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Recuerdo histórico

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  • Autor
  • Año de publicación 1904
  • Idioma Español
  • Publicado por Bogotá: Librería Nueva
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Luis Vargas Tejada, "Recuerdo histórico", Colombia:Bogotá: Librería Nueva, 1904. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2091927/), el día 2025-09-03.

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El Porvenir - N. 13

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Imagen de apoyo de  El Pueblo - N. 28

El Pueblo - N. 28

Por: | Fecha: 13/12/1855

TBUI•. 3G ( '-~LE 1.0 HS.' Jllebellin1 13 be bicitmbrt be 18aa. f 1nnu. ~S { V ..4LE t. IlE..4J,. (~~~-~~) (que en un buen Gobierno, son los mismos · los árboles de su monte, no obro sobre mi C9E L p U E B L a /2) d~rechos naturales) es el de dejar h_acer a los j cosa, ~i a nombre del dueño de la cosa; ----------------------- ctt·udadanos lo que les pa'rezca meJor en sus es decir, me escedo de n1i derecho haao propios asuntos e inte17jone1· el respeto de la violencia al derecho de Pedro i la l~i debe fuer_za pública, cuando alguno trate de in- hacer que la fuerza publica depositada en la N vadttr los deTechos de otro"·, . policí.a, me asegure, i que. los jueces que O entramos en ]a acalorada cuestion Pero eso es la anarqtna, nos dicen; tambwn son parte de la misma fuerza me de si ecsiste o no derecho natural, que so- porq~e 1~ .~J?l:nion i la rnoral solas, jamas juzguen i castiguen. ' bre ser cuestion de palabras, es ademas o- pod.ran diflJir a los hombres, puesto que las ¿Dónde están pues los inconvenientes de diosa por el repartimiento que de sus sol u- pas~ones romperán fácilment~ su débil fre- que se acusa a nuestra teoría? ¿Dónde la li­ciones han hecho los partidos entre sí. Por no J que no se concede a la le1 el derecho de bertad de robar, de saquear, de destruir? tanto no escribirémos esa palabra, ni daré- arreglar los movimimientos del individuo. Lo repetimos: palabras vanas. mos la menor ocasion para que nuestro es- Reconoceis, agregan, a cada individualid~d, . 1 bien: lo mis~o que de la propiedad, dr.­tudio se detenaa en cuestiones de mera for- ~l soberano derecho de buscar su beneficw, c1mos de la seguridad, del derecho de reu­ma, que si otrgs consideraron como prole- I co~o ~se beneficio pu_ede s~r mal entendí- nion, de locomocion de instruc~ion &. Mién­gómenos indispensables, son para nosotros ~1~ ~ mirarse, por egu~vocaci?n, e~ el per- tras se trate de que un hombre obre sobTe mas bien luchas de secta, que sinceros i o- JUICIO de otro,, aut.o~tzais las vwlencw~, pro- sl m~smo, debe dejársele facultad completa; pues los esfuerzos en busca de la verdad. clamando el 1m peno de .la. razon, erivada. cn?ndo se trate de obrar sobre otro, no debe Que la verdad resida en la conciencia, o Contestaré ?'los esta objecwn, umca que d.eJárse~e 9ue obr~, a ménos que este lo con-que se desprenda de la utilidad, que la justi- se _ha. h.ccb~ 1 que puede hacerse a nues~ros swnta, I s1 obra violentamente sin su permi­cia sea una voz universal, comprensiva por principiOs; I para contestarla, no ne~es1ta- S?, la fuerza pública debe reprimirlo i cas­ecselencia, que aconseja sin estudiar i sin ~os de ocurn~ a teorías abstractas ni a su- tigarlo:. ~editar, i que acierta siPmpre a aconsejar hlezas me~afís1cas, ántes creet~os q~e nos lm~JHl:é~.onos un~ sociedad rejida por es­b. Ien, o que sea al contrario, una consecuen- basta