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Almodóvar en la prensa de Estados Unidos

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  • Autor
  • Año de publicación 2013
  • Idioma Español
  • Publicado por Publicaciones de la Universidad de Valencia (PUV)
Descripción
Citación recomendada (normas APA)
Cristina Martínez-Carazo, "Almodóvar en la prensa de Estados Unidos", -:Publicaciones de la Universidad de Valencia (PUV), 2013. Consultado en línea en la Biblioteca Digital de Bogotá (https://www.bibliotecadigitaldebogota.gov.co/resources/2054403/), el día 2025-10-21.

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Imagen de apoyo de  Los Lunes del Correo

Los Lunes del Correo

Por: Benjamín Palacio Uribe |

“Los Lunes del Correo” fue una publicación que circuló en Bogotá desde 1905 y fue el suplemento literario de “El Correo Nacional” (1890-1914). El título se fundó con el objetivo de constituirse como una tribuna de esparcimiento para los suscriptores de “El Correo” y su dirección estuvo a cargo de Benjamín Palacio Uribe. El periódico se interesó por la promoción de la literatura nacional. En sus páginas se reprodujeron piezas literarias de: Guillermo Valencia, Julio Flórez, Enrique Álvarez Henao, Clímaco Soto Borda, Amado Nervo, entre otros. Al igual que traducciones de las obras Edgar Allan Poe y Víctor Hugo por citar algunos ejemplos. En la edición número 14, del 29 de marzo de 1906, el periódico publicó un decreto del Arzobizpo de Bogotá (26 de marzo de 1906), Bernardo Herrera Restrepo, en la que se anunciaba el levantamiento de la “prohibición y censura” impuesta a “Los Lunes”, con el compromiso de que los números que se editaran a partir de la fecha de expedición del decreto no podían incluir “escritos de ninguna clase en prosa ó en verso que ofendan a la Religión y la Moral”. El periódico Incluyó los retratos de Antonio Gómez Rodríguez.
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Los Lunes del Correo

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Imagen de apoyo de  Los Locos - N. 9

