Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
LUZ Y FE DAN FUERZA.
LA MUJER.
REVISTA QUINCENAL
t:XCLUSIVAMENTE REDACTADA POR SEÑORAS Y SEÑORITAS,
DAJ O LA DillY.CCION DI-" L.\ SE~OllA
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER.
LÚ~ES, DICIEMHltE 15 DE 18711.
__:.--...:.=====~
ESTUDIOS HISTORICOS
SODH.E LA l\! UJElt EN 1 .... \. CIVII.IX.\.OION
CAPÍTULO !\0\'I:~O.
LA MUJEH. H.OMA~A.
(CO:"o defendieron con
lns CHIIII\R cu la mauo y ou los campos
clo IMtnlla, los tiranos que gobernaban
uut6neo,, Antonio, Oct.avio y Lépido,
re olv1orou acabar cou todos los rcpu.
hlicnuo , diíndolc muerte (i sangro fria.
" I.os ngentes del triuuvirato {dico
Segur) llc\arou ií Homa la órJeu de
pouur lérmiuo á la -.:idtl do todos los
!iliiialndoH como proscritos. No a.udu.
'ioron rcmiSQs en ejecutarlo. : unos
ornu nsc~ioados ou los hruzo~ do l:illS
mujeres y sus hijos, otros erau iumo.
Indos en el reci uto •lo lo11 templo~, en
lns callo,.., en lu.s pln7~'l.l> p1íhlicas, en
Jocdio do los banquetes y aun en ol
ejercicio de :;us empleos ptíhlicos, como
sucodic~ :d tribuno del pueblo, Sa.lvio.
Estn!> s:~ngneotas cjecucionos cau!'aron
un inHmcible terror en Roma, l.'\nto
más cu \oto que no se S.'\ hin. cuálco
eran los nombres tlo loí! que c::.tabau
cu lns talJias de proscripciou.
1'0MO HI.
Los m:ís tímidos so. oculta.hnn tcm.
l.Jln.ndo e~¡ los sitiaR m~l'l retirado,, los 1
prudcutes ~e nlejaban como a l Jescuido,
oQ tnnto que los más nuclaccs llegaron
¡Í concclJir el puu amiento ele poner
fnogo á la ciudad ompczn.udo por sul'l
propias casas. Cuando álguicu se .on.
coutmhn. con otro on lns calles sohtnrins
ntobo, temblnb.."l.u, pou~anJo cada
cual que el otro podia ser el emisario
encargado do darle la. 1auertc."
U na vez que se lijnron los nombres e lo
l:~s prc::.uutas víctimas eu las tabl~s do
proscripcioo-on cuyo cncabewmwnto
se mnuda.bn que CJUicn r¡nicra •¡He dio m
asilo nl coudounclo seria considerado
como c6mplicc, en tanto que el c¡uo
douuociara al pro crito recibí ria u un.
recompensa- luego que !;e supo esto,
el terror subic~ do punto.
Los denuncios se hicieron tan frc.
cuentes, que om ya cosa corriuHto que
el hoUlhre libre veuuicm á su amigo en
ctLmhio de oro, y el esclavo pot·obtoner
ln liburta.d. Las desgrncintlas dctunn
oo em.:outrabao nmp.Lro. y tamiau ul
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mismo tiempo el puiinl del MC!'lino, la 1 justa, pucsf o qne incurro e u la misma
trnicion de sus esc)a, os y lt\ :wnricia pena el proscrito y ul 'I"O lo oculta.
hasta de sus parieot<.'S mrís C'crcauos. )lerced al valor fJIIO despleg•) en 1
Re doRpertaron ent<Íuces tocins las ven- aqnell: oc:nsion la tlladro de .Marco
gnnzas olvidadas, los odios, bs envidias Autonio, 1 :stn l ogr•~ que borr:uan el l
mn.l encubiertas, y así los denuncios nombre Jo su lterm:lno de las tablas do 1
oran contiuuoR. proscripciom. 1
Paree.: e como si esta situacion espnnf o. A,]ernas t le cst~ nmd ro rl igua de elogio
S.'l. u o podria. rcpetinso ~~~los timnpos del ~·e refieren Jos ltc1·hos de \arias otras
cristinni~rno, y que a•¡ucl lns gentes ~e m11jeres 'JI:! O con 'hczas y prmlencia
portaban a:,Í porque cm u pa~nut\) ; . in salvaron 1 a 'liÍda do sus pariente:. y
orub:ngo, durante In famosa Hcvohtcton n.mi:-:o~. S ,lJcdorc!: los tiranos del mal
frnnces.'l, y despuc, en las ,~poca.<; Je partido 'JI te les jugab:m las mujeres
revueltas públicas en todos los ¡m'Í~es romanas s:1h11~ llonn:NSIA, lr:íbil ,dJo.
qu(. vapel desempeünlrau Ins llllljorcs yndo.
10manas! La hi:;totia señala apéuas una Ella. acostumumdn .1 defcurlct pleitos
sola, tpto fué cruel y sur picd,Ld c·omo a u te el Foro, tom6 la palnllm eu nombre
los hombres He su tiempo,- y en CRto clo ¡;n:; concru•b,J.was, y tHI un di~cu,-,;o
o.u;o las romuuas fuo1 on lllll jo res r¡uu Ja¡; nnry eloc·ucu 1 o, deuuncinndo la <·1 u el.
mujuros sostenedoras de la· Rovolucion dnd de Jo<~ tiranos ¡ dcft;udillldo. !.1
fr.mcesa. . - Aquella mujur, r¡uc In hiR- cnU!':I\ de l(l• porwgmdos, ¡wallo y Ir u.
toria denuncia, so llnrnnba Fur,\ r \,y rnilló 11 los gol nrnnut ·P.
Qtn In primera. espo a do .1\lnrco Anto. A pos:u do In. mbin tjiiO sus u,Jacc
uio. l 'arcco que habia touitlo moti, os palabra tic portl~ en el pecho do lo
dc,¡uej~contraCiccron,vuo olmnouto tirano, Jl, conwttoroncn modifi 'r
OD\lo ]>CrsonP.lruento lo· 11 e anos á u ) dcroJnr l ley en fn~or do ]os ciernan.
en 1, stuo que pidi6 ngna. con un ¡ouuzon, y Hlll- '[UC la tlocndcucm rnorn1 había lle ado
u e de ,, n mn.ucra bárl>."l.ra do lo '1"0 hnsta el 1 nt.o tlo •¡uc los :unos de)
h.thta diclro contm ella. m11udo o In rnillub::ur y IYtju >.'\n u
l'cro si h mujer de ~ l ntTO J\ntouio frente~ para rel'ihir ol yugo ele tro
crn un monstruo, I.L madre de n•¡utJI horubtcs, Ir. e amaR rontnuns ft ron la
tÍilDO ejecutó el siguionto lrocho: tÍnicu •JIIO ·e .ntrmicrou {¡JI' i tira In
l n día se prcscnt6 en ol Foro, J 6rdcncs tlo los tduu1 ir o , y pH 1111.:dio
dingit11do o á !'11 hijo le dijo: do unn tnu or o dtJU uir por ultillla
-Triumiro, he tabido 'l"tl J.av t111 ~;ez la \OZ 1()rihuuJa do la j ticiu..)
pro rito n-iln•lo en 1111 t•a a, y H!l~ o.\ la liuewuJ! ••
douuucinnne. El uomhro tlo tu ltorrnn. L:lS nus a cau 1 trncn lo mi rno
uo, Lúcio, es t •• e u ln Ji tn ,Jo proscra p- efectos, :¡sa CÍtuacion tan io~o~te. el tÍtl~lo .de Au~us!o, 28 aü~s ~u tes del
niblE', lmscó un nn1o que gobernase ad veuuUlento de l'\ u estro l"euor ,Jos u.
con tná~ equicl:l.d y ménos crueldnJ : cri:;to.
a..c:í, levantó un trono y suutó en l-1 nl S. A. DE S.
primer grnperat.lor Homano que tomó ( ContitttMUtÍ}
---.... ·----
ENIGMA .
•
j Yeoga el m nndo erudito, ol 11modo nmo.
1;1 lllngo cahnlí~lico, ol profetA,
¿Será tal vez de odiosa ~irauía
Ln nle.,.órica iwó.-cu infamnnlo '?
l:l tilósofu, el sabio y el poct.,, ¿O em.b.. lema do lotl misma auoJua 11' a ?•
Y uuu lu débil mill\u del oruo humano,
Y adivine quien pueda a•luc:;to arCMlo:
¿ Quitín es esa mujc~r altiva, iuc¡niola,
<.lno innwuso libro llo\'1~ cu:~l cnrcta,
Y un c:cho o(Jruel ele ortigas en lo. mano ?
¿.O insanida.d ridícnln qne ospnnt??.
;. Algun esfinge uuovn? ulgnn:\ arl'l{l !
Es una cosa 11eur - una pod,mt6.
,\xa,·.L& CAA~H~o DI·: V11rt:.no ( g<·ualoriana),
---·-
LA JUVENTUD DE ANDRES.
NOVELA HISTÓRICA Y DE COSTUMBRES NACIONALES.
CF' l lli OltL S I G L O X VIII .¡
CApITULO I 1. ihaln.giiciía,la capitnl del ... ~uc\"0 ltcino
S A ... 1 {)e Grnunda no ofrccin mnyorcs ntme-ot.
os. o o . ..- a o s • tl· \oS. L asen 11 es, que lU~• U 11 0y d1' n und a
l~c.~ el pr1mer dmdoluros do .Junio tieucu de a1;cadas, ou oqucl cntóncos
de 1782. lluoinn tocado !'a. In ornciou cron veinte vece11 más inmundas, si
e u los tetnplos do ~au tnfé. l >umutc holllO;; do e roer en ta.c; tloscripcionos que
todo. ol ~iB no t~nbin co~ lo do caer uua. de ellas hacen con piucolos negrísimos
lluvtn lt•uuc, fnn y conttnun, ultoruudn. autores contcnlporríncos. Los caiios,
con reoias rúfnga.s 1lo vioLto JHlltotrautc coust:;,nlemeute rovcnta•lo~:, fo rmal tan
y he Indo. Las .got:1s tlo lttvtn, impeli. hasta. e u la.s nuls frecuentadas vín.s Ju.
dn~ por olngn~ cter;o:o tlt los páro.lllos, gos ele fantá:;ticas y va.ri::ula!i formns, los
baJaban ou to•:Cldasltuca; suhru In ciu. cuales ocupn.lmu el centro do las calles,
1lnd, huruoclc('Hllulo Y~ " ' Indo yn otro ador~nd3s cou toda <;s~¡ecic do bnsuras,
1 de In..'! aceras ele las mll(S, A 1 caor el holloJOS, canastos VIO JOS, t rll.J)()S, mor-
1 sol en\·uulto 011 ynrclo.s .~.ul.os. los ~:e. teciuos, &c. En consounucia. con scme.
rros, que uo hal11au rc~:t\¡Jo '1uo. solo. jnnte desaseo el pavimento se compo.
