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El Mosaico - Año III N. 42

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  • Año de publicación 03/12/1864
  • Idioma Español
  • Publicado por Bogotá: Imprenta El Mosaico
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
"El Católico - N. 79", -:-, 1864. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/3687977/), el día 2025-11-19.

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El Tornillo - N. 1

Por: | Fecha: 15/12/1864

ESTADO SOBERAN'O DE BOYAOA. EL ·TORNILLO • TRIM. I.~ t Tunja, 15 de diciembre de 1864. [NUM. 1.0 EL TORNILLO~ En este, c,omo eh todos los. exordios, tratare­mos de captarnos la benevolencia del auditorio. Al efecto, acéptennos los lectores el sio-uiente l'azgo de modestia: o No somos colosos puestos de pié sobre bases de granito, como suelen decir, o lo dan a enten .... der, o lo tienen para si algunos escritores polí­ticos, relijiosos, de costumbres, jocosos o graves. N o señores: tenemos cabeza porque todos los tornillos la tienen (escepto aquellos que por al­g~ n accidente la han perdido,-cosa que tam­bIen s:ucede con los cristianos). En cuanto a ~agUlt.ud, habemos unos pequeñitos, otros me­dIanos 1 otros monstruos; i entre estas grandes clases se encu~ntra una .variedad tal, que en nuestra colecclOn cualquIera podrá encontrar el tornillo que le falte. Así lo esperamos i creemos fundadamente que ninguno de n~o­tros quedará sin colocacion. i Grandísima ven­taja! i po!' eso nos hemos met.ido a tornillos. N o estamos de pié (para qué es decir); a unos sí se nos encontrará en esa .posicion, pero mu­chos estamos horizontales, alguuos oblicuos, o sea ladeados, otros en posicion indefinible, i o­tros de cabeza. Declaramos que esta es la posi'­cion mas inc6moda i mas lIli1"iente. i Guardaos de cualquiera de nosotros que se encuentre de cabeza, porque si desgraciadamente le poneis el pié, o algun otro de vuestros miembros os lo pasará desgarrándoos sinpiedad! '; - ~<. ' _ Tampoco nos encontramos sobre basesdeg:i:a­nito, de calicanto, o de cosa que se le parezca. Como Tunja no es Rodas, ni Santa Elena ni Chimborazo, no podemos echarlas de Colo~os, de Napoleones o de Bolíyares. Pa~-a quésonflo"" tas: actualmente hemos sentado nuestros rea­les en la cúspide de una de esas pirámides de filigrana de silice i arcilla,.que se encuentran aqui en el partido de Santa Lucia (vulgo: Ot1-o Mundo.) ). ¿ Por qué nos hemos retirado tanto? Os lo vamos a decir: 1. o Porque queremos estar en alto, aun­cuando sea sobre ul1'barranco. 2. o Porque somos fi16sbfos i amamos la so .... ledad. . 3. o Por ver qué dicen nuestros conciudada.­nos; si nos 'echan ménos i al fin nos llaman. 4. o Por pura flstravagancia. esto es, por es .... tal' a la moda. ?:, Porque ha cesado ' el invierno, i ya no ha! nesgo de un derrumbamiento i consiO'uien-te derrame de tornil1os. o 6 o N o o~ ~p~;n·t~~·~~o·s· ~~s' ¡-~~;~~s~~~~q~~ i~~ tenemos, i mui gordas, porque las espuestas son suficientes, i porqu~ no será la última vez que hablemos de esto. Sigue el ex01-dio, que era donde j,bamos. . Lo que vamos a deci~' os dará, nuestros que­ndos lector es, al~'lma Idea al!-nque mui j el).e­ra1 de nuestros Importantes 1 elevados inten­tos. . ,N o hai cosa que facilite tanto el desarrollo I lIbre curso do la filosofia, como esto de encon­t~ a~se .nlgu~ ciud'ada.no so?re la punta de una pll'amlde de arena. ! ..... I mucho IDas como nos hallamos nosotros, rodeados de una natu­raleza vieja, -riéndole a la tierra las entrañas que ~a accion del tiempo le ha descubierto; pre­senCIando lo que puede la tenacidad delas aguas i sintiendo caer de cuando en cuando algun te~ non, que fué parte de la desmoronable base que nos sostiene. Perd6nesenos pues nuestr-a filosofía: nos viene de adentro i de afuera: nos sentimos en­vueltos en el~a sin que siqui.era podamos sacar una mano; I es para nosotros tan indispensa­ble ser fi16sofos, como ro es para muchos ser le­jisladores, poetas, juristas, candidatos revol 1 - cionarios, faná.ticos &. ' - P~n~ando en los (.l~fectos de los gobiernoS', en los ViCIOS ~e los p~rtIdos, en las pasiones de los hombres ~I tamb:en de l~s mujeres ), en los males sOClales en Jeneral, I en los de carácter particular; refleccionando que la causa de to­do (c'on cscepcion ~e los ~as?s que no compren­de) es la falta de dlscermmwnto de tino i de prndencia, en una palabra, de Juicio; dijimos: Jeneralmente a la humanidad, especialmente a nuestra ~'epública,:i particularmente a nuestros. c?mpatnotas, les falta un tornillo; luego es pre· CISO presentárselo. .!