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Que mujeres [Recurso electrónico] : bunde bogotano / Emilio Murillo

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Quereme [recurso electrónico] : danza / Emilio Murillo

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Ráfaga [Recurso electrónico] : one-step / Pedro Morales Pino

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Ranchera colombiana [Recurso electrónico] / Emilio Murillo ; palabras de Julio Flórez

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Rayo de luna [Recurso electrónico] : pasillo lento / Pedro Morales Pino

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Imagen de apoyo de  Recóndita [Recurso electrónico] / Pedro Morales Pino

Recóndita [Recurso electrónico] / Pedro Morales Pino

Por: | Fecha: 06/03/1897

Año I Bogot:í, ~Tarzo G de 1 !17. Ntímero u.o BOLETIN lVIILITAR --··--- ORGANO DEL Mil ISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··--- Director) ALEJANDRO POSAD . .<\. Son colaboradores natos de este periódico, todos los 'Jefes y Oficiales del Ejército de la República. EL PU ~ BLO Y EL ~JÉRCITO ( COLAllORACIÓ~) En Ja conciencia de todos Jos colombianos está latente el hecho d que Jos Gobiernos anteriores á la Regencracién, habían descuidado un tant poner ~u infiucncia oficial al ~ervicio del progr so moral de estas dos entidades que cons­tituyen, bien dirigidas, Jas fuerzas vivas de Ja ación. Y cuando decin1os pueblo, es entendid que q t:'eren1os hablar nó del pueblo en general que está ~ nnado, con1o se sabe, de los individuos de todas Jas clases sociales; sino de aquella parte que se compone de agricultor s y artesanos, esto es el pueblo p bre. Desde Ja administración de r 8 8 r, los artesanos fueron n1i­rados con special deferencia por Jos altos dignatarios, y las obras públicas tu-vieron ancha extensión á fin de que tenien­do Jos trabajadores abund~ncia de trabajo Jes fuera n1ás llevadera su natural penuria. Los jornales fueron subiendo desde entonces y el Gobierno ha gastado n1illones en obras de aseo y ornato y sigue gastando con el n1isn1o objeto é idéntico fin. Carreteras, ferrocarriles, edificios suntuosos, luz eléctri­ca, acueductos, etc. han sido n1inas inagotables en donde los jornaleros encuentran ocupación constante y bien ren1unera­da ·; pues el Gobierno no solo ha atendido á esta necesidad material, sino que es notable su afán por Ja prosperidad Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 130 BOL.éTÍN MILÍTAR inoral de esta clase de la sociedad antes descuidada. . El Instituto Nacional de artesanos, en donde recíbeti lecciones nocturnas los que, por atender á sus necesidades de fan1ilia, no pueden educar su inteligencia, es un plantel que reve-la el interés del Gobierno en la prosperidad del gr€n1io de trabajadores. En el año pasado se matricularon mil y tantos alunl­nos, de los cuales la quinta parte por lo n1enos recibió y aprovechó lecciones de Lectura, Escritura, Aritmética, Geo.:.. n1etría, Dibujo linial é Historia Patria .. El Instituto Salesiano, atiende á los huérfanos, los man~ tiene y los educa enseñando las n1isn1as n1aterias aden1ás de la música y el canto. El Instituto de Desamparados, ha recibido nuevo im­pulso desde que están á su servicio los "Hermanos Cristia­nos" personajes de idoneidad no contradicha para esta el~ de escuelas de beneficencia. La Escuela de Bellas Artes, plantel que está un pel­daño n1ás alto en la escala de los conocin1ientos artísticos, en donde se aprende la Arquitectura, el Grabado, la Orna­nl ntación, la scultura y el Dibujo n todas sus forn1as, cuenta entre sus n1atriculados individuos que sin necesidad de obtener alin1entación gratuita, están en can1ino, siguien­do las enseñanzas del plantel, de adquirir elementos que les den n1ás tarde una posición desahogada é independiente .. Los profesores de estos diversos centros de enseñanza acusan una suma mensual no despreciable, que el Gobierno gasta con agrado, y el Ministro de Instrucción Pública les tiene especial cariño y se interesa por ellos. . El cr aller Modelo, protegido tan1bién por el Gobierno; tiene entre otros el nobilísimo objeto de enseñar á los que quieran la herrería, ]a armería, la fundición y la mecánica, sin que tengan que pagar nada, y antes bien ganando pau­latinanlente con qué ayudar á sufragar el gasto de sus pro­pias necesidades. Establecinlientos de esta clase, de estas condiciones y con estas garantías son un vaticinio de pros­peridad. Estas son pruebas tangibles de que el Gobierno se in­teresa por la suertt> del pueblo pobre para que éste, aunlen­tando sus conocin1ientos artísticos é intelectuales, esté en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOl.ETfN MI'IITAR ha.yores aptitudes para aumentar su prosp~ridad. El pueblo trabajador conoce perfectan1ente estas ventajas que el Go­bierno 1~ proporciona, y de aquí que est" sien1pre dispuesto á sostener la paz y las instituciones actuales. . Así como Jos legisladores de I 867 levantaron n1uy alto la gratitud nacional hacia los próceres de la Indep~n­dencia, antes descuidados por la República, d cretando que las viudas é hijos de aquéllos obtuvieran una recon1pensa; así el Congreso de 1896 se propuso levantar muy alto la institución n1ilitar, dulcificando la tarea del soldado, aun1entando su sueldo y echando las bases de un nuevo Código Militar, en el cúal ncuentr el s rvidor armado ga-; t"antía á su derecho de ciudadano, sin faltar por esto á lo que se debe á la disciplina, sin la cual el ej~rcito no mer cería este non1bre. No hace tr s años que 1 soldado, soportando las pe­nurias consiguientes á su profesi?n, tenía como ración dia­ria cuarenta e ntavos ; y cuando cnD rn1aba, esa ración dia­ria pasaba al contratista ó Síndico del Hospital Militar para pagar su estancia allí el tien1po que durase su enfer­n1edarl. Hoy el soldado, n1ejor atendido que antes, gana se tenta y cinco centavos diarios, y no se deduce de ese diario lo que se gaste para él en alin1ento y n1edicinas cuando sus n1ales físicos lo Jleven allí. Antes, cuando un soldado ra víctima de nfern1edad repentina, era conducido al Hospital en una frazada, con1o un fardo que se trasporta á su destino. Hoy, en todos los Cuerpos se tienen can1illas especiales en Jas que el enfern1o es llevado cómodan1ente á donde sea necesario para su pronta reposición. _ Los Jefes de los Cuerpos no descuidan las prescripcio­nes de la Higiene, para que sus soldados estén siempre en el mejor estado de salud posible : vigilan la clase y calidad de alimentos que las vivanderas llevan á los cuarteles; el. aseo diario se cumple escrupulosan1enee y el baño de cuer:­po en agua corriente, una vez por sen1ana, conserva en el veterano agilidad de n1Úsculos y robustez de espíritu, cua­lidades inherentes á la profesión de las arn1as. _ En sun1a, el soldado de hoy es n1uy diferente, ate.ndi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~32 BOLETÍN MILITAR didas las ventajas que el Gobierno le proporciona, al sol­dado rie antes; ya no aterra al can1pesino, ni al jornalero la idt>a de entrar en filas en caso de neces idad; y si esas ventajas continúan ensanchando su esfera de acción, !legará día en que se necesiten certificados de idoneidad é influen­cias particulares para ser admitido y dado de alta en los Cuerpos del Ejército. Febrero ro de r 897, __ _. . ._ LEGISLACIÓN MILITAR. ( 18 DE NOVIEMIIRE),. por fa cual se crea una Escuela Milítar. El Congreso de C-olombia DECRETA~ Art. 1.° Créase, con residencia en la capítal de la R epública, Uf1 Establecimiento de enseñanza denominado "Escuela Militar," que cos­teará el Tesoro de la Nación y dependerá directamente del Ministe-áo de Guerra. Art. 2.o La Escuela Militar se destina á formar Oficiales instruf­dos en la ciencia y en el arte de la guerra para llenar las vacantes que ocurran en el Ejército Nacional. Art. 3.0 La Escuela Militar tendrá los iguicntes empleados: Un Director que será el Jefe del Establecimiento, á quien estarán subordinados todos los demás empleados y los alumnos de la Escuela; Un Subdfrector ó Inspector; Un Comandante ó Jefe del Batall ón de Cadetes, con el cargo e~­pecial de enseñar á éste prácticamente las tácticas de infantería, artille­ría y caballería; Un Secretario; Cuatro Ayudantes, de los cuales el Gobierno des-tinará uno para Síndico de la Escuela; Un Portero; El número de Profesores que sea necesario para dar las enseñanzas, y el número de sirvientes índíspensabte para el asco y demás necesida­des de la Escuela. Art. 4.o El Gobierno nombrará y removerá libremente los emplea­dos del Establecimiento, á excepción de los sirvientes que son designa do& por el Director .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETiN MILITAR 1 33 Art. 5.0 Habrá en la Escuela un Consejo Directivo, que se com-ondrá y funcionará de la manera como se disponga en los reglamentos ~ue, con aprobación del Ministerio de Guerra, deberá dictar el primer Rector de la Escuela dentro d' los treinta primeros días de la apertura dt:l Establecimiento. Para lo relacionado con e1 régimen etonóm1co de la Escuela, el Consejo e compondrá del Director, el Subdirector, el Síndico y un Profc or dcs)gnado por el Gobierno. Art. 6.o En la Escuela habr,í tantos alumnos becados cuantos co­rrespondan á dos por cada Compañía de Batallón de que conste el Ejér­cito permanente. La elección de estos alumnos e hará por c1 Gobierng á propuesta en terna del Comandante General y del Jefe de Estado Ma­yor de la Di vi -i6n, quienes procederán en la pre entaci 'n de aquélla, de acuerdo con lo reglamentos que die te el mismo Gobierno. Art. 7.o El sostenimie nto de los alumnos que corresponden á cada Batallón e hará de los fondos del mismo; para lo cual cada Cr1pittÍll de C?mpfliíía ltartí incln:r en la situación diaria de la suya, como Sargentos primeros, á los alumnos que le correspondan. Art. 8.0 Para se r alumno d<: la Escuela Militar se necesitan estos requi itos: 1.0 Tener de diez y sei. á veintJlÍn años de edad, lo que se com­probará con la respectiva partida de bautismo; 2.n No padecer enfermedad contagio a ni tener defecto fí ico que inhabilite para el servicio militar, circun rancia que e acreditará con declaraciones juradas de tres médicos graduado ; 3. 0 Ser de muy buena conducta, lo que se comprobará con cer­tificados de los Directore de bs EJtab!ecimientos en donde lzttbiera cursa­do ó en stJ defecto, dd Ptírnco y del A!ctZ!de del Municipio de su veri?Jdtld,· 4.0 Habe ·hecho sati .factoriamente en algún Establecimiento de instrucción los cursos de las Escuelas superiores nacionale, lo que se comprobará con Jos respectivos certificados; y v> Ilaber otorgado c1 padre ó represen tan te legal del alumno el documento de que trata el artículo siguiente. Art. 9.0 Todo alumno de la E cuela Militar se obligará á prestar sus servicios en el Ejército de la República durante cinco años en el grado que le corresponda~ de pués de haber terminado sus estudios. Esta obligación se contraerá por medio de escritura pública y se a egurará. con fiador abonado, para responder al Gobierno de la suma in ertida en la educación del alumno, si éste abandonare los eH u dios, fuere expulsado conforme al reglamento, ó no pudiere ganar los cursos, ó no prestare sus servicios en el Ejército. D el cumplimiento de las obligaciones contraídas sólo puede exi­mirse un alumno por causa de enfermedad crónica comprobada y que inhabilite para el ervicio militar. Art. 10. El Director de la Escut'la no podrá dar de alta en ella á ningún alumno que haya dejado de cumplir las formalidades indicadas en los artículos anteriores. Art. 11. No se admitirán en la Escuela alumnos externos ni alum­nos distintos de los de que tratan los artículos anteriores. