Por:
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Fecha:
11/07/1883
I
SERIE l. ESTADOS UNIDOS DE COLOMMA.-Bogotá, 11 de Julio, de 1883. ' NUMERO 5."
R.A.F·.AEL NUÑEZ,
OANDIDATO ,PARA PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN EL PRÓXIMO PERÍODO.
INSTRUCCIONES
DADAS POR EL PODER EJECUTIVO .oÍ. LA GUARDIA COLOliBIANA.
(Tomadas del Códilro Militar).
Art. 18. Son objetos primarios de ia fuerza
pública:
Defender la independencia de la Nación;
Mantener el orden público;
Sostener la Constitución y leyes de la
Unión; ,
Protejer las personas y las propiedades en
los términos dispuestos por las leyes;
Defender y apoyar á las autoridades y á los
funcionarios públicos constitucionales y legales
de ]a Unión.
, Art. 22. La fuerza pública de la Unión -es
esencialmente obediente: no tiene facultad de
d.eliberal', y depende en todo del Poder Ejecutivo
nacional.
"
Art. 1,643. Si el autor principal fuere de
la clase de Jefe, tendrán la pena de traidores
los Capitanes y Comnndautes de compañías ó
secciones sueltas que le obedecieren; y si fuere
el autor principal de la clase de Capitán, los oficiales
iguales ó'subaltel'llos que le obedecieren
tenc~l'án la misma pena.
Art. 1,644. Los superiores que entren en '
la traición de sus iUferivres, ó que la coadyuven,
sufrirán igual pena. ,
,La Guardia Colombiana, que ha sido hasta
el presente, durante el régiruan de la regeneración,
modelo de lealtad á las instituciones y de
respeto al mandato de las leyes, cumplirá en la
actual emergencia política las precedéntes instrucciones.
Las le..yes del honor y las de la República
les' imponen á los miembros del ejército
los mismos deberes, y no hay porqué creer que
deja'rán de cumplirlos. , '
COLABORADORES. e
- En consecuencia, la füerza armada estará
en cada Estado á las órdenes del Presidente ó
Gobernador de él para los objetos primarios de
que habla el articulo 18; pero en,cuanto al ser-
'Vicio y á las operaciones militares, depende di- LA CANDIDATURA OFICIAL.
rectamente del J;>oder Ejecutivo y de la autori- _ Cuando el público que en esta. capital se
dad por cuya orden se deba hacer el servicio y agita en la discusión de la política activa adivise
abran ó continúen operaciones. nó, si así podemos decir, el pensamiento de la
Art. 23. La fuerza pública nacional recibe reelección del señor Otálera, los que tienen
las ói'denes del Poder Ejecutivo y de sus agen": acceso á las altas regiones oficiales y los que en
tes, ségu n el caso, l)(rrcoñ¡fin:%o-uems-~tl'r- -m llIS'---vTven-a-nora;-a-s-everarou solcmneme nte que
dos militares con mando que establece este ,tal pensamiento no habia cruzado por la mente
Código para la organización de dicha fuerza. de aquel Magistrado, y que era uno de tantos
Art. 25. Sin embargo de la obediencia pa-' artificios puestos en juego por los jefes más dissiva
que la fuerza armada de la Unión está obli- tinguidos de la oposición radical, para llevar al
gada á prestar á las órdenes de sus su'periores, seno del partido independiente las desconfianzas
comete delito de alta traición si las obedeciere ó y el desconcierto que de éstas se deriva naturalse
emplea en alguno de los casos siguientes: mente, El 2 de Abril no más, cuando apenas
1.0 Cuando se le ordene derrocar el Gobier- acababa de prestar el señor Otálora ante el Con-no
de la . Unión Ó DE ALGÚN ESTADO; greso la promesa constitucional ·como primer
2. o Cuando se le ordene disolver ó impedir Designado, el plan que antes se presentaba con
la reunión del Congreso nacional ó de alguna los caracteres de una calumnia insidiosa, se dide
sus Cámaras, ó la legililatura de algún vulgó en esta ciudad como combinációiJ. resuelta
Estado; " y definitivamente acordada, y . de entoncesj)ara
3.° Cuando la orden es de impedir Ó coartar acá en todo el país existe la creencia de que el
las elecciones ó el libre ejercicio del _ derecho nombre del señor Otálora será llevado á las ~lrelectoral;
nas Ó, por , lo menos, sacad o de ellas eh la próxi-
4.° Cuand.o se le ordene coartar la libertad ma elección jJresidencial. Y, á medida q\le la '
de los Senadores y Represl;lntantes, ó ]a de los época eJeccionaria se aproxima, ese pensamiento
Diputados á las Legislaturas de los Estados en tiene mayor consistencia; se dice que se vigorisus
deliberaciones legislativas y demás funcio- za más y más en el espíritu del candidato que
nes constitucionales y legales; sirve de centro á la combinación, y áun se anun-
5.° Cuando se le ordene atacar á los fun- cia que, para · realizarla, se empleará toda esa
cionarios públicos de la Unión ó de los Estados, ingente SUllla de influencias que da el poder y
ó 'impedirles el libr_e ejercicio de sus funciones. es tan eficaz, especialmente, cuando se emplea
Art. 26. El militar que obedeciere á su su- en provecho de quien la tiene en sus manos.
perior en cualquiera de los casos expresados en Para los partidarios del señor N úüez que
el artículo anterior, queda personalmente res- dan el título de amigo tantó á éste como al cánponsable
y sujeto á las penas que designa. la ley. didato que hoy habita el Palacio nacional, el
En los demás casos, siempre que liaya motivo Mnnifiesto que el señor Otálora dió el 15 de
de l'esponsabilidnd, será exclusiva del superior Abril es una renuncia clara y explícita de la
que ordene el acio, á menos que el que haya de 'candidatura que hoy vive y se <}esarrolla librecumplir
la orden pueda discernir bien que e~ mente, á la vista del candidato que dice haberle
un delito lo que se le ordena, caso en el cual no dado muerte con la repudiación que de ella hizo,
le servirá, de excusa la orden recibida. y del partido que elevó á aquél al poder y que, .... "', ................................. ~ ............... , ...... .
