Por:
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Fecha:
01/01/1882
TOMO IV. Junio de 1882. NUM. 21
ANALES DE LA INSTRUCCION PÚBLICA
EN LOS ESTADOS UNIDOS DE COLOMBIA.
LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES
POR
FELIPE PEREZ.
UNIDAD É IDEN1'1DA1> INTRÍNSECAS DE LA POE ÍA.
(Continuacion).
Complementamo e tas ob ervaciones con lo que el insigne literato
Li ta di e d l sentüniento de la belleza, u l principio de i1nitacion, de la
subli?nidad, de la JJOe [a conside¡·ada corno ciencia, de la 81.tpue ta mision de
lo poeta , de las costurnbres en. la poesía . de la importancia del e tudio
filosófico de las humanidades, que e un r úmen completo de las reglas
del arte literario visto é te de de la altura de la ciencia.
" Grande afan s y vigilia han consagrado los filósofos al estudio de
la facultade del alma que tienen por objeto la generacion, la e presion
y la doduc ·ion de nu tra ideas; pero son pocos, muy pocos, lo que se
han d dicado al tudio de los entimiento . Se han hecho progre os muy
apreciables en Ideología, Gramática y Lógica. No pued decir e otro
tanto de la ci ncia de la afecciones de nue tra alma: contento con reconocer
y · ntir u exi tencia, solo han bu cado lo medios de contenerlas
dentro de los límite de la razon por medio de la filosofía moral.
"Tánto empeño en un trabajo y tánta negligencia en otro prueban evi<
lentemente que la primer ciencia es mucho má fácil que la segunda, y
que hay medios má expeditos para ob ervar atentamente los fenómenos
de la inteligencia cuando investiga la verdad, que los de la voluntad
cuando busca el bien ó huye del mal.
" Añáda e á e to que concurren frecuentemente de tál manera, que
suelen confundir e la ideas y lo sentimientos. En lo estudios más abstracto
, el de matemáticas por ejemplo, hay por lo ménos un sentimiento
que nos guia, y e el de la curiosidad, que e innato en el hombre. La
curio idad satisfecha es la fuente del placer que experimentamos cuando
hemos ntendido y resuelto bien un problema de Geometría ó de Mecánica.
Pero otro placer de diferente especie e el que resulta de comprender bien
una teoría entera, contemplando el enlace maravillo o, el encadenamiento
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bien concertado de lo di ver os pensamiento que la componen. El si te a
d la atraccion newtoniana que sometió á una ola y única ley todo los
movimientos planetario , e el ejemplo m dor que pu d I resentarse de la
belleza de la verdad; porque es impo ible estudiarle y abrazar con l n t
ndimiento toda u part sin sentir una impr sion d la mi ·roa e pe ie
que la qu ca u ·a tm h rmo o edificio 6 una e celent compo, ieion l)Oéti a.
' E te placer qu entimo al per ·ibir muchas eru· d nlazada ínti-mam
nte entre í pro de del ·entimiento de la belleza, inn< to como l de
la curi i.dad, com l o ial, como l religio o en el alma humana; por ue
ba ta u un entimi nto, que una facultad sea comun á todos lo hombr
, r que en todo ohr de una mi ma manera, para inf< rir legítilna m
nte que e connatural u n otro · ; y pu no ha ning .. nno in en i le {t
1( im¡ r ion de la beltlatl, ueb mos mirar l placer qu de u contempla,ci
n r ulta como in] ren ú, nu trc natural za.
"Al entimicnt de la b )ll za e ignar n los latino con la, \Ozjudici-um,
di cernimiento; lo· pu blo mod rnos le llaman g'u to . .Amba voce 01
d :D ctuo : la prim ra por ., r harto vaga, y por den ar una op ra ion
puram nte intel ctual ; la e unda e tra ladada metafórica. S rá pr -
ci o u arla para conformarno al l nguajc e mun.
"L difer ncia entre l id a l . ntimi uto
ra on r ultado d 1 tr bajo d l alm ; la o·un la. ct:D • ·ion
dad u a . Por te m tivo con e mo, t· u i n la en ra ·i n, combinacion
y d d ccion de nue tras idea , hcmo hecho tan poc progreso
en la teoría e los entimi ntos, que e. por uecirlo d pa" o, la piedra de
e cáncl lo e tre la d cta d filo.·ofi::t re ional que dividen hoy la
repú ·ca de las iencia . La análi,L, qu tan f lizm nt e aplica al e tudio
d 1 :idea ";_ _ 1 l guaje perfe cionado, ue tan m tódi ·am nte repre-ent:?.
J aquella análi is, no on fácile de emplear en l tudio ele la afeccione'
el alm . El ntimi nto es un ga que e e apora cuando queremo
epararlo, ó un rayo que recorre en tm olo in tan e toda la ten ion del
firmamento. lo Quién podrá d tenerlo ú oprimirlo para om t rlo á la lenta
opera ion de nue t:r;. inteligencia .
" Y sta dificultad e hace mayor en l gusto, porque su objeto es la
belleza, cualidad aérea, impalpable, en ible solo al alma, p ro que parece
que huye de nosotro como la maripo a apénas qu remo analizarla.
¡ Cuánta veces la sentimos sin que nos ., ea po ible definirla I ¡ cuántas
ni aun podemos expre ar el sentimiento que nos agita al contemplarla!
" Sin embargo, en la ciencia de la poe ía, a í como n toda , e men -
ter partir de un punto conocido, evidente, de un h cho at tio·uado por
nuestra mi ma conciencia, y este lo tenemos. Exi ten en la naturaleza
alg1.1nos séres, algunas combinaciones de . éres capaces de excitar en
nuestra alma cierta ensacion de plac r, que ni pertenece á los sentidos,
ni á las demas pasione conocidas del ánimo, sino olo á la imaginacion
halagada. Llamamos belleza á la propi dad que tienen aquel1os ére d
e citar en nue tra"imagina i n, y • olo n lla un gozo tra quilo y agra.-
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--····-····-····-·········---·!": .................... .... .......................................................................................... ......... ............................... - ........................... ............................... -..... .
dable, 6 bien una conmocion vehemente que no eleva por medio de la
admiracion á una region int lectual6 moral má noble y grande que
la que comunmente habitamo . Las palabra de que no hemos valido
para explicar el hecho fundamental de la ciencia poéti a, i no son las
má propia , son en nue. tro entender suficiente para caracterizar las
diver a impre iones qu cau an en no otro lo objeto bello y sublimes
de la natural za.
