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Juegos Bolivarianos. Foto 10

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Imagen de apoyo de  Juegos Bolivarianos. Foto 13

Juegos Bolivarianos. Foto 13

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1938

Atletas medallistas de la prueba de 10.000 metros planos, en el marco de los primeros Juegos Bolivarianos. A la izquierda, con el número 128, el peruano Domingo Ticona, medalla de plata. A la derecha, con el número 23, el ecuatoriano Luis Calderón Gallardo, medalla de oro. Esta competencia se llevó a cabo en el Estadio Alfonso López Pumarejo (Ciudad Universitaria). Fotografías de esta prueba se publicaron en la revista Cromos, Vol. XLVI, No. 1133, del 13 de agosto de 1938.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Fotografías
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Juegos Bolivarianos. Foto 13

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Juegos Bolivarianos. Foto 4

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Imagen de apoyo de  La Miscelánea: órgano del Liceo Antioqueño - N. 4

La Miscelánea: órgano del Liceo Antioqueño - N. 4

Por: | Fecha: 1887

LA MISCELANEA ORGANO DEL LICEO ANTIOQUEÑO ~~~~;;-~~ ~ ANDRES DIAZ "lTEl'U::nO DE LEIl'.\. I'RLllER PRESIDENTE DEL XCEYO TIErNO DE GR.\X.-I.DA. (CO"TY:-;CACIÓ'I) LI , Disposición nccrt:1I1a riló b crC:1ClOn do Jr¡ Pl'csielencia del Xllem llcino <1e Gran:LC1n; pero c~ indudahle' quo !lO hnhicra ]>rol1ncicln los bne­' 1.10S resultados que elió, si W1l':\ sonirla no se hnbie¡;o r]csi;;!1;lflo:í unn per­€ O!ln de las elotes elel Dr. D . • \nllrés Dí:1z Vellero de Leim. II:l2l:L ([llC se creó, n:Jc1a había. rodielo e~b;ble('rm~ ni o:',lenaroo en el país: tOllo cm ('onfllsiún.v an:lrquí,t. Lc>s c(lnqllishlllorrs, qne el'1J.11 los .en1.llleros go­]) ern:mtoR ele él, !lO sólo yiohhan la3 inslru('cionos fjlW se les (¡irron r('~­prcto al mo.lo cómo debían e011l!'0rtarso ('(')'1 los intlígcJ1s,!'., ~ino r¡ue entrC' {',nos mismos no podían cllt{!nllrr~C'. La ambición y 1:\ eodicia fneron lo;:; móviles que los lanzaron por la ,in, Ilrl error, Divitlic'los el1 bnnclos. IIlle t0111aron lo nomhres (lo Jlentleros, ral'faaÚ,e'/,··s .'1 rar¡necios &' (1). rl'­' l'ohieron la tierra sobre toelo con motiyo delos límites qlle srp:1l':d 1a'1 1n~ Gouernaciones, y de los ¡'epartimiclIl 105 ¡]r 1:t.~ encomiendas r¡ne 1'0 variaron (;'ou íl'ecllel1cia, rsprcw lmentll on ~'llltftfé y ('n .\nlioC1'lin, por TJP1J!'ún. 1j[1[;o, ArmcncJál'iz, IIeredia, Rtluledo y otl'OR .1C'fes. L'ls :tlr.:nnientos del país sólo dos veces tuvieron r1 cad,etrr ele rr]¡elióll contra (,¡ (;ohicrnn ,lo la madre p:~tri¡l: Aly:u'o de OyÓ!l (1.j;)~) y Tj~po de Agnir1'e (1.inO y 13fil) limbos Í;lCHlemsos de la peor especie, 10 que Illtentnb:tll el'll :l1'o(1('raI'8c: rl }'rimero del Nner@ Reino .vel .egnndo do 0Sto y (10 VCl1r7.11eh, pl1r'\ €I',ez de la destrucción que la amenazaba, alcanzase d;as elo bonanza de que verda­deramente em digllü. Venero do Lei va ,ino á proporcion ¡lrsel03 q uizf, cuando menos se esperaban;. porque auu -vivía en la memoria de toclos, co­mo fantaama aterrador, ell'ecuerdo dulos crímeneJi inulHlioos 'cOl Visit(!­dor Juan de Montaílo. Venero de Leiyu pertenecía ii nna noble Iamilia espafiola. Dp.scen­( liente de los príncipes ele Asculi y de los condes elfr Ballos, naeln tenía que ea]}ar menos, ni en aquella época, en cuanto á nobleza. Pero aun­fIue ésta no ualla, no es pn1'II'SCEL'Á'NE"A. 605' ¡¡ejo, la residencia del licenciado Melchor Pérez de Arteaga, oidor de ]¡\ Audiencia. de Santafé venido en 155!), que estaoo en aquella ciudad, y contra cl cual se h~\bÍan elevado v¡trias qnejas á.1a Corte fomentadas por b e!lemistad que le profcsalJ!l el oidor Diego de Vill afafle. Termin¡H1a la residencia con la absolución dc llrtcaga por babergc probado la uuona conducta de éste" continuó Venero SH vi:lje para la cap1tal del Nneyo Reino adonde entró el 12 ele Febrero de 1564 en medio de nameroso ucompa!1amieuto. Los buenos infol'lne3' que en Santafé había respecto de:ll'residente, y la halagi'tefht csperanza que todos tenían dc que él les da-' ría uuen gobiel'llo. fueron la causa principal del magnífico reciIJimiento quc sc 10 hizo, "COI1 fiestas,-quc duraron por quince elías, y con excesivos gastos, qnc los snIría mejor la tierra por scr nueva", según dice RodrÍ­guez l·'roslo, La instalación de la Presidencia, hecho importante que presenciaron el oidor Arteaga, que se habia venido con Venero de Lei m, el licenciado García de Valvel'lle, prillLer fiscal que hubo en la ,AndiencHl. de Santafé, y otros ,arios emplCtltlos, se yenficó con gran solemnidad y en medio dc gran regocijo, espontáneo y gene mi en toda la pou]aClón. Encolltró "ellero de Leint en Santafé al Obispo D, Fray Jnan ele los Barrios y '1'olello, de In orden dc San Fmncisco, quicn halJía venido des­de 1353 ii erigir la Catedral metropolitana, pues por bula ue 1" Santidad arios }lini tros togados y de un númerO in­( leflnido de los de capa y esp:Hla. cm el encarga(lu de todos los nsuntos re­l¡. tiros íL las colon ias del T uovo :Jf n nuo. Para gol!el'l1ar ésL¡lS in111e(1 iat:t y directamente Re crearon los ernpleauos llecesnrios desde A\lclanlado has­ta al guacil, y los '['rihunales do justicia desde las Andienci¡I.', qllO eran sllprema~, .v tic los Consulados ósea 'rribullales de comercio, hast¡~ los Al­c: aldes quienes también tenínn atriullc:ifllles jldicialcs. Par'L e\'itur los abusos do los emplearlos superiores de las colonias, se enviauan juece;; de residencia que examinasen su conduct:l. JJ3S l1Ii"m:.1s encomiendas, qne tantos malea eallsrlron, tnyiel'on por objeto "el amparo ó pat rocinio que se encarg:tba {~ alguno por mcrced real sobro una porción de indios para cnseOados la Doctrina cristiana y d~t'e llde1' S1lS personas y bien/s." ~l g ré­¡: juese íL todo esto la "Recopilaciún ele Indias" he(;h¡\ eX[lre~amentc para ltls colonias y cn,lifieaeln. como In. obm más notablo dc lo. J Ul'i s IH'llll eneia es­pafiob, y multitnd de reales cédulas Llictadns en bvor ele lll~ indio~, y so \'er(~ que no es (;Ierto que el Gobicrno de Ellpafla sólo se huh lese ocupado en csr¡Ullmal' sus proTincins de América, sin prcoeuparse nunca eOll el porvenir de éstas. Pero lo que dcmuestrfl. mojor las buena!! intenciones lle c~e Gobierno, l]ue cometió muchos errores y quc cstamos lejos de Llerond('\' como perfcc­to (ninguno lo es), SOIl las illstruceione3 quc lliú (t los conquistadores: no fu& su culp¡\ que no so hubiesen clIU11llido. Des(!e cl requcrimiento rc<1ac­t: ido por el Dr. Palacios }{nbio, que tmjf'l'on Ojelh y Nicul' l\ ell 1510, hasta las Oruenanzas dell!;\lljlel'actol' Garlos V en favor ele los inellos, 'l110 comprendían treinta. y nuevo leye , I'juo sc llamm'on lluevas, se nota que uno do los deseos pl'ineipn,les del Gobierno, cm que los inrlios fucsen bic:1 tratados. i aqucl oUl'ioso doeul1lell~o contiene la indobida exigencia de <¡ue éstos se sometÍ>esen á un Gobierno ext\'afio, cn cambio les hacía la jlromesa de que éste los recibiría "con todo amor y cal'Í(I::l1 y religiosamente; que 110 les permitiesen el ocio; y que en todo procu­r aseil el adelantam iento de las colonias. Las Ordenan zas, que tellían por objeto p rincipal suprimir las el1COmielluas imponiendo fi los naturales un t rilmto l!