':' Art. 1,642. Los Generales v Comandantes
de hs tropas que cometieren el "delito de alta
traición, ordenando ó ejecutando cualquiera de
los actos expresados erl el artículo 25 de este
Código, sufrirá lapona de destierro del territorio
de la Unió'f}.;6; de diez años de reclusión, a
juicio del consejo de guerra, previa destitución
~úh~ica ~de sus empleos. ~
creyendo que sueña, no quiere ocasionarse el
dolor de conocer la realidad de ]0 que pasa en
el campo de la política, ni da á la actitud y á la
conducta del Presidente de la Unión ]a. significación
que tienen en presencia de los hechos
que se cumplen en desarrollo del plan electoral
en que el nombre del señor Otálora sirve de
bandera, y respecto del cual no es natural suponer
que él permanezca indiferente.
Decimos que la conducta del candidato demuestra
que él acaricia la ilusión de no dejar la
inansión oficial sino hasta Marzo de, 1866, y que
no abandonad al acaso la decisión ,de la lucha
en que va á debati'rsé ,sn nombre, deff\ndido hoy
por sus implacables enemigos de ayer. Para ob- I
tener el triunfo, se apelará á los medios ql.le el
mismo señor Otálora calificaba de inmorales
cuando, afiliadO en el partido de oposición, COlllbatía
l('ls violencias del poder y los extravíos del
partido dominante. A,sí, vemo,s que,: estando obligado
legalmente á dár protección ~í los Gobiernos
seccionales, amenaza con la fuerza al Gobierno
de Boyacá, al cual declar~ fuera de la ley
en un documento solemne. Mantiene en el Cauca
una fuerte guarnición militar, que no es garantía
de paz en ese Estado y que lanza á los
vientos el ñombre del actual Presidente de la
Uni6n en tono de amenaza . contra los que no
estén dispuestos á acordarle el f.'lvor de sus sufragios
en la próxima elección. En Panamá se
\'etira á los jefes de la fuerza que ha sido sostén
del orden públioo desde 188Q hasta ahora, y se
dice que serán reemplazados por otros que pronuncian
el nombre del señor Otálora con entu'
siasmo. En el Magdalena se dice que habrá ha_
bido movimientos estratégicos de la fuerza allí
acantonada, y que, sobre el mapa, se ha estado
discutiendo en el Palacio de San Carlos el resultado
de las elecciones que debieron verificar':se
el 8 del presente mes, del cual se responde si
los movimientos ordenados se han ejecutado y
la lucha se)la reducido, en consecuencia, á una
cuestión de geografía, según dicen las gentes
que allí conocen el mecanismo electoral. En
Cundinamarca se amenaza al Gobernador con
una resolución de la Cortl¡) Suprema federal, ó
ejecutiva, si este Tribunal no la pronuncia, en el
sentido de que el período para el cual fué eleO'ido
el General Aldana concluye en el próxi~o
mes de Diciembl'e, en caso de que ~ste no acepte
la evolución ~' ofrezca para el señor Otálora el
voto de los cundiuamarqueses. Perdida la candidatura
del General Wilches, el voto de Santander
se asegura que favOl:ecerá al candidato oficial;
y respecto d Antioquia y Tolima, no hay
porqué dudar de que estarán, ~i no los pueblos,
sí los Gobiernos, de lado del candidato que mayor
fuerza radical tenga: en su apoyo. El voto
del Estado de Bolívar es el único que la evoluc2'
ón no pretende obtener, y esa sección de la República
la única también en que la paz parece
asegurada.
, A tiempo que de todo esto se habla y escribe
en privado, Jos políticos que tienen, como
el coloso de Rodas, un pié en 'la. isla y otro en
'el continente, guardan prudente reserva y esquivan
emiti1' sus opimones en público, temerosos
de comprometer ,la po;;ición que ocupan respecto
á una y otra candidaturas. Pero, á medida
que el tiempo avanza, los hechos se manifiestan
en todas sus fases y hieren los sentidos
de los que no quieren ver, oír ni palpar lo que
en su derredf>r ' se encuentra. , La candidatura
elel señor Otálora para la Presidencia de la '
U nión es hoy uno de , esos hechos. La prensa
de oposición á ]a candidatura del señor Núñez
la proclama y recomienda al país. El señor
Otálora mismo dice que se resignará á lo que decida
el sufragio, y refieren las gebtes que con él
hablan, que se manifiesta airado cuando se le
enuncia por los sostenedores. del señor 'Núnez
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
..
18
e la conveniencia de que se dirija al Congreso
en solicitud ,de l!ll act calle del Colegio en
actitud hostil hacia el Rector, gritaron muel'as á la dictadw'a '
y entra~on alloeal con el objeto de increpar su injusticia al
superior del establecimiel;ltó. Un leader llevó la palabra á
nombre de los amotinados y le hizo al señor Rudas cargos de
carácter poHtico de que está exento quien, c0ll.l0 él, ha lidiado
por el liberalismo en la prensa y caído herido de cuatro balazos
al frente de las trincheras de Garrapata.
El doctor Rudas los recibió con serp}\.blicos de educación. Hubo luégo en la plaza: de
Bolívar reunión enteramente. política; gritáronse abajo s ! y
m~~el'a8 ! al señor Rudas, y vivas al señor Otálora como can'
didato y como Presidente, y en medio del grupo que se creía
ser la juventud, aparecian los que querían explotar el juvenil
• ardor en favor de intereses transitorios de política. -
Al día siguiente, el Senado dió 'un voto de a.plauso á la
conducta del señor Rector, y la Consiliatul'a del Colegio aprobó
la medida adoptada por aquel empleado, como reglamen-t:¡,
ril)- y conveniente.. .
Así ha terminado el incidente, en cuanto al restablecimiento
de la autoridad y al juicio de la conducta del señor
Rudas. J))n cuanto á los jóvenes que se habían separado, entendemos
que 'ban sido recibidos de nuevo, previo reconocimiento
de su error eq unos, y de su .falta en otros.
Ha quedado, púes, estab leci~o, para bien de la juventud,
que tantas glorias ha de cosechar, el principio de que la
disciplina esc@lal' se aviene poco con el calor d~ las lides sin
glpria de los círculos políticos, y, para bien del país, que los
Colegi0s públicos d'arán sangre nueva y generosa para regenerar
la República, si la intriga de los círculos y el odio de
los caudillos llega no más hasta el dintel de esos planteles.
Losseñores doctor Antonio M.'Barrera y Francisco
Umaña Q. se hallan entre nosotros, de regreso de Europa.
