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Condorito - 21/11/17

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  • Año de publicación 21/11/2017
  • Idioma Español
  • Publicado por World Editors Chile S.A.
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"Condorito - 21/11/17", -:World Editors Chile S.A., 2017. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3976296/), el día 2025-08-27.

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Las aventuras de Gato: La hermandad del Agua Clara

Por: Daniel Rabanal | Fecha: 2022

Los suelos del páramo son de origen glacial y volcánico. La ceniza y la materia orgánica que se acumula en su superficie le da cualidades particulares para almacenar el agua y distribuirla. Los muiscas peregrinaban a Chingaza o la Serranía del dios de la noche a agradecer al agua y, especialmente, a Chiminigagua, la luz primera entre la oscuridad. Algo que sorprende de las historietas de Daniel Rabanal es su capacidad de hablar con sutileza de problemas políticos y sociales sistemáticos del país, haciendo una captura del presente con tanta fidelidad y, sin hacer una bajada de línea, nos cuenta qué pasaba en Colombia enlos noventa. En Las aventuras de Gato podemos ver nuestro propio hábitat dibujado de una manera exquisita y un cambio de lugar de los personajes con poder.
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Las aventuras de Gato: La hermandad del Agua Clara

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Las aventuras de Gato: El triángulo de La Candelaria

Por: | Fecha: 22/04/1899

o lll Bogotá, AbriJ 22. de 1899 ---·-- - ORGA O DEL MJ~I TERIO DE GUElll \ Y DEL EJERCITO ---·..-- - DIRECTOR AD•HO. OUM, FRANCISCO J. VERGARA y V. Coronel, ~embro de l a Sociedad Colombill na de Ingenieros a~~~~~~ ~~~ ~~ ~o~QR R ~~ ~ O~R~~ - 0~ ~ RR~~o~~~~~~ O ~ R~~~~QRRR~~~~~~R ~RRRQ Son colaboradores natos de este periódico todos los Jefes y Oficiales del EJército de la República 0~5~~~ ~ ~~~ ~~~~ ~6 ~ 60 ~~ 656ób ~ ~~ ~~ ~55~ ~~~~~ 5 05 6~6 555 ~ ~5~~~5~5Q OFICIAL :OEOPwE!J:O N'O'ME~O (12 DE ABRIL) DE 1999 por el cual se concede una pensión de los fondos del Montepío Militar El Presidente de la República CO ~siDERANDO: 1.0 ~e la señora orberta Vargas de odríguez, viuda d 1 'reni nte Grcgorio Rodríguez, ha ocurrido al Poder ~jt:t:utivo po · conducto d la Junta ir ctiva del M ntcpío Militar en solicitud dd socorTo concedido por J ar ículo 7. de la Ley 15 3 de 1 896, á las viudas hijos y pndrcs de J n1ditares que fall cicren n rvicio activo y hubi~r · n contruibuído durante dos años, por lo menos, I ara el 1 ntep:fo ; 2.0 ~~e el 'enicnte Grcgoric odrí0 uez falleció 11 ~~•caran1anga el 18 d~ t:J tien1brc id ai1 > pa ado 11a1Jan-dose en ervicio activ en el tallun } ijles; J.0 ~e al tncncic na l Jnilitc r se le hizo por n1ás de do af os, 1 descuento corre pondit!ntc ara 1 Monte- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 19~ BOLETÍ MlLIT.&R pío segun con ta en el certificado expedido por el Teso­rero de dich I nsti tuciún; 4 :· ~e la n nciona a s ilora de odríguez. ha acom ñ á ~U peti i6n 1 s con1pr bance que exige el artícul 2 2 de la 111enciona a y I 53; y 5. o G.Ee la Junta )irecti va del :Iont pío Militar apoy la solicitu de la referi a señora de J{o rígu z, DECRET : rtículo único. señora orb rta Var-gas d l odrígul:z, viu del 1 nient C:rregorio odríguez un p-...nsión d treinta y cinc p sos ( .: 35) tnensu· J s, pagadera de los ~ n os del Montepí Militar, de con or­n1idad e n lo let nlinado en 1 artículo 7 . o de la L y I 53 de I 896 . . De esta pensión disfrutará 1 agraciad desde la fe­cha d 1 r spe tivo título d " ju tcación por el tietupo de su viu "L y n1ientras ecve bu_n conducta . on1uníq u ese y publíq u s . ado en ogotá á 12 d 1 bril d 1899 . or del gación d 1 Exc 1 ntísin1o señ r Pr sid nte, el Ministro d Guerra JORGE HOLGUIN __ .......,. .... ~·-- AROHIVO TA :0 R Señor Director del B oletín Nlilit,zr. Bogotá, bril 17 de 1899. Muy cstin1ad señor n1Ío: Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETíN )tlLITA.R 195 ~st~d . ren~ir en sus_ in1portantes trabajos á Ja verdad y á la JUSttcta y a su adnuractun, tan analoga á la n11a, por las grandes tradiciones de olon1 bia. Q.yedo de usted muy deseoso servidor, ROBERTO SUAREZ --~·~-- OPI DEL OFI 10 ~-ú IERO 354 que se dirigi6 por el Estado Mayor general del Ejército, Mesa Central, al Comandante general de la I Di i i6n con fecha 27 de Marzo de J 99 El Director del Boletín Militar dice á la Comandan­cia en Jefe Jo siguiente: ''Deseoso de mejorar en cuanto s a posible el perió­dico puesto al present bajo nü direccion, ruego á usted si para ello no huoiere inconveni nte, que todos los oficiales que viajan por asuntos del servicio, queden obligados á presentar al Estado Mayor general, un informe sobre el can1ino recorrido, indicando la clase d suelo, los acciden­tes gt:ográficos que n ' l se encuentran, el clin1a, los recur­sos, las subidas y bajadas, las