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Imagen de apoyo de  Orquesta de Cámara de Zurich (Suiza)

Orquesta de Cámara de Zurich (Suiza)

Por: Orquesta de Cámara de Zurich - Orquesta de cámara (Suiza) | Fecha: 24/04/1969

Concierto interpretado por la Orquesta de Cámara de Zurich. La historia de la Orquesta de Cámara de Zurich y la de su director, Edmond de Stoutz, es una y la misma. Edmond de Stoutz nació en Zurich e hizo sus estudios musicales, que abarcaron violonchelo, piano y oboe, en el conservatorio de dicha ciudad. Más tarde trabajó con Paúl Klecki, Cario Zecchi Herbert von Karajan y Josef Krips. La idea de formar una orquesta de cámara le llegó a través de su permanente búsqueda de perfección, la cual solamente podía ser satisfecha con un muy duro y prácticamente interminable trabajo. La orquesta misma nació de encuentros ocasionales entre talentosos intérpretes que hacían música para su propio placer. En 1954, la Orquesta de Cámara de Zurich llegó a ser profesional. Hoy es considerada una de las mejores del mundo y ha marcado un suceso donde quiera que se ha presentado, desde Gran Bretaña a Suecia y desde Noruega a España.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Imagen de apoyo de  María Cristina Vásquez, piano (Colombia)

María Cristina Vásquez, piano (Colombia)

Por: María Cristina - Piano (Colombia) Vásquez | Fecha: 19/05/1971

Concierto interpretado por la pianista María Cristina Vásquez. Vásquez nació en Medellín en 1949. A la edad cuatro años inició sus estudios musicales. Posteriormente ingresó al Conservatorio de la Universidad de Antioquia, donde finaliza sus estudios con el profesor Harold Martina. En 1966 viajó a los Estados Unidos con una beca de la Roosevelt University de Chicago y allí estudió con el profesor Robert MacDouall.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Imagen de apoyo de  Witold Malcuzynski, piano (Polonia)

Witold Malcuzynski, piano (Polonia)

Por: Witold - Piano (Polonia) Malcuzynski | Fecha: 07/02/1973

Concierto interpretado por el piansita Witold Malcuzynski. Witold Malcuzynski, el gran pianista polaco, es conocido generalmente como uno de los más finos intérpretes de Chopin. Nacido en Varsovia, es el último discípulo de Paderewski y el continuador de la tradición en la gran manera establecida por Liszt y Chopin. En un principio Malcuzynski, se graduó en Leyes y Filosofía en dos universidades de Polonia, pero posteriormente decidió consagrar su vida a la música como pianista de concierto. Con este propósito estudió en el Conservatorio de Varsovia bajo la orientación de Josef Turczynski y se graduó con los más altos honores colaborando después con su profesor Turezynsk en Ia preparación; ce la Edición definitiva de las obras de Chopín. Fue en un concierto privado al cual asistió el maestro Paderewski cuando el gran pianista reconoció el extraordinario talento del joven Malcuzynski, el cual vio el futuro continuador de la tradición que el mismo heredara le Liszt y de Chopin. Aunque Paderewski, había desechado el profesorado durante su larga carrera, decidió que Malcuzynski fuera su discípulo.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Imagen de apoyo de  Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 14

Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 14

Por: | Fecha: 01/10/1904

Seria V Tomo 11 ORG!NO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO Director y Editor FRANCISCO J. VRRGARA Y YELASGO General .l e Ingenieros Puede muy bie11 suceder que nuestro respeto á todas las convicciones, vmga á parar etz la indiferetzcia y ttos tu¡i· sm mo~., . t; para defender las tzu!stras ENRIQUE SIENKIEWICZ • • • Bogotá, Octubre l. 0 de 1904 • • • ~Oficial@ DECRETO NUMERO 774. DE rgo4 (20 DE SEPTIEMBRE) por el cual se hacen varios nombramientos. en el Ramo de Guerra El Presidente de la República DECRETA Art. 1.0 Nómbrase en propiedad Comandante del ca­ñonero llércules, al Sr. D. Lui F. de Castro, con el sueldo asignado á su empleo. Art. 2.0 Destinase al Coronrl Tcmí' tocles Pérez S., que sirve como primer Jefe del B atalldn GL'rardot, acantonado en Zipaquirá, al mismo puesto en el Batalldn Bolívar, que hace la guarnición de Tunja, en reemplazo del Coronel Jesús Sa­nabria, quien pasará á Honda como Comandante del Bata­lldn Cdrdoba. Art. 3· 0 Nómbrase primer Jefe del mencionado Batalldn Girardot al Coronel Raflcl Reyes Luna. Art. 4. 0 Llámase al servicio activo al Coronel Euclides de Angulo B., y destínasele á ocupar el puesto de primer Edecán de Honor del Excmo. Sr. Presidente de la República, qu~ queda vacan te con la promoción del Coronel Reyes Luna. Art. 5· 0 Llámase al servicio activo al Sargento Mayor Juan Caro Narváez, y nómbrasele Ayudante general del Es- 19 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín ~Iilitar de Colombia '- 290 _; tado Mayor General del Ejército, con destino á prestar sus servicios en el Ministerio de Guerra. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 20 de Septiembre de 1 go4. R. REYES El Ministro de Guerra, D. A. DE CASTRO DECRETO NUMERO 78o DE rgo4 (23 DE SEPTIEMBRE) por el cual se hacen varios nombramitntos en el Ministerio de Guerra El Preúdente de la República DECRETA Art. 1. 0 Nórnbras á Jos Sres. l'rliguel.José :Molina Cabal y Rurlesindo Gómez, primero y segundo Adjuntos de la Sec­ción 2.l~ del l\Iinist<•rio de Guerra, para los efectos del articulo 7. 0 del Decreto número 7/~7, de 7 del presente, por el cual se elimina la J nf ·ndeneia general del Ejército. Art. 2. 0 r6mhrase al Sl'. Pedro León l\lariño, Adjunto de Ja Sección 3·a del mismo :Ministerio, con suello de Saro·cn­to l.'rlayor. Art. 3. 0 t)mbrt ·e en propiedad Portero del l\Iinistc­rio de Guerra al Sr .. losé :María Barrera Sanlacoloma, en la vacantequ existe de ese puesto. Comuníquese y publú¡ucsc. Dado "n Bcwotá, á 23 de Septi mbre de r go4. R. REYES El :Mini. tro de nucrra, D. A. DE CASTRO DECHETO 1 UMERO 781 DE 1904 (23 DE SEPTIEMBRE) por el cual s•· h:-tce un nombramiento en el Mir¡isterio de Guerra El Presidente de la Repúblt'ca OECRRTA Artlculo único. ómbrase al Dr. Jcnaro Guerrero Ad-junto dell\Jinisft'rin de Guerra, con el sueldo de Coronel, de- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 291 -' biéndosele dar de alta en el Cuartel General del Ejército para que el Habilitado respectivo lo incluya en las libranzas. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1904. R. REYES El Ministro de Guerra, D. A. DE CASTRO RESOLUCION NUI\IERO 171 DE 1904 (23 DE SEPTIEl\-IRE) que dispone formar el in"entario de l:l. Biblioteca del Ministerio El Minzstro de Guerra CONSIDERANDO Que es necesario organizar convenientemente la Biblio­teca del l\1inisterio para que pr ste el servicio á que está des­tinada, RESUELVE Comisionar al Archin~ro del :Ministerio para que proce­da inmediatamente ~l. formar, por orden alfabético de mate­rias, todas las obra cxi~·t ntcs en la Biblioteca, debiendo co­locar los volümcnes en los armarios deHtinados al efecto} en el mi~ mo orden que exprese el Catülogo. flara la conclusión de este trab{ljo se seüalan al Archi-vero diez días d término. · Comuníqne . Dada en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1 90!l. El :Ministro, D. A. DE CASTRO INVALII)OS República de Colombia- Jft'nt:'>tert'o de Guerra -Número IIo-Bogotd, Sep!t"embre 20 d~ 1904 Sr. General Comandante en Jefe del Ejército Dispone este Despacho que con fecha 30 del presente mes sean dados de baja todos los inválidos que constituyen el Depdsito de lnvrllidos, y que con fecha 1.0 de Octubre próximo sean reinscritos en él únicamente aque1Ios indivi­duos que por haber estado en servicio del Gobierno hubieren recibido heridas en campo de batalla, ó contraído enferme­dades en campaña, ó en comisiones militares que real y efec- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '-- 292 _J tivamente los hayan dejado inhábiles para el trabajo. Esto lo comprobarán los aspirantes con certificados ó documentos que hagan plena prueba á juicio del Estado Mayor General del Ejército, y previo el examen y reconocimiento médico ju­ramentado, para cada caso, de tres médicos oficiales de la guarnición, que al efecto se designarán por esa Comandancia en Jefe. Esta providencia se ve en la penosa necesidad de dictarla este Ministerio, habida consideración á las angustiosas cir­cunstancias actuales del Erario, que justifican toda medida de economía á su favor. El primer Jefe y Habilitado continuarán como tales en el mencwnado Depdsito de Inválidos. Soy vuestro atento servidor, D. A. DE C.lSTRO COMANDANCIA EN JEFE DIVISAS MILITARES RESOLUCION NUMERO 7 DE 1904 (22 DE SEPTIEMBRE) sobre uniformidad de divisas de Oficiales en el Ejército El Comandante en Jefe del EJército CON IDERANDO Que varios Oficiales del Ejército de la República, patrió ... ticamente é inspirados por l deseo de servir al Gobierno, so­licitan y aceptan destinos que corresponden á empleos ó gra­dos inferiores de los que han obtenido; Que al aceptar tales destinos con ienen tácitamente en las obligaciones y en todo aque1lo que se relacione con la dis­ciplina y servicio respectivos; Que tanto en ]as formaciones y juntas de Oficiales, así como en los actos del servicio militar, deben hallarse unif r­mados de acuerdo con el destino que desempeñen; y Que sería extraño ver en las formaciones á Oficiales de alta graduación comandados por alguno de inferior, ~egún el uniforme y divisas, RESUELVE Sea cual fuere la graduación del Oficial del Ejército, se uniformará y usará las divisas correspondientes al destino que desempeñe, sin que esto implique la pérdida de los em­pleos que por sus servicios hubieren obtemdo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 293 _J Consúltese con el Ministerio de Guerra, y si fuere apro­bada, publíquese para su cumplimiento en la Orden General y el BoLETÍN MILITAR. Dado en Bogotá, á 22 de Septiembre de Igo4. El General Jefe, MANUEL M. CASTRO U. NOTA-La Resolución que precede fue aprobada por el Ministerio de Guerra, según oficio número 133 de ese Des-­pacho. • ••• Editorial INFORME DEL MINISTRO DE GUERRA AL CONGRESO DE 1904 (Co1ztimmción) INSTRUCCIÓN CIVIL Y MILITAR La instrucción eivil á los Cuerpos del Ejército, apart de ser un mandato del legislador, consignado en el Código ~fi­litar, es otra de las necesidades que demandan atención muy especial, pues ella mejora el espíritu d 1 soldado y lo provee de conocimientos primarios, que tan útiles le son, tanto den-tro como fuera del Cuartel. , En esta capital, tan lueh·o como lo permitieron las exi­gencias de la guerra, se crearon los empleos d e Instructores civiles, que en cada Cuerpo daban enseñanza primaria á los individuos de tropa, en los respectivos cuarteles; y aunque se obtuvieron resultados un tanto satisfactorios, fue prectso suprimirlos, en obedecimiento al plan de economía que el Go­bierno tiene implantado en fuerza de la angustiosa y dificil situación del Tesoro. Por esta misma razón, no ha sido posi­ble crear y mantener dichos empleados en los Batallones que guarnecen las demás plazas de la República. Grandes serán las ventajas para el país si logramos esta .. blecer escuelas de instrucción primaria para nuestro Ejército, de manera que puedan funcionar satisfactoriamente; para lo­grar este fin, no debiéramos omitir esfuerzo ni gasto, y así, con' endría apropiar los edificios destinados al alojamiento de las fuerzas, dedicar á la enseñanza. individuos competen­tes, suministrar á los Cuerpos los útiles, mobiliario y apara· tos necesarios, y procurar en lo posible la estabilidad de las tropas en sus acantonamientos, de manera que un mismo per .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colon1bia '- 294 _) sonal pudiera recibir instrucción, siquiera por un año con­tinuo. En cuanto á la Instrucción l\filitar, es más que patente la necesidad de la institución donde nuestros Oficiales deban adquirir los conocimientos teóricos y prácticos, que tan nece­sarios son para los individuos que abrazan la noble carrera de las armas. A este respecto, me permito llamaros ]a aten­ción hacia Jos conceptos que emito en la parte que se refie1e á. la Escuela l\1ilitar. Muy conveniente sería para la instrucción científica de la Oficialidad, enviar á las Escuelas de Guerra establecidas en Alemania, Francia ú otro país, al~·unos Oficiales subalternos que pudieran recibir allá la enseñanza de ese Hamo, obte­niendo as.í individuos idóneos que, colocados en los Cuerpos del Ejército, les llevaran los conocimientos que requieren para que la fuerza púhJica corresponda ú su institución y á las ne­cesidades de la H.epública en lo relativo á su defen a exterior y á la seguridad del orden en el Interior. 1 ro dchemos olvidar la extraordinaria importancia que l1ay de que nuestros Oficiales aprcndnn á conocer y á apre­ciar en su verdadero valor el honor militar, pues así Ja ~a­ción en lo por venir no tendrú que lamentar las consecuen­cias que le han sobrevenido por el desconocimiento de este trivial é ineludible deber del militar. La instrucción de este Ramo, en la capital, ha estado á cargo del intelig·ente y hábil Gen ral Antonio Lavcrde, se­cundado por el distino·uido Oficial chilcuo Sr. Lui. Alberto Arenas; 1 primero presentó al :Ministerio un He,r]amcnlo de Táctica 1\Iilitur, · para su csrutlio pníctico fue puesta ú su di - posición una Compaiiía de infantería. Para que podüis formaros juicio del valor y condicione• de la obra ~jccutada por el General Lavcrde, considero opor­tuno haceros conocer el Informe que sobre ella rindieron Jos Jefes Jcl Ejército que para su estudio fueron comisionados, y que dice así : u Sr. Ministro _ La Comisión encargada de emitir concepto sobre el Pro-yecto de Reglamento para lo ejercicios y maniobras de los Cuerpos de infantería, presen lado all\finislerio de Guerra por el General de División Antonio Laverde H.., cree de su deber manifestar á S. S. las consideraciones y p1 incipios que ]a han guiado en el estudio de dicho Reglamento, y los motivos de los cambios que al mismo ha introducido, de acuerdo con el autor. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colo m bi~ '- 295 _..) En efecto, la Comisión, sujetándose á las enseñanzas de los maestros en el arte y de la experiencia de las últimas gue­rras, comprendió desde luego que su tarea era doble: inves­tigar las formaciones tácticas más convenientes para satisfa­cer las exigencias del combate moderno; establecer un méto­do de instrucción que haga familiar á la tropa, en breve tiem· po, la práctica de esas formaciones. Y esto sin cambiar de un modo ustancial los Reglamenws vigente., para conseguir una más rápida asimilación del nuevo por parte de los miem-bros del Ejército. · Para la mejor realización de dicho plan, el Gobierno pu­so á disposición del General Laverde una Compañía forma­da con sendas Secciones de los diversos Batallones de la guar­nición de la capital, Compañía que ponía en práctica los pre­ceptos del Reglamento a] estudio, y permitía observar sus con­diciones de rapidez, sencillez, car~íctct· ofcnsiYo y demás ca­racterísticas de la órdenes, formaciones y maniobras de los Cuerpos de iropa, y facilitaba á la Comisión su tarea de mo­dificar convenientemente aquellos que en alguna parte ó de­talle no resultaban ser lo que habían parecido en la discusión de gabinete. El General Lavcrdc n., conforme Jo expresa en su tra­bajo, lo ha redactado teniendo á la vista los Reglamentos si­milares de diversos países, de suerte que la selección formada por él re ulta un trabajo distinto de todos aquellos, en el cual e eliminan defectos y se IJenan vacíos, seiíalados al autor por la e. ·periencia de nna larga guerra. Y esa obra, r visada cui­dado . amente por la Comisión, de acu •rdo con el autor, du­rant dos meses de' siduo trabajo técnico y práctico, se per­feccionó cuanto fue dable, de sue;·te que sin exageración pue­de considerar e como una ohra nacional, como un verdadero R glamento para los cj •rcicio. y maniobras de la infantería colombiana. A ]a vez, ]a Comí ión estudiaba la nueva edición de la llamada TáclL'ca de [Jpton, presentada por el Sr. G. R. Lem­ly, á la sazón vigente en el país, y por lo mismo ]e fue dable comparar los dos Reglamentos de un modo completo, adqui­riendo los miembros de la Comisión el convencimiento de la superioridad del trabajo nacional sobre el extranjero, por todo punto de vista, y en especia] en cuanto al combate, el más Importante en nuestros días. El nuevo Reglamento simplifica el manejo del arma, amplía la instrucción individual, comu­nica brío y marcialidad al soldado, tiene como base conservar reunidos los soldados con sus Jefes natos, para no romper las agrupaciones fundamentales y legales, base t'mica de toda or­ganización y táctica dignas de] nombre de t· les, y que no res­petaba el de Upton, aplicable más bien á una caballería. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia •'- 296 _.) El nuevo Reglamento reduce á lo esencial las maniobras en orden cerrado, las sujeta al régimen natural de idénticas preposicion~s en las voces de mando, lo que permite recordar éstas sin trabajo para la memoria; introduce en todo caso di .. ferencia clara entre la voz preventiva y la ejecutiva, indispen­sables para una buena maniobra, y coloca los Oficiales y Cla­ses en la condición de cuadros, ó sea mano para la tropa, para lo cual fueron creados. Los desgraciados acontecimientos que últimamente han acaecido á la noble Colombia, no permitieron á la Comisión practicar el nuevo Reglamento sino hasta la Escuela de Com­pañía, inclusive; pero como esta última es la unidad de com­bate, es claro que la Escuela de Batallón, unidad táctica, re­sultará completa, si la obra llena las necesidades del caso. Por tales motivos, que no se ocultan al elevado criterio de S. S., la Comisión cree de su deber solicitar del Gobierno, por conducto del Ministerio de Guerra, que se declare legal y se adopte para el Ejército de la República de Colombia el Re­glamento redactado por el General Laverde R., y reformado por la Comisión, de que hizo parte su autor. Sr. Ministro: J. J. ÁRJON* B.-F. J. VERGARA y V.-MARCOS E. SOTO Luis ALBERTo ARENAS M.-MIGUEL RoDRÍGuEz."" (Continúa) ---•-+-•..---- ~ Doctrinal P?"~ INSTRUCCIÓN DE LA INFANTERIA PROVECTO DE REGLAMENTO FARA LOS EJERCICIOS Y MANIOBRAS DE LOS CUERPOS DE INFANTRRfA, PRE- , SENTADO AL MINISTERIO DE GUERRA POR EL GENERAL DK DlVISION ANTONIO LA.VERDE R. (Con Para emprender de nuevo la marcha, dará las voces dtjrmlt, marchen, precedidas, si es necesario, de la indicación de la dirección que se ha de seguir ó del abrigo á que se ha de llegar; los tirado­res tomarán otra vez los intervalos durante el movimiento. 270. Hasta 6oo metros se harán en lo general pocas paradas, ' fin de acercarse cuanto antes al enemigo. A medida que se avance, se utilizarán con más esmero los abrigos. El fuego á discreción, que debe romperse lo más tarde posi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \...._ 297 _.) ble, se hará al principio por los tiradores que designe el jefe de la sección, y dirigiéndose sobre objetos determinados. Cuando ocurra el caso de concentrar el fuego de la sección sobre un blanco angosto, el jefe de la sección indicará el punto al cual se debe apuntar ó dirigir la línea de mira. Este punto, as{ como el blanco, debe ser indicado con claridad y precisión, empleándo­se para ello los términos más breves y sencillos. Los tiradores seguirán atentamente las indicaciones que se den sobre el blanco y el punto á que se ha de apuntar, informándose, si fuere necesario, con los tiradores próximos, en el caso de no com­prender 6 de oír mal. 271. De 6oo á 300 metros, se debe ir con más cuidado, por saltos ó avances sucesivos que no excedan de 6o á 80 pasos, y apro­vechando los menores acddmles que hubiere durante la marcha. 272. De 300 metros en adelante, los saltos de posición en po­sición serán más cortos y las precauciones mayores. 273. A los 100 ó 150 pasos de la posición enemiga, y después de haber hecho un fuego rápido para dominar el del adversario, dirigido sobre el punto donde convenga dar el asalto, armarán todos la bayoneta y se arrojarán sobre ella. El jefe de la sección marchará delante de la tropa, ésta se concentrará durante la carrera, á fin de que sea mayor el efecto del choque. 274. Si se supone que tiene buen éxito el ataque, al llegar la sección á 50 pasos·del enemigo, se retirará éste á la carrera y se le perseguirá solamente con el fuego, hecho desde la posición que ocupaba. Se ordenará la tropa con la mayor rapidez posible, y se ocupará la posición del modo más conveniente para defenderla, por si el adversario tratare de tomarla de nuevo. 