El prime;ro, después de una co!·ta permanencia e'n Guayaquil,
se dirigió' !Í París á perfeceioTlarse en los estudios de medicinH,
que con gran provecho había coronado en nuestra Universidad
.nacional, y,previas las pruebas del caso, obtuvo grado de
Doctor en la Facultad de Medicina de aquella metrópoli. El
señor Urriaña había ido á Cádiz como Cónsul de Colombia,
por nombramiento de la administración Nliñez.
Darnos nuestra cordial bienvenida á los apreciables amigos
Barrera y Umaña, y les deseamos fetices horas de nuevo
en sus hogares. _
. La señora María del Cármen Tamayo, digna esposa
de nuestro respetable amigo D'tCtor ~alvador Camacho Roldán,
falleció en Anapoima en la sem~llla última, tras los pa-.
decimi<3ntos de una prolongada enfermedad. . ,
Registramos con positiva pena este acontecimiento, que
ha llevado el luto al hogar de un padre ejemplar, tierno esposo
y ciudadano inmaculado; ' para el cual qnisiéramos las
bendiciones todas de la fortun:.. Acepte el señor Doctor Camacho
y acepten los, miembros de su distinguida familia, la
expre~ión de nuestro pésáme sincero por la irreparable
pérdida que tan de cerca y tan justamente les ha tocado á
ellos lamentar. .
El Poder Ejecutivo nombró C,ónsul general en
Washington al señor Lino de Pombo, qui:en ha desempeñado
con inteligencia. y patriotismo el Consulado de New-York en
los últimos dos !lños y medio. Al señor Le()nÍda~ Flórez lo ha
nombrado para el ,consulado particular de N ew -York, y al
lieñor Aníbal Currea para el del Havre. \
'J:'amUién n~mbró el Poder Ejecutivo Jefe del,Batallón
acantol).ado <3n Panamá, al señol; Coronel Ramón Peñafort.
'\
LA. SITU AOION.
Este nombramiento fué comunicado al 'Senado, para su aprobación,
en la sesión del 7 último, y fué pasado en comisión.
Al público.-Tal es el título de la manifestación
que un gran número de los alumnos del Colegio del , RosaPÍo
dió al día siguiente de la insubordinación' que en
este establecimiento ~uvo lugar, Como Un testimonio de
consideración al doctor Rudas y de aplauso á los dignos
jóvenes que han hecho la manifestación, la publicamos á
continuación, persuadidos de que los padres de los autores
d'e ella y el país en general, sabrán estimar la digna conducta
de dichos j.óvenes. .
Los iufrascritos, ,alumnos del Colegio_ ~ayor de Nuestra
Señora del Rosario, manifiesban q1le no han tomado parte al~una
en los hechos que tuvieron lugar en la tarde del 4 de lo: co·
rrientes y que están satisfechos con los actos del señor Rector,
porqu~ éstos están 'bodos dirigidos en el sentido de ltl disciplina,
morahdad y buena fama del Colegio.
'Bogotá, Julio 5 de 1883.
Ignacio V. Espinosa, Liborio Orejuela, Rafael Zamorano
Manuel Escobar, Eladio Pétez R.; Proto Ramirez R., Libori~'
Neir~, José. de la R. Acosta, Marcos Oorbés, Luís Travecedo M.,
SantIago RIZO. L., Aurelio Espejo, Federico Riaño Manllel Ro:
yos R., César Trujillo, B. Reinales S., Jesús FOl'er~ .Jlllio Ro.
dríguez, Luis León A., Ramón .R. Calderón, 18m~el Duarbe
Riginio Zapata, Ramón Angarita G., Ricardo Perez R.. Jnan i
Barreto, Seclllldino Navarro, Felix Piñéros, Celio Fi ~ueredo
Sebastián Llanos, Aquilino Vanegas, Ma¡lUel ~aría "'Lozano:
Aquileo L. Corchuelo, Manuel J. Narváez, POlnpeyo Ballestas
Joaquín B. Güete, Darío de la Torre, Anuel María Rocelli C.'
Ovidio Alandete, Rubén de J. Berrío, J.B: Corvacho P., Ramó~
M. Guzmán R., Juan N. Solflno, Leonídas Gaitán V. Nestor
Gaib~n, G:erónimo ~acduJo Pérez, Ernesto Aguilar, Benjamín
Úsorro, VICente M. Forero, Ignacio Rernán1ez, 'ro Pedroza T.,
Amceto Canales, José M. Aguilera, Julio Villar Saulo Pinzón
Flavio Ro?ayo, ~smael Castro V., Manuel Galvi~, Teófilo Roja~
C., FranCISCO FIgueredo, RICardo Pava, Roberto Pedroza Ricardo
Afanador, Ramón ,!]asbro B., Gregorio Durán, Tomá; '1'0-
.rres M. . ' ,
Legaciones.-Por decreto de hoj el Poder Ejecutivo
ha nom1rado Ministros Plenipotenciarios en la Gran Bretaña,
Francia, Alemania y República Argentina y Chile, á los
señores Carlos },{artín, Francisco de P. Matéus, Luis Carlos
Rico y José MarífL\ Samper, respectivamente. A los señores
Carlos Otálora, Ricardo N úñez y Carlos Saenz' E, ,para Secretarios
de las Legaciones en la Gran Bretaña, ]'ranoia y República
Argentina y Chile, on el orden indicado. A los señores
Roberto Montoya, José de Jesús Agui:otr y Rubén J. Mosquera
como adjuntos á las de la Gran Bretaña, Alemania y
Francia. . ..
Cpnsules.-Por decreto de 'ayer se creó un Consulado
general ad hon01'em en el Dominio del Canadá y se nombró
para desempeñarlo al señor Roberto Peachy, con residencia
el! Ottowa.
Por decreto de 7 del presente fUi;lron nombrados Cóusules
en Great Grimsby y Filadelfia los señores' Roberto Sa~
ravia y Aníbal González, este último ad honol·em.
( De " La Escuela Liberal ,,).
Superior y el Procurador del Estado," yel número 13 de
artículo 3.° del CódIgo Judicial, que dice: "13. Conocer y
decidir en primera y segunda instancia de las causas por
delitos comunes cO~ltra el Presidente del Estado, los Magistrados
del mismo Tribu'nal y el Procurador general." .
Fijando la atención ell la disposición copiada del artículo
47 de la Constitución, se ve que tal disposición es condicional,
carácter que adquiere ú virtud del adverbio cuando
que concreta l resume en sí el sentido de toda ,la disposición.