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~34 BOLETÍN MILITAR Art. u. En caso de que por las reorganizaciones que el Gobierno hiciere en el Ejército permanente quedaren eliminados uno ó más bata-· patalloncs, los alunwos correspondientes á ésto~ continuarán incorpora-· aos en el cuartel general de la respecti a División 6 Tefatura Militar. Cuando · el número de batallones del Ejército permanente fuere aumentado, por cada nno de éstos habrá lugar á designar los alumnos que les cor espondan. 1 Art. 1 3· El Gobierno determinará y distribuirá en los af\os que onsidere necesarios, Jos cur os que deben con.:.tituír el plan de ense­fianza en la E'lcuela Militar. Art. 14. Los ' alumnos se considerarán al entrar á la Escuela, cade­tes ó soldados; pero pueden a5ccnder, según sus méritos, y de acuerdo .. on el Reglamento. A1 salir de la Escuela, el alumno que no tenga gra- ' do de Oficial, -adquiere de hecho el de Subteniente, siempre que hu­biere ganado todos los cursos de la misma Escuela. 1 Art. 1 S· En el E taLlecimicnto se dará habitaci6n y alimentos á. sus empleados, á excepción de Jos F rofesores. Art. I 6. El Ministerio de Guerra será el ordenador de todos los gastos que ocasione la Escuela Militar, que serán cubiertO'S por el Pa-· gador C~.,'ntral. · ,. A t. · I 7· El Gobierno queda autorizado para organizar la Escuela Militar sobn~ las bases de la presente Ley, dándole los reglamentos que estime convenientes para la buena marcha de ella. · · Alt. I 8 Facúltas al G obierno para qu pueda destinar á local de la E5C u e la M_ilitar algunos de lo edificios de propit:dad nacional exis~ rentes en Bogotá y para que si no lo hubiere adecuado, ptleda adquirirlo por compra ó arrendamiento. ' Art. 19. Autorizase igualm ntc al Gobierno para que pueda nom­~ rar hasta seis Profesore s ex tranjcros que hayan hecho sus estudios en la Escuelas de guerra de alguno de los Estadds europeos. ' Art." 2.0. El Gobierno podrá también em iar á l.ás Escuelas de gue~ rra de que ·trata 'el art( u lo anterior, hasta doce Oficiales del Ejército permanente para que · hagan n ellas los estudios tcóricbs y prácticos ne~ ce ario ,- on la ·Londición d~ vol ver, terminados qu~ can éstos, á dar en el mismo Ejército la instrucción práctica en los rainos del arte militar. · Los Oficiales de que trata este artículo se considerarán incorpora~ dos en el Ejército permanente para los efecto fiscales y ·deberán prestar una fianza para responder de los gastos qne su educa i9n ocasione al · Tesoro Público, en caso de que por culpa de ellos no ' tcrminarcn los estudio en el respectivo Esta~lccimi~nto, 6 dejaren de cun1plir al con~ clufrlos la obligación de que trata cr artfclllo anterior. Art. z I. La Escuela Mjlitar empezará á funcümar el 1.0 de Fe­brero próximo, y el Poder Ejecutivo queda autorizado para di poner lo que crea cohvcnicntc á fin de allanar las dificultad s 6 vados que se presenten en ejecución d la Ley. Dada en l3ogotá, á 16 de Noviembre de 1896. El Presidente' d~l Senado, · RAEABL M. pALACIO. El Presidente de la Cámara de Representantes, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITRA 135 IGNACIO PALÁU. El Secretario del Senado, Camilo Sánchez. El Secretario de la Cámara ele Representantes, Mig~el A. Peñaredonda. Gobierno Ejecutivo .. - Bogotá, 18 de Nozli.embre de 1896. Publíquese y ejecútese. ,f:l Minist{o de G~crra, (L. S.) M. A. CARO. AvRF.L~o M trns. ------.. ~-------- EPISODIO DE LA CAMPAÑA DE AUSTRIA.-! 809. (General Barón de Marbot.- MEMOR:{As) .. (Conclus ión) .. Varios de ellos n.os tocaron sin que, afortunadamente, causa­ran ningún accidente grave; in embargo, temí por un momento que la corriente qu,e n.os empujaba con violencia y sobre la cual ganaban muy poco nuestros rern.os, sin permitirnos llevar la obli­cuidad necesaria, n,os arrastrase más abajo del campamento en.emi.­go, lo cual habría. h.echo fallar nuestra expedición. Por fin. á fu~rza de remo habíamos logrado recorrer las tres cuartas partes del tra­yecto cuando, á pesar. de la oscuridad,. noté sobre las aguas una enorme masa negra y, un instante después un roce agudo se hizo ~entir; algunas ramas vinieron á toGarnos la cara y la embarcación se detuvo ! ... Interrogado el patrón nos responde que habíamos dado en un islote cubierto de árboles que ia inundación. había ta­pado casi completamente. Para abrirse paso fue n~cesario emplear las hachas y cortar, á tientas, el ramaje que nos detenía; con­seguido esto y una vez que h~bimos franqueado el obstáculo, encontrámos una corriente menos impetuosa que en la mitad del río, merced á lo cual alcanzamos por fin la o~illa izquierda, al frente del campamento austriaco . Esta orilla se hallaba limitada por gran cantidad. de plantas acuáticas, muy tupidas, que avanzando en forma de bóveda sobre la orilla escarpada, hacían el acceso en extremo difícil; pero, al mis_ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLET1N MILITAR. mo tiempo nos prestaban importante servicio pue impedían que del campamento pudiesen distinguir nue tra barca. Los fuegos del vivac iluminaban la ribera y la sombra que proyectaban los árboles sobre nosotros, nos dejaba en completa oscuridad. Dejé entonces que la embarcación se deslízara suavemente por la orilla buscando con la mirada algún sitio donde pudiésemos desembarcar. De re­pente se nos pre entó una pendiente suave, practicada por los ene­migo ·, con el fin de que hombres y caballos de su campamento pudiesen con facilidad llegar hasta el agua. El sargento Tanza en siguida entre los sauces una de las piedras que llevábamos Yistas, la cuerda se enreda al rededor de un tronco y el bote se detiene contra la tier.·a á uno ó dos pies de la rampa. Calculé que sería entonces media noche. Los au triaco , que se hallaban separados de los franceses por la inmen idacl del Danubio el sbordaclo, se sentían en tan compl ta seguridad que, excepto Ios centinelas, todos dor­mían profundamente. En guerra es la costumbre, ea cual fuere Ia dí tancia que se­para al enemigo, que los cañones y centinelas den frente hacia éL U na batería colocada delante dci campamento, estaba dirigida ha­ia el río, y los centLn las que se paseaban en la parte alta de la playa, no podían vernos á causa de los árbole al pa o que yo po1· entre la ramas alcanzaba á divisar una gran parte de lo vivac . Has ta allí mi mi ión había resultaJo aún más feliz de lo que yo mismo hubiera podido esperar; pero para que el éxito fuera ompleto era preci o coger un pri sionero; tal operación, ejecutada á cincuenta pa . o de di rancia d e varios mile de enemigo , me pa­re ía muy d ifícil! .... Sin embargo, había que hacer algo. Di­puse que 1,) cin o marineros se te ; lo levan­tamos hasta ponerlo en brazos del granadero que estaba en la pun­ta, el cual lo hizo acostar boca abajo al lado de los marineros. Du­rante la operación: el vestido del austriaco me convenció con gran disgusto de que no era precisamente un soldado lo que teníamos en nuestro poder, ino un ordenanza de oficial. Más me habría gu tado coge1 á un combatiente; porque sin duda los datos que de él hubiera pouido obtener, serían más positi­vo ; sin embargo, á falta de algo mejor, iba á contentarme con lo que tenía, cuando vi en la parte alta de la rampa á dos militares, cada uno de los cuales llevaba la punta de un palo de donde pendía una gran va ija de metal. Comprendí que habría sido impo ible embarcarse de nuevo sin ser vistos, pue lo hombres se hallaban á unos pocos pasos de la orilla. En consecuencia, por señas ordené á mis granaderos que se ocultasen de nuevo y no bien lo dos austriacos se inclinaron para llenar su caldero, cuando fueron cogidos por detrás por brazos vi­goro os que les sumergieron la cabeza en el agua por temor de que tratasen de oponer re i tencia 11 ando de us sables que lleva­ban al cinto : era preci o aturdirlo . Con eguido esto, se acaron de nuevo, se les tapó la boca con pañuelos llenos de arena y con la punta de nue tros sable en el pecho se les obligó á entrar en la bar ·a donde fueron colocados al lado del ordenanza. Terminada la operacivn subí á bordo eguido del caporal y de los granadero . Hasta aquí todo iba muy bien. Hice entonces que e levan­taran los marineros y tomaran sus remos y mandé soltar el extre­mo de la cuerda que nos sostenía contra la ribera; pero se había mojado tánto y la fuerza que hacía la embarcación para re istir la violencia de la corriente había apretado de tal modo el nudo, que fue i mpo ible desatarlo. Hubo qu cort"r la cuerda en lo cual se emplearon dos ó tres minutos, pero por más cuidadosamente que se hiciera la operación, las sacudidas que recibía el cable, envuelto como estaba en uno de los tronco , imprimieron fL!erte movimien­to al ramaje de los árboles vecinos, de lo cual resultó un ruido tal, que llamó la atención del centinela; éste se aproxima á la ori­lla, no ve nue tra barquilla pero sí nota la agitación de los remos que aumentaban el ruido y grita en seguida: "Tf/er da!" (Ouién vive!) No obtiene respuesta alguna. Grita nuevamen­te el centinela enemigo : nosotros guardamos el mismo si­lencio y continuamos trabajando . . . . La angustia .era mor­tal. Después de haber arrontado tántos peligros, habría sido cruel venir á fracasar en el puerto. . . . Por fin, por fin se corta la cuerda y el bote recibe empuje violento de la corriente. Pero ape­nas salió de la bóveda que el ramaje formaba sobre nuestras cabe- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLITÍN MILIT-AR zas, cuando iluminado por los resplandores del vivac es · divisadq por el austriaco que grita: A las armas/ y dispara sobre nosotros ~ Nadie resultó herido; pero al ruido de la detonación todas las tropas. del campamento se levantan precipitadamente, y los artilleros, cu­yas piezas dirigidas hacia el Danubio estaban todas cargadas, me hacen el honor de disparar sobre mi humilde embarcación ! Mi corazón se estremeció de alegría al sentir la detonación que sm duda habÍJ. sido oída por el Emperador y el Mariscal Lannes; mis ojos se dirigieron hacia el convento de Molk, en el cual, no obs­tante la distancia, no había ce3ado de ver numerosas ventanas abiertas. En aquel momento quizá todas se abrieron, pero la luz de una sola me parecí ó aumentar en vivacidad: era la inmensa. ventan.a del balcón donde nos habíamos