"El placer producido por la belleza perten ce exclu ivamente á la
imaginacion ; y de ahí re ulta que solo la en a iones de la vi ta y del
oído on la qu , proc di nr sino en un punto indefinidamente p qu ño d ~ un obj to. El de cada
uno do lo punto inmediatos ha de ser preci amente divcr o, porque presenta
al rayo do luz que en él e quiebra una snp l'ficie diversamente
iuclinaua. La dift r ncia será muy corta á la ver! Á la poesí~ u
civilizacion misma. Díganlo las fábulas ingeniosas de los griegos que
atribuyeron á la lira de An:fion la construccion de una ciudad y á la oz
de Orfeo y de Arion la potestad sobre lo ri co , á.rbole y 1nonstrt os:
-esto es, sobre los hombres feroces y bárbaros, má durns que lo peña os
y las alimañas. Díganlo los bardo de lo pueblo setentr·orl les, que
suavizaron su co tumbres con u cantos; díganlo los himnos r ligiOf:os
de los hebreos; dí~aulo, en fin, las nacione bárbara de cuoi rta y risitad
s por Cook en las i las de Oceaní.. y en la qu yac ~u · re .. .n al
e tre ho do Auiau. En toda pa.rte e han e 'leura lo, · ('elebran se
celebrarán con Yer os la relirrion, las virtud , el valm· r l o~ .. ·entimientos
má tiernos ó má ublime del corazon humano. Exi. t~, 1n , n lll<.~mbre
la facultad de poetiza·r, y pue es general, forzmmMe te ha de ser
innata : u oríg u es l insti to del pl· e r, p ro u ef cto n la ' oci~lad
ti ne un al ance dificil de medir á pri ra vista; pu s á nada n1énos se
dirige q u á ua Tiz. r la co. tumbr in n rva las alma', ~· á f. rtal er
el corazon quitáwlol la dureza de la bnrbari .
" E 1nuy pro < bl que la mú ica · la. 1 e ía fu ron h 1m a na gemelas.
El idioma de lo pueblo primitivo ra pobre, at ndido 1 corto número
de idea de lo qu lo hablaban; p ro ra enérgico, ac ntuad , armoni o,
pues debia repre nta.r p· iones fuertes y frecu ntcs conmocione d la
fanta ía, qu e ag·ita má en los hombres ignorant , )ara quienes todo
es nuevo, todo e - digno de admiracion. No era dificil adaptar á un lenguaje
de eota especi lo tonos mu icale que naturalmente produc la
voz humana aeompañad·1 de algunos instrumentos que lo imita en.
''Su oratorio nació de la poesía mi ma, ó por n1ejor decir, e confundió
con ella durante e. primer período de la civilizacion; pero no con tituyó
un arte separado, ha taque los pueblos tomaron por guia de sus acciones
y de sus juicios á la razon con preferencia á la imao·iuacion y á los afe -
tos. La introduccion de este nuevo elemento, el raciocinio, ep ró las dos
artes; pero no tanto que no admita la elocuencia, aunque con cierta so
briedad, lo ornamentos de la poesía.
"La arquitectura, como arte de necesidad fué por lo ménos co tánea ;
pero como b lla arte 1 s fué posterior. Hay mucha diferenciad~ la cabaña
de los cazadores y de las tiendas de una tribu nómade, al P rte:aon de
Aténas ó al templo de Diana efesina.
" La pintura fué muy posterior á la poe ía, y la escultura en u e.stado
.de perfeccion lo fué á la pintura. Los instrumentos de que se valen sta
dos artes suponen yá un grado bastante superior d prosperidad y de
.conocimientos en el pueblo que las cultiva.
"La diferencia e encial entre las bellezas d la nanu-aleza y la del
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LOS GRANDES LÍRICOS ESPANOLES. 279
arte con i te n do principio : el uno e que las prim ras se prc en tan p r í
mi ma , y n la· otra e visible el de ignio del arti ta. La naturaleza nos
ofrece el p ·táculo de un hermo o jarilin, de la mar embrav cida, d 1
alma sublime luchando con la f, rttma. El pintor no lic : Yo representaré
esos cuadros por ¡,wdio de colores, sombras y luces'; y el poeta: 'Yo pintm·é
con palabras todos e. os objetos.'
"El otro principio de diferen ia : que la b lleza de la naturaleza
on origiual ~ y la d 1 art olo on u ii litacion, u r fl d • Ma no se
crea por e o que el art s un m ro copiador, m1 mero retrati ta. E obligacion
suya perfeccionar y mbellccer la natural za. El po ta el pintor
deb n l'(unir en el obje o qu de ·crib n tod lo. ra.·go. d b U ,za qu
pn d~ n convenirle . Por e o Juv nalllama poétictlt á una t mpn tad muy
honoro a :
...... Si cuando po ética swrgit
tempcstct!.
' D' toda maneras ·i m 1· cierto qu e i. •u t . ·u·ti. ·ta un ci rto
éua · la y mos
6 h: ·m · • u título, i '· eompo. iti u lit ·rarü . -'an ·u bu •11 <'ft ·to ·e n -
•e:itan, pu , do COIHli ·ion : prim ra, que ·1 1 arti ta
n d cribirlo. ; y coro ,ntónce uo no in piran ni mi do ni horror aquella
opi , . citan el entimi nto d 1 placer que los mi moa obj to nos
cau arian i no no atemoriza en.
" Puede decirse lo mi 1no de los objetos a. quero os i Nó. Confe amos
no tener l .·tómago ba ·tante fuerte para complac rnos en la fredissima
proluvie de la arpíac d. Vi g'lio, ni n ciert pa nje de la noche d los
batanes d l uijote. elebrar mos cuanto e quiera la habilid. d del pincel
d Cervánt s; pero no aplicaremo la ista ni la fanta ía á aquella parte
de su cuadTo.
' Por qué no no.' gu ·tan n la cena lo e ractére nt ramente
vil porqn ·on a . lPro ·o·; y excitan la náu 'ea moral. Y por el contrario,
v mo 1 r trato d un tirano y áuu entimo 1 terror facticio que
no inspira con ierto placer. Pero un tirano es un mon truo, un hombre
vil un escuerzo.
" Veamo ahora en qué con i te la belleza d l d i crnio arti ta: e to ,
lla art . ,
"Y x.i tiendo regla y prh cipio ci rto para la construccion de las
frases en el l nguaj , para la combinacion de lo "Onido en la mú ica,
para la, proporcione. de la geom tría, para la mezcla de lo color para
la repre enta ion d la pcr pecti vas en la pintura, nadie podrá n gar que
el instrnm nto le ca la arte supone una cienda particular para su conocimiento
un arte re p cti-vo y regla competente para la práctica.
".Aca o no tendrán dificultad en confesar e tolos que quieren jntroducir
la anarquía en la república de las b llas artes; acaso concederán que
el pintor necesitad la geometría descripti a, el po ta de la gra ática y
el mú ico de la ac(, tica e toe , que ti nen necesidad de conocer, no estas
ciencias en toda su profundidad exten ion sino los principio generales
que sumini tran á la artes. Pero lo que ellos quieren que sea mirado como
un dogma inconcuso e que el sentimiento y expresion de lo bello y de lo
sublime en cualqui r arte s obra cxclu iva del genio y de la inspiracion;
en una palabra, que la belleza no e tá ometida á regla y que no hay
ciencia. de la b ileza.