sonrisa de luz. ou _to•lo ol 4a, apnrccian uia. do una. série de piedras ¡;ucltas,
tristes y desapnc1Lics, Y t medida que hoyos, colinas, profundidades y .lodnsc
acen:-:l.ba b noche TCS\ltarou ruú~J y 7..ales míl.S ó ménos cugnüosos y s1n s:c.
mós las nepns arrugas de sus escarpa. ñnl nl •una de eulo ... ndo, salvo en nlgn.
das falda . nas d~ ios calles 11rincipnles y frouto
En mcclio do uua. ntmóscm tnu f>OCO do lns ca"tlli do los ticos. I,as casas ma.J
J
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128 LA MUJER.
blanqueadas no presentaban por fueml pero aúu se oía en nlgunns pasar 1 10r
sino aspecto de prisiones con sus ven. entre las mal cerradas grietas t.le las
tanns enrejadas y altos y macisos ba.l. ventanas el murmullo de las oracioces •
eones, portones más 6 ménos adornados vespertinas, así como en tal cual c.."'lsa
con toscos clavos, y tejados anchos y filtraba mnyor luz por lns ventanas, y
torcidos. A las seis tod<' el mundo ce- se oía taüir alguna guitn.rro. 6 vihu~la,
rraba balcones, rejas y portones, y acle. interrumpida la música por alegres
mas estos últimos se trancaban por deo. voces y carcajadas, lo que probaba que
tro con polos, cerrojos y cadenas. La os. allí las mntrooas eran ménos rígidas de
curidnd, al cerrar la noche, era profun. lo que se u~aba en la alta sociedad, y
da; así, cado. cual se encerraba en su cnsa ¡que era permitido que en aquel reci uto
desde In oracion, temeroso de gozar de penetrase In alegría y la algazara, senlas
ventajas arriba enumeradas, y raro timientos tachados de contrarios aí b
era el transeunte que salia á la calle 1 eoton:\lla dignidad del seüorío español.
despues de las seis, salvo lo~ jugadores En ac¡uella hora precisa ú que aludi-y
los enamorados 6 algunos vecinos que 1m os, salia. de la. casa ó Palacio Arzo bissolían
reunirse para pasar la velatla. pn.l, dos cuadras arriba. ele la plM.n
Sin embargo, media hora despues de mayor, un jóven envuelto en aocha
la. oracion de aquel primero de .Junio capa negra, tan larga y amplia que
que queremos recordnr, la., calles no m;ís pa.recin manteo de sacerdote que
estaban aún enteramente desiertas, y traje de seglar. Ademns trnía el rornse
vcía.u tmnsitar por ellas algunasl>ir. brero ralndo hasta los ojos, no Jlo.
vi en t:u; que vol vino o.presuradaru en te 6 vn.ba espada, como todo caballero ele
su!'l cas:1.s; tnl C\ln.l nrtosnno que se ha- su época, y pa.recia de tnl:lllte grn\e y
bia. rot:mlado en alguna obra ó en la circunspecto. El jóven bajó las dos
cercaun chichería, los cuoles pnsnhnu cu1.dras ltnsta llegar ú In esquina de la
Lncieudo chasquear sobre lM piedras plnzn, y ~;o dirigió al edificio que Josresbnlosns
sus pi~s desnudos, en tnnto l pues fué couocido como la caS'\ de
que resonaban lns botas dol cnbo.llero Mootoyn., y hoy es Jockey Club. Enque
pasnun. coYuelto en lill capa, y s11 e!l- tóuces aquella. ca"'a e m el cuartel t.le
pada, al tropezar coutrn el muro, al cunl caba llcría, y en la puerta so veín el
tenin quo ir arrimado }Jara no caer uu ceutinelt~, cha.peton rocion llegado de
los lodnznles, producin un sonido motá. la Costa, que tembla.bn. do frio, pase:IDlico
y sonoro. Aderuas se veía a.tnn·e- close con ol arma al hombro de un Indo
sarde u un co.sn. ú otrn. t1\l cual dama que al otro dol ancho porto u empedrado )
iba :'i viRiun á nlgun vecino enfermo, almuurndo dúbilmente }JOI' uu triste)
{¡consolar a.l~ua IUnign ó pasa.r la ve. opaco farol.
bdn con un~ comndro curiosa. que la Un l'{rupo de soldados yacían eu m
rcliriern el último esctíudalo más 6 n.(o. rincon del wguao, jugando casi ú og:u
nos secreto de la ciudad 6 las últimas ra!ol, con mal truidos naipes, y renopn
noticias ve u idas de J!;c¡po.fia. Las dnmns, do de su liuorte y del frío que los pe.
arrimadas ú la pared y acomp'lfindas t.etratm.
por una ó dos sin•ientas, todas envuel- -iEI teniente Gonznlo de Lúioo
tns en sus mantillas de colores, cnmi- estará nca ·o en su cuarto ! prcguutu e
nnbnn trn.unjosamente haciendo sonso- recien llegado.
nete con los zuecos de palo que usnunn Nadie le contestó, y los soldados co1
para. precaverse de la humedad, pues tinua.ron ou su ocupncion, sin digua.r1
toda. vía no se usaban zapatones de cnu- siquiera. mirar á su interlocutor. E
ebo, "' ni en América. ni en la civili:ln- ese momento salió de otro rincon dd
da Europa. En casi todas lns casas PC r:aruan el negro bulto de alguien ethabil\.
merendado y rezado ell,Rosario, •uelto en una ruana pnrda barnpieon
l * . . 1 y unoR pantalones rotos. Aquel ÜCI:lLos
cuales no so ¡ms1oron de moda amo 1 .
1
:, b, b "6 l t 1
00 años dospues. m1 e ue om re corn a momeo ..> 1
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R E V 1 S T A Q U 1 N C E N A L-. 129 -~
l ~entro de nuestro jó\·en, dicit!UJo como :í su cos~o sabían vn.ria.c; damas
em alta. voz: ¡santafereñas, que lJil.binu tenido oca.
--Sí, mi amo, el teniente Láioez sion de verle, y sobre todo de oitle al.
es tú arriba,-y añadió por lo bajo: i mi guuas de sus frases floridas y aceptar
amito no tendrú un cuartillito para. ¡sus atenciones y galar.teos. 1
estte probc? Andrés formaho. con su amigo un
Era éste un infeliz indio, recien re. completo contrMte. Mús bien de talle
clutado, que servía de criado (¡ los sol- j pequeño que grande, y algo mo.ciso y 1
do.dos esp<~ñolcs, quienes le pagaban poco gentil en sus movimientos, c~reci.n
sus servicios con malol> tratamientos é de elegancia, auuque su natural digm.
l insultos, y éste les correspondía hurtún. l dad lo impedían parecer vulgnr en lo
doles cuanto podía, aunque siempre se ml'nimo. Era pálido y un tanto moreno,
tunnifestnba humilde, abyecto y más aunque poseía bellísimos ojos negros,
1
1
bruto aún de lo que ern, lo que uo es ! llenos de fuego y entufiiasmo cuando
poco decir. se nnimab.'\, el re!;to de su fisonomía
El interpelado sacó trabajosamen•e no.da tenia de perfecta, salvo la denta.
1
do en medio do los pliegues Jo su capa 1 dura más blanca y pareja que la tle un
\101\ mooedilla tle plata, y dántlosela eu árabe, y cierta expresion cle energía y
silencio al indio, continuó su camino. noble sencillez que le recomendaba y
1
SuLiendo la escalera atravesó varios ¡ hacia. respetable.
corredores, y llegando frente ú uon EL cuarto de Gonzalo era en verdad
puerta, la empujó sin pedir permiso, el bello ideal del más completo des6r.
1 diciendo al entrar: den y desbarate. Ocultaba In cama do.
-Dios te guMde. Gonzalo amigo: tras de un curioso biombo de aspecto
-Andrús quorido: respondió un jó. anticuado ha~ta eu aqnelln época, el que
ven rnilit:n,levnntúndosc do uu nsieuto hacia jnego con dos mesas dorndas,. un
q11e había puesto en un balconcillo que canapé de cuero pintado, dorado y ncn.
daba. á In Calle H.cal, y en donde aún mento esculpido, y varias sillas de bra.
se percibía alguna luí'.. 1 zos del oli~;mo jnez. Pero toclos estos
Aunque en aquel momento lnl vez muobles estaban fue m de su lugar, n 1
no so le Jistiuguiau muy bien las fnc. como los objetos heterogéneo:; que co.m.
las tiene, se dellcubriláu en ol trnscur. penbnu eu plena nonrquín con un libro
so de estn. historia. aforrado en pergamino y dos cnucleleros
Gonzalo tenJt i~ de Yeinte y tre:; ií de pinta uo muy limpios, que, de:;tle.
veinte y cuatro niíos, -era nito, bien fiando la.s me~as uonde doberia.n estar,
formado y poseía una lignra clegaute ocupnba.n los brazos de las siilas que
que realzl\lxt su brillante uniforme de no les correspondían.
oficial do caballería. 'l'euia piés y mn. -Aguarda, dijo Gonzalo, voy ú dea.
nos pequcüns y aristocrlitica:;, aunque pejarte uu asiento; ya sabes, aííndió,
de ninguna manera n.feruiuadas; era 1 que mi mobiliario no es muy abun.
rulio y crespo, blanco y algo más ro. dnoto.
sadl de lo que agrada en el color de -K o te afanes, contestó el otro, á fe
t..n 1ombro (defecto que se pierde con ¡ que no te faltan muebles, sino 6rden,
1:~ tdad); eran grandes y hermosos sus como tantas' eces te be dicho, y eu se.
OJO azules, de miradn franca, alegro y guida Andrés quitó un zapato con bebí.
'1\nn~il, la voz armoniosa, y su persona ¡na y una botella do tinta de una silla,
ofroota un conjunto amable y seductor, y se sent6 en ella.
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130 LA MUJER.
-OrJen: exclamó el militar, vaya 1 -;Todos no hemos nacido para misi
lo tendré, puesto qne Riernpre e"a. lit..'l.res:
cueutro á mano cuanto oecesi to. -Así será, pero tengo mis dudas
Al decir esto tir6 en un rincon del acerca de la sinceridad de tu vocacioo.
C\Jarto una mágoifica capa. de paño co- -Jamas be pensado en otra cosa
lor de grana, dejando libre \tn brazo desde nifio !
del canapé. --Sin embargo, creo que allí no es
-Llegaste 6 tiempo, añadió, pues donde encontrarás lo. felicidad ....
ea e<>te momento iba á bu~cn.ros para. -La felicidad! Eso dicen todos los l darte parte de cierto asunto que me que han vivido,- pues ni tú ni yo teoe.
interesa. Pero permíteme, añadió, ce. m os experiencia,-que no existe sino
rrar aquel balcon y buscar uuo. luz, cuando se tiene la seguridad de que
que no h-rusto de tinieblas. se ha cumplido con los deberes que nos
Despues de buscar ti tientas (pue<; ha impuesto Dios.
ya babia oscurecido entemmente) uno. -iY piensas que tu deber es cumplir
v~la por el suelo, se J>USO en persecu- con el voto de tus padres 1
c1on do uno de los candeleros prófuaos -Porsupucsto.
que ol fin ha.ll6, y empatando la ;'el~ -Ah! Andrés, mi entendimiento
de cebo en el candelero, llamó á una será muy ohtuso, pero yo no puedo
ordenanza para que la. fuera á coceo- creer que nuestro¡; deberes tienen que
der, no Uflándose en a.quel tiempo toda. ser necesariamente desagradables, y
\Ín fósforos. que en todo tiempo hemos de inmolar.
