Explorar, preguntar y experimentar son formas de habitar el mundo desde que llegamos a él. No hace falta atrapar bichos ni hacer experimentos extraños: basta una pregunta para empezar a explorar.
La curiosidad hace parte de nuestra naturaleza. En la niñez esa curiosidad se expresa de manera más desbordante y espontánea, en una mezcla entre asombro y la necesidad de entenderlo todo de inmediato. De niños, la observación, las preguntas, la experimentación y las respuestas tienden a ser directas, imaginativas y desafiantes. No es que en la adultez dejemos de ser curiosos, solo que lo hacemos de una manera un poco más estructurada y condicionada bajo experiencias previas. Esta es una invitación a la curiosidad, esa chispa que enciende la exploración, iluminando preguntas que nos llevan a descubrir, aprender y reinventar el mundo.
Y ¿por qué?
Aunque la curiosidad y la imaginación son los recursos más valiosos que tenemos, están en peligro. Esto se debe a que, a medida que crecemos, nuestra curiosidad se mezcla con rutinas y expectativas cada vez más complicadas, que la relegan a un segundo plano.
El "¿qué quieres ser cuando seas grande?" de repente se torna en un enjambre de convicciones y obligaciones, donde las preguntas curiosas se apagan y conducen a respuestas predeterminadas. Pero, ¿qué pasaría si recuperamos esa chispa de la infancia? Algunos dicen que quienes se dedican a la ciencia tienen esa chispa un poco más encendida, pues su vida gira alrededor de hacerse preguntas que nadie más se ha hecho.
La curiosidad como la mejor escuela
¿De qué formas podemos cultivar esta curiosidad desde la niñez? ¿Qué ocurre cuando nos alejamos de encontrar la solución más rápida y, en cambio, abrazamos la duda y la imaginación? Los niños y niñas de Bogotá nos enseñan que existen formas de aprender el mundo y hacer ciencia sin necesidad de grandes tecnologías.
La ciencia, entonces, no es solo una disciplina académica que sucede en laboratorios a puerta cerrada: es un viaje constante de descubrimiento y fascinación. Nos enseña a cuestionar lo evidente y buscar más allá de lo que vemos. En este sentido, un científico o científica también son quienes mantienen viva la curiosidad. La curiosidad es la capacidad de maravillarse ante lo cotidiano y de encontrar magia en lo que otros subestiman.
Esta es una invitación a abrazar de nuevo a la curiosidad y volver a asombrarnos en nuestra vida diaria.
Debemos mirar con más atención, permitir que nuestras mentes recuperen la curiosidad de la infancia, hacernos más preguntas y no conformarnos con respuestas superficiales. Observemos, exploremos, experimentemos, ya habrá tiempo para revisar lo que no funciona, pero primero, atrevámonos a preguntar y probar.
La do-ciencia
¿Cómo pueden los profesores, mediadores y cuidadores alimentar la sed de curiosidad de la juventud?
En Bogotá, existen personas que le apuestan al aprendizaje desde otras perspectivas, en donde lo importante no es estar en lo correcto, sino mantener la mente abierta y dispuesta a encontrar otros caminos para hacer ciencia.
Descubre en este video algunas experiencias que buscan alternativas a la experiencia de aprendizaje.
Recursos recomendados
¿Cómo podemos despertar la curiosidad aprendiendo sobre ciencia?
Recopilamos algunos contenidos que te pueden ayudar a recordar que el quehacer científico surge de hacernos preguntas sobre el mundo.
Esta amena y original colección de minibiografías ilustradas nos revela los momentos más significativos de la infancia de dieciséis grandes científicos. Cuando los científicos más famosos del mundo estaban creciendo, tenían los problemas típicos de cualquier niño. Albert Einstein siempre estaba distraído y no atendía en clase. Jane Goodall se metía en líos por llevar a casa lombrices y gusanos. Y Neil deGrasse Tyson tuvo que pasear perros para poder ahorrar y comprarse un telescopio. Todas estas historias están acompañadas de coloridas ilustraciones que animan la lectura.
Escucha en este podcast cómo los grandes cambios que nos depara el avance de la tecnología nos hacen explorar temáticas que parecen hacer parte de una película de ciencia ficción, una de ellas es la relacionada con la computación cuántica, la cual permitirà resolver problemas de una manera nueva y eficaz, además de establecer nuevos componentes tecnológicos como los utilizados en el telescopio James Webb. Aquí, niños y niñas explican, junto al Doctor Juan José García Ripoll, las ideas fundamentales de unas nuevas computadoras que cambiarán nuestra forma de ver el mundo explorando el reino cuántico.
A pesar de la utilidad que han tenido las matemáticas a lo largo de la historia, hoy en día las personas presentan una gran animadversión hacia ellas, lo que para algunos demuestra la ausencia de discursos que las presenten cercanas, en especial para los más jóvenes. Grandes matemáticos se arriesgan hoy en día a incursionar en formatos para dinamizar los conceptos y las ideas matemáticas por medio de relatos que capturen la atención de cualquier ciudadano inquieto por entender cómo funciona el mundo. Acompáñanos a tener un diálogo con el profesor y youtuber más famoso de la historia de las matemáticas.
La revista “Cucli,Cucli” traduce una serie de conocimientos científicos a situaciones cotidianas con las que los niños podrán identificarse y aprender sobre distintos fenómenos naturales. En este documento, el lector se encontrará con seis de los números publicados en esta revista: "y se hizo la luz", la música", "Los artrópodos", "La energía", "Luz y color" y "Los números".
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