" \..mba a· rcion . on in xa ta : la primer, , p rqu i bieu la regla
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284: LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES.
no pueden servir para crear los pensamientos de una composicion, ayudan
infinito á eYpresarlos debidamente, mostrando los escollos que deben evitarse
: y la segunda, porque no hay sentimiento alguno del corazon humano
que no pueda y deba ser objeto de las investigaciones de la filos(}fía
racional, y por con iguieute que no produzca un ramo de ta va tí ima
ciencia.
"a, Exi te en el hombre el sentimiento de la belleza y de la sublimidad Y
¡Hay en los objetos de la naturaleza ometiu á u u tra contemplacion
cualidades en virtud de la cuale .xi t n en no otro la impresiones de
lo bello y de lo ublime 1 lo Posee l hombre la f: cultad de tra mitir á sus
semejant por diver os medios y con lo . PerQ el instinto e uua norma
muy poco · gura en la na ione culta que e tán yá e ·e ivamente lejana
del ca,ndor é ingenuidad de la natural za. Adema , los pu blos civiliza<
lo qni ren filo ofarlo todo, por qué, pu le ha de impedir el
dere ·ho de raciocinar · rca de la.· fn nt . · de n plac r intelectual ,
' Horacio, que no cr ia nficient ¡lara la bondad <1 una compo lClOn
algun ver os ó de crip ·i n {! licc , r umi toda e a do trina cuan-do
djjo:
Rmn tibi socrat-icre pote'rttnt ostendere chartm.
"En efi cto, 1 estudio del hombr , objeto principal de la filosofía de
Sócrate , e el grande au iliar del genio p ético. Sin aquel e tudio la in -
piracion ruda, como la llama el mi. mo Horacio, no I odrá dar {a, luz bellezas
de primer órden.
"Ya es ti mpo, pues, de que cese esa nueva preocupacion nacida en
nu tr . día , qu upone inútil el estu lio y las regla para sobre alir en
lapo" ía; y i mejante delirio no podría ni áun decirse de un pintor, de
un mú ico, ele uu arquitecto, t, cómo se toleraria que s dijese de los que se
~j rcitan en pintar y en de cribir por medio del lenguaje' Porque el objeto
de todas las bellas artes es el mismo: y ~por qué no ha de er necesario
para la má noble de todas el estudio que lo es para las demas !
• . . . "Animis natUtm inventunnque poenw. juvwndis."
RORACIO,
"No deja de ser bastante ridícula la pretension de alguno de Jos corifeos
del nuevo romantici ·mo, atribuyendo la facultad de poetizar á una
mision recibida no se sabe de quién, pues aunque citan la naturaleza, el
genio y la inspiracion, no por e o es mejor conocida la autoridad que llama
y elige al poeta. Nosotros abemos que el genio, auxiliado por la instruc-
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cion, enardece la fantasía, le presenta cuadros originales y animados, le
enseña á vencer los obstáculos y á expresar dignamente lo que ha concebido.
La inspiracion en las bellas artes no es otra cosa sino el calor y la
osadía de los sentimientos que elevan el alma del artista {t una esfera
nueva, desde la cual descdbe Jos objetos qne en una situacíon tranquila
ni áun podria descubrir. Tambien sabemos que 1~ naturaleza excita al
verdadero poeta á cantar lo que siente y lo que imagina, no solo para sn
complacencia propia . ino tambien para la de la sociedau eu que vive.
"Esta teoría e· clara y nada misteriosa cuando e definen con exactitud
la voces. Más no abemos cómo pu t.la llamar e mision el impul o
natural á describir las bellezas de la naturaleza, ft pre entarlas bajo el
aspecto más ventajo o, á concebir y expresar ideas originales, vigorosas y
sublimes. La mi iou supone una autoridad que en'Oia y que tmcarga la
ejecucion de una co a. ~ Cuál es esta autoridad! ¡La naturaleza t Pero
la naturaleza movió igualmente á hacer v r o á Homero y á Querilo, á
Virgilio y {t Bavio, á Boileau y á Cotin, á Calderon y al mae tro Cabeza ,
el más desatinado de nue tros poetas cómicos. ¡Por qné la naturaleza
imprimió tan fuertemente en el ánimo del gran Cervantes el deseo de ver·
siftcar, aún despues que, desenga:liado, solicitaba ·
la gracia que -no quiso da?'Ze el ciclo '!
"¡Y quién tenia más derecho de creerse enviado para ser poeta que
el autor del Quijote, dotado de la imaginacion más vehemente, más rica,
más variada que ha vi tola república de las letra 1
" Los griego y los romanos que tenían un dios de la poesía, nueve
musas, 1ma dio a de· las ciencias, un Parna o y una fuente Ca talia podían
creer en esa mision. De ahí las expre iones est Deus in nobis, in'Vitá Minerva,
aspirate canmtti, ?n/usarU/m sacerdos, y otra. semejant que se hallan
á cada paso en los poetas latino . Ovidio, Virgilio y lloracio podían creerse
enviados de Apolo, sacerdotes de las mu as, inspirados por un dios,
así como César creia en su fortuna y Bruto n su mal genio. Pero nuestras
creencias no permiten semPjante suposicion; y cuando nu tro poetas,
tratando de asuntos religiosos, in\ocan la a i tencia de los séres sobrenaturales,
como los ángeles, los santos 6 la Divinidad mi. m a, no es para conseguir
una inspiracion especial del cielo sino para expresar dignamente
las que ya hemos recibido de la fe.
" Se ha querido comparar l.a inspiracion poética á la que recibieron
del mismo Dios los profetas y autores inspirados de los himnos y cánticos
de la Escritura. Esta pretension, que si se manifestase sériamente podria
llamarse blasfema y sacrílega, es l)Or lo ménos soberanamente necia. Los
escritores sagrados recibieron verdaderamente una mision j más no porque
sus composiciones sean poéticas se ha de inferir que todo poeta es
tambien enviado. Esto merece alguna explicacion.
El tono de la Biblia es generalmente sencillo en las narraciones, ner-
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LOS GRANDES LÍRICOS ESP ARO LES. 287
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vioso y severo en los consejos morales, enardecido, vehemente y sublime
en los cánticos y profecías. La inspiraciou divina era en cada uno de
estos casos lo que d bia ser at ndido el objeto de la obra, á saber: dar
noticia de los hechos pasado , 6 instruir al hombre en sus deberes, ó ajustar
á la música las alabanzas del Altísimo, ó de correr al género humano
el velo de lo futuro. Así ni el Génesi , ni el Levítico, ni lo libros de los
Reyes, ni lo Sapienciales son poéticos. Toda la pompa de la poesía se
reservó para lo~ cántico .. , lo que á uadie causará extrañeza, y para las
profecías qne por ·u carácter particular exigen tambien el lenguaje de la
imaginacion y de los sentimientos.