27 5. Si, según la hipótesis establecida desde el principio, es rechazado el ataque, al llegar á 50 pasos del enemigo, se retirará la sección á la carrera hasta una posición cercana, que pueda cu­brir toda la tropa ó una parte de ella, desde la cual continuará retrocediendo toda entera ó por escuadras. Si el terreno es llano y descubierto, después de haber tomado alguna distancia, se echa­rán todos á tierra, y cuando hayan respondido algunos momentos al fuego, seguirán del mismo modo la retirada. Desde que ésta empieza, el oficial y las clases impedirán, por cuantos medios estén á su alcance, que ningún soldado pierda la unión con los demás y trate de escapar del peligro por la fuga. 276. Para que la sección adquiera el hábito de estos ejerci­cios, se repetirán en distintos terrenos y se partirá de puntos dife­rentes, suponiendo primero el caso más sencillo, que es aproximar­se á un adversario que no se mueve y se limita á defender pa~iva­mentc su posición. Después se harán diversas hipótesis de combate. Por ejemplo, el figurado enemigo destacará uno ó dos hombres que simularán un ataque de flanco, ó se acercará también á la sección con el objeto de aparentar que son dos destacamentos ene­migos que se encuentran, ó bien se supondrá que se le ataca por el frente y que otra sección se dirige contra uno de sus flancos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 293 _) 277. Se ejercitará igualmente á la sección, durante la marcha, en rechazar un ataque de caballería, y después del asalto en hacer frente á una reacción ofensiva. En el primer supuesto, si es cubierto el suelo ó presenta des­igualdades, se recibirá á los jinetes con el fuego sin que se mueva la cadena; si es llano ó descubierto, se agruparán los soldados por escuadras ó toda la sección. 278. También se ejercitará la sección en un combate sostenido y en la defensa. En el primer caso, que tiene por objeto entretener al adver­sario para dar lugar á la llegada de refuerzos para llamar la aten­ción por un punto y efectuar por otro el ataque principal, se esta­blecerá la sección en la línea designada por el oficial, y hará des­de ella el fuego correspondiente, en general el lento, á fin de evi­tar que se consuman más municiones de las necesarias. 279. En el segundo, se ocupará. la posición con arreglo al terreno, la cual podrá organizarse y fortificarse con ayuda de al­gunas herramientas de campaña. Se medirán y señalarán las dis­tancias á los puntos principales por donde se es pera al adversario. El jefe de la sección dirigirá los fuegos sobre el asaltante en los momentos en que éste avance á descubierto. La conducción de estos fuegos estará subordinada á las cir­cunstancias variables del combate: se interrumpirán cada vez que el enemigo se oculte, ó se disminuirán cuando no presente sino un blanco poco vulnerable; también pueden interrumpirse, á fin de que el jefe de la sección permanezca dueño del fuego de sus tira­dores y habituar á éstos á la más estricta disciplina. Cuando el adversario esté cerca, la sección pasará de la de­fensiva á la ofensiva. Si tuviere que retirarse de la posición, lo hará del modo arriba indicado. 280. Cuando haya de oponerse una sección á otra, el capitán dará á conocer el objeto de la operación que ha de realizarse y el momento en que se ha de empezar. Los jefes de las dos fuerzas opuestas le explicarán separadamente las disposiciones que pien­san tomar, !as cuales rectificará si fuere preciso; pero ninguno ha de tener noticia de las del otro, á fin de que se acostumbren á ad­q_ uirir sot re el terreno los datos necesarios y á obrar por sí mismos, 281. Estas disposiciones han de tener un carácter muy distin­to, segtín se trate de la ofensiva, de la defensiva ó de un combate sostenido. En cualquiera de estos casos convendrá hacer surgir circunstancias tales, que obliguen, ya momentánea, ya definitiva­mente, á. pasar de una situación á otra, es decir, del ataque á la defensa, y viceversa. Con este objeto, el Capitán puede reservar una parte de la fuerza para aumentar en un momento dado la de uno de los con­tendientes, y hacer variar así las condiciones del combate. 282. El capitán vigilará la acción en sus distintos períodos, y rectificará sobre la marcha los errores que se cometan, si son leves; pero cuando sean graves, mandará tocar alto para vol er á la situación anterior y empezar de nuevo el período que hubiere s' lido mal, después de explicar Jo que debe hacerse. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 299 _) 283. Cuando haya concluído la maniobra, reunirá el capitán los oficiales y clases para hacer el juicio crítico de la operación. Aquéllos explicarán brevemente el cometido que se les confió, sus primeras disposiciones y los cambios hechos en ellas, en vista de las circunstancias; el capitán hará las observaciones que juzgue oportunas, encargando que se tengan presentes las faltas cometi­das, para evitarlas en lo sucesivo. ESCUELA DE LA COMPAÑIA 284. La Escuela de :1a compañía tiene por objeto dar á la compaiHa los medios de maniobrar y combatir ya aisladamente, ya en el Batallón. :anfToDO DE INSTRUCCIÓN 285. Los movimientos de la Escuela de la compañía serán en­señados en el lugar destinado .á los ejercicios doctrinales, y practi­cados luégo en terrenos variados, en condiciones en que el capi­tá[ l aurneP t ará progresivamente las dificultades. 286. El capitán mandará la compañía á la voz y con señales. Los jefes de mitad ó sección no repetirán las voces del capitán; pero si cada subdivisión ha de hacer una cosa distinta, mandarán á su tropa, en los casos que se indicarán, el movimiento prepa­ratorio que fuere necesario, emprendiendo el general á la voz de marchen. del capitán. (Continúa) ___ .._ __ _ GUERRA RUSOJAPONESA CRÓNICAS rARA EL "BOLETÍ MILITAR " Traducimos del diario parisiense Le Temps: Juho 2 ¡-La intención de r uropatl-ine no puede ser la de encarnizarse en defender á 'fache-kiao (llave de riuchang); la dispersión de sus fuerzas, Ja necesidad de proteger puntos más esenciales (?), se lo prohiben. Hizo buena resistencia y defendió enérgicamente un terreno que valía la pena (?): era todo lo que podía e:xigírsele. Si se prescinde de I,..as ven­tajas que retiren los japoneses de la conquista de ese te­rreno, la situación estratégica ser~ después de la batalla lo que era antes. Los rusos, más fuertes aquende Tache­kiao que lo eran a11ende la plaza (?), podían presentar ante ese punto cuatro divisiones. Los japoneses, en tres grupos, se presentarán á ]a vez soLre Tache-kiao, sobre Simu-tcheng y sobre Liao-Y ang. Antes de que hayan estahlecido entre esos ejércitos el acuerdo necesario para hacerlos obrar ofensiva- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 300 -' mente, el General Kuropatkine tendrá, sin duda, tiempo para intervenir y para romper el círculo estratégico, presentando dondequiera tropas de cobertura y pronunciandoderepente su - otensiva contra uno de dichos ejércitos. Julio 28-EI movimiento envolvente es, sin duda nin­guna, el procedimiento favorito de los japoneses; lo aplican sobre todo en el dominio estratégico, y se obstinan en manio­brar con su ala derecha, y fingen que pretenden ganar la es­palda del Ejército ruso de Mandchuria, para cortarle su línea de comunicaciones ... ~··u Se nota que su tendencia es empu­jar alternativamente á los rusos con sus alas y cerrar éstas co­rno tenazas, practicando sobre el conjunto del enemigo una extensa tentativa de circunvalación. Por supuesto que como eia tentativa se cumple en un radio de 200 kilómetros, resulta meramente ilusoria, y será roto el círculo en el momento en que se resuelva á obrar el jefe moscovita........ Reservándose su li­bertad de acción, se contenta con retirar lentamente sus cuer­pos avanzados para concentrarse en Liao-Yang, centro inva­riable y punto de apoyo de todas sus combinaciones, y que por' lo mismo, crece en importancia cada día; esa plaza des­empeña el papel de una capital de estado en una guerra eu­ropea, y los rusos no pueden dejarse arrojar de allí, so pena de ver dislocado para siempre su sistema defensivo. Julio 3 o-La región en que los japoneses han puesto los pies (Niuchang-), después de su última victoria, reviste un carácter estratégico especial, que tendrá influencia gTande en los futuros acontecimientos. En la actu<"ll campaña no se trata de esas marchas com~actas ni de los ataqu s hrutales qne informaron el. arte m1litar en el siglo XIX, sino más bien de una gu rra de maniobra y de arte, inspirada por los maestros del siglo XVIII, ó copiado sobre la primer manera de Napoleón (?). Lo mismo que en el cuadrilátero de 1\fan­tua aseguraron los franceses la Italia, en el espacio triangu­lar que tiene su base en el fondo del golfo de Liaotung y su cima en Tache-kiao, los japoneses se aseguran del Liaotung, aseguran en firme su empresa contra Puerto Arturo y apo­yan sus ulteriores movimientos contra Mandchuria. El juego recíproco de los dos ejércitos japoneses, que consiste en obrar alternativamente de frente y de flanco, para arrojar á los rusos del valle del Liao, será tanto más fácil (? !) cuanto el callejón en que los rusos están metidos es una verdadera ratonera: tienen á los japoneses al frente y á la izquierda, y á los chinos á la derecha; y decimos los chinos, por~ue aun cuando quedan allende el río, no es posible pres­cindlr de ellos en las actuales circunstancias. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 301 _) Es claro que el interés de los rusos exigía evitar todo contacto entre las dos naciones amarillas, y en especial que la unión se verificara sobre un campo de batalla evacuado por ellos (rusos). Que el General Kuropatkine apreciaba correc­tamente la situación, lo demuestra su tenaz resistencia (? 1) en Kaiping y en Tache-kiao; razones políticas y razones mi­lit~ res guiaron su conducta. Deseaba conservar su comuni­cación con Puerto Arturo, aun cuando no era sino intermi­tente, lo cual no será ya posible, perdido lnkeu. A este efec­to, de mucho le servía la flota anclada en Puerto Arturo, la que le ayudaba á reavituallar la plaza por medio de juncos, y ejercía acción contra la línea de comunicaciones japonesas mientras pasaba por el estrecho de Petchili; mas perdió esa ventaja desde que dicha línea se tornó terrestre con la ocu­pación del bajo Liao, región muy rica, muy poblada, reu­nida á China por mar y por ferrocarril, ó lo que es lo mismo, en capacidad de mantener los ejércitos niponeses. Los solda­dos del Mikado saben bien de qué se trataba, y de tiempo atrás se habían preparado para esa explotación, como que el personal del ferrocarril de Sin-Muitin es en gran parte japo­nés, y entre las tropas del General chino Ma hay no pocos oficiales de dicha nación, disfrazados de chinos, como es na­tural. Y como esas tropas están repartidas en multitud de pueblos, y los soldados no vist en uniforme, los reclutadores Japoneses hallarán un terreno propicio para cultivar el mi. crobio Kunguso. ¿Y quirn sabe si andando el tiempo las tro­pas regulares - veteranas-chinas no suministren reclutas á los japoneses? E s tos no hallarí,, n allí ino materia bruta; pero la hallarían en cantidad inagotable, y el ejército de Oku seria entonces al g o como una tenia, cuyos anillo~ se extenderían por todo el imperio dell\ledio. Estas nubes, graves para el porvenir, hoy pueden ser di­sueltas por Kuropatkine á cm1onazos. La 'en taja de la posi­ción que han ocupado los japoneses no será efectiva sino en tant.o que puedan maniobrar, y esto no podrán hacerlo, pues­to que ya principió la estación lluviosa, que paraliza Jos mo­vimientos al dañar los caminos (sic!). Cuanto á ]a China, no puede auxiliar á los japoneses sino muy poco, y eso en secre­to. En fin, ot ro elemento favorable á los rusos es el tiempo, como que los japoneses no llegaron al bajo Liao sino dos meses más tarde de lo que era de esperar (?). El tiempo que ganaron los rusos les aseguró su concentración (?). En todo caso, l\1andchuria no es sino un país de marcha, y no hay duda de que podrán conservarlo el ejército y la flota rusa (sic). Y cabría preguntar ahora: ¿Qué interés ó importancia reviste para Colombia el que en su semanario militar se dis- ,. [A REPU LIC Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Coloro bia '- 302 --' cutan á fondo los errores militares y se recuenten las contra­dicciones del primer diario político de París? A primera vis­ta muchos quizás contestarían: ninguno. Pero si entraran al fondo del asunto, cambiarían de parecer. En efecto, si el primer periódico de una gran capital incurre en crasos erro­res, y diariamente cambia de ideas en el terreno militar, ¿qué no sucederá si en lugares más humildes y atrasad s intentan pontificar en milicia los que no conocen del Ejército sino la fachada de los cuarteles ? Áquí en Bogotá, en la llamada Atenas de Hispanoamé­rica, no sabemos si por gracejo ó por costumbre, hemos visto proponer en letras de molde qne el ti mpo de servicio se re­duzca á seis meses, para aumentar a i de una manera formi­dable el Ejército nacional. ¿Por qué el autor de tan peregrino hallazgo no comunicará su novísima panacea al hombre de acero de los yanquis, que intenta convertirlos á to.dos en vete­ranos en el menor plazo posible? ¿Imaginará el proponente que la reunión y movilización de conscriptos se hace con aire, ó sea no grava el Tesoro público? ¿Cuánto vale reunir y li­cenciar 2o,ooo hombres (4 x 5,ooo) en cada bienio? ¡,Cómo pue­de pretender. e qur el ejército se mantenga perpct naJnf!ntC re­chtl. a? ¿Para qué serviría rntonces '? ¿Ignorará el que tal es­cribió que en Europa misma todaYía todas Jm; naciones no han recortado el se1wicio de tres arios, plazo mínimo hallado para formar verdaderos soldados, que luéo·o en el h< gar no olviden lo aprendido en el cuartel? ¡,Supondrá l novel or­g ·anizador del Ejército de Colomhia que la masa ele los ciuda­dano~ francc e , b lga ó suizos e · inferior ú la de los de esta República ? ¿Acaso en Francia la ley para reducir el servi­cio á dos años, no fue combatida con · iO'or por todas las eminencias militare.s? ¿Tendrá idea el pseudo instructor de lo que es enseñar ú un rüstico campesino el ejercict"o, la corre­filfa, el servicio de plaza y de camparía, el tiro, y rsas mil y mil menudencias que constituyen al veterano, es d cir, al sol­dado que en toda situación de guerra sabe encontrar la ma­nera de salir airoso'? Evidentemente no l Es cierto que nadie prestó oídos ~i esta proposición suige­neris; pero no es posible dejarla pasar sin correctivo; sin lla­marla con su nombre de monumental dislate, para que luégo no se diga que los militares colombianos 'en servicio .en 1 go4, asintieron con su silenci á una idea que en el fondo se redu­ce á¡terminar con el Ejército nm por franca eliminació11, sino medtante absurda desorganización. . Los G.~STOS DE LA G ERRA. El primer semestre de la lu-cha en el extremo Oriente costará á los contendores una suma tal, que probablemente no la compensará i:Í ninguno de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 303 _J ellos la victoria, por cuanto no sería posible que cobrara in­demnización á la alemana en 1 871 . . Rusos (400,000 hombres l :Movilización de fuerzas ... $ Transportes de material.. .. Sueldos de campaiia .......... . .D.eterioro de material y munlClOnes ................................ . Deterioro de la tlota ........... . :Municiones de marina ....... . Torpedos, carbón, &c ....... .. 34.ooo,ooo I4.ooo,ooo ~2.000,000 27.000,000 4o.ooo,ooo 35·000,000 I .000,000 !63.000,000 Pérdidas de escuadra ........ $ 75.ooo,ooo Japoneses (35o,ooo) 7.ooo,ooo 1.ooo,ooo I4.ooo,ooo I 2.000,000 36.ooo,ooo 2/,.ooo,ooo 3.000,000 97.ooo,ooo 15.000,000 Totales ................ $ 238.ooo,ooo I 1 2.ooo,ooo · Los gastos de g·uerra se computan hasta fines de Julio, en tanto que las pérdidas de las escuadras se c. ·tienden has­ta fines de Agosto, de suert quepa rae · ta Jecha ha r que agre­gar {t los rusos otros 20 millones y ( los japonf' es 6. l o se cuentan las pércli lns de los respec.tivos comercios De las cifras ant ·riores resulta qu la n·uciTa marítima es costosa en ·xlrcmo: por ejemplo, entre los japones s um armada de r 3,ooo marinos cue ·ta 30 por 1 oo mús . ba parapetada y sostenida por pocos fusiles y un pe­drero, al mando del Comandante Nicolás Larraondo. Gutiérrez ocup6 en este mes á Anserma, y tuvo la imprudencia de incen­diar algunas de sus casas para castigar á sus vecinos que se ha­bían decidido por el Rey, y luégo puso su cuartel en Cali, sin querer depender del General de la Unión. Rodríguez continuó sus marchas y se reunió en Palacé al ejército después de la reti­rada de Azin Este se acampó de esta parte del Piendamó cerca de la Ha­cienda del Calíbío, de Balcázar, por donde tenía camino franco para seguir por el puente de piedra de Palacé, correspondiente á la hacienda de la Pedregosa de la casa de Valencia, á la hacien­da de Calz'bío, en cuya casa fuerte había puesto Sámano su cuar­tel general desde el 7 de Enero, dando el mando de la ciudad al bárbaro Juan José Caicedo, con el fin de que aterrara á los pa­triotas, como lo verificó, viéndose é~tos en la necesidad de ocul­tarse en los sembrados de las casas. ó en otros lugares secretos. Este infame asesino, que sacrificó centenares de soldados patrio­tas colgados en largas horcas, y haciéndolos alancear con corri. das y fuegos de los lanceros de á caballo, murió infelizmente lleno de terrores en su casa de Patía en 181 5. (Continúa) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Quinteto de Vientos Ebano, quinteto de vientos (Colombia)