espl,Jcar nuestro pensam1~nt? ~1mple- tos pr1n~1p~o~; es demr, una sociedad en don­cta razonada e inevitable, a la cual se llega n1ente: as1 esperamos que_ el principiO hbe- de el pri~cipiO conservador'' No hagais" sea encadenando una observacion con otra, i ha- ral deJará de tener enen11gos de buena fé, desconocido o rechazado. ciendo resaltar de un principio descubierto, puesto .que los que lo combaten comienzan Cuán~o mejor estaríamos que como esta- · otro principio nuevo, nada significa en este por decir: "Eso es hermoso; pero...... m os hm! La llamada vagancia que no es momento para nosotros. Si tanto los simpa- Veamos pues la fue~za del pero, q.ue a la mas que un delito de creacion artificial, que­listas como los utilitarzstas, convienen en verdad, tenemos seg~ridad de destruir. daría _borrada del catálogo de los hechos re­llamar virtud ciertas acciones; si unos i o- . Derecho de prop'tedad. Conforme a las prens1bles por medio de la fuerza pública tros convienen en que el vicio es a veces dis- Ideas que en el curso de ~ste periódico he- i e_n~ó~ce~ los desti~rros, las prisiones, lo~ culpable i la misnw virtud inmeritoria; si mús d.csar_rollado,.la proptedad. debe ser re- enJ?~Ciamientos arbitrarios, las alarmas i las los principios de unos i otros adtniten mo- cono~1da 1 ga~anhda por l.a lei; pero debe cohswncs entre los ciudadanos i los minis­dificaciones segun las circunstancias, i cada tamb1en ser d1~fru tada, ~eJorada o destruí- tros de la lei, serian imposibles i dejarian roodificacion del un sistema se reproduce en ~a, seg~n las Ideas particulares del respec- de servir de obstáculos para el desarrollo el otro, ¿no deberémos desentendernos de ti~~ senor ~e .e~e derecho. Es decir, que pacífico ~e las facultades individuales. ese código moral o deontolójico, corno quie- mwn~~as ~l IndiVIduo us~ o abuse de lo q_ue .Los mismos pri~cipios se aplican, i las ra llamarlo cada cual, i dando por evidentes es pnvatttvarn~nte. suyo I no toque a lo aJe- mismas csnsecuencms benéficas se deberían sus principios, entrar a ver qué miramientos no, debe la lm deJarlo ~a,cer lo que a bien a la consa&racion esplicita de todos los dere­le deben las leyes positivas? te.nga, puesto que mas ?1en sabe .él gue otro chos d_el ciudadano, sin que en ningun ca- Tal es nuestro propósito. Tratarémos de nin,gu?o lo que le conviene o perJUdica. ¿En S? pudiera objetarse su reconocimiento, ocur-cumplirlo. que VIene a par~r pues aquello del "Dejad riendo a enumerar los escesos que pudieran Abramos al acaso dos libros cualesquiera hacm~".en mater~a de propiedad es dejad ro- cometerse. Porque a la verdad; si los con­de lejislacion o de moral, i si esceptuamos ba1·,deJa0.despo,¡ar,de¡ad ~est~~ir?.vanas pa- servado~e~ i nosotros, convenimos en que algun loco singular de la escuela francesa labras! h~]~S de una mala Int.ehJ~~cia. ~ues- Hno hat hbertad para hacer mal", no es de de 18~8, hallarémos que todos los autores tro prinCipiO no pasa del Individuo, 1 tan temerse absolutamente que realizándose convienen perfectamente en reconocer cier- pronto c.omo pasa natur~l o violentamente, nu.est;o.s deseos, i formulando . en leyes los tos derechos como fundam~ntales i cotnu- Y~ la let comienza a m1rar,_ ~o ~e~ que al pnnc~pws ~ibera!es, lleguemos nosotros a nes, sea que los hagan derivar de la con- eJecutarlo, cometa alguna 1DJUStiCJa; pues autorizar vwlenCias de ninguna clase. ciencia~ sea que los deduzcan de ]a ut2lidad, st co.ncede al hombre e_l absolu lo derecho Repitamos