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Imagen de apoyo de  Anales de la Instrucción Pública en los Estados Unidos de Colombia - N. 20

Anales de la Instrucción Pública en los Estados Unidos de Colombia - N. 20

Por: | Fecha: 01/01/1882

TOMO IV. Mayo de 1882. NUM. 20 ANALES DE LA INSTRUCCION PÚBLICA EN LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA. LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES POR FELIPE PEREZ. UNIDAD É IDENTIDAD IN'l'RÍNSECAS DE LA POESÍA. I. . tas págiua. s de nuestro propio Las reglas no son los dictados del capricho sino los de la naturaleza de las cosas, segun éstas han ido persi tentemcnte ob ervada . El hecho constante, ya en el órd n fí ico, ya en el moral, hace el principio. Este, formulado, hace la regla, y las reglas unidas accn el arte. tfc No empleamo aquí la palabra adalid en su significado de jefe, sino en el de gu,ia 6 baqueano, que es el que le COlTesponde segun su primi iva acepcion. TOMO IV. 14 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 190 LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. La ciencia es la verdad en la naturaleza. El arte es la verdad en la ciencia. La poe ía, junto con sus hermanas la pintura, la scultnra y la mú ica, son a,rtes diYinos y reposan obre fundam nto. inconmovible . "Las cualidades obre aliente que han h cho inmortal lo poe1 a de JI m .ro," dijo l\lartinez d la Ro a, "las r com n .. al' el 'u ~ 11 tigticllad, que de vcinti 'in '0 I.Ja ép ca quo ompezó eOll Homero . Íll'l in ' hácia h mn 'It jandl' 1 Graud -acae 'ida 32r' año, ' ánt .' de 'ri to-fué la el la yirili­dad del idioma de ]o~, gl'i 0"0, la. de 'u. nH:jor ' e. ritor 'en pro. a n v r o, lo qn t caron 1 :lpic el la glorie. II tic mpo d r riel ". Eml) ro, , . T vin {t, 11o:})c(1: r.· n os ~ ljcle el la Italia, h rmo 'o. ('omo lo' del ~fi o y lo d 1 ~ nrotc.", La 1 lJ~)' lUt gl'ic~a 110 lleg'ó á ,'u cuauu e nle~ 'ló tI 'gl'a 'ial1amcuie con el hoc yuI' río de lo árbar. He. i lo, p mi 'Ül n rná ' el • un iglo po. 't 'dor á 01 r á qui n imitaron en parte 1ilt n, Ovidio, irgiU y Vol air, prim r cantor le1 oríg n de los gó 6. G recia y emigró á. E:mirna. En esta uposicion, dicen algunos e critores que H01n6?' ( - Home'i'oi n plural) ignifica la escuela Jónica de poetas, en donde e aprendia la poesía ue, d sde Hesiodo (siglo IX á.ntes de Cristo), ó desde ántes de él corria entre el pueblo, y que fuá trasmitida de gene­racion en gene1'acion por Uledio de 10 rapsodi sto" llamado tambien h(mwroidas (palabra que ignifica ensartado!' de 'foma'YIces), p rque cantaban en las fi tas pública leyendas an igua en 61'den hist6rico, Es probable que cuando el célebre leg'slador atenien e ordenó que los rap odistas no recitaran romanees incone. o ino en el 6rden de Homero, quisiera significar en el órden de la e cuela ó academia po iea, porque olon no menciona la persona de Homero y parece no aludir á e11 SillO [¡, la l)u sí ." Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍRICOS ESP AÑO'LES:.- -··-·········-···---····~···-···-···-··········-·-··-························-·-··········-·······.,-·-··························· .. "¡¡ ······"~- Anacreonte, el célebre cantor de Baco y de V énus, é inventor del dulce número y del dulce decir que lleva aún su nombre; y Píndaro, apellidado­el príncipe de los poetas líricos-honra que d bió "á la pureza de su diccion, á la majestad de sus 11en amientos, á la abundancia de sus temas y de sus palabras, y ~l. la armoniosa melouh de su rima; "-tales, con Tirteo, el primero de lo cantorc elegíaco , que t uia una v"ctoria n c a da una de la cuerdas de u lira; tale fueron, d cimo , lo pr •cur. or ·y ·ompc ñ ro de E quile , de ófocl . y de Eurípide mit ,ut p eta escénico ., E qui­lc fué notabl por n "o ·adía ublime" y p r hab r introducido las d cora 4 ciones, lo p r onaje y el coturno en el teatro, a í como taro hien por haber escrito ochenta tra:g· días, género inY ntado p r Te pis; Sófocles, porque escribió ciento vcint tragedia y porque, ad ma de er méno incorrecto­que su émulo E quiles, compu o su Antígona á lo ochenta años; y, final­mente, Eurípide r llamado "el filó fo d ~1 t atro," l fué por su máxima y por haber ido 1 má. tierno de lo tr tráo-ico . Racine imitó á E qui­les en su " Fedra " y en su " Efigenie," in negarlo. Sobre ale entre l( miríada de lo po te. cómicos de los griego , Ari - tófane , vitup rado p r Voltaire y por Labarpe y elogiado por Quinti­liano, por Cic ron y por oracio, a a o co má on imicnto d él qu l que tuvieron aquéllo . El di'vino Platon dijo al hablar de ri tófan que las Gracia habían escogido u p eh para t mplo uyo. Fué d Ari tófa­ne de quien tomó acin u "Litio·ant ·," imita do u " vi pe ." La ol;>ra de e te gri go re: n tan grata á an ri ó tomo qu la t nia iem­pre á la mano, como an G rónimo la de !auto y l Jan lro 1 r ndo la de Hom ro. Ari tófane , ervidor d la átir ·e •nica, vivió 440 año ántes de la ra vulgar y fué contero orún o d ócrat y de Eurípides. De de la caída orqu 1 prim r apólog que onoció e tá cu lliln·o de Jo. Ju •e.·, y trata, ü ;o lo árbolc que qui íe1on dar . un rey. El L pólogo gri t:! má antiguo que se conoce e el de "El gaYilctn y el rui fior," l Ile. i tlo. ll ·mo: utrad en t . pormeuore. relati o. á 1 lit .raturn. griega vara tl<>mo~trar e n he cho.fl y con nombre.· zrropios, que , a lit ratura ha sido la. fneut<.> (l toda.· la 1( ma8, al m '\ no. de la. moderna , pue toque de lla uad(•ron 1 ' letra. latina. , rr mplaza.das má · t:: r le por 1 italia­na . L . gril·g·,. ·nltintron todos. lo · génrro. d la.¡w sfa, d . ele 1 po ma épico, ·u qu • fu ron m u. T f¡ • un do~, ha ta l pi grama; y para que no faltara m la á ·u repú líca líri ·a, tuYierou tam i n u Zoil y u .Ari - t, reo . Hubo eutr ello " vis cómica "J sal ática que g·ustar, como hubo desoíos pindárico y som/JtOlenciaa homéricas que cen urar. II. Lo laLiuo , twimero. hnitauor s ie l pm ta el o·ía o, y ,· le tien ..... p r m j r q w (>·te y n' O idio. Tambi •n fn<- •1 cél< br antor r de. terrado á lo filó fo ·, Í"ll atTogaut .' qu \ · creian má 'abio que el emp ·rador! :Marcial b só l polvo qu pi.·ó Domiciano, · creyó ne era po o 11011erlo al ni el de lo · niime11 e.·. th l cual adnló ; aduló 'l'á H. , ~omo adulaban lo papagayo que en el a trio an mal .a lo oíd . de lo pod ro os. Séneca aduló á Claudio y para invitar {t N cron á la el meucia, le concedió la potestad de matarlos á, todo y d destruirlo todo, y al comparar la fuerza del tirano con la debilidad del univer o, no hizo sino in -plrarle piedad por m~dio del orgullo. ¡"Podría uceder de otra manera i Nadie sino la aristocracia leía en­tónces y por lo mi mo ningun autor podía tener la e peranza de crearse un público propio. Tampoco podía la sociedad e cogi' literato que no cultivan la. poesía con la.s rosa sin fragancia; y desde tiempo inmemorial los "sueños de prima't'"era y las nube d otoño" r .pre enta.n entre ello los bienes ilusorios y la d gracias real s. La luna refi jada en las ondas les significa un bien que no se puede alcanzar. I.Jas flor on el em blcma de la belleza; la primavera es el de la alegría y el otoño el de los disgu tos; un cristal puro representa la virtud y las maripo as las gente que solo piensan en el placer. Tenemos cantos de las regiones heladas del extremo norte y del extremo sur de la tierra, y tambien del ardiente ecuador y de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍRICOS ESPA~OLES' .. 201 ......... -................ -·-·········--··--·--··--·-·--·--·---··--·--··-··--····--···-··---·-··············---.. --.... ,.. ... ,.... los jardines de los trópicos. En todas partes estos cantos tienen cadencia; y medida, y aunque difieren en la forma no así en el fondo. Hay unas lenguas ruás ricas y mú,s· perfectas que otras, ba.y unas má ásperas y otras más dulces, hay unos paí es más alegres y otros más triste ; pero todos esos no son sino incidentes, caractére secundarios que modifican lapo ía que llamaremos local, in perturbar las condicione gen rales de ella. Todo eso no es sino la ari dad en la unid, el de este arte divh10, presente con-olauor del cielo. " Si lo griego manifie tan riqu za de idea , atrevida imaginacion la gracia, la dulzura y la abundancia propias de su bellísi­ma lengua, los latinos fueron más sencillos, más maje tuosos, más íntima­mente creyente , I or decirlo a í, ·omo el ~bian serlo en cánticos de tinados á sostener el valor en medio de penosa lucha , primero contra las ob ti­nadas persecuciones y despues contra las desventuras acumulauas obre el Occidente." El clima, la lengua, la raza han dado y seguirán danuo suma vari dad á la poe ía, p ro nun ·a podrán quebrantar la naturc leza inmutable de ésta. Si no remontamo.., ha ta la literatura hebraic(, encontra.remo en ella las diferencia de forma-que en toda partes ¡)ar ceu er una n ce idad de la lengua-y la unidad del entimi nto poéti o, que e 1 mi mo en el p cho de todo lo hombre . on efecto, el v r o h breo difer nciaba. del de las otra naciones, en que no ·e media por sílaba , ni por J)iés ó ti m pos: u forma comun era el paralelism,o, ó . a la n p ti ·ion, n part , de lo pcn amientos y en oca ion ha. ta de la p labra · mi m a . El para­] li mo era sinónimo, cuando lo dos miembro d 1 ver:o, ' mejor dicho de la e trofa, expre auan la mi ma id a con di tint palabra ; antitético cuando el primer miembro taba r '¡>r ntado n el gunuo por m dio de una antíte i ; y era intético cuando en el ecrundo miembro se ñadia alguna co a para xplicar lo que icn la de lo chino y la de los filanO deL dY rhi >,ni dh~idir do •n•tanti\·o nc .t ~n en e nconlaneia. l~~t p: ral E ·mo .· p e má 6 méno: >1 1J ·braico, ' a ca. ·o sea 1 mi ·m o del t d , (•omo yá lo dijimo . E te h Lo puede t Her una gran . ip;uificaciou hi. tórica. 'El pnntl•li. mo ~e llama literal enann o y partícula con partículas; en una pala­bra, nan en-a la p r todos los p ctas indicar en cada compo icion el gén •ro ct que ella p rt uece. Lo chino no ti n n poemas épico , ni poesías bucólicas, ni átiras, pero sí tienen caucione ditirám­bica y po . ías irr guiare . "La lengua de los árabes, animada, pintore ca y expresiva; u ima­ginacion viva y fecunda y el entusia mo de sus pa ione , todo los arrastra TOMO IV. 15 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 206 LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. hácia la poesía, la cual no es para ellos sino una mezcla de verso y de prosa armonio a, favorecida con la rimas abundantes de un idioma rico y :flexible. Frecu ntemente la prosa árabe es más poética que los versos; pero tanto aquélla como é tos están chados á perder con juegos de ideas más á propó ito para recr arel e píl'itu que para conmo r el corazon. El de cubrimiento de un poeta era un moti\o ele fie tapara la tribu en que éste aparecía; sus amigos eran con' idados á un alegre banquete, y la gloria de aquella nueva adquisicion se proclamaba al ón de las trompetas. Reuníanse, en oca iones, á disputar e el premio de la po ía en las fi rias de Occa i, pueblo del país de la lYieca, y colgaban en la Caaba sus compo­sicione , escrita en letras de oro. Con ervában e allí iete obras poéticas anteriores al Profeta, que fu ron las que alcanzaron l tl:innfo entre las mucha iracunda~ y orgullo a que compn ieron u ú1rr nio . La poesía de lo árab no es una obra do art e mo la do lo paí civilizado , ni está animada p r fic ciones mí tica , como la de lo. ri go y la d los indio . No: la expre ion e pout{tu a de pa ione ardi nte , de deseos impetuo o , rpr ion prilnitiva y las con\·i rt en obras de la inteli­gencia y del e ·tudio. Emp )ro, u tra formaciou ne les quitó la gracia inge­nua que deben ú, u origen y eu Yirtnd de la cual han vuelto al pueblo, que las repite por toda · parte<;;<, sp .cialmente en las taberna y en los cuart le'. La gn rra. de lo. siete afíos recibió su e tímulo de e tas cancio­nes, cuando la mu 'as sil'Yieron tánt á aquel F dcrico qu de nada 1 s habia ervido á lla . Fueron famo os entónces lo cantos del granade'ro pntsiano, de Gleim. Cuando la guerra con los turco , compuso Pieflel tma cancion que recorrió t da la Al manía. " Lo aleman ' llaman "la gu 'rra de la nacion ," la que o tuvieron contra Napoleon para lil> rtar á. u patria, guerr. en la cuall R batallon s se lanzaban al fueg·o utone ndo la canciones d Korner. Snp rior á todo , Goetlle n eñó á apr eü r la. antibua, trailicione , y dió vida al lied; olo que en él viste toda la· forma in cuidar" e a toda ella á la· am nazas d la Fr::mcia con el grito de Bekkcr: No, no pose r:in ellil>re Rhin! "Tampoco caree· ·l Au~tria nnqucte á lo lobo.