Por: Quinteto de Vientos Ebano - Quinteto de vientos (Colombia) | Fecha: 07/05/1995

Concierto interpretado por el Quinteto de Vientos Ebano. Este grupo está formado por músicos integrantes de la Orquesta Filarmónica de Bogotá. Fue creado en 1991, Y desde entonces intenta difundir un repertorio poco conocido en nuestro medio como es el de quinteto de maderas. Desde agosto de 1992, después de ser escogido por concurso, el Quinteto Ebano ha participado en dos ocasiones en el Curso Europeo de Música de Cámara que se realiza anualmente en Barcelona (España). Allí ha contado con la orientación de grupos como el Albion Ensemble de Inglaterra, y el Netherlands Wind Ensemble de Holanda.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Ernesto Díaz, violín (Colombia)

Por: Ernesto - Violín (Colombia) Díaz | Fecha: 16/10/1967

Concierto interpretado por Ernesto Diaz acompañado en el piano por Elvia Mendoza De Diaz. Ernesto inició sus estudios musicales en el Conservatorio Nacional con Silvestre Leaño, Adelantó prácticas de música de cámara con Miguel Uribe y en 1962 obtuvo el grado de Violista Concertista y desde la existencia de la Orquesta Sinfónica Nacional demostró sus calidades interpretativas y pasó luego a la Orquesta Sinfónica de Colombia. Cuenta con una especialización en música de cámara de la academia Chigiana en siena Italia; ha realizado diferentes presentaciones en los auditorios más importantes del país. En este concierto interpretaron obras de A. Corelli, G. Uribe Holguín, R. Schumann y P. Hidemith.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Pedro Corostola, violonchelo (España)

Por: Pedro - Violonchelo (España) Corostola | Fecha: 28/03/1979

Concierto interpretado por Pedro Corostola. Inició sus estudios en el Conservatorio de Música de San Sebastián y son sus maestros: Elías Arizcuren, Antonio Cortés, José María Iraola, Ramón Usandizaga y Francisco Escudero, finalizándolos con primeros Premios en violonchelo, oboe y música de cámara. Ha presentado recitales y conciertos por toda Europa, así como África y América y participa en los Festivales más importantes de España, Francia, Portugal e Italia. En este concierto interpreto obras de F. Couperin, G. Cassadó, C. Debussy y J. Brahms.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 14

