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Fecha:
09/12/1848
'.l5ogota ~áúabo 9 be bícíemúre be -t 848 .
.Este periódico sale todos los sábados; se ven. de en la
tienda del Seña?' Jitan Ganía, plaza de Boh-va,r.
'Etínte~tte :3. Jfliunrro 28.
Se admiten remitidos que tengan porobjeto la utilidad Diciembre.
pública en cualquier 'ramo, con tal de que no ~ontengan
personalidades y estén esc1·itos con. decenc?'a, deben
dirijirse á los Editores libres ele porte.
9 Sab. Sta. Lcocculia vi1jen.
10 Do'm,. 2 .0 de adviento. Nt·ra. Sra. del Lore10.
Los avisos y otros esaitcs de interes personal, se
insertarán pagando la cuota en que el inte1'esado convenga
con el imp1'esor, que en todo caso será moderarla.
Luna llella rt ¿as 7 y t:l minutos de la
'l7utñal¿a en Cáncel·.
11 Lún. San lJll1naso 7Japn y confeso,..
]:2 lV1a1·t. Sta. O¿alla virgo 1M. y Sta, Eulalia.
13 llfié1·c. Sta. Lucia vi1"Jcn.
SUSCRICION. 14 l ue Ll. San Nuacio ob . . y ('.ps . mreS.
Por u,n año tti.nte reales por trimestre cinco 'reales. 15 Viét. Sts. A7utonio, Teo'Loro ' y cps. 1w-es.
Cada número met.·· LO real.
INSTRUCCION PÚBLICA.
~n nuestro penúltimo número dimos razon de los
certámenes de las escuelas de la Universiuad y del
Seminario, despues se han presentado los de los
Colejios militar, de la Merced, y del Espíritu Santo,
de que han hablado ya otros periódicos; pero que
no querem.os pasar en silencio, porque nunca hemos
perdido ocas ion de cooperar aunque sea en un
ápice al progreso de la educacion publica.
COLEJlO MJLIl'AR-El exámen público de los
alumnos de este colejio, que tuvo lugar el dia 27
del pasado noviembre, se versó sobre aritmética,
áljebra, jeometria, trigonometría plana y esférica
y algunos otros ramos. Los alumnos mostraron
ta,lentos despejados, conocimientos estensos bien
dijerídos y mucha facilidad y destreza en el uso de
las fórmulas, y ejercicio de los procedimientos aljebráicos;
los dibujos de planos ejecutados en el
Colejio que se presentaron nos parecieron escelentes.
Quedamos satisfechos y mui c(lmplacidos del aprovechamiento
de todos estos jóvenes. No dudamos
de que continuando el Colejio de la misma manera,
-te-ndremo! dentro de poco verdaderos y positivos
ínjenieros.
COLEJIO DE NIÑAS DE LA MERCED--A mas del
e&~n anual, a habiñ-() en el corriente año
exámenes de cali1icacion, lo que es sin du.da alta.
mente útil; porque con esto tendrán las niñas un
tuerte estímulo mas para el estudio. Los exámenes
y eertámen se versaron sobre relijion, aritmética,
gramática castellana, lengua francesa, moral cristtana,
jeograf'ía, urbanidad, nociones jenerales de
fisica, doctrina cristiana, historia sagrada, é historia
antigua de la Nueva Granada. Se exhibieron tambien
los trabajos de costura, dibujo, escritura y música.
Las actos fueron lucidos, y las niñas mostraron bastante
aprovecbamiento,no obstante el crecido número
de materias de enseñanza que abraza el pro~rama.
Sobresalieron particularmente en gramática y jeografía.
Los dibujos, bordados y demás obras de
manos que se exhibieron formaban una bella colec-
cion, en que se distinguian algunas obras de baso
tante mérito. El público y los examinadores han
guedado mui complacidos del aprovechamiento de
las niñas. Se enseña en el colejio tam bien la economía.
doméstica, sin embargo no vimos que se
exami'nase á las alumnas en este importante ramo:
¿ acaso se creería que no era tan lucido para un
certámen como los demás que hemos apuntado?