Una \CZ que lograron tener luz, los nos! X o, no, ¿por quó habremos de busdos
amigos cerraron la puerta y ~o;o sen. car siempre en la vida. lo triste y do-taron
lo más c6modameote posiole. loroso?
-Dc<:eaba verte, Andrés, dijo Oon. -Yo ta.mpoco pienso eso, repuso
zn.lo, para darte parte de nno. feliz ocu. Andrés, pero creo que se de heria h:l..
rrenciu. que ha tenido mi Coronel : la blar ménos de una felicidad que no
de Inn.ndarme á la cabeza de la escolta existe, y mucho de los d.e!Jc,·es que for.
r¡uo Jebe conducir al Ilustrísimo señor roan el fondo do toda vida de cristinnoR.
Ar;-.olJispo en su 'iaje tÍ Hoodn. á encon. -Los viejos ho.blo.n mucho de deseo.
t mr nl nuevo Vi rey. Adamas u1e ha of re. craí'íos y do los eugnüos de la juventud,
ci.cloconferirámiregresoelgradodeCn- pero es que IÍ medida qu~ pierden la
pttau, htulo que llevarú desde maí'ínna. facultad de go1.ar do loll btenes de este
-Te felicito cordialmente, Oonznlo, mundo, ol ~ iclau 1M dichas que eu roa.
contestó .Andrés,- tanto mi'Ls cuanto que lidad han sentido .. . . Yo, por mi p:lrte,
yo tambien he siJo nombrado por el no dejaré nunca de buscar la felicidad,
seiior Arzobispo su ~ecretn.rio privado, esa maga .enoo.ntn.dom cuyos fa\ores
para acompafiarle 6 Honda. serán pasaJeros tal voz, pero que tstoy
-Quó feliz casualidad 1 Así seremos resuelto ú hallarla á todo trance, y tar.
compañeros de viaje. de ó temprano hacerme duefío de ella.
-Por m~ s~otirt! mucho, dijo Andrés, Andrés miró :í su amigo con profuo.
que este viaJe me atraso o.lorunos cliu.s do cariño, como el de un hermano n1aou
mis propósitos, pues pe;c:ahn. pre. yor que admira compasivo la loca a.lo.
seutar en la semana entrante los prime. gría de un nifio quo no Rabe lo que
ros exámenes para entrar al Seminario, dice. y sin emb:ugo Andrés era. uno ó
y no dilntar tanto el ardiente deseo de dos años menor que Gonzalo.
mi madre, que no sueña sino con oirme -Siempre el mismo ! exclamí, ¿y
cantar mis:~.. piensas, aiíadi6, hallar la felicidui en
-E~o no mo desazona, por cierto: la c.-'lrrera militar, y en la carrer:1. mi.
respondió el militar. Bicu s.'\hcs, amigo litar de este lejano y oscuro Vire· nato,
mio,. que me duele verte entrar por ese en donde jamas couc1uista.rás glo ia ni
camJUo. farn.t 1
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REVISTA QUINCENAL. 131
-Una vez que me hagan Capitan- ,- -Ah! pero yo no pido empleos ni
tm1bajaré para que me destinen ú cut\l. t}tulos, Andrés, siuocampo para. haccrquhcr
regimiento que hajo á la Costa, me conocer, horizonte lÍ mis nspira.cio.
en -douue trataré de distingnirme en los nes, lugar en que poder sen·ir, segun 1
1 conuhntes con los Ioglese~, y despues .. mis facultades, á nuestro señor el Rey! l
-Despues, Gonzalo, te mandar:ín á -Y despues 1
la «Goagira, á Tierm-adentro, al Da. -Ganar un nombre, hacerme á unn
riom .í pelear con algnna. trihu de su. reputacion, y por tHtimo volver tí San.
blo vauos indígenas, ce donde, ¡Dios no tafé, honrado y cubierto de la.nrelos ...
lo Q(ltiera.! morirás tal vez Íl manoH do y casarme con una muchacha uolln,
los sn.lvajes .... En esto consiste la ca. virtnosa y amable, como las hay auin. Sea dicho et: confianza, croo -La vida toda es, en efecto, una co.
que la. sublevaciou clu los Comuueros 01euia. en que cada noo de nosotros re.
uos bnrií algun bien, á pesar del mal presenta un papel; esto no es nuo.
t~xi!.lo que tuvo. vo, Andrés, ni ttí eres el primero que
-¿ Piensas que el Uohierno español lo dice, salvo quo muchoa representan
t'Oil~>•Cntirú en con codornos alguno¡¡ pri. el pnpelméuo~> propio para su carácter:
vilcgios L ... Te e11uivoca~, Gonzalo, - el h. compa.racion es exacta, pero como
C~'>j)(l iiol es el nato enemigo de los crio. toc.la co1o pa.raciou, cxngornda, y no ~icru.
llo;; y jamas les hnrÍI bien alguno con pro la comedia. es riuícula.
!ill g ,,to. -E.-; cierto, exclamó Andr[s, cuan.
-Siu emba.rgo, Antlrés, se dice que do se com·iertc eu tragedia, como sueco!
m1evo Virey hn auuuciado espont:i. de frecuentemente, y cuando peusúLa.
llCIIHJento que procurará tenor coutou. mos reírnos teucmos que ll<>rnr!
lo~ ÍL los Americanos, y que clnrn.ntc su -'rtí quieres convertir b tuya cu
gohit.:rnO mandnr:Í á J•:.;p:d'ia ;Í }os cacle. 11UtiJ 80Cl'I011Cllflll, n riesgo de ec¡ui·,o.
loscriollosquodeu mús ~perau~a. para carte y an~:~pcutirte tardo. iSer{¡ac:~so
c¡ue reciban favor en la misma Corte. uatural, Andrés mio, que un jcÍH!ll ue
-J>alnbras, palt\hra del que estroua tu iu"euio, talento y viveza, func.lc
el runuclo ! .. . .. Ya; vertía cómo todo ~c. toda :!i~t gloria en pasar su existencia
¡.!IJÍrñ lo mi!'lrno, y c¡uo súlo los espai'iolcs ou algun' oscuro curato de indios, y que
de t1tlcimiento serán los que obteuurún durautc los nJOjorcs años de tu vida
Jo,¡ mejores empleos, aunque no los vivas olvidado cnunn miserable alc.lea ·¡
UlCrez<:ao, y ql\e los ciiollos perrnanc.1 -¿ Olviuas, Oouznlo, repuso el otro
ror.ín siempre en el olvido y la o~curi- 1 con cierta amargura, que en mi Ycjer., y
tlncl .. ! < 'u:íntos hombres do mérito uo con los recursos que ton~o, podré tal \ e-.t.
\OS tií muy instruidos, que e:;tudian y obtener asiento en el Coro de la Cuto.
aJtlUDtlcu á foudo las cioucias, que tic. dml de Santafé, como Canóni~o, es
ncu talento, iuteligonci:L, buena Yoluu. decir, si no se presenta otro candidato
tad, j t-Hu embargo, coudonados ú vcgp. que tenga la velltujo. de no ser criolln 1
1 tar ou f:>a.ntafú 6 cu alguna. lojana pro. ~Cincuenta aiios ele ombrutecimiau.
~incin t>lrviendo empleos subalternos 1 toen los campos para obtener semejan.
l~utre tanto vemos ele\ndos á los altos te lauro, no me parece suene muy en.
puestos á sé res nulos y maléficos, pero vidiablo: respondic) Gonzalo. Eso llamo
c¡uo sou protegidos por el Gobierno. yo absurdo, añadió, y rnás que absurdo
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LA )IUJER.
lo considero como un crrmen Jo lesa quiero otro hombro 00 el Ílmbito de la
humanidad. Acuérdate de In pn.ráboln. tierra.
do lu.' tnf,~ntos; Dios uo nos dió fucul- -Yo no niec;o, respondió Gonzalo,
tncle~ para. oculta.rlas en uo hoyo I'Íno que el bien que pne!lo hn.cer un '>ncer.
para. hacerlas útiles á nuestros herma. dote no seu. iurnonso, pero para hacerlo,
noa. ¿N o dijo Jesucristo fÍ !>\19 diHcfpu- basta. tener virtud y buena voluntad ...
los~ .. no se enciende la luz paro. po- -¿Y eso te pMoco fácil1 i Acaso
ncrla dcbn.jo de un celemín ~>Íuo sobre picn:ms que In vocncion so encuentra en l
un canc.lclero, á fin de que alumbre ú todo el que t¡ uioro buscarla!
todos \o, de la casa?" Ah~ )1'\ ves que -::\'o creo que es f1ícil ser virtuoso,
yo ta.mbien puedo cita.rte teologías, y que cualquiera pueda tener voca?ion
pues no en vo.no se sieum uuo en lo, para ~er hneu sacerdote; lo que mego
hnncos del Seminario. y uegar~ l>Íernpre, e!l que tú, mi que.
-Cómo: exclamó André, levñntúu. rido Audré'!, primogóuito de una fa.
tloso para acercarse á 8\l amigo. ¡Creo:; milia riquísima, jó-.:cu instruido y de
t.í c¡ue delante de Dios el sacerdocio muy buent~o po~icion eu el Vireinato,
no es 1a ocupacion mús honorable, más hayas acertn.do eu alojarte flel ID\Indo
snnlt~ y más grande? i Te figuras acaso cou el o u jeto do culti mr los entendí.
