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Imagen de apoyo de  Ligia Lamus de Manrique, piano (Colombia)

Ligia Lamus de Manrique, piano (Colombia)

Por: Ligia - Piano (Colombia) Lamus de Manrique | Fecha: 16/08/1978

Concierto interpretado por la pianista Ligia Lamus. Lamus nació en Bucaramanga (Colombia), inició sus estudios de piano en el Conservatorio Nacional de Música con la profe- sora Elvira Pardo de Escobar. Desde 1960 los continuó con la profesora Lucía Pérez bajo cuya dirección obtuvo el grado de Pianista Concertista en el año de 1966, un año después de haber obtenido el título de Licenciada en Música.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
  • Temas:
  • Música

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Ligia Lamus de Manrique, piano (Colombia)

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Imagen de apoyo de  Konrad Voppel, órgano (Alemania)

Konrad Voppel, órgano (Alemania)

Por: Konrad - Órgano (Alemania) Voppel | Fecha: 16/09/1899

o lii Bogotá, Septiembre 16 de 1899 NUM. 117 DRGANO DEL MI NIST ERIO DE GUE RR A Y DEL EJERCITO --~·~-- DIR~CTOil AD-HONOUM, FRANGISGO J. VERGARA y V. Coron el, Mie mbro d e la Socieda d Colombia na de Ingenieros ·Q~2~~~~~2~~2~222~~~ ~ 2~2~2~2~~2~~22~2~~~222~~222222222222~2~ ~l~ Son colaboradores natos de este periódico todos los Jefe» y Oficiales del Ejército de la República ~~~~l~~~~~~~~~~~~~b~~~~~~~~~~~~~~l~~~~~~~,~~~~~~~~· ··~···~· ~ OFICIA L que deroga la número 111, de 2. 5 de Enero de 1897, sobre pasaportes Minist~rio dt· Gu~rra -Sección 1.a- B ogotá, ., de s~ptinnbr~ de 1899 CO , SIDEkANDO Que en el Decreto ejecutivo número 1 53, de 31 de Marzo de 1897, orgánico de la Contabilidad militar, quedó reglamentado el · ramo de pasaportes militares, con arreglo á los artículos 8, 14 y 16 de la Ley 39 de 1896, quedando, por consiguiente. virtualmente abro­gada la Resolución número 1 1 1 de este Despacho, fechada el 2 5 de Enero de 1897, que dio al mencionado ramo una reglamentación tran i­toria SE RF.SUELVE Revócase la Resolución número 11 1 de este De pacho, sobre pása­ortes militares, dictada el 2 5 de Enero de I 897. Comuníquese y publíq•1ese. El Ministro, JOSÉ SANTOS Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 162 BOLETÍN MILIT.!.R sobre nombramiento• de Oíicialea menores del Ejército Ministerio ae Guerra-Sección I. •-Bogotá, 11 de Septiembre de 1 88g En consideración á que con arreglo á los artículo;; 77 y 92 del Código Militar, corresponde al Poder Ejecutivo el libre nombra­miento de Oficiales inferiores del Ejército, lo que puede hacer direc­tamente al tenor de aquellas disposiciones, ó mediante propuestas de candidatos, pedidas en cada caso al Comandante en Jefe, 6 á los Co­mandantes generales divisionarios ó Jefes militares respectivos confor­me al artículo 8 I del Código Militar, SE RESUELVE El Poder Ejecutivo hará en adelante libremente los nombramien­tos de Oficiales inferiores del Ejército. En consecuencia, revócanse las siguientes resoluciones: la de 25 de Mayo de 1896, que dispone la for­mación de ternas en los Estados Mayores para los nombramientos cita­dos; la de 5 de Marzo de I 897: que señala requisitos á los Oficiales propuestos como candidatos, para llamarlos al servicio; y la I 3 de Mar­zo del mismo atio, que adiciona la de 5 de Marzo, indicada. Comuníquese y publíquese. El Ministro, JosÉ SANTOS. RepúP/i, a de C ,/ombia-Ejército permanente- 1 • Brig~tda de la 1. a Divúión-Batallon Nariño número 4.o Sr. General Jefe del Estado Mayor General-Bogotá. Para dar cumplimiento á lo dispuesto en el artículo 156 de la Or­den general del día 3 de Abril del corriente año, paso á rendiros el in­forme correspondiente, de regreso de la población de Tau a, donde me hallaba destacado con una guarnición de quince hombre . Antes de se­pararme de allí, me permito hacer mención que en dicha población se encuentra en la parte Sudoe te, una elevación de tierra como de 400 metros de altura, de de cuya cima se divisa la ciudad de Ubaté, la la­guna de Fúquene, las poblaciones de Nemocón, Cogua y parte de la ciudad de Zipaquirá. Esta elevación de tierra, después de estar ocupada aunque sea por una pequeña fuerza, no puede ser flanqucablc por nin­guno de sus costados. En lo que se refiere á la población, ésta es sumamente escasa de recursos para una tropa. El día 9 del presente y acompañado de los in­dividuos ya indicados, salí de dicha población con dirección á Zipaqui­rá á las 9 a. m., y á una ¿istancia de tres leguas encontrámos un pe- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE'l'ÍN MILITAR 163 queño caserío denominado "Casablanca," situado en una hermosa pla­nada; allí pueden encontrarse recursos para una tropa. A una legua, 1 por la misma vía, encontrámos el río Neusa, obstáculo que se pre­senta en tiempo de invierno por carecer de puente. A dos leguas en­contrámos la población de Cogua, donde también pueden encontrarse recursos, y sus habitantes son hospitalarios. A las 3 p. m. llegué á esta ciudad, después de haber recorrido el trayecto de seis leguas. En el trayecto del camino no encontré más observaciones que ha­cer sobre posiciones militares. Dios guarde á usted. El Comandante de la guarnición, IND ... LECIO CORREA República ae Colombia-Drpartamento de Cundinamarca-Zipaquirá., Mayo 19 de 1 899-Ejérczto Perma11ente-1 ~ Brigada de la I. Diflisión-Batallón "N nriño" número 4· 0 Sr. Coronel primer Jefe del Cuerpo Por vuestro honorable conducto y en cumplimiento de lo dispues­to en el artículo 156 de la Orden general, tengo el honor de rendir el informe al ciudadano General Jefe de Estado Mayor general del Ejérci­to, de mi comisiÓn: El día 10 de Abril de 1899 salí de esta ciudad acompañado d . quince individuos de tropa, en dirección á Nemocón; la distancia .(le aquí á ese lugar es próximamente de 12 kilómetros; á un cuarto ,(1 hora de esta ciudad parte, por la derecha, un camino que conduce a Gachancipá; media hora después y por la vía de N emocón, en el punt() denominadoLa Granja, se trifurca el camino en uno que toma hacia Co­gua, por la izquierda, uno por el centro á Nemocón, y otro por la derc cha que va á Gachancipá; un cuarto de hora adelante por el centro r ha­cia la izquierda arranca el camino para Chiquinquirá; á poca distancia de elita bifurcación se encuentra un puente de construcción e pafiola sobre el río Aguatá, y de este punto se continúa el camino ha ta emocóa sin tener observación que hacer, pues e una buena carretera con tlll peq uefio dc~ni ve l. cmocón estrt situado al pie de un ramal de la Cor­dillera Oriental, con temperatura media de trece grados del centígra­do; es notable por su minas de sal, agricultura y la ceba de gana o_ En el trayecto comprendido entre esta ciudad y emocón no ha ., e? mi humilde concepto, posición militar alguna que merezca mcn c10narse. Dios guarde á usted, Teniente, LUCAS JIMENEZ C.. República de Colombia-Ejército Permam11te-1.• DifJiJión- BataUó ".Á)'tlCttcJ¿(), 11Úmero 3· 0 ·- f.& C ompaiíÍa Sr. General Jefe de Estado Ma)or general, por conducto del Estado Mayor divisionario. Dando cumplimiento á lo dispuesto en el artículo 156 de la Or­den general del día 3 de Abril próximo pasado, os rindo el informe oc.- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 1G4 BOLETÍN MILIT.!.R rrespondiente á la comisión que se me confió el 18 del pre~ente para conducir el correo de encomiendas á la población de Fusagasugá. Día 18- Salí de esta ciudad á las cuatro de la tarde, acompaña­do de un sargento y de un cabo segundos, y tres soldados, y tomárnos el camino nacional, del cual se aparta, á la izquierda, el que conduce á}:¡ hacienda de Tunjuelo, y sigue á la derecha el que va al Puente de Bosa y á la vecina población de Soacha. A las cinco y media de la tarde llegámos al puente de Bosa, en donde pernoctamos, por haberme informado el correísta que, al seguir, era difícil encontrar posada á hora oportuna. El camino recorrido es plano y arenoso, y el puente ya mencionado tiene aproximadamente diez metros de alto por otros tantos de largo y cinco de ancho, sosteni­do ¡>or tres arcos que dan 2aso á un caudal de aguas bien abundante. Día 19- A las cinco y media de la mañana salímos de este pun­to en dirección á Soacha, trayecto que se recorre en hora y cuarto, y que tiene á sus lados valiosas haciendas cubiertas de sementeras. La po­blación no es escasa en recursos; tiene s,ooo habitantes y una tempe­ratura de 1 so. A las siete y veinte minutos tomámos camino, y á la salida de la población se encuentra el que conduce á la hacienda de Canoas y ciu­< iad de La Mesa. Llegámos al punto de Puerta de Teja, en donde parte un camino para el Salto. De Puerta de Teja se sigue á la hacienda de Puerta Grande, )r~. que agrega á la fertilidad de sus terrenos la abundancia de aguas. A las diez de la mañana llegámos á la hacienda de Sibaté, en don­< le nos demorámos un cuarto de hora para almorzar; en esta hacienda hay abundante cría de ganados y suficientes recursos. De aquí seguímos el camino de Fusagasugá, que es de herradura y montañoso. A los doce y media llegámos al alto de San Fortunato, en donde hay una altiplanicie: á la una Jlegámos al punto llamado Las Cuevas ; de aquí seguímos á la una y media, y diez minutos despué llegamos al Peñón, de donde se divisa el valle que redea á Fusagasugá. De aquí se toma camino montañoso, quebrado y de bajada, en el que abundan las agua . A las tres y media llegámos al sitio llamado Gu1dualito, en donde hay un puente cub1erto de zinc. De aquí se toma travesía que se anda en diez minuto y se llega al Mermejal, continuando camino de herradura y montañoso. A las cinco y cuarto de la tarde pa amos por el punto llamado Los Luceros, quedando á sus lados las haciendas de Piamonte, La Pal­ma y otras, cultivadas de café, cte. A nue tra llegada á Fusagasugá, é inmediatamente de pués de en­tregado el correo, me trasladé con la escolta á la casa de la Prefectura, en donde nos ho ·pedamo . A los Sre . Prefecto y Alcalde di cuenta de mi comisión, sin no­edad. Fusagasugá e abundante en víveres, y en especialidad son muy so­licitadas en las plazas del interior sus panclas y mieles. El clima es :¡ano, y tiene aproximadamente 8,ooo habitantes. Las vías principales conducen á esta ciudad, á Arbcláez y Pandi r á Pasea. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOLETfN MIL11'AR 165 No hago relación del regreso, porque habiendo recorrido la misma vía, lo creo impertinente. Dejo así cumplida la comisión, y espero perdonéis los errorei ó deficiencias que halléis en este informe. Bogotá, Mayo 2 5 de I 899. Señor General. JUAN A CARDOSO República de Colombia-Ejército permanente- 1 .& DiviJivn-Batallón '' Ayacuc/¿6" número 2. 0 - 3· • Compañía. Sr. General Jefe ele Estado Mayor general. Doy cumplimiento á lo ordenado por la Orden general que dispo­ne rindan un informe los Oficiales que desempeñan comisiones, y paso á rendir el que me corresponde, relativo á la qu~", conduciendo el Co­rreo de encomiendas, desempeñé de esta ciudad á la de Zipaquirá el día diez del presente. La vía férrea mide cuarenta y nueve (49) kilómetros de extensión, los que recorrimos en dos horas, esto es, tomando el tren de cuatro de la tarde en esta ciudad, y llegando á aquélla á las seis. No es posible marcar las distancias precisas entre una y otra esta­ción, porque la velocidad del tren está sujeta tanto al terreno que re­corre, como á los obstáculos que puedan presentársele, y también á la urgencia que tcn¡a de llegar á puntos determinados y horas fija . La población de Zipaquirá es rica por sus producciones agrícola y la excelente calidad de sus pastos; pero si hay algo que la haga nota­ble son sus Salinas, que se explotan desde los tiempos de la Conquista y que cada día presentan mayor fuente de riqu~za pública. Zipaquirá tiene un abundante mercado cada tres días, y su po­blación puede calcularse en Io,ooo personas, contando los que \'Íenen de fuera al mercado. Bogotá, Mayo 19 de I 899. El Oficial de la comisión. SAMUEL CARDEN AS Subteniente República de Co/ombi.1-Ejército Permanente- I .• División-3. • Bri­gada- Batnlló11 "Granaderos" número 8.•-4-.a Compañía Ciudadano General, Jefe de Estado Mayor encargado de la Comandancia de la 3.• Bri­gada.- Tunja En desarrollo al oficio número 3 5+ del E tado l\Iayor General del Ejército é impreso en el Boletín Militar número 96, tomo v, os infor­mo sobre el camino recorrido de Sogamoso á esta ciudad, para lo que es timéis á b en. Distancia de Sogamoso á Santa Rosa de Víterbo 20 kilómetros. Ca­mino plano, bueno en verano y fangoso en invierno hasta C u che (vere­da); terreno montañoso de este último punto hasta Santa Rosa (hay casca- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 166 BOLETIN MILITAR al y tierra gredosa), el que mide aproximadamente 7 kilómetros. En la parte plana pásanse los ríos Chiquito y el Sogamoso 6 Chicamocha, éstos tienen por donde se pasa puentei débiles de madera. Pasando este último rio se desprende el camino para Nobsa (población). Antes de llegar á Puntalarga se desprenden unos atajos para Floresta ; á la izquierda 'luedan los caminos para Tibasosa, Dui rama y Paipa. En Puntalarga (casa, y hay recursos) se desprenden dos caminos: el que va por la orilla del río Chicamocha, el cual es intransitable á pie como á caballo; cuando se rebosa el río en invierno forma una laguna en todo el valle; entonces se toma el camino que va por la falda de la cordillera 'JUe queda á la derecha. Estos caminos vuelven á unirse en el alto del portachuelo de "Cuchi," desde donde se divisa y domina á Santa Rosa (ciudad con 7,ooo habitantes, capital de la Provincia de Tundama). El camino nacional queda dominado por las cordilleras que encierran el v.alle. Una guerrilla de buenos tiradores en cualquiera de estas cordille­ras puede causar grandes pérdidas á un ejército que transite por lo pla­no, y aun hasta estorbarle el avance. En todo el camino hay pequeños bosques, vallados, cercas de pie­dra y paredes. Para transitar esta vía, en caso de guerra, debe hacerse con mucha precaución para evitar una sorpresa. Tiempo que se gasta en marcha .de Sogamoso á Santa Rosa, 5~ ho­: ras con tropas de infantería, dándoles su respectivos reposo~ y que cada soldado cargue 20 kilogramos (comprendidos el rifle, cartuchos, el morral con su \·estuario y rancho). Temperatura del valle 12°, término medio. Enferme dad reinante en é te, fiebres palúdicas. Temperatura de Santa Rosa, 10° término meclio. Enf<:rmedadcs reinantes: reumatismo y pestes 6 catarros pulmo­nares. Dejo así el presente informe, sintiendo tan sóio que por mis po­ai luces en la materia, éste no quede conforme á mi deseo. Dios os guarde. CLEME:-.rTE A RI S H. Capitán .... Conferencias de los· Oficiales de la Misión Francesa IN 'l'RU CIÓN PROVIS~ONA.L PARA EL TIRO (Continú:l) Des pué el In tructor hace apuntar el fu, il por un hombre, y manda á todo los otros á verificar la puntería. Cada soldado le da su opinión eu voz baja; él mismo verifica la puntería é indica las faltas. 11 l. Manejo de la alza-reglas de tiro-puntería con las dijer¿n­tes líneas de mira. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 167 16 -El instructor hace repetir este último ejercicio con las diferentes líneas de mira. Para este efecto, el soldado toma el arma con la mano iz­ ·quierda, entre la alza y la llave, el Instructor le en-;eña el manejo de la corredera y las reglas de tiro. r 7-Manejo de la corredera-A la indicación de la distancia, dirigirá la vista hacia el alza y colocará la corredera en el lugar que indique el número designado, cogiendo la corredera con los dos dedos pulgares, la mano derecha debajo de la mano izquierda. (El soldado debe colocarse en la posición del tirador de pie). r8-Reglas de tiro-De o hasta roo metros se apuntará por la ranura de mira de la chapa ( 1 ), estando la corredera sobre el número roo. De roo á 400 metros se apuntará por la ranura de mira de la chapa, colocando la corredera sobre )a grada que indica la distancia señalada. En el caso de una distancia contada entre dos centenas, se colocará el graduador sobre la centena superior. A la distancia de 500 metros se apunta con la raaura de m1ra baja, estando la chapa vertical. De 6oo h~sta r,900 metros, se apunta con la ranura de mira de la corredera, colocándola á la distancia que indican los trazos grabados sobre la chapa. A la distancia de 2,oo.:J metros, se apunta con la ranura de mira superior de la chapa, colocánd la en Ia p~sición vertical. 117. Comprobación de la regularidad de la puntería. I 9 - Algunos tiradores, aun de los bien ejercitados, hallan mal la línea de mira. Para hacer comprobar este defecto, el Instructor procede del modo siguiente : Estando el arma sobre el capallete de puntería, y no inclina­da ni á izquierda ni á derecha, el Instructor apunta con la línea de rnira de roo metr0s á un blanco puesto á distancia de ro metro . · 1 soldado, sin tocar el fu ·il, halla la línea de mira y hace colocar sobre la prolongación de e~ta línea la parte inferior de un círcul negro que tenga un centímetro de diámetro y que estará fijado á la extremidad de una pertiga 6 V< r<:~. Un ayudan te hace mover e·te círculo sobre el blanco, con arreglo á lo que indica el soldado por señales, in abandonar la línea de mira. Cuando el cír­culo le parece al soldad que está bien colocado, lo avisa al ayudan­te, quien á su vez marca con un lápiz la posición indicada por el centro del círculo, que estará agujereado para e · te propó ·ito. Se repite tres veces la operación sin mover el fusil. Reuniendo, dos por dos, los tres puntos marcados de este modo, el Instructor delínea un triángulo. Si uno de los lados del ( 1) Llámasc chapa la parte de la alza que se levanta y baja, respectivamente, pa situar bien la corredera, después ele oprimir el fiador. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. [68 BOLETfN MILITAR triángulo tiene más de dos centímetros, hace volver á empeza la puntería, verificando cada puntería y señalando los errores .. Cuando las medidas del triángulo indican una puntería cons­tante, el Instructor pone una mosca en el centro del triángulo, después verifica la posición de esta mosca respecto de la verdadera dirección del fusil. Si el arma está mal apuntada, lo hace compro­bar por el modo que se indica en el número 14; explica al soldado· que esta falta proviene de que halla mal la línea de mira por más que haya apuntado siempre del mismo modo. 1/-Corruciones de la puntería. 20. Las causas de irregularidad en el tiro provienen princi-· palmente del tirador y de las circunstancias atmo féricas. 21. N o obstante todos los cuidados puestos en la fabricación de las armas, pueden producirse desvíos imputables al fusil; cada soldado debe aprender á conocer las particularidades de su rifle y á arreglar su tiro en consecuencia. 22. Las causas de irregularidad del tirador provienen casi siempre del golpe ó movimiento del hombro hacia adelante y del golpe del dedo sobre el pie del gato. El golpe del hombro proviene del temor del culatazo ó re­chazo del fusil ; para corregir este defecto, estando en el campo de tiro, el instructor pide al soldado el rifle, lo carga, ó hace el simulacro de cargarlo sin que d soldado pueda verlo, le restituye su rifle y le manda continuar el tiro. El golpe del dedo proviene de la no aplicación de los princi­pios indicados para ejercer la presión del dedo sobre el gatillo: los hombres repetirán dicho ejercicio hasta que sepan manejar el gatillo (disparador) según las reglas. Las circunstancias atmosfé ricas influyen también sobre la regularidad del tiro. El viento que sopla de la derecha ó de la izquierda, produce un desvío lateral en sentido contrario. Este d s v10, que aumenta con la di tancia, puede, con un viento de 5 metros por segun­do, alcanzar de 8 á 1 o metros para una di stancia de 1 ,ooo metros. El viento de atrás aumenta el alcance ; el de adelante lo­acorta. Cuando el viento sopla oblicuamente, produce en el mi¡mo tiempo desvíos de direccióA y de alcance. Los akances aumentan á medida que la temperatura se ele­va; disminuyen á medida que baja. La sequedad di minuye la densidad del aire y aumenta el alcance. La humedad la lluvia, ]a nieve aumentan la densidad del aire y producen una disminución del alcance Según que el sol esté á la izquierda ó á la derecha del tira­dar, alumbra el aparato de puntería de tal modo que el tiro puede desviarse hacia el lado contrario. 24- Así, pues, la corrección de la puntería es la regla y n<> la excepción, aun cuando se dispare con un buen fusil. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN HILIT A R 169 El soldado debe saber corregir el tiro, según las indicaciones del Instructor y los defectos particulares de su rifle. . El Instructor pone sobre un blanco una mosca cuya posición respecto del punto apuntado representa el desvío del tiro. Manda. á cada- soldado corregir la puntería con arreglo á la posición de esta mosca. Así, si el punto apuntado está en O, y la mosca colocada en A, el rifle bien apuntado debe dirigirse sobre el punto B.