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La Ilustración: política, literatura, noticias, filosofía, relijión, artes i oficios, instrucción pública, bibliografía, medicina, variedades, revista de la ciudad, revista de los estados, de Europa i mercantil - N. 192

Por: | Fecha: 02/12/1870

• Política-LiteratUl'a- t.- uticias-Filoso,f la-Reh..j ,l on-A r t es 1. °f iC' lOS-1 ns t ruc cion públi. ca- Bibli.o grafía. :i\leclicinn-Vn rieLlü.eles-Revl. sta de la C.l uda el - R eVl. St a de IosE s t ac1 o s-De Enronl a 1 mercantIl. Se public,l. los ro:trtcs, mi6rcole ' , yiérnes i ~ÍLbados, i el mi mo dia se lleya a l:ls cn as ele los suscntor es de b oapital i se r emite a los cedi­miento? Cosa ninguna; porque los hombres no somos infalibles i nada es mas posible que un error, ni mas conveniente que su en­mienda. Pero entre tal proceder, que puede apo­yarse en los mas sólidos arg~ment?s de un patriotismo sincero, i las maOlobras inventa­das para falsear hasta el lenguaje, cabe un infinito. La mayoría puede volver atras i tener las mejores razones para ello; pero la minoría no tiene derecho para hacer prevalecer su voluntad sobre el declarado querer del ma­yor número. Sostener lo contrario i ponerlo en prác­tica a los ojos del pais, es dar al traste hasta con la esperanza de que la República pueda aclimatarse en nuestra nacion. Sea como se fuere, creemos que en casos de tan notorios abusos, la verdadera mayoría de la Convencion debe desconocer en la mi­noría el derecho de revocarle sus fallos; i lo mejor seria que insistiera en el sosten de sus determinaciones, poniendo en receso la Convencion,para evitar así el espectáculo de nuevos escándalos. Lo demas, es trastornar el órden público, desacreditar las instituciones i preparar para el pais el advenimiento de un sistema de go· bierno, en que semejantes farsas sean de tod.:> punto imposibles. Porque en fio de fines, entre un gobierno cualquiera i un desgobierno cualquiera, esta­mos i estaremos siempre por cualquier go­bierno. Claro: entre el Czar de Rusia i un eterno i risible sainete político, estamos por el Czar. M. M. M. Sud-América. Cuando revisábamos los periódico~ de do~de so­lemos tomar las noticias, para nutrIr la reVIsta de hoí con las de fechas mas recientes, hallamos en el 'Staril Heralil correspondiente al 5 de no­viembre una mui desagradable, con la cual en­cabezam'os estos renglones, intes de señalar l~s acontecimientos mas importantes que hayan temo do luaar en el seno de las sociedades sud·amerí- o canas. A mediados del mes de octubre hubo un con­flicto entre 10& iodios del Darien i los obreros de una empresa dirijida por el señor Francisco Rójas para la extraccion del caucho. Parece que aque­llos se oponen formalmente. a que ningun.o, que no sea indíjena, emprenda dIcha espeeulaclon, lo que no sabemos si formará parte de las conferen­cias que actualmente tienen los representantes de aquellas tribus con el señor .Presidente d~ la Uoion. Deciamos, pues, que habIendo esta.hleCldo el señor Rújas sus trabajos a orillas del rlO Chu­curti tributario del Chucunaque, i hallándose siete 'de sus trabajadores en un mismo sitio, fue­ron sl)rprendidos en la noche del 10 por una par­tida de indios, que trabó exabrupto un combate dejando muertos a seis de los desprevenidos be­neficiadores. Sabido este acontecimiento por los informes del único que pudo cscapar, el. señor Rójas armó el resto de sus mozos 1 en umon de otro empresario se dirij ió a Yavisa, cabecera de la comarca del Darien, con el objeto de vengar aquella felonía. Efectivamente, e114 Ae encontra­ron con una partida de indios que subia el 9hu­cunaque i se tl'abó un combate en que. pereCIeron ocho O1'iollos, que · seguramente no senan los per­petradores del crimen que dió lugar a un r esul­tado tan funesto. Las autoridades se ocupan de levantar la respectiva informacion. -Los acontecimientos de la guerraleuropea fija­ban casi del todo la atencioo pública en Chile, i es quizá, debido a esto, que son tan escasas las noticias traidas por los periódicos i correspondien­tes a la crónica de esta secciono Sinembargo, entre todo lo que hemos visto, leimo~ .con suma a~e~ ­cion los datos que el señor MIDlstro de J ustlCla presentó al Congreso sobre el estado i adelanto del Museo nacional. Este hermoso salon se ha enriquecido con la esposieion de agricultura, que entre otras ventajas produjo la de coleccionar muchas muestras de semillas desconocidas i, sobre todo, la de clasificar i apreciar las maderas que pueden favorecer notablemente el comercio chi­leno. Ademas de esto, los particulares le han he­cho donaciones mui estiml\.bles, i se cree que, pa­sados algunos años, aquel Museo será uno de los mejores de América. ~Se hablaba mucho de uua crísis fiuanciera que los periódicos se empeñaban en desmentir j porque, realmente, los intereses mercantiles de Santiago i Valparaisu deben sufrir notablemente con semejantes rumores, máxime si carecen de fundamento. Para algunos el peligro era tan cierto, como que dependia del grave conflicto en que se debaten hoi dos de las principales poten. cias de Europa; miéntras que para la mayor, la estabilidad de los jiros i el aura que acompaña al crédito en todos los escaloue. de la industria, eran prendas bastante seguras de regularidad i bienestar. -El Cuerpo lejislativo aprobó un proyecto de lei relativo a los trabajos del ferrocarril entre Santiago i Valparaiso. -Hace poco tiempo que se rujia en la capital que el señor Montero, Ministro de Bolivia í que acababa de llegar a Valparaiso, llevaba instruc. ciones para tratar sobre la anexion de esas dos naciones, bajo la forma federal. Parece que la prensa hn desmentido, aunque débilmente, esta Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 766 asercion. Es preciso confesar que tal idea, ente· ramente nueva, no presenta faz ninguna por don­de pueda aceptarla el buen criterio. Chile ha marchado i marchará siempre bien, debido a los elementos propios que ha sabido unificar