· y dunmt Ja pelea le enYié á Odin, mi jefE:! y mi dio·, todo el pueblo de la Eltingnia ...... nue tras ümz, s hor. daron la corazas. nue t· rs picas rompieron lo e:cudos. Hemos coro batido con nuestra spadas. El dü~ en que ví · •ntcnares de guerreros morder las arena del promo torio anglio, lo hi rro. destilaban angre, . il aban la flecha: al p ar cerca de lo e:. cos. Yo me sentía. lJeno de placer como si estuviera junto de una preciosa doncella. Hemos combatido con nue. tra e. pa.das. Derribé al júven orgull so de u cab llera, que requería por las mañanas á Ja vírgenes y se entn:teuia con las viudas. ¿Qué mejor suerte que la del esfor­zado que cae ntre los esforzados? El que no ha redbido nunca una herida., arrastra dia in•ítiles. Opónga e el hombre al hombre, y lidien. Hemos combatido con nuestras spa.da . No me cabe duda de que el hombre es siervo del de tino y de los decretos de lo hados. ¡ Quién me hH.bia de decir que recibiría la m u rte de Ella, cuando impelia yo mi nave. tí lo léjos 6 invitaba las fieras á nuevos banquetes! Pero no ceso de reir, porque · que me e. tá preparad un a icuto en las salas de Odin, y dentro de po ·o beberemos allá. la cerveza en las copas hechas de los cráneos de nuestros enemigos. II~mos combatido con nue tras espadas. i lo hijo de A langa upieran la convulsiones que e. perimento á cau a de las mordedur s de las serpientes que rodean mi cuerpo, correrían bramando al combate, porque la madre que les dí les ha suministrado corazones valerosos. Ay ! una víbora penetra en el mio; pero en breve la lanza de uno de mis hijos atravesará de parte á parte el corazon de Ella. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 214: LOS GRANDES LÍRICOS ESP ANOLES. ------···-······-······················ ···· ···················· -···········-· ··-······ ·· .. ········ ······- ···· ··· ·· ········ ··········- -· ·········· ··- ·· ···-········-··· H emos combatido con nue tra espadas. He peleado en cincuenta batallas y no sé de nillgun rey que me venza en fama. D sdl:l jóven d e rramé sangre y de ee la muerte. Los dioses que Odin me envió me invit·a h . hora el en n ·o Ya por la pr a ofr ida. La. t - meraria jó,·en arrodilla, llora, npliec. ofr e al eu rvo cuanto oro y cuanta ti rra.· po~ee •n cambio de. u Lij ; pero l animal u e de, 1 a a lo ojo al niiío y le 1> 1> l h sangr . D r p ut , l cu rYo se tra f< rrua en un hermo o ·aball ro y l niño Ya. lv á la Yi ia.. " n campe··iu va. á on truir una. ca. a junto {t. la bal>i acion (l' nn enano de la mou t aíia . Irritado l •uano, llama {t.~ u· omp ( fí r ,' y mo­lesta al campesino 1w ·üt ¡n r .· te 1 • e d sn spo a. 1~1 enano hL aln·aza, y de improdso t orwL n uu bello galan. El 11an no er.. ino un prín ·ip encantado á qui •n olo l b ·o d podía Yoh·erle su forma primera. "La lH' uiecioue. <1 mas cr -'l1Cia • t ntrional abunda.n D e tos canto . Ya .·on lo rni -.: dior .· que anuueian á un mnant la mn rte de su amada; ya uua jóY n que ea u p ga {l, una moutaña en cuya cumbre bailan los duendc:s. Uno ue ellos la invita {t. bailar, y por no hac rlo muere al llegar á u Ce a .. Ya es una muj r euyo amaut ha, ido degollado y hecho trozo , lo cnale recoge la cuitada y los baila durante la noche en la fuente de Ma.riboe. El hombre d gollado YU h ·e á la \ida. Ya :on doce mágicos, cada uno de los cuales po e un mara dUo o secreto, pu s uno puede guiar con su mano la tormenta, otro domar los dragone , otro pa­searse debajo ele las a.gnas, otro tocar una aq a cuyo sonido obligan á todos á bailar &c. Creen que los muerto pueden levantar e del sepulcro para visitar y servir á sns parientes y á sus amigos. E tos piadosos extra­víos sobre la durabilidad de los af ctos má allá de la tumba han ido de todos los pueblos y de todos los tiempos. Al principio de la guerra de Troya, murió Prote ilao y fueron tántas us lágrimas por su mujer que Pluton le permitió ir á visitarla, solo sí que al terminarse la visita murió Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍRICOS ESP .AÑOLES. 215 ella tambien. En tiempo de Plinio se mo traban touavía en la tumba de e te s n ible e poso unos chopos q ne e secaban y reverdecian perpetua­mente. En 1 "Decameron," Lizabetta aguarda dia y noche á su amigo au ente, ha taque é te se 1 presenta y le dice que no lo e pere má , porque lo h rmanos de lajóven le han dado la mu rte. Orm va á la tumba de u padre á pedirle una pada; otro dane · iban á la tumbas de u madre á pedirles consejos. En el "Edda,'' la maga de Oilin evocada exclama: ¿ Quién turba el descanso de mi alma? Estaba cubierta de nieve, salpicada por el rocío, bañada por la lluvia ...... hace mucho tiempo que he muerto. "En una balada magyar, una jóY n que había contraija, todas la: noch ' n '<.'pnltnra para ir {t la. az.t del jaYalí. Bn una no-vela árabe, un j6 ··u el' fuut Y:t totla' l.t' u e he, á vi. ·itar á .~u amada, y en otra, r •tona nn htbraclor o, á fin de pa.gar m1.1 l nda qu había contraido (lur .nt u vida.. ~~gtut :tn Agnstiu, n Éfeso .· cr ia que San .Juan no habia ntuerto ·ino <}ll • clormia. clt->l>t~jo d la ti rra, doml e p raba la segunda veni•lct us Yer os el acento que má c. cuadre á sus pen amiento y que imite mejor las voce de la naturc: leza. Los' r. o de los finlandeses son por lo comun octo ílabo y suplen con la aliteracion la rima, que nunca ha poclido er introducida en llos. Por lo co1nnu "us poeta 1. au d 1 paraleli mo de los chinos de lo hebreo , pue en el segund ver o repit n las mismas ideas y palabra del primero. Los finJan­de e ab·ibuyen á la poesía un poder mági o y para curar á los enfermos no llaman al méclico ino al poeta, el cual, ue pié junt al paciente, canta versos misterio o , que dice tienen pod r obre el genio maligno. De Voeinemoeinem, su primer escalda, han hecho el dios de la inteligencia. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 218 LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. Pasando un dia éste por un sitio de ierto vió un abedul aislado, cuyas hoja lanzaban un onido lastimero, y le preguntó: -Por qué uspiras? -Su piro porque he nacido en la soledad, porque yá no me alegra ningun ruido de ti std., y porque yá las jóvt!nes no se sientan con sus amantes junto á mi tronco descarnado. "El cele te caminante arrancó entónce el abedul y de sus :fibrosa raíces hizo los brazos de una arpa, á la cual puso cuerda , hecha de las crines de un potro. En seguida llamó á los ancianos para que la tocasen; pero los anciano no pudieron sacar de ella sonido ninguno. Llamó luégo á los ro bu 'to jóvene , cuva manos de nada irvi ron; 1> ro no así las del dio mi mo, pue é te tomó el arpa y u armonio o anto e tremecieron toda la natural za. Detn\ieron u cur o la ca e, da , l árbole re i tic­ron la viol ucia del huracau, y no ncorvar n, l o e levantó obre ~u pata tra era pa.ra oirle y l dio mi .., mo lloró le u tu ia mo; y lloró táuto, que u lágrimas corrí ron p r u blanca barba y penetraron us tr mant s y u tre túnica , que ran tod de lana. "Lo cantor fi.nlande e on orlo comun g nt pobre que impro­vi an u er o en la fi. ta y n las e remonia . .A la vece;, componen entre mucho . Una caucion ·uya dice: e ha. trabajado toda. la. semana en hacer estos versos. e empezó el domingo; ellúnes se volvió á. la carga; algo se añadió 1 márt s y algo el miércoles; no se pasó ocio o el ju6ves; el viérnes se tocó yá el fin y l ábado estuvieron con­cluido . No los ha compuesto un solo hombre sino muchos poetas de mérito y ej rcitado en el canto. " vece do poeta amigo Re ienta uno frent de otro y se ponen á improvi ar. Otra , bajo un t cho ahumado y en medio de una multitu(l de per ona , cantan porq e' la noche alarga l dia, 1 canto alarga la bot lla d e r za.' .E to canto on por lo comun d ahogo de afecto , ó una e p ie de magi tratura moral, muy temida por cierto, contra el ladron, la j v n que ha com tido una falta, la inju ticia de los jueces &c. En oca. iou , e tos canto uelen er tambieula pre i n de la enemistad ó la ve ga.nza, y en otras sirven para e lebrar, en diálogo, la captura del oso, la boda y los aniversarios públicos. "Un camp ino en una coleccion de us v r os saluda así á la pri­mavera: Un sentimiento de alegría se despierta en mi corazon: la alondra vuelve y canta en nuestros valles. Ved1a cerniéndose en el aire, oidla gorgear dulcemente y alabar con amor al Dios del cielo. Cuando era niño todavía, oí tu voz, gracioso pájaro, y me pareció que era la voz de un ángel. Vamos! no te fatigues con tanto cantar ni con tanto gorgear: mis oídos te escuchan y te siguen mis miradas. Pero no, canta, pajarillo mio; continúa tu Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LíRICOS ESPAÑOLES. 219 vuelo hácia. las nubes y lleva á nuestro Creador la expresion de nuestra gra­titud. Bienvenida seas cada vez que te presentas en nuestros valles! Tu canto da reposo al corazon y eleva el pensamiento. "De las poesías recopiladas en el Kantehtr, alguna son antigua y la mayor parte melancólica ·" un po cata dice : El Kantelar fué empezado con el afan y concluido con el dolor. Sus trastes fueron formados en los dias de pesar, us brazos en tos ias de ~ormenta, sus cuerdas hiladas con angustia. y 8US clavijas colocadas en Ja afiiccion. Por eso mi kantelo no exhala sonidos alt-gres, no difunde Ja alegría en torno de sí, ni hace sonreirá los que lo escuchan, pues fué mpezado con el afan y concluido con el dolor. e tá ~, de m, gia, cr n el cri. tiani m y de id a r pngnant ·, qu ti d ba e la mági a. todo 1 nort d Europa camp a t" íritu n¡ er. ·ti ·io o, ta ab ·or ·i n d la r ali 1 .. 1 por Ja fan­ta í y d la accion por 1 ímb lo mara\illo.._o, com i 1 mttur leza lóbrega y grandios en qu \iv n aqu llo~ pnchl • nsa fuen <.1 1 t mor in intivo, rírr n de la up r ticion. Su mági ·ah ido i mpr mu f:: mo­sa y no han podido e tiq)arla ni el cri._ iani mo ni la civilizacion. Los hechi r s d Ru ia \an á u oficio con un ayo d u ro, ll uo de íclo­los hecb S de hoju la metálica' y de CUU'na , d anillo , ago de nergía qu brilla y des·:tparece; dolm·e de un momento perdido en la lig rezad l mom .nio iguient , toda ta m zela xtraña d p na y de al gría, re ultado del e.·fnerzo que una na ion viv< y g nero a hace para acudir, ó para olvi lar al ménos los mal que la oprimen: tales son lo caractére de nu stra. hi. toria y u nne tra Íl)(lol , los cnale re\?ela nu stra mú.j a con tanta fuerza como fi.d Jiclad.' l\Io r auaptó palabra nueva {t antigua m lodías irlande as, y Walter cott, Campbell y otros adornaron mucha balada , ó 11 ej r di ho, l quitaron u índole caracte­rí tica. "El tilo de los aire es má dlu~o y no los canta ino el vulgo. En s ntimi uto de lo anglo-" aj ne de lo dan y de lo nonnando . En la ancione in (Y le a e l1abla de política, de litigio domé tico , de guerra , de aro r y d caza. E ta última era la pa ion dominante de lo ajone ~ ; y como Guill rmo 1 conquistador se la reservó solo á lo baron , unía para aquéllo , al atracti o d u ejer­cicio, el estímulo de la prohibicion. Y los que no querían someterse á ella, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. 