Cl¿ando, est" locución, según el Diccionario de la. lengua,
significa en los casos que, y debe entenderse en los casos que
por delitos comunes se proceda contra ..... el Procurador del
Estado, EN VIRTUD Dre ACUSACIÓN INTENTADA por Wl Fiscal
nombrado pOI' 1 a .Asamblea. Es, pues, en estos . casos únicamente
cuando compete á la Asamblea declarar con lugar á
formación de causa, decretar la suspensicín y entregll.r el acu- .
sado al Juez cOn;tpetente (el Tribunal). Aquí no se ha cumplido
la condición de se1' el caso de que la Asamblea proceda.
en virtud de acusación hecha por un Fiscal nombrado por
ella; luego tal. Corporación no tiene atribución en este caso
para declarar con lugar la causa y decretar la s~spensión del
Procurado~', y L.'( JUlllSDICCIóN PAnA CONOCER Dn: ESTE ASUNTO
CORRESPONDe HOY ÚNiCA Y EXCLUSIVAMENTE AL TRIBUNAL SwPERlun,
por las atribuciones expresas que se . dej an copiadas,
y éste tiene el deber de proceder Ílamediatamente á la averiguaeión
Jel delito y al pronto y eficaz castigo del delincuente
(artículos 1,497 y 1,498 del Código Judicial), sin esperar la
reunión 'de la Asamblea, detención que no puede justificarse
con ningún motivo de conveñiencia pública,' pues lejos de
haJ:>er é~ta, podría suceder que, mientras que se reunía la
AS11rnblea, el Procurador podría, hacer diez revoluciones y
derrocar diez Gobiernos, y e~ta atrocidad no puede ser el objeto
ni el resultado de la disposición constitucional.
. Bien al contrário, la Constitución Y' la ley. judicial, previsivas
y sabías, atribuyeron expresamente el conocimiento
de tales delitos al Tribunal; autoridad permanente, en atención
á que no todos los días hay Asamblea reunida; pero sí
puede haber rebeliones todos lo~ días, encabezadas por el
Procurador, y que las conveniencias sociales exigen reprimir
y castigar pronta y. eficazmente, .
Si átomo de duda pudiera quedar en lo dicho, bastaría
p~ra disiparla la condición de que la jurisdicci6n ó competencia
de que aquí. se trata, tiene que estar entre las definidas
por los artículos 234 y 235 del Código Judicial. Este último
artículo dice: Jlwisdicción jJ1'ivativd es la que sólo se _
ejerce en un Tl'ib~¿nal ó J~.zgado ; y preventiva la que compete
á dos ó más indistintamente, de los cuales el q~e se anticipa
y p¡"eviene á los otros los inhibe é impide el conocimiento.
La jurisdicción en este caso no es pl'ivativa de' la Asa~blea,
pues no le corresponde á ella sola. Es, pues-, jurisdicción
lJ1'eventiva, porque también le correRponde al Tribunal.
Si éste se anticipó y pl'eviíw, inhibió del conocimiento á la
, Asamblea y hoyes el 'l'n'bunal única y e.'lJclusivamente el com-petente
pam juzga¡· az'ProC1t/·adol·. '
BOYACÁ.
De Tanja hemos recibido la siguiente hoJa volante',
en la cual se hace una victoriosa defensa del auto del
Tribunal Superior del Estado Cfue ordenó reducir á prisión
al Procurador del Estado.
Pero las pasiones. po;íticas y los odios pers~nh.les han
"eievmia deswmpía-cmgnta por la (lete'ñ¿wnCle1.- Prbcuraaor
n¡belde. Se trató de verificar un nuevo atentado de apresa-
I miento del Presidente' del Estado por el Jefe de Estado Mayor
de la fuerza n~cional residente en Tunja, quien hizo la
intentona de dejar sin guardia al Presidente, probablemente
para 'aprisionado ; y se sigue cónspirando con el mislr.o fin;
se repiten las amenazas de que el Gobierno de la Unión enviará
más fuerzas á esta ciudad para conquistar por la violencia
la. libertad del Procurador; y hay alarmas y , temores
. La rebelión del 23 de Abril en Tunja ha daJo su rede
guerra., . \
~ultado obvio y natural.. La iafame traición q¡le redujo á
prisión al Presidente legítimo señor Calderón, cuyas fu~cio .. •
nes legales fueron usurpadas por el señor Baudilio A.cero,
Procurador del Estado y autor principal del movimiento revolucionario,
comienza ú tener su sanción legal. Por auto del
Tribunal Superior del Estado, á quien compete el conocimiento
de los delitos comunes cometidos por el ProcuTador
delitos á cuya categoría corresponde el de l'ebelión, este 'eln~
pl~a?o f~é reducido á pris~6n .c~mo detenido, y suspenso, por
mll1lsteno de la ley, del eJerCIClO de sus funciones.
Esta medida, reclamada ,desde luégo por la ', justicia la
moral:: la vindicta pública, ha tenido también sus natur~les
resultad03 en el espíritu de los ciudadanos: para los hombres
de probiJad y de trabajo que sólo quieren garant,ías nI abrigo
de la paz; que desean la hOllTa del Gobierno, el xespeto
á las instituciones y el castigo de los delincuentes,' la prisión
del Jefe de la rebelión es justa, legal y conveniente; para
los hombrJ3s perversos á quienes nada interesan los horrores
de la guerra ni la deshonra del país, con tal de que puedan
medrar á favor de los trastornos y ue las calamidades públicas,
dar rienda suelta á su ambición y satisfacer sus venganzas,
para éstos, decimos, la medida es ilegal, at¡mtatoria,
inaudita.
E~ todo esto se cumplen estr~ctamerite las leyes de ' la
lógica. "
Acúsase el auto del señor Magistrado como viola torio
del artículo 47 de la Constitución del Estado que en su parte
conducente dice: ' '
" Son atribuciones de la Asamblea Legislatiya, como
Tribunal Supremo ............... 2.° Decla?'w' cún hl{jG1' 1'10"-
mación de causa y ~icta1' la s1¿spenañ'ía de Río T¡¡j ::---~
Me parece que el ferrocarril debe arrancar de un puerto
d~l río M"gdalena, "hasta el cual sea practimible la na vegación
en todas las estaciones del año.
En el pnnto de partida debe, Je .. aLltarse un muelle proviEto
de todos los aprmüos 'modernos para la rápida carga y
doscarga de las mercancías.