pues. La libertad consiste en sea que los apoyen en la revelacion. de djsponer de su' p~opwdad, no le per.mi- la ~oberana facultad de hacer todo lo que Derecho o garantía de propiedad. te t~ca; a la de otro sin que ~ste lo conswn- es JUSto. La seguridad, en la garantía que . Derecho o garantía de libertad i de segu- ta, ~ stn que la fuerz~ púb~ICa que.de ad- el poder público_ nos da de intervenir en rtdad. verhda para que sepa si debe Intervenir o no. favor nuestro siempre que, de cualquiera Derecho o garantía de industria, siempre ¿Qué robo, qué despojo puede haber de manera, se quiera coartar o arrebetarnos que esta no sea nociva. Libertad profe- esta manera? ~as acciones del individuo se el ejercicio de aquella facultad. sional. , . refieren a él mi~mo o a lo~ demas; ~ién- Ve:é~?os despues lo que debe ser la fuer- Derecho o garanha de locomocwn. tras se trata de el solo, la lei debe ser 1mpo- za pubhca. Derecho o garantía de ser respetado en ten te para mezc~a~s~, porque su inLervencion ~~~~~~!!!!!!!!'!''!!!!!!!!!!!!!!~~'!!!!!!!!!!!!!!'!!!!!!!!!!!!!!'!!!!!!!!!!!!!!'!!!!!!!!!!!!!!'!!!!!!!!!!!!!!'!!!!!!!!!!!!!!~ su domicilio, en su correspondencia&. solo traería perJUICIOS; pero cuando se trata CRONICA INTER 01\. Derecho de reunion de tribuna de im- de los hechos que lo afecten a él i a otro, Prenta. ' ' la lei debe.estar lista para intervenir en ca- Retozo moral.-En 18tH, cuando se trataba ya e de hacer la revolucion clerical que estaJJó al fin Derecho de instruccion. so necesariO. ¿ uál es este caso? El de vio- ocurrieron los señores conservadores de Boo-otá' Garantía de la igualdad. lencia. e~ donde ~esidia i los dirijia el Dr. Ospina, al me: Esto es lo que todos llaman bueno, de Yo talo mi campo, i la Iei debe dejarme ~10 de falsificar la firma del Secretario de Guerra cualquier manera que llegaren 0 hayan He- que lo tale. 1, el sello del P · E. para dar a los cuerpos de tropa ordenes de marcha &, que se cumplieron i a vir .. gado a descubrirlo. Juan me encarga de destruir su monte, i tud de las cuales lograron debilitar ciertos pun·· . Ahor~ se trata de sab~r. ¿Cuál es el ~e- la lei debe dejarme que. lo derribe, porqu~ tos qHe, esperando la revoluclon, babia fortifiea­JOr med1l ejército de ealmnnias·coa que se alacó despues a la administTaeion. A. Quuéu le ereenaos? •• El Sumo Pontífice su SaJ1tida.d Pio IX.­" Santafé de Bogotá, H de ma.J o de 18ñ5.­Nuestro Sant.ísirno Padre el señor l io L , al .odien­do a Jos graYísimos perjuicios que ha sufr·ido la Iglesia de Ja Tueva Granada, en los e~tableci­mientos relijio os i ohras pías, con la re1 encioo de censos vcrificaua en virlud de las leyes eivi- 1es sancionadas en los años de 51 i 52, que han sido derogadas como contrarias a los derechos de los censualistas por la de 24 de abril de e te año; Heno de parternales seolimieutos i deseoso del bien i tranquilidad de las almas, nos ha facul­tado para dar licencia de pe1·ciúú· en el erario pú­blico los frntos o 1·éditos de los censos eclesiásti­cos redimidos que hasta nllora no pot~ian perci­birse Jejilimamente, a Jos que tuvit~L'en dereeho para ello; pero co11 la protesta de q e, haciendo esto no se iuleuta recom cf'r ju ti(·ia alg·nna en las lcyl's que permitieron dichas redenciones a la mitad de su valor, sino que se hace solo por ia necesidad de evitar mayores i mt1s pl'olougados per,1uieins . Por lauto, har.emos uso de ellas (dice el Obispo; per,;_niliendo a los censualistas q:1e desde boi en adelante puedan percihit' los usnrruetus o réditos de los censos ecJeRiásticos redimidos en el Te:rn n·e, ~(1bre i d2s •nlido: ; n "1; 1 ag- Jitica. El estado snciJI, sí ha variado mui poco mhct'ncw 1 po(.er HWW'1&0 de la e;:c::cl~ .. , t:~- de lo y·1c en en ·1{ .l:<; los trabaJOS del Dr. Os­íul'alment!' sed"sperlóe,leL t>h:;t~r imie l<.