en el desarrollo de su vida política: ¿ cómo podria pros­perar con elementos estraños ? -Recientemente fué descubierta por un inje­niel'o de Santiago una mina de 01'0 denominada ., Caracoles," cuya riqueza dejará mui atras a los opulentos filones de California i Australia. Como era de suponerse, semejante hallazgo produjo una verdadera revolucion en el comercio chileno. U na sociedad, establecida en grande escala, se consti­tuyó en Santiago con el objeto de explotarla, sin descuidar las minas de cobre i plata que se han comenzado a elaborar en Bolívia. -Se ha restablecido el comercio con los arau­canos, a consecuencia de haber pedido éstos la paz al Gobierno. Dícese que el rei Aurelie habia tomado el portante, temeroso de ser asesinado por sus súbditos: ya habia perdido completamente su prestijio. -La Municipalidad competente aprobó un proyecto para poner en comunicacion, por mcdio de un ferrocarril de sangre, la ciudad de Quillota con la poblacion de la Calle Larga i unir las esta­ciones de Quillota i la Cruz.Dicha empresa consta­rá de noventa acciones de a mil pesos cada una. -Los ccreales habian sufrido una baja mui notable en los mercados chilenos. -Durante la última quincena, el Gobierno hizo varios nombramientos para el servicio diplo­mático, entre los cuales figura el del señor Adolfo Ibáñez para Eoviado Extraordinario i Ministro plenipotcnciario en el Perú, como tambien el de don Guillermo Blest Gana, para Encargado de negocios en la República Arjentina. -En el Perú, se trataba la cuestion de un déficit gravosisüno, en los diversos círculos políticos i en la prensa. Con este motivo, el señor Ministlo Piérola pasó al Congreso una nota remitiendo el proyecto de presupuesto jeneral de la República para el bienio de 1871 i 1872. En esta nota hace subir el señor Ministro el valor de los in~ gres os a 58.982,851 en lugar de los 44.723,100 soles que se calcularon al principio, cuando apé­nas se inició la cuestiono -Miéntras que el Congreso i la prensa se oeu­p~ n de esas. complicadas operaciones i especula. Clones de haCIenda, las empresas particulares ade­lantan notablemente. El ferrocarril de Chancai a~ cerro de Pasco ha vencido ya las mas sérias dIficutades que se le presentaban, Las vías públi­cas, los puentes, los injenios, los establecimientos industriales de toda ciase, se mejoran i se multr· COLO¡¡e 1 EL JUDIO ERRANTE. Alarcon. (CONTINUACION. ) Cálmate; por esa puertu. Cuyo estreoho oorredor Da a la oámara del rei Colon. Villena. Nos vamos, Colon; a Dios. (Va8e.) El os guarde. f Co.n ironía.) Te saludo, Aguila,.. nSlgne desoubridor. (Vase.) Un consejo quiero darte .... .. Colon. El que del polvo nació! .... .. Perdonad, podeis guardarlo Para mejor ooasion. (Acompañándolo ha8ta la puerta secreta.) ESCENA SEGUNDA. Colon. Miserables! al pié de los tronos Cual me~quinos e inmundos reptile~, Arrastrals vuestras frentes serviles Adulando oobardes al roi. ' Yo rospeto al unjido del cielo' Yo he doblado tambien la l'odill~ A las plantas dell'ei de Castilla Porque acata el primero la lei : ' De Isabel i Fernando los nombres Al través de los siglos futuros Hará brillen radiantes i puros De la fama el sonoro clarin. Quizá el mio, el del pobre piloto Asombradas repitan las olas ' Si banderas tremolo espalloias De la tiorra en ignoto oonfin. Mas qué digo? Infeliz! Si los hombres No comprenden mis planes de gloria Cómo un nombre ha de dar a la hist~ria El que" loco" ese mundo llam6 r Solo risas i amargos insultos . Por do quiera prodigame impío: Cuánto sufro! Deoidme, Dios mio Si la cienoia tal vez me engalI6 ! ' Pero no, que engalIo.rme no Duede' Que su oríjen dimana del cielo- , 1 eS, la ciencia como un al'royu~lo, LA ILUSTRACION. plican de dia en dia por todo el territorio perua­no. Si estas noticias, que recojemos en los perió­dicos de Lima, son del todo esactas, fclicitamos mui cordial i sinceramente a nuestros hermano~, que mil veces mas felices, no ven como nosotros la hidra revolucionaria amenazando constante­mente a la obra de la civilizacion. -Al fin vió su término en la Cámara de Di­putados la famosa cuestion Dreyffus, con una mayoría de 63 votos en favor, contra 32 que la combatian. Este es un nuevo triunfo para el Go· bierno. A la salida del paquete se hallaba el ne­gocio en el seno de las comisiones respectivas, encargadas de revisarlo. Este solo acontecimiento absorbia la atcncian pública: todo el mundo sabe cuánto ruido hizo este contrato, i cuántos inte­reses llcva comprometidos en el largo i compli­cado curso que naturalmente se le dará. -Las operaciones del ferrocarril trasandino han avanzado notablemente. Se tienen ya conclui­das sobre una linea de diez leguas, la nivelacion i preparacion del terreno. Los rieles llegan hasta Pariache i hoi cuenta el público con siete le¡?;uas de ferrocarril, que sirve admirablemente a las transacciones del comercio. -Una disposicion del Gobierno ha ordenado el exámen de las patentes de los buques que lle­gan al Callao, imponiéndoles cuarentena a fin de evitar la epizootia que cstá consumando estragos en la República Arjentina, -Nombróse una cOI)lision en que figura el señor Paz Soldan, para la demarcacion de límites del Perú con el imperio del Brasil. No dejan de tener importancia las noticias que vamos a dar de la República Arjentina. Ofi­cialmente se sabia que el jeneral Rívas alcanzó una completa victoria sobre las fuerzas de López ;r o.rdan, desp?es de haber sostenido con el mejor éXIto una sél'le de combates en que siempre salió vencedor. Las tropas del rebelde estaban mui in­disciplinadas ~ las que tenia a ~us órdenes el je­neral del Goblerno, se compoman de los mejores veteranos de la República: el desenlace no era pues, dudoso. La comunicacion t elegráfica qu~ puso en conocimiento de la Secretaria de Gue1'l'a estas noticias, dice así: "En este momento aca­bamos de recibir cartss del jeneral ;r elly. Antes de ayer fué derrotada la vanguardia enemiga, compuesta de 2,000 hombres a las órdenes de Seguí; fué perseguido tres leguas habiéndose desbandado. López ;r ordan sigue en dil'eccion a Concordia el jeneral Rívas lo perseguia con bue­na caballcría. Ll:\s comunicaciones están datadas en el arroyo de Salinas.