221 huian á los bosques, y desde allí desafiaban el poder de las leyes. El til)O de estos hombres fué Robin Hood, 6 ea Roberto de lo Bosques, que con una banda de alzados vivia en las selvas de Sherwood. J ohn on, crítico y poeta inglés, decía que daría todas sus obras por ser el autor de la balada de '' La caza de lo bosques de Che,iot." " Las canciones de Escocia son más corta y vivas, de color más car­gado y de diálogo más dramático que la ingl as." Damos una muestra. -¿A dónde vas, anciano labriego P ¿qué objeto te lleva hácia. allá? -Valiente soldado, voy á la colina para hacer cambiar de pasto é. mi rebaño. El anciano labriego dió dos ó tre pa os con pié vigoroso. -Veo que eres un viejo robu to, i quieres enseñarme el camino? El soldado anduvo con el anciano labriego á la grupa. hasta el extremo del bosque. -Desmontadme ahora y desmontaos vos tambien, fuerte soldado, pues no es posible ir más léjos á caballo. El soldado detuvo la bestia y e lanzó de un brinco al suelo. Su ve tido era. rojo y e taba adornado de bellotas de oro. Entónces el anciano labriego se quitó el ay y el gorro y resultó que era el jóven Maxwell, quien sacó del forro sn formidable espada y dijo al soldado: -Tú has ase inado á mi padre, infame Soutron! Tú has degollado á mis tres hermano ; tú has despedazado el corazon de mi única hermana, á quien yo amaba como á Ja niña de mis ojos. Saca tu espada, teñida aún con la angre de mi familia; esa spada qu ha cortad la má precio· flor que el sol ha vi to .... Ahora, esle golpe mortal, e por mi anciano padre; tos otros dos por mis her­manos, y este último, on el corazon, es por mi hermana, á quien yo amaba. como á. la niña de mis ojo . Record mo aqtú qu entre lo ano·lo-sajoncs lo bardo tlnieron más importan ia qu ntre 1 otr puebl d la antigü (latl, pue eran e. tima­dos om un 1 lo. tr ' fundamento d la nacion. Acm pañaban al rey en la guerra y u oficio era narrar lo acontecimi nt de la patria, llorar las d ,- ntura de é ta, alimentar e p rauza y us tradiciones y enaltecer us glorias. Las doctrinas de los druidas estaban puestas en verso y sus bardos, que seguían á lru milicias para e timular el valor popular, no olo glo­rificaban á los h ~ro s sino pr metían la :fi licidad eterna á los que murie­. u en lo combate . E. to último no deb parecer extraño porque lo galos creían n la inmortalida l del aliha. " Pu _,de con iderar la Francia como el verdad ro paí de las cancio­nes. Allá han s guido é ta el curso de todo los acont cimiento , pues han sido la contra eña de todos 1 partido y la expresion del s ntimiento público. Su gén ro comprende todos lo gén ro , porque una son deYo­ta y otra han ido e crita contra lo monje y los priore ; las hay sérias y las hay buTl ca , las ha, - nemiga 6 aduladora d 1 pod r, la hay con. jera magnánima y las hay viles y ha ta sucia . TOMO IV. 16 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 222 LOS GBA~])ES Lfn.IOOS ESPAÑOLES. --··--------·- ..... --······-···--·-----------·-··---------·--·---····---------·-···--·-···········-··-----·-··-- "Razon tuvo el poeta frances que dijo: Filie aimable de Folie, La Chwnso"" naqui parmi nous: Souple et 1 gere, elle se plie Au ton de! sages et des fous. e habia r ye , tuvier n 1nuy lla .. ; y durant Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LíRICOS ESPAÑOLES. Ah! C(a ira, C(a ira, Qa ira! Les aristocrates a la Lenterne. Ah ! Qa ira, C(a ira, C(a ira! Les aristocrates on les pendra. 223 " Se dice que el 9a ira era l aire de una contradanza á la moda, pre­dilecta d faría Antonieta, la que é ta o ó cantar cuan lo la conducian al patíbulo. .La carmafiola, com¡ ue ta en 1792 cuando Lui ~,...VI fné nce­ITado n el Temple, era cantada n torno de la guillotina. Par e que u nombre fué t01nado de Carmañol , pues los franceses habian triunfado en esos dia en Saboya. Madame Veto avait promis De faire égorger tout París; Mai son coup a manqué, Grace a nos cannoni '. Dan on la carmagnole. Vive le son! vive le son! Danson la carmagnole. Vive le son du canon! caucione u air t m­u 1 Reina del mundo ¡ oh Francia! oh patria mia ! levanta al fin tu frente llena de cica rice . El e tandarte de tus hijo se romp16 sin que á tus ojos su gloria aparezca menguada. Cuando la fortuna ultrajaba su valor, cuando caia ele tus manos tu cetro de oro, tus mismos enemigos d cian : " Honor á los hijos de la Francia!" Y respecto d 1 . eg1.mdo dijo: Iguales en proezas, frances, inglés, belga, ruso, aleman, pueblos todos, formad una santa alianza y daos las manos. Pobres mortales! tanta iras os fatigan ...... uncidos al ca.rro del poder dañais á. los demas. Débil rebaño, indefenso, pasais de un yugo pesado á. otro más cruel. Pueblos, formad una santa alianza y daos las manos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 224 LOS GRANDES LíRICOS ES;P AÑO LES. --······· ····-··-·································-················-···-·········-····--·-···-.... ·-···············-····--·-·····-········-·-·········-····- " Aunque Béranger imuló la embriaguez y se abandonó á las chocarre~ rías de lo e.::critores populares; aunque pintó el amor como deleite y se interesó por las pasione m zquina , hay en el fondo de su cancion una razon profunda y una ironía terribl . Él mi mo e alabó de no haber adu­lado sino á la de gracia." Bérang r s la má e acta per oni:ficacion del pueblo france , pn blo frívolo y profundo7 vali nte y loco, que corre hácia la muerte con el canto n lo labio , y que seria capaz de encerrar todo el univer o en tma átira, i pudiera. "Los france cantan mal, p ro comprenden lo que cantan, quizá. por lo que ha dicho Lamotte : Les vers sont enfants de lyre; D faut les chanter, non les lire. "Hay muchos cantos en dial cto breton, que se dice fué el lenguaje que hablaron Breno y V reinO" tort . E ta ca.ncione on mitoló~ gica , hi tóri a , domé tica , de amor d r ligion, ti n n concordan­cia con la trailicion lel paí d 'ale , de la 1 cocia y de la. Irlanda, lo que pued . mninistrar mucha luz ¡1ara la hi toria de la co tumbres, st·ts, como n 1 e tuche de un experto joyero. El murmullo de u voz era suave, más suave que el canto de la tórtola; su onri a brillaba como el pdm r rayo de la mañana y la gloria de u belleza se difundía al través de la Bosnia,, uel Montcnegro y de la erzegovma. " Dan á sn narra ion e épica -alguna d la cuale ti nen ha ta mil y quini ntos Yer 'O,_ 1 nombre de tavorias, de Tavor, antiguo dio de la bu l'ra." Damo tradu ida por no~otro en ver o ca tellano la tnuerte del jeduque abri 1 : Ven á mí, yo te llamo, enil águila blanca¡ ro, Yapol, que mil vece Te he dado en la cam pañl\ Del terrible panuuro La carne ensangr ntada. De muerte e toy herido; Pero ántes que la garras De tu hijos vorac s n-re arranquen las entrañas, Préstame genero , Senil águila blanca Ur. ervicio, y perdona. ¿Burlarás mi esperanza? nn morral, yá vacío, Coge en tu pico y marcha En busca de mi hermano -Ay! Jorge de mi alma!­Le dirás que me vengue, Pues que suya. es mi causa. Eu mi morral babia, ÁO'uiln, doc balas, Y n mi red r t rididos Doc panduro hallas; Pero eran trece y dióme Botz<ü por las espaldas ..... . E te li nzo bordado, Que lodo y sangt·e manchan, Coge tam bi n y llévalo A mi angélica Ka va; Dímele que la adoro .Y que s su 'a rn1 alma. Llevó el morral á Jorge La fiel aguiJa blanca, Pero lo halló beodo, Sin curar e de nada; Y cuando el lienzo quiso Dar á la hermo a Kava, Encontróla contenta Y con Botza.i casada. LA NIÑA Y EL PEZ. Una niña, sentada en la orillas del mar, habló así: -¿Hay algo que sea más vasto que el mar? ¿Hay algo más querido que un hermano ? ¿Hay algo m&s dulce que la miel? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~OS GRANDES LÍRICOS ESP A..ÑOLES. Un pececillo salió del agua y contestó á la niña : -El cielo es más vasto que el mar. El amante es más querido que el hermano. El be o es más dulce que la miel. 231 fragmentos de po ma qu e remontan hasta e_ iglo ... rii d nu tra éra, líri o· lUlO tro épic , pero todo muy pare-romances e pañole . El má anti~=;uo d tod e é te: En medio de los montes y de las selvas vaga un ciervo. El ciervo salta, corre por lo valle y lleva mu. léjo su cuerno ramo o . Con sus ramo os cuernos entra en la espesura y e lanza en medio de los bo . qnes. Un jóven aga en la montaña; l:ínzase á duras luchas al través del valle y levanta las armas atrevidas. Con sus atrevidas armas disipa multitud de enemil'l'o. Huye, oh jóven de la montaua! De improviso, los enemigo salvaje se arrojan sobre él; obre él de impro­viso gira.u su inie tros ojos, cEmt lleant s de cólera. Le hieren el pecho con las furibundas hacha , y el bosque repite ns doloridos aye!'l. u alma va, el alma dulce del jóven! e e e pa por su hermo o cuello he­rido, por u hermo o cuello, por sus ro ados labio ! Allá yace tendido! su alma sale con la C' líen te sangre que se e capa ...... él mi:mo bebe ávidamente su caliente angrc. Todas la jóvenes están llenas de dolor, 11eno de dolor u corazon. 1 jóven repo a en la fd, tierra; 1 encina tiende -'Obre '1 d de sur. íz ha la su r mas, y ~ u h jns se e ·tienden como p.'\bellon. El cier'T vaga. con u ra­mosos cuernos, se lanza con rápidos salto y levanta el e b lto cuello hácia el foll ,ie. De lodos los punto· de la selva acuden :i. la encina los gavilane , todos con las aln tendidas; todos graznan ~n la copa de la encina. El jóven cayó: cayó por el m puje de su en migo . . Junto al jóven llor, rán todas las doncellas. Goethe tradujo 1 canto que igue: Un sopl del viento sal del bosque y una cloncella se dil'ige al arroyuelo. La don ella saca agua. con un cubo ceñido de hierro y la corriente lleya hasta sus manos un ramo oloroso, de violetas y de rosas. La jóven dijo: -"Flores preciosas, por saber quién os sembró en la fértil tierra daria gull­tosa mi anillo de oro. ce Hennoso ramo, por saber quién te ha atado con corteza fre:ca daria gustosa la punta de mis cabello . "Hermoso ramo, por saber quién te ech6 en el arroyuelo daría gustosa la guirnalda de mi cabeza." Y al inclinarse para coger el ramo, cayó en la helada corriente ! Ay de mí ! Las epopeyas de lo bohemios se ocupan de las luchas entre la raza slava y los turingio , dos iglos ántes de hacerse cristianos, cuando ado­raban aún las aves de rapiña y los árboles, y bacian la guerra á las tribus Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 232 LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. sacrílegas que cortaban las encinas y arrojaban de sus nidos á los gavila­nes. Otras ver e: n sobre la guerra de lo bohemios con Polonia en el siglo XI, otras obre la mi rías del siglo XIII, y otras tratan de la in a ion mogola de los gangi kanida.s. Tenian varitas adivinadoras, las que consul­taban en los tranc s olemnes. Damos dos 1nuestras más de poe ía bohémica, tan dulce como senti­mental: FRIO EN EL COltAZON. Est:1ba nevando el dia de San Jorge y ningun pájaro se veía volar. Una her­mosa jóven, seguida de su hermanito, iba con los piés de calzos por valle y lla­nur- as. Todo estaba cubierto de nieve y la jóven llevaba en la. mano sus zapatos. Dijo el hermanito:-¿" No tienes frío en los piés"? Ella le contestó:-" En los piés nó, pero sí en el corazon, y no es frío de nieve : lo tengo allí desde que mi madre me casó con un hombre á. quien yo no amaba. Félix Franci coni tradujo en italiano la cancion amorosa que sigue:. Excel o sol de la patria! Sobre tu rocas surge altivo, oh poderoso Vi ·egrado, terror del e.·tranjero! • A tu piés la mag stuo a :Moldavia ve rodar us olas, y el cé ped de sus costas convida con su dulce ft·escura. Allí la suave noche alterna entre el júbilo y el dolor; allí el ruiseñor canta-ya alegre, ya triste-los afane. del corazon. Ah! i tuviese yo ¡oh selva! las alas y la voz de tu cantor, volaría hasta las sombras en donde mi bella se o laza. Valle , mont , bo ques y prados, todo de pierta amot·, y á. su poder mágico cede el corazon de todas las hermosa .. Amada mia! tambien en tu semblante brille una dulce sonrisa y oye al fin piado a mis suspiros de amor! " Polonia, n m s, dime: tá dónde hnyeR l Dime: t á 1l6nde vas á cnntnr por la. noche f i Va á lisonjear los oitlo de ott·n 1 t V ns á. adormecer otros ojos que no son los mios, ojos 11in sueño, sin reposo, sin f.!licidad f ¡Vas á atrnve nr cien comnrcm'\Y Bien 1 á tu vuelta me dit·ás . i PO In ciudnde y en la alclens, en los valles y en las colinas encontraste una amante tan iiesgrnciada -como yo. He llevado un collnr de piedras preciosas, br·illnnte como perlns, y una sortija. Eran regalos de mi amado, por·que yo nlimentabn en mi pecho por él un amor profundo. Vino el otoiio, el collar se de ató; la ortija cnyó en el suelo y se pet·dió .... Así desaparecieron las breves alegrías de mi alma 1 " Ningun país puede alabarse de po r cancion populare tan her­mo a como la Gr cia moderna. un cuando su literatura clá ica. murió con la opr ion, l canto ha vivido ntr . u bij de graciado e n la fnerza de lo que, más que todo , recibí ron del cielo el scntimie1 to xqui-ito de lo l)elJo. "La poesía. popular en Grecia," dice Fauriel, "no lle\a nombre de autor ó lo lleva fingido, lo que prueba qn allá no compon n vanidad ino por nece i lad que el m oor premio d 1 cantor e u canto mjsmo. El e tilo varía segun la poesía de la llanura , de las monta- a y Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 234 LOS GRANDES LÍRICOS ESP A~ O LES. de la i la , in que se pueda d cir cuál es el má bello de todos. En Janiua lo curtidores componen canciones que recorren luégo todo el Epiro; en lo campos las hacen los pa tores. Las mujer componen las elegía fúnebres, que re\elan una tristeza afectuo a. La canciones gue­rrera ~ou del el fta mismo ó de los ci gos qn r corr n l paí y viven de la armonia como lo. antiguos rapsoda . Allá, no se
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Anales de la Instrucción Pública en los Estados Unidos de Colombia - N. 20