Por: | Fecha: 01/10/1904

Seria V Tomo 11 ORG!NO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO Director y Editor FRANCISCO J. VRRGARA Y YELASGO General .l e Ingenieros Puede muy bie11 suceder que nuestro respeto á todas las convicciones, vmga á parar etz la indiferetzcia y ttos tu¡i· sm mo~., . t; para defender las tzu!stras ENRIQUE SIENKIEWICZ • • • Bogotá, Octubre l. 0 de 1904 • • • ~Oficial@ DECRETO NUMERO 774. DE rgo4 (20 DE SEPTIEMBRE) por el cual se hacen varios nombramientos. en el Ramo de Guerra El Presidente de la República DECRETA Art. 1.0 Nómbrase en propiedad Comandante del ca­ñonero llércules, al Sr. D. Lui F. de Castro, con el sueldo asignado á su empleo. Art. 2.0 Destinase al Coronrl Tcmí' tocles Pérez S., que sirve como primer Jefe del B atalldn GL'rardot, acantonado en Zipaquirá, al mismo puesto en el Batalldn Bolívar, que hace la guarnición de Tunja, en reemplazo del Coronel Jesús Sa­nabria, quien pasará á Honda como Comandante del Bata­lldn Cdrdoba. Art. 3· 0 Nómbrase primer Jefe del mencionado Batalldn Girardot al Coronel Raflcl Reyes Luna. Art. 4. 0 Llámase al servicio activo al Coronel Euclides de Angulo B., y destínasele á ocupar el puesto de primer Edecán de Honor del Excmo. Sr. Presidente de la República, qu~ queda vacan te con la promoción del Coronel Reyes Luna. Art. 5· 0 Llámase al servicio activo al Sargento Mayor Juan Caro Narváez, y nómbrasele Ayudante general del Es- 19 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín ~Iilitar de Colombia '- 290 _; tado Mayor General del Ejército, con destino á prestar sus servicios en el Ministerio de Guerra. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 20 de Septiembre de 1 go4. R. REYES El Ministro de Guerra, D. A. DE CASTRO DECRETO NUMERO 78o DE rgo4 (23 DE SEPTIEMBRE) por el cual se hacen varios nombramitntos en el Ministerio de Guerra El Preúdente de la República DECRETA Art. 1. 0 Nórnbras á Jos Sres. l'rliguel.José :Molina Cabal y Rurlesindo Gómez, primero y segundo Adjuntos de la Sec­ción 2.l~ del l\Iinist<•rio de Guerra, para los efectos del articulo 7. 0 del Decreto número 7/~7, de 7 del presente, por el cual se elimina la J nf ·ndeneia general del Ejército. Art. 2. 0 r6mhrase al Sl'. Pedro León l\lariño, Adjunto de Ja Sección 3·a del mismo :Ministerio, con suello de Saro·cn­to l.'rlayor. Art. 3. 0 t)mbrt ·e en propiedad Portero del l\Iinistc­rio de Guerra al Sr .. losé :María Barrera Sanlacoloma, en la vacantequ existe de ese puesto. Comuníquese y publú¡ucsc. Dado "n Bcwotá, á 23 de Septi mbre de r go4. R. REYES El :Mini. tro de nucrra, D. A. DE CASTRO DECHETO 1 UMERO 781 DE 1904 (23 DE SEPTIEMBRE) por el cual s•· h:-tce un nombramiento en el Mir¡isterio de Guerra El Presidente de la Repúblt'ca OECRRTA Artlculo único. ómbrase al Dr. Jcnaro Guerrero Ad-junto dell\Jinisft'rin de Guerra, con el sueldo de Coronel, de- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 291 -' biéndosele dar de alta en el Cuartel General del Ejército para que el Habilitado respectivo lo incluya en las libranzas. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1904. R. REYES El Ministro de Guerra, D. A. DE CASTRO RESOLUCION NUI\IERO 171 DE 1904 (23 DE SEPTIEl\-IRE) que dispone formar el in"entario de l:l. Biblioteca del Ministerio El Minzstro de Guerra CONSIDERANDO Que es necesario organizar convenientemente la Biblio­teca del l\1inisterio para que pr ste el servicio á que está des­tinada, RESUELVE Comisionar al Archin~ro del :Ministerio para que proce­da inmediatamente ~l. formar, por orden alfabético de mate­rias, todas las obra cxi~·t ntcs en la Biblioteca, debiendo co­locar los volümcnes en los armarios deHtinados al efecto} en el mi~ mo orden que exprese el Catülogo. flara la conclusión de este trab{ljo se seüalan al Archi-vero diez días d término. · Comuníqne . Dada en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1 90!l. El :Ministro, D. A. DE CASTRO INVALII)OS República de Colombia- Jft'nt:'>tert'o de Guerra -Número IIo-Bogotd, Sep!t"embre 20 d~ 1904 Sr. General Comandante en Jefe del Ejército Dispone este Despacho que con fecha 30 del presente mes sean dados de baja todos los inválidos que constituyen el Depdsito de lnvrllidos, y que con fecha 1.0 de Octubre próximo sean reinscritos en él únicamente aque1Ios indivi­duos que por haber estado en servicio del Gobierno hubieren recibido heridas en campo de batalla, ó contraído enferme­dades en campaña, ó en comisiones militares que real y efec- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '-- 292 _J tivamente los hayan dejado inhábiles para el trabajo. Esto lo comprobarán los aspirantes con certificados ó documentos que hagan plena prueba á juicio del Estado Mayor General del Ejército, y previo el examen y reconocimiento médico ju­ramentado, para cada caso, de tres médicos oficiales de la guarnición, que al efecto se designarán por esa Comandancia en Jefe. Esta providencia se ve en la penosa necesidad de dictarla este Ministerio, habida consideración á las angustiosas cir­cunstancias actuales del Erario, que justifican toda medida de economía á su favor. El primer Jefe y Habilitado continuarán como tales en el mencwnado Depdsito de Inválidos. Soy vuestro atento servidor, D. A. DE C.lSTRO COMANDANCIA EN JEFE DIVISAS MILITARES RESOLUCION NUMERO 7 DE 1904 (22 DE SEPTIEMBRE) sobre uniformidad de divisas de Oficiales en el Ejército El Comandante en Jefe del EJército CON IDERANDO Que varios Oficiales del Ejército de la República, patrió ... ticamente é inspirados por l deseo de servir al Gobierno, so­licitan y aceptan destinos que corresponden á empleos ó gra­dos inferiores de los que han obtenido; Que al aceptar tales destinos con ienen tácitamente en las obligaciones y en todo aque1lo que se relacione con la dis­ciplina y servicio respectivos; Que tanto en ]as formaciones y juntas de Oficiales, así como en los actos del servicio militar, deben hallarse unif r­mados de acuerdo con el destino que desempeñen; y Que sería extraño ver en las formaciones á Oficiales de alta graduación comandados por alguno de inferior, ~egún el uniforme y divisas, RESUELVE Sea cual fuere la graduación del Oficial del Ejército, se uniformará y usará las divisas correspondientes al destino que desempeñe, sin que esto implique la pérdida de los em­pleos que por sus servicios hubieren obtemdo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 293 _J Consúltese con el Ministerio de Guerra, y si fuere apro­bada, publíquese para su cumplimiento en la Orden General y el BoLETÍN MILITAR. Dado en Bogotá, á 22 de Septiembre de Igo4. El General Jefe, MANUEL M. CASTRO U. NOTA-La Resolución que precede fue aprobada por el Ministerio de Guerra, según oficio número 133 de ese Des-­pacho. • ••• Editorial INFORME DEL MINISTRO DE GUERRA AL CONGRESO DE 1904 (Co1ztimmción) INSTRUCCIÓN CIVIL Y MILITAR La instrucción eivil á los Cuerpos del Ejército, apart de ser un mandato del legislador, consignado en el Código ~fi­litar, es otra de las necesidades que demandan atención muy especial, pues ella mejora el espíritu d 1 soldado y lo provee de conocimientos primarios, que tan útiles le son, tanto den-tro como fuera del Cuartel. , En esta capital, tan lueh·o como lo permitieron las exi­gencias de la guerra, se crearon los empleos d e Instructores civiles, que en cada Cuerpo daban enseñanza primaria á los individuos de tropa, en los respectivos cuarteles; y aunque se obtuvieron resultados un tanto satisfactorios, fue prectso suprimirlos, en obedecimiento al plan de economía que el Go­bierno tiene implantado en fuerza de la angustiosa y dificil situación del Tesoro. Por esta misma razón, no ha sido posi­ble crear y mantener dichos empleados en los Batallones que guarnecen las demás plazas de la República. Grandes serán las ventajas para el país si logramos esta .. blecer escuelas de instrucción primaria para nuestro Ejército, de manera que puedan funcionar satisfactoriamente; para lo­grar este fin, no debiéramos omitir esfuerzo ni gasto, y así, con' endría apropiar los edificios destinados al alojamiento de las fuerzas, dedicar á la enseñanza. individuos competen­tes, suministrar á los Cuerpos los útiles, mobiliario y apara· tos necesarios, y procurar en lo posible la estabilidad de las tropas en sus acantonamientos, de manera que un mismo per .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colon1bia '- 294 _) sonal pudiera recibir instrucción, siquiera por un año con­tinuo. En cuanto á la Instrucción l\filitar, es más que patente la necesidad de la institución donde nuestros Oficiales deban adquirir los conocimientos teóricos y prácticos, que tan nece­sarios son para los individuos que abrazan la noble carrera de las armas. A este respecto, me permito llamaros ]a aten­ción hacia Jos conceptos que emito en la parte que se refie1e á. la Escuela l\1ilitar. Muy conveniente sería para la instrucción científica de la Oficialidad, enviar á las Escuelas de Guerra establecidas en Alemania, Francia ú otro país, al~·unos Oficiales subalternos que pudieran recibir allá la enseñanza de ese Hamo, obte­niendo as.í individuos idóneos que, colocados en los Cuerpos del Ejército, les llevaran los conocimientos que requieren para que la fuerza púhJica corresponda ú su institución y á las ne­cesidades de la H.epública en lo relativo á su defen a exterior y á la seguridad del orden en el Interior. 1 ro dchemos olvidar la extraordinaria importancia que l1ay de que nuestros Oficiales aprcndnn á conocer y á apre­ciar en su verdadero valor el honor militar, pues así Ja ~a­ción en lo por venir no tendrú que lamentar las consecuen­cias que le han sobrevenido por el desconocimiento de este trivial é ineludible deber del militar. La instrucción de este Ramo, en la capital, ha estado á cargo del intelig·ente y hábil Gen ral Antonio Lavcrde, se­cundado por el distino·uido Oficial chilcuo Sr. Lui. Alberto Arenas; 1 primero presentó al :Ministerio un He,r]amcnlo de Táctica 1\Iilitur, · para su csrutlio pníctico fue puesta ú su di - posición una Compaiiía de infantería. Para que podüis formaros juicio del valor y condicione• de la obra ~jccutada por el General Lavcrde, considero opor­tuno haceros conocer el Informe que sobre ella rindieron Jos Jefes Jcl Ejército que para su estudio fueron comisionados, y que dice así : u Sr. Ministro _ La Comisión encargada de emitir concepto sobre el Pro-yecto de Reglamento para lo ejercicios y maniobras de los Cuerpos de infantería, presen lado all\finislerio de Guerra por el General de División Antonio Laverde H.., cree de su deber manifestar á S. S. las consideraciones y p1 incipios que ]a han guiado en el estudio de dicho Reglamento, y los motivos de los cambios que al mismo ha introducido, de acuerdo con el autor. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colo m bi~ '- 295 _..) En efecto, la Comisión, sujetándose á las enseñanzas de los maestros en el arte y de la experiencia de las últimas gue­rras, comprendió desde luego que su tarea era doble: inves­tigar las formaciones tácticas más convenientes para satisfa­cer las exigencias del combate moderno; establecer un méto­do de instrucción que haga familiar á la tropa, en breve tiem· po, la práctica de esas formaciones. Y esto sin cambiar de un modo ustancial los Reglamenws vigente., para conseguir una más rápida asimilación del nuevo por parte de los miem-bros del Ejército. · Para la mejor realización de dicho plan, el Gobierno pu­so á disposición del General Laverde una Compañía forma­da con sendas Secciones de los diversos Batallones de la guar­nición de la capital, Compañía que ponía en práctica los pre­ceptos del Reglamento a] estudio, y permitía observar sus con­diciones de rapidez, sencillez, car~íctct· ofcnsiYo y demás ca­racterísticas de la órdenes, formaciones y maniobras de los Cuerpos de iropa, y facilitaba á la Comisión su tarea de mo­dificar convenientemente aquellos que en alguna parte ó de­talle no resultaban ser lo que habían parecido en la discusión de gabinete. El General Lavcrdc n., conforme Jo expresa en su tra­bajo, lo ha redactado teniendo á la vista los Reglamentos si­milares de diversos países, de suerte que la selección formada por él re ulta un trabajo distinto de todos aquellos, en el cual e eliminan defectos y se IJenan vacíos, seiíalados al autor por la e. ·periencia de nna larga guerra. Y esa obra, r visada cui­dado . amente por la Comisión, de acu •rdo con el autor, du­rant dos meses de' siduo trabajo técnico y práctico, se per­feccionó cuanto fue dable, de sue;·te que sin exageración pue­de considerar e como una ohra nacional, como un verdadero R glamento para los cj •rcicio. y maniobras de la infantería colombiana. A ]a vez, ]a Comí ión estudiaba la nueva edición de la llamada TáclL'ca de [Jpton, presentada por el Sr. G. R. Lem­ly, á la sazón vigente en el país, y por lo mismo ]e fue dable comparar los dos Reglamentos de un modo completo, adqui­riendo los miembros de la Comisión el convencimiento de la superioridad del trabajo nacional sobre el extranjero, por todo punto de vista, y en especia] en cuanto al combate, el más Importante en nuestros días. El nuevo Reglamento simplifica el manejo del arma, amplía la instrucción individual, comu­nica brío y marcialidad al soldado, tiene como base conservar reunidos los soldados con sus Jefes natos, para no romper las agrupaciones fundamentales y legales, base t'mica de toda or­ganización y táctica dignas de] nombre de t· les, y que no res­petaba el de Upton, aplicable más bien á una caballería. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia •'- 296 _.) El nuevo Reglamento reduce á lo esencial las maniobras en orden cerrado, las sujeta al régimen natural de idénticas preposicion~s en las voces de mando, lo que permite recordar éstas sin trabajo para la memoria; introduce en todo caso di .. ferencia clara entre la voz preventiva y la ejecutiva, indispen­sables para una buena maniobra, y coloca los Oficiales y Cla­ses en la condición de cuadros, ó sea mano para la tropa, para lo cual fueron creados. Los desgraciados acontecimientos que últimamente han acaecido á la noble Colombia, no permitieron á la Comisión practicar el nuevo Reglamento sino hasta la Escuela de Com­pañía, inclusive; pero como esta última es la unidad de com­bate, es claro que la Escuela de Batallón, unidad táctica, re­sultará completa, si la obra llena las necesidades del caso. Por tales motivos, que no se ocultan al elevado criterio de S. S., la Comisión cree de su deber solicitar del Gobierno, por conducto del Ministerio de Guerra, que se declare legal y se adopte para el Ejército de la República de Colombia el Re­glamento redactado por el General Laverde R., y reformado por la Comisión, de que hizo parte su autor. Sr. Ministro: J. J. ÁRJON* B.-F. J. VERGARA y V.-MARCOS E. SOTO Luis ALBERTo ARENAS M.-MIGUEL RoDRÍGuEz."" (Continúa) ---•-+-•..---- ~ Doctrinal P?"~ INSTRUCCIÓN DE LA INFANTERIA PROVECTO DE REGLAMENTO FARA LOS EJERCICIOS Y MANIOBRAS DE LOS CUERPOS DE INFANTRRfA, PRE- , SENTADO AL MINISTERIO DE GUERRA POR EL GENERAL DK DlVISION ANTONIO LA.VERDE R. (Con Para emprender de nuevo la marcha, dará las voces dtjrmlt, marchen, precedidas, si es necesario, de la indicación de la dirección que se ha de seguir ó del abrigo á que se ha de llegar; los tirado­res tomarán otra vez los intervalos durante el movimiento. 270. Hasta 6oo metros se harán en lo general pocas paradas, ' fin de acercarse cuanto antes al enemigo. A medida que se avance, se utilizarán con más esmero los abrigos. El fuego á discreción, que debe romperse lo más tarde posi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \...._ 297 _.) ble, se hará al principio por los tiradores que designe el jefe de la sección, y dirigiéndose sobre objetos determinados. Cuando ocurra el caso de concentrar el fuego de la sección sobre un blanco angosto, el jefe de la sección indicará el punto al cual se debe apuntar ó dirigir la línea de mira. Este punto, as{ como el blanco, debe ser indicado con claridad y precisión, empleándo­se para ello los términos más breves y sencillos. Los tiradores seguirán atentamente las indicaciones que se den sobre el blanco y el punto á que se ha de apuntar, informándose, si fuere necesario, con los tiradores próximos, en el caso de no com­prender 6 de oír mal. 271. De 6oo á 300 metros, se debe ir con más cuidado, por saltos ó avances sucesivos que no excedan de 6o á 80 pasos, y apro­vechando los menores acddmles que hubiere durante la marcha. 272. De 300 metros en adelante, los saltos de posición en po­sición serán más cortos y las precauciones mayores. 273. A los 100 ó 150 pasos de la posición enemiga, y después de haber hecho un fuego rápido para dominar el del adversario, dirigido sobre el punto donde convenga dar el asalto, armarán todos la bayoneta y se arrojarán sobre ella. El jefe de la sección marchará delante de la tropa, ésta se concentrará durante la carrera, á fin de que sea mayor el efecto del choque. 274. Si se supone que tiene buen éxito el ataque, al llegar la sección á 50 pasos·del enemigo, se retirará éste á la carrera y se le perseguirá solamente con el fuego, hecho desde la posición que ocupaba. Se ordenará la tropa con la mayor rapidez posible, y se ocupará la posición del modo más conveniente para defenderla, por si el adversario tratare de tomarla de nuevo. 