~ siendo. BO igual en longitud á O A, y hallándose B sobre la prolongació de AO. El Instructor verifica las correcciones de puntería, haciendo él mi~tmo colocar una mosca en el punto donde viene á tocar e!. blanco la línea de mira hallada por el tirador. PIIÍfÍones dtl tirador-Cr-locación del rifle en el hombr1-Puntería.tk un punto dtsignado usando de las díftrentn líneas de mira 25-Estando el soldado en la posición de descansen armas ol instructor mandará: Posición del tirador de pie. Se levantará el rifle con la mano derecha, se tomará con la mano izquierda entre el alza y el mecanismo de cierre, el pulgar extendido á lo largo de la caja, la mano á la misma altura que el codo, después se tomará con la mano derecha por la garganta: a mismo tiempo se dará media vuelta derecha, girando sobre el ta­lón izquierdo y colocando el pie derecho de I 5 á 20 centímetro hacia atrás y de 25 á 30 centímetros hacia la derecha, de acuerdo con la estatura del hombre, la punta del pie vuelta un poco hacia adentro. Se inc1inará el rifle con ambas manos, colocando la izquierda entre el rifle y el porta-rifle, el pulgar extendido á la izquierda sobre la caja la extremidad de los otros dedos á la derecha, el codo izquierdo contra el cuerpo, la culata sostenida entre el cuerpo el antebrazo derecho, la boca del cañón á la altura del hombro; se e trechará con fuerza la garganta con la mano derecha, el pulgar al través, y la segunda falange del índice, adelante y junto al gatillo. 26- Estando en la posición del tirador de pie, el ins tructo se colocará delante y á la derecha del soldado, tomará el rifle co­giéndolo con la mano derecha por debajo del mecanismo, y le man­dará suelte los brazos con naturalidad, levante el hombro derecha y Jo mueva ha ia adelante sin cambiar de posición del hombro iz­quierdo. El Instructor apoya con firmeza el arma sobre el hombro de­recho del soldado que él sostiene con la mano izquierda, el pulgar debajo del sobaco, el talón de la culata. igualando más ó menos 1 parte superior del hombro, el corte exterior de la cantonera dentr de la costura de la manga, el rifle horizontal sin inclinarlo á la de­recha ni á la izquierda. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 170 BOLETÍK MlLITA.lr. El instructor mandará al soldado coja el rifle, primero con la mano derecha por la garganta, después con la mano izquierda en­tre el alza y el almacén á una distancia proporcional con la longi­tud de su brazo y su corpulencia. Hecho esto suelta el rifle, que el soldado mantiene en la posición indicada, apoyándolo sobre el hombro; al aviso del Instructor volverá el hombre á la posición del tirador de pie. 27-Cuando el hombre aprenda la colocación del rifle en el nombro, el Instructor lo ejercita en apuntar con las diferentes lí­neas de mira. Para esto mandará: estando en la posición del tirador de pie, ../¡ 1 oo mttros ( ú otra distancia) apunün. A la primera voz arreglará el alza para la distancia indicada. A la voz de apunten levantará el arma horizontalmente con las dos manos, como queda dicho, manteniendo el cuerpo á plomo; colocará la culata en el hombro, el codo izquierdo caído, el codo derecho á la altura del hombro; buscará la línea de mira inclinan­.() o lo ménos posible la cabeza hacia adelante y á la derecha; es tre­chará con firmeza la garganta con la mano derecha, el pulgar por encima y la segunda falange del índice junto al disparador. Estando el soldado en la posición de apunten volverá á la po­sición del tirador de pie á la indicación del instructor. 28. Estando en la posición del tirador de pie, para apuntar á un punto designado, el Instructor mandará: Sobre ter/ objeto. A tantos metros. Apunten. A la primera voz mirará el soldado el punto designadet. A la segunda voz graduará el alLa señalada para la distancia mirará de nue\ o al punto indicado que no deberá perder más de vista. A la voz de apunten, apuntará el soldado dirigiendo la línea . ~ 1 El tirafrictor: la cuerda, la lazada, el nudo, la canilla, el ganch~ ~ 1 El punzón de barrena. < La rodillera. 1:11 t:l < Loe; tirantes : la bandolera, la cuerda, el gane ho. o 1 \El vástago: las divisiones. 2. :i el ocular: las divisiones, la tuerca de orejas. ~ 1 ..;'§ 1' La cabeza d61 alza; la ranura; la plancheta de los desvíos ; § La corredera, la mira, el tornillo de presión. 1 El ni ve) de puntería. L La plomada. La derecha é izquierda de la pieza con limonera, l>On la derecha la izquierda de la mula enganchada. La derecha é izquierda de la piez in limonera son la derecha y la izquierda del hombre colocado detrás. de la cureña, con el frente hacia la boca de la pieza. La derecha y la izquierda de la pieza armada con su limonera son la derecha y la izquterda de la mula enganchada. La derecha y la izquierda de la pieza no armada en su limonera son la derecha y la izquierda de un hombre colocado detrás de la e ure­ña y dando frente á dond~ lo dé la boca de la pieza. 1 1. El instructor hace conducir la pieza del parque al campo de maniobra por medio de simples indicaciones: :t fJanguardia á retaguar­dia, á la derecha, á la izquierda. Alto. El instructor hace armar la limonerc1 á la contera y &i los sin·ientes no están equipados los hará equipar. Lo .. terceros sirvientes quedan con las cajas. A la npalda (paso MlrÓI} Si los sirvientes están ya equipados el movimiento se ejecuta de lz misma manera; pero los terceros sirvientes se colccan junto á la (aj.z izquierda ccmo está prescrito en el número 1 5· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 16 BOLETÍN :MlLIT A.R El instructor puede mandar los sirvientes á ocupar sus puestos con movimientos individuales, diciendo: A rus prustos, cuando el pelotón está en balalla ó marcha á una cierta distancia de la pieza. Se vuelve á traer la pieza al r-arq u e del campo de la maniobra d.e la misma manera y el Instructor hacer coloc.u de nuevo la lim'J­era corno está prescrito en el número 1.0 NOCIONES DE rro~OORAFIA (Continuación) Prlnaea•a parte- P!Ianhn.e•ría C ,pítul• l. o - DifereTJtes mét•dos de le..antami ento En general las operaciones que se han de ejecutar en topo­afía son: 1.• El levantamiento del polígono topográfico; 2.0 El levantamiento de los detalles. § 1.0 -Levantamiento del polígono topográfico Después de hacer un reconocimiento general del terreno se tij an en éste las posiciones de los puntos vétices del polígono to­pográfico, procurando, no sólo que este polígono se aproxime lo más que sea posible al contorno del terreno, sino también que los la dos del polígono se puedan recorrer con facilidad, y que de cada uno de los puntos se vean el anterior y el que sigue. Sólo la práctica enseña el modo de escoger e tos puntos con­eniente y rápidamente. En cada uno de los puntos elegidos se clavan, hasta el nivel el suelo, estacas numeradas, y en el cuadern() de las operaciones e puntan las señas de los vértices respecto \!e los puntos notables el terreno, 6 m ~jor se dibuja un croquis de la posición de estos vértices, tanto para no equivocados ó confundirlo como para en­Olltrarlos fácilmente cuando esto sea nece ario. En re ·um '!n , tenem )S que hacer medicione en el terreno, y luégo e nstruír gráficamente, en la hoja de papel, una figura que represente, á la e cala dada, la posición de lo puntos del po­lígono top gránc proy ... ctad'J5 sobre el plan') horizontS principlle- m !todo- que pueden mplear e en la planimetría. 1.-Jl·totlo COil inslnLim.:nlos de medir distancitls Sea ABCDE (figura I.a) el polígono topográfico. Opera­dones en el terreno. Se descompone el polígono ABCDE en trián- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 177 -gulos ADE, ADB, BCD y se miden horizontalmente todos los •lados de estos triangulos: AE, ED, AD, AB, BD, CD, CB. B b .. - -~· 1 / 1 a - 1 ~i' :~ d e FIGURA 1.3 Construcciones en el papel. Se calculan con Ia escala dada, las longitudes de las líneas que deben representar en la hoja de papel las distancias medidas, y con estas longitudes se construyen suce­sivamente los triangulos a d e, a d b, b e d. f/erijicaciDnes. Se miden también en e} terreno las líneas rec­tas AC, BE, EC, que deben corresponder exactamente á los va­lores de las líneas a e, be, e e del plano. NoTA-Esta descomposición en triangulos se puede hacer . también empleando uno, dos ó más puntos auxiliares MN, figu ­ra (2). Siempre se miden todos los lados de los triángulos formados FIGURA 2. · S rÍa muy difícil emplear t ~ metod_o e n~~ terreno cubier­t o de obstá culos que impidan medir las distancias, por lo ... cual r~~ se emplea sino para levantar un terreno poco exten ~ o, Y a gran . 1 d 1 ... 1 escala, por CJemp o, e 1 oo a ~o-o 2 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 178 BOLETÍN MILITAR 2.° Caminamiento. Sea ABCDE el polígono topográfica,. figura (3). Operaciones en el terreno. Principiando en cualquier punto Ay se miden : 1. 0 AB y el ángulo ABC. 2.0 BC y el ángulo BCD. 3·o CD y el ánt;ulo CDE. 4. 0 DE y el ángulo DEA. 5· 0 EA y el ángulo EAB, midiendo las distancias horizontalmente. Construcciones en el papel. Se calculan con la escala dada, los valores que corresponden á las distancias AB, BC, CD etc. etc., y se construyen : 1. 0 a b, y el ángulo a b e igual á ABC. 2.0 b e, y el angulo b e d igual á BCD. 3.0 e d, y el ángulo e d e igual á CDE. 4.0 de y el arreglo e á b. f7erijicaciones. La suma de los ángulos medidos debe ser iguai á tantas veces dos rectos, cuantos lados, menos dos, tiene el polí­gono. Cuando la diferencia er· tre estas dos cantidades sea compa­tible con la precisión de los instrumentos, se reparte igualmente entre todos los ángulos, y se hace la construcción en el plano con los ángulos así rectificados. Cuando sea muy grande la diferencia es seiíal de que se ha equivocado el operario, y tiene que volver al terreno á medir los ángulos. Además, el polígono debe cerrar convenientemente, es decir, que i se construye el ángulo de a y la longitud e a el extremo del lado e a debe coincidir con el primer punto a Si no sucede así, hay lo que llamamos un error de cerradura a a" Cuando el error a a' sea compatible con la precisión de los instrumentos, se reparte igualmente entre todos los vértices del polígono, del modo siguiente: En cada uno de los puntos a b e d e se traza una paralela a a a' (figura 4). Si por ejemplo, el polígono tiene 5 vértices, se mi-den en estas paralelas b b,=~c e= zaa dd,= 3a'a ee,= 4aa' 5 5 5 5 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 179 El polígono a' b' e' d' e' es el polígono rectificado. Cuando fuere muy grande el errror de cerradura, hay equi­vocaciones en la construcción ó en las operaciones. En ambos casos, se buscarán estas equivocaciones, haciendo la construcción en el plano, y las operaciones en el terreno, en sentido inverso, es decir, en el sentido a e d e b y A E D C B. Muchas veces dos equivocaciones independientes se anulan en la construcción y no se hacen visibles, sino haciendo la cons­trucción en sentido inverso. Por consiguiente, aun cuando fuere admisible el error de c:erraduraJ sería buena precaución hacer la construcción en el plano en sentido inverso; si no hay equivoca­ciones debe encontrarse para todos los puntos errores iguales á los de la primera construcción, y el mismo error de cerradurra que, desde luego, se reparte entre todos los puntos. 3 °-lntersecci6n dt t'isuales Operaciones en el terreno.-Se mide muy exactamente y por el método de caminamiento una base auxiliar ABCDE (figura 5) que es generalmente una línea quebrada. Luégo, para determinar cualquier punto M del polígono to-pográfico, se miden: J. O En cualquier punto A de la base el ángulo 1t1A B. 2. 0 En otro punto C de la base el ángulo MCB. 3.• De un tercer pur.1to E de la base el ángulo MED. Construcción en el papel. -Después de marcar la base a be d e con mucha precisión en el plano, con la escala dada, se construyen los ángulos m a b, m e b, m e d, iguales y correspondientes á los medidos en el terreno. Yerijicaciones.-Las tres líneas m a, m e, m e, correspondien­tes á un punto M, deben en el papel concurrir al mismo punto, ó sus intersecciones deben formar un triangulo de error m m' m", cuyos lados no excedan de ! milímetro. En este caso se tomará el punto medio para repre~entar á lVJ.. Cuando sean mayores, hay equivocaciones y es preciso rec­tificar las opcracione sobre el terreno. Para que sean muy claras las intersecciones de las líneas a, m, e, m', e, m", es preciso que los ángulos que formen estas línea no sean inferiores á 30 grados. La ycrificación puede hacerse por medio de la intersección de 3, 4 ó más visuales dirigidas desde 3, 4 ó más puntos de la base. Los puotos A, , C, se llaman estaciones ó puntos de primer grado. Con las estaciones de la base se pueden así determinar varios puntos M del polígono topográfico. Estos puntos M se llaman es- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 180 DOLETÍN MlLITAR taciones ó puntos de segundo grado. Los puntos M ya determi­nados pueden servir para de terminar otros puntos que no se vean suficientemente desde la base. Estos puntos, que se determinan empleando uno ó más puntos de segundo grado, se llaman esta­ciones ó puntos de tercer grado. Para evitar una acumulación de errores no se emplean puntos de un grado mayor que el tercero. Hay varios otros metodos de levantamiento del polígono to­pográfico Pero, además de que éstos no .se emplean sino en casos muy especiales, son la consecuencia de la resolución de problemas de ge.)metría y de trigonometría que no podemo' estudiar en este cur~o elemental. § 2- Lrvrwtamieuto de los rletallts 1.0 Método por abscisas y ordenadas -Sea AB (fig. 6) un lado del polígono topográfico y 1\1 un punto de los detalles que se quie­ren determinar. Se traza en el terreno la perpendicular M P sobre A B (operación que se enseñará más tarde), y se miden M P (or­denada) y A P (abscisa). Luégo se señalan estas líneas en la hoja de papel en la escala dada. 2.0 Descomposición en triángulos- Así como para el levanta­miento del polígono topográfico con instrumentos apropiados se forman triángulos con las líneas del polígono topográfico y los puntos de los detalles, se miden en el terreno los lados de los tritingulos que se constituyen en el plano. Se emplea este método, por ejemplo, para levantar el plano de un terreno descubierto. 3. 0 Método por irradiación - Sea AB (figura 7) un lado del polígono topográfico, y M el punto que se quiere determinar. Se miden en el terreno, y luégo se construyen en el plano, en la escala dada, A 1\1 y el ángulo J.\1AB. 4. 0 Medio caminamiento-Siendo A B (figura 8) un lado del polígono topográfico, y M, N, O puntos de los detalle , se miden los ángulos 1\1AB, NAB, OAB y las distancias AM, MN, NO, y se construyen en el plano los elementos correspondientes. Cada uno de los puntos sirve para determinar la posición del punto siguiente, y como los errvres pueden acumularse con este método, se nece ita hacer comprobaci ne (del punto O, por ejetn­plo, midiendo además la distancia O B.) 5. 0 Alineamientos--Sea ABCDE (figura 9) el polígono to­pográfico. Se prolongan hasta lo puntos de encuentro con el po­lígono topográfico la_ recta principale de lo detalle . i, por ejemplo, se trata de levantar el plano de una casa M N P Q, se prolongan MN hasta R y S, PQ hasta T y U, MP hasta G y H, NQ ha ta 1 y K, y se mid~n en el terreno la dis · tancia AR, DS, BT, CU, EG, BH, CK, EI, que sirven para construír, en el plano en donde está ya dibujado el polígono, las c~atro rectas RS, TU, GH, IK, cuyas intersecciones determi­nan una figura que representa el objeto M N P O del terreno. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 181 NoTA-En el levantamiento de los detalles no se emplea exc1usivamente uno solo de los métodos precedentes, sino que es preciso combinarlos, y también emplear los métodos de levanta­miento del polígono topográfico, á fin de obtener la precisión máxima, gastando un tiempo mí ni m u m; es decir, que para el le­vantamiento de los detalles así como para todas las operaciones topográficas, sólo la práctica puede indicar el método más conve­niente en cada caso particular. Cuando el pollgono topográfico ABCDEF no se acerca bas­tante al contorno de los detalle~ puede descomponerse en polígo­nos parciales con líneas quebradas AMN PD (fig. 10) llamadas travesías, que juntan dos vértices del polígono. En el levantamien­to de estas travesías, se necesita una exactitud menor que en el levantamiento del polígono, porque tienen menor extensión y ade­más se comprueban inmediatamente las mediciones. Así, constru­yendo en el plano la línea quebrada AMNP D, el último punto debe hallarse en el vértice D del polígono. En todo lo que precede es bien entendido que se supone que la distancia entre dos puntos se ha medido horizontalmente. Capitán SABARTHEZ (de ingenieros) ( Co11l111Uará) • 4 SECCION DOCTB IN AL Guerra de Iaulependeneia (Conferencias á los Oficiales de la Guarnición de Bogotá) J - l 8 1 O, J 8 1 1 Y 1 8 1 2: L REBELIÓN DE LAS PROVINCIAS CAPITULO I- VENEZUELA Primern. campaña de Guayrwa "" (Continuación) Entre tanto, el ejército de Moreno, que permaneció en el Pao hasta recibir aviso de la entrada en campaña de la escuadrilla, se aproximó lentamente al Orinoco, de suerte que á principios de Marzo apenas había adelantado 16 leguas y ocupado á Santa Bár­bara á orillas del Caris. Aquí estaba el 4-, cuando recibió oficio de V:ill 'p 1 pidiendo municiones de artillería · y como la contestación del General en Jefe da gran luz sobre los acontecimientos de la época, conviene insertarla aquí: "' Véase la nota del número anterior. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 182 BOLE'l'ÍN MILI'!' AR "Inmediatamente que recibí el oficio de V. S. de 28 del próximo pasado, oficié al Gobierno de Cumaná para que diese sus providencias oportunas á socorrer la falta de municiones, como po­dría hacerlo en efecto, respecto á que, además de las remisiones de pólvora que se le han hecho desde Caracas, tengo reciente aviso de habérsele enviado 50 quintales en 3 de Febrero de este año ; y desde luego me persuado á que si no prevalece en Cumaná el pru­rito de contradecirme, al bien común, como lo ha padecido la pro­vincia, será V. S. Eocorrido oportunamente; no haciéndolo yo por mi parte, á causa de que, careciendo de artil1ería gruesa, las mu­niciones de esta clase, pedí. á Caracas las enviasen todas á Cumaná, que era donde podían necesitarse. Mucho me temo que así como el año pasado el capricho causó taRtos males á la Confederación, en éste la demasiada confianza vuelva á causarlos de nuevo. Esto 1o digo porque sé que uno de nuestros vocales del Ejecutivo se dejó decir, que para conquistar a Guayana no eran menester mu­chos aparatos, y no extraño que de su opinión resultase dar á su escuadrilla las municiones con tanta economía." El oficio que antecede ha de tenerse muy en cuenta, además, para el estudio de otras campañas, porque es clave preciosa que ex­plica multitud de hechos que sin tal auxilio parecerían incom­prensi bies. Mas como los hechos cumplidos no pueden deshacerse, la ca­rencia de municiones en la escuadrilJa obligó á González Moreno á modificar su primer plan de ataque contra la ribera derecha del Orinoco, y, en consecuencia, el día 6 comunicó á Villapol lo últi­mamente resuelto, en )a:; siguientes líneas: "Como el primer inconveniente que se presentd. para poder obrar la escuadrilla es la falta de municione~, y é ta no puede re­mediarse t · n breve como debería, la escuadrilla se aproximará todo lo posible á lo. enemigos, apoyándose con alguna artillería en tie­rra, desde cuya situación observará las operaciones de aquéllos. En consecuencia á que por noticias recibidas, y por la cobardía con que huyeron los buque enemigos en la acción del 2 7 último, debemos estar convencidos de nue tra up6!rioridad en calidad de gente, máxime para el abordaje; y teniendo, como tenernos, la ventaja del barlovento, encuen rro utilí ·i m a la partida de un abordaje general de noche. Para esto deberán repartirse nuestras embarcaciones del modo siguiente: sobre las alas los buques de gruec:a artillería, y hacia el centro los más ligeros, en la primera línea, que deberá constar de la mitad, á lo menos, de los buques. Los restantes ser­virán de cuerpo de reserva para socorrer á los que flaquearen. "Para concertar esta acción será muy conveniente alarmar á los enemigos una ó dos noches seguidas, á fin de que su su~ño los coja más pesados. La noche en que se deba dar el ataque se dispa­rarán temprano algunos cohetes, se encenderán fogatas, ó hará al­guna otra demostración que los ponga en cuidado, haciendo, ade- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍN MILITAR 183 más, que algunos buques den la vela con dirección hacia ellos, y luégo se retiren á sus puestos. Preparada así la cosa, se ejecutará el ataque general, en términos de dar principio á él una hora antes del día, verificando la vela con la anticipación correspondiente á llegar á dicho plazo, tomando las debidas precauciones contra los bajos de piedra que se encuentran cerca del puerto á presidios, se­gún el paraje que ocupen los buques enemigos. También será con­veniente verificar el desembarco que propone el plan anterior por Usupamo (media legua al Este de Vieja Guayana), aunque sin em­peñarlo mucho, Q mejor dicho, sólo en apariencia para llamar la atención de los enemigos; y por tanto se deberán practicar estas maniobras por la tarde, en términos que cierre la noche quedando Jos enemigos dudosos de nuestra~ verdaderas intenciones. La ocu­pación de algunas fuerzas nuéstra• ~n las inmediaciones del cerro N aparima, de que trata un plan anterior, deberá ser la de alarmar también al enemigo ; en el supuesto de qu~, careciendo los contra­rios de tropa para atacarnos, un cuerpo de cien hombres en situa­ción de ser brevemente socorrido, puede bastar por ahora para per­judicar á nuestros enemigos, y mucho más si tiene alguna artille­ría. Sirva de advertencia general la de que siempre se procure evi­tar cañoneas, ó tener mucha economía en el consumo de las muni­ciones, y que en cualquier tiempo que los enemigo¡ ataquen se trate de abordarlos. Para lo primero tienen los enemigos suficiente con el Capitán y cuatro ó seis indios más que carguen y manejen )a artillería de cada buque; pero cuando se trate de lo segundo, en­tonces su tripulación, compuc ta casi toda de indios y g~nte forza­da, sirve para poco. E to e lo que ahora he considerado oportuno, en virtud de los partes que he rer.ibido sobre el estado de fuerza y municione de 1~ escuadrilla y tropa~ que se hallan al Sur de Cu­tnaná. Si la Providencia nos concede fortuna favorable y Jogramo , como Jo espero, ]a completa d rrota de las fuerzas naval s enemi­ga , ntonces ]a. nué. tras ba tarían para poner en ejecuci .... n en todas u. partes el plan de ataque que anteriormente he remitido, pui'S es i J111t~[[able que una 'lJeZ d/JmÍnado el Orinoco está concluí da la r;uerra de Guayana. onclu •o con repetir lo que antes he di ho, es á abe1·, que el pormenor de as rreracione qu pre crib, y el aprovechar cualquiera oca. ión favor.