Los Locos - N. 9

Por: | Fecha: 28/05/1868

~ I..40S LOCOS. Jt - - - - - =--=---= ~= :)]01. 1. \'alo 5 l'oales, Bogotá, 28 do lllajO lle 136 , NUl\I. 9,0 I'alo modio real. .. LOS LOCOS." 11 jos de ser de alguna utilidad a la Socie- .' , ~~ ~ ~~~~ dad, es un estorbo, una infecciono A PAUPERISMO. estos, en todas las naciones civilizadas Crece diariamente este cance¡' de se les recoje en establecimientos ndecua­Ilucstm sociedad. GI'3IHle, atelTadora dos, como los que nosotros teniamos í ('s la epitlemia, i gl'andes, prontos i efi- que drstruyó una mano impfa i sacl'Í­caces drbieran sel' los remedios; pero lega. ~n ma?os del Gobierno (i es un nado, nada se vislumbl'a que pueda con- deber Indeclmable suyo) está el hacel' tenel' los estragos que tarde o temprano desaparec,el' de las calles i plazas esn habrü de causal' el pauperismo. plaga. Pagueles al hospital i hospicio J~o que impropiamente se ha dado en lo que les debe. llamar parasi tismo, no es sino un SlU- Pero queda la numerosísima clase de toma de la jeneral dolencia que nos pobl'es vergonzantes a quienes muí po­aqueja. Parúsito, pOI' similitud, es el cos alarg?n un pan. ,Padres de familia que vive de la sustancia ajena; pero que no tienen trabaJo, no por espíritu adherido permanentemente a otro cuer- de per~za o vag?munderfa sino porque po, Así los vel'dadel'os parásitos son, no hal ocupac~on en ~ué emplearse; entre nosotros, los qU,e viven de las estos, estos, senores ncos, son los que rentas públicas: los pobres que no pcr- I'~clama.n ,Vl1estl'a aten~i?n. Figuraos tellccen a csa categorfa, sacan de aquí ~~mo "I\'lrán esas famlltns, í no os fi­i de allí, como pueden, su diario sus- )~IS tanto c~ el leproso .que os pi le una tento; parccen tominejas o moscones, IIID050.a. No confu~dDls al vagamundo que se alimentan de la miel de las flores. que, SIn m,as necesl?ades que las de Sl1 En ruanto a los primeros (los que person,a, pI?e aquí I 0111, para fumar j chupan dcl Tesoro) los locos no creemos beber I , ~asarsela gOl'da ; con el p~dre que scan justas las alharacas que se ha- de famllta que 00 se atreve a pedIros con porquo gran parte de las rentas se una peseta, tem!endo una negativa. consumen en sueldos j pensiones. ¿ Pa- Pensell!05 senamente en estas cosas: 1'0 qué es el Tesoro público? Para pa- el paupemmo nos carcome,., .• gar a 10s servidores de la Nacion. Los sen'telorcs activos cobran pOI' trabajar: LOS LOCOS DE BOYACÁ los inválidos j lisiados, porque tieuen A LOS FRAC'LOCOS o COFRADES DE DOGOTL derccho u la beneficeocin pública. Su­primid en el presupuesto el Departamen­to de beneficencia í recompensas, i lla­mad aholTo esta supresion ¿ creeríais haber hecho una gmll cosa? En las pre­sentes circunstnncias, pl'incipalmente-­j uh I eso seria cchal' aj f en la lIoga. Los locos, al contrario, creemos que al ménos por ahom, debieran dismi­nuirsc mil soldados i numentar el nú­moro de bcneficiados por el Tesoro. En cnanto a los pobres que no sacan \latla de este, advcrtiremos: que jene­I'nlmentc, los pudientes atienden solo o do preferencia a los mendigos, cuya existencia, a la vez que puede sostener­se con un bocado de comida diario, lé- Con razon se nos califil'al'ia de lerdos i antidiluvianos, si no atendiéromos la invitacion becha en el número 4 ,° de vuestro pel'Íódico, secciou Ilamnda aEx­citacion patriótica,» para prcstnl' nues­tro continjellte en In t;rande empresa que habeis acometido, para decir lo que se ve i se palfla, que es mucho, es ver­dad, porque si pOI' allá llueve por MJUI no escampa. Os daremos así una prue­ba de ser coutajiosa vuestra enferme­dad; i empezando nuestra tarl'a, es preciso decir algo de nuestros comiten­tes que >e hallan eo ese fandango que se IInma Congreso. ¡Qué Plenipotencia, rios tan fomosos 1 ¡ Qué Representan­tes tan suaves! i Ellos mi~lJIos se hl- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 38 LOS LOCOS. cieron, lo que es cosa ral'[I, pues basta 1101' como