"En efecto, un hombre que de'= cubre en la edad V'enidera uceso que
interesan á su nacion, ó lleuos de maravilla y de mi terios, no pu de
expresar en el idioma tranquilo y o egado d 1 raciocinio. Era imposible
que Jeremía vaticinas . sin lágrima la próxima ruina de Jeru alen,
ni que entr viese in grave conmocion de n fanta ·ía el gran mist rio de
la pasion, simbolizado tambi .u n aquel snce.., o. Jsaía evangeliza más
bien que profetiza los sufrimientos del nombre-Dios; pero su estilo, muy
difer nte del de Juan, parti ·ipa del pasmo y del dolor que la cont mplacion
del gran sacrificio icio o del iglo. em jan tes 1 cucion corre pon den
muy bi n {L la pr untuosa osadía que ·e va haciendo de moda en todas
las cla es y pro.ÍI iones.
" La verdadera mision del poeta es la que le designó lloracio : anirnis
juvandis, (nxrear el ánimo), y todo el que la cumpla dignamente tendrá
por bien empleado el trabajo y el tiempo que le hayan costado srís composiciones.
Este objeto es muy noble, pues aumenta, sin menoscabo de la
virtud, la. corta masa de placeres que es dado al hombre gozar sobre la
tierra.
"Pero algunos nos opondrán una objccion que no carece de fu rza.
' El objeto, nos dirán, que habeis atribuido á la poesía e harto frívolo y
mezquino. Esta divina arte con el hechlzo de u. forma , con la magia de
la versificacion, con la sublimidad de la idea da, por decirlo así, una
nueva vida á la verdad, y la hace acc sible no olo al entendimiento sino
á la fanta ía y al corazon. Hay verdades, como on las morales religio as,
que en vano serán conocidas del hombre si no e le hacen amables, y e te
debe ser el objeto, la verdadera mision del poeta, obligando á la sociedad á
que ame la virtud y le rinda sus homenajes. Un verso feliz graba mejor
nna máxima importante de moral 6 de política que un tratado científico
de cualquiera de estas ciencias.'
" N o quiera Dios que. nosotros desterremos la virtud de la poesía, 6 que
aplaudamos á los que abusan de este arte para hacer descripciones inmun-
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288 LOS GRANDES LÍRICOS ESP AÑOL~S.
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das ó para inculcar máximas inmorales y pernicio as. 1\iá diremos: no
puede haber belleza en una composicion contraria á la buena costumbre
, porque la tleformidad moral es la mayor de toda , y basta á destruir
todos los ra go bellos del cuadro mejor acabado.
"Má no por eso hcmo de tra tornar los principios, ni colocar los que
s lo son corolarios al frente del sistema de doctrina . El objeto primario
d la bella. arte es agradar; es halagar la imagi11acion del hombre con
la de cripcion d la belleza. Para con eguir e te ohj to n la pintura de
las a cione , costumbr s y sentimifmtos humanos, no puede prescindirse
de la vi'rtnd; a í e una consecuencia nec saria, pero no un principio, en
las compo iciones poética , el re peto á la moral, la exprc ion enérgica de
lo afi cto virtuo o , l embellecimiento d la máxima noble y generosas;
en una palabra, el triunfo de la bondad y la d te tacion del vicio.
ha qu rido di ·culpar la inmoralidad d alguna compo icione
di i ndo qu 1 autor no se ha propu sto n ñar la bu na o tumbi'CS
ni pr ntar un modelo de virtud, ino un cnadro arU ticamente p rfi cto,
Ult invento de la imag·inacion. N o otro d cimo u e todo lo que produzca
fi to contrari á la moral malo y d forme n lit ratlll'a.
"E vid nt qu la bJio·aciou d 1 arti tan r roclamar lo gran-d
•s principio de la moral, ino halagar la fanta fa on la imitacion de
la bell za esparcida entre todos los sére tl la natural za. o t ebe
equivocar el principio con el corolario; p ro talla uní u que tienen
con la belleza la v rdad y la virtud que e ta d cnalidade on condiciones
esenciales de lo bello.
"E ünpo ible pr sentar al how bre á lo ojo de ot1·o hombre in
que e te e p ctáculo deje de producir un efecto d t rmina lo. i l ~fecto es
malo, no pued di culparse el artista con d cir qu olo 1 intó 1 ara agradar;
porque el bia aber qué clase de in piraci n babia ele producir ·u
cuadro. E ta in ·piracion s on iempro análoga á la que iutió el alma
d l arti ta al q¡nponerlo. Cuando Voltaire cribió u ~ xecrable Doncella
conocía muy bien las impresiones que babia de .. u ar n u lectore ; y
lo que es má , quería producirlas. El autor del .A.ntony manifiesta en 1
epígrafe de u obra que no ignoraba el daño que hacia con ella á. la moral
pública y á su propia reputacion.
"Pero se nos preguntará: '~Estas obras, consideradas no mas que
artísticamente, son bellas~ ' N o, será constantemente nue tra respuesta.
Jama tendremos por bello lo que degrada y envilece la humanidad; lo
que reduce al hombre á la condicion de los bruto ; lo que excita tolas
las pasiones bajas y ruines; lo que aniquila el principio de la inteligencia;
lo que acaba con la confianza social, con las creencia nacionales, con la
fe individual, con la virtud, con el honor, en fin, que e la virtud del
h mbre en ociedad. Ridiculizar lo que hay má agrado en lo pueblo ,
romper lo vínculos en que estriba la moral univer al, nunca puede ser un
mérito artí tico, aunque el estilo, el colorido y la man ifa s an perfectos.
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LOS GRANDES LíRICOS ESPAÑOLES. 289
¡ Triste pinceles, malhadado genio, los que se emplean en describir nn
albañal! ~Qué importa la armonía y nitidez de las frases con que s
sumerg en el cieno la dignidad de la, naturaleza humana' ~ Ni cómo pue le
interesarno el hombre cuando no se nos da á conocer sino por sus vicios
y sus crímenes ?
"Todas las descripciones de los afectos humanos obran en nosotro
por impatía; y é ta, por decirlo de paso, es la única ilu iou que hay en
el teatro. Sentimo lo que vemos sentir á otros. Pues bien; qué impatía
podemo. tener con el mal ado si no nos hacemos tan mal ado como
él o ba., remedio : 6 el efecto de la de cripcion e · nulo, 6 . perverso Y
a.nti ocial; . en ste ca o p or que nulo, aun literariam,ente, pue en
lugar d ver perfeccionado nu . tro er lo vemo de mejorado y abatido.