<¡uo el hombre que so dedica en cuer. mientos iudígenns que no son capaces
po y alma á :arrancar del pecado al ig. de niuguua civilizncion, y á quienes tiÍ
uornnto, despertar las dormidt\S con. jama;; potlr.ís sonirles porque nunca
ciencia:. y mostrarles In luz del cielo, alcauznráu tí comprenderte, como com.
no do~empeñn la misiou miis meritoria prenderían 1Í un hombre m{¡¡¡ vulgar y
que existe en el mundo? ¿.Me uegarás rn5s {i su alcance ...• Tu sacrificio sorú
to.rnbien que el mayor bien que se le estéril; te cono:tco mucho más Je lo
Jntedc hncer nl hombre, nuestro !ter. que piens:\s, y por llevar á cabo una
IIHI u o, ~ea judio ó cafre, es couvorti rlo utopía renuucianís tÍ In sociedad, quo
ni nmor do Dios~ t Y te pMcco •¡tto el de nioguun manorn.nhorreces, á la vida.
qut~ pas:~. &u vida en ostn. !lll.nt:~ cruza. doméstica c1uc amas, al amor, que aún
Jn., oscuro y humilde á los ojos del hom. uo conoces, pero c¡uc ....
lno, uo ~rá por ventura. el miÍs digno -Alto ahí! Oouzalo, - no conozco
do sor }Jrernindo en el Ueiuo do lo11 cie. el amor como ttí diccR, ni lo uecOhito
los, «pte olclue emplea su vida, coruo el ni quiero conocer, pues bien coutmilitar,
eu la de!;truccion de sus eeme- prendo que s6lo se compoue de desen.
jnut4l (lo ()\lO él llama gloria), y quo gniios y ancpentimicutos. En cnauto
s6lo anhela tener p.ute onla. dosgrncia {i la vida doméstica, si mi wertc me
de otros países bajo pretexto tic eogrnn. lleva léjos de mi fo.milin, rno seril grato
doror y honmr su propia pat rin! X o, dedicarme nsf mojor :Í mi~ Q, y ou cuanto á la
rnn 'oz, l'i yo no tengo amhiciou para sociedad do los nrnigos, tml vo la tuya,
ru( mismo, nl ménos doFOO f.\lrvir ú Dio!!1 que no querría perder, mo bastad In
y {¡ mi patria como lo outiondo .... ~lis mnaLlc ¡;ociedud do mÍ6 autores favo.
pac!re11 o~cogieron para mí el camino ritos ....
lll!Í!i IÍrduo ei se quiero cum¡1li r cstric-1 -Para. todo tioues u hora contesta..
t.nmcute con lt\S oblign.cioncs de su e;. ciou, AtuJr,~s, dijo el ruilitnr tri::.tetado,
y yo lo he aceptado no solamente 1 mente; Dio~' ¡l\IS recuorllos tí la rncmona
extremo incómodas, porque no teui~udo sino que los escribe on su ca1·terit;
techo, e sol y el polvo sofocan al viajero¡ viajan como por cumplir la. órden des u
pero tantbieu lo permiten ver ~;in cesar médico, y son perfcctmneute inofensllos
ricCR paisajes del tránsito¡ ostún vos; pagan bien, son carita.tivo11 y gc.
1
di vididt.<¡ e u cinco compartimientos: no rosos. De~:graci:~d:~.monto esta f'speC'it;
el m 'JI (adeb.nte) donde caben cuatro so cstn cnwbinudo 6 ncabnndo, y la que
persoum holgadamente; ol poscant•·, nbuoda hoy es ln 2." t:s¡wf'ie. Estos 'no
eucitna. lel coupf., duros bancos nl E'Ol y l'olarncote 1W sou inofensivos sino que
;l.l as:un; el inl{:rim· (ocho asientos, y si se hubieran im:enimlo en tiernpo de
en ol cml tuvimos que acotnodnrnos, Moises, él los hubiem enviado :í E~ipto
esta u lo el oou¡J•J ocupado cuando llegn.. como la octava y ruús terrible plaga.
mos), y In ~rte de atrall, donde caben Como no son ricos, 6 no quieren gastar,
tnrnbicu ocho personas. Debnjo do esta viajan econ6mi\!atnente, roolestundo á
enorme construccion, tirnda por cinco todo aquel que se los aceren con sus
caballo• va. u todos los bagajes¡ nsí es l inauditas ~::xigencia'! ¡ son bruscos y
que, cot tan do con el cochero y el con. sumamente malcriados: lo mis curioso
ductor, bamos 26 personas oo aquel , os que esta cs1Jecie entre ~:~í se odio.
'1'0 ... 0 111. 17
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134 L A M U J E R .
mortn!mente y se hace una. terrible ca.c:as pintorescas, ó un estrecho camino !
guerra. Como ellos creen iutlispensa.hle entre dos precipicios. Pa.~nmos frente
llevar fl I nglaterra cuantos recuerdos á ca.pillns solitnrins, casuchas retiradas,
pueden, como una seiial de que hao jardines ocultos t ras de rocas áridM ....
visitado los países que dicen, y siendo El rio Arve en tanto forma ya cerca,
pobres, y no pudiendo cotnprarlos, no ya ll-jos su estrneudosa. música entre
tienen el menor escrtípulo en robtm;e las piedras do su márgen, acompañado
lo que mtís les llama la a.tenciou en porlas calllpnuillas que cada res ó cabra
los rnuse01:1, cortando al descuido trozos lleva colgadas al cuello ....
de muebles, estatuas y decoraciones. Desde Ran Mnrtin pudimos gozar de
despedazando así, y destruyendo ú una ma¡.;nífica. vist~ del .Monte Blanco,
veces, preciosas obras de arte. del Monte Jlrtl(litu y de muchos otros
A cst.n clase del reino animal perte- 1 nevados; allí se di \'itlia. el caTOioo.
necia la. familia inglesa que viajaba ú N nestm diligencin se encaminó á Snnuestro
lado: se componía dol pn.dre, llanches, con alguno.; pasajeros, miénla
mndro y dos hijas; reinaba eu ellos 1 tras que nosotros tomahamos un coche
la maufa. do subirse á laH montufias má<; pequeño de cuatro Miento::; que debía
altas. Despues de haber \Í'ljn.do eo llevarnos dirocti\IIHmte ú Chamounix.
Alemania volvian por segunda voz á 1
Chamounix para subir á uuo cí dos ce- IV
rros que no couociao. CIIAMOU.NIX.
Los franceses que viajan lJOr Suiza
sou negociantes pelrimetres que vía. El vallo de Charnouuix, sitnaJo á
jan para pasar el estío fuem de Paris. mil metros robre ol nivel del mnr, es
y VÍ\'en riéJJdose, diciendo chibtes y u u O. I-"1Í,~ 'erdaJoro en medio de todos
burlándose de los inglesa!!, los que los ar1uellos ¡ní l'll?tws. Hodenflo de ron\S
miran con desprecio y asco, porf1UC escarpadal;~pto lo favorecen ele los hielos
todo inglés tiene la preocupacion (ha.Lio nlguu t.1.nto, su clima es mc~nos riguroso
de los de 2.• e.iuo papa', trigo,
Nos ~;~ria imposible dcscrilúr los :neua, }¡euo, y tal cual curew 11 11Hj11Ímagníficos
paisaje:> que so presentan á tico man:wuo, p~ro ninguno de SU!. lmt
·:ula pn~o por aquel pintoresco cnrni no. bi tan tes pide lituosnn, y todo¡.: so u :teSiguiendo
el curso del rio .Ano, <¡ue tnos y lnbotio os ; atlcmas .Oe sus yw.
riega liU valle cubierto de sementeras queñu:; somcntc1 as ticuon otro inc.lusdo
trigo y de viñas, se llega :í la cindad tria, que durnutu el vcrnno le~ laacc
de Boone,·ille (ya en Saboya), tÍ cuya ga~nr u;~stanle : son. ~11ias, y aco!nentrn..
Ja oe cncueutrn una colntnna 1le pnnan a toda o..xpccltcton ~ los vta.
¡.rruoito c.lc 72 pié~; do altmn., que sin·e ¡jeros quo ,jsitnu 1111 milo, con pafocd~
podelil~l álu_ostntuade ( '•:~rtos Fc~ lix, tn ho.n~·~~de; y couHtaute bnen l11:mor,
h&y ele Cen]ena, el t¡uc lní'.O muchus ~:e~ dtflcJI o ngtaclablo, ~;c~no el gusto
honolicios á aquellas pronocias. cía u tojo c.lol viajoro.; y cuando han po-
Desde Booneville hn~ta ::)slu Mnrtin dido recoger nlgun pequeiio e311dal
1
se Sllceden mil diversvs paisajes, yu compran ó oc.lilicau un..ltotcl mÚ! ó mé.
risueño~>. p. salvajes, npa"iulos uuoll, uos lujo,o.
imponentes otros: aquí se vo un ]>C-1 El pueblo es muy pobre. pero Jo,
íia~co Clirarpado, allá tm valle en minia- hoteles pnrocon enormes pnbcios, y
lnra, cultivado ó cn_bierto do rebaños; algunos son mí1s lujosos que lrs de
ruús léjos nn oscuro bosque \le negros Lóodres y Pnris.
pi oos, y lo sigue una linda vega con' Al di a siguiente tic nuestra llegada
:m IÍachuelo ruurmu rac.lor y cristalino; á Chamounix uos despertarou, í las
de. .; pues un p recioso pueblo con sus1c uatro de la m:uiaua, pama.nunciunos
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REVISTA QUINCE.NAL. 135
que el guia que habíamos pedido nos viviente; en scguicln otro cataclismo
agn:nrclab~ con clos wulas ensilladas. permiti6 á. la. tierra calentarse otra
Mfetlin hora despues nos dirigiarnos vez, y poco ú poco el hielo fuó d?sapapn~;<
o á pa~o por en reedio de los campos reciendo, pero ha. quedado toJn':,a. una
cult.ivn.rlos hiícia el camino que lleva parto de él en las montañas mas e~eal
Jlilctr tle hielo, una de las curiosidades vauas, como una huello. do su autenor
de •Chamounix. Al cabo de uuas rlos irnperio en el mundo.
milll:1s se ompicz:l. á subir por un camino La superficie de esta curiosa nevera
em¡•inndo, que serpentea por entre uu e'> en algunas partes blanca y t~ate, Y
hermoso hosr1ue de pinos y abetos. Al fiu en otras cristalina. ó de tinte ~ns; las
lleg \ffiOS á un sitio más abierto, clcsde .... rietas (que á veces tienen de diez á.
el c:ual pudimos ver todo el valle de ~cinte metros de profundidad) toman
Clm nouui x ú nuestros piés, iluminado 1 un color verde claro 6 azul cele~ te, y
por el sol.... Era el 20 de Julio, y allá e u el fondo so ve corre~ \tn hge.ro
o.l contemplar aquel extraño paisaje, arroyo, que va filtro.udo húc1a los ablsreco
ruábamos con enternecimiento ú mos, y concurre ú formar los torre:r:tes
nue~tro país, y la fiesta que se celebra que, \toiéndose en ol vallo, se conv~erhoy
en él! ¡ Cuún cierto os nc1 u ello do ten e u un río: el .ti n•e. !>ara t.rausitar
que "no so lleva la patria en la zuela en medio do o.quel mn.r endurecido, .es
de nuestros Z:J.patos! ''.... y nuestro preciso ponerse á caminar tras del gma,
pcusumionto volaba hácia ella, poLre quien va fonoa.ndo cscnlones con una
y qtJerida pntria, tan amada. cuanto hacha entre el hielo, para poder afirmar
Jcsgraci:u.I:L! el pié sin riesgo de rodar al fondo de
Dos horas de continua. ascencion nos lo!l abismos de csrnorn.lda ó de zafir.
llc\'nroo hnst.a un pequeño hotel en que En contorno de la nevera crecen multl"
scar san los viajeros á o tes de ncercarse ti tu u de helechos y tloros ~;il vestres,
al J..Uctt' de }¡ itlo. Todo en Hui ~.a se eutre las cuales la m:ís conocida Y la
hae(! ~ogun )a') reglas del pro"r.lma, y rn(\s bella., os In. llnmnda ?'OSCt clt• los
osto rmtumlmcnte quita nn "'tanto ltl. .Alpt'-'~; es de un tinto rojo vivo, tiene
poo Ín :í. las uellezas del paÍR. N os hojas verdes y reluciou tos, Y. sus her.