-El jeneral Rívas tiene la seguridad de alcanzar a ;r ordan. Ooronel Borges. Siempre espira en las ondas del mar. Yo he seguido anhelante su curso. Lleno el pecho de ardiente esperanza; Llegué a un punto; gritóme ella" avanza' " 1 yo solo 00 pude avanzar. ' Despreoiadle! está loco! esclamaron Portugal i la altiva Inglaterra, Porque dije atrevido: hai mas tierra Por allí donde muere ese sol. En Castilla los necios me insultan Mas la reina me tiende su lOano : ' Quizá eo breve le diga yo ufano: Ahí teneis otro imperio español! ESCENA TERCERA. Colon, doña Isabel, que entrará por la puerta seoreta, Colon. Guarde el cielo a la reina de Castilla. Isabel. El te guarde, Colon. Colon. Graoias: dignaos E~cuohD:rme un .mo~ento, pues benigna. :MI humlldll habltaclOn habeis honrado. (Dándola silla. ) I3abel. Los hombres que descnellan a.trevidos Entre los otros por su injenio raro Siempre han sido, Colon, de mi co;ona. El diamante mejor i mas preciado. Colon. Cuánta bondad, sellora: sois el iris Que bonanza me augura; vuestro labio Vierte a torrentes en mi triste pecho De celeste consuelo dulce bálsamo. Vos me babeis comprendido I Vos tan solo Me habeis tendido bienhechora mano Jamas lo olvidaré; jamas, selIora. ' El infeliz piloto sufl'e tanto! babel. Mira, Colon, ~os hombres son injustos, Tal ve.z despreCian tus designios varios; N ada Importa; un cobarde desaliento Nunca abasalla un 'corazon bizarro. Irgue tu frente on ademan ¡¡ltivo Redobla tus afanes, tu trabajo, ' 1 dale ent6noes a ese mundo imbécil Amarga risa, de su risa en pago. ' Colon. Vuestras palabras májicas encienden El volean de la gloria en que me abraso' La vida me torntlÍs, sois la esperanza ' Que dulce arrulla con su arrullo blando SI, mui pronto en las naves voladoras' Que concederme os dignareis aoaso Al través de las olas encrespadas ' El positivismo o la guerra. Los partidarios de Augusto Comte piden la inter­vencion dirocta. SOSTENIMlENTO DE L'\. ItEPÚBLICA FRANC¡;SA. ( 'fraducido para La Ilustracion por.J. U. S.] Ademas del discurso que publicamos en el númerO 190 de este periódico, se pron;.¡nciaron otros en armonía. con la idea de la ínten 'cncion de nuestra política en los negocios estranjeros. El ;r uez L. D. Marcus dando en el nervio de la. cuestion, se espresó en estos término;; : "Hácia la época de nuestra independencia nuestra patria no contaba mas que tres mi­, llones de habitantes: hoi para defendernos de cualquiera ínvasion estranjera, podemos pone\' sobre las armas tres millones de soldados; Ilin­guna nacion, ya sea europea o de cualquiera otra. parte del globo, puede inquietarnos. El vapor i el telégrafo nos ha aproximado tanto a la Turquía i a la l~usia como lo estaba la Inglatcrra de la Alemania cuando estalló la guerra civil. Dc par en par hemos abicrto las puertas del continente europeo. i 1 cuán grandioso espectáculo! Dos mares jigantescos. el uno despierto i el otro al pa­recer dormido, dándose la mano en el ccntro de la América para unir los dos mas grandes civili­zaciones que puede tener el mundo, en el punto mismo donde Cristoval Colon adivinaba un canal i no el estrecho que hoi se llama Istmo de Panam{~. Por tanto, hagamos abstraccion en la actuali . ~ad de l~ antigua máxima de Washington: de no mtervemr en los negocios estranjeros, i quitemos de nuestros ojos esa venda para proceder en con­secuencia. i Desgraciado de nuestro Gobierno si en semejante crísis se conduce con tanta imbeci­lidad ! La ejida de nuestra República fué la Fran­cia ; sin su ausilio aun seriamos vasallos de la Gran Bretaña. El pueblo franees siempre nos ha amado; ahora necesita de nuestro ausilio i debe­mos dárselo (una voz; tenem03 la obligacion dc dárselo). Hagamos que nuestro Presidente por el órgano respectivo, el Ministro Washburne, exija ~ la Prusia qui.nce ?ias de armisticio (aplausos) ; 1 entónces el rel GUIllermo sabrá con quién enten­derse; i hasta los mismos alemanes aprobarán es~a m~dida, po.r.que ellos saben mui bien que cl reI ~U111ermo dIJO a la faz de la Europa, que no haCIa la guerra al pueblo frances sino a la dinas­tía napoleónica. N apoleon está hoi prisionero, su cetro fué des­pedazado en ~edan i la Francia no pide ni nece­sita otra cosa sino la paz. Pero la verdad sea dicha, el rei Guillermo no pretende otra cosa sioo colmar su ambicion, en· sanchando mas i mas los límites de su territoriu i si los Estados Unidos del Norte no intervienen ' él logrará. su objeto; él considera como un llle JI~ :Me lanzaré como se lanza el rayo: Desoubriré poll'a Castilla un mundo, Porque un mundo no hasta al castellano I haré que el viento su pendon azote ' Donde nunca un pendon haya azotado; I cuando torne i oh reina! a vnestras plantas Diré, ardiendo mi pecho de entusiasmo El águila fuí yo, vuestras las alas ' Partir debemos de la gloriJ. el lao'ro. Isabel. Ah! no, jamas; tú solo cefiir debes Ese laurel que envidia un soberano. Por una hoja, con placer trooara El poderoso cetro de mis manos! Sí, Colon, que los reyes de la tierro., Cuando ostentan sus hombros réjio manto, Cuando ciñen altivos su diadema Rodeados de pompa i de vasallos Decir no pueden, oomo dice un'jénio: "El mundo mi talonto ha coronado." Color,. Ah! qué dicha tan grande para un pueblo Ver sentajo en su trono a un soberano Que tenga i oh reina! un cora.zon tan grande Que dé al injenio como vos amparo. ~ • Isabel. En Castilla, Colon, siempre lo encuentran El pintor, el poeta, el hembre sábio . Sin las ciencias i el arte es imposible Florezca nunca un poderoso estado: Mañana mismo, si posible fuera, .Esos b:tjeles que ambicionas tanto Armar h~ria; la mas infanda guerra Exhausto tIene nuestro real erario: No temas; ese D\os que desde el cielo Pavor infunde al enemigo bando, Hará que pronto nuestras bravas huestes Se lancen