'La poe. ía, y eñaladamente la dramá,tica, pu ele y del)e pintar hs
pasi ne , lo vicio ' y áun lo. crímeue. de los hombres : no á la verdL d
calumnianc.lo á lo per onaj s couocidos n la hi toria, como e ha hecho
con :María d Inglat rra y ·on 1 ray Luí · de L on; }}Ue 1 or d gracia
harto comnue. ·ou y llan ido la maldade para que ea n ce aria la
calumnia. ro ha d procurar el hábil artista que el re ·ultado d u plan
y l ~f ·to 1 u obrL . ca hac ,rno odio. o el rím u, ridí ulo el vicio,
t mi le · la pa ion . En u ·nadro . o lo d b n ir l mal como d una
sombra biu1 •olo •ada para qu r~. alt el bi n. Es roen ."t r qu haya impatí
.. entre 1 h mbr virtno o y los per. onajes que e nos pintan; i no,
ce. ará el iuter , y in interes e nula toda po ·ía.
" 1 dra, adúlt ra é in e . · n sa, no iutere a. in embargo en Racin :
¿por qué~ por u r mordimientos. El crímen cometido in re ·i tencia nes, {t, la ¡>oesía, cuyo
objeto es ag'radar.
"EL Guadalhorce, p riódico literario de Málaga, en nn artículo excelente
y escrito con mucha filosofía, cuyo título es El Oltlteran·ilmw, despues
ele ha r el merecido el gio del genio poético de Góngora en sus buenas
composiciones, le procJama por jefe de la ec.ta de lo culteranos, y añade:
' e difícil ·explicar cómo un poeta en cuyas primeras obras se admiran
los rasg-os de un genio superior, la belleza en la expresion, la exactitud en
las proporcione , y toda las cualidades necesarias para ser colocado, si
no en el primer lugar á lo méuos al nivel de los más di tinguidos nombres
qne han enuohlecido nuestro Parnaso, pudo caer en tales extravagancias
y olvidar tan ingratamente aquellos mismos principios que le
ofrecieron tánto triunfos y tánta gloria.'
"En efecto, tiene sobrada razon el periódico que citamos. N o hay dos
escritores más distantes entre sí que el Góng·ora de las Soledades y el de
algunos romances, sonetos y letrillas. Son el mediodía en todo su esplendor,
y la noche más o cura. Sin embargo, nosotros emprendemos buscar
la ex:plicacion de este y otros fenómenos literarios de la misma especie,
problemas que el autor del artículo ha abandonado, por no ser de propósito,
á los que qui ran re"olverlo.
" El siglo XVI produjo no solo grandes genios en todos los ramos de
la. literatura sino tambien grandes humanistas, pero muy pocos filósofos.
El To tado, Nebrija, Simon Abril, Arias }!ontano, y en general todos los
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LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES. 291
que escribieron en aquella gloriosa época sobre gramática, retórica y poesía,
lo hicieron copiando á Aristóteles, Horacio Ciceron y Quintiliano, sin
elevarse al principio filosófico de donde ¡.;e derivaba la mayor parte de las
reglas que promulgaron aquellos in ignes legisladore~ de las bellas letras;
y no es extre1üo que pareciese incontestable en ellas el imperio de la autoridad
cuando lo era en lo mi. m o estudios filo "Óficos. Fné conocida, pues,
la belleza por in tinto é inspiraeion, no por exámen ni ra.ciocinio. Se sabia
el arte, pero no la ciencia de la poesía.
"Es verdad que al 'iglo del genio sucede comunmeute el de la filosofía;
pero esto era imposible en E~¡mña. N u e tra ill~titucionc severas se
oponían á la propagacion del e. vu·ittl filosófico y de exámen. Sacrificóse
al deseo de conservar la pureza de la fe toda eRperanza de progreso intelectual.
Temiérouse, . · no in razon, todos los infortunio" sociale que
eran con ccuencia en otro países "11 1za, el in,·tinto I> ético convertido en id a las
armonía (lcl m nudo físico é intelectual con el corazon r la fanta. ía del
hombre, la deduccion, en fi.u, de las r gla ttrtí ticas d este importantes
diseu~ione, , "On co as de conocidas ha ta la época que hemos señalado .
. A. í l • qu , más ó méno.·, s ob erva extraYiale facilidad
de ha r v r o·, ni el inm n o núm ro <1 lo. que publicó; jama hubi ra
dado á luz in corregirla tanta eompo icion ·, plagada frecu utement
de pro ·ai mo, de rndi ion indige ta y d pen ami nto fal OS Ó pu rfl S.
"1~1 artí ulo qn hemo citado cree qu la co tumbre de scrihir pro a
en ver"'o, introdu ida por I.Jop y aplaudida por u cont mporán o ,
indignó l genio np rior de Góngora, J' 1 • m Yió {t dirigir al xtr roo
opu sto. :ro. otros ·omo de la misma pinion. Iluy ndo >za humana,
cr ó tnnhi n •1 air Yehíenlo d lo "onido . n mi mo nt ndimi to
• ol>er no né ·1 que e~· itó 1 hambre en 1 tómago rimitivo, cual es el del hambre. El niño reciennacido
iente la nece~idad de alimentar e, y la iente enérgicamente ; pero
ni tiene id a de ella, ui del objeto, ni. de los medios de atisfacerla. Es
claro qne i uo · le pu 'Íe e junto á lo labios el alim nto, creceria á cada
instant ~ . u suplicio; pero sentiria solamente, no conocería. ~ Se satisface
su uece idad' Queda contento ha ta que sienta de nuevo el mismo
estímulo. Cuando el hambre le aqueja, llora; cuando e. tá harto, no piensa
en el por,·enir. Sus lágrima y quejido en el p1·imer ca o, on el medio
de que se vale la naturaleza para expresar el dolor de una nece idad no
satisfecha : su imprevi ion en el segundo manifiesta que no tiene idea de
cuanto pa a por él; no abe qué es hambre, ni qué e alimento, ni qué
son l{tgrimas, ni qué e uolor. El instinto e de enYnelv , el entendimiento
yace todavía dormido.
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296 LOS GRANDES LÍRICOS ESP .A.ÑOLES.
"·Cuándo comienza á de pertar' Cuando yá puede distinguir las
diferentes partes que le irven para nutrirse, lo labio , la lengua, el
paladar, y la cualidad s sen ible del ama que le cria y del alimento que
recibe. Entónc s empieza á adquirir idea muy importante para él, individuales,
e Yerdad, pu aún no tiene voce ~ con qué expresarla ·; pero de
la cuales e da cuenta á í 1ni. m o. Entónces y á di ~tingue el en o qn lo
nutr de lo dema obj to ; di tingue al ama de la 'an; no creemo qu tra alma cont nte con
gozar: n e ita ad ma conoce~·.
