. Son de cargo dci iu tcresado los ga. tes. que ocasione el avalúo, el certificado y el otorgamiento de la e critura de impo ición. Art. 37· hn ninguna ocasi6n se admitir:ín en hipote•.:a fincas sobre las cuales pese algún gravamen, pues en todo caso deben estar absoluta­roen re libres. Art. 38. La suma menor que puede darse á cen o :rcdímiblc sc:rá de quinientos peses ( r, soo), y la suma maycr que puede darse á un mismo deudor no pa :td de diez mil pesos e· I 0,000). TÍTULO V DFI'CSICIO~I:S GE1 ~llALES. Art. 39· EI Gobierno puede revisar en cualquíer tiempo nn::t adju­díc.: ción hecha, y si obtiene la prueba de que fue ilegal, la :rcvccará. Esto mismo debe hacer cuando adquiera Ta prueba de c¡ue algún agracia­do ha tomado armas en rebelión contra el Gcbiernc, ó ha sído condena­do á pena corporal infamante; ó cuando alguna viuda ó madre pensio­nada contrajere nuc\' O 11.1a~rim c:: io, cl::scrYare mab conduc:a ó no ClHn- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. RO:.ETÍ;-\ MILITAR 121 pli~r~ mali~iosamente la obligación de mantener y ~ducar á los hijos de su marido difunto. Sin embargo, en e~te último caso, no se llevará á cabo la revocatoria, si la viuda asegura el cumplimiento de su deber con fianza personal á satisfacción de la Junta Directiva. Art. 40. También se privad del socorro del Montepío á las viu­das, hijos, madre ó padre de militares, cuando estando en pose~ión del socorro obtengan pensión ó recompensa del Tesoro por los serYicios de éstos, en el caso del artículo J 7; pero pueden hacer el cambio indicado en el mismo artículo. Art. 41. Las pensiones concedidas y á, serán elevadas por el Go­bierno á las cuotas prescritas en el ardculo 7.o de la presente Ley, des­de el I • 0 de Enero de 1 097. Art. 42. El Montepío Militar puede servir, además, de Monte de piedad. y Caja de ahorrGs para el Ejército y para los empleados del Ministerio de Guerra en les términos y con las condiciones que esta­blezca la Junta Directiva, con aprobación del Poder Ejecutivo; pero sin estipular para los préstamos interés superior al seis por ciento (6 por Ioo) anual, y admitiendo la amortización paulatina de la suma prestada. Podr.í también hacer anticipaciones de sueldos, libres de embargos, des­cuentos, etc., al uno por ciento mensual y por el valer hasta de des me­ses de sueldo, con las seguridades de un fiador abonado y el libramiento contr:1 el respectivo Habilitado, aceptado por éste. El reintegro 6 pago de esta cantidades debe hacerse de preferencia á cualquiera otro. Art. 43· Las cantidades en numerario y documentes perteneciente al Montepío Militar, tendrán libre franquicia en todas las administra­ciones de Correos de la República. Art. 4+· Los caudales del Montepío Militar no podrán en ningúa caso ser extraídos por autoridad alguna, judicial 6 administrativJ, para darles otra inversión di tinta de la seiialada en la presente Ley. Cual­quier MagistrJ.do ó empleado que disponga del todo ó de alguna parte de aquéllos, erá respons1ble directa y personalmente de la cantidad ó cantidades e .·trafdas, y penado conforme á las leyes como defraudader-c:; de los caudal en públicos. Les miembros de la Junta Directiva respon­derán de mancomún y solidariamente de los cargos en que puedan in­currir por la omisión ó d scuido en los cases en que haya desfalco en la Caja de la institución, ó se hayan verificado operaciones ruinosa · para la misma. Art. 45· El Montcpio Militar, como institución de carácter públi­co nacional, gozará de los siguientes privilegios ; 1.0 N o podrá ser condenado en costas judiciales. Cuando haya de litigar con él una persona particular, formando ambas una misma parte, y llegue el caso de condenar á ésta en costJ.s, lo será solamente el par­tic u lar en la mitad del importe de ellas; 2.CJ El repre entante legal del Montepío, que lo será ti Presidente de la Junta Directiva, ó su apoderado legítimamente constituído, podr.