couiortnntuos á lo. .; uso~, y s de pnsar nlgunas },orns en
y 300 mot.ros de ancho (dondo ménos), el .Mar do hitlo, volvunos al J.otol do
rode,,Jo por tres hulos de altos .t~er ros: .\loutnuverll,y mit{utms uo.:; propara.uao
uno uegros y ucnbauJo ou agudns puu- do uuevo las mulas, nos pusimos .L oxata!
i (qno llawo.u agujas), otms méuos minar el "f,i.bro do los viajeros," el
osc.~~rp:uJos y cubiertos do uiovo. cual so encuentra ou todo sitio afamado
1
"Lusnp~rficiodel J{a,·clcJ,.icio, vistn. on Huiza. Allí cada. cual pone Sll uom-1
desde ~lontan-.ers (dico el sabio do bre tÍ un pensamiento. IJas tlos tercems
~aussuro), ¡•:uoce ser efocti vamcutc lt~ ¡nrtes de los quo Jmbian iuscri to su ! de un ruar A Jite 1-0 Lubiera. congelado nomhre en aquel libro crno umericn.oos
'de ropeutc, no en clmou1euto tic unn Jel Nort..e ó ingleses.
tompo tad, !iÍllo eu aquel en que se ha Entre las frases Ju(\6 co.mctcrísticas
cnlmndo, y sus ola!l, aunque muy alto.s, de nquello:. qu~ vi:\jnu solawonte para
tiCnliS dos hija.s, Eouua. y J
de ltiob ( ó ÍL lo méno:. una gran parte Fanny ; pidieron a.lmomouto do al mor·\
del globo), y desapareció todo sor :r.nr y se lo sirvieron u1uy bueuo, con lo \
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136 LA MUJER.
cual quedaron muy satisfechos con el nos internamos en breve por el Grvmirw
hotel de Mont.a.nvers. Les costó á raMn de la cabeza?w¡p-a, por entre dos cerros
de 3 fr. 75 c. por persona!" escarpados, sin un ~rbol 6 arbusto, y
Otro decía (éste era americano): !sembrado de enormes piedras, traídas
"Llegué 6. Montanvers á pié, hoy allí por los derrumbes de nieve durante
aniversario de nuestra independencia, los inviernos y primaveras. De trecho
pero con mucho dolor de estómago.... en trecho se levantaba una cruz en la
me aconsejaron que tomara brandy con orilla del camino, ante Cltya sefial se
agua, y m o mejoré. ¡Viva el Estado de descubre el viajero, pues es la señal de
Massachusets!- (Firmado) Guilú.:?'?'M que en aquel sitio otro fuá sorprendido y
Sm:íth, natural de Massachusets, E. U., ahogado por el huracan 6 los dermmbes.
Julio 4 de 1859." Al cabo de uno. hora. de marcha el
A la. vuelta á Chamounix fuimos al aspecto del paisaje babia. cambiado
pié de la nev~ra. de los G aguas.
de plata. En varias partes del camino los al.
V dea.nos nos sa.lian á brindar caoa~tillos
de cerezas rojas, perfumadas y Jelicio-
DE C.ILUlOUNIX J.. YEYEY. 1 sas, que no~ apresurábamos en comprar.
Eran las tres de la tarde- Ct"t\ndo.
Aunque a.póno.s habíamos visto dos moutados en nuestras a pasible> mula~,
ó tres de l:l.s curiosidades naturales de hicimos nuestra entrada á Monligny,
Chamounix, no pudimos permanecer despu~ do atravesar una larguísima
allí m~s de un d1~; así fué que el 21 alameda de árboles frutales y de viñede
Juho, ú las cmco de la m:\ñn.na, dos, y nos desmontamos en el bo;el de
montamos de nuevo sobre las mismas la Cigüeña.
enormes y prudentes mulas que nos No pouriamos dar rozon de h c:udad
llevaron ti :Montan vera, y acompañados
1
de :M:outigoy, pues apénas la atnvcsa.
por el mismo guia, salimos con pena mos para ir ú tomo.r el tren del ferro.
del precioso valle de Cb::1.mouoi."t. carril que nos debería conducir ~ ori.
Dejando ú un lado el Arve con sus llas del lago de Ginebra.
pintorescas aldeas, molinos y prados,: : Los vestidos de este Can ton deStúza
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REVIST A QUINCENAL. 137
(Ynud) sou originnlcs: la,.c; mujeres
llevan ena.gna. de color oscnro, th(l!~o
del mif>mo gl-oero y mn.ngns hlancns
(siempre a.sea.dn.s ), ~m broros iglln.l es á
los de lns ginebresas, sobre una eolia de
muselina blanca 6 nllgra, 6 de seda
ne_!{ra. y encajes blancos.
El camino de hierro sigue loo orillas
del R6dnuo por roecle VeHlJ hasta. Ouchy, puerto en
el cual desembarcamos, y tomunclo un
canunje nos dirigimos á LatLBannr,
capital del Cnnton de Ynud.
(Gontintta?'IÍ).
APUNTES HISTÓRICOS.
MARÍA CRISTI N A DE SABO YA .
1 1 canonizados (¡ue rogif;trl) su hislori~
al tra.ves do los siglos. ~;otre ésto!t
ÜU\XDO una. -vez le decian ú Víctor cué ntn.se la venerable :María. Cristina.
)f.a.molll (el unificntlor de Itnlia y el do Sa.boya., Rciun. de la.s dos Sicilias,
pers~mdor do la Hecle Apostólica), hij~ de Víctor .1\Ia.nuel I, pariente Jel
que rewmm en lo que hacia, porque moderno Víctor Manuel.
Dios Je podría casti"ar por su' hochos Hija. del Rey de Saboya y de f;U
exclamó:
0
' espo:;a :María 'l'oresa, Archiduquesa. de
--{:ómo! i acaso no tengo yo en la Austria., María Cristina naci6 en la
Cortf celestial una multitud do Su u tos isla ele Cerdcüa el l4 do Noviembre
do m familia que intorceda.n por mí? do 1802.
_ E.ftctivumeute, la casa. de Sa.boya. se Desde su primera infancin.esta. p rin.
dtstugue por la mul titud do Sautos cesa. so hizo notar por su inclioacton á
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13S L.A. MUJER .
. la virtud cristiana . .A.l cabo de muchos 1 su familia, la incertidumbre y peligro
años la aya de RU niñez y dama de <.le las grandezas humanas ; así, era
compañía de su juYentud, decia: "Do- humilde, abnegada y paciente á toda
tada de un carácter algo vivo y fogoso, prueba,yjamassolavi6 enorgullecerse
á medida que iba creciendo en edad, por sus talentos, su alta posic1on ó su
se veía muy á las claras cuánto se es. gntnde belleza, belleza notórin entre
forzaba por todOil lo;; medios para ven. las princesas de su época.
cerse y dominarse á sí misma; así es Víctor Manuel, que babia log1ado
que c~da dia se la podía observar más hacer frente ú Napoleon, sosteniéndose
recogtda, devota y fervoroRa en sus en seguida en la Cerdeña, y recobrando
plegarias, más exacta y obediente á la el Piamoote y la Saboya., vi6se despues
voluntad de su madre, y más afectuosa odiado por el pueblo y obligado ú abdipara
con sus hermanas; en una pala. car en favor de su hermano Cárlos.Fúlix
brn., de año e u año se veía palpable- (puesto que no tenia. hijos varones) en
mente cuánto iba adelantando en el l l821. Cuando llegó á oídos de la Reina
carni.no de la perfeccion que nos manda la noticia de b abdicacion del Rey,
el Evangelio." reunió á sus hija~; en el oratorio del
Siendo la menor de las cuatro bijas palacio y las dijo:
del Rey, creció mimada y querida par. -El Rey, vuestro padre, acaba de
ticularmeute por su familia, pero su abdicar, y por lo tanto nos hallamos
carácter era tan bueno, que aquellos todos reducidos á la condicion de sim.
consentimientos que podían haber da. ples particulares; demos gracias ú Dio!>
ña.do su buen natural, la hacían más de que han queJado puros la concien-dulce
y amable con todos. cia y el honor.
"María Cristina, decian sus herma. Aunque brotaban lágrimas de los
nas, poseía en tan alto grado el amor ojos Jo las damas y caballeros de la
al órdeu y al hnen arreglo <.le su por. corte con semejante noticia, las fisono.
sono. y su aposento, que desdo su pri. ru{as do la Reina y las Princesas, segun
lllera niñez observaba con la mús rígiua dijeron testigos oculares, sólo I'espirn.
exactitud las horns destinadas al estu. b:tu serenidad y completa resignacion.
l dio, á las labores y á todas las domas 1 Poco tiempo despues murió Víctor
o~t~paciones pr,opias de su edad y po- Manuel, y se Ct\SÓ la últi~a. berUlana
SlClon .... No solo procuraba ser exacta ,(que con ellaacompaiía.La a su madre)
de todo punto en cuanto á su método con Fernando, Rey de Hungría, y des-de
~· iJa, sino tat~bieu en todo lo que p11cs Emperador de. Austria; las ot~as
bacta: y lo hacH~ todo con la mnyor dos tambien se habw.n casado con pno.
perf':ccion. Por frívola é indifereute , cipesitu.lianos. EntretantoMnríaUris.
que fuese la. cosa en que se ocupaba, tina vivia. sumisa t\ su maure, ú tal
María Cristina q ueri:~. hacerla perfec. punto que "era tan extremada su do.
tameote; de suerte que bien puede cilidaJ, que se sometía enteramente á
decirse que representaba eu sí milSma la voluntad de su madre, sin resistirse
el pro lo tipo ideal de la perfecciou." 1 jamas ni contradecirla siquiem en lo
Instruida, ::Lmo;ute del estudio de la más mínimo."
~it:era.tura, hablaba y escribía su propio Poco le Juró e~ta vida tranquila y
td10ma, así como el aleman, el inglés 1 sosegada, pues su madre tambien muy
~l francos cou suma perfeccion ; di- rió, y se encontró sin protcccion ni
b~lJabn y pintaba muy bien, y tocaba arrimo natural, po::o quericla por el
p1ano con maestría,- adornas sabia co- 11ey que gobernaba ent6nces en Sabo.
ser, cort~r y hacer toda clase de labo. ya, y en uua corte .q~e la m~ra.ba con 1 ros proptos de su sexo. despego y aun hostthdad, ·· as1, ú pesar
Nacida y criada en una época de de la repugnancia que la. causaba la vida
trastornos político~> en su pc..ís y en toda cortesana y los deberes de la nltísima. l
la. Europa, comprendía, como nadie en posiciou que demanda la de Reina, l
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REVISTA QUINCENAL. 139
a.cept6 la mano y la corona. rlel Rey úe hacia vender de!;pUe~', y cuyo producto
NIÍpoles, Fernando II, en 1832. invertía tambien en limosnas.