" Por e a razou 110 aceptamos la ugo Blair da de
lo bello y de lo sublime: no hace ma qu lo ef3 cto · que
can ·an n uo otro ; ó lo que es lo mi mo, a igna 1 h ·ho, y le da un
nombr . E tono ba 'tapara ati ·fac r la curio ·ül. d. El hombr quiere
i m¡)re hallar la razon uficiente, que ju tifiqn lo movimiento de su
corazon r d u fant ía. D eir que es bello lo que agroda á nuestra imagi·
nacion ... qu es sublim.e lo q1te ele a nue tra alma, pon r {&, una y otra
á corromp r u · n acion , á complacerse con lo d .forro omo i fuera
b llo, y {a. ntu ia. mar e con lo bajo y ridículo e mo i fuera ul>lime.
''El hombr rnpezó, pue , á examinar la forma d lo obj to que
prouu n n él la do impre ione ele b ll za . de ublimitlad, y no le
fué difícil hallar cuál eran e tas forma.· n ial ; por n yá lo hemos
dicho, no hay n nos tro in tinto alguno qu no halle su ju tificacion en
las 1 ye. del mundo fí ico y moral. ¿ Cuál e la qu justifica el sentimiento
poético~ El principio del órden, sin el cual nada puede haber bello,
agradable y elevado.
"Y á en otros artículos hemos probado que el órden, la unidad y la
variedad son las fuentes del placer que no can a la belleza, y que la
pre ncia de un gran poder pue to en ~ercicio e la fo1JD.a del sublime.
No in i tiremo , pue ·, sobre esta materia. Bá tano bab r probado que el
sentimiento poético, bien estudiado, se conviert en la idea del órden.
" Sobr ella se funda la ciencia de la hum anida le ; á ella e reducen
todos u principios; á ella, todas la r glas de la l\Iú ica, de la Pintura,
de la Oratoria y de la Poesía. Aun la expre ion de las pasiones vehementes,
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LOS GRANDES LÍltlCOS ESP A -;OLES. 301
que por su naturaleza debe ·er desordenada e tá 01 etida sin embargo á
la 1ni ma idea. , da ná. contrario al órd n quu ma,ni:D . tar el d lirio
de lapa ivn con ·embla lte trauquilo ó con fra e alambi acla .
Hé allí por qué t d lo incidente de un drama eb n uirigir e á
un punto comun que constituye la nilldad do int r ; por qué los
caractére. d b n con r ar. · i o·uale á pe ar de la diYCl'. idad de la
circun. tancia ; por qué en J d órden mismo de lo pen ' , mi ntos q_ue
agitan al poeta lírico lln d ha b r un. ca por qué no can amo . No hay regla alguna en la bella. arte que no
se deduzca. m di< ta ó inmediat m nte d l principio d e la wtidad.
"El abio ondillae .·e qn ~ja a, de que no era po._ ihl analizar la
belleza. ~. to . T rdad ha~->ta i l'to 1 rnt . Entr gad una ro.·, al b táni<'
para qu la analice, . Y r i · ·uál qu d~ . La < ál"~i." u un o~j to llo
no on i t nl._ . para i n material de u part "ino n el e ám n d
la infiu 11 ia qr j r · au~ una en la b lle,.;< d l onj mto d m do qu
quitada une de lla qu < é r{t méno b llo el total. Por ~ mplo, n e. te
ver o de Lop d ga ltaoland d Dio :
El t]1t e jr ~no di 6 a.l. ma.r de blanda arena,
"¿Quién no
y le dureza, d 1 fr
asta aquf el . ñor l.Ji. ta.
todo e1 pi za por el 'n tinto
El Sér 1 p.1emo á qni,lH (L mo~ el nombre om 1n <1 JJios, reó todo
cnant e.ri te en la n tural z, Yi ·ible (- invi.. i 1 1 . . de el homhr he. ta
el gusano, ra proY"idcn •ial, qu .· egun nu · ·tra ley , con umó n
sei dia , ha Yeni 111, niti st,. . <·on ja mi ma
TO:.\I IY. :!i
DF
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302 LOS GRANDES LÍRICOS ESPAÑOLES.
sublimidad en el seno de las flores que en las bu.rbn'as del mar, en los
rayos ele la aurora que en In tinieblas de la noch ; lo mismo en el iu ·ecto
que en el ángel. Sí, allí s halla como se halla el rayo n el seno de la
nube y el fruto en el de la flor; y es allí en donde l hombre la sorprenue
para arrojar u ecretos en medio d la grau YÍ< de la peregrinacjon de los
pueblo . Cada "e reto arrebatado una lumbrera, y atla lnmbrern nna
irradiacion del progre.·o. Es a. í como han t nido origen la agricultura, la
a tronomía, la na,y gacion, &~ E a í como han tenido origen y ele arrollo
la poe ía, la pintura., la mú ica, llamada bij< · s lo cál culos particulal'e8
es 160,000 nnobn .
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~ALINA ' DE .ZIPAQ IRÁ. • O'"'
El gre ·irv de ase al y so tan pronto granujado como laminado, y
su grande di olubilidacl n el agua ha ausado u de truccion en Y rios
p' raje , como se ve eu Tunjuelo ( n el valle ele Usme), en Zipa u!rú, hequa
particularmente al norde te del e .rro d los Taujosí cerca de Cucunubá
á una altura con id rabi .
La pi dra calcl rea densa e. tá obr p esta o re el yeso, y n donde
é t ·' halla de truido por alcrt: a catá tr f antig a br 1 oT •
t ngas i~ rior b1nllenas d <'Oncha p ,trificada , como en I 1 ar y
C cuma, la que rara e e hallan en lllano d Bogotá. Se n u ntrau
hue o d momuwt ( l fant carnicero ), de rinoceront de otros
auimal de conocido , lebrado~ con el nombre de gigant ; l itio
e t{t al te de Suacha una tonga d arcilla qu ti ne su a i nto obre
la pi dra calcár a. E ta ílltima ~e pr enta á la vi ta cerca d Mon errate
y cerca de U aquen.
De e ta tr grande forma ion s s cnndaria , el gre , el y la
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306 HUMmOLDT.
piedra calcárea densa, las d s primeras contien n formaciones particulares
ó dependi ntes, que aum ntan la riqu za del país. El gres contiene
banco de arcilla, alo1.mos de ellos muy bello', como e ven cerca de
Gachancipá, Tocancipá, Chal eh , y ntr Zipaquirá y Cogua; mineral de
:fierro oscuro (y óxido de fierro amarillo) n Mon erra te, que no se laborea;
y carbon d ti rra cerca le Guatavita; fó il del que ll{) se conoo rá
su gran valor ha ta que e te eino con i O" a mayor poblacion y civilizacion:
tambien e en u ntra de e te mi mo arb n al udoe te de Canoas,
cerca de Chipa; en 1 cerro ai ·lado de Suba, er ·a d 1 e rro de lo Tunjos,
&c.