asomado que, gracias á sus dimensiones, proyectaba á lo lejos su luz sobre las aguas del río; ~1:.a evidente que acababan de abrirla al sentir el estallido del cañón, lo cual me hizo pensar que el Emperador y los Mariscales estaban en el balcón; que sabían que había llegado al campo enemigo en. la ribera izquierda y que hacían votos por mi feliz regreso. Este. pensamiento excitó aún más mi valor, ha ta el punto de no prestar (linguna atención á la balas de cañón, las que, por otra parte, eran poco peligro as si se tenía en cuenta que la velocidad de la corriente nos arras traba con tánta rapidez, que era impo ible que lo artille­ro pudieran apuntar con preci ión; muy de malas habríamos de estar para que nos hubieran tocado; e cierto que una sola habría bastado para de trozar. nue tra ba1 quilla y sumergirnos en el abis­mo) p~ro todas fueron. á perder e en el Danubio. ' Pron.to estu irnos. fuera del alcance de los enemigos y pude. concebir nuevamente. la esperanza de que mi empresa tuviera un feliz desenlace. Sin em,bargo, aún no se habífl,n allanado todos los peligros, pues tenía,mos que volver á cruzar el río que conti­nuaba arrastrando grandes troncos ; varia,s veces nos vimos lanza­dos sobre islas sumergidas. y allí el oculto ramaje de sus tupidos: árboles nos detuvo algún tiempo, pero al fin con eguimos á fuerza de vigorosa lucha aproximarnos á la orilla derecha, más de dos le­guas abajo de Molk. A .quí un nuevo temor vino á asaltarme: podía, ver desde donde estaba las hogueras de u.n campamento, pero nada_ había que me asegurase que éste pertenecía á un regimiento fran­cés, porque el enemigo tenía fuerzas en ambas riberas y yo sabía. que en la de la derecha, la avanzada del Mariscal Lannes se encon ... . traba á poca distancia de Molk, en presencia de un cuerpo aus­triaco situado en Saint-Polten. Era evidente que nuestro ejército debíil avanzar á la madru­gada; pero, habría prin~ipiado . á moverse y ocupaba aquel punto? ¿ Las hogueras que veía estaban rod~a~as: de af11igos ó de enemigos? · Temí por un momento que la corriente me hubiese arrastrado dema- . !liado abajo; pero pronto m~ sacó de dfldas el sonido de las cornetas Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .BOLETÍN MILITAR que tocaban diana á un regimientro de caballería íi·ancesa. Ha­biendo, pues, cesado toda incertidumbre, nos dirigimos á fuerza de remo hacia la playa, en donde la aurora que comenzaba á brillar, nos permitió d~ tinguir una aldea; á poca distancia de ella nos hallábamos cuando se oyó cerca un disparo de mosquete y una bala silbó por nuestros oidos ! .... Era indudable que el centi­nela francés nos había tomado por enemigos. Este caso no estaba previsto y no sabía · yo cómo hacer para que nos reconociesen, cuando se me ocurrió la feliz idea de hacer gritar repetidas ve­ces á mis gr.anaderos : ¡ f/iva el Emterador! Esto no habría de ~astar para convencerlos de que estaban en error y que, en efecto eramos fl' anceses; pero sí llamar~a la atención de los oficiales quie­nes, rodeados como estaban de soldados, no' podían temer nada de nue tro escaso número y no permitirían que se d'i parara sobre nos­otros antes de saber si éramos franceses ó austt iacos. En efecto, momentos más tarde me recibía en tierra el Coronel Gautrin y el (). 0 de húsares que pertenecía al cuerpo de ejército del Mari cal ~annes. Media legua más abajo que hubiéramos abordado, ha­~ ríamos caído sin duda entr~ las avanzadas enemigas. El Coronel de húsares me hizo dar un caballo y dos carros, en los cuales coloqué á mis granaderos, marineros y prisioneros y con mi pequeña carabana me dirigí á Molk. Durante el trayecto, el caporal, de orden mía, interrogó á los prisioneros, y por el}ps supe con gran placer que el campo de donde los hab~amos tomado per­tenecía al Cuerpo del General Hiller, el mismo cuya po ición tan vivamente deseaba conocer el Emperador. No quedaba duda: el General Hiller se había incorporado al Príncipe Carlos y no había riesgo de combate' en la vía que llevá­bamos; Napoleón, que no tení,a al frente más que la caballería ene­miga colocada adelante de Saint-Polten, podía avanzar con toda se­~ uridad hasta Viena, de donde no estábamos sino á tres peque­ñas jornadas. Cuando hube obtenido estos datos lancé mi caballo al galope para llevarlos al Emperador lo más pronto posible. Era yá enteramente de día cuando llegué á las puertas del monasterio. La población íntegra de Molk obstruía todas las en­tradas y de entre elta' se levantaban los desgarradores gritos de las mujeres, hijos, padres y multitud de amigos de los marineros que me había llevado la víspera; todos me rodearon apenas me vieron, y afortunadamente pude calmar sus vivas inquietudes asegurándoles que aquellos por quie!JeS me preguntaban estaban sanos y salvos, y que en breves instantes los verían. Un inmenso grito de júbilo se levantó del seno de la multitud. Según se le había ordenado, el oficial de guardia, tan Iuégo como se convenció de que era yo en persona el que estaba presen .... te, corrió á dar parte á los ayudantes de servicio para que éstos avi­saran al Emperador mi llegada. En un instante todos los que e Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. f4.0 BOLETIN MILITAR hallaban en el palacio estuvieron en pie; el buen Mariscal Lannes vino donde mí, me abrazó cordialmente y me condujo cerca del Emperador á quien dijo: "Hélo aquí, Majestad ! Bien sabía yo que volvería! Trae tres prisioneros del Cuerpo del General Hiller!" Napoleón me recibió de la mejor manera posible y aunque estaba completamente mojado y embarrado me puso la mano en el hom­bro sin olvidar su mayor prueba de satisfacción, el pellizco en la oreja. Imagináos qué tántas preguntas se me harían ! El Empera­dor quiso conocer hasta los más pequeños detalles de cuanto hu­biese acontecido durante mi peligrosa empresa y cuando hube ter­minado mi relato, Su Majestad me dijo: "Estoy muy contento con u ted, señor Jefe de Escuadrén Marbot ! " Esto equivalía á un despacho. (Traducido para el BoLETfN MILI'rAR). ---·-- - EN El EJERCITO EL Mr ISTERIO de Guerra, en Oficio número 7,164, fechado el 12 de los corrie nte, dice á la Coma ndancia en Jefe lo siguiente: "El Capitán Je ú Rocha, que ervía en día pa adosen el Ba­tallón 'l'encrife como Ayudante Mayor, fue declarado en u o de li­cencia indefinida por haber e recibido noticia de que era desafecto al Gobiern.o. "Habiendo dicho Ofi ial de5Vanecido la imputación menciona­da, el Poder Ejecutivo, con fecha 13 de Febrero lo llamó al servi­cio activo y lo destinó al puesto de Ayudante Mayor del Batallón M'tfz:z en la vacante que dejó el Capitán Fernando Vergara F., á quien se nombró Habilitado del mismo Cuerpo." EL PonER EJECUTivo, por Decreto de fecha 8 del presente mes, dictó las siguientes di sposiciones: Llamó al servicio activo al Coronel José María Hernández y lo destinó al Estado 1\!Iayor General del Ejército como ¡er Ayu­dante General. Nombró al señor José María López Serna, Ayudante de Es­tado Mayor de la 4·a División, asimilado á Sargento Mayor para los efectos fiscales y para que llene la vacante que allí existe de ese puesto. Destinó al Capitán Moisés Ortega Llera , que sirve en la 2 ... - Compañía del Batallón Tiradores número I I, á la 5.a del Nariño número 4. 0 ; y al Capitán Secundino Londoño, que sirve en esta Compañía y Batallón, á la 2." del Tiradores en reemplazo de Orte­ga Lleras. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REGISTR{) DE coNDUCTA Y SERVICIOS DE LOS OFICIALES DEL BATALLÓN ''AvAcucHo," N-h z ~ t:: H ., > ¡o .... ...¡::... .... Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EMPLEOS NOMBRES DESTINOS Teniente Enrique U rdaneta. 2. 0 Ayudante. Teniente Adriano Murillo. 1 .• Compañía. Teniente Agustín Sarmiento. 2." Compañía. íd. Domingo García. 3.a Compañía. Teniente ¡simón Ardila. 4.a Compafiía. Teniente Erasmo Pinzón. 5. 3 Compañía. Teniente Joaquín Forero M. jz .0 Ayudante. Subteniente Pedro Rubén Cast¡o. !Abanderado. NATURA-' LEZA RELACION l . 1 CONDUCTA Bogotá. Planadas." Málaga. 'Bogotá. Bogotá. !Arauca. !Bogotá . . !Bogotá. 1 trucción nocturna y otro por faltas en elr cumplimiento de sus deberes, habiendo abandonado en la marcha de Villeta á 1esta ciudad su Compañía y aún no haber-se presentado en el cuartel. 'Pésima. Un arresto en el Principal por pernoc­tar fuera del cuartel sin permiso y uno en el cuartel por retirarse antes de la publi-cación de la Orden del Cuerpo. Regular., Tres arrestos en el cuartel por descuido! en una guardia y por no atender debida-mente á su Compañía. ¡Regular. Ningún arresto. Ejemplar. Un arresto en el cuartel por descuido len su Compañía. !Buena. Ningún arresto. !Ejemplar. Un arresto en el e uartel por no haben trasmitido un parte. IBuena. Un arresto en el Principal por reinci-dencia en pernoctar fuera del cuartel sin penniso. IMala. Dos arrestos en el cuartel : uno por dar part~ falso y otro por descuido en una co.- m.isión que se le confió. (Regular. + ¡...¡ t:a. o t"" t:tl --1 -z S: .... r ..... --1 > ;;o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EMPLEOS N Q ~ B R. E S DESTINOS Subteniente.IWenceslao Lombana. l 1.a Compañía. 1 Subteniente.ISimón Pizano. l,a Compañía. Subt~nicnte. !Eurípides García. z.a Compañía. Subteniente.IBernabé Montes. lz.a Compañía,_ Subteniente.IG_uillermo Arjona. 1 3-~ Compañia-. NATURA­LEZA Bogotá. Bogotá. Tunja. \Sácame. RELACIÓN r CONDUCTA1 . ---- ' 1 Dos arrestos en el cuartel por no cum-plir con sus deberes. [Regular. Dos arrestos en el cuartel: uno por re­tirarse antes de la publicación de la Orden del Cuerpo y otro por faltar al cumplí miento de sus deberes. Un arre~to por ocho días en el Princi­pal por reincidencia en pernoctar fuera sir. permiso; y tres en el cuartel: uno por des­cuido en su Compañía, otro por faltar a lista de 6 p. m. é instrucción nocturna y otro por retirarse antes de la publicación_ Regular. de la Orden del Cuerpo. iMala. 1 Un arresto en el cuartel por descuido,, IAmbalema. 1 en su Compañía. 1 Un arresto en el cuartel por descuidó 1 t:l:t J o !:'"' tT1 >-l -· z s:. .. t'"' ...... ...., > ;¡ó ....... + w Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EMPLEOS NOMBRES Subteniente. David Rodríguez. Subteniente. Hermógenes Franco. Subtenicnte.keopoldo Cárdenas. S Subtcnicnte.IJ uan Lciva M. \subteniente. Félix Restrepo B. DESTINOS 3.a Compañía. .. a. ( ..... _9"'1"\_..,r;:(, ls .• /s-• Compañia. Compañta. NATURA-LEZA r ¡sogamoso. Bogotá . 1 Bogotá. San Luis. Bogotá. 1 ,. RELACI ÓN CONDVCfA.\ .; e -------- ·-------- BLlena. te! por descuido¡ Buena. pal por pcrnoc-1 rmiso. Regular. por atrasarse á la lista de Oficiales de 9 p. m. Buena. Un arresto en el cGartel por infringir el / Reglamento del Batallón. Buena. Un arresto en el cuartel por dejar de-sertar un soldado en una guardia. /Regular. + c:J o t-­m j~ z ~ .... t-- ~ Es corriente.-El Ayudante Mayor encargado del Detall, :V ~ RAFAEL GRooT. Visto Bueno.-El Coronel, CARLOS FRANCO Q. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 9