- ble que se presente, J dej á la prudencia de los respectivo Jefe ." Por lo pronto, ]as tropa de mar y tierra de Cumaná se con­formaron con las órdene de González, y de Barranca· pa~aron á oc u par las playa~ y ensenada de orondo, que el Ori noco forrna dos legua y media al N.E. de Vieja Guayana, en su ribera iz­quierda: en dicho sitio desde luego la ventaja del barlovento pa­saba al enemigo si ·abía aprovechar la situación. Pero es de adver­tir que Vil1apol al n'lismo tiempo protestaba contra los planes del "General de los Ejércitos unidos," pedía se modificaran, y aun le .envió una representación de los Jefes que lo acompañaban con el Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 184 BOLETÍN MILITAR mismo objeto, la cual se firmó el I I de Marzo á raíz de la ocupa­ción de Sorondo. González sostuvo sus determinaciones porque había resuelto obrar con lentitud á fin de dar tiempo á que por el Apure bajara al Orinoco una expedición que el Gobierno de Ca­racG~ s preparaba en la Provincia de Barinas, y debía ejecutar una marcha de cien leguas por agua, siendo de advertir que no po­día emplear sino embarcaciones menores, únicas que e usan en aquel río. Entre tant '"' , el Ejército de tierra permanecía en Santa Bárbara, es decir, amenazaba á Angostura y obligaba á los realis­tas á mantener divididas sus fuerzas, pues tenían que defender las dos plazas fuertes en que se apoyaban, y distan sobre 200 kilóme­tros por el canal del río : el plan era peligroso si no se desarrollaba y mantenía con grande habilidad, por lo cual creían los Jefes de Cumaná preferible reunir todo el Ejército y tratar de realizar el paso del río en un solo punto. Pero en el modo de realizarlo olvi­daban que el teatro de la guerra, en la banda derecha, era corta­do en dos por el caudaloso Caroní: estaba reservado al genio de Piar hallar Ja solución del dificil problema. Mas sea de ello lo que fuere, los Jefes del Ejército de Cuma­ná, al conocer la última resolución de González, en Junta de guerra, en Sorondo el día I 7, extendieron una acta que no fue en verdad sino un atentado á la disciplina militar. En ella se afirma que los españoles proyectaban atacar nuevamente ]a escuadrilla, según el dicho de tres sujetos pasados de Angostura al Cuartel general ; que un oficial del Ejército de Caracas escribía de Santa Bárbara á Arismendi carta en que afirmaba que el ataque se realiza­ría esa semana ó la siguiente, que los realistas habían aumentado sus tropas para derrotar á las de Cumaná á lo que pasaran á la banda derecha del Orinoco; que d G eneral en Jife equivocó la situaciÓ1'l del cerro P.laparima, según dijo,por estar errado el plano que Ü había servido d e gma para dictar sus órdenes , concluyendo con disponer que el desembarco se verificara frellte de la isla de Cabrián, y que el General en Jefe mande> se atti c ,lra en forma el Padrastro (uno de los castillos de Vi ja Guayana) y entre tanto se amenazaran los castillos por la espalJa, por lo cual se resolvió: no verificar el paso del Ejército deCumaná á la banda derecha del Orinoco hasta que el Ge­neral en Jefe no Jevolviera el cuerpo de tropa que reg1 a Solá y es­taba en anta B irbara. Com o ju tificación se agregó: 1. 0 Que en caso de que la e cuadrilla fuera atacada nuevamente, era mejor tener reunida la tropa de tierra en la orilla izquierda, y auxiliar la escuadra, reemtJL.Iz á ndole las baja que había sufrido en per a­nal; y 2. 0 , que si la escuadra llegaba á sufrir un descalabro, de suerte que tuviera que repasar el río el Ejercito de tierra, como este apenas llegaba á 500 hombres, ni podría mantenerse en país enemi­go resuelto á defenderse, ni tomar por asedio los cast:Ilos, mientras que I,ooo sí podían imponer respeto al enemigo, rendir á Gua­yana ó á Angost ra, ó defenderse mientras se buscaba modo de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETÍ.N MILITAR 185 repasar el río y de ejecutar una honrosa retirada. El acta se man­dó transcribir á González, reiterándole eficazmente la petición de que enviara la Columna de Solá, y pidiéndole contestara pron­to, porque acostumbraba entretener los postas, de suerte que és­tos empleaban de diez á doce días en ir á Santa Bárbara y vol­ver ; y mientras se recibía su respuesta, permanecer allí (Soron­do) para no dar co:tocimiento de lo resuelto al enemigo, que viví en asecho y podía atribuí r la retirada á cobardía. Y el acta con­cluía mandando á Villa poi resistiera para que "ó se le reúnan lastro­pas de que se ha desprendido, ó se haga el desembarco de todas por esta parte, respecto que hay una escuadra que la protege y puede verificarlo en veinticuatro horas, pues el esperar la de Barinas n sólo es gravísimo á la Confederación, porque en su retardo da lu­gar á que el enemigo se refuerce, si que también se debilitan los Ejércitos combinados, por las deserciones y enfermedades, al paso que se arruinan las Provincias con los considerables gastos que es­tán haciendo; autorizán-:lole al mismo tiempo para que haga la más seria protesta s )bre cualquiera funestos resultados que pueda sobrevenir al honor de las armas cumanesas y al interés común de la Confederación." · Puede juzgarse la impresión que en el ánimo de González causara el anterior rescripto recibido en los momentos en que, le­vantado el campo de Santa Bárbara, marchaba hacia la boca del Caris, con canoas y flecheras preparadas en ese tributario del gra río, navegable una docena de leguas, y principiaba el paso del Orinoco (el 20), h~ciéndolo en último termino la columna de Sol.i, por lo que el21,antes de embarcarse él, dirigió á Villapol la siguien­te comunicación: "Cuando escribí á V. S. mis oficios de I 5 y I 6 del corriente, tenía previsto el modo de pasar el 0rinoco con mi tropas, y ata ar al enemigo en su capital sin fuer2as navales, ni nu­merosa artillería. La Divina Providencia se dignó proteger mi id~as; y como habra V. S. vi to por mi último oficio, pisa ya mi ejército las tierras de Guayana. En consecuencia, pues, todo cuan­to puedo contestar á V. S. y á esos jefes que celebraron la junta del 17, que me acompaña con su oficio de igual fecha, es que cum­plan mis <)rcJenes y ataquen al enemigo." La suerte estaba echada: V dlapol dio largas al cumplimiento de la orden del General en jefe y los e pañoles, seguros ya de estar en­tre las dos fuerzas enemigas, aprovecharon el tiempo y u posición central con suma habilidad, cosechando con ello espléndido triunfo. El nuevo campamento de González apenas distaba cuatro leguas de Angostura y sobre la ribera estaba la columna de Solá, última que cruzara el río; la noticia de que los patriotas pasaban el Orinoco alarmó, como era natural, á los realistas de Angostura, quienes en el acto enviaron tos barcos que trllí estaban anclados á que impi d"eran el paso, pero llegaron tarde; el jefe de ellos, amigo de Solá. se vio con éste en la orilla del río, y convencido de que nada má~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 186 BOLETÍN MILITAR tenía que hacer allí, retrocedió, t.mto para comunicar el suceso como para ayudar á la defensa de la plaza. El jefe español se dio cuenta clara de la situación, y cuando recibió de González la in­timación para que entregara la pla7a so pena de entrarla por asal­to, manejó el asunto con habilidad y lo planteó de suerte que el Comandante de la ciudad pudo entretener unos cuantos días á los patriotas, sin dt:jarlos adelantar de Orocopiche, donde el General en Jefe de los Ejércitos unidos de Venezuela había establecido su campo y cuartel general. Entre tanto el GobPrnador, sin perder un minuto, preparó las naves que estaban en Angostura, con cuantos recursos fue dable embarcar en ellas, descendió con rapidez el río, se reunió con las que defendían á Vieja Guayana, alistó su escuadrilla para la lucha, zarpó del puerto en la mañana del 1.5 y, á las dos de la tarde de ese día, cayó sobre los patriotas con 9 goletas, 2 balandras, 6 cañone­ras y otras tantas flecheras. (Continuará) --·~·-- GEOGPwAI'IA :M:I~ITAPw :CE OOI.O:M::S:tA EL ESTUDIO DEL TERRENO (Conferencias á los Oficiales de la guarnición) Si nos imaginamos colocados en la cumbre ó parte más alta de una cordillera, cadena de montañas, serr ;nÍa ó cualquiera otra cla­se de relie·ve, y miramos hacia abajo, siguiendo uno de los flancos de la altura, veremos en el acto que á nue tros ojos se presentan dos clases de caminos para descender de la cumbre, caminos que llamaremos líneas para la mejor inteligencia de la cue tión. Por una de e as líneas, que será el fondo de una grieta, cañada ó valle, según su distancia, es decir, está como en una hondura, v remos correr aguas en más ó menos can ti d . d, y la llamaremo línea dt? má.Yima pe1zdientt', váguada que dice el Diccionario, ó tha!weg (camino del valle) de los alemanc·. A lo lado: de e a línea vere­mos otra do., m á. altas, por la cuales no sólo no corren aguas ino que las de lluvia que caen sobre ellas se de vían á derecha é izquierda para rodar hacia el fondo de la vaguada ; también esas dos líneas se alejan de nosotros con mucha menor inclinación, de suerte que á la vi:,ta parecen como si fuesen el caballete de una casa, y por e o se las llama líneas de mínima pendiente, la· que desempeñan siempre, como aqué1, el oficio de divisorias de aguas, y en el caso, que veremos luégo, el de línea rnagistrtd. De lo dicho resulta que la palabra pendiente tiene significación propia de descenso, es decir, cuando se mira de lo alto hacia lo bajo, pues cuando se procede al contrario, ó ~ea subiendo, en lenguaje técnico se la llama contrapendiente ó rampa. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLEl'fN MILITAR 187 Además, si una línea de max1ma pendiente queda siempre guardada entre dos de mínima pendiente, como éstas en verdad no son sino el lomo de tierras altas, de estribos, ramales, etc., es decir, l y gozan de la notable propiedad de cortar en ángulo recto á todas las línea de nivel de la misma superficie, como que éstas re ultan engendradas por lo planos horizontales, paralelo y superpuesto , con que imaginariamente podemu · cort. r u11a serranía ó monte en tajadas, que p r lo mismo resultarán m 'is y má. _grande:;; de arriba hacia ab jo ó á la invcr ' l. Y e as líne, imaginari5s que en c. te ca o v ndrían á ser m .'i<; 6 menos circulares se llaman curvas dr' nivel y o:::on el elerPent< m;Ís importante para repre entar un relieve, es decir, un cuerpo sólido, sobre el papel, donde el dibujo no tendrá in< do~ din1en ionc., largo y ancho, y le falta la que m;'i interc'a á los · militare , la altura. i esa curvas de nivel la imagina m os pintadas en el flanco le una montaña, con forme ve m o las cintas que delinean las teja, tran versalmentc en el tejado de una m,·dia naranja y las miramos de frente, no sólo veremos que la. de arriba están como abarcadas por las de abajo sino que todas, por trechos, se acercan hacia nos­otro.:~, y por trechos se alejan, es decir, parece que penetran entre la montaña; las porciones que están en el primer caso quedarán sobre una línea divisoria de aguas ó de mínima pendiente, y las otras sobre una vaguada ó línea de máxima pendiente. En una Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 188 DOLETiN MILITAR palabra, si de lo aho de la cumbre miramos hacia el foncio de una cañada ó valle, la línea de máxima pendiente se aleja de nosotros formando un arco vuelto hacia arriba, en tanto que la de mínima pendiente lo hace vuelto hacia abajo, y juntas las dos formarán una especie de óvalo más ó menos ancho ó prolongado que erá una de las vertientes atrás nombrada .. Ahora, con decir que las líneas de mínima pendiente arran­can siempre d" las partes más elevadas de una cumbre, monte ó se­rranía, y las de máxima pendiente de las partes más bajas, ó sea de los boquerones ó puertos, y que las condiciones de unas y otras acá en lo alto pueden e tudiarse de un modo correcto desde allá en lo bajo, y que el ca mi no más corto para cruzar una cumbre es el que sigue la línea de máxima pendiente que arranca del boquerón menos elevado de la magistral, quedará indicada la importancia de su es­tudio para el soldado. En efecto, si suponemos que sobre dos lí­neas de máxima pendiente podemos construír sendas escaleras, y por la una es preci o subir 100 metros y 200 por la otra, el tiem­po, la fatiga y el esfuerzo muscular que empleemos para trepar ésta, será el doble deJ que exige la otra, suponiendo que en ambas los escalones sean de igual altura. Supongamos ahora que en la de ro:::> metros de elevación no hemos podido construír sino 100 escalones de á un metro de altu­ra cada uno, y que en la de 200 pudimos construír 400 de me­dio metrv: es claro que si el tiempo empleado en subirla en cierto modo no varía, no sucede lo mismo con el esfuerzo y la fatiga muscular. Y si en la una siendo más alta pudimos poner más es­calones será porque se ha cumplido un hecho capital, á saber: tie­ne m h d •sarnl!? 6 se m ~nos pJndimte r.dativtJ, pxq u e en terre­no quebrado la longitud de un camino guarda estricta relación con fa altura dP. la cumbre á que hemos de ubir y con la incli­nación de us fald.ts que permiten ó nó los desarrollos sin los cua­les no podría dar,e al camino una inclinación ó pendin·zte adecuada para qu J lo recorra ora una locomotora, ora un carruaje, ora un mulo cargado, ora un hombre e cotero. i recordamo que altitud e la altura absoluta á que un lugar se encuentra sobre el nivel del mar, y que la cifra que expre a esa altitud se JI-ama cota, que la difer<:ncia entre do cotas es la altura relativa entre las d >S curvas de nivel á que ella pertenecen, y que una curva de ni ve] pasa por todo las cotas de igual cifra, fácil nos será en­tender lo que se relaciona con altura , de ni veles, pendientes rela­tivas ó absolutas, etc. En primer término diremos que se llama plano horiz.?ntal del ob ervador el que podemos imaginar le pasa por los ojos cuando mira al frente, en tanto que serán inclinados hacia arriba ó abajo todos los demás por sobre los cuales, sin cam­biar po. ición, 'alcanzan á ver objetos que esten más altos ó más bajos que sus ojos. Estos planos formarán con el horizontal una serie de ángulos cuyo valor ei fácil medir por medio de instrumentos, y que será el mismo de las líneas normales que en Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE'l'ÍN MILIT .AR 189 ellas tracemos, ó sea el que resulta de cortarlos por un plano ver­tical que pase á lo largo de nuestra nat iz. Ahora, si dejando aque­llos planos en su situación primitiva suponemos que subimos ó bajamos con el de los ojos, es claro que cortaremos á aquéllos en áno-ulos que variarán de diverso modo, siendo siempre distancia ho­riz~ ntal la que haya entre nue·tros ojos y los puntos donde éste cor­te á los otros planos, y diferencia de nivel la altura entre esos pun­tos, según que el corte se haya hecho cuando subimos ó bajamos, de suerte que porlremos expresar la pendiente por una fracción ordinaria en que el denominador sea la distancia horizontal y el numerador la diferencia de nivel, ó bien reducirla á fracción decimal por la división del primer término por el segundo, ó bien indicarla por el ángulo que forman los planos inclinados con el ho­rizontal. Si para la distancia horizontal tomamos á 100 como uni­dad, la relación será de tanto por 1 o o. En fin, si en los planos in­clinados trazamos líneas que se separen á derecha é izquierda de· la normal, serán tanto más largas cuanto más se alejen de ella, de suerte que su pendiente se irá reduciendo hasta ser mínima, y su longitud crecerá hasta ser máxima: la más corta--la normal- y por lo mismo más pendiente será la seguida por cualquier sólido esférico que baje por el centro del plano. · (Continuara) VARIEDADES lCZ.. O:S:OOO A MEt;IA:COS :CEL SIG:.O POR SANTIAGO PÉREZ 1 unto de partida-Ansermanuevo-Paso de la montaña-Juntas de Tamaná (Continúa) Desde el momento que se penetra en la montaña, va estre­chándose el horizonte, no quedando en torno del viandante sino un círculo de b sques impenetrables, donde la más rica y vigorosa vegetación se ha de arrollado por siglos y siglos, libre como el aire' que la circunda. Pero en aquella aparente unidad de perspectiva siempre de ár­boles, de palmas, de ramo., de hojas y tle flore , se o tenta á las mi­radas del viajero e-tudioso la más extraordinaria variedad, como en el sen opulento de ,la naturaleza. Allí se ven las gesnereáceas con su brillan te corola de forma di versa y de variatlo matiz, con su hojas cubiertas de vello finísim , y verdes una como la esmeralda, sembrada otra. de líneas negras, ya del color morado, ya del rojo, ya del de la canela, en su reverso. Hay un grupo de esa familia, que se hace notar por las pintas idénticas á las manchas de sangre que tienen, ora en su extremidad, ora en su contorno, ora en toda la extensión de sus hojas. N o son menos hermosas las Aroideas, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 190 ROLETÍN 1riiLITAR que al mecerse, sacudidas por el viento, parece que hacen o~ten­tación, unas, de sus verdes hojas de terciopelo, cruzadas por listas blanquecinas, otras de las hendiduras más ó menos profundas de su limbo. Bastando haber observado una sola de ellas siquiera, para conocerlas á todas, como del número de las que llaman los. naturales contras, por el uso que de ellas se hace contra el veneno de las víboras; tal es el lazo estrecho de semejanza con que la na­turaleza las ha atado á un solo tipo característico. Son también notables las Rubiáceas, y sobre todo, las célebres .i\1elástomas, de las que deben admirarse tanto las bellísimas flores, como apreciar­se el utilísimo tejido leñoso. En esta región las palmas no des­cuellan por su grande elevación, ni por el grosor de su hastil; pero en cambio son más gallardas, y hay un cierto donaire adicio­nal en sus compas redondeadas como por la mano de un artista, no menos que en sus hojas de un verde brillante y de formas capricho­sas, de las cuales la más elevada y central aparece como la extre­midad caudal de UH pájaro que estuviera escondido entre las otras .. ¡Cuántos vegetales desconocidos, especies distintas y hasta familias enteras crecerán profusamente en los senos jamás explo­rados de esas selvas, que sólo conocen el ave que sobre sus árboles vuela y la sierpe que por entre ellos se arrastra! ¡Cuántos tesoros ocultos, que algún día habrán de utilizar el comercio, la indus­tria y la Materia médica! En estas serias consideraciones entretenido el ánimo, veía pasar ante mis ojos las ondas majestuosas de aquel mar de verdu­ra, por entre el cual se distingue lo que se llama el camino. Es una línea tortuosa y profunda, que va casi siempre encajonada en­tre las paredes que le han formado las aguas, que son 1:: única cosa, como decía yo no sé cuál de nue tros Virreyes, que en nues­tro país nunca va fuera del camino. Por lo gen~ral es tan estre­cha, que no cabe de frente sino un solo carguero; y en ocasiones baja á una profundidad mayor, aju tada entre las murallas latera­les que escurren agua continuamente. Puntos hay en donde la luz penetra con dificultad por entre la ramas que se entretejen extendiéndose del uno al otro borde, formando á la manera de un bosque flotante; mientras que por lo. recodos de la grieta retum­ban las pi ·adas tlel viajero, que, sin poder moverse á ningún lado, va sondeando con su larga vara lo profundo de los fangales que pi a, ó de la corriente que, en la misma ó en opuesta dirección, lo acompaña con tenacidad en su sendero. (Continuara) --···-- Errata-En el número anterior, página I 38, por descuido salió impreso: (1v) 1. 0 , fuego á vo/rmtad; z.o, fuego de salvos. Léase: 1. 0~ fuego ó discreciÓ11; z.~, fuego por descargas. En la página 143, línea 6.\ en vez de 5 ó una, léase 5 dt u.rJa. Página 145, última línea: en vez de 1,765.45, léase 1,766.45· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 0 TUNJ A 276o z °C6ml)ita ~~ • V\ ::. f Río Piedras ·~ Capilla 258o ~ 0 Paipa-2 520 t"r:l ... ~ ~ Río Guatancuy · · Bonza z 0 Duitama-2530 ~ 0 Portachuelo ~ 0 Sta. Rosa de P276o z ... . o ~ Z ~Oerinz.a-2670 t"r:lv. . ~ 0 Belén-26 so Río Suápaga2400 o La Paz-2720 z 0 Portach1.1elito 307 0 ~Sátiva Sur Río Fragua o &ítiua Norlez.:z.8o z~ ?" 3310 Páramo Jabonera 0 Susacón-2 oo Q. Jabonera ~ 0 Cruz Colorada ~ ós,.)((/(i-1990 1 Río o l 17 5 Capilanejo Perflles-111neraa•los ., 1 i 10 BOGOTA-264o m. -, (Río Funza) 0 Puente del Común :z.s8o z v. Río Sopó ~?" z oJ:ocancipá-2590 tzl .... • 0 Gachancipá-2590 0 La Horqueta Páramo Moral-2840 / z o Sisga-2630 \ oChocontá-2640 zo ~?'<' oJJ,ltoviejo·- 27 so Río Funza 1 :Z: ::! Las Pilas-2790 1 ?"' Párall'\O Albarracín \ Río Albarracín-2720 / z !"'r reutaq>artamentos 1.00 U~:X::O.A.:DES Canea 17.5 uniciade s . Condinamarca 14·5 Santander JI Hoy acá 16 unidades Antioquia 1 3 ·5 Magdalrna 3 Tolima Pana1ná Bolívar L-----s-·5----~-----~ F. J. V. V. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Publicaciones periódicas