En el y o e halla., formando una tono-a d pencli nt de carbon y
pirita y con la creta, al g m a ó muriáti o de . oda. En la mina de Rute
se ven bancos de y o que nbren on contigi:i.id el la al gema, fle modo
que no pu de haber duda d la di p i i n n qn yac ta pre i a
produccion. l.Ja natural za . uni~ rme n la proc~uccion d la montaña .
La e chista mtu~iat f¡ ra o cura negruz a, que conti n mucho carbon y
muriáti o d al m ;r, lado n pirita , á lo qu igu la al g ma, lo
mism que n Zipal)uirá., n 1 Aragon, n 1 Tir 1 y n lo Corpath : 1
cono imi nto íntimo i e ta ar illa 1 qn ha juzg r al min ro ·uando
e 1 pierd la v ta de 1 m ( má i n 1 t ng(_) tecible para el abut1to de Snntnfé en gano·
dos de llanos, fucilitnrin mucho la expot·tncion de granos, á esto se objeta que se aumeuturia
el contt·abando; no aumentaril\ seguramente en cantidad (porq ne en estaa inmensas coloni
na que tienen costns marítimas entr·n, á penr de las grandes pt·ohibiciones, cuanto al
uacion necet~iln); pero siendo el contrabando del Meta y de la Guoyana ménos caro qu el
de Santa Marta, disminuiría. el de esta última, y Yerdaderamente no seria esto perju d icial á
los intereses del Gobierno.
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308 RUMBOLD'l'.
salitrosos) no merece por ningun término el nombre de mina, porque es
un hoyo ó cantera sem~jant á los que abren lo t d ~ro para acar arcilla;
aunque no hace más de 40 ó 50 años que , e trabaja en ella, es ya
bastante considerable la e_~cavacioll, la que se ad lanta hasta ahora 4t de
la brújula de Freibero húcia el ndo te, como la pendiente a ubiendo y
desean a obre el ye o y la al una norme lile a d arcilla desvolcana,,
y e to demunbu. son ya tan frecuente.· qu en vario parajes es
imposible l trabajar en tiempos lluvio o·, á má. · d l rie go en que considero
á los joi"nal ro en aquel trabajo, e .. ta esp cie 6 método de explotacion
oc~ iona ga. to e ·tra rdinarios. uando ha pasado el in:B rno ó
tiempo lluvioso, se o u pan un grau JJ úm ro d ~ jornaleros en trasportar
lo derrumbos y en d cubrir y eparar la al gema que se ha de prendido
con los escombro ; :1m á cada seis m 'e e e· una, casa y ti nen la
pacienci:t de vol erla {L construir con tantcm ute on la mi roa falta de
~olidez; p ro lo ga ·to, inútile qu c .. u ·an esto d rrumbo u e lo 1 or,
pues {t un ~o u d con" ecuencia m a fatal e ; no se ~~abe . "a. ~1 dónd arrojar
tanto" ·coml>ro , una gran parte l ·al e ·ti ya en i .rta y e11 dro me ha parecí o de 6- , la d " u ·al do
12-141. c.
Qué norme d trncci n d comba tibie no r ulta de ·ta. lla n1ontafia pr ·enb los
m dio má. fácile para pr porcionar e man ntiul " alitro o. ;ya sean
natural ó a artificial '; pero aualicemo lo hecho. por el cálculo ántes
de pa·ar á. e to m di
Un hm·no de 500 ~ rroba (esto e , producto puro de 500 arroba de al
comerciabl ~) nec ·ita, á mú d la mezcla acostnmbl'ada de agua dulce, y
de lo' manantiale ~alitro. o , 310 arroba ue sal gema: un horno de los
mayore de 800 arrobc uecc.·ita e rca de 500, y como 500 arroba d sal
gema con tan lo á 92 p. c. e nti nen 460 arr ba de al gema ( 1 resto de
pc ·o e muriático de alumbre, de azufi' de cal, de tierra, magn ia calcárea
.... ) conta.ndo ( lo experimento de }J. Lang dorf no autorizan para
ello) d pérdida} en la coccion y falta de a eo en el trabajo, resultan efi ctivam
ntc !l60 arroba~, que el producto de 1 · ma ores de un horno de
lo ma;yore en lugar de la 800. De esto no ale la consecuencia (porque
la coccion no produce ni compone el muriático ; concentra y cri taliza
solamente la disolucion que stá hecha en la m zcla acuo a) que cerca de
500 arroba provien n de lo manantiales salitro o . De la al que e laborea
en Chilca, en Gua al, y en la obra del Rut , la parte que provi n de
lo manantiales á la que proviene c1 la. mina (que e.-tá abierta) e
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310 HUMBOLDT.
en razon = 1 - 08 - 1, pero no se debe dividir en esta razon toda.
la produooion de Zipaquirá de 160,000 arrobas porque cerca de 0,13
en el trabajo del Rute por desgTacia . e b cen con agua dulce ; luego es
probabl que lo manantial salitro os dan anualmente "'5,t:)()() arrobas de
sal fa ricada,, y la mina 84,000, ó 100,000 arroba de ttal gema.
Este cálculo prueba que la fabricacion de Zipaquirú estriba por mitad
en los manantiales . a litro ·os de Gua el y San Pedro, en medio de que
estos manantiale. están n el estado más infeliz, no quh;iera que so negara
á ellos, ni á sus inmediacione~; porque aunque es cie1·to que en Schwnbisch
Hall, Aigle y en Iugelfingeu e ha Yi ·to qne per onas inteligentes han
aumentado la calidad y 1a antidad de los manantiale ·alitroso , haciendo
trabajos atrevido. ; pero e .. ·to tralt. jo requieren cono ·imiento mineralógico
nocione d 1:.1 formacion del globo, y sab r la qniE'bras ó conductos
por dond corren los mauantialP. .. , cou lo que no puede contar aquí,
seria prudente l alejar la gal ría. (qn e han acon.· Jado n l apítulo
antecedente) rl l local de los manantial s acinale ).