~l es el motivo de. nuestra aparicion; pa­tnotlCo por de contado. i C6mo habia de haber un peri6dico que no fuera patriota! Hemos vencido ya'una d~ las principales di­ficultades : la falta de tOl'mllo; pero. resta aun una mayor, i es el de acomodar a cada cual el que.le falta. i Aquí del interes individual! Que . los mteresados hagan algo de su parte, i por la nuestra ofrecemos lo mas que podemos, a sa­ber, l~acer los esf~?rzos de que seamos capaces. por ajustar al pr6JImo su tOTnillo. Resúmen de nuestro objeto: ACABAR CON LOS DESTORNILLADOS. ---......... ' .. --- lf\~dl&~1t{bll"eS ií. «:@!D(¡l¡~@!ll"at@l@ll"GSe i Qu é cosas las de este mundo! •••• i Quién pensara, quién creyera Qu~ un TO/- nillo apareciera En esta vieja ciudad, Donde a nadie fnlta le hace Uno mas, para su cuenl8t " Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 2 EL TORNILLO. Porque eada cual ochenta Tiene por necesidad! 1 qué tornillos! •••• Aprietan Ha ta dejar macilento, Exánime, sin nliento Al que llegan a atrapar. 1 Jos verdugos tranquilos Quedan despues j i el paciente Impávido, indiferente Otro espera sin chistar. Dios sabe bien lo que bace ! Al tu reo le dió pereza, Al africano torpeza, A los ingleses espli1l, A Jos franceses el jénio, Valor al Americano, 1 una paciencia al tunjano Capaz de DO tener fin. Así ,-acá para nosotros, S in que Jo sepan las jentes,­Un tornillo mas, sin dientes, Es mui poco a la verdad, 1 habrá de considerarse Como supernumerario •••• Otra cuenta en el rosario De la pobre humanidad. Pero como en esta tie rra En que chinchoceria sobra, Con el título de la obra Se llama luego al autor, Como pueden demostrarlo " El Símbolo," " La Resunta," I "La Situacioll" difunta, "El Alacran" i "El Albor j " Nosotro ~, que no queremos Carga r solos con tal fardo, Hemos resuelto el petardo Echarles a otros tambien, 1 en consecuencia avisamos Que son natos redactores Del Tornillo, los seño res Que a contin uacion se ven: Mancera ) Jesus T ejada, El Guaro, Guerra Martin, El doctor Jos é Joaquin, El diputado Zenon, José del Cármen Rodríguez, Galan, Adolfo La Rota, Arangúren, el de Tota, N epomuceno R incon. Don rremístocles A vella, Los tres Tavera , Cortez, Don José María Váldez. El negro Prieto , Pulgar, El Presidente Oamargo, El se ñor Ministro Rueda, I, en fin, todo aquel que pueda 1 que quiera atornillar. 1 para seguir el u so, Será n Colabor-adores A mas de Jos imp resores " El Caueano," ,: El Pregunton," El Secretario 'reodoro, Vergara, Silva Ricardo, Caicedo-Rójas, Fajardo, Manuel Pombo," La Opinion.') Don Marian~ de La Rotta, Don Rafael Vela, Barrera, Tomas Cipria no Mosquero, El Congreso de la U nion, Cesáreo Tamayo, el Duende, Obaldía, don Victoriano, " El Eco Hispa-americano, El cura de Susaeon, 1 otros tantos que omitimos Por no agotar la paciencia, O destruir la deferencia Que queremos despertar, 1 que rogamos al público Dé a nuestro periodiquillo Aunque se llame Tornillo 1 haya a veces de apretar. _.~.- ColeJlo de Boyaeá. Este es un establecimiento literaria que cuenta con rentas bastante regulares, i al cual so lamente faltan a lumnos i directores. No sabemos si la ra­zon de e~to sea permanente otransitoria. Sinembargo, así como así se llama" Colejio de Boyacá" al solo edificio, pudieran tomarse para cualquiera otra cosa las rentas, i siempre qliedaria­mas con" Colejio de Boyacá." 1 he ahí un magní. fico modo de fundar colejios sin que cuesten nada. ¡ Cómo se han de gastar cuatro o cinco mil pesos en sostener un colejio público! No s eño res: puesto que el Colejio de Boyacá está casi organizado; puesto que tien e edificio i rentas de su propiedad; puesto que su utilidad ha sido demostrada por la esperieDcia, i puesto que el Es.