27 5. Si, según la hipótesis establecida desde el principio, es rechazado el ataque, al llegar á 50 pasos del enemigo, se retirará la sección á la carrera hasta una posición cercana, que pueda cu­brir toda la tropa ó una parte de ella, desde la cual continuará retrocediendo toda entera ó por escuadras. Si el terreno es llano y descubierto, después de haber tomado alguna distancia, se echa­rán todos á tierra, y cuando hayan respondido algunos momentos al fuego, seguirán del mismo modo la retirada. Desde que ésta empieza, el oficial y las clases impedirán, por cuantos medios estén á su alcance, que ningún soldado pierda la unión con los demás y trate de escapar del peligro por la fuga. 276. Para que la sección adquiera el hábito de estos ejerci­cios, se repetirán en distintos terrenos y se partirá de puntos dife­rentes, suponiendo primero el caso más sencillo, que es aproximar­se á un adversario que no se mueve y se limita á defender pa~iva­mentc su posición. Después se harán diversas hipótesis de combate. Por ejemplo, el figurado enemigo destacará uno ó dos hombres que simularán un ataque de flanco, ó se acercará también á la sección con el objeto de aparentar que son dos destacamentos ene­migos que se encuentran, ó bien se supondrá que se le ataca por el frente y que otra sección se dirige contra uno de sus flancos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 293 _) 277. Se ejercitará igualmente á la sección, durante la marcha, en rechazar un ataque de caballería, y después del asalto en hacer frente á una reacción ofensiva. En el primer supuesto, si es cubierto el suelo ó presenta des­igualdades, se recibirá á los jinetes con el fuego sin que se mueva la cadena; si es llano ó descubierto, se agruparán los soldados por escuadras ó toda la sección. 278. También se ejercitará la sección en un combate sostenido y en la defensa. En el primer caso, que tiene por objeto entretener al adver­sario para dar lugar á la llegada de refuerzos para llamar la aten­ción por un punto y efectuar por otro el ataque principal, se esta­blecerá la sección en la línea designada por el oficial, y hará des­de ella el fuego correspondiente, en general el lento, á fin de evi­tar que se consuman más municiones de las necesarias. 279. En el segundo, se ocupará. la posición con arreglo al terreno, la cual podrá organizarse y fortificarse con ayuda de al­gunas herramientas de campaña. Se medirán y señalarán las dis­tancias á los puntos principales por donde se es pera al adversario. El jefe de la sección dirigirá los fuegos sobre el asaltante en los momentos en que éste avance á descubierto. La conducción de estos fuegos estará subordinada á las cir­cunstancias variables del combate: se interrumpirán cada vez que el enemigo se oculte, ó se disminuirán cuando no presente sino un blanco poco vulnerable; también pueden interrumpirse, á fin de que el jefe de la sección permanezca dueño del fuego de sus tira­dores y habituar á éstos á la más estricta disciplina. Cuando el adversario esté cerca, la sección pasará de la de­fensiva á la ofensiva. Si tuviere que retirarse de la posición, lo hará del modo arriba indicado. 280. Cuando haya de oponerse una sección á otra, el capitán dará á conocer el objeto de la operación que ha de realizarse y el momento en que se ha de empezar. Los jefes de las dos fuerzas opuestas le explicarán separadamente las disposiciones que pien­san tomar, !as cuales rectificará si fuere preciso; pero ninguno ha de tener noticia de las del otro, á fin de que se acostumbren á ad­q_ uirir sot re el terreno los datos necesarios y á obrar por sí mismos, 281. Estas disposiciones han de tener un carácter muy distin­to, segtín se trate de la ofensiva, de la defensiva ó de un combate sostenido. En cualquiera de estos casos convendrá hacer surgir circunstancias tales, que obliguen, ya momentánea, ya definitiva­mente, á. pasar de una situación á otra, es decir, del ataque á la defensa, y viceversa. Con este objeto, el Capitán puede reservar una parte de la fuerza para aumentar en un momento dado la de uno de los con­tendientes, y hacer variar así las condiciones del combate. 282. El capitán vigilará la acción en sus distintos períodos, y rectificará sobre la marcha los errores que se cometan, si son leves; pero cuando sean graves, mandará tocar alto para vol er á la situación anterior y empezar de nuevo el período que hubiere s' lido mal, después de explicar Jo que debe hacerse. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 299 _) 283. Cuando haya concluído la maniobra, reunirá el capitán los oficiales y clases para hacer el juicio crítico de la operación. Aquéllos explicarán brevemente el cometido que se les confió, sus primeras disposiciones y los cambios hechos en ellas, en vista de las circunstancias; el capitán hará las observaciones que juzgue oportunas, encargando que se tengan presentes las faltas cometi­das, para evitarlas en lo sucesivo. ESCUELA DE LA COMPAÑIA 284. La Escuela de :1a compañía tiene por objeto dar á la compaiHa los medios de maniobrar y combatir ya aisladamente, ya en el Batallón. :anfToDO DE INSTRUCCIÓN 285. Los movimientos de la Escuela de la compañía serán en­señados en el lugar destinado .á los ejercicios doctrinales, y practi­cados luégo en terrenos variados, en condiciones en que el capi­tá[ l aurneP t ará progresivamente las dificultades. 286. El capitán mandará la compañía á la voz y con señales. Los jefes de mitad ó sección no repetirán las voces del capitán; pero si cada subdivisión ha de hacer una cosa distinta, mandarán á su tropa, en los casos que se indicarán, el movimiento prepa­ratorio que fuere necesario, emprendiendo el general á la voz de marchen. del capitán. (Continúa) ___ .._ __ _ GUERRA RUSOJAPONESA CRÓNICAS rARA EL "BOLETÍ MILITAR " Traducimos del diario parisiense Le Temps: Juho 2 ¡-La intención de r uropatl-ine no puede ser la de encarnizarse en defender á 'fache-kiao (llave de riuchang); la dispersión de sus fuerzas, Ja necesidad de proteger puntos más esenciales (?), se lo prohiben. Hizo buena resistencia y defendió enérgicamente un terreno que valía la pena (?): era todo lo que podía e:xigírsele. Si se prescinde de I,..as ven­tajas que retiren los japoneses de la conquista de ese te­rreno, la situación estratégica ser~ después de la batalla lo que era antes. Los rusos, más fuertes aquende Tache­kiao que lo eran a11ende la plaza (?), podían presentar ante ese punto cuatro divisiones. Los japoneses, en tres grupos, se presentarán á ]a vez soLre Tache-kiao, sobre Simu-tcheng y sobre Liao-Y ang. Antes de que hayan estahlecido entre esos ejércitos el acuerdo necesario para hacerlos obrar ofensiva- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 300 -' mente, el General Kuropatkine tendrá, sin duda, tiempo para intervenir y para romper el círculo estratégico, presentando dondequiera tropas de cobertura y pronunciandoderepente su - otensiva contra uno de dichos ejércitos. Julio 28-EI movimiento envolvente es, sin duda nin­guna, el procedimiento favorito de los japoneses; lo aplican sobre todo en el dominio estratégico, y se obstinan en manio­brar con su ala derecha, y fingen que pretenden ganar la es­palda del Ejército ruso de Mandchuria, para cortarle su línea de comunicaciones ... ~··u Se nota que su tendencia es empu­jar alternativamente á los rusos con sus alas y cerrar éstas co­rno tenazas, practicando sobre el conjunto del enemigo una extensa tentativa de circunvalación. Por supuesto que como eia tentativa se cumple en un radio de 200 kilómetros, resulta meramente ilusoria, y será roto el círculo en el momento en que se resuelva á obrar el jefe moscovita........ Reservándose su li­bertad de acción, se contenta con retirar lentamente sus cuer­pos avanzados para concentrarse en Liao-Yang, centro inva­riable y punto de apoyo de todas sus combinaciones, y que por' lo mismo, crece en importancia cada día; esa plaza des­empeña el papel de una capital de estado en una guerra eu­ropea, y los rusos no pueden dejarse arrojar de allí, so pena de ver dislocado para siempre su sistema defensivo. Julio 3 o-La región en que los japoneses han puesto los pies (Niuchang-), después de su última victoria, reviste un carácter estratégico especial, que tendrá influencia gTande en los futuros acontecimientos. En la actu<"ll campaña no se trata de esas marchas com~actas ni de los ataqu s hrutales qne informaron el. arte m1litar en el siglo XIX, sino más bien de una gu rra de maniobra y de arte, inspirada por los maestros del siglo XVIII, ó copiado sobre la primer manera de Napoleón (?). Lo mismo que en el cuadrilátero de 1\fan­tua aseguraron los franceses la Italia, en el espacio triangu­lar que tiene su base en el fondo del golfo de Liaotung y su cima en Tache-kiao, los japoneses se aseguran del Liaotung, aseguran en firme su empresa contra Puerto Arturo y apo­yan sus ulteriores movimientos contra Mandchuria. El juego recíproco de los dos ejércitos japoneses, que consiste en obrar alternativamente de frente y de flanco, para arrojar á los rusos del valle del Liao, será tanto más fácil (? !) cuanto el callejón en que los rusos están metidos es una verdadera ratonera: tienen á los japoneses al frente y á la izquierda, y á los chinos á la derecha; y decimos los chinos, por~ue aun cuando quedan allende el río, no es posible pres­cindlr de ellos en las actuales circunstancias. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 301 _) Es claro que el interés de los rusos exigía evitar todo contacto entre las dos naciones amarillas, y en especial que la unión se verificara sobre un campo de batalla evacuado por ellos (rusos). Que el General Kuropatkine apreciaba correc­tamente la situación, lo demuestra su tenaz resistencia (? 1) en Kaiping y en Tache-kiao; razones políticas y razones mi­lit~ res guiaron su conducta. Deseaba conservar su comuni­cación con Puerto Arturo, aun cuando no era sino intermi­tente, lo cual no será ya posible, perdido lnkeu. A este efec­to, de mucho le servía la flota anclada en Puerto Arturo, la que le ayudaba á reavituallar la plaza por medio de juncos, y ejercía acción contra la línea de comunicaciones japonesas mientras pasaba por el estrecho de Petchili; mas perdió esa ventaja desde que dicha línea se tornó terrestre con la ocu­pación del bajo Liao, región muy rica, muy poblada, reu­nida á China por mar y por ferrocarril, ó lo que es lo mismo, en capacidad de mantener los ejércitos niponeses. Los solda­dos del Mikado saben bien de qué se trataba, y de tiempo atrás se habían preparado para esa explotación, como que el personal del ferrocarril de Sin-Muitin es en gran parte japo­nés, y entre las tropas del General chino Ma hay no pocos oficiales de dicha nación, disfrazados de chinos, como es na­tural. Y como esas tropas están repartidas en multitud de pueblos, y los soldados no vist en uniforme, los reclutadores Japoneses hallarán un terreno propicio para cultivar el mi. crobio Kunguso. ¿Y quirn sabe si andando el tiempo las tro­pas regulares - veteranas-chinas no suministren reclutas á los japoneses? E s tos no hallarí,, n allí ino materia bruta; pero la hallarían en cantidad inagotable, y el ejército de Oku seria entonces al g o como una tenia, cuyos anillo~ se extenderían por todo el imperio dell\ledio. Estas nubes, graves para el porvenir, hoy pueden ser di­sueltas por Kuropatkine á cm1onazos. La 'en taja de la posi­ción que han ocupado los japoneses no será efectiva sino en tant.o que puedan maniobrar, y esto no podrán hacerlo, pues­to que ya principió la estación lluviosa, que paraliza Jos mo­vimientos al dañar los caminos (sic!). Cuanto á ]a China, no puede auxiliar á los japoneses sino muy poco, y eso en secre­to. En fin, ot ro elemento favorable á los rusos es el tiempo, como que los japoneses no llegaron al bajo Liao sino dos meses más tarde de lo que era de esperar (?). El tiempo que ganaron los rusos les aseguró su concentración (?). En todo caso, l\1andchuria no es sino un país de marcha, y no hay duda de que podrán conservarlo el ejército y la flota rusa (sic). Y cabría preguntar ahora: ¿Qué interés ó importancia reviste para Colombia el que en su semanario militar se dis- ,. [A REPU LIC Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Coloro bia '- 302 --' cutan á fondo los errores militares y se recuenten las contra­dicciones del primer diario político de París? A primera vis­ta muchos quizás contestarían: ninguno. Pero si entraran al fondo del asunto, cambiarían de parecer. En efecto, si el primer periódico de una gran capital incurre en crasos erro­res, y diariamente cambia de ideas en el terreno militar, ¿qué no sucederá si en lugares más humildes y atrasad s intentan pontificar en milicia los que no conocen del Ejército sino la fachada de los cuarteles ? Áquí en Bogotá, en la llamada Atenas de Hispanoamé­rica, no sabemos si por gracejo ó por costumbre, hemos visto proponer en letras de molde qne el ti mpo de servicio se re­duzca á seis meses, para aumentar a i de una manera formi­dable el Ejército nacional. ¿Por qué el autor de tan peregrino hallazgo no comunicará su novísima panacea al hombre de acero de los yanquis, que intenta convertirlos á to.dos en vete­ranos en el menor plazo posible? ¿Imaginará el proponente que la reunión y movilización de conscriptos se hace con aire, ó sea no grava el Tesoro público? ¿Cuánto vale reunir y li­cenciar 2o,ooo hombres (4 x 5,ooo) en cada bienio? ¡,Cómo pue­de pretender. e qur el ejército se mantenga perpct naJnf!ntC re­chtl. a? ¿Para qué serviría rntonces '? ¿Ignorará el que tal es­cribió que en Europa misma todaYía todas Jm; naciones no han recortado el se1wicio de tres arios, plazo mínimo hallado para formar verdaderos soldados, que luéo·o en el h< gar no olviden lo aprendido en el cuartel? ¡,Supondrá l novel or­g ·anizador del Ejército de Colomhia que la masa ele los ciuda­dano~ francc e , b lga ó suizos e · inferior ú la de los de esta República ? ¿Acaso en Francia la ley para reducir el servi­cio á dos años, no fue combatida con · iO'or por todas las eminencias militare.s? ¿Tendrá idea el pseudo instructor de lo que es enseñar ú un rüstico campesino el ejercict"o, la corre­filfa, el servicio de plaza y de camparía, el tiro, y rsas mil y mil menudencias que constituyen al veterano, es d cir, al sol­dado que en toda situación de guerra sabe encontrar la ma­nera de salir airoso'? Evidentemente no l Es cierto que nadie prestó oídos ~i esta proposición suige­neris; pero no es posible dejarla pasar sin correctivo; sin lla­marla con su nombre de monumental dislate, para que luégo no se diga que los militares colombianos 'en servicio .en 1 go4, asintieron con su silenci á una idea que en el fondo se redu­ce á¡terminar con el Ejército nm por franca eliminació11, sino medtante absurda desorganización. . Los G.~STOS DE LA G ERRA. El primer semestre de la lu-cha en el extremo Oriente costará á los contendores una suma tal, que probablemente no la compensará i:Í ninguno de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 303 _J ellos la victoria, por cuanto no sería posible que cobrara in­demnización á la alemana en 1 871 . . Rusos (400,000 hombres l :Movilización de fuerzas ... $ Transportes de material.. .. Sueldos de campaiia .......... . .D.eterioro de material y munlClOnes ................................ . Deterioro de la tlota ........... . :Municiones de marina ....... . Torpedos, carbón, &c ....... .. 34.ooo,ooo I4.ooo,ooo ~2.000,000 27.000,000 4o.ooo,ooo 35·000,000 I .000,000 !63.000,000 Pérdidas de escuadra ........ $ 75.ooo,ooo Japoneses (35o,ooo) 7.ooo,ooo 1.ooo,ooo I4.ooo,ooo I 2.000,000 36.ooo,ooo 2/,.ooo,ooo 3.000,000 97.ooo,ooo 15.000,000 Totales ................ $ 238.ooo,ooo I 1 2.ooo,ooo · Los gastos de g·uerra se computan hasta fines de Julio, en tanto que las pérdidas de las escuadras se c. ·tienden has­ta fines de Agosto, de suert quepa rae · ta Jecha ha r que agre­gar {t los rusos otros 20 millones y ( los japonf' es 6. l o se cuentan las pércli lns de los respec.tivos comercios De las cifras ant ·riores resulta qu la n·uciTa marítima es costosa en ·xlrcmo: por ejemplo, entre los japones s um armada de r 3,ooo marinos cue ·ta 30 por 1 oo mús . ba parapetada y sostenida por pocos fusiles y un pe­drero, al mando del Comandante Nicolás Larraondo. Gutiérrez ocup6 en este mes á Anserma, y tuvo la imprudencia de incen­diar algunas de sus casas para castigar á sus vecinos que se ha­bían decidido por el Rey, y luégo puso su cuartel en Cali, sin querer depender del General de la Unión. Rodríguez continuó sus marchas y se reunió en Palacé al ejército después de la reti­rada de Azin Este se acampó de esta parte del Piendamó cerca de la Ha­cienda del Calíbío, de Balcázar, por donde tenía camino franco para seguir por el puente de piedra de Palacé, correspondiente á la hacienda de la Pedregosa de la casa de Valencia, á la hacien­da de Calz'bío, en cuya casa fuerte había puesto Sámano su cuar­tel general desde el 7 de Enero, dando el mando de la ciudad al bárbaro Juan José Caicedo, con el fin de que aterrara á los pa­triotas, como lo verificó, viéndose é~tos en la necesidad de ocul­tarse en los sembrados de las casas. ó en otros lugares secretos. Este infame asesino, que sacrificó centenares de soldados patrio­tas colgados en largas horcas, y haciéndolos alancear con corri. das y fuegos de los lanceros de á caballo, murió infelizmente lleno de terrores en su casa de Patía en 181 5. (Continúa) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 14