poblaciones y caseríos y en fin, las distancias que se calculan en cada tray cto entre las gentes conocedoras del camino y el n ú m ro de horas que se invirtieron en recorrerlas, y que el 'i tado Mayor general sunlinistre para su publicacion dichos informes." Lo que os tran cribo para que os sirváis ordenar su estricto cun1plimiento, pues así lo dispon la on1andancia en Jefe ; haciendo que Jos aludidos datos se sumini tren por Jos oficiales con1andantes de escoltas, lo más pormeno­rizados que sea posible. Dios os guarde. RICARDO ACEB DO • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. • 196 BOLETÍN MILITAR I>E LOS DECRETOS EXPEDIDOS POR EL MI. JSTERIO DE GUERRA BN JSL MES DE MARZO DE 1 899 Día 2-Sc aceptó al señor Julián Pardo la renuncia que hizo del puesto de Habilitado del Batallón T~lterift, y se nombró en su reem­plazo al señor Jo é ngel Calderón · Se concedió al Capitán Olimpo antos la licencia indefinida que solicitó para separarse de la 3·" Compañí del Batallón Urda11cta, y se destinó en su reemplazo al C pitán icente M. Gamboa, que ervía en la 2.a Compañía del mi mo cuerpo ; Se llamó al ervicio activo de Capitán al eñor Francisco A. Losa­da y e le dcstin6 á la 2. Compañía del Batallón Urda!u-trJ, en reem-plazo del Capitán amboa ; Se concedió al ubtcniente Juan Sierra la licencia indefinida que solicitó para eparars<. de la 2. 11 Compañía del Batallón Sucr~, y se des­tinó en u reemplazo al de igual grado Enrique Pácz, á quien se llamó al servicio. (Decreto número 1 5 ). Día 3- e declaró en uso de licencia indefinida, á solicitud de los Jefes superiores respectivos y de la Comandancia en Jefe del Ejército, al Teniente Lucto M. Varga, de la 3 a Compañía del Batallón Urda- 1/tla y al Subteniente ruonio López, de la Compañía uelta de Neiva ; Se desnnó al Teniente Zen6n F. Lemos, que servía en la 2~ Com­pañía del B tallón Cnzrld?ru, á la 3·' del Urda11eta, en vez del Te­niente argas ; Se llamó al servicio activo al Teniente Rafael Matéus, y se le des­tinó á la z.a Compañía del Batall5n Cazndoru, en vez del Teniente Lemos ; Se llamó al servicio activo al Subteniente braham Becerra, y se le destinó á 1 Compañía uelta de Nciva) en vez del Subteniente An­tonio L6pez ; Se. reconoció al señor Manuel Uribe el empleo de Subteniente con que prestó sus en·i ios al obierno en la guerra de 189 5 en el Batal!ón A_miot¡!i.'rl. (Decreto número 1 59). Dír1 ó -S declaró cn u o de licencia indefinida á olicitud de la Comandanci cn Jefe del jér ·iro, al Capitán Ig~ cio Buenahora, Y,~ ante Mayor del Bat 116n Rijln y e nombró en su reemplazo al de 1gual grado Bern bé Su 'rcz, a quien ·e Ilam' 1 crvicio; . Se e ncc ió al '1 cnicn te o16n P. · cto y al ubtenicnte Grego-no Martíne:t: la li c~ nci inddinid que solicltaron para cpararsc de la l. om pauta del Batallón P (1/tu; y 2 !' dd Ur4dllt'la, re pecti va mente, Y e ll mó en su reemplazo al 'fenicnte Pedro García y al Subteniente SalvaU r Z. pata · .. Se no~bró al cñor ngel M rí Pulido, Rcp:trtidor del Bofet'n IY~rlrtrlr, q •en fiourara, p lTa los ~.:fcctos fiscalc, (;. mo Subtcllicntc asi­mdad , encre lo emplea os a mini:>trativo de la I. D•visión. (Decre­to número r6o). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLE~f ITLITAR 197 . El miuno d:a~Se acepr6 la renUJ_lcia que presentó el eñor Igna- CIO S. de antamana del ua to de Dtrecto r de J s Palomares militares y se di pu~o que \;;ontinuen á cargo del 1 eniente Ramón Olave yu~ dance del ircctor · , e a robó el nombramiento hecho por el Comandante General de la 2.."' Divi ión facultado al efcc o por Decreto de 1 5 de Febrero últi­mo, en el Sargento Mayor Francisco . len, para cn·ir como 2.. 0 Ayudante general del F tado Mayor de dicha Di\·isi6n encargado de la conservación de los elemento de guerra existente en Barranquilla ; Se llamó al en· ició actÍ\'O al eneral Jo é María Campo erra-no, y se ]e nombr6 uperintend nte general de la fuerza del dánrico. (Decreto número 161 ). El mumo día- e crc6 un cuerpo compuesto de tres Compañías, una de cada arma, denominado C11erpo PIJiitécmcl), destinado á recibir instrucción en los ramos de rtiJJcría, Infantería y Zapadores, respec­tivamente. (Decreto número 162.). Día I 3-Se destinó al Teniente Maximino O. Rivera R., 2..o Ayudante del Batallón Sucrc, al mismo pue to en el Bolívar, en vez del de igual grado Cario ánchez R., quien pa ó al Surrc ¡ Se concedió al ubteniente dán ama la licencia indefinida que solicitó para separarse de la 1 .n Compañía del Batallón Córdoba, y se des­tinó en su reemplazo al ubteniente Pedro Pablo Puerca, á quien se llamó al servicio ; Se concedió igualmente á los ubtenienrcs Adán Valdcrrama y Ramón Valenzuela, la licencia indefinida que solicitaron para epararse de la 3.a Compañía del Batallón ]rmí11, y e llamó en su reemplazo á los de igual grado Emiliano González y Ruperto fanador ; Se destinó al Tenience iccnte onz~lez M., que ir e en la +·a Compañía del Batallón La Popa, á la 2.. 