La línea se podrá continuar entonces por el terreno bajo,
sobre un terraplén de sólida construoción, hasta llegar á los
cerros ó montañas, donde la vía habrá de elegirse de 'la manera
que más pueda favorecer los Gentros de población. .
El trazado y la detenninacióa de las ' '102aliclades por
donde ha· de pasár el ferrocarril, son pUlltOS de ,considerable
importaucia, á causa de las alturas ,.por las cuales habrá que
subir y por las cuales habrá que pasar', y de la neceHidad de
guardar basta donde ~ea posible los límites de gradientes
comparativamente fáciles, de suerte que los trenes de pa~ajeros
puedan andar con la/velocidad que sea necesari·a ,para que
el viaje entre Bogotá y el Magdalena se efectúe en, el térmi-nCl
de 12 á 15 hQras. 1 •
La importancia del ferrocarril exige asimismo qne Este
sea construido de una manera sólida y durable, con 10s,m¡3- .
jores materiales, y que se le provea' de poderosas máquinas,
carros y delhás material fino y material rodante adecu~dos al
clima y al tráfico á que se destinen. Habrán de construirse
también vastos edificios para estaciones y dependenci~s.
Tomando en consideración todas las circunstancias, el '
monto del capital, al cual propone usted limitar la gar::;ntía
del interés por el Gobiemo (,g 5,000 por kilón;tetro), puede
no ser suficiente para facilitar la ejecución de tan impql'tante
vía férrea, y por eso m'ismo juzgo absolutameQtc 'necesariu
que el Gobierno 'permita la creación de un 'capitql mayor sin
garantía, caso que éste se juzgue necesario. Con podo, si ,el
Gpbierbo otorga una concesión en la form.a del ¡5royectQ que
he tenido el gusto de discutir detenidamente cou ust,ed y del
cual la acompaño una copia firmada por mí, yo estaré li~to,
cuando ust~d regrese á I~laterta con la coacesión, para lle-to
para tomar'todas las propiedades. "
Las acciones de esta 'Compañía ti"enen ~oy una pri~a eje
150 por 100 y sus ~bligaciones ó vales repr~sentan en la
" Bolsa éle Londres un, :valor de ,g 12.000,qoo poco más ó menos.
W. H. P1JNCHÁRD.
21 de Abril de 1883.
V ARIEDA.DES.
, I
ENRIQUE TOMÁS BUCKLE.
(TRADUCCIÓN DEL INGLÉS.)
, (Continuación),
La vida de aislamiento imprimió en sus obras algunos graves
defectos. Las artes prácticas no ~on J11ás efi~aces para suavizar
las maneras del hombre que el contaCto con la sociedad.
Si desde su estudio 'no insultó' él á la especie humana, sí se
for¡pó \tcerca de la~ clases sociales, por su largo' comercio con
los libros solamente, rígidas é incompletas opiniones que unA
co.munieación más pronta J libre con ellas hubiera suavizado ó
corregido. Del clero vió solamente 'Un lado,. y .nó el más faV:Ol'a'
1.le. Consideró á los miembros de él. como escritores ó predicaaores
solamente, nó como elementos a"tivos y humapizadores
de ' la sociedád. Tiene razón en atribuir á la teoldgía
, doO'n;tática, 'tenebrosas, crueles, ignorantes é infundadas teo-rÍa~
en oposición CO\l' el div~llo Autor y al n;tismo tiempo des-
I hon~osas á la especie lrumana. No tiene razón cuando repre·
senta al oradol' ~n el púlpito ó al literato en su gabinete, tan
ásperos, fanáti~os y severos como. sus doctrinas. En lf;l.s Con-
\ jesiones' 'de Agustín te;¡lemos los torrent,~s de un grande y libe- '
, val' á término este negocIO sin pé~'dida de tiempo. -
Desde lnégo será indispensable que se cqnstituya en
Europa una fuerte Compañía para el efe'cto de Ílcometer la
empresa, y en eL evel'Jto de que usted me comunique por
cable q ne la concesión ha sido otorgada conforn}e al proyecto,
sin modifica ció u alguna de importancia, yo formaré iamediatamente
la Compañía conjuntamente con amigos de Londres
y París, de forma que los estuslios,cientí,ficos y las 0bra~,
. puedau ponerse en ejecución á uu tiempo y sin demora '
Iral corazón. En sus escritos sobre el destino, el libre albedrío
y la preciencia, se presenta solal'~:le.nte como el dU1'.~¡s patel' ~njautú¡
m precursor q,el sombrío é lI~lacable CalvlUo. Que ltl.
natural;za de Lutero era más armónica con la natnraleza y
,el h~mbre queja U!fturaleza de Erasmo, es cosa respecto. á la.
cual 108 escritos de 'uno y otro nc¡> dan lugar Ít duda; pero
éuando Lutero se lal'lza.al tenebroso mar de la expeculación
teológica, se torna, como su contemporáneo rival ginebrino,
, d,uro, ' acre y rencoroso. El más á,¡;diente,Y tienfo .de los fil~.n-alguna.
. . . •
t'ropos, un Penn ó Ul1 Horward, :ro estana m~s p'ro:fundame~te
imbuido del amor á la humamdad que Rlc~rdo Hooker y
Jeremías Taylor; sin emhargo, no sería difícil extratar de sus
libros pasajes que, tomados aisladam.ente peI tex.to, ofenderían
igualmente nuestra razón y ~uestros sentimientos. Los ex-
Como t'l.n sólo d'3 paso he tenido el gustG de relacionarme
personalmente con usted, .iuzgo con,venieute acomp.añarle
algunos detalles de las diversas obras qU!! ya sólo, ya conjuntamente
con mi difunto socio Edwin Olark:, he llev,ad'o á
ejecución durante los últimos doce años. ÚSt~d ";erá que ellas
se extienden á casi todas las partes del mundQ y qu~ montan
junta,s á más de 20.000,000 de libras esterlin:,ls.