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 117

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Rudolf Firkusny, piano (República Checa)

Por: Rudolf - Piano (República Checa) Firkusny | Fecha: 15/09/1899

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. "- ' f I~ ., tlJUCTr.zález Telegramas : LIJJEIUL. T ¡'; ~ÉFON O l1tÍ:UcfO ~ ~ ;,. No 8A devuelven ol"i¡dnnles. La cOrl'e~ponjeilCia debe dirigi1"ce al Act· mini. trudor. . I OFICINA : Acel1\ orierital, Parque d~ 8:.n· tander, número 3U4~ . ANO 1 - Serie 1....:.. Número 24 !': ....... .lo j-~. , BOGOTÁ - REPÚBLICA DE COLOMBIA SIlalripQl6D par wP ~ _ Colombia ... , .•..•••.• ,.,,, ........ ~ ..... . ' " .,. Susóripci611 p(r ~O nl1me~ • .••••.• , .... En ~l r'xt.rior (01'0; .... ...... .. .. ... ,.:. l' ¡¡:{I - Remitidos, colut:1 D!i .............. ... .. . Ir, .. : Gaceti llu •. pn lnbrn ......... ....... .. ..... (l fI/; Avi.08, pul" ú"........ . .. .. ...... .... .. . Número ~ u elt c) pI n.h il .. ~8Ii ,I~ .... . Avi,r. que 8e liparte.n · gado á mi noticia que en varias poblacione's' d'e Con- . dinnm1rca y Boyacá hay individuos que, diciendo ser ag~nte. mío8 estén ofreciend.o ~ la \'enta ?ran.dy con mijmarca, q,ue n? e8 legftimo, lo 'pongo en conocumento de 11m chentes para que II~ Sil dejen engllfiar, .advirtión­do: es que mi cns :¡ de comf'rci~ d.e esta ciudad no tiene',agencias' nJ lluC:ur~ s, d~.s ell otro IUI!:H Ile !a Hepubhca, y que, ~s.tand? '¡Ji ma,r?R de brandy debldHme:lte rf'gl strada y patentada en el MinIsterIO eje HaCIenda tengo I dprecho para perseguir juJicialmente á qu-ienq,uiera ql1e haga us; de ella inJebiÚamente. Bogotá, Septiembre de 1899. 60-2 'ALFREDO VALENZUELA mvd ' f ~ • J"Si n 'j l· \ .. G' t f BDBIBAS ,PRBSC1S CERVh.ZAS-VINOS-R-ANCHO-ALCOHOL-ACEIT.I!.:S- PETROLEO-QUESOS-DULCES-.tAMONES: Calle ~ 3. N umeros 149 151 j. v. ALMAOEN DE AGUSTIN NIETO EN BOGOTA. '~, , .,: 9oDtin~f\ Riendo el preferido por las persoQ!\:i de gusto educad.) para proveer:le de los licareR, comestibles' etc. que dicho es bLble~firniento importa de las ' cdsas mas afa~~d,as .ge .,¡Enropa y de ,los E~t;¡rlo¡.¡ U nido~ de Améric:l. ~ietrlprE:' se encontra~,\n. allí Cog~aC?s He nn~s:-oy, Martell (el ~nejf)r de todos~! Ot~rd ;f: DflPuy, ' COI::- ! n~C8 eS]Jan~)1~8 . p.urqilde uva, y otros. ~on de Ja.malCf1 y de la e,osta Atlan tlCa.. Whlí~kle~l, ~lne~ r.a, Anu,adosl esp~~olell y dei pala, ' Aj~nto8 RUIZQlI •• A .guar,!.bente de uva, exr¡Ul~JtoS y vftl:mdos .!,(¡:¡"se cafes, Amargos estoIrl 'lcnl es. Vl.U.OS tll1to~ de Burdeos, ~e Borgonf\ y espflliloles, ·.enJ60tellas y . garrllfoncltos. Vinos bl!Jncos de Burdeos y del Rh1t1. Vinos de M;¡ der¡t, de J erez, de Oporto. de l\1a.!ag,t y otros, en barrIles, garrafones y botellas. Cllatn­pafias Monopole, V~u"e r¡QlifHJOt, Porumery Greno, Murnrn & Si llery, etc. Cervezas ingle~ as y del país. Carnes conserva,d:,s, Jamones, Extracto d'e carne, Caldo Morris, ~al~h~~ha s, A ves en latas. Sar~inas e.n gmn variedad y otros pescftl!os, .s opa~', Sals~s, A~ei~es' d'e olivas, a"eit\lQa&, Alcaparras, EncurtIdos, .Mostazas, EspeCias molIllas, Pastas para sopa, Ta,pIOC;:'S, :'¡:;seJl,Cl&S p:lra postres, Frutas cristalizadas ' en 8U jugo, en .almíbar y 8eca~, UvaS pallas, Ciruelas pa sas, Alme ndras del Jord án y de Val encia. Dulces finíRitl1.o~l cajitas y cartucho8 de fantasi~ pr\r3',dulcéS, Galleta\! inglesas y lunericanas, Quesos inglesell, hoJande¡ses y franceses, Espermas, Fósforos, Naipes, Cigárro's' yoigariillds Descoréháclo;i"as Ilutolllítt teas, e~c. , etc. . ' 2:l , ',~,Qu¡ell. liegue ~ é:!te almacél! encontrará cuanto desee en la especial~ da d á que de antiguo se hl dedic'\do, todo de calidades excelenrtes y á. los ~'ás bajQspreclQ& D ~RQGtJERIA DEl _ ..t.... :. 1 J .-1 "1' I t ~ '-' J ¡. • ti! ~J 1 ,. DE SAMPlIlt URIB¡i-A '" C.a-Bogotá Dirección telegráfica: "DB.OGUEB.IA" Paris. Casa de compras. 2.3 Rae cl'Autevllle .¡¡.i.JlIlPprt~(I~~,~s, de l~~ drog ¡s más, ~uras ue patente y fábricas las más reputadas del mundo.-Drogas y específicos americanos, inglesés, franceses; alcmao'cs, , . italIano!! y españoles,,'y .prolhlCtu de Ol'lente. . . . Esencias sumamente fina ; p91'a hacer anisados, rara helados, dulcPF:, gelatina y postres. Aceite de Olivas de gust.} uelicioso, úllico que'ha tenido el honor de ser recetado como legítimo de oliva, para enfermedades del hig3do. CebAd~·:perl~(~.a. ' i tiu;ina : para eufermos y para \liños. Alpi~te, etc . . Tilltur,M .. ~ce,1t,e, aguan:á " albayalde, lJrochlls, pincel es, telas para pmtar, etc. .' . , , AGUA MARAVl~LOSA para I',estruír inl1lediatam~nte las pul~}j s, danJo así alivio al cuerpo y al alma. Sahido que las pulgas pueden propagarenferfi'ledades COIUO el lázaro, es il\Jisculpable 110 der truirlas. Y 11 llegó el famúso : Destrnctol' de ratones. p- 2t EL MEJOR 'TE del mundo lo vende JORGE ANGARITA: C A Sl'RO.-CIGARRILLOS al precIo oficial-Allliacénr 100 sobre * 1f>.OOO,OOO), el exce.o de jJedi­do de letl'ltll se Hurnontoril\ en .'a8 d08 oantiiJadea rellllil'ó­sito del ellipr~.tito antioqueño, hace dtl1llar!IJiones de la mayor tra,cen· dencia qUfl signifi011u no un cuarto de eonver~iól1, Rino tal vez h con­versión entera hacia la j uRticia del rec lamo nR('ional respecto dd libre uso delorédito. Las afilJid ;lfle~ qlte el e<>lpga tiene con el alto Gobierno, á virtud de es­tllr servido por eacritilres que for­man 111 plana mayor,'lel nllc.iol1alisl~o y á quienes se Rtnhuye In,fiuenCla decisiva en la cundll'\l,u UfiCIIII, ha­cen que.su voz señtde un, caminn que se SlgU", una resolllcfon ya to_ mada ó lIna qlle se Va á tomar. Q'le reciba Ó ,lé in8piraci .. nes re 'pOJeto del manrjo de los !lSUllto~ púhlicos, par¡í los dtllllá~ órg :nos de la pr"nsa h voz Je L(/ Ultldml es slf'mpre presagio de los 8IlCe~fl? que t ienpn su oriueu eu las declslOlHlS del Go- l'> bierno. Dice. el colega: Antioquia eR \lna provinoia colo­ca, la en condiciones exeepoionale~ por su sitUBOiólI. Puede Jeci¡'8e que es una isla rned~terráne, que tiene y h~ hnido siempre que Iuchu con mil ~b .t~cu"'s para IIU dea cornente de 108 giros monetBl'ios, y se ~e eft ,?i1 apuros para desarrolla!' RII8 Indu~tr\~s por esa interrnÍlencia á qll~ el. modl() circulaute ollciunal est-á snmetlflo, ~e· gljn la~ oqoilllciones de los cilaciones e.o !a baRtl harí,¡n IlHí;¡ ~ellsibles .Y perJ!),II­ciales lus ,Jel cnerpo dol edifiCIO. A-f, en momentos de . crisis, las pertur. vf'rtir el papel, con <0'0 qll!'sa logra- otrn pals, pnel á nllevaS em,'s l, Ones; con qu~ ter"Rlln hn de cere~, pero 81 oreemos bian oo,'rid.) de cargo de 108 extingui-se iniciar'l Illl r é !Limeo (Ie ecollo- Pertinentedal' á IlUe~tro. lect.ores, á1 títu- d,,. E;tado~; • 1 " In de inf,u'm·lOión. el coneept·, 1 e I1n Se<1'lndo. Q'I'3 por la criRis comercIa mías efedtivas re-ni principio, qlle fuera cllmino dHlltl- dio dH UIIII Ifly, que RII pl'Oteccióll .110 Rad~R, es n.c~8Ario por nnll p"rte, aten-gar con ,,1 ti " 111 1:0 á I~n pró.i !'SrO por- se pxti~nrle ~ill!l á I()~ it,diallo~ que VI~- der da preferencia á 103 gllltos ordina-venir. Nlle~t. ra sltu:¡clOn, lI11nq'1 e muy jan p"r el extr~njero, pero no á a'1.'18- rio' de A Imi .. istraoión, y por otra, ha-nnl1ustio.~ a, no es del torio deseslJe- 1I0~ <¡ne ~e rftdican allí COII un ob)pto cer en eMt,~ mi.mos ga;tos Ills econo-rada. ~;I rempJio está pn ,Ievolvllr al de iflt~rés pel·son~1. ESI\ es 1& única m ia~ compatibles con la existenoia del cill,hdano h hmplitu,1 dd su~ dere- g •• bia Illedidll qus se debe tomar." Gobierno. cho' y en d~i'lr á la iniciativl1 par­ticul:, r la mpjora en las cOlluiciolltlS di! vidll privada y col .. ctiva; en que el Gubierno haga ubandtJno de Sil c:arácter (le empresario, que tunt.03 desastre! hu ca'ls ,,1 ,,; ell que no se no. vuplva comercillnttl, COIU'l lo hll­bier, 1 ,i(lo al adoptar la prilr.er'l f¡)r­mula propuA,t I pllr los prestamista:! nntioq'lPño,¡: en \ f~cil y que la t'XP 'iO'IÓ '1 amer~­calla les dHrí~ IIna gran SUIlll\ de Opl­nUlO p.ra las pr6ltimaH eleccillno~. Af"rtlHlflJlIllIellte e~to Oft ha .ido lid y la o"ida del Secretario de Gl1errR, l\Ir. Alger, eR el primer .ín!.oma ~eri.) da la derrotll de 111 política imperi!\'i.t". Si I{)~ demó " r"tl\~ ""bell lIprO)veoh~r~e de la 8i!.uación,~i se d"jlln de pr"grlll .. as itllloeptllbtes . ur I() Ilnticit'ntlfi'108 o-'mfl el de la "ouñ~dón de la plala, y ,í, por el cllntrario, vuelvell pC'r las trauiui.,nes lIca nltrten'nericana, hll s'lgeri.l() 1" ~()lllción de do~ pl'ob:eIllM intere~tlllt~s de D~l'e­ob" Internacj,'lIl1l. E. el jJrimero el de saber hasta dón­de Re extiende la reNpou~al)ilid"d de III,a n~oióQ constituida bajo ~el ré¡imbD fe: L' Twlppendance 9dge llnml\ la aten­ción hach la reoíente I ... y expedhlll en F"IlJlcia, por 111 cllal de f~cl1lt,\ á la~ ?í'­mi. illu"" perm'lnHnte. \ H.lmioi.trlloió'l secoiona!. En materia p"lítiCII, lu. C ,n;¡ejoR ge­MfII ltls ti,'n~n una p Irticip"ci,ín en IR elección d..t Sellado, y, lo <¡ue e.'! mb impcrt· .... te. tidn"n el d".rech .. .te reunir­se y aRulOil' la Hobel'aní" nacio r¡nl en el ca~o de 'luO b.O,\,"arlls se irnposibi i­ten pRI'I\ elln• D ~ conRignip,nt~, los g ,l· pe_ ole g,t;ld", p·,r el e~tilo ut!I'lu~ ,jiu ('l 2 de D'ciembre el PríncippNl\I'nleón, S'"' de dlld"~,, éx;tlJ en IR notnal R~pú' blic,i f,'nnc~sl cOII~I.it.ui · la, 110 COIDO 11\ de 18-t8 sobre IM'a' teorías 1'0líticM, sino 8,bre la H{¡lidfl bll~e de la'! necesi­dades y teud e llcia~ de 1" épooa. La división que se ha m~nifdst"do en el RenO del solJÍI,ii\ Mi,lo aceptadt\ g e neralment ~ , pero los direct ,res del Hocil\li~m,) revolllciona­¡- in, IJO creen qne el pr()gr~ma ,Iel Con .. gre~(l .j . be exten lerse táltt"-probable_ mellte prll"lue temen Rer venci,-l.,s ell el . terren" ci nt!fiJiI-y, elDpuql&~ñ"oiendo "1 cu~~ti"n, prebn len <¡lIe ese ClJllgre­So no d ~ b e t !ner ot ra miMión Cj'le 111 de resniver si un slIolalist!\ pll~da ó nó aceptal' 111111 cllrtera en UII MIi.\i.t.erio .. hnrgné<" (lomo el presidido por Mr. \V "I'¡erk - n"u~sel\u. E-I el f 'lid", lo qlle hav en realid>\d tln el 8odl\li~m" f"lIncé3, eR 1" miluife8· t,\ción de -I/ls des tendel\('ill~ existented en todos lo~ parti¡J"H op".icillni,tl\s: la 1\HII, la de In poiít,ica 0p"l'tulli,t:l Ó de los resultlldog que fue 11\ seg'lida por 10$ repllb ic~n,)~ d~ I~ flsouelf\ de Gllmbdtta, que oon~()lijó IR R ' pública fl'anc41;1\ ac­tu~ l, y, la otrll, 111 Ile la .intr!lusigenoil\ y perpp.tui\ nctitud revoluciouaria. REl' OIlO,VtrJA A oontinfl1ción reprod'1cÍ'nos el D,·creto l\lí ' lI~ro 399 de 1899, .obre 'MIY, del St'rVlcio públi co. S>gún I ~ , plHJ.)un juzg Ir los lectore., contle- IHl esta re,o lución el arrplI;lo de ('ues' tiolles Je illll'0rtanci:& tan grande, como que. bien merece la pena de DECRETA: Art. 1.0 Desda el primero de Sep­tiArnbre próxi'no oltrre.pnnderá á 108 Ddpl\ l't .. nent 'R el pag" d\!l personal de lo" J uzg "Ins S'lperiores de Distrito J u­dicial y J uZg'ldo~ de Circuito oon sus re'p~ctivo~ Pisollles, l,erRonal y mate­rial C :::l ., ... '" _" c: :::l '20 (1) '" 0.0. (1) n :l,D c: e ::: o E·c e <: :::l o n (1) ::> ~:::l 'o". !:::>l . 03 o. ¡¡­no ::> ~o a~ _ I ---1 D~ñ.l eu co~a Ci:I 8J*,IIa ~¡;~C'-á-n-d-II-10-S-- ~ I Embriaguez ~ I E~tara ----1 Ci:I I ]j'"l_i ficación I FUI'rzl\ y vio~- Ci:I IOllcill -----1 ::: I Hurtol ~ I Herida. :~ ¡;- ñ' - , d ::: ¡¡;. _"' _Inm()ralida o.::r' ~ .:: ~ I 1 rre8petos :::l .... '" <.;> .... o -..¡ O> I Mabl trútos de ~ Ci:I o ,'a 0.; I g .~., ~ Riña g §' I ~ ~ __~ __: ;H:-o_ b__ o __, --_1 o. n I T'8l1toliva de t g .... EPtnpro ,.. ---I-'l~lItativa de '00 08 ... '" 0''' ,DO' ;~, I:r:; r:: o ct n ,...~ :l '" ~ hurto .... I Ultrnje-/j- d-e -I'a1 ~ IlIhra I Vi(~~ciól-;-;¡;- -Q, -d-¡'mi-cilfu- 1» I V ngancia e < 1 ~ a. g I t:":' .._ __TO_TA_LES_ __ I:s desconsolador el ver que no cfu~tl\tlte los rep~ti/I,,~ de~reto" del Belior Aloalde para combatir la epiderni" del tijUI f-ver, los particulllr\eR pareoe que en e~BS materias andan por los ce· rros de Ubeda: ni 8e preocupan siqnie­la c"n 108 tilles decretoR. Entre tanto, la epidemia sigue ha. ciendo de las 811ya8. Yá veremOlJ lo que reftultará. I'uera de desearse que la Biblíote­ca Nacional s~ abriera durante las pri­meras horaA de la noche de 7 á 9, por ejemplo, p/lra que ad! pudiesen con­currir á ella nuestro8 artesanoR, que debido á 8US labores, no pueden ha· cerIo durante el d la. As! nos lo Lan manifestado varios de ell08, y de contndo que 8U petioió U' es jU8tf~im~, ya que entre asi,tir á la ta­bernll ó á la bihlioteca, na4ie vacila en la elección. Bstado del cambio Septiembre 1,1 Dollara á 90 tlzv........... 478 01° Libras á 468 " Francos 465' " Marcol .... '..... 463 " Prensa del 13: La Ullidad Nacional estu,dia la ÍII dole y IIHpirlloioMS de nlle~troH ,parti,doA polit,ico~ y enclleMra qne .el hber¡1I ~A ide>llht'I. t96rio ", r~f[l\(Jt"rlO 111 s()m~tl­miento del critel'Ío individual á r .. gl~il fijas y que eR revolucionario, disocia­dor ¡ qUQ 80 pro¡ellitor foe Lotero, el inventor del lihre ex lÍmen etc. etc., mÍelJtn 11 que ('1 oonservador RIIsti en6 1" /lontr' rio; y luégo, _s i t'XpUl'stllS las idenA de IOH dos pKrtido,., tel'lnin" : En buena moral, ¿ CII:\1 de los dos prinoipios es uoeptable ? Prensa dellt:. La c"ón;ca publicB una carta del Ne· ñor J. de D. Uribe R. Alvlll'~z en laclla! juzg~ Sil »utllr que el papt\ OP38iui,)n proveng~ del de"eo de mantplleJ' al Gobierno en situación dificil, una vez que bl ifJter/'sado en 108'lnanejo~ de la Tesorería e~, en fin de fi"e~, el p» l~ entero, pues el e,.tado d<>l TfgoJl,erl\dIlJ'eR, errllr que con ~eguridl\ct oompletará la total nÚI\i\ á 'lile ese sistema h~ conducido 111 República. El GIiI" 'eo N(/~¡'on rll cOl\Aidera como ruinoso el elllpréstito que 'ti di oe se e~tá negouiando ó se ha n~gvc iado con 10ri Ballco~ autio'lueños, y cOllcluye mRuifetitando que lo que remediaría eficaZlllento la actual azarosa Hitu". ,ión fiscal es IIn régimen de ecnll ll rnías y IIna pureza abRoluta en ~I manej() de los cRud,le. público, • El Re"ul/o se r .. fiere á algunos actoA de la Adllli.,istrllción de CUlidillR'narc'I y ~ree que ('n 1" tocante .. 1 impue,to ~()bl'e los licores. el impue,t .• que I .. s grllva dcbe Reguir cobrlÍndMe por el Mi,t~1J111 de R,lmillistrnción y no aplicar la OrdenBnz>\ número 36 que e.ttlbltce ell el f !UJ .. el fIIntlUpolio. SliJ ~' CJON JURLDl(,A 2ENTENCIA IMPURTANrE ACLARACIÓ:-t. - En /a siguiente spnteneia hernol! suprimido los nom­bres de Ills partes, r(Jell1 l' llIz á ndo ~ os por cualesquiera I"tras, pue3 úni ca· m¡>n!.e de,eamos informar á 1I11Pstro~ !eClores de lit doctrina en ella cou­signada. Tribunal Sllpet'in"del Dis!l'ito Judicial Ile Ol/l,dmllmarca.-Bugotá, 30 de Agosto de 1899. Vi.tns: El Juez 1.0 del Circuito de B"gotá libró m*ndarniento ejecutivo, el 18 de Julio del »ño próximo pasaJo, contra N. N. "ara que p"gue á X. Z. la calltidad de $ 91)7 -90 en uro 1I1~lI/áll Ó ~1I equivlllt!llte ell m"neda colomb¡'ulIl, los i .. tereses de e~a ~uma It razó" d,·l 9 por 100 Buual, má~ las costusdel juicio. In. timado el mand .. mienta ~jeclltivo, N. N. _ propuso In excepción pel'etltllria de nu­Iid »d de In obli~1\ciólJ y como "lIb,idia­tia de é"t>\, I .. s de condición uo CUIlI· pli,la, petición autes de tiempo ó de un modo indebiJu y paoto de no pedir excepciones que fueron su"tanciau,," y que por sentencia de 28 de Abril del oorriente ano fneron, d"c l arada~ n /l pro· bllda" , De este fll.ll() apeló el ejeclltlldo, recurso que le fue concedido en el IJfec­to devolutivo; y o,'rril cllÍusula ee ve, pueR, que X, Z, y N. N. estipula" on otra cl,,~e de mor eda distinta de la nacional, de,de ellllomentoen 41\e conviltieron en coti­zar el billet.e del B"nco Nacional, toman­do por badil el 01',) alemán, ('onvenio en que ~i ríen e~ cierto se dt'jó á 8olvo el CIIISO f" rz',so del bill et,e, no "sI ·u equi­valell(: i~ con las mouedas cxtl'lInjoras, deArle qlle se dijo q"e el val(\( de cada cOllta,l" aumeut,U'ia Ó di.'mi~nilí I ell proporción Á lHB variaci/,nes qUH sufriera el fir!'ci() de IH8 letraH >ubre Fhrnhurg', c'lIl1promiso o(ll,tr>lrio IÍ la prohibkiólI cC< lIteloid" en la últim'l parttl del primer inciso d"l articulo 15 de la lJey Si de ll:Hl ti , que está concebido en estos tér­tnirlof:;: "Los billetes del Banco N_cional cOtl tinllarfÍn .ienc" h ml,neda legal de la He, ública, de f .. rzo60 reci bo en I"'gl' ,1e t,.das 1,," rentas y cnutribllciollPR pú­blic~., 'tRí 00 lit o ell 1 ... tr" n ~acr.illnes part,icu lar€s, ~ubsi,!lieltdn la pkhi{¡¡'ciórt de e"ti¡JIllar c¡¡ulqlt'em (jtra e"IJecie de mone,la en 108 contrutos al cOl/tudo ó á ¡¡[uzo." Nú obst~ contra lo que se deja expre· ~lIdo el 4"6 Itntes de e>ta Ley no exis . tiera la prohibición de e;ti¡lIdar otra clnse Je monerl" distinta del billete, Imra q\le se p'leda so~t¡,ner qlle la prohi ­bición es ba ldía, al egando (I';~ lo que no h,~ exi~tt"o no puede SllbsúU,.; por· qUIl Ut,a de las Rcepciollf''' de este verbo es la de existir, y que lo qlle no h" exislido (linte pre¡;ent,,) si plledA vtlr¡jr oí 1" \'ida des¡,ués diciélld .. se q'¡e ex /ate (preselll,e); de modo que desjJués de qll!l entró Á regir 1" menoionada L ~ y 87 de 188() no ha 1,,,di,lo " fil'm '\l'~e COII rll­¡ ón qlle II/} ex/st" ni 8¡¿bs;st", dich'l prohibición. Prueba de ello el que la Curta Suprema de J lI ~ ticill ha \'elli 10 HnstenienJo que desde qllu se expidió el art.íclIl,., 15, /lnteS copÍ>ulo. (senta,,_ cill de 4 de Jt¡lio de 1888, G'lceta J¡¿. di¡;illl uúmero 83) h'I Hub"istido la proh ibición d'l estipulal' cll~lqlliera otra e~pecie dtl moueda q ne no Bea la nacio­nal. El legislador colomhiano al no reoo­nacer al oro y ti la "Iat'! acuñ ,dos por G"biernlts extl'anjeros el po,ler de ser· vir entre nosotros de del1(tmin~dorel! co­munes de todos los valore~, e"to es, de medio para exp,'esnr el precio de las c()­S q ~. funoión peoltliar de la m('nel!K, no pretelldió quitarles bU podel' vellal, su curá..:tel' de merc>\lIcía, .u~oel , tlble de ser rnl\t~ria de mucha_ trau~acui o l' eR, como RlIceJe cou lus paños, las zaraz ~ s y los lienzos; dll su 'rte que llls libras ester­linas, los frano()s y los dollar~, por ejemplo, plled~n ser obj ,to de compras y d" v " nta~, en que deben medial' como moneda, p"ra eXpl'flS~r 8U valor, 1" 8 bi­llet~ s del Banco Nacional. Ptlro es el caso de que el oro -alemán no fignra en el documellto que ha servido de recau ­dI) '-jecutivü, como simple mel'cancía sino como moneda, pueMto que se torna como md/lidll para OlltlZ Ir d billete del Banco Naoional, y dev e ll~a intereses tallto en el pla~o corno en 1" mc)m, COMa en qne tlO S6 hubiera cflt1vt;ni ,Jo 8;110 se hubiel'a cllnlSidera'\o como dina­l'u Ó moneda dICho 01'" alemiÍn. Articll­lo 1617 .Iel Código Cidl. U;ncontrátldo"e, puc~, 8credit ~ da la exeepUlon de nud.1ad, /lO h ~y nscl>sid"d de eX'I:ninar l,\s otras exoepciones, t'llltO purll"e no ten,lría objeto e_e tr. b,.jo, cumu porque fueroll 1'I'OpUestaR ell sub­sidio \da debe aumentarse, pooo rnáR Ó metlO~, en tina teroera pal'te. En la constituoióu de una b\lelll\ ración ali­menticia debe uno ocu¡:.arse, además, en buscar aliruentus de f~cil digestión; así, por ejemplo, 11l~ h~baR son más rioas en IÍzoe que 1" cllme, y sin embargo re· pann menOR bien 111M fuerzas humanas. Los niñ,)R deben tomar leche exolll­Fivamente haRta que te'lgan todos 108 dientes y dtlben seguir u~ándola, en co­miJn~, h~8ta mt\y t ' lde. D. CURIOSIDADES l'errocarril subterraneo en Nueva Yark,-L l8 habitantes de Ntlev11e uuev,a F ,orián, número chos con picorap, Géneros ¡oora sábauR, c61· 481 1<'. m. j. s. 20 - 14 chóu, mu; japoneses; de Iilio.j de IHna; de dgodón, blancos, lacres, rabo de gallo, de oaroliton, ce .ra.ete, etc., Pañolones d,· hUta de todos 'o or, S; de merino, con mecha de seda, c~n ¡ a ón.' e se .a; de j.r.ey ~Ofj fl"coj to los blt;n surtIdos, Papel de ofido de curo ta, billete, s,caote, de e.qucla8, P¿ppleras Pañueleras pinta"8s á wa, o, Portamonedas' Pinzas, l'~rfume" d~ la. mejores marcas: Peinc~~s de carey. l'almato'¡Il., Paraguas, Paragultas, Par, gü ·ro .• , Perforud c"fé. Ve \'ari.,s preeiIJs y tamafi"s, las v~nrl~ J ".é Autonio Uarras'J"i ,ln l'n 811 (,fi· eiulI de 'a C.Pe 14 (antigua de low Enfar­de/ adores); l,úmel'O 102, L"8 eutrega en Honda, Ui rardl ,t Ó B"g"tá., j 824 "C'\ AN llEN lTO."-A:macéu de quin­~ cal,~)ía, 1.- callIJ de ~',,,riál1. Uf, tee á lo. precios milo bajos de la plaza: loza esmu 'tadll, "zadoues, cuchillo· lÍa, herlamiel,tuH de IIluufidél'ia .. etc., de. C"m ~áreu,.e precios! p mt j s A1\'lES V OFICIOS V, GOl'\ZALEZ. Grabador de lápidas • y l' HCU" Ualle del Templo ProLes. ta"te, núlIII ro 108. p ~ U-6 a mta COMERC1ANTEs.-un joven d: mognlfl. C88 r, ~ereci s, solicita un~ co'ocaci6n .. n 1" CIU 'ad ó fu,ra deillla. En el.Al­macén Santander Sd darán informes. --------------------H--O--T-E--L-E~-S-' 1 RESTAURANTS: Hosa Blanca. Calle 1:.1, uúmel'os 117 y 119¡ teléfono nú­Ülem 93 . Me"" suculenta, cantina bien surtida, maguíticos billares, servicio esmerado,or­que" tll . . Exquisitos tamllles los sábados y do-mifl~( Js ---22-14 p LIBaOS O"lODIGO DE C01IERCIO. DE LA RE­. PUII .. ICA D~ ClILOMB,A. A'lotado 11 ~eguido de ere. apél¡dw&1.-(El 1. contie­n~ lu" leyes Ildici,,"aleó y reformatorias del üódi;:o. t.m Ioién sn"tadlls; las leyeH y de· cr~t08 suLre navegllciólI fluvial;) las orde­nanzas y decretos de CUlldinamarCIl 60ure servicio de ferrlJ,carriles, de carros y ca-rruajed y d~ trHnvias, • l!;, 2,', lus ley~", estatutos, r~glamentos, decretos y resoluciunes relativod al Blllloo ~ acioual, al Pllpel-moneda, á 1118 mune­das de 1'101 .. de haja I~y y á lus de níquel, igualmente anotndub; y 1 El 3. lDod" Jos de documentos de co-mercio). POR LUIS A. RO~LS:S La~ not 18 del Có,ligo establecen relacio­Les entre los artíCUlos del inismo Códi¡;o¡ cuLre estos artíCUloS y los de laH leyes IIdi­ciunul~ o y returmatorias; ,y entre aquelloS y I"s d~ Ot,OM Códigos vigent~8 eo ~I país. También seflalan rtolaciuues de ~ide"tldlld ó de Hnalogía CllU artículos de los 06digGa de l<'runCla y UlJile. LlJ8 modelu", que alcanzan á noventa y siete, son da caráctar judicial, para actos ' ~ue pabun ante 1011 Notllriu6j'y para actos slmplcmellte comereia't!s ó privadl,ls. La uura Herá útil 110 sólo á 108 aboga- , dOH y á los eHtudiallteM de la~ 1!'acultadea de V~r"cho y de Comercio, Ilino tl\wbién á los cOluerclante~, :\ 10H Notarios y á '108 ¡ ~mpiellflUij de buques y de ' las Agencias de la. empresas dc ua\'egación fluvial. ' Se nalla á In venta \JU 111 Librería 00- 10mLiaua, á $ 6-:10 el ~jem¡¡lar eu r{¡¡¡tica y $ 7-50 tlU lUcuia pa~ta liua. Para fllera de 13,'g"tü, libre de porte, $ 7 y 8, re~pec­tiVIHlleute. D",j~nse los pedidos á Camaeho Rol· dún & '1'& ID ayo. Bogotá. r ,' NuTICIAS I-llsTf!IUALE3 de 11\8 Con­qui. tRs dI! TierrR Firme, por Fray Pe­' oro Suuóu, uuica edicíoll que hay en el ,mundo, pues se ha heoho sobre 108 ori­ginales qlle ~xi8teu en la Bibliuteca N.ciOl,al. Ó \'olúmenes, $ 20. . lmprcut8 dIO Mt!dlll'do l{ívas. Dlvaasos SBÑOHES ABOGADOS En EL DI,,­," 10 l'ublicHllluH, muy bara~o, lua edic­tus ~IllpIHzatoriuH, 10d aviSOd de remate, cel't,fi~.duti de coro ¡¡ufilas, etC. etc., ha_ déudollos CIIl'gO, cuanto tuertl neousario, de la edición de Jos Cllrtdtls, de hllcedos fijaren lugares púulicUll y de U .. var al Juz_ gado l'eS~ecLjv", cun las anotaoiones le • . gales, 108 ejemplares que debull fljarse en la SccJ'etarfa y Bgregar.e al expellltlu te. ANUNCIADvRES El Dim-io es el Ulejor órga­no para HIJUlICios, debido ~ su grall circulllcil1.u y á 10 reduci. du de su tarifa. , IMl'l{]);~TA nI; MEDAIWUllIVA!L. ----------------------~----------------------~------------------------------------------------------------------------ FROILAN GONZALEZ continúa ejel'ciendo su profesión de Aboiado.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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El Diario - N. 24