3 dd mi mo cuerpo en vez del de jgual grado Rufino Guerrero C., quic.:n pa · ó á la 4 ~ · Se nombró al argento Mayor Je u Rivera, Habilitado del Cuartel general de la Jefatura de la frontera del Sur a imilado á Teniente Co­ronel para los cfcc to fiscales ; Se de tinó al Capit~n Jo é María Be jarano. que irve en la +· • Compañía de 1 Batallón P irh i11dtn al pue to de rimer Adj un .o al E - tado Mayor de la 2.. • Brigada de la 1 ~ Di vi ión, en "ez del de igual grado Adán J. arga , que pasó á otro ern pl'!o ; Se reconoció al scficr Juan Luna, eJ cm pleo de Capitán, con que prestó !-us ·ervicios al Gobierno en anterior oca ión, se le llamó al cr­vicio acti \'o r .e le de t1nó á la 4-·· Compañía del Batallón P 1dl .tulla, en vez del Capitán Bejarano. (Decreto número 163). Día I+ -Se llamó al servicio activo al argento Mayor Francisco . Montero, y se le n mbr6 2.. 0 Jefe del Batallón .B.írbrtlrl, en reempla­zo dcJ Teniente Coronel Antonio L \"crde, quien pasó á otro cuerpo ; En atención al mal e tado sani~ario actual de Barranquilla, se res­tableció el empleo de Médico au , ·iliar de la guarnición de esa plaza, y se nombró para de cmpcilarlo al doctor J é R. Franco Q., a imitado á Sargento Mayor para lo efectos fiscales. (Decreto número 164). El mismo día- e di puso su pender inddinidamente la venta del Cru · ero Córdoba. (Decreto número t6;). Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 198 BOLEl;'ÍN :MILI'.VAR Día 18-Se aceptó al Capitán Severiano de la Hortúa, la excusa que pre entó para sen'ir el puesto de Comandante de la Batería de Ar­tillcna dd cuerpo P~litéolico, y se destinó <.;n su re<:mplazo al de igual grado . nronio María Ramírez, á quien se damó al ·ervicio ; e de inó al Subteniente Tobía Cepeda. que crvía en la J . • Compaiiía del Batallón Pnlacf, al pue to de - bandcrado del Córdoba, en v z del de igual grado alomón ngarita, quien pasó á servir en la Compañía citada ; S<: concedió al Subteniente Miguel de León Vicuña , la licencia indefinida que olicit6 para separarse de la 2. 11 Compal"iía del Batallón Caz-1dores, y r,e llamó en u reemplazo al Subteniente Antonio Cuer o ; Se destinó al Subteniente Féli · Restrcpo Bricefio, que servía en la 3. 8 Compañía del Batallón Bolívar al puesto de Abanderado del mismo Cuerpo, en vez del de igual grado Pedro C. Martínez, quien pasó á la citada CompaiHa ; Se aceptó al eñor Enrique Aranda la cxcu~a que presentó del puesto de Instructor de la Banda de música del B tallón Nariño, y se nombró en su reemplazo al señor Pío Rodrigo . (Decreto número 166). Día 22-Se destinó al Capitán Jo·é Mpública d~ Colombia-I: Divisiófl-C,mandancia dd Batallón Ay 1eucho númt•ro 3.0 -Ejlrci to Nacional -B·?goto, Abri/6 de 1899 Ciudadano General 1 efe de E cado Mayor Divi·ionario. O renüto original l inforn1~ que anteced , d la ! in trucción civil dd B tallón, r ndido ' esta Con11nd, ncia Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 200 BOLETf MILITAR por el señor Institutor general ~e. Ja guarnición y corres­pondiente al n1 s de Marzo pro '1010 pasado, para su pu­blicacion en el Bo!etín j'Vfilitar ó para lo que a bien esti­m"' is conv nient ; esto en cun1phn1iento d órd nes supe­riores existentes sobre Ja materia. Dios os guarde. El Coronel, CARLOS FRA 1 CO Q . ______ _._.~~---- • C _ N D C'I.BIN L ··--- La epopeya napoleónica, la gigantesca lucha americana de eman­cipación, la granrguerra civil de Sccc: ión, las expediciones militares del segundo imperio francés en una palabra, todas e as páginas que fueron como el manual obligado de los políticos y los soldados de los dos pri- ·meros tercios del siglo, se diferencian de la guerra moderna profunda­mente en lo que á armamento se refiere, y así como á la fecha el telé­grafo comunica en p'>co. minutos lo lugares más lejanos del globo el nue\'O fusil á la in' ersa, obliga á iniciar la lucha á distancias incon­mensurables, por decirlo asf, i :;e trata de la extensión del terreno en que e desarrolla el nuevo drama guerrero, pues por poco considerables que sean Jo efectivos, el jefe no dominará ya de una ojeada y á un tiempo á ·us soldados todos y á las líneas cne'11igas que trata de arrollar y de romper Enante agrupados en masas compacta los soldados porque el cho­que era en el combate lo principal y el fuego Jo acce orio, el Jefe podía manejar con holgura los batallones pues o'iciale é individuos de tropa no tenían que hacer otra cosa t}Ue cumplir la órdc .;s del Jefe como actualmente lo hacen en un dta de parada. Hoy la icuación ha cam­biado por completo, r has ellíltimo cabo se encontrará con frecuencia en i uacione en que~ in tener otro consultor que á sí mismo, habrá de echar encima de liS hombro la rCSfOU;,abiJldad de una decisión. En efecto. el enorme alcance y la mo 'tlidad de la artillería noví­sima obliga á 1~ infantería, cuan o "la tiene al fren e, á de plegarse á millare metro el enemigo y de de que principia el de pliegue, ra la acción dc:l Jef. le batallón no se hará -.ntir