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Anales de la Instrucción Pública en los Estados Unidos de Colombia - N. 21

Por: | Fecha: 01/01/1882

TOMO IV. Junio de 1882. NUM. 21 ANALES DE LA INSTRUCCION PÚBLICA EN LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA. LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES POR FELIPE PEREZ. UNIDAD É IDEN1'1DA1> INTRÍNSECAS DE LA POE ÍA. (Continuacion). Complementamo e tas ob ervaciones con lo que el insigne literato Li ta di e d l sentüniento de la belleza, u l principio de i1nitacion, de la subli?nidad, de la JJOe [a conside¡·ada corno ciencia, de la 81.tpue ta mision de lo poeta , de las costurnbres en. la poesía . de la importancia del e tudio filosófico de las humanidades, que e un r úmen completo de las reglas del arte literario visto é te de de la altura de la ciencia. " Grande afan s y vigilia han consagrado los filósofos al estudio de la facultade del alma que tienen por objeto la generacion, la e presion y la doduc ·ion de nu tra ideas; pero son pocos, muy pocos, lo que se han d dicado al tudio de los entimiento . Se han hecho progre os muy apreciables en Ideología, Gramática y Lógica. No pued decir e otro tanto de la ci ncia de la afecciones de nue tra alma: contento con reco­nocer y · ntir u exi tencia, solo han bu cado lo medios de contenerlas dentro de los límite de la razon por medio de la filosofía moral. "Tánto empeño en un trabajo y tánta negligencia en otro prueban evi­< lentemente que la primer ciencia es mucho má fácil que la segunda, y que hay medios má expeditos para ob ervar atentamente los fenómenos de la inteligencia cuando investiga la verdad, que los de la voluntad cuando busca el bien ó huye del mal. " Añáda e á e to que concurren frecuentemente de tál manera, que suelen confundir e la ideas y lo sentimientos. En lo estudios más abs­tracto , el de matemáticas por ejemplo, hay por lo ménos un sentimiento que nos guia, y e el de la curiosidad, que e innato en el hombre. La curio idad satisfecha es la fuente del placer que experimentamos cuando hemos ntendido y resuelto bien un problema de Geometría ó de Mecánica. Pero otro placer de diferente especie e el que resulta de comprender bien una teoría entera, contemplando el enlace maravillo o, el encadenamiento TOMO IV. 19 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 270 LOS GRANDES LÍRICOS ESP .AÑOLES. ··--···-··············--···················-··-·······--·--······-·····- .... ·······················-···········-·······------·- ·······-·-··· .................................... -- bien concertado de lo di ver os pensamiento que la componen. El si te a d la atraccion newtoniana que sometió á una ola y única ley todo los movimientos planetario , e el ejemplo m dor que pu d I resentarse de la belleza de la verdad; porque es impo ible estudiarle y abrazar con l n ­t ndimiento toda u part sin sentir una impr sion d la mi ·roa e pe ie que la qu ca u ·a tm h rmo o edificio 6 una e celent compo, ieion l)Oéti a. ' E te placer qu entimo al per ·ibir muchas eru· d nlazada ínti-mam nte entre í pro de del ·entimiento de la belleza, inn< to como l de la curi i.dad, com l o ial, como l religio o en el alma humana; por ue ba ta u un entimi nto, que una facultad sea comun á todos lo hom­br , r que en todo ohr de una mi ma manera, para inf< rir legítilna ­m nte que e connatural u n otro · ; y pu no ha ning .. nno in en i le {t 1( im¡ r ion de la beltlatl, ueb mos mirar l placer qu de u contempla,­ci n r ulta como in] ren ú, nu trc natural za. "Al entimicnt de la b )ll za e ignar n los latino con la, \Ozjudici-um, di cernimiento; lo· pu blo mod rnos le llaman g'u to . .Amba voce 01 d :D ctuo : la prim ra por ., r harto vaga, y por den ar una op ra ion puram nte intel ctual ; la e unda e tra ladada metafórica. S rá pr - ci o u arla para conformarno al l nguajc e mun. "L difer ncia entre l id a l . ntimi uto ra on r ultado d 1 tr bajo d l alm ; la o·un la. ct:D • ·ion dad u a . Por te m tivo con e mo, t· u i n la en ra ·i n, combina­cion y d d ccion de nue tras idea , hcmo hecho tan poc progreso en la teoría e los entimi ntos, que e. por uecirlo d pa" o, la piedra de e cáncl lo e tre la d cta d filo.·ofi::t re ional que dividen hoy la repú ·ca de las iencia . La análi,L, qu tan f lizm nt e aplica al e tu­dio d 1 :idea ";_ _ 1 l guaje perfe cionado, ue tan m tódi ·am nte repre-ent:?. J aquella análi is, no on fácile de emplear en l tudio ele la afec­cione' el alm . El ntimi nto es un ga que e e apora cuando queremo epararlo, ó un rayo que recorre en tm olo in tan e toda la ten ion del firmamento. lo Quién podrá d tenerlo ú oprimirlo para om t rlo á la lenta opera ion de nue t:r;. inteligencia . " Y sta dificultad e hace mayor en l gusto, porque su objeto es la belleza, cualidad aérea, impalpable, en ible solo al alma, p ro que parece que huye de nosotro como la maripo a apénas qu remo analizarla. ¡ Cuánta veces la sentimos sin que nos ., ea po ible definirla I ¡ cuántas ni aun podemos expre ar el sentimiento que nos agita al contemplarla! " Sin embargo, en la ciencia de la poe ía, a í como n toda , e men - ter partir de un punto conocido, evidente, de un h cho at tio·uado por nuestra mi ma conciencia, y este lo tenemos. Exi ten en la naturaleza alg1.1nos séres, algunas combinaciones de . éres capaces de excitar en nuestra alma cierta ensacion de plac r, que ni pertenece á los sentidos, ni á las demas pasione conocidas del ánimo, sino olo á la imaginacion halagada. Llamamos belleza á la propi dad que tienen aquel1os ére d e citar en nue tra"imagina i n, y • olo n lla un gozo tra quilo y agra.- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. 271 --····-····-····-·········---·!": .................... .... .......................................................................................... ......... ............................... - ........................... ............................... -..... . dable, 6 bien una conmocion vehemente que no eleva por medio de la admiracion á una region int lectual6 moral má noble y grande que la que comunmente habitamo . Las palabra de que no hemos valido para explicar el hecho fundamental de la ciencia poéti a, i no son las má propia , son en nue. tro entender suficiente para caracterizar las diver a impre iones qu cau an en no otro lo objeto bello y sublimes de la natural za. "El placer producido por la belleza perten ce exclu ivamente á la imaginacion ; y de ahí re ulta que solo la en a iones de la vi ta y del oído on la qu , proc di nr sino en un punto indefinidamente p qu ño d ~ un obj to. El de cada uno do lo punto inmediatos ha de ser preci amente divcr o, porque pre­senta al rayo do luz que en él e quiebra una snp l'ficie diversamente iuclinaua. La dift r ncia será muy corta á la ver! Á la poesí~ u civilizacion misma. Díganlo las fábulas ingeniosas de los griegos que atribuyeron á la lira de An:fion la construccion de una ciudad y á la oz de Orfeo y de Arion la potestad sobre lo ri co , á.rbole y 1nonstrt os: -esto es, sobre los hombres feroces y bárbaros, má durns que lo peña os y las alimañas. Díganlo los bardo de lo pueblo setentr·orl les, que suavizaron su co tumbres con u cantos; díganlo los himnos r ligiOf:os de los hebreos; dí~aulo, en fin, las nacione bárbara de cuoi rta y risi­tad s por Cook en las i las de Oceaní.. y en la qu yac ~u · re .. .n al e tre ho do Auiau. En toda pa.rte e han e 'leura lo, · ('elebran se celebrarán con Yer os la relirrion, las virtud , el valm· r l o~ .. ·entimientos má tiernos ó má ublime del corazon humano. Exi. t~, 1n , n lll<.~m­bre la facultad de poetiza·r, y pue es general, forzmmMe te ha de ser innata : u oríg u es l insti to del pl· e r, p ro u ef cto n la ' oci~lad ti ne un al ance dificil de medir á pri ra vista; pu s á nada n1énos se dirige q u á ua Tiz. r la co. tumbr in n rva las alma', ~· á f. rtal er el corazon quitáwlol la dureza de la bnrbari . " E 1nuy pro < bl que la mú ica · la. 1 e ía fu ron h 1m a na gemelas. El idioma de lo pueblo primitivo ra pobre, at ndido 1 corto número de idea de lo qu lo hablaban; p ro ra enérgico, ac ntuad , armoni o, pues debia repre nta.r p· iones fuertes y frecu ntcs conmocione d la fanta ía, qu e ag·ita má en los hombres ignorant , )ara quienes todo es nuevo, todo e - digno de admiracion. No era dificil adaptar á un len­guaje de eota especi lo tonos mu icale que naturalmente produc la voz humana aeompañad·1 de algunos instrumentos que lo imita en. ''Su oratorio nació de la poesía mi ma, ó por n1ejor decir, e confundió con ella durante e. primer período de la civilizacion; pero no con tituyó un arte separado, ha taque los pueblos tomaron por guia de sus acciones y de sus juicios á la razon con preferencia á la imao·iuacion y á los afe - tos. La introduccion de este nuevo elemento, el raciocinio, ep ró las dos artes; pero no tanto que no admita la elocuencia, aunque con cierta so briedad, lo ornamentos de la poesía. "La arquitectura, como arte de necesidad fué por lo ménos co tánea ; pero como b lla arte 1 s fué posterior. Hay mucha diferenciad~ la cabaña de los cazadores y de las tiendas de una tribu nómade, al P rte:aon de Aténas ó al templo de Diana efesina. " La pintura fué muy posterior á la poe ía, y la escultura en u e.stado .de perfeccion lo fué á la pintura. Los instrumentos de que se valen sta dos artes suponen yá un grado bastante superior d prosperidad y de .conocimientos en el pueblo que las cultiva. "La diferencia e encial entre las bellezas d la nanu-aleza y la del Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍRICOS ESPANOLES. 279 arte con i te n do principio : el uno e que las prim ras se prc en tan p r í mi ma , y n la· otra e visible el de ignio del arti ta. La naturaleza nos ofrece el p ·táculo de un hermo o jarilin, de la mar embrav cida, d 1 alma sublime luchando con la f, rttma. El pintor no lic : Yo representaré esos cuadros por ¡,wdio de colores, sombras y luces'; y el poeta: 'Yo pintm·é con palabras todos e. os objetos.' "El otro principio de diferen ia : que la b lleza de la naturaleza on origiual ~ y la d 1 art olo on u ii litacion, u r fl d • Ma no se crea por e o que el art s un m ro copiador, m1 mero retrati ta. E obli­gacion suya perfeccionar y mbellccer la natural za. El po ta el pintor deb n l'(unir en el obje o qu de ·crib n tod lo. ra.·go. d b U ,za qu pn d~ n convenirle . Por e o Juv nalllama poétictlt á una t mpn tad muy honoro a : ...... Si cuando po ética swrgit tempcstct!. ' D' toda maneras ·i m 1· cierto qu e i. •u t . ·u·ti. ·ta un ci rto éua · la y mos 6 h: ·m · • u título, i '· eompo. iti u lit ·rarü . -'an ·u bu •11 <'ft ·to ·e n - •e:itan, pu , do COIHli ·ion : prim ra, que ·1 1 arti ta n d cribirlo. ; y coro ,ntónce uo no in piran ni mi do ni horror aque­lla opi , . citan el entimi nto d 1 placer que los mi moa obj to nos cau arian i no no atemoriza en. " Puede decirse lo mi 1no de los objetos a. quero os i Nó. Confe amos no tener l .