\oderado, contienen disposiciones sobre el buen t ratam iento Je los iudios, yen que se prohibe terminantemeute que sean esclarizados, y se ordena que las And iencias, só la la \Ordad sabida, SIU tela de juicio, pOllgan en libcrtad á los que fuercn esclavos. Lá tima (pe todas aquellas excelent.es instrucciones se hubieseu quedado escritas! Las Ordenanzas, auuq ue fueron desobedecidas en su mayor par te y moniOcadas, 110 dej,ll'on de producir algúu resultado favorable á los indios, tL pesar de que cnando fueron expeuldns Y(L sobre éstos habían llovido las peores calamidaues. Después de que se supieron en Espal'ía los flscsinntos do los Empera­dores de México y del Perú, crímenes que causaron profunda illllignación en la Península, dispnso el Gobiel'l1o, para evitar que se repitiesen: "Qno si en una conquista se cnutimlm algún Seflor, de 1.od08108 tesoros que c]!} él se Ilubie"en por vía de rescale ó en otra cualquiera manern, se sacara para la Heal IIacicu,1:I, la sexta parte de ello, y lo demús se reparticse Cll- 1.1'0 lvs eOlH¡nistadores después de sacar el quinto real; pero qne si el tal Sellor fllcse llluerto e}1 batalla ó drspués por yía de justicia ó de cualquie­ra llU.llera "iolenta, entonces la mitad ue 108 bienes sLlsodicJ:os y tesoros sería panl el fisco y sólo se rcpurtie8l: J.\ ot.ra mitad sacando aute todas co­Stlti el quinto real." Sabido cs quo la mucrte cruel que Quesada le hizo d¡ 'graciatlos, Jo COIl­vcnció ,le q\le ('m íl1lllsjw!1sable corbIr de raíz arraigados ¡¡busos <¡uo esta-ou ¡J('citruycndo ! aniquilando la raza indígena, y tlar á ésta Ulll1 prolcc­ciún t]ecidida y eficaz pam qnc lHHli('sc lovantarse de la postraeión en Cjl1r (slalx\. La. d uru manQ de 108 cucomcnller08 era la causa pri nciplll de los lllales qlle 1l0YÍan sobre los indios; porque no solamcnte los ojlrimía para (¡ue uejascn bastantc proycelIo, sino (¡l1e impedía que se hiciese algo en fa­\' 01' de cllos jU7.gmHlo erradall1ente los cncomenderos qne rcdu1l!lal'ía en Sll ,lafio el r¡ue se mcjorase la condición moral 6 intelcctnal do sus "ícti­mus. En SllnlU: aunque los ClJeOl~lellllcros debían clefender la persol1a y blCn('s ele 108 indios de Sil dependencia, según hcmos "isto, 110 se JlUbían ocupudo lJi segnían ocul'án::lose on otra cosa que eu sacar de ellos la ma­yor utilidad posible exigiéndolrs fnertes tributos, Ita oLa de ci('1t pe os alluales (\ cada indio Cll algunas parles, eutre ellos, á ycces, cl cstableciuo. desde principios ele la cOD'luista qne ('eousiEtía en la cantidad cumpliesen las "Consti. tuciones sinodales" que había expe:ltdo desuc 155'G cl Sr. Obispo Bal'l'i08, las cuales '110 aGoptaban los encomenderos porquc coudenaban y castiga­ban muchos abusos ue los cOffill.tidos llor éstos. Aunque es cierto qlle las Constituciones tenían por principal objeto la ensefhmza y propagación de la rcligión católica, también lo es que en ellas se prohibía terminantemen­te que se usase de violencia para alcanzar aquel ob3{!to: mttural em qne el Sr. Obif!po desease que los indios se convirtiesen á la verc1.adem religión; lJero á pcsar de las preooupaoion:Js ae la época, comprend.ió fúcilmcnte <¡ne en asunto tan uelieado como el de la fe, lo que el hombre no acep­ta dc nlla manera voluntaria, para nada le s.irve ni nada vale. Así es quc en las Constituciones se dieron reglas á los curas, Joctrineros y enco­menderos para que instruyeson bien 'á los naturales en 10i principios reli­giosoR, sin aburrirlos ni fatigarlcs su limitada inteligencia, para que los profesaseu con gusto. Con el fin de que pueda juzgarse mejor de la impor­tancia de aquellas copiaremos unos párrafos tomados de la. "IIistoria eclesiástica y civil" del Sr. Groot donde las hemos leído. En el capítulo IV después de ciertas explicaciones claras y sencillas sobre la religión católica, se impone como obligaci6n á. los doctrineros y curas "ensef1adcs á los indios á lcer y á escribir y contar y cantar; y sean los libros.que leyesen devotos y de santa. doctrinn. Procuren con ellos que aprendan nuestra lcngua. espa1'l0la; y con cuidado junten á 108 indios é indias en los días de fiestas para los en sellar y platicar todo lo aniba di­cho." "Procuren defenderlos los sacerdotes, así de sus encomenuero8 co­mo de los demás que les hiciercn maltratamiento, ni agravios, y que los pobres sean .socorrulos en BUS enfermedades. Sepan cómo reparten los caciques los tributos entre sus indios, porque ninguno cargue más de 10 que pudiere pagar, y que .sean (le ellos bien tratados sin molestias ni agra­vios." Acertada fué, por 10 mismo, la. resolución en que Venero de Leiva. ordenaba que se cumplics,¡n las 'Constituciones que, por su origen, era mús probable que produjcbcll bucnos rcsnltados que las disposiciones del Gobicl'llo civil sobrE' el usuuto. Nadie ignora que en aqnglla época tenían mús influencia en la sociedad, especialmenta en las colonias Je América, los mandatos dela 19lesia que las ordenes dd Gobierlilo. Cnando los dos po· deres, civil y eclesiástico, obraban de acuerno, que era las mús de las veces, 10 que resolvían se llevaba casi siempre al cabo. No puede negarse, por tanto, que bien hizo el Presidente en aprovecharse de las disposiciones del Sr. Obispo, que tenían Ell sello religioso, pal'a fuvorecer á la raza indíge­na, como en. efecto la favoreci6, pues por poco que se hubicran cumplido las ConstituéiQnes, DO dejaron do minorar algo los crueles padecimientos de :lguella:raz.a desgraciada. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 609 No es de extrallar que el Presidente ayudase al Sr. Obispo en la lloblu ':area de pl'opagar In fe católica qlle ambos considerabau como lo más pro­}¡ io 11al11. mejorar el triste estado en que se hallauuu los indios, y para ej­vilirondos un poco. Es indudable que las i{leas ,:eligiosas de éstos, 110 de­bían sostenerse ni r,rotegerse: 'mientras más pronto r}flsapareciol'iln tanto mejor. Pero como-no podía aceptarse que careciesen de religió n, lo (Iue debió lIácerSe .v se hiw fneí sustitui~las con la verdadllra que para los es­parroles no podín S<>l'otra que .la'católica, npostóliea, romana. ,u]Jone­mos que nadie pretenderá que Yenero hubiese propagado cl nlCionalisuHl 6 alguna de las sectas entonces rc<.:ientcs. Con el fin de quc se realizascn pronto las ideas que' tenía soln'c la lll!lteria; quecra de grande impol'Lanci;L para él, como es natural, pidió á. la Corte qllG dispusiece la fundación ele • Com'entos de religiosos dominicanos en ciertos pueblos para que fnesen el centro de las ellsellanzas de la Dociána que esparcidas como estaban, no producían d huen resultado(¡ue de ellas se esperaba.. En atención i esta solicitud, se expidió 1.'1 ,6 de DiciemlJre de 15GB unn real cédula on l1ue /Se autorizaba el establecimiento de dichos religi@sos en el _ uero Reino dOll­de se creyesen necesarias. En 157!l se ptnmliti6 igualmente la fundación oc Conventos franciscanos y agustinos. En virbnd de estas a\lbol'iz:lcioncs so establecieron varios ,Conventos, ontrcellos, los deO uátanta, 'ToearellM!. y Ubaque, ú los cuales se les impuso la obligación de dar la cnsellanza re­ligiosa {i lOE vecinos de varia,; pohlaciones, lo que produjo consecuencias favorables para. los indios. Va p¡¡¡;ando la ÓlJOea e~ que cra DlOd-a conrtemu' no s6lo á los con­quistallores, sino también :.