sino con dificultad. D ntro del alcance del fusil apena~ podrá hacer in(Ji acioncs generales á los Capitanes, quien e en la lfnca del fuego tcndr 'n que tomar todas las deci iones que pueden entrai'iar las cvcntualidade del combate y de las cualc puede depender el éxito de la tarea confiada al bara116n . En fin, en tierras quebrada· y cubiert , ya ni el Capitán podrá di­rigir personalmente u Compa1iía y lo Oficialc ubalterno ó lo ·ar­gcntos que los reemplacen por muer e ó herida, e encontrar~{n en­frente C::c dific ul cadcs q u.:: han de resol ver según m á con venga al in te- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. DOLET:í.N MILITAR 201 rés general 6 lo que es lo mismo, de poner en juego su inteligencia y el e fuerzo de u \'olunrad ó ca la iniciativa, de suene que. reJa iva­menre hablando, el mayor número de las probabilidades de 1 victoria están con el cjé,rcito cuya oficialidad, en lo momentos críticos, sea capaz d~ pesu el pro y d contr. y adoptar: una resolución sin vacilar. En una palabra, si la disciplina cons iruye la fuerza fundamental de los ejército el t' rler ( cfficicncy) de é ro depende en parte enorme de las aptitudes personales y del npírilu de lo oficiale de todo grado, que son, por decirlo a ·í, los re orces de e as terribles máquina . Por esto el Oficial digno del nombre de tál, debe pose~r la cualidad lla­mada imf'iat.<:' : ciencia, valor, abnegación, energía, son nada si no es capaz de tomar una re olución en la!> momenw· crítico·. Saber ele­gir y decidir e con rapid<:z y con reflexión, tal es la tarea impuesta de continuo á los superiore., y con frecuencia creciente á los inferiores. Es en Alemania donde ho} día e desarrolla con mayor amplitud la iniciativa de los ·ubalternos, y donde la disciplina alcanza su máxima brillan tez. Por otra parte, el jefe superior no puede permanecer tranquilo y "dejar de er Sargento," sino cuando la iniciativa inteligente de us subordinados le e\ ira perder tiempo precit> o en re olvf'r cue tiones de detall : i su ubordinados carecen de iniciativa no sólo tendrá que asignarles su rarea en tesis general, sin..> también que guiarlos paso á paso en la ejecución de ésta, e decir, de mantenerlo á todos en la mano, cosa imposible· con el actual armamento y nociva en absoluto para la rapi­dez de mo\imientos que presupone la guerra moderna. Y si tiene que dejar cierta latitud de acción á la. nnidadc táctica. 6 de combate por imponerlo así el terreno y en ella falta la iniciativa inteligente, ,.i, irá en perpetua inquietud, no tanto sobre las mala di posicione. qu<.: puedan emplear aquéllas, cuanto sobre ·u inacción, ya que en la guerra, pre­ciso e no olvidarlo, las di po. icione de detall del enemigo son un factor iempre importante y de conocido, pue que con tituyc la mitad de eso que llaman fatalid,,d 6 11Zr1r ó rtlflttilidad-el nombre no importa-que uedc echar por tierr y anular las combinacionc· y pla­nes mejor concebido y e o >rdir.ado ólo la inicia i ''a de los subordi­nados podrá \'encer tS aprov ·char e e azar1• ólo ella da i un ejército esa ventaja moral que, acando buen partido de la falta del adversa­rio equivale á aumentar la fuerza real del propio ejército. Y pues o que la moral re r scnta papel preponderante en la guerra, ¿cómo practicar esa moral si todo· no e tán bien impuestos del fin que se per igue y i cad cu 1 no esrá pronto á hacer con erjer todo us e fucrzos físicos é inteleccuale hacia el objetivo común ? Y luégo que un enemigo que se encuentra enfrente de tropa con ·canee­menee acti\·a y cm rendcdoras, se de alient.l con más facilidad que si \'C ~•minorarse el empuje del contcndor )' icntc que los Jefe contra­rio andan indcci o y v. - ilan ce , no sabiendo 6 no o ando obrar sin orden preci a en sus detalles. • Claro e rá que la iniciativa no ignifica de obc iencia 6 insubor­dinación. 1 o! e· implemente qnc en la guerra moderna obedecer es ante codo obrár, y obrar no de 'un m do maquinal y p·a. i \'O, sin interé por el re ulrad de las órdene que e ejecutan, ino de manera inteligente, consagrándose en cuerpo y alma á llenar los de eos del upcrior. E así N o l PlJ Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 202 DOLET.ÍN MIL1TA.& como debe aplicarse la inicia ti va: concordante con la i tu ación y amol­dada al inceré~ general, no oh·idando nunca que "una acción prema­tura puede cnc a.llar, y tar ía dej rá ,~ ene~i~ . l. libertad de acc~ón que )e permite 1mponer su voluntad. La IniClatJ\'a no es fuerza smo cuando se ejerce sin detrimento de la cohesión general, y por lo mismo que ningún oficial debe perder de vista el objeto encomendado á la unidad de que hace parte, debe conocerlo y lo conocerá solamente cuando sepa al mismo tiempo la tarea impuesta á las tracciones de tropa vecinas de la uya, á fin de que en ningún caso las perjudique ó perturbe con sus propios movimientos. Empero, preciso es advertir igualmente que el espfritu de inicia­ti va no puede desarrollarse en una