venoedoras al asalto; Hará que caiga esa Granada altiva En podor de los reyes castellanos. Sí, Boabdil miserable, a nuestrns plantas La. frente doblarás como un esolavo . Que el que no sabe dcfender su tron~ En los robustos muros peleando, No es un hombro, ni es rei, cobarde solo Por los hombres merece ser llamado. Colon. Gran reina, triunfareis; la media. luna Castilla humillará; mallana acaso El viento azote en la arabesoa. Alhambra. El pabelJon temido del cristiano. Isabel. Pues bien, Colon, escucha mis palabl'l\s - Ese dia. .verás tu afan logrado; . Ese dla. en las alas de tu jénio Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. de conquista el ingreso de poblaciones estrañas en abierta contradiccion con el espiritu del siglo. Nuestra patria juzga el sometimiento i la humi­ll. aci.on de la Francia, como una marca deignomi­ma Impresa en la frente de todas las demas Na­ciones ;. i juzga tambien en la oposicion a la Repúbhca francesa, como un insulto hecho a la g ran. República am ericana. Dejemos que nuestro Gobierno proteste enérjicamente contra tan sal­vaje~ charcas d e sangre. Abramos nuestra diplo­maCla a la política exterior, puesto que este es el mome?to oportuno (~plausos). En la época de Washmgton era precIso conservar la esolavitud i hacer pOI' consiguiente de algunos hombres sier­vo.;¡; p.ero hoi que nue.stra grandeza ha llegado a su apoJeo, ~elUos ren~hdo un homenaje de justioia a la humamdad, haCIendo libres a esos mismos hombres. 1 si esa justicia la hemos sabido dar en ~l inte!ior de nuestra patria, ¿ quien nos puede Impedir que la hagamos efeotiva en cualquier otro punto del globo? (aplausos). Un niño inesperto puede ocultarse eu lo mas espeso de un bosque cuando miro. al lobo ya próximo a devorarlo pero e l hombre ya oompletam eute formado se r~suel­ve a un azar i afronta con audacia a'la terrible ~era. El rei Guillermo intentando aniquilar la lIbertad de la Francia, aniquila la libertad del l~undo entero. D ejad, pues, que la Amérioa, na­ClOn poderosa que hoi cuenta cuarenta millones de habitantes, proteste a la faz d el globo contra el atent~do uef~ndo de. la P;:usia, que pretende desolar 1 reducIr a oeDlzas el suelo de la Francia. Entó~ces ese puebl.o oob!ará valor (aplausos): él neoeslta .la R~púbhca; I aunque es cierto que hasta bOl ha SIdo perturbado por los tiranos i de­magogos de su propio suelo, con la esperiencia del pasado i en presencia de esta horrorosa O'uerra que le ha producido el imperialismo, é l co';rejirá sus pasados errores. Cada americano, ya sea demócrata o republioa. no, de?e dese~rlo así; pero no olvidemos que la Fra!lcla neoesIta de nuestro ausilio' cumplamos , , pues, con nuestra mas premiosa obligacion: ha­gamos mas, trabajemos en beneficio de todo el jé­nero humano (grandes aplausos )." Las proposi~iones presentadas al meeting fue­ron ~probadas I se convocÓ para una próxima reUDIon. Roma. La cucstion de la unidad italiana está ya resuel­ta! ea un hec.ho ~umplid? ~ro'pas italianas ocupan todo el territOrIO pontificIO, 1 la escuadra inglesa apostada en Civita Vecchia ha saludado el pabe­llon dc Italia, en cumplimiento de Órdenes de S. lH. B. El rei ha publicado oficialmentc el resulta­do .d~1 piebiseito, que en toda la península ha sido leClbldo con grande entusiasmo. El jeneral La Las olas hendirás del oceano. • Oolon. Gracias, señora, gracias; sois el ánjel Que dulce calma mi martirio amargo - De rodillas tan solo escuchar debo ' t Se arrodilla.) Las palabras que vierten vuestros labios. . (Enaienado.) Ah! 1 es verdad; i el infeliz piloto, El hombre por los hombres despreciado, Podrá tal vez decirles algun día: (Se levanta.) Este es Colon! si os atreveis, miradlo! Podré alcanzar esa anhelada gloria Tras la cual voi corriendo tantos años? Podré bajar contento hasta la tumba Porque un nom bre a la historia habré legado? Isabel. Aliéntate; mui pront,o venceremos: De Granada ha venido un enviado; Boabdil rendirse quiere, no lo estrañes; Nunca supo lidiar su débil brazo. Oolon. Será posible? Isabel. Si, ya hallarse debe El consejo reunido; don Fernando Quiere que la propuesta del rei Ohico Los capitanes oigan de su campo. Mi presencia reclama ese consejo: Adios, Colon. Oolon. (AcompaFtándola respetuosamente hasta la puerta secreta.) Seliora, el cielo santo Vuestros preciosos dias guarde siempre Paro. glorio. del pueblo castellano. ESCENA CUARTA. Colon. Mis ilusiones doradas Realizadas Mui pronto veré quizá; Surcaré ese mar profundo, 1 otro mundo Mi audacia descubrirá. Sometido a España fiera, Su bandera Tromolam por do quier; , 1 ante el trono de Castilla Lo. rodilla Doblarán mouaroas oien. 1 del jénio la viotoria, Con la gloria Los hombres eDsalJarán; LA ILUSTRACION. Marmora es gobernador militar de Roma, a donde no podrá ser trasladada la capital á.ntes de dos años. Italia garantizará. la deuda del gobierno papal. l\I uchas de las oalles de Roma han sido bautisadas de nuevo. N o es fácil prever qué influencia ejercerán estos aconte.cimientos en el porvenir del Papa. Dícese que Víctor Manuel ha espedido nn decreto dispo­niendo que Su Santidad conserve su dignidad i la inviolabilidad d c sus prerogativas personales como soberano. Se darán leyes r esolviendo la cuestion de la autoridad temporal dcl Papa. Han sido amnis· tiados todos los delincuentes políticos, con escep­cion del gran ajitador Mazzini. Todos los parti­dos de Italia se han unido para r ealizar la union de la península. El gobierno de Víctor Manuel no se halla dispuesto a sostener por ¡¡í solo al Su­mo Pontífice, i dirijirá una circular a todos los paises católicos para que contribuyan. Los jesui­tas cstán abandonando a Roma a toda prisa, i se cree que el Papa los seguirá. Se continúa creyen­do que Malta será su futura residencia. La verdad es que la unidad italiana se ha rea· lizado sin ninguna oposicion abierta. Corren ru­mores. d.e que A ustria ha protestado i de que FranCIa I España lo habrían hecho, si las circuns· tancias se lo hubieran pcrmitido. Se dice, ade· mas, ~ue, cuando se haya restablecido la paz, la cuestlOn romana volverá a ponerse en tela de jui­cio. M1'. Thiers se encuentra en Florencia, ha­biendo llevado la mision de asegurar a V ÍcLor Manuel que la República francesa no se opondrá a la depo sicion del Papa. Niza i Saboya continua­r án formando parte de Francia. Se espera de un momento a otro una bula disolviendo el Concilio, fundada en que aquella corporacion carece de libertad pa!'a deliberar. En Calabria ha habido un terrible terremoto que ha causado muchas muertes i destruido varias poblaciones. CASA DE PENITEKClA.