í. los misioneros que Espatla C'llvi6 á América, como autores de loo cruelés padecimientos de los indios, que nadie Pllede negar. Ya la justicia distingue las tropeHas y aun uelitos de los unos, 11ero no de todos, de las aceibnes benéficas de la mayor parte de los otros. Los misioneros, edre los cuales ueseuella ,in noble figura uc! dominicano San Luis Beltrán, hieieroll c:eneralmente mncho bien en llucstro país. J.Jos primeros que negaron {\ 61 ~ueron veinte, <]uienes d~scmharcaron en , anta Marta con el Gobernador Pedro García de Loo:ma d RÚO €le lj:,!!J. Eu seguida, y v:lllo el uuen resultado que pi'odueían, la Corte los m:lIldó en número suficiente. Cnsi todos iueronsolícitos uefensores (Jo la mz¡~ indígena? yen la sublime tarea Je ci,alizal'la, no ahorraron sa<:ritieio nin­guuo, ni dejaron de recorrer 11inguna p rt.c del territorio por lllá.'J difícil y peligrosa que fuera. besol1bl'icl'ol1 lat! mús ricas p<'lrcioncs auríferas del Chocó; y lr.s tribus de a.llí, las de la Costa, las de Cusanare y de útl'as re­giones aun m[¡s peligrosas, flleron testigos de las buenas o ras y abnega­ción de :\quellos s:m:;os ,'aroncs. V cncl'@ u.e Lci,'a que no ig1lomha l S P, l'e!?l. mentó las misiones, lag aumentó y distrilmy(¡ en ¿ifercllt.cs partes dé! p:UB pam quc diesen mejor fmto. No limitó sólo 'á lo ulOra1 J 10 Tc1igioso'1a protección que cztaba prull­to á dar á los naturales. Rízola e],.'tensi,a á lo material é intelectual ele -éstos con variaa disposiciones im'Pol'iautes, de las cuales citaremos algl1nas. Con el fin, cutro otros, d(: poder atender má.s f[¡cilmcnie ft las necctii(la­des de aquéllos, dispuso que -Be estableciesen en poblaci que residi~seu dOllLle to­llÍan sus encowi-clldas, tanLo pura <] íaIJ nmirlC's de la InucllPndclIcia que tUYO COlllO ~lI}a de sn.> uausas prill-. "ip:dt:~ I(¡~ c;llel~s l'auccimicnt.os Jo los indí;;clla. L1l' ':1 é ln; lus llC 'Ct:n­tlicutcs de los (;s[lllflUlcs sllstituyen al Hl'Y Cll el Cobierllo; álos IlIdios Só, 10 SI! le" ua uua cosa: aUljJlia li[¡ert.ul, ],¡ qne le" 1m sill0 nociva, purl¡ue · 111 h:L eXpUétito {lla tirauía parti!;ular á Causa de w s\!ncill'Jz: Ilecl'sitan illdl\llab¡cUlonte, COLllO lo CIIIll]Il'l.!ll(I:ó la l'ortú eSI"I!1olu, de los cuid:ldu.; lllllJ(:d ¡atu.; (101 Gobterno. Es ri('l'to r¡ne 110 ]la~an lribn~us al Hey: pero tal!l L10ll lu <:s que no est:tll cxill1Hlos de los do la j{l'públiea; I¡UC no tiCll~n parle en l:tti ~:tlitla8 COlllO alltes; jeto.fué de mis :.lQSiai, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Sino sólo una sonrisa de bienhechora esperanzn, qne me I\nticipeel contentG de ,ol,er j ay! :?¡ abrazarla. Dila que mi mente enfrían los soplos del Gnadnrrnmu; V de csta C~Jl-tc 01 tum nIto .A mi sgreote musa e~pallta. Dila .•.. mas no; quc no -sepa cosa que turbe su calma, y ele sus ojos qucridos pueda arrancar lluevas' lágrimas. Lléntle sólo caricias; 1lérale dulces palabra ,-,­¡ Vuela ycloz, y no tO])las desconocerla' :,,1 'hallarla! Si ves herlllQSa mntroll3, -{'rguirlil como la palma, frente pura., gra \'e ]la o, de .halagadora mil'ücla, Que consnola tí. los quc sufren, y ¡\ los débiles ampara; .que al qnc C:1IUmlllan defiende, y protejc al que maltrnlan .... Si eneucntrafl en santo templo, h llmildc :11 pie Ile las aras, una figura apacible con ncgros tules velada, Si-entre cl velo tr¡L~p:1rente de Sil hermo as pestafias­Íurtim lágrima rncua. <¡ue su fervor te declara. _.- ;:1<:8 e11a1 mi tierna mache, la lnil que mi noche aelura, y el ángcl que mc custodia, y cl coraz6n ~ue mc amll. ¡Es eUa! Con mis snpiros llega rendido á sus plantas, V tráemc 1Viento del N ortc! los ccos dc sus plegarias. GERT.Rl'.IDIS GÓMllZ DE AYELLAlíImA. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 614 LA ?lfISCELÁNEA. :POBRES ESPIRITI8 T A S ! 1 Soy espiritista. ¡Bion! ¡Y qué' Bien, &Y qué' Nada, amigo mío, ¡es friolera! ITas abanrlonatlo tu veruadera religión para e¡ruir otra. falsa, ni mús ni menos tl ue el que dejase de ser católico para. haeer.e judío, moro ó idólatra.. Iguc1.l. lbs dauo un á Dios á la fe ue tus padres y ii la fe de tu infancia, has cletier­tauo de h bandem de Cristo y de su Madre, de RUS misterios y de sus StLCramclltofi, del P¡lplt y de sus enseÍlanzas, ,Eres espiritista! Pues 110 a'es (·risti~uo. Y ¡.le parec'c aún tan poca cosa cambiar de religión? kEstá' bien Oí 'rto dc que la l'clig-ióu que seguías antes mere da ser abilll­douada:- ¿ Estús bien p ersuadido de que Cristo es un em baueador y sn ley una farsn. melltirofia1 Y sobre todo ¿est{ls bien cierto de que to lo pareccl'ú asimismo á la hora de la muerte? ¡,To cOlista pORitiYil.men­te que yale más el e::ipiritismo que has abrazauo, que el catolicismo quo antes seguías1 TochHi c,tas preguntas te habían quizú pasn.c1o por nlt:>, y te cogen nhol'll como de sorpresa, ~Xo es yerclatl, alJ1ig-o m~o? Si Sl' te hnl,ie 'c dit'ho, puúal en mallO: ¡Kil'gn, á Cristo! ¡abandon~\. tu religión!-tfJ vez huhier,t:; t,cuido \alo1' para l'cspol1(ler: ¡Autes morir quc .. el' yil após­tata! Y, no obstante, h ,lS hec,ho lo mi IDO, amigo llIío, idÍ'nticmnteute lo mismo sin q ne te renlllel'da la couciencia. ¡Eres a )1<Ístata! ¡::\ o l'! cs eri.:tiano! ¡XO l'crtl'l1l'C~I'R al 1: HIll po d<.J la fe, perteneces al campo de la ]¡t'rejí,l! Voy á pI'oLúrtdo, si lI!e escuchas. II Pero bien. , . . ¡pllNlo ser ,í la vez tristiano y espiritista! No, 110, amigo mío: no }lllL'llL'S, no puede!';. No qui ro (jUC llJe en'as solament!' pOl'que yo lo digo; voy {¡ ¡H'obarlo coo raZOlles á 1m; euales tú ni tm. 1l1l\('st!'(,S saln":,is (J lIé rt'spouüer, La P!'iJIlP!'n co:;:\ I t tle Sl' 1l('eeSI ta para ser cristiano es ('reel' qne J 1'­:-; ncristo es Dios. Ahora bi('n. El cspil'itisUlo 1](1 (!!ee qne .Je8n<:1'isto ~,.:t ])j(J~. Lnf'¡!o rll'sl1iriti,;mo es opuesto nI ('ri~lialli';ll1o, LuL'¡:!o JlO se puede srr vertbieru c:-:pÍl1tista y verdadero cristiano al llIi.wo t il!lIlpo. j)cl'o me dirú;;: ¡ ~o ya creo fIlie .JeRucriRto es Dio.! -Po('o me importa ; 110 cree lit divinidad de Je::;ucri"to, parn (JHé di­g, l: luego el quo cs ycnladcro et;piriLisLa no puede ser Cl'i .. tiallu Ye1'­dauforo. :)Ias tú me replicaR: bY d6nde <,nseila el C'spiriti 'UlO que Jesucris­to 110 efi Diot;t A mí Ilunen. lile lo hall dicho mis maestros. - Ya s~ yo (IU(' no te lo ]¡¡Ul dicho, porque tns mnl'stros tienen hn"u elliu:Jdo de callar lo qlle DO eonvirllo decir, Por esto te he iudi­(' aclo qnt' yo conocía más el espiritismo que tú, Voy ú probarte que (:! espiriti~lno no <:r~e en la divinidau do J t: ucristo. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA mSCELÁNEA. 013 8nbillo es que Alla,n Kal'dek ('s uno de vuestro principales mae:;­tros. Viene á ser el pontífiC13 de la secta. PUflS bien. En la impía obra. de JUlan Ka.l'llek: El Génesis, los mila.qros .IJ llls }Iredicaáones sff}Ún el cspú'itismo, capítulo XY, después de hablar el an­tor ue un modo muy ambiguo sobre 1<1 persona de Je:ús, sin pr~¡¡¿zg(/¡, 1/arla aceren de su naturaleza (pág. 353), nos lo presenta como un ser dotado de W/a inmensa potencilt magllética (pág. 354), ueaba1ll10 por ¡;entar clara y distintamente, no quc sea Dios, sino simplemente un lile­elium de Dios. y no me salgan ahora los espiritist.'ls diciendo que AlJan Kankk habló sólo en el supuesto de algunos, sin asegut'ar por e¡::to su propir. opinión. Así podda parecer :í los illeantos, pero es preciso ltO dejHi'')(\ alucinar por lns reser'fas y salvedades drl (loetor espiriti,;tn. Aparto de qUf', al entrur en la explicación del Evangelio flcglÍ.U el espiritismo, era mny nece, nrio qne precedie::;c una declaración frallon, clara, al¡irr­t: 1, sohrc In lJaturaleza de Jesucri to su antor. y no andarsc con hipótr­sis y suposic:ioncs; la expllcaci6n qne en lo sncesiyo se va dl\ndo de sus hechos <1i<'e bicn elammente h~ ielea qtle el espiritismo tieue dd divino ~"'ulldador de lluestm Relü,ión. En primer lug'ar, Jcslll'risto se propnso ohl'[I,1' mil:lgl'o;; ~r prohar con ellos la vcrc1amhnsteJ'o Ú Cristo, que anunció resucitar á verdaderos muertos, y 110 Ú muertos fmgidos, y declarar emhusteras las sagradas páginas dd EVl\ngelio, liue ll08 lo refieren minuciosamente como ver­( hulera rr<':1ll'l'ecciones. ¡,Por quién te deeides aquí, amigo lllío~ ¿Es emhustero Cristo, ó es embustero Allan Kal'dekt &Quién estafa aquí alll1umlo? ¡el Evangelio ú el rspiritismo! Uno do los 1 opina que fué carnal, pregnnta: ¿Qué se ha becho del cuerpo caruall O lo qne es lo mismo' ¡,E::i verdad (ll1e Jesús haya resucitado con el mismo cuerpo que tuvo antes de morir y qnc fu6 encerrado en el sepulcro? Oigámosle, y Yerc- _ mos cómo el espiriti»mo no Cl'ee en el dogma fLll1da.mental del Cristia­nismo. "Es éste, dice, un problema cuya solución no pnede dcr1ncir~e por de pronto más qne por hipótesis ú falta de elrmentos suficientes para formal' una conyicción, Esta solución, prosigue, es de llna im­portancia secundaria que 110 aumentaría ni disminuiría los mOI'ecimien­tos de J t'sucl'isto, ni afcctaría á lo bcrbos que acreditan dc una lUanc­ra mús perentoria. ~u superioridad y su mü:ión divina. No puede ha­ber, lmetl, ar'err;t del modo en que esta desapm'/t.:ión se ha verificado, • mú;; que opinio!les personales, que no tendrían Talor sino E'll cnanto C:-l­tuYiescn sancionadas por nna lógica irrp.