tropa ino cuando el subalterno está 5iempre eguro de hallar en sus superiores el apoyo y la aprobación que le in · piran confianza en las propias fuerzas, y que esa confianza nunca será posible cuando se teme el reproche y la desaprobación. Es preciso, pue , que en el ejército moderno las relaciones entre jefe y subalternos estén caracterizada por recíproca confianza y que las relaciones entre iguales estén exenta de todo sentimiento de celo ó de rivalidad. Y como ningún conocimiento 6 irtud puede desarrollarse sin el estudio y la práctica, para evitar peligros en la guerra, en uno ú otro sentidv, es preciso educar la iniciativa de los subalterno en los ejerci­cios de tiempo de paz, cuando las faltas cometidas en e! aprendizaje no entrañaran nunca un desastre, y queda campo als uperior para corre­gir con suavidad los errores que no provienen de mala voluntad, T para que enseñe á · us subaltern('s cu·') es su órbita legítima de acción, lo que al mi:;mo tiempo le hará conocer á él mismo las cualidades y defectos de su subordinados. ---·--- PAJtA EL SERVICIO E CAMP • A DEL EJÉit.ClTO IT LlANO (SEPTIEMBRE 16 DE 1 896) (Traducido para el Bolt•tín :Militar J (Continúa d~I111Ímero 85) DI CIPLI :T' 7· Pr~ámbulo - En campaña, las causas que tienden á relajar los lazos de la di ciplina son más fuertes y numerosa que en tiem­po de paz; el contacto entre superiores é inferiores es más fre­cuente e inmediato. Por Jo dicho e necesarísimo mantener des­pierto d~ continuo en el oldad los entimientos n ble que se le hayan 1nculcado por la educación y por la sati~facción que re­sulta del_ cs.crupul \lmplimiento de Jo pr pi s deberes, y á la •ez rcpnmu· en el act y de un modo inc.x rabie toda violación de la rdenan%as militare . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETf1 MILITAR 204: . En una operación. mi~itar cualquiera, si por acaH faltart el tztula,· dd mando, la dtr¿ccron d,• la o·opa y la responsabilidad del exito incumben al mas ekvado en gradiJ ó almas antiguo dt los oficia/u de las fu ·rzas ombntiaztu. 8. Conujos disciplinarios- En el ejercito en campaña los Con­sejo de di ciplina se reúnen por convocatoria de los Comandan­tes de los cuerpos de ejército ; en la tropa que no hacen parte de un cuerpo de ejercito, por orden del Comandante en Jefe de este último, ó del Intendente general, si no depende de dicho Co­mandante en Jefe. Los Consejo de disciplina son divi ionarios, y por lo tanto se adscriben á los Cuarteles respectivo, y se forman con oficiale~ que hagan parte de la División. Cuando se trata de juzgar un oficial que no pertenece á la División, la autorid d que ordenó la convocatoria designa al mis­mo tiempo el Consejo de di ciplina di i ionario al cual debe ome­terse el sindicado ; pero i e to no pudiere hacerse por una causa cualquiera, dicha autoridad convot:ará uno exprofeso en su pro­pio Cuartel general. Todo Co1nandante de División tendrá siempre á la mano el E~calafón de su oficiale , para hacer frente á una eventualidad en que le toque designar cuales pueden ser miembro de un Consejo de guerra disciplinario. Para los oficiale generales, es el Comandante en Jefe quien ordena la convocación de los Consejos de di ciplina que pueden juzgarlos, y señala el lugar donde deben reunirse, y el personal de que deben componerse. Las resoluciones de Jos Consejos de disciplina, junto con los documentos ju tificativos, se enviarán por el Comandante en Jefe al Ministro de Guerra, par que e te dicte las re oluciones del caso que los hechos puedan hacer necesarias. 9· Castigo de los soldados-En ca o de falta grave, al castigo de prisión rigurosa puede agregarse, para lo soldados, el de cepo d~ campaña. JUSTICI MILIT R 10. Importa que en campaña la justicia sea rigurosa é inme­diata. En consecuencia, lo jefe de ltts grandes unidades cuidarán de impul ar la acción de la justicia en e e entido. De ordinario la justicia penal tllilit ar será impartida por los tribunales militare de lo cuerpos de ejercito, que hacen parte de los E. tados M a y ores respccti v·o • Eventualmente pueden organizar e tribunales militaru de dapa en la. línt!as de comunicacione del jcrcito. Si la nece idad Jo de­mandare, los tribunales rnilitare pueden cr convocado por lo jefe de unidades 1nilitare inferiore~, que obran destacada~, y por Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 204: BOLETÍN MILITAR los comandantes de las plazas fuertes declaradas en estado de gue­rra cuando en ellas aun no exi~ te un tribunal militar. > La cuestiones de competencia entre dos ó más tribunales de campaña se someten á la decisión del Comandante en Jefe, quien resuelve el punto despues de oír el dicta1ncn del Auditor general de- guerra. SERVICIO DE TROP 1 1 . Distribución de los servicios-Todos los oficiales, clases y soldados se consideran como de servicio permanente. El servicio de tropa se divide en servicio txterior y servicio interior. El servicio exterior comprende el servicio de seguridad, los destacamentos contra el enemigo ó que se alejan del grueso, los puestos exteriores y las fatigas con arma ó sin ellas. En el ataque y defensa de las plazas fuertes, el trabajo en las baterías y los tra­bajos en las paralelas y minas se consideran como destacamentos contra el enemigo; los servicios de parque, como fatigas de cuartel. En el servicio interior se incluyen : las guardias de princi­pal y prevención la consecución y di tribución de vívere , los fo­rrajes y demás distribuciones, y los servicios interiores de cada cuerpo en el cuartel ó en el campamento. 