Jo son los elementos con los los éntes racionales los hacen otros! cuales se cuenta hoi para fundar nues­Pero con rRzon, si están preñados de ¡ tro crédito público? ciencia; se hallan actualmente de par- Apostamos nuestras orejas con nues· to i hasta ahol'a no podemos figurarnos tros cofrades de Bogotá u que el actual que resultará de semejante "alumbl'u- Congreso ciE'l'ra sus sesiones sin decidir miento, Si des pues de tantos bramidos, la alarmante cuestion de déficit en la 1 en lugar de una cosa grande, grandí- situacion activa del t~soro nacional que sima como las aspiraciones i deseos de boi atormenta el ánimo de los verdade­nuestro paisano presidente de la Union, ros patriotas; i hacemos esta apuesta o de un animalon o ballena parecido al con ustedes sin temor de perderla, con niño Rafael, aparecerá un raton! Es nuestras orejas, para quedar desoreja­segUl'o, porque la ciencia de nuestl'os dos i venir a parecemos a tantos que representantes i senadores, hechizos quieren hoi rodear a nuestro paisaIlo aquí en Boyacá, su tino gubel'nativo, para estravial'lo de su heróica resolucion sus conocimientos en la ciencia del pu- i del fiel cumplimiento de sus patrióti­blicista, son una improvisacion mas cas promesas. No, no peJ'deremos la pronta, que las de Quevedo, Villél'gas, apuesta: ya no hai reservas del fel'l'o­Posada i Piñérez, en poesía: exceptuan- can'H, pOl'que la mitad de estas se las do uno o dos de ellos, los demas han I entrojó el Congreso estraordinal'io; los adquil'ido su inmensa instruGcion en el bienes de manos mnertas concluyeron libertinaje que sucedió a la saucion (le I de la manera que lo sabe mui " bien la lei que abolió las universidades i la I nuest¡'o representante Cortez; los dere­dil'eccion de instruccion pública, extin- IChOS de importncion 110 alcanzarán a guiendo el entusiasmo i espíritu de : un millr,n i seiscientos mil pesos, aun­emul8cion euJa Juventud, Dios se lo que nos lo juren con igual númel'o de pague al mui cortes Pedro Holguin, 1, cruces; esos derechos no pueden au­que sostuvo por la provincia de Tun- mentarse porque se incurriria cn los dama esa idea; no son, pues, estl'años grav¡simos inconvenientes económicos esos arranques de iotelijencia de los del contrabando, del peligro de dismi, Venancios, de los Clodomiros, de los nuir su producto i de aumentar, para dos Chepes, los Malías, los Eliseos, los evitado, los gastos de I'ecaud;¡cion; los Arístides i los Pulgares, que están allá bienes nacionales ya son insignificantes; en el circo de nuestro Congreso dando no hai esperanza de obtencr un emprés­mnestl'as de ajilidad, i haciendo prue- ' tito por la continua desconfianza de los bas a mas no poder. i Dichoso el Esta- trastornos públicos; así es que si nos do de Boyacá que cuenta con semejante aceptan la apuesta, sentiremos mucho personal! Antioquia. se queda mui atras que nuestros cofrades de Bogotá queden porque no manda al Coogl'eso sino desorejados, i no presenta mui bucn guachasacos i berenjenos. Con Iluestra talante un loco sin orejas. Ahora que jente, es seguro que_el paisano jeneral tratamos de apuestas recordamos la his- Gutiérrez consiga todos los elementos toria de un viejo cazador sempiterno: ... lejislativos para plantear las bases de tenia un criado que 1&8poyaba todas un período presidencial próspero i feliz, sus mentiras de buen cazador i le con· para que sus nobles i ardientes deseos sentia todas sus tl'Uvesuras con la con­queden satisfechos; pero ¿ para qué dicion de no tratarlo con el apodo de dudarlo, si nuestros comitentes en un "oji-colorado," pOl'que nuestro béroe abrir i cerrar de ojos pueden valuar la tenia los bOl'des dc los párpados mas situl).cioll activa i pasiva del tesoro na- ! I'9jOS que la casulla de un cma en la cional, como ñor Rafaelito Florez po- misa de un santo mártir. Se presentó dia valuar todos los trebejos, boro n- una cacería con escopeta; en la selva dangas, chucqcrfas, cachib~ches, vara· apostó el criado con el amo que no acer­tijas, zarandajas j dijes que tenia en su taría tiro a un venado que se veia cel'~ tienda, i que eran de tan cuantioso va- . ca: el cazador aceptó la apuesta, dicién- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS LOCOS. 