üllsable, y por la C'llseftnl1Za ge­neral de 10& espíritus. Pero, hasta la hora presente, n ingnnn. de Tn:,; (lU :-;c han formulado ha reali7.ado la ~mncióll de este doble eritcrio. Si los espíritns !lO han resnelto todavía la cuestión pOl' la unanimidad de su enseflanza (úigase bien), COnSH:ito en qne no ha Begndo aún el mo­meato 0lwl'tulio de bacerlo, ó en qne s(' ('areee aún de los conocimien­tos necesarios, sin cuyo l1uxilio llc} puede 01 hombre l'esolver por sí mi~m()," ¡Qué mils queremos pum conocer el espiritísmol. El espiJ.'iti~ll1o IHl'l iguOTa si Cri,.:to ha re:m<:itn.clo Ó no, El lo dice. Según él, los mi­lagro,; (le J f'slÍs no son milagros, lns curaciolles obradas en los enrer­lllO~ son operfll'iOIH'::; magnéticas, Üt villa. devuelbt á los radírvereR t',~ ulla cOlllf'tlia 1'epetida tres ó cuatro veces con ellfrl'J.)10R ulctnl'g'adoR, ¡í, pesar de (lile 1'1 'Ino t'stl1bu. ya. de cllatro díati cn el scplllero y olía mal] , til!alllll'llte, 1'11 pl'Opi.l. rcslll'1'ceei{,n es ~i~npleIlll'Jjt,! HIn, c:csfljJarición <¡nn 1<,,. l', píl'itl1>; IlO ¡¡na cn'ídr) oportuno l'.plú:arlll 'tOdlWía, ;,Qué 11) (ll1e. tlll, ¡lile":. ú ·J¡"ncri,.;\o de FU (li"linidad, si UlI' á una. se le arrancan to­dn,; las III'\lI'!ms <¡Ile GELÁKEA. 1'0 puedes ser cristiano si eres e pil'itista, pOl'qne el espiriti. 1110 niega lo principal que enseña el cristiani. mo, y el criRtiani~mo nje~ft 10 pl'in­<, ipal que el1sefm el espiritismo. El cristianismo dice: Cristo es Dios; y ~l espiritismo te dice: Cl'isto no CR Dios, eR un medium m;Ís poderoso (~lIe 10R demás, cs un ID<.'dium 0 ('omo El me lo en. ella, no 1'0V cl'istiano. Si lo creo romo doctrina humnna, 110 soy m'Í. quo 1111 ftlósofo. Para SOl' cri-stiA.ll0 he de crecrlo como clodl'ina c 1 iYina. y so­lJ)'!' nat.u1'al. Pel'o, sin miral' aún en e>;o, ;'<'1'<.'<.'s tú qu<.' ('1 e:;piritismo en¡;el1U lit l1erosas. l'~ste lwmhre <¡ne puso aí servicio <1(' la hl\­llltlll; da(l duliente UIl talento raro; este ílOllll,i'l' qnc luchó ¡Í, ura7.0 ]lartillo n¡lll l/ls mtÍs tenilzles epidemias (le ('sto siglo, ('1 cúle:'a de le 3'2, la virucb Ir 18iO, la )leste de la :'1\\cea ? la fiehre amarilla ero n6, la p:tlllura ~e l'l'si~te á Ralil" de la plnea,t, y tú misltlO, ullando sepas 511 secreto, opina!';LS cllnml,!!:o. jll1~ bien 10 l'CC\1c>rd:IS en el sitio oc París, c\1!l,ndo 1111sf"nha ('on :wi­\ 1c7. Ú lo~ heridos para ('uirlarlos, en t'1 espeso tapiz Je nieve Jel n)uucto eH qUl' til'iLtban tl'S móviles, -Vos aquí co~tllmbr(', sentado frente 2. la c]l1ll1eneH, en el gran sillón sacrificio, de caridad, .. , ..... . 25 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. L. mSCBLÁm:A.. -Espéral!t pura juzgarme. -Pero, p3m qué? -'1'tdo '1Ip1i~0. Después, co",iendo 8H inmw con' Sll mano Cllíluqu!>- cilla y levulItando con IllI gesto SllS largos cabellos lJlancos: -Efta alivia, tlijo en ,·oz l.!lLja. }[e in,btl~, ,ti otro hvio del hogar, PO \lna de aquellas úejus meccao~ ]"as que conoces, CllC:(!llUi Üll cigarro, y él priucipió. nrlrch~lS ,cces hice incomo!lal' á tu padre, cOlltemporúrreo mÍ0. di­clúndolo qlle ambos émmo~ hijos de la Re\"()lnción. Yo nací el 21 de Enero do 1793, :í la mi,Hm. hora en que IJnls XVi snLw <11 eadalw, y allll­que onnca he sido sllpcr"ütio~() ni realista, cret!rÍa 110 bnen grado qlle est ... fccha uc mi nacimiento 1m infll;íJo fatalmente sobre nli dstrclJu. :'.1nv n;­no aún, la gloria nlTlitar de la Francia de entolll'ea 1l1e fascinó, y 108 Jlorr.­bres de Banaparte, Dcsaix, Klober, Allgereatl¡ .Masscna, Kellermánn, ya'­eraban á todas hora en mi m~ntc y el, mis labios. 11il IIna~ell do estos tGroes de la Joven Rcpúbliea se lovant,.l.m por la noche lIlItC mí, cllal si fucran sCUliclioses; ardía en deseos do ¡l!litados y csb\ba ~egnl'o de exceder­los. Yo no soITaba sino batulla~, 80rpre:>ag, cargas y embosc:.clas, y toda­,' ía yeo en cl cenLro del jardín paterno un pucntecillo echado sobre na .\Tl'oyo qtlo se me parccía al de Arcola. Veinte veCl'S dc seguida Jo atra­' les;d,)¡\ yo, bl"ncl¡cn~o un ba"tón ell ql1&ondeaba mi I':lfillelo, y gritando á voz en cuello lL mis soldados imaginarios: At]e)antd Tenía ,lit pj'im~ mellO}' q na yo, :í qllleu olJliga.ba á hacer el pllp"ll de llstriaco derribándo­lo muchas ",eces al ugu,\. Cl1:\lIrlO cumplí docc alios, mi padre, yiejo mé¡liro de provineill, mí­r. igó estos aruares bc-lic-osos haciéndome entender que J~l>ía dirigir mis es­tlldi0S y concentrar' uds esfucrzos para obtener e! llip loma de Doctor. j,as ciencias naturales Lcuí;vn para mí bastantc atractivo; pronto les tomé gus­to, progresú cu ollas l'úpid¡une¡¡le y ya iba á abraz,u' la ClIl'rem tradICional tlo mi f~ttliliH, cnando ell H~lÍl:"lIhl'e de 1812, apoleón llamó, desde el campo de btal la ele bloollolYtl, {¡ toJos los estlLJiall~es de Oledil'in:l que tenían sus primeros ccrtilicu¡]ot! de examen. Esta carencia de cirujalloe­¡: ignilicaba ln(ls suhl'p lu~ nctllll:l.'t do \lue tras gUl'l'I'as, <¡lIe todos los bole­tines elel Grande Bjércilo. Sin olllbtlrgo, mis llllilintos militares se des­pertaron '! avrol"cehé ('on el! tl¡,;ia~mo la (~aRióll de Yebt ir el uniforme • . Arranqué ;Í mi padre el con-,cllliU1ICllto y me dirigí á la RlI~ia. Y¡l 3ahes 'loó fut! e. a campana (I). El!) de 1)1(:¡ mbre, los restos dd cuerpo de Ouüinot, al que pertenecía yo eonNJ ,\ynda1'ltc m.l)'or, marcha­n, U) por el ('tltIlillo do \Vllnll¡ cllando (\ las dic3 dú la l\laf1anll, lal'f'tagnar­día lué ení'l~clt(b por ulla IIUOO de CllSncoS mallllado3 pur 1'latow. Un¡\ parte ctd lIt:stacaulPllto logró cscaparsc; 1:1 Ot":I, P;!'C¡II\) yo estaba, fUl! 1'0- 1I\', sin ('~peral' (~1l111l le die:::e mi csp;¡c\a, prl'tendu' quitárlllela, h mhia me c<:'gó y, :ll'l'.lIIC:ludo ul\a Jli~tola del cinC() lid eo~aco¡ ~,t!té atrúa y le hice volar la (:I\)a do lo::! Se 8l'S. Creí qu',) mc dc¿ollal'iall allí mis 1110, .• . .••.•• • pero nó; y ba~t¡L pelJ~6 tIlle, eu la LlHuaciún gen':l'al, edte (1) El cpisoolio Sil~llicntc ele hl gm'rrn de Rllsia, punto de partid'l de esta novel.~ c5.ligm'\)sa::ncutc cxact?, 1..0 ÚlJiC0 'll~{) ~ !1:\·l.u:dIQ U~ cum\;i:\\' el nombre Ikl hé:·t;l(: ,. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. !lA MISCELÁNE,t. 6~1 episo(lio habría pas.