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Blanca Uribe, piano (Colombia) y Harold Martina, piano (Paises bajos)

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Dúo Ganev, piano a cuatro manos (Bulgaria)

Por: Dúo Ganev - Piano a cuatro manos (Bulgaria) | Fecha: 10/04/1985

Concierto interpretado por el Dúo Ganev. Fueron alumnos del famosísimo maestro Henrych Neuhaus, el profesor de Richter, Gilels, Sack, Fremi y muchos otros destacados pianistas de nuestro tiempo. Después de su graduación en el Conservatorio de Moscú, el Dúo Ganev regresó a Sofía y enseñaron allí por más de veinte años en el Conservatorio de Bulgaria; y sus estudiantes han ganado más de cuarenta premios, así como también ellos, en concursos nacionales e internacionales. En un principio Julia y Konstantin Ganev iniciaron su actividad de conciertos separadamente y. hacia 1960 se estabilizó como dúo de piano.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Cuarteto de Francia, cuerteto con piano (Francia)

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Janos Starker, violonchelo (Hungría)

Por: Janos - Violonchelo (Hungría) Starker | Fecha: 24/05/1972

Concierto interpretado por el chelista Janos Starker, en compañía del pianista Harold Martina. Starker ha sido aclamado como uno de los más grandes violoncelistas de nuestro tiempo. Nació en Budapest (Hungría), se recibió en la Academia Franz Liszt de esa ciudad y llegó a ser primer violoncelista de las orquestas de la Opera y Filarmónica de Budapest. Abandonó Hungría en 1946, ofreció conciertos en Europa durante dos años y se radicó en los Estados Unidos en 1948.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Rudolf Firkusny, piano (República Checa)

Por: Rudolf - Piano (República Checa) Firkusny | Fecha: 15/07/1981

Concierto interpretado por el pianista Rudolf Firkusny. Firkusny desde hace tiempo está considerado como uno de los más grandes pianistas de su generación. Su elegancia musical ha establecido un modelo en el repertorio clásico, y su técnica brillante y sensibilidad han hecho de él un buscado intérprete de la música romántica en todo el mundo. También es un¡¡ destacada autoridad mundial de la música checa y el intérprete por excelencia de las obras de Janacek, Dvorak, Smetana y Martinu, muchas de cuyas obras ha llevado al disco
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Imagen de apoyo de  Landon Youg, piano (Estados Unidos)

Landon Youg, piano (Estados Unidos)

Por: Landon - Piano (Estados Unidos) Youg | Fecha: 05/08/1966

Concierto interpretado por el pianista Landon Young. El nombre del pianista Landon Young es ampliamente conocido en los Estados Unidos y Europa. Sus debuts en Nueva York, Washington D. C., y Seattle, así como una larga gira europea, durante la temporada de 1963-1964, han sido un éxito triunfal. Young ha alcanzado reputación envidiable por sus recitales de música de cámara. Landon Young se formó con honores en Harvard y en el Conservatorio New England, graduándose al fin en la Columbia University. Ha sido alumno de los destacados pianistas Leonard Shure~ Lucille Monaghan y Edit Oppens. En 1959 obtuvo la codicia, da beca ALfred Hertz Memorial Fello-¿vship, otorgada por la Universidad de California.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Programas de mano
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Imagen de apoyo de  Renzo Buja, órgano (Italia)

Renzo Buja, órgano (Italia)