N os otros no lo juzgamos así. Por el contrario, nos
p.arece que interesada tanto una niña esponiendo la
teoría' del gobierno de una casa, como esponiendo
los principios del cálculo, ó los movimientos de la
ti er-ra ¡
Han obtenido los tres premios decretados las
señoritas Vicenta Durán, Susana Lleras y Marce·
Una Reyes.
eoLEJ10 DEL ESPÍRITU SANTo-La Crónica ha
publicado el' estenso programa de los actos literarios
({ue-Ios alumnos de este colejio han presentado, y
por tanto es innecesaflo hacer aquí una relacion
de ellos. No pudimos presenciar todos los exámenes,
pero sí lo suficiente para juzgar. Podemos asegurar
que los exámenes han sido lucidos, y los cursantes
han mostrado notable aprovechamiento. Se han
distinguido en nuestro concepto, las clases de gramática.
de inglp.s, de francés, de ciencias intelectuales,
de áljebra y de dibujo. La representacion de
una comedia en francés y otra en inglps ha sido
unánimemente aplaudida. Esta idea es escelente.
para habituar los niños al acento propio de los
idiomas estranjeros, y á hablar en público con
desembarazo y con el tono adecuado. Hubo tambíen
una representacion en español mui aplaudida.
El Colejio ha recibido en 10 material una mejora
capital con el gran salon de estudio, que se ha estrenado
con los exámenps, y demás piezas adyacenteR,
que dan al local la capacidad de que carecia, y lo
hacen mui adecuado á su objeto. En el año en-uante
es de suponerse que la enseñanza tomará
mayor ensanche;y será mayor el número de alumnos.
liD.
CABILDO ABIERTO.
El dia 3 ha celebrado el cabildo abierto de esta
ciudad la sesion ordinaria de diciembre. La reunion
fué mui digna de verse. A las nueve y media
de la mañana ocupaba el gran salon del cabiluo
una numerosa y lucida concurrencia. Los progresistas
madrugaron y ocuparon d lado derecho,
por donde debia empezar l? votacionj era esta la
posicion ventajosa, y este paso estratéjico merece
recomendacion. Los rostros de la derecha revo
·zaban en gozo y satisfacciouj pero el buen humor
político es en este país como el buen tiempo, dura
poco, tras de una aurora risueña y brillante viene
de ordinario un dia zañuclo y tempestuoso. La
izquierda, que aparecIó algun t.anto descamada al
abrirse la. sesion, se enrobusteció en pocos minutos;
y ya fuese el aspecto algun tanto sél'io y grave
de los semblantes de este lado, ó ya qu e estos
señores conservadores que se lanl3aban de la plaza
á la altura del salon á buen andar, causaran en
los rostros progresistas el efecto que las nieblas que
se alzan de nuestros vatles producen en las
risueñas crestas de la cordillera; lo cierto es que
una lijera gaza de disgusto ó de tristeza se estendió
sobre aqtlellas frentes placenteras, y heló sobre los
lábios, las risas y los chistes.
El objetrle la guerra? Porque la cuestion
es de nombre: porque lo que llaman fanatismo no
es tal; es la relijion; y así se les oirá llamar fanáticos
á los homhres mas moderados y pacíficos, á
.. : los ménos exaltados, solo porque oyen misa, y se
confiesan, es decir, porque cumplen con los deberes
· de la relijion.
Se ha oído y se oye apt>llidar filósofos á los
hombres mas ignorantes y záfios, con tal que se
burlen de la relijion, que' nieguen la exi tencia de
Dios y la inmortalidad del alma; pero tan léjos está
de aquellos el fanati~mo, como de estos la filosofía.