-Hace quince dias tuvi­mos el gus~o de visitar este Establecimiento, que nuestrO amIgo, el señor Cárlos Sáen z Director ~os most~6, proporcionándonos gusto;o todos lo~ mformes I detalles que le pedimos: visitamos con él los tres departílmeutos de detenidos, enjuicia­dos i condenados; algunos de éstos están un tan­to oscuros; pero el señor Sáenz nos manifestó que dent~o de poco iban a ser blanqueadas las pa­redes: VImos el magnífico salon quc tiene prepa­rado para la escuela, espacioso i claro' nos gusto mucho la capilla, en la cual, en ese ~~men­to es~aba ~elebrando el Capellan i presidiendo el ~atrlllloDlo de un .pl:eso: esta pieza es de las me­Jores del EstableCImIento: tien() luz suficiente i 1 cuando Colon sucumba, En su tumba Laureles colocarán. Tal vez viertas j oh María. ! Bella mia, Una lilgrima por mi ; Tal vez, ánjel de con.suelo, En el mela Reunirme con siga a U. Eras flor de la mañana Que gal ano. La blanda brisa. arrull6 ; Yo te amaba con delilio ! Mi martirio Tu aciaga muerte caus6. Por ti los lauros buscaba 1 anhelaba Un nombre a la hi5toria dar' Mas ai! que el fiero destino' Peregrino ' Me fué en la tierra a dejar. Mas qué importa? aun ambiciona La corona. Del talent.o el corazon . Quiero decir Colon. Del negro mar el bramido 1 el silbido Del furioso vendaval, El ronco estridor del trueno Yo sereno Arrostraré sin temblar' 1 allá. en la popa a mis solas, Verdes olas Oiré rujientes hervir Pidiendo al Omnipot;nte Solamente O ver mas tierra, o morir. ESCENA QUINTA. Colon. El Judío Errante. Judfo. La paz del Salvador contigo sea. Colo". Buen hombre, a quién buscais en esta e ta .? Judío. Busco a Colon. s nCla Oolon. Yo soí. Judfo. ••. Lo he conocido; Del JéDlO tIenes la imborrable marca I Con 9,ue tá eres el que al orbe todo • Ha tUoho llena de entusiasmo el alma, 767 departamentos cómo~os: en. u.n? de el.10s asisten al sacrificio los detemdos, enJUICIados I condena­dos; i por up salon de un~ dc l.os costados con­curren las detenida!! en el dIvorclO. Tuvimos el gusto de ver los somb~er.os i a~pal' ­gatas que se fabrican en el EstableCImIento, 1 ya las últimas de estas obras son bastante perfectas. Paseamos tambien por una de l as huertas que no carece de algun cultivo: hai en e ll a un enjambre de aveJas, con el cual RC propone el Director n o gastar en lo sucesivo, en cera para el c~~su~o d e la capilla. Para todas las obras de albamlerla que se han hecho, se ha empleado adobe construido allí mismo. Por último, fuimos a la pieza d el Director i vimos sus libros: el de situacion diaria, el de si­tuaciones mensuales i otro mayor jeneral: en estos libros se encuentran en perfecta correspon­dencia todos los detalles que se necesitan acerca de la marcha del Establecimiento: el número de pesos: lo que cuestan las racion es: las filiaciones de los presos: las sentencias por las cuales h an sido condenado¡¡: las altas i bajns: la razon de la baja de cualquier preso, etc, etc. En un estan­te de una pieza contigua se encucntran los l egajos correspondientes a cada condenado, que contienen de nuevo: la filiacion dcl preso: su retrato en fotografía i copia de la sentencia. Tenemos el placer de manifestar que este Esta­blecimiento marcha con órden i regularidad, i que el Director sabe, cumplir este debcr; i lo h ace. mos con tanto mayor placer, cuanto que de a Asamblea mandaron una comision de revision que recibió los mismos datos i detalles que nosotros; i hasta ahora no hemos visto en informe, ni lo ve­remos quizá, por no ser esta cuestion de las qu e les llaman la atencion a ciertos persenajes. MA TRlMONIOs .-En los que anunciamos en el número 190, por la premura del tiempo con que lo hicimos, equivocamos un nombre i no pusimos otro. Con este objeto hacemos la siguiente reoti­ficacion: Él señor Francisoo Sandino S. , se unió con l a señorita Amalia Sandino Groot, i el señor Fran­oisco Plaza con la señorita Margarita Baraya. TRÁJICO sucEso.-El mártes de la presente se­mana, murieron asfixiados con el humo de un ta­ladro, que se habia construido para llevar a efecto e~ desagüe de la laguna de &'echa, los señores En­rIque U!daneta. N. Crouther i un peon que los acompanaba. E ste acontecimiento es d emasiado lamentable, por la alta posicion de l os dos prime­ros personajes que han fallecido, i tambien por haberle ca.bido en suerte a un labriego, cuyos bra­zos sosteman a su desgraoiada familia. OmTuARlo.-El 28 del presente se inhumaron los cadáveres de Fidel González i Nicolas Mar­tínez. "Des mundos hai," el hom bre- que atrevido Tiende su vuelo de su audacia ln alas? Oolon. Yo soi ! Judío . Aquel mortal que con su mano De la ciencia infalible el velo rasCTa? Aquel que con vijilias i trabajos, " Que tornan j ai! su cabellera cana Del vulg.o imb éc il con desprecio a.ltivo Oye las lUsolentes carcajadas? Oolon. Sí, yo soL Judío. . Pues Colon, dame tu mano, Tu dIestra, silbio, con mi diestra enlaza: M!l-s qué he dicho, infeliz ! Dios la maldijo ! MI sacrHega diestra de tí aparta! Oolon. Entre la oscura. niebla del misterio Miro en":"leltas, buen hombre tus palabras ; No te entIendo e'n verdad ! mas dime al punto : J ' A UNl~ml~~- De manera que solo con las obras que ~ dan de prima, reciben casi el valor de la suscricion. En todo el afio, se hacen publicaciones, por lo ménos, por valor oe I.