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 10

Por: | Fecha: 13/03/1897

.A tlo 1 Uogotá, ~~ 11r·zo 13 de 1 IJ7 . BOLETI.N lVIILITAR --··-- - ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO --··--- Director, ALEJANDRO POSADA. Son colaboradores natos de este periódico, todos los 'Jefes y Ojiciale.s del Ejército de la República. CUARTEL DE HONDA Dan1os con gusto cabida en lugar preferente al si­guiente, lun1inoso intorn1e r ndido por el notablt> ingeniero señor D. Nicolás Caicedo D., por considerarlo de in ter " s general n la prosperidad y ncun1bramiento de nu stro Ejercito. La nece id ad rle proveer a Ja conveniente insta­lación de las tropas teniendo en cuenta la co:1diciones de clin1a, etc., se impone y las observaciones del señor Caicedo, con ligeras variantes, podran hacerse aplicables en cualquiera ] calidad. Por falta de espacio no publicamos el plan d,J edifi­cio á que se refiere el informe, pero ofrecen1os remitir co­pias de é] á Jos señores Con1andantes de Divisiones ó Bata­llones que Jo deseen. Señor General Lucas Gallo, Comandante General de la z.n Divi­sión.- Prescnte. Correspondiendo á la confianza con que se sirvió usted honrarn1e encargándon1e de los estudios del proyecto para Cuartel en esta plaza, tengo el gusto de acon1pañar el plano, pern1itiéndon1e hacer algunas observaciones referentes á este trabajo. La falta de local aparente para la guarnición acanto­nada en este 1 ugar, es un hecho reconocido no sólo por los habitantes sino por los nun1erosos transeúntes que han te~ nido ocasión de apreciar las n1alas condiciones de todo g~- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I3'0LETÍN MÍLIT1 R nerd, e'n que se encuentran los locales habilitados actvaf_. n1ente para cuarteles; bien se consideren las condiciones hi­giénicas y climat~ricas, bien Ja gran in1portancia n1i1itar d la plaz.a, s-.. saca en consecu ,nc ia que es ya de tiempo y de sun1a importancia ti acometin1i nto d la obra patrióti­can1ente inciada por usted, en vis ·a de las continuas pena­lidades á que se ve sometida la tropa y de la inseguridad para la defensa y salvamento en caso de guerra. Para la formación del proyecto era necesario tener en. cuenta las condiciones escncialc" de salubridad y d ord n. por la buena disposición y con1uni ación de los diversos departa m en tos. Con1o pued vcts en el plano, bs cuadras quedan com - pletamente independientes y pcrfnctam~nte ventilada , con la disposición de crucero adoptada; y, sin en1bargo, la voz de un Jefe situado en el centro, sed ja oír simultáneamente en hs cuatro con1 pn.ñías para que sta calculado el edificio, compuesta cada na d cien plaza . ·un centinela colocado en aqu l punto, las vigila todas; del mismo n1od que un foco d · luz las alumbra, qu.!Jando cada compañía con su Capitán y -5.cialt:s ;._ la cabeza. demás, el cuarto de nu,s en el centro facilita un alistamiento rápido de Ja tro­pa, sin dar lugar á confusiones en el armamento. Tant las oficinas d l E tr~do Mrly r como las de la Comandancia, al n1ismo tiempo que están 'nidas al cuar­tel, no participan del ruido producido por la tropa, ya ea n el ejercicio ó en las horas de dese, nso. ~:n la part posterior, además del parque, de los cuar­tos de dcpúsito, dP band.. y d ex usados, se encuentran dos departamentos, independientes del cuartel, destinados á las vivanderas que deben proveer los alin1cntos á la tropa. . Con1o allí se encuentra yá el agua d 1 acueducto, se han proyectado cuatro albercas tanto para proveer el agu< · potable con1o para el aseo de la tropa y lavado de los ex­cusados. Las paredes que cierran el cuadro d · 1 edificio, llevan el aspillerado en la parte superior, con sus parapetos inte­riores para evitar que un cartucho de dinan1ita pudiera ser colocado en uno de aquellos hue~os, al construírJos en la. pa~te baja,. á la altura n1edia de un hon1br , de n1odo que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILlTAR On el sis ema de defensa e tablecido en los cuatro costados de Ja construcción, se pu de asegurar un éxito con1pleto sin aum ntar de una n1anera considerable 1 costo de la obra de defensa. . . Para vigilar la pared exterior, se han presupuesto cua-tro garitas en los cuatro v~rtices del r ctáng lo que enci - rra todo el edificio, y que hacen con1pleta ]a inspección si se tienen en cuenta las especial1simas condiciones topográ-· ficas del sitio, hábiln1cnte el gido para la construcción. . Ademas de ]as g?.ritas, puede utilizarse el n1irador que 1-iguri sobre la pieza de an11as, cuya construcción, aunqu es sencilla, se ha calculado para resistir un peso n1ayor en caso de que haya nec sidad de blindar sus costados. En la pu.._rta de ent¡·ada principal, y n las de salida de la parte post rior, pu den practicarse de ca a lado, ori­ficios cónico conocid s con el nombre de guar·diolas, cuy~~ posición y dir cción están n1ar adas en Ja proyección hori­zontal y qu tienen por ol~cto prevenir un ataque en di­chas ntradas y causar unrr muu·te segura al qu"' pretenda t rzar ó ron1p r dichas puertas Es de a vLrtirs ·, que el constructor d b guardar c1er a discn:ciCn á. ·stc rcspect , en la ejecución de la obra. Siendo ste un punt obligado de tránsito para los Ej -:rcitos, Ta necesario dejar espacio ... uficiente para hospe­dar n1il ó dos n1il hombres, ademá de los cuatrocient s. para los· cuales está calculado el dificio; y esto se consi­guió dejando largos corredor s en donde pueden pernoctar las trop. s q uc vayan de paso, sin n1ayo peligro de infec­ción debida á un acumulamiento desventajoso de individuos. Aun cuando á prin1era vista aparece el' edificio de una extensión considerable, si se observa el proyecto con alguna detención, se verá que no contiene sino las piezas indispen­sables para el servicio y defensa de un Cuerpo de 4co pla­zas; y que es, poco n1ás ó n1enos, lo misn1o que si el edi­ficio fuera claustreado. Pt.ro ten· en do en cuenta la.s condi­ciones ·1igiéruc~--~ de ventilacíón aseo yá citadas, se ha pre­f¡ rido la disposición adop""ada, una vez que no se trata d~ econon1izar área del terreno que debe ocupar el cuar­tel, pu sto que -'sta ha sido cedida g nerosan1ente por. Acuerdo expedido por el Concejo I\1unicipal de este lugar. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR El área de terreno destinada para ei cuartel, la en­cierra un trapecio de ro7 metros de frente sobre la calle y cuyas bases paralelas miden I 86 metros la del Norte y I 69 metros la del Sur, encerrando una superficie de I hec­tárea 8,832 metros cuadrados. En esta área está conlpren­dida la que ocupa el edificio y que está constituída por un rectángulo que mide n1etros I05.40 de base, n1etros 99 de fondo, y que tiene por extensión r hectá1·ea 0,434 metros cuadrados. El excedente, ó sean n1etros cuadrados 8,39S que con1pletan con esta últin1a el área del trapecio citado, q ICda con1o anexidad del cuartel y puede utiJizars~ ya. para ejercicios n1ilitares, ya para el servicio de brigadas, cuando sea necesario. A un lado del proy.ecto está indicada, por n1 edio de un croquis de nivelación, la ahura del plano en donde se va ft establecer la construcción, respecto de la carrilera y del río. Aun cuando n se puede apreciar debidan1ente fa ventajos1stma pos1c1on tnilitar del Jugar eleg ido, sino por n1edio de una inspecci ón ocular, acompaño al plano dcl proyecto una copia en papel transparente, d 1 plano de l'a ciudad de Honda y sus alr~dedores, para que se pueda es­tinlar, de una n1anera aproximada, la verdadera situación d 1 cuartel. Allr se puede apreciar que las dos garitas de la parte posterior y sus aspillerados adyacentes, constituyen un verdad~ro vigia fortificado, desde donde se pueden vi­gilar y defender tod el costado oriental que da sobre el río, éste y la carrilera deJ F errocarri1 de ''La Dorada" en una extensión de 3 kilómetros, parte de la entrada á la po­blación p0r el.puerto· 'de Arrancaplum.as y parte del can1ino que va para Bodegas de Bogotá~ PRESUPUESTO Para la forn1ación del Presup1:1esto, se na partído d'el principio de que la obra se va á acometer pagando los jor­nales corrientes y los materiales d~ construcción al preci-o de la plaza. Para el avalúo del n1etro Iinecrl de pared se ha su­puesto que ésta forn1a lienzos continuos,. sin tener en cuen- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR ta los claros de las puertas y ventanas, que aproxinladamen­te se compensan con el costo de los adintelados de éstas, ya los forn1en arcos de n1ampostería ó un1bralados con1u­nes de n1adera. La sun1a total de$ 170,179 05, que arroja el presu­puesto forn1ado bajo las condiciones antedichas, puede su­frir notables n1odificaciones, que Ja hacen disn1inuír ó bajar de una manera considerable, y que pueden ser Jas siguientes: La El costo del grupo de las partidas con1prendidas en la obra de fábrica, puede disn1inuirse en un 50 por 100 si se sustituyen los trabajadores por individuos de tropa, dejando únican1ente Jos n1aestros ú oficiales encargados de la dirección inn1ediata del trabajo. De n1odo que los $ 1 J8, 7 54 8o que arroja Ja obra de fábrica, quedan re­ducidos á $ 69,3 77 40 y el costo total á S roo,8or 6 5. 2: Si á la condición arriba expresada, se agrega Ja de presuponer en lugar de paredes de mampostería, paredes de adobe sentado en barro y elaborados por la tropa, se ob­t~ ndría, sobre el descuento anterior, el de un 20 por 100 sobr Ja partida de $ 82,620 correspondiente á las paredes de mampostería; y la suma total del presupuesto quedaría reducida en este caso á$ 84,277 65. J.& En el grupo correspondiente á los n1ateriales de construcción, puede obtenerse tan1bién una rebaja conside­rable si en lugar de tomar algunos de ellos en el comercio -como son la teja n1etálica, hierro, etc.,-se encargasen directamente al Exterior. En el presupuesto detallado 1ue se acompaña, puede calcularse con alguna aproximación, las ventajas que pue­den obtenene con la condición precitada. APÉNDICE Para el estudio de la resistencia de los enn1aderados y de las colun1nas, se han supuesto de cumulá., n1adera que aparte de ser de fácil consecución en este lugar, es n1uy recomendada por sus condiciones de resistencia y duración. Suponiendo para la aplicación de las fórmulas una densidad n1edia de o. 8o metros y por coeficiente de ela~ticidad 6x ro9. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ,50 DOLETI MILITAR Peso de la cubierta por n1 tro cuadrado r 2 S kiio­gran1os. Este últin o es el peso, por n1etro c.uadrado de cu­bit! rta con teja sentada en barro, que se ha supuesto igual para el caso del presente provecto, á pesar de ser la cubier~· ta d teja n1etálica, porque debajo de · ésta y del enlistona­do, va una capa de barro de 0.02 á 0.03 n1etros de espesor, con el fil de evitar la irradiación del calor de la teja de zinc, que hace insoportable la temperatura de las habilitaciones, en algunas hor·ts del día. Honda, Fel rero 4 d- 1897. NicOL 's CA!CEDO D. PRE UPUETO GENERAL L EL CUARTIL Obra de fábric{!.. S2+·4o n1ctros cúbicos , e cimi ntos del edificio, á ' 10 n1etro cúbico ....... ~ s,2++ .. . 29+.60 metros cúbicos d cin1 entos de Jos muros as­pillerados y parapetos á $ 8 n1ctro cúbico. . . . . . . . . . 2,356 8o J,o6o n1etros lineales de pared de o. so metros de csp\;..­, r, inclusive pañete y blan-quirnento, á ~ 2 7 n1etro.. . 82,620 ...• I,J72.8o n1etros lineales de n1uro aspillerado y parape-tos á $ 25 metro . . . . . . . 20,592 I, 2 58 n1etros lineales de tabique, á $ I 2 n1etro . . . . . r 5,09 6 t 34 zócalos de un n1etro de largo y o.zsm x o.zsm, á$scadauno................ 67o 4,280 metros cuadrados (le olado, á$ o-ro n1etro... 428 Pasan .............. $ 127,006 8o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR 151 Vienen ........... $ 127,006 8o 4,S 19.20 n1etros cuadra .... dos de cubierta, inclusive cla­vazón, barro y varillones, á iS 2- S o n1etro . . . . . . . . . . . . 1 1 , 2 9 8 4garitas en.............. +SO $ lJB,7S4 8o MaLria!es. Valor de 2 7 cerchas tipo A, á:"? Ss cada una .......... . Valor de 48 cerchas tipo B, á :~ 90 cada una . . ~ • . ... Valor de 134 e lun1nas deo.r8m x o.18!1~y 3·som,á .. 8 r:ada una ............ . .... . ' Vatordei,312varasde corredor de o . 1om de dián1e­tro, á ,, o-80 n1 e tro lineal ..• ' a]o t· de 1,9 50 n1etros Eneales de cost illa, á . · I·· 20 n1etro .......................... . Valor de 428.80 n1etros lineales de tirantas del corre­dor, á~ o - 8o n etro lineal . .. Valor de 6 s6 n1etros li­~ 1eales de soleras, á ~ I-so .n1etro ............. . .... . Valor de 156 n1etros li-. neales de n1esa, á $ 1-Go metro .......................... . Valor de 310 n1etros li­neales de cun brera, á $ 1-so. 1:11etro _ . . . . . . . ......... . ralor deJa puerta prin-cipal ............................ . Valor de r 1 puertas de I. S S m X 3.2om, á $ SO cada tlna ____________ .. ___ _ ... 2,29S 4,J20 1,072 ... 2,J+O ... 343 os 1,049 6o 6o SS 0 .... ----------------------- Pasan .......... $ 14,528 2S $ 138,7S4 8o Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. !WLETIN MILITAR Vienen .•......... $ 1 4, 52 8 2 5 $ 1 J 8, 7 54 So Valor de 2 puertas de co-n1 unicación, á $ 40 cada una.. 8o Valor de 16 ventanas de 1m x 2m, á$ JO cada una 480 Valor de 40 ventanas de de !.20m X 2.2om, á$ JO cada una . ....... ... •. . . . .. . . . . 1,200 ..• Valor de 6 puertas de calabozos y excusados, á$ 20 cada uns de las mencionada fundaciones, so 1 tv habitantes de hs aldeas ú p blaciones del Llano, l s cuales en nú' ero con, iderable alternan ·u vida del poblado á sus ca as de campo. El r~ciuciJo rc:,to del personal de aquellas poblacione e comp ne de los advei edizos é inmigra 1tc del interior, que van en busca e trabajo, inpulsado por el incentivo de lo cuantiosos salarios, que por allá se pagan, y otros por la proverbial fama de que en lo. Lbi!O' se h:1ce fortuna rápidamente, a í como tambié n e g 1arida para l o~ pr(fugos y los delincuentes que huyen de la . ju tic·a y l., sanciun nc ial. Co:110 es natural, á la tT'ujer por su condición, le es dificulto a la inmigración; de consiguiente, el número es m ás reducido, de dond proviene la carencia de brazos para los [e r vicios domésticos, circunstancia por la cual no existen en aquellas poblaciones hote­le' 5 ó fon:hs donde dar hospitalidad á_los viajeros. Autorizada por l a necesidad, existe allí la costumbre, de que los que lleguen con ánimo de pe rmanecer largo tiempo, tienen in­di s pen ~a b!emente que abrir su ca a de habitació n, p::tra evitarse las _ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. pOLETÍN MILIT R ~55 ~on~rariedades é in onvenientes que se presentan para el sosteni-· miento de la vida ordinaria. Con mayor razón aconte::ce á lo mili_: ares ó agentes del Gobicrn , quienes parece llevasen en la frente d e tigma del crimen, pues si posible fuere, se les tratarÍ.l como á parias por ser la generalidad de aquellos }¡abitantc adver os al ac­tual r, gimen p lítico, é hijos otr s d~ Venezuela los cuales en lugar de ri validatt debiera! á u vez estrechar los vínc• los dt.. con..: fraternidad, siendo a.í que unidos lt...chmon nuestros antec ores por un mismo ideaL A no er por 1 apoyo de los indios salvajes que fabrican para la venta uJ a pasta denominada casalh' y una harina que llaman· ?nainco, hecha de la fécula de la yuc~, alimen os, si así podemos llamarlo, in ípido y nadcl nutritivos, sería imposible la vida en aquellos lugares. Tambicn culti\an pbnt~::>s q e ellos llaman co­nucos. Es claro pues, como se ve, que para el transeúnte aquella vida e muy precaria debido á que allí se le da alimentación por conmi en ción fibntrópica; pero si su e.)tadía se prolonga, la paga á un precio exagerado, quechn l pendiente b deuda de gratitud por un negocio tan natural como cualquiera otro; es decir, tiene que ser ir'e uno mismo¡ aplicarse el principio de que "el que no produce no tiene Je¡ echo á consu 11ir." C:tJ., cu~l en dicl1a tierra con u me, . i e lo ha procurado por su pro ;>i, e fucno, pue no existen mercado , ni ostu nbre de solicitarle ~í los demás aquello que ta,nbién le es 1 eccsario. Hay que hacer menci<Ín especial d~ un a~unto tan importante, como lo s el ca 11bio de cstacif>n, el cual e efectúa llegando á los extremos; de tal suerte que, lo que en verano era una llanura in­mensa, desprovista de vegetación, sin una fuente que sirva de re­frigerio al ,iajero para caltJlar el sofocamiento que el calor pruduce bajo los rayo de un ol abl asador, viene á transformarse en invier­no en una laguna que casi alcanza á cubrir la bestia que uno ca­balga por aquellos lugare . Sucede muchas veces que las personas que por allí transitan ven en peligro su e. istencia, por las frecuen­tes surales, chambas y malezas que forma ei su seno el agua las cuales no se pueden percibir. Estas son las circunstancias que ha-· cen imposible el viajar á pie, y que forman en el llanero el justo hábito de andar ecuestre, usando corno montura lo que se apellida en aquella comarca pereque. El pert>que es una montura ordinaria, sin ropaje de ninguna clase, es decir, la armazón desnuda; consiste~ esta costumbre en que la humedad destruye todo, y es lógico que se debe usar lo menos costoso. Completan el equipo del Llanero un chinchorro (hamaca de cabuya que la fabrican los indios) lo cual evita el peligro de las culebras; un bayetón, que le sirv\., de cobija y de abrigo caso de lluvia; además es indispensable el mosquitero, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITAR tolda que evita el piquete del zancudo ó puyón, mosco ponzoñoso que perturba el sueño. Los cambios de estación, tan anómalos como queda dicho, traen consigo una atmósfera impr~gnada de miasmas insalubres que dan por resultado el aumento del paludismo endémico originado por los muchos microbios que contiene el agua, la cual e<> mucho más nociva cuando está estancada por falta de abundancia, ya en los lechos de las lagunas ó ya en las cañadas durante el verano. La putrefacta evaporación exhalada de allí con la que emana de la ve­getación bajo el sombrío de la montaña, son también focos de in­fección peligrosos. El llanero es un gladiador valeroso, que lucha diariamente no sólo con la naturaleza tan adversa, sino con otr.1 multitud de cir­cunstancias tan desfavorables que fácilmente se escapan á la previ­sión humana. Siempre está sujeto á contingencias; nada allí tS in­mutable, ni tampoco determinado; todo obedece á casualidades que hacen í1 uctuar los compromisos y desconcertar lo que pudiera ga­rantizarse como resultado exacto. A propósito de esto, recuerdo que el muy R. P. Vela, de grata memoria, Misionero que tánto conoc:ía aquella región, decía, haciendo una comparación equipa­rativa con las matemáticas, "que en todas partes tres y dos suma­ban cinco, menos en lo Llanos." Cuántas veces acontece, el tener que velar á la orilla de un río que impidió su paso, sufriendo el hambre, la humedad y el pe­ligro de las fieras, y aún tal vez atacado por las fiebres, que por su estado anémico con cualquier pretexto se ~esarrollan; y cuántas ve­ces sucede también que se pierde en una llanura donde exi ten multitud de caminos formados por las madrinas de ganado, y des­pués de recorrer una larga exten ión en aquel horizonte tan vasto, imposible le es orientarse, hasta tomar el verdadero camino. Al acercarse la noche, obligado por la nece idad, tiene que quedar­se á la intemperie en el límite de la montaña y la sabana para evitarse así mayores peligros que pudieran sobrevenirle. Sucede muy á menudo que, por no existir allí potreros ó cercados puesto que no existe propiedad, la bestia en que se viaja queda insegura y la generalidad de la veces es éste un motivo de demora porque se pierde y es dificil hallarla. Podría citar muchos ejemplos de diverso género, que corroboran lo que dejo dicho, en materia de dificulta­des que trastornan cualquier intento determinado; pero antes, para aquellos que no conocen la comarca del llano, les parecerán ridícu­las y exageradas las que expuse por la costumbre que tienen de transitar tierras pobladas, donde todo e puede obviar debido á que la aglomeración y la sociedad son un auxiliar poderoso. (C ?JJtimJartÍ ). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR 1 57 MINISTERIO DE GUERRA DECRETO NÚMERO DE 1897 ( 2 7 DE FEBRERO) ORGÁNICO DE LOS PALOMARES MILITARES. El f/ic epresidente de la R epública EncargadJ del Poder Ejecutivo, DECRETA: Art. I. 0 Desde el I. 0 de Marzo próxin1o continuarán funcionando en esta capital y en Zipaquirá los Palon1ares Militares establecidos, con arreglo á lo que dispone el pre­sente Decreto. Art. 2. 0 Las Estaciones de palon1as n1ensajeras de los Batallones Artillería nún1ero rLITÍN MILITAR RESOLUCIÓN 1 ÚMERO rr6 qr·~ s fiala ciertos requisito {i los Oíicialc'J inferiores para ::t.r admitidoi al servicio a e ti \'O. · Ministerio de Guerra.-Seuif:n I ."-BrJg2tá, 5 de Mn·z, de r897' CQN.;IDZRAr rno: Que la institución milit"r necesita, pa1a su adebnto, er dí ... r'u·ida sobre bases di.! adecuada instruccion; y Que para dar principio á la realización de e te obj ti ro con­viene exigir ele lo Ühciales inferiores, para er admitidos al ser­vicio a tivo, cicrt) grado de in trucciún civil y militar, grado qu puede de arrollarse paulatir amente y hacerse ·xtensivo en genera· á todo el Cuerpo de Ofi ia1es del Ejercito, SE UESUELVE; 1 nombramiento de los Oficiales inferior s e 1ar.í prt~.ha-­mmtr, por medio de ter na que prc..sentarán á e t • 1 1ini tcrio loi E tad . ·1ayores Di\'isi marios 6 b JcGttur< 1 ~1i1itare, de acuer­do con lo di ·puc to en la Resolución número 70 d:.: e te De. pacho~ fechada el 25 de l\1ayo de r896 y publicada en el ])iari? Ojidat tHÍmer 1 o,o4-2. Los E tado l\1ay ores de Divü,ic)n ó las Jefaturas Militares, según el caso, no coloc~r:ln en terna sin~ á lo candidato· que ha .. yan presentado ante ellos ó ante dos per ona idóneas que é to de ignen, un examen ap1 obado durante quince minuto. en cada una de la siguiente materia : Lectura, Escritura, Aritmética, Geogra ... fía patria, Castellano> Ortot;rafía, 1101 al y Religi<)n, Táctica mi­litar y nociones de Código 1\llilitar. Las actas de exámenes serán remitidas al I\.1inisterio junto con las ternas de que trata la citada Resolución número 70, de 25 de Mayo de 1896, y lo informes sobre el carácter, conducta y servi­cio de los candidatos, como en la misma Re olución se dispone. Prohíbese en absoluto la dación de terna por telégrafo, pues en todo caso deben venir acompañada de los informe y acta ' mencionadas. Comuníquese y publíqueqL El Mini tro, PEDRO To.r¡o l\ifoLINA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 160 BOLETÍN MILITAR EN EL EJERCITO Por el Decreto de 8 de Febrero el Poder Ejecutivo concedió al Teniente Moisés Hernández licencia indefinida para epar<:~rse de la 7 .o. Compaíiía del Batallón ]u1Ún número I 8, por grave en­fermedad. Llamó al ervicio activo al Teniente Lino Beltrán R., y lo destinó al expre ado Batallón 'Jur-Ín en reemplazo de H ernández. Concedió al Subteniente tJ rbano N avarrete la li cn cia inde­finida que soli citó para separarse de la 1.• Con pañía del Batallón Urdaneta número 15; y confirió al señor Eduardo Gil el empleo de Subteniente efectivo del Ejército, lo llamó al ervicio activo y lo destinó al mencion a do Batallón Urdaneta en la vacante que deja el Subteniente Navarrete. Por Decreto de fecha I.0 de los corrientes, nombró al señor Javier Tovar Proveedor general del Ejército; y por Decreto de ayer 6, aceptó al Coronel Ladi lao Ortiz, la renuncia que hizo del cargo de Guardaparque en Bucaramanga, habiendo sido desig­nado para reemplazarlo el se ñor Pedro León Ortiz. A solicitud del Jefe del Batallón Cazador es y del Comandante te General de la 5. 3 División, el Poder Ejecutivo, por Decreto de 6 del presente, declaró en uso de licencia indeJinida al Capitán Inocencia Cifuente, que sirve en la 3·" Compañía del Cuerpo ex­presado; y al Teniente Julio V elá squez Riascos, que sirve en la 4.• del mi mo Cuerpo por enfermedad y falta de es píritu militar; Por el mi5mo Decreto se llamó al servicio activo al Capitán Gonzalo Hurtado y e destinó al C.'lz.adores en lugar del de igual grado, Cifuentes; y e ascendió á 'I'eniente al Subteniente Primo­génito Orce, á quien tambi é n e le llamó al servicio activo para ocupar la vacante que queda en dicho Cuerpo por la separación del Teniente V elásquez Riascos. El Poder Ejecutivo, por Decreto de fecha 10 del mes próxi­mo pa ado, llamó al servicio activo al Teniente Luis Felipe Mer­cado y lo destinó á Tumaco como Adjunto á la Comandancia Militar del Litoral del Pacífico. Por Decreto de fecha 9 a imiló á Teniente Coronel efectivo, para los efectos legales, al doctor Carlos A. Cook, médico de la guarnición de Panamá. Concedió al Teni~nte Luis F. Pinzón, la licencia indefinida que solicitó para separarse de la 3·· Compañía del Batallón Pichin­cha número 23. Llamó al ser icio activo al Teniente Buenaven­tura Beltrán, y lo destinó á ocupar la vacante que deja en el ex­presado Batallón Pichincha el Teniente Pinzón. Concedió al Teniente Guillermo Hernández la licencia inde­finida que solicitó para separarse de la 2.• Compañía del Batallón Tiradores número 1 I. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 11