Mui poco tiempo hace que la tolerancia relijiosa
se ha autorizado por una disposicion lejislativa y
con todo, la misma tolerancia que hai ahora habia
habido ántp.s; es decir, que los que se llamaban
fanáticos intolerantes eran tolerantes de hecho; y
tan tolerantes han sido, que teniendo todas las
masas populares a ~u favor, nunca se ha perseguido
ni molestado á nadie por causa de sus creencias,
ó por causa de su incredulidad. No solo han sido
tolerantes sino mas que tolt:'rantes, porque han tolerado
lo que no se tolera ni en. los Estados Unidos,
-que es el país mas libre y tolerante; porque se han
tolerado los repetidos ataques que continuamente
Be han estado 'chos:ts. • • •• somos perfectamente tolerantes,
t"n este punto, y si no, que I)OS citen un hecho en
contrario.
Pero los que n(') piensan como nosotros no quieren
que tengamos coleJios como nosotros los queremos;
porque no quieren que nues1ros hijos se eduquen
como nosotros lo queremos, ellos quieren que nuestros
hijos se eJuquen como los suyos; es decir:
quieren sujetar nuestra razon á la suya y esclavizar
nuestra voluntad: quieren por la fuerza arrebatarnos
la....propip.dad mas estimable., la mas car-a de todas;
la que se finca en el derecho Slu.e por la naturaleza,
la razoo y la justicia tiene cada padre de familia
para formar la índole y el carácter de sus hijos;
punto el mas grave y d~li(~ado para un padre,
porque decide para siempre de la suerte futura de
esas prendas que le son tan queridas. ¿ Y coartar
esta libertad, no será la mayor y mas bárbara
de todas las tiranías 1. •.. El emperador Juliano
prohibió la enseñanza para la juventud cristiana
con el fin de destruir la relijion con la ignorancia.
La dderencia que hai entre la política de este déspota
y la de nuestros libcmles prog'/'esistas solo consiste
en que aquel era franco; todos sabian á qué
atenerse; miéntras que la de estos es toda hipocresía
y engaiio.
" j Aa .... ! pero es que esos maestros jesuitas son
peligrosos á la libertad, son amigos del absolutismo."
Así nos dice por aquí un liberal filósofo; pero mas
allá dice un realista filósofo, á los realistas" Es que
esos jesuitas son peligrosos á la monarquía; ellos
han sosteniJo el tiranicidio" ••.• N o son amigos
de los tiranos: luego son enemigos de la tiranía.
No deben, pues, temers'e en ningun país cuyos
hijos /UJ.yan nacidopa,m la libertad .... " Aaa ... nooo ... ;
pero es, que son españoles y 'p'ú,ede s.e'/' que estén
trabajando en la Nueva Granada para someterla al
Gobif!rno españoL ... " Pero estos Jesuitas no pueden
ser ajentes de un Gobierno que los ha arrojado
tumultuosamente del país por instigaciones de los
que allá trabajan como vosotros aquí .•• _. "Es
que, trabajan para Don Carlos .•••• " Pero Don
Cárlos, es para los carlistas hoi poco ménos que el
Rei Arturu para los buenos ingleses, ó lo que Don
Antonio Nariño para cuatro viejos P ateadores que
están crevendo vive no sé donde .... " Pero si esos
Jesuitas' desprenden á los hijos dp. sus padres
haciéndoselos aborrecer .... " Pero si ,'osotros no
teneis cuentas con eso, porque núsotros no os obligamos,
ni os ' amolamos, ni os comprometemos á
que pongais vuestros hijos en sus manos_ Podeis
mandarlos, como los mandais, á los colejios y á
las personas que os acomodan, porque teneis el
mismo empeño que nosotros, y empeño bien natural
en educar vuestros hijos segun vuestros principios.