@"CUARENTA FUER­TES. ®l Las-tres primel'as obras están concluidas i las re­cibirán los señores que se abonen, en Al acto. de consignar el valor de la suscrifn'on, SIN CUYO REQUI­SITO 110 tendrán de1-ec¡w a la8 obras que se anuncian; aunque se suscrzoan. Las otras obras e~tarán concluidas para el mes de febrero próximo. . Si hubiere suscritores que prefieran otros libros de los que hai en el Establecimiento, se les da­nln, siempre que sean de igual valor a los que dejan en cambio. . . . Los señores abonados que deseen re01b1r los se1S libros anunciados, empastados, darán por ese traba­j o, la pequeña suma de 1 fuerte 60 ~entavos ... Los suscl'itores de fuera de la capital, com1Slona­rán quien rcciba 8US obras, o abonaran el port~ de correO i lés serán enviadas en' el acto q~e las pldan. La llustracion continuará publicándose, cuatro veces por ~emana, i cada 15 dias la acompañará un B oZetin de noticias i precios corrientes. Desde 1? oe enero. se publicará un nuevo. periódi­co literario que su stituira a El Hogar. Todos los trabajos del Establecimiento. mejo.rarán notablemente, tan pr0nto como termine la guerra. eU1'opea, motivo por el cual no hemos recibido los grabados i demas útiles que hemos pedido. No o.mitir¿mos gasto alguno para complacer a nuestros fa vorecedores. Bogotá, l ? de diciembre de 1870. N. Po.NTON 1 C~ Guerra europea.--EI dia l? de enero de ~871, se verificará la rifa de la CASA DE LA SEN ORA ;rUANA PIESCHAco.N, en el almacen del señor Vi­cente Durana. Dicha casa está situaoa en la carrera de la Cu­chilla, ( esquina de los chorros ele Ejipto), es de te­ja i consta de siete piezas, patio, solar, i dos tiendas accesorias. Está avaluada judicialmente en mil cua­renta pesos de lei, los que se han dividido en do.s mil ochenta boletas a lI@k50 centavos~ cada unB. Los boletas que quedan, las venden en Bogotá, la ~ef!ora Paula Calvo, los seño.res Vicente Durana, Manu€.l Castro i Eustacio Pieschacon; i fuera de Bogotá, en II:Jellcias subalternas. 6--1 UIPREN'r'A DE NICOLAS PONTON 1 Ca. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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Jóvenes talentos

Por: | Fecha: 03/12/1870

• Política - Literatura - Noticias - Filosofía-Relijion-Artes i oficios-Instruccion pública-Bibliografía. I\leclicina-Val'ieclades-Revista de la ciudad-Revista. oe los Estados-De Europa i mercantil. _ Se ~ublica. los ffilÍ.rtes, miércoles, viél'nes i sá.bados, ~ el IDI mo dlll. se lleva a las casas de los suscl'itol'es de la. c~pitnl i 1'1' remite o. los de fuero. por los correos res­pectlros. Los lúnes ijuéves se publicará. si es necesario. '1'Hl {~STRE IV. LA ILUSTRACION. Las consecuencias. No ~ai un n:edio mas eficaz para evitar un ~enome no moral, que el de eliminar los motI vos que pueden producirlo. ~l malhadado dualismo gubernamental eXistente entre Cundinamarca i el Gobierno jeneral, _es la causa, el motivo que ha enjen~ d.rado Ciertas desconfianzas o mas bien, oje­rizas entre los Gobiernos de los Estados i el 'Gobierno de la Union. De aquí, el que mas de una vez la fuerza armada nacional se haya c0mprometido fue­ra de. Cundinamarca, en actos que han podi­do mirarse como atentatorios a la soberanía de los Estados. E sas mismas desconfianzas, esas ojerizas entre unos i otros Gobiernos, es lo que hace que el Gobierno jeneral mirado de reojo en algunas localidades, se vea en el caso de si­tuar en ellas un nQmero de bayonetas que le garanticen la obediencia legal de que alli necesita; i que a causa de ese mismo' núme- 1'0 de militares al servicio de la Nacion, es­tos hayan sido bastante fuertes para atre­verse a cualquier cosa, casi siempre fecun­da en nl~evas descon1ianzas,lojerizas i motivos de queja, que han hecho necesaria. la perma­nencia de una fuerza respectivamente ne­cesaria en puntos ya mal dispuestos para con el Gobierno de la Union. Pero desde que el Gobierno jeneral, fuer­te por sí mismo en la espeditiva accion de su propio poder, deje de verse en el caso de dar motivos de recelo a los Estados por la misma regularidad de su conducta, ¿ por qué habria de ser necesaria. en los Estados la situacion de una fuerza nacional respecti­vamente considerable? Por qué ni para qué? 1 una vez que esa fuerza nacional, caso de ser realmente necesaria en ciertos puntos del territorio nacional, deje empero de ser de alguna consideracion, ¿ qué podrá intentar jamas que pueda comprbmeter la soberanía de un Estado cualquiera? Nada. Su mismo corto número será una garantía de prescin­dencia en los asuntos Íntimos de los Esta­dos; i de aquí resultará prácticamente la armonía de una mútua confianza, con las -consiguien tes ventajas de una economía pa­ra el Tesoro de la Union, por lo reducido de sus medios físicos para captarse una obe­diencia, que siendo enteramente voluntaria, no tendrá pOI' qué imponerse como el cum­plimiento de una forzada obligacion. Todo esto nos parece sumamente lójico i estremadamen te sencillo. Eliminar desconfianzas, recelos, odios, es eliminar medios físicos coercitivos. Esto nos parece tan claro como evidente. Que nuestros conciudadanos nos hagan la jUtiticia de creer en nuestra imparcialidad en la defensa de la reforma que ' abogamos. En efecto, ¿ qué otro interes que el bien social pudiera mover nuestra pluma en sos' 'ten de la reO'ularidad, obli¡:!;ada podemos de­cir, de la cgnducta del Gobierno jeneral pa­ra con los Gobiernos de los Estados? Si el se?f gobe1'nment de la fedel:acion es un bien, como realmente lo conSIderamos, cuantos esfuerzos hagamos para que ese Gobierno propio sea un hecho sólidamente Valor del trimestre, tres fuertes. Valor del semestre, cinco fuertes sesenta centavos. Valor del año, diez fuertes. Valor del número suelto, diez centavos. Se publican remitidos i avisos, !lo un precio suma­mente m6diCoina Repúblioa. Que por la milé· sima. vez está hoj paralizado el oomeroio de Cú· cuta, a oonscoucnoia de las órdenes que el nuevo Gobierno .dcl T:íchira ha espedido, por las cuales se mandan embargar las embaroaoiones que na· vegan en el rio de los Cachos i las meroancías que