Por: Renzo - Órgano (Italia) Buja | Fecha: 22/08/1899

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA ~ CARVAJAL & ESGUERRA únicos agentes de la REVIST.Á. Ir.Jus­TRADA en Zipaquirá,' continúan en el ejercicio de la profesi6n de Abogados. Su oficina está situada en la plaza principa], acera Sur, /número 7 4. Dirección telegráfica: '~VOCERO.'' J I}..IÉNF:Z & c.:~ ( A~ustín A. :fiméncz-Jztatt B. Ba­ ·.,rios). Ahogados, Agentes y Comisionistas, Bogotá­C... olombia. Carrera 6.a, número 322. Dirección telegráfica: J 1M JCNEZOO. PIANOS de las fábricas más acreditadas y de distintos modelos y precios, importa permanentemente Gu­mersindo Perea, profesor de piano. Precios más bajos que los del comercio y con facilidad para el pago. Calle 12, N.0 206. Arriba del Pasaje Hen1ánde.z. 2-1 ~...._..... LA oficina de empaques de Antonio M.a Moreno se encarga de enfardelar mercancías, café y caucho. Transporta de Bogotá hasta Barranquilla. toda carga de frutos de exportación. DESPACHO: CALLE DEL ROSARJO 'UMEHO 82. PILDORAS A~ 1 DINAS Las píldoras andinas curan con seguridad la · fiebres cr,ónicas, e] crecimiento del bazo, la anetnia y todos los fenómenos del paludismo crónico ad­quirido en los lugares donde reinan las fiebres in­termitentes. Valor de. un fra co, . 1-20; por doce­J1as á 10. PIDANSE A CAMAOHO ROLDAN & TAMAYO. 4-2 Tbe London &. Bo[otá Trading c.0 Ltd., Sucesores dB Ricardo Jaramillo & Hermanos ' . ofrecen á usted el tnejor surtido de paños, introducidos directamente de las n1ejores fábricas in~lesas. Ropa hecha y todo artículo para hombres. COMPAREN SE NUESTROS PRECIOS ,...,...,;..-.,....,...__..,.._,~"""'"·r...-~~~ ,._ w wr--·-·.-""'.- ~,;--.-w~..,....,....._.............,. ... ~~-....- COMPARI"A OOL.OMBIANA DE.... TRANSPORTES U¡. Co~pa -í e pacha con regularidad sus vapores de BarranguiJia para La Dorada en los días 3, 6, 9, 12, 15, 18, 21, 24, 27 y 30 oe cada 1net1, y además hace despachos extraordinarios cuando las necesidad~s del tráfico lo exigen. Con estos despachos, que están en combinación con los arribos de vapores tnarí­timos á Puerto Colombia, ni los pasajeros ni la carga sufren demoras. En cuanto al servicio paa·a pasajeros se garantiza el mayor esmero y buen tr·ato. Es indudable que la cerveza n1ás tónica en la.~ comidas es la de la ~-Cf' 1t ~~ -Jt ~~ it La botella que no ~Q.Al ~~,A&-...3W'-~ quete es falsificada lleve- ti­c, -3 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA AÑO 1--VOLUMEN I AGOSTO 22 DE 1899 NÚMERO IS -~-)-)oOo(~- Dr. MANUEL PLATA AZUERO - -o-- EL día 23 del pasado mes falleció en \ illeta el dis­tinguido médico dodor MAN EL PLATA AzuERO á la edad de setenta y un años. PLA.TA AzuERO nació en la antigua provincia del Socorro, hoy centro del departamento de San­tander, en r828. Su fa­milia, de origen español, se había avecindado en varias poblaciones del Norte de la República desde principios del siglo XVIII. A ella pertenecie­ron varios de los com u­neros que iniciaron en . 1781 la emancipación política de Colombia; de ella fueron miembros los mártires de la Revvlu­ción D. Isidro Plata, D. Emigdio Benítez Plata y D. Mignel Gómez Plata, fusilados. por los españo­les en r8r6; la heroína­mártir doña Antonia Santos Plata, sacrificada en la plaza del Socorro por orden de Sámano, en r8r9, y los próceres \ i­cente y Juan Nepomn­ceno Azuero Plata y Die­go Fernández G ó m e z Plata, ilustres ser\'idores en la revolución de b Independencia. Un Obis­po de Antioquia, el doc­tor Juan {le la Cruz Gó. mez Plata, el ilustrado Presbítero Pedro Anto­nio Ve g.1 Plata, y el ilus­tre ciud.tdano doctor José María Plata, de excepcio­nales talento~, por todos recono ·ido.:>, tenían s::ll1- gre de esta ilustre fami­lia de patricios. Medicina y de Catedrático suplente. Dedicóse al ejerci­cio de su profesión en diversas ciudades rlel Norte de la República, especialmente en la ya próspera Bucara­manga, y allí prestó servicios civiles onerosos, desempe­ñando el cargo de Jefe político; luégo fue¡ elegido PLATA Az EHO cur­só Literatura y Medicina en el antiguq Colegio N a­cional de San Bartolomé, ajustándose á lo prescri­to en el rígido plan de estudios, dictado por el doctor Mariano O pina, y oht11vo título de Doctor en la última de ]as Facul­tadesnc;> mbradas,en 1845, AJANUEL PLATA AZUERO conced1do por la Universidad Central de Bogotá, plan­t~ l q~~ gozó de merecida nombradía por su sabia orga­mzaciOn y en el cual ocupó el joven -médico los honorí­ficos cargos de Secretario del Consejo de la Escuela de + 23 DE JULIO D~ 1899. miembro de la Cámara de Provincia y nombrado Go­bernador de la provincia de Soto, alto destino en el cual coadyuvó, como todos los hombres distinguidos del país, á derrocar el Gobierno dictatorial del General Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA José María Melo, en los últimos meses de 1854. Ade­más prestó servicios de cirujano de ejército, en el del Norte, comandado por el General Tomás C. de Mas­quera ·, quien elogió la conducta del Magistrado-médico en la historia de esa campaña, que intituló Resumen his­tórico. Terminada la guerra civil partió PLATA AzuERO para Europa con el fin de perfeccionar sus conocimientos científico ; por varios años oyó en París lecciones de las celebridaaes médicas de esa época, entre las cuales so­bres~ tlían Bouillaud, Ricord, Harcly, Cazcnave, Velpeau, Nelaton, Trous eaux y Vulpian, y por su aplicación y sus talentos mereció distinciones de los profesores Civial y Wecker. E tablecióse PLATA Az 'ERO en la comercial ciudad de Cúcuta, en J 857; pronto adquirió reputación de ilus­trado médico y hábil cimjano, á la ez que alcanzó po­pularidad suficiente para ser elegido, en su carácter ele miembro connotado del Partido Liberal, Diputado á la primera Asamble~ Legi. lativa del E. taclo de .. autancler. Hizo secrundo iaje á Europa, en 186:;, donde con­currió á las clínicas de las graneles ciudades del Viejo Continente. Al volver á la 'patria, ocupó puesto 'en la Cámara de Representantes de 1 67, y n ella se di. tin­guió como orador como en tu. iasta opo i ·inni~ta de la Admini. tt·ación ue presidía el ,.eneral l\1osqncra, la cual había establecido lucha con el Poder Legislativo. Prestó entonces ef cloclor LATA \z · ElW serYicio de incalculable valor á la Instrucción pública se uncia­ría, al presentar el proyecto de ley que cr aba la Uni­versidad Nacional de Colombia y al contribuír con u luces á la Redacción de los Estatutos de este célebre plantel, que alcanzó bien pronto justo renombre y en 1 cual se han formado abogados, médicos, naturalista , ingenieros y literatos que han sido y son legítimo orgu­llo de la patria. Residió después en Cúcuta hasta I 7 r, año en que volvió á la capital investido con el carácter de Senador del Estado de Santander. Aceptó entonces el cargo de profesor de Clínica y luégo el de pr0fesor de Terapéutica, y en ellos se distinguió por su genio observador y por el espíritu filosófico que presidía sus investigaciones científicas. Dueño de sí mi mo en la frecuentes é inesperadas complicaciones de las grandes operaciones, dejo siempre bien sentada su reputación de hábil cirujano. Con numerosa clientela civil; querido de los estu­diantes de medicina y estimado por ·us compañeros de profesorado; jefe de las consultas gratuitas del Hospital de Caridad; miembro de las Juntas Central ele anidad y de Beneficencia; Inspector general de los Hospitales militares de la República (1876-77); Rector de la Uni­versidad Nacional; Presidente del Consejo Académico -Corporación encargada de la suprema dirección de la Instrucción pública del país¡-favorecido por la suer­te con abundantes bienes de fortuna, y ocupando alta posición social, gozó el doctor PLATA. AzuERO por al­gunos años del premio debido á su claro talento, á su ilustración vasta, á su amor al progreso, á su falta de egoísmo y á su conducta intachable como ciudadano y como jefe de familia. Miembro de la antigua Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogotá, de la cual fue uno de los fundadores, y de la Academia Nacional de Medicina, ocupó varias veces en ellas el sillón de Presidente, nue­vo y merecido premio de sus indiscutibles méritos. Desde 1852 esct·ibió el doctor PLATA Az ERO, en París, un trabajo sobre Ptofilaxia de la elefancia, y una Memotia sobre la úlcera simple del estómaoo; luégo sus discípulos dieron á la prensa algunas Obsetvaciones clí­nicas, redactadas por él en los servicios del H os pita! de San Juan de Dios de Bogotá; en periódico científicos se imprimieron sus discursos académicos pronunciados en sesiones solemne5 de la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales y de la Universidad Nacional, y como la mejor presea de su labor científico-literaria publicó en 1890 un Ttalado de Terapéutica aplicada, ge­neral y especial, con el arte de recelar y el de jorrnular, la Mate1ia médica, la Tetapia infantil y la Clínica terapéu­tica, aplicable especialmente á los climas ttopicales, obra que por su extensión y originalidad es de positiva uti­lidad y que bastaría á salvar del olvido el nombre de su autor. PLATA AzuERO cumplió con "la misión del mé­dico en la sociedad, que es tan noble c.omo simpática. El combate diario con el dolor, la propia vida expuesta momento por momento con el fin de salvar la ajena, su coble carácter que prodiga remedios para el cuerpo y consuelos para el espíritu, la transformación súbita de un ér extraño en compañero, amiao y hermano, todo esto es grande, es bello, es interesante y atrae irresi:;ti­hlemente á los caracteres generosos." Los últimos años de la ida del connotado político é ilu. tre médico fue­ron de~graciados: perdida su fortuna en l "·ai\·én de lo negocios y desolado su hogar p0r la muerte prema­tura de do matronas, que fueron e. cogida. ror él para compañeras de su existencia, y por la de su primogé­nito; y agobiado por la edad y por un:1 afección orgá­nica del corazón, acabó u días lejos de su familia y ele sus amigos, en el mismo Jug:1r donde la había termina­do pocos lustros ante. , en J R73, otro insigne mécli o, el doctor Antonio Varcra Rey 'S, mae~tro y amigo personal y político d 1 doctor PLATA ¡\zt' ERO, de cuyos labios aprendió esta máxima, qPe ttpo practic;:tr: ' o sola­mente debe el hombre no haéer mal; para cumplir su mi ión en la tierra está obligado á hacer el bien., PEDRO M. IBÁÑEZ. Bogotá, Agosto de 1899. CONCURSO AGRICOLA P RE ENTA.Mos á nuestros lectores algunos de los tipos del Concursn agrícola que tuvo lugar en la capital con motivo del 20 de Julio. No habiendo podido obtener fotografías de impor­tantes envíos de varios expositore., nos hemos circuns­crito á la hacienda de El C01 so, propiedad de D. Manuel Antonio Angel é Hijos, situada en la Sabana de Bogotá. N os ha movido, además, á dar preferencia á esta parte del mencionado Concurso, la circunstancia espe­cial de constituír aquella hacienda una finca rural mo­delo, en la que no se han limitado sus propietarios al fomento de tal ó cual raza en especial ó al cultivo em­pírico de la tierra, sino que, presidido por riguroso mé­todo científico, se propende allí á la mejora de las dis­tintas razas: la ganadería, los caballos, los asnos, y en general todos los animales que mayor utilidad prestan al hombre, son criados con inteligente atención en aque­lla quinta modelo. N o se economiza en abonos, se hacen observacio­nes meteorológicas, las irrigaciones y aven.amiento son obra de la observación y no del acaso. Gracias á este sistema, los propietarios de la ha­cienda de El Cotso, además de ver realizado el sueño bí­blico de las gruesas espigas y de las vacas gordas, pres­tan extraordinario ser icio á nuestra incipiente agricul­tura con el mejoramiento de las razas y con el ejemplo de los resultados que se pueden alcanzar con la sustitu­ción de la bárbara rutina á los métodos científicos. En el próximo número nos ocuparemos de las otras ecciones de la Exposición y especialmente de la de Bellas Artes. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA 229 LA HEROINA DE SANJUANITO (TULUÁ1 AGOSTO DE 1819) Para la REytsTA ILusTRADA · ERA el :-tño de 1819. El cañón de Boyacá repercutía por todos los ámbitos de América anunciando la libertad de la Nueva Granada é infundiendo terror pá­nico en los defensores de b cau a del Rey. El Cauca, que durante tres años largos había sido víctima de las crueldades de Calzada, Warleta, Valdés, Tolrá, Delgado, Mu­ñoz, y otros realistas no menos despia­dados, recibió la noticia de la espléndida victoria como escucharía Lázaro el "le­vántate" del Divino Maestro. Rolclanillo fue la segunda población del valle en qne se supo el desastre de Barreiro y la fuga prcci pit:-tda del san­g11inario S:ím:-tno. A la sazón estaba allí una mnjer de edad madura, natural y vecina del Pescador, que había ido en solicitud de algunas cosa necesarias p:1ra su familia. El reLLto de lo acaecido la llena de entusiasmo, y olvidando sus qt,ehaceres monta en su cuartago y vuel.L á llevar tan grata nueva al General J na­quín Ricaurte, que se halhba oculto en los bosques riberanos del Cauca, adonde había venido fugitivo desde los llanos ele Casanare, desesperanzado del triunfo de los republicanos (1) . -"Mi General, ya semos libres," es el saludo que le da, y sin esperar contes­tación le r fiere lo que ha oído. Alborozado y fuera de sí el viejo li-te, dos gruesas lágrimas ruedan por sus mejillas y exha­la del fondo de su pecho un suspiro prolongado. ¿Qué pasa en el ánimo del patriota? -Y no haber estado yo allá! ¿Para qué me-vendría? exclama con el más hondo pesar. E stas frases revelan que era presa de encontradas emociones: el placer de ver libre la patria, el arrepen­timiento de haber abandonado sus banderas, y el dolor de no haber compartido de las glorias del triunfo con FA t.' T (2.• p remio en la Exposición de 1899) diador abraza á la oficiosa mensajera, y la interroga de mil modos como un juez hábil que indaga para descubrir la ver­dad. Convencido de que el hecho es indudable, y vuelto de su primer trans­porte, una nube de tristeza cubre sufren- Toro cd01·ado de raza JJurham pura &angre. CriaclO'rU v prqpietarios, M. Antonio Angel é Ilijos (hacienda rie El Corso). Padre, Rederick Raud01n 56.4! 1, introducido al país M.'