Ahí teneis colejios de vuestro agrado, y
cada dia tendreis mas y nosotros nada os decimos:
sí, tendreis mas y tendreis el gusto de salir a aplaudir
sus resultados llenos de satisfaccion, porque nuestro
partido os los deja en paz y os los dejaria aun
dado caso que creyese esos establecimientos, tan
perjudiciales, como vosotros suponeis los de los
Jesuitas. Mas, nosotros conocemos á los Jesuitas
de cerca, y vosotros no los conoceis ni de cerca
3
,ni de léjos; porque no quereis ni aun conocerlos,
porque temeis juzgados de otro modo diferente
del qu'.e usais: nusotros que los conocemós de cerca
y que juzgamos por esperiencia, porque tenemos
á nuestros hijos en sus eolejios y vemos que suce?e
todo lo contrario de lo que vosotros llO' decls,
.nos reimos de vuestros cuidados y aprensiones ....
¿Tendríamos nosotros intei'es en · corromper á
nuestros hijos? ¿tendreis V(lsotros mas interes por
ellos que nosotros, que somos sus padres? ••.•
¿ Que mas nos dicen los que quieren constituirse
en tutores nuestros .... ? "Que los Jesuitas son peligrosos:
i la relijion católica y á la mo·ral...: j Oh !! .. ,.
j esto es 10 mejor! j Ah! Los que sostIenen que
el catolicismo debe ceder el lugar á la reforma de
Lutero; los que proclaman el sistema materialista y
las doctrinas condenadas por la Iglezia, abogaudo
por la re.Jijion católica .... Los sensualistas defendiendo
las costuGlbres _a.usteras, y los usureros sentados
sobre los cofres que han llenado con la sangre
de los infelices necesitados abogando por la causa
de la caridad y del desinteres.... . .
Si les decimos que nosotros somos muchos y ellos
pocos, replican: " N 080tros somos pocos, p~ro somos
la mayoría ilustrada!" ¿ Y quién es el Juez que
decida ese punto? l quién será el que tenga derecho
para decir que la ilustracion se funda en opin~r
como vosotros y no como nosotros? .... i,.8erels
yosotros mismos los que esto decidis? t Y por qué
no lo hemos de ser nosotros con el mismo derecho?
i teneis vosotros mejores- derechos en la Constitucion
que nosotros? ••• N o, no los teneis; pero la
mayoría nacional si los tiene y nosotros la formamos.
Con semejante lójica, como la que acabamos de
ver de pat'te de nuestros ad versaríos, es que se
sostienen los principios que el10s sostienen; . .pero
esa lójica no es muí ilustrada, pero ni aun raCIOnal.
Esta es tambien la tolerancia de los que tanto la
reclamaban para sÍ,cuando no se creían mui seguros,
pero que despues de hallarse en pose:,ion de ella
no la quieren impartir á los demás.
"Pero qué tolerancia, nos dicen, es la que s~
nos exije ¿ hab1'á tolerancia en pe7·ece?·~".... MUí
bien. ¿ Pero cómo nos prueban ese riesgo? •••
Con mentiras, con suposiciones, con falsificaciones
de testos, con sofismas, con argumentos mil veces
contestados, con principios contradictorios, que en
últinla analisis quedan reducidos á cero por de~truirse
mútuamente. 1.0 demuestran con el testImonio
de autoridades apasiúnadas, como lo es el
de los mismos verdugos de los Jesuitas, · enemig~s
implacables de la relijion, como Carballo. que,oecJa
en Portugal: que el Instituto era bueno y los Jesuitas
malos, y con La Chalotais que decia en
Francia, casi al mismo tiempo: que el Instituto
era malo y los Jt'suitas buenos. Lo demuestran
atribuyéndoles 'Una moral relajada,y otros una moral
ríjida y ultramontana: unos acusándolos de intolerantes
y otros de tolerantes, como en 10 de las
misiones de la China. Lo demuestran. haciéndololl
peligrosos á la autoridad pontificia,al mismo tiempo
que lo denuestan presel)tándolos como su. mas
firme apoyo; en fin,lo demuestran, en las repúblicas,
presentándolos como amigos del despotismo, y en
las monarql1 'a como amigos de las ideas liberales ...