í proponer en segunda instancia hasta la citación para sentencia, y aunque la causJ. no se haya abierto á prueba, las excepciones perentorias que no se hayan opuesto en la primera mstancia; 3.° Contra el Montepío no pucdt!, quien lo dcm:tndc, laccr valer Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I~2 BOLETÍ:\' M'ILITAR. al d~:-e:h') ~: S'J>pe.:1si0:1, durante el juicio, d~ tod.l opc:.tci6;¡ i:1dustri~tf que pué:de perj udic :u (t die ho .:le m md1n :e ; 4.0 El r~prcs~n·a.:1te lcg·tl del M')ntepío, 6 su apoderado, tiene de ­r~ cho al doble de los tér.:11!no5 de los trasla-:l.os e:1 juicio; y ;.o Esur.í e:c:1:o d_ b:; im.?:.¡_;to3 d~ r.:!JÍ5tr.), p.t?~l sell:~.do r timbre nacioa :tl, y de d~rechos d_ r gi>tro y N :)~arías. Art. 46. L1s per3'):115 a:::r:!:!.:br t3 á. ll; asign1cio:1:e3 d~l M ·::mtc?Ío M·ilitar, dirigir,b s:.t; solicitu:l._5 al Poder EjecJrivJ por condu:::to de la Dirección G · 1.-:!nl d_l Establc:::imie:1to, quic:1 cmáirá su concepto p:tr.t qu_ el Po ler Ejccu:iv d_clar_ defi:1i:iv.i.11-:1tc si h q ó n6 d_rccho á la· pensión que se rccl::tma. Art. 47· L')s militare5 qu-: si:-1 estu e:1 s~rv-ici') qtlier:tn c :>ntribuir· voluntariam~nte al Montepío, co:1signarán hL!1SUllm,_nte en la Tesore­ri'a de é te las cuotas re pectivas; pero si alguno dejare de d:u la contri­bnción correspondic:1te á alguna mensualidad, quedará de hecho borrado· de la lista de contribu.yenre , _sus heredero no tendrán derecho á pen­si- ón y no se dcvoh·erán las cantidadc qne hubiere· consignado. Art. 48. Los militares pensionados q~te quieran contribuir volun­tariamente al Montepío, podrán radicar en la Oftcina que les pague la pensión, á fa,·or del 'l esoro d~l Establecimqento, !as e uotas mensuales correspondientes á éste; pero si por culpa de lo3 mismo, pensionados dejare el Montepío de percibir alguna de dichas cuotas, el militar res­pectivo incurrid en la s:mci6:1 pre.>crita en el artículo anterior. rt. 49· Si los productos d~l Montepío Militar no alcanzaren á cubrir todas las asign:tcione3 á su c:ug'), se p151r.Ín de preferencia las de Lis familias de militares muerto3 en servicio ac i"o, prorrateando lo fondos si fuere preciso. Art. so. El empleado que te:1gl noticia d~ la exis encia de algunos de los bienes indic::tdos en el ordinal 3.0 ' del artículo 2.0~ lo avisará al Ministro de Guerra, para que la Junta Directiva procure su averigua­ci- ón y adjudicación al Montepío. l\rt. 51. El Pod'er ~ jecuti o dictará los reglam.e:1tos necesarios para el desarrollo y ejecución de la presente Ley. rt. 52. Deróganse bs Leyes 96 de 7 d ... Diciembre de I 890 y rzo de 30 de Diciembre de· 1 892·, y el Decreto del Poder Ejecutivo, de c:u.í.cter legislativo, número 33'9, de 20 de Junio de 1895. Dada en Bogotá, á 4 de Dici embre d'e 1 89ó. El Presidente del' Senado, FLORENTINO GoENAGA. El Presiden-te de la Cámara de Representantes, El Secretario del Senado,. DIO 1610 J IMÉNEZ. Camilo Sánchez .. El Secretario de la Cámara de Representantes, .iV!iguel A. Peñaredondat •. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLRTÍ ' MI'JI AR Gobitrm Ejecttti'l,o.~B ;g;t.í, 4 le D icicmbre r!e 1 896. 'Publíquese y cjcclÍtese. El Ministro de Guerra, (L. S.) M. A. CARO. AuRELIO M VTIS. ---~c.