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Enrique Arias, piano (Colombia)

Por: Enrique - Piano (Colombia) Arias | Fecha: 13/09/1978

Concierto interpretado por Enrique Arias. Bogotano de nacimiento, Enrique Arias ha actuado en los principales países del mundo durante más de veinte años. En Francia y en España, en América del Norte y del Sur, en Escandinavia y, naturalmente, en Colombia. En Londres, en donde residió varios años llegó a presentarse hasta tres veces en una sola temporada en el Royal Festival Hall como solista de las tres principales orquestas londinenses, la Philarmonia, la Royal Philharmonic y la London Philharmonic.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Marina Tafur, soprano (Colombia)

Por: Marina - Soprano (Colombia) Tafur | Fecha: 01/10/1904

Seria V Tomo 11 ORG!NO DEL MINISTERIO DE GUERRA Y DEL EJERCITO Director y Editor FRANCISCO J. VRRGARA Y YELASGO General .l e Ingenieros Puede muy bie11 suceder que nuestro respeto á todas las convicciones, vmga á parar etz la indiferetzcia y ttos tu¡i· sm mo~., . t; para defender las tzu!stras ENRIQUE SIENKIEWICZ • • • Bogotá, Octubre l. 0 de 1904 • • • ~Oficial@ DECRETO NUMERO 774. DE rgo4 (20 DE SEPTIEMBRE) por el cual se hacen varios nombramientos. en el Ramo de Guerra El Presidente de la República DECRETA Art. 1.0 Nómbrase en propiedad Comandante del ca­ñonero llércules, al Sr. D. Lui F. de Castro, con el sueldo asignado á su empleo. Art. 2.0 Destinase al Coronrl Tcmí' tocles Pérez S., que sirve como primer Jefe del B atalldn GL'rardot, acantonado en Zipaquirá, al mismo puesto en el Batalldn Bolívar, que hace la guarnición de Tunja, en reemplazo del Coronel Jesús Sa­nabria, quien pasará á Honda como Comandante del Bata­lldn Cdrdoba. Art. 3· 0 Nómbrase primer Jefe del mencionado Batalldn Girardot al Coronel Raflcl Reyes Luna. Art. 4. 0 Llámase al servicio activo al Coronel Euclides de Angulo B., y destínasele á ocupar el puesto de primer Edecán de Honor del Excmo. Sr. Presidente de la República, qu~ queda vacan te con la promoción del Coronel Reyes Luna. Art. 5· 0 Llámase al servicio activo al Sargento Mayor Juan Caro Narváez, y nómbrasele Ayudante general del Es- 19 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín ~Iilitar de Colombia '- 290 _; tado Mayor General del Ejército, con destino á prestar sus servicios en el Ministerio de Guerra. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 20 de Septiembre de 1 go4. R. REYES El Ministro de Guerra, D. A. DE CASTRO DECRETO NUMERO 78o DE rgo4 (23 DE SEPTIEMBRE) por el cual se hacen varios nombramitntos en el Ministerio de Guerra El Preúdente de la República DECRETA Art. 1. 0 Nórnbras á Jos Sres. l'rliguel.José :Molina Cabal y Rurlesindo Gómez, primero y segundo Adjuntos de la Sec­ción 2.l~ del l\Iinist<•rio de Guerra, para los efectos del articulo 7. 0 del Decreto número 7/~7, de 7 del presente, por el cual se elimina la J nf ·ndeneia general del Ejército. Art. 2. 0 r6mhrase al Sl'. Pedro León l\lariño, Adjunto de Ja Sección 3·a del mismo :Ministerio, con suello de Saro·cn­to l.'rlayor. Art. 3. 0 t)mbrt ·e en propiedad Portero del l\Iinistc­rio de Guerra al Sr .. losé :María Barrera Sanlacoloma, en la vacantequ existe de ese puesto. Comuníquese y publú¡ucsc. Dado "n Bcwotá, á 23 de Septi mbre de r go4. R. REYES El :Mini. tro de nucrra, D. A. DE CASTRO DECHETO 1 UMERO 781 DE 1904 (23 DE SEPTIEMBRE) por el cual s•· h:-tce un nombramiento en el Mir¡isterio de Guerra El Presidente de la Repúblt'ca OECRRTA Artlculo único. ómbrase al Dr. Jcnaro Guerrero Ad-junto dell\Jinisft'rin de Guerra, con el sueldo de Coronel, de- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 291 -' biéndosele dar de alta en el Cuartel General del Ejército para que el Habilitado respectivo lo incluya en las libranzas. Comuníquese y publíquese. Dado en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1904. R. REYES El Ministro de Guerra, D. A. DE CASTRO RESOLUCION NUI\IERO 171 DE 1904 (23 DE SEPTIEl\-IRE) que dispone formar el in"entario de l:l. Biblioteca del Ministerio El Minzstro de Guerra CONSIDERANDO Que es necesario organizar convenientemente la Biblio­teca del l\1inisterio para que pr ste el servicio á que está des­tinada, RESUELVE Comisionar al Archin~ro del :Ministerio para que proce­da inmediatamente ~l. formar, por orden alfabético de mate­rias, todas las obra cxi~·t ntcs en la Biblioteca, debiendo co­locar los volümcnes en los armarios deHtinados al efecto} en el mi~ mo orden que exprese el Catülogo. flara la conclusión de este trab{ljo se seüalan al Archi-vero diez días d término. · Comuníqne . Dada en Bogotá, á 23 de Septiembre de 1 90!l. El :Ministro, D. A. DE CASTRO INVALII)OS República de Colombia- Jft'nt:'>tert'o de Guerra -Número IIo-Bogotd, Sep!t"embre 20 d~ 1904 Sr. General Comandante en Jefe del Ejército Dispone este Despacho que con fecha 30 del presente mes sean dados de baja todos los inválidos que constituyen el Depdsito de lnvrllidos, y que con fecha 1.0 de Octubre próximo sean reinscritos en él únicamente aque1Ios indivi­duos que por haber estado en servicio del Gobierno hubieren recibido heridas en campo de batalla, ó contraído enferme­dades en campaña, ó en comisiones militares que real y efec- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '-- 292 _J tivamente los hayan dejado inhábiles para el trabajo. Esto lo comprobarán los aspirantes con certificados ó documentos que hagan plena prueba á juicio del Estado Mayor General del Ejército, y previo el examen y reconocimiento médico ju­ramentado, para cada caso, de tres médicos oficiales de la guarnición, que al efecto se designarán por esa Comandancia en Jefe. Esta providencia se ve en la penosa necesidad de dictarla este Ministerio, habida consideración á las angustiosas cir­cunstancias actuales del Erario, que justifican toda medida de economía á su favor. El primer Jefe y Habilitado continuarán como tales en el mencwnado Depdsito de Inválidos. Soy vuestro atento servidor, D. A. DE C.lSTRO COMANDANCIA EN JEFE DIVISAS MILITARES RESOLUCION NUMERO 7 DE 1904 (22 DE SEPTIEMBRE) sobre uniformidad de divisas de Oficiales en el Ejército El Comandante en Jefe del EJército CON IDERANDO Que varios Oficiales del Ejército de la República, patrió ... ticamente é inspirados por l deseo de servir al Gobierno, so­licitan y aceptan destinos que corresponden á empleos ó gra­dos inferiores de los que han obtenido; Que al aceptar tales destinos con ienen tácitamente en las obligaciones y en todo aque1lo que se relacione con la dis­ciplina y servicio respectivos; Que tanto en ]as formaciones y juntas de Oficiales, así como en los actos del servicio militar, deben hallarse unif r­mados de acuerdo con el destino que desempeñen; y Que sería extraño ver en las formaciones á Oficiales de alta graduación comandados por alguno de inferior, ~egún el uniforme y divisas, RESUELVE Sea cual fuere la graduación del Oficial del Ejército, se uniformará y usará las divisas correspondientes al destino que desempeñe, sin que esto implique la pérdida de los em­pleos que por sus servicios hubieren obtemdo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 293 _J Consúltese con el Ministerio de Guerra, y si fuere apro­bada, publíquese para su cumplimiento en la Orden General y el BoLETÍN MILITAR. Dado en Bogotá, á 22 de Septiembre de Igo4. El General Jefe, MANUEL M. CASTRO U. NOTA-La Resolución que precede fue aprobada por el Ministerio de Guerra, según oficio número 133 de ese Des-­pacho. • ••• Editorial INFORME DEL MINISTRO DE GUERRA AL CONGRESO DE 1904 (Co1ztimmción) INSTRUCCIÓN CIVIL Y MILITAR La instrucción eivil á los Cuerpos del Ejército, apart de ser un mandato del legislador, consignado en el Código ~fi­litar, es otra de las necesidades que demandan atención muy especial, pues ella mejora el espíritu d 1 soldado y lo provee de conocimientos primarios, que tan útiles le son, tanto den-tro como fuera del Cuartel. , En esta capital, tan lueh·o como lo permitieron las exi­gencias de la guerra, se crearon los empleos d e Instructores civiles, que en cada Cuerpo daban enseñanza primaria á los individuos de tropa, en los respectivos cuarteles; y aunque se obtuvieron resultados un tanto satisfactorios, fue prectso suprimirlos, en obedecimiento al plan de economía que el Go­bierno tiene implantado en fuerza de la angustiosa y dificil situación del Tesoro. Por esta misma razón, no ha sido posi­ble crear y mantener dichos empleados en los Batallones que guarnecen las demás plazas de la República. Grandes serán las ventajas para el país si logramos esta .. blecer escuelas de instrucción primaria para nuestro Ejército, de manera que puedan funcionar satisfactoriamente; para lo­grar este fin, no debiéramos omitir esfuerzo ni gasto, y así, con' endría apropiar los edificios destinados al alojamiento de las fuerzas, dedicar á la enseñanza. individuos competen­tes, suministrar á los Cuerpos los útiles, mobiliario y apara· tos necesarios, y procurar en lo posible la estabilidad de las tropas en sus acantonamientos, de manera que un mismo per .. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colon1bia '- 294 _) sonal pudiera recibir instrucción, siquiera por un año con­tinuo. En cuanto á la Instrucción l\filitar, es más que patente la necesidad de la institución donde nuestros Oficiales deban adquirir los conocimientos teóricos y prácticos, que tan nece­sarios son para los individuos que abrazan la noble carrera de las armas. A este respecto, me permito llamaros ]a aten­ción hacia Jos conceptos que emito en la parte que se refie1e á. la Escuela l\1ilitar. Muy conveniente sería para la instrucción científica de la Oficialidad, enviar á las Escuelas de Guerra establecidas en Alemania, Francia ú otro país, al~·unos Oficiales subalternos que pudieran recibir allá la enseñanza de ese Hamo, obte­niendo as.í individuos idóneos que, colocados en los Cuerpos del Ejército, les llevaran los conocimientos que requieren para que la fuerza púhJica corresponda ú su institución y á las ne­cesidades de la H.epública en lo relativo á su defen a exterior y á la seguridad del orden en el Interior. 1 ro dchemos olvidar la extraordinaria importancia que l1ay de que nuestros Oficiales aprcndnn á conocer y á apre­ciar en su verdadero valor el honor militar, pues así Ja ~a­ción en lo por venir no tendrú que lamentar las consecuen­cias que le han sobrevenido por el desconocimiento de este trivial é ineludible deber del militar. La instrucción de este Ramo, en la capital, ha estado á cargo del intelig·ente y hábil Gen ral Antonio Lavcrde, se­cundado por el distino·uido Oficial chilcuo Sr. Lui. Alberto Arenas; 1 primero presentó al :Ministerio un He,r]amcnlo de Táctica 1\Iilitur, · para su csrutlio pníctico fue puesta ú su di - posición una Compaiiía de infantería. Para que podüis formaros juicio del valor y condicione• de la obra ~jccutada por el General Lavcrde, considero opor­tuno haceros conocer el Informe que sobre ella rindieron Jos Jefes Jcl Ejército que para su estudio fueron comisionados, y que dice así : u Sr. Ministro _ La Comisión encargada de emitir concepto sobre el Pro-yecto de Reglamento para lo ejercicios y maniobras de los Cuerpos de infantería, presen lado all\finislerio de Guerra por el General de División Antonio Laverde H.., cree de su deber manifestar á S. S. las consideraciones y p1 incipios que ]a han guiado en el estudio de dicho Reglamento, y los motivos de los cambios que al mismo ha introducido, de acuerdo con el autor. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colo m bi~ '- 295 _..) En efecto, la Comisión, sujetándose á las enseñanzas de los maestros en el arte y de la experiencia de las últimas gue­rras, comprendió desde luego que su tarea era doble: inves­tigar las formaciones tácticas más convenientes para satisfa­cer las exigencias del combate moderno; establecer un méto­do de instrucción que haga familiar á la tropa, en breve tiem· po, la práctica de esas formaciones. Y esto sin cambiar de un modo ustancial los Reglamenws vigente., para conseguir una más rápida asimilación del nuevo por parte de los miem-bros del Ejército. · Para la mejor realización de dicho plan, el Gobierno pu­so á disposición del General Laverde una Compañía forma­da con sendas Secciones de los diversos Batallones de la guar­nición de la capital, Compañía que ponía en práctica los pre­ceptos del Reglamento a] estudio, y permitía observar sus con­diciones de rapidez, sencillez, car~íctct· ofcnsiYo y demás ca­racterísticas de la órdenes, formaciones y maniobras de los Cuerpos de iropa, y facilitaba á la Comisión su tarea de mo­dificar convenientemente aquellos que en alguna parte ó de­talle no resultaban ser lo que habían parecido en la discusión de gabinete. El General Lavcrdc n., conforme Jo expresa en su tra­bajo, lo ha redactado teniendo á la vista los Reglamentos si­milares de diversos países, de suerte que la selección formada por él re ulta un trabajo distinto de todos aquellos, en el cual e eliminan defectos y se IJenan vacíos, seiíalados al autor por la e. ·periencia de nna larga guerra. Y esa obra, r visada cui­dado . amente por la Comisión, de acu •rdo con el autor, du­rant dos meses de' siduo trabajo técnico y práctico, se per­feccionó cuanto fue dable, de sue;·te que sin exageración pue­de considerar e como una ohra nacional, como un verdadero R glamento para los cj •rcicio. y maniobras de la infantería colombiana. A ]a vez, ]a Comí ión estudiaba la nueva edición de la llamada TáclL'ca de [Jpton, presentada por el Sr. G. R. Lem­ly, á la sazón vigente en el país, y por lo mismo ]e fue dable comparar los dos Reglamentos de un modo completo, adqui­riendo los miembros de la Comisión el convencimiento de la superioridad del trabajo nacional sobre el extranjero, por todo punto de vista, y en especia] en cuanto al combate, el más Importante en nuestros días. El nuevo Reglamento simplifica el manejo del arma, amplía la instrucción individual, comu­nica brío y marcialidad al soldado, tiene como base conservar reunidos los soldados con sus Jefes natos, para no romper las agrupaciones fundamentales y legales, base t'mica de toda or­ganización y táctica dignas de] nombre de t· les, y que no res­petaba el de Upton, aplicable más bien á una caballería. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia •'- 296 _.) El nuevo Reglamento reduce á lo esencial las maniobras en orden cerrado, las sujeta al régimen natural de idénticas preposicion~s en las voces de mando, lo que permite recordar éstas sin trabajo para la memoria; introduce en todo caso di .. ferencia clara entre la voz preventiva y la ejecutiva, indispen­sables para una buena maniobra, y coloca los Oficiales y Cla­ses en la condición de cuadros, ó sea mano para la tropa, para lo cual fueron creados. Los desgraciados acontecimientos que últimamente han acaecido á la noble Colombia, no permitieron á la Comisión practicar el nuevo Reglamento sino hasta la Escuela de Com­pañía, inclusive; pero como esta última es la unidad de com­bate, es claro que la Escuela de Batallón, unidad táctica, re­sultará completa, si la obra llena las necesidades del caso. Por tales motivos, que no se ocultan al elevado criterio de S. S., la Comisión cree de su deber solicitar del Gobierno, por conducto del Ministerio de Guerra, que se declare legal y se adopte para el Ejército de la República de Colombia el Re­glamento redactado por el General Laverde R., y reformado por la Comisión, de que hizo parte su autor. Sr. Ministro: J. J. ÁRJON* B.-F. J. VERGARA y V.-MARCOS E. SOTO Luis ALBERTo ARENAS M.-MIGUEL RoDRÍGuEz."" (Continúa) ---•-+-•..---- ~ Doctrinal P?"~ INSTRUCCIÓN DE LA INFANTERIA PROVECTO DE REGLAMENTO FARA LOS EJERCICIOS Y MANIOBRAS DE LOS CUERPOS DE INFANTRRfA, PRE- , SENTADO AL MINISTERIO DE GUERRA POR EL GENERAL DK DlVISION ANTONIO LA.VERDE R. (Con Para emprender de nuevo la marcha, dará las voces dtjrmlt, marchen, precedidas, si es necesario, de la indicación de la dirección que se ha de seguir ó del abrigo á que se ha de llegar; los tirado­res tomarán otra vez los intervalos durante el movimiento. 270. Hasta 6oo metros se harán en lo general pocas paradas, ' fin de acercarse cuanto antes al enemigo. A medida que se avance, se utilizarán con más esmero los abrigos. El fuego á discreción, que debe romperse lo más tarde posi- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia \...._ 297 _.) ble, se hará al principio por los tiradores que designe el jefe de la sección, y dirigiéndose sobre objetos determinados. Cuando ocurra el caso de concentrar el fuego de la sección sobre un blanco angosto, el jefe de la sección indicará el punto al cual se debe apuntar ó dirigir la línea de mira. Este punto, as{ como el blanco, debe ser indicado con claridad y precisión, empleándo­se para ello los términos más breves y sencillos. Los tiradores seguirán atentamente las indicaciones que se den sobre el blanco y el punto á que se ha de apuntar, informándose, si fuere necesario, con los tiradores próximos, en el caso de no com­prender 6 de oír mal. 271. De 6oo á 300 metros, se debe ir con más cuidado, por saltos ó avances sucesivos que no excedan de 6o á 80 pasos, y apro­vechando los menores acddmles que hubiere durante la marcha. 272. De 300 metros en adelante, los saltos de posición en po­sición serán más cortos y las precauciones mayores. 273. A los 100 ó 150 pasos de la posición enemiga, y después de haber hecho un fuego rápido para dominar el del adversario, dirigido sobre el punto donde convenga dar el asalto, armarán todos la bayoneta y se arrojarán sobre ella. El jefe de la sección marchará delante de la tropa, ésta se concentrará durante la carrera, á fin de que sea mayor el efecto del choque. 