S610 añadiré, que en casi todos los casos; además de la
tractos de los teólogos escoceses que ocupan grande espacio
en las nota& del seg~m~o volumen de ]\fr. Bu.ckle son ~as~ante
atroces para probar que To¡'quemada y Santo Dommgo no
estaban mejor dispuestos á dar tormento }' quemar á sl;ls
&emejantes,que los Gillepsies, los Guthries, los Halyburtolls
y los RutherfOl:d~, sobre algunos de los cuale~ Milto?- había _~
arrojado ~l .extIgma de que "los nuev-o:~ presbz:;ro~ no _ ~ran
sino los VIeJOS 8acerdotes con no.mpre dlferente. Sm embar-
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
g~, tarhz' mu~hos d~ esto? ar;as~onadog. hombres reb?zaban
, en caridad"y .. VIvas SImpatIaS e Ilustraban con s.u vIda las
doctrinas de paz. y ;mansedumbre .. En sus observaclOnes ~obre
el carácter nacion,al, emplea tambIén Mr. Buckle una norma
intelectual solamente. Las compensaciones morales del progreso
y un inexperto:' ~esarrollo intelectual, las ignora ó des
·cuida. Su mirada dirigida únicamente al progreso científico
no Yió muchcis fértiles sitios que sirven de consuelo en
:,.. ~J desierto entre Dan y Beershebá. . ,
.' En varias ocasiones, MI'. BUykle dlO á conocer los efec-tos
de la separación y el aÍl?lamiento de los i~tereses humanos
.en las órdenes monástIcas y el sacerdoCIO en ge!leral.
Inconcientemeute participó del error que denunciaba. Mayor
conocimiento de la vida práctica hubiera suavizado sus asperezas
y salvádole de algunas ligeras conclusiones y graves
errores. Un efecto del aislamiento que aparece en los estudios
solitarios Benedictinos, no se manifestó en él ciertamente.
Su corazón no se estrechó ni redujo á los grandes intereses
de BU especie. Acaso pe~ó en no IIl:1J.Y.Rrecisa balanza algunas
claBes de aquélla; pero pmás fué mdIferente al progreso de
~ los hombres que libertara á la raz~ ,humana de la esclavitud
del mercado, del templo ó de la tnbu. Por la causa que ,él
creía ser de la civilización, su energía era indomable, su
simpatía intensa. Del plan y ejecución de 'su Historia no
estamos en aptitud de hablar; porque sólo tenemos fragmentos
de la Introducción á ella. Después de más madura experiencia
y mayor observación, hubi~ra ampliado ? .corregido. en el
de~árrollo histórico mucho que en los prelIlDlnares es lllcompleto
ó inexacto, inexperto ó temerario. Las siguientes ~b~ervaciones
se refieren, por tanto, al fragmento de su plan UDlcamente.
~ LÁ SITU Á-C-ION.
de tales aspectos hubiera podido ·transportar, sin detrimento
de la 'obra ni embarazo para los lectores, de las líneas rectas
á las paralelas, en tanto que el progreso de la civilización hubiera
podido trazarse ó exhibirse, con igual, si no superior
efecto. Las' grandes bases de la civilización, la religión, el
derec4o, el comercio, las artes y las ciencias, con sus diversos
productos y fenómenos y su mutua cooperación y equilibrio,
hubieran podido exhibirse en una serw de círculos concéntricos
ó de osculación, en tanto que las leyes de su generación
ó conexión hubieraJj con propiedad formado en manos de Mr.
Buckle, - y nadie hubiera sido 'más competente para e11o,-
un soberbio discurso. · '
De lQ que consideramos defectuoso en la estructura, pasamos
con gusto á 108 méritos reales de la rlist01'ia de la Civilización.
En cuanto á lenguaje, apenas podrán tributársele
los elogios debidos. Es adecuado al asunto, bastante preciso
para las exigencias de la ciencia,. pleno, fluído y bastante
flexible á todos les fines de la elocuencia. Brillante cuando el
objeto del escritor es narrar, explicar ó ilustrar, se eleva,
cuando así lo exigen la cólera contra el opresor ó la simpatía
por los oprimidoi, á notas dignas. del mismo Edmundo Burke
cuando denunciaba la corrupción de Inglaterr¡t y las. iniquidades
de la India. Y no fué merce~ á un largo aprendizaje
del arte de escribir como alcanzó tal facilidad ni tal fuerza
Hast;l 1857, cuando se publicó el primero de estos volú~
menes, creemo~ que Mr. Buckle no había dado una página
impresa; ni, á excepción de Ul'l.a conferencia dada en el Instituto
Real en Marzo de 1858 y un en~ayo ó doi3 publicados
en el F"aser 's .Magazine, consintió en que la literatura fugitiva
interrumpiera la gran tarea que se había impuesto. Tuvo el
raro arte de hacEjr inmensa lectura subordinada tÍ la inst¡:ucc¡
Íón general. La abundancia de ~us materi!ües no lo confundía
ni lo abrumaba; ni los ajenos pensamientos acumulados
disminuyerou en un ápice la frescura de 108 suyo.s. Para su
in..vestigadora mirada no había fuente de conocimiento que,
fuese insignificaute, extraviada ó recóndita. Su conocimiento
en las lenguas antiguas y modernas y su ' erudición biográfica
no eran menos notables que los de Gibbon ó Southey. Como
los de éstos, sus libros de memorias eran ordenadísimos
arsenales que suministraran sin límite ni confusión las armas
-y municiones que les exigía.
( Concluirá).
,REMITIDOS.
EL TORRENTE DE LA OPINIÓN.
En primer lugar, es vago el a;mnto al cual consagró su
vida. El término civilización es especioso y tiene un noble
significado; pero cuando empezamos á preguntar su preciso
'Sentido, se presentan inmediatamente objeciones á él- ¿ Puede
una hi~toria de la civilización, en un país cualquiera, Francia
ó InO"laterra, encerrarse, como el Espíl'itU de la~ Leyes ó la
Política ° de Aristóteles, dentro de límites científicos? La palabra
misma admite definición? ¿Es, en efecto, algo más que una
generalidad que cae bajo la sentencia legal de Tot~¿s in omnibus
n¡¿llus in 8Íng~¿li8? Sobre tal tema pudiera antojársele á
un escritor considerar la civilización' como la felicidad del~mayor
número;-esto es, suficient~ c.arne, pudín, abrig~ y salario;
otro pudiera alegar que, no vlvlendo el hombre solo de pan,
exige, antes de civilizarse, un templo como condición primordial;
un tercero dirá que ni el mercado del trabajo ni el mercado
de la carne,ni los deanes y capítulos y las mangas de linón
pueden por sí solos, hacer felices ,¡, los hombres y conservarles
en' ese' estado, y que este 'dón debe esperarse del libre CQmo todo el mundo lo ve, el país e~tá atravesando por
cambio, el sufragio universal.y-la· modicidad de los impues- una senda escabrosa, oscura y tan difícil como muy pocas
tos. J úan .. Jacobo noS remite al tiempo en que "el noble sal- veces se había presentado. Y en el proscenio donde se
vaje recorría los desiertos bosques"; y Guillermo Penn y ~ representa el mas desvergonzado sai'nete, sin mucho trabaJohn
Bright esperan el día en que ninguno excuse presentar jo se distingue á los culpables de tan angustiosa situación.