Así es que nos demuestran que los Jesuitas son
peligrosos; y que de consiguiente no puede tolerál'seles.
• .• ¿Pero podrá tolerarse semejaIlte modo
de discurrir? j Ah! no.... N o es así que nosotros
discurrimos, cuando en nuestras anteriores reflexiones
les hemos probado que ellos, y no los
Jesuitas, son los hombres peligrosos á la sociedad;
los que en efecto la harán perecer. Y si es CIerto
que no se debe tolerar al que nos puede hacer
perecer; y si es cierto que nosotros hemos probado,
con mejores razones, que los que quiertn destruir
el catolicismo, son los que nos han de hacer perecer,
cierto será, que estos son los que no mer~cen que
se les tolere; porque "no hai tolerancia en ]JCrece:r, "
segun ha dicho el Sr. Arboleda. Este principio
es suyo. ¿Y por qué no nos habia de poder servir
á nosotros tambíell en sentido contrario, teniendo
contrarias convicciones á las suyas?
No o"!:>stante, no .. otros procedemos de otro modo
Compárense nuestros escritos con los+del partido
contrario, y juz~ue cualquiera, de parte de quien
está la razon, la filosofía, la ilustracion, la verdadera
tolerancia que no consiste en palabras sino
en obras.
Cuando se nos ataca contestamos con razones,
mas no con desverguenzas ni con calumnias forjadas
á vista de todos. El Aviso, que es el órgano
del partido que se llama liberal, y entre c.uyos editores
y colaborado.res se encuentra 10 mejor y
mas notable del tal partido, no ha tenido el menor
inconveniente en contar al público, que el Padre
Jesuita y los dos coadjutores que en dias pasados
marcharon de la República para el Norte América,
habían llevado 24 cargas de intereses estraidos de
la casa que ántes tenian. Todo el mundo los ha
visto salir á esos relijiosos: ha visto su misel'able
equipaje: todol'; saben que es imposible llevar hasta
Honda ni sacar de Bogotá en secreto semejantes
cargas; no habia cosa mas fácil de averiguar; todos
se han reido de semejante especiE', admirados del
cinismo c.1e los liberales filósofos desapasionados del
Aviso; pero con todo, estos Jo han asegurado así,
con el ánimo, sin duda, de que la e¡;pecie haga
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
efecto en otras partes y se pueda recojer un hecho
mas que deponga contra los Jesuitas, como todos
los demás que á este tenor se han recojido, y
forman el catálogo de sus crímenes.
El domingo pasado se ha tenido el cabildo abierto
para las elecciones de vocales y jueces parroquiales.
Todos h ¡¡n notado la gran diferencia que hubo en
el comportamiento de los dos partidos. Los llamados
liberales han dado g01pe por su audacia,
sus amenazas, sus furores. Los que se presentaron
como sus jefes se espresaron en términos violentos
y atrevidos. Sus fisonomías eran de verdaderos
fanáticos; de jente la mas intolerante. '
Despues de todo esto dígasenos si cuadrarán
bien á tales jentes los dictados de liberales y foósofos
tolerantes, ó si mas bien no son los verdaderos fanáticos
retrógrados,. dign09 del tiempo de Pedro el
Hermitaño mas bien que del siglo XIX.
•••
AL SR. DR. RWARDO V ANEGAS.
(Conclusicm) .