~'.J \ - )in· en ese tiempo In :on mni produeli\'OS, as( sall;es le s a1im·e1• 1 : p;·ort 1.:~ l:t 11 ciun ,~eBi~l., es que hoi la di!'('\n•nc.a ~tá en favo¡· de la ente super;ot· al h c tHÍil' , , rnL El D1·. Ospina, marcha 1~ nt~cva civiJiz_neion. Por esto es que los par- sin descnn o hacia u )Plnto; pRra Ilegal' alli él t1dar1o de h hber·tad deben luchar ío; ' 'creis como la censura teatral continuará, i ve­reis como vuelven a imponerse trnhns a Ja im­prenta. Tal vez estas lrahas no imped.rán al pa­recer, la propagacion de las ideas, Lal vez se -os dirá: sois libres para publicar cuanto c¡ne­rHis, solo la injuria i Ja calumnia se os prohi­ben; prro cuidado; Yed que no ns dejeis enga­ñar, JÓVenes republicanos. ¿Sabeís lo que suce­derá? O id: una o dos docenas a lo sumo dejó­venes entusiastas, harán la oposicion al poder, se ser\'iráu para ello de la prt~ nsa, en sus es­critos es casi seguro se atacará algun funcio­nario o se atacará otra persona compi'O¡netida en Ia polílica; eut6nces se les seguirá unjnicio por injurias, i puede asegurarse qu.c un jurado com­puesto de pal'lidarios ardientes tle la Justicia dd gobierno, los condenn.rá~ el presidio vendrá a ser el deseulace obligado oe e~e drama, i ·no obs­tante se nos dirá que tenemos libertad para es­cribirlo todo. J)upjja ya ue la palabra como en la época histól'ica que hemos citado, será la autoridad (lucJ1a de la razon, el sentimiento i la fuerza sociales. El ónJen seeundariu de la industria se­rá tambien, aprisionado i vereis tambien apa­rccel' los monopolios, i ver is así como áutes, im­pedida la industria en su obra de rejeneracion. Aprisionada la razon, aprisionado el sentirnien­to, i aprisionada la fuerza fisica ue la sociedad, todo estará he cho; solo faltará asegurar estas prisiones, i vereis como de nuevo será encar­gada de la consumacion de esa obra la institu­cion misma que lo fué en 45. Pero el Estado de AnliOlJUia solo no basta, es preciso apoderarse de la Hepública. ¿Cómo ha­rá esto? El Dr. Ospina conoce que la provin­cia de Antioquia, deLe tenrr una influencia gran­de en la N. G., él se apoderará de estn inHueu­cia; auemas confia en o:ros puntos de Ja Nncjun que seguinin su política, i soL re todo, oid! el Dr. Ospina piensa que la federacion va a lle­- sacretlilar~e en la República, i que esta volve­rá a la unidad. ¿Se1·á posible, será p1·ouable eso? I>ensad que hnhrá IH'o,·incias en dunue se se-­guirá una política llisUnta; pensad que los lazo , que unen una nacion no se rompen en un dia; pensad que habrá descontentos 4ue suspirarán por un cambio polHico, i pensail en fin, que la colision ele ideas e intereses, dadas estas circuns­tancias, es un hecho mui probable. Pensarl qne los sostenedores del absolutismo en Jos estados liberales, no descanzarán, teniendo a su vista el espectáculo de Antioquia i úemas estados con­. ervadores; pensad que los direclot·es de la po­lítica de unos i otros estados, querrcín estrnclcr­] a a la nacion, i pcnsau que una imprudencia ~equeña en eslas circunstancias, puede pt·odu­dr el rompi1.lienlo. Si esto se realiza, la Repó­hlica nadará en sangTe i volverá a la unidad, qucd;.ndo deeiuida por· muchos años la domina­ciou, rlonrinac.ion que el lriunfo puede decidir en