------- ~~INISTERIO DE GUERRA 123 El Decreto que en seguida publicamos, dictado en des­arrollo del artículo 20 de la Ley r 2 7 de 18 96, reviste caracteres de excepcional in1portC~.ncia para el Ejército de Colon1bia. En tal acto oficial se han previsto con escrupu­losidad que acusa alto patriotismo, todos Jos detalles ten­dientes á que el pensamiento d 1 legislador sea, en la prác-­tica, fecundo en bienes para la institución militar y para l país entero. CRET NUMERO 49 DE 1897 (23 DE FEI3RERO) que ordena abrir un concurso de Oficiales del Ejúcito, en servicio activo. El Vicepresidenlc de la RepúbHca Encargado del Poder Ejecuti·vo, DECRETA; Art. r9 Para dar cun1plin1iento al artículo 20 de Ja Ley r 2 7 de 1896, ábrese un concurso de Oficiales del Ejército pern1anente, á fin de escoger Jos que deban ser en­viados á alguna de las Escuelas de Guerra de Francia ó Alemania, á hacer Jos estudios técnicos y prácticos de que dicho artículo trata. Art. 29 Para ser a.dn1itidos al concurso, lo~ Oficiales inferiores del Ejército deben sujetarse á las siguientes con­diciones : 1. ~ Presentar ante tres personas idóneas designadas por los Con1andantes Generales de División ó Jefes Mili­tares respectivos, examen durante una hora en cada una de estas n1aterias: Aritn1ética inferior y superior, Geograf 1. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍN I'VíiLíTAR. U niversa1, G ... ografía de Colombia, Historia U ni versal, Histori;¡ Patria, C;¡stell;¡no, Ortografía y Urbanidad. El examen de cada. un;¡ de estas materift.s debe ser calificado por los examinadores; 2.& Presentar certificados de los respectivos Jefes, so­bre la conducta y aplicación del postulante y sus disposi­ciones para el arte militar; J."' Exh~bir su c@rrespondiente Hoja de Servicios; 4· .. Tener de I 6 á JO años, lo que se con1probará con. la partida de Bautisn1o ; y 5 .. N pJ.decer enfern1edad contagiosa, ni t ner de­fecto fís· e o que produz :a ó pueda producir inhabilidad para el servicio n ilitar . . Esto se comprobar .í con declara­ciones juradas de n1~dicos graduados. Art. 3'? Las actas de exin1enes, así conlo los certifi­cado:; y la H ~a de Servicio , serin entregadas á los Co­n11ndante, de Cu rpo, p:tn que éstos Jas ren1itan á Jos Co­n1andantes d ... División ó á lo Jefes Militares respectivos, p r cuyo e :1ducto v ndrin á la Comandancia en Jefe del j ~ rcito. Al hac r el nví Jos Comandant s de Cuerpo, debe­rán acon1pañar inforn es res rvados, sobre Ja conducta, apli­cación y espíritu n1i1itar de cada uno de las Oficial s postu­lantes. Art. 4. 0 D ésto3 s~ esco¿erín hasta dGce, de entre Jos n1ejores, por u conducta y aptitudes, para lo cual se ten­drán en cuenta tánto 1 r sultado del examen, con1o los certificados que expidan los J fes de Cuerpc, y los inforn1es reservados que "stos sun1inistren. Art. 5·9 La elección de los Oficiales que hayan de ser alun1nos en alguna de las Escuelas de Guerra de Francia ó Akmania, se hará por una Junta compuesta d 1 Ministro de Guerra, el Con11ndante en Jefe del Ej~rcito y el Co~ n11ndante G .... n ... ral de la I. .. División. Será Secretario de esta Junta el de la Con1andancia en Jefe del Ejército. Art. 6. o Los Oficiales que resultet1 elegidos, deberán presentar un fiador abonado para responder de los gastos de traslacién, pensión, vestido, etc., que tenga que hacer la Naci:Sn en la educación de dichos Oficiales, caso de que no Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. rcLETÍK MILITAit !25 run1pfan éstos alguna ó algunas de las oGlÍgacíones sÍ· guientes: . 1 .~~' En1prender d viar~ al lu:s-ar donde haya Escuelé! efe Guerra, que el Gobierno designe dentro d~l t~rmino ~u e se señale. pat'a ello; 2." Pern1anecer en la Escuela de G · rra dttrante el ien1po necesario para el aprendizaje; hacet y ganar año por año todas las cursas que señale el reglan1ento de ella1' y sugetarse en lcr den1ás al rnisn1o regian1e.t1to, JPara evitar xpulsión de la. Escuela ú. ótro cu.lpabJe. aoandon0 de los. estudios; y _J. n H -echos en la Escuela de Gm~rra los estudios t¿c­nicos y prácticos necesaríos, deberán regresar en seguida á Colon1bia,. á dar en 1 grado inmediatamente superior a t}Ue hoy tengan, instrucción práctica al Ej¿rcito 1 n los ra­mos del arte n1ilttar., durante el tékmino obligatorio de cin­co años .. Art. 7. 0 La fianza se constituirá por escritura públi~ ca y á satisfacción del Ministr d Guerra. Art. 8.. 