Comprende mui bien el Dr. Vanegas que un
Jesuita cometa tamañas faltas,. como la de exitar al
pueblo, para que no se. deje' seducir de ~matro homb¡;
es ilnmorales, impíos, irrrelijiosos o/c; pero dice que
es dificil de concebir que un escritor que se precia de
cristiano no solo quiera escusarlas sino hacerlas arpareC81':
como 'Tl'WrecedMas de elojio. De-biera serie mw
fácil concebir esto, al Dr. Vanegas, si no se <;l\vidara
de que esos que tal hacen, sonjente inocente y sencilla,
y mas si atendiera á lo que sobre está dijimos
cuandu analizamos el sumario y probamos que esas
espresiones no tiE-nen nada de alarmantes, inIl'!orales,
ni atentan contra la buena reputacion de nadie.
Seguramente tenemos nosotros ideas mui· equivocadas
de lo que es una espresi~n alarmante, pues
nunca hemos creido que aconsejar al pueblo que no
se deje seducir por ciertas jentes, pueda alarrT!ar á
nadie, sino á los .que tengan interés de seducirlo, y
como no es esta clase de alarma la de que hablan
,las leyes, no vemos donde está el delito . Tampoco
hemos creido nunca que consejos ' como aquel, sean
contrarios á las buenas costumbres, á ménos q u,e las
costumbres que tienen los hombres irrelijjosos con
las cuales pueden seducir al pueblo sean buenas.
No es tampoco difamatorio el consejo en cuestion
purque no se dirijia á personas señaladas, aunque
esas personas hubieran hecho conocer sus nombres
á la autoridad, porque aun siendo así no era preciso
que el predicador lo supiera. ¿ La autoridad le
habia pasadQ la lista de las personas? Si no le habia
dado la notici-a, no debia tenerla.
Jj)iee el Dr. Vanegas: "Con que esas espresiones
insultantes del Jesuita FelJ'nández nada tunen de
alarmante, no son contrarias tí la . mm'al y b'/!;enas
cosllumbres ni atentan contra la segu'J'idad, reputacion
'Y buen nombre de nadie? Si esq, e~ lf-!' moral J esuítica
no es por fortu'!la la moral cnst~ana. Esta nos
enseña el respéto y tolerancia ,de las opiniones ajenas,
perro J{J¡'/'fUkS ordena la difamacion del que se separa
de, las nuestras.
De las palabras anteriores que escribió el Dr.
Vanegas, se deduce claramente que, la impiedad,
la irrelijion, la inmo.ralidad y la corrupcion son meras
opiniones,.y por tanto ningun predicador debe exitar
al pueblo para que no se d€je seducir por 'los
que prufesan tales opiniones; porque la moral cristiana
n08 enseña el respeto y tolerancia á las o{Jlniones
aje,nas~ Gomo, segun el Dr. Vanegas, inmoralidad,
ilmpiedad ~c. nG son mas que opiniones, es claro
'lue la relijion ordena el respeto y tolerancia de
ellas. Pero si segun el Dr. Vanegas la impiedad,
inm()ralidad o/c. no son mas que opiniones; la que
contraría tales opiniones no pasará tampoco de una
opinion; y como la relijion cristiana ordena el respeto
á las oplniones ajenas, claro es que el Dr.
Vanegas debia respetarlas, para ser consecuente; y
por 10 mismo no debia hablar de ellas en un lenguaje
que por cierto no se parece al que ántes usaba;
aunque tal lenguaje sea el del Siglo.
Lo repito, dice el Dr. Vanegas, si esa es la moral
Jesuítua, no es esa la moral cristiana, y no son esos
los principios que. yo profeso. Seguramente que no
son esos principios J esuíticos los principios de ese
nuevo cristianismo del Siglo, de ese cristianismo
que apenas alcanza á ir de acuerdo con el Decálogo;
que llama á la impiedad, la inmoralidad, la i'J'relijion
'Y la corrupcion, opiniones; y que cree que tales
opiniones son dignas de respeto; no es ese el cristianismo
á que nosotros nos preciamos de pertenecer,
nosotros queremos ser cristianos segun el Evanjelio,
que no separa jamás el Decálogo del cristianismo,
que anatematiza la impiedad, la inmoralidad &c:
q.ue nos enseña que no fuimos enviados á la tierra
á gozar sino á padecer; al que predicaba Jesucristo.