La fama. de sus virtudes era tanta, Segun se ha podido descubrir despues
que el pueblo napolitano la. recibió con (ella ocultaba so caridad) iuvertia más
grandísima alegría, regocijándose por- ' de 30,000 ducados anuales en el alivio
que tenían una Reina santa. Desde 1 de los de¡::graciados. Su dote había sido
ese momento María CriEltina supo ga- de 300,000 ducados,- vivió solameu~e
muse los corazones de todos, tanto en 1 cinco años en N ápoles, y cuando munó
la corte como en todo el reino. Con su
1
sólo poseía siete ú ocho mil que mandó
noble porte y amabilidad, tenia sobre tambien que se gastasen en obras
su esposo grande influencia, y todo lo pías.
bueno que ejecutó aquel Monarca, du. Desgraciadamente para Nápoles y
rante el tiempo que vivió María Cris- para Fernando II, María Cristina mu.
tina, lo hizo por el ascendiente que ri6 al dar ú luz :1 su hijo primogénito,
tenia sobre su espíritu y corazon, una en Enero de 1836. El dolor del pueblo
virtud fortalecida por la ciencia y ci- napolitano fué inmenso, y con aquella
mentada en sus grandes cualidades es- impresionabilidad de esas naturalezas
pirituales. entusiastas de los meridionales, la~
Naturalmente la modestia de su con. lágrimas, los sollozos, los gemidos eran
tinente, el poco apE>go al lujo y el tantos que sobrepujaban al tañido de
ejemplo de sus virtudes produjeron las campanas y el de las músicas que
gro.odes beneficios, no solamente entre acompañauau el féretro hasta su última
la alta sociedad sino tnmbien bajaron morada.
á las clases médias, y de allí al pueblo Despues de su muerte, y con motivo
mismo. Su traje era siempre sencillo de inm1morables peticiones que se hao
y decoroso, y así la imitaban las damas elevado á la Santa Sede, ésta tnand6
de la corte y la seguían las demas instruir el proceso de su beatificacion;
mujere~ de la ciudad. Como jamas se la con ese motivo se publicaron en la
veía ociosa, bízose de moda el estar cada Givilizacion Gulólicct de Roma u u os
dama ocupada tambien, pues parecía apuntes l1istóricos acerca de la vida
impropio que miéntras que la Rema de María Cristina, -los que fueron 1
leía ó labraba, sus c.lamas estuvieran traducidos al español, y de allí es que
1
mano sobre mauo. Esto deboria do hemos sacado los rnattlriales para esto
1
caus:u mayor extrañeza en Nápoles, ligero boceto, de una. existencia digna ,
en donde se inventó aquella frase de por muchos moti vos de ser conocida por 1
dulce fur nicnte, de que tanto alarde la juveutud, porque el buen ejemplo ll
hace o los napolitauos 1 María Cristina en doudo quiera que se encuentre es
cosÍ:\ para los pobres vestidos J:!urdos siempre contagioso y aprovecha.
pero 1ítilos y n.brigados, bordaba artís.
ticu.mente bellísimas curiosidades que S. A. DE S.
LA EDUCACION A LOS VEINTE AÑOS.
CARTAS Á. MI J:>RIMA NATALIA.
IV
LA ?.lUlt:.\WRACION.
QmElO hablarte esta vez, querida
Natalia de un asunto que nada tiene
de nuGvo. No es sólo hoy, por cierto,
que la gente se ocupa en repetir lo
que se sabe de malo de su pórjimo.
Considero la murmuracion tao cobarde
y pérfida, que tal vez me parece
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140 LA MUJER.
ménos peligrosa la. misma calumnia. saica la r.eflexion tal vez, pero es prácEsta,
por lo ménos, tiene 'llna ventaja: tíca, y te la recomietJdo, porque me
se puede hacer una reparacion, y resta. ha sucedido frecuentemente callarme
blecer la verdad de los cargos, cuando cuando ya iba á referir alguna anéccarccen
absolutamente de fundamento. dota que podía quitar la Mputacion á
Pero ouaodo con motivo de un hecho alguien. Y no se crea que de •esta pruverdadero
se revela una parte de lo SU- dencia )lesulta un bien sólo para nuescedido,
adornado con picantes comen- tros pr6jiroos, al practicarla nos per.
k'\TÍos, esa clase de murmura.cion no feccionamos y caminamos sin pensarlo
tiene remedio, y jamas se puede borrar por vías que conducen á la 'Verdadera
del ·espíritu oo los que nos han oido. virtud.
Hav otra cla.se de murmuracion: la Aunque me acusen de optimismo, yo
que escucha. Entre la mnrmuracion no creo que el ttntt-ncl.o es tao malo coque
refiere lo que sabe de sus prójimos, roo lo pintan, y no pienso que todo lo
y la que con sumo arte obliga. á los hace oon maln. intencion: es pa.rtioudemas
á que cuenten lo que saben, hay larmente indiscreto, y la ociosidad agumás
perfidia en la. manera hábil do ha. za la curiosidad, y de allí pro'l-ienen
cerse ref-erir las fa.lta.s de los demas, todas las murmuraciones y revelacioque
en cargar oon la responsabilidad nes imprudentes. Si cada uno de nosde
ello. otros reflexionara, ántes de ho.blar, en
He conocido personas que nunca to- las consecuencias de sus palabras, ~1:1to
roan la. iniciativa para. ba.blar mal del seria un gran uien para la sociedad, y
prójima, sino que lle:van la conversacion laastaria. para evitar inmenso m'imero
de mauera qua los demas vayan de~;. de males.
cubriendo poco k 'POCO ouanto saben Te deseo toda clase de felicidades, y
de los demas. Tienen un arte singular te recomiendo que pienses en lo que
para hacer preguntas insidiosas, ha. te he imos.
¿Quién no ha experimentado aquella
situo.cioo ele ánimo que se deja llevar
al vaiven de su fantasía y arrullar
por los recuerdos 6 las espemr.zll3 ?Pero
uo es igualmente fácil con d~,;cir
como se quiere un pensamü1nto ~on
claridad hácia el objeto que nos FO·
ponemos estudiar. Los ensueños ;on
verdaderos suofios do una imaginacwn
que está despierta y que es caJaz de
guiarlo por los senderos que má~ le
agrada u.
Los onsuofios, querida prima, !'On peligrosos.
i Cuáles son los pensanúeLtos
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
·'
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REVISTA QUINCENAL. 141
que se apoderan de UM imaginn.cion de hora de reflexion prúct.icn, dedicada
femeninn., como In tuyo., en la aurora á exmuinnr maestra conducta, nos hace
de h. vida, cuando aún e<;tá ausent•J b adelantar mús por el cflrnioo de ln. percxperiencin?
1\o quiero ocup:Hrne de feccion. que dias enteros eotrogados :í
lns que en su suprema frivolidad s6Jo contempla.r no mundo de quimeras.
piensan en idear vestidos y puerilicln- Los ensueños son no solamente un
des de ec;:~ especie, esas jtíveoes no nos pln.cer malsano, ú los cuales nos aban.
pueden interee.u ¡ para ollM b vi1ln. es IJQnnmos, sin<' que paro. nlgunn.s persotan
mezquina y pequefin que no hny na~ se puedo convertir en una enferpeligro
ui perspectiva que las Lngn medad del alma. Enfermedad peligrosa
daño ni provecho. Yo no bublo sino de que ejerce uua influencia funesta., y
las almas capace,; de pcns!\f y correr que es capaz de embriagar y daüar el
riesgo de extraviarse por las vía~ de alma mejor templada. El espíritu mlís
ln inteligencia. firmo y más recto, al dejar~;e llevar
Exnrninemos si los ensueños no cjer- por eso. costumbre, ohidn. la verdad y
ceo unn. influencia funestn sobro el se eu~efio. á vivir de las creaciones de
pao!'amiento, y pervierten la rectitud su fnutnsía. E~ preciso hacer uso en.
de los juicios, emhringnndo y seducieo. tónces do todo. nuestra energío. pa.m
do, de mnnera que la \'ida real parece sobreponernos ú los ensueños que prot!
escoloriut\ y sin interes en compnru- curaran dominarnos y debilitarnos, has.
cion con lo imaginado. tn el punto de que he oído decir :í nlgu.
Notn, c1ueridn amiga., que los cnsuc- nnspersoons,c¡ueabsolutamentcuopueííos
desarrollan In parte méuos Lucua den gobernar t:u pensarnionto,y se decln.
de nuestro carúcter. Si tenemos incli. ran incapacc~ de unn retlexiou racional.
naciou á la tristeza, al descontento, á El mejor moJio do impodir esta dell\
irritacion, do ~eguro cunudo so pcr- cadoucin del espíritlt es tratnr de ocu.
anite 'lue la. imaginncion uos lleve h:'í- pnr su mente con pousnmiontos --úli.
cin los eu'lueiios, ellos nos afirman mús dos. Lns fnut.nslns do In imnginncion
ou nuestros defectos, y !ii nos dejllmos no pueden morar siuo en las mente,;
domiunr por ellos nuestro carácter se do~ocupadas. l•~s un privilegio, y tnmngria,
y cualquiera palnbrn. quo nos bien uua respon,abilid.ul de los espíri.
obliga .í vol ver :í la \ id·l real uo-; en- tus cultimtlos, el que no pueden existir
furocc, y perdemos la facultntl do go- dcsocupaJos. E-; indispm~sahlo cjercihoruar
uuc.;tro mnl gúuio, ú la tristctn. citnr fiU acti\idnd, y si no !'o lleva:'\
c1ue nos abrumn. caLo c~to un ul scutido 1lel cnanino de
Poro e11 la mnünnn Jo In e:dsteucin In \ erdnd, se tuerce y so preci pi !A en
hay toda\ Í:L otro peligro. A posar 1lu el dl• la~ tplimoras.
que ou nt¡uella. cdnd -.u ostjÍ muy pro. Por último, mi querida Natnlia.