0 Los Oficiales elegidos para ser alumnos en la. · Escuela de Gu rraj no pod.rán exin1irse de cun1plir las­obligaciones rndicadas en el artkul 6,0 d 1 presente De­creto, sino por- causa de enfern1edad c.rónica que inhabilite para el servicio n ilitar, s .ficienten ente compr bada con declaraciones de fac ltaüvos1 rendidas ante una autoridad civil y refrendadas por el r spectivo Agente Diplomático ó Consu.lar- de Colon1bia en la Nación donde el alutnno s~ halle. Art. 9. 0 Los Oficiales que se envíen á Francia 6 a Alemania con1o alun1nos de las Escuelas de Guerra, se con­siderarán, para los efectos fiscales, incluidos en el Ejército pern1anen te. Publíquese y comuníquese. Dado en Bogotá, á 2 3 de Febrero de 1 8 9 7. M. A. CARO. El Ministro de Guerra, PEDRO ANTONIO MaLINA. Es co ·a. conforn1e.-El Subfecretario, Clímaco Losada, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 12Ó Sdtitrt . MIUTAJt SECOION OIENTIFIOÁ 'fÁCTICA APLICADA NOCIONES ESPECIALES DR TACTICA (ContÍm!acÍón). Esttt convrene más á la defcnsiv'á qüe á la o(ensÍVj, salvo eJ caso en que la posición escogida posea muchas y muy buenas CO"" municacionC'S en su radio, porque entonces sería bastante favorable­al combate de guerrillas y columnas de compañía: la acción de­la caba1lerÍ:l y de la artillería queda más ó menos restringida en esta clase de retreno. La Jl:mura cubierta ofrece ~ la vígílancía del ter'rcno ob tácu-­los tales como grupo de arbolado, afdeas, caseríos, etc. Aunque dichos obstáculos dañan á vece la movilidad de lastro­pas, también ofrecen abri~os y punto de apoyo fa, rorables, y cor\ .. tituirían una buena posicfón iempre que no impidan lo de plifl-­gues tácticos cuand ca pre i o ejecutarlos.- En esta clase de terreno la ínGmteda deberá combatir en pe­queñas columnas y orden di per: o ; la caballería. de igual modo y con precauciones oporttrnas ; la ar'tÍilería: muy protegida y próxi­ma ó sobre los camino y los espacio libre , Por último, la llanu­ra cubierta es favorable á la ofensiva y á las sorpresas~ La llanura cubierta ó c;rtadct además, pre enta un horizont? r:J 2,136.- .BJgotfl, 12 dt Febrero de I 897. -Señor Ministro de Gucrra.-Prcscntc. Para conocimiento de Su eñoría tengo el honor de avi ar · ·que el Comandante General de la 3·"' Divi iún da cuenta á e te Despacho del informe que ha rendido á la División el Jefe del Ba­tallón Sucre número I o, respecto á ·la in nucción civil del exprcsa­ ·do Cuerpo, que e le da a í: La in trucción la recibe la tropa diariamente durante dos ho­ · ras. Las materia~ principales de la instrucción on lectura y escri­ · tura. El Batallón está dividido en t1·es secciones, la primera la com­ponen los que no saben leer ni e cribir, la segunda la componen ·los que están aprendiendo á leer y escribir, y la tercera ó superior la forman los que y á leen y escriben; á ésto se les hace clase de : Aritmética, y yá ambas secciones aben ponet u nombre media­. namente. Dios guarde á Su Señoría. ]t!AN N. MATEUS. EN ATENCION á los méritos y servicios del señor General de Brigada Lázaro A. Riascos, Comandante de atmas de la Provin­cia de Santander, el Poder Ejecutivo tuvo á bien conferirle el as­censo á General de Divi ión. EL SEÑOtt Coronel Etnc to Bo rcro ., antiguo Jefe del Pi Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 123 BOLETfK M!Lll'Alt chincha, ha sido ascendido á General graduado y pasará á Coman­dar la Jefatura Militar de Antioquia en reemplazo del nunca bien sentido General Gam b:>a. El Poder E je~utivo., por Decn~to de (echa 4 de los corrientes, dictó las siguientes disposiciones: Concedió al Capitán Maths Camargo la licencia indefinida que solicitó para separarse de la I .t! Compaííía del Batall
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 8

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