¡do ina<1Yerlido porque me hicicrou colucar eu la co· lnmna. ya formada por nnos cuatro('ientos llrisioneros, y nos Cll¡plljarou bien uscol tad os por un call1lUO que se dirigía al Norte. La muela dcscspel"ICión que se ajlo(h,~6 uc nosotros no pOllrá expre­sarse. Los 4ue no SL1Cllmbil'ran por el frío y los malos babndcnt"s, es­talJltn cll'stin¡Lllos :í poular lns miuas de Siberia. Había prohibieiún de h¡Lblar en voz al ta; .Y i,\s IJocas palabras q llO podíUlJ1OS CHm bior en V07. ba­ja, no eran sino déiJil alino para la ::; ondas de alJ1argos pCllb¡trnienlcs 11 (;acla p:t­l" lda q\ledaLall lllut;hos (>nfe rmos y lllorilJnu<Íos. Se dc:c!:lrarol1 ¡¡]gnlloa el:· I:¡P~ ue locnm nostálgica y pudo "cr pol)l'l$ diablos qlle Se uetenÍan de r;;:­jlenk, hablaban con exalbt;iún de Sil p:líl', (lo su aldea, ae l'sta Francia de cielo tau dulce y se 1risiollC'l'o que eolalla á llli 1llllo, Era un jurcn lh~ mi ((l:\ll, fiaco, g!1- lIardo, qlw tiritaba envl\l'lto en los rC'stll~ de su IInifoJ'lnc aznL t)u espal­lla ellcorvada, su mil':\tla lJl'ill:mtC', i>IlR dedos bln.lwoS y pe¡Jihl.uos, SIlS pó- 111 U los sOllrosados ~' sal iell tps, todo i 11" ie:dm en él 108 oí nlornn Q ci ertos de la tisis gnlopante, Y sin emhargo, le: tenía envidia; sif¡ulCl'It él ]lollrÍ:L "ivir algunos días m{ls y yo 1\0' ¡, irÍCL más (¡ue ulgunos ID 111 U Lo,,; \JO sería mejol' ('sio? Pero nó, hL ]¡nmanltlatl está llCC}¡tl a~í; ('11 SCsl'nta Míos que b he cbtlldiudo en sus luchar¡ (,ol1tr:l b muerto lile he convellcillo l!C la existen­cia de st:t ley: mientl':l~ mús 1I1 iStrable es la ' lda, lIIi.; se apC'g:l el hOlll­bre á ella, mús se nse ú la última e$pcr,ll1z:1. de cOllscrl1'I111lhan fe'l su frcnte. Helado por su lJurr:\ci6n, no encontré (!ué decirle. El anc:Ía­llO prosiguió. Despel'tt; en nna cahnlía ele pais:t1l0R que me cnidaban CCllllO mejor pn­{ lían; pai:é ocho días en un dclirio iucl:sallte que me prodllcía lns Tisiolle~' múo (,Rpant.os;:s: ya me veía amarrado. con cl p('cho c1csolHlo, frellte íl Ull }lclotón ¡le cosacos p1'ol1 tos á d i,parar; ya I?criwgn ido por un ~oldl1t1o f1':ll'­cés, sin pOllo!' hui 1', enre(]allo on los pi icgllf:s de mi capote wrtll'. Al ¡¡ 11 triunfó mi natul'lllt'za indol1l:lule y á )ll> HU! entré ('n convalr('cnl'ia, pedí informrs, temblando y en mal r11SO, I~ lo habitantes de Y***. )iiu~lllJ(J subía qué había pasado cuand,) llrgú la c.:úlllllllla ele prisiolleros franel's('s' Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. (:rr~nn qne drc·tiramcnte habían fusilaoo :'l. alguno, pero los habían hecho ~lleJ¡¡r e11 a'int'l momento de la ]lIaza. elo la aldea, y de~pnés no en(:olltru­ron 11il¡gún cl1erpo hnm:1llo. Al momento quc mc sentí con fnerzas me Ilispll¡;e á j):tl'tir; cambié el vestido de mi deFgracilloo cnmurada por otro r]e: paisano fJlle me t'!iú mi 1m {'sped ; pero antrs de sepltral'llle del fatal ves- 1 ido, regislré los bolsillos y ,i, 110 sin ell1oci61l, la filiaCión del potre 80l­dacio que decía: 30 Rr~imie1,to de Voltígerús Pedro Dumestre. Lo C'stl'C'ché 110l'anoo contra mi pecho; jl;ré 1Iemr siempl'P c8te cili­cio H'llgadnr, y.-quién sabc?-C'spcré que tal,cr. algún día me a)'LlclarÍa Ú cxpiar mi crimon; me puse en camino, haciéndome pas¡u' pOI' UIl paisa­: no de la Unsia-lIft'llor, quo, reducido á la miseria por U11 illeen¡liu, "ivÍa ,le la caridad 11úLJlica; Ih'gné nI Wilna, .Y un mcs más LU'de, me junté i~ los rcst.os del Grande Ejército en las orillas del Elba. ¿Ibbrá necesidad de dccirtc quC' los campos de bablln de los tres ú.J­i i mas ajJús del j I1lperio, I~n tzen, Leipsiek, Úhampan bert, Watc'rloo, OIC "i('ron siemprc en las primclils ülas: ·Oorrí al cncucntro de la tnuerte ']l01' todas purtes, sin ellcontrarla en llingl1Da. ]~lIa 1110 pcrdonaba por­q \1e sauh muy uicn que Vll cra su e(¡mpl icc. IJa par. S,} ajustó. Pilm dar alimcnto ú la acti,illacl, únira eo~a que ]O~l';1ba [~yeces distraC'rme de mis remordimientos, me entregllé á un tm­la1jo ince~n.ntc . Habitaba cn una cal1C'j:1ela de Pilrí" yccina á J:¡ (~rue}a de ~redjcina, y 110 salía uc mi casa sino para ir á las clases; e8t urliab el resto J<>I día y muchas yeees to,la la noche, porquc, COl1l0 Maehel-h, b&­Ilía prrrlido el sneflo, Gané rápidamentc el diplolll~ ,le ¡locto!' r¡ne, en IU~:lr dl' producit!l1c mncha alegrLt, me }lnso cn mayor pl'rplcjidd.-Q\1é l¡aró ahora, me )1regnnta]¡u?-Hnsc;ll' dicIltela?-Pero )looría Llbrllle por Illueho tieDlpo y entonces me qucdaría sin trabajo, cosa quc yo ql,e­ría elitul' ante to(](\. POI' oLr:1 parte, mi bolsa mal provista. necC'sILt·lm ur­gellten~ cntc que la llenara; ('lWIHlo cRlaba en esttts incCl'lidumhrí's, 1l1l1rió mi parlrr y llle dC'jó Ilna furtlllltt suficientc para as"gtlrnr mi indpl't'IHlen­cia. Úoncebí eutoncc's la. idl'::\ ch' a!>s,ll']¡c'l'TllC C'1l estudios jlrofnl1(los, ]le ro pronto nle pC'l'~ll:}(lí de quc laR ciencia, espeC'lllativ¡ls er:tll conlrarias fI LO­dos mis inFtiutos, y dc 'llle ciC'n "olúmcll(,8 clo teorías "a!í;ln ml'l1')5 qno la (,llrarión de una 80111 cnf'crlllfldat1. A(lcm(¡~, no súlo la práctica dc h m(­,1iri11a 111(' a]¡\'i¡lba, sino qu!' l:tlllbi{n ]lodia ser ciforta ar¡urlla alltigllil miixinl'l (le los filúsofos (lo AIl'j::llllría: Lrt 1IIrdi('infi, c.~ hija de los S'lcíios. (rnlllú I"le~ rápi'bll1onte mi rc,;olllción: ,-illjar. echar ¡Je mí. por 1111 COI1- linuo C:lInl,io de l'C'sidelll'ia y d,' ocup:lrión. los accesos <1c' ncgm mimn­trOjlí: l, cn)'a frccnoncia me h:d,rín an:! trallo EC'glll'a~' fatalllll'lJk ú illeas de' sUltllc1ill tan Cll moua ('11 ('~e tielllJlo. Pracli'lllé flsirlll:llnCIlIl' la nH'rli­cina, :11111rlue ¡¡úlo ('omo aficionad,,; csluye de ]l1';\('lirllllte en Yllrio, hos­) 1ihde~, {i pC'sar dc len('\' mi diploma (]C' ml>,lil'o; fní á C'omhalir I:,R C'pitle­lnins dOllrlC r¡ui('m cI~~e csLallabulJ, y así re('orrí casi iodas las prol'incias de l'n1l1ria. ella tar(lc estaba yo C'11 'l'nl'enn, s('l1ta(lo junto á una gl'an e~t_ nÍ;t, en la gala común de una pos:lrla do lllt1(';\ yo PRpC'l'Itlm p:lclententent" ('1 CUl'l'CO, (¡JI,' pn~ahlt ¡'¡ las oncc y dehia ]leY:trllle {t París. Esta]¡a s\110 COI1 la hurs­]\ etla <]11(' roncaua e11 lln rincón. La poln'o mujer hahía tratadu vlIrias ycces de tralJfll' convcrsación conmigo, pero yo t'shlba eRa noche tristc y l'etmídu, COIllO todas las noches de lIic\'e. y había 1'~8ponc1irlo de mal gra­. do á sus jlreguntas, ni adentro ni afuera turbaua nadil cl s¡]cnciu de la llO-Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. A'he, c!l:mc1o -<'! l'IIído.ele uoo pcsadas bolas r¡llc subían las g-I'iHlas arruina ; novasa do esta noche PI)- \~e srfl,or .J:\cobo~ Da llí.sti lJl& l'Prjo1 no (Iu¡.ere mOl'ir y Juclw con b Clltlertc .... Pero, enand!) l:L hom llega, hay que resignar8(,. (Jost0 trai.J:>­.~() h¡¡ce.rle ]'('('ilJÍr el ClHl1 y SÓ1'¡r!a seilorit'LJuanu qlle, lo que (¡uiere con él, pudo hacerlo confesHr. -Y:Jll r,rl1ora? -La sclinra? ... Ah ~ Selior! Elh cu·jdl\ ftl nilio mientras pneoe y lespnés ~u {t ·1l0:-~11" tÍ. cseonuidll!J. y el seno!' vi \'0 senta.Jo en u Il.t silla • • ¡J IHe dellf'cho sin moverse, y oc tiewpo .en ti(,l11po repite DHI;' hajo, ¡l'l0 vi.enoo 1:\ cabeza: ~'Ah! t('ndré qué perder tnmbi{¡n á e¡:;tc? ... " Td (\ esa y yer(·i~ cuan triste fSl'cot<Í.Úldo ...... Y sin Jll~tljco! .... Qllé hacer? . . . . Qn·~ . )lllCN' y el pobro much.:!~]¡o ~gn~.t rascándose la,cab~¡¡a. E~llonce3 n:.e lcv~111.~ . -l)eC1lhne all1i!?;{}; ,ivís mn}' ¡('jos de aquí? ?'[\.' III i r{¡ ClJ.!l. desco,nfianza; 111l'gQ relle XlO116! -(luí.: tenCIS que ,el" con csoY -Voy:t clrcÍroslo. 131lscúis un ml·tlieo y flll\lfhay nno. --])ónup, }1111'8; dijo l'LeoHien(]u la bala C011 los llj(l~ . Ah! .ni,; Y\"'1l 2'01" i,te á los ruegos de los tres,. se (¡ucua Y sueell oJ 10 que ya hemo~ dicho. Carlos al ver :í. Aurora se queda de uno. pieza. AC:lhn d(! l'CCOI10('C'! ('11 dh á una joven ele qUIen se había enamol'lldo loca 'len.o tll'sdr. su 11 ,. ~:tna ít Barcelona, I,a cspa(l:t se le cae de las Illfil108, pe!'" el viejo Pa­checo ya está muerto, y 110 IHty por allí' á::l muno ningún jarabe mila­groso que puc(la r~SllcltllrlO. Aurora pienic la vi~t¡L y ca i el habla .. pero so enamora eiegamelür­'\ en esto tiello razón estando ciega-de Lorenzo que no es oLro que l.'a!'