p.::nso :'Í vur todo color do ro~n, por lo pienso con toe ú osta íntimos pensurnientos. Auoquo parezoxistcucin
tern•md! A fuerzn. prcci o aprender qut• el vertl:t.doro ?lltt\QC á los \agos cusneños de una
Hlc.ll Ja ln vid:t. no está eu l:Ls faotnsíns imnoiuaciou osa pena y me aterré: pl!lro mis
impresiou. Pnrece que el brillante oficial, el ojos permanecieron secos; los niños pare-
1
bullicioso y entusiasta jóveo, se enamoró ceu tÍ Toces indiferentes, y no lloran
de una niña en no sé qué ciudad do 1:. cuando so cree q11e deberían mauifestarcosta
del Atlántico, donde estaba la guar- se enternecido:!; UJUS se ElqUi vocao quienicion,
y habiendo tenido tm di:;gmto en no::; piensan que e:; ¡Jor falta de seutimicn-
1
, un baile, ella rehusó bailar con él, desai- to. No e:; así, sino c¡ne las hondas penne
rándole: enseüado á hacer sien1pre su les asustan, les espantan y parahznn sns
gusto, y IÍ. q ne nadie se resbtiese ú. sus sú- faeultndcs; deapertáudoso ues¡mes en ellos
1 plicas, ameuuz,j con watarse si la seüorita una irresistible curiosidad, un deseo ar-
1
continuaba dosdeñ:índole; pero In loen diente do indagar, de dnrse cuenta de aquel
umchneba se hnrló de él y se levantó para dolor misterioso para ellos. .\:~Í fué cl'1e
bailar cou otro. Eutónces l~edorico, ¡;in de- pennauecí inmóvil y callada, cou~011J)llan-cir
una palabra uuís, abrió el balcon que do ti doiaa Alonsa, ba1>ta CJUC ele eran diario¡¡. Las calles
}JCrsouns hnjo do la1> Yent:mas de la ca-.a permanecían dc:siertas y lúgubre.-> en todo
r¡ue ftu: clo cloii/( Alonsa (la r¡uo ttunhicn tie~npo; las casas ccrradns y l:ls ventanas
murió luí luengos oñc s) .r ·voh·ió d re\"ivit· solitarias 1Í toda horu, aun en la que, se-¡
en mi mento aquel epi.-;odio de mi infnu- gun la costumbre e.-;paüoln, lns muchachas
('in. Ln msitn e::.t:í lo mismo por fucru, y solian salir :l tcspirar el aire fresco y saCilll
dificultad pudo pasar ~;in detcuonuc luuür á algun gnlan que pot· casualidad 1
nulo lnli anchas griet~¡¡ de la ¡lllcrt:\.... pasalm por su callo totlas Jos t.·u·des. Las
1
¡ 111 i~lcrioso poder do los recuerdo~:~ primo- ~;uiiorn~ estaban do lulo; apesaradas y
ro~! ... do ordinario tí 11adn conduce u, pe m nfligidas con tauti\S de~graoius, es de pre~
bOn In 1nitad do la vida: la ot m mitnd sumir que pocas peusalum en galcmteos.
Jn corn¡umen las c!u tantcs de a1ptel hnnio oyeron el lojano
pon¡ no sou siempre de~graci:u.lns, sin hn- ~;onnr de varias espuelas sobro ol de.si~ual
L.er luciLlo para ellas un solo dia de empetlrndo, y el rozar do In~ espadas con-'
1 goce. tm ln pared, y en "cguida vieron pasar un
-E~ verdad, niiadiú ~\[:iximo, pero los grupo compue:sto do d!l!! oficiales del R~y
vonlndco os ol"istínnos y creyentes picnsnu ,\" nn hombrecillo moreno, de aspecto rum
quo In suerte dcscrracindn en o-to muut.lo e:¡ y bajo, pero viostosaruento vestido do p:linn
l.fcclc> U.o ln°hondad de Dios, c¡uo ha sano, luciendo, ó mtis Liou, doslnciondo
qncriclo !'lU purgue en viLla sus pocndos. una cnpn nznl con vuelta~ rojas.
-.\h 1 si tuvit:mmos todos semeja:llc -;\nde usted! C'nmrLradu, dijo nuo do
resigna e on, conte¡¡lcí Adriann, u a da u os los oliciale.s á esto Íllt imo, la hermosa He-fultnriu
pum ~or t-antos! len vive Iéjos, .. egnn pnroco.
-•· Pam el homlu·e pindo,o, dioo Au-1 -Al haberlo so.spochnuo, aiiatliú el otro
gm;to N culns, ln ~ociedad no es ,;ino uu oficinl. de uiug;una manero huhicra im,btontro,
CU,\BS ,·nnidnde; so bailan ]laten- tido en venir ñ conooeda.
tes, y In no.tmnle:r.l\ otro t$tro. cuyas nm- ,\l cabo de un momento el primero que
rt\ villllS tec:ouoco y admiro,'' rcpuso ll úxi- ho.Lió dijo:
wu, .Y )\H" lo 1uismu dehcria ol IH•tnure -Voto á bríos! ,: So hal.mí usted que-
YO!" la vida prcsl•ntocon iudiforcucia,pnes- rido lntdar do no~oüus·t
to t¡nc es tan paR:tjet·n y éngaiio~¡¡; pero -Si lo creyera u11í .... repuso ol otro
cutin po os sou In:; que eostdn prcpnmdos mirándole de reojo.
IÍ UcjnrJ:¡ ~iU f~lllOl"! -~0 lo pÍCUSCll li!;!OdOS J exo)aUlÓ Cl
-A }llsur de que todos sentimos llll to- hombrecillo de In capa nzul, iuterrumrror
iust ut i vo rí Ja muc¡·tc, dijo M nuriC'in, picudo al oficird, y niiuduí humildemente:
110 lmy fiiiÍCil \10 wirc con ucsprocio al IIUllCI\ 1116 Lnloiera atrovidu IÍ tanto ... Aunque
llcja la vida mauife;,tñudu:.o cviJMde, que IC!l repito que lu yeuida de ustedes
lo quo uo recuerdu no snce.-o qnc no ha por n1p1Í no c.; do mi gn,..to, porque las
Iutwho tto refirieron on Hogot1Í, ap:ueu- mujcre:> son dóhilcs y los olicinlc.s no dol
·~meuto nvcro~imil, pero que os en roa- jan de e.er atre' idos y tiouon uuu. labia y
Ji dad his:,¡írico. un dooir ....
-¡ 1 ·n:ntelo en seguida ! eschmó l'c- -Yaya un ~opeuco! dijo el pri10cr ofipita,
) d• nutcmono u¡;eguro que S!•rtí m:Íe e in l. ,: Si nos h:uia rocelo por q né ~>C propuintot
·cstuio que el relatado pot· Alicia, (¡tto ¡;o u~;ted despertm· uuostm curiosidad jacroaulió
hn·to simplon. tñndo .. o de sus nmorcR con la muchacha
• 1
....
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144 LA MUJER.
más linda de Santafé? Porque, añadió, 1 -Cuidado don Luis ! Ya usted hl\ cola;
unque las chicas bellus no faltan en esta 1 mado la metlida .... este último insulto me
c1udad, son por lo general esquivas por lo ha de pagat· más caro de 1.> que
damas. }liensa.
-Dice verdad Perico, repuso el otro El jóyen le contestó con nna carcajada,
oficial. Desde qne llegué aquí, noto que y haciéndole un saludo irónico, cruzó la
las mujeres se asustan y se esconden cuan- esquina y se fué.
do las miro .... Y esto es más de extrañar -¿Quién es ese galan que, segun parecuando
en otras partes no faltaba nunca ce, obligó á eclipsarse á la Belen del amigo
alguna á quien agradar y aún no desde- Bautista? preguntó el teniente Pet·ico.
ñaban decírmelo. El burlado hombrecillo estab!l trabado
Y al hablar así se retorcía el vigota con do rabia, y no podía responder.
aire de maton. -¿Será por Yentura algun hermano ce-
-Por otra p1nte, r..ijo Perico, es cosa loso? preguntó el ott·o.
de no creerse el qne ya que nos n:liran -No es hermano enteramente, pero ....
con desden las mujeres de Santafé, ten- -A lgun primito ?
gan el mal gusto de preferir al amigo -Sí, señor.
Bautista. -Ya lo comprendo 1 ¿Rival de usted?
En aquel momento llegaban á una es- -No sé ....
quina, en la que hallaron á un hombre em- -Ambos oficiales soltaron unl alegre
hozado hasta los ojos, que los miró con cu- carcajada.
riosidad. 1 .Bautista se puso lí-vido, y dijo exas-
Al verle Bautista se inmutó, y dete- perado.
niéndose dijo en voz baja á sus compa- -El don Luisito es una mala pieza, y
ñeros : adamas, el mozo se ha manifestado patriota.
-Tengan la bondad de no hnblar tan -Patriota!
recio, porque si mi Balen, que vive aquí -Patriota!
cerca, se aproximase 6. aquella veubwa, Y ambos oficiales dejaron de reírse.
y oyese ruido, no hay duda que se ocul- -Esa aousncion es gr11vísima dijo el
taria. uno, y es preciso indagar.
Al notar que los oficiales y su compa- -¿, Cómo babia olvidado usted denun-ñero
se acercaban, el embozado se dirigió ciarle, fllltando usí ú. su deber? uolamó
á u no. ventana semi-tapada por una rejilla J:'erico.
de madera (la misma que había señalado -Dice usted bien, contestó Daltista ya
Bautista) y habló algunas palabras con más sereno; le habia olvidado eLtro tanun~
persona que se hallaba detras, alean- tos qno !le hallaban tal vez más ~omprozlindose
á oir una voz de mujer que dacia: metidos.
-Ilu~ta luego, Luis 1 -Un rival, amigo, no so olvil11 nunca.
Apre,¡urarou ol paso, pero al llegar ú. la -Peru siendo pariente de llelo1 ...
\·entuna, el jóvcn ya se había apartado, y -Comprendo 1 interrumpió Pa·ico, us-
Jn hallaron vacía y cerrada. ted temía perder lo. amitstau !le la familia.
Los oficiales subieron la calle y vol vio- -Pl'obablemente .... pero ya c;toy re-ron
á bajar con sn comparsa Bautista, suelto á no tener con él más colsidorarniéntrns
qne el embozado permanecía ou ciones.
la esttniua. Al pnsar junto á eH dojú caer -'riene usted razon .... á pesa· de que
éste los pliegues de su capa, descubriendo entre ese jóvon y usted la hermos' no vaou
parte una fisonomía jóven y graciosa, cilartí.
y un par de ojos brillantes y burlones, y -¿ I~o oree usted así? pregurtó Bau-dijo
en alta Yoz con unn sonrisa irónica : tista con marcado interas.
-Parece que se le ha frustrado su de- El ofi.c.-i.al se echó ú reir.
seo,¿ no es así .Bautista.... Vencegue~-ras? -¿No lo he de creer?
Al oirse interpelar con un apodo que -¿De véras?
le disgusta-ba sobremanera y lo ponia en -l:H, pero no vaya 11sted á int)rpreta:
ridículo, el hombrecillo dirigió á su in- mal mis palabras. Oiga usted 1 ll prefetedoc:
utor una mirada torva y hostil, con- rido será siempre él, no lo dude ¿No t&
1
testán.dole eu voz baja pero con ademo.n parece que tengo razon, J>erico? añadi~
colérico : dirigiéndose á su compañero.