274. Si se supone que tiene buen éxito el ataque, al llegar la sección á 50 pasos·del enemigo, se retirará éste á la carrera y se le perseguirá solamente con el fuego, hecho desde la posición que ocupaba. Se ordenará la tropa con la mayor rapidez posible, y se ocupará la posición del modo más conveniente para defenderla, por si el adversario tratare de tomarla de nuevo. 27 5. Si, según la hipótesis establecida desde el principio, es rechazado el ataque, al llegar á 50 pasos del enemigo, se retirará la sección á la carrera hasta una posición cercana, que pueda cu­brir toda la tropa ó una parte de ella, desde la cual continuará retrocediendo toda entera ó por escuadras. Si el terreno es llano y descubierto, después de haber tomado alguna distancia, se echa­rán todos á tierra, y cuando hayan respondido algunos momentos al fuego, seguirán del mismo modo la retirada. Desde que ésta empieza, el oficial y las clases impedirán, por cuantos medios estén á su alcance, que ningún soldado pierda la unión con los demás y trate de escapar del peligro por la fuga. 276. Para que la sección adquiera el hábito de estos ejerci­cios, se repetirán en distintos terrenos y se partirá de puntos dife­rentes, suponiendo primero el caso más sencillo, que es aproximar­se á un adversario que no se mueve y se limita á defender pa~iva­mentc su posición. Después se harán diversas hipótesis de combate. Por ejemplo, el figurado enemigo destacará uno ó dos hombres que simularán un ataque de flanco, ó se acercará también á la sección con el objeto de aparentar que son dos destacamentos ene­migos que se encuentran, ó bien se supondrá que se le ataca por el frente y que otra sección se dirige contra uno de sus flancos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 293 _) 277. Se ejercitará igualmente á la sección, durante la marcha, en rechazar un ataque de caballería, y después del asalto en hacer frente á una reacción ofensiva. En el primer supuesto, si es cubierto el suelo ó presenta des­igualdades, se recibirá á los jinetes con el fuego sin que se mueva la cadena; si es llano ó descubierto, se agruparán los soldados por escuadras ó toda la sección. 278. También se ejercitará la sección en un combate sostenido y en la defensa. En el primer caso, que tiene por objeto entretener al adver­sario para dar lugar á la llegada de refuerzos para llamar la aten­ción por un punto y efectuar por otro el ataque principal, se esta­blecerá la sección en la línea designada por el oficial, y hará des­de ella el fuego correspondiente, en general el lento, á fin de evi­tar que se consuman más municiones de las necesarias. 279. En el segundo, se ocupará. la posición con arreglo al terreno, la cual podrá organizarse y fortificarse con ayuda de al­gunas herramientas de campaña. Se medirán y señalarán las dis­tancias á los puntos principales por donde se es pera al adversario. El jefe de la sección dirigirá los fuegos sobre el asaltante en los momentos en que éste avance á descubierto. La conducción de estos fuegos estará subordinada á las cir­cunstancias variables del combate: se interrumpirán cada vez que el enemigo se oculte, ó se disminuirán cuando no presente sino un blanco poco vulnerable; también pueden interrumpirse, á fin de que el jefe de la sección permanezca dueño del fuego de sus tira­dores y habituar á éstos á la más estricta disciplina. Cuando el adversario esté cerca, la sección pasará de la de­fensiva á la ofensiva. Si tuviere que retirarse de la posición, lo hará del modo arriba indicado. 280. Cuando haya de oponerse una sección á otra, el capitán dará á conocer el objeto de la operación que ha de realizarse y el momento en que se ha de empezar. Los jefes de las dos fuerzas opuestas le explicarán separadamente las disposiciones que pien­san tomar, !as cuales rectificará si fuere preciso; pero ninguno ha de tener noticia de las del otro, á fin de que se acostumbren á ad­q_ uirir sot re el terreno los datos necesarios y á obrar por sí mismos, 281. Estas disposiciones han de tener un carácter muy distin­to, segtín se trate de la ofensiva, de la defensiva ó de un combate sostenido. En cualquiera de estos casos convendrá hacer surgir circunstancias tales, que obliguen, ya momentánea, ya definitiva­mente, á. pasar de una situación á otra, es decir, del ataque á la defensa, y viceversa. Con este objeto, el Capitán puede reservar una parte de la fuerza para aumentar en un momento dado la de uno de los con­tendientes, y hacer variar así las condiciones del combate. 282. El capitán vigilará la acción en sus distintos períodos, y rectificará sobre la marcha los errores que se cometan, si son leves; pero cuando sean graves, mandará tocar alto para vol er á la situación anterior y empezar de nuevo el período que hubiere s' lido mal, después de explicar Jo que debe hacerse. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 299 _) 283. Cuando haya concluído la maniobra, reunirá el capitán los oficiales y clases para hacer el juicio crítico de la operación. Aquéllos explicarán brevemente el cometido que se les confió, sus primeras disposiciones y los cambios hechos en ellas, en vista de las circunstancias; el capitán hará las observaciones que juzgue oportunas, encargando que se tengan presentes las faltas cometi­das, para evitarlas en lo sucesivo. ESCUELA DE LA COMPAÑIA 284. La Escuela de :1a compañía tiene por objeto dar á la compaiHa los medios de maniobrar y combatir ya aisladamente, ya en el Batallón. :anfToDO DE INSTRUCCIÓN 285. Los movimientos de la Escuela de la compañía serán en­señados en el lugar destinado .á los ejercicios doctrinales, y practi­cados luégo en terrenos variados, en condiciones en que el capi­tá[ l aurneP t ará progresivamente las dificultades. 286. El capitán mandará la compañía á la voz y con señales. Los jefes de mitad ó sección no repetirán las voces del capitán; pero si cada subdivisión ha de hacer una cosa distinta, mandarán á su tropa, en los casos que se indicarán, el movimiento prepa­ratorio que fuere necesario, emprendiendo el general á la voz de marchen. del capitán. (Continúa) ___ .._ __ _ GUERRA RUSOJAPONESA CRÓNICAS rARA EL "BOLETÍ MILITAR " Traducimos del diario parisiense Le Temps: Juho 2 ¡-La intención de r uropatl-ine no puede ser la de encarnizarse en defender á 'fache-kiao (llave de riuchang); la dispersión de sus fuerzas, Ja necesidad de proteger puntos más esenciales (?), se lo prohiben. Hizo buena resistencia y defendió enérgicamente un terreno que valía la pena (?): era todo lo que podía e:xigírsele. Si se prescinde de I,..as ven­tajas que retiren los japoneses de la conquista de ese te­rreno, la situación estratégica ser~ después de la batalla lo que era antes. Los rusos, más fuertes aquende Tache­kiao que lo eran a11ende la plaza (?), podían presentar ante ese punto cuatro divisiones. Los japoneses, en tres grupos, se presentarán á ]a vez soLre Tache-kiao, sobre Simu-tcheng y sobre Liao-Y ang. Antes de que hayan estahlecido entre esos ejércitos el acuerdo necesario para hacerlos obrar ofensiva- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 300 -' mente, el General Kuropatkine tendrá, sin duda, tiempo para intervenir y para romper el círculo estratégico, presentando dondequiera tropas de cobertura y pronunciandoderepente su - otensiva contra uno de dichos ejércitos. Julio 28-EI movimiento envolvente es, sin duda nin­guna, el procedimiento favorito de los japoneses; lo aplican sobre todo en el dominio estratégico, y se obstinan en manio­brar con su ala derecha, y fingen que pretenden ganar la es­palda del Ejército ruso de Mandchuria, para cortarle su línea de comunicaciones ... ~··u Se nota que su tendencia es empu­jar alternativamente á los rusos con sus alas y cerrar éstas co­rno tenazas, practicando sobre el conjunto del enemigo una extensa tentativa de circunvalación. Por supuesto que como eia tentativa se cumple en un radio de 200 kilómetros, resulta meramente ilusoria, y será roto el círculo en el momento en que se resuelva á obrar el jefe moscovita........ Reservándose su li­bertad de acción, se contenta con retirar lentamente sus cuer­pos avanzados para concentrarse en Liao-Yang, centro inva­riable y punto de apoyo de todas sus combinaciones, y que por' lo mismo, crece en importancia cada día; esa plaza des­empeña el papel de una capital de estado en una guerra eu­ropea, y los rusos no pueden dejarse arrojar de allí, so pena de ver dislocado para siempre su sistema defensivo. Julio 3 o-La región en que los japoneses han puesto los pies (Niuchang-), después de su última victoria, reviste un carácter estratégico especial, que tendrá influencia gTande en los futuros acontecimientos. En la actu<"ll campaña no se trata de esas marchas com~actas ni de los ataqu s hrutales qne informaron el. arte m1litar en el siglo XIX, sino más bien de una gu rra de maniobra y de arte, inspirada por los maestros del siglo XVIII, ó copiado sobre la primer manera de Napoleón (?). Lo mismo que en el cuadrilátero de 1\fan­tua aseguraron los franceses la Italia, en el espacio triangu­lar que tiene su base en el fondo del golfo de Liaotung y su cima en Tache-kiao, los japoneses se aseguran del Liaotung, aseguran en firme su empresa contra Puerto Arturo y apo­yan sus ulteriores movimientos contra Mandchuria. El juego recíproco de los dos ejércitos japoneses, que consiste en obrar alternativamente de frente y de flanco, para arrojar á los rusos del valle del Liao, será tanto más fácil (? !) cuanto el callejón en que los rusos están metidos es una verdadera ratonera: tienen á los japoneses al frente y á la izquierda, y á los chinos á la derecha; y decimos los chinos, por~ue aun cuando quedan allende el río, no es posible pres­cindlr de ellos en las actuales circunstancias. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 301 _) Es claro que el interés de los rusos exigía evitar todo contacto entre las dos naciones amarillas, y en especial que la unión se verificara sobre un campo de batalla evacuado por ellos (rusos). Que el General Kuropatkine apreciaba correc­tamente la situación, lo demuestra su tenaz resistencia (? 1) en Kaiping y en Tache-kiao; razones políticas y razones mi­lit~ res guiaron su conducta. Deseaba conservar su comuni­cación con Puerto Arturo, aun cuando no era sino intermi­tente, lo cual no será ya posible, perdido lnkeu. A este efec­to, de mucho le servía la flota anclada en Puerto Arturo, la que le ayudaba á reavituallar la plaza por medio de juncos, y ejercía acción contra la línea de comunicaciones japonesas mientras pasaba por el estrecho de Petchili; mas perdió esa ventaja desde que dicha línea se tornó terrestre con la ocu­pación del bajo Liao, región muy rica, muy poblada, reu­nida á China por mar y por ferrocarril, ó lo que es lo mismo, en capacidad de mantener los ejércitos niponeses. Los solda­dos del Mikado saben bien de qué se trataba, y de tiempo atrás se habían preparado para esa explotación, como que el personal del ferrocarril de Sin-Muitin es en gran parte japo­nés, y entre las tropas del General chino Ma hay no pocos oficiales de dicha nación, disfrazados de chinos, como es na­tural. Y como esas tropas están repartidas en multitud de pueblos, y los soldados no vist en uniforme, los reclutadores Japoneses hallarán un terreno propicio para cultivar el mi. crobio Kunguso. ¿Y quirn sabe si andando el tiempo las tro­pas regulares - veteranas-chinas no suministren reclutas á los japoneses? E s tos no hallarí,, n allí ino materia bruta; pero la hallarían en cantidad inagotable, y el ejército de Oku seria entonces al g o como una tenia, cuyos anillo~ se extenderían por todo el imperio dell\ledio. Estas nubes, graves para el porvenir, hoy pueden ser di­sueltas por Kuropatkine á cm1onazos. La 'en taja de la posi­ción que han ocupado los japoneses no será efectiva sino en tant.o que puedan maniobrar, y esto no podrán hacerlo, pues­to que ya principió la estación lluviosa, que paraliza Jos mo­vimientos al dañar los caminos (sic!). Cuanto á ]a China, no puede auxiliar á los japoneses sino muy poco, y eso en secre­to. En fin, ot ro elemento favorable á los rusos es el tiempo, como que los japoneses no llegaron al bajo Liao sino dos meses más tarde de lo que era de esperar (?). El tiempo que ganaron los rusos les aseguró su concentración (?). En todo caso, l\1andchuria no es sino un país de marcha, y no hay duda de que podrán conservarlo el ejército y la flota rusa (sic). Y cabría preguntar ahora: ¿Qué interés ó importancia reviste para Colombia el que en su semanario militar se dis- ,. [A REPU LIC Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Coloro bia '- 302 --' cutan á fondo los errores militares y se recuenten las contra­dicciones del primer diario político de París? A primera vis­ta muchos quizás contestarían: ninguno. Pero si entraran al fondo del asunto, cambiarían de parecer. En efecto, si el primer periódico de una gran capital incurre en crasos erro­res, y diariamente cambia de ideas en el terreno militar, ¿qué no sucederá si en lugares más humildes y atrasad s intentan pontificar en milicia los que no conocen del Ejército sino la fachada de los cuarteles ? Áquí en Bogotá, en la llamada Atenas de Hispanoamé­rica, no sabemos si por gracejo ó por costumbre, hemos visto proponer en letras de molde qne el ti mpo de servicio se re­duzca á seis meses, para aumentar a i de una manera formi­dable el Ejército nacional. ¿Por qué el autor de tan peregrino hallazgo no comunicará su novísima panacea al hombre de acero de los yanquis, que intenta convertirlos á to.dos en vete­ranos en el menor plazo posible? ¿Imaginará el proponente que la reunión y movilización de conscriptos se hace con aire, ó sea no grava el Tesoro público? ¿Cuánto vale reunir y li­cenciar 2o,ooo hombres (4 x 5,ooo) en cada bienio? ¡,Cómo pue­de pretender. e qur el ejército se mantenga perpct naJnf!ntC re­chtl. a? ¿Para qué serviría rntonces '? ¿Ignorará el que tal es­cribió que en Europa misma todaYía todas Jm; naciones no han recortado el se1wicio de tres arios, plazo mínimo hallado para formar verdaderos soldados, que luéo·o en el h< gar no olviden lo aprendido en el cuartel? ¡,Supondrá l novel or­g ·anizador del Ejército de Colomhia que la masa ele los ciuda­dano~ francc e , b lga ó suizos e · inferior ú la de los de esta República ? ¿Acaso en Francia la ley para reducir el servi­cio á dos años, no fue combatida con · iO'or por todas las eminencias militare.s? ¿Tendrá idea el pseudo instructor de lo que es enseñar ú un rüstico campesino el ejercict"o, la corre­filfa, el servicio de plaza y de camparía, el tiro, y rsas mil y mil menudencias que constituyen al veterano, es d cir, al sol­dado que en toda situación de guerra sabe encontrar la ma­nera de salir airoso'? Evidentemente no l Es cierto que nadie prestó oídos ~i esta proposición suige­neris; pero no es posible dejarla pasar sin correctivo; sin lla­marla con su nombre de monumental dislate, para que luégo no se diga que los militares colombianos 'en servicio .en 1 go4, asintieron con su silenci á una idea que en el fondo se redu­ce á¡terminar con el Ejército nm por franca eliminació11, sino medtante absurda desorganización. . Los G.~STOS DE LA G ERRA. El primer semestre de la lu-cha en el extremo Oriente costará á los contendores una suma tal, que probablemente no la compensará i:Í ninguno de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Boletín Militar de Colombia '- 303 _J ellos la victoria, por cuanto no sería posible que cobrara in­demnización á la alemana en 1 871 . . Rusos (400,000 hombres l :Movilización de fuerzas ... $ Transportes de material.. .. Sueldos de campaiia .......... . .D.eterioro de material y munlClOnes ................................ . Deterioro de la tlota ........... . :Municiones de marina ....... . Torpedos, carbón, &c ....... .. 34.ooo,ooo I4.ooo,ooo ~2.000,000 27.000,000 4o.ooo,ooo 35·000,000 I .000,000 !63.000,000 Pérdidas de escuadra ........ $ 75.ooo,ooo Japoneses (35o,ooo) 7.ooo,ooo 1.ooo,ooo I4.ooo,ooo I 2.000,000 36.ooo,ooo 2/,.ooo,ooo 3.000,000 97.ooo,ooo 15.000,000 Totales ................ $ 238.ooo,ooo I 1 2.ooo,ooo · Los gastos de g·uerra se computan hasta fines de Julio, en tanto que las pérdidas de las escuadras se c. ·tienden has­ta fines de Agosto, de suert quepa rae · ta Jecha ha r que agre­gar {t los rusos otros 20 millones y ( los japonf' es 6. l o se cuentan las pércli lns de los respec.tivos comercios De las cifras ant ·riores resulta qu la n·uciTa marítima es costosa en ·xlrcmo: por ejemplo, entre los japones s um armada de r 3,ooo marinos cue ·ta 30 por 1 oo mús . ba parapetada y sostenida por pocos fusiles y un pe­drero, al mando del Comandante Nicolás Larraondo. Gutiérrez ocup6 en este mes á Anserma, y tuvo la imprudencia de incen­diar algunas de sus casas para castigar á sus vecinos que se ha­bían decidido por el Rey, y luégo puso su cuartel en Cali, sin querer depender del General de la Unión. Rodríguez continuó sus marchas y se reunió en Palacé al ejército después de la reti­rada de Azin Este se acampó de esta parte del Piendamó cerca de la Ha­cienda del Calíbío, de Balcázar, por donde tenía camino franco para seguir por el puente de piedra de Palacé, correspondiente á la hacienda de la Pedregosa de la casa de Valencia, á la hacien­da de Calz'bío, en cuya casa fuerte había puesto Sámano su cuar­tel general desde el 7 de Enero, dando el mando de la ciudad al bárbaro Juan José Caicedo, con el fin de que aterrara á los pa­triotas, como lo verificó, viéndose é~tos en la necesidad de ocul­tarse en los sembrados de las casas. ó en otros lugares secretos. Este infame asesino, que sacrificó centenares de soldados patrio­tas colgados en largas horcas, y haciéndolos alancear con corri. das y fuegos de los lanceros de á caballo, murió infelizmente lleno de terrores en su casa de Patía en 181 5. (Continúa) Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año IX Serie V Tomo II N. 14

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