­los ('1 asesIno de '11 padn·. Fernando, por su partr, que también está cnamoJ'nllo 'le'\nroffl.:­que no la abandona en todo el drama diciéndole .... eraos l)ara '¡\le lo qme· 1':.\ como amante, porque ella no lo quicre querer sino corno hcrru:ulo>, S'7 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LA lIU:';CELiNE.l Ya II l,( lnllin y por nlH en ln oriJlns (lel Gnnjc8, [~lo (jue parecc, consi­gne UII colirio lllila,;rf1so, eficaeísilllo para el mal de cegnera, :)e "iello, con (,1 muy contento :í. Barcelona-tocando de pnso en Lvl'cto-y ~e ell­cnelltr: t con qt'e AUl'orf\ esUt enamorada de Lorenzo y quc LOl'ollzO y:~ (~llrgar tallllJi('II, Llega sin cOlltraLiempo, Fernando lo I'CCOIIOCC y ~o flan un :lLI':Ic(,n de cúplasdisputáudosc la ciega, mas 110 Plllliendo arre­glar eon \'el'~OS el nS¡lnto quiercn arreglarlo COIl la eSlHHla, Y si no es por­que la mamá 'le Altl'ora llega á tiCllljlO so matan como dos pel'l'os, que Jlahría ,i,lo lo IncjO¡'; pom, desgraciadamcnto no sucede así, \'uellns ii b "nina las ('sJl:ld::q entra en jUl'go el colirio mil,lgroso quc ha dc devolver ltt \'I~ta tI "1lrorn, La m¡¡lliú f]niere qnc la cnren, Aurora por wpnesto y Fernnlltlo 1amiJl~n, pero CUIl la cOlldi('ló:1 de (jue Aurora Jo ame, Er;~ mny genero30 como médico, Carlos b LOrCI17.0 piensa de otro moclo, iS¡ Aurora \'uehe H. Y~r recOOOCe1';l en él al matuLlol' de su }laul'e)' nsuntú conc!llílln, L¡t mllmú con los dos ojos S;lll0S no había sido capaz de tall­to, )' TlO punle Iicg'lrse que fl1é ingenioso rccurclO la ceguera de la hijn, Lo del (,,¡lirio' da margen {\ un largo alcg untnr. Ilny un inptante de a,l1siC'(]au esperando el re3ultudo dd n]("licnmen­to, LC' f]l'ilan la ycn¡b dc los ojos y signo en tinieblas, Hel namlo deo­fallece, L:I e~jl(,::llIza hincha el p('clio de Lorenzo, Pero !lO Ll'a posilJle que 1';111'11':1 un l:u}irill de qUll'n Damasco hahía admirado los prodIgio" Ltl ciega \'í' al !In y sneeue lo que Uarlos haLía 1)['t)Yisto, que lo eOllOce y, , , ,sc u-til1 ,,,ta IIlucho. • C,lrlOS ell t:ln dnra situnciún abre la puerta del fondo y :llll\l'C'cO JJlU, ' illlmillado l: 01':,;1 1' tlf~ manas, ,En su pre~el!ci[\ se (la ul1a pu5lalada de eSl!s que 110 (l('jall 1111<1<1, para cumplir (¡ l\l1rOra la promesa ql;() Loml17.0} , hahÍ¡t ht'dlO de f'l'1' el \clJgauol' de ciU padre, Por eso-porc¡UP l'1111l1'1<' Sil ]lrollllO~.~-Anr()rn-f]lIe e~t:i allí de cncI'po presel1te con 1ll:111l í y l'Ull Fu" rl:.lndo, ¡¡lIe !lO I'alta nunca, clIlllple Ülmuiúll ]1\ SU)';¡ d:l1l,1, llli(~l1tr:lS 'lllc . \111'01':1 y ~l¡ llrn:¡ lil iudil1llll so¡'w l'} (;uC'rpo de Carlos quc tod nía d('l:ía cosita~, l'll '\'(1.1) pO\'­SUPlll', to, l'obre F"rJl:tnclo! l-íl111(,:l Sl1pimOR ql1ién fu', ni cIl qlW par!' ~ ·Otr.lllO'; <¡nc á la pobro 1\111'01':\ no le hahía vuelto bipll la ,;¡'Z ('Il b petiplf'Z;¡, El ca, o no era para !lleno,,; rol' 1IIIItar Íl Sil liad re, ('na!l1fll'l1r~(' Jcllll:.tadol', perdf'r la vista y 80brc todo tener siempre al 1: .. 10 Ull cil'il'.i como Fcmando, son desgl'Heias (¡uo no le pasan Ú cU:llquicrn. Y'L Hal.en las llllichachas qne Lellgnn I:~ desgracia tlo po!'der {¡ Sil pn­dre a~rslt1;vlo, que debcn Rel' muy pl'oc!l\'ldas en l'IUO!'C'ti; pOli¡Ue 811('1(' ncoll!ecl'l' (¡ne ~e Cllamoran clcgarrH'lIto del aacsíno. )' CjIl(;> 11Iét!'o alg111 amante pcg:tjoso se ya {¡ la ln¡lm á. tr:~el' nlgún elixir mJ!agl'o,o\o quc !t's tlevl1clra 111 vI6ta para qlle rCCOn07.Call al :l~esino, y éste en ~1I ul':,espl'J'ata lo .Jr;;trmplaclo ele 1111 gritn ó lo sonoro de ulla eRtrofa, y lo h'\c('l1 rpir los pa­F: ljlS lIlás tri~tes, prueb:L J\1eltllíroca de flue tiene mús deseos de cJil'ertlr­~ e que ele í!;pl11ir ;::,i cl :-ir. G utiórrez L:dorre quiere acertar, ponga cOU1e(lia~ chistosas, '1 l1e mcnud(>(:o.n (:11 Lxtr:n agancitl~, rll figuras grotC's('as ) soule todu eu 1'0- !1:L Yll'ja, Bsas t[¡)gedlas dc hrt'0 :t1i.'nto 111',·, ~it:lll ,Jíra c's('('na. 1>ara C'oJldl1il' lllegunt'LI11 posee el r emedi.o quP hu. de aplicát",m al mal que :I.(ptf'ja las alm:ts . ..Ilas 1'/1 el lllO 'imiC'nto pl'c('ipital1o al' In. yi<1l1 modrrnn, lu~ im lwe­siollt'~ se hOrl"l1l1 pronto y la atplwiúll, 1l;tm:1\1a. h:H'ia llU '\'0,' ol'jt'tOR, ~" 111':I1"ta pre,;t,o (1<>1 (lile la hahíalJ1.p()cnpndo sin Iog-r¡ll" 1ijarla. Y ('OTIlO los prol¡l<>IWIS Rllhsi"t¡>n aún, y Ir,!; mall''; se ng-ru\ ¡tri Rin ('<.--<1.1', en Jlin~IlIHt {'}lo('ah" sido mil!; ncee,.::trio recoger todOf, los ¡!él'nH'llL's dt:l Llz y ele vicIa ('onlPlli(los 1'11 las palabra:;; qlle para la h01"11 ple:;cllle han 11rotaelo dI' la Y ('1"(l:!(1 E t<'1"ll 1l. Volvamos pues á l:t cllcldiea de León XIII, ma<; 110 pnra cRtlHEarla ni.slndarnrntp, lo C}l1P yl\ h~, sido h('('ho f'1l ('sta. mi"ma PIIIlli":,C'iúl\ ('lm f,mp\'I'¡(lri<1acl iUl"ql1ívo('a, sino pura ('ollsic1erarln ('milO p¡trto dl' l'l'¡t sr1'ie ,le tlf)('UID('])tos l)outificull':-:; que hemos llamado la Ubm dol'!rinal ele Le61/ XIII. Obrf( hemos dirho, y con ROUl"n dE' razón, ponJlH' (!1lien ..¿¡jc~ t;lIllJunto cuyas partes C01lcurrell á formar un todo, á Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 630 LA ~USCEL.t~E.\. sebl'enatnral v el l1¡¡,tnml. El medo de realizar esh1. obm ha (,cll1sistido en romhatir ¡lltrl'llntiyamrntr uno y otro de los extremus opuestos en cuyo medio se baila la Verdad, exLremos q1le parecen atraerso uno á otro por ]'e:leeiones sncrRi\"a~. }~l cOllcilio de 'l'l'ento acababa :1penas ue formular h teología ¡; de la razúu en eam­po ve(htdo, Gl'l'g'Ol'io ;.;vr y Pío IX n·ivindir·a'l en61'gitanll'nte lo~ den'­chos (lt' csta. mii:iIlHt Raz(¡n, establecCll qne los tiene y SCíl1lbll ba:sta dónc1 ' llegan. J :-;c ht rUilltl. va ,í rea­lizan;\.! la ,J,bol' u('ll,l'iuul de Lcón XIIJ. 1 Ira IIp!:;(H]o la 1101':1 de ('Oll<1rl1:::l1r, "n l1THl síl1~esis vigoro!'a, les 1':1- yo!' Slw('~íVOl< flne lwn hl'ota,l(, de c:ta gr¡;n lnehn. de la l;:lt>>;ill. Para ;',llIsl'~llil' l'~t:~ sínteHis, ('11 'I¡;Ó punto de yit'bt se colocl1rú LCÚll XUI ! "~l1"stJ'o u;mh:Llr, dire, 110 Fe ha, dp}¡ilitnl!o. Es tanto m;Ís nohle v !'levado por ~a lllltllrah'za. (,:l:lnto tiene por ol)jrt.o no s610 la dé­fen: itt y b illtegr:ll.Hl (1~ la rp,ligiól1, sino la dc la lIlisJllil. ",ot:i,,¡].HI ei, il, y 11\ rr~tanrnl'iún. ele los priulJipios qno ~Oll fuudamento de paz y de vertlader.t pl'ospel"ldac1 (1 l. "1 rl'~'tnblf.'('lll1irnto dI' los principios qnc son el fnndnmrnto ele 1:\ 11H 7, y de h vCl'(bMr:t pl'()~JlI'ridild! ;,Qnt> qniere üerir ('sto? ;,Acaso ('ste gTan papa aparta. su vi.,ta de In. obra sobrenatural de la ¡;"wtiftca- (1) Alocución tÍ los canlenalcf., 27 Junio 1878. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. .f:ión ele lit unidad, y e. t(' rfll'úd('l', ::iguo dislinti,'o de toda rns('íll\m~,t ('atóli¡'f\ genrl',t! Ó particular, :<0 1I0t¡L espe('ialmenle en In pa1a],¡¡1 dt' ,León :x JI!. La rD,eñanz:l e:üólicfL, sra que exponga las COII. ('('urneias <1\'1 dOg'llfl, en ¡;rneral, !;Oca qur pOllga en relieve un punto ot-'termina­do, es sicmlwp Olm1 ul/a. La pa}¡lbra de León XIII. tn.llto pOi'}¡]. \llant'­ra de S('1' del PontífIce eomo por la lnFllpl'i¡t qne ('useüa, rstÍt pa"tic'ular­mon te dotac1¡¡, del rarácter de la nnic1nd. Lt'ém XTl T e:< un p:\p~ de haber de~tl'Uído la f t'. No se trata ya (1f' un he(·!Jo par­ticular, ni de uno de esos rlTOl'O~ pn.r('i¡jle,~ 'lile f~!)n h!