la mejilla á su agresor. Sucede, y es natural, que cuando ambiciones de cierta
En segundo lugar, concediendo por un momento que el naturaleza se despiertan en el corazón de los gobernantes, y
término civilización es suficientemente inteligible, si no muy éstos, rluctuando entre dos elementos perfectamente desapreciso,
el modo de rn,¡mejar el asunto Mr. Buckl~ es ~lgún cardes, tratan á cada paso de abandonar el carril qué le s
tanto caprichoso é irregular. Creemos que en hIstOrIa los trazan la constitución y lns leyes, empieza á germiuar tamacontecimientos
registrados deben sucederse en orden de tiem- bién en el ~eno de las sociedades cierta desconfianza
po, ó si de él se separan y as~men el orden de espacio, que que se va haciendo sentir más y más, á medida q.ué van
haya razón para moverse en lmeas paralelas en lugar de req- creciendo las ambiciones y á medida que ven :i sus mandataso
Gibbon se justificó al dejar el curso principal de su ua- tarios al borde de un abismo, ya próximos á arrojarse en él.
rración por episodios, como los capítulos sobre las Naciones Esto está sucediendo: el Presidente de la República,
del Norte las órdenes monásticas ó el nacimiento y progre- tal vez por exceso de bondad, por no dejar desairados á
so del Iill~mismo; porque los asaltos de los bárbaros, el retrai- 'aquellos que lo aconsejan y por no poder" l'esistú' al t01'renmiento
de la vida activa de tántos millares de hombres ro- te d~ la opomón," ha estado fluctuando, merced á dos fllebustos,
y el nacimiento de 'una nueva y agresiva :fe, fueron mentas completamente opuestos: por un lado los comprootros
tantos combi~ados elementos colaterales de la decaden· misas contraidos yá, el interés por el partido al cual está
cia y ¡:-uina de Roma. Montesquieu también pasó con razón de afiliado y consideracion~ de cierta naturaleza, verbi gracia,
China al Perú en busca de analogías con las leyes de Europa, ó hIgo con la Constitución, algunos remordimientos paI:á el
de ejemplos de instituciones desconocidas ó extrañas al mundo porvenir &c. &c.; y, por otra parte, las amonestaciones conoccidental.
.Pero la civilización de un solo país no admite tan tinuas de algunos interesados en meter su cucharada en la
torcido curso. Queremo's que se hubíera colocado delante de cosa pública, las perogativas y los honores de los gobernannosotros
cada ola de la cOl'riente civilizadora, que se nos hu~ tes, y más[ que todo, ese impetuoso "ton'ente de la opinión."
biesen' sefialado los efectos de sus altas y bajas mareas, y los En tanto, mientras la situación se despeja, mientras se ve qué
diversos depósitos que queda.n después que la corriente ha ba- ru'mbo toma el señor Presidente, la sociedad abriga cierta
jado. Posible e8,- y más que posible, probable, - que este desconfianza, y, en tanto que los políticos medran con la sidefecto
en la introducción se hubiera corregido en la obra á tuación, los que viven del sudor de su frente, las quo no
que solarliente sirven de pórtico los dos primeros volúmenes; esperan nada de las revueltas politicas, empiezan, por pamlizapero
el pórtico mismo está irregularmente edificado: Las 'pie- ción en sus negocios, á consumir el fruto de su trabajo antedor,
dr.as fundamentales de él son propiamente las universales :fruto reservado para asegurar para más tarde el sustento de
cuestiones del alimento, el clima y las circunstancias físicas sus hijos, viniendo á refluir todos estos' rnáles sobre aquella
que han atraído á los hombres á ciertos centros ó 1011 han clase desvalida que el pan cuotidiano únicamente·lo consigue
arrojado -de ellos, ó han afectado por varias causas, - abun- cuanao la sooiedad se mueve y cuando brilla en el cielo, puro
dancia, privación, posesión del bienestar, ó necesidad de tra- y sin mancha, un sol de paz que ene~va y vivifica á t'odos
bajo - sus formás de Gobierno ó sus hábitos de vida aquellos que cobija con su luz.
Cual~do esperamos, sin embargo, pasar de la incunabula , Ahora bien, ¿ cuál será el res.ultado final de semejante
de la sociedad:á sus primitivas fases, se nos transporta repen- crisis? Vamos á verJo. ,
tinamente á la historia ó á los preliminares de la Revolución El partido radical, grande y pujante siempre, abatido
inglesa de 1640 y á la %volución rrancesade 1789, crisi~ en Un tanto con su caída, pero purificado por los remordimienla
Historia, 'ciertamente, que señalan m{¡s que cualesqUIera tos y la experiencia, quiere levantarse de nuevo, quiere
otras un nuevo llacimiento en cada una de esas napiones, pero empuñar otra vez el timón de la nave gubernamental y quiere,
que corresponden á una adelantada, no incipiente civilización. en fin, servir de centinela para dar aviso á la hora del
Estas objeciones se aplican, sin embargo, al primer volumen peligro.
especialmente; el segundo, que está consagr~do á dos fases Conocedor de la situación que se le presentaba, nada ha-opuestas
de la religión,-aul1que en lo que se refiere á la His- lagüeña, por cierto, después de la muerte del doctor Zaldúa,
tolÍa de la civilización, los asuntos sobre que versa son un vaciló alglín tanto, y las espemnzas que logró concebir em-tanto
prematuros,- es el más coherente de los dos, tanto res- pezaron á extinguirse en él con la vida de aquel recto ma-pecto
á las premisas como á las conclusiones. El segundo es, gistrado. Empero, el encadenamiento de laR sucesos, la
en efecto, poco m{¡s que un episodio del primero; con pocos é designación del señor Otálora, la conocida flexibilidad de
inconsiderables cambios, hubiera podido ' formarse como un carácter en eRte magistrado, y algunos· otros olol'cillos favp-testimonio
de los efectos de la perversión religiosa en España rabies, lo hicieron levantarse de nuevo de su recicute abati-ó
Escocia. Las discrepancias y dificultades inherentes á la miento, para afrontar una nueva lucha y, á la sombra del
vaguedad del término civilización ' hubieran podido evitarse, uuevo caudillo á quif,ln halngaban su no muy esca~a vanidad
én nuestro concepto, si ti la obra se Je hubiese dado este titu- con protestas de. amistad y de apoyo, obtener el t \'iullfo tras
lo: Histol'ia de lo.! aspectos de la sociedad en Inglaterl:a. No . del cual han mar,ohado desde hflce mucho tiempo: ambicion
se hubiera suscitarlo así cuestión previa sobre el alcance de.. noble, una vez ..q'ue el vencido jamás se conformará con las
un título suficientemente elástico para comprender la época en . consecuencias de la derrota.