\.STODONTE (Primet· premio en la Expo~ición de 1899). por /()8 seño1·es Ignacio inWn de la Torre. Jiadre, Duquesa de Tequenda-ma, hija dtl toro tm· of Cromwell 50.511., intro·lucido al país por el señor Ruperto R trepo 8. , 11 de la vaca Lady Louisa's Duchers 15, introducida por los señores Ignacio &; imón de la Ton·e. sus antiguos camaradas. ¡Inflexibilidad de las leyes morales 1 ¿Qué castigo más duro para un hombre de honor? Comprendiendo la aldeana la causa de esas lágrimas, le dice: -A l~,s arm:1s, General, que aquí tamié.n hay enemigos de la patria. -Pero d ónde están esa armas? ¿Cómo salgo sin exponerme á qlle me prendan? -Deje su mercé e o á mi cuidao. Aquí volveré cuando esté todo listo. Y con un "adiós, cuente conmigo," con­cluye el diálogo y parte á galope en busca de los más diligentes y decididos patriotas de e ;os con tornos. -¡Viva la libe1Lá ! ¡Viva la patria! ¡Viva el General Bolívar! gritaba al verlos; lo que dio moti\·o para que algunos la tuviesen por loca y otros temblasen al oír tan imprudente grito. Los postas empezaron á cruzarse en todas direcciones; tres días después estaba en agitación todo el alle, y por dondequiera se veían partidas armadas. El Gobernador Domínguez, que se hallaba entonces en Buga, temeroso de la actitud hostil de los pueblos, resolvió trasladar e á Popayán con ochenta hombres que pudo armar, y pereció con todos Caballo de 1·aza percherona, pura angre, nacido en ta hacienda de El Corso y cri&do por M. Antonio Angel é Hijos. ellos en El Guanábano á manos de una gue­rrilla de cuatrocientos soldados, comandada por el Teniente Coronel Alvarez. (1) Ricaurte tenía parientes en Roldanillo ;. esto nos explica por qu~ escogi >el Cauca para refugiarse. Entretaoto, el General Ricaurte reunió los pronunciados y estableció su cuartel general en Tu­luá. Allí ordenó que se presentase todo hombre capaz Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 230 REVISTA ILUSTRADA de llevar armas y se pusiese á la disposición del jefe cuan­to pudiera servir ó hacerse servible para un combate. E!l esa población, cuna del General Prías ( r), aque­lla muJer, alma del pronunciamiento, fue la providencia del ejército patriota: por todas partes buscaba vituallas para los soldados y armas para los defensores de la li- DIANA (Primer premio en la Expo8ictlm cte 1899). sición donde poder resistir á fuerzas superiores, inuti­lizando la caballería patriota, se trasladó á la hacien­da de Sanjuanito, pertenL;ciente entonces al doctor Fran­ciscoVarela, y situada al occidente de la ciudad de Tuluá. Cuando la vanguardi:t de las tropas repubJicanas ocupó esta plaza, había en ella algunos oficiales realis-tas, los que á los gritos de ¡viva la liber­tad ! ¡viva la América libre! huyeron des­pavoridos. Jinetes bien montados los per­siguieron tenazmente hasta las inmedia­ciones del campamento de Hodríguez. El desgraciado Capitán Pancho, que era el mt:jor oficial del ejército Cnl'migo, . fu~ enlazado á b eloz carrera y arrastrado inhumanamente por las calles, acto de crueldad apenas disculpable por la guerra á muerte que el jefe realista había jurado á los patriotas del valle. De paso pam el campo de batalla, nuestra heroína se c sin restri cciones á ]as ideas del ar­quit cto. No qu remos terminar e te breve juicio sin manife tar on franqueza que e de sentirse qne en la construc ión no se respetara la idea del arquitecto. Sin duda la cornisa corintia con sus bien acusado modillones tiene mayor ma­jestad que la dibuj ada en el plano primitivo, pero esto no nos compensa las bellas consolas del balcón clel plano ¿e Santamaría, que fueron reemplazadas por aquella horrorosa dentadura metálica de pesebrera, que rompe la armonía de la hchada, no menos que aquellos mezqui­nos mascstenerse de ejecutar este apéndice, ó por lo menos ha de bid o armonizado con la bella lumbrera que, coronada con un frontón Médi­cis, termina ele tan agradable manera esta parte de la fachada. El dibujo que publica hoy la REVISTA es copiado del original del arquitecto Santamaría¡ él permitirá al lector juzgar de Jos conceptos· propiedad de loa aeñ<>re8 Lw S. Kopp &; O. o Gornpue8ta pot• el arqu~tfcto señor Mariano Santamaría. anteriores. De todos modos, el Bazar Veracruz marca época en las transformaciones de la an­tigua Santafé y acusa en sus grandes línet:..s el ble almacén, y no está lejos el clía en que la estrecha ventana de barrotes que nos recuerda los serrallos tur­cos, desaparezca .para ir á juntarse en el dominio de las tradiciones olvidadas, con el portón de piedra enzurro­nada y el cuarto de San Alejo, que el santafereño ele hace treinta años consideraba como irreemplazables. Entre los edificios más notables de este nuevo pe­ríodo podemos citar la fachada del Bazar V eracruz, de­bida al arquitecto Santamaría (D. Mariano), la que mar­ca de manera decisiva la transición entre el antiguo y talento de un arquitecto. Cuánta diferencia con otros edificios en que la pobreza de imaginación y de cultura intelectual del maesl1o intenta disimularse con el recargo de ornamentaciones falsas y costosas, verdíl­deras c.aricaturas esculturales, por el estilo de aquellas que ornamentan cierta casa de la carrera s.a, de la cual nos parece ver salir á cada instante los siete elefantes blancos del rey ele Siam. PICK WITT. ---)(0)~ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA 233 EL PREMIO DEL SALON DE PARIS JOYEUX ÉBATX (RETOZOS) CUADRO DE P . CHABA Q, 11: OBTUV gL PUE ~li O DE L • L O... DE PARfS EN EL PRE SE .... TE A ~O. -~- L os periódicos ilustrados de · París han traído copia de un cuadro que figuró en el Sa­lón del presente¡ año bajo el tí­tulo de Joycu;t· Ebats (Retozos), presentado por el artista fran­cés P. Chabas. El Joutnal des A1ltstes, de fecha 1 r de Junio, nos informa que aquella pintura mereció el premio del Salón por 33 votos entre 44 votantes que consti­tuían el J ur·ado, Y. que el Go­bierno francés la compró con destino al Museo de Luxem-burgo. · Esta noticia, que para el público tiene el carácter de un hecho diverso, de aquellos que apenas retienen la atención un momentc, reviste ¡-:ara nosotros un carácter especial, pues se refiere á un amigo con quiten mantuvim0 íntima amistad en la Academia de Pintura Julián, semillero de artistas eminenteg. A aguel centro artístico, el más retinado de París, con­curren los pintores y esculto­res de todo el mundo que de­sean perfeccionar sus estudios, y la juventud francesa que no . quiere someterse á la enseñan­za rutinaria y empapada en los con encionalismos y rancias tradiciones de la Es­cuela Nacional de Bellas Artes Ingleses, ruso , australianos, japone es, chinos, ar­gentinos, no hay pueblo del mundo, se puede asegurar, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 234 REVISTA ILUSTRADA que no tenga algún representante en aquellos talleres, adonde van á estudiar el desnudo y la campo ición, guiados por eminentes maestros. Pero el provecho mayor para· el estudiante en aquel cenáculo, es el resultado de las acaloradas críticas y dis­cusiones que se libran entre los alumnos, la mayor parte de ellos maestros en sus respectivos centros, sobre toda clase ele asuntos, y especialmente sobre estética. Aquellos torneos del arte por el arte, alejan ó aproximan naturalmente las alma en el campo cte las ideas y de las aspiraciones. En tal m~clio tan intransigente como lurninoso se destacaba y se imponía el talento ele Chabas, casi adolescente entonc .... s. Era respetado hasta por los más mordaces, y uno ele los maestros, el impecable Bou­guereau, el mortal menos pródigo en elogios, lo consi­deraba corno á una de las más bellas esperanzas del arte francés. L~rgos años han pasado desde aquel entonces, dn­rante los cuales hemos aguardado siempre con ansiedad Jos periódicos del Exterior con la fe ciega de qne algún día ellos habrían ele informarnos de que nuestro amigo ocupaba en el mundo del arte tan prominente pue to como el que ocupara en la Academia J ulián, y sólo veía­mos con sorpresa surgir otros condi6CÍpulos inferiores, entretanto que Chahas apenas conservaba pne to de simple soldado en las filas en que pintores que habían comenzado con menos empuje alcanzaban ya altos grados. Hemos visto ya tantas esperanza~ malogradas! y es sabido que entre los intelectuale , especialmente, ocurren fenómeno psíquico que tronchan en Oor á ge~ nios como Maupa sant. No impunemente se arrancan á los nervios intensas vibraciones. En uno de estos días negros en que descorílzonaclos con el espectáculo maleante del cotidiano festín ele todo lo que constituye la fuerza y el honor de un país, registr{thamos la prensa extranjera, tu irnos la emoción -:-una de las más profundas y gratas que hayamos ex­perimentado en la vida-de ver entrar á nue tro queri­do condiscípulo al Luxemburgo á los treinta y seis años de edad, á oc u par puesto al lado de los Maestros que el genio francés señala al mundo como norma y como ejemplo en la ardua carrera del arte. · Buscámos en nuestros cartones varios croquis que como precioso recuerdo conservamos de nuestro amigo y entre ellos los estudios preliminares de~ desnudo que hizo para su primer cuadro, aquellos de que un artista muy rara vez se desprende, los que nos obsequió co1 expresivas dedicatorias. Desgraciadamente esos dibujos no pueden ser pu­blicados en esta ciudad, por la circunstancia que de­jamos apuntada, con excepción de un estudio de plie­gues que aparecerá en otro número. El día en que tras de una permanencia de varios años dejámos á París, después de un almuerzo ele eles­pedida, trazó Chabas rápidamente el croquis que hoy publicamos al saludar desde estas apartadas regiones del globo al artista y al amigo que ha merecido el raro privilegio de recibir en plena juventud el ósculo de la gloria. P. c. M. --~(0)~-- HIMNO NACIONAL ;puEDE llamarse así, como el mote lo reza, la bella v Marcha triunfal del Maestro Sindici, con que hoy engalanamos nuestras columnas? Esta pregunta for­zosamente sugiere otra: ¿Q 1é requisitos se requieren para que una marcha triunfal cualquiera sea el himno de una nación, el canto coral, que simbolice sus due­los y sus alegrías en la vida interior, aque.l que sintetice el recuerdo de la patria cuando, ausentes en el exterior, no podamos ver sus queridos horizontes? Para que eso suceda es necesario, dicen algunos, que tal himno sea adoptado por medio ele una ley pro­mulgada por el Congreso. De esta maRera su ejecución será obligatoria en todos los actos oficiales que requie­ran música, y en las Cortes extranjeras habrá Ltn saludo musical obligatorio, toda vez que la etiqneta · internacio­nal así lo exija. EL MAESTRO ORESTE SINDICI Frof~r de Míuica y de (Janto en uta capital durante 37 años; autor de la Marcka Triunfal reconocida gene1·almeate como Htmrw Nacional. No carece de peso tal observación. Las relaciones diplomáticas, prescindiencb de las de la Yida interior de un pueblo, imponen la necesidad eJe un saludo mu­sical. Desde ese punto de vista los gobiernos pueden y deben imponer á sus funcionarios lo que ellos crean más conveniente en el sentido que dejamos expresado. Pero no basta. para que una pieza sea la marcha triunfal de un país el que· un Congreso así lo declare¡ se requiere, principalmente, que antes de un acto ofi­cial la costumbre la haya sancionado. Para que esto suceda, es necesario que alguien tome la iniciativa en componer y vulgarizar piezas patrióticas¡ la 'l10X populi es­cogerá y entonará la que síntetice mejor sus aspiraciones. Para contribuír á este resultado engalanamos hoy nuestras columnas con la hermosa Marcha triunfal del Maestro Sindici, acogida ya por muchos como himno nacional. La oímos cantar el 20 de Julio en la plaza de Bolí­var á un coro de mil quinientos alumnos ele las escuelas públicas de Bogotá, y nos pareció que ella tiene todos los requisitos que una obra de esta naturaleza debe reu­nir para hacerse popular. Movimiento, sencillez, notas que van derecho al alma y continúan vibrando en el recuerdo, forman los rasgos característicos ele la Marcha triunfal de Sinclici. Aprovechamos esta oportunidad para felicitar al señor D. Enrique Argáez, actual Secretario de Instruc- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. MARCHA TRIUNFAL GENERALMENTE ACEPTADA COMO HIMNO NACIONAL COLOMBIANO Letra de R. NU:f'tEZ M.úsica del Maestro SIN DICI §is-- -- r-~-~ ----1.===- --~ l ~~- - 1§ -¡s---- 111111"1~===1-----,-·13--=+-~~~---i~-_,~=t=j_.:_ ~~~~~==~ ---l--:-n---1----i- ---,------i~- .----'-·-·--,--~--~-~ ---~- -==~-·- ~·- ~~ - ~- ~- ---,-.--¡:: ---1---l---l- -~- ---j-- - · - · - · Temno di - · - · - · - · - - · - - · 1!- - - . - 1 - _. • -_.-·-_. _. -~--=--~--~·-51-----_:-- 1 • - • - • - • - -- - • - • - •-~- • - . - . - . - . - . - mareta , • • • • '71! • ~ _ _ , t ~ ! r= l ·l 1: ••••• l~-~~--~~--~~'-1==~~~ •===~==;;=~;;=~========!=-=:=:=:=:=:~-3 E2::._0_=!· '! . ~~~~ ~r ~ - -· ~ ~=IHJ~I~I:I:I=i=Í~í~l_. r::·-:=~= ~-~-J ----- CORO F -_---_--1---·-I - -------===--=f __-~ -~--~fj_==~---.,=.J -_~,-.=,.-~ I---~---•1•-•-·-·~-,M. · --·~ 11. 1 (1111 glo l'ia innwe-¡c~ L:¡t--· -l!li;-~_:_f-l===:¡-El L" . I -;.=--~I¡II'-fi.__,~~ ~ '~--- - -----------=-- 1~!..!.. --~ ---·-- 1 De rra ma las au ro ras f De su in-ven-m--blc luz La huma --ni---dad en- 1 ~ <' 1 ~ ~~~~ 1--¡ --.~--~=---J íf/1.-L-~:~~ 1 _J_+ E j-.. -~~~~-~~ ---1===:::::¡_ -~- t:-~-~a-- -~ --~-. Soldados sin coraza Ganaron la victoria, Porgue el iril aliento De escudo les irvi ó. Coro, etc. 6.a Estrofa. Bolívar cruza ·1 i\nclcs Que riegan dos Oceano ·; Espadas cual centellas Fulguran en Junín. Centauros indomable. Descienden á los llano , Y empieza á presentirse De la epopeya el fin. Coro, etc. ¡.a Estrofa. La trompa victf1riQsa En A)acu ho truena¡ Que en cada triunfo· rece Su formidable són. En su expansiyo empuje La libertad se e trena, Del cielo americano, Haciendo un pabellón. Coro, etc. 8.3 Esi1ofa. La Virgen sus cabellos Arranca en agonía, Y ele su amor v'iuda, Los cuelg(l del cipré Lamenta su esperanza Que cubre losa fría, Pero glorioso orgullo Circunda su alba tez. Coro, etc. 9·a Estrofa La patria así se forma Termópilas brotando; Constelación de cíclopes Su noche iluminó. La flor estreme 'ida, Mortal el viento hallando, Debajo los ]am·eles· Seguridad buscó. Coro, ele. 10.3 E !roja. Mas no es completa gloria Vencer en la batalla, Que al brazo que combate Lo anima la v rdad. La independencia sola El gran clamor no acalla; Si el sol alumbra á todos, Justicia es libertad. C01 o, etc. II.a Estrofa. Del hombre los derechos Nariño predicando El alma de la lucha Profético enseñó. Ricaurte en San Mateo, En á tomos volando, "Deber antes que vida," Con llamas escribió. Cmo, etc. ción pública del Departamento, por haber restablecido ]a patriótic:l tradición ele hacer tomar parte activa á las escuelas del Municipio en la celebración del aniversa­rio de la 1 ndependencia nacionaL E así, por medio ele estos actos colectivos de los hijos del pueblo, como se les va inculcando el amor á la patria. Nada es capaz de despertar emociones tan nobles y profundas ·como la música. Para los niños que el 20 de Julio entonaron aquel himno patriótico al pie de la estatua del Liberta­dor, esa canción irá creciendo en hermosura á medida que la edad vaya colocándola entre los recuerdos de la juventud con panderas tricolores, festones y guirnaldas, cañonazos, mú ica , fuegos artificiales y la cabeza sa­grada del gran Camilo Torres, pálida y sangrienta, en­tre una jaula de hierro . . . Alegan algunos contra la adopción de esta marcha como himno nacional el ser su autor musical de distinta nacionalidad á la nuéstra y haber ocupado el poeta pa­pel militante en la borrascosa política colombiana. Es característico de la obra de arte despertar al­gún recuerdo ó alguna aspiración. La aspiración en el himno de Sindici la de piertan sus bellas notas marcia­les, que realzan la mediana poesía; el recuerdo lo irá formando el tiempo al deslizarse, los actos tristes ó pla­centeros de cada ciudadano, que sumados forman la vida nacional. Para nosotros la obra de arte no tiene fronteras, ni partido. La belleza es absoluta y superior á las pasiones antisociales de los círculos; y en el desarrollo de los pueblos es consolador observar cómo lvs hombres que en otros campos no han merecido la universal aprob - ción, cuando toman el pincel ó empuñan la Jira nunca han osado ensalzar sino agueJlo que constituye las más hermosas conquistas morales y políticas de la huma-· ni dad. El señor Oreste Sindici, inspirado compositor de este himno, hace treinta y siete años que reside en Co­lombia, consagrado á la enseñanza de la música y del canto. Modesto, inteligente, profundamente desintere­sado, y enamorado del país en donde fundó su hogar, podemos considerarlo como á un compatriota. En todo caso, su bella Marcha triunfal debe darle carta de ciu­dadano de Colombia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA E.V EL lllP 'DR0\10 DE LA GR lN SABAXA EL PRnlER CABALLERO QL'E FlG ' HA AL LADO ERECHO DEL LECTOR ES EL GE,'ERAL JOSÍ~ ~IARÍA R 'IZ. CARRERAS Y COCHES URBANOS DE todo tiempo y de;;cle que el mt:ndo es mundo, los juego hípicos en su. distintas arieclade. han sido grato especUtculo que ha llegado á constitufr una ele la principales cliversione. de los pueblos civilizados, para lo cual se an e tableciendo sitios á propósito para co­rrer, ya sea á caballo, á pie ó en coche y últimamente en bicicleta. Entre nosotro. era natural qt1e se d sarro­liara idéntica tendencia, y en efecto, desde hace años solían organizarse con motivo ele beneficencia ó ele los grandes día ele la patria, carreras de ::aballos en circos provisionales, ya en Chapinero ó ya en Puente Aranda; pero esto a í no se compadecía bien con nuestras aspira­ciones de gran ciudad, y entonces el Municipio provocó una licitación para construír en firme un Hipódromo con todos sus accesorios y ()djndicó en ella el contrato res­pectivo á los señores Cario· José Espinosa y Rafael Es­pinosa Guzmán. Estos señores cumplieron bien sus compromisos y hoy cuenta Bogotá con el Hipódromo más bello del mundo por la pintoresca situación en que está colocado y la hermosura del panorama que lo rodea á manera de grandioso circo cercado por la caprichosa cadena ele montañas andinas. Presidiendo las pic::tas en su lado oriental se levanta elegante tribuna que en día ele carrera ·emeja ideal jardín de fantá ticas flore. ; á la izquierda de ésta hay otra más pequeña y más modesta, pero que suele em­bellecerse también, y á su frente y á sus lados, limitando la pista , grupO.' ele árboles que rompen la artificial monotonía ele éstas y no ::.