fa,·or de la libcrlad, como en favor t'rblico hfLC·ia tan itnportante cnestion. SenL,1JHJo nue~· ttns pmposi iones, i deduciendo con ecuencin::s eslrictnm nte lójicíls, hemos de­mos1 rado IJ. vcl'dad u e nueslro pr·incipin; lo he· mos reconocido como el único i verdadero prjn­cipin; hemos dado a conocer Ja venladera base ue la e~ladlstica , i concluido (lemo trando a for­tim ·i que el llnmado priucipio de autorirtad, no es mas que la usurpacion disfrnzada con el ro­paje de Gobierno, el silencio i quietud del escla­vo con el nombre de órden, i la odiosa tirnnia con el oombee ele libertad racional. Hoi queremos llevar ad elante nuestros traba:~ os i pel'feccionnr si nos fuere posible, nueslras ante­riores demostraciones. No no::; arredra la iflea de repetir; pues esperamos sac;1r fruto de nuestro trabajo, estando convencidos de que a fuerza de anunciar la verdad, ella llega por lin a pene­trar en el áuimo del pueblo, i sacarlo de su CS·· tupor o de su engafio. o temprano. La Providencia al mismo tiempo que dió al hombre ese deseo de lllejora, ue ade­lanto i de IJiencstar, debió darle i le d ió en efecto, los medios de llegar a aquel objeto; de lo contra­rio hahria imperfeccion en la obra de Dios, lo que seria absurdo. Esos medios ecsisten en· el in­dividuo mismo, hacen parte de su ser i juntos lo. constituyen. Vedlos aquí. El hombre piensa, raciocina, discule: hé aquí la intetijencia. El hom­bre escoje o elije: hé aquí la libett·tad. El hom­bre des pues de huber pensado i discutido, despues de haber escojino, obra en tal o eual sentido: he aquí la actividad. Escitado el hombre por la pasibil¿dad, o ~ean las necesidades físicas, mora­les e inlelecluales, pone en juego, desarrolla i da impulso a las faeullades activas, camina a su Jesti11o i llega a él. Hé aquí el cuadro completo ue las operaciones del individuo; hé aquí en tér­IOÍII OS jenen.Jcs, las acciones de su vida. Mas, pa­ra llr;-;ar a Sll destino, él tiene dos caminos que se~uir; el uno el del aislamiento; el otro el de la ·od ·daJ; i es tan chtro, tan palpable, que el me­jor de lns rlos es el último, qt e locura seria ne­¡.{ ill'lo, i u-'as' que locura, idiotismo el afanarse en demo~tr.Hlo. nenouocida a priori la ' 'ida social, como me­dio e,·encial para llegar el hombre a conseguir su felicidad, se hacen forzosas las siguientes de­tluccioues. El hombre e.~timulado por las necesi­tladcs fí sicas, morales e intelectuales, cuya plena satisfncd ou const:tnye In. relicidad, pone en juego para J le ~;ar a es le ·res 1ltado, obj eto de sus aspira­ciones, Jas tres facultades activas que como pa­l; mcas le dió la Providencia. E~ en la vida social, dunde con mayores ventajas, con mejor i mas fe­liz éxito, puede cumplirse el hecho del desarrollo de aquellas facullades; i es en la vida social don­Je mas f:ieilmente puede llegarse, por consecuen­cia forzosa al ohjelo íinal. Léjos pues de conspi­rar In vida social sontra el desarrollo próspero de las facultades activas uel individuo, ella tiende a comunicarles mayor impulso, a darles mas pro­vcc.; hosa enerjía. El hombre en sociedad tendrá pues la facultad de pensar i discutir; la facultad de escojer, i la f~1cultad de obrar; mas claro: el racionalismo, rlemostrando: ]a 1ibertad. escojiendo i la materia, obrando, serán las operaciones del individuo en ]a sociedad. Por consiguiente, si en la sociedad se coarta al hombre la facultad

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El Pueblo - N. 28

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