39 dole que si perdia, podia tl'lltarlo de la manem que quisiera ménos con el apo­do de "oji-colorado"; se acerca el viejo con su escopeta; el criado se re­tira a espiarlo; el cazador apunta, fue-go ____ Nada I Sale el venado brincan-do, i el criado le grita al amo: Ah pe- 1'1'0 viejo, ojo de ribete de cal'acol- - - _! perdiste la apucs ____ tu! Síl'vales, amados cofrades nuestl'os, de advertencia, i tengan la bondad de darle tl'aslado a nuestros repl'esentantes i senildores pOI' medio de su estimable pe1'Íódico, para persuadirnos que consi­deran como sus colaboradores, a UNOS LOCOS DE llOVAC '. rOLL'El~XN. EL JÓVEN ENRIQUE o DIOS REVELADO. pequeño como el suyo. Este fué el mo­ti vo que lo decidió a entl'al'. Vió que aquella parte de la caverna era mui gl'andei anduvo largo tiempo en línea recta, toreiJ a uno i otro lado, i juzgó que si algunos hundimientos no hubiesen inte1'1'umpido el paso, la mina deberia extendel'se por allí a una gran­de distll.ncia. Pronto se apel'cibió con espanto de que su bujfa estaba casi completamente quemada; quiso retl'ocedel', se equivoc6 en el camino, i acabó por no saber a dónde il', La bujía se apagó i quedó en la oscuridad l .. ,. El pobre niño Ileyó sus manos a los ojos i empezó a 1I01'ar, echando de mé­nos la lámpara del subterráneo como nosotros podiamos echar de ménos la luz del sol si nos viésemos privados de ella; sinembargo, cobl'ó valor, i I'esol-vió marchar en la oscuridad. Alzó su CAPÍTULO v. cabeza, abrió sus ojos, i su tristeza se . H~¡ida da la caverna. cambió en gozo al apercibir a lo léjos Enrique rayaba ya eu los ocho n ¡lOS, I un pequeño resplandor que creyó era estaba lleno ele vivacidad i de intr.lijen- I \.1 lámpara de la caverna. Se adelantó, cia, i lo poco que sabia habia despel'ta- pues, con precaurion. La luz s(; ag~an­< lo su eudosidad, Deseaba sobre todo daba cada yez mas, i entónces pensó sabel' dónde iban los ladrones cuando que seda la hoguera que Grulí encendía se marchab:lD a sus expediciones. Siem- algunas veces pam IHlcel' la comida a pre rogaba al jefe lo llevase consigo, í los lacl1'ones. Tenia frío, i se dió prisa siempre era negada su peticiono Un dia, . en Ilegal' para calentarse a aquel fuego, que todos los habitantes de la caverna pero llegó junto a una roca, pOI' una se habian ausentado, Enrique quedó hendidura de la cual penetraban los ru­solo con Grulí. Esta no era en yerdad , yos de la aurora i el aire tibio de la una sociedad mui agrlldnble para él, manana. Enrique no comprendia qué porque la jitana se sentía envpjecel'; el fuego era aquel que no quemaba, ni qué temol' del infierno empezaba a jerminar ¡ aire aquel que lo calentaba; se acercó en su corazon i pennauecia largas horas con timidez a la abel'tul'8, i dirijiendo sumida en pensamientos bicn tristes; sus miradas al exteriol', quedó como otras "cces trabajaba, se uormin i ron- I aturdido de lo que veia; trepó en se­caba horas enteras. guida a la I1berturu, no roas ancha que Enl'Íque vi ~udola dormida, se imajinó I la otl'a rOl' donde habia entrado, i se que podría salir solo, como hacian los ¡ lanzó fuera de la caverna. ladrones, i ver a dónde iban; encendió, I Al principio quedó de tal manera pues, una bujía en la lámpara, i lIeglÍ deslumbrado, que sus ojos se cerraron. hasta la puel'ta de hieno, que felizmcn- I rero se acostumbró poco a poco, i cuan­te halló abierta; la empujó, siguió hos- do pudo gOZl\!' del brillante espectáculo ta el fin do la galería, i se encontró de- t que tenia delante, experimentó lo que tenido pOI' la tr

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Los Locos - N. 9

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