-i enfl'l'Hl<'c]adu; del prllsflmiento C'ontcmporáneo. León :-;111 se ('!l('urntra <1l1tt' nna r1l­fermedll'l J adiral (lile lu. alranzatlo ~'a á la,.; últimas profulltlicl:ult" d,'l ~11ma llUntl'.l1n, (le donde se eomJ1nir:¡ á las .oeiedadl's. En esta hOl·:t suprema, l'gte pontíti~r, qne ps l:t voz oc la Ig'legia, pl'olongn. rl ('l'O (le sns g'l'itos rll' alarma, y d" 8\1 enf'el1llm:a docÍ1'inal. Ue>:umiplIdo, expli­cando y nplicnndo la obra ejrt)ut:ttICl. desde el con dio de Tl'(>nto ha;:ta. el coneilio del Vatirano, cond('n~a y o\'du(:e lfJ fórmula R()(!Üt! de esta obra, fórmula, que podría llegar á ser la salvadora del mllUdo. El:pliqne1l1oR esto. La l¡:rlrsia es una sociedad prrie,~ta, drposihlria (le una Yrl'da(l qna no sr OHm hin, pero que se dl~;:Hrl'olln . La I ~It'si:t lu1C'c YCl' >:lH'ISi \ ':1- 111entc lo:; difet-enies m:p('cto:;; de lu. Yerdad. llH'oiante 1111 tmhaju do~­máti ° en [ll'mollíft ('011 las cvolu¡>i{)nes, JlP¡>('sid¡ul ps ~' dpsalTollo del (,f,­píritu hUllltlJJO. Hay, pnrR, llnn. historia del dl'sai'rollo dPl tlO\!;iI!n. p¡\(ó­liro, en ('nyo primer período, el dr 0poRiciún al dogma de la Di\'ini(hd dI' la ~. 1\ r-;oOft de la 'friJlltlad lkntbima, todas las eOlllrovt '¡.:ias de la él' ,',1. Hnhnn por o(>jn.r lIetfl.llll'ntp definido CRtf' dogm'\ rld sÍlilholo. Los ,',tdres.v Dof'tol'es del siglo ('uarto ilustran la fe> por Jll(>(IÍo dl' la cielH'l11, y fOl'man de 1ft teologílt .Id r l'!'liO Encarnado un foco illll\en­so d,'lnz. A los ti¡~mpos de la lllr}¡a qu<, ilumina al mnndo ~ig'lll'lI las t~p(wnr: (le fllt'llll P:ll'[llllorig"('l':1l'lo IlI'\':Ína()lo á lu'omon:ll';'p Ú la t .. :'u'l;,,:t (1t·1 Eva!l~t'lio. Tra::: tic l,)!': h.'l'CRial'(·us "il'I1('11 lo,; l):'n'baro~, '1\11' llllll COl!­qnist¡ j(lo 1'1 mundo, ~- r~t:ín d.,.,ti ll!\(lo:-; {¡ ~f'!' ponqni,d ¡¡d,):-; Íl la ,"p!'IIad por];¡ 1;:le"in. Luego ~l' lI"~n ni llJlOg'I'O dl'l tlC'';lIl'l'ollo ,le In f'i\'lliza­ciún .'ris!i:llIa,. 'halado po!' ,'anta 'I"IIlIÚS. E~t:\ lllln!m rn. or In Tgle:Ja l"'aliw /'Jl d dominio dl' la Filf)~f)fía .. 1 id p al'I1H' (,11:1. SI' h: ;,ít\ propu('s­to (!11 d lt'lTP!lO );o(';al: l'P('ogl'r ~- apl'ov('(,J.al' la partr :,:l1ll! 41" la IH't'('ll­cia (lel mlllldo pa.gano, llcvUl' los Va.:OR de oro del l·jjipto 111 t"ml'lo del yel'dad,l'o nio~. A parp¡,j(¡ la Rrfol'mn, CJ\lr rompió l¡\s frllrl!(·ioups ele la <:ien('ill c'isliann ('on 1IL ulIida(1 el!' la fe, y l'eu lidJ un" 01,1'<1 d,' tli"i~iúll , }iepu1'ar la razón !l,'la ir ell pl hn!l11Il'P, la volnutHc] dI> In gnu'in t'n el rl'istiano, .Y la Hl1tol'idnu de la lih~rtad eu 111 socic(llld, ef' fH'ni:,,· t'll'rti!­(' ipio que! lellde á dp:tcrr:tl' Ú DiOS el!'1 lllt1!l(lo, y á <'1'ig-il' h ¡.lItonomÍa d('l onlr11 p:1tul'111, es dl'(·il' su inditlo d alli:;!l!o á (j1H' 1I('vn. la H('foJ'nla. ~ . • h-",\lp 11n f!l'illr,!)io lr:lbaja P'lI' rt'~tablec'l' la n.rmo11ía intel'nllllp 'elP <1el.'i1'''(' CJ\lt' d!lrante los tJ'(,S 1ÍltiUln& :;iglos';11 tarl':l doetrinal 11(1 ttllÍ/lo un mismo ubjeto: definir las l'l'lnei()lIe.\! precisas en qur est<Í!l el orden Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. I,A :mSCEr..C'EA, G3] ('ión de las almas purl1. ocuparse en la ohra Lumrma de b l'ehu llilitacióu de las sOI~icd¡1def ? Es que, :~l primer golpe Je vista, ¿ILn üi~('crnido la causa única oe los fel¡Ómenos nníl tiple:; del estado Roe:::!, y l'I papel que toca ú la Iglesia en cst,e pel'íoJo de<.:isivo do la yúht (le IDs pU('hlo~. Pum haeor comprender la importancia del papel qae ála I;.dC"Ül toca, es preciso ilnstrar un pnoto que ha de sel' el eje solJl'e que g' ij'(~ toda 13. <\rgumentaei61l de León XIII, exponer los beuefkio. del Cl'istian islllO en el orden Rimplemente natural, y abril' nuevamente por o:;te medio hs víus que llevan ú él b~ almas. y para hacer apreciar en lo que "alen los bl'neflcios del Cl'istianil-i­mo, q UP pupde COll ycrtirsc ('n remedio, con viene hacer pulpar los ma­les que aquejan á las sociedades i>cpamJa de él. Desde la primel'a vez en que León xur hizo oir f.l mundo la pa,lÍ, lo;;; hOl'izontes de su obra bü(:ielldo ell'ecucnto de laR enfel'meda.d. 's soc::!'''s r~), 'fodos pue­deu l'ofel'i¡'se {t una causa hÜstóriea. el l'te rnor ha ellgl'm1mrlo P::;,) grupo d(' I'n(,!'t''; (pI!' Ler"ll . -111 cnlifielt di('il'n(lo Ile elloí' <[He "1:0 o"j¡tn intacto liada (!<- el,anto ha ~ido ¡.:ahianwllte c!:'tahh,('idu por l:¡s ]I',\'('S divinas y ltunHulHs para In ¡;('guridao y el houor dI' la "ida," .I:~. Cf;tC ~l'llpO lWJ'­tenec( 11 el soeia!:¡'lIlo, f'll,;ific<.wi(1Il J,el l)l'i¡¡l'ipio cY3ng-l'li('o oe la igual­< hui de la,; alltl;!:';, qu P (1e!1tt<'(' o,' I¡\ li'llul(1'Hl Il.Üllnll de los homln'es h llPg¡ltlón de las jerarquías ~oeial (' :; y la dl's trnl:('ióll del poLler; el COll1U- (Z) Encíclica Incl'us(abili, (3) Encíclica Qnod apostó/id, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. niSlllo, que aplica al derl'eho de propirdau ell)l'ineipio IIne hl1 set'viu al n!lLll1'ali::,mo para dei:itrllir el m<1trilllooio y el poder. Sl\ enéuentr,~ :1l1Ui tmn lJiéu en lugar de un uereeho mÜut':11 y ¡~IJ:;oluto Ull del echo éllyO }>l"illCipio y cl'ltl'l'io i:!erÍllla sociedad, y que por lo mitllllO POUtÜ sel' calificad.o, supl'illliJo 6 a.hROl'lJido por ella. Apal'cee entonel'S pI pr()hh~ma de uo estauo social en el que tOllos Jos individuos S011 iguales, y pOl' lo mii:ilno '1\ ú;ren poseer y gozar tO'­. lm; ignalmcnte. :El paganismo h:chl'íll ilpelallo p:1I'a t'ei:iolnr el proble­ma iL la eSt;lavitlld; el n¡lturali"mo hasta hoy no ha hallado otra i:!oln­ciún que b revolueióu permuneute ó b uestnH't:ión ue las iustituciolles fnndauas por el Cristianismo, lo que es. según lo demuestm victorio­samente León XIlI, el objeto o('ulto pero real de la franemasonerÍu. Sólo la I¡;lesüL posre medios de re~olver el problema, según 10 ntes­tigup. n numerosos ('jemplod de la historia de:,-pl1és del principio de la :Era. Cristiana. La eiviliz,v'ióll sin la Iglesia, ó contra 1<\ Iglesia púm en la gmn I'l:ina que vemos hoy. La salvaeiólI c:;tú pues en la recon­ciliación de la. socie.lud ~oa la Iglc.... . i:.l, Y la manera <.le llegar á conse­guirlo es 10 qne V!1. Ú mObtrúrsenos eu la cncídica. .Et~rni Patris, ( Continuará.) (CAltTA DEL PLLÓ~ P. PISO AL PANZÓ.x 1. CAUO. ) Lect.ol': Como todo nieto dé ahucIa, yo tengo HU" manías. U na de lar; ljlle en estos {¡ltilno,; eill(,o lOeSE'S se HIP ha,n metido entt'C ceja y ct'ia, Ú m('jo!' dieho, cn mi yú sel'a y llm'á musa ccrebral, "S la de estudial'.­annqlH: no soy médivo ni f¡lrltla<:euta,-lm; propiedades medicinal(;s del :'trllien. de n ucstros pún:L1uos. P¡m1. dar pábulo :'~ este e;\pricho qne lluiziÍ raya en chochez, hnbe lle Pl'llil'le ú un mi má" vipjo ami~o, Ilaturul lle la hoy Provincii1, c1el ::1m, un lII,wojo de Ja plant: llne tanto 1m dauo lplé pensar á este oscu­ro é l~tloJ'mlll·. pero entu .. i!~t:~ herhollLrio. ~li n.nti~lI() ami¡.;o mi' (>\lviú. no uno "ino ('ineo grandes mn.­JJ() j()~ ('!ivudtos en carta', .,. püpcles inútiles; y ('omo Ill1tl('lt puedo vel' un:\ lptm sin leedn, :lnuqn.) ::1('11 eOll el r :1.\)o del ujo, tuve 11\ pllcie.lll:.i:' , proverbial en mí. de Ic~l' r.odos (; :.;OR papeles. Con mucho trabajo lo· ¡,(l'l' jnutar tOlbs las hojas de \111<\ ('urta !'scritn. tr 's ll1esrs hil, curta (p. ,; J:1C pnreció Cllriosa y que ('OHm tal ¡;c la trascribo ft U., diRcJ'eto le~to . , :~() lellg'O eserlÍplllo pam tilo; porllue si 1:1 perdona quc retibió la eurt;¡, no 10 tnvo par.\ darlt' el (kstino IjlJ('le diú, claro ('~, qne le fué indiferen­te l'Sit leutn. pablicid:td de lo:; papeles uo j'l'servados que en lllontouei tI(· :"t libra. Y¡lll á parur e1l las tlent!us y eoufitel'Ías. Oon ('SLe argum(·l. tI) d ~ (,layo pas'l.llu y l'I'llJltl'ha(10, doy fin á ('sic preámhulo. y princil)!.