1 2.. ServiC:6 exfe,-ior-Por regla general, el servicio exterior no se distribuye sino por unidades con tituídas enteras; las guar­dias exteriore y el servicio mecánico corresp nde en principio á la infantería, pero puede en ellos emplearse también las otras armas, según la necesidades y naturaleza del servicio. Las guardias de honor de lo Generales de Brigada las su­ministran lo' cuerpos de la Brigada ; las de los di ver os Cuarteles generales incumben á sus respectivas secciones de carabineros. (CotJti11uará) --···-- I- ~ TORIA ~:;IO'trER:OOS DE LA O )IP :" DE 1 76 Y 1877 (Escrito· p:tra el Boletín Militar) I Con\'encidos nosotros de que una de 1 s campañas más importan­t~ s .que se han efectuado en e t~ paí .' durante la larg·l serie de guerras CJvde que lo han azota o, ha s1do, tn duda alg•Jna, la que dirigió en el Norte del Departamento de ~antandcr el señor General Guillermo Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOL'E'lÍN MILITAR 205 Quintero Calderón en los afios de 7 6 y 77; eampafia en la cual se de­mostró con toda evidencia que la peric1a, el valor y las dotes de un Jefe suplen en muchos ca os la falta de elementos materiale con que pueda contar para hacer frente á un enemigo superior; y deseando, por otra parte, que lo her6icGs hechos ejecutados en ella por el meritísimo cuánto modesto caudillo no queden rch:gados al olvido, nos hemos im­puesto la tarea de escribir e ros recuerdos, que pueda er sir an más tarde 'quien pretenda historiar aquella pujante y de graciada revolución. Aun cuando el General Quintero no era partidario de que el par­tido con crvador se lanzase á la guerra en la época á que nos referimos, porque creía que aún no e taba suficicntcmentr. preparado para ella, y, principalmente, porque su carácter pacífico y moderado rechaza esas medida, guc -en u concep~o-son perjudiciales para la pro peridad de la Nación, que ha sido siempre su más vehemente anhelo, r.o pudo ne­gar u contingente cuando le fue exigido y tuvo que tomar parte en ese drama angriento, en el cual-dicho sea de paso--fue 1 ún1co á quien la victoria coronó con sus laureles. Al estallar lo re\oluci6n se encontraba el General dedicado á las tareas campe tres en su hacienda llamada Cata/11íía, situada en el Mu­nicipio de Convención, y no obstante la constantes excitaciones que le hacían el General Leonardo Canal, desde Pamplona, y el Comité que el General Manuel Briceño había organizado en La ciudad de Ocaña para que se pronunciara, él no quería hacerlo y tenía intención de de­morar este paso lo más posible, deseando que en esa regi6n no tomase la guerra grandes proporciones ; pero como los agente~ del Gobier­no empezaron á pcr·eguirlo, y aun intentaron ponerlo preso, de lo cual tllvo conocimiento oporcunamente, se vio obligado á tomar el mando de la pcquei1a fuerza revolucionaria que había en la vecina poblaci6n de Teorama, hacia donde se .iirigió el día 14 de O\Íembre del año de 18¡6. De esta población siguió con unos 2 5 hombres, muy mal armados. á San Calixco, en donde e le reunieron alguno más, hasta completar d número de 6o, y allí pcnnaneci6 durante 6 días dedicado á organi­zarlo militarmente y á con cguir algunas armas de fuego, que le eran absol utamcntc indi pcnsablcs. Viendo que en este lugar no c:.·istfan los elemento que se le había ascgurado,se tcnfan preparados, y compren­diendo que le era imposible volver atrás en el camino que ya había to­mado, resolvió continuar para Ln CrllZ, una de las poblaciones más con crvadoras y entusia · tas del Norte de Santander, donde suponía que podría hallar los recurso de que ha ta entonces carecía y de donde pen­eaba que podría comunicarse con facilidad con los re\·olucionarios de las Provincia de úcut y Pamplona. El 2. 5 del citado mes llegó · t\ pasica, á eso de las 4 p. m., en me­dio de un ce rrenc1al aguacero, y á poco recibió aviso de que por la vía d~ Oc ia venía á tacarlo una fuerza en~t:miga. Como era inminente el rie go que corría de cr vencido y capturado con sus compaücro · en ese punto, c!n el que era im po iblc cm pe fiar con probabilidades de buen ·.·cito un combate, teniendo úuic.an ente 70 hombres, la mayor parte ar.mado'S de machete y lanza, dispu o salir en ~cguida á ocupar. una po­aici6n mejor para pasar la noche. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 206 BOLETíN MILITAR En efecto, después de grandes e fuerzos, porq~e lo . soldados, que no comprendían el peligro en que estaban no quenan sahr del poblado, logró el General sacarlos y los condujo á una pose ión que queda en la v1a para la Cruz, conocida con el nombre de El Castillo, lugar en el cual podía defenderse caso de ser atacado. El enemigo, compuesto de más de 300 hombres armados de ré­mington y perfectamente organiz;ados y equipados, pernoctó á una le­gua de distancia del campan;1ento de lo revolucionarios, á quienes no se atrevió á atacar durante la noche, aguardando para hacerlo á que amaneciese, en lo cual cometió grave error, que pagó no muy tarde de­masiado caro, como lo verá el lector. Al amanecer del 26 se pusieron en movimiento los defensores del Gobierno y empezaron á desfilar hacia el campamento ocupado por los de la revolución, haciendo gr n ostentación de su superioridad en todo sentido. El Gt:neral Quintero, que estaba ya en pie, mandó en cguida que uno de sus oficiales saliese al encuentro de aquéllos con lo pocos hombres que tenía armados de fu il y de escopeta, con orden de rom­per Jos fuegos, para a í ganar tiempo y hacer desfilar el resto de su gen­te en la dirección que llevaba. La operación se llevó á cabo sin ningu­na dificultad y una vez que e tuvieron en marcha los que no contaban con armas de fu'!go, volvió el General á reunirse con los que estaban sosteniendo u combate tan desigual, como era el de ?elear 20 indÍ\'1- duos contra un número quince veces superior. Colocado en ijn puesto bten visible, dirigió personalmcnt por algunos momentos esa singular lucha y cuando ya lo creyó oportuno, se retiró con su puñado de valien­tes, no sin haber retado antes al Jefe contrario, que lo era el Coronel Antonio N. Zúñiga, para otro encuentro, ~ue se efectuaría pronto. Esta escaramuza, de tan poca significación, fue considerada por los liberales como un combate de importancia, y por el hecho de haber capturado á un Ayudante del General Quinte:-o, que cometió la imprudencia de quedarse muy atrá del resto de la fuerza, la estimaron como un verda­dero triunfo y como tál lo fe cejaron : ellos no pudieron comprender entonces que tenían que habérselas con un adversario temible, que den­tro de poco má de un me iba á hacerles morder el polvo v á encer­los en un encuentro reñidtsimo y sangriento; jamá se sup~ ieron que el hombre que en ese ~ía hacían retirar del campo de El Cmtillo, y á quien consideraban completamente derrotado y dcstruído, ería el mis­mo que en el inolvidable de San Pedro le ,demostraría la superio­ridad de sus aptitudes y disposicionec; para la guerra. Debido á la precipitación con que el Ge-neral Quintero tuvo que hacer la mar~ha de de El Ctutllla hasta L Cruz, precipitación que te­nia por objeto impcthr que fuese este lugar v::upado antes por el enemi­go, con lo cu~l ~e le frustr t~an los proycc.tos que tenía, y al de aliento que se apodero de algunos de los volun[arw;, que lo acompai1 ban, se le disminuyó en mucho la insignific nt fudza que comandaba, de tal modo que cuando ocupó la colina desde donde se divisan las llanuras de La Crttz, ya no lo eguí n mo uno:, 40 individuos. llí hizo alto y averiguó por el par clero del cncmig), d que, según informes recibidos de per~onas que le merecían entero crédito, debía llegar ese mismo día ~ dicha población. E tll noticia, y la más gra ·e aún, que se le comuni- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. BOLETf:N MILIT.A.R 207 c6, de que en ella tampoco existían elementos de guerra, lo decidieron á seguir para la Provincia de Cúc uta, con el fin de unir e á los valien­rc5 gramalotes, que estaban ya en armas en contra del Gobierno. Puesta en conocimiento de sus compañeros tal re oluc1ón, que fue aprobada, procedió á llevarla á cabo sin pérdida de tiempo, y á las 7 p. m. desfi­laban por cerca del cementerio del pueblo últimamente nombrado aquellos revolucionario, á quienes todo faltaba, menos el entusiasmo por su causa y la fe en el triunfo ; fe que provenía de la persuasión que tenían de que los mandaba un héroe. Bastante fuertes y abnegados-como lo dijo entonces pcr ona competente y autorizad~-para sobreponerse desde el principio á las privaciones de todo linaje, arrostrando con la sonri a del desdén el hambre, la desnudez, y, sobre todo, la irritante decepción de falace promesas de otros copartidarios más influyentes y notables, fueron también perseveran te pan engrosar sus filas sin em­plear otro medio que la palabra inilamantc del exaltado patriota, y bas­tante denodados para batirse sin más arma que las que tomaban á su propio enemigo, luchatldo por ellas brazo á brazo en lo más recio del combate. "Tánto acrificio y heroísmo tánto, que traen á la memoria los de - esperados esfuerzos del patriota en la guerra santa de la Independencia, fueron dignamente coronados por la victoria en los combates de San Pedro, La Cruz y Ltz Camaro11cz, y donde quiera que hubo resistencias en la mauha triunfal del Ejército regenerador, fueron vencidas glorio­samente! , (Continuará) JGNACIO s. HOYOS ---··~-- VARIEDADES Tan•bos en wez tle toldas de enuapaña (Archivo Rcatrepo) N.o 2 ?