Lal>or"anlo l( min d al gem11 d Zipaquirá por el mi mo método
que la l. rga -¡)críen ia c.l mucho , iglo ·, hall cho adoptar n lo E. tados
d 1 Emper(. dor de Al manía, n al. burgo, Bavi ra .... se tendrán
agua ·alada en abundan i., má ·rica. qn ·las pres nt ahorrarán
lo ga o de .·tra ·i u <1 al o· rua n m :l.'. , - lo de bati-
·cion n la~ all>er ·a de pi dra. };a cantidad de Ra qu
quirá . tan corta (160,000 arroba , uamlo la ·alins · as y
mucha. d 1 rey d Pru ia1 • in sal g ma, má. (le 1.500,000 arro :... ) y las
lluvia tan abundante en ta latitud, que probabl m nt . e podria formar
t da la sal de Zipaquirá de manantiales alitro o .. artificial , enriqueciéndolos
< ."US tiempo . E 'te es el método que d b ob rvnr , })Orla
analogía. que el local de Zipaquirá guarda en su sem j< nza con Berchtesgadeu,
Hallein y Au sei.
8e p "'rf01·ará el monte de· sal por medio de ga.Jerías ( ocavone ) internándo
e hácia 1 sur :r sudoeste, dirigiénrlo e á los parajes donde la sal
gema es má rica. Se sab , por lo ya dicho anteriorment , que la al más
pura está á una profundidad que el tajo actual no alcanza; esta es Ja sal
que se extraer{t exca ando la galería de escurridero, cuya boca deb estar
en el paraje más bajo que permita elniYel del llano. Ll gada ya la galería
á sit.io donde la mina sea más abundante, s harán grandes excavaciones
de mr s de 90,000 hasta 150,000 piés de superficie. segun la. solidez de la
sal aema lo permita; e ta excavaciones que lo mineros llaman wocbre 6
sinkwerke, on unas grandes salas subterráneas de 2 á 3 toesas de alto;
esta obra nada cuesta J)Orque la sal que rinde su excavacion sufraga
sobradamente los jornale ; segun la sal que se necesita y la riqueza deJa
mina se tienen 15 á 20 de estas salas colocadas en uiferentes piso , y no al
mismo plan segun el local lo exija. A estos wochres es donde se conduce el
agua dulce por medio de galerías superiores de los pozos ó de los parajes
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SALINAS DB ZIPAQUIRÁ. 311
donde pueda con eguir e. ,. Ella dilmel\en roy niTán lo · dim nto · térreo. ánt de pasar á
los cubo·. 1\Ir. Clai t (amig y di ípulo del inmortal Franklin) por qui n
las con trucciones d alina han tenido los ma "Or s progre os, ha d entado
ta especie d tamices en Fraun t in para hnificar un manantial
natural.
El movi1niento que lo peon · dan al agua en 1 s estanques para ace-lerar
la di olu ion de la al gema (la baticion) una maniobra que o a-iona
ba. tant ga. to pérdida de iempo; ría más v ntajo. o el . tablecer
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Sá.LINA DE ZIPAQUIRÁ. 313
la máquina que he pue to n u o en la Habana, para ayudar la ri tali-zacion
de lo · aco de caña, en sí b· t.ante shnpl , e reduce <Í un ~j
en el que tán fijas unas cuchara que e le da mo "imiento J)Or medio de
do cig-uefL .
La obra del r y t{t al pi; d lmont zuelo, y han con tn1ülo , tanques
á lo que se conduce 1 agua dulce, y la ·al gema de la dm~ de la
colina y e pagan 7 rPale d tra port por cada ci n arroba' de. al g ma,
q1 é di po icion de labore tan ingular! ello ierto qu e útil})ara el
tra porte <1 l combnt'ltil>l qu la coccion e haba al pié ·in 134: poco ti JU})O ha que n pizarra ~ ha e la coc ion
con va ija. ' hi >rio p ro ánt , se hacia en totuma~, qu son una cá -
cara d ci >rta ·p •ie d calabaza . .
Segun lo tiempo la o tumbr ; la poblacion el e te R ,ino ha
amnentado ·ingnlarm ute h·ícia 1 fin el l último . iglo, particularm nte la
clase que onsnm mu ha al, pu . la raza india ""hacen muy poco
u o de ella. La. procluccion d al n Zipaquirá de aume tarse · p ro la
falta Or ejemplo la ,'alina de R ~ichenhall en
Baviera, de cuya economía onservo ca ualm nt alguno. manu crltos.
Se hicieron en
1791 n 5 caldm·a , 242,156 quintal de 4 a:uobas.
• Lasco tras de al qúe se forman en las cazuelas por tongas sucesivas, y la multiplicidad
de paredes son sin duda la causa principal del enorme consumo de combu tibie:
diarinment.e experimentamos en los trabajos prácticos de coccion en Europa que cuando
se forma en una caldera un sedimento térreo de dos pulgadas de crasieie, se consigue con
gran dificultad el hacer entrar en coccion el agua salada, y aquí se trata de sedimentos
de a á 18 pulgadas. En Europa e prefiere una caldera grande á. dos de igual volúmen~
porque (á. más de otras razones) estas últimas presentan mayor superficie y por consiguiente
consumen mayor cantidad de calor; ¿pues cuántas no son las superficies que
presentan 200 cazuelas de forma semiesférica 6 semioype ?
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316 lltJ~rBOLDT.
1792 en 5 cald ras, 243 355 quintale de 4 rrobas.
1793 n 5 id. 24 ,256 id. de~ id.
1794 en 5 id. 217,024 id. id.
1795 n 5
179G en u
irim ro eria ven tajo. o porque so ahorraría el <.lestruir
lo bosque ( i :ll combustible e n uy e caso); pueden dirigir e las
agua ·alada · 1 or trag }as ha ta lo . itio dondé haya mina de carb n de
tierra, la aguas ;:: v u o pr ci ado á alt rar el •al r d l fu o·o ~wiva do
éste má ó méno . La primera op ra ·i n al principio de la co cion y la
evaporacion r qui r n un fu go viol nto. La gtu1da opera ion y la cristalizacion
por lo contrario xl · n p co fu go, y no menear ó mover el
líquido : esta variedad en l fuego es p ruiciosa para la economía d l combustible;
cada v z que e ha de hac r h rvir ll.íquido se pierde una gran
parte de calor en p netrar (saturar) la parcdc del horno el aire circunvecino-
.. - cuan lo la paredes 1 l horno tán ya calc.leada 1 rá, la pérdida;
pero nuevam nte entra otra qu e n el ti mpo d la cristalizacion
en el que e enfría l horno. La \'ap racion de una u < cantidad de·
agua salada qu, s~ r pone n la all ra., e jge un fuego activo, e repiten
nueva pérdiorque el ~gua con en rada puede pasar currieudo
natnralm 'ute á la. gnnda.
E ac rt, tlo el< ¡~p ner el fu ·o d modo que nos lo ircule al rededor
d lo bord . d h eald ra, in tam i n que \aya {t dar debajo de
otra caldera de preparacion, la que e coloca entre la chimenea y una de
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SALINAS DE ZIPAQUIRÁ. 310
la otras calderas. Ba ta qn la agnas salaíla adquieran 20 6 25o de
calor de Heaumu.1.· en
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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Prensa