ólo :11 gran la \·ista , ino que cuando ocultan tra de ellos lo~ c~•lnllos n carrera, dan lugar á n:.1evas emociones por la i.h.:erticlnmbre con que se espera la reaparición d aquéllo . En La Magdalena nada falta como belleza natllral, que el hombre ha cuidado para mayor satisfacción, y si á esto se agregan nuestros cerros con sus mil variedades de paisajes y ele colores como fondo del cuadro, e ne­cesario advertir que e. tamos en un rincón privilegiado de la tierra y que bien hicieron los antiguos Zipas cuan­do escogieron para u recreo los entonces apartados si­tios que dominan Monserrate y Guadalupe. Hoy lo que fuera parte de Teusaquillo y Bacatá puede conside­rarse como el Longchamps ele la capital de Colombia. El primer impulso está, pues, dado, y sólo falta el e_ntu.siasta concurso de nuestra gente elegante para que stqlllera por el lado sportivo presente aspecto de gran ciudad esta Atenas, de que con tan poca razón nos en­vanecemos. A amenizar el espectáculo en que venimos ocupán­donos y ponerlo al alcance de m"yor número de perso­nas ha contribnído la empresa de carruajes urbanos que han organizado los señores Pedro y Francisco Plata y Emilio Cuervo M., los cuales, aunque inferiores en nú­mero á las necesidades de la población, han cambiado· Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA 239 su aspecto monótono, colmando además una de las ne­cesidades del hombre civilizado, cual es la de economi­zar tiempo y esfuerzo y procnrarse mayores comorlida­des por medio de la locomoción. Cesaron, pues, los desvencijados carruajes con postillón de jipa y zurriaga y de tarita invero­símil, compañeros de la ventana de barrotes y la puerta de piedra enzurronada de que habla el colaborador Pick Witt, en otra parte de esta REVISTA. Las victorias de la Compañía Urbana, con su postillón blanco y su joven y robusto caballo, producen una agradable impresión, de la cual, mejor que nuestras palabras, dan idea los graba­dos con que engalanamos estas columnas al dejar en ellas constancia de uno de los más serios ade­lantos de la cJ.pital, iniciado por bogotanos que, además ele su inteligencia y cultura, pertenecen á la alta sociedad, lo cual es prenda de que la nue­va empresa no decaerá, comü otras, sino que más bien se mantendrá, por lo menos, en el pie en que ha sido iniciada. R. -*~­EL ULTIMO ESCLAVO El deber com iste en amar lo qne uno e tmpon~ á i mLmo. GWl'HIC. EL retr:1to que figura en e. tas colnmn<1s es el de Aga­pito Gallego, 1 últimcc. cscla\·o, quien murió en u­maca el 6 de . bril pa ado, á la edad d · no\'enta y nnc,·e año , en toda la plenitud de sus . entidos é intelig ncia. AGAPITO GALLEGO (Et último uclavo), Hace largos años conocimos á Gallego como arren­datario de la hacienda de El Cuchato, trabajando en un trapiche de cañas, que vendió para seguir á Balunda á fundar una plantación de cafetos, de modo que á él y á Custodio Gracia, su ecino, debemos los semilleros ó .. almácigos que han servido para la mayor parte de las fincas establecidas en esta comarca del año de 74 para acá. En su plantío de Balunda llegó á r~coger cerca de trescientas cargas de café por año, y obtuvo allegar un capital bastante crecido para emprender en negocios varios. CARRL'AJE DE LA CO 1PA~IA RBAI'\A (Instantánea del seih•r Manuel B. S~:~ntamar5a). En el apogeo de ns riquezas, Gallego h:1blaba de las miserias á que lo había obligado stt condición innata de esclavo de la hacienda de La Puerta, señalándonos, con sus propias mano. , el sitio donde había na ido en Lo Aya/e , caserío que existía entre Las Tapias y San Antonio, á orillas del arroyo que pása por allí y que si­gue hacia el río Pmzches: esta comarca era para la ser-idumbre de la haciencla: las cabañas de Lo~ Ayates para la habitaciones de los esclavos; las faldas del llano de La Pue1fn, hasta el río, para el cultivo de granos, rmr cuenta de los esclavos, hasta cerca del camino que conduce ho á Chinauta y La Tapias, donde había una capilla para oficios r ligiosos, que era servida por el pá­rroco de Fusagasngá. Puede pues decirse que desde El P01 tóu, Las Tapia , Los Aya/es, por el riachuelo, hasta l ríoPanches, puente de Clú11auta y fila del llano ele La Pue1la, estaba entr gada á la domesticidad y servictum­hre, que pagaban su tributo de e cla os á la hacienda de La Puerta. En la iglesia que exi tía en Las Tapia fue bautizado Aaapito Gallego, y allí estm·o como bien in­mueble, perteneciendo á los diferei1tes dueños de esta finca, ha ta que 'in o la libertad de los esclavos, dada por el General López á mediados del siglo. Gallego con­ser ó toda u Y ida la gratitud más r rofunda hacia el Partido Liberal, por habet redimido su clase social y levantádola á la categoría de ciudadanos libres de· ]a Nación; pero de un modo tal, que creyó de su deber tomar parte en todas las guerras ci\ iles, como soldado decidido en 54, 6o y 76, en que militó á órdenes de jefes liberales¡ estuvo en el combate del N oville1 o, á los 76 años de edad: allí pelearon los fusaga!:ugueños el 9 de Febrero de 1877, á órdenes del General Franci. c0 de A. 11ogollón, contra las fuerzas del .JJ1ochuelo, que mandaba Ardila. Era Gallego un hombre alto, tallado en Hércules¡ fornido, de piel atezada¡ nariz chata, de ventanas redondas; labios gordos y espesos, siendo el inferior más saliente; cabello crespo, apretado y lanoso· barba prominente; mirada dulce y suave; y aunque d~ tipo atlético y africano, toda su persona indicaba bon­dad y hombría de bien; sus antecesores fueron los ne­gros bozales, que habían sido importados como esclavos, en el siglo pasado para el laboreo y explota ión de b minas y fundos. Ya en los últimos días de su \ida us bienes \'inie­ron á menos por la enta de sus plantíos y malos ne- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA godos, y lo vimos siempre invariable en su carácter, á pesar del cambio en su fortuna personal. Al ver la muer­te ya cercana - cansado de vivir, - sonreía placentero; no le causó pavor, sino que ansioso la esperaba, como una redención, á los noventa y nueve años, cuando ya los órganos se resistían á llenar sus funciones: murió, en LOS CARRUAJES DE LA CO:\.IPA:lA URB.\~A formados en las pesebrer t8 de Pr11ba anüa de salir por p1-imtra vez á la cr.UlP. el 20 de Julio. (Jn~tantánea dels i'iur Manuel B. Santamarfa). poco::; días de cama, de una enfermedad del corazón. omo una cnriosidaci apuntamo aquí el dato que nos dio del lugar en donde tuvo su casa de campo D. Jorge Tacleo Lozano, Marqués de an Jorge, cuando fne propietario de La Puerta, durante la guerra de la Inde­pendencia: dicho sitio se encuentra en el cerro de Ambilá, en el punto eu que lo cruza el camino que va de Pall­ches al Iguá, encima de Cltinauln. Allí fue donde edificó una quinta -olitaria y apacible, lejos del ruido del mun­do, por motivo=> de salud en algu­na persona de su familia. u esposa doña Tadea duerme en nue;-;tra igle­si. l pan oquial, en la nave dercch;1, deb:tjo cte una losa ele m:1rmol, qUé tiene esta inscripción en francé:--: A la mélfloi1c de 111a bien ailllée Tadea. Su cas:-t solarieg.1, en Fus~g L ·ug{t, estaba ccli11cada en el costado Norte de la plaza, en el lngar ocupado hoy por el Ayuntamiento. Hasta 1830 no . e conocían otros pasto· para criaderos que los natura­le::., que vienen después de los des­montes; en esa época, siendo dueño de La Puerta el señor ArJtonin Santa­maria, trajo la semilla ele pasto guinea, y lo cultivó, por primerJ. vez, en Sa­baneta, perteneciente hoy á la hacien­da de El Cu.charo. Consagramos aquí un recuerdo de gratitud al señor San-tamaría, quien cambió la faz de esta que le profesámos vivo y con el respeto que merece por los ejemplos que nos deja de amor al trabajo, cons­tancia en la lucha, fijeza en sus ideas, lealtad y honra­dez en· todos los actos de su vida. M. A. ))(( MUDA (NOVELA POR L. T. MEADE Y ROBERT EUSTACE, TRADU­CIDA DEL INGLÉS POR CARLOS SUÁREZ MURILLO). (Continuactón ). -Usted es una mujer rara, dijo; demasiado franca para su profesión; algún día ha de serie per­judicial semejante franqueza. En la posición que usted ocupa, le conviene obrar con más circunspec­ción. Y mientras que me decía esto, se fue poniendo de pie. -El enfermo á quien necesito que usted atienda está de gravedad y pienso hacerle la operación del trépano pasado mañana; si ~sta no sale bien, que­dará loco; la única esperanza está fincada en la ope­ración. Usted irá á casa mañana por la tarde, en la inteligencia de que debo operar al día siguiente por la mañana. -He dicho á usted gne no puedo dejar sola á Leonor, contesté con acritud. - Yo arreglaré eso con la señorita Trefusis y la esperaré á usted. Buen ... L~ tardes. Se sonrió de nuevo enigmáticamente y abando­nó el cuarto. Esa misma noche volvió Leonor á mi aposento. -He venido á darle las buenas noches, dijo. Me ha entristecido mucho la noticia de su partida, pero Mr. Hertslet siempre ha de salirse con la suya. GALLITO comarca, dándole con el guinea dehe­( Primer premio en la 1!-'xpoaición de 1899). sas magníficas para cebas de ganados, obligando así los desmontes, pues no era raro encontrar animales feroces Burro cruzado, de !2 meses de edad, nacido en la l1a.tenda de El O(Jrso; hijo de Monsieur le Coq y de una burra del país, ente1·amente común. como el león y el tigre, que vagaban por los ~ampos en busca de presas, lo mismo que el cóndor, que atacaba á los terneros y ganados menores. ·Hoy nos despedimos de Agapito Gallego, el ne­gro, el esclavo y el gran caballero, con el mi5mo cariño -Yo también estoy muy apenada, respondí, mien­tras que Leonor se sentaba á mi lado. -Ya usted sabe que Ja acompañe en su pesar; amargamente siento su separa-:ión, pero Pablo lo desea así, y no hay nada más que hacer. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. REVISTA ILUSTRADA EL Ó DE AG STO ''LTI:i\JO C' lPLIÓ BO OT' 3ÓI A~uS DE EXI TENCIA. HÉ AQ ' Í L T :i\1BA. DE SU FU:\! DADOR GONZALO JIMÉNEZ DE QUE AD 1 DE~TRO DE U,' JARDÍ~ .:>ITUADO EN LAS PUERTAS DEL CEME 'TERIO MUNICIPAL. -¿Se cree usted obligada á doblegarse en todo á sus deseos? dije yo con calma. Ella me dirigió una mirada llena de ansiedad, y re­plicó: -Cuando él habla con energía, tengo que obede­cerle. Es una persona á quien difícilmente se puede re­sistir; ¿no lo cree usted así? -Es cierto, contesté, es cierto; y con un tono de voz en que se notaba un tinte de horror en mis pa­labras. Como ella se había quedado con la mirada fija, creí que no había prestado atención á lo que yo acab~ba de decir. -Me a á hacer usted un'l falta inmensa, dijo al fin. Estos síntomas nerviosos, que on mi tortura, pue­den volver ~uando me falten sus ser icios. A Pablo se lo he dicho, pero no hizo sino sonreírse. Cree que cuando yo sea su esposa, no volveré á sentir estas novedades que ahora me molestan. Yo me imagino que muy bien puede ser esto cierto, pero sepa usted que no tengo afán de casarme. Usted sabe muy bien que en realidad mi corazón no es de Mr. Hert let. Sólo tengo corazón para amar al hombre que· perdió la vida en la India. Cons­tantemente estoy recordándolo, y nunca podría echarlo en el olvido. A veces se apodera de mí el pensamiento de qne tal vez no ha muerto, y no puedo desechar la idea de su posible regre o á Inglaterra. -Su muerte es evidente, respondí, estoy segura de ello; así es que usted no debe alimentar falaces esperan­zas. Deseo á usted completa felicidad, Leonor; es indu­dable que Mr. Hertslet la ama rendidamente. -Sí, él me quiere muchísimo, replicó, y si deseo que su cariño nú sea tan grande, es por lo desagradable que es recibir mucho y dar en cambio tan poco. Pero véngase á mi cuarto, que se me ha metido en la cabeza . enseñar á usted algo que hasta hoy no ha visto: el re­trato del Capitán Gifford. Después de casada, sería mal hecho contemplarlo; pero antes, puedo hacerlo y lo hago. La seguí hasta su aposento. Abrió una cómoda, sacó de ella una cajita forrada en marroquín, y después de abrirla, la puso en mis manos. Contenía la fotografía de un hombre notablemente l1ermoso. Frente levantada, ojos grandes, llenos de vivacidad y de fuego, boca me­dio oculta por el bigote, pero que dejaba descubrir la suavidad de sus can tornos: tál era su aspecto; tenía para mí como cosa evidente que la sonrisa en ese rostro de­bía ser como un r~yo de sol. -Es una buena car~, dije en Yoz alm:tda; la cara de un hombre v;1liente. Lo ~iento por usted, Leonor. Ella me volvió á mirar, y de repente se deshizo en un mar de lágrima .. Rn la tarde del iguicnte día me dirigí al ho. pi tal de Mr. Hertslet, que estaba contiguo á su mi, m a casa. De pués de entrar á mi cu~rto y tomar algún refrigerio, se presentó uníl sirvienta á preguntarme si queri~ Yer al enfermo. -Mr. Hertslet salió, dijo la sirvienta, pero ~dvirtió que si usted venía temprano, podia ver al caballero esta noche. Asentí ele buena gana, y con mi g.)rra y delanta profesi0nales se<1uÍ á la mujer hast;1 la puert~ ele un es­pacioso cuarto del primer piso. Golpeé, y una voz mas­culina dijo: -Siga usted. Un hombre ele elevada estatura e adelantó á reci­birme. Como había una lámpara sobre 1a mesa detrás de él, su rostro y su cuerpo quedaban en Ja sombra. -He comprendido su presencia, señora, dijo; así, pues, puedo contar con sus bondadosos servicios? -Sí, respondí, mucho me complacerá hacer cuan­to esté en mi mano por usted. -Siéntese usted. ¿Mr. Hertslet le ha dicho algo respecto á la clase de operación que voy á sufrir? -Sí, repliqué, y él opina que es cosa seria . -Es verdad, cuestión de vicia ó muerte. Si muero, libre queda el mundo de un enfermo inválido; si por el contrario, recobro la salud, tanto mejor, la ida me son­ríe; usted tal vez me comprende, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. - \ REVISTA ILUSTRADA Al decir esto, se sonrió. Había vuelto la cara, de mod? que l!lluz de la lámpara le daba de frente, y su sonnsa pas? como un destello fugaz ante mi vista, del modo más mesperado. Hasta tal punto se transformó su rostro, que me pareció ejercer una especie de fascina­ción. Una idea extraña pasó por mi mente: la de que antes había yo visto esa cara, pero no podía recordar dónde ni;cuándo. Observélque había ~simpatizado con-ust~ d _en otra ocasión¡ encontrábame al servicio de mi reg1m1e~to, ~uando recibí. el golpe ya mencionado¡ se me co~s1dero P?r mu_e~to, per~_lo que sucedió fue que una tnbu me htzo pnswnero, diJO deteniéndose brusca­mente. El ?i<:~, que no debo hablar •mucho, porque la m~nor excitac~on puede ocasionarme un ataque. Tal vez qUie~a. usted Ir al otro cuarto á desempacar mi ropa. Aqm tiene las llaves. - (Conlinum á). ---)~ FRANCISCO DE PAULA SANTANDER {INEOITO) * FELJZ el pueblo que consagra ufano Recuerdo en bronce á su adalid ferviente, Al que supo romper con férrea mano Noble ~ a !ti ve: el yugo del hispano Campana abnendo en el clec:ierto ardiente . . Inmortal.!. iempre qu á tus plantas llego Stento el vtvo fulgor de e a mirada Con q~e ap:-~g~ha. del contrario el fuego O sufna e. to1 o el azar ciego De la lucha titánica empeñada. Era tu. v z consejo, orden y aliento Para la hcl; y tn el supremo instante Atropellando al déspota \'iolento Ungido en . angrc alzaste tú el triunfante Lábaro de la Patria al firmamento. A?ri nclo ~uce~ al tnrbiún tu JXL o, ab1as leyes dt ta te al patri foro, Afrontando tu genio el honcl atraso· N a da falta á tu gloria sin oca 0 : ' Tál te contemplo entre celajes de oro. Augusta Sombra! en e te grato día Naces de nuevo, y todo colombi. no Depo ita en tu altar con mano pía El homenaje del liberto al guía Rendido ante tu vuelo soberano. DORILA A:-.JT0.\1.\JARCHI DE ROJ \S. * Acró tico heth) pnra el C'<.lltcntlio, 2 de .\Ltil CABEZA DE CHISTO de 1892. Modelada en greda por el distinguido a1·tista .A ce~do Bet nal, quien ]>01' Jn·imera t•ez --)o+- se ensaya en estucl#Oii cullurules. migo, y yo con toda sinceridad consideré lo contristado que debía sentirse por haber tenido que venir á esa casa¡ el sonido de su voz permitía leer en su alma, y entonces comprendí que era un hombre bueno. -Haré por usted cuanto esté á mi alcance, dije con entusiasmo, no lo dude ni un momento. Tengu gran · de experiencia en casos como el presente, pues según creo, usted padece de al 11nna enfermedad cerebral. -Así es. Hace do ..; añ >S re ibí un fuerte golpe en la cabeza, y Mr. Hertslet cree que por esa causa se me ha establecido c1erta presión sobre el cerebro. Desde la época de mi accidente, estoy sufriendo tl;rribles ataques epilépticos. Si es imposible hacer algo por aliviarme, iré á parar á un manicomio. Ante tan terrible perspectiva, prefiero aceptar la contingencia que el cuchillo del ci­rujano me ofrece. Cuando en la India oí hablar de la habilidad de Mr. Hertslet, resolví venir á consu1tarlo, puesto que yo estaba en libertad para establecerme en mi país natal. Así lo hice, y aquí estoy. -¿Hace bastante que usted regresó? le pregunté después de una pausa. -Quince días solamente. En mi vida ha habido curiosas aventuras y sobre ellas me prometo hablar á EL TELEGRAFO i HILO aclmirahle. su. pendido al iento, 1 Que vas de. de el riiión de l
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Revista Ilustrada: crónica, ciencias, artes, literatura, historia - N. 15

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