­tado lo necesita; el mejor medio de arreglar la eues tio n es despedazar Sl1~ rentas, voltear el edificio' cortar la historia, desatender la nec esi dad e ir a mendigar la instruccion a establecimientos particu. lares. ¿ Quié n ha dicho que no es mejor buscar posada que vivir en su propia casa 1 1 sí a esto se añade el reconocimiento que allá en el fondo de su corazon nos guardará algun ahijado a quien le demos seis u ochocientos pesos •••• Si a esto se agrega que despuesito nosotros mismos fun. daremos un establecimiento i estenderemos la mano por nuestra propina •••• Oh! qué dulce! Muchas otras ventajas hai: conservamos el mo· nopolio de los abogados; la ciencia de la l e jisla­cion quedará siendo el esclusivo patrimonio de lo que llamaremos Padres de la Patria; la alternabi-s lidad queda escluida de hecho, i hasta se impide la censura. Así llegamos a la perfeccion : el siguiente silojismo lo demuestra: No hui censura, luego todo va bien. La Asamblea i qué pensará por fin 1 Deseamos oir el parecer de los Padres Conscriptos. Nos atrevemos a proponer el siguiente proyecto : LEI Cerrando un Colejio. La Asamblea lejislativa del Estado Soberano de Boyacá, para satisfacer las exijencias i necesidades sociales respecto de instruccion, DECRETA' ; Art. }.O Ciérrase el Colejio de Boyacá (o mas bien, remáchanse sus puertas, porque boi ya está cerrado) . . Art. 2.0 El Poder Ejecutivo queda encargado de la ejecucion de la presente. Dada &.8. Presentado por el in(rascrito diputado por el cír­culo de las tinieblas.-K. DESTORNILLADO. Progresamos o no 1 i Quién se atreverá. a decir que Boyacá no se encuentra a la vanguardia de la civilizacion? El que tal cosa sostenga tambien sos· tendrá que no hai mas luz cuando se apaga la vela. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. EL TORNILLO. 3 "LA REACCION." Vamos ya en el número 7.0 de este periódico, en­cargado de hacer retrogradar al Estado. i Cosa estraña! solo siete números se han publi­cado i ya todos andamos como el cangrejo. 1 ide qué medios se vale aquella señora para con' seguir tan prontos i benéficos resultados 1 -De la eficacia de su palabra. En efecto, basta decir que la Asamblea lejislativa del Estado es un club, compuesto de hombres que se han usurpado el poder público, i ya todos estamos convencidos, i nos volteamos hasta la chaqueta. 1 los puebloll que sufragaron por sus respectivos dipu. tados, en el acto dicen que no sufragaron, i se con­vierten en reaccionarios, i le piden a "La Reaccion" (el oráculo) que le presente los nombres de esos di. putados, porque aunq ue votaron por ellos no los co­nocen. Todo esto es májico, pero efectivJ. i No veis cómo marchan las poblaciones por el camino que les traza "La ReacciGn 1" Ya esta ha anunciado que los JlIedios pacíficos son inútiles, que hai que buscar el remedio "en otra parte." i A las armas! conservadores. "La Reaccion" os llama. Si alguna otra vez fuisteis por lana i vol­visteis trasquilados, eso fué cuando os mandaban hombres; ahora es "La Reaccion" el caudillo, que por mas femenino que sea, os conducirá de victoria en victoria hasta la tierra de promision. i Cuál es esa tierra prometida 1 Esa tierra prometida son los tiempos del rei Fer. nando 7,° porque "la libertad racional huye de las repúblicas." Así lo dice "La Reaccion" número 7.° Vamos pues a buscar la libertad racional en los brazos de nuestro amadísimo monarca, en los tiem­pos En que azotaban a las jentes, las confiscaban sus bienes i las fusilaban. Al comenzar no mas el viaje "La Reaccion" como que se cansa; i sinembal'go de que la liber­tad racional huye de las repúblicas "La Rcaccion" se detiene en el centralismo. i El centralismo no es UDa de las formas de la república 1 1 i por qué se detiene "La Reaccion" en el cen-tralismo 1 . Porque "en el centralismo difícilmente se influia en los cuerpos lejislativOf," (es decir, los pueblos no influian: los déspotas sí) "i solo la virtud, el talen­to i el patriotismo llevaban la voz." Hace bien "La Reaccion" de contarnos esto, por­que de otra manera no lo hubiéramos sabido. Allá \ en esos cuerpos lejislativos estaria "La Reaccion" i muchos de sus secuaces i no 1 Ahora si compren­demos porqué eran tan buenos. En estos tiempos se triunfa enJas Asambleas "con la elocuente razon del mayor número;" luego en tiempos de "La Reaccion" se triunfaba con la del menor,-que es lo que debe ser- Mi señora "La Reaccion," dígame U. i aquello del carnerismo a quién se aplic6 ? Pero a la mejor del tiempo ha aflojado "La Reac­cion" porque dice está persuadida de que "por rudos que sean los golpes que se den a la ReliJion i a la Libertad, no saldrá el pueblo del indiferentismo en que se encuentra, lo que la hace creer que con di. I ficultad se efectuará una reaccion benéfica." Vaya, vaya! •••• A "Lo. Reaccion" tambien le falta un tornillo. REVISTA. '~a . A'fllo.