oonduoen a bordo, estaoionando, para llevar a debido cumplimiento tan atentatorias órdenes, una guarnicion a. orillas de dicho rio, Nosotros nos creemos en el deber de llamar la atencion del Gobierno nacional, para que dicte las medidas conducentcs, a fin de allanar o remo­ver esos males que son de mucha trasceñdencia para el porvenir del comercio de Cúcuta. La ex­ploracion del camino al Magdalena es de vital importancia. ~olima. GU!lJllo¡ noviembre 26 de 1870. Sellor Redaotor de La Ilustracion. Tres cosas han embargado nuestra atencion en la semana que termina j estas son: las noticias de los sufrimientos del Santo Padre: las de la gue­rra franco-alemana i los trabajos de la Asamblea tolimense. Somos católicos, nos gloriamos de ello, Pio IX es nuestro Padre, i entónces sus sufrimientos son nuestros sufrimientos como sus pesares son nues· tros pesares. Pero entiéndase, señor Redactor, que nos fijamos en los suoesos de Italia, i no en lo que pasa en Boyacá. Lo grande nos deslumbra, nos inspira respeto o nos infunde temor. Lo pe· queño i humilde, nos mueve a caridad j i la meo­pia insensata nos causa lástima: no ops atreve­mos a despreciarla porque tal vez nuestro despre­cio contiene grandeza. Nos causa admiracion, señor Redactor, el que OOLON 1 EL JUDIO' ERRANTE. (OON~INUAOION. ) Oolon. ,N o me he engañado, cielos! Será cierto? No te burles de mI; por piedad, habla, Que yo escuche cien v~ces lo q\'e has dicho; Son para mi tan dulcea tus palabras! Mas qUién eres? responde, te lo ruego ...... Judío. Nunca sabrás mi nombre; cllolla, calla, Ma,ldito está de Dios! Ah! yo deliro! Un recuerdo cruel mi pecho rasga! :Mas no, Colon; acércate i escucha; Necesito contarte mis desgracias: En cambio solo quiero que al oírlas por mi derramcs una Bola, lágrima.. Ai, vas a aborrecerme, ló conozco; Mas qué me importa, oh cielos? nada, nada. Re sido criminal! i mi delito Nunca a borrnr la penitenoio. aloanza. Yo eta feliz l. ..... mi vida placentera Por la dioho. i amor era arrullado. Allá en Jerusa1en; mi tierno. eaposo. Como yo la adoraba me adoraba. Dos hijos tuve, cándidos oapuUos Nacidos, sl, de aquella tIol' galana.! Rebeoa., Benjamin I ai! ya, murieron, Ya nunca los veré: querida Sara, Esposa del corazon, tiende siquiera Desde el oielo & Lu esposo una mirada. Quince siglos me abruman con BU peso, 1 ese recuerdo siempre me desgarra; Terrible es mi cl\stigo, Dios inmenso! Cuán terribles han sido tus palabras! Mns atiende, Colon, mi triste historia: AUá en Jel'usalen una malIana El pueblo alborotado entr6 en palacio; Pilat08, crucifícale, esclamaba; 1 a. un hombre j6ven, d¡.!lce, resignado, Lleno de majestad, con fiera mbia Al Pretorio Uev6 ¡ para juzgarle Porque rei do judlos se llamaba! Era Jesus I El Dios de manse negocios do Roma han lDsplrado al cle.ro de Béljica una solemne J;rot~ sta: por ~onde qUle­ra se distribuyen pubhcacIODes autonzadas. con las firmas de los mas res petables prelados 1 aun con las de las comunidades, en las que se espresa el vivo sentimiento que aquellos sucesos han des-pertado. _ --Como se hubiesen notado conatos revolucIO­narios entre los prisioneros de Beverloo, el ~o­bierno creyó necesario distribuirl~s e?- las dife­rentes prisiones i fortalezas del ~erntono belga. -Recientemente fué organIzado de nuevo el ejército de observacion, en virtud-de las intenci~­nes marcadas de Prusia con respecto al estableCi­miento de un sitio formal a todas las fortalezas francesas situadas en la frontera. -Tal vez motivada pOi' la guerra se ha propa­gado en B éljica como tambien en Holanda i Pru­sia, una epizootia terrible que mantenia profunda­mente alarmados a los propietarios. Se temen aún mayores calamidades. -Los periódicos a~uncian que en Bruselas hai muchos Ibonapartistas intrigando a favor de la. dinastía caida, lo que ha obligado al Gobierno a tomar providencias activas para mantener el ór­den. Al mismo tiempo ha enviado a sus respec­tivos paises mas de cinco mil alemanes, que ya en otras partes han. sido espulsados como perturba­dores o espías. Los siguientes datos estadísticos de la ciudad de N ew-York nos parecen mui dignos de figurar en la revista de los Estados Unidos de Norte­América. Segun el ceDSO levantado últimamente, la ciudad tiene 930.000 habitantes j Brook!yn, 506.000 j Nerwark, 507.000 j Jersey City. 106.000 j otros varios 100.000 j de donde re­sulta un total de poblacion que se eleva a. 1.750,000 almas, es decir, poco mas o ménos igual a la de Paris. -A mediados del mes próximo pasado salió de "\Vashington, en vía para Tehuantepec, una espe~ dieion al mando dcl capitan Schufeldt destinada a la e&ploracion de aquel Istmo, cuyas operaciones preliminares, como ya dijimos en otra parte. fue­ron examinadas detenidamente por el Congreso de M éjico. Alarcon. Villena. Arder no siente del honor la llama. Mas vosotros lidiásteis, i renombre Hará tengais con su clarin la fama, Diciendo al pregonar vuestros laureles: " Arroj aron de España a los infieles." Insensatos! creyeron en su orgullo Triunfar de mis valientes escuadrones: No saben que en la cuna. vuestro arrullo Ha sido el retronar de los cañones. Alzásteis de furor hondo murmullo, Pedisteis pelear, mis campeones, De laurel coronaros i de gloria, I al combate os llevé!...... no, a la victoria! Salud, pues, invencibles españoles, Entonad de victoria el himno santo, El cielo a Dios le pedirá cien soles, Que uno a alumbrar no basta triunfo tanto. Sois de valor i de lealtad crisoles ..... . Ah! me envanece el cetro i réjio manto; I este orgullo sabeis en qué lo fundo? En ser el rei, del pueblo rei del mundo. Gracias os doi, señor, del mismo en nombre. Si vencer o morir tan solo ansiando Al combate se lanza, no os asombre, Es porque os ve el primero peleando. Fuera sin vos, lo que sin alma un hom~re, Lo que sin luz el mundo, don Fernando; Pero felices somos; españoles, (Señalando al trono .) A ese cielo mirad; alU hai dos soles! Sois elleon en las sangrientas lides: (Al reí.) Al áspero silbar de