y que encargó á sus apóstoles, y á los sacerdotes
oatólicos que predicaran, encargándoles que dijeran
sobre los t ejados lo que él les decia al oído; al cristianismo
que si bien nos manda no solo tolerar sino
amar á nuestros prójimos sean quienes fueren, no
nos prohibe jamás que DOS opongamos á sus opiniones
y por el contrario, quiere que si esas opiniones
son contrarias á su lei, sean contradichas; y que los
encargados de dir.ijir al pueblo procuren que este
no se deje sed~cir. por ellas.
Siendo pues, tan Jifere ntes el cristianismo del
EL AeIONAL.
Dr. Va.negas y el nuestro, claro es que no podemos
estar de acuerdo. El de aquel señor le enseñará
seguramente que no pudiendo haber mas regla posible
de conducta que laS' leyes positivas, fas acciones
serán buenas ó malas solo con relacion á tales leyes;
es decir que todo lo que ellas DO prohiban será
bueno y al contrario; y como segun Jos diferentes
paises estas leyes han de ser diferentes tambien,
es claro que vamos á parar á la opinion de que la
virtud y el vicio son cosas relativas á las costumbres,
y los climas, puciiendo ser aquí bueno, lo que
es malo en otra parte.
Por fortuna no es esta la moral de nuestro cristianismo.
Siempre he deplorado, dice el Dr. Vanegas, que en
aquel dio, no hubiera concurrido alguna autm'idad política
al recinto de la Iglesia en q1¡.e predicaba el J esuita
Fernández, po-rque á l¿a,ber sido así, no hubiera concluido
su se1'mon Ó despedida, y esta se hubiera su.spendido
en su parte mas tiema acaso. El hubiera bajado
'Vergonzosamente, y }¿ub1'ia de esa manera recibido el
castigo merecido por su osadía,
Esto equivale á decir que el castigo que merece
la osadía de exhortar al pueblo para que no se
. deje seducir por cuatro hombres irre lijiosos, inmoraJe's
&c. es bajar al gue 10 hace vergonzosamen1e
del lugar desde donde hac~ tal exhortaciollj ahora
bien el Dr. Vanegas confiesa que para que esto
sucediera solo faltó que hubiera concurrido al lugar
en que esto sucedía, una autoridad política; pero
-como no fué por culpa del Instituto de los Jesuitas
-que aquella autoridad no asistió, y ella pudo mui
bien haberlo hecho y por tanto castigar del modo
que el Dr. Vanegas cree merecido, el delito que
dice, se cometió; luego tenemos una prueba dada
por el Dr. Vanegas de que no son irresponsables
los J esuitas. Pero vohramos al caso; supongamos
'que hubiera suce.dido lo quP. el Dr. Vanegas deplora
que no sucediera. No habria sido eso faltar á la
tolerancia que ordéna el cristianismo de aquel Sr?
¿ Y no habrían podido dpcir los partidarios del
cristianismo rancio al saber tal SUCeSO, que se podia
aplicar al P. Fernández aquello que dijo J esucristo:
"Bien aventurados serei.s cuando os m~lldijer('.n y os
pl'rsiguie'ren, y dij c7'en todo mal con¿1'a, vosotros, ' min-
. tiendo por mi causa 1
Mui inocente y s~ncilla pareció al Dr. Vanegas la
observacion de que se hici eron en Velez doscientos
matrimonios á ca1:lsa de la misiono ¿Qué quiere
U. señor Dr, sino que seamos inocentes 'Y sencillos
si no han podido entrar en nuestras pohr~s cabezas
las luces del Siglo; mas con una senciUez no ménos
inocente que la nuestra nos anuncia que esos doscientos
matrimonios se debipron á una circunstancia
que no tuvo oríjen en la 1"íjida moral J esuítica; y
fué la de haber casado de v alde. El por qué, añade
el escritor no es fácil esplicarlo. N o vemos nosotros
en qué esté la dificultad de tal esplicacion, pues
sabemos que para que casen á uno de valde no
se necesita sino .. que el cura del lugar donde se
casa quiera hacerlo; y sabemos ademá:s, qu~ los
Jesuitas no casan á: na'die, y si lo llegan a hacer
alO'una vez será 'con previa licencia del cura y
p:gando .á aquel los derechos. ¿Sabrá. esto el Dr.