. que los Bretones se pintaban con gualda el cuerpo, y la época Eutonces el país sabe bien el resultado de todo. El Pre-en
que tomaron los pantalones y elpaletot. / La -presentación sidente de la Hepública empieza á mal1ioorar, pero sus es-fuerzos
son improductivos, porque su carácter no lo ayuda.
y para poner ,en obra el plan que otros le habían sugerido
y que su ambición alimentaba, empieza por derrocar el Gd- •
bierno constitucional de Boyacá ....•. pero luégo vuelve á temer
el látigo de la conciencia. que lo acusa y eleva de' nuevo
al solio al Gobernador derrocado.
El palacio de Sau Carlos queda convertido en 'un tlltis
de 1'evlIltis, y allí, como en un ka leidos copio, se presentan las
escenas polític.as futuras, según' la mano extraña que les da
movimiento. •
. Entonces se disuelve el Cougreso porque los amigos del
señor Otálol'a no concurren á formar q1tontrll. La candidatura
Otálora es un hecho, y se comienzan á poner en juego
las intrigas y á mover a\luí Y allí los resortes que ayuden al
sostenimiento yal triunfo de la candidatura naciente, cuando
de repente, sin esperarse, se fija en las esquinas la convoc!l-toria
1\1 Oongreso. '
El señor Presidente asegu~a entonces que será fiel á su
doctrina y que el señor Núñez será apoyado por él. Pasan
los dias y al poco tiempo vuelve ese funesto "torl'e7!te de la
opinión" á descomponer las sanas intenciones del señor
Otálora.
y mañana tropezará el torr./3nte y ...... después volverá á
tomar su curso, para vol ver á encallar de nuevo. Abora bien,
dado el C380 que sea un becho la candidatura del señQr Otálora,
¿ qué sucederá después? Pues n'ada mlls natural, que
otros serán los aprovechados en la evolución; que ese torrente
cambiará su CUl'SO por la ley de la fuerza, y el candidato en
ciernes, ya no arrastrado, siuo desechado por el torrente, '
quedará ,olvidado como aquellos J:estos del naufragio que
arrojado~ en playas desiertas por el mismo impulso de la
tempestad, muer,en tristes y aislados, olvidados porIos unos
y despreciados por los más.
El país entero, sometido al influio de esa tempestad, empezará
á trepidar "7íctima de las desconfianzas y de la paralización
de ese poderoso resorte t¡ ue lo impulsaba á mejores
destinos, maldiciendo á voz en cuello las ambiciones ruines
de eSOR m>iudatarios que, á trueque de 'm~zquinas conveniencias,
sacrifican torpemente el reposo y la estabilidad social.
El señor Otálora, preciso es confesarlo, aturdido y quizás
medio soñoliento, ' vaga y confnsamente mira como Jacob
una escala misteriosa que lo ha de elevar á mejores destinos,
porque ignor'l. que en la marcha de las naciones, asi como hay
epopeyas, hay irremediahles descalabros también.
Y, por desgracia, ó no comprende ó no quiere comprender
que, ni despertar del sueño en que lo nan sumergido los
halagos y las lisonjas, desaparecerá esa escala por ouyos peld~
ños qniere subir todavía más y que un sol algo más ardiente
evaporará, sin duda, las aguas de ese torrente que él ha.
llamado" torrente de la opinión."
'" *'.
A 'ULTIMA HORA.
TE.LEGRAMA..
Pop¿¡yá,n, 10 ele J~¿lio lleI"883.-(Salento 11).
Señor Redactor de " La Situación,"
"
, Tomado Guayaquil por Alfaro el día
ocho (8). Refugiado Veintemilla en buque
inglés. Ii Viva la República I!
JULIO R. DELGADO.
ANUNCIOS.
"LA SITUACION:"
. J¡lste perió~ico se publica los miércoles. La suscrición por uila.
séne de doce numeros vale cincuenta centavos. El número snelto
vale cinco centavos. '
Se insertan remitidos, previo examen de los Redactores y anun.
cios á cinco centavos por línea. '
, Las pe.rsona,¡ de fuera de la ciudad á quienes se remite el perió'
dlCO en cahdad de Agentes, se servirán manifestar si aceptan el
cargo, y, en caso de que esto no les sea posible, designarán el Agente
dand.o cuenta de la designación que p.agan al infrascrito, Los Agen.
tes' tlenen derecho á un 15 por 100 del valor de las suscriciones que
coloquen,
Todo pago debe hacerse anticipadamente.
Este perió~ico se re.mitirá puntualmente en canje á los periódicos
naClonales y extranjeros que se envíen á la Agencia general.
La correspondencia é impresos se dirigirí¡n al infrascrito Agen.
te general, á esta ciudad, calle de la Carrera, número 22 cusa frente
á la del Colegio de Mallarino. '
MARCO A. GAONA.
CANTO A BOLÍVAR,
POR JOSÉ JOAQUÍN DE OLMEDO.
Á 20 CENTAVOS EL EJEMPLAR.
Imprenta de Medardo Rivas.
AJ.J COMERCIO ..
C. y .L. Tanco han trasladado sus almacenes á la carrer~
1 .. a al Occidente (cal~e l.a de Florián), números 27 y 29.
Bogotá, Julio 1.0 de 1883. 6-2
VAYASE USTED AL
atri? de la Catedral y encontrará, á prEcios muy módicos, en
la cigarrería d~ Ga~'cía & WillialUson, cigarros habanos y de
Ambúlema, clgarrtllos Legitimidad, Hidalguía y Caporales,
fós~o~'os de cera, fideos y pastas para sopa, tamosísimo Ron y
delIoIOso Brandy &." &." 5-.1
IMPRENTA DE MEDARDO RIVAS.
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
Fuente:
Biblioteca Virtual Banco de la República
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