·tómago ba ·tante fuerte para complac rnos en la fredissima proluvie de la arpíac d. Vi g'lio, ni n ciert pa nje de la noche d los batanes d l uijote. elebrar mos cuanto e quiera la habilid. d del pincel d Cervánt s; pero no aplicaremo la ista ni la fanta ía á aquella parte de su cuadTo. ' Por qué no no.' gu ·tan n la cena lo e ractére nt ramente vil porqn ·on a . lPro ·o·; y excitan la náu 'ea moral. Y por el contra­rio, v mo 1 r trato d un tirano y áuu entimo 1 terror facticio que no inspira con ierto placer. Pero un tirano es un mon truo, un hombre vil un escuerzo. " Veamo ahora en qué con i te la belleza d l d i crnio arti ta: e to , lla art . , "Y x.i tiendo regla y prh cipio ci rto para la construccion de las frases en el l nguaj , para la combinacion de lo "Onido en la mú ica, para la, proporcione. de la geom tría, para la mezcla de lo color para la repre enta ion d la pcr pecti vas en la pintura, nadie podrá n gar que el instrnm nto le ca la arte supone una cienda particular para su conoci­miento un arte re p cti-vo y regla competente para la práctica. ".Aca o no tendrán dificultad en confesar e tolos que quieren jntrodu­cir la anarquía en la república de las b llas artes; acaso concederán que el pintor necesitad la geometría descripti a, el po ta de la gra ática y el mú ico de la ac(, tica e toe , que ti nen necesidad de conocer, no estas ciencias en toda su profundidad exten ion sino los principio generales que sumini tran á la artes. Pero lo que ellos quieren que sea mirado como un dogma inconcuso e que el sentimiento y expresion de lo bello y de lo sublime en cualqui r arte s obra cxclu iva del genio y de la inspiracion; en una palabra, que la belleza no e tá ometida á regla y que no hay ciencia. de la b ileza. " \..mba a· rcion . on in xa ta : la primer, , p rqu i bieu la regla Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 284: LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. no pueden servir para crear los pensamientos de una composicion, ayudan infinito á eYpresarlos debidamente, mostrando los escollos que deben evi­tarse : y la segunda, porque no hay sentimiento alguno del corazon huma­no que no pueda y deba ser objeto de las investigaciones de la filos(}fía racional, y por con iguieute que no produzca un ramo de ta va tí ima ciencia. "a, Exi te en el hombre el sentimiento de la belleza y de la sublimidad Y ¡Hay en los objetos de la naturaleza ometiu á u u tra contemplacion cualidades en virtud de la cuale .xi t n en no otro la impresiones de lo bello y de lo ublime 1 lo Posee l hombre la f: cultad de tra mitir á sus semejant por diver os medios y con lo . PerQ el instinto e uua norma muy poco · gura en la na ione culta que e tán yá e ·e ivamente leja­na del ca,ndor é ingenuidad de la natural za. Adema , los pu blos civili­za< lo qni ren filo ofarlo todo, por qué, pu le ha de impedir el dere ·ho de raciocinar · rca de la.· fn nt . · de n plac r intelectual , ' Horacio, que no cr ia nficient ¡lara la bondad <1 una compo lClOn algun ver os ó de crip ·i n {! licc , r umi toda e a do trina cuan-do djjo: Rmn tibi socrat-icre pote'rttnt ostendere chartm. "En efi cto, 1 estudio del hombr , objeto principal de la filosofía de Sócrate , e el grande au iliar del genio p ético. Sin aquel e tudio la in - piracion ruda, como la llama el mi. mo Horacio, no I odrá dar {a, luz belle­zas de primer órden. "Ya es ti mpo, pues, de que cese esa nueva preocupacion nacida en nu tr . día , qu upone inútil el estu lio y las regla para sobre alir en lapo" ía; y i mejante delirio no podría ni áun decirse de un pintor, de un mú ico, ele uu arquitecto, t, cómo se toleraria que s dijese de los que se ~j rcitan en pintar y en de cribir por medio del lenguaje' Porque el ob­jeto de todas las bellas artes es el mismo: y ~por qué no ha de er nece­sario para la má noble de todas el estudio que lo es para las demas ! • . . . "Animis natUtm inventunnque poenw. juvwndis." RORACIO, "No deja de ser bastante ridícula la pretension de alguno de Jos cori­feos del nuevo romantici ·mo, atribuyendo la facultad de poetizar á una mision recibida no se sabe de quién, pues aunque citan la naturaleza, el genio y la inspiracion, no por e o es mejor conocida la autoridad que llama y elige al poeta. Nosotros abemos que el genio, auxiliado por la instruc- TOJ.\10 rv. 20 Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 286 LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. cion, enardece la fantasía, le presenta cuadros originales y animados, le enseña á vencer los obstáculos y á expresar dignamente lo que ha conce­bido. La inspiracion en las bellas artes no es otra cosa sino el calor y la osadía de los sentimientos que elevan el alma del artista {t una esfera nueva, desde la cual descdbe Jos objetos qne en una situacíon tranquila ni áun podria descubrir. Tambien sabemos que 1~ naturaleza excita al verdadero poeta á cantar lo que siente y lo que imagina, no solo para sn complacencia propia . ino tambien para la de la sociedau eu que vive. "Esta teoría e· clara y nada misteriosa cuando e definen con exac­titud la voces. Más no abemos cómo pu t.la llamar e mision el impul o natural á describir las bellezas de la naturaleza, ft pre entarlas bajo el aspecto más ventajo o, á concebir y expresar ideas originales, vigorosas y sublimes. La mi iou supone una autoridad que en'Oia y que tmcarga la ejecucion de una co a. ~ Cuál es esta autoridad! ¡La naturaleza t Pero la naturaleza movió igualmente á hacer v r o á Homero y á Querilo, á Virgilio y {t Bavio, á Boileau y á Cotin, á Calderon y al mae tro Cabeza , el más desatinado de nue tros poetas cómicos. ¡Por qné la naturaleza imprimió tan fuertemente en el ánimo del gran Cervantes el deseo de ver· siftcar, aún despues que, desenga:liado, solicitaba · la gracia que -no quiso da?'Ze el ciclo '! "¡Y quién tenia más derecho de creerse enviado para ser poeta que el autor del Quijote, dotado de la imaginacion más vehemente, más rica, más variada que ha vi tola república de las letra 1 " Los griego y los romanos que tenían un dios de la poesía, nueve musas, 1ma dio a de· las ciencias, un Parna o y una fuente Ca talia podían creer en esa mision. De ahí las expre iones est Deus in nobis, in'Vitá Mi­nerva, aspirate canmtti, ?n/usarU/m sacerdos, y otra. semejant que se hallan á cada paso en los poetas latino . Ovidio, Virgilio y lloracio podían creer­se enviados de Apolo, sacerdotes de las mu as, inspirados por un dios, así como César creia en su fortuna y Bruto n su mal genio. Pero nues­tras creencias no permiten semPjante suposicion; y cuando nu tro poetas, tratando de asuntos religiosos, in\ocan la a i tencia de los séres sobrena­turales, como los ángeles, los santos 6 la Divinidad mi. m a, no es para con­seguir una inspiracion especial del cielo sino para expresar dignamente las que ya hemos recibido de la fe. " Se ha querido comparar l.a inspiracion poética á la que recibieron del mismo Dios los profetas y autores inspirados de los himnos y cánticos de la Escritura. Esta pretension, que si se manifestase sériamente podria llamarse blasfema y sacrílega, es l)Or lo ménos soberanamente necia. Los escritores sagrados recibieron verdaderamente una mision j más no por­que sus composiciones sean poéticas se ha de inferir que todo poeta es tambien enviado. Esto merece alguna explicacion. El tono de la Biblia es generalmente sencillo en las narraciones, ner- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍRICOS ESP ARO LES. 287 ---·-············································--·······························-········ ..................... _ ........................................................................ vioso y severo en los consejos morales, enardecido, vehemente y sublime en los cánticos y profecías. La inspiraciou divina era en cada uno de estos casos lo que d bia ser at ndido el objeto de la obra, á saber: dar noticia de los hechos pasado , 6 instruir al hombre en sus deberes, ó ajus­tar á la música las alabanzas del Altísimo, ó de correr al género humano el velo de lo futuro. Así ni el Génesi , ni el Levítico, ni lo libros de los Reyes, ni lo Sapienciales son poéticos. Toda la pompa de la poesía se reservó para lo~ cántico .. , lo que á uadie causará extrañeza, y para las profecías qne por ·u carácter particular exigen tambien el lenguaje de la imaginacion y de los sentimientos. "En efecto, un hombre que de'= cubre en la edad V'enidera uceso que interesan á su nacion, ó lleuos de maravilla y de mi terios, no pu de expresar en el idioma tranquilo y o egado d 1 raciocinio. Era imposi­ble que Jeremía vaticinas . sin lágrima la próxima ruina de Jeru alen, ni que entr viese in grave conmocion de n fanta ·ía el gran mist rio de la pasion, simbolizado tambi .u n aquel snce.., o. Jsaía evangeliza más bien que profetiza los sufrimientos del nombre-Dios; pero su estilo, muy difer nte del de Juan, parti ·ipa del pasmo y del dolor que la cont mpla­cion del gran sacrificio icio o del iglo. em jan tes 1 cucion corre pon den muy bi n {L la pr untuosa osadía que ·e va haciendo de moda en todas las cla es y pro.ÍI iones. " La verdadera mision del poeta es la que le designó lloracio : anirnis juvandis, (nxrear el ánimo), y todo el que la cumpla dignamente tendrá por bien empleado el trabajo y el tiempo que le hayan costado srís compo­siciones. Este objeto es muy noble, pues aumenta, sin menoscabo de la virtud, la. corta masa de placeres que es dado al hombre gozar sobre la tierra. "Pero algunos nos opondrán una objccion que no carece de fu rza. ' El objeto, nos dirán, que habeis atribuido á la poesía e harto frívolo y mezquino. Esta divina arte con el hechlzo de u. forma , con la magia de la versificacion, con la sublimidad de la idea da, por decirlo así, una nueva vida á la verdad, y la hace acc sible no olo al entendimiento sino á la fanta ía y al corazon. Hay verdades, como on las morales religio as, que en vano serán conocidas del hombre si no e le hacen amables, y e te debe ser el objeto, la verdadera mision del poeta, obligando á la sociedad á que ame la virtud y le rinda sus homenajes. Un verso feliz graba mejor nna máxima importante de moral 6 de política que un tratado científico de cualquiera de estas ciencias.' " N o quiera Dios que. nosotros desterremos la virtud de la poesía, 6 que aplaudamos á los que abusan de este arte para hacer descripciones inmun- Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 288 LOS GRANDES LÍRICOS ESP AÑOL~S. ···--·······--·····································-·····························--------------···----····························-·········· ·-·················-· ........ das ó para inculcar máximas inmorales y pernicio as. 1\iá diremos: no puede haber belleza en una composicion contraria á la buena costum­bre , porque la tleformidad moral es la mayor de toda , y basta á destruir todos los ra go bellos del cuadro mejor acabado. "Má no por eso hcmo de tra tornar los principios, ni colocar los que s lo son corolarios al frente del sistema de doctrina . El objeto primario d la bella. arte es agradar; es halagar la imagi11acion del hombre con la de cripcion d la belleza. Para con eguir e te ohj to n la pintura de las a cione , costumbr s y sentimifmtos humanos, no puede prescindirse de la vi'rtnd; a í e una consecuencia nec saria, pero no un principio, en las compo iciones poética , el re peto á la moral, la exprc ion enérgica de lo afi cto virtuo o , l embellecimiento d la máxima noble y genero­sas; en una palabra, el triunfo de la bondad y la d te tacion del vicio. ha qu rido di ·culpar la inmoralidad d alguna compo icione di i ndo qu 1 autor no se ha propu sto n ñar la bu na o tumbi'CS ni pr ntar un modelo de virtud, ino un cnadro arU ticamente p rfi cto, Ult invento de la imag·inacion. N o otro d cimo u e todo lo que produz­ca fi to contrari á la moral malo y d forme n lit ratlll'a. "E vid nt qu la bJio·aciou d 1 arti tan r roclamar lo gran-d •s principio de la moral, ino halagar la fanta fa on la imitacion de la bell za esparcida entre todos los sére tl la natural za. o t ebe equivocar el principio con el corolario; p ro talla uní u que tienen con la belleza la v rdad y la virtud que e ta d cnalidade on condi­ciones esenciales de lo bello. "E ünpo ible pr sentar al how bre á lo ojo de ot1·o hombre in que e te e p ctáculo deje de producir un efecto d t rmina lo. i l ~fecto es malo, no pued di culparse el artista con d cir qu olo 1 intó 1 ara agra­dar; porque el bia aber qué clase de in piraci n babia ele producir ·u cuadro. E ta in ·piracion s on iempro análoga á la que iutió el alma d l arti ta al q¡nponerlo. Cuando Voltaire cribió u ~ xecrable Doncella conocía muy bien las impresiones que babia de .. u ar n u lectore ; y lo que es má , quería producirlas. El autor del .A.ntony manifiesta en 1 epígrafe de u obra que no ignoraba el daño que hacia con ella á. la moral pública y á su propia reputacion. "Pero se nos preguntará: '~Estas obras, consideradas no mas que artísticamente, son bellas~ ' N o, será constantemente nue tra respuesta. Jama tendremos por bello lo que degrada y envilece la humanidad; lo que reduce al hombre á la condicion de los bruto ; lo que excita tolas las pasiones bajas y ruines; lo que aniquila el principio de la inteligencia; lo que acaba con la confianza social, con las creencia nacionales, con la fe individual, con la virtud, con el honor, en fin, que e la virtud del h mbre en ociedad. Ridiculizar lo que hay má agrado en lo pueblo , romper lo vínculos en que estriba la moral univer al, nunca puede ser un mérito artí tico, aunque el estilo, el colorido y la man ifa s an perfectos. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LíRICOS ESPAÑOLES. 289 ¡ Triste pinceles, malhadado genio, los que se emplean en describir nn albañal! ~Qué importa la armonía y nitidez de las frases con que s sumerg en el cieno la dignidad de la, naturaleza humana' ~ Ni cómo pue le interesarno el hombre cuando no se nos da á conocer sino por sus vicios y sus crímenes ? "Todas las descripciones de los afectos humanos obran en nosotro por impatía; y é ta, por decirlo de paso, es la única ilu iou que hay en el teatro. Sentimo lo que vemos sentir á otros. Pues bien; qué impa­tía podemo. tener con el mal ado si no nos hacemos tan mal ado como él o ba., remedio : 6 el efecto de la de cripcion e · nulo, 6 . perverso Y a.nti ocial; . en ste ca o p or que nulo, aun literariam,ente, pue en lugar d ver perfeccionado nu . tro er lo vemo de mejorado y abatido. 'La poe. ía, y eñaladamente la dramá,tica, pu ele y del)e pintar hs pasi ne , lo vicio ' y áun lo. crímeue. de los hombres : no á la verdL d calumnianc.lo á lo per onaj s couocidos n la hi toria, como e ha hecho con :María d Inglat rra y ·on 1 ray Luí · de L on; }}Ue 1 or d gracia harto comnue. ·ou y llan ido la maldade para que ea n ce aria la calumnia. ro ha d procurar el hábil artista que el re ·ultado d u plan y l ~f ·to 1 u obrL . ca hac ,rno odio. o el rím u, ridí ulo el vicio, t mi le · la pa ion . En u ·nadro . o lo d b n ir l mal como d una sombra biu1 •olo •ada para qu r~. alt el bi n. Es roen ."t r qu haya im­patí .. entre 1 h mbr virtno o y los per. onajes que e nos pintan; i no, ce. ará el iuter , y in interes e nula toda po ·ía. " 1 dra, adúlt ra é in e . · n sa, no iutere a. in embargo en Racin : ¿por qué~ por u r mordimientos. El crímen cometido in re ·i tencia nes, {t, la ¡>oesía, cuyo objeto es ag'radar. "EL Guadalhorce, p riódico literario de Málaga, en nn artículo excelen­te y escrito con mucha filosofía, cuyo título es El Oltlteran·ilmw, despues ele ha r el merecido el gio del genio poético de Góngora en sus buenas composiciones, le procJama por jefe de la ec.ta de lo culteranos, y añade: ' e difícil ·explicar cómo un poeta en cuyas primeras obras se admiran los rasg-os de un genio superior, la belleza en la expresion, la exactitud en las proporcione , y toda las cualidades necesarias para ser colocado, si no en el primer lugar á lo méuos al nivel de los más di tinguidos nom­bres qne han enuohlecido nuestro Parnaso, pudo caer en tales extrava­gancias y olvidar tan ingratamente aquellos mismos principios que le ofrecieron tánto triunfos y tánta gloria.' "En efecto, tiene sobrada razon el periódico que citamos. N o hay dos escritores más distantes entre sí que el Góng·ora de las Soledades y el de algunos romances, sonetos y letrillas. Son el mediodía en todo su esplen­dor, y la noche más o cura. Sin embargo, nosotros emprendemos buscar la ex:plicacion de este y otros fenómenos literarios de la misma especie, problemas que el autor del artículo ha abandonado, por no ser de propó­sito, á los que qui ran re"olverlo. " El siglo XVI produjo no solo grandes genios en todos los ramos de la. literatura sino tambien grandes humanistas, pero muy pocos filósofos. El To tado, Nebrija, Simon Abril, Arias }!ontano, y en general todos los Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. 291 que escribieron en aquella gloriosa época sobre gramática, retórica y poe­sía, lo hicieron copiando á Aristóteles, Horacio Ciceron y Quintiliano, sin elevarse al principio filosófico de donde ¡.;e derivaba la mayor parte de las reglas que promulgaron aquellos in ignes legisladore~ de las bellas letras; y no es extre1üo que pareciese incontestable en ellas el imperio de la auto­ridad cuando lo era en lo mi. m o estudios filo "Óficos. Fné conocida, pues, la belleza por in tinto é inspiraeion, no por exámen ni ra.ciocinio. Se sabia el arte, pero no la ciencia de la poesía. "Es verdad que al 'iglo del genio sucede comunmeute el de la filoso­fía; pero esto era imposible en E~¡mña. N u e tra ill~titucionc severas se oponían á la propagacion del e. vu·ittl filosófico y de exámen. Sacrificóse al deseo de conservar la pureza de la fe toda eRperanza de progreso inte­lectual. Temiérouse, . · no in razon, todos los infortunio" sociale que eran con ccuencia en otro países "11 1za, el in,·tinto I> ético convertido en id a las armonía (lcl m nudo físico é intelectual con el corazon r la fanta. ía del hombre, la deduccion, en fi.u, de las r gla ttrtí ticas d este importantes diseu~ione, , "On co as de conocidas ha ta la época que hemos señalado . . A. í l • qu , más ó méno.·, s ob erva extraYiale facilidad de ha r v r o·, ni el inm n o núm ro <1 lo. que publicó; jama hubi ra dado á luz in corregirla tanta eompo icion ·, plagada frecu utement de pro ·ai mo, de rndi ion indige ta y d pen ami nto fal OS Ó pu rfl S. "1~1 artí ulo qn hemo citado cree qu la co tumbre de scrihir pro a en ver"'o, introdu ida por I.Jop y aplaudida por u cont mporán o , indignó l genio np rior de Góngora, J' 1 • m Yió {t dirigir al xtr roo opu sto. :ro. otros ·omo de la misma pinion. Iluy ndo >za humana, cr ó tnnhi n •1 air Yehíenlo d lo "onido . n mi mo nt ndimi to • ol>er no né ·1 que e~· itó 1 hambre en 1 tómago rimitivo, cual es el del hambre. El niño recien­nacido iente la nece~idad de alimentar e, y la iente enérgicamente ; pero ni tiene id a de ella, ui del objeto, ni. de los medios de atisfacerla. Es claro qne i uo · le pu 'Íe e junto á lo labios el alim nto, creceria á cada instant ~ . u suplicio; pero sentiria solamente, no conocería. ~ Se satisface su uece idad' Queda contento ha ta que sienta de nuevo el mismo estímulo. Cuando el hambre le aqueja, llora; cuando e. tá harto, no piensa en el por,·enir. Sus lágrima y quejido en el p1·imer ca o, on el medio de que se vale la naturaleza para expresar el dolor de una nece idad no satisfecha : su imprevi ion en el segundo manifiesta que no tiene idea de cuanto pa a por él; no abe qué es hambre, ni qué e alimento, ni qué son l{tgrimas, ni qué e uolor. El instinto e de enYnelv , el entendimiento yace todavía dormido. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 296 LOS GRANDES LÍRICOS ESP .A.ÑOLES. "·Cuándo comienza á de pertar' Cuando yá puede distinguir las diferentes partes que le irven para nutrirse, lo labio , la lengua, el paladar, y la cualidad s sen ible del ama que le cria y del alimento que recibe. Entónc s empieza á adquirir idea muy importante para él, indi­viduales, e Yerdad, pu aún no tiene voce ~ con qué expresarla ·; pero de la cuales e da cuenta á í 1ni. m o. Entónces y á di ~tingue el en o qn lo nutr de lo dema obj to ; di tingue al ama de la 'an; no creemo qu tra alma cont nte con gozar: n e ita ad ma conoce~·. " Por e a razou 110 aceptamos la ugo Blair da de lo bello y de lo sublime: no hace ma qu lo ef3 cto · que can ·an n uo otro ; ó lo que es lo mi mo, a igna 1 h ·ho, y le da un nombr . E tono ba 'tapara ati ·fac r la curio ·ül. d. El hombr quiere i m¡)re hallar la razon uficiente, que ju tifiqn lo movimiento de su corazon r d u fant ía. D eir que es bello lo que agroda á nuestra imagi· nacion ... qu es sublim.e lo q1te ele a nue tra alma, pon r {&, una y otra á corromp r u · n acion , á complacerse con lo d .forro omo i fuera b llo, y {a. ntu ia. mar e con lo bajo y ridículo e mo i fuera ul>lime. ''El hombr rnpezó, pue , á examinar la forma d lo obj to que prouu n n él la do impre ione ele b ll za . de ublimitlad, y no le fué difícil hallar cuál eran e tas forma.· n ial ; por n yá lo hemos dicho, no hay n nos tro in tinto alguno qu no halle su ju tificacion en las 1 ye. del mundo fí ico y moral. ¿ Cuál e la qu justifica el sentimiento poético~ El principio del órden, sin el cual nada puede haber bello, agradable y elevado. "Y á en otros artículos hemos probado que el órden, la unidad y la variedad son las fuentes del placer que no can a la belleza, y que la pre ncia de un gran poder pue to en ~ercicio e la fo1JD.a del sublime. No in i tiremo , pue ·, sobre esta materia. Bá tano bab r probado que el sentimiento poético, bien estudiado, se conviert en la idea del órden. " Sobr ella se funda la ciencia de la hum anida le ; á ella e reducen todos u principios; á ella, todas la r glas de la l\Iú ica, de la Pintura, de la Oratoria y de la Poesía. Aun la expre ion de las pasiones vehementes, Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. LOS GRANDES LÍltlCOS ESP A -;OLES. 301 que por su naturaleza debe ·er desordenada e tá 01 etida sin embargo á la 1ni ma idea. , da ná. contrario al órd n quu ma,ni:D . tar el d lirio de lapa ivn con ·embla lte trauquilo ó con fra e alambi acla . Hé allí por qué t d lo incidente de un drama eb n uirigir e á un punto comun que constituye la nilldad do int r ; por qué los caractére. d b n con r ar. · i o·uale á pe ar de la diYCl'. idad de la circun. tancia ; por qué en J d órden mismo de lo pen ' , mi ntos q_ue agitan al poeta lírico lln d ha b r un. ca por qué no can amo . No hay regla alguna en la bella. arte que no se deduzca. m di< ta ó inmediat m nte d l principio d e la wtidad. "El abio ondillae .·e qn ~ja a, de que no era po._ ihl analizar la belleza. ~. to . T rdad ha~->ta i l'to 1 rnt . Entr gad una ro.·, al b táni<' para qu la analice, . Y r i · ·uál qu d~ . La < ál"~i." u un o~j to llo no on i t nl._ . para i n material de u part "ino n el e ám n d la infiu 11 ia qr j r · au~ una en la b lle,.;< d l onj mto d m do qu quitada une de lla qu < é r{t méno b llo el total. Por ~ mplo, n e. te ver o de Lop d ga ltaoland d Dio : El t]1t e jr ~no di 6 a.l. ma.r de blanda arena, "¿Quién no y le dureza, d 1 fr asta aquf el . ñor l.Ji. ta. todo e1 pi za por el 'n tinto El Sér 1 p.1emo á qni,lH (L mo~ el nombre om 1n <1 JJios, reó todo cnant e.ri te en la n tural z, Yi ·ible (- invi.. i 1 1 . . de el homhr he. ta el gusano, ra proY"idcn •ial, qu .· egun nu · ·tra ley , con umó n sei dia , ha Yeni 111, niti st,. . <·on ja mi ma TO:.\I IY. :!i DF Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 302 LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. sublimidad en el seno de las flores que en las bu.rbn'as del mar, en los rayos ele la aurora que en In tinieblas de la noch ; lo mismo en el iu ·ecto que en el ángel. Sí, allí s halla como se halla el rayo n el seno de la nube y el fruto en el de la flor; y es allí en donde l hombre la sorprenue para arrojar u ecretos en medio d la grau YÍ< de la peregrinacjon de los pueblo . Cada "e reto arrebatado una lumbrera, y atla lnmbrern nna irradiacion del progre.·o. Es a. í como han t nido origen la agricultura, la a tronomía, la na,y gacion, &~ E a í como han tenido origen y ele arrollo la poe ía, la pintura., la mú ica, llamada bij< · s lo cál culos parti­culal'e8 es 160,000 nnobn . Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. ~ALINA ' DE .ZIPAQ IRÁ. • O'"' El gre ·irv de ase al y so tan pronto granujado como laminado, y su grande di olubilidacl n el agua ha ausado u de truccion en Y rios p' raje , como se ve eu Tunjuelo ( n el valle ele Usme), en Zipa u!rú, he­qua particularmente al norde te del e .rro d los Taujosí cerca de Cucu­nubá á una altura con id rabi . La pi dra calcl rea densa e. tá obr p esta o re el yeso, y n donde é t ·' halla de truido por alcrt: a catá tr f antig a br 1 oT • t ngas i~ rior b1nllenas d <'Oncha p ,trificada , como en I 1 ar y C cuma, la que rara e e hallan en lllano d Bogotá. Se n u n­trau hue o d momuwt ( l fant carnicero ), de rinoceront de otros auimal de conocido , lebrado~ con el nombre de gigant ; l itio e t{t al te de Suacha una tonga d arcilla qu ti ne su a i nto obre la pi dra calcár a. E ta ílltima ~e pr enta á la vi ta cerca d Mon errate y cerca de U aquen. De e ta tr grande forma ion s s cnndaria , el gre , el y la Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 306 HUMmOLDT. piedra calcárea densa, las d s primeras contien n formaciones particula­res ó dependi ntes, que aum ntan la riqu za del país. El gres contiene banco de arcilla, alo1.mos de ellos muy bello', como e ven cerca de Gachancipá, Tocancipá, Chal eh , y ntr Zipaquirá y Cogua; mineral de :fierro oscuro (y óxido de fierro amarillo) n Mon erra te, que no se labo­rea; y carbon d ti rra cerca le Guatavita; fó il del que ll{) se conoo rá su gran valor ha ta que e te eino con i O" a mayor poblacion y civiliza­cion: tambien e en u ntra de e te mi mo arb n al udoe te de Canoas, cerca de Chipa; en 1 cerro ai ·lado de Suba, er ·a d 1 e rro de lo Tun­jos, &c. En el y o e halla., formando una tono-a d pencli nt de carbon y pirita y con la creta, al g m a ó muriáti o de . oda. En la mina de Rute se ven bancos de y o que nbren on contigi:i.id el la al gema, fle modo que no pu de haber duda d la di p i i n n qn yac ta pre i a produccion. l.Ja natural za . uni~ rme n la proc~uccion d la montaña . La e chista mtu~iat f¡ ra o cura negruz a, que conti n mucho carbon y muriáti o d al m ;r, lado n pirita , á lo qu igu la al g ma, lo mism que n Zipal)uirá., n 1 Aragon, n 1 Tir 1 y n lo Corpath : 1 cono imi nto íntimo i e ta ar illa 1 qn ha juzg r al min ro ·uan­do e 1 pierd la v ta de 1 m ( má i n 1 t ng(_) tecible para el abut1to de Snntnfé en gano· dos de llanos, fucilitnrin mucho la expot·tncion de granos, á esto se objeta que se aumeuturia el contt·abando; no aumentaril\ seguramente en cantidad (porq ne en estaa inmensas colo­ni na que tienen costns marítimas entr·n, á penr de las grandes pt·ohibiciones, cuanto al uacion necet~iln); pero siendo el contrabando del Meta y de la Guoyana ménos caro qu el de Santa Marta, disminuiría. el de esta última, y Yerdaderamente no seria esto perju d icial á los intereses del Gobierno. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 308 RUMBOLD'l'. salitrosos) no merece por ningun término el nombre de mina, porque es un hoyo ó cantera sem~jant á los que abren lo t d ~ro para acar arci­lla; aunque no hace más de 40 ó 50 años que , e trabaja en ella, es ya bastante considerable la e_~cavacioll, la que se ad lanta hasta ahora 4t de la brújula de Freibero húcia el ndo te, como la pendiente a ubiendo y desean a obre el ye o y la al una norme lile a d arcilla desvol­cana,, y e to demunbu. son ya tan frecuente.· qu en vario parajes es imposible l trabajar en tiempos lluvio o·, á má. · d l rie go en que consi­dero á los joi"nal ro en aquel trabajo, e .. ta esp cie 6 método de explota­cion oc~ iona ga. to e ·tra rdinarios. uando ha pasado el in:B rno ó tiempo lluvioso, se o u pan un grau JJ úm ro d ~ jornaleros en trasportar lo derrumbos y en d cubrir y eparar la al gema que se ha de prendido con los escombro ; :1m á cada seis m 'e e e· una, casa y ti nen la pacienci:t de vol erla {L construir con tantcm ute on la mi roa falta de ~olidez; p ro lo ga ·to, inútile qu c .. u ·an esto d rrumbo u e lo 1 or, pues {t un ~o u d con" ecuencia m a fatal e ; no se ~~abe . "a. ~1 dónd arrojar tanto" ·coml>ro , una gran parte l ·al e ·ti ya en i .rta y e11 dro me ha parecí o de 6- , la d " u ·al do 12-141. c. Qué norme d trncci n d comba tibie no r ulta de ·ta. lla n1ontafia pr ·enb los m dio má. fácile para pr porcionar e man ntiul " alitro o. ;ya sean natural ó a artificial '; pero aualicemo lo hecho. por el cálculo ántes de pa·ar á. e to m di Un hm·no de 500 ~ rroba (esto e , producto puro de 500 arroba de al comerciabl ~) nec ·ita, á mú d la mezcla acostnmbl'ada de agua dulce, y de lo' manantiale ~alitro. o , 310 arroba ue sal gema: un horno de los mayore de 800 arrobc uecc.·ita e rca de 500, y como 500 arroba d sal gema con tan lo á 92 p. c. e nti nen 460 arr ba de al gema ( 1 resto de pc ·o e muriático de alumbre, de azufi' de cal, de tierra, magn ia calcá­rea .... ) conta.ndo ( lo experimento de }J. Lang dorf no autorizan para ello) d pérdida} en la coccion y falta de a eo en el trabajo, resultan efi c­tivam ntc !l60 arroba~, que el producto de 1 · ma ores de un horno de lo ma;yore en lugar de la 800. De esto no ale la consecuencia (porque la coccion no produce ni compone el muriático ; concentra y cri taliza solamente la disolucion que stá hecha en la m zcla acuo a) que cerca de 500 arroba provien n de lo manantiales salitro o . De la al que e labo­rea en Chilca, en Gua al, y en la obra del Rut , la parte que provi n de lo manantiales á la que proviene c1 la. mina (que e.-tá abierta) e Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 310 HUMBOLDT. en razon = 1 - 08 - 1, pero no se debe dividir en esta razon toda. la produooion de Zipaquirá de 160,000 arrobas porque cerca de 0,13 en el trabajo del Rute por desgTacia . e b cen con agua dulce ; luego es probabl que lo manantial salitro os dan anualmente "'5,t:)()() arrobas de sal fa ricada,, y la mina 84,000, ó 100,000 arroba de ttal gema. Este cálculo prueba que la fabricacion de Zipaquirú estriba por mitad en los manantiales . a litro ·os de Gua el y San Pedro, en medio de que estos manantiale. están n el estado más infeliz, no quh;iera que so negara á ellos, ni á sus inmediacione~; porque aunque es cie1·to que en Schwnbisch Hall, Aigle y en Iugelfingeu e ha Yi ·to qne per onas inteligentes han aumentado la calidad y 1a antidad de los manantiale ·alitroso , haciendo trabajos atrevido. ; pero e .. ·to tralt. jo requieren cono ·imiento mineraló­gico nocione d 1:.1 formacion del globo, y sab r la qniE'bras ó conductos por dond corren los mauantialP. .. , cou lo que no puede contar aquí, seria prudente l alejar la gal ría. (qn e han acon.· Jado n l apítulo antecedente) rl l local de los manantial s acinale ). Lal>or"anlo l( min d al gem11 d Zipaquirá por el mi mo método que la l. rga -¡)críen ia c.l mucho , iglo ·, hall cho adoptar n lo E. ta­dos d 1 Emper(. dor de Al manía, n al. burgo, Bavi ra .... se tendrán agua ·alada en abundan i., má ·rica. qn ·las pres nt ahorrarán lo ga o de .·tra ·i u <1 al o· rua n m :l.'. , - lo de bati- ·cion n la~ all>er ·a de pi dra. };a cantidad de Ra qu quirá . tan corta (160,000 arroba , uamlo la ·alins · as y mucha. d 1 rey d Pru ia1 • in sal g ma, má. (le 1.500,000 arro :... ) y las lluvia tan abundante en ta latitud, que probabl m nt . e podria for­mar t da la sal de Zipaquirá de manantiales alitro o .. artificial , enri­queciéndolos < ."US tiempo . E 'te es el método que d b ob rvnr , })Orla analogía. que el local de Zipaquirá guarda en su sem j< nza con Berchtes­gadeu, Hallein y Au sei. 8e p "'rf01·ará el monte de· sal por medio de ga.Jerías ( ocavone ) inter­nándo e hácia 1 sur :r sudoeste, dirigiénrlo e á los parajes donde la sal gema es má rica. Se sab , por lo ya dicho anteriorment , que la al más pura está á una profundidad que el tajo actual no alcanza; esta es Ja sal que se extraer{t exca ando la galería de escurridero, cuya boca deb estar en el paraje más bajo que permita elniYel del llano. Ll gada ya la galería á sit.io donde la mina sea más abundante, s harán grandes excavaciones de mr s de 90,000 hasta 150,000 piés de superficie. segun la. solidez de la sal aema lo permita; e ta excavaciones que lo mineros llaman wocbre 6 sinkwerke, on unas grandes salas subterráneas de 2 á 3 toesas de alto; esta obra nada cuesta J)Orque la sal que rinde su excavacion sufraga sobradamente los jornale ; segun la sal que se necesita y la riqueza deJa mina se tienen 15 á 20 de estas salas colocadas en uiferentes piso , y no al mismo plan segun el local lo exija. A estos wochres es donde se conduce el agua dulce por medio de galerías superiores de los pozos ó de los parajes Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SALINAS DB ZIPAQUIRÁ. 311 donde pueda con eguir e. ,. Ella dilmel\en roy niTán lo · dim nto · térreo. ánt de pasar á los cubo·. 1\Ir. Clai t (amig y di ípulo del inmortal Franklin) por qui n las con trucciones d alina han tenido los ma "Or s progre os, ha d en­tado ta especie d tamices en Fraun t in para hnificar un manantial natural. El movi1niento que lo peon · dan al agua en 1 s estanques para ace-lerar la di olu ion de la al gema (la baticion) una maniobra que o a-iona ba. tant ga. to pérdida de iempo; ría más v ntajo. o el . tablecer Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. Sá.LINA DE ZIPAQUIRÁ. 313 la máquina que he pue to n u o en la Habana, para ayudar la ri tali-zacion de lo · aco de caña, en sí b· t.ante shnpl , e reduce <Í un ~j en el que tán fijas unas cuchara que e le da mo "imiento J)Or medio de do cig-uefL . La obra del r y t{t al pi; d lmont zuelo, y han con tn1ülo , tan­ques á lo que se conduce 1 agua dulce, y la ·al gema de la dm~ de la colina y e pagan 7 rPale d tra port por cada ci n arroba' de. al g ma, q1 é di po icion de labore tan ingular! ello ierto qu e útil})ara el tra porte <1 l combnt'ltil>l qu la coccion e haba al pié ·in 134: poco ti JU})O ha que n pizarra ~ ha e la coc ion con va ija. ' hi >rio p ro ánt , se hacia en totuma~, qu son una cá - cara d ci >rta ·p •ie d calabaza . . Segun lo tiempo la o tumbr ; la poblacion el e te R ,ino ha amnentado ·ingnlarm ute h·ícia 1 fin el l último . iglo, particularm nte la clase que onsnm mu ha al, pu . la raza india ""hacen muy poco u o de ella. La. procluccion d al n Zipaquirá de aume tarse · p ro la falta Or ejemplo la ,'alina de R ~ichenhall en Baviera, de cuya economía onservo ca ualm nt alguno. manu crltos. Se hicieron en 1791 n 5 caldm·a , 242,156 quintal de 4 a:uobas. • Lasco tras de al qúe se forman en las cazuelas por tongas sucesivas, y la multipli­cidad de paredes son sin duda la causa principal del enorme consumo de combu tibie: diarinment.e experimentamos en los trabajos prácticos de coccion en Europa que cuando se forma en una caldera un sedimento térreo de dos pulgadas de crasieie, se consigue con gran dificultad el hacer entrar en coccion el agua salada, y aquí se trata de sedimentos de a á 18 pulgadas. En Europa e prefiere una caldera grande á. dos de igual volúmen~ porque (á. más de otras razones) estas últimas presentan mayor superficie y por consi­guiente consumen mayor cantidad de calor; ¿pues cuántas no son las superficies que presentan 200 cazuelas de forma semiesférica 6 semioype ? Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 316 lltJ~rBOLDT. 1792 en 5 cald ras, 243 355 quintale de 4 rrobas. 1793 n 5 id. 24 ,256 id. de~ id. 1794 en 5 id. 217,024 id. id. 1795 n 5 179G en u irim ro eria ven tajo. o porque so ahorraría el <.les­truir lo bosque ( i :ll combustible e n uy e caso); pueden dirigir e las agua ·alada · 1 or trag }as ha ta lo . itio dondé haya mina de carb n de tierra, la aguas ;:: v u o pr ci ado á alt rar el •al r d l fu o·o ~wiva do éste má ó méno . La primera op ra ·i n al principio de la co cion y la evaporacion r qui r n un fu go viol nto. La gtu1da opera ion y la cris­talizacion por lo contrario xl · n p co fu go, y no menear ó mover el líquido : esta variedad en l fuego es p ruiciosa para la economía d l com­bustible; cada v z que e ha de hac r h rvir ll.íquido se pierde una gran parte de calor en p netrar (saturar) la parcdc del horno el aire circun­vecino- .. - cuan lo la paredes 1 l horno tán ya calc.leada 1 rá, la pér­dida; pero nuevam nte entra otra qu e n el ti mpo d la cristalizacion en el que e enfría l horno. La \'ap racion de una u < cantidad de· agua salada qu, s~ r pone n la all ra., e jge un fuego activo, e repi­ten nueva pérdiorque el ~gua con en rada puede pasar cu­rrieudo natnralm 'ute á la. gnnda. E ac rt, tlo el< ¡~p ner el fu ·o d modo que nos lo ircule al rede­dor d lo bord . d h eald ra, in tam i n que \aya {t dar debajo de otra caldera de preparacion, la que e coloca entre la chimenea y una de Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. SALINAS DE ZIPAQUIRÁ. 310 la otras calderas. Ba ta qn la agnas salaíla adquieran 20 6 25o de calor de Heaumu.1.· en
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa

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Anales de la Instrucción Pública en los Estados Unidos de Colombia - N. 21

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Ultima meditación de Bolívar: monólogo representable, escrito en verso

Por: José María Gutiérrez de Alba | Fecha: 1882

Monólogo del escritor José María Gutiérrez de Alba en el que exalta la figura, labor y trayectoria de vida de Simón Bolívar como libertador de varios países de América del Sur. El texto recrea a Bolívar sentado en una sala de la hacienda de San Pedro Alejandrino, donde Bolívar falleció.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Libros
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Gil Blas: literatura, política, agricultura y variedades

Por: Diógenes R. Henríquez | Fecha: 1882

“Gil Blas: literatura, política, agricultura y variedades”, fue una publicación periódica que circuló alrededor de 1896 en el actual municipio de Ciénaga, Magdalena, antes conocido como San Juan del Córdoba. Adscrita a la doctrina liberal, fue dirigida por Diógenes Henríquez con la colaboración de Wenceslao Castañeda, en sus páginas se publicaban cartas del lector y columnas de opinión política, adicionalmente contenía textos de crítica literaria, poesía, cuentos, noticias locales y sociales y una hoja de anuncios publicitarios. Se imprimía en la Imprenta El Agricultor y circulaba semanalmente los días sábados con un valor cinco centavos cada número suelto.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa
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Bogotá Ilustrado

Por: Eduardo; Espinosa Guzmán Espinosa Guzmán | Fecha: 1882

“Bogotá Ilustrado” fue una revista de carácter cultural dirigida por los periodistas Rafael y Eduardo Espinosa Guzmán, también directores de las publicaciones “Bogotá: bisemanario político, literario y noticioso” (1898) y la revista literaria “La Gruta” (1903). El primer número de “Bogotá Ilustrado” salió al público el 13 de noviembre de 1906 y circuló hasta marzo de 1908. En sus páginas se publicaron textos literarios, noticias locales, eventos sociales y biografías o perfiles de ciudadanos de la élite bogotana. Contenía entre una y dos páginas de publicidad, en las que se destaca la promoción de productos Bavaria. Como elemento relevante, los textos venían acompañados de fotograbados de artistas como Diofante de la Peña, Lino Lara, Pedro A. Pedraza, Duperly & Son, Pedro Castro Manrique, Ramón Salgar, Jacinto Luna y Upialo Valenzuela. El número 8 de la serie 2 contiene un homenaje al Arzobispo de Popayán, Manuel Antonio Arboleda, en el día de su consagración episcopal. La revista circulaba mensualmente y se imprimía en la Imprenta Eléctrica. Su redacción estaba a cargo de Carlos Villafañe y Federico Martínez Rivas.
Fuente: Biblioteca Virtual Banco de la República Formatos de contenido: Prensa
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Voces del alma

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