Por: | Fecha: 20/03/1897

Año l Uogotá, .Mai'Zo 20 de 1 !17. BOLETIN MILITAR --··-- - ORGANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRClTO --.. ·--- Director, A LEJANDRO POSADA. Son colaboradores natos de este periódico, todos los ]efes y Oficiales del Ejército de la República. BIBLIOTECA DEL EJERCITO Lu Dirección del BoLETl N M 1 LITAR ti ne el hon r de anunciar que stá abierta á la disposición de los n1i1ita­res en servicio activo a í com de todos aquellos que an1an la noble carrera de las arn1as y, en consecuencia, se intere­san p r su adelanto entre nosotros y por verla cupar el puesto que le e rresponde, la Biblioteca que:! el Ministerio de Guerra ha fundado con la n1ira elevada de cultivar en­tre nuestros ficiales el an1or á la lectura por una parte y por otra el espíritu de sociabilidad y de con1pañerisn1o en-· tre los n1iembr s del ~j é rcito. Es indispensable que éstos se traten, se conozcan, se acostumbren á mirarse con1o ver­daderos hermanos para que así, en íntin1o consorcio du­rante Jas horas que les dejen libres sus quehaceres de guar­nición, puedan comunicarse sus ideas, lo cual habrá de re­dundar por fuerza, en bien del Ejército, descubriéndose por este rnedio necesidades á que haya d~..- atenderse, des­perfectos que deban corregirse, mejoras que convenga in­troducir y, en general, pasos que sea necesario dar en el sentido de mejorar la condición de nuestro soldado. ¿Y quién nos asegura que de esto que en tan pequeña escala ofrecemos no haya de surgir más tarde alguna cosa de gran in1portancia, algo con1o un Círculo Milit:tr, á la n1ane­ra de los que existen en todo país civilizado donde la ca- . rrera n1ilitar ocupa, con1o debe ser, el prin1er lugar? La necesidad de una institución de esta naturaleza se Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍ l\1ILITA:t{ hace sentir in1periosan1enteJ Es preciso demostrár' que: nuestro Ejército, donde la n1ateria prim.a -si así puede: llamarse-----es de primer orden, puede llegar á forn1ar en prin1era línea no sólo en Jos can1pos de- batC:blJa. por su valor y disciplina. indomables, st11'0' también en Jos centros cien-· tíficos y literarios por su ilustración y en los sociales por la t;ultura- y galantería dt:; sus Jefes y Oficiales. En nuestras n1anos está llegar á den1ostrario. El Mi ...... nrste:rio por SU parte está dispuesto á no On"lÍtir esfuerzO' ni gasto alguno que tienda á este fin.; toca pues á los n11iembros del Ejército secundar su idea, haciebdo del centrO' de reunión que hoy se pone á sus órdenes, el uso que debe hacerse; propon1éndose gastar allí en an1ena é instruc-· tiva tertuJia las horas de que puedan disponer .. . En la Biblioteca. encontrarán no sólo- obras científicas Felacionadas con la. carrera· n1ilitar sino tan1bién de historia y literatura clásica, men1orias y viajes de los n1crjores auto res, variedades y literatura en general, obras recreativas,., como novelas Y' poesías de los escritores n1ás afan1ados asÍ · con1o la mayor parte de los periódicos que s publican en el país y en el ex:tranjern hpr!zontal. Por · otr¡1 par~e,. no' hay· 'detalles de su Iocali- ­ia. ción, COITIÓ distapcia. á la ciudad, condiFione topográficas y mi­litares de~ terr~no . y ' su~ cont.or~nos; y por . lo pronto se nota que-, ~lantas de hor!lOS y máquinas, quedan muy inmediatflS al almacén <;le explosivos; que no hay ninguna obra permanente de fortifica-· ción que proteja el edificio, y que en el conjunto no se observa ni. ouenas proppt:ciones ni conveniente distribución pa.r~ el servicio-rhilitar. ·· · ~ · · · · ' · · -· l • ' • 1 · · 1 .. ·- • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETIN MILITAR Falta también la explicación ó memoria que es costumbre ncompañar en estos casos, para la mejor inteligencia de las obras proyectadas. Dios guarde al señor Ministro. DrónoRo SÁNCHEz, Secretario. Posteriorn1ente ren1itió el Ministerio á la Sociedad de Ingenieros el Informe y croquis presentado por el Director de obras militare:> que sigue: " Un depósito de n1aterias inflan1ables y explosivas re­quiere condicion s especiales que están subordinadas á dos objetos: 1.0 alejar todo peligro de incendio; y 2.0 to­nlar todas las precauciones posibles para el caso de que lle­gue á incendiars , si no por desctúdo, por un rayo, procu­rando que en tal ca.so la explosión no con1pron1eta los lu­gares inn1ediatos. "El peligro de incendio puede alejarse por la forn1a de construcción y no ofrece grandes dificultades su ejecución. '•Las precauciones convenientes para el caso de un acci­dente inesperado, pueden ton1arse de acuerdo con leyes físicas per[i ctamente conocidas, En primer Jugar debe es­cogerse una. situación que no sea la falda de la cordillera que ocupa la. ciudad, prefiriendo la parte plana, pues Jos costados de la. cordillera, por su misn1a forn1ación geológi­ca, están n1ás expuestos á conmoverse por cualquiera causa. El lugar que. actualmente ocupa el depósito de pólvora en el antiguo Aserrío es inaceptable por estar á pocos n1etros de distancia de la. Fábrica de Cápsulas y en nivel muy su­perior á ésta. La carencia. de otro edificio que pueda cus­todiarse fácilmente, y la costun1bre tradicional de guardar allí la pólvora, son las causas de que allí se depositen, con peligro de que si ocurre un accidente, n1uy fácil por las n1alas condiciones del edificio, se pierde la fábrica, que re­presenta un valor considerable y tiene grande importancia en los casos en que sea necesaria su actividad. " El edificio para polvorín no necesita grande espacio, y debe preferirse la forma circular ó exagonal con el objeto Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 168 BOLETÍN MILITAR de que los n1uros opongan igual resistencia en cualquiera dirección. Con un dián1etro de 5 á 6 metros y 4 de altura se obtiene un espacio capaz de contener 6o n1etros cúbicos; volumen á que no alcanzan las existencias acopiadas y al cual no debe llegarse, por el peligro de alteración que tiene la pólvora guardada por largo tiempo. "Con el fin de aislar el almacén librándolo del contac­to exterior, el depósito debe estar rodeado de paredes pa­ralelas á las que lo cierran á fin de establecer una corriente de aire libre entre el aln1ac én y el n1uro que lo definde ex­teriornlente ; condición que disminuye mucho la fuerza explosiva en caso de accidente. El perín1etro del aln1acén debe enlazarse con arcos al muro exterior á fin de que las paredes, siendo de reducido esJ->esor, reciban su apoyo. La cubierta debe ser ligera, dejando espacio para que entre luz por so1>re las pareces y debajo de la cubierta y cerrada in­teriornlente con vidrio por su cualidad de aislar ]as corrien­tes el éctricas é imp dir por consiguiente ]a introducción de una chispa eléctrica en el depósito. La puerta del n1uro ex­terior, no deberá coincidir con la que da entrada al depG­sito. Las sustancias explosivas no obran todas en el n1i 1110 sentido : la pólvora con1Ún hace su explosión con n1ayor fuerza en sentido vertical de abajo para arriba ; la dinami­ta obra en sentido contrario con n1ayor fuerza, y entre ]as n1uchas clases que se emplean en la explotación de n1inas y canteras hay algunas cuya fuerza explosiva se efectúa en sentido horizontal hacia el fondo del taladro. De estas cua­lidades especiales se deduce la conveniencia de poner la pólvora en donde encuentre poca resistencia hacia arriba, para evitar que la expJosiGn sea más destructora en caso de efectuarse. '~ El pararrayo se usa como n1edio de precaución n1uy conveniente; pero está n1uy distante de dar con1pleta segu­ridad, pues sin contar las condiciones ~specia.les en que debe permanecer la aguja extrema superior y el estado de los conductores á Ja tierra, ]a simple hun1cdad atn1osférica pue­de ocasionar el desvío de una chispa eléctrica de consecuen­cias desastrosas. El telégrafo, á pesar de los adelantos de la .ciencia en el ramo de Ja electricidad que ha llegado á ha­cerla servir en muchos casos, no ~;::stá exento de peligros, y Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR hace pocos años en la oficina telegráfica central de Londres el desprendin1iento de una chispa ocasionó la muerte de once en1pleados. Y esto en una oficina tan bien n1ontada como debe suponerse y servida por empleados muy prácti­cos é instruídos. "U na vez que se hayah tenido en consideración las con­diciones técnicas que acabo de iniciar, si se encuentran dig­nas de atención, puede procederse á detern1inar el lugar que ha de ocupar el Polvorín y trazar el plano definitivo arregla­do no sólo á las indicaciones que anteceden, sino á las que la Sociedad de Ingenieros colombianos juzgue prudente añadir. "El croquis adjunto n1uestra el edificio con las condi­ciones indicadas." Bogotá, Enero 28 de I 896. ELOY B. DE CASTRO. Convocada la Sociedad tomó en consideración el ante­rior informe y el croquis de que habla y lo pasó en conli­sión á los señores Alvarez Salas y Vergara y V., quienes dieron el siguiente inforn1e: Sociedad L.'obmbiana dt! lngmieros. - Bogotá, 20 de }ebrero ele Ib97· .Señor Presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenicros.-Prescntc. Vuestra Comisión, por razones que en seguida se apuntan, tiene la pena de apartarse sustancialmente de lo expuesto por el señor Director de Obras públicas militares, en Jo que se refiere á la construcción de un Polvorín en esta ciudad. Desde lu~go, vuestra Comisión reconoce la imperiosa nece­sidad que hay de construír un verdadero almacén de pólvora para .satisfacer, tanto como se pueda á dos exigencias diametralmente opuestas : proveer á la seguridad de la capital, para la cual es pe­ligrosa toda aglomeración cercana de materias infl.amables; man­tener dicho depósito á no mucha distancia de los cuarteles, por .cuanto el Ejército nacional necesita de ese material de guerra para u servicio. Además, el Polvorín también tiene que servir para .guardar las sustancias explosivas que introduce el comercio para la . atisfacción de necesidades industriale . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETfN MILITRA El Polvorín no puede construírse, por obvias razones, dentr-Q del cuartel del Aserrío; p~ro tampocq es posible edificarlo á mucha ~istancia de la Fábrica de Cápsulas, ni de los cuarteles que deban par la custodia del caso. El Polvor~n exige conti1_1ua vigilanci<\ por parte de los Jefes del J;j ército para alejar l\n siniestro cuanto . ea posible, y conviene q'-'ede situado de ~al modo que p.or la ciu­pad cruce la menor cantiQad de ustancias explosivas, cuando sea. preciso moverlas. No puede construirse en la paxte baja de la ciu­pad por el ensanche ma.r.ca._do de ésta, por d valor del terreno, por· la humedad del subsuelo., y porque all~ ser~a más dif\cilllenar las, ~ondiciones que exige un bue~ almacén de póh.(ora, Es preciso pues hacerlo en la parte alta, h,acia el Sut:", al a_.b.\igo de alguna de las ondulaciones del flanco de la cordillera, e11¡ un lomo en­tre dos cañadas, tánto para fac~litar la, construcción, comOa para que en caso de siniestro la m(\s~ de aire conmovida en­~ uentre canal que la desvíe de la pa~-~e ~d~ficada, y as' tranquilizar· á los habitantes. Estas múltiples condiciones pueden }lena~se al S. E. de la ciudad, al E. del Aserrío, porque allí, á m_en.os de dos kiló,ne­t~ os de ese cuartel, al pie de alturas de cuya cim.a un '(igi.a queda ~ m VLSt(\ de. los centinelas de aquél, exi te, conforme lo indica el ~djunto C.(o,qu.i , un relieve de aplanado lomo, entre dos cañadas, y allí puede <;w1tru1r e ventajo amente el deseado almacén. Es claro que e-1 p.unto indicad9 I)O será el único que puede elegirse; pero para res,olve~ el punto ~on todo el acierto del caso, sería ne~ ~esario levantar un planp detalla,dp de esa porción de los arrabales de la ciudad. Parecerán exa,g.eradas tán,ta,s precaucion.es,. cuando en el al­macén existente no h,a ocurrido de gracia a)guna, pero es bueno, ~ecordar que las cui'Ciadosas esta dí ticas del Coronel Novi demues­tran que en, Europa, los polvorines, por- término m .edio, saltan á los veinte años de constru~dos. Vuestra Comisi:ón sosti~ne que l).ay grave equivocación en ~firmar que unas pólvoras, al hacer. explosión, ejer,cen su acción en, 1,m sentido y que otras lo hacen en diversa dirección; el efecto producido por la explosjón de cualQ)uier pqhÍo­can tampoco contra la parede y e arreglan de modo que d~jen ~alles entre ellas.' Los almacene , siempre rectangulares, se dividen por otro muros en secci~nes para disminuír la violencia de la ex­~ losión llegado el ca o y para separar la pól ora por calidade y años de su fibricación. En las ventanas ~ e colo an por fuera de las hojas con cr1 tales, celodas metálicas ; las puerta , que no deben ser más de do ' son de madera, doble ' revestida de hierro por fue-' ~a la exterior y con tres cerraduras cuyas llave gua,rdan qistintas persona . En fin, en torno del ed~ficio y á cierta distancia no se toleran árboles y a~bustos para disminuír la humedad del terreno, y el almacén· s~ p~otege por ~medio de. pára,¡.:.cayos cy,idq,dosamente establecidos. · ' Larga experiencia enseña que el m,ejo~. empJazamiento de un polvorín es en las entrañas de un cetro, en una caverna; pero des­graciadamente tal si,tio no s~ co'nsigue· sino· m~y · raras veces. En ~s emplazamientos comun~~ se. p~esenta_n dos casos: ó el almacén ~stá al abrigo de todo asalto ó ataque, ó pu~de ser bombardeado . por un enemigo en caso de guen:a. En· el primer. caso la obra será más sencilla y meno~. cost.os_? .. Eri él segundo) caso, sobre una bó­veda de !.50 m. de espesor, cubierta con hprmig.ón, se coloca una capa de tierra de 8 metros de esP,esor, láteraloiente separada del almacén, que nunca tiene más de 6 metros de anchura, por el mencionado estuche' de aire. En cierto modo es subterránea la construcción, y luz y ventilación se o~tienen ppr medio de torre-. -. • - • 1 J '\ • • l. • ~ . - 1 .. " • \ • ,. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR dllas que atraviesan la capa de tierra, siendo· claro que la obra será mucho más resistente cuando la parte inferior del edificio se puede construír entre el suelo natural, porque así se disminuyen mucho las peligrosas consecuencias de una explosión. Vuestra Comisión cree basta lo dicho para el objeto que se propone, puesto que sólo fue encargada de emitir un concepto de carácter general y no de presentar un proyecto para la construc­ción de un determinado almacén de pólvora, coa que, por otr.a parte, tampoco podría hacerse en un plazo tan breve. Firmados, R. ALVAREZ SALAS.-FRANCISCO J. VE~GARA V. Sociedad C:;/?mbiana de l~tgenieros. - B:;gotá, Marzo r .0 de I 897. El Presidente Al señor Ministro de Gucrra.-Presente. Inmediatamente que recibí el Oficio de Su Señoría de fecha 12 de Febrero marcado con el número r 8 de la Sección 2.\ me apresuré á convocar la Sociedad que me honro en presidir y puse en conocimiento de ella el mencionado Oficio. Después de oír las opiniones de los vario miembros que tu­vieron á bien ilustrar el debate, se resolvió pasar el a unto á una Comisión de dos socios quienes pre entaron como resultado de su estudio el Informe y croquis que acompai1o. La Sociedad en una segunda reunión y después de considerar atentamente este Informe a í como el que Su Señoría tuvo á bien remitirle, aprobó la si­guiente proposición : "La Sociedad acepta las razones y conclusiones del informe de la Comisión, y en consecuencia re uelve: que se diga al señor Ministro de Guerra, en contestación á su Nota número r8, que, en su concepto, el proyecto de Polovrín formado por el señor Di­rector de Obras militares no satisface, en un todo, á las condicio­nes exigidas hoy para esta clase de construccione , las cuales deben llenar la indicadas en dicho informe, y que el lugar que parece más apropiado para situarlo es una cañada que queda al Este del Aserrío y al Norte del molino del río San Cristóbal, como se in­dica por la misma Comisión." La Sociedad cree haber interpretado en esta ocasión el pen­samiento de Su Señoría y abriga Ja esperanza alagüeña de que el depósito de pólvora que construya el Gobierno satisfaga á sus ne­cesidades, dando á la vez completa eguridad á los moradores de la capital. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JJOLETÍL MILITAR 1 73 Devuelvo el informe y croquis trabajadv por el senor Direc­tor de Obras mili tares. Acepte Su Señoría el testimonio de mi respetuosa conside­t'ación. ENRIQUE .l\.1cR -\LES R. ____ ....,.._.. ___ _ INFORME QUE EL SEFtOR R.oM/N CADENA. PRESENTA Á SU SE"'ORÍA EL MI ·rsTRO DE GUERRA, E DESEMPEÑO DE ~A COMISIÓN QUE LE FUE CONFIADA, CON EL FIN DE ORGANIZAR. UNA COMPAÑIA QUE REEMPLAZARA .úA ~UB HA JA LA OUARNI-CIÓN EN OROCUÉ. (Conclusi6n). Asaz temerarío se cr-eerá, pero puede compatarse sín exa4 geraclón, que lo apre to para una expedición de viajero á Arau~ ca, son muy semejantes y mayores que para una tripulación que se hace al mar pal'a lejana tíerras extranjeras. A 1 ¡•e(erírnos á navegación, la e tablecida por vapor en el río Meta por el inratigablc progresista seílor José Bonnet, que mucho ha contribuído á fomentar el comercio, con notable adelanto mate­rial para aquella comarca , por lo incipiente de dicha empresa, to­davía deja mucho qúe de ear para un buen servicio fluvial. Muy importante sería el que un In pector fluvial !e die e mejor direc­ción á aquella navegación de tal suerte que, el vapor Boyacá, de propiedad del eílor Ramón Real, pttdie e, con otros vapores como los de la Compañía de la Cruz Roja, pt 'estar un ervício con itine­rario jo, dando como re ultado mayore garantías y ventajas para el comercio. Parece que el señot Real e otra de la personas que están vivamente interesadas en este sentido, dándole impulso á la industria y al comercio. Se deriva de los hechos que dejo apuntados que para sostener en el Llano una Compañía suelta ó Escuadrón que preste útíle servicios al Gobierno, necesíta otganízarla con gente oríunda, esco­gida, que voluntariamente preste el Contingente, sírviendo bajo la disciplina mditm que P' r allá es tan trabajoso establecer. La esca­sez de brazo:-. en aq udlo. de iettos y apartadas regiones, ponen ei trabajo m,1terial Jc los peones ó vaqueros á un precio exorbitante,. como lo es e l de dos ó tt•es pesos díarios, dándoles bestias, alimen­taci ó n y medicinas, caso de enfermedad. Por tales motivos forzosa­mente hay que convenir en que la ración de los ~oldados debe au­mentarse un ciento por ciento. Organizar un Escuadrón que ai propio tiempo pueda prestar, llegado el caso, el servicio de infante­ría con buen éxüo, así como el de zapadores, con la expresa Condi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 174 BOLETIN MILITAR ción que sean agricultore3, es el único medio de sostener guarní­' ción en Casanare. Compuesto de un personal de esta clase, puede garantizarse que equivale á hacer inmigrar un batallón d_e gertt~ extraña, que puede equipararse con ésta, en una proporción del 'diez por ciento. En efecto, cien hombre llariyros, ivezados, cono­cedores y hechos al manejo de las annas, puede . contrarrestar en sJ suelo, á mil que del interior quisieran invadir sti terri~orio. La: prueba patética que robustece mi acerto, . en 1
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Por: | Fecha: 03/04/1897