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REVIS1'A QUINCENAL. 145
- P•:>r bllpue:.to, y apostaría uli llll\110 si u mi!;ericordia, ohitlaudo quo no hay
dercch.n. enemigo pequcüo, como á :.u co:.ta lo dc:.-
-1\1 il demonios! exclamó Bautista fu- cubrió en breve.
rioso. · La noche del t.lin cu que empieza nucs-
-Pt!lro, dijo Perico, la bella se hn ocul- lro relato, Luis se vió l'Cpentinnmente
tndo d.ecididamcnte por órden del gnlun, , nrrest.ado eu su casa por úrden del Go- 1
y no vc¡¡l vent ó lJresentarse; es tiempo do biet·no, y llevado come> crimiutü á una do
v vlver al cuartel; esto buen IJombro nos los Ctírcelcs politicns.
ha LecJ!10 perder toda la tarde en vano. Al dia siguiente se lo ompe'l<Í ñ seguir ·
- Pern no m o pc.;a, dijo el otro oficial, Clllli>ll como á patr,.ota, cosa que lo sOt·prenportJUe
hemos l:illcado en limpio que todu dió muchísimo, porque habia vivido siemlu
cha1 In do llautista era pura fantasía, y pro retimdo eu sus quehaceres, :;in mezque
la 1liiía eu rosúruen profiere á olro. 1 clar:;e jamas en las co::;~1s políticas ; y a un-
- Ja ! ju l ja! añadió rieudo Perico, que en realidad prefería b caru;a de la In¡
cóu1o ~o vuu ñ dh·ertir los demnscunndo dependencia, como s11 familia era de orílcs
cootomo:. clre;;ultado do nuestra nven- geu español y adicta ul Huy, él prudente~
ura du c:¡tu tardo l ¡ Despues de tanto mente babia guardado r01>orva abs->luta
jnctars~ tract·no~ á que véa1uos solauwuto acerca de sus secretas aspimcionlló llatrió-ol
rivol ! ticas.
- ¡ E:.to es muy bueno! exclamó el l Sin embargo, lns acusacionOtl de sus P~ne-oiro.
migos oran muy graves, y auuc1no en JUS-llauti:.
L\ euh·e tanto, cabizbajo y mohi- ticia nada le podian probar, eu o;a época
no, uo o ntrc,·ia á mostrar ~;u di::.gu:.to, y era fúcil perderse solamente el que llcgatotlos
t n•.; tomaron el camino do regreso bu á hacerse so:;pcchoso. Cunude> l>Dl'o que
al cntu1cl. :su denunciante babia sido Bautilita, com-ll
1 prc.ndió que bU situncion om e~ extremo
. . pehgrosa, y de:;e:;perau1.ado de stnc~r-J.r:se,
Ltwl vt vi1\ e u el barrio do Santa n,tr- 1 rc~ol vió callar y dejar obrar al dc::.tlno.
bnm con sn madre, su hermano y dos hor-¡ Dol! días detlpue:~, Ijui!i tiC vic} condenamann!>
l j<Í\'onos, no l<'jos do la cnsa dol do á muerte con cnntro oompaiíeros más,
padre .Jo till JH'ima llelou, cou q11iou, do poro éstos por lo méuos h•Lbio.u tonido ln
puso lhromo~, - cstnLa compront(·tido ,¡en- honra de trabajar en realidad por la ~)llsur~
c.ounudo ~;erenara el turbado hori:r.onte tria, y morinn t·osignndo!i, porque habuu:~
poldtco, puo~to que JlOr ontúucos nadio cumplidu :;u deber, y onmm que tarde u
pcnsnhn nu cambiar do ~:ou crto. X o t.iéodt>- temprano, su obra daría frutot<. l>ero el
)e pennitillu YÍ~itar con frecuencia ti su no- d~"mciado Luis miéutrus tnnto se dc:;eo¡vill,
H•guu llls r ígidM co:.tumhre3 do a(p1ol pc1~ba, porque no cucontruh:l cu su alma
tiempo, el jóvcm procuraba verla totlns ll\ cncrgÍ•• y )ro trot~~¡uil itlnt.! que produ~e
las tarde, o u la 'cotana. siemp ro una sincorn opinion ; él se líen ha
l'ocos diRs dllSpues de la cntrtuln .¡ !lo- débil ante la muerto pro111ntnra, que uo
got:l. t.lel J>aríJi•·ud"'' I\lorillo, estas cutre•- hnbia nbsolutnmooto l.m~o.:~do, V do.-cabn
Yibtll.'l fuorou turbadas por llnntista 'l'ihi- h>'Ozat· de la vida quc~;iompre lo Gubia sontú,
unllnto onmzndo de indio, el t¡no ltn- roído. Adamas, desdo c¡uo fué arrestado
bi?ndo visto.'¡ De len salir una maiiuna do no hu hia podido comunicaroe cou su fnmi:
rntsn, 110 lmlna prendado de su ft·o:;cn. hot·- lía, y In fnlta do C!>to cousuolo deseado e
, mo:snrn, como ol gusano vil busca la flor imposihlo, le afligin ~;obromanora.
más bcl In, y la ¡•orseguin con sus vulgarít>i- }:;,taba muy a \'Unza da }:4 tarde, y ya era
mo., galnutoo:¡. casi do noche, cuaut.lo Luil:l y ~;us compa-
K,to hombro tenia la profo:;ion de e:;- iioros despue, do ht1ber oido &u sonteucia
pía, sirviént.lole tiiempre al partido quo de m:terte, fueron enlregat.los al carcelero
~>O hallaba en el poder. y por cousiguieute, que debería conducirlo, lll convento do
Yiéudoso despreciado por todo;;. Como lle- la 'l'ercera donde outúnccs babia una
len, disgu~tada con aquella pcn;ocuoion, prision. '
se ocultaba para no ser vistA por tan in- El carcE>let·o era 1111 bandido sin ley ni
dig1~0 admirador, Bautista t·ondaba la ca:. l Dios, que recibia los pril:;iono,·os eomo líos,
!lo u. ledas horas, y con froouonoin so on- sin que le dijoscu ni él pregnolaso sos
conlrabn con Luis, el que se mofaba do él nombres. Lo único <1110 lo impul'iaba saber
---~- --
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1- 146 LA MuJER_. _____ _
ora que los hombres que lo entregaban, 1 y despues de algunos momentos se dejó
debet-iau pasa1· lt manos del oficial de la caer casi ex1ínime delante de un portoo, 1
escoltn, que los conducida al suplicio al en las inmediaciones del111olioo del C'ubo. •
día siguiente. Cuando pudo voh·et· en sí notó eu el um- 1
.Apénas habían salido del juzgado cnan. bral de un portan cerrado li un indio rosdo
se desencadenó sobre la ciudad un 1 guardándose del agua y con un tercio de
fuerte aguacero eou acompañamiento de carbou á cuestas. Al verle en medio de la
truenos y rol1ímpagos. Al llegar al puen- semi-oscuridad, le ocnrrió una idea, y
te de San Frauci::;co era tan fuerte el tero- acercándose le dijo: j
poral, qne el carcelero, no queriendo mo- l -¿ lluou homhre, quieres venderme el
1
jarse, hizo entrar á los pl'esos tt un vecino carbou?
zaguan, miéntras que los soldados de la -Sf, mi amo, vale tres reales.
escolta se situaron, unos :í. la pllOrta que -Bien, te lo compro .... Pero, adorna~,
daba al interio1· de la casa y los demas bagamos un trato : yo te doy mis -vestidos
en la exterior. La tempestad se bfiCia cada y lo qno tengo en el bolsillo. y en cambio
Juomento Juns furiosa, y de repente vino tú me das tn ro¡.>n.
á cnor un rayo en la vecindad, producien- ¡ -Su merced se quier~ burlar 1
do tal fragor y nhudimiento, qno todos, -No, hijo: hice una apuesta con un
presos y escolta, caye1·on de rotlülas sobre amigo y debo >olver á cnsn -vestido como tú.
las baldosas, cubriéndose la cara con las El hombre le w.i.ró sorprendido, cl·e-manos.
yéndole por lo ménos loco ú ebrio.
Lnis babia llegado á tal grado de deses- -Arreglemos pronto! exclamó Luis
poracion que no le causó micdu aquel ve- impacientado.
ligro, y nG pens!lba sino en la triste suerte -Cuánto tieue su merced en plata?
- -=:; que inomisiblemeute le tocaría; así, sólo -No sé.
él ponnaneció en pié. Al verlos tan dis- Poro al decir esto sacó lo que tenia
traídos, tuvo la repentina idea. de que tal ou los bolsillos y tlO lo puso al intlio on
vez podria aprovechnr aquella circunstan- In ruauo. El indio contó y recontó los reaci.
n para huir. No le bahiuu pue!>tO grillos les, los que, aunque no eran muchos, eran
m espolSas, pareciendo innece.-;aria aquella¡ más do lo que valía el carbon; sin embarprecaucion
con uoa persona que deborin go, el chibcha es desconfiado por naturasor
fu::;ilada ol día sign.iento. En el mo- loza, y no cesaba de sobar lo. plntu y mimonto
pu~o en prúcticu su feliz idea ... Se rarlo. á la escasa luz del crepÍisculo.
dc..quina del colegio del Rosario y suJ,ió la nurigncla y un buen plato do ma1.amorn
calle 1Í toda canora y como u u loco; al fio con su acompañamiento de pan negro y
cruzó ú.la izquierda, sin saber lo que hacia, chicha. •
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Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
REVISTA QUINCENAL. 14:7
III 1 El cnrcelem v sus secuaces no echaron
do vm· que les Ínlmha un preso, si u o en el
La familia de Lui1 babia pasado dias momento. en que, ya calmado el tcrnpora.l,
angustiados. Con la tardo del día cu que emprend1erou 11110vamente marcha con ehlo
sentenciaron á. muerte Pedro su her- 1recciou :í la 'l'erccra. Sin embargo, ni primano
salió ,¡ tomar loua~1as en l~s calles 1 sioneros ni soldados 1<> habían visto salir,
y suJo que Luis debet~a sor fusilado a.i y auuqu? el carcel~ro los i':t.crrogó fmiosiguiente
dia. so, ofrecteudo castigarlos st no hablaban,
Aíligido, desesperado, sin aeordarse de lnad.a pudo oLte~cr. 'üu~to m:tyo.r o~·a su
que de podía hacer sospechoso taro bien, co- ¡ raL1a cuanto sn.b1a ~u o st af du1 Sif?Ul.enlo
uió intri!!deron
do la lhrea, ro•aidcnte cu Washin¡;tou, teadn en ¡;rau parte una expodil'iou al Polo
varias f!octisuR, una hermana. ele Gludstonc l dcl Xorte cou d ohj!lln de dP'aiín, se propone ¡r.lsar ¡\
Afrka PO f'i {trtixirno f'llhrero par.t. ir ul país
do.• lr•s Znlúes á omr l'l\ el sitio en <]IHl mataron
:l Bll hijo.
Ya, si quit•re, lo pneio hico ci muchos ti•11S'I ndntl
.. s. Si yo no lmhil!t a l·xistiito ac mluocnlas ~loria~ lllnmwns!
J.os l~riocliRtas tic raza anglo-s.tjona. son
los mil» :mlltnllnos niuguna nov1.11.hul o.•11 ellas,
pcrmitano el leotor haiJlarlc cuatro palauras
de dos p.•ísea curiosos, y con lnon si m:;tn l.tt>\'.Íbtn so su::;¡H•ndo ch..trnll te allt'll'S olo l<::nol'O.
La necesidnd ole doscrnlHnr de ln:> tn1·~ns quo se ha ilupuo to.
ln oblignu tÍ nu <'U.tnro tlo Hug<;otiL por algunos din~.
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Citación recomendada (normas APA)
"La Mujer - N. 30", -:-, 1879. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2088393/), el día 2025-05-09.