.v ~negas? Pues d~ un modo ti otro el hecho es
. cierto; y lo es tamblen el de que en Velez no 'ueron
los Jesuitas los que casaron, y si alguno fuá casado
de valde, es seguro que fué porque el cura quizo
dispensarle lOR derechos. .
Nos dice el Dr. Vaneg'as que la profesion de fé
de un Jesuita es la enunciacion de sus vot.:>s de
pobreza, castidad &c; esto, forzosamente, ha de
ser cierto ó falso. Si es cierto? N os negará el Dr.
Vanegas que viviendo nosotros en un país l~bre no
~ puede per~eguirse ni atacarse á nadie á causa de
su profesion de fé.? Y, si la impiedad y la 'inmoralidad
no son mas que opiniones, que mas será
la pl'ofesion de fé? ¿Y siendo así, nO' será una
cosa irregular perseguir á los Jesuitas por su profesign
de fé? Pero el Dr. Vanegas dice que deben
respetarse las opiniones de todos. Y ¿ entónces,
por qué no r espeta las de los Jesuitas? Todo- esto
.se puede ,decir para los que creen que p1:f!.feswn de
fé es enun,:iacion de votos; pues nosotros hasta ahora
habiamos estado imbuidos -en el error, sin duda
por inocentes y sencillos, de que la fé oonsiste en
creer cosas que no se han visto, y la profesion de
fp era, para nosotros, la enunciacion de las cosas
que no habiamos visto y creiamos sin embargo.
En cuanto á que la Compafiia de. Jews, dice el
D1'. Va~'as, no haya intervenido en los negocios
públicos, y sí otras com1¿núlades ?'elijiosas, yo pedi1'ia
la demostracion. En cuanto á que la <;Jompañía s.e
haya metido en negocios públicos, no·somos noso.
tros los que lo aseguram9s, pues al pregunt.nnos
el Dr. Vanegas en su anterior.la razón de tal hecho,
éra él y no nosotros' quien lo daba _ por cierto;
pero no debe ignorar el esc ritor que ~s el que
asegura un hecho' quien debe probarlo, toca pues,
á él probar que la Compafíía de Jesus ha inten'Elnido
en negocios públicos, y á nosotros que otras órdenes
relijiosas lo han hecho. Probada que sea por el
Dr. Vanegas la parte que le toca, el:>peramos poder
hacerlo de la que nos corresponde, ofreciéndole
que no le citaremos en prueba de nuestra opinion,
las órdenes militares ó de caballería; . pero desde
áhora le advertimos que llegado el caso tendremos
que citar la historia, y como esta ha sido escrita
; .
por hombres, y no hai otr'O medio de conocer los
hechos anteriores á nOsotros' sino por 10 que obos
nos dicen, esperamos que rlO nos diga entónces que
autoridad no es 'razon.-B. y B.
COLEJfO DE LA MERC8D.
Con este título he visto en el número 569 de
El Dia un articulo «:>n que se critican. los certámenes
de este colejio, y coma di ho artículo está suscrito
por J. M. G spguraiment~ se m atribuirá á mí,
por haber impugnado ahora dos afíos los nuevos
métodos de escritU'l'a y dibUJO que e.lltónces se
introdujeron á p~~ar de mis obsNvaciones y por
cuya razon renuncie el destino que en el establecimiento
ten ia de pre