-TamIHen tenemos en Tunja una cosa parecida a teatro j qué felicidad! Vergüenza nos causaba que, cuando todas las poblaciones impor­tantes de nuestro país i fuera de él hacen esfuerzos por proporcionarse una distraccion tan agradable i de enseñanzas tan aprop6sito para destruir las ridi­culeces de la sociedad, solo Tunja careciera de ella. Ya podemos pues consolarnos de nuestras pasadas miserias, pensando en poder gozar de cuando en cuando de momentos de solaz como los que se nos proporcionaron en la noche del último domingo. Solo que, cumpliéndose la leí natural de que todo en eu principio es pequeño í débil,-se elijió una pie. za de pequeños actos, ejecutados por actores que algunas veces hablaban en secreto; lo cual, unido a otras pequeñísimas faltas, hicieron que El Tornillo, fuerza es confesarlo! ¡¡{'gase hasta creer el imbécil, que, quitándole su nombre i confundiéndolo con el de Emilia de Boger, se habian servido de él para con el público durante las dos horas que duró el drama .••• ! Pero en cambio, el duo final, que estuvo bueno, i el recuerdo de que la [uncion se daba a beneficio del Hospital, sirvió de consuelo a los concurrentes. A sAMBLEA.-Continúa sus trabajos, cuidándose mui poco de los estampidos de los cañones yankees, como de las descargas de La Reaccion. 1 eso que ámbas cosas son ruidosas i temibles! Cuenta, seño­res diputados, que si os descuidais mucho, La Reac­cion os regañará como a chiquillos, i a ver a quién os q uejais •••• ! 1 hablando de esto i quién sabe si apesar de nuestro buen humor i de nuestros deseos de no abrir hostilidades con ella,-a consecuencia de las consi­deraciones que profesamos al sexo débil,-tendremos que llorar alguna vez porque nos regañe tambien ~ Para ese caso debemos advertirle desde ahora que somos un peco respondones, i mas si encontramos injustos los motivos. Andemos pues ámbos con piés de plomo. -Es de sentirse que tal cual diputado se ausente sin haber cumplido el encargo que ha recibido del Soberano. Apropósito de estas ausencias recordamos una de las cualidades que La. Union de Popayan hace no­tar en sus candidatos para miembros de la Munici­palidad. Dice: "Estos señores no son de los que ha. cen levantar ln sesion por talta de QUORUJl1." Segun esto en Popayan se levantan tambien las sesiones por falta de quorum. Bajo este aspecto" todo el mundo es Popayan." Lo que a nuestros lejisladores les falta, les ha f

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El Tornillo - N. 1

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La niebla

Por: Stephen King | Fecha: 2012

El maestro en el arte de aterrar se supera a sí mismo. He aquí una serie de historias -unas horripilantes en su extravagancia, otras tan terroríficas que disparan el corazón- que son el producto mejor acabado de una de las más poderosas imaginaciones de nuestro tiempo: En «La niebla», historia inicial del libro, extensa como una novela, un supermercado se convierte en el último bastión de la humanidad ante la invasión de la Tierra por parte de un enemigo inimaginable... En los desvanes hay cosas que conviene dejar tranquilas, cosas como «El mono»... La más soberbia conductora del mundo le ofrece a un hombre «El atajo de la señora Todd», para llegar antes al paraíso... En fin, todo un abanico de emociones y escalofríos, cuyas flores se abren por la noche... La crítica ha dicho...«King tiene verdadero talento: sus cuentos de terror son entretenidos y copias exactas de nuestras más profundas pesadillas.»The New York Times
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