-Excelentísimo uíior Desde que V. E. tuvo á bien disponer la salida del batall6n de Numanáa de esta Provincia, he dado todas las órdenes corre pondientes á fin de que, emprendiendo su marcha, nada les falte en el tránsito, en donde se han construí o, en la re~peccivas jornada , tambos de más de 50 vara , ha · ta la ciudad de Pasto. Asimi mo acopi da, y á disposición del Comandante, 90 cargas de galleta , 2 5 de arroz, 2 de al, 20 de aguardiente, graduándose en todos esos renglonc 1 ,ooo raciones. Igualmente dado todos los pasos por mi parte para colectar 24,000 peso que se han pedido por el expresado Comandante, los cuaJe no dudo poner á su di po ición cuando me avi e de u salida. Dios guarde á V. E. M. A.-(Popayán, Enero zo d<.; I819).-Excelentf~imo scfior, P~driJ Dotní11gu/z . .Al 1/ttlr~tJ/. Sant é, I 3 de Febrero de 1 819-hnterado, y que ; avise cuando alga para su de tino el Batall6n-R,zmírez. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 20 BOLETÍN MlLITA.R Orden de auta110 "Ai señor Capitán Durán : <stá usted condenado á servir de guerrillero con lo veinte hombres que usted manda, del otro lado de la qu ebrada, durante la permanencia del ejército en este Cuartel genera]; en la inteligen ia que usted debera batir con esta fuerza cuantas guerrillas enemigas esten en esos parajes y que en ca o de aparecer usted en este Cuartel general sin haber dado cumplimiento á esta orden, erá usted pasado por las armas. ce Lo comunico á usted de orden de Su Excelencia para su inteligencia y cumplimiento, y para que los veinticinco hombres del Batallon Bogota retrocedan inmediatarPente. Dios guarde á usted - Cua rtel general en el Peño!, 29 de Abril de 1822- Bartol:mu Salomé., Y el Bogota se había hecho •natar casi todo pocos días antes en Bomboná, y al otro lado de la quebrada e taba la vanguudia española! Qu tiempos y que hombres! Iu tJ'Ut!t!iÓII llailltnt• (Circular del Subinspector general J ose La mar á los Jefes de Cuerpos). Lima, 23 de Octubre de 1818. "Las insignia~ de los empleos m: :; .trec: que tánto condecoran á aquellos que por un estudio continuo d.; los deberes de su profesión las hacen respetable , pierden su mérito y valor cuando Jos Oficiales que las usau no po ecn los conocimientos necesarios al de emp ·ño de sus cargos. En é·ca, mucho más que en aquellas sefiales extcriore., debe fundar el militar su gloria, como que instruído de su obligacione , puede contnbuír á so tener dignaa1cnte el lu·cre e la arma de su sob~.:rano, hac1éndo e merecedor de lo · premio que dispensa y de la con iderac1 ón de sus jefes. En LOda ocasión lograr~\n la mía los Oficia­les del cuerpo del mando de u tcd que se ex¡ idan con dcstreza en las evoluci?nc y maniobra de tod arm, s, uy po e ión nunca e. más ncc~.:sana que en el día. Contribuid mucho al logro d·- dicha instruc­ción, la aplicación uc e os cñorc {t la nuev tactica de caballería, cuyo reglamento, aprobado por S. M., e e tá reimprimiendo al prc ente en esta e pi tal, y á que tendré ingul r e o ") placencia se suscrihan todos ellos. Para d efecto e servirá usted mauifc t Dtl , lo 1 Snt1l~(cn oper~ciones). 2.. 0 ill.... . . 1.1. Ju.m T tr: . .... .. I d. (1tl) ............. 3 .0 ic.l ...... .. S•l .MtyorF~o.Figu·ron .. 1 ----- ------ Tult&l ....... , 8 31 1 ARMA S :;., éii .,; :;.., ~ .,. -; o o ..0 ..0 t-o u t-o 42. 4i !'1~ ~¡~ ~ ~ ~ = ·:::¡ § u .::: .. ~ !j - ---- ---- ~~~~s¡~ AmLL.,IA (1. ' Comp•ñi•) ... ....... .....• ¡. .. 1 • • C. n r.LF.RJA ( 3 e) uaclronc •le Jrn-gon ) ................. ............ .. T • 1\Nfl:RJA (8 cuerpo ). ......... . . . ... r Tu/ (1/t•s .. ... ...... , ... Sogamoso, 28 ele FcbJC:ru •le 1 tg. 0 ;; cii (/') EFECTIVA "' o V ·:;: - '::1 o a -o (O >- "" ~ V> ~ >. o ..e "' "E E o ..e o f'l ..: t< E-< C) .. ~ " ·¡:; c.. <.:::: g o u u -:1 .,. "' ~ "' .!! ..!: ·e ;; ..e ..e 't) <) (O u C) <( ~ .i ~ _]_ ¡ ª'- ~.::~:~ES OJI:~ID::.E.: s~;:~;soc::'· ~ U f ~ r. S .,; U E ----- ·~ ..i5 t.O ] _g o _: ~ ·t; Dr:~gones... 9,922 9,9o8 9,9o8 S,)ol eJE-<~ Ji r--¡u E-< u~< 1---,------ ----------1 - Victoria . . ..... 11 ,8z7 u,¡o8 11,70 i q. 4" 5° "'1 Tambo···.... . 3,997 3,997 3,997 JO 69 t,14-9 8 t.o del Rey.... q.,no 1 14,770 ~~4.770 ~ 2.0rlc.'um:tncia 13,9 9 22,690 9,6ox 3· :> ,¡¡; íd...... 8,2.66 16,932 3,623 ~ ------- 6J,771 '7 ,oos IS·h507 5.5° 1 no d ·1 Nunnn1.11 y 1 .te Dr:~goncs. CoHni~ario ju:tn Barrccb. iruJ:~no, Jo5c acecl:l . ' 11 t •gcn.1. h y d (~mnp·•iiÍas ~:n P'-"1 ,, wn~:s. En 1.1 situación nu se in luyen los OJici 1les de las plan:u p 1r iuutile5 p.tra el cn·ici : y otro lo~ destinó el Comandante General para Bri~achs de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Boletín Militar: órgano del Ministerio de Guerra y del Ejército - Año III N. 96

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Condorito - 21/11/17

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