rojas balas, Al frente de mil bravos adalides De vuestra audacia os arrojais en alas. Los hechos igualásteis de los Cid es, La fama hiende las etéreas salas, I nuestros hechos para eterna gloria Mañana en bronce grabará la historia. Aguilar. Vos dais, señor, a nuestroq brazos vida ; Al miraros blandir la grur sa lanza En sangre siempre del infiel teñida, Nos sentimos sedientos de matanza. De Dios cubiertos con la fuerte ejida Del lauro nos arrulla la esperanza, Que el alto i poderoso don Fernando Lidiar no sabe sin volver triunfando. ( Oontin uará) ya Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. '772 -Hizo dimision dE! su empleo el Secretario del Interior, JYlr. Cox i pero se aseguraba casi oficial· mente que no se retiraria hasta que hubiesen ter· minado las elecciones de noviembre. J ohn W. "ForDey será su SUCe501'. -El resultado parcial de las eleccioDes en al· gunos Estados no está aún perfectameDte deter· miDado. En el Estado de Ohio fué derrotada la caDdidatura del jeneral Schenck para miembro de la. Cámara de Representantes, en la cual figuraba como miembro del partido republicano, desde la muerte de Tadeo Stevens. Se cree que el parti. do democrático contará con unos seis miembros mas en las Cámaras. Los republicanos triunfaron por la primera vez en Delaware, merced a 10S'vo· tos de los negros. -El ilustre Jefe de los ejército¡¡ confederados durante la guerra de DausioD, el jeneral Roberto E. Lee, acaba de morir en LexiDgton. Ultimas noticias. Fl'tANOIA ,r PRUSIA. Parte telegráfico. "Las últimf\s noticias que se han recibido hoi de BuenaveDtura alcanzan al3 de noviembre de Lón­dres i Tours. La mas notable es la rp.ndicion de Metz, e129 de octubre, con 120,000 hombres. Unos la atribuyen a traicion de Bazaine, otros a cscasez de viveres. "Paris estaba bien preparado para la defensa i los ~rusiano~ se d i,'poDian a bombardearlo; pero a úl­tima hora se anuncia que se habia celebrado un ar­misticio por 23 dias para tratar de la paz, permi­tiendo a los habitantes Je la ciudad preveer3e de víveres dumnte la tregua i que se celebrarlln las elecciones librementll en los departamentos. " El total de fuerzas que tienen los p~usianos en territorio france~, asciende a 900,000 combatieDtes. HUna lejion irlandesa al servicio de la Francia a}canzó un triunfo sobre un cuerpo de tropas pru~ slanas cerca de Orleans, i otras fuerzas al mando de Garibaldi, alcanzaron otra ventaia igual ce~ca de la frontera de Suiza." Bogota, 2 de diciembre de 1870. REMITIDOS. Nuevo modo de saldar cuentas ~POR PROCEDIMIENTOS ARISTOCRÁ.TICOS.~ . ~Ial.l~echos que aunque aparentemente parezean lDsIgCJlficantes, debt::n ser dados a la luz pública para que se sepa quiéD o quiéne~ son sus autores, el rango a. que pert;nece~, 103 m?hvo~ que los hayan irldu­~ Ido al CTImen I lo~ rDls~rables recursos con que cuentan obtener la ImpUnidad de sus diarios des­bordes. Al entrar eD los detalles del ataque que a mano armada se me ha dirijido, prometo a fe de caballero no dejarme desmentir. ~l ~eño\' Julian Caicedo D'Eluyar me adeudaba la IDslgnJficante suma de cuatro pesos fuertes, pro­cede~ te.s del pago hecho por mí, en mercancías de mI tIenda, a un boga a quien el señor Caicedo le adeudaba, por la conduccion de un poco de quiDa al lJUer~o de HODda, i cuya deuda que contaba ya alg.un tiempo, me I~re~té a pagar por servir al señor Calcedo. El cumplimIento de un plazo i la necesi­dad de llenar con pr'ecision lDis créditos, a los que deb? el honr?so trabajo i la posicion que tengo, me pusIeron al fin en lu necesidad de dirijirle una carta de cobro, con toda la cortesía propia de un amigo i persona decente. A pocos dias i en virtud de no haber rec!b.i.~o contestucion alguDa a mi primera caJ'~a, le dl.l'Jjl ot.ra C?yo resultado fué, que el señor J uJ¡a~ CaIce~? 1 Cawedo, hijo del primero, se me accrco a mamf~starme en presencia de algunas per­sonas, que vema recomendado por su padre para ~acerme el pago, iuvitandome a que lo acom pa­na:. a a ~u casa con 1:'1 objeto de recibir el dinero, eXljenCla a que inocentemente accedí. Luego que penetramos en el interior de su habitacion me en­tregó la suma citada, i aprovechando el ~lomeDto en q~e yo me ocupaba en cODtarla, i sin prévia inti­maCIOn me descargó varios garrotazos, de los qUE' algunos pude evitar, hallándome inrlef'tmso i sin arma alguna con que poder contrarrestarle. Una vpz q~~ . rude . salvarme de tan incalificable ataque, me dll:IJI a ml casa para armarme i vengar tan des­comedido ultraje, pero el jóven Caicedo hábill dejado el lugar con el fin de sustrl;lerse a las consecuen­cias de su acciono Al siguiente dia el Sr. Julian Cai­cedo D'Eluyar llegó a e~ta poblacion con el:fin rl", at~carme, habiéndose acer,cado ha ta la puerta de ~ll casa. con tal obj eto, mas las insinuaciones dpl se­n? r. LUIS Várga~ R, lo hicieron desistir de su pro­paSIto, conforrnanJo~e c.on ,notificarme por medio de ~II tercero, que al dla sIguiente vend ria con sus hi­JOs ~ atacarme, lo que basta hoi no se ha pfectuado. Este hec,IlO, que a la verdad, ante In faz de una sociedad civilizada i sensata,lls punible ha obtenido ]~ rclprobacion de la culta i justa pobl'acioD de esta VIlla, como tendra que suceder donde quiera que se t enga conocimiento pleno del suceso. ¿Hubra por ventura álguien que pueda levantar la voz o tomur la pluma para iu~tificar a los señores Caicedo? Habrá quien Sl' atreva a desmentir los huchos? 1\"0, porque la sociedad entera de Pudfica­cion, testigo de ellos e indignada de tan alevoso cri­men ha sabido ante el tribunal de cacao, café, caña de azúcar i otras cementeras ; re­gular casa, trapiche, herramientas ctc. El terreno contiene bueDos montes, abundancia de aguas i se han hallado mueRtras de minas de esmeraldas i de oro i se produce buen añil; su precio será cómodo. La persona qUIl quiera comprar puede entenderse con Francisco Toledo G. en ChiquiDquirá, COD Mil­ciad es Tuledo en Muzo. 3-3

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