13o~ro,ú, .\bril 3 d~ 1 ~V. BOLETIN lVI I L I T AR --.. ·--- OR GANO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJÉRCITO Director) ALEJANDRO POSADA~ Son culaboradDreJ natos dé este periódico, todos los ]eftr y Oficiales del Ejército de la República .. C NTENARIO El dia 1 o d 1 m ... s próximo pasado se celebró en la he .... toica ciudad de Cartag~...na, el d l General Joaquín Posada Gutiérrez, quien vi Ja luz el año de 1797, S rvidor v luntario y abnegad de la causa de ]a Jn .... dependencia, prestó importantes servicios á ·su Patria, con­sagrándole con eficacia y desprendimiento su talentoJ sus le­vantadas n1iras y el esfuerzo de su brazo Hoy, cuando yá ha comenzado para los Jefes patriotas 1 fallo de Ja posteridad, creemos cumplir un deber de justi­' CÍa honrando Ja n1en orla de aqu~llos con el relato y noti­cia de los hechos de su n1eritoria vida~ n seguida publican1os la nota y copia de parte de la Orden General que ha con1unicado el señor D .. Francis­co Pobnco, Jefe Militar d~ la Plaza de Cartagena, al señor Director del BoLETÍN MILITAR. Este espontáneo recuerdQ cla ocasión para tcvivir y encomiar la n1emoria de uno de nuestros próceres. J .. DE M.-1. L. A. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAlt República de Colombia. - Ejército Nacional. --·]ifatura .lV!ilitar.­Comandancia @eneral. - Número 136.-Cartagena, ro de Mar­zo de I 897· Señor Director del BoLETÍN MILlTAR.- B ogot:L Tengo el honor de acompañar á usted una copía del . artículo dictado en la Orden General de hoy, con motivo del primer cente­Jlario del nacimiento del General Joaquín Posada Gutiérrez, pró­cer que fue de nuestra Independencia. Tratándose de rendir un tributo de admiración y de justicia al mérito militar especialmente, nada es tampoco más ju to que consignar ese testimonio en los anales militares, para que se vea por todos los individuos del Ejército, que todo el que brilla y s~ bresale en la carrera, es digno de los homenajes póstumos, y que la defensa de la Patria en toda ocasión es el deber más grande de to­dos sus hijos. Dios guzrde á usted. FRANCisco PoLANco. Rej:ública de L?lombia. Ejército Nacional --'Jefatura Militar.- · Lmzandancia Gcneral.- Número IJJ.- Cartagena, 10 de Mar­zo de 1897· Señor D. Manuel Posada.- Ptcsent C". Tengo el honor de acompaííar á la presente- nota vna copia autorizada del ArtÍculo dictado en la Orden General de la fccha:1 en honor del padre de usted. U na cotnisión de Jefe y Oficiales de este Cuartel General, pondrá en manos de usted este pliego, para a:nunciarle que habrá de darse esta noche una retreta en los frentes · de la casa de usted, en testimonio de la admiración con que en este dfa se recuerda. con gratitud á uno de los prócer·es de nuestra Independencia .. Soy de usted atento y seguro ervidor, FRANCisco PoLANco. Artículo. Un día como el de hoy--hace cien años--vino al mundo, en esta hi tórica Cartagena, un niño que fue bautizado después con el nombre de JoAQUÍN~ Después de recibir la escasa educación de aquellos tiempos;. después de haberse enrolado en su juventud como Oficial subal­terno en, las huestes libertadoras de la Gran Guerra; después de haber hecho gala de valor y de pericia en inmortale· campo de bar- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOÜn'Íl MILITAR blla; después de haber sido el brillante tribuno que con mejor éxito sabía comunicar entusiasmo á sus soldados momentos antes de combatir; y después de haber recibido honrosos ascensos y dis­tinciones personales del mismo Libertador Bolívar-aquel niño; cuya cuna recordamos hoy con veneración-vino á ser con el tiern-o EL GENERAL Jo ... '\Q ÍN PosADA GunERREZ, uno de lo pro­' hombres de la Gran-Colombia y Lma de las páginas má honrosa de la Historia, Su talenw precoz y su decisi0n poi· la ca u a R epunlicana le hicieron premahu·amente u1 hombre útil para la Patria. Como militar honró la carrera de las armas. Fue hombré fuerte hasta alcanzar la victoria; gencro~o con lo vencido , y sen.: · ible en presencia de todos los dolores. La posteridad le distingue 'Como hombre de g1 an corazón. En la tumba de es~ prócer pudiera escribir e también aquel ~pitafio que dictó Bolí ar para la del Almirante Brion: "Aquí yace Joaquín Posada Guti:;rrez, el magnánimo." Es é te el título de honor que más reclama la Historia en fa:. vor de aquel benem ... rito ciudadano. Por sus dotes militares, <;) se di tinguit.J entre sus compancros, ~1asta al anzar el más alto grado en el :r._jercito. Como hombre civil, fue Legi lador sabio y pruden e; y como Magi ·trado, u inve tidura nunca tuvo color de púrpura. Se di tinguió además el G'cneral Posada como escritor ':!rudito tle gran fuerza, po · sus dotes naturales y por su fe inquebrantable 'en el propósito de hacer una Patria grande. Su Jklcm?rias histfJrÍ­cas, después de ser leída , dejan la grata impresión de la Santidad de la Patt ia, en cuyos altares todos los colombianos deben ofrendar ~u sangre, u vida y u intereses, Por tale títulos, izado el pabdlón de la República, esta Co­~ nandancia General presenta como ejemplo á la Guarnición de la Plaza y al Ejército todo, al General JoAQUÍN PosADA GuTIERREZ y le recuerda en este d a del primer centenario de su natalicio con orgullo nacional. Una retreta de música marcial será tocada en la noche de hoy á la puerta de la casa del señor D. Manuel Posada, digno hijo del prócer; y una comí i6n de Jefes y Oficiales pondrá en manos dé éste el pliego que contenga la copia del pre ente Artículo~ El General Jefe, FRANCISCO PeLA reo. lnsertan1os ]a Hoja de Se ·vicios de] General Posada) doc ln1ent0 _que pone de manifiesto los merecimientos dé ~que] distinguido Jefe ; Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REPUB~ICA DE LA NUEVA GRAN ADA El General Jo1!quín Posada Gutiérrez, su edad 39 años. Su estado casado. Su país Cartagena. t?Y salud achacosa. Sus servicio y circunstancias las q u~ se expresan : AÑO l TIEMPO QUE SIRVIÓ. Y CUÁNTQ 1 (5 1 ~ 1 ~ S EN CADA EMPLEO ~ ~ 'S ~-. ..,.......--,.. EMPLEOS y TIEMPO EN QUE LOS SIRVIÓ ID lAS ' 1 ' Siendo Teniente de milicias desde r82ol MESES pasó al ejército en esta clase en . • . . . . . ~ Abril ..... Ir 821 'De Teniente .. , . , ... ..... , '/ ~ 1 IZ4 A d." " C . " r . M 8 1D C . , 1 1 scen w a apttan e1ect1vo en . . . . . 30 ayo ..... 1 22 1 e apttan ... , ..... , .... 4 29! Obtuvo el grado de Teniente Coronel en 29 Junio .. • , . 1826 De Teniente Coronel graduadol2 4 !26 Aseen di ó :\ Teniente Coronel e(ecti vo 26 N oviem hre . 1 828 De Teniente Coronel efectivo. ·1 1 4 12 5 Obtuvo el grado de Coronel· ~11 ..... 1 31 ,Diciembre .. 1829 De Coronel graduado ....... 1 " 41 3 Ascendio á Coronel efectivo. . . . . . . 3 M_ayo ..... r ~30 Qe Coronel efectivo hasta fl\'j Se le duplicó\ por haber estado en campa- • <;\e F eh{ero de ~ 836 ........ 1 5 9 '26 ña de 1821 ¡Í 1823 ..•........... ·1 2 7 " ---.--------'·~· - - . ·- ... • 1 t Tqtal de servicio~ ljasta el 29 de Fcbre~ de 18J6. · . ...... : ......... :Jr?¡ sid ~ o, ~ H ~ r¿ ~ t"' ~ ~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 'froL'ITÍN" NUL'ITA:R '~9í 2RPOS .E~ 00: TI>E HA SERV-IDO Y DESTINOS QUE HA TENIDO Ayudante de la Comandancia de Maracaibo~ En columna d Occidente de Coro, hasta el 17 de Septiembre de r ~2L En el Ba ... :tallón Tiradores de la guardia, desde el r 7 de Septiembre de 1821, hasta 30 de Ene.ro de 1 826~ En comisi.ón, Comandante Genera! de la escuadrilla de Sotavento eA la guerra ~e M.aracaibo en 1822-. Jefe de Ja Sección central en la SecretaJ'Ía de Guer.ra, desde prin­. cipios de üh6 á mediados de r.828. Oficial 1.0 de la Comisión d~l Crédito público, desde mediados de 1.827 .á .únes de -1.8~. Gober­. nador y Comandante de armas de la P. rov~noia {}e Mariquita, desde principios .de 1.829 á fi.Jiles de 1.830. Coman-dante en Jefe de ]a Divi ión de Cundinamarca en ..1 831. Juez de la .Alta Corte Mar­. cial á fines de d~J.I. Comandante General de la 2.a Columna ea Aa campaña de Pasto, en J832~ Primer Ayudante .general y Sub­jefe interino del Estado Mayor General del Ejército de la Nueva Granada. Ha cksem.peñado varios ooro .de ~inos políticos, civiles y militares. CAl\l:rP~A"S Y ACClONES DE GúE'RRA EN QU"E SE HA HALLADO En la campaña de Coro á principios de dh1, á las órdene d 1 señor General Rafael U rdaneta, y luégo la continuó en e] Oc­cidente de dicha Pcovincia, á las órdenes del Tenient-e Cor.onel León Fener, ha taque pasó al Batallón :tiradores~ En·esta c.ampa­iía se halló eu la acción de Quísiro, e.n 21 de Junio del mismo año, Jnandada por dich~ Jefe cot-1 solos roo hombres -contra una Co­Jnmnn de 3oo corian0S, mandada por el TenieJilte C ronel D. i­colás Díaz, que f~:.~eron destc-0zados. Tam,bién t·uvo frecuentes tiro­teos con las guerrillas corianas en los d-iferentes puntos de Safl'l Félix, Matt'cora, Carigua, Mauroa y oM·os, en los que fue herido dos veces, aunque n0 de gravedad. Comprueba que l.os papeles pú .. licos de Maracaibo de aq~ella época hablar0n de su conducta hon­rosa en aquella cruda campaña en q Y. e se corn batía casi diariamente con enemigos ta·n valientes y tenaces oom-0 •los corianos~ Luégo continuó la campaña en el Batall-ón Tiradot"es y se encont-ró en la acción de J uri ti vano, mandada por el Coronel José de las H eras, en 30 de Septiembre ocle J 821 con el medio Batall0n de la derecha <:ontra las guerrill2s -reunidas del D.coidente de la Provincia dt Coro, al mando del cictado Teniente Coronel D. Nicolás Díaz, eR -número como de 8~:::> hombres, q~.;~e fueron completamente desba­ratados.. De esta función de guerra hay t@nstancia e.lil .la.Secretaría, por comunicación del CQmandante General del Zuiia ' al día s iguiente, de pué d un fuerte tiroteo, apresó 21 embar acione menare , en que hadan, trave ía y desembarco las tropas e pa110las por la costa de Potrero, Grande. Del apre amiento de e tos buque por el Teni nte Po ada.. hay constancia en la Secretaría de Guerra, por el parte dado por e~ Comandante General del Zulia, en 26 del mismo. En b acción. o hombre hasta el Valledupar. En las opera­ciones que en aquella campaiía tuvieron lugar, se encontró en la acciones siguiente : En las de la Ci é naga de Santa Marta, en la noche del 19 y múíana del 20 de Enero de dh3, dadas por la Co­lumna de Vang uardia compue ta de 300 hombres de infantería y caballería al mando del Teniente Coronel Julio A. D'Reinboldt contra la fuerza del enemigo, en número como de 6oo hombr ,, al mando del titulado Coronel Jos é 13ustamante, en las que el ene­mig perdió mucha gente y el país, y ]as tropa de la República 57 hombre, muertos y herido de gravedad, y heripo-> tres Oficia­les gravemente. En dicha Columna iba el Capitán Posada de Jefe de Estado Mayor, sin perjuicio del mando de su Comp u1ía. En el ataque dado por el G eneral M. Manrilla con el Batallón 1i"rad:;­res, dos Compañías de Antioquia y un Escuadrón de caballería, el 21 de Marzo de 1823 á la División e pai1ola del Coronel D. Nar­ciso López, en el pueblo de Molino, obligándola á retirarse al ven­tajoso punto del Valadorcito, en donde fue atacada el 24 del mismo~ obligándola á retirarse á Maracaibo. Después de terminada esta campaña pasó con su Columna ó Batallón á Santa Marta, en donde permaneció hasta fin de r 82 3 persiguiendo las guerrillas de los facciosos de aquella Pro incia; y á principios de r824, siguió á Cartagena, en cuya guarnición per­maneció hasta que en 1826 vino á la Secretaría de Guerra, y des­pués sírvíó en los destinos que yá se han mencionado. En 183r se pronunció" en b Provincia de Neiva con la Co­lumna que mandaba, en favor del restablecimiento del Gobierno Constitucional, creando la División Cundinamarca, á c11yo frente. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETI N MILITAR hizo toda aquella campaña prestando importantísimos servicios que son notorios. En 1832 hizo la campaña de Pasto, hasta su conclusión, man­d~ n~o la 2: Columna de la División que recuperó aquella Pro­vmcla. En 1833 marchó hasta Tunja con una pequeíía fuerza en persecución de los facciosos armados que acaudillaba el ex-General José Sardá. Comprueba que entró á servir en el Ejército con una reputa­ción formada de antiguo patriota, y de haber sido uno de los pri­meros que pensaron en la transformación de Maracaibo en favor de la independencia, por lo que fue perseguido por el Gobernador es­pañol D. Feliciano Monttnegro, y tuvo que fugar e á las Colonia . . Por decreto del Gobierno de Colombia de 17 de Enero de r 829 se concedió á este Jefe el uso de la estrella de libertadores de Venezuela. Nota: Aunque este Jefe estuvo separado del servicio, como retiraJo, dos años~ continuó sirviendo en la Secretaría ele Guerra, ven la Comisión del Crédito Público. Pero, sin embargo, debe descontársele este tiempo del de su servicios militares activos. Valerio Francisco Barriga, de los libertadores de Venezuela, Coronel efectivo, primer Ayudante general y Subjefe interino del ~~stado Mayor General, certifico: que la anteri or hoja de servicios, f.)rmacla el'"! vista de los documento legale s que ha presenta1o el interesado, e tá arreglada. Bogo~á, 23 dP. Abril de I 836. -- --·~-- 1\1 E MOR I A S DEL GENERAL JOAQI.:fN POSADA GU "l IERREZ Hace algunos días tuvimos el gu to de 2~i tir á casa del Ge­neral Posada, á oír leer algunos trozo de sus MEMORIAS. No ~o­demos menos de expresar nuestro placer y admiraci{;n. Siempre lo habíamo conocido como e ~rrror á la vez que nervioso, H01 ido y elegante; pero en aquel día ce nos reveló m á que nunca u genio, que parece vigorizarse bajo las nieves de la edad. Pocas eran las horas de que se disponía, y cortos hubieron de ser los pasajes del libro á que e dio lectura. Así que no podemos dar una idea justa del plan y desarrollo de }a obra. Además, ni nos­otros somos hs llamados á hacer un juicio serio sobre ella, ni ha llegado tampoco el día de hacerlo. Sin embargo, po.r lo que cono­cemos> expondremos nue"tra opini(, n. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETf~ MILITAR 28[ En nuestro concepto, el General Posada merece verdadera­mente el nombre de histJriad:;r . .til dirige la vi. ta á los sucesos des­de un punto muy elevado: sus apreciaciones se muestran libres de la influencia de las preocupaciones vulgares y de las exigencias de los partidos. Narra y revela desembarazadamente los acontecimien­tos importantes que ha presenciado y en que ha tenido parte; los encadena, los combina; y derivando de ellos los actuales, trata de llamar de en medio de las pasiones políticas la juventud que ha abierto los ojos inexpertos á las luchas intestinas, la vuelve al exa­men de lo pasado, y la da la más provechosa de las enseiíanzas para lo porvenir. Tal es el noble objeto que se propone, y tales son las eminen­tes dotes que para ello posee el General Posada. Pero no es esto sólo. En cuanto á las formas, en cuanto al estilo, nada hay que pueda comparár ele. florido y pintoresco sobre todo, y de un colo­rido que encanta, á la severidad del filó ofo junta la elegancia del p~eta. En la parte episódica y descriptiva campean todas las galas y el encanto del lenguaje, sin que se aparte un punto de la verdad, sin la cual nada hay bello, nada hay noble .. El pinta nuestros cam-pos, él canta nuestras glorias. · Los discursos que pone en boca de nuestro h éroe , no son los que olis atribuye á Hernán Cortés, sino los que él mismo reco­giera de su labios, y que su pluma ha sabido trazar dignamente . .isto agrega mucho mérito y novedad á su Historia. ¡T';i nto se nece ita para poder dar vida á la generacoine pa­sada , á los hombres grandes que yá reposan en las sombras del se­pulcro 1 Y á la verdad, nosotros podemos decir que hemos visto á l3olívar, que hemos hablado con él, y finalmente, que lo hemos c.:;n­ducir/ Q vivo á su sepulcro abiert.:;, cuando el General Posada nos leí.1 sus precioso. manu critos; y decimos más: en aquel solo rato pu­dimos formar una idea mucho más cabal y clara del Libertador que la hubiéramos formado por todo lo que antes habíamos leído y oído acerca de él. Esto no es una exageración: ese poder mágico ha sido concedido siempre á las inteligencias privilegiadas. Dante nos lleva más allá de la muerte, á recorrer las regiones eternas. La ju­ventud no sólo neogranadina, sino aun suramericana, que quiera vi­vir en los tiempo que precedieron á su nacimiento, y conocer á sus predecesores, lea las Memorias del Gen.:ral Joaquín Posada Gu­tiérrez. ¿Pero qué decimos? Esas M emorias están enc.1denadas en el escritorio de su autor, quien en la completa estrechez de medios á que ha sido abandonado, necesita de cooperación para darlas á luz. Tristí imo es considerar que todo el mundo contribuye á las repre­sentaciones escénicas, por ejemplo; y sin embargo, cuando se trata de auxiliar á un distinguido :nilitar y escritor, reliquia de nuestros IANCO DE lA ~ EPUfJliCA _ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2)2 BOLETL MILITAR preciosos días, qu_ va á desarrollar delapte de nuestros ojos el pa­norama d .. nue tra historia, muy pocos soú, casi nadie, los que pre3tan un pequeílo conting"nte; conting.:!nte qu~ s" esp~ra más que de la genero idad, del patriotismo. Cuando Ch1teaubriand publi ..... ó sus Mírtirts, h:..tbo de entris­tecerse mucho por la fría acogida que tuvieron, tanto más, cuanto más b"lla habían sido sus esp-.ranzas. Fue entonces cuando su ami­go F ontanes le dirigió una po"sía con -olatoria. Introducía en ella al Tasso sentánd03e, en u :1o d_ e · os día d_ tristeza y de3esperación, jun!J al h JjJSJ /1-tr .!l q:u: sJbrl /;¡ f;,¡, n!n d! Vtrgilio timd! f siempre su V!rd! ram 1je. Y lu ' go hacía aparecer la sombra dd p0eta Andino, que le r.._cuerda la suerte de.sgraciada á que lo ingenios elevados están condenados siempre, y le manda esperar mejores días-ah! los que e llaman la posteridad. Esta circun tancia angustiosJ.s que rodean á los hombres de ingenio, e pecialmente á l s P' eta , pueden sin embargo atribuírse, más ó menos, ó á los ocultos de.signios de la Providencia, ó al ol­vido ingrato de lo hombre . Y volviend á los Mírtires de Chateaubriand, permítaseno hacer una comparación entre ello y las M !m?rias de que hablamos, bajo el respecto de la acogida que mereciesen. Lo:> primeros no tocaban directamente -t lo' inter ..... ses y á la gl ria de la Francia; la segunda son la historia de un paí- e m el nué tro, tan pobre en historiadore , y en patriotas que registren su ar hivos y den luz. á us· anales. Pcr sobre todo, Chatea u briand podía reclamar de la po teridad; u obra e taba publicada: el General Posada se confor­ma con el fallo de la opini<>n pública; e que no tiene medio para publicar su libro, y no hay quien l auxilie! Él puede decir 1 del Apóstol: todiJ b mío cmmigo b ll' VJ; y ojalá que pronto pueda de­cir lo que el poeta portugues saliendo á nad , de pué de un nau­fragio, con las Luisiarlas en el eno: Tocb h he salvad:; conmigo! Quien no haya tenido relaciones de ami ·tad con el General Posada, ni tenga otro interés en la publicación de su obra que el amor de la gloria patria y la admiración por el talento, títulos tiene para ser creído en e te particular. Nosotros que nos hallamos en tal predicamento, no podemos menos de elogiar una obra, de la cual algunos pedazos nos han llenado de entu iasmo. A vosotros, hombres pudientes y patriotas, toca no desdeñar la llave preciosa de la pasada época que os ofrece un hombre tan distinguido; y no sea t}Ue, en vez de cooperar á la edición de esa Historia, prevengamos para la página que haya de continuarla, un recuerdo tan lasti­moso- el desamparo del genio! Junio I . 0 de I 864. M. A. C .. (De El 8ímbJh). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍ T MIJITAlt 203 LA OBRA DE UN PATRIOTA (COLABORACIÓN) Cuando m,urió el General Posada, era hombre de edad octcg~naria, e proporcionada estatura, ancho de espaldas, de htcnga y blanca barba, ojos azules.; se mantenía aún derecho, á pesar de sus aí'íos y de sus pmpañas, mostrando en su porte dcscmba(azado algo del aire militar y de la franca independencia de su larga vida de· soldado. Tuvo la satis­facción de que sus hijcs heredasen su claro talento, y, hasta cierto punto, \a misma independencia de carácter que él mostró en vida. Pu.ede seña­larse la obra dol General Posada com.o la etc un hi ·toriador verídico, y él mismo como perentorio ejemplo de lo que llega á realizar felizmente ~na inteligencia despejada y una observación atenta de los hechos,. puesto que, sin hacer alarde do grande ó variada instrucción, compuso _ un libro de memorias qu atraen, particularmente, por el aire de varonil sinceridad con que est(tn e sc ritas, no menos que por los hed10s de seña­~ ada importancia histórica en que se ocupa, y por la circun s tanc~a de que el autor fue testigo ocular)' á vec ·s actor en m.uchos de ellos; que ~abe matizar su narración con ~upias de la vida s ocial y esbozos de tipos inolvidables. En el tomo primero de s us Men}orias nos refiere lo ocu­J; rido en nuestro país de 1826 á 1831 período lleno de agitación, seíía­l. ado con caracter~ indelebles en orden político y el cual expone con gran fidelidad y c o n toques de vivo c olorido, c on ac entos de íntima ~onvicción, que conmueven y se gravan en la memo ria. En el cgundo tomo de su obra e s no menos ftliz é intenLÍonado; escribe con grand e imaginaci ón, animado por el calor de sus observa­iones sagaces, espirituales, att:cvidas. á veces, pero verdaderas é incon.­testables. Este tomo comprende los principales acontecimientos de la vida del pueblo colombiano desde 1832 hasta 1853· Trata en particular, de la elección del General Santander parL~ Presidente de la República ; de la conspiración que contra éste se intentó, y de lo s diez y seis indi­viduos á quienes sentenc;ió á H\UCrte por el hecho de ser conspiradores; de la muerte alevJsa dada al conspirador Sardá; de la división que se hizo de la Deuda nacional colombiana, y de los motivos que justificaron l.a aceptación que de dicho arreglo hizo el mismo Gc_ncral Santander. Cuéntase cómo decidió el Congreso (4 de Marzo de 1.837) la elección de Presidente en favor del doctor José Ignacio de Márq uez; la ley gra­t1adina sobre supresión de conventos menores de Pasto; las resistencia que originó el c-um.plim.iento de dicha ley en la ciuda,.d nol)lbrada ; los motines encabezados por el Padre Villota, y todos Los antecedentes, ~taques y defensas, declaraciones y documentos relacionad.os con el su­mario iniciado contra el General José María Obando, como primer res­ponsable del asesinato del M.ariscal Si.tc;re, y analiza los escritos y pu­blicaciones que. con tal motivo se hicieron; da cuenta de la renovación de la guerra de Pasto (en 1840); de la derrota de O bando por las fuer­zas del Gobierno; de la valerosa c;onduc;ta del benem_écito General Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR Juan José Neir:~, quien, de repent~ y con sólo su resolución y actividad logró despertar vivo entusiasmo en la población de Bogot~ hasta que dio la batalla de Buenavista (28 de Octubre de 1 840); de la elección del General Herrán para Presidente de la República; traslación de los restos del Libertador, de Santa Marta á Venezuela; del fusilamiento ........... de Apolinar MorilJo, uno de los asesinos del General Sucre; y las inte­resantísimas discusiones que se susciraron en el Consejo de Gobierno con mQtivo de resolver si se le conmutaba ó n6 la pena capital al dicho Morillo; luégo sigue el examen de la Constitución de 1842; lo s actos notables de la primera Administración del General Mosquera, y la re­lación del 7 de Mar7.o de 1849; la expulsión de los jesuítas cuando la Admini traeión del General López, y la instalación de las Sociedades "Republicana" y "Filotémica" (esta última instalada el 28 de Octubre e 185o). Lo cierto es que ninguno de nuestros historiadores ha descrito col\ mayor detención los graves sucesos de la con pi ración del 2 5 de Sep­tiembre, ni juzgado con indagatoria tan escrupulosa el lamentable asesi­nato del General ~ucre. También anahza los méritos y servicios prcs­t'ldos á la Patria, en épocas de lucha y de prueba, por los Generak Caicedo y Santander, y p:trece que la pintura y conceptos que le me­rece el "Hombre de las Leye.;," son de mano m:~.estra; apreciaciones que formuló después de conocer y estudiar íntimamente al personaje, y de aplicar criterio filo ófico y un tanto imparcial á los sucesos que con él se relacionan. Sugiere contra Santander, entre otros gravísimos cargc,s la muerte dada á Sardá. En resumen, el libro del General Po ada es de obligada consulta en asuntos históricos nué tros. Juzg ndo pluma docta y convincente por u certe7.a dejuicio~ la labor histórica del General Posada, emite estos conceptcs: "Filó ofo cristiano, pensador político, y poético e critor, reune c1 General Posada aquellas condicione, al parecer contrarias que debe poseer quien aspire al encumbr;1do título de historiador. Ni ha querido él de m~ntir, au:tque es(:ribiendo m~morias, ó como si dijésemos recuer­dos personales, aq1el texto de Salu tio que desde la publicación dd tomo 1 adoptó como epígrafe de su obra: "En medio de las fctcciones armada en guerra civil, el espíritu de partido no m~ ha desviado de la verdad. "Ctimplenos hoy a:-t:.n :i 1r la aparició:t del deseado tomo II de lag Memorias de Pos'ld1, de m ís directa y eficaz doctrin'l qu!! el anterior para la gcneracióil presente, q'.lC v--r:í en él, no ya figuras aungue glo­riosa-, distante::. y e:tvueltas e:1 la penunbra d~ lo p1s:1do, sino á hom­bres y sucesos que han i:10 ·Jído m.ís de cerca en la actual situación de la República. "A los 84- años de su edad da el General Fosada la última mano al tomo II de su obra, la entrega á la luz pLíblica, y se prepara á trabajar en la composición del 111. Fe:-tómeno es éste de longevidad intelectual y de. fuerza de voluntad ciertamente extraordinario en la zona enervan­te e:1 que vivimos y en medio de agitaciones políticas que roban la quietud y el ánimo nccegarios para tod1 labor seria; circunstancias que Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. JJOUtrÍN M:LtTA1'{ nos ÍndJ~::: á lc~r el li!Jr:> q:.1:: rc:1enns á la vista con cariñoso respeto l1acia s:.1 autor1 y con nuevo motivo de confianza en la verdad é impar ... ~ialidad de quien ha estampado estas sokmncs pabbras ~ "'En mis can 4 ados días, próximo yá á dar cuenta á Dios de mi larga vida, no puede: 3uponerse en mí ni ambición personal ni mir::~s aviesas. El interés de mi patr:Ía es el úníco móví.l qt1e guía mi mal tajada pluma.1 ' (1) Los sig:.~ie:ues pcns1mien:tos s-::>:1 del General Posada : •'Triunf.tr e' la gr.m cue3tión de la vi:h, e:1 todo sen.tidrJ: así e~ ~LL no hay U"l placer ig.L1.1I al qu.c g.oza el militar cuya frente ha orlad~ h victoria; como no h rtante ciudad de Pereira, mediante una distancia de 23 kilómetros , que pueden repartirse.: d~.: un modo aproximado así: Kms. Del "Alto del Roble ' 1 al río Barbas . . . . . . . . . . . . 5 zoo m. Del río Barbas al caserío Condina . . . . . . . . . . . . . . 900 m. Del caserío Condina á Pcreira . . . . . . . . . . . . . . . . 8 900 m. Como parte integrante del istema secundario de Salento, los ca~ racteres geognósticos del contrafuerte enunciado guardan semejanza con los del terreno entre los ríos "La Vieja" y "Quindío." Asi, tánto la torrenteras como los cortes del camino ponen de manifiesto, bajo el hu~ mus que. uele llegar {L 2.50 metros de espesor, gredas rojiho-anaranjadas ó plomizo-blanquecinas con margas cretácea cuya presencia ha de.5cu­bierto el ácido nítrico; pero estas· capas sedimen tari.as, variables entre 6 y 8 metros y aun más, se compactan en varios sitios é incrustan en otros, como "Barroblanco," asperones erráticos, en tanto que duras ro­cas arcillosas y conglomerados silicosos encajonan el hondo talweg del "Barbas," afluente de "La Vieja." Las colinas de erosión que demoran hasta el "Consota," que tributa al mismo río, son por tal manera de­primidas, que la ruta parece asentada sobre una calzada hecha expresa~. mente: bien es que cruza e~ parte la selva virgen y con poquísimos desagües, abundando así los altibajos llenos ~e agua y fango; mas como desde Condina (1,859 metros) esa tierra útil está metida yá en labor; el suelo se ha consolidado á la luz. Finalmente, entre los ríos Consota y Otún, tributario éste del "Cauca," c;e interpone la meseta de "La Paz," á 1,42 3 metros de altura en Pereira, mole de buena solidez y que según el ingeniero Rentería "forma como el primer escalón que ha de vencerse para ascender de Cartago á Manizales." Circunseribiendo • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. :80L~Tf MILITAR ~1 r' relativamente: m~s plano, firme y fácil de- desaguar que la vía del Quindío hasta el "Alto del Roble." Los trabajes que ejecuta él Batallón P ala cé abarcan sólo desc.le el "Alto del Roble" hasta el de •'Barbas" (1,268 m etros), distante 640 metros del río-y donde empalma la da con otro ramal denominado Cruces que gira hacia Filandia ;-pues el trayecto restante estaba cons:.. truído por el Gobierno Municipal de P€reira. (Véase el croquis). Cuando me encargué de la Dirección general de estas obras, el 1.0 del corriente mes de Noviembre, la rocerfa, limpia y gradación (ésta con unos 300 mcttos de interrupción) alcanzaban al HAlto de Bolillos,"
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año I N. 13

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