<)· la enpia de la c:'., ta qu(', j,l:>~:\ Ó il.lj,,;,tu, tic meleec el título de C(>­~ O$ !J cu~as de Mi!dcllEn, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. J1edcllín, 1? ele Febrero de 1887. Querido panzoncito y consocio: Muy apesandumhrado, pOl'(Jue perdi Cll el cnmino 1a yeg'na ,daza. 11n, lleg11é á e.lta vil:;t hetl'l'úgeuea dOl\(le la villa y la IIllll'rte se dan h lJlltllO, doude h<1:V resethios de p!OviJleia ... rlr'j.t y oculTCllcin,s del ~ igl(J ele 111:; luces, dOlld3 ~o eTllpttrl-jau y Imeen la~ ¡mees el raizal abl'umadt> por t.odo el pelo de let dehesa, llullflno aparentementc regenerado, y d ]('dlllg'llillo frívolo qae como p,ttnt~L c.x:ót,ic:1 brota al cl.dol'cillo üe 1!. civili:wci{¡n Jno,lerna, IIe visto ;t(}uÍ ('osas tau l'Ilras, f{ne todavía no be porlido definir ese ta 80elelh1.tl de retazos cuque uo pn,domin:L ningún color y on qne do 1111 lJllrrio á otro, (1.0 UIla eaSH Ú ot1'('1, ('<1m biall los gustos,-por lo l'egll­lar capriehosos,-y las opiniolles,-easi &ielll]ll'c exag'pmd¡lS, No he pOflido ohs(,l'val' en l\ledellín eSib U1tida son co~a!S Je tejas jJut'ft atTi,¡a y de puertas pura a:, se sientllll 'l'()l': i1c!1t¡ só. lo sin'c p:ll"L ~:tlisfac'el' vallú.ades m()lIÍt ~t'i(,lls, .. \hol'l1, si U, vil'l'll (lÍ>. 1110 alguna;; ,1,. es tus lJifias o,.]lan {l p'-'rrlcr ~llS Cllealltos llatul'ttll's (!Ol~ in::; CO:;lU ',tiC:I)~ y 1m; "xtra\'ll, ;:\Ilcius (k la lllod:l, !Se qnednrílt putrifil'a. do ant\' C::;(l J.e¡'oít'lllO osenr,) )' sin l,l'emiú, .fe1':l1':>;0 ue los hllbitall t\·~ de u na ciudad populos;:., 4t1f! ('omo 'l'hntalo &0 murl'C de ,'('u cun el a~lla de la cultum y el paJa.- 1 iempo ítlos labio.." De etlto J'~slll"1 qu" jov<:>t!r>itas pI' 'cio:3l1s qnn ha. ('ell csrl:c"ws ;;upl'cmos para eOll~(,l'var pl'il~~ores y }oz¡wías (Jlle la /LO­Giún (J.1 tiempo.\' de lo:; unto::; eeha ú perder, se qnedan pan ve¡;tir i¡ l{I!;~!leS y '1.!lgdito,<; Y qne mUdll)S Vl\n:lles de (1.::-:::'::$ tomar cn lt:.s, li. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. h\. )llSCELkKEA, ues ul'l galanteo, se ntn llletiellUo en les euarellta aflO:' ~. cn los casi- 1l0S, sin acordarse de qn(~ cntrr <'11atro p:n-cdes ,¡urdall, ,'on todas l"llS plnmn.", c'cntenal'cs de p¡üomas cándiclas que por falta d..: 1m ~!(\,\'jl{¡ll atento y obsequioso, estúll en camino de convertir¡;c en lel'llllz:ts. Ba I.'ambio. me diCt'n qlle se snelell ec)ebral' unos matrimollws .. , . ay, ami­go, qné matrimouio", qué eoutmstes, qué U.bPl'l"'CioIH't', (1 110 JlI;~et'ia! Sobra pura dejar {t un Dlol':Llista haciel:do pnchc¡-os y \'utos de ememr­: le \'Í \'0. Cuanto á fragili(hdes humanas, est.a cind:1'l, fl11n(11lr no es jnstp., 110 t'S tampoeo un t;emillero (le almas para, el diablo; ,lqUI llO ;;c ha adima­< 1o, como en otras p:ntes, la costumbre de que tOllo,; les ('¡wtell el juego i: todo::;, todos dc~pnda('cn en unkt: plática ha:;b al a[[.i¡~o :ntimo, todo" pomcntl'lJ, anali"t~1l ," dp"lJlenllc'cn 1m; "ucesos _'l'serv:.dos qUl' hu..:len á tr,>pezún 6 cllÍcla. Sujeto;; ha h:::.hido aqni qw: (l('~Ilu{':' dI' hphul' en· l'iqnel'ido ú costa de lus pobres, de~pn(>' oe haber lIlednHlo ;t lu ;;OlDlll'a dd :tgio, oel pemlbdo Ó del prevaricato, detipués de lube)' p,waudalizél' do la inocencia, y llI:tl\cillado la purt'l.a, han s.¿gnido con {'lmismo eue­. "O con que l1aci(,I'OIl y 11:\11 con;:('~~uido houorl'~ lial''' il' tí oti.'¡t parte {t t~jel'cita,r sus mafla". Aquí:=:e mUl'mnl'l1 (~()nlO en toda t.iei'r:1 de gnr" lHlIIZO¡;; pe;'() est¡t mnrlllllt';wiúa no <:''' la UU! t~nliintr el wl'l'i'Ule y SdYelje ar.}¡,:lo de linel!uso en pie, con un mo"imiento brusco, el señor que estaba junto á la. mesa central. Con los ojos casi en blanco, los dientes apretados, páli­< 10 el semblante, cenizos los labios, erizado el cabello y accionando con dureza como el escolar que pronuncia su primer dil!curso, empezó 6. de­cir con voz fuert.e y chillona en que había acentos de china llorosa. y aporrada: "En verdad, en verdad os digo que lu¡', eterna brilla. y brl­lIará y que desde el cóncavo eterno del principio hasta el confin de los confines habrá idealidad que deiftca, idealiza é indemniza! Lago tran­quilo agitado por pedrnsco que á su fondo cae, eso es el tiempo, eso es el espacio: soles y más soles, mundos y más mundos S8 suceden en JlrodLgiosos y gruesos chOlTOS y en silencio as cascadas por los ámbi· t.os de lo inmenso!" En este estilo monstruosO y retumbante que me dejó con vértigos de qulumpán, siguió ensartando líndezas retóricas el estimable médium. y , cada pausa,--que no eran muy largas, porque de ese señor si pue­de decirse que se bebe los vientos,-hacían manifestaciones de aproba­ción Lodos los socios, que con la respiración anhelosa y gmesa2 6l a baba Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. se encfintaban escnchando aquella. elocuencia alta ... . rle punto, cono las conservas llenado1"as que ahí en nuestro pueblo fabrica tIa OltlleÍl. -Qué tan me decía á intervalo' mi vecino. Qué tan lindo halla, ah? Parece una máquina. Hace días que lo persigue UIla ánima la de un tal Cicerón, y no hay moda de que lo afloje. Y si U. lo ! Veo millones de gusanos que viencn 6. devorarme! -Servicio fiaca le han hecho Uso á ese pobre espíritu, le dije Ii mi vecino. -P l' (jUÓ' -Porqlll~ €~U'~br ú oscuras y dormido, y U s. lo han despertado y lo proporciom ron lu¡ nora que le sirva de tormento. Dentro de poco, por culpa tia Uiti., la 'á una res gusanicnta más en los potreros de ul· tratumba. -Este hombre n cree en nada! gritó alarmado mi vecino. -y amo A e )11 ve cerlo, dijo el mfdium el1rarándoserne. Supon. go que U. no yj ne pe. r pa ar el rato, como curio o si n fr. -Supone mal, COl testR, porque vine por curiosidad y no tengo na­da de fe en asw a8un 7. poro lo asegmo que si U. mo convence, el cs­pi
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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La Miscelánea: órgano del Liceo Antioqueño - N. 4

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Desfile deportivo Estudiantil

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Imagen de apoyo de  Campo Elías Gutiérrez. Campeón de lanzamiento de jabalina en las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936

Campo Elías Gutiérrez. Campeón de lanzamiento de jabalina en las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936

Por: Gumersindo Cuéllar Jiménez | Fecha: 1936

Fotografía de Campo Elías Gutiérrez, atleta cartagenero, campeón de lanzamiento de jabalina en las eliminatorias para participar en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 (XI olimpiada). Esta competencia fue llevada a cabo los días 6 y 7 de junio de 1936, en el Hipódromo - Estadio de Bogotá. Este campo deportivo fue diseñado por el arquitecto italiano Vicente Nasi, en 1928. Tenía una capacidad para 12.000 espectadores, aproximadamente. Según la Guía del IV Centenario, estaba ubicado en la Calle 53 con carrera 21 (Saab, 1938, p. 368).
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Fotografías
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Campo Elías Gutiérrez. Campeón de lanzamiento de jabalina en las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936

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Revista de Gimnasia en la Merced. 1